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DE LAS SESIONES

LEGISLATURA DE 1841.

TOMO UNICO.

MADRID: EN LA IMPRENTA NACIONAL.

ANO DE 1841.
' I
 ■■■

DIARIO

DE

LAS SESIONES DE CORTES

JUNTA PREPARATORIA CELEBRADA EL DIA 16 DE MARZO DE I84Í.

Dió principio á la una y cuarto, ocupando la silla de la presi no contiene una prohibición absoluta el reglamento, y que no hay
dencia el Sr. duque de Castroterreño, como Senador de mas edad; ha inconveniente que continúe sin término fatal la junta prepara
cendó de Secretarios los Sres. Carrasco y general La Hera , como los toria.
de menos edad. El Sr. CAPAZ : Pido que se lea el tít. 1? del reglamento. ( Se
El Sr. PRESIDENTE: Va á leerse la lista de los Sres. Senado leyó. )
res que se hallan presentes.» El Sr. CAPAZ (continuando) :
Leída la lista, resultaron haberse solo reunido en aquel acto los Observo, pues, que por el art. 2? pide el reglamento que pasen de 30
señores siguientes: el número de Senadores que hayan de estar presentes para celebrar
la junta preparatoria. En este momento creo que seremos 28 , pues
J). Mariano Valero y Arteta. D. Juan Muguiro é Iribarren. ha entrado el Sr. San Miguel , y solo faltan tres: respecto á que se
V. Manuel Loreuzo. D. Eugenio Ladrón de Guevara. ha ido á avisar á los que faltan, pido que se señale el término para
T). Diego Entrena. D. Alejandro López. aguardarlos, y pasado este podrá tomarse, si la junta lo tiene á
D. Juan José García Carrasco. Conde de Pinofiel. bien , la medida que para la resolución de este negocio juzgue con
Marques de Castelldosrius. D. Antonio Remon Zarco del veniente.
Obispo de Astorga. Valle. El Sr. arzobispo de TOLEDO: Parecía regular esperar á la contes
D. Uaspar de Ondovilla. D. José María Galdiano. tación de los que faltan, y si están enfermos, en virtud de que no
D. Dionisio Capaz. D. José Alvarez Pestaña. podrán asistir, tomar la determinación que parezca conveniente; pero
D. Nicolás Melgarejo. D. Juan Nepomuceno Fernandez pues se les ha avisado, creo que debe esperarse su respuesta.
Obispo de Córdoba. San Miguel. El Sr. PRESIDENTE (de edad) : Por mi parte me hacen fuerza
D. Francisco Romo y Gamboa. D. Antonio Peón y Heredia. las observaciones del señor orador; pero también me la harén las del
D. José María Pérez. D. José Santos de La Hera. Sr. Ondovilla , porque en el caso de no asistir los que faltan, algún
D. Joaquín Diez Caneja. Duque de Castroterreño. partido se ha de tomar.
Arzobispo de Toledo. Duque de Zaragoza. El Sr. arzobispo de TOLEDO: Después que se oiga la respuesta
Marques viudo de Valladares. podrá tomarse la resolución : si esta fuese favorable , no habria que
hacer nada , y si no lo fuese , con mas seguridad se podrá entonces
El Sr. PRESIDENTE: Una vez que de la lista que acaba de resolver lo conveniente.
leerse solo aparecen 27 señores presentes , creo deberemos esperar á El Sr. ONDOVILLA : Ese término que se quiere señalar ¿es
▼er si entran los que faltan para completar el número que prescri dentro del dia de hoy ó fuera ?
be el reglamento. El Sr. CAPAZ: En sesión permanente.
El Sr. CAPAZ: Creo que la lista de los Sres. Senadores que boy El Sr. ONDOVILLA: Tres dias antes de la apertura, dice el
se encuentran en Madrid no comprende mas que 52 , y tengo enten reglamento, que ha de ser la junta preparatoria: de consígíente si ha
dido que uno de ellos, el Sr. conde de Puñonrostro, esta gravemente de ser el término fatal de una á dos de este dia, bueno, que se señale;
enfermo; por consecuencia, de los 32 falta uno, y podría ser que pero fuera de él , no.
á los demás Ies sucediese lo mismo, puesto que somos 27 los pre El Sr. CAPAZ : En ese sentido lo he pedido yo , en sesión per
sentes. Digo esto, para que ya que se les lia ido á buscar, el Sr. Pre manente: ahora es la una y media; señálese las dos y media , y si á
sidente podría señalar un término fatal , y entonces esta conferencia esa hora no están, se podrá resolver. El Sr. Presidente tendrá á bieu
podría determinar, porque quizá los cuatro que faltan pueden estar señalar la hora que le parezca."
enfermos, pues no es de presumir que sea otra la causa. Se preguntó si se esperaría hasta las dos y medía, si antes de esta
El Sr. ONDOVILLA: El término fatal que ha propuesto el señor hora no se recibía la contestación de los Sres. Senadores á quienes se
preopinante no me parece necesario, porque después de haberse pa había avisado, y el Senado acordó que si.
sado á domicilio los avisos correspondientes, y anunciado en la Ga Siendo las dos de la tarde, volvió á continuar la sesión dándose
cela y Diario, las excitaciones están corrientes: allí se ha señalado cuenta de que los Sres. conde de Fontao, D. Rafael Caamaño , conde
la hora de las doce de hoy ; ahora es la una , y por consiguiente no de Puñonrostro y Patiño no habían asistido por hallarse enfermos,
hay mas término fatal que el señalado : me parece que lo que puede excepto el Sr. marques de Someruelos, á quien no se encontró en
hacerse es continuar la junta preparatoria. casa.
Es verdad que el reglamento dice que en pasando de 30 el nú El Sr. PRESIDENTE (de edad) dijo que en su concepto debía
mero de Senadores reunidos se haga la junta preparatoria, pero no preguntarse á la junta si á pesar de no haber suficiente número, con
tiene una prohibición marcada y explícita para que con menor nú tinuaría la sesión.
mero pueda dejar de hacerse, cuando no hay un término fijo para El Sr. CAPAZ: Antes de que se suspendiese la sesión dije que
los que estén en la corte, porque lodo esto es bajo el supuesto de que no estaban eu Madrid, según las noticias que tenia, mas que 32 Se
en Madrid habria, sin necesidad de esperar, 4U ó 50 ; y en este con nadores hábiles, y que seria muy regular que no pudiese cumplirse
cepto se supone que es bastante con los 30 : por tanto me parece que la letra del reglamento , porque en ta edad que se exige para ejer
S.—TOMO I. 1
 2
cer este cargo, no es nada extraño que se indispongan dos 6 tres.
Ahora hemos oído al Sr. Secretario que no han asistido esos tres
6 cuatro señores por hallarse enfermos: en cuanto á esto debo adver
tir que tenemos aqui á un dignísimo compañero nuestro, el Sr. Mu-
guiro, que aunque no enfermo, se encuentra en uno de aquellos casos
en que un ser racional y sensible tiene motivos suficientes para es
tar imposibilitado de venir: está agonizando su respetable hermano,
y sin embargo lo ha hecho, ahogando sus sentimientos de fraterni
dad y de ternura.
Esto me induce á proponer á esta reunión, porque ¡unta prepa
ratoria no podemos llamarla aun, á que apure todos los medios que
estén á su alcance para que la ley se cumpla, y creo que uno de
ellos seria que hoy se diese un aviso á domicilio manifestando la
imperiosa necesidad de que concurran todos los señores que están en
Madrid para que mañana pueda celebrarse la junta preparatoria.
£1 Sr. CARRASCO : Antes de entrar en la cuestión que ocupa
A esta reunión, porque, como ha dicho el Sr. Capaz, aun no puede
llamarse junta preparatoria , debo hacer presente que estoy encar
gado por el Sr. conde de Puñonrostro de manifestar que estaba re
suelto á asistir puntualmente á la junta; pero que hallándose ata
cado de la gota hace bastante tiempo, y habiéndose agravado ano
che, le era absolutamente imposible llenar este deber, á pesar de
estar decidido á cumplirle.
Entro ahora á hablar sobre la cuestión de si podemos tener la
junta preparatoria que el art. 1? del reglamento dice que haya
de celebrarse tres días antes de la apertura de las Cortes ; y diré,
fundándome en primer lugar en las razones expuestas por el señor
preopinante, que siendo solo 32 los Sres. Senadores existentes en Ma
drid, y hallándose entre ellos personas de bastante edad, difícilmen
te podrán encontrarse todos en disposición de asistir, de que será una
consecuencia inmediata el que no haya junta preparatoria, si tan á
la letra queremos seguir el reglamento.
Sin embargo, yo creo que en el caso de que la ley no baste, de
be suplirse por la práctica, por la costumbre , por los precedentes
que se han seguido en ocasiones semejantes.
De estos precedentes hay uno que puede guiarnos para resolver la
cuestión que nos ocupa, y se encuentra en la primera reunión del Se
nado después de promulgada la Constitución de 1857. Entonces no ha
bía reglamento, porque, como saben todos los señores que me escu
chan , se formó después por este cuerpo, y el Gobierno dejó absolu
tamente á su resolución la manera de tener su junta preparatoria,
Sue pudo celebrarse con cualquier número de Senadores , aunque solo
ubieran asistido tres ó cuatro.
Esto supuesto, creo que se está en el caso de resolver que los 28
6 26 que hemos concurrido no debemos ser privados del derecho de
formar la junta preparatoria, y de seguir ejerciendo las funciones
i que estamos llamados porque la desgracia haya hecho que dos,
tres ó cuatro de nuestros compañeros se hallen enfermos.
Asi , pues, propongo que esta reunión decida constituirse desde
luego en junta preparatoria, y como tai se ocupe en los asuntos que
previene el reglamento."
Preguntado si se aprobaba la proposición del Sr. Carrasco, se
acordó por la afirmativa.
Se dió cuenta de la siguiente comunicación del Gobierno:
Excmo. Sr. : La Regencia provisional con fecha de ayer se ha
servido dirigirme el siguiente decreto:
'*La Regencia provisional del Reino, i nombre de la Reina Doña
Isabel II, usando de las prerogativas que expresa el art. 31 de la
Constitución, ha tenido á bien nombrar Presidente del Senado en la
próxima legislatura al conde de Almodovar, Senador electo por la
Íirovincia de Granada , y Vicepresidentes á D. Dionisio Capaz , que
o es por la de Cádiz , y á D. Pedro Antonio Acuña, electo por la
de Jaén. Tendréislo entendido y lo comunicareis á quien corresponda."
De orden de la misma Regencia lo participo á V. E. para su co
nocimiento y el del Senado. Dios guarde á V. E. muchos años. Ma
drid 6 de Marzo de 18U.=Manueí Cortina.
El Sr. PRESIDENTE (de edad) invitó' al Sr. Capa* como Vice
presidente nombrado pasase á ocupar el asiento de la presidencia.
El Sr. CAPAZ: Para el poco tiempo que tenga el honor de diri
gir los trabajos del Senado, le suplico me dispense su indulgencia
por los defectos que pueda cometer. "
Se dió cuenta, y la junta quedó enterada, de las siguientes comu
nicaciones del Gobierno.
Primera. Excmo. Sr.=El Sr. Presidente del Consejo de Ministro»
en 11 de Octubre último me comunicó lo que sigue:
"S. M. la Reina Gobernadora se ha servido dirigirme con esta
fecha el decreto siguiente:
••Conformándome con el parecer de mi Consejo de Ministros, y
mediante alguna de las causas que en su exposición de 11 del actual
me han manifestado, como Reina Regente y Gobernadora del Rei
no durante la menor edad de mi excelsa Hija la Reina Doña Isa
bel II, en su Real nombre y usando de la prerogativa que en el ar
ticulo 26 de la Constitución se me concede, vengo en decretar lo
siguiente.rrPrimero, se disuelve el Congreso de Djputados.=Segun-
do, conforme al art. 19 de la Constitución se renovará la tercera
parte de los Senadores. Tendréislo entendido y lo comunicareis á
quien corresponda. =Está rubricado de la Real mano."
De órden de la Regencia lo traslado á V. E. para conocimiento
del Senado. Dios guarde A V. E. muchos años. Madrid 11 de Marzo
de 18H.=Manuel Cortina.=Sr. Presidente del Senado.
Segunda. Excmo. Sr.=La Regencia provisional del Reino con fe
cha 14 de Octubre del año último, se sirvió dirigirme el siguiente
decreto.= "Conformándose la Regencia con lo que el Ministro de la
Gobernación de la Península le ha manifestado en su exposición de
esta fecha, se ha servido mandar que las nuevas Córtes se reúnan el
dia 19 de Marzo del año próximo de 1811 , reservándose dictar opor
tunamente las reglas que para que tenga cumplido efecto lo dispues
to en la ley electoral estime conveniente establecer. Tendréislo en
tendido y lo comunicareis á quien corresponda." = De órden déla
misma Regencia lo comunico á V. E. para conocimiento del Sena
do. Dios guarde á V. E. muchos años. Madrid 11 de Marzo de 1811.=
Manuel Cortina.
El Sr. VICEPRESIDENTE : Según el reglamento debia leerse
ahora la lista de los señores que quedaron existentes de la anterior
legislatura ; mas habiéndose ya leido , lo tengo por excusado , y mas
habiéndonos manifestado el Sr. Carrasco que no hay otra absoluta
mente."
Se leyó, y la junta quedó enterada, de la siguiente comunicación
del Gobierno :
Excmo. Sr. : "La Regencia provisional del Reino, en nombre de
la Reina Doña Isabel II , ha dispuesto que con arreglo á la Consti
tución déla Monarquía se celebre la apertura de las Córtes por co
misión en el Palacio del Congreso á las dos de la tarde del dia 19
del corriente, asistiendo de ceremonia los Sres. Senadores y Diputa
dos. Lo que de su órden pongo en noticia de V. E. para su conoci
miento y demás efectos convenientes. Dios guarde á V. E. muchos
años. Palacio 15 de Marzo de 18U.=Joaquin María de Ferrer.=Señor
Presidente del Senado.
El Sr. PRESIDENTE : Como la apertura ha de ser por comisión,
no se está en el caso de nombrar diputación ; resta solo que la junta
decida la hora en que han de celebrarse en lo sucesivo las sesiones:
yo creo que debería ser á las doce."
Se resolvió que se empezasen las sesiones á las doce.
El Sr. PRESIDENTE: Los dias en que yo tenga que presidir
ofrezco que abriré la sesión á las doce en punto si hay número sufi
ciente; y cito para el sábado 20 del corriente , en que se celebrará la
primera sesión.
Ciérrase la sesión."
Eran las dos y cuarto.
 NÚMERO
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DE APERTURA DE LAS CORTES DE I84Í EN 19 DE MARZO DE DICHO AÑO.
Reunidos con la debida anticipación en el salón de sesiones del
Congreso los Sres. Senadores y Diputados , ocupó la silla de presi
dencia el Sr. D. Román Martínez Montaos, Presidente interino del
Congreso, y las de los Secretarios los interinos de dicho Cuerpo, co
mo los mas jóvenes entre los que desempeñan el cargo indicado en
ambos Cuerpos colegísladores.
Abierta la sesión á las dos de la tarde , Hora señalada por la Re
gencia provisional del Reino para el acto de apertura de las Córtes,
y presentes los Sres. Vicepresidente del Consejo de Ministros Don
Joaquin Mana Ferrer , y el Ministro de la Gobernación de la Pe
nínsula , pidió el primero la palabra, y leyó desde la tribuna el de
creto del tenor siguiente :
"La Regencia provisional del Reino, á nombre de S. M. la Reina
S.—TOMO I.
1.
DE CORTES
Doña Isabel II, ha venido en autorizaros con arreglo al art. 32
de la Constitución para que declaréis abiertas las Córtes de la le
gislatura del presente año de 1841. Tendréislo entendido, y dispon
dréis al efecto lo conveniente. = E1 Duque de la Victoria, Presiden
te. = En Palacio á lá de Marzo de 1841. = A Don Joaquin María
Ferrer, Vicepresidente del Consejo de Ministros."
Acto continuo dijo el expresado Sr. Vicepresidente del Consejo de
Ministros: "Que por consecuencia de lo dispuesto en el decreto cuya
lectura acababa de hacer, declaraba abiertas las Córtes de 1841 con
arreglo á la Constitución de la monarquía." Después de lo cual el
Sr. Presidente interino del Congreso levantó la sesión, siendo la hora
de las dos y cuarto de la tarde.
 NÚMERO 2. 5

DIARIO

DE

LAS SESIONES DE CORTES

SESION DEL DIA 20 DE MARZO DE I84I.

Se abrid á las doce y diez minutos , y leida el acta de la junta Marques Viudo de Valladares.
preparatoria por el Sr. Secretario (de edad) La-Hera, fue aprobada. í Obispo de Córdoba.
El Sr. PRESIDENTE: Se va á leer el titulo 2? del reglamento D. Eugenio Ladrón de Guevara.
relativo al nombramiento de Secretarios y formación de secciones. D. Gaspar de Ondovilla.
Se leyó por el Sr. Secretario Carrasco.
Concluida la lectura , dijo Quinta.
El Sr. PRESIDENTE: El Senado sabe que para que las votaciones
sean válidas se necesita la concurrencia por lo menos de 51 Senadores;
no habiendo este número, no se puede proceder á la elección de Se Sres. D. Carlos Morand.
cretarios hasta tanto que se reúna. Para el sorteo de las secciones hay D. Juan Nepomuceno San Miguel.
el número de 51 Sres. Senadores, incluyendo los nombres de los que Duque de Castroterreño.
asistieron á la junta preparatoria, mas otros cuatro, pues he tenido Arzobispo electo de Toledo.
el gusto de ver hoy á los Sres. conde de Fontao, Caamaño Pardo, D. Antonio Peón y Heredia.
Moran, y Patino, y asi se pueden aumentar. Por lo tanto, si al Se Conde de Fontao.
nado le parece, se procederá al sorteo de las secciones antes que al
nombramiento de Secretarios. El Sr. PRESIDENTE : Si al Senado le parece pueden pasar lo»
Se preguntó si se procedería al sorteo de las secciones antes que Sres. Senadores á las secciones para elegir Presidentes, Vicepresiden
al nombramiento de Secretarias, y se acordó por la afirmativa. tes, Secretarios y Vicesecretarios."
Se procedió en seguida al sorteo de las secciones, y dió el siguiente Se preguntó al Senado si se reunirían las secciones con este objeta,
resultado: y decidió afirmativamente.
Primera. El Sr. PRESIDENTE : Advertiré á los Sres. Senadores que no
hay que nombrar para las comisiones mas que dos Individuos, por
Sres. Conde de Pinofiel. que aun cuando el reglamento dice tres, es uno para la comisión de
D. José María Galdeano. Contestación al discurso de la Corona ; y como no le ba habido, no
Obispo de Astorga. hay que nombrar mas que dos , uno para la comisión de Actas, j
D. Juan José García Carrasco. otro para la de Gobierno interior del Senado. Se suspende la sesión.
D. Mariano Valero y Arteta. Los Sres. Senadores pueden pasar á las secciones.
D. Joaquin Díaz Caneja. Asi se verificó á las doce y media.
D. Manuel Lorenzo. Siendo la una, y habiendo entrado en el salón los Sres. Senado
res , continuó la sesión.
Segunda . El Sr. PRESIDENTE: Completo el número de Sres. Senadores
necesarios para la votación, si al Senado le parece te procederá al
Sres. D. Joaquin Patiíío. nombramiento de dos Secretarios , no pudiendo verificarse el de los
Duque de Zaragoza. cuatro , para lo cual seria necesario que fuéramos 50.
D. José Santos de La .llera. Se procede, pues, á dichos nombramientos, y antes el Sr. Secre
D. José Mana Pérez. tario leerá los artículos del reglamento que hablan de la materia.
D. Alejandro López. Se leyeron dichos artículos.
D. Diego Entrena. El Sr. PRESIDENTE: En vista de lo que previenen los artícu
Marqués de Someruelos. los que acaban de leerse, se procede á la votación, para la cual cada
Sr. Senador escribirá los nonbres, y se irá llamando por lisia para
Tercera. que vayan depositándolos en la urna.
Sres. D. Juan Muguiro Iribarren. El Sr. VALERO Y ARTETA : ¿Se nombrarán los Sres. Secre
D. Antonio Remon Zarco del Valle. tarios á un tiempo , ó cada uno por separado?
D. José Alvarez Pestaña. El Sr. PRESIDENTE: Como el Senado juzgue mas oportuno.
D. Nicolás Melgarejo. Hecha la pregunta, se decidió nombrar los dos Secretarios á un
D. Rafael Caamaiío Pardo. tiempo.
D. Francisco Romo y Gamboa. El Sr. PRESIDENTE: Se da principio á la votación.
Verificada esta , resultaron elegidos:
Cuarta. Primer Secretario D. Juan José García Carrasco por 27 votos,
y segundo D. Mariano Valero y Arteta por 18 , habiendo obtenido
Sres. D. Dionisio Capaz. 8 el Sr. Ladrón de Guevara , A el Sr. Melgarejo , 2 el Sr. Coneja,
Marques de Castelldosrius. 1 el Sr. San Miguel , 1 el Sr. marques de Someruelos, y 1 el Sr. mar-
S.—TOMO I 3
 6
ques Viudo de Valladares, siendo el total 61, y 32 el número de D. Francisco Martinez de Larraz )
señores votantes." D. Joaquin Frias ¡Cádtx.
Habiendo ocupado los nuevos Secretarios sus respectivos asientos, D. José Aranolde Canarias.
dijo D. Jaime Gil Orduña Castellón de la Plana.
El Sr. PRESIDENTE : Aprovecho esta ocasión para deshacer un D. José Mana Jaime Ciudad-Real.
error que por una distracción involuntaria cometí en la ¡unta pre D. Rafael Jiménez Frontín Córdoba.
paratoria , cual fue el no proponer un voto de gracias al digno Pre D. José Mana Chacón \ ,
sidente de edad, lo mismo que á los Sres. Secretarios, por lo que D. Joaquin Francisco Campuzano ¡Coruña.
suplico al Senado que se sirva asi acordarlo." D. Martin José Iriarte. J
Se acordó por unanimidad. Marques de Valdeguerrero I
Se dio cuenta del resultado de los nombramientos hechos por las D. José Joaquin de Moya ¡Cuenca.
respectivas secciones para Presidentes y Secretarios é individuos que D. Antonio Jordá y Santandreu l
componen las comisiones de Actas y de Gobierno interior por el D. Dionisio Valdés ¡Gerona.
orden que sigue : D. José Ramón de Campo y Aviñó )
li Para Presidente Sr. conde de Pinofiel ; Vicepresidente señor Conde de Almodovar J
obispo de Astorga ; Secretario Sr. Díaz Caneja , y Vicesecretario D. Domingo Sánchez Morales ^Granada.
Sr. Carrasco: para la comisión de Actas Sr. IX Manuel Lorenzo, y D. Joaquin Verdugo • i
para la de Gobierno interior Sr. Galdeano. D. Gregorio García IGuadalajara.
2i Presidente, Sr. duque de Zaragoza; Vicepresidente, Sr. La- D. Agustín Nogueras 1
Hera ; Secretario , Sr. Pérez , y Vicesecretario, Sr. Someruelos : para D. Valentín Ferráz ^Huesca.
la comisión de Actas , Sr. Patino; y para- la de Gobierno interior, D. Pedro Antonio Acuña Jaén.
Sr. Entrena. D. José Maria Cíenfuegos 1
3Í Presidente, Sr. Caamaño Pardo; Vicepresidente, Sr. Zarco D. Francisco Verea Cornejo ^Leon.
del Valle; Secretario , Sr. Pestaña , y Vicesecretario, Sr. Romo y D. Juan Lasaña , Lugo.
Gamboa : para la comisión de Actas, Sr. Romo y Gamboa; y para D. Martin de los Heros Madrid.
la de Gobierno interior , Sr. Melgarejo. D. Antonio Mana Alvarez de Tomar. . . .1
4Í Presidente, Sr. obispo de Córdoba ; Vicepresidente, Sr. mar D. Manuel Ventura Gómez. $ Málaga.
ques de Castelldosrius; Secretario, Sr. Ondovilla; Vicesecretario, D. Pedro Chacón Murcia.
Sr. Ladrón de Guevara : para la comisión de Actas, Sr. Ondovilla; D. Joaquin Pérez Necoechea ) „
y para la de Gobierno interior, Sr. Capaz. D. Joaquin Mana Ferrer ^«avarra.
5Í Presidente, Sr. arzobispo de Toledo; Vicepresidente, señor Conde de Caslejon ,, Orense.
Peón y Heredia; Secretario, Sr. San Miguel, y Vicesecretario, señor D. Antonio Arguelles Mier )
Morand : para la comisión de Actas, Sr. Morand; y para la de Go D. Santos San Miguel ¡Oviedo.
bierno interior, Sr. duque de Castroterreño. D. Joaquin Suarez del Villar )
Se leyó la nota de los Sres. Senadores nombrados que han pre D. Pedro Ramirez Coté Palencia.
sentado documentos para acreditar su aptitud legal, y son los si D. Mariano Torres Solanot Pontevedra.
guientes: D. Francisco Sánchez Fernandez 1 Salamanca
D. Mauricio Cárlos de Onis y '
Conde de Almodovar por Granada. D. Hipólito de Hoyos Santander.
D. Martin de los Hitos Madrid. Marqués de Mana
Rodil Calatrava - í^Segovia.
_
TX Antonio Seoane Badajoz. D. Ramón
D. Bamon Macia Lleopart Barcelona. D. Cárlos Espinosa i
D. Diego González Alonso Cáceres. D. José Carratalá \Sevilla.
D. Joaquin Francisco Campuzano Coruña. D. Miguel Corbacho )
D. Mauricio Cárlos de Onis Salamanca. D. Andrés Orinaga Soria.
D. Francisco Verea Cornejo León. D. Manuel Codorniú \
D. Andrés Orinaga Soria. D. Bernardo Borjay Tarrius. \Tarragona.
D. Mariano Torres y Solanot Pontevedra. D. Ramón Gil de la Cuadra )
D. Jaime Gil Orduña Castellón de la Plana. D. Agustin Arguelles í
D. Tomás Fernandez de Vallé)? Burgos. D. Ramón Castañeda \.1'eruel
D. Antonio Solis Avila. D. Miguel Laborda f '
D. Ramón María Calatrava Segovia. D. Manuel de Pedro J
D. Manuel Ventura Gómez Málaga. O. Alvaro Gómez Becerra Toledo.
D. Miguel Chacón y Duran Albacete. Conde de Soto-Ameno 1
D. Juan Lasaña Lugn. D. Valentín Ortigosa ^Valencia.
D. José Cecilio de la Rosa Badajoz. D. Antonio Martinez de Velasco \
D. José Aranalde Canaria». D. Vicente Gil Muñoz Vallad-alii.
Marqués de Valdeguerrero Cuenca. D. Francisco Linage Zamora.
D. José Carratalá Sevilla. D. Francisco de los Arcos \z aso -a
D. Manuel Codorniú Tarragona. D. Francisco Ferráz J
D. Pedro Ramirez Coté. Palencia.
D. Miguel Corbacho Sevilla. Concluida la lectura, obtuvo la palabra y dijo
Francisco Sánchez Fernandez Salamanca. El Sr. CARRASCO : Dándose por primera vez cuenta de los
D. José Landero Cáceres. nombramientos que ha hecho de Senadores el Gobierno provisional
Conde de Soto-Ameno. Valencia. del reino , pa réceme que esta es la ocasión de tomar la palabra sobre
este asunto , haciendo una proposición al efecto.
Sin embargo , deseoso de concretarme siempre i lo que el regla
El Sr. PRESIDENTE: Estos son los señores que han presentado mento dispone , no quisiera incurrir en una equivocación , y por
sus documentos , los cuales pasarán á la comisión de Actas para su eso desearía consultarlo con el Sr. Presidente.
exámen." El Sr. PRESIDENTE : El Senado podrá acordar lo que estime
Se leyó también la siguiente nota en que constan los nombramien por conveniente ; pero cualquiera que sea la proposición que el señor
tos de Sres. Senadores hechos por el Gobierno para diferentes pro Carrasco quiera hacer , tiene que pasar por los trámites que el regla
vincias. mento previene , pasándola primero á las secciones para que estas
decidan si debe ó no tomarse en consideración , después se da
D Miguel Chacón y Duran Albacete. cuenta al Senado, y sobre ello se tiene que deliberar.
D Joaquin Abargues \ Alicante. El Sr. CARRASCO: Como mi proposición es únicamente sobre
d' Vicente Santonja f el nombramiento de Senadores, y como se da cuenta por primera vez
D Francisco Godoy y Peralta \ Almería. de los nombrados por el Gobierno, creia yo que no debia dejar pasar
D José Maria Carrasco Serna J la ocasión que se me presentaba para exponer mis observaciones al
D Antonio Solis Avila. Senado con este metivo.
D Antonio Seoane í Yo no trato de hacer oposición á los nombramientos hechos por
D José Cecilio de la Rosa > Badajoz. el Gobierno , sino fijándome en la Constitución voy á hacer varias
D Manuel José Quintana * observaciones.
D Mariano Borrell X Barcelona. El Sr. PRESIDENTE : Cuando un Sr. Senador tiene que hacer
b. Ramón Macia Lleopart ; alguna proposición , la presenta por escrito , se da cuenta de ella , y
D Tomas Fernandez Vallejo Burgos. pasa á las secciones para juzgar su oportunidad ó no oportunidad , y
D Diego González Alonso \ Cáceres. entretanto no se puede hablar sobre el particular.
D. José Landero Corchado J El Sr. marqués de SOMERUELOS: Cuando se trata de las actas,

la comisión da su dictamen sobre ellas; y si estas son aprobadas en
tra el caso de examinar la aptitud legal de los Senadores; por consi
guiente creo que la observación del Sr. Carrasco, aunque no sabe
mos á qué se dirige, parece que su tendencia no es sobre las actas, si
no sobre la aptitud de algunos de esos Sres. Senadores, en cuyo ca
so yo rogaría al señor Carrasco que suspendiese las observaciones que
tenga que hacer basta que cada uno esté en su lugar, porqne sabido
es que cada acta comprende cierto número de Senadores. La comisión
da ra dictamen , y después que queda aprobada el acta, se está en el
raso de reclamar ó de exigir se presenten los documentos que acredi
ten su aptitud legal, y entonces la comisión deliberará sobre ellos.
Si algún Sr. Senador tiene que bacer alguna observación, bien sea
sobre las cualidades de la persona, bien sobre sus rentas ó por algún
impedimento legal, puede exponerla cuando se trate de las actas en
que está comprendido el individuo á que se refieran.
7o por lo tanto suplicaría al Sr. Carrasco que esperase á que di
jese la comisión: "aprobada el acta de tal parte por el Senado, don
fulano de tal pide ser admitido, pues están corrientes los documen
tos que acreditan su aptitud." Si la persona no está en estado de
reñir por cualquiera causa, entonces creo que el Sr. Carrasco estará
en' su fugar pidiendo la palabra, y el Senado estará en el suyo deli
berando si ese Senador puede ó no ser admitido.
ElJSr. CARRASCO: Señores, las observaciones que tengo que ha
cer al Senado no son de ninguna manera relativas á las cualidades
personales de ninguno de los individuos que han sido nombrados por
ti Gobierno , y si sobre el nombramiento; y yo creia que esta era la
ocasión, porque no tiene nada que ver con las actas el nombramiento
del Gobierno. Hoy es la primera vez que el Senado sabe oficialmente
los Senadores que están nombrados: yo no tengo nada que decir <jue
pueda perjudicar á ninguno de los dignos individuos que han sido
nombrados, y si sobre la legalidad de ese nombramiento , y si ha
habido ó no facultades para hacerle.
Esta es una cuestión un poco mas alta ; es una cuestión constitu
cional , que debe ventilarse, no como proposición , sino en el mo
mento en que se nos da cuenta de unos nombramientos hechos por
el Gobierno. Como yo creo que según la Constitución de 1837 , cuyos
artículos citaré , no se da facultad al Gobierno provisional del reino...
El Sr. PRESIDENTE (interrumpiendo al orador): Sr. Carrasco,
Sara cuando se trata de proposiciones , el reglamento previene que se
é lectura de ellas y sigan los demás trámites prescritos por él. Por
lo tanto las observaciones de S. S. no son de este lugar.
El Sr. CARRASCO : Obedezco como debo á la autoridad ; pero
aprovecharé la primera ocasión que se me presente para hacer las
observaciones que ahora creí oportuno exponer. Sin embargo, repito
que al renunciar la palabra no desisto de mi idea."
Se dió cuenta, y el Senado quedó enterado, de las siguientes comu
nicaciones del Gobierno:
Un oficio del Exemo. Sr. D. Francisco Armero, Ministro de Ma
rina, Comercio y Gobernación de Ultramar, de 20 de Julio de 1840
en Barcelona, en que participa que S. M. la Reina Gobernadora,
por Real decreto de 18 del mismo, tuvo á bien admitir la dimisión
presentada por el Sr. D. Evaristo Pérez de Castro del Ministerio de
Estado , y por el Sr. conde de Clonard de el de la Guerra.
Otro del mismo Sr. Ministro con igual fecba trasladando el Real
decreto dado en la propia ciudad el día anterior , por el cual S. M.
la Reina Gobernadora tuvo á bien relevar de los Ministerios de
Gracia y Justicia , Hacienda y Gobernación de la Península , á los
Sres. D. Lorenzo Arrazola, D. Ramón Santillan , y D. Agustín Ar-
mendariz.
Otro del dicho de la propia fecha acordando que mientras no
cumplen con la indispensable formalidad de prestar el juramento de
sus cargos los nombrados por Reales decretos de igual fecha para
los Ministerios de Estado, Guerra, Hacienda , Gracia y Justicia y
Gobernación de la Península, siga desempeñando el de Hacienda el
Sr. D. Ramón Santillan, encargándose ademas interinamente del
despacho de los de Gracia y Justicia y Gobernación , continuando
los de Estado y Guerra como en aquel diu lo estaban.
Otro encargando interinamente el despacho del Ministerio de
Estado á D. José del Castillo y Ayensa, oficial segundo del mismo
Ministerio.
Otro nombrando en propiedad Ministro de Estado al Sr. D. Mau
ricio Cárlos de Onís.
Otro nombrando también en propiedad Ministro de Gracia y
Justicia al Sr. D. Antonio González.
Otro nombrando al mismo Sr. D. Antonio González Presidente
del Consejo de Ministros.
Otro nombrando en propiedad Ministro de la Gobernación de la
Península al Sr. D. Vicente Sancho.
Otro nombrando también en propiedad al Sr. D. José Ferráz
Director del Tesoro público.
Otro disponiendo que el Sr. D. Manuel VaTela y Limia, oficial
primero del Ministerio de la Guerra, se encargue interinamente
del despacho de dicho ministerio.
Otro del Subsecretario del Ministerio de la Guerra, haciendo
igual comunicación al Senado del que le fué trasladado por el señor
Ministro del propio ramo en el dia 18 del referido mes y año.
Otro nombrando para que desempeñe en propiedad el Ministerio
Je la Guerra al teniente general D. Valentín Ferráz.
7
Otro del Sr. ministro de Gracia y Justicia , fecha en Madrid á 21
de Julio, trasladando otro del Sr. Ministro de Estado desde Barce
lona en 18 del mismo, admitiendo la renuncia que del Ministerio
de Marina , Comercio y Gobernación de Ultramar había presenta
do el Sr. D. Juan de Dios Sotelo.
Otro del Excmo. Sr. D. Francisco Armero , fecha 11 de agosto
en Barcelona , en el que comunica que S. M. la Reina no ha tenido
á bien admitir la renuncia hecha por el Excmo. Sr. D. Valentín
Ferráz del cargo de Ministro de la Guerra , y mandando se encargue
inmediatamente en propiedad de dicho Ministerio.
Otro en igual fecha del Sr. D. Manuel Várela y Limía, encar
gado interinamente del Ministerio de la Guerra, en que trasladando
el anterior Real decreto, manifiesta que el Excmo. Sr. D. Valentín
Ferráz quedaba encargado del expresado Ministerio,
Otro del Sr. D. Valentin Ferráz, manifestando q^ue S. M. había
tenido á bien resolver que D. Manuel Várela y Limia continuase en
su anterior destino de oficial primero de dicho Ministerio.
Otro del Excmo. Sr. D. Francisco Armero , fecha 12 de Agosto,
en el que manifiesta que S. M. la Reina Gobernadora había tenido
á bien nombrar para la presidencia del Consejo de Ministros al Ex
celentísimo Sr. D. Valentin Ferraz, á quien por otro Real decreto del
dia anterior tuvo á bien reelegir para el ministerio de la Guerra , en
virtud de renuncia hecha de dicho cargo de Presidente del Consejo
por el Sr. D. Antonio González.
Otro nombrando para que desempeñase en propiedad el Ministe
rio de Gracia y Justicia al Sr. D. Agustín Silvela, en virtud de re
nuncia hecha de este Ministerio por D. Antonio González.
Otro admitiendo la renuncia de D. Vicente Sancho para el Mi
nisterio de la Gobernación de la Península, y nombrando para que
lo desempeñe en su lugar al Sr. D. Francisco Cabello.
Otro del Excmo, Sr. D. Valentin Ferraz, Ministro de la Guerra y
Presidente del Consejo de Ministros, no admitiendo la renuncia que
del Ministerio de Estado había presentado el Sr. D. Mauricio Cárlos
de Onís, mandando que inmediatamente se encargue en propiedad de
dicho Ministerio.
Otro del mismo señor fecha 15 del dicho participando habérsele
concedido el uso de media firma.
Otro del dicho, fecha 18 de Agosto, en que manifiesta que S. M.
la Reina Gobernadora babia tenido á bien admitir la dimisión he
cha por etSr. D. José Ferraz del Ministerio de Hacienda , y dispo
niendo continúe en el empleo de Director general del Tesoro público
que antes desempeñaba. »
Otro del mismo, fecha 19 del dicho, encargando interinamente
á D. José María Secades, Director general de Rentas provinciales, el
despacho del Ministerio de Hacienda, como también del de los de
Gracia y Justicia y Gobernación de la Península en los propios tér
minos que lo estaba desempeñando, el Sr. D. Ramón de Santillan.
Otro, fecha 25 del mismo, manifestando que S. M. la Reina Go
bernadora se ha servido resolver conserve la propiedád de la Inspec
ción general de caballería , y nombrando para qué la desempeñe in
terinamente al coronel secretario de la misma D. José Diez.
Otro del Excmo. Sr. Ministro de Marina D. Francisco Armero,
fecha 28 de Agosto, comunicando que S. M. la Reina Gobernador;!
ha tenido á bien admitir al Sr. D. Valentin Ferráz la dimisión del
cargo del ministerio de la Guerra y presidencia del Consejo de Mi
nistros, mandando al mismo tiempo que vuelva á desempeñar la
Inspección de caballería.
Otro del mismo, con igual fecha, nombrando en propiedad Mi
nistro de la Guerra al mariscal de campo D. Francisco Javier Az-
piroz.
Otro del Ministro de la Guerra, fecha 29 del mismo, participan
do que S. M. le ha concedido el uso de la media firma.
Otro del Sr. Ministro de Marina con la propia fecha confiriendo
interinamente la presidencia del Consejo de Ministros á D. Modesto
Cortázar, á quien el propio dia había tenido á bien S. M. nombrar
Ministro de Gracia y Justicia.
Otro del mismo admitiendo á D. Agustín Silvela la renuncia del
Ministerio d» Gracia y Justicia, y nombrando en su lugar á D.Mo
desto Cortázar, regente de la audiencia de Valladolid.
Otro admitieudo á D. Francisco Cabello la dimisión del cargo de
Ministro de la Gobernación de la Península, y nombrando para que
le reemplace en propiedad al Sr. D. Fermin Arteta.
Otro admitiendo la renuncia del cargo de Ministro de Estado ú
D. Mauricio Cárlos de Onís, y nombrando en propiedad á D. Juan
Antoine y Zaras, encargado de Negocios en la corte de Bruselas.
Del señor Ministro de la Guerra con fecha 9 de Octubre último,
comunicando el Real decreto de 16 de Setiembre anterior, por el que
S. M. la Reina Gobernadora habia tenido i bien nombrar Presidente
del Consejo de Ministros al señor Duque de la Victoria y de Morella
sin afectar á este cargo el desempeño de ningún ministerio, á fin de
que pueda continuar mas libremente dirigiendo el ejército.
Del mismo ministerio, y en igual fecha, comunicando de órden
de la Regencia provisional del reino el Real decreto de 3 del mis
mo, por el cual S. M. la Reina Gobernadora habia tenido á bien
nombrar : para el ministerio de Estado con la vicepresidencia del
Consejo de Ministros á D. Joaquín María Ferrer; para el déla
Guerra al mariscal de campo D. Pedro Chacón ¡para el de Hacicn-
| da á D. Agustín Fernandez Gamboa ; para el de Gracia y Justicia i
 8
D. Alvaro Gómez Becerra ; para el Je la Gobernación de la Penín
sula á D. Manuel Cortina; y para el de Marina , Comercio y Go
bernación de Ultramar á D. Joaquín Frías.
Quedaron publicadas, acordándose archivar , las seis leyes si
guientes sancionadas por S. M. la Reina Gobernadora en 28 de Julio
último.
Señora.=£1 Senado, habiendo tomado en consideración el proyecto
de ley sobre imposición de un arbitrio con destino á la construcción
de un camino desde Briviesca á Cornudilla en la provincia de Bur
gos, que después de examinado el propuesto por el Gobierno de V. M.
aprobó en 8 del corriente el Congreso de los Diputados ; y confor
mándose con el tenor del mismo, ha aprobado lo que sigue;
Articulo 1? Se establece por 10 años un impuesto de ocho mara
vedís en cántara de vino del que se coseche é introduzca en el partido
judicial de Briviesca con destino á la construcción de un camino
desde el pueblo del mismo nombre al de Cornudilla.
Art. 2! Si los productos de este impuesto y los del portazgo que
se ponga cuando esté concluido el camino no fueren suficientes para
el pago de los intereses y amortización en 10 años del capital que se
necesita para ejecutar esta obra, queda autorizado el Gobierno para
disponer que se cubra lo que fajle, bien sea por un repartimiento , ó
por otro medio que considere mas conveniente y menos gravoso á los
pueblos.
Y el Senado lo presenta á V. M. á fin de que se digne dar su san
ción si lo tiene por conveniente. Falacia del mismo trece de Julio de
mil ochocientos cuarenta.=Señora.=A L. R. P. de V. M.=E1 conde
de Fontao, Presidente—Domingo Ruiz de la Vega, Senador Secreta
rio—José de Isla Fernandez, Senador Secretario.=M. £1 marques
de Falces, Senador Secretario—Santiago María Melgarejo, Senador
Secretario.=£arceIona 28 de Julio de 1810—Publiquese como ley—
María Cristina—Madrid 3 de Agosto de 1840—Como Ministro inte
rino de Gracia y Justicia, Ramón Santillan.
Señora—El Senado , habiendo tomado en consideración el proyec
to de ley para autorizar al Gobierne de V. M. i llevar á efecto los
de caminos ú otras obras públicas que en vista del propuesto por el
mismo aprobó en 8 del corriente mes el Congreso de los Diputados,
y conformándose con el tenor de este, ha aprobado lo que sigue:
Articulo único. Se autoriza al Gobierno para que previa la ins
trucción oportuna de los respectivos expedientes, y oyendo a las Di»
putac¡unes provinciales, pueda llevar á efecto los proyectos de cami
nos ú otras obras públicas, aprobando los arbitrios provinciales y
municipales que considere arreglados.
Igualmente se le autoriza para que pueda con los mismos trá
mites y formalidades aprobar los arbitrios y repartimientos que se
destinen á establecimientos de instrucción y de beneficencia.
£1 Gobierno dará cuenta oportunamente á la» Cortes del uso que
haga de esta autorización.
Y el Senado lo presenta á V. M. á fin de que se digne dar su san
ción si lo tiene por conveniente. Palacio del mismo veinte de Ju
lio de mil ochocientos cuarenta.=Señora—A L. R. F. de V. M— El
conde de Fontao, Presidente.— Domingo Ruiz de la Vega,. Senador
Secretario—José de Isla Fernandez, Senador Secretarío.=M. El Mar
ques de Falces, Senador Secretario—Santiago María Melgarejo, Sena
dor Secretario—Barcelona 28 de Julio de 18 10— Publiquese como ley—
María Cristina. =Madrid 3 de Agosto de 1810.=Como Ministro inte
rino de Gracia y Justicia, Ramón Santillan.
Señora.=El Senado, habiendo tomado en consideración el proyec
to de ley sobre abono de haberes y suministros á la Milicia nacional
movilizada y partidas oreadas por las diputaciones provincial-s , que
á propuesta de uno de sus individuos aprobó en veinte y siete de Ju
nio próximo el Congreso de los Diputados, y conformándose con el
tenor del mismo , ha aprobado lo que sigue :
Articulo ti El Gobierno cuidará de que corra á cargo de la
administración militar el abono de los sueldos, haberes , raciones y
demás suministros que deban hacerse á la fuerza armada que el Go
bierno creyese necesario mantener por algún tiempo, ora consista en
cuerpos movilizados de la Milicia nacional local % ora en compañías
sueltas ó partidas creadas por las diputaciones provinciales á conse
cuencia del decreto de veinte y siete de Diciembre de mil ochocien
tos treinta y seis, ó de la ley de catorce de Octubre de mil ochocien
tos treinta y siete.
ArL 2? La autorización concedida á las diputaciones provincia
les por los artículos 15 y 7? de las dos citadas disposiciones queda
revocada.
Art. 3. £1 Gobierno dispondrá que en un plazo dado formalicen
aquellas corporaciones la cuenta de los gastos hechos para el equipo
y sosten de las fuerzas que hubieren creado y costeado , con la justi
ficación debida , publicando estrado de ellas en los Boletines oficia
les respectivos, y pasándolas á los quince días de esta publicación á
ios gefes políticos , que con su informe, y uniendo las reclamacio
nes ó solicitudes que sobre ellas se les dirigieren, las elevarán al Mi
nisterio de la Gobernación para que por ¿1 se dé cuenta á las
Cortes.
Y el Senado lo presenta á V. M. á fin de que se digne dar su
sanción si lo tiene por conveniente. Palacio del Senado nueve de Ju
lio de mil ochocientos cuarenta—Señora—A. L. R. P. de V. M-=
£1 conde de Fontao, Presidente— Domingo Ruiz de la Vega, Se
nador Secretario—José de Isla Fernandez , Senador Secretario.=
M. £1 Marques de Falces, Senador Secretario—Santiago María Melga
rejo, Senador Secretario»=Barcelona 28 de Julio de 1840—Publíque-
se como ley.=Maria Cristina—Madrid 3 de Agosto de 1840—Como
Ministro interino de Gracia y Justicia, Ramón Santillan.
Señora.=EI Senado, habiendo tomado en consideración el proyec
to de ley sobre establecimiento de una contribución extraordinaria de
guerra para el presente año, que el Congreso de los Diputados en
vista del presentado por su comisión de Presupuestos aprobó en 10
del corriente mes, y conformándose coa el tenor del mismo, ha
aprobado lo que sigue:
Articulo 1? Se impone por. una vez, y para el presente año, con
el nombre de contribución extraordinaria de guerra la suma de 180
millones de reales.
Art. 2. La cantidad fijada en el articulo anterior se dividirá
en dos cupos generales, uno de 130 millones sobre la riqueza terri
torial y pecuaria , y otro de 50 millones sobre la industrial y co
mercial.
Art. 3? El repartimiento entre las provincias de los dos cupos
expresados se hará por el Gobierno, adoptando por base los que se
fijaron por los dos mismos conceptos de territorial , industrial y de
comercio, en la ley de 30 de Junio de 1838, sin perjuicio de las rec
tificaciones á que den lugar los demás datos que posea , ó le faciliten
las oficinas generales de Hacienda, en virtud del conocimiento que
deben tener de los efectos que hayan causado aquellos.
Art. 4? Contribuirán con igualdad proporciónala llenar el cupo
de contribución territorial y pecuaria las utilidades y derechos desig
nados en el art. 4i de la ley de 30 de Junio de 1838, con la ex
cepción que contiene el art. 5? en la forma hasta ahora observada
en las contribuciones ordinarias.
Art. 5? Al cupo industrial y comercial serán contribuyentes los
determinados en el art- 6? de la citada ley de 30 de junio de 1838,
con la excepción establecida en el art. 7?
Art. 6? Para el repartimiento de los dos cupos de cada provincia
entre los pueblos de su comprensión servirán de base losque respecti
vamente les hubieren correspondido por los mismos dos conceptas de
riqueza territorial, industrial y comercial en la última contribu cion
extraordinaria de guerra , sin perjuicio de las rectificaciones á que
den lugar los agra vios justificados que hubieren sufrido algunos pue
blos ó clases de individuos.
Bajo estos mismos principios y consideración se hará en los pue
blos el repartimiento individual de los cupos que les toearen.
Art. 7! Para cubrir los gastas de repartimiento, cobranza y
conducción de las cantidades recaudadas á las respectivas tesorerías ó
depositarías , impondrán los ayuntamientos d las cuotas individua
les un recargo de un 2. por 100.
Art. 8? El repartimiento de los cupos señalados á cada provincia
se ejecutará por la diputación provincial dentro de un plazo, que no
exceda de veinte dias, contados desde el en que reciba la comunicación
oficial deaquellos.
Si la diputación provincial no se hallare reunida al tiempo de re
cibirse el señalamiento de los cupos en la capital de provincia , el ge-
fe político la convocará con el plazo iinprorogable de diez dias, al fin
de los cuales empezarán á contarse los veinte señalados para hacer el
repartimiento.
Art. 9? En el ceso de que la diputación provincial no se reúna , ó
estando reunida no concluya el repartimiento en el plazo señalado , le
formarán las oficinas de rentas déla provincia sobre las bases prescri
tas en el art. 6? , y con la aprobación del intendente se comunicará
este á los pueblos, en los cuales producirá los mismos efectos que si
la diputación le hubiere ejecutado.
Art, 10. La diputación provincial resolverá con urgencia lai re
clamaciones que por excesos de cupos comparativamente coa los de
otros pueblos hicieren los ayuntamientos; pero no sufrirá altera
ción el repartimiento ejecutado respecto al pago del primer pla
zo, difiriéndose para el siguiente las indemnizaciones á que hubiere
lugar.
Si llegase la época del vencimiento del segundo plazo sin que
por la diputación se hubiere determinado sobre la reclamación de
algún pueblo, se entenderá que ha sido desestimada.
Art. 11. Se ejecutará en los pueblos el repartimiento de sus res
pectivos cupos con sujeción á las reglas prescritas en los artícu
los 18, 19 y 20 de la mencionada ley de 50 de Junio de 1858.
Art. 12. El repartimiento ha de quedar concluido en cada pueblo
dentro del plazo de 15 dias, contados desde el en que el ayuntamiento
hubiere recibido el señalamiento de lósennos; y en otro plazo igual
resolverá el mismo ayuntamiento , oyendo á los repartidores , todas
las reclamaciones que hicieren los contribuyentes. Durante este tiem
po estarán los repartimientos expuestos al público.
En las capitales de provincia y pueblos de grande vecindario los
intendentes podrán prorogar hasta un mes el plazo para formar los
repartimientos.
Art. 15. Los contribuyentes tendrán un plazo de 10 dias, conta
dos desde el en que concluya la audiencia del ayuntamiento, para re
clamar contra las decisiones de este ante el intendente; pero los efec

os de la nueva resolución no tendrán lugar hasta el segundo plazo
Ir Ja cobranza. • en 22 de Julio siguiente acordaron las Córtes en favor del general
Los que reclamaren fuera de aquel término no tendrán derecho á
rebaja ni indemnización alguna.
Art. 14. En Madrid y en cualquiera otra capital de grande po
blación podrá el Gobierno disponer q^ue los repartimientos se ejecu
ten bajo la dirección y responsabilidad de una comisión especial,
•'impuesta de tres individuos del ayuntamiento, y de los seis mayo
res contribuyentes, que lo sean por mitad al cupo territorial y al in-
lustrial y comercial, elegidos todos por el mismo ayuntamiento. £1
presidente de esta comisión será nombrado por el Gobierno , y á sus
inmediatas órdenes estará una oficina provisional que ha de formar
te para la preparación y ejecución de los trabajos que exclusivamen
te no correspondan á los repartidores.
La comisión desempeñará las funciones del ayuntamiento , y este
quedará relevado de responsabilidad en el repartimiento.
Arl. 15. En el caso de que por cualquier causa ó motivo no nom
brare el ayuntamiento en el término de seis dias los individuos que
han de componer la comisión, los nombrará el intendente de la pro
vincia. Y de este mismo modo será reemplazada la comisión en el
todo ó en parte cuando no presente concluido el repartimiento dentro
del plazo señalado.
Art. 16. Los ayuntamientos, ó las comisiones que les sustituyen,
remitirán al intendente los repartimientos en el término de ocho
dias , contados desde el en que naya cesado su audiencia de reclama
ciones.
Art. 17. Los ayuntamientos, y en su caso las comisiones de que
trata el art. 14 , serán responsables del pago de la parte de la contri
bución que no se hubiere hecho efectiva á los plazos de cobranza por
no haberse ejecutado y presentado al intendente en tiempo oportuno
los repartimientos. Dicha responsabilidad será extensiva á los repar
tidores cuando estos no hayan concluido sus operaciones dentro de los
términos señalados.
Art. 18. Para examinar y aprobar los repartimientos hechos en
los pueblos, y resolver sobre las reclamaciones individuales , se crea-
Tá en cada provincia una junta que presidirá el intendente, y se com
pondrá de dos individuos de la diputación provincial elegidos por
ella, del administrador de rentas unidas de la provincia, y del ase
sor de la intendencia.
Si la diputación provincial no nombrare al tiempo de comunicar
el repartimiento general los individuos que han de formar parte de
dicha junta , los nombrará el intendente ; y si los nombrados de uno
ü otro modo no se presentaren á desempeñar estas funciones, se
considerará constituida la junta con los demás individuos.
I Art. 19. La cobranza de esta contribución extraordinaria y su
entrega en la respectiva tesorería ó depositaría se hará en tres plazos:
ti primero á los 30 dias, contados desde el en qué el ayuntamiento de
cada pueblo haya concluido la audiencia de reclamaciones sobre el
repartimiento; el segundo i los tres meses, y el tercero á los tres
siguientes, contados unos y otros desde el vencimiento de cada
plazo.
Art. 20. Regirán para la cobranza de esta contribución las dis
posiciones vigentes sobre apremios.
Art. 21. Se admitirán á las provincias, pueblos, contribuyentes,
corporaciones ó establecimientos especiales en pago de sus cuotas los
documentos justificativos que presenten de anticipaciones y suminis
tros hechos para atenciones de la guerra, liquidado y formalizado su
importe por las oficinas de la Hacienda militar.
Estos documentos , después de liquidados, serán trasferibles para
darse en pago de esta contribución extraordinaria á favor de otros
pueblos y contribuyentes dentro de una misma provincia.
Y el Senado lo presenta á V. M. á fin de que se digne dar su san
ción si lo tiene por conveniente. Palacio del mismo veinte de Julio
de mil ochocientos cuarenta.=Señora.=A L. R. P. de V. M.=El con
de de Fontao, Presiden te.-Domingo Ruiz de la Vega, Senador Se
creta rio.=José de Isla Fernandez, Senador Secretario.=:M. El marques
de Falces , Senador Secretario.=Santiago Maria Melgarejo, Senador
SecTetario-=Barcelona veinte y ocho de Julio de mil ochocientos cua-
rentañPubliquese como ley.=Maria Cristina.=Madrid tres de Agos
to de mil ochocientos cuarenta.r^Como Ministro interino de Gra
cia y Justicia , Ramón Santillan.
Señora. =£1 Senado, habiendo tomado en consideración el proyec
to de ley sobre derogación del decreto expedido en treinta de Mayo
de mil ochocientos veinte y tres por la intrusa Regencia de España,
y restablecimiento de los de las Córtes en favor del general Zayas y
otros, que á consecuencia de proposición de varios individuos de su
seno, aprobó el congreso de Diputados en veinte y siete de Junio pró
ximo , y conformándose con el tenor del mismo, ha aprobado lo que
sigue i
Artículo 1? El decreto expedido en treinta de Mayo de 1823
por la intrusa Regencia, formada con el apoyo del ejército francés,
S.-TOMO I.
9
se declara sin ningún valor ni efecto , y queda restablecido el que
D. José de Zayas, gefes, oficiales y tropa que combatieron el 20 de
Mayo á las puertas de Madrid contra las fuerzas rebeldes al Gobier
no de aquella época.
Art. 2? Los demás decretos de las Córtes espedidos desde 1810 á
favor de determinados generales, gefes, oficiales ó tropa por el méri
to contraido en la defensa de plazas ó fortalezas, en el sitio de las mis
mas, ó en otras acciones de guerra , se declaran restablecidos por la
presente ley.
Y el Senado lo presenta á V. M. á fin de que se digne dar su san
ción si lo tiene por conveniente. Palacio del Senado nueve de Julio
de mil ochocientos cuarenta. = Señora. = A. L. R. P. de V. M. = El
conde de Fontao, Presidente. = Domingo Ruiz de la Vega, Senador
Secretario. =José de Isla Fernandez, Senador Secretario.=M. El mar
ques de Falces, Senador Secreta rio.=Santiago Mana Melgarejo, Se
nador Secretario.^Barcelona veinte y odio de Julio de mil ochocien
tos cuarenta.=Publiqjiese como ley.— Mana Cristina.^Madrid tres de
Agosto de mil ochocientos cuarenta.=Como Ministro interino de Gra
cia y Justicia , Ramón Santillan.
Señora. = El Senado, habiendo tomado en consideración el pro
yecto de ley para concesión de pensiones á las familias de algunos
jueces de primera instancia asesinados por los facciosos, que en vista
del propuesto por el Gobierno de V. M. aprobó en ocho del cor
riente mes el Congreso de los Diputados, y conformándose con el te
nor del mismo, ha aprobado lo que sigue :
Articulo 1? Se señalan pensiones anuales de 8,600 rs. para sí y sus
hijos á Doña María Jacinta Perales y Doña Manuela Lobato, viudas
de D. Andrés Ruiz y don Joaquín Clavijo, asesinados por los faccio
sos cuando desempeñaban respectivamente las judicaturas de primera
instancia de Casas Ibañez y Calahorra.
Art. 2? Por identidad de razón se declara pensión de 5,500 rs. á
D. Fermín Abella, hijo de D. Joaquin , juez que fue del partido
de Pina.
Art. 3! La concesión de estas pensiones se entiende sin perjuicio
de las que correspondan á los interesados por la viudedad ú horfan-
dad que tengan derecho á percibir del monte pió respectivo.
Y el Senado lo presenta á V. M. á fin de que se digne dar su
sanción si lo tiene por conveniente. Palacio del mismo veinte de
Julio de mil ochocientos cuarenta. =Señora. — A L. R. P. de V. M.=
El conde de Fontao, Presidente. = Domingo Ruiz de la Vega, Sena
dor Secretario. = José de Isla Fernandez, Senador Secretario~M. El
marques de Falces, Senador Secretario. = Santiago María Melgarejo,
Senador Secretario. = Barcelona 28 de Julio de 1810. = Publiqurse
como ley.=Maria Cristina. = Madrid tres de Agosto de mil ochocien
tos cuarenta.=Como Ministro interino de Gracia y Justicia, Ramón
Santillan.
Se leyeron, y el Senado quedó enterado, las siguientes comuni
caciones :
Un oficio, fecha 18 del corriente, en el cual los Sres. Secretarios
interinos del Congreso ponen en comunicación del Senado que reuni
dos el mismo día en el salón los Sres. Diputados electos, había recaí
do el cargo de Presidente en el Sr. D. Román Martínez Montaos ; el
de Vicepresidentes en los Sres. D. León Gil Muñoz y D. Angel Fer
nandez de los Rios; y el de Secretarios en los Sres. D. Juan Prim,
D. Ramón Somoxa , D. José Posada y Herrera y D. Manuel Llamas.
Otro de D. Francisco Escudero participando el fallecimiento de su
padre D. Teótimo Escudero , Senador por la provincia de Huesca.
Otro de la Sra. condesa de la Nava comunicando haber fallecido
su esposo el conde de la Nava , Senador por la provincia de Oviedo.
Se acordó pasar á la comisión de Actas una exposición de Don
Esteban de Mendoza para en virtud de autorización del Ayunta
miento de Ciudad Real, acompañando copias de las reclamaciones
que ha hecho al Congreso acerca de la arbitrariedad con que en su
concepto ha prooedido la junta de escrutinio en las últimas elec
ciones.
Quedó enterado el Senado y acordó comunicar al Gobierno un
oficio del Sr. marques de Miradores insertando el que dirigió al señor
Ministro de la Gobernación haciendo renuncia del cargo de Senador
por la provincia de Cuenca.
Se preguntó al Senado si los documentos presentados por los seño-
, res Senadores electos pasarían á la comisión de Actas, y se resolvió
por la afirmativa.
El Sr. PRESIDENTE) Esta tarde se reunirán las comisiones para
dar principio á sus trabajos. Mañana domingo, por el reglamento no
hay sesión. El lunes tal vez haya algunos trabajos despachadas por la
comisión de Actas, y en ese caso se reuuir.i pasado mañana el Senado
á las doce.
Ciérrase la sesión."
Eran las dos y cuarto.
4
 NÚMERO
I >T Síll , I IDIARIO
•ti. '* !'
1 7.
LAS SESIONES
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!' íí*lfc*'l*I t' .* C.Í 'II ! V
*<f... t . 1
i .i .LI..JJ, I ■
SESION DEL DIA 23 dé marzo de i84i.
Abierta- á las doce y diez minutos , se lee y aprueba el acta de la
sesión anterior. , iv:n;i'!< > n ir
Se dio cuenta , y el Senado quedó enterad», ¡de las siguientes co
municaciones : • , ,„ .,' , ..,.., ,. . .
Un oficio del Sr. Ministro de la Guerra, fecha 22 del corriente,
acompañando un ejemplar del decreto.de indulto de 50 de Noviem
bre ultimo, expedido por la Regencia provisional del reino en favor
de los que sirvieron la causa del rebelde, D. Carlos , y se hallaban
prisioneros, en nuestros dominios ó refugiados en países extrangeros.
Otro del mismo Sr. Ministro, fecha 10 de Diciembre último,
manifestando que la Regencia provisional del reino se ha servido re
solver que la capitanía general de Guipúzcoa se denomine en ade
lante de ias provincias Vascongadas.
Otro del Sr. Ministro de Hacienda, fecha 51 de Julio último,
acompañando ejemplares impresos de la Instrucción aprobada por
S. M. la Reina Gobernadora en 25 del mismo para la ejecución de
la ley sobre dotación del culto y clero... ,
Sel mismo Sr. Ministro , con fecha 5 de Agosto del año anterior,
acompañando, para noticia del Senado , un -ejemplar del acta de la
quema solemne de documentos de la deuda pública , verificada en 51
de Julio del mismo año.
Del mismo, remitiendo de Real orden coa fecha 2(i de Julio del
propio año, para los; efectos correspondientes , 150 ejemplares de la
ley del expresado mes sobre el modo de hacer' el pago en metálico
en equivalencia de efectos de la deuda los compradores de fincas na
cionales por el valor que en ella se expresa.
Del Sr. Ministro interino del mismo ramo , en que con fecha 11
de Agosto del propio año, remite 150 ejemplares de la ley de 50 de
Julio anterior concediendo una pensión de 8,000 rs. vn. anuales á
Doña María Teresa Panino, viuda de D. Antonio Uucli.
Otro del expresado Sr. Ministro interino de Hacienda acompa
ñando 150 ejemplares de la ley de 10 del mismo señalando pensiones
á las viudas y huérfanas de los jueces de primera instancia D. An
drés Ruiz, D. Joaquín Clavijo y D. Joaquin Avellá , asesinados por
Otro del señor encargado interino del Ministerio de Hacienda, fe
cha 29 de Julio desde Barcelona, trasladando la comunicación que le
ha hecho el general Concha, relativa á manifestar al mismo sus sen
timientos de gratitud y el de los Sres. gefes, oficiales y tropa que es-
tan á sus órdenes por la honrosa y satisfactoria distinción que le ha
merecido acordando un voto de gracias á la división de su cargo por
su comportamiento en la acción del campo de Olmedilla.
£1 Sr. PRESIDENTE: Si el Senado gusta se leerá la manifesta
ción de que acaba de hacerse referencia."
Hecha la pregunta , y habiéndose decidido por la afirmativa, se
leyó dicha manifestación, concebida en estos términos:
Excmos. Sres.=El mariscal decampo D. Manuel de la Concha en
comunicación fecha 6 del corriente me dice loque sigue := "La hon
rosa y satisfactoria distinción que he merecido al respetable Cuerpo
colegislador, el Senado, acordando un voto de gracias á la división de
mi cargo por su comportamiento en la acción del campo de Olme
dilla es la mas grande recompensa que estas tropas pudieron obte-
S.-TOMOI.
5. 11
DE
DE CORTES
H -■
ner por el servicio que prestaron aquel dia impelidos por su deber y
redoblado su entusiasmo con la idea de evitar el que la osadía de los
rebeldes llegase á inquietar el viage de SS. MM. y A. Ruego á V. E.
tenga d bien manifestar al Cuerpo colegislador el Senado mi senti
miento de gratitud y el de los Sres. gefes, oficiales y tropa que tengo
la suerte de mandar por la distinguida consideración que han me
recido." =De real orden lo traslado á VV. EE. para su inteligencia y
conocimiento del Senado. Dios guarde á VV. EE. muchos años. Bar
celona 29 de Julio de f810.=Manuel Várela y Limia.=Sres. Secreta
rios del Senado.
El Sr. PRESIDENTE: Se dirá que. el Senado la ha oído con
agrado."
Se dió cuenta de un, oficio del Sr. Ministro de Hacienda, fecha 18
del presente mes, comunicando el aouerdo de la Regencia provisio
nal del reino para que se pidan á las secretarias de los Cuerpos co
legisladores toáoslos proyectos de ley pendientes de la legislatura
anterior que son pertenecientes al Ministerio de su cargo, á fin de
examinarlos nuevamente, y presentar á las Cortes los que convenga.
El Senado quedó enterado, y acordó su devolución.
Asimismo quedó enterado, acordando se repartiesen los 80 ejem
plares del informe dado por una comisión especial acerca de las no
vedades ó alteraciones mas importantes que se proponen en el nuevo
proyecto de aranceles, que el Sr. Ministro interino de Hacienda con
fecha 12 de Agosto anterior remite para noticia y gobierno del Se
nado. '
Igualmente se enteró y acordó se archivase la colección de las
circulares expedidas por el Ministerio de la Gobernación de la Pe
nínsula en todo el mes de Julio del año anterior, que con fecha 10
de Agosto remitió el Sr. Ministro interino del ramo.
Se leyó la siguiente nota de los expedientes pasados á la Comisión
de Actas después de la primera sesión, y son los de los
Sres. D. Francisco Ferráz, Senador por Zaragoza.
D. Joaquin Suarez del Villar Oviedo.
D. José María Jaime Ciudad-Real.
D. Manuel José Quintana Badajoz.
D. Vicente Santonja Alicante.
D. José María Cienfuegos León.
D. José María Chacón Contiia.
D. Hipólito de Hoyos Santander.
El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. D. Anto
nio Rívadeneira , Senador por la provincia de Lugo, en la que con
fecha 17 del corriente manifiesta desde la Coruña que asuntos de in
terés le han impedido presentarse á desempeñar las funciones de su
cargo, y que espera realizarlo tan pronto como los orille.
Se leyó otra comunicación del Sr. D. José Primo de Rivera, Se
nador por la provincia de Cádiz , en la que con fecha 16 del corrien
te participa desde Sevilla que hasta Enero último no pudo empezar
á usar de la licencia que por cuatro meses obtuvo del Gobierno á
causa de los sucesos de 1? de Setiembre, y que asuntos de familia,
abandonados desde el año de 1855 , le obligan á diferir su presenta
5
clon hasta que se acerque la época de las graves cuestiones y votacio
nes de elección de Regencia y leyes; pero que qu lo verificará al pri
mer aviso del Senado si lo cree conveniente.
El Sr. PRESIDENTE: Parece que el Sr. Primo de Rivera nece
sita licencia , j yo creo que no se puede dar contestación al aviso
que ha pasado sin que el Senado conceda la licencia que solielta.
El Sr. LA-HERA: Pido se excite á los Sres. Senadores ausentes i
que se presenten en Madrid para tomar parte en 1»* importante»
cuestiones que han de ventilarse.
El Sr. CARRASCO : Aprovecho esta ocasión para proponer al
Senado que se oficie sin perder momento á todos los Sres. Senadores
que han tomado asiento, rogándoles que no detengan un momento
su venida á la capital para ocupar sus puestos, en atención á la ne
cesidad que hay de reunir número suficiente para las gravísimas cues
tiones que hay que tratar; y asi rae atrevo á proponer al Senado que
se pife el aviso qué he manifestado. '■ • - .. .
El Sr. PRESIDENTE: Si no fuera porque es nedesaria Una pro
posición , v por no establecer un pterfedelite contra -uno ele los artí
culos del reglamento, yo propondría al Senado que aprobase la in
dicación hecha por el Sr. Carrasco.
El Sr. CARRASCO: No creo que haya necesidad de proposi
ción : se da cuenta de una exposición de un Sr. Senador que dice
no ha podido presentarse en su puesto en razón á las graves ocupa
ciones que tiene; añadiendo que en el primer aviso que se le dé ven
drá. Yo , por lo que dice este Sr. Senador , y reconociendo en todos
el mismo patriotismo, y que se hallan animados de igual deseo, es
por lo que he manifestado que se pase aviso á todos, asi como se le
puede pasar al Sr. Primo de Rivera.
El Sr. PRESIDENTE: Me parece que la autorización que pide
este Sr. Senador debe concederla el Senado.
El Sr. CARRASCO: El Sr. Primo de Rivera obtuvo licencia
por dos meses.
El Sr. PRESIDENTE: Me parece oportuno el que se pregunte al
Senado si estima conveniente se pase el aviso á los Ste», Senadores
ausentes."
Hecha la pregunta, el Senado acuerda por la afirmativa.
Se dió cuenta, y el Senado se enteró, de que la comisión de Actas
electorales había nombrado por su presidente al Sr. D. Gaspar On-
clovilla , y por secretario al Sr. D. Francisco Romo y Gamboa.
El Sr. PRESIDENTE: Señores, antes de entrar en el órden del
dia hago presente al Senado que no hay mas que 28 señores, y que
son necesarios 31 para que el Senado pueda votar. Yo propondría al
Senado que se empezara la órden dél dia para ver si entre tanto que
se discuten las artas se completa el número; y si no se suspenderá ó
se levantará la sesión, para que avisando á los señores que están en
Madrid tengan la bondad de asistir.
El Sr. CARRASCO: Sobre la indicación que acaba de hacer el
Sr. Presidente debo observar al Senado que efectivamente nuestro re
glamento exige mas de 30 para votar, según se comprueba por el
contexto del art. 31, que dice asi: (le leyó). Por consiguiente es para
votar para lo que se exige ese número, y yo creo que habiendo asun
to» en el Senado en que podemos ocuparnos , podria tratarse de ellos,
y cuando estuviésemos en el caso de votarlos, si no había número,
cumpliendo el reglamento podía suspenderse la sesión.
El Sr. ZARCO DEL VALLE: Pido que se lea el art. 31 del re
glamento."
Se leyó.
El Sr. PRESIDENTE: El Senado dirá sí gusta que se «uspenda
la sesión , ó si se levantará y citará para mañana.
El Sr. LA-HERA: Pido que se invite á los señore» que faltan á
que vengan.
El Sr. PRESIDENTE: Sé leerá la lista, y asi sabremos quienes
son los señores que faltan."
Se leyó la lista.
El Sr. PRESIDENTE: Faltan cuatro, que son los Sres. duque de
Zaragoza, Alvaréz Pestaña , marques viudo de Valladares y conde
de Fontao: va á pasárseles aviso, y en tanto se suspenderá la sesión.
El Sr. LA-HERA: Señor, los 30 de que habla el articuíodel re
glamento son para votar: éri 'tanto que éste número se completa pue
de procederse á lá discusión.'
El Sr. PRESIDENTE : Es'qúé hay un artículo en el reglamento
que dice que no sé empezara' ninguna discusión de importancia sin
que por lo menos bává 30 Sres. Senadores.
Él Sr. LA-HERÁ: Yo pregunto: si no hubiera 30 ¿qué se baria?
El Sr. PRESIDENTE: Va á preguntarse si las discusiones de ac
tas son de tal importancia que sé necesite la concurrencia de 30 seño
res Senadores presentes."
Hecha la pregunta, el Senado contesta afirmativamente.
El Sr. PRESIDENTE; Se ha pasado aviso á los señores que fal
tan, y entretanto se suspenderá la sesión."
Quedó suspendida, siendo las doce y treinta y cinco minutos.
Siendo la una , y hallándose completo el número de Sres. Sena
dores , dijo
Él Sr. PRESIDENTE: Continúa ]a sesión.
Orden del dia: Discusión de los dictámenes de la comisión de
Actas."
El Sr. Carrasco pidió la palabra para una cuestión previa, y ha-
; 'udola obtenido, dijo
El Sr. CARRASCO: Sin que sea visto, señores, que
i. voy.? tener el jianortie hacer presente al Senado trate yo -de
prejuzgar directa ni ¡ndírectaménte ninguna de las gravísimas cues
tiones producidas por los últimos acontecimientos, cuestiones sobre
las que me propongo tomar cuanta parte me sea posible para emitir
franca y explícitamente mi opinión sobre cada una de ellas ; sin
qae sea visto , repito , que yo trate ahora de prejuzgarlas en
e»te ó en el otro sentido , me veo hov en el debe- ¡Jg ¡ESEiííSÍSr á\ Se
nado las razones en que me fundo para no reconocer como legales los
nombramientos de Senadores hechos por el Consejo de Ministros que
hoy gobierna provisionalmente el reino.
Hecha esta salvedad, para mí muy importante, me queda por
hacer otra, á saber, que nada de cuanto yo dijere se entienda que
tiene la mas mínima relación con ninguna de las dignísimas personas
en quienes estos nombramientos lian recaido; me honro con la amis
tad dé muenas de ellas, y las Jemas me merecen la-'ml|yor conside
ración y el mas profundo respeia. A \ . f"í
Mnelio'eelébro ver en el bañen de los Sres. Ministros á do» indi
viduos del Consejo; esto me hará hablar con mas libertad; porque no
hallándome conforme con su sistema, ni con algunos de sus actos, ni
aun con las opiniones de dichos señores, estoy resuelto á hacerles la
oposición legal que mis débiles medios permitan, pero oposición fran
ca y leal, y de ninguna manera aleve, pérfida ni ratera.
Entrando ahora en la cuestión , señores, diré que el fundamento
principal en que apoyo mis observaciones, y el argumento mas po
deroso que prueba incontestablemente que el Consejo de Ministros
que hoy gobierna provisionalmente el Temo no ba tenido faculta
des para nombrar Senadores es el tít. 8? de la Constitución, el
exámen y comparación de los artículos 57, 58 y 59 de la misma, y
el carácter y facultades que los mismos artículos atribuyen y confie
ren á los diversos poderes que pueden gobernar el reino durante la
menor edad del Rey ó de la Reina. En el art. 57 de la Constitución se
dice (lo leyó): el art. 58 dice asimismo (lo leyó). Cualquiera que
lea estos' dos artículo» ophoeerá á primera vista la diferencia esencial
que la Constitución establece entre la Regencia, esto es, entre loque
la Constitución llama Regencia y el poder interino y provisional
que confiere al Ministerio ó al padre ó madre del Rey. ¿Pero llama
la Constitución siquiera Regencia á ese Gobierno provisional deposi
tado en los padres del Rey ó en el Ministerio que se baila accidental
mente gobernando cuando ocurra la vacante? ¿Iguala la Constitu
ción en facultades y prerogativas á ese Gobierno provisional y á la
Regencia qúe las Córtes han de nombrar? De ninguna manera.
La Constitución en su art. 58 dice claramente que no hay Re
gencia hasta que sea nombrada por las Córtes. El titulo de Regencia
provisionales anticonstitucional de todo punto. La Constitución no
le reconoce ni le consigna; la Constitución no supone Regencia pro
visional alguna : supone, si, Gobierno provisional. Un padre ó ma
dre del Rey, gobernador (no Regente) del reino, un Consejo de Minis
tros gobernándole provisionalmente hasta que las Córtes nombren
Regente. Asi, señores, el art. 58 no puede estar mas claro; no puede
ser mas explícito; no puede fijarse mas terminantemente.
La diferencia entre las prerogativas de estos dos poderes se dedu
ce de estos dos artículos: sin embargo, la Constitución no ha querido
dar lugar á dudas , y por ello sus autores pusieron el art. 59 , en el
que se consignan las atribuciones de la Regencia. La Regencia , dice
este artículo, reasumirá toda la autoridad del Rey , pero la Regencia
nombrada por las Córtes. Asi el Consejo de Ministros , gobernando
provisionalmente el reino, rió puede nombrar ni separar libremente
los Ministros, como puede la Regencia ; y aquí debo llamar la aten
ción del Senado, trayendo en apoyo de mi opinión un hecho que ha
tenido lugar en estos últimos dias.
Uno de los individuos del Consejo , el Sr. Ministro de Hacienda,
el ir. Gamboa, creyó que debia separarse de su puestó: prescindo yo
ahora de las razones que para ello tuviese , porque no son de este lu
gar ; pero el hecho es, señores, que el Ministro al participar la di
misión al Consejo estampó en ella estas fraMs/í1 *n cuanto me sea per
mitido hacerlo constitucionalmente . ¿ Qué quiere decir esto ? Si el
Ministro dimisionario hubiese creído que podia hacer su dimisión
sin infringir la Constitución, y de que el Consejo podia admitírsela
libre y legalmente, ¿para qué esta frase? El Consejo de Ministros
se la admitió; pero el Consejo de Ministros que gobierna provisional
mente el reino ¿ha nombrado su sucesor? No, señores: y esto es
tanto mas extraño, cnanto que un Ministerio de Hacienda no debe
de quedar desempeñado por otro de los individuos del Consejo en
ninguna circunstancia , y particularmente en las presentes, en que
las necesidades del Erario han llegado al extremo, y en que los -pue
blos ansian por ver establecido el órden y regularidad en ra admi
nistración para que haya algunas economías y ver qne se disminu
yen sus inmensos sacrificios.
Si el Consejo de Ministros reconoce esto mejor que yo; si no ha pro
visto su vacante, ¿qué debemos inferir? Que no se ha queTÍdo, ó se
ha tenido duda al menos de poder usar de esta alfa prerogativa cons
titucional, como Gobierno provisional , de nombrar y separar los
Ministros. Tampoco el Cónsejo de Ministros, gobernando provisio
nalmente el reino, puede indultar á los delincuéntes; tafnpoco ;pife-
de promulgar y sancionar las leyes; tampoco puede disolver las
Córtes ni prorogarlas, ni tampoco por consiguiente puede nombrar
Senadores. Nadie en mi juicio se atreverá i afirmar que estas Cdítes

pueden .ier disueltas por el actual poder;' estas Cortes son indisolu
bles, hasta que se haya rotado la Regencia , y entonces la nombrada
por las Cártejj que ejercerá toda la autoridad del Rey....
El Sr. PRESIDENTE: Sírvase V. S. concretarse á la cuestión,
porque nada tiene que ver con la que ahora se trata si puede ó no el
Gobierno promulgar y sancionar las leyes, indultar los delincuen
tes &c. ; pero S. S. parece que trata de hacer una interpelación al.
Gobierno. .*■ i ..:
El Sr. CARRASCO: Yo he propuesto una cuestión previa, y me
es preciso para fundarla presentar diferentes razones y apoyarlas en
diversos artículos de la Constitución. :
El Sr. PRESIDENTE: S¡ el discurso de S. S. no se concreta á
ilustrar la cuestión de actas, entonces ser¿i, ó como una interpelación
para que el Senado acuerde por los precedentes de las anteriores le-:
gislaturas, ó como una proposición que debe seguir los trámites del
reglamento.
El Sr. CARRASCO: Mees preciso para fundar mi cuestión pre
via que presente las razones que tengo para ello. No trato de hacer
interpelaciones ai Gobierno , pero tengo que apoyarme en los artícu
los de Ja Constitución qne creo infringidos; y como la cuestión de ac
tas está ligada con el nombramiento de Senadores hecho por el Conse
jo de Ministros , creo que esloy en mi derecho.
El Sr. PRESIDENTE: Todo loque do se dirija á ilustrar la
cuestión de actas es fuera de este lugar ; por lo que S. S. puede con
cretarse al nombramiento de Senadores.
El Sr. CARRASCO: Dejo aparte esta cuestión, y creo que el se
ñor Presidente quedará satisfecho concretándome, como lo haré, solo
al nombramiento de Senadores.
Un Gobierno, á quien segó n mi opinión la Constitución no con
cede el uso de las prerogati ras 'Reales; á quien la Constitucion abier-
tamente se las deniega , ¿con qué derecho se ha atrevido á hacer un
número tan considerable de nombramientos? Los colegios, electorales
han enviado ai Gobierno las propuestas triples para elegir Senado
res ; hasta aqui va perfectamente. Los electores han estado en su de
recho; pero ¿con qué facultades lia procedido después el Gobierno al
nombramiento de Senadores? La Constitución no ha dado al Gobier
no provisional del reino una facultad tan grande como la de nom
brar Senadores.
El único argumento que puede presentarse en contra de mis ob
servaciones es la necesidad en que el Ministerio se ha encontrado de
nombrar Senadores para que haya Senado; porque exigiéndose para
el nombramiento de Regencia y para votar las leyes la mitad mas
uno, es preciso .que se reúnan 74. A este argumento contesto: prime
ro, que según un estado publicado en la Gaceta del Gobierno, fecha
4 de Noviembre, resulta que habia que nombrar 49 Senadores por los
que correspondía ri lá tercera renovación, y 17 por los que respecta á
la primera y segunda , siendo el número de estos 66: el número total
son 115, por consiguiente quedaban 79 , mas de la mitad mas uno.
Señor, se me dirá, no asistirán al Senado; pero esa no es razón nin
guna, porque lo misma pneden dejar de venir aqui 100 que 10. Por
consiguiente, habiendo un número mayor que la mayoría absoluta
no habia esa razón, y la hubiera habido mucho menos si el Gobierno
hubiese dejado á los que según el art. 43 de la Constitución estaban
sujetos á repleción , porque estos mismos individuos hubiesen conti
nuado en el Senado hasta que este los hubiera declarado sujetos á re
elección y hubiesen empezado las elecciones en sus provincias, i r
Esto es lo que se há hecho; y estos son los precedentes á los cuales
debieron haberse atenido; pero el Consejo de Sr'es. Ministros bá lle
vado tan al extremo su furor de nombrar Senadores , que no se lia
concretada á nombrar aqnel número ujue hubiese sido absolutamente
necesario, y además de 7 individuos qúe tiene el Consejo de Minis
tró» cuatro han sido nombrados Senadores, y esto, señores, ha si a
puede ser un embarazó para el Gobierno que venga después, porque
no sabemos si las personas que le compongan estarán en conformidad
con su sistema y opiniones.' . :'. .
Pero hay mas : el nombramiento de Senadores hecho por el ac
tual Gobierno en mi pobre opinión no se halla tampoco conforme
con nuestro reglamentó ( y aqui, llamo lá atetteion del Senado) : sa
bido es 'que los Senadores antes de tomar asiento en el Senado tienen
que prestar el juramento que previene el art. 45 de nuestro regla
mento. Este dice (lo leyó). •i
Desgraciadamente para la nación española, Señores, Doña María
Cristina de Barbón no es hoy de hecho Regente de España; pero de
derecho no coucibo quién puede haberla despojado de uu poder que
recibió de la última voluntad de su augusto esposo el Rey difunto,
de las leyes fundamentales del reino y de la soberanía nacional ejer
cida por las Córtes constituyentes en 1837. . v ■> • .
El Sr. PRESIDENTE: Sr. Garraíco, á la cuestión, que no
es esa.
El Sr. CARRASCO : Yo llamo la atención del Senado sobre el
cumplimiento de un articulo del reglamento, cual es el 43, que
exige que los Senadores antes de tomar asiento en el Senado presten el
juramento qae expresa la fórmula que contiene dicho articulo; y yo
quiero preguntar: ¿cómo se cumple el art. 43 del reglamentó?
El Sr. PRESIDENTE: Señor Carrasco , á la cuestión, que repi
to no es esa, sino la de las actas.
El Sr. CARRASCO: Séñores , no quiero abusar mas de la pa
ciencia del St. Presidente ni de la indulgencia del Senado ; y canclq-
i3
yo manifestando que hay otra infinidad de argumentos que yo po
dría presentar en apoyo de mi opinión : sin embargo los omito por-
: que conozco que esloy abusando de la paciencia del Sr. Presidente.
El Sr. PREStDENTE: Concretándose S. S. á la cuestión puede
hablar cuanto quiera sin miedo de abusar de mi paciencia.
. ,,ElSr. CARRASCO: Concluyo pidiendo al Senado como cues
tión previa, á que me da derecho el reglamento, se sirva declarar
que el Gobierno provisional que actualmente gobierna el reino con
arreglo á la Constitución no ha podido sin infringirla nombrar Se
nadores. Esta es la cuestión previa."
Se preguntó si se adoptaba la cuestión previa propuesta por el se
ñor Carrasco, y habiendo manifestado que tenia que hacer algunas
observaciones , dijo
El Sr. Ministro de la GOBERNACION : Señores , el Sr. Car
rasco ha manifestado muy vivos deseos de hacer la oposición al ac
tual Gobierno : ha escogido para ello el terreno menos á propósito.
A pesar de sus esfuerzos estoy muy seguro de que el Senado no babr i
podido penetrarse de que sus razones sean tales y tal su fuerza que
puedan persuadir á nadie que el Consejo de Ministros que hoy go
bierna el reino haya abusado de sus facultades y salidose de la esfera
dentro de la cual puede obrar conforme á la Constitución ; porque es
tan evidente, tan claro, tan palpable , y se halla de tal modo al al
cance de todos que el nombramiento de Senadores que el Consejo
de Ministros ha hecho era indispensable , que creo absolutamente
imposible que las débiles razones que el Sr. Carrasco ha presentado
y esforzado hayan podido causar el menor efecto, no digo en las
personas que componen este Cuerpo, sino aun en la mas ignorante y
que mas desconozca las prácticas parlamentarias y el mecanismo del
Gobierno. ..
1 .; Ha principiado S. S. haciendo salvedades , y tocado de paso
cuestiones de mucha importancia y gravedad; tales, que el Gobier
no no puede de modo alguno prescindir dé ellas, porque deber es de
todo Gobierno sostener sus actos; deber es de toiio Gobierno defen
der el principio á que debe su erigen, y su deber es defenderlo y
sostenerlo con todas las armas qot* la ley, la razón y la justicia po
nen á su alcance.
■ lío es sin embargo de este momento entrar á hablar de los acon
tecimientos á que se ha hecho alusión, y de los cuales deseo viva
mente que se hable para poder decir cuáles han sido sus anteceden'
tes, cuáles sus verdaderas causas y cuáles sus efectos , y que acaso en
este lugar es donde menos debieran promoverse estas cuestiones, y
donde menos debiera tratarse semejante asunto; pero me reservo ha
blar de ello para cuando el Sr. Carrasco promueva esta discusión ; y
lo deseo con eficacia para hacerle ver cuán equivocado está , y sobre
todo que es cuestión que no debiera ciertamente promoverse consul
tando los intereses de la nación y si obrásemos con la debida impar
cialidad.
Ha hecho también el Sr. Carrasco otra salvedad respecto á las per
sonas que han sido nombradas, salvedad muy justa, y que agradezco á
S. iS. ; pero no podía menos de hacerla porque la elección del Gobier
no ha recaído en personas muy dignas , y contra las cuales ciertamen
te nada podrá decirle.
Después de este preámbulo, que en mi concepto mas que otro
ninguno debiera haberse excusado, ha entrado S. S. á examinar de
lleno la cuestión sobré si el actual Gobierno provisional ha podido ó
nó mnnhrar Senadores.
- JSh primer lugar, haciendo análisis de los artículos 57 y 58 de la
Constitución, todo lo que yo reeuerdo haber oido á S. S. es que el
actual Gobierno no ha debido llamarse Regencia: cneslion es esta, se
ñores, que, como verá el Senado, no puede tener influencia ninguna en
la resolución de la duda propuesta por el Sr. Carrasco , porque el
nombre importa poco: lo que hay que examinar es si ese Gobierno ó
RegeDcia provisional tieue ó no las atribuciones que se le niegan , y
si puede ó no ejercer las prerogativas de la Corona; y no digo esto
porque crea que no ha debido llamarse Regencia provisional: si fuese
necesario demostraría que asi ha podido ser llamada sin dificultad;
pero .lo que importaba era que el Sr. Carrasco hubiese manifestado si
el Gobierno provisional que se ha llamado Regencia tiene ó no
la facultad de nombrar Senadores , á lo cual debemos reducirnos por
ahora.
Vamos, pues, á entrar en la cuestión de si el Gobierno provisio
nal lia ejercido ó no esta atribución con arreglo i la ley. La Consti
tución se hace cargo del caso en que el Rey se imposibilitare para
ejercer su autoridad ó vacare la corona siendo de menor edad el in
mediato sucesor, y dice que en este caso nombrarán las Cortes ipara
gobernar el reino una Regencia compuesta de una, tres ó cinco per
sonas. Pero como también podía suceder que esos casos ocurriesen
cuando las Córtes no estuviesen reunidas, y que hubiese por consi
guiente un interregno entre la muerte ó abdicación del Rey, la Cons
titución ha previsto este caso también, y dispone que el Consejo de
Ministros gobernará el reino provisionalmente.
Ahora bien: la Regencia provisional del padre ó madure del Rey,
y en su defecto el Consejo de Ministros, ¿qué es lo que debe hacer
con arreglo á la Constitución? Gobernar el reino. ¿Dónde hay ni un
solo articulo, ni la menor indicación de que se pueda inferir que este
Gobierno provisional tiene otras atribuciones que el permanente que
las Córtes deben nombrar? ¿No era necesario é indispensable para
esto que en la Constitución hubiera una disposición terminante, ex
 14
presa, que dijese que el Gobierno provisional tenia menos atribucio
nes que el olro ? No se concibe siquiera que dándosele la misión de
gobernar el reino, que es la que desempeña la Regencia , no tenga las
mismas facultades el prorisional que el permanente.
Pero aun hay mas : los que reconocemos como un dogma la sobe
ranía nacional convenimos en que los pueblos al formar sus consti
tuciones han dado á los poderes públicos algunas atribuciones que
son esencialmente necesarias para su Gobierno, y de tal modo que
sin ellas no podría este existir. Pues ahora bien : si nuestra Consti
tución ha considerado preciso que el poder ejecutivo tenga la prero-
gativa de nombrar Senadores, ¿cómo se concibe período en que no
la tenga? Faltaría , si esto fuese asi , un elemento al Gobierno cons
tituido, y seria otro distinto del que la ley fundamental establece.
Pero demos por supuesto que durante el Gobierno provisional no
pudiera ejercitarse esta prerogativa, y que por consiguiente tuviera
una prerogativa menos que el permanente: en este caso esa atribu
ción, esa facultad, ¿quién la tendría ? ¿ en dónde residiría? Dígase
francamente: esa atribución , como todas indispensable, esa atribu
ción que la ley ha considerado necesaria , ¿ á quién correspondería?
¿ habría vuelto al pueblo ? ¿la tendrían los Cuerpos colegisladores?
¿acaso al poder judicial, ó estaría en suspenso esperando1 que alguien
la adquiriese? Todo esto seria contradictorio, ridiculo; y es necesario
convenir por tanto en que la tiene el Gobierno provisional, el cual
puede hacer todo lo que otro Gobierno cualquiera durante el período
de su mando. » ' . . .• i
En apoyo de su propósito ha citado el Sr. Carrasco dos hechos de
que no puedo menos de decir algo: es el primero, que el Sr. Gamboa,
al hacer su dimisión del Ministerio de Hacienda, la hizo non la cláu
sula "si constitucíonalmente puedo hacerla ;" y el segundo, que el
Consejo no se había atrevido á hacer nuevo nombramiento , de lo
cual ba pretendido inferir que no había en él facultades, ni para ad
mitir la dimisión de un Ministro , ni para reemplazarlo, y que asi
se reconocía y confesaba.
Respecto al primero diré que la cláusula de la dimisión del señor
Gamboa revela cuando mas una duda de S. S. , que no puede des
truir las razones que dejo expuestas ; y en cuanto á lo segundo, que
el no haberse nombrado Ministro de Hacienda ha sido efecto solo y
exclusivamente déla delicadeza de] Gobierno, el cual ha creído que
cuando le quedaban pocos días de existencia no debía crear derechos
y acaso embarazos con nuevos nombramientos , sin los cuales podía
pasar: sin esta razón , que el Sr. Carrasco no desaprobará , se habria
nombrado Ministro de Hacienda , porque jamás se ha dudado de la
facultad de hacerlo. • .' i ... . • '-i. i: .
Vengamos ahora al terreno práctico , y yo demostraré ma temíti
camente que ha sido indispensable y de toda necesidad el nombrar
Senadores, y que ai no lo hubiéramos hecho, hubiera venido por
tierra todo el edificio político que tanto trabajamos por conservar.
£1 Senado , señores, se compone de 145 individuos, y el señor
Carrasco, que se ha tomado la molestia de promover esta cuestión,
bien habrá visto que el número de Senadores que había que nombrar
excedía con mucho á la mitad mas uno que se necesita para que se
pueda estimar constituido el Senado , y proceder á la resolución de
las grandes cuestiones de que debe ocuparse.
La ley, señores, que todos conocemos , exige dos circunstancias
precisas para que los Cuerpos deliberantes procedan al nombramiento
de Regencia , y es que estén constituidos y con la mitad mas uno de
sus individuos; de modo que era indispensable que hubiese 74 Sena
dores para que se pudiese proceder al nombramiento de Regencia.'
Pues si yo demuestro al Senado que no había este número, y que fal
taban 6 Senadores para reunírle, nada mas es menester para pro
bar que el Gobierno ha estado en la indispensable precisión de ha*.
cerlo , y que no ha podido prescindir de hacerlo.
Aquí traigo á prevención una lista nominal de todos los señores
Senadores que se han nombrado, y también otra de los que faltan por
nombrar.
Islas Baleares. Sin nombrar, porque la terna quetse ha propuesto
contenia tres personas nombradas ya, que es preciso sustituir. En
igual caso, aunque por otras razones, se hallan Barcelona, Canarias,
Cuenca , Huesca, Jaén , Segovia y Vizcaya. Todas estas vacantes y
las demás provistas ascienden á 77; de modo que no estándolo quedaban
solo 68 ; y pregunto yo: ¿con 68 Senadores podía este Cuerpo proce
der con el número que la ley exige al nombramiento de Regencia?
De ninguna manera. El resultado inmediato hubiera sido, como he
dicho, que habria durado indefinidamente el estado precario y pro
visional en que hoy nos hallamos, y esto nadie'puede quererlo, y bas
tarla para justificar cuanto el Gobierno ha hecho, si ya no lo estu
viera suficientemente.
Pero ha dicho el Sr. Carrasco que podía el Gobierno haber pro
cedido á nombrar aquellos Senadores necesarios para proceder al
nombramiento de Regenoia ; y yo pregunto, señores : sí el Sr. Car
rasco reconoce y confiesa que esto se podía hacer , ¿por qué es ? Por
que reconoce facultades en el Gobierno para hacerlo ; porque si es
tuviera convencido de que el Gobierno no podia nombrarlos, diria,
y con razón, que en ningún caso lo podia ejecutar por ser todo nulo
y vicioso. Si, pues, conoce que podia el Gobierno haber nombrado
ese pequeño número que se necesitaba para completar el necesario
requerido por la ley, es porque reconoce en el Gobierno esa preroga
tiva ; y si la tiene, la tiene para todos , porque no se concibe que la
tenga, para nombrar 4 Senadores y no para nombrar 30.
También S. S. ha indicado que algunos Senadores que han re
nunciado su cargo podian haber continuado asistiendo al Senado
hasta que este los hubiera declarado sujetos á la elección. Verdad es
que asi podia haber sucedido; pero no ha sido asi, no porque el Go
bierno ha querido, sino porque esos señores que se encontraban en
ese caso , obrando con una delicadeza digna de elogio, viendo que se
iban á ejecutar en las provincias elecciones generales, y queriendo
evitar la molestia de que se repitieran otras para su reelección, han
renunciado su encargo , y manifestado al Gobierno que estaban con
vencidos de hallarse sujetos á reelección , añadiendo que en el caso
de que algún resto de derecho les quedara renunciaban á él.
El Gobierno en este caso , mirando como siempre por el bien de
los pueblos y por su comodidad , ha creido que no podia menos de
mandar que las elecciones fueran extensivas á las vacantes origina
das por la renuncia de los señores que han manifestado en ella una
delicadeza que les honra. No ha sido, pues, el Gobierno , sino la ne
cesidad , la que ha hecho lo que el Senado aoaba deoir.
Se ha recurrido por último á otro medio , y se ha suscitado una
cuestión , de la cual diré muy poco , porque de lo contrarío se pue
den llevar las cosas á cierto punto peligroso, y empeñarse cuestiones
que la prudencia aconseja evitar. En este caso se encuentra lo que se
ha dicho de la fórmula del juramento que deben prestar los Sres. Se
nadores; ¿pero cómo ha de ocurrir duda respecto á esto? Yo apelo á la
ilustración del Senado: ¿puede hacerse hoy el juramento que el re
glamento previene ? ¿ habrá quién se atreva á proponerlo? Ningún
obstáculo, pues, opone esto, y á su tiempo se introducirá sin oposición
seguramente la variación que las circunstancias exigen.
Creo, pues, señores, que he dicho lo bastante para persuadir al
Senado de que el Gobierno ha tenido facultad para hacer lo que ha
¡ hecho; que nadie puede negarle que teniendo hoy la misión de go
bernar el reino por la Constitución, ha podido ejercer las atribucio
nes que son propias del Gobierno. Creo también haber demostrado
que en la práctica era indispensable que se hiciera el nombramien
to de Senadores, porque asi solo se podia ver constituido este Cuer
po de modo que pudiera entrar en las grandes cuestiones, euya re
solución se espera con ansia; y que las razuoes que el Sr. Carrasco
ha expuesto no tienen fuerza ni pueden poner obstáculo ninguno á
que el Senado entre en examen de los nombramiento y califique lai
actas de los Sres. Senadores."
¡ '' Se preguntó si aprobaba la cuestión prévia promovida por el Se-
. ñor'Carrasco y decidió que no.
El Sr. PRESIDENTE: Continúa el órden del día." r
Se leyó el siguiente díctámen:
Provincia de Granada. "La comisión de Actas electorales ha exa
minado la del escrutinio general verificado en la ciudad de Grana
da á 12 de Febrero último para la propuesta de un Senador en reem
plazo del que salió por la tercera renovación del Senado, y la de
otro en el de D. Miguel Espinar, que nombrado por consecuencia
de la primera renovación , renunció sin haber llegado i ser admiti
do, y la encuentra corriente y que contra ella ninguna reclamación
se ba suscitado. Por tanto entiende que el Senado puede servirse
□ probar dicha acta electoral.
«El Sr. conde de Almodovar acredita su nombramiento en reem
plazo del Sr. Espinar , y en la primera legislatura acreditó la edad
i y la renta , en la cual no ba sufrido alteración. En su vista la comi
sión opina qne el Senado puede acordar la admisión definitiva del
señor conde al ejercicio del cargo de Senador por la provincia de
Granada en reemplazo del Sr. Espinar." e • - .v
El Senado sin embargo tendrá á bien resolver lo que estime con
veniente. Palacio del mismo 31 de Marzo de 1841. =Gaspar de On-
dovilla , presidente. = Carlos Mora nd.= Manuel Lorenzo. = Joaquín
Patino. — Francisco Romo y Gamboa, secretario.
El Sr. CARRASCO : Pido la palabra en contra.
El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.
El Sr. CARRASCO : Señores, no puedo menos de insistir, á pe
sar de lo dicho por el Sr. Ministro de la Gobernación.
El Sr. PRESIDENTE: A la cuestión , Sr. Carrasco.
El Sr. CARRASCO : Sr. Presidente , voy á manifestar el objeto
que he tenido para tomar la palabra , y después V. S. me la conce
derá ó no.
El Sr. PRESIDENTE : Se trata de las actas de Granada.
El Sr. CARRASCO : Yo creo que las elecciones son nulas ; que
ha habido una coacción moral inusitada , y que se han cometido ile
galidades á la faz del dia ; y si no puedo usar de la palabra , callaré.
Yo no voy á concretarme á las actas de Granada ; voy á hablar de
todas , y por este motivo quisiera citar una porción de nulidades y
de abusos que en general se observan en todas.
El Sr. PRESIDENTE : Pero sobre el acta de Granada ¿ tiene
V. S. algo que hablar ?
El Sr. CARRASCO i No señor."
Se preguntó en seguida al Senado si la aprobaba , y contestó afir
mativamente , admitiendo como Senador por dicha provincia al se
ñor conde de Almodovar.
Asimismo se dió cuenta y fueron aprobados sin discusión los si
guientes dictámenes:
Provincia de Madrid. "La comisión de Actas electorales ha exa
minado la del escrutinio general celebrado en 12 de Eebrero úl

timo para la propuesta de un Senador por la provincia de Madrid
en reemplazo del Sr. D. Martin de los Heros, que salió per la ter
cera renovación del Senado, y la encuentra arreglada á la ley. Por
tanto opina que el Senado puede servirse aprobarla.
•t£l mismo Sr. Heros reelegido acredita su nombramiento que
también está corriente, y en la primera legislatura acreditó la edad
y renta prevenidas , hallándote en este ultimó extremo en el pro
pio caso que entonces.
«En su vista la comisión entiende que el Senado puede servirse
acordar la admisión definitiva del Sr. Heros.
«El Senado sin embargo tendrá á bien resolver lo que estime
mas conveniente. Palacio del mismo 21 de Marzo de 1841—Gaspar
de Oudovilla, presiden te.=Cárlos Morand.:=Joaqu¡n Patino— Manuel
Lorenzo—Francisco Romo y Gamboa, secretario."
Provincia de -Albacete. "La comisión de Actas electorales ha exa
minado la del escrutinio general celebrado en 12 de Febrero últi
mo para la propuesta en lista triple de un Senador por la provin
cia de Albacete, en reemplazo del Sr. D. Angel Ramírez que salió
por la tercera renovación del Senado.
«Y hallándola corriente, sin que conste reclamación alguna, opi
na que debe aprobarse.
«El Sr- D. Miguel Chacón y Duran, que reemplaza al Sr. Ra
mírez, acredita su nombramiento, ser mayor de 10 años, y tener
la renta prevenida.
-Por tanto la comisión entiende que puede acordar su admisión
definitiva.
•El Senado sin embargo tendrá á bien resolver lo que estime mas
acertado. Palacio del mismo 21 de Marzo de 1811—Gaspar de Ondo-
villa, presidente—Cárlos Morand—Manuel Lorenzo—Joaquín Pati
no.^Francisco Romo y Gamboa, secretario."
Provincia de jivila. "La comisión de Actas electorales ha exami
nado cuidadosamente la del escrutinio general celebrado en la ciudad
de Avila á 12 de Febrero próximo pasado para la propuesta de un
Senador en reemplazo del Sr. ü. Domingo Fernandez Mela, que salió
por consecuencia de la tercera renovación del Senado, y no encon
trando en ella defecto alguno, ni apareciendo la menor reclamación
contra la misma, puede el Senado, en concepto de la comisión, acor
dar Ja aprobación de la referida acta. Igualmente opina que puede
ser admitido á ejercer el cargo de Senador por dicha provincia el se
ñor D. Antonio Solis que tiene justificada suficientemente su aptitud
legal.
«El Senado sin embargo acordará lo que crea mas conveniente.
Palacio del Senado 21 de Marzo de 1841—Gaspar de Undovilla, pre-
sidente—Cárlos Morand—Manuel Lorenzo—Joaquín Patiño.=Fran-
cisco Romo y Gamboa, secretario."
Provincia de Badajoz. "La comisión de Actas electorales ha exa
minado la del escrutinio general celebrado en 12 de Febrero último
para la propuesta en lista triple de dos Senadores por la provincia de
Badajoz para reemplazará los que en igual número salieron por la
tercera renovación del Senado, y de otro en reemplazo del señor
D. Alvaro Gómez Becerra que renunció este cargo ; y la halla cor
riente, sin que contra ella se haya suscitado reclamación alguna. Por
tanto opina que puede aprobarse.
«El Sr. D. Antonio Seoane, que reemplaza al último, acredita su
nombramiento, la edad mayor de 40 años y la renta con el despa
cho original de teniente general de los ejércitos nacionales.
«En su vista la comisión entiende que el Senado puede servirse
acordar la admisión definitiva del Sr. Seoane.
"El Senado sin embargo se servirá resolver lo que estime mas acer
tado. Palacio del mismo 21 de Marzo de 1811—Gaspar de Undo
villa , presidente.=Cárlos Morand.=ManueI Lorenzo—Joaquin Pati-
ño.=Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Provincia de Badajos. "Aprobada ya por el Senado el acta de es
crutinio general de la provincia de Badajoz en el expediente del se
ñor D. Antonio Seoane, la comisión de Actas electorales se ha ocupa
do en examinar los documentos presentados por el Sr. D. Manuel
«José Quintana, Senador nombrado por dicha provincia, en reemplazo
del Sr. D. Alonso Segundo Pacheco, que cesó en su cargo por hallarse
comprendido en la tercera renovación del Senado; y habiendo acre
ditado su nombramiento, y teniendo asimismo acreditadas las cuali
dades requeridas de edad y renta , como Senador que fue en la ante
rior legislatura , cuya renta no ha sufrido disminución alguna.
"La comisión es de parecer que el Senado puede servirse acordar
su admisión definitiva; sin embargo este resolverá lo que tenga por
roas conveniente. Palacio del Senado 21 de Marzo de 1841—Gaspar
de Ondovilla , presidente—Joaquin Patino—Manuel Lorenzo—Cár-
los Morand—Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Provincia de Badajos. "Hallándose aprobada por el Senado el acta
de escrutinio general de la provincia de Badajoz , la comisión de
Actas electorales ha examinado los documentos que para acreditar su
aptitud legal ha presentado el Sr. D. José Cecilio de la Rosa , Sena
dor nombrado por dicha provincia en reemplazo del Sr. conde de
Oñate , que cesó por bailarse comprendido en la tercera renovación
del Senado y habiendo justificado por ellos tener la edad y poseer la
renta que se requiere para el ejercicio de su cargo.
«La comisión opina que el Senado puede servirse acordar su admi
sión definitiva. Este sin embargo resolverá lo que estime mas con
veniente. Palacio del Senado 21 de Marzo de 1841—Gaspar de On-
S.—TOMO r.
15
dovilla , presidente—Cárlos Morand—Manuel Lorenzo.—Joaquín Pa
tino—Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Provincia de Barcelona. "La comisión de Actas electorales halla
corriente y sin defecto . alguno la del escrutinio general celebrado
en 12 de Febrero, último , en virtud del cual ha resultado propuesto
para Senador por la provincia de Barcelona el Sr. D. Ramón Macia
Lleopart por reelección. En su vista opina que puede aprobarse.
"El Sr. Macia Lleopart tiene acreditado en la legislatura de 837 su
edad y la renta, en la cual no ha sufrido alteración según justifica
con nuevos documentos.
«Por tanto la comisión entiende que el Senado puede servirse acor»
dar su admisión definitiva al ejercicio del cargo de Senador por dicha
provincia. ,:.
«El Senado sin embargo tendrá á bien resolver lo que estime con
veniente. Palacio del mismo 21 de Marzo de 1841.=Gaspar de Ondo
villa, presiden le.=Cárlos Morand—Manuel Lorenzo—Joaquín Pati
no—Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Provincia de Burgos. "La comisión de Actas electorales ha visto
detenidamente la del escrutinio general de Burgos celebrado en la
misma ciudad á 12 de Febrero del corriente año, y no hallando en
ella defecto alguno que pueda invalidarla, es de parecer que el Sena
do puede servirse aprobarla.. . ,, ■ .
«Asimismo ha examinado los documentos presentados por el se»
ñor D. Tomás Fernandez Vallejq , nombrado por esta provincia en
remplazo del Sr. marques de Viluma, y hallando justificada en
ellos su aptitud legal opina que puede acordarse su admisión defini
tiva. .
«El Senado resolverá sobre todo lo que juzgue mas conveniente.
Palacio del mismo 21 de Marzo ¡de 1841—Gaspar de Ondovilla,
presidente. = Cárlos Morand. = Manuel Lorenzo. = Joaquin Patino—
Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Provincia de Castellón de la Plana. "La comisión de Actas elec
torales ha examinado con todo cuidado la del escrutinio general cele
brado en Castellón de la Plana á 12 de Febrero del presente año
para la propuesta de un Senador en reemplazo del Sr. D. Juan de
Leiva , cuya vacante resultó por consecuencia de la tercera renova
ción del Senado; y no hallándola defecto alguno ni protesta contra
ella , es de dictamen que este puede servirse aprobarla.
«Asimismo opina que justificando completamente, como lo hace,
su aptitud legal para ejercer el cargo de Senador el Sr. D. Jaime Gil
Orduña, nombrado por dicha provincia , puede acordarse desde lue
go su admisión definitiva, i
«Sin embargo el Senado resolverá lo que crea mas oportuno. Pa
lacio del mismo 21 de Marzo de 1844.=Gaspar de Ondovilla, presi
dente—Carlos Morand. := Manuel Lorenzo—Joaquín Patiño.=Fran-
cisco Romo y Gamboa, secretario."
Provincia de la Coruña. "La comisión de Actas electorales halla
corriente y sin defecto alguno la del escrutinio general verificado
en 13 de Febrero último para la propuesta en lista triple de dos Se
nadores por la provincia de la Coruña", en reemplazo de los señores
D. José Ozores, y marques viudo de Pontejos, á quienes tocó la suer
te para la tercera renovación del Senado.
«Por tanto opina que el Senado puede aprobar dicha aeta.
«El Sr. D. Joaquin Francisco Campuzano, que reemplaza al pri
mero de dichos señores, acredita su nombramiento y justifica ser
mayor de 50 años y tener la renta prevenida por la ley.
«En su consecuencia entiende la comisión que el Senado puede
servirse acordar la admisión definitiva del Sr. Campuzano al ejerci
cio de su cargo.
«El Senado sin embargo tendrá á bien resolver [lo que estime
conveniente. Palacio del mismo 21 de Marzo de 1841. Gaspar de On
dovilla , presidente—Carlos Morand—Joaquin Patiño—Manuel Lo
renzo—Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Provincia de la Coruña. "Estando aprobada por el Senado el acta
de escrutinio general de la provincia de la Coruña en el expediente
del Sr. D. Joaquin Francisco Campuzano, la comisión de Actas ha
examinado los documentos presentados por el Sr. D.José María Cha
cón, Senador nombrado por la misma provincia en reemplazo del
Sr. D. Tomas Ladrón de Guevara , que no llegó á ser admitido en el
Senado por haberse anulado las elecciones de que procedió su nom
bramiento; y hallando competentemente acreditado tener dicho se
ñor Chacón la edad y renta que se requieren para ejercer el cargo
de Senador.
"La comisión opina que el Senado pnede servirse acordar su ad
misión definitiva. Sin embargo este resolverá lo que juzgue mas con
veniente. Palacio del Senado 21 de Marzo de 1841—Gaspar de On
dovilla , presidente—Cárlos Morand—Manuel Lorenzo.=Joaquin Pa
tiño—Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Provincia de León. "La comisión de Actas electorales ha examinado
la del escrutinio general celebrado en la capital de León en los días 12
y 13 de Febrero último para la propuesta en lista triple de un Sena
dor por dicha provincia en reemplazo del Sr. duque de Frías, que sa
lió por la tercera renovación del Senado , y la halla corriente sin de
fecto ni reclamación alguna.
«En su vista opina que el Senado puede servirse aprobarla.
«El Sr. D. Francisco Verea y Cornejo , que reemplazo al Sr. duque
de Frias , ha acreditado su nombramiento y tiene acreditados los re
quisitos ¿e edad y renta , según consta de certificación de los señores
i " 6
 Secretarios del Senado en la legislatura de 1837, justificando ademas
ahora el último extremo con nueros documentos.
«Por tanto la comisión entiende que el Senado puede servirse acor
dar la admisión definí tira del Sr. Verea Cornejo.
«El Senado sin embargo se servirá resolver lo que estime mas acer
tado. Palacio del mismo 21 de Marzo de 1841.=Gaspar de Ondovilta,
presidente.=Cúrlos Morand.=Joaquin Patiño.=Manuel Lorenzo. =:
Francisco Romo y Gamboa, secretario."
Provincia de Málaga. "La comisión de Actas electorales ba exa
minado la de escrutinio general de Málaga celebrado en 12 de Febrero
del corriente año para la propuesta de dos Senadores en reemplazo de
las Sres. D. José Alcántara Navarro, que cesó en su cargo por conse
cuencia de la tercera'renovaoion del Senado, y D. JoséBalbiani, que
no llegó á ser admitido en él ; y no bailando en ella defecto alguno
que la invalide, es de dictamen que el Senado puede servirse apro
barla.
•■Ha examinado asimismo los documentos presentados por elseñor
D. Manuel Ventura Gómez, nombrado para reemplazar á dicho señor
Alcántara Navarro, y justificando por ellos tener la edad y poseer
la renta que se requiere para ejercer el cargo de Senador, la comisión
opina que el Senado puede acordar su admisión definitiva. Sin em
bargo, este resolverá lo que estime mas conveniente. Palacio del mis
mo 21 de Marzo de 1841.¿Gaspar de Ondovilla, presidente,=Cárlos
Morand.=Joaquin Patino.=Manuel Lorenzo—Francisco Romo y Gam
boa, secretario." • titud legal ha presentado el Sr. D. Juan Carratalá , nombrado para
Provincia de Oviedo. "La comisión de Actas electorales ha exa
minado la de escrutinio general de Oviedo celebrado en 12 de
Febrero del corriente año para la propuesta de Senadores en reem
plazo de los Sres. arzobispo electo de Valencia y D. Pedro Salas
Omaña , que cesaron en su cargo por consecuencia de la tercera re
novación del Senado, y del Sr. conde de Nava por su fallecimien
to ; y hallando corriente dicha acta y sin defecto alguno, es de
dictamen que el Senado puede servirse aprobarla.
«Asimismo ha examinado los documentos presentados por el señor
D. Joaquin SuaTes del Villar, nombrado para reemplazar al expre
sado Sr. D. Pedro Salas Omaña ; y acreditándose competentemente
por ellos tener la edad y poseer la renta requerida para ejercer el
cargo de Senador , la comisión opina que el Senado puede acordar
su admisión definitiva. Sin embargo, este resolverá loque estime
mas conveniente. Palacio del mismo 21 de Marzo de 1811.=Gaspar
de Ondovilla , presidente.=Cárlos Morand.^Manuel Lorenzo. = Joa
quin Patino—Francisco Romo y Gamboa, secretario."
El Sr. FERNANDEZ DEL PINO: Yo creo que en muchas de
las votaciones que se han verificado no se han levantado mas que
unos pocos Senadores, que no son suficientes para que baya motivo á
decir : "queda aprobado."
El Sr. PRESIDENTES Ésa reclamación habria tenido lugar
cuando V. S. ha notado la falta; pero debo advertirle que muchos
señores no se levantan y solo con la cabeza hacen la indicación de
que aprueban, aoostumbrRndo al Secretario á decir' la fórmula de
"queda aprobado" mientras no haya quien reclame que se cuente.
El Sr. Secretario CARRASCO: El defecto es mió , porque he
sido un poco ligero en publicar la aprobación contando con la cos
tumbre antigua de hacerlo cuando todos callan y nadie reclama: en
adelante esperaré á que todos se levanten."
Se leyeron y fueron aprobados igualmente sin discusión los si
guientes dictámenes:
Provincia de Pontevedra. "La comisión de Actas electorales ha
examinado la del escrutinio general celebrado en 12 de Febrero úl
timo para la propuesta en lista triple de un Senador por la provin
cia de Pontevedra eu reemplazo del Sr. D. Antonio Maria Monte
negro, que salió por la tercera renovación del Senado; y hallándola
arreglada á la ley, opina que el Senado puede aprobarla.
«El Sr. D. Mariano Torres Solanot que le reemplaza acredita su
nombramiento, y sin embargo de que en la primera legislatura ha
bía acreditado la «dad y renta prevenida, presenta huevos documen
tos con que justifica el último extremó..
«Por tanto la comisión entiende que e"l Senado puede servirse acor
dar la admisión definitiva del Sr. Torres Solanot.
- «El Senado sin embargo tendrá á bien resolver lo que estime mas
conveniente. Palacio del mismo 21 de Marzo de 1811.=Gaspar de
Ondovilla, presidente. = Cirios Morand. =Joaquin Patiño.=Manuel
Lorenzo.^Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Provincia de Salamanca. "La comisión de Actas electorales ha exa
minado la de escrutinio general celebrado en Salamanca á 12 de Fe
brero próximo pasado para la propuesta de un Senador en reemplazo
del Sr. D. Maurioio Carlos de Onis que renunció su cargo, y del se
ñor marques de Espeja que falleció; y hallándola corriente y sin de
fecto alguno, es de parecer que el Senado puede servirse aprobarla.
«También ha examinado el documento que ha presentado para
acreditar su nombramiento por reelección, y habiéndolo hecho en
las anteriores legislaturas con respecto á la edad y renta requeridas,
sin que en estas haya habido detrimento, opina la comisión que
el Senado puede acordar su admisión definitiva. Este sin em
bargo resolverá lo que estime mas conveniente. Palacio del Sena
do 21 de Marzo de 1841.=Gaspar de Ondovilla , presiden te.=Cárlos
Morand. = Joaquin Patiño. = Manuel Lorenzo.^Francisca Romo y
(jambos , secretario."
Provincia de Segovia. "La comisión de Actas electorales ha exa
minado la de escrutinio general de Segovia celebrado en 12 de Fe
brero último para la propuesta de un Senador en reemplazo del
Sr. D. Cayetano Melendez, que cesó en este cargo por coosecuencia de
la tercera renovación del Senado; y hallándola corriente y sin de
fecto alguno, es de parecer que este puede servirse aprobarla.
«Asimismo ha examinado los documentos presentados por el se
ñor D. Ramón Mana Calatrava , nuevamente nombrado para dicho
cargo; y resultando de ellos tener la edad y la renta requerida para
ejercerle , opina que el Senado pueile acordar su admisión definitiva.
Sin embargo, el Senado resolverá lo que eslime conveniente. Palacio
del mismo 21 de Marzo de 1811.—Gaspar de Ondovilla , presidente.—
Cárlos Morand.=JoaquiúPat¡ño.=Manuel Lorenzo.=Francisco Rumo
y Gamboa, secretario."
Provincia de SevUla. "La comisión de Actas electorales ha exami
nado la del escrutinio general de Sevilla celebrada en 12 de Febrero
último para la propuesta de Senadores en reemplazo de los señores
D. Domingo Maria Ruiz de la Vega, D. Sebastian Fernandez Va-
llesa y D. Cárlos Espinosa , de los cuales los dos primeros cesaron
en su cargo por consecuencia de la tercera renovación del Senado , y
el último por renuncia que de él hizo; y no encontrando defecto al
guno' en dicha acta, es de dictamen que el Senado puede servirse
aprobarla. B¡.i.,i .,'
"También ha examinado los documentosque para acreditar su ap
reemplazar al Sr. D. Domingo Mana Ruiz de la Vega ; y hallando
por ellos justificado tener la edad y poseer la renta requerida para
Senador, la comisión opina que el Senado puede acordar su admisión
definitiva, ó resolver lo que estime mas conveniente. Palacio del mis
mo 21 de Marzo de 1811.—Gaspar de Ondovilla , presidente.—Cárlos
Morand. = Manuel Lorenzo, — Joaquin Patiño. — Francisco Romo y
Gamboa , secretario." • lf-
Provincia de Tarragona. "La comisión de Acias electorales ha
examinado la de escrutinio general celebrado en Tarragona á 12 de
Febrero último para la propuesta de Senadores en reemplazo de
los Sres. marques de Vallgornera, que ha cesado en su encargo por
consecuencia de la tercera renovación del Senado, y de D. Antonio
Rodes y D. JoséTrillo, que le renunciaron; y no hallando en ella
defecto alguno que invalide dicha propuesta, "es de opinión que el
Senado puede servirse aprobar la referida acta.
••Igualmente ha examinado lo» documentos presentados por else
ñor D. Manuel Codorniú, nombrado para reemplazar al Sr. D. An
tonio Rodes ; y justificándose por ellos tener la edad y poseer la
renta requerida para desempeñar el cargo de Senador , la comisión
entiende que el Senado puede acordar su admisión definitiva. Sin
embargo, este resolverá lo que estime mas conveniente. Palacio
del Senado 21 de Marzo de 1811.=Gaspar de Ondovilla, presidente.=
Cárlos Morand.=:ManueI Lorenzo.=Joaquin Patiño.rJFrancisco Romo
y Gamboa , secretario."
Provincia de Falencia. "La comisión de Actas electorales ba exa
minado los documentos que para acreditar su aptitud legal ba pre
sentado el Sr. conde de Soto-Ameno, nombrado Senador en reemplazo
del Sr. D. Pedro Chacón, que aunque admitido no llegó á ejercer
este cargo por haber quedado sujeto á reelección á consecuencia de
su admisión del Ministerio de la Guerra; y teniendo presente el acta
de escrutinio celebrado en Valencia para propuesta de Senadores en 31
de Enero de 1810, que fue aprobada en la anterior legislatura en la
sesión de 5 de Marzo de dicho año, y que en dichos documentos jus
tifica tener la edad y poseer la renta requerida para ser Senador,
la comisión es de dictámen que el Senado puede acordar la ad
misión definitiva de dicho Sr. ronde , ó resolver lo que tuviere por
mas conveniente. Palacio del Senado 21 de Marzo de 1811.=Gaspar
de Ondovilla , presidente. =Cárlos Morand.=Manuel Lorenzo.^Joa
quín Patiño.^Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Quedaron sobre la mesa para discutirse en la sesión próxima los
siguientes : . '
Provincia de Lugo. "La comisión de Actas electorales ha exainí.
nado la de escrutinio general de Lugo celebrada en 12 de Febrero
último para la propuesta de un Senador en reemplazo del Sr. conde
de Ofalia , que cesó en su cargo por consecuencia de la tercera re
novación del Senado; y no hallando en ella defecto alguno, es de
parecer que el Senado puede servirse aprobarla.
«Ha examinado igualmente los documentos que para justificar
su aptitud legal ha presentado el Sr. D. Juan Lasaña, nombrado para
reemplazar al conde de Ofalia; y acreditando por ellos tener la edad
y poseer la renta que se requiere para ejercer el cargo de Senador,
la comisión opina que el Senado puede acordar su admisión defini
tiva. Sin embargo , este resolverá lo que eslime conveniente. Pala
cio del Senado 21 de Marzo de 1811. = Gaspar de Ondovilla, pre
sidente. = Cárlos Morand. = Manuel Lorenzo. = Joaquin Patiño. =
Francisco Romo y Gamboa, secretario."
Provincia de Patencia. "Al examinar la comisión de Actas la del
escrutinio general de los votos emitidos en las elecciones celebradas
en la provincia de Palencia ha víslo con extrañeza que luego que se
constituyó la junta y fueron sacados por suerte los nombres de los
.cuatro comisionados que debían ejercer las funciones de secretarios,
procedió la junta á nombrar una comisión compuesta de tres indivi
duos para que examinase las actas electorales de los distritos á que

correspondían los referidos secretarios, y le manifestasen su parecer
sobre el resultado de su reconocimiento; y encargó á la mesa que
hiciese otro tanto por lo respectivo á todas las restantes, y que en
consecuencia asi lo verificasen ambas, proponiendo la aprobación de
las que respectivamente habían examinado, con cuyos dictámes se
conformó la junta. De ello parece que puede deducirse que por ha
ber esta dictado una resolución tan singular, y que en sentido de la
comisión no se compadece ni con la letra , ni aun con el espíritu del
arl.55 de la ley electoral , debía seguirse por necesidad el haber de sus
pender sus tareas por cierto espacio de tiempo, y el no hacer por sí
misma el examen y reconocimiento de las actas precitadas ; y sin em
bargo, considerando que sin duda alguna se adoptó la indicada medida
con el objeto de asegurar mas el acierfb, y atendiendo por otra parte á
que el escrutinio de los votos de todas ellas se hizo por la junta , y
también á que ninguna reclamación se ha hecho acerca del particu
lar , opina la comisión que el Senado puede servirse aprobar el acta
de que se trata. Esto no obstante, el Senado acordará lo que estime
mas conveniente.
«Ha examinado asimismo los documentos presentados por el señor
D. Pedro Ramirez Cote, nombrado para reemplazar al Sr. Garelly,
y hallado por su partida de bautismo y por una certificación de la
intervención militar de Extremadura que tiene la edad requerida
para ejercer el cargo de Senador , y como mariscal de campo en
cuartel posee la renta anual de 309 rs.
••La comisión opina que el Senado puede acordar su admisión de
finitiva. Sin embargo, este resolverá lo que estime conveniente. Pa
lacio del mismo 21 de Marzo de 1841.=Gaspar de Ondovilla , presi
dente—Joaquin Patino—Manuel Loren zo.=Ca ríos Mora nd.= Francisco
Romo y Gamboa, secretario."
Provincia de Soria. "La comisión de Actas electorales ha exami
nado la del escrutinio general celebrado en 12 de Febrero último
para la propuesta en lista triple de un Senador por la provincia de
Soria en reemplazo del Sr. D. Manuel Joaquín Tarancon, que salió
por la tercera renovación del Senado; y hallándola corriente y arre
glada á la ley, opina que debe aprobarse.
-El Sr. D. Andrés Orinaga, que reemplaza al Sr. Tarancon, acre
dita ta nombramiento y ser mayor de cuarenta anos.
-Dos son los documentos presentados por D. Andrés Orinaga , Se
nador nombrado por la provincia de Soria , con el objeto de justificar
que posee la renta necesaria para poder ejercer el indicado cargo, y
sobre ambos cree la comisión de Actas que debe llamar por un mo
mento la atención del Senado.
«El primero de ellos es una certificación expedida con fecha de 13
del actual por el contador general del Ministerio de la Gobernación
de la Península , por la cual se acredita que el Sr. ürinaga es oficial
de la clase de primeros del mismo Ministerio, é igualmente que sí
en la actualidad hubiera de ser clasificado se le declararía al tenor
de lo dispuesto en la ley de presupuestos de 26 de Mayo de 1835 con
derecho á percibir 15,000 rs. anuales por llevar ya 20 años, 1 mes
y 15 días de servicio; y el segundo es otro señalado con el núme
ro 298 y expedido en 12 del corriente mes por el director del Banoo
español de San Fernando D. Joaquin de Fagoaga, por el que consta
que el Sr. Orinaga ba entregado en la caja del mismo como Senador
electo por la provincia de Soria , y en calidad de depósito volunta
17
rio para que se tenga á su disposición, la cantidad de 100,000 rs. en
20 títulos al portador del 4 por 100 de 20,000 rs. cada uno con los
cupones desde el que ha de pagarse en 1? de Abril inmediato hasta el
pagadero en igual día del año de 1813.
«En cuanto á lo que de si arroja el primero de los citados docu
mentos ninguna duda puede ofrecer en sentir de la comisión, porque
si en la actualidad pidiese el Sr. Orinaga ser clasificado se le decla
raría ciertamente con opción á percibir 15,000 rs. anuales, mitad de
los 30,000 que ahora disfruta ; y por lo perteneciente al segundo, pa
rece que tampoco podrá haberla si se considera que existe en la se
cretaría del Senado un precedente de igual naturaleza. En efecto,
tratando el Sr. D. Miguel Laborda y Galindo , Senador que fue f
nombrado por la provincia de Zaragoza, de justificar su aptitud legal
en la legislatura del año de 1838, presentó, entre otros documentos,
uno expedido con fecha del 10 de Febrero de aquel año por el mencio
nado D. Joaquin Fagoaga, director del Banco de SanFernando, por
el que acreditó que había entregado en la caja del propio, y en cali
dad de depósito voluntario, la cantidad de 500,000 rs. en títulos al
portador del 5 por 100 y en consecuencia el Senado , conformándo
se con el parecer de su comisión de Actas , resolvió que fuese admi
tido el Sr. Laborda y Galindo; pero que esto fuese y se entendiese
deteniendo la secretaria el referido documento, y que la misma ofi
ciase al director del Banco para que conservase en su poder la suma
depositada ínterin no se le presentase el recibo original acompañado
de una resolución del Senado para que aquella le fuese devuelta , lo
cual se verificaría siempre que Laborda acreditase tener otra renta
equivalente y le fuese admitida.
«Opina por tanto la comisión que, atendiendo á que agregados
los 15,000 rs. anuales que en el caso de que hubiera de ser ahora cla
sificado se señalarían al Sr. D. Andrés Orinaga á los 16,000 rs.
que le deberán rendir anualmente los 400,000 que en títulos al por
tador del 1 por 100 ha depositado en el Banco español de San Fer
nando , componen la suma de 31,000 rs., lo cual cubre con exceso la
cuota que para su admisión exige la ley; y en consideración á que
también lia justificado tener la edad competente, y á que el acta está
ya aprobada , puede servirse el Senado acordar su admisión, pero
en el concepto de que baya de retenerse en secretaría el precitado
documento de depósito , y de que la misma haya de oficiar al direc
tor del Banco para que conserve en su poder la cantidad depositada,
mientras no se le presente el recibo original acompañado de una re
solución del Senado para que le sea devuelto á dicho Sr. D. Andrés
Orinaga, lo cual se verificará luego que acredite que posee otra renta
igual, y le sea admitida ó deje de ser Senador.
«Esto no obstante, el Senado resolverá lo que estime mas acerta
do. Palacio del mismo 21 de Marzo de 1811. = Gaspar de Ondovilla,
presidente. = Carlos Morand.= Manuel Lorenzo. = Joaquin Patiño.=
Francisco Romo y Gamboa, secretario."
El Sr. PRESIDENTE i Mañana se reunirá el Senado á las doce;
y suplico á los Sres. Senadores que tengan presente que esta es la ho
ra que el Senado fijó para dar principio A las sesiones. Se discutirán
las actas que han quedado sjbce la mesa y demás que haya despa
chado la comisión. (
Se levanta la sesión."
Eran las dos y media.
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I
 NÚMERO 4,
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 24 DE MARZO DE 1841.
Se abre i las doce y nueve minutos , y leída el acta de la sesión
anterior queda aprobada.
Se acordó arcliivar 150 ejemplares del Real decreto é instrucción
de 5 de Diciembre de 1840 sobre aplicación del convenio de Vergara;
150 del de amnistía en 18 de Diciembre de dicho año ; 100 del de 19
de Enero próximo pasado y 75 del Real decreto de 8 de Diciembre
último para la disolución de cuerpos francos, que con fecha 22 del
corriente remite al Senado el Sr. Ministro de la Guerra.
Se acordó pasar á la comisión de Actas una comunicación fecha
16 del corriente del Sr. D. Melchor Astix, Senador que fue por la
provincia de Alicante, en la que pide al Senado se sirva disponer se
pase oficio al Banco nacional de San Fernando para que tenga á su
disposición los 400,000 rs. en títulos del 5 por 100 que depositó en él
y sirvieron para completar la renta de Senador, remitiéndole al mis
mo tiempo el documento que acredita el depósito que existe en la se
cretaria del Senado.
£1 mismo quedó enterado de una comunicación del Sr. conde
de Fontao, fecha 25 del corriente, insertando el oficio que en
21 del mismo ba dirigido al Sr. Ministro de la Gobernación de la
Península haciendo renuncia del cargo de Senador por la provincia
de Lugo.
El Sr. PRESIDENTE: Concluido el despacho ordinario, y si
guiendo el órden que siempre se ha llevado en las discusiones , pare
ce natural que deben entrar á jurar los señores cuya aptitud legal fue
aprobada en la sesión de ayer. Pero antes debo manifestar que la se
cretaria se ba encontrado con un caso inusitado por la fórmula aire
han de pronunciar en el acto del juramento respecto á la renuncia
que hizo del cargo de Regente la Madre de nuestra augusta Reina.
Ño previniéndose ni en el reglamento ni en la Constitución una nue
va fórmula , parece que se está en el caso que marca el párrafo 2° de
las disposiciones generales para el reglamento del Senado.
La secretaria ha conocido esta necesidad , como también que no
la competía de modo alguno el dictar reglas, y por lo mismo há
formulado un nuevo jura mentó, el cual presenta como modelo. En
esta virtud me parece que pueden reunirse las secciones i deliberar
sobre ello para dar su dictamen según tengan i bien, pasando en se
guida en esta misma sesión á tratar de él.
Debo también advertir que la fórmula que va á leerse es produc
to de la mesa , que ha tenido presente la usada en el Conpreso de se
ñores Diputados, la cual es casi idéntica en el sentido, aunque no en
las palabras."
Se leyó la fórmula del juramento, concebida en estos términos:
¿Juráis guardar religiosamente la Constitución de la monarquía
española , decretada y sancionada por las Cortes generales de la na
ción, y aceptada por S. M. la Reina Gobernadora á nombre de su
augusta Hija la Reina Doña Isabel II?—Sí juro.
¿Juráis fidelidad y obediencia á la Reina legitima de las Españas
Doña Isabel II?—Si juro.
¿Juráis haberos bien y fielmente en el cargo de Senador?—Si juro.
Si asi lo hiciereis, Dios os lo premie, y si no os lo demande.
El Sr. CARRASCO: Se pregunta al Senado si cree conveniente
reunirse en secciones para examinar ti ha de ser este el juramento
S._TOMO I.
19
DE CORTES*
que han de prestar los Sres. Senadores admitidos, ó proponer otro
que crean mejor.
El Sr. PRESIDENTE: Los que se levanten dicen que pasará á
las secciones ; los que queden sentados dicen que se conforman.
El Sr. CARRASCO: El objeto es para nombrar una comisión que
examine esta fórmula, que es absolutamente necesaria , ó se presente
otra que se crea mas oportuna.
El Sr. general LORENZO : Creo que no hay necesidad de re
unirse las secciones, en consideración á que se hace la pregunta de si
la fórmula es suficiente ó no.
El Sr. CARRASCO: Señores, la pregunta acordada hacer al Se
nado es la siguiente: ¿cree el Senado conveniente que se reúnan las
secciones para nombrar una comisión á fin de que en el día de hoy
proponga, ó bien la fórmula que se ha leído, ú otra que crea mas con
veniente ?
El Sr. arzobispo DE TOLEDO : Yo creo que la pregunta ha de
ser si pasa ó no á las secciones.
El Sr. PRESIDENTE: Esa es la pregunta.
El Sr. LA-HERA : Pido que se vuelva á leer la fórmula (se ice).
El Sr. ALVAREZ PESTAÑA: Señores, la observación que desde
luego me ocurre, y que creo importante , según que lo es el acto del
juramento, se reduce á que estando en menor edad la Reina nuestra
Señora Doña Isabel II hay que jurar indispensablemente la obe
diencia y respeto á quien ejerce el poder en nombre suyo ; de suerte
que no basta que se jure la Constitución y á Isabel II, pues entonces
el juramento seria defectuoso, incompleto, porque faltaría la parte
relativa al poder ejecutivo.
El Sr. PRESIDENTE : Lea V. S. , Sr. Secretario, el art. 14 del
reglamento del Congreso de Sres. Diputados, en el cual se en
cuentra el juramento, y con un poco de cuidado verán los señores Se
nadores que hay muy poca diferencia. (Se lee).
El Sr. PRESIDENTE: Por ese artículo ve el Sr. Pestaña que casi
son textuales las palabras de la fórmula presentada.
El Sr. CARRASCO : Señores, yo creo que no ramos á entrar en
la discusión ahora ; pero como se ha hablado algo, debo decir que el
Sr. Vicepresidente y los Secretarios, cuya opinión ha tenido la bon
dad de consultar , hemos convenido en esta fórmula , si bien hemos
tenido diferentes razones para fundarnos en ella. Si se entra en la dis
cusión diré en las que yo me he fundado , porque no son las mis
mas que las de los demás ; pero yocreo que no es este el momento de
exponerlas.
El Sr. CAAMANO PARDO: Creo que es cosa de un instante el que
se reúnan las secciones. Estas nbmbrarán la comisión que hade infor
mar sobre si debe ó no adoptarse la fórmula propuesta. De este modo
se sigue la letra del reglamento, y hay una autoridad mas en que
apoyarse. . .
£1 Sr. PRESIDENTE: Eso se ha propuesto: pregunte V. S. si se
reunirán las secciones."
Hecha la pregunta al Senado acuerda por la afirmativa.
Se suspende la sesión. ,
Habiendo regresado al salón las secciones, y continuando la sesión,
se dió cuenta de que las mismas habian nombrado para la
7
 20
encargada de informar sobre la fórmula del juramento presentada á
los señores siguientes :
lí Sr. Valero y Arteta.
2í D. Alejandro López. .,- . .
5i Sr. Alvarez Pestaña.
4Í Sr. Ondovilla.
5Í Sr. duque de Castrolerreño.
Asimismo se dió cuenta de que la expresada comisión había nom
brado por su presidente al Sr. duque de Castrolerreño y por secreta
rio al Sr. Ondovilla..
Se leyó el siguiente dictamen:
"Ea comisión nombrada para dar su dictamen sobre la fórmula
del juramento que deben'prestar los Senadores nuevamente aproba
dos al lomar posesión de sus cargos ha examinado detenidamente la
indicada fórmula presentada por la mesa de la presidencia para su
discusión, y es de opinión que el Senado puede servirse aprobarla, ó
resolverá lo que contemple mas acertado. Palacio del Senado 21 de
Marzo de 1841.=M. El duque de Castrolerreño.=Alejandro Lopez.=
Mariano Valero y Arteta.=José María Alvarez Pestaña.=Gaspar de
Ondovilla , secretario."
«Los dos individuos que suscriben, al paso que están de acuerdo
.con sus compañeros relativamente á la fórmula del juramento, son
ó¡f sentir que corresponde precedan al dictamen las palabras siguien
tes: "Sin embargo de haber tenido presente lo dispuesto en el ar
tículo 65 del reglamento del Senado." =José Mana Alvarez Pesta-
ña.=.Valero y Arteta."
Declarado haber lugar á deliberar sobre el dictamen, se puso á
rotación y quedó aprobado.
Precedidos de los dos Sres. Secretarios, entraron á jurar y toma
ron asiento los Sres. conde de Almodovar, Senador nombrado por
Granada; D. Martin délos Heros , Madrid; D. Miguel Chacón y
Duran , Albacete ; D. Antonio Solis , Avila; D. Antonia Seoane,
D. Manuel José Quintana y D. José Cecilio de la Rosa , Badajoz;
D. Ramón Macía Lleopart, Barcelona; D. Tomas Fernandez Valle-
jo, Burgos; D. Jaime Gil Orduña ¿ Castellón de la Plana; D. Joa
quín Francisco Campuzano y D. José Mana Chacón , Coruña;
D. Francisco Verea y Cornejo , León ; D. Manuel Ventura Gómez,
Málaga ; D. Joaquin Suarez del Villar, Oviedo ; D. Mariano Torres
Solanot , Pontevedra; D. Mauricio Carlos de Onís , Salamanca;
D. Ramón María Calatrava, Segovia ; D. José Carratalá, Sevilla;
D. Manuel Codorniú , Tarragona; y conde de Sotoameno, Valencia.
Habiendo sido destinados t
A la primera sceeion
Sres. D. Antonio Seoane, Y). Jaime Gil Orduña, D. Joaquin
Suarez del Villar y D. Manuel Codorniú,
i y tan grandes las razones en que pensaba fundarme.
la segunda t Por lo tanto, señores, me reservaré tínicamente pedir la palabra
Sres. D. Manuel José Quintana , D. Joaquin Francisco Campu-
zaiip j D. Mariano Torre» Solanot y conde de Soloauieiio,
' -A la Icrecra
■ ■ Sres.. D. Martin de los Heros, D. José Cecilio de la Rosa, D. José
Mana Chacón , y D. Mauricio Carlos de Onis.
-df ia cuarta
Sres. D. -Miguel Chacón y Duran , D. Ramón Macía Lleopart,
D. Francisco Pérez Cornejo y D. Ramón Maria Calatrava.
ui la quinta
Sres. D. Joan Aldama (de la anterior legislatura) , D. Antonio
Solis, D. Tomas Fernandez Vallejo, D. Manuel Ventura Gome¿ y
D. José Carratalá.
El Sr. Vicepresidente CAPAZt Habiendo prestado juramento el
Sr. conde de Almodovar, nombrado por el Gobierno para Presidente
del Senado , le ruego se sirva ocupar este puesta." ,
El Sr. conde de Almodovar ocupó la silla de la presidencia,
y dijo : • 1
Señorea SenadOTea, honrado por la Regencia provisional del rei
no , en nombre de nuestra augusta Reina Doña Isabel II , para des
empeñar el' tan distinguido como difícil cargo de Presidente , entro,
pues , á llenar estas delicadas funciodes con la voluntad plena de
hacer cuanta de mi dependa para el mejor acierto de este cometido.
Esto no seria suficiente para asegurar el resultado que me pro
pongo , si no contase , como en efecto cuento, con la cooperación de
los Sres. .Senadores y con que tendrán á bien ilustrarme con sus lu
ces y sus conocimientos.
Ademas , guiado por el reglamento que el mismo Senado se ha
formado, que nos servirá de norma en todos los casos y cuestiones
que deben tratarse en esta corporación , espero, pues, que podremos
dedicarnos á trabajar con utilidad de la palria , correspondiendo á
la confianza de los electores que nos han dado su voto y á la elección
del Gobierno.
No seré mas difuso en eslas indicaciones, porque cuanto pudiera
añadir á ellas está.muy al alcance de lodos los señores que me escu
chan. Por lo tanto, concluiré ahorrando asi «1 tiempo que nos es tan
indispensable para otros trabajos.
Orden del día. Discusión de los dictámenes de la comisión de Ac
tas subre las de lus provincias de Lugo , Falencia y Soria , que en la
sesión anterior quedaron sobre la mesa , y de lus demás que de nue
vo se presenten.
El Sr. D. MIGUEL CHACON Y DURAN: Pido la palabra
para rogar al Sr. Presidente que tenga á bien proponer que demos
un voló de gracias al Sr. Vicepresidente Capaz, que tan dignamente
ha ocupado ese puesto.
El Sr. PRESIDENTE: La indicación de V. S. es muy justa : yo
la habia previsto ; pero en atención á que' el Sr. Capaz tendrá que
ejercer de oficio esas funciones repetidas veces, contando con S..S. íae
decidí á no hacerla. '.k
Sin embargo, recayendo en obsequio de un tan digno compañero,
no tengo dificultad en hacer esa proposición."
Preguntado si se daba un voto de gracias al Sr. Vicepresidente
Capaz por haber desempeñado tan dignamente la presidencia, se acordó
afirmativamente por unanimidad.
El Sr. conde de PINOFIEL: Yo creo que se está en el caso de
nombrar otros dos Secretarios porque hay numero suficiente.
EISr. CAPAZ: Me parece que está V. S. equivocado, porque aun
no están Us cincuenta señores que el reglamento exige."
Se leyó el dictamen de l'a comisión de Actas sobre las elecciones
de la provincia de Lugo. {f^east t'I Diario núm. 3, sesión del 2o de
Marzo).
El Sr. ONDOVILLA : La comisión ha creido oportuno retirar
este dictamen para redactarlo de nuevo."
Quedó retirado.
•: Seieyó el relativo á Falencia. [Vcase dicho Diario).
El Sr. CARRASCO: Señores, ayer al darse cuenta del dictñmen
de la comisión de Actas sobre las elecciones de Granada, que fue el
primero que se presentó á la deliberación del Senado , pedí la pala
bra en contra, no precisamente para atacar las elecciones de aquella
provincia, sino para impugnar por falta de legalidad las de tuda la
nación, por la coacción que yo creo haberse ejercido á consecuencia
de la persecución atroz que ha sufrido un partido político, y por las
ilegales disposiciones del Gobierno, entre las que se cuenta la re
novación de las diputaciones provinciales.
No pude usar entonces de la palabra por lo que el Senado pre
senció; y habiendo sido aprobadas desde ayer las acias de riifc-
ren tes provincias , sancionando en cierto modo el Senado la lega
lidad de las elecciones que yo pensaba atacar, pues para ello uní
creia autorizado, conozco que seria hoy inoportuno que yo muUslas*;
su atención , y que deberé renunciar la palabra á pesar de ser lautas
en contra de algunas actas, en donde las violencias por parte de
las autoridades han sido tales, que yo puedo presentar al Srnudo do
cumentos en que apoyarlas: no tengo mas que decir.
El Sr. HEROS: He pedido, señores, la palabra desde el mo
mento en que he oído al Sr.' Senador que acaba de hablar hacer una
inculpación general sobre violencias cometidas en las pasadas elec
ciones, sobre la eliminación de un partido político, sobre coacciones
que han experimentado los votanles, viniendo últimamente á parar
sus cargos á la variación de las diputaciones provinciales. No sé si
en la rapidez con que S. S. se ha explicado, y á la distancia que de
él me encuentro, habré podido comeler error en lo que sobre el par
ticular ha manifestado. Se ha tratado, ha dicho S. S., de coacción mo
ral; y para hablar de esto seria necesario ciertamente que se comen
zase por explicar qué es en materia de elecciones coacción m'urol , por
que siendo cosas relativas á la conciencia de cada individuo, el re-'
sullado es que cada uno de estos entenderá y creerá ver la coacción
del modo y manera que juzgue por conveniente. Esto me hace re
cordar lo que sucedió en la lrgislatura pasada á la sa»on de discu
tirse las actas electorales de la provincia de Burgos, en cuya discu
sión recordarán algunos Sres. Senadores que se hallan aqui'presentes
que cité una circular.firmada por el secretario de aquel arzobispado,-
y dirigida á todos los curas de él, de la cual yo habia visto un ejem
plar , y aquella coaocion, qué atacaba directamente á las conciencias,
recordarán también que no se tuvo por coacción moral. de- ningún
género; y, extraño mucho que se diga ahora eso cuando no sabemos
que haya habido tales circulares.
Yo declaro que también he sido presidente de un colegio electo
ral (que es como la ley los llama) y no ha habido coacción de ningún
género: todo el mundo ha votado cuando ha querido; no ha vi.ti-*
docuando no ha querido, es decir* que ha hecho en su derecho lo .que
yo he hecho en el Senado; cuando he querido volar, he votado;
cuando no he querido volar, asi lo he hecho: he dicho que ti cuan
do he querido , y be dicho que no del misino modo. Por consecuen
cia , cuando se viene á tratar de leyes , cuando se viene á un Cuerpo
colegislador á tratar de coacciones, es menester que estén evidente
mente probadas , y demostrado que medió fuerza material en ellas,
no fuerza inentul, que este era el sistema de las restricciones que ob
 2Í
servaban los jesuítas, y es preciso que se sepa que aqui do pasamos chando toda ocasión , manifieste un dato , aunque sea el mas despre
por esa escuela. Si se tratara de coacción moral ¿cuántas cosas no se ciable, del cual se pueda inferir que el Gobierno ha tratado de in
hubieran dicho aquí en la legislatura pasada relativas á lo que se tervenir en las elecciones; porque si de algo se le puede acusar; si
ba hecho, amedrentando i los uuos con hechos positivos, á los otros algo se le puede censurar, es el haber abandonado ése campo mas de
atormentando sus conciencias de un modo tan señalado que ninguna lo que debiera quizá. ¿Y cómo, señores, tan sin fundamento ha ha
duda dejaban, y era tan claro como la luz del mediodía de que bido valor para verter una especie tan grave, de tanta trascendencia,
por todos los medios se procuraba la coacción? ¿Que fue si no lo que y que no puede menos de ofender al Gobierno que ha tenido el ho
hizo el gobernador del arzobispado de Sevilla imputando á un par nor de estar ai frente de la nación en este periodo? Yo creo que era
tido el ser enemigo de la religión , llevando malos fines en las dispo necesario para esto datos , fundamentos muy sólidos, porque de otro
siciones legislativas que pudiera tomar? ¿ Era esa coacción moral ó modo se me autoriza para decir que rechazo semejante inculpación
no ? Asi que , si se trata de coacciones , no se puede presentar ma como enteramente contraria á la verdad.
yor que la que presenciamos aqui hace un ano ó dos en las eleccio- No me contento con esto sin embargo, aunque pudiera cumplir
nos de Huelva, y sin embargo, los que nq pudimos presentar en ese á mi propósito, y b.istar para rebatir lo poco ó nada que se ha dicho
•futido la coacción moral dijimos: "el que no tenga valor para para hacer creer que ha habido esa coacción, que el Gobierno ha he
arrostrar esos inconvenientes que se vaya, como suele decirse vul cho los mayores esfuerzos para impedir, y que verdaderamente no
garmente, con la música ú otra parte/' La Coacción material es muy ha existido.
diversa , es de distinto género y la que verdaderamente se puede Desde el momento que se pensó en las primeras elecciones, que
traer aqui. fueron las de diputaciones provinciales, ya el Gobierno dirigió una
Se ba apelado á las diputaciones provinciales ; y yo pregunto (y circular á los gefes políticos en que les encargaba que procurasen
el Sr. ¿Ministro de la Gobernación que se halla presente lo sabrá ex por lodos los medios posibles se respetase la justa libertad que deben
plicar luejorque jo): ¿eran mas válidas las diputaciones provincia tener los electores, y que de ninguna manera influyeran directa ni
les que concurrieron á la formación de las listas en la última legis indirectamente en sus unimos, porque el Gobierno deseaba que las
latura ? No: fue una violencia positiva á la ley ; y aqui me deten diputaciones provinciales fueran la verdadera expresión de la vo
dría yo á enumerar los decretos, cujos pormenores y fechas tuve en luntad de los electores. Al acercarse las elecciones de Diputados á
otro tiempo presentes, pero que ahora no los tengo ya. Lo que si Corles se publicó otra circular en 21 de Diciembre de "1640 , cuyo
puedo decir es que en el año pasado, y esto lo saben tudos mis com contexto, por haber visto la luz, me excuso de reproducir.
pañeros, no votó ninguna elección, uiuiugun Senador, porque todo Lo que hoy es del caso aclarar, Jo que hoy no puede el Gobier
lo consideré nulo por el vicio de las diputaciones provinciales. Al no menos de hacer notorio para que se vea hasta qué j.unlo. han lle
gunos me escuchan ahora que tendrán presente cuando se rieron por gado su buena fe y «u delicadeza en este punto, es la circular re
que no voté las elecciones de Madrid, y es preciso confesar que si servada que dirigió á los gefes políticos; y el Senado me permitirá
algunas se hicieron con legalidad fueron las de Madrid. Sin embar que la lea , porque es el arma mas poderosa que el Gobierno puedo
go , mi delicabVza y mi rigor llegó á ese punto, motivo por el cual emplear para hacer ver sus buenas intenciones y la nobleza con que
te rieron de mi los que se sientan á mi lado. Asi que, es muy extraño ha procedido al comunicarla, por lo que ruego á los señores taquí
quediga que fue ilegal la elección de diputaciones provinciales, cuan grafos que tomen nota de ella , para que vea la naeicn cómo se
tío no ha sido mas que para borrar la mancha que llevaban consigo han conducido los que en circunstancias bien azarosas han dirigido
las anteriores. los negocios públicos. Esta circulur, cuya fecha es de 20 de Diciem
Señores , yo he dicho aqui en este lugar repetidas veces que mi bre, es como sigue (Jte). '■
priucipal propósito es el de quitar á todas las cuestiones las aspere Y yo pregunto al Senado : ¿cuándo, en qué época puede pre
zas que llevan consigo: ocasión vendrá en que refiera otras cosas que sentarse un Gobierno que haya hablado asi? Aun. hay mas : como
á este propósito he dicho; pero me acuerdo que dije que todas estas la prensa periódica hubiese denunciado algunos abusos ocurridos en
cuestiones y controversias políticas se podrian resolver por el sencillo las elecciones de ayuntamientos, si bien es verdad que las denun
problema físico, matemático, de que el ángulo de iucidencia es igunl cias que se hicieron se desvanecieron en gran parte con datos oficia
al de reflexión. Sin embargo, no ha habido reflexión. En aquella les, y en otros casos se rebajaron considerablemente los hechos, el
ocasión, á la coacción, á las proclamas amenazadoras fueron unidos Gobierno, para evitar su influencia en las de Diputados, tomó las
los insultos y denuestos, hasta verse calificada una porción del par precauciones que contiene la circular, también reservada , que con
tido del país con el nombre de monárquico-constitucional , suponien fecha 1!) de Enero de 1841 dirigió á los gefes políticos, y es como
do qui en los demás todo eran ¡deas de trastorno y revolución. En sigue (/<•<). • ' '
tonces mediaron personas que se las hizo irreligiosas aun dentro de Y, señores, el resultado ha correspondido á los esfuerzos del Go
este mismo recinto; entonces todo se empleó. ¿Y no hubo coacción bierno. ¿Cuál es la autoridad que ha abusado en España de su posi
moral? Nosotros en minoría humilde y corta hemos arrostrado todo ción ? Anúnciese; aqui estoy yo para responder. A noticia del Go
esto en el silencio y en la calina de nuestras pasiones , de suerte que bierno solo ba llegado que dos intendentes de provincia habían to
pudiéramos haber dicho al salir de este lugar lo que cuenta Tácito mado parte en las elecciones, y el Ministro que habla al Senado
de Calón, cuando al salir del Senado dijo : Oh terruiri pccui\" Sin apenas supo este hecho, lo puso en conocimiento de la Regencia, la
embargo, nosotros nos hemos contenido , hemos callado, y todo en cual mandó instruir la oportuna sumaria para averiguar la verdad :
obsequio de la libertad parlamentaria, procurando siempre porque respecto de uno se ha desvanecido completamente la Scusacion ; res
reine aqui la mas amplia libertad en las discusiones. Este ha sido, es pecto del otro se justificó que había dirigido como autoridad una
y será nuestro carácter ; asi , uo se hable de coacción moral, cuando circular recomendando á una sola persona, y esto solo bastó para que
se puede decir que es la vez que ha habido mas amplia libertad en el Gobierno lo separase de su destino, marcando terminantemente en
las elecciones; porque todos los que han querido expresar su opinión el periódico oficial la cansa por la que lo hacia. ¿Qúé otro abuso se
lo han hecho , renunciando á su derecho los que no han ofuerido ir á ha cometido ? Repito que deseo se me diga , y no solo que se diga,
TOtar. sino que se. pruebe.
Asi, en el supuesto que el Sr. Carrasco no ha combalido en otro Decía que el resultado ba correspondido á las esperanzas y esfuer
concepto el dictámen de la comisión , me abstengo de responder á zos del Gobierno; véanse las actas, y ellas no permiten dudas do
cualquiera réplica, y concluyo de esta manera. que ha habido en las elecciones toda la libertad posible: los que no
El Sr. Ministro de la GOBERNACION: Señores, el Sr. Carrasco, han concurrido á emitir sus votos han obrado asi pprque han que
firme en su propósito de aprovechar toda ocasión que se le presente rido, ó por efecto de un plan que no me es desconocido, no por que
para combatir al Gobierno, me ha proporcionado hoy una, qu; yo Ies haya faltado libertad : 319,102 electores han tomado parle en las
deseaba, y que no dejaré ciertamente de aprovechar á mi vez; pero elecciones; precedente que es muy digno de notar, y eso que en este
liento que no haya dado un poco mas de extensión á sus indicaciones, número no están comprendidos los de las provincias de Alava, Gui
porque me habría sido fácil contestar.oon mas detenimiento que ahora púzcoa, Vizcaya é Islas Canarias, porque aun no es conocido el re
deberé hacerlo, y rebatir cumplidamente esas especies vagas, desnu sultado de sus elecciones.
das de fundamento que ha vertido hoy, y que yo repito habría desea > i Sí es menester , señores , mas antecedentes que este para conven
do las hubiese presentado con mas extensión, para poderlas combatir cerse de que ha habido libertad en las elecciones, y de que todo el
con todas las armas que tengo muy preparadas. Precisamente, seño qiie no ha concurrido á volar es porque no ha querido, hay mas
res, «1 Ministro que tiene el honor de hablar en este momento al Se todavía; se dice que se lia abstenido de tomar parte en ellas un par
nado ba dirigido toda su atención y todos sus esfuerzos (si bien no tido político, muy respetable para mi, porque lodos lo son; pero á
habrán sido tan eficaces como fuera de desear) á que en las elecciones pesar de los esfuerzos que para ello se han hecho , y que en caso ne
que acaban de verificarse hubiera toda la libertad, toda la indepen cesario revelaré, todavía puedeu presentarse actas electorales en
dencia que es necesaria para que no sean una farsa ridicula, y para mucho número por las que se vé que han votado electores de ese
que su producto deba considerarse como la verdadera expresión de la color que han dado sus votos por quien les ha parecido conveniente.
voluntad nacional. ,, , Pues si ha Labido electores en las provincias que han concurrido á
Públicos son, porque % prensa los ha dado publicidad, los esfuer votar y emitido sus votos por quien han querido , ¿ no es porque
zos que se han hecho con este objeto; y la mejor'prueba de ellos es han tenido libertad para ello ? Pues asi como cu una provincia han
que el Sr. Carrasco , ¿ petar del empeño que en S. S. se ha visto des- votado 10 , 20 , 30 ó 100 de ese partido, ¿no hubieran podido volar
de los primeros momentos en que este Cuerpo dió principio á sus los demás? Si pues ha votado un n imero casi igual de ele.ctorcs al
tareas, se ha reducido á decir vagamente que ha habido coacción que lo hizo en las elecciones pasadas, ¿cómo se dice que ha habido
moral , sin darnos una sola razón nj un solo dato que pudiera ser coacción? Para aventurar estas acusaciones son indispensables datos,
virle de apoyo. Yo lo hubiera deseado, y le invito á que, aproye- es preciso <iue se prueben ¡ de otro piodo son impropies de este lugar;
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y tí pues algo sirven, es para convertirse en contra del qua las in
tenta.
También se han hecho alusiones, aunqje con igual vaguedad , á
las disposiciones del Gobierno relativas á diputaciones provinciales.
No cae secia posible rebatir lo que se ha dicho por el ir. Carrasco
«obre esto, toda vez que haya hablado con igual vaguedad: ni ha in
dicado siquiera en qué consiste el abuso que el Gobierno pueda haber
cometido. Si lo hubiera hecho, fácil me seria desrruir sus acusacio
nes; hoy seria indispensable que entrase en el e rimen analítico de
toda esta cuestión , y ocupase demasiado la atención del Senado. £1
Gobierno no ha hecho mas que lo que podia y debía hacer; porque
en efecto, señores, sabido es que las diputaciones provinciales en 1837
se mandaron establecer por un método distinto al hasta quj enton
ces estaba vigente ; sabido es también que en Noviembre del año 33,
conociéndose la necesidad en que se estaba de renovar estas corpora
ciones, y creyéndose equivocadamente que estaba vigente y podia
aplicarse la Constitución del año 12, se mandaron .renovar en su mi
tad. Y el Gobierno que las vió cumplidas , terminada ya su misión
legal, debió pensar en renovarlas; único modo de evitar que se acu
lase después en caso de nulidad á las elecciones de Diputados. Contri
buyeron también á que asi se verifícase las circunstancias del mo
mento ; pues sabido es que las juntas de Gobierno de las provincias
disolvieron muchas diputaciones; sabido es que separaron individuos
de ellas, y sabido es también que muchas diputaciones recurrieron al
Gobierno antes de esa época, pidiendo su renovación y fundándose
en que habían cumplido su término. Diga el Sr. Carrasco imparcial-
mente, en aquella situación, en aquellas circuntancias, qué otra cosa
■podia hacerse mas que renovar las diputaciones. Estas se hallaban
cumplidas, todas pedían con urgencia su renovación, muchas esta
ban disueltas, otras estaban en minoría por haber sido separados la
mayor parte de sus individuos ; y en tal estado ¿qué se hacia mas que
renovarlas? ¿ había otro recurso?
Yo quiero que se me diga qué otro medio podia haberse empleado.
El Gobierno provisional mandó loque no podia menos de mandar,
lo que no impide ninguna ley , lo que reclamaba su respeto á las le
yes vigentes, y lo que exigían las circunstancias del país, no alcan
zando yo cómo puede decirse que en esto ha habido abuso ni coac
ción, abuso y coacción que si se me probase yo rebatiría; pero qu;
hablándose de él tan general y vagamente, solo puedo decir que no
lo ha habido; y estoy seguro de que el Sr. Carrasco no lo demos
trará.
Me parece, señores, que justificada la conducta del Gobierno, pa
tentizados los resultados que ha producido, vista la energía con que
ha procedido contra los que abusando de su posición han tratado de
influir en las elecciones, y demostrado ademas que lo dispuesto sobre
la renovación de las diputaciones provinciales es justo, legal, conve
niente é indispensable , desaparezcan los cargos del Sr. Carrasco y
queden reducidos á su nulidad.
El Sr. CARRASCO: Sr. Presidente, es tanto lo que tengo que
decir en contestación á lo expuesto por los Sres. Heros y Ministro de
la Gobernación, que no me es posible limitarme al estrecho circulo
de una rectificación ; asi , si por haber usado ya de la palabra no se
me permite volver á hablar, callaré.
El Sr. HEROS: No recuerdo precisamente cuál es el articulo del
reglamento en que se dice que cuando un Sr. Senador tenga pedida
la palabra en* contra, sino hubiese mas, se le permita hablar aunque
ya lo hubiese hecho. Asi yo rogaría al Sr. Presidente que diese toda
la latitud posible, no solo ahora, sino siempre, á todas las discusio
nes. Yo sé que S. S. participa en esta parte de las mismas ideas que
yo , y que estamos colocados en un verdadero terreno de publicidad;
y espero, asi por el respeto y miramiento que tengo á S. S. , como
porque no lo prohibe el reglamento, que al Sr. Carrasco le conceda
toda la latitud posible.
El Sr. PRESIDENTE: Convengo en que el reglamento no se
opone á que vuelva á usar de la palabra el Sr. Carrasco; y si S. S.
me lo hubiera manifestado asi, yo no me hubiera opuesto.
El Sr. ONDOVILLA : Pido que se lea el art. 73 del reglamento.
(Je leyó.)
El Sr. CARRASCO: Señores, reconocido á la bondad del Senado
y á la del Sr. Presidente, pasaré á usar de la palabra , cosa que no
hubiera hecho á no haberme excitado A ello el Sr. Heros; y como ha
dado á entender que yo había tratado de eludir la cuestión por falta
de razones y datos que presentar en su apoyo , me veo en la necesi
dad de demostrar al Senado, si no todo lo que había pensado decir,
al menos una gran parte de ello, para probar la coacción general que
ha habido en todas las provincias ó en las mas de ellas , á consecuen
cia de los destierros y persecuciones que ha sufrido, ya por las au
toridades superiores, ya por las subalternas, una gran parte de ciu
dadanos cuya opinión política era conocida. Presentaré también , se
ñores, documentos, y el Senado les dará el valor que crea justo; pre
sentaré documentos que probarán el atentado de algunas autoridades,
y los leeré primero para que el Gobierno, si gusta , los tome en con
sideración , y segundo para eterno baldón c infamia de esas autori
dades.
Señores , cuando tomé la resolución de no renunciar el cargo de
Senador y de venir á este sitio á desempeñarle, bien conocía que mis
débiles fuerzas difícilmente me permitirían hacerlo tal como yo de
seaba: sin embargo, creí que este era mi deber y también protestar
j con mi voz y con mis votos contra todas las ilegalidades que en mi
conciencia creyera haberse cometido. Por esto mostraré siempre en
este sitio, y aunque me encuentre mas aislado de lo que hoy me veo,
el misino valor y el mismo civismo que el Sr. Heros y sus compa
ñeros mostraron en la anterior legislatura ; y si no unedo expresar
me con la elocuencia que SS. SS. lo hicieron, del modo mas propio
que yo conciba discutiré todas las cuestiones con vigor y con fran
queza.
"Coacción Moral." Sí, señores, he dicho coacción moral, y esta
coacción moral es efecto de las persecuciones y de la coacción física
que con antelación se había cometido. Empezaré, señores, á hablar
desde el momento en que todas las provincias del Reino se separaron
de las autoridades legitimas y constituyeron sus juntas.
Las juntas, señores, decretaron primero la separación de muchos,
si no de todos , los magistrados y jueces llenos de probidad , llenos
de relevantes servicios. Fueron separados arbitrariamente; ¿y por
qué , señores ? al mismo tiempo que se les separaba se decía el por
qué; porque babian votado en este ó el otro sentido en las elecciones
de Enero de 1810. Esta tacha se les puso públicamente, todos lo sabe
mos; esta fue la causa que escandalosamente se dió para la separa'
cion , no si eran venales, ineptos ó inmorales. No bastaba que fuesen
honrados , entendidos , que estuvieran llenos de virtudes, ni que
hubiesen cumplido siempre con su deber, nada. Habían cometido
un pecado mayor con haber votado la candidatura llamada monár
quico constitucional.
Fué separado, señores, en la capital de la monarquía y en casi
todas las provincias un número infinito de empleados, sin atender
para su separación á si eran impuros ó ineptos; se les separó única
mente porque votaron la candidatura que se llamaba moderada ó
monárquico-constitucional ; por eso solo, y se llevó la persecución y
el encono aun mucho mas allá. Hombres que nada tenian que ver
con la administración pública y que no eran empleados; bombres
respetables , bombres que ejercían una gran influencia en el país por
su posición social , por su riqueza , por su conducta , por su benefi
cencia , esos hombres, señores, existentes en el país, fueron proscrip
tos , fueron desterrados, fueron puestos en prisión, estuvieron en
fin atrozmente perseguidos. Puedo citar, señores, hombres respeta
bles entre ellos, diputados provinciales, Diputados y Senadores de
las legislaturas de 1837 y 38, y Diputados y Senadores de la última,
en cuya persecución , en cuyo ataque se infringía uno de los princi
pales artículos de esa misma Constitución que decían se estaba de-
tendiendo. De manera que al mismo tiempo que se decía "viva la
Constitución" "viva la libertad" se despedazaba/esa Constitución y
se sepultaba la libertad.
Yo, señores , he sido una de las victimas de esa persecución; yo
he visto mi casa allanada , yo me he visto por un miserable gefe po
lítico desterrado de mi país, donde estaba recibiendo prueba» inequí
vocas de afecto del pueblo y de los hombres de todos los partidos,
porque yo no he mirado para mis relaciones y amistades si es mode
rado , progresista ó absolutista el que creo mi amigo. Tengo amigos
en todos los partidos. Me vi sin embargo desterrado de raí pais. Lo
fueron también otros dignos Diputados y Senadores que allí se en
contraron.
Aqui mismo está el Sr. Melgarejo, víctima también en su pais;
lo han sido otros muchos, y fue en iin inhumanamente sacrificado en
Ciudad-Rodrigo nuestro digno compañero el general Latre: un ata
que general y simultáneo fue el que se dió ; y se vieron todos , Di
putados, Senadores, magistrados, todos atropellados. La junta de Ma
drid los puso presos á todos y presos debieron considerarse cuando se
les impedía hasta salir de las puertas de la capital cuando las de-
mas personas salían; y esto yo puedo probarlo. Yo puedo nombrar ,
Diputado á quien se impidió hasta salir á pasearse fuera de las
puertas.
Las juntas, repito, desterraron, multaron y depusieron; ¿y por
qué, señores? Por haber votado por una candidatura ó por haberla
protegido. Esta es la razón que tan descaradamente se daba. Las jun
tas renovaron arbitrariamente los ayuntamientos ; ¿y de qué ma
nera? Sustituyéndolos oon el anterior; y si este no gustaba, con el
otro, sí no con el otro, y asi sucesivamente.
Las juntas separaron también los diputados provinciales con igual
arbitrariedad, y con la misma cometieron otros muchos atentados
contra la Constitución , que en vez de defender la profanaron. Yo
bien conozco que se me dirá que las juntas obraban revolucionaria
mente ó que ejercían entonces lo que llamaban soberanía nacional;
pero dejémoslas, porque en cierto modo puede explicarse su con
ducta , y vamos al Gobierno.
¿Qué hizo el Gobierno? Se me dirá : "El Gobierno levantó lo*
destierros." Efectivamente es cierto. Yo, aunque dispuesto y resuelto
á hacer la oposición al Gobierno, soy justo y muy franco, y debo
manifestar que á pesar de que estaba tan perjudicado y vejado por
las juntas , me encontraba aqui cerca del Gobierno menos mal que
mis amigos y compañeros , porque no estaba bajo la férula inme
diata de aquellos tiranos que tenian tanto gusto y tanto placer en ha- '
cernos mal. Acudí al Sr. Ministro de la Gobernación, que lo era el
Sr. Cortina, y en honor de S. S. , ya que tendré que atacarle en otras
cosas , debo decir que encontré apoyo, porque dió las órdenes con
nientes para levautar los destierros impuestos por las juntas de Ex-
tremadura, si bien tuvo al tiempo de hacerlo demasiada considera.

cion con las juntas, pues las pidió antes informe; y disculpó, sí se
quiere, su conduela , cosa que jo no hubiera hecho.
También alzó los destierros de mis amigos los Sres. Pérez Her
nández , Pacheco j Olivan , que tan arbitrariamente fueron depor
tados por la junta de Madrid, pero pidiendo siempre informe á la
junta.
A petición mía dispuso que se devolviesen las multas tan despó
ticamente impuestas á algunos amigos míos; pero aunque dió las ór
denes, las multas no se han devuelto, ni creo que los interesados vean
auDca el dinero.
Los cargos que jo hago al Gobierno son: primero, que declaró
respetaría los actos de las juntas que no estuviesen en contradicción
con la justicia, y no ha sido consiguiente, porque las juntas se
pararon arbitrariamente sin mas razón ni causa que el haber votado
por la candidatura moderada en 1810 á dignísimos magistrados, á
infinitos jueces de primera instancia , y á otros beneméritos em
pleados.
El Gobierno ha sancionado todas estas destituciones con rarísimas
excepciones. No lo extraño esto respecto de lus' altos empleados públi
cos, pero si respecto de los magistrados y jueces. Yo soy de opinión
que los empleados deben ser del color político del Gobierno, pero
solo-Ios de alguna consideración, como son los directores de la ad
ministración , los gefes de las provincias &c.
Pero , señores , en los jueces y los magistrados que no tienen mas
encargo que administrar justicia, no debe atenderse al color político
que tengan ; no debe buscarse en ellos masque honradez, moralidad
é inteligencia.
Sin embargo el Gobierno ha confirmado las arbitrarias deposicio
nes. ¿Es esto conformarse solamente con los actos de justicia?
Pero el Gobierno no solo ha sancionado estos actos de las juntas,
fino que también ha aprobado todos ó la mayor parte de los nom
bramientos hechos por las mismas.
Las juntas pusieron en los destinos á los que mas furor y atrevi
miento manifestaron en aquellos momentos; á aquellos que mas con
tribuyeron á la destitución de los magistrados y de los demás em
pleados y á la prisión y persecución de las personas notables del
pais; á aquellos que tenian en él mas influencia y que eran mas apre
ciados.
Pues bien : ¿ se queria que estas personas perseguidas y vejadas
tan arbitraria y despóticamente se atreviesen á depositar su voto en
las urnas electorales después de ver que sus mayores enemigos eran
protegidos por el Gobierno hasta el punto de confirmar sus nombra
mientos ?
Yo apelo á la justicia de los que conocen los pueblos ; que digan
si babia libertad m las elecciones; que digan si no es cierto que ma
nifiestamente se ha ejercido una coacción general.
Voy ahora al punto principal, que es relativo al manifiesto
dado por el Gobierno en 2 de Noviembre de 1840.
El Gobierno dijo en ese papel que las mayorías , artificiosamente
combinadas, de los Cuerpos colegisladores preparaban con otros ene
migos de la libertad una reacción semejante á la del año 1811. Esto fue
decir claramente que éramos perjuros y traidores. Si otros sufren que
se les aplique tal dicterio , yo no lo sufro ; yo, en mi nombre , y en
el de mis amigos ausentes, le rechazo con la mas grande indignación,
j declaro que es vilmente calumnioso. Tengo la suerte de que mi
nombre y el de mi familia han ido siempre unidos con la indepen
dencia nacional y con la libertad de mi patria ; y no quiero consen
tir nunca que sobre aquel caiga una mancha que no podria borrarse
jamás; rechazo, pues, otra vez con indignación semejante calumnia.
Yo amo como el que mas la independencia nacional ; pero no
quiero que en el momento de invocar este nombre estemos siendo
el juguete y aun las victimas de manejos é intrigas extrangeras.
Cuidado que en esto no ataco á nadie en particular , porque no
gusto de personalidades.
Yo amo la libertad de mi patria , y por ella he hecho cuando se
lia presentado ocasión los sacrificios que han estado á mi alcance; pero
no quiero que al proclamarse la libertad se rasgue la Constitución,
se TÍlipendie el Trono y se cometan toda clase de crímenes.
Pero todos estos atentados, señores, todas estas persecuciones, to
das estas deportaciones , todo esto , en fio , ba producido un terror
general del cual ha venido esa coacción y esa falta de libertad que
he indicado. El Sr. Heros, quizá porque sabe mas que yo y tiene un
entendimiento mas claro, dice que no la ve. Yo soy torpe y no tengo
eso* conocimientos ; acaso en eso consista el verlo yo asi , pero tengo
qne parecer tal como soy y que decir las cosas como mi razón me
dicta.
He dicho que por parte de algunas autoridades se han hecho
coacciones, y me contentaré por hoy con leer un documento relativo
á las elecciones de ayuntamientos , pues teniendo que hacer estos las
primeras operaciones para la elección de representantes á Cortes se
Te claramente que es una infracción que vicia las elecciones de Di
putados y Senadores, y por eso voy á leerlo : es una órden de la di
putación provincial de Cáceres al ayuntamiento constitucional de
Zorita, pueblo de la misma provinciafVti). Estas son las condiciones
que la diputación provincial impone á los electores: ¿y serán estos li
bres de nombrar aquellas personas que creen que pueden administrar
mejor sus intereses, ó será preciso que la diputación provincial les diga:
nombren Vds. personas de estas 7 otras circunstancias ? Esto es una
infracción de la ley. Se hizo la elección ; no gustó sin embargo á los
S—TOMO I.
23
señores de la diputación provincial, y se mandó esta otra orden (lee).
Señores, si aquí no se trata de violentar la libertad electoral , dígase
donde.
Un señor Senador ;qué fecha tiene?
El Sr. CARRASCO : 6 de Noviembre de 1810. Pues señores
yo presento esto aquí , primero para ignominia de quienes lo firma
ron; y segundo para hacer un cargo al Gobierno , el cual ha conser
vado aquel gefe político, y no solo ha hecho esto, sino que ha pre
miado algunos individuos de la diputación provincial con destinos
importantes. Pregunto: quien ataca la Constitución de esta manera
¿puede ser diguo de ocupar el destino mas ínfimo?
Otro cargo al Gobierno: en Patencia durante las elecciones se
apaleó impunemente por las calles á los ciudadanos indefensos sin
que la autoridad tomase la menor parte para evitarlo. Córdoba vió
renacer las palizas de 1823, y mas de 15 dias estuvo entregada A
aquella turba de salvages , que no era pequeña por cierto. Tarifa,
Algeciras, Conil y últimamente Jerez, han sido teatros de desórde
nes, que si se comunicasen á otras partes, seria la mayor prueba de
que estábamos en una disolución social. No se trata de opiniones,
que se trata de cosas de mas trascendencia; estas autoridades del Go-
"bierno lo vieron, lo consintieron, lo toleraron, no hago cargos á ellas,
pero si al Gobierno que está para responder de sns actos
Después de estas ocurrencias, ¿cómo se queria que el partido mo
derado concurriese á las elecciones? Yo estoy con el Sr. Heros en que
los electores que no tengan valor para votar lleven la pena consigo;
pero son muchas y muy distintas de lo que ha dicho S. S. las vio
lencias cometidas. Sin embargo, y sea dicho de paso, yo no tengo no
ticia de esa confabulación de que hablaba el Sr. Ministro, ni creo que
la haya habido, aunque si creo que habrá avisos de ello en el Minis
terio de la Gobernación en donde los ha habido siempre falsos; no lo
digo por S. S., quizá sea el que menos haya tenido, porque es el que
menos política dice que tiene. Digo, señores, que después de esto,
¿qué estraño es que el partido moderado no concurriese á las eleccio
nes? ¿Cómo babia de concurrir? Claro es que esta falta es hija de las
ocurrencias que ha habido.
Señores, no quiero abusar mas de la indulgencia del Senado: basta
lo dicho, y sobra me parece para manifestar que cuando hice renun
cia , digámoslo aII , de la palabra , queria haber evitado el entrar en
estas. cosas por respeto á las resoluciones tomadas ayer en el Senado:
ahora ya me alegro haberlas dicho porque estaré descansado para al
gunos dias.
El Sr. HEROS : Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: Para qué?
El Sr. HEROS : Para responder á lo mismo que el Sr. Senador
acaba de decir , porque ese mismo principio se establece en el re
glamento.
El Sr. PRESIDENTE : El art. 78 es distinto del 79 : léalo V. S.
(Se lee.)
El Sr. HEROS: Pues para deshacer equivocaciones.
El Sr. PRESIDENTE ; La tiene V. S.
El Sr. HEROS: Yo doy gracias al Sr. Senador Carrasco porque
ha promovido una discusión , de la eual, como todas las que pasen
en este cuerpo, creo que recoja la patria y la nación inmensos bie
nes. El Sr. Ministro con mayores medios y mas noticias que yo,
responderá á la parte que le corresponde; yo royen la parte de he
chos, voy á referir hechos eu apoyo- de lo que dije anteriormente; y
con este motivo, y usando de la libertad que todo el mundo deseo
que disfrute en este lugar , me será permitido invocar un prece
dente. Les Sres. Senadores que han pertenecido anteriormente á
este cuerpo , se acordarán , y (sea me permitido acudir al mismo)
que en una cierta discusión se promovió grande ruido en este lugar,
de haber dicho yaque deseaba amplia y libre discusión en todas las
materias por la seguridad de mis principios; pero que lo que tem
blaba era que por no suceder esto asi triunfasen en estremo. Desgra -
ciadamente á los seis meses el estrépito vino, y no fui yo quien le
provoqué.
El Sr. Carrasco se ha quejado de que por las juntas y en medio de
ese desorden de que ha hablado se han removido magistrados. Pues siu
ese desorden y por un Ministerio que queria ganar las elecciones, por
un Ministerio que' no tuvo un roto siquiera en su favor en 1836, se
depuso á varios magistrados, uno de ellos está á mis espaldas y no ha
sido reelegido.
El Sr. LA-HERA: Tengo que hacer presente al Senado que lo que
está manifestando el Sr. Heros no es rectificar hechos.
El Sr. HEROS: Renuncióla palabra, Sr. Presidente.
El Sr. Ministro de la GOBERNACION : Siento volver , señores,
á la penosa tarea de contestar al Sr. Carrasco ; y tanto mas lo siento,
cuanto que ha llevado su oposición á un terreno mas peligroso que el
anterior.
El Senado recuerda muy bien que esta discusión se principió por
una breve y sucinta exposición que el Sr. Carrasco hizo , en qut? dijo
que ha habido coacción moral en las elecciones de Diputadns y Sena
dores para las presentes Cortes , pero sin dar la razón que tenia para
decirlo, ni fundar ninguno de sus argumentos. El Gobierno no pudo
menos de contestar á esta acusación, si bien vaga é indeterminada;
y ha presentado hechos, documentos para rebatirla que son de algún
valor sin duda , y la destruyen rompidamente.
Pensé yo, y el Senado creeria , que cuando el Sr. Carrasco to
maba la palabra de nuevo dijera algo que tuviese relación con la
8
 24
cuestión de que se trataba.; sin embargo, be o'ulo con extrañeza que
S. S. no ha hablado de nada que tenga' relación ni pueda tenerla
con la elección de Diputados á Cortes. ¿Ha manifestado algo de
que se pueda inferir én rigor de principios de buena lógica que
La habido coacción moral alguna en la elección de Diputados á
Cortes? ¿ Ha indicado algún hecho, algún acta del Gobierno que
preste fundamento para decir semejante cosa? Absolutamente no. .
Pero S. S., llevado de ese deseo vehemente de impugnar lo pasado y
también lo presente, ha hablado de los acontecimientos de Setiem
bre, y afirmado que han producido, esa coacción moral de que S. S.
no puede olvidarse. El Senado conoce cuín delicada es esta cuestión;
y ni la posición del Sr. Carrasco, ni la que el Gobierno ocupa son
a propósito para entrar en ella. Digo esto, porque S. S. nos dijo que
habia sido perseguido y desterrado por una junta, lo cual puede
dar motivo á que se crea cuanto dijo hijo de resentimiento, y no tan
imparcial como fuera de desear. La posición del Gobierno es también
crítica y delicada, porque ya be dicho ayer, y repito hoy, que el
Gobierno, obrando con la delicadeza y consecuencia de que no puede
prescindir, sostendrá el principio á que debe su origen, porque deber
suvo es hacerlo, y lo sabrá cumplir. No quisiera sin embargo en
trar en el ex imen detenido y circunstanciado de los acontecimientos*
de Setiembre, ni hablar de las causas que los han producido é im
pulsado; terreuo, como he dicho antes, peligroso, terreno en que debe
entrarse con disgusto porque hay necesidad de decir cosas que han
de producir ofensas, si bien mi ánimo no es ofender i nadie, y como
lie dicho antes, me propongo siempre la conciliación de los ánimos
y que desaparezca cuanto antes sea posible la división en que des
graciadamente nos hallamos; pero sin entrar de lleno en esta cues
tión,.ni hablar mas que lo que en mi concepto es necesario de este
asunto' delicadísimo , recordaré solo cuál ha sido la causa de estos
acontecimientos, para que se vea de quién debe ser la responsabili
dad de las consecuencias que pudieran haber producido.
Mas de una vez, señores, como Diputado de la nación, y en
ocasiones muy criticas y delicadas , he anunciado los resultados que
cierta política no podía menos de tener; mas de una vez he dicho
que si no habia aquellas consideraciones que aconsejan siempre la
prudenc a y el respeto debido á las leyes, se obtendría lo que los pue
blos tan justamente deseaban por medios menos atendibles y dignos
que los que pudieran y debieran ser suficientes al efecto. ¿ V de
quién será, señores, la responsabilidad de que hayamos venido á este
caso de que se haya puesto álos pueblos en la necesidad de emplear
esos medios menos legales? ¿de quién f señores? ¿Será por ventura
la culpa, la responsabilidad de los que hicieron esfuerzos para conci
liar los ánimos, de los que trataron de poner en armonía las exigen
cias de la época con el respeto á ciertos principios de que no podía
prescindírse , ó será de los que se empañaron en contrariar estos mis
inos principios y obtener á toda costa lo que debió conocerse no era
posible, y ademas era injusto á todas luces y opuesto á la ley fun
damental del Estado? La culpa no será ciertamente mia ni de mu
chos de mis compañeros que hicimos esfuerzos para evitarlo.
Se me pone en la necesidad de entrar en esta cuestión, y siento,
señores, con todo mi corazón que se me obligue á decir una expre
sión que pueda ofender á alguien ; respeto las opíuioues de todos los
hombres, los partidos políticos: tengo la mía pirque mi convicción
asi lo exige, porque creo que los principios que profeso convienen al
bien del pais y pueden hacer su ventura ; pero no por esto profeso
odio á los de opiniones contrarias, y deseo que llegue un dia en que
lodos esos odios desaparezcan. £ infracción de la ley, y manifestado la violencia y coacción que con
Verdad es , señores , que las juntas, como no podía menos de su
ceder, han quitado empleados, han adoptado medidas duras que hi
cieron necesarias los acontecimientos á que nos referimos. Pero, se
ñores, ¿se infiere de eso por ventura que no ha habido libertad en
las elecciones? Para mi es evidente que dichas medidas no han po
dido influir de ninguna manera en ellas; y la prueba mas conclu
yeme de esta verdad la tenemos en que no han servido de obstáculo
para dar otros pasos que podían comprometer mas y tener peores
consecuencias. ¿Por ventura no debieran haber estorbado mucho más
para hablar en algunos periódicos del modo que se ha becho, que
para volar en secreto Diputados? ¿No debiera haber opuesto ma
yor obstáculo á que el Sr. Carrasco nos hubiera dicho lo que hoy ha
oido el Senado, á que los hombres mas notables de un partido polí
tico se paseen impunemente por todas parles con seguridad , mas
bien que la emisión de Un voto en secreto que con tanta confianza
puede ejecutarse?
Pero sea de esto lo que se quiera, señores, ¿no es cierto que el Go
bierno desde que empezó su carrera procuró reparar los males que se
habían causado arrostrando grandes compromisos y dispensó entera
protección á cuantos habían sido perseguidos? ¿No sabe el Sr. Car
rasco la generosidad , la nobleza que ha empleado el Gobierno con
personas que pocos días anles exigían se ametrallase á este pueblo?
Siento esta alusión i una persona que aprecio y respeto; pero ¿puedo
evitarla ? ¿ No sabe el Sr. Carrasco que pl Gobierno ha dispensado la
mayor protección á personas altameute comprometidas? ¿ Ño sabe el
Sr. Carrasco lo que el Gobierno ha becho para cicatrizar las heridas
de la revolución? ¿ No sabe el Sr. Carrasco como ha obrado el Go
bierno, si no con S. S. porque nada le ha pedido, sí con los que han si
do desterradosy aunproscripto»por las juntas y acogidose á él ? ¿ No
sabe que les ha servido de amparo y de escudo , sin que de nin
gún modo tengan motivo fundado pora quejarse? ¿No sabe el señor 1
0
Carrasco que el Gobierno ha hecho todo cuanto ha estado á su al
cance para poder conciliar los ánimos y acallar las pasiones, lle
vado únicamente de su deseo de calmar la agitación y volver las
cosas al estado que era de desear ?
También es verdad que las juntas multaron; pero también lo es
que no se ha presentado ni uno solo de los multados al Gobierno que
no haya obtenido reparación. £1 Sr. Carrasco sabe muy bien que el
Gobierno ha tenido necesidad de informarse de la exactitud de lo que
aquellos decian ; porgue para dictar providencias de esta clase no era
posible que ningún Gobierno con solo venir el individuo á quejarse
dijese desde luego "alzo la multa;" y por eso ha pedido informes á
los gefes políticos de las provincias , porque le era indispensable
hacerlo.
El Sr. Carrasco sabe con cuánta rapidez, en el momento mismo
de llegar al Gobierno las reclamaciones, se han pedido informes á los
gefes políticos, y se han alzado las mullas apenas los han enviado;
pero se dice que aunque se han mandado devolver las mullas no se
han devuelto. ¿Y se quiere hacer un cargo al Gobierno por esto?
Si el Sr. Carrasco en vez de decirlo aqui se hubiera llegado al Go
bierno á denunciarlo, se hubiera remediado; pero se ha esperado á
este dia, guardando silencio sobre esta omisión de las autoridades su
balternas (si la hay) por tener el placer de figurar un cargo, y per
mítame S. S. que le diga que no es este el lugar de decir eso. Los que
no han obtenido el reintegro de sus mullas han debido recurrir al
Gobierno seguros de encontrar la acogida que era justa; pero no hacer
esto por el vano placer de formular hoy un cargo: sepa el Sr. Car
rasco que han errado el camino separándose del que recomiendan la
prudencia y aconseja la Tazón que debiera seguirse.
Se dice que las juntas han separado empleados: también es ver
dad ; y no lo es menos que el Gobierno dijo respetaría los actos que
no estuvieran en contradicción de los principios He justicia. Es
cierto que el Gobierno ha aprobado muchas separaciones , también
respetando los hechos consumados, como lo aconsejaba la convenien
cia pública; pero loes asimismo que acudieron muchos empleados
pidiendo su reposición, y el Gobierno, previas las noticias y antece
dentes necesarios para resolver con acierto, los ha repuesto; no ha
biéndolo hecho con mas porque, ó no lo han pedido, ó no eran mere
cedores de ello. El Sr. Carrasco sabe cuáles lian sido las disposicio
nes del Gobierno en este particular; y qué ¿ no ha visto S. S. que se
ha repuesto á muchos de esos empleados ?
Ha aludido el Sr. Carrasco á los magistrados separados. Yo no
podré contestar i esto como quisiera por no pertenecer á mi depar
tamento ; pero si diré que tenieitdo como tenían el carácter de pro
visionales los magistrados, y habiendo ocurrido acontecimientos que
privaron á muchos de sus puestos , se estaba en el caso de hacer los
nombramientos con el debido conocimiento de causa y con todas las
seguridades necesarias. Vuelvo á hacer , señores, la protesta de que
no me dirijo á las personas; pero no solo han sido repuestos muchos
de esta clase, sino que ha habido magistrados separados por las jun
tas que han sido ascendidos, decidiéndose los demás ca«os por el Go
bierno provisional del modo que se ha creido mas conveniente.
De lo que menos se ha hablado es de lo que debía el Senado es
perar sin duda: de las pruebas que se ofrecieron de la coacción de
una manera que cualquiera creería eran de un gran valor; pero solo
se ha citado una orden que la diputación provincial de Cáceres di
rigió imprudentemente al ayuntamiento de Zorita. Lo natural era
que los interesados hubieran acudido á quejarse al Gobierno de esa
ellos se había ejercido, absolutamente desconocidas del Gobierno.
Pero el Sr. Carrasco siquiera , ya que no los interesados, ¿por qué no
se ha tomado la pena, como lo ha becho en otras cosas, de acercarse
al Ministro de la Gobernación y decirle: "tal diputación ha come
tido este exceso, en tal elección ba habido violencia y coacción?" Su
señoría ha esperado que llegue este dia para hacer alarde de estas
cosas, y para tratar de probar esa coacejon, que no ha existido; por
que ¿qué influencia pudo tener en los electores de ayuntamiento ese
papel? Ninguna, señores; y la prueba de ello es que hicieron lo con
trario de lo que se les prevenía. El Senado, pues, conocerá la in
fluencia que esto habrá podido tener en los electores de Diputados i
Cortes, personas de otras circunstancias , de otra gerarquia y que
desempeñaron su misión en tiempo mas avanzado. Pero el Sr. Car
rasco dice, aguzando su ingenio, que hay aqui un cargo para el
Gobierno porque es;te debió castigar al gefe político de la provincia
que hizo la publicación, y nunca debió haber premiado á los dipu
tados provinciales. Sobre lo primero ya he dicho que hasta este mo
mento nada ha sabido el Gobierno, aunque desde Noviembre tiene
el Sr. Carrasco guardados los papeles en que se funda. Y respecto á lo
segundo , yo no sé qu.e se haya premiado á ningún diputado provin
cial, y puedo asegurar que no ha llegado á mi noticia.
También ha hablado el Sr. Carrasco de violencias y de excesos
que supone cometidos en otras provincias. Todas eslas cosas parece
que lo natural era denunciarlas á tiempo y del modo que he dicho.
En uno de esos puntos que ha citado S. S. por comunicaciones del
gefe político se sabe que se habían reunido unos cuantos para subver
tir el orden , que estaban encarcelados y sujetos á la acción de la au
toridad. La respuesta del Gobierno á esta comunicación fue la que
debía ser, encargar al gefe político que por todos los medios ron-
servase el orden y que diese impulso á esa causa para que siguiera el
curso que prescriben las leyes con rapidez. ¿Qué otra cpsa podía ha

cerse? Es verdad, señores, que en otras partes lia habido algunos casos
particulares , pero también lo es que generalmente no ban tenido ca
rácter político, ni han tenido que ver nada con las elecciones; debien
do tenerse entendido que el Gobierno, que no puede decidir sin mas
datos que lo que dicen los periódicos, se ha dirigido á las provincias
preguntando á sus autoridades lo ocurrido para determinar en su con
secuencia.
Me parece, pues, que he contestado d lo dicho por el Sr. Carrasco,
y el Senado me dispensará haberle ocupado por mucho tiempo, pues
do era posible prescindir de lo que tan sin razón se ha censurado en
este dia : reservándome, pues, hablar de alguna otra indicación para
cuando se presente de frente una cuestión que no deba tratarse inci-
den talmente creo quedará el Senado persuadido de que cuanto se ha
dicho es infundado , efecto del empeño que se ha formado en atacar
en todo al Gobierno, y estoy seguro de que las actas en cuestión y las
demás serán aprobadas á pesar de ello.
El Sr- CARRASCO : Debo contestar al Sr. Cortina deshaciendo
equivocaciones ya que otra cosa no me permite el reglamento: pri
mero, que si yo he hablado de mi persona, ha sido únicamente para
decir que la persecución qae sufrí fue como Senador, pues por lo
demás sabe S. S. que si bien fui á pedirle que levantase el destierro
y las multas á mis amigos, jamás le hablé una sola palabra de mi;
ni tampoco acudí en queja á nadie: sufri mi suerte, y esperé el dia
de hoy para denunciar esta infracción de la ley fundamental. Segun
do, que cuando he ido á ver al Sr. Cortina para pedirle la devolu
ción de las multas sacadas á mis amigos de Extremadura, ha sido
siempre por orden de aquellos ; y que como no me han encargado aun
que me queje de no haberles devuelto las multas, no be visitado á
S. S. á pesar de que estoy cierto que los mas no han recobrado su
dinero; y tercero, que las órdenes de la diputación provincial de
Cáceres que he presentado las tengo hace tiempo en mi poder, pero
que las guardaba para presentarlas en este puesto.
El Sr. ONDOVlLLA: Después de tanto como se ha hablado en
esta cuestión, cree la comisión que debe llamar la atención del Senado
hicia el verdadero punto que se ha de resolver, que es la aprobación
de las actas de la provincia de Patencia, contra las cuales ninguna
objeción se ha hecho; por lo que espera la comisión que se apruebe
su dictdmen.
El Sr. VALERO Y ARTETA : El Sr. Ministro de la Goberna
ción ha manifestado que diferentes empleados de los que fueron de
puestos por las juntas han solicitado su reposición.
Yo he sido depuesto ; y á pesar de que no reconocía en ellas dere
cho alguno para quitarme un destino que había obtenido sin pedirle,
erebo decir aquí para que todos lo sepan que no he solicitado mi
reposición."
Se declaj¿«el punto suficientemente discutido, y fue aprobado el
dictamen; ¡riéndolo también sin discusión el que presentaba la co
misión proponiendo la admisión del Sr. D. Pedro Ramírez Cote.
Se leyó el dictamen relativo al acta de elecciones de la provincia
de Soria e'ase Jí/c/io Diario),
Abierta discusión, dijo
El Sr. VALERO Y ARTETA: Con mucho sentimiento tomo la
palabra contra un antiguo companero y amigo; solo el deseo del
acierto podría moverme á hacerlo.
El Sr. D. Andrés Martínez Orinaga , presunto Senador por la
provincia de Soria, presenta para justificar la renta que se requiere
por el"art. 17 de la Constitución y el 56 de la ley electoral: lí una
certificación del gefe de sección del Ministerio de la Gobernación de
la Península D. Jos¿ Mana Atórente, encargado de la contaduría del
misino, en la que, sin duda por alguna equivocación involuntaria;
se supone que sí en el dia se calificaran los servicios del Sr. Orinaga,
le correspondería 15,000 rs. anuales de sueldo. Lo que no es cierto
como me propongo probar.
2? Para justificar el te to de la renta presenta una certificación
de D. Joaquín Fagoaga , director del Banco nacional de S. Fernando,
por la que resulta que ha depositado volunlariaraenie en el mismo
'100,000 rs. en títulos al portador del 1 por 100 con sus cupones cor
respondientes, los que se tendrán á su disposición.
Establecidas las bases en que descansa la renta de este señor, paso
á combatir la ineficacia de la certificación expedida por el gefe de
sección encargado de la contaduría cfcl Ministerio , porque ha debido
expedirse por la junta últliuainenle creada para la calificación de
los derechos de los empleados civiles y sus familias, y porque el re
sultado que ofrece es enteramente equivocado.
Los únicos destinos que dan derecho á cesantía ó jubilación, según
lo dispuesto en la ley de presupuestos de 26 de Marzo de 1835, son
los de nombramiento Real ó de las Cortes, porque no tienen ninguna
los municipales , ni los de las diputaciones provinciales.
El primer destino de nombramiento Real que obtuvo el Sr, Qri-
naga fue una plaza de oficial de la secretaría de la Gobernación, que
se le confirió por. Real decreto de 16 de Noviembre de 1822. Desde
esta fecha hasta 50 de Setiembre de 1825, en que cesó, sirvió diez
meses y diez y seis días. Por la época de 1? de Octubre de 23 hasta
fin de Diciembre de 1831 , que es de abono , en virtud del decreto
expedido á petición del Esta meo to de Procuradores, en esta úl:ima
fecha le corresponden once años y Ires meses.
Un año, odio meses y trece dias que estuvo cesante desde 1? de
Enero de 1835 hasta 15 de Setiembre de 56 no se le abonan por estar
asi declarado.
25
Por Real decreto de 14 de Setiembre de 1836 fue nombrado ofi
cial primero de sección de la misma secretaría hasta 15 de Enero
de 1838 en que cesó; son un año, ouatro meses y dos diás.
Dos años, nueve meses y nueve dias no se le abonan porque estu
vo cesante desde 15 de Enero de 1838 hasta 21 de Octubre de 1840.
• En 25 de Octubre último fue otra vez nombrado oficial prime
ro de sección , y basta el dia de hoy ha servido cinco meses y un dia.
Resulta, pues, que tiene de abono trece años, diez meses y
diez y nueve dias , y no abonables cuatro años, cinco meses y veinte
y dos dias. .
Para decir que esos cuatro años no son abonables me fundo en
los siguientes artículos de la ley de presupuestos de 26 de Mayo
de 1835 que asi lo determinan.
Disposiciones generales acerca de las clases pasivas.
16. Los sueldos de jubilados y cesantes serán proporcionados á
los que disfrutaron como empleados efectivos, y á los años de servi
cio con sujeción á reglamento, quedando desde luego abolidas las
exenciones personales.
17. No se concederán jubilaciones sino á los empleados que pasen
de 50 años de edad , ó á los que por sus achaques se hallen en abso
luta imposibilidad de servir, debiendo en ambos casos tener á lo me
nos 20 años de servicio.
18. A los cesantes que lo sean por separación del destino que des
empeñaban se les abonará la cuarta parte del sueldo si cuentan 15
años de servicio, y la mitad si pasan de 20. Pero los que fueren desti
tuidos por causa probada, ni tendrán derecho á parte alguna de suel
do, ni á ser repuestos.
19. Los cesantes que se hallan en esta clase por supresión ó refor
ma del empleo ó destino que desempeñaban gozarán de la cuarta parte
de sueldo si cuentan 12 años efectivos de servicio al Estado; la terce
ra parte á los 16 , y la mitad del sueldo á los 20 años. Pero á los em
pleados que quedaron privado* de sus destinos á virtud del Real de
creto de 1? de Octubre de 1823, y han sido rehabilitados por el de
30 de Diciembre de 1831 , y por la amnistía concedida en 1832 y sus
declaraciones, se les abonará por entero, tanto para la clase de cesan-
tes como para la de jubilados, el tiempo trascurrido entre ambas
épocas.
20. Para fijarla cuarta parte, tercera ó mitad del sueldo á los ce
santes, servirá de regla el empleo efectivo del mayor sueldo que ha
yan desempeñado en propiedad con Real nombramiento ó de las Cortes.
21. A los cesantes por supresión ó reforma del empleo se les abo
nará por mitad el tiempo que permanezcan en esta clase para las ju
bilaciones. Pero á los que hayan sido separados no se les hará abono
algunode tiempo desde l?de Enero de este año.
Por poco que medite cualquiera sobre el tenor de los artículos que
acabo de leer conocerá que no habiendo servido el Sr. Orizaga mas
que el tiempo que antes he dicho, solo le corresponde la cuarta par
te de su sueldo y no quince mil rs. como equivocadamente se supone
por la certificación que ha presentado.
Con respecto á los efectos de la deuda que ha depositado en el
Banco, debo decir que tampoco lo considero cqmo prueba de nin
guna renta, pues aunque lo haya sido en otros casos, aunque haya
habido precedentes, yo creo que los precedentes, cuando no son fun
dados y razonados, no deben tenerse en cuenta. Pero un título al
portador no está reconocido en la ley electoral, porque no se há
podido añadir ninguna clase de renta ni mas ni menos que las que
tiene el artículo de la ley. Esta es la razón por la que creo que el
Senado debe suspender su .resolución basta que la junta de califi
cación de empleados, que es á la que corresponde esto, nos remita
las calificaciones del Sr. Orinaga.
Respecto á la segunda, creo que no es renta de que habla la ley
electoral. •
El Sr. PRESIDENTE: Concluidas las cuatro horas que marca el
reglamento, si el Senado no determina otra cosa, se suspende esta
discusión. En la primera sesión, que será el viernes 26 del corriente,
respecto á la festividad del dia de mañana , y que nos presentará la
comisión de Actas un numero suficiente para que el Senado pueda
ocuparse de ellas, se continuará la sesión pendiente. Hay que elegir
los dos Secretarios que faltan; y asi ruego á los Sres. Senadores que
asistan con puntualidad el mayor número posible para poder hacer
la elección. Queda' por lo tanto señalado para la primera sesión pa
sado mañana á la misma hora de las doce."
Eran las cuatro.
RECTIFICACION. En el Diario niim. 2 , sesión de 20 del cor
riente, plana lí, columna 2Í, linea 45, se dice
«Primer Secretario D, Juan José García Carrasco por 27 votos,
y segundo D. Mariano Valero y Arlela por 18 , habiendo obtenido
8 el Sr. Ladrón de Guevara, 4 el Sr. Melgarejo, 2 el Sr. Caneja, 1 el
Sr. San Miguel , 1 el Sr. marques de Someruelos, y 1 el Sr. marques
viudo de Valladares &c, en lo cual se ha padecido una equivocación
involuntaria, pues debe leerse
"Primer Secretario! D. Juan José García Carrasco por 27 vo
tos, y segundo D. Mariano Valero y Arteta por 18, habiendo obte
nido 8 el Sr. Ladrón de Guevara, 4 el Sr. Melgarejo, 2 el Sr. Caneja,
y 1 cada uno de ]os Sres. Morand, La-Hera, marques de Someruelos,
^aldeano y San Miguel &c."
 NÚMERO 5.
DIARIO
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 26 DE MARZO DE 1841.
Se abrió i las doce y veinte minutos , y leída el acta de la ante
rior quedó aprobada.
El Senado le enteró de una comunicación del Sr. D. Francisco de
Paula Figuerns, en que desde Serilla manifiesta con fecha 20 del cor
riente hallarse sufriendo un ataque reumático , por cuya causa lia
diferido su presentación en el Senado; pero que lo hará inmediata
mente asi que el mal ceda ó disminuya ld.su/iciente.
Se acordó pasar á la comisión de Actas la respectiva al escrutinio
general de la provincia de León , con presencia de las segundas veri
ficadas cu nueve distritos, que con oficio fecha 23 de Marzo remitía
el Sr. Ministro de la Gobernación de li Península.
Se dio cuenta de una exposición del Sr. D. Rafael Caamaño Pardo,
«41 que manifiesta, que á pesar de su avanzada edad de 79 años y do
lencias habituales que en estos días le atormentan gravemente, no
ba dejado de asistir á las sesiones que el Senado ha celebrado en esta
legislatura, y pide se le conceda licencia para ausentarse con el fin
de recobrar su salud.
£1 Sr. CARRASCO: La secretaria debe manifestar que con los
Sres. Senadores que bau tomado asiento y con los que le tomarán
boy, cree que por las renuncias hechas no hay el numero suficien
te de Senadores, siendo 53 los existentes hasta abora.
£1 Sr. marques de SOMERUJELOS : En la legislatura anterior
resolvió el Senado que no se concediese licencia á ningún Sr. Sena
dor ínterin no se completase el número que para la votaoiou de las
leyes se exige; y asi, teniendo presente que para volar las leyes
te necesita la mitad mas uno, que son 71 Senadores, creo debe
suspenderse la concesión de esa licencia, pues aun no llegamos al
uumero exigido por la ley.
El Sr. PRESIDENTE: Efectivamente no puede prooederse á con
ceder licencias ínterin no ss complete el número de Senadores."
Asi se acordó.
Se leyó , y el Senado quedó enterado, un oficio del Sr. Patino
manifestando renunciaba el cargo de Senador.
El Sr. ONDO VILLA : Como individuo de la comisión de Actas
electorales rogaría al Sr. Presidente tuviese la bondad de prevenir
se reuniese la sección que debe nombrar para dicha comisión otro in
dividuo en reemplazo del Sr. Patino, cuya renuncia se ha admitido."
Asi se acordó.
Se leyó la siguiente comunicación del Sr. marqués viudo de Va
lladares. » la comisión han tenido parte. Me parece, pues, que lo que se debe re
Al Senado» Como individuo que fui en la última legislatura
de la mayoría del Senado, creo incompatible mi permanencia en él
mientras por quien corresponda no se corrija la cláusula altamente
injuriosa que comprende el manifiesto de la Regencia provisional
del reino, fecha 2 de Noviembre último, que es la siguiente: "A na-
"die parecía ya posible que la nación se salvase de la red en que la
" tenían envuelta los enemigos de sus derechos : ocupados tenian to-
"dos losvresortet y medios de gobierno: dominando exclusivamente
»en los Cuerpos legislativos por medio de mayorías facticias, artiji-
-ciosamente combinadas ; entregados los Ministerios á ciegos esclavos
■suyos, y lo que era aun mas triste, seducido y enconado á fuerza,
"de sugestiones insidiosas el poder supremo del Estado."
S.-TOMO I.
27
DE
DE CORTES
Ni el decoro del Senado, ni la lealtad de mis opiniones y pr!u-
cipios, uí los sentimientos que deben acompañar á todo hombre
de honor me permiten, repito, continuar tomando parte en las
deliberaciones de esta respetable corporación mientras no se re
mueva aquel poderoso obstáculo.
Ce consiguiente, asi se lo manifiesto al Senado para la delibera
ción que juzgue oportuna; y celebraré que sea cual se requiere
para que conserve aquella independencia y aquel respeto , sin el
cual juzgo imposible ni que la Constitución del Estado se cumpla,
ni que el Senado pueda llenar debidamente sus altas funciones.
Madrid 23 de Marzo de 18H.=Javier Martínez, marques viudo de
Valladares, Senador por Lugo.
El Sr. CAPAZ: Señores, el contenido del documento que se
acaba de leer es grave, y como grave yo desearía que el Senado
no lo resolviera en el momento, sino que pasase á una comisión
que se nombrase, á fin de que tomándolo en consideración diese su
dictamen al Senado, y este tomase la resolución que estímase con
veniente.
El Sr. Ministro de la GOBERNACION: El Gobierno está con
forme con lo dicho por el Sr. Capaz sobre que ese documento, aten
dida su gravedad, pase á una comisión que informe sobre él para que
pueda entrarse en las cuestiones que suscita.
El Sr. HEROS: Yo respeto mucho la opinión del Sr. Ministro
de la Gobernación y los puntos de delicadeza que le mueren á expli
carse asi ; pero yo me opongo a que el Senado tome en consideración
la exposición que se acaba de leer , porque en último resultado, se
ñores , se va á someter á la deliberación del Senado una hipótesis en
la cual no puede entender; y me explicaré. Es claro que el cargo de
Senador, asi como el de Diputado, es libre y puede renunciarse
cuando se tenga por conveniente. Mas diré: llevo mi tolerancia hasta
tal punto, que cuando haya un Senador que por el estado parti
cular del Cuerpo no quiera concurrir á él, puede hacerlo sin mas ra
zón que decir que no le acomoda, y el Senado resolver, porque al
fin es una cosa que se somete á su deliberación; pero no quiero te so
meta á nuestro juicio el que el Senador no quiera desempeñar su eer-
go mientras no reciba una satisfacción de estas ó aquellas palabras.
Por consiguiente, no sé á qué fin pasar esto á una comisión, que
en último resultado no puede decir otra cosa sino que no puede juz
gar hechos consumados, y hechos consumados en que ni el Senado ni
solver es que se restituya ese documento al interesado, y que si con
respecto al estado particular del Senado tiene algo que decir que lo
diga; pero constituirnos á nosotros jueces de actos que, sean cuales
quiera, no podemos de ningún modo ni calificar, ni censurar, á no
ser que como jueces fuésemos llamados á ello, no me parece justo.
Por lo tanto, mi opinión ea que ese documento no pase á la comi
sión, porque estoy seguro de que no podrá dar dictámen en el senti
do que desea el reclamante, el cual permítame que diga que si
quiere renunciar puede hacerlo, pero que no constituya al Senado en
juez de lo que no puede juzgar; que no le pida aclaraciones que no
le puede dar, ni juicios sobre hechos y palabras que no están some
tidos á nuestra deliberación.
9
 28 .znirsi
Concluyo • pues, manifestando que el Senado puede decir al se documentos y dalos de suma a é irrecusables , justíficarí
ñor Senador marqués de Valladares que si quiere renunciar es dueña todo lo dicho en el manifi it raréi
de hacerlo, pero que no exiia ni censuras ni juicios. pudo decir mucho mas , y
El Sr. CAPAZ: Estoy conforme con el Sr. Heros en cuanto al nadores.
lenguage de esa exposición; pero si no se adopta lojjua^S. fv-jjrupojie, El Gobierno siente se le ponga en tan duro trance, y esta ha sido
insisto en quemíe pase
liase a una comisión. iTí V\ t.*T la causa de que haya esquivado la cuestión cuando se ha presentado
El Sr. PRESIDENTE : Precisamente por como hasta alionajncideutalmentc; pero puesto que se quiere, se dirá
asunto me parecia que se debia preguntar al Se; lo necesario las eonsecuencias que puedan resultar serán res
una comisión que le examinase. ponsables los que han provocado, no con mucha prudencia, estas ex
El Sr. CARRASCO: Yo no rehuyo esta cuestión: si se quiere plicaciones, nunca el Gobierno.
entrar en w.a
>« «• ella , ......
entraré. 'ttí CARRASCO : El Sr. Ministro se ha equivocado, pues yo
El Sr. PRESIDENTE : Haga V. S. la pregunta, Sr. Secretario» j ^Ino be pedido lo que el Sr. Senador, si bien es cierto que dije el ctro
El Sr. Secretario CARRASCO : ¿ Se reunirán las secciones para dia, y repild hoy , que lo que se dice en ese párrafo á que aludeu
nombrar la comisión que examine y proponga lo que crea convenien los señores que han renunciado su cargo es vilmente calumnioso; y
te sobre la exposición del Sr. marqués viudo de Valladares ? " téngalo asi entendido el Sr. Ministro, es una declaración uuo
! Il Sr. Secretar/o ha preguntado -si fe reunirán} yo h
ido lo que se debe preguntar esf"sí se nombrará Ig£ *• Jf Yo noJie dicho q u* el
¡(gla^jir. jejo asi ef áenWo, las s^jg|e»se jjgunirárS^ .ít^í r. Senl&oi'.jtk ±&Mr
Sr. arxobispo DE TOLEDO: Como proposición J misión, sino que ambos han dicho una misma cosa, á saber; que era
los secciones. falso lo que en el manifiesto se refirió, y esto no se negará cierta-
El Sr. CAPAZ : Si no es proposición." „ n.>H[e KJ equivocaren pues, no he sido yo, sino S. S.
Se preguntó en seguida si se nombraría la comisión , y se decidió Til Sr. marques de SOMERUELOS: Señores , los dos documentos
afirmativamente. que se acaban de leer, y sobre los cuales llamo la atención del Sena
Se dio cuenta de la siguiente exposición del Sr. conde de Puñon- do, me obligan con sentimiento a tomar la palabra. El Sr. marques
rostro. viudo de Valladares acude al Senado para una cosa, que lo digo fran
Excmo. Sr. :=A1 Excmo. Sr. Secretario de Estado V del Despacha camente. , no ia comprendo bien. El Sr. marques viudo de \ aliada-
de la Gobernación de !a Península digo con esta feché loVi^fi^fote :/ \ res quiere' qife ¿é tome resolución sobre un a.sunlo que en mi concep-
" Excmo. Sr.; = Después de la injusta y anti^yiislituCrwiil^djfj^ <Jt*ed*¡ Ife'mar, y en esta parte estoy de acuerdo con el señor
••claracion contenida en el manifiesto publicado por el "íTobiertío pro- Scrí¡u!or por Madrid. Se queja de una cláusula que el Gobierno puso
■•visional del reino con fecha 2 de Noviembre del año último en ea e\ manifiesto de 2 de Noviembre último, primera declaración
•■contra de la mayoría de las Cortes últimamente disuellas , no creo que líizo á la nación después que la augusta Reina Gobernadora doña
»• compatible con mi delicadeza y pundonor el continuar tomando Mana Cristina de Borbou tuvo por conveniente hacer renuncia de
••parteen las deliberaciones del Senado por haber yo pertenecido sn cargo; renuncia que sabemos, aunque no de oficio , porque no se
..siempre d la mayoría de este respetable Cuerpo , y concurrido eop; nos ha diebo^ 4 pesar de-qJte lodos estamos muy interesados en ello,
••mi voto á todas sus resoluciones. La cláusula de dicho manifiesto a porque todos hemes tenido parle, á lodos nos loca, y todos por con
.. que alude dice textualmente lo siguiente : siguiente tenemos r.o la curiosidad , sino el justo deseo de saber to
"A nadie parecia .ya posible que la nación se salvase de la red en dos ios trámites que ha seguido este negocio. El Gobierno no lo ha
»» que la tenían envuelta los enemigos de sus ¿trechos ; ocupados te hecho asi, pero lo cierto es que lo sabemos.
quian todos los resortes y medios de Gobierno : dominando exclusi- Asi, pues, en la primera declaración que hizo el Gobierno de
•. valúente en los Cuerpos legislativos por medio Je mojonas facli- S. M. á la nación en 2 de Noviembre tuvo por convenienle poner
» cias artificiosamente combinadas : entregados los Ministros á ciegos los párrafos que se acaban de citar. No entraré en la cuestión que
m esclavos suyos, y lo que era aun inas triste, seducido y enconado aquí se ha suscitado de si es ó no calumnioso lo que allí se dice , ni
•• á fueria de sugestiones insidiosas el poder supremo del Estado." de si es eslo ó lo otro : lo que si digo es que por mi , por la parte
'«Las ofensas gratuitas y calumniosas que en aquel documento se que á mi me toca, cuino i n ividuo que he sido de esta mayoría , la
.. vierten contra el honor j patriotismo de los que , formando aque- rechazo enteramente , en tanto cuanto pueda y en cuanto soy capaz.
.. lia mayoría, me obligan (bien seguro por otra parle de que no pue- Yo , como 'español , como Procurador á Cortes , como Senador,
••de probar tan infundada acusación) á hacer dimisión del cargo de como Presidente del Congreso , eotno Ministro de la Gobernación,
..Senador para que tuve la honra de ser reelegido por la provincia nunca he pensado, ni sospechado , ni siquiera me ha pasado por la
•i de Orense , y de que S. M. se dignase en consecuencia elevarme á imaginación , porque en ese caso me consideraría indigno de ser es
••aquella dignidad. Tranquilo con el testimonio de mi conciencia, pañol , y mucho mus de haber merecido la confianza de la Corona y
..yo sé que no he /altado i la confianza que me dispensó un conside- la de mis comitentes; ni siquiera me ha pasado por la imaginación,
••rable número de electores de aquella provincia, ni tampoco he repito, que podía faltar á la Constitución que he jurado lea luiente,
» desconooido nunca los deberes que me impone el nombramiento de que be procurado sostener , y en cuya defensa derramaré hasta la ul
•• la Corona. tima gota de mi sangre si necesario fuese.
••Siento sobremanera tener que separarme de mis respetables co- Por mi parta rechazo lo qoe ine puede tocar al decir que como
legas en unos momentos en que el Senado ha de contribuir eficaz- individuo de la pasada mayoría servia de instrumento á miras in
■ mente á salvar la patria de los azares y peligros que la amena- sidiosas, lo cual digo que es injurioso en todos conceptos: en el pri
m zan , y á consolidar las instituciones que sirven de fundamento al mero, en el mas sagrado y respetable, de crterme capas de obrar
••trono de nuestra augusta Reina Doña Isabel H. Pero ¿qué otro contra los derechos del pueblo; y en el segundo de suponer que po-
». medio queda después del anatema pronunciado por el Gobierno dia servir de instrumento á esas miras, cuando yo na he. servido
..provisional contra la mayoría de las últimas Cortes, sin ninguna nunca de instrumento ni de grandes ni de pequeños. Mi convicción
..premeditación, y olvidando las prerogativas é inmunidades coiis- buena ó mala , acertada ó equivocada, me ha decidido siempre á vo
.. litucionales del poder legislativo? ¿Pesa ó no sobre los Senadores tar según iuí coucienoia. Asi , ya que se ha presentado esta ocasión,'
••que hemos pertenecido á aquella mayoría toda la acusación he- que yu rebuja, no puedo menos de expresarme en estos términos, que
cha por el Gobierno? ¿ Hi habido por parte de este alguna expli- el Senado apreciará en lo que valen. Por mi parte repito que no he
••cacion sobre un asunto de tanta importancia y trascendencia. tenido ni tengo, ni he servido ni serviré nunca de instrumento para
«Sírvase, pues, V. E. poner en conocimiento del Gobierno pro- ninguna clase de personas.
.. visional la dimisión que hago deJ cargo de Senador que he desein- Hecha esta aclaración , que me parece sumamente importante,
« peñado con la independencia! y lealtad de un español honrado." creo que es inútil entrar en la cuestión que propone el Sr. marques
Lo que tengo el honor de trascribir á V. E. para que se sirva de Valladares, en la cual no sé qué resolución pueda tomarse.
participarlo al Senado. Dios guarde ri V. E. muchos años. Madrid 23 El Sr. PRESIDENTE: No hable V. S..ya dol Sr. marques viudo
So Marzo de 1841.= Excrao, 4r.=J. El conde de Puñjoorüslro.^Ex.ce- de Valladares, porque es asunto concluido. , '.
lentisiino Sr. Presidente del Senado. El Sr. marques de SOMERUKLOS: Entro en ja segunda parte.
El Sr. CAPAZ c Esta renuncia no es igual á la anterior, y me Yo, en la rápida lectura que se ha hecho del oficio del Sr. conde de
parece que el lenguage que en esa exposiciou se usa es digno de que se Puñonroslro, no he podido entender bien su contenido, no sé si hay
examine con atención para que decida el Senado lo que crea justo. alguna palabra que pueda ser ofensiva á estt Cuerpo; pero suponiendo
El Sr. CARRASCO: Señores, no encuentro aquí nada que un sea que no la haya , y que solo dicho señor hace lisa y llanamente 'su
muy natural: es un Senador que dice: " no quiero continuar en el renuncia, aunque fundado en estas ó las otras opiniones, creo que
cargo de Senador ; y no quiero por esto." Me parece que debe ser no tenemos nada que decir.
permitido que cada cual diga lo que sienta én estos casos. Adelnas, Lo que desea el Sr. Capaz de que pase esto tí uns comisión no
esto se ha de publicar,' y la nación ha de juzgar sobre su exactitud ó puede tener lugar, pues aunque se vertiesen expresiones ofensivas, lo
inexactitud. mas que podia proponer era que declarase el Senado que lo babia oído
El Sr. CAPAZ: Yo no condeno ni absuelvo; pero deseo que pase con desagrado. El Sr. conde de Puñonrostro manifiesta en ese oficio
esto á una comisión para que examinando el lenguage que se usa diga cuál es su opinión : podrá ser un disparale; pero el Senado y ti pú
si el Senado debe tomar determinación sobre esto. blico juzgarán de ella, porque en punto á opiniones cada uno tiene-
El Sr. Ministro de la GOBERNACION : He pedido la palabra la suya , y expresándola sin pasar de losJ limites del decoro está en
para decir en nombre del Gobierno que cuando se presente el dic su derecho.
tamen de la comisión que el Senado acaba de acordar se nombre, con J Por consiguiente, oreo que si la exposición del señor conde se •li

mita á decir "renuncio mi cargo por estas y las otras razones" ha
podido hacerlo , por estar en su derrcho.
El Sr. duque de CASTROTERREÑO : Mi objeto al pedir la pa
labra es manifestar que en lo que se lia hablado contra la mayoría
de las pasadas Cortes, a que tuve la hunra de pertenecer , suponién
dolas tan enemigas de los derechos del pueblo y de la° Constitución,
por lo que á mi toca jamás se podrá citar uu hecho que pruebe que
como individuo de la mayoría de las Cortes he sido capaz de faltar
á la Constitución ; y si como Senador y como general me toca alguna
parte de esa injusta aeusacion, la rechazo con todas mis fuerzas.
El Sr. Ministro de la GOBERNACION: He pedido la palabra
para decir al Sr. marques de Someruelos que el documento de re
nuncia cuya presentación ha echado de menos, es uno y está dirigido
á las Cortes. El Gobierno espera á que tanto el Congreso como el
Senado estén constituidos para trasladárselo, y que puedan acordar
dónde ha de depositarse, con lo demás que es consiguiente á su con
tenido.
Ya que estoy en pie diré que los Sres. Senadores que individua
lizan la cuestión aplazada ya para otro dia , llevarán un grande
chasco. Nada tengo que decir que afecte i uadie en particular; ni
aun cuando lo tuviese lo diria ; lo que si he ofrecido y lo cumpliré
en su dia , no muy distante, es justificar cuanto el Gobierno ha
dicho en su manifiesto ; y no se podrá acusar ai Gobierno de impru
dente por las revelaciones que baga : provocado ha sido no una vez
sola , y su decoro exige ya que conteste cumplidamente.
El Sr. HEROS : Señor, estamos envueltos en una cuestión, que
vo creo es inútil , porque no llegaremos nunca aun resultado.
El Sr. Ministro me ha precedido en lo que yo pensaba decir de
que aquí no se tTata de una cuestión personal. Al hablar de mayorías
y minorías no se habla de personas, porque las mayorías y minorías
suelen ser eventuales, y de hecho lokoo., pues el misino Sr. conde de
Pnñonrostro ha estado en minoría, y minoría en que hizo una pro
posición, y él solo se levantó partí apoyarla. Por consecuencia tene
mos ya que al apropiarse este señor el carácter de haber pertenecido
á la mayoría es un poco menos exacto de lo que debia ser. • ■•
Pero hay todavía otra cosa que me ocurre con este motivo; por-
oue yo, como he dicho muchas veces, soy tolerante, y el Senado ó los
individuos que me escuchan y que han pertenecido anteriormente
i este Cuerpo, saben que he sentado generalmente por principio que
mi carácter es quitar á todas las cuestiones la aspereza que tienen.
Ese mismo señor no podrá dudar de que cuando estaba en esa que
llama mayoría, á que supone Ira ber pertenecido siempre , lo que yo
niego , porque tanto en el Eslamento de Proceres como en el Senado
votó algunas veces con la minoría, presentó el año pasado una expo
sición firmada por varios Senadores, en la que suponían que forma
ban mayoría, que todos eran de las clases mas señaladas de la socier
dad, que eran los hombres mas ricos, mas distinguidos; en fin, que
eran los hombres de mas civismo. Los mismos señores que aquí están
y que me escucharon entonces sabrán que tomé yo la responsabili
dad de hablar, quitando á la cuestión ó representación la dureza que
llevaba consigo, y tomé el sesgo de decir que yo les concedía que fue
sen los hombres de mas saber, de mas categuria y de mas riqueza;
pero que en cuanto al civismo no, porque casualmente las primeras
personas que babian firmado la proposición, cuando el conde y yo
estábamos con la espada en la mano defendiendo Ja patria, se halla
ban en el campo enemigo.
Sin embargo, lodos los que componíamos la minoría callamos,
y nos aguantamos, como se suele decir, suponiendo que algún dia
triunfarían nuestras doctrinas. Y en el convencimiento intimo que
teníamos de que con in« ó menos extensión babian de triunfar, y
habia de llegar el dia en que obtuviésemos mayoría, no pedimos mas
que amplitud y libertad en la discusión.
Ahora bien: el Sr. conde de Puñonrostro está como pesaroso de
que tal vez no tenga mayoría en el dia. Yo, hablando ingenua
mente, debo decir que en mi juicio son siempre aqui las mayorías
desgrrciadisimas, porque sé me Iigura que este lugar lleva consigo
hasta la ruina de las mayorías, que parece que están destinadas á
evacuarle para no volver mas i él. Nada digo del año 1825, del Es
tamento de Proceres, y de lo que ha sucedido ahora, en que viene
bien aquello de " misericordia ,Domine , qtüanonsumus consumptl:"
misericordia,, señores, que no nos hemos acabado, que yo creia
que no volveríamos i este lugar.
Si, pues, gracias á Dios , hemos vuelto á tratar de estas materias
públicamente, y á decirnos otra vez cara á cura las razones que se
nos ocurran con orden y juicio como corresponde á hombres de pelu
cas y canas como somos nosotros, digo, que mirando el Senado con
teda la tolerancia que se puede mirar esa exposición, diga que queda
enterado y que S. S. queda fuera del Senado; y cuando llegue la
otra discusión que espera el Sr. marqués de Someruelos quede este
señor convencido con los datos que pueda ofrecer el Ministerio, que
Jo creo que los tiene , porque este convencimiento intimo lo lie te
nido mucho tiempo, no con relación á las personas , no , sino ron
relación á la formación absoluta de las mayorías; y no lo he dicho
porqué no tenia prueba alguna legal , aunque si muchas morales, las
suficientes para convencerme de que no me equivocaba; . ■ i.
Oigo, pues, para concluir, que el Senado no debe tomar resolución
alguna; que solo debe decir tjue queda enterado. -
El Sr. marques de SOMERUELOS : Dos equivocaciones tengo
29
que deshacer: la primera es con respecto á lo que ha dicho el Sr. Mi
nistro de la Gobernación para justificar al Gobierno de no haber pre
sentado la renuncia de S. M. la augusta Reina Regente y Goberna
dora del reino Doña Maria Cristina de Borbon. Estoy satisfecho, y
no lo he dicho por inculpación ai Gobierno, sino porque no podía,
menos de extrañar que aun no lo supiésemos de oficio.
La otra rectificación es sobre lo que el Sr. Heros acaba de decir;
y puesto que llegará el caso en que se hable de eso, me reservo para
entonces emitir mi opinión, aunque desde ahora digo que extraño
mucho la opinión que S. S. ha hecho de las mayorías, porque sí fuera
cierta daria muy mala idea del Gobierno representativo, pues no
podría menos de darla el que tan mal probasen las mayorías parla
mentarias.
Por lo demás , respecto á la tolerancia que S. S. ha dicho , no
puedo menos de decir que no seria por tolerancia, sino por escrúpu
lo, y en ese caso yo creo<jue t¡o tiene tan gran mérito.
S. S. ha dicho en otra ocasión que no votó una sola acta , ni la
admisión de un solo Senador. Nosotros hemos' sido mas tolerantes ó
menos escrupulosos, porque si no no estaria S. S. en ese banco. Por
consiguiente, me paree* que debemos tolerar y pasar por los escrú
pulos que otros tienen.
El Sr. ROM£> Y GAMBOA: En mi humilde opinión el impor
tante asunto de que se trata no se ha presentado con oportunidad y
del modo que debia.
Convengo con el Sr. Heros en que la cuestión á que se ha dado
lugar no es personal , es de las mayorías de los Cuerpos colegislado
res. Pero sin embargo, cualquiera que sea el acuerdo que se dicte en
cuanto á la proposición ó papel del Sr. conde de Puñouroslro, yo
quiero aprovechar esta ocasión para rechazar , no solamente por lo
que me pudiera locar, la alusión que se hace en la manifestación de
que se ha hablado, sino para rechazarla también en nombre de las
mayorías á que se referia.
Estoy bien convencido de que la prensa y todo el mundo puede
hablar lo que quiera del rumbo que apareeia llevar las decisiones de
los Cuerpos colegisladores en la ultima legislatura ; pero jamás po
dré concebir cómo un Gobierno que se pone al frente de la nación , y
cuyo principal deber es el de reunir todas las voluntades , cuanto mas
desunidas se presenten; no puedo comprender cómo siendo su inten
ción , porque es indudable, el sostener la misma institución del Se
nado, haya dicho, ó al menos dado á entender implícitamente, que
las mayorías de los dos Cuerpos lena'ian á faltar á la Constitución.
Rechazo, pues, esto acusación , sin perjuicio de tomar parte en las
cuestiones que puedan suscitarse otra vez que se trate del particular.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Capaz propuso que la renuncia ó
escrito del Sr. conde de Puñonrostro pasara á una comisión.
El Senado decidirá.
El Sr. LA HERA : Me opongo á esa pregunta. En mi opinión
solo debe decirse que el Senado queda enterado, porque no puedo re
conocer derecho en uno que ya no es Senador para tjue el Senado se
ocupe en examinar , discutir y resolver una proposición suya.
El'Sr. Secretario CARRASCO: La mesa cree que la primera pre
gunta que debe hacerse es si el Senado queda enterado , que es lo qua
se ha hecho con todas las renuncias que se han presentado hasta aho
ra ; y quo si esto no se aprueba tendrá lugar lo propuesto por el se
ñor Capaz."
Hecha la pregunta por el Sr. Carrasco , se resolvió que cuando se
insertara en el acta la renuncia del Sr. conde de Puñonrostro se di
jera solo que el Senado habia quedado enterado.
Se leyeron y pasaron á la comisión de Actas dos oficios: el prime
ro de D. Antonio Mana Alvarez de Tomas, Senador por. la provin
cia de Málaga , y el segundo de D. Joaquín Pérez de Necoechea , por
la de Navarra, pidiendo su admisión en el Senado.
Precedido de los Sres. Secretarios prestó juramento y tomó asien
to el Sr. D. Pedro Ramírez Colé, Senador por la provincia de Pa-
lencia , quedando agregado á la tercera sección.
El Sr. PRESIDENTE : Orden del dia: elección para completar el
número de cuatro Secretarios; continuación de la discusión del dic
tamen de la comisión de Actas rtlativo ú la provincia de 'Soria, y
lectura y discusión de los demás que se presenten de anevo.
El Sr. PRESIDENTE : Señores, para que no haya la menor du
da en la elección á que va á procederse, Se leerán los dos artículos que
marcan cómo ha de verificarse."
Se leen los artículos 106 y 107 del reglamento.
Verificada la votación quedaron electos Secretar ios los Sres. D. Ma
riano Torres Solano! por 32 votos , y el Sr. D. Mauricio Carlos de
Onis por 31, habiendo obtenido el Sr. Pérez 15, el Sr. marqués de
Someruelos 11, el Sr. Melgarejo 3, el Sr. OndovillaS, y 1 los señores
San Miguel, Ladrón de Guevora y Vallejo.
El Sr. PRESIDENTE: Los Sres. Torres Solanot y Onis se ser -
|T¡rán pasar á ocupar sus puestos."
Asi lo verifican.
El Sr. PRESIDENTE : Continúa la discusión sobre el dictamen1
de la comisión de Actas relativo á las elecciones de Soria.
El Sr. ONDOVILLA : El Sr. Orinaga , de onyas actas se trata,
ha oficiado á la comisión diciendo que quiere recoger algunos de los
documentos presentados para acreditar su aptitud legal , y reempla
zarlos con otros; por lo que la comisión ha pensado retirar su dictamen."
Quedó retirado.
 30
Se dio cuenta y fueron aprobadas sin discusión los siguientes
dictámenes de la comisión de Actas.
Provincia de Cáeeres. La comisión de Actas electorales ha exami
nado la de escrutinio general de Cáeeres celebrado en 12 de Febrero
último para la propuesta de Senadores en reemplazo de los señores
conde de Campo de Alange, que cesó en su cargo por la tercera reno
vación del Senado, y X). José Laudero Corchado, que le renunció; y
hallándola corriente, y sin defecto que pueda invalidarla, es de pa
recer que el Senado puede servirse aprobarla.
■•Ha examinado asimismo los documentos justificativos de la ap
titud legal para el ejercicio del cargo de Senador, presentados par el
Sr. D. Diego González Alonso, y apareciendo en ellos acreditado su
nombramiento, la edad y rentas que se requieren para dicho cargo,
«La comisión opina que el Senado puede acordar su admisión de
finitiva. Este sin embargo resolverá lo que estime mas conveniente.
Palacio del Senado 23 de Marzo de 18tl.=Gaspar de Ondovilla , pre-
sideute.=Joaquin Fa tiño.=Manuel Lorenzo.=Carlos Morand. =Fran-
cisco Romo y Gamboa , secretaria»
Provincia de Cacera. "Aprobada ya el acta de escrutinio gene
ral de la provincia de Cáeeres en el expediente del Sr. I). Diego
González Alonso, la comisión de Actas electorales ha examinado el
del nombramiento de Senador por la misma del Sr. D. José Laude
ro Corchado para reemplazar al Sr. conde de Campo de Alange que
salió por consecuencia de la tercera renovación del Senado; y V leudo
por los documentos que en éste tiene presentados para acreditar su
aptitud legal, como Senador que ha sido en las dos últimas legisla
turas, sin haber padecido variación alguna la renta que entonces
justificó, que posee las cualidades requeridas para ejercer nueva
mente este mismo cargo.
»La comisión es de dictamen que el Senado puede acordar su ad
misión definitiva. Sin embargo éste resolverá lo que estime mas
conveniente. Palacio del Senado 23 de Mario de 1841.=Gaspar de
Ondovilla, presidente. = Manuel Lorenzo. =Joaquin Patino. = Curios
Morand.=Francisco Romo y Gamboa, secretario."
Provincia de Lugo. "La comisión de Actas ha vuelto á exami
nar la del escrutinio general de las elecciones verificadas en la pro
vincia mencionada para la propuesta de un Senador en reemplazo
del Sr. conde de Ofalia que cesó en su cargo por consecuencia de la
tercera renovaoion , y únicamente ha encontrado en ella dos inci
dentes dignos de tomarse en consideración.
«El primeio es el de que luego que se reunió la junta para hacer
el referido escrutinio , y fueron sacados por suerte los nombres de
los cuatro comisionados que debían ejercer las funciones de secreta
rios , nombró una comisión compuesta de tres individuos para que
examinando y reconociendo las actas de los distritos á que pertene
cían aquellos, informase lo que le pareciese acerca de las mismas,
y encargó al propio tiempo á la mesa que hiciera otro tanto con
respecto á las de los restantes: ambas lo verificaron en efecto pro
poniendo respectivamente la aprobación de las que hubiese exami-
nado ; y conformándose la junta con sus dictámenes las aprobó.
••El segundo es que por acuerdo de la misma se declaró nula el
acta del distrito de Cabriel, porque no solamente dejaba de expresar
se en ella el número total de electores q^ue lomaron parte en la elec
ción, ni el de que se componía la totalidad de los de dicho distrito,
sino que ademas se cerró la votación é hizo el resúmen en el dia 6
de Febrero sin haber concurrido todos aquellos; pero considerando
por una parte que el baber encargado á la comisión y mesa precita
das el reconocimiento de las actas , si bien no deja de parecer extra
ño, de ningiyi modo puede invalidar el escrutinio: y atendiendo
por otra á que la eliminación de los votos emitidos en el distrito de
Cabriel tampoco influyó en el resultado del mismo , según en la
misma acta se expresa, opina la comisión que el Senado puede servir
se aprobar el acta de que se trata.
-Ello no obstante el Senado resolverá lo que estime mas conve
niente.
«El Sr. D. Juan Lasaña, nombrado Senador por la provincia de
Lugo, ha justificado competentemente su aptitud legal , y por ello
opina la comisión que el Senado puede servirse acordar que sea ad
mitido. Sin embargo tendrá á bien resolver lo que juzgue mas acer
tado. Palacio del Senado 26 de Marzo de 1811.=Gaspar de Ondovi
lla , presidente.=Carlos Morand.=Manuel Lorenzo. =Fianeisco Homo
y Gamboa, secretario."
Provincia de Granada. "Hallándose aprobada en 21 de Abril del
año último el acta de escrutinio general de la provincia de Granada
celebrado para la propuesta de Senadores en reemplazo de los seño
res conde de Almodovar y D. José Mana Pérez , que aesaron por
consecuencia de la segunda renovación del Senado, la aomision de
Actas se ha ocupado en el exámen de los documentos que ba presen
tado el Sr. D. Nicolás Bonel y Orbe,* nombrado para reemplazar á
dicho Sr. D. José María Pérez , y hallando competentemente acredi
tadas en ellos la edad y renta requeridas para ejercer el cargo de Se
nador
••La comisión es de dictamen que el Senado puede servirse acordar
su admisión definitiva. Sin embargo éste resolverá lo que estime mas
conveniente. Palacio del Senado 23 de Marzo de 1841. = Gaspar de
Ondovilla, presidente.= Joaquín Patino.=Manuel Lorenzo. = Cárlos
Morand.=Francisco Romo y Gamboa, secretario."
Provincia de Zaragata. "La comisión de Actas ha examinado la
del escrutinio general de las elecciones verificadas en la provincia
mencionada para la propuesta de un Senador en reemplazo del señor
1). Juan Antonio Castejon, que cesó en su eargo por consecuencia de
la tercera renovación, y encuentra que está arreglada á lo prevenido
en la ley electoral y órdenes que rigen en la materia, y que ninguna
reclamación se hizo en la junta de dicho escrutinio; pero ello no obs
tante debe elevar al conocimiento del Senado que por el Sr. Presi
dente del mismo le fue remitido para que se uniera al expediente
un escrito extendido eo papel de oficio y firmado por uno que se ti
tula elector y dice llamarse Felipe Galán y que es vecino de la villa
de Jiloca, en el que expone quo ha habido nulidad en las elecciones
de dicha provincia porque en el distrito de Calatayud hubo em
peño en que no votasen los de niela opioion (asi se expresa )¡ que en
fuer zade las amenazas que hubo no sr votó en ninguno de los tres pri
meros días señalados para la votación; y que habiéndose en su vir
tud consultado al gefe político, y mandado este que se procediese
á ella , se procedió en efecto por algunos electores, resultando que
solamente se votó en dos dias : añade que hizo en Calatayud la opor
tuna reclamación, pero que los que contaban los votos le hicieron
ealiar llamándole chismoso, y que si el acta de aquel distrito ratá
extendida con lealtad, en ella deberá asi constar, y concluye mani
festando que no puede comprobarlo porque todo se lo han negado.
«Los excesos á q«e se refiere el escrito de que se trata serian in
dudablemente de la mayor gravedad y trascendencia en la hipóte
sis de haberse ooinetido ; pero como nada absolutamente consta en
el neta acerca de los mismos á pesar de que el comisionado del
referido distrito de Calatayud concurrió á la junta del escrutinio
general, y de que esta fue presidida por el mencionado gefe políti
co, y como ademas y prescindiendo de que el papel en cuestión
mas parece ser un anónimo que otra cosa , no viene acompañado de
documento ni prueba alguna que induzca á creer que sea cierto ó
probable la que en él se da por sentado, opina la comisión que debe
desestimarse, y que por consiguiente el Senado puede servirse apro
bar el acta que es objeto de este dictamen.
«El Senado sin embargo tendrá á bien resolver lo que estime
mas acertadS.
••El Sr. D. Francisco Ferraz , nombrado Senador por la provin
cia de Zaragoza , ha justificado en debida forma su aptitud legal, y
por ello opina la comisión que el Senado puede acordar su admi
sión definitiva.
••Sin embargo, resolverá lo que estime mas acertado. Palacio
del Senado 26 de Marzo de 1841.= Gaspar de Ondovilla, presiden
te. = C:i rio» Mnrand. = Manuel Lorenzo. = Francisco Romo y Gam
boa , secretario."
Provincia Je sálicantt. "La comisión de Actas ha visto el oficia
que el Sr. D. Melchor Astiz, Senador que fue por la provincia de
Alicante, pasó al Senado con fecha 16 del corriente mes, en el que
pide se sirva disponer que se pase oficio al director del Banco espa
ñol de San Fernando para que ponga á su disposición los 400,000 rs.
en títulos del 5 por 100 que depositó en él para acreditar que tenia
la renta suficiente , y se le remita al mismo tiempo el documento
que acredita el depósito , el cual existe en la secretaria del Senado; y
en su vista , y de los antecedentes que existen en secretaria , opina
que el Senado puede acceder á la solicitud del Sr. D. Melchor Astiz,
respecto de que cesó en su cargo por consecuencia de la tercera reno
vación; el Senado sin embargo acordará lo que tenga por mas conve
niente. Palacio del mismo 26 de Marzo de 1811.=Gaspar de Ondo
villa , presidente, s Manuel Lorenzo. = Cárlos Morand. = Francisco
Romo y Gamboa , secretario."
El Sr. PRESIDENTE: No habiendo asuntos deque el Senado
deba ocuparse hasta que la comisión de Actas presente los dictáme
nes que hubiese despachado, mañana no habrá sesión , y por lo tanto
se avisará á domicilio. Ya que la hora lo permite podrán reunirse
las secciones á fin de deliberar sobre el nombramiento de la comi
sión que se ha acordado anteriormente con respecto á la exposición
del Sr. marques de Valladares.
Ciérrase la sesión."
Eran las dos.
■ ;i a ai I 'M-
RECTIFICACION. En el Diario núm. 3, sesión de 23 de Mario,
plana 5? , columna 2?, linea 47, en donde dice
Provincia de la Coruña. Estando aprobada" debe leerse
Provincia de la Corana. "La comisión de Actas electorales ha
examinado la de escrutinio general de la Coruña, celebrada para la
propuesta de un Senador en reemplazo del Sr. D. Juan del Gayo , y
Jior haberse anulado la elección de que procedió el nombramiento
lél Sr. D. Tomás Ladrón de Guevara : y no hallando en ella defecto
alguno,
Propone al Senado que puede servirse aprobarla.
También ha examinado los documentos presentados por el Sr. Don
José María Chacón, Senador nombrado por la expresada provincia
en reemplazo de dicho Sr. D. Juan del Gayo ; y hallando competen
temente acreditadas su edad y renta requeridas para el ejercicio del
cargo de Senador,
La comisión es de dictamen que el Senado puede acordar su ad
misión definitiva.
 NÚMERO 6.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 29 DE MARZO DE 1841.
Se abrió á fas doce y Veinte minutos, y leida el acta de la ante
rior, quedó aprobada.
Quedó enterado el Senado y acordó se archivasen las copias que
remitia el Sr. Ministro de la Guerra de los decretos expedidos por la
Regencia provisional del reino , relativos el primero á la disolución
de los ocho batallones de infantería provisionales , y el segundo ¡¡ la
extinción temporal de las compañías de depósito de los cuerpos de in
fantería.
El Senado recibió con aprecio y acordó se archivasen los dos ejem
plares de cada uno de los cuadernos de los números 52 y 33 de la
colección de Córtes, que comprenden las celebradas en Valladolid
por el Rey D. Pedro y por D. Fernando IV en Medina del Campo y
Valladolid , que remitia el Sr. secretario de la Academia de la His
toria de acuerdo de la misma.
Quedó enterado el mismo de una comunicación del Sr. D. Diego
González Alonso, manifestando que el mal estado de su salud no le
permitía presentarse eu la sesión de este dia á jurar como Senador
por la provincia de Cáceres.
Se acordó acusar el recibo y archivar los diez cuadernos que el
Sr. Ministro de Hacienda remitia sobre la historia física , política y
natural de la Isla de Cuba que está publicando el Sr. D. Ramón La-
Sagra. . ...
También quedó enterado del decreto de la Regencia provisional
del reino, cuya eopia remitia el Sr. Ministro de la Gobernación,
nombrando Senador por la provincia de Vizcaya á D. Domingo Eu
logio de la Torre.
Se participó al Senado que la segunda sección había nombra
do individuo de la comisión de revisión de Actas al señor don
Joaquín Francisco Campuzano en reemplazo del Sr. D. Joaquín
Patino.
Se dió cuenta de que las secciones habían nombrado para la co
misión que ha de informar sobre la exposición del Sr. Senador mar
ques de Valladares á lo* siguientes :
Sres. D. Antonio Seoane , marques de Someruelos, D. Martín de
los Heros , D. Dionisio Capaz y D. José Carratalá.
Asimismo se dió cuenta de que la propia comisión había nom
brado por su presidente al Sr. maTques de Someruelos , y por secre
tario al Sr. D. Martiu de los Heros.
Se leyó la nota de los expedientes pasados á la comisión de Actas
electorales después de la última sesión, y son el de los señores
D. Valentín Ferráz por ...... Huesea.
D. Vicente Gil Muñoz por Valladolid.
Entraron á jurar y tomaron asiento los Sres. D. Francisao Ferráz
y D. Juan Lasaña , Senadores por las provincias de Zaragoza y Lu
go, quedando agregados el primero á la sección 4Í , y el segundo
a la 5*
Procediéndose á la órden del dia, se dió cuenta y fueron apro
bados sin discusión los siguientes dictámenes de la comisión de Ac
tas electorales:
Provincia de Alicante. "Del exámen que la comisión de Actas
ha hecho de la del escrutinio general de las elecciones verificadas en
dicha provincia para la propuesta de dos Senadores en reemplazo de
S.-TOMOI.
31
DE CORTES.
D. Melchor Astiz y D. José Ferriol que cesaron por consecuencia di;
la tercera renovación , resulta lo que sigue :
«Constituida la junta del referido escrutinio, y abierta la discu
sión sobre el acta del colegio de Jalón, el comisionado por el de
Oríhuela protestó reclamando su nulidad, fundándose, primero en
que la mesa se constituyó con asistencia del ayuntamiento pleno en
vez de haberse verificado eon la de solo el alcalde; y segundo en
que el último dia de elecciones no se hizo el escrutinio general, y
se cerró el acta en el mismo; de lo que se seguía que Ta lista Je
lo» que en él Votaron no se expuso al público en el siguiente; pero
la juuta acordó no acceder á la reclamación.
«Tratándose después del acta del colegio de Alcoy, el comisiona
do por el de Orihuela protestó porque en la copia certificada que
de ella se habia presentado faltaba la firma de uno de los cuatro
secretarios; y la junta desestimó igualmente esta protesta.
"Pasando ahora la comisión á dar su dictámen acerca de las dos
mencionadas protestas, debe exponer por lo respectivo al primer ex
tremo de la hecha contra el acta del Colegio de Jalón, que si bien
es ciertamente un defecto muy notable el que para constituirse la
»mesa asistiese el ayuntamiento pleno, y no el alcalde solo, como ex
plícita y terminantemente se expresa en el art. 22 de la ley electo
ral, no es de tanta importancia que pueda invalidar la elección, por
que en último resultado el alcalde fue quien presidió el acto, no
habiendo sido el ayuntamiento sino mero espectador ; y por lo que
I toca al segundo, que en no haberse hecho el escrutinio general y
i en haber cerrado el acta luego que se verificó el parcial de los votos
emitidos en el dia 5 se infringió abiertamente el art. 32 de la cita
da ley; pero que no por ello se puede anular el resultado de las elec
ciones en perjuicio de los electores y elegidos. Y por lo perteneciente
á la segunda de las precitadas protestas entiende que la infracción
que del art. 32 de la propia ley se cometió por no haber suscrito
uno de los secretarios la copia certificada del acta , no es tan esencial
que por ella haya de anularse la elección..
«Por tanto opina la comisión, que atendiendo á que aun cuando de
los 5,960 votos que en la provincia obtuvo D. Vicente Santonja, y
de los 8,720 que tuvo D. Joaquin Abargues se redujesen los 231
votos que se emitieron en el colegio de Jalón , todavía le sobrarían
4,015 votos al primero y 1,285 al segundo, por ser 4,414 la mitad
del número de electores que tomaron parte en la elección, el Senado
puede servirse aprobar el acta de que se trata: sin embargo acor
dará lo que estime mas acertado.
«El Sr. D. Vicente Santonja, nombrado Senador por la provincia
de Alicante, ha justificado competentemente su aptitud legal; y por
ello opina la comisión que el Senado puede servirse acordar que sea
admitido. Esto no obstante tendrá á bien resolver lo que estime mas
acertado. Palacio del Senado 27 de Marzo de 1811.=Gaspar Ondovi-
11a , presidente.=Cárlos Morand. =Manuel Lorenzo = Joaquin Fran
cisco Campuzano.—.Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Provincia de Canarias. "La comisión de Actas ha examinado la
del escrutinio general-que en Santa Cruz de Tenerife, capital de di -
cha provincia, se hizo en 7 de Mayo del año próximo pasado de las
elecciones que se verificaron en la misma para la propuesta de uu
-10
Senador en reemplazo del Sr. D. Antonio de la Rocha y Lugo , que
en consecuencia de la segunda renovación habia sido nombrado para
el indicado cargo, y renunció de él sin haber llegado á tomar pose
sión , y en ello observa :
1? «Que tratándose en la junta del acta del distrito de la ciu
dad de la Laguna , reclamó su nulidad el comisionado del de la
capital, fundándose en que no se habia archivado en él ayun
tamiento de aquella el original de la copia presentada, lo que in
tentó probar can una declaración que á pedimento de un elector se
mandó recibirdel secretario de dicha corporación por el juez de pri
mera instancia del partido, y en la cual expresó el deponente, en
fermo á la sazón , que lo único que podia decir sobre el particular^
era que no se le habia entregado el acia : que exhibiendo el mismo
comisionado una información de testigos recibida por el mismo juez
v dos acompañados en un dia feriado que habilitó a I efecto , mani
festó que en la lista de los electores que habían votado e« elrreferido
distrito de la Laguna fueron ¡Rcluidos los nombres, de muchos que no
se habian presentado á votar: que habiéndose discutido en la juifta
ambos extremos, y atendiendo á que en el acta ño constaba que se
hubiese reclamado acerca de ellos, y si que aparecía afirmado lo
contrario, acordó la misma por 15 votos contra 14 eme no estaba
autorizada para recibir justificaciones acerca de hechos que se alega
ra haber ocurrido en los respectivos distritos, y de los cuales nada
resultase en las actas presentadas por sus comisionados, pues de no
hacerlo asi se hubiera constituido en un tribunal contencioso.
2? -Que habiendo hecho observar el precitado comisionad* de Te
nerife al tratarse del acta del distrito de Teguise que según constaba
en la copia que se habia presentado no tenia su original mas firma
que la del presidente, á pesar de que déla certificación puesta al pie
de la misma resultaba que los secretarios sabian firmar, manifestó
el comisionado del mismo que sabia positivamente y debia asegurar
que estos le habian suscrito; pero que sin embargo , ateniéndose la
junta á lo literal de la copia certificada que se decia íntegra de su
original, Acordó á pluralidad absoluta de votos que no era válida
por faltar en este las firmas de los secretarios.
"Opina en consecuencia la comisión en cuanto á los dos extremos
comprendidos en la primera de las observaciones que deja hech,is, á
saber, el de la reclamación de nulidad de la copia del acta del dis
trito de la ciudad de ¡a Laguna por haberse alegado que su original
no se archivó en el de ;u ayuntamiento , y el de no haber admitido
la junta la justificación que en ella se presentó con el objeto de pro
bar que en la lista de los votantes se habian incluido los nombres de
muchos que no votaron , que fue acertada la resolución que sobre
ambos dictó; y por lo que concierne á la segunda de dichas obser
vaciones , esto es, á la invalidación del acta del distrito de Teguise,
entiende que no hubo bastante fundamento para acordarla, toda vez
que consta de ella que el original concluía con las palabras "firma
mos con arreglo á lo dispuesto en la misma ley :" de lo que te de
duce naturalmente que le suscribieron todos los de la mesa, si bien
en la copia certificada no se hace mérito sino de la firma de su pre
sidente, por efecto sin duda de una mera omisión.
..Debe la comisión exponer ademas al Senado que la eliminación
de los 152 votos que se emitieron en el distrito de Teguise, y de los
cuales ninguno tuvo el Senador nombrado, no podría variar el resul
tado de la elección ; porque habiendo sido el numero de los electores
que votaron en la provincia 4,880, obtuvo aquel, segundo de la lerna?
2,730 votos; el primero de la misma 2,788, y el tercero 2,674;'y úl
timamente por todo lo que deja expuesto cree que el Senado puede
servirse aprobar el acta de que se trata; pero esto no obstante, acor
dará lo que juzgue mas acertado.
«El Sr. D. José Aranalde , nombrado por Real decreto de 27 de
Diciembre de ±840 Senador por la provincia de Canarias, hp justifi
cado en debida forma su aptitud legal ; y por ello opina la comisión
que el Senado puede acordar su admisión definitiva. Sin embargo
acordará lo que estime mas conveniente. Palacio del mismo 28 de
Marzo de 1841. =Gaspar de Ondovilla, presiden te.= Cárlos Morand.=
Manuel Lorenzo. = Joaquin Francisco Campuzano. z: Francisc o Romo
y Gamboa , secretario."
Provincia Je Huesca. "La comisión de Acias electorales ha exa
minado las de las primeras y segundas elecciones de la provincia de
Huesca para la propuesta en terna de un Senador en reemplazo del
Sr. D. Manuel Latre, comprendido en la tercera renovación, y de
otro en eldcl Sr. D. Valentín. Ferráz que renunció su cargo, cuyos
escrutinios generales se verificaron en 12 de Febrero y 8 de Marzo
del corriente año. Y hallando ambas actas corrientes, sin defecto ni
reclamación alguna, la comisión opina que el Senado puede servirse
aprobarlas.
«Kl Sr. D. Valentín Ferráz, comprendido en la segunda terna en
reemplazo de sí mismo, y nombrado Senador por decreto de 15 del
corriente mes, tiene ya acreditada en Jas anteriores legisl aturas su
aptitud legal; y por tanto la comisión entiende que pjuede acordarse
su admisión definitiva.
«El Senado sin embargo tendrá á bien resolver lo queeslime mas
acertado. Palacio del mismo 28 de Marzo de 18 íl.—Gaspar de On
dovilla, presidente. = Cárlos Morand.=:Manuel Lorenzo. Joaquín
Francisco Campuzano.=Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Provincia Je ¡Halaga. "Aprobada ya el acta de escrutinio general
tic la provincia de Málaga cu el expediente del Sr. D. Manuel Ven
tura Gómez , la comisión de Actas electorales, después de examina
dos los documentos presentados por el Sr. D. Antonio Maria Alvarez
ele Tomas , Senador nombrado por dicha provincia en reemplazo del
Sr. D. Jos'- Ba liria ni , propone su admisión definitiva por hallar
comprobado en ellos tener las cualidades de edad y renta que se re
quieren para ejercer el cargo de Senador.
••Sin embargo- el Senado resolverá loque j uzgue mas conveniente.
Palacio del mismo 27 de Marzo de 184i.=Gflspar de Ondovilla, pre
sidente.=Carlos Morand.= Manuel Lorenzo.= Joaquín Francisco Cam
puzano.^ Francisco Romo y Gamboa , secretario."'
Provincia Je Navarra. " Examinada el acta del escrutinio gene
ral de las elecciones celebradas en Navarra por resultado de la prime
ra renovación , y conformándose el Senado con el parecer de la co
misión de Actas, tuvo á bien declarar en sesión dxJ 11 de Mayo del
año próximo ¡lasado que debían admitirse al escrutinio referido las
de lo* colegios efectpraios de Lumbier y \ iana que de el habian sido
excluidas, y no la del de Vahearlos que declaró nula.
"Por.cotisecuencia de est.\delerminacjon resultó que ningún otro
candidato re'unió'iuayoría "absoluta devotos sino el obispo electo
de Oviedo el Sr. D. Joaquín Pérez de Necoechea ; que los seis candi-
á?J°s en-quienes únicamente podián recaer los votos en las segun
das elecciones, en el supuesto de que se verificasen, eran los señores
marques de Falces, D. Joaquin Bayona, D. Manuel Jiménez, don
José Mana Galdeano , D. José Santos de La-ílera y D. José Alon
so ; y q ue como en las segundas elecciones para llenarla propuesta
se habia procedido bajo las bases del primer escrutinio, que fueron
notablemente alteradas por la enunciada determinación, no podian
tenerse por válidas.
•■El Senado en 12 del propio mes acordó se comunicase este re
sultado al Gobierno para los efectos correspondientes, como se hizo
en el mismo dia ; y en su virtud con fecha de 14 del precitado mes
de Mayó se dirigió por el Ministerio de la Gobernación de la Pe
nínsula al gefe político de Navarra la orden correspondiente para
que seprocediese inmediatamente á nuevas elecciones para comple
tar la terna. ,
■•Verificáronse estas, y del acta del escrutinio general celebrado en
Pamplona á 16 de Junio de dicho año próximo pasado aparecen pro
puestos para completarla los dos Sres. D. Joaquin Bayona por 1,591
votos y D. José Galdeano por 039. La comisión , con presencia de lo
acordado por el Senado en 11 y 12 de Mayo último, ha examinado
esta última acta; y hallándola corriente sin defecto alguno, opina que
el Senado puede servirse aprobarla.
«El Sr. D. Joaquin Pérez de Necoechea, reelegido Senador por
dicha provincia en decreto de 1? de Enero del corriente año, ha acre
ditado en debida forma su aptitud legal; y por tanto opina la comi
sión que el Senado puede servirse resolver que sea definitivamente
admitido. '
«El Senado sin embargo acordará loque estime mas convenien
te. Palacio del mismo 28 de Marzo de 1841, =Gaspar"de Ondovilla,
presidente. — Carlos Morand. — Manuel Lorenzo. = Joaquín Francisco
Campuzano.^Francisco Romo y Gamboa, ,secretario."
Provincia Je Sevilla. "Estando ya aprobada en ej expediente del
Sr. Senador D. José Carralala el acta de elecciones de la provincia
de Sevilla, cuyo escrutinio se verificó en 12 de Febrero próximo pa
sado , la comisión de Actas electorales ha examinado los documentos
que para acreditar su aptitud legal ha presentado el Sr. D, Miguel Cor
bacho, propuesto en segunda terna y nombrado Senador por dicha pro
vincia en reemplazo del Sr. D. Sebastian Fernandez Vallesa, que salió
por Ja fercera renovación; y hallando que está por ellos suficiente
mente acreditada su aptitud legal, opina que el Senado puede ser
virse acordar la admisión definitiva del Sr. Corbacho. Sin embargo
tendrá él mismo á bien resolver lo que estime mas acertado. En su
palacio á 28 de Marzo de 1841.=Gaspar de Ondovilla, presidente.::
Cárlos Morand.- Manuel Lorenzo.=.Joaquin Francisco Campuzano.=
Francisco Romo y Gamboa, secretario."
Provincia Je t allaJoliJ. "La comisión de Actas electorales ha
examinado las de escrutinio general de Valladolid , celebradas en
los dias 14 de Febrero y 1! de Marzo del corriente año para la pro
puesta de un Senador en reemplazo del Sr. D. Francisco Rauionet,
que cesó por consecuencia de la tercera renovación del Senado; y no
hallando defecto alguno que pueda invalidarla, es de opinión que el
Senado puede servirse aprobarlas.
«El Sr. D. Vicente Gil Muñoz, nombrado Senador para reempla
zar al Sr. D. Francisco Ramonet, ha acreditado corupelentemenlj?
poseer las cualidades requeridas para el ejercicio de este cargo; por
lo tanto
..La comisión propone al Senado que puede servirse acordar su
admisión definitiva. Sin embargo, este dispondrá lo que estime mas
conveniente. Palacio del Senado 27 de Marzo de 1811. = Gaspar de
Oudovilla, presidente. = Cárlos Morand. =: Manuel Lorenzo. = Joa
quin Francisco Campuzano. — Francisco Romo y Gamboa, secre
tario."
Se leyó el siguiente dictamen de la misma comisión :
Provincia Je León. "La comisión de Actas ha visto detenidamen
te el oficio que con fecha de 23 del actual fue dirigido á los señores
Secretarios del Senado por el Excmo. Sr. Ministro de la Gober
nación de la Península , en el que se expresa : que anuladas por
el Congreso de Diputados de la última legislatura las primeras elec

ciones verificadas en nueve distritos de la provinciá de León,
acordó al mismo tiempo que se procediese á verificar las segundas;
y tjue su resultado, unido al que anteriormente produjeron las que en
los diez distritos restantes se habian efectuado á consecuencia de
las Reales órdenes de 15 y 25 de Enero de 1810, sirviese para hacer
el escrutinio general: que comunicado este acuerdo al gefe político
dispuso lo concerniente para que se llevase á efecto ; J que no solo
se ejecutó en cuanto á la elección de Diputados , sino que se extendió
á la propuesta para un Senador que á la provincia correspondía por
segunda renovación en reemplazo de D. Francisco Verea y Cornejo:
siendo el resultado, según aparece oel acta que se acompañaba, haber
obtenido mayoría absoluta de votos para dicha propuesta D. Nicolás
Gómez Villalva, el marques de Astorga y D. José Maria Cienfuegos:
que en tanto que esto sucedia anuló el Senado en 22 de Junio de di
cho año, tres dias antes de que se realizara el escrutinio general , las
mismas elecciones de les expresados distritos que ya lo babian sido
por el Congreso , y no se comunicó sin duda tal acuerdo por lo ade
lantadas que ya se hallaban las operaciones electorales á virtud de lo
determinado por este último Cuerpo: que el resultado de todo ha sido
haberse encontrado la Regencia provisional del reino al tratar de
proveer la plaza de Senador que aparecía con un acta de elecciones
ya consumadas en que venia hecha la correspondiente propuesta, y
que si bien no ignoraba las circunstancias referidas no era de su
competencia, invadiendo atribuciones exclusivamente conferidas á los
Cuerpos colegisladores, calificarla de una ú otra manera, y que por
ello, y sin perjuicio de lo que el Senado se .'irviese acordar cuando
llegase el caso, nombró Senador por la provincia de León á D.'José
María Cienfuegos; y últimamente, que á fin de que pudiera recaer
la resolución que conviniese, se les comunicaba de orden de la Re
gencia provisional del reino para que se sirvieran elevarlo al cono
cimiento del Senado.
«Ha reconocido también la comisión los antecedentes que produje
ron la citada resolución del Senado de 22 de Junio del año último;
por lo cual tuvo á bien declarar nulas las elecciones de los nueve co
legios de la provincia de León, de que se ha hecho mérito, y dispo
ner que se procediese á celebrarlas de nuevo; en el concepto de que
corí su resultado y el de las. actas de los otrosdiez colegios que habían
votado validamente después de recibidas las Reales órdenesde 21 y 25
de Enero del año próximo pasado, se verificase con arreglo á la ley
el escrutinio general, la cual resolución se comunicó al Ministerio
con feeha del mismo dia en que ge dictó , á fin de que se sirviera dis
poner lo necesario para su cumplimiento.
«Y en vista de todo entiende la comisión que el Senado, en uso de
sus facultades, consecuente á lo que se sirvió acordar por su precitada
resolución, y atendiendo que las elecciones de los nueve distritos deque
se trata , se celebraron sin su previo é indispensable acuerdo, se ha
lla en el caso de anularlas y resolver que se proceda en ellos á cele
brarlas nuevamente; en el concepto de que con su resultado y el de las
actas de los otros diez distritos que habian votado válidamente des
pués derecibidas IgjiReales órdenes de 21 y 25 de Enero de 1840, ha
de hacerse con arreglo á la ley el escrutinio general.
«Esto no obstante, el Senado se servirá acordar lo que juzgue mas
justo y conveniente. :rPa lacio del misino 29 de Marzo de 1811. =Gas-
par de Ondovilla, presidente. ^Carlos Morando Manuel Lorenzo. =
Joaquín Francisco Campuzano. = Francisco Romo y Gamboa , secre
tario."
El Sr. CASfEJA : Señores, yo no puedo conformarme con eldic-
lámen de la comisión , y me veo en la necesidad de tomar la palabra,
puesto que se trata de actas de mi provincia. Digo que no puedo con
formarme con el dictamen, porque no le encuentro fundado en nin
guna razón que pueda ser atendible , y creo que podré demostrarlo al
Senado. « que se habia tomado en el Congreso, y apelo al testimonio de la co
Las elecciones del año pasado hechas en León ofrecieron dificul
tades y nuli'dades de tanto valor, que fue el expediente que mas. dio
que hacer á la comisión á que yo entonces tuve el honor de pertene
cer; comisión que dióun dictamen que la nuera comisión habrá exa
minado, y habrá visto que era largo por necesidad,
Guiado por la imparcialidad conque dió siempre sus dictámenes
la comisión, á pesar de tratarse de las elecciones de mi provincia, yo
fui el primero que propuso su nulidad, porque notaba en ellís razón
suficiente para hacerlo.
El capitulo principal de nulida4 que se advertía traía origen
de la excisión que hubo entre la diputación provincial y el gefe po
lítico, que empezó tres ó cuatro dias antes del señalado por la con
vocatoria para comenzar las elecciones; porque no se trataba de otra
cosa que de restringir el número de distritos electorales, que ha
biendo sido 21 ó 25, se empeñó en restringirlo á 19 , cuando las cir
cunstancias de la provincia exigiap el que se aumentase ej número
de los distritos, porque se iban á celebrar las elecciones en un país
montañoso, lleno de rios y cortado por torrentes que descienden
de las montañas, y que impiden las comunicaciones en invierno.
Todo esto, repito, exigia que se hubiese aumentado el número de los
distritos para que las diligencias que tuviesen qge hacer los electo
res fueran menores, ó para que se removiese la imposibilidad que te
nían de asistir á emitir su voto los que distaban seis leguas de la ca
beza del distrito. En esto Ja diputación provincial se creyó superior
al gefe político, y comunicó una órdeu firmada por uno de sus in
dividuos en que se decia no fuese obedecida la órden del gefe poli-
33
tico, y se hicieran las elecciones el dia 19 de Enero señalado;
siendo el resultado de esta excisión, que de 19 distritos en que quedó
reducida la provincia (pues venció la diputación provinoiaWporque
ella es la encargada por la ley de estas operaciones), diez obedecie
ron la órden del gefe político, y determinaron no hacer las eleccio
nes basta que este señalase otro dia; y con efecto no las hicieron. Mas
los nueve restantes dijeron que no obedecían la órden del gefe poli-
tico, y procedieron á las elecciones el dia 19 de Enero que era el se
ñalado.
En estos nueve distritos hubo, como era natural, una nueva ex
cisión, pues muchos electores no 'concurrieron á votar apoyándose' en
la órden del gefe político, y protestaron de nulidad, al paso que otros
lo hicieron ; siendo el resultado que en diez distritos no se hicieron .
las elecciones, y en los nueve faltaron muchísimos electores; y aque
llos nueve donde se había verificado la elección de la manera que
acabo de expresar , enviaron sus comisionados, los cuales vinie
ron á la capital y trataron de reunirse en junta de escrul inio, en cuya
ocasión los abandonó la diputación provincial , y aun se les dijo que
ellos no eran comisionados de la provincia: sin embargo ellos qui
sieron hacer el escrutinio, lo bieierou, y por cierto que pusieron en
el acta esta frase: Presidida por la ley. Esos nueve comisionados por
sí y ante si extendieron un acta de escrutinio, la remitieron al Go
bierno en cuyo poder debe obrar, y como al fin era acta r fue pre
sentada en el Congreso de Diputados, y fue tenida por nula ; mas
luego en virtud de esta resolución llegó órden al gefe político, co
municada por el Gobierno, para que se verificasen las elecciones, y
resultó que los diez distritos que antes no hicieron elección procedie
ron á ella. No asi los nueve, pues dijeron que teniendo hecha su elec
ción debian unirse sus actas anteriores con las de los diez distritos
que acababan de verificar la votación, debiendo valer el escrutinio.
Esto es lo que vino al Congreso, y examinada esta acta en él, la
resolución fue que no podian anularse las actas de los diez distritos
porque habian hecho bien la elección en el dia que les había marca
do el gefe político, que es la autoridad que representa al Gobierno y
que eran válidas: que las elecciones de ios nrceve distritos donde no
se habian verificado mas que al principio, como be dicho, no debian
ser válidas en razón á que las dos terceras partes de electores no habian
emitido sus sufragios, no por renuncia que hicieran de sus derechos,
sino porque protestaron que no era el dia señalado para la votación,
y que se reservaban su derecho para el dia en que el Gobierno de
terminare. Estas elecciones no podian tenerse por válidas, y se de
clararan en el Congreso de Di putados nulas las de los nueve dis
tritos, y válidas las de los diez. Pero como un número considera
ble de electores délos nueve distritos lia quedado sin votar , no pa
rece justo que se les prive de su derecho , •puesto que hau protestado
que quieren usar de él: dígase á esos nueve distritos que hagan nue
va elección, y unidas á las de los diez, refórmese el escrutinio, y será
el resultado de las elecciones de León; esto es lo que ha pasado en mi
provincia: Lo que propone la comisión y que la ha decidido para que
se desapruebe, está fundado-cn un dia debiendo de ser en otro: me
esplicaré.
Estas actas se presentaron primero en el Congreso donde recayó
la resolución que el Senado ha oido ; habiendo sabido esto el Gobier
no, sin aguardar á la resolución del Senado, comunicó luego á la
provincia órden para que se verificase la elección en los nueve distri
tos uniéndola A la de los diez : b izóse saber esta órden según dice la
comisión; hicieron su elección, se reunió la junta de escrutinio, y
este dió un resultado cual se ha dicho ya , porque yo no he visto
esta acta : vino al Senado el expediente de dichas actas y se detuvo
bastante, no porque viniera tarde, sino porque tenia muchísimo que
examinar ; pero al fin y al cabo el Senado Lomó la misma resolución
misión, que si no se expresó en iguales términos que este, estoy se
guro de que en la sustancia vino á decir lo mismo. Mas ahora dice
lat comisión que se está en el caso de anular las elecciones de los
nueve distritos y resolver que se proceda en ellos á celebrarlas nue
vamente , en el concepto de que con su resultado y el de las actas de
los diez distritos que babian votado válidamente después de recibidas
las Reales órdenes de 21 y 25 de Enero de 1810, ha de hacerse con
arreglo á la ley el escrul inio general.
¿ Y hay una razón, señores, para que por esto vuelva á hacerre
Una elección é incomodar á una provincia V Pues qué ¿no sábeme i
las molestias que se ocasionan a una provincia con este movimiento?
Yo á lo menos no alcanzo haya un motivo para ello; y ya que tan
escrupulosa se muestra la comisión y pone unos reparos, que no sé
cómo calificar , yo la preguntaré si en todas partes se ha cumplido
este acto en los dias precisamente marcados en la le)' electoral, y si
se han. anulado jamás ningunas elecciones porque circunstancias ac
cidentales de los pueblos hagan retrasar las operaciones. Yo, tenores,
he pertenecido desde la fundación del Senado en todas las legislatu
ras á la comisión de Actas , y no nos hemos parado en tan pequeños
inconvenientes siempre que ha habido un justo motivo como aqni.
Por ventura ¿hicieron esos diez distritos ln elección en el dia que es
taba marcado ? La hicieron diez ó doce ó quince después ; por cor.M -
guíente no creo quesea ese un reparo para anular una elección úni
camente porque se haya verificado en consecuencia de la órden del
Gobierno por la resolución del Congreso, habiendo recaído esta
tres d¡as antes que el Senado viniera á. confirmarla. Y bien , ¿impor.
 34
tira algo esta diversidad de fechis? Si b ibíera encontrado algo la barco aeoidará lo que estime mas conveniente. Palacio del mismo
comisión (que repilo no tengo mas noticias que las que adquirí el 27 de Marzo de 1811—Gaspar de Ondovilla , presidente—Carlos
año pasado), no hubiera .pedido la palabra en cootra; pero habiendo Morand—Manuel Lorenzo—Joaquín Francisco Campuzano— Fran
esos u ueve distritos becbo bien la elección , uo he podido menos de cisco Romo y Gamboa, secretario."
hacerlo. Pues qué ¿no so hacen las elecciones de Senadores al misino Provincia Je Teruel. "La comisión de Actas electorales lia exa
tiempo que las de Diputados ? ¿No estaba mandado en la convoca minado las de primero y segundo escrutinio general de la provin
toria que para cada Senador se nombraran tres candidatos? Pues si cia de Teruel celebrados en 12 de Febrero último y 2 del corriente
esto han entendido los pueblos; si han recibido esa orden del Go Marzo para la propuesta de tres Senadores en reemplazo de los
bierno para que se repila en esos nueve distritos , ¿no habían de dar Sres. D. Manuel de Pedro, que correspondió 3 la primera renovación
sus votos al mismo tiempo para Diputados y Senadores? ¿Podian del Senado; de D. Marcelino Oráa , perteneciente á la segunda; y
si no combinarse estas nueve actas en el escrutinio con las diez que de D. Salvador Campillo, que debia cesar por la tercera : y no ha
estaban como válidas? llando en ellas motivo suficiente para que se invaliden,
Repito que no alcanzo esa razón: habrá habido precipitación en ••Es de opinión la comisión que el Senado puode servirse apro
el Gobierno, porque la prudencia exigía que hubiera aguardado la barla. Sin embargo acordará lo que estime mas conveniente. Pala
resolución del Senado, pues podia aprobar este la del Congreso, ó al cio del mismo 27 de Marzo de 1811—Gaspar de Ondovilla, presi
contrario; pero aquí no hay otra cosa sino que el Gobierno, en vista dente—Cárlos Morand—Manuel Lorenzo—Joaquín Francisco Cam
de la resolución del Congreso, comunicó la orden en los términos puzano—Francisco Romo y Gamboa, secretario."
que este habia acordado; llegó allí, y se repitió la elección antes Provincia de Gerona. "La comisión de Actas electorales ha exa
que resolviese el Senado; pero este luego resolvió lo misino que el minado la de escrutinio general de Gerona celebrada en 31 de
Congreso: ¿y hemos de obligar á la provincia á que haga una nueva Enero de 1810 para la propuesta de nn Senador que estaba aun sin
elección? Señores , .una de dos, ó está bien hecha ó no. Si en ia sus nombrar para el completo de los de esta provincia, y debia ser
tancia ha habido defectos, aprobaré el dictamen; pero viendo que no reemplazado en la segunda renovación del Senado; y no apareciendo
se funda mas que en este reparo, no lo puedo aprobar, y lo impug defecto alguno en ella,
no é impugnaré con todas mis fuerzas, rogando al Senado que medi "Es de parecer que el Senado puede servirse aprobarla. Sin em
te bien hasta dónde puede llegar la fuerza de esta razón , y al misino bargo resolverá lo que estime mas conveniente. Palacio del mismo
tiempo sobre las molestias é incomodidades que se causaran á una pro- 27 de Marzo de 1841—Gaspar de Ondovilla, presidente—Carlos
vincia poniéndola en movimiento para una elección que creo que Morand—Manuel Lorenzo—Joaquín Francisco Campuzano—Fran
cuando se venga á hacer será inútil, careciendo entre tanto esa pro- cisco Romo y Gamboa, secretario."
Tincia de un represen tante en el Senado. Provincia de Gerona. "La comisión de -Actas electorales ha exa
El Sr. SAN MIGUEL: Yo rogaría al Senado tuviese á bien acor- minado la de escrutinio general de Gerona celebrada en 12 de Fe
dar'que quede sobre la mesa ese dictamen , para poder examinarlo brero último para la propuesta de dos Senadores en reemplazo de
detenidamente. los Sres. D. José Antonio Ricb, que ha cesado en este cargo por ser
El Sr. ONDOVILLA: La comisión está conforme con lo que comprendido en la teTcera renovación del Senado, y D. Pedro Campa
propone el Sr. San Miguel." y Ros, que no llegó á ejercerle y fue nombrado á consecuencia de la
Hecha la pregunta, se acordó, afirmativamente. primera renovación del mismo. No bailando la comisión defecto al
Se leyeron y fueron aprobados sin discusión los siguientes dictá guno que pueda invalidarla, es de opinión que el Senado puede ser
menes de la misma comisión. virse aprobarla. Sin embargo acordará lo que estime conveniente.
Provincia de Ciudad'Real. "La comisión de Actas ha examina Palacio del mismo 27 de Marzb de 1811—Gaspar de Ondovilla, pre
do muy detenidamente la del escrutinio general de las elecciones sidente—Carlos Morand—Manuel Lorenzo—Joaquín Francisco Cam
verificadas en la provincia de Ciudad-Real para la propuesta de un puzano—Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Senador en reemplazo del Sr. D. Alvaro Pedro Maldouado, que te Provincia de Murcia. "La comisión de Actas electorales ha exa
nia la suerte para la tercera renovación; y habiendo observado que minado la de escrutinio general de Murcia celebrada en 12 de Fe
en la junta en que se verificó el expresado escrutinio se hicieron mu brero del presente año para la propuesta de un Senadortn reemplazo
chas reclamaciones, y que los acuerdos que sobre ellas recayeron del Sr. D. Antonio Pérez de Meca , que cesó en este cargo como uno
fueron protestados, y atendiendo también á que fueron invalidadas de los comprendidos en la tercera renovación del Senado ; y hallán
varias actas, entre ellas la del colegio de la capital , y á que Esteban dola corriente es de parecer que el Senado puedeservirse aprobarla.
de Mendoza , apoderado de su ayuntamiento , ba dirigido al Senado Sin embargo resolverá lo que juzgue mas conveniente. Palacio del
una exposición debidamente documentada reclamando contra el Senado 27 de Marzo de 1841. = Gaspar de Ondovilla , presidente—
modo arbitrario é ilegal con que asegura procedió la precitada junta, Cárlos Morand — Manuel Lorenzo.=Joaquin Francisco Campuzano—
se ha persuadido de que para dar su dictamen acerca del verdadero Francisco Romo y Gamboa, secretario."
resultado de las elecciones de dicha provincia le es absolutamente Provincia de Navarra. "La comisión de Actas electorales ha exa
indispensable examinar y reconocer con la mayor escrupulosidad el minado las de primero y segundo escrutinio general celebrado en
expediente del Escrutinio general de las mismas , é igualmente todas Pamplona, capital de la provincia de Navarra, á 12.de Febrero y 2
las listas electorales que sirvieron de base para su celebración ; y por de Marzo del corriente año para la propuesta de un Senador que
ello opina que el Senado podrá servirse acordar que se reclamen del reemplace al Sr. conde de Ezpeleta, que cesó en este cargo por la ter
Gobierno y se pasen á la misma para que en su vista pueda proponer cera renovación del Senado; y aun cuando observa que en el segundo
lo que estime mas conforme. El Senado , sin embargo, acordará lo escrutinio aparecen propuestas tres personas, debiendo ser una sola
mas conveniente. Palacio del mismo 29 de Marzo de 1811—Gaspar de que faltaba para completar la terna , no cree la comisión que este sea
Ondovilla , presidente.=Cárlos Morand. -.Manuel Lorenzo—Joaquín un defecto bastante para invalidar el acta. Por lo tanto
Francisco Campuzano—Francisco Romo y Gamboa , secretario." ••Es de dictámen que el Senado puede servirse aprobarlas. Sip em
Provincia de u4lmería. "La comisión de Actas electorales ba exa bargo resolverá lo que estime mas conveniente. Palacio del mis
minado la de escrutinio general de Almería celebrado en 12 de Fe mo 27 de Marzo de 1811—Gaspar de Ondovilla , presidente—Cárlos
brero último "para la propuesta de un Senador que reemplazase la va Morand— Manuel Lorenzo—Joaquín Francisco Campuzano-=Fran-
cante del Sr. marques de Torre Alta, á quien correspondía salir por cisco Romo y Gamboa, secretario."
la tercera renovación del Senado. No hallando defecto alguno en ella, Provincia de Orense. "La comisión de Actas electorales ha exami
•>La comisión opina que el Senado puede servúse aprobarla. Sin nado la de escrutinio general de Orense celebrada en 12 de Febrero
embargó resolverá lo que estime mas acertado. Palacio del mismo 27 próximo pasado para la propuesta de un Senador en reemplazo del
de Marzo de 1841.= Gaspar de Ondovilla, presidente— Carlos Mo Sr. D. Lorenzo Sanz , que cesó por hallarse comprendido en la ter
rand.= Manuel Lorenzo— Joaquín Francisco Campuzano. = Francisco cera renovación del Senado; y no apareciendo en ella defecto alguno
Romo y Gamboa , secretario." que pueda invalidarla,
Provincia de Cádiz. " La comisión de Actas electorales ha exami ••Opina que el Senado puede servirse aprobarla. Sin embargo re
nado la de escrutinio general de Cádiz celebrada en 12 de Febrero solverá lo que eslime mas conveniente. Palacio del Senado 27 de
último para la propuesta de dos Senadores en reemplazo de los señores Marzo de 1811— Gaspar de Ondovilla, presidente. = Cárlos Mo
duque de Rivas y D. Bartolomé Gutiérrez Acuña , que fueron com rand—Manuel Lorenzo—Joaquín Francisco Campuzano—Francisco
prendidos en la tercera renovación del Senado ; y hallándola corrien Romo y Gamboa, secretario."
te y sin defecto alguno, Provincia de Toledo. "La comisión de Actas electorales ba exa
■•Es de dictámen que el Senado puede servirse aprobarla. Sin em minado la de escrutinio general de Toledo celebrada en 12 de Febre
bargo resolverá lo que estime mas conveniente. Palacio del mismo 27 ro último para la propuesta de un Senador en reemplazo del señor
de Marzo de 1811.=Gaspar de Ondovilla, presidente— Carlos Mo D. Sebastian García Ochoa, que ha sido comprendido en la tercera
rando Manuel Lorenzo—Joaquín Francisco Campuzano— Francisco renovación del Senado ; y no ofreciéndose reparo alguno que oponer
Romo y Gamboa , secretario." á ella,
Provincia de Córdoba. " La comisión de Actas electorales ha exa ■•Es de dictámen que el Senado puede servirse aprobarla. Sin
minado la de escrutinio general de Córdoba celebrada en 12 de Fe embargo resolverá lo que estime mas conveniente. Palacio del mismo
brero próximo pasado para la propuesta de un Senador en reemplazo 27 de Marzo de 1841—Gaspar di Ondovilla, presidente. = Cárlos
del Sr. D. Antonio Fernandez del Castillo, que cesó en este cargo por Morand.=Manuel Lorenzo.=Joaquin Francisco Campuzano—Fran-
la tercera renovación del Senado ; y no ofreciéndose contra ella difi cisco Romo y Gamboa , secretario."
cultad alguna, Provincia de Zamora. "La comisión de Actas electorales ha exa»
«Es de dictámen que el Senado puede servirse aprobarla. Sin em minado las de primero y segundo escrutinio general de la provincia

de Zamora celebrado para la propuesta de un Senador en reempla
zo del Sr. D. Ezequiel Diez deTejeda, que salió por consecuencia de
la tercera renovación del Senado ; j no notando en ellas" defecto que
pueda invalidarlas ,
.•Es de parecer que el Senado puede servirse aprobarlas. Sin em
bargo acordará lo que eslime mas conveniente. Palacio del mismo
87 de Marzo de 1811—Gaspar de Ondovilla, presidente. =C.irlos Mcj-
rand..=Manuel lorenzo.rjoaquin Francisco Campuzano.nFrancisco
Homo y Gamboa , secretario."
Provincia de Zaragoza. "La comisión de Actas electorales ba
examinado la del escrutinio general celebrada en Zaragoza en 51 de
Enero de 1810 para la propuesta de un Senador que reemplace al se
ñor D. Joaquín Nogueras, que cesó por la segunda renovación del Se
nado: apareciendo de aquella haberse comprendido en la terna á los
Sres. duque de la Victoria, D. Miguel La borda y D. Francisco de
los Ancos , y no bailando en ella defecto alguno,
«Es de dictamen que el Senado puede servirse aprobarla. Sin em
bargo resolverá lo que estime mas conveniente. Palacio del Senado 27
de Marzo de 18ll=:Gaspar de Ondovilla, presiden te. ^Cirios Mo-
iand.= .VIanueI Lorenzo.=Joaquin Francisco Campuzano.=Francisco
Homo y Gamboa, secretario."
El Sr. ONDOVILLA: La comisión ha creído propio de su de
ber bacer presente al Senado que de 71 Senadores nombrados por
la Regencia provisional del reino han tomado ya asiento 21. Están
aprobadas las actas y la aptitud legal de 11: pendientes de docu
mentos pedidos 5: y las actas presentadas hoy, solo por lo respecti
vo á la legalidad de las elecciones, han sido 13, que la comisión con
rl objeto de anticipar sus trabajos las ha pedido al Sr. Ministro de
la Gobernación. De consiguiente la comisión ba cesado por ahora en
sus tareas, resultando que tan luego como los Sres. Senadores cuyas
actas están aprobadas presenten los títulos que acrediten su aptitud
legal, se habrá dado un paso para que el Senado se complete , y
pase del número de 71 Sres. Senadores que son necesarios para votar
la Regencia y demás leyes. Yo espero que este trabajo merecerá la
aprobación del Senado." _ ,
Se leyó y el Senado tjuedó euterado de una comunicación del
Sr. Presidente y Secretarios del Congreso de Diputados participando
que á consecuencia de haberse constituido definitivamente, había
sombrado por su Presidente al Sr. D. Agustín Arguelles, Vicepre
sidentes á los Sres. D. Pedro Antonio Acuña , D. "Evaristo San Mi
guel, D. Joaquin López y D. Fermín Caballero; y por Secretarios á
los Sres. D. José Sánchez de la Fuente, D. Julián de Huelves, don
Eugenio Diez y D. Hipólito Otero.
Se leyó la siguiente protesta presentada por varios Sres. Senado
res contra el manifiesto del Gsbierno á la nación española de 2 de
Noviembre de 1810.
Al Senado. "Los infrascritos Senadores, que lo éramos ya en las
Cortes del año próximo pisado , y por lo general volamos con la nu
merosa mayoría del Senado, esperábamos con ansia que llegase la
ocasión oportuna de levantar nuestra voz contra las falsas acusaciones
dirigidas á las mayorías de los Cuerpos colegisladores , y por consi
guiente contra la representación nacional. Antes hubiéramos dado
este paso aprovechando la primera sesión del Senado , si consideracio
nes de alta política que sin duda sabrá apreciar la sana razón , no
nos aconsejaran sacrificar al bien público nuestros mas vivos deseos.
«No descenderemos á rebatir las calumniosas imputaciones que la
Tevolurion de Setiembre nos ha prodigado en periódicos, en hojas
volantes y en alocuciones publicadas por algunas corporaciones po
pulares: su calificación pertenece, y nosotros la dejamos, al fallo
imparcial de la verdadera opinión pública.
••Muévenos solamente á hablar como único documento que merece
nuestra refutación el manifiesto de 2 de Noviembre, dirigido á los
españoles por el Consejo de Ministros que provisionalmente gobierna
el reino, en el cual por una extraña inconsecuencia, al paso que se
decidió abiertamente por la permanencia del Senado conforme á la
Constitución , comprometiéndonos asi y calificándonos de buenos
para seguir en nuestro puesto, estampó no obstante las notables
cláusulas siguientes:
"A nadie parecia ya posible que la nación se salvase de la red en
«que la tenían envuelta los enemigos de sus derechos: ocupados te-
• nian todos los resortes y medios de gobierno; dominando exclusi
vamente en los Cuerpos legislativos por medio de mayorías facti-
«cias artificiosamente combinadas; entregados los Ministerios á cie-
»gos esclavos suyos, y lo que era aun mas triste, seducido y enco
rnado i fuerza de sugestiones insidiosas el poder supremo del Esta
ndo. Ta los españoles veían venir el momento de repetirse el escán-
« dato del año 11, y por descanso de siete años de fatigas y de corn
il bates, y por recompensa á su constancia, á su fidelidad y servicios,
-contemplábanse atados otra vez al yugo de la servidumbre con los
«lazos formados por su misma lealtad."
•■Nosotros, como inviolables por nuestras opiniones y votos en el
ejercicio de nuestro encargo, conforme á la Constitución, no recono
cemos en el Consejo de Ministros que ahora gobierna el reino, ni en
ningún otro Gobierno, el derecho de acusarnos por ello. Nosotros no
tuvimos antes ni hemos tenido después ninguna otra noticia, ni he
me» visto la menor prueba de que existiese esa red en que se supone
envuelta á la nación por los enemigos de sus derechos , ni de que se
intentase repetir el escándalo del año 11 para atarla otra voz al yugo
S.—TOMO I.
85
de la servidumbre. Nosotros no podemos concebir cómo puedan Ha»
marse facticias las inmensas mayorías de los representantes de la
nación, legal y constituoionalmeote elegidos, nombrados y admitidos.'
Nosotros, por la parte que nos toca, y aun creemos poder asegurarotro
tinto á nombre de nucslros antiguos compañeros, repelemos y recha
zamos tan altamente como podemos la falsa aserción de que los ene
migos de los derechos de la nación dominaban exclusivamente en los)
Cuerpos legislativos por medio de esas mayorías á que pertenecimos.
Nosotros por tanto protestamos ante la nación y el mundo entero
coutra esas y otras injuriosas acriminaciones de que ni se ha dado ni
es posible que se dé prueba alguna: protestamos igualmente que nues
tras mas intimas convicciones y el testimonio de nu-stra conciencia
nos aseguran haber cumplido bien y fielmente los deberes de nuestra
encargo, haber guardado religiosamente la Constitución de la monar
quía que juramos, y haber sido fieles en todo á nuestros juramentos.
«Nuestro honor ofendido exigía de nosotros esta vindica
ción anle el Senado á que todavía pertenecemos , y la exigia
también el interés yla estabilidad de nuestras instituciones, Ma
drid 27 de Marzo de 1811.=M. El duque de Castroterreño.=El
obispo de Córdova.=Maríano Valero y Arlela.=Diego de Entrena.::
José María Alvarez Pestaña.=José Santos de la Hera.=Francisco
Romoy Gamboa.=M. El marques de Castelldosrius.^Juan José Gar
cía Carrasco.=Juan Nepomuceuo Fernandez Son Miguel.=Bay lio Ra
fael Caamaño.=:José María Pérez.=José María Galdeano.=El conde
de Pinofiel.=Antonío Remou Zarco del Valle.=Nicolás Melgarejo.::
Joaquin Díaz Caneja."
Preguntado si se diría que el Senado quedaba enterado, pidió la
palabra y dijo
El Sr. Ministro de la GOBERNACION: Señores, me parece á mí
?ue el documento que acaba de leerse debe pasar á una comisión que
ue nombrada para dar dictamen sobre un asunto igual, porque el
Senado recuerda que está aplazada para ese dia la cuestión; y siendo
exactamente igual debe discutirse á la vez que la del Sr. Valladares.
Yo rogaré por tanto al Senado que tome esta disposición.
El Sr. CANEJA : Yo imitaré el ejemplo del Sr. Ministro de la
Gobernación , y por tanto no entraré en esta cuestión ; tiempo ven
drá en que habremos de hablar mas extensamente ; pero este papel
(que es en lo que no puedo convenir con e\ Sr. Ministro de la Go
bernación ) no se parece al otro que ha pasado ya á una comisión.
Nosotros aquí nada pedimos al Senado; allí se pide una cosa; nos
otros hemos creído de nuestro deber , nosotros hemos creído de nues
tro honor, hemos creído del honor del Senado el vindicarnos ante
el cuerpo i que pertenecemos, el vindicarnos á la faz de ia nación
enteia de las gratuitas acusaciones que se han dirigido contra
nosotros.
Nosotros prescindimos de lo que se ba dicho en periódicos, hojas
volantes y otros papeles; pero nosotros no podemos prescindir de un
papel en el cual se habla por el Consejo de Ministros que provisio
nalmente gobierna el reino en virtud de un articulo de la Constitu
ción ; nosotros, repito , no pedimos mas que esto , y ninguna rela
ción tiene con el otro papel ; no hemos querido dar ese giro : pero un
giro que pudiera comprometer una decisión al Senado.
No tratamos mas que de vindicar nuestro honor ofendido y ha
cer ver á la nación española , á la Europa y al mundo entero que
hemos sido. fieles á nuestros juramentos; que hemos votado todo
aquello que hemos creido arreglado á la Constitución que juramos;
que nuestras opiniones , que nuestros votos han sido siempre dirigi
dos al bien público , al bien de la patria ; que los que hemos perte
necido á una mayoría no nos hemos vendido; que nosotros no hemos
estado supeditados exclusivamente por los enemigos de los derechos
de la nación. ¡No! Yo lo digo por mi y por todos mis compañeros,
mas dignos que yo. Nosotros no podemos sufrir un agravio de esta
naturaleza , ó seriamos indignos de ocupar este asiento. ¡Mayorías
facticias ! ¿Qué quiere decir mayorías facticias?
Señores, las mayorías de los Cuerpos colegisladores han sido for
madas en virtud de elecciones legales ¡elecciones que han sido apro
badas por uno y otro Cuerpo, á quienes la Constitución da este dere
cho ; y cuando estos Cuerpos han decidido sobre su validez ó nulidad,
no creo que toque á ningún individuo, y mucho menos al Gobierno,
echar abajo esas decisiones ; porque, señores, desgraciada la causa
de la libertad , desgraciada la nación si pudiésemos sancionar el prin
cipio de que el Gobierno tiene facultades para acusar á los represen
tantes de la nación, á las mayorías, es decir, á toda la representación
nacional: y si esto fuese asi ¡qué seria entonces de la Constitución!
Señores, ¿qué seria de la libertad ?
Y este ejemplo que se nos da hoy ¿ no pudiera repetirse mañana?
Señores, la Constitución da á los representantes de la narion esa ab
soluta inviolabilidad : ¿qué dice el artículo 11? Dice que los señores
Senadores y Diputados son inviolables por sus opiniones y votos en
el desempeño de su encargo. ¿Quién es el que censura á las mayo
rías pasadas de haber sido liberticidas como se nos ha llamado?
Señores, yo quiero que todo el mundo ponga la mano en su
pecho
El Sr. PRESIDENTE: Yo desearla que el Sr. Caneja tuviese la
bondad de decirme á qué se dirige su discurso.
El Sr. CANliJA : Se dirigía, Sr. Presidente, á deshacer una
equivocación en que no es* extraño haya incurrido el Sr. Ministro de
la Gobernación. Ha creido que nosotros pedíamos algo como se pide en
1 11
 3G
fa exposición de un digno compañero nuestro , que separándose en
cierta manera de nuestras opiniones lia hecho una exposición. Por
consiguiente no nos oponemos, nos es absolutamente indiferente que
pase ó deje de pasar á la comisión ; solo advierto que nosotros hemos
dado este paso solo por vindicar nuestro honor; que nos hemos pro
puesto no presentar embarazos al Gobierno, y que no queremos po
nerle en compromisos, ni nosotros tampoco queremos por eso aban
donar nuestros puestos.
£1 público sabe cuál ha sido nuestra conducta: nosotros nos he
mos presentado aquí el primer dia en Ja ¡unta preparatoria mas de
veinte y ocho ; nosotros hemos salvado el reglamento ; ¿ y conque
objeto? para cubrir el Senado; nosotros hemos aprobado el número in
finito de actas que la comisión nos ha presentado sin hacer la menor
oposición: solo me he visto obligado á tomarla palabra en el primer
ejemplar que ha hecho la comisión : ¿y dónde? En la desgraciada
provincia de León ; y cuando todas las demás, sin dejar una, han
merecido la aprobación de la comisión, en esta ha recaído su des
aprobación.
Señores, repito , estamos muy distantes de presentar obstáculos
al Gobierno: sabemos que hemos tenido la mayoría en los primeros
dias ; pero no hemos llamado porque si nosotros hubiéramos dado este
paso se hubiera dicho que nos hablábamos á nosotros mismos; que-
Tiamos que hubiese un número de compañeros muy superior al nues
tro para poder vindicarnos, y que quede nuestro honor en buen lu
gar y sin manrilla.
Él Sr. HEROS: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: No hay disensión. Yo he permitido al señor
Coneja que concluya á pesar de la insinuación que le he hecho, persua
dido de su delicadeza ; pero el objeto de que ahora tratamos no es
ese : ahora la cuestión está reducida á resolver si se dirá, como ha
Eropuesto la mesa, que el Senado queda enterado, ó si pasará, como
a dicho elSr. Ministro de la Gobernación, á la comisión que entien
de en este asunto , en cuyo caso esta dará tu dictamen , y entonces
todo el mundo tiene libertad de hablar con toda la latitud posible.
Por consiguiente va á repetirse la misma pregunta de si el Sena
do queda enterado, ó si se pasará á la comisión que entiende de la
otra proposición.
El Sr. CHACON YDURAN: ¿Se me permite decir nada mas
que dos palabras? ¿Qué diferencia hay de esta cuestión á la del se
ñor marques de Valladares?
ElSr. PRESIDENTE: No hay discusión , no permitiéndose la
palabra á nadie sobre este particular.
El Sr. Ministro de la GOBERNACION: Si esta protesta no pasa
i la comisión que ha de dar dictamen sobre la del Sr. marques
viudo de Valladares, el Gobierno no puede menos de hablar , por
que asi como los Sres. Senadores están en su derecho acusando al
Gobierno por algunas palabras del manifiesto de que se trata, el
Gobierno debe también defenderse. Ha querido tratar esta cuestión
una vez sola porque no es cuestión que deba repetirse mucho , y
por eso ha esquivado toda ocasión, en que se ha presentado acciden
talmente ; hoy que está ya provocada, que e«ti indicado el dia en
que debe tratarse , ha llegado la ocasión de hablar de lleno, pase
ó no á la comisión.
El-Sr. PRESIDENTE: El Senado ha oido las Tazones del Sr. Mi
nistro, y en su consecuencia decidirá loque le parezca conveniente."
Se preguntó si se dilia que el Senado queda enterado, y resolvió
por la negativa.
Preguntado si pasaria á la comisión, dijo
, El Sr. HEROS: He pedido la palabra en contra de que pase á la
comisión, señores, porque yo no alcanzo qué dictamen pueda dar so-
bre un asunto de esta especie. El Gobierno diú un manifiesto , y la
comisión da un contramanifiesto, porque realmente esto es lo que se
va á hacer. El del Gobierno puede considerarse bajo dos puntos de
vista, ó como una obra impresa, cuya calificación corresponde al ju
rado, adonde acudirán los que se den por ofendidos, ó como un docu
mento sobre el cual recaiga la decisión del Senado, en cuyo caso no
puede juzgar mientras no se sigan todos los trámites que la Constitu
ción requiere para que el Senado se constituya en tribunal.
Por consecuencia la ¿omisión que haya de conocer en este docu
mento realmente no sabrá qué decir; el Gobierno mantendrá su opi
nión , y los señores de la comisión mantendrán la suya, como tribu
nal de justicia, ó será preciso que entremos en el exámen de datos,
que el Gobierno si no quiere no los presentará (y datos que desde aho
ra digo que no quiero conocer) , ó hemos de emitir un juicio doctri
nal ; y los señores que se encuentren agraviados por una de las ven
tajas que tiene nuestro régimen representativo, deben manifestar los
motivos en que lo son.
Se quejan de que se les ha llamado mayorías facticias, y digo que
el Gobierno tiene razón: ¿qué es mayoría facticia? Pues sin masque
aondir al Diccionario de la lengua digo que facticia es lo que no es
natural, lo que se hace por arte, pues se puede hacer una mayoría
que no sea natural, y que sea por arte ; y para probar eso citaré al
gunos casos del Senado.
'El Sr. PRESIDENTE : V. S. probará lo que son mayorías fac
ticias , pero eso no nos conduee á si la protesta de que se trata ha da
pasar ó no á la comisión. >
El Sr. HEROS : Me parece que conduce á ello ; pero como no se
me ha dejado concluir....
El Sr. PRESIDENTE : Cuando llegue la ocasión lo probará V. S.;
ahora se trata de si pasará á la comisión."
Heoha la pregunta de si pasaria á la comisión, asi se acordó.
Entraron á jurar y tomaron asiento en el Senado D. José lin
dero y Corchado por la provincia de Cáceres , y D. Miguel Corba
cho por la de Sevilla; quedando agregados, el primero á la primera
sección, y el segundo á la segunda.
El Sr. PRESIDENTE: No teniendo el Senado asuntos de que
deba ocuparse no babrá mañana- sesión , y para la próxima se avisará
á domicilio.
Ciérrase la stsion."
Eran las dos.
 NÚMERO 7. 87
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S ilI'.-uiU .n.lt'1 «n .<i..il»M p.|i.* ii.ub.i.oh! i . .•'■iibj - f.. \--r , ;,!ia'l m.v ! .l! ¡ . imlvovj i.¡ :»í> ».• '••íJoq ••}■ -
om'A "miKí.-.Mivil/ /=..ip.-^ '. •.. •! nilrt".- rdi' ... • i TV|J» •» tn . )• < \, n 'i ii'U'-B. I. .(| : i. m.¡-
r.*.U>fcfl ■ f.l/r;.i:-.v:».-!iy »• -.>l. ..: i y:¡-" ." .l,*yJB»|,| ., / ,tl ;:. :.• .!!•'• li br.l.iu.i'. ,v.i: ;> ;
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LAS SESIONES DE CORTES,

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..i. • ■' •<!): .-. ■*'..> SESION DEL DIA 3 DE ABRIL DE 1841.
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ni. ' Se abrió i la* doce j reinte y cinco minutos. . pedida* desde 16. de Octubre del año próximo pasado basta 22 de
B Ei Sr. Secretario Onú léjó el acta.de la anterior , y fue apro Marzo por el Ministerio de Gracia y Justicia , remitidas por el
bada sin discusión. i Sr. Ministro del, ramo. •, . .
£1 Sr. Secretario Carrasco dió cuenta y el Senado quedó entera £1 Senado recibió con aprecio, y acordó archivar los dos ejempla
do de las siguientes comunicaciones: ■■" n - .' res que el Sr. D. Pió Pita Pizarro remitía de la obra que ha pu
tí Del Sr. Ministro de la Gobernación de la Península , acom blicado con el título de Éxámcn critico je la Hacienda y deuda del
pañando el decreto de la Regencia provisional del reino , fecha 1? Estado ; proyecto de su reforma general y la del Banco , equilibran
del corriente, por el que ba nombrado Vicepresidente del Senado en do las rentas y los gastos , restableciendo el crédito, y fomentando
la presente legislatura al Sr. D. José Landero j Corchado , Senador la prosperidad nacional. ,
por la provincia de Ciceros. ., , Se acordó pasar á la comisión de Actas los documento* presenta
K Del mismo Sr. Ministro, participando la renuncia que ba he dos después de la sesión de 29 de Marzo anterior de los Sres. Sena
cho el Sr. D. Fernando Peres de Castro del cargo de Senador por la dores nombrados D. Antonio Martínez de Velasco, por Valencia;
provincia de Guadalajara; j que habiéndola hecho antes también los D. Francisco Godoy y Manrique , por Almería ; conde de Castejon,
Sres. D. Joaquín Verdugo y D. Gregorio Garcia , ba dispuesto el por Orense, y D. Rafael Jiménez Frontín , por Córdoba.
Gobierno se verifiquen nuevas elecciones. Se acordó pasar á las secciones para que nombren una Comisión
' 33 Del Sr. conde de Casa-Puente, Senador por la provincia de las copias auténticas de la renuncia autógrafa de la regencia y go
l Santander , en que con fecha 24 de Marzo participa desde dieba ciu bierno del reino hecha en Valencia por S. M. la Reina Madre Doña
dad al Senado su renuncia del cargo de Senador por la expresada María Cristina de Borbon en 12 de Octubre del año último , y del
provincia. •■ • .,.,„. acta formada con motivo de tan memorable. suceso , que con oficio de
: 4i Del Sr. D. Iñigo Ortis de Velasco, desde Vitoria , fecha 50 de 29 próximo anterior remitía el Sr. Ministro de £stado ; manifestan
' Mano anterior, contestando el recibo del oficio que se le pasó exci do al propio tiempo que dirigía iguales copias al Congreso , y que
tándole á que se presentase i tomar parte en las discusiones del Sena por mandato de la Regencia provisional se conserva en la Secretaria
do, y acompañando al mismo tiempo otro oficio con igual fecha de su cargo el citado documento autógrafo hasta que las Cortes de
renunciando el cargo de Senador por la provincia de Alava. terminen en cuál de los dos Cuerpos que las componen haya de de
M Del Sr. conde de Valdecañas, fecha en Luce na á 14 de Marzo positarse.
Sróximo pasado , renunciando el cargo de Senador por la provincia £1 citado documento dice asi :
e Córdoba. Don Alvaro Gómez Becerra, Ministro de Gracia y Justicia, nota
0? Del Sr. Ministro de la Gobernación de la Península , fecha 30 rio mayor del reino, &c. *
anterior , acompañando un oficio del Sr. D. Pedro Antonio Acuña Certifico que entre los papeles que existen en este Ministerio de
renunciando el cargo de Senador por la provincia de Jaén y el de mi cargo se halla un documento del tenor siguiente:
Vicepresidente del Senado; manifestando al propio tiempo el Sr. Mi Acta en que S. M. la Reina Gobernadora Doña María Cristina
nistro haber comunicado la órden correspondiente para que se pro de Borbon presentó su renuncia de la Regencia que la habían con
ceda á completar la propuesta por medio de segunda elección. ferido las Cortes constituyentes en 1836. En la ciudad de Valencia
7Í Del expresado Sr. Ministro, fecha 30- de Marzo, insertando á 12 de Octubre de -1840, se reunieron prévia convocatoria en una
nn oficio del Sr. marques de Rodil haciendo renuncia del cargo de de las cámaras del Palacio que habitan SS. MM. , D. Baldomero Es
Senador porr la provincia de Segovia ; manifestando al propio tiempo partero, duque de la Victoria y de Morella, conde de Lucbana, Pre
la provine.u
- que con igual fecha había dado órden para que se procediese i según- sidente del Consejo de Ministros; D. Joaquín Maria Ferrer, Minis
i das elecciones con el objeto de reemplazar al Sr. Rodil, respecto i tro de Estado ; D. Pedro Chacón , Ministro de la Guerra ; D. Manuel
que loa otros dos candidatos de la terna, los Sres. D. José Landero y Cortina, Ministro de la Gobernación de la Península; D. Joaquin
Corchado y D. Manuel Lorenzo, han tomado asiento en el Senado. Frias, Ministro de Marina , Comercio y Gobernación de Ultramar;
8Í Del propio Sr. Ministro poniendo en conocimiento del mismo T. el duque de Alagon , capitán de Guardias de la Real Persona;
que la Regencia provisional del reino en decreto de 30 de Marzo ha D. Antonio Seoape, capitán general de Valencia ; el conde de Santa
bía nombrado Senador por la provincia de Almería á D. Joaquín Coloma , mayordomo mayor de SS. MM. ; el marqués de Malpica,
Godoy y Manrique por renuncia de D. José María Carrasco Serna. caballerizo mayor de S. M. ; D. Cayetano Borso di Carminati , ma
9í Del ;nismo señor, con fecha 29 anterior, en que manifiesta que riscal de campo; D. Casimiro Valdés , subinspector de artillería del
la Regencia provi¿ÍooaI del reino había acordado se devolviesen los segundo departamento; D. José Paulin , comandante general de ar
proyectos de ley que en la anterior legislatura quedaron pendientes tillería del ejército del Centro; D. Juan Quíroga , comandante ge
en el Senado sobre la imposicíi;.'1 de un arbitrio para la reparación neral de ingenieros del mismo ejército; el marqués de las Amarillas,
del muelle del Portal, y camino á Jerí.* ¿" Ia Frontera, y sobre general de división del mismo ejército ; D. Cayetano Urbina, ge
neral de división del mismo ; D. Javier de Azpiroz , mariscal de
■anidad. campo; D. José Cabrera , comandante general de la segunda divisiou
Se acordó devolver dichos proyectos.
También se acordó repartir los ejemplares de la* circulare* ex- del segundo ejército: D. Ricardo Sbelli, comandante general de la ca-
8—TOMO L 12
 balleria del ejercito del Centro; D. José de Julián, comandante del ter lty.rEl brigadier José Nararro.rJosé de Julián. =F.l intendente mi-
cio nnv.il d« \MBHÉpi 3«gtf¿tradá>eai.rcgHtoadaate ^gnctai:i«gTli np- 'T^'iltJl'TfuTtij'iS M.'C"TÍ'** íH.anderal. = Juan- Bautista. Ge
de la primera división del ejército del Centro; D. José Navarro, se novés , auditor de guerra. = Andrés Ruiz Morqiiecho. ="VfcenfePu»-
gundo comandante general de ingenieros del ejército del Centro ; don ter.=Manuel Bahamonde.=Miguel Cortés.=Miguel Cormano.= Vicen
Hipólito Vincenli, intendente militar ; D. Miguel di te l.lupis.— .1 ulian Bordoy .=Julian Blazquez.=Joaquin Ferraz.= Juan
cargado de la intendencia del ejército del Centros: ¡D. Broto. 4 Ramón Vidal. = Juan Oliet. = Francisco Bellver. — Luis de
Genovés, auditor de guerra de la capitanía general I la Lastra Cresta.¿Luis José Ramirez.=José Mana Gamborino.= José
ter, regente de la audiencia ; D. Andrés Ruiz Mol l-Felix Moíigé.'rxfilinarquesde Cruillés.=:Antonio González Madroño.=
la misma ; D. Manuel Baharaonde, fiscal de ella; D. Miguel Cor Francisco Rausell y Sancbo.=El marques de Jura Real.=MartinPuig«
mano , gefe político de la provincia ; D. Julián Pordoy , subinspec dullés.=José Ansaldo.=Juan Antonio Millan.=Pedro Fabio Bucelli.x
tor Je la Milicia nacional ; D. Joaquin Ferraz , gobernador del aíT/jr Vicente de Alba.=Pedro Pascual Font.=Vicente Morera.=Felipe Emo
zobispador ; • D. Miguel... Cortés,
I. n dignidad
T_1. Tai de chantre ; 1 D.
:_ noVicente
.1 .. oS. Lle^N»
T?„ de
n rBas.i =de 1 Félix
TT Oraá.^José T ■ Abdon TI i ■ Arbuixech.= ■ _ Mariano
T r ■ l Ti?Batllés.=
pis , canónigo magistral; D. Julián Blazquez , arcedia de Fe I Rafael i■
Heredia.zrJavier Paulino. =:- T. t
Fulgencio Vila.=Diego m
Ta
lipe; D. Juan Broto, canónigo penitenciario; D. Juan OJiet , lee pia.—Evaristo González. = Pedro Toinér de Tornér. = José Garelly.=
; -P«Lu4s d«.^a-Laslfa, dwle/3'». ' Ramón Yii^aJ, SJ1 Alva ro_Go ojez .
1). Fmncisrd Bel Ivi'c.'curá de \LorenzA j a con el lista 'original que queda archív; el
olra'íde ■ose Jaría terío dej'joli catno y á ;q\ij!! i_- me refiero rid 2G ■de 18
Sairrr^tftrtrfcj^n^a^^^rWlfls, • •M..é¿de\l£. TVsiiailfliÉOiigí^jJU^IItí. ialeüAlvaro^Gnmez.
tconómica; el marques de Jura Real , director de la Maestranza; Se acordó pasar á las secciones para el nombramiento de comisión
D. José Ansaldo, presidente del ayuntamiento; D. José Félix una comunicación del Sr. Ministro de la Gobernación de la Penín-
Monge, alcalde cuarto constitucional; D. Antonia ("imnadm. J>fu-- -mhs,~fm«Ua M de Marzo anterior, dando cuenta al Senado de los ca
ilroño, Baile general del Real patrimonio; D. Francisco Raosell y sos en que ha sido necesario reunir en una misma persona los man
Sancho, alcalde constitucional; D.Juan Antonio Millan , regidor dos político y militar en algunas provincias.
decano; D. Pedro Fabio Bucelli , tesorero de la provincia; D. Vi Igual resolución recayó á otra comunicación del mismo Sr. Mi-
cente de Alva , contador é intendente interino; D. Vicente Mjirera, nislro, con la propia fecha , relativa al plazo que fue preciso seña-
primer sindico del ayuntamiento; D. Félix Oráa «dmi^jjflfradcrf- Py*iB'a^>|rlaB»e (i"r 'a Constitución previene, para la reunión de
de aduanas; D. Martin Puigdullés , comandante di caíátoiieros mm i actíiáfés Cueles.
la provincia; D. Pedro Font, contador accideoylVfrjprlpi mgtj¿ J¡¡ ,Sr. .í/fiygSl DENTE : Orden del dia : Continúa la discusión del
D. Felipe Emo de Bas, síndico segundo del ayuntamiento; D. José dictamen de la comisión sobre las actas de León que quedaron sobre
Abdon Arbuixech, síndico tercero; D. José Garelly, aHminiatr.irlnr 1- „ ¿e ios dictámenes que haya despachado la comisión de
de loterías, D. Mariano Batllés, rector de la universidad; D. Ra Actas , de los que puede pasar á dar cuenta la comisión.''
fael de Heredia, administrador interino de ramos decimales; Don .Se leyeron y fueron aprobados sin discusión los siguientes dic
Fulgencio Vila, facultativo; D. Diego Tapia, comisionado de támenes :
Amortización; D. Javier Paulino, vicipjrftjleolí JleJ|tl jibHjÁdejifcL comisión de Acias electorales Ha
mcrcio; D. Evaristo González, contador de arbitrios de Amortiza- examinado la del escrutinio general celebrado en el dia 12 de Fe
< K<4» , .V D. Pedro Torner, diputado provincial. brero último en la capital de dicha provincia, á consecuencia de las
Wsá'da va la -hora de las oefid de Iá froclté seWserrro JrV M!'Üt-«u) elecciones -verilica Irfí' i*i|a:iiaf>fi¿ra ■pii'aiiaipvropueílaieñ lerna de un
gusta Réi'ria'GJbérnadorá- Doña Mafia CríStio. M Horbolr;iy';sé tríg-i Si tiador 'eiireéihp'l'.rzw i*eí Sr.i I). José de Islrt Fe*n«ndex< qué casó en
u 'i leor uu documento autógrafo , qaie después' éhlrego a I l'residci.ie su cargo en virtud de la tercera renovación. .oaitttttii¡ ní« abad
■ leí Co bsé'jo'cfe Ministros , acompañado de'un''R'éá'l decretó que lejgj ••lia óbserVadó''fii ella qlíe par»:h.icnr el éscrntiiiio.generalino se
éste , y el ieiíó'r de anibbs'és <?1 qtié'sitjuéV ',' " '* ■ J*» •. tuvieron. en cuenta los votos qne'-se'Bmi lieron en los colegios electo
A i.as C'.ktk.-. = Renuncia. = "El aetühl"esfado''tltí la ■ narion, rales de'Gi'bajrf V P;7é'iille;il<>'At!eei< pbr : haberse .inralidado por la
•V e.1 delicado en ri'ue mi salud se encuentra , me han 'Hecho rl'eci- junta' sus fiel • s; p;'lo:h:ib¡éndoln« «énido á.la «vista, y adver
' clir á renunciar Be'géncía"dél reino, qíie duranle la menor Vda'd tí lo qfíe fa '¡■'imiiia'éi'bh .de los expresados vo(osl no. puetlitKÍe oingiía
de mi excelsa Hija Doña IspbeJ II me fue conferida por lás Cór. ' íhbdo aUétíhf'él resúltsaij He'l típtopí)eirta,l»pina que el Senado ¡puede
ílí .constituyentes de la nación ,. repáídas en 1851} , á pesar A- servirse aprobar el acia de que se trata.
que mjs consejeros , .con la honradez 'i triotisnio que íes 'dis- t"Sin embarco residverájdó'qjfí- eslírne niás-aceetndo. -; I i¿
~~e- Han rog. ido encarecidamente ronti »E1 Sr: í>. Hipólí ro de -HoW* , Setiatlot nbmJmdb par. la brortn.
euriíon de 'las próximas
menos hasta, la reunión cia de Santander , ha justificado en debida forma.' ax &ptitni-<leeali,)y
convenienle al paisi y ¡i la causa piiblic; "lícá ':, o pucliro- ]ior tmfá opfA'a lá 'cdhirsiion! o¡ué 'él Sénado puede servirse!.ac6rdar. su
acceder á algunas de las exigencias de lás "pueblos , faite mis gadmision definitiva. •' a'« ; *4um ntíuAim m uavIdoD
^ ^os mismos cree/i US¿Whér ser'eohVultadas para calmar los áni- ••^iu e.i.f :o (icofrlSr'í'lor btte estime mas acertado. Palacio del
, ino'ij y terminar la actual situación , me es absolutamente imposible Senado 5 .le Abr'if U'ef8fl.<¿6tRfpaY'díe<'Ondovil>a,' prcsidentcaCarlos
continuar desempeñándola,', y creo "obrar contó exige el interés de la '.Morinid.=MatiiK-r Lbreiízo.'iJtitftfíiih Fran«i«oo> Campníairo.niErah-
U9CÍon renunciando á ella. Espero que (as Cuites nombrarán prr«<>- cisco Romo y Gamboa , .secretario." .aionivoiq
pira laii alto v elevado cargó que contribuyan .á hacer taSíenzj ['my'nu-'ia Je Cu. ara. ' ''La comisión de 'A«*a'*' eléctorales ha>xa-
.esta' nación como merece por sus virtudes. A las' mismas dejo Brfro- íiiioailo la del escrutinio general prirteipiado d -celebrar «!n la ciudad
fmendadas mis augustas Ilijas ; y los Ministros Me deben conlorme de Cuenca á 5 dé Agostb del año de 18w -paro la propuesta en lista
.al espíritu de la Constitución gol .-rilar1 ¿1 Reifib líástá' que se r'é "triple de un' Senador por aquella proviricia en reemplazo deL Sr. Dba
unan me tienen Jadas sobradas pruebas de lealtad pará no '¿mirlarles Eusebid dé'Bardaj'í'y Azara, qde cesóyu sTi ehoargo por consecuencia
con el mayor gusto depósito tan sagrado. Para que produzca , piles. dé la pri meta 'renorccl. • n del Sentrd'o;''1 ■ ' 'di • .vi Wf H
los.jC^ectos eorrespondienles , finu'o eslé documento adtógráfó de la ' ••Dé sii ex imen ri's'ilta qin? cbneilriieron á dn junta de escrutinio
renifncia qué en presencia de tás 'autoridades y corporaciones de esta diez comisionados, y,nj lo hicieren, uno por indisposicion de «O sa-
ciudad entíeco (W al Presídeme
Presidente de mi Consejo para Sai lo presente á 1 1 i ; :: [ I e'ñíii no, ftunqDfl jreniiíierán las acias de
su tiempo i las iSVMnna
9891 WüCristina.
3' =Valencia
funiriob ntt nilun 12oí de
üjTr. Octubre
» itu , áuá'fc.s;v, livós fllstVltos' los hlrlldCs eonstituíiojiales_do los mismas, y
L/)ECRr','". "Decidida por ej estado en que' la rlaeion se. ep- '¿eien'le :'.n ; ¡i- motivo.", que se i-uor.aV m-, cilya'folla no se considera sa-
piíráírnva'Íii!an la acta ni deber <per;udtcar-mai que á los que
. 'tcntra y él delicado de mi salud á renunciar laf Regencia 'del a!^r'<ín"'*J|ififiir\,i,',í!,uuV •>->^-> ¿¡ c.L. /mu; , v.-di.d o.ííia
; ¡no que .durante la menor edad de mi augusta Hija Dpña Isa- 1.11 :.4^Ia'bíef?o,ó,ac, ) ■ iupdr
. oíely i 'juti^ar'fl^'rtcnrrtnioi^a»! principio á tus ope-
! i II me confirieron las Corles constitiivéufes de la nación rif- jamones „..'abéttéo rlé diVlTilos', eicaiuiiiri laiafcla del de
_ unidas en 1%5G, ' la lie consignado en el adjunto docnmentó au'to- Al'arcou . y p.'ir lL:';::r ájiafecidn des eleetores: láseri tea ídé» mas y tres
eraíp que parp su presentación á las Cortes ¡i' su tít-m j>,ó ( 6s'.dirijo; Solos disii'nles ... nti mbrfefj 48 Hizo la pro j'Osvt'iori-írn^tomó- en conaidé-
debiondo en su. cqnsecijencia y desde eíjk momento qUeclar' instala ración' la junta', tm!.t , red cid .i A que por luibeí tomadó pañte en. la elec
da la Regencia provisional, que conformé al espíritu .dé lá'Cbps— ción «•< s v. li s dé ' .iu.anar qiie mi apa peeian como electores enda
litucion corresponde á los Ministros, hasta que las ' CórV^T'/iM^nj lis; i ápr ' . ' i> :"1 i diputación provincial, y porque Mauriciv-fije.
el npnibrainienlo de los que deben desempeñarla. Tendréislp HnHEp- dondo, Nie; im des \ vafro, vecino dé■ 1* Olmedilla', y .ióaqutn de
iido, y lo comunÍ9areis, á quien corresponda. = Yo la Reiáa Gbbér-i Ipics'tJ^, doj Qüintanar, estaban puestos en Kis-lrSIiis y habian volado
i.„d .ra.=yalen>ia 12 de (tetubre (le 4XIU.-- ' <4«oJ«A .a j con e.iiis poml res, (\\ mide"ji 'había 'los dí'-'Mtíximino Redóndó^iNi-
Cpncjuida la lectura se retiró S.'^L ; yVríara que todo conste se ex- coiued'es Ro'inéro y Fernando de' Iniesla, qite aeaso •podriam jerijis
tien le' esla acta firmada por los concurrentes, y de que yo D. Alvaro mismos, y por' no ti'ner 'f&cúltijcíe.s1 Ta1 juntu^parariUBponerlo- ydecl»-
Gómez Becerra , Ministro 'de Gracia y JrúViícia, ceififiéo cQirid notario rarlo asi ynaeno; :enos para admi/ir los votns>d? los- que no estabán.sins-
ma3'or de los reinos'.^:' El duqiie'dé ¡a y^icloria. =: Juaijiiin Mana tlf. cri t eñ'la ti sl'a. se deelarasi'uWR 'éft.k' ^ftA idjsttito ^a,Ai»rcpn •
Ferrer. ^Pedro Chacón. = Níaniiél Córfina.'Ajoaqüin de Frias.— V. el Loneaase (l lK"! i sr excluida dcl'éíei'D'ti'BirJ gPWMrt;Ue!vBtosi^e los de íéiWWW"
duque de A lagon. — tí ronde de Sania Colonia. = Antetiio $eoai¡e'.= f cía. biséiit'idd íájg'áíii^liVé ésta prrjposicio«4¡do»j5Uí>í :dr Haber mnnífts-
M. el marqués de Malpiqj. ¿Caytíáno Bórso di Carminali. —C asi- lado el gefe poliiiéd presidente que no eiefa autorizada la jijnla J»/a
iniro Voldés.=José Paulin.=Ju:iii de Ouiroga y Aycolaricer. El geilei hacer semejante declaración, y sí solo pa.ra el acto del csc.ru tijja'yu. y
ral marqués de las Amarilla'. = Cayetaiio de Urbina. = Javier de Az- I notar los defectos que encontrase en las actas de ios distritos,, y ron-
P¡roz. = El brigadier José Cabrera. — Juan de Btccaf. = Ricardo Shé- icstáátfoseleájue no se le reconooia cou faeullad paxa Hacer jwanil'ts-
.1 OMOT—M
 tacione* de esta clase , se. vptó la indicada proposición «probándola ir ¡a si alio
•¡ele comisionados, y el del distrito de;Alarcon se retiró j quedó ex le ca ira como eesanjfcá, los „ aducirle en
cluido de la junta , sobre lo que hubo protesta. . , , ,i ..,,.,„.,_. n año los títulos que nuevamente ha depositado, y á los 16.
; «Persuadida lu comisión de que no eran suficientes los moliros que también habrán, de rendirle anual mente los que antes tenía
| que se pretestarun para eliminar la acta ,d/4 .distrito, 'de^lar^,.,*» • _p,asi^do% ¿¿njponen la. suma de SS^ft rs»a ia.cuaj.cu^r^ co^ exc
.acordó, pedidla confidencialmente ú la secreta na del Congreso de jty- • Mjf "que'' para su admisión e^ige. JLa le/ ,"i> ¡ oa con ,p rcseiieia •'.
. pistados, dúo de existia y liabia sido traída con igual motivo eu la le jp, que tuvo eV honor de exponer , en su a,ny.',rior jjl^iinen. que el
gislatura de 1859; y examinad i detenida ment •, ha hallado que, ana-' .•Senado puede ..servirse ac,qrd*r que sea definitivamente JtWHíW»
-dides Jet votos que contiene á los del escrutinio general, no influyen i pero en el. eonjfe,pto de que. hayan; de rele,nerse en jfcretarÍ8..Í,Qs ;preci,-
«•stancialrnen^t ai alta.ran;er:mu).tado de la elección,., tl.¡ ... ,¡ tados documen los de depósito , y de que la misma haya de oficiar sil
9V*9..~En «i rxámep,qHe'ljizo.<*a. junta ue escrutinio de la arta del dís- 'director del Raneo para que conserve en SU poder las cantidad es depo
, fíri*» de ¿Qel monte . enqonJ rú ,que en ,la ¡profuejjai para Senador ha b¡ a ' sitadas mientras no se le .presenten los,' rscibos ^lu^nalea acouipaiía>
•»«1 exceso de UH roto, pues debiendo ser ÜLH los que tomaron parte .dos de .una resoliKÍon del Senado á fin. de e.u.e.s.ean, devueltos i
; en la rotación resultaron Gli) , lo que dio lugar á una larga dis.cn- ; dicho Sr. 'Orin.iga , lo cual se, verificará luego qus acijedUe.que, posee
I «ion «obre la admisión 4 exclusiva, di dicha acta , y ha bieudo ha hi lo ot,ra,renta^,iguaLjliíe, sea. admitida, ó d^; de ser Senador, 'listo ..fa
empate en la votación, la decidió el comisionado de mas edad ad- obstante el, Senado reso'IVerá,. lo juie. e,stim'e,jna,s ajgerjado., Palacio
• uittii'-ndola al escrutinio} pero aun cuando se eliminase .este voló so- } mismo 3 de ^'bril de 184Í*=Qaspar de ' Oudovilía , presidentes
- branle. , como debió hacerse , tampoco pudo ¿nllui.r, en.ej resultado arlos MnraiidsManuel Lorenzo.=Joaqiiin francisco Cam,puzano,=
de Ja elección. .„,„ í.l.v.-jn r,<uriiaiij ■ ,t«n fl ut i»fc'«iil Eraflc¡se,o.,Reuio>y Ga.mboa,, secrefarip...., , • irn a. ,..«.,, »«„ na
U 'l*> misma junta de escrutinio, conociendo la imposibilidad de ve ír.provincia, j^^ífifteria, .^''^Aprobada por el Senado en 25 dé Sfrtiem-
rificar el examen y escrutinio de las actas electorales en un solo y ; hre; d,e Í.839; e\ ac|¿- de .escrutinio . general de Almería celebrado
- continuado acto , acordó el órden de sus trabajos , designando para para el reemplazo de un Senador que fue comprendido en la primera
ello las. horas desde las ocho de la mañana basta las dos de la tar je, Breflo¡wio^,d*l1§emrJ9 Ja comtsipn,, de ;A(¡xas ^lee^or^e» se^haiocu-
■y de Jas ocho á las once de la noche diariamente)} acuerdo que si .pado deL.exinie,n,9í|,!os;UocuiiientQs qucjis), presenj(a¡dij¡ el Sr-JJ.-iíjan-
•bien ■. no se funda en texto explícito de la ley electoral , puede , c^fcol:(íqd9J f^fWid nombrado Sedador.jipri, referida provincia
ser justificado por la necesidad, y .1 juicio de la comisión no anula para Reemplazar al Sr.' 1). Diego Antouiq^p .l^ifjia ^¡pnchét,,, que jo
-HA •MaxiY.t-H* alni»M ■>!'■' ib U •!•>»• . un idi.i) ' i ... , fue, en -dicha
dicha primera renovación , y y por .,s.uvrenu~
sufren upjjia..j)o llegó á ejer-
-«íinxEhgefe político, como presidente, manifestó que creía que la junta cer este caigo; y Jiallándolos corrientes, y accedí,Uarta snficienfejrnente
• hahia excedido sus facultades, ,■ red ucidas á escrutar y numerar los su aptitud -legal, por pos'etjr l,as cualidades requ/eri^aif».
Votos,. y de .tiinguo modo sobre la . admisión ó exclusión , validez ó. ••l^a .comisión, rípina .que .el^ Senado puede servirse acordar su ad-
- nulidad de las actas electorales ; y escudándose con la necesidad del! , misiqn delinitiva. í}o obstapte, esto resolverá lp que,estime mas 'acer-
■ cumplimiento de sus deberes y de salvar su responsabilidad , indicó .lado. ÉaJacio del mismo 2 de AbriJ,.de l$lli=Gaspar de .Pndovilla,
- que. le era imposible, presidirla .y que le sustituiría persona legal.; presirlente,=:Cárlos IVIprariíJ. ^ManueJ lorenzo.p Joaquín. Francisco
rúente habilitada para ello ; lo que impugnó uno de los comisiona , Campuzauo. -Francisco, Rqmo y Gamboa,,. seerelarm,'^;,..; , j a , 0,
dos, con lo que se suspendieron los trabajos de aquel dia, sin que en P,rorijioia,4}' Wfjp's. "La comisión, (J^jActas e|ecto£ajles..np. en-
loa dun'esivos los continuase la. junta, basta que vuelta á convocar por cuenttA.rlefíclp. alguno en la de escrutiuíojgeperal .cejebrada en. Va-
el gel'e político para el II) de Agosto, en que se reunieron sido cinco, ;.lenpi,q,á 12 de ¡Febrero último para, U, propuesta de Senadores- que
comisionados, excusándose los otros por-, falta de salud, y estar Ínter-' reemplazasen .i los Sr.es. D. María no; F-gea, que cesó por comprendido
rompidas 1 <s comunicaciones, se dió cuenta en ella de. la Real orden . en la tercera, renovación del;Senado, y á, p. Manuel J;os¿^Quintapa,
de !l de Agosto, en la que S. M. lo. Reina Gobernadora después de que hizo renuncia de este cargo; por lo cual es de 4ic^áni,en, que.íl
manifestar quese babia. enterado con extrañe/a por. la bpmjxnicacion .Senado puede servirse aprobarla. .,. , ¡ .,j r (i1
'. del luisiuo gafe político dle. la, indebida;'suspensión del escrutinio ge- '/'¡Bl.S.r. D. Antonio Mártinez de! Velasen, Senador. hombrado por
u «eral, en vista' de la.acKa.que, acouipañaba á la exposición,, remitida . est#, prqvipcia. ,ep reemplazo del Sr. .D. Ma^janq Egea , ha .acredí-
por los.comisionados da. les,dístri,tos„,tuv-» i bien resolver que procé . tado debidamente Ja*,. cualidades requeridas para el éjercicio de su
-diese el gefe politice. 4 feuilirílos bajo su presidencia y continuase sin . cargo, i. PoT-, tanto' Ja^couiisiora opina que e^.Sena.cto puede acordar «.u
-•intermisión el escrulinío comenzadó» puesto que la facultad de .de-i ]. admisión deliuiliva. Sin embargo resolverá lo que estime mas con»
clarar válírjas*ó inválidas las operaciones de dicha junta correspop- . vénieflte., Palacio, delrniisipo 2 de Abril -de 18il.=Gaspar de Qndo-
•idáw osicMsiramente á-.la» (iórtesy.cpn tuyo f¡o deberían1 constar en el villa, presidente.=Cárlos Morand.=Manuel Lorenzo.=Joaquin,Fran-
-¡arladlas dudasi iy rT»'rla#i¿í¡onfs.,que, se pre^eutasen y ,]as rvsoluciones cisco Campu^aflo.^Francisco .Romo .y Qamboa t secretario.?,; t.;
: Ique recayesen ensfi cousecpenjiwi,' ¡ta -cfimpl^ló eLi;escrut¡iiio general Prai-¡nc¡0.,dt\,(J.rtns¿'\ "IJallándpse aprobada, el acta de escrutinio
«• limpie se, notasen defrtitos, s^stapeiales q,ue ,pu jif,se:u .iej-aJ.UJar Ja \ general de Orense eu 23 de Marzo .último.,, la comisión de Actas
eleeciun ^peeo-n» babieudp rníu.ltadp »:oi4ibrados mas qi:c do^ fpdfvi-i electorales ha examinado los documentos r^ercijlados por el Sr.- conde
dúos para la terna de Senadcr, 'se procudip .después á se^uji^aíj tlex- González (Jaitejon, Senador nombrado ,p.i¡r,(.Uat;j., provincia, en leeui-
-sciones y sé qo»bró-,el; nAvAi iiv -v <-.i • u i'<iin- » . '. W-U i :;'í plazo del Sr. JD. Laureano Sana , que fue comprendido en la tercera
íi'i*»ifll«i coniisiton jieo cpnsideraciQn á todo .lo, expuestp ; .opina, gue el renovacipu del Senadup y hallándolos corrientes", y acreditada com
o Senado. písale servirse apr.ojbapja aota electoral .de la provincia de petentemente su aptitud legal para el, ejepcipío de su cargo, , .
a-Cuenícaj. de que .se, trata. , ,;.f ... ., , >,u ■ .,, «Es de dictñiuen. que el Senado puede sei virse acordar su admi-
n ^ . ...El . Sr..
- , marques' t m¡rje.
- ■ iValdeguerrerp
,lia- acreditado • . . , Senador nombrado
.»...., ilegalr.por
• . _ sili. aptitud dicha i ¡ «ion definitiva.. Sin embargo resol-vera Jo. qtié estime mas conve-
provincía coiupeteuteiueiita ; , ppr lp niente. Palacio. di-1. mismo 2 de.Abiíí 4-' JSU.^Gaspar , de Óndo-
-■qae U comiaioit-e*'!^ dic^áuu-u que el Sepad^.páiede acprd.ir, su admi- r,villa, presiden le =C.)rlu|> ? i ova ¡.d.= Manuel Lq- cnzQ.=Joaquin Fran-
-«ion, ó nísojvérá lo que contemple mas acertado. Falacip,,dq| Senado; ¿ cisco Cainpuzano.^Fr.-ir.ci.sco Jl. mp _v. Gaiuboa , secretario. "
ade.AbriJde lSll~Gaspar de Ondpvijla, presidente.xjCarlos.Mp-! I Prorinciajy. ,S¿h;..¿,',. .¿.¡ 'V,¡ c,!-,uíj.,el u^ta.de escr^inio general
Band.£=Maou)el Loreu^o.r:Joaquín Ftancisco Campuzano.rrFrancjscq . de Salamanca e« la £.>i-r'¡ >K: ,S5 í!-* •M:;rzu.vll,^mo , ,,la .comisión de
Homo y.Bstoboa» ¡wcjtStarioVJ -,1,^ . ;'. . , .... ,n • |.;Act?is e.lectomlfisiha tii^tut^at},^ joü (1 ,c;t:!;eIutpiijpie.s;fAl,f4os l>nra acre-
. .'.. JPrirfimiia.de .Soria., ,"jLa;cpmision de exánjten ,de Actas ciectora- e ditar la. .aptitud, legsUgor c| $r,-.JJ. l'iar.rjvp, ncjiei Fernandez ,
• les- y de la- aptitud de los elegidp* ret¡r,ó en, la spsiqndei Senfl4o de L Senador. jnouXhr.a^q pop Jj% W'fuia .prqj-inc';? w;..i¿,em.plazo dej seiípr
■ 26.de. Marzo último su dic limen en cuanto á) la del, Sr. D.i A0d5.es [. .marqu-ís. dn¡ Ffpeja , qu,-.pqr su Xüícr;i(',;j\'vLe4 ce. ó en eshs .cargo.; . y
. Oiinaga V SónSdor nomhfadp ppf Ja proyipcia de Spria, ,efl, couse- h. lando jufUílicadq,|po ,q¡!e...pi;.-. c cuñliiindes requej ¡das,
bueneia de-habef este beclin presente á >la misma ,qpe con el ohjetó «Es du diut iuieu ¡ pu/.^cscr.yirse. acordar su admisión
-<ie remover cualquier motivq de duda qiie pudiera ocurrir acerco, dei '.¡dcAíH!' va- 1 Si|i.,,íuiliargo;rejjpl^r4 ¡1i . mas niente. Palacio del
• la renta que peseia 'consideraba, cenveniante presentar nuevos docu-j ■ Senado 2 de Abril da 1811.=uaspar 1 1- Oudorilla, presiden ie.xCár-
los Djlorand-rru^aiiuel Larenzo.^Jenquic Frunci;coGauipuzano.=Fran-
' • "11 1 presentado eíectivnmeme una certificación del Sr, D. José I.o- . cispo ílpmo y, Ga^ubon , seer.-tario."
pez liar. 1 1 , »«cal, secreta fio fin, .comisión de la junta de codificación j.,,. ^e .leyó y picoidó constase en.'cí arta el siguiente voto contrario :,
de derechos de -los em picados. civiles, expedida en el referido dia jdd i , .[ICprifoiírae á'íq disput',lo en el art. 121 del reglamento f piáp al
26 de Mario en virtud duacuerdu. de ,1a misma junta, por la que ¿..Senado conste en el acta m.í velo contrario á' jo. Vesriello cpn re4-
. oorisla que.si.pp.Ja aptuajidad iiub,¡(¡,sv.' de ser clasificado como cesaju-j I pecto á la aptitud legal del Sr. Senador D. A'n'dtcs AÍartiriez üri-
, te te. le, deeJarariaóQon . opción, . ' JaL wjek(o
.1' anual
_c_:_i de--dO,IJI)0
J_ i_ _ f rs.,' V , .tercera | Artera.-.
naga. Palacio del Senado 3 de Abril de 18>li,=Mariano yiilero~y
, r _ _,.
| |M precedidos de los Sres. Secretarios Om's y Torres Solanot ,, entra-
. ron ¡j. jurar y tomaron asiento lo> Sres,, pbj?no, electo de Ovifjdq, don
„ 29 del prec'lado' ine| ,ppr e.J¡dj.rector d/il. Banco .esnrtúpj de.Sán'Fl' Per-" ^Cjiegiá, González, Alonso, Gil Aly fti e¿;. Sonjonja , Velascq, .obis
Joíiquni^'dgpaga, , por el.que\se acredjta que dicho señ or po electp' de Jaén, Araná Ide, colide' dei .Caslcjon , y . ..Valentín
mismr^, e'oujo. Senador nombra- mi^t h fhhvi io»i=-.iq;« v" ,X..o''V ■•• »•• c ■ c
. A,cto.rontinupp y. $1!&'¡¡}f(!p* la tn bien de los misinos Sres. Serreta-
rí- s , e. li ar' 11 i jurar y, 1 5«t¡! ron a ii ¡ t , los -ros. morques 3e vaidf-
gUerrero y ÍX' A ndres M/i.rJ in?z prinaga. vl.
El .Sr, PJJESIü'ENJTÍ': Continúa la ' discusión sobre el acta de
 40
elecciones de la provincia de 1*0.0.' Tiente la palabra la comisión.
'{fé'ase el dietámen injerto ¿n el ' Diario núhHl teiíon hVif'tía 29 de
Marta.) .'''.*s"n "''i' "":':,' *°' " ' "'"
- ElSr-HOMO Y GAMBOA (cómo dé Ta, éomision): El séñVr
"Caneja, tan1 versado en materia de elecciones, ba favorecido á la cd-
misión impugnando su dietámen , porque en concepto dé1 5. S. tío
está fundado en ratón alguna que pueda ser atendible. Pará demos
trarlo ha hecho uda relación muy circunstanciada de cuánto ocurrió
en las elecciones, júé en el ano ' último se celebraron eh la provincia
'de León , de las Reales órdenes que en su consecuencia se expidieron
y de los acuerdos á que dieron lugar, asi en el Senada como eti:el
Congreso; deduciendo de todo esto el haberse procedido en lo* nueve
colegios electorales de que se trata á nueva elección para la de Di-
Sutados y para hacer la propuesta en terna dé un Sénador en"virtud
e una resolución del Congreso, que aunque se hubiese comunicado
' tres días después para que Sé procediese á su celebración , no es un
defecto de tal naturaleza que por él se deban anular las elecciones,
y haya ipdr cdnsiguíente de incomodarse á toda una provinéia, siem
pre que, por lo demás las elecciones se "hayan verificado' con' arreglo
'* lo prevenido en la ley electoral é instrucciones qué rigen en este
reticular , y toda vez que la resolución del Senado al fin fue igual
la del Congreso. ' ¡ ', ' ', • ' ''
Pero pocos esfuerzos tendrá qué hacer la comisión para probar la
insuficiencia de las razones en que ha apoyadó su impugnación el se-
- ñor Caneja , y basta desenvolver en cuatro palabras la idea qne está
enunciada en su dietámen.
Se trata , señores, de unas elecciones de Diputados, y al mismo
tiempo de la propuesta para un Senador , que se hicieron en vir
tud de una resolución del Congreso comunicada por el Gobierno: por
lo que respecta al último extremo , se debió comunicar el correspon
diente acuerdo del Senado, y en verdad que realmente no se pudo
hacer con oportunidad , circunstancia que es esencialisima', á pe
sar de Id que en contrarlo puede deeirse; pero esta cuestión vetsa
sobre la independencia del Senado en el uso de una de sus prin
cipales atribuciones. Mas en lo que principalmente ha fundado la
comisión su dietámen e» en que muchos diás antes de que el Se
nado se hubiese ocupado del exámen de las actas dé las elecciones
anteriores, es decir, que antes de acordarse sobre la validez ó nulidad
de ellas se procedió á la celebración de otras elecciones, de donde
resulta , cualquiera que haya sido la causa , que no se esperó á que el
Senado cumpliese en parte lo que se dispone, no ya en una ley se
cundaria, sino en la fundamental del Estado en el art. 29 de la Cons
titución, en que se expresa que cada uno de los Cuerpos colegislado
res formen los respectivos reglamentos para su gobierno interior, y
comisiones que examinen la legalidad de las elecciones y las cualida
des de los individuos elegidos ; pbr manera , que pudo suceder que
se hubiese procedido á celebrar las elecciones de que se trata, á pesar
de estar aprobadas las( anteriores.
Estas son las razones en que la comisión (que no ha sido ni será
nunca nimiamente escrupulosa, ni tampoco indulgente en demasía en
los negocios de su cometido) , ha fundado su dictamen , no obstante
serle sensible, caso que llegue á aprobarse, el que se haya de moles
tar de nuevo á los electores de los mencionados colegios electorales;
teniendo igual sentimiento de que por esta razón quede sin efecto el
nombramiento de Senador hecho por' la Regencia provisional del
reino, y mucho mas habiendo recaído en una persona tan digna
como el Sr. Cienfuegos, á pesar de que todos y cada uno de los in
dividuos del Senado desean vivamente que haya el número de Se
nadores necesario, para que reuniéndose los Cuerpos colegisladores
puedan ocuparse de la ardua y espinosa cuestión de la Regencia, sa
cándonos i todos del estado de ansiedad en que nós hallamos.
Por todo lo dicho entiende la comisión que su dietámen está en
su lugar , y entiende que si se hubiese presentado de otra manera,
habría podido decirse con justicia que no había obrado cuerdamente
en proponer al Senado la aprobación de unas elecciones que se verifi
caron, si bien con arreglo á lo prevenido en las órdenes que rigen en
esta materia, aunque se comunicase el acuerdo del Congreso, se cele
braron , digo , antes de anularse por el Senado las anteriores, y lo
que es todavia mas, mucho antes de que existiese el mismo acuerdo.
El Senado sin embargo tendrá á bien resolver lo que estime mas con-
reniente.
El Sr. SAN MIGUEL: Cuando se díó cuenta délas elecciones de
León el último dia, no pude hacerme cargo enteramente del dietá
men de la comisión, ni mucho menos délas razones en que podia apo
yarle. Oi después al Sr. Caneja hacer la relación ó historia de esas
elecciones, y me* pareció seguramente que sus razones eran muy fun
dadas, muy fuertes, y bastantes para rebatir el dictamen que propo-
nia la comisión de que se anillasen; y con este motivo pedí quedase
el expediente sobre la mesa para instruirme y enterarme de él , como
lo he verificado, y cada vez me convenzo mas de que no hay una
sola razón para anular esas elecciones, que son acaso mucho 'mejores
qne otras muchas que se han aprobado , no solamente en este sitio,
sino en el otro Cuerpo colegislador.
Esta cuestión es muy sencilla , y es preciso reducirla á süs lími
tes , despojándola de toda otra especie adherente que , lejos de contri
buir á su claridad, podrá acaso ofuscar á alguno de los señores que
entienden en este negocio, que es de alguna consideración.
Las elecciones para la legislatura del año de 1840 que se verifica-
espues se hizo en diez: los 'Unos obedecieron la órden de4 gefe polí
tico pard que^se suspendiese el acto de UnY elecciones hasta Conseguir
unrf: resolúciori del Gobierno , y los' otros no quisieron obedecerla1, ■ y
por SU propio impulso' y: por eWt lino dé los *dipdtado*provinciales,
que les pasó oficio para que' sé procediese á las elecciones ; lo verifi
caron. El resultado fue , que Según la orden comunicada por el Go
bierno posteriormente en 21 de Enero y 1? dé Febrero de 1840, *e ce
lebraron las elecciones én los dier distritos que no lo habían verifi
cado antes; V como ya se habían hecho anteriormente en los nueve
distritos, se hizo el' escrutinio y se remitieron las Setas al Gobierno,
él cual hizo él nombramiento de Senador en uno de los tres propues
tos, y éste 'vino al Senado al mismo tiempo que los Sres. 'Diputados
que resultaban nombrados por mayoría de votos se presentaban en el
Congreso con las ¡tetas. "' '" '>'• 11 «nos ■ . • t.' n-i *)r •¡¡ ,j
¿ T cuál fué el resultado ? El Congreso de Diputados en 22 4e
Mayo del mismo año declaró nulas las elecciones que se hablan- veri
ficado en los. nueve distritos primeros, y acordó que se hiciesen nue
vamente, y que á éstas se reuniesen las actas con Las de los otros diet
distritos , y se verificase el escrutinio. ' • í • ti.■ ' '.
■ Es excusado ahora hacer mención de los motivos que el Congre
so de Diputados haya tenido para anular las elecciones de los nueve
distritos, y para aprobar y tener por buenas las de los dies , para
que en aquellos se hagan nuevamente, y para que nuevamente se
haga él escrutinio de los nueve con las de los otros diez colegios elec
torales. El Gobierno, á virtud de este acuerdo del Congreso de Di
putados, parece que comunicó la órdéu correspondiente á la provin
cia de León, que hizo puntualmente todo lo que el Congreso hahia
acordado. Verificadas las elecciones en León sobre el 15, 16, 17 ó 18
de Judio, que es indiferente, vinieron las actas al Senado, y la co
misión , proponiendo el mismo acuerdo acerca de la elección de los
nueve distritos restantes dado por el Congreso de Diputados, man
dó igualmente que se repitiesen las elecciones de los mismos dis
tritos. ' '•■ ** ' 1 •■ ■■>. rt.tl
El Sr. CAPAZ : Pido la palabra para una cuestión de órden.
El Sr. PRESIDENTE : Tiene V. S. la palabra.! . 1»
El Sr. CAPAZ: En el reglamento está prevenido expresamente
que aquí no se haga mérito de lo que se delibera en el Congreso de
Diputados. Hago esta observación, pues parece que el Sr. San Miguel
apoya su discurso en el acuerdo dado por aquel Cuerpo.
El Sr. SAN MIGUEL: No sé loque dice el reglamento sobreesté
particular; pero yo no puedo menos de decir que tratándose de un
punto discutido en otro Cuerpo, y para mayor claridad, no pnedo
prescindir de referirme á ello, pues en la historia no se pueden omi
tir hechos que tengan relación con aquellos á que es preciso refe
rirnos. • I •. 7
Pero volviendo á la cuestión, digo que el Senado acordó la nuli
dad de las nueve actas electorales de los dichos distritos; que se hi
ciesen nuevamente, haciendo también nuevo escrutinio del resultado
de estas elecciones, como del de las de los diez anteriores, y que hecho
que fuese se remitiese al Gobierno para los efectos correspondientes.
¿Se verificó esto? To digo que si.
Pero dice la comisión que no se verificó á consecuencia del acuer
do del Senado. ¿Mas acaso dice que se hayan hecho las elecciones en
los nueve distritos de otra manera que el Senado había acordado? No
señor ; las elecciones se hicieron bien antes que el Senado hubiese
dado su acuerdo. ¿ T por qué? Porque dió origen á ello nna órden
que no sabemos en qué términos fue concebida: tal vez acaso el Go
bierno creyó conveniente que se repitiesen las elecciones de los nue
ve distritos; y como las elecciones de Diputados y Senadores se ha
cen simultáneamente, quizás los pneblos entendieron que no sola
mente debían hacer las de aquellos, sino la propuesta de los Sena
dores; pero que haya sido asi , que haya sido una mala inteligencia
que los pueblos hubiesen dado á la órden que se les había confiado,
si los pueblos hicieron lo mismo que debian hacer después, ¿ por qué
se ha de declarar nula el acta ? ¿Tendría otro resultado la elección
si se hubiese verificado esta, en lugar de ser el dia 16 ó 16 de Junio,
el dia 1? ó 2? de Julio? ¿ Qué hubiera resultado si se hubiera hecho
la elección después del acuerdo del Senado ? ¿ Se habría hecho el es
crutinio de otra manera? ¿Seria otra el acta? Yo creo que no, pues
to que la comisión no dice nada sobre el particular.
Yo he examinado esta acta, y la he encontrado la .mas limpia,
la mas exacta y la mes conforme con las reglas prescritas en la ley
electoral : ni tiene absolutamente por donde tacharse mas que di
ciendo : señor, estos nueve pueblos hicieron una elección para la
propuesta de Senador antes que el Senado hubiese anulado la pro
puesta anterior. Permítaseme que ponga un ejemplo que , aunque
acaso trivial , me parece muy análogo al presente. Yo envío todos
los días á un criado al correo á que á tal hora vaya por las cartas:
si un día que se lo mando viene y me dice : "señor , ya están las
cartas ; ya las he traído" ¿ hé de decirle: vuelva V. al correo , deje
las cartas , porque V. ha hecho lo que no debia , porque V. no debe
hacer sino lo que yo le mande; entregue V. las cartas y el dinero y
después espere V. á que yo se lo ordene y vuelva por las cartas?
Pues en el mismo caso se hallan las elecciones; estas se han hecho
en virtud de un mandato anterior ; y que este mandato se haya co
municado de esta ó de la otra manera, es indiferente. Por lo mismo

señores, á uií me pareoe que tan lejos de haber una razón para que
puedan anularse las elecciones y repetirse nuevamente ,%ay muchí
simas, no solamente de congruencia, no solamente de entidad, sino
aun de justicia ; y supuesto que ni contra la acta A , B ni C de los
nuere distritos resulta nada , ni contta el escrutinio , ni contra las
formalidades con que se ha hecho ; y supuesto que no hay ninguna
reclamación contra ellas, creo que el Senado no puede aprobar el
dictamen de la comisión: para los individuos de ella podrá haber
alguna razón en contrario, pero para mi no hay una sola para anu
lar las elecciones de León , por lo que ruego al Senado se sirva
aprobarlas. •
£1 Sr. ONDOVILLA : Señores , la comisión se abstendrá de ha
cer mérito de los antecedentes que precedieron para declarar nulas
las elecciones de los nueve distritos de la provincia de León , pero se
referirá, como no puede menos de referirse, á aquellos hechos que
por su enlace con la cuestión que ocupa al Senado pueden servir mu
cho para su mejor resolución.
El Senado declaró válidas las elecciones de diez distritos, y nulas
las de nuere. Se mandó que se procediese á las elecciones de los nueve
distritos, j aquí principia la cuestión , y todo lo demás na es de ella.
El Congreso de Diputados examinó esta cuestión , y cito al Congreso
porque es menester hacer mérito del Congreso de Diputados, pues
estando enlazada la cuestión de modo que se quiere hacer valer lo
que el Congreso resolvió, para que el Senado lo aprecie no se puede
prescindir de este punto...
El Sr. CAPAZ; Pido que se lea el art. 89 del reglamento. (5c
Ujó.)
El Sr. ONDOVILLA (continuando); En otra parte, pues, me
valdré de este rodeo, y no diré el Congreso de Diputados > en otra
parte, digo, se resolvió que las elecciones de los nueve distritos de
qae se trata eran nulas, y se acordó que se hiciesen de nuevo. ..
El Sr. CAPAZ : Sr. Presidente , yo pido que se observe el regla •
mentó. Pues qué ¿no hay otro modo de tratar la cuestión que citar
ll Congreso? Eso" está prohibido por el reglamento.
El Sr. ONDOVILLA : Señor, se quiere hacer valer por los que
impugnan el dictámen de la comisión un acuerdo del Congreso, y
se quiere que pase el Senado por aquel acuerdo ; por consiguiente es
menester citarlo, porque si no no vemos los principios de donde par
te. Se puede decir: "en otra parte, en otro lugar;" pero tengo que
aludir al Congreso indispensablemente.
Se acordó en otro lugar que las elecciones hechas por nueve dis
tritos eran nulas , y que se comunicase este acuerdo al Gobierno para
que se procediese á hacer nueras elecciones, y luego se mezclasen las
elecciones de estos nueve distritos con las de los otros diez y resultase
la elección. El Gobierno no es de creer que al tiempo de comuni
car esta resolución tomada en otra parte añadiese mas que lo que la
Constitución decía, porque entonces seria un exceso y el Gobierno se
limitaría siu duda ninguna al acuerdo que allí se dio. Este acuerdo
se trasladó al gefe político. Tampoco es de creer que el gefe político
previniese lo que el Gobierno no le había prevenido, ó dicho; de
consiguiente llegó á los pueblos esta resolución, y los pueblos hicieron
la elección sin órdenes con respecto al acuerdo de ambos Cuerpos co
legisladores , porque no podía ser comprendido el del Senado, y no
se sabe por qué manejos, motivos ó circunstancias se voló la terna
de Senadores; pero ello es quese-votó, y se dice ahora: "si se ha
votado ya la terna de Senadores; si se han aprobado en otra parte los
nombramientos de los Diputados, ¿por qué no se ha de aprobar aqui
esta terna de Senadores? La razón que ha tenido la comisión para
decir que no se ha de aprobar aquí , es porque dimana la elección
hecha allí, respecto á la terna de Senadores, de un principio que no
puede admitir, porque dimana de una órden dada por una autoridad
que no es legitima para ello , porgúe los dos Cuerpos colegisladores
son independientes , tienen sus atribuciones propias, y una de ellas
la que les señala él art. 29 de la Constitución para examinar las ac
tas y la aptitud legal de sus individuos. Cada cuerpo tiene esta fa
cultad.
Pues señar , cuando se estaba haciendo la elección de la- terna
de Senador de que se está tratando en León, todavía no había
examinado el Senado si eran nulas'ó válidas las elecciones. Por con
siguiente no habia resolución, y no hay mas que atenerse á las fe
chas. El 13 de Junio se empezaron las elecciones de Diputados y Se
nadores; el 22 del mismo mes el Senado resolvió la nulidad de las
elecciones; es decir, que nueve dias después de estar hechas las se
gundas elecciones anuló el Senado las primeras. Bien se sabia que
se estaban haciendo elecciones, porque ¿cómo lo habían de ignorar
el Gobierno ni el Senado, si habia venido su resultado á noticia
del Congreso? Nada se ignoraba , pero no hizo caso el Senado por
que no debe mirar al CongTeso en sus resoluciones; haee lo que es
ae so cargo, ejerce sus atribuciones, juzga las elecciones, las declara
válidas ó nulas; pero ¿la resolución del otro cuerpo ha de obligar
á este? Eso seria despojarle de sus prerogativas y atribuciones; eso
no cabe. La comisión cree que el Senado debe ser celoso conservador
de sos prerogativas, no pasar por lo que en otra parte se resuelva,
sino por lo que él crea conveniente , porque el otro Cuerpo colegis
lador no tiene derecho para hacer que su acuerdo valga tanto que
obligne al Senado; no le obliga. Por consiguiente las consecuencias
de ese acuerdo son nulas y de ningún valor ; deben , pues , decla
rarse nulas las elecciones hechas sin acuerdo del Senado,1 sin su vo-
S.—TOMO I. - •
41
luntad, sin su órden, cuando estaba discutiéndose si eran válidas ó
nulas las elecciones.
El Sr. CANEJA : Yo debo prevenirme , porque veo al Sr, Capaz
con el reglamento en la mano, tal vez para decir que hablé en esta
cuestión el otro dia y que no ine tocaba por consiguiente hablar hoy:
debo prevenirme, repito, porque el reglamento dice que el Presi
dente concederá el uso de la palabra por segunda y aun tercera vez
al Senador que sea único para hablar en contra. Yo me veo en la
precisión, señores , de combatir este dictámen porque mi deber
para con una provincia á quien tengo el honor de representar en el
Senado, me obliga á defender unas elecciones cuya justicia es mas
clara que el sol que nos está alumbrando. Dije el otro dia, y repito
hoy, que no era posible averiguar cuáles eran las razones en que se
fundaba la comisión para dar su dictámen. Hoy debo afirmarme con
mucha mas razón en mi dicho.
No entraré ya en los pormenores ni en los antecedentes; debo, si,
rebatir un contraprincipio que ha sentado la comisión ; debo rebatir
hechos que ha sentado la misma, y debo rebatir una interpretación la
mas inuista, la mas arbitraria que lia dado á un articulo de la Cons
titución, la cual puede arredrar al que no le examine bien, y creo
que la observancia de la Constitución es lo único á que debemos
atender ;. y si el Senado no creyese que podia lo que se propone ser á
ella contrario, no seria ciertamente yo el responsable.
Dice la comisión: "esta elección se hizo sin órden del Senado;
se hizo antes que el Senado decidiese ; se hizo en virtud de un acuer
do ó resolución del Congreso, acuerdo nulo, porque la Constitución
en su art. 29 da la facultad á los dos Cuerpos colegisladores de deci
dir sobre las elecciones." Señor, ¡cuántos sofismas hay aqui_, cuántas
equivocaciones, cuántas inexactitudes!
Preciso es que se hable aquí del Congreso; es imposible compren
der la cuestión de otra manera: no-hablamos de votaciones, ni de
las razones que hayan podido tener , que es lo que prohibe el regla
mento; hablamos de hechos.
Señores, dice la comisión : "era necesario que precediese la ór
den del Senado para que se hiciesen estas elecciones." Falso y muy
falso. Al Senado le da la Constitución , entre otras atribuciones , la
de declarar válidas ó nulas las elecciones. No se mete, ni puede, el
Congreso en mandar que los pueblos las hagan mas tarde ó mas tem
prano. Esas órdenes se comunican siempre por el Gobierno; los
Cuerpos colegisladores no se entienden con los pueblos; y si no, cuan
do se remite la convocatoria para la reunión de Corles, ¿son los
Cuerpos colegisladores los que la publican?
La Constitución determina el número de Senadores y Diputados
en globo, según la base de población , que corresponden á cada pro
vincia; la ley electoral determina el modo y órden conque se deben
hacer las elecciones y las cualidades de los electores: el cómo, el
cuando , los pormenores y el dia , es el Gobierno el que lo determina;
no es el Congreso ni el Senado. Ahora bien; y cuando el Gobierno
ha expedido las convocatorias ¿ no ha mandado que al mismo
tiempo que se procede á la elección de los Diputados que corresponde
á cada provincia, se haga también la propuesta de las ternas nece
sarias para reemplazar las vacantes de Senadores? ¿No lo previene
asi la Constitución? Los pueblos cuando se han reunido, al dar su
voto ¿no han cumplido con lo que se mandaba en esta convocatoria,
votando al mismo tiempo y en una misma papeleta los candidatos
para el Senado? Asi se ha hecho y asi se ha debido hacer, pues se ha
mandado en la convocatoria. Asi se hizo en la provincia de León , no
solo en los distritos cuyas elecciones se han declarado válidas, sino en
los nueve donde se declararon nulas. Se pidieron las actas, pues era
necesario que vinieran á este cuerpo, pero llegaron primero al Con
greso ; y este, usando de la facultad que le da la Constitución, declaró
válidas las elecciones de diez distritos y nulas las de los nueve, v
ordenó que se repitiesen en los nueve , y que luego estas nueve actas
reunidas con las del escrutinio darían el resultado que apareciese.
Hé aquí la necesidad de citar al Congreso , pero en un hecho y
no mas. Tomada esta resolución ¿ ba sido el Congreso quien lo ha
mandado? No , el Gobierno : y yo quisiera que la comisión , ya que
tan escrupulosa se ha mostrado en este último caso, fuera igual para
todos, cosa que debe llamar muchísimo la atención , y yo reclamo
la de todos mis compañeros. El único ejemplar que se ha presentado
en toda esta legislatura es este: cuando la comisión ha tropezado con
dificultades , y sin embargo las ha allanado y sallado por ellas; cuan
do nosotros hemos enmudecido, porque tenemos el sentimiento de
salvar la patria y no poner embarazos á la reunión del Senado y que
tenga el número necesario, solo la desgraciada provincia*de León ba
sido exceptuada, y con ella sola se ha mostrado un rigor para el cual
no encontramos razón ninguna. ¿ Por qué no ha pedido la comisión
esta órden al Gobierno? ¿ Ha citado siquiera la órden por la cual se
mandó que en los nueve distritos se repitiesen las elecciones? En el
expediente no está , no señor; y en esa órden ¿que se les mandaba?
Repetir las elecciones. ¿Y esta órden de quien era? ¿del Congreso
acaso? No, ni del Senado; era del Gobierno, y en esa órden se man
daba que en los nueve distritos se repitiesen las elecciones, ¿y que ha
bían de hacer? Votar los Diputados y los candidatos para el Sena
do. Esto tenian que hacer, esto es lo que han hecho.
Pudiera muy bien, repito, la comisión haber pedido al Gobierno
la copia de esa órden que se comunicó á la provincia , y entonces ve-
riamos si era el Gobierno ó el Congreso el que lo mandaba , y enton
 42
ees Teñamos ai se les decía: "no voten Vds. Senadores, porque no
está decidido en el Senado." ¿Ha habido algo de esto? Y si se les
dice que las repitan, ¿no las han de repetir? Es claro, pues, que
habrán de votar los Diputados y candidatos para un Senador. ¿Ha
habido acaso alguna falta en los pueblos? ¿Se trata aqui de que se
disputen las atribuciones del Senado, ni del Congreso, ni de nadie?
El Senado, cuando vinieron mas tarde las actas, tomó la misma idén
tica resolución que el Congreso, y tuvo cuidado de ponerlo asi en el
mismo dictamen para no crear implicaciones en la provincia; y el
Seuador que tiene el honor de hablar en este momento, muy prác
tico en estas materias de actas, previo que no explicándose con clari
dad podria haberse suscitado alguna cuestión como la de que fue re
saltado el venir mas tarde las actas, por cuyo motivo el Senado
tomó la misma resolución que en otro lugar, ya que no se quiere
decir el Congreso, que yo lo din1. Esa resolución ni siquiffTa se ha
comunicado á los pueblos, y de eso tiene la culpa el Gobierno , por
que si estaba comunicada la orden para que se repitiesen las eleccio
nes, debia suponer el Gobierno que al mismo tiempo se debían votar
los Diputados y los Senadores; y bastante claramente dice el Gobier
no en su oficio que esa resolución no se comunicó porque se había
hecho respecto á la del otro Cuerpo, ó que no extendió una órden por
tenerla extendida en idénticos términos respecto á la otra resolución.
Esto se dice en el expediente; lo he examinado con mucho cuidado.
¿Y por qué , se dice , no esperaban que el Senado lo mandase?
Pues qué ¿debian esperar órdenes del Senado? ¿Quién da esas órde
nes ? El Gobierno, este es el que las ha comunicado ; y si los pueblos
la lian obedecido; si la comisión ha encpntradu que la elección está
hecha con toda legitimidad , pues absolutamenre ni un reparo la ha
puesto, ¿en qué funda su dictamen? Todo se reduce á decir que el
Senado decretó esto el dia 22 de Junio , y las elecciones estaban he
chas ya el 15, 18 ó 20, y eWscrutinio debia verificarse, como
se verificó, el 25: ¿debian los pueblos esperar al Senado? Los pue
blos no conocen al Senado en sus comunicaciones, conocen al Go
bierno ; este les habia mandado repetir las elecciones lo mismo que
por la convocatoria. Esta resolución suponía que al mismo tiempo
que votasen los Diputados habian de votar los candidatos para Sena
dores. Si el Senado hubiera resuelto otra cosa, he aqui la aplicación
del artículo constitucional : si el Senado hubiera dicho se aprueban
estas elecciones, como pudo hacerlo , á pesar de que el Congreso ha
bia tomado otra resolución, entonces el Senado hubiera admitido al
Senador y no hubiera hetfho caso; pero esta resolución no se ha co
municado á nadie, en lo cual hizo bien el Gobierno, porque era re
petir lo que tenia dicho.
La comisión no tiene otra razón mas que esa para decir que se
anulen lasadas de León, y para estrenarse, permitáseme la expre
sión, de. mas de 60, 70 ó 100 dictámenes, este es el primero, el úni
co en que se propone al Senado la desaprobación; y vea el Senado en
qué raion se funda: vea si es suficiente, si es fundada, si es un re
paro... Yo no quisiera excederme; pero absolutamente no puedo con
cebir que pueda caber este dictámeu sino en el mal modo con que
han considerado esos principios fundamentales de las elecciones, en
la mala interpretación del articulo constitucional , el cual da facultad
para aprobar ó anular las elecciones, que es idéntico á mandar que
se hagan de nuevo; pero decir á los pueblos si hay que nombrar ó no
Senadores es del Gobierno, y este tuvo cuidado de decir que habia
que reemplazar uno y votar tres candidatos al mismo tiempo que los
cinco Diputados que correspondían: esta era, pues, la obligación de
los pueblos; y si estos actos han sido tenidos por buenos en otra parte,
aunque se me diga que no se puede citar al Congreso , estas eleccio
nes debian ser también ahora aprobadas , sin que yo trate de presen
tar esta razón como argumento; pero el acta no encontró reparo de
nadie porque estaba arreglada á una resolución aprobada, y los Di
putados de León entraron en virtud de ella: repito que este no es ar
gumento, porque ejemplares hay y precedentes en que el Senado ha
aprobado una acta y el Congreso no, y viceversa.
Yo no puedo menos de repetir que los escrúpulos, los reparos en
que se ha fuudado la comisión para proponer al Senado que declare
la nulidad de estas elecciones son inconcebibles, absolutamente in
concebibles ; y asi, yo no puedo dejar de impugnar el dictámeu con
todas mis fuerzas, porque no tiende mas que á dejar á la provincia
de León sin la representación debida en este Cuerpo: esto no tiende á
otra cosa que á incomodar á los pueblos. Llevan ya dos elecciones, y
yo sé los trabajos que ha habido para reunir los comisionados , porque
el que ha ido una vez ha cumplido con su obligación, y no es justo
que se incomoden en andar veinte leguas, pues de exigirlo faltarían
algunos ; y mañana la comisión, tan escrupulosa como se ha mostran
do, podria decir que eran nulas las elecciones pór faltar algún comi
sionado que podria no venir.
Ruego, pues, al Senado que deseche el dictámen de la comisión
y que apruebe las elecciones de la provincia de León, que presentan
una validez tan clara como la luz del dia.
El Sr. CORTINA , Ministro de la Gobernación : Señores , no es
mi ánimo al usar de la palabra entraren la cuestión de la validez ó
nulidad de las actas que ocupan al Senado. Esto es de la exclusiva
competencia de los Cuerpos colegisladores, y el Gobierno para nada
tiene que mezclarse en semejante discusión. Mi objeto únicamente es
rectificar equivocaciones de mucha importancia en que mi amigo
el Sr. Caueja ha incurrido; y me parece que esta rectificación será
bástanle para, que el Senado resuelva con el acierto que es de desear
el negocio de que se trata.
Ha dicho S. S. que el Gobierno al comunicar á la provincia de
León la resolución del otro Cuerpo colegislador respecto á las eleccio
nes habia dispuesto que se procediese á la vez que á las de Diputados
á la propuesta de Senadores.
El Sr. CANEJA: Al decir eso no me he referido á la órden del
Gobierno, sino á la convocatoria.
El Sr. CORTINA , Ministro de la Gobernación: Las elecciones
primeras se verificaron por la convocatoria , y entonces enhorabue
na que se eligiesen los Diputados al mismo tiempo que se propo
nían los Senadores; pero esta otra elección se hizo en virtud de ór
den ó convocatoria parcial, y en ella no se dispuso de modo alguno
que se propusieran Senadores , porque lo único que hizo el Gobier
no fue trasladar al gefe político de León el acuerdo del Congreso de
Diputados, en el cual , como el Senado conoce, no se podía hablar
de Senadores.
La segunda, equivocación , que es á mi modo de ver todavía ma
yor, consiste en suponer que la órden para hacer las segundas elec
ciones en los nueve distritos que se anularon fue del Gobierno. No,
señores. Tanto el Congreso como el Senado declararon nulas las elec
ciones , y mandaron que se procediese á repetirlas en esos distritos,
y que su resultado en combinación de lo que producían los diez
válidos fijara la elección.
El Gobierno no hizo otra cosa mas que trasladar esta comunica
ción del Congreso, y por consiguiente la órden procedió de este Cuer
po en los términos que he dicho ; y preciso era que fuese asi, pues si
bien declaradas nulas cualesquiera elecciones basta comunicar esto
al Gobierno, porque entonces no hay mas que repetirlas, en este caso
especial era indispensable que dispusieran , tanto el Senado como el
Congreso , lo que habia de hacerse ; porque si uo , supongamos que el
Congreso se hubiese reducido á declarar nulas las elecciones de nueve
distritos : ¿ qué disponía el Gobierno en este caso? Se presentaban va
rios caminos, á saber: que se repitiesen y se uniesen esos votos al re
sultado final ; y habia también el de atender única y exclusivamen
te al resultado de los distritos que apareciesen válidos. Al Gobierno
no tocaba decidir esto , y era inexcusable que el Congreso dijera que
se habia de verificar. Pero sea de esto lo que quiera , lo cierto es que
la órden que se comunicó procedió del Congreso, y el Gobierno no
hizo mas que trasladarla. Igual resolución recayó de parte del Se
nado , y en ella se declaraba la nulidad de las elecciones, y se dis
ponía que se procediera á segundas, calificándolas de tales.
Para rom-luir diré que el Gobierno al examinar el acta electo
ral de que se ocupa el Senado encontró dificultades y obstáculos ta
les , que si hubiera sido de su competencia decidir sobre ella lo ha
bría hecho del modo que hubiese creído conforme á la ley; pero res
petando como no podía menos las atribuciones de este Cuerpo, lo
dejó á su juicio y resolución , y para que esta pudiera recaer no ha
bía otro medio que nombrar Senador, á fin de que presentando el
nombrado el acta hubiera ocasión de examinarla y de decidir lo que
se creyese conforme á la ley y á la práctica.
El Sr. CANEJA : Yo he dicho que la órden que ha sido comu
nicada por el Gobierno se fundó en un acuerdo del otro Cuerpo co-
legislador, porque si no no podia dar órden alguna.
Ya que se ha empeñado esta cuestión , yo quisiera que viniese la
minuta de la órden comunicada por el Gobierno en el mes de Mayo
ó de Abril, pues verá el Senado por ella que se mandó verificar nue
vas elecciones ; y nadie duda que las nuevas elecciones comprenden
el nombramiento de Diputados y la propuesta de Senadores.
El Sr. CORTINA, Ministro de la Gobernación: Por parte del
Gobierno ninguna dificultad hay en remitir la minuta del oficio ú
órden que se dio al gefe político; pero en la comunicación que se ha
hecho al Senado se dice bien claramente que lo que se hizo fue solo
trasladar el acuerdo del Congreso para los efectos oportunos ; y ase
guro aqui en este momento que la minuta no se extendió á mas.
El Sr. SAN MIGUEL : Pido que se lea el oficio que ha dirigido
el Gobierno sobre las elecciones de la provincia de León."
Se leyó.
El Sr. SAN MIGUEL: En ese oficio se dice que el Senado anuló
las elecciones y no se comunicó la órden por lo adelantadas que es
taban las que se habian mandado hacer Esto hace ver que el
acuerdo del Senado no se ha comunicado aun á la provincia.
El Sr. CAMPUZANO: Se ha extrañado que la comisión haya fija
do su mayor escrupulosidad en las actas de León, cuando en [su
opinión era este un motivo para merecerla aprobación del Senado.
Se trata del respeto debido á las prerogativas del Senado, y en
este caso me parece que todos los Senadores deberían estar de común
acuerdo.
Sin embargo, si se quiere disimular el defecto de que estas elec
ciones adolecen la comisión no se opondrá á ello, pues se da por sa
tisfecha con haber sostenido el honor de este Cuerpo.
Ha dicho un Sr. Senador que la comisión ha pasado por alto con
respecto á las demás actas cosas que debieron llamar su atención, y
que del mismo modo las ha aprobado el Senado. Esto no es cierto: la
comisión se ha ocupado hasta en los mas pequeños detalles; ha pro
puesto sus dictámenes al Senado, este los ha oido , y cada Senador
ha podido presentar sus objeciones. Si no se han presentado , si el
| Senado los na aprobado , claro es que los ha aprobado cada Senador

en particular, porque no babia motivo fundado para bacer lo con
trario."
Se declaró el punto suficientemente discutido; y decidido que ba
bia lugar á deliberar ,' fue aprobado el dictamen por 32 rotos con
tra 19.
Se leyó y aprobó sin discusión el siguiente dictamen de la comi
sión de Actas:
Provincia de Córdoba. "Hallándose aprobada por el Senado en 29
de Marzo último el acta de escrutinio general de Córdoba, la comi
sión de Actas electorales ba examinado los documentos presentados
por el Sr. D. Rafael Jiménez Frontin, Senador nombrado por dicba
provincia en reemplazo del Sr. D. Antonio Fernandez del Castillo,
que cesó en su cargo por comprendido en la tercera renovación del
Senado, y bailándolos corientes y acreditados por ellos su edad y
renta,
••Es de parecer que el Senado puede servirse acordar su admi
sión definitiva. Sin embargo resolverá loque estime mas conveniente.
Palacio del mismo 3 de Abril de 1811.;= Gaspar de Ondovilla , pre
siden te.=Cárlos Mora nd.= Manuel Lorenzo.=Joaquin Francisco Cam-
pusaoo.=Francisco Romo y Gamboa, secretario."
Previo annncio del Sr. Presidente , y precedidos de los Stes. Se
cretarios Onis y Torres Solanot, entraron á jurar y tomaron asiento
los Sres. Frontin y Hoyos.
Se acordó pasar á las secciones para el nombramiento de comi
sión una comunicación dirigida á las Cortes sobre Ja suspensión de la
43
ley de Ayuntamientos , acordada por decreto de 13 de Octubre del
año último, que con fecha 28 de Marzo anterior remitia el Sr. Mi
nistro de la Gobernación de la Península.
Se dió cuenta de las secciones á que babian sido agregados los
Sres. siguientes : el Sr. González Alonso á la segunda ; el Sr. Pérez
de Necoechea á la tercera ; el Sr. Alvarez de Tomas á la cuarta j el
Sr. D. Valentín Ferráz á la quinta ; el Sr. Aranalde á la primera;
el Sr. Santonja i la segunda; el Sr. conde de Castejon á la tercera;
el Sr. marques de Yaldeguerrero á la cuarta ; el Sr. Orinaga á la
quinta ; el Sr. García Camba á la primera ; el Sr. Martínez de Ve-
lasco i la segunda; el Sr. Hoyos á la tercera y el Sr. Frontín á la
cuarta. ■>
£1 Sr. ONDOVILLA : La comisión de Actas no tiene mas ex
pedientes que despachar , y lo hace presente al Senado para los efec
tos convenientes.
El Sr. PRESIDENTE J No teniendo el Senado asuntos de que
ocuparse, para la primera sesión se avisará á domicilio á los seño
res Senadores; pero como todavía el tiempo permite que se reúnan
las secciones , pido á los señores que las componen que lo verifiquen
luego que se cierre la sesión.
En virtud del articulo 27 del reglamento ya á quedar el Sena
do en sesión secreta.
Ciérrase la sesión."
Eran las dos y cuarto.
 NÚMERO 8. 45

DIARIO

DE

LAS SESIONES DE

SESION DEL DIA 7 DE ABRIL DE 1841.

Se abrió á las doce y media , y leida por el Sr. secretario Torres en que manifiesta que la Regencia provisional del reino ha tenido i
Solanot el acia de la anterior, quedó aprobada. bien autorizar la imposición de arbitrios que indica para la recom
Se leyó y acordó constase en el acta el siguiente roto: posición del muelle de Puerto Real.
"Habiendo sido nuestro roto contrario á la resolución del Senado Otra del referido Sr. Ministro, de igual feeha y por las mismas
anulando las elecciones de la provincia de León , pedimos que conste razones , en que expresa haberse autorizado al ayuntamiento de So-
en el acta. Madrid 3 de Abril de 1841.=Joaquin Díaz Caneja.=Ma- 11er , en Mallorca, para la imposición de las arbitrios que se indi
riano Valero y Arteta.=Juan Jos* Garcia Carrasco.=Josc Santos de can, á fin de atender con sus productos á la construcción de un faro
. Hera, Senador por Toledo.=Juan Nepomuceno Fernandez San en aquel puerto , destinando el sobrante que pueda resultar á la lim
MigueL=José María Alvares Pestaña.=El conde de Pino Fiel.=Rafael pia del mismo puerto, y continuando después esta imposición, aun
Caamaño.=:Diego de Entrena.=José María Galdiauo.=El obispo de que modificada , si se creyese necesario, para el alumbrado y demás
Astorga.=M. El duque de Caslroterreño.= Nicolás Melgarejo.::An gastos de la linterna.
tonio firmón Zarco del Valle." Otra del mismo Sr. Ministro, fecha 4 del corriente, en que acom
Sediócuenta, y elSenado se enteró de las siguientes comunicaciones: paña una colección completa de todas las disposicionos generales ema
Una del Sr. Ministro de la Gobernación de la Península , fecha nadas del Ministerio de su cargo desde el mes de Octubre último
28 de Marzo próximo pasado, poniendo en conocimiento del Senado hasta la expresada fecha.
la autorización concedida á lá' diputación provincial de Soria para la Se acordó archivar dicha colección.
creación de 300,000 rs. anuales como arbitrio á la construcción de la Se dió cuenta de una manifestación delSr. D. Francisco de Ola-
parte que corresponde á aquella provincia de la carretera que de Lo varrieta, Senador por la provincia de Huelva, fecha 2 del corriente en
groño pasando por Soria ba de venir á empalmar en la de Aragón eu Bilbao, en la que contestando á la invitación que se le hizo para que
las cercanías de Guadalajara; é igualmente la autorización concedida se presentase en el Senado expone que la verificará tan pronto como
á la diputación provincial de Logroño para la creación de 400,000 rs. consiga el objeto que le llevó á aquel pais de restablecer su salud,
destinados como arbitrios de las obras de la misma carretera corres esperando se le dispense esta precisa dilación.
pondientes á aquella provincia , habiendo procedido el Gobierno en Se acordó contestar que el Senado quedaba enterado, pero que es
esta autorización con arreglo á las facultades concedidas por la ley peraba del celo del Sr. Senador se presentará cuanto antes se lo per
de 88 de Julio próximo pasado. mita el estado de su salnd. / ' •'
Otra del mismo Sr. Ministro, de igual fecha, en que por las mis El Senado se enteró, y acordó se diese aviso al Gobierno de una
mas razones manifiesta que la Regencia provisional del reino ha te comunicación que con fecha 30 de Marzo último ba dirigido desde
nido i bien autorizar á la junta de Comercio de Jerez de la Frontera Burgos el Sr. D. Juan Antonio Varona, Senador por la misma pro
á fin de reunir la suma de un millón trescientos mil rs. que es ne vincia , renunciando dicho cargo.
cesaria para la reparación del muelle del Portal de Jerez y el camino Asimismo se enteró el Senado de un oficio del Sr. Ministro de la
que media entre dicho muelle y la referida ciudad para que emita Gobernación de la Península, fecha 6 del corriente-, poniendo en
1300 acciones de á cincuenta pesos fuertes cada una , las cuales desde conocimiento del mismo que la Regencia provisional del reino , por
el día de sn imposición devengarán un interés anual de 6 por 100. decreto del dia anterior, había nombrado Senador por la provincia
Que para el pago de intereses y amortización se ba servido aprobar de Huesea al Sr. D. José María Calatrava por fallecimiento del se
los arbitrios que indica ; y por último que la misma Regencia ha te ñor D. Teótimo Escudero.
nido á bien resolver que luego que estén reintegrados los accionistas, También lo quedó de que la comisión nombrada para informar
y se hayan cubierto todas las obligaciones , cesará la exacción de los acerca de la comunicación respectiva al plazo que no obstante lo
arbitrios que manifiesta , y solo se cobrarán desde entonces por la prevenido en la Constitución fue preciso señalar para la reunión de
junta de Comercio con destino á la conservación de las obras que to las actuales Cortes , habia nombrado por su presidente al Sr. D. An
mará á su cargo las cantidades que expresa. drés Garcia Camba , y secretario al Sr. I). José Cecilio de la Rosa.
Otra del mismo Sr. Ministro, de igual fecha y por idénticos mo Se leyó la siguiente manifestación :
tivos, en que expone que la Regencia provisional del reino ha te "Estando conforme con lo manifestado al Senado en 29 de Marzo
nido i bien autorizar á la diputación provincial de Logroño para el último rechazando las imputaciones qué á la antigua mayoría , A
repartimiento y exacción de 100,000 rs. anuales con destino á la car que pertenezco , se hicieron en el manifiesto del Gobierno provisio
retera de Calahorra. nal de 2 de Noviembre próximo pasado, me adhiero en todas sus
Otra del expresado Sr. Ministro, en la misma fecha y por las in partes i dicha exposición , y pido conste en el acta. Palacio del Se
dicadas razones , poniendo en conocimiento del Senado que la Re- nado 7 de Abril de 1841.=E1 vizconde de Huerta."
ftocia provisional del reino ha tenido á bien aprobar la imposición Preguntado si pasaria á la comisión que entiende en la exposi
e los arbitrios que expresa para la constTucc-on de un camino que ción del Sr. marques viudo de Valladares, dijo
pasando por Peñas pardas y Peña horadada ponga en mas directa co El Sr. HEROS : La comisión tiene evacuado ya su dictamen , y
municación á las ciudades de Santander y Burgos. por consiguiente debe considerarse como un simple roto que debe
Otra del mismo, de la propia fecha y por las razone* expresadas, constar en el acta.* •
S.—TOMO L 14
 46 .8 OIJ
Se acordó decir que el Senado quedaba enterado. ••El Sr. D. José Joaquin de Moya , Senador nombrado por esta
Se leyó la proposición que sigue i provincia para reemplazar al expresado Sr. D. Santiago Melgarejo,
"Pedimos al Senado se sirva acordar un roto de gracias al ilus na justificado competentemente por los documentos presentados que
tre caudillo, ejército, armada naval y Milicia nacional, por los tiene las cualidades requeridas para ejercer el cargo de Senador: por
heroicos esfuerzos que han hecho en defensa del trono de Isabel II y lo que
de nuestra libertad. Palacio del Senado 7 de Abril de 1841.=Joaquin .•La comisión opina que el Senado puede acordar su admisión
Francisco Campuzano.=Gaspar de Ondovilla.=Mariano Torres So- definitiva. Sin embargo resolverá lo que estime mas conveniente. Pala-
lanot.=Mauricío Carlos de Onis.=Cárlos Morand."" cío del misino 7 de Abril de 18U.=Gaspar de Ondovilla, presiden-
El Sr. HEROS: No me opongo de modo alguno i esta proposi te.=Cárlos Morand.^Manuel Lorenzo.=Joaquin Francisco Campusa*
ción que merece absolutamente mi voto; pero debo hacer presente no.=Francisco Romo y Gamboa, secretario."
que en el otro Cuerpo se ha tratado de este asunto, y tengo el escrúpu Provincia Je Cádiz. "Aprobada ya por el Senado en sesión de 29
lo de si habiendo de tener el carácter de ley , por decirlo asi , pasatí de Marzo último el acta de escrutinio general de las elecciones cele
ra del otro Cuerpo á este, y nos exponemos á ocuparnos de él después. bradas en la provincia de Cádiz, la comisión ha reconocido los do
Sin embargo, desde ahora declaro que le doy mi voto puro y simple cumentos que para probar su aptitud legal ba presentado el señor
en este momento. D. Joaquin de Frias , Senador nombrado por dicha provincia en
ELS,r, ONDOVILLA: Esta proposición debe seguir los^trámítés reemplazo del Sr. D. Bartolomé Gutiérrez Acuña, que cesó en virtud
del reglamento: debe pasar á las secciones; declararse útil y oportu de la tercera renovación; y si bien ninguna duda ha ocurrido á la
na, y nombrar una comisión quedésu dictamen. sobre (lia. Esta es misma en cuanto á los que se refieren'á la! edad y lenta exigidas por
la marcha de todas las proposiciones que se han presentado hasta la ley , porque de ellos resultan respectivamente acreditados ambos
aqui; entre tanto podrí remitirse la del otro Cuerpo como ha dicho extremos , no ha sucedido asi por lo respectivo á la circunstancia de
el Sr. Heros. , haber sido propuesto y nombrado para el cargo de Senador é pesar
El Sr. CAPAZ : Apelo á los precedentes: proposiciones se han de reunir el doble carácter de Ministro y de miembro del Gobierno
presentado en el Senado que en el acto han sTdo aprobadas. En la le provisional del reino , porque desde luego se le ofreció la de si uno y
gislatura anterior con motivo de no sé qué acción ganada por el se otro ha podido verificarse legalmente.
ñor Duque déla Victoria se propuso al Senado darle gracias, y al «Eu consecuencia ha reflexionado con el mayor detenimiento acer
momento se concedió; por lo que yo no creo que habrá incouveoien-. ca del particular; pero todo bien considerado, y atendiendo por una
te en que esa proposición se ponga á votación, que no dudó será apro parte á que ¿1 verdadero carácter bajo del cual debe en su entender
bada por unanimidad." '/ V considerarle por lo que toca al punto en cuestión elSr. D. Joaquin de
Fue tomada en consideración y aprobada por unanimidad. Frias, es el dé Ministro de la Corona y no el de individuo del Go—
Se dió cuenta deque las secciones habian nombrado las siguientes | bierno provisional del reino, porque este es puramente accidental y
comisiones : transitorio; y considerando por otra que en la ley electoral, á la que
Para la que ha de entender en la comunicación relativa á la re se refiere el art. 17 de la Constitución , no se expresa ni de su con
nuncia de S. M. la Reina madre: testo se deduce que por reunir ambos conceptos no puedan los Minis
lí Al Sr. D. José Landero y Corchado, j — -j v* ■ * '• " tros ser propuestos y nombrados para el cargo de Senadores por cual
2Í Al Sr. D. Joaquín Francisco Campuzano. quiera dé las provincias de la monarquía, exceptuando la de Madrid,
3Í Al Sr. D. Martin de los Heros. opina la comisión que al verificarse la propuesta y nombramiento de
4* Al Sr. D. Dionisio Capaz. n que se trata se procedió sin contravenir á las leyes, á pesar que por
6i AI Sr. D. Andrés Orinaga. de pronto hayan podido llamar la atención; y que por consiguiente
La misma comisión ha nombrado presidente al Sr. D. Dionisio puede servirse acordar que el Sr. D. Joaquin de Frias sea definitiva
Capaz , y secretario al Sr. D. Joaquín Francisco Campuzano. - mente admitido. Sin embargo resolverá lo que en sus superiores lu
Para la que ha de entender en la comunicación relativa á. la nece ces considere mas acertado. Palacio del Senado 7 de Abril de 1841.=
sidad que ha habido de reunir en una misma persona los mandos po Gaspar de Ondovilla , presidente.=Carlos Morand. =Manuel Loren
lítico y militar de algunas provincias : zo.=Joaquin Francisco Campuzano.=Francisco Romo y Gamboa, se
lí Al Sr. D. Manuel Codorniu. cretario." . ,
2í Al Sr. D. Vicente Santónja. Provincia Je Tarragona. "La comisión de Actas electorales ha
3í Al Sr. D. José Maria Chacón. examinado ios documentos presentados por el Sr. D. Ramón Gil de
4Í Al Sr. D. Francisco Ferrar. la Cuadra para acreditar su aptitud legal como Senador nombrado
5* Al Sr. D. José Carra tala. por la provincia de Tarragona, cuya acta de escrutinio general fue
La comisión ha nombrado para presidente al Sr. D. Francisco aprobada por el Senado en 23 del próximo mes de Marzo , en reem
Ferfáz, y secretario al Sr. D. Manuel Cordorniu. plazo del Sr. D. José Trillo, que pertenecía á la primera renova
Para la.que ha de informar sobre la comunicación del Gobierno ción y renunció este cargo antes de llegar á ejercerle; y viendo jus
relativa á la impresión de la ley de Ayuntamientos; tificado por dichos documentos tener la edad y poseer la renta re«-
lí Al Sr. D. José Maria Galdiano. querida , es de dictamen que el Senado puede servirse acordar su ad
2Í Al Sr. D. Diego González Alonso. misión definitiva. Sin embargo resolverá lo que juzgue mas conve
3í Al Sr. D. Joaquín Pérez de Necoecbea. niente. Palacio del mismo 7 de Abril de 1841.=Gaspar de Ondovilla,
4Í Al Sr. D. Miguel Chacón y Duran. presidente.=CárIos Morand.= Manuel Lorenzo.=Joaquin Francisco
6Í Al Sr. JJ. Juan Lasaña. Campuzano.^Francisco Romo y Gamboa, secretario."
Para la que ha de informar acerca de la comunicación respectiva Provincia Je Zamora. "Las actas de primero y segundo escrutinio
al plazo que no obstante lo prevenido en la Constitución fuá pre de la provincia de Zamora fueron aprobadas por. el Senado en 29
ciso señalar para la reunión de las actuales Curtes; de Marzo próximo pasado; y habiéndose ocupado la comisión de Ac
lí Al Sr. D. Andrés García Camba. . . tas electorales del exámen de los documentos presentados por el señor
2Í Al Sr. D. Diego González Alonso.' don Francisco Linage, Senador nombrado por la expresada provin
Sí Al Sr. D. José Cecilio de la Rosa. cia en reemplazo del Sr. D. Ezequiel Diez Tejeda, que cesó por la
4í Al Sr. D. Francisco Verea y Cornejo. tercera renovación del Senado, encuentra en ellos acreditada su apti
5Í AI Sr. D. Manuel Ventura Gómez. tud legal para el ejercicio del cargo que se le ha conferido : por
Se dió cuenta, y el Senado se enteró, de que la segunda sección loque •. . . V . ;. , iüIi. 'ti'
había nombrado: ■ . ■■ ••Es de dictamen que el Senado puede servirse acordar su admi
Al Sr. D. Joaquín Francisco Campuzano para la comisión que sión definitiva. Este sin embargo resolverá lp que estime mas
debe informar sobre la renuncia de S. M. la Reina Madre ; al señor conveniente. Palacio del mismo 6 de Abril de 1811.^Ga»par Qndp/-
I). Diego González Alonso para la que ha de examinar la comunica villa, presidente.nCárlos Morand.=Manuel Lorenzo.=Joaquin Fraor
ción del Gobierno sobre el plazo que ha sido preciso señalar para cisco Campuzano. ^Francisco Romo y Gamboa, secretario.".
la convocación de las actuales Cortes ; al Sr. D. Vicente' Santonja Provincia Je Navarra. "La comisión de Actas ha examinado las
para la que ha de entender en la comunicación sobre reunión de los del escrutinio general de. las primeras y segundas elecciones celebra
mandos político y militar en algunas provincias, y al referido señor das en dicha provincia para la propuesta en terna de un Senador en
D. Diego González Alonso para la concerniente .á la comunicación reemplazo del Sr. conde de Ezpeleta que fue comprendido en la ter
del Gobierno sobre suspensión de la ley de Ayuntamientos. cera renovación ; y no habiendo encontrado en ellas defecto alguno,
El Sr. PRESIDENTE: Orden del dia. Se procede á la lectura opina que el Senado puede servirse aprobarlas. Esto no obstante re
y discusión de los dictámenes de la comisión d« Adas electorales. solverá lo que estime roas acertado.
El Sr. ROMO Y GAMBOA, como secretario de la comisión, ! ■ «El.Sr. D. Joaquin María de Ferrer , Senador nombrado por la
ocupó y leyó los dictámenes siguientes, que fueron aprobados sin citada provincia en reemplazo del Sr. conde de Ezpeleta, ejerció an te-
discusión:- ' i■ '. riormente el mismo cargo , previa la justificación de tener la edad y
Provincia Je Cuenca. "La comisión de Actas electorales ha exami renta necesarias al efecto; y habiendo ahora hecho presente que no ha
nado la de escrutinio general de Cuenca celebrad* en 12 fie Fe enagenado ninguna de las fincas que entonces poseía , no ha ocurrido
brero último para la propuesta de un Senador en reeinptazq del á la comisión duda alguna en cuanto á los indicados extremos ; pero
Sr. D. Santiago Melgarejo, que cesó en su cargo por consecuencia no asi por lo que toca á la circunstancia de haber sido propuesto y
de la tercera renovación del Senado; y bollándola sin defecto nombrado para el referido cargo, siendo aun mismo tiempo Ministro
alguno i * ■ .t ■ > é individuo del Gobierno provisional del reino , porque desde luego
"Es dedictámen que el Senado puede servirse aprobarla, se ofreció á la misma lo de si ha podido ó no verificarse uno y otro
• », .1 «-•*'<- i-

a] tenor ele lo dispuesto en la Constitución y en la ley electoral.
«Ha meditado y discutido en consecuencia muy detenidamente
acerca del particular; pero todo bien reflexionado, y atendiendo por
una parte á que el verdadero carácter bajo del cual debe en su sen
tir ser considerado por lo que concierne al punto en cuestión el se
ñor D. Joaquín María de Ferrer, es el de Ministro de la Corona y no
el de miembro del Gobierno provisional del Reino, porque este es
puramente accidental y transitorio; y considerando por otra que en
la ley electoral, á la que se refiere el art. 17 de la Constitución,
no se expresa ni de su contexto se deduce que por reunir ambos con
ceptos no puedan los Ministros ser propuestos y nombrados para el
cargo de Senadores por cualquiera de las provincias de la monar
quía exceptuando la de Madrid, opina la comisión que al verificarse
' la propuesta y nombramiento de que se trata se ha procedido, sin
infracción de ley, á pesar de que hayan podido llamar por, de
pronto la atención, y que por consiguiente puede servirse el Senado
acordar que el Sr, D. Joaquín Maria de Ferrer sea definitivamente
admitido. . i
•• Sin embargo resolverá lo que en sus superiores luces estime más
acertado. Palacio del Senado 7 de Abril de 1841.=Ga»par de Ondo- -
villa, presidente.=Cárlos Morand.=Manuel Lorenzo.=Joaquin Fran
cisco Campuzaoo.=Francisco Romo y Gamboa, secretario." ! ,¡
Provincia de Tarragona. "Aprobada el acta de escrutinio general
de Tarragona en la sesión de 23 de Marzo último, la comisión ha
examinado los documentos que ha presentado el Sr. D. Bernardo
Borja y Tarrius, Senador nombrado por dicha provincia en reem
plazo del Sr. marqués de Vallgornera , que cesó en su cargo por la
tercera renovación; y hallándolos corrientes, y comprobado suficien
temente por ellos tener las cualidades requeridas de edad y renta,
•«Es de dictamen que el Senado puede servirse acordar su admi
sión definitiva. ,i , .¡ ¡ . ;■ . ■' i
«Sin embargo' resolverá toque estime mas conveniente. Palacio
del mismo 6 de Abril de 1811.=Gatpar de Ondovilla, presidente.—
Cirios Morand.=Manuel Lorenzo—Joaquín Francisco Canipuzano.=
Francisco Romo y Gamboa, secretario."
-Provincia de Cádiz. "Estando ya aprobada el acta de escrutinio
general de Cádiz en la sesión de 29 de Marzo último, la comisión
de Actas electorales ha visto los documentos que el Sr. D. Francisco
Mactinez Larrad ha presentado para acreditar su aptitud legal como i
Senador nombrado por dioha provincia en reemplazo del Sr. duque ^
de Rivas , que cesó por hallarse comprendido en la teroera renovar
cion del Senado; y hallando en ellos acreditadas las cualidades re- '
queridas, es de parecer que el Senado puede acordar su admisión de
finitiva. Sin embarco resolverá lo que estime mas conveniente. Pa
lacio del mismo 6 de Abril de 1811. = Gaspar de Ondovilla, pre-
sidente.=Cárlos Morand.= Munuel Lorenzq.=Joaquin Francisco Caín-
puzano:=Francisco Remo y Gamboa , secretario."
Precedidos de los Sres. Secretarios Carrasco y Om's, entraron á
jurar y tomaron asiento los Sres. Senadores D. José Godoy y Peralta,
r Canarias ; D. Francisco. T/inage , por Zamora , y D. 'Bernardo ¡
Borja- Tarrius , por Tarragona. ' "¿m '.r-..< ' ,v.,i • V.t .r. o !
El Sr. PRESIDENTE : La-comision encargada de dar su dicta
men acerca de la renuncia de S. M. tiene la palabra.
El Sr. CAMPUZANO, como secretario de la comisión, leyó dicho
dictamen , cuyo tenor es el siguiente :
"La comisión encargada de informar al Senado acerca de los docu
mentos relativos á la renuncia de la Regencia y Gobierno del reino
hecha en Valencia el dia 12 de Octubre del año pasado de 1840 por
S. M. la Reina Doña Maria Cristina de Borbon, que por la Regen
cia provisional se han pasado al Senado, los ha reconocido y exami
nado cuidadosamente, como también la misma renuncia autógrafa
de la mencionada señora Reina; y hallándolo todo en debida forma,
es de parecer que se puede proceder á la aplicación del art. 57 de la
Constitución de la Monarquía y manifestarla asi al Gobierno.
«ElSenado con su superior ilustración acordará loque estime mas
conveniente. Palacio del mismo 7 de Abril de l841.=Diomsio Capaz,
presídeme. -José Landero.=Martin de los Heros.=Andres Martínez
Orinaga.=.Ioaquin Francisco Campuzano, secretario."
El Sr. CARRASCO: Pido que quede sobre la mesa.
El Sr. PRESIDENTE: Conforme al art. 72 del reglamento del
Senado, el dictamen de la comisión que acaba de leerse quedará sobre
la mesa á petición de un Sr. Senador."
Asi lo acordó el Senado.
El Sr. PRESIDENTE: La comisión encargada de dar su dicta
men acerca de la exposición del señor marques viudo de Valladares
pasará á dar cuenta de su trabajo.
El Sr. HEROS, secretario de dicha comisión, leyó los dictáme
nes que siguen :
"Habiendo tenido á bien determinar el Senado que pasase á una
comisión la exposición que en 23 de Marzo último le dirigió el
marques viudo de Valladares, Senador por la provincia de Lugo,
manifestando que como individuo que j'uc en la última legislatura de
la mayoría de este Cuerpo creia incompatible su permanencia en él
mientras que por quien corresponda no se corrija la cláusula altamen*.
te injuriosa que comprende el maní/¿esto de la Regencia provisional
del reino de 2 de Noviembre pasado, cuyas palabras refiere, los Se.
Dadores que suscriben y han merecido la honra de ser elegidos para
formar la mencionada comisión son de dictámen que por respeta-
. 47
bles que sean los motivos de delicadeza que hayan inducido al men
cionado Sr. Senador á dirigirse al Senado en los términos que lo ha
hecho, el Senado no debe ser juez de las condiciones que exige para
continuar asistiendo á él, y que por lo tanto no ha lugar á deliberar
sobre su exposición.
••El Senado sin embargo acordará lo que juzgue mas acertado. Pa
lacio del Senado 5 de Abril de 1811. = El marques de Someruelos.=
Dionisio Capaz. = José Carratalá. = Antonio Seoane. = Martin de los
.Heros, secretario."
"Pasada á una comisión por acuerdo del Senado la exposición ó
mes bien refutación de algunas cláusulas del manifiesto de la Regen
cia provisional del reino de 2 de Noviembre último que en 27 del
pasado Marzo le dirigieron varios Sres. Senadores,- que por lo gene
ral dicen que votaron en las Cortes del año pasado con la numerosa
mayoría de este Cuerpo , los Senadores que suscriben y componen di
cha comisión tienen el honor de proponer al Senado , que apreciando
los sentimientos de delicadeza que han podido impulsar á los señores
Senadores que firmaron la mencionada exposición, como en ella nada
-piden ni su contenido exige resolución alguna, el Senado puede, si lo
tiene á bien , determinar que queda^ enterado. Palacio del Senado 5 de
Abril de 1811.= El marqués de Someruelos. = Dionisio Capaz. = José
Carratalá.- Antonio Seoaue.=Martin de los Heros, secretario,"
El Sr. SEOANE : Para que puedan enterarse los Sres. Senadores
del contenido del dictámen que se acaba de leer podría quedar sobre
la mesa," " .. .
Hecha la pregunta , se resolvió por la afirmativa.
El Sr. CANEJA: Pido la palabra. :. r ■ '
El Sr. PRESIDENTE: ¿Acerca de qué?
El Sr. CANEJA: Para facilitar la discusión el dia que llegue A
.verificarse. ■ •' .,;
Como ese dictámen queda sobre la mesa pana discutirse otro dia,
entonces será la ocasión oportuna de hablar de él j pero ahora me li
mitaré á hacer una observación.
Yo me atrevo á rogar al Sr. Ministro de la Gobernación , que
dijo el otro dia que el Gobierqo había tenido docnmenlos para decir
lo que supone el manifiesto, que presente esos documentos, que vean
la luz publica como la ha visto el manifiesto del Gobierno, y como
la ha visto la exposición de varios Senadores de la mayoría pasada.
:,. Creo que los mismos señores déla comisión convsodrán en la ne
cesidad de que esto se vea, pues el Gobierno, níngyn inconvenien
te debe tener en presentar este papel, puesto que el otro dia anunció
que venia preparado y que lo tenia en la mano. Yo creo, señores,
que nuestro honor está comprometido en que je vean esos documen
tos.' Nosotros estamos bien tranquilos en el testimonio de nuestras
conciencias de que nada podrá resultar contra nosotros; mas una vez
soltada esa prenda nosotros la hemos recogido, y . no podemos menos
de recogerla porque son demasiado significativas estas palabras, afec
tan demasiado nuestra sensibilidad y nuestro honor, para que nosotros
permitamos que, lo repito, una vez que se ha soltado esa prenda
no se manifieste cuáles sop los documentos en que esa suposición se fun
da. Suplico, pues, que esosdocumentos.se agreguen al expediente para
que el Senado y el publica juzguen de su contenido-: . ' "■.
- El Sr. CORTINA , Ministro -de la Gobernación : Me levarlo so
lamente para decir al Sr. Senador que acaba de hablar que la pro
mesa que ha hecho el Gobierno en este lugar la cumplirá. En el dia
señalado para la discusión de ese dictamen hará uso de los documen
tos que tiene en su poder , ya que desgraciadamente se le pone en el
caso de ello; y hará uso de ellos con aquella prudencia y mesura que
exige su posición, teniendo en cuenta para ello el giro que tome la
discusión ; y respecto á esa publicidad que se desea, podrá acaso ha
ber alguna dificultad, pero á su tiempo será cuando esto deberá de
cidirse.
El Sr. CARRASCO: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE : Sobre este incidente no hay discusión,
porque en esta cuestión no hemos entrado: cuando se entre en ella
los Sres. Senadores podrán usar de la palabra. Si hay alguna propo
sición nueva , seguirá los trámites de la ley.
Va á prestar juramento el Sr. D. Francisco Larrad."
Precedido de los Sres. Secretarios Carrasco y Onís, entró á jurar
y tomó asiento el referido Sr. D. Francisco Larrad.
El Sr. PRESIDENTE: La comisión nombrada para dar su dic
támen sobre una comunicación del Gobierno acerca de los casos en
que ha sido necesario reunir en una misma persona los mandos po
lítico y militar de una provincia tiene la palabra.
El Sr. CODORNIU, secretario de ella, le leyó en estos términos:
"La comisión nombrada para informar sobre una comunicación
del Gobierno dando cuenta de los casos en que ha sido necesario reu
nir en una misma persona los mandos político y militar en algunas
provincias la ha examinado con toda escrupulosidad, y de ella de
duce lo siguiente:
«La ley de 3 de Febrero de 1823 en su art. 242 establece lo que
sigue : "El cargo de gefe político estará por regla general separado-
»de la comandancia de las armas en cada provincia; pero en las
•■plazas que se hallaren amenazadas del enemigo, ó en cualquier
..caso en que la conservación ó restablecimiento del orden publico y
..de la tranquilidad y seguridad general asi lo requieran, podrá el
..Gobierno reunir temporalmente el mando militar y politiro, dan-
»do cuenta á las Cortes de los motivos que haya tenido para ello."
 48 .
«Los motivos que el Gobierno alega son que los tuvo muy funda nuel Codorniu, D. Mariano Valero y Arlela, D. José Landero, Viz-
dos para creer amenazado el órden público , y elementos habia cou oond e de Huerta (irte Sr. Senador pertenece á la anterior legislatura
evidente tendencia á subvertirle en Madrid y en Barcelona , cuando y se ha presentado hoy en el Senado), D. Manuel José Quintana, Don
en la primera de estas capitales en 6 de Diciembre del .ano último, y Jaime Gil de Orduña, D. Tomas Fernandez Vallejo, conde de Solo
en 6 de Enero del corriente en la segunda, se encargó él mando po Ameno, D. Antonio Solis, D. Diego Entrena, D. Ramón María Ca-
lítico al gobernador militar en aquella , y al segundo cabo coman latrava, D. Francisco Martines Larrad, D. José María Galdeano, Dun
dante general en la otra , con el fin de poder obrar con pron Joaquin Diaz Caneja, marques de Someruelos.
titud si un corto número de díscolos bubiese llegado á tur Segunda. Sres. D. Francisco Linage, D. José María Chacón, don
bar el sosiego del mayor número , que ha dado pruebas inequívo Francisco Godoy y Peralta , D. Francisco Verea Cornejo, D. Ber
cas de cordura y de respeto á las leyes; y cree al mismo tiempo que nardo de Borja Tarrius, D. Miguel Chacón y Duran, duque de Za
debilitadas ó desvanecidas las causas que lo motivaron, está próximo ragoza , D. Juan Lasaña, D. José Alvares Pestaña, duque de Castro-
el momento de que cesen sus efectos, como ha sucedido ya en Guipúz terreno, D. José Mana Pérez , D. Andrea García, Camba , obispo d:
coa y Alava , donde circunstancias particulares obligaron por algún Córdoba, D. Juan José García Carrasco, D. Manuel Ventura
tiempo i conferir el corregimiento en la primera, y el gobierno po Gómez.
lítico en la segunda , á los respectivos comandantes generales; porque Tercera. Sres. D. Joaquin María Ferrer, D. José Aranalde, Don
ademas de que también en ellas, aunque con miras muy diversas, Vicente Santonja , D. Joaquin Frias, D. Gaspar Ondovilla , Don
se concitaban los ánimos , habia motivos particulares demasiado co Rafael Caamaño y Pardo , D. Hipólito de Hoyos, marques de Val-
nocidos que aconsejaban esta determinación. deguerrero , D. Ramón Macía Lleopart, marques de Castelldosrius,
«Dice finalmente el Gobierno que en ninguna de las demás pro D. Eugenio Ladrón de Guevara , D. Antonio Peón y Heredia , Don
vincias ha llegado el caso de adoptar esta medida , si se exceptúa un Diego González Alonso , D. Miguel Corbacho , conde de Pinofiel.
corto período en Málaga, en donde por no haber de pronto quien del Cuarta. Sres. D. Joaquin Francisco de Campuzano, D. José Ce-
mando politico se encargase fue necesario conferirle al comandante cilio de la Rosa, obispo de Astorga, D. Francisco Ferráz, D. Valen
general. tín Ferráz, D. Pedro Ramírez Coté , D. Antonio Alvarez de Tomás,
* hFot todas estas razones cree la comisión que el Gobierno en los ca D. Juan Muguiro Iribarren, D. Antonio Marlinez de Velasco , don
sos que cita reunió el mando político y militar en una sola persona Mauricio Cárlos deOni's, conde González Castejon, D. Alrjandro Ló
con fundados motivos, y en conformidad á las atribuciones que le pez, arzobispo electo de Toledo, D. Juan Nepomuceno San Miguel,
concede la ley de 5 de Febrero de 1823; y por consiguiente tiene el D. Joaquin Suarez del Villar. <
honor de proponer al Senado que se sirva aprobar la conducta del Go Quinta. Sres. D. Manuel Lorenzo, D. Nicolás Melgarejo, mar
bierno en este particular. qués viudo de Valladares, D. José Santos de La-Hera, D. José Carra-
••£1 Senado sin embargo resolverá como siempre lo mas justo y con talá, D. Andrés Martínez Orinaga, D. Juan Aldama , D. Mariano
veniente. Palacio del Senado 7 de Marzo de 1841.=Francisco Ferráz.= Torres Solanot , D. Francisco Romo y Gamboa , D. Rafael Jiménez
José Carratalá.=Vicente Santonja.=Manuel Codorniu.=José María Froritin , D. Antonio Remon Zarco del Valle, D. Antonio Seoane,
Chacón." D. Dionisio Capaz, D. Martin de los Heros, D. Cárlos Morand.
El Sr. Secretario CARRASCO: ¿Ha lugar á deliberar? Se leyeron los artículos 8 y 13 del reglamento.
El Sr. HEROS : Pido la palabra : que quede sobre la mesa. Se dió cuenta de que la comisión que ha de informar acerca de la
El Sr. CAMPUZANO ; Que se lea el art. 78 del reglamento." comunicación del Gobierno relativa á la suspensión de la ley de
Se leyó. Ayuntamientos habia nombrado para su presidente al Sr. D. Joaquin
Se acordó en seguida que quedase sobre la mesa. Pérez de Necoecbea , y secretario al Sr. D. Miguel Chacón y Duran.
El Sr. CAMPUZANO : Señores, este negocio no solamente es de El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. D. Juan
importancia , sino que es de urgencia.... del Gayo, fecha en Sevilla en 3 del corriente, en contestación á la
El Sr. PRESIDENTE : Ha quedado ya sobre la mesa. excitación del Senado de 23 del pasado para que los Sres. Senadores
El Sr. CAMPUZANO: Creía que aun no estaba decidido. ausentes se presenten i tomar parte en sus deliberaciones, en la que
El Sr. PRESÜDENTE : Los Sres. D. Joaquín Frias y D. Joaquin manifiesta que el mal estado de su salud le ha imposibilitado trasla
Maria Ferrer, Senadores, el primero por Cádiz y el segundo por Na darse á esta córte , pero que lo verificará tan pronto como se en
varra, van á entrar á prestar juramento." cuentre mas aliviado.
Precedidos de los Sres. Carrasco y Onis , prestaron juramento di El Sr. PRESIDENTE: Conforme á lo prevenido en el reglamen
chos señores. to se reunirán las secciones para nombrar sus respectivos presidentes
El Sr. PRESIDENTE: Conforme al art. 11 del reglamento , y y secretarios.
estando ya completo el número de señores Senadores que se requiere Para la próxima sesión se avisará á los Sres. Senadores á domici
para la constitución del Senado , se va á proceder al sorteo de las lio. Ahora se levanta la sesión públioa para quedar el Senado en se
secciones.'* creta. Ciérrase la sesión."
Verificado, dió el resultado siguiente: Eran las dos menos cinco minutos.
Primera sección. Los Sres. D. Jaime Pérez; de Neooechea, D. Ma

■
 NÚMERO 9.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 12 DE ABRIL DE 1841.
Abierta á la una y relate y cinco minutos «e leyó y aprobó el
acta de la anterior. • \
Obturo en seguida la palabra y dijo
El Sr. Ministro de MARINA : Señores, el Senado en su última
lesión/ se sirvió acordar un roto de gracias al ejército, armada y Mi
licia nacional por su» heroicos esfuerzos durante la guerra en defensa
del Tsono de Isabel II y de la libertad nacional ; j no habiéndome
hallado entonces presente, hoy, á nombre de la armada y mió, ten
go- el honor de tributar al Senado «1 testimonio de la mas intensa
gratitud por la houra que nos dispenso.
Et Sr. PRESIDENTE : El Senado queda enterado , y constará en
el acta."
Se dio cuenta de las siguiente* comunicaciones!
Una del Sr. Ministro de la Gobernación de la Península, fecha 9
del corriente , poniendo' en conocimiento del Senado que la Regencia
provisional, por decreto del dia anterior, habia nombrado Senador
por la provincia de Huesca al Sr. D. Andrés Rubiano, por renuncia
de dicho cargo del Sr. D. José Mana Calatrara.
Se acordó pasar á la comisión de Actas.
Otra del director del Banco español de San Fernando, fecha 7
del actual , manifestando que conforme á la resolución del Senado
comunicada en 5 del mismo, conserrará en el Banco el depósito vo
luntario hecho en él por el Sr. D. Andrés Orinaga en cantidad
de 580,000 rs. hasta que el Senado acuerde la derolucion.
Se mandó unir al expediente.
Otra del Sr. Ministro de Estado, fecha 7 del corriente, acompa
ñando de orden de la Regencia provisional 150 ejemplares del pare
cer fiscal que sobre abusos de la curia romana escribió en el año
de 1713- O. Melchor de Macanaz.
Se acordaron repartir y arcbirar dichos ejemplares.
Otra del Sr. D. Jesualdo López Sabajosa, Senador por la pro
vincia de Murcia , fecha en Mora talla en 5 del corriente, contes
tando á la excitación que en 23 del anterior se le hizo , manifestan
do ademas que se presentará á tomar parte en las deliberacio
nes del Senado tan pronto como se restablezca de la enfermedad que
padece.
El Senado quedó enterado.
Asimismo lo quedó de otra del Sr. marques de Falces, Senador
por la prorincia de Jaén, fecha en Granada á 31 de Marzo próximo
pasado, contestando á la comunicación del mismo, y dice que es
pera poder asistir á desempeñar su encargo dentro de pocos días ; y
que si por causas impreristas se dilatase su reñida, lo hará presente
ya para solicitar licencia, ya para renunciar su cargo si no le
fuese posible desempeñarle.
Otra del Sr. D. Antonio Remon Zarco del Valle, fecha 10' del
corriente, renunciando el cargo de Senador por la prorincia de
Málaga.
Se acordó pasar aviso al Gobierno.
Igual resolución recayó á otra comunicación del Sr. D. Evaristo
Pérez de Castro , Senador por la provincia de Valladolid , fecha en
Bayona á 4 del actual, contestando á la inritacion que se lé hizo en
23 de Marzo último, y manifestando que el estado de su salud no le
S.—TOMO I.
49
DE CORTES,
permite ponerse ahora en camino ni le da la esperanza de poderlo ve
rificar en breve tiempo; y que en tan penosa situación se reforzado ú
renunciar, muy á su pesar, el cargo de Senador por la expresada
prorincia.
También se acordó avisar al Gobierno á consecuencia de las co
municaciones del Sr. marques de Someruelos, y el Sr. D. Francisco
de Paula Figueras, el primero Senador por la prorincia de Logroño,
y el segundo por las islas Baleares.
Se leyó la siguiente nota de los proyectos de ley procedentes del
Gobierno y del Congreso que quedaron pendientes en la última le
gislatura y no han sido retirados por aquel, los cuales por acuerdo del
Senado en sesión de 23 de Noviembre de 1838 deben pasar en la in
mediata á las secciones para el nombramiento de comisiones que so
bre ellos den su dictamen:
1° Para autorizar al Gobierno á fin deque pueda transigir en los
términos que en él se indican con la empresa del canal de Castilla.
2! El relativo al aumento de una pensión en favor de D. Emilio
y Doña Cristina Muruaga.
Estos dos proyectos fueron presentados por el Gobierno en el Con
greso r y aprobados por este pasaron al Senado, donde también lo
fueron por artículos : el 1? en la sesión de 23, y el 2? en la de 21 de
Julio del año último; no habiéndose procedido á la rotación sobre su
totalidad por no hallarse presente n i'nuero suficiente de Sres. Senadores.
3? Para arreglo del servicio de bagajes.
í? Sobre extinción de las cargas y prestaciones por derecho de pa
tronato en las iglesias y conventos suprimidos, donde los patronos
no pueden gozar las preeminencias que en este concepto les eran
debida*.
Estos dos proyectos fueron aprobados por el Congreso á conse
cuencia de proposición de varios de sus individuos, y pasados al Se
nado, las respectivas comisiones dieron sus dictámenes que no llega
ron á discutirse en la ultima legislatura.
Preguntado si dichos proyectos pasarian á las secciones , así se
acordó. #
Se leyó otra nota de los proyectos de ley presentados por varios
Sres. Senadores que quedaron pendientes en la anterior legislatura,
Tos que por acuerdo del Senado en sesión de 23 de Noviembre de 1838
solamente tendrán curso en la inmediata, en el caso que ási lo re
clamen su autor ó autores, y el Senado lo acuerde*
1? Para la erección de un monumento en los campos de Vergara.
Presentado por el duque de Zaragoza.
Quedó sin discutirse el dictamen de la comisión.
2? Para la provisión de las racantes de las carreras ciril y admi
nistrativa en excedentes de las mismas que tengan sueldo.
Presentado por varios. Sres. Senadores, pasó á una comisión, y
concluida la legislatura, derolvió esta el expediente con la minuta
del proyecto de ley acordado; pero no definitivamente por la misma.
3? Para el cumplimiento de las mandas piadosas por los poseedo
res de bienes afectos á ellas.
Presentado en la legislatura de 1839, reproducido en la de 1810.
Concluida esta, la comisión ha devuelto el expediente con la minuta
del dictamen acordado.
15
 50
i". Sobre suspensión de varios artículos de la ley de 29 de Julio los Morand.= Joaquin Francisco Campuzano.= Francisco Romo y
de 1837 relativa á la venta de bienes del clero secular. ; |"6»mboa , secretario."
Reproducido en la última legislatura se pasó á una comisión, la Provincia de GranaJa. "Estando aprobada el acta de dicha pro
cual no llegó á dar dictamen. vincia en 25 del próximo pasado Marzo, la comisión ha reconocido
El Sr. CARRASCO: ¿El Senado acuerda queHe rtJprdsUlzcaaé'leJa- los documentos presentados por el Sr. D. Domingo Sánchez Morales,
no de estos proyectos? Hombrado Senador en reemplazo del Sr. conde de Santa Ana que
El Sr. ONDOVILLA: Los Senadores que ban4iedho£i«< prBpüí»- cesó par la tercera renovación; y hallando comprobada por ellos sufi
tas son los que tienen derecho á reproducirlas; al SenSrlo no Te incum cientemente la aptitud legal del Sr. Sánchez Morales,
be eso: háganlas propuestas, y el Senado lo que puede hacer es to «La comisión opina que el Senado puede acordar su admisión
marlas en consideración. definitiva. Sin embargo se servirá resolver lo que estime conve
Ya que tengo la palabra debo hacer presente que no he oido hafcér ¡I niente. Palacio del mismo 12 de Abril de 1841.=Gaspar de Ondo-
relación de un proyecto presentado al Senado para el castigo de toa villa , presidente. ^Manuel Lorenzo.^Cárlos Morund.=Joaquin Fran
delitos qne cometan los empleados, proyecto que despachó la comi cisco Cainpuzano.—Francisco Romo y Gamboa, secretario."
sión en la legislatura pasada , de que yo fui secretario. Este me pa- Provincia de Toledo. "El Sr. D. Alvaro Goinez Becerra , Sena
reee'que fuer'rtTwerttado por el Gobierne , y de consiguiente-está en «1 dor nom brado por la provincia de Toledo en reemplazo del señor
caso de seguir la marcha due lo» demás, ¿r ' D. ■St'lxistian García Oehoa , que eesó en virtud de la tercera renova
'El Sr. CARRASCO: El proyecto i qne akJIeHr^r.'tmdovitla ción , ha' ejercido ya el indicado cargo, previa la -justificación de le-
fue presentado por el Gobierno, y estbs se han'ia>WUeJío 'á petición 'Bei'*ta edach-y renta que la -ley requiere ; y ballándose-On el mismo
suya." caso que los Sres. D. Joaquin Mana Ferrer y D. Joaquin de Frías
Se dió cuenta, y el Senado quedó enterado, deque las secciones h* en cuanto al haber sido propuesto y nombrado para el citado cargo,
bian hecho los siguientes nombramientos de píe'sla^ñTfs,"'Vícepr%ít-''pd -p>Sar*tle~Te:iimr el doble carácter de Ministro y de individuo deí
cientes, secretarios y vicesecretarios Gobierno provisional del reino, opina la eomision que pues el acta
de escrutinio general de .dicha provincia fue aprobada en sesión de 29
Presidentes de Marzo último, puede el Senado servirse acordar la admisión de
firiíliva del mencionado Sr. D. Alvaro Gómez Becerra. Sin embargo
11 Al Sr. D. Joaquin Pérez de Necoechau.: ."f • , Use'oídará lojque estime mas acertado. Palacio del mismo 12 de Abril
2? AI Sr. duque de Zaragoza.
31 Al Sr. marques de Castelldosrius. •-' i f«Je'1841.r:Gaapar de Ondovilla , presidente,=.Manuel Lorenzo.^Cárlos
vMorand.=Jsaquin Francisco Campuzano.=Francisco Romo y Gam
41 Al Sr. arzobispo electo de Toledo, boa , secretario," ,
51 Al Sr. 1). Antonio Seoane. " El Sr. CARRASCO : La comisión encargada de dar su dictamen
sobre la suspensión de la ley de Ayuntamientos manifiesta que está
Vicepresidentes, pronta á presentarlo.
El Sr. PRESIDENTE : La comisión tiene la palabra."
1* Al Sr. D. José Landero. '. [ ' El Sr. Chacón y Duran , secretario de la misma, ocupó la tri
21 Al Sr. obispo de Córdoba. buna y leyó el dictámen que sigue :
Sí Al Sr. conde de Pinofiel. "La comisión nombrada para informar sobre la comunicación
4? Al Sr. D. Francisco Ferráz. del Gobierno en que expresa los motivos que le impulsaron á to
51 AI Sr. D. Dionisio Capaz. mar la determinación de suspender la ejecución de la ley de Ayunta
mientos, ha examinado el expediente con el detenimiento que exige
Secretarios, un negocio de tanta gravedad.
.«De mas estaría el qne la comisión se ocupara en demostrar que
11 Al Sr. D. Manuel Codorniu. eí Gobierno se habia excedido de sus facultades, porque ni esto puede
21 Al Sr. D. José Mana Pérez. ocultarse á la ilustración del Senado, ni el mismo Gobierno deja de
31 Al Sr. D. Gaspar Ondovilla. conocerlo en el mero hecho de presentarse á exponer las razones en
• . 41 Al Sr. D. Joaquin Francisco Campuzano. que se fundó su determinación ; paso innecesario, y que por lo tanto
61 Al Sr. D. Cárlos Morand. no hubiera dado si no estuviera convencido de que se habia salido
del circulo de sus atribuciones,
Vicesecretarios. .«Pero atendidas las criticas y extraordinarias circunstancias en
que «e hallaba la nación, producidas por la alarma que habia cau
11 Al Sr. conde de Soto-ameno. sado la mencionada ley que los pueblos juzgaban atentatoria de sus
21 Al Sr.' D. Miguel Chacón y Duran. franquicias municipales, y auu de la Constitución del Estajo, exi
31 Al Sr, D, Eugenio Ladrón de Guevara. gían una medida que haciendo renacer la confianza, volviera á la
41 Al Sr, D. José Cecilio de la Rosa. nación al estado de calma y sosiego tan necesarios para la felicidad
51 Al Sr. D. Andrés Orinaga. pública.
«Esta medida no podia ser otra que la de separar de la vista ds
Se dió cuenta y fueron aprobados sin discusión los siguientes los españoles la ley que habia sido la causa eficiente de sus recelos
dictámenes de la comisión de Actas: y de la ¡uquietud'de sos ánimos; y al tomar el Gobierno esta deter
Provincia de Murcia. "La comisión de Actas ba examinado la del minación juzga la comisión que obró con la cordura que aconsejaba
escrutinio general de las elecciones celebradas en dicha provincia para la prudencia , atendida la situación del pais.
la propuesta en terna de un Senador en reemplazo del Sr. D. Antonio «Por lo tanto es de opinión la comisión de que el Senado debe
Pérez de Meca,, que tenia-la suerte para la tercera renovación ; y no aprobar la conducta del Gobierno en suspender la ejecucion'de la ley
encontrando en ella defecto alguno opina que el Senado puede ser de Ayuntamientos. .
virse aprobarla. Sin embargo resolverá lo que estime mas acertado. » El Senado no obstante determinará lo que estime justo. Pala
«El Sr. D. Pedro Chacón, Senador nombrado por !a provincia de cio del mismo 10 de Abril de 1841.=José Joaquin Pérez Neeoe-
Murcia en reemplazo del Sr. D. Antonio Pérez de Meca, ha ejercido cbea.=Diego González Alonso.=rJuan Lasaña.=José María Galdiano.=
anteriormente el indicado cargo,: previa la justificación de tener la edad Miguel Chacón y Duran , secretario."
y renta requerida; y hallándose en el mismo caso que los Sres. don El Sr. Secretario CARRASCO: ¿Ha lugar á deliberar sobre este
Joaquin Mana Ferrer y D. Joaquin de Frias, ya admitidos en el dictámen?
Senado, en cuanto al haber srdo propuesto y nombrado Senador á El Sr. LA-HERA: Pido que quede sobre la mesa."
pasar de reunir el doble carácter de Ministro y de individuo del Asi se acordó.
Gobierno provisional del reino, Opina la comisión que el Senado Prévia Invitación del Sr.' Presidente, y precedidos de los señores
Tnede igualmente acordar la admisión definitiva de diebo Sr D. Pe Secretarios Carrasco y Onís, entraron á jurar lps Sres. Gil Muñoz,
ro Chacón. Chacón (D. Pedro) y Camps y Aviñó.
«Sin embargo resolverá lo que eslime mas acertado. Palacio del Procediéndose á la órden del dia,se puso i discusión- el dicl iinra
mismo 12 de Abril de 1811.=Gaspar de Ondovilla, presidente. = de la comisión acerca de la renuacia de ia Regencia y Gobierno de
Manuel Lorenzo.=Cárlos Morand.=Joaquin Francisco Cauipuzano. :r S. M. la Reina madre.
Francisco Romo y Gamboa, secretario." Se leyó el dictámen (Véase el Diario núm. 8, sesión deldia 7 i*
Provincia de Gerona. "La comisión de Actas ha lomudo en consi Abril).
deración los documentos presentados por el Sr. D. José Ramón de El Sr. GARCIA CARRASCO: Sien todos los asuntosque sa
Camps y Avino para acreditar su aptitud legal al ejercicio del cargo discuten en este sitio debe haber una completa libertad para que
de Senador, para el cual, en reemplazo del Sr. D. José Antonio Rich, cada cual de nosotros pedamos emitir francamente nuestras opiniones,
que cesó en la tercera renovación, ha sido nombrado por la provincia ¿con cuánta mas razón la TeclamaTÓ yo hoy para hablar sobro nn ne
de Gerona , cuya acta electoral se aprobó en 29 de Marzo último; gocio el mas grave y trascendental de cuantos se han some-tidd basta
y bailándola competentemente justificada por ellos, ahora á nuestra deliberación ? El bonor del Senado, el d<-l Gobieruo
«La comisión opina que- el Senado puede servirse acordar la ad mismo,' la estabilidad del poder qoe al fin nos haya de gobernar, y
misión definitiva del Sr. Camps y Aviñó. Sin embargo tendrá á bien sobre todo el ínteres del pais, que nos mira atetJtazaelrte y espera aon
resolver lo que estime conveniente. Palacio del mismo 12 de Abril ansiedad nuestrd fallo, todo exige imperiosamente que nuestras. opi
de 1811.=Ga»par de Ondovilla , presidente. ^Manuel Loreuzo.=Cár- niones seau emitidaSTón latinas ; lOTa 'y 4a mas dccoroSa"'lM»ertíd ,

porqoe el decoro jamás se opuso á la fuerza de la razón y de la Ter
ciad. Libertad y decoro reclamo , señores: libertad, porque es indis
pensable en la cuestión vital que nos ocupa; y decoro, porque no solo
lo exige la respetabilidad del Senado, sino también el nombre de «Ja
augusta persona de quien tenemos que bablar. La justicia del Senado
y la bien conocida imparcialidad de su digno Presidente me asegu
ran que mis deseos se verán cumplidos.
Extraño parecerá sin duda al Senado y á la nación entera que
sea yo el primero (pues que no temo ser el único) que tome la pa
labra para impugnar el dictamen de una comisión compuesta de tan
ilustrados individuos; pero todavía me parece' á mi mas extraño que .
la comisión pueda presentar al Senado, cualesquiera que sean las
opiniones de que se crea animado, el dictámen que se ha leido y que
ta este momento no quiero calificar.
Con decir, señores, que este dictámen que recae sobre uno de Ios-
sucesos mas notables de este siglo, y sobre una de las mas arduas
cuestiones que se pueden presentar á Asamblea alguna, está concebi
do en seis lineas, basta para que yo quede disculpado de mi arrojo y
para que «lee mi débil voz , para volver por lo que creo que es deco
ro del Senado, al mismo tiempo que para pagar desde este sitio el
último tributo tal vez de gratitud y respeto á la memoria de aque
lla augusta Princesa que no bace mucho contaba tantos subditos,
tantos leales y rendidos servidores en una capital donde ahora pocos
creen que hay libertad para defenderla y vindicarla. Débiles son
mis fuerzas para los objetos que me propongo: careciendo de medios
y talentos oratorios no presumo conseguirlo ; pero con hacer todos
los esfuerzos que en mi quepan .pera ello habré llenado un deber sa
grado, y mi conciencia quedará tranquila.
Recuerdo, señores, que nueve años hace el partido liberal, los
hombres proscriptos entonces, y que vagaban lejos de su patria, desús
hijos y de sus familias por tierras extrangeras no tenían mas, defen
sa, mas apoyo, ni mas esperanza que los labios y el corazón de
aquella Reina, para la cual no hay en las secas lineas de ese dictá
men ni una expresión de gratitud, ni uu cumplimiento aiqniera,
ni una fórmula de cortesanía. Esta consideración, señores, me conmue
ve demasiado. Yo tuve entonces la suerte, ó quién sabe si la desgra
cia, con otros dignísimos españoles últimamente perseguidos é in
sultados de ser testigo muy allegado de los memorables sucesos de
la Granja del año 1832. Allí , señores, en medio de mil peligros y
con el solo apoyo de la Reina Cristina, dimos el primer grito de
alarma contra el rebelde D. Carlos que intentaba usurpar el trono
de la inocente Isabel para establecer un despotismo bárbaro y cruel,
que hubiera consumado para siempre la desgracia de los españoles:
aquel eco de lealtad y patriotismo animó al partido liberal, que
bajo el nombre de Cristi nos se armó para conlrarestar el poder de
los voluntarios realistas. Desde aquella crisis el partido liberal em
pezó á recobrar vida y existencia , y la Reina Cristina, guiada úni
camente por los impulsos de su corazón, empezó á derramar sobre
el pueblo español los innumerables beneficios que recibimos, man
dando abrir las universidades, concediendo una amnistía, otorgando
el Estatuto Real, y aceptando por último y jurando la Cons-
□ , en virtud de la eual nos hallamos aqui reunidos; Cousti-
i,u«* ñores, que observó siempre religiosamente; Constitución,
señores, que otros después despedazaron. Yo recuerdo esta época, se
ñores, porque preciso es ttecirlo : la conducta de la Reina entonces
forma el contraste mas acerbo con la conducta que observaremos
nosotros para con S. M. aprobando el dictámen que se discute.
fYo recuerdo esa época, señores, no para interesar ia gratitud de
los partidos, porque los partidos no tienen entrañas: lo bago si para
traer á la memoria de muchos ilustres individuos de este Cuerpo
que cuando se trata-de una persona que por espacio de ocho años ha
sido entre no^ros el símbolo délas instituciones representativas,
algo mas merece una renuncia y un destierro que á esa Reina le
cabe en pago que ese conforme- y ese enterado á que viene á redu
cirse en último análisis el dictámen de la comisión. Yo recuerdo,
en fin , esa época en que, como he dioho, los liberales no nos llamá
bamos mas que Cristi nos para- defender la ilustre memoria de Cris
tina, y para deplorar cuando-meiios esa forzada ausencia, que quiera
Dios no sea el preludio de la ausencia de nuestra libertad.
Pero no es solamente en obsequio y en deber de la Persona au
gusta á que acabo de aludir lo que me mueve á rechazar él dictamen
dé la comisión. Ile-dio.lio que el decoro dvl Senado estaba comprometi
do á -hacerlo, y poco necesitaré para probarlo. Señores, ¿qué es lo que
senos presenta por el Gobierno? Un documento autógrafo en quo S. M.
la Reina Gobernadora de España renuncia la Regencia del reino' aue
■ Jurante la menor edad de su excelsa Hija Doña Isabel. II le Jue
tmnforida por las Curtes constituyentes reunidas en 1838 , par no
poder acceder á algunas de las exigencias de los- pueblos que sus con
tejeros' mismos creían deber ser consultadas.
Señores, ese documento, esa renuncia no ocupa. á. la' verdad mu
chas lineas; pero es el compendio, el resultado de una combinación
de sucesos que yo no quiero ahora calificar, pero que nosotros, pasando
por cima de todos ellos y de todas las circunstancias que en esa re
nuncia hay que examinar; nosotros, Cuerpo conservador, vamos á
taautionar ante los ojos de la nación todos los lamentables aconteci
mientos que han ocurrido. Calificando de válido ese documento , da
mos un carácter de legalidad á lo que todos- ios 'cuerpos parlamenta-
-:— J 1 -nuado no serian capaces de legalizar.
61
Si, señores : la renuncia de que se trata autógrafa es sin duda;
pero de aqui á quesea legal bay una distancia inmensa. Para califi
carla de tal era necesario un examen mucho mas detenido. Qué, por
que un Regente, ó aun porque un Rey abdique su cargo, ¿es bastante
eso para suponerlo libre y espontáneo ? ¿para darlo por legitimo y
valedero? Yo, señores, no creo que en muchos siglos en una nación
de tantas regencias y de tantas minorías como ba habido en la nues
tra se baya dado un ejemplo semejante.
Bien pudiera citar algunos sucesos históricos , pero no quiero re
montarme tan alto: no soy , ni menos tengo pretensiones de erudito.
Empero sin salir de los anales contemporáneos : ¿bastó la renuncia
de la familia Real en 1808 para que la nación la tuviera por válida?
¿No declararon las Cortes en 1810 y en 1812, y en mi opinión con
gran justicia , que eran nulas y violentas de todo punto las renun
cias y declaraciones de Bayona ? ¿ Y-hubo , señores , mas violencia
para con aquellas personas, que casi espontáneamente abandonaron
sus dominios, que la coacción que ahora se ha ejercido sobre el ánimo
de una infeliz Señora?
Basta leer el documento que nos ocupa para reconocer la violen
cia , la necesidad invencible que pesaba sobre el corazón magnánimo
de quien lo firmó. No puede, dice, condescender con ¡as exigencias
que sus Ministros la presentan en nombre de los pueblos : si renun*
ciando su cargo cree obrar como lo exige el bien de la nación ; si cree
imposible continuar desempeñándolo , es por calmar ¡os ánimos , es por
poner un termino a ¡a actual situación de ¡a nación, y por no tener otros
medios para ello. ¿Y cuál era la situación que á tal la obligaba? ¿Qué
esa excitación de los ánimos que sé acia en la imposibilidad de calmar?
¿ Qué eran esas exigencias que sus Ministros sin autorización y sin
poderes para ello apellidaban exigencias de los pueblos? Bien claro
está , señores; pero el Senado y la nación lo comprenderán -muy bien
sin que yo se lo diga. En vano se me dirá que pudo continuar en su
puesto y que los Ministros se lo suplicaron. Esta súplica, esta fór
mula de cortesía no destruye en nada el efecto de una fuerza que no
se ejercía solo en aquel momento , que no se empezaba á ejercer en
tonces. Para juzgar bien esta situación es preciso considerar los suce
sos que la habían preparado; pero no tema el Senado que trate yo
ahora de profundizarlos. No tengo serenidad ni fuerzas paw ello, y
por tanto los paso en silencio: quizás callándolos daré una nueva
prueba de que no quiero aumentar el coufliclo en que nos vemos.
Tengo que recordar al Senado una circunstancia muy notable
que viene directamantc á mi propósito , y que bace mas extraña la
conducta de los Ministros , á saber: que por ninguna junta , ni por
otra alguna corporación, ni en ningún documento de aquella épeca,
ni en Madrid, ni en Barcelona, ni en Valencia, ni en parte al
guna había nadie soñado siquiera, en medio de tautas innovaciones
que.se pedían , la de quitar ni aun modi/icar la Regencia de la Rei
na Cristina. La misma junta de Madrid al anunciar su instalación,
y otras varias también , habían manifestado que su objeto era con
servar ilesos el Trono de Isabel II y la Regencia de su augusta
Madre.
El general Espartero en, su manifestación del 7 de Setiembre
la había proclamado también. Nadie había osado alzar sus ojos si
quiera contra el paladión de nuestras libertades, contra la Princesa
augusta restauradora de nuestras leyes. Un periódico de Madrid pro
moviendo esta cuestión la insultó, y la misma junta provisional ie
hizo denunciar , y el periodista fue condenado por el jurado. Otro
periódico quiso «oscilar á pocos días la cuestión de Regencia; pero
no tuvo eco on niguna clase. Solo un elector parroquial, en un céle
bre banquete, y aquellos centrales que no pudieron jamás consti
tuirse ta junta ; solo esos hombres que fueron menos fuertes que el
bastón del gefe político interino de Madrid, hicieron presente al du
que de la Victoria la necesidad de asociar á la persona de la Reina
Gobernadora otras que participasen de carga tan pesada; pero nadie
peusó que se hiciese mas caso de tan exorbitante demanda que de
la de suprimir el Senado y de modificar la Constitución que pe
dían al mismo tiempo.
Sin embargo, los Ministros se presentaron en Valencia, y al pro
poner a S. M. las anticonstitucionales condiciones que la presentaran,
incluyeron también la de poner en tela de juicio la unidad de ls¿ Re
gencia. ¿Quién, señores, quién les había, autorizado para tan inau
dita propuesta? ¿Qué poder les había revestido con ese absurdo man
dato? ¿1.a revolución I ¿ Eso que se ha querido llamar asi? Porque
yo, señores, entiendo que una revolución se propone siempre un
grande objeto, malo ó bueno; pero no calificaré nunca de tal á lo que
se ha reducido ahora, á variar únicamente los nombresqueel año ante
rior traía la Guia de forasteros. Pero ni aun eso que ba querido lla
marse revolución lo había pedido ni aun soñado siquiera. Si lo hu
biese herbó; si la revolución hubiera separado á Doña Mana Cristina
deja Regencia, esto, si bien yo no lo aprobaba nunca, podría expli
carse fácilmente; pero que unos Ministros nombrados por S. M. , que
no tenían mas autoridad que la que sus nombiamieutos les daban,
y que tampoco tenían misión de ningún pueblo, presentasen á su Rei
na tan trillante exigencia, es cosa que no comprendo.
Al presentar los Ministros á la Reina las exigencias que llamaron
de los pueblos , y que era su programa de Gobierno, por primera
vez en los fastos de la historia se vió á unos Ministros consentir que
la Corona abdicase antes que descender ellos de sus puestos, antes de
renunciar á la autoridad misma que de la Corona, acababan de reci
 52
bir. Entonces , señores, por primera reí en los Gobiernos representa-
tiros la voluntad y la opinión de los Ministros se ve prevalecer sobre
la voluntad j el dictáinen del Monarca, y foriado este á dejaren
manos de aquellos la autoridad suprema de que no puede hacer uso
por lo que todos sabemos. Entonces todavía aquella magnánima Prin
cesa no cede, no se degrada ; entonces renuncia ; y hé aqui, señores,
que se nos dioe que esta renuncia está hecha en debida forma; y hé
aqui que un Senado español debe declararla legal y espontánea! ¡Hé
aqui que no ha habido violencia; que no hubo coacción! Ahí hubo
mas todavía que todo esto de parte de esos Ministros.... hubo atenta
do, y hubo.... Y no se diga, señores, que la Corona pudo acceder á
lo que sus Ministros tan imperiosamente la exigían. Oigamos á la mis
ma Gobernadora manifestar la necesidad de su renuncia en estas sen
tidas y memorables palabras del manifiesto de Marsella.
El orador lee el siguiente párrafo del manifiesto:
"Exigían de mí , dice, que reconociera como legitima la insurrec
ción ; que anulara , 6* que por lo menos suprimiera la ley de Ayun
tamientos sancionada por mi después de haber sido votada por las
Cortes; pusiera en tela de juicio la unidad de la Regencia. Yo no
podía aceptar la primera de estas condiciones sin reconocer el de-
Techo de la fuerza, derecho que no reconocen ni las leyes divinas
ni las leyes humanas, y euya existencia era incompatible con la Cons
titución y es incompatible con todas lasconstituciones: no podia acep
tar la tercera sin quebrantar la Constitución, que llama ley á lo qje
rotan las Cortes y sanciona el gefe supremo del Estado; que pone fuera
del dominio de la autoridad Real una ley ya sancionada : no podia
aceptar la cuarta sin aceptar mi ignominia, sin condenarme á mi
propia, y fia debilitar el poder que me habia legado el Rey , que
confirmaron después las Cortes constituyentes, y que conservaba yo
como un sagrado depósito."
Estas palabras solemnes , señores , prueban demasiado bien la
coacción ejercida sobre aquella desamparada Señora. Los Ministros
debieron respetar las altas consideraciones de aquella magnánima
Princesa. Ruego el Senado se sirva dispensar que me exprese en es
tos términos al hablar de un poder caido : quede en buen hora para
otros la grantle y generosa hazaña de insultar á una Reina y á una
madre en su desgracia, y la digna ocupación de incensar á ese poder
que la ha sustituido.
Aquella Reina sabia que la falta de unidad en la Regencia era
una calamidad para el Gobierno, y para S. M. un suicidio. Prefirió,
pues, dimitir y retirarse, y los Ministros todavía se atrevieron á
afirmar que su retirada fue gratuita. .
Ahora mismo, señores, una persona de alta categoría ¿no acaba
de indicar públicamente, según la inteligencia que yo doy al mani-
iiesto, que sin la unidad de la Regencia no hay Gobierno posible, y
que si las Cortes la nombrasen múltiple , acatando como acataría
siempre su resolución, se retiraría á su hogar doméstico? ¡Oh! y
una Reina, hija de Reyes, nacida en el solio , viuda de Rey y ma
dre de nuestra Reina, ¿podría consentir entonces lo que no cree con
veniente hoy el general en gefe de sus ejércitos? Y esa declaración
conmueve hoy los ánimos, y la renuncia de una Reina pasa desaper
cibida y recae sobre ella la declaración de que está en debida forma;
expresión, señores, que en paz sea dicho, no sé lo que quiere
decir.
Sí, señores, este dictámen, repito, es muy extraño: la dimisión
y ausencia de la excelsa Cristina debió ser objeto de un examen tan
to mas detenido, cuanto que no era solo de las Cortes constituyentes
de quien la ilustre viuda de Fernando VII tenia la Gobernación del
reino. Las Cortes constituyentes confirmaron, sí, lo que ya tenia. La
ley política de 1837, como toda otra ley, no podía tener efecto re
troactivo, y la Regencia no estaba vacante para qne aquellas Cortes
pudieran hacer uso de la facultad que el' art. 57 da la Constitución
les concede. Doña Mana Cristina de Borbon, señores, obtenía la Re
gencia de la monarquía en virtud del testamento de su augusto Es
poso , cuya autoridad hasta ahora no se ha puesto en duda, y qne ha
sido la primera piedra del nuevo órden de cosas. La Reina Cristina
la obtenía por consentimiento de dos legislaturas que habían ya pa
sado anteriormente y que la babian jurado fidelidad y obediencia. La
Reina Cristina la obtenía por el amor , por la gratitud, por el entu
siasmo y por la aclamación unánime de sus pueblos y soldados , que
en mil puntos habían sellado ron su sangre su juramento de lealtad
i la augusta Madre de Isabel II.
Y cuando todos estos títulos, y cuando toda clase de legitimida
des, y todo género de derechos públicos y privados, divinos y hu
manos, se reuíiian en aquella augusta Señora; cuando tantos lazos
mediaban entre ei'Ja y su pueblo, qué ¡es posible que puedan rom
perse y destruirse asi en un dia por la voluntad y la fu«rrza y la
usurpada misión de unos Ministros que se constituyen en mandata
rios soberanos para con la misma que les daba existencia legal!
¿ Con qué autorización, señores, repito, y no me cansaré de repe
tir, obraron para eso los que se atrevieron á tan enorme atentado?
¿En nombre de la nación ? ¡Yo sí, señores, que á nombre de la
nación rechazo desde este sitio esta calumnia y esta blasfemia! Ante
el parecer de los Ministros, algunos de ellos casi desconocidos para
al público, la nación no podia vacilar un instante. La nación, lo
Tepito , hubiera tenido mas deferencia , mas confianza por aquella
que con tantos beneficios y concesiones la había conquistado; por
aquella que conocia mejor los verdaderos intereses de los pueblos, y
estaba mas acostumbrada d atenderlos. Estoy cierto, señores, y }o
digo con toda la seguridad de una conciencia íntima: Nadie indivi
dualmente en España , ninguna persona podia gloriarse] de repre
sentar á la nación entera en mas alto grado que la Reina Cristina. '
Rechazo , pues , la usurpaoion de ese mandato que se quiere abro
gar : rechazo la necesidad de la renuncia: rechazo la competencia da
los Ministros para imponérsela; y rechazo, señores, y ruego al Se
nado que rechace un dictamen que sanciona, y aprueba y halla en
debida forma todas estas monstruosidades, todas estas ingratitudes,
todas estas usurpaciones que nosotros nunca podemos aprobar.
Señores, al Presidente de una corporación que acaso dirige sus
debates un dia solo suele dársele un voto de gracias. La comisión al
hacerse cargo del documento en que la Reina que nos gobernó siela
años en amor y justicia se despide de nosotros, y se condena al os
tracismo, no tiene ni una expresión de gratitud , de respeto, ni aun
de consuelo para tan augusta y amada persona. Siquiera los Minis
tros mismos anunciaron en Valencia lo sensible que era á su corazón
la partida de la Reina.
Los señores de la. comisión se han excedido en dureza. Si yo no
rechazara con todas mis fuerzas semejante proceder, mi remordi
miento seria tan grande como si hubiera cometido un gran,
crimen.
El Sr. HEROS (como de la comisión): Una diferencia, señores
muy notable resulta desde luego entre la situación en que se encuen
tra la comisión y el Sr. Senador que acaba de hablar. S. S. , entre
gándose á un sentimiento de todo buen caballero muy honroso, qua
en ciertos casos es deber hacerlo asi, ha tratado de manifestarse tan
agradecido y reconocido á la alta Princesa á quien por tal todos re
conocemos, que ha venido á dar á entender que les buenos sentimien
tos de S. S. no entran en los individuos de la. comisión. Sin embargo,
asi como S. S^ puede pretender el que.se le crea eso, le diré que por
mi partey por la de cada uno de los individuos de la comisión, pues
ta la mano sobre el pecho, que no estamos cuando menos en grado
inferior á S. S. reconociéndola como dama y respetándola como se
ñora que se ha sentado en el solio, y es bien cierto, y sin baladrona
da, que no quedaría ninguno de la comisión en tan buenos senti
mientos debajo de S. S.
¿Pero es este el caso en que se encontraba la comisión ? ¿Podia
ponerse esta en un cuerpo colectivo á expresar opiniones colectivas?
No, señores: estas opiniones son de cada individuo, el cual viene á
explicarlas de esta ó de la otra manera, según es mayor ó menor su
calor y convencimiento. ¿Pero estaba la comisión en ese caso? No,
señores; y es bien seguro que en cuanto el Sr. Carfasco ba dicho acer
ca del dictámen de la comisión, este ha quedado intacto; porque,
por decirlo asi , es invulnerable, y esto es tanto mas seguro, cuanto
que reposa sobre un hecho, cuyos antecedentes y consecuentes no se
han sometido al dictámen de la comisión, porque esta no ha tenido á
su vista mas documentos ni mas papeles que aquellos en que está
concebido.
Libre ha sido cada uno de por sí en recorrer la historia de Regen
cia : mas libre en recorrer y comparar otros casos con el presente; y
libre en fin en expresar aqui sus ideas como quiera. ¿ Pero ha sido la
comisión llamada á calificar esos antecedentes históricos , á analizar
los y á emitir uu juicio individual, en el que acaso no hubieran
todos convenido? No, señores: no ha sido' llamada mas que para dar
puramente al Senado un informe sobre un hecho acerca del cual él
emitirá su fallo. ¿Cómo la comisión habia de descender á hacer la
comparación de la renuncia de esta Regencia con otras que difieren
de ella? ¿A qué viene el hacer mención de la renuncia de Fernan
do VII hecha eu Bayona en medio del poder de Napoleón, fuera de
sus dominios , separado de sus Ministros y consejeros, arrastrado
por fuerza? Y en fin , si se quiere llegar á ese caso^ya que fallando
como caballero á lo que como Monarca debía ser reconocido, debió
seguir otro camino, sobre lo cual hubiera encontrado ejemplos en sus
antecesores.
Cuando Alfonso V de Aragón se hallaba prisionero de los ge-
noveses en up castillo , viéndose obligado á contestar al alcaide
que guardaba la fortaleza acerca de la propuesta de que cediera par
te de sus dominios á los enemigos, respondió que antes perdería la
vida que renunciar á una linea de ellos. Este era el paso que debiera
haber dado Fernando VII en Bayona, y no lo dió; pero en cuanto á
la renuncia, sabido es que fue violenta y nula ; y si las Cortes lo
declararon fue, como muchos de los Sres. Senadores que se hallan
aqui saben, para evitar otras cuestiones que podian interponerse en
los tiempos sucesivos. ¿Pero por ventura son llamados los individuos
de la comisión á comparar renuncia con renuncia , tiempos con
tiempos, y examinar circunstancias y antecedentes, mostrándose
agradecida á favores que han podido ser dispensados, ó i juzgar sim
plemente de documentos que ha encontrado auténticos y legales?
S. & dice, y le es permitido decir en la situación en que se en
cuentra , "que ni una sola llamada de dolor, ni expresión de senti
miento , ni movimiento de compasión ha emitido la comisión en su
dictámen" (que individualmente han hecho muchísimas.) ¿Pero era
propio de la comisión , como he dicho , venir á recordar una escena
dolorosa? ¿Debia hacer mérito de ella en un papel en donde proba
blemente hubiera sido sometido á una censura mas ó menos acer
tada , y combatido por los mismos que no hubieran convenido en el
modo de emitirla ? Por consecuencia ¿ ájjué decir esto á la comisión,

cuando lo principal de su dictamen ha quedado sin combatir, por
que basta ahora , tal vez porque S. S. haya desdeñado el dictamen de
la comisión, no le ba honrado con un combate serio y directo ; y
aunque hubiera querido no hubiera podido hacerlo , porque el caso
es tan positivo y lijo que no puede combatirse.
Se trata, señores, de un hecho en que tina ilustre Princesa, no te
niendo por conveniente continuar con el Gobierno del reino (sin que
ahora se examine cómo fue concedido este gobierno) dice que no
quiere continuar con él por tales y cuales circunstancias; y en medio
de todas ellas, sin que tengan valor para mi, que no soy llamado á
examinarlas, y cuando la ruegan sus consejeros que continúe en el
Gobierno se niega á sus ruegos' y lo renuncia, haciendo esta renun
cia , no solo con el carácter de autenticidad que puede tener escrito y
firmado por ella, sino que para mayor solemnidad y testimonio se
Talifica en medio de la mas ilustre y escogida asamblea convocada al
intento en el lugar en que se hizo ia renuncia, ¿hay aqui algo que
se oponga al dictamen de la comisión?
Pues todavía ,• llevando esta su escrupulosidad á un punto que
no parecía necesario , porque teniendo el documento la autenticidad
de ias respetables personas que concurrieron al arto, y autorizada la
copia por los seis Ministros responsables, que cualquiera de ellos
podía por si solo merecer testimonio de que era autentica, ha lie-
vado el escrúpulo de comparar el documento letra por letra, punto
por punto y palabra por palabra con el acta que se la presentaba.
¿Qué es, pues, lo que tiene que decir la comisión en vista de estos
antecedentes tan respetables, si la reuuncia está consumada por parte
de la Reina Doña María Cristina de Borbon ? ¿Hay protesta, docu
mento explícito , que venga á contrariar este arranque de su corazón,
esta renuncia formal ? Ninguno.
S. S. se ha complacido en leernos el manifiesto que esa Señora
dió á los españoles en tierra extraña, y en referirnos las penalida
des relativas á su situación ; pero sin que yo hable de este documen
to, ¿porqué no ba citado oportunamente la última cláusula del ma
nifiesto? Pues qué , ¿no dice esa Señora : Españoles, nada oj pida}
Por consecuencia, si esas violencias, coacciones, atentados y ataques
Ijubiesen tenido lugar, ¿en qué ocasión mas oportuna se pudiera
baber hecho mérito que en aquella en que S. M. se expresaba con
ese calor y amargura? Cito esto, señores, porque cuando se trata de
cuestiones de esta esuecie, si bien conviene escoger todo lo que se
cree encaminar al fio que se lleva, es necesario no olvidar aquello
<jue conduce al opuesto , porque de otra manera las cuestiones se ha
rían eternas y no llegarian al punto de convencimiento á que deben
llegar en estos cuerpos. Bajo este punto hubiera deseado que S. S.
hubiera tratado la cuestión , y entonces hubiera la comisión podido
decir si se habia ó no equivocado, si se habia adelantado en su dic
tamen, faltando alguna circunstancia , ó fallando al respeto de una
persona á quien no lieuen ni colectiva ni individualmente motivo
para faltarla.
De consiguiente , hasta ahora, mientras no se presenten otros ar
gumentos dirá que su dictamen queda intacto; que está convencida
de que los documentos son auténticos , legales ; que no hay contra
dicción ; que los Ministros han correspondido al autógrafo de S. M.,
de lo que resulta que se dió conocimiento pleno, libre y espontáneo
á todas las autoridades que concurrieron al a'cto. Mientras no se con
tradiga esto'; mientras los Ministros, diplomáticos y demás que con
currieron no acrediten que hubo esa coacción '; mientras por hechos
tan auténticos como estos no se niegue esta verdad, la comisión no
sabe qué decir y se mantiene estrictamente en el dictámen que ha
emitido; y ruega al Senado que separándose de todo lo que pueda
contribuir á complicar la cuestión con cosas del" porvenir y dolores
de lo pasado lo apruebe, porque asi lo exige la naturaleza de las
cosas y de los acontecimientos que ya son irremediables.
£1 Sr. LASAÑA : El Sr. Carrasco en su discurso ha expresado
que la junta central fue mas débil que el bastón del gefe político. A
lo cual diré yo á S. S. que la junta central no fue débil. Yo tuve
conferencia con alguno de sus individuos , los cuales cedieron á mi
ruego; pero creo que el Sr. Carrasco no podtá citar un hecho por el
cual pruebe que hubo la menor coacción por parte del gefe político
ni debilidad por la de la junta central.
El Sr. CORTINA, Ministro de la Gobernación: El Senado ha
brá observado que la impugnación hecba por el Sr. Carrasco al dic
támen de la comisión que se discute ha estado reducida á dirigir
cargos al Gobierno, y á hacer declamaciones, cuyos fundamentos
no ha presentado, sin entrar de modo alguno en la cuestión que ese
dictámen ha provocado, y sin presentar razón alguna capaz de con-
trarestárlo.
El Sr. Heros, individuo de la comisión, ha demostrado de una ma
nera concluyente que no podia decirse ni proponerse otra cosa; y no
podria hacer yomas que repetir loque S. S. ha dicho, molestando en
Talde al Senado: me limitaré por lo mismo á decir lo que en mi
concepto es conveníante , y exige el decoro del Gobierno, sobre esos
cargos graves que se le han hecho, refiriendo acontecimientos de mu
cha importancia con suma inexactitud, y deduciendo de ellos conse
cuencias muy erradas, y que si fueran ciertas no harían el menor
favor seguramente á los individuos que han tenido la desgracia de
representar un papel en ellos.
Ha dicho el Sr. Carrasco que quién habia dado misión á los Mi
nistros para constituirse en órganos de los pueblos, para figurar exi-
S.—TOMO I.
53
gencias por parte de estos y para Teclamar que se accediera á ellas.
Ha dicho también S. S. que en Valencia fue donde se vió por prime
ra vez que unos Ministros hicieran abdicar una Corona por no dejar
sus puestos. Ciertamente que no se necesitaría que yo dijese lo que
Voy á decir para que la nación conociera cuan inexacto es esto, por-»
que el Gobierno ha cuidado de dar publicidad por medio de los per
riódicos á todo'cuanto ha ocurrido, y el que se baya tomado la pena
de leerlos habrá advertido la inexactitud de lo que ha dicho S. S.:
sin embargo, basta que un Sr. Senador haya hablado de esto para
que yo no pueda excusarme de recordar lo que sucedió y presentarlo
bajo su punto de vista.
Sabido es que hallándose la nación en circunstancias muy crítica,
y cuándo la máquina del Estado se encontraba casi enteramente
desquiciada ; cuando la acciou del Gobierno se hallaba reducida úni
camente á los muros de Valencia ; cuando hasta los pueblos que dis
taban muy poco de esta capital se babian pronunciado en contra de
ese Gobierno, y reunían tropas para acometerle, entonces fue nombra
do el duque de la Victoria Presidente del Consejo de Ministros, au
torizándole S. M. para que propusiera personas que le acompañasen
á desempeñar este delicado encargo. '
Sabido es también que el Sr. duqjue de la Victoria (y este es el
mayor sacrificio que ha hecho á mis ojos por el bien del pais, y el
mas importante de cuantos le hemos merecido) ; sabido es , Tepito,
que propuso á S. M. lae personas que estimó convenientes para ejer
cer ese encargo. Los Sres. Senadores'saben también que S. M. , apro
bando su propuesta, se dignó hacer el nombramiento de Ministros
en las personas que le habian sido designadas.
La mayor parte de los que merecimos la honra de ser nombrados
antes de salir de Madrid para Valencia procuramos averiguar las
verdaderas opiniones de los pueblos alzados en aquel tiempo por me
dio de los representantes de las juntas de las provincias que se en
contraban entonces reunidos en Madrid; y sin temor de ser desmen
tido, puedo asegurar que lo que mas que todo se deseaba era en el
nombramiento de Coregentes que ayudasen á Dona María Cristina
de Borbon en el gobierno del reino ; y tan verdad es esto , señores,
que el mismo Sr. Carrasco no ha podido menos de reconocerlo asi y
confesarlo.
- ' Los Ministros creyeron que no era necesario formular programa
de su Gobierno porque les pareció que demasiado formulado estaba
en la misma situación, y que no parecía posible que desconociese
nadie lo que era indispensable hacer para terminarla; y para hacer
que las cosas volviesen al estado normal que desgraciadamente habia
desaparecido.
Con esta seguridad se presentaron los Ministros á S. M. ; y contra
todas sus esperanzas se les exigió que presentasen un programa ó sea
las bases con arreglo á las cuales se proponían gobernar: no quisie
ron , sin embargo, de modo alguno contrariar la voluntad de S. M.,
y formaron con efecto el programa que se les pidiera : en él habla
ron , como no podia menos de suceder, del punto de Coregencia,
que demasiado sabido es ocupaba la atención general , y que los Mi
nistros sabian demasiado también que era el mayor y mas importan
te de los deseos de los pueblos. El Senado me permitirá que lea esta
parte del programa porque importa muebo que lo baga para ver la
cuestión bajo su verdadero aspecto ; y tengo la seguridad que este
documento, aunque sea copia, no podrá ponerse en duda, porque
sabido es que el original firmado por los individuos que le componen
obra en poder de S. M. Doña María Cristina de Borbon.
Después de pintar en él la situación en que el pais se encontraba;
después de indicar las causas que en su concepto habian dado tugará
esta misma situación; después de haber manifestado la necesidad en
que se estaba de que S. M. diera un manifiesto en que se asegurase
que la Constitución seria cumplida , de que se suspendería la ejecu
ción de la ley de Ayuntamientos, fundándose principalmente , y
aqui llamo la atención del Senado , en que no era ejecutable mien
tras no estuviese también elevado á la categoría de \ey el proyecto
de organización y atribuciones de las diputaciones que se había pre
sentado; después de haber indicado también la necesidad de disolver
aquellas Cortes por las razones que como han visto la luz pública
me excuso de reproducir, dijeron los Ministros lo que Voy á leen
"Esto , Señora (y ruego á los taquígrafos que tomen nota de ello
para que lo sepa la nación entera. «Esto, Señora (leyendo') , hu
biera bastado para crear un Gobierno fuerte y evitar cuanto des
pués ha ocurrido si V. M. hubiese apreciado en algo los conse
jos del Presidente del Gabinete nombrado en dias que jamás po
drá sentirse bastantemente hayan pasado. Hoy los pueblos se han
levantado como en circunstancias análogas lo han hecho, y es
pecial y señaladamente en 1315 durante la menor edad del Rey
D. Juan I, en que formaron una hermandad para poner coto á
los abusos desús tutores; han arrostrado graves compromisos; su
alzamiento unánime, apoyado por el^ejército, que como hijo de
ellos ha becbo suya su causa , los ha colorado en una posición firme;
tienen la conciencia de su fuerza, y no se contentan con lo que en otro
tiempo habria satisfecho sus necesidades y justos deseos: exigen ga
rantías , no quieren verse de nuevo en la necesidad de dar un paso
cuyos graves riesgos y lamentables consecuencias no se les ocultan;
y reclaman la aplicación de remedios bastante eficaces al intento.
Hay quien piensa, Señora, en alterar la Constitución del Estado en
alguna de sus bases; pero es de creer que las Cortes, única autoridad
 54
competente para decidir esta cuestión , cuiden de que se conserve la
debida armonía entre u destrabarla fundamental y las de los demás
paises libres de Europa , purgue ja tienen acreditados su circunspec
ción y tino en asuntos tan vitales y delicados. Hay , Señora , quien
cree que V. M. no puede segujr gobernando la nación , cuya con
fianza , dicen, ba perdido, y por otras causas que deben serle cono
cidas mediante la publicidad que, se les ba dado.,- y piensan en desti
tuciones y nuevos nombramientos de que V. M. debe tener idea
también. . .
«•Pero loque mas generalmente se desea es que V. M. se acompa
ñe de hombres prácticos fen la ciencia del gobierno, de talentos acre
ditados en fll parlamento, pafa que le ayuden, á llevar U pesada oatga
de la Regencia durante la menor edad de vuestra augusta Hija: esta
es opinión tan generalizad,», .que hasta en los pueblos mas pequeños y
que menos parece se ocupan de.Ljis .cosas públicas existe; y es tal la •
exigencia respecto 4,esfe .punto, ¡pie la creemos irresistible,, y un es
collo contra el cual se estrellaría cualquier Gobierno que intentase
contrariarla: la situacipo ¡actual no parece posible termine sin ac
ceder á ella. . no¡, , nadie medianamente versado en la historia de nuestros dias que
■•Sobre el modo de hacerlo también dirán los que suscriben su
sentir, animados del deseo de consultar el decoro y dignidad de
V. M. , en cuya conservación tienen el mayor interés. Las Cortes
son las que conforme á la Constitución pueden, hacer alteraciones en
la actual Regencia ; y en rigor de principios se cumpliría non remi
tir i su resolución este punió:, pero seria poco decoroso para V. M., y
menguaría el prestigio de que tanto necesita si la .variación se hicie
se á consecuencia de propuesta de uno ó varios Diputados; y parece
Í¡referible que V. M. tomando la iniciativa pidiese ,1a Coregeocia y
a nombrase interinamente,Ksin perjuicio de, lo que determinasen las
Córtes, á quienes corresponden la decisión y e! non&bzamíenlo eq su
caso: á nadie puede ofender pedir auxilio para una pbra grande y
difícil, pero si que le obliguen a, tomarlo ovando se cree, capaz por si
solo de llevarla á cabo; lo priquro s,u.oAne u,na virtud siempre hon
rosa; lo segundo envuelve uoa degradacjyu. dé, muy píalos electos en
todos casos, y de incalculable trascendencia en el de que tratamos.
••No obstante esto, los que suscribeti.^o^usis^n en que desde ahora
haga V. M. lo que tienen el honor de indicarle por creerlo preferi
ble y mas decoroso; aplazándose, expresamente la resuluciou de esta
grave cuestión para las próximas Corees, creen acallada la exigencia
hasta el punto de poder gobernar, y acaso ea el periodo que basta en
tonces transcurra la opinión que hoy aparece muy extendida y fuer
te se modifique ó varíe si se dan garantías á los pueblos que equi
valgan á las que por este medio se proponen obtener." ¡
Esto es, señores, lo que los Ministros responsables dijeron á S. M.
sobreesté importantísimo asunto; y una vez concedido como lo ha
sido el hecho de que los representantes de las juntas, formadas en las
provincias babian exigido que se diera ese paso por ser as' la volun
tad de los pueblos, ¿qué otra conducta, qué otro sisterpa debía el Go
bierno haber adoptado? ¿Habría sido justo. por ventura, que hubiese
engañado á S. M. , que la hubiese lisonjeado con esperanzas de que se
restablecerla la perdida calma sin dar este paso que era por el que mas
interés tenia la nación? !ll . ■ '• 1 • ■
No estaba por cierto en los principios de los Ministros ni en su
probidad engañar á S. M. lisonjeándola con ofrecimientos que no se
podían cumplir; ni tampoco estaba en, sus principios ni en su probi
dad que la hubiesen ocultado lo que las ¡untas de provincia babian
indicado que era necesario , lo que los Ministros mismos creían que
era preciso para que las cosas volviesen á su estado natural : por eso
hablaron con franqueza, con lealtad: dijeron ío que Sentían: lo con
trarío habría sido engañar y comprometer mas de lo que lo estaba á
la Reina que les había dispensado su confian?*;
¿Y el Sr. Carrasco ha podido desconocer ti derecho de todo Minis
tro que es llamado al poder para proponer la, marrlia que se deba se
guir durante su administración? ¿Puede esto negársele? Seguramen
te que no: no se concibe Gobierno representativo de otra manera.
Pues si este derecho no se puede negar , y tn .uso de él los Ministros
antes de hacerse cargo de la misión que se les ¡confirió dijeron lo que
era indispensable, lo que era necesaria en su concepto para poder
gobernar, ¿qué cargo fundado podrá hacérseles? '
Y no obraron ciertamente como mandatarios de los pueblos} no
como agentes de nadie , sino como hombres que tenían, opinión pro
pia , que iban á tomar un cargo grave y delicado, y que,no querían
de ninguna manera desempeñarlo sino con probabilidad á lo menos
de no quedar desairados. ¿Obraron, pues,.procedieron conaquella le
galidad que debían , y usaron de un . derecho , que les correspondía?
Usaron de un derecho que no se puede poner en duda, j dieron este
paso, señores, con nobleza , con dignidad ; lo dieron sin sacrificar,
como fl Sr. Carrasco ha indicado, nada menos que una corona para
conservar sus puestos. Yo creo que. el Sr. Senador á.quiep aludo de*
hiera haberse enterado un poco mas de los sucesos. .antes de haber
aventurado un cargo de tanta gravedad. ' . . -i. , ' . .
I E} Sr. Carrasco debia saber, y si no sépalo ahora, que leido el pro
grama á S. M. Dona María Cristina de Borbon, dispuso esta que
prestáramos en seguida el oportuno juramento t qreiinos todos, seno-
res, que esto equivalía á aceptar las bases que proponíamos; .pero
después, de verificado este acto importantísimo se nos dijo que la res
puesta sobre las bases se nos daría pocas horas después. Sorprendió-
pos esto , como no podia menos de suceder, y manifestarnos nuestra
extraííeza; á las pocas horas con efecto se nos dijo que el programa
no se admitia, y se nos entregó casi inmediatamente un documento
de renuncia de la Regencia que estaba extendido con anterioridad á
nuestra llegada á Valencia : y los Ministros entonces dijeron A S. M.
que no habían venido á Valencia para ser Regentes del reino; que
no habían venido para tomar sobre si la grave responsabilidad que
se les quería imponer de una manera que por decoro no calificaré, y
renunciaron sus cargos: esta renuncia hecha una, dos, tres y mas ve
ces repelida nunca les fue admitida ; y lejos de ello S. M. les dio á
conocer sus deseos de que permaneciesen en sus puestos, y aun se les
rogó, porque este era el único medio de que no se realizasen los ter
ribles males que de otro modo creía amenazaban al pais. ¿Y se atre
verá el Sr. Carrasco á repetir que los Ministros sacrificaron la Co
rona por conservar sus puestos ? ¿Será tan injusto que desconozca con
cuánta sinrazón ha ofendido al Gobierno?
Se ha hablado también, señores, de violencias , de coacciones, y
es menester decir algo sobre esto para que desaparezcan las impre
siones que esas especies hayan podido causar. Ño puede ocultarse á
los acontecimientos que- tuvieron lugar en el pais en 1? de Setiembre
del año anterior han influido notablemente en el ánimo de la Reina
para renunciar la Regencia ; pero esta influencia no ha viciado cier
tamente el documento de renuncia, no. Recorrámosla historia de
todos los pueblos, y veremos que las renuncias de los Reyes han sido
comunmente efecto de acontecimientos parecidos ; y seria menester
que entrásemos en el examen de los de Setiembre anterior, que des
cendiéramos después á analizar su justicia, para que pudiéramos ver
si la razón estaba de parte de los pueblos que exigían ó de quien se
negaba á sus reclamaciones. No es esta cuestión del momento ; el
Sr. Carrasco se ha abstenido de examinarla, y asi no entraré en ella;
pero lo que si diré, lo que no puedo menos de asegurar es, que por
parte de los Ministros no hubo coacción ni violencia de ninguna
especie: lejos de ello emplearon todos los medios que estaban á su
alcance para que ese paso no se diese. S. M. no ba podido menos.de
confesarlo asi.
También debo decir en este dia que en la ciudad de Valencia,
donde la renuncia tuvo efecto , no había medios de coacción ni de
violencia ;y no solo no los había, sino que allí era donde existían
mas elementos contra ella ; de modo que en ninguna parte pudo ser
menos violentada S. M. que en aquella ciudad^ las causa} y motivos
son demasiado conocidos para que yo me detenga á examinarlos. Se
ria menester para ello hablar de personas, y de esto me abstendré
siempre.
El acto, pues, fue voluntario ; y no podia menos de serlo un acto
ya meditado de antemano , como lo demuestra el hecho de estar for
mulado el documento de renuncia con bastante anterioridad. Por
consiguiente , asi como no es cierto lo dicho por el Sr. Carrasco so
bre que los Ministros exigieron y pusieron condiciones á la Reina
que la obligaron, ,i renunciar , como quiera que su misión se redujo
á manifestar lo que creian necesario en aquellas circunstancias y los
pueblos pedían , y á dar un consejo , como era de su deber , tampoco
es cierto que prefirieran sacrificar la Regencia á perder sus puestos,
pues que quisieron dejarlos pon empeño y no pudieron conseguirlo
por mas que se esforzaron para ello.
Presentada bajo este su verdadero punto de vista la renuncia no
puede calificarse de forzada- ni decirse. que hubiera coacción, pues
si la Reina Gobernadora no quería acceder á lo que los pueblos exi
gían y los Ministros creian indispensable podia^haber resistido y
lleyar mas adelante su oposición; pero prefirió renunciar porque
deseaba el bien del pais y conocia que era la única solución posi
ble, por ló cual debemos estarla muy reconocidos.
El Sr. CARRASCO: Empezaré por decir al Sr. Lasaña que lo
que yo he manifestado respecto á esos centrales, que nunca fueron
junta, ha sido que no llegaron á constituirse por las insinuaciones
de^ señor gefe político interino de Madrid. Es decir, que las insi
nuaciones de esta autoridad pudieron mas que los deseos y que las
intenciones de los mismos. . , .
Lo que he dicho al hablar de las exigencias de los Sres. Minis
tros es que ninguna junta pidió que se pusiera en tela de juicio
la unidad de la Regencia.
Aqui {lomando en la mano un legajo de papeles) están todas las
exposiciones de las juntas, y no hay una sola en que se pida eso ; los
únicos que lo pidieron , y en esto ha convenido conmigo el Sr. Mir-
nistro, fueron esos centrales á quienes S. S. ha considerado represen
tantes de los pueblos , cuyo carácter yo les niego absolutamente.
Ha dicho el Sr. Ministro que los Ministros no hicieron mas que
trasmitir á S. M. los deseos y lo que se llamó entonces votos y exi
gencias de los pueblos, y que no podia pasarse por otro punto. Yo
niego esto á S. S. ; y creo que asi como el Gobierno tuvo entonces
toda la fuerza necesaria para impedir la supresión del Senado, que
también se pidió, la hubiera tenido si hubiese querido para impe
dir que se tocase á la cuestión de la Regencia. , . .
Convengo con S. S. en que los Ministros el primer paso que deben
dar cuando son nombrados es presentar su programa al poder Real;
pero en lo que yo no convendré jamás con S. S. es en que si estepro*-
grama no es admitido, los Ministros queden en sus puestos y consien
tan la abdicación de la Corona. Yo, señores , juzgo de los aconteci
mientos por los documentos públicos que todos conocemos , pero sap

por la historia secreta que ahora nos ha referido él Sr. Ministro de la
Gobernación : sin embargo también podría responder á cuanto S. S.
ha dicho, pero seria entrar en una cuestión en que S. S. mismo no
ha querido entrar. >■ p F-ú «■'.'; , ■il,; ...j'i*>»
Ultimamente, ha convenido S. S. en una cosa que prueba com
pletamente la violencia y coacción que se> ha 'ejercido sobre, la Reina
Regente para la abdicación. S. S. ha dicho qne en esta renuncia in
fluyeron los acontecimientos de 1? de i Setiembre , acontecimien
tos que la Reina Gobernadora no pudo reprimir por lo que todos
sabemos.... (Rumores en la tribuna publica'.) ';lio'' : i. •» •>
El Sr. PRESIDENTE: Silenoio. >i ¡m -i ■ ■ : j .
El Sr. CARRASCO: Nada me importan eses murmullos y ru
mores, y no producirán mas efecto que alargar mas la sesión , por
que estoy resuelto desde que vine á este sitio á decir la verdad : y
cuanto creyese conveniente al' bien de los pueblos': no tengo miedo
aqui , ni fuera de aquí. ; ' 'p t.¡ • > " ■■ »■••« • '• -■
El Sr. PRESIDENTE: Yodebo impedirlos porque el reglamento
lo reclama. V. S. puede continuar, iwyi.t 1 '••>
El Sr. CARRASCO (esjorjtandtf ¡q *>ft» y dirigiéndose é la tri
buna pública): Digo , señores , que los acontecimientos de Setiembre
fueron una violencia, uoa coacción que influyó en 'Doña María
Cristina de Borbon para renunciar la Regencia del reino. Lo digo,
lo repito y lo repetiré mil veces ; y el Sr. Ministro de, la Goberna
ción ha convenido en ello conmigo, y esto me basta, "i' .
El Sr. ALVAREZ PESTAÑA t Señores, bien se me puede creer
que quisiera no usar de la palabra en este asunto , porque si repugno
nacerlo en cualquiera otra materia por la escasez de mis medios
oratorios,' ¿cuánto mas en una de tan grande importanoia y tras
cendencia? Pero como mi ánimo es no aprobar el dictamen de la
comisión, justo me parece, ó por lo menos siento yo una necesidad
de fundar mi opinión y satisfacer á mi conciencia pura , exenta de
toda otra mira ó interés que no sea la verdad y la justicia.
Dos razones son las que indicaré como fundamento1 de miopi*-
nion. Esta opinión mia es que el acto de renuncia de S. M. Doña
Maria Cristina de Borbon es nulo; yo no puedo reconooerlj por vá
lido: yo creo que para que lo fuese debía haberse veiifieádo' ante las
Cortes: lo primero, porque de' las. Cortes había Tecibido S. M. la
Reina Cristina el encargo de Gobernadora; y lo segando , porque el
encargo de Gobernadora no ha de mirarse solo con1 relación á la au
gusta persona que lo desempeñaba, sino con relación al estado^' al
pais , á la nación. ' •• '•><£. ! , oi.i : -.' ' i ■■
Seguramente hay que reconocer aqui dos partes: una la persona
augusta que ejercía el cargo ; otra la nación que teniaJ un- derecho
que nadie podía negarle á ser gobernada por esta augusta persona:
que tenia un derecho igual á saber quécausas, qué motivos.justosy;qué
circunstancias han influido en la renuncia; y digo circunstancias
porque no creo que haya alguno que niegue que cuando S. M. ha sa
lido de Madrid para Barcelona estaba muy distante de^ renunciar la
Regencia. No era ese su designio; su designio era remover L, destruir
dificultades, obstáculos que se oponían al uso que creí» ebnveniente
del poder Real: no ha podido conseguirlo, pero sabemos por. los su
cesos que puso todos los medios para ello. Asi fundo mi idea sobre
nulidad del acto por no haberse verificado ante las Córtes. Estas rs-
taban abiertas constitucionalinente ; porque la suspensión era solo,
digámoslo asi, por las campanillas de los respectivos presidentes. Por
lo demás, abiertas por S. M. la Reina Gobernadora, no habían. ¡sido
suspendidas ni cerradas; no puede ^ pues, argüirse imposibilidad de
que ante ellas se verificase la renuncia. '. -.<% ■ «• i . ■
Tampoco admitiré dificultades que se. me quieran oponer con res
pecio
eto á 1>la situación , no ; porque otras cosas que creo yó mucho mas
difícilesi ise han hecho con solo la voluntad firme de hacerlas-; y¡ es-
do, pues, las Córtes solo accidentalmente, no debe considerarse
válida la renuncia siu dicho requisito. . > ••:< :><.-, n
Mas sea de esto lo que quiera, ¿ por qué no se ha ratificado
la renuncia? Yo me daría por satisfecho con la ratificación.
Pero veo trascurridos varios meses desde que se verificó aquel
■cto ; y no habiéndose confirmado , y atendiendo á lo que 3. M. ha
dicho en el manifiesto publicado en Marsella , y también á lo que
había expresado en la renuncia , se aumenta considerablemente mi
lozobra , y me queda una gran duda de si ha sido ó no realmente li
bre y voluntaria la renuncia. Confieso que al pensar en esto ine.es
imposible desechar la idea de que ha habido coacción , fuerza y vior
lenoia al verificarse esta renuncia , lo cual me impide dar mií asen
timiento al dictamen. 1 olnuj »n <
El Sr. CORTINA, Ministro de la Gobernación: El Gobierno,
señores , no puede menos de contestar á fodos los cargos que se le han
dirigido sobre su conducta en los acontecimientos de Valencia ; y
como el Sr. Senador que acaba de hablar haya hecho algunos, preciso
es que tome la palabra para rebatirlos y hacerlos desaparecer, lo cual
será muy fácil por cierto.
Ha dicho S. S. que la renuncia de que se trata debió haberse he
cho ante las Córtes, y que los Ministros en vez de haber consentido
que S. M. renunciase allí debieron haberla manifestado que debía
presentar i las Córtes su renuncia y hacerla ante ellas. ■■ ; n, . . a •
Yo desearía que el Sr. Senador que ha hablado me dijese .cuál es
la ley fundamental ó civil que exige semejante requisito. Hay un
articulo eu la Constitución por el cual se dispone que elRey , para
abdicar la Corona, debe estar autorizado por una ley especial. Pero
55
¿es por ventura este el caso en que nos hallamos? ¿Es igual la abdi
cación de la Corona á la renuncia de una Regencia? La diferencia
que entre ambas cosas hay es muy notable. Pero podré dar ademas
otras razones concluyentes, y que no sé cómo no ha alcanzado el señor
Senador á quien contesto.
Cuando S. M. renunció la Regencia ¿ había Córtes? S. S. sabe
que estaban disueltas. S. M: fue quiep las disolvió, y las disolvió
siendo aun Reina Gobernadora. Por consiguiente si no había Córtes,
¿cómo había de hacer la renuncia ante ellas?
Esto es demasiado claro. Acaso se me dirá que pudieran haberse
vuelto á convocar nuevas.Córtes y esperado á que estuvieran reuni
das para hacer la renuncia ante ellas. Pero yo pregunto á S. S.: ¿si
3, M. estaba firme y decididamente resuelta á no continuar en el
cargo de Regente; si á pesar de los esfuerzos que el Gobierno hizo de
muy buena fe y con la mayor lealtad no pudo conseguir que conti
nuase , porque estaba resuelta á marcharse de España de todas mane
ras, ¿cómo hubiera podido detenerla hasta que se reuniesen las Cor
tes? ¿Quién las habría convocado? Yo quisiera que se me dijera si
esto era posible, y si el cargo que se hice no carece absolutamente
de fundamento.
Se ha hablado también, señores, de ratificación, confundiéndose
á mi modo de ver con los negocios triviales y comunes este , que de
suyo es de tanta importancia y que debe examinarse en una esfera
mas elevada. Sabido es que en cualquier negocio criminal, por ejem
plo, necesita la ratificación en plenario de las declaraciones recibi
das durante el sumario: sabido es que hay casos en que se exige
este requisito para que tengan validez los actos de los hombres. Pero
esta regla aplicable solo á los negocios ordinarios no tiene lugar en
una cuestión de tanta importancia.
Aqui se trata ademas de un documento público, y tales docu
mentos no están sujetos á ratificación. Yo pregunto al Sr. Alvarez
Pestaña : ¿ un contrato que se consigne en un documento público,
ante un escribano que tenga facultades por la ley para autorizarlos,
está sujeto por ventura á ratificación? ¿ Presentado este documento
en juicio no hará siempre fe y tendrá bastante fuerza aunque la
persona que ie haya otorgado no le haya ratificado en otro acto pos
terior ? Sin duda alguna , señores , porque asi lo establecen los prin
cipios generales que rigen en el foro. Pues la renuncia se hizo en un
documento público y solemne, concurriendo á su otorgamiento todo
lo mas notable que habia en Valencia, y ante el primer notario del
reino que lo es el Ministro de Gracia y Justicia: ¿por qué era, pues,
necesaria la ratificación en su contenido? ¿ Y hay acaso alguna re-
clamaciou contra él ? ¿ Se ha dicho que sea falso, que no deba ser
apreciado? Nada menos: es por lo tanto el documento mas solemne
qae puede imaginarse según los principios de legislación que todos
reconocen, no habiendo por tauto ninguna razón atendible para hacer
cargos al Gobierno sobre este punto. • <•
• EISr. ALVAREZ PESTAÑA: La razón mia sobre que la re
nuncia debió hacerse ante las Córtes no se desvirtúa con lo que acaba
de decir el Sr. Ministro de la Gobernación , porque claro es que yo
presupongo que ó no se diese ó se suspendiese el decreto de disolución
de las Córtes hasta después de la renuncia : por lo demás bien sabido
es que esta ha sido el último acto de la Reina Gobernadora.
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: Yo no habia pensado pedir
la palabra en una discusión como esta , porque ciertamente no había
concebido. que entre los Sres. Senadores hubiera habido uno que se
hubiese pronunciado en contra del informe de la comisión.
El Sr. Carrasco ha dado nna prueba de la sensibilidad de su co
razón recordando al Senado las virtudes de la Reina Cristina Gober
nadora , de su amor á los españoles y de los beneficios que ella en
todas las ocasiones había dispensado ; pero yo no comprendo bien
cómo el Sr. Carrasco, que sabe pensar, no conoce que no es á propósito
todo eso. Pues qué ¿ se trata de hacer una acusación en el Senado á
la Reina Cristina ? r. •
o ¿Tiene esta cuestión la tendencia de considerar las altas virtudes
dignas de su nacimiento , ó de considerar que habia tenido la des
gracia de degradar ó envilecer su nacimiento con procedimientos
que no estuviesen conformes.? Se trata de la renuncia hecha por
Doña Marta .Cristina en Valencia: ¿es válida , ó no ? Se trata de si
se- ha contravenido á algún principio constitucional ó ley vigente.
Yo me guardaré muy bien de presentarme en contradicción con el
Sr. Carrasco sobre lo que ha dicho de la Reina Cristina ; pero tam
bién diré quela historia no acusará á la nación española deingratitud
hacia la Reina Cristina. La nación Española de hoy en mas de una oca
sión ha dado á la Reina Cristina pruebas de que sabia agradecer
todo lo que la parecía proponerse por el bien de la misma nación.
El Sr. Carrasco lia probado una cosa , y es que una mala causa no
puede defenderse por cuenta redonda. El Sr. Carrasco ha creído, ale
gando el ejemplo de las Córtes de Cádiz que declararon nula la re
nuncia de Fernando VII, que seria lo mismo.
El Sr. Heros ha demostrado que no hay ningún punto de com
paración entre los hechos del año 8 y los acontecimientos de Valen*
cia. Porque ¿ qué español ignora que se sirvió el capitán del siglo
de toda superchería á fin de llevar al príncipe á Bayona , y cuando
tenia pensado conquistar la nación por las armas quiso hacerlo por
la seducción ? ¿ Quién ignora todo lo acaecido en Bayona y que
todos los acontecimientos eran bastantes para abatir el ánimo de un
Principé algo mas valiente , mas esforzado que Fernando VII ?
 56
El Sr. Carrasco ha creído y ha indicado que la renuncia de la
Reina en Valencia fue por las exigencia» de lus Ministros. Yo no
tengo relación personal con ninguno de los Sres. Ministros; pero es
menester ver las cosas como ellas son : es menester hacer justicia
al amigo y al que no lo es.
Los Ministros no hicieron otra cosa que manifestar las exigencias
no suyas, sino del pueblo ; del pueblo español , del puebloespañol que
temblaba de que se perdiera su Constitución, y que la libertad que
había alcanzado á fuerza de sangre privándose de sus mas caros hijos
viniera á ser nada. Los Ministros no. hicieron mas que eso, y no se
equivocaron. Yo me,hallaba en un' capital de nrovíncia: llegó entre
otras una Real órden de Valencia en la que se prevenia que no se
obedeciesen las órdenes del ayuntamiento de Madrid, y yo diría
mejor de todo el pueblo. Yo fui testigo de que todas las clases apenas
fue leida la Rea órden se alarmaron, y se oyó una voz general que
dijo: "no , no se obedezca," y yo impedí que esta Real órden fuese
quemada en la plaza mayor. ¿Es esto decir que las exigencias de los
Ministros eran personales, y que los Ministros habían de fallar á su
deber hasta el punto de no expresar los sentimientos y clamores del
pueblo español? ¿Cuándo se ha conocido un pronunciamiento mas"
general que el 1? de Setiembre? Jamás las juntas fueron mas popula
res ni manifestaron mayores prevenciones á fin de que la libertad
no viniese á ser perdida por las causas ominosas que los españoles
no pueden desconocer.
Se ha hecho también un cargo contra la renuncia , porque el se
ñor Secretario de la Gobernación ha dicho que tuvo en ella influen
cia el pronunciamiento de 1? de setiembre, sin el.cual, se dice, no
la hubiera hecho. Yo convengo en que se debió á eso la renuncia;
porque si sus consejeros hubieran podido marchar adelante, hubieran
consumado la obra, y no se hubiera hecho 1a renuncia. Pero porque
los acontecimientos de Setiembre hayan sido causa de la renuncia,
¿ha de decirse que no es válida? La Reina dijo "que no podia ceder
4 las exigencias," que como he dicho, y esto no debe ocultarse, no
eran del Ministro, sino del pueblo. "Que los Ministrosjque la habían
servido La hablan sido fieles," y esta es la causa de la renuncia. Por
que cuando el gefe de una nación está en contradicción con los deseos
de esta, es un priucipio que entonces el gefe debe ceder á la volun
tad de la la nación , porque el pueblo no es por el gefe, sino que el
gefe lo es por el pueblo.
Por lo demás , el Sr. Ministro de la Gobernación ha respondido al
Sr. Senador que ha tomado últimamente la palabra. Pero dice S. S.
que en Cortes debió hacerse la renuncia. ¿Dónde hay una ley que
prevenga e«o? ¿Y no sabe el señor preopinante que ha presentado
esta razón al Senado, no sabe, como magistrado que es, que todo
acto que no esté prohibido por la ley es válido ? Y sí no hay ningu
na ley , ¿por qué quiere alegar este motivo para presentar la no va
lidez de esta renuncia? Yo pienso, pues, que no hay un español que
deje de estar convencido de que la. renuncia de la Reina Cristina fue
voluntaria, libre y espontánea; y en esa parte es preciso reconocer
que hizo un sacrificio generoso, porque convencida de que sus prin
cipios estaban en contradicción con los que el pueblo había manifes
tado , y no una ciudad , sino el pueblo entero , 14 millones de almas,
la Reina Cristina hizo el sacrificio generoso de ceder á la voluntad
del pueblo español. Asi que, me parece, señores, que el informe de
la comisión debe ser adoptado por el Senado en conformidad á todos
los principios de conveniencia pública, que son el objeto que tienen
todas las leyes é instituciones , porque no se han hecho para personas
determinadas , ni individuos , sino para el Estado.
Cebe por lo tanto, el Senado aprobar por unanimidad el dicta
men de la comisión.
El Sr. SAN MIGUEL: No estoy en disposición de hablar , por
que me siento verdaderamente enfermo, y muy conmovido ademas,
pues el asunto que se ventila afecta sobremanera* mi corazón. Pero
ocupando este puesto que no he ambicionado, y que me es bien eno
joso en las lamentables circunstancias en que nos encontramos, no
puedo resistir el deseo de manifestar mis ideas y sentimientos en la
materia, no solo al Senado, sino á toda la nación. El asunto ofrece
muy ancho campo para razonar en él; mas repito que ni estoy en
disposición de formar un discurso propio de este lugar, y sobre un
negocio tan delicado y resbaladizo, que es muy fácil deslizarse en
recriminaciones imprudentes por lo menos , ni el Senado lo necesita
para votar con acierto. Me contento, pues, con publicar á la faz del
Senado, y para que lo entienda la nación entera , que me adhiero
en todo y por todo á loque han expuesto el Sr. García Carrasco y el
Sr. Alvarez Pestaña, y lo ratifico como opinión y voto mió; aña
diendo únicamen te por lo que araba de decir el Sr. Martínez Ve-
lasco que yo no he reconocido ni reconozco el pueblo español en los
sucesos de Setiembre y no digo mas sobre esto. En las cosas pú
blicas cualquiera, puede juzgar por su propia razón y por sus senti
dos. Yo he presenciado, lo que ha ocurrido en Madrid; estoy bien sa
bedor, <in género de duda, de lo que pasó en otras provincias, y estoy
íntima y. plenamente convencido de que lo que es propiamente pueblo
español, esto es, la inmensa mayoría de la nación, comprendiendo todas
las clases, todas las profesiones, todas las categorías y condiciones
«ocíales, no ha tomado ninguna parte, no ha tenido ninguna inter
vención en aquellos sucesos. Quiero queasi quede consignado en las
actas del Senado , y con esto he concluido. . . •. ,
El Sr. CAPAZ : Señores, el Sr. Ministro de la Gobernación que
me ha precedido en el uso de la palabra manifestó todo lo que tenia
que decir para contestar al Sr. Alvarez Pestaña; pero* puesto que es
toy en pie haré uso de un argumento que al Sr. Ministro no le
es desconocido, pero del que no habrá creído conveniente ha
cer uso. • i
, Se ha querido presentar el manifiesto dado por Doña María Cris
tina de Borbon en Marsella como una contra-abdicación; pero yo, le
jos de pensar eso, creo lo contrario, y me parece que mas es una rati
ficación de la renuncia ó abdicación , porque concluye diciendo, sino
estoy equivocado: "Nada quiero de vosotros, españoles, mas que améis
á mis bijas y respetéis mi memoria." Esto, si no es ratiflecaion, á lo
menos no es contra-protesta.
El Sr. Ministro de la Gobernación ha hecho mérito de que antes
de haber abdicado S. M. habia ya presentado el documento de re
nuncia. Tiempo vendrá en que tratándose de esta cuestión se evi
dencie de una manera que á nadie quede duda la especie indicada
por el Sr. Ministro, y en que se descorra el velo que cubre todavía
acontecimientos de mucha importancia.
Hoy estoy ya en la firme persuasión de que cuando S. M. la Rei
na salió de Madrid, las personas que la acompañaban marcharon con
la firme resolución, si no conseguían que la España sufriese otra Teac-
cioo semejante á la de 1811, de no volver mas á la corte abandonan
do el pueblo español.
El Sr. conde de PINOFIEL: No habia hecho ánimo de tomar la
palabra en la cuestión que nos ocupa; pero las últimas expresiones
del Sr. Capaz me obligan á ello, y han llamado sobremanera mi
atención , porque no puede menos de resistírseme que se dé el nom
bre y voz de pueblo á otra cosa que á la congregación de ciudadanos
en Córtes. Esto es lo único que me ha movido á tomar la palabra, y
con este motivo me uno y adhiero en un todo á las opiniones emiti
das por el Sr. Carrasco.
El Sr. SEOANE: Yo no he pedido la palabra con intención de
entrar en el fondo de la cuestión, pues los señores de la comisión,
el Sr. Ministro de (a Gobernación y los demás Sres. Senadores que
han tomado parte en ella la han dilucidado bastante y la han re
ducido al estrecho circulo en que debemos considerarla. Pedí la pa
labra solo porque vi un argumento que usó el Sr. Pestaña: dijo S. S.
que S> M. la augusta Reina Cristina , nombrada Gobernadora en
Córtes, debia entregar aquel poder y baoer la renuncia ante las
mismas; y mas habiendo dicho el Sr. Ministro de la Gobernación
que no existían, ha contestado el Sr. Pestaña que pudieran haberse
elegido otras nuevas. •
El Sr. ALVAREZ PESTAÑA: Si V. S. me permite rectificaré
un hecho.
Lo que yo he dicho se fundaba en el supuesto de que debió no
llevarse á efecto la disolución de las Córtes sin que ante ellas hubiese
tenido lugar la renuncia.
El Sr. SEOANE : Debo contestar al Sr. Pestaña que el acto de
la disolución de las Cértes fue de la voluntad de Si M., conforme al
dictamen de sus Ministros , y que el acto posterior, la renuncia., fue
también de la voluntad de la misma ; pero no era este el objeto qué
me propuse al tomar la palabra, sino manifestar al Senado con la
verdad y con la franqueza que acostumbro, que dispensándome
S. M. la Reina Cristina una marcada benevolencia, tuve con ella
una larga conversación en la cual esfoTcé todos los argumentos que
en mi concepto podían inclinar á S. M. á continuar ejerciendo la Re^
gencia, á lo menos hasta que se reuniesen las Córtes, y entre ellos la
necesidad ó especie de deber que tenia de entregar la Regencia en
manos del Cuerpo de representantes de la nación , que era el que se
la habia conferido. • . ••• »4
Repito que este ha sido el úniro objeto que me ha movido d to^
mar la palabra; y ya que estoy en pie tlebo . porque desearía que
constase en el Diario át, las Sasiones y en el acta; debo, digo, hacer
justicia al carácter del pueblo español. Desde aquel día S. M. la
Reina Cristina ha sido tratada en Valencia por todas las clases sin
excepción con el mas grande respeto, con la mas alta veneración;
pudíendo asegurar que ni un solo acto , ni una sola demostración ha
ocurrido que denotase ni despeno ni desprecio. He sido también tes
tigo de una escena que quiero quede consignada , porque honra mu
chísimo al carácter español. S. M. salió de Valencia acompañada de
los Ministros y del capitán general, que iba á la derecha al estribodel
coche: millares de gentes, no solo de la población de Valencia-, s°jso
de todas las inmediaciones, acudieron á presenciarun acto lan nuevo
y que tanto llamaba su atención.
Pero, señores, nadie, ni una sola, persona dejó de manifestar d
S. M. el semblante que convenía en estas circunstancias: gentes de
distintas categorías, de distintas clases, de distintas opiniones salu
daron á S. M. con el mayor respeto y con el sombrero en la mano;
no hubo, esto es cierto, ni un solo viva , porque no era de las cir
cunstancias : todos los semblantes en general estaban tristes y como
correspondía i un acto de tal naturaleza. Se embarcó S. M. en el va-
" por,'y el pueblo , "d quien creo que no sabemos apreciar bastante, per
maneció en un silencio sepulcral basta que el barco estuvo á una dis*
tancia en que ni una sola voz se podía oír; entonces como por instin
to prorompíó en vivas d los objetos de su veneración, á la Consti
tución y á la libertad española , cuando hasta ese instante no hp.bía
proferido ni una sola voz.
> "iSe declaró el punto suficientemente discutido, y habiéndose pe
 57
<Iiilo por un Sr. Senador que la rotación fuese nominal , se leyeron medio de un mensage se invite al Congreso á nombrar otra , á fin'de
los artículos 1*25 y 126 del reglamento. que juntas deliberen, y cada una indique á su respectivo Cuerpo los
El Sr. PRESIDENTE: Va á procederse á la voracion nominal." trámites reglamentarios que hayan convenido para dar cumplimien
Verificada , resultó aprobado el dictamen de la comisión por 52 to al art. 57 de la Constitución en el momento que el Gobierno dis
rotos contra 12 en esta forma. ponga la reunión de los dos Cuerpos colegisladores, conforme al artí
culo 2? de la ley de 19 de Julio de 1837. Palacio del Senado 12 de
Señores que dijeron sí: Abril de 181í.=Joaquin Francisco Campuzano.=Miguel Chacón y
Duran."
Sr. obispo de Aslorga. La Rosa. El Sr. CAMPUZANO: Ruego i uno de los Sres. Secretarios que
D. Vicente Gil. Codorniu. tenga la bondad de leer el art. 2? de las disposiciones provisionales."
Sr. conde Castejon. Guevara. Se leyó.
Sr. de Camba. Calatrava. El Sr. CAMPUZANO: Esta', pues, visto qüe por hallarse en este
Sr. obispo de Córdoba. Cornejo. caso el Senado es por lo que me he tomado la libertad de hacer esta
Tarrius. Peralta. proposición. Efectivamente existe una ley de relaciones entre los dos
OndoTÍlla. Linage. Cuerpos colegisladores, aprobada solo en este; mas no existe un re
Chacón (D. Miguel.) Ferráz (D Francisco.) glamento que determine cómo han de proceder en ese caso, cuales
Lasaña. Ferráz (D. Valenlin.) quiera que sean las disposiciones que puedan ser necesarias: asi creo
S..li> uneno. Chacón (D. José Mana.) qué el que esto se determinase seria muy ventajoso para el órden y
Gil Orduña. Morand. solemnidad del acto á que estamos llamados. Sin embargo, la maco
Frontín. Lorenzo. na del Senado podrá decidir sobre la necesidad de mi proposición.
Heros. López (D. Antonio.) El Sr. CARRASCO : La mesa cree que debe llamar la atención
Corbacbo. Necoechea. del Senado sobre el art. 65 del reglamento que dice asi i (Leyó).
Velasco. Landero. El Sr. PRESIDENTE: Esta proposición debe seguir los trámites
Gómez. Seoane. del reglamento ; pero por el articulo que acaba de leerse, estando
Suarez. Alvarez Tomas. presentes mas de 50 Senadores , va á preguntarse si pasará á las sec
Orinaga. Soluta ciones para que nombren la comisión."
Ca paz. Ramírez. Hecha la pregunta se resolvió por la afirmativa.
Aranalde. Duque de Zaragoza. Se dió cuenta de que el Sr. Gil Muñoz quedaba agregado á la sec
Moya. Frias. ción quinta , el Sr. Moya á la primera , el Sr. Camps y Avino á la
Hoyos. Ferrer. segunda , el Sr. Becerra á la tercera , y el Sr. Chacón ( D. Pedro) á
Campuzano. Ayerve. la cuarta.
Vallejo. Torres Solanot. El Sr. PRESIDENTE : Las secciones podrán reunirse para deli
Camps. Onís. berar acerca de la proposición que acaba de presentarse, y entre
Lleopart. Almodorar. tanto queda suspensa la sesión."
Se suspendió la sesión.
Señores que dijeron no : Habiendo regresado los Sres. Senadores de las secciones , dijo
El Sr. PRESIDENTE : Continúa la sesión "
Sr. duque de Caslroterreño. Caneja. Se dió cuenta de que las secciones habian declarado útil y opor
Alvarez Pestaña. Romo Gamboa. tuna la proposición de los Sres. Campuzano, Chacón y Durán, y que
Entrena. Vizconde dé Huerta. en su consecuencia habian nombrado para la comisión que había de
San Miguel. Pérez. informar sobre la misma: la primera al Sr. Gil Orduña, la segunda
Aldama. Valefo y Arteta. al Sr. Chacón y Duran, la tercera al Sr. Hoyos, la cuarta al señor
Conde de Pino Fiel. García Carrasco. Campuzano , y la quinta al Sr. Capaz.
Asimismo se dió cuenta de que la propia comisión habia nom
PreTia invitación del Sr. Presidente, y precedidos por los señores brado presidente al Sr. Capas, y secretario al Sr. Chacón y Duran.
Secretarios Carrasco y Onís , entraron á jurar los Sres. Cbacon (don El Sr. PRESIDENTE: Mañana se reunirá el Senado á la hora
Pedro) y D. Alvaro Gómez Becerra. acostumbrada para disentir los asuntos pendientes.
Se leyó la proposición que sigue: Ciérrase la sesión."
."Propongo al Senado que se nombre una comisión , y que por Eran las cuatro.

s.—TOMO r.
 NÚMERO 10.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 13 DE ABRIL DE 184 í-
Sé aBrío á las doce y veinte minutos, y leida el acta de la ante-
Tior por el Sr. Secretario Valero y Arteta , quedó aprobada.
Se leyeron y acordó constasen en el acta los siguientes votos con
formes con los de la mayoría acerca del dictamen de la comisión so
bre le renuncia de la Regencia de la Reina Madres
' "Habiendo tenido que ausentarme del Senado al tiempo que tomó
la palabra el Sr. Senador general Seoane en la discusión del dicta
men de la comisión sobre 1» renuncia de la Regencia del reino hecha
por S. M. la Reina Madre Doña María Cristina de Bórbon por una
leve indisposición que tuve, pido al Senado conste en el acta mi con
formidad con el dictamen de la comisión , adhiriendo mi voto al
dado por la mayoría. Madrid 15 dé Abril de 1811.=E1 marqués de
Valdeguerrero."
"El infrascrito se adhiere al voto de hallarse vacante la Regencia
del reino, á cuya sesión no pudo asistir por hallarse enfermo, y desea
conste deacta. Dios guarde á V. £. muchos años. Madrid lo de Abril
de l8it.=Francisco Martinez Larrad."
Se leyó, y el Senado quedó enterado de un oficio del Sr. Ministro
de Marina T al cual acompaña de órden de la Regencia provisional
del reino y para conocimiento del Senado copia del decreto de 28
de Febrero último por el cual se establece un colegio naval militar
en el edificio de San Telmo de Sevilla que se suprime.
Igualmente se leyó otro oficio del Sr. Ministro de Estado , en el
que como continuación de los documentos que en 29 del anterior
envió , relativos á la renuncio de la Regencia y Gobierno del reino
por S. M. la Reina Madre , dirige al Senado «opias autorizadas
i? Del manifiesto Jado por S. M. desde Marsella.
2Í Del contramanifiesto ó contestaoion de la Regencia provi
sional.
3i De una comunicación del Sermo. Sr. Infante D. Francisco de
Paula exponiendo sus derechos á la tutela de S. M. la Reina Doña
Isabel II y su augusta Hermana en ausencia de S. M. la Reina Ma
dre, y de la contestación de haberse reoibido. « la ausencia de la Reina Doña María Cristina de Borbon. La Regen
4i De un manifiesto del mismo Sr. Infante, dirigido desde Faris
i los españoles, en reclamación de dicha tutela.
5Í De las comunicaciones del Sr. Presidente del Consejo de Mi
nistros á S. M. la Reina Madre- y á S. A. el Sr. Infante , remi
tiéndolas.
6i La contestación definitiva dada con diotámen del Supremo
tribunal de Justicia por la Regencia provisional á las pretensiones
del Sr. Infante.
Y 7* Del decreto de la misma ace»ca de le contutoría de las au
gustas menores, é intervención del Patrimonio Real.
£1 Sr. CAPAZ ¡ En esos siete documentos hay á lo menos dos,
si no he oido mal, que tienen relación con lo que el Senado ha discu
tido ayer. Como asunto pasado en autoridad de cosa juzgada, creo
2ue el Senado no puede tomar ninguna deliberación ; que solo puede
ecir que queda enterado.
Con respecto á los otros que tienen relación con la tutoría , el Se
nado podrá mandar que se nombre una comisión que los examine.
El Sr. CARRASCO : El artículo 60 de la Constitución dice:
"Será tutor del Rey menor la persona que en su testamento hubiese
S.—TOMO I.
59
DE CORTES
nombrado el Rey difunto , siempre que sea español de nacimiento;
si no le hubiese nombrado , será tutor el padre ó la madre mientras
permanezcan unidos. En su á/efecto le nombrarán las Cortes ; pero
bo podrán estar reunidos los encargos de Regente y de tutor del
Rey sino en el padre ó la madre de este."
Según- el contenido de é"s'e articulo, yo creo que el Senado no
puede ocuparse de la tutoría de S. M.... ( Piden la palabra varios
señores Senadores.)
Digo que según este artículo no creo que ni el Gobierno , ni las
Cortes puedan ocuparse de la tutoría de S. M. Doña Isabel II y de
su augusta Hermana , en razón á que le corresponde de derecho A
Doña María Cristina de Borbon. Es cuanto tenia que decir.
£1 Sr. PRESIDENTE: No puede hablarse sobre proposición al
guna hasta que habiendo pasado á las secciones , den sobre ella su
parecer. Por consiguiente no hay palabra sobre esta cuestión.
£1 Sr. HEROS : Estoy conforme con lo que el Sr. Presidente
acaba de indicar , porque me parece que no es del caso tratar del
punto q<ie el Sr. Carrasco acaba de tocar, pues que solo se trata de
examinar los documentos que hacen referencia á las comunicaciones
del Gobierno. Por lo tanto yo creo que deben pasar esos documentos
á las secciones para que nombren una comisión que los examine.
El Sr. CORTINA (Ministro de la Gobernación) : Yo creo, seño
res, que asi como se ha dado lectura á un extracto muy sucinto de
los documentos remitidos, se debían haber leido todos, porque me
parece que eso bastaria para persuadir al Senado de lu necesidad im
prescindible en que se está de que pase á las secciones para que nom
bren una comisión que dé diotámen sobre su contenido.
Pero ya que no se han leido, haré una breve reseña de este asunto.
£1 Serenísimo Sr. Infante D. Francisco de Paula se dirigió á la
Regencia provisional del reino solicitando encargarse de la tutela de
nuestra augusta Reina Doña Isabel II y de su Hermana , y para esto
se apoyaba en el supuesto de que la tutela se encontraba vacante por
cia, deseando proceder en asunto tan árduo con el detenimiento y
acierto que de suyo exige, pasó la comunicación al Supremo tribu
nal de Justicia , el cual unánimemente opinó que la cuestión que el
Serenísimo Sr. Infante provocaba no podia el Gobierno de modo
ninguno decidirla porque era de la exclusiva competencia de las
Cortes, y propuso en su consecuencia que se reservase este asunto
para que las Corles le resolviesen ; diciendo de paso- que no creía que
el Serenísimo Sr. Infante tuviese en ningún caso derecho para ejer
cer la tutela , y que lo que el Gobierno debia hacer era tomar ciertas
medidas de precaución, que en efecto ha tomado.
Tal es el contenido de los documentos de que el Sr. Secretario ha
hecho una brevísima reseña. De todo se infiere que estos documentos
deben pasar á una comisión para que los examine y dé sobre ellos dic-
támen, pues está provocada una cuestión importantísima que á las
Córtes loca decidir."
Se resolvió que los documentos comprendidos en la lí y 2Í nota
se archivariau, y que los otros cinco pasarían á las secciones para que
nombrasen la comisión que los ha de examinar.
El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. Senador
18
 60
D. José Primo de Rivera en que con fecha 2 del corriente manifiesta
desde Sevilla, para que asi conste en todos tiempos, que poseído del
mismo pensauliento y sentimientos apreciados en la exposición que
el Sr. duque de Castroterreño y otros 16 Senadores presentaron en la
sesión de 29 del próximo pasado Marzo , suscribe á ella y á la so- I
lemne protesta que contiene.
Se acordó constase en el acta.
Frocediéndose al órden del dia, se abrió la discusión sobre el dic
tamen de la comisión acerca de la exposición del Sr. Senador mar
qués de Valladares.
Se leyó dicho dictamen. ( ytase el Diario núm. ,8, sesión del dia
7 de Abril).
Et Sr. LA-HERA: Entro, señores, con profundo sentimiento en
la delicada cuestión que se debate; en esta cuestión que yo repugna
ba también, pero que la han hecho ya necesaria, indispensable,
forzosa las palabras puco meditadas , las afirmaciones nuevas y ter
minantes, pero injustas i inexactas siempre proferidas, señores, por
quien mas que todos estaba en el caso de omitirlas.
Provocado á la lucha, entro en ella para rechazar con indigna-
.cion las acusaciones odiosas pronunciadas por un individuo del Go
bierno contra personas que reuniendo en si la doble investidura del
pueblo y de la Corona, de los electores^ y del Trono, han debido
merecer del Sr. Ministro consideraciones de justicia y de respeto.
No me ocuparé del manifiesto del Gobierno donde por primera
vez se estampó la inculpación injusta que ha dado origen á este de
bate ; ya cou otros de mis dignos compañeros he tenido el honor
de exponer al Senado lo que hemos creído conveniente en cuanto á
este documento.
Ahora, no ya todo el Consejo de Ministros, sino un Ministro solo
en medio de la calma solemne de una discusión, np ha vacilado en
lanzar de nuevo sus infundadas acriminaciones á los antiguos Sena
dores, que las rechazan noble y severamente sobre la frente de sus
autores.
L:i cuestión actual no lo es, señores, de mayoría ni de minoría;
es una cuestión mas elevada: es á la vez una cuestión constitucio
nal, y una cuestión de decoro: no puede consentirse el funesto pre
cedente de que un Ministro se crea autoi izado para acusar á su ca
pricho á uno de los Cuerpos colegisladores é iufamarle: si tal ex
ceso se tolerase, la Constitución seria una letra muerta; porque ¿qué
vendría á ser enfconces, señores, la independencia del poder legis
lativo? Yo llamo muy particularmente sobre este punto la consi
deración del Senado, porque le creo muy sustancial. Si la mayoría
de hoy permite ultrajar a la«mayoria de hace pocos dias, prepárese
á recoger igual fruto; y no se olvide, señores, que las mayorías en
este pais parecen destinadas á suicidarse por si mismas.
Se concibe con facilidad que sugetos dignísimos, ultrajados pú
blicamente en lo mas Vivo, viniesen á pedir una reparación ante el
Senado. Si en esto ha habido demasiada escrupulosidad segun al
gunos, la escrupulosidad del pundonor es respetable. Pero lo que
no se concibe ni se explica es que un individuo del Gobierno, ol
vidando la circunspección y el detenimiento que en tan elevado
puesto deben brillar siempre, se haya abandonado á su inspiración
apasionada hasta el punto de bollar las consideraciones debidas al
Senado.
A nadie ceden los que honrosamente ocupan estos bancos en amor
y lealtad al Trono y á la Constitución del Estado. Yo teskaco pues
una y otra vez con indignación esa calumnia; y la rechazo no solo
por mi y á nombre mió, sino á nombre también de todos los que
ausentes hoy de este recinto no pueden unir sus votos a los míos para
anatematizar tan temeraria imputación. ¿Cómo es que el Gobierno
ha dejado en manos de esos mismos Senadores el poder admitir ó no
á la mayoría actual y complicar la cuestión hasta un extremo peli
groso y difícil? Grave eargo seria este para el Gobierno; y su mejor
defensa es que el Gobierno mismo estaba convencido como no podía
dejar de estarlo de la inocencia y lealtad de todos los Senadores.
Es por lo mismo tanto menos prudente que el Sr. Ministro de la
Gobernación, únjeo á quien directamente dirijo mis palabras en este
dia, haya lanzado tales iujurias contra la reputación sin tacha de
hombres encanecidos en el servicio de su patria; contri virtuosos pre
lados, magistrados dignísimos y generales beneméritos que en la úl
tima guerra como en otras han presentado' su pecho á las balas ene
migas para defender las instituciones que nos rigen.
Nos ha hablado el Sr. Ministro de documentos que tiene en su
poder; pero si esos documentos son verídicos; si están legal y debi
damente autorizados, ¿por qué se ha negado A la comisión y al Se
nado también el poderlos ver cou anticipación y detenidamente?
Cuando se observa tal resistencia á que nadie los rea, á que nadie
pueda asegurarse con anticipación de las firmas que en ellos aparez
can , yo me creo autorizado á tenerlos como apócrifos y á mirarlos
como una arma vedada, empleada á falla de otras de buena ley y de
caballeros.
Por mas sofismas que se empleen siempre vendremos á parar á
esta forzosa disyuntiva. O los documentos son verdaderos, ó no. En
uno y otro caso ha faltado i su deber el Sr. Ministro de la Goberna
ción. Si tales documentos son verdaderos , ¿ por qué los ha retenido
S. S. seis meses en su poder sin hacer que fuesen juzgados por los
tribunales correspondientes los que en ellos aparecían culpables ? No
habrá sido ciertamente por compasión ni por indulgencia, porque
de estas cualidades tiene dadas pocas pruebas para mi el Sr. Ministro
de la Gobernación. Que elija , pues , de estos dos extremos el que
quiera: en uno y otro caso habrá faltado á su deber.
Se habla, señores, de conspi raciones , de proyectos contra las ins
tituciones : yo, que ante todo soy partidario de la verdad y de la jus
ticia , vuelvo á todas partes mi vista y no las hallo.
Todos los pronunciamientos ocurridos hasta ahora han tenido lu
gar en el sentido llamado progresista. Un hecho hay sin embargo,
cubierto todavía en cierto modo con el vtlo del misterio; un hecho
hay que parecía dirigirse contra las instituciones, y que tendrá pre
sente el Sr. Ministro de la Gobernación. Hablo, señores , de los acón-
cimientos de Sevilla de 1838; y protesto alta y sinceramente que no
aludo de ningún modo á dos generales desgraciados , victimas inocen
tes de aquellos acontecimientos deplorables.
Esta justicia que 30 me atrevo á hacer á su infortunio es tanto
mas imparcial, cuanto que en su prosperidad no fui amigo suyo; pe
ro debo hacerla boy, que el uno de ellos descansa en el sepulcro, y
el otro gime en la emigración y en el destierro lejos de su patria.
Otros son los que urdieron y prepararon aquella traína. El Sr. Cor
tina, que se halló presente en aquellos excesos , podrá darnos explt-
cionei sobre ellos ; pero nuuca los dignos Senadores, que ni de aque
lla ni ele otra conspiración alguna hicieron parte, que respetaron
y defendieron las instituciones y que las respetarán y defenderán
mientras vivieren.
En nada de cuanto acabo de decir tiene que ver la comisión , á
la cual de ningún modo me dirijo. Conozco que se ha visto preci
sada á obrar dentro de los limites que el reglamento prescribe, y
estoy muy lejos de censurarla por eso.
El Sr. IIEROS; Una de las mayores ventajas que tiene el siste
ma que rige en el dia es la franqueza cou que todo el mundo debe
emitir su opinión. Mi doctrina constante en este lugar , tanto cuan
do he ocupado otra situación respecto del Seuado , comu en el dia
que ocupo otra muy diferente de aquella , es que se dé libre curso á
todas las opiniones de modo que cada uno quede satisfecho de que en
cumplimiento de su deber lia expuesto lo que le ha parecido mas ó
menos arreglado para que en seguida el tribunal infalible que nos
juzga fuera de aqui aplique á cada uno su fallo, poniéndole en el
lugar en que debe estar.
La comisión, que se encontró con la exposición de un respetable
Senador que decia que no podía concurrir al Senado mientras no se
aclarasen ciertas cláusulas que contenía un documento emitido por
el Gobierno, naturalmente se vió colocada en una situación emba
razosa, y que yo anuncié el primer dia que se trató de esta exposi
ción resolviéndose que pasase á una comisión. La razón era bien
obvia. Por la ley electoral el cargo de Senador es gratuito , libre y
renunciable: ninguna coudicion se exige para admitirle, y ninguna
traba se pone tampoco para dejarle. El Sr. Senador se quejó en esa
exposición de una cosa que si para él era ofensiva , para otros no lo
podia ser; y el Senado se vió en la necesidad de adoptar el término
de que pasase i una comisión para que su resoluoion no fuese ni
improvisada, ni como se suele decir violenta.
La comisión, en cuyo nombre doy gracias al respetable Sr. Sena
dor que acaba de honrarnos manifestando que nada tiene que decir
contra el dictamen, hizo abstracción de lo que era el fundamento de
la exposición, es decir, el manifiesto del Gobierno; y se encontró en
el caso en que no podia menos de décir que no debia tratarse de un
documento que si era debatido por la imprenta no era de modo algu
no de nuestra competencia.
Se encontró también en el caso de que aun existiendo acusación
formal contra los Ministros por las palabras emitidas en el manifies
to, no perteneciendo al Senado enlabiar la acusación, porque es la ex
clusiva competencia del Congreso, no podia tampoco tratarse aqui la
cuestión bajo ese punto de vista.
Por consecuencia quedaba pues solo el acto material y positivo
del documento de este Sr. Senador, que bajo su palabra se quejaba
del manifiesto que dió el Gobierno, y la comisión dijo: "pues no
siendo el Seuado juez de competencia en cuestiones de esta especie, ni
menos de las condiciones que pueda venir exigiendo un individuo
para entrar ó salir de este lugar, el resultado es que el Senado tiene
que atenerse á una de las tres resoluciones que contiene para las peti
ciones el articulo del reglamento, á saber: téngase presente en tiempo
oportuno: pase al Oobierno: 6 no ha Iflgar á deliberar.*'
Asi que, el resultado fue, que no siendo necesario ni aplicable
á ninguna cesa, no se pudo decir que se tuviera presente; y como
por otra parte nada se pedia al Gobierno, tampoco habia necesidad
de que pasara á él : dé manera que considerada puramente dentro
del Senado,, creyó la comisión deber usar de la fórmula aplicable á
este caso de uo ha lugar á deliberar.
Hasta ahora esta formula no ha sido combatida por nadie : la co
misión por consecuencia nada tiene que decir relativamente al infor
me que ha presentado; pero descendiendo un poco mus adelante, el
individuo que en este momento tiene el honor de dirigir la palabra
al Senado también podrá como Senador decir algo mas en aclara
ción, no del dictamen de la comisión , porque ya ha dicho cuanto
tenia sobre el particular, pero si puede decir con respecto á la si
tuación particular de Senador.
Es sabido, señores , que por el sistema representativo que feliz
mente nos rige, y que en lo que estriba esencialmente su primera

cualidad es en que hay amplia libertad para todas sus opiniones;
quedos unos vituperen lo que los otros aplaudan; que explanen unos
lo que otros reduzcan ; que estos se expresen con mas calor que aque
llos , el resultado será que en este continuo debate y movimiento de
opiniones hay al fin una que se abre paso por todas , siendo por
último la que llega á triunfar.
De esta opinión emitida , digámoslo asi , exteriormente se for
ma la mayoría parlamentaria; y esta mayoría, por suponerse que
con su unidad representa la legitima mayoría, es la que da las leyes,
y en suma la que maneja toda esta máquina del Gobierno represen
tativo. ¿Pero cuáles son las condiciones que se exigen para formar
estas mismas mayorías viniendo con ellas á parar al punto á qaj se
encaminan las instituciones? Señores, la primera , asi en materia de
representación como de Gobierno, el la probidad política , la mas
exquisita delicadeza , en suma es la honradez, que según dice un re
frán ingles, es la mejur política; y el resultado es que teniendo esta
por base de todas las operaciones que deben concurrir al resultado de
mayorías parlamentarias, en que unos suben y otros bajan , estos se
expresan con mas ardor, aquellos con mas templanza; el resultado,
digo , es que podrán hacerse inculpaciones de este ó del otro género;
pero de mala fe nunca.
Sentado esto , y como tengo yo que decir en este lugar alguna
cosa que me concierne, expondré con la misma franqueza cou que lo
ha hecho el señor preopinante mi opinión sobre el particular, y al
hacerlo quiero que se tenga presente que no hablo usando de la li
bertad parlamentaria combatiendo las opiniones políticas sin diri
girme á los Sres. S. nadores; pues asi como se dice que todos so
mos católicas , y siéndolo podemos tener mas ó menos rectitud, mas
ó menos buena fe , mayor ó menor hipocresía , asi cuando se trata
de partidos políticos de diferentes clases los puede haber que tengan
mas ó menos fervor, mas ó menos buena fe, mayor ó menor ambi
ción , y finalmente mas ó menos tendencia á tal ó cual sistema. Asi
que, señores , yo siempre parto y partiré del principio de respetar á
los hombres , tratarlos con dulzura y la mayor educación, para a
mismo tiempo y según mis fuerzas me lo permitan combatir los
medios con que ciertos hombres se elevan al poder ó todos aquellos
que han venido á traerlos á esle lugar.
Yo, señores, para que se vea que la opinión que manifiesto en
este momento no es la primera vez que la emito, recordaré lo que
he tenido el honor de decir hace dos años en el Senado. Entonces dije
"que el Senado moriría de suicidio:" los que pertenecieron á aquella
época me pudieron escuchar estas palabras y ser testigos de su certeza;
y dije mas, y Fuá que el Gobierno seria el que le suministrara el
dogal para ahorcarse con las elecciones que él bac'a para sostenerse.
Repito que apelo á los Sres. Senadores de aquella época , que creo no
me dejarán mal.
Vuelvo á decir, señores, que esto no alude á individuos ni per
sonas, sino que alude á las elecciones en general. Pero concretándo
me á un caso especial, trataré de las disoluciones de los Cuerpos co
legisladores que han precedido á la última. ¿Cuál es el fundamento
?ue rige y que debe regir para la disolución de los Cuerpos colegís-
adores? Pues como principio, si no como axioma, que en política hay
bien pocos, está admitido por lo general que se verifique siempre que
no estando tan explícita como debe la opinión de dichos Cuerpos se
haya de apelar al pais para que declare cuál es el rumbo que se ha
de dar á los negocios, porque repito que aqui la opinión de la mayoría
de los electores forma la base de ellos; y yo pregunto: pues si es uno de
los motivos de queja que tienen los Sres. Senadores que han hecho la
protesta , y del Sr. marques viudo de Valladares que ha dirigido es-
ta exposición, de cuyo dictamen nos ocupamos; si es, digo, uno de los
motivos el que el Gobierno en su manifiesto ba dicho que habla ha
bido mayorías facticias; pregunto, ¿qué t» facticia? Facticia, seño
res, es, y en otra ocasión tuve lugar de manifestarlo, y apelo alDíc-
cionario de la lengua; es, digo, lo que no es natural y se haee por ar
te. ¿ Y qué era lo natural cuando llegado el momento de disolverse
los Cuerpos colegisladores habia que proceder ¡nmediatainanle á ve
rificar las elecciones? Lo natural era, pneslo que se consultaba la
opinión de la mayoría, traer aqui los Senadores propuestos por la
mayoría, y traerlos si volvían á ser reelegidos; pues era claro que los
electores estaban conformes con las opiniones que habian emitido
aquí. ¿Y se ha hecho esto asi?
No señores; y al llegar á este caso es doloroso, y sentina yo sobre
manera que al tener que citar alguna provincia se creyera que venia
á parar á personas; peroyocuidaré de nombrarlas, y las consecuencias
de lo que yo dijere las vendrá á deducir en su interior quien tenga
medios para ello.
Senador ha habido aqui , señores , y puesto que ya no está me
complazo en tributarle los mayores respetos , modelo de caballeros,
virtuoso como el primero, partidario de la independencia nacional,
como lo son todos los que contribuyeron á la formación de Ta Cons
titución; el Sr. D. Manuel María Acevedo , que para los que le co
nocen es excusada semejante prevención : pues este señor , que fue
de la primera Creación del Senado , fue propuesto por una mayoría
de electores de su provincia, que en todos tiempos ha contado con él
como un buen representante de sus intereses; pues bien : si se con
sultaba la opinión, y este señor tenia un sin número de votos, ¿cómo
se nos vino á traer, no diré ni el rebusco de una segunda elección,
porque aun no seria expresión bastante propia; cómo se nos trajo, digo,
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á este lugar uno de los que tuvieron menos votos , y como ya he di
choso una segunda elección, que ya por lo forzada no podía ni de
bia representar la opinión de los electores ?
Yo bien sé que el Gobierno tiene por la Constitución facultad de
elegir el que quiera de la lista triple ¿ pero por ventura en un Go
bierno representativo como este es absoluto en el ejercicio de sus fa
cultades? No, señores: porque si tan pernicioso principio se admi
tiese, yo destruyo la Constitucipn con la Consti lucion misma usando
de todas las facultades que al Gobierno concede la Constitución, la
destruyo ó á lo menos la traigo á un punto en que haré que con el
tiempo quede destruida. Asi que, hay una razón moral, un principio
de equidad, del cual no debemos separarnos apenas por mas que no se
expliquen eu la Constitución cosas que con la buena fe que siempre
se ha de obrar deben tener ejecución.
He citado á una provincia y pasaré á citar otra. En esta misma
renovación de Senadores hubo otra en que se volvió á reelegir al que
salía de este Cuerpo; tenia mas de mil votos mas que los que habian
quedado para la seguuda elección, y sin embargo el Gobierno, in
terpretando á su favor (no diré si bien ó mal) el derecho de completar
lista triple , mandó que se procediese á segundas elecciones, y enton
ces se nombró á uno que tenia 1,500 votos menos que el que salió en
la primera elección. ¿ Es esto facticio ó no ? ¿ Es esto cumplir la con
dición del gobierno representativo, de examinar la librey espontánea
voluntad de los pueblos después de la disolución de las Cortes.
Pues todavía hubo una provincia en que por no haber renuncia
do no sé quien, y aunque lo supiera no lo diría, porque algunos
desechados entonces han vuelto ya á este lugar; provincia hubo en
donde apelando al mismo principio de que era necesario completar
la lista triple ; apelando á la violencia de las segundas elecciones,
porque temían que recayesen los cargos en personas de ¡deas opues
tas á las de la mayoría , provincia hubo en que reunió 115 ó 116
votos uno de los Senadores que debían completar la terna. ¿ Y qué
resultó ? Que teniendo '2,500 los dos primeros en el primer escruti
nio , el Gobierno eligió á aquel. ¿ Y es esto facticio ó no ? Y si hu
biera sido solo esto pudiera haber pasado la cosa por insignificante
y como simple cuestión de mas á mas ó de menos á menos. ¿ Pero
qué resultó de todas estas ilegalidades? ¡Qué habia de resultar!
Que el Sanado se encontró como no podía menos de encontrarse co n
elecciones de esc género , en contradicción con la opinión del otro
Cuerpo colegislador , el. cual estaba en perfecta armonía con los
electores , que eran los mismos que nombraron los Senadores de
primeras elecciones, y que el Gobif rno excluyó. Ahí está el do
cumento de 1859 para disolver los Cuerpos colegisladores, en el que
se dió por motivo que los dos estaban en abierta oposición. ¿Y cómo,
señores, no habian de estarlo si la equidad, la moralidad y la buena
fe- que debió preceder á la elección se habian olvidado? Asi es que
naturalmente debia presentarse aquí la especie de pugna en que nos
hemos encontrado.
Vuelvo á repetir que no hago .mérito de personas , pues solo me
ciño á combatir doctrinas que son en un todo enteramente opuestas
á las mías; á combatir un sistema que en manera alguna puedo
admitir, porque yo solo admito la buena fe. ¿Qué ha resultado,
vuelvo á decir? Una pugna con* respecto á la opinión exterior, y
dentro de nosotros un medio de no poder entendernos; y bé aquí
por qué deseo que esto se diga , porque quiero que estos precedentes
señalados con la buena fé sirvan de correctivo para que en adelante
no se vuelvan á repetir. ¿ En qué situaciones nos hemos visto por
esta causa los pocos y endebles individuos que componíamos la débil
minoría en la pasada y anteriores legislaturas? Yo respeto los moti
vos de delicadeza que lian impulsado á esle señor á hacer la exposi
ción , y á los demás en la de quu luego se dará cuenta ; pero cuando
hemos sido tratados en términos mas vilipendiosos é injuriosos ¿ha
habido nadie que se levante para defender á sus compañeros ? ¿ No se
nos lia dicho desde ese banco "que la minoría de aqui estaba en con
tacto con la de las plazuela»? "
Yo apelo á todos los señores que se hallaban presentes y que lo
oyeron > á ver si no pasó asi. Siu embargo, guiados por un senti
miento de no hacer daño á la causa de .la libertad , todos callamos:
no sin que el que mas y el que menos de nosotros dejase de recordar
aquellas palabras de Tácito, ¡tiagmim patientia» dedimut cxemplum;
y nosotros creíamos que esto hacíamos y que lo debíamos hacer por
el bien de la patria y de la libertad, que se hallaba combatida de
buena fe si se quiere por nuestros adversarios políticos.
Cuando se discutió la ley de libertad de imprenta , en la que en
contramos era anticonstitucional que se suprimiese el juicio de ca
lificación , y que seguu la Constitución debia preceder al de lus es
critos; cuando dijimos en la misma ley de Ayuntamientos que el
nombramiento de alcaldes por la Corona era una a nomalia , pues para
mi era un axioma que el pueblo debia nombrarlos , porque compo
niéndose los ayuntamientos de tres clases de cargos , que eran alcal
des, regidores y síndicos , era natural y claro que el pueblo habia de
nombrar los alcaldes; y cuando mirábaipos esta partede la ley como
antieo jslttucional , ¿qué fue lo que se nos dijo ? Que con invocar la
Constitución creíamos que los demás no eran constitucionales y que
tratábamos de remover la rebelión por esos medios. ¿Y qué fue lo
que nosotros hicimos? Callar, sufrir y seguir nuestra oposición.
Asi que, oontrayéndome á otras especialidades del manifiesto del
Gobierno, particularmente cuando se dice de cierto encono , porque
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pudiera tocarme algo personalmente por indicaciones que hice, re
cordaré cuando dije que era muy raro por cierto el que se hubiese
enviado á representar la Constitución en países extraños ;í uno que
estaba salpicado de sangre constitucional ; asi como cuando se me
hizo callar en el momento de decir que un nieto de S. Luis, al frente
de 100,000 bayonetas , habia venido á suprimir la ley de Mayoraz
gos; asi como en otra ocasión que pedí que se leyera el art. 16 del
reglamento para hacer ver que estaba en mi derecho ; y en todas
estas diferentes ocasiones, en que á la vez los individuos de aquella
minoría no» hallamos , ¿ qué defensa encontramos? ¿qué apoyo en
nuestros adversarios politices ? Bueno es recordar esto para que unos
aprendan, para prevenir á otros, y para enseñar á los uewas.
Asi , señores , y puesto que la comisión hace todo honor , tanto al
Sr. marqués de Valladares como á los de la exposición, y manifiesta
que aprecia los sentimientos de delicadeza que hayan podido tener,
digo que es ya hora de que terminemos estas cuestiones , y volvamos
á los tiempos de hidalguía y de nacionalidad; sintiendo yo mucho
que haya llegado el caso de tener que decir lo que he sentado en sos
tenimiento del manifiesto del Gobierno.
El í>r. CORTINA, Ministro de la Gobernación ; El Senado no
desconocerá cuan embarazosa y diiicil es la posición en que el Go
bierno se encuentra colocado. En circunstancias bastante criticas, en
que era necesario hacer un grande esfuerzo para salvar las institu
ciones del pais, habló i este misino pais, y tuvo necesidad , como
se demostrará en su lugar, de decir cosas, que si bien á alguien po
dían desagradar, debian producir saludables resultados: esto, que en
tonces se vió en la imprescindible necesidad de decir, ha dado motivo
á serias reclamaciones por parte de algunos señores Senadores , y por
consecuencia á la cuestión que desgraciadamente nos ocupa en estedia.
Pero antes de entrar en ella me será permitido que haga una so
lemne protesta j y consiste en que ni el Gobierno ni ye, que hablo á
su nombre, hemos provocado esta cuestión tan espinosa. El primero
que habló en este lugar de este asunto fue el Sr. Carrasco; y recuerdo
que contestándole me abstuve de contestarle, y dije que no era cues
tión para tratarla incidentemente ni de paso : luego se reprodujo
con motivo de esas reclamaciones presentadas por varios señores Se
nadores, y entonces djje que el dia que se tratara de ella de freute, si
á tratarse llegaba, justificaría con datos y documentos irrecusables
lo que el Gobierno habia asegurado , porque deber es del Gobierno,
una vez que dio ese manifiesto, presentar por su propio decoro los
datos y documentos que tuviere para hablar como lo hizo.
De esta misma reserva he usado siempre que he hablado de este
asunto; y he Extrañado mucho que el Sr. La-Hera , personalizando
la cuestión , se haya dirigido á mi suponiendo que los cargos los
he hecho yo , T que he incurrido en la imprudencia de marcar con
el dedo á persanas respetables que mas que ninguno debo yo de res
petar y que respeto efectivamente. ¿Dónde y cuándo be dicho yo
una sola palabra déla cual pueda inferirse semejante cosa? Recórran
se las actas de sesiones ríe este Cuerpo, y véase si yo be dicho mas
que en su dia el Gobierno justificaría con datos y documentos irrecusa
bles loqueen el manifiesto asegurára. La ofensa, pues (si la hubiera),
estaría en el manifiesto, no en mi; porque repito , y repetiré mil veces,
que no he hecho otra cosa que ofrecer justificar lo dicho. Rechazóse
aquel documento como una calumnia vil, y deber era de este probar
que no era calumnia vil ni impostura ; y eso haré yo en este dia.
El Sr. La-Hera, continuando en su sistema de personalizar esta
cuestión, lo cual siento , porque me habia propuesto hablar con una
templanza que á mi pesar no sé si podié tener al hablar de conspi
raciones , ha recordado los acontecimientos que tuvieron lugar en Se
villa, y ha hecho alusiones inoportunas, si bien no ha entrado en el
fondo de aquellos acontecimientos, ni se ha detenido á examinarlos.
Yo imitaré su propósito; pero sí diré que por lo que á mi hace no
tuve mas parte en ellos (y estoy seguro Je que no se me desmentirá
nunca) que haber sido una de las muchas victimas del que entonces
mandaba en Andalucía despótica y tiránicamente, lo cual debí á ser
amigo de una persona perseguida con la mayor injusticia por aque
llos sucesos, y á quien aprecio mucho por mas que se halle en la
desgracia , y á ser comandante de uno de los batallones de la Milicia
nacional que se quería destruir..
Basta esto para contestar en esta parte al Sr. La-Hera : sí mas se
dijere, mas diré.
Antes de empezar la enojosa tarea que voy á emprender, me veo
en la necesidad de suplicar encarecidamente á los señores taquígrafos
que tomen notas muy exactas de lo que dijere , para lo cual procu
raré hablar con la pausa conveniente; y no puedo menos de hacerles
esta súplica : primero porque las palabras que debo pronunciar son
graves y delicadas ; y segundo porque debo leer algunos documen
tos , y deseo que textualmente se inserte lo que yo dijere, y que no
suceda lo que ayer : el Senado recordará que leí algunos párrafos del
programa presentado á S. M. en Valencia , y en su lugar he visto en
algún periódico inserto un párrafo del manifiesto que en respuesta á
la Reina Cristina de Borbon dió la Regencia ; esta equivocación es
muy notable é influyente, porque todos mis argumentos se apoyaban
en el documento que leí.
Esto supuesto , vamos ante todas cosas i presentar bajo su verda
dero punto de vista la cuestión que debemos examinar. Tanto el
Sr. marques viudo de Valladares, como los demás Sres. Senadores
-ue han hablado en este asunto, han creído encontrar las ofensas de
que se quejan , y por las cuales exigen del Gobierno reparación : en
el párrafo que la Regencia provisional del reino dirigió á los espa
ñoles en 2 de Noviembre de 1810, que voy á leer, dice este párrafo
asi : (lee.)
"A nadie parecia ya posible que la nación se salvase de la red en
que la tenian envuelta los enemigos de sus derechos: ocupados tenían
todos los re orles y medios de Gobierno: dominando exclusivamente
en los Cuerpos legislativos por medio de mayorías facticias artificio
samente combinadas: entregados. los Ministerios á ciegos esclavos su
yos ; y lo que era aun mas triste, seducido y enconado á fuerza de
sugestiones insidiosas el poder supremo del Estado. Ya los españoles
veían venir el momento de repetirse el escándalo del año 14; y por
descanso de siete años de fatigas y de combates , y por recompensa á
su constancia , á su fidelidad y servicios , contemplábanse atados otra
vez al yugo de la servidumbre con los lazos formados por su misma
lealtad."
Todo cuanto yo he oído á los Sres. Senadores que han hablado;
todo cuanto han dicho ; todas cuantas observaciones han presentado
al Senado para hacer ver que se encuentran ofendidos, se hacen con
sistir en haberse dicho que las mayorías que entonces existían en los
dos Cuerpos colegisladores eran facticias y artificiosamente combina
das; que estaba seducido y enconado por insidiosas sugestiones el po
der supremo del Estado, y que se veía venir el momento de repetirse
el escándalo del año 11.
Señores, yo no alcanzo por qué ha causado tanto escándalo el pe
ríodo que acabo de leer del manifiesto de la Regencia , como si fue
ra una cosa nueva; pero ¿por qué esos mismos señores que componen
hoy la minoría del Senado mirarou en otra ocasión con indiferencia
un manifiesto igual , y aun diré mas, un poco mas fuerte, que die
ron hombres de su mismo color político contra los que nombraban
anarquistas? Pues en este manifiesto, entre otras cosas notables , se
encuentra lo que el Senado me permitirá que lea (lo que haré con la
lentitud posible para que no padezcan los señores taquígrafos alguna
equivocación). Dice asi : . •
"Proposiciones no consentidas por las leyes, y si acaso autoriza
das con precedentes que contrapuestos á la ley pierden su valor: au
torizadas solamente en casos que no han producido resolución, cu
yos efectos fuesen trascendentales; peticiones hechas para que sean
sustituidos á los trámites legales por que se hacen las leyes otros de
naturaleza singular;, y todo esto hecho con desorden, hasta por parte
de los espectadores , han presentado un- espectáculo doloroso, asi
como lleno de escándalos, lleno también de peligros. Lo que el Es
tamento uo podía hacer respetando las leyes, lo ha votado; lo que
habría podido hacer legalmente, lo ha hecho por una vía ilegal, ó
porque no le consentía su situación perder tiempo, ó por obedecer
incauta la mayoría i sugestiones, que precipitándola en un que
brantamiento de ley, la iban acostumbrando á salirse de la senda
legal, y á entrarse por otra donde abundan los precipicios, y no está
por término el bien de la patria."
Yo creo, señores, que aqui hay expresiones tan graves y de tanta
importancia como las que están consignadas en el manifiesto de la
Regencia ; y si esto pareció bien entonces á los hombres de cierto
color político; si no lo rechazaron; si no lo combatieron, no sé por qué
á su vez no sufren la ley que su situación les impone.
Hay mas, señores: entonces no habia ninguna necesidad de ha
blar de esa manera : cuando la Regencia provisional del Teino ha
hablado en el manifiesto habia una necesidad imperiosa ; y las razo
nes de que se deduce esto son muy obvias para que deba detenerme á
explicarlas: la Regencia hablaba para poner térmico á la revolución;
para hacer volver las cosas cuanto antes al estado normal; para sa
tisfacer la ansiedad del pais y sus exigencias. Los Sres. Senadores
deben conocer que en tal situación es indispensable hacer sacrificios;
que en tales circunstancias es indispensable obrar de un modo que
en tiempos tranquilos y ordinarios no se emplearía : los Sres. Sena
dores eran los que menos extrañeza debian manifestar por ello, y los
que menos razón tienen para quejarse de un paso dado casi exclusiva
mente en su provecho; pero pasemos adelante porque no soy yo de
los que piensan que debe juzgarse por precedentes: quiero que se
examinen las cosas en si mismas como son; y confieso aquí, hablando
con la lealtad y franqueza que siempre acostumbro , que no porque
se hiciera entonces creo yo justificado lo hecho ahora : entonces y
ahora pudo hacerse mal, como ahora y entonces pudo hacerse bien.
A fin de demostrar, señores, las razones que tuvo el Gobierno
para decir que las mayorías de los Cuerpos colegisladores eran fac
ticias y artificiosamente combinadas, recorreré los tiempos y las
situaciones con toda la ligereza que me sea posible para no moles
tar al Senado. Sabido es que en 1859 fueron disueltas unas Córtes;
y sabido es también que sin embargo de los grandes esfuerzos que
se hicieron para obtener una' mayoría de cierto color, no pudo esto
conseguirte: se reunió un Congreso cuyas opiniones son demasiado
conocidas, como también su historia, la cual presenta puntos muy
culminantes y notables : reunido ya, ocurrió el célebre aconteci
miento de Vergara, que quiso explotarse , á fin de que sirviese de
medio para deshacerse de un Congreso cuya mayoría oponía un
obstáculo invencible i la realización de ciertas miras y proyectos;
y con escándalo del mundo entero, sin dar lugar á que se ocupase
siquiera en la contestación al discurso del Trono, fue disuelto. ¿Y
cómo fue disuelto, señores? Prévia una suspensión; y después de

haberse declarado por un Ministro da la Corona que aquella sus
pensión no tenia otro objeto que arreglar un Gabinete, y ofrecido
solemnemente que todo se arreglaría á satisfacción del Congreso
mismo: ¿y cóuio se cumplió esta oferta ? Disolviendo el Congreso
i los 15 ó 20 días de la suspensión.
Aqui tuvieron principio las maniobras que yo revelaré boy, y
?ue en parte son públicas , para obtener que los Diputados á Cortes
uesen de un color político distinto del de las que habian .sido disuel
tas, y lo cual se resolvió conseguir á toda costa y sin reparar en los
medios que se empleaban. Principiemos por la muy célebre circular
de 5 de Diciembre de 1839 : los Sres. Senadores saben la historia de
este documento ; saben también su contenido, y muy pocas palabras
serán necesarias para persuadirles de que el objeto de ella fue prepa
rar el terreno sin reserva alguna para que las elecci nes dieran cierto
resultado, que era á lo que se aspiraba de cualquier modo. Se dis
puso en ella que los jueces de primera instancia (y aqui tengo el do
cumento en la mano por si se pone en duda lo que dijere) formasen
listas electorales , y que los gefes políticos las tuvitsen en conside
ración y en cuenta para rectificar las de las diputaciones , á fin de
que en último resultado foeseu electores aquellos que de ellas resul
tase corresponderá el derecho. ¡ Qué escándalo , señores!
Yo encuentro aqui ante todo un verdadero despojo que se hacia
á las diputaciones provinciales, las cuales son las únicas competentes
conforme á la ley para formar listas electorales; encuentro infrac
ción abierta de la ley constitucional, porque disponiéndose en ella que
los jueces de primera instancia no pueden hacer otra cosa que juzgar
y -ejecutar lo juzgado, en cuyos casos no se baila ciertamente formar
listas electorales, se les dió una atribución gubernativa, una atribu
ción política, incompatible con las propias de su ministerio: liar
pues usurpación de las atribuciones que corresponden exclusivamente
i las diputaciones, y bay infracción de la Constitución, todo con el
objeto, como he dicho, de preparar el terreno para lo que después se
ha visto que se hizo.
Sabido es también, señores, que la ley electoral dispone termi
nantemente que la división de distritos debe hacerse (ornando única
y exclusivamente por norte la comodidad de los electores: y los se
ñores Senadores saben que en esa circular, si bien se recordaba este
principio, á la vez se disponía que se diese preferencia á la circuns
tancia de tener los pueblos alcaldes de tales ó cuales opiniones; por
que resuelto estaba obtener el triunfo en las elecciones por todos los
medios posibles, fueran cuales fuesen.
Pero hay todavía otro escándalo también muy notable y cuyo
objeto era el mismo. Los Sres. Senadores recordarán que antes de di
solverse el Congreso de los Diputados se había mandado por aquel
mismo Gobierno que se procediese á renovar las diputaciones pro
vinciales en su mitad ; saben también los Sres. Senadores que se
había mandado qué esa renovación se hiciese por suerte; y público
es también que en las mas de las provincias se celebró ese sorteo, y
por consecuencia de él cesaron en su encargo los diputados provin
ciales á quienes había designado la suerte : pues esas diputaciones
que estaban de derecho disueltas, y de hecho en muchas provincias,
continuaron otra vez "en su eneargo, ¿y por qué, señores? 121 objeto
con que esto se hiciera es harto sabido ; á nadie se oculta, y los re
sultados lo justificaron demasiado. Yo me tomé la pena de ver en el
Congreso anterior todas las actas de las provincias ,' y puedo asegu
rar que easi todas las listas electorales fueron parcialmente forma
das ; pues vi excluidos les electores de cierto partido político que
tenían derecho á serlo por varios conceptos, que les correspondía le
galmente, mientras que otros que no tenían tal derecho de ningún
modo fueron ¿ocluidos en las listas con el objéto de hacer prepon
derar, de hacer triunfar un partido político; pero prescindiendo
ahora por un momento del objeto con que esto se hiciera y de sus re
sultados: ¿ puededarse por ventuía cosa mas escandalosa, mas ilegal?
A estos excesos notables que han servido de escándalo á la nación
entera se sucedieron, como era de esperar , otros mas escandalosos co
metidos por las autoridades de- las provincias : nadie hay, señores,
que niegue estos hechos; pero no está realmente el escándalo en j[ue
esos agentes del poder obedeciesen lo que este les mandaba; no está en
que obrasen como es público lo hicieron: el escándalo mayor lo encuen
tro yo en que acusados esos mismos gefes políticos á los tribunales cor
respondientes (y siento decir esto) , pero los tribunales han sofocado
estas acusaciones, han impedido que tengan curso; han sido burlados
los que las han presentado.
Yo tengo muchos hechos que citar j pudiera hacerlo de nombres,
provincias , personas y causas; pero mientras no se me ponga en la
necesidad de hacerlo hablaré con aquella prudencia con que debo ha
blar; mas sí esta prudencia se pone á prueba, el Gobierno, contra su
sentimiento , tendrá que recordar esos hechos, de que tiene conoci
mientos exactos.
Señores, el Gobierno ocuparla por muenos días al Senado sí hu
biese de leer todos los documentos que tiene en su poder y en que es-
tan consignadas las maniobras empleadas, como be dicho antes, para
obtener cierto resultado en las elecciones : puede asegurarse que los
Sefrs políticos tenian órdenes terminantes para que por todos los me-
ios posibles, y que estuviesen á sus alcances, obtuvieran un resul
tado determinado en las elecciones; y obra inmensa seria hacer al
Senado la lectura de cuantos documentos obran en su poder en ese
mismo sentido.
S.-TOMO I.
63
Ha CTcido que será bastante darle conocimiento de algunos para
que forme idea de lo que ha pasado sobre este asunto, y para pene
trarle hasta el último extremo posible de la justicia y exactitud con
que se ha dicho que eran facticias las mayorías de los Cuerpos cole
gisladores; pero autes de leer estos documentos debo contestar al se
ñor La-Hcra á un argumento original, en mi juicio, que ha presenta
do respecto de los documentos mismos. Dijo S. S. que estos doou-
rnentos, ó eran verdaderos ó falsos, y que en ambos el Gobierno ha-
bia faltado á su deber: si eran falsos, claro es que había faltado en el
supuesto deque el Gobierno los había falsificado; si eran verdade
ros, dijo S. S. que debia de haber hecho uso de ellos para que se cas
tigase como era debido á los que hubiesen cometido los excesos que
aparecieran de tales documentos ; me parece que esto es lo que dijo
S. S.: pues yo le contestaré que de los excesos que aparecen de esos do
cumentos debe responder el Gobierno que existia entonces; y S. S. sabe
que no correspondía , no digo juzgarle, pero ni aun acusarle el Go
bierno que le sucedió: precisa era una acusación formulada, no por
el Gobierno, sino por uno, dos ó mas Diputados; y seria un contra-
principio que el Gobierno hubiese , usurpando derechos ágenos, tra
tado de acusar al que le precedió.
Ha dicho también S. S. que por qué el Gobierno ha tenido en su
Íioder seis meses los documentos sin darles publicidad , y por qué no
os ha puesto sobre la mesa del Senado para que los examinaran los
Sres. Senadores. Señores, el Gobierno habría cometido una grave im
prudencia dando publicidad á estos documentos, y entonces pudiera
acusársele, y con razón, de haber obrado con ligereza en manifes
tarlos : respecto á haberlos dejado sobre la mesa el Gobierno no tiene
dificultad ninguna en hacerlo, rogando solo que s¡¡ eviten las des
agradables consecuencias y compromisos que la publicación de per-
Senas y provincias no podría menos de ocasionar.
Volviendo al asunto principal para probar la conducta de los ge
fes políticos leeré algunas comunicaciones de los mismos en que da
ban cuenta al Gobierno de la manera de' desempeñar su misión, y de
los esfuerzos que hacían para llevarla á cabo. Por ejemplo, el gefe po
lítico de una provincia, con fecha 15 de Enero de 1810, después de
decir al Gobierno lo que habían hecho el partido llamado exaltado y
el moderado, dice refiriéndose al primero:
"He tenido noticia que el partido exultado trabaja sin descanso
en ganar Tas elecciones, y que ha encontrado simpatías en algunos
individuos de á la que se. me ha asegurado ha sido remitido un
crecido número de ejemplares de su candidatura. Me ocupa de ave
riguarlo para desconcertar sus planes, si lite es posible , y del resul
tado daré conocimiento á V. E."
Otro de otra provincia, después de dar cuenta de todas sus ope
raciones electorales y sus esfuerzos, se explica en estos términos :
"El resultado de mis operaciones ha sido que se aumentaran las
listas electorales en mas de 2,000 electores , poner en movimiento ac
tivo toda la provincia, enervar el concepto que lograban los progre
sistas, y presentarles una oposición que no habian conocido hasta
aqui."
Quiere decir que' este gefe político se ocupaba en aumentar electo
res á toda costa, y sin reparar en nada (risas) eñ*coutrariar á los
progresistas y en presentarles una oposición que no había habido
hasta entonces.
Otro gefe político acompaña al Gobierno una muy célebre circu-
lar J■le cierta comisión directiva de elecciones del partido monárquico-
cons titucional, en la cual entre otras cosas y eutre otros encargos que
se hacen á los que se dirigía, se encueulra el siguiente, que es muy
notable»
''Para convencer á los electores y atraerlos á nuestras filas no
debe perdonarse gestión ni medio alguno compatible con el decoro.
Explicaciones de nuestros principios ; reflexiones sobre la marcada
tendencia de lu revolución ; comparaciones de las personas que figu
ran en ambos partidos y de la conducta de estos; recuerdos de las
tristes épocas en que han mandado los anarquistas; favores lícitos;
socorros distribuidos con tino y delicadeza; intercesión de los amigos
y parientes; ruegos, básta importunaciones1: todo lo que dicte un ar
diente y bien entendido patriotismo debe ponerse en juego para tan
loable fin. Los individuos de las comisiones deben persuadirse de que
su actividad y eficacia secundadas , como bay motivos para esperarlo,
en la presente lucha electoral, no solo en esta parroquia , si no en el
resto de la monarquía, pueden y deben salvar entre nosotros la re
ligión, la paz, el y la prudente libertad, á cuya sombra solamen
te Ilorecén las naciones.
-Para facilitar los socorrros de que se habla en el art. 12, asi coma
para abonar cualesquiera gastos que las comisiones se hayan visto
precisadas á hacer, bastará que los presidentes de estas pidan á la cen
tral las cantidades necesarias, v les serán iiiinedia tamente entregadas."
Y el gefe político, al remitir esta instrucción, se explica asi :.
"Las disposiciones contenidas en estos documentos son muy
oportunas y conducentes, en mi concepto , para obtener una elección
acertada."
Otro gefe político dice desde un pueblo de su provincia i donde
habia ido á trabajar en favor de cierto partido :
"El clero de esta ciudad , presidido por su digno vicario en las
Casas del Marques.... cuya opinión política no ha participado del
aprecio general, han empeñado su palabra de cooperar con todo su
influjo, bien que de la numera cauta y prudente que su caso les
19
 64
prescribe. También me prometo que los demás de su clase obrarán
del mismo modo."
Quiere decir que este gefe político había ido á un pueblo, habia
reunido al clero, y les habia comprometido á trabajar en el sentido
que deseaba....
Otro pele político (el misrao.tambien , porque este ha sido de los
mas notables) (risas) desde otro pueblo de la provincia, á donde h>-
bia ido con el mismo objeto, dice:
"Cuatro días he permanecido en esta ciudad, y Ja mayoría electo
ral siempre se ha mostrado inerte á las excitacionfs de ambos parti
dos , ya por falla de interés de las personas influyentes en la cues
tión política , ya por las intimaciones de varios desórdenes que han
tenido lugar en los año3 anteriores ; pero afortunadamente sugetos
muy respetables, como el marqués del... el conde de... y otros largos
propietarios se han penetrado de la grave situación del país, y mos
trándose partes activas en la presente elección, han comunicado un
movimiento eficaz y sensato; que los demás influyentes han organi
zado su junta directiva, que preside el conde de... y siendo este el dis
trito en que menos apoyo podía contar la causa del órden , espero
-muy fundadamente que obtendrá mayoría.
..Mañana 27 salgo para... cuyas circunstancias no son favorables.
Desde aquella tendré el honor de comunicar á V. E. el resultado de
mis gestiones."
De modo que este gefe político creía que la causa de los progresis
tas era la causa del desorden, é incitaba á que se trabajase en favor de
la causa del orden.
Otro gefe político, también desde otro pueblo á donde habia ido
á trabajar en favor de su partido, dice así;
..El día 28 amanecí en y hallé la opinión pública de este dis
trito supeditada por el influjo de.., sugeto bien acomodado y de cier
ta capacidad en aquella villa. Los amantes del órden me aseguraron
3ue de 300 y mas votos de que consta el distrito podrían esperarse
e 10 á 15 "por su principio, y todos los demás por el contrario. Ex
cité con las reflexiones oportunas al clero y clases acomodadas para
que tomasen parteen la elección, ilustrando al mismo tiempo las
cuestiones de gran riesgo y conveniencia que n< s ha de ofrecer la
mayoría parlamentaria: prometiéndome poco éxito de estas gestio
nes, determiné ejercitar otras sin apartarme de la ley luego que
llegare á... de cuyo punto parten las influencias sobre..."
De modo, señores, que este gefe político contaba con 15 ó 20 vo
tos á su favor , mientras que el otro reunia 300 ; pero esperaba reu
nir mayoría aprovechando todos cuantos medios estaban á su alcance
para conseguir el fin que se proponía, y que creia que no bastando
estos se debía recurrir á otros, que serian sin duda esos socorros de
que hablaba la circular anterior.
Otro gefe político dice :
"A lo que en mi comunicación del 11 del corriente dije á V. E.,
solo tengo que añadir que verbalmente me he entendido con varías
persouas notables de la capital y partidos, resultando de estas confe
rencias la esperanza fundada de que en esta provincia triunfen en las
elcciones los principios monárquico-conslítucionales.=Sigo pasoápa-
so los de cierto turbulento partido, que mal avenido con m iconducta
franca y decidida, procura suscitarme obstáculos aquí y en la corte
con comunicaciones á los periódicos anarquistas. Ni estos ni otros
manejos me arredrarán en la mareba que mi conciencia me pres
cribe—La diputaoion provincial bajo mí presidencia se ocupa maña
na y noche en el examen de listas electorales, y hasta este momento
ha despachado las de tres partidos judiciales determinando sus distri
tos electorales.=E?to no obstante, yo no dejo de la manólas diferentes
tarcas que la circular del 5 pone á mi cargo."
De aqui se infiere que trabajaba decididamente en favor de un
partido político y en contra de otro.
Otro gefe político se explica asi:
"Sin embargo de la incansable actividad del partido desorgani-
sador , la perseverancia de los hombres de órden produce opimos
frutos en esta provine.a , y los produciría superiores si la lastimosa
situación de los pueblos á donde alcanza la mano destructora de los
rebeldes de.... no sirviese de pTetexto á las declaraciones de los cori
feos de la Tevolucion.=He dispuesto la publicación por suplemento al
Boletín oficial de los artículos de la Real convocatoria á Cortes y ley
electoral, cuya observancia me ha parecido mas necesario recordar,
á fin de que no pueda repetirse el fenómeno de que la minoría apa
rezca como mayoría, merced al olvido, de alguna fórmula de las
que están prescritas.=Las personas á quienes me he dirigido se apre
suran i cooperar al triunfo de los principios monárquico-constitu
cionales, y los candidatos elegidos por la.... á ocupar la honra que
»e les ofrece."
Tal ha sido , señores, la marcha de los gefes políticos respecto á
las elecciones ; tal ha sido la legalidad con que han procedido , em
pleando toda clase de medios en favor de un partido político; y dí
gaseme de buena fe si con esto, unido i todo lo dfmas que be dicho
y tendré que decir, no había derecho para asegurar que las mayorías
«irán facticias y artificiosamente combinadas.
Ya habrá visto el Senado que en una de las comunicaciones que
se acaban de leer no se habla de influencias ordinarias, y que se
anunciaba que se emplearían otras. Siento sobremanera tener que ha
blar de esto, y me parece que debe ser sensible lo que voy á decir para
los que se sientan en estos bancos como en aquellos, porque todos debe
mos sacrificar nuestras prevenciones en ciertos casos, y no dar armas á
enemigos que nos son comunes. Pero se me ha puesto en el caso de de
cirlo: se ha arrojado el guante al Gobierno, que este no ha podido me
nos de recoger, porque ya he dicho otro día que si bien los Sres. Sena
dores tenían un derecho incontestable y que no puedo desconocer para
tratar de vindicarse , el Gobierno no puede menos de decir lo conve
niente para quedar" en el lugar que corresponde.
Hay, señores, dalos irrecusables, como he dicho antes, deque re
sulta que se han comprado las elecciones y que se ha gastado dinero
por el Gobierno para hacer que un partido político triunfase en las
provincias. Obran en mi poder las cuentas que han rendido los gefes
políticos de las provincias; obran en mi poder las órdenes que se han
dado para que se entregue dinero; obran en mi poder los recibos que
han dado las personas que han recibido el dinero! aqui está, y el Se
nado va á oírlo.
Repito mí protesta de que no quiero nombrar personas ni provin
cias : los documentos los pondré sobre la mesa ; y si algún Sr. Sena
dor se atreve á exigir que se les dé publicidad , y el Senado lo acuerda,
por parte del Gobierno no hay dificultad.
Aqui está una cuenta de un gefe político: á esta cuenta acompa
ñan documentos justificativos; y entre varias partidas que no son de
mucha importancia, y que proceden de agentes enviados á los distri
tos para trabajar en tal ó cual sentido, se encuentran otras partidas
que expresamente se dice que son gastadas en distritos que se desig
nan. Aquí aparece la cantidad de 4,750 rs. empleados en los colegios
electorales de tal y tal y tal. Hay otra cuenta, en la cual se Com
prenden otras muchas partidas del mismo origen: hay otras muchas
que se encuentran en igual caso.
Aqui está, señores, la órden que se ha dado para pagar las can
tidades que se destinaban para esle objpto. Los Sres. Senadores recor
darán que en la circular de 5 de Diciembre se mandaban imprimir
las listas electorales y que se vendían por su coste; y habiendo con
sultado los gefes políticos sobre quién debía pagar el gasto, decidió
el Gobierno que las diputaciones provinciales; y al comunicar á la
pagaduría del Ministerio de la Gobernación esta órden se dijo lo si
guiente y en la minuta original rubricada por el que era entonces
Ministro:
Al contador general del Ministerio.
Con esta fecha digo á los gefes políticos de las provincias lo que
sigue :
Aqui la órden.
"De Real órden lo traslado ri V. S. para su conocimiento y efectos
correspondientes; en la inteligencia de que á pesar de la anterior decla
ración todos los otros gastos que hubieran ocasionado las elecciones de
Senadores y Diputados, pero que no correspondan precisamente á las
operaciones que la ley señala, y sean procedentes ya de disposiciones
del Gobierno, ya de medidas adoptadas por los gefes políticos con dir
ferentes objetos, no deben ser comprendidos en la clase de provincia
les y se han de abonar de los fundos de... siempre que se aprueben J
se expida órden especial para su pago."
Se mandaba , señores, que los gastos ordinarios de elecciones ha
bían de pagarse de los fondos provinciales, y los demás correspon
dientes á los actos electorales por el Ministerio de la Gobernación.
Y. pregunto yo : ¿qué gastos hay en las elecciones que no correspon
dan á operaciones electorales ? Dígaseme uno , señáleseme. No se se
ñalará. Pues estos gastos, señores , estas cantidades que se han ex
traído, y que ha visto el Senado, han servido para pagar agentes, y
se han invertido en comprar las elecciones. ¿ Y cómo se hacia esto,
señores ? ¿cómo ? Aquí están las órdenes origínales ; ahí quedarán:
los Sres. Senadores podrán verlas: de ellas resulta que se han extraído
muchos miles de duros de la pagaduría del Ministerio de la Gober
nación, que se han depositado en poder de una tercera persona que
no era pagador ni tenía misión ninguna de ess especie, y que esas
considerables cantidades se han extraído de ese depósito general en
virtud ele órdenes de los Ministros , que están aqui todas, cuyo con
tenido es el que el Senado va á oír:
"Para gastos reservados del servicio, se decia por el Ministro á
esa persona , entregará V. S. al dador, que se conoce con el nú-
». mero C del registro , la cantidad de 8,754 rs. , sin mas recibo que
" su rúbrica al margen." Son 8,751 rs. vn. Unas veces importan mas,
otras menos, pero ascienden á mayor cantidad. (El Sr. Carrasco á
media ros: ¿Y la fecha?) La primera es de 1? de Enero, y la segun
da de 1? de Abril.
En las cuentas correspondientes i Diciembre de 1839 hay otra
porción de órdenes iguales á estas que vendrán si es necesario. No
las he traído porque consideré que presentando las que tenían cor
respondencia á la mayoría que se ha llamado facticia Y arti/¡desá
mente combinada, era esto mas que necesario; sin embargo si algún
Sr. Senador quiere mas, se traerán (Aplausos en la palería") por
que de fines de 1839 hay una multitud de órdenes de esta especia
de la misma clase que importan algunas considerables cantidades ex
traídas de los mismos fondos.
Señores, si de esto descendiéramos i pormenores; sí yo entras»
á revelar lo que be observado en esas órdenes, se asombrarían los se
ñores Senadores : baste decirles que me he tomado la pena de cote
jar rúbricas puestas al márgen por personas que se designaban con
el número mismo del registro y son enteramente distintas. Parecía
que cuando se decia que se entregase tal cantidad al número 6 del

registro, la rúbrica debía ser igual, pues hay cuatro ó cinco en ese
caso todas distintas, y lo que de aqui se infiere el Senado lo co
nocerá.
Ademas, señores, aqui hay correspondencias privadas de los ge-
fes políticos en que se decia al Gobierno : "es indispensable separar
de esta provincia tal empleado porque e.storba á nuestro propósito,
trabaja eu sentido contrario;" y el Gobierno, sin mas antecedentes
que esas cartas reservadas, que aqui están y ahi quedaran también,
ha separado empleados, se lia dirigido á otros Ministerios para que
los separaran, y Ira autorizado ¡i los gefes políticos y aprobado que
estos por su sola autoridad separasen á un empleado que estorbaba
y al cesante que ponía obstáculos á su propósito, y los mandasen á
Madrid de orden del Gobierno y que se presentaran á él : de mane
ra, señores, que hasta se les obligaba á abandonar sus casas y sus
atenciones. Aqui está y se puede ver.
Ta el Si. 1). Martin de los Heros me ha prevenido en un argu
mento que yo pensaba presentar y en que se ha fundado el Gobierno
también para decir que las mayorías eran facticias: es el relativo :i
la manera con que se han nombrado los Senadores. No nombraré ni
provincias ni personas; no desconoceré de modo ninguno el derecho
riel Gobierno , la prerogaliva de la Corona para elegir entre tres per
sonas. Pero asi como la respeto inucbo porque es atribución y prero
galiva que la Constitución le concede y de la cual puede usar libre
mente, la prudencia aconseja se use con circunspección; y tengo tam
bién derecho para decir que cuando el Gobierno ha elegido á un Sena
dor que venia electo con 60 votos, postergando á los que tenían 3,000
y mas votos, no ha buscado la mayoría verdadera. Eso ha ocurrido
muchas veces. Hay provincias, señores, en que ejecutada la primera
elección , y habiendo dado por. resul tado las listas triples completas,
quedaron incompletas por haber sido nombrados dos Diputados. Se
mandaron con este motivo ejecutar segundas elecciones; el que me
nos votos tuvo en las primeras fue 5,736.
Ejecutáronse las segundas: concurrieron á Votar 165 electores y
fueron nombrados Senadores dos señores, de los cuales habia obteni
do uno 90 votos y otro 82, siendo postergados los que habían obte
nido en las primeras elecciones por lo menos 3,736. ¿Y esto por qué?
Porque los comprendidos en las primeras ternas eran hombres de
otro color político que el del Gobierno, y se prefería que viniera
uno con 80 votos á que viniera el nombrado por considerable nú
mero : si esto no es artificio ; si esto no es ser facticias las mayorías,
no sé lo que es.
Hay provincias en que también se hicieron primeras elecciones,
y el que menos de los propuestos obtuvo 1,748 votos: uno de ellos
venia propuesto por otra provincia y fue nombrado por ella , y á la
sombra de esto se mandó completar la terna. Se completó en efecto;
tomaron parte en la segunda elección 174 electores, y el señor que
fue designado ó nombrado Senador tuvo 120 votos , de modo que fue
preferido el Senador prepuesto en segundas elecciones con 120 votos
á los que en primeras obtuvieron 1,748 el que menos. Si esto no es
artificio; si esto no es contrarestar la voluntad de la mayoría y la
opinión nacional , repito que no sé lo que sea.
Hay mas todavía, señores: el Senado, obrando con la delicadeza
correspondiente , ha exigido del Gobierno repetidamente que se le pa
sase noticia de las gracias, honores, condecoraciones y empleos que
obtuvieran los Senadores para decidir si estaban ó no sujetos á reelec
ción; y esta noticia por mas que se ha pedido al Gobierno no se ha
podido obtener de algunos Ministerios, ni de la Casa Real ; y el re
sultado de ello ha sido que se han conservado aqui contra la ley,
contra el principio de la Constitución, Sres. Senadores que correspon
dían á la mayoría, y habian obtenido empleos, cruces, llaves de
gentiles-hombres , y otra porción de distinciones que los sujetaban á
reelección. También esto contribuyó al artificio y combinación que
produjo la mayoría facticia.
Me parece , señores , que he dicho quizá mas de lo qué necesita
ba para persuadir que el Gobierno tuvo datos mas que suficientes y
motivos muy fundados para decir que habia en los Cuerpos co legis
lad ores mayorías facticias.
Pruébase esto, señores, primero porque se disolvió un Congreso
que representaba verdaderamente la opinión nacional , que habia
sido elegido á pesar de los esfuerzos del Gobierno en contrario, de lo
cual podré presentar pruebas, pues como individuo de la comisión
de Actas las examiné todas; y se disolvió sinrazón, sin motivo
fondado, porque aunque ya habia- manifestado su tendencia y su
opinión política , con todo, en la única cuestión que resolvió esta
ba de acuerdo con el Senado y el Gobierno: todavía no estaba vola
da la respuesta al discurso de la Corona, y sin embargo, fundándose
en qué el convenio de Vergara habia hecho variar la faz de las co
sas públicas, fue disuelto. Pruébase en seguida porque se trató de ob
tener un resultado mareado, determinado y preciso en las eleccio
nes, y porque se dieron atribuciones á los jueces que no deben darse,
despojando de las que da la ley á las diputaciones provinciales, y se
establecieron una porción de cosas con qbjeto marcado de contrares
tar la opinión. Pruébase asimismo por los atropellamientos y exce-
sos de las autoridades que el Gobierno dejó impunes; y pruébase por
las comunicaciones de ios gefes políticos, en que se dice que obraban
de acuerdo y con el objeto decidido de conseguir ese resultado; prué
base por esos gastos secretos , abusando de los fondos y empleándo
los eo lo que nunca puede ser objeto de especulaciones; pruébase
65
porque se eligieron Senadores que no representaban la mayoría de las
provincias ,» postergando á otros que la representaban indudable
mente ; y pruébase por último por esa tolerancia , por ese sufri
miento que ha habido en permitir continúen aqui personas sujetas á
reelección, y que no podian legalmente continuar. Todo esto dió por
resultado una mayoría facticia, obtenida contra la voluntad de los
pueblos y que era efecto de artificios y maniobras , cuya verdad co
nocemos todos si ponemos la mano sobre nuestros pechos y confesa
mos lo que nos dice nuestro corazón. ,
La otra parte del periodo en que se suponen ofendidos los seño
res Senadores la trataré ahora con mas circunspección pbrque es refe
rente á una persona muy respetable, digna de toda clase de conside
raciones; por quien el Gobierno no puede menos de interesarse, y á
quien yo tendré presente eternamente porque tengo muy poderosos
motivos para hablar y obrar asi.
Pero ¿cómo es posible que se oculte á nadie que habia esa especie
de encono de que habla el manifiesto, ese empeño y propósito deci-*
dido de llevar á cabo ciertos planes sin reparar en los medios ni eo
los resultados! Yo no quiero recordar á los Sres. Senadores mas que
la céleBre y debatida cuestión de la ley de Ayuntamientos. En ella
se ofreció el dato mas irrecusable de que habia ese encono, ése em
peño de humillará ciertos hombres y saltar por ciertos principios
por mas que fueran funestos los resultados. Esa ley, señores, sirvió
de escándalo cuando se presentó; esa ley fue considerada como con
traria á un principio constitucional : contra ella se pronunciaron las
provincias y todas las corporaciones populares; y aunque pasó en am
bos Cuerpos colegisladores, todavía hubo una ocasión muy oportuna
para haber evitado los tristes resultados que produjo, y pudiera ha
berse evitado si se hubiesen oido consejos muy saludables que se die
ron; si se hubiera atendido, mas que al espíritu de partido y al rapri
cho de ciertas personas, á los datos y razones que para impedirlo se
pusieron en consideración de quien correspondía. Pero sin embargo
se arrostró por todo, de todo se prescindió absolutamente; y á con
secuencia de ese encono, de ese t-mpeño que habia , llegaron las co
sas al lamentable estado (porque lamentable es siempre que un país
se conmueva y trastorne) que todos sentimos y deploramos.
Si pasamos de aqui, señores, al examen de la marcha, de la ten
dencia que en todos sus actos empleaba ese poder supremo del Estado;
si recordamos las continuas infracciones de los principios constitucio
nales, los repetidos ataques á los derechos de los pueblos, ¿podrá ha
ber duda de que habia ese encono? ¿Podrá ponerse en duda de que
habia por lo menos motivo suficiente para creer que se trataba de re
petir el escándalo del año 14?
Los Sres. Senadores no podrán olvidar los siempre célebres esta
dos de sitio. Estos estados de sitio envolvían un ataque directo á los
derechos del pueblo español ; envolvían un ataque manifiesto á los
artículos de la Constitución, y daban derecho i creer que la ten
dencia del Gobierno era la que en el manifiesto se indicó.
¿Cuál ba sido el resultado inmediato , señores, de los estados de
sitio? En ellos la autoridad militar, sin que pueda citarse la ley en
que se fundara para ello , pues te apoyaba exclusivamente en una
ficción que no podia de modo ninguno tener lugar , como quiera que
es contra lo que terminantemente establecen nuestros códigos , por
los cuales s¿ marca lo que ha de hacerse en los casos de bullicio , de
asonada ó de tumulto, reunía el poder supremo del Estado, era om
nipotente en su territorio; y en Madrid hemos visto todos el escán
dalo de que un capitán general haya exceptuado á las Cortes y al
Gobierno como por gracia de la sumisión á su autoridad. Todavía
recuerdo un célebre edicto que vi por las esquinas , en que después
de disponer lo que en tales casos se dispone, se decia , Tepito, como
por gracia : -"le exceptúa á las Córtes y al Gobiernb." Por conse
cuencia de los estados de sitio la autoridad militar deportaba,
prendia y arrancaba á quien le parecía de su domicilio. ¿Haciendo
esto , señores , no se atacaba al articulo constitucional en que se
encuentra consignada la principal garantía que los pueblos desean, y
por la que quizás en primer término se han sacrificado?
El art. 7? de la Constitución dice: "No puede ser detenido, ni
preso, ni separado de su domicilio ningún español, ni allanada su
casa sino en los casos y en la forma que las leyes prescriban.* ¿Se
ha respetado este principio? ¿Han precedido para prender á un
español los requisitos y formalidades que las leyes prescriben, ó han
ejercido las mayores arbitrariedades las autoridades militares? Yo
puedo citar un caso, ya que es fueTza hacerlo, en que ha estado
preso un español mas de un año sin Tecibirle declaración, sin ha
berle dicho por qué. Público es que las autoridades militares han
deportado nada menos que á América , cuyas deportaciones se han
levantado 'ahora , y aun ahora no se sabe por qué se impusieron. Yo
he visto con escándalo que ni un antecedente de las deportaciones
obraba en los Ministerios, porque se hacían por una simple órden,
sin decir el motivo. ¿Y cómo se ha ejeoutado esto? Infringiendo el
articulo constitucional, que he leído, é infringiendo también el 8?
siguiente , que dispone que cuando la seguridad del Estado exi
giere en circunstancias extraordinarias la suspensión temporal en
toda la monarquía, ó en parte de ella, de lo dispuesto en el ante
rior, se determinará por una ley.
De modo que la Constitución previó el caso de que fuera indis
pensable que se prendiese á alguno y se le separase de su domicilio
sin los requisitos que la ley constitucional establece; j dijo que para
 66
hacerse eso es indispensable que las Cortes por una ley declarasen
que se estaba en el caso de omitir esas formalidades. ¿ Ha habido
por ventura esa dispensa de la ley?
Se ha infringido asimismo el art. 9?, en que dice la Constitución
"que ningún español puede ser procesado ni sentenciado sino por el
juez ó tribunal competente en virtud de leyes anteriores al delito y
en la forma que estas prescriban." En los estados de sitio se ha pro
cesado á los españoles, no por sus jueces competentes, no arreglán
dose á leyes que antes existieran, sino en virtud de los bandos y de
las disposiciones dictadas por las autoridades militares. ¿Con cuánta
razón , señores , los que veían que se autorizaba esto , los que veian
que se envolvía á la nación, que se atacaban sus derechos; con
cuánta razón no podian suponer que se trataba de repetir el escán
dalo del año 14? Por menos se empezó entonces, y siu embargo todos
saben el resultado.
Hay mas: sin faltar d las consideraciones debidas á los Cuerpos
colegisladores , porque yo siempre las tengo , he sostenido siempre y
sostengo en el dia que en la ley de Ayuntamientos se faltó al art. 7ü
de la Constitución , y se faltó en sus dos parles y en sus dos extre
mos. Se faltó dando á la Corona el nombramiento de alcaldes , por
que el articulo constitucional dice que los pueblos han de nombrar
los ayuntamientos; y si el alcalde es parte del ayuntamiento, deben
nombrarle. Se faltó privando á los ayuntamientos del gobierno de
los pueblos que se les comete por la Constitución ; porque sabido es,
señores, y yo lo he demostrado esto con mucha extensión , que la ley
de Ayuntamientos cual se aprobó, y muclio mas cual se presentó
por el Gobierno, privaba absolutamente á los ayuntamientos del go
bierno de Los pueblos , porque no había cosa por despreciable que
fuese , no había acuerdo que no quedase sujeto á la aprobación pre
via del gefe político para su ejecución; y esloen sustancia equiva
lía á arrancar á los ayuntamientos el gobierno de los pueblos y á co
meterle á los gefes políticos , dependientes del Gobierno.
No se crea, señores , que yo soy de los españoles que pretenden
que los ayuntamientos tengan una absoluta independencia. No, se
ñores: ya he presentado en otra parte mi teoría , y nadie podrá ca
lificarla de anárquica ni desorganizadora.
Los pueblos han visto también que en el proyecto de ley sobre
libertad de imprenta presentado por el Gobierno se atacaba otro
principio constitucional. La Constitución dispone que ha de haber
libertad de imprenta sin previa censura , y que los jueces de hecho ó
el jurado han de calificar exclusivamente los delitos de imprenta.
También protesto, señures, que nu soy de los que creen que debe ha
ber absoluta libertad de imprenta, porque conozco que se ha abusa
do de ella , y que es preciso evitarla ; pero de que yo, como Ministro
y como Diputado, considere que es preciso establecer fuertes medios
de represión no se iufiere de manera ninguna que quiera atentar
contra el principio consiguado en la Constitución. Yo quiero libertad
de imprenta sin previa censura: yo quiero que el jurado califique
exclusivamente los delitos de imprenta , porque asi lo dice la ley
fundamental, y yo la tengo un* respeto religioso; pero de esto á lo
que se propone en esos proyectos de ley hay una distancia inmensa.
Yo recuerdo, señores, que en ese proyecto de ley se cometía la ca
lificación de los delitos de imprenta á los jueces de primera instan
cia , y estos procedian á la prisión de los acusados y al embargo de
los bienes ; después de formada la causa era cuando se sujetaba al ju
rado la calificación. En estose atacaba el principio constitucional,
porque se daba á un juez de primera instancia , que no era jurado, la
calificación de los delitos de imprenta.
También se exceptuaban algunos delitos de esta calificación. Los
Sres. Senadores saben que los delitos de injuria y de calumnia se ex
ceptuaban de la calificación del jurado y se sujetaban á 1 s jueces, y
eso es abiertamente contrario al principio constitucional, porque ese
principio no distingue entre los delitos de imprenta , y dice que to
dos deben ser calificados por el jurado exclusivamente.
-Los pueblos han visto, señores, que en los proyectos de ley elec
toral que se presentaron se despojaba á las corporaciones populares
de las funciones importantísimas que las leyes vigentes les conceden,
como son las de formar las listas y la de intervenir en las operacio
nes electorales.
Los pueblos han visto todo esto y han visto cómo se eoncedia el
derecho electoral. Los pueblos han visto que la clase de empleados se
ponía en. primer término, y se privaba del. mismo derecho á la que
con preferencia debia ejercerle. Los pueblos veian también que las
diputaciones provinciales se dejaban reducidas á la nulidad, porque
quedaban como un cuerpo meramente consultivo de los gefes poli t i -
aos. Aunque yo no opino que tengan esa independencia que hoy os-
teutan , quiero sin embargo que en la parte administrativa con es
pecialidad sean lo mas independientes que sea posible, porque tengo
el convencimiento mas intimo de que solo asi , si bien siempre bajo
la inspección del Gobierno , pueden hacer la felicidad de las pro
vincias.
Los pueblos que esto veian , los que también lo veíamos por fuera,
porque no nos era permitido entrar en el santuario donde se fabrica
ban e.stos proyectos , ¿no teníamos motivo para creer que se atacaban
los derecbos de los españoles, que se tendía una red para envolvernos
y repetir el escándalo del año 14? Si yo hubiera de extender sobre
este punto mis observaciones, diría que acaso se debe el no haberse
repetido ese escándalo á que no se encontró tanta disposición en Bar
celona el año de 1840 como se encontró en Valencia en 1814; pero
es indudable que había una tendencia marcada á repetirlo. Conozco,
señores, y confieso que podrá haber habido muchos Diputados y Se*
nadores que de buena fé y con deseos tan buenos cuino los que yo
puedo tener hayan contribuido á formar las leyes de que he ha
blado: confieso que muchos habrán tenido la mas sana intención;
pero es indudable que han contribuido á los males que han producido.
'Estas reflexiones que he hecbo boy, lejos de perjudicar de manera
alguna á los respetables Sres. Senadores que hoy están en esie recinto,
á los que antes le han ocupado, y á los Diputados que han compues
to la mayoría del Congreso, se dirigen solo contra los que formaron
tales combinaciones. JNo se dirigen, no , contra los Senadores que hoy
me escuchan; me honro con la amistad de muchos de ellos , y con la
de otros que no están aquí en esta ocasión: les confieso igual probidad
política que la que yo pueda tener, que es cuanto puedo reconocer;
les reconozco buena fé; pero asi' como S. S. podrán creer que estoy
equivocado , sin que piensen que obro de mala fe, yo también creo
que en sus decisiones no habría mala fe, pero había equivocación;
ataque á las instituciones vigentes: es cuanto puedo conceder.
Baréceme pues, señores, que be dicho lo suficiente para que apa
rezca en primer lugar que no soy yo individualmente el que he lan
zado esas acusaciones; porque, vuelvo á decir, no he hechootra cosa que
asegurar justificaría lo que el Gobierno había dicho en el manifiesto.
Creo haber demostrado que el Gobierno ha tenido á la vista datos
muy importantes y que no pueden despreciarse de ninguna manera
para decir con el laudable objeto que reconocen los Sres. Senadores
lo que se dijo en el manifiesto, y que aquello, lejos de menguar ni
rebajar en lo mas mínimo el brillo , el decoro y prestigio de los se
ñores Diputados y Senadores, que nadie mas que el Gobierno está in
teresado en conservar , recaerá solo en daño de las personas que ha
yan dirigido estas escenas cometiendo tales excesos. He dicho.
El Si'. LAHLRA: Apenas parece creíble , señores, que después
de ocupar tanlo tiempo la atención del Senado el Sr. Ministro de la
Gobernación haya dejado en pie los principales argumentos que he
teuidu el honor de decir. Era el primero desconocer la facultad del
Gobierno para censurar las operaciones de los Cuerpos colegisladores;
y el segundo el manifestar que en cualquier caso de ser verdaderos ó
falsos esos documen tos , había fallado el Ministro á su deber.
Ñus ha dicho el Sr. Ministro en contestación que nosotros no ¿ra
mos responsables, sino el Gobierno que lo había hecho; pero yo le
diré á S. S. que extraño mucho que siendo Diputado no baya acusa
do á los Ministros que en su concepto han faltado á su deber. Cuida
do que no soy defensor de todos los Ministros pasados; pero S. S. ha
podido acusarlos allí , y seriamos aqui sus jueces, como lo seremos del
Sr. Ministro si llega a ser acusado.
Pero al mismo tiempo ha manifestado S. S. casos de gefes políti
cos culpables; y pregunto yo: ¿por qué no han sido juzgados? Sin
duda se temía que eu su defensa pudiesen hacer ver que no todos esos
documentos erau verdaderos. Entre los que nos ha leído el Sr. Minis
tro para probar algunos asertos no temo en decir que los hay muy
extraños al objeto a que quieren aplicarse, porque los hay que perte
necen á policía secreta, á periódicos y á otras atenciones del Gobier
no , que aqui se nos ha supuesto que han sido gastos de las elecciones.
No creo yo que con unos cuantos miles de reales haya podido com
prarse la opinión de miles de electores españoles. Yo rechazo como
español y como Senador tan injuriosa acriminación. No creo que el
cuerpo electoral de España , tan respetable por todas sus cualidades,
haya podido falsearse por el esfuerzo de unos cuantos miles de reales.
El Sr. CORTINA, Ministro de la Gobernación: Ha dicho el se
ñor La -He ra "que como Diputado que era podia acusar á los Mi
nistros^" y yo le respondo a S. S. que ni he sido ni soy acusador,
y que nunca haré uso de ese deri cho corno Diputado, porque no son
esos mis principios.
Ha dicho también el Sr. La-Hera que á los gefes políticos que
han faltado á su deber les podia haber castigado el Gobierno; y á
esto respondo que el Gobierno que ha venido al poder después de
una reacción por el 1? de Setiembre, lejos de ocuparse de eso, ha
procurado restañar los males que se habían ocasionado, no siendo
nunca su ánimo aumentar las disensiones y divisiones»
También ha dicho S. S. que no concibe cómo con poco dinero
han podido comprarse millares de electores , que son muy dignos de
elogio: convengo en esto; pero yo no he hablado solo de dinero, si
no de influencias, á las cuales creo que pueden ceder los electores.
El Sr. CANEJA: Señores, de cuantas veces he tenido el bonor
de hablar al Senado jamás he experimentado una especie de repug
nancia á hacerlo como ahora; repuguancia que nace de estar yo per
sonalmente interesado en esta cuestión, y de estarlo también la repre
sentación nacional. Tengo sin embargo que vindicar mi honor, el da
mis compañeros actuales, y de los que lo fueron en el Senado en ,1a
legislatura pasada ; tengo que vindicar el honor de la mayoría del
Congreso, el honor de la representación nacional, señores, el de las
Cortes: yo no puedo, pues, callar en una cuestión de tan alta impor
tancia.
No se crea que yo hable por hacer oposición al Gobierno; muy dis
tante de mi semejante idea: jamás he creído que se debe rebajar el
.poder que el Gobierno necesita para gobernar conforme á la ley. Yo
hablo y tendré que hablar del Gobierno, porque se me pone en esa
precisión; j no he sido yo quien ha suscitado esa cuestión ni el se

ñor Carrasco tampoco; ha sido el manifiesto de 2 de Noviembre,
que desde aquella época confieso que estoy devorándome en la amar
gura que me causó un párrafo en el que no podia dejar de conside
rarme comprendido. Sí, señores, desde entonces hice el propósito, y
mis compañeros conmigo , de vindicar nuestro honor en la ocasión
oportuna , puesto que conservábamos sitio én el Senado que es donde
debemos hablar.
No se crea que por espirito de partido me mueven á mi en este
■santo las expresiones del Sr. Ministro de la Gobernación: sabe S. S.
que hace muchos años que tenemos relaciones de amistad con las que
me honro , j procuraré con S. S. tener todas las deferencias posibles:
mas cuando se trata de nuestro honor y de la representación nacional,
ceden todos los' respetos de amistad y todas las consideraciones del
mundo.
Si no hubiese mas que el manifiesto del Gobierno de 2 de Noviem
bre del año pasado, acaso no volveríamos á hablar una palabra ; no
sotros hemos hecho nuestra protesta y manifestación: ninguna otra
cosa podíamos exigir mas : pero se ha indicado en esta cuestión y se
nos ba dicho que habia datos con los que se justificaría lo que se ha
bía dicho, y aun sé yo que se añadió mucho mas. £sto ba excitado
en nosotros nuevamente el deseo , la necesidad de hablar. Hemos re
clamado , y no podíamos menos de hacerlo , pues el Sr. Ministro
habiasoltadoesasexpresiones en público, que trajese aqui esos documen
tos y que los viésemos: ya al fin está cumplida la palabra que nos dio.
Yo, señores, confieso que ahora me veo en una especie de que'
te yú ; porque cualquiera al oír el dia pasado las expresiones del se
ñor Ministro de la Gobernación , acaso se figurará que habia una
nueva representación de persas: una expresión soltada asi en público
en una sesión solemne diciendo "que habia motivo para decir eso y
mucho mat" , ¿quién no se hubiera figurado que esta era una repre
sentad' 11 de persas? "Que se echase abajo la Constitución." Nuestra
conciencia nos aseguraba que no habia esos documentos , y hemos al
zado la yaz. Aqui estamos para contestar á todo el género humano:
¿ han venido esos datos? No señor: y yo creo que no tendrá otros; y
si los tiene de esa naturaleza le invito á que los presente.
Desvanecida esta primera impresión, podemos ya hablar con des
embarazo sin que llevemos la máscara de apersados , porque en tal
situación parece que se nos quería poner. Va no somos nosotros los
acusados; es et honor de la representación nacional lo que nos obliga
á hablar.
Yo habré de extenderme mucho, pues me propongo en cuanto mi
memoria me ayude contestar á cuanto ban dicho los Sres. Heros y
Ministro de la Gobernación.
' Ha indicado el Sr. Ministro, repetido los cargos que se nos hacen
en el malhadado párrafo del manifiesto de la Regencia , y nos ha
leído para probarlos varios documentos; no creo sin embargo que
haya sido muy exacto en hacerlo en un terreno que precisamente
es el mas fatal. La primera idea que se nos presenta en ese párrafo
es que existia una red en la cual se hallaba envuelta la nación en
tales términos, que nadie podia creer que fuese ya posible salir de
ella ; nosotros no conocemos esa red: mas, nosotros no hemos visto
que la nación estuviese efectivamente envuelta y enredada de tal
manera que apareciese la imposibilidad de salvarnos; pero precisa
mente se dice esto aludiendo á unos tiempos en que veiamos venir la
paz; esperábamos ver la felicidad; esperábamos ver que la Constitu
ción se observase con la religiosidad que todos deseamos, y esperába
mos ver que se disminuyesen muchos sacrificios que por tanto tiem
po han estado haciendo los pueblos ; lejos de ver nosotros ese hori
zonte oscuro, se nos presentaba al contrario la ¡mágen halagüeña de
la felicidad buscada en vano por nosotros y perdida por tanto tiem
po; ya creíamos que era llegado el momento en que se podia respirar
con paz : en que podíamos entregarnos sin zozobra, sin sobresalto al
descanso en nuestras casas, y en que podian asegurar todas las
personas sus bienes y sus familias.
Esto es, señores, lo que á nuestra vista se nos presentaba : estába
mos muy lejos de creer que existiese esa red de que se ha hablado j y
estábamos todavía mas lcjosde creer que nosotros habíamos de repe
tir, de consumar el escándalo del año 14. Pero después se ha supuesto
la existencia de esa red que el Sr. Ministro ha querido tratar de pro
bar que existe hablándonos de los estados de sitio, hablándonos de
la ley de Ayuntamientos, hablándonos del proyecto de ley electoral,
y hablándonos hasta de un proyecto de libertad de imprenta.
Xoego después se da por supuesto en el manifiesto, pues asi se in
fiere de su contenido, que esa red estaba tejida por los enemigos de
los derechos de la nación, los cuales dominaban exclusivamente en
las mayorías facticias de los Cuerpos colegisladores; en una palabra,
no eramos mas que instrumentos de los enemigos de la nación. Pero
una de dos, ó eramos nosotros esos enemigos de la nación ó nos dejá
bamos gobernar por ellos , ó bien porque nos pagasen , ó bien porque
nos sedujesen. Yo, en cuanto á mi, y respecto á todos mis compañe
ros, puedo decir que no somos gentes que nos vendemos, ni somos
tan dóciles que nos dejemos llevar de las insinuaciones de nadie ; yo
be tenido siempre bastante independencia para votar lo que mi con
ciencia me ha dictado en muchos años que he formado parle de los
Cuerpos legislativos, y de consiguiente esta es para mi la califica
ción mayor, la mas ofensiva que encuentro en el párrafo en que se
dice que los enemigos de los derechos de la nación dominaban en
las mayorías de los Cuerpos legislativos.
S.—TOMO L
67
¿Y esto cómo se prueba, señores? Qué ¿seremos enemigos de
la libertad, seremos enemigos de los derechos de la nación los pri
meros que los hemos promulgado en Cádiz, los que los hemos soste
nido en medio de los mayores riesgo» y peligros, como no ignora el
Sr. Ministro de la Gobernación ni ninguno de sus compañeros ? ¿Se
remos enemigos de la nación, ó querremos volver al año 14 los que
precisamente en ese año hemos sido victimas del despotismo, .hemos
sido los primeros objetos de la persecución en nuestras personas, en
nuestros bienes y en nuestras familias? ¿Y asi se avanza una propo
sición general de decir que las mayorías de los Cuerpos colegislado
res deseaban volver al año 14? ¿Asi se avanza la proposición de de
cir que las mayorías de los dos Cuerpos que forman las Cortes esta
ban dominadas por los enemigos de los derechos de la nación ? Yo,
señores, lo rechazo; lo he rechazado ya con mis compañeros, y lo
rechazaré mientras viva} todos hemos vivido largo tiempo con ho
nor , porque todos estamos en el último término de nuestra vida, y
ninguno de nosotros permitirá que con injurias caiga una mancha
sobre nuestro honor; no queremos descender al sepulcro infamados
después de haber servido todos tanto á su patria cada uno en las cir
cunstancias en que se ha encontrado, y después de haberla servido
con honor, después de haberla servido. con lealtad, después de haber
hecho tantos sacrificios por ella , no podemos pasar por esas injurias;
las rechazamos con indignación ínterin no se nos pruebe lo contra
rio: pero muéveme todavía otra consideración importante.
La Constitución hace inviolables por sus opiniones, por sus votos
á los Senadores y á los Diputados: ¿qué quiere decir esta inviolabi
lidad ? Que no hay un juez en la tierra que pueda juzgarlos mas que
la opinión , la censura pública. ¿ Hay acaso alguno, ni particular ni
Gobierno tampoco , que tenga la facultad devenir 4 acusar á los
Cuerpos legislativos? Entonces ¿de qué sirve ese artículo de la Cons
titución ? Nos dirá el Gobierno en defensa de ese malhadado pár
rafo, que yo creo que podia haberle defendido de otra manera, ó por
mejor decir disputado , porque defensa no la tiene: "Puede muy
bien suceder algunas veces que los Cuerpos colegisladores falten á su
deber por error, ó si se quiere por malicia ; pero la Constitución ha
previsto este caso, y el medio de censurar á los Diputados y Senado
res ; la Constitución ha establecido por primera base que la diputa
ción no dure masque tres años, y entonces aquellos Diputados que
hayan cumplido con su deber, con su misión , puesto que tienen la
aptitud para ser reelegidos, lo serán probablemente por los colegios
electorales, que son las que juzgan de su buen ó mal proceder.
La Constitución establece que el Senado se renueve por terceras
partes cada -vez que haya nuevo nombramiento de Diputados: hé
aqui al Senado comprendido en esta disposición constitucional; los
Senadores también pueden ser reelegidos si los colegios lo juzgan
conveniente por haber aquellos cumplido bien su encargo; la Cons
titución da al Gobierno las facultades de suspender ó disolver las
Cortes; he aqui una facultad que nadie le puede disputar ^ hé aqui
un medio que la Constitución pone en sus manos para goberuar
cuaDdo las Cortes pudieran presentarle algún obstáculo en las miras,
en el proyecto ó en el sistema que se hubiese propuesto. Pero hay
mas todavía í la Constitución concede á la Corona el derecho de di
solver el Congreso; cuidado que no se le pone término; el término es
tan solo para que no pueda durar la elección mas que tres años; pero
la Corona puede disulver el Congreso de Diputados á los ocho dias de
haberse reunido, porque asi lo manda la Constitución. Pero teniendo
otros medios ¿ha encontrado acaso el Gobierno en la Constitución un
articulo que diga que tiene facultades para acusar, y mucho menos
para hacerlo con injurias, á la mayoría de los Cuerpos colegisladores?
He dicho ya el otro dia , señores, que en este caso el Gobierno
representativo depende absolutamente de la voluntad de un Ministro;
he dicho que entonces la Constitución no existe, la Constitución no '
es nada para ese Gobierno , porque en el momento que no se vote
una cosa que él quiera , se valdrá del medio de disolver los Cuerpos
colegisladores y á sus mayorías r y por consiguiente acaba can la re
presentación nacional , aeaba con la libertad , acaba cou la Consti
tución. Estas son, señores , las ideas de los que eramos Senadores el
año pasado; los que han entrado á serlo hoy podrán calcular si será
posible que les suceda otro tanto mañana -7 y aqui, digo, no debemos
repararen los individuos; se trata de la representación nacional,
pues que las mayorías de uno y otro Cuerpo son las que la forman:
esta es la condición de todos los cuerpos , que el mayor número es el
que vence , y el que no, tiene que seguir lo que haga la mayoría.
Si, pues, los Senadores y los Diputados tenemos una inviolabili
dad declarada por la Constitución ; si no hay otro juez para que nos
■juzgue mas que la opinión pública, ¿por qué el Gobierno nos ha de
jurgar ? Pero en la tierra, señores, yo no conozco ningún tribunal
que sea capaz de hacerlo por nuestras opiniones y nuestros votos : lo
único que deben procurar los Senadores y Diputados es proceder con
honradez en el cumplimiento de su deber y votar aquellas cosas que
crean mas convenientes al bien de su pais y conforme con sus opinio
nes; podrá haber divergencia en ellas, porque es necesario que la
haya en lodo Gobierno representativo, pues como los unos quieren
caminar mas de prisa y como los otros quieren caminar mas despa
cio , es indispensable que esto suceda , y aun entre nosotros mismos
nos hemos distinguido cou la denominación de progresistas y mode
rados ó cangrejos: yo, señores, soy de estos últimos y me glorio de
serlo; mas me guardaré bien de decir que los que opinan de diversa
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manera que yo son enemigos de los derechos de la nación, y no con
sentiré tampoco que te diga se nosolros.
El Sr. lluros y el Sr. Ministro de la Gobernación se han quejado
de que se haya Labiado mal de algún Estamento, ó acaso de las Cortes:
yo contesto á S. SS. que nadie ha venido á dar un manifiesto como
el de la Regencia, y que nadie ha venido á decir lo que en él se ha
dicho : si asi hubiese sido, yo seria el primero que levantase mi voz
y me pondria á su Jado; si, señores: si yo hubiera pertenecido al
Estamento cuando se dio ese manifiesto, y un individuo de él se hu
biese creido agraviado, yo le hubiera dado la razón y puéstoine de su
parte; sin embargo no creo que nunca se les lia dicho que estaban
dominados por los enemigos de los derechos de la nación , y no creo
que una expresión tan grave, tan importante se ha proferido jamás •.
contra nadie.
Yo, repito, estaré muy distante de llamar enemigo de los dere
chos de la nación al que tenga las ideas mas progresistas del mundo:
no las seguiré, porque á mi no me parecen buenas; pero las respetaré,
porque creo que los que piensan de diferente manera que yo se pro
ponen un fin, que es el bien de la patria. Yo en mi conciencia sé que
voy también á ese fin , á ese objeto. He aqui la diferencia que hay
entre los dos partidos.
Los progresistas quieren acometer , ir de carrera ; los moderados
creemos que vale mas dar un rodeo para buscar el puente que no
acometer imprudentemente el vado de un rio que va en creciente
para no ahogarnos allí. Yo, señores, no encuentro otra diferencia,
y mé guardaré muy bien de acusar á nadie por las opiniones inas
exaltadas que tenga; y todo el mundo sabe que en mis relaciones
particulares aprecio á unos y á otros ; pero asi como tengo esta opi
nión respectó*de mis compañeros que desean un sistema político di
ferente del mió, y que yo creo que les conduce al precipicio y á
prreipitar la libertad de la nación, cuando creo que por el camino
que nos proponemos hemos de llegar con seguridad al objeto, me
guardaré muy bien de llamarlos enemigos de tos derechos de la
nación , pues que tengo derecho á que no se me acuse de enemigo de
la libertad. Nada importa el triunfo de las circunstancias, señores;
yo no quiero hablar de ellas. Al cabo esto lo que probaria seria
que nosotros éramos los vencidos; no probaria otra cosa , y no creo
que esté nunca ni en el bien parecer, ni en la generosidad del ven
cedor insultar al vencido y al prisionero, no, y mucho menos in
sultarle sin oirle.
Voy á entrar en las razones que se han dado por algunos señores
para disculpar hasta cierto punto ese párrafo, y manifestaré antes
mi opinión sobre este punto. Yo no intentaba que el Gobierno se
retractase ni hiciese nada , no : es necesario conservarle el prestigio
para gobernar; pero me habia figurado que había un medio por el
cual , quedando el Gobierno en el lugar que le corresponde, hiciese
quedar también en el suyo la reputación de la representación nacio
nal. Mas puesto que se sostiene, yo trataré de responder á todos los
argumentos que se han hecho.
Han confesado los Sres. Ueros y Ministro de la Gobernación que
algo se debe á estas circunstancias ; lo confieso asi. Yo concedo que
hay exigencias de época: concedo que las hay de partido; y creo que
hay momentos en los cuales acaso por una imprevisión se hacen co
sas que no quisieran hacerse en otras circunstancias. Pero el Sr. Ue
ros y el Sr. Ministro convendrán conmigo en que nunca puede haber
circunstancias ni exigencias que permitan concesiones á costa del
honor de un tercero. No. Un sacrificio de esta clase creo que es de
masiado grande para que nadie pueda hacerlo i aun del honor propio
creo que nadie puede disponer.
Yo he oído en tiempos desgraciados de despotismo que los Reyes eran
señores de vidas y haciendas : nunca he oído decir que fueran señores
del honor de los individuos. Por esta consideración nuestro honor no
debia ser objeto de concesiones ni de exigencias, no debía ser sacrifi
cado á la época.
Pero el Sr. Heros ha dicho: "nosotros nos hemos aguantado tam
bién en la minoría pasada," y ha tratado de explicarnos el signifi
cado de la palabra mayoría facticia, y yo me atrevo á decirle que
de lo que ha dicho ni él mismo está satiéfecho. (El Sr. Heros pije
la palabra.} Facticio es lo que se hace por arte : un alfarero hace un
soldado de barro, y es facticio; pues may-oria ¿qué otra cosa quiere
decir mas que el mayor número de Senadores y Diputados que com
ponen estos Cuerpos? El Sr. Heros dice que ha hecho aqui la misma
figura en la minoría pasada que ha tenido que sufrir; pues bien:
nosotros que estamos en minoría hoy, habiendo sido mayoría en la
legislatura pasada , haremos el mismo papel que S. S. hizo, y no •
nos propasaremos por eso á llamar a nuestros adversarios políticos'
enemigos de los derechos de la nación. Ha dicho el Sr. Heros que en
tal sesión defendió tal cosa; y solo porque se votó lo contrario cree
que hay motivo para llamarnos enemigos de los derechos de la
nación.
En esto también ha manifestado el Sr. Cortina su opinión; pero
las opiniones particulares del Sr. Heros en el Senado y del Sr. Cor
tina en el Congreso serán respetables : yo las respeto; pero no creo
que valen mas que la mia. No soy yo de los que andan con gazmoñe
rías, ni me abato con cumplimientos: mi voto es igual al de todos
los demás companeros ; y si la opinión del Sr. Heros y la del señor
Cortina en la ley de Ayuntamientos, en el proyecto de ley electoral,
v en el de libertad de imprenta ha sido contraria á la mia y i la
de otros muchos, estaremos en igual caso unos y otros, porque no
creo tampoco que estos señores tengan su opinión por decisiva. En
los principios constitucionales, señores, lo que decide es la mayoría
de los representantes de la nación; y contra esto no hay ningún po
der en la tierra, como no sea echando abajo las mismas instituciones.
No hay otro; pero aqui el Sr. Ministro ha tratado áe probar que las
mayorías eran facticias porque ha habido todos los medios de in
fluencia de parte de los gefes políticos ; porque han trabajado por las
elecciones, no solo con intrigas y por medio de la persuasión , sino
que lia habido también dinero.
Yo suplicarla al Sr. Ministro de la Gobernación que hiciera el
favor de decirme á cuánto llegan esos miles de duros, porque tengo
curiosidad, y no nos lo ba dicho; y cuando S. S. ha tenido tanto cui
dado de examinar esos documentos, yo creo que habrá sumado: sepá
moslo ■
El Sr. CORTINA ,"Ministro de la Gobernación: La suma as
ciende á 10,000 duros ; pero ya he manifestado antes que no solo
pertenecía á la ultima época, sino que había en esa comprendida*
otras de las anteriores.
El Sr. CANEJA : Pues señor, todo el argumento del Sr. Minis
tro de la Gobernación para decir que las mayorías sun facticias *stá
reducido á manifestar que se han comprado las elecciones ; y cuida
do que solo tratamos de las del año 1810, porque S. S. da por muy
buenas las de 59, y nada ha dicho contra las de 57; y Hamo aqui la
atención del Senado. Señores, el total de los Senadores se divide en
tres partes , porque debemos salir por terceras partes. En la mayoría
del año pasado, y aqui llamo la atención del Sr. Cortina mismo, una
tercera parte se debia á las elecciones de 1857.
Ningún defecto las ha puesto S. S. La otra tercera parle corres
pondemos á las elecciones de 1859; elecciones que se han calificado
aqui de muy santas y muy buenas, pues nadie ha dicho una palabra
contra ellas. Luego no quedaba en el Senado en aptitud de poder re
cibir esa cruel calificación nada mas que una tercera parte de Senado
res; y si entramos analizando esa tercera parle veremos los que que
dan. Yo siento que el Sr. Cortina no haya nombrado provincias: yo,
siguiendo su ejemplo, me contendré también y no sacaré ahora á plaza
el nombre de nadie. Pero en las elecciones de 1810 sabe el Sr. Corti
na que no en todas las provincias ha ganado el partido moderado; que
en muchas provincias ha ganado también la candidatura progre
sista.
En esas elecciones se batieron los dos partidos , ya que es necesa
rio que nos expliquemos asi ; se batieron en el campo electoral , con
currieron los que llevaban por bandera "progreso legal ," y concur
rieron también los que llevaban por lema "monarquía constitucio
nal." De una y otra parte se ha trabajado, y cada uno ha contribui
do como ha podido á qne triunfasen sus opiniones. En unas partes
venció la candidatura monárquico-constitucional ; en otras venció la
del progreso legal. Pues aqui en el Senado lepodia yo designar al se
ñor Cortina , y en el Congreso de Diputados también, y el Sr. Cor-
tifia es uno de ellos, los individuos que entraron en las elecciones del
año pasado por las provincias en que triunfó la candidatura del pro
greso legal.
Esas elecciones no me dirá el Sr. Ministro que son nulas: precita
mente en una de esas provincias, que yo he comprendido cuál es
por cierta expresión que se le ha escapado á S. S. hablando del gefe
político, en esa precisamente venció el progreso legal. (El Sr. Minis
tro de.la Gobernación se rie haciendo un signo afirmativo.} Me alegro
que el Sr. Cortina me haya entendido. (Risas generales ")
Una tercera parte de esta mayoría corresponde á las Córtes de
1857 ; otra á las de 1859 , que están en el mismo caso; solo una ter
cera parte, y las del año 40, que es en donde parece se ha querido
encontrar el pecado original. Pues todavía hay lo menos una mitad
en las de 1810 que no los quiero nombrar; porque si ha visto el se
ñor Cortina las actas de Diputados, yo he visto las de los Senadores,
y estoy en el caso de decir que S. S. ha cometido muchas inexacti
tudes; y ahí están las actas en el archivo, y con el documento en
la mano le contestaré á S. S. y á todo el que quiera. Luego el re^
sultado es que lo que S. S. ha dicho respecto á las elecciones á la
mayoría del Senado no ta alcanzan, y si únicamente al Congreso de
los Diputados. ■•' i
Pues vamos á ver qué fuerza tiene, señores, el que el gefe po
lítico A ó B, hasta unos 15 ó 20 que S. S. nos ha leido, que han
dicho en sus comunicaciones que están trabajando por que venza el
partido constitución» I , que ha hecho viages alguno que otro emi
sario, y alguno dice que creia necesario algún socorro.
En primer lugares necesario suponer que muchos empleados, y
aqui que no hablamos de personas lo haremos con mas libertad;
que muchos empleados, digo , es muy posible que hayan hecho eso
para hacerse méritos, y ver si les daban un ascenso; y en segundo
lugar doy por supuesto que han trabajado. ¿Y hay algún Gobierno
que no trabajé por ganar las elecciones cuando llega ese caso? Veo que
va á decir S. S. que este Ministerio no ha trabajado: ¿y yo lo creerá
solp por que lo diga el Sr. Cortina ? Pero, señores, en todo el mundo
en Gobiernos representativos, cuando llegan estos casos, el Gobiaffio
trabaja porque salgan Diputados y Senadores de tu sistema, y la opo
sición trabaja en un sentido contrario. En Inglaterra es sabido , y
apelo á todos los que han estado allí , á pesar de que no es necesario
haber estado para saber que asi sucede, hay ejemplos de ingle

sea que han sacrificado tres ó cuatro millones solo por conseguir que
los nombren individuos de las Gimaras de los Comunes.
Estoes muy común en Inglaterra, en donde se ponen tarjetas
ofreciendo comidas , pagarles la posada, solo por ser nombrados can
didatos de un distrito. ¿ Y se puede decir por eso que son nulas las
elecciones? Estaba reservado esto para nosotros, poco prácticos to
davía en los principios constitucionales, para valemos de estas mi
serias.
En Francia , en donde mucho mas modernamente se ha estable*
cido el Gobierno representativo, sucede también lo mismo. ¿Se cree
que dejará el Gobierno de trabajar por hacer las elecciones ? Pues no
hace muchos años que hemos visto los discursos de los Sres. Guizot
y Thiers en una disolución de la Cámara que han llamado la aten
ción de todos los hombres cultos , y se hallaban frente á frente dis
putando con el Gobierno, y este con ellos, sobre quién habia de
ganar las elecciones, y al ñn las ganaron ellos y echaron abajo al
ministerio Molé , al de las Simpatías. ¿Y se ha dicho nunca que por
eso fueron nulas las elecciones? ¿Ha pensado nadie en recurrir á
este medio? No: solo á España, solo á nosotros estaba reservado eso;
y al fin se dice que los gefes políticos han hecho este ó el otro viaje,
han enviado lal ó cual emisario á llevar órdenes de candidaturas:
¿y por eso serán nulas las elecciones? Señor, que se han gastado 10,000
duros. No me meto á calificar esta cuenta ; no sé yo si ha pasado ál
Tribunal Mayor. '
Pero dándolo por cierto, ¿es posible, señores, que se trate asi al
decoro de la nación española , que se crea que con 109 duros se han
comprado 5008 electores, pues son mas, y no me será difícil echar la
cuenta, y datos tenemos en el archiro para eso? ¿Cree nadie que
miserables 109 duros han podido influir en las elecciones, que se ha
de decir que son nulas estas elecciones y sus mayorías facticias ? Se
ñores, yo no insistiré sobre esla reflexión ; creo que seria hacer poco j
favor al Senado, porque pudiera conocerse , no solo losupérHua y ri
dicula que es, sino lo perjudicial á los principios constitucionales el
que se sienten tales argumentos.
Pero hay otro que no tiene mucho mas fundamento , ó por mejor
decir , tiene menos. "Señor , que son facticias , porque la Corona en
muchos casos ha ido á buscar al último propuesto y ha dejado al pri
mero." Tanto el Sr. Heros como el Sr. Ministro que han hecho este
argumento han reconocido que un articulo constitucional concede á
la Corona el derecho de nombrar los Senadores á propuesta de los
electores en lista triple; luego la Corona tiene el derecho de que para
nombrar cada Senador se le hayan de presentar tres; y si sucediere
que no haya tres, la Corona tiene derecho de decir: " Complétese la
teína", escogiendo después el que mejor la pareza.
Yo no puedo menos de extrañar que estos señores hayan venido á
parar á una censura del Gobierno porque lia usado de sus facultades,
y á fé que yo podia hacerle al Gobierno actual un argumento ad ho-
mintm diciendo: "Yo también he hecho Senadores." ¿Y han nom
brado siempre á los que veuian en primer lugar? Seguramente que
no. ¿Luego i qué lo mismo que parece bueno en uno se califica de ]
malo en los demás?
Se nos ha dicho también que ha habido elecciones en que en las
primeras ha reunido un Senador tres ó cuatro mil votos, y que luego
en las segundas se ha encontrado que ha salido con mas ó con menos.
El Sr. Cortina ha apelado en esto á la práctica , y yo le digo que
.acepto ese desafio, porque yo conozco las actas como S. S., por no decir
mejor , en materia de Senadores.
Es necesario que entienda el Senado y el público que el Sr. Cor
tina ha dicho muchas inexactitudes en esto; y si ha tratado de poner
en mal lugar S. S. al Gobierno pasado, S. S. se ha equivocado. La
Constitución, como he dicho, requiere la lista triple, y muchas veces
ha sucedido que ha faltjdo alguno por no tener mayoría ó por falle
cimiento, ó que es nombrado por dos y tres provincias: ¿y cuál es
el resultado de esto? que habrá que proceder á segundas elecciones
para completar la terna.
Ha sucedido de aqui que habiendo habido unos que han obteni
do 1,000 ó 2,000 votos, se dice que han quedado después con 80 ó 100.
Yo llamo la atención del Senado- sobre este punto , porque esto es un
hecho falso, y los documentos lo acreditan. Es verdad, porque no es
mas que un sofisma que si las primeras elecciones se supone que son
5,000 electores , se necesitan 2,501 votos para la mayoría, resulta
que la han tenido primero y segundo : falta el tercero; pero este si
no los llegó á obtener, tuvo 2,490; le faltaron uno, dos ó tres votos
para tener la mayoría ; estos son los únicos que entran en las segun
das elecciones. Yo puedo citar casos de varias provincias que tengo
en la memoria , en que resulta que en algunas donde el total de elec
tores era 8,000, obtuvieron algunos tres mil novecientos y tantos
▼otos , pero que sin embargo no tenian la mayoría absoluta porque
necesitaban pasar de 4,000, y hubo que proceder á segundas eleccio
nes; pero on esta» segundas elecciones los electores cansados no, con
currieron á votar; y de tres mil novecientos noventa y tantos votos
que obtuvieron en las primeras solo consiguieron en las segundas 100
ó pocos mas , y se ve que tienen que completar la terna con personas
que reúnen muy pocos votos; pero como entran en las segundas elec
ciones únicamente aquellos que han obtenido mayoría aproximada,
resulta que eso es lo que da el verdadero resultado; eso es conforme
á la ley electoral , y yo creo que nadie podrá calificar de nulo.
Me parece que he desvanecido también el argumento de que han
69
entrado Senadores con pocos votos ; cosa que creo tfldy importante
desvanecer porque importa al honor del Senado , al honor de la re
presentación nacional el que asi se haga en unos hechos en los cua
les estoy demasiado versado tanto como el Sr. Heros y el Sr. Minis
tro de la Gobernación.
Me parece haber oido decir al Sr. Ministro de la Gobernación
que muchas veces sucede que se aprueban en el Congreso unas actas
y se desaprueban en el Senado, y otras veces sucede lo contrarío;
pero yo diré á S. S. que cuando en el acta de Diputados aparecen
votos de mas 'por cualquier abuso de autoridad , y rebajados estos
votos resulta que no reúne el suficiente número, entonces el acta es
nula; mas si hubiese un exceso sobre la mayoría de 200 ó 500, nada
importa .que se rebajen 100, y entonces no es nula; algunas veces
sucede esto respecto á los Senadores y no sucede respecto á los Dipu
tados que las han desaprobado.
Desvanecidos estos argumentos voy yo ahora á hacer uno al se
ñor Cortina y al Sr. Heros. Dicen S. SS. que las Cortes han sido ma
yorías facticias : ¡ mayorías facticias , señores ! Entonces todo loque
estas Cortes han hecho ha sido nulo, no tiene remedio: porque si
han sido nulas las elecciones, y han sido producto de las maniobras
de los gefes políticos, del interés con que se ha dejado sobornar el
pueblo español con 10,000Vloros, señores, quejes cantidad muy notable
{risas); si las elecciones son nulas, y si por esta razón se llama facr
ticias á las mayorías , entonces nulo debe ser todo cuanto ellas hagan.
Pero el Gobierno no ha obrado asi ; no ha considerado nulas las le
yes hechas por estas mayorías; la de contribución extraordinaria de
guerra de 180 millones estaba bien votada y no eran facticias las
mayorías; tampoco lo han sido para la ley que autorizaba al Go
bierno para per mi ti r á las diputaciones provinciales que buscasen
arbitrios para la construcción y composición de caminos y canales;
y el mismo Sr. Ministro de la Gobernación ha dado cuenta aqui dias
-pasadlos de que las habia concedido varias autorizaciones. Todas las
leyes , señores , que no son pocas, que se hicieron en las Cortes pa
sadas, todas han sido reconocidas como legitimas por el Gobierno,
todas menos una, que es la de Ayuntamientos de que S. S. nos ha ha
blado esta mañana también , y sobre la cual acaba de pedir al Sena
do un voto de indemnidad por no baber cumplido esa ley ó por no
haberla publicado. ¿Qué quiere decir esto? ¿Pues no era mas barato
decir que todo era nulo? (Risas.) ¡Facticias esas mayorías, y sé pide
un voto de indemnidad por no haber publicado una ley que estaba
sancionada por S. M. ! Luego está reconocida la validez de los actos
de aquellas Córtes, y reconocido por tanto que las mayorías no eran
facticias.
Ademas, cuando fueron nombrados los actuales Ministros, el se
ñor Cortina vino como Diputado por Sevilla. El Sr. Chacón vino como
Senador por Valencia. Pues ¿cómo tomaron esos títulos si son nulas
las elecciones del año pasado? ¿Puede darse mayor contradicción, se
ñores ? Yo creia qire era imposible que el Gobierno hubiese pensado
en decir lo que sienta , pues solo una monstruosa pluma debía haber
estampado ese párrafo ; y yo creia y creo todavía que las expresiones
que el Gobierno estampó en el manifiesto no son suyas, sino que dejó
que las pusiese otra pluma, porque eso le recomendaba á los ojos
del escritor de ese manifiesto, que el Gobierno sabrá quién haya sido,
como que entonces se trataba de la famosa cuestión que en periódi
cos y otros papeles se ha ventilado sobre la disolución del Senado;
pero á pesar de la negativa del Gobierno que pretendía querer guar
dar religiosamente la Constitución de 1837 , no desistieron de sus
pretensiones: y si el Gobierno se mostró entonces tan celoso de guar
dar la Constitución de 1837; si en virtud de ella resiste á esa especie
de pretensiones que habia entonces para que se disolviese el Senado
y para que no hubiese mas que una Cámara; y si el Gobierno turo
bastante fuerza, bastante decisión para decir entonces: no, yo no me
aparto de la Constitución ; el Senado continuará como ha estado esta
blecido por la Constitución: la Constitución continuará tal como está
mientras la nación por los medios legales noestablece otra: creo, digo,
que las expresiones estampadas en el manifiesto no son suyas; porque,
señores, el que reconoce estos principios ¿podrá cometer la inconse
cuencia de acusar á la mayoría de la representación nacional califi
cándola de enemiga de la nación? ,.
Ya digo que no lo he podido creer, y que no fue mas que una es
pecie de creación , de rasgo poético de una pluma poco feliz verda
deramente en esto de manifiestos, bien conocida de muchos señores
que me escuchan. Hé aqui como yo he traducido el párrafo: él Go
bierno conocerá que yo soy franco y digo lo que siento; lo digo sin
ánimo de ofender á nadie; lo digo con el deseo de vindicar esta mis
ma representación nacional, porque esta es la que importa mas de lo
que debemos importar los individuos en particular.
Creo por consiguiente que el Gobierno no debia tomar tanto em
peño en sostener una frase insostenible; creo que las pruebas que nos
ha dado no han servido de nada sino para coufundirle y ponerle en
ridiculo, y que en todo caso ninguna conexión tienen con la repre
sentación nacional, como ha dicho ya un digno compañero mió.
Debo advertir ahora que nosotros aqui no defendemos á ningún
Ministerio; y á propósito debo también deciralgo acerca de loque se ha
manifestado deque mas parece que los Ministerios son esclavos nues
tros que no nosotros; pero por si esto tiene relación con las mayorías,
yo lo rechazo también.
Puede muy bien ser cierto algo de lo que se dice; puede ser cierto
 70
también que haya habido alguna autoridad que haya faltado á su
deber: si na habido algún Ministro que lo haya hecho, yo seré el
primero en decir que se le castigue; si ha habido un gefe político que
naya faltado á su deber, no seré yo tampoco quien me oponga á ello,
no. ¿Pero defectos particulares que han podido tener las autoridades
se han de volver contra nosotros, y serán bastantes para decir que
las mayorías de los Cuerpos colegisladores son facticias? Señores, por
Dios, ¿qué lógica hay en los discursos ? Acúseseles; castigúeteles si
son culpables, si se les prueban esos delito;; acaso ellos pudieran con
testar cosas que no nos toca á nosotros, ni seria propio de este lugar el
entrar en pormenores.
Ahora debo decir respecto á la red de que ha hablado el Sr, Cor
tina, respecto al ánimo enconado del poder supremo seducido , y res
pecto al año 11 , que todas las pruebas que nos ha dado S. S. se han
reducido á que ha habido estados de sitio , y que estos son contrarios
á la Constitución hasta cierto punto.
No entraré en cuestiones con S. S., pues el art. 7? á que se ha re
ferido nada dice según prescriben las leyes; precisamente se ha tra
tado en el Congreso de Diputados de arreglar esta materia, y formar
una ley; ley que no ha salido y á la cual se relie re ese articulo cons
titucional: otro caso mas aplicable hay, y es que nadie puede ser
juzgado sino por su propio juez; y si fuese juzgado por delitos que se
cometan antes de la declaración del estado de sitio, es bien seguro que
seria una infracción de la Constitución. Asi, por ejemplo, uuro seria
juzgado por el consejo militar por los delitos cometidos después de
Eublicado el bando , y de haberse fijado en la plaza ; pero los que se
ayan cometido antes de declarada la plaza en estado de sitio se juz
garán por el tribunal competente.
Se ha citado también la ley de asonadas del Sr. D. Carlos III;
pero cuando esta ley se dio era muy diferente porque eran tiempos de
paz; porque no estaban agitadas las pasiones como están ahora; aun
no se habia dividido la nación en partidos políticos, y por consi
guiente cnalquiera asonada que se intentase tenia contra si toda la
fuerza del pueblo , lo que no sucede ahora.
Pero sobre todo, yo también podré hacer un argumento ai ho-
m'incm al Gobierno actual , porque precisamente no estamos muy
lejos de una época en que hemos visto varios estados de sitio de que
no se puede culpar á los gobiernos anteriores, no: yo no les culpo
por eso ; pero, señores, puesto que no aprendemos con la expe
riencia , las consecuencias que resultaren podrán ser funestas. No
digo mas.
£1 Sr. Cortina ha querido entrar en una polémica sobre la ley de
Ayuntamientos, que yo hubiese evitado si S. S. no hubiese soltado
ciertas expresiones sobre si esa ley es buena ó mala ; si es ó no con
traria á un articulo constitucional, al art. 70 de la Constitución.
S. S. no tenia derecho para eso, y mucho menos para echarnos, como
quien dice, una filípica. Pues yo le digo al Sr. Cortina que si ¿1
cree que la ley votada por. las Cortes y sancionada por S. M. es con
traria al art. 70 de la Constitución, yo no diré que S. S. se equivoca;
pero digo que S. S. no tiene derecho para decir que me equivoco yo.
S. S. podrá tener la opinión que guste ; pero seria una tiranía que me
obligara á mi á pensar de otra manera.
Lo repito y lo repetiré cien veces, yo no creo eso: y no lo creo
aunque la ley no se haya llevado á ejecución y se haya venido á
pedir aquí un voto de indemnidad. Esa ley uo se oponía á la Cons
titución ; y si tanto se ha hablado de ella es porque le tocó por
suerte servir de bandera , no por otra razón. Asi que, si siquiera
nos hubiera dicho el Gobierno en la comunicación que tenemos
sobre la mesa que no se podía ejecutar esa ley ínterin no se publica
se la de Diputaciones provinciales, pase; pero venir á acusarnos á
los que la votamos, eso de ninguna manera. Yo pudiera decir que
esto-no se dirigía A mí, porque la votación fue secreta, fue por
bolas ; pero yo no niego nunca mis opiniones ; mas yo no permitiré
jamás que un Ministro, que el Gobierno, me venga á reconvenir
con ellas , y venga á reconvenir á la mayoría que las votó , no solo
de este Cuerpo, siofo también del otro. Aquella ley fue una ley cons
titucional, si , una ley constitucional: ¡y ay de la nación cuando
un particular se pone encima de toda la representación nacional.'!
Asi no hay ningún Gobierno posible. La ley de Ayuntamientos , se
dice , era contraria á ese articulo de la Constitución ; ¿y no era con
traria la ley que hicieron las mismas Cortes constituyentes al artí
culo anterior , al 69 , donde decía lo mismo, que las diputaciones
serian elegidas por los electores de las provincias ? ¿ No hubo una
ley á pocos meses después de proclamada la Constitución en la cual
se dijo que eran individuos de las diputaciones provinciales el gefe
político y el intendente? ¿Se dijo entonces que esto fuese contrario
á la Constitución porque los diputados provinciales tenían que ser
elegidos por el pueblo ? No , señores: solo nosotros hemos tenido la
desgracia en la legislatura del año pasado, y eso ha sido por lo que
se sabe.
A este argumento, á esta comparación nada podrá igualarla. La
ley rotada y sancionada de Ayuntamientos era contraria á la Cons
titución: luego ti mli en votaron contra la Constitución los mismos
autores de ella, que acordaron que los gefes políticos é intendentes fue
ran individuas de las diputaciones. Los dos artículos que hablan de
diputaniones y ayuntamientos están casi concebidos en las mismas pa
labras. Yo no hubiera querido entrar en esta cuestión: hablo solo
porque ti Sr. Ministro nos ha echado este cargo encima; y no se ha
parado en esto solo, sino que hasta ha venido á acusarnos de artícu
los que se han votado, y de proyectos que no han llegado á sancio
narse por la Corona , ni á discutirse en el Congreso , motivo por el
cual pudieran muy bien ser aun desechados. Fueron siu embargo
votados por el Senado; y el Sr. Ministro ha encontrado motivo para
echarnos en cara el defecto de que queríamos echar abajo la Consti
tución.
Se dice que en la ley elctoral se han querido quitar á las dipu
taciones las atribuciones que les pertenecen: ¿y dónde está eso? Yo
quisiera que vinieran aquí esos proyectos, y se vería que la mayor
parte de los artículos fueron modificados por compañeros mios muy
dignos de opiniones contrarias á las .mías. Muchos individuos de la
minoría pasada hicieron oposición á ese proyecto; se hicieron adi
ciones y enmiendas, y nos mostramos tan tolerantes y tan deseosos
del acierto que las admitimos , y se pasó el proyeoto al otro Cuerpo
con esas modificaciones y enmiendas: este es nuestro ostensible pecado.
"La libertad de imprenta , ha dicho el Sr. Ministro, otra in
fracción cometida por el Senado contra la Constitución.'' Muy bien;
pero me parece que S. S. ha citado un articulo en que se dice que
todo español tiene facultad de publicar sus ideas sin previa censura.
Señores, el Senado tuvo que ocuparse el año pasado también del pro
yecto de ley de libertad de imprenta, es decir, sobre el modo da
comprimir la licencia escandalosa que se notaba entonces y que aun
hay ahora ; sobre el modo de poner un freno á escritores que se en
trometen hasta turbar la pac de los matrimonios; que se entrome
ten á censurar la vida privada de los ciudadanos , que es un sagra
do: entonces se trató en el Senado de remediar estos males. £1 arti
culo de la Constitución dice que "todo español tiene el derecho de
publicar sus ideas." La Constitución del año 12 anadia otra cosa que
no se juzgó necesaria 'en la que nos rige. En la discusión se creyó
aquí, y creyó generalmente el Senado , que las injurias personales,
los dicterios , las calumnias, las difamaciones no son ideas. £1 obje
to de la ley es que todo el mundo imprima todas las ideas que sir
van para el bien de la sociedad ; no es que todo el mundo tenga la
libertad de calumniar é insultar á sus conciudadanos: por consi
guiente todo folleto ú escrito en que se propalen injurias á las per-
souas no está comprendido en el articulo de la Constitución ; es de
cir, no hay necesidad de que vaya al jurado para que lo califique,
porque si uno en la calle me insulsa con palabras injuriosas - tengo
facultad para llevarle ante un juez á pesar de que no le haya oido;
hecha la prueba con los testigos necesarios le impondrá el castigo;
¿y el que insulta en un papel <jue corre por toda España será de di
ferente naturaleza por lo mismo que está impreso? *"
Hé aquí los puntos que se examinaron en aquella discusión , en
la cual con toda franqueza se confesó que era diücil la cuestión , que
parecía que hasta cierto punto se faltaba á la Constitución ; pero te
nemos tal respeto á ella, que si nos hubiéramos llegado á persuadir
que era contrario á ella, no lo hubiéramos volado; pero nos parecía
que no , que no era opuesto ni á su letra ni a su espíritu. Algunos
señores de la minoría hablaron y reconocieron de buena fé que la
cuestión era muy delicada , y que al cabo exigía un remedio. Pues
ahora bien : afortunadamente contra todos los argumentos que ha he
cho el Sr. Ministro de la Gobernación me encuentro yo en la si
tuación de retorcérselos , y ad hom'tnem.
No hace mucho tiempo que en el papel oficial, en el papel del
Gobierno, es verdad que no está firmado por los Ministros, pero he
mos visto en la Gaceta de Madrid en un artículo que se ha puesto,
hablando de la libertad de imprenta; hemos visto sostenida esa doc
trina que rotó el Senado sosteniendo que los escritos injuriosos y ca
lumniosos no deben considerarse como ideas ni están sujetos á la ca
lificación del jurado , y esto es cierto.
No es presumible que el redactor de la Gaceta fuera sin recibir
órdenes á escribir sobre una materia de tanta trascendencia : cuando
se explicó asi, licencia tendría del Gobierno para hacerlo; y el Go
bierno, porque le tocan ahora á él, porque á veces es también el ob
jeto de la censura de los periódicos, admite la doctrina y dice: "las
injurias no son ideas: esto no debe ser calificado por el jurado : debe
castigarse de otra manera ; pase á los jueces de primera instancia, á
quien acude todo el que se siente injuriado de palabra en la calle."
Asi piensa el Gobierno; ¿y ahora viene á acusarnos de que hayamos
tenido esa opinión masó menos _acertada? Y no es opinión, sinó
proyecto aprobado en el Senado, y que se ha remitido al Congreso,
donde ha quedado: de manera que el Gobierno está en posición de
retirarle, asi como el proyecto de libertad de imprenta, de ley elec
toral y cualquier otro que quiera, pues esto está en sus atribuciones;
mas acusar á los que los han votado , venir á reconvenirnos lodavia
en estas circunstancias ademas de lo que se ha dicho en el manifiesto^
no. Yo reclamo los derechos del Senado ; la Constitución se los das
respétense , pues, sus prerogativas.
Yo por lo demás no me quejo nunca de que se apruebe esto ó lo
otro; ahora se aprobará lo que quieran los señores de la mayoría:
estamos nosotros en minoría, y de consiguiente todos los días esta
remos sufriendo como dice el Sr. Ileros que sufría el año pasado;
pero por eso no estamos nosotros en el caso de decir que son enemi
gos de los derechos de la nación los que se sientan en esos bancos:
lo que sí sostendré que por este medio uo puede? existir orden , ni
Gobierno, ni nada.
Siento molestar tanto al Senado; pero no puedo pasar por otro

punto, y cuento oon su indulgencia. Ha dicho ademas el Sr. Cor- |
tina, hablando de las elecciones, que el Gobierno liabia dado una
circular en Díoietnbre de 1839 en la cual hacia ciertos encargos á
los jueces de primera instancia , y de aquí ha querido sacar la con
secuencia de que se quitaban sus atribuciones i las diputaciones
provinciales. Es una equivocación, señor Ministro ; y esto, sin que
yo trate de defender á aquel Gobierno, porque no lo tomo á mi
cuidado.
Se previno á los jueces de primera instancia que sin perjuicio de
las listas electorales que debían formar las diputaciones provinciales,
porque es atribución de ellas, sacasen ademas una copia, remitién
dola al Gobierno para su conocimiento. Esto iba á ser una estadística
electoral semejante á la que el Gobierno va á hacer ahora de perso
nas y bienes, y no creo que haya motivo para atribuir tantas faltas
á esta órden. Pero ha dicho el Sr. Cortina que por ella se ha inrfringi-
la Constitución, porque los jueces de primera instancia, cooforme
previene la Constitución , no pueden hacer nada inas que juzgar y
hacer que se ejecute lo juzgado. Esta bien: pero el Gobierno en la
actualidad, ahora mismo, ¿qué hace? El tribunal Supremo de Jus
ticia es el primero que no puede hacer mas que juzgar y hacer que
se ejecute lo juzgado, y sin embargo todos los dias está sirviendo de
Consejo de Estado del actual Gobierno.
Lo que mas ocupa al Supremo tribunal de Justicia son los infor
me» y consultas que le manda el Gobierno. ¿Es esto juzgar? ¿Es esto
hacer que se ejecute lo juzgado? S. S. bien sabe que no. ¿Por qué,
pues, hablar de atentados contra la Constitución , y acusar de in
fractores de ella i los que no han pensado jamás en tal cosa , á los
que no han hecho ni mas ni menos que lo que está haciendo el ac
tual Gobierno? ■ .
Se han presentado varios argumentos para probar que las ante
riores mayorías eran facticias, lo cual si fuera cierto seria necesario
decir que aquellas Cortes eran ilegales, como también lo que se de
cidió en ellas ; y entonces podría decirse igualmente que las anterio
res fueron nulas y que ha sido inútil lo que se ha hecho á costa de
tantos sacrificios, de tanta sangre derramada por asegurar la liber
tad ; que de nada han servido los padecimientos que hemos sufrido
ea el trascurso de 31 años.
Yo, que he tenido el honor de ser de los primeros que han contri
buido i establecer lo que ha dado origen á todo lo que después se ha
hecho por la causa de la libertad , debo tener bien presente la época
en que comencé á sacrificarme por ella , y nunca he podido creer
que te considerasen inútiles los muchos sacrificios que se han hecho
y los que nos restan todavía que hacer para dar la libertad á nuestra
desdichada patria, con la cual creemos conseguir su ventura , su
prosperidad y el aumento de su riqueza.
El Sr. CORTINA, Ministro de la Gobernación: Por lo avanzado
de la hora , señores , y por la cirpunstancia de haber pedido la pala
bra el Sr. Ileros, que me inspira la seguridad de que contestará cum-
£lidamente á las observaciones, en mi concepto inexactas, que ha
;cbo el señor preopinante, me limitaré solo á hablar de dos ó tres co
jas que tocan dé cerca al Gobierno y que no puedo dejar de modo al
guno sin contestar. El Senado recordará que pedí la palabra cuando
el Sr. Caneja decía que todos los Gobiernos trabajaban para ganar
las elecciones y ebtener en ellas el resultado que estaba en sus intere
ses. Ta antes de ahora he demostrado cumplidamente que al Gobier
no actual , si de algo puede acusársele en este asunto es de haber sido
excesivamente abandonado. Tengo toda la seguridad necesaria para
poder decir que en nada se ha mezclado directa ni indirectamente, y
que ha hecho todo cuanto ha estado á su alcance para proteger la li
bertad en todos los electores, como consta en las instrucciones públi
cas y reservadas que ha dirigido á los gefes políticos con este objeto.
También ha dicho S. S. que el Gobierno actual ha hecho nombra
mientos de Senadores semejantes á los de que yo hablé en mi anterior
discurso. Debo decir sobre esto que no es exacto.
Es verdad que el Gobierno ha hecho uso de la prerogativa que le
concede la Constitución de elegir en lista triple de Senadores el
que le ha parecido conveniente; pero no ha habido ningún cato, y
• también estoy seguro de que no se me puede desmentir, en que haya
mandado hacer segundas elecciones para completar ternas, tomando
después el que hubiera obtenido en ellas menos votos, posponiendo
los que tuvieron muchísimos mas~en las primeras elecciones.
También ha dicho S. S. que el Gobierno ha incurrido en una
contradicción manifiesta considerando facticias las mayorías de los
Cuerpos colegisladores, y teniendo por otra parte como válidos sus
actos. En esto , señores, no hay contradicción de ninguna especie.
El Gobierno ha reconocido siempre y reconoce hoy , cualquiera que
sea la opinión que tenga sobre la formación de las anteriores mayo
rías , que debe respetar todas las disposiciones que de ellas han
emanado. ¡, . , , ;
Asi te lo dijo á.S. JÍ. en Valencia en la exposición que la pre
sentó para disolver las Cortes. No hay contradicción, pues, porque
puede muy bien combinarse el respeto i los Cuerpos colegisladores
•on la opinión que se tenga formada acerca de la valides de sus elec
ciones , que una vez declaradas legitimas por ellas mismas, nadie
puede legalmente mover sobre ello cuestión.
También ha dicho S. S. que el Gobierno tiene por qué callar con
respecto á'los estados de sitio. Esto parece que supone que el Gobier
no ha tolerado semejante abuso.
S—TOMO L
71
To debo decir que en tiempo del Gobierno actual no ha habido
mas estado de sitio que el que declaró el comandante de armas de un
miserable pueblo de Extremadura ¡ y que apenas llegó á su noticia,
el Ministro que tiene el honor de hablar al Senado proputo la pu
blicación de un decreto en que se prohibió para siempre tan escanda
losa infracción de las leyes.
Oigase qué otro estado de sitio ha habido durante el Gobierno
actual , y entonces tendrá razón el Sr. Caneja. Si no lo señala, como
no lo señalará , le diré que se ha equivocado.
El Sr. CANEJA : Conforme la época á que V. S. aluda.
El Sr. CORTINA, Ministro de la Gobernación i He dicho que
durante el actual Gobierno, que como todos saben , empezó en Va
lencia.
El Sr. CANEJA i Un poco mas arriba.
El Sr. CORTINA i Repito que el Gobierno actual empezó á exis
tir en Valencia , y que durante su administración no ha habido mas
estado de sitio que el que ha tenido lugar en ese pueblo de Extre
madura.
También ha dicho S. S. que yo me había propuesto dirigir una
filípica al Senado, á hacer reconvenciones al Senado sobre sus deci
siones. En esto no hay exactitud.
Yo no he podido menos de referir los hechos tales cuales son en sí;
pero á nadie he reconvenido: aun recuerdo que hice oportunamente
las salvedades que exigían las consideraciones que merece el Senado,
porque soy muy pequeño en comparación de los Cuerpos colegislado-
res,-y en comparación también de los individuos que los componen.
Se ha dicho por último que en la Gaceta del Gobierno se ha con
signado el principio de que puede haber delitos de imprenta de que
no debe conocer el jurado. Yo no recuerdo lo que sobre esto se puede
haber dicho; pero si debo asegurar que el Gobierno cree firmemente
que mientras exista el articulo constitucional que establece que no
haya previa censura no puede únenos de respetársele religiosamente;
y debo añadir queen el proyecto que está formulado para presentarle
el actual Gobierno, ó el que le sustituya, si gusta, está reconocido ese
principio y no se hace distinción en los delitos de imprenta de la in
juria y de la calumnia ; todos los calificará exclusivamente el jurado.
Me parece que esto es lo único que toca de cerca al Gobierno, y lo
único á que he debido contestar. En lo demás me refiero á lo que diga
el individuo de la comisión que ha pedido la palabra.
El Sr. HEROS: Voy á ser muy breve , porque á la verdad no té
cómo contestar al Sr. Caneja. S. S. ha hablado de estados de sitio;
ha hablado de los Cuerpos representativos y de tantas materias, que
difícilmente podré seguir el hilo de su discurso.
Tengo la desgracia de no haber votado una sola vez con S. S. ; y
si lo he hecho, ha sido indudablemente por equivocación.
El Sr< CANEJA (tn roz baja) : Me alegro mucho.
El Sr. HEROSi Yo respeto mucho á S. S. porque veo en él un gran
monumento del año 12 , de esa época memorable de nuestra historia
contemporánea, de cuyas Cortes solo S. S. se cuenta entre nosotros;
pero creo que está en contradicción abierta con los principios que do
minaban en aquel tiempo, y que S. S. mismo profesaba. Esta es una
cuestión sobre la cual cada uno puede tener una opinión diferente.
El Sr. PRESIDENTE: Sr. Heros, habiendo pedido la palabra el
Sr. Caneja , y siendo pasada la hora....
El Sr. HEROS: Vov á hablar muy poco: por consecuencia de eso
lejos de estar de acuerdo con lo qne ha dicho anteriormente el señor
Caneja, que la cuestión que hoy se ha debatido aqui y te debate en este
momento sea perjudicial al gobierno representativo de la nación,
soy de opinión tan contraria i S. S. , que para mi desde que hay go
bierno representativo en España no ha habido ni se ha presentado
una discusión mas solemne que la presente.
Eféolivamente, señores, en ella se han descubierto una porción
de amaños que falseaban y echaban por tierra el gobierno represen
tativo, dando desde muy luego á conocer que todo él había sido una
falacia , salvándose milagrosamente por el carácter magnánimo y
leal que nos distingue i los españoles. Por consecuencia, señores,
muy lejos de o.ue esta cuestión sea perjudicial, yo me alegro de que
contra toda mi opinión, que como dije antes era la de que no se pro
vocasen cuestiones tan graves y trascendentales, se haya venido a
traer la discusión hasta este mismo punto, para que, por lo que ella
de si arroja, sirva de castigo á todos los que dieron lugar á ella, y de
saludable corrección para lo sucesivo; porque, como ya he tenido
lugar de decir en este sitio diferentes ocasiones, no solo es nuestra
misión la importante de hacer las leyes, sino que no es menos la de
dar grandes ejemplos para que corrigiéndose todo lo malo pueda, se
gún debe, aplaudirse todo lo bueno; y he aquí también cómo no soy
de su opinión tampoco cuando apelando al art. 41 de la Constitu
ción ha creído ver atacada esta cuando era censurada la mayoría del
Senado. S. S. debe tener entendido que el censurar no es dejar de ser
inviolable, porque se puede censurar al Senado , al Congreso, á la
representación nacional ) todo es censurable; pero no por eso los
Diputados ni Senadores dejan de ser inviolables ; y quiere decir esto
que no pueden ser llevados á la cárcel, como fueron llevados los Di
putados del año 13 y 14.- No ser llevado al patíbulo como lo fuera
Riego por haber sido acusado el año 23 : esto es ser inviolable; sos
tenernos, debatir las cuestiones, desembarazarlas, pero no decir nunca
que somos incensurables. • ..
Pues qué, señores, ¿no ñas censuraremos nosotros v nos estamoi
21
■ 72
censurando continuamente ? ¿Y esto rnismo no lo puede hacer el Go
bierno colectiva ó particularmente respecto de nosotros? ¿No han
representado contra la conducta que en estos últimos tiempos han es
tado observando los Cuerpos colegisladores? Asi en esta como en otras
cosas soy de opinión contraria á S. S.
Tampoco estoy por la consecuencia que no sí por donde saca el se-
ñor Caneja para deducir que de que una mayoría haya sido facticia
los resultados han de ser tales. £1 Sr. Ministro de la Gobernación,
mucho mejor que pudiera hacerlo yo, ha dicho todo lo que se puede
decir y todo lo que puede saber el que tenga nociones de derecho pú
blico. Yo he dicho ya varias veces que no he votado ninguna elección
ni admisión de Sres. Senadores en la ¿poca á que' me refiero, porque
he creído que eran nulas por el vicio de las diputaciones provinciales.
¿Y por eso me habria yo de haber atrevido á decir que eran nulas las
decisiones y resultados de este Cuerpo ? No , señores; porque esta era
solo ona opinión mia, que por mal seguro y convencido que estuvie
ra de su certeza era muy fácil el que me equivocara, y por eso no
atacaba yo al Senado en cuerpo.
Ha dicho también S. S. que yo me quejaba de haber estado en
minoría. Jamás me ha pasado eso por la imaginación; y recuerdo
que todavia dije el otro dia que las mayorías eran desgraciadas en es
te Cuerpo, y que tal vei yo estaba destinado á estar en minoría per
manente. ¿Y quién, señores, no sabe que la minoría es el carácter
mas honroso, en donde puede brillar con sus luces el saber y la per
severancia con el vigor y la paciencia, y con todo aquello que el
hombre amante de su patria y celoso del bien .público debe manifes
tar? Pero S. S. sabe que los individ-uos de la minoría en los últimos
tiempos del Senado hemos dicho muchas veces que por el decorot por
el prestigio de este mismo Cuerpo, porque se mantuvieran en él al
gunas discusiones, porque no se dijese que era nulo y que de nada
servia, usábamos alguna vez de la. palabra por mas que estuviéramos
convencidos de que el resultado final no había de ser conforme con
nuestra opinión. S. S. me habrá oído decir , atacando algunas de las
leyes anticonstitucionales que se nos presentaron, que si usaba de la
palabra era pira que resaltase el defecto , no para hacerlas mas per
fectas, convencido de la inutilidad de mi empeño.
Ha dicho S. S. que no me llamará enemigo de la nación. Segura
mente que no: yo al menos asi lo creo; pero esto; que puede, ser un
miramiento reciproco, no siempre se ha tenido con nosotros en este
lugar. Porque si bien es cierto que no se nos ha presentado como
enemigos de la nación , se nos ha presentado como enemigos de otra
cosa. Pues qué ¿ha habido hecho mas público que el que sucedió
después del convenio de Vergara? ¿No se trató entonces, á fin de
celebrar tan faustos como gloriosos acontecimientos, dar un convite
por este Cuerpo? ¿Y qué se nos hizo entonces? Se nos excluyó, á los
de la minoría, como si pudiera entristecernos la alegría y la gloria
que diera á la nación tan fausto dia. Que pongan algunos de los
señores que m: escuchan la mano en sa pecho , y díganme si la lista
no se -recogió por lo escandalosa que la creyeron personas respetables.
¿Y qué dijimos nosotros entonces? Magnum patientiw dejirnus
esemplum.
S S. ha hecho como una especie de mofa de esos miles de duros
que le han venido á parecer un granito1 de arena. S. S. no se habrá
olvidado cuando sentado yo en ese banco de enfrente discutiéndose el
discurso de la Corona, y hablando de la libertad de imprenta, dije
que en tanto que habia tantas viudas, tantos cesantes y tantas cla
ses del Estado desatendidas completamente, los abusos que se hacían
del dinero estaban destinados á pagar periódicos que vomitaban in
jurias contra mi y mis compañeros. Y el Ministro que entonces esta
ba en ese banco dijo "que desmentía lo que- yo había dicho;" y el
hecho era tan cierto, que digo y aseguro que, si bien no tenia una
prueba legal que justificara su certeza, la tenia moral, que para mi
era lo mismo. ¿ Y dejará de haber sido un robo á todas esas clases
pasivas, á todos esos infelices que , con mas necesidad que yo, se les
deben 35 y 36 meses? ¿Dejará de haber sido un robo que haya ve
nido á tener una aplicación tan vil en un Gobierno representativo?
Esto era menester tener presente cuando se trata de esas cosas.
Ha recorrido S. S. desdo el año de 37 en adelante , y nos ha ha
blado de cómo se formó el Senado en los de 37 , 38 y 39. S. S. debe
saber que he emitido constantemente una opinión acerca de las elec
ciones- He dicho que para mi eran las discusiones mas agradables,
porque en el último resultado venían á ser cuestiones de personas, y
que en un Cuerpo Como este no se debía estar á la opinión de cinco
ó seis de sus individuos. Yo solo hablé de algún escándalo que se no
taba en algunas elecciones; entre otros recuerdo que fue el de las
elecciones de Burgos de 39 , en las cuales hablé oon Ira la circular
que por medio de su secretario habia dirigido á los fieles el prelado
de aquella diócesis, en la que se atacaba las conciencias, resultando
una grande coacción moral; y recordarán también los Sres. Senado
res que hubo un distrito en que intervino la fuerza armada, y se
aprobó ese dictamen, cuando en las Cortes de Cádiz habia habido un
Diputado que pidió por medio de una proposición que á 12 leguas
del distrito en' que se verificara la elección no pudiera haber fuerza
armada , y ese Diputado era el Sr. Caneja , que lo tengo muy pre
sente porque entonces era yo soldado.
Excusado seria el entrar en otros pormenores. Yo, Senador por
la provincia de Madrid , al cabo de tres ó cuatro días que estuve
eu este lugar tuve que salir de él humildemente, y las razones que
-para ello se dieron fue que se aguardaba el fallo del otro Cuerpo.
S. S. como de la comisión no lo habrá olvidado.
El Sr. CANEJA: No lo he olvidado: ya hablaré.
El Sr. HEROS: No entraré en otros pormenores, porque ha
biendo traído la cuestión á este punto, el Sr. Ministro presenta la
cosa como de circunstancias, y hemos procurad», sin zaherir á na
die, dejar la cuestión en el punto en que se debía dejar; y con
tanta mas razón , cuanto que el dictámen de' la comisión -ha dicho
de unos y otros que apreciaba los sentimientos de delicadeza que les
habian puesto en aquel caso. - -
Asi pues, señores , ruego al Sr. Presidente que me perdone el ha
berme extendido mas de loque pensaba; y porque deseo que se ponga
término á la cuestión, yo creo que los señores de la representación no
Ímeden de modo ninguno agraviarse después de las aclaraciones que
la daflo el Gobierno de lo que diee en el manifiesto, porque este no
es de aquellos que han empleado los partidos políticos; y ¡a mayoría
actual del Senado, por medio de la comisión ha dicho, y estase
gloria en volverlo á repetir, que aprueba, como no podia menos,
los sentimientos de delicadeza que habían manifestado el Sr. marques
de Valladares en su exposición, y la que fue mayoría del Seriado.
Por lo tanto cree la comisión que no ha lugar á deliberar.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Caneja tiene la palabra: sin em
bargo , habiendo pasado las cuatro horas que previene el reglamento,
si los Sres. Senadores quieren que este asunto se eoncluya, con su be
neplácito podria prorogarse la sesión el tiempo que sea necesario
para ello."
' Hecha la pregunta, el Senado contestó afirmativamente.
El Sr. CANEJA : Acortaré mi discurso todo cuanto me sea posi
ble para no molestar mas al Senado, y no hubiera vuelto á hablar
si el Sr. Heros no me hubiese dado motivo para ello; lo que me ha
facilitado la ocasión de manifestar que yo no me he opuesto directa
mente al dictámen de la comisión ni en uno ni en otro punto : yo
creo que la comisión ha dado su dictámen en tales términos , que yo
mismo no le hubiera puesto mejor : yo reconozco el principio de que
los Senadores y Diputados sean inviolables por sus opiniones; no tie
nen juez en la tierra que les juzgue : este principio es el que ba re
conocido la comisión, y por tanto ha dicho : " El Senado no es juez
competente para conocer ó juzgar de las condiciones que exige el se
ñor marqués viudo de Valladares para continuar ó no en el Senado."
Esto es conforme á mis opiniones, conforme á mis principios ; y no
puedo menos de apoyarlo , porque yo no acostumbro á sostener ni en
público ni en privado cosas que no sean hijas de mi convencimiento,
á pesar de que no han faltado opiniones de que los Cuerpos legislativos
deben ejercer una especie de jurisdicción cuando se creen ofendidos
para juzgar ciertos actos. Esto sucede en Inglaterra, que tiene mas
prácticas que nosotros do tenemos; asi sucede en Francia también,
que cuando la cámara de los Pares se ve injuriada de alguna manera
se constituye en tribunal y juzga por sí; también juzga en otros ca
sos particulares como son los delitos de lesa Magestad : no , señores,
yo no pretendo hacer extensivo á nosotros lo que se hace en otras na
ciones, porque no encuentro ley en que se establezca que podamos
juzgarnos. Por consiguiente, repito que yo estoy conforme con el dic
támen de la comisión, en que no toca al Senado decir otra cosa sobre
lo pedido por el Sr. marqués de Valladares sino que no ba lugar á
deliberar.
Me parece que he sido bastante franco, y que no he hecho la opo
sición al dictámen de la comisión en este punto; pero tengo que con
testar al Sr. Heros, que ha dicho que jamás S. S. ha votado conmigo,
y eso lo que prueba es que el Sr. Heros es un hombre sistemático.
También S. S. nos dijo que no aprobó ninguna acta , lo que prueba
no ser justo ; yo creo que he votado con el Sr. Heros lo que me ha
parecido : podemos tener opiniones políticas contrarias y encontra
das en las graves cuestiones ; pero lo que admira es que el Sr. Heros
en cuantas votaciones secundarias ba habido, si yo voto blanco, S. S.
vota negro: á lo menos yo no miro quién vota asi, ni quién vota
del otro modo, pues lo hago segnn me dicta mi corazón y mi con
ciencia.-
Ha dicho S. S. que yo no pensaba ahora como pensaba en las Cór- *
tes de Cádiz ; y respecto á las elecciones ha recordado una cosa que
yo verdaderamente no recuerdo, cual es que yo dije entonces que
seria bueno se estableciese que i nueve leguas de distancia de donde
se hiciesen la», elecciones no hubiese fuerza armada: es muy posible
que lo haya dicho , yo no me puedo acordar de eso ; pero entonces
creía yo que para que hubiese libertad en las elecciones no se necesi
taban esos medios; entonces podria yo creer como creía efectivamente
que los hombres deberían tomarse un poco de mas interés por el bien
público ; creía yo que no debia haber candidaturas ; que no se de
bían mezclar ni el Gobierno, ni los partidos ni nadie en las eleccio
nes, y que los electores debían votar por sí y ante sí por quienes les
dictaba su opinión : esto era lo que creia de buena fe porque me lo
dictaba mi corazón ; pero después he visto palpablemente que siempre
que ha habido elecciones hay manejos, sobornos , intrigas, engaños
y otras mil cosas. Los principios que yo profesaba entonces podrían
pareoerme buenos : podria parecéruielo también que no hubiese nin
guna fuerza armada donde se hiciesen las elecciones; pero la expe
riencia me ha hecho ver que para contener á ciertos genios un poco
díscolos, para mantener el órden y para asegurar la libertad de los
electores conviene que haya alguna fuerza armada: en lo cual tengo

los mismos principios que entonces , porque las circunstancias hacen
muchas reces que uno varié de opiniones.,
Ademas, si el Sr. Heros creía que debia mantener siempre las
mismas opiniones á pesar de lo que la experiencia hablase en contra,
S. S. se ha equivocado: dice que no tengo ahora las mismas opinio
nes que entonces en cierto punto yo se lo confieso francamente que
es asi , y me glorio de eso. Entonces , señores , la Constitución del
año 12, la cui.1 llera al final entre otras mi firma, no establece nada
masque una Cea mará, un Cuerpo legislativo; y al cabo de años de ex
periencia hemos renido á parar en que todo el mundo reconoce la ne
cesidad de que hará dos Cuerpos legislativos, l-s decir, de que haya
ud Senado y un Congreso.
La Constitución del año 37 lo establece asi : y el Sr. Heros, que
ha sido uno de los autores de dicha Constitución, tendrá que confesar
que es retrógrado como yo (risa*), porque la Constitución del año 12
tenia 284 artículos y la Constitución del año 37 no tiene mas que
77 y nno adicional: han quedado , pues, separados 216 artículos de
la del año de 1818 ;*y si esto es ser retrógrado, yo digo que en este
sentido soy retrógrado , y me honro mucho con eso : cangrejo, como
se me quiere llamar. (Risas.)
Yo no estoy ahora por la Constitución del año 12 ( por la que es
taba en otro tiempo): ahora estoy por la de 1837, que también he
jurado como aquella ; pero mientras existió la Constitución de 1812
he sido fiel á ella, fiel á mis juramentos, y no habrá nadie que me
pueda decir que he fallado á ellos. La nación se ha dado otra Cons
titución, que es la de 1837: la he jurado porque era mi deber, la he
guardado y la guardaré, y por eso no pienso ahora en ciertos puntos
como pensaba el año de 12: ya no estoy por ella como he dicho,
ya no estoy por el roto universal, ¡no señor ! mas yo aseguro á S. S.
que cualquiera que sea la diferencia de nuestras opiniones, no debe
esto servir para que nos encarnicemos los unos con los otros: yo be
dicho que no tengo odiosidad á ninguno de opiniones contrarias, que
he respetado las suyas; pero yo también deseo que se respeten las
73
niias: yo he procedido con aquella buena fe que siempre he pro
curado.
El Sr. Heros se ba extrañado deque no eran admitidos los progre
sistas en ciertas reuniones que han tenido los moderados; pero yo debo
decir á S. S. que los progresistas han tenido conrites en que no lian
contado con nosotros, como los que ha habido en el teatro de Oriente,
á donde jamás ha ido Un Senador moderado, y estas son pequeneces
que no merecen la pena de sacarlas á cuestión, y menos el que el señor
Heros haya votado en pro ó en contra del mió: uno y otro valen muy
poco; uno y otro son los de la mayoría; pero yo no trato de alargar
esta cuestión, y he contestado alSr. Heros para que no crea que yo he
apostatado.de la causa de la libertad ; y digo que nadie será capaz de
decirme á mi que he dado medio paso atrás."
A petición de un Sr. Senador se preguntó si el punto estaba sufi
cientemente discutido , y se resolvió afirmativamente.
Puesto en seguida á votación el dictámen quedó aprobado.
Asimismo lo fue sin discusión el relativo á la exposion del señor
conde de Fuñonrostro y otros. (V¿ase el Diario núm. 8, sesión del 7
de Abril.)
Previo anuncio del Sr. Presidente, y precedido de los Sres. Se
cretarios Onis y Torres Solaoot , entró á jurar el Sr. D. Domingo
Sánchez Morales, Senador por la provincia de Granada.
El Sr. PRESIDENTE: Mañana se reunirá el Senado para conti
nuar los asuntos pendientes. »
Ciérrase la sesión.
Eran las cinco. i
RECTIFICACION. En el Diario núm. 9 , sesión del día 12 del
corriente, plana 9 , col. lí , lín 41 , donde dice: entraron á jurar los
Sres. Chacón (D. Pedro) &c, léase: entraron á jurar los señores
Moja &o.
■
 NÚMERO 11.
>- . « ' >lll -"r >-rn •' : i .•!-(..:
ni ■ f' ■ f
. i a >. .1 ■■'
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 14 DE ABRIL DE 1841.
Abierta á los doce y veinte y cinco miuutoi, el Sr. Secretario
Onís leyó el aeta que fue- aprobada. .. _
£1 Senado quedó enterado i
De una comunicación del Sr. D. Ramón Ciscar y Agramunt,
Senador por la provincia de Lérida , en que con fecba 9 del corrien
te contesta desde Barcelona á la invitación que en 29 de Marzo últi
mo se le hizo para que se presentase á tomar parle en las delibera
ciones del Senado, y expone que lo verificará tan pronto como haya
arreglado negocios de gravedad que tiene pendientes ¡ y al mismo
tiempo manifiesta au adhesión á la protesta que varios Sres. Senado
res de la mayoría de la anterior legislatura hicieron en 27 del ci
tado Marzo y de que se di ó cuenta en la del 29.
De otra del Sr. D- Antonio Arguelles Mier , Senador electo por
la provincia de Oviedo, á, la que con fecha 5 del corriente desde
Buelgas ( Asturias ) acompaña un documento que acredita el es
tado de tu salud , y hace presente la necesidad en que se halla de
tomar baños minerales en fin de Mayo próximo , ofreciendo presen
tarse en el, Senado tan pronto cuino le sea posible.
7 Se acordó archivar , y acusar haberse recibido con gratitud dos
ejemplares de la Guia legislativa de la Hacienda pública para el uso
de las comisiones del Senado y demás fines que convengan, que con
oficio de. 13 del corriente remite el señor director general de Rentas
provinciales. ■ 7-.i1 . „ .. ' |,,.
£1 Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. Senador
D. Rafael Caá maño y Pardo, fecha 1 1 del corriente, en que manifies
ta que no habiendo podido asistir á la sesiou del 12 del actual, y
habiendo visto el discurso pronunciado por el Sr. Carrasco en la dis
cusión del dictamen de la comisión sobre la varante de la Regencia,
se adhería en un todo á lo expresado por el mismo señor, pidiendo
por último quedase consignado su voto contrario al dictamen de la
comisión. . . . , ,,;-,¡i i t.
e¿¡e acordó constase en el acta. , ,, . ;.
*El Sr. PRESIDÉNTE¡: La comisión de Actas tiepe la palabra.
£1 Sr. ü.\ DO VILLA : La comisión de Actas tiene despachados
dos expedientes, pero se esta poniendo en limpio el dictamen de uno
de ellos,.y luego dar» cuenta de su informe si el Sr. Presidente tiene
por conveniente concederla el uso de la palabra.
. £1 Sr.; PRESIDENTE: Orden deldia: discusión de los dictá
menes de la comisión sobre la necesidad de haber reunido en una
misma persona los mandos político y militar en algunas provincias,
J sobre el de la suspensión de la ley de Ayuntamientos.
EISr. SAN MIGUEL : Pido,que*se leau los artículos 71 y Sá.del,
reglamento." ., , .,, .. >r. ,_ ,; (1
Se leyeron. I . .'i - >.,,,. .. . .,
El Sr. SAN MIGUEL t- Señores., nadie negará que el dictamen
que se presenta . ahur* h discusión sobre la suspensión.,de lo. lejf, pp
Ayuntamientos ea de .mucha gravedad,eyrq,ue.uo, puede meqqj de
talar comprendido ep el articulo que se acaba., de leqrv>: ■
Este dicUnifii, que se lia .impreso cu el t> ./.- tasfsjqn de c;t-
tes de ayer, no lo.b,e reeibido hasta hage u,n rato que.$e. ups ha.xf.f,
partido; es decir, que no ba mediado el licuarto que señalan, psos arr
S.—TOMO I.
75
•> . 1
vi
,.1 ¡ • '! . ¡
DE CORTES
ticulos repartiéndolo á los Sres. Senadores y señalando después día
para la discusión.
Por otra parle se trata propiamente de un proyecto de ley ; por
que tanto importa el establecimiento de una ley como la derogación
de otra , pues han de llevar los mismos trámites; y que es deroga
ción de una ley fácilmente se concibe por el decreto de la Regencia
provisional dado en Octubre de 1840 , que dice asi (leyó). Consi
guientemente, esta es una derogación expresa de la ley de Ayunta
mientos, y asi debe de estar comprendida en el art. 95 del regla
mento, en el que se acuerda que los proyectos de ley hayan de im
primirse, y después de tres dias, en que consecutivamente ha de anun
ciarse su,discusión , proceder á ella, que es lo que se ha hecho siem
pre en este Cuerpo.
Todos saben , y se nos ha dicho muchas veces, que los reglamen
tos son las garantías de las minorías; y creyendo yo también esto,
me parece que el Senado no tendrá inconveniente ni grande interés
en que se discuta hoy este dictamen : por lo que me atrevería á
rogarle que suspendiera su discusión para mañana ú otro día, ya
por ser asunto de importancia , ya porque importa la derogación ó
suspensión de una ley , no sólo sancionada , sino publicada en ambos
Cuerpos colegisladoree, . | .- :, . ,„ . ,,
Ruego, pues , esto al Senado, esperando que no tendrán mis pa
labra-, por oposición al Gobierno. Yo, por mas que. alguno crea
que estoy ofendido del Gobierno, sé que pueden en mí , mas que los
sentimientos personales, el amor y la justicia al bien general. Deseo
que el Gobierno tenga medios para gobernar , y conozco que para ■
esto necesita el auxilio de los Cuerpos colegisladores. No estoy en
ánimo de hacer oposición al Gobierno, estoy pronto á darle todos
los auxilios que necesite; sin que esto me prive en algunos casos v
con la moderación posible impugnar lo que tenga por conve
, niente, .i! ■■:••«>. i - ,
. :. Asi, pues, pido que se suspenda la discusión de este dictamen. ¡
El Sr. LASAÑA: Señores, la comisión no tiene inconveniente en
que se suspenda esta discusión; pero no puede menos de decir á ta
nombre que lo que pide el Sr. San Miguel no está en su lugar, pues
podría haberlo diobo cuando habiéndose dado cuenta del dictamen
de la . comisión se preguntó si quedaría sobre la mesa. Tres dias liat
estado sobre ella , y yo creo que los Sres. Senadores han tenido tiem
po suficiente para enterarse ; y que habiendo llegado el momento de
la discusión, no había para qué pedir que se suspendiera; esta.á causa
de haberse faltado al- reglamento porque na se hayan seguida algu
nos ti mi i tes de este. ,i . .ii¡. ,> .- • ■ . * i i .•
Repito cpie esa petición hubiera «stado en su lugar el día1 que se
üó cuentu del dictamen. ivl . i • I vtiiO .n tfn ' '¡i
- El Sr. SAN MIGUEL: De este dictamen parece que se dió cuentu
en. la sesión del 7. Yo no he podido. asistir aquel día al Senado por
hallarme indispuesto, y he visto después ea la lectura del Jiiari»
que ae pidió quedara sobre la mesa : esto es cosa muy natural; pero
no se ba tenido presente el articulo del reglamento, acaso invoh.nia-
rian lentu . porque Ind. >s los dias no cede qué estamos i.:yend» el rc.m-
mento y lañemos ovutinuauicnle equivocad j:.e>. >' leniigui ir. .'il.m . -
lo
——
no me parece que por mi parte haya culpa porque do me hallé pré concordancia con la Constitución , porque no lo estaba ni podia es
state , y por lo Husmo no pude. manifestar cuálera mi deseo. tarlo la que i^Í4 CB^FevAa djJr dr Eebrero de 1823. Yo no quiero
£1 Sr. LASAÑA : La comisión, puesto que ha hablado de esto el analizar en manera alguna esa ley, ni hablaré de ella; pero solamente
Sr. San Miguel , es preciso que diga no haber visto una derogación diré que es enteramente heterogénea con el espíritu, con los principios
de la ley de Ayuntamientos, sido una suspensión ;. y-asi es como lo de la Coostitucioij que nos regia, porque estaba calcada sobre las bases
expresa el Gobierno en su decreto. Es verdad qué ídice la presentará de la Constitución del ano 12, y nadie hay que ignore que la Consti
i las Cortes para hacer las modificaciones que tengan por oportunas; tución de 1837 está fundada en otras bases enteramente diversas á
pero entretanto la ley no se deroga, sino que se suspende. * las de l« de 1812.
El Sr. PRESIDENTE : Es positivo que cuando se dio conoci En fin , el proyecto de ley de Ayuntamientos que propuso el Go
miento al Senado del dictamen de la comisión se pidió que quedase bierno el ano pasado, después de discutido y después de varias modi-
sobre
que nolaestaba
mesa, en
y elel Senado
caso queaccedió á la petición,
ha manifestado juzgando
el Sr. desde luego
San Miguel. yjrficaciones
LJ.H* • y adiciones <¡ue se hicieron en sus artículos, fue aprobado y
decretado por los dos Cuerpos colegisladores y sancionado por S. M.;
En cuanto á que se difiera su discusión , no tengo la menor difi y sancionado por S. M., quedó ya una ley que merece todo el respeto
cuitad por mi parte, y se puede preguntar al Senado." y veneración, no solamente de todos los españoles, sino también de
cha la pregunta , el Senado acuerda por la negativa. las Córtes y de^izijsmp Gobierno ,.J?°r mas que se hayan, cambiado
El Sr. PRESIDENTE: Va a pasarse á la discusión del dictamen las personas.' , ,• \
de la comisión sobre la necesidad de .haber reunido en una sola per Dicese en el documento que he citado (lee). Sobre este punto ya
sona el mani» militar y político en algunas provincias." V se ha hablado bastante en -el -dla-dfe ayer por los Sres. Caueja y ji-
Se leyó el dictamen ( fcase' el Diario nítm. 8, sesión del dia 1 de mas que han tratado este particular. Que cualquiera individuo antes
¿4bril), el cual fue aprobado sin discusión. de sancionarse la ley hubiese defendido que era contraria al art. 70
El Sr. PRESIDENTE: Abrese la discusión sobro -el dictamen de la Constitución, no- la ley, sino un solo artículo de ella, yo lo com
acerca de la suspensión de la ley de Ayuntamientos." prendo bien y lo concibo; pero que después de sancionada una ley,
Se leyó' el dictamen (fe'asc el Diario núm. 9, sesión del dia 12 aprobada por las Córtes, se diga todavía que es contraria i tal ó tal
de ¿ábril.) articulo de la Constitución , yo no_lo puedo comprender, y no puedo
El Sr. LASAÑA: Me parece que debia suspenderse esta discusión dejar de reputarlo por una heregía política.
hasta que se hallase presente el Gobierno. {Entran en el salo 'Xd's Corles, señores, con la Corona no pueden infringir la Consti
ñores Ministros de Gobernación , Guerra y MarinaA- — tución de ninguua manera ; y si otra cosa se cree ó puede sentarse,
entran los Sres. Ministros y considero excusado prose •j digo- que la Constitución de nada sirve, que son nulos los poderes
~E1 Sr. SAN MIGUEL: Señores, yo no venia preparado para ha que ella tiene establecidos. En opinión particular cualquiera podrá
blar en esta materia, porque creia que era asunto que no podía dis abundar en su sentido; pero la autoridad pública no puede tener sino
cutirse hoy por las razones que he manifestado ; pero me veo en la la opinión de la ley, que es preciso se sobreponga á todas las opinio
necesidad de improvisar algunas reflexiones en contra del dictamen nes particulares.
de la comisión , porque conforme á mis juramentos debo obrar se ¿Una sentencia ejecutoría dada por un tribunal en forma le
gún loque juzgo conveniente al bien general del piis. k¡ 'n ¡ gal no debe llevarse á efecto por los nuevos Ministros que en él ha
No es mi ánimo, como he manifestado antes, nacer oposición al yan entrado, por mas que les parezca injusta , contraria á las leyes
Gobierno, pues que por mi parte ¡estoy dispuesto á darle todos los y al mérito de los autos? Sabido es que de una sentencia ejecutoria
auxilios necesarios para gobernar, porque sin Gobierno , sea el que se dice comunmente que facit rotunda cuádrala; ct cuadra rotunda.
fuere su origen, no puede haber sociedad, y ha de ser Gobierno ¿Y habrá de tener más valor, mas fuerza la sentencia, la opinión
fuerte tanto para poder mandar sin estorbos, como para hacerse obe de uno ó muchos particulares que la opinión , la sentencia de la
decer de los subditos. Consiguientemente Cualquiera cosa que diga ley, formulada, pronunciada por la autoridad pública competente,
en este particular no es con el objeto de hacer increpaciones á los por el poder legítimo del Estado'? No extrañaría yo que el Sr. Cor
Ministros que componen el Gobierno provisional , pues por el con tina en conferencia particular , como persona privada , sostenga y
trario quisiera por mi parte auxiliarles con todos los medios posi defienda su antigua opinión de que el articulo de la ley que concedía
bles para que gobernasen con justicia labrándose la felicidad de la al Gobierno la facultad de elegir y designar alcalde entre Jos nom
nación. Pero para oponerme al dictamen de la comisión me basta brados por el pueblo p ira individuos del ayuntamiento es contrario
solo examinar los motivos que el Gobierno ha manifestado ed su re al art. 70 de la Constitución; pero me choca qne persista y ratifique
solución de suspender esa ley, pues en mi juicio son harto débiles esta su opinión en un escrito oficial , como Ministro y persona del
para haber tomado esa determinación. (El Sr. Heros pide la pala Gobierno. Si una sentencia judicial es una verdad legal, aunque sea
bra en contra.) Las Tazones que ha tenido el Gobierno están recapi contraria al sentir común de todos los hombres; si habiendo decla
tuladas en la exposición que precede al decreto del Gobierno pre rado inocente un tribunal al que ha sido denunciado y acusado como
sentada por el Sr. Ministrd de la Gobernación , que principia asi (lee). culpable, ninguno puede objetarle que loes pur masque todb, el
Señores, la ley de Ayuntamientos ha sido efectivamente desgra mundo esté persuadido de que ha perpetrado el robo , el homici
ciada; sábense muy bien los obstáculos, impugnaciones y contradic dio &c, ¿tan poco valdrá que las Córtes, qne la Corona, hayan de»
ciones que ha sufrido , no solamente en los Cuerpos colegisladores, clarado auténticamente, autoritativamente que esa desgraciada ley
tino también en varios periódicos que se han declarado en contra de no es contraria á la Constitución , que todavia un Ministro después
ella, si bien tantos ó mayor número de ellos la han defendido y sos ha de poder afirmar lo contrario en un documento ministerial y
tenido; pero yo pronostico, y quiera Dios que no se verifique, qne proponerlo como razón y motivo para suspender la ejecución de la
acaso hallará la misma contradicción y la misma suerte cualquiera ley ? Si esto es tolerable ; si esta doctrina puede prevalecer en el Go
otra ley que se proponga acerca de la materia á los Cuerpos legisla bierno cuando se cambien las personas , la Constitución no será mas
dores. Y verdaderamente, señores, no puede ser otra cosa, porque que un papel mojado, un instrumento que sirve para actos, para ob
queremos dos cosas que son inconciliables entre si: quiérese por una jetos contrarios, y el poder legislativo será un poder de palo, una auto
parte que los ayuntamientos tengan una gran extensión y una grao ridad en el nombre que en lugar de merecer respeto seria un objeto
latitud en sus facultades; que sean lo que algunos se figuran que de burla y menosprecio.
eran en los siglos XIII y XIV ¡ y por otra parte todo el mundo está Pero, spñores, ¿es tan cierto y evidente que en la ley de Ayun
convencido de que esto seria un retroceso en los adelantos que ha he tamientos últimamente decretada por ' las Córtes y sancionada por
cho la ciencia de la legislación para montar sólidamente una monar S. M. se infringía el art. 70 de la Constitución? Yo sé bien que
quía constitucional. Asi digo que cuantas leyes de Ayuntamiento se asi se ha sostenido y defendido por muchos, aunque acaso no por
presenten es muy dificil que dejen de sufrir impugnaciones y ata todos con igual buena fe; mas también tengo derecho á manifestar
ques fuertes, mientras no se abandonen esos recuerdos históricos de mi opinión particular. He votado esa ley, no porque no hallase en
los tiempos de los Enriques y de los Juanes, y nos atengamos á los ella defectos é imperfecciones, sino por :la necesidad de plantear
buenos principios que la ciencia ha demostrado. una que estuviese en armonía con la Constitución, y que propor
Desde que se publicó la Constitución del año 1837 se reconoció la cionando á los pueblos todas las ventajas del Gobierno municipal
urgencia de establecer una ley de Ayuntamientos en armonía con la dejase expedita la acción del poder supremo en la ejecución de las
misma Constitución; no hablan todavía cerrado sus sesiones las Cor leyes generales , y para la administración general del Estado. Si
tes constituyentes , y aun muy luego, después de haberse publicado hubiese visto en ella esa contradicción constitucional no la habria
la Constitución , cuando se presentó nna proposición ó se hiso una votado; pero habiendo examinado todas las objeciones que se han
moción , no por uno , dos ó tres , sino por muchos Diputados , para puesto, todos los argumentos que se han presentado para probar
que ínterin que te formase una ley municipal enteramente conforme que en el art. 45 de la ley se infringe el 70 de la Constitución;
con la nuera Constitución se restableciese la dada en el año de 1835 cuanto mas he meditado sobre este punto,' cuanto mas he reflexio
por el Gobierno con autorización de los dos Estamentos; proposición nado todas las razones y argumentos de los adversarlos, tanto mas
que fue apoyada y muy recomendada , pero que no tuvo efecto, por me he convencido de que su opinión era errónea , tal ves de que era
que cesaron en su misión las Córtes de 1836: se abrieron inmediata facticia i interesada en alguno para miras ulteriores. No por eso
mente las Córtes constitucionales en Noviembre de aquel año , y en censuraré la conducta de los que han procedido ep sus votos conforme
este mismo sitio dos señores que se sentaban en aquel lado (señalando á sus opiniones; pero cuando estoy convencido de una cosa , después
los bancos de enfrente), y que seguramente sin necesidad de nom de haberla bien examinado, mí opinión vale tanto para mi como
brarlos son conocidos como gefes y caudillos de lo que se llama par la suya propia para cualquier otro; y de esto nadie tiene que ofen
tido progresista, han instado y han interpelado al Gobierno para que derte, porque yo tampoco me ofendo de que otros piensen de di
una ley de Ayuntamientos que estuviese en armonía , en verso modo,

Bfo sostendré shors precia»»»» le »¡ Ib designación de lo» alcalde»
por el Gobierno entre Ja» persuoas elegida» por el pueblo seria lúas ó
menos acertada , mas á menos conveniente y .veritajosa para los mis
inos pueblos y para otro» objeto» del servicio público, porque esta es
cuestión de pura *x periencia í*i q u» t» 1 ves no| -puede darse una de
cisivo general; mas ei que uta contrario: á lo que la Constitución
diré en «a arí. 70 es loque no puedo comprender, y sobre lodo que
rea político el asegurarlo asi en un. documento ministerial después
que las Córtes y la Corona lian dado una decisión contraria. Su au
toridad es infalible, hablando legalmente, y debe serlo, porque si
eso puede hacerse hoy con esta ley se hará mañana Jo mismo con
Otra; y abierta esa brecha á las leye» , ¿qué es de la Constitución?
¿ Qué del poder legislativo ? ¿ Qué del Gobierno , del orden público,
déla existencia social? La ley se ha discutido, se ha debatido cum
plidamente en uno y otro Cuerpo con presencia de todos los argu
mentos , de todas las razones en pro y en contra ; se ba sancionado
por S. M. con pleno conocimiento de . todos estos precedente». ¡ Y á
pesar de todo esto se suspende su ejecución porque el Ministerio dice
que es contraria á la Constitución! ; . ,'
Sigo la revista de la» razones presentadas por el Sr. Ministro para
«pedir este decreto {lee). Se añade y propone por gran apoyo la
«posición que han hecho los pueblos á dicba ley queriendo conser
var sus derechos , sus franquicias y lu que dicen sus libertades ; pero,
señores , todo» sabemos lo que son lo» pueblos; liahlan en esta mate
ria sin tener ningún conocimiento de ella: yo no conozco absoluta
mente otros medios para que se manifieste ia opinión sino dos: las
Córtes y la prensa; en esta ya hemos visto cuánto se ba divagado y
cuántas divergencias ha habido sobre este particular, defendiéndola
uno» é impugnándola otros periódicos. En las Corle» también sabe
mos loque ha habido. Los pueblos no saben cuáles sou ó deban ser
las facultades y atribuciones.de los ayuntamientos; ignoran de lodo
punto la legislación municipal y se atienen en su» negocios á lo que
han visto practicar, á las tradiciones, y prescinden enteramente de
principios teóricos y de recuerdos históricos. ¿Saben los pueblos lo que
fueron antiguamente ros ayuntamientos? Apenas lo saben los erudi
tos porque las leyes están muy escasas acerca de esta materia , y
lo» monumentos históricos están pocos acordes y dejan muchas incer-
tidumbres. .: •> ■ ; ¡
Lo» siglo» xni y xtv y parte del xv, en que los ayuntamientos
de algunas ciudades hicieron gran papel, fueron tiempos de mucha
turbulencia , de desorden, casi-y sin casi de anarquía ; y solo en
tiempo de los Reyes Católioos, cuando la monarquía adquirió vigor y
fuerza y una forma regular, «ju dió también alguna organización i
los ayuntamientos. m,i_. !•••>•
Mas ios pueblos nada do esto saben , y saben solamente por lo que
han visto y experimentado que todos su» negocios municipales, lo»
acuerdo» y deliberaciones de sus ayuntamientos estaban subordinados
enteramente á la autoridad superior de laschancillerias y audiencias,
de su» presidentes , de los intendentes , de los corregidores, y sobre
todo del Consejo de Castilla, cuya autoridad era omnímoda y abso
luta en el gobierno interior de los pueblos. Yo no creo, pues, la re
pugnancia , la oposición que se alega por parte de esto» para recibir
la nuera ley de Ayuntamientos, Esa oposición es aparente; es acaso
de unos pocos que quisieran mandar en los pueblos con total inde
pendencia del Gobierno.
Sobre todo, la opinión de los pueblos, fuese cual fuese, errada ó
acertada , no podia ser de ninguna manera razón bastante para que
decretada una ley por las Córtes y sancionada por S. M. dejase de
ponerse, en ejecución , cuando de otra parte la reclamaban la necesi
dad y la urgencia ds poner el gobierno municipal en armonía con
la administración general del Estado en . el sistema de la Constitu
ción vigente.
Se dice también, señores, que ha habido representaciones en contra
de esa ley dirigidas por muchas diputaciones ú otras corporaciones
populares. Todos sabemos lo que esas representaciones significan y
▼alen. Yo era individuo de una corporación que en el año de 1823, á
Sropuest'a mía y sin que me hubiese costado ningún trabajo pcrsuü-
irlo, dirigió una congratulación muy expresiva y patriótica á las
Córtes y al Gobierno con motivo de las famosas notas que en aque
lla época pasaron entre nuestra corle y otras Potencias extrangeras, que
amenazaban nuestra independencia : pues ese mismo cuerpo , y no
poco numeroso , seis meses después representó en sentido contrario al
Gobierno intruso, al Gobierno usurpador que se apoderó del poder
absoluto de la nación, á la Regencia instalada en el mes de Mayo por
el extraogero duque de Angulema con la fuerza de sus armas. Esto
son las representaciones colectivas en las oscilaciones políticas i hoy
en un sentido, mañana en otro contrario; razón por la que no debe
atenderse á ellas, pues en ningún tiempo , en ninguna época son hi
jas de la convicción propia, de los sentimientos individuales de los
que aparecen firmantes. Esas exposiciones son siempre amañadas. Sá
bese cómo se proponen , cómo se- adoptan , cómo se apoyan , porque
generalmente hablando, los hombres de cierto continente, de cierto
carácter moderado y pacifico, son inertes y no tienen valor ni ener
gía para negarse á una cosa que se propone por otros mas fuertes y
atrevidos como plausible y conforme con las ideas y opiniones do
minantes. Yo no quiero entrar ahora en el examen de cómo , en dón
de y por qué medios s« habrán preparado y dispuesto esas reclama
ciones y exposiciones ; artificiosamente , si, artificiosamente (y aquí
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viene mejor el artificio qu» en el dh> pasado) contra 1» lev de Ayun.",
lamiento»: no quiero meterme en eso; pero el Gobierno, que debiera
hacerse siempre superior á gestiones .ilegales, á los intereses de par-,
tjdo, parece que las ha apreciado sn¡ mucho, y las hizo valer para
que sirviesen de apoyo á la suspensión de, la .ley., de una le.y qúeS. M^
había respetado, porque asi lo exigía la observancia de la Constitu
ción, que llama ley á lo que las Córtes decretan, y sanciona la Corona.'
Ya se dijo ayer, y yo no puedo menos!. de reproducirlo de al
guna manera en el dia de hoy , .cuánto, se, ha trabajado, cuánto se
ha representado, cuánto se ha calumniado , con qué fuerza , con
qué vehemencia y con qué calor, para que la» Córtes ordinarias,
quedebian convocarse como establece la Constitución , se convirtie
sen en unas Córtes constituyentes , y particularmente en que se
abriese una sola Cámara, con supresión del Senado,. ó que ál, menos
se hiciese una renovación absoluta de tocios sus individuos, y no por
terceras partes como previene la Constitución. Sin embargo, el Go
bierno ha tenido bastante energía , bastante firmeza , bastante pre
visión , en lo cual le doy las gracias , par3 B° acceder á todas esas
pretensiones ilegales, para rechazar todas esas solicitudes que tenían
tendencia á prolongar indefinidamente la revolución, con riesgo de
cSer-en una anarquía : yo digo que me congratulo mucho con los
Ministros que componen el Gobierno por, esa.jfirraeja que ha desplega
do; y no se crea que digo esto porque se rué, haya conservado este
puesto, no. Nadie mejor que yo sabe la pureza de rn^s..intenciones
en este punto: comprendido en., la primera renovación del Senado,
y nuevamente reelegido en el año de 39 siií hacer la menor gestión
para ello, me hubiera complacido en que me. cupiese el turno de
salir nuevamente
(/{-»«). .. , • en el de 41 , y no ocuparla entonces estos bancos.
Pero, opínese acerca de esto lo que se quiera, el Gobierno ha te
nido el valor y poder que yo aplaudo necesarip para salvar la Cons
titución y hacer que tenga la debida observancia en este punto ca
pital ,-mientras que por los medios legales y. no por la violencia
pueda ser alterada ó reformada. ¿Y no podría tener La misma fuerza
para hacer cumplir y ejecutar la ley de Ayuntamientos á pesar de
clamores de personas particulares interesada» en que no se llevase a
efecto? Los pueblos, señores , son generalmente dóciles y 'sumisos:
los díscolos y turbulentos son siempre en corto número, j solo osr
tentan audacia y osadía cuando advierten debilidad ó connivencia
en' las autoridades públicas. Yo aseguro y estoy bien cierto que en
mi provincia se ejecutaría sin ninguna resistencia ni dificultad, por
mas que tal vez hayase querido hacer entender lo contrario. Conozco
mi pais natal tan bien como cualquiera , y tengo motivos poderosos
para afirmarme en esta opinión. 4} . , .
. JDicese también en el mismo documento ministerial que tengo en
la mano que no puede ejecutarse la ley de Ayuntamientos mien
tras tanto que no se forme la de Diputaciones provinciales. Yo, señor
res, no tengo bien presente todas la» disposiciones que contenia la de
Ayuntamientos porque no la he vuelto á, leer después que se ha san
cionado; pero no puedo atinar cuál es la dificultad que pueda haber
en su ejecución, porque las diputaciones provinciales se gobiernan
todavía por la Jey antigua. ¿ Existen ó no las diputaciones? Nadie
negará su existencia. Pues si existen, claro es que' podrán intervenir,
en aquellos negocios que la nueva ley de Ayuntamientos les atribuye.
De uno ú otro modo, y aunque eso no estuviere en bastante armo
nía, y aun en abierta oposición con otras disposiciones de la ley an
tigua de las Diputaciones, nada importa, porque la ley posterior de
roga la anterior , y la nueva. ley de Ayuntamiento» lo mismo obliga
á estos que á las diputaciones , á los gefes políticos y á cuantos to
quen ó tocar puedan sus disposiciones. Las mismas reflexiones se pue
den hacer con respecto á los gefes políticos, para los cuales tampoco
entiendo que haya otra ley especial , que designe sus facultades j
atribuciones que la de 3 de Febrero .de 1823.
Está bien que se dé nueva forma y organización i las diputacio
nes provinciales : que se arreglen de otro modo sus atribuciones: arte
se haga lo misino con los gefes políticos; pero entre tanto, pues exis
ten los gefes políticos y existen las diputaciones provinciales, yo al
menos no encuentro ningún embarazo, ninguna dificultad en que
los gefes y las diputaciones desempeñen en jos negocios del gobierno
municipal de los pueblos aquellas funciones que se les designan res-,
pectivamente en la ley ya sancionada. Y sobre todo , porque alguna
particular disposición fuese inejecutable mientras no se arreglen nue
vamente las diputaciones provinciales, ¿ lo serian todas las demás?
Esta observación me conduce naturalmente á otra. Yo tendría menor
dificultad en aprobar el dictamen que se eos, presenta si el Gobierno
se hubiese limitado á suspender la ejecución de la ley solamente en
alguno de sus artículos, ese ó esos en que.se dice infringida la Cons
titución. Bien sé que en una ley todas sus disposiciones penen cohe
rencia y cohesión entre sí , como que son partes de un todo; pero sin
embargo , esa cohesión no es siempre esencial , tal que quitado un
articulo queden desvirtuados todos; los demás. Dejando á los pueblos
todos la facultad de designar sus alcaldes, como lo concedía la ley á
los que no excedían de 500 vecinos, que fue el punto capital de con
troversia y de discordia, la ley quedaba todavía muy1 útil j muy
ejecutable.
Ninguna ley se discute aquí ni en el otro Cuerpo en que no se
reformen y adicionen ó se desechen, no pocos, sino muchos artículos
j sin embargo la ley que se propone queda salva en su esencia;
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en sus disposiciones principales. Y con este motivo digo que uno de chos, y una nación que trata de defender sus derechos no es un par
los grandes embarazos que tiene ' lá discusión de las leyes en los tido. . ■ • >>•■ j «■ . ,
Cuerpos legislativos es el sin número de disposiciones que contie "Que se ba infringido la ley fundamental suspendiendo la ley da
nen. Una 1er que comprende 100 ó '200 artículos es imposible qué Ayuntamientos." Eso no necesitábamos que lo dijera el Sr. San Miguel.
no sufra muchas impugnaciones y tropiezos en su aprobación. En La comisión lo dice 'claramente en su dictirnen: asi lo manifiesta , y
lugar de téner una 'ley diversos títulos y capítulos, valiera mas el Gobierno mismo lo ha reconocido; porque si no, ¿á qué venir á pe
que se distribuyese en otras tantas leyes. Eslo seria muy conve dir la indemnidad y i manifestar las razones que ha tenido para
niente para facilitar su discusión y conclusión definitiva. En mi hacerlo? Hubiese sido un paso intempestivo.1 Nadie dude pues eso;
juicio ninguna ley debiera tener mas de 12 ó 11 artículos , y de pero aunque asi ha sucedido fia única razón que en concepto de la
biera descartarse todo lo que es parte reglamentaria , porque toca al comisión debe "prevalecer sobre todas es la conveniencia pública,
Gobierno jel expedir los decretos, reglamentos é instrucciones condu; y esta exigía esa suspensión. ' * '• . <»■»
centes para la ejecución de las leyes, y asi está expreso en la Cons Ha hablado también el Sr. San Miguel de las opiniones y dife
titución! rentes pareceres que había en' los periódicos sobre si la ley era buena
A pesar de todo, el Gobierno na suspendido la ejecución, no órnala. Esto no significa nado: todos los dias estamos viendo noti
de algunos artículos , sino de toda la ley ; lo que no puedo aprobar cias y aun escritos absurdos que se escriben y se imprimen, y se dan
por mas que se esfuercen todos los argumentos escogitables para razones aunque no convencen á nadie, peto al cabo de escriben; pues
ello, porque sobre ser esto un abuso dé- poder, una mengua, por del misino modo pueden pensar dos> periodistas de distinta manera,
no decir otra cosa, de la Constitución , un menosprecio del poder y decir uno que es buena y otro que es mala , pero esto no probará
legislativo, habrá de seguir por un tiempo indefinido, por un tiem la bondad de la ley. . . .. i .
po muy largo la ley de 3 de Febrero de 1823 sobre todo lo' con Se ha dicho también que loa pueblos no conocen lo que son los
cerniente al régimen municipal de. los pueblos ; ley de la cual se ha ayuntamientos : ¿y cómo han de desconocerlos cua*ndo hace una por
dicho unánimemente por todos los partidos , por todos los que en ción de siglos que con mas ó menos libertad están en el derecho da
tienden algo de Gobierno constitucional, que es enterameivte hetero nombrarlos? ¿No han de conocer los pueblos, tan" celosos siempre de
génea , enteramente divergente con la Conslituoion vigente de 1837, sus franquicicias municipales,- pues el Sr. San Miguel sabrá muy bien
que .todos hemos jurado guardar y observar , y hacer que se guarde que no hace muchos años que en los pueblos de Castilla había unos
y observe. ■» que se llamaban de behetría, en los cuales era preciso probar ser'no-
Mucho mas pudiera añadir si no me don tuviesen ciertos respetos, ble para ser alcalde? ¿ Y S. S. no vé que estas corporaciones popu
y no temiese molestar al Senado. He qoerido-solainénteiindiciir las lares son la autoridad paternal de los pueblos? /,
razones de mi disidencia coo el dictamen de la comisión en el asunto -' Dijo también el Sr. San Miguel para corroborar su idea que una
que se ventila; y concluyo con que por todo lo expuesto y mucho mas corporación, de esta clase que felicitó á los Cortes en Febrero del
que omito, y es fácil dje comprender, no puedo aprobarle de ningún año 23 por las notas dirigidas á las potencias estiangeras, y que des
modo. pués en el mismo año"' felicitó á la Regencia intrusa. Un ,sol¿ ejem
. El Sr. LASAÑA: Señores, la comisión, al presentar el dictamen plo nada vale: si el Sr. San Miguel hubiera dicho que toda la na-
.Jue ocupa en este momento al Senado, está tan 'segura" ;de los faiirta- cíqn , pase; pero uno entre tantus pueblos de Espaiía que se dejara
mentos en que1 se apoya, que cree que rió necesita decir nada en' su dirigir por un mal intencionado, y que forjara eso, nada tiene da'
defensa, porque parece imposible que1 haya quien le- lujpügne. Efec particular; pues como suele decirse vulgarmente, una.golondrina no
tivamente,' señores, parece inconceblMe-que si se atiende al estado en hace veranoi - 1 '. ' ',! ' ' ¡ ■ ■.".-.'■■\ • i . m .• >.
qué se .hadaba la nación cuando la 'Regencia provisional tomó las Dice S. S. que se pidió también en los papeles públicos la supre
rientlás 'del Gobiernd, se puedá hacer un cargo al mismo porhaber sión del Senado, y que el Gobierno no ha querido: ¿y por qué no ha
suspendido la ley de Ayuntamientos. .. (El Sr. fieros: pido la pala querido? Por razones qué yo sé y que á nadie se ocultan j. porqnt
bra en contra) sin que por esto étatre yo á' hablar de si se ha infrin quería respetar la Constitución , y esta dice que las Cortes se com
gido ó no el art. 70 de la Constitución. '' • ,' ' ponen 'de dos Cuerpos colegisladores , el Congreso y el Sonado. Pues
El"Si/ San Miguel ha dicho que no háee mención de esto el dic poé «st-^mrirhó celo de que no se infringiera la Constitución ha
tamen, y al (gobierno .corresponde contestar y satisfacer" las razones suspendido también la ley de Ayuntamientos. .• <■ >• \ ' . •!•!
de S. S.) pero lo que po puede negar él Sr. San Miguel, porque es •" ".Agesta ha dicho el Sr. San Miguel:' ''si había un articulo en esa
notorio' á)'Vtía',os, es que la ley de Ayuntamientos, buenaó mala 6 como ley que no conviniera, ¿por qiié'nd se suspendió ese y otros artículos
Filera, ca'us'á 'én la nación el misino efecto que podia producir un co y no toda la ley? ¿Por qué? Porque si se da la facultad para sus
hete incendiado arrojado en medio de un bosque» Esté es un hecho pender uno ó muchos artículos, tiene que darla para suspender toda
íe lia pásado á la vista' de todos. 7 ' ; *u i . ..i turf. la ley; pues no se puede decir i "él Gobierne «o puede suspender toda
la ley, 'pero sí parte.*" O uno ü ctro: ó puede suspender tai al la ley,
ó'Ho' puede suspender ninguno de sus artículos , que son parte de
la ley. ■ * - , -A -Ha -¡ U. * •„v1> .i-orr- i- .•(
Ha indicado él 3r. San Miguel quc'tiene defectos la ley ¡-de 3 do
(pie eran desoídos sus'cla'rnores, dí'érbn una prueba bien Ostensible de1 Febrero". Yo riie 'alegrara qíié S.'1 S. se oeupaseen-redectar-una-ley-di.
calí érq su opinión en el pronúr/ciamlénto de 1? de Setiémbre,'Jir'ó-> Ayuntamientos, y mucho mas que no tuviera 'defectos, porque m<^
riduciamiéhto , senqres", qiie por mas que se Higa \'y por toas qae al gurfa mente seria urib'éosa'éxtradreflbaTÍaiPorque^ó los ayuntamientos
gunos rligjíri'qVe! nó le reconocen , no se p<iédé?' negar que le hizo eí' flothan de tener atribuciones y han de -ser ioútilesy ó sillas tienen
paefóló; pór'que'¿ qdién le hizo si' no ? ¿ Wo'fút el pueblo él primero h#n dé"tocarse dificOilta'des que -no és fáVil áHahar. ; .-.!•• .i
gritó '' in'ts'derechos antes d't tojo" f'¿ Y lé repriniió,;elI«jilrcito? ". Ha exprésádo el Sr. San Miguel qrie séguiráu por mucho tiempo
El ej.'Tcito^e acordó'uV que era una parte del' pueblo y dió este los ayuntamientos actuales bajo el pia qnevstaq según la ley de 3 de
ejemplo de virtud; hizo ver que no se componía COino artteriormefite Féorero. Bien , señotési ¿y será este un mal mayor que el que se
de á it-lités dé Un tirano, y que si habiari tomado' las armas para uV- ponga en planta una ley de Ayuntamientos que repugna , que re
fend.'r lajlibertad era porque les había Uá'mado la ley , y dijo: "el chaza la nación?' Es menester hacer justicia >á los1 ayuntamientos;
rñiebló q-iiiére sü libertad: ÚnÍJiíohos á defenderla , pues la fiífcrza hasta ahora no ha venido ni el Gobierno, ni la di putarion , . ni na
ciudaMártá es la segunda parte del pueblo'.'" "■' *"■-. die á quejarse de ellbs , ni á acusarlos' de haber perturbado la tran
El Sr. San Miguel ha hecho una profecfa'que podrá salir fallida, quilidad délos pueblos. Yo porto menas' no lo íé.' o»
coradla mayor parpe ¡Je' las que se hacen porque S. S. no tiene' el Ha dicho S. S. , también la comisión se hace cargo de ello , que
don- de'lá infalibilidad. Ha dicho que" Cualquiera ley de ayunta una de las razones que ha dado el t&óbierno para suspeuder la lej^-
mientos será mal recibida. Señores ¿ por qué ? '¿Qué Se deduce de de Ayuntamientos es que todavía ivo se habí» sarJCHWeido la de diJ
air'úi? /Luego son iqcouipalible/s ibs ayuntamientos con la tranquilí1-1 putacioiies próvíiféi'ates y-que no sabia qné cone<cío« podía haber en
dad y libertad delós puebros : proposieidn que es' de todo pnbtóT tre una y otra. I>á hay , y tan intima , que son doW cuerpos popula—
inexacta. ' ' '' "n *'.' ' '"' ' ■' '■' '''' ■' ^ :!••'• , rés qne'depencWh"e! UtíO tlel otrot el ayuntamiento depende. inme
Ha aña'dido elSf. San Miguel qüé'pbí lotfmismos. aulótéS de la diata y exclusivamente de'la diputatelon, yambos <lel Gob¡emo^'3el>
CSrísYiiúciop's'é reedrJoció la neéesicrail de reformad la' ley de Ayunta- poder e*jeéurlvo j y hecllá la ley de Diputaciones ¿ no podiá estar er»
rníentoVy q'le ufi caudillo del'partido prdgresiilá, dirigiendo en aste OoátVarUdéiOh algtind de Siis-articulos óón lo apTobadfo? ¿Osoiquiere
sitióla palabra ,'manrfiestó' la misma necesidad. Y bien': -de que se amc-ldát la'ley de Drpúfseíones precisamente á la de Ayurrtamíeu-
ma'uilestasé áqni' esta opinjorij dé que se manifestase éír-el Congreso*' tos? l&toV señ'oTé's ^ n\e parece qúe estabs fuera del órd»o."i'-' hi c,
por medid dé' lo» papeles' públicos que la ley efe ~o'Ét Febrero río esta- -"'H* 'díche «l \Slr:"Stfn Miguel que se ita: infringido 'la ley funda
bi'iti ¿oiiionancTa con la Constitución de 1837,' ¿Sé lin de inferirle mental suspendiendo la ley dé Aynntamientos.1 x^ta -ei iina verdad;
la que' sé' jiresentó era Podra1
.buenaMuy? ' No': 'irUóVf lúegd dé'3 eSte 'afgnuientto no pero ya he 'dinhB''ttna-ríe'lHS ra;Zone» q;ue ha tenido' presentes la cornil
tiéhéJ'rVíiiguc!a fuerza. 'bleVla'iey de Febrero 'fíner- ¡síoii.'Sb; difce que se Rprueba la¡eonda>eta del G-obimio , porque asivW
deféctoí ¡ jjr'óícred Wtíe'to^ íie.rié; pero pfjr Vsfo cualquiera otra ley qúe' 1 exigt» iJ tortVenieiúfjin pública'yaure ♦* ouol todo hai'ile'cedper; aun \a%
se" preseíitjse' ¿liar/urde s,é.r*!r]tietib aíunqn.é' cWiWíer* en-' contradicción leye» h^V órfásltoBes-en que'Sc'-sU'spenden » <¿y*poi[ «¡mé'? Porque loexi-
ccVía fío'rlstit'fcWri ? Yo',' 'seííorex ,: r/oüri c'tWasiV ''' • .•■■'•vi {:rii''M.s'doreeh*r de'íos pueblos. ¿IjS CX-igia-entonees", '«ró no? ¿ Cuál
lia hablado S. S. de partidos , y ha usadede la palabra candille!1 er»!et¡r>itado ;en'qrW! se hallaba 'la "nación^? Esa ley ,r como- lie d>icho'¿
réVdiidzc6'linngUyb1,|fórqÉré «¿"soy1 HflnayiaUü 'peíflieiib Uoaendr
aquf^mnn^errtdo^, pni'd,'cs(l^i es"
ípfró" no Ira loriusmlo eii la mipíítfn'el inisrrto efectoJque un oohete'iadéndiada'nr-
la" na*" rojrtdo<«n'urt'-:bo'k(Wi'Esia tiaciow rple 'ta ntas' simpatíoi tenia 09» »ü
cíoft'j'qire pbr 'inedia de Tá4-llcsrrb«lolrI 1» ebíoeido^ue .tierM! cVr»-^. cucrjtó^mU'ni«ipai,;apwiassd-arí<>jó m tea di> discordia, ;««|B«la'.s«>'jM>e

sieron en combustión muchos elementos : ¿ y este estado podía conti
nuarse? ¿Cuál era la obligación del Gobierno? ¿No era natural / aun
favorable á los intereses de la nación suspender la causa eficiente de
estos efectos ? ¿ Y cuál era esta ? La ley de Ayuntamientos. ¿ Y con
qué fuerza se contaba para llevarla adelante ? ¿ Con la de seis ó siete
Iiersonas , porque no había mas , que se hubieran sentado en las si-
las ministeriales y hubieran dicho: "queremos que se haga esto?"
¿Y estas habían de tener mas fuerza que la Reina Regente, á quien
ademas del respeto que se debia tenia el prestigio de haber ocupado
un trono ? Si el Gobierno , señores , se hubiera empeñado en llevar
adelante la ley de Ayuntamientos , nos hubiera metido en un caos,
y Dios sabe si hubiéramos salido de él á estas horas.
: La comisión ha contestado ya alSr. San Miguel. Si se usa por otro
señor de la palabra para impugnar su dictamen le sostendrá, y con
testará á los argumentos que se hagan.
El Sr. SAN MIGUEL: Debo decir en primer lugar al Sr. Lasa
ña que cuando yo he hablado de una corporación que en 1823 repre
sentó á las Cortes en un sentido y luego en otro á la Regencia intru
sa no hablé de ayuntamientos: ha.blé de una corporación y no la
menté, y ahora diré que no era una corporación popular, sino
literaria. '
No dije yo que si la ley de Ayuntamientos que se ha discutido el
año pasado ha tenido dificultades sea mejor que otra: he dicho que
las mismas que aquella tendrá otra cualquiera , y no porque me ten
ga por de opiniones infalibles, mi opinión es muy falible; pero asi
lo presiento y asi creo que sucederá.
Dijo el Sr. Lasaña que en los artículos de la ley de Ayuntamien
tos había disposiciones contrarias á la de Diputaciones provinciales.
Yo diré que si alguna disposición de la ley de Ayuntamientos era
contraria á la de Diputaciones, claro es que la ley posterior deroga
la anterior; y. no es decir esto que porque se haya sancionado la ley
de Ayuntamientos quedase derogada la de Diputaciones, no : única
mente lo quedaría aquella disposición de la ley de Diputaciones que
estuviere en contradicción con la de Ayuntamientos. Claro es, por
consiguiente, que las diputaciones, mientras existan, tendrán este ó el
otro reglamento para gobernarse ; mas esto no impedía que se lleva
se á ejecución la ley de Ayuntamientos.
Dijo también el Sr. Lasaña que si yo confesaba que tenia facultad
el Gobierno para suspender algunos artículos, la tenia para toda la
ley ; asi es : y yo no he dicho nada en contrario de esta observación,
sin que por eso reconociese facultad en el Gobierno. Lo que dije es,
que ya que tuviese por conveniente usar de su autoridad en esta parte,
que la conveniencia pública y el bien general del Estado exigían , en
mi opinión, que no se suspendiese toda la ley, sino aquellos artícu
los que creyese contrarios; y cierto es que en la ley de Ayuntamien
tos había muchas cosas muy convenientes y muy útiles para cual
quiera clase de principios administrativos. Pues qué ¿la parte de sis
tema electoral que contenia la ley del año pasado no era mucho
mejor que la existente ? ¿ En las facultades y atribuciones de los
ayuntamientos no hay muchas cuya utilidad y conveniencia se re
conoce generalmente? Yo no he reconocido facultades en el Gobierno
para suspender toda la ley ó parte de ella , no : digo que la misma
facultad que tenia para uno tenia para otro; pero que hubiera sido
conveniente que ya que creyese útil la aplicación de los demás artí
culos, lo hubiese hecho.
Por último el Sr. Lasaña, dijo que el pronunciamiento de 19 de
Setiembre había sido causado por el empeño en sostener la ley de
Ayuntamientos. S. S. podrá juzgarlo asi: yo pienso de otra manera;
y oreo que el pronunciamiento de Setiembre estaba decretado desde
23 y 24 de Febrero , mucho antes de que se hubiera presentado la
ley de Ayuntamientos.
El Sr. LASAÑA: El Sr. San Miguel ha manifestado que no ha
bía sido ayuntamiento el que había representado, sino una corpo
ración literaria ; corporación que poco antes había representado en
sentido contrario. Esto probará solo una cosa, y es que esa corpora
ción no tenia opinión ninguna.
El Sr. HEROS: Señores , yo estaba resuelto á hablar en esta
cuestión en pro de la autorización ó en contra de ella según la oca
sión se me presentase, porque ni puedo sostener la doctrina de la co
misión en una parte de su dictamen , ni puedo de ningún modo sos
tener la opinión del Sr. San Miguel, la que desde luego me propuse
combatir en cuanto oí á S. S. Yo esperaba que en esta discusión se
promoviese una gran cuestión de alta trascendencia en el régimen
constitucional , y que actualmente importa mucho para establecer la
doctrina política que en casos análogos deba seguirse.
Yo no entraré ahora á analizar si la ley de Ayuntamientos que se
Sropuso el año pasado era intrínsecamente mejor que la de Febrero
e 1823 que existe. Si se tratara de la franca y libre discusión de
una y otra, aprobaría mucho de lo que tiene la ley de 1823, y com
batiría muchísimo mas lo que tiene la de 38.
En la del año 23 hay faltas; en la del año 10 hay muchísimas mas.
La una estaba en armonía con el régimen queexistia entonces; la otra
no estaba en armonía con ninguno. La diferencia, pues, es capital, y
tanto mas capital, cuanto que la ley del año 40 era inconstitucional en
toda la fuerza de este término, y por consecuencia no podía ni debia
de ningún modo publicarse ni ejecutarse en la parte que atacaba á la
Constitución, y por lo tanto en toda su esencia ; porque no teniendo
facultad el Gobierno para separar de la ley la parte que estaba gan-
S.—TOMO I.
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grenada, era menester, ó destruir toda la ley, ó tratar de ponerla en
ejecución.
En este concepto el Gobierno ha obrado bien y cumplidamente
en no dar de ninguna manera curso á esa ley por no incurrir en la
responsabilidad de que luego me haré cargo.
Sentado el principio de que la ley era inconstitucional, y deque
por mas sofismas y mas artificios que se busquen por los que se de
dican d aprender la jurisprudencia en último término nunca se po
drá sacar que estaba la Constitución conforme con el art. 70, que
dispone el nombramiento de alcaldes del modo que se hizo, se pre
senta en este momeuto una cuestión grave para averiguar qué es lo
que se hace con una ley inconstitucional.
Fácilmente se arroja uno á decir , como el Sr. San Miguel ha di
cho, que la Corona y las Cortes no pueden infringir la Constitución.
Yo combato esta doctrina porque es anticonstitucional, y no es esta
la primera rez que me he levantado contra ella.
Aqui se habló hace dos años de la omnipotencia parlamentaria, y
se dijo que las Cortes con la Corona la tenían , y se dijo por conse
cuencia que podian formar leyes reformando la Constitución. Yo
niego este principio. La omnipotencia parlamentaria solamente se
conoce en Inglaterra , pues los que conocen la teoría del Gobierno
inglés saben que en aquella nación no hay Constitución en el sentido
que damos á la palabra, entendiéndola como un cuerpo de doctrina
en artículos correlativos, sino una colección de leyes, las que unidas
á los hábitos y las costumbres son los que forman la base esencial
del Gobierno de aquel país , y pueden alterarse en cualquier ocasión
poruña ley dada por los Parlamentos. ¿Pero qué facultades tienen
las Cortes y la Corona en España ? Las que provienen de la misma
Constitución; y por consecuencia todo nuestro poder legislativo y
parlamentario se encierra en ella.
Siendo esto cierto, y habiendo jurado 5. M. la Constitución según
la fórmula en que decía que no se cumpliese ni obedeciera lo que
fuese contrario á ella, ha debido el Gobierno disponer que por esta
razón no se ejecute ni cumpla aquella ley. Eslo, señores, me condu
ce á lamentarme de lo que ya en otra ocasión y en otro lugar se re
solvió á pesar de las indicaciones que yo hice. En la legislatura pa
sada se presentaron algunas leyes sancionadas por S. M. en Barce
lona y refrendadas en Madrid por el Ministro que se hallaba aqui.
El Senado recordará que llamé la atención sobre esto , y que no se
me hizo ningún caso. Yo dije que ese testimonio debe ser presencial,
porque da á entender explícitamente que se ha visto poner á S. M.
la firma, que es su verdadera y propia letra, y que por lo tanto no
debia valer el testimonio de un Ministro que se hallaba en Madrid
cuando S. M. sancionaba la ley en Barcelona.
Esta informalidad , esta falta de observancia del principio cons
titucional , de ese principio que en ninguna monarquía se desconoce,
fue todavía mas escandalosa en otra ley que está refrendada por un
Ministro en un día en que ya no lo era.
Hay una ley sancionada el 20 ó 21 de Julio y refrendada por un
Ministro que, según días pasados oyó el Senado, fue depuesto por
un decreto del 10. Esta y otras observaciones que hicimos los que pa
sábamos por anarquistas y por enemigos de la monarquía constitu
cional se desatendieron en aquella ocasión.
La comisión dice en su diclámen que el Gobierno ha infringido
la Constitución. El Gobierno no ha infringido la Constitución : al
contrario , hubiera incurrido en la misma responsabilidad en qua
para mí incurrieron los Ministros que aconsejaron á S. M. la pro
puesta de ley y los que propusieron su sanción.
¿Cómo, pues , la comisión dice que los Ministros han infringido
la Constitución suspendiendo la ejecución de una ley que no era cons
titucional?
La comisión dice en su dictamen que el Gobierno se ha excedido
de sus facultades y que de ello ha dado cuenta á las Córtes. No estoy
yo en que el Gobierno se haya excedido de sus facultades y que por
ello dé cuenta á las Córtes. No , señores : ha puesto en su conoci
miento la suspensión de esta ley , no para pedir una absolución ó
una cédula de indemnidad, sino para que los Cuerpos colegisladores
sepan que esa ley por anticonstitucional no tuvo cumplimiento.
Asi, pues, yo creo que el Senado está en el caso de decir solamen
te que queda enterado, y que sin perjuicio de la responsabilidad en
que pueden haber incurrido los Ministros que aconsejaron á S. M. la
propuesta de la ley, y en último resultado su sanción, quedan losque
componen el actual Gobierno sin ninguna responsabilidad porque no
han incurrido en ella.
Esto es lo que yo me prometía de la comisión y lo que yo espe
raba que resolviese el Senado.
Yo de ninguna manera entro en lo que ha manifestado el Sr. San
Miguel relativamente á los gobiernos fuertes ; pero debo advertir que
no conceptúo otros Gobiernos fuertes que losque obran con justicia,
"justicia ajjirmatur jot'utm" como dice un célebre jurisconsulto.
¿Cómo se han de afirmar los Tronos cuando la corrupción empieza
por las personas que están mas cerca de los Monarcas, y en quienes
recae la obligación de presentarles con lealtad la justicia y la virtud
que deben adornarlos? ¿Cómo se había de respetar la ley de Ayunta
mientos ni ninguna otra después de las revelaciones que se nos han
hecho y que prueban las causas que trajeron las cosas al estado á que
entonces llegaron ?
Repito, pues, para concluir, que el Senado debe decir que el
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 80
Gobierno ha obrado bien sin embargo de la responsabilidad que
pueda recaer sobre los que aconsejaron d S. M. la propuesta y san
ción de aquella ley anticonstitucional.
El Sr. LASAÑA: El Sr. Heros lia dicho que el Senado debe
hacer una declaración en que se exprese que el Gobierno no ba in
fringido la Constitución.
El Senado puede hacerla : la comisión no se opondrá á ello;
¿pero pudo decir esto la comisión? Yo creo que no, y la razou es
muy obvia. Se presentó una manifestación del Gobierno en que
decia : "Yo he tomado esta determinación , y pido que la aprueben
las Cortes." ¿Qué quiere decir esto? Que el Gobierno cree que no
estaba en sus facultades hacerlo. La comisión, por lo tanto, si el
Gobierno lo reconoce , ¿qué ha de hacer? No puede menos de decir
que habiendo faltado el Gobierno i la Constitución, y habiendo
expuesto las razones que le movieron á ello, halla que son justas y
atendibles. Estoes lo que la comisión cree que ha debido decir: si
el Senado cree otra cosa, puede resolverlo como guste.
El Sr/ CARRASCO : Seré muy breve, porque no me propongo
entrar en el fondo de la cuestión. Uso de la palabra únicamente para
fundar el voto que tengo que dar en contra del dictamen de la co
misión.
Yo , señores, en la última legislatura combatí mientras creí que
legalmente podia hacerlo el proyecto de ley de Ayuntamientos y
voté en contra de él ; pero jamás ajé pasó por la imaginación que por'
eso fuese mejor español ni mas amante de mi pais que mis dignos
compañeros que aprobaron la ley.
Yo, señores, leo en la Constitución qne es ley lo que votan los
. dos Cuerpos oolegisladores y sanciona la Corona: leo también que la»
Jeyes se modifican ó anulan por los mismos trámites; de manera,
que fundado en la Constitución, no reconozco en nadie, y muchísimo
menos en el Gobierno, poder para destruir una ley. Si sancionamos
este principio vendremos á destruir él sistema representativos Asi
que , al negar yo mi voto al dictamen que se discute , me fundo en
que la petición del Gobierno que dice que la ley de Ayuntamientos
es contraria á la Constitución es injusta, porque yo niego al Go
bierno el derecho, de calificar de esta manera una ley hecha según
manda la Constitución.
Pero ya que estoy en pie , brevemente me haré cargo de una alu
sión que el Sr. Lasaña ha tenido d bien hacer d mi humilde persona.
Yo, señores, en una de las últimas sesiones ture el honor de mani
festar al Senado con aquella franqueza que acostumbro á hablar
siempre aqui y fuera de aquí ; tuve , digo, el honor hablando del
pronunciamiento de Setiembre de exponer que no reconozco en ella
expresión de la voluntad nacional : esto dije y diré en cualquier
parte en que me encuentre. Si se opina lo contrario , yo, respetando
los motivos que tenga para ello, reconozco tanto derecho en S. S.
para pensar de ese modo como para pensar yo de otro; y aunque
el Sr. Lasaña estuviese diciendo una cosa y yo lo contrario no nos
convenceríamos y de todo ello no sacaríamos nada ; pero Somos viejos
y conocemos las cosas en nuestro pais : todos sabemos cómo se hizo el
pronunciamiento, cómo se preparó y cómo se llevó d cabo ; sin em
bargo, ha pronunciado una expresión, y siento la haya pronunciado
porque me obliga á contestar.
Ños ha hablado de hechos consumados: si señor , los hoy;
pero diré que lo fueron los asesinatos de los generales Canterae y
Sarsfiel ; pero también lo fue.que un ilustre general que mandaba1 y
manda los ejércitos castigó después d los asesinos , que expiaron ese
crimen en un patíbulo. He dicho.
El Sr. LASAÑA) El Sr. Carrasco realmente no ha impugnado
el dictamen de la comisión; únicamente ha dicho casi lo que dice-
la comisión: ha manifestado esta que en su concepto el Gobierno te
habia salido del círculo de sus funciones, y esto es lo que nos ha
dicho el Sr. Carrasco.
S. S. no ha querido entrar en las razones que el Gobierno hú-
biera tenido para ello, y esto es claro; porque dice que no reconoce
el pronunciamiento del 1? de Setiembre, y en esta parte ha sida
consecuente con sus principios.
Ha dicho también S. S. que yo habia hablado de heehos consu
mados. Pero, señores, ¿para qué he citado esto? Yo creo que no
ha sido para decir que todos los hechos consumados eran buenos, ó
debían santificarse. Esta seria una doctrina antisocial.
Por lo demás, como S. S. no ha impugnado el dictamen, nada
tengo que decir.
El Sr. CORTINA , Ministro de la Gobernación : De dos clase»,
seííores, es la oposición que se ba hecho en este din al dictamen de
la comisión que se discute. El Sr. San Miguel la hace consistir en
que^le parece mucho lo que en él se propone, y el Sr. Heros en que
le parece poco. Yo quisiera que estos dos señores se conciliasen y
vinieran á convenir en que se aprobara el dictamen de la comisión, '
porque hay razones, en mi concepto muy fundadas, que asi lo exi
gen , y porque seria peligroso entrar en la discusión que el señor
Heros provoca.
El Gobierno no puede menos de tomar parte en esta discusión,
si bien lo hará con toda la brevedad posible, porque su decoro exige
ue se sepan las causas y motivos que tuvo para adoptar la medida
a e que ha dado cuenta d los Cuerpos colegisladores, y que se haga
rargo de los argumentos que se han presentado para que se niegue
'i aprobación de su conducta que solicita.
El Ministro que en este momento tiene la honra de dirigir la pa
labra al Senado propuso á la Regencia provisional instalada en Va-
lencia á consecuencia de la renuncia hecha por Doña María Cristina
de Borbon la suspensión de la ley de Ayuntamientos basta que
pudiera reformarse y ponerse en armonía con la Constitución del
Estado. Presentes tendrán los Sres. Senadores las razones que exigían,
dar este pato, y reducidus estaban á que en su concepto esa ley era
contraria d la Constitución del Estado, d que ademas era inejecuta
ble en las circunstancias en que se encontraba el pais, y últimamen
te á que, aun prescindiendo de su inconslitucionalidad v de la im
posibilidad de su ejecución , úo era posible ponerla en pr íctica sin
que llegara d ser ley el proyecto de Diputaciones provinciales presen
tado á ios Cuerpos colegisladores y que formaba con el de Ayunta
mientos un sistema completo que no se podia dividir para ponerlo eu
ejecución.
Excusado es, señores, que entremos en la cuestión, tan debatida
en este lugar y en otra parte, sobre si en efecto la ley de Ayunta
mientos es ó no contraria a la Constitución. Yo tengo por mi parte
la convicción mas profunda de que lo es por creer que en ella se ha
contrariado, como dije ayer á otro propósito, el art. 70 de la Consti
tución en sus dos partes: en la primera, porque declarado en la misma
ley que los ayuntamientos se hayan de componer de alcaldes, regido
res y síndicos, y disponiéndose en dicho articulo que los vecinos de
los pueblos á quienes la ley concede este derecho hayan de nombrar
los ayuntamientos, no se concibe cómo la Corona haya de elegir los
alcaldes.
La considero contraria en la segunda parte , por la cual se dispo
ne que los ayuntamientos debeu gobernar los pueblos , pues creo que
de esta facultad que la Constitución les concede de gobernar los pue
blos se les despojaba en la ley de Ayuntamientos, porque en último
resultado venían á gobernar los gefes políticos, como quiera que
unas resoluciones exigian la aprobación expresa de estas autoridades
para ser ejecutadas , y otras la aprobación , presunta que se infería
del silencio que guardaban después de darle cuenta de ellas; de
modo que puede asegurarse que en último resultado el gobierno de
los pueblos venia á quedar en manos de los gefes políticos y no de
los Ayuntamientos. Pero esta cuestión es inoportuna y no es de este
lugar. El pais la ba juzgado ya ; la voz de alarma d que dió lugar
ha servido de bandera para el alzamiento de los pueblos, que no diré
haya sido unánime, porque basta saber que hay muchas personas
aqui mismo que no están conformes con él , pero si diré que ha sido
tal que no ha podido ser contrarestado.
Otra razón que el Gobierno tuvo para suspenderla fue la abso
luta imposibilidad que habia de ejecutarla , porque ye pregunto1 al
Sr; San Miguel. y al Sr. Carrasco, que son los que han hecho la opo
sición, si se habrían atrevido á emprender, en las circunstanciasen
que el pais se encontraba, ponerla eu ejecución. Pongan la mano en
su corazón y digan francamente si creían que habia poder bastante
para emprender semejante obra. Ni se diga que si hubo poder bas
tante para resistir la exigencia de que se disolviera este Cuerpo, pudo
haberlo para ejecutar esta ley ; porque la diferencia es inmensa- bajo
todos los aspectos que te consideré. No habia sido exigencia de los
pueblos al alzarse la disolución del Senado, como lo fue la de la
no ejecnoion de la ley de Ayuntamientos: vino después, y habia una
distancia inmensa ademas entre resistir un Gobierno constituido
conforme á la Constitución del Estado una alteración esencial, en
ella y acceder d que no se ejecutase lo que el Gobierno mismo mira
ba contrario i la ley fundamental; la comparación no procede, paca,
como quiera que haya diferencias muy notables , y que justifiquen
la conducta observada en cada uno de estos casos.
Pero aunque prescindiésemos, señores, de todo esto; aunque con
viniésemos en que la ley no era contraria á la Constitución, y que
hubiera posibilidad de ejecutarla, no temo asegurar, que no era
ejecutable de modo ninguno; porque para que pudiera aplicar»
era indispensable que hubiera llegado á ser ley el proyecte de Di
putaciones provinciales , y que formaba el complemento de un sis
tema que separadamente no podia ponerse en ejecución.
Molestaría al Senado si emprendiese la tarea de examinar todas
las Tazones que lo demuestran; pero sí diré dos ó tres para que se
persuada de ello cumplidamente.
Los Sres. Senadores recordarán qne en el proyecto de Diputacio
nes provinciales se establecía una espscie.de consejo consultivo de los
gefes polit icos , el cual se formaba por elección que es-Ios misinos
gefes políticos hacían de dos diputados, los cuales con este, repito,
formaban esa especie de consejo; que la de Ayuntamientos, teniendo
en cuenta lo que se disponía en aquel , exigía que en ciertos casos
para ciertas cosas el gefe político oyera á esa especie de consejo. A bo
ira bien: si el proyecto de Diputaciones no llegó á ser ley, y ese .
consejo consultivo del gefe político no se estableció, ¿cómo, era pnsi-v
ble que este leconsultase, ni que se cumpliera loque la ley deAy un
tamientos disponía ¥
i Hay mas , señores: sabido es ana la. ley vigente concede á las
■diputaciones la atribucioD de decidir sobró loa recursos de« nnlidad
!d«- elecciones ; asi lo dispone la ley de 3 ule- Febrero <le lS23-.de mo- '
d» que las diputaciones provinciales mientras no se organicen de
otra manera, mientras no se haga otra ley que las psive deesas
atribuciones que hoy tienen, están en el caso de decidir esos recur
sos y fallar sobre ellos. ¿ Y qué es lo que se dispone en la ley da

Ayuntamientos respecto á osla materia ? Que todos esos recursos
deba decidirlos el gefe político. ¿ Y cómo se concilia que baya una
corporación provincial , la cual tenga facultades exclusivas en estos
asuntos, y que otra ley confiera estas mismas facultades á una au
toridad del Gobierno? Esto no es solamente, señores: hay mas to
davía , y pudiera citar muclios ejemplos; pero me reduciré al que
voy á decir , porque me parece que basta.
La misma ley al hablar del presupuesto municipal fija terminan
te é inconcusamente cuáles son los gastos que los ayuntamientos pue
den hacer, y declara que solo estos gastos serán los que se podrán
comprender en el presupuesto municipal y aprobarse en su caso por el
gefe político si no llegan á 100,000 rs., y por el Gobierno si exceden
de esa cantidad ; entre esos gastos no se comprenden los de secretaria
de iac diputaciones provinciales, porque en el proyecto de organiza
ción de estas sedisponia que no hubiese secretarias en ellas, y sus
negocios se despachasen en las oficinas del gobierno político. Ahora
bien: mientras las diputaciones subsistan como hoy están , mientras
haya secretaria que cause gastos, preciso es que los ayuntamientos
de las 'provincias 3 prorata paguen esos gastos; y como la ley sus
pendida prohibe terminantemente qne se pudiera hacer abono de
ellos, ¿cómo podrá conciliarse esto-? ¿Cómo podrán cumplirse am
bas disposiciones á la vez ? Pues de este mismo género hay mil casos
que pudieran servir para demostrar también que la ley de Ayunta
mientos es absolutamente impracticable sin que la de Diputaciones
exista.
De modo que.es evidente, inconcuso que el Gobierno lia obrado
como no podía menos de obrar ; que no había podido menos de sus
pender la ley ; y que haciéndolo asi obró de una manera que será
digna de la aprobación del Senado.
Pero se dice que el Gobierno pudo reducirse á suspender aquellos
artículos que fuesen contrarios á la Constitución, habiendo puesto
en ejecución los -demás. Yo so sé cómo se dice esto, porque si se con
cede que el Gobierno pudo suspender algún artículo, yo creo que las
mismas facultades tenia para suspender todos los demás; pero pres
cindamos de esto poT un momento: al Sr. San Miguel, que ha indi
cado por primera vez este argumento, y que tan entendido es en ma
teria de legislación, ¿se le ha podido ocultar que los artículos de una
ley están tan intimamente unidos por lo común, y lo están mucho mas
rn la de Ayuntamientos, que no es posible suspender ninguno sin
que se resientan todos de su falta?
La ley está fundada en el principio, que es el mas culminante de
ella, de que los alcaldes sean nombrados por la Corona. Pues si el
obierno suspendiese ese artículo de que se trata habría sido necesa-
■o que se hubiese suprimido toda la teoría de atribuciones , porque
1 que formó el proyecto tuvo en cuenta el origen del alcalde para
narrarle las atribuciones; y cuando el origen fuese el contrario, el
Sr. San Miguel no querria que tuviese las que le da el proyecto:
con que preciso era que se hubiese suspendido el articulo en que se
trataba del nombramiento de alcalde y todos los que le eran consi
guientes. ¿ Y qué habria quedado entonces de esta ley mutilada de
laj manera ? Habría quedado upa cosa que no merecería la califica
ción de ley. Era imposible por tanto que el Gobierno hubiese incur
rido en la contradicción de considerarse con facultades para suspen
der parte de esta ley y parí? no: no era posible hacer eso, porque se
ria indispensable haber suprimido tanto que lo que quedara fuera
insignificante, y de ningún modo una ley.
De todo esto se infiere que el dictamen está en su lugar, y que lo
qee ha. pedido el Gobierno es justo, y no puede negársele, bien enlen
didai las circunstancias y situación del país.
Por lo que hace á la segunda clase de oposición que ha hecho el
Sr. Heros, he dicho y repito que yo deseara se desistiese de ella ; asi
lo aconseja la prudencia.
El Gobierno conoce que hizo una cosa que en tiempos pacíficos no
habria hecho: justificado está solo por las circunstancias en que se
hallaba el pais en los momentos en que decretó la suspensión; y
pide indemnidad á los cuerpos colegisladores. ¿A qué hemos de entrar
abora en la cuestión sobre si el Gobierno debió ó no dar este paso, ni
sobre si estaba autorizado para no ejecutar una verdadera ley por ser
contraria i la Constitución? Yo creo, señores, que ni los Cuerpos co-
lrgisladores tienen esa omnipotencia parlamentaria y omnímoda que
algunos les atribuyen, ni que al arbitrio del Gobierno puede quedar
rjecntar ó no ejecutar las leyes, según que le parezcan conformes ó
no á la fundamental. Paréceme que aprobando el dictámen que se
propone estas delicadas y peligrosas cuestiones se evitan; lo cual á la
vez que satisface los deseos del Gobierno, oye al Senado en su lugar,
J está acomodado á los buenos principios constitucionales."
Habiéndose pedido por el Sr. Ferráz (D. Francisco) que se decla
rase el punto suficientemente discutido , dijo
El Sr. SAN MIGUEL: Señores, yo no puedo concebir de ningún I
modo cómo se dice que está suficientemente discutido este asunto cuan
do todavía no han hablado tres en pro y tres en contra.
El Sr. CAPAZ : El reglamento previene que presentado un dictá
men por una comisión se dé lectura de este, y que habiendo habla
do tres señores en pro y tres en contra puede cualquier Senador pe
dir que se declare el punto suficientemente discutido; y no sé qué
clase de dificultad puede ofrecernos esto si ya han hablado los seño-
íes prescritos por el reglamento para que pueda aquello hacerse, &
si no hay mas Sres. Senadores que tengan pedida la palabra.
81
El Sr, PRESIDENTE: Debo manifestar al Senado que ya han
hablado en contra los Sres. San Miguel y Carrasco, y en pro los se
ñores Lasaña y Heros. *
ElSr. SAN MIGUEL: El Sr. Heros no ha hablado en contra,
pues aunque pidió la palabra con este objeto, ha hecho uso de ella
hablando en contra <le los que se han opuesto al dictámen de la co
misión.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr; Heros al principio pidió la pala
bra en pro , y luego ha hablado en contra ; pero creo que el Senado
debe decidir si el punto está ó no suficientemente discutido."
Se leyó la siguiente adición:
Que el dictámen de la comisión concluya asi :
"Por lo tanto, es de opinión la comisión de que el Senado debe
aprobar la conducta del Gobierno , salvo la inconstitucionalidad de
la ley, y la responsabilidad de los que pudiesen aconsejar á S. M. la
i propuesta y sanción de ella.=Martin de los Heros."
i ' El Sr. PRESIDENTE : El Sr. Heros, como autor de la adición,
puede apoyarla si gusta. "
El Sr. HEROS: He diebo en npoyo de mi adición cuanto tenia que
decir; por consecuencia renuncióla palabra, y si él Senado le aprueba
que pase á la comisión."
Preguntado si se tomaba en consideración la adición' del Sr. He
ros, í se decidió que no.
lieido en seguida el dictámen de la comisión fue' aprobado.
El Sr. LA-HERA: Sr. Presidente , pido que conste en el acta mi
voto contrario á la resolución que acaba de tomarse.
El Sr. PRESIDENTE : Constará. La comisión de Actas puede
dar cuenta de sus dictámenes."
Fueron aprobados los siguientes sin discusión:
Provincia de Huesea. "La comisión de Actas electorales ha exa
minado la de escrutinio general de Huesca celebrado en 1? del cor
riente mes y año para la propuesta de un Senador en reemplazo del
difunto Sr. D. Teótimo Escudero, procedente de la segunda renova
ción del Senado; y hallándola sin defecto alguno que pueda invali
darla ,
Es de dictámen que el Senado puede servirse aprobarla.
« El Sr. D. Andrés Rubiano, nombrado en reemplazo del Sr. Es
cudero, ha acreditado ser mayor de 50 años, y para justificar la renta
presenta" una certificación de la comisión de calificación de derechos
de los empleados civiles, de la que resulta que en el dia para el caso
de jubilación le corresponden 21,000 rs. de sueldo anual, como tres
quintas partes de los 40,000 que ha disfrutado por el empleo de in
tendente de primera clase de la previncia de Granada , y para com
pletarla presenta un documento del depósito de 130,000 rs. vn. en
títulos al portador de 5 por 100.
«En su vista la comisión, hallando competentemente justifi
cada la renta, y teniendo presente lo acordado respecto al Sr. Sena
dor D. Andrés Orinoga , es de parecer que el Senado puede acordar
la admisión definitiva del Sr. Rubiano, pero en el concepto de que
dichor documento de depósito se haya de retener en su secretaría, y
oficiarse por esta á la dirección del Banco para que eji él se conserve
la cantidad depositada mientras no se le presente el documento ori
ginal con resolución del Senado para que aquella sea devuelta; lo
cual se verificará luego que el Sr. Rubiano acredite otra renta igual
y le sea admitida, ó deje de ser Senador. Sin embargo el Senado resol
verá lo que estime mas acertado. ^Palacio del mismo 14 de Abril
de 1811. = Gaspar de Oondovilla, presidente. = Joaquin Francisco
Campuzano. = Manuel Lorenzo. =Cárlos Morand.=Francisoo Romo
y Gamboa, secretario."
Provincia de Córdoba. "La comisión de Actas electorales ha exa
minado los documentos presentados por el Sr. D. José Espinosa de
los Monteros , reelecto Senador por la provincia de Córdoba en de
creto de 28 de Agosto de 1839, que justifican su aptitud legal; y ha
biendo aprobado el Senado en 23 de Setiembre del mismo año el acta
de escrutinio general para las elecciones de la primera renovación,
que motivó su reelección, opina la comisión que el Senado puede
acordar su admisión definitiva, ó resolver lo que estime mas conve
niente. Palacio del Senado 11 de Abril de 1841.=Gaspar de Ondo-
villa, presidente. =Círlos Morand.^Manuel Lorenzo.^Joaquín Fran
cisco Campuzano. =Francisco Homo y Gamboa , secretario."
Previo anuncio del Sr. Presidente, y precedido de los Sres. Secre
tarios Valero y Arlela, juró y tomó asiento en el Seuado el Sr. don-
Andres Rubiano , Senador por la provincia de Huesca.
Se leyó el siguiente dictámen:
"Habiendo la comisión nombrada para dar' dictámen sobre la
proposición de los Sres. D. Joaquin Francisco Campuzano y D. Mi
guel ^Chacón y Duran tomádola en consideración, ha acordado ma
nifestar al Senado, que creyendo no ser posible que las Cortes se reú
nan sin tener antes determinadas bien explícitamente las reglas por
que han de regirse los dos Cuerpos colegisladores estando reunidos,
opina debe formarse una comisión que las medite y proponga con
la brevedad y urgencia que las circunstancias exigen á la delibera
ción del Senado. Palacio del mismo 13 de Abril de 1841.=Dioni-
sio Capaz , presidente—Jaime Gil Orduña.=Joaquin Francisco Cam-
puzano.=Hipólito de Hoyos.=Miguel Chacón y Duran , secretario."
El Sr. CAMPUZANO : Hé "pedido la palabra para manifestar al
Senado que por mi parte retiro la proposición que es' objeto de esta
uestion , y por verme en la precisión de explicar la contradicción.
 82
que aparece entre haber firmado el dictamen y retirar ahora la pro- [
posición sobre que recae. El art. 89 del reglamento por otro lado me
embaraza infinito para poder manifestar las razones que tengo para
esta aparente contradicción.
El hecho es que cuando presenté mi proposición fue con el objeto
de abreviar trámites que generalmente se consideran indispensa
bles para estas cuestiones ; pero de ayer á hoy han ocurrido cir
cunstancias que no me es permitido expresar , pero que en mi opi
nión particular, si no en la de mis dignos compañeros, me obligan á
obrar como re el Senado , aunque el fin que me propuse puede que
no llegue tan pronto como quisiera. La cuestión se decidirá en vista
de la situación que tienen las cosas , porque es indispensable , pues
no hay una ley que determine los procedimientos de las Cortes cuando
se hayan reunido los dos Cuerpos colegisladores. Reglamento no
existe: ¿se ha de formar antes ó después de la reunión? yo creia que
por medio de mi proposición llegaríamos á formar esas bases muy
precisas por medio de un acuerdo breve. Mis esperanzas en esta parte
lian sido frustradas , y esto me pone en el caso de manifestar que si
bien por el medio indicado por mí se lograse esto con mas brevedad,
ahora estamos en el caso de hacer eso cuando estamos reunidos. Esta
ha sido la razón que he tenido para retirar la proposición.
El Sr. CHACON Y DURAN: Las razones que asistieron al se
ñor D. Joaquin Campuzano para hacer la proposición de que nos
ocupamos fueron las que yo tuve para firmarla , y hasta ahora no
he oido otras que me hagan mudar de opinión. La mia particular
es que los dos Cuerpos colegisladores estando reunidos no tienen re
glas para proceder á las cuestiones en que vamos á entrar muy pron
to ; porque si bien es cierto que los mismos Cuerpos tienen cada uno
su reglamento particular , también lo es que cuando se hallen juntos
jio se sabe cómo han de elegir y votar según lo ordena la ley de 19
de Julio de 1837. A todos nosotros consta que los expresados regla
mentos tienen muchos puntos opuestos unos de otros, y algunos que
difícilmente pueden hermanarse: de esto infiero yo principalmente
que se necesitan las reglas de que trata el dictamen, y que hay una
necesidad en que se forme la comisión, y para ello me apoyo en el
articulo 62 del reglamento , y sostengo la proposición que firmé y á
la que después he dado mi asentimiento en unión con mis dignos
compañeros.
El Sr. CAPAZ: Solo tengo que añadir á lo que ha manifestado el
Sr. Chacón que la comisión sostiene su dictámen."
Se volvió á leer este y quedó aprobado.
Se leyó el voto siguiente:
"Conforme á lo prevenido en el art. 121 del reglamento, pedi
mos al Senado conste en el acta nuestro voto contrario á lo resuelto
por el mismo! con respecto á la suspensión de la ley de Ayuntamien
tos. Palacio del Senado 14 de Abril de 1841.=M. el duque de Castro-
terreno. =E1 conde de Pinofiel. = Mariano Valero y Arteta.= Juan
Aldama.=Juan Nepomuceno Fernandez San Miguel. = Diego de En
trenan José Santos de la llera. = José María Alvarez Pestaña. ^Gar
cía Carrasco. — Baylio Rafael Caamaño. = E1 obispo de Córdoba.=Ni-
colás Melgarejo. =Joaquin Diaz Caneja."
Se acordó constase en el acta.
Se dio cuenta de que los Sres. Senadores D. Facundo Infante y
D. Joaquin Ayerve, que perteneciendo á la anterior legislatura se
habían presentado en la sesión de este día en el Senado, habian sido
agregados, el primero á la sección segunda y el segundo á la tercera.
EISr. PRESIDENTE: No teniendo el Senado asuntos de que
oeuparse no se reunirá mañana, y se citará á domicilio para la inme
diata sesión.
Pido á las secciones que se reúnan abora para nombrar la comi
sión que aeaba de aprobar el Senado."
Eran las tres y cinco minutos.
 NI MERO
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 15 DE ABRIL DE 1841.
Abierta a las doce y veinte y cinco minutos, se leyó el acta de la
anterior por el Sr. Secretario Oni's, y fué aprobada.
El Senado quedó enterado de haber sido nombrados por las respec
tivas secciones para componer la comisión que ha de informar sobre
las reglas que han de regir á los Cuerpos oofegisladores en la cuestión
de Regencia.
La lí al Sr. D. Jaime Gil Orduña.
La 2Í al Sr. D. Miguel Chacón y Duran.
La 3í al Sr. D. Hipólito de Hoyos.
La 4* al Sr. D. Joaquín Mana Suarez.
La 5Í al Sr. D. Dionisio Capaz.
Asimismo se dio cuenta de que la comisión habia nombrado por
su presidente al Sr. D. Dionisio Capaz , y secretarlo al Sr. D. Miguel
Chacón y Duran.
El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. marques
de Caslelldosrius, por la que pide al Senado que cousigne su voto en
contra del dictamen de la comisión sobre la renuncia de S. M. la
Reina Madre Doña María Cristina de Borbon, y también que conste
su roto contrario al dictamen de la comisión sobre conceder al Go
bierno un voto de indemnidad por la suspensión de la ley de Ayun
tamientos."
Se acordó constase en el acta.
Se leyó una comunicación del Sr. D. Juan de Muguiro é Iribar-
ren, en la que maniiiesta que después de pasados muchos dias de ha
llarse á peligro de perecer su hermano D. José Francisco, sin poderse
leparar de su lecho , agravado en el dia de la fecha al último grado,
habia sido preciso suministrarle al amanecer la Santa Unción, por
lo cual no pedia asistir á la sesión del Senado para la que habia si
do citado con urgencia.
El Senado quedó enterado.
El Sr. PRESIDENTE: Señores, aunque ayer al cerrarse la se-
lion anuncié que no se reunia hoy el Senado por no baber en aquel
momento asunto alguno de que debiera ocuparse, con todo la comi
sión que se nombró á efecto de dar su dictamen sobre la proposición
del Sr. Chacón y Duran , convencida sin duda de la importancia y
gravedad de ese asunto , ha concluido el referido dictamen con un ce
lo y una actividad dignas de elogio. En virtud de ello, y penetrado
yo de las mismas razones, me decidí á convocar á les Srcs. Senadores
para la sesión de hoy. Yo espero que el Senado no tendrá por inopor
tuna esta explicación para que se persuada de las razones que han mo
tivado esta resolución."
Prévyj anuncio del Sr. Presidente, y acompañado de los señores
Secretarios Onis y Torres Solar.ot, entró á jurar el Sr. D. Ramón Gil
. de la Cuadra, Senador por la provincia de Tarragona.
Se leyó y fué aprobado sin discusión el siguiente dictamen de la
comisión de Actas:
Provincia de Gerona. "Hallándose aprobada el acta electoral de se
gunda renovación de la provincia de Gerona- en 29 de Marzo últi
mo, la comisión de examen de Actas electorales y aptitud legal de
los elegidos ha visto los documentos presentados á este efecto plfr el
Sr. D. Dionisio Valdes, Senador nombrado por dicha provincia para
la vacante que en ella resultaba por no haberse aun provisto. De su
S.-TOMO I.
12. 83
DE CORTES.
examen resulta ser de edad mayor de cincuenta años como lo com
prueba por su fé de bautismo, y poseer la renta requerida para ejer
cer el cargo de Senador, acreditándolo con dos justiñeaciones en que
aparece que las fincas que posee le producen anualmente la cantidad
de catorce mil reales vellón , y con un documento expedido por el
director del Banco español de San Fernando, en que consta quedar
depositada en su Caja la cantidad de 2G00 rs. en títulos del 5 por 100,
y 763 en títulos del 4 por 100 propios todos del expresado Sr. Valdés.
«La comisión, viendo justificada su aptitud legal, y teniendo pre
sente lo acordado ya respecto de otros Sres. Senadores que se hallaron
en caso idéntico, es de parecer que el Senado puede acordar la' admi
sión definitiva del Sr. D. Dionisio Vald;;s, en el concepto de que el
mencionado documento de depósito haya de quedar en su secretaria,
y oficiarse por esta á la dirección del Banco para que en él se con
serve la cantidad depositada hasta que se le presente el documento
original y resolución del Senado para su devolución, que se verifica
rá luego que el Sr. Valdés acredite otra renta igual y le sea admiti
da, ó cese en el ejercicio de Senador. Sin embargo el Senado resolverá
lo que estime mas conveniente. Palacio del misino 15 de Abril
de 1811.—Gaspar de Ondovilla, presidente.= Manuel Lorenzo.^Joa
quín Francisco Campuzano. = Carlos Morand. = Francisco Romo y
Gamboa."
Acto continuo entró á jurar y tomó asiento el referido Sr. D.Dio
nisio Valdés.
Fueron agregados el Sr. Gil de la Cuadra á la sección 4?, y el se
ñor Valdés á la 5Í
Precediéndose á la órden del dia se puso á discusión el dictamen
de la comisión encargada de presentar las reglas por las que han de
regirse los dos Cuerpos colegisladores para el nombramiento de la
Regencia.
Se leyó el dictamen concebido en estos términos:
"La comisión encargada de dar su dictámen sobre la proposición
admitida en la sesión pública de este dia relativa á proponer al Se
nado los medios de llevar á efecto lo prevenido en el articulo 57 de
la Constitución , después de un muy detenido examen se apresura
por la urgencia del caso á someter á la deliberación del Senado las
disposiciones siguientes :
li «Las Cortes se reunirán para la elección de la Regencia, en el
dia , hora y lugar que designe el Gobierno , conforme al art. 2? de
la ley de 19 de Julio de 1837.
2i «Cada Cuerpo podrá deliberar separadamente, pero sin pro
ceder á votación acerca del número de personas de que se ba de com
poner la Regencia.
3i «Juntos después en el lugar y tiempo que el Gobierno deter
mine, los Diputados y Senadores por el órden en que estuvieren sen
tados darán sus votos, primero sobre el número de individuos que
han de componer la Regencia ; segundo sobre las personas que nom
bre cada uno para ella.
1! «Estas dos votaciones serán secretas y por cédulas que se lee
rán en alta voz al tiempo de hacerse el escrutinio.
5* «Para la primera escribirá cada Diputado y Senador en su cé
dula respectiva la palabra uno, tres, ó citco.
24
 84 c
6* nSi de la votación de esta minera ejecutada resultase mayoría
absoluta de votos á favor de cualquiera de los números expresados,
quedará resuelta por ella la cuestión de cuántos han de ser tu* indivi-
dúos que hayan de componer la Regencia. Pero si no hubiese mayo-
Tía absoluta , se procederá en segundo escrutinio á vetar entre los dos
números qu* reúnan mas votos.
7í «En caso de empale se repetirá la votación basta ¡tercera ver,
y si el resultado fuese siempre el mismo, decidirá la suerte.
8* «Si se hubiese de sortear , se colocarán en la urna cuatro bo
las de igual color y tamaño , introduciendo en ellas otras tantas pa
peletas , dos en blanco y las otras dos con el número respectivo , las
que serán extraidás,sucrs¡vameiite una á una porcada uno de los cua
tro individuos que nombrará al efecto el Presidente, y leídas por
el mismo en el orden con que vayan saliendo , decidirá el primer
número que salga.
9Í «Para la elección de Regenteó Regentes, que es la segunda
cuestión, se observará el misino método arriba establecido, tanto
para la votación como para el sorteo en su caso, entendiéndose que si
fuesen tres ó cinco los que hayan de elegirse, se procederá á la vota
ción uno por uno, y el primer nombrado será Presidente.
10. «Estando prohibido expresamente por el art. 31 de la Cons
titución que puedan deliberar juntos los Cuerpos colegisladores, no
podrá abrirse discusión de ningún género ni aun con motivo de
cuestiones de orden.
"Sin embargo el Senado resolverá lo que crea mas conveniente.
Palacio del Senado 11 de Abril de 1811.=Dionisio Capaz , presiden
te.^Hipólito de Hoyos.=Joaquin María Suarez.=Jaiine Gil Ürduña.=
Miguel Chacón y Duran , secretario." 1' " ' ; ¡: ,
El Sr. PRESIDENTE:" Abrese discusión sobóla totalidad del
dictamen que acaba de leerse.
El Sr. LASAÑA ; Me parece que con arreglo á lo que te previe
ne en el reglamento este dictamen debe imprimirse y repartirse á
los Sres. Senadores , y después el Sr. Presidente podrá señalar el dia
de su discusión. Esto es lo que creo que previene el reglamento."
Se leyó el articulo 71 del reglamento, y en seguida el 65 á peti
ción del Sr. arzobispo de Toledo.
El Sr. LASAÑA : El art. 65 habla de las proposiciones, no de
los dictámenes : dice que puede haber proposiciones de tal gravedad
que pudiese tomarlas el Senado en consideración en el momento de
presentarlas. Yo, Sr. Presidente, rogaria á V. S. pusiese á votación
si este asunto se considera ó no de gravedad.
El Sr. PRESIDENTE: Eso es precisamente lo que iba á pre
guntarse.
El Sr. CARRASCO: Yo , señores , no diré si e» útil y oportuna
la reclamación que el Sr. arzobispo de Toledo ba hecho para que se
lea el art. 65 del reglamento, cuyo articulo no solo habla del mo
mento de presentar una proposición al Senado, sino tambiea con
respecto al dictamen que haya de darse, aprobada que sea la propo
sición y pase a las secciones pata que , nombrada por estas la co
misión , dé en el mismo dia su dictamen ; pero añade el articulo
que el dictamen que se presente no te discutirá sin avisar al Gobier
no. Si , pues , el Gobierno está ya avisado, el dietámen presentado y
ese articulo acuerda que se proceda á su discusión, yo creo que po
dremos hacerlo sin faltar al reglamento en ninguno de sus artículos.
He querido hacer esta observación para que pueda resolverse con
acierto respecta á la pregunta que va á hacerse."
Se volvió á leer el art. 71.
El Sr. CARRASCO : A consecuencia de este articulo , y me
diante la reclamación del Sr. Lasaña, se pone á votación del Senado
si se imprimirá el dietámen, procurando hacerlo con toda la breve
dad posible para su mas pronta discusión. Si el Senado desecha la
proposición del primer articulo se pondrá á votación el segundo; y
li se desecha igualmente, entraremos en la cuestión desde luego."
Se preguntó si se imprimiría el dictamen , y se resolvió por la
negativa.
En seguida se preguntó si quedaria sobre la mesa, y recayó igual
resolución.
El Sr. PRESIDENTE: Se procede á la discusión del dietámen
cuya lectura va á repetirse."
Se volvió á leer el dietámen.
El Sr. PRESIDENTE: Abrese la discusión sobre la totalidad de
la cuestión ; pero no habiendo ningún Sr. Senador inscrito (jara ba-
• blar en pro ni en contra, se va á preguntar si ha lugar á delibe
rar sobre las bases que contiene el dictamen.
Leida la primera, dijo
El Sr. SOLI3: A mí me parece, señores, que esa base es redun
dante y puede muy bien omitirse, porque en la ley está terminante
mente expreso el articulo ó artículos en que se dan facultades al Go
bierno para reunir los Cuerpos colegisladores, y yo creo que está de
mas una cosa determinada en la ley.
El Sr. CAPAZ: Señores, yo no entiendo cómo quiera hacerse un
cargo á la comisión porque haya puesto una cosa establecida en la
ley, una cosa que tiene relación con los artículos de la misma; pero
la comisión ha creido que debia haber puesto esto porque siempre se
quita lugar i dudas."
Puesta á votación la base quedó aprobada.
Se leyó la segunda.
El Sr. CARRASCO: Yo desearía que d esta base se añadiese lo
siguiente: " al proceder á la votación cada Cuerpo pojr i deliberar
separadamente acerca del número de personas de que se ha de com
poner la Regencia , ó de cualquiera otra cuestioné*
El Sr. CAPAZ : El Sr. Carrasco sabe muy bien que hay un artí
culo en que se propone á la deliberación del Senado que no se admi
ta ninguna proposición previa sobre esto; por consecuencia su obser
vación no me parece que es de este lugar.
El Sr. CARRASCO: Yo no hablo precisamente "de las Cortes;
hablo de la discusión que sobre cada uno de estos puntos , que sobre
otros infinitos pueda producir en cada uno de los dos Cuerpos. Yo
quisiera que se dijese que cada Cuerpo pudiera deliberar no sola
mente acerca del número de los individuos que han de compouer
la Regencia , sino también acerca de todas las demás cuestiones uni
das á ejla.
El Sr. CAPAZ: La comisión debe manifestar que su ánimo ha
sido el que cada Cuerpo pueda discutir separadamente todas las cues
tiones que sobreesté punto se propongan.
£1 Sr. CA RRASCO: Mf basta la declaración que ha hecho el se
ñor Capaz , porque es bastante."
Sin otra discusión quedó aprobada la base.
Leida la tercera dijo
El Sr. GIL DE LA CUADRA: Yo quisiera , señores, que la co
misión me explicara por qué pone en votación secreta la cuestión de
número. En la cuestión de personas estoy conforme con la comisión;
pero no en cuanto al número, por lo quejo desearia que la comisión
se explicase sobre este punto.
El Sr. CAllRASCO: Debo hacer presente á S. S. que lo que dice
es relativo á Já base cuarta ; por consiguiente cuando se llegue á su
discusión entonces podrá decir S. S. lo que parezca conveniente."
Sin mas discusión fue aprobada la base.
Se leyó la cuarta.
El Sr. GIL DE LA CUADRA: Vuelvo á rogar á la comisión me
diga las razones en que se ha fundado para poner en votación secre
ta la cuestión de número ; para la de personas ha venido bien , pero
no para la de número. Por tanto espero que la comisión me diga los
fundamentos que ha tenido para ello ; los examinaré , j si no tengo
nada que decir y me convencen , callaré.
El Sr. DURAN: Los motivos que la comisión ha tenido para
ello se fundan en el art. 6? de la ley de 19 de Julio de 1837 que
dice: "Estas votaciones se harán á pluralidad absoluta'de votos, se
cretamente y por papeletas que se leerán en voz alta al tiempo de
hacer el escrutinio." Y el art. 5? dice : "Para nombrar Regente ó
Regencia del reino y tutor del Rey menor se requiere la presencia
de la mitad mas uno de Jos individuos que componen cada uno de
los Cuerpos colegisladores." Y luego sigue el que antes he leido.
Por consiguiente la comisión ha creido que lo que debia hacer al
dar su dietámen era ajustarse á lo que ya estaba prevenido; y no ba
podido menos de proponerlo de la misma manera que lo dice la
ley vigente.
El Sr. GIL DE LA CUADRA: Señores, propone la comisión que
las dos votaciones sean secretas, y por eso me opongo á esta base,
pues yo hallo una grande conveniencia en que el público sepa quién
vota y qué vota en el número de personas , porque esta es la
cuestión. En una votación secreta el público no puede saber quien
vota por uno , por tres ó por cinco. Yo creo que tan constitucional
es votar por uno como por tres ó por oinco; pero esta decisión la ha
de dar la conciencia propia, y cada individuo votará lo que crea con
veniente, atendidas las circunstancias do la nación. ¿Y qué cosa mas
importante que esta votación de personas? Yo creo que se logra el
objeto con que se vote en secreto esta, pues de este modo hay mas li
bertad , pero en la cuestión del número todos desean consignar su
opinión ; y si al votar uno , tres ó cinco ven que eavla misma la opi
nión general de la nación , tendrán la satisfacción de haber cumplido
con su deber y de que su opinión ha sido conforme á la del público.
En la votación secreta no cabe esto , y lo que hay es que cada uno
sabe su voto y nadie mas , y para mí es de precisa circunstancia que
se sepa por el público cómo cada uno vota en la cuestión de Regen
cia. No entro á proponer si ha de ser uno , tres ó oinco; para mí,
ya lo he dicho, todo es constitucional. Asi yo suplicaré á la comi
sión que aclare esto y proponga que la votación sobre el número sea
pública , pero la de personas no, porque toda votación para eso debe
ser en secreto ; la ruego , pues , que lo medite bien , y si es posible
que acceda á mi opinión.
El Sr. HE ROS : Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE : ¿ En qué sentido ?
El Sr. IIEROS: Para pedir una explicación.
Yo deseo saber si en esta votación, suponiendo que se apruebe lo
que propone la comisión, será permitido i cada individuo de los que
voten asi que conste en el acta su voto al dia siguiente. Esto es lo
que deseo saber.
El Sr. CAPAZ : Señores, debo manifestar para satisfacer á laa
observaciones del Sr. Gil de la Cuadra que la comisión al proponer
que las votaciones sean secretas , asi para designar el número de las
personas como las personas mismas , ba creido que. en vano seria se
creta la segunda votación si la primera se hiciese en público. Seño—
restpesta grave cuestión que nos ocupa , sea como sea el dictamen de
la comisión, el hecho es que todo el que vote uno, la nación enterj
sabe á quién vola. ¿Y qué parte puede haber secreta después de ba

ber rotado esta ? ¿ T quién duda por quién es ese roto, cuando le 1
merece de tanta justicia? La otra raxon que tiene la comisión para
proponerlo asi es la letra de la Constitución, porque el articulo
que mi digno amigo y compañero el Sr. Chacón ha citado es el que
ha creído la comisión que comprende todos los casos y previene que
todas las votaciones que sean relativas al nombramiento de Regencia
deben ser serretas. Creo que con esto queda satisfecho S. S.
Voy á contestar ahora al Sr. Ueros. Y"o abundo tanto en lo que
lia dicho S. S., que creo que no es necesario que se decida la facultad
que cada Senador tiene para consignar al día siguiente el voto que
baja dado en votación secreta. Señores, hay ademas mil medios de
manifestar lo que, se vota;y si no se tuviera por prematuro, yo mis
mo diria ahora lo que votaré, porque tengo ya formada mi convic
ción: no lo haré porque es prematuro , pero si antes de votar; y á
esto no puede oponerse nadie. £1 Sr. Heros y otros han oido mi dic
tamen en otras ocasiones de que se anuncie francamente lo que se
vola, y yo soy de esta opinión.
El Sr. CAAMAÑO PARDO: Yo creo también , señores, que es
mejor la votación secreta , porque da mas libertad para que cada uno
vote por quien crea convenienie."
Se preguntó en seguida si estaba la base suficientemente discutida,
y se decidió que si; quedando aprobada, asi como las bases 5Í , 6*,
7i , 8i y 9Í , que lo fueron sin discusión.
Leida la 10? dijo
El Sr. CAMPUZANO : Señores , he tomado la palabra porque
hay en esta cuestión cosas que no puedo pasar en silencio por los
motivos que verá el Senado , y principalmente para decir que eu el
fondo creo que la comirion se ha separado enteramente de la idea de
la proposición. Yo que fui el autor de ella no puedo menos de mani
festar ahora cuál era su objeto , que no era otro que el de formar un
acuerdo que se redujese á determinar el modo de hacer las votaciones
cuando los dos Cuerpos colegisladores estuvieran reunidos; de ningu
na manera prejuzgar cuestiones que no todos entienden del mismo
modo. Yo hubiera querido que se hubiera reducido su'opinion, como
lo es la mia, á que, reunidos los dos Cuerpos, cualquiera indicación,
proposición ó cuestión que se presentara se resolviese por mayo
ría absoluta. Porque ¿cómo he de pensar yo que en un Cuerpo com
puesto de personas tan respetables é interesadas por el bien de la na
ción , que está al borde del precipicio, en cualquiera proposición
impremeditada había de dejar de preponderar una opiaion sana y
conveniente al Estado? Pues en esta inteligencia ¿qué cosa mas
conveniente que cualquiera punto que se indicara se votase por ma
yoría absoluta ? En 220 ó 230 individuos ¿no habrá la mitad mas
uno de hombres racionales que entiendan la Constitución como debe
entenderse en su letra y espíritu? Si , señores , pero se nos quiere
atar las manos, y lo que es mas, se quiere alarlas á la representación
nacional.
Yo creo que este articulo va mas lejos de lo que exige el decoro
de los Cuerpos colegisladores y de la nación. ¿Cómo se ha de impedir
que se discuta y se manifieste lo que sea couveniente cuando se pro
ponga un asunto que sea propio de la discusión de las Córtes y en
que no puede recaer la sanción Real? Esto á mis ojos es depresivo, y
asi yo propongo que la comisión sustituya á este articulo: "que toda
euestiou que salga ya resuelta se decida por mayoría absoluta."
El Sr. SEOANE: Señores, cuando una ley escrita y jurada habla,
al no atenerse á su letra y sentido genuino es barrenarla y es abrir
una brecha para barrenar otras (£/ Sr. Gil de la Cuadra pide la pa
labra): sobre lo cual hay proyectos, que por fortuna no se realizarán,
y tengo datos y antecedentes para decir que no se realizarán , que la
Constitución encontrará defensores que la sacarán á salvo de toda
borrasca.
He dicho que cuando la ley habla; cuando su sentido y su letra
Mtan claros y genuinos, el no atenerse á ella es barrenarla. El arti
culo 31 de la Constitución que todos hemos jurado dice: "Los Cuer
pos colegisladores no pueden deliberar juntos ni en presencia del
Rey." Suplico á los Sres. Secretarios que hagan venir un dicciona
rio del idioma castellano para que se veau todas las acepciones que da
i la palabra deliberan quiero que se comprenda bien, y sin perjuicio
da hablar sobre ello continuaré mi discurso.
La ley ha previsto con mucha sabiduría que cualquiera discu
sión, por pequeña é insignificante que fuera, entre los dos Cuerpos
abriría un precedente, una lucha entre la independencia respectiva
de cada Cuerpo. La ley ha previsto que los hombres generalmente se
Siseen de un espíritu de cuerpo, que el que por ejemplo ayer era
iputado, y tenia todas las afecciones del Congreso de Diputados, al
dia siguiente que es Senador ya se poseyó de las afecciones de su
Cuerpo: ¿y qué podria resultar de una discusión entre los dos Cuer
pos, de una votación por ¡mayoría ? En primer lugar en una dis
cusión un Sr. Diputado ó Senador que por ejemplo tuviese la sangre
muy poco serena como la mia , que dijese una expresión que ten
diese á zaherir á uno de los Cuerpos, ya daria lugar á una lucha per
sonal allí , porque todo el mundo saldría á la defensa por el espí
ritu de cuerpo, y se causaría una escisión y un escándalo que pu
siera en duda hasta la existencia de los mismos Cuerpos.
Aquí está ya el diccionario del idioma que dice : deliberar, dis
currir, considerar, premeditar determinar, resolver alguna cosa.
Y an alguna de estas acepciones que tiene el verbo deliberar ¿ejitra
el que estos Cuerpos puedan deliberar juntos contra la letra expresa
.85
de la Constitución? En ninguna , por mas que se estienda su sentido,
en ninguna; y ni la Constitución tuvo esa imprevisión ni pudo te
nerla.
En mi concepto, desde el momento que los dos Cuerpos se reúnan
para deliberar y discutir cualquier asunto, desde el mismo instante,
señores, desaparecen todos los poderes del Estado, y está barrenada
la Constitución, y está barrenada en ella la esencia, el cimiento de
la Constitución; y los que la hemos jurado, los que la han firmado,
debemos ser unos centinelas fieles y vigilantes para que no se le abra
la mas mínima brecha ; y por lo que á mi toca , mientras respire,
solo, acompañado, con fuerza ó sin ella , desnudaré ta espada y ex
pondré mi pecho á toda clase de tiros en su defensa. No olvidemos,
señores, no olvidemos la posición á que hemos llegado; que la gran
cuestión se concluyó; se concluyó la guerra civil; quedaron muchas
ambiciones frustradas, muchas esperanzas perdidas , y de estos ele
mentos- y de otros que hay en toda sociedad , y especialmente en la
sociedad española, que está en una constante revolución física y moral
desde el año de 1807, se valen algunos que quieren saltar la barrera
que les opone la Constitución de 1837 , y por eso tratan de enturbiar
el charco paca que por si acaso algún pez salta á la orilla, echarle
mano.
Señores, yo creo que los individuos de la comisión tendrán pre
sente esto para no incurrir en un error. Yo, señores , ' he mandado
un distrito militar, uno de los mas considerables de España, y estoy
al corriente de las miras de ese partido, de esa excrescencia de los
partidos legales, que sin virtudes, sin saber, sin servicios, sin fortu
na, sin industria, porque no la quieren , tienen como medio de vic
toria un puñal oon el cual amenazan sordamente la seguridad de los
ciudadanos, con el cual intimidan á los jueces, y este es un hecho;
pues mientras yo he mandado, agentes de Genova en un buque que
ha estado fondeado en Barcelona han desembarcado 400 puñales
todos de una hechura. La audiencia de Valencia tiene algunos, y yo
los be tenido, los he recogido. Estos puñales se han repartido entre
gente que tiene por palabra sacramental "asesinatos" Esta es su
arma, y tengo la satisfacción de decir que en donde yo mande esas
cosas no ocurrirán; y si ocurren , un castigo ejemplar, tremendo, se
guirá al hecho; mientras yo mande, los tribunales tendrán fuerza y
la inviolabilidad necesaria ; fallen según su conciencia , y según las
leyes, y no teman á nadie.
En fin , señores, se está formando un partido que no merece ese
nombre; pero no se me ocurre en este instante el propio que darle,
que se compone de elementos ¡guales á los.que asoció á si Catilina;
hombres perdidos, de bancarrota, hombres enemigos del trabajo,
gente escapada de presidio , ladrones públicos; ese es un antro en
que se admite á todos, y mientras mas depravados, mucho mejor.
Estos han tomado la máscara de libertad ; y digo la mascara,
porque la libertad que quieren es la licencia, el desenfreno, para apo
derarse de los bienes de aquellos que con su sudor y trabajo los ad
quirieron : esto no puede suceder sin conmover la sociedad hasta en
sus profundos cimientos, y hé aqui por qué apellidaban Constitución
hace seis meses , y hoy apellidan otra cosa que ti no la oyésemos,
es cosa que jamas podria imaginarse; una cosa imposible, una cosa
inverificable, una cosa que no tiene sentido común.
Hablo asi porque lo sé, porque son mis convencimientos estos, y
porque tengo muchos, muchísimos datos asi de este como de otros
puntos deesa infame conspiración sin objeto ninguno noble, ni aun
el que apellidan. Todos deseamos aqui el bien de la nación , aunque
marchamos al mismo camino por diferentes vias ; pero me pa-
receque en las actuales circunstancias es necesario', indispensable,
que los poderes del Estado manifiesten en sus hechos una venera
ción idólatra de esa Constitución, que no falten á ella en un ápice,
y que opongan un muro de bronce donde se estrellen esas tenta
tivas.
Digo pues, señores , que cuando tenemos una ley clara y termi
nante constiturional que no está sujeta á interpretaciones, que nos
prohibe expresamente deliberar reunidos los dos Cuerpos , porque se
ha visto el significado del verbo "deliberar"' en todas tus acepcio
nes , no barrenaremos la Constitución en esa parte, para mi muy
esencial, porque desde el momento que en la reunión de los dos
Cuerpos se hable una sola pa abra mas que las cuestiones puestas por
el Presidente que presida ese acto para votar la Regencia que es á lo
que nos llama la ley, barrenamos esta. Aprobados, pues, los artículos
anteriores relativos ó esos trámites, creo que el Senado aprobará tam
bién el que se discute, y yo no tengo mas que decir.
El Sr. GIL DE LA CUADRA: Yo, señores, no puedo aer en
este punto de la opinión del Sr. Seoane, porque creo que hay mu
chas, muchísimas cuestiones tan propias de lo que se está discutiendo
que no podrán menos de suscitarse sin barrenar la Constitución como
cree S. S. que quiere explicarla y entenderla por si solo, y que la
entendamos todos como S. S, lo entiende. Eso no: yo no quiero, re
nunciar á estas explicaciones, y diré que la Constitución está explí
cita en esta parte; y cuando los Cuerpos colegisladores se debe» juntar
á hacer una ley, y cuando se junten, no para deliberar sino para
una cuestión como esta, que no es mas que ponerse de acuerdo sobre
el modo de verificar el nombramiento de Regencia , ¿por qué no ha
de haber la discusión necesaria para esto?
La inteligencia que da la Constitución , vuelvo á repetir, as
para hacer leyes los Cuerpos colegisladores de consuno con el poder
 8G
ejecutivo. Esto no es hacer una ley, y por lo tanío no le alcanza esa
disposición.
El Sr. Seoane ha dicho que entiende bien la Constitución , y que
tiene una espada para hacerla entender. Yo no tengo espada como
S. S. dice; pero estoy persuadido de que entiende mal la Constitu
ción y de que defenderla Con su espada uu error.
Estas nO son cuestiones de espada , señores; estas son cuestiones
de raion, porque con razones se .entienden los hombres: el Sr. Seoa
ne lo que hirió seria dominarnos, ponernos en disposición de que
no pudiéramos decir la verdad. ¿Qué seria de la sociedad si cada
uno sarara su espada para decir: "asi entiendo yo la ley, y asi de
ben entenderla todos?"
Estas no son razones ni argumentos para convencer á nadie, ni
hacerle entender las cosas.
El Sr. Seoane me perdonará que le haya contestado de este modo:
yo. me contento con haber dicho cómo entiendo la Constitución.
El Sr. SEOANE: Señores, en efecto, yo no soy hombre de le
tras ni de carrera, porque he pasado toda mi trágica vida dedicado
á las armas. Pero he aprendido medianamente el idioma castellano,
y cuando veo una cosa escrita tan clara y explícitamente tengo
derecho á decir que aquella cosa significa lo que está escrito. Me
parece que para esto no se necesita ser un Salomón: basta el buen
sentido común, 6 un mediano sentido común.
El art. 34 de la Constitución dice: "Los Cuerpos colegislado-
res no pueden deliberar juntos ni en presencia del Rey."
Esto es muy claro, muy inteligible, porque ya hemos visto lo
que el regulador del idioma castellano dice que significa deliberar.
El art. 1? de la ley de 19 de Julio de 1837, que está vigente por
que no está derogada posteriormente , dice: "El Senado y el Congre
so de los Diputados no podrán reunirse en un solo Cuerpo sino pira
los actos de abrir las Cortes, de cerrar sus sesioues cuando el Rey
ó los Regentes lo bagan personalmente, de recibir el juramento al
Rey, al sucesor inmediato de la Corona *y de la Regencia, de elegir
esta y de nombrar tutor al Rey menor."
Aquí tenemos todos los casos, y no puede de modo alguno darse
otra inteligencia A la ley.
El Sr. Gil de la Cuadra, mi antiguo y apreciable amigo, ha ex
trañado que yo saque ese argumento Jorque le parece que es ageno
de la cuestión. A mi me parece que es propio de esta cuestión hacer la
advertencia que he hecho para que seamos mas cautos y escrupulosos.
He dicho que tenia una espada. Esto es claro; todos los militares
la tenemos: y yo repilo que mientras pueda manejarla, la Consti
tución no será destruida por los medios que se intentan.
El Sr. CAPAZ: El Sr. Campuzano, si yo no he oído mal, ha
manifestado que la comisión ha equivocado su intención e» el art. 8?
que se discute. No hay nada de esto. Ya he dicho que la comisión ha
bía sido hasta supersticiosa en el respeto á la Constitución. La comi
sión está convencida de que la letra de la Constitución prohibe que
los Cuerpos colegisladores se reúnan para hacer otra cosa que votar.
Esta es la letra de la Constitución.
Pero para que no quede ecrúpulo alguno, para que cada Dipu
tado y Senador pueda decir lo que quiera, ¿ no propone la comisión
que cada Cuerpo discuta lo que quiera y crea á propósito ? Pu¿s qué
señores, ¿lo que se discuta en el Senado y en el Congreso en sesión pú
blica sin restricción alguna, no es lo mismo que si se discutiese y de
liberase en las Cortes los dos Cuerpos reunidos? Lo mismo es, seño
res, y se salva la dificultad de que si se decidiera que hubieran de
discutir reunidos, babia necesidad de entrar en otra cuestiou prévia
y absolutamente indispensable. Y si no, ¿ por qué reglamento se de
cidiría ?) ¿Se someterían los Sres. Diputados al reglamento de los
Senadores? No. ¿Se someterían los Senadores al de los Diputados?
No. ¿No son distintos los dos reglamentos? ¿Cómo pues en la ansie
dad justa, justísima, que hay de que cuanto antes ventilemos esta
cuestión de tan graode importancia, cómo hemos de dilatarla hasta
el punto de ocuparnos en formar un nuevo reglamento que nos rija
estando reunidos ?
¿Quién es el presidente que sin tener un reglamento eii la mano
dirige discusiones de esta especie manteniendo el orden y la debida
circunspección, que tan necesaria es en las Cortes españolas?
Si no se adoptase el articulo seria necesario proponer que ambos
Cuerpos formaran un reglamento. Yo pregunto á los que tanta prie
sa tienen de que esta cuestión sea resuelta pronto : ¿conviene el que
hay? Yo creo que con él no puede tener lugar la discusión que se so
lícita. Para probarlo no quiero entrar en mas detalles que el de las
votaciones. Nada mas natural en las cuestiones importantísimas que
allí van á tratarse que el pedir que sea la votación nominal. Dice
un individuo cualquiera de las Cortes: "pido rotación nominal." ¿Bajo
qué reglamento se decide? Los Diputados por su reglamento con solo
siete que pidan la votación nominal , la votación es forzosa. Señores
Senadores, ¿se someterán S. SS. á esta decisión en desprecio de su re
glamento? Puesta la mano sobre el pecho, que me responda el que
quiera : no, el Senado no se someterá i esto. Pues viceversa : que un
Senador pide votación nominal ; por nuestro reglamento es preciso
que para que tenga lugar lo decida antes el Senado por mayoría. ¿Se
someterán á eso los Diputados? No: porque tendrían la misma razón
que nosotros, y*cn último resnltado las Cortes españolas darían el
tristísimo espectáculo de un laberinto inexplicable. • seguramente no me hallaría yo en el conflicto en que me encuentro
Si pues son tantos y tan grandes los inconvenientes que se pre
sentan , este es indudablemente el medio mas oportuno para que.lt
representación nacional , cada uno en su respectivo Cuerpo, presenté
las medidas que crea convenientes. Separados los dos Cuerpos colegís •
ladores, la cuestión será lata , latísima , como yo he tenido el ho
nor de contestar al Sr. Carrasco, con cuya contestación se ha con
formado.
Por lo demás yo creo que todos estarán conformes en que no seria
conveniente que se perdiese el tiempo para formar un reglamento,
siguiendo como necesariamente tendrían que seguírselos trámites or
dinarios de un proyecto de ley.
El Sr. CAMPÚZANO: Pido la palabra para rectificar un hecho.
El Sr. PRESIDENTE: Yo pido que en las rectificaciones y alu
siones personales se tenga muy presente lo que previene el art. 82del
reglamento."
Se leyó el art. 82 del reglamento por orden del Sr. Presidente, y
el 29 de la Constitución á petición de un Sr. Senador.
El Sr. CAMPUZANO: Doy las gracias al Sr. Presidente porque
ha mandado leer este articulo , pues podría servir para otro y no
para mi. •
El Sr. PRESIDENTE: No lo he hecho en otra ocasión para evi
tar que el Senador que acaba de hablar me dirigiese esa reconven
ción : lo be hecno antes para que sirva de gobierno á todos.
El Sr. CAMPUZANO: Molestaré poco al -Senado, porque seré
brevísimo. Yo he dicho que rae era muy sensible que la Comisión se.
hubiese separado de la idea primitiva de la proposición, que estaba
reducida precisamente á prevenir todo lo que'se quiere evitar por
este medio de un modo mas breve, sin mas que resolver que las de
cisiones que se loruosen en los Cuerpos colegisladores formando las
Cortes son ríe un carácter particular que nada tiene que' ver con la
ley : resolviéndose esto por votación y á pluralidad absoluta de votos
nada teníamos que decir.
El Sr. INFANTE : Señore», el Sr. Gil déla Cuadra dijo que
tenia algún embarazo en contestar al Sr. Seoane. S. S. conocerá cuál
será el mió al tener que atacar las doctrinas que ha manifestado un
Sr. Senador con quien me unen hace muchos años lazos de amistad,
i quien tributo el resprto que se merece por su talento y su capa
cidad, que he tenido ocasión de experi mentar particularmente.
Mis opiniones particulares están en armonía con las de los seño
res Senadores que han sostenido que debe ser pública la votación;
estaba de acuerdo con ellas ; pero me encontraba con el articulo de
una ley. Un solo aclverb'O, señores, ms ha hecho emitir mi voto
secretamente. Al ver ese adverbio, yo callé, como he callado siempre
ante las leyes. Cuando he creido que las leyes se infringían , nunca
me he detenido en levantar mi voz en su defensa.
Se trata ahora de qus los Cuerpos colegísladores cuando se reúnan
hayan 6 no de deliberar juntos. También por mi opinión quisiera
que deliberaran juntos. Manifestaría allí las opiniones que tengo en
esta cuestión difícil, y nada me arredraría en manifestarlas, porque
las oye de mi boca lodo el que quiere hace seis meses. ¿ Qué me im
portarían las deliberaciones reunidos a mbos Cuerpos ? ¿ Qué les im
portarían á'los demás Sres. Senadores? Nada ; pero nos importa mu
cho respetar un artículo de la Constitución que dice que no delibera
rán juntos. Si ahora infringiéramos ese articulo de la Constitución,
nos expondríamos á que se infringiera otro y otro, y los que tratasen
de destruirla nos dirían: "vosotros nos habéis dado el ejemplo de
infractores." No se nos dirá esto de ninguna manera.
Ha dicho el Sr. Gil de la Cuadra que esa disposición de que no
deliberen juntos trata solo de la formación de las leyes, y que no se
extiende de modo alguno i este otro objeto especial. Estaría de acuer
do con la opinión de S. S, si la Constitución dijese: "Los Cuerpos
colegísladores no deliberarán. juntos en el caso de formar las leyes;"
pero no diciéndolo, es claro que no fue ese su objeto. Hay mas, seño
res: yo me acuerdo de que cuando se discutió la ley de 9 de Julio
de 1837, cuyo articulo 1? se ha leído, se tuvo esto presente, y se con»
vino en los principios que hoy sostiene la comisión.
Siento, señores, verme en la precisión de no estar de acuerdo so»
bre este importante punto con ln opinión de personas con quienes
siempre he estado reunido para defender la libertad de España y las
libertades públicas; pero cuando yo creo que una cosa es verdad, me
veo en el dolor de separarme de mis amigos.
Por tanto , estando de acuerdo el dictámen de la comisión con
lo que determina la Constitución , que hemos de observar religiosa
mente y tratar deque los demás la observen, y estando también de
acuerdo con el art. 1? de la ley de 19 de Julio , me parece que el Se
nado está en el caso de aprobar la base que se discute.
Las razones oportuna y sabiamente expuestas por el Sr. Capaz
son, á mis ojos, de entidad menor y de muy poca importancia
cuando habla la Constitución y la ley.
Asi , pues , para no molestar mas al Senado le fuego que aprue
be el articulo en cuestión, que considero muy constitucional y
muy legal.
El Sr. LASAÑA: Estas cuestiones son difíciles de decidir, por
que son controvertibles: se pueden dar razones en pro y en contra,
y de ahí procede la dificultad. Si yo estuviese tan couvencido como
lo están los Sres. Seoane é Infante de que seria una infracción de la
Constitución el que deliberaran juntos ambos Cuerpos colegisladores,
en este momento, porque no sé qué votar.
 87
El nrt. 34 de la Constitución dice: "Los Cuerpos colegisladores El Sr, LASAÑA: El art, 3? dice: "Cuando los Senadores y DI,
no pueden deliberar juntos ni en presencia del Rey." Este articulo putados se reúnan en un, solo Cuerpo." Abi se ve que cuando los Di,
constitucional babla de los Cuerpos colegisladores; pero el 3? de la. putados y Senadores se reúnan no son ya Cuerpos colegisladores, son,
le; de 19 de Julio dice: "Cuando los Senadores y Diputados se un solo Cuerpo, y por lo tanto no tiene aplicación el art, 34 de la,
rrunan en un solo Cuerpo, &c." Esto quiere decir, que reunidos los Constitución ni el 1? de la ley adicional."
Senadores y Diputados desaparece esa nomenclatura de Cuerpos cule- Se leyó el art. 13 de la Constitución; y declarado el puntq sufi
¿¡«ladores, de Senadores y Diputados , y no son entonces masque uq cientemente discutido fue aprobada la base 10Í
Cuerpo compacto, la nación española reunida por medio de sus re Se leyó el siguiente voto contrarío;
presentantes para ejercer un acto de soberanía. "Pido al Senado se sirva determinar conste en e] acta mi vota
Aqui no tiene que ver el art. 31, porque no se trata de Cuerpos contrario á la totalidad del dictamen de la comisión sobre las reglas
eolegisladores; se trata de un solo Cuerpo, cerno dice el art, 3?: se que se l.an de seguir en el nombramiento de Regencia, Palacio del
trata de la Representación nacional. Senado 15 de Abril de 1841.=Juan Lasaña,"
Esta es la razón que yo tengo para encontrarme en el conflicto en Se acordó constase en el acta.
que no me bailaría si tuviese la convicción que tiene el Sr, Seoane," El Sr. PRESIDENTE: No habiendo asuntos de que deba, ocupar
Se leyó el art. 1° de la ley de 19 de Julio de 1837. se el Senado no habrá sesioq mañana ; y se avisará para la próxima
El Sr. GIL ORDUNAí Por el contenido de este articulo se ve á domicilio.
claramente que los Cuerpos Colegisladores no pueden deliberar reti Ciérrase la sesión,"
ñidos. Eran las dos.

S.-TOMO r. ss
 NÚMERO 15.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 23 DE ABRIL DE 1841.
Se abrió á las doce y Teinte minutos y leida el acia de la ante
rior por el Sr. Secretario Torres Solanot, obtuvo la palabra y dijo
£1 Sr. ROMO Y GAMBOA: Cuando en una de las últimas sesio
nes en que se discutió el dictamen de la comisión proponiendo que se
diera al Ministerio un Tolo de aprobación por no b>ber llevado á
efecto la ley de Ayuntamientos sancionada por S. M. , pedí la pala
bra en contra precisamente porque también fue mi voto contrario; y
habiendo observado que no consta ni en el Diario de las Sesiones ni
en el acta , desearía que constase en ambos documentos.
El Sr. PRESIDENTE: Constará en el acta y en el Diarlo de las
Sesiones."
El Senado quedó enterado de las siguientes comunicaciones :
De un oficio del Sr. Ministro de Estado, fecba 21 del corriente,
acompañando 150 ejemplares impresos de la Reseña documentada de
loa principales negocios que se han ventilado por dicho Ministerio
desde el mes de Octubre de 1840 hasta la reunión de las Córtes
de 1841.
Se acordó repartir dichos ejemplares.
De otro del propio Sr. Ministro y de igual fecba acompañando
copias certificadas :
li De un convenio ajustado entre S. M. y la corle de Bruselas
en 1? de Marzo de 1859 para la abolición del derecho de eztrangeria,
ó sea facultando para adquirir y heredar los subditos del uno en el
territorio del otro.
2í Del convenio que se hilo con el Portugal para la libre nave
gación del rio Duero en 51 de Agosto de 1855,, con el reglamento en
que se convino por los comisarios de ambos paises el 25 de Mayo
de 1810' para la policía y otros particulares relativos á dicha nave
gación.
Y 5? De un tratado de comercio y navegación que se concluyó
con la Sublime Puerta Otomana el 2 de Marzo del mismo año de 1840,
cuyas tres estipulaciones se hallan ratificadas en debida forma por
las respectivas corles.
Se acordó archivar las expresadas copias.
De otro oficio del Sr. Ministro de Gracia y Justicia , fecha 22 del
actual , acompañando 100 ejemplares de cada una de las circulares
relativas á la prohibición de hacer uso de bula , breve y cualquier
otro despacho pontificio sin haber obtenido previamente el corres
pondiente pase ó exequátur ; y á que no se consienta ni tolere en Es
paña la sociedad conocida con el titulo de Religiosa ó de la Propaga
ción de la Fe , oriunda de Lyon.
Se acordó repartir dichos ejemplares.
Igual resolución recayó á otro oficio del expresado Sr. Ministro,
con la misma fecha, al que acompaña 100 ejemplares de la circular
concerniente á los ordenados por obispos rebeldes ó extrangeros sin
las competentes dimisorias de los diocesanos.
También se acordó repartir 100 ejemplares del informe dado por
una comisión sobre algodones en rama y manufacturados, en contes
tación i las exposiciones de varias corporaciones de Barcelona , que
con oficio fecha 14 del corriente remitió el Sr. Ministro interino de
Hacienda.
El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. D. Ramón
S.—TOMO I.
89
DE CORTES
Castañeda , Senador electo por la provincia de Teruel, fecha en Ge
rona á 8 del Corriente , manifestando que muy prouto cree habrá dis
puesto cuanto exige el mando que tiene de la cuarta división del
primer cuerpo de ejército, y podrá presentarse á tomar parte en las
IRreas del Senado ; esperando que entre tanto se someterán á su de
liberación los documentos requeridos para su admisión.
Se leyó y declaró' no haber lugar á deliberar acerca de la si
guiente exposición del Sr. D. Agustín Díaz Ca macho, Senador por la
provincia de Huelva : «
"Excmos. Sres.ríArreglada ya mi marcha, esperaba con impacien
cia que mis males me permitieran efectuarla para exponer ante el
Senado la indignación que en mi pecho excitaron las calumnias de
que nuestro Cuerpo ha sido victima, cuando ha llegado á mis ma
nos la noble protesta de mis compañeros; y preciso seria que mi
sangre no fuera española ó estuviera helada para que dejara pasar
un momento sin adherirme á ella , y pedir á V. EK. se sirvan dar
cuenta al Senado y se inserte en el acta de sesión para que conste á
la faz del mundo; como también, que hecha ya esla vindicación, no
ocuparé el puesto que debí á la presentación libre y espontánea de
estos pueblos, aunque mi salud se restablezca hasta que la inviolabi
lidad que dicta la Constitución de 1857, y la digna tolerancia , pri
mer principio de la libertad , se encuentren y se respeten por el Go
bierno en ese augusto recinto, pues temeria volver á oírme llamar
traidor á la libertad después de haberle consagrado mi vida. Dios
guarde á V. EE. muchos años. La Palma (en la provincia de
Huelva ) 4 de abril de 1811.=Agustin Diaz Camaeho.=Excmos. Sres.
Secretarios del Senado."
El mismo quedó enterado de una manifestación del Sr. D. Pedro
Onti veros, fecha 21 del corriente, en la que expresa que el eslado de
su salud no le había permitido presentarse en la actual legislatura
en el Senado, y pidiendo constase en el acta su completa adhesión á
la exposición de varios Sres. Senadores, de que tedió cuenta en la se
sión de 29 de Marzo último, vindicándose de las acriminaciones con
tenidas en el manifiesto de la Regencia provisional de 2 de Noviem
bre del año próximo pasado.
Igualmente manifiesta desee conste su voto contrario á lo acorda
do por el Senado en los éVpedienles de la renuncia del Gobierno del
reino hecha por S. M. la Reina Madre, y suspensión de la ejecución
de la ley de Ayuntamientos.
Se acordó constase en el acta.
Se dió cuenta de que los Sres. Diaz Carreja, duqne de Zaragoza,
Fernandez Vallejo, y González Alonso no podían asistir á la sesión
de este dia por hallarse enfermos.
El Senado quedó enterado.
Acordóse contestar haberse recibido con agrado, y que se repar
tiesen los 90 ejemplares del opúsculo sobre Hacienda que ha escrito
el Sr. D. Rafael Jiménez Frontín, y que con oficio de este dia Temi-
te al Senado el mismo señor.
Dióse cuenta de que D. Vicente María Maffei Bercíal con fecha
5 del presente mes había remitido al Senado siete ideas, que titula
peticiones, para mejorar la legislación fundamental, la Hacienda
nacional y municipal , el comercio v el fomento general con las
26
obras productivas; es pera adorne se dignara lomarlas en considera que, si bien la copia en cuestión principiaba con las palabras : "á 6
ción por ser encaminadas todas á la couservacion tic- la p*i , ni buen de r'cfcTrro," de ella resultaba que el acta original tenia la fecba del
urden y ai aumento de recursos para cousolidar la caus.t de 6. M. la mismo dia (i, lo que no hubiera podido suceder si la votación, que
Reina Doña Isabel II y las libertades patrias; y de que el mismo babia durado cinco dias, hubiera "empezado en aquel. El presidente
Maffei Bercial presentó al Senado treinta y seis ién* diaqgidaar nir dijo ta *~abia de una manera positiva que la votación babia
bien de la patria , y que conformándose este coa t\ diol i«grn dr la pi i» iip va 1? y durado basta el 5, y que para asegurar el
comisión de Peticiones, acordó en 7 de Enero dt lf¡58 "que s* Hi lavtíesoiucion convendría tener á la vista el neta original;
riesen presentes para el uso oportuno." tue'im vano , porque la junta , apoyándose únicamente en
En vista de lo cual la comisión de peticiones lia dado el informe la mencionada equivocación imilerial , invalidó el acta por 18 votos
que sigue: "La comisión de Peticiones ba examinado las presentadas contra 11. La comisión entiende que el acuerdo de la junta fue in
por D. Vicente Mana Maffei Bercial, y es de dictamen que respecto justo, sobre absolutamente infundado; y aun cuando no existiera en
a la primera puede el Senado, en atención ¡i ser contraria á la Cons el expediente , como exiafe , una copia certiücada en debida forma
titución, acordar no haber lugar á deliberar sobre ella ; y que las del acta original , en la que se expresa que la elección dió principio
otras seis restantes pasen al Gobierno. en el dia i", de Febrero , bubiera opinado siempre por la validez de
"Sin embargo el Senadu resolverá lo que estime mas convenien los votos emUidos en el colegio electoral de Ciudad. -Real í-.y eutieu-
te. Palacio, del misino 23 de Abrri de lSU.-EIt conde de Almodo-í de por lo mismo qile se tlt'bcn'couiptfUit , si lia de estarse al verdade
var , Presidente. = Juan Jotá García Carras™. — Mariano Valero ro reaaltad'od* Jas thecfuWKi Qi¡: «quMti provincia'.' ,
A>Tteta.=M..¡uricio Carlos de Onis.=Mariano TorrWác4aliM." *ÜU.AJ limarse del anta «lcl colegio de •Herencia-, un» de-' lo» in
Se acordó se insertase este dictamen en el Diario de las Sesiones, dividuos de la junta pidió que se anulara, apoyándose en que la
y que se .señalaría día para su discusión. copia certificada que se babia presentado estaba encabezada á nom
Se leyeron y fueron aprobados sin disemina Ins nigllii'nltrt dimá bre 4»l-«escota rio del ayuntamiento de aquella villa, si bien venia
menes de la comisión de Actas : autorizada con las firmas de los que babian compuesto la mesa; pero
Provincia Je Oviedo. "La comisión de examen de Actas electo la junta desestimó su reclamación, y aunque el reclamante protestó
rales , bailando aprobada la de escrutinio general de Oviedo, cele su acuerdo, opina la comisión que fue aceitado.
brada á consecuencia de la tercera renovación del Senado, ba exa 3? Tratándose después del acta del colegio del Horcaji, la junta
minado los docu menlos presentados por el Sr. D. Santos San -Mi por unanimidad, la declaró nula, fuudándose pira ello en que se
g lu I , Senador nombrado por la expresada provincia ea reemplazo babia faltado, sin expresarse en qué, á lo dispuesto en el arl. 32
del Sr. V. Antonio Posada , arzobispo electo de Valencia , que cesó. 1 de la ley elex-torjíl; pero observando la comisión que, si bi bien no se
por baber espirado el tiempo de su cargo; y bailándolos corrien- | designa en ella con la debida separación el número de losi electorei
tes y suficientemente acreditadas las cualidades requeridas de fiad "h"del colegio, resulta de la misma evidentemente que se concluyó la
y renta, votación en el cuarto dia por haber dado su voto lodos ellos, y que
■•El de dictamen que el Senado puede servirse acordar su admi ademas se acompañó lista nominal debidamente autorizada de los
sión definitiva. Sin embargo resolverá lo que estime mas convenien que tomaron parle eu la votación, cree que fue desacertada la reso-
te. Palacio del Senado 20 de Abril de-184L=Gaapar jdv Onílorilhl, iiuion de la jimia, y que por consiguiente debeu computarse los vo
presidente. =Cárlos Moruhd.^Manuel L: reuzo. = Joaquín Francisco tos emitidos en el citado colegio electoral del Horcajo.
Campuzano.=Francisoo Homo y Gamboa, secretario." 4? También por unanimidad se declaró nula el acta del de Fuen-
Provincia Je Gerona. "La comisión de Actas electorales ba exa caliente, fundándose para ello únicamente en que se babia fallado
minado los documentos presentados por el Sr. 1). Antonio Joidi y al art. 31 de la ley electoral (sin duda quisieron referirse al 27 de
Sanlandreu, Senador nombrado por la provincia de Gerona, cuya acta la misma) por haberse dado por concluida la votación antes del
de escrutinio fue aprobada en 29 de Marzo último, para reemplazar . tiempo designado, á pesar deque no babian volado todavía varios
al Sr. D. Pedro Caiups y-vRos , procedente de la primera renovación eleclores; pero expresándose terminanlemenle en la citada acta que
del Cenado; y bailando competentemente acreditada su aptitud legal si no hubo votación mas que en tres dias consistió en que ya habían
para el ejercicio del cargo de Senador, concurrido todos los eleclores del colegio, y habiéndose acompañado
■•Es de parecer que el Senado puede servirse acordar su admisión una lista nominal de los que tomaron parte en la elección, entiende
definitiva. Sin embargo resolverá lo que estime mas acertado. PaUcio la comisión que no fue justo el acuerdo de la junta y que por lo tanto
del misino 20 de Abril de 1811.=Gaspar de Oudovilla, presideu- deben también computarse los votos dados en aquel colegio electoral.
te.^Cárlos Morand.= Manuel Lorenzo.^Jouquiu Francisco Gainpuza- 5? Ocupándose después la junta del acta del colegio de Infames,
no.=Francisco Romo y Gamboa, secretario." pidió uno de los comisionados que se anulase, ya porque de ella no
Provincia de Alicante. "La comisión de Acias electorales ba exa aparecía la manera ó forma cop que la mesa habia sido constituida,
minado los documentos presentados por el Sr. D. Joaquín Abar- y ya también porque babian tomado parle en la elección veinte y
gues, Senador nombrado por Alicante, cuya acta de escrutinio ge cuatro vecinos de la villa de Alcubillas, á pesar de que no habiendo
neral fue aprobada en sesión de 29 de Marzo último, pura reemplazar sido remitida por su ayuntamiento la lista de los eleclores déla
al Sr. D. Melcbor Astiz , que fue comprendido en la tercera renova misma á la diputación provincial, no habia podido esta aprobarla»,
ción del Senado; y resultando de ellos acreditada suficientemente su pero la junta desestimó su petición , y aprobó el 'acia en el concepto
aptitud legal para el ejercicio del cargo de Senador , de que deberían eliminarse los votos dados por los vecinos de Alcu
••Es de dictámen que el Senado puede ser virse acordar su admisión billas; y habiéndese discutido después sobre á cuáles de los candida
definitiva. tos se les babiau de descontar , acordó que se descontasen á los que
••Sin embargo resolverá lo que estime nías conveniente. Palacio del hubieran obtenido mayor número de votos.
mismo 21 de Abril de 1841.=Gaspar de Oudovilla, pi esidenle.^Gar- La comisión entiende que fue acertada la resolución de la junta
los Morand—Manuel Lorenzo.=Joaquin Francisco Canipu/.auo.^Fran en cuanto .al primer extremo, supuesto que el uo haberse expresado
cisco Romo y Gamboa, secretario^" en el acta con la debida extensión el modo con que se constituyó la
A petición del Sr. Seoane se acordó quedase sobre la mesa el si mesa , no es un defecto sustancial , loda vez que en ella se expresa
guiente dictámen de la misma comisión: que los que la compusieron fueron nombrados por los electores que
Provincia de Ciudad-Real. "lia comisión de Actas lia vuelto á exa concurrieron dentro de la hora prefijada al efecto , y que en todo
minar detenidamente la del escrutinio general de las elecciones veri- se procedió con arreglo á la ley y á la Real orden de 21 de Diciem
. iicadas en la provincia de Ciudad-Real para la propuesta en lerna de bre , y también que á su formación no concurrieron los vecinos de
un Senador en reemplazo del Sr. D. Alvaro Pedro Maldonado, que Alcubillas, incorporados por su ayuntamiento en la lista de electo
cesó en virtud de la tercera renovación, habiendo para ello tenido á res, y que en realidad no lo eran, por no haberlos declarado toda
la vista las de los colegios electorales en que la misma fue diviJida, vía tales la diputación provincial, y porque loca al segundo extre
v que han sido remitida! por el Gobierno en consecuencia de lo que mo , es decir, al haber aprobado el acta con la eliminación de los
sobre el particular tuvo á bien el Senado acordar en la sesión de 29 votos dados por aquellos, entiende igualmente que fue fundada en lo
del próximo pasado; y dt su examen resulta suslancialmeutc lo que esencial ; siendo de advertir que aun cuando se eliminen ó dejen
sigue: de eliminarse, ni lo uno ni lo otro puede influir en el resultado
1? Al examinarse en la junta de escrutinio generel el acta del de la propuesta.
colegio de Ciudad-Real, se reclamó su nulidad por el comisionado 6? Al examinarse el acta del colegio electeral de Miguellurra
del de Almagro , fundándose en que, según arrojaba la misma, la pidió uno de los comisionados su nulidad, fundándose en que es
formación de la nieía tuvo lugar el dia 8 , y no en el 1? de Febrero, taba dada y firmada por solo el presidente, y en que la lista de los
y en que habiéndose, por consiguiente, verificado los demás actos de electores que habían tomado parle en la votación contenía , sobre
la elección con posterioridad á dicho dia 6 eran esencialmente nulos. no tener fecha, algunos nombres testados, y no estaba autorizada , y
El comisionado del referido colegio de la capital manifestó que aun en consecuencia fue anulada por 17 votos contra siete; pero en sen
cuando era cierto que en la introducción del acta se expresaba que la tir de la comisión no debió la junta, ya porque la ley no exige que
mesa se había constituido en el dia 6, lo era también que había sido la copia haya de autorizarse por todos los individuos de la mesa , y
efecto de una equivocación involuntaria del redactor ó del escribien ya también porque en ella no se dispone que haya de acompañarse
te , porque constaba de público y notorio que se formó realmente en la lisia de los eleclores que hayan tomado parle en la votación , y
el dia 1? , y que la votación duró hasta el 5 inclusive , como asi re opina por consiguiente que deben computarse los votos que se emi
sultaba de la original archivada en el del Ayuntamiento, y que tieron en el citado colegio electoral de Miguellurra.
desde l'iego presentaría si la junta lo eslimase. £1 comisionado de 7'.' Al procederse al examen del acta de Mestanza pidió el comi
Valdepeñas apoyó lo expuesto por el de la capital , manifestando sionado por el de Almadén que se anulase porque no iba acompaña-
 91
da de la lista de los eleelores que habían tomado parte en la vota lia, presidente.=Cárlos Morand~Manuel Lorenzo.rrjoaquin Fra; -
ción; y habiéndola no obstante aprobado la junta, protestó aquel su cisco Campuzano.xFrancisco Romo y Gamboa, secretario."
resolución como contraria á la que habió recaído sobre el acia de Mi- Pri vio anuncio del Sr. Presidente, y acompañados de lo's señores
guelturra. La comisión cree que si bien hubo hasta cierto punto Secretarios Carrasco y Onis, enlraron á jurar y tomaron asien
contradicción entre ambas resoluciones, la junta obró cuerdamente to los Sres. D. Francisco Sánchez Fernandez, Senador por la pro
al declarar válida el acta de Meslanza. vincia de Salamanca, D. Santos San Miguel, por la de Oviedo,
8! Habiéndose ocupado la junta del examen del acta del colegio 1). Antonio Jordá y Santandreu, por la de Gerona, y IX Joaquín
electoral de Manzanares , fue declarada nula por unanimidad , por Abargues, por la de Alicante.
que en ella aparecían 63 votos mas de los que debían resultar , aten Se anunció que los Sres. D. Antonio Jordá y Santandreu quedaba
dido el número de electores que habiun lomado parte en la votación; agregado á la primera sección , D. Pedro Onti veros , que pertenece á
y la comisión opina que hubo bastante fundamento para anularla, . 1as anteriores legislaturas y se ha presentado en la sesión deesle día,
porque de ella resulta que habiendo ascendido á 777 el numero total á la segunda, D. Santos San Miguel á la tercera, D. Francisco Sán
de electores , tomaron parle en la votación 621, siendo asi q-ue de la chez Fernandez á la cuarta, y D. Joaquín Abargues á la quinta.
lista que acompaña el acta consta que únicamente votaron 617 de Entrándose en el orden del dia se leyó el mensage del Congreso
los mismos , de lo que se infiere que se procedió con ilegalidad; pero de los Diputados relativo á las disposiciones preliminares al nom-
aun cuando se hubiera declarado válida, ninguna influencia hubiese -bramiento de Regencia, cuyo dictamen está concebido en los térmi
tenido en la propuesta de Senadores, según resulta del cómputo he nos siguientes :
cho por la comisión. "Al Senado. =El Congreso de los Diputados, después de haber to
0? En tal estado se leyó en la junta con permiso de su presidei.te mado en consideración el mensage que le dirigió el Senado con fe
una exposición del ayuntamiento de la capital en que pedia se lla cha 15 del corriente mes sobre las disposiciones que habia acordado
mase el acta original de la elección del colegio electoral de la misma, para llevar á efecto lo prevenido en el art. 57 de la Constitución , ha
porque de ella resultaría la exactitud con que se había verificado, aprobado lo siguiente r . • . .
pero la mayoría la desestimó; nueva prueba eu concepto de la comi ' Articulo 1? «Los Cuerpos colegisladores se reunirán para la elec
sión de lo arbitraria é injustamente que procedióla junta en el par ción de la Regencia eu el dia, hora y lugar que designarí el Gobier
ticular. no , conforme al art. 2? de la ley de 10 de Julio de 1837. ...
10. Tratándose del acta del colegio electoral de Socuéllatnos, Art. 2? «Cada Cuerpo podrá discutir separadamente , pero sin
propuso su nulidad uno de los individuos de la junta, porque coleja- proceder á votación, acerca del número de personas de que se ha de
das las listas que la acompañaban con las que existían de la diputa componer la Regencia.
ción provincial , resultaba que á pesar de no haberse presentado á Art. 3? «Juntos después en el lugar y tiempo que el Gobierno de
votar varios electores de la villa de Pedroinuñoz y d-;l colegio, termine los Senadores y Di putados por el orden enque estuvieren sen
habían votado tonos menos uno, y también porque la mesa admitió tados darán sus votos, primero sobre el número de individuos de
los sufragios de los primeros sin que. constase que las listas hubiesen que ha de componerse la Regencia ; segundo sobre las personas que
sido aprobadas por ¡a diputación. Otro de los individuos mencionados nombren. . .; '
manifestó que esto habia sido una consecuencia necesaria del gran Art. 4? «La votación sobre el número de Regentes será pública
rodeo que daba el correo para llegar desde la capital al punto de la y nominal. <
elección, pues tenia que tocar primero en Madrid. Que cuando los Art. 5? «Para esta votación cada Senador y Diputado desde su
electores de Pedromuñoz emitieron sus votos, las listas de los mismos asiento pronunciará su nombre, añadiendo la palabra uno, ó tres 6
estaban ya aprobadas por la diputación provincial; y que la diferen cinco.
cia que resultaba del cotejo de las ilotas podía nacer de haberse co Art. 6? «Si de la votación ejecutada de este modo resultase mayo
metido alguna equivocación al extender las de la propia diputación, ría absoluta de votos á favor de alguno de los tres números expresa
porque se advertían varias en algunas de las remitidas á los cole dos, quedará resuelta por ella la cuestión de cuántos han de ser los in
gios electorales; y en consecuencia la mayoría* de la junta aprobó el dividuos que hayan de componer la Regencia ; pero sí no hubiese
acta y el comisionado por Almadén protestó la resolución. mayoría absoluta, se repetirá la votación pública y nominal del mis
«De dicha acta de Socuéllauios resulta que constituida que fue la ino modo entre los dos números que hayan reunido mas votos en el
mesa se presentó el alcalde de la villa de Pedromuñoz con el expe primer escrutinio. En el caso de qut dos números reúnan cantidad
diente de elección de la misma, manifestando que por su ayunta igual de votos menor que la conseguida por el primero, se votará
miento habían sido incorporados en las listas 45 vecinos de la propia entre estos dos últimos que hayan reunido cantidad igual; y el nú
que tenían las cualidades exigidas pur la ley , y que al intento ha mero que salga elegido servirá con el primero de base y objeto á otra
bían hecho oportunamente la necesaria reclamación; y que por lo votación.
tanto, y atendiendo á que todavía no habia transcurrido el tiempo Art. 7? «Si de esla resultase empate se repetirá la votación hasta
indispensable para que se hubiese podido recibir la aprobación de la tercera vez ; y si el resultado fuese siempre el mismo, decidirá la
diputación provincial, pedia que le admitiesen sus sufragios: la suerte.
mesa accedió á su peticíou , y publicado el escrutinio del il día , re Art. 8? «Si se hubiese de sortear, se colocarán en la urna cuatro
cibió el presidente un olicío de la misma diputación aprobando la in bolas de igual color y tamaño, introduciendo en ellas otras tantas pa
corporación indicada. peletas , dos eu blanco y las otras dos con el número respectivo, las
«La comisión cree que no debieron votar cuando lo verificaron los que se extraerán sucesivamente una á una por cada uno de los cua
referidos vecinos de Pedromuñoz ; pero como antes de concluirse la tro individuos que nombrará al efecto el Presidente ; y leidas por
votación se recibió la orden de la diputación provincial habilitán -el misino en el orden con que vayan saliendo, decidirá el primer
dolos al efecto, opina que la falta que se había cometido en un prin número que salga.
cipio quedó después subsanada, y que por lo mismo fue aprobada Art. 9? «La elección de la persona ó personas que han de compo
con fundamento el acta de que se trata. ner la Regencia se verificará secretamente y por papeletas conforme á
«De todo lo expuesto se deduce á juicio de la comisión que la lo prevenido en el art. 6í de la ley de 19 de Julio de 1837. Los Se
junta de escrutinio general no debió anular, como anuló, las actas nadores y Diputados depositarán sus vetos eu la urna por el orden
de los colegios electorales de Ciudad-Real, Horcajo, Fuencalieifte y prescrito en el art. lí de la misma ley.
Miguelturra ; que los votos en ellos emitidos deben computarse para Ar. 10. «Si hubiere que elegir tres ó cinco Regentes, será votado
venir al verdadero resultado de las elecciones celebradas en aquella cada uno con separación, y el primer nombrado será el Presidente.
provincia para la propuesta en terna Je un .Senador, y que en esta no Art. 11. «Si en el primer escrutinio no resultase mayoría absolu
puede influir la eliminación de los que se emitieron en el colegio de ta de los individuos presentes, se hará segunda votación entre las
Infantes por algunos vecinos de Alcubillas, ni tampoco influiría , en tres personas que hayan obtenido mayor número de votos; enten
ud caso , el aumento de los que hubo en el de Manzanares. diéndose que pasarán también á esta segunda votación todas las de-
«Bajo de estos supuestos ha hecho la comisión el cílculo indicado: mas que igualaren cu votos á la que menos haya tenido entre las
de él resulta que los candidatos que obtuvieron la pluralidad abso tres anteriores. Si en esta segunda votación no resultase ninguno con
luta de los votos emitidos en teda la provincia fueron el Excnio. se mayoría absoluta, se pasará á tercera entre las dos personas que hu
ñor duque de la Victoria , el Sr. D. Félix del Valle y el Sr. D. José biesen obtenido mas votos; y decidirá la suerte en caso de igualdad
Mana Jaime, comprendidos en la terna que se elevó al Gobierno, y cuáles deberán ser los dos que queden para esta votación.
con presencia de ludo opina que el Senado puede servirse aprobar eu Art. 12. «En caso de empate se repetirá la votación por el mismo
los términos que ha tenido el honor de proponerle el acta de escru método hasta tercera vez; y si el resultado fuere siempre igual, deci
tinio general de elecciones últimamente verificadas en la precitada dirá la suerte en la forma establecida en el art. 8? para la votación
provincia de Ciudad-Real. sobre el número de Regentes ; entendiéndose que siempre se pondrán
••Sin embargo tendrá i bien acordar lo que en sus superiores lu en la urna tantas bolas cuantos sean los nombres , y otras tantas
ces estime mas acertado. mas con papeletas en blanco.
«El Sr. D. José Mana Jaime, nombrado Senador por la provin Art. 13. «En los Cuerpos colegisladores reunidos para la presente
cia de Ciudad-Real en reemplazo del Sr. D. Alvaro Pedro Mal- elección de Regencia no habrá discusión ni aun sobre cuestiones de
donado, ha acreditado competentemente su aptitud legitl, por lo órdeu.
cual la comisión opina que el Senado puede acordar su admisión de «Y habiéndose hecho en el mensage las modificaciones que apare
finitiva. cen, el Congreso ha precedido á nombrar cinco individuos de su seno
«El mismo sin embargo se servirá resolver lo que eslime mas y son lo* Sres. D. Juan Bautista Alonso, D. Luis González Bravo,
acertado. En tu Palacio á 20 de Abril de 184i.=Gaspar de Oudovi- D. Alvaro Gil Sauz, D. Joaquín Maria López, y D. Miguel Alejos
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furriel. Lo que el Congreso manifiesta al Senado , á fin de que sir
viéndose nombrar igual número de Sres. Senadores, si lo estima con
veniente, puedan conferenciar sobre el modo di conciliar las opinio
nes de ambos Cuerpos. Palacio del Congreso 22 de Abril de 1811.=
Agustín Arguelles, Pres¡dente.=Julian de Huelves, Diputado Secre-
tario.= Eugenio Diez, Diputado Seoretario."
Preguntado si se procedería al nombramiento de la comisión
mixta, el Senado acordó por la afirmativa.
El Sr. PRESIDENTE i Con el objeto de abreviar esta materia
las secciones se servirán reunirse desde luego á fin de nombrar los in
dividuos de la comisión que ha de dar dictamen sobre este mensagq
y en el ínterin se suspenderá la sesión.
Después continuará dándose cuenta de la comisión que hayan
nombrado las secciones.
Suspéndese la sesión."
Quedó suspendida; y habiendo regresado al salón los Sres. Sena
dores, dijo
El Sr. PRESIDENTE: Continúa la sesión.
Vá á darse cuenta de la comisión nombrada por las secciones."
Se dió cuenta de que la primera sección habia nombrado al señor
D. Jaime Gil Orduña , la segunda al Sr. D. Miguel Chacón y Du
ran, la tercera al Sr. D. Hipólito de Hoyos, la cuarta al Sr. D. Joa
quín Suarez del Villar , y la quinta al Sr. D. Dionisio Capaz.
Asimismo se participó que la comisión habia nombrado presidente
al Sr. D. Dionisio Capaz , y seoretario al Sr. D. Miguel Chacón y
Duran.
El Sr. PRESIDENTE : La comisión que ha de dar su dictámen
sobre la comunicación del Gobierno relativa al plazo señalado para
la reunión de las Córtes actuales tiene la palabra."
El Sr. D. José Cecilio de la Rosa como secretario de la misma
ocupó la tribuna y leyó el dictámen que sigue:
"La oomision ha examinado con todo detenimiento la comuni
cación dirigida al Senado de orden de la Regencia provisional del
reino por el Ministro de la Gobernación de la Penisula con fecha 28
de Marzo último, en que manifestando los poderosos motivos que
la impulsaron á prorogar el término señalado por el art. 26 de la
Constitución para ta convocación y reunión de las actuales Córtes,
pide se apruebe esta determinación; en su vista observa la comisión
que disueltas las anteriores Córtes era imposible proceder seguida
mente á la elección de nuevos Diputados y propuesta correspondiente
de Senadores por carecer» en aquellas circunstancias de uno de los
elementos principales al objeto.
«Las diputaciones provinciales, que tanta partioipacion tienen en
los actos electorales, se hallaban disueltas en algunas provincias, y
en otras fueron reemplazadas por las precedentes-, bien que todas
ellas habian dejado de existir legalmente, y fue de absoluta necesidad
proceder á su renovación ; este acto debía anteceder á la elección de
Diputados y propuesta de Senadores , y para él se requería tiempo,
que habia de retardar y dilatar indispensablemente el aplazado por
la Constitución á fin de convocar y reunir las Córtes: por ello, ce
diendo el Gobierno á la imperiosa ley de la necesidad , y de otra
parte , huyendo deque las elecciones adoleciesen de la nulidad radi
cal que produciría la ilegal existencia de aquellas diputaciones pro
vinciales que habian de prepararlas, expidió el decreto de 11 de Oc
tubre último , por el que previno la reunión de las Córtes para el 19
de Marzo próximo pasado, como felizmente se ha verificado. Asi que,
habiendo obrado el Gobierno en este punto forzado por las circuns
tancias, y conducidose con la prudencia y circunspección que según
aquellas demandaba la conveniencia pública , es de parecer la comi
sión que el Senado se halla en el caso de aprobar su conducta , como
lo-pide , concediéndosele el competente voto de indemnidad por ha
ber prorogado el término señalado en el art. 26 de la Constitución
para la convocatoria y reunión de las actuales Córtes , ó el Senado
resolverá lo que crea mas acertado. Palacio del mismo 15 de Abril
de 1811.=Andres García Camba.=Diego González AIonso.=Francisco
Verea.=Manuel Ventura Gómez.=José Cecilio de la Rosa, secretario."
El Sr. PRESIDENTE: Quedará sobre la mesa.'
No habiendo hoy asuntos pendientes se reunirá el Senado luego
que la comisión que se ha nombrado concluya su dictámen , y »e
avisará á los Sres. Senadores á domicilio.
Ciérrase la sesión."
Eran las dos y veinte minutos.
RECTIFICACION. En el Diario núm. 9 , sesión del dia 12 del
corriente, plana 1*, col. 2?, lín. 8 , donde dice : "También se acordó
avisar al Gobierno á consecuencia Je las comunicaciones del Sr. mar
ques de Somcrurlos , y el Sr. D. francisco de Paula Figueras , */
primero Senador por la provincia de Logroño, y el segundo por las is
las Baleares ," se omitió por un olvido involuntario añadir: "en
virtud de renuncia que ambos señores hacían de sus cargos."
OTRA. En el Diario núm. 12, sesíou del dia 15 de Abril, pla
na 3Í, col. lí, lin. 18, donde dice: "El Sr. CAAMANO PARDO:
Yo creo tautbien , señores , que es mejor la votación secreta , porque da
mas libertad para que cada uno vote por quien crea conveniente /' debe
decir: "Yo me adhieró en un todo á lo manifestado por el Sr. Heros;
pero quisiera que el votante , no solo pudiese manifestar su voto , j-* pe
dir al dia siguiente que constase en el acta, sino también en el mismo
acto de la votación."
 NÚMERO 14. as

DE

LAS SESIONES DE CORTES.

SESION DEL DIA 26 DE ABRIL DE 1841.

Se atinó 5 las ios y cuarto , y leída por el Sr. Secretario Onís el Continuando el órden del dia se procedió a* la discusión del
) de la anterior, fue aprobada. dictamen de la comisión acerca de los motivos que impulsaron al
Cióse cuenta de que la comisión mixta nombrada para facilitar Gobierno á prorogar el término señalado por el art. 26 de la Cons
la avenencia entre lo dispuesto por el Congreso de los Diputados res» titución para la convocación y reunión de las actuales Córtes , leido
pecto á que la rotación del número de Regentes sea pública y nomi en la sesión de 23 del corriente, {ye'ase.)
nal , y lo acordado por el Senado, que dispuso fuese secreta , babia Leido el dictámen , obtuvo la palabra y dijo
nombrado por su presidente al Sr. D. Dionisio Capaz y para secreta El Sr. CAMPUZANO: Rogarla á los Sres. Secretarios se sirvan
rio al Sr. D. Alvaro Gil Sanz. leer el art. 28 de la Constitución. (5« leyó.) Que ha habido infracción
Igualmente se d i<> cuenta de que las secciones habian hecho los de la Constitución en haber prorogado la reunión de los Córtes, no
siguientes nombramientos de comisiones : ofrece ninguna duda, puesto que la ley está terminante. Que hubie
Para la relativa á autorizar al Gobierno para transigir con la ran debido convocarse las Córtes extraordinariamente, no hay mas
empresa del canal de Castilla : que ver el artículo constitucional que se ha leido: que de esta ma
nera se hubieran abreviado los trámites, no hay mas que leer el ar
lí Al Sr. D. Joaquin Díaz Caneja. tículo 21 de la ley electoral , que ruego igualmente á un Sr. Secreta
2* Al Sr. duque de CastroterreSo. rio lo lea. (5í lejró.)
3Í Al Sr. D. José Aranalde. Por ese artículo se conoce la previsión del legislador, que dispuso
4í Al Sr. D. Mauricio Carlos de Onís. que cuando se hubieran de reunir Córtes extraordinarias se abrevia
5Í Al Sr. D. Francisco Romo y Gamboa. sen los trámites todo lo posible. El caso en que nos encontramos en
cierra en si una cuestión política muy grande: sin embargo no es
Para el aumento de pensión en favor de D. Emilio y Doña Cris mi ánimo hacer una acusación al Gobierno , porque esto exigi
tina Muruaga : . ría otras circunstancias y también otro tiempo del que parece que
el Senado puede prestar á este asunto, cuando otro mas grave está á
lí Al Sr. vizconde de Huerta. punto de resolverse. Asi que, solo hablo para que conste una cosa de
2Í Al Sr. obispo de Córdoba. la mayor gravedad, á saber: que quizá la causa de la desunión
3i Al Sr. D. Santos San Miguel. actual, que nadie desconoce y respecto de lo cual no creo revelar un
4Í Al Sr. conde González Castejon. ' secreto cuando es pública , es el de haberse diferido la reunión de
5? Ai Sr. D. Manuel Lorenzo. las Córtes por cinco meses. No digo mas.
El Sr. CAMBA : Yo solamente tendré que hacer presente al Se
nado que me parece que parte de un hecho equivocado lo que ha di
Para arreglo del servicio de bagages: cho el Sr. Senador que ha hablado. El art. 28 de la Constitución
dice que cuando quedare vacante la Corona se reunirán las Córtes
lí AI Sr. conde de Soto-Ameno. extraordinariamente; pero esto no puede entenderse que sean Córtes
2í Al Sr. D. Juan Lasaña. extraordinarias, sino las existentes: que al ocurrir uno de los casos
3Í Al Sr. D. Miguel Corbacho. que la Constitución marca pueden estar suspensas , en cuyo caso se
4? Al Sr. D. Francisco Sánchez Fernandez. reunirán extraordinariamente; pero repito, no quiere decir ese ar
5? Al Sr. D. Andrés Martínez Orinaga. . •• . . ticulo que se convoquen Córtes extraordinarias. Cuando el Gobierno
se ha constituido en Regencia provisional habia antecedido el de
Sobre extinción de las cargas y prestaciones por derecho de pat ro creto , me parece que del dia anterior, en virtud del cual se habian
llos: disuelto las Córtes. Habia, pues, que proceder á convocar otras por
lí ' Al Sr. D. Joaquin Pérez de Necoechea. los términos regulares , no por los que marca el art. 21 de la ley
2í Al Sr. D. Manuel Ventura Gómez. electoral. Me parece, pues, que el cargo que se hace al Gobierno por
3í Al Sr. conde de Pinofiel. no haber convocado Córtes extraordinarias es infundado.
4t Al Sr. D. Antonio Martínez de Velasco. En cuanto á lo que ha dicho el Sr. Senador Campuzano de atri
5? Al Sr. D. Vicente Gil Muñoz. buir á la dilación de reunir las Córtes esa desunión ó divergencia
á que ha aludido, yo no puedo absolutamente convenir con esto. Yo
Entrándose en el órden del dia, fue aprobado sin discusión el creo que esa divergencia procede de otro principio, del convenci
fiictámen de la comisión de Actas acerca de las de la provincia de miento que cada uno pueda tener , y no de que la reunión de las
Ciudad-Real leido en la sesión de 23 del corriente {véase el Diario Córtes sea ordinaria ó extraordinaria. Esta es una consecuencia casi
nüm. 9) , y admitido como Senador por dicha provincia el Sr. D. José natural que no puede atribuirse de manera alguna á la causa que se
Haría Jaime, según lo proponía la comisión. supone, y muy bien lo conoce el Sr. Senador. Creo, pues, que sobre
Previo anuncio del Sr. Presidente entró á jurar y tomó asiento el esto la comisión no tiene mas que decir por ahora.
expresado Sr. D. José María Jaime. El Sr. CAMPUZANO : Si he usado de la. voz extraordinarias no
S.—TOMO L 27
lo he entendido como Cortes extraordinarias, sino convocadas extra»
ordinariamente , nomo dice el art. 28 de la Constitución.
El Sr. CORTINA, Ministro de la Gobernación : Señores , no es
peraba el Gobierno que el dictamen que sa ha puesto á discusión fue
ra combatido de la manera que el Sr. Campuzano lo ha hecho , por
que no podia adivinar que ningún Sr. Senador hubiera, dejado de co
nocer el yerro de imprenta que hay en el artículo de la ley electoral
fue se ha leido y en cuya equivocación se ha fundado todo lo que se
a dicho.
El Sr. Campuzano principió pidiendo que se leyera el art. 28 de
la Constitución, en el cual se dispone que las Cortes se reunirán ex
traordinariamente luego que vacare la Corona ó que el Rey se int-j ¡
posibilitare de cualquier modo para el Gobierno. A primera vista se
conoce que ese articulo no es aplicable al caso en que estamos porque
no había llegado el de vacar la Corona, ni tampoco el de imposibili
tarse et Rey para el Gobierno; pero sea de esto lo que quiera , el se
ñor Campuzano pidió en seguida que se leyera el art. 21 de la ley
electoral en que se dispone lo q^ue ha de hacerse en el caso de; que las
Córtes debán reunirse sin previa convocatoria , que no es por cierto-
el caso de que habla el art. 28 sino el del 27.
En este se dice lo siguiente: "Si el Rey dejare de reunir algún
año las Córtes antes del 1! de Diciembre , se' juntarán precisamente''
en este dia; y en'el caso de que aquel mismo año concluya el encargo
de los Diputados , se empezarán las elecciones el primer domingo de
Octubre para hacer nuevos nombramientos." Supúsose en la Consti
tución que el Rey pudiera en alguna ocasión dejar de cumplir con
el deber que la misma le impone de reunir las Córtes anuatmefhte,'
y se tomaron precauciones para que si asi sucedia , las Córtes se re
uniesen sin que precediera esa convocatoria. Consiguiente á esto, en
el art. 21 de la ley electoral se estableció lo que debia hacerse cuando
ese' caso llegara ; y si el Sr. Campuzano se hubiera tomado la pena
de leer entero el articulo, veria que concluye diciendo : " tojo sin
necesidad de ninguna convocatoria ;" y esto debia haberle dado á co-
nacer que no se trataba del caso de que se hace mención en el arti
culo 28, porque en este se habla precisanieite/cYet convoaaloria_vy
en el 21 de la ley citada se dice que no es necesaria > lo cual es solo
aplicable al art, 27 , que es el.úpiqo.en tpe. se. dice que se pueden
reunir Córtes sin que preceda convocatoria. . . '
Ya ve el Senado que es claro y óbvio que el Gobierno no pudo
hacer otra. cosa que lo que hizo; porque no se concibe que se reunie
ran Cortes extraordinariamente, según ha demostrado el Sr. Camba,
cuando no existian por estar disueltas tampoco pudiera haberse
verificado su reunión sin que precediera convocatoria porque tío se
estaba en el caso del ort. 27. Yo conozco que al error en que ba in
currido el Sr. Campuzano ha podido dar lugar una equivocación de
imprenta que hay en ese articulo , porque está con efecto el art. 28
de la Constitución; pero examinando el articulo, analizando sus dis
posiciones , sin mas que ver su texto, se conoce evidentemente qile 110
se habla del caso del arU 28 sino del 27 ; y todo el argumento que'se
ha pe' cae por tierra al ver demostrado que la disposición legal que se
recuerda no es aplicable bajo ningún concepto al caso en cuestión. .
Pero ya que estoy en pie , señores, para manifestar el Gobierno
el deseo que tiene de pagar á este Cuerpo colegislador el tributo de
respeto que se le debe en asunto tan importante, diré muy breve
mente, porque otra cosa no exije la oposición que se ha hecho, cua
les son las principales razones que tuvo para dilatar algo mas del
plazo que marca la Constitución la reunión de las Córtes.
Sabido es cual era el estado en que se encontraban las diputacio
nes provinciales: en 1836 rigiendo la Constitución de 1812 se eligie
ron conforme al sistema en ella establecido: publicada en Junio de
¿837 .la actual Constitución, la pual dejó sin efecto todas las disposi
ciones contenidas en la anterior, }a$ mismas Córtes constituyentes
conocieron la necesidad que había de establecer la manera en que las
diputaciones provinciales debían elegirse, porque ya no podia ser con
arreglo á una ley no vigente: con este o7>jeto se'formó la de 13 de Se
tiembre de 1837, en la cual se consignaron ciertas bases y principios
á los cuales debia acomodarse la elección de diputados provinciales; y
en la misma se disponía en el art. 7?, si mal no me acuerdo, que en
todo lo demás continuaran rigiendo las disposiciones entonces vigen
tes hasta que se formase una ley orgánica de diputaciones provin
ciales. En ésta ley de 13 de Setiembre solo se dispuso que las elec
ciones se hicieran por partidos y ciertas otras, cualidades que los
diputados debían tener, sin descender á la renovación de las dipu
taciones , ni á otra porción de cosas de que hablaba la Constitución
de 1812.
Como esta habia sido derogada por la de 1837 y no era posible que
ninguna de sus disposiciones tuvieran efecto desde que habia dejado
de existir legalmente , ocurrió en Octubre de 1839 duda al Gobierno
sobre lo que debia hacerse con las diputaciones provinciales; y creo
que en li de Octubre se dispuso que se procediera d renovarlas pop
mitad y se establecieron reglas por las cuales debía esto verificarse.
Después de publicada esta orden se disolvió el Congreso que entonces
había, y por razones de que es excusado hablar, se acordó suspender
la elección de diputaciones ; y por otra órden de 21 del mismo mes
se habia dispuesto que los diputados que habían quedado excluidos
de ellas en virtud del sorteo que se ejecutó volviesen á componer
parte de las mismas. Continuó esto asi, porque aun cuando se reunió
pl nuevo Congreso no se pensó por el Gobierno en que se llevara á
efecto lo mandado , y continuó asi hasta que vinieron los aconteci
mientos de Setiembre de 1840.
— Sabido es que las juntas creadas en las provincias disolvieron una
porción de diputaciones; sabido es que en otras ocurrieron variacio
nes de consideración porque eliminaron diputados y llamaron á los
anteriores para que los reemplazasen. Si no temiera molestar al Se
nado le haría, una reseña de las provincias que se hallaban en este
caso y de las medidas adoptadas en cada una ; pero baste decir que
en las provincias que voy á referir en todas se hicieron alteraciones
considerables, ya" disolviendo las diputaciones, ya reemplazándolas
con las antiguas, ya separando diputados, y haciendo que se nom
brasen otros. Las provincias en que esto ocurrió son Valencia, Bur
gos, Badajoz, Cádiz, Córdoba, Cuenca, Coruña, Granada, Huelva,
Jaén, Logroño, Lugo, León») Falencia, Sevilla, Teruel, Tarra
gona. De modo, señores, que las diputaciones estaban enteramente
'desconcertadas, no tenían existencia legitima, y en algunas provin
cial no las habia, como que las juntas las habían disuelto y no pen-
sarbn en reemplazarlas. , V.-' / \> , [
Elf este tfsiado-, disuelto el Congreso""que existía pót'S. M. la
Reina Gobernadora, se encontró el Gobierno en el caso de disponer
la manera en que las elecciones de Diputados á Córtes debían ejecu
tarse. ¿"Y*era" posible , yo apelo á la buena fé de los Sres. Senadores,
que el Gobierno se olvidase ni por un instante de que las diputaciones
provinciales, que son la base de las elecciones porque ellas las prepa
ran y llevan á cabo , continuasen en el estado en que se hallaban pa
ra que después viniera á decirse que las elecciones habían adolecido
Vil origen' de rita vicio tal que las anulaba? Este peligro, de que se
había hablado mucho antes en las Córtes anteriores, no podia de modo
ninguna peitlers* de vista ; era necesario tenerlo en consideración;
_el_íiobierno creyó por tanto que era de indispensable necesidad hacer
que se eligieran las diputaciones para que la base de la elección de
Diputados fuese sólida y estable y no adoleciera de vicios de ningu
na especie. Yo creo que contra esto nada podrá decirse, y el señor
Campuzano Jiad^ ha .indicado siquiera,
i'--' ÜD'ívesJs^irtedo; pues', qué para proceder legitima y válidamente
á la elección de Diputados á Córtes era indispensable que las dipu
taciones, D^pyincíalsiL estuvieran -legalmente constituidas, el Sr. .Cam
puzano convendrá en q'ue fue preciso é indispensable tomar, tedo. el
tiempo que se necesitaba para que las diputaciones provincjalesipu-
díeran'elegirse y después proceder á las operaciones electorales: .y
que esto se hizo procurando abreviar los términos todo lo posible y
con la presteza debida , se demuestra solo con recorrer los .trámites
ir)¡sjojos, de esas elecciones. Sabido es que el decreto en que sp májadó
eíegir Tas diputaciones provinciales fue de Octubre de 1810, y que ea
él se disjpuso <rue| las jque existían , ó las provisionales que se crearon,
se reuniesen en fia del mismo Octubre precisamente* y que la¿ lisj
tas electorales. pstuvieran publicadas e.1 ¡10 de Noviembre. Preciso e'ra
que la rectificación durase quince días, marcado por la leyi cíe .modo
que en ella se ocuparon los siguientes días hasta el 25 del mismo No
viembre.
En el mismo decreto se dispuso que las reclamaciones quedasen
decididas en los cinco días siguientes, esto es, hasta el día 30 , y co
municado su resultado á los colegios electorales el 6 de Diciembre
para que empezara la elección. El dia 15 se dispuso qué fuera el es
crutinio, y para segundas elecciones en el caso que hubiera lugar,
y para que los Diputadas viniesen á la «api talude la provincia, se de
jaron los dia» restantes basta el 1? de Enero. De modo que hasta ese
dia no puede decirse que legalmente el Gobierno podia disponer que
sepiera principio á las elecciones de Diputados á Córtes, porque
siendo las diputaciones provinciales la base de las operaciones electo
rales, hasta que estas corporaciones tuviesen ona existencia legal no
podia de modo alguno disponerse ques» diera principio á las eleccio
nes de Diputados a Córtes. Desde el i", de Enero hasta el 19 de Marzo
hay aun menos tiempo del que la Constitución marca.-'"
Tampoco puede perderse de vista que era necesario tomarse al
gún tiempo para que los nombramientos de Senadores pudieran efec
tuarse , porque interesando sobre manera que este Cuerpo se constitu
yera cuanto antes para concurrir con el otro al nombramiento de
Regencia que estS pendiente, y pudiendo presumirse opondrían á
ello algunos obstáculos , preciso era algún plazo para que las actas
vinieran al Gobierno y éste hiciera los nombramientos; de modo que,
señoras, ajustada la' cuenta con toda la prolijidad ■ posible , toda
vez que se siente el principio de que era preciso renovar las diputa
ciones , es evidente que no podían empezarse las operaciones isTecito-
rales hasta 1? de Enero, porque hasta entonces no se contaba cera las
corporaciones que sirven como de base de la elección de Diputados á
Córtes, de que nu podia haberse prescindido sin que la elección misma
adoleciera de un vicio radical 'é insubsanable.-
Creo, seíore.V, que he demostrado al Sebado que todo lo que ha
manifestado el Sr. Campuzano se funda en una equivocación de im
prenta del articulo de la ley electoral; articulo que por otra parte
está muy claro , y que leido cop detención no dejo duda de que con
tiene esa equivocación. Creo asi ruis ojo que he presentado las razones
incontpstables que tuvo el Gobierno para hacer 1q «fue ha .hecho , y
que no puede por tanto ocurrir dificultad alguna para.que se apruebe
el dictamen de la comisión en que se propone la indemnidad que
el Gobierno desea y considera de justicia." ..... ,.;-',-] ■;
No habiendo quien tuviese pedida la palabra en contra , se prc»

guntó ai había lugar á doliberar ubre el dictamen , y contestándose
afirmativamente se puso á votación y fue aprobado.
El Sr. CAMPUZAÑO : Pido que conste mi voto en contra.
El Sr. PRESIDENTE : Constará. '¡., v< ; ,
Se procede á la lectura del dictamen de la comisión mixta sobre
las ouestiones preliminares para el nombramiento de Regencia. El
señor secretario de la comisión tiene la palabra.
El Sr. Chacón y Duran ocupó la tribuna y leyó el siguiente dic-
támen :
"Al Senado. = La comisión mixta nombrada para facilitar la ave
nencia entre lo dispuesto por el Congreso de Diputados y por los se
ñores Senadores respecto al modo con que debe procederse para po
ner en práctica el art. 67 de la Constitución , ha conferenciado dete
nidamente sobre ello. Cifrábase la principal diferencia en que la
determinación del número de Regentes debía hacerse según el Senado
en votación secreta , y en pública y nominal por el contrario, según
los acuerdos del Congreso. Difícil hubiera sido una conciliación en
tre tan opuestos extremos , si por fortuna no fuesen superiores á to
dos los obstáculos el deseo de armonía y la fraternidad que enlazan á
los dos Cuerpos colegisladores. La comisión tiene por tanto el honor
de presentar al Senado y al Congreso el siguiente proyecto , en el que
ha procurado reunir todas las reglas que deben servir de gobierno en
el acto del nombramiento de Regencia.
Articulo 1? Los Cuerpos colegisladores se reunirán para la elec
ción de Regencia en el dia , hora y lugar que designará el Gobierno,
conforme al art. 2° de la ley de 19 ele Julio de 1837.
Art. 2? Cada Cuerpo podrá discutir separadamente , pero sin pro
ceder á votación, acerca del número de personas de que se ha de com
poner la Regencia.
Art. 3! juntos después en el lugar y tiempo que el Gobierno de
termine, los Senadores y Diputados por el orden en que estuvieren
sentados darán sus votos: 1! acere» de si la votaeion sobre el número
de Regentes ba de ser pública y nominal ó secreta : 2? sobre el nú
mero de Regentes : 51 sobre las personas que hayan de serlo.
Art. 4? La primera de estas tres votaciones se verificará por el
método acostumbrado de levantarse y quedar sentados, para lo cual
el Sr. Presidente dirá estas palabrft : "Se procede á votar si será pú
blica y nominal ó secreta la votación acerca del número de Regentes;
el Sr. Secretario va á leer la lista de los señores presentes, conforme
al artículo 18 del reglamento aprobado para este caso por el Senado y
el Congreso." Leída la lista, el Sr. Presidente dirá : "Los señores que
se levantan opinan que la votación acerca del número de personas
que han de componer la Regencia sea pública y nomina f: los seño
res que permanezcan sentados votan que lea secreta." , res poderlo meditar, y para eso se ha informado de la imprenta si
Art. 5! Los Sres. Senadores y Diputados permanecerán en pie ó
sentados hasta que por tres individuos de cada opinión que designará
el Sr. Presidente , se haya hecho la numeración de votos en la for
ma acostumbrada , y se publique por la mesa el resultado.
Art. 6? Si apareciere alguna duda en la enumeración de votos,
se repetirá el escrutinio hasta que se obtenga el verdadero re
sultado.
Art. 7? Acto continuo de hacerse esta publicación, los Sres. Se
nadores y Diputados que gusten podrán pedir que su voto, sea afir
mativo óneg.itivo, conste en el acta, lo que asi se verificará.
Art. 8Í Si se acordare que la votación sobre el número de Re
gentes sea pública y nominal, cada Senador ó Diputado pronunciará
desde su asiento su nombre, añadiendo la palabra uno, tres ó cincb.
Art. 9? Si de la votación ejecutada de este modo resultase mayo
ría absoluta de votos á favor de alguno de los tres números expresa
dos, quedará resuelta por ella la cuestión de cuántos han de ser los
individuos que hayan de componer la Regencia; pero si no hubiese
mayoría absoluta de votos se repetirá la votación pública y nominal
del mismo modo entre los dos números que hayan reunido mas vo
tos en el primer escrutinio. En el caso de que dos números reú
nan cantidad igual de vetos menor que la conseguida por el primero,
se votará entre estos dos últimos que hayan reunido cantidad igual,
y el número que salga elegido servirá con el primero de base y ob
jeto á otra votación.
Art. 10. Si de esta resultase empate se repetirá la votación hasta
tercera vez, y si el resultado fuese siempre el mismo decidirá la
suerte.
Art. 11. Si se hubiesen de sortear se colocarán en la urna cuatro
bolas de igual color y tamaño, introduciendo en ellas otras tantas
papeletas, dos en blanco y las otras dos con el número respectivo,
las que serán extraídas sucesivamente una á una por cada uno de los
cuatro individuos que nombrará al efecto el Presidente, y leídas por
él mismo en el orden con que vayan saliendo decidirá la suerte.
Art. 12. En el caso de que se resolviese que la votación sobre el
número de Regentes sea secreta, se verificará asi por medio de pape
letas , y tendrán lugar en su crso las disposiciones de los artículos
precedentes, sin mas diferencia que la de que las votaciones que sea
preciso repetir se hayan de hacer tsmbien secretamente.
Art. 13. La elección de la persona S personas que han de com
poner la Regencia se verificará en secreto y por papeletas conforme
2 lo prevenido en el art. 6í de la ley de 19 de Julio de 1837. Los
Senadores y Diputados depositarán sus votos en la urna por el órden
prescrito en el art. 4? de la misma ley.
Art. 14. Si hubiere que elegir tres ó cinco Regentes será volado
95
cada uno con teparaeion , y el primer nombrado será el Presidente.
Art. 15. Si an el primer escrutinio no resultase mayoría abso
luta de los individuos presentes , se hará segunda votación entre las
dos personas que hayan obtenido mayor número de votos; en caso
de que haya mas de dos con igual número de votos decidirá la
suerte cuáles han de entrar en la nueva votación,
Art. 16. En caso de empate se repetirá la votación por el mismo
método hasta tercera vez , y si el resultado fuere siempre igual,
decidirá la suerte en la forma establecida en el art. 8? para la vo
tación sobre el número de Regentes, con la circunstancia de que
siempre se pondrán en la urna tantas bolas cuantos sean los nom
bres, y otras tantas mas papeletas en blanco.
Art. 17. Serán nulas las papeletas que contengan mas ó menos
nombres que el preciso con arreglo al art. 13.
Art. 18. Al empezarse cada votación se leerá la lista de los seño
res Senadores y Diputados, y mientras la votación se halle pendiente
no podrá ninguno ausentarse de la sala de sesiones sin conocimiento
de la mesa, que anotará el nombre del que se ausente. Del mismo
modo mientras dure esta sesión ningún Senador ni Diputado podrá
ausentarse sin pedir la vénia del Sr. Presidente , que no la conce
derá sino en el caso de qué queden completas las mayorías absolutas
de los dos Cuerpos.
Art. 19. En los Cuerpos colegisladores reunidos so habrá discu
sión ni aun para cuestiones de órden.
Art. 20. Los Sres. Secretarios extenderán dos actas iguales de'esta
sesión. Al dia siguiente á primera hora el Senado procederá á apro
bar la que se le remita, y comunicará al Congreso su resolución , á
fin de que este proceda entonces á aprobar la suya. Conseguida la
aprobación de ambos Cuerpos, el Sr. Presidente remitirá al Gobierno
una copia de las dos actas en la forma que hubiesen sido aprobadas,
y mandará archivar las originales en los archivos del Senado y del
Congreso.
Madrid 25 de Abril de 1841. = Dionisio Capaz, presidente. ^Mi
guel Chacón y Duran.= Joaquín Mana López.= Joaquín María Sua-
rcz. = Miguel Alejos Burriel. = Juan Bautista Alonso. = Jaime Gil
Orduñd. = Luis González Brabo. = Hipólito de Hoyos, s Alvaro Gil
Sanz , secretario."
El Sr. PRESIDENTE {dirigiéndose a un Sr. Secretarlo): Tenga
V. S. la bondad de leer el art. 71 del reglamento. {Se leyó.)
Señores (continuó), la mesa ha tomado las medidas que ha creido
necesarias para llevar á efecto con toda la prontitud posible el asunto
de grave importancia de que se acaba de dar cuenta : no duda que
habiendo sido tan rápida su lectura desearán algunos Sres. Senado
podia prestarse á imprimir los ejemplares necesarios en un breve
término: la contestación de la imprenta ha sido que para las nueve
de la noche podrá tenerlos impresos. En este concepto se va á pro
poner al Senado si ha de haber sesión mañana para discutir el refe
rido dictámen ó si juzga mas prudente el diferir su discusión hasta
pasado mañana.
El Sr. CHACON Y DURAN: Yo no me opongo á lo que acaba
de manifestar el Sr. Presidente; pero si observaré que tengo enten
dido que en el Congreso de Sres. Diputados se va también á hacer
imprimir el dictámen, y que los ejemplares, no solo se repartirán
á los individuos de aquel Cuerpo, sino que se remitirán asimismo á
los de este: ademas lo veremos en el Diario de las Sesiones que se
entregará mañana.
Repito que no es mi ánimo oponerme á la pregunta del Sr. Pre
sidente, sino el evitar que se impriman en uno y otro Cuerpo, y
nos encontremos con dos ejemplares.
El Sr. HEROS : Está visto que no es mas que una dificultad ma
terial la que ha presentado el Sr. Chacón, y me parece que se tran
sige fácilmente con que por medio de la comisión de Gobierno inte
rior ó por los misinos dependientes de la secretarla se vea cuál de
los dos Cuerpos tiene mas posibilidad de proporcionar su impresión
con mayor brevedad.
Por lo demás yo estoy pronto á entrar en la cuestión , porque no
pienso hacer oposición alguna formal , sin embargo quiero en
terarme de é! ; tanto mas, cuanto que es una especie de reglamento
para las cuestiones sucesivas.
El Sr. PRESIDENTE: Se barí primero la pregunta de si habrá
mañana sesión , y si el Senado no lo cree oportuno se preguntará si
la habrá al dia siguiente.
El Sr. Secresario ONIS: ¿El Senado resuelve que baya mañana
sesión para
El Sr. CHACON: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: Está votado.
El Sr. CAMBA : Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: Está votado.
El Sr. Secretario ONISi ¿El Senado aprueba que haya sesión
mañana ?
El Sr. HEROS: Pido la pilabro. Me parece que esta resolución
es discrecional de la mesa , y por consecuencia no creo necesario que
se ponga á la votación del Cernido.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Senador tiene mucha Tazón, pero
otros puntos también discrecionales lian dejado ya de observarse por
su importancia ; y yo creo que en el caso que nos ocupa quedará mas
solemnemente determinado por la deliberación del Senado.
 Así, -pues, insisto en que se lnrg» lapregunla. ' •■ ' tilló trie-resta recordar á los Sres. Senadotes que según la '«y'J ia'übí-
- £1 Sr. Secretario ONIS: ¿ El Señad» resuerre que' hayá Mafíana tumbre mañana es dia de gala , y que es menester que S. SS. con
telion paTa tratar del negocio importante que nos ocupa?" curran con ese trage.
El 'Senado contrató afirmativamente. Ciérrase la sesión." ■
El Sr. PRESIDENTE: Habiendo determinado el Senado que Eran las tres t* cuarto. . .. ..t.
mañana haya de disoutnueel proyecto de <¡«e se acaba de dar lectura,
 NÚMERO 15. 97

> > «i

DE

LAS SESIONES DE CORTES.

ii .-i •.

SESION DEL DIA 27 DE ABRIL DE 1841.

Se abrió á las doce y media, y leída el acta de la anterior por El Sr. Vicepresidente Landero ocupó la silla de la Presidencia.
el Sr. Secretario Carrasco , fue aprobada. Leído el dictámen , como individuo de la comisión , dijo
Se acordó constase en el acta el siguiente roto contrario del señor El Sr. CHACON Y DURAN : Los Sres. Senadores habrán no
D. Mariano Valero y Artela. tado que en el art. 16 se cita el 8? : esta es una equivocación , pues
"Pido al Senado se sirva acordar conste en el acta mí roto con» debe decir art. 10.
tra el de indemnidad concedido al Gobierno por haber prorogado El Sr. PRESIDENTE : El Senado queda enterado de lo expuesto
el término señalado en el art. 26 de la Constitución para la con por el Sr. Senador.
vocatoria y reunión de'las actuales Cortes." Toda vez que en el dictámen que va á discutirse no puede hacerse
£1 Senado quedó enterado y acordó que también constase en el modificación ó alteración alguna, y que es preciso aprobarle ó des
acta la siguiente manifestación del Sr. Senador D. Francisco Narvaez. aprobarle cual está concebido , se le ocurre la duda á la mesa so
. "Excmos. Sres.=Con algún atraso he recibido la comunicación bre si debe haber ó no votación acerca de la totalidad del dictá
que con fecha 23 de Marzo anterior se sirvieron V. EE. hacerme men, y si debe seguirse el orden de la discusión que por el regla
noticiándome el acuerdo del Senado i fin de invitar y excitar á sus mento está señalado para los otros dictámenes que proceden de una
miembros ausentes á presentarse y tomar parte en las importantes comisión. :
discusiones que le ocupan.. Gustosísimo me habría anticipado á la Por mas que parezca óbvia la resolución de esta duda , la mesa no
manifestación del ilustre Cuerpo á que tengo la honra de pertene se cree autorizada para resolverla , y por tanto lo somete á la deli
cer si el notorio quebranto de mi salud , y la operación dolorosa á beración del Senado para que sirva de regla en la discusión que va á
rjue me ha sido forzoso someterme, no me lo hubiesen hasta ahora abrirse.
impedido. Pero tan luego como este invencible obstáculo desaparez El Sr. HEROS: Yo creo que e'n la discusión de este dictámen se
ca, siquiera parte, me apresuraré á corresponder á la invitación que deben seguir los mismos precedentes que han tenido lugar sobre otras
se me hace, limitándome en cuanto al presente á unir mi voto y cuestiones semejantes á esta. Uno entre otros me ocurre. El Sr. Pre
mi mas sincera adhesión á la protesta presentada en 27 de Marzo sidente se acordará que no solo por primera , sino por segunda vez
último por diversos miembros pertenecientes á la mayoría del Se en el año anterior, y en el otro mas atrasado, tuvo lugar un dictá
nado en la última legislatura á consecuencia de la manifestación men de la comisión mixta relativamente al aniversario de la Cons
que hizo el Gobierno en papel de 2 de Noviembre de 1840. titución , y que en su discusión se siguió la misma regla que se sigue
«Lo digo á V. EE. en respuesta á su citado escrito, esperando en la de todos los demás proyectos. Se puso á discusión la totalidad,
se servirán ponerlo en conocimiento del Senado. y después se pasó á los artículos. Pues lo mismo sucede en el caso en
«Dios guarde á V. EE. muchos años. París y Abril 12 de 1841.= que nos encontramos, aunque con la diferencia de que lo que se so
Francisco Narvaez." mete á nuestra discusión se ha de aprobar ó desaprobar; es decir,
También se enteró el Senado de otra comunicación del Sr. don que no admite enmienda ni adición. Por consecuencia yo creo que
José de San Millan, fecha en Paris á 12 del cortienle, en que parti lo que debe hacerse es abrir la discusión sobre la totalidad del dictá
cipa que el lastimoso estado de su salud no le ba permitido hasta men, y si no la hubiese sobre ella proceder.se á la de los artículos, y
ahora ocuparse ni aun de sus asuntos domésticos, por cuya razón si estos fuesen aprobados quedaría la cuestión concluida. Esto me
aprovechaba un momento de alivio para formalizar su entera renun parece que es lo mas análogo con los antecedentes que tenemos y con
cia del cargo de Senador con que la provincia de Palencia se sirvió lo que exige el orden de discusión establecido. .
honrarle , supuesto el nombramiento de la Corona j y al propio tiem El Sr. CAPAZ : Yo no tengo nada que reponer á lo que elSr. He-
po manifiesta su sentimiento por no haber podido unir su tirina á la ros acaba de manifestar, porque todas sus observaciones están ajus
de los respetables miembros del Senado que presentaron en el mes de tadas al reglamento que nos rige; pero me tomo la libertad de hacer
Marzo último su formal protesta contra ciertos pasages del manir presente al Senado , que si bien en cualquiera otra circunstancia se
fiesto del Gobierno de 2 de Noviembre del año próximo pasado. mejante , es decir , al presentarse á la discusión de los Cuerpos cole
Se acordó avisar al Gobierno. gisladores el dictamen de una comisión mixta, puede no haber nin
Fue aprobado sin discusión un dictámen de la comisión de Peti gún inconveniente en discutir, tanto la totalidad como los artículos,
ciones leído en la sesión de 25 del corriente (véase), acerca de las en esta ocasión no puede hacerse enmienda alguna , porque en el
ideas que con el titulo de peticiones para mejorar la legislación fun mero hecho de hacerla se entiende desechado el dictamen. Considé
damental, la hacienda* njcional y municipal, el comercio y el fo rese el inminente riesgo en que nos pondríamos si por desgracia el
mento general con las obras productivas, ha presentado en dos oca Senado sin prudencia desaprobase el dictámen de la comisión mixta.
siones D. Vicente Maria Manei Bercial. Ocioso es que yo canse al Senado cou hacer la pintura del conflicto
Entrándose en el orden del dia se procedió á la discusión del tan terrible que resultaría si esto llegara á verificarse. Por lo tanto,
dictamen de la comisión mixta nombrada para conciliar las opinio contando con la prudencia de los Sres. Senadores, no tengo mai que
nes de los dos Cuerpos Colegisladores sobre el modo con que debe decir sino que se proceda á la discusión según el Senado acuerde.
precederse para poner en práctica rl art. 57 de la Constitución in ElSr. PRESIDENTE: El Senado lia oido ya á los dos señores
serto en el Z)iar!o ¿e la sesión de ayer, (fcasi). que han. tomado la palabra. La mesa no ha hecho mas que someter
S—TOMO L 28
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una duda á la deliberación del Senado. Este la ya i resolrer como
tenga por Conveniente. ' : ~<«mc. . . - ——
' £1 Sr. FERRER, Ministro de Estado y de Hacienda: Me parece
que no admite duda lo que acaba de decir el Sr. Capaz. Los proyec
tos de lev que se votan en la. totalidad es porque puede no haber I
conformidad respecto á su conveniencia ó utilidad; pero esto ya es ■
una cosa concluida.
En el dictamen de una comisión mixta no hay duda sobre la
conveniencia de su totalidad porque ja há sido admitida en ambos
Cuerpos , y por lo mismo creo que se está en el caso de proceder desde
luego á la discusión de los artículos, presci nd ¡endose de la totalidad. I
El Sr. PRESIDENTE : Lo que acaba de decir el Sr. Ministro de '*
Estado, y lo que ban dicho los dos señores que antes han hablado,
justifica la razón que he tenido en poner á la decisión del Senado la
duda que me ocurría, poique cada Senador lo ha hecho en diferente
sentido.
El primero ha dicho que era indispensable que siguiese los trá
mites que se han seguido en asuntos equivalentes, es decir: primero
la totalidad, y después los artículos.
El Sr. Capaz no se ha opuesto á ello, no ha hecho mas que re
cordar la prudencia con que conviene procedamos en esta decisión;
pero el Sr. Ministro de Estado ha dicbo que no debe discutirse la
totalidad. Asi que, me parece que está en el orden que el Senado de
cida cómo se ba de proceder en esta cuestión.
El Sr. CAMBA: Pido que se lea el art. 10 de la ley de 12 de
Julio de 1837 (/« leyó). Entiendo que la discusión de este dictamen
debe verificarse, como la de todos los demás, primero en su totalidad,
y si no hubiese quien pidiese la palabra , se procederá luego á la
de los artículos, porque el artículo que se acaba de leer lo único
que previene es que no se puedan hacer enmiendas ni adiciones!
El Sr. PRESIDENTE : Lo va á resolver el Senado. Pregunte
V. S., Sr. Secretario.
El Sr. Secretario CARRASCO: ¿Se procederá á la discusión de
este dictamen con arreglo á los preceded tes del Senhdo"? " : f /.
El Sr. INFANTE: Sr. Presidente, pido la palabra. Vamos á vo
tar si hrmos de cumplir ó no con loque el reglamento previene. Yo
creo que debe entrarse en la discusión de su totalidad, y procéderse
después á la de los artículos, sin necesidad de someterlo á la deci
sión del Senado.
El Sr. PRESIDENTE: Yo ruego á V. S., Sr. Senador, que se haga
cargo de que el Sr. Ministro de Estado entiende el reglamento de
otro modo , y que él Presidente no puede adoptar ninguna determ'
nación por la opinión particular de un Senador.
El Sr. FERRER, Ministro de Estado: Me parece que el Sr. Pre
sidente no me ha entendido. Lo que yo he dicho es que no hay ne
cesidad de consultar al Senado, porque es un dictamen que se ha de
discutir precisamente y lío puede menos de tomarse en consideración.
De consiguiente creo , como el Sr. Infante, que debe desde luego
procéderse á su discusión en la totalidad
El Sr. PRESIDENTE: Pues si está conforme el Senado, ábresela
discusión sobre la totalidad del dictamen
Abierta discusión, y no habiéndose pedido la palabra en contra,
hubo lugar á deliberar por artículos, quedando aprobados sin nin
guna discusión el 1'.' j 2.' « pudiera tomarse , cual es que las Cdrtes en su sabiduría decidan si'éT
Leído el 3? dijo
El Sr. SEOANE: No es, señores, para oponerme á la aproba
cion' del articulo para lo que he pedido la palabra , sino para que
conste en el D'iarin de las Sesiones , que convencido como estoy de
qué hay una ley clara, terminante que exige que esa votación sea
secreta , sacrifico , no mi opinión , no mi convencimiento , sino mi
voto , por no aumentar males de suma trascendencia que podrían su
mir á la nación en los desastres de que felizmente ba salido. Deseo no
verme jamasen un conflicto semejante de tener que dar un voto que
mi cabeza niega: en el caso presente lo hago por las razones que aca
bo de manifestar, pero repito que con sentimiento ; porque , señores,
yo creo que lodos los males que han afligido á esta nación por mas de
dos siglos son debidos al olvido é inobservancia de las leyes; y si la
nación españ da ha de ser algo y salir dé la situación en que se halla,
es necesario que los hornbres respeten la ley establecida: de otro
ánodo Inútiles son los Cuerpos colegisladores, é inútil el sistema que
liemos sosteoidq con nuestra sangre. Hago un sacrificio penoso, peno
sisimo: voy á volar ese articulo con el convencimiento pleno de que
infringimos una ley explícita, vigente, clara ; y, señores, quiero
que conste que le hago, porque sin él quizá boy los españoles
tendrían qúe derramar tantas lagrimas como han vertido en los
siete años de la lucha azarusa que felizmente hemos terminado.
He concluido.
El Sr. CAPAZ: Señores, puesto que mi digno amigo y compa
ñero el Sr. general Seoane presta su voto de aprobación al articulo,
inútil seria prolongar esta discusión. Pero la comisión no puede guar
dar silencio ni dejar de refutar algunas expresiones del discurso de
S. S. que , en mi concepto, son equivocadas, si bien estoy persuadi
do que son hijas del convencimiento de su corazón.
Señores, si la comisión hubiera visto que la ley se infringía, ja
más se barría atrevido á proponer á este Cuerpo que la infringiese.
La comisión fue de dictámen que la ley dehia entenderse del modo
que primeramente propuso, y lo cree boy; pero es menester ser muy
explícitos ¡i estos casos, y la ley en nuestra opinión no lo está. Asi
ue, los señores que han compuesto la comisión mixta del Congreso
«.Diputados la banjentendido del mismo modo que el .Congreso, en
sentido contrario que el Senado ; y bé aqui el motivo de la disiden
cia : la ley.no es terminante, explícita, y cada Cuerpo la ha enten
dido en dircrsfljsentido , porque de otra manera el Senado no se hu
biera atrevido' -á áár infractor de la ley, y es menester hacer la jus
ticia al Congreso de que por su parte ha obrado de la misma manera.
Asi , ¿tejando en su lugar el concepto del digno general Seoane,
de que en su corazón creia y estaba persuadido de que la ley se in
fringe, no creo que por eso los demás Sres. Senadores la mirarán bajo
ese aspecto, y si como una ley cuyo espíritu está dudosa, que no
está bien explicado.
Este, señores, ha sido el motivo de la disidencia y también de la
avenencia; pero nunca el Senado lo aprobará como una infracción de
lcjy IV' l# egrnision ba propuesto este dictaminen coiuo tal.
' El Sr¡ INFANTE: .Cuando se discutió en el Senado él prirtter
dictámen.-de la comisión, t^re yo el honor" de dirigir á esta respeta
ble -corpdracian algunas palabrai relativa» i este' negocio , y dije,
aunque de paso , que para mi la letra de la ley y su espíritu eran
terminantes; que la comisión había fundado su. dictámen en la Cons-
trluüiuu y las leyes-y y que por lo tanto debia el Senado aprobarla.
Habré yo acaso padecido alguna equivocación ; pero me parece que
no la habrá padecido el Senado aprobando el dictamen de la misma
comisión.
Dice ahora un señor individuo de la comisión mixta , su presí
dante ,'ciiHe»la)ndo al Sr. general Seoane , que cree que la ley en
suj.espínth"_no¡e,xrjresa lo que dice; y yo digo que no podemos saber
cuál ssr4.el fspicitu de la ley, pero sí podemos asegurar que su le
tra, que es algo mas que el espíritu, está terminante en este punto.
Tero no es i eso á donde yo me dirijo en este momento. Los señores
individuos de la comisión, y el Senado en su lugar, lo que han que
rido es sacarnos, aunque sea hasta cierto punto contradiciéndose,
del conflicto en que se encuentra la nación , y esta es^la verdadera
rerusá : lo djgp'ea hpñprMei; Senado , y para que la nación vea cómo
nos interesamos por el cumplimiento de las leyes, al mismo tiempo
que por su felicidad , sacándola de las amarguras en que se encuen
tra, y por ésto el Senado va á adherirse al dictamen déla comisión.
Yo bien sé que si no hubiera habido ninguna dnda en la ley , ni nos
otros aprobaríamos el dictamen de la comisión , ni la comisión lo
hubiera extendido en los términos en que lo ba hecho; porque nos
otros en ésta cuestión , no solo queremos ser conservadores de las le
yes, sino qúe queremos también la concordia,' porque deseamos eri-
tdr conflictos al pais; ¿y la comisión en su dictamen qué 'es lo que
nos dice ?
No falla la cuestión; ni nosotros debemos faltarla hoy definitiva
mente. Vamos', digámoslo asi , en apelación á las Cortes ; y las Cor
tes, por medio de una resolución formal y solemne , van á decidir
si nosotros enla Totacibii .anterior tuvimos razón, ó si la' luyo el
Congreso de Diputados. Esto es sencillamente á lo que la cuestión se
reduce hoy.
No hay contradicción entre el dictámen de la comisión y lo que
antes acordó el Senado; pero no hablando un tercer Cuerpo que pue
da dirimir esta duda dificilísima, se toma el único partido qúe:
Senado en su primer dictámen tuvorajon, ó lá turo el Congreso
de Diputados.
Por tanto me parece que estando como creo que estarán de acuer
do los señores individuos de lá comisión y tódos los Srrs. Senadores
en que se debe declarar que al votar este artículo, que es el mas sus
tancial de esfe proyecto ó mensage, pues no sé cómo llamarle , no
hacemos otra cosa sino ceder á las circunstancias y ansiedades en que
se encuentran los españoles, y sobre todo contribuir á que no haya
una excisiop ni males en el país para que se resuelva uná cuestión
de que están pendientes, no solo lós españoles, sino la Europa enl'era.^
Deseo, pues, que algunode los indiyidups de la comisión me expli
que si sus sentimientos están de acuerdo con Jos mios, porque no rae
queda duda que todos los Sres. Senadores que votaron el primer dic
támen estarán conformes con lo que yo acabo de manifestar al
Senado.
El Sr. CHACON Y DURAN: La comisión solo tiéné que ma
nifestar á lo que ha dicho el Sr. Infante que está enteramente con*
forme con las ¡deas de S. S. : la comisión se ba visto, como no puede
menos de conocerlo el Senado , en la precisión de tener qne transigir
con su primer dictámen, á fin de salir del conflicto en que nós en
contramos. El Congreso aprobó una cosa enteramente distinta á lo
que habia aprobado el Senado: ha habido necesidad de nombrar una
comisión mixta, y los individuos qué fa componer» se presentan con
formes en el f.ctual dictamen. Esto és.lo' único que tengd qué ma
nifestar al Senado.
" El Sr. LANDERO : Señores, después dé qué, se lía traído lá cues
tión de Regencia al terreno en que desgraciadamente se halla , en-
eerradp er¡ tni conciencia, me habia propuestoi. no hablar de éste'
asunto, ni en pijb|ico ni en secreta; mas lo que acabo dé oír i dos*
respetables amigos mios me pone en la necesidad ¿ con doble senr
(¡miento, de romper él silencio y faltar al ¡proposito que me habia
formado.
Es una' verdad , señores, que delante déla magestad.de las leyéé
todos lo; hombres deben inclinar la cabeza , cualquiera que sea su

rango y categoría ; lo es también que es un deber de todo ciudadano
obedecer ciegamente todo aquello que la ley manda, y esta obliga
ción. es mas imperiosa , infinitamente-mas sagrada para con los le
gisladores y para con los hombres que se bailan en la alta posición
de representantes de la nación, como nosotros lo somos. Yo, señores,
que por desgracia me reo en la triste posición de disentir en' esta
cuestión, no en el fondo, sino en la manera de presentarla ó de verla,
de personas con quien siempre he estado unido , y con quien no
puedo menos de estarlo en sentimientos , en opiniones , en deseos y
en todo, no puedo menos de rechazar solemnemente la nota de aten
tar á la ley, en medio del acatamiento con que respeto el derecho que
tiene cualquiera señor para mirar esta cuestión y otra cualquiera que
se presente de exigir en mi lugar que no se me repute á mi infractor
de la ley , cuando con buenas razones como los señores que han ha
blado antes*disienta de su opinión y vea las cosas de otra manera
que ellos.
Yo , señores , sostengo, y sostengo con todo el convencimiento y
la buena fe que me acredita , que en la ley <3e 19 de Julio de 1837
no hay nada preceptivo sobre el particular que nos ocupa en este mo
mento. Ni el advervio secretamente que se lee en el art. 6?, ni la pa
labra votación que se cita en el mismo artículo con referencia al an
terior autoriza á nadie para decir que la votación sobre el número
de personas de que haya de constar la Regencia deba ser secreta, co
mo la que habrá de designar las personas que han de componerla;
permítanme los señores que hablan de la letra de la ley (porque si
de otra cosa hablaran no diria yo una sola palabra), que fundado
en ella crea que el buen sentido no peimite se pueda asegurar que
está prohibida la votación de que nos ocupamos en público ; vota
ciones se dice porque no pueden menos de llamarse en plural, siendo
muchas las que pueden motivar el articulo anterior, en el que se
habla de votación de Regente , se habla de la de Regencia, y se ha
bla en lin de la votación de tutor, porque cada una comprende mu
chas votaciones.
Las dos primeras representan dos ideas complexas, porque cada
una comprende muchas votaciones. ¿Cómo p'odrian decirse de otro
modo que en plural, cuando estas votaciones encierran nada menos
que veinte y siete? Qué ¿no reconoce el reglamento y el proyecto
que ahora se discute que para el nombramiento de un solo Regente
son posibles tres votaciones, que para el de tres Regentes pue
den ser necesarias noeve , y que para el de cinco pueden requeriese
quince ? Pues quince mas nueve mas tres son veinte y siete. ¿Cómo,
pues, podía expresarse de otra manera que en plural el art. tí", de la
ley de 19 de Julio de 1837 ?
Yo veo que los señores que se han levantado á sostener que la le
tra del art. tí", prohibe la votación pública sobre la cuestión prelimi
nar que no es la de las personas , todos han tenido que dar amplia
ción á las expresiones del mismo; á ninguno le lia bastado el sentido
literal de la ley ; han tenido que recurrir ;i otros medios. " Es decir,
-que no solamente la votación de las personas (es como se han ex-
«•plicado), sino las que con ella tienen referencia , deben votarse se-
» cretamente." Mas eso no lo dice la ley , por mas que eso lo diga la
opinión de los señores que han hablado, opinión muy respetable y
que yo acato , pero que por eso mismo me autoriza para exigir quíj
cuando yo opino de otra manera no se me tenga por infractor de la
ley; ley que yo cumplo , respeto y creo cumplir con tanta lealtad
y obediencia como el que mas.
Si dijeran esos señores que es mas conveniente , que es mas útil
que fuera secreta la votación de que se trata, puede que no estuvié
remos discordes en todo; pero decir que es indispensable, no; decir
que asi lo exige lá ley , menos; en esto no puedo convenir de ningún
modo; asi como tampoco con lo que se ha dicho aqui de que la vota
ción secreta es la garantía de la libertad. Señores, cuando se habla de
un Gobierno de discusión querer que la votación secreta sea el escudo
de la libertad es un error. £1 secreto es la excepción de la regla ge
neral, que es la publicidad. Hay casos, hay circunstancias ci> las
que es necesario salirse de la regla general que exije que cuanto se
haga en estos Cuerpos sea á la luz del dia , que lo oiga y lo vea todo
el mundo; porque esta es una consecuencia obligada del sistema de
discusión. Aqui no solamente venimos á manifestarnos y comunicar
nos unos á otros las ideas que tenemos y á sostenerlas con las razones
que á cada cual se le ocurren , sino que á mavor abundamiento ha
cemos participes de ellas al público como to acreditan los asistentes
á las tribunas, y por medio del Diaria de las Sesiones las extendemos
no solo á toda la nación, sino también á toda la Europa. No se conde
ne , pues, á los que sostengan otra opinión que la de los señores que
ahogan por el secreto.
Crean en buen hora que la suya es mas conveniente , nías útil
99
en estas momentos ; pero reputar infractores de la ley i aquellos que
piensen de otro modo , perdónenme los señores que tal digan y que tal
piensen, que yo les manifieste que me parece que no es justo ni re
galar su proceder.
He querido, señores, hacer esta manifestación porque tengo la
desgracia de no estar de acuerdo con personas tan respetables como
son las que me han obligado á usar de la palabra.
£1 Sr. HEROS : Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: ¿Va V. S. i hablar en el mismo sentido
que lo acaba de hacer el Sr. Senador que ha usado de la palabra?
El Sr. HEROS : Voy á hablar en el mismo sentido.
El Sr. PRESIDENTE : A pesar de que el reglamento no permite
que sobre el misino asunto se hable seguidamente en un mismo sen
tido, sin embargo, atendiendo á la importancia de esta cuestión, creo
que el Senado no llevará á mal que se haga asi por esta vez. Pregnnte
V S. , Sr. Secretario...
El Sr. HEROS: Yo renunciaré la palabra, Sr. Presidente: iba á
decir que entiendo la ley como la entiende el Sr. Landero: iba á de
mostrar lo que el Sr. Landero ha demostrado con mas copia de razo
nes y con mas maestría que lo que yo pudiera hacerlo, y en último
resultado hubiera venido á parar en que la ley de .19 de Julio es tan
imperfecta y defectuosa , que pueden ocurrir casos dentro del sistema
constitucional en que no se pueda llevar á efecto. ¡Plegué á Dios que
para bien de la monarquía no nos veamos jamas en estos casos!"
Declarado el punto suficientemente discutido , fue puesto á vota
ción el artículo , y quedó aprobado.
' Igualmente lo fueron sin discusión todos los restantes del dicta
men que comprenden hasta el 20 inclusive.
El Sr. ONDOVILLA : Pido la palabra. Supuesto el nombra
miento de Regente ó Regencia , es menester proceder luego á reci
birles el juramento correspondiente: este juramento no fue formu
lado, ni tampoco las solemnidades con las cuales se les ha de dar po
sesión; ni se ha dicho nada del asiento que han' de ocupar los Regen
tes en el Cuerpo...
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Senador me permitirá le diga que
el objeto de la sesión de hoy era pura y exclusivamente el de dis
cutir el dictamen que acaba de merecer la aprobación del Senado.
Indudablemente la materia de que ha empezado á hablar S. S. no es
inoportuna, pero no es de este lugar.
El Sr. Secretario TORRES SOLANOT: Va á leerse el mensage
que ha de pasarse al Congreso de los Sres. Diputados para ver si el
Senado lo encuentra conforme con lo aprobado."
Lo leyó v el Senado lo declaró conforme.
El Sr. PRESIDENTE: No teniendo este proyecto carácter de
ley, no necesita la sanciou de la Corona; y siendo solo un convenio
entre ambos Cuerpos colegisladores, parece que aprobado ya por
este es asunto concluido respecto al Senado."
Se leyó el siguiente voto contrario de los Sres. D. José Santos
de la Hera, D. Mariano Valero y Arteta , vizconde de Huerta, don
Pedro Ontiveros, y D. José Maria Alvarez Pestaña.
"Pedimos al Senado conste en el acta nuestro voto contrario á
la aprobación del dictamen de la comisión relativa á los trámites
que han de observarse en la reunión de los Cuerpos colegisladores
para el nombramiento de Regente ó Regencia del reino."
Se acordó constase en el acta.
El Sr. INFANTE: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.
El Sr. INFANTE : He oido decir á V. S. que este es asunto con
cluido.
El Sr. PRESIDENTE: He dicho que respecto al Senado.
El Sr. INFANTE: Bien; ¿pero debe entenderse con toda la
extensión que puede darse á esa frase de "es asunto concluido?"
El Sr. PRESIDENTE: No me be referido, á que estén concluidos
todos los puntos que existen relativos al nombramiento de Regencia,
sino solo al dicliímen que araba de aprobarse.
Debiendo, pues, este dictamen tener la aprobación del otro Cuerpo
colegislador, parece prudente que en este momento no se tome pro
videncia alguna análoga al mismo asunto basta ver cuál es el resul-
. tado que tiene en'el otro Cuerpo. Asi, pues, tan pronto como se sepa
se avisará á los Sres. Senadores á domicilio para abrir discusión en
su el ¡a sobre el punto que rada Cuerpo rolegislador tiene que discu
tir por separado acerca del numero d« personas de que se ha de
componer la Regencia del reino. Para cumplimentar el art. 2? del
mismo proyecto se tendri presente la circunstancia que arabo de
indicar.
Ciérrase la sesión."
Era la una y treinta y cinco minutos.
 NUMERO 16.
mmassBssssssssssssssssssEm
DIARIO
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 28 DE ABRIL DE 1841.
Abierta a las doce y treinta y cinco minutos y leida por el Sr. Se
cretario Onfs el acta de la sesión anterior , quedó aprobada.
Se leyeron y acordó constasen en el acta los siguientes votos;
Primero. De ios Sres. Caá maño , San Mignel (D. Juan Nepo-
muceno), conde de Pinofiel , Entrenar, Melgarejo, obispo de Cór
doba , duque de Casfroterreño , Galdeano , Peón , Romo y Gamboa,
marqués de Castefldosrritrs , y Aldama, concebido en estos términos!
"Pedimos que conste en las actas nuestro voto contrario i la apro
bación de los artículos 5? y 4? del dictámen déla comisión mixta del
Senado y del Congreso de los Diputados- acerca der modo y formalida
des de proceder en el nombramiento de Regente ó Regencia del Reino
que se ha discutido en la sesiod de este dia."
Segusoo. Del Sr. Palafox, duque de Zaragoza , el cual dice asi;
"No habiendo podido asistir á la sesión de ayer por hallarme
enfermo, y siendo mi roto contrario á lo aprobado- por el Senado en
los artículos 3Í y fí del dictámen de la comisión mixta sobre las dispo
siciones preliminares para el nombramiento de la Regencia, pido al
mismo tenga á bien acordar conste en el acta."
,Diose cuenta de que con fecha de ayer el Congreso de Diputados
habia dirigido al Senado un mensage poniendo en su conocimiento
haber aprobado sin alteración ninguna los veinte artículos prepues
tos por la comisión mixta nombrada para conciliar las opiniones de
ambos Cuerpos colegisladores sobre el modo con que debe precederse
para poner en práctica el art. 57 de la Constitución relativo al nom
bramiento de Regencia, manifestando asimismo que habia diri
gido igual comunicación á la Regencia provisional del reino.
£1 Senado quedó enterado y acordó se archivase.
Leyóse otra comunicación del señor alcalde primero constitucio
nal de esta M. II. villa dirigiendo á nombre de su ayuntamiento
una invitación al Sr. Presidente del Senado y Sres. Senadores á fin
de que se sirvan concurrir á la función cívica y religiosa con que
se ha de celebrar este año la memoria de los primeros héroes y már
tires de la independencia española del 2 de Mayo de 1808 , acompa
ñando al propio tiempo para su distribución esquelas de convite y
programas de la función.
Se acordó manifestar que se habían recibido las esquelas con apre
cio y que se repartan.
El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. D. José
María Chacón , en que manifiesta su sentimiento porque un fuerte
ataque reumático le haya impedido asistir ayer á la sesión que cele
bró el Senado , y que tampoco te permite concurrir á la de hoy , es
perando que tan pronto como se restablezca continuará su asistencia
d las reuniones del expresado Cuerpo.
Asimismo lo quedó de otra comunicación, fecha en Cádiz i 21
del corriente, del Sr. D. Manuel de la Puente y Aranguren , Senador
nombrado por la provincia de Ciudad-Real, en que manifiesta que
habiendo emprendido en 23 de Febrero último su viage para esta
rorte pasando por Granada los frios de esta ciudad habían renovado
su padecer de la Iraquiaitis crónica que sufre y de otra molestia no
menos penosa adquirida en el tiempo de su cautiverio en poder del
Pretendiente, poniéndole en la necesidad de regresar á aquel templa
do clima para restablecerse y emprender su marcha, siéndole muy
101
aKSBammmmmmimmammmmmmmmm
DE
DE CORTES.
' sensible no poder concurrir, según lo permitiese su capacidad , i los
importantes trabajos que tan dignamente ocupan á sus ilustres y dis
tinguidos compañeros.
Se dió cuenta de que la comisión encargada de informar acerca
del proyecto de ley para extinción de las cargas y prestaciones por
derecho de patronato habia nombrado por su presidente al Sr. conde
de Pinofiel, y por secretario al Sr. D. Manuel Ventura Gómez.
El Sr. PRESIDENTE: Va á darse lectura de una proposición
presentada por un Sr. Senador que tiene relación con el objeto que
na de ocuparnos hoy."
El Sr. Secretario Carrasco leyó la siguiente »
Proposición.— "Deseoso de que para el acto solemne del juramento
y posesión del Regente ó Regentes del reino se halle previsto y es
tablecido lo necesario, y que se evite todo motivo de confusión y me
noscabo de la dignidad y decoro de las Cortes, propongo al -Senado
que se adopten las disposiciones contenidas en los artículos siguientes:
Articulo 1? Reunidas las Córtes en el local designado al intento
por el Gobierno, dispondrá el Presidente que uno de los Secretarios
lea el acuerdo que hubieren hecho acerca del nombramiento de Re
gente ó Regentes.
Art. 2? Acto continuo una diputación de ocho Senadores y ocho
Diputados nombrados de antemano en cada Cuerpo colegislador con
forme á su reglamento saldrán fuera del salón á recibir al Regente
6 Regentes.
Art. 3? Al entrar la comitiva en el salón se pondrán en pie los
Senadores y Diputados y todos los concurrentes; pero el Presidente
de las Córtes permanecerá sentado.
Art. 4! El Regente ó Regentes se arrodillarán al lado derecho
del Presidente de las Córtes, que tendrá abierto el libro délos Evan
gelios: uno de los secretarios leerá en voz alta la fórmula del jura
mento que sigue: "¿Juráis guardar y hacer guardar la Constitución
de la monarquía española y las leyes del reino y ser fiel ó fieles á la
Reina de las EspañasaDoña Isabel II ? " El Regente ó Regentes,
puesta la mano sobre los Evangelios, responderán en voz alta: "SI
JURO y el Presidente dirá : "Si asi lo hiciereis Dios os lo premie,
y si no os lo demande."
Art. 5? En' seguida el Regente ó Regentes ocuparán las sillas co
locadas delante del Trono en la segunda grada. Los Senadores y Di
putados tomarán asiento ; y el Presidente de las Córtes desde el suyo
dirigirá al Regenteó Regentes esta palabras: "Las Córtes barr presen- -
ciado el juramento que el Regente ó Regentes acaban de prestar á la
Constitución de la monarquía española y á las leyes del reino y de
fidelidad á la Reina."
Art. 6! El Regente ó Regentes se retirarán en seguida con el mis
mo ceremonial y acompañamiento con qne fueron recibidos. Palacio
del Senado 28 de Abril de 1841.=Gaspar de Ondovilla."
El Sr. PRESIDENTE: Atendiendo á las circunstancias extraor
dinarias en que nos encontramos-, ei Senado ha tenido á bien no ha
muchos días dispensar algunas de las fórmulas del reglamento. Se
gún este la proposición leida dehia pasar á las secciones para que de
clarasen si es útil y oportuna. La mesa no se cree autorizada para su
primir estás fórmulas sin que el Senado lo acuerde. Asi, pues, ruego
 102 •su onK:
al Sr. Secretario que proponga al Senado si toma en consideración pero ro sí no puedo hacerlo mas que eu favor de la Regencia de tres ó
la propwjUian r y. entonces concedrnHa jalahra ¿.^ii aiilnr najaajin» .de ima no hablaré. Ya-dieo quue deseo hablar.
yarla, ero' en qué sentido ?
El Sr. ONDOVILLA: Pido la palabra para una cuestión de Va á leerse el art. 2! del ruensage aprobado
urden. Se I
El Sr. PRESIDENTE : La tiene V. S. ,1 K H' (fl¥ Ls^NÍÍERO : Pido que se lea el art. 59 de la Consti-
El Sr. ONDOVILLA: Las disposiciones |tta co»%rell»|e es i A
posición están ya discutidas, votadas y aprobadas por el Sdnaitu i ia-
tro veces en el proyecto de ley para las comunicaciones de los Cuer PRESIDENTE: Desearía que el Sr. Landero .manifestase
pos colegisladores entre si y con el Gobierno. De consiguiente, estan la razón por la cual ha pedido la lectura de este articulo.
do manifestada la voluntad del Senado en ese proyecto que ya se ha El Sr. LANDERO: La razón es muy sencilla , porque no es per-
pasado al otro Cuerpo colegislador, parece que pueden excusarse] [milido otro número de persouas para que compongan el Gobierno del
esos trámites de pasen á las secciones esas bases ó disposiciones para reino, sino el Gobierno de uno, de tres, ó de cinco. Solo con ese
que nombren la comisión que las examine y dé su dictamen. Todo objeto he pedido que se leyese para que se viera si era permitido
esto puede abreviarse; y si el Senado aprueba mi proposición , pue- hablar eu otro sentido.
resaÍOb|Hn.*u«fcorreS' [R*A»iCr*» Jp cju#Wm»jvi»i ¡i usartíe fe pflabra Wftl
• <- mi . pioion , per no en i vor de la • egeneia
I Itt d» t- lijen ; si rtO lüe csí per ni i l id oc.f : V. j8
malidades del reglamento, y en atención á las circunstancias del día ¡SIDESTk"'. La ¿iscusion anunciada es para llamar
y á la de la proposición, ¿acuerda que se tome en consideración? sobre el número de Regentes.
El Sr. HEROS: Pido la palabra para una observación. jj¡| Sv LA¿AÑA: Pido la palabra por la Regencia de tres.
El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S. " ElSr. PRESIDENTE : Señores , hasta ahora el número de se
El Sr. HEROS : Lo que el Sr. Ondovilla dice es verdad que ha ñores que se han inscrito para hablar son por la Regencia única y tri
pasado al otro Cuerpo colegislador. Yo' me acuerdo que todos esos na. La mesa duda á cuál da.r la preferencia ; pero siendo mayorel nú
articulo* han sido aprobados ; pero también tenemos precedentes de mero de Senadores que han pedido la palabra por la Regencia tri
otras ocasiones del modo como se ha de proceder con las proyectos na , me parece que el modo de que puedan hablar todos es empezar
de ley que han quedado pendientes de una legislatura i otra. Esta es pur los que la han pedido por la de tres.
una fracción de un proyecto de ley que desde luego estoy resuelto á Él gí. SAN 'MICUEL ( D. Santos) : Pido la pabra. Yo creo que
votarlo; pero deseo que se sigan los trámites que mafetT el regia - Ta debe usar el primero que la haya pedido en uno ú otro sentido.
mento , máxime cuando mañana ya podrán haber tenido lugar estos El Sr. PRESIDANTE : Pues precisamente es el Sr. Heros el pri
trámites. Asi, pues, yo ruego al Sr. Presidente que para no sentar mero que la ha- pedido , y la tiene en favor de la Regencia de tres.
este precedente se sirva mandar hacer las preguntas de si se toma en El Sr. HEROS: En la delicada cuestión en que vamos á entrar,
consideración y pasa á las secciones para que nombren la comisión no obstante la templanza con que yo me explicaré, según acostum-
que presente su dictamen, al cual yo protexto desde abura que me I hro , es probable que en lo que vaya á decir se hagan alusiones per-
adhiero. 1 i I sonales que están muy lejos de mi ánimo , y mucho mas de la prác
El Sr. PRESIDENTE : La mesa había propuesto que se hiciese tica y costumbre que tengo al entrar en discusiones en esle lugar.
esta pregunta por si el Senado queria abreviar los trámites que el re El punto que nos va á ocupar es por su naturaleza nuevo; da
glamento marca como atendiendo á lo grave de la cuestión ha campo por lo tanto á la emisión de todos los pareceres, de todas las
hecho en dias pasados. Si el Senado no acuerda hoy lo mismo pasará opiniones. Yu creo que todos los que hayan de hablar están anima
M las secciones según reglamento. dos del mismo ínteres por el bien público que yo lo estoy. Por con
El Sr. SEOANE: Yo desearía que al pasar la proposición á las secuencia, ruego i cuantos me escuchan que tengan conmigo la in
secciones desde luego nombraran la comisión que la examinara , y dulgencia que yo desde ahora protesto he de tener con tudos , sin que
asi se abreviaba." de nada de cuanto aqui se hable , ni de nada de cuanto después pueda
lleeba la pregunta de si se tomaba en consideración, se resolvió suceder me quede encono, pesar, disgusto ni sentimiento de ninguna
por la aiirmativa , acordándose pasase á las secciones. especie.
Se dió cuenta y aprobó sin discusión el siguiente diciámen de la Sentado este antecedente, voy á recordar lo que un Sr. Senador
comisión de Acias : dijo nu ha mucho tiempo cuando se discutía el dictamen de la comi
Provincia de Sevilla. "Aprobada el acta de escrutinio general de sión acerca de haberse continuado la «enuncia de la Regencia de la
Sevilla en sesión de 23 de Marzo último, la comisión de Actas elec Reina Madre Doña Mana Cristina de Dorbon. Dicho Sr. Senador
torales ha examinado si el Sr. D. Carlos Espinosa, Senador reelegido anunció el sentimiento que tenia de que no se hubiese manifestado
por dicha provincia, procedente de la segunda renovación del Se en aquella ocasión alguna prueba de giati tud y aprecio hácia la apre -
nado, que por su renuncia cesó en el cargo que desempeñaba en él, cia,bilisioaa Señora de que se trata. Hoy se presenta en mi esa ocasión
reunía actualmente los requisitos y cualidades necesarias para con que va á servir de precedente de lo que tengo que decir en favor de
tinuar desempeñándole á consecuencia de dicha reelección ; y hallan la opinión que sostengo. Pocas personas tienen tantos motivos de
do que no he, sufrido diminución alguna la renta que habia pre aprecio, de respeto y de gratitud á la respetable Señora Reina Madre
sentado, y en cuya virtud fue admitido Senador en 25 de Marzo que yo; cuando he tenido el honor de ser su consejero privado, como
de 18-10, cuando desde este lugar he dirigido la palabra en todos los puntos de
••Es de dictamen que el Senado puede servirse acordar su admi gobierno y de política que se han tratado, en todos he procurado ma
sión definitiva. Sin embargo resolverá lo que juzgue mas convenien nifestar las opiniones mas templadas, las mas suaves, y lo que me pa
te. Palacio del mismo 27 de Abril de 18 11. .-(.¡aspar de Ondovilla, recía que convenia para llevar adelante la máquina del Estado harto
presidente>=Cárlos Morand. =Manuel Lorenzo. —Joaquín Francisco desgraciada, no por culpa nuestra , sino por los que nos precedieron
(¡ainpusuno.czFrancisco Romo y Gamboa, secretario." en la carrera y eu la situación en que nos encontramos.
Entrándose en el órden del día, se procedió á la discusión acer Hace dos años que á la opinión que yo represento se acusaba de
ca del número de personas de que ha de componerse la Regencia. que trataba de multiplicar los Regentes, ó sea de poner adjuntos a
El Sr. HEROS: Pido la palabra para una cuestión de órden. la Reina Gobernadora: los Senadores que en aquella ocasión pertene
El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S. cían á las Curtes se acordaran de que yo dije que desmentía con
El Sr. HEROS: Vamos á entrar, á mi entender, mas bien en una todo el calor de que era capaz que semejante pensamiento hubiese
conversación que en una discusión; pero puesto que sobre ella ba de entrado en mí ni en mis compañeros y amigos políticos; y que por
recaer votación, lo que debíamos hacer es que emitiese cada uno su lo que á mi hacia, nunca habia titubeado en que fuese Regente
opinión sobre un asunto grave , gravísimo , en el cual mas bien se va única del reino como manifesté adhiriéndome gustosamente á la de
Á tratar , por decirlo asi , de cuestiones teóricas que de utra cosa. claración de las Curtes constituyentes, no obstante el articulo de la
Como las opiniones en esta materia pueden estar divididas, yo ruego Constitución de entonces que prevenia mayor número de individuos
que se siga el órden con que diariamente discutimos, esto es, que pi para la Regencia. Esta opinirn la sostuve, no solo por respeto á la
dan la palabra por la Regencia de uno los que quieran, y por la Re persona de que se trataba , sino porque miraba en ella la Madre de
gencia múltiple de tres , ó de cinco los que lo tengan por convenien Isabel II, y que de ningún modo el trono ni los derechos de este
te. Me parece, pues, que este es el modo de que tratemos esle asunto podian sufrir menoscabo.
con el candor y franqueza can que aqui se suelen tratar , y que emi Esta opinión , señores, la sostengo en el dia; y todas las veces que
tamos francamente nuestras opiniones. Yo desde luego pediré á mi la Regencia del reino haya de recaer en persona Real , en persona
vez la palabra si se admite la indicación que acabo de hacer. que esté en esa categoría alta y elevada , á que ningún individuo per
El Sr. PRESIDENTE: El Senado ha oido las observaciones del elevada que sea la clase á que perteneza no puede nunca llegar, siem
Sr. Heros , y la mesa seguirá ese órden cuando los Sres. Senadores pre, señores, sostendré la Regencia única en el Trono; y cuenta con
pidan la palabra. que no puede de ningún modo ofenderse ni vulnerarse ninguna per
El Sr. HEROS : Yo pido la palabra por la Regencia de tres." sona que la ocupa en el dia ó la ocupe en lo sucesivo. Pero desde el
Otro* Sres. Senadores pidieron la palabra. momento que la Regencia salga de la linea llamada á conservar los
El Sr. PRESIDENTE: Han pedido la palabra por la Regencia de intereses de la persona que haya de reinar , desde aquel momento yo
uno loi Sres. Tarrius, Infante, y Seoane ; y por la Regencia de tres me aparto de esta opinión, porque de lo contrario el Gobierno mo
Jos Sres. Heros , Martínez de Velaico, Abargues, y Valdés. nárquico se convierte en República. Para que yo pueda explicar esta
El Sr. CARRRSCO: Señores, yo deseo hablar en esta cuestión; opinión es necesario entrar á calificar el sentido político que tienen

las voces que en*, i día están adoptadas para representar la forma ¿e
gobierno que nos rige. Pasó ya el tiempo en que la palabra monar-
3 nía representativa significaba el gobierno de uno sólo. Lo que en el
ia conocemos con el nombre de monarquía constitucional, ó sea mo
narquía mixta, cualesquiera que sean los elementos de que te com
ponga, es indudable que difiere esencialmente de lo que desde Aris
tóteles basta los tiempos modernos se convino en llamar gobierno de
uno solo ó monarquía. Sabido es que en el lenguaje vulgar adoptado
últimamente en los países extrangeros se ha comparado la monar
quía representativa á un He; con instituciones republicanas.
Las personas que se ocupan un poco de estas materias habrán
leído, como yo, la multitud de disertaciones, de tratados , de folle
tos, en fin , de artículos que por todas partes se han extendido para
manifestar que esta era la forma de Gobierno mas conveniente en el
rápido progreso que ha llevado la inteligencia en los últimos tiem
pos hasta la perfección mas ó menos conocida de la sociedad : ¿qué
es, pues, el Rey en la monarquía constitucional;1 Es una especie de
divinidad impecable ; una especie de principio personificado en una
raza privilegiada. Un Rey en su origen viene, como ha dicho un
filósofo, de un soldado valiente y afortunado, ó de una persona que
por el consentimiento de los pueblos ha llegado á constituirle y co
locarse sobre todos ellos. Por consiguienté , lo único que constituye
en el día la monarquía representativa es la oonservacion de la di
nastía. La dinastía es una séfie de personas semidivinas por el res
peto debido á su elevado origen, y por el convencimiento que los
pueblos tienen de que de ellos ha de derivar todo el bien y ningún
mal. £1 principio de su existencia permanente evita á la sociedad
mil angustias y trastornos que son consiguientes á un estado de an»
siedad en que se debería de encontrar por consecuencia de las elec»
ciones sucesivas que hubiese que haeer para reemplazarlos. Y coló-
cado en una esfera superior no debe participar de los odios y afec
ciones que pueda tener el elegido con respecto á las personas que le
colocaron en el lugar preferente en que se encuentra.
En suma, señores , la dinastía en un gobierno representativo es
una cosa que nunca muere ; se supone sin dolencia , sin enfermeda
des; se supone no interrumpida; se supone que no deja de existir ni
un solo instante, y por consecuencia es, en cuanto se puede compa
rar, lo mismo que la naturaleza, ó sea la divinidad, queda impulso
á la máquina terrestre y celeste que nunca suspende su movimiento.
"El He^r e* muerto: viva el Hejr" decían, Jos franceses cuando moría
el Monarca para manifestar que no habia ni un intervalo, ni el mas
remolo espacio entre la muerte del uno y la sucesión del otro.
A este principio sigue necesariamente el de la responsabilidad de
los Ministros , á los cuales se les ha supuesto flacos , pecables , suje
tos á errar , y por consecuencia responsables de todo lo que hicieren.
¿Qué es, pues, vuelvo á decir, la monarquía constitucional desde
el momento que una persona que se pone á la cabeza de ella no es,
usando de una expresión vulgar, salida de la cepa de donde salen los
Reyes? Es, señores, ana república.
Poco importa que el nombre sea el de Regente, Príncipe, Dicta
dor ó Protector ; el resultado es que desde el momento en que falta la
dinastía el Gobierno constitucional, mas que detrás lleve el nombre
de monarquía, no es mas que una república. La república puede dis
tinguirse en habitual , y puede distinguirse, si se quiere , en futura,
y esto que pudiera pasar por una cavilosidad y por una sutileza es
una de las cosas que precisamente á mi mas me alarman en el pro
greso, como be dicho antes, de ciertas doctrinas y en el rápido desar
rollo con que van siguiendo por el mundo.
Aqui , señores , entra principalmente mi temor, pues ó con bue
na ó con mala fe, ó arrostrados por intereses políticos, superiores
muchas veces á los dinásticos y á los de otro origen , el resultado es
que el principio republicano se ba desarrollado en los últimos tiem
pos de un modo notable; y también que ha llagado el caso de esta
blecerse un principio fijo, cual es que el Gobierno republicano es in
finitamente mas barato que el monárquico; y usando de una expre-
sios» conocida en los paises extrangeros, es toqúese llama un Go
bierno i bon marche. Los Senadores que, como yo , hayan seguido el
curso de las discusiones políticas habrán visto hasta qué' punto se ha
dado importancia á esta institución moderna y barata y cuánto
han trabajado las cabezas de los hombres examinando las ventajas
que resultarían á la sociedad de su establecimiento, ponderando por
todas partes que de la carestía de los Gobiernos representativos viene
Ja miseria de los pueblos.
Yo, señores, por respeto al principio monárquico- constitucio
nal , como celoso y fiel defensor del sistema que nos rige, quiero que
nunca el Gobierno monárquico, tal cual yo le comprendo, y tal
cual le conocemos en el dia, llegue á ofuscarse ni oscurecerse por
teorías ni principios de ningún género. Sin embargo, yo no sé si
puesto un solo Regente en España con una dotación ínfima y módi
ca, y dándose que llenase por ese precio las atribuciones que en otro
sentido llena la monarquía, yo no sé, digo, que se pueda contestar , si
se dice fulano lo hace por tantos miles y fulano por tantos millones.
Este , señores , es un argumento para mi que no deja de causar
me comezón, que no deja de agitarme, sobre todo cuando pienso que
cuanto mas perfecto pueda en su esencia ser el Gobierno de uno, mas
puede contrastar con las imperfecciones del Gobierpo dinástico. De
aqui es que diga yo que aunque no hubiera otro motivo para hacer
resaltar en esta parte las imperfecciones del Gobierno de muchos
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«obre la perfección del Gobierno monárquico , yo votaria por la Re
gencia de tres para hacer resaltar mas la perfección de la "monar
quía. Porque, señores, el Gobierno de uno solo es la República, y
la prueba es que en las repúblicas modernas está asi establecido. No
necesito referirme á pueblos remotos , me valdré de ejemplos mo
dernos, entre los cuales se distinguen principalmente los Estados-
Unidos , Genova y Venecia , en donde estaba reconcentrado ellpoder
en uno solo: pues la república de Florencia, que para cortar las
ambiciones se atrevió á suponer al mismo Jesucristo como su gefe
supremo para que nadie tratase de usurparle su autoridad , no llegó
nunca á constituirse, porque siempre le faltó el principio de unidad
que distingue á las demás. '
Asi, pues, si el principio republicano consiste en la unidad del
poder, yo para que nunca caigamos en él opino por que debemos tra
tar de extenderle á mas personas. Probablemente se me dirá que el
Gobierno de uno comparado con el de tres es un Gobierno mucho
mas fuerte: que no se puede gobernar sino por la voluntad de uno
solo. Yo, señores, mas de una vez tengo manifestada mi opinión so
bre lo que yo entiendo por Gobiernos fuertes. No entiendo que de
penda la fuerza de los Gobiernos del vigor de los nervios ni de la
fuerza para tirar á la barra. Yo entiendo la fuerza de un Gobierno
siempre en el principio esencial de su justicia.
Tal es la opinión que tengo sobre este punto, que creo que lo que
mantiene á la sociedad en paz no es la justicia criminal, sino la ci
vil. El convencimiento que todos tienen de que en sus transacciones y
relaciones personales se les ha de aplicar pronta y debida justicia ha
ce que se mantenga el orden de la sociedad y qu* se persiga al la
drón, al asesino; de otro modo no podría ciertamente conseguirse.
Al paso que las teorías modernas van acreditándose cuanto mas
van desapareciendo los castigos atroces, se va la sociedad perfeccio
nando. La pena de muerte está ya casi abolida, y hasta hay quien
opina que la sociedad no tiene derecho para imponerla: ya hay reino
donde no se impone, y esta especie de doctrina que va cundiendo, al
paso que multiplica los motivos que hay para convencerse de los pro
gresos de moralidad de los pueblos, viene en apoyo de lo que acabo
de decir , que no son fuertes sino los Gobiernos justos. -
Para probar que esto no es una paradoja irame permitido citar
dos pueblos vecinos , á saber , Francia é Inglaterra , que pueden ser
vir de comparación. Alli la multitud de soldados, gendarmes , agen
tes públicos y secretos, en fin , todp cuanto pueda darse ó inventarse
para tener á los hombres, si no encadenados, al menos en una vigilan
cia continua : aqui ninguno de estos instrumentos , saliendo todos á
pasearse libremente , pero siempre convencidos plenamente deque
en faltando en lo mas mínimo á lo que la ley previene se le ha de
aplicar el castigo. Asi es que hay tolerancia en las opiniones ; asi es
que se habla y discute libremente, adelantando y avanzanflo hasta
las proposiciones mas absurdas , porque confiando en la equidad y
justicia de su Gobierno, no temen que se aplique ninguna de aque
llas violencias que por capricho ó buena fe se suelen imponer con el
ánimo de contener á los hombres.
Dicho esto con relación á los gobiernos fuertes , voy á entrar en
otro punto no menos importante, cual es el relativo á la unidad de
acción. Desde luego puedo decir que confieso que al tratar de este
punto es cosa que me da vergüenza que en los siglos en que vivimos
haya de repetirse una máxima tan trillada, y común , que ba dejado
ya de leerse en los libros por no tener aplicación. Pasa de diez y ocho
siglos que en una república célebre, cuando se trataba de la usurpa
ción, el príncipe que aspiraba á ella, demasiado astuto, encontraba
por todas partes qnien preconizase la necesidad de que el poder fuese
único. Un senador adulador y bajo, que murió al fin víctima de aquel
por quien abogaba ,' decia en aquellos tiempos que siendo uno el
cuerpo que representaba el pueblo, uno debía ser también el gefe del
Estado t este senador , Aquilio Galo , cuyo nombre no ha pasado á
la posteridad con gran fama. Esto mismo repetía en el siglo x otro
escritor célebre, cuando tratando del reinado de Leovigildo y otros
decia que no comprendía cómo podían ser gobernados cuando en un
punto dominaba la Galia gótica y otro la española. Pero este respe
table prelado , hombre eminente en su siglo , no había conocido este
modo de gobernar , el gobierno representativo. Asi es que cuando ve
nimos á parar á este punto, al decir que uno tiene mas unidad de
acción en el gobierno representativo se destruye esencialmente el
principio.
Yo bien sé que probablemente al tocar este punto se ha de venir
á parar á las personas; y yo, lejos de aludir á ninguna directa ni
indirectamente, debo decir que solo trato de exponer mis principios
del modo que los concibo. Probablemente se ha de decir que detrás
del Regepte único está la, Constitución de la monarquía: que detrás
del Regente está el trono: que detrás están las personas que for
man y constituyen la monarquía: que esas palabras son muy encan
tadoras, que arrebatan y llaman la atención de todos, y que mientras
estén impresas en nuestros corazones, es bien dificil hacerlas desapa
recer; pero sin embargo, señores, al través de esas palabras mági
cas se han verificado las usurpaciones. Para verificar la de Roma,
de que ya he hablado, nos dice ese mismo historiador á quien he
hecho alusión que el usurpador no se paraba en las voces de dicta
dor, príncipe , protector ni cosa alguna, sino que tuvo buen cuida
do de conservar á las cosas los mismos nombres que tenían antes.
Por consecuencia , para mi las palabras no es ciertamente lo que me
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da mas seguridad. Napoleón conserró la usurpación á nombre de la
misma República; y Cromwell con el modesto titulo de protector,
después de haber hecho cortar la cabeza á Carlos I , también
hablaba de la República de la Inglaterra. Estos y otros ejemplos
que nos suministra la historia creo que sean suficientes para vivir
siempre alarmados del modo con que se verifican semejantes usur
paciones.
No quiero, vuelvo á decir , hacer alusión á persona alguna : sos
tengo una teoría apoyada en la historia; sostengo un principio apo
yado en estos precedentes, que me hacen vivir alarmado por la fla
queza consiguiente á los hombres, por su veleidad, por su ambición,
y porque sabido es que en ciertas ocasiones no son dueños de si mis
mos. Yo tengo escrúpulos, y los tengo, como he dicho, respecto al
Gobierno de uno; y estos escrúpulos no se me calman con palabras;
no se me calman con convencimientos particulares , ni con profecías
ni presentimientos políticos. Yo lo que quiero es evitar la ocasión,
porque es mejor prevenir que curar.
La posición en que nos encontramos no me permite extender y
dilatar el Animo como si se hubiera previsto anticipadamente que
Labia de llegar este caso ; pero por desgracia jamás entró en mí la
presunción de que pudiera suceder, y hoy es el dia que me veo con
fundido al tratar de una materia que no esperaba. ¿Qué remedio,
pues, para que prevalezcan los principios que antes he sentado? Se»
ñor, la Regencia múltiple, por la imposibilidad de combinarse tres
ambiciones á la vez, por la imposibilidad de que alcancen á la vez á
tres personas los influjos y sugestiones , porque la experiencia nos ha
demostrado que las personas que ocupan el Trono suelen no estar
exentas de esas sugestiones, ¿quién me asegura á mí que un hombre
no nacido de la estirpe Real no está mas expuesto á ser victima de
las sugestiones de sus amigos ó de su ambición? Por esto digo que
para evitar lo que yo me recelo, mal dije recelo, porque no lo re
celo en su esencia, es conveniente que las personas que entren á com
poner la Regencia sean mas de una , puesto que por otra parte no
importa que lo sean para que su acción sea uoa.
Generalmente se dice que el Rey reiua y no gobierna: es doctri
na que se ha extendido bastante en estos últimos tiempos ; y se ha
dicho de paso que si ha de reinar y no gobernar importa poco que
sea uno ó tres. Pues si importa poco , ¿ por qué uno y no tres? ¿ Por
qué si uno que no ha nacido de la cepa de los Reyes y que puede as
pirar á colocarse en su lugar no ha de tener un vigilante para con
tenerle , no con respecto á la marcha gubernativa que hayan de se
guir los Ministros, sino relativamente á la que él ha de seguir?
Cuidado, señores, que cuando se examioan las facultades que la
Constitución pone eu manos de uno que no pertenece á la dinastía,
es menester irse con pies de plomo. Yo convengo con el articulo
cjnstitucional en que se dice que la Regencia ejerza la facultad regia;
yo lo admito desde luego. ¿ Pero podré yo admitir que uno que no
tiene el mismo interés que los comprendidos en la dinastía mande la
fuerza armada, haga tratados, conceda honores y dignidades que
tal vez tenga que concederlos á sus mismos amigos, y aun mas de los
que él mismo quisiera.
Para este caso principalmente es para lo que yo quiero que el
que haya de representar ese poder esté acompañado; pero que para
lo demás, para proveer un empleo del resguardo ó uno de capitán
general, ¿qné importa que no lo esté? Para lo que precisamente
2uiero que esté acompañado , para aquellas grandes cuestiones de or
en interior que se deciden tal vez en momentos aventurados, y para
no verse envueltos en otras cuestiones de política exterior que pueden
llevar en pos de sí la ruina de una nación. ¿Quién no sabe lo que
pasó con el testamento de Carlos II? Después de siglo y medio toda
vía no podemos desenredarnos de lo que se hizo entre cortinas , como
suele decirse ; de loque se biza en la camarilla. Esto es lo que yo
quiero evitar ; y esto es por lo que deseo que la persona que haya de
representar el poder ejecutivo, que la que haya de disponer de la
fuerza armada , entrar en negociaciones y conceder honores y digni
dades, tenga compañeros; para lo demás no: lo demás yo se lo cede
ría gratuitamente á los Ministros. Yo confio en que el régimen de
publicidad que tenemos y la fuerza de la perseverancia nos ha de
traer á fijar por principio y por base de nuestra política la honradez
y la justicia. Pero cuando encontramos circunstancias accidentales de
tiempo, de bandos y de partidos, siento tener que confesar que no
conozco corazón de carácter tan fuerte que sea capaz de sobreponerse
á su embate, que sea capaz de resistir á ellas. Y para sostenerme en
esta opinión no me entrego á mis propias expresiones; Hamo en mi
apoyo á la práctica, que aunque no sea mas que la mano izquierda
en todo género de cuestiones, en la presente esclarece al hombre que
se encuentra con ejemplos que han podido servir de norma.
Estoy hablando en un Cuerpo de hombres ilustrados, y no ne
cesito desenvolver toda la série de minoridades ocurridas en España,
y lo que ha sucedido cuando la* Cortes se han decidido por las Re
gencias únicas. Bien saben los que se ocupan de la historia lo'que ha
sucedido en las minoridades de Fernando IV, de Alonso XI, de En
rique III , de Juan II, &c, y en tan sábia corporación es inútil re
petirlo. ¿Pero por ventura no tenemos en nuestros propios tiempos un
ejemplo patente en la guerra de la independencia? Cuando la paz
empieza i brillar entre nosotros, y cuando creo que no se necesita
para consolidarla mas que la tolerancia y la consecuencia en los
principios que profesamos; cuando todos vengamos á cun vencemos de
que lo que hay que combatir es la falta de patriotismo, y no que
uno quiera como dos y otro quiera como cuatro, creo que disponien
do las leyes lo que debe deducirse naturalmente de estos principios,
la nación se encontrará tranquila y llegará al término que es de de
sear; porque la tranquilidad de una nación no se altera cuando está
administrada la justicia , ni porque diez, doce ó quince extravagan
tes salgan con una idea ridicula ó la den mas importancia que la
que tiene, idea que para unos es de risa , para otros de desprecio, y
otros la miran como un saínete.
Yo quiero también que el Gobierno y el sistema que se establez
ca en seguida en mi país se parezca cuanto sea dable al del mismo
Dios. Con diez personas justas se contentaba Dios para librar á Sodo-
ma del fuego; y hasta ahora la práctica seguida es que por diez per
sonas se ha vejado á una ciudad , á una provincia y á una nación en
tera. Cuando sobre esto estemo* mas de acuerdo la paz irá progre
sando y adelantando. En la guerra de la independencia, en medio
de su calor, perseguidos por el mayor caudillo del siglo, todos los
que aqui nos encontramos hemos obedecido á Regencias de cinco y
de tres y hasta una junta central de 21 ó 36 ; y ninguno ha encon
trado la monarquía en riesgo, y ninguno ha encontrado que se me
noscabase el decoro de la nación. Esto sucedía con una guerra como
aquella ; mucho mejor podrá suceder en tiempos tan tranquilos eomo
estos. Probablemente se dirá , porque también por ahí se ha extendi
do la voz que las naciones extrangeTas tienen interés en la Regen
cia única , porque en ese caso se acerca mas al gobierno monárquico,
ó i ese principio de unidad de que hablamos. Yo, señores, en mate
rias de política tengo una opinión de que nunca me aparto, y esta es
respetar en cada nación lo que cada una tenga ; y partiendo de este
respeto hacer nosotros dentro de nuestra casa aquello que nos parezca
que está en mas consonancia con nuestras costumbres, eon nuestros
hábitos, 'con nuestros intereses y con nuestras tradiciones. Nada es
mas equívoco que la política exterior; esta cambia y varia como el
camaleón y según los intereses de cada nación.
La nación que en política se apoya pura y simplemente en lo q^ie
hagan sus vecinos y conexionados para sacar consecuencias que la sir
van de norma es de todo punto desgraciada. Enhorabuena que asi
sea en esos Estados miserables qne no pueden tener representación, en
aquellos que no tienen existencia propia , y que mientras deciden
las demás de su suerte permanecen como el arca de Mahoma , que
está suspendida en el aire por la virtud atractiva del imán de que se
componen los arcos de la mezquita; pero como cuando se trata de una
nación que posee una vasta extensión de territorio, con un suelo fe
raz, y que al cabo de pocos años, multiplicada la población y abierta
la puerta á las ventajas materiales, puede representar un lugar dis
tinguido entre las demás, no tiene que dejarse arrastrar de las in
fluencias de las otras. Sin perjudicarlas ni ofenderlas, consérvese cada
uno en su lugar, lo mismo el vecino al lado del retino, que el colono
al lado del colono, que el propietario al lado del propietario , y el
canónigo al lado del canónigo.
Llegadas las cosas á este punto, yo no puedo menos de recor
dar que jamás se ve en ningún periodo de la historia, y mucho
menos en la moderna , que ninguna nación extrangera, cuando se ha
tratado de las relaciones que deban ligar i las Potencias entre sí haya
disputado acerca de las personas que han formado el poder ejecutivo:
en este punto el interés es antepuesto á todo. El Rey de España reco
noció al usurpador Cromwell; y el Rey de Francia Luis XIV, no
obstante que blasonaba de profesar la máxima de que él era el Esta
do, tuvo, que someterse á que en un tratado se pusiese el nombre del
protector de Inglaterra antes que el suyo. Napoleón, producto de
una revolución que había llevado al cadalso á una hermana de) Em
perador de Austria , se casó con una hija del sobrino ó del primo de
aquel Emperador. Poco tiempo antes la España tuvo que reconocer la
República. ¿ Y todo esto por qué se hizo ? Porque no se pudo mas.
Pues lo que una vez por no poder mas se hace, en otras ocasiones se
hace por conveniencia.
¿ En la guerra de la independencia qué obstáculos puso la Ingla
terra para reconocer, no digo la junta central, pero hasta las jun
tas de las provincias? ¿Qué obstáculos opuso Dará reconocer las Re
gencias de tres y de cinco? La Prusia y la Rusia ¿qué obstáculos
pusieron al reconocimiento de las Córtes y de la Constitución de
Cádiz? ¿No se negoció con ellas ? ¿No se entró en transacciones?
¿No dijo la Rusia que lo que se había hecho estaba bien hecho?
¿No se imprimió la Constitución española en San Pe-tersburgo, de la
cual tengo un ejemplar? ¿Y por qué? Porque convenia á los fines
políticos que se babian propuesto de acabar con Bonaparle. Y aun
en nuestros dias, en tiempos modernos, ¿quién sabe si las declara
ciones del Congreso de Viena no se han cambiado después de las
ocurrencias del año 50 en adelante? Por consiguiente, yo no doy
ningún valor á la política exterior en la cuestión que nos ocupa , ni
debe de modo alguno inducirnos á qne variemos lo que con tanto
conocimiento hemos ensayado en otro tiempo y nos ha salido bien.
Así que, concretándonos precisa irten te al easo en que nos ocupa
mos, y después de haber demostrado que la Regentia única altera
esencialmente la monarquía en el principio dinástico, y conduce á
otro muy diverso; después de haber manifestado que la Regencia
única, por otro principio y por la inmensa amplitud que tiene el
poder Real para ir mas allá de donde tal vez se proponga; después
de haber demostrado que la práctica de los tiempos en nuestra legis

lacíon ha sido que la Regencia en calos semejantes se componga de
mas de una; después de probado que la política extranjera nunca la
ha recusado, porque no es ofensiva á ella ni puede con traerse al punto
de que se trata ; 70, señores, no sé que tenga que decir : de ahí ade
lante lo mas que pudiera decir seria de personas; pero lo sagrado
de este lugar , lo respetable que debe de ser esa materia , en que pro
bablemente lo que seria efecto de convencimiento pudiera interpre
tarse por alusiones, no diré mas, sino que resuelto á votar tres per
sonas, tengo el convencimiento de que esa Votación satisface los deseos
de la nación. Esa votación no recae sobre ciudadanos que no sean
todos ellos dignos de ocupar el distinguido lugar que yo quiero que
ocupen; y espero que recibiendo, como recibirán, mi voto con toda
voluntad , harán en obsequio de la patria el sacrificio ó la continua
eion de los sacrificios que hayan hecho hasta el dia.
En los tiempos de paz en que nos encontramos estos sacrificios son
mas de paciencia que de otra cosa. Ta bien conozco que los del cora
zón , los de la inclinación y de la paz doméstica son los sacrificios
mas grandes que pueden hacerse. Sin embargo, el hombre que tiene
la desgracia de lanzarse al servicio de su patria debe acabar del mis
mo modo su carrera , y acabarla con toda decisión. El que propone
mos , señores , no es el de que las personas de quienes se trata se arro
jen á la muerte como Codro cuando el oráculo le dijo que el primer
Rey que muriese salvaría á su pueblo ; ni como Horacio Cacles
cuando en el puente detuvo un ejército para que se salvase esta: no
se trata de ninguno de esos sacrificios materiales tan urgentes, tan
actives; es sí un sacrificio de paciencia, de perseverancia , que no
por eso deja de ser mas grande y digno.
De los tres que yo me propongo votar , creo que todos admitan
ese sacrificio, y que con sus deseos, ayudadosdelos que concurran á la
obra de nuestra pacificación y regeneración, lleguemos al término que
deseamos, y Dios sobretodo. •• Y :..
El Sr. TARRIUS : La oscuridad de mi voz y la enfermedad de
mí pecho no me permitirán ser difuso; hablo con trabajo, y mas
cuando tengo que esforzar la voz , por lo cual procuraré reducir todo
lo posible mi discurso.
No puedo menos de unirme de corazón á las ideas vertidas por el
Sr. Heros, como caballero y como español , respecto del amor que se
debe á la Reina, por cuya renuncia nos hallamos en este penoso caso.
Entro en la materia, pero antes debo hacer una protestación de
fe, que la tomo de uno de los primeros hombres de la República
romana , Catón : "que todos los hombres que entran en discusiones
importantes al bien de la patria deben estar exentos de pasiones J'
afecciones personales." Por mi parte lo estoy tanto, que cualesquiera
que sean las personas elegidas para la Regencia , creo 110 conocer á
ninguna ni que les pediré jamás nada. Asi digo que la cuestión de
Regencia única 6 múltiple que nos parece tan importante , no lo
será en su resultado. Yo me lisonjeo que cualquiera que sea su nú
mero , la Regencia marchará conservando la Constitución , sus leyes
y las consecuencias que de estas emanen ; pero como siempre necesi
tamos ceñirnos al caso particular en qué nos hallamos , y este es ex-
' eepcional , yo mismo , que tal vez en ese estado normal estaría por
la Regencia múltiple por reflexiones particulares y de utilidad.pu
blica , y de que. esta convencido mi entendimiento, me adhiero á la
única. Primero está reconocido que el Gobierno de uno es mas acti
vo , mas enérgico ; sus providencias son mas prontas , y el circulo
de las pasiones es menor. No recurriré á la -antigüedad, porqué si se
pregunta á Roma si fue mejor el trtumvirato que el gobierno de Oc
tavio.)., responderán que Octavio. Pero no es á la historia antigua
á quien debemos consultar, sino á nuestro estado y necesidades ac
tuales.
Ha hablado el Sr. Heros de !a época de la independencia, y no
me ha convencido S. S. porque es necesario comprender que ahora
hay división de opiniones y en la guerra déla independencia la opi
nión era una en toda la nación ; y si bien la Regencia era múltiple
todos caminaban á un misino fin, y esta es uua grande diferencia.
Convengo con elSr. Heros en que los Gobiernos constitucionales son
esencialmente repúblicas, con una forma monárquica que reúnen lo
mas ventajoso de la unidad monárquica y del sistema republicano;
y esto mismo me inclina á preferir la. Regencia única..
Se dice " que la Regencia de. un individuo puede tener pasiones
y estar rodeada de uua camarilla que tal vez contra las intenciones
del Regente, pueda iser arrastrada á tomar medidas perjudiciales á
la nación." Es verdad, yo lo admito, hemos visto camarillas fatales
por nuestra desgracia. Pero una Regencia de tres ¿ por qué no ha
4* poder tener tres camarillas? ¿ Por qué no se han de desenvolrer
las pasiones entre tres y tener tres camarillas que sean mas funestas
q«e una sola ?
La simple analogía indica que si el Rey es uno también debe ser
una la persona que le represente y sus veces haga ; y en el caso pre
sente es cuando menos oportuno considero que la autoridad Real sea
ejercida y representada por muchos individuos. Omito ei> obsequio
de la brevedad algunas reflexiones que no eslimo necesarias.
Se dicajque entre tres puede haber mas responsabilidad que en
uno solo. Esto es una ilusión ó un error. No siendo responsable el
Rey por la Constitución, no puede serlo. la Regencia que le represen-
la. ¿Y quién se atrevería á admitir una Regencia con responsabili
dad? Mi afección de pecho no me permite seguir hablando , tendré
que suspenderlo. . , b-j
S.-TOMO I. . '
105
El Sr. VICEPRESIDENTE: Justamente si V. S. quiere suspen-
der su discurso están esperando para entrar á jurar dos Sres.. Se
nadores." •; .
Prévio anuncio del mismo Sr. Presidente, entraron á jurar y to
maron asiento los Sres. D. Carlos Espinosa y marques de Guadalcá-
zar, Senadores, el primero por la provincia de Sevilla, y el segundo
por la de Córdoba.
El Sr. VICEPRESIDENTE: El Sr. Tarrius continúa en el uso
de la palabra.
El Sr. TARRIUS : Se habla de garantías. ¿Y qué garantías ofre
cen tres hombres que no pueda ofrecer uno solo? Uno solo puede des»
pertar ambiciones , yes natural que las despierte, que tenga ami
gos , relaciones; pero tres hombres ¿ no pueden despertar tres veces
mas ambiciones? ¿Hemos de privar á los dos de lo que concedemos
á uno? La Constitución , la representación nacional, la libertad de
imprenta, el jurado y la Milicia ciudadana son las únicas garantías
de la libertad que yo conozco.
Como no es posible que las ¡deas y opiniones de tres hombres
sean totalmente iguales, y menos en estas circunstancias, fácil es de
concebir que su divergencia produciría un estado que yo llamaré de
anarquía gubernamental por no saber otro nombre que darle. En el
caso igualmente probable de que un individuo de la Regencia tu
viese mas influencia , mas prestigio , mas sabiduría , ó que por cual
quier otro motivo fuesen sus opiniones de mayor peso, es consi
guiente que arrastraría á los otros, y entonces seria inútil la multi
plicidad de personas. Mas en el caso de divergencia de opiniones, en
una Regencia múltiple ¿qué Ministerio podría marchar? ¿qué res
ponsabilidad seria posible? . .
También se ha hablado de las circunstancias; estas para mí son
muy importantes ; de ellas mas que de la historia debemos tomar
consejo. Por ellas he dicho que en un estado normal de tranqui
lidad tal vez votaría yo por la Regencia de tres, porque mis opi
niones han tendido siempre mas á las ideas republicanas que á las
monárquicas: y conociéndolo el Gobierno por dos veces me ha ex
cluido de este lugar , habiendo sido elegido tres veces por la pro
vincia.
Asi , pues , no se podrá dudar que mis palabras son hijas de mi
convicción de que la unidad en las circunstancias actuales es el
principio que nos ha de salvar.
A esto está reducido cuanto tenia que decir ; pudiera extender
mas mi discurso , pero tai lo permite mi pecho , ni mi voz.
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO : Me levanto , señores,
para presentar al Senado las razones que en mi pobre capacidad
me han persuadido de las ventajas de la Regeucia trina sobre la Re
gencia única. Yo no tengo la presunción de creer que pueda aumentar
la ilustración de los Sres. Senadores, porque á estas discusiones no
pueden traerse demostraciones ni pruebas que lleven al grado de
evidencia que conviene para obligar el convencimiento. Yo no espero
presentar sino probabilidades, si bien con toda la fuerza del razo
namiento que puede haber en este género de cuestiones.
Yo prefiero la Regencia de tres á la de uno , porque la adminis
tración pública de un Estado es una máquina un poco complicada»
de movimientos difíciles, que no todos pueden manejar; es una
máquina que exige una fuerza que no siempre es dado á un solo
hombre tener. La reunión de fuerzas, la reunión de brazos puede
solamente dar á esta máquina política la combinación y movimien
to mas conveniente á la prosperidad pública, que es el objeto de toda
administración.
Cualquiera que sea una sola persona, por sus conocimientos, por
sus servicios señalados hechos á la nación , podrá tener como un ti
tulo el que la nación le dé una prueba de reconocimiento poniéndole
á la cabeza de la administración; pero al fin es un hombre solo, y
no le es dado tener conocimientos universales, ni bastantes para di
rigir toda la ramificación de una administración : ¿ por qné , pues,
no emplear el medio de agregarle dos ciudadanos que hayan pro
bado bien su patriotismo , haciendo el sacrificio mas grato de su
propio bienestar por la prosperidad de la patria ; reunir á sus cono
cimientos otros sirviéndose de la ocasión de discutir, de examinar
entre los tres cuáles son las necesidades del Estado , cuáles los recur
sos que pueden emplearse para llevar progresivamente los medios
necesarios para disminuir los abusos de la administración ? ¿ Quién
duda que el exámen y la discusión de estos tres patriotas podrá con-»
tribuir al mejor resultado de las medidas que deben tomarse por el
bien del Estado ; y qUe siendo un hombre solo , cualesquiera que
sean sus virtudes cívicas, cualquiera que sea su patriotismo, cual
quiera que sea la extensión de sus conocimientos , no es posible que
en circunstancias difíciles , como en lasque la nación española ac
tualmente está , á pesar de este estado de paz y tranquilidad que pa
rece gozamos , que en este estado en que hay que hacer tantas cosas,
en que hay males que no se han desarraigado, en que hay abusos
antiguos envejecidos, difíciles de ser destruidos, pueda él solo acudir
i todo? ¿Qué cosa puede ser mas conveniente para el Estado que el
presentar estas tres personas para que haciendo; servir inmediatamente
sus conocimientos y su amor á la patria, puedan tomar las medidas
que un hombre solo pudiera tal ves desconocer?
Se dice que la Regencia de uno da á la nación una ventaja que es
la unidad de acción. Primeramente yo debo decir, y estoy bien per
suadido de ello, que nada hay que nj sea ocasión de algún bien, y
 106
no hay un bien ní una institución: tan perfecta que no sea también
ocasión de algún mal. .. /j ¡ •■ n >•
Si la unidad de la Regencia puede tener la ventaja de la unidad
■dé acción, también la trinidad dé la Regencia (faé otra ventaja, que
■es impedir la precipitación en las medidas que en el Estado pueden
darse; impedir que por un extravio de patriotismo y de amor á la
patria vengan á darse medidas que no estén bien meditadas; impe
dir la precipitación, que no es menos perjudicial al Estado, y con
ciliar esto con la energía y la fuerza en cualquier medida que lu-
TÍera influencia en la conveniencia publica; • f. T
Fbr ptra parte , si este hombre por un accidente físico, ó por
otra causa, viene á hallarse en un estado en que no puede ocoparse
de los negocios , ¿cuál seria el estado de la nación? Cuando son tres
los Regentes , si desgraciadamente alguno no pudiera continuar sus
trabajos, quedaban los otros dos. Este es un inconveniente que puede
muy bien tener lugar. Asi, yo veo que por todas partes desde que el
nombramiento de la Regencia en los Estados ha sido popular, no
hay apenas un ejemplo de la unidad de Regencia.
Habráse nombrado único Regente en los tiempos en que se consi
deraba que una persona que no foera de extracción augusta no tenia
ningún titulo para ponerse á ta cabeza de la administración de los
Estados, cuando se creia que una raza privilegiada por' el cielo era
la sola que tenia derecho á gobernar el mundo, en aquel tiempo Se
-ha visto que en la minoría de ios Reyes y de los Príncipes Un indi
viduo dé esta misma augusta extracción era el que se ponía á la ca
beza de la nación. Pero aqui se trata de que estamos en tiempos en
que el Gobierno es popular, en que la administración lo es también,'
sin otro origen que la elección del pueblo; y el, pueblo español par-:
tieularinente está bien persuadido de que en España se pueden en-'
centrar tres y mas hombres que respondan á la Confianza de la na
ción. Pues si pueden encontrarse tras personas que- por su conducta y
esfuerzos merezcan tan elevado puesto , ¿por qaé n» darles este dere
cho al reconocimiento público? ■■' ' -r •'•
Asi que, señores, la unidad de lá Regencia en una sola persona
puede en mi concepto muy bien llevar consigo estos inconvenientes,
sin oue por esto diga yo que haya en España una persona capa* 'de
faltar con designio á sus deberes, no señor. (El Sf. Tarr'uis' pide la
■palabraS) No, no son capaces los Cuerpos colegisladores de nombrar
una persona que no baya dado los mejores antecedentes de civismo;
pero á pesar de esfo un hombre solo está expuesto á errar, y esto'lleva
consigo consecuencias tristes, de ningún rnoüo despreciables. Unamos
tres personas que no tengan mas .interés que el de la nación que los
haya honrado con su nombramiento, discutan y examinen detenida
mente y con prudencia cuáles son los intereses de la nación, cuales
sus necesidades, y es bien cierto, y por lo que toca á mí, estoy con
vencido que por este medio se conseguirá mejor la seguridad de no
vernos implicados por medidas precipitadas, por resoluciones difíci
les que no se pueden evitar cuando manda uno solo.
Por estas razones voto por la Regencia trina.
El Sr. TARRIUS: He pedido la palabra para rectificar Una equi
vocación en que mi ilustre amigo el señor preopinante acaba de in
currir , á saber , la necesidad de sabiduría en el Regente para las
grandes cosas que tiene que hacer. Me parece que no hay necesidad
de tanto. A ningún hombre se le puede exigir que sea el mas sabio
ni el mas bueno. La Regencia , sea de uno, de tres ú de cinco , no
manda ; quien manda es el Gobierno. Bien seguro es que yo no cum
pliré una órden aunque la vea firmada por todos los Regentes como
no venga firmada por el Ministerio del ramo. La ciencia , la sabidu
ría , el tacto de Gobierno deben residir en el Ministerio , no en la
Regencia , porque no es esta su misión esencial. Está bien que se pi
dan las mejores cualidades, pero ¿pensar que los Regentes han de po
der disponer del Gobierno? Es imposible; entonces serian los Re
gentes responsables y no el Ministerio, y en este está toda la respon
sabilidad , y este está obligado á presentar , no errores , sino disposi
ciones bien depuradas , pero' no el Regente.
Tampoco á mi modo de entender sirve decir que tres Regentes
•aben mas que uno. La ciencia de un hombre ó de tres no basta para
el Gobierno de una nación inmensa , ni aun la de seis Ministros;
con que por ese camino el argumento queda destruido. La misma
sabiduría pueden tener tres hombres que uno, y aun uno puede sa
ber mas que tres; pero el artificio grandioso de la Constitución es
que ni uno , ni tres gobiernen ; y está reducido á que la Regenoia
sea el centro de unidad de acción y opinión; pero el Gobierno está
en lo* Ministros : á estos se debe exigir ciencia y todas las cualida
des para la ejecución de las leyes y demás actos; y fen cuanto á la
sabiduría para dictar las leyes, esta se supone reunida en la repre
sentación nacional.
En prueba de esto se puede citar en nuestros dias el reinado de
Jorge IV de Inglaterra , que fue glorioso y feliz para la nación,
aunque la historia no le presentará como un modelo de moralidad
ni de sabiduría.
Asi es que las garantías de la libertad no son la bondad ni la sa-
• biduria personal del Monarca ó de quien sus veces haga: estas garan
tías residen en la esencia de la institución: en donde haya represen
tación nacional , libertad de imprenta , jurado y Milicia ciudadana
no puede organizarse el despotismo; sus conatos se estrellarían en
estas únicas y verdaderas bases de la libertad.
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: Esa teoría es muy hermosa;
pero en medio de esa teoría el gefe del Estado , por responsabilidad
de un Ministerio ó sin ella , tiene una grande influencia ; y yo qui
siera preguntar : responsables son los Ministros del Gobierno francés:
¿y Luis Felipe reina y no gobierna?
El Sr. INFANTE : Podemos, señores, entrar en esta cuestión leal
y francamente , porque la- cuestión es constitucional. Ni los que sos
tenemos la opinión de que Do debe haber mas que un Regente , ni los
que sostienen- la de que debe haber tres , ni los que quisieran sostener
que debe componerse de cinco, están fuera de los limites que la Cons
titución prescribe. En este supuesto no puede haber, ni animadver
sión , ni mucho menos odió por parte de los que sostengamos la una
ó la otra opinión , porque sostenemos lo prescrito en la ley que hemos
jurado: dentro de ella todas las opiniones son licitas ; fuera de ella
no. Lo que hay que averiguar ahora es si le conviene mas á la nación
el que haya un solo Regente , o que sea una Regencia compuesta de
tres ó de cinco individuos. Para demostrar mi opinión habia yo for
mado mis apuntes : tengo que .dejarlos, porque me veo en la precisión
de hacerme cargo de los que ha aducido el Sr. Heros ; y siento que
no esté presente S. S. ( El Sr. Heros entra en el salón'). Lo está ya.-
Digo que me veo en la precisión de hacerme cargo de lo que ha dicho
S. S. para decirle que no puede defender, y con mas habilidad y des
treza, y con mas copia de doctrinas una causa que yo tengo por
mala. S. S. nos ha dicho que no tendría inconveniente en que la Re
gencia fuera única si hubiera de ocupar este puesto un vástago Real,
una persona Real. Pero era necesario <jue nos hubiera demostrados. S.
3ue las personas Reales que han estado en las minorías dentro y fuera
e España....
El Sf. HEROS : Si el Sr. Presidente lo permite haré una rectifi
cación. He dicho persona Real en quien no haya miedo deque la su
cesión qo se extravíe. ■ «.*;. ". .;
El Sr. INFANTE: Ya ven los Síes. Senadores cuán aguda es la
explicación que acaba de dar el Sr. Heros ; no parece sino que S. S.
columbraba los argumentas que yo iba á hacer, y bs puesto un va
lladar en donde me estrelle. Yo i señores , seguiré sia embargo ha
ciendo algunas observaciones saoadas de nuestra historia , puntos que
no se me hubiese ocurrido que podían hacerse para haberlas rebus
cado , porque hace algún tiempo que la be leido , pero algunos he
chos se me vendrán á mi memoria. Yo no hablaré de las personas
Reales que antes de la formación de la- monarquía actual, cual la te
nemos en el dia , antes de la unión de Castilla á la Corona de Ara
gón y de Navarra, gobernaron en Castilla durante las minorías. Voy
solamente á contraerme al tiempo de la monarquía tal como es boy.
A la muerte de la inmortal Reina- Doña Isabel , sabido es que
quedó por Regente del reino su esposo el Rey D. Fernando de Ara
gón. Casado D. Felipe con Doña Juana , hija de los Reyes Católicos,
disputóle la Regencia D. Felipe á D. Fernando.
En las Córtes de Toro se convino que mandasen el Rey D. Felipe,
la Reina Doña Juana y el Rey D. Fernando. Esta Regencia de tres
formada, porque la que tenia derecho al trono era Doña Juana , á
quien se suponía demente , inmediatamente asomaron por todas par
tes las semillas de la anarquía; y tan astuto y entendido como era
el Rey D. Fernando , lo que hizo fue alejarse. Se marchó primero á
Aragón y después á Italia. Quedaron mandando D. Felipe y Doña
Juana , y se dividieron los ánimos de los españoles unos en favor de
uno, otros en favor del otro, á pesar de que eran marido y muger.
Murió al fin D. Felipe, y el cardenal Jiménez de Cisneros hizo que
llamaran al Rey D. Fernando, que se hacia el esquivo respecto á lo
que antes habia querido solo , porque á la sazón quería que le rogasen
mas. Pero los conflictos de la nación fueron tantos, que le hicieron
venir de Italia á España, y en las Córtes de Madrid de 1510 juró go
bernar el reino. Desde entonces la anarquía cesó, y el Rey D. Fer
nando reunió para siempre la Navarra á España venciendo á la Fran
cia ; se formaron arsenales y se hicieron una porción de bienes como
todos conocen. Y ouidado, señores, que yo al hablar asi no elogio
absolutamente toda la conducta del Rey D. Fernando; no creo que era
muy amigo de la libertad, pero hizo otros bienes infinitos á la nación
y bienes de mucha cuantía. Tampoco aprobaré nunca lo que llamaré
asesinato del marques de Friego, ni mucho menos la persecución
que entonces fulminó, ni los engaños que usó contra un hombre que
era la admiración déla Europa, el Gran Capitán, por quien nos
otros nos envanecemos de que haya pertenecido á nuestro suelo; muy
ingrato fue con él D. Fernando: no elogio, repito, toda su conducta.
Muerto D. Fernando, quedó por único Regente el cardenal Jimé
nez de Cisneros t ¿y qué debia la nación al cardenal Jiménez de
Cisneros? Mucho sin duda, y cuidado que era Regente único. He
presentado ya los males que produjo la Regencia de tres, y los bie
nes de la Regencia única. Y el cardenal Jiménez de Cisneros no era
vastago Real, era un simple fraile francisco, y no tenemos noti
cia de que haya atentado al trono de sus Reyes, sino que siempre tra
bajó en bien de la monarquía española. Muerto el Rey D. Fernando,
el que lo heredaba, que era Cários V, nombró al cardenal Jimenex
de Cisneros ó le confirmó la Regencia , y se la disputó otro eclesiás
tico, que era el cardenal Adriano; pero quedó solo el cardenal Jime
nex de Cisneros. Muerto este, con quien fue el Emperador muy in-
gTato, vino á reinar en España. Se ausentó de ella, y dejó al cardenal
Adriano con un consejo compuesto de cinco personas , que presenció
los males graves que afligían á la pobre España. Viéndose en este
conflicto el Rey , que estaba en Alemania, nombró una Regencia
 /
compuesta de tres personas, el cardenal Adriano, D. Iñigo de Ve-
lasco y el almirante D. Fadrique. ¿Y ion esta Regencia de tres qué.
le sucedió á España ?
No buho un dia, basta que volvió el emperador , que no fuese de
calamidad para el reino : durante esa Regencia de tres quedaron des
truidas las libertades castellanas: esa Regencia de tres le preparó al
Emperador un cetro de hierro, que cuando volviólo empuíó con mu
cha fuerza. Compárense , pues, los acontecimientos que tuvieron
lugar durante la Regencia de uno y durante la Regencia de tres.
Hubo otra minoridad y fue á la muerte Je Felipe IV , quedando
su h'jo Carlos II, ese imbécil y desdichado Rey, A quien la historia
ha mirado con compasión y desprecio. No hubo Regencia de tres, es
verdad ; no hubo mas Regencia que la de su -madre y la de otro que
estaba detrás de la cortina-, que era un eclesiástico. « . • Esta opinión sostuve yo cuando se dijo que debían nombrar-te
Si entonces estas puertas hubieran estado abiertas, que ya estaban
cerradas, porque habían concluido las libertades españolas, no hu
biera sucedido asi , porque por fortuna la España tenia todavía un
hombre capaz de ponerse al frente de la monarquía. Estaba D. Juan
de Austria, á quien se despreció, porque aunque los hombres honra
dos le indicaban para tan alto' puesto, los intereses mezquinos que es
taban cerca del trono, y aun en el trono mismo, le alejaban de los ne
gocios , y no se sacó utilidad de un hombre «mínente A quien llama
ba 1» opinión pública para desempeñar la Regencia durante la mi
noridad de Carlos II. Esto es, señores, con respecto á España. En el
Brasil el ilustre- D. Pedro de Braganza que fundó aquel imperio,
d índole Instituciones muy liberales, abdicó el ano 30, "dejando en me
nor edad A un hijo que se tituló D. Pedro II : nombróse una Regen
cia de cinco, y apenas fue nombrada no supieron cómo entenderse
en aquel imperio que D. Pedro había gobernado en paz y libertad.
Nombrada que fue ta Regencia, principiaron á desenvolverse las
disensiones en todos-Ios puntos del imperio ; y como no podia menos
de suceder, unos Ministros se declararon por unos Regentes y otros
por otros. Una Regencia se sustituyó á otra, y como el mal estaba
en la esencia de la cosa, no en las personas, no por esto cesaban los
males. Degollábanse en Para y Feroambuco; mas después la insurrec
ción crecía en Rio Grande, y por último el imperio se puso en tal
estado que todavía no se halla en paz, y sufre los males que son con
siguientes á tan triste situación. ¿Y quién los promovió? La Regencia
múltiple que aqui se nos presenta como un bello ideal. No había
unión en los Regentes, no podia haberla en el Ministerio; y vino á
resultar una cosa muy parecida á la anarquía, que no habia imperio,
que no habia nación. Por último los brasileños, hartos de sufrir tan
tas calamidades y males , viendo que el Principe estaba todavía en
minoría, declararon que tenia la edad suficiente para gobernar, por
que estaban cansados de Regencias múltiples.
Ha hecho también una alusión el Sr. Heros con la destreza que
S. S. acostumbra y que no he podido menos de recoger. Ha supuesto si
seria ó no del agrada de los extrangeros la resolución que tomásemos
sobre este particular. No ya uno; cinco y cinco mil nombraría yo por
no someterme i lo que tratasen de imponernos. Señores, los ex-
trangeros que están mal avenidos con nuestra causa lo que quieren
es que volvamos á envolvernos en la anarquía. Eso es lo que apete
cen. Los Sres. Secretarios del Despacho que me escuchan saben bien
cuáles son las maquinaciones que se forman fuera de España, y cpmo
ja no es un secreto yo lo diré. '» \ ,
Se ha formado el proyecto de decir, por ejemplo, á los catalanes:
"Vosotros debéis tratar de que se restablezcan vuestras antiguas le
yes, vuestras antiguas costumbres." Para esto se han impreso pro
clamas con profusión. A las provincias Vascongadas les dicen:
"Vosotras vuestros venerandos y sagrados fueros sostened los ; no os
sometáis , no renunciéis á lo que por tantos siglos ha causado vuestra
felicidad , alzaos." A los de Valencia y Cádiz y á los otros pueblos
de Andalucía: "Vosotros, fogosos y ardientes meridionales, esta
bleced la república, porque es ,el Gobierno mas barato y porque
conviene que le tengáis." Y á otras personas que pueden influir,
pero que al mismo tiempo pueden entorpecer la marcha del Go
bierno: "Vosotros nombrad á Doña María Cristina, porque es la
protectora de la libertad." No niego yo esto, pero lo digo para pro-
hu que los anarquistas emplean cuantos medios hallan á su alcance
para conducirnos á la anarquía. Hablo de los extrangeros que están
mal con nuestra causa y con nuestro pais ; los demás lo que quieren
es que en España haya paz y libertad.
Dicese, señores, que la Regencia de tres trae inmensos bienes,
porque reunidas las luces de estas tres personas podrá hacerse) mas
que con las luces de uno solo. Yo no sé cómo personas tan discre
tas como las que me han precedido en la palabra sostienen la Re
gencia de tres por medio de este argumento , porque en él extende
ríamos el argumento y diríamos: si tres pueden tener mas luces que
uno, mas luces tendrán cinco, mas nueve , y mas luces tendrán 30.
Para mi este no es argumento de ningún valor. ¿ Para qné se quie
ten tres en lugar de uno en la Regencia ? Para que la fuerza de es
tas tres personas haga una persona nada mas fuerte, es decir, para
que los tres se embeban es ano. Aunque la fé me enseña que esto
puede suceder , lo que es de tejas abajo me parece ana aberración.
Yo creeré, porque la fié rae lo enseña , que tres es uno; pero que
Ires hombres en este país dado han de ser uno y una su voluntad,
ton tres, eso es imposible.iTéngase presente que somos hombres i yo
i propósito no quiero tomar en mi boca ninguna persona, porque
407
¿qué- persona no se nombraría que no fuera una de las muchas que yo
aprecio ? No es esta la cuestión ; .la cuestión es de ínteres general.
Si se nombrase Regencia de tres se declararía viola ble ó inviolable.
Si la-declarábamos inviolable no haríamos mas que poner una re
mora a11 Ministerio, que es el que debe ser responsable ; introducir
tres personas entre los Ministros que estuviesen en el caso de entor
pecer sus pensamientos , y por consiguiente su acción. Esto no podia
menos de suceder en la Regencia. Si nosotros queremos ser bieni go
bernados debemos reducirlos á la menor expresión que sea posible-, y
por eso mis amigos me han oido decir que si en lugar de un Regente
pudiera ponerse medio, yo le pondría. Debernos reducir á la menor
expresión posible el" gefe del poder ejecutivo. Yo no quiero mas que
los Ministros sean las personas que me puedan responder de tu» actos.
dos adjuntos á la Reina Cristina para que se oompusiese la Regencia
de tres personas. Mis amigos se acordarán de que dije que no debía
hacerse, porque tenia la convicción de que era funesto , funestísimo*
No se puede por tanto gobernar bien una nación cuando no hay la
mas perfecta armonía entre el gefe del poder ejecutivo y sus Minis
tros', y resultaría que si nombrásemos tres Regentes no habría la
homogeneidad necesaria, indispensable ; habría división que trascen
dería al Ministerio , y se trasmitiría á toda la nación.
El Sr. Heros ha hablado de Cromwell y Bona parte. Dejo á
Cromwell porque no está en el mismo caso que Bonaparte para la
présenle cuestión ; y concretándome solo á este último , pregunto yo
á 5. S. si cuando Bonaparte se apoderó del poder de la Francia, cuan
do (holló sus leyes ,: cuando destruyó la representación nacional , no
era Regente con otros dos. Luego la Regencia de tres no es un in
conveniente para que si hubiese un mal español , un infame español
que tratase de atentar al Trono , si tenia voluntad y poder para ello
dejase de hacerlo. ■
Yp , aunque hasta ahora veo iñudos A los Sres. Ministros (pide
la palabra el Sr. Ministril de Gracia jr Justicia) ; aunque nada nos
han dicho todavía en esta importantísima cuestión, en la que es
menester que todos manifestemos nuestra opinión con franqueza^
desearía que nos hicieran una reseña del estado verdadero en que se
encuentra nuestra patria, y nos manifestasen si es de necesidad, hoy
quizá mas que nunca , el que tengamos un solo Regente para que el
Ministerio no tenga mas que una voluntad y pueda conservar la
Constitución y las leyes, y la fuerza de que ha hablado el Sr. Heros,
porque esa n mi doctrina , fuerza conformé á las leyes, porque las
leyes dan bastante fuerza para reprimir las demasías.
Creo haber demostrado suficientemente con la historia que cuando
ha habido Regencias múltiples en España ha sido lo mismo que de
cir calamidad, y me parece que no debemos exponernos á que estas
calamidades se repitan boy. Se nos ha dicho que en la guerra de la
independencia hubo Regencia múltiple en España: es verdad; pero
«1 Sr. Tarrius ha dado ya una razón que no tiene contestación , cual
es la de que en aquellos tiempos no habia en los españoles mas que
un pensamiento*, una voluntad, que era concluir la guerra; y aun
asi sucedió que en cuatro años hubo cuatro, y dos de ellas por lo me
nos fueron reformadas dos ó tres veces. Pues si á pesar de estar en
tonces la opinión compacta y conforme , aunque después del año 12
se desenvolvieron los enemigos de la libertad , no hubo esa homoge-
neided que se desea , ¿ se nos quiere ahora poner en el mismo con
flicto de que cada año nos veamos en el apuro en que hoy nos- en
contramos ?
No me parece oportuno cansar mas la atención de los Sres, Sena
dores , y voy por lo tanto á reasumir diciendo que en una situación
dada, tal como en la que nos vemos hoy, yo no encuentro mas me
dio de felicidad para España que el de la Regencia única. Yo hago
aqui abstracción enteramente de personas, porque defiendo mi opi
nión solo en teoría; prescindo por lo mismo de si son muchos ó pocos
los españoles merecedores de tan alto puesto , pero ti diré que prefe
riría una persona única que me fuese indiferente , ó si se quiere
odiosa, que no tres elegidos á mi voluntad : tal es el convencimien
to que tengo de la necesidad vital , urgente, perentoria de que los
Cuerpos colegisladores se convengan en no nombrar mas que una
persona. Sea quien sea, yo no temo de ningún modo mientras estén
abiertas esas puertas ; y porque aunque fuesen tres, si habia alguna
que tuviese voluntad y poder lo haría : otra cosa seria destruir la ac
ción de los Ministros, envolverlos en sinsabores y causar males á la
nación que todos sin excepción queremos evitar.
El Sr. HKROS (para una rectificación) i Voy á ser tan breve co
mo generalmente acostumbro en todas mis rectificaciones.
Mi amigo el Sr. Infante ha hecho una larga disertación de lo que
sucedió en España después de la muerte del Rey Católico: ha habla
do S. S. de la Regencia única del cardenal Jiménez de Cisneros;
pero S. S. se ha olvidado de hacer una exposición muy importante
de este hecho, cual et la de que el cardenal Cisneros no fue Regente
únioo por las Córtes^y S. S. habrá oido decir que habiéndole pre
guntado el duque de Osuna , Benavente y otros con qué poderes go
bernaba el Estado les asomó á uno de los balcones de palacio, y les
mostró un campamento y unos'soldados que estaban haciendo el ejer
cicio, y les dijo : "esos son mis poderes." Por consiguiente esa Re
gencia fue una especie de usurpación ; pero usurpación que de ahí
abajo fue muy respetable por la razón de que hizo mucho bien.
La segunda rectificación que se me actorre es la de que el carde
 108
nal Cisneros no fue Regente nias que para Castilla , con la notable
circunstancia de que no fueron los españoles , sino el mismo Car
los V , y I de España, el qae nombró los dos Coregentes. Por
consecuencia ese estado de usurpación y de violencia no me parece
que viene al caso. Ademas pudiera S. S. haberse acordado de las que
jas que sobre esto hubo en las Cortes de Valladolid en 1518 , en cuyo
pormenor no quiero entrar.
Tampoco entro en lo que S. S. ha dicho relativamente á lo que
pasó con el Rey Católico, que sabe S. S. que todos los grandes se le
desertaron porque aquel Rey trató de traer á esta clase al punto don
de debia estar , y luego los españoles advirtieron la diferencia que ha
bía de un hombre que tenia interés en conservar la dinastía y otro
á quien solo movia su interés.
Me ha parecido conveniente rectificar este caso para que se Tea que
ese Regente no tuvo poderes de las Córtes.
Prescindo de todas las demás cuestiones, y voy al segundo punto,
3ue es el relativo á la Constitución del Brasil, qué es cabalmente una
e las cosas que se me pasó decir en la discusión. En la Constitución
del Brasil dada por D. Juan VI que había sido establecida por una
nación extrangera , que fue 'la Inglaterra , en uno de sus artículos se
prevenía que cuando no hubiese persona de la cepa de los Re\es fue
sen tres los Regentes. Llegó este caso , se.infringió el principio cons
titucional, y el resultado fue que después de muchas variaciones y
disturbios tuvieron que venir á parar en declarar al Príncipe en esta
do de gobernar á la edad de doce años.
Ha dicho S. S. relativamente á Bonaparte que fue usurpador ; y
cuando ha citado este hecho quisiera que S. S. hubiera terminado su
historia con manifestar qué fin tuvo Bonaparte. Terminó como todos
los usurpadores, desgraciadamente; pues fue ir á morir á Santa Elena.
Ha dicho también S. S. que durante la época de la independencia
tuvimos cuatro Regencias ; esto es-verdad. En una de ellas se hallaba
el general Blake , que por su crédito fue á la guerra y cayó prisio
nero ; motivo por el cual quería yo que fueran tres , porque si hu
biera una guerra pudiera haber mas actividad. Pero S. S. ha olvi
dado una circunstancia muy esencial , y es , que en la Constitución
del año 12 no había un artículo como el que hay en la de 37, en que se
dice que la Regencia ejercerá la autoridad del Rey: entonces todas
las Regencias fueron temporales y permanentes , y para esto no hay
mas que ver su reglamento. Yo, porque he estado en el caso de verlo,
sé que se obligaba á tener en la Regencia libro de acuerdos, y que
estos se firmaban por los Ministros á fin de en su caso exigir, á los Re
gentes la responsabilidad. En el día la Regencia va á ejercer en toda
la plenitud la autoridad del Rey conformé á la Constitución. Asi
que el argumento de las cuatro Regencias no ha estado bien traido.
Otras reflexiones podía decir á S. S. j pero estas bastan porque
son liechos consignados en la Constitución. Las unas han sido mo
nárquicas, las otras están fundadas en la historia, y las últimas en
decretos de Córtes de 1810 y siguientes. Cualquiera puede aproxi
marse á leer los Diarios de Córtes y en ellos encontrará ios decretos
en que se manifiestan las respectivas restricciones con que entraron á
gobernar esas Regencias. ■ "i> <■>
El Sr. INFANTE: En estas citas, como es justo, tengo que ce
der siempre la palma al Sr. Heros. Pero yo lo que be tratado es,
recordando en mi memoria la historia, el buscar la existencia de
los hechos, sin que me haya parado en su origen.
De las Regencias únicas, ó de tres, yo dije en: urna parte de lo
que me han oído los Sres. Senadores que las libertades espaciólas
quedaron amortiguadas á la muerte de Doña Isabel. Esto es lo que
yo he querido decir. • . ■.
También ha extrañado S. S. que yo no hubiese repetido la suerte
que tuvo Bonaparte por haber sido un usurpador. ¿ Y qué le ;he lla
mado yo ? Creo que he dicho que el fin que él tuvo es el que yo de
seo á lodos los que hagan lo que él hizo. " ■■
De las Regencias que ha habido en España durante la guerra de
la Independencia ha hablado S. S. Es verdad que en la Constituoion
de Cádiz no había lo que se manda en la de 37. ¿ Pero qué tiene que
ver eso con la cuestión que ahora ventilamos? Que tuviesen estas ó
las otras facultades, que tuvierau las del Rey ó de Regentes, ¿qué
me importa que el Regente tenga las facultades del Rey , si yo espa»
ñol no be dé obedecer ninguna orden si np está refrendada por los
Minislros que son los responsables? Vea S. S. cómo mis citas, aunr
que de memoria , no están tan fuera del caso como ha creído S. S., y
cómo no se destruye mi argumento porque las Regencias hayan sido
nombradas por los Reyes, ya en vida, ya al tiempo de su falleci
miento , ó que hayan sido nombradas por' las Córtes castellanas, que
ai ellas no las nombraron las aprobaron. En primer lúgaTlasde Ma
drid al Rey D. Fernando el año 1510.
Después se hizo una junta magna llamada Córtes en Salamanca
para nombrar la Regencia del Rey 1). Fernando el Católicoí des
pués vino la anarquía y el desórdeu, y cuando se reunieron las Cór
tes de Burgos no se pudo resolver nada, porque esos tres Regentes,
que parece ahora que son tan buenos , no hicieron nada de lo que
convenía.' <" > !'
- El Sr. Ministro de GRACIA Y JUSTICIA : Señores , la éuestion
que ocupa al Senado es grave y muy importante ; pero si esto es
para -todos , quiero decir para los Cuerpos colegisladores , para los
Sres. Senadores en.particular , para todos los españoles; si estacues-
tion , digo , es ¿rara para todos , para el Gobierno, ó por mejor
decir para el Ministerio , esa cuestión ademas de vidriosa es delicada
y resbaladiza.
El Ministerio , que no podía dejar de ocuparse de ella , porque al
frente de esta nación grande debe consultar y estar siem.pre alerta y
en previsión acerca de sus intereses, ha visto que la resolución del
problema es de la exclusiva atribución de las Córtes, y por lo mis
mo q>ue se debia formar una opinión , debia ser hasta cierto punto
particular, no para proponerlo como regla , ni en el usa de la ini
ciativa de aquellas medidas que el Gobierno puede proponer á las
Córtes. ' .
Considerando la cuestión bajo este punto de vista, el Ministerio
se había propuesto hasta cierto punto no tomar parte en esta discu
sión ; y solo en el caso de que lo creyese necesario para fijar la cues-
tioa á fin de traerla y colocarla en su verdadero terreno, haciendo
las explicaciones que creyese oportunas. Precisamente ha llegado este
caso, y hallándose ademas excitado por el Sr. Senador Infante, ha
creído el Ministro que tiene el honor de dirigir la palabra al Sena
do que estaba en el caso de pedir que se la devolviese el Sr. Presi
dente. • • •■!.;■ ' . ■:. i ■
He dícbo que se estaba en el caso de traer la cuestión á su verda
dero terreno; y hasta ahora no se ha examinado en él. El terreno.de
esta cuestión no es el de examinar en teoría y por principios abs
tractos si la Regencia debe ser de uno , de tres ó de cinco, porque esto
está ya decidido y no se debe discutir por principios y razones. La
. .Constitución ha dicho que puede ser uno , y en esto no cabe duda.
El examen de ésta cuestión en teoría y por principios podrá servir
cuando se trate de hacer una Constitución ; pero después de hecha la
Constitución, el tratar de esta cuestión de la manera que se ha trata
do es enteramente fuera del caso. .
Tampoco es la historia la que debe servir de guia. Toda la erudi
ción que ha vertido el Sr. Heros, tan fecundo siempre en este punto,
es muy apreciable, es muy luminosa, pero muy poco aplicable al
estado de la cuestión ; porque es menester buscar el espíritu y el ob
jeto de la Constitución, el verdadero significado del art. 57 , en que
se dispone que la Regencia sea de uno , de tres 6 de cinco. Pero ¿ por
qué. no se fijó determinadamente cuándo se había de estar en cada uno
de estos casos ? Porque los autores de la Constitución creyeron
que esto dependía de las circunstancias : que habría circunstancias
en que uno solo debiera ser Regente, otras en que debieran serlo tres,
y otras finalmente en que se pudiera expresar hasta el número de
cinco. Pues entonces, si las circunstancias son lasque han de deci
dir, ¿á qué los- hechos históricos? i
Mientras que al citar esos hechos no se examinan las circunstan
cias de que iban acompañados no pueden tener aplicaeion , porque
las circunstancias del tiempo de D. Juan I no eran las mismas que
las' actuales. ■
Las circunstancias, señores, son las que han de decidir esta cues
tión é influir en el ánimo de los Sres. Senadores para que den con
la tranquilidad de su conciencia el voto á que están llamados, y en
esta parte yo no creo que necesito poner ante los ojos del Senado las
•'"< circunstancias que nos rodean. Ya el Sr. Infante ha hablado sobre la
voluntad de los Gobiernos extrangeros que no nos importa nada. Es»
ta es cuestión nuestra, doméstica, de familia; no nos importa nada lo
que quieran los extrangeros, no es circunstancia que debe influir en
■ ■'■ nada ; pero hay ctras , y otras de mucha gravedad ; otras en cuyo
examen yo no he de entrar, porque, como he indicado antes, el Go
bierno cree que como tal Gobierno (usé mal de la palabra Gobierno,
mas bien conviene la de Ministerio), el Ministerio cree que como tal
Ministerio no debe sostener opinión alguna; pero como Ministerio
de la nación española que se rige- por instituciones libres, debe decir
francamente cuáJ es su opinión y la de todo el Ministerio, que no
tiene mas de una, es que tas circunstancias de la naoiun, el estado de
• ■> los negocios públicos exigen, y exigen de. necesidad j'que uno solo sea
el Regente. ! ■ •..! •;!. •■ .• .. . • ••• .• • .■'
El Sr. Infante ha tenido la bondad de estimular al Ministerio
para que diga cuál es su opinión en este particular , y es la que • he
manifestado. "■.'!, .-./■•
Demasiado se sabe , señores, que no estamos en estado de paz;. no
estamos en guerra con potencias extrangeras, en guerra de bayonetas,
pero hay otra guerra entre las diversas opiniones en que se encuen
tra dividido el partido liberal , que produciría en la Regencia de
muchos los inconvenientes que se han citado.
Yo no me considero en el caso , porque era necesario ponerme de
acuerdo con mis compañeros , de entrar más en el estado de los ne
gocios públicos de la nación: llamo la atención del Senado sobre esa
circunstancia esenciahsima de que no estamos sobre un lecho de rosas;
que hay circunstancias complicadísimas ; que tenemos enemigos de
muchas clases, y que esto exige unidad, acción .y brevedad.; que en
el Gobierno no haya divergencia de opiniones; que se- forme un Mi
nisterio que tenga una sola voluntad, que sea homogéneo como debe
serlo., y esto nó se puede conseguir sino con una Regencia única.
Repito que no me considero en el caso de entrar en otros porme
nores; pero que el estado es crítico, lamentable; que es menester
salir pronto de él } y de un modo que dé al Gobierno qué sustituya
á este actual y provisional toda la fuerza y prestigio, que necesita
para vencer opiniones tan diversas, oposiciones de clases tan opuestas,
y que venciéndolas pueda llevar á esta nación al grado de prosperi
dad y grandeza á que esta llamada por muchos t'f'-r

Así yo rogaré á los Srei. Senadores que continúen en el uso de la
palabra que examinen la cuestión con respecto á- las circunstancias,
do con hechos históricos, que no Tienen bien en la ocasión actual ,
que yo estoy seguro que llevando el giro qne debe llevar esta discu
sión el Senado se decidirá por la Regencia única.
£1 Sr. ABARGUES: Después délo manifestado por el Sr. He-
tos en su discurso seré muy breve, parque de otro modo tendría
que repetir muchas expresiones suyas, y con menos elocuencia que
S. S. lo ba hecho. Entro en esta cuestión de buena fé, y repilo lo que
"dijo el gran Canning: "Mi política es la prosperidad de la Ingla-
- térra , la prosperidad de la Inglaterra y la prosperidad de la In-
-glalerra." Yo soy tan español como puede ser inglés aquel hom
bre de Estado; y digo también que no reconozco mas que un prin
cipio: el triunfo de la libertad é independencia de mí patria, el
triunfo de la libertad é independencia de mi patria y el triunfo
de la libertad é independencia de mi patria. Señores, las Cortes ex
traordinarias de Cádiz fueron las que tuvieron mejor proporción
para tratar esta gran cuestión. Teniendo i la vista los vencedores de
A usier lili y Jena, casi con esperanza de mal éxito, en aquella me
morable isla no reinaban mas que pasiones generosas, el amor de
la -patria y la ambición de gloria. ¿Y cuál fue la conducta de los
individuos de aquellas Cortes? Tratar esta cuestión fijando explíci
tamente la Regencia triple , y fijándola aun cnando hubiese un vas
tago Real, una Reina, diciendo: "Cuando la Reinases Regente se la
deben agregar los dos consejeros de Estado mas antiguos; y cuando
faltare Reina , sean Regentes los tres mas antiguos de entre los con
sejeros de Estado."
I.as Cortes constituyentes , de que tengo la honra de haber sido
individuo, quisieron pagar un tributo de gratitud i la Reina Cris
tina , y yo también se lo pago por haber abierto el templo de las
leyes y haber atravesado para ello desde las Platerías hasta el Esta
mento en una época en que tudos los dias morian del cólera qui
nientas ó seiscientas personas : la nombraron Regenta única; pero yo
'quisiera que los Sres. Senadores , poniéndose cada uno Ja mano en su
pecho, me respondieran á esta pregunta: Si i la Reina Goberna
dora se la hubieran puesto dos Coregentes , como en otro tiempo se
pusieron al cardenal Borbon , ¿hubieran pasado los acontecimientos
que han tenido lugar desde el año 37 al 40? Si la Reina Gober
nadora hubiera tenido como Coregentes dos hombres virtuosos, otra
seria ahora nuestra suerte.
Aquellos legisladores fueron tan previsores , porque , como he
dicho antes, no debían tener mas que ideas generosas, que con el
cardenal Borbon , único vastago que nos quedaba de nuestros Reyes,
nombraron Coregentes i los dos Consejeros de Estado mas virtuosos.
Yo haré una reseña de lo que produjo aquella inmortal Regencia, de
la que se quiere decir que no ha producido mas que anarquía. Cam
pos de los Arapiles, de Vitoria y de San Marcial, vosotros me res
ponderéis: decretos del 2 de Febrero, vosotros me responderéis: nun
cios de España desterrados y ocupadas sus temporalidades , cuando
por la ruestionde inquisición se quiso atacar nuestra independencia y
libertades , cuando el Rey del Tiber se ooupaba en extender su do
minación mas bien que en lo que incumbía á un gefe de la igle
sia, vosotros sois un testimonio déla firmeza y energía de aquella
Regencia.
Quiero también presentar otros argumentos que no se han hecho
hasta ahora. ¿Si el Regente muriese por casualidad, volveríamos otra
vez al estado en que nos hallamos ? ¿Si cayese enfermo sucedería otro
lanío? Cuando el general Biake tuvo en otro tiempo que ausentarse
para mandar un ejército, quedaron todavia dos Regentes con las rien
das del Gobierno. Pues ahora bien: ¿si el Regente tuviese que au
sentarse por causas semejantes á las que motivaron la partida de aquel
general ¿quién le supliría entonces?
Quédame aun que hacer otro argumento que á mi entender tiene
mas fuerza que todos los demás. Todos los publicistas, casi sin excep
ción, han preferido la monarquía hereditaria con todos sus vicios á
la mouarq*uia electiva : han pasado por la minoridad délos Príncipes,
por la consideración de que el Rey podía ser un imbécil ó un san
guinario como Calígula y Nerón , pues tanto les han asustado las
crisis en que podian hallarse las naciones : pues bien , sí el Regente
por una fatalidad pierde el juicio ó se muere, ¿hemos de pasar cada
di.i por las mismas crisis? Y si da la casualidad que los Diputados y
Senadores están en sus casas, porque no hemos de estar aqui todo el
año , ¿cómo nos hemos de reunir en el momento para nombrar otro
Regente ?
Se han traído aqui ejemplos de la historia , y se ha olvidado
en la época á que se ha aludido decir que lodos los partidos fomenta
ban la ambición sin que fuesen causa de ella las Regencias trinas.
Y si no dígaseme, ¿que sucedió después en el tiempo de Carlos V con
rl cardenal Adriano? Que nació la anarquía. ¿Y qué dió origen á la
anarquía que entonces destrozaba á la España? El que los principes
alemanes quisieron dominarlo todo, y que tanto losallegados á la corte
de Roma, como los extra ligeros, ocupaban todos los destinos, como su
cedió eon el arzobispo de Toledo, sobrino del cardenal que entonces
mandaba en España, quien nombraba para todos los destinos. Pero
no fue este solo el origen de las turbulencias que entonces se suscitaron,
lino el desprecio y la alteración que se trataba de introducir en las
leyes establecidas.
Manes ilustres de Padilla., Bravo y Maldonado, que arrostrando
S.-TOMO L
109
toda clase de peligros fuisteis víctimas de las discordias civiles, re»
gocijaos, pues llegó el tiempo en que un representante de la patria
hablando en el santuario de las leyes haya conseguido se os hiciese
la merecida justicia y no se os presea tase como rebeldes, cual es
critores aduladores lo hicieron, sino como héroes, como mártires
de la libertad española. No , señores; no fue la causa de los distur
bios de entonces la Regencia triple : la causa fue, como he dicho,
que se trató de destruir la libertad; libertad que en ninguna nación
de Europa se ha defendido con mas tesón que en España, y liber
tad que proclamaron las Córtes constituyentes de Cádiz.
Pero se ha alegado el ejemplo de liona parte, y se ha dicho que
i pesar de ser el consulado trino sometió á los franceses-. Esto es
una verdad ; mas Bonaparte fue el conquistador de la Europa, y
fue preciso que inspirara á los franceses la pasión de la gloria mi
litar , y que les presentara atadas á su carro todas las naciones de
Europa para después ponerles las cadenas; porque de otra manera
¿qué hubiese sido de Bonaparte? Habría sido víctima; pero no
lo fue porque unció á su carro otros pueblos, y porque aunque no
era amante de la libertad , fue un héroe, y la Europa le debe mu*
cho por otra parte.
Creo, pues, que la Regencia triple salva todos los inconvenientes
en general , y que en mi concepto es la única que conviene i la Re
gencia de las Córtes constituyentes de Cádiz, como he dicho, fue
triple, y produjo muy buenos resultados. Y si extraordinarios son
estos tiempos, extraordinarios eran aquellos; si división tenemos
ahora, entonces, es verdad , estaba mas unido el espíritu nacional,
pero no dejaba de estar dividido, y sobre todo el enemigo estaba á
las puertas. ¿Mas son ahora las mismas las circunstancias? ¿Permi
tirá la inglaterra que la influencia francesa domine sobre la España?
Señores, en el año de 23 fatalmente dominó: en el año 33 hasta
ahora ha sucedido lo mismo; y la mayor parte de las Ventajas que
nos han proporcionado ban servido mas bien para ciertos cálculos
políticos suyos que por deseo de nuestro bienestar. He dicho."
El Sr. Seoane, á quien tocaba por turno el uso de la palabra, la
renunció.
El Sr. conde de PINOFIEL: Habia pedido la palabra antes que
el Gobierno se hubiese explicado tan francamente como lo ba hecho
el Sr. Ministro de Gracia y Justicia , y de consiguiente poco tengo
que decir sobre esta materia. Todos sabemos , porque la Conslitucion
asi lo dioe , que se puede nombrar uno , tres ó cinco Regentes ; pero
no se trata de eso, sino de lo que mas nos conviene en la actualidad.
Yo estoy conforme con lo que ha dicho el Sr. Ministro en órden á
los discursos.de los Sres. Heros é Infante; discursos en verdad muy
amenos y muy fecundos en noticias y en teorías, pero que á mi en
tender no son del caso, porque no estamos en el caso de teorías, sino
en el de ver cuáles son las circunstancias en que nos ha constituido
el tiempo presente. ■
Esta verdad es de mas bulto, de mas tamaño que lo que ha que
rido manifestarse. El mal que amenaza es mas grave que lo que se
piensa ; nos amenaza un torrente que arrastrará tras si la libertad y
la prqpiedad , que está amenazando hasta lo mas caro que hay para
los hombres ; la religión santa. Todo está amenazado en las circuns
tancias presentes, y es necesario para alejar esta tormenta un poder
fuerte y enérgico; y esto es tan cierto que ningún publicista lia ne
gado que el poder de uno es el mas fuerte y el mas enérgico : razón
que me ha impelido á pedir la palabra en favor de la unidad , por
la que votaré , pues aunque voté por la invalidez de la renuncia
de la Reina Doña Mana Cristina , no por eso creo que se me tachará
con la nota de inconsecuente.
Hoy el terreno de la cuestión es otro; entonces se trataba de
aquella, y hoy de nombrar Regentes, porque está ejecutoriada,
digámoslo asi , la vacante. ¿Y cómo habia yo de privar á mi patria
de un. voto en cuestión tan importante? Creo, pues, que la Regen
cia única es la mas á propósito, asi como la irías fuerte, la mas
enérgica, sobre todo por las circunstancias en que nos encontramos:
pues por eso al hacer la Constitución se dejó la libertad de que pu
dieran nombrarse uno, tres ó cinco Regentes, según la nación re
unida en Córtes estimase que lo exigían las circunstancias ; y en mi
opinión las circunstancias exigen imperiosamente hoy que la Regen
cia sea única.
El Sr. VALDES: Después de lo que se ha hablado en esta cues
tión, en donde tan ¡lustres Senadores ban dado tantas pruebas de su
ilustración y de su saber, poco me queda que decir sobre ella ; mucho
mas cuando mi opinión ha sido siempre que esta cuestión no se de
bía considerar teóricamente, porque nada de cuanto se diga puede
ser aplicable á las circunstancias actuales, como ha dicho bien el
Sr. Ministro de Gracia y Justicia. Todo cuanto se aduce de la histo
ria era acomodado á casos particulares. De la historia se pueden sa
car razones para todo, ya en favor de la unidad de la Regencia , ya
en contra de ella.
No hay nación que no haya tenido Gobiernos diferentes i todas
las formas se ban adoptado, y bajo de ellas todas las naciones han
sido felices ó desdichadas, porque mas bien que de la forma de Go
bierno, pende esto de los usos y de los hábitos de los pueblos. Por
consiguiente mi opinión ha sido siempre que esta cuestión era inútil
y aun peligrosa. Inútil , porque ademas de presentar la historia,
como he dicho, ejemplos de todos los rasos, esta cuestión estaba va
muy debatida, muy ventilada, y ya poco podía mover el ánimo de
 110
los oyentes con lo qtie aquí se dijera , pues5 sólo sería perder tiem
po. Ño obstante , si ia solemnidad del acto requiere que se entre en
ella , no hay inconveniente en hacerlo; pero sea ron todo el decoro,
con toda la dignidad necesaria, y esto hace que sea peligrosa la dis
cusión. Pero teniendo todo que aplicarlo á las circunstancias y á las
personas ¿cómo es posible guardar aquella calma necesaria y evitar
el que se dé lugar á interpretaciones, que por mas que se diga lo
contrario han de ser peligrosas? Esta consideración hace que se en
tre en esta cuestión con recelo y con temblor.
No se crea que las ratones que cada uno pueda tener para formar
su opinión sean en favor de una persona ó de otras; pero puesto que
es preciso entrar en la cuestión, no hay mas remedio que someterse,
aunque exigiendo aquel respeto á las opiniones que cada uno ha for
mado para ilustrar su ánimo, y con aquella toleraucia y respeto
' que merecen las de los hombres que las forman, sin otras miras que el
bien de su pais. Afortunadamente nuestra España está dando un
ejemplo digno de admirarse. Una nación como la nuestra , nueva en
esta carrera , en estas instituciones , está presenciando la cuestión que
nos ocupa con una calma , con una serenidad é imparcialidad que no
tendrían las naciones mas adelantadas : aguarda con un respeto reli
gioso la sanción de los Cuerpos colegisladores; está dispuesta á some
terse á su fallo, y no ha manifestado preferencia por esta ó la otra
decisión. ¿Y qué prueba eso? Que el buen juicio y buen sentido de la
nación espaiíoja es superior á todo; y esto me anima mucho, esto me
encanta , me hace mirar con mas respeto y temblar mas al ventilar
una cuestión que va á decidir de su felicidad ó infelicidad.
Esta es la cuestión que mas me ha atormentado desde que se
halla sujeta al juicio de los que hemos de discutirla, y lo que me
hace mirarla con un religioso temor cuando vaya á dar mi voto,
Sorque va á decidir la suerte de mi patria. Por lo mismo, habien-
o de prescindir de teorías, será menester, como ha dicho el señor
Ministro de Gracia y Justicia, atenernos á la situación del pais, y
en virtud de ella cada uno exponer lo que crea conveniente que se
debe alegar.
El Sr. Ministro de Gracia y Justicia nos ha hecho una pintura
triste, tristísima del estado de la nación: todos sabemos que se
halla apurada de recursos, apuradísima, sin crédito ó muy dismi
nuido, y que tardará en restablecerse; pero las desgracias de la
guerra y los apuros del Erario han hecho que este haya perdido
mucho, pues aunque no se desconfíe de él enteramente, con todo
es todavía dudosa la época en que podrá restablecerse.
La hacienda se halla desorganizada, los ánimos divididos por_mil
opiniones, les instituciones aun no consolidadas sin penetrar en el
corazón de sus habitantes, pues aun no han pasado á ser hábitos; tie
nen enemigos terribles; aun hay intereses opuestos á las reformes
que se han hecho, j estos no pueden mirar de buen ojo unas insti
tuciones que les lian causado su Tuina. Tiempo vendrá en que esto»
se identifiquen con la época presente ; pero ahora hay peligro: tene
mos mil reformas esencialisimas que hacer, reformas que reclama la
nación y no sabemos por donde empezar : tenemos un ejercito nume
rosísimo , cuya manutención excede á nuestros recursos, y es me
nester satisfacerle como lo exigen sus sacriiieios por la libertad. No*
hallamos con pueblos que exigen reformas; de manera que lo que as
debe á unos no sirve á otros , y véase qué tacto y qué tino se necesi
ta para gobernar.
Esto.es lo que me hace mirar con mas cuidado esta ouestion, por
que no creo que baya una persona que por si sola pueda hicer frente
á todas estas necesidades.
Reconozco que hay personas dignísimas, con los méritos mas dis
tinguidos en favor de la libertad , por la que he comprometido tocia
mi existencia, y por lo mismo no quiero verla expuesta sola á com
batir tantas necesidades. Esto es lo que me hace creer que es preciso
fortificarla con otras, para que reunidas formen un todo compacto.
Se dirá que hay vicios: todo tiene sus defectos, no hay institu
ción alguna que no tenga ventajas y desventajas, porque nadie tiene
don profético para acertar. La monarquía tiene ventajas y desventa
jas; el Gobierno representativo también las tiene, pero el caso es
conciliarias para conseguir el bien de la nación.
Esta es la desventaja que tenemos; asi es que hay que valerse de
los argumentos mas generales, que no soo acaso los que mas conven
cen. Pero vuelvo á decir que me parece que una persona sola no es
capaz , i á lo menos interesados nosotros en su conservación , no de
bemos dejarla expuesta á todos esos tiros , sino fortificarla para que
reunida con otras formen un todo compacto.
Estas son las razones que yo he tenido para hablar en este sen
tido: venia provisto de algunos ejemplos históricos ; pero ya esto está
desvirtuado, porque como ya he manifestado, en la historia se ha
llan siempre datos para fortificar todas las opiniones.
Yo me alegraré equivocarme: la decisión de las Cortesía re
cibiré y acataré , y rae adheriré á ella con igual fuerza; solo el re
sultado justificará quién tiene razón. >
El Sr. PRESIDENTE: Se suspende esta discusión."
Dióse cuenta de que el Sr. Jaime habia sido agregado á la sec
ción primera; el Sr. Espinosa á la segunda, y el Sr. marques de
Guadalcazar á la tercera.
El Sr. PRESIDENTE: Mañana á las doce se reunirá el Senado
para continuar la discusión pendiente. Antrs los señores nombrados
para las secciones se servirán concurrir á ellas para nombrar la
comisión que ha de dar su dictamen sobre la proposición de que se
ha dado cuenta.
Ciérrase la sesión."
Eran las cuatro.
 NÚMERO 17.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 29 DE ABRIL DE 1841.
Abierta á la una menos cuarto y leída el acta de la anterior por
el Sr. Secretario Torres Solano! , quedó aprobada.
£1 Senado quedó enterado de un oficio del Sr. Ministro de la Go
bernación de la Península, fecha 27 del corriente , trasladando para
conocimiento del mismo el decreto de la Regencia provisional del
dia anterior por el cual ba nombrado Senador por la provincia de
Barcelona al Sr. D. José Maluguer por renuncia de D. Mariano
Borrell.
Dióse cuenta de que las secciones han nombrado para la comi
sión que ha de informar sobre la proposición del Sr. D. Gaspar On
dovilla, relativa al juramento del Regente ó Regentes que se nom
bren después de declarada útil y oportuna, á los señores que siguen:
lí Al Sr. D. Mariano Valero y Arteta.
2i Al Sr. D. Facundo Infante.
3Í Al Sr. D. Gaspar de Ondovilla.
4i Al Sr. D. Mauricio Carlos de Onís.
6Í ' Al Sr.' D. Dionisio Valdés.
T que la propia comisión habia nombrado por su presidente al
Sr. D. Gaspar Ondovilla , y secretario al Sr. D. Dionisio Valdés.
Se acordó imprimir en el Diarlo de las Sesiones , y que se seña
laría dia para su discusión, el siguiente dictamen:
"La comisión nombrada para dar su dictámen sobre el proyecto
de ley , aprobado por el anterior Congreso de Diputados y por el
Senado, sobre la pensión concedida en virtud de Real orden de 28 de
Mayo de 1834 á D. Emilio y Doña Cristina de Muruaga , hijos de
D. Domingo, asesinado por los facciosos, halla en la exposición en
que el Gobierno propuso aquel aumento suficientes y justos motivos.
«D. Domingo Muruaga, antiguo militar, prestó en aquella car
rera distinguidos servicios. Colocado posteriormente en la tesorería
de Rentas de la provincia de Logroño, y en una plaza de oficial
auxiliar de la Secretaría del Despacho de Hacienda , desempeñó sus
cargos con pureza , integridad é inteligencia ; y sus principios polí
ticos y adhesión marcada al sistema constitucional le proporcionó
crueles padecimientos y graves perjuicios á sus intereses , sufriendo
sentencia por sus opiniones de ocho años de presidio y eminente pe
ligro de perecer en un patíbulo si la amnistía felizmente concedida
en el año de 1852 no le hubiese libertado. Posteriormente , hecho
prisionero por los rebeldes de Vizcaya en el primer año de la guerra
civil que ha terminado, resistió con heroica constancia las seduccio
nes é intimaciones que se le hicieron para tomar partido con los
enemigos , cuyo heroísmo le proporcionó la desgracia de haber sido
bárbaramente asesinado, presentándose como una de las primeras
victimas sacrificadas en las aras de la patria.
..Para encarecer estos méritos no es preciso referirlos sencilla
mente; basta para que produzcan el justo sentimiento de que la patria
benéfica y reconocida debe amparo y protección á los inocentes
hijos del benemérito D. Domingo Muruaga, desamparados en el
dia por haber pasado su madre á segundas nupcias.
~La comisión, considerándolo todo y mirándolo con el interés que
es justo , opina que el Senado puede y debe aprobar el proyecto de
ley remitido y aprobado ya en la anterior legislatura por ambos
S.-TOMO I.
111
DE CORTES.
Cuerpos colegisladores y en los mismos términos en que está redac
tado. Madrid 28 de Abril de 1811.=E1 obispo de Córdoba, presiden-
te.= Manuel Lorenzo.=El conde González de Castejon.=El vizconde de
Huerta. ^Santos San Miguel , secretario."
Se leyó el siguiente1 dictámen : '
«La comisión encargada de dar su dictámen sobre la proposición
presentada al Senado en la sesión de ayer por el Sr. Senador D. Gas
par de Ondovilla, relativa al acto solemne del juramento del Regen
te ó Regentes que nombren las Córtes, lo ha examinado detenida
mente , asi como las disposiciones que comprende.
"Desde luego reconoce que no solo es conveniente , sino también
necesario que esté prevenido y acordado por las Córtes lo que haya
de observarse para la celebración de dicho acto con el concierto, gra
vedad y dignidad que exige el decoro de las mismas, asi como el de
la persona ó personas que sean elevadas al alto puesto de la Regen
cia. Las disposiciones contenidas en la indicada proposición son , en
concepto de la comisión , adecuadas para conseguir el objeto , y no
ha tenido reparo en adoptarlas con algunas ligeras variaciones ; por
lo que opina que el Senado puede servirse aprobarlas en los términos
expresados en los artículos siguientes.
Articulo 1? Reunidas las Córtes en el local designado al intento
por el Gobierno, á que asistirán los Senadores y Diputados en trage
de ceremonia , dispondrá ¿1 Presidente que uno de los Secretarios lea
el acta del nombramiento de Regenteó Regentes.
Art. 2? Acto continuo una diputación de ocho Senadores y ocbo
Diputados nombrados de antemano en cada Cuerpo colegislador con
forme á su reglamento saldrán fuera del salón á recibir al Regente
ó Regentes.
Art. 3? Al entrar la comitiva en el salón se pondrán en pie los
Senadores y Diputados y todos lós concurrentes; pero el Presidente
de las Córtes permanecerá sentado.
Art. 4? El Regente ó Regentes se colocarán de pie al lado derecho
del Presidente de las Córtes , el cual puesto también de pie tendrá
abierto el libro de los Evangelios, y leerá en voz alta la fórmula del
juramento que sigue: "¿Juráis por Dios y por los Santos Evangelios
que guardareis y haréis guardarla Constitución de la monarquía es
pañola y las leyes del reino , no mirando en cuanto hiciereis sino
al bien y provecho de la nación, y que seréis fiel ó fieles á la augusta
Reina de las Españas Doña Isabel II ? " El Regente ó Regentes,
puesta la mano sobre los Evangelios, responderán en voz alta: "SI
JURO;" y el Presidente dirá: "Si asi lo hiciéreis, Dios oslo premie;
y si no, os lo demande."
Art. 5? En seguida el Regente ó Regentes ocuparán las sillas co
locadas delante de las gradas del Trono. Los Senadores y Diputados
tomarán asiento ; y el Presidente de las Córtes desde el suyo pronun
ciará estas palabras: "Las Córtes han presenciado el juramento que el
Regente ó Regentes acaban de prestar á la Constitución de la mo
narquía española y las leyes del reino y de fidelidad á la Reina."
Art. 6? El Regente ó Regentes se retirarán en seguida con el mis
mo ceremonial y acompañamiento con que fueron recibidos.
El Senado sin embargo resolverá lo mas acertado. Palacio del
5v
 112
mismo 28 de Abril de 1841.=Gaspar de Ondovilla , presidente.=Ma-
xiano Valero y Arteta.=Mauricio Carlos de Onis.=Facunc!o Infante.=
Dionisio Valdés, secretario."
El Sr. PRESIDENTE : El Senado ha oído el dictámen de la co
misión ; y siendo este un asunto de grande importancia , Ta á pre
guntarse por el Sr. Secretario si se procederá desde luego á su dis
cusión."
Hecha esta pregunta el Senado resolvió afirmativamente.
Se volvió á leer el dictámen, y abierta discusión sobre la to
talidad del mismo, no habiendo ningún Sr. Senador que pidiese la
palabra en contra , se preguntó y declaró haber lugar á deliberar
por artículos.
Se leyóel ar t. 1?
EISr. HEROS: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: ¿En pro ó en contra ?
El Sr. HEROS: Ni en pro ni en contra; es para hacer presente
que la palabra local no es española. Se ha introduoido de poco acá
en la lengua ; de modo que parece que nuestro idioma no tiene otra
para explicar los conceptos.
En la ley de 19 de Julio se dice lagar, y por consecuencia yo ro
garía á la comisión que admitiese la palabra lugar, en vez de la de
local , porque parece que de algún tiempo á esta parte se van intro
duciendo en nuestro idioma una porción de palabras que si se va á
buscar su origen hasta están en contradicción con .las qué deben
usarse. , que la cualidad de Regente y la posesión de entrada en el Gobierno
El Sr. ONDOVILLA : Como la cuestión es solo sobre palabras, la
comisión no tiene inconveniente en admitir la enmienda del Sr. He-
ros , y que en ver de local se diga lugar. "
Con esta rectificación quedó aprobado el artículo.
Leido el 2°, dijo
El Sr. CARRATALA : Se trata, señores , de un ceremonial; esto
es, del modo con que deben ser recibidos el Regente ó Regentes
cuando vayan á prestar juramento en las Córtes. El Regenteó Regen
tes antes de prestar juramento no parece que son Regentes y sí des-
Íues de recibido. Asi sus honores serán diferentes : no se trata de los
onores y consideraciones que deben tener, después, pues todo esto
parece que debe ser preliminar, y quisiera que se me hiciese una ex
plicación sobre esto.
El Sr. GARCIA CAMBA : Señores , yo entiendo por Regente ó
Regentes nombrados aquellos á quienes las Córtesen su mayoría ha
yan designado en sus votos, y desde este momento son tales Regente
ó Regentes. El juramento es absolutamente necesario para entrar en
el ejeroício de la Regencia; pero Regentes lo son desde el momento
en que son nombrados por las Córtes. Por lo tanto entiendo yo que
el ceremonial de recibirlos está muy bien como se designa en el
articula.
El Sr. CARRATALA : Mientras no hayan tomado posesión de
su cargo los Regentes no lo son, ni nadie puede considerarlos como
tales. En este sentido digo que me parece impropio lo que se pro
pone. El juramento los constituye en ese cargo, y asi es preciso que
haya una explicación terminante sobre el particular. Yo creo que
debe ser esto por grados, y que debe decirse cuál será el ceremo
nial al llegar los Regentes á las Córtes, pues parece que se les dan
mas consideraciones que las que debian dárseles, porque no son ver-'
daderos Regentes hasta que toman posesión , y la posesión es el ju
ramento. Yo creo que falta esta distinción; y asi he rogado á la
comisión que se explique para que en su vista disponga el Senado.
El Sr. INFANTE: Señor, me parece que por lo que se ha expues
to no merece que vuelva este articulo á la comisión. Es necesario
cousiderar que cuando llegue el caso de que habla la comisión , los
Regentes son Regentes elegidos , y se supone que han aceptado, No
falta mas sino el entrar en el ejercicio de sus funciones, y entran en
él después de haber jurado. Estos son los dos casos. Al venir los Re
gentes á las Córtes ,á prestar juramento las Corles han elegido ya
este Regente ó Regentes; por consiguiente son tales Regentes , y al
guna distinción ha de tenerse con él ó con ellos. ¿Y cuál es la que les
señala aqui la comisión? Simplemente el que ocho Sres. Diputados
y ocho Sres. Senadores salgan á la puerta á acompañar al Regente ó
Regentes hasta que lleguen al punto donde han de prestar juramen
to. A esto está reducido todo el ceremonial, toda la pompa y todo el
fausto que propone la comisión. ¿Puede ser menos, señores, y que
se diga que los concurrentes y todos los individuos que componen
las Córtes se pongan en pie, y solo permanezca sentado el Sr. Presi
dente?
Por tanto me parece que no hay dificultad ninguna en que se
apruebe el articulo tal como está; porque ¿qué inconveniente hay en
ello? No encuentro ninguno, porque hasta la cortesanía parece que
aconseja que se tenga esta consideración con los ya elegidos Regentes.
Cuidado, señores, que son ya elegidos, y esta consideración se ha de
tener presente. Un Sr. Senador está nombrado; todavía no es tal, y
salen dos Sres. Secretarios á aquella puerta á la que nosotros debemos
ir después, y le acompañan hasta la mesa de la presidencia á que jure,
y eso que no lo es hasta que ha jurado; y si esto se bace con un sim
ple Senador, parece que no hay inconveniente en que se haga con los
Regentes.
El Sr. CARRATALA : Estoy muy conforme con el Sr. Infante
si hubiera un reglamento que dijese cuáles son los honores de los
Regentes ; .pero no hay honores marcados, y no se sabe por. lo tanto
si tendrán los Regentes los mismos honores y consideraciones antes
de prestar juramento que después. Todas estas dudas se me ofrecen
por no saber cuáles son los honores que se les' deben. Sentado esto,
que todos los Sres. Senadores aprobarán, no habrá dificultad en pro*
ceder á lo dispuesto. Mas no tenemos reglamento ; no hay disposicio
nes que digan "esto debe hacerse." Si* la comisión se sirviese expli
car cuáles son los honores con que deben ser recibidos los Regentes,
no encontraría dificultad en que entrasen á prestar juramento en la
forma que se dice.
El Sr. ONDOVILLA : Por la razón de que' no hay reglamento
que señale los honores, la comisión no señala ninguno, pues no pue
den llamarse tales los de salir á recibir á su venida á los Regentes
electos, porque serian de inferior condición que los Senadores y Di
putados si no saliesen á acompañarlos cierto número de individuos.
Dos salen en el Congreso y 'dos en el Senado ; y me parece que no es
mucho que salgan á recibir al Regente que va á mandar el reino y
ejerce la autoridad suprema uná diputación compuesta de ocho in
dividuos de cada Cuerpo para que le acompañen. Esle es el motivo
3ue ha tenido la comisión para hacer esta distinción que está funda-
a en el decoro con que se les debe tratar.
El Sr. HEROS: Yo siento xjue la discusión se prolongue en este
punto; pero realmente la dificultad que ha propuesto el Sr. Carra-
talá no está desvanecida. El Sr. Carratalá quiere que haya distin
ción entre el acto anterior y el posterior al juramento, y que puesto
se adquiere desde que jura, empiecen por ahí los honores correspon
dientes á la alta dignidad que va á desempeñar. Esto quiere el aeñor
Carratalá: pues para que esto sea mas solemne bagase una diferencia
entre el acto anterior y el posterior, y llevada la cuestión á este punto
la dificultad que se cifra en si se han de hacer ó no ¿istinciones , se
salva proponiendo que al recibir los Regentes salgan cuatro Secréta
nos, y al despedirlos, puesto que ya son Regentes, salgan los ocho
Senadores y los ocho Diputados, con [lo que me parece que de este
modo quedaba la dificultad zanjada.
Ahora voy á indicar otras razones que no creo inoportunas. Por
fútiles que parezcan estas cuestiones no lo son. La mayor parte de
los Sres. Senadores que están presentes pueden recordar la época en
que un Regente se negó á prestar el juramento en la forma que se lo
propusieron. No creo que de ninguna manera pudiera hoy suceder lo
mismo ; pero suponiendo que es posible, seria raro hacer los honores
de Regente ó Regentes á quienes luego no quisieran jurar. Así, pues,
creo que es necesario distinguir entre el Regente que viene á jurar y
el Regente que ha jurado : para entrar que los reciban los cuatro Se
cretarios, y para despedirlos después que hayan jurado salgan á
acompañarles los ocho Senadores y los ocho Diputados que dice la co
misión en su dictámen.
El Sr. ONDOVILLA: La comisión no tiene inconveniente en
admitir la enmieuda propuesta por el Sr. Heros.
El Sr. INFANTE: Aunque la comisión admite la enmienda se
ofrece una dificultad. Esta es, que si los cuatro Secretarios que hay
en la mesa salen á recibir al Regente queda la mesa sola ; las Córtes
quedan sin secretaría. Debe tenerse en consideración que no habrá
mas que los cuatro Secretarios mas jóvenes según la ley de 19 de Ju
lio, á no ser que se dijese los cuatro Secretarios que no están en
ejercicio.
El Sr. PRESIDENTE: Si la comisión lo cree eonveuiente, puede
retirar por un momento este artículo y lo presentará de nuevo."
Quedó retirado.
Se leyó el art. 3? y quedó aprobado.
Se leyó el 4?
El Sr. CHACON Y DURAN : Rogaria al Sr. Secretario tuviese
la bondad de volver á leer el articulo. ( Se leyó.) He echado de me
nos la palabra rigente después de la de Constitución , y creo que es
indispensable que asi se diga.
El Sr. ONDOVILLA: La comisión cree que no puede entender
se otra Constitución vigente que la actual.
El Sr. HEROS: Naturalmente en cosas de esta especie ocurren
escrúpulos. Y á mí me parecia que los que pudiera haber en este
particular se desvanecerían con poner la misma fórmula de jura
mento que sirve para los Sres. Senadores. Creo que la comisión no
tendrá inconveniente en que sirva esta misma fórmula para los Re»
gen tes.
El Sr. ONDOVILLA : La comisión ha tomado esta fórmula de
la que se hizo para cuando S. M. la Reina Doña Cristina de Borbon
juró la Constitución. No ha hecho mas que copiarla ó estractarla,
quitando aquello que era conveniente entonces y ahora no viene al
caso.
Por lo demás creo que está mejor la fórmula que la comisión pre
senta que la que tenia la proposición del que tiene el honor de ha
blar. Por consiguiente cree la comisión que no hay necesidad de la
enmienda que propone el Sr. Heros. No hay otra Constitución que
la vigente , que la que existe ; y no parece que deba ponerse en el
juramento esa palabra, porque acaso se creería que el juramento se
extendía á lo que no se ve, á lo que no hay.
El Sr. CHACON Y DURAN: Pido que se lea el juramento que
prestan los Srei. Senadores. (Se leyó.)
El Sr. PRESIDENTE: ¿Tiene V. S. algo que decir sobre este ju
ramento?

El Sr. CHACON: Solo he pedido que se lea con el objeto de que
ti la comisión lo juzga oportuno lo adopte.
£1 Sr. INFANTE: Para «airar los escrúpulos que algunos seño
res Senadores tuvieran , creo que es bastante lo que ha dicho el señor
Ondovilla. ¿A qué Constitución hemos de referirnos sino á la que ac
tualmente rige? Sin embargo la comisión no tiene inconveniente en
que se añada la Constitución de 1837.
El Sr. PRESIDENTE: Lea V. S., Sr. Secretario, el articulo con
esa ligera adición á ver si se aprueba."
Se volvió á leer el articulo, añadiéndose entre la palabra Espa
ñola y las, la de de 1837 , con lo que quedó aprobado.
Leido el 5? fue aprobado sin discusión.
Se leyó el 6?
El Sr. VALDES: Ese artículo es necesario variarlo por haberse
retirado el 2?
Se leyó el articulo nuevamente redactado en los términos( si
guientes : • guerra con nación extra ngera , y si se habia concluido felizmente la
Art. 6? «El Regente ó Regentes se retirarán en seguida acom
pañados de ocho Senadores y ocho Diputados nombrados de antema
no en cada Cuerpo colegislador ; observándose en lo demás el mismo
ceremonial conque fueron recibidos."
Puesto á votación quedó aprobado sin discusión.
Igualmente lo fue el 2? con la nueva redacción propuesta por la
comisión, que dice asi:
Art. 2? «Acto continuo una diputación de dos Senadores y dos
Diputados nombrados de antemano en cada Cuerpo colegislador con
forme á su reglamento saldrán fuera del salón á recibir al Regente
ó Regentes."
El Sr. PRESIDENTE: Orden del dia. Continúa la discusión
acerca del número de personas de que se hade componer la Regencia.
Los Sres. Seoane y Codorniú pidieron la palabra en favor de la
Regencia única.
El Sr. Ramírez en favor de la Regencia de tres.
El Sr. GARCIA CAMBA: Señores, no pensaba tomar parte en
esta discusión , á pesar de su gravedad y de su importancia , por las
razones quevoy á exponer al Senado: primera, por el verdadero «en li-
miento que tengo de verme en ella, ó en la manera de resolverla sepa
rado de algunosdemis mayores amigos, sugetos dignísimos con cuya
amistnd me honro , y que han prestado , prestan y pueden prestar
muchos y buenos servicios al Estado y á la causa dé la libertad : se
gunda , por la profunda impresión que hizo en mi ánimo la indica
ción que he creído haber oido á uno de los dignos señores de la co
misión mixta recomendando, al menos en mi concepto, la mas cir
cunspecta economía en la discusión de este asunto.
Por estas razones no había pensado tomar la palabra , y estaba
resuelto únicamente á dar mi voto según mi conciencia ; pero algu
nas citas que he oido ayer, que me parece son poco exactas, me
han obligado á variar de propósito y á usar de la palabra, lo que
haré sin embargo con suma brevedad.
Llamo de nuevo ia atención del Senado sobre la indicación del
individuo de la comisión mixta á que he aludido; porque en efecto
¿cómo creer posible entrar en la discusión del número de los indivi
duos qne hayan de componer la Regencia que estamos llamados á
nombrar por la ley siu ver detrás de esos números á las personas
que han de componerla , y que la componen ya en el concepto gene
ral ? Esto es cierto; este es un hecho que creo ha indicado también
algún otro Sr. Senador. ¿ Y puede haber bastante libertad y conve
niencia bastante cuando en una cuestión como esta las personas se
confunden con los números? Yo ereo que no, señores; y esta confu
sión de los números y las personas en las presentes circunstancias es
una de las causas que hacen delicada á mis ojos la cuestión. Y en
apovo de! aserto de que detrás de los números no pueden dejar de
percibirse las personas , el Senado me permitirá le haga una franca
manifestación.
Sabido es que yo me he hallado distante de Madrid cuándo la
cuestión de Regencia ocupaba todas las conversaciones y era materia
de animada controversia en la prensa periódica. Llegado á esta cor
te, y precisamente hoy hace un mes, con el objeto de tomar pane
en los trabajos del Senado á que tengo el honor de pertenecer todavía,
muy natural era que yo procurase indagar el estado de la opi
nión.
¿Y cndl ha sido el resultado ? Lo diré con franqueza : el haber
oido á sugetos muy respetables que opinan por ia Regencia única,
señalando la persona que pensaban elegir. Y á otras personas, tam
bién muy respetables, que opinan por la conveniencia de la Regen
cia trina , designar para el primero de ese número á la misma per
sona que señalan los que opinan por la única. x • ■
Véase, pues, como mi aserto es exacto; que no podemos entrar
en la cuestión de números sin rozarnos con las personas. Fuera de
esto mis principios en la práctica del gobierno representativo que
felizmente nos rige, si adolecen de algún error aseguro que proceden
de la misma buena fé que reconozco desde luego en los demás que di
sienten de mi opinión. Yo me doy por satisfecho de que la discusión
exisla con latitud en la prensa , en los Cuerpos colegisladores y en el
Gabinete; pero no la creo de utilidad alguna en la gefatura suprema
del Estado: antes por el contrario, la considero alli perniciosa como
un origen de debilidad , carácter ageno del gobierno fuerte que ne
cesitamos , entiéndase que bablo de gobierno fuerte dentro de la ley y
i 18
en el sentido que ya otros. Sres. Senadores le han explicado muy acer
tadamente.
Por esta sola razón daria la preferencia á la Regencia única , y
mas en las circunstancias en que nos encontramos; pero si tuviese aun
alguna duda, si mi ánimo se bailase vacilante, las indicaciones que
nos hizo ayer el Sr. Ministro de Gracia y Justicia hubieran sido su
ficientes para producir en mí un pleno convencimiento. Cuidado, se
ñores, que el Ministro á quien acabo de nombrar es el Sr. D. Alvaro
Gómez Becerra , uno de los adalides veteranos de la libertad, tan
acreditado por su larga carrera y sus padecimientos, como por su
distinguida ilustración.
Su constitucionalidad , pues, nadie de buena fé la puede poner
en duda, y S. S. nos ha dicho que no estábamos sobre un lecho de
rosas ; nos ha dicho que había intrigas dentro y fuera de España, de
que todoa tenemos algún conocimiento, aunque no poseamos los datos
que el Gobierna S. S. , en fin , ha manifestado que si no habia una
civil que nos ha trabajado por tanto tiempo, habia una guerra de
opiniones que requeria un Ministerio fuerte, y que atendidas todas
estas circunstancias, él y sus dignos compañeros estaban de acuerdo
en que convenia hoy la Regencia de un solo individuo. S. S. ha guar
dado reticencias que yo aplaudo, y por la misma razón no daré ma
yor extensión á esta discusión por mi parte.
Dicho esto paso al verdadero motivo que- ayer me movió á pedir
la palabra. Se dijo como argumento para probar en pro de la Regen
cia de tres, que siendo uno podia enfermar, imposibilitarse ó morir,
y que esto ocasionaría que las Córtes tuviesen que reunirse para ha
cer frecuentes nombramientos ; pero este argumento si prueba algo
es mas en contra que en pro de la Regencia de tres, porque en trei
hay mas posibilidad de que enferme ó muera alguno, y tan luego
como esto sucediera preciso seria que la» Córtes se reuniesen para
nombrar otro, porque la Constitución no admite la Regencia de dos.
De consiguiente este argumento carece de fuerza, y si tiene alguna
es en favor de la Regencia de uno. Se citaron también aquí los nombres
de Cromwell y de Napoleón; ¿pero por qué no citar igualmente á "Was
hington? Pues qué ¿ no puede haber entre nosotros uno que no sedeje
llevar de su ambición y siga el ejemplo del virtuoso americano? Pero
prescindiendo de esto, ¿son nuestras circunstancias iguales á las cir
cunstancias en que se hallaban Inglaterra y Francia cuando Crom-
well y Napoleón tomaron el poder? Señores, de ninguna manera.
Alli la revolución lo habia arrasado todo , habia derribado del Trono
á sus Monarcas; alli los hombres estaban deseando una mano cual
quiera que fuese que los sacara del abismo en que se miraban. No
sotros por fortuna tenemos un-Trono ocupado dignisimamente ; te
nemos un Trono que ocupa Isabel II, que descansa muy bien agena de
las cuestiones que nos agitan y de las disensiones que nos dividen;
pero descansa segura y tranquila en la lealtad de los españoles, y
puede estar segura de que ese descanso no será burlado. ¿Qué conse
guiría entre nosotros cualquiera que tuviera la osadía de ambicionar
un puesto tan elevado? Yo creo que en España no hay que temer que
tal acontecimiento pueda tener lugar.
No tengo noticia de ningún español que haya ambicionado el ce
tro: se han disputado el cetro personas Reales y se le han disputado á
muerte; pero los simples particulares , ni lo he oido ni lo he leido
todavia. Por consiguiente me parece que debemos ser tanto mas cir
cunspectos en la presente cuestión , cuanto, repito, es imposible dis
cutir sobre números sin que inmediatamente aludamos y veamos las
personas; y esta es la razón que me ha movido á decir que no de
bemos ocuparnos mucho del asunto. Nuestro convencimiento está
formado.
Yo he aprovechado esta ocasión para manifestar mi opinión en
favor de la Regencia de uno , y si alguna duda hubiera tenido, ras
indicaciones que he oido me habrian procurado un pleno convenci
miento por el profundo respeto que tribnto á las opiniones del señor
Ministro de Gracia y Justicia; y concluyo deseando que no se pro
longue mucho esta discusión, que es á mi juicio tan delicada de suyo.
El Sr. CAMPUZANO: Yo soy afortunado en tomar la palabra
en este momento, porque el Sr. Camba que acaba de hablar ba rectifi
cado la opinión que yo habia formado sobre el discurso del Sr. Gó
mez Becerra. Si S. S. tiene la bondad de manifestar si está conforme
con la inteligencia que le ha dado el Sr. Camba , yo podré continuar
mi discurso con mas seguridad.
El Sr. BECERRA , Ministro de Gracia y Justicia: Yo no estoy
en el caso de contestar á la pregunta del Sr. Senador; yo estoy con
forme con lo que dije ayer: si el Sr. Camba lo ha entendido bien á
mal , me parece que no estoy en el caso de dar esa explicación.
El Sr. CAMPUZANO : Esto me basta..
Señores , hasta ahora se ha hablado mucho de unidad, pero muy
poco de unión ; y yo diré francamente que soy partidario de la Re
gencia de tres personas por espíritu de unión. Debo añadir en esta
parte que no es mi ánimo seguir al Sr. Ministro de Gracia y Justicia
en las consideraciones de circunstancias extraordinarias un poco tarde
presentadas en este sitio; porque ó son ó no son extraordinarias. Si son
extraordinarios, serán por lo mismo pasajeras; y si no lo son, no
conducen á ningún fin ; porque ¿cómo hemos de entrar nosotros en
una combinación mas ó menos acertada por circunstancias pasa
jeras?
La Constitución prefija uno, tres ó cinco; pero este único Ré
 ÍÍ4
gente fue en mi concepta exclusi ra mente designado para Doña Ma
ría Cristina de Borbon, como Madre del Rey menor , cura ausencia
quizá tengamos que deplorar aun aquellos que mas han conocido los
males á que por falta de buenos consejos ha podido dar lugar; y deja ó
marca la Regencia de tres ó cinco para el caso en que nos encontra
mos. Esto me parece que está claro : la Constitución de 1837 es hija
de la de Cádiz, y la de Cádiz estaba fija en esta opinión ó principio.
He dicho que estoy por la Regencia de tres, porque es a mis ojos
firecisamente un lazo de unión y concordia para todos los hombres
iberales; y sin descender á las personas, los dos Cuerpos colegisla
dores deben atender mas á los principios que á otra cosa.
En general los que han opinado por la unidad, dando preferencia
á esta inteligencia del articuto de la Constitución, se han puesto en
un caso de dictadura; nos han ofrecido los bienes materiales por el
cambio de la libertad. Yo no amo la libertad por la libertad: yo soy
muy franco; si amo la libertad es porque creo que de ella depende
la felicidad de mi patria ; 'pero la libertad por si sola para mi no
tiene precio.
Yo, señorea, niego la necesidad de las circunstancias , y lo que es
mas, no veo que sea posible demostrárnosla ya auténticamente , por
que, siento decirlo, podrá ser una opiniou exagerada , pero desde el
momento en que los Sres. Ministros han indicado su opinión en esta
cuestión se han hecho hombres de partido, y de consiguiente sus pa
labras no pueden llevar ya el sello de solemnidad que antes les
acompañaba. Por otra parte no sé yo cómo podrá librarse de una
parte de responsabilidad por las circunstancias tales cuales nos las ha
representado el Sr. Camba. (El Sr. Camba pide la palabra para una
rectificación.) Señores, no hablaré de la conducta del Ministerio res
pecto al personal , porque es cosa demasiado odiosa, y no es tampo
co ocasión ni tiempo oportuno para entrar en el exámen de su con
ducta; pero si haré una pregunta á los Sres. Ministros: ¿Quién ha
sido el que desde la miñona en que se encontraban con nosotros los
ha pasado á esas sillas? ¿Quién los ha elevado? La revolución de Se
tiembre. Y estos señores, llevados á esas sillas por la revolución,
¿de dónde han adquirido el derecho de designar un sucesor?
Señores , por otro camino se hubiera conseguido ponernos en una
situación mas conveniente. Yo quisiera haber visto emplear á los se
ñores Ministros el tiempo desde Octubre acá de tal modo , que con
servando el objeto nacional con que la nación los nombró, porque
de. nacionalidad fue aquel movimiento , la opinión pública los colo
case de suerte que dos de ellos con el Presidente ocuparan la Regen
cia y los restantes continuaran en el Ministerio. Dispuesto asi, el
paso de la Regencia provisional á la efectiva hubiera sido como una
salida fácil y sencilla. Este era su deber; este era nuestro deseo ; esta
nuestra confianza.
Señores , se ha hablado de la fuerza física , de la fuerza de las le
yes ; pero nada se ha dicho de la fuerza moral. La fuerza física se
rebela; las leyes se interpretan mientras que la confianza es la que
sostiene los gobiernos, manteniendo unidas las voluntades y en res
peto las leyes. ¿Eu qué se cree que estriba la felicidad de Francia y
la seguridad de Inglaterra? La Francia en doce millones de propie
tarios interesados en el órden , en la paz : la Inglaterra en el espí
ritu público en la regularidad , y mas que todo , si se quiere , en el
papel moneda, porque cada inglés que le tiene en su bolsillo es un
elemento de seguridad.
Esa es la fuerza de su Gobierno , lo que hace que se observen las
leyes.
Señores, sí pudiésemos considerarnos en la época del Gobierno
absoluto, seguramente que nos contentaríamos y nos daríamos por
muy satisfechos con las ventajas materiales; pero ¿ es esto solo lo que
pidieron los ilustres generales al solicitar de la Reina Cristina que
se saliese del sistema vicioso del despotismo ilustrado? ¿No pedían
mas esos hombres que ventajas materiales? ¿No pedian mas las jun
tas de 55 y 36? ¿No pedian mas los hombres de Setiembre que las
ventajas materiales? Las naciones no se contentan con eso; las nacio
nes ilustradas quieren la dignidad del hombre de honor, del alto,
del bajo, del pequeño, de todos igualmente.
Señores, los Gobiernos destituidos de fuerza moral no pueden me
nos de ser ofensivos, y la razón es clara. Creido que no se podia man
dar sin bayonetas, casi Constantemente han creido que la Guardia
nacional no era un apoyo verdadero para el Gobierno. ¿Y qué ha re
sultado de esto? El resultado de esto ha sido naturalmente que se ha
hecho preciso.
No hay mas que considerar la historia no muy antigua , sino la
historia casi de nuestra época mas moderna : examinemos la conduc
ta de nuestro Gobierno desde el año 51 en que casi constantemente
se ha desconfiado del pueblo; casi constantemente han empleado la
fuerza que debia batir á los enemigos en mantener el órden, órden
que los ciudadanos honrados eran muy suficientes para mantener.
Pues ahora bien: yo, prescindiendo enteramente de las personas, por
que en esa parte yo creo que la cuestión se puede tratar muy bien
en principio sin entrar de ninguna manera en la enunciación de
personas; pero partiendo del principio que he sentado de que la Re
gencia de uno no puede tener la fuerza moral que la de tres, por
que este es un lazo de unión, digo que aquella no puede menos de
ser estéril en sus resultados por buena que sea la voluntad de la per
sona á quien se encargue. La cosa es muy clara. Señores, suponga
mos que siguiendo ese sistema de. que se necesitan fuertes guarni
ciones en las ciudades y numerosos guarda-costas, forzoso será tener
unas fuerzas inmensas. Pues señor, no basta esto; porque nuestra
nación necesita tantas fuerzas de mar como de tierra. Y qué ¿pode
mos hacer esto? No señor, porque los gastos inmensos que costarán
estas fuerzas con que habrá que suplir la confianza no lo permitirá.
No se podrá tampoco dedicar suma alguna al fomento, porque
las que pueda adquirir el Gobierno tendrá que dedicarlas á la ma
nutención de las fuerzas militares con las cuales necesita hacerse obe
decer, y tendrá que consentir que nuestro pabellón sea insultado en
la mar por falta de buques para protegerle: ¿y cuál será la consecuen
cia de esto? Que nuestras relaciones extrangeras padecerán notable
mente; que en Portugal no tendremos influencia, y que en Francia
harán de nuestros enemigos lo que quieran, y en todo el mundo
seremos desatendidos.
Hay personas que se imaginan que no hay mas que nombrar una
sola persona para Regente, y al dia siguiente todo se hallará encal
ma, en sosiego, en paz, en tranquilidad, en órden, y que todo mar
chará bien. Esta opinión es buena para la gente de bolsa, que no
cuenta mas que con los quince diús primeros; pero los hombres de
razón y de previsión, los hombres de talento, deben pensar de otro
modo.
Señores, son muchos los enemigos que dentro y fuera tiene la Es-
paca; mas no por eso se crea que yo dé gran valor á lo que se ha di-
clio sobre las presentes circunstancias por el Ministerio. Los enemi
gos que tenemos dentro son de otra especie, y con energía y confian
za son fáciles de someter ; pero los de fuera son muy grandes, por
que son de dos especies: enemigos de nuestra prosperidad y enemigos
de nuestras instituciones; y estos enemigos reunidos con los de den
tro, uniéndose ademas la división, no podrán menos de descomponer
el órden y comprometer extraordinariamente al que se ponga al
frente de la resistencia.
Pues qué ¿ignoramos cuáles son las disposiciones con que los Go
biernos extrangeros están respecto de nosotros? Yo bien sé que se
han enviado dos exploradores á las cortes de Londres y París , y no
dudo que'estos señores hayan traido algún conocimiento del modo de
pensar de estas naciones con respecto á la Regencia de uno ó de tres,
y estoy seguro que las dos habrán opinado por que sea uno, pues co
nozco la política de las dos corles.
Le interesa á la Inglaterra, porqué tiene interés en convertir la
España en una borda militar que esté á disposición de su Gobierno
para oponerse á la Francia. De parte del Gobierno francés es una as
tucia para introducir la discordia.
Pues ahora bien: cuando nuestros intereses están tan unidos;
cuando no puede separarse una cosa y otra , porque es preciso reco
nocer que en la unión es donde estriba nuestra fuerza , y que esta es
necesaria para unos y para otros , yo me figuro á un ilustre general
puesto á la cabeza del Gobierno, y veo desde ahora y lo puedo va
ticinar lo que va á suceder. Vendrán sus Ministros y le dirán : ge
neral , danos tu espada contra nuestros opositores: la Inglaterra le
dirá : dame tu espada para cuando la necesite en defensa de mis in
tereses : vendrán las cortes del Norte y dirán : dame tu espada para
restablecer el absolutismo en España: vendrá la Francia y dirá: dame
tu espada para que la España no progrese en ilustración ; pero yo en
nombre del partido del progreso le diré: general, dame la mano, y
me la dará como el 1? de Setiembre. ¿ Y si no lo hace ? Le compa
rare con un Nerón.
El Sr. GARCIA CAMBA: Señores, he manifestado antes al Se
nado el sentimiento que tenia de tener que hablar en este asunto , j
la primera razón es la diferencia de opiniones en que me hallaba
con alguno de mis amigos; pero este sentimiento se ha aumentado
al oir al Sr. Senador que acaba de hablar que los que opinamos por
la Regencia de uno queremos una dictadura. Yo protesto contra esa
expresión. Creo que no hay un solo español que quiera una dictadu
ra, ni puede haberla tampoco existiendo dos Cuerpos colegisladores,
el uno con la facultad de acusar á los Ministros responsables, y el
otro con la de juzgarlos: era para esto preciso que primeramente
derribaran la Constitución que todos hemos jurado , y esto es ya
imposible.
No es, pues , mi ánimo, ni creo el de ningún Sr. Senador, que
rer dará la España, que apreciamos como el que mas de los que
opinan por la Regencia de tres , dictadura de ningún hombre ni de
ninguna persona cualquiera que sea : queremos, si , un Gobierno
constitucional con arreglo á la Constitución que nos rige , adecuado
á nuestras circunstancias.
El Sr. SEOANE: Señores, en el dia de ayer tenia pedida la pa
labra sobre la misma materia de que nos ocupamos hoy, y la renun
cié á última hora. Las causas fueron que yo, bisoño en debates par
lamentarios, ó por mejor decir, aun cuando veterano , muy mal
veterano, trataba de componer un discurso de los mismos argumen
tos que el que hizo ayer mi amigo el Sr. Infante. Una repetición da
aquella, dicha por mí en terreno mas vulgar , menos escogido , me
nos persuasivo, hubiera debilitado la fuerza de sus raciocinios en
lugar de aumentarla.
Otras cosas de diferente género tenia que decir ; pero la reflexión
me hizo desistir por aquel momento hasta tanto que las meditase
mejor y consultase , como suele decirse , con la almohada, que no-
deja de ser buen consejero : eran dos cosas las que tenia que meditar.
La primera, si convendría decirlas ; segunda, si al decirlas, quizá
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llevado de in¿ falta de calma en estos debates , iría mas allá de mi extendidos ochenta mil jóvenes, y yo bendigo á la Providencia que
propósito. Por esta razón renuncié la palabra, y hoy la (orno des los ha conservado y que los tiene en sus casas; ochenta mil jóvenes
pués de haber pesado las ventajas ó inconvenientes de entrar en el < ue han llevado las armas contra la Constitución y contra el Trono
examen de ciertas cosas que para mí tienen una grande fuerza en la e nuestra Reina. Ademas de estos jóvenes, á los cuales el error, la
cuestión que se ventila. seducción ó la fuerza llevó á las filas enemigas, tenemos un cuadro
Tales son si conviene ó no tratar, no la cuestión de principios, grandísimo (y no podia menos de haberle, porque esta guerra ha ter
no la cuestión de teorías, no la de historia, que nos dice que en tal minado del mejor modo que podia terminar, esto es, con el abrazo
tiempo sucedió esto, en otro lo contrario y produjo tales resultados, de Vergara); tenemos un cuadro inmenso de gefes y oficiales; y al
no; sino la cuestión de la posibilidad, de la gran medida á que so decir esto tengo que hacer una observación, y á la cual da un poco de
mos llamados; pero no era eso solo, sino que deseando jo , ó creyen fuerza la calidad de haber estado mandando por seis mes^s un ejér
do que conviene á la Dación un Gobierno de cierto genero, si seria* cito bastante considerable en sus principios, aun cuando después fue
oportuno ó no, conveniente ó perjudicial, el expresar las causas que mas reducido. '
acompañan, que llaman, que piden este género de Gobierno. Señores, yo no tengo expresiones con que elogiar; yo no puedo
Procuraré al expresarlas ser muy templado, no decir nada que encomiar bastantemente la conducta noble, sensata y decorosa que
no sea conveniente á la situación actual de la nación; y ruego á mis están observando y han observado los convenidos de Vergara en
compañeros que si por esta falta de serenidad que no puedo dominar cualquier parte donde la suerte los ha llevado. En los cuerpos de
aqui , y que en otras partes tengo quisa demás, si me sa Hese un poco ejército que yo he tenido necesidad de examinar muy detalladamen
de este circulo que me lo avisen para pasar á otra cosa. te basta ahora ni el menor indicio hay que pueda hacer sospechar
Desde el dia , señores, cuya fecha no recuerdo en este momento, que no dieron aqurl abrazo con la mejor té; al contrario, son hoy
pero si de que fue dia de circunstancias, que estarán grabadas en mi el objeto de la veneración de sus compañeros, porque la misma po
corazón mientras exista; desde el dia, digo, que acompañé al muelle sición que ocupan les obliga á estudiar sus acciones, actos y pala
de Valencia'á la ¡lustre Reina Madre de Doña Isabel TI, y que la bras para presentarse dignos, digámoslo asi, de la benevolencia de
acompañé con los ojos arrasados en lágrimas, que salían de mí cora sus compañeros; y asi como en un principio fueron generalmente
zón, desde aquel dia, y aun algunos anteriores , vi la grande crisis que mal recibidos de los cuerpos, como era natural que sucediese, asi en
iba á pasar por esta nación, y la vi antes, porque he dicho ya aqui el dia están completamente amalgamados con nuestra oficialidad.
qne con conocimiento del Gobierno tuve con S. M. una larguísima Pero, señores , fuera de estos por quienes hago asta salvedad, ¿no
conferencia , en la cual esforcé cuantos argumentos me sugirió mi hay millares de gefes y oficiales , y hasta de brigadieres y generales
pobre cabeza para evitar este caso. Desde entonces me decidí á me convenidos que se acogieron á los indultos y que están disfrutando
ditar ¡a cuestión de muerte ó vida , de cómo ha de ser llenada esa Je los beneficios del convenio? ¿No hay un cuadro completo de ejér
vacante en el tiempo que falta para que Doña Isabel II se siente en cito esparcido por la nación? Si, señores ; y esta es una circunstancia
el trono y rija ¿ los españoles. He dedicado á esto todas las horas que que se debe tener muy presente. Una gran parte de estos gefes y ofi
otras ocupaciones oficiales del destino me dejaban libres. ciales pertenecía á la clase honrada, pero pobre, de la sociedad: por
Desde que estoy en Madrid puedo decir que estoy abstra ido de sus hechos en las filas enemigas se elevaron á los grados mas ó menos
todos los placeres de corresponder á las finezas de mis amigos que me altos: han perdido los hábitos del trabajo que tenían en sus primeros
han honrado, y absolutamente no me ocupo de otra cosa. Hay mas; años; hoy se doblan á él con mucha dificultad , y cuando los hom
he mudado de máximas : en las muchas veces que he tenido que ir bres carecen de lo necesario para vivir mucho hay que temer de sus
al Congreso como Diputado ha sido mi máxima encerrarme en mí actos. Tenemos, pues, ese elemento que por fortuna se va amalga
casa, asistir al Congreso, decir bien ó mal loque pensaba en las mando, y ca'da uno de los de que se compone empieza á participar
cuestiones, y separarme de allí. Pues ahora al contrario, he sido ca de las opiniones de sos convecinos ; empiezan á casarse en grandísimo
bildero y en grande, hasta el extremo de andar catequizando por número (porque yo llevo una estadística del pais) , y á perder aque
esas calles j y si no lo hago mas es porque no soy elocuente. Tal llos hábitos de guerra y de píllase que son consecuencia de las con
importancia doy á esto, que me ha hecho cambiar toda mi vida. tiendas civiles; pero mientras se consiga esto completamente una
Cuestión es esta en mi concepto , señores ( no quiero imponer mis atención muy asidua necesitan estos elementos si no hemos de vol
opiniones á nadie , pero quiero decir cuáles son), cuestión es esta de ver á las desgracias pasadas.
cuya solución pende que los españoles empiecen á gozar el fruto de ¿Pero son estos los únicos elementos de discordia que tenemos en
de su sangre derramada , no de esta época , señores , sino de las an tre nosotros? No, señores: por el horizonte opuesto se asoma otra
teriores; el fruto de sus fortunas perdidas , y el fruto hasta de las tercera entidad, no capaz de introducir la destrucción de la nación ni
lágrimas que por espacio de siete años han estado derramando. de ese Trono que hemos jurado defender, pero sí capaz de producir
Ha llegado la ocasión de que este Estado se siente sobre bases fijas, muchos males. Es una secta que se llama republicana ,- y con respecto
sólidas, estables , y este es el primer deseo de los- españoles , la pri á la cual yo estoy firmemente persuadido de que entre sus directores,
mera necesidad de la época, el ver como hemos de pasar este espacio entre los nombres medianamente pensadores , y que saben leer y es
que nos queda de tres años y meses hasta que por la ley sea declarada cribir, no hay un solo republicano de corazón: la república es el
Doña Isabel n de mayor edad ; cómo lo pasaremos sin los grandes medio que toman para conseguir sus fines y satisfacer sus pasiones y
males que traen siempre las minorías; cómo lo pasaremos sin que la deseos; y á la clase proletaria la exaltan y engañan con cuatro pala
dignidad que llevan consigo las leyes en tiempo de minorías no nos bras lisonjeras, y mucho mas si la dicen, como sucede en ciertas
produzcan nuevos trastornos, nuevas desgracias, y sobre todo que partes: "la sociedad ejerce una tiranía , porque en este pueblo donde
inspire confianza esta necesidad de paz y órden. estáis D. Fulano tiene quinientas fanegas de tierra y vosotros note-
£1 fruto de mis meditaciones son un Gobierno legal y fuerte; neis ninguna, y Dios ha dado la tierra para todos." Este plan, tan
legal, porque no puede ser de otro modo Gobierno; y fuerte ¿para antiguo como Róuiulo, tendrá aqui el mismo resultado que en todas
qué ? Para contener las pasiones desencadenadas por tantos sucesos, las partes donde se ha hablado de él , porque nunca se ha ensayado:
por tantas vicisitudes , por tantos cambios en el término de la ley; se dice que nos nivelemos en fortuna ; y yo , señores , digo con toda
y este Gobierno fuerte ¿en quién se encuentra? Yo creo que la ra verdad , que si me tocara partir con el duque de Medinaceli no ten
zón, la práctica y la historia nos enseñan que en una persona. dría en ello ningún inconveniente; pero si hubiese de partir con un
Contrario á las reglas.de la naturaleza, una persona es mas fuerte proletario diría que no me acomodaba, porque para dejarme una
que tres; tres son mas fuertes que cincoó veinte en la cuestión que mediana fortuna fue para lo que mis padres trabajaron y vivieron
nos ocupa. Una persona es mas fuerte, porque en la resolución de honrada y económicamente.
las materias que están á su. cargo no necesita sufrir la contradicción Tenemos, pues, este otro elemento de discordia , y no nos desen
de ana ó mas opiniones diversas; una persona es mas fuerte porque tendamos de él ; porque si según mis datos, y datos sobre los hechos,
los actos del poder ejecutivo (cuidado con la palabra ejecutivo , co no puede suceder jamás ni la destrucción de la Constitución que nos,
sas que ejecutar , cosas que precisan) son mas rápidos; una persona rige ni del Trono que hemos jurado, pueden suscitársenos sin em
es mas fuerte porque tendrá un solo circulo , y en caso necesario re bargo muchos disgustos, y aun intentarse ensayos parciales como los
cibirá un impulso , mientras que tres ó cinco tendrán tres ó cinco que se han intentado en otras partes si mis noticias no mienten.
circuios, y el impulso les podrá conducir á puntos diversos. ¿Y no tenemos, señores, otros inconvenientes en esta época de paz
Pero dejando esto para luego, y sentado, como yo creo que lo está, que ayer nos presento el Sr. Heros tan completa? Pues tenemos uno:
qne una Regencia compuesta de uno solo es mas fuerte para hacer el hambre, el desnivel inmenso que hay entre las obligaciones del
cumplir las leyes, y cuenta que no hablo de otra fuerza que. la de Estado y sus rentas. ¿Y cuáles son las obligaciones que tenemos?
tres, veamos si en las circunstancias en que se encuentra la nación Nada menos que la manutención de un ejército que no puede aguar-*
se necesita'ó no este Gobierno fuerte. No seré yo quien trate ahora de dar á mañana; de un ejército que podremos disminuir, pero que no
desentrañar los deseos y las opiniones de los partidos políticos legales,' podemos ni debemos destruir.
que cualesquiera que sean, para mi son muy respetables en el hecho Si todos obedeciesen la ley y fuesen honrados no habría necesi
de ser legales; pero, señores, fuera de estos dos grandes partidos le dad de Gobierno ni de fuerza. Pero yo pregunto al Sr. Campuzano:
gales de la nación española ¿ no hay que temer á otros ? ¿cuál es la sociedad que se rige sin fuerzas? Las mas de las naciones
Acabamos de saborearnos con las dulzuras dé la paz; de la paz, de Europa saben muy bien, y entre ellas la Inglaterra , que sin la
señores , que se ha conseguido por la terminación de la guerra civil; fuerza las naciones son nada; y en esta última se hace uso con fre
pero no estamos enteramente en paz, como dijo el Sr. Heros, que con cuencia de la fuerza contra las pasiones desordenadas , y se hace uso
poco que se diga se conocerá la necesidad indispensable que hay de de un modo un poco serio, porque en eL momento en que con
usar medios de represión, pero no contra los partidos legales, no con cluye de leerse la última palabra de la ley que prohibe las asona
tra los actos legales. Señores , por la superficie de España tenemos das, una descarga dispone de los individuos: este es el aviso* ¿ Y
S.—TOMO I.
 fie
puede pasar esta sociedad síd fuerzas? Ni esta , ni ninguna ; ni los
Estados-Unidos, ni la Suiza: hay diferentes medios de organizar
la fuerza , los hay diferentes para reuniría; pero sin fuerza no se
puede pasar.
Y qué ¿la independencia nacional estaria bien garantida sin
un ejército bien organizado? ¿No estaría á merced del primero que
quisiera invadir nuestras fronteras y desembarcar en nuestras cost:is?
No olvidemos, señores, que todo eso que se dice sou teorías bisoñas,
porque bisónos éramos generalmente on los años del 20 al 23; por
serlo no había llegado el caso de ponerlas en práctica; nos condujeron
á un estado bien sabido de todos ; ahora somos hombres prácticos,
hombres de Gobierno, de Estado ; lo sabemos todo por los libros.
No olvidemos, señores, lo que sucedió el año 23 en que invadi
das nuestras fronteras teníamos un ejército diminuto, desorganizado,
y lo que es mas, señores, desmoralizado. Asi fue. el resultado; asi
lo hemos llorado y hemos comido el pan del destierro por espacio de
diez años, y no era eso lo peor, sino el recuerdo de lo pasado.
Y qué , señores , ¿ no se asoman peligros también fuera del ám
bito de la nación española? ¿No amenazan también peligros, y pe
ligros graves á ésta nación? Aqui es donde yo podría deslizarme , y
en donde hoy Decesito las reticencias; por lo tanto me contentaré so
lamente con decir á los Sres. Senadores que tiendan la vista á los su
cesos que pasan eu Bayona , Perpiñan , Bourges y en el mismo
París. . divergentes, hasta cinco Reyes.
No digo mas, señores; ínterin duró la guerra civil ocupé la tri-
huna y descubrí cuál era esta política , política que no ha variado.
Si dijera por menor las causas por qué no ha variado ni puede variar,
el Sr. Campuzano convendría conmigo en que esa es la política á que
aludo y será siempre. Yo ruego á los Sres. Senadores que den un
corto paseo, que desde el último punto que he citado se dirijan á la
capital , al emporio del cristianismo.
También es esc otro sitio que yo no haré mas que recordar di
ciendo que allí está Roma. ¿Y qué nos viene de alli ? Pretensiones
envejecidas, pretensiones rechazadas hasta en los tiempos que lia.
mamos de barbarie. ¿Y para qué? ¿Es para que tengan efecto en la
España de 1841 ? No señor: son demasiado atrasadas; ese es el hilo
de una conspiración fraguada para envolvernos de nuevo en desas-
tres, para que la E*paña no se constituya nunca , para que esta na
ción se canse y se destruya y se aniquile, y entonres se entregue en
brazos del primero que quiera regirla ..Porque ¿cómo he de persua
dirme vo que se ha creido posible el restablecimiento de los frailes y
la devolución de los bienes nacionales? ¿ En qué cabeza cabe esto?
Eso es soplar la ceniza para que salga el fuego que hay debajo , ca
paz de calentar aun en el rigor del invierno.
Volviendo la vista al interior observamos que una de las maqui
naciones de que usan nuestros enemigos exteriores, enemigos solapa
dos y encubiertos , y por esta razón mas temibles, es soplar el fuego
de la discordia entre otra clase considerable del pueblo; y asi solo re
cordaré á los Sres. Senadores que tengan presente cuál es el estado de
esta cuestión , para que me digan si no la creen de entidad, compli
cada y capaz de producir disgustos graves. ¿Pero cómo consiguen
esto? Con argumentos propios , al parecer, para fomentar la indus
tria catalana preparan ¿qué ? las conmociones de masas ciegas que
la destruyan. Para esto se les dice que el fabricante tiene la obliga-
ciou de emplear tantos individuos, que les ha de dar precisamente
tal cantidad , y añaden : "Y vosotros ¿cómo sufrís que los fabriran-
.. tes que son menos os pongan la ley ? Vosotros sois iguales á ellos,
..sois mas fuertes, vosotros debéis darles la ley." Este es el medio
inas eficaz de destruir ese principio de industria , que extendido por
la uacion puede hacernos lo que debemos ser, fabricantes. Esta es
otra conjuración que el Sr. Campuzano puede meditar con los
datos que tiene.
Ademas de estas combinaciones interiores y exteriores, que solo
con recordarlas destruyen el dicho del Sr. Heros de que estábamos en
paz, ¡ojalá fuera cierto! y de que ayer quizá hubiera hablado exten
samente, se renne esta revolución ó dislocación moral en que estamos
todos, la cual es efecto de las cosas que han pasado por nuestras cabe-
zas desde que abrimos los ojos. Es menester, pues, traer á raya en
el terreno de la ley esos elementos discordes, contenerles en su mar-
cha, hacer frente á esos peligros exteriores que nos amenazan: ¿y para
esto que se neceeita? Un Gobierno legal y fuerte. ¿Y cuál es el Go
bierno mas fuerte? El de uno.
Se dice en favor de la Regencia de tres, que yo considero tan
legal como la de uno y la de cinco, porque yo soy tolerantísimo con
los que tienen opiniones contrarias para que lo sean conmigo; sé
dice por los que profesan esta opinión , que es una cosa ensayada en
J'spaña. y que ha producido buenos resultados.
Señores, después de la prisión de Fernando Vil y después de las
juntas provinciales, recurso que toma la nación en sus dolencias y que
le sale bien, el primer Gobierno de la nación que bubo fue la junta
central. Cuando se instaló era yo un niño, acababa de sentar plaza y
no puedo hablar de la historia contemporánea sino por los escritos
que han quedado y por los sucesos que he oído referir á personas ma
yores que yo, y que estaban en el caso de apreciarlos ; pero según lo
que he ni Jo y leído , esa junta central por su propia naturaleza fue
un caos , una anarquía; y no podía ser otra cosa, pues treinta y tan
tas voluntades diferentes babia en la junta central, y en ella se re-
unieron los defensores acérrimos de la inquisición y todos los elemen
tos de discordia que pudieron reunirse; y si aquel género monstruoso
de gobierno no produjo todos los males que eran de esperar, es por-
que era una época de leche y de paz interior, cuando todas las vo.
luntades estaban reunidas para marchar á un objeto común , pues los
españoles entonces no pensaban mas que en la destrucción de los in
vasores ; á esto estaban reducidos todos los conatos, y cuando se pre.
senta una masa de este género fácil es regirla.
Sin embargo hubo lodos los inconvenientes de un Gobierno
monstruo, y no hubo ninguna de sus ventajas. Durante Ja ausencia
del Sr. D. Fernando VII, las Regencias, si no me engaño, fueron
tres, una que se llamó Consejo-Regencia , otra que llevó el nombre
del prelado virtuoso que estaba á su cabeza , el Sr obispo de Orense,
y otra que íe llamó del Quintillo , que era de cinco.
En unas y en otras, y apelo á los Sres. Senadores que tienen la
desgracia de tener mas años que yo , en unas y en otras ardió la di
visión , la diferencia de opiniones ; á esto siguió la paralización de
los negocios , la destrucción de los actos de un Regente por otros
Regentes hasta que por último se disolvieron. Al mismo tiempo
qife un Regente iba á jurar la Constitución otro Regente se presen
tó á protestar contra ella. ¿Y qué resultó? Cuidado que era una épo
ca en que en España no había mas que una opinión , la de echar á los
invasores. Pues comparemos aquella época con la de hoy. Entonces
cinco Regentes, cinco opiniones, cinco camarillas, cinco Cuerpos
Hubo otra Regencia, que yo de esa recuerdo ya algo, que fue la
que compuso el Sr. arzobispo de Toledo y los Sres. Agar y Ciscar.
Esta Regencia fue unida y compacta: ¿por qué? Voy á decirlo sim
plemente. El Sr. arzobispo de Toledo, cardenal de Borbon, hombre
piadoso, sensato, juicioso y amante del bien-como pocos, habia de
dicado su juventud á las materias eclesiásticas y habia divagado
poco sobre estas otras cosas mundanas; de consiguiente era en la
Regencia un hombre dignísimo, pero dócil á las instigaciones de los
otros dos. Esta es la opinión que habia entonces y que nos han tras
mitido los hombres de aquella época , y de cuantos han conocido á
aquel santísimo y respetable varón. ¿Quienes eran los otros dos Re
gentes? Dos como hermanos, mas que hermanos: sus padres sirvie
ron en un cuerpo mismo y fueron amigos hasta la muerte. Ellos
se educaron, juntos, sacaron un mismo gusto al género de ciencia que
se hablan dedicado.
Eran nosiderados como dos sabios, pero dos sabios que eran uno.
En aquella Regencia no hubo esas camarillas despedazadoras de los
buenos pensamientos de has Ministerios ; ¿porqué? Porque'el Pre
sidente tomaba poca parte en los negocios , y los otros dos eran uno
mismo, eran como comunmente se dice uña y carne. Pero, señores,
si la suerte, si la estrella que guió á España entonces no nos guia
ahora , ó no encontramos una cosa muy difícil de encontrar , cual es
dos hombres que compongan uno, y otro que dependa de ellos que
no tenga voluntad propia, ¿qué sucederá? Yo quiero que se nombreu
los hombres mas eminentes por su saber, por sus virtudes, por sus
servicios, por su patriotismo y hasta por su fortuna.
Encontrar tres hombres ¡guales en opiniones hoy es un fenóme
no igual al de encontrar en la naturaleza dos hombres de fisonomías
tan absolutamente parecidas, que se confundieran en uno. ¿Cómo en
contrar en tres tres opiniones conformes? Vengamos á un caso prác
tico. Se trata del nombramiento de un Ministro de Hacienda.
Un Regente cree mas á propósito á D. Fulano, y otro Regente
erre lo mismo respecto de distinto sugelo. Si el tercero se inclina por
uno de los dos, es claro que aquel será el nombrado; pero uno de los
Regentes queda resentido porque su opinión no prevaleció en el nom
bramiento de un Ministro de Hacienda que creía conveniente. Pues
todavía pudiera suceder otra cosa ; que eada Regente tenga su candi
dato. ¿ Quién decide entonces? La suerte , y la suerte suele ser un
instrumento muy incierto é inseguro. Pero esta Regencia por actos
repetidos de divergencia ¿no quedará dividida profundamente en
su cora-on, aunque exteriormentc no lo manifiesten porque asi lo exi
gen razones de educación y de cortesanía? ¿ Y quién dirime esta di
visión? Se me dirá que cosas semejantes suceden en los Ministerios
que constan de seis personas que cada una^pina de distinta manera
respecto de tal asunto y se componen ai fin. Es verdad, pero en un
punto esencial ¿qué hace el Ministro que disiente? Dimisión. ¿Y :i
los Regentes ¿quién los quita una vez sn el puesto cuando discor-
den? Y si queda la facultad de quitarlos, ¿no nos exponemos cada
dia á esta crisis, á esta ansiedad?
Pero, señores, se buscan dos cosas en el' número, la primera es
el saber; es decir, qué los que quieren amontonar en la Regencia la¿
luces podrían guardarlas para formar un Ministerio, porque el Mi
nisterio es el que ha de regir verdaderamente á la nacióte. Las luces
muy buenas son necesarias; algunos quieren tener por Rey un leño,
pero yo no; yo quiero un sabio y bien intencionado ; pero entonces
¿qué es el Ministerio? Quiere decir que esas luces las necesitará
la Regencia para nombrar los Ministros según las circunstancias,
para oponerse á un plan del Ministerio si lo cree perjudicial. Pero
el Regente no gobierna ; y el que quiera esas luces en la Regencia
se separa j en mi opinión, de la esencia y carácter del sistema
representativo. Otra cosa se busca, y aqui llego á la parte mas res
baladiza de mi discurso. Otra cosa se busca en la Regencia de tres,
que son garantías contra los abusos del poder ; en una palabra , ga
rantías contra una dictadura, contra una usurpación.

Yo he leído mol la historia , porque siempre he leido i retazos,
marchando, en los campamentos, y ya he ptrdMo hasta el gusto de
leer porque tengo otras cosas n que atender. Sin embargo en lo que
he leido no sé de un español que haya aspirado al solio. Y cuidado
que ha habido tiempos de feudalismo, tiempos en que los poderosos
tenian vasallos y concurrían con tropas á las guerras. Mas ios espa
ñoles han tenido tanto respeto siempre á sus Reyes, que no se lian
atrevido nunca á poner sus manos sacrilegas en el cetro. Y bien : hoy
que los grandes han quedado ú nuestro nivel , y que el trono ba per
dido muchas circunstancias con el sistema que nos rige, que unos
llaman invención infernal y otros celestial, ¿dónde, ni quién reco
nocería á ese osado que atentase contra el trono y lograse sei/tarse en
él ? ¿ Le reconocería la monárquica Europa? ¿Sería la Inglaterra?
¿El Norte? ¿La América? Si fuera para proclamar la República
acaso no faltarla quien la apoyase, aunque yo creo que los republi
canos de allí son como los de aquí, gente sin opinión, gente de fe
mentida. ¡ Pero la usurpación de un trono! ¿Quién había de recono
cerla ? ¿Ni quién habia de intentarla ?
Creo que faastá ahora no se ha pensado para la Regencia en un
vastago Real: por consiguiente será un particular, que se acordará
que cuando chico iba tirando piedras por Jas calles de su pueblo, ó
con los hábitos de la universidad rompiendo cristales ó paseando los
cordones de cadete. ¿ Y este hombre habia de pensar en el Trono? No:
los españoles han sido y son muy monárquicos,, y no es creíble que
haya quien quiera abusar de estos sentimientos. ¿ Quién, señores, en
tre nosotros se podrá buscar que abuse de la confianza que en él se de
positó y que asalte el Trono por medios vedados? Si Napoleón le asal
tó ¿á qué lo debió? A que fue feliz en la guerra, á que estuvo en
guerra permanente con toda Europa, y á que empezó á deslumhrar
á la Francia cvn aquellos monumentos elevados como por encanto.
Diéronse á ese ejército riquezas y grandes esperanzas que cumplió
porque llenó la Europa de soberanos y los Estados de d uques. Pero en
tre nosotros la posición geográfica nuestra nos expone á una guerra
de fronteras; pero es muy remoto que podamos hacer una guerra
ofensiva, y es tan remoto también que contraigamos una alianza por
la cual nuestros ejércitos vayan al Norte, que casi no se ocurre
á nadie.
La nación española tiene tales limites que ni puede ni debe ser j
conquistadora. Cuando los Estados recurren á la sangre de sus.hijos I
y i sus tesoros, y se exponen á males, es siempre con la esperanza de I
una ventaja ; pero entre nosotros no hay quien levante dos dedos uno
mas que otro.
Mas digo: aunque la España hubiera producido un genio que pu
diera compararse con los primeros de la antigüedad y de la época
contemporánea, es imposible, ñor una cosa muy sencilla, y que está
comprobada. Yo, señores, amo muchísimo el carácter de los espa
ñoles , pero á las buenas cualidades que los distinguen se reúne una.
Se pregunta, porqué en esta nación no se producen grandes
hombres. ¿Cómo los ha de producir siendo la envidia el vicio pre
dominante de nuestro carácter? Los españoles na podemos permitir
que delante de nosotros se hable de uno que vale mas; y por lo mis
mo que vale mas, por lo mismo que se ha elevado, por lo mismo
que está allí, empezamos á darle en la cabeza para que la baje, aga
che y forme joroba. Abrase la historia nuestra en cualquiera parte,
véase los hombres que han dado lustre á la nación en las armas, en
las letras, en todos los demás ramos, y se notará que- todos han
sido victimas de la envidia. Empecemos por Gonzalo de Córdoba,
por Mondragon, duque de Alba, Antonio de Leiva , y se encon
trará esta verdad ; si recurrimos á la América tenemos á Colon,
Cortés y Pizarro; y pasando al reinado de Carlos III vemos á Cam-
pomanes y Jovellanos victimas de la envidia. Los españoles no
quieren que ninguno se les adelante.
Si hoy en la época en que estamos vemos un español <jue ha te
nido la fortuna de dirigir nuestra suerte, y bajo su dirección dar la
paz á este páis, ya vemos que la envidia se ha cebado sobre su gloria
y se le quiere quitar el laurel de la victoria; ya se lo han deshojado
con la vil calumnia , poniéndole en duda hasta el valor, hasta el
patriotismo, hasta los sentimientos nobles....
EL Sr. PRESIDENTE : V. S. me dispensará que le interrumpa.
La cuestión versa sobre sí es mas á propósito el número de uno, tres
ó cinco Regentes; y no deben mezclarse aquí cuestiones personales.
El Sr. SFO.ANE: Estaba citando hechos históricos.
El Sr. PRESIDENTE: La cuestión es muy delicada , y es pre
ciso no salirse de ella.
El Sr. SEOANE: Dije esto porque me pareció que era mas pun
zante un hecho que está pasando ahora.
El Sr. PRESIDENTE: Pero V. S. conocerá que no se trata de
eso en esta ocasión.
El Sr. SEOANE: Doy gracias á V. S. por la advertencia.
Dice el Sr. Campuzano que el espíritu de la Constitución no pide
uno; que esto solo se puso porque se tuvo la contemplación de nom
brar á la Reina. Señores, será asi ; pero yo veo escrito uno, y veo
que este uno es el medio que se ha adoptado en todos los Gobiernos,
asi en las Repúblicas como en las Monarquías; y algunas ventajas
te habrán encontrado cuando vemos que el mundo todo está diri
gido en todas partes por un hombre.
Dice también S. S. que los Ministros se han hecho hombres de
partido al expresar aqui su opinión. Yo, señores, no me constituyo
117
defensor del Ministerio ; seria una necedad que tratara de hacerlo
cuando señores tan entendidos están presentes y sabrán descartarse
como gusten. Perq , señores, todo cuanto he dicho es nada en compa
ración de lo que he debido decir con respecto á la cuestión práctica
de hecho, y á la necesidad de que hayá una Regencia tal cual la na
ción la necesita.
Yo supongo, y digo que supongo, porque creo que no sucederá,
que se nombren tres Regentes, haciendo la combinación de buscar
tres personas en quienes concurran las. cualidades necesarias para
componer ese trino y uno que algunos creen posible , es decir, que al
mismo tiempo sean tres y uno. Uno ó dos de esos señores por tales ó
cuales razones dicen: "yo creo que no estoy en el caso de ser Regente
ó no me atrevo, porque las circunstancias son demasiado violentas y
difíciles para cargar con esa inmensa responsabilidad." De esto se si
gue naturalmente la necesidad de reformar la Regencia , y ya quizá
aquellos elementos que se buscaron para componerla pierden su fuer
za. De aqui nuevas discordias, nuevas ansiedades, nueva paraliza
ción en los negocios, nuevu encerramiento de capitales que no salen
á circular en la nación porque no tienen sus dueños confianza en un
Gobierno de estafa. Nuevas disputas; y D. Antonio Sroane, por las
calles catequizando á ver si puede hacer votar por uno ; otros combi
nando candidaturas, y nosotros juntos muy serios diciendo: "han
renunciado dos: pues nombremos á D. Fulano y á D. Zutano."
Yo supongo, señores , que. el ánimo de las Cortes en su primera
elección será buscar lo mas culminante, lo mejor, los que tengan
mas prestigio, ' los que hayan dado mayores pruebas de saber y de
virtud, los que dominen y manden mas voluntades también. JSn la
segunda elección ya quedarán los que no se creyeron dignos de ser
nombrados en la primera, y es imposible .que se encuentren dos que
admitan; porque no lo harán conociendo que tienen menos medios
que los que antes no se atrevieron á admitirla. Es muy posible, re
pito, que en la segunda elección no se encuentren dos Regentes que
admitan; y fundo esta dificultad en Ja que siempre se encuentra para
combinar cuatro, cinco ó seis Ministros. Cuántas reelecciones, cuán
tos programas , cuántas discusiones y á qué número de personas es
necesario acudir para en estos tiempos encontrar Ministros.
Entonces, señores, desechada una Regencia dos veces, en el esta
do de conflicto tendremos que andar con el Solio de las Españas lla
mando de puerta en puerta á ver si hay alguno que quiera cargar con
la responsabilidad inmensa de ser Regente sin reunir las circunstan
cias que no son de expresar, pero que creo que se comprendan. Enton
ces nuevas elecciones : ¿dónde irá á parar la Regencia de las Espa
ñas ? ¿Será, señores, que tengamos que ir por ahí suplicando á los
hombres que se decidan' á humillarse para empuñar el cetro?
Véase como en la cuestión práctica de ejecución si ciertas ideas
prevaleren, si ciertas combinaciones se llevan á cabo, estamos en el
momento, y creo que puedo afirmarlo, en que la representación na
cional baga una elección hoy y tenga que hacer dentro de un mes
otra después de haber pasado por todos los escollos por donde estamos
pasando.
Se dice por algunos: "los Regentes que se nombren admitirán; y
si no ¿tienen mas las Córtes que no admitirles la dimisión?" Yo no
he visto que se castigue á un nombre porque no quiera ser Ministro ó
Regente; yo aun no he visto que á nadie se violente: lo que he vis
to es respetar el convencimiento de cada cual , y no llevar á ningu
no á presidio por quererle seguir.
Concluyo, señores, reasumiéndome, si es que acierto á hacerlo,
que será un poco diiicil , diciendo que los peligros interiores , los pe
ligros exteriores exigen de nuestra situación un Gobierno fuerte,
compacto, unido, que ahuyente los unos y reprima los otros: la si
tuación déla nación exige reposo, exige estabilidad, orden y con
fianza: para eso se necesita un Gobierno fuerte, y un Gobierno fuer
te es mas fuerte con uno que con tres. «
La Regencia triple tiene el inconveniente de ser hoy impracticable,
impracticable si se desciende á sitios que no quiero nombrar. Por lo
tanto es mi opinión que en las circunstancias del dia uná Regencia
única asegurará la paz interior, separará los peligros exteriores y
dará sobre todo confianza y estabilidad á nuestro Gobierno , y á la
nación la paz que necesita después de tantos vaivenes.
He cansado demasiado la paciencia de los Sres. Senadores, á quie
nes doy las mas repetidas gracias porque han tenido la atención de
prestar oído á los ecos , no de un orador , cuyas cualidades algunas
veces envidio, sino de un hombre honrado que quiere el bien de su
país, y que si la libertad peligrase en cualquier concepto, aunque
viejo y cojo, no seria el último en enristrar la lanza para sostenerla:
siempre he vivido para servir á ini patria defendiendo la libertad, y
con ello me he alimentado desde mi infancia,
El Sr. ABARGUES (para rectificar un hecho): Cuando los sabios
legisladores de Cádiz pusieron el articulo en que se establecía que la
Regencia se compusiese de tres, no lo hicieron precisamente por
que no hubiese un hombre como el Cardenal de Borbon , Ciscar,
Agar y otros individuos de grande dignidad y talento, si no que lo
hicieron con abstracción absoluta de personas: por eso no designaron
mas sino que habían de ser los tres primeros Consejeros de Estado ; y
en esto fueron tan explícitos, que hasta á la Reina Madre le quisie
ron agregar los dos primeros Consejeros de Estado. Y yo pregunto
¿si los legisladores del año 37 hubieran tenido en cuenta la previsión
de los sábios legisladores de Cádiz; si se hubiesen agregado dos hem
 Í18
brej Virtuosos y de conocido talento, ¿no se hubiera evitado la ne
cesidad de tener que hacerlo por el clamor general de la nación?
£1 Sr. CAMPUZANO: Nada prueba mas la triste situación en
que nos encontramos que lo que está sucediendo en esle momento.
El Sr. general Seoane j yo, partiendo de los mismos principios, ve
nimos á sacar opuestas consecuencias. Yo reconozco la necesidad del
ejército, de un ejército que, si es posible, encuentre campo en que
ofrecernos laureles ; pero al mismo tiempo quiero que á la fuerza de
ese ejército se una la fuerza moral de contiauza en un Gobierno de
tres , que es á mi» ojos el que puede reunir estos elementos.
Los peligros que el Sr. Seoane encuentra los veo yo también : la
diferencia será que son poco mayores ó menores á los ojos de S. S.j
pero son de tal naturaleza, que exigen esa misma unión, esa confian
za, esa Regencia de tres.
Tres Regentes dice el señor general que acaso será uua combina
ción dificil : pues jo digo que me basta el nombrarlos eomo en Cá
diz , con arreglo á mis principios constitucionales , con arreglo al
principio de mayoría.
Por lo demás , ba dicho últimamente el señor general que en
este pais hay un defecto general, que es la ambición. Yo repetiré
aquí en corroboración de eso mismo lo que decía un sabio, porque
para mí lo era , que no te podía andar con tacones, sino con alpar
gatas; pero cabalmente por ese mismo motivo no quiero yo que quede
expuesto un ilustre general, á....
El Sí. PRESIDENTE: Sr. Senador, nada de partiaularizar la
cuestión.
El Sr. CAMPUZANO: ....que un solo Regente quede expuesto á
todos las tiros de la envidia.
El Sr. CORTINA, Ministro de la Gobernación : Ya indicó ayer
el Sr. Ministro de Gracia y Justicia que el Gobierno había deter
minado abstenerse de tomar parte en esta grave cuestión , como no
lo exigiese el curso de la discusión ó hubiera algún incidente que lo
hiciera necesario.
Los Sres. Senadores se acordarán que efectivamente el fiobierno
fue excitado por el Sr. Infante , quien nos suponía mudos, á cuya
excitación correspondió el Sr. Ministro de Gracia y Justicia mani
festando tranca y terminantemente que todos los individuos del Go
bierno opinan que la Regencia de uoo es preferible i la de tres, que
las circunstancias en que el pais se encontraba exigían que se prefi
riese con efecto, y que de otro modo no, podíamos salir de los graves
eontria los y apuros en que nos encontramos.
No es mi ánimo entrar de ningún modo en esa cuestión, sobre la
cual ba dicho- ya el Gobierno aquello de que no ha podido prescin
dir. He pedido la palabra cuando usaba de ella el Sr. Campuzano,
cuyo discurso, mas bien que defensa de la Regencia trina, ha sido
ana recriminación al Gobierno que no podía dejar correr, porque de
ber suyo es contestar á esos cargos muy graves, y dar sobre ellos ex
plicaciones muy terminantes.
Yo no sé á qné conducía ni de qué utilidad pudiera ser para pro
bar la mayor conveniencia de la Regencia de tres hablar de sucesos
que ya han pasado y que nada tienen que ver con esta cuestión , en
la que se ha tratado de evitar cuantas personalidades sean posibles;
pero el Sr. Campuzano desde que abandonó estos bancos y se pasó a
aquellos se ha propuesto hacer una oposición decidida al Gobierno,
aprovechando todas las ocasiones para dirigirle cargos é inculpacio
nes que el Gobierno rechaza, porque se encuentra en posición de po
derlas contestan victoriosamente.
Me limitaré por lo tonto á hablar de esas recriminaciones y á
presentarlas bajo su verdadero punto devista , porque no es necesario
repetir que el Gobierno mientras mas oye, mientras mas ve , mien
tras mas sabe, mas se continua en la conveniencia de la Regencia
de uno, únioa posible en el pais.
Ha principiado el Sr. Campuzano diciendo que el Gobierno •había
manifestado laude su opinión sobre esta imporlante cuestión. Yo no
sé cuándo se queria que la hubiese manifestado. La discusión sobre
ella se ha empezado ayer: apenas habían hablado dos Sres. Senadores
cuando el Ministro de Gracia y Justicia , interpelado por uno de
ellos, manifestó cómo pensaba el Gobierno, é indicó las causas y ra
zones que tenia para pensar asi. ¿Podia por ventura haber manifes
tado su opinión mas pronto? ¿Ha habido alguna otra ocasión para
hacerlo? ¿Se queria acaso que la hubiese expuesto en la discusión de
renuncia? Eso si que hubiera sido altamente ridiculo. El Gobierno
ha hablado cuando ha podido hacerlo, en los primeros pasos de la dis
cusión, y no hay razón para acusarle de que ha lardado en manifes
tar su parecer en este asunto.
Dijo S. S. en seguida que desde ayer tenia á los Ministros por
hombres de partido, y que su dicho por lo misino no tenia ya i sus
ojos aquella solemnidad que tenia antes.
Yo no sé, señores, qué fundamento pueda tener tan grave acusa
ción. Pues qué ¿es ser hombre de partido tener formadj opinión so
bre una cuestión grave é importante? ¿Qué gestiones ha hecho el Go
bierno para que se le pueda acusar asi? Si excitado por un Sr. Sena
dor ha dicho cómo piensa en esa cuestión, eso no es ser de p.irtido;
eso es tener opinión, franqueza, lealtad, y ciertamente que ese paso
en vez de censura mas bien seria digno de elogio, porque esa opi
nión que tienen los Ministros, ese convencimiento que lian adquiri
do y manifestado aquí, quizá á alguno de ellos, no i mi por cierto
que valgo muy poco, le ha alejado de tan elevado puesto. ¿Y puede
llamarse hombre de partido el que sacrifica una posición que tal
vez se le presentaba inmediata? Mas se pueden llamar hombres de
partido á los que van catequizando por las calles y plazas, óá los que
escriben sobre tal ó cual opinión.
Ha dicho también S. S. que habíamos usurpado las atribuciones
de los Cuerpos colegisladores , á los cuales correspondía exclusiva
mente designar nuestros sucesores, y determinar la manera de nom
brarlos. ¿Pero cuándo ni en qué ocasión hemos indicado ni remo
tamente las personas que deban sucedemos?
¿Por ventura habíamos de ser tan necios que tratásemos de de
signar á los Cuerpos colegisladores cómo se debía hacer el nombra
miento de los que ocupen nuestros puestos? Sobradas pruebas ha
dado el Gobierno de respeto al poder legislativo paraque nadie
pueda tacharle de invadir los derechos de los Cuerpos colegislado
res. Los Ministros saben muy bien que la designación de las perso
nas corresponde á estos. No han tomado por tanto iniciativa ra esta
cuestión ni aqui ni fuera de aqui, y están seguros de que nadie po
drá desmentirlos. Antes por el contrarío, quizá me escuchan muchas
personas á las cuales pudiera haberse hecho alguna indicación-, y
que<ligan si ningún Ministro se ha acercado á decirles tal ó cual
opinión es la que debe prevalecer. Tengo vanidad de poder hablar
asi; y tengo seguridad de que no se nos desmentirá. No hemos pen
sado nunca designar las personas que deban sucedemos:, como Minis
tros hemos dicho nuestra opinión; pero nunca hemos pensado aspi
rar á un derecho que sabemos á quién corresponde y que sabemos
respetar.
En seguida de esto trató elSr. Campuzano de darnos un consejo
amistoso : nos dijo que lo que debiéramos haber hecho era mudar de
puesto y quedarnos los demás- eomo estábamos: esto no lo admitimos
de ninguna manera, ni yo ni mis dignos compañeros, porque hu
biera sido sacrificar al interés individual el bien público; eso no lo
puede hacer nunca el hombre público , porque para él primero debe
ser la patria que su interés. Los Ministros ni ambicionan el puesto
de Regentes ni el demasiado espinoso de Ministros que ocupan ; y ese
consejo no le hubieran tomado aunque se Tes hubiese dado oportuna
mente , porque, repito, que el interés individual debe sacrificarse al
bien público.
Ha hablado después el Sr. Campuzano de una cuestión que no ve
nia á cuento para el asunto que nos ocupa, de una cuestión sumamente
delicada y que el Sr. Campuzano mejor que nadie debía conocer que
no se podia tratar asi de paso y con la franqueza y candor con que
lo ha hecho. Ha dicho S- S. una cosa que al Gobierno toca desmentir,
porque es de demasiada importancia y de mucha trascendencia;
ofende al Gobierno, ofende á la nación y ofende á potencias exiran-
geras con las cuales nos. unen relaciones estrechas de- amistad, y á
quienes debemos consideración.
Se ha dicho que el Gobierno había enviado exploradores, uno á
Londres y otro á París; y también se han contado oon mucha senci
llez las respuestas que habían traído. El de Londres se ha dicho que
habia manifestado que los deseos de aquél Gobierno eran que esta na
ción fuese una horda militar (estas han sido las expresiones de que se
ha usado). Y una ver que el Sr. Campuzano se afirma en lo que ha
dicho, aprovecho esta ocasión para decirle que todo es equivocado,
que no hay exactitud en nada , y que eso es una ofensa que se hace a
las naciones extrangeras y al Gobierno, ofensa que este no puede
permitir. Es inexacto en primer lugar que el Gobierno baya envia
do á ninguna parte exploradores: el Gobierno es tan amante como el
primero de la independencia de la nación t los individuos que le
componen tieneu dadas sobradas pruebas de esta verdad, que nadie
puede poner en duda : tienen el convencimiento mas íntimo de que
el Gobierno, cualquiera que sea , en sus relaciones en los países ex-
trangeros debe conservar paz y armonía, principalmente con aquellas
que han prestado servicios de consideración al pais , y en los actos
interiores conservará la independencia y el decoro de la nación.
lie dicho que estas expresiones ofenden al Gobierno, porque se
le supone capaz de dar un paso que le degradaría en extremo; el Go
bierno no puede consentir que de él se diga lo que se ha dicho: como
Gobierno conoce su posición, y como hombres los que le componen
tienen dadas pruebas de decoro que nunca se les pueden poner en
duda. Ofenden á naciones dignas de respeto, porque se da á enten
der que esas naciones son capaces de producirse deesa manera. ¿Qué,
señons, decir que un Gobierno aliado de la España se ha atrevido á
decir que dvsea que sea el de esta una horda militar no es una
ofensa de que está arrepentido el Sr. Campuzano sin duda ? Esta es
una cosa , señores, de tal naturaleza, que aunque se creyera tal como
se ha dicho , no debia de manera alguna pronunciarse cu-este lugar.
Qué ¿cree acaso el Sr; Campuzano que el Gobierno ha ¡do á pregun
tar á ninguna parte de cuántas personas se habia de componer la
Regencia? Pues si lo cree- asi el Sr. Campuzano se ha equivocado
mucho al decir esas palabras , y no ha tenido presente sin duda las
ofensas que iba á causar.
Lo único , señores, que hay relativo á este punto es que á Fran
cia ha ido un euviado ordinario según costumbre , j á Inglaterra ha
ido un enviado extraordinario para felicitar por un acontecimiento
fausto , celebre , á la Reina de aquella nación, y que en manera al
guna ha tenido ese objeto. Lo protesto á la faz de la nación y del
mundo entero, seguro de que ni el Sr. Campuzano ni nadie me des
mentirá, que ni se ha preguntado á lr.s naciones extrangeras por su^

opinión, ni han traído esas respuestas. Asi yo, seiíores, rechazo
con todas mis fuenas esas recriminaciones poco meditadas, esas
alusiones injustas é infundadas, y que el Senado creo habrá oído con
disgusto.
£1 Sr. Campuzano ha concluido con una profecía anunciándonos
lo que aqui podrá suceder, y las exigencias que podrán tener Fran
cia, Inglaterra y las cortes del Norte. Yo me abstendré de personi
ficar á esta cuestión; pero si diré que, sean las que quieran esas exigen
cias que pueden Teñir de fuera, jamás, nunca, por ninguna perso
na que sea español y ame la gloria, del pais deberán ser atendidas si
ofenden su independencia y atacan su libertad ; y estoy seguro que,
sean cualesquiera las personas que formen el Gobierno , conocerán
su posición y se conducirán con el decoro que las cosas de suyo exigen,
dejando siempre á salvo nuestra libertad é independencia. No ten
go mas que decir.
El Sr. SEOANE : Rectificaré un hecho relativo al Sr. Campuza
no. Yo dije con razón ó sin ella que en el dia habia imposibilidad,
había dificultad en nombrar tres Regentes; y el Sr. Campuzano ha
dicho que eso no era cuenta de las Cortes , y que estas cumplían con
hacer el nombramiento; pero yo le diré que es cuenta de Diputados y
Senadores no hacer una cosa que va á poner en alarma á la nación
y asegurarse antes de que la que hagan'puede tener efecto.
El Sr. CAMPUZANO: Voy á responder de muy diversa mane
ra que lo ha hecho el Sr. Ministro. Lo que yo he dicho lo ratifico , y
apelo á datos que para ello tengo. Por lo demás se conoce que S. S. no
ha asistido á muchas sesiones parlamentarias de Inglaterra y de Fran
cia, porque hubiera oido cosas muchísimo mas fuertes; fuera deque
de lo que yo mo he hecho cargo ha sido para manifestar el conflicto
en que se vería una sola persona.
Yo no dudo, y estoy lejos de pensar, que una persona española no
resistirá con todas sus fuerzas esas exigencias; pero entre hacerlas y
resistirlas hay una grande diferencia.
Mucho pudiera decir si quisiera usar de las mismas armas que el
Sr. Ministro; pero respeto las circunstancias, y con lo que be dicho
en mi discurso, si hay quien discurra, sacará las consecuencias.
Pero no puedo dejar de decir una cosa , y es que un periódico que
pasa por recibir las impresiones del Ministerio nos ha hablado de
Regencia de uno por opiniones de alguna potencia extrangera.
El Sr. CORTINA, Ministro de la Gobernación: No es exacto que
haya ningún periódico en la corte que reciba inspiraciones del Mi
nisterio; y no porque un periódico haya copiado un pirrafo de otro
extrangero conforme á las doctrinas del editor se puede deducir en
buena lógica que haya esa influencia.
El Sr. LASAÑA: Cuando he pedido la palabra en esta cuestión,
mi principal objeto ha sido dejar consignada explícitamente mi
opinión en favor de la Regencia de tres. Por lo demás, después de
haberse dicho tanto y tan bueno por los señores que me han prece
dido en el uso de la palabra ; después de haber citado hechos histó
ricos con tanta oportunidad, muy poco podré añadir en esta cuestión,
en que ha habido tanta latitud, tanta ilustración, que hasta los seño
res Ministros á excitación del Sr. Infante han manifestado explícita -
mente su opinión á favor de la Regencia de uno, y en verdad que
yo no imitaré al Sr. Campuzano en lo que ha dicho; pues creo al
contrario de S. S. que el Gobierno no debió ser tan dócil i las insi
nuaciones del Sr. Infante: primero, porque no estaba en su terreno,
porque la cuestión pertenece á las Córtes ; y segundo , porque asi
emitida su opinión podría influir grandemente en el acto de la
cuestión que se debate.
He dicho que poco tendría que añadir i lo que se ha dicho hasta
aqui. Pero ya que estoy en el uso de la palabra, contestaré á algunos
de los argumentos que se han hecho tanto ayer como hoy por algu
nos señores que han hablado. He hecho algunos apuntes que podrán
no ser exactos, y si asi fuere, suplico á los señores á quienes aluda
que se anticipen á rectificar.
El Sr. Tarrius fue el primero que habló, y nos dijo que en la Re
gencia de uno habia mas actividad, mas expedición y mas fuerza.
Convengo con S. S. en la primera parte; no admite duda que hay
mas expedición y mas actividad en la Regencia de uno, y por esa
regla no hay gobierno mas activo ni expedito que el Gobierno abso
luto.
¿Pero es esto lo que nosotros debemos buscar? Lo que debemos
buscar es el acierto en las disposiciones del Gobierno; mas vale que
se tarde un poco que no que se tomen disposiciones desacertadas. En
cnanto á la fuerza, yo creo, señores, que es hasta contrario al orden
moral y físico que uno tenga mas fuerza1 que dos; pero á esto contestó
ayer el Sr. Heros, y el Sr. Campuzano hoy, que lo que constituye
la fuerza del Gobierno son sus disposiciones , su modo de gobernar
cuando tiene por norte la ley, el bien del pais; cuando gobierna con
justicia y dignidad, entonces todo el mundo tiene interés en soste
nerle ; la opinión pública está en su faror, y la verdadera fuerza es
la opinión pública.
Pero se dice: siendo un Regente, la opinión será conforme. Tam
bién es verdad , porque-nada es mas natural que tres hombres tengan
voluntades diferentes ; pero aqui entra el raciocinio de los tres; de
esa especie de debates debe salir la verdad, y por consecuencia el
•cierto en las resoluciones. Que podrá haber tres camarillas. No lo
dudo; pero pira mi tan malo es que haya tres como una: loque
podrá suceder es si hay tres que se degüellen una á otra; poco importa:
S.—TOMO I.
119
si supiera que ese resultado habían de dar, desde luego me alegraría.
Dijo el Sr. Tarrius que en el artículo de la Constitución se em
pezaba á contar por uno hablando de los Regentes. Pero, señores, hu
biera sido chocante que empezara diciendo: se compondrá la Regencia
de cinco, tres y uno. El orden natural es que se empezara por uno, y
esta seria la rason que tuvieran los legisladores para aprobarlo asi,
sin demostrar por eso que uno seria mejor que tres.
Dijo también el Sr. Tarrius que si un hombre puede tener am
biciones, lo mismo pueden tenerlas tres. Verdades; pero' resultará
que estas tres ambiciones se combatirán , y de este combate ha de
resultar por fuerza que ninguno de ellos pueda llevar á cabo sus
ambiciones, cuyo resultado no puede tener lugar siendo uno solo
el Regente.
Después el Sr. Infante nos habló del tiempo de D. Fernando de
Aragón y de Doña Isabel su esposa, y nos habló de eso para hacer
ver Jos males que produjo la Regencia de tres; porque en efecto el
Rey D. Fernando, su hija Doña Juana y el esposo de esta D. Fe
lipe, los tres querian mandar: ¿pero llegó esta Regencia á reunir
se? Creo que no. Es cierto que D. Fernando se convino en gober
nar con su hija Doña Juana y con su yerno, mas este no se convino;
y tan cierto es esto, que cada uno reunió sus partidarios y llegaron
á las manos. Asi, pues, no fue la Regencia de tres la que produjo
la anarquía; fue la ambición de los que querian dominar.
¿Y por ventura estamos en este caso? Creo que no. Conozco en
la nación muchos hombres muy acreedores poT sus servicios, por sus
virtudes, por su patriotismo y por sus sufrimientos á ocupar un lu
gar en la Regencia; pero derecho no reconozco en nadie: la misma
Reina Cristina no lo tenia; fue preciso que se lo diera la Consti
tución.
Dijo también el Sr. Infante que la idea de unir dos Regentes á
la Reina Cristina siempre le habia parecido funesta. Yo, señores, con
respecto á esto no me atrevo á dar mi parecer, y por ser una cosa
que no llegó $ verificarse no sé lo que hubiera sucedido; pero si sé lo
que sucedió con no ponerse en práctica , porque esto ha pasado á
nuestra vista. Difícilmente se habrá sentado en el trono una Reina
mas querida, mas acatada , mas respetada que la Reina Maria Cris-
lina. Los españoles conocían lo que la debían, y de consiguiente los
españoles, siempre agradecidos, amaban á esa Reina.
* ¿Y en qué consistió, señores , que* esa Reina tan querida, tan
respetada , se enagenó del corazón de los españoles , pues la misma
era? En que al principio de la Regencia, aun cuando vivia su ma
rido, obraba por impulsos de su corazón; después no: después obra
ba por las insinuaciones de los hombres que vivían de los abusos, y
que quisieron perpetuarlos en nuestra nación ; en esto consiste la
diferencia, y en esto que esa Reina desgraciada se embarcó en Va
lencia sin que nadie derramara una lagrima. Pues i esto mismo,
señores, está expuesto un solo Regente. {Cuidado, señores, que esa
fue una lección terrible para los Reyes y para los que tengan man
do; porque estas son lecciones que se repiten muy á menudo! Reyes
que han sido muy acatados, muy queridos, que han estado rodeados
de esas camarillas, que no hacen mas que corromper su corazón y
sus costumbres, han tenido que abandonar su pais, sin que ninguna
de aquellas -personas que los habian traido á aquel estado derrama
ran una lágrima.
Repetidos ejemplos hay de esto en España y fuera de ella , y solo
recordaré al desgraciado Luis XVI. Este Luis, Rey querido de sus
súbditos , se rodeó de una porción de hombres que vivían de los abu
sos : los clamores del pueblo no llegaban á sus oídos, se los tenían
tapados, no veía las necesidades del pueblo, rivia en upa atmósfera
corrompida por el hálito de la adulación, y cuando el pueblo rom
pió el freno que le comprimía, ¿qué hicieron estos hombres? ¿For
mar un antemural con sus cuerpos para defenderle? No, señores. Se
marcharon y le dejaron entregado al furor del pueblo, y ellos se
fueron al extrangero para volver después á invadir su patria detrás
de las desgracias que la trajeron. No me quiero extender mas sobre
esto.
Dice el Sr. Infante también que siempre habia causado males en
España la Regencia múltiple.
Señores, me parece que tanto el Sr. Abargues, como el Sr. Heros,
han probado que nosotros hemos sido gobernados por Regencias
múltiples. En los últimos años de la guerra de la independencia
¿quién nos gobernaba sino la Regencia de tres? ¿Son las actuales
circunstancias peores que las que tuvieron lugar cuando estábamos
metidos en las fortificaciones de la isla gaditana? En aquellos mo
mentos tristes, y que presentaban tan triste porvenir, solo la cons
tancia de los españoles, siempre celosos de su independencia, pudo
hacer que los hombres que se estaban defendiendo en 1812 en las li
neas de la isla extendieran sus victorias después mas allá de los Pi
rineos. ¿Cómo puede decirse , pues, con razón que las Regencias
múltiples han sido siempre perjudiciales á España?
Dijo también S. S. que en tiempo de la guerra de la independencia
no había mas que una sola opinión. También esto es cierto, y que es
mas fácil gobernar cuando hay una sola voluntad que cuando hay
muchas. Pero yp creo que de ser una persona sola la que gobierne el
reino se verá siempre combatida por esos infinitos partidos que hay
entre nosotros, y que desgraciadamente hasta se van subdividiendo.
Dijo después el Sr. conde de Pinofiel que en las actuales cir
cunstancias era preferible la Regencia única por ser mas fuerte. A
34
 120
rsto le contestaré 70 que lo que constituye la fuerza en estos Gobier EISr. PRESIDENTE: Pues se suspende esta discusión para con
nos es la opinión tinuarla mañana , quedando el primero en el uso de la palabra el aa
El Sr. PRESIDENTE: Si V. S. piensa continuar será necesario ñor Lasaña.
consultar al Senado si tiene á bien que se prologue la sesión ; ó si V. S. Ciérrase la sesión."
quiere dejarlo para mañana Eran las cuatro,
El Sr. LASAÑA: Como V. S. guste.
 NÚMERO 18.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 30 DE ABRIL DE 1841.
" Abierta á lá una menos cuarto , y leida por el Sr. Secretario Tor
re» Sojanot el acta de la anterior, fue aprobada.
Dióse cuenta, y el Senado quedó enterado, de un oficio del Sr. Mi
nistro de la Gobernación de la Península, fecha 27 del actual, tras
ladando para conocimiento del mismo el decreto de la Regencia pro
visional del día anterior por el que nombró Senador por la provin
cia dé la Coruña al Sr. D. Tomas Ladrón de Guevara en reemplazo
del}Sr\ 1). Martin José de Iriarte, que optó á Dipotado.
Fue recibido con agrado, y acordó archivar el cuaderno núm. 25
últimamente publicado de la Historia física , política jr natural de
la isla Je Cuba escrita por el Sr. D. Ramón de La Sagra, que remite
el Sr. Ministro de Hacienda.
Entrándose en el órden del dia, continuó la discusión pendien
te acerca del número de personas de que se ha de componer la Re
gencia.
£1 Sr. HEROS: Pido la palabra para una cuestión de órden.
El Sr. PRESIDENTE: Tiene V. S. la palabra.
El Sr. HEROS: Señores , yo estoy sumamente complacido de la
latitud que va teniendo esta discusión , j creo que si el Senado con
tinua en la misma carrera dentro de poco nos encontraremos en la
verdadera situación parlamentaria. "'
Sentado esto, voy á rectificar un hecho relativo á Ib que ha dicho
el Sr. Seoane en el dia de ayer , hecho, que rae parece de alguna gra
vedad en raion de la misma franqueza y libertad con que nos expli
camos. 1 ningún particular español hubiese en tiempos antiguos ni moder
Yojrescindo de lo que S. S. dijo relativamente á los que alguna
.vé¥ffaemos i colación la historia en nuestros discursos para la ven
tilación ó decisión de las cuestiones políticas. Será si se quiere una
flaqueza , pero algún dia también yo haré ver que alcanzo algo en
materias militares, y contraído A. la cuestión de ayer también
hubiera citado un articulo de la ordenanza que se pudiera muy bien
haber aplicado á lo que dijo S. S. Pero esta es cosa que reservo para
otra ocasión.
Voy precisamente á la rectificación del hecho. S. S. dijo ayer en-,
tre otras cosas que no había leido nunca, ni había tenido noticia de
que ningún particular en España hija aspirado al solio. Tampoco
voy á citar ningún ejemplar que pruebe lo contrario; pero sin ape
lar á la historia , traeré á nuestra memoria un suceso deque nosotros
mismos hemos sido testigos.
Hablo, señores, del principe de la Paz. Este príncipe, aunque no
tuvo la dignidad de Regente del reino , sabe todo el mundo que se
llamó príncipe, generalísimo, almirante, que tuvo guardia de in
fantería y de caballería , que llegó á tener unasconsideraciones per
sonales y de poder, cual yo dudo que el Regente único , si se nombra,
pueda llegar i tener jamás.
Su poder , no obstante que en aquel tiempo existía en el trono,
llegó hasta el caso de hacer tratados; y para manifestar que aspiro
al solio no tengo mas que citar el tratado de tantos de Octubre
de 1807, autorizado en Paris por su enviado D. Eugenio Izquierdo,
en que se cedian las provincias Vascongadas y Navarra á la Francia,
dándose al príncipe de la Paz el nombre de Rey de los Algarves. Si
entonces, habiendo un trono sucedió esto, hoy que el Regente único
S.-TOMO J.
DE CORTES.
ha de ser inviolable, y con todas las facultades que la Constitución
concede al Rey , puede llegar mucho mas allá.
El Sr. SEOANE: Yo agradezco á S. S. que haya omitido las citas
históricas , porque en esta materia es uno de los españoles mas fuer-
tes|y yo uno de los mas débiles.
Ha citado sin embargo una cosa contemporánea , un hecho con
temporáneo. ¿Pero es oportuno en esta situación? Entonces habia
un Gqbierno absoluto, al cual los españoles estaban avezados á obe
decer sin réplica ni contestación alguna: entonces habia un Monarca
bondadoso , quizá dominado por una persona antojadiza. Ahora no
estamos en ninguna de las circunstancias de entonces ; pero el Lecho
es que el principe de la Paz ó D. Manuel Godoy hizo un tratado
mas ó menos ventajoso, que precisamente me acuerdo basta de .sus
términos, en nombre del Rey de España para que, cediéndose una
parte, un rincón ó una provincia de la monarquía , adquiriese otra
de Portugal, y de la desmembración de ese reino se formase un prin
cipado para él. Esto no -es atentar al trono de España ; y de consi
guiente está bien dicho que hasta ahora ningún particular ha aten
tado al trono de sus Reyes, incluso el principe de la Paz. He dicho.
El Sr. CAMBA (para una rectificación): El Sr. Heros, mi
amigo y antiguo gefe, se ha dirigido precisamente al Sr. Seoane
por haber dicho S. S. <jue no babia visto en la historia que ningún
particular hubiese aspirado al Trono : yo he sido el primero que he
hecho esa cita ayer; porque ciertamente ni he leido ni he oido que
nos ambicionado el Trono de su patria. No quiere decir esto que no^
lo baya habido, sino que yo no tengo noticia alguna sobre el par
ticular.
Ha repetido el Sr. Seoane este mismo argumento, sin duda por
que se encontrará en el mismo caso que yo; después el Sr. Heros
nos ha citado el ejemplar del príncipe de la Paz, cuando por medio
de un tratado pretendió ser Monarca de los Algarves. Ya el señor
Seoane ha contestado sobre esto: ese género de ambición lo puede
tener cualquiera. Cualquier español particular puede ambicionar el
ser Monarca de cualquiera parte por medio de tratados que no per- '
judiquen á su patria, porque ya está determinado por la Constitu
ción que no se atente á la integridad del territorio sin conoci
miento de las Cortes.
Esto me parece que no está prohibido, ni seria reprensible en
ningún particular español.
El Sr. PRESIDENTE : El Sr. Lasaña tiene la palabra para con
tinuar su discurso.
El Sr. LASAÑA : Supuesto que me corresponde seguir en el uso
de la palabra, procuraré anudar el discurso que tuve que interrum
pir ayer por haber pasado la hora.
Según mis apuntes acababa de contestar al Sr. conde de Pinofiel,
y lo habia hecho con el mismo laconismo que S. S. hizo en su discur
so. Voy á entrar ahora á contestar al Sr. García Camba.
Dijo S. S. que en esta cuestión no se podia tratar de números sin
rozarnos con las personas. Esta es una verdad, y si se quiere hasta
una fatalidad, pero por la cual tenemos que pasar, porque puestos
en estos asientos debemos cumplir con el deber que hemos contraído,
55
 122
y que yo creo que S. S. está tan resuelta como yo misino á cumplirle,
'exponiendo francamente la verdad, á excepción de aquellas cosas que
lio sean de conveniencia pública.
Dijo S. S. que lo que ¡e habia acabado de decidir por la Regencia
única babia sido la manifestación del Gobierno. En esla parte ya me
parece que hice presente ayer lo mucho que sentía qne el Gobierno
hubiese emitido su opinión , por ciertas razones que están al alcance
de todos; pero ahora añadiré que lo que'he sentido mas....
El Sr. Ministro de GRACIA Y JUSTICIA: Pido la palabra para
una rectificación.
El Sr. LASAÑA : Si V. S. gusta , y el Sr. Presidente lo permite,
puede hacerla ahora.
El Sr. Ministro de GRACIA Y JUSTICIA: La rectificación que'
tengo que hacer se reduce i que el Sr. Lasaña supone que el Gobier
no ha emitido aquí su opinión : el Ministro que tiene el honor de
dirigir la palabra.. al Senado ha medido mucho las que ha pronun j
ciado en este sitio, y Ha dicho que el Ministerio' ( no es lo mismo
Ministerio que Gobierno), que los Ministros de una nación grande
cuando eran' pregunrWo's" no podiar/menos de decir su pensamiento.
Yo he emitido la opinión de los Ministros que colectivamente forman
la opinión del Ministerio, no la del Gobierno.
El Sr. LASAÑA: Habré padecido una equivocación; yTsT como
he dicho que el Gobierno habia emitido su opinión, digo ahora
que quien la ha emitido ha sido el Ministerio. Yo ya dije que hu
biera deseado que este no hubiera sido tan dócil á la invitación del
Sr. Infante por razones que, repito, no se ocultan á la penetración
de los Sres. Senadores que me escuchan. Pero tengo presente ptra
cosa que me hubiera hecho desearlo mas, y es, que en el decreto de
13 de Octubre, cuando se nombraron los actuales Ministros, se
decía que eran nombrados á propuesta de una persona ; y podría
creerse que al emitir los Sres. Ministros su opinión favorable á la
Regencia única quisieron aludir á esta persona : dejo á la conside-
cion de S. SS. el mal efecto que esto podria producir en los países
extrangeros. ■ hay dilación alguna : el Rey dice : "yo lo quiero y lo mando," y ya
Dijo también el Sr. Camba que el Ministerio habia manifestado
que no estábamos en un lecho de rosas ; y de aquí infirió que debía
mos tener Regencia de uno: yo, señores, no creo que porque no es
temos en un lecho de rosas deba deducirse como precisa consecuen
cia que la Regencia deba ser única. No obstante , señores , yo no dejo
de conocer lo que dijeron los Sres. Ministros acerca de las circuns
tancias en que nos hallamos; y tanto mas, cuanto que S. SS. se
acordarán, como no pueden menos de acordarse , que en Valencia
aconsejaron i la Reina Cristina que admitiera Coregentes ; y aunque
ahora se dice que el Regente sea único, yo no acusaré á estos señó-
Tes , porque las circunstancias pueden haber variado y de consi
guiente S. SS. habrán variado de opinión. Yo estoy de acuerdo con
S. SS. en que estamos en una posición muy critica ; pero yo no la
creo tal como los Sres. Ministros la pintan. Supuesto que S. SS. tie
nen iJ don de penetrar los arcanos de lo futuro, séame permitido creer
cíue pueden £a£?rse equivocado porque son hombres: á lo menos
déjeseme este consuela, ?ue* P°°»a bien suceder que los cálcu
los de S. SS. saliesen fallirioJ , ,"oroue en nuestra España todas las
cosas son tan originales que los cálcuíoi fie lo» mas famosos políticos
de Europa suelen ser errados.
Dijo también el Sr. Camba que era mas fácil enfermar u2° íue
tres Regentes: eso es una verdad, una verdad que puede llamarse ufl
axioma, porque mas expuestos están á enfermar tres que uno ; pero
¿qué sucedería si enfermara' el Regente único? Que se paralizaría
el Gobierno y el Estado quedaría sin cabeza ; lo que no sucedería ha
biendo tres; porque aunque dijo el Sr. Camba que el número de Re
gentes debía estar siempre completo, tenemos ya ejemplos de que na
es necesario. Yo salí de la isla de León el año li á las órdenes del ge
neral Blake ; estuvimos en varias acciones hasta que aquel general
fue hecho prisionero: el Gobierno hasta entonces habia marchado del
mismo modo, y solo cuando llegó este caso fue cuando las Cortes
nombraron otro Regente : esto mismo podria suceder ahora. Pero si
enfermara el único Regente todo quedaría parado; y esto no se me
puede negar. Los ingleses que son tan prevísoies acaban de darnos
ahora mismo un ejemplo de lo que se debe hacer: cuando se acercaba
el alumbramiento de la Reina Victoria, previendo que mientras es
tuviera de parto no seria posible que atendiera á los asuntos del Es
tado, nombraron upa Regencia para que les gobernase en caso nece
sario; porque el Gobierno, como dijo muy bien el Sr. Eeros el otro
dia , no debe nunca detenerse , debe estar siempre en marcha. S. S.
nos citó á Washington; pero S. S. se olvidó (le que Washington no
era Coregente sino Presidente de una República,
Voy ahora á contestará mi amigo el Sr. Seoane. Dijo ayer S. S.
que á pesar de su inveterada costumbre de no mezclarse mas que lo
necesario en asuntos políticos , en el dia se había hecho cabildero y
catequizador. Si S. S. entiende por ser cabildero el juntarse con sus
amigos políticos para ponerse de acuerdo con ellos , yo encuentro eso
muy justo , y tanto mas, cuanto que en ese caso yo también soy ca
bildero , porque no hallo otro, medio de que los hombres se entien
dan. Pero lo que no soy es catequizador; lo primero porque descon
fió tanto de mi mismo que no me creo con bastante talento para
convencer á nadie ; y lo segundo porque el meterse á catequizador tie
ne también sus quiebras: por ejemplo, si yo formase un concepto
equivocado ; si yo adoptara una opinión errónea y el tiempo viniera
á desengañarme , ¿cuánto no seria mi sentimiento al acordarme de
que habia arrastrado á aquella opinión á las personas á quienes ba
bia tratado de convencer? No, señores: yo puedo equivocarme, y me
equivocaré probablemente, pero eso será efecto de la fragilidad de
los hombres y no pesará sobre mi la responsabilidad de haber hecho
que otros hayan errado : en esta parte no soy propagandista.
Dijo también S*5- que de la resolución de esta cuestión depen
día que los españoles cogieran el fruto de sus muchos trabajos y de
la mucha sangre que han derramado. Yo estoy de acuerdo cou S. S.;
pero repito lo que he dicho antes , y es que no sabemos si este fruto
le cogerán con la Regencia de tres ó con la de uno: S. S. cree que
con la Regencia de uno ; pues yo creo que con la de tres: hé aquí la
cuestión.
Ha dicho también S. S. que cómo pasaremos estos tres años y
días que faltan hasta que se declare de mayor edad á la Reina Doña
Isabel II: difícil es poderlo pronosticar; pero yo, conociendo la sen
satez del pueblo español , conociendo que la mayoría ele la nación
está interesada «n que se sostenga' el actual sistema, y1 que cuales
quiera intrigas que se fraguasen por los partidos desaparecerían ante
la fuerza de la voluntad nacional, tengo la esperanza de que los pa
saremos tranquilamente como hemos pasado mas de seis meses ron
un Gobierno provisional , un Gobierno de casualidad, digámoslo
asi, que nunca puede tener la fuerza que tiene un Gobierno nom
brado por la voluntad nacional, y que al fin está compuesto de siete
hombres entre los cuales es mas fácil que haya divergencia de opi
niones.
Dijo también S. S. que una persona era mas fuerte porque no
sufría contradicciones. Señores, si el poder hacer el que está á la ca
beza del Gobierno todo lo que le dé la gana sin contradicción es lo
que ha de dar la fuerza, no es esta clase de fuerza la que yo quiero:
quiero que la fuerza la tenga el Gobierno y la saque de sus actos y
de la opinión general de la nación que es la que puede darla. Por
esa regla no hay mejor Gobierno que el absoluto, porque en él no
está hecha la ley: el Sultán envia á sus bajaes órden para ahorcarse;
y esto es mas expedito: yo admitiría desde luego un Gobierno abso
luto con la condición de que los Reyes fuesen ángeles; pero cosiendo
asi, no, por mas que se marche en él con mas actividad.
Dijo también S. S. que no sabia cómo aseguraba el Sr. Heros
que estábamos en paz , siendo asi que habia entre nosotros tantos
partidos: señores , partidos los hay en todas partes, pero esto no
quiere decir que estemos en guerra : los partidos irán desapareciendo
cuando haya un Gobierno verdaderamente fuerte y apoyado en la
voluntad nacional. Pero mientras tanto , ¿dónde está la guerra ? Yo
me atrevo á asegurar que desde las Columnas de Hércules basta el
Cabo de Finisterras hace meses que no se ba oído tirar un cañonazo
mas que para saludar á algún buque, ni un tiro de fusil mas que
los que se han oido en los ejercicios de fuego , porque ni aun cazado
res ha habido, pues estamos ahora en tiempo de veda. Por lo demás
en todas partes hay partidos: los hay en Francia, los hay en In
glaterra , en partes donde se disfruta de una paz octavíana, sin que
por eso se diga que están en guerra.
Habló S. S. del partido republicano, y en esto pienso como S. S.,
que es imposible que haya en España uu hombre capaz de creer que
se pueda establecer la ¿República sin que sea digno de ir á la casa
¿e. Orates; prueba de ello que S. S. dijo que para hacer prosélitos les
ofrecías el aliciente de que tendrian los bienes de los ricos &c.
Un partido q"ue íjene que buscar partidarios de este estilo poco
puede darnos que hacer; y lo digo francamente : siento que se trate
eqni de ese partido , porque es darle tina importancia que no tiene.
Dijo S. S. que tenemos muchas necesidades y que por esa razón era
preferible un Regente único. ¿Pues qué, señores, este Regente único
nos ha de traer las riquezas del Potosí? Noseñor, ni nosotros las necesi
tamos tampoco: las riquezas %>$ las ha dado la naturaleza en la feraci
dad de nuestro suelo, en laYertilidad de nuestro clima; lo que necesita-
uios es un Gobierno recto que. dejando la felicidad pública no obs
truya, digámoslo asi, los cabaleefpor donde ha de correr esa riqueza
que proteja la industria y el comercio. No necesitamos riquezas de
América; seremos íicos cuando tengamos un Gobierno bueno; que
esas leyes que nos deu la felicidad las hemos de hacer nosotros, los
Cuerpos colegisladores, no el Gobierno : el Gobierno lo que puede ha
cer es separar los obstáculos. Pues qué ¿ tendrá mas crédito entre los
extrangeros y entre nosotros mismos un hombre salo que tres hom
bres que den suficientes garantías? Yo creo que no. ¿Tendrá tampo
co un hombre solo aquellas ideas necesarias, todos los pensamientos
necesarios para llevar á cabo las reformas convenientes y hacer los
beneficios de que es susceptible estagnación? Tampoco : luego esto
nada probara; el que. tengamos necesidades .no probará que el Go
bierno de uno sea mejor que el de tres.
Dijo S. S. que la independencia estaria mas asegurada porque
mantendríamos un ejército. Pero , señores , porque la Regencia, sea
de tres, ¿ha de desaparecer nuestro ejército? ¿Cuántos se forma
ron durante la época de la guerra con Napoleón , con una Regencia
de cinco personas y posteriormente de tres ? Pues qué , ¿ no conoce
rían la necesidad de tener en pie un ejército en las circunstancias
actuales en que en Europa se ha inventado ese sistema de paz armada}
Yo creo que en esto no habría dificultad.,
Dijo S. S. que la junta central fue un caos, porque allí se re

unieron todas las opiniones divergentes. S. S. dijo muy bien;^ero de
aquella divergencia nació un consejo de Regencia que nos gobernó, y
la eonvocacion de las Cortes.
Dijo también el Sr. Seoane que si se buscaban tres hombres como
el arzobispo de Borbon , Ciscar y slgar desde luego suscribiría á que
hubiera una Regencia triple. Señores, ¿es posible que entre trece
millones de habitantes no ha de haber tres hombres de probidad,
de honradez y virtudes? ¿ Tan desgraciados hemos de ser ? Si tal cre
yera, me alegraría morir en este momento primero que ver llegar la
nación á ese caso. Yo creo que se pueden buscar tres que le contenten
á S. S. como le contentaban los tres que dijo.
Manifestó también S. S. que no se podian éncon|ar tres opiniones
iguales. Esto para mi no es un defecto; esto aseguraría mas el acier
to en las deliberaciones , porque allí se debatirían todas las cuestio
nes entre estas tres personas, y de esta especie de choque es de don
de saldría el acierto en los actos del Gobierno; y ahora que digo
Gobierno, oi una especie el otro día en que se repitió lo que se
dice en Francia, que el Rey reina y no gobierna; pero en la Francia,
donde se repite eso á cada paso, se desmiente al mismo tiempo, y yo
no me conformo con esta máxima porque qo la encuentro exacta, no
señores: el que tiene la facultad de nombrar y separar los Ministros
no se puede decir que no tiene parte en el Gobierno; y esta facultad
es tan personal, que yo creo que el dia que quiera separar ó exonerar
los Ministros , para lo cual suele quedar uno, á quien separan luego
los otros, creo que lo puede hacer por medio de un secretario con
ejercicio de decretos. Pues quien puede separar sus Ministros^ nom
brar otros, declarar la guerra, destruir la fuerza armada y disolver
las Cortes, ¿se puede decir con exactitud que no gobierna?
Dijo también S. S. que ningún español se atrevería á aspirar al
trono. Yo lo creo asi también, porque los españoles son muy aman
tes de su país. ¡Cuidado que la guerra de la independencia fue una
prueba de ello! ¿ Y á mi qué me importa que no aspire ai trono si
no hace el bien de la nación, si comete yerros, si toma disposiciones
I que lejos de hacer la prosperidad del país lo destruyen? Para mi
que esté en el trono, mas abajo ó donde quiera, me es indiferente:
lo que quiero yo son los resultados.
Dijo S. S. que el gobierno de uno era mas fuerte que el de tres.
Ya he dicho que lo que constituye la fuerza de un gobierno son sus
actos, porque esos son los que hacen que el país le respete, que el
país le ame, y de consiguiente que tenga á su favor la opiniou del
pais que le ha de sostener.
, Voy ahora á hacerme cargo de otra manifestación del Sr. Seoane,
ó yo no se si la llame profecía, como dijo ayer S. S. Nótese , señores,
que todavía no se ha nombrado la Regencia ; que por nuestras cabe
zas andarán vagando nombres de personas que serán muy acreedoras,
que algunos habrán lijado su opinión ; pero que como de la opinión
particular no ha de resultar la Regencia, sino que ha de ser el re
sultado de todas las opiniones reunidas , y hasta que los nombres
salgan de las urnas nadie puede adivinar quiénes serán los Regentes,
no sé cómo S. S. puede decirnos , vaticinarnos , digo mal , asegurar-
j. nos que de los tres que se nombrarán algunos no admitirían. Yo, se-
f ñores, si fuera un hecho consumado y me lo asegurara el Sr. Seoane
Jó creería sin la menor contradicción ; pero como creo que eso no es
mas que una profecía , una conjetura, S. S. me permitirá que no sea
de su misma opinión. No señor; estoy muy distante de eso.. ¿Pues
cómo he de creer yo que haya un español á quien la nación le diga:
"yo te coloco en ese puesto honroso en compañía de otros sugetos, y
que este no admita ?
t ' Yo no puedo creer tal cosa , y me alegrara mucho , muchísimo,
i poder tener ahora la habilidad de catequizador para atraer al señor
1 Seoane á fin de que no formara un concepto tan pobre y tan mez-
¿ ' quino de ningún otro de sus compatriotas.
' Cuando un ciudadano es llamado por la nación, y le dice: "sién-
i tale ahi , yo te coloco á mi cabeza , te doy mi confianza , te entrego
k mis intereses mas sagrados ," entonces, señores, ante esta voluntad
nacional debe hacer el sacrificio no solo de su reposo, de su tran-
■' f quilidad y de sus intereses, sino hasta hacer abnegación de si ^mis
mo, hasta sacrificar sus opiniones particulares para corresponder
debidamente á esta confianza nacional. Yo , señores , insisto en que
seria inútil entrar en cuestión sobre esto con el Sr. Seoane, porque
i estoy aferrado en mi opinión de que no puedo creer que haya un es
pañol que obrase como dice S. S. ...
Concluyo, pues , señores, diciendo que en mi concepto lo que
conviene en el dia á la felicidad de la patria y al bienestar de la na-
;,' cion es la Regencia de tres mas bien que la de uno. Be dicho.
El Sr. INFANTE : Pido la palabra para rectificar un hecho.
V El Sr. PRESIDENTE: La tiene el Sr. Camba.
El Sr. GARCIA CAMBA : El Sr. Lasaña parece que ha querido
hacer un cargo al respeto que yo he manifestado por la opinión
del Sr. Ministro de 'Gracia y Justicia, el Sr. Gómez Becerra.....
El Sr. LASAÑA: Si V. S. y el Sr. Presidente me lo permi
ten ...
El Sr. GARCIA CAMBA : No tengo inconveniente.
El Sr. LASAÑA : Yo no he querido dar á entender que pudiera
producir el efecto que dice el Sr. Camba el haber manifestado su
opinión el Ministerio; lo que he querido dar i entender es que vien»
do que el Ministerio hacia una triste pintura de nuestro estado tan
critico, y tratando de demostrar que la Regencia de uno convenia,
123
S. S. habia dicho c-ue pues lo exigía la conveniencia pública le daba
su voto. Esto he dicho sin tratar de hacer inculpación al Sr. Camba.
El_Sr. CAMBA : Creí haber oido al Sr. Lasaña lo que cierta
mente dije ayer, á saber, que si hubiese tenido alguna duda en mi
opinión para votar por la Regencia única, atendidas las circunstan
cias, y atendido también el modo con que yo comprendo el Gobier
no representativo , y que no quiero de manera ninguna en él la dis
cusión en la gefatura suprema del Estado , añadí que esa duda, si la
pudiera tener y si vacilara mi ánimo, habría adquirido un pleno
convencimiento después de haber oido al Sr. Gómez Becerra : y ad
viértase que esto no lo dije solamente por la circunstancia de ser Mi
nistro de Gracia y Justicia, aunque eso influye también, pues que un
Gobierno ha de tener mayores datos y mejores antecedentes que nos
otros, sino por el respeto que yo me complazco en tributar á las opi
niones del Sr. Becerra bien conocido , señores , en España y entre to
dos nosotros.
Creo que nada mas era lo que tenía que rectificar, sino la manera
con que había respetado la opinión del Sr.*Becerra y las circunstan
cias en que me habia apoyado.
El Sr. SEOANE: Ayer, con la franqueza que me es propia, y
que me, perjudica muchas veces, dije que en todos los deslinos civi
les, militares y legislativos , siempre habia estado metido en mi
casa envuelto en mi levita y habia acudido al sitio designado y di-'
cho mi opinión pocas veces; pero que ahora me había hecho cabil
dero y catequizador; y lo dije para demostrar la grande importancia
que yo daba á esta cuestión. He tenido esta franqueza , de la cual se
ha aprovechado el Sr. Lasaña para decir que no es catequizador. Yo
le pregunto qué quiere decir catequizar; catequizar es convencer; y
si S. S. dice que en este sentido no ha hablado , yo le creeré por ho
nor á su palabra , pero por lo demás , yo lo considero tan [cabildero
y catequizador como yo, con la diferencia de que tiene mas medios.
lia rebatido S. S. mi expresión de que una persoua en la Regen
cia era mas fuerte que tres. Yo me fundé en que tenia mas acción,
menos obstáculos, y en que había mas unidad; pero S. S. quiete for
mar de la Regencia de uno un Rey absoluto: y entonces ¿de qué
sirven los Ministros? ¿deque ese Ministerio responsable , que tiene
el derecho á cada instante de deoir al Regente: "esta proposición que
Vd. hace no se acomoda á mi marcha, á mis principios."?
Que uno puede disolver las Cortes y disponer de los ejércitos. No,
señor, será el Ministerio responsable el que dispondrá disolver las
, Cortes. Las Curtes se disuelven en casos dados, y es bien seguro que
hasta ahora no se han disuelto ningunas sin que el Ministerio se
haya puesto de acuerdo para adoptar esa medida; pero por solo la
voluntad de la Corona ningunas.
Según las doctrinas del Sr. Lasaña, un Regente es un Rey abso
luto que no tiene trabas ningunas y puede hacerlo todo. Pues yo creo
que ese Regente, como todos los Gobiernos, tienen quizá demasiadas
trabas hasta para hacer el bien.
Señores, yo dije que no estábamos en paz, es cierto; ¿pero son
los balazos los que constituyen la paz de una nación ? ¿ Puede decirse
de una nación que arde en partidos ilegales; de una nación amenazada
de fuera; de una nación que no tiene pan para sus soldados, los cuales
necesita para mantener el orden y su independencia; puede decirse,
repito, que en esta nación están sus individuos echados en un lecho de
rosas? Hay/muchas clases de guerras , señores , y á veces las guerras
sordas en que no se tiran balazos son las mas perjudiciales.
Se ha creído muy fácil encontrar una Regencia como la del arzo
bispo de Toledo el cardenal de Borbon y los hermanos Agar y Cis
car. Pues el caso, como yo lo he presentado ayer, quizá en dos si
glos no se encuentre. Un Presidente que no toma parte en los nego
cios porque sus talentos estaban dedicados á otro ramo, dócil, suave
y delicado, y dos hermanos con unas mismas inclinaciones y estu
dios, unidos por todo aquello que puede unir á los hombres, estees
un caso raro, nuevo, feliz para la nación española; pero en siglos
no se encontrarán otros , y apelo á los señores que recuerdan bien
aquella época. , •
¡ . Dejo á un lado el que en esa época no habia partidos , ni mas
que un deseo, y que en el dia somos tantos partidos como indi
viduos, •
. Ha querido el Sr. Lasaña destruir los argumentos que expuse
ayer sobre la dificultad de llegar á la cuestión práctica del nombra
miento de Regencia, y ha dicho: "¿cómo es posible que un hom
bre honrado con los votos del pais no haya de hacer este sacrificio y
se haya de negar á esto?" Empiezo por decir á S. S. que creo que en
ese asunto está vencido , porque en el mismo dia de nombrar la Re
gencia queda deshecha. El dia que se nombre la Regencia , á las dos
horas no hay Regencia, se lo afirmo al Sr. Lasaña, y los hechos lo
han de justificar... (í/~n Sr. Senador pide la palabra por la Regencia
de tres). El dia que se nombre la Regencia de tres, á las dos horas
no hay Regencia..;.
. El Sr. HEROS : Pido la palabra... (a media voz) eso será una
conspiración....
El Sr. PRESIDENTE : Orden , señores.
El Sr. SEOANE i El Sr. Heros no me ha entendido, y creo que se
ha excedido un poco
El Sr. RAMIREZ COTE: Renuncio la palabra.
El Sr. SEOANE: Repito que creo que se ha excedido en esa ca
lificación. Digo que no hay Regencia en ese caso ; y, señores , mis
> •
 124
principios son bien conocidos para que rechace hasta con indignación
el dicho del Sr. ■ Heros. Digo que no hay Regencia porque todas las
probabilidades están en ciertos sugetos, y á mi me consta que la Re
gencia no queda completa. Este es el sentido en que yo he dicho esa
expresión, que siento muchísimo que se haya interpretado, porque
ha producido otra que si la misma persona que la ha Vertido hubiera
reflexionado un poco creo que no hubiera usado de una expresión
funesta, y sobre todo que no tiene el mas mínimo fundamento. El día
que se nombre la Regencia el que se dirige al Senado será el pri-
raero para sostenerla y obedecerla ciegamente, cualquiera que ella
sea, y asi contesto á S. S.
El Sr. HEROS: Pido la palabra para aclarar la expresión que
vertí.
El Sr. PRESIDENTE: Ya llegará luego á V. S. el turno.
El Sr. SEOANE: Se habló ayer del ejército, y el Sr. Lasaña ha
entendido enteramente lo contrario del sentido que yo di á mis ex-
Sresiones.Yo contesté al Sr. Campuzano, que aseguró que no habien-
o fuerza moral era necesario un grande ejército y no podíamos tener
marina , y nuestras fronteras estabau descubiertas. En ese sentido
contesté haciendo ver la necesidad de un ejército grande para man
tener la seguridad de la nación. He dicho.
El Sr. PRESIDENTE: El Si. Infante tiene la palabra para recti
ficar un hecho.
El Sr. INFANTE : Merecí ayer el honor al Sr. Lasaña de que re
corriese las partes principales del discurso que yo había pronunciado
el dia anterior. Pero S. S. ayer mismo ha padecido una equivocación
sin duda involuntariamente. Dijo refiriéndose á mi que yo habia di
cho que las Regencias múltiples en España no habían causado mas
que calamidades ó males. Aqui está la equivocación , ahí ; y para
probar que yo me habia equivocado en la reseña histórica que hice
citó S. S. la última Regencia que hubo en España durante la guerra
de la independencia. Yo hice una reseña de las Regencias múltiples
que habían causado males á España desde la muerte de Doña Isabel
de Castilla hasta la mayor edad del Rey D. Carlos II, y á estas Re
gencias fue a las que yo me referí , de estas hablé.
Haciéndome después cargo de las Regencias que habia habida du
rante la guerra de la independencia, solo dije que en cuatro años ha
bíamos tenido cuatro Regencias, y que á ese caso me parece que no-'
se trataría de llegar ahora. Dije que dos de ellas fueron remendadas.
Yo soy el primero en rendir el mas alto homenage á la memoria de
los tres dignos españoles que compusieron la Regencia, del Sr. arzo
bispo de Toledo , cardenal de Borbon, y los Sres. Agar y Ciscar. Pero
ya que se nos pone en el triste caso de hablar de esto , no olvide S. S.
que durante esa Regencia , sin que hubiera un español que se altara
per la libertad , se dio el decreto de 4 de Mayo en Valencia.
El Sr. HEROS: No me quedaba duda de que el Sr. Seoane con
cluiría su discurso del modo que ha concluido. S. S. y yo hemos de
sostener el órden en todo tiempo, y creo que siempre seremos tan dó
ciles como lo hemos sido al Gobierno , contando con que respete la
Constitución y los actos de los Cuerpos colegisladores. De esto no me
queda duda respecto á S. S. Pero cuando S. S. dijo que si la Regencia
fuese de mas de uno i las dos horas dejaría de existir, no pude dejar
de exclamar : eso será una conspiración , porque si, como dice S. S.,
á las dos horas de elegido un Gobierno por los órganos legales de la
nación , ese Gobierno dejase de subsistir, es indudable que seria obra
de una conspiración , obra de la fuerza; ¿ y esto qué duda tiene?
Apelo al testimonio de cada uno de los que me escuchan. Yo no
trato ahora de investigar los medios que para eso se puedan emplear;
pero si digo que está tan lejos de mi en este iustante y de todos el
que si lo que no pueda haber , viniera de persona designada , creo,
haciendo justicia á todas las personas que puedan ser llamadas á des
empeñar el cargo de Regentes, que si por causa suya pudieran llegar
á ser , se condenarían primero al ostracismo que servir de cabeza de
bando. Tal es el juicio elevado que formo de mis compatriotas,
porque aun hay virtudes en España ; aun hay amor á la patria mas
del que se cree; aun hay decisión cívica mayor que la que se
conoce en otros países mas corrompidos que el nuestro. Tal es la idea
que yo tengo dé las personas, y muy principalmente de aquellas á
quienes pienso dar mi voto : podrán, como dice el Sr. Seoane, estar
muy lejos de lo que se ha dicho , pero esto no desvirtúa el que si por
casualidad se llega á verificar que si á las dos horas de nombrada
la Regencia siendo compuesta de tres deja de existir, no haya ha
bido una conspiración. Esto es lo que he dicho.
El Sr. SEOANE: Yo me alarmé al oir la palabra conspiración,
porque toda mi vida he estado conspirando como estoy ahora , y esto
me ha costado muchos peligros ; pero yo, señores, no conozco lo que
quiere decir conspirar. El Sr. Heros lo entendió mal por desgracia, y
en ese momento se olvidóde mi pequeña y oscura historia, que afor
tunadamente S. S. conoce. Yo dije en términos claros: me parece que el
dia que se nombre la Regencia, si ciertas ideasque circulanson ciertas,
á las dos horas no hay Regencia, no hay remedio , y no la hay. A
eso aludí y no á otra cosa , sin hacerme digno de pasar á la casa de
locos de Zaragoza. Suplico al Sr. Heros que rectifique su juicio y
que se acuerde del año 37, del modo de conspirar del general Seoane;
que se acuerde de aquella época en que se hollaron las leyes, y el
general Seoane sostuvo la libertad á costa de su sangre, y si hoy se
halla en este sitio es por milagro.
El Sr. Ministro de GRACIA Y JUSTICIA : Señores, ya dije el
año pasado muy explícitamente, y ayer lo indicó también el señor
Ministro de la Gobernación , habiéndolo justificado uno y otro con
nuestras obras , que el Ministerio actual tenia formada una opinión
que en este asunto no habia de tomar ningún empeño en sostenerla
ni habia de entrar, como en efecto no ha entrado, en el fondo de esta
cuestión. Fiel á este propósito, no me separaré ahora de él. Pero el
Ministerio, que en este sitio tiene que rechazar ideas que no sean
exactas y tiene otros deberes que cumplir, pera llenarlos he pedido la
palabra.
Se ha hecho un cargo al Ministerio de haber manifestado su opi
nión. Yo quisiera que ae me dijera que secreto del Estado ha reve
lado en esto el Ministerio; qué grave perjuicio, qué inconveniente
de mucha trascendencia ha producido 'esto, porque ninguno hay en
alguna de estas cosas , y no sé con qué razón , no sé con qué justicia
se niega al Ministerio la facultad que tierie el último de los españo
les. No sé cómo se pretende que citando el Ministerio hable en este
lugar no sea franco, no sea explícito y abierto', y diga todo lo que
siente y como lo siente , cuando puede hacerlo sin comprometer los
negocios públicos;
El Ministerio ha 'dicho sencillamente: esta es mi opinión, y el
fundamento dé ella <es tal y tal, indicándolo mas bien que expo
niéndolo. Tan prudente, tan circunspecta y tan cauta ha sido la con
ducta del Gobierno', sin dejar por eso de ser franca, como corres
ponde al carácter de los individuos que lo componen, y como cor
responde al lugar que ocupan. Habrá tenido esto el efecto que baya
querido: unos habrán sacado partido de ello en un sentido, y otros
en otro. Lo mismo sucede con los discursos de todos los Sres. Sena
dores. Lo mismo sucede con todas las demás opiniones que se vier
ten en cualquier puesto donde hay oyentes, ó por el medio de la
prensa cuando hay lectores. Pero que el Ministerio actnal haya
manifestado su opinión, como tal vez la habria manifestado aun 'Sin
esa excitación, porque era un deber suyo, y el Ministerio como tal
lo considera, esto se ha interpretado de un modo que los Ministros
no pueden dejar de rechazarlo. Con mucha finura, si se quiere con
destreza , con algún poco de artificio, se ha recordado quién propuso
el nombramiento de los Ministros. -
Yo no descorreré mas el velo; pero diré por mí que ya antes ha
bia hecho una renuncia de ese puesto á que por mi quietud, por mi*
deseos y por mis principios no he aspirado nunca. Hablo de una re
nuncia antigua, no de ahora, 20 dias antes de esa propuesta habiá
renunciado el mismo puesto: y yo no tengo que agradecer á la per-
sonaque me propuso mas que el buen concepto que pueda haberle me
recido para que hiciese esa propuesta: no es un favor, que yo no con
sidero tal el haberme elevado á un puesto que resistí en el momen
to mismo y que resistiré siempre. Que se examinen las circunstan
cias de todos mis dignos compañeros, y yo sé que todos están dis
puestos á sacrificarse ante las aras de la patria haciendo lo que sus in
tereses y su conveniencia misma repugnasen.
No sé por qué se ha censurado un hecho que yo creo que honra
mas á los qne tienen la desgracia de ser ahora Ministros; este hedió
que creímos que no podía compararse con los que 'han obrado otróS
Ministerios.
Yo soy incapaz de eso: he dicho aqui mi opinión, y la he dicho
porque la siento; no por ningún otro respeto; no por ninguna otra
consideración. Rechazo altamente esta idea , y estoy muy reconocido
al Sr. García Camba por el honor que ine ha dispensado. Precisa
mente en lo único qne tengo"un poco de orgullo, un poco de vani
dad, es en que soy hombre de bien. Nunca soy capaz de sacrificará
mi modo de pensar y mi convicción á ninguna otra consideración.
Un hecho grave, y un hecho acerca del cual el Ministerio está
en el caso de dar una contestación, ó á lo menos de hacer que no
corra sin contestación , es el razonamiento que se ha formado reía-.:<
tivo á una inconsecuencia que se atribuye á este mismo Ministerio.
Ha dicho el Sr. Lasaña: "Veis, en Valencia aconsejaron á la Reina
que admitiese Coregehtes , y Vds. piensan ahora que no debe haber1
mas que un solo Recente." No tenia nada de particular que hu.- 1
biésemos creido lo uno~y lo otro , nada absolutamente; porque'éri el '
sistema del Ministerio, en las ideas de los Ministros, éñ las ideas
que yo he manifestado a<|ui acerca de la conveniencia de que sean
uno, tres ó cinco depende de las circunstancias, podía muy bien
ser que aquellas circunstancias exigiesen una cosa, y las del dia exi
giesen otras.
Yo diré mas: hace dos meses pensaba yo como S. S. , y ahora es
toy tan convencido de que no debe ser, que creo que se hará un grave
mal á mi patria. Pero hay otra cosa en esto, y es que S. S. no ha sido
exacto.
Jamás los Ministros, ni por escrito, ni de palabra, ni en las mu
chas "conferencias que tuvieron con S. M. la Reina Gobernadora,
jamás, lo digo en alta voz, porque quiero que se me oiga en toda la
nación, jamás la dijeron que admitiese Coregentes. No me desmen
tirá el Sr. Lasaña; no me presentará un documento en que se haya
dicho otra cosa. Los Ministros solo dijeron á la Reina Gobernadora:
"la nación quiere esta y la otra garantía , y entre ellas la de nom
brar adjuntos." Pero los Ministros no se lo propusieron; solo la
dijeron que lo exigia la nación; y tan lejos estuvieron de proponérselo
á S. M. , que al contrario, la allanaron el camino, y aun la prome
tieron que si se daban otras garantías, aun sentado esto , se podia ga
nar tiempo, rectificar la opinión , y cuando llegase la convocación

de las Cortea satisfacerse la exigencia de la nación por otro medio
equivalente. Hay mucha diferencia de que los Ministros lo propusie
ran á que los Ministros fueran simples relatores de un hecho.
Como nada de lo que se dice en este sitio deja de producir algún
efecto, porque son muchos los que lo oyen aunque el concurso sea
poco numeroso, porque se derrama á los periódicos y do los periódi
cos al pueblo; en fin corre todos los ángulos de la nación y de fuera
de ella ; como nada de lo que se diga aqui , repito, deja de producir
algún' efecto , creo que no debo dejar pasar alguna otra idea que ha
manifestado el Sr. Lasaña porque recae sobre un punto grave y es me
nester que al lado de una expresión, que en mi concepto es inexac
ta, se ponga el correctivo para que no produzca malos efectos. *
Aludo á la idea de que si se nombra una Regencia de tres, aun
que enferme uno de los Regentes, los negocios marcharán y no ten
drán ningún entorpecimiento, como sucedió en la ¿poca de Cádiz,
porque quedarán los otros dos. Señores, estp no es exacto ; este no
puede ser ; es una equivocación de S. S. Si las Cortes declaran dentro
de dos ó tres días, como lo declararán , que la Regencia se componga
de uno, uno será él Regente; pero si las Cortes declaran, como pue
den también declarar , porque al fin ha de ser una de las dos cosas,
que sean tres, tres serán los Regentes; y no reuniéndose los tres , no
es la Regencia constituida por las Cortes, no es la Regencia que esta
blecieron las Cortes.
. Si enferma uno de tal modo que no pueda ocuparse de los nego
cios, ya no hay Regencia , porque entonces ¿ qué queda? Entonces
quedan dos, y la Regencia de dos no es constitucional. ¿Previene la
Constitución que baya Regencia de dos ? No , señores ; entonces es
menester al instante reemplazar al que ha enfermado ó se ha imposi
bilitado , ó recurrir al Gobierno provisional. Esto tendrá todos los
inconvenientes que si* quiera, pero no tiene remedio; Regencia de
dos no puede haber; Regencia de cuatro tampoco ; ha de ser de uno,
de tres , ó cinco: esto dice la Constitución.
Supongamos que de tres Regentes uno enferma y se quedan dos;
supongamos que estos dos son Regentes; que uno es de una opinión
y otro de otra , ¿ qué se hace ? ¿Quién desenvuelve este ovillo? Yo
no sé cómo pueda componerse esto; yo lo cieo imposible.
Otra expresión del Sr. Lasaña, por la cual, no digo yo como Mi
nistro, sino como el último de los españoles, como Alvaro Gómez,
no puedo pasar, sobre haber supuesto S. S. que el Rey. y en su caso
el Regente ó Regentes, tienen la facultad omnímoda, absoluta para
osar de ella como quieran en cuanto al nombramiento de Ministros.
No , señores; S. S. ha ridiculizado la costumbre, mejor diré el me
dió á que se ha recurrido en los casos de destrucción ó disolución del
Gabinete, de dejar uno para que autorice los decretos de los que le
sustituyan. Este es un medio por el cual no se puede menos de pa
sar porque no hay otro camino. ¿.Cuál es el camino que ha encon
trado S. S.? Que el Rey puede dirigirse á un Secretario con ejercicio
de decretos. ¿Sabe S. S. para lo que sirven los secretarios de S. M.
con. ejercicio de decretos ? Para escribir de su puño los decretos que
ha de firmar el Rey. ¿Sabe S. 3, para, qué han servido en el Gobierno
absoluto ? Para dar el decreto de Valencia, que.se dió por medio de
un secretario con ejercicio de decretos :' para haber dado una cosa
igual también, separándose del acuerdo de los Ministros cuando el
Escorial con Carbajal, ¿Quiere Sí S. volver á aquel estada? Estoy
seguro que no, porque conozco muy bien el patriotismo , el libera
lismo, y todas, las buenas prendas que adornan al Sr. Lasaña.
Esta éra la proposición que yocrei de mi deber no dejar pasar, por
que bay un articulo de la Constitución según el cual no puedejobe-
decerse ninguna orden que no vaya firmada por el Ministro del ra
mo. ¿Un secretario cou ejercicio de decretos es el Ministro del ra
mo? Es menester rectificar mucho las ideas y no dar lugar á equi
vocaciones que pueden ser umy funestas. ; , .
No molesto mas la atención del Senado. He querido rectificar es
tos hechos importantes en defensa del Ministerio que se cree acreedor
á consideraciones por muchos que sean los errores que haya cometido;
y mas bien todavía, en defensa de la libertad santa que debe ser nues
tra bandera,.nuestro estandarte, nuestro signo de unión con el cual
hemos de vencer esa multitud de enemigos, que los hay, y que nos
hacen la -guerra , y que nos la han de hacer todavia por mucho
tiempo.
El Sr. CODORNIU: Señores, no había pensado tomar la pala
bra , como otros señores á quienes ha sucedido lo mismo en esta de
licada enes t ion, por muchas razones , pero principalmente . porque
me creí demasiado débil para tocar un asunto tan grave á la presen
cia de tan respetables oradores, y al mismo tiempo tan poco prác
tico en la parte parlamentaria que, es la primera vez que tengo el
honor de hablar ante un Congreso tan respetable.
Sin: embargo me han animado á deponer este justo temor cir
cunstancias particulares , pero sobre todo el ver que se bau mani
festado principios que en mi opinión, si se dejaran correr del modo
que se han vertido, perjudicarían mucho ,nuestra.s instituciones. Esta
es la razón por qué depopgo mi justo temor , y voy, á pesar de mi
pequenez , á procurar, si puedo , conseguir el objeto que me pro
ponga, i ; . t „■ , r¡ '. :
Téngase , sin embargo , presente que me hallo en la precisión de
dar algunas ideas relativas al estado de credulidad que se puede dar
á mi opinión. Tengo en la sociedad afecciones particulares. , pero
afecciones que no tendrán nunca ninguna^ .relación, cou fodp aquello
S.—TOMO I.
125
que pueda hacer el bien ó el mal de mi patria. Yo no tengo amigos
cuando estos pueden dar un paso contrario al bien de mi país, y
esta es la razón por qué debo manifestar que estoy fuera de todo com
promiso, y mucho mas con el Gobierno. He llegado al colmo de mi
carrera por una rigorosa antigüedad , y de ella nadie me puede qui
tar; no puedo ambicionar mas , y esta es la razón por qué me pre
sento con mi carácter de independencia cual ninguno.
La cuestión que nos ocupa es la de dar cumplimiento al nrt. 57
de la Constitución que dice (le lee). Es decir, que todos los que uos
dividimos en esta cuestión no tenemos mas que una opinión constitu
cional. Hago presente esto para que se entienda que á esa división no
se le debe llamar partido. Nos dividimos en este pequeño accidente,
pero no es una división de aquellas que han hecho desgraciada nues
tra patria; mil y mil divisiones ha habido, y están causando aun
nuestra ruina directa ó indirectamente ; pero esta es una división
constitucional. en la que todos estamos unidos aunque con ese peque
ño accidente de uno,- tres ó cinco. Esto es menester decirlo para que
lo oiga y sepa la Europa entera , porque rstoy leyendo todos los días
los periódicos extrangeros, entre ellos la Revista Jiritánica y la Me-
vista de ambos Mundos , y estoy viendo allí que los enemigos de* esta
desgraciada nación se están cebando en nuestra división , como ale
grándose, como previendo que aqui hay un mal que va á dividir á
los liberales. Estoy seguro que no sucederá asi á su pesar , porque
desde el momento en que hayamos quedado conformes en este peque
ño accidente, todos los liberales nos abrazaremos y marcharemos uni
dos á la felicidad de la patria, que bien lo necesita.
Voy á ver si me hago cargo, aunque de un modo pasagero, do
algunos de los principios que se han vertido en esta importante cues
tión. Dejo, por supuesto, á un lado la historia, porque, como ha
manifestado con mucha oportunidad el Sr. Ministro de Gracia y
Justicia , la historia es de muchos siglos, de muchas épocas, de di
ferentes circunstancias ; y no siendo estas acomodadas al estado pre
sente , no sirve mas que para aumentar la confusión. Nada , pues,
de historia , porque nuestras circunstancias son particulares , y aquí
llamo yo la atención sobre aquel célebre principio distingue témpora
et concordaba jura. Ya este es un principio legal de eterna verdad,
fundado en el cual digo que no voy á ocuparme de hechos pasados,
sino de la época presente , y aun de esta asi como de paso de las Re
gencias que hubo durante la guerra de la independencia , sobre lo
que se ha dicho mucho , pero no se ha dicho lo principal.
En aquella época me atrevo á arriesgar hasta la proposición de que
si no hubiera habido Regencia la nación hubiese marchado por sí
misma; asi es que la Regencia estaba circunscrita al pequeño circulo
de Cádiz y la Isla , y las provincias marchaban por un impulso par»
ticular. Esta es la razón por qué aquellas Regencias, fuesen de uno,
fuesen de tres, ó de cinco, para mi hubiera sido absolutamente lo
mismo. Por tanto no admito para la comparación ni aun esa Regen
cia de época contemporánea.
Nos dijo ayer el Sr. Heros en su elocuente discurso que, suponién
dose el caso de un Regenté , era preciso señalarle un sueldo decente,
pero pequeño, un sueldo que no tuviese ninguna comparación con el
de un Rey , á fin de que los pueblos tengan1 un Gobierno barato, por
que de otro modo pudiera resultar el grave daño de que los pueblos
desechasen el Gobierno de los Reyes y se inclinasen á la República.
Ese era un peligro , un monte que S. S. se puso delante, y que mira
do á primera vista parece que quiere decir algo, pero que para mí
nada significa. Ese Regente, mirándolo bien, establecería ese Go
bierno que nos ¿"aria todas esas ventajas de un modo mas barato, á
ion marché como dijo S. S. ¿Pero la nación española mantiene acaso
la Monarquía moderada constitucional , está decidida por ella por lo
barato, por la pequeñez del dinero? Muy al contrario: la nación es
pañola desprecia esa meaquindad de intereses, que repartida entre la
masa general de los pueblos significa bien poco comparada con los
inmensos beneficios que la reporta. . . .. .. ■
Cabalmente estamos en uu caso en que podemos hacer compara
ciones, porque me parece que con el Gobierno; que tenemos nos ha
llamos en una verdadera República, con la diferencia de que tiene
todos los bienes y ninguno de los males del Gobierno republicano.
Nosotros tenemos un Gobierno casi por el mismo estilo que el de los
Estados-Unidos, esa república que precisamente se puede citar como
modelo de los Gobiernos republicanos': tenemos dos Cámaras , dos
Cuerpos calegisladores , en los cuales se discuten las leyes con abso
luta- libertad é independencia ; leyes que después de discutidas se lle->
van á la sanción Real , como en la República de los Estados Unidos,
aunque esta sanción no es Real, sino del Presidente; es decir, un
gobernante á quien se da el nombre de Presidente. Cada vez que esto
Presidente ó Rey periódico tiene que variarse , peligra el orden pú
blico; y solo allá , en aquel pais donde los hombres son mas fríos
qué nosotros, puede ser ese movimiento de poca consideración , por
que aquellos habitantes tienen la sangre mas fria que nosotros; asi
es que en la república de las que antes fueron nuestras colonias,
como tienen nuestra sangre, á cada variación de Presidente hay guer
ras civiles, promovidas de todos los que aspiran á tan alta dignidad,
resultando de aqui. que se encuentran en una absoluta miseria, y
que el pais del oro y de la plata tiene que mendigarlo á los extran
geros con repetidos empréstitos, ¿Y esto por qué? Porque quieren un
Gobierno barato. i • i'
Ya. le ve lo que les cuesta ese Rey barato: ahí .está la economía;
56
 m
por ahí podemos convencernos de que esa baratura nos costaría mu
cho mas y nos reduciría tal Tez al último de una servidumbre ma
yor que la de la desgraciada Polonia, que ha sufrido la ley de las
demás naciones que se han dignado tomar un pedazo de ella. ¡ Quiera
Dios que no nos suceda una desgracia semejante porque no sepamos
tener el juicio necesario para gobernarnos en esta ocasión que es de
vida ó muerte! Pocas veces se proporcionará un caso como el pré
senle para establecerse de un modo sólido : estamos en el caso de con
solidar esa libertad ; y cuidado que tenemos poco mas de tres años y
medio de tiempo , y si perdemos esa oportunidad no sé yo cómo nos
irá después; porque con todas estas diticultades que se encuentran
ahora para un Regente único nos encontraremos después con un
solo Rey , probablemente extraogero, y aun cuando por la Consti
tución él no tiene que mandar , ya sabemos* lo que influye el marido
en el ánimo de la muger. De consiguiente ese pequeño Rey, ese Rey
extranjero ha de Teñirnos á mandar y á dar órdenes después de tan
tas dificultades como se encuentran ahora para un Regente único.
.Estamos por tanto en el caso de pensar con mucho juicio: hato eit
hora; si no la aprovechamos ¡desgraciada España ! Por consecuencia
esa baratura ni la creo ni la admito.
* Otra idea vertió el Sr. Heros, y sentó principios que á la ver
dad de cualquiera hubiera esperado menos que de este veterano de
la libertad. Ños dijo que él tendria mucha mas confianza si se con
servase en el trono un vástago Real. Esta es una inconsecuencia en
Tan liberal como el Sr. Heros. Repetidisimos son los ejemplos, ya que
se ha querido recurrir á la historia , de Regentes de estirpe Real
que han asesinado ó quitado de enmedio á los menores y se han co
locado ellos en su lugar. El individuo de estirpe Real no tiene mas
que un paso que dar para subir al trono; pero un particular, un
hombre del pueblo , que sabe que todos le serian contrarios , en el
momento que se atreviese á ejecutar un proyecto semejante, á quien
declararían la guerra, no solo los portidos nacionales, sino aun las
naciones extrangeras, ¿cómo habia de dar ese paso? ¿ Qué se hizo
contra Napoleón? No fue vencido al principio porqueera el gefe de
una nación fuerte; pero con el tiempo tuvo que sucumbir bajo el
poder de los Monarcas de Europa que no pudieron sufrir que estu
viera sentado en el trono un individuo del pueblo, y vino a acabar
sus dias en la isla de Santa Elena.
Este será el fin de cualquier individuo del pueblo que se atreva
á imitar el ejemplo de Icaro: caerá precipitado mas tarde ó mas tem
prano. Asi que de ninguna manera acepto el caso en cuestión, á no
ser que se propusiese para Regente algún individuo de la dinastía rei
nante, cosa que yo creo está bien distante del ánimo de los Sres. Se
cadores.
El Sr. Martínez de Vela seo, queriendo probar la necesidad de que
haya tres Regentes , nos dijo que considerásemos al Estado como una
máquina complicada y difícil de manejar por uno solo: doy gracias
'• S. S. por haber proporcionado una analogía que tal vez á mi no se
rae hubiera ocurrido y que para mi viene muy á cuento á la cues
tión. ¿Qué es una máquina? Es una reunión de potencias de difícil
combinación que giran unas sobre un ege, otras sobre tres, otras so
bre varios , y cuyos movimientos vienen á pasar á un centro común
en el cual se reúne la fuerza. Esta fuerza es movida por el que mueve
la máquina, esto es, por un solo brazo, porque si no no sena máqui
na. Vea el Sr- Martínez de Velasco las de todas las fábricas, y se con
vencerá de esta verdad.
Si á la máquina la mueven cuatro ó seis personas y cada una la da
distinto movimiento, ¿cuál será el resultado ? Que la máquina se
trastornará y tendrá que volver al que la construyó para que pueda
volver á tener el movimiento arreglado al uso á que está destinada.
Vea , pues , el Sr. Martínez de Velasco cómo el ejemplo de la má
quina sirve cabalmente para mi objeto. Y no necesita el que mueve
la máquina tener grandes conocimientos: solo necesita saber cómo se
mueve y la dirección que la ha dedar ; ni siquiera necesita conoci
mientos de mecánica ; un simple operador la sabrá aplicar á los usos*
para que está destinada , y hacerla producir los erectos que se propu
so el fabricante. Convengo en que la máquina del Estado es compli
cada , pero para esto tiene distintas ruedas; tiene autorídadea loca
les , tiene autoridades de distritos ó cabezas de partido, autoridades
de provincia; todas estas ruedas vienen á parar como á su ege cada
una á su respectivo Ministerio , y estos eges se reconcentran en un
centro común que es la Regencia , que es esa mano que ha de mover
la máquina , que para moverla con felicidad tiene trazadas todas la*
reglas que necesita , y que no puede faltará ellas sin faltar á su
propia existencia , porque este es el órden con que está establecida
la máquina del Estado. Por estas razones creo yo que esta máquina
no puede ser dirigida por muchas manos, sino por una sola, y que
esta no necesita tener otros conocimientos que los indispensables para
manejarla.
El Sr. Martínez de Velasco nos puso un ejemplo que ha sido
también repetido por algún otro (no me acuerdo si fue el Sr. La
saña). Nos preguntó qué haríamos si el Regente , siendo único, se
imposibilitase ó fuese á la guerra caso de ser militar. A eso ya me
ha prevenido en gran parte el Sr. Ministro de Gracia y Justicia:
para esto hay un Gobierno que la Constitución ha designado como
Gobierno provisional siempre que el Rey no pueda ejercer sus fun
ciones. Señor, que enferma el Regente: si la enfermedad es grave;
t>i la enfermedad es de mucha consideración; si la enfermedad es pe
ligrosa, estamos en el caso que previene la Constitución en ra arti
culo 57: el Gobierno sabe que se halla en el caso de convocar Górtes
extraordinarias, y decir: no tenemos Regente porque está imposibi
litado, nombren Vds. otro. Lo que digo de esta primera parte lo
digo también de la segunda : si el Regente único tuviese que ir á la
guerra , que no será tampoco una cosa muy repetida , sino en un
caso muy extraordinario, y se hallase imposibilitado de continuar
dirigiendo los Aegocios del Estado, estaríamos en el baso que previe
ne el art. 67 de la Constitución , ó en el de que el Ministerio siguie
se gobernando provisionalmente mientras que el Regente desempe
ñaba en la guerra el cargo extraordinario de salvar la nación. No
encuentro, pues, dificultad en este caso; al menos á mi no me hace
fuerza ese argumento. .
Dijo ademas el Sr. Martínez de Velasco que quería que ta- re
uniese una Regencia de tres hombres para que discutiesen los nego
cios de Estado; y aquí es donde yo quiero llamar la atención de los
señores que me escuchan. ¿Qué Gobierno será este , señoTes? Un Go
bierno monstruo i me explicaré. Un asunto cualquiera , de cualquier
naturaleza que sea , tiene que pasar por la discusión de los Cuerpos
colegisladores, ouyas fórmulas son por necesidad lentas; llega después
al Gobierno, y los Ministros han de tener consejo para discutir sobre
este asunto; después de la discusión ministerial pasa á la Regencia:
¿y ha de sufrir nueva discusión? Señores, esta nueva discusión en
tre tres ¿no se conoce que habia de formar un Gobierno mas pesado
que el plomo? Si aun ahora nos hallamos cada día en cualquier ne
gocio con dífiealtades con la marcha que seguimos, marcha muy
prudente, muy justa, pero que nadie me negará que es bastante
lenta, ¿qué sucederá con los asuntos urgentes que exigen prontitud
y la energía de acción que no pueden tener tres cuando han de dis-
outir? ¿No será este un Gobierno monstruo? ¿No será este un Go
bierno que á pesar de las: buenas intenciones de los mismos que le
compongan conducirá á la nación á su ruina en circunstancias tan
extraordinarias como esta? Porque si tratásemos de un estado nor
mal; si la nación marchara sin obstáculo ningnno , entonces estaría
mos conformes con esa nueva discusión que quiere el Sr. Martínez de
Velasco para establecer la Regencia ; pero es un estado de apuro el
en que nos encontramos i no estamos en paz; es una paz armada la
que tenemos; paz que para conservarla necesitamos mantener un
ejército numeroso; y á pesar de esto la guerra.nos amaga por muchas
partes, de algunas de las cuales saben todos los señores que me escu
chan que nos ha venido una guerra mil veces mas temible que to
das las guerras del mundo. Esta es la que debemos temer y la qqe
nos amenaza , y para la cual necesitamos
acción. ■ ■ toda■■«■■
la fuerza posible de
El Sr. Abargues dijo, condoliéndose, que si la Reina María
Cristina hubiera estado sola en el Gobierno , que si hubiera teni
do Corregentes, no hubieran caido sobre nosotros los males que
han sobrevenido. Yo explico esto enteramente de distinto modo.
Mientras la Reina Cristina , cuidado que no quiero decir ninguna
expresión que ataque en lo mas mínimo la buena memoria de esa
augusta Reina, la respeto y aprecio como el primero 'ella nos ha
dado muchos bienes, y nos ha puesto en el camino de la libertad:
bajo esta base entiéndase que no pienso atacar su buena memoria.
La Reina Gobernadora , mientras fue sota , mientras marchó cons1-
titucionalmente como Regente única , mientras no hrzó mas que
marchar por la iniciativa de los Cueros colegisladore», lo hacía á
satisfacción délos españoles, era su ídolo; pero desde el momento
que se formó otro poder, que no tengo inconveniente en decirlo,
porque está reconocida por todo el mundo la camarilla que la daba
consejos, aunque la pariedad es algo disimil, la hay 'en la esencia,
desde aquel momento , digo , que esa respetable Señora se apartó de
las reglas constitucionales, llevada de lós consejos de aquellas perso
nas, desde aquel momento empezó á decaer el entusiasmo en su fa
vor; desde aquel momento en mi opinión se desprecióla opinión pú
blica , las mayorías de los Coerpos colegisladore», y rlerón los espa
ñoles que no habia mas medio de salvación que recurrir á una re
volución como la del i? de Setiembre, que viene mas lejos de- lo que
parece. '"
As! que, el caso en cuestión lo veo yo de distinto modo que S. S.:
oreo que si hubiese seguido aquella respetable Señora sola y única
en la Regencia con la medianía de los Cuerpos ' colegisladore», y
oyendo el parecer de sus Ministros, estoy seguro que estaría todavía
entre nosotros, y no hubiera habido las desgracias ni las divisiones
que se ban fomentado por aquella causa. ' "
El Sr. Valdés, para probarnos también- la'necesídad de la Regen
cia, múltiple, se fundó casi en los mismos principios del Sr. Veltt»-
co: es decir, que para superar las grandes dificultades que impi
dieran la marcha de los negocios del Estado creia de necesidad que
se reuniesen tres hombres sabios en la Regencia, y que no creia á
un hombre solo capaz de desempeñar ese alto cargo. Yo pienso todo
lo contrario: creo que la reunión de tres sabios produciría los males
qué he dicho. Tres sábios en discusiones eternas harían eterna la
marcha de aquel Gobierno. De consiguiente está contestada esta
idea en mi opinión por las que he vertido anteriormente: es má
quina que mueve mejor un hombre solo con saber únicamente la
- marcha de ella sin necesidad de sabiduría , porque es preciso que no
olvidemos aqnella máxima de tot homints, tot sententice, es decir,
que tantos cuantos spn lo) hombres , tantos pareceres tienen , y como

es muy difícil que se reúnan tres hombres de una misma opinión,
resultará que cada uno ha de querer sostener la suya con mas ó
menos calor.
Aun hay mas: puede suceder que en una cuestión dos han reuní»
do mayoría y uno de ellos ha venido á quedar solo ; ¿y esta tercera
persona cuyo voto haya sido desechado por la mayoría querrá con
tinuar en esa Regencia ? ¿Querrá hacer ese papel tan neutro? ¿Quer
rá cargar con los efectos de aquella disposición ? Yo creo que cual
quiera que fuese no admitiria esa responsabilidad, aunque se diga
que la responsabilidad no existe, que no es mas que responsabilidad
moral ; pero la responsabilidad ante Dios y ante la opinión pública
no se la quita nadie por mas que se diga que son inviolables y no
tienen que responder ante las leyes. ¿Y ese hombre, que conocerá que
con aquella resolución se puede hacer undaño á su patria, cargará con
esa responsabilidad ? No , señores; esa Regencia tiene que dar ma
los resultados , porque todos los dias tendrá que haber esa falta de
uniformidad en la marcha, pues ya he dicho que tót /tomines tot sen-
tentlar , y entre tres es muy difícil reunir dos voluntades.
Se me olvidaba una idea que creo se le escapó al Sr. Abarguesenel
calor de la improvisación que me parece gratuita. Dice S. S. que los
legisladores de las Cortes de 37 infringieron la Constitución del
año 12 por haber consignado en el art. 57 uno , tres y cinco.
El Sr. ABARGUES: Eso ej una equivocación.'
El Sr. CODORNiU: Le hago á S. S. la justicia de creer que fue
una equivocación. Yo be tratado solo de salvar la buena memoria de
los que formaron la Constitución de 837. Estos conocieron que podia
haber oportunidad- para que fueran uno , tres ó einco ; que podia
haber casos no previstos en la Constitución del año 12 que pertenece
á la historia, qoe es cosa pasada, vieja ¿ aunque muy apreeiable;
peto' los legisladores del año 12 no rieron lo que nosotros ; no vieron
esa marcha progresiva que nos ha hecho ver que precisamente podia
bibrr las circunstancias de la conveniencia'de un Regente. Yo pres
cindo de si tuvieron la opinión de establecer ano con el objeto deque
lo fuese la Reina Cristina , pbrque eso" no hace al caso; ¿ pero había
esa Oportunidad ? Yo creo que esa oportunidad podía respetarse. Sa
lió bien ó mal: eso tampoco es del caso, porque asi como hay Reyes
buenos hay Reyes malos ; pero esto no destruye los principios, por
que hay de todo, bueno y malo: un caso extraordinario malo de
ningún modo autoriza, para decir que los que se refieren á aquel han
de ser malos.
El Sr. Campuzano ereeque nuestra libertad estará asegurada mas
con tres Regentes que con uno: esta es la opinión particular de S. S.
Yo con. la franqueza que me es característica debo decir lo mismo
que el Sr. Ministro ("e Gracia y Justicia ha dicho: debo decir que
ban variado las circunstancias en esta época; he estudiado mas, me
he visto en peligros, y he concebido que mejor puede defender la
libertad un solo Regente con la ley en la mano que tres con la
misma ley (porque ya he dicho que no quiero atacar á ninguna per
sona ): todas las que se designan las creo muy dignas de ocupar ese
lugar; en España sobran hombres para esto: creo que cualquiera de
esos individuos puesto en lugar de Regente único seria muy capaz
de defender la libertad, pero tres no, porque no podrán contrares-
tar las fuerzas dé los enemigos, porque les faltan los elementos
par» poner en movimiento la máquina del Estado.
Por el mismo Sr. Campuzano se hizo alguna alusión relativa á
que necesitamos cdósérvar el prestigio de un hombre, de una espada
que ba sabido defendernos, ayudarnos á defender la libertad é inde
pendencia de la patria; que esta espada puede venir á ser mendiga
da por lá Inglaterra, por lá Francia y por otras circunstancias
que pueden ser ventajosas á la causa de la nación; y aqui llamo la
atención del Senado. ¡Ojalá que estemos en el caso de que esa espa
da pueda sernos útil; pero cuidado que con alguna imprudencia co
metida la hagamos perder el prestigio que se cree necesita para de
fender A la nación como la ha defendido hasta el presente!
El Sr. Lasaña francamente concedió , no sé si al Sr. Tarrius, que
es mas activo el Gobierno de uno que el de tres. Yo le agradezco esta
Concesión , que es muy generosa y propia de su carácter franco; pero
por es ta 'misma razón me apoyo yo en mi opinión, porque para
estas circunstancias necesitamos un Gobierno activo por las causas
que se han dicho, porque no estamos en un estado normal, y por eso
necesitamos actividad; y cuidado que no se confunda con el Gobier
no tiránico, como S. S. ha dicho, no : es preciso que tenga la espada
en una mano y la Constitución en otra; y desde el momento en que
faitea' esas condiciones ya no es Gobierno, no es lino un tirano
que no puede estar entre nosotros: la nación ha manifestado que no
los quiere; y ninguno por mas prestigio que tenga tiene la fuerza
necesaria para convertirse en tirano, para mandar sin Constitución,
rio leyesvy sin Cuerpos colegisladores , porque desde el momento
que dieran nn paso semejante firmaban su sentencia de muerte. La'
nación- en su posición conoce su necesidad, y nadie es capaz de qui
tarla lá libertad. Los mismos elementos con que se contara para esa
tiranía acabarían con ella; por esa razón no tengo ningún temor, y
este Gobierno activo lo será al lado de la Constitución, porque yo creo
que con esta llamada paz tenemos tantos ó mas peligros que cuan
do teníamos un ejército enemigo que combatir con 80,000 bayo
netas.
Nos concedió también S. S. que era regular que hubiese tres ca
marillas habiendo tres Regentes , y que en esas tres camarillas se de-
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gollarian unos á otros. Si los efectos de este caso so limitasen solo á
las camarillas, tiene muchísima razón.
Pero cada camarilla tiene un partido con amigos, y esa degolla
ción de que se nos ha hablaba ayer no se limitarla al palacio ni i sus
alrededores, sino que se extendería á los- partidarios de ésas camari
llas. Yo no las miro por los individuos que 'las componen , sino por
los que las sostienen; y esa es la raxon por que no creo insignificante
que haya tres: no las quiero, ni aun una. Ni puede haberla en un
Gobierno constitucional. Habrá un consejero ó dos due adulen al que
está en la Regencia; pero esa adulación ha de estrellarse en Tol Mi
nistros, que le dirán al Regente i "Usted no puede hacer eso; es con
trario á la Constitución." Un efecto asi podría producir una cama
rilla, qoe seria mucho mayor siendo tres los Regentes, pué» produci
ría una confusión general que precisamente estamos en el oaso de evi
tar antes que pueda llegar á verificarse.
Dijo el Sr. Lasaña que entre nosotros hay muchos que tienen
virtudes y patriotismo. Efectivamente, reconozco que hay muchos;
pero digo que si la Regencia se compone de tres, aunque fueran án
geles, no serian buenos; y atendidas las divisiones que hay hoy, y
á las amenazas de guerra, esos tres, hombres sé habían de estrellar
unos con otros, y la nación seria ht qué perdería en esto.-
Se ha hecho una increpación al Gobierno diciendo qué había
faltado á su esencia por su docilidad en haber contestarlo al llama
miento del Sr. Infante. Yo miro las cosas de distinto modo: yo dbjf
las gracias al Gobierno por haber sido tan explícito. El es él que co
noce los peligros que hay, porque tiene todos los antecedentes nece
sarios , y una- palabra que nos diga puede inducirnos á dar nuestro
voto eU materia tan importante del modo mas conforme con el bien
de la nación, evitándonos tal vez que labremos su ruina. Yo creo
que los que opinan por la Regencia trina tienen tan buena fé como
los que opinamos por la única: por eso creo que el Gobierno cum
plió con un deber sagrado y ha hecho uno de los mejores servicios a*
la nación con esa explicación franca.
Se ha hablado de que no estamos en un lecho de rosas; que esta
mos amenazados de males graves. Bastante se ha dicho ya sobre esto,
y no quiero molestar al Senado. '
También ba contestado el S». Ministro de Gracia y Justicia con
mucha oportunidad que esa especie de poder que ha de tener la
Regencia ba de ser peligroso para en los caseva de remover Ministros,
de disolver Córtes &c. &c Esas dificultades debieron tenerse á la vis*
ta al formar la Constitución, al consignar las facultades de la Re
gencia. Esta tiene las mismas que el Rey ; lo mismo puede 'hacer el
Regente, con la dlferendia de qúe si el Regente faltase á las condi
ciones parlamentarias se le podría destituir con mucha facilidad,
porque no tiene el prestigio de un Rey. Un Rey puede faltar á esas
condiciones casi impunemente , pero un particular no. Usará de sus
facultades, pero lo hará cbn arreglo á la Constitución. Disolverá las
Córtes , sí, pero á los tres meses tiene que reunir otras, y la nación
juzgara si aquel acto fue ó no acertado; pero sobre toda la responsa
bilidad no es suya, es de los Ministros, y ante la nación tienen que
sincerarse de esa resolución y de cualquiera otra que pueda influir
en la suerte de la nación. .
Hasta aqui me he hecho cargo de algunas de las ideas que se han
emitido en el Senado ; pero no puedo menos de pedir al . mismo me
dispense su indulgencia, pues voy á hacerme cargo de algunas de las
ideas que he oido fuera de este lugar, y que me parece que también
vienen al caso por la obligación en que cada uno estamos de ilustrar
la materia para que el voto sea'el qué conviene y se necesita para el
bien de la nación. Yo creo esto porque soy también amigo de la pro
paganda , y nada tiene de particular el que queramos que otros hom
bres opinen como nosotros cuando creemos que nuestra opinión es la
mas favorable al país, pues lejos de ser esto malo, es una virtud:
otra cosa seria un egoísmo. En éste punto alabo á mi amigo el señor
Seoaríé1 porque dijo que tenia estas mismas ideas.
Se ha dicho en las provincias, y he oído á alguno* Diputados que
ellos opinariarj 'ó darían su voto á la Regencia trina porque sus
provincias les hablan impuesto esa obligación. Yo tengo la satisfac
ción de pertenecer á nna provincia que ba sido mas generosa conmi
go; de lo contrarío ; puede estar segura que le hubiera dicho que no
admitid un cargo respecto del cuaTse me imponían condiciones que
podrían causar males á mi patria. Por supuesto que esto falsearía el
sistema representativo; porque sí lasprovincias pudieran imponer esas
condiciones á sus representantes, ¿ qué seria del sistema de Goblexúo,
que nos rige? ¿A qué estas discusiones? ¿A qué calentarnos la cabeza
con discurrir ? "Reúnanse aqui los Diputados y Senadores, y den su
voto asi:" ¿ Es esto constitucional ? Yo no lo concibo. El represen»
tante que viene aqui , por mas que se le diga por-die» ó doce electo
res otra cosa , viene á votar aquello que cree necesario para el bien
déla nación, y aun cuando algunos electores hayan dado este precepto,
nunca puede ser mas que condicionable. La nación no puede suici
darse nunca , como no puede suicidarse un individuo. ¿ Cómo es po
sible que se le dijese á unos Diputados : " á pesar de lo que suceda,
sea lo que quiera , á todo trance, aunque se arruine la nación, quie
ro yo que hagáis esto ó lo otro. ¿Puede esto ser asi ? No , imposible.
Asi , pues , ese compromiso no existe de hecho.
Mas digo : sí por casualidad en una cuestión de esta naturaleza,
dispuesta y mandada por las provincias , diese un resultado de gra
ves consecuencias para la nación , ¿ les parece á esos Diputados que
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se descargarían de.la responsabilidad que pesaria sobre ellos por este
hecho? No señor; las provincias dirían: "yo os di esas instrucciones
con la condición de que habíais de hacer el bien y la felicidad de la
patria." Desde las provincias no, ven los peligrqs que vemos los que
estamos aquí, y aun de los que estamos aqui no todos los ven. Pues
bien : uo viendo esto las provincias, el voto que dieron hace dos me
ses no puede tener valor ahora. He visto declaraciones formales que
vienen de las provincias ',• y algunos Sres. Senadores las tienen donde
ya no se ve esa condición expresa. Dicen: "cuando dimos á Vds. el
poder con la condición tal, era bajo el supuesto A; pero una vez que
el supuesto A no existe, les dejamos á Vds. en libertad para- que voteu
como mas conveniente sea al país." ¿ Dónde está si no esa opinión
general que se dice tantas veces manifestada ? ¿Dónde las represen
taciones de los pueblos, délos ayuntamientos, de las diputaciones
provinciales? ¿ Pues cómo se conoce esa opinión general ? ¿Por qué
dos ó tres periódicos lo han dicho? Pues otros tantos han dicho lo
contrario. Si lo dijeraq todos, entonces tal vez podría llamarse opi
nión general. Pero cuando no hay esto; cuando las provincias esperan
con calma la resolución de las Cortes, yo creo que puede decirse que
si la opinión general hace dos. meses estaba por la Regencia trina, hoy
la opinión general está por la, única. Estoy convencido que lo mismo
que me ha sucedido á mi le ha sucedido á las provincias. n-
Esta es la razón por qué yo creo que las circunstancias actuales,
ahora, en la actualidad , reclaman un Gobierno enérgico , fuerte ; un
Gobierno que con la Constitución en una mano y la espada en la otra
tenga la fuerza necesaria para librarnos de tantos enemigos, como te
nemos., unos enmascarados y oíros bien patentes , que amenazan
nuestra libertad y nuestras instituciones. Este Gobierno creo que
Íiuede existir solo , en. una sola persona , y creo que solo producirían
os daños que yo quisiera evitar al pais. Ño se crea por esto que estoy
en ideas de oposición.; en los demás principios estoy acorde con los que
en esta cuestión por pensar de distinto modo , y desde el momento
que resolviesen las Cortes otra cosa que la que yo deseo, yo seria el
primero que cedería y ayudaría á la marcha de esa Regencia lo mis
mo de uno que de tres.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Santos): Pido que se pregunte sí está
el punta discutido, . -y ^
EX Sr. PRESIDENTE: Varios señores tienen pedida la palaiira
para rectificar hechos, y después se hará esa pregunta.
El Sr, MARTINEZ DE VELASCO: Yo doy las gracias al señor
Códorniu por la manera decorosa con que ha respondido á las razones
expuestas por mí en la primera sesión en que se trató de este asunto
manifestando las ventajas de la Regencia trina ; pero sea por mi falta
ó por, otra causa , el Sr. Codorniu.no ha tenido la ventaja de persua
dirme áe que mis ideas fueran equivocadas. Yo dije, y el Sr. Códor
niu adoptó mi idea, que la administración del Estado es una má
quina implicada no fácil de ser manejada , y que pide cierto grado
de fuerza que no todos tienen- Se sabe que esta máquina es una má
quina moral, cuyos resortes no tienen ejes tan fijos como las físicas; y
el Sr. Códorniu nara contradecir y debilitar la fuerza que pudiera
lia be,r en esta mi idea, ha querido decir: "máquinas físicas hay cuyos
resortes están combinados hábilmente para darles movimiento, y cual
quier brazo , cualquiera persona , cualquier mano basta para daría
movimiento." Ya manifesté yo que no tpdo brazo basta para dar mo
vimiento á la máquina física ; pero conozcamos la diferencia de esta
á una máquina moral, y que en. la máquina moral no es tan fácil el
movimiento, y es preciso que la persona que la mueva tenga conoci
miento de los resortes morales c¿ue Uevan aj fiu qúe se propone el
autor de la máquina, .. . .
De otra manera , señores, si es ton hacedero, si ea tan fácil, ¿por
qué nos detenemos tanto en el jiomhramie^ito, de. )a Regen9¿a, / S»
cualquiera basta para dar movimiento; ai .cualquiera brazo £s;isuiir
cíente, ¿por qué tanta inquietud sobre la persona ó personas. q.ue ha
yan de estar á la cabeza de la administración? Un estúpido,, un im
bécil que mueva el brazo,y su fuerza bastará. Creo que, esta idea no
podrá ser adoptada. por el Sr. Códorniu; y asi c<?m° qujerq ser breve,
me contento con decir que estoy bien . jae^suadido que para el bien
del Estado esta nación tiene necesidad del patriotismo , de los cono
cimientos, de las virtudes de |Ia persona ó personas á quienes la na
ción confie su administración ; y tiene necesidad ademas de otras fa
cultades morales que las que necesita, un muchacho, que con solo la
corta fuerza de su brazo da impulso á una. máquina.. Estás compa
raciones , pues, no son aplicable! sino bajo cierto aspecto ; porque
hallando de la máquina física y nipral.^invgae, puede dejar de cono
cer la gran diferencia que hay entre una y. otrp,,,, ' 'Til* I
El Sr. Códorniu no ve un incüiivcuiéiiiu.qjje. hay en la unidad de
Regente, porque podrá muy bien sucedeij.q^e.estje jtjenga á csíar.eu-
ferino ; y, durante los días de su enfermedad ¿,q'ué. vendrá á ser ,de Ja.
nación? ¿ Quién administrará el Estado? ¿Quién podra' ocuparse. sin
cesarde los. medios de promover la industria yde los medios de. qui
tarle las trabas, de mover los resortes y la afttiHdad del espíritu hu-
mano T^Quién cuidará de las relaciones morales que deben., estre
charse y( extenderse, de provincia á provincia ? Señores, se dice,'cual-.
quiera pifóla ""üeya. basta; y según. es^un imbécil, íepU'p , un
hombre que no sepa leer ni escribir, ¿bastará esto?. No seijot <yo
no: el Sr. Códorniu está bien convencido de que e^la observación que
yo hago es hasi.inte justa.
??5?-sT 'Códorniu , después de la indicación, becJoa-,|jor e^se/jor
Ministro de Gracia y Justicia , ha dicho: ¿qué se gana con tres? Si
uno está enfermo, los otros dos no pueden hacer nada. Vo no en
tendí esta idea, es nueva; yo sé bien que en una Regencia que se
compone de tres, upo de estos cae enfermo , y después del reconoci
miento de su estado por lus físicos que son llamados para informar
de la naturaleza de la enfermedad , si alegan que es crónica c incu
rable , se procede al nombramiento de otro; pero decirme á mi que
si la Regencia se compone de un individuo , porque este esté tres se
manas, ó un mes, ó mes y medio enfrruio ¿ ha de nombrarse otro?
Yo no he entendido asi esta idea jamás.. En enfermedades crónicas
debe, si, ser sustituido, puesto que siendo incurables no está, en ap
titud moral para desempeñar su encargo; pero poique una enferme
dad le dure 15 dia« , un mes ó mes y medio ¿se La de proceder al
nombramiento de otro? Repito que jamás habia comprendido esto.
¿Y quién duda que durante un mes es una desgracia para la nación
no tener á su cabeza el gefe que la dirige? ¿Quién duda que es un
perjuicio y un inconveniente ? Es(o basta para persuadir y conven
cer la rázon en la preferencia de que la Regencia sea compuesta
de fres.
Después dije yo también en mi discurso que la administración
pública de un Estado exige sabiduría , exámen de materias políticas,
y que un hombre no puede tener conocimientos universales, aunque
puede muy bien ser persona muy versada en el comercio ó ciencias
abstractas , pero puede ignorar otros conocimientos uo menos necesa
rios para promover la administración de los pueblos, y para eso con
vendría que fueran tres... \ <
El Sr. LA-HERA : Pido que se lea el art. 82 del reglamento.
• Se leyó."
El Sr. PRESIDENTE : Es pues á la mesa á quien se ha diri
gido el Sr. Senador que ha pedido la lectura de ese articulo del re
glamento ; y debo decir á S. S. que la cuestión en que el Senado está
empeñado es extraordinaria , por decirlo asi , y en ella el reglamento
no se ha observado muy estrictamente como sabe bien el Senado; esto
por una parte, y por otra parece que el Senado en la presente legisla
tura da mas amplitud á las discusionés. Asi, si el Sr. Senador que tiene
la palabra para rectificar' hechos se extravía un poco de la cuestión,
la mesa cree que debía haber cierta tolerancia en consideración á la
importancia de la materia que se discute: tenga V. S. la bondad, se
ñor Secretario , de preguntar al Senado si continuará el Sr. Martí
nez de Velasco en el uso de la palabra.
El Sr. marqués de GUADALCAZAR: Pido la palabra sobre esa
pregunta. .
El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.
El Sr. marqués <le GUADALCAZAR: El Senado no puede dero
gar elreglainento: el reglamento está abi (señalando á la mesa de la
presideneia) para dirigirnos: para derogarle es menester que se haga
otro y que se sigan los trámites que se impongan. Esta es una discu
sión como otra cualquiera; el reglamento es la ley del Senado; el Se
nado está sometido á él y debe observarse estrictamente.
El Sr. PRESIDENTE: Si el Sr, marqués hubiera estado desde
un principio en esta discusión hubiera visto que en obsequio de la
mayor libertad para que los Sres. Senadores usaran de la palabra, el
reglamento no se ha cumplido muy estrictamente; pero el Sr. mar
qués no estaba presente cuando se empezó á tratar de esta importante
materia. ., .
El,Sr. marqués de GUADALCAZAR: Yo>o tengo noticia de
que el Senado haya derogado el reglamento, ni hay» tomado dispo
sición alguna para que no se observe. Siempre que el Senado haya
acordado que el reglamento no se siga en esta discusión , entonces
tendrá lugar la observarían del Sr. Presidente.
El Sr. PRESIDENTE: Ya he dicho al Sr. marqués que el regla
mento no se ha observado estrictamente en esta discusión por su
misma importancia. Pregunte V. S., Sr. Secretario.
El Sr. Secretario CARRASCO: Yo me opongo á esa pregunta j
se ha dado toda la latitud posible á los demás señores que han hablado
y creo que esa marcha debe seguir el Senado,..., (Muestras de adlic—
sion). El Sr. Senador ha hablado en la discusión; está en este mo
mento rectificando hechos y debe seguir en el uso de su derecho.
El Sr. PRESIDENTE: Puesto que el Senado se conforma , con
tinúe V. S., Sr. Martínez de Velasco. ..
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: Yo «o puedo menos de
extrañar que el Sr. Senador que ha pedido la lectura de un articulo
del reglamento no lo haya hecho con otros señores que han hecho
rectificaciones por un espacio mucho mas largo,; y tenga entendido;
S. S. que yo no, tengo menos derecho que cualquier otro Senador^ ni
• mas tampoco. Esto basta. , y .
,n El Sr. Códorniu dice que en la Regencia no.se necesita discutir,.
Yo estoy persuadido que si á cualquiera de los españoles se le dijese:
"vamos á nombrar un Regente ó tres, pero no saben nada, ni entien
den, aunque merecen nuestra confianza," ningún español vendría á,
creer esto; pero aunque asi fuera » no habría español que no miras»
como una desgracia el tener á la cabeza de la administración hom-
I bres que creyesen no. tener ninguna necesidad de examinar y discu-
I tir y lo dejaran iodo entregado á los seis Ministros. ¿Qué seria en
tonces del pajs? No: eso no puede ser/ •
Sa ha dicho que tendrá responsabilidad. Tendrá responsabilidad
ante Dios; pero desgraciada el mundo, desgraciado del Estado que
esté gobernado por hombres que no. reconozcan masque esa responsa-.

bilidad. Los lirauoi tenían esa responsabilidad ; digan los pueblos qué
es lo que consiguieron con ella para apartarlos de la tiranía , del
despotismo, de todo género de excesos y demasías que hicieron en
daño de ellos. .
No quiero yo Ter jamás á la nación española (la idea solo me es
tremece) 'gobernada por hombres que no conozcan mas resurte que
contenga sus pasiones que la responsabilidad ante Dios. La responsa
bilidad ante Dios no es suficiente; es demasiado perverso el corazón
humano; está demasiado corrompido para reconocer esta traba.
Es menester que sean responsables ante la ley y al pueblo los
que han tenido el alto honor de ser llamados para dirigirle."
A petición de un Sr. Senador se leyó el art. 90 del reglamento.
£1 Sr. PRESIDENTE: Concluido el discurso del Sr. preopinante,
y habiéndose pedido que se pregunte si está el punto suficientemente
discutido, ra á hacerse esa pregunta en virtud del articulo que acaba
de leerse.
El Sr. DODORNIU: Yo desearía que V. S. me concediese la pa
labra para deshacer algunas equivocaciones que se han padecido al
tratar de mi discurso.
El Sr. PRESIDENTE : No puedo concedérsela á V. S. , porque
de hacerlo asi tendría que concederla también á otros señor» que la
tienen pedida en el mismo sentido , y no se cumpliría el articulo del
reglamento.
Si el Senado quiere oir á S. SS. rectificar hechos ó deshacer
equivocaciones , lo decidirá al preguntarse si está el punto suficien
temente discutido.
El Sr. CODORNIU : En mi concepto no puede preguntarse si
está el punto suficientemente discutido hasta que se rectifiquen los
hecho» que creemos se han entendido mal.
El Sr. PRESIDENTE : Tiene V. S. la palabra.
El Sr. CODORNIU: El Sr. Martines de Velasco ha hablado de
una máquina moral ; yo no voy á hacer mas que repetir las mismas
palabras de S. S. que están en el Diario de las Sesiones. "Yo pre
fiero, dijo el Sr. Velasco , la Regencia de tres á la de uno, porque
la administración pública de un Estado es una máquina un poco
complicada, de movimientos difíciles' que no todos pueden manejar;
es una máquina que exige una fuerza que no siempre es dado á un
solo hombre tener.
La reunión de fuerzas, la reunión de brazos puede solamente dar
á esta máquina política la combinación y movimiento mas conve
liente á la prosperidad pública, que es el objeto de toda adminis
tración. Yo no sé que pueda llamarse esto máquina moral, porque
la máquina e» una cosa física que no admite moralidad. Para mani
festar una moralidad no puede echarse mano de una cosa física, me
cánica. Una máquina sólida y complicada se mueve mejor con ana
manoquecou muchas; y téngase presente qu» á esa mano el señor
Velasco con la suma habilidad parlamentaria que le distingue , y
como que no ha dicho nada , la ha llamado de paso una mano imbé
cil. Yo no creo que deba ser una mano imbéeil la qne dé movimien
to i esa máquina; lo que he dicho es que no tiene precisión de cono
cer todas las necesidades de la máquina ; que basta que tenga fuerza,
valor y cierro conocí mieoio de su marcha , no su teoría completa, no
el conocimiento perfecto de ella , sino un conocimiento práctico.
La otra rectificación que tengo q,ue hacer es mas grave, lia su
puesto S. S. que yo trataba de librar de responsabilidad á los Mi
nistros. Esto no me ha pasado por la imaginación ; es una equivoca
ción solemne en que ha incurrido S. S. imputándome un dicho que
basta tener la: menor noción de lo que es un Gobierno representativo
para conocer cuan absurdo es.
He dicho que los Ministros son los que tiento que responder á la
nación de su* actos r porque asilo disponen las leye», porque la
Constitución lo dice } pero que n» deben ser responsables los Regen -
tes porque esto seria anticonstitucional: y añadí que el Rey ó< Ios-
Regentes solo deben- responder ante Dios, porque disponiendo la
Constitución que no sean responsables, solo ante él lo pueden ser.
B) Sr. ABARGUES: El señor preopiuante ha presentado dos
observaciones á lo que yo dije ayer.
Primera ^ (fije yo que si se hubieran puesto dos Coregen tes á la
Reina otra hubiera sido la suerte que hubiéramos tenido: y luego ba
añadido de- su bolsillo , permítaseme esta expresión , que yo he dicho
que se infringió' la Constitución nombrándola única Regente.
Si la Reina Cristina, á pesar de sus eminentes circunstancias,
que caií salen del circulo , no digp yo de una rauger ordinaria , sino
extraordinaria; sí la Reina Cristina, que voluntariamente concedió
la amnistía nras ámplia que se ha visto nunca desde el tránsito de un
Gobierno absoluto al que en el día felizmente tenemos, y aunque
tengo- en mi corazón que los Ministros que la rodeaban fueron tan
poco generosos que la aconsejaron la restricción en la gracia de Mina
j Arguelles , porque querían hacer las gracias- á medias; ai la Reina-
Cristina , digo, que voluutariamenee abrió el templo de las leyes,-
atravesando desde Palacio por loe-Platerías á los Estamentos en un-
tiempo en que el cólera tenia invadida la oapital ; si la Reina Crie-
tina al abrirse las Cortes de que tuve el honor de ser individuo- se
presentó con un lenguage que no se ha conocido en' los Monarcas-, y
las dijo: "Confio en vuestras luces y patriotismo; sois españoles-como
yo nieta de Cirios III; yo estoy bien segura de que al mismo- tiem no
que mirareis por los fueros nacionales procurareis respetar los míos;"
•i á pesar de todo esto la Reina Cristina ha sido victima de la ca-
S.-TOMO I.
129
manila y de inducciones ertrangeras, ¿no es un argumento positivo
de la gran previsión que tuvieron los legisladores de Cádiz que opi
naron por la Regencia trina para que ayudada la Reina Regente de
dos pilotos nombrados por la misma nación, porque los Consejeros de
Estado tenian la propuesta en las Cortes-, para que no se llegase á ver
en ese caso? Véase, pues, cuán verdadera es mi proposición.
Ha supuesto el señor preopinante que había dicho yo que las
Cortes de 1836 habian infringido la Constitución con prevenir que
fuese uno, tres ó cinco. Yo no he dicho semejante cosa. Las Cortes
de Cádiz tuvieron las mismas facultades que las' constituyentes;
ambas fueron elegidas por el pueblo; ambas tuvieron la facultad de
proponer la forma del Gobierno que creyeron- mas conveniente. Las
Cortes de Cádiz por tanto estuvieron en so derecho cuando deter
minaron que la Regencia había de tener dos coadjutores consejeros,
y las Cortes de Madrid estuvieron en el suyo cuando acordaron que
fuese de uno, de tres ó de cinco, porque entraron á modificar la
Constitución de 1812. Lo que yo dije ayer y lo repito ahora, es que
las Cortes de 36, por un exceso de generosidad y en atención á los
servicios de la Reina Gobernadora , la nombraron única Regente de
España, pasando por alto el poner los dos coadjutores que mar
caba la Constitución del 12, corriendo un velo á ese articulo por
un exceso de generosioad de política y de otras consideraciones;
porque, como dice Cicerón, hay ocasiones en que por salvar la patti*
es menester echar un velo á la misma ley.
Este fue en el sentido en que yo hablé ayer al manifestar que las
Corles habian prescindido del articulo de la Constitución de Cádiz
nombrando á la Reina Cristina única Regente.
El Sr. CAMPUZANO: Siento que mi amigo el Sr. Codorniu no
me haya comprendido al interpretar las palabras de mi discurso de
una manera que yo no las he entendido. Cuando he hablado de par
tidos, he citado un hecho marcado : estamos divididos , y divididos
en una opinión formando dos partidos ó fracciones, pero para bien
de la patria estas dos opiniones, fracciones ó partidos novan á durar
mas que días, porque desde el momento en que esté nombrada la
Regencia principia una nuera era, y en esa nueva era yo creo poder
responder de las personas qne pertenecen á mi opinión ; su conducta
será consolidar la Constitución; si el Gobierno la observa, defenderle;
y si se falta , defenderla.
Ha supuesto equivocadamente S. S. que yo había manifestado
que la libertad estaría mas segura con la Regencia de tres que ron
la de uno. Na creo que dije esoj pero si fue así lo rectificaré ha
ciendo presente que lo qne quise decir fue que en la Regencia de
tres había un caso mayor de unión para todos los españoles, porque
naturalmente, y en esto creo poner el dedo en la llaga , detrás de
cada persona de nosotros hay otras que aeeptan la misma opinión,
porque la nación no toda está expresada en una sola persona , sino
en varias; y en este concepto dije que prefería la Regencia trina
por considerarla como- un medio que eonci liase la unanimidad.
Con respecto á la espada v la be indicado como una imagen de las
exigencias de la situación- terrible en que se hallaría una sola per
sona puesta á la cabeza de I-a nación en circunstancias azarosas.
El Sr. PRESIDENTE s Hay un Sr. Senador que pide la palabra
por la q.uintuple ;. pero antes otro señor ba pedido se pregunte si el
asunto está suficientemente discutido.
El Sr. CARRASCO: Este asunto podrá estar discutido, pero el
de la quintuplo no.
Un Sr. Senador ¡ Me parece que habiendo quien pida la palabra
por la quíntuplo se está en el raso de permitirle hablar.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Santos) : Habjendo sido yo el que hice
la petición de que se preguntara si se declararía el punto discutid*,
la retiro.
El Sr. PRESIDENTE: Esti bien; pero se halla pendiente la dis
cusión de tres y de uno ; y habiendo pedido un Sr. Senador la pala
bra sobre cinco que está después de olios , será necesario que se con
cluya aquella discusión para que entremos en est'a.
El Sr. LANDERO: Han- hablado ya bastantes señores por la úni
ca y por la trina : justo parece que hable otro que es el primero á
pedirla palabra por la quintuple.
El Sr. PRESIDENTE :- Me parece que podría preguntarse sí está
discutida suficientemente la de uno y tres. (Piarlos Sres. Senadores:
No , no.)
El Sr. PRESIDENTE : Eu-ese caso tiene la palabra el Sr. Car
rasco.
El Sr. CARRASCO : Señores, el Senado recordará que antes de
ayer al empezarse esta discusión pedí la palabra , y que habiéndome
preguntado el Sr. Presidente en qué sentido la iba á usar , manifesté
qne no estando ni por la Regencia única, ni por la de tres, ni por
la de cinco, deseaba usarla únicamente sobre la cuestión. El Sr. Pre
sidente, de acuerdo con lo que previene el reglauientoi se vió en la ne
cesidad de negármela. Después de este incidente estaba resuelto á no
lomar la menor parte en esta discusión. Asi lo hubiera cumplido;
pero habiendo oido en- algunos de los discursos- que se han pronuncia
do' ideas y aserciones- que yo me creo en el deber de rechazar aqui
con toda» mis fuerzas-, no he podido menos de pedir nuevamente la
palabra* (.£/ AV. Presidente Ja muestras de llamar al érden al orador'}.
No tenga cuidadlo el Sr. Presidente, que no daré lugar á que S. S.
me llame al orden con la campanilla ; pero le suplico al mismo tiem
po que asi como ha- permitido tocar estos puntos ú otros Señores, no
j7
 130
sea tan injusto que me prive del derecho de contestarles , porque
justo es, señores, que habiendo sido permitido el ataque sea también
permitida la defensa.
El Sr. PRESIDENTE: V. S. tiene ta palabra para hablar de la
Regencia; pero no lo puede hacer para rectificar hechos, porque el
leglamento está bien terminante. Puede V. S. hablar de la Regencia
quintuple.
El Sr. CARRASCO: Sr. Presidente , antes de empezar á hablar
Je la Regencia quintuple tengo que hacerme cargo de todos Ioj dis
curso» que se han pronunciado por los señores que lo han hecho en ■
favor de la única y de la trina.
El Sr. PRESIDENTE: S. S. ha pedido la palabra sobre la quin-
tuple, y espero que sobre esa hablará.
El Sr. CARRASCO: Asi lo haré, y seré muy breve. Son dos
puntos únicamente sobre los que tengo que hablar , y aun haré
menos. Me concretaré á uno solo.
Pero antes debo congratularme porque todos mis a preciables
compañeros que han usado de ta palabra , bien por uno , ó por tres
Regentes, como era de esperar de todos los dignos señores que per
tenecen á este respetable Cuerpo , han evitado tocar al sagrado de
las personas: S. SS. han hablado de principio», han hablado de la
historia y de la conveniencia pública ; ^)ero cuando podían deslizarse
hacia las personas han huido inmediatamente de este abismo. En esto
no hago mas que el elogio que S, SS. se merecen.
He tenido también la mas grande complacencia el dia que todos
los Sres. Senadores que han usado de la palabra en esta discusión
lian hecho justicia á la persona augusta cuya ausencia lloramos.
El Sr. Codorniu, después de seguir ese honroso camino; después
de haber recordado las virtudes de esta alta Princesa , siguiendo en
sus argumentos y para dar mas fuerza á las razones que exponia en
favor de sus opiniones, aunque creo sin la intención de ofender á esa
augusta persona, dijo: "S. M. Doña María Cristina de Borbon fue
el iJólo je los españoles mientras gobernó por si misma ¡ peto luego
que se separó Je las mayorías parlamentarias y creó otro poder y una
camarilla , perdió la confianza de los españoles." Yo, señores, po
puedo dejar pasar sin contestación semejantes asertos t niego absolu
tamente que la ilustre y venerada Reina á quien se ha hecho alu
sión baya perdido el amor ni el respeto de los españoles.
La nación conserva boy el mismo amor, la misma gratitud y
el mismo respeto hácia la ilustre Princesa, cuya forzada ausencia
deplora y considera hoy como la mas grande calamidad que pudie
ra haber sobrevenido á los españoles. Quiero, señores, que esto
quede aqui consignado* Yo rechazo también, con, todas mis fuerzas,
que Doña Mana Cristina de Borbon se haya separado nunca de las
mayorías parlamentarias. Por el contrario, todos sabemos qne ejer
ció siempre sus altas prerogativas constitucionalmente hasta en la
última crisis. Niego y reebazo asimismo que crease ese poder que
sr ha llamado camarilla, y menos que ese llamado poder ejerciese
sobro S. M. la menor influencia. Quiero que quede consignado que
si hubo un Sr. Senador que para dar mas fuerza á sus argumentos
lia emitido estos asertos , ha habido también quien los haya contra
dicho, y quien haya asegurado, haciéndose intérprete, como yo me
hago en este momento, de los sentimientos de la nación española,
que los españoles conservan hoy por Doña Mana Cristina de Borbon
el mismo amor, la misma veneración, la misma gratitud y el
mismo respeto que siempre la tuvieron.
Cumplido este deber, y para justificar el haber pedido ta pala
bra , porque de nlgun modo tenia que pedirla , diré, que es San di
fícil la solución de la gravísima cuestión presente, que me h* quitado
el sueño muchas noches, como creo habrá sucedido i todos mis dig
nos compañeros. Señores, por las doctrinas que desde esa tribuna he
tenido el honor de emitir, por mis principios, por mis ideas y 'por
mis deseos quisiera que la Regencia fuese única , pero deseo la Re_
gencia un|ca couio yo la entiendo y para quien yo la quiero; mas
no pudiendo ser esto, porque no está en mí mano el que sea, como
desearía de todo mi corazón , veo que si la Regencia triple es tan
conveniente como algunos señores han manifestada, fundados en que
con el mayor numero de personas se reúne mayor número de cono
cimientos y luces, inurlio mejor se reunirán en laquintuple: de ma
nera que si yo por mis principios deseo la Regencia única para
quien yo la quiero, como eslo que yo quiero no puede ser por
ahora ya que he tenido precisión de decir algo en la materia, pensaré
que la Regencia quintuple es mas conveniente que la trina.
El Sr. CODORNIU: Si no me equivoco, antes de hablar de la
Bugusta persona de que se trata he tenido el cuidado de decir que
estaba muy distante de ofender su buena memoria. Me ratifico en lo
mismo ; y ni aun lo que he dicho creo que la ataca del modo viru
lento que supone el Sr. Carrasco. De lodos modos la gran prueba
que puedo dar de respeto á la augusta persona de quien se trata es
no contestar á la especie de interpelación que ha liedlo S. S.: lo dejo
á la consideración pública ; hav demasiados documentos qua hablan.
El Sr. duque de CASTRÓTERREÑO: Yo me adhiero en un
I todo á la manifestación que ha hecho el Sr. Carrasco, y pido que
conste as).
El Sr. PRESIDENTE: Constará."
Se declaró el punto suficientemente discutido.
El Sr. PRESIDENTE: Hecha por el Senado la declaración de
hallarse este asunto suficientemente discutido , están terminadas laa
sesiones, y se avisará al Gobierno."
Dióse cuenta de que conforme al dictamen de su comisión de Go
bierno interior, el Senado, en sesión secreta de 5 del corriente mes,
babia aprobado las cuentas presentadas:
Por la comisión de Gobierno interior de la legislatura preceden
te , comprensiva desde 19 de Febrero á 16 de Octubre de 1840 , cuyo
cargo es el de 318,467 rs. y 32 mrs. : la data 838,711 rs. y 30 mrs.;
y la existencia 9,766 rs. y 2 mrs.
Y por los Sres. conde de Puñonrostro y marques de Falces, nom
brados por el Senado para quedar al frente de sus empleados y aten
ciones en el intermedio de la anterior i la actual legislatura , com
prensiva ¿esde 17 del citado mes de Octubre basta 20 de Marzo del
corriente año : su cargo 70,822 rs. 25 mrs. : la data 61,773 i y la
existencia para el 21 de dicho mes de Mario 9,050 rs. 25 mrs. vn.
El Senado quedó enterado.
El Sr. PRESIDENTE: El dia, que probablemente llegará pron
to, que se reúna el Senado se discutirá en la primera sesión el dir»
támen de la comisión concediendo una pensión á D. Emilio y doña
Cristina Muruaga; lo anuncio por primera, segunda y tercera vez. No
habiendo otros asuntos de que ocuparse se avisará á domicilio á lo*
Sres. Senadores.
Ciérrase la sesión."
Eran las cuatro dadas.
RECTIFICACION: En el Diario núm. 17, sesión del dia 49 de
Abril , plana 4i, col. Sí, lin. 65 , donde ¿ice : " Le comparare' con un
Iferon," léase " Le recordare' la suerte t/e Alberonij df Floriiablpnta,"
 NÚMERO 19.
DIARIO
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 4 DE MAYO DE 1841.
Se aBrró á las doce y media , y laida el acta de la anterior por el
Sr. Secretario Torres Solanot, quedó aprobada.
Pasó á la comisión de Actas un oficio del Sr. Ministro de Ja Go
bernacion de la Península feha i", del corriente , en el que traslada
pata conocimiento del Senado- el decreto de la Regencia del mismo
di», por el que ba nombrado Senador por la provincia deSegovia al
Sr. D. Miguel Antonio Zumalacárregui , en lugar del Sr. marqués
de Rodil , que ha optado » Diputado por la provincia de Lugo.
Dióseenenra y acordó pasase á< las secciones para el nombramiento
de comisión , una comunicación del expresado Sr. Ministro de la Go
bernación, fecha 3- del corriente, quien en virtud de autorización de
la Regencia provisional del reino remite al Senado el expediente y
anteceden tes- que tuvo presente la misma para determinar la suspen
sión de algunos diputados provinciales de Badajoz, acompañando al
propio tiempo índices de los documentos de que uno y otro se com
ponen-.
Se leyó el siguiente mensage remitido por el Congreso de los Di-
patadas.
Ai* Sll*ADO¿=El CongTeso de los Diputados habiendo tomado en
consideración el Mensage del Senado sobre el juramento que debe
prestar el Regente ó Regentes , que sean nombrados por las Córtes,
ha aprobado ío siguiente :
Artículo 1? Reunidas las Córtes en el lugar designado al intento
Sor el Gobierno, á que asistirán los Senadores y Diputados en trage
e ceremonia , dispondrá el Presidente que uno de los Secretarios lea
el acta del nombramiento de Regente ó Regentes,
Art. 2í Acto continuo- una diputación de dos Senadores y dos
Diputados, nombrados de antemano en cada Cuerpo colegislador
conforme á su reglamento, saldrá fuera del salón á recibir al Regente
ó Regentes.
Art. 3? Al entrar en el salón se pondrán en pie los Senadores y
Diputados y todos los concurrentes, permaneciendo sentado el Pre
sidente.
Art. 4? £1 Regente ó Regentes se colocarán de pie al lado dere
cho del Presidente , el eual puesto también de pie tendrá abierto
el libro de los Evangelios, y leerá en voz alta la fórmula del jura
mento que sigue: "¿Juráis por Dios y por los Santos Evangelios
que guardareis y liareis guardarla Constitución de la monarquía es
pañola de 1837 y las leyes del reino , no mirando en cuanto hiciereis
tino al bien y provecho de la nación , y que seréis fiel, ó fieles, á la
augusta Reina de las Españas Doña Isabel II , entregándola el man
do del reino tan luego como salga de la minoría?" El Regente ó
Regentes, puesta la maso sobre los Evangelios, responderán en voz
alta : "SI JURO ; y si en lo que he jurado ó parte de ello lo con
trario hiciere, no debo ser obedecido, antes aquello en que contra
viniere sea nulo y de ningún valor;" y el Presidente dirá. "Si asi
lo hiciereis , Dios os lo premie; y si no, os lo demande."
Art. 5? En seguida el Regente ó Regentes ocuparán las sillas co
locadas delante de las gradas del Trono. Los Senadores y Diputados
tomarán asiento ; y el Presidente de las Cortes desde el suyo pronun
ciará estas palabras: "Las Corles han presenciado el juramento que el
Regente, ó Regentes, acaban de prestar a la Constitución de la no-
S.-TOMO I.
131
DE
DE CORTES.
narquía española y á las leyes del reino y de fidelidad á la Reina."
Art. 6? El Regente ó Regentes se retirarán en seguida acom
pañados de ocho Senadores y ocho Diputados, nombrados de antema
no en cada Cuerpo colegislador; observándose en lo demás el mismo
ceremonial con que fueron recibidos.
Y habiéndose hecho en el mensage las modificaciones que apare
cen , el Congreso ha procedido á nombrar cinco individuos de su seno,
y son los Sres. D. Francisco Cabello , D. Permin Caballero , D. Joa
quín Muñoz Bueno, D. Juan Bautista Osea, y D. Juan Alvarez Men-
dizabal. Lo que el Congreso manifiesta al Senado á fin de que sirvién
dose nombrar igual número de Sres. Senadores si lo estima convenien
te, puedan conferenciar sobre el modo de conciliar las opiniones de
ambos Cuerpos.= Palacio del Congreso 3 de Mayo de 1811. -■ Agus
tín Arguelles, Presidente.=Julian de Huelves, Diputado Secretario.^
Eugenio Diez, Diputado Secretario.
£1 Sr. PRESIDENTE: Luego que se concluya el despacho ordi
nario, se suspenderá la sesión para que los Sres. Senadores ae reúnan
en secciones gou el objeto de nombrar la comisión mixta.
Se leyeron las siguientes comunicaciones :
J'rimtra. Excmo. Sr.xLa acusación que en el manifiesto del Go
bierno provisional de 2 de Noviembre último se bace á la mayoría
de las últimas Córtes, que rechazo como injusta y calumniosa, no
me permite continuar en el encargo de Senador para que fui pro
puesto por el voto de mis conciudadanos , y elegido por S. M.=Lo
que participo á V. E. para los efectos convenientes. = Dios guarde
á V. E. muchos años.=01iva 22 de Abril de 1811—Excmo. Sr.=Jos¿
Ciscar y Oriola.=Excmo. Sr. Conde de Almodovar, Presidente del
Senado. .
Segunda. Excmo. Sr.=Intimamente convencido de la ilegalidad
de la renuncia que se firmó en Valencia por la Augusta Señora Doña
Maria Cristina de Borbon , única Regente y Gobernadora del reino
por la solemne voluntad del Rey , por la de las mas antiguas
leyes del Estado, por la de los Estamentos y Córtes constituyentes,
y por la de la nación entera, en cuyo beneficio la desempeñó ron
dignidad y acierto en la époea mas calamitosa, sirviendo su nom
bre solo de enseña para la victoria, y de prenda segura de la paz
y prosperidad que á ella sucederian; bien penetrado también de que
es ya imposible obtener estos beneficios , y reemplazar dignamente á
tan magnánima Princesa , he resuelto abstenerme de fbda interven
ción en el actual Parlamento , y renunciar, como renuncio, el cargo
de Senador por la provincia de Pontevedra , que hace años desempe
ñaba , .aprovechando esta ocasión para rechazar las calumniosas aser
ciones del manifiesto que en 2 de Noviembre publicó el actual Mi
nisterio , y adherirme de todo corazón á la protesta que con este mo
tivo han hecho en el Senado mis dignos compañeros , y también á
todas las opiniones que en la sesión del 12. del presente ha emitido el
Sr. García Carrasco, que son las únicas que yo sostendría si estuviese
presente. Ruego á V. E. tenga la- bondad de mandar dar cuenta de
esta manifestación al Senado para conocimiento del Gobierno, del
público y mas efectos consiguientes. Dios guarde á V. E. muchos
años. Gijon 22 de Abril de 18ÍÍ.=EI marques de Santa Cruz y de
San Estevan.=Excmo. Sr. Presidente del Senado.
36
 El Senado quedó enterado acordó avisar al Gobierno lidentr ;il Sr. duque de Castroterreño , y por secretario al -Sr. Ara-
El Sr. RESIDENTE: El fifi 13tí-, vaiNM ^
una comunicación al Senado. En seguida el Sr. Secretario Onís leyó el dictámen de la misma
El Sr. Ministro de la Gobernación ocupó la tribuna y levó el si comisión concebido en estos términos :
guiente proyecto de ley: Sargada de informar sobre el proyecto de ley apro-
A las CoRTES.=Por decreto de las Cortes greso de los Diputados., autorizando al Gobierno
expedido con motivo de una petición de varii a empresa del canal de Castilla las cuestiones y di
de Mérida , se declaró que asi estos como los di paralizada aquella importantísima obra, ha ob
blo que se hallen ó estén en igual caso queden exentos de satisfacer servado que después de haberse ocupado en éste grave asunto, las
los derechos que se les exigían en los portazgos y pontazgos establecí- Corles del año 36 y 38 devolvieron el expediente al Gobierno para
dos en los ■ mismos
* 1-1 por lo
pueblos i. relativo
„i„.:— á^ sus
.... ganadosj„° propios:_. a. r que presentase á las Cortes el proyecto de ley que estimase mas con-
cualquiera clase que pasen de un punto á otro dentro de los térnír* veniente pa ra un arreglo definitivo: que en su virtud propuso el Go
nos respectivos, y á los carruages y caballerías en que salgan los ve bierno el proyecto que nos ocupa , y que aprobado por el Congreso
cinos á recrearse ó cuidar sus heredades ó que conduzcan aperos de en la pasada legislatura , lo fue también por el Senado en sesión de
lant^yMeseaj. abone* y flemas efecto*- -de agricultura 9 ganadería- 23 de Julio, con vista JeJ oportuno dictamen de *u comisión y que
frule* dv sVjs huerta», lieredéde» ó «rtff.iéfts en c .iiHos, grat solo fnllaba la loraftiffci ftitW sécreVa pot'.bd'laslle que habla
o< j v 1 r« inoler en las aceñas , íahonra ój3Íol¡no.s-i&' SitíS, Cías hari re iflMneMo , la j uee 110 tuvto t froto fiot ftha del nuini r
nas'"Tftíf res pr'óduzean , sin per)fli< io <te" satisfaf^T rtinfti Irs Hemjs j 9f*ná»Ws. val f-mdn,
csttMÍo * leproJu
reproduciendo la comisión
ciudadanos los derechos correspondientes cuando emprendan viaje dado por la anterior, opina que el Senado, reproduciendo también su
ó salgan fuera del distrito desús pueblos. aprobación , se halla en el caso de proceder á la votación secreta por
En consecuencia de nuevas reclamaciones rrei piuuuudn SfflrJH'f)"^ DSrWpaT» que eslL asunto de tanta importancia no sufra mayores di
de Mérida pidiendo se eximiese á aquel vecindario del pago de los laciones. El Senado, sin embargo, resolverá lo mas conveniente. Ma
derechos que se cobran en el portazgo del pílenle Mayor de dicha drid 4 de Mayo de 1841. M. El duque de Castroterreño. = Mauricio
ciudad, S. M. tuvo á bien restablecer el referido deerclo de las Cor Carlos de Onís. — José Aranalde. z: Joaquín Diaz Caneja. = Francisco
tes de 29 de Junio dé 1821 en 26 de Febrero de 18.3b", previniendo su Romo y Gamboa. ;
observancia desde luego en los portazgos administrado* por e! mido ' . El Sr. PRESIDENTE: Este proyecto se insertará en el Diario de
de caminos y en los que estuviesen arrendados desdé el día en que las Sesiones y se señalará dia para su discusión.
terminasen los arrendamientos vigentes; porque de otro modo el I i . La comisión de Actas tiene la palabra."
ramo de caminos, ademas de la disminución de ingresos que la adop- [ Se leyó el dictamen siguiente:
ciou de esta medida debia naturalmente causarle, sufriría el nuevo y "La comisión de Actas ha examinado detenidamente la del es
110 pequeño gravámen de tener que establecer uua intervención en crutinio general hecho á consecuencia de las elecciones celebradas en
cada portazgo arrendado para averiguar la cantidad que debería in la provincia de Segovia parala propuesta en lista triple de un Sena
demnizarse á los arrendatarios. dor en reemplazo de D. Francisco Javier Aspiroz por haber renun
Desde dicha época han recurrido repetida) vetfésj tantí éTayujAfei. ciado el niarques.de Rodil que habla sido nombrado: de ella resulta
miento como varios vecinos de Mérida , solicitando que la exen que únicamente obtuvo mayoría absoluta D. Miguel Antonio Zuma-
ción.se entienda y tenga lugar, aun cuando pasen á los términos de lacárregui, y que en consecuencia quedaron designados los candidatos
varios pueblos inmediatos que Se hallan enclavados en el de aquella que habían de entrar en la segunda elección, la cual por señalamien
ciudad. Con este motivo se oyó .á la junta consultiva que era de este to del gefe político quedó aplazada para los dias 9, 10, 11 4 12 y 13
Ministerio, la cual propuso un proyocto de ley compuesto de los dos " del corriente. En tal estado tuvo por conveniente la Regencia provi
primeros artículos del que hoy se presenta á la deliberación de las Cór sional del reino nombrar Senador por dicha provincia al mismo
tes. La Dirección general de caminos, á quién se ha oido igualmente, D. Miguel Antonio Zumalacárregui sin esperar á qué la lista triple
al apnyar lo que en el mismo se propone indicó la necesidad de aña se completase, porque sabiendo de antemano, según ha manifestado
dir un tercer articulo en que se dispusiese que la extensión que en oficialmente el Sr. Ministro de la Gobernación, las personas que en
los dos primeros se propone dar á la que acordaron las Córtes en su ella podían tener lugar, estaban en el caso de formar juicio exacto y
precitado decreto, no debe llevarse i efecto hasta que termine el aé-, proceder como si aquella lista se hubiera ya formado; evitando por
tual arrendamiento en los portazgos que se hallan en este caso , por este medio nuevos dispendios y molestias á los electores á cuyo fin
las mismas razones que se indican én la Real orden de: 26 de Febrero tan pronto como se verificó el nombramiento se comunicó al expre
de 1836 al restablecer el decreto de 29 de Junio de 1821. sado gefe político.
No se ocultan á la penetración de las Cóites las grandes ventajas «La comisión entiende que si bien era lo mas natural que para
que debe reportar la agricultura de la adopción de esta medida que hacer el referido nombramiento se hubiera aguardado á que *e com
acallará las quejas de los pueblos en que se bailan situados los portaz pletase la terna, no hay en lo contrario cosa alguna que pueda ser
gos^ pontazgos, dejando libre de todo gravamen á las caballerías y vir de obstáculo para la aprobación del acta de que se trata, y opina
carruages empleado* en la* diarias y multiplicadas faenas de la agri por consiguiente que el Senado puede servirse aprobarla.
cultura y demás ramos de la economía rural y doméstica. Esta medi . «El senado sin embargo acordará lo que estime mas acertado."
da contribuirá al desarrollo y fomento de la agricultura, que no puede "El Sr. D. Miguel Antonio Zumalacárregui , Senador nombrado
menos de considerarse como base esencial de nnéstra riqueza y pros por la provincia de Ségovia , ha justificado en debida forma su ap
peridad; y convencida de lo mismo la Regencia provisional del rei titud legal, y por ello opina la comisión que el Senado puede acor
no, me ha autorizado competentemente nara someterá la deliberación dar su admisión definitiva.
de las Córtes el siguiente • ' ,i. • 1 t .- > - -i ni •.. 7 del Senado «Sin embargo resolverá lo que estime mas conveniente. Palacio
4 de Mayo de 1X11.= Gaspar de Ondovilla , presidente.::
PROYECTO DE LEY. Manuel Lorenzo.^Cárltys Morand.= Joaquín Francisco Campuzano.=
' .. ' ■ - > :i.í 1. ' | Francisco Romo y Gamboa , secretario.*
Artículo 1? La declaración que hicieron las Córtes 'én 29 de Ju El Sr. Secretario TORRES SOLANOT: ¿Se aprueba el dictámen
nio de. 1821 y que fue restablecida por S. M. en 28 de Febrero de que acaba de leerse ? Queda aprobado. • 1 ■• .
1830, por la cual quedaron exentos del pago de los derechos de pon- El Sr. LASAÑA: Pido la palabra.
' 1 . .1 .1 il_ Ví-J tlil !-l!,^í_í¿ jj El Sr. PRESIDENTE: ¿Con qué objeto?
El Sr. LASAÑA: La votación ha sido tan repentina que no ha
" habido lugar para pedir la palabra , y ademas no sabemos si exacta
qu? pasen de un punto á otro dentro de los términos respectivos, mente se ha aprobado ó no el dictámen. . . '
se amplia á los que con las mismas circunstancias en dicho decreto El Sr. PRESIDENTE: Al mi*mo tiempo que el Sr. Secretario
señaladas cultiven heredades aun cuando se hallen fuera del término, anunciaba la votación le oí á V. S. pedir la palabra; si es para opo
siempre que las tierra* que labrad no disten ma* de tres leguas del. nerse al dictamen no hay inconveniente en que hable V. S.
pontazgo. ó portazgo establecido en el pueblo dé su vecindad. El Sr. LASAÑA : Yo creo que hay aqui una informalidad esen-
Art. 2? En la misma exención *e comprenden los labradores ave élalísimá. La Constitución dice que las provincias propondrán por
cindados en pueblos limítrofe* al del en que se halle situado el por- medio dé sus élect ores una terna para el nombramiento de Senadores,
tazgo ó pontazgo cuando pasen á cultivar tierras comprendidas en él fes'ta terna iba á elegirse en la provincia de Segoviaj y en este in
término de este, con tal que no disten mas de una legua del mismo tervalo el Gobierno nombró al único Senador que hasta entonces lia-
pontazgo ó portazgo. - 'm'' ' ' ' bia obtenido mayoTÍa. No sabemos sien las segundas elecciones aque
Art. 3? La* disposiciones de esta ley se observarán desde luego en llos que habian antes obtenido sufragios podrían reunir mas votos
los pontazgos y portazgos administrados por el ramo de caminos, y "rjué el candidato' elegido hasta entonces. (£/ Sr. Ondovilla pi-de la
en los"os que estén arrendado*. desdé el dia en que terniirieti los actuales palabia'). ' 1 " *'" ' -
arren .'ndaniienlos. Madrid 26 de abril de 18il.=Manuel Cortina. Y cuidado , señores , que yo no trato de personas , que solo de
El Sr. PRESIDENTE : Este proyecto pasará á las secciones para fiendo la ley, pues para mí el Sr. Zumalacárregui es muy digno de
|iie nombren la comisión que ha de dar su informe. sobre él. '-' i sentarse én estos bancos y me alegrarla de verle en este sitio ; pero
La comisión encargada de dar su dictárnen acerca del proyecto la ley dice: sé propondrá una terna para cada Senador. ¿ Había ter
presentado por el Gobierno sobre autorizar al misino -piara transigir1 na cuando eligió la Corona? No ; la comisión misma lo dice en su
con la empresa del canal de Castilla (iene la palabra.'*- " tlTctámeri. ¿ Quién ha dicho al Gobierno que los otros dos candidatos
Dióse cuenta de que dicha comisión babia nombrado para pré- que se hubieran propuesto no hubieran obtenido mas votos que el

Sr. Zumalacárrcguí , y por consiguiente que estos serian Ja volun
tad nías cierta de la provincia ? Si se nos lia dicho que el Gobierno
para estas elecciones La aguardado á saber la voluntad de las pro
vincias , ¿ por qué no ha aguardado á ver los rotos qne obtienen
los oíros dos candidatos que Faltan para completar la terna ? En esto
creo qué se lia faltado á la ley. Yo siento que esto que estoy diciendo
pudiera dar lugar á que nos privásemos de las luces del Sr. Zuma-
laca'rregui ; tendria mucho gusto en verle sentado aqui , repilo,
pero creo que je ha faltado á la ley , y la ley es lo que defiendo.
El Sr. ONDOVILLA: No es la primera ocasión qué el Gobier
no iia usado de su prerogativa, sin embargo de no tener completa
la terna. Unas veces ha nombrado Senador habiendo solo dos en la
propuesta, y otras veces habiendo uno. El Gobierno lien* este:de-
recho, esta prerogativa , y todo el que tiene un derecho puede re
nunciar á él cuando lo crea conveniente. El Gobierno nu ha proce
dido en este caso con precipitación ni obn falla de conocimiento. En
el acta de elección resulla quienes son los seis que han reunido ma
yor número de rolos que pudieran entrar en las segundas eleccio
nes. El Gobierno ha visto que ninguno de estos seis tiene la acepta
ción que en su juicio tiene el que ha nombrado. Nada, pues, se ba
ria con que se hubiera dicho: complétese 4a terna, porque sabiendo
que habían de ser aquellos mismos seis los que entrasen en la se
gunda elección, ha creido justo excusar las molestias queá los pue
blos se les siguen y que son consiguientes á las elecciones, evitándo
les ademas los dispendios indispensable* á estas operaoiones. A esto
se ha dicho por el Sr.. Lasaña que el Gobierno debia aguardar á ver
el número de votos que reunían los otros dos candidatos para con
formarse con la voluntad de la provincia, atendiendo al que tuvie
ra mayor número de votos. Eso no es cierto. Si el Gobierno tuviera
obligación ríe nombrar al que reuniese mayor número de votos, en
tonces no había elección, no babia prerogativa. El Gobierno no
atiende solo al mayor ó menor número de.votos; atiende i otras cir
cunstancias y cualidades; y siempre que dentro del círculo de sus
facultades haga la elección , no puede censurársele en sus actos. : ,
La comisión por lo tanto cree que el Sr. Zumalacárregui, 'que ha
sido propuesto al Gobierno , ha podido ser elegido por el misino Go
bierno, sin necesidad de aguardar i que se completara la terna con
la propuesta de los otros dos. "..
El Sr. LASAÑA: Ha dicho el Sr. Ondovilla que el Gobierno
nombra los Senadores sin que las ternas esteta completas. Esto es una
verdad : por ejemplo , se le presentan'tres candidatos, y uno de ellos
renuncia por ser Diputado ó por otra causa, y el Gobierno entonces
se reduce á elegir entre los que quedan; pero aqui no estamos en ese
caso. Se trata de elección en que no estaba completa la terna; y por
mas que diga el Sr. Ondovilla, no debió elegir el Gobierno, sino de
jar que se completara la lerna , puesto que ya estaba señalado el dia
en que se debían hacer las elecciones. ¿ f'or qué , pues , no esperar?
Repito que es cierto que el Gobierno elige algunas veces, pero es
cuando, propuesta una lerna, renuncia uno y no le quedan mas
que dos. ... ' '. ■ .i.v ■ > .'■ ■■■o ..
Que el Gobierno no tiene obligación de elegir al de mas votos ya
lo sé, y no he dicho que la tenga; pero sí que hasta ahora ha tenido
la consideración , que yo he reconocido, de no separarse de la volun
tad nacional y elegir al que ha tenido mas votos, porque no sabemos
si los oíros dos señqres que no llegaron á la mayoría hubieran oble-
nido luego mas votos, pues (al vez se hubiera rectificado la opinión
de la provincia respecto de ellos, y el Gobierno podía elegirlos. Estas
razones tenia que manifestar al Sr. Ondovilla.
El Sr. CORTINA , Ministro de la Gobernación : No creia el Go
bierno , señores, que se hubiera hecho oposición al dictamen que se
discute en este momento, porque le parecia tan claro , tan sencillo
y tan expedito el nombramiento que ha hecho en el Sr. Zumalacár-
regui, que no creia pudiese ser impugnado de modo alguno.
El caso, señores, es que habiéndose mandado hacer nuevas elec
ciones en la provincia de áegovia con motivo de no haber posibili
dad de nombrar á dos de los propuestos en la terna, y de haber re
nunciado el tercero , ha resultado que solo obtuvo mayoría el señor
Zumalacirregui.
En la junta general de escrutinio se designaron los candidatos
quedebian entrar en segundas elecciones, y el gefe político dispuso
lo necesario conforme A la ley para que se verificasen. Recibió el
Gobierno el acta ; y siéndole conocidos los candidatos que estaban
designados para las segundas elecciones, nombró al que había obte
nido mayoría, por ser el que mas le agradaba, y el que había de
nombrar de todos modos al ejercer la prerogativa que le concede la
Constitución. ¿Puede decirse que el Gobierno con este conocimiento
y antecedentes de las personas no podía elegirlo? Sí es un privile
gio ó prerogativa otorgada por la Constitución que los pueblos pre
senten tres personas para elegir de ellas una , es indudable que esta
prerogativa ó privilegio, conforme á los principios mas conocidos
de derecho, puede renunciarse sin dificultad; y aqui ha podido re
nunciarse con pleno conocimiento de causa y con toda la seguridad
que puede dar el conocer las personas que podian ser nombradas.
Otra consideración ha tenido en cuenta el Gobierno, que ha sido
evitar á los pueblos las molestias y vejaciones que la repetición de
elecciones no puede menos de ocasionar. En poco tiempo se han
elegido ayuntamientos, diputaciones provinciales, se han nom
brado Diputados á Cortes y Senadores; y cuando había posibilidad
133
i- de nombrar un Senador por esa provincia de la manera'que el Go
bierno lo ha hecho; y de evitar nuevas elecciones , parece que deber
del Gobierno era hacer esto y excusar esta molestia á los pueblos;
con tanta mas razón, cuanto que ha habido provincial en que se ha
procedido á segundas elecciones y no se ha podido constituir la mesa
por falta de concurrencia, i, ,. ..1 .. ■. i
Estas consideraciones no podia el Gobierna perderlas de Vista,
mucho menos cuando obraba dentro del circulo constitucional; pero
lo que mas he extrañado es que se haya olvidado por el señor preopi
nante la multitud de precedentes que Hay sobre este asunto, y que
ha sancionado el Senado con su aprobación. -
Recuerdo que, en las elecciones de Granada del año anterior, y en
virtud de haberse desaprobado las de varios distrito*, las listas tri
ples, que debían componerse de seis personas, quedaron reducidas á
tres, y el Gobierno nombró sin embargo al Sr. obispo.de Córdoba y
al Sr. Bonet y Orbe, sin esperar á las segundas elecciones.
Recuerdo también otro caso semejante en León, y el Gobierno
nombró igualmente Senador al único que había obtenido mayoría,
sin que aqui se pusiese dificultad alguna, porque el Gobierno en esto
no hacia otra cosa que usar de su prerogativa , de su derecho. (Pida
la palabra el Sr. Conejal)
Otros muchos ejemplares pudiera citar en los cuales ha ocurrido
exactamente lo mismo. .■ . •- •
Acaso el Sr. Caneja que ha pedido la palabra sea pára decir que
las elecciones en que resultó propuesto el Sr. Villaboa fueron des
aprobadas por el Senado; y debo prevenir esta objeción dibiendo que
las elecciones se declararon nulas por otras cansas enteramente dis
tintas é independientes del nombramiento del Gobierno, sin que
nunca se dijese aqui que el Gobierno había hecho mal en nombrar,
ni aun siquiera se pusiese en duda. . i i. .;. . .'. • ■•
El Gobierno ha creido. por Jauto que ha usado de su derecho
obrando como ha obrado, evitando asi una molestia á los pueblos,
molestia que acaso no hubiese tenido resultado, porque es muy pro
bable que no se hubiese podido completar la .terna. • J. < .
El Sr. LASAÑA: Yo no tengo que contestar á lo que ha dicho
el Sr. Ministro de la Gobernación, ni vengo aqui á juígar por pre
cedentes, sino con arreglo al modo con .que yo entiendo la ley. 1 ■■:
El Sr. CANEJA: Señores, yo no. me.opongo al dictamen de la
comisión , porque reconozco que la prerogativa de la Corona de que
se le presenten tres candidatos para cada Senador, ósea una lista
triple cuando haya que nombrar mas, no exige que esta terna haya
de estar completa; porque siendo un privilegio de la Corona , claro
está que la Corona puede renunciar á el, y cuando se le presenta
solo uno ó dos en la terna , si alguno de ellos le parece digno y cree
'. que le ha de nombrar, aun cuando viniese completa, creo que lo
puede hacer. Yo por consiguiente no ataco los principios; lo que
atacaré , si, será la opinión del Sr. Lasaña, que ha querido decir que
el Gobierno debió haber visto quién era el que tenia mayor número
de votos. Este es un contraprincipio; porque cuando la Constitución
concede la facultad de elegir, no previene que se elija aquel que reúna
mayor número de votos , sino que basta que tenga los necesarios de
que habla la ley.
Me ha movido ademas á pedir la palabra dos equivocaciones en
que ha incurrido el Sr. Ministro de la Gobernación.
Ha citado S. S. la elección de Senador que se hizo por León á fa
vor del Sr. D. Nicolás Gómez Villaboa; pero el Sr. Ministro debe
tener presente que habiéndose anulado aquellas elecciones por el Se
nado , quedó por consiguiente ineficaz ese nombramiento: asi es que
ni ha venido al Senado, ni lo ha podido solicitar tampoco; y asi es
también que habiéndose verificado las elecciones, al examinar la
terna se tuvo á bien nombrar á otro á pesar de que venia propuesto
en ella el mismo Sr. Villaboa , sobre lo cual me guardé muy bien de
hacer ninguna reflexión cuando tuve el honor de impugnar el d ¡cla
men que presentó la comisión.
Este hecho por consiguiente no prueba nada , porque no es exac
to. Ha citado otro ejemplo el Sr. Ministro de la Gobernación sobre
la provincia de Granada, y ha padecido una equivocación semejan
te. Se anularon las de tres distritos, y fue necesario que se repitiesen
ó que se procediese á segundas para completar la lista triple.' Es ver
dad que estaba nombrado elír. obispo de Córdoba, pero este nom
bramiento quedó ineficaz , y fue necesario que se hiciese otro nuevo
después de hechas las segundas elecciones , que fueron aprobadas por
el Senado, y en su virtud admitido el Sr. BoneLy Orbe.
El Sr. Obispo fue pues admitido por haber sido propuesto y nom
brado en las segundas elecciones, no por haberlo sido en las prime
ras, porque el Gobierno le hizo Senador bajo la condición de que. el
Senado aprobase las acias, porque la aprobación ó desaprobación de las
actas no es cosa que resuelve el Gobierno, ni se debe mezclar en
eso , porque el art. 29 de la Constitución comete esta facultad á los
Cuerpos colegisladores.
El Gobierno generalmente nombra antes que el Senado decida so
bre la validez ó nulidad de las actas. En este caso el nombramiento
lleva consigo la condición de que las actas sean aprobadas, y si no lo
son queda ineficaz.
De estos casos pudiera yo citar algunos otros sí fuese necesario ;
porque, como me he ocupado bastante de esta materia, sé todo lo que
ha ocurrido sobre ella.
Me ha parecido oportuno, ó necesario, rectificar estos hechos
 184
enunciados 'por el Sr. Ministro de la Gobernación porque no son facciosos, declarándose comprendida en dicha pensión la de 2,20 0
exactos. que sobre los bienes de la abolida Inquisición se concedió y corres
En lo demás , repito , que siendo una preroga tira del Gobierno pondía á cada uno de los mismos en virtud de la Real orden de 28
que se presenten tres por cada candidato , si solo se le presentan dos, d* Mayo de 1831."
si se le presenta uno, puede el Gobierno elegirle por preferirle á to Fue aprobado sin discusión.
dos los demás que se le puedan presentar. ■ Dióse cuenta de que las secciones habian hecho los siguientes
El Sr. LASAÑA : El Sr. Caneja me ha hecho decir lo que yo no nombramientos de comisión.
he dicho. Sin duda como yo tengo poca voz , y S. S. está algo distan Para la comisión mixta que ha de tratar de conciliar las opinio
te, no me habrá entendido bien. nes de ambos Cuerpos colegisladores sobre el ceremonial con que han
Lo que yo he manifestado es que el Gobierno podia haber espe de ser recibidos y juramento que deben prestar el Regente ó Re
rado á que se complétasela terna, porque tal vez hubiera podido ser gentes que se nembren: *
que la votación, ó la voluntad de la provincia expresada nueva 4Í Al Sr. D. Mariano Valero y Arteta.
mente, le hiciese después variar de opinión. 2* Al Sr. D. Facundo Infante.
Por lo demás , yo no he dicho que el Gobierno no tenga facultad 3t Al Sr. D. Gaspar Ondovilla.
de nombrar los Senadores de la lista triple : lo que yo defiendo, y lo 4i Al Sr. D. Mauricio Cárlos de Onís.
defiendo con firmeza y con carácter , es la ley; y por lo tanto de 5Í Al Sr. D. Dionisio Valdés.
fiendo y respeto las prerogativas de la Corona , que son una parte de Para la que ha de informar acerca de la comunicación del Go
ella." bierno relativa á la suspensiou de algunos diputados provinciales de
No habiendo ningún Sr. Senador que tuviese pedida la palabra, la de Badajoz :
se puso á votación la primera parte del dictámen y fue aprobado, ' li Al Sr. D. José María Galdeano.
siéndolo asimismo la segunda en que se proponia la admisión del 2í Al Sr. D. Bernardo de Borja Tarrius.
Sr. D. Miguel Antonio Zumalacárregui como Senador por la provin 3i Al Sr. D. Santos San Miguel.
cia de Segovia. 4i Al Sr. D. José Cecilio de la Rosa.
El Sr. PRESIDENTE: Habiéndose anunciado para la primera 5! Al Sr. D. Dionisio Valdés.
sesión la discusión del proyecto de ley sobre aumento de pensión á Para la que ha de entender en el proyecto de ley sobre la exen -
D. Emilio y Doña Cristina Muruaga, se discutirá y votará si hubiere cion de pago de pontazgos y portazgos en favor de los vecinos que en
número suficiente: después se reunirá el Senado en secciones pira él se expresan:
nombrar la comisión mixta que ha de examinar el mensage del Con lí Al Sr. D. Ramón Calatrava.
greso, y la que ha de informar acerca del proyecto de ley presentado 2i Al Sr. D. José Mari a Pérez.
por el Gobierno sobre exención de pago de pontazgos y portazgos en 3* Al Sr. D. Ramón Macía Lleopart.
favor dr los vecinos que en él se expresan. 4? Al Sr. D. Antonio Maria Alvarex de Tomás.
Suspéndese la sesión con este objeto." 5* Al Sr. D. Rafael Jiménez Frontin.
Era la una y veinte minutos. Anuncióse igualmente que la comisión mixta que ha de tratar de
Vueltos al salón los Sres. Senadores, continuó la sesión inter conciliar las opiniones de ambos Cuespos colegisladores sobre el ce
rumpida. remonial con que han de ser recibidos y juramento que deben pres
Previo anuncio del Sr. Presidente, y precedido de los Sres. Se tar el Regente ó Regentes que se nombren, había elegido por su pre
cretarios Carrasco, y Valero y Arteta, entró á jurar el Sr. D. Miguel sidente al Sr. D. Gaspar de Ondovilla , y por secretario al Sr. don
Antonio Zumalacárregui, Senador por la provincia de Segovia. Dionisio Valdés.
Se anunció que dicho señor quedaba agregado á la sección 4i, y El Sr. PRESIDENTE : Mañana se reunirá el Señad» á las doce,
el Sr. Rivadeneira, Senador en la anterior legislatura, á la 5i y á primera hora , si hay número suficiente de Sres. Senadores, se
Se procedió á la discusión del dictamen de la comisión encar votará por bolas el proyecto de ley que acaba de aprobar el Senado,
gada de informar acerca del aumento de pensión concedida á los y se dará cuenta del dictámen de la comisión mixta si está des
hijos de D. Domingo Muruaga. (f/ase el Diario núm. 17, sesión pachado.
del dio 29 de síbril.) Se levanta la sesión."
Leido el dictamen, y no habiendo ningún Sr. Senador pedido la Eran las dos. -i.
palabra en contra, se declaró haber lugar á votar sobre su totalidad.
Se leyó el articulo único de que consta el dictamen, y el cual
dice asi :
Articulo único. "Se concede el aumento de 2,808 rs. vn. anuales RECTIFICACION. En el Diario número 18 , sesión del dia 30
para completar la pensión de 5,000, sujeta á las reglas que rigen en de Abril, plana 8?, columna li, línea 29, donde dice:, "y creo
ta materia , en favor de cada uno de los dos huérfanos D. Emilio y que solo producirían Sío." léase: "y juzgo que tu mayor numero se
Doña Cristina Muruaga, hijos de D. Domingo, asesinado por los producirían &C." < ..
 NUMEROSO.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 5 DE MAYO DE 184 1.
Se abrió á la una menos coarto, y leida por el Sr. Secretario Onís
el acta de la anterior, quedó aprobada.
Se dio cuenta , y el Senado quedó enterado de que la comisión
mixta nombrada para conciliar las opiniones de ambos Cuerpos co
legisladores , respecto al ceremonial que ha de observarse al recibir
el juramento al Regente ó Regentes, había elegido por su presidente
al Sr. Senador D. Gaspar de Ondovilla , y para secretario al Sr. Di
putado D. Joaquin Muñoz Bueno.
Se acordó pasasen á las secciones para nombramiento de comisión
los siguientes proyectos de lev que remitía, y ba aprobado el Congre
so de los Diputados:
1? Al Senado. S "El Congreso de los Diputados , habiendo tomado
en consideración una proposición de ley presentada por varios indi
viduos de A seno sobre cesantías de los Ministros, ba aprobado elsi-
guiente proyecto de ley.
Art. 1° £1 cargo de Ministro no dará opción á mas haber por ju
bilación, cesantía ó monte pió, que el que corresponda al indivi
duo por el deslino de mayor clase que antes haya desempeñado, se
gún las disposiciones que rigieren para los demás empleados públicos.
Art. 2! Los Ministros que por los años de servicio tuvieran dere
cho á jubilación, cesantía ó monte pió, recibirán el haber consignado
en el presupuesto con tos descuentos que se hicieren á los demás em
pleados ; mas no sufrirá ninguno el Ministro que por no haber sido
empleado anteriormente no hubiera adquirido derecho alguno de la
naturaleza indicada.
Art. 3? Se reformarán al tenor del art. 1? las clasificaciones que
se hayan hecho á los Ministros actualmente cesantes con, arreglo á
Ja ley de 26 de Mayo de 1855, la cual queda derogada en esta parte.
Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado con inclusión
del expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio
del Congreso 4 de Mayo de 1811.=Agustin Arguelles, Presidente.=
José Sánchez de la Fuente, Dipu lado Secretario. = Julián de Huelves,
Diputado Secretario."
2? Al Senado.= "El Congreso de los Diputados, habiendo tomado en
consideración una proposición de ley de varios individuos de su seno,
relativa á que los capitanes generales y sus auditores, los regentes,
magistrados y fiscales de las audiencias no puedan ser propuestos
para Senadores ni elegidos Diputados por las provincias que com
pongan los distritos de su mando ó jurisdicción, ha aprobado el si-
guíente proyecto de ley.
Articulo 1? Los capitanes generales y sus auditores , los re
gentes, magistrados y fiscales de las audiencias no podrán ser elegi
dos Diputados ni propuestos para Senadores por las provincias que
compongan los distritos de su mando ó jurisdicción.
Art. 2? Tampoco podrán serlo los secretarios de las diputacio
nes provinciales por sus respectivas provincias.
Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado acompañando
•1 expediente para losefectos prescritos en la Constitución. Palacio del
Congreso 4 de Mayo de 1811. Agustín Arguelles, Pres¡dente.=Jo*é
Sánchez de la Fuente, Diputado Secretario. -Julián de Huelves, Di
putado Secretario."
Se dió cuenta de que la comisión encargada de examinar el pro-
S.-TOMO L
m
DE CORTES.
yecto de ley sobre exención del pago de los derechos de portazgos y
pontazgos en favor de ios vecinos de los pueblos que en él se expre
san, había nombrado por su presidente ai Sr. D. Ramón Hacía Llam
parte , y secretario al Sr. D. José María Pérez.
£1 Sr. PRESIDENTE: Orden del día. No habiendo competente
número de Sres. Senadores para votar por bolas la ley que ayer apro
bó el Senado , se pasará á la segunda parte del orden del día , que ea
la lectura del dictámen de la comisión mixta.
Después se reunirán los Sres. Senadores en secciones para el nom
bramiento de las comisiones que han de informar sobre los proyectos
de ley remitidos por el Congreso ; y si hubiere número suficiente se
votará la ley ; si no , se cerrará la sesión.
El Sr. VALDES ocupó la tribuna y leyó el dictámen que sigue:
Al Senado.=La comisión mixta nombrada para conciliar las opi
niones de los dos Cuerpos colegisladores , respecto al ceremonial que
ba de observarse al recibir el juramento ál Regente ó Regentes del
reino ba convenido unánimemente en el siguiente proyecto.
Articulo 1? Reunidas las Cortes en el día, hora y lugar designa
do al intento por el Gobierno, á que asistirán ios Senadores y Di
putados en trage de ceremonia , dispondrá el Presidente que uno de
los Secretarios lea el acta del nombramiento de Regenteó Regentes.
Art. 2? Acto continuo una diputación de dos Senadores y duS
Diputados, nombrados de antemano en cada Cuerpo colegUlador
conforme á su reglamento , saldrá fuera del salón á recibir al Regente
ó Regentes.
Art. 3Í Al entrar en el salón se pondrán en pie los Senadores y
Diputados y todos los concurrentes, permaneciendo sentado el Pre
sidente.
Art. 4? El Regente, ó Regentes, se colocarán de pie al lado dere
cho del Presidente , el cual, puesto también de pie, tendrá abierto
el libro de los Evangelios, y leerá en voz alta la fórmula del jura
mento que sigue: "¿Juráis por Dios y por los santos Evangelios
que guardareis y haréis guardar la Constitución de la monarquía es
pañola de 1837 y las leyes del reino, no mirando en cuanto hiciereis
sino al bien y provecho de la nación, y que seréis fiel, ó fieles, á la
augusta Reina de las Españas Doña Isabel II, entregándola el man
do del reino tan luego como salga de la minoría ?" El Regente, ó
Regentes, puesta la mano sobre los Evangelios, responderá en vos
alta : "SI JURO ; y si en lo que he jurado , ó parte de ello , lo con
trario hiciere, no debo ser obedecido, antes aquello en que contra
viniere sea nulo y de ningún valor;" y el Presidente dirá: "Si asi
lo hiciéreis, Dios os lo premier y si no, os lo demande."
Art. 5? En seguida el Regente, ó Regentes, ocuparán las sillas co
locadas delante de las gradas del Trono. Los Senadores y Diputados
tomarán asiento ; y el Presidente de las Cortes desde el suyo pronun
ciará estas palabras: "Las Cortes han presenciado el juramento que el
Regente, ó Regentes, acaban de prestar á la Constitución de la mo
narquía española y á las leyes del reino y de fidelidad á la Reina."
Art. 6? El Regente, ó Regentes, se retirarán en seguida acom
pañados de ocho Senadores y ocho Diputados, nombrados de antema
no en cada Cuerpo colegislador ; observándose en lo demás el mismo
ceremonial con que fueron recibidos. Madrid 4 de Mayo de 18 i t
39
 136
Gaspar Ondovilla, presidente, s Fermín Caballero. =Juan Bautista de nombrar los individuos que han de componer las .dos comisione*
Osea—Facundo Infante.^Mauricio Carlos de Gnis.:=Mariano Valero que deben informar sobre los proyectos de ley de que hoy se ha dado
y Arteta. ^Francisco Cabello. =: Dionisio Valdés. = J. A. y Meudiza- lectura. Después continuará la sesión, y se dará cuenta délos nom
bal. = Joaquín Muñoz Bueno, Secretario. bramientos que hayan hecho las secciones; procedí tínd ose en seguida
El Sr. PRESIDENTE : Atendiendo i lo que el Senado ha hecho á la votación secréta si hay suficiente número de Sres. Senadores.
con otro dictamen análogo, se preguntará al Seoado si se procede Se suspende la discusión."
desde luego á la discusión del dictamen que acaba de leerse." Quedó suspensa.
Hecha la pregunta , el Senado acordó afirmativamente. Vueltos al salón los Sres. Senadores, y continuando la sesión que
El Sr. PRESIDENTE: Abrese discusión sobre los artículos nue- habia quedado suspensa, se dió cuenta de que la comisión encargada
Tamente redactados en que ha convenido la comisión mixta. de informar sobre la comunicación del Gobierno, relativa á la sus
El Sr. Secretario CARRASCO: No habiendo pedido la palabra pensión de los diputados provinciales de Badajoz, había nombrado
ningún Sr. Senador... por su presidente al Sr. D. José María Galdeano, y por secretario
El Sr. conde de PTNO FIEL: Pido la palabra en contra. al Sr. D. Dionisio Valdés. ,
El Sr. PRESIDENTE : La tiene V. S. Asi ui limo se dió cuenta de que las secciones habían hecho los si
El Sr. conde de PINO FIEL : Señores, la calidad de Regente es guientes nombramientos de comisión :
la primera del Reino, y yo creo que debe tributársele en la forma Para eDtender en la comunicación del Gobierno, relativa á la tu
de juramento toda la consideración regular á su alto carácter; y tela de S. M. ta Reina Doña Isabel II y su augusta Ilermanai
como que no debe pasar por la alta consideración de las Cortes que ií Al Sr. D. Manuel Codorniu.
falle á su deber, no me parece decoroso que se diga que si alguna 2i Al Sr. D. José Alvarez Pestaña.
Tez falta i su deber que no sea obedecido. A mi entender esta es una 3i Al Sr. cande de Pinofiel.
fórmula que ofrece inconvenientes. ¿Quién juzga si falla ó no á su 4i Al Sr. D. Antonio Martínez de Velasco.
deber el Regente? Fuera de eslo, ¿cuál será el caso en que falte á su 6i Al Sr. D. Mariano Torres Solanot.
deber? Porque el Regente no da orden ninguna; el Regente tiene Para la que ha de informar sobre el proyecto de ley acerca de la
sus Ministros , y por la Constitución ninguna órden del Rey se debe cesantía de los Ministros:
obedecer como no vaya firmada por el Ministro del ramo. Este res 1? Al Sr. conde de Soto-Ameno.
ponderá ; ¿pero cuándo el Regente dará por si una órden? 2i Al Sr. D. Juan Lasaña.
Vn creo que esto no puede suceder nunca, y que esto no se oculta 3í Al Sr. D. José Arana Ide.
á la perspicacia de los Sres. Senadores, como asimismo que ofrece 4i Al Sr. D. Miguel Antonio Zumalacárreguí.
esta fórmula inconvenientes, y que es contraria á la dignidad del 5i Al Sr. D. Dionisio Valdés.
Regente; hablamos de la dignidad, y do de si será Pedro, Juan ó Para la que ha de dar su dictamen sobre el relativo á la incapa
Diego; si será uno, tres ó cinco. Es menester tri bu lar consideración, cidad de los capitanes generales y otras autoridades para ser pro
y mucha consideración á la primera dignidad del reino. puestos Senadores ó elegidos Diputados por las provincias de su
El Sr. ONDOVILLA : La comisión conviene con el señor preopi mando ó jurisdicción :
nante en que es alta la dignidad de Regente , y que en efecto sucede lí Al Sr. D. José María Jaime.
i la persona del Rey y tiene todo el lleno de autoridad del mismo 2i Al Sr. D. Andrés García Camba. ,
Rey ; pero la comisioo también conoce que sin embargo de eso, 5Í Al Sr. D. Miguel Corbacho.
siendo todavía mas elevada la peisona de la Reina Doña María Cris di Al Sr. D. Antonio Maria Alvares de Tomás.
tina de Borbon, cuando entró en la Regencia prestó el juramento con Bi Al Sr, D. Joaquín Abargues.
esas mismas palabras, y no parece justo que el Regente ó Regentes El Sr. PRESIDENTE : Se va á proceder á la votación por bolas,
que ahora entren á gobernar juren de otra manera que como aquella de la ley qoo ayer aprobó el Senado sobre el aumento de pensión á
excelsa Princesa juró. los hijos de D. Domingo Muruaga."
Si el Regente tuviese valor para mandar por sí sin sus Minis Se leyó el articulo único del proyecto inserto en la sesión de ayer
tros , y para disponer acerca del Gobierno del reino, entonces no (virase) y el 120 del reglamento, y se procedió á la votación, que dió
debe ser obedecido , porque realmente obra contra la Constitución y el resultado siguiente:
contra las leyes. La Constitución establece como responsables de las
órdenes qqe emanan del Trono á los Ministros; estos deben respon Número de señores votantes 74
der : el Regente nada debe mandar por sí ; y si alguna vez man Bolas blancas 68
dase cualquier cosa que sea en el Gobierno que le está encomendado Bolas negras 6
sin la firma de los Ministros, estará bien que se le desobedezca."
No habiendo ningun otro Sr. Senador que tuviese pedida la pa El Sr. PRESIDENTE: El Senado aprueba.
labra en contra , se procedió á deliberar por artículos, y fueron tudos Concluidos los asuntos que habia pendientes, y no habiendo otros
aprobados sin discusión. preparados, se avisará á domicilio á los Sres. Senadores.
El Sr. PRESIDENTE: No hay mas que 61 Sres. Senadores pre Ciérrase la sesión."
sentes; faltan 13 para poder votar la ley que ayer se aprobó : de con Eran las dos y media.
siguiente pueden retirarse los Sres. Senadores á las secciones á fin

<
 NÚMERO 21.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 7 DE MAYO DE 1841.
S« abrió á lit dooe y cuarto , y leída el acta de la anterior por el
Sr. Secretario Onis, fue aprobada.
Se dió cuenta y el Senado quedó enterado:
1! De una comunicación del Sr. Ministro de la Gobernación de
U Península, fecha 5 del corriente, trasladando para conocimiento
del Senado el decreto de la Regencia provi sional de 3 del misino mes
mimbrando Senador por la provincia de Alara al Sr. D. Domingo
Ruis de la Vega en reemplazo del Sr. D. Iñigo Ortéi de Velasco.
Se acordó pasase á la comisión de Actas.
56? De otra comunicación del Congreso de Sres. Diputados, fecha 6
del presente , poniendo en su conocimiento para los efectos conve
nientes lo que de conformidad con lo propuesto por la comisión mixta
para conciliar las opiniones de ambos Cuerpos colegisladores, ha apro
bado en el mismo dia relativo al ceremonial que se ha de observar
•a el juramento del Regente ó Regentes que se nombren, expresando
ademas haber hecho igual comunicación al Gobierno.
3? De otra comunicación del Congreso de Sres. Diputados, en la
({se con fecha 6 del actual participa al Senado para los efectos con
venientes haber declarado en dicho dia terminada la discusión sobre
ti número de personas de que se ha de componer la Regencia, ad
virtiendo haber dirigido igual comunicación al Gobierno.
4! De otra, en la que se maniücsta que la comisión nombrada
para dar dictamen sobre el proyecto de ley aprobado por el Congreso
de los Diputados, relativo á que no puedan ser elegidos Senadores ni
Diputados por las provincias de sus respectivos mandos los capita
nes generales , sus auditores, regentes, ministros y fiscales de las
audiencias , y secretarios de las diputaciones provinciales, ha nom
brado al Sr. D. Antonio María Alvarez de Tomás por su presidente,
y por secretario al Sr. D. Joaquín Abargues.
5! De una de D. Domingo Fernandei de Angulo presentando al
Senado en 6 del corriente mes ejemplares impresos de un opúsculo
que ha publicado con el titulo de Proyecto de un nuevo sistema de
contribuciones en España para su distribución entre los Sres. Se.
sudores."
Asi se acordó.
El Sr. PRESIDENTE: La comisión de Actas tiene la palabra."
El Sr. Romo y Gamboa , secretario de ella, ocupó la tribuna y
kyó el siguiente dictamen, que fue aprobado sin discusión:
Provincia de la Corana. "Estando aprobada por el Senado el acta de
escrutinio general de la Coruña en la sesión de 23 de Marso último, la
comisión de Aetas electorales ha examinado los documentos que para
acreditar su aptitud legal ha presentado el Sr. D. Tomás Ladrón
dt Guevara , nombrado Senador por la expresada provincia en reeu»
S.-TOMO L
137
===SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSI^^=SM
DE CORTES.
plazo del Sr. D. Martin José' Triarte, perteneciente i la tercera
renovación del Senado, que no llegó i desempeñar este cargo por
haber optado y tomado asiento en el Congreso de los Diputados; y
hallando justificado competentemente tener la edad requerida , y
acreditando la renta por un documento de depósito voluntario, he
cho por el expresado Sr. Ladrón de Guevara , en que formalmente
consta haber entregado bajo dicho concepto en la caja del Banco Es
pañol de San Fernando la cantidad de 600,000 rs. vn. en títulos al
portador de 5 por 100 , sin perjuicio de presentar otros documentos
de la renta que también posee,
••La comisión opina que el Senado puede acordar que sea definiti
vamente admitido ; pero en el concepto de que haya de retenerse en
su Secretaria el documento de depósito presentado, y de que la misma
oficie al director del precitado Banco Español para que conserve en
su poder la cantidad depositada hasta tanto que se presente el recibo
original acompañado de una resolución del Senado para que aquella
le sea devuelta , lo que se verificará cuando acredite otra renta igual
y le baya sido admitida ó cese en el ejercicio del cargo de Senador.
«No obstante esto , el Senado resolverá lo que eslime mas conve
niente. Palacio del mismo 6 de Mayo de 1841.=Ga>par Ondovilla,
presidente. — Joaquín Francisco Campusa no. — Manuel Lorenzo.::
Cárlos Morand.^Francisco Romo y Gamboa, secretario."
Previo anuncio del Sr. Presidente, y precedido de los Sres. Se
cretarios Valero y Arlela, y Onis, juró y tomó asiento el Sr. D. To
más Ladrón de Guevara. ■
Entrándose en el órden del dia se leyó el oficio siguiente:
Excmos, Sres.xLa Regencia provisional del reino se ha servido
dirigirme con fecha de hoy el decreto siguiente:
"La Regencia provisional del reino en uso de las facultades que
concede el art. i", de la ley de 19 de Julio de 1837 al Rey, ó á quien
ejerce su autoridad, señala la bora de las doce del sábado 8 del
actual para la reunión de los Cuerpos colegisladores en el palacio
del Senado con el objeto de nombrar Regencia." De orden de la Re
gencia provisional lo traslado i V. EE. para conocimiento del Se
nado. Dios guarde á V. EE. muchos años. Palacio 6 de Mayo
de 1811. -Joaquín María de Ferrer.=Sres, Senadores Secretarios del
Senado."
El Sr. PRESIDENTE: Esle es el objeto para que se ha convoca
do al Senado, quien acaba de oir la comunicación del Gobierno: por
consecuencia las Córtes se reunirán mañana á las doce en esle local.
Ciérrase la sesión."
Eran las doce y media.
40
...,

* "3"
■* 1 .4 V VA

.1
 NUMERO 22.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION PARA LA ELECCION DE REGENCIA CELEBRADA EN 8 DE MAYO DE 1841.
Reunidos con Ta debida anticipación en el talón de sesiones del
Senado los Sres. Senadores y Diputados, j conforme á lo prevenido
enel art. 3? de la ley de 19 de Julio de 1837, ocupó la silla de la
Presidencia el, Sr. Di Agustin Arguelle», Presidente del Congreso, y
la» de tos Secretarios los cuatro del mismo Cuerpo, como de menor
edad.
Abierta lar setisn á las doce de la mañana , dijo
EI St: PRESIDENTE: El Gobierno, en uso de las facultades que
le concede el art. 2? dé ra ley de 19 de Julio de 1837, ha señalado el
día de hoy para la elección de Regencia.
Lo» Sres. Senadores y Diputados se servirán dar sus nombres por
el órden-que están sentados , .con expresión del Cuerpo á que perte
necen. Uno de los Secretarios formara* lista de los Senadores , otro la
de los Diputados y otro la general de todos los presentes."
Se procedió i esta operación , y concluida dijo t ,
EI Sr. Secretario DIEZ: ¿Hay, algún señor que no haya dado su
nombre?'
El Sr. PRESIDENTE t Sírvanse los Sres. Secretarios hacer el re
sumen." t Suances, Olózaga , Iriarte , Santibañez , Soinoza, Jaén , Posada , Paz
Se leyó- ra- lista de los Sres. Senadores por si se había olvidado
alguno , y resultaron inscritos. lps siguientes :
Señoree chique deCastroterreño,, Espinosa, La-Hera, marques de Gua-
dalcazar, vizconde de Huerta, Cáamaño, obispo de Astorga-, Castelldos-
rius, Seo Mi-guel- ( D. Juan Nepomiiceno), conde de ^inofiel , Peón
y Heredia-, Ladrón de Guevara (D. Tomás), Melgarejo , Rivadenei-
ra , Alvarez Pestaña , García Carrasco, Entrena, Romo Gamboa,
fiorja Tatrins , Rubíano, Lorenzo, Suarez del Villar , Linage, Ho
yos, Verea Coínejt>, Gil Muñoz, Vallejo , Jaime, Alvarez Tomás,
Carratalá , Ceciliode la Rosa, Abargires, Ramírez , Camba , Fer-
ráz(D. Valentín), Aran'alde, Valdeguerrero , Moya, Calatrava,
Pérez, Caneja, obispo de Córdoba, Ontiveros, Valoro y Arteta, Gal-
deano , Gil Orduña, Campuzano , Torres Solánot, Qnis t conde de
Almodovar, Capar , Pérez Necoechea, Mora'les r Chacón (D. Pedro),
Ferrer , Gómez Bicerra , Trias , Zumalacárregui , Lasaña , Gómez
(D. Manuel Ventura), Muguiro I'ribarren , López ( D. Alejandro),
Ondúvilia, Chacón y Duran , Godby- Peralta, Velasco, Jordá y San-
tandreu, Camps y Aviñd , Cod'orniu , Paláfor, San Miguel (don
Santos), Ayerve, Gastejon , Corbacho , Macia Lleopart , Infante,
Quintana, Jiménez Frontín, conde de Soto- Ameno , Santonja,
Gil de la Cuadra, Seoa-ne , Aldama , Morand , Ladrón de Gue
vara ( D. Eugenio), Heros, Landero , OKnaga , Cliacon (D. José
Maria), Fernandez Vallejo, Valdés , Sánchez Fernandez , Ferráz
(D. Francisco), Solis. ,' . '
Repetida por dos veces la pregunta de si había algún Sr. Sena
dor que no hubiese dado su nombre , y no.reclainando ninguno, re
saltó- hallarse presentes 9f Sres. Senadores.
El Sr. PRESIDENTE: Va i leerse la lisia de los Sres. Diputados
presentes.4 ' " '" '
El Sr. Secretario Otero leyó la lista de los Srés. Diputados, y
resultó que habian dado sus nombre» los siguientes:
Señores Garrido, Ferro Montaos, Fisac, Royo, Milagro, Marau,
Calza, Quirós, Monedero, Sardá, Llacayo, Pastor, Calvez Cañero,
S.-TOMOI.
DE CORTES
f Paz,Bolufer, Matheu, Lacoste, Silva, Surrá y RtfJ.lt Secades, Aquino
Amat, García Uzal, Méndez Vigo (D. Pedro) ,T)tero (D. Manuel),
Muñoz Bueno, Prada, Rodriguez. (D. Manuel Anselmo), Moras, Fer
nandez' Cano, Gil Sanz, Pardo, Méndez Vigo (D. Francisco), Roda,
Gómez Sillero , Gutiérrez de Ceballos, Saenz, Gómez de la Serna,
Polo, Fortuna , Sánchez Garrido, Llamas, García Mauricio, García
Jover, Alvarez (D. Gregorio), Alonso Cordero , Osorio , Rodriguez
(D. Faustino), Gil Muñoz, Pérez Ca-ntalapiedra , Romeral , Luzu-
riaga, Crespo, Ovejero , Ceballos, Hidalgo , Goyeneche , Ilarregui,
Prado-Alegre , Aluionací, González Brabo , Gil (D. Juan), Alcalá
Zamora , Villareal, Rodriguez Leal, González Alegre, Caballero,
Fernandez (D. Severiano) , Villaba, Belinchon, Ortiz de Velasco,
Alonso- (Di Juan Bautista) , Suarez , Puigmoltó , Burri«l , Bonet,
Lujan, Pita, García (D. Sebastian), Amor, González (D. Fran
cisco)-, Tejeiro, Rodil , Ruiz del Arbol , Verdú y Pérez , Hompa-
nerad'eCos, Cantero, Gómez Acebo, Villaregut, López Berrio,
Pedrajas, González (D. Antonio), Sancho, Aldecoa , Hormaeche,
Akuna , Vadillo, Azcárate, Cortina, Varona, Torrente, Sendra,
García , Fuente Andrés, López (D. Joaquín María) , Escorial , Pro-
yet , Sánchez Silva , López (D. Julián), San Miguel (D. Evaristo),
Cabello , Fernandez Baeza, Bayo Sologurea , Fernandez Gam
boa , Laca 1 le , López Pinto, Pascual, Serrano, Adana , Al-
faro, Escalante, Velo, Clavijp, Jover, Gil (D. Pedro), Cuenca»
Pelaehs, Degollada, Mendizabal , Montañés, Alvarez (D- Fran
cisco de Paula), Temprado, Calero, Muñoz , Vieens, Ayllon , Do-
nienech, Quinto, Alejo Fernandez, Gil Alfonso, García Suelto.
Martin, Mascaros, Benedito , Fernandez (D. Juan Francisco), Su -
gasti, Romero, Mayora, Castañs, Martínez Montaos, Pareja, Villa-
ralbo, Peña, Lillo, Rodriguez Busto, Fernandez de los Ríos, Díaz
Gil, Viía, Víadera, Madoz, Madrid Dávila * Acuña, Alcou , Iñigo,
Guibert y Pastor, García (D. Lucas) , Guillen y Grasy dan mar, Al
varez Miranda,, Colla ates (D. Vicente), Callantes ( D. Antonio),
Fariña, Morate, Ameller, Moya y Angeler, Vidal, Nocedal, Prim,
Stárico, Martínez Haro r Iznardi , Üsca , Trias , Pérez Roldan,
Trueba Cosío, Sánchez de la Fuente, Diez, Huelves , Otero (D. Hi
pólito), Arguelles. ...
Hecha por dos veces la pregunta de si faltaba algún Sr. Diputado
por dar su nombre, y no habiendo. reclamación alguna,, resultó ha
llarse presentes 196 Sres. Diputados.. -■„'>,.,. »
El Sr. PRESIDENTE: Se va á publicar el resultado."
El Sr. Secretario Sánchez de la Fuente la publicó en, estos tér
minos : , . • ,i : ...
Sres., Senadores presentes* 94 ;
Sres. Diputados ,»..*. 196
Total,,,,,.',,. i.V.t... • 290 .
.Resumen de Sres. Senadores, que componen
el Senado.. .. ............... . 1-15 .. . ,
Mitad mas ui>o.. ....... 71 <
Están, presentes > ...a- .t«, ........... 91
Hay mitad mas uno. ¡- .
Total.de
n Sres. Diputados. .,.,-.>, i ......
4t . '¿41?
 140
Mitad mas uno 122
Se bkllan presentes... 196
Hay mitad mas UDO.
El Sr. PRESIDENTE: Está cumplido el «M. 6? de la ley de 19
de Julio de 1837. Va á leerse el articulo que se acaba de citar."
Se leyó el expresado articulo, que dice asi:
Art. 5? "Para nombrar Regente, ó Regencia del reino, ytutor
del JU'v menor, se requiere la presencia de la mitad mas uno de
los individuos que componen cada uno de los Cuerpos colegis
ladores."
El Sr. PRESIDENTE: Cumplido, pues, este articulo , se pro
cede á votar si será pública y nominal , ó secreta, la votación acerca
del número de Regentes. El Sr. Secretario va á leer la lista de los
presentes, conforme al art. 18 , aprobado por el Senado para este
caso y por el Congreso."
Se leyó la siguiente lista de los Sres. Senadores y Diputados pre
sentes, cuyo total ascendía á 290.
Sres. Garrido, Ferro Montaos, Fisac, Royo, Milagro, Marau, Calta,
Quirós, Monedero, Sarda, Llacayo, Pastor , Calvez Cañero, Paz, Bo-
lufer, duque de Caslroterreño, Espinosa, Matheu, La-llera, marques
de Guadalcazar, vizconde de Huerta , Caamaño, obispo de Astorga,
Castelldosrius, Lacoste, Silva, Sierra, Secades, Aquino, Garcia
Uzal, Méndez Vigo (D. Pedro), Otero (D. Manuel), Muñoz Bueno,
Prada, Rodríguez ( D. Manuel), Moras, Fernandez Cano, Gil Sanz,
Pardo, Méndez Vigo (D. Francisco), San Miguel (D. Juan Nepomu-
ceno), Roda, Gómez Sillero , Gutiérrez de Ceballos, Saenz , Fino-
iiel, Peón y Heredia, Ladrón de Guevara ( D. Tomás), Melgarejo, .
Rivadeneira, Alvarez Pestaña, Garcia Carrasco, Entrena, Romo
Gamboa, Borja Tarrius, Rubiano, Lorenzo, Gómez de la Serna,
Suarez del Villar, Linage, Hoyos, Polo , Fortuna , Sancbez Garrido,
Llamas, García (D. Mauricio), Garcia Jover, Alvarez (D. Grego
rio), Verea Cornejo, Alonso Cordero, Osorio, Rodríguez (D. Faus
tino), Gil Muñoz, Gil Muñoz (Senador), Pérez Cantalapiedra, Ro
meral, Luzuriaga, Vallejo, Jaime, Alvarez (general ), Carratalá,
Cecilio de la Rosa, Abargues, Ramírez, Crespo, Ovejero, Camba,
Ferráz (D. Valentín), Ceballos, Hidalgo, Goyenecbe, Ilarregui,
Aranalde, Prado- Alegre , Almonaci, González Brabo, Gil (don
Juan), Alcalá Zamora , Vi lia real , Rodríguez Leal , González Ale
gre, Caballero, Valdeguerrero , Fernandez ( D. Severiano ), Villaba,
Moya, Belinchon, Orliz de Velasco, Alonso (D. Juan Bautista), Suarez,
Puigmolió, Burriel, Bonet , Catatrava, Lujan, Pila, García (D. Se
bastian) , Amor , González (D. Francisco), Tejeiro , Rodil , Pérez,
Ruiz del Arbol, Verdú, Caneja , obispo de Córdoba, Ouiiveros,
Valero y Arlela, Hompanera , Galdeano , Cantero, Gómez Acebo,
Gil Orduña , Villaregut , Campuzano , López Berrio, Pedrajas, Tor
res SolanOt, OiH» , conde de Almodovar, Capaz, González (D. An
tonio), Sáucbo, Aldecoa, Hormaecbe, Altuna, Vadillo, Pérez Necoe-
chea , Morales, Azcárale , Cortina , Cbacon (D. Pedro), Ferrer, Gó
mez Becerra, Frías, Varona, Zunialacárregai, Tórrenle, Sendra,
Lasaña, Suanees , Gómez (D. Manuel), Olóz-aga , Iriarte, Muguiro,
López (D. Alejandro) , Sanlibañez , Somoza , Jaén, Posada, Puz Gar
cía, Fuente Andrés, López (D. Joaquín), Escorial, Proyet, Sán
chez Silva , López (D. Julián), San Miguel (D. Evaristo), Cabello,
Oudovilia , Fernandez Baeza, Bayo Sologureu, Fernandez Gamboa,
Laca He, López Pinto, Pascual, Serrano, Ada na , Alfaro, Cbacon y
Duran , Escalante, Velo, Clavijo, Godoy y Peralta, Jover, Martí
nez de Velasco, Gil (D. Pedro), Cuenca, Jordá, Sanlandreu, Canips
y Avíñó, Codorniu, Pelaclis, Degollada, Mendizabal, Palafox, Mon
tañés, San Miguel (D. Santos), Ayerve, Casiejon, Corbacho, Alvarez
(D. Francisco), Temprudo, Calero, Muñoz, Vicens, Macia Lleo-
part, A vi Ion , Domenech, Infante, Quintana, Quinto, Gimé
nez Frontín, Fernandez ( D. Alejo), Gil ( D. Alfonso), Gar
cía Suelto, Martin, conde de Solo-Ameno, Santonja, Mascaros,
Bencdito , Fernandez (ü. Juan Francisco) , Gil de la Cuadra , Seoa-
ne, Sagasli , Romero , Mayora , Casians, Martínez Montaos, Pareja,
Villar albo, Peña, Lillo, Rodríguez Rusto, Fernandez de los Ríos,
Díaz Gil, Vila, Aldami , Viadora , Madoz, Madrid Dávila, Mo
ran! , Ladrón de Guevara (D. Eugenio) , Hitos, I. andero , Acana,
Orinaga , Alcon, Iñigo, Guíbert , García (D. Lucas), Guillen y
Grás, Cbacon (D. José Mana) , Fernandez Vallejo, Valdés, San
che/ Fernandez, Jaumar, Alvarez Miranda, Ferráz (D. Francisco),
Golfantes (D. Vicente), Collantei (D.Antonio), Fariña, Morale,
Ameller , Moya Angeler, Vidal, Nocedal, Prim, Stárico, Martí
nez Haro, Iznardi , Osea , Trias, Solit, Pérez Roldan , Trueba Co
sío , Sánchez de la Fuente, Huelvea, Diez, Otero (D. Hipólito),
Sr. Presidente.
El Sr. PRESIDENTE: En su consecuencia los señores que se le
vanten opinan que la votación acerca del número de personas deque
se ha de componer la Regencia sea pública y nominal, y los señores
que permanezcan tentados votan que sea secreta."
Se levantan varios Sres. Senadores y Diputados.
El Sr. PRESIDENTE: Los Sres. Senadores y Diputados se servi
rán permanecer en pie, ó sentados, basta que por tres individuos
de cada opinión se naga la numeración de votos en la forma acor
dada. Los Sres. Gil Orduña, Burriel y marques de Guadalcázar se
servirán contar los que están tentados, y los Sres. Fernandez de los
Ríos , Infante y Gil ( D. Pedro ) los que estaa en pie.
Verificado el escrutinio, el Sr. Secretario Sánchez de la Fuente
publicó el siguiente resultado:
Número de señores que se han levantado 251
Sefnrfesqíe ban permanecido sentados 36
«olal..-.. 290
Jititad mis uno 146
lose levantado 251
Queda, pues, resuelto que la votación sea pública y nominal."
Varios señores piden que conste su voto.
El Sr. PRESIDENTE: Se va a leer la lista de los señores que
ban hecho esta petición.
El Sr. Secretario DIEZ: Ha pedido que conste su voto en contra
de la acordado el Sr. Caamaño Pardo. ■ "%
,r ' sjál-Sr. Secreínrio OTERO: Han pedido que conste iu Toto por qoe
sta la votación pública y nominal los Sres. Monedero, Rolufef, Qui-.
rite-, 'rVrnaniiVz »a*za , Garvez Cañero, y Pascual.
El Sr. PRESIDENTE: Puesto que ningún otro Sr. Senador ni
Diputado desea que se asiente su nombre, se procede i cumplir con lo
que se previene en al art. 8?, para lo cual cada Sr. Senador ó Dipu
tado pronunciará desde su asiento su nombre, añadiendo la palabra
uno, tres ó cinev."
Verificada la votación , y habiéndose ausentado del salón algunos
señores , dijo
EKir- PRESIDENTE : Se aguardará un instante mientras los se
ñores que están ausentes vuelven al salón para que se pueda advertir
si hay ó no omisión involuntaria." .
Pasados unos instantes , continuó
El Sr. PRESIDENTE: Se procede á la lectura de las listas."
Se leyeron las listas de los señores que votaron uno, tres y cinco,
por el órden que sigue:
Votaron por uno : ,
Los Sres. Sánchez de la Fuente, Huelves , Diez , 'Garrido , Ferro
Montaos, Fisac , Royo , Milagro, Marau , Calza , Quirós , Mone
dero, duque de Caslroterreño , Espinosa, Matheu, La -llera, mar
ques de Guadaléazar , vizconde de Huerta , Caamaño , obispo de As-
torga , Castelldosrius, Lacoste, Silva , Súrrá y Rull , Secades, So-
lis , Pérez Roldan, San Miguel (D. Juan Nepomuceno) , Roda, Gó
mez Sillero, Gutiérrez de Ceballos , Saenz , conde de Pínofiel , Peón
y Heredia , Ladrón de Guevara ( D. Tomás) , Melgarejo , Rivade
neira, Alvarez Pestaña, Garcia Carrasco, Entrena, Romo y Gamboa,
Borja Tarrius, Rubiano, Lorenzo, Gómez de Laserna, Suarez del Vi
llar, Linage, Hoyos, Rodríguez (D. Faustino), Gil Muñoz (D. León),
Gil Muñoz (D. Vicente), Pérez Cantalapiedra, Romeral, Luzuriaga,
Vallejo, Jaime, Alvarez de Tomás, Carratalá , Cecilio de la Rosa,
Camba, Ferráz (D. Valentín), Ceballos, Goyenecbe, Ilarregui, Ara
nalde, Lujan, Pila Pízarro, García (D. Sebastian), Amor, González
( D. Francisco), Tejeiro, Rodil, Pérez, Ruiz del Arbol, Caneja,
obispo de Córdoba , Ontiveros , Valero y Arlela , Galdeauo, Hom
panera , Cantero, Gome/ Acebo, Gil Orduña, Torres Solanot, Onis,
González (D. Amonio) , Sancho, Aldecoa, Hormaecbe, Altuua, Ai-
cárate, Cortina, Chacón ( D. Pedro), Ferrer , Gómez . Becerra,
Frías, Varona, Zumalacárregui, Torrente, Olózaga, Sánchez Silva,
López (D. Julián), San Miguel (D. Evaristo), Cabello, Ondovilta,
Fernandez Baeza, Bayo Sologuren, Fernandez Gamboa, Lacalle,
López Pinto, Pascual, Serrano, Adana , Alfaro, Cbacon y Duran,
Escalante, Clavijo, Godoy y Peralta, Jover, Jordá y Santandreu,
Codorniu , Palafox (duque de Zaragoza), Montañés, San Miguel (don
Santos), Ayerve, Castejon, Corbacho , Temprado , Calero, Muñoz,
Vicens, Domenech, Infante, Quintana, Quinto, Jiménez Frontín,
Fernandez Alejo, Garcia Suelto, conde de Soto-Ameno, Santonja,
Mascaros, Beoedito , Seoane, Vila, Aldama, Orinaga,, Iñigo,
Guíbert y Pastor, Guillen y (iras, Chacón, (D. José Mana) , Fer
nandez Vallejo, Sánchez Fernandez, Ferráz (D. Francisco). To
tal 153. . ■ . „ •, .-:
Votaron por tres: . u-,
Los Sres. Otero (D. Hipólito) , Osea, Bolufer , Sarda, Llacayo,
Pastor, Calvez Cañero, Faz, Iznardi, Aquino Amat, Garcia Uzal,
Méndez Vigo (D. Pedro), Otero (D. Manuel) , Muñoz Bueno , Pra
da, Rodríguez ( D. Anselmo), Moras, Fernandez Cano, Gil Sanz,
Pardo , Méndez Vigo (D. Francisco) , García (D. Mauricio), García
Jove , Alvarez (D. Gregorio) , Alonso Cordero , Osorio, Alonso (don
J. B.), Suarez (D. José), Sagasti , Polo , Fortuna, Sánchez Garrido,
Llamas, Frías , Caballero , Valdeguerrero, Fernández (D. Agustín
Severiano) , Villaba, Moya , Belinchon, Ortiz de Velasco, Abar
gues, Ramírez, Crespo, Ovejero, Hidalgo, Prado-Alegre , Almo
naci , González Brabo, Gil (D. Juan;, Alcalá Zamora, Villa-
real, Rodríguez Leal, González Alegre, Puigmolió, Rurriel, Bo
net , Calatrava, Verdú y Pérez, Villaregut, Campuzano, Verea j
Cornejo , López Berrio , Pedrajas, Mendizabal, Aliuodobar , Capaz,
Vadillo , Pérez Necoechea , Morales, Sendra. , Lasaña , Suances, Gó
mez (D. Manuel Ventura) , Iriarte, Muguiro Iribarren, López (don
Alejandro) , Sanlibañez , Somoza, Jaén, Posada, Paz García, Fuente
Andrés, López (D. Joaquín), Escorial, Proyet, Velo, Martínez de
Velasco, Gil (D. Pedro), Cuenca , Canips y Aviñó , Pelachs , Ame
ller, Degollada , Alvarez (D. Francisco) , Macia Lleopart, Ayllon,
Gil (D. Alfonso) , Martin , Fernandez (D. Juan Francisco), Gil de
 141
la Cuadra, Romero, Mayora , Castañs, Martínez Montaos, Pareja, mientras dure esta sesión ningún Senador ni Diputado podrá au
Villaralbo, Peña , Lillo , Rodríguez Busto, Fernandez de los Ríos, sentarse sin pedir la venia del Sr. Presidente, que no la concederá
Díaz Gil , Viadera, Madoz , Madrid Dávila , Morand , Ladrón de sino en el caso de que queden completas las mayorías absolutas de
Guevara (D. Eugenio) , Heros , Landero, Acuna, Aleon, García los dos Cuerpos."
(D. Lucas), Valdés, Jaumar, Alrarez Miranda , Trueba Cosío, Co- El Sr. PRESIDENTE: Con arreglo á este artículo se procede á
llantes (O. Vicente), Collantes (D. Antonio), Fariña, Morate, la lectura de la lista de los señores que están presentes para com
Moja Angeler , Nocedal , Vidal , Prim , Estarico, Sr, Presidente. probarla con la anterior."
Total 138. Se leyó.
Ha votado por cinco : El Sr. PRESIDENTE ; Se volverá á leer el art. 18, y asimismo
El Sr. Martínez de Baro. el 13 y 4? "
Concluida la lectura el Sr. Secretario Sánchez de la Fuente pu Se leyeron.
blicó el resultado en estos términos : El Sr. PRESIDENTE : Se procede á la votación en los términos
que acaban de oir los señores presentes.
Señores que han votado por uno 153 Los señores que voten se servirán hacerlo por el orden con que
Que han votado por tres 136 están sentados para evitar confusión, y después tendrán la bondad
Por cinco. 1 de acercarse al Sr. Secretario para que se vaya tomando nota de los
Total 290 que han votado."
Mitad mas uno 146 Concluida la votación se leyó el art. 6? de la ley de 19 de Julio
Y habiendo votado por uno 153 de 1837, que dice asi:
"Estas votaciones se harán i pluralidad absoluta de votos secre
Queda resuelta la cuestión del número de personas de que ha de com tamente y por papeletas, que se leerán en alta voz al tiempo de ha
ponerse la Regencia. cer el escrutinio."
EISr. PRESIDENTE) Va i leerse el art. 13 del reglamento Hecho el escrutinio , y leídas las papeletas, dieron el siguiente
aprobado por ambos Cuerpos colegisladores." resultado :
Se levó , y su tenor es el siguiente :
Art. 13. "La elección de la persona, ó personas, que han de compo Sr. duque de la Victuria obtuvo. 176 votos.
ner la Regencia se verificará eu secreto y por papeletas, conforme á Sr. D. Agustín Arguelles 103
lo prevenido en el art. 6? de la ley de 19 de Julio de 1837. Sra. Doña María Cristina de Borbon. 5
-Los Senadores y Diputados depositarán sus votos en la urna por Sr. conde de Almodovar 1
el orden prescrito en el art. 4? de la misma ley." Sr. D. Tomas García Vicente, brigadier del
Se leyó asimismo dicho art. 4?, que dícet año de 1810 1
"En estas reuniones los Senadores y Diputados tomarán asiento Una papeleta en blanco 1
indistintamente sin ninguna preferencia , y daráu su voto por el or
den que estuvieren sentados." El Sr. Secretario DIEZ: Han tomado parte en la votación 290 -
El Sr. PRESIDENTE: Va también á leerse el art. 18 del regla- señores: mitad mas uno 146. Ha obtenido el Sr. duque de la Vic
zaento aprobado por los dos Cuerpos colegisladores." toria 179.
Se leyó , y dice asi : El Sr. PRESIDENTE: En su consecuencia las Córtes declaran
"Al empezarse cada votación se leerá la lista de los Sres. Sena que queda elegido por las mismas único Regente del reino el duqua
dores y Diputados, y mientras la votación se halle pendiente no de la Victoria.
podrá ninguno ausentarse de la sala de sesiones sin conocimiento de Se levanta la sesión."
la mesa , que anotará el nombre del que te ausente. Del mismo modo Eran las cuatro j diez minutos.
 NUMERO 25.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESÍOK DEL DIA 9 PE MAYO DE 18* i.
Abierta i la ana menos cuarto, y leída por el Sr. Secretario Onís
el acta de la sesión de antes de ayer, fue aprobada.
El Sr. PRESIDENTE: Orden del dia. Ratificación del acta de
la sesión de nombramiento de Regencia.
El mismo Sr.«6ecretarió Onís leyó la referida acta que dice asi)
Sesión pública de las Cortes celebrada en el dia 8 de Mayo de 1841
para el nombramiento de Regencia.
Reunidas en el Palacio del^Senado á la hora de las doce en virtud
del decreto de la Regencia provisional del reino de G del corriente,
bajo la Presidencia del Excmo. Sr. JD. Agustín Arguelles , y sir
viendo de Secretarios los Sres. D. José Sánchez de la Fuente, D. Ju
lián Huelves, D. Eugenio Diez y D. Hipólito Otero, se abrió la se
sión anunciando ei Sr. Presidente et objeto de ella.
Propuso que los Sres. Senadores y Diputados dieran sus nombres
por el órden en que estaban sentados , con expresión del Cuerpo á
que pertenecían} que ano délos Sresv Secretarios formara la lista de
los Sres. Senadores, otro la de los Sres. Diputados y otro la de todos
los presentes.
Ejecutado asi se leyó la de los Sres. Senadores, y es la siguiente:
Lisia de los Sres. Serradores présenles.
Duqne de Castroterieño, Espinosa (D. Carlos), La-Hera, marques de
Guadaleázar, vizconde de Huerta, Caámaño, obispo de Astorga, marques
de Castelldosrins, San Miguel (D. Juan Nepomuoeno), conde de Pino-
fiel, Peón y Heredia, Ladrón de Guevara (D. Tomás), Melgare/o, Ri-
vadeneira, Alvarez Pestaña, García Carrasco, Entrena, Romo Gamboa,
Borja Tarrius, Rubia-no, Lorenzo, Snarez del Villar, Linage, Hoyos
(D. Hipólito), Verea Cornejo, Gil Muñoz , Vallejo , Jaime, Alvarez
Tomás, Carra talá, Cecilio de la Rosa, Abargues, Ramírez, Camba, Fer-
ráz (D. Valentín), Arairalde, marques de VaUleguerrero, Moya, Cala-
trava, Pérez, Caneja, obispo de Córdoba, Onti veros, Valero y Arteta,
Galdeano , Gil Orduña, Campuzano , Torres Solanot , Onis, conde
de Almodovar, Capaz, Pérez de Necoechea, Morales, Chacón (D. Pe
dro), Ferrer, Gómez Becerra, Frías, Zumalacárregui, Lasaña, Gómez
(D. Manuel Ventura), Muguiro é Iribarren , López (D. Alejandro),
Ondovilla, Chacón y Duran , Godoy Peralta, Ve lasco, Jordá y San-
tandreu, Camps y Aviñó, Codorniu, duque de Palafox, San Miguel
(D. Santos), Ayerve, conde de Castado, Corbacho, Macia Lleopart, In
fante, Quintana, Jiménez Frontín, conde de Soto-Ameno, Santonja,
Gil de la Cuadra, Seoane, Aldama , Morand , Ladrón de Gue
vara ( D. Eugenio), Heros, Landero , Orinaga , Chacón (D. José
María), Fernandez Vallejo, Valdés, Sánchez Fernandez, Ferráz
(D. Francisco), Solí».
Se leyó también la de los Sres. Diputados, que es como sigue:
Lista de los Sres. Diputados presentes.
Garrido, Ferro Montaos, Fisac, Royo, Milagro, Marau, Cal
za, Quirós, Monedero, Sarda, Llacayo, Pastor, Galvez Cañero,
Paz, Bolufer, Matheu, Lacoste, Silva, Surrá y Rull, Secades, Aquino
Amat, García Uzal, Méndez Vigo (D. Pedro) , Otero (D. Manuel),
S.-TOMO I.
143
DE CORTES
Muñoz Bueno, Prada, Rodríguez (D. Manuel Anselmo), Moras, Fer
nandez Cano, Gil Sanz, Pardo', Méndez Vigo (D. Francisco), Roda ,
Gómez Sillero , Gutiérrez de Ceballos, Saenz, Gómez de la Sema,
Polo, Fortuna, Sánchez Garrido, Llamas, García (D. Mauricio), Gar
cía Jove, Alvarez (D. Gregorio), Alonso Cordero, Osorio, Rodrigues
(D. Faustino), Gil Muñoz, Pérez Cantalapiedra , Romeral, Luzu-
riaga, Crespo , Ovejero , Ceballos, Hidalgo , Goyeneche, Ilarregui,
Prado-Alegre , Almonací, González Brabo , Gil (D. Juan), Alcalá
Zamora, Villareal, Rodriguez Leal, González Alegre, Caballero,
Fernandez (D. Severiano) , Villaba, Beliocbon, Orliz de Velasco,
Alonso (D. Juan Bautista) , Suarez , Puigmoltá , Burriel , Bonet,
Lujan , Pita , García (D. Sebastian) , Amor , González (D. Fran
cisco) , Tejeiro, Rodil , Ruiz del Árbol , Verdú y Pérez , Hompa-
nera de Cus, Cantero, Gómez Acebo, Vilaregut, López Berrio,
Pedra jas, González (D. Antonio), Sancho, Aldecoa , Hormaeche,
Alt una , Vadillo, Azcárate, Cortina, Varona, Torrente, Sendra,
Suances , Olózaga , Iriarte , Santibañez , Somoza, Jaén, Posada,
Paz García, Fuente Andrés, Loper (D. Joaquin) , Escorial, Pro-
yet , Sánchez Silva , López (D. Julián), San Miguel (D. Evaristo),
Cabello, Fernandez Baeza , Bayo Soíoguren , Fernandez Gam
boa, Laca lie , López Pinto, Pascual, Serrano, Adana , Al-
faro , Escalante, Velo, Clavijo, Jover , Gil (D. Pedro), Cuenca,
Pelachs, Degollada, Mendizabal , Montañés, Alvarez (D. Fran
cisco), Temprado, Calera, Muñoz , Vicens, Ayllon , Domenech,
Quinto, Fernandez Alejo, Gil (D. Alfonso) , Gareia Suelto, Mar
tin, Mascaros , Benedito , Fernandez (D. Juan Francisco), Sagas-
ti, Romero, Mayora, Castañs, Martínez Montaos, Pareja, Villa-
ralbo, Peña, Lilla, Rodriguez Busto, Fernandez de los Ríos, Díaz
Gil, Vita, V¡adere', Madoz, Madrid Dávila , Acuña, Alcon , Iñigo,
Guibert y Pastor, Garnia (D. Lucas) , Guillen y Gras, Jaumar, Al
varez Miranda , Collantes ( D. Vicente), Colla Otes (D.Antonio),
Fariña, Morate, Ameller, Moya y Angeler, Vidal, Nocedal, Priin,
Stáricto, Martínez Haro, Iznardi , Osea, Trias, Pérez Roldan,
Trueba Cosío, Sánchez de la Fuente, Diez, Huelves, Otero (D. Hi
pólito), Arguelles.
T resultó hallarse presentes de cada Cuerpo" un número mayor
que el que requiere el art. 5? de la ley do 19 de Julio de 1837.
El PRESIDENTE dijo : "Se procede á votar si será pública y
«nominal ó secreta la votación acerca del número de Regentes. El
»Sr. Secretario va á leer la lista de los señores presentes , conforme al
»art. 18 del reglamento aprobado para este caso por el Senado y Con-
» greso."
Se leyó esta, que es como sigue :j ,
Lista general.
Señores Garrido, Ferro Montaos , Fisac, Royo, Milagro, Ma
rau, Calza , Quirós, Monedero, Sardá , Llacayo, Pastor , Galvez Ca
ñero, Paz, Bolufer, Castroterreño , Espinosa, Matheu, La-Hera,
Guadaleázar, Huerta (vizconde de), Caamaño, obispo de Astorga,
Castelldosríus, Lacoste, Silva, Surrá , Secades, Aquino, García
Uzal, Méndez Vigo (D. Pedro), Otero (D. Manuel), Muñoz Bueno,
42
 144
Preda, Rodríguez (D. Manuel), Moras, Fernandez Cano , Gil Sanz,
Fardo, Méndez Vigo (D. Francisco), Sau Miguel (D. Juan Nepoinu-
ceno), Roda, Gómez Sillero, Gutiérrez de Ceballos, Saenz , Pino-
fiel, Peón y Heredia , Ladrón de Guevara (D. Tomas), Melgarejo,
Rivadeneira , Alvarez Pestaña, García Carrasco, Entrena, Romo
Gamboa, Borja Tarrius, Rubiano, Lorenzo, Gómez de la Serna,
Suarez del Villar, Linage, Hoyos, Polo , Fortuna , Sánchez Garrido,
Llamas, Garcia (D. Mauricio), Garcia Jove, Alvarez (D.Gregorio),
Verea Cornejo, Alonso Cordero, Osorio, Rodríguez (D. Faustino),
Gil Muñoz (D. León), Gil Muñoz (D. Vicente), Pérez Cantalapie-
dra, Romeral, Luzuriaga, Vallejo, Jaime, Alvarez (Tomás), Carra ta
la, Cecilio de la Rosa, Abargues, Ra mirez, Crespo, Ovejero, Camba,
Ferráz (D. Valentín), Ceballos, Hidalgo, Goyeneche, Ilarregui,
Aranalde , Prado-Alegre, Ahnonaci, González Brabo, Gil (don
Juan), Alcalá Zamora , Villareal , Rodríguez Leal , González Ale-
'gre , Caballero, Valdeguerrero , Fernandez (D. Severiano), Villaba,
Moya, Belinchon, Ortiz de Velasco, Alonso (D. Juan Bautista), Suarez,
Puiginolló, Burriel, Bonet , Calatrava, Lujan, Fita, García (D. Se
bastian) , Amor , González (D. Francisco), Teijeiro , Rodil, Pérez,
Ruiz del Arbol, Verdú, Caneja, obispo de Córdoba, Ontiveros,
Valero y Arlela, Hompanera , Galdeano, Cantero, Gómez Acebo,
Gil Orduña, Vilaregut , Campuzano, López Berrio, Ped rajls , Tor
res .Solanot, Onis, conde de Almodovar, Capuz, González (D. An
tonio), Sancho, Aldecoa, Hormaeche, Altuna, Vadillo, Pérez de Ne-
coechea, Morales, Azcárate, Cortina, Chacón (D. Pedro), Ferrer, Gó
mez Becerra, Frias (D. Joaquin), Varona, Zumalacárregui, Torrente,
Sendra, Lasaña, Suances, Gómez (D. Manuel Ventura ), Olózaga,
Iriarte, Muguíro, López (D. Alejandro), Santibañez , Somoza, Jaén,
Posada, Paz García, Fuente Andrés, López (D. Joaquin) , Escorial,
Proyet, Sánchez Silva, López (D. Julián), San Miguel (D. Evaristo),
Cabello, Ondovilla , Fernandez Baeza, Bayo Sologuren, Fernandez
Gamboa, Laca lie, López Pinto, Pascual, Serrano, Adana, Alfaro,
Chacón y Duran , Escalante , Velo, Clavijo , Godoy Peralta, Jo-
ver , Martínez de Velasco, Gil (D. Pedro), Cuenca, Jordá, Santan-
dreu, Camps y Avino, Codorniu, Pelachs , Degollada, Mendizabal,
Palafóx, Montañés, San Miguel (D. Santos), Ayerye, Castejon, Cor
bacho, Alvarez (D. Francisco), Temprado, Calero, Muñoz, Vicens,
Macia Lleopart, Ayllon , Domenech, Infante, Quintana, Quinto,
Jiménez Fronlin, Fernandez Alejo, Gil (D. Alfonso), Gar
ría Suelto, Martin, Soto-Ameno, Santonja, Mascaros , Benedito,
Fernandez (D. Francisco), Gil de la Cuadra, Seoane, Sagasti,
Romero, Mayora , Caslañs, Martínez Montaos, Pareja, Villa-
lalbo, Peña, Lillo, Rodríguez Busto, Fernandez de los Ríos,
Díaz Gil, Vila , Aldaina , Viadera , Madoz, Madrid Dávila, Mo-
rand , Ladrón de Guevara (D. Eugenio) , Heros, Landero, Acuña,
Orinaga , Alcon, Iñigo, Guíbert , García (D. Lucas), Guillen y
tiras, Chacón (D. José Mana) , Fernandez Vallejo, Valdés, Sau-
rliez Fernandez, Jaumar, Alvarez Miranda, Ferráz (D. Francisco),
Collanles (D. Vicente) , Cuitantes (D.Antonio), Fariña, Morate,
Ameller, Moya Angeler, Vidal, Nocedal, Prim, Stárico, Martí
nez lloro, Iznardi , Osea, Trias, Solis, Pérez Roldan, Trneba Co
sío, Sánchez de la Fílente , Huelves, Diez, Otero (D. Hipólito),
Sr. Presidente.
El Sr. PRESIDENTE continuó diciendo: "Los señores que se le
vanten opinan que la votación acerca del número de personas que han
de componer la Regencia sea pública y nominal : los señores que per
manezcan sentados votan que sea secreta."
Verificada la votación en la forma anunciada , el Sr. Presidente
nombró tres señores de cada una de ambas opiniones, y contados por
ellos los votos respectivos de la una y de la otra, resultó quedar
aprobada la votación pública y nominal por 251 votos eonlra 56 ; y
pidieron que constasen en el acta los suyos los Sres. Mouedero, Qui-
rós, Bolufer, Fernandez Baeza, Galvez Cañero y Pascual que vota
ron por la pública, y el Sr. Caamaño que voló por la secreta.
Anunció el Sr. Presidente que se procedía á la votación acerca
del número de Regentes, para lo cual cada Senador ó Diputado
pronunciaría desde su asiento su nombre, añadiendo la palabra uno,
tres ó cinco.
Hecha la votación, resultó quedar aprobada la Regencia de una
sola persona por 153 votos contra 136 que obtuvo la de tres , y uno
la de cinco , en esta forma :
Señores que votaron por uno.
Sánchez de la Fuente, Huelves, Diez, Garrido , Ferro Mon
taos, Fisac, Royo, Milagro, Marau , Calza, Quirós, Monedero,
Castrolerreño , Espinosa , Matheu , La-Hera , marques de Gua-
dalcázar , vizconde de Huerta, Caamaño, obispo de Astorga , Cas-
telldosrius, Lacoste, Silva, Surrá y Rull , Secades, Sol is , Pérez
Roldan, San Miguel (D. Juan Nepomuoeno) , Roda. Gómez Sillero,
Gutiérrez de Ceballos , Saenz , conde de Pinofiel , Peón y Heredia,
Ladrón de Guevara ( D. Tomás) , Melgarejo, Rivadeneira, Alva
rez Pestaña, Garcia Carrasco, Entrena, Romo Gamboa, Borja Tar
rius, Rubiano, Lorenzo, Gómez de Laserna, Suarez del Villar, Linage,
Hoyos (D. Hipólito), Rodríguez (D. Faustino), Gil Muñoz ('D. León),
Gil Muñoz (D. Vicente), Pérez Cántala piedra, Romeral, Luzuriaga,
Vallejo, Jaime, Alvarez de Tomás, Carratalá , Cecilio de la Rosa,
i mba, Ferráz (D. Valentín), Ceballos, Goyeneche, Ilarregui, Ara
nalde, Lujan, Pita Pizarro, García (D. Sebastian), Amor, González
(D. Francisco), Tejeiro, Rodil, Pérez, Ruiz del Arbol, Caneja,
obispo de Córdoba , Ontiveros , Valero y Arlela , Galdeano, Hom
panera , Cantero, Gómez Acebo, Gil Orduña, Torres Solanot, Onis,
González (D. Antonio) , Sancho, Aldecoa, Hormaeche, Altuna, Az
cárate , Cortina , Chacón ( D. Pedro), Ferrer, Gómez Becerra,
Frias, Varona, Zumalacárregui, Torrente, Olózaga, Sánchez Silva,
López (D. Julián) , San Miguel (D. Evaristo) , Cabello, Ondovilla,
Fernandez Baeza, Bayo Sologuren, Fernandez Gamboa, Laca lie,
López Pinto, Pascual, Serrano, Adana , Alfaro, Chacón y Duran,
Escalante, .Clavijo, Godoy Peralta, Jover, Jordá y Santandren,
Codorniu , duque de Zaragoza , Montañés, San Miguel (D. Santos),
Ayerve , Castejon, Corbacho, Temprado, Calero, Muñoz, Vicens,
Domenech , Infante, Quintana, Quinto, Jiménez Frontín, Fernan
dez Alejo, García Suelto, Solo- Ameno, Santonja, Mascaros, Benedi
to, Seoane, Vila, Aldama, Orinaga, Iñigo, Guibert y Pastor,
Guillen y Gras, Chacón (D. José María) , Fernandez Vallejo, Sán
chez Fernandez , Ferráz (D. Francisco).
Señores que rotaron por tres.
Otero (D. Hipólito), Osea, Bolufer, Sardá , Llacayo, Pastor,
Galvez Cañero, Paz, Iznardi, Aquino Amat, García Uzal, 'Méndez
Vigo (D. Pedro), Otero (D. Manuel), Muñoz Bueno, Prada , Rodrí
guez (D. Anselmo), Moras, Fernandez Cano, Gil Sanz, Pardo, Mén
dez Vigo (D. Francisco), Garcia (D. Mauricio), García Jove, Alva
rez (D. Gregorio), Alonso Cordero, Osorio, Alonso (D. Juan Bautis
ta ), Suarez ( D. José), Sagasti, Polo, Fortuna, Sánchez Garrido,
Llamas, Trias , Caballero , Valdeguerrero, Fernandez (D. Agustín
Severiano), Villaba, Moya , Belinchon, Ortiz de Velasco, Abar
gues, Ramírez, Crespo, Ovejero, Hidalgo, Prado-Alegre, Almo-
naci, González Brabo, Gil ( D. Juan; , Alcalá Zamora , Villareal,
Rodríguez Leal, González Alegre, Puigmoltó, Burriel, Bonet, Ca
latrava, Verdú y Pérez, Vilaregut, Campuzano, Verea y Cornejo,
López Berrio, Pedrajas, Mendizabal, conde de Almodobar, Capaz, Va
dillo , Pérez Necoechea, Morales , Sendra , Lasaña , Suances , Gómez
(D. Manuel Ventura), Iriarte, Muguíro de Iribarren, López (don
Alejandro), Santibañez, Somoza, Jaén, Posada, Paz Garcia, Fuente
Andrés, López (D. Joaquin), Escorial, Proyet, Velo, Martínez Ve-
lasco, Gil (D. Pedro), Cuenca, Camps y Aviñó, «Pelachs, Ameller,
Degollada, Alvarez (D. Francisco de Paula), Mana Lleopart, Ayllon,
Gil (D. Alfonso) , Martin, Fernandez (D. Juan Francisco), Gil de
la Cuadra, Romero, Mayora , Castañs, Martínez Montaos, Pareja,
Villaralbo, Peña , Lillo, Rodríguez Busto, Fernandez de los Ríos,
Díaz Gil , Viadera , Madoz , Madrid Dávila, Morand , Ladrón de
Guevara (D. Eugenio) , Heros , Landero, Acuña , Alcon, Garcia
(D. Lucas) , Valdés, Jaumar, Alvarez Miranda , Trueba Cosío , Co
llanles (D. Vicente), Collanles (D. Antonio), Fariña, Morate,
Moya Angeler, Nocedal, Vidal, Prim, Stárico, Sr. Presidente.
Señor que rotó por cinco.
Martínez de Haro.
Leído el art. 13 de las disposiciones aprobadas por ambos Cuerpos
para esle acto, y el 4! y 6? de la citada ley de 19 de Julio de 1837,
y llamados luego por la lista general los Sres. Senadores y Dipula-
dos, fueron depositando sus votos en la urna. Concluido este acto, y
hecho el escrutinio, habiéndose leído en alta voz las papeletas resultó
que de 290 señores votantes, obtuvieron: el duque de la Victoria, 179
votos ; el Sr. D. Agustin Arguelles , 103 ; la Sra. Doña María Cris
tina de Borbon , 5 ; el conde de Almodovar , 1 } el brigadier D. To
más García Vicente, 1, y en blanco una de las papeletas."
Se publicó este resultado , y en seguida el Sr. Presidente dijo:
"Las Cortes de la nación española han elegido por Regente único del
reino al Excmo. Sr. duque de la Victoria."
Y levantó la sesión á las cuatro y veinte minutos de la tarde.—
Agustin Arguelles, Presiden te.=José Sánchez de la Fuente, Secreta
rio.=Julian de Huelves , Secretario. =Eugcnio Diez , Secretario.=Hi-
pólito Otero , Secretario.
El Sr. FRIAS, Ministro de Marina: Creo que ban equivocado
mi nombre en los periódicos: en lá Gaceta he leído Trías, y no
Frías; y como pudieran equivocarme con un Sr. Diputado de aquel
nombre, deseo que quede esto consignado."
Se acordó constase asi. #
Sin otra discusión quedó aprobada el acta que acababa de leerse.
Se acordó repartir entre los Sres. Senadores cien ejemplares de
las disposiciones acordadas por el Gobierno para el acto solemne de
la jura del Regente del reino, que con oficio de este dia remitió el
Sr. Ministro de la Gobernación de la Península.
El Sr. PRESIDANTE : Suponiendo que el Congreso dará igual
aprobación al acta de la sesión de ayer que la que acaba de dar el
Senado, el Gobierno ha comunicado un decreto de que va á darte
cuenta.
Se leyó el siguiente oficio.
Excelentísimos señores : La Regencia provisional del Reino se
ha servido dirigirme con esta fecha el decreto siguiente : "La Re
gencia provisional del reino, en nombre de la Rema Doña Isabel II,
 145
y asando de la facultad que le compete, señala el lunes próximo 10 Sr. obispo de Córdova.
del actual para que en el Palacio del Congreso de los Diputados, Sr. D. Manuel José' Quintana.
reunidas las Cortes á la una de la tarde, se verifique el acto solem Sr. D. Francisco Linage.
ne de prestar juramento el Regente del reino nombrado por las mis Sr. D. Manuel Ventura Gomes.
mas." De órden de la Regencia lo traslado i V. ££. para conoci Sr. D. Rafael Jiménez Frontín.
miento del Senado.=Dios guarde á V. EE. muchos años.=Palacio Sr. D. Miguel Chacón y Duran.
8 de Mayo de 1811.=Joaquin Maria de Ferrer.=Sres. Senadores Secre
tarios del Senado. Suplentes.
El Sr. PRESIDENTE : El Senado queda enterado. Por conse
cuencia de esta comunicación la mesa está en el caso de nombrar la Sr. D. Antonio Peón y Heredia.
diputación del Senado que ha de recibir y despedir al Regente del Sr. D. Andrés García Camba.
Reino. Se va á leer la lista de los señores que han sido nombrados:
Para la comisión que ha de recibir al Regente cuando vaya á El Sr. PRESIDENTE: El Senado queda enterado de que mañana
prestar juramento á los señores i á la una de la tarde se reúnen las Cortes en el Palacio del Congreso
de los Diputados para el acto del juramento del Regente del Reino.
D. José Lindero. Los Sres. Senadores concurrirán en trage de ceremonia.
Duque de Zaragoza. No habiendo mas asuntos pendientes se avisará á domicilio.
Ciérrase la sesión."
Y para la comisión de ocho que debe acompañarle á su despedida Era la una.
i los mismos señores , y
 NÚMERO 24.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
Sesión celebrada en 10 de Mayo de 184.1 para el acto solemne de prestar el Regente
del Reino el juramento acordado por ambos Cuerpos colegisladores.
Señalado este dia y tora de la una de la tarde por la Regencia
?rovisional del reino para la reunión del Senado y Congreso de los
)iputadu>, en el Palacio de este último Cuerpo, para el acto solemne
del juramento que debía prestar el Regente del reino , ocupó la silla
de la presidencia el Sr. Presidente del Congreso de los Diputados
romo mas anciano de los de ambos Cuerpos , y la de los Secretarios
los del Congreso como mas jóvenes; y se abrió la sesión á la una
menos cuarto, leyéndose el acta de la de las Córtes celebrada el dia 8
del corriente en el Palacio del Senado para el nombramiento de
Regencia.
En seguida se leyeron también las notas de la comisión que ha
bía de recibir al Regente del reino i su llegada al Congreso , y de la
que le habia de acompañar á su salida después de verificado el acto
solemne del juramento, que lo fueron: para la primera los Sres. Se
nadores D. José Landero y duque de Zaragoza, y los Sres. Diputa
dos D. Francisco Osorio y D. Angel Fernandez de los Rios; y para
la segunda los Sres. Senadores D. José Landero, duque de Zaragoza,
obispo de Córdoba, D. Manuel José Quintana, D. Francisco Linage,
I). Manuel Ventura Gómez, D. Rafael Jiménez Frontin y D. Mi
guel Chacón y Duran ; y los Sres. Diputados D. Pió Pita Pizarro,
t>. Salustiano de Olózaga, D. Francisco Serrano, D. Joaquin Mana
López, D. Juan Vilaregut, D. Rafael Almonací, D. Hipólito Silva
y D. Santiago Alonso Cordero.
Siendo próxima la hora de la una , anunció el Sr. Presidente que
la primera de las comisiones nombradas podia pasar á llenar su en
cargo.
En seguida entró en el salón el Regente del reino acompañado de
dicha comisión, poniéndose en pie los Sres. Senadores y Diputados y
todos los concurrentes á las tribunas, permaneciendo sentado el se
ñor Presideute.
Colocado de pie el Regente del reino á la derecha del Sr. Presi
dente, el cual puesto también de pie tenia abierto el libro de los
Evangelios, pronunció la fórmula del juramento, cuyo tenor dice asi:
"¿Juráis por Dios y por los Santos Evangelios que guardareis y
haréis guardar la Constitución de la monarquía española de 1837 y
las leyes del reino, no mirando en cuanto hiciereis sino al bien y
Írovecho de la nación , y que seréis fiel á la augusta Reina de las
Upa ñas Doña Isabel II, entregándola el mando del reino tan luego
como salga de la minoría?"
Respondió el Regente del Reino en los términos que expresa la
misma fórmula , que son los siguientes :
"Sí juro; y si en lo que he jurado ó parte de ello lo contra
rio hiciere no debo ser obedecido, antes aquello en que contravi
niere sea nulo y de ningún valor." Y en seguida el Sr. Presidente
dijo: "Si asi lo hiciereis Dios os lo premie, y si no os lo demande."
Terminada esta parte del acto, el Recento del Reino ocupó la
silla que estaba colocada delante de las gradas del Trono; los seño
res Senadores y Diputados tomaron asiento, y el Sr. Presideute des-
S.—TOMO I.
147
DE CORTES.
de el suyo pronunció estas palabras: "Las Córtes han presenciado el
■•juramento que el Regente acaba de .prestar i la Constitución de la
» monarquía española y á las leyes del reino, y de fidelidad á la
. Reina."
En seguida el Sr. Regente del Reino dijo:
Señor Presidente , deseo dirigir mi voz siempre franca y sincera
al pueblo español, aquí tan dignamente representado.
Sres. Senadores y Diputados:
••La vida de todo ciudadano pertenece á su patria. El pueblo es
pañol quiere que continúe consagrándole la mia.... yo me someto i
su voluntad.
«AI darme esta nueva muestra do su confianza me impone nue
vamente el deber de conservar sus leyes , la Constitución del Estado
y el Trono de una niña huérfana , de la Segunda Isabel.
••Con la confianza y la voluntad de los pueblos, con los esfuerzos
de los Cuerpos colegisladores , con los de un Ministerio responsable
digno de la nación , y con los de todas las autoridades unidos á lot
mios , la libertad , la independencia, el órden público y la prospe
ridad nacional estarán al abrigo de los caprichos de la suerte y de la
incertidumbre del porvenir. El pueblo español será tan feliz como
merece serlo , y yo contento entonces veré llegar la última hora de
mi vida sin inquietud sobre la opinión de las generaciones futuras.
••En campana siempre se me ha visto como el primer soldado del
ejército pronto á sacrificar mi vida por la patria. Hoy como primer
magistrado jamás perderé de vista que el menosprecio de las leyes y
la alteración del órden social son siempre el resultado de la debili
dad y de la incertidumbre de los Gobiernos. Señores Senadores y
Diputados, contad siempre conmigo para sostener todos los actos inhe
rentes al Gobierno representativo. Yo cuento con que los representan,
tes de la nación serán también los consejeros del Trono constitucional-
en el cual descansan la gloria y prosperidad de la patria."
El Sr. PRESIDENTE de las Córtes coatestó en los términos si
guientes :
"Las Córtes han oido lo que el Regeute del reino ha expuesto y
sometido i su alta consideración, y se complacen en los sentimientos
que le animan de fidelidad, de amor y de respeto á S. M. la Reina
Doña Isabel II. Asimismo confian en su firme resolución de defender
el trono y las libertades patrias, de que son ilustre testimonio sus
eminentes servicios á la nación , y que observará fielmente y hará
obedecer y cumplir á todos la Constitución de la monarquía, confor
me en ello al juramento que acaba de prestar solemnemente en pre
sencia de esta augusta Asamblea, con lo que coronará sus glorias y
corresponderá asi á la espectacion pública."
Acto continuo salió el Regente del reino del salón, acompañado
de la comisión nombrada al efecto, y luego que esta hubo regresado
al mismo, el Sr. Presidente levantó esta sesión; siendo la una y
I cuarto de la tarde.
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 NUMERO 25
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 22 DE MAYO DE 1811.
Se abrió á las doce y cuarto, j leída el acta de la anterior por
ti Sr. Secretario Valero y Arteta , fue aprobada.
£1 Senado quedó enterado y acordó se archivasen las siguientes
comunicaciones :
Un oficio del Sr. Presidente y Secretarios del Congreso de Dipu
tados , fecha 9 del corriente r poniendo en conocimiento del' Senado
para los efectos convenientes que en el propio día el Congreso habia
aprobado el acta de la sesión celebrada por las Córtes en el anterior
para el nombramiento de Regencia.
Otro del Sr. Presidente de las Córtes de igual fecha , dirigido á
los Sres. Secretarios del Senado, invitándoles d que mediante ha
llarse aprobada por este Cuerpo colegislador el acta de la sesión cele
brada por las Córtes para el nombramiento de Regencia, se sirvan
disponer se deposite original en el arcbivo del Senado en cumpli
miento de Jo prevenido en el art. 20 de las disposiciones acordadas
por ambos Cuerpos con dicho objeto.
Otro de los Sres. Secretarios de las Cortes, fecha 11 de este mes,
acompañando para los efectos convenientes una de las dos actas ori
ginales de la sesión celebrada el dia anterior por las Córtes en el salón
del palacio del Congreso para el acto solemne del juramento prestada
por el Regente del reino según lo acordado por ambos Cuerpos colé-
gisladores.
Se dió cuenta de un oficio del Sr. Ministro de Estado, fecha 10 del
actual , poniendo en conocimiento del Senado el decreto de la propia
fecha por el cual el Sr. Regente del reino ha tenido á bien resolver
que por ahora y hasta tatito que se organice definitivamente el Mi
nisterio, continúe el Sr. 1). Joaquin Mana de Ferrer encargado del
despacho de los de Estado y Hacienda con la presidencia del Consejo;
y los Sres. D. Alvaro Gómez Becerra, D. Pedro Chacón, D. Manuel
Cortina y 1). Joaquin Frias , de los de Gracia y Justicia, Guerra,
Gobernación de la Península, Marina, Comercio y Gobernación de
Ultramar , que en la actualidad tenían á su cargo.
El Senado quedó enterado.
Asimismo lo quedó de otro oficio del Sr. Ministro de la Guerra,
fecha 9 del actual , al que acompaña 100 ejemplares de la exposición
sobre el estado presente de las dependencias del Ministerio de su car
go y disposiciones mas notables dictadas desde el 1.° de Octubre
último hasta fin de Marzo próximo pasado.
Se acordó repartir los ejemplares entre los Sres. Senadores.
También sé enteró délas siguientes comunicaciones:
Un oficio del Sr. Ministro de la Gobernación de la Península , fe
cha 11 del corriente, con el que dirige copia autorizada de la felici
tación déla diputación provincial de Salamanca á las Córtes por el
nombramiento del Sr. duque de la Victoria para Regente del rei
no, en cuyo Gobierno la diputación manifiesta tener la mas com
pleta confianza , considerando la Regencia de uno solo como la mas
expedita para hacer la felicidad y la prosperidad de la nación; ad
virtiendo el mismo Sr. Ministro haber dirigido al Congreso de los
Diputados el original de dicha felicitación.
De otros dos oficios del expresado Sr. Ministro, fechas 14 y 18 del
actual , y i los que advirtiendo igualmente que ha dirigido los res
pectivos originales al Congreso de los Diputados, acompaña copias
S.-TOMO L
149
DE CORTES.
autorizadas de las felicitaciones que por el acuerdo de la Regencia
únioa y nombramiento para ella del Sr. duque de la Victoria ele
van á las Córtes el ayuntamiento constitucional y Milicia nacional
de ambas armas de la villa de Alba de Tormes , y los ayuntamien
tos constitucionales de Ciudad-Rodrigo y de la villá de Lumbreras.
De las felicitaciones que con igual motivo remiten directamente
al Senado los ayuntamientos constitucionales de Salamanca y de Va-
lladolid , el primero con fecha del 10 y el segundo con la de 16 del
corriente.
Se leyó la siguiente ley sancionada en 15 del presente mes por el
Regente del reino, concediendo un aumento de pensión en favor de
D. Emilio y Doña Cristina Muruaga , que con oficio de igual dia re
mite el Sr. Ministro de Gracia y Justicia.
"A la Regencia provisional del reino.=E1 Senado , habiendo to
mado en consideración el proyecto de ley aprobado por el Congreso
de los Diputados en 12 de Julio último para conceder un aumento
de pensión á D. Emilio y Doña Cristina Muruaga , huérfanos de
D. Domingo, asesinado por los facciosos, y conformándose con el
tenor del mismo ha aprobado lo que sigue :
Articulo único. Se concede el aumento de 2,800 rs. vn. anuales
para completar la pensión de 5,000 , sujeta á las reglas que rigen en
la materia, en favor de cada uno de los dos huérfanos D. Emilio y
Doña Cristina Muruaga, hijos de D. Domingo, asesinado por los
facciosos, declarándose comprendida en dicha pensión la de 2,200
que sobre los bienes de la abolida inquisición se concedió y corres
pondía á cada uno de los mismos en virtud dé la Real órden de 28
de Mayo de 1834."
Y el Senado lo presenta á la Regencia provisional del Reino para
que se digne dar su sanción si lo tiene por conveniente. Palacio del
mismo 5 de Mayo de 1811.=Dionisio Capaz, Vicepresidente.=Juan
José García Carrasco , Senador Secretario. =Mariano Valero y Arteta,
Senador Secretario.^Mariano Torres Solanot, Senador Secretario»
Mauricio Carlos de Ooís , Senador Secretario. Madrid 15 de Mayo
de 1811. =Publiquese como ley.= Baldomero Espartero, duque de la
Victoria.nComo Ministro de Gracia y Justicia. =Alvaro Gómez.
El Sr. PRESIDENTE: Queda publicada como ley en el Senado,
y se archivará."
El Senado quedó enterado de un oficio del Sr. Ministro de Mari
na, Comercio y Gobernaoion de Ultramar , fecha 19 del corriente,
en el que participa haber dispuesto el Regente del reino que el señor
Senador D. José María Chacón se encargue de la comandancia ge
neral del departamento del Ferrol, cuyo destino servia en propie
dad antes de ser nombrado para este Ministerio, y el que desde en
tonces se está desempeñando interinamente.
Otro del Sr. Ministro de Estado D. Joaquin Maria de Ferrer,
fecha 21 del corriente Mayo, comunicando al Senado el decreto que
en el dia anterior le dirigió el Regente del reino admitiendo la di
misión que en 14 del propio mes le hicieron de sus respectivos Mi
nisterios todos los miembros del Gabinete, y nombrando para el de
Estado, con la Presidencia del Consejo de Ministros, al Sr. D. An
tonio González, Diputado á Córtes por la provincia de Badajoz.
Otro del Sr. Presidente del Consejo de Ministros D. Antonia
44
 150
González, con igual fecha que el anterior, trasladando, otro decreto
del Regente del reino que en el mismo dia le fue dirigido, con el
nombramiento de Ministro de Gracia y Justicia al Sr. D. José Alon
so, ministro del supremo tribunal de Justicia, por dimisión acep
tada del Sr. D. Alvaro Gómez Becerra que antes desempeñaba es
te cargo.
Otro del mismo Sr. Presidente del Consejo de Ministros, en que
con la propia fecha comunica otro decreto del mismo dia nombran
do para el desempeño del Ministerio de la Guerra al mariscal de
campo D. Evaristo San Miguel, Diputado á Cortes por la provincia
de Zaragoza, en virtud de la dimisión que de él ha hecho el señor
D. Pedro Chacón.
Otro del referido Sr. Presidente del Consejo de Ministros, comu
nicando con igual fecha al Senado otro decreto del Regente del reino,
expedido en el mismo dia, por el que nombraba Ministro de Mari
na, Comercio y Gobernación de Ultramar al Sr. D. Andrés Camba,
mariscal de campo y Senador por la provincia de Valencia , por di-
misión del Sr. D. Joaquín Frías.
Otro del expresado Sr. Presidente del Consejo de Ministros, de
la misma fecha que los anteriores, en el que traslada otro decreto
del Regente del reino de igual dia por el que nombra al Sr. don
Pedro Surrá y Rull, Diputado á Cortes por la provincia de Gerona,
para el desempeño del Ministerio de Hacienda que interinamente ha
estado sirviendo el Sr. D. Joaquin María de Ferrer.
Otro del mismo Sr. Presidente del Consejo de Ministros , comu
nicando otro decreto del Regente del reino, de la propia fecha que
los anteriores , por el que nombra Ministro de la Gobernación de la
Península al mariscal de campo D. Facundo Infante, Senador por la
provincia de Castellón de la Plana , por la dimisión que de este Mi
nisterio ha hecho el Sr. D. Manuel Cortina : manifestando el Regen
te del reino , asi en este como en los precedentes decretos, haber que
dado satisfecho del celo, ilustración, patriotismo y servicios presta
dos por todos los Ministros dimisionarios , y proponerse utilizar sus
conocimientos en favor del bien público.
El Senado quedó enterado y acordó pasar á la comisión de Actas
una exposición de D. Manuel María Cortijo, decano de la diputación
provincial de Guadalajara, fecha 14 de Mayo, en que pide se de
clare cumplida la propuesta para un Senador por dicha provincia
según el resultado que da el escrutinio general de elecciones aplazado
para el 12 de dicho mes, debiendo componerse la terna de los tres
que tuvieron mayoría relativa de votos, pues que deben ser segundas
elecciones, por haber renunciado sucesivamente sin tomar posesión
los tres nombrados Senadores en virtud de las primeras elecciones
hechas por efecto de la tercera renovación del Senado.
Se acordó avisar al Gobierno, como ya se había hecho al Sr. Mi
nistro de la Gobernación de la Península en 11 del corriente para
conocimiento del Regente del reino y efectos convenientes, acerca de
la comunicación de los Sres. D. Antonio Martínez de Velasco y don
Ramón María Fonseca , albaceas testamentarios del Sr. D. Diego
González Alonso, Senador por la provincia de Cáceres, quienes par
ticipan al Sr.. Presidente del Senado haber fallecido dicho Sr. Gon
zález i las cinco de la tarde del dia 11 de Mayo de 1811.
El Senado quedó enterado de una comunicación de la Academia
de Nobles Artes de San Carlos de Valencia , fecha 10 del actual,
acompañando el programa de premios generales que ha publicado
para el corriente año , rogando se digne dispensarle su benévola aco
gida y la protección que reclaman estos institutos de la sabiduría de
las' Cortes.
También lo quedó de la felicitación que la Milicia nacional de
caballería de Huesca dirige al Senado por haber constituido el Go
bierno de la nación en la sesión del 8 del corriente , y por el nom
bramiento de Regente único en la persona del Sr. duque de la Vic
toria, cuya felicitación ha sido remitida por conducto del inspector
general de dicha arma.
Dióse cuenta de que la comisión que ha de informar acerca del
proyecto de ley sobre cesantías de Ministros había nombrado para
su presidente al Sr. D. Miguel de Zumalacárregui , y para secretario
al Sr. D. Dionisio Valdés.
Se leyó un oficio del Sr. Senador D. Cárlos Morand , fecha de
hoy, en que participa que hallándose postrado en cama á consecuencia
de un ataque de gota, no le era posible asistir por ahora á las sesiones
del Senado ; pero que lo verificaría tan pronto como el estado de su
salud se lo permitiese.
El Sr. Secretario CARRASCO : El Sr. Senador D. Rafael Caania-
Eo solicitó licencia para ausentarse en 24 de Marzo último, y el
Senado no tuvo á bien otorgarla : ba vuelto á reproducir su solicitud,
y la mesa, al consultar al Senado sobre si se concede dicha licencia,
cree oportuno manifestar que han tomado ya asiento 94 señores."
Hecha en seguida la pregunta , el Senado concedió la licencia que
solicitaba el Sr. Caainaño Pardo.
Igual resolución recayó sobre las solicitudes de los Sres. D. Ra
món Gil de la Cuadra, marques de Valdeguerrero, D. José María
Chacón, y vizconde de Huerta, concediendo las licencias que pedian,
el primero por tres meses , el segundo por cuatro, y los dos últimos
por dos.
Al preguntarse si se hacia igual concesión al señor conde Gonzá
lez Castejon que solicita tres meses de licencia , dijo
El Sr. MÜGUIRO : Pido que se lea el acuerdo del Senado por el
que debe haber siempre existente un número mayor que el de 84.
El Sr. CARRASCO: Antes de dar cuenta de la primera licen
cia ha manifestado la mesa que habían tomado asiento 94 señores:
por consiguiente hasta ahora, aunque hay concedidas licencias á los
señores que la han solicitado, se ha podido otorgarlas porque hay nú
mero: les licencias concedidas son cinco: quedan por tanto 89; la
mesa cree que puede concederse tres licencias mas.
El Sr. CAPAZ: Cinco mas."
Sin otra discusión se concedió la licencia al Sr. conde González
Castejon por el tiempo que solicita, como también á los Sres. don
Martin de los Heros y D. Miguel Corbacho , at primero por cuatro
meses y al segundo por tres.
El Sr. duque de CASTROTERREÑO: Yo quisiera que el Senado
considerase que si queda solo el número preciso para la votación de
leyes puede suceder que falte alguno por indisposición ú otra cual
quiera causa legitima, y sufrir un retraso los trabajos del Senado.
El Sr. PRESIDüNTE : No se ha contado con el número lijo ne
cesario para la votación de las leyes, sino con el que ya tiene prefija
do el Senado en otra legislatura.
El Sr. CARRASCO: Ahora queda reducido el número á 865 y la
mesa con este motivo debe hacer presente que están admitidos en la
anterior legislatura y no se han presentado los señores nombrados
Senadores D. Joaquin del Rey, Senador por Barcelona; D. Manuel
de la Puente y Aranguren, por Ciudad-Real; marques de Leis,
por Orense, y marques de Montesacro, por Pontevedra; y en la pre
sente los Sres. D. Nicolás Bonel y Orbe, nombrado Senador por la
provincia de Granada, y D. José Espinosa de- los Monteros, por la
de Córdoba: en esta virtud la mesa cree que sería oportuno reprodu
cir d todos estos señores que no se han presentado la comunicación
que se hizo anteriormente para que vengan ó renuncien su cargo,
porque los que se han presentado desde el primer dia y tienen nece
sidad de ausentarse por falta de salud, merecen tfna consideración
graude. "
Hecha en seguida la pregunta de si se reproduciria la referida
comunicación , se contestó afirmativamente.
El Sr. Secretario CARRASCO: Ademas de los .señores sí quienes
el Senado se ha servido conceder licencia , hay otros tres que la han
solicitado , que son los Sres. D. Joaquin Suarez del Villar , D. Ni
colás Melgarejo y D. Mauricio Cárlos de Onís.
El Sr. CAPAZ : Todavía pueden concederse dos licencias.
El Sr. CARRASCO: Queda uno solo.
El Sr. LASAÑA: Yo creo que si damos licencias de esa manera
bastará que un solo Senador se ponga enfermo para que rio se puedan
votar las leyes. Por lo mismo me parece que no debe concederse li
cencia alguna mientras no queden dos señores mas del número ne-
cesa rio.
El Sr. CAPAZ : Hay un acuerdo del Senado para que' se conce
dan licencias mientras exceda el número de 84 : según lo que el se
ñor Secretario ba dicho, después de las licencias otoTgadas quedan 86;
el Senado por tanto, consiguiente á su acuerdo, puede otorgar dos
licencias."
Sin mas discusión se concedió licencia por cuatro meses á los se
ñores Suarez del Villar y Melgarejo.
El Sr. CARRASCO: Queda para la primera licencia el señor
D. Mauricio Cárlos de Onis , y para la segunda el Sr. D. Bernardo
de Borja Tarrins."
Se dió cuenta de que la comisión nombrada para informar sobre
la Tutoría de S: M. la Reina Doña Isabel II y su augusta Hermana
habia nombrado por su presidente al Sr. conde de Pinofiel , y por
secretario al Sr. D. Manuel Codorniu.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Ministro de Estado tiene la palabra.
El Sr. GONZALEZ, Ministro de Estado: Señores , acabado de
constituir el Gabinete, todos los individuos que le componen se ven
en la necesidad de manifestar cuál es su pensamiento político ,y los
principios por los cuales se ha hecho eargo de las riendas del Gobierno.
El Ministerio ec franco: quiere que le juzgue la nación y en su re
presentación los Cuerpos colegisladores. £1 Ministerio no ha descono
cido la situación en que toma las riendas del Gobierno; no ha desco
nocido las inmensas dificultades que tiene que vencer y los obstáculos
que en su marcha se le pueden presentar: por lo mismo quiere expo
ner este pensamiento para que se le juzgue con justicia , con impar
cialidad, como deben hacerlo todos los hombres de bien.
El Ministerio se ha propuesto gobernar con las-Córtes actuales:
para esto es necesario que cuente con una mayoría, sin la cual seria
imposible que pudiera marchar, y las medidas que adoptase no ten
drían toda la fuerza que hubiera de producir los efectos que Son de
esperar. ¿Y cómo se conseguirá esto en la situación actual, cuando
los ánimos están divididos con motivo de una grave cuestión re
ciente^ sino por' medio de la reconciliación? Cuando se trata de
servir al pais, y hacer el bien público y el de la nación, es preciso
olvidar resentimientos pasados por opiniones que, si bien todas ellas
están dentro de la Constitución , no deben ser causa para que nosotros
nos separemos, ni sufra el pais por nuestras divisiones.
El Gobierno se propone sostener á todo trance la Constitución,
las leyes y el órden público, porque tiene la convicción que no pue
de existir ningún Gobierno sin que lleve por guia la ley funda
mental del Estado , la legalidad y el bien público. Con estas ideas,
con estos principios , señores , el Gobierno se propone ser fuerte jr

vigoroso; y para serlo e> necesario que su fuerza se funde en la jus
ticia , en aquella juslicia que está comprendida dentro de las leyes,
porque sin ellas los Gobiernos son débiles y provocan reacciones que
el Gobierno actual procurará evitar por todos los medios que estén á
su alcance. Para ser justo no será reaccionario, porque una triste
experiencia acreditada por la historia prueba que todos los Gobier
nos que provocan las reacciones son débiles y vienen á ser victimas
de las revoluciones provocadas por ellos mismos.
£1 Gobierno quiere también fundar todos los actos de su admi
nistración, en la moralidad que debe de ir acompañada de la lega
lidad, porque está convencido intimamente de que un Gobierno que
es inmoral se debilita y no puede gobernar. Asi. que, procurará que
se conserve, y que participen también de ella todos los funcionarios
públicos del Estado, para que se pueda regir el pais con utilidad y
para que la fuerza que de este modo adquiera el Gobierno sirva de
escudo contra los enemigos del órden público y de las instituciones
que nos rigen.
También necesita el Gobierno dar estabilidad á las instituciones,
yrepresentativo,
se promete que de siguiendo
las cuales en
, lounanuncio
todo las máximas
desde luego, del
no seGobierno
sepa rae
rán los individuos que componen el Gabinete actual , lo conseguirá
de una manera completa ; pero no se crea por eso que pueda abdicar
de las facultades constitucionales, porque yo no hago mas que anun
ciar el pensamiento político por el que ha de ser dirigida su con
ducta.
Respecto á aquellas relaciones que debe sostener la nación espa -
ñola con las otras potencias aliadas ó amigas, el Gobierno se trazará
una linea de conducta por la cual en todas las que se presenten no se
puedan dar pasos poco meditados que provoquen disgustos; y en las
relaciones que se le puedan presentar tendrá siempre presente los in
tereses del pais, la Constitución, el Trono déla Reina Doña Isabel II,
la independencia y el decoro nacional.
También el Gobierno , señores , conoce que es un punto impor
tante las relaciones comerciales, especialmente con los paises que lian
dependido de España. El Gobierno se propone fomentarlas por todos
los medios posibles. Las Áméricas en el dia , con pocos productos,
acostumbradas á consumir de los artefactos de nuestro pais, pueden
proporcionarnos un mercado1 muy ventajoso, en el cual se pueden
vender con mucha utilidad y fomentar la prosperidad pública.
El clero, señores, es una grave cuestión entre nosotros, y lodo lo
que tenga relación con él, por su representación pública y su influ
jo , es necesario que sea atendido como corresponde , que sea sosteni
do el culto con decencia ; pero al mismo tiempo que el Gobierno se
propone presentar una ley provisional para el sostenimiento del cul
to y clero, anuncia, y anuncia con la satisfacción de que será sos
tenido por la opinión pública y de las Cortes , que no permitirá nin
gún extravio á esta clase respetable que pueda contrariar las institu
ciones ó los actos del Gobierno, el cual está resuelto á reprimir cual
quiera exceso que tienda á perturbar la conciencia y reposo de los es
pañoles.
En la Constitución del Estado se habla también del poder judi
cial , y por desgracia no tenemos constituido este poder de la mane
ra que lia querido establecerlo la ley fundamental. Los tribunales
están regidos por leyes anteriores que emanaban de otra Constitu
ción , y puede conocerse cuáles serán los inconvenientes y obstáculos
para la pronta administración de justicia. El Gobierno se propone
organizar los tribunales para que la Constitución sea una verdad.
El Gobierno interior del pais es bien cierto que tiene una parte
en el supremo del Estado, pero cuenta con elementos inferiores que
compouen otra parte del poder ejecutivo ; y como en esta no tenga
todo lo necesario para ser fuerte en utilidad de la nación, se hacen
precisas las leyes orgánicas que el Gobierno presentará á la delibera
ción de las Cortes ; mas en la situación en que nos hallamos, en esta
situación crítica en que hay que luchar con graves inconvenientes y
dificultades, es imposible presentarlas tan pronto como era de desear.
El bien del pais también reclama después de haberse conse
guido la paz de que felizmente goza en el dia la nación , obras pú
blicas que fomenten su prosperidad; y el Gobierno adoptará todos
los medios pdsibles para conseguir estas mejoras, y para que desde
luego se vayan tocando todas las ventajas, todos los buenos efectos
que nacen de esta clase de Gobiernos, uniros que pueden hacer la
felicidad del pais.
La nación española , que por espacio de muchos años ha sido re
gida por cetro de hierro, necesita que se fomente la instrucción pú
blica que fije el porvenir de este pais; y el Gobierno se propone
fomentarla por todos los médios posibles para que los resultados sean
tan útiles y ventajosos como es de esperar.
En la situación actual, cuando todo el mundo conoce la verdad
notoria, y que todos alcanzan que carecemos de los foudos necesarios
para ocurrir á las atenciones del Estado; cuando la guerra civil ha
destruido part- de muchas de lasfortunas que podían contribuir para
las cargas del Estado , preciso es que el Gobierno piense en hacer
economías y disminuir la fuerza armada que consume gran parte de
los fondos, y el Gobierno se propone hacer esta mejora en los térmi
nos que sea posible y nuestra situación política permita.
La Hacienda pública no está por desgracia organizada para dar
aquellos resultados que se deben esperar: el Gobierno meditará mu
cho sobre su organización para que todos los pagos de las obligado-
151
nes del Estado se hagan con equidad y regularidad; todos deben su
frir los malos efectos de la situación en que nos encontramos , asi
como todos deben disfrutar de los beneficios que puedan resultar de
las mejoras que se hagan en un ramo de tanta importancia. El Go
bierno no perdonará medio para ello, contando en esto, como en to
dos los demás puntos, con el auxilio de los Cuerpos colegisladores.
También debe el Gob ernó dar impulso á la ver) ta de bienes na
cionales: el Gobierno ni quiere ni debe administrarlos, porque esos
bienes en manos de particulares pueden crecer en gran consideración,
y con ellos tener los propietarios un producto con el cual puedan
prestar un auxilio al Gobierno mayor que el que pudiera sacar por
si en la administración de aquellos. El Gobierno, por tanto, está re
suelto á activar la venta para que crezca la propiedad general de que
tanto necesitamos.
La centralización , señores, de los fondos públicos, esa verdad
tan generalmente reconocida, no ha podido aun verificarse , y el
Gobierno trata de llevarla á efecto. Frecuentemente se han pedido
noticias al Gobierno sobre los fondos públicos, y se ha visto en la
imposibilidad de presentarlas porque no estaban centralizados los
fondos ni la contabilidad reunida al Ministerio de Hacienda. El Go
bierno debe saber lo que entra y sale y cómo se distribuye; y para
esto quiere la centralización en el Ministerio de Hacienda, que es el
encargado de administrar los fondos públicos.
El Gobierno, señores, muy celoso de su honor y delicadeza, y
habiendo conocido ya de la manera que se han alarmado muchas
conciencias por las contratas celebradas, se ha propuesto como regla
invariable un principio que tiene consignado en su programa: que
todas las contratas se hagan en subasta pública , evitando de esa ma
nera la censura que se le pudiera hacer á los individuos que compo
nen el Gabinete.
Nuestro crédito abatido , esa fuente de prosperidad de los Esta
dos, será fomentado por todos los medios que estén á nuestro alcance:
escasos son estos en el dia , debo hablar con esta franqueza , pero esto
no impide para que se empleen todos los medios para darle impulso
en la situación en que se encuentra el pais , que por cierto es triste,
y no necesitan los Sres. Senadores que yo en este momento me deten
ga á exponerla á su consideración. *
Y para concurrir á este bien el Gobierno procurará en los presu
puestos cuantas reformas sean compatibles oon la buena administra
ción y con la seguridad del pais, y se promete que podrá presentar
las del año venidero de modo que las sobras de gastos se aproximen
en cuanto sea posible á la de los ingresos.
También el Gobierno ha mirado como punto importante para la
prosperidad nacional el fomento del comercio con las provincias ul
tramarinas, y procurará por tanto fomentarle y protegerle, esta
bleciendo derechos por los cuales pueda competir con la concurren
cia extrangera.
El Gobierno cuenta con el apoyo fiel y leal de los Cuerpos cole
gisladores; pero el dia que no se cumplan todas las condiciones que
deben acompañar á esta clase de gobierno; el dia qUe le falte su
voto; el dia en que no pueda contar con su fuerza, sabe la medida,
el partido que debe tomar para no separarse de la práctica constitu
cional.
Debo por último anunciar que si el Ministerio no avanza con
aquella rapidez y prontitud que muchos desean, y que el Gobierno
desea, es porque quiere meditar profundamente las mejoras que pueda
hacer para evitar los inconvenientes que pudiesen resultar, y mar
char con el detenimiento necesario para no exponerse á los funestos
efectos de una mala medida, que no se debe aventurar en ningnncaso.
Asi, pues, señores, viva cierto y seguro el Senado de que nosotros
marcharemos con este pensamiento que acabo de indicar ligeramente,
con prudencia y no con aquella rapidez que pudiera presentar graves
inconvenientes.
El Gobierno no se detendrá delante de las reformas que conven
gan al pais, y ofrece por último al Senado que en el punto que se
pare ó detenga no peligrará la' Constitución , la libertad ni el órden
público."
Se leyeron y fueron aprobados sin discusión los siguientes dictá
menes de la comisión de Actas:
Provincia de Alora. "La comisión de Actas electorales ha exa
minado la del escrutinio general verificado en la ciudad de Vitoria
en 29 de Abril último á consecuencia de las elecciones celebradas
en aquella provincia para la propuesta en terna de un Senador en
reemplazo del Sr. D. Iñigo Ortés de Velasco , que renunció después
de haber tomado posesión de su cargo, y pertenecía" á la primera re
novación ; y no encontrando en ella defecto alguno, opina que el Se
nado puede servirse aprobarla. Sin embargo acordará lo que tenga
por mas conveniente. •
..El Sr. D. Domingo Ruiz de la Vega, Senador nombrado por la
provincia de Alava, ha ejercido anteriormente el indicado cargo pre
via la justificación de tener la edad y renta que la ley exige ; y ha
llándose en el mismo caso en cuanto al segundo extremo, opina la
comisión que el Senado puede servirse acordar su admisión de
finitiva.
..Esto no obstante tendrá á bien resolver lo que estime mas con--
veniente. Palacio del Senado 22 de Mayo de 1811.=Gaspar de Ondo-
villa, presidente.=Joaquin Francisco Campuzano.=Manuel Lorenzo.=
Cárlos Morand.=Francisco Romo y Gamboa , secretario."
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Provincia de Almería. "Aprobada por el Senado en sesión de 29
de Marzo último el acta del escrutinio general de las elecciones ce
lebradas en dicha provincia , la comisión ha examinado los docu
mentos que con el objeto de probar su aptitud legal ha presentado el
Sr. D. Joaquín Godoy Manrique, Senador nombrado por aquella en
Teempla r.o del Sr. D.José María Carrasco, que renunció antes de
haber tomado posesión del indicado cargo ; y atendiendo á que por
ellos se justifica competentemente que el citado Sr. D. Joaquin Go
doy Manrique tiene.la edad y renta necesarias, opina que el Senado
puede servirse acordar su admisión definitiva.
«Sin embargo tendrá á bien resolver lo que estime mas acertado.
Palacio del Senado 22 de Mayo de 1841.=Gaspar de Ondovilla , pre
sidente, x Joaquin Francisco Campuzano. = Manuel Lorenzo.=CárIos
Morand.=Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Entrándose en la orden del dia, se procedió á la discusión del
proyeoto de ley sobre autorizar al Gobierno para transigir con la
empresa del canal de Castilla.
Se leyó el dictámen. (Idease el Diario número 19, sesión del dia
4 de Mayo.)
El Sr. PRESIDENTE: Este dictámen fue aprobado en la ante
rior legislatura : por lo tanto puede procederse á la .votación por
bolas.
El Sr. CANEJA: Como individuo de la comisión, si el Sr. Pre
sidente lo permite, daré una idea de lo que es el asunto, para que
sepa el Senado lo que ha de votar.
En el año de 1831 el Gobierno hizo una contrata con varios em
presarios , 6 coa uno, pues esto es material , en virtud de la cual se
comprometieron á continuar el canal de Castilla y á darle por con
cluido en el espacio de siete años.
El Gobierno per su parte se comprometió á facilitar diferentes
medios á los empresarios , entre los cuales unos consistían en darle
los presidiarios mantenidos por el Gobierno: había también algon
otro medio pecuniario con que debia contribuir el misino, y había
también otras varias condiciones sobre el modo de pagar á los due
ños de los terrenos que fuese necesario ocupar por la continuación del
canal.
Desgraciadamente vino la guerra civil el año 1833, que dificultó y
entorpeció el cumplimiento del contrato. El Gobierno por su parte
no pudo cumplir lo que antes había prometido á los empresarios ; y
en su consecuencia no pudieron estos continuar la obra en los térmi
nos que hubieran debido hacerla.
Por parte de algunos pueblos, particularmente de la provincia de
Falencia , hubo algunas quejas ; y sus Diputados el año de 1836 pro-
P usieron en las Cortes se pidiese el voluminoso expediente que se ha
b la formado sobre una multitud de incidentes, reclamaciones y
quejas.
Aqui se trataba de un contrato entre el Gobierno y los particula
res ; de modo que aquel no tiene mas derechos que los que tienen
estos.
Las Cortes del año 1836, como he dicho, i instancia de los Di
putados de Palencia pidieron y se les remitió el expediente: con
sultaron las contestaciones y dificultades que habían ocurrido, me
ditándolo todo por espacio de dos años, pues le tuyieron hasta el 38,
y propusieron que se devolviese otra vez el expediente al Gobierno
para que oyendo á los empresarios, y tomando todos los informes que
se creyeran atendibles, propusiese a las Córtes un proyecto de ley
para transigir todas las diferencias.
El Gobierno nombró una comisión, y hubo entonces la prudencia
de hacer que esta comisión se compusiese-, tanto de los que habían
opinado de un modo, como de los que habían pensado de otro en esta
cuestión. La comisión misma se convenció de que no babia otro re
medio que el de que se propusiese á las Córtes un proyecto de ley
por el cual se autorizase al Gobierno para transigir con los empresa
rios las diferencias (que son muchas y de mucha gravedad) que pu
diera haber entre unos y otros. En la legislatura pasada presentó el
Gobierno este proyecto de ley, que está reducido, como he dicho, á
que se le autorice para transigir con la empresa del canal de Castilla
las diferencias que se han suscitado de una y otra parte; porque si
estas diferencias se hubiesen remitido para su transacción á los tri
bunales, el asunto seria interminable, y en tanto la obra del canal
estaria paralizada.
El Congreso de Diputados, después de haber examinado este pro
yecto de ley, lo aprobó y remitió al Senado, que lo examinó también;
y admitido á discusión, mereció igualmente que se aprobara. No fal
taba mas que la votación por helas, que según nuestro reglamento
es necesaria: no se hizo esta votación porque no hubo número sufi
ciente de Sres. Senadores: era en el mes de Julio, se suspendieron
las sesiones, acontecieron luego los sucesos que todos sabemos, y no
pudo terminarse este asunto. Entre tanto su detención ocasiona graves
perjuicios, tanto á la empresa como al Gobierno , y también al bien
público.
Las provincias de Castilla, y si se quiere la nación , están inte
resadas en que dicha obra , que tiene ya bastantes leguas de exten
sión, no quede paralizada, ni los pueblos privados de los beneficios
que de su conclusión pueden reportar.
A esto está reducida la cuestión : á una cosa, que después de exa
minada por los Cuerpos colegisladores y aprobada desde el año pasa
do, solo le falta la úitima formalidad, que es la votación por bolas.
Esto es cuanto tenia que decir para que el Senado se sirva tenerlo
presente al procederse á la votación.
El Sr. PRESIENTE: Va á procederse á la votación por bolas
de este proyecto de ley.
El Sr. MUGUIRO : Sr. Presidente, pido la palabra: está sin
aprobarse por el Senado el dictámen de la comisión."
Se hizo la pregunta de si había lugar á deliberar sobre este dic
támen, y acordándose afirmativamente, quedó aprobado en seguida
sin discusión.
Procedióse á la votación por bolas, que dió el resultado siguiente:
Número, de señores votantes 77
Bolas blancas 72
Bolas negras.. : 5
El Sr. PRESIDENTE: El Senado aprueba."
Quedó publicado el nombramiento de presidente y secretario he
cho por la comisión encargada de informar sobre el proyecto de ley
relativo al servicio de bagajes, habiendo recaído el primer cargo
en el Sr. D. Francisco Sánchez Fernandez , y el segundo en el señor
D. Andrés Martínez Orinaga.
El Sr. PRESIDENTE: La comisión hombrada para dar su dic
támen acerca del proyecto de ley aprobado por el Congreso sobre
que los capitanes generales, magistrados de las audiencias &c. no
puedan ser elegidos Diputados, ni propuestos Senadores por las pro
vincias en que ejerzan jurisdicción, tiene la palabra."
El Sr. Abargues, secretario de dicha comisión, ocupó la tribuna,
y leyó el diatámen que sigue:
"La comisión nombrada por el Senado para dar su dictámen so
bre el proyecto de ley aprobado y remitido por el Congreso de Di
putados relativo á que los capitanes generales y sus auditores, los
regentes, magistrados y fiscales de las audiencias no puedan ser ele
gidos Diputados, ni propuestos para Senadores por las provincias que
comprendan los distritos de su mando y jurisdicciones, y para que
tampoco puedan serlo los secretarios de las diputaciones provinciales
por sus repectivas provincias, ha examinado dicho proyecto de ley,
y no puede menos de conformarse con lo aprobado por el Congreso
de Diputados.
«Si bien es verdad que el art. 57 del cap. 5? de la ley electoral
solo priva del derecho de ser elegidos á los capitanes generales, re
gentes, magistrados y fiscales de las audiencias en el distrito da
las provincias donde tienen su residencia, no lo es menos que la in
fluencia es igual en todas las provincias de su distrito, y de esta
influencia es de la que se trata de privar á estas autoridades para
que los electores puedan dar sus votos con toda la independencia
posible, independencia que debemos fortifiear , mayormente cuando
entramos en el régimen del Gobierno representativo.
"La influencia de los secretarios de las diputaciones provinciales
en sus respectivas provincias es bien conocida si se analizan las vas
tas atribuciones que estas corporaciones populares tienen sobre las
municipalidades de toda la provincia.
«Por todas estas razones opina la comisión está el Senado en el
caso de dar su aprobación al proyecto de ley remitido por el Con
greso de Diputados, cuyo tenor es como sigue:
Articulo 1? Los capitanes generales y sus auditores , los regen
tes, magistrados y fiscales de las audiencias no podrán ser elegidos
Diputados ni propuestos para* Senadores por las provincias que com
pongan los distritos de su mando ó jurisdicción.
Art. 2? Tampoco podrán serlo los secretarios de las diputaciones
provinciales por sus respectivas provincias.
' Sin embargo el Senado resolverá lo que crea mas justo y conve
niente. Palacio del Senado 17 de Mayo de 18il.=Antonio María
Alvarez.= Andrés García Camba. = Dr. D. Miguel Corbacho. = José
María Jaime.=Joaquin Abargues."
El Sr. PRESIDENTE: Este dictamen se imprimirá, se repar
tirá á los Sres. Senadores y se señalará dia para su discusión. Res
pecto á que no tenemos asuntos pendientes suplicaría á las comisio
nes que activasen sus trabajos. Mañana conforme el reglamento dis
pone no habrá sesión. Para la primera se avisará i domicilio.
Ciérrase la sesión."
Era la una j media.
 NUMERO 26.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SIMA®®»
SESION DEL DIA 1.° DE JUNIO DE 1841.
Abierta i las doce y media , y leida el acta de la anterior por el
Sr. Secretario Valero y Arteta, fue aprobada.
Pasaron á las secciones para el nombramiento de comisiones los
siguientes proyectos de ley que remida el Congreso al Senado para
los efectos prescritos en la Constitución.
1? Al Senado.=: "El Congreso de los Diputados, habiendo tomado
en consideración ana proposición de ley sobre supresión de los arbi
trios destinados á las obras del teatro de Oriente de esta corte, ha
aprobado el siguiente proyecto de ley.
Articulo 1? «Se suprimen todos los arbitrios impuestos para la
fábrica del teatro de Oriente de esta córte.
Art. 2? «Volverá á percibirse por la Hacienda nacional el 15
por 100 (jue de los comisos de géneros fraudulentos se aplicaba á di-
oba fábrica.
Art. 3! «Los acreedores al edificio por cualquier concepto deduci
rán sus acciones ante quien haya lugar con arreglo á las leyes si lo
estiman conveniente.
Art. 4! «Se autoriza al Gobierno de S. M. para que termine y
perfeccione la obra por medio de subastas, ofreciendo á los licitadores
el aprovechamiento de la finca por un tiempo dado.
«Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado acompañando
el expediente para los efectos prescritos eu la Constitución. Palacio
del Congreso 29 de Mayo de 181i.=Agustin Arguelles , Piesidente.=
José Sánchez de la Fuente , Diputado Secretario.=Eugenio Diez, Di.
putado Secretario."
2! Al Senado.= "*E1 Congreso de los Diputados habiendo tomado
en consideración una proposición de ley de varios individuos de su
seno sobre igualación de las certificaciones de la deuda sin interés an
terior y posterior á 1? de Marzo de 1836, ha aprobado lo siguiente:
Articulo único. ..Desde la publicación- de esta ley la deuda sin
interés liquidada efesde 1? de Marzo de 1836 será igual en todos sus
efectos y aplicaciones á la de igual clase liquidada con anterioridad á
dicha fecha.
«Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado con inclusión
del expediente, para los efectos prescritos en la Consti tuoion. Palacio
del Congreso 31 de Mayo de 1811.=Agustin Arguelles, Presidente.::
José Sancbezde la Fuente, Diputado Secretario—Hipólito Otero, Di
puta Secretario."
3? Al Senado.:: "El Congreso de los Diputados ha tomado en
consideración el proyecto de ley presentado por el Gobierno de S. M.
sobre la construcción de un ennal de riego con las aguasdel rio Gua
darrama , y conformándose en todas sus partes con lo propuesto por
el Gobierno , ha aprobado lo signientet
Articulo 1! «Se faculta al Gobierno para conceder perpetuamente
é la empresa representada por 'D. Benito Alejo Gaminde , D. Lo
renzo Calvo y Mateo y D.Juan Palmaert, el canal'proyectado de re
gadío, que teniendo su origen en el rio Guadarrama dará principio
ib poco mas arriba del charco llamado de las Palomas , y conti
nuará por el antiguo canal llamado de Guadarrama , pasando in
mediato á los pueblos de las Rozas , Majadahonda, Carabanchel de
Arriba y Getafe , terminando en las vertientes del cerro de los Can-
S.-TOMO I.
153
DE CORTES.
tos, que se halla entre Pinto y Parja , conforme al pliego de con
diciones que es adjunto.
* Art. 2? «Esta concesión será extensiva al trozo de canal antiguo
que debia derivar del Guadarrama, y es de cuatro y media leguas de
longitud, á los terrenos del Estado que ocupa en su tránsito dicho
canal y á las aguas del referido rio Guadarrama.
Art 3? «La empresa deberá indemnizar á los particulares de los
perjuicios que cause conforme á la ley de expropiación.
«Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado acompañando el
expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio del
Congreso 31 de Mayo de 1811.=Agustin Arguelles, Presidente.=José
Sánchez de la Fuente , Diputado Secretario.=Hipólito Otero , Dipu
tado Secretario."
El pliego de condiciones á que se refiere el art. 1! del anterior
proyecto de ley es el siguiente:
Pliego de condiciones lajo las cuales se ha de hacer la cesión para
coastritir un canal de regadío derivado del rio Guadarrama.
li La concesión del expresado canal se hará á perpetuidad.
2í Esta concesión se hará extensiva al trozo del canal antiguo que
debia derivar del mencionado rio Guadarrama.
3Í Para la adquisición de los terrenos que la empresa necesite se
aplicará la ley de expropiación de 17 de Julio de 1836, quedando
exceptuados de la indemnización aquellos terrenos que ocupe el ca
nal , y que pertenezcan al Estado.
4í Los propietarios de los terrenos mas altos estarán sujetos á dar
paso á las aguas que se destinen al riego de las tierras inferiores ; el
ingeniero en gefe del distrito señalará el paso que deban tener las
aguas, cuidando que se causen los menos perjuicios posibles á dichos
propietarios.
6Í Los propietarios de los terrenos que recorra el canal son due
ños de admitir ó de no, admitir el riego de las aguas del mismo; pero
en caso de admitir, las tendrán que pagar un cánon'que se establezca
por convenio mutuo entre los referidos dueños y la empresa.
6* La empresa se obliga á terminar las obras del canal en el tér
mino de cinco años, contados desde el dia en que se firme la escritura,
y antes si fuese posible Si el canal no estuviese completamente aca
bado y corriente á fin de dichos cinco años deberá caducar la conce
sión, y quedarán á beneficio de la nación todas las obras ejecutadas en
el estado en que estuvieren , sin que la empresa pueda reclamar por
ellas cosa alguno. El plazo fijado para la conclusión de las obras se
entiende salvo los casos de guerra , epidemia y otros fortuitos.
7Í Se harán cuantas obras sean necesarias , ademas de las indica
das en el proyeeto , con el fin de hace» regable el mayor número d«
tierras posible, formando ademas saltos de agua con el objelo de
fundar sobre ellos establecimientos fabriles.
8í La empresa se obliga á llenar todas las condiciones que se ex
presan en la explicación de los planos. •
9Í La conservación de los firmes y pretiles ó antepechos de los
puentes en los caminos generales correrá por cuenta del Gobierno;
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 Í54
la de los que se hagan en lo] caminos de segando ¿rden ó provincia Fueron recibidos con agrado, y acordó repartir entre los señores
les por cuenta de la provincia , y la de los que se hagan en los ca Senadores, sesenta ejemplares del decreto de 21 de Mayo último, en
minos de tercer orden por cuenta de los pueblos; siendo de cuenta que se manda capitalizar los intereses de la deuda interior y exterior
de la empresa la conservación ó restauración del resto de las obras vencidos en los semestres anteriores al 1? de Enero del presente año,
que no sean los firmes y pretiles. que con oficio de 27 del mismo Mayo remitia el Sr. Ministro de Ha
10. La pesca , asi como todo lo que se crie dentro del canal, será cienda. , i
propiedad exclusiva de la empresa. El Senado quedó enterado de un oficio del Sr. D. Joaquín Godoy
11. Mientras dure la construcción de las obras, ó sus precisas repa Manrique, fecha 18 de Mayo anterior, en el que manifiesta que
raciones en lo sucesivo , los operarios y empleados de la empresa ten una agravación repentina de la afección crónica del estómago que pa
drán los mismos derechos que tienen ó tuvieren á los pastos y apro dece hace muehoi años le ha obligado á suspender el viage á esta
vechamientos de leñas y piedra los que se emplean en las demás corte que tenia preparado para tomar posesión del cargo de Senador
obras pública^ del Estado. por la provincia de Almería , y que lo verificará luego que se en
12. El mayor ó menor costo de las obras del canal no podrá ín cuentre algún tanto restablecido.
validar los derechos que la empresa hubiese adquirido en virtud de Igualmente lo quedó de las felicitaciones que con fechas 12 y 14
la contrata celebrada con el Gobierno. de Mayo próximo pasado dirigen al Senado por el nombramiento de
13. El canal se principiará dos meses después de obtenida del la Regencia el ayuntamiento constitucional de Astorga y el batallón
Gobierno la concesión. de Milicia nacional de Ecija.
l'l. Las fianzas se darán con arreglo al Real decreto de 14 de Pasóá la comisión que ha de dar su dictamen sobre los documen
Abril de 1856. tos relativos á la tutela de S. M. la Reina Doña Isabel II y su au
15. La empresa deberá construir todas las obras con arreglo gusta Hermana, la siguiente exposición de los Sres. duque de Bailen,
al arte. duque de Ahumada y D. Nicolás María Garelly.
16. Los planos detallados de estas se presentarán antes de proce A las Cortes.= " Los infrascritos Consejeros jubilados del de
der á su ejecución para que las examine la Dirección general de Ca Estado acudimos á las Cortes en cumplimiento de un deber de que no
minos, y vea si ofrecen seguridad de que no causarán daños al podríamos prescindir sin gtan mengua , hallándose pendiente de re
público. solución de las mismas la gravísima cuestión de tutela de S. M. la
17. La empresa se obliga á pagar ó remunerar los daños y per Reina Doña Isabel II y de su augusta Hermana la Serma. Sra. In
juicios que por cualquier motivo puedan causarse á los propietarios fanta Doña Mana Luisa Fernanda. Y aunque no dudamos que ha
durante la construcción de las obras, bien sea por su mala dirección, brán llegado á noticia de las Cortes los antecedentes de la materia re
por su falta de solidez, por la saca y conducción d« materiales, por lativos á nosotros, puesto que se circularon como sanción pragmática
ocupación temporal de edificios ó terrenos, rotura de presas, filtra con fuerza de ley, á virtud del Real decreto de 2 de Octubre de 1833,
ciones ú otras causas. La fianza depositada por los empresarios según todavía creemos necesario hacer un recuerdo de ellos para que nues
la condición 11 servirá en todo caso para estas indemnizaciones. tro silencio no se califique de una tácita renuncia que nuestro de
18. Se obliga igualmente la empresa á indemnizar á las que re coro no permite.
clamen y prueben sufrir perjuicios por la extracción ó disminución Las Cortes saben que la guarda délos huérfanos es una continua
de aguas del rio Guadarrama. ción, un suplemento de la paternidad, á la que corresponde con
19. Se plantarán y mantendrán dos filas de árboles de cada lado preferencia proveer acerca de aquella. Y pues el difunto Monarca,
del canal por cuenta de la empresa. Padre de S. M. y A., por su disposición última de 12 de Junio
20. Todo se someterá á la aprobación de las Cortes, quedando su de 1830, que obra original en el Ministerio de Gracia y Justicia, nos
jetos los empresarios á estar y pasar por lo que estas determinasen. honró subsidiariamente con el elevado cargo de la tutela y curaduría
Madrid 11 de Marzo de 1811. = Manuel Corti na. = Lorenzo Calvo de sus excelsas Hijas , tocarianos desempeñarle en su caso y lugar.
y Mateo. =: Falmaert Col. -Benito Alejo Gaminde. = Es copia. = En la cláusula once de aquella disposición soberana el Augusto
Cortina." testador confió la Regencia de la monarquía durante la menor edad
Se leyó un oficio del Sr. Ministro de la Gobernación de la Pe del Hijo ó Hija que hubiese de sucederle en la Corona á su muy
nínsula fecha 28 de Mayo último, en el que deórdendel Regente del amada Esposa Doña María Cristina de Borbon , nombrada ya en la
Reino comunica al Senado, que siendo necesario hacer algunas acla cláusula anterior , tutora y curadora de todos los hijos que al tiempo
raciones en el proyecto de ley relativo á exención de derechos de pon de su fallecimiento quedaren en la menor edad.
lazgos y portazgos en favor de los pueblos en el mismo expresados, Como elemento auxiliar de dicha Regencia previno en la cláusula
había tenido á bien retirarlo. doce la formación de un Consejo de Gobierno, "con el que debería
El Senado quedó enterado y acordó se devolviese al Gobierno. ••consultar la Reina Regente los negocios árduos , y señaladamente
Igualmente lo quedó y acordó archivar una colección completa «los que causasen providencias generales y trascendentales al bien
de todas las disposiciones generales emanadas del Ministerio de la » común ; sin que por esto quedase sujeta de manera alguna á seguir
Gobernación de la Península, desde 1? de Abril último hasta 30 del » el dictamen que le dieren."
mismo, que con fecha 10 de Mayo anterior remite el expresado ser En la cláusula trece se especifican nominalmente las personas lla
ííor Ministro. madas á formar el referido Consejo.
Pasaron á la comisión de Actas las siguientes comunicaciones. Finalmente , para el aciago caso de faltar la Reina Regente, tu
Una del Sr. Ministro de la Gobernación de la Península fecha 19 tora y curadora, antes de que el sucesor en la Corona tuviese 18 años
de Mayo, trasladando el decreto que el dia anterior expidió el Re cumplidos dispuso en la cláusula quince "que la Regencia y Gobier-
gente delreiiro, nombrando Senador por la provincia de Guadala- » no de la monarquía é igualmente la tutela y curaduría de este (el
jara al Sr. D. Mariano Ruiz de Molina por renuncia de D. Fernan ■•sucesor) y de los demás sus hijos, pasara á un consejo de Regencia,
do Castro Pérez. compuesto de los individuos nombrados en la cláusula trece para el
Otra del mismo Sr. Ministro, fecha 27 de Mayo, manifestando ■ consejo de Gobierno."
que el Regente del reino por decreto del mismo dia había nombrado Por esta sencilla exposición de hechos tan auténticos como lega
gefe político en propiedad de la provincia de Barcelona alSr. I). Dio les, parece fuera de toda duda correspondemos la guarda de S. M.
nisio Valdés, que lo es de Guadalajara, y Senador de la de Gerona, y A. si llegase á quedar vacante, toda vez que la Constitución de 1837
con especial encargo de que inmediatamente pase á desempeñar su está conforme con la ley 5? tit. 15 partida 2i en cuanto á la prefe
nuevo destino por exigirlo asi el mejor servicio del Estado. rencia de la Tutela testamentaria: sin que la única legítima de la ma
Otra del expresado Sr. Ministro, fecha 28 de Mayo último, pa*- dre misma (ó la del padre ó madre según la ley fundamental vi
ticipando que por decreto expedido el dia anterior , el Regente del gente) pueda tener cabida mientras subsista aquella , y mucho menos
reino habia nombrado Senadores por la provincia de Burgos al señor la Dativa á la que deben proveer las Cortes en defecto de entrambas.
D. Juan José Gil de las ReviHas en reemplazo del Sr. D. Juan An Pero como la Regencia provisional sometió á las'Córtes este grave
tonio Varona ; por la de Jaeu al Sr. D. Miguel de los Santos Fuen- negocio, nos parece que , ó no tuvo presente la mencionada disposi
tecilla en lugar del Sr. D. Pedro Antonio Acuña ; y por la de San ción testamentaria, ó que juzgó tal vez que babria caducado , fun
tander al Sr. D. Antonio Gutiérrez Solana en reemplazo del señor dándose en la supresión del Consejo de Gobierno, del que cierta
conde de Casa-puente. mente habla la referida cláusula quince.
Otra del Sr. D. Alvaro Gómez Becerra , Senador por la provin Con arreglo á la duodécima se instaló dicho Consejo en Octubre
cia de Toledo, fecha 31 de Mayo anterior, en la que manifiesta que de 1853 y asesoró á S. M. con la lealtad y esmero que atestiguan sus
el Regente del reino por decreto de 29 del mismo mes le habia nom actas en lo restante de aquel año y siguientes hasta Agosto de 1836.
brado Ministro en propiedad del tribunal supremo de Justicia, cuyo Restablecida por Real decreto del precitado mes la Constitución
destino habia aceptado por no estar en su mano ni en sus princi de 1812 , cuyo art. 236 no permitia mas Consejo del Rey que el de
pios gozar en el ocio de una cesantía cuantiosa correspondiente á Estado , cesó en sus funciones el de Gobierno. Pero las personas de
empleos superiores y á 52 años de servicios: que no es empleado de que estaba compuesto tenian otros cometidos, precisamente para
nuevo ni tampoco aseendido4 puesto que se le repone en la misma cuando desapareciera aquel, i saber, el de la Regencia del reino, y
plaza que ocupaba en Octubre del año próximo pasado, inferior en el de la guarda de los hijos del difunto Monarca. Su llamamiento
sueldo y categoría al de Ministro de Gracia y Justicia que desem es nominal , pues la cláusula que lo contiene se refiere á los indivi
peñaba al tiempo de las elecciones; y que si se ofreciese sin embar- duos nombrados en la 13Í para el Consejo de Gobierno. Y la supre
go alguna duda acerca de si está ó no en el caso de quedar sujeto á sión de este , no proviniendo de incapacidad física , moral ó legal
reelección, al Senado toca resolverla , absteniéndose entretanto de de los mismos parece que no ha podido variar la naturaleza de las
asistir á las sesiones. cosas, Porque ¿cuál es el cimiento en que estriba la tutela testa
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mentaría? La voluntad expresa del testador y la aptitud de la per D. Francisco Romo y Gamboa, por tres meses.
sona designada, acerca de la cual la Constitución solo exige que sea Sr. duque de Castroterreño , por dos id.
español de nacimiento , si bien supone las demás calidades prescritas El Sr. PRESIDENTE t Después de las licencias que el Senado se
por el derecho común. Pero las consideraciones extrínsecas son acci sirvió conceder en la última sesión han quedado en Madrid 88 se
dentales, y cuando mas demostrativas , yguo el lenguaje de los ju ñores Senadores : hoy rao i prestar juramento tres mas. El número
risconsultos, sobre todo cuando no se refieren á cargos permanentes, por consiguiente es de 89. Según un acuerdo del Senado el número
ó á títulos radicados en tal ó tal familia, ó inherentes á tal ó tal de Senadores presentes debe ser lo menos de 81: por consiguiente no
empleo, sino á una gerarquia pasagera y temporal, creada por el se pueden conceder mas que cinco licencias.
misino Augusto testador. Por ventura ¿los actuales marques de El Sr. CHACON Y DURAN: Según he visto estoy el cuarto ó
Santa Cruz y duque de Medinaceli podrían aspirar al desempeño de quinto en la lista de los señores que han pedido licencia , cuando
aquel noble cargo para el que fueron llamados sus inmediatos pre era el segundo ó tercero, y apelo al Sr. D. Mauricio Cárlos de Onís,
decesores? ¿O estos, si viviesen hoy y hubieran perdido en juicio á quien con fecha anterior presenté mi solicitud, y el mismo señor
civil contradictorio los respectivos títulos de Santa Cruz y Medina me dijo que estaba después del Sr. Santonja. Apelo también al testi
celi quedarían privados de su derecho á dicha tutela? De ninguna monio del Sr. Secretario que ha leido para que diga si no la presenté
manera, puesto que el Augusto testador buscó las calidades morales en el último dia de sesión.
de los individuos, no sus ejecutorias ó diplomas. Asi es que la ley 5?, El Sr. CARRASCO: Señores, quien ha estado encargado de re
titulo 15, partida 2Í, "requiere que hayan en sí ocho cosas los guar coger las solicitudes de licencia ha sido el Secretario que dirige la
dadores del Rey niño:" y ninguna de ellas es relativa á categorías palabra al Senado. Efectivamente, el Sr. Chacón entrega su solicitud
sociales. de licencia el dia de la última sesión; pero la puso con fecha ante
Tampoco puede estimarse, en sentir nuestro, la caducidad de la rior : por eso le parece á S. S. que debe estar antes que otros señores.
tutela por la de la Regencia que expresa la referida cláusula 16Í Sin El Sr. CHACON Y DURAN: Con efecto, la fecha de mi solici
duda el arl. 60 de la Constitución ha declarado incompatibles la Re tud es del dia anterior; pero el Sr. Onís tenia duda de cuál de los
gencia y tutela , salvo en las personas del padre ó madre del Rey dos debía estar antes, el Sr. Santonja ó yo.
menor. Sin duda el nombramiento de Regencia corresponde ex El Sr. CARRASCO: El Sr. Santonja se acercó al Sr. Presidente
clusivamente i las Cortes. Pero si dicha clausula no puede tener antes de que el Sr. Chacón escribiese su solicitud ; el Sr. Borja Tar
efecto en su totalidad, ¿qué razón habrá para que no se cumpla en un rius se acercó también á la mesa antes de que el Sr. Chaoon presen
extremo acerca del cual está apoyada por la ley fundamental del tase su solicitud. Por consiguiente estaban antes estos señores que pi
Estado? * dieron licencia con anterioridad al Sr. Chacón; pero este tuvo por
Por lo demás, reconociendo nosotros el preferente derecho que dan conveniente poner la fecha del dia anterior , y los demás pusieron la
á S. M. la Reina madre la misma naturaleza, la expresa voluntad del dia en que escribieron su solicitud.
del testador, y la Constitución de la Monarquía, sin que conste ha El Sr. CHACON Y DURAN: ¿ Y el Sr. Sánchez Morales?
berla renunciado, nuestra reclamación es condicional i y protestamos El Sr. CARRASCO: Está en el mismo oaso que los damas. Pero
del modo mas solemne que solo la hacemos, para el caso de que las puesto que hay que dar cinco lioencias le cabe á S. S. , y no sé para
Cortes resuelvan haber cesado en este cargo S. M. Doña Mana Cris qué ha hecho esta observación.
tina de Borbon. Madrid 27 de Mayo de 4811.=E1 Duque de Bailen.= El Sr. CHACON Y DURAN : Ha sido únicamente con el objeto
M. Duque de Ahumada.^Nicolás María Garelly." de rectificar una equivocación."
£1 Senado quedó enterado de un oficio del Sr. Ministro de Gra Sin mas discusión se concedió licencia para ausentarse á los se
cia y Justicia acompañando uno de los originales de la ley sanciona ñores Onís , Borja y Tarrius , Santonja , Sanchex Morales, y Chacón
da por el Regente del reino por la cual se autoriza al Gobierno y Duran.
para transigir con la empresa del canal de Castilla. El Sr. CARRASCO: Quedan los primeros para obtener licencia
Se leyó la ley , que dice asi : los Sres. Rivadeneira, Solis, y Godoy y Peralta."
At, Regente del reí no.= "El Senado, habiendo tomado en con- Fue aprobado sin discusión el siguiente dictámen de la comisión
- sideración el proyecto de ley para autorizar al Gobierno de S. M. á de Actas.
fin de transigir con la empresa del canal de Castilla todas las cues Provincia de Teruel. "Aprobada ya por el Senado en sesión de 29.
tiones y diferencias pendientes , que en vista del propuesto por el de Marzo último el acta del escrutinio general de las elecoiones cele
mismo aprobó en 14 de Julio último el Congreso de los Diputados; y bradas en dicha provincia , la comisión ha examinado los documen
conformándose con el tenor de este , ha aprobado lo que sigue : tos que con el objeto de probar su aptitud legal ha presentado el
Articulo única. "Se autoriza al Gobierno de S. M. para transigir Sr. D. Ramón Castañeda, nombrado Senador por aquella en reem
••con la empresa del canal de Castilla de la manera mas conveniente plazo del Sr. D. Manuel de Pedro, perteneciente á la primera reno
-y equitativa todas las cuestiones y diferencias que se han suscitado vación;. y hallado que por ellos se justifica competentemente que
»é impedido llevar á cabo aquellas interesantes obras, y para hacer tiene la edad y renta que la ley exige, opina que el Senado puede
•. en el contrato las alteraciones que sean necesarias, á fin de conciliar acordar su admisión. Sin embargo resolverá lo que estime mas con
«mejor la terminación pronta de las mismas obras contratadas, y las veniente. Palacio del mismo 1? de Junio de 1841.=Gaspar de Ondo-
» mayores ventajas posibles del Estado y de los intereses de los pue- villa, presidente.-Carlos Morand. =Manuel LorenzosJoaquin Fran
»blos con los derechos de la empresa." cisco Campuzano.=Francisco Romo y Gamboa, secretario."
Y el Senado lo presenta al Regente del reino, á fin de que se dig Prévio anuncio del Sr. Presidente, y precedidos de los Sres. Se
ne dar su sanción si lo tiene por conveniente. Palacio del mismo cretarios Valero y Arteta, y Onís, entraron á jurar los Sres. D. Do
22 de Mayo de 1811.=El conde de Almodovar, Presidente.=Maria- mingo Ruiz de la Vega, Senador por la provincia de Alava ; D. José
no Torres y Solano!, Senador Secretario.=Mariano Valero y Arlela, Espinosa de los Monteros , por la de Córdoba , y D. Ramón Casta
Senador Secretario. =Juan José García Carrasco, Senador Secretario.— ñeda , por la de Teruel.
Mauricio Carlos de Ouís , Senador Secretario.=Madrid 29 de Mayo Se acordó imprimir en el Diario de las Sesiones , y que se seña
de 13-11.=PubI¿quese como ley. = Baldomcro Espartero , duque de la laría dia para su discusión, los dos proyectos de ley que siguen:
Victoria.=Como Ministro de Gracia y Justicia , José Alonso. 1? «La comisión nombrada para dar su dictámen acerca de la me
ÉISr. PRESIDENTE: Queda publicada como ley en el Senado, dida acordada por la Regencia provisional del reino fecha 19 de
y se archivará." Enero del presente año con respecto á los diputados provinciales de
Fueron recibidos con agrado y se acordó archivar dos ejemplares Badajoz D. Juan Alix, D. Pedro Bueno, D. Joaquin Muñoz Bueno,
del cuaderno 31 de la colección de Cortes que está publicando la Aca y D. José Cañizares , en virtud de la cual fueron suspendidos del
demia de la Historia, que con oficio 28 anterior remitía el secreta ejercicio desús funciones, ha examinado con el mayor detenimiento
rio de la misma. el voluminoso expediente remitido al Senado por el Ministerio de la
El Sr. Secretario CARRASCO: Desde la última sesión han pe Gobernación á fin de enterarse si hubo fundados motivos para tomar
dido licencia para ausentarse los señores siguientes: una disposición tan importante y trascendental atendida la conside
D. Mauricio Cárlos de Onís, por- dos meses. ración que se merece cuerpo tan respetable.
D. Bernardo Borja y Tarrius, por cuatro meses. «Bien públicos han sido los graves sucesos ocurridos en las villas
D. Vicente Santonja, por cuatro meses. de Fuente de Cantos, Salvatierra, La Parra , Bienvenida y otros de
D. Domingo Sánchez Morales, por tres meses. la provincia de Badajoz con motivo de las elecciones de ayuntamien
D. Miguel Chacón y Duran , por cuatro meses. tos y diputación provincial: el Gobierno se hallaba enterado de las
D. Antonio Rivadeneira , por dos meses. violencias, coacciones y atropellos cometidos, asi como de las ile
D. Antonio Solis, por dos meses. galidades con que aparecían ejecutadas aquellas. Sabia que la diputa
D. Francisco Godoy Peralta, por tres meses. ción provincial no solo habia sancionado en cierta manera estos ex
D. José Joaquin de Moya, por dos meses. cesos con la aprobación dada á unas elecciones practicadas bajo tales
D. Alejandro López. auspicios, sino que también babia admitido en su seno algunos indi
D. Francisco Sánchez Fernandez , por dos meses. viduos que carecían de la aptitud legal requerida para este alto des
D. Valentín Ferraz, temporal. tino. Por último estaba enterado de las contestaciones desagradables
D. Joaquin María Ferrer, por tres meses. que habian mediado entre el gefe político y la diputación provincial
Marques de Guadalcázar, por tres meses. por querer esta disputar i aquel las facultades que la ley le conoede
D. José Aranalde, por tres meses. y entrometerse á ejercer actos propios y exclusivos de aquella au
D. Cárlos Morand, por cuatro. toridad.
D. Joaquín Abargues, por cuatro meses. •<A1 mismo tiempo el gefe político manifestaba al Gobierno el es-
 156
tado de agitación en que te hallaban los ánimos, la excitación de las
pasiones y lo amenazada qne se hallaba la provincia de ver renova
das las escenas ruidosas y aun sangrientas ocurridas en varias pobla
ciones, á cauta, según decía, de la notoria parcialidad con que se
habia conducido la mayoría de la diputación provincial, asegurando
al mismo tiempo tener en su poder los documentos justificativos y
comprobantes de cuanto exponía , y que de no adoptarse el medio de
la suspensión de la diputación provincial no saldría garante de la
tranquilidad pública , y que en éste caso se le admitiese la dimisión
de su cargo por no querer, hacer un papel ridiculo ni presenciar ma
les que no podia remediar.
"El Gobierno en vista de todo lo expuesto que se baila documen
tado en el expediente creyó llegado el caso prescrito en art. 336 de la
Constitucioa del ano de 1812 y sobre el que está fundado el 285 de la
ley de 3 de Febrero de 1823, por el cual el Rey se baila autorizado
para suspender á ios diputados provinciales que abusasen de sus fa
cultades: pero caminando en este punto importante con parsimonia
y mesura, en lugar de suspender á la mayoría de la diputación pro
vincial, se limitó i los cuatro Sres. diputados arriba dichos por con
currir en ellos la circunstancia de carecer de las cualidades necesarias:
medida que se cr/yó por entonces suficiente para calmar la eferves
cencia de los ánimos y contener los excesos que se temían.
«Posteriormente y con fecha de 28 de Marzo último el Gobierno
en vista de la exposición dirigida al mismo por los Diputados a Cor
tes de la provincia de Badajoz O. Joaquín Muñoz Bueuo y D. Diego
Fernandez Cano , en la que manifestaban que pudo haber motivos
fundados para aquella resolución , y en la que solicitaban se revoca
sen los efectos de la órden dé 19 de Enero tuvo á bien alzar dicha
suspensión.
••La oomision en vista de lo expuesto se halla convencida de que
la Regencia provisional del reino ha procedido en este puuto.yen la
medida de la suspensión de los cuatro Sres. Diputados arriba expre
sados con arreglo á la ley y cori razón suficiente en asunto tan grave
y delicado, y espera que el Seuado se conformará con este dictamen.
Sin embargo el mismo resolverá como siempre lo mas acertado. Pa
lacio del Senado 23 Mayo de 18il.=José Mana Galdiano.=Santos San
Miguel.^Bernardo de Borja Tarrius.=Jose Cecilio de la Rosa.=Dio-
nisio Valdes , secretario."*
2? Al Senado.:; "La comisión encargada de dar su dictámen en
el proyecto de ley sobre que se declaren extinguidas las prestaciones
que se hacían por el derecho de Patronato á los conventos suprimidos
ha examinado con la debida atención el expediente que acerca del
particular se baila instruido, los trámites que ha llevado, y el esta
do que tiene en el día.
-Y convencida de la fuerza, legalidad y justicia de las razones
que la comisión de la anterior legislatura alegó en la parte doctrinal
y expositiva de su dictamen en apoyo del proyecto de que se trata,
aprobado ya por el Congreso, las adopta y reproduce ; y en conse
cuencia tiene el honor de proponer al Senado se sirva aprobar tam
bién el único articulo que comprende el citado proyecto, concebido
en los términos que siguen :
Articulo único. ...le declaran extinguidas las cargas y prestacio
nes en metálico ó en especie que por el mero derecho de patronato se
satisfacían á iglesias ó conventos suprimidos en que los patronos no
pueden ya gozar de las regalías ó preeminencias que por tal concepto
les eran debidas.
■• £1 Senado sin embargo con su superior ilustración acordará lo
que estime mas oportuno. Palacio del misino 1? de Junio de 1811.=
El conde de Pinofiel.=Marlinez de Velasco.=Vicente Gil Muñoz =
José Joaquin Pérez Necoecb.ea.=Maauel Ventura Gómez, secretario
de la comisión."
Procedí,mi José á la órden del día, se puso i discusión el dictámen
de la comisión acerca del proyecto de ley para que los capitanes ge
nerales y otras autoridades no puedan ser elegidos Diputados ni pro
puestos para Senadores por las provincia* donde se extienda su ju
risdicción.
El Sr. CAMPUZANO: Antes de que comience esa discusión su
plico al Sr. Presidente me conceda la palabra para usarla sobre otro
objeto.
El Sr. PRESIDENTE : Tiene V. S. la palabra.
El Sr. CAMPUZANO: Hace algún tiempo que se halla nombra
da la comisión que debe examinar los documentos relativos á la tu
tela de S. M. la Reina y de la señora Infanta , y aun no ha dado su
dictámen.
Este asunto da lugar á varias murmuraciones , y si esto fue
ra todo no seria un motivo para que yo tomase Id palabra para
excitar la atención del Senado sobre esta materia. Pero hay mas: en
el otro lado de los Pirineos se fraguan intrigas sobre el asunto, como
sucede desgraciadamente sobre todas las cosas que son de algún inte
rés para este pais.
Son varias las noticias que tengo, y hay recelos muy grandes de
que en esta cuesl ion se quieren interponer influencias y considera
ciones que en tiempos pasados hicieron que estuviese esta nación
bajo la dependencia de las demás. Me "parece que este sea un sufi
ciente motivo para que yo excite á la comisión encargada de este
asunto para que diga en qué estado tiene sus trabajos á fin de que el
Senado y toda la nación lo sepan.
El Sr. conde de PINOFIEL : No puedo menos de extrañar esta
especie de interpelación en un asunto en que la comisión no ha en.
tendido ni ha podido entender todavía, y basta decir esto. No lo ha
hecho porque faltan documentos que es preciso examinar; y también
basta esto por ahora para contestar á ese recuerdo, recuerdo que exi
ge cierta delicadeza, porque es menester tener mucha circunspección
para apremiar, digámoslo asi, á una comisión que todavía no está en
el caso de haber podido presentar sos trabajos.
He dicho que se necesita mucha circunspección, porque pueden
manifestarse opiniones sobre una cosa que todavía no es objeto de
discusión.
El Sr. LASAÑA : De lo que ha manifestado el señor presidenta
de la comisión de Tutoría no se puede inferir mas que no se ha he
cho nada todavia.
La excitación de parte del Sr. Campuzano no rae parece que deba
ofender á la comisión. Se trata de un asunto de puro interés para la
nación; se trata de un asunto que no se debe descuidar, porque es ur
gentísimo.
Yo creo que si los señores de la comisión no tienen todos los docu
mentos necesarios., y no los han pedido ya , deben pedirlos con ur
gencia para que se vea si el Gobierno se niega á darlos ó los retarda,
y sepamos que este asunto marcha; porque de lo dicho por el Sr. conde
de Pinofiel solo se infiere que la comisión está parada.
Algo hemos sacado al fin de la interpelación del Sr. Campuzano,
porque hemos sabido que no hay nada. Esto interesa mucho al pais.
Yo creo muy bien que los señores de la comisión no necesitarían
esta excitación, porque conozco su celo ; pero al mismo tiempo me pa
rece que cualquier Senador está en el caso de interesarse en que so
decida cuanto antes un asunto de tanto interés , que está dando lugar
á criticas y murmuraciones que pueden perjudicarnos, y que por eso
no debe creerse nadie ofendido.
Yo no interpelo á la comisión, porque lo ha hecho ya el Sr. Cara-
puzanr ; pero excito á los señores que la componen para que empleen
un poco de actividad y se concluya presto este negocio.
El Sr. .CAMPUZANO : Siento que se haya supuesto que he di
cho lo que ni siquiera me ha pasado por la imaginación.
Yo no he prejuzgado ninguna opinión: lo que he dicho es que de
seaba saber el estado de ese grave é interesante asunto. Lo que ha di
cho el Sr. conde de Pinofiel me satisface en su buen deseo, pero no
en cuanto al efecto; y por lo tanto me reservo repetir en otra oca
sión lo que ahora he hecho.
El Sr. conde de PINOFIEL : Yo manifestaré entonces lo que ten
ga por conveniente.
El Sr. PRESIDENTE : Abrese discusión acerca del proyecto de
ley que se ha insinuado."
Se leyó el dictámen tde la comisión. {T'éast el Diario núm. 25, t*~
sion del día 22 de JlJaj'o.)
El Sr. ONDOVILLA : Señores, la ley electoral es una de las mas
importantes en que se afianza el sistema representativo; es como un
complemento de la Constitución : de sus acertadas disposiciones y de
su exacta ejecución pende que las elecciones sean la verdadera y ge
mí ¡u a expresión del voto nacional , y que este no se falsee ni se su
plante como es posible que suceda siendo defectuosa la ley.
Las Cortes cons lituyentes, después de haber discutido y aprobado
la Constitución de la Monarquía, dedicaron toda su atención á re
dactar, discutir y aprobar la ley electoral; pero á pesar de sus lau
dables esfuerzos, la ley salió con muchos defectos. Estos defeotos los
acredita la continua experiencia , y los debates parlamentarios qua
ha habido sobre las actas electorales. Acaso será menester de veinte
á treinta artículos para rectificar esta ley, unos reformando, otros
suprimiendo, otros modificando, otros explicando, y otros, en fin,
adicionando.
Si para cada uno de estos defectos se ha de hacer una ley , sera
menester veinte ó treinta leyes. Este, señores , no es el modo de re
formar las leyes. Las leyes que se encuentren defectuosas, como la ley-
electoral , es menester reformarlas.simulláneamenle, es menester to
mar en consideración todas sus faltas; porque si no se hace asi , de
nada sirve que se toque una pieza de una máquina y se dejen las
demás en pie. Quizás el defecto que se trata de reformar es el mas
subalterno, el mas insignificante, porque tal vez no llegarán á seis
los sugetos nombrados de la categoría que se trata de excluir.
Pero hay unos defectos en la ley electoral tan radicales que afec
tan las elecciones en su esencia, y estos son los que se deben en
mendar.
El Gobierno de S. M. en la legislatura pasada presentó un pro
yecto de ley de reforma de la ley electoral. Este proyecto introducía
una gran porción de novedades , y ademas hacia una porción de rec
tificaciones y de modificaciones. Este proyecto se discutió y se apro
bó en el Seuado, y se pasó al otro Cuerpo colegislador. Allí debe es
tar, y si no está le habrá recogido el Gobierno. De todos modos J yo
creo que este debería presentarle con las reformas que crea conve
nientes, y que las circunstancias actuales exijan , y que debemos
aguardar hasta que lo haga. Esto será parlamentario, será digno de
los Cuerpos colegisladores; pero no lo será dedicarse i reformar una
parte pequeña de la ley electoral, dejando las demás tan defectuosas
como se hallan.
Si á este paso vienen las leyes se harán á relazos, y jamás se lo
grará una legislación sistemática, completa y una como debe haber.
Por lo tanto yo pienso que debe aplazarse esta cuestión para

cuando venga el proyecto de ley electoral, y que ahora corresponde
al Senado declarar que no ha lugar á deliberar.
El Sr. HEROS: Señores, ni yo sabia que <e discutía hoy el
punto de que se trata, ni yo pensaba tampoco que mi amigo el se
ñor Oudovilla le iba á combatir por el lado que lo ha hecho, por
que ñ decir verdad, cabalmente iba yo á hablar en contra de él
tomando algo de lo que S. S. ha dicho; pero al oir recordar el pro
yecto de ley presentado el año pasado, me pareció que era la oca
sión mas oportuna de anatematizarle del modo mas completo y de
clararle como la obra mas monstruosa que ha podido salir de las
manos que le presentaron y del Cuerpo en que se discutió: cambié,
por tanto , de opinión, y pareciendorne que es mejor corregir un de
fecto que excitar al Gobierno para que adopte semejante proyecto,
ni siquiera le pasé por los ojos; dije: Toy á defender una cosa eu que
hay que enmendar algo, cuando lo que S. S. propone está dirigido
á un cambio absoluto.
Para hacer ver cuál era el proyecto que se ha recordado, baste
decir que por él se daba el roto á casi todos los empleados públicos y
clero de España. Creo que uo hablo delante de sordos, ni de perso
nas que no lo habrán pasado por los ojos, ni habrán oido las impug
naciones que algunos amigos y yo hicimos al susodicho proyecto.
Nada digo de la variación introducida en cuanto á la cuota que da
el sufragio electoral ; nada digo relativamente á la que se necesita
para ser Diputado, que se aumentaba; naia digo cou respecto á que
Labia pueblos enteros que quedaban sin ningún elector, ni de que en
virtud de una observación que yo presenté sobre el particular se in
trodujo una especie de subterfugio , del que resultaba que los cabil
dos serian en todas partes los electores , y asi como por gracia par
ticular tres ó cuatro propietarios : apelo á las discusiones de aquella
época que do me dejarán mentir. Pero es indudable que la ley elec
toral se ha falseado en muchos pnntos ; y derivándose de la Consti
tución, y entendida como yo creo que se debe entender, la ley elec
toral, eomo la Constitución, se han de entender en el sentido mas ex-
tricto, es decir, que hemos de ser jansenistas políticos , que todas las
dudas que ocurran se han de resolver en favor de esa misma liber
tad y principios que rigen. Si se me preguntase mi opinión diría
que soy un poco laxo en esta materia ; pero cuando están ya senta
dos unos principios , es menester que se lleven á su debido rigor.
Es indudable que hemos pasado por una época en que ha habido
grandes vicios en la interpretación de las teorías constitucionales, y
se han elegido por medios muy conocidos autoridades que ellas mis
mas por su propia delicadez! debieron haber rehusado el voto electo
ral, porque en estas materias el honor debe ser el primer juez, y la
conciencia que tenga cada uno.
Cuando se ha tratado de las personas sujetas ó no sujetas i reelec
ción hemos visto entender la doctrina del modo mas laxo: de aqui
han salido generales empleados, y no precisamente á lo que es su
oficio, que es pelear, sino á comisiones con sueldo; aqui se ha visto
salir á otros empleados para otras comisiones que también corapren
dí» la reelecciou: hemos visto, en una palabra, mas de un ejemplar
de personas comprendidas en el artículo constitucional, y caso que
este estuviese dudoso, no lo entendieron del modo delicado que,
vuelvo á decir, dehea entenderse estas leyes de principio constitu
cional.
El asunto, pues, necesita remedio; y conviniendo en parte con
lo que ha dicho el señor preopinante , respecto á que la ley electo
ral necesita mejorarse , digo que, puesto que no se presenta ese con
junto de reformas que S. S. desea , debe aprobarse la que ahora se
propone , sin embargo- de que haré alguna modificación en uní opi
nión; pero lo que es excitar al Gobieruo á que admita el proyecto de
la legislatura anterior , de ninguna manera , porque es un proyecto
algo mas que retrógrado, dirigido á restringir el voto electoral, y yo
en esta materia no estoy por el sufragio Universal , pero si por que
los principios que actualmente rigen se sostengas.
Volviendo ahora al punto que nos ocupa , diré que tanto en el
proyecto que abara se somete á nuestra discusión , como en el ante
rior y vigente, echo de meaos una eosa que reclamé yo el año pesa
do: tal es la sanción penal. Esta es una ley de ejecución; esta es una
ley de atribuciones de las autoridades, esta es una ley en que, si
bien en el debate político y en la lucha , que yo deseo que se esta-
bjeaaa de todas maneras, menos á bofetadas , es menester que la au
toridad se mantenga impasible y no esté mas que para poner su mano
allí donde uno alargue el brazo para sacudir i otro ; pero sí de ahí
en adelante se propasa á obrar 6 influir por medios directos ó indi
recto*, es preciso que la autoridad tenga su castigo. To no sé si será
el caso presente el mas á proposito para ello , ó si el progreso de las
discusiones presentará coyuntura mas oportuna; pero yo he de hacer
una adición á cualquier proyecto que verse sobre esta materia para
que todo funcionario público que actúe en favor de una ú otra opi
nión quede sometido- á un jurado de los mismos electores, y sea
privado para siempre de obtener empleo público alguno.
Siento , como ya he dicho al principio , no haber sabido que se
trataba esta materia, porque hubiera traído formulada mi adi
ción al proyecto que se discute para que la ley electoral, que ha
dado lugar á que se hayan cometido faltas hasta el extremo, de que
haya habido dudas capitales relativas á su espíritu, ponga en el caso
a las personas que pueden ejercer su influjo de que no le.ejerzan. Solo
nna cosa no alcanzo, pero que no me separará de votar ta totalidad-.
SL-TOMO I.
157
tal es la de que no sé por qué se excluyen los secretarios de las diputa
ciones provinciales. Yo no lo alcanzo , porque dependiendo el secre
tario de la corporación, parece que con mas razón se debía de excluir
á los diputados provinciales : se dirá que es porque los diputades lle
van consigo la prevención de que los eligen los mismos electores que
á los Diputados á Cortes; luego sacamos la consecuencia de que si
estos representan la opinión de los electores, debe representarla tam
bién el secretario que los diputados proviciales elijan. Me parece que
en rigorosa ilación esto es lo que se saca.
Sé que puede decirse que uu secretario puede actuar de esta ó de
la otra manera en unos casos con los ayuntamientos en asuntos de
propios, y en otros con la liquidación de sos cuentas; pero siempre
vendremos á parar en lo mismo; y si las diputaciones provinciales
son celosas se podrá evitar todo esto, y si no lo son será muy ex
traño que no recaiga en los diputados provinciales la misma pena.
Pero todo esto no desvirtúa lo que he dicho al principio, ni rae
retrae de votar la totalidad , porque en conciencia digo que el dic
tamen de la comisión está en su lugar; y vuelvo á deeir que solo
siento haberme distraído, porqne pensaba poner mi adición de san
ción penal á todos los funcionarios que se supiese que fuera de los
actos que la ley marca , como el de presidir las elecciones y formar
las listas, pudiera de algún modo, por medio de amenazas, pertur
bar la voluntad de los electores , como lo hemos visto en diferentes
ocasiones. He dicho.
El Sr. ONDOVILLA : El Sr. Heros se ha equivocado al suponer
que yo he reproducida el proyecto de ley que se discutió en el Se»
nado en la legislatura pasada: yo he estado muy lejos de eso i no he
calificado su mérito ni su demérito; he hecho su historia, y esto
para persuadir que la ley electoral necesita reforma, y reforma lata,
en lo cual ha convenido S. S.t y una de las grandes reformas es d*
la que nos ha hablado , la de sanción penal, que no conviene á este
articulo, pero si á otros muchos. Se han cometido grandes faltas;
faltas que hemos tenido ocasión de ver los que hemos pertenecido i
la comisión de Actas, y se han quedado impunes : ni se ha casti
gado á los diputados provinciales ni á los gefes políticos ; se ven las
influencias, la trasgi versación de los principios de la ley , y lo que
decide la comisión es si es ó no válida la elección quedando im
punes los demás defectos , y esta es una de las faltas principales que
se notan en la ley electoral. Por lo mismo digo que no crea S. S. que
yo defiendo aquel proyecto. Yo estuve discorde en muchos de sus ar
tículos, no obstante que fui individuo de la comisión; pero sin em
bargo , muchas enmiendas, muchas correcciones, muchas adiciones
y declaraciones que se hicieron- á aquel proyecto se lian de hacer
siempre que se discuta la ley.
Yo lo que deseo es llamar la atención del Gobierno para que sea
recogida la ley, y la presente de nuevo con todas las adiciones que los
tiempos exigen, á fin de que salga correcta. Estos son mis deseos, y
por eso he hecho esta indicación; porque si ba de andar el Senado
haciendo leyes parciales como esta, será una cosa ridicula é indigna
de los Cuerpos eolegisladores.
El Sr. ABARGUES: La comisión nombrada por el Senado para
informar sobre la comunicación que habia pasado á este Cuerpo el
otro colegislador ha creído que su deber era el no salir del circulo
pequeño que se la hábil trazado.
Esta ley ha- pasado aprobada del Congreso de los Diputados al Sí-
nado ; se reunieron aqui las secciones ; se nombró la comisión , y esta
ha dado su dictamen', reducido estrictamente á lo que se ha pedido.
Que la ley tenga defectos; que podria haber otra con menos; que
al Gobierno se le invite ó no á que la presente , es cosa que se puede
promover , y esto está en el círculo de las atribueiones de los señores
Senadores ; pero la comisión no podía salir del que tiene trazado , y
ha cumplido con su deber dando el dictamen que ha presentado i la
deliberación del Senado; y como individuo que soy de esta comisión
solo tengo que manifestar los motivos en qoe se funda ; pues por lo
demás, si algún Sr. Senador por medio de su iniciativa quiere pre
sentar un nuevo proyecto ó hacer adiciones , está dentro de sus facul
tades.
La ley electoral en su- art. 5T del eap. 6? dice (ttjró.) Como el
principal motivo que tuvieron los autores de la ley electoral fue el
de privar á las autoridades de toda la influencia que pudiera atacar
la independencia de los electores , atendido que la administración ju
dicial que oye las causas tiene igual influencia en el distrito que en
el pueblo de su residencia, se ereyó que el espíritu de la ley estaba
en contradicción con sus palabras ; y es esto tan cierto, como 'que se
haz» originado de ello tres célebres discusiones, una de ellas el año
pasado, sobre la admisión del Sr. Cortázar, regente de Valladolid y
electo Diputado por Zamora, y actualmente sobre la admisión del
Sr. Montañés y otro Sr. Diputado , en todas las cuales se ha manifes
tado que el espíritu de la ley estaba en contradicción con sus pa
labras.
Deseando algunos celosos Diputados cortar de raiz este vicio pre
sentaron este proyecto, que después de haber pasado por todos sus trá
mites ba venido- al. Senado para el mismo efecto, y se ba elevado i
ley. Nombrada aqui la comisión , se ba dado este dictimen. Contra
él se podrá decir que se priva á la nación de una porción de sngetos
de algún mérito, y que si bien es verdad que la independencia elec
toral está favorecida, queda muy reducido el círculo de personas di»,
naide ser elegidas; pero- esto se encuentra salvado en nuestra Cuns
46
 158
tituciou, cosa que no sucedía en la del año 12; pues por la ley elec
toral de aquella época únicamente podía o ser elegidos Diputados los
que fueran naturales de la provincia que los eligiera, ó los que hu
bieran residido en ella cierto tiempo, lo que ahora no es asi; por-
que pueden ser elegidos por cualesquiera provincia de España , cosa
muy acertada.
Ahora bien: los magistrados hacen aquí falta, porque pueden em-
lear su influencia para esto mismo que se trata de corregir, y cuan-
o ocurra que el distrito á donde alcanza su autoridad no los pueda
elegir, pueden serlo por los restantes del cuerpo electoral de la na
ción; y esto no es una rana teoría, porque la práctica y la experien
cia nos lo ha hecho conocer; y en este punto es donde se nota la pre
visión de los individuos que formaron la Constitución y la ley elec
toral. Asi hemos visto que cuaudo la dominación de un partido ha
liecbo que fe excluyeran de la representación de sus provincias á cier
tas notabilidades, entouces la provincia de Madrid, centro de civili
zación, los ha adoptado como hijos, y los ba llamado á ocupar el lugar
cuya falta se notaba en los Cuerpos colegisladores. Los Arguelles,
los López, los Heros, los Corchados y otros muchos que pudiera ci
tar, na siendo elegidos en alguna ocasión por la provincia de su na
turaleza, han sido adoptados como hijos por la de Madrid, nombrán
doles Diputados y Senadores, de dgnde resulta que ese circulo no se
estrecha lo que parece.
Señores, la comisión no quiere entrar en la cuestión de emplea
dos; ella los mira como verdaderas ruedas de la máquina social. Asi,
si la administración de justicia es necesaria para la sociedad, cree que
hacen aqui falta algunos de, tut individuos. Si el enemigo exterior
debe de ser rechazado, debe haber ejército permanente y dignísimos
oficiales que entren en este cuerpo. Pero al mismo tiempo que se ha
lla conforme con estas ideas, no ba querido perder de vista que es
menester moralizar la Dación española y la corrompida administra
ción que con todos sus vicios nos legara el Principe de la Paz, el go
bierno despótico de- Calouiarde y de otros, cuya primera intención
fue siempre el dividir esta nación , seguros de que asi podría perma
necer amarrada i las cadenas con que se la ha querido sujetar. Asi que,
es necesario no perder de vista que hay una grande necesidad de que
se unan los vínculos sociales, poique el Senado no solo debe ser de-
Sositario de las instituciones que nos rigen , sino de la salvación pú-
lica ; y la comisión lo que desea es que llegue un dia en que las
costumbres de los españoles , acompañadas del honor y de la virtud,
sean envidiadas de las naciones extrangeras.
La comisión se conduele de las causas que se han empleado para
difuudír la ignorancia; pero cree qne hemos llegado1 á un tiempo en
que es uecesario entrar de lleno en el Gobierno representativo: hasta
ahora ba habido pequeños ensayos; y ya sea por la guerra de la inde
pendencia, ya por esta de que acabamos de salir, no se ha podido
atender i muchas cosas; pero ya que estamos en paz, ya que tenemos
un Gobierno constituido con el nombramiento de Regente, creo que
la atención del Senado debe encaminarse á perfeccionar ais costum
bres para que sean la envidia de la Europa entera.
La ley electoral es una ley de transición en la cual lo que hoy con
viene mañana no puede convenir, para destruir la influencia dañina
que pueda venir del Gobierno. Vendrá dia en que las costumbres de
los españoles serán dignas de ellos, y entonces se podrá ampliar ese
circulo y hacerse modificaciones en sentido contrario; pero en tanto
que esto se verifica no ae puede salir del en que la comisión se ba en
contrado al dar su dictamen. Por lo demás, el que quiera hacer pro
posiciones, el que quiera hacer adiciones, ya sabe el camino que le
marca el reglamento.
En cuanto al secretario de las diputaciones provinciales diré que
la influencia que tiene es extraordinaria; y aunque no me sea dado
contestar al Sr. Heros respecto de la no exclusión de los diputados pro
vinciales y los gefes políticos, porque en el proyecto no si habla de
ellos, le diré que entre los individuos de la diputación y el serreta-
rio bay una notable diferencia, porque aquellos, á mas de servir sus
destinos gratuitamente, tienen sus periodos señalados para reunirse,
en tanto que este permanece con sueldo, estando continuamente en la
secretaria para entenderse con los pueblos todo el año , con lo que es
muy grande su influencia; pero repito que la comisión no tiene nada
que decir respecto los diputados provinciales, gefes políticos é inten
dentes; no ba querido salir de su pequeño circulo; no ha querido
traslimilarse una sola linea.
Asi explanadas las razone», cree la comisión que el Senado apro
bará este dictamen según lo propone.'*
No habiendo quien tuviera la palabra en contra, el Senado de
claró haber lugar á deliberar por artículos.
Se leyeron las siguientes adiciones del Sr. Rivadeneira.
El Senador que suscribe ijene el honor de presentar al Senado las
dos siguientes adiciones af proyecto de ley sobre exclusión de poder
sor elegidos para Diputados, ni propuestos para Senadores en el distri
to de su mando, los capiliuei generales , regente* y demás á que
Uaee referencia :
1! Que al art. 1? de dicho prpyeeto de ley te añadsn i "los co
mandantes generales."
3i "Que no puedan ser elegidos para Diputados ni propuestos para
Senadores ningún contratista que tenga ó se le pruebe tener parte en
empresas con el Gobierno, intendencias, diputaciones ni municipalida
des. Palacio del Senado 1? de Junio de 18tl.=Autonio Rivadeneira."
Hecha la pregunta de si ron arreglo al art. 99 del reglamento se
tomaban en consideración dichas adiciones, se pidió por varios Seño
res Senadores que se votase por parles.
El Sr. marques de GUADALCAZAR : Si son adiciones , deben
votarse después del artículo. Si fueran enmiendas, antes."
Se leyó el art. 99.
EISr. RIVADENEIRA: Pido la palabra para apoyarlas.
El Sr. PRESIDENTE: V. S. la tiene.
El Sr. RIVADENEIRA: La adición de comandantes generales
al art. Io. la hice porque en la ley electoral dice: "capitanes genera
les ó comandantes geuerales," y no encuentro razón alguna para ha
ber excluido esa clase del articulo cuando deben- tener la misma
influencia.
Con respecto á la segunda , si el Senado gusta tomarla en consi
deración , está fundada en que estos Cuerpos no solo presentan á la
nación seguridad, garantía , responsabilidad y estabilidad de sus de
liberaciones, por ser , como son , la expresión nacional, sino por la
independencia que tengan todos los individuos en las deliberaciones
y yo no la veo en los contratistas con el Gobierno , diputaciones;
provinciales, ayuntamientos; porque supongamos que se interpela al
Gobierno sobre algún contrato celebrado: yo creo que hallándose en
estol bancos el contratista, no habrá independencia para votar, ó noa
expondremos á que sus relaciones con otros individuos no presten
todas las garantías necesarias , lo cual no sucedería no hallándose
presente.
Hay mas, señores: en los ayuntamientos ó municipalidades no
se admite á ninguno que tenga cuentas ron el ayuntamiento; yo
creo que nosotros souics el grande ayuntamiento de la nación, y do
sé cóinu por esla misma razón no están excluidos.
Yo hubiera deseadu no poner adiciones de esta clase, porque qui
siera en cierto modo la- reforma de la ley electoral, abundando en las
¡deas de alguno que me lia precedido en el uso de la palabra, de que
desde luego se vayan enmendando los defectos mas crasos, sin per
juicio de tomar parte luego en su discusión.
El Senado determinará lo que estime mas conveniente.
El Sr. ABARGUES: Quería hacer una observación, y es que da
los cinco individuos falta el Sr. Camba, que ha sido nombrado Mi
nistro de Marina.
El Sr. SEOANE: Sr. Presidente, ¿se discuten las adiciones?
£1 Sr. PRESIDENTE: Según el articulo del reglamento debo
verse antes si se toman ó uo en consideración : luego que se lomen, y
la comisión presente el dictamen , sf discutirá."
Preguntado si se lomaba en consideración la primera , el Senado
contestó por la afirmativa.
El Sr. ABARGUES: Creo que el motivo porque no se habla de
los comandantes generales ef...
El Sr. PRESIDENTE: La comisión se explicará cuando Uegns
el caso."
Leída la segunda, fue lomada en consideración, y pasó á la éjo-
mision.
Abierta discusión sobre el art. 1?, dijo
El Sr. ONDOVILLA : Una de las cosas que deben tenerse pre
sentes en la redacción de todas las leyes es guardar exartilud lógica
en todas las partes de que se compone la ley. La ley contiene siem
pre un principio dominante que debe desarrollarse en los artículos,
y estos deben tener trabazón entre si, deben guardar analogía y de
ben ser exactamente deducidos del principio eu todos los rasos.
La comisión se fuuda para apoyar este proyecto de ley en la in
fluencia que pueden ejercer los capitanes generales y los regentes da
las audiencias en aquellas provincias que están sujetas á su jurisdic
ción , aunque no sean las de su residencia. Pues ahora bien: la con
secuencia que sale de aqui es que en todos los casos que se pueda
ejercer influencia debe aplicarse el mismo principio. Es' asi que los
Ministros de S. M. mandan en todo el reino, ejercen sus funciones
en todas las provincils sin excepción, y de consiguiente tienen en au
mano una influencia suma. Luego si vale la razón de la influencia
con respecto á los capitanes generales y regentes, vale también con
respecto á los Ministros. En la Constitución hay un articulo por el
cual se consigna que los Ministros pueden ser nombrados Senadores
y Diputados; y asi, de llevar á efecto esta ley se hiere la Constitución
con este principio que se sienta, porque la consecuencia debe ser la
misma para todos los casos.
Señores, esas grandes influencias que se supone ejercen los «api»
tañes generales y regentes de las audiencias en las provincias distin
tas de aquellas en que residen tienen mas de exageradas que de rea
les y verdaderas. Acaso no son cuatro, y á seis no llegan, loa ejempla
res de elecciones de esta clase , y no se sabe que esta influencia haya
violentado los votos de los electores, pues es mayor el número deciu
dadanos que tienen este derecho que el de empleados en quienes not
está la mayoría, y aii creo que esa influencia es figurada y efecto
de principios de que no quiero ocuparme. ' ••
Asi que , guardando consonancia la ley en todos sus artículos,
siendo un principio dominante el que se desenvuelve en ellos, y ten
tando por principio que la influencia de los capitanea generales y
regentes los debe alejar de ser elegidos en aquellas provincias donde
no tienen residencia , la consecuencia es la que be dicho antes ; y co
mo hiere la Constitución, opina que no debe aprobarse el articulo
que se discute." .
 159
el puuto suficientemente discutido , fue aprobado el desde luego de pastores propios á todas las iglesias parroquiales ta
articulo. cantes que cuenten 100 vecinos de población, á la mayor ó princi
Se leyó el art. 2! y la siguiente adición del Sr. marques de Gua pal de los pueblos que tengan mas que una , y i las que en los mis
dalra tar: mos, oidn el dictámen fundado de los ordinarios, conceptúe el Go
"Propongo que se añada en el articulo 2? de las exclusiones para bierno necesarias y que por sus circunstancias deben quedar en el
ser Diputado y Senador á los "Asesores de Rentas." = £1 marques d» arreglo que de ellas se baga.
Gnádalo-car." Poco se baria con dar á las iglesias pasíc-Tes propios , no cuidando
El Sr. marques de GUADALCAZARt Si el Senado quiere rotar de sacarlos de los hombres mas conocidos por so ciencia, discreción
primero el articulo y después permitir que funde mi adición , no y tino práctico, adquirido por una larga experiencia en el ministe
tengo inconveniente. Como es adición parece que debia apoyarse des rio pastoral: á la inmoralidad que desgraciadamente ba cundido por
pués del articulo; este es el orden lógico: si fuere enmienda, antes: todas las clases de la sociedad, á consecuencia necesaria de los tiem
sin embargo me someto á lo que resuelva el Senado. pos azarosos que hemos pasado, no se hace frente con los hombres
El Sr. PRESIDENTE: Puede V. S. apoyar su adición. comunes. Es , pues, un deber de los obispos preferir para el servicio
El Sr. marques de GUADALCAZAR : Señores , esta adición se de estas iglesias á los que dotados de las cualidades que exige su re
funda en la misma ley electoral. En ella se excluye sí los jueces de forma encuentren al mismo tiempo en su promoción. la recompensa
primera instancia, y se dioe que no pueden ser votados por los par que se les debe, y quejólo ha podido disputárseles á la sombra del
tidos ó distritos en que ejercen su carpo , pues los asesores son jueces trastorno y de las revueltas.
en todos los partidos. La ley excluye ademas á los contadores de Reu Dable es que no baya el número suficiente para llenar las va
tas , administradores, secretarios de las intendencias, gefes políticos cantes, y en este caso es necesario echar mano de los opositores sim
j sus secretarios. . ples sacerdotes y ordenados ¡n lacrit, comprendiéndose en ellos á
Pues empleados mas subalternos y de menos influjo son los secre los secularizados ó exclaustrados; á unos y otros les impone su esta
tarios de las intendencias que los asesores de Rentas, porque estos son do este deber ; fuera del que tienen los segundos de adquirir una
jueces. En esto se apoya mi adición , y puesto que también an este renta eclesiástica para exonerar al Tesoro de las pensiones que á
proyecto de ley se ha exeluido á los secretarios de las diputaciones falta de ella tiene que satisfacerles. A concurso, sin embargo , no se
provinciales, empleados de menos influjo que los asesores, en esto admitirán por ahora en cada obispado otros secularizados que los
me fundo también para proponer la adición , sobre la cual el Senado que residen ó cobran en él su pensión ; porque asi solo pueden tener
resolverá lo que tenga por conveniente." los ordinarios noticias ciertas de su procedencia, vicisitudes, capaci
Se tomó en consideración y pasó á la comisión. dad y conducta.
Fue aprobado sin discusión el art. 2? Después de los ordenados in sacr'it tendrán lugar en la propuesta,
Se anunció que el Sr. Ruis de la Vega quedaba agregado á la se tanto para estas como para las sucesivas, provisiones que se determi
gunda sección , y los Sres. Espinosa de los Monteros y Castañeda á la nen, los seglares aprobados en concurso. Tiempo es ya de alentar á
tercera. los que se hallan empeñados en la carrera eclesiástica con la esperan
Pasaron á las secciones para que declaren si son útiles y oportu za de tener en ella su colocación, ya que no pueda impedirse el ex
nos los siguientes proyectos de ley: travío de muchos, cuya falla ha de ser á poco tiempo notable.
1* Al Sin a do. "Varias y muy conocidas son las causas de la de- En su consecuencia tienen la honra de ofrecer á la observación y
cadencia de España que la guerra civil ba contribuido á impedir se resolución del Senado el siguiente proyecto de ley:
remedie, y tiempo es ya de pensar en ello, no mirando como un Articulo 1? «Los muy RR. arzobispos, RR. obispos ó su lu
obstáculo el mal mismo, cuando esteesel que necesita remediarse. A gar-tenientes procederán por ahora y sin perjuicio del arreglo pen
este fin no bay otro recurso que pensar en el fomento de nuestra diente del culto y clero á abrir y celebrar concurso de opositores en
agricultura , industria y comercio, sin perjuicio del arreglo de nues la forma ordinaria i las iglesias parroquiales vacantes en los pueblos
tra administración y de la mejora de nuestro crédito; con tanta mas de sus diócesis de cien vecinos arriba con inclusión de los anejos.
raxon, que aumentándose asi nuestra riqueza, se facilitará proporcio- 2? «En los que hubiere dos ó mas parroquiales vacantes que ten
palmen te el progreso de la Hacienda. Una pequeña suma que se des gan los cien vecinos se pondrá desde luego en concurso la princi
tine para dicho objeto servirá de palanca para ir levantando la na* pal ó mayor; si lo estuviese, consultando al Gobierno sobre las de-
oion á la prosperidad á que puede y es indispensable que llegue, si mas que en su concepto y por circunstancias atendibles sea conve
no quiere ser víctima de la preferente situación de otros pueblos. niente proveer de propio pastor.
Cuanto mas se tarda en proporcionar los medios de fomentar la ri 3! «Para el servicio de estas iglesias preferirán i los opositores
queza nacional mayor suma será furioso emplear para conseguirlo, párrocos del mismo obispado , y entre ellos á los mas antiguos y
pues. cuando las otras naciones nos llevan ya ventaja en los medios acreditados por su ciencia , moralidad y demás dotes necesarias al
de adelantamiento, si no principiamos á hacer esfuerzos para alcan mejor desempeño de tan difícil ministerio.
zarlas cada dia nos saldrán mas costosos. 4? -Cuando no hubiese ó no se presentase al concurso el número
Con el auxilio del crédito puede darse desde luego un gran paso de párrocos bastantes para llenar el de las vacantes, serán propues
en este camino; pues multiplicada asi la cantidad que se dedique á tos para ellas los simples sacerdotes y ordenados in sacris, en que están
esta objeto, se anticiparán los efectos del beneficio apetecido. Tam comprendidos los secularizados ó exclaustrados; pero estos han de te
bién se aumentará este aplicando el fomento al objeto que mas re ner su residencia ó cobrar la pensión en el mismo obispado en que
laciones tenga con los intereses generales , y mas adecuado sea á la son opositores.
situación del país. Bajo ambos aspectos ningún empleo mas oportuno 5? ~A falta de los anteriores tendrán lugar los seglares aprobados
puede darse al fondo del fomento que la construcción y reparación de en concurso, siendo extensivo su derecho á las piezas que durante
caminos, asi como tampoco pueden buscarse rendimientos mas aná aquel hubieren de proveerse en virtud de nuevas resoluciones.
logos que los del mismo ramo y el de correos, ya en parte dedicado -El Senado sin embargo resolverá con el acierto que acostumbra.
i cate objeto , y primer participe' de la mejora de las comunica» Palacio del Senado 21 de Mayo de 1841.=Francisco Sánchez Fernan-
•iones. dez.=Mauricio Carlos de Onis.
En su consecuencia propongo al Senado el siguiente proyecto 3? Al Senado.:; "En la última legislatura reproduje la proposi
de ley : > ción que en la anterior habia presentado sobre erección de un mo
Articulo 1? Se crea un fondo de fomento, de agricultura, in numento en los campos de Vergara; y leído el dictámen de la comí»
dustria y comercio, que por ahora se aplicará solamente á la repa sion en la sesión de 21 de Julio de 1810, se aplazó su discusión para
ración y construcción de caminos. la del 27 del propio mes , que no llegó á tenerse , ni otra alguna
Art. 2? Para formar este fondo se destinan los productos líquidos después.
del ramo de correos, y los arbitrios del de caminos y canales, dedu En este supuesto, y creyendo cada dia mas conveniente la adop
cidas sus propias y precisas obligaciones. ción de este pensamiento, reproduzco mi proposición en la propia
Art. 3? Se facilitará' á esta empresa sirviéndose del crédito del forma que la presentó dicha comisión, comprendida eu el siguiente
capital para multiplicar los medios de realizarla. Articulo único. Para perpetuar la memoria del convenio cele
Art. 4? Una junta compuesta de tres individuos, comprendidos brado en los campos de Vergara el dia 31 de Agosto de 1839, y que
el director de correos y el de caminos, dirigirá la aplicación de este esto se verifique de una manera digna de la nación y piopia del acto
fundo, con el auxilio de las oficinas de ambos ramos. i| solemne y trascendental que ha producido la terminación de la
Art. 5! Esta junta estará bajo la dependencia del Ministerio de guerra civil, se construirá en aquellas campos una obra, ó se for
la Gobernación, y por Su conducto obtendrá del Gobierno, y en su mará un establecimiento de notoria utilidad pública que sirva de
•aso de las Cortes, la autorización competente para llevar á efecto monumento de las glorias de tan señalado dia, colocando en lugar
las medidas que acuerde. Palacio del Senado 1? de Junio de 1841.= adecuado una inscripción que trasmita á la posteridad sus circuns
Joaquin Francisco Campuzano." tancias mas notables.
2? Al Senado. "Los infrascritos Senadores, considerando el Y ruego al Senado tenga á bien disponer se le dé el curso cor
tiempo que aun debe trascurrir hasta que tenga efecto el arreglo de respondiente. Palacio del mismo 1? de Junio de 1811—Palafox, du
finitivo del culto y clero, y fijando su atención en loa gravísimos que de Zaragoza."
males de que hace dias se resienten las iglesias parroquiales servidas 4? "Siendo ademasde injusto, altamente injurioso á la generosidad
por ecónomos, la mayor parte descontentos cou este encargo , como que distingue el carácter de los españoles, que cobrándose puntualmen
lo están con ellos los pueblos, siendo pocos en que no hayan ocur te por el establecimiento de Amortización las rentas, censos y presta
rido con motivo de tal desacuerdo lances desagradables, cuya repe ciones no enagenadas que correspondieron á las comunidades religio-
tición debe prevenirse , creen que es de la mayor necesidad proreer | sas existentes, se vean (atas precisadas en el dia , á causa de no pagár
 160
selas las pensionas con que leí ofreció el Estado atender á su subsis
tencia, i mendigarla déla caridad pública; dando lugar á queesta se
esté promoviendo por reuniones reglamentadas de personas particula
res, con desdoro del Gobierno, de quien eo sentir de los hombres
sensatos están haciendo una amarga critica: los infrascritos Senado
res creen que es llegado el caso de clamar por la reforma de este des
orden administratiro, poniendo á la consideración del Senado el si
guiente proyecto de ley.
Artículo único. "Mientras el Tesoro pueda satisfacer con la pun
tualidad que desea las pensiones que la ley tiene señaladas á las co
munidades de religiosas, les serán pagadas por el establecimiento da
Amortisacion basta donde alcancen las rentas , censos y prestacio
nes que percibe y pertenecieron á aquellas, como carga de justicia
que de ellas es inseparable: lo que faltase se satisfará por los medios
establecidos, ó que en adelante se establecieren.
«El Senado resol verá con el acierto que acostumbra. Palacio del
Senado ií de Junio 1841.=Francisco Sánchez Fernandez.zAntonio d*
Soln— Domingo Sánchez Morales."
El Senado qjuedo. enterado de una comunicación del Sr. conde
González Callejón, fecha IT de Junio, en la que participa que en aso
de la licencia que se le tiene concedida sale para Tudela de Navarra
el viernes 4 del mismo.
El Sr. PRESIDENTE: En atención á la hora que es rogaré á loa
Sres. Senadores se reúnan en secciones para nombrar las comisiones
que han de entender en los proyectos que se han leido y para nombrar
los individuos que han de reemplazar en las comisiones á los señores
á quienes se ha concedido licencia. Mañana' no se reunirá el Senado,'
y se verificará cuando las comisiones hayan presentado trabajos de
que podamos ocuparnos, para lo cual se avisará á domicilio.
Ciérrase la sesión.'' . .
Eran las dos y cuarto.
RECTIFICACION. En el Diarlo núm. 45, plana 2í, col. 2*,
lin. li en donde dice: un número mayor aue el Je 84: léaset un nú
mero mayor que el de 74.
 HUMERO 27.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SUMA©®»
t» ■
SESION DEL DIA 7 DE JUNIO DE 1841.
Abierta á las doce y media , j leida el acta de la anterior por el
Sr. Secretaria Oni's, fue aprobada.
Se acordó pasar i la comisión de Actas un oficio del Sr. Ministro
de la Gobernación de la Peoíusula , fecha 4 del corriente, en el que
traslada para conocimiento del Senado el decreto que .con fecha del
dia anterior le dirigió el Regente del reino nombrando Senador
por la proTÍneia de Logroño al Sr. D. Martin Fernandez de Navar-
rete en lugar del señor marques de Someruelos , por renuncia que
dicho señor ha hecho de su cargo.
Otro del expresado Sr. Ministro, fecha 1? del actual, acompa
ñando para conocimiento del Senado el decreto del dia anterior por
el que nombra al Sr. D. José María Calatrara Senador por las islas
Baleares en reemplazo del Sr. D. Juan Massanet.
£1 Senado quedó enterado, y acordó se tuviesen presentes en los
casos oportunos los decretos y órdenes que la Regencia provisional
del reino expidió relativos á la venta de bienes nacionales, que con
fecha 1? de este mes ha remitido el Sr. Ministro de Hacienda , á
saber:
Sesenta ejemplares de cada uno de los cuatro decretos de 9 de
Diciembre de 1840 sobre el modo de pagar el precio de los rema
tes de ios bienes nacionales; sobre abonos concedidos á los que an
ticipen el pago de los plazos de ellos; sobre redención de censos de
los mismos , y sobre la venta de los edificios de los conventos y mo
nasterios de las comunidades suprimidas.
Un ejemplar de la Gaceta del 11 del expresado mes y año en
que se insertan los cuatro decretos anteriores, y la eiposicion con
que fueron presentados á la Regencia.
Otro ejemplar de la del 28 del propio mes, con la inserción de
la órden de 27 del mismo, suspendiendo la conversión de las inscrip
ciones trasferibles en títulos al portador , y confirmando las dispo
siciones para cangear los títulos domiciliados en el extrangero en
inscripciones y títulos domiciliados en Madrid.
Cuarenta y cinco ejemplares de la circular de 31 del expresado
mes y año rectificando una equivocación cometida en el ya mencio
nado decreto sobre abonos por anticipación del pago de los plazos.
Sesenta ejemplares del decreto de 22 de Enero del corriente año
en que se ofrece presentar á las Córtes un proyecto de ley sobre in
corporación al Estado de los bienes del clero secular.
Tpor último dos ejemplares de la Gactta de los días 22 de Enero
y 22 de Marzo últimos, en los que se insertan el decreto sobre capi
talización de los intereses de la deuda, y la órden aclaratoria de va
rias dudas ocurridas sobre el decreto de 9 de Diciembre del año
próximo pasado, relativo al pago de los remates de bienes nacionales.
El Sr. CARRASCO: Enterado ya el Senado de los nombramien
tos del Sr. Infante para Ministro de la Gobernación de la Península,
y del Sr. Caraba para el de Marina, se pregunta al Senado si pasa
rán estos nombramientos á la comisión de Acias para los efectos
convenientes.
El Sr. HEROS: No es necesario que pasen á la comisión de Ac
tas, sino advertir al Gobierno que se proceda »1 reemplazo.
El Sr. CARRASCO: Hasta aquí han pasado estos nombramien-
S.-TOMO I.
161
DE CORTES.
tos á la comisión de Actas, y su dictamen se ha comunicado al
Gobierno."
Hecha la pregunta se acordó afirmativamente.
Acordóse repartir los 150 ejemplares que con fecha 1? del cor
riente ha remitido el Sr. D. Agustín Fernandez Gamboa de ,1a ex
posición que ha publicado, en la que da cuenta i las Córtes de los ac
tos mas principales de su administración en el tiempo queha desem
peñado el Ministerio de Hacienda.
El Sr. CARRASCO: Los señores capitanes generales D. Agustín
Ayerve , D. Antonio María Alvarez y D. Santos San Miguel soli
citan permiso para restituirse i sus capitanías generales, según se
les previene por el Sr. Ministro de la Guerra. Hay 84 Sres. Senado
res; pero la mesa ha entendido que no hay necesidad de que recaiga
este permiso, porque hasta ahora, cuando los capitanes generales
por asuntos de importancia .han tenido necesidad de restituirse á la
provincia de su mando, no nao permanecido en el Senado.
El Sr. HEROS: Prescindo de los motivos que esos señores tengan
Eira solicitar esa licencia: yo la he pedido por mis motivos particu-
ires; pero entiendo que los Senadores, como tales, ni son capitanes
generales, ni magistrados; ni en resumidas cuentas, obispos ni nada
que tenga relación con oficio público de ningún genero. Este es el ca
rácter que aqui ejercemos al venir á hacer las- leyes. Asi , yo no me
opongo á que esos señores obtengan la licencia como yo la he obte
nido y pienso usarla; y mi opinión es en este particular que la ob
tengan en su caso, pero no en el concepto de sus empleos.
Por esto digo que se sigan los acuerdos del Senado, en que tiene
determinado, no se concedan licencias, mientras no exceda el nú
mero de Senadores presentes del que está acordado por el Senado.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Santos): Señores, hasta ahora, ni se
ha considerado , ni se ha dicho que los empleados del Gobierno pier
den sus destinos al venir á estos escaños; y estaría muy bien que no
se nos concediera licencia para ir á nuestros asuntos particulares.
Pero debo poner en conocimiento delSenado qué los funcionarios pú
blicos se hallan en ciertas ocasiones en circunstancias que los obli
gan á presentarse en sus destinos para arreglar asuntos importantes;
y mientras no se acuerde que pierden el derecho á ser funcionarios,
creo que debe haber consideración con esta clase, y creo que se la debe
atender con preferencia á los que piden licencia por circunstancias
particulares; porque si bien es verdad que venimos aqui á bacer le
yes, no podemos prescindir de la responsabilidad que tenemos de
nuestros destinos y de las circunstancias que nos obligan á desem
peñarlos cumplidamente.
Manifiesto esto al Senado para hacerle conocer que si pido este
permiso lo hagowporque lo necesito.
El Sr. CAPAZ,: Señores, no me opongo á que se concedan esas
licencias; pero abundo en las mismas ideas que ha manifestado el
Sr. Heros , porque no hay ningún servicio comparable al de hacer
las leyes. Hoy por fortuna el Senado no se encuentra en esa posi
ción ; pero pudiera encontrarse mas adelante.
Gracias al acuerdo del Senado, pueden darse esas licencias ; pero
si no hubiera mas que 74 Sres. Senadores tendria el Senado que pa-
47 v
 162
rar sus trabajos por atender á esas consideraciones, que sí bien tie
nen alguna fuerza , no son para mí de mas peso como el que se aca
bara la legislatura por falta de número de Senadores. Asi que, no
siendo mas que tres, el Senado vera' si ha de quebrantar su acuerdo
mientras no haya mas de 81.
Por esto, siempre que quede suficiente número para hacer leyes,
no me opondré á que se concedan esas licencias; pero que conviene
muy mucho se tenga -presente en todas ocasiones que á todos los ser-
TÍcios es preferible el de poder sancionar las leyes.
El Sr. PRESIDENTE: No es por causas particulares por las que
estos señores piden licencia. El Gobierno ha manifestado tener nece
sidad de que vuelvan á sus destinos para desempeñar sus funciones
por circunstancias graves; y el Gobierno siempre ha estado en la
facultad de emplear Senadores y Diputados cuando es para un servi
cio preferente , y les Cuerpos colegisladores jamás se han opuesto á
esta disposición.
En este concepto es en el que debe de caminar el Senado.
El Sr. HE ROS : Yo he sido el que ha promovido esta cuestión
que nos ocupa, y sin duda ninguna yo no he comprendido bien el
punto de que se trata, porque he partido del principio de que eran
los capitanes generales los que hacían présenle la conveniencia ó ne
cesidad de marchar á desempeñar sus destinos: esteesel fundamento
de loque yo he dicho. En lo demás llegará un dia en que fije ini
opinión relativamente á lo que ha dicho el Sr. San Miguel sobre Se
nadores empleados ó viceversa.
Yo he hablado, repito, en el concepto de que eran los mismos
generales los que solicitaban la licencia ; y desde ahora digo, que si
la petición viene de parte del Gobierno, la cosa cambia de aspecto, y
asi no tengo nada que decir.
El Sr. CARRASCO: Se leerá una de las comunicaciones de di
chos generales , pues todas vienen concebidas en los mismos tér
minos."
Se leyó la del Sr. D. Antonio María Alvares, que dice asi :
" Exorno. Sr.=El Eitcmo. Sr. Secretario de Estado y del Despacho
de la Guerra con fecha de ayer me dice lo siguiente:
•» Excmo. Sr—Siendo sumamente necesaria la presencia de V. E.
en la capitanía general de Granada , se ha servido resolver el Re
gente del reino que tan luego como V. E. se halle desembarazado de
las ocupaciones que pueda tener en el Senado se restituya á desem
peñar las funciones de la capitanía general. De orden de S. A. lo digo
á V. E. con el objeto indicado."
Por consecuencia, y no teniendo ocupación alguna singular, rue
go á V. E. que se sirva dar cuenta al Senado á fin de que tenga á bien
otorgarme su permiso para marchar á Granada según me ordena
S. A. el Regente del reino. Dios guarde á V. E. muchos años. Ma
drid 29 de Mayo de 1811. = Excmo. Sr. = Antonio Mana Alvares.=
Excmo. Sr. Presidente del Senado.
El Sr. HEROS: También esto cambia de aspecto, porque no es el
Gobierno el que se dirige al Senado, es el capitán general de Grana
da , á quien fia dicho el Gobierno que tan luego como se halle des
embarazado de las atribuciones de Senador pase á la provincia de su
mando. Por consecuencia esto cambia , capto he dicho, pues yo creia
que quien lo decia era el Gobierno, y en tal caso seria deopinion que se
concediera , porque hay servicios en esa clase que el Senado, al menos
yo, no tendria inconveniente en tener cierta deferencia con ella; pero
según el oficio de que se hado cuenta el caso es ya muy distinto, por-
que concluye diciendo : "que luego que se haya desembarazado de
las atribuciones de Senador."
El Sr. PRESIDENTE: La mesa ha creído que era una cosa ur
gente cuando el Gobierno lo solicitaba , si bien es verdad que este no
lo lia dicho directamente ; pero hay motivo para creerlo asi.
Después de esto el Senado se servirá resolver.
El Sr. CARRASCO: ¿Quedan autorizados los capitanes gene
rales
El Sr. HEROS: Pido la palabra. Yo creo que en el modo con que
se pide esa licencia, si no están sobrantesdel númeroque tiene fijado el
Senado no se puede acordar ; y ahora me ocurre un hecho, porque en
estos Cuerpos colegisladores no deben olvidarse nunca los prece
dentes.
.Siendo yo Diputado de las Córtes constituyentes con alguno de
los señores que se encuentran aqui, necesitó el Gobierno que partie
sen cuatro Diputados al ejército de Navarra, y el Sr. Seoane, que me
escucha, estará quizá impuesto de 'esto. El resultado fue que el Go
bierno se dirigió con un oficio expresivo , y se dió cuenta de él en se
sión secreta, porque se necesitaba que el asunto estuviera en secreto;
¿y cómo, las Córtes constituyentes se bafeian de negar á una cosa co
mo esa ? Como era natural, concedieron lo que el Gobierno pedia.
Asi yo vuelvo á decir que si el Gobierno dijera que un Sr. Sena
dor hacia falla para desempeñar una comisión , por. mi parte le da
lia licencia; pero aqui no se trata de eso , y por lo misino creo que
no se debe conceder hasta que haya exceso eu el número señalado, ni
hacerse la pregunta de si se concederá ó no licenoiá.
El Sr. PRESIDENTE: Si se hace esa pregunta , el Senado , con
secuente con lo ya determinado, dirá que nb. El Gobierno en segui
da manifestará lá necesidad que tiene de que se conoeda ese permiso, y
por lo mismo para evitar esto, puesto que se ha dado valor á la re
clamación del Sr. Alvares y demás señores, me parece que estamos
ra el caso, nq de darles licencia, porque para esto seria necesario mar-
carel término, sino autorizar que vayan á desempeñar la comisión
que Ies ha encargado el Gobierno.
El Sr. Seoane tiene la palabra. ,
El Sr. CAMPÜZANO: La tenia pedida antes.
El Sr. PRESIDENTE: He oido primero al Sr. Seoane.
El Sr. SEOANE: Puede hablar, si gusta , el Sr. Campusano.
El Sr. PRESIDENTE. El Sr. Seoane tiene la palabra, y me hará
el gusto de usar de ella.
El Sr. SEOANE: Yo creo que el Gobierno ha dirigido esa orden
i los tres capitanes generales en el concepto de que en el Senado ha
bía número suficiente de Senadores para hacer leyes, y en tal caso
se ha dirigido á ios capitanes generales directamente para. que pidan
licencias á fin de restituirse á sus distritos. La urgencia que haya en
la marcha de estos magistrados yo no la sé oficialmente ; pero la con
cibo bien por las operaciones que en el ejército tienen que verificar
se en estos próximos dias, tales como un licénciamiento de los cum
plidos, organización de las milicias provinciales, traslación de parte
de sus individuos al ejército; y me limito i esto por no enumerar
otras circunstancias particulares que pueden haber ocurrido en
aquellos distritos, y que exigen su presencia. Esto me parece muy
importante; y en el conflicto de no haber un número suficiente de
Senadores, tal como está marcado por una resolución del Senado, me
parece que podría este acordar que conforme vaya excediendo el
número de los 81 se les dé i estos con preferencia permiso para pa
sar á sus distritos.
Yo creo que los señores que tienen derecho á la licencia no lleva
rán á mal que para un servicio urgente se prefiera á un capitán gene
ral y se postergue su licencia por algunos dias.
De este modo se conciliar) el cumplimiento de las resoluciones
del Senado con los deseos del Gobierno y con los intereses del servi
cio, que reclaman la presencia de aquellos señores.
El Sr. CAMPÜZANO: Como iba á proponer lo mismo que ha
dicho el Sr. Seoane, no uso de la palabra.
El Sr. HEROS: Siendo yo uno de los que tienen concedida licen
cia , no tengo inconveniente en postergar mi t urno para- que entre
uno de los capitanes generales en posesión de él.
El Sr. CARRASCO: ¿Se concede licencia
El Sr. CAPAZ: Me opongo á que se haga esa pregunta , porque
seria sancionar que el Gobierno tiene facultad para anular un acuer
do del Senado.
El Sr. CARRASCO: La pregunta está en su lugar, y no se opo
ne á lo acordado.'
Por cesión del Sr. Heros se concede licencia al Sr. general Alva
res , y el Senado entiende que quedan los primeros los Sres. Ayerve
y San Miguel (D. Santos)."
Se dió cuenta de que las secciones habían hecho los siguientes
nombramientos de comisiones:
Para la comisión sobre el proyecto de ley relativo á los arbitrios
impuestos para las obras del teatro de la Plasa de Oriente:
1* Al Sr. D. Antonio .Tordá y Santandreu.
2Í Al Sr. D. Miguel Chacón y Duran.
3? Al Sr. D. Joaquín Mana de Ferrer.
4Í Al Sr. D. Alejandro López.
6? Al Sr. D. Joaquin Abargues.
Para la que ha de informar sobre el concerniente á la igualación
de la deuda liquidada con anterioridad y posterioridad al 1? de
Marzo de 1856 :
1* Al Sr. D. Antonio Jordá y Santandreu.
2Í Al Sr. D. Juan José García Carrasco. \
3? Al Sr. D. Joaquin María de Ferrer.
4Í Al Sr. D. Juan Mnguiro Iribarren.
5? Al Sr. D. Rafael Jiménez Fronlin. <
Para la que ha de entender en el respectivo al canal da Gua
darrama.
14 Al Sr. D. Joaquin Díaz Caneja.
2Í Al Sr, D. Francisco Godoy Peralta.
3Í Al Sr. D. Eugenio Ladrón de Guevara.
4Í Al Sr. D. Joaquin Francisco Campuzano.
5Í Al Sr. D. Martin de los Heros.
La sección segunda h» nombrado al Sr. D. Carlos Espinosa en reem
plazo del Sr. D. Andrés García Camba para la comisión encargada
de informar sobre el proyecto de ley para que los capitanes genera
les y otras autoridades no puedan ser elegidos Diputados, ni pro
puestos para Senadores por las provincias donde se extienda su ju
risdicción.
Asimismo se dió cuenta de que la comisión que ha de dar su dio-
támen sobre el proyeeto de ley relativo á los arbitrios impuestos
para las obras del teatro de Oriente había nombrado por su ¡presi
dente al Sr. Ferrer, y secretario al Sr. Cbacon y Duran.
Para la que ha de informar sobre la igualación de la deuda li
quidada por su presidente al Sr. Ferrer, y secretario al Sr. Jiménez
Frontin.
Y Ja que ha de entender en el respectivo al canal de Guadar
rama había nombrado por presidente al Sr. Godoy y Peralta, y se
cretario al Sr. Campuzano.
El Sr. SEOANE: Me parece haber oido que uno de los señores
Senadores nombrados para la comisión que ba de informar sobre la
abolición de impuestos para el teatro de Oriente es 'el Sr. Infante.

El Sr. Secretario CARRASCO: Leeré de nuevo la lista de los
señores individuos de dicha comisión para que vea el Sr. Seoane que
no está en ella comprendido el Sr. Infante. {Leyó dicha lista.)
El Sr. CHACON: Iba á contestar al señor general Seoane , y ya
que lo lia hecho el Sr. Secretario nada tengo que dícir."
Se leyeron y acordó pasar á las secciones para los efectos que pre
viene el reglamento las siguientes proposiciones:
lí "Tenemos el honor de proponer al Senado se sirva acordar el
nombramiento de uña comisión para que á la mayor brevedad pre
sente al misino las reformas que la experiencia ha acreditado nece
sita nuestro reglamento. Palacio del Senado 7 de Junio de 1811.=
Juan José García Carrasco.=Dionisio Ca paz.=Joaquín Fraueisco Caui-
puzano—Cárlos Morand.=Gaspar de Ondovilla."
8í Siendo público y notorio que el estado de la salud de S. M. la
Reina Doña Isabel II 'ha dado ocasión á consultas de los médicos de
su Real Cámara sobre la conveniencia y aun necesidad de que S. M.
tome baños sulfurosos, y también á que el Gobierno haya interve
nido en este asunto de una manera que debe hacerse pública para la
tranquilidad de todos los españoles, que miran á su Reina como la
única esperanza de su felicidad, y atendiendo por ñq á que los re
presentantes de la nación tienen el deber imperioso de suplir con su
celo por la augusta Huérfana á la temporal ausencia de su excelsa
Madre y tutora, tengo el honor de proponer al Senado se sirva
acordar que tan pronto como sea posible , venga el Gobierno á ma
nifestarnos su conducta en este delicado y trascendental negocio,
poniendo sobre la mesa todos los documentos relativos á la opinión
emitida acerca de él por los médicos de Cámara de S. M. y por los
que sin este carácter reconocieron de su orden á nuestra Reiua. Pa
lacio del Senado 7 de Junio de 18H.=Juan Josi García Carrasco."
Acordóse imprimir en el Diario de las Sesiones, y que se- seña
laría dia para su discusión, los siguientes dictámenes de la comisión
de Peticiones :
El cabildo de la iglesia metropolitana de Zaragoza con fecha
26 de Marzo último dirige al Senado una exposición en que hace
■varias observaciones para probar los incalculables perjuicios que van
á seguirse á la iglesia y al Estado si llega á aprobarse el proyecto
de ley relativo á la enagenacion de todos los bienes del clero secular;
y pide que si quiere evitar la ruina completa de todas las iglesias de
España, la entera cesación del culto divino, y la desaparición de la
verdadera creencia religiosa, deseche el indicado proyecto y cual
quiera otro cuyo objeto sea apoderarse de los bienes del clero por ser
lo único en que este cifra su subsistencia.
La comisión de Peticiones atendiendo á que en su caso se ocupará
el «Senado del proyecto» de ley que motiva la reclamación del cabildo
de la metropolitana de Zaragoza, entiende que este Cuerpo colegis
lador puede servirse acordar se tenga presente para el uso oportuno.
Sin embargo el Senado se servirá resolver lo que estime mas acer
tado. Palacio del mismo 30 de Mayo de 1811.= AIniodovar.=Garcia
Carrasco.= Valero y Arteta.=Onis.=Torres Solanot."
El cabiljo de la iglesia catedral de Calahorra dirige una expo
sición al Senado con fecha 20 de Abril del corriente año haciendo
varias observaciones contra el decreto de la Regencia provisional del
reino de 21 de Enero último, relativo al proyecto de ley para la
enagenacion de bienes eclesiásticos ; y pide que las Córtes desechen
este proyecto , y dispongan que se deje al clero y á las iglesias en
la legitima posesión y administración de los bienes que por tan jus
tos títulos han adquirido. * María Cortijo, entiende la comisión que, en medio del laudable celo,
La comisión de Peticiones b¿a examinado esta del cabildo de la
catedral de Calahorra , y como quiera que á su tiempo deberá ocu
parse el Senado del asunto que la motiva , opina que podrá el mismo
acordar se tenga presente para el uso oportuno. Sin embargo el
Senado se servirá resolver lo que estime mas acertado. Palacio del
mismo 30 de Mayo de 1841.=Aluiodovar.=Gareia Carrasco.=Onís.=
Valero y Arteta.=Tores Solanot.
D. Vicente Gavada, D. Antonio Mullor y D. José Ortiz, en con
cepto de representantes del clero beneficial de la diócesis de Valencia,
remiten al Senado una exposición dirigida á las Córtes con fecha 20
de Marzo último en la que para ilustración de los Cuerpos colegis
ladores al discutirse el proyecto de ley sobre enagenacion de los
bienes eclesiásticos, hacen presente el origen, naturaleza y condición
de los que constituyen sus congruas que por haber sido fundados los
beneficios que las'producen , no con donaciones de Reyes , ni de la
nación, ni con ofrendas de los pueblos, sino con bienes propios de
sus fundadores, tienen justamente adquirido el carácter de patrimo
niales y el legal concepto de propiedad particular ; por lo que no de
ben ser comprendidos entre los mandados enagenar, ni sus poseedores
pueden ser despojados de ellos sin cometer una grave injusticia y
causar una infracción del art. 10 de la Constitución de la mo
narquía.
La comisión de Peticiones ha examinado esta reclamación; y
cualquiera que sea la fuerza de las razones en que la apoyan los re
presentantes del clero beneficial de la dióoesis de Valencia, entiende
qne no se debe anticipar, resolución alguna aislada sobre ella, y que
debiendo el Senado ocuparse en su tiempo del proyecto de ley que la
motiva, puede acordar se tenga presente para el uso oportuno. Sin
embargo este Cuerpo colegislador se servirá resolver lo que estime
mas acertado. Palacio del mismo 30 de Mayo de 18il.=Atmodov3r.=
García Carrasco.=Valero y Arteta.=Onís.=Torres Solanot.
163
El ayuntamiento constitucional de la villa del Ferrol con fecha
23 de Abril próximo pasado dirige al Seoado una exposición en que
inserta literal la que en 20 del mismo remitió á la Regencia provi
sional del reino haciendo varias observaciones para probar lo perju
dicial y poco acertada que es la disposición contenida en el Real de
creto de 28 de Febrero último para la creación de un colegio militar
naval, designando el punto de su establecimiento en Sevilla. Mani
fiesta las ventajas que ofrece la villa del Ferrol para ser preferida á
la ciudad designada para su instalación, y pide que tomando el Sena
do en consideración las observaciones expuestas á la Regencia , se
sirva acordar que se tengan presentes para el uso oportuno.
NOTA. En sesión de 13 de Abril último quedó el Senado en
terado de la remisión que por el Ministerio de Marina se bizo para
su conocimiento de una copia del decreto citado de 28 de Febrero
del mismo año.
La comisión de Peticiones ha examinado esta exposición del
ayuntamiento del Ferrol ; y conociendo que puede llegar el caso de
que el Senado se ocupe del asunto á que se refiere, opina que el Se
nado puede servirse acordar se tenga presente para el uso oportuno.
Palacio del mismo 7 de Junio de 1811. = Almodovar. =Garsia Car»
rasco. = Valero y Arteta. = Ouís¿ = Torres Solanot. ,
Se leyó el siguiente dictamen de la comisión de Actas s
Provincia de Guadalajara. "La comisión de Actas ha examinada
detenidamente la del escrutinio general hecho en el dia 12del próxi
mo pasado de los votos emitidos en las nuevas elecciones celebradas
en dicha provincia de orden de la Regencia provisional del reino,
expedida con fecha 2 del inmediata anterior, eu consecuencia de ha
ber sido nombrados sucesivamente Senadores, y renunciado los tres
candidatos que fueron propuestos en la terna que se elevó al Go
bierno por resultado de las anteriores ; y para ello ha tenido tam
bién á la vista el acta del escrutinio general de estas , la citada ór-
den de la Regencia, y una exposición que D. Manuel María Cortijo,
decano de la diputacion'de la misma provincia, dirigió al Senado en
11 del propio mes de Mayo, en la cual , y fundándose en los artícu
los 45 y 47 de la ley electoral , intenta probar que han sido y debido
ser segundas las referidas elecciones por no haber tomado asiento en
el Senado ninguno de los comprendidos en la primera propuesta ; y
coneluye suplicando al mismo se digne declarar completada la terna
con uno de los tres candidatos que han tenido mayoría relativa de
sufragios, respecto de que solamente dos obtuvieron la absoluta»
Del examen del acta de escrutinio de las nuevas elecciones resulta
que hecho el resúmen general de los votos , fueron propuestos para
Senadores por haber obtenido mayoría absoluta D. Mariano Rui: de
Molina , y D. José Patricio Verde ; y en ella se expresa que la elec
ción para completar la terna debería recaer en uno de los tres candi
datos que tuvieron mayoría relativa, á saber : D. Manuel María
Cortijo, D. Honorato Dublaisell , y D. Santiago María Cortijo , y
que con esto se dió por terminada.
Se remitió luego al Gobierno la correspondiente copia , y este en
concecueucia , como que ya sabia quienes eran los candidatos que de
berían entrar en segunda elección para completar la terna, nombró
Senador al que había de ocupar el primer lugar de la misma D. Ma
riano Rui: de Molina, sin aguardar á que se verificase aquella, y
tal vez por haber creído que por una mala inteligencia no se pensa
ba en verificarla.
En cuanto á lo expuesto respetuosamente por el citado D. Manuel
patriotismo y sincero deseo del acierto que le animan, no se ha pe
netrado suficientemente de los expresados artículos 45 y 47 de la ley
electoral á que se refiere , ya porque el primero de ellos habla de
cuando haya de procederse á segundas elecciones para completar las
lernas; y en el caso en cuestión se trataba , no de segunda , sino de
nueva elección , ya porqué el segundo de dichos artículos no se opo
ne á lo dispuesto en el 36, que es precisamente el que, ó no se ha
tenido presente, ó no ha sido bien entendido, supuesto que de él se
deduce naturalmente , como ha deducido el Gobierno , que cuando
ninguno de los nombrados Senadores por consecuencia de la primera
propuesta llegase á tomar asiento en el Senado por cualquier motivo,
y no hubiesen resultado de la elección candidatos suplentes por ha
ber obtenido mayoría absoluta, y no haya por consiguiente necesi
dad de completar terna alguna , se debe proceder, no á segunda, sino
á nueva elección, que es precisamente el caso en cuestión; y ya tam
bién porque seria contradictorio, sobre en extremo repugnante, que sa
considerase como segunda la elección de que se trata , habiéndose
procedido fundadamente á celebrarla en el concepto de que era nue
va con arreglo á lo mandado en la precitada órden de la Regencia,
y con sujeción d todo lo prescrito al efecto en la ley electoral.
Asi que , y por consecuencia de lo que ha tenido el honor de ex
poner , opina la comisión que el Seuado puede servirse: primero,
aprobar el acta de la nueva elección de que se trata : segundo , resol
ver que no se proceda á celebrar la segunda para completar la terna
toda vez que el Gobierno , con presencia de lo que su celebración ha-
bia necesariamente de producir, ha nombrado ya Senador al que de
bería ocupar el primer lugar de la misma; y tercero, deolarar para
en lo sucesivo , si lo cree útil y oportuno , que no es conveniente que
el Gobierno proceda al nombramiento de Senadores mientras no se le
remitan completas al efecto las correspondientes ternas, porque pres
cindiendo de que asi parece reclamarlo el mejor uso de la preroga»
 164
tiva de la Corona , no hay verdadera propuesta hablando en rigor, y
atendiendo á la letra y al espíritu de la ley electoral, mientras aque
llas no se completen. £1 Senado sin embargo acordará lo que estime
mas conveniente. Palacio del Senado 7 de Junio de 1811.=Gaspar de
Oadovilla, presidente.=Manuel Lorenzo.=Joaqu¡D Francisco Cam-
puzano.nCárlos Mora nd.=Fra ocisco Romo y Gamboa, secretario.
El Sr. LASAÑA: Es ya la segunda vez que el Gobierno ba elegí -
do'Senadores por esta provincia sin tener la terna completa , y por
lo tanto quisiera que este dictamen quedase sobre la mesa para que
lo* Sres. Senadores pudieran enterarse de él.
El Sr. PRESIDENTE: Quedará sobre la mesa."
Se leyó y acordó imprimir en el Diario de las Sesiones el si
guiente dictamen.
"La comisión nombrada por el Senado para dar un dictamen so
bre el proyecto de ley aprobado y remitido por el Congreso de Dipu
tados en 27 de Junio de 1810 relativo al servicio de bagages, lo ha
examinado detenidamente , j si bien está conforme con las reglas y
medidas adoptadas en él en cuanto considera aquel gravámen como
una carga pública, como una contribución general que afecta para el
resarcimiento á toda clase de contribuyentes , y que su importe se
admita por la Hacienda nacional en pago de las contribuciones ordi
narias ó extraordinarias que correspondan á los pueblos, sin embar
go la comisión, impulsada del convencimiento que la han producido
las observaciones hechas por alguno de sus individuos de que la in
tervención militar excluye sin liquidar muchos recibos de artículos
TEXTO DEL CONGRESO.
Artículo 1? El suministro de bagajes á las tropas se considera
como una carga general del Estado.
Art. 2? Será cargo á los respectivos cuerpos del ejército el impor
te de los bagajes que sr les suministren , regulado por el precio esta
blecido por las instrucciones vigentes, y el resto hasta el completo
del abono que se debe hacer al que preste el servicio será cargo al
artículo eventual ó de imprevistos del presupuesto de la guerra.
Art. 3? Los intendentes militares de los distritos como represen
tantes de la Hacienda militar subastarán este servicio si el Gobier
no lo estima conveniente por tránsitos , puntos de etapa , ó por los
medios que mejor pueda conciliar el buen servicio con la» economías
del Erario.
Art. i°. A falta de empresarios que se encarguen de este servi
cio , quedarán los pueblos obligados á prestarle , repartiéndole entre
todos los que compongan el respectivo cantón ó distrito.
Art. 5! Las diputaciones provinciales arreglarán la demarcación
de estos distritos comprendiendo en cada uno los pueblos que por su
situación y distancia pueden hacer el servicio con puntualidad, y
eon el menor trabajo posible de los mismos.
Art. 6? El importe de estos suministros se abonará en cuenta de
toda clase de contribuciones ordinarias y extraordinarias , siempre
que no hubiese sido satisfecho en metálico , y liquidándose en la
misma forma que se observa con todos los demás.
Art. 7? £1 valor ó precio de este servicio se lijará para cada pro
vincia por un representante de la Hacienda militar y otro de la
diputación provincial. En caso de discordia la dirimirá el respectivo
gefe político.
Art. 8? Estos suministros se acreditarán por los medios estableci
dos para el abono de los demás que facilitan los pueblos, sin perjuicio
de que el Gobierno establezca las reglas mas fáciles y menos gravo
sas para los mismos.
Por estas reglas se determinarán ademas las formalidades nece
sarias para justificar el número de las caballerías y carros que se
pierdan ó inutilicen en el servicio, cuyas pérdidas serán también de
legitimo abono.
Art. 9? Se autoriza al Gobierno de S. M. para determinar lai
exenciones que sean convenientes en el suministro del servicio mate»
rial, teniendo presentes los que presta la benemérita Milicia na
cional.
El Sr. SEOANE: Yo rogaría al Sr. Presidente que se sirva seña
lar cuanto antes sea posible la discusión de este dictamen porque es
urgentísimo : hace tiempo claman los pueblos por la adopción de
esta medida, y claman con mucha justicia. • como local de esta capital que tiempo hace reclamaba la opinión púbica.
El Sr. PRESIDENTE : Estaba precisamente en esa idea, y loanun-
ciaré al último de la sesión.
Asimismo se acordó imprimir en el propio Diario, y que se se»
«alaria dia para su discusión, los dos dictámenes que siguen:
"La comisión nombrada para dar dictamen sobre el proyecto de
ley aprobado por el Congreso de los Diputados acerca de la supresión
de los arbitrios impuestos con deslino i las obras del teatro de Orien-
summistrados , aunque vayan expresados en el pasaporte bajo el pre*
texto de que los individuos no tienen derecho á percibirlos, lia creido
oportuno y aun necesario adiccionar el art. 6? en los términos que
advertirá el Senado, con el fin de evitar los graves perjuicios que se
irrogan á los ayuntamientos de semejantes exclusiones debidas úni
camente á la poca formalidad de los que extienden los pasaportes, ó
á otras causas que no sod difíciles de inferir , debiendo corregirlas
solo el Gobierno que cuidará de adoptar reglas uniformes para cortar
abusos inveterados, é impedir que se exijan mas bagages que los abso
lutamente necesarios, ó que se concedan sino á las clases á que corres
ponda por las instrucciones vigentes.
Estas son en compendio las razones que han movido á la comi
sión para proponer la indicada adición. También ha creido útil y
conveniente añadir el art. 9? que previene á los ayuntamientos cómo
y cuando ban de hacer el pago á los que presten el servicio de baga
ges; porque admitiendo la Hacienda nacional su importe en cuenta
de contribuciones, no es justo que los labradores perseguidos por tan
tas calamidades , ademas de abandonar sus faenas en las épocas y
estaoiones mas criticas, carezcan por mucho tiempo de la recompensa
que se señale.
Por todo lo expuesto opina la comisión que el Senado está en el
caso de dar su aprobación al proyecto de ley remitido por el
Congreso de Diputados con las adiciones expresadas , cuyo tenor es
como sigue :
DE LA COMISION DEL SENADO.
Artículo 1? Conforme.
Art. 2! Conforme.
Art. 3? Conforme.
Art. 4? Conforme.
Art. 5? Conforme.
Art. 6? Conforme con la adición á su final.
Sin que la intervención militar respectiva del distrito pueda re-
usar bajo pretesto alguno el abono, constando en el pasaporte expe
dido por la autoridad competente la designación del servicio.
Art. 7? Conforme.
Art. 8? Conforme.
Intercalado por la comisión.
Art. 9? El ayuntamiento del pueblo á que pertenezca la persona
ó personas que presten el servicio de bagajes , pagará el importe de
estos inmediatamente que regresen, ó se les descontará del suyo que
les corresponde por contribuciones.
Art. 9? Conforme, pero con la numeración de 10.
El Senado sin embargo se servirá resolver lo que estime mas acer
tado. Palacio del mismo 8 de Junio de 1841.=Conde de Soto Ame-
no.=Francisco Sánchez Fernandez.=Dr. D. Miguel Corbacho—Andrés
Martínez Orinaga.=Juan Lasaña, secretario."
te de esta corte y terminación de las mismas lo ha examinado con la
debida atención y ve en todas sus disposiciones consignado el acierto,
y asegurados los principios de justicia y conveniencia tanto pública
De hoy en adelante este teatro , que tantos millones ha costado
á la nación, debe dejar de ser una carga gravosa para la misma, si ya
por medio de una buena administración no pasa á ser una finca pro
ductiva.
Su terminación y sostenimiento debe dejar de gravar, como basta
ahora ha gravado exclusivamente , sobre determinados ramos de in
dustria y comercio.
 Í65
En (al concepto la comisión opina que el Senado puede servirse las provincias en que ejercen su jurisdicción , entiende que el Sena
aprobar cite proyecto de ley segun lo ba aprobado el Congreso de do puede servirse aprobar la preinserta adición.
los Diputados, y es como sigue: En caso de que el Senado se sirva aprobar este dictamen , el pro
Articulo 1! «Se suprimen todos los arbitrios impuestos para la yecto de ley quedará en los términos siguientes:
fábrica del teatro de Oriente de esta corte. Articulo 1! Los capitanes y comandantes generales y sus audito
Art. 2? «Volverá á percibirse por la Hacienda nacional el 15 res, los regentes, magistrados y fiscales de las audiencias no podrán
por 100 que de los decomisos de géneros fraudulentos se aplicaba á ser elegidos Diputados, ni propuestos para Senadores por las provin
dicha fábrica. cias que compongan los distritos de su mando ó jurisdicción.
Art. 3? «Los acreedores al edificio por cualquier concepto deduci Art. 2? Tampoco podrán serlo los asesores de las subdelegaciones
rán sus acciones ante quien haya lugar con arreglo á las lejes si lo principales de rentas, ni los secretarios de las diputaciones provin
estiman conveniente. ciales por sus respectivas provincias.
Art. 4? ..Se autoriza al Gobierno de S. M. para que termine y El Senado sin embargo se servirá resolver lo que eslime mas acer
perfeccione la obra por medio de subasta , ofreciendo á los lidiadores tado. Palacio del mismo 4 de Junio de 1841.= Antonio Maria Alva-
el aprovechamiento de la finca por un tiempo dado. rez.=José Maria Jaime.=El marqués de Guadalcázar.=Cárlos Espi
El Senado sin embargo tendrá á bien resolver lo que estime con nosa.=Joaquin Abargues."
veniente. Palacio del mismo 7 de Junio de 1841.=Joaquin Maria El Sr. Secretario CARRASCO : Empezará la discusión por la pri
!Vner.=Anlonio Jordá.=Joaqu¡n A bargues.=Alejandro Lopez.=Mi- mera de estas adiciones que va á leerse: la primera es del Sr. Riva
guel Chacón y Durán, secretario." deneira al art. 1?
La comisión nombrada para informar sobre el proyecto de ley Se leyó.
aprobado por el Coagreso para que la deuda sin interés liquidada El Sr. VALERO Y ARTETA: Me parece que debía decirse:
desde i! de Marzo de 1831! sea en todos sus efectos y aplicaciones igual "comandante general de provincia," porque es á lo que hace alusión
á la de la propia clase liquidada con anterioridad á dicha fecha , lo el párrafo 2? del art. 57 de la ley electoral.
ha examinado con la atención que exige asunto de tanta trascenden El Sr. marques de GUADALCAZAR : La comisión entiende que
cia; y hallando el proyecto fundado en principios de equidad , jus no puede añadirse esa palabra de provincia, porque en ese caso no se
ticia y economía, opina que el Senado puede servirse aprobarlo en necesitaría la adición si se considera que por la provincia en que
lns propios términos que lo ha hecho el Congreso de los Diputados, residen están ya excluidos por la ley electoral. La comisión ba tenido
y es como sigue : presente que ha habido comandantes generales de dos, tres y cuatro
Articulo único. ..Desde la publicación de esta ley la deuda sin provincias, y por eso ha puesto solo: "comandantes generales"; por
interés liquidada desde 1? de Marzo de 1836 será igual en todos sus que se trata de que no puedan serlo por ninguna de las dos, tres ó
efectos y aplicaciones á la de igual clase liquidada con anterioridad á mas i que se extienda su mando.
dicha fecha. El Sr. VALERO Y ARTETA : "Los comandantes generales de
El Senado sin embargo se servirá resolver loque estime mas acer provincia", dice el párrafo 2! del art. 57 de la ley electoral: yo no
tado. Palacio del mismo2 de Junio de 1841.=Joaquin Mana de Fer- encuentro otra parte en que so hable de esto mas que en ese párrafo,
rer.=Jnan José García Carrasco.=:Juan de Muguiro é Iribarren.= - que es el que se está reformando (el Sr. marques de Guadalcazar:
Antonio Jordá.=Rafael Jiménez Froutin , secretario." adicionando): es decir, adicionando, y si desaparece de aquí la pa
Se leyó y pasó á las secciones para los efectos prevenidos en labra provincia pudiera creerse que podían ser elegidos por las pro
el reglamento la siguiente proposición de los Sres. Cainpuzano, vincias en que residan.
Onís, y Morand. El Sr. marques de GUADALCAZAR: Pido que se vuelva A leer
Al Senado. Reconocido generalmente el impuesto de la alca el articulo.
bala por muy perjudicial , es indudable que su reforma será uno de Se leyó.
los principales objetos del primer arreglo que se baga de la Hacien El Sr. HEROS: En la palabra comandantes generales observo
da. A pesar de esto una clase de este impuesto es particularmente una falta, y los señores de la comisión me permitirán que diga esto
nociva en estas circunstancias, á saber: la alcabala correspondiente porque tal vez por consecuencia de no haber ampliado su adición
á los trueques de propiedades , en razón á que asi por motivos de el Sr. Rivadeneira se nota una especie de vacio en esa parte. Eu
economía, como por consideraciones de política, es, no solo oportuno, esos comandantes generales se entiende los del departamento de ma
sino preciso para el interés de la nación el que la propiedad pueda rina , porque yo realmente con el nombre de comandantes generales
trasmitirse fácilmente de una mano á otra , lo que hace imposible no creo que en la gerarquía militar haya otros (hablo en términos
la monstruosidad de estar sujeta esta operación á un descuento de 8 generales) que los del departamento de marina.
por 100, cuatro que se abonan por la propiedad que se recibe, y La ley electoral habla de comandantes generales de provincia; de
cuatro por la que se entrega. En su consecuencia, y con el fin de estos por consecuencia no hay precisión de hablar porque ya están
proporcionar una inmediata ventaja á los propietarios territoriales excluidos: por eso la comisión dice, y á mi me parece muy bien,
que tanto han padecido durante la guerra civil, sin que por esto se que los comandantes generales de que se trata son aquellos que te
perjudique el Erario público, pues tales trueques no se verifican niendo un mando superior al de los capitanes generales de provin
tino muy rara vez á causa de la enormidad del impuesto, tengo la cia, se encuentran al frente de dos ó tres provincias. Estoy conforme
honra de proponer al Senado el siguiente proyecto de ley: con la comisión ; pero. me ocurrre ahora la duda de el caso en que
Artículo 1? Se eximen del pago de alcabala los predios rústicos por esta ley puedan hallarse los comandantes generales de los depar
y urbanos que por permuta pasen en propiedad de una mano á otra tamentos marítimos, de si no podrán ser elegidos por la provincia
en lo sucesivo. en donde esté la comandancia , ó si esta exclusión se hará extensiva
Art. 2? El exceso ó diferencia que pueda haber en estos true á todas las provincias marítimas que dependan de cada comandancia
ques se considerará como venta, y estará sujeto al pago de la alcabala. general ; porque yo me acuerdo , aunque no soy muy entendido en
Entrándose en la orden del día se procedió á la discusión del dic estas materias, que en otro tiempo eu la Guia di forasteros, por ejem
tamen de la comisión acerca de las adiciones presentadas del proyecto plo, se ponían las tres capitanías generales de marina , y cada tina
de ley para que los capitanes generales y otras autoridades no pue de ellas tenia ciertos distritos con sus comandantes y tercios navales,
dan ser elegidos Diputados ni propuestos para Senadores por las pro- lo que equivalía á decir que aquellas capitanías generales, hoy co
Tiacias adonde se extiende sn jurisdicción. mandancia general, reunía en todo lo. concerniente á la marina tan
Se leyó el dictamen que dice asi : j tas facultades como un capitán general de tierra dentro de su distri
"La comisión nombrada para informar al Senado sobre el pro to militar. .
vecto de ley para que los capitanes generales y otras autoridadrs no Digo, pues, primero: que me queda la duda de si los comandan
puedan ser elegidas Diputados ni propuestos para Senadores por las tes generales de marina están ó no comprendidos en esta ley: se
provincias adonde se extiende su jurisdicción, ha examinado las gundo , si esa restricción que han de tener para ser elegidos se en
adicione* presentadas al mismo en la última sesión , cuyo tenor es tiende pura y sencillamente dentro de la provincia en que exista la'
como sigue: ..o,-.- ... * comandancia del deparlamento; y tercero, si existiendo este entredi
Del Sr. D. Antonio Rivadeneira al art. 1? cho, como con los capitanes generales terrestres, se ha de entender
"Que «l art. 1? de dieho proyecto de ley se añadan los comandan- extensivo á todas las provincias que dependan igualmente de su au
i generales.' toridad. , |:,
La comisi b adopta y entiende que el Senado puede servirse Yo confieso que no he pensado sobre la materia: por tanto,* me
adoptar esta adición. atrevo i presentar estas observaciones únicamente como dudas para
Del mismo al art. 2? que la comisión con mas conocimientos que yo se sirva resolverlas ó
"Qae no pueda ser elegido para Diputado ni propuesto para Se retirar el dictamen para sustituirle con otro que salve estos incon
nador ningún contratista que tenga ó se le pruebe tener parte en venientes. ' .
empresas con el Gobierno , intendencias, diputaciones ó municipa- El Sr. marques de GUADALCAZAR: La comisión retira sd
dictamen para presentarle redactado de nuevo.
La comisión, por las razones que expondrá en la discusión, opina El Sr. SEOANE: He pedido, la palabra con el mismo objeto, que
que esta adición no debe aprobarse., , d Sr. Heros. En diferentes ocasiones y aun en la actualidad, las cir
Del Sr. marques de Guadaleázax al mismo articula t cunstancias han hecho necesaria la formación de cuerpos de ejército
"Propongo q.ue se añada en el art. 2? de las exclusiones para ser que no tienen precisamente provincia ni distrito señalado, sino que
Diputado y Senador á los asesores de Rentas," ¡_ ,, - ocupan cantones ó destacamentos, y están sujetos á una movilización
La comisión, atendiendo á la influencia- de estos funcionario» en continua segun lo exigen los necesidades del servicio.
S.-TOMO I. 48
 166
Me ha parecido oportuno hacer presente rata reflexión á la comi
sión por si ha sido su mente el incluir en la cualidad de comandan
tes generales de provincia ó deparlameuto á esos gefes que no tienen
provincia , distrito ni aun mando militar dentro del distrito que
ocupen, sino es con respecto á sos tropas.
El Sr. marques de GUADALCAZAR : Solo con la lectura del
articulo se Té que únicamente se habla de los capitanes generales y
«¡mandantes de distrito, porque concluye diciendo: "por las pro
vincias en que ejerzan su mando;'- pero sin embargo se tendrá pre
sente para la nuera redacción del articulo. . perjuicios al contratista y hasta su ruina misma.
£1 Sr. Secretario CARRASCO: Queda retirado.
El Sr. LA ND ERO : Si me hubiera hallado presente cuando se
tamos cuuvcm.nn" -i— la— quéj ahora se propone, porque su aplica
i Yo creo que aunque se aprobase lo que propongo no faltaría por eso
refurma mas general que
ción desde el año 37 en
cion desde ei anu oí cu que t que principió á regir hasta el día ha hecho
conocer á todos los que han sido testigos de los abusos que por
equivocación ó mala interpretación se han cometido, la necesidad de
un remedio radical: yo hubiera querido por tanto que se hubiese ex
tendido mas la presente reforma; pero ja que estamos en la discusión
de las enmiendas á los artículos, me parece que las dudas que se han
suscitado con motivo de los capitanes generales y de las que última
mente se han presentado por mi amigo y compañero el Sr. Heros
acerca de los comandantes marítimos, podian obviarse, y aun ocur
rirse á otras muchas dificultades que han de quedar todavía mien
tras subsista la misma ley electoral vigente.
En el párrafo segundo del art. 57 se dice quiénes son los que no
podrán ser elegidos Diputados ni propuestos para Senadores, y entre
ellos se cita á los secretarios 4e los intendentes y otros muchos em
pleados: en el párrafo tercero se dice que no podrán serlo tampoco
los ministros, los magistrados de los tribunales supremos, los direc-
tores generales de todos los ramos de la administración , los oficiales
de las secretarias del Despacho , todos los empleados en oficinas ge
nerales de la córte que disfruten igual ó mayor sueldo que los com
prendidos en el párrafo anterior Síc. , de igual ó majar sueldo. Yo
creo que en la escala de los diferentes empleados públicos que no
pueden ser Diputados el menor sueldo será probablemente el de se
cretario de la intendencia ; de modo que si se adoptara el principio
orejano
que ningún empleado público que tuviese igual ó mayor sueldo
de e el de los secretarios de las intendencias en las respectivas pro-
que
rincias pudiese ser Diputado, se ocurría
que se quieren obviar por medio de esas otras adiciones. _ Esto puede saberse mejor en el dia , porque el Gobierno ha o fre
H ttiEl ¿. marques ,té
Sr. d. GUADALCAZAR
_ r El discurso del Sr. La
dero hubiera estado muy bien antes de aprobarse el proyecto, pero
no ya cuando está aprobado y discutidos sus artículos. Lo que ahora
se discute son las enmiendas que se presentaron durante la discusión,
que es de lo único de que ha podido entender la comisión ; de aque
llas adiciones que se presentaron en tiempo oportuno; la comisión
no ba podido ocuparse de mas.
Por consiguiente cualquier cosa nueva que se intente debe hacerse
por medio de una nueva proposición, porque, repito, el proyecto
está ya. concluido
—*■ « — i »Tn
ausion
co
.Ion está en su lugar , pero
deja de estarlo la mía también, porque no seria este el primer pre
cedente de la misma naturaleza. Hasta que se hace la votación gene
ral y definitiva de una ley cualquier Senador está en el caso de pre
sentar las adiciones ó enmiendas que juzgue convenientes aunque es-
ten va aprobados los artículos sobre riue versan.
j^o estando todavía votada definitivamente la ley , creo yo que
obraría oportunamente presentando esta enmienda , y que el Senado
podria muy bien tomarla en consideración sin faltar por eso al re
glamento.
El Sr. manfues.de GUADALCAZAR: En el reglamento
previene este caso ; pero hay sobre este punto un precedente. En el
año 1838 quiso un.Sr. Senador presentar una adición á cieno articulo
que estaba ya aprobado, y el Senado acordó que no era tiempo.
El Sr. Secretario CARRASCO : Queda retirado, el dictamen de
la comisión."
Leído el díetimeo acerca de la segunda adición , dijo
El Sr. RIVADENEIRA: Cuando en la última sesión tuve el
honor de presentar al Senado estas dos adiciones, creí que la que se
acaba de leer tendría la misma suerte que la primera; pero puesto
que la comisión se reserva dar las razones que ha tenido para no ad
mitirla, en mí solo está el manifestar al Senado las que tuve pre
«entes para redactarla en los términos que lo hice.
Con la ley en la mano, como norte de todas mis operaciones, he creí
do que no cumplía con mi deber solo con sostener su literal, sinoque
estaba obligado por todos los medios que se hallasen á mi alcance
á evitar que por caminos tortuosos llegase el easo de rozarse en lo
roasCreyéndome
mínimo. en mi derecho presenté la adición de que no pudie
sen ser nombrados Diputados ni propuestos para Senadores los cerno
can
watis7asncon el Gobierna, diputsciítws , intendencias y demás
se acaba de oir : y repito qne creía estaba en mi derecho porque no
los consideraba con la bastante independencia para tomar parte en
las grandes cuestiones, y principalmente en la de fomar leyes y en la
de exigir ó hacer efectiva la responsabilidad ministerial. Y no es solo
en esta cuestión donde se les debe temer; es en todas (as demás por
la ligazón que tienen siempre con el Gobierno; ligazón indispensable
para ellos, pero ligazón que no los da la independencia necesaria, por
que de la mayor ó menor laxitud del Gobierno, del menor reco
nocimiento sobre las contratas estipuladas pueden resultar grandes
Esta idea que presento á la consideración del Senado no es nueva;
al contrario , es bastante antigua , pues por nuestras leyes se privaba
de entrar en los ayuntamientos á los que hacian contratas con ellos.
¿Y cuál ha sido el resultado? ¿Han quedado por eso sin arrendarse
ni subastarse, ni hacerse las contratas que los pueblos necesitaban?
al Gobierno quien hiciese con él las contratas que fuesen necesarias.
Dicese que no habria quien contratase con el ¡Gobierno , y que
quedaría privada la nación del beneficio que pudieran hacerla. Yo
creo que las contratas pueden ser provechosas á la nación cuando son
hechas con la debida legalidad; pero también estoy convencido de
que si bien pueden dirigirse al bien de la nación, los contratistas no
lo hacen por eso, sino porque creen ó esperan que les reporten las ga
nancias que desean. Por oonsecuencia no dejarán de ser contratistas
porgue estén suspensos del derecho de ser Diputados ó Senadores.
Se dice en contra de esta adición que los1 contratistas, siendo Se
nadores ó Diputados, no tomarán parte en las cuestiones que les to
quen á ellos: y se dice también que podrán eludir la ley porque ha
ciendo las contratas á nombre de un tercero no les alcanzarán sus
efectos. Desde luego convengo en las dos consideraciones; pero yo no
solo temo á los contratistas en ese punto; lo que temo son las simpa
tías , las afecciones , las amistades, los compromisos que se forman
aquí en estos bancos y que es indispensable que se formen porque en'
las reuniones de muchos hombres tiene que haber estas afecciones,
estas simpatías y estas amistades. Eso es lo que temo. Yo no los
privo de su derecho : yo se lo suspendo y únicamente digo que no
puedan serlo mientras que díiren sus contratas. Con respecto á que
eludirán la ley porque un contratista se salvará con poner á otro en
su nombre, no dudo que pueda suceder, porque hecha la ley heelii
la trampa.
Yo desde luego lo que únicamente quisiera es que se consignase
este principio para que, averiguado que uno era contralista, hubiese
derecho de reclamar su exclusión.
do terminantemente que en todas las contratas que se hagan en lo
sucesivo habrá la mayor franrfúez» y publicidad.
Espero, pues, que el Senado en vista de estas razones se sirva des*
echar el diclámen aprobando la enmienda que he tenido el honor de
presentar. De todos modos yo me someteré gustoso á su fallo por mi
rarlo siempre con la consideración que merece.
El Sr. marques de GUADALCAZAR : La comisión reconoce el
celo y ti buen deseo del Sr. Senador que ba hecho esta :propoficion,
movido sin duda por su amor á la patria; pero no puede conformar
se de ningún modo con su adición , y no cree posible su admisión,
porque nosotros no tenemos derecho contra los particulares.
Los contratos no son mas que particulares ; de consiguiente no
veo yo cómo pueda privárseles de que sean nombrados Senadores.
Ademas, á la nación le conviene que haya muchos contratistas, que
haya ruúchos que se dediquen á i slas especulaciones , porque está re
conocido que es el mejor medio de que sufra menos el Estado, y aun»
3ue puede decirse que hay contratas malas , debe distinguirse el uso
el abuso.
Si las contratas son malas lo que se debe de establecer es un i
sabílidad al Gobierno, que es i quien nos debemos dirigir , no 'á los
particulares ; el Gobierno es el responsable y nuestra acción es con
tra el Gobierno que ha llegado á abusar, no contra ningún otro. Par
lo demás yo celebraré que haya muchos contratistas , porque de ello
resultarán grandes -economías y el Eitado ganará muchísimo.
Por otra parte he creido qde no se cumplirii el objetó de la adi
ción del Sr. Senador, porque á los contratistas les es muy ficil, si te
les prohibiera ser Diputados ó Senadores, poner en cabeza de otros
las contratas, con lo cual ya podrían ser elegidos'. '"• »< ■•"»;'
' Por otra parte , perjuicio no hay ningún», porqne en estos Cuer
pos hay mayorías, tienen entrada muchas personas en ellos, y nos
otros no administramos ni tenemos que tomar cuentas á nadie1 , y asi
no puede ser inconveniente el que" baya entre nosotros contratistas, y
en este punto no es exacta la comparación r¡ le ba hecho el Sr. Sana
dor de las diputaciones provinciales y ayuntamientos , porque estos
son cuerpos administrad vos ; son agentes de la administración, y por
consiguiente es necesario que no sean jueces y partes. Nosotros no te
nemos que pedir cuentas á los contratistas , sino á los gobernantes; y
lo que hace él Gobierno con los contratistas es lo raUaao que lucen
tas diputaciones provinciales con los ayuntamientos. 1
La comisión ha fundado en estas razones su dictámen, y^cree que
J la adieiOti no debe ser adttilida porque la cree perjudicial.^ • i
 167
No habiendo ningún Sr. Senador qne tuviese pedida la palabra Senado, igualmente que la resolución tomada en este asunto por el
•n contra, se poso á rotación el dictamen y quedó aprobado. Gobierno, un negoeio muy grave, constándome que dicha corpora
Puesto á discusión el respectivo á la adición del Sr. marqués de ción popular no ha sido oida por el Gobierno, y que en el expediente
Guada Icizar, dijo instruido al efecto no obran machas de las representaciones que la
El Sr. SEOANE: A mi me es -indiferente que los asesores de ren diputación de Badajoz ha hecho sobre este particular , ni tampoco
tas, cujas atribuciones no conozco bien , sean ó no aptos para ser ele- algunas copias interesantes de sus actas , pido al Senado se suspenda
gidos por las provincias en que desempeñan sus destinos; pero lo que la disensión del dictámen que ha presentado la comisión que ha en
no es 'indiferente es que se va estrechando el circulo de los elegi tendido en el particular; que se reclamen del Gobierno para que este
bles, hasta tal punto , que con estas excepciones llegaremos á ser ex los pida i la diputación referida todos los documentos que relación
cluidos del honor de sentarnos cu estos bancos la mitad de los espa tengan con esta cuestión , y qué remitidos que sean, pasen á la comi
ñoles. Estas excepciones van i tener el resultado que tuvo la comida sión para que esta con vista de ellos dé su dictámen. Palacio del Se
que bajo la dirección del doctor Pedro Recio Tirteafuera hito San nado 7 de Junio de 1841.=Manuel Lorenzo."
cho Panza , que un plato por blando y otro por fuerte le llegó á ha El Sr. MACIA LLEOPARTi Pido que se vuelva á leer el dictá
cer excepción de todos los manjares , y se levantó de la mesa muerto men de la comisión."
de hambre. 1 Se leyó.
Estas leyes de precaución son buenas cuando la experiencia ha El Sr. Secretario Onis leyó el art. 85 del reglamento, que dice asi:
acreditado un género de corrupción en las elecciones como sucede en "Pueden también los Senadores reclamar al principio de una dis
Inglaterra , en ese país, en que en otras muchas cosas nos sirve de cusión la de otra cuestión prévia conducente á la mayor ilustración
modelo; pero yo no lo he visto hasta ahora. Ue visto que en la cor-, del asunto, y adoptando el Senado la reclamación podrá deliberarse
rupcion de un pueblo tiene mas influencia el escribano que el gefe desde luego sobre la cuestión prévia , ó aplazarse con la principal ,
político, y es porque los españoles, por los Gobiernos que por mu para otro dia."
chos tiempos se han sucedido, miran con cierto borror la-autoridad El Sr. LANDERO: Pido la palabra en contra de la cuestión
pública. prévia.
No negaré que habrá habido algún caso en que los intendentes, El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Lorenzo, como autor de esa pro
gefes políticos y capitanes generales hayan abusado de su posición posición, tiene la palabra.
para influir ilegalmente en las elecciones; ¿pero el abuso de un indi El Sr. LORENZO: Testigo presencial de todos los sucesos ocur
viduo debe condenar á una clase? Castigúesele, fórmesele causa, ridos en Badajoz, he fundado mi proposición prévia en el art. 85
acúselo la imprenta ; pero por todos los santos del Cielo , no exclu del reglamento , reducida á que se tengan presentes antecedentes
yamos las clases, porquetas hacemos una injuria; y uo es esto lo que obran en aquella diputación provincial , los que deberán recla
peor , sino que hasta se las envilece. Ciidndo en España los derechos marse á fin de que con mayor ilustración la comisión dé su fallo
son tan latos; cuando todo español tiene el derecho de sentarse en el en una materia tan grave, de la que está pendiente el buen concepto .
Congreso , y con ciertas ebndieiones en estos escaños , ¿ no se envilece de los individuos que fueron suspensos.
á ana clase privándola de estos derechos? Pues yo creo que en vez de El Sr. LANDERO: He pedido la palabra con íl objeto de rogar
esto se les debe honrar para que desempeñen sus destinos con probi al Senado que no acceda ni dé lugar'á la cuestión prévia presentada
dad. El hombre á quien su envilece ya no tiene nada que perder en la por el Sr. Lorenzo; no porque no crea yo que no sea muy convenien
sociedad : envilecido , hecho el escarnio de todos , cunociendo que uo te proporcionarse los mayores conocimientos posibles sobre cualquie
puede vivir con honor, vivirá con dinero; y, señores, por esos me ra cuestión que el Senado sea llamado á resolver, sino porque no le
dios no se tienen funcionarios. compete conocer de la presente en el estado que tiene y en la manera
He dicho antes que no hablo precisamente por los asesores de ren que viene.
tas , coyas atribuciones, confieso mi ignorancia , no conozco bastante Si al Senado le fuera dado entrar en esta cuestión, yo, tan lejos
bien; pero si diré que esta manera de exclusión debe producir un de haber pedido la palabra para contrariar la cuestión prévia susci
efecto absolutamente contrario al que se desea, y es el envilecer á tada por el señor general Lorenzo, la hubiera pedido para sostenerla y
esos empleados. • ¡ ' apoyarla, si es que este tenia necesidad de mi débil apoyo. Me opon
En nuestra legislación el hombre que no tione derecho de ser go, señores, porque creo y estoy intimamente persuadido de que el
elegido debe considerarse como un ilota, degradado á sus mismos Senado no debe ocuparse por ahora de esta cuestión, ni debe entrar
ojos, porque se le excluye del mas aprecia ble de ios derechos, que de modo alguno en su deliberación; y tan penetrado estoy de esta
es el tener parte en la legislación de su país. verdad, que creo no puede menos de estarlo también el Senado, y si
Ue aprovechado esta ocasión para emitir esta doctriua , de la cual fuese necesario formalizaría otra cuestión prévia sobre ello.
los Sres. Senadores harán el uso que tengan por conveniente. ¿Sobre que versa el dictámen de qne acaba de darse cuenta ? So
El Sr. marqués de G U A I ) A LC AZ AK : La comisión no puede bre una comunicación hecha por el Gobierno en que pije se declare
dejar de contestar al Sr. Seoane diciéndole que no ha sido llamada que con razón y fundamento suspendió i los diputados provinciales
á dar dictamen sino de una porte pequeñísima de la ley electoral, de Badajoz. Yo no entraré á prejuzgar si el Gobierno obró bien n
lias razones de S. S. son propias para cuando se baga la ley electoral, obró mal, si son ó no culpables los diputados, ni si tuvieron estos
6 lo hubieran sido antes de hacerla el año 1837; pero en la discusión razón ó el gefe político. Yo no puedo prejuzgar ninguna de estas
del dia no poeden tener lugar : asi que , la comisión se abstiene de cuestiones, como tampoco puede hacerlo el Senado. Tampoco debees-
entrar en contestarlas, ni de emitir su parecer. ■ ' te entrar á investigar si estuvo en las facultades del Gobierno hacer
Esta adición es de justicia, porque por ella, se trata de igualar lo que hizo; porque concediéndole esta facultad , no obstante que el
anas clases con otras. La ley elecioral de 1837 excluye de ser Diputa articulo de la Constitución de 1812 á que se refiere no existe hoy co
dos J Senadores á los magistrados, á los regentes de las audiencias, mo ley , pues sabido es que de la Constitución de 1812 no ha quedado
á los auditores de guerra y jue.-.es de primera instancia por el parti sino él til: 5°, en el que no se halla el trescientos y tantos á que se
do en que desempeñan este destino, cuyo influjo es menor que el de refiere la facultad del Gobierno; sin negarle yo estas facultades, repi
los asesores de rentas, que intervienen en todos los asuntos de la Ha to, nd Jnees dado entrar i reconocer si procedió bien ó mal. Esto cor
cienda pública , que son muchos y de mucha consideración, exten responderá hacerlo al Senado cuando esté en el caso de hacer efectiva
diéndose so influenc ia mas allá que la de loa secretarios de las di la responsabilidad en que puede haber incurrido el Gobierno ó el
putaciones provinciales, administradores de rentas , tesoreros, secre Ministro que declaró la suspensión, ejerciendo las facultades que ls
tarios de gefatura política é intendencias. De consiguiente la exclu corresponden como tribunal de justicia.
sión de los asesores de rentas es por razones de equidad y analogía, Es verdad que en la Constitución de 1812, y sí se quiere en la
y ellas rae han movido á esto. Ademas que esta medida es hija de la ley de 3 de Febrero de 1823, aunque no de una manera clara , está
experiencia , y que no se trata masque de 49 individuos, que son concedida al'Gobierno la facultad de que ba usado respecto á los dipu
•tros tantos como provincias hay. tados de la provincial de Badajoz, y que la misma le impone la
Con esto oreo que queda fundada la adición. El Senado sin em obligación de dar cuenta d las Córtes, y que ha sido en cumpli
bargo en su ilasl ración hará lo que le parezca." miento de este articulo qué ha venido aqui este negocio. EJ Senado
Se puso á votación el dictamen , y quedó aprobado. sin embargo no puede perder de vista que las Córtes i cjuien se
El Sr. CARRASCO : Habiendo la comisión retirado el dictámen mandaba en la Constitución de 1812 que el Gobierno sometiera esta
que presentó sobre la primera adición, no pueden volarse los dos ar- medida.no son las Cortes de hoy dia. Entonces las Córtes (enian una
liedLeaV ' « i !» "I . . ■. ■ .' i- . ■ erg* nizacion muy diferente de la que tienen al presente. Se compo
Prosiguiendo el orden del dia se procedió n la discusión del dic nían de un solo Cuerpo, qde tenia la facultad de lomar en considera»
tamen de la comisión relativo i la 'suspensión de vanos diputados oiou ta conducta de los Ministros y de declarar si habia ó no lugar á
provinciales dé la de Badajoz acordada per la Regencia provisional exigirles la responsabilidad.' En el caso dé deo'ararse haber lugar á
«al reino." •' r i.-! i •■ . •_. ,. m ,■»- .-. ., „ .. responsabilidad, entonces 'pasaba el asunto al tribunal supremo da
Se leyó el dictámen. (/-'/ase ti Diario nftm. 26, resion del dia 1? Justicia pbra trae este )a hiciera efrc'.iva por los trámites de las le
¿el corriente.) sur' 'i ' .o! .m,i •. • -¡ i : yes. Pero las CÓTtes de hoy, teniendo una organización diferente, su
Concluida la lectura, dijo • . i ■ ¡ »'.. ■ ' r ¡ ■ > I ■ <•>.) »• ' ■> cederé otro modd. '
El Sr. CARRASCO: A este dictámen se ha presentado por el se Hoy ; conforme al art. 40 de la Constitución, corresponde acusar
ñor D.. Manuel Lorenzo un escrito", que la mes» na considerado como Iá'ros Mirristrds y declarar que han'incurrido en caso de responsabili
ana cuestión previa. Dice asi» ' .et *-«».. ■ a (<■;.>, md-tshti dad al Congreso de Diputados, jal Seriado el juzgarlos. Vaya este asun
-Siendo la cuestión un* acerca de la conducta de la mayoría de to', "ó" IV» Ta'j:omuoicacion del Ministerio, al Congreso; examínese
U diputación provincial de Badajoz »e somete hoy 4 l» discusión del «4H, y si el Congreso ereyttc que es caso d* responsabilidad , -forma-
 168'
lará la acusación como tenga por conveniente y vendrá aquí después.
¿Pero qué resultaría si el Senado entrase á conocer de este asunto en
Ta manera que viene y en el estado que tiene? Que nosotros decla
rando que el Gobierno ha obrado bien prejuzgaríamos una cuestión
que nos imposibilitarla para ejercer las funciones que la Constitu
ción nos concede. ¿Cómo, después de haber tomado conocimiento de
este asunto y de hacer en él la declaración que propone la comisión,
habia da proceder inas tarde, si llegaba el caso de ser acusado el Mi
nisterio por la medida que tomó respecto de los Diputados de Bada
joz á juzgar á los Ministros? ¿Habrá ninguno que diga que después
de haber hecho esta declaración podemos nosotros ser jueces en esta
causa?
No creo que haya ninguno que deje de convenir en esto : por lo
tanto insisto que no debe admitirse la cuestión prévia, porque de ad
mitirla se supondría que el Senado declaraba estar en el caso de to
mar conocimiento, de dar resolución en este asunto y de entrar i deli
berar sobre él. Yo en el caso de los señores de la comisión hubiera di
cho que el Senado quedaba enterado. Si el Sr. general Lorenzo ha
dichoque ha sido testigo presencial de estos sucesos, también tengo
yo de ellos algún conocimiento, y por eso me opongo á que se ocupe
de ellos el Senado, repitiendo que sin que sea mi ánimo condenar la
conducta del Gobierno, asi como tampoco la de los diputados provin
ciales ni la del gefe político de Badajoz, pues yo hago abstracción ab
soluta de esto, no quiero prejuzgarle de ninguna manera. Pero para
que el Senado vea enán lejos debe estar de poder tomar resolución en
este asunto, añadiré que según los antecedentes que tengo, conoce de
este asunto, ó lo que es lo mismo de los hechos que lo han provocado,
el juez de primera instancia de Fuente Cantos, el capitán general de
Extremadura por lo respectivo á los militares que tomaron parte en
aquellos acontecimientos, y el juez de primera instancia de Badajoz
por lo que hace á algunos de los vocales de la diputación, elegidos
después Diputados á Cortes.
No huce seis dias que habrán leido los Sres. Senadores en las se
siones del Congreso que el juez, de primera instancia de Badajoz
vino solicitando permiso para continuar la causa formada contra
D. Diego Fernandez Cano , hoy Diputado ú Córtes por aquella pro
vincia. Y esto es bastante para que el Senado se abstenga de entrar
por ahora en un asunto tan embrollado, que está pendiente de he
chos diferentes y complicados, de los cuales no puede tener conoci
miento para hacer una declaración tal como la que propone la comi
sión. Esto no es posible, ni tampoco el que reclame documentos ni
datos para mayor ilustración, porque esto supondría se atribuía el
conocimiento de este negocio en estado incompetente , imposibilitán- I
dose asi para conocer mañana como tribunal de justicia.
Concluyendo , señores, y reservándome decir mas sobre este par
ticular si se entra en el fondo de la cuestión, es mi opinión que el
Senado no debe admitir la cuestión prévia propuesta por el Sr. ge
neral Lorenzo, porque una vez admitido y acordado que se recla
men mayores datos para resolver este asunto, el Senado se imposi
bilita de conocer de él cuando llegue el caso, si tiene lugar, el cons
tituirse en tribunal para juzgar á los Ministros.
£1 Sr. CAMPUZANO : Me parece que las razones qne ha mani
festado el Sr. Senador que acaba de hablar para no tomar una reso
lución respecto á este asunto , coinciden perfectamente con la proposi
ción del Sr. Lorenzo,-cuanto admitiéndola se difiere una resolución
que á juicio del Sr. Lindero prejuzga una cuestión grave que se roza
con varias otras pendientes de resoluciones judiciales. Por consiguien
te adoptando la proposición de cuestión prévia del Sr. Lorenzo, sali
mos de ese compromiso. Por otra parte, atendiendo á que el Gobierno
sometió al Senado la calificación del negocio, parece que no hay in
conveniente en pedir mas documentos para que esa calificación sea
mas acertada. No prejuzgándose nada por la aprobación de la propo
sición del Sr. Lorenzo, parece que debe aprobarse.
El Sr. MACIA LLEOPART: Pido que se lea la comunicación
del Gobierno que sobre este negocio ha venido al Senado.
Se leyó.
El Sr. /VALDES: La comisión no se opondrá á la proposioion
del Sr. Lorenzo porque todo cuanto pueda contribuir á ilustrar un
punto tan complicado como este no tendrá inconveniente; en que se
acceda á ello; pero si se entrase en la discusión de este -asunto se ve
ría que no había lugar á eso. No se crea que esta medida es una ta
cha de vilipendio i estes individuos que fueron suspendidos; es una
medida de previsión, una medida justa que la ley concede al Go
bierno para ciertos casos. Pero los fundamentos en que el Gobierno
apoya esa determinación pueden ser producidos por personas que sean
las verdaderamante responsables y no el Gobierno, porque este se
halló con comunicaciones en que le ponían en el caso de tomar una
pronta resolución.
Esos documentos que el Sr. Lorenzo cree necesarios para la dis
cusión serian muy buenos para después juzgar á las atoridades que
al Gobierno le pusieron en el caso , en la necesidad de tomar esa de
terminación ; para ese objeto serian convenientes los documentos,
para juzgar sobre el modo de calificar que tuvieron dichas autorida
des aquellos sucesos. Pero en cuanto al Gobierno , viendo la comu
nicación del gefe político - se convencerá cualquiera si las circuns
tancias, según se decía , Dodiazi ser mas alarmautes;,porque públicos
fueron los excesos , públicos_tqs atropellos , y sobfe estos hecho» toa
las djligepcias judiciales 'JJ'fJj tjtan ,rjl«fj*; /ri'T'TAlí ¿j
de justicia , para averiguar el origen de los culpables. El Gobierno
no pudo mas que saber en globo que la provincia estaba en combus
tión, que el gefe político anunciaba males considerables , y sobre
esto fue el tomar esa medida. Por consiguiente, los documentos que
el Sr. Lorenzo pide serán buenos para juzgar si los términos en
que las autoridades calificaron esos acontecimientos para que el
Gobierno tomase esa medida eran ó no exactos ó capaces de producir
semejante resolución. No obstante, si el Senado los cree necesarios , la
comisión no tiene inconveniente en ello ; pero la comisión no los
cree necesarios. .
No sé si estoy en el caso de responder á las razones que el señor
La adero ha expuesto sobre si el Senado debe ó no debe entrar en esta
discusión: en cuanto á la proposición del Sr. Lorenzo, repito que la
comisión no cree necesarios los documentos á que alude; sin embargo
el Senado resolverá lo que estime mas conveniente.
El Sr. LORENZO: El Sr. Valdés cree insignificantes los docu
mentos á'que me refiero en mi proposición , y ha añadido que no son
necesarios para juzgar la determinación del Gobierno. Yo no lo creo
así, y por lo tanto pido esos documentos ó antecedentes para saber si
lo que el Gobierno ha hecho estuvo bien hecho.
El Sr. VALDES : He dicho que esos documentos los creo necesa
rios para juzgar la conducta de las autoridades , la conducta de los
agentes del Gobierno; no para otra cosa.
El Sr. MACIA LLEOPART: Ha d>ho el Sr. Valdés, como in
dividuo de la comisión, que sus antecedentes solo servirán para ver
si el Gobierno procedió bien ó mal en atención á las comunicaciones
que de sus agentes recibiera , y que no se trata de examinar la con
ducta del Gobierno, sino de si pudo proceder como procedió, y en el
caso de poder, si lo que hizo estuvo bien hecho. Yo creo que cuando
el Gobierno suspendió á esos individuos razón tendría para hacerlo;
pero no opino porque esta cuestión la examine el Senado. Creo, como
el Sr. Landero , que el Senado no debe decir si el Gobierno ha
hecho bien ó mal , porque seria prejuzgar una cuestión delicada, de
la que tal vez tuviera que ocuparse después el Senado como tribu
nal de justicia. La dignidad y el decoro del Senado y el decoro y,
la dignidad del Gobierno, exigen que no se haga una declaración
semejante. El Senado no debe resolver una cuestión que está some
tida á los tribunales de justicia. Estoy intimamente convencido de
que el Senado ni puede ni debe entrar á hacer la declaración que
pretende el Sr. Lorenzo, sino que por el contrario, lo que debe hacer
en mi concepto es no entrar en el exámen de esa cuestión, y declarar
que no há lugar á deliberar.
El Sr. LASAÑA: He pedido la palabra para apoyar las obser
vaciones de los Sres. Landero y Macia Lleopart , y añadir algo mas
si es necesario.
Hay en el Congreso de los Diputados cuatro representaciones de
otras tantas diputaciones provinciales, que son las de Badajoz, Gra
nada , Coruña y Barcelona , en las cuales se pide que se exija la res
ponsabilidad al Ministro que firmó la órden por baber infringido
la ley. Si nosotros declarásemos que el Ministro habia obrado bien
prejuzgaríamos la cuestión, poniéndonos quizá en contradicción con
lo que pudiera resolver el Congreso ; y después de haber declarado
que habia obrado con arreglo á la ley, podría suceder que tuviése
mos que juzgarle.
Por lo misino creo que el Senado no está en el caso de entrar en
esta discusión, y que debe remitir este asunto al Congreso, ó decidir
que no ha lugar á deliberar.
El Sr. PRESIDENTE : Señores, se ha entrado en la cuestión
principal, y no se reducen los Sres. Senadores á la proposioion prévia
del Sr. Lorenzo. . .
Espero, pues, que se limiten por ahora í este solo punto.
El Sr. INFANTE, Ministro de la Gobernación: No tengo co
nocimiento del expediente que está sobre la mesa ; pero por las
noticias particulares que de él tengo , resulta que el Gobierno obró
como debía obrar mandando al Senado este expediente.
. Las observaciones del Sr. Landero, y lo que acaba de decir el
Sr. Lasaña, parece que están en su lugar ; pero es necesario que los
Sres. Senadores se enteren del curso que ha tenido este negocio. La
ley de 3 de Febrero autoriza al Gobierno para suspender á las di
putaciones provinciales, dando cuenta á las Córtes. Ha dicho.el te*
ñor Landero, y ha dicho muy bien, que esta ley se formó cuando
regia la Constitución' del año 1812, según la que no habia mas que
un Cuerpo, y este Cuerpo podía acusar á los Ministros, que después
eran juzgados en virtud de aquella legislación por un tribunal es
pecial que se designaba. Pues bien: la Regencia provisional del rei
no cumplió con la ley de 3 de Febrero, que le da autoridad al Go
bierno para suspender las diputaciones provinciales dando cuenta á
las Córtes. ¿De qué se componen las Córtes en el día? Del Senado
y del Coogreso: luego estaba en su autoridad mandarlo indistinta
mente. Se ve, pues, que no' ha faltado. Sin embargo, son de mucha
consideración Vs observaciones que han hecho esos dos señores, pues
dicen que la Constitución establece que los Ministros deban ser «cur
sados por el Congreso de los Diputados, y juzgados, no por aquel
tribunal, sino por el Senado. . ■ ■ ' -
Ha habido reclamaciones de tres ó cuatro diputaciones que con
sideraban como un atentado este acto del Ministro de la Gobernación,
y pedían te le exigiese la responsabilidad. Pero es menester que que
de consignada aquí que esas diputaciones provinciales no tuvieron ¿

la vista mas que las exposiciones que les dejaron los misinos que fue
ron separados. Cuidado con esto, señores, que no tuvieron en cuenta
mas que las exposiciones de los que fueron separados por aquel de
creto. H« oreido deber hacer estas observaciones para ilustrar la
materia, dejando i la sabiduría del Senado que resuelva como m;jor
le parezca. Son en efecto de bastante consideración las observaciones
que ba hecho el Sr. I,andero y han apoyado otros dos Sres. Senadores;
pero téngase también entendido que el Ministro que mandó ese ex
pediente para que se enterase el Senado de él, obró con arreglo á
la ley, porque la ley expresa y terminantemente dice que se dé cuen
ta á las Cortes.
Si las Cortes se componen del Senado y del Congreso de los Di
putados, es claro que no se ba fallado á la ley remitiéndole al pri
mero.
El Sr. LASAÑA: El Sr. Ministro de la Gobernación ha dicho
que el Gobierno está autorizado para suspender las diputaciones pro
vinciales ; pero ha debido añadir que solo cu un único caso , porque
la ley do le da facultad mas que para suspenderlas en el único caso
en que se hubiesen excedido cíe sus facultades, y en este negocio de
que se trata no ha sido este el verdadero motivo quose ha tenido para
separarlas. • un detenido examen lia podido inclinarla á dar este dictámen.
Otra rectificación tengo que hacer: cuando he dicho que habia
cuatro representaciones en el Congreso de esas cuatro diputaciones
provinciales, no he tratado de prejuzgar la cuestión, lie dicho solo
que existían, y que no sabia lo que baria el Congreso ; de suerte que
no he tratado de acriminar la conducta del Ministro, sino de hacer
ver que si nosotros tomásemos ahora una resolución , podíamos
ponernos en contradicción si por la que adoptase el Congreso nos
viésemos en el caso de juzgar al Gobierno. Convengo con el Sr. Mi
nistro en que el Gobierno obró con arreglo á la ley dirigiendo al
Senado ese asunto , y manifestando los motivos que habia tenido para
hacerlo. Pero no es este el asunto de que debemos tratar : de lo que
se trata es de averiguar si el Gobierno obró dentro del circulo de sus
facultades suspendiendo á esos cuatro diputados provinciales.
El Sr. MACIA LLEOPART: Ha dicho el Sr. Ministro de la
Gobernación que el Gobierno se fundó en la ley de 5 de Febrero,
porque por ella se le autoriza para suspender las diputaciones pro-
Tinciales , dando cuenta á las Cortes, y que el Gobierno por consi
guiente ha cumplido poniéndolo en conocimiento dé los Cuerpos co
legisladores. La ley de 3 de Febrero está en igual caso que otras mu
chas; está vigente en el dia , y lo estará mientras no tenga una dero
gación posterior: la derogación está en la Constitución actual , por
que las Cortes de aquella época no son las de ahora. No es esto decir
que el Gobierno haya procedido con falta de conocimiento, sino que
en mi juicio np es suficiente; porque cuando se formó esa ley de 3
de Febrero, en que se previene que se dé cuenta á las Cortes, era otra
la organización de estas: entonces estaban reunidas en un solo Cuer
po -, ahora están divididas en dos ; y correspondiendo al Senado el
juzgar , es claro que no debe anticipar una resolución que puede lue
go ponerle en contradicción.
£1 Sr. LANDERO : Pido que se lea el art. 2Gj de la ley de 3 de
Febrero de 1823.
El Sr. PRESIDENTE : Creo que será necesario volver á ceñirse
S—TOMO L
269
i la cuestión previa , porque estamos en el asunto principal sin ha
ber discutido esa cuestión presentada por el señor general Lorenzo, y
es preciso que se decida si se adopta ó no.
El Sr. MACIA LLEOPART: Me parece que se está en el caso de
admitir la proposición sobre cuestión prévia del Sr. Lorenzo , porque
si se entrase en el asunto principal nos podíamos exponer á incurrir
en contradicción.
El Sr. PRESIDENTE: Se va á preguntar si se adopta ó no la
proposición del Sr. Lorenzo.
El Sr. VALDES : La proposición del Sr. Lorenzo necesariamente
debía traer ciertos incidentes que se rozan mas ó menos con la cues
tión principal, y la comisión ha tenido que dar las Tazones por que
creía que no había necesidad de adoptarla. La comisión, que cree ser
justa apreciadora de la importancia de tlas diputaciones provincia
les, de sus servicios importantísimos , como que versan sobre los in
tereses mas vitales de los pueblos, que tienen atribuciones de la ma
yor importancia, que son uno de los eges principales del sistema
constitucional, no podía menos de mirar este asunto con toda la de
tención que 'se merece cuando se trata de una facultad terrible,
grande, que afecta mucho al decoro de esas corporaciones, y solo
He creído necesarias estas aclaraciones en vista del giro que ha
tomado la discusión. liu cuanto á las exposiciones de las diputacione*
provinciales, yo no dejaré de calificarlas con un poco de severidad,
porque si se hubiesen limitado á pedir que se examinase este asunto
con toda la detención y suma de conocimientos posibles, hnbiera es
tado bien ; pero hallándose á tanta distancia, sin enterarse , sin saber
los motivos que pudiera tener el Gobítrno para proceder asi , mu
parece un poco aventurado el pedir desde luego qne se exija la res
ponsabilidad, alarmando al reiuo y á las corporaciones populares de
una manera poco prudente.
Viniendo ahora á la cuestión principal, la comisión , que no se
obstina en defender el dictamen cuando se le presentan razones que
puedan hacerle cambiar de opinión, en /isla de las expuestas por el
Sr. Macia Lleopart retira su dictamen.
El Sr. LORENZO : En ese caso retiro la proposición sobre cues
tión prévia.
El Sr. PRESIDENTE: Pasado mañana recibirán los Sres. Sena
dores los impresos de los proyectos de ley de que hoy se ha dado
cuenta, que son: sobre extinción de prestaciones por derechos de pa
tronatos de los conventos suprimidos; sobre extinción de arbifrios
impuestos á las obras del teatro de Orieule; sobre igualación de la
deuda liquidada con anterioridad y posterioridad al 15 de Marzo
de 1836, y sobre arreglo del servicio de bagajes: el dictámen acerca
del primero está ya repartido; los otros se repartirán pasado maña
na. Por lo tanto el viernes se entrará en la discusión de ellos por ha
ber pasado ya el tiempo que el reglamento previene.
Pido á las secciones que se reúnan para despachar los traba, os qn«
se bao presentado hoy.
Mañana no habrá sesión ; se avisará para la primera á domicilio.
Ciérrase la sesión."
E rau las tres.
49
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 NUMERO 28.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA ti DE JUNIO DE Í841.
Se abrió' i tas doce y medía, y leída el acta por el Sr. Secretar»
Odu, quedó aprobada.
Pasó á las secciones para el nombramiento de comisión el siguien
te proyecto de ley aprobado por el Congreso de los Diputados.
Al Senado. "El Congreso de los Diputados, habiendo tomado en
consideración una proposición de ley de rarios individuos de su seno
relativa A que los Senadores y Diputados que fueren á la vez emplea-
dos del Gobierno no disfruten sueldo mientras dejen dflfeervir sus
destinos, ha aprobado el siguiente proyecto de ley:
Articulo único.' Los empleados del Gobierno en las provincias y
en la corte en activo servicio que sean Senadores ó Diputados, de
jarán de percibir sueldo desde que se separen de sus destinos pera
desempeñar aquella misión hasta que vuelvan á servirlos.
el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado acompañando
el expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio
del Congreso 8 de Junio de 18il.=Agustin Arguelles , Presidente.^
José Sánchez de la Fuente, Diputado Secretario.^Eugenio Diez , Di
putado Secretario.*
Se dió cuenta de una comunicación del Sr. D. José Carratalá, fe
cha 7 del corriente, pidiendo permiso para pasar al distrito de la
capitanía general de Castilla la Vieja, de su mando, para reponer su
salud , y ademas porque allí su presencia es necesaria para llenar los
deberes de su cargo.
Se acordó quedase anotado el tercero para la concesión de licencia.
Se leyó una exposición del Sr. D. Joaquin Rey, fecha en Barce
lona i 2 del corriente, en la que manifiesta que á oausa de sus acha
ques no ha podido emprender su viaje i esta oorte para tomar parte
en las deliberacidnes del Senado , lo cual verificará tan pronto como
el estado de su salud se lo permita.
El Senado quedó enterado.
También lo quedó de una exposición de la diputación provincial
de Valencia felicitando á las Córtes por la elección que acaban de
hacer las mismas para Regente del reino en la persona del Excelen
tísimo Sr. duque de la Victoria.
Se acordó repartir la representación y documentos que en ella se
refieren que para el mismo objeto remite el clero de beneficiados de
Valencia, i fin de que no sean enagenados sus bienes patrimoniales.
Diose cuenta de que las secciones 2i , 4? y 6? habian calificado
de útil y oportuna la proposición de ley sobre creación de un fondo
de fomento de agricultura , industria y fomento; habiendo acordado
la primera no ser oportuna, y la tercera que no es útil ni oportuna.
Se leyó el art. 61 del reglamento que dice asi:
"Si una á lo menos de las cinco secciones gradúa la proposición
de útil y oportuna, se hará segunda lectura de ella en el Senado; y
el autor ó uno de sus autores podrá apoyarla. Si algún Senador pide
la palabra para oponerse, se abrirá discusión para que el Senado de
cida si se toma ó'nc en consideración. Si la tomare , las secciones sin
nuevo examen nombrarán la comisión, y de lo contrario la propo
sición se reputará desechada"
En consecuencia de lo prevenido en dicho artículo , dióse lectura
por segunda vez de la proposición (véase el Diario núm. 26, sesión
iel i? de Junio), apoyándola como su autor
S.—TOMO £
171
DE CORTES.
El Sr. CAMPTJZANO: El instinto de ía regeneración domina
hoy á todos los españoles: mas exagerado que.en otras épocas, reco
noce por sus bases los arreglos económicos, y es indudable que los tres
medios, qae han de conducir é la nación á la prosperidad á que está
llamada y á que todos los españoles tanto desean verla elevada, han
de ser el buen arreglo de su hacienda, las economías y el aumento
de nuestra riqueza.
De los dos primeros de estos objetos, es decir, las economías y el
arreglo de lajfacienda, se han ocupado y se ocupan constantemente
asi el Gobierno como el Congreso de los Diputados. En este se procu
ra castigar con grande esmero los presupuestos para llegar á re
ducirlos á una proporción conforme á nuestras rentas.
"El Gobierno, por tres decretos que le harán siempre mucho ho
nor, ha procurado: por el primero establecer y consolidar la centra
lización de los fondos: por el segundo mejorar el sistema tributario,
y por el tercero arreglar los mismos presupuestos de una manera que
sin perjudicar á las necesidades del Estado estén en proporción con
nuestras rentas.
Yo he creído con mi proposición ofrecer al Senado en este camino
la parte mas honrosa, la mas interesante, la mas grata, y al mismo
tiempo la de mas trascendencia; y este ha sido el motivo por qué me
he decidido á hacer esta proposición.
Sin duda resultarán ventajas de que se hagan economías. Resulta
rán también muy grandes de que haya orden en la administración
de la hacienda ; pero ni las economías serán suficientes ni el arreglo
de la hacienda podrá producir ningunas ventajas si no se aumentan
los ingresos, si no se aumenta la cantidad disponible. Esta cantidad
disponible ha de venir del fomento de nuestra agricultura, de nues
tra industria y de nuestro comercio que tan atrasados se hallan , y
que tan en inferioridad se encuentran con los demás Estados de
Europa.
En mi proposición he combinado los dos objetos que me han pa
recido peculiares al caso; el une, el abrir este camino, porque lo
que no se principia nunca se acaba. Que hay una necesidad de prin
cipiarlo , yo creo que seria ofender la ilustración de este Cuerpo si
me detuviese en probarlo.
El otro medio es la consideración de nuestra situación actual;
situación tan "embarazada, que no podia yo aventurarme á proponer
la separación de fondos del Estado á un objeto por preferente que
fuese, no siendo de una cantidad tan inferior que no pudiese causar
perjuicio á las demás atenciones.
Si he dedicado el objeto de mi proposición por el pronto i la
reconstrucción y apertura de caminos, ha sido porque es bien claro
que esle es el elemento mas eficaz, mas pronto y mas directo par»
llevar á la nación á una situación mas ventajosa.
No me detendré yo en citar los infinitos casos, las experiencias
que se han hecho en todas las naciones de Europa. La Irlanda era
un pais en que la ferocidad de sus habitantes, el fanatismo y el
atraso en todos los ramos era mayor que en ningún otro pueblo de
Europa. Pues en el momento que el Gobierno quiso civilizar al
pais, y fomentar en todos sentidos la industria hasta elevarla i un
estado verdaderamente admirable , resolvió la apertura de caminos
 172
y esto produjo un efecto tan maravilloso que hoy día la Irlanda está
caji igual en industria á la Inglaterra.
Si he buscado en correos el fondo que podía aplicarse ,' ha sido '
por analogía. Una de las pruebas del adelantamiento de una nación
es el aumento de su correspondencia , la multiplicidad de su corres
pondencia; y asi por medio de lo que ella misma produzca debe tra
tarse de facilitaarla todo do posible.
En el dia se halla ese ramo en el mayor abandono. Para conven
cerse de ello no hay mas que salir á un cuarto de legua de Madrid,
y ya se ve el deplorable estado de los caminos, pues hay en las cer
canías de esta capital alcantarillas que liace ocho meses están rotas,
y que podrían componerse con media docena de peones.
No se crea por esto que yo considero indispensable el que sean
los fondos de correos los que se apliquen á este objeto; lo he indicado
por analogía; pero estoy muy lejos de oponerme al sistema que se
ha propuesto el Gobierno de centralización de todas las rentas del
Estado: no hay ninguna necesidad de alterar ese sistema para llegar
al objeto de mi proposición. Si he preferido esos fondos ha sido por
que encontraba en ellos una analogía mayor con el objeto primario
de mi proposición; pero repito que estoy muy lejos de sostener que
no pueda sacarse de otros ramos.
En lo que yo insisto es en que reconozca el Seriado, y en esto no
me faltará la confianza que tengo en su ilustración , que esto es un
acto reproductivo ; y reconocido este principio , no creo que habrá
dificultad en adoptar mi proposición, suponiendo que el Gobierno
hará las variacioues que crea oportunas con la comisión que se nom
bre al efecto. *' i :f% . i y
Por otro lado me he fijado en un fondo, por pequeño qu|f sea, bajo
el concepto de que no lograremos el objeto que me própoijgiísirio con
un fondo fijo con el cual se pueda basar un crédito capaz d«. dar á
la perfección de los caminos toda la celeridad que es necesaria, por
que medios ordinarios no conducen nunca á efectos extraordinarios.
Para hacer ver que solo por ese medio se puede obtener un re
sultado efectivo, voy á hacer presente al Senado los cálculos si
guientes : -J '•/ • '
El producto de correos, según los presupuestos del año 39, ascien
de á cerca de 20 millones; los arbitrios de caminos, canales y puer
tos á poco mas de 13 millones y medio; total 33 millones y medio.
Los gastos del personal y material de correos , inclusas sus cargas
de justicia, están calculados en ese mismo presupuesto en cerca de 18
millones y medio; los de caminos , canales y puertos 51 millones y
medio ; suma total 73 millones.
De esta comparación resulta obligado el Tesoro á suplir con otros
fondos del Estado el déficit de 33 millones y medio; pues este défi
cit no se cubre, y de aqui viene la idea mi a principalmente, porque
de otra manera sin un fondo particular dedicado á ese objeto es im
posible que 'lleguemos á tener los caminos en el estado que es de de
sear siendo un obstáculo esas disposiciones que para lo demás son tan
útiles. , »
Es de advertir que para los gastos de obras de nueva construcción
en las carreteras generales figuran en el presupuesto 36.700,000 rea
les, cantidad que se ve que se halla descubierta sin mas que compa
rar la distribución que se ha hecho en Noviembre de 1810 y en Ju
nio de 1841.
En la primera se presupone el producto de correos 1.124,000 rea
les, y el de caminos 1.200,012. En la segunda, correos 1.125,000;
caminos 900,088. En la distribución de Junio de 1811 se inarcab
por gastosTeproductivos de correos 900,039 rs. , y de caminos 885,000.
En la de Noviembre de 184Q figuran por sueldos de correos 411,000
reales, de caminos 249,000.
De estos datos resulta poco mas ó menos igual la suma de los pro
ductos de correos con las de sus gastos reproel olivos, comprendidas sus
cargas'de justicia y los sueldos de sus empleados al tenor de la dis
tribución de las dos terceras partes.
Mirado bajo este concepto el arbitrio, que en mi proposición se
busca seria nulo , porque no quedarla residuo alguno en dichos dos
ramos : mas yo me reiiero al cálculo mas exacto del presupuesto pa
ra 1839 , y deduzco que sin rebaja en los sueldos hay una diferen
cia de 2 millones entre los productos y los gastos de aquel ramo,
mientras que eu caminos, la enormidad misma del déficit que resul
ta me hace conocer que solo el beneficio del crédito ó negociaciones
sobre estos 2 millones pueden hacer factible la importante empre
sa de construir las carreteras que están trazadas.
Asi, pues, sin hacer un empeño en que dichos 2 millones se lo
men de correos, no puedo menos de fijar en esta suma el mínimum
Je la cantidad que se señale para constituir dicho fondo.
El pensamiento mismo de esta creación me llevaría á otro mas
importante si no lo creyese mas propio de ser discurrido por el Go
bierno , cual es la separación del ramo de la Gobernación en dos Mi
nisterios, el uno de Gobierno y el otro de Fomento. Mas puede bas
tar por ahora para poner los cimientos de esta importante adminis
tración la junta que yo propongo, con la doble ventaja de que sin ha
cerse el menor gasto, haya quien especial y detenidamente se dedique
á una ocupación tan vasta é interesante como la de desenvolver los
infinitos elementos de prosperidad que encierra España.
El Sr. FERRER: Muy loable es la intención de los señores que
han suscrito la proposición que se discute; y si no encerrara algunos
inconvenientes económicos no seria yo quien ine opusiera á ella.
Pero habiendo tenido el honor de pertenecer á la sección á la cual no
le ha parecido ni útil ni oportuna, ine veo en el caso de manifestar
brevemente las causas que me han obligado á tomar la palabra.
Yo no puedo menos de considerar á nuestro cuerpo moral como
aquellos enfermos sujetos á padecimientos crónicos que á la menor
alteración vuelven á recaer en la enfermedad de que salieron. Nos
hemos propuesto todos la centralización conociendo que mientras en
esta nación no haya mas que un solo bolsillo y uua sola mano recau
dadora y otra distribuidora nada se hará. Todos los conatos de los
hombres instruidos en materias de Hacienda parece que están diri
gidos á realizar esta idea bienhechora , y precisamente la proposición
¡de que se trata viene á destruir por su cimiento este sistema.
"Economía en los gastos," ha dicho el Sr. Cauipuzano; "orden
en la administración de la Hacienda, fomento de la agricultura que
debe hacer la prosperidad de esta nación." ¿Pero cómo habrá órden
en.la administración de Hacienda si se ataca por su base la centrali
zación ? Economía mucho menos, porque yo ofenderla la ilustraciou
del Senado si me ocupara en demostrar que lo mismo es segregar del
fq'ñdó común de la nación una cantidad para un objeto cualquiera,
por una junta protectora, ó désele el nombre que quiera, que como
un elemento de desgracia suscita confusión y desorden en la re
caudación ¿inversión de las rentas y un aumento inevitable de
gastos.
"El objeto de abrir caminos, ha dicho S. S., debe considerarse,
no como un gasto sino como un medio reproductivo de riqueza y
prosperidad." Yo abundo perfectamente en esta idea, y no hace mu
chos años que me he ocupado de ella en el mismo sentido. Valido de
los conocimientos y trabajos de.personas inteligentes en la nación, he
proyectado establecer i un tiempo un trabajo de 1900 leguas de ca
minos públicos en España , ocupando á la vez 80,000 hombres y der
ramando por las provincias por donde pasasen -ÍÜ0 mil Iones de reales;
proyecto que seria gigantesco y que no es de difícil ejecución , por
que lejos de acudir á echar mano de los fondos públicos , se podría
obtener esta cantidad de otro modo, pues es una cosa en que los eco
nomista* mas severos están conformes que para esto y no para otra
cosa deben hacerse los empréstitos. Un empréstito de 400 millones
de reales, hecho á un rédito moderado con una hipoteca la mas se
gura sobre el mismo fondo, nos traería muchos mas beneficios que el
proyecto del Sr. Campuzano; nos traería entre otros la ocupación de
80,000 hombres que hoy mas que nunca necesitan ser ocupados, por
que acostumbrados á la guerra civil se convertirían en ciudadanos
útiles, y nunca llegaría el caso de que dejasen de serlo, como dejarán
acaso sino se les proporciona una ocupación para ganar su vida.
El Sr.r^iampuzano ha probado por la misma narración que ha
hecho el mal estado de nuestra Hacienda. Ha dicho que hay un dé
ficit, déficit importante; que no pueden destinarse» por ahora las su
mas necesarias á ese objeto, sino en aquella parle indispensable y de
necesidad vital. Por consiguiente yo no quiero cansar mas al Senado,
sino decir por conclusión que la idea es buena , pero que lo qiie.en
ella va envuelto es un poco diminuto, y yo la quisiera en una escala
mayor como he indicado; pero estas cosas, de cualquier modo que las
veamos, bueno es suscitarlas aqui, pero deben nacer del Gobierno; del
Gobierno, que hecho cargo de los medios, teniendo presente todos los
proyectos que hay sobre el particular, y todas las necesidades de los
pueblos y provincias, es el que puede echar mano de estos recursos
extraordinarios y legales con la autorización de los Cuerpos colegis
ladores. Solo de este modo se obtendrá el resultado que el Sr. Cam
puzano quiere. De consigniente creo que no es útil ni oportuna la
proposición en la manera que se ha presentado.
El Sr. INFANTE, Ministro de la Gobernación : Siendo cosa re
lativa al Ministerio que tengo la honra de desempeñar lo que pro
pone el Sr. Campuzano, no puedo menos de tomar la palabra para
contestar á alguna de las observaciones que se han hecho.
El Sr. Campuzano se propone que se nombre una junta que tenga
por objeto el fomento general de la agricultura, de los caminos y
canales ; y el Sr. Ferrer, que acaba de hablar , ha dicho, á mi modo
de ver con mucha oportunidad, que este proyecto es diminuto y que
no llena bien su objeto: ¿cuáles son los fondos de que dispone el se
ñor Campuzano ? Los de correos y caminos. Pues yo aseguro á los
Sres. Senadores que los fondos de caminos y correos no son bastantes,
no digo para abrir nuevos caminos, pero ni para conservar los exis
tentes. Por consiguiente si hubiese una ley por la cual no solo se dis
trajesen de estos objetos los fondos destinados á ellos, y que no pue
den llegar á cubrirlos, sino que se aplicasen á otros, se desatenderla
una necesidad tan grave cómo la de no solo no atender á abrir.cami
nos nuevos, sino ni poder reparar los que tenemos actualmente.
Hay ademas una circunstancia que es necesario no perder de vis
ta , y es que nueslros caminos por espacio de seis años no se han com
puesto , y por consecuencia han quedado arruinados. La Regencia,
provisional tomó algunas medidas para que se mejorasen , y et Go
bierno actual mira esto como una necesidad precisa , y se encuentra
con embarazos; sin embargo, se está haciendo cuanto se puede hacer.
Trataremos también de abrir nuevos caminos por medio de empre
sas particulares , y las diputaciones provinciales se están ocupando
de reunir fondos con este objeto. Por lo tanto me parece que aun
que es muy laudable el celo del Sr. Campuzano , si se llegase á con
vertir en ley el proyecto que S. S. presenta, en vez de traernos be
neficios nos traería muchos perjuicios.

£1 Gobierno, como habrán visto los Sres. Senadores, se ha ade
lantado en parle á los deseos del Sr. Campuzano , y habrán visto en :
la Gaceta uua comisión nombrada para que presente al Gobierno un
provecto, que teniendo por base los pósitos que en el dia existen en
malísimo estado, establezca bancos provinciales que tengan por prin
cipal objeto el fomento de la agricultura. Creo, pues, que esto satis
fará los deseos de S. S., y cuando llegue el caso me valdrá de sus
luces para consultarle sobre ésta materia. Por consiguiente, si pode- '
mos llevar á cabo el establecimiento de bancos, fomentaremos la .
agricultura , puesto que los pósitos están reducidos á la nulidad. Ro- j
garia , pues, al Sr. Campuzano, que no pudiéndose conseguir sus de
seos por este medio , retirase su proposición.
El Sr. CAMPUZANO: Señores, seguramente qus las observa
cíones que na hecho el Sr. Ministro de la Gobernación pudieran in- ;
ducirme á retirar mi proyecto de ley si solamente me dirigiese por
el deseo que siempre me guia de facilitar todo aquello que siendo
bueno está el Gobierno dispuesto á hacer. Sin emb.irgo, yo lie lleva
do una idea mas elevada, esta es de consideración para el Senado. He
2nerido, cuando he visto que tanto el Gobierno como el Congreso
aban muestras de un celo digno de elogio por el bien de la nación,
proporcionar al Senado una ocasión de mauifestar este misino celo.
Se ha dicho por el Sr. Senador Ferrer que en cierta manera afec
taba mi proyecto al sistema de centralización ; pero á e¿lo le habia
yo prevenido diciendo que tratándose de caminos debia considerarse
esto como un gasto de suma preferencia : es asi que estos están com
prendidos en las excepciones de centralización, luego si mi proyecto
estaba en ese caso, claro está que de ninguna manera se rozaba con
este sistema. Por lo demás el Sr. Ferrer ha hablado de un gran pro
yecto, y yo estoy muy acostumbrado á ver que los grandes proyectos ,
se inventan, se ni ton , pero no se llevan á cabo; y sobre todo cuando
se presenta después uno pequeño , claro es que este desaparece en ule-
dio de aquel ; pero cuando no le tenemos, yo por mi no renuncio al
pequeño.
Por lo que hace á lo que ha dicho el.Sr. Ministro de la Goberna- 1
cion, es claro que ese pensamiento de bancos provinciales es de gran
utilidad; pero es de advertir que yo por ahora no me ocupaba solo de
la agricultura , la industria y comercio , sino de poner la base de ese
sistema grandioso que ños ha de elevar. Esos bancos serán Utilísimos:
por lo que contribuyen al bien de las provincias, esto es evidente:
¿pero qué inconveniente hay en formar una base de este sistema que
ha de abarcar todas las miras de prosperidad nacional? Claro está
que hoy los fondos de correos no alcanzan á cubrir las necesidades
del reino; esto ya lo he indicado yo, y siento que no haya estado
presente el Sr. Ministro de la Gobernación á mi discurso. Esto es
verdad; pero S. S. convendrá conmigo en que sin el recurso del cré
dito es de toda imposibilidad que nos coloquemos á la altura pro
porcionada á nuestras necesidades. De consiguiente yo retiraría mi
proyecto sielSr. Ministro de la Gobernación se encargase de propo
ner uno semejante ó tuviese la bondad de convenir en la idea deque
pasando á nna comisión pudiera llevar adelante su examen de ma
nera que el Senado tuviese la gloria de haber dado impulso á lo me»
jor que puede hacerse en el dia, esto es, al fomento de nuestra ri
queza." ,1 . , " ra. Justo es alentarlos y hacerles ver que en la carrera eclesiástica
No habiendo ningún Sr. Senador que pidiese la palabra , se pre
guntó al Senado si tomaba en consideración el proyecto del Sr. Cam
puzano, y contestó negativamente. " consideración de que se hará provisión de los demás curatos, la espe
Asimismo se dió cuenta de que las secciones segunda, tercera,
cuarta y quinta habían calificado de útil y oportuna la proposición
de ley sobre provisión en propiedad de los curatos vacantes.
Leyóse por segunda vez {yjase el Diario ni'im. 26, sesión <7t 1?
de Simio), y como uno de sus autores dijo en su apoyo
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ : Mi posición es un poco mas
ventajosa que la del Sr. Campuzano. Es del carácter de todos los pla
nes mas bellos del dia estrellarse en el escollo de la ciencia. Bueno
es, sin embargo, que entre nosotros se susciten ideas nobles que
acrediten la tendencia del siglo y su inclinación á llevar adelante el
sistema progresivo. El objeto de mi proposición no es otro ; objeto
que viene recomendado por si mismo, y que tiene un lugar distin
guido en el corazón de todos los Sres. Senadores sin excepción alguna.
Todos los Sres. Senadores han oido con gusto que se provea de
propios pastores á las iglesias parroquiales, ya que tanto tiempo hace
están servidas por ecónomos , que á pesar de todas las virtudes é ins
trucción que les supongamos, no puede hallarse aquel mutuo afecto
entre propios pastores y feligreses propios. Un propio pastor que sabe
que de su conducta depende $u tranquilidad, su sosiego, su me
nor trabajo, su opinión, no puede menos de proceder como hombre
honrado, como hombre de bien, aun prescindiendo de los respetos
que le impone la religión. No sucede asi con un ecónomo; él ,ve sus
feligreses noy para dejarlos mañana; los feligreses no le ven ma* que
como un ave ambulante que por casualidad ha parado alli. Por algo
el autor del Evangelio y de la religión dijo que los mercenarios
mercenarios son ; qué el propio pastor es aquel que se mantiene en su
puesto sin abandonar el rebaño aunque vea al lobo , y que el merce
nario vuelve la rara y huye sin defender sus ovejas; y cuidado qiíe
la figura está bien tomada. El interés de la religión, el interés de la
moral y el interés de la política exigen que al momento proveamos
á nnestras iglesias de propios pastores.
Son considerables los extravíos que estos seis años de guerra ci
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vil han causado en la religión , prescindiendo de las costumbres. Ol
vido de los principios religiosos, perturbaciones en las creencias, in
terpretaciones violentas en lo mas sencillo y que nuestros padres
supusieron tan fácil, y lo que á nosotros nos enseñaron. Todo«*sto
ha ocurrido porque no ha podido menos de ocurrir, porque los ma
les de una guerra como la que hemos presenciado son inevitables.
Preciso es , pues, que én aquellos pueblos de mas de cien vecinos
pongamos al frente hombres que, si no tanto con sus doctrinas,
puedan alentar con su ejemplo y edificar con su conducta. Por lo
que hace á la moralidad, debemos tener presente el principio
adoptado por el Gobierno á su advenimiento al poder. Nada hay
sin moralidad ; para la moralidad es necesaria la buena educación,
y para la buena educación se necesitan buenos maestros. 1 Y de qué
palancas, de qué medios pudiera valerse el Gobierno de mas in
flujo en los pueblos que de los párrocos?
En 'todas las ciases hay profesores extraviados, como se dijo opor
tunamente un día pasado; y es un silogismo antilógico calificar á
una clase por alguno de sus individuos. El párroco viene á adquirir
en el pueblo un influjo saludable, y el que cumple con süs deberes
sabe instruir á su pueblo, no precisamente en las ideas religiosas
y morales, sino en las civiles. Yo veo que el pueblo cree como cree
el cura , y que mira en política por el mismo prisma que su párreo
mira. Preciso es , repito, que la máxima de moralidad anunciada
por el actual Gobierno hagamos que se realice. Por lo que hace á la
política, es preciso, indispensable, que los Cuerpos colegisladores den
pasos que hagan ver que la religión está grabada en su corazón, y que
desconfíen de otros pasos que hasta hoy se han intentado tan in
útiles como ridiculos.
Decía que es preciso que pongamos estos maestros de política por
que el clero y el pueblo español se figuran que la religión está aban
donada, porque no ven pastores propios sino ecónomos trashumantes;
hombres con quienes los obispos no pueden entenderse, porque tienen
que echar mano del primero que se les presenta, y de esto procede
un espantoso desorden. En este plan no se exige dinero: si se exigiera
yo hubiera borrado él primero mi firma; porque si se exigiera di
nero seria excusado pedirlo. Aqúi no se pide dinero, sino que el cura
que está en una aldea sin renta se vaya á otra población que pueda
servir de .base para calificar los curatos , y que el que se ha atrevido
d postergar curas encanecidos e*n su ministerio, tenga entendido que
no podrá ya hacerlo, porque hay un Gobierno que cuida de que el
párroco que ha trabajado tenga su recompensa. A falta de los curas
párrocos son llamados los ordenados insacris sin distinción de secula
res ó exclaustrados. •, .
Llamar solo á los seculares seria dejar siempre gravado al Erario
con la pensión que se Ies ha señalado á los exclaustrados; y pues que
unos y otros por las órdenes que han recibido se hallan con la misma
obligación de servir á la iglesia, unos y otros son llamados. A falta
de los exclaustrados están llamados los seculares; y es una desgracia
que haya habido un extravio de jóvenes que le hemos de sentir muy
pronto. Jóvenes dedicados al estado eclesiástico y que se han mante
nido fieles hasta el principio de la guerra , viendo que no se ha he
cho caso* de ellos, unos se han casado y otros han tomado otra carre
tendrán un dia su colocación. Si me limitase i los curatos de primer
orden, pocas serian las esperanzas; pero como el proyecto envuelve la
ranza no está tan remota.
Ofreciendo, si se toma en consideración este proyecto, extenderme
mas en su discusión, suplico al Senado que le tome en consideración,
advirtiendo que los que le han firmado no tienen inconveniente en
admitir todas las enmiendas que se hagan y puedan contribuir á
su mejor ejecución.
El Sr. ONDOVILLA j Abundo en todos los principios que ha
emitido el señor preopinante: convengo en que los sacerdotes ó pár
rocos propios son dignos de consideración y son los que tienen un in
terés én propagar la religión, mantener la moral é instruir á los
pueblos , y también convengo en que no tienen esas cualidades los
ecónomos, y en la influencia que tienen en la moralidad délos pue
blos los curas párrocos, asi como en sus ideas políticas. Pero, señores,
¿de qué se trata? De dar una ley. ¿Y es necesaria esta ley, es opor
tuna ? Eso es lo que yo no creo. En el tít. 20 , libro 1? de la Recopi
lación hay una porción de leyes que establecen las cualidades que
deben tener los párrocos que sean nombrados á virtud de los concur
sos que el celo del Gobierno crea conveniente promover.
Establecen estas leyes cómo deben tenerse los concursos en los
obispados, y una porción de reglas para que esto se lleve á efecto. En
el obispado de Astorga se acaba de abrir concurso para la provisión
de curatos , y esto mismo puede hacerse en todos los demás obispa
dos, puesto que el Gobierno el año de 1838 dejó abierto el camino para
los concursos. El Gobierno puede provocarlos en virtud de las leyes,
y dirigirse á los obispos , excitando su celo para que se abran los
concursos.
Las leyes no se han de dar aisladas ; si hay leyes en los códigos
y las que están vigentes no se oponen á que aquellas se cumplan, no
sé para qué es la que se propone.
Por esta ley no se establece mas qüe lo que ya está establecido.
Están también llamados los secularizados por una bula dada el
año de 33 y admitida aqui, están llamados á lps concursos. Pueden
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no tener cúralo los exclaustrados, no pueden tener ecónomo; en fin,
está el camino abierto para que puedan colocarse en esta carrera.
Pues ti todo está hecho ; (i las Tejes, establecen los concursos ; si
las cualidades que han de tener están marcadas en los cánones; si no
son excluidos de esto los exclaustrados ; si el camino está abierto , ¿á
qué la ley ? Creo que la ley no es necesaria , j por lo mismo que el
Senado no debe tomarla en consideración.
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ: A dos especies se reduce la
oposición que el señor preopinante ha hecho al proyecto: la primera
á que es innecesaria , y la segunda i que están previstas todas las cir
cunstancias nuevas, y á las que ha dado motivo el tiempo.
Respecto de la primera no puede haber duda ninguna en que hay
una necesidad de proveer los curatos, porque el permanecer como
ahora están, sin tener una ley por qué regirse, hace que unos señores
obispos procedan de una manera y otros de otra , y esto con poca se
guridad; porque una de las desgracias que tenemos hoy dia es la de
no poder dar un paso sin tropezar con una ley.
Hay en mi concepto una prohibición por la ley de dotación del
clero del año de 1838 , que quisiera tener á la vista sí fuera posible.
{El orador lee.) Hade ser otra anterior, i la cual se refiere esta. De
todos modos , en el supuesto que los obispos no están expeditos para
la provisión de los curatos, porque según me ha dicho el Sr. Lan-
dero está mandado que soliciten los ordinarios los curatos que deban
proveerse, creo que estamos en la necesidad de la ley; y esto es
tanto mas necesario, cuanto son mas urgentes los sucesos que lo moti
van. Esta es una ley urgentísima, una de las leyes imperiosas en que
no podemos detenernos sin tropezar con dificultades.
Respecto i que todo está previsto, yo tiemblo de la expresión. En
el proyecto está puesto cautelosamente que secularizados ó exclaus
trados , y hay tanta diferencia de uno á otro, como en el hijo que
hace una eosa contraria al mandato de su padre y en aquel que desde
luego le obedece. Los secularizados y los exclaustrados se confunden
malamente ; los primeros segun las leyes canónicas , están habilita»
dos por Su Santidad; en esos no hay inconveniente porque tienen una
habilitación; pero los exclaustrados que no han obtenido la seculari
zación por el medio canónico están en muy diferente caso , y de con
siguiente esto no está previsto.
Respecto á la forma se dice: "en la forma' ordinaria," porque
tiemblo la dificultad que se pueda oponer á aquel proyecto que vale
como dos. Los exclaustrados ó los secularizados son los que cobran la
pensión, porque residen en el obispado, y con esto los obispos sabrán
quiénes son y no habrá necesidad de cuentos ni de que se sepan las
observaciones de vicisitudes.
Asi creo que este proyecto está en su lugar y que debe aprobarse.
El Sr. LADRON DE GUEVARA: Es una posición demasiado
triste la de un párroco que se levanta por primera vez en este sitio
para hablar en contra del proyecto presentado sobre la pronta pro
visión de curatos.
Convengo, señores, en esta necesidad; pero de ninguna manera
puedo convenir en la oportunidad. Se está tratando del arreglo
del clero, y este arreglo debe principiar por el personal , porque
en vano se tratará de organizar la iglesia española si no se pro
cura pensar muy despacio en las circunstancias, cualidades y dispo
siciones de los ministros que la han de componer.
Es imposible, señores, proceder al arreglo de los curatos, ó nias
bien, será mucho mas difícil proveer al arreglo de los curatos, si an
tes de este arreglo y de la división territorial se proveyesen todas
las vacantes, que es cuando menos una tercera parte. Pues qué ¿no
será mejor que continúen las vacantes servidas por los ecónomos, y
que distribuido el reino en parroquias entren á servirlas los que para
ellas fueren designados? Supongamos que se aprueba este proyecto
y con él la pronta provisión de curatos.
A esto tiene que seguirse de necesidad el arreglo de las parro
quias, y en este arreglo se distribuyen los curatos que ahora se pro
vean: ¿no resultará deaqui un disgusto, un tedio en los provistos y
de consiguiente una aberración en la nueva ley?
Yo procuraria siempre considerar las cosas como son en sí, y no
como deben de ser, porque las cosas no suceden sino segun los senti
mientos de nuestro corazón; y ¡ojalá! que cediera á la observancia de
las leyes, y mas las religiosas; pero no es asi, y nuestras pasiones
triunfan generalmente de las lejes.
Hay mas: ¿quién ha de proveer estos curatos, y á quién? Esto
agrava mi posición. Yo no puedo levantar la voz contra el clero sin
agravarme á mi mismo; pero al mismo tiempo no puedo desconocer
la opinión que reina entre nosotros, las inclinaciones de algunos que
han de proponer. De consiguiente, ¿cuál será el resultado? Yo me
estremezco, y no me atrevo á descubrir los sentimientos de mi corazón.
Es menester que los eclesiásticos, á mas de las virtudes religiosas
é instrucción, tengan un amor constante á las nuevas instituciones;
porque si no le tienen, es imposible que prediquen este amor, y le
prediquen á sus feligreses. ¿Y qué deberá esperarse si al hacer la
provisión se comete lo esencial á hombres conocidos por su desafec
ción á las leyes constitucionales?
Yo creo, señores, que en la reforma general del clero, y al me
nos en ella abundan todos los proyectos presentados, debe tenerse
presente la autoridad que debe darse al Gobierno en el nombramien
to de los curas, porque estos, si sigue como hasta aqui la disposi
ción de los diocesanos, seguirán constantemente su opinión , y en
obsequio de ellos, si es necesario, harán una oposición al Gobierno.
Asi que, es menester mucho tacto para proveer ahora las vacantes; y
por estas razones, y otras que me reservo para cuando se entre de
lleno en esta cuestión , quisiera que no se admitiera el proyecto en
manera alguna.
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ : Sin duda el señor preopinan
te no ha entendido la cuestión bajo el concepto en que se está tra
tando, y eso es muy fácil, porque á mí me sucede uo teniendo el
papel en la mano.
Ha entendido S. S. que se trataba de la provisiun de todos los cu
ratos vacantes. Yo he huido de eso; no señor: no te trata mas que
de lot pueblos de 100 vecinos<y de aquellos que, sea el que quiera el
arreglo del clero, han de quedar asi. De consiguiente S. S. y yo esta
mos en el mismo pensamiento; no hay oposición.
Pasó S. S. á las personas, y no creía oportuno que hoy se trate de
eso, porque es necesario hacer calificaciones de personas, calificaciones
siempre odiosas, porque hay antecedentes que á algunos no les favore
cen mucho; pero cuando yo digo "por tu ciencia , discreción y tino
particular adquirido en la larga experiencia desu ministerio pastoral,"
todos estos son buenos, porque llevan la garantía desu experiencia,
entendimiento y corazón'; estos nunca claudican ; la inmoralidad
?ue desgraciadamente ha cundido por todas las clases no se corrige
ácilmeote por hombres comunes; es necesario hombres particulares,
hombres que abunden en discreción , en prudencia y amor á las ins
tituciones actuales , porque el que ama estas ama también el trabajo
da corazón ; el que no las quiere no busca mas que la destrucción,
la inquietud pública , los disturbios entre sus feligreses ; en fin,
quiere lo que no puede hacerle honor en ningún caso, ni acarrearle
mas que el odio de todas las personas sensatas.
Los párrocos, pues , de másanos, de conducta mas acreditada
son los que han de tener la preferencia; y con estos no hay ese cui
dado, porque son hombres que saben desempeñar su ministerio, que
no consiste solo en enseñar la doctrina, sino en hacer aplicación de
ella á la moral, y de la moral á la política, resultando que entonces
todos los sistemas son mas consecuentes y ordenados.
El Sr. LADRON DE GUEVARA : En dos puntosdice el Sr. Se
nador que ha usado de la palabra que no puede estar conforme: á
saber, en que yo he confundido los párrocos de pueblos de 100 veci
nos con los demás, no debiendo comprender sino los primeros, que
et á los que se limita el proyecto. A esto digo, que aunque es ver
dad que al usar esa palabra mi imaginación comprende todos los cu
ratos , sin embargo queda la misma dificultad, porque son muchos
los curatos de 100 vecinos, y pudiera venirse á parar á otra cuestión.
Yo convengo con S- S. en que teniendo todas esas cualidades nada hay
que temer, cuando estén dotados de doctrina, virtudes y civismo;
pero, pregunto yo: ¿quién es el que ha de calificar á esos párrocos?
He aqui mi grande duda : si es el Gobierno, por si solo desapare
cerá mi inquietud; pero si no es el Gobierno, sino otra persona de
quien tenemos motivo para sospechar, me parece que no se está en
el mismo caso.
El Sr. CANEJA: Me ha movido á tomar la palabra la impug
nación que he oido hacer al Sr. Ondovilla, y las que después han pre
sentado los dos respetables eclesiásticos que han profundizado mucho
tan delicada materia. Yo me guardaré muy bien de entrar en alusic
nes desfavorables como se han hecho á una clase respetable del Estado;
me guardaré muy bien de entrar tampoco en la explicación de los
derechos que les concede su misma institución divina, los cánones y
leyes del reino; me guardaré de tratar del arreglo del clero bajo las
ideas que, aunque muy ligeramente, se han indicado, y contestaré
solo al Sr. Ondovilla.
Ha dicho S. S. que no era necesaria la proposición para nada,
porque existen las leyes de la Recopilación , porque al cabo el Rey
de España es el patrono de la mayor parte de las iglesias de España.
EL modo como se han propuesto los curatos hasta ahora conforme á
li s cánones y concordatos lo sabe todo el mundo : en los cuatro me
ses que se llaman ordinarios lá provisión corresponde á los obispos,
estos hacen la calificación, y á ellos les toca examinar la conducta y
méritos de aquel á quien hayan de investir ; y durante los ocho me
ses apostólicos los obispos son los que hacen las propuestas en terna y
los que califican el mérito, aptitud y moralidad de las personas,
quedando á la Corona el derecho de elegir uno entre tres, que casi
siempre ha sido el primero. Las leyes, pues, reconocen en los obis
pos el derecho de nombrar en su caso , y de proponer y calificar en
otro ; y si estas leyes, como ha supuesto el Sr. Ondovilla , estuvie
sen en su completa observancia, yo diria como S. S. que la proposi
ción era inútil y aun perjudicial , porque la proposición supone desde
luego que restringe las facultades concedidas por las leyes y los cá
nones ; pero el Senado y el Sr. Ondovilla deben tener presente que
esas leyes se encuentran hace cinco años con un obstáculo insu
perable.
En el mes de Octubre (con fecha 6 me parece) de 1855 se ex-
Eidió por el Ministerio de Gracia y Justicia un Real decreto prohi-
iendo la provisión de los curatos que vacasen hasta que se verificase
el arreglo del clero, prohibición en que iba comprendido, ó á lo
menos quedaba suspenso, el derecho de los ordinarios de la Corona y
de los patronos particulares, que los hay también. En el mismo dia 6
de Octubre de 1836 se expidió otro decreto reencargando la observan
cia del anterior.

Yo prescindo ahora de la cuestión de si por un «imple Real de-
creto que dé el Gobierno en un sistema representativo como tenia-
írios entonces y tenemos ahora, sin la cooperación de las Cortes, puede
adoptarse una medida que yo considero como legislativa, y mucho
mas cuando se atacaban derechos de propiedad ; prescindo de esto:
lo cierto es qtíe ese Real decreto ha sido observado en la nación por
los M. RR. arzobispos y RR. obispos, y por todos aquellos que han
tenido que dar dimisorias para órdenes. En el año de 833, que es el
caso que lia citado el Sr. Fernandez, se conocieron ya lus males que
resultaban de la multitud de vacantes que habia que se bailaban ser
vidas por ecónomos 6 mercenarios, como ha dicho muy bien S. S., y
entonces se dijo que se aprobase en esa parle el proyecto que babia
presentado el Gobierno,, que era el arl. 5í del reglamento que se esta
bleció con este objeto. ¿ Pero en este arl. 5'.' qué es lo que se dice ?
Que quedan autorizados los obispos para citar á concurso de curatos
cuando haya una conocida necesidad, obteniendo antes el consenti
miento del Gobierno. Ya que el Sr. Ondovilla ha citado al señor
obispo de Astorga, el mismo señor obispo pueda decir si antes de ve
rificarse ese concurso tuvo ó no que obtener el competente permiso
del Gobierno: luego no pueJen absolutamente convocar el concurso
si no tienen la facultad del Gobierno; y como habian sido suprimi
dos los conventos, y se hallaban multitud de individuos exclaustra
dos, cuya situación era bien deplorable, porque ni podían recibir la
órden del presbiterado, ni volver al siglo, se dispuso que estos indi
viduo-, pudiesen ser ordenados, haciendo oposición ú los concursos y
mereciendo aprobación.
Pero lodavia debo recordar otra circunstancia por la cual se pre
senta otro inconveniente que podia removerse por la proposición del
Sr. Fernandez : precisamente con fecha 17 de Abril de este año se ha
expedido otro decreto por el Ministerio de Gracia y Justicia recor
dando y encargando el cumplimiento y la estricta observancia de los
decretos de Octubre de 35 y Octubre de 38. Me parece que está en la
Gaceta de 19 de Abril.
Este decreto hasta cierto punto parece que prescinde de lo man
dado en 838; porque en el hecho de mandar que se guarde lo man
dado en 838, parece que se prescinde de lo mandado en 858. No será
asi ; pero al cabo, los ordinarios eclesiásticos se encuentran con esta
dificultad, que la hallarán mayor si se acuerdan que por aquel mis
mo decreto fue extrañado un eclesiástico por haber concedido dimiso»
rías para órdenes , y ademas también fueron extrañados otros dos por
la misma causa : no" digo si fueron bien ó mal extrañados; en esa
cuestión no me meto ahora. Yo quiero que me diga el Sr. Ondo
villa si citan en práctica las leyes' recopiladas. No tengo mas que
decir.
El Sr. ONDOVILLA: No tengo las 'citas tan puntuales como el
señor preopinante. Pero he dicho que habia una resolución de 838
que dejaba abierta la pnerta para que los obispos pudieran llamar á
concurso, previo el permiso del Gobierno, debiendo este excitar el
celo de los obispos para dicho objeto. Este es mi argumento.
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ: Tenicudo una ley terminan
tísima como las que se han citado, solo puede dejar de tener efecto
por otras leyes; nunca mas opurtuno este proyecto que en el dia.
El Sr. ONDOVILLA : Ninguna de las citas que ha hecho el se
ñor Caneja es ley mas que la de 838; las otras eran Reales órdenes,
entonces útiles. De suerte que la ley de que se trata no ha sido des
hecha; está existente. Si se dice que está reformada por esos decretos,
esos decretos están revocados por la ley de 838, hecha por los Cuer
pos colegisladores , y sancionada por la Corona, y está en coin-
pleta acordancia con las leyes recopiladas."
No habiendo ningpn Sr. Senador que tuviese pedida la palabra,
se preguntó si se tomaba en consideración , y se acordó afirma t trá
mente por 30 vetos contra 27.
Igualmente se dió cuenta de que las secciones 1?, 2?, 3i decla
raban útil y oportuna la proposición de ley sobre pago de pensiones
á las comunidades religiosas con los fondos de Amortización.
Leida la expresada proposición (véase el Diario núm. 26, sesión
de 1? del corriente), dijo en su apoyo
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ : Esta cuestión también ne
cesita aclararse para qne no haya confusión. En esa proposición se
dice que en el dia el establecimiento de Amortización está percibien
do varias rentas y censos y prestaciones que pertenecieron á las
monjas, cobradas "puntualmente , no solo las corrientes, sino que está
cobrando los atrasos; de manera que lo que no pudieron cobrar las
comunidades, todo lo cobra el establecimiento de Amortización.
A las religiosas seles designó por el Tesoro sus pensiones, y el Te
soro no ha podido satisfacer esta sagrada obligación. ¿Qué cosa mas
justa que de las prestaciones y censos que tienen los bienes que fue
ron de las monjas, y que puntualmente cobra la Amortización, se
les satisfagan basta la parte que alcance á estas religiosas mientras
el Tesoro no pueda pagarlas sus pensiones? Yo tengo mucha lástima
á todo hombre preso, porque el que está libre puede buscar los me
dios de sustentarse; pero unas señoras encerradas á cal y canto, puede
decirse, que no tienen que comer, ¿de qué medio han de valéis??
No hay un español, siquiera uno, qne consienta tranquilamente
que las monjas estén sufriendo lo que sufren. Todos deseamos que sal
gan del lastimoso estado en que se hallan; pero falla una mano rué
realice estos deseos, y mientras esto se verifica , págueseles al menos
hasta donde alcance de las rentis y censos de los que fueron bienes
S.—TOMO I.
175
j de sus conventos , mientras que tiempos mas bonancibles hagan que
' se les paguen las pensiones que se les ofrecieron y que por consi
guiente se les deben.
El Sr. SURRA Y RULL , Ministro de Hacienda : Señores # el ob
jeto á que parece se refiere la presente proposición es nuevo para el
Gobierno, porque yo no venia preparado para eso : sin embargo , el
discurso que se acaba de pronunciar no permite que el.Gobiemo per
manezca en silencio y que deje de manifestar ante el Senado las con
sideraciones que se le ofrecen respecto afl objeto á que se refiere el
proyecto.
Por lo que he oid'o al señor preopinante parece que el objeto que
se propone es que las atenciones que pesan en el dia sobre el Tesoro
para el pago de las pensiones asignadas á las religiosas sean pagadas
de los fondos de Amortización hasta donde alcancen. S. S. no ha te
nido presente la ley de 16 de Julio, y esta contesta de un modo ter
minante y claro á cuantas observaciones ocurran sobre el particular.
Los bienes de que se ha hecho cargo la nación son de dos clases: hay
unos que dependen de predios rústicos y urbanos, afectos á los acree
dores del Estado , y cuyos rendimientos pasan A Amortización ; y
hay otros, dimanados de prestaciones, de censos y de otros objetos1
que antes poseian estas comunidades religiosas, que dejaron de existir
por una ley. El Gobierno seguramente que nunca hubiera invadido
estos fondos, y hubiera respetado el objeto que les da la ley , que es
la extinción de la deuda publica, una de las principales obligaciones
que debemos cubrir si se quiere entrar en la carrera de la prosperi
dad nacional , íntima mente enlazada con esta obligación sagrada. De
este luminoso principio se deduce que las Cortes al tiempo de decre
tar la supresión de las comunidades religiosas quisieron atenderlas,
y asi fue que consignaron sobre el Tesoro , como carga sagrada, esas
atenciones.
Si no ha pedido pagarlas con los fundes procedentes de las contri
buciones ordinarias y extraordinarias , culpa será de las circunstan
cias en que la nación se ha hallado por efecto de una guerra atroz y
espantosa, en que se han invertido todos los productos de la nación.
Pero las mismas leyes que consignaron estos productos al pago de la
deuda pública y de los acreedores del Estado los separaron de estos
objetos por efecto de las circunstancias y de la terrible é imperiosa
ley de la necesidad; hizo que sedesatendieran, ño solo estas obligacio
nes sagradas, si que también otras dignas de la mas especial atención de
los Cuerpos colegisladores y del Gobierno. Yo no haré aquí una pin
tura patética de lo mucho que han sufrido las demás clases del Esta
do ; yo podria invocar los derechos de los vitalicios , acaso la obliga
ción mas preferente del Estado, y que se han pasado muchos añas
sin darles sus réditos. Pues estos clamores, no desconocidos para el
Gobierno , y para acallar los cuales hace todo cuanto está de su par
te , pesan sobre él y están por atender. Pero no consiste lodo en el
buen deseo ; es menester que haya posibilidad , considerando el esta
do de la nación , el detrimento de sus rentas , y tendiendo la vista á
la distribución de estos fondos para otros objetos, comparar si aque
llo ha sido mas ó menos atendible. Yo he nombrado antes la ley de
16 de Julio, y con toda intención ; porque la ley vigente indica la
aplicación que debe hacerse de ciertos fondos.
En ella se establece que los censos y demás objetos de cargas cris
tianas se destinen al sustento del culto y clero. ¿Cómo es posible que
el Gobierno se olvide de esto? ¿Cómo es posible que se separe del es
píritu de la ley? El decreto de 21 de Enero sobre la redención de
esos censos ha hallado un obstáculo en dicha ley, y miles de expe
dientes de personas que deseaban la redención de aquellas cargas; ha
encontrado esta dificultad legal , y algunas hay de consideración,
que en su dia vendrán aqui para que el Senado vea qué partido deba
toma rse.
Esta atención pesa sobre el Gobierno, y no solo esa, sino tam
bién la de todas las clases, que se hallan enteramente desatendidas. Ya
he dicho que no es cosa que se puede remediar en el momento: el des
nivel , las atenciones de la guerra, otras cansas, en fin, nos han
puesto en este estado lamentable ; si bien el Gobierno desea satis
facer á todas las clases, lo hará solo en lo posible. Diré mas: no está
en las facultades del Gobierno el distraer estos fondos; porque la doc
trina de pasar á una renta especial sobre fondos también especiales
no se aviene con el principio sancionado por el Gobierno de centra
lización general, á la cual deben quedar todos sujetos, cualquiera que
sea su clase.
Con estos productos señalados al acerbo coman podra'n ser todas
las clases atendidas ; pero crear especiales y determinados fondos á
especiales y determinados objetos, no está en los bueuos principios de
administración.
Por lo tanto, tocando el inconveniente de la ley de 16 de Julio,
y en vista de las demás observaciones que be sometido á la delibera
ción del Seuado , me parece que esto será suficiente motivo para no
lomaren consideración la proposición deque se trata.
El Sr. SEOANE: Señores , yo lamento mucho la situación en que
se hallan las monjas, á pesar de que esta situación está exageradí
sima, y de ella se ha hecho un arma de partido. Empiezo por decir
que si no son inexactos los datos que sobre la materia be tomado,
resulla que el Estado no ha quitado bienes á una sétima parte de las
; monjas ó conventos existentes , porque no los tenian. El Estado lo
¡ t¡ue ha hecho ha sido regalarles gratuitamente una pensión á esta
I clase de conventos que no tenian propiedad, y que si no me han en
\ '51
 176
ganado, como he dicho,son las seis sétimas partes. ¿Cómo se mante
nían estos conventos en otro tiempo? Se mantenían con el fruto de la
labor de mano de las monjas y con la caridad pública. La aptitud
de adquirir el sustento por el primer medio no creo que la bajan
perdido; la caridad pública, en lugar de haberse enfriado, veo al con
trario, en una gran parte de las capitales de España asociaciones que
forman sus cuestaciones en favor de las religiosas. Pero el Gobier
no lo ofreció por una ley, despojó á una parte mínima de su pro-
piedad , j la pensión ofrecida debe satisfacerse, pero según la posi
bilidad.
Se ha clamado mucho sobre la situación de las monjas, y yo he
tenido un cuidado especial en examinar este punto, é invito al Go
bierno á que haga la publicación de los socorros ó mensualidades
que lia recibido esta clase desde que se dio la ley. He tenido curiosi
dad de examinar en diferentes provincias el estado en que se hallaban
los pagos de las religiosas , y he encontrado un desnivel inmenso en
tre estos pagos y los que recibían las viudas de los que han quedado
tendidos en el campo; hombres, señores, que pusieron su capital para
que el Estado les diera sus réditos, pues es bien sabido que á la
clase militar se la descuenta de sus sueldos para que aglomerados es
tos descuentos d la masa común , las viudas tengan aquellos auxilios
que necesitan y que se les deben de justicia, pues no es una do
nación.
He examinado provincias, en las cuales, y cito la de Alicante
primera que examiné, en seis meses habían recibido las religiosas
cinco mensualidades , y hecho el análisis de los conventos de religio
sas que existían en esta provincia , resultaba que de ocho uno había
perdido propiedades, porque el Gobierno las había ocupado; y, se
ñores , los otros siete reciben una limosna gratuita , porque el Go
bierno , no habiéndoles tomado propiedad , porque carecían de ella,
les regala la pensión. Ellas al tiempo de profesar hicieron voto de
trabajar para vivir , ó de valerse de la caridad pública. He querido
hacer esta manifestación , porque hace mucho tiempo que se hace
arma de partido la situación de las religiosas ; situación que , exa
gerada , y en este mismo sitio , ha llamado la atención de todas las
personas sensibles, y la mía muy particularmente, en razón á que
se veía que estas infelices muge res , que por errores del siglo , por
■educción , y algunas quizá por vocación , porque habían sacrílicado
su libertad se habían hecho inútiles á la sociedad y á los deberes que
esta impone ; pero el resultado era que habían contraído estos Votos,
estaban encerradas, y sí bien la ley les permitía salir de los claus
tros, no lo permitía el estado de la opinión, mucho menos cuando
habiendo perdido las gracias de la juventud desconfiaban de mejorar
su suerte, que al paso que las viudas del ejército á quienes, señores,
no seda nada gratuito , al mismo tiempo que á las seis sétimas par
tes de las monjas se las ha hecho un regalo por el decreto en que se
las quitaron los bienes , se ha dado una paga á aquellas en seis meses
y á las monjas cinco. ' entonces estará en su derecho reclamar para que sean igualmente
Por otra parte: es un clamor general que ya ha cundido por
todos los ángulos de España de que no haya mas que un bolsillo y
una mano que lo distribuya; y yo ofendería la ilustración del Se
nado si me parase en enumerar los razones graves que hacen nece
sario este método. Para mi lo es tanto, que creo no habrá órden
ínterin no se lleve á cabo el que cuanto contribuya la nación para
los gastos del Estado venga a una mano y que aquella lo distribu
ya. Es preciso que quitemos esas bolsas particulares, de las cuales
ai no resultan otros males, resulta una desigualdad chocante ó in
justa en la atención de las cargas del Estado.
Esta es la principal razón por qué no he votado la proposición
del Sr. Campuzano ni voto la presente, porque yo deseo que los
Cuerpos colegisladores no pongan obstáculos de ningún género á la
realización exacta precisa, délas operaciones que se están ejecu tan-
do para la centralización de fondos.
Tanto por esto, como por lo que he dicho antes, me opongo y
deseo que no se tome en consideración.
El Sr. CARRASCO : Señores, si yo no conociera el carácter del
Sr. Ministro de Hacienda, al oír su discurso diría que lo dicho en él
era la burla mas completa que podía hacerse de una nación.
Para probar que no podía tomarse en consideración la proposi
ción del Sr. Fernandez, dijo que los fondos que S. S. pedía que se
aplicasen al pago de las pensiones, de las religiosas, que aun están en
sus conventos , se hallaban destinados ya á dos objetos , uno al pago
de intereses de la deuda del Estado, y otro, por una ley que ha cita
do S. S., i la manutención del clero y sostenimiento del culto ; y yo
pregunto á S. S. : si estos fondos están destinados al pago de los in
tereses de la deuda , ¿ cómo es que hace cuatro años que los acreedo
res del Estado no perciben bada ? Si están destinados á la manuten
ción del culto y sostenimiento del clero, ¿cómo es que hoy el clero se
llalla absndonado, y en muchas partes sostenido el culto por la cari
dad de los fieles estando para cerrarse los templos ? Es claro que ni
los productos de los censos ni los de los bienes se aplican al culto y
clero y menos J los acreedores del Estado,
Yo bien sé que proponiéndose el Gobierno establecer el sistema
de centralización , del que he sido ha muchos años acérrimo partida
rio, y considerándole como la primera base para regularizar nuestra
administración, no se puede admitir la proposición del Sr. Fernan
dez ; y así yo no la daré ini roto. Sin embargo, creo que esta discu
sión tío será perdida en favor de las infelices religiosas, si el Sr. Mi
nistro de Hacienda se conformase cou una indicación que me permi
tirá S. S. hacerle.
En el sistema de centralización hay ciertos pagos á que se da mas
ó menos preferencia. S. S. sabe que en las distribuciones mensuales
verificadas por el Ministerio anterior al de que forma parte S. S.
se han hecho diferentes clasificaciones y considerado unas atenciones
preferibles á otras; pues bien, en las atenciones preferentes ¿por
qué no puede señalarse merisualmente una cantidad, aunque pequeña ,
para que no perezcan de hambre estas infelices mugeres que no tie
nen ni pueden procurarse otros medios para alimentarse?
La medida que se tomó para quitar los bienes á las religiosas sin
proveer al propio tiempo á su segura subsistencia fue en mi opi
nión , como dije há mucho tiempo , la obra de iniquidad mayor que
puede presentarnos la historia ; porque , señores , los bienes que po
seían , no una sétima parte de los conventos, como equivocadamente
ha dicho el Sr. Seoane , sino gran número de ellos (pues eran poquí-
simos los que solo se mantenían de limosna y del trabajo dé las reli
giosas) , estos bienes que se aplicaron al crédito público fueron ad
quiridos por los conventos, ya por donaciones, ya por dotes que lle
vaban muchas religiosas, y ya.por otras circunstancias semejantes. ¿No
es, pues, una crueldad, señores, arrancar estos bienes á estas infeli
ces y dejarlas abandonadas en un encierro sin pagarles las miserables
pensiones que tan pomposamente se les ofrecieron ?
Es verdad que todas las demás clases del Estado que dependen del
Tesoro públ ico se encuentran hoy en gande abandono : yo sé que las
hay que en el año anterior solo percibieron dos mesadas; y que
hay otras también que á pesar de la justicia con que se dice ha
berse hecho las distribuciones desde Noviembre último, únicamente
han cobrado dos tercios de dos mesadas. Pero si bien esto es muy do
loroso , no debemos desconocer que los individuos que pertenecen á
estas clases se encuentran en libertad, y pueden procurarse algún me
dio de vivir, lo cual no sucede á las infelices monjas, que encerradas
en su claustro no tienen mas recurso que perecer.
Por ló tanto rogaré al Sr. Ministro que en las obligaciones
preferentes de las distribuciones mensuales se señale una cantidad,
aunque sea corta, para el alivio de aquellas desgraciadas.
tlSr. SURRA Y RULL , Ministro de Hacienda: En primer
lugar debo manifestar que agradezco muchísimo al Sr. Secretario
que acaba de emitir su opinión el consejo que ha tenido la bondad
de darme. En efecto, el consejo no altera mis principios, porque el
decir que en las distribuciones se marque contó un objeto prefe
rente la dotación de monjas , no es mas que indicar al Gobierno
lo que debe hacer en la parte reglamentaria de la aplicación de
la ley. ^
Yo me he opuesto á la proposición , porque desde luego se opo
ne al plan de centralización: cuando este se complete; cuando el
Gobierno haya dado lodos los medios para que esta sea una verdad,
atendidas con regularidad, justicia é imparcialidad todas las clases
dependientes del Tesoro. .
Voy á contestar á dos reflexiones hechas por el Sr. Carrasco, por
que no puedo menos de hacerlo asi : pasaré en silencio todo lo que se
refiera en la ley sobre la supresión de comunidades religiosas; este
para mi es un hecho consumado % es una ley votada por los Cuerpos
colegisladores, y no admite discusión.
S. S. desea que yo conteste ó le diga la razón por qué no se han
aplicado á los acreedores del Estado, y al sostenimiento del culto y
manutención del clero, las dos divisiones indicadas respecto de los
productos pertenecientes á la Amortización; pero S. S., que deseaba sa
ber esto, se halla contestado con sus propias palabras, reconociendo
que, el estado en que nos constituyen los apuros del Erario ha sida
causa de desatender muchas atenciones precisas. Esto ha dicho S. S.
¿Y cómo era posible que yo dudara ni un solo momento de su buena
fé? Con mi carácter uo podria hacerlo jamás, ni aun siquiera sos
pecharlo, porque si el Gobierno hubiera tenido medios para atender
á estas necesidades, y las hubiera descuidado, justo era que cual
quiera Sr. Senador le hiciese un cargo, y un cargo grave; pero no ha
tenido estos medios, y en cambio ha debido atender á una guerra
que le apremiaba por todas parles, sin mas recurso que el de acudir
á ella con todos los medios que podia adquirir, desatendiendo obli
gaciones, que soy el primero en reconocer sagradas, y que baria
cuanto en mi mano estuviera por atenderlas, dando un consuelo á
tantas desgracias, consuelo de realidad , no de palabra (muestras dt
aprobación.')
Me falta hacer una observación para que no se extravíe la opi
nión respecto de otra que yo emití sobre censos , para lo cual es ne
cesario no olvidar un solo momento que la ley de 1810 no podia te
ner aplicación sino hasta este año para el sostenimiento del culto y
manutención del clero; y es, señores, de advertir que casi todos los
censos y demás objetos tienen cargas piadosas , sobre lo cual llamo la
atenctop , pues habrá poquísimos que no tengan afecta alguna, y te
niendo que hacer minuciosas investigaciones para deslindar su perte
nencia, se han instruido expedientes voluminosísimos y llenos de di
ficultades , que hacen que no pueda tener toda aquella aplicación y
toda aquella instrucción necesaria. Este es uno de los motivos que
han ocasionado mas dificultades para poder cumplir la ley tal como
había sido votada por las Córtes.
Con esto queda probado que estos productos estaban asignados á

una obligación determinada por ana lej, y que no está en las faculta
des del Gobierno el destruirla , y mucho menos el hacer una excep
ción como se indica en esta proposición.
Si la centralización liene lugar en su dia , esté seguro el Senado
que se tendrá en consideración el objeto de la proposición , y que el
Gobierno no dejará desatendidas tan sagradas obligaciones ( señales
de aprobación )."
No habiendo quien tuviera la palabra en contra , el Senado no
toma en consideración la proposición.
También se anunció que las secciones primera, segunda , cuarta
j quinta habían calificado de útil y oportuna la proposición de ley
sobre erección de un monumento en los campos de Vergara, habien
do decidido la tercera que no es útil ni oportuna.
Leida por segunda vez dicha proposición (véate el Diario núme
ro 20 , sesión de i", del corriente') , la apoyó como su autor
El Sr. duque de ZARAGOZA : Señores, estoy persuadido de que
el proyecto de ley que acaba de leerse, y que he tenido el honor de
presentar á la aprobación del Senado, no necesita de apoyo, porque
son á todas luces justas y convenientes las razones en que se funda, y
seria hacer una ofensa á los Sres. Senadores tratar de expresarlas en
esta ocasión.
No me ocuparé yo en defenderle, porque nadie puede oponerse á
una cosa en que todos han estado siempre conformes. Digo esto, por-
que presentado eu las dos últimas legislaturas el proyecto de que
ahora se trata, en ambas fue tomado en consideración sin la menor
dificultad. ¿ Y cómo podria haber sucedido otra cosa? ¿Cómo podrá
nadie oponerse á que se edifique un monumento para eternizar la
memoria de un hecho que quizás no volverá á tener lugar en muchos
siglos? Divididos los españoles en una cuestión propia, en una cues
tión en que por un lado se defendía la causa de la razón y de la jus
ticia , cuando llevados del engaño defendían los otros la causa de la
esclavitud y de la barbarie, tuvo lugar una guerra en que por espa
cio de siete años corrieron raudales de sangre preciosa, difundiéndose
el luto y el llanto por todos lo» ángulos de la monarquía. ¡Todos
eran españoles; hermanos eran todos! Y no podía menos de suceder,
que al cabo de tantas desgracias los alucinados confesaran sussrror,
y triunfara por completo la causa de la razón y de Ja justicia.
Asi sucedió, señores: Vevgara fue testigo dy ello, y sus campos
presentaron al mundo entero el magnifico cuadro en que se estrecha
ban cordialmente , en que formaban fuertes lazos para no romperse
jamás , los que en otra ocasión abatieran el orgullo del conquistador
de medio muidlo; ¿y este dia de gloria, y este dia de concordia y de
fraternidad no merecería un recuerdo á la posteridad? Ofensa seria
para este respetable Cuerpo el pensar un momento lo contrario. He
dicho.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Santos): He pedido la palabra en
contra de la proposición que ha hecho el Sr. duque de Zaragoza , no
porque los sentimientos que le lian animado á hacerla sean contrarios
á los mió», sino porque no la considero necesaria.
Tratándose de perpelirar un acontecimiento de tanta honra , glo
ria y ventura para la nación , mis deseos son enteramente conformes
coa los de S. S. ; pero tengo presente la imposibilidad que hay de
hacerlo , porque de nada sirve que decidamos la erección de ese mo
numento si no hay arbitrios para edificarle.
Por otra parte, considero inútil este proyecto porque ya fe está
haciendo ese monumento á costa de los habitantes del país , monu
mento que en mi concepto es suficiente por ahora , y que cuando las
circunstancias lo permitan se hará tan grandioso como de suyo me
rece un hecho tan señalado.
El Sr. duque de ZARAGOZA : Dice el Sr. San Miguel que ya
se está edificando ese monumento. En ese caso me basta la gloria de
haberlo propuesto.
Pero debo decir, sin embargo, que en mi proyecto no decía yo
que se hiciese inmediatamente; proponía solamente que se llevase á
cabo cuando las circunstancias de la nación lo permitiesen."
Preguntado si se tomaba en consideración este proyecto, se acor
dó por la negativa.
Igualmente se dió cuenta de que las secciones primera , segunda,
tercera , cuarta y quinta habían calificado de útil y oportuna la pro
posición relativa á la reforma del reglamento.
Se leyó por segunda vez la referida proposición {véase el Diario
núm. 27, sesión del dia 7 del corriente)) y como uno de sus auto-
Tes , la apoyó
El Sr. CAPAZ: No creo que haya necesidad de decir nada para
apoyar esta proposición, puesto que las secciones la han juzgado útil
y oportuna , y que no es mas qua la reproducción de una proposi
ción que en la legislatura pasada fue aprobada por el Senado, y no
se llevó á efecto por la suspensión de las sesiones."
Preguntado si se tomaba en consideración esta proposición, se
acordó por la afirmativa.
Dióse cuenta de que las secciones primera, segunda , tercera y
quinta habían considerado útil y oportuna la proposición concernien
te á la presentación del Gobierno con los documentos de la consulla
óTe los médicos de Cámara y otros sobre los baños propuestos á S. M.
la Reina doña Isabel II como necesarios'á su salud , y que la ouarta
no la calificaba de útil ni oportuna.
Se leyó la proposición (véase el Diario núm. 27, sesión del dia 1
de Junio'), y en su apoyo dijo
177
EISr. CARRASCO: He pedido la palabra, señores, para apoyar
la proposición que acaba de leerse , no porque sea de aquellas que
necesitan el apoyo de un discurso, sino porque tal es entre nosotros
la regla y la costumbre. Por esta razón seré breve, muy breve; re-,
servándome empero hablar mas extensamente si se me permite en
el curso de la discusión.
Señores, si para algo sirve la publicidad, y sobre todo la publi
cidad de la tribuna, es para desvanecer aquellos rumores vagos ó
calumniosos que circulan en la sociedad, y que no pocas veces me
noscaban el crédito y aun la honra de los que gobiernan. El que
fundándose en estos rumores provoca una explioacion por pirte de
los Ministros, en vez de ataoarlos los sirve, porque los pone en el
caso de dirigir su voz al pais, y de hacerle juez de su conducta. Tal
ba sido mi objeto; tal ha sido mi propósito al hacer la proposición
que' be tenido la honra de someter á la deliberaoion del Senado , y
que apoyo en este momento.
Soy adversario político del Ministerio , señores, lo declaro tan
explícita y francamente como acostumbro; pero también declaro que
al presentar esta proposición no fue mi ánimo haeeFalarde de mi
hostilidad. Por desgracia nos ocuparán demasiadas cuestiones en que
podré y tendré necesidad de verificarlo.
En periódicos de diferentes colores , en no pocos círculos políti
cos, y en fin en toda la capital, se está hablando hace dias con va
riedad acerca del estado de la salud de S. M. la Reina Doña Isabel II,
y con mas variedad todavía acerca de la opinión de los médicos so
bre los baños que mas convienen á S. M., y acerca también de la con
ducta que el Gobierno ha tenido en este tan grave y trascendental
asunto.
Personas que parecen hallarse bien informadas refieren la histo
ria de e3te negocio con corta diferencia en los términos siguientes:
En el verano de 13-10 S. M. la Reina tomó los baños y aguas de
Caldas en Barcelona, y mejoró con ellos notablemente su importan
te salud; pero los médicos de Cámara manifestaron entonces que para
que S. M. consiguiese un completo alivio era necesario que conti
nuara usando de las mismas aguas y baños en los años sucesivos.
Recordando esta indicación la augusta Madre y Tulora delsabel II,
que en medio de sus desgracias, y en su temporal ausencia no sepa
ra un solo instante su memoria de las prendas mas amadas de su
corazón, dispuso que los médicos de Cámara dijeran si consiguientes
á la opinión que emitieron anteriormente convendría que nuestra
Reina tomase en este año los mismos baños y aguas que tan buen
efecto la produjeron en el pasado, y su Real previsión se anticipó á
ordenar que tan pronto como asi lo creyesen se pusiera en conocí»
miento del Gobierno.
Los médicos de Cámara parece que consideraron conveniente
para la salud de S. M. los baños y aguas de Caldas, y asi lo manifes
taron.
Entonces el Gobierno nombró otros facultativos para que reco
nociesen á S. M. y celebrasen con los médicos deCámara una consul
ta, dándole después cuenta de todo. Se ejecutó lo mandado, y la con
sulta, presidida por el Sr. Ministro de Estado, dió por resultado la
declaración unánime :
" Que los baños y aguas de Caldas convenían á S. M. , pero qitt
» podrían Suplirse con los arti ficialcs compuestos en Madrid"
Ignoro, señores, si esta relación es cierta; y porque lo ignoro,
y lo ignora también el pais, es por lo que he creido conveniente
provocar una explicación que disipe nuestras dudas en un negocio
tan grave. Porque, señores, lo declaro aqui sin temor de ser des
mentido por la nación: sí lo que acabo de decir es cierto; si el Go
bierno ha creido que cumplía con sus deberes permitiendo que á S. M.
se aplique un remedio supletorio y no mas; si ha creido que cum
plía con lo que debe á su Reina, tratándola como se trata á un en
fermo sin bienes de fortuna, ba echado una terrible responsabilidad
sobre sus hombros.
Lo» españoles son por fortuna todavía sobradamente leales á sus
Reyes para permitir que se excusen gastos y sacrificios, cualquiera
que ellos sean, cuando se trata del alivio desús dolencias.
Si esta solicitud, si este cuidado por parte del Gobierno es un
deber en todas ocasiones, lo es mucho mas eu las circunstancias pre
sentes, cuando la Reina de España es una niña huérfana, privada
hoy, ,r> bien temporalmente, del amparo de una tierna Madre, cuya
sola vista mitigaba sus dolores. Hoy cualquiera leve descuido puede
llegar á ser un crimen, y traer la pública execración sobre el Go
bierno. Porque, señores, fuerza es decirlo : ese Trono, el porvenir
de la nación, y hasta la existencia política, todo, todo depende de
las preciosas vidas de nuestra Reina y de su augusta Hermana. Por
esta razón, señores, todos y cada uno de nosotros tenemos la im
periosa obligación de hacer toda clase de sacrificios por conser
várselas.
Fundado en cuanto dejo dicho, señores, he creido que era mi de
ber provocar una explicación por parle de los Sres. Ministros, y este
es el objeto de mi proposición. -
Lo único que yo deseo en el fondo de mi alma es que esas expli
caciones que yo pido se den satisfactorias y cumplidas. Eu ello ga
nará mucho la nación , no poco la honra de los Sres. Ministros, y yo
me felicitaré por haber promovido un negocio que tanto interesa á
los españoles.
Eu vista de lo que he dicho, ruego al Senado se sirva tomar en
 178
consideración la proposición (jue lié tenido la honra de presentarles.
El Sr. HEROS: Comenzaré, señores, por donde el señor preopi
nante ha venido á acabar el apoyo de su proposición, y los. medios
que para hacerlo ha empleado. Yo creo que todos estamos tan con
vencidos y penetrados de la importancia de la salud y de la conser
vación de las dos huérfanas de la nación , porque las tengo por hi
jas adoptivas de ella, que no oreo que pueda ocurrir el menor escrú
pulo de duda en cuanto á este punto. Yo por mi parte sé decir que
tengo tal fé, tal confianza y tal interés en que se conserve la vida de
las dos preciosas huérfanos para bienestar y ventura de esta nación,
que creo que toda la grandeza, toda la tranquilidad política y toda
la prosperidad que ha de veuir á esta nación se cifra en ellas; y re
pitiendo lo que he dicho mas de una vez, he dado mil gracias á Dios
porque la posteridad del Rey D. Fernando Vil recayese en hembras
para que venga una dinastía que se pueda nacionalizar, y que horre
la raza que por tres siglos nos ha traido al estado en que estaraos.
Asi es que tales el ardor que tengo, que me reputaría por el mas
infeliz de lodos los hombre^ si tan preciosas existencias peligrasen ; y
asi hasta diré que estoy personalmente interesado en esta cuestión; y
no creo que ?ea únicamente mió este sentimiento, creo que el mis
mo tienen todus los españoles; creo que no hay persona que , ya sea
recordando los antiguos sentimientos de lealtad, ya volviendo la vista
á las pasadas desgracias políticas, ó pensando en las que pueden venir,
no esté conforme en este sentimiento grande, al par que generoso, y
base de toda prosperidad. Por consecuencia creo que nada hay que
decir sobre este particular, y que el Sr. Senador que acaba de hablar
nos hará por lo menos el honor dccreer que estamos todos uniformes
en ese mismo pensamiento.
Pero aqui no se trata de las consecuencias que puede tener la con
sulta que se ha verificado respecto al estado de salud de S. M. , que
Dios, vuelvo i decir, prospere largos años ; se trata de que, sea cual
fuese el antecedente que puede tener la consulta que se dice ha ha
bido, sea lo que fuese lo que el año pasado ocurrió, y de paso diré
que á la nación ni siquiera se le anunció por medio de un simple bo
letín cuál era el estado de su salud , ni si había tomado ó no los ba
ños , vuelvo á decir que el objeto que esta proposición se propone es
que venga la consulta que los facultativos lian dado sobre el particu
lar; y yo pregunto al Senado: ¿qué dirá sobre la consulta? ¿liemos de
empezar á hacer un análisis químico de las agiiuS de Caldas, y de sí
los baños sulfurosos artificiales pueden entrar en la misma composi
ción química que los natura les? ¿Liemos de entraren si esos baños ten
drán masó menos oxigeno y ácido sulfúrico que los que aqui se pue
dan proporcionar? Porque yo me figuro lo que habrá ocurrido al se
ñor Presidente del Consejo de Ministros en la consulta que habrán te
nido los facultativos en su presencia: habrá sucedido quizá lo que á
los espectadores que van á ve'r la comedia del Medico á palos ó El
enfermo de aprensión de Moliere, á los cuales divertian lus faculta
tivos con su logomaquia facultativa, y el resultado es que todos se
quedan en ayunas, se ponen á discutir sobre si el corazón está á la
d?recha ó á la izquierda, y el resultado es que nadie puede saber
quién tiene ó no razón. • punto padece la opinión de los encargados de la administración , in
Por consecuencia yo no creo propio de la gravedad del Senado el
venirse ¡i ocupar de un dictamen puramente facultativo. Ahora si se
dijese que el Gobierno, después de tomar ó no en consideración el
dictamen facultativo, cree que la política se mezcla con este viage, y
ve de él tales ó cuales resultados, eso es otra cosa, porque nosotros
somos un Cuerno verdaderamente político , no un cuerpo científico.
Asi mientras el Gobierno no venga á reclamar el auxilio de nuestro
consejo, creo que nosotros no estamos en ei caso de reclamarle el
dictamen facultativo, al cual bajo su responsabilidad podrá darle el
mérito y la razón que tenga.
Pero ya que se ha tocado este nunto , yo, señores, no quiero per
der la ocasión que se rae presenta de tratar esta materia un poco mas
allá. Yo prescindo de dónde ha venido la excitación de esa consulta.
Ausente hoy, yo respetará siempre á la persona Augusta que se in
dica que la ha promovido; prescindo de qué facultativos fueron los
que tomaron la iniciativa: sin embargo, si era urgente, se perdió el
tiempo en venir de donde vino ; y si no, no debia haberse tratado de
esta manera. Y yo pregunto: cuando tan preciosa vida , cuando in
tereses de tanta monta, cuando nuestro afecto, nuestra lealtad y
nuestro celo se ocupan enteramente de este negocio, ¿es cosa de que
tan ilustres huérfanas estén en la situación en que se encuentran? Y
esto alude directamente á la tutela. Este es un negocio grave, ur
gentísimo, y prescindiendo del resultado personal inmediato á S. M.
y A. , median en el extraordinarios intereses, de que por incidente
me haré carg".
Yo , señores, no soy legista ; apenas saludé los finios : de consi
guiente solo sé que la tutela en primer lugar se da \ la persona ,y
que por consecuencia el cuidado de los huérfanos lleva consigo la
presencia personal del responsable de su conservación y salubridad.
lié aqui lo que antes que todo como cuestión preliminar exige
s iber quién se ha de encargar del cuidado persona 1 de tan il ustres per-
ponas. ¿Se ha tratado de este punto? Yo siento decir que no; y el re
sultado es que sin que yo me proponga ofender en lo mas mínimo á
las persona, que actualmente ocupan los primeros cargos y empleos
cerca de S. M. y que están mas en contacto con ella, yo puedo decir
que la que respecta á su persona cjt i en un estado acéfalo, como decia
'.V rI?rui:')gencs en la comedia El Cafe. Esto es, señores, la realidad. Se
necesita, como he dicho antes, una vigilancia inmediata personal. Yo
estoy seguro deque las personas que por el Pitado en que se encuen
tran rodean á las ilustres Princesas cumplen respectivamente cada
uno con su deber. Pero el resultado es que falta una, y esta tiene toda
la responsabilidad inmediata que el cargo de tutor lleva consigo;
Viene después la parte administrativa, y, señores, los intereses y ne
gocios de la Real Casa son de un tamaño extraordinario ; quizá pasan
por su administración' tantos negocios como en la mayor parte de los
Ministerios: tal es la multiplicidad de artículos de que hay que
ocuparse, porque hay que entender desde palos de escoba hasta de do
cenas de millones. Esto solo necesita llevar consigo una responsabili
dad inmediata y personal. ¿Existe esa? No señores.
Yo soy una de las personas que me encuentro honrada por el Ge*
bierno con el encargo de intervenir y entender en los negocios admi
nistrativos de la Real Casa para entender en la vigilancia é inter*
vención de todo lo que concierne á los intereses de la Reina Doña
Isabel II, y para poner mi firma en todo lo que haga relación á ellos
en términos que no tenga valor ningún documento que no la lleve
consigo. ¿ Y qué resulta ? Que á pesar de que las personas encargadas
en el dia de la administración de la Real Casa son personas muy
honradas, muy dignas de aprecio, de estimación, y muy integras,
sin embargo se encuentran en situación tan embarazosa como en la
que yo me encuentro.
Digo esto porque interesa á mi delicadeza decirlo , y para probar
la necesidad que hay de salir de este estado. En uní resolución que
tomó el Gobierno respecto á una consulta del Tribunal Supremo de
Justicia se dijo que si bien la tutela de los Reyes no estaba, por de
cirlo asi, sometida á las reglas del derecho cotuun de cuando se trata
de menores particulares, era sin embargo cierto que S. M. no había
renunciado la tutela , y que la cuestión habia quedado á la resolu
ción de las Cortes; pero que sin embargo el Gobierno debia tomar
todas las medidas de precaución necesarias para la administración
de los intereses de las ilustres pupilas; y hé aqui una dificultad : los
empleados de la Real Casa , de quienes no sabré elogiar debidamen
te el celo., dicen que están en posesión de cumplir puntualmente lo
que S. M. ausente les mandare; y yo , encargado de velar por los
intereses de Doña Isabel II , digo que estoy en el caso de hacer que
no se cumpla lo que á estos intereses se opone. Llamo la ateucion del
Senado sobre esto particular , porque él solo da motivo para conven
cerse de la necesidad que hay de que cuanto antes se resuelva esta
cuestión de tutela.
Hay por parte de la Reina Doña Isabel II reclamado un grande
deslinde de propiedades para saber qué parte pueda tener en ellas el
Estado, y qué parle el vinculo de la Corona ; hay, en fin, una larga
série de derechos de grande trascendencia , que es sumamente difí
cil, sea el que sea el celo de los administradores, que, vuelvo á de
cir es extraordinario, pero que no pueden llevarle adelante mien
tras una persona con autoridad suficiente y responsable no esté á la
cabeza de ellos. Ahora bien: ¿ qué se hace en esta situación? De una
parte se manda, de otra no se resuelve", y en esto no sé yo hasta qué
clusa si puede decirse la raia; y estoy seguro de que en nada han
desmerecido los intereses de la Reina Doña Isabel II mientras el
poco tiempo y en la parte que á mi han estado encomendados. Pero
en tan largo estado ¿quién responde de lo que pueda mandarse de
fuera y que sea contra sus bienes? Pues señor , este es el estado de
la Casi Real ; por consecuencia, cuando el tutor se da, como he dicho
antes, según los juristas, primero para cuidar la persona, y según
los mismos , en segundo lugar para cuidar de las cosas, pongo en
conocimiento del Senado la urgencia que hay de que se trate con
perentoriedad esta cuestión , que se diga quién ha de ser el que ha
de cuidar de est >: ¿["ra qué ? Para librarnos de entrar en estas con
sultas, que no podemos hacerlas porque no somos facultativos, y que
se hubieran evitado si hubiera habido un tutor. Para que se evite eso,
para que ese palacio que está convertido en un panteón recobre y
tenga el brillo que España se merece , es preciso , señores, que cuanto
Rules se ventile esta cuestión.
El Sr. RUIZ DE LA VEGAs El juicio que he formado de lo
dicho hasta aqui es que la mayor parte es ageno de la cuestión pen
diente, y otra parte la conceptúo que no está arreglada al estado que
esto tiene, y que se anticipan una porción de cuestiones»
Yo creo que la cuestión se reduce á decir: "se habla de ciertas
disposiciones tomadas acerca de la salud de S. M.;" hay rumores
varios, que unos refieren los hechos de un inolo y oíros de otro; que
unos culpan sin saber lo que culpan, y otros defienden sin saber
qué defienden. Pues mediante á que se trata de un punto como este
venga aqui el conocimiento de este negocio , dígasenos lo que hay y
luego podremos decidir.
Tal vez resultará que no habrá motivo de decir nada , y es claro
que todo estará arreglado y quedaremos satisfechos : y ?i por el cou-
trario hubiera algo que censurar, lo censuraremos; pero hasta ahora
¿qué hacemos con decir que e*le ha sido el parecer de un facultati
vo, que este el del otro? Nada mas que anticipar una cosa que de
cierlo no sabemos. •
Lo último dicho es perteneciente á otra cuestión, y no estamos
en ese caso. Yo encuentro tan sencillo este punto, que me parece debe
tomarse en consideración la proposición para que vengan esos docu
mentos y s¡; revisen; entre tanto hablar de la salu d de S. M. tam

■poco me parece que conduce á nada bueno, porque pueden excitarle \
temores, que yo entiendo que no los hay , que la salud, de S. M. es
perfecta : ¿ y qué necesidad hay de hablar de esto en los Cuerpos
colegisladores, llamando con ello la atención de propios y extraños?
Todo me parece ageno ; hablo con esta sinceridad porque creo de mi
deber el hacer que no se saque la cuestión de su terreno ; y ya que
esta cuestión se ha suscitado, parece que no hay mas remedio cjue te
ner á la vista esos documentos, que veamos lo que ha ocurrido, y
hablemos con conocimiento y no hipotéticamente ; tal vez ven
gan los papeles y tendremos que decir : "señor está bien hecho."
Asi miro yo esta cuestión ; cuestión importante, y me parece que
el Senado por lo mismo debe tomar en consideración la propo
sición.
£1 Sr. CODORNJU: Señores , yo fui uno de los que tuvieron el
honor de concurrir á la consulta expresada, y me parece que estoy
en el caso de poder informar al Senado sobre lo que en ella ha ocur
rido. No venia prevenido para esto, porque creia que relativamente
á la proposición del Sr. Carrasco solo se tratarla hoy de, si se admi
tiría ó no á discusión, que era para lo único que pensaba usar de la
palabra. Debo advertir también que estaba en favor de la proposición,
según lo manifesté en la sección á que pertenezco , porque no tenia
inconveniente en que se aclarasen esos hechos , á los que se ha dado
una importancia que no tienen; pero se ha entrado ya en la cuestión,
y esto me obliga á tranquilizar al Senado y á toda la nación, á fin de
que no se crea mas de lo que hay , y no se culpe injustamente al Go
bierno de no haber atendido á la salud de la Reina Doña Isabel II.
Como no venia preparado hablaré tal vez con algún desorden,
mucho mas cuando solo dirigiré toda mi atención á decir la verdad á
fin de que sepa bien lo que ha sucedido.
En los años últimos de 38 y 59 ya los médicos de Cámara habían
propuesto á la Reina Gobernadora que dispusiese que su augusta Hija
tomase baños minerales , aunque para ello no lijaron ningún punto;
pero S.M. no creyó oportuno admitir esa proposición hasta el año de 40.
Entonces les preguntó si las aguas que necesitaba la Reina po
drían encontrarse en Valencia ó Cataluña, puesto que no habian,
como dejo dicho, designado ninguna provincia; y en virtud de esta
propuesta se verificó el riage de Cataluña. S. M. Doña Isabel II tomó
primero los baños del mar, luego los de Caldas, y últimamente los
sulfurosos de Esparragueras : tomó un corto número de los primeros
y de los segundos , y un número mayor de los últimos ; por supues
to no junto al manantial , sino en su mismo palacio ; circunstancia
que es necesario tener presente , porque los médicos de Cámara ex
presaron en su primera certificación al proponer la repetición de
aquel remedio que S. M. habia experimentado algún alivio.
De paso diré que.Ia enfermedad de S. M. es una afección cutánea
crónica que do afecta en nada á su salud en general; y tengo el gusto
de expresarme asi á fin de que se tranquilicen los Sres. Senadores. Es
nna dolencia que padece desde que ha nacido, ó á lo menos desde que
tenia dos años, sin que haya impedido su desarrollo, tanto en lo físi
co como en lo moral , en términos de.que antes se halla mas adelan
tada que atrasada con respecto á su edad.
En virtud del alivio experimentado por S. M. en el año anterior,
los médicos remitieron una certificación al Regente del reino, en la
que expresaban que les parecia oportuno tomase en este año las mismas
aguas, sin embargo que no creían fuesen tan precisas que no pudiese
tomarlas de la misma naturaleza en otra parte, puesto que las aguas
que necesitaba abundan en casi todas nuestras provincias, y que po
dían también prepararse artificialmente en esta corte. Como esta cer
tificación no era terminante, y no se fijaba en ella de un modo abso
luto el medio curativo, el Gobierno, con una oportunidad que nadie
puede desconocer ( porque la tiene cualquier particular ), dispuso
una junta de médicos , compuesta délos cuatro de Cámara, otros
tantos de la suprema de Sanidad del reino y un catedrático del cole
gio de medicina y cirujia de S. Cárlos. Unidos todos en el punto y
ñora que se les designaron, reconocieran á S. M. en los términos con
venientes; y aqui no puedo menos de decir algo contra algunas ideas
vertidas por ciertos periódicos, y en defensa del honor ultrajado de
los que fuimos llamados á este acto tan solemne.
Se ha dicho que S. M. habia sido reconocida como un quinto y
tratada con grosería. ¡ todo lo que hubo en ella , con lo que creo que debe quedar tranquilo
Confieso que sufrió mi espíritu al considerar la posibilidad de
que creyese alguno que los profesores llamados al efecto hubieran
faltado de este modo á sus deberes, negando á la Reina aun aquellas
atenciones que. están acostumbrados á prestar á todas las clases de la
sociedad desde la mas alta á la mas baja. Me degradaría, señores,
si me ocupase en defender el recto proceder de unos profesores
que tienen bien acreditada su delicadeza y filantropía; mucho mas
cuando fuerou recibidos por la misma Reina con tanta amabilidad,
que aunque la aborrecieran, les hubiera inducido á adorarla : su
mucha finura, su juicio y discreción, mas que de una nina, pare
cían propios de una señora mayor. Asi que, á ningún hombre sen
sato se le podía ocurrir que como médicos y españoles hubiesen
podido faltar al respeto debido á su alta clase y á las esperanzas que
cifra en ella la nación. Celebro, pues, que se me haya proporciona
do esta ocasión de defender la facultad de un ataque tan brusco y
tan grosero. Y elevo aqui mi voz para que se sepa que los médicos
i que aludo se comportaron con el decoro que merece esta augusta
Persona.
OMO I.
179
El Senado me disimulará esta pequeña digresión ; porque, repilo
que efectivamente deseaba se me proporcionase la oportunidad de
rechazar esa idea que refieren algunos papeles de un modo tan
malicioso , pues no puede ser otra cosa.
Reconocida S. M. por los nueve médicos expresados , reunidos
después en el Ministerio de Estado, y presididos por el Sr. Presidente
del Consejo de Ministros, celebramos una junta, en la que nos ocu
pamos por espacio c'e cuatro horas consecutivas de la interesante sa
lud de S. M.
En esta junta no se usó de esa logomaquia y de esas palabras ri
diculas que se encuentran en los escritos satíricos que pretenden bur
larse de la profesión mas noble. Todos procuramos expresarnos en
términos claros y explícitos, comprensibles para cualquiera por muy
ageno que sea á la ciencia. No están ya tan en voga las expresiones y
palabras logomácjuieas que se usaban en los siglos anteriores. En es
tos venia bien ese ridículo con que el Sr. Heros ba querido favore
cernos. En el dia no tiene ya la medicina ningún misterio, y se ex
plica con términos inteligibles para todo el mundo.
Repito que nos explicamos delante del Ministro con la mayor
claridad ; y si alguna vez nos fue necesario usar una expresión técni
ca (lo que no es extraño, porque todas las ciencias la tienen), cuida
mos muy bien de decir en seguida su significado en el lenguage
vulgar.
En aquella reunión todos manifestaron el grande y vivo interés
3ue les animaba por la salud de nuestra Reina , y al hacernos cargo
e,l estado de los males de S.*M., convenimos en que solo padecía una
afección herpética bastante molesta, no grave, aunque es difícil que
pueda desaparecer en dos ó tres años. Es una afección crónica que á
pesar de los medios que posee la ciencia ha de tardar mucho tiempo
en curarse. Hablo con arreglo á las probabilidades; pues esto no es
un cálculo matemático es un cálculo médico que solo se deduce
por la experiencia y la observación de cada uno. Nosotros no pode
mos hablar de otro modo.
Nos hicimos cargo desde luego de la observación que se habia
hecho sobre el buen efecto de los baños que habia tomado en el año
próximo pasado.
Finalmente , las aguas que convienen á S. M. son las sulfuro
sas; Todos estuvimos acordes en esto, bien que hubo alguna discor
dancia sobre si serian mejores los baños naturales ó los artifi
ciales.
Con respecto á las aguas gaseosas y á las salinas no existe motivo
de duda, porque todos saben que son preferibles las naturales ; mas
por lo tocante á las sulfurosas hay mucha discrepacion, "porque cada
enfermo necesita ufas ó menos dosis, y esta dosis se gradúa con mas
seguridad y exactitud en las sulfurosas artificiales. Suministrándose
con mas precisión , tienen también la ventaja de que se toman en la
casa propia, y se evitan las infinitas incomodidades que siempre trae
consigo todo viage. Estas incomodidades serian mas sensibles para
S. M. en la actual estación, porque el calor perjudicaría extraordina
riamente á su piel, cuyos sufrimientos se harían mas sensibles siendo
como es el órgano afectado.
El resultado, en fin, fue que todos convinieron en que eran ab
solutamente precisos los baños sulfurosos naturales ó artificiales.
Esto es todo lo que pueden decir los documentos que presente el
Gobierno: esto es todo lo que el Senado podrá Saber. Por lo tanto,
señores , no creo que pueda haber en esto ningún motivo de misterio,
ni que haya razón suficiente para aprobar la proposición del señor
Carrasco.
El Sr. Ministro de GRACIA Y JUSTICIA: Señores, laudables
son por cierto el celo é interés del autor de la proposición ; pero es
preciso que S. S. tenga entendido que por grande que sea su celo é
ínteres, nunca aventajará ni excederá al que tiene el Gobierno por
tan sagrados objetos, á cuya conservación parece que se dirige la pro
posición. El Gobierno como tal, y sus individuos en particular, sus
vidas expondrán antes que consentir que en lo mas mínimo se falte
á lo que corresponde para el cuidado de la salud de S. M. Sensible le
es al que tiene en este momento el honor de dirigir la palabra que
el Sr. Ministro de Estado no se halle presente; pero afortunadamente
uno de los individuos que concurrieron i la junta ha manifestado
el ánimo de los Sres. Senadores; porque ¿qué mas diria el Gobierno
que lo que ya se acaba de manifestar ?
Si el Gobierno creyese que esto no era bastante, cuando el nego
cio pueda tratarse aqui no tendrá dificultad en dar las explica
ciones que cualquiera de los dos Cuerpos colegisladores consi
dere necesarias; pero entre tanto es preciso que so tenga confianza en
la conducta de unos hombres que están dispuestos á sacrificarlo todo
por la conservación de tan preciosos objetos.
El mismo señor que acaba de usar de la palabra ha manifestado
que no corria peligro ninguno la salud de S. M., y ha hecho presen
te las razones que prueban que no hay necesidad de ese viage, y que
aun es preferible el uso de los baños sulfurosos artificiales. Esto creo
que excusa de hablar mas detenidamente sobre el particular."
No habiendo quien tuviese pedida la palabra en contra , se pre
guntó si se tomaba en consideración, y se contestó negativamente.
El Sr. CAMPUZANO: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: ¿Con qué objeto?
El Sr. CAMPUZANO: Para una observación. Precisa mente vie
52'
 180
De muy á propósito la observación que trato de hacer después de la
discusión que termina en este momento; nunca mas bien: hace ocho
días que tomé sobre mí la responsabilidad de dar actividad, no mo
vimiento , porque estoy persuadido de que lo tiene, á los trabajos de
la comisión de Tutela , y me veo en el caso de rogar á sus indivi
duos que manifiesten al Senado si han adelantado alguna cosa y si
tienen esperanza de que nos ocupemos pronto de tan importante
asunto.
El Sr. CONDE DE PINOFIEL: Quisiera preguntar si hay algún
articulo en el reglamento por el cual se faculta á cualquier Senador
para que interpele una y dos veoes á las comisiones: yo creo que no
te hay, ni le puede haber, porque las comisiones están autorizadas
por el Senado pleno, porque las secciones le representan , y estas son
las que nombran cada una un comisionado que recibe su autorización
y confianza. El venir todos los dias con una interpelación es por otra
parte también muy peligroso; no deja de traslucirse el modo de
pensar de la persona que interpela : se habla de urgencia , y al decir
se esto parece que se da á entender que el estado presente no puede
continuar.
Ha dicho el Sr. Heros que el tutor se da para la persona. Se da
para la persona y la cosa: y siendo esto asi , ¿hay esa grande urgen
cia que se ha dicho? ¿Para qué , señores? ¿Qué peligro nos amenaza?
¿La persona y los intereses van á volar? Los intereses están perfec-
ineute cuidados , como nos ha dicho el Sr. Heros , que es parte muy
integrante en el negocio. ¿Qué urgencia hay, pues? ¿A qué oficios y
lúas oficios al Gobierno , pidiéndole que[emita el testamento deS. M.
el Sr. D. Fernando VII , y la consulla del Supremo Tribunal de
Justicia, y, una friolera , cuantos antecedentes haya relativos á esle
asunto? ¿Qué es esto , señores? El Gobierno rio ha remitido^esos do
cumentos, y ha hecho bien: ¿cómo habia de remitirlos cuando está
en contestación con el otro Cuerpo oolegislador? Los intereses, repito,
están bien administrados: ¿y las personas? También están bien cui
dadas.
Hay una señora que pertenece á la primera grandeza, muy adicta
y muy esmerada en la asistencia á la persona de S. M. Doña Isa
bel II. Hay ademas una segunda señora, tenienta de aya, cuidando
también con esmero de la augusta Hermana de S. M. Hay uu pre
ceptor, un maestro de la augusta Niña , que es compañero nuestro,
bien conocido por su instrucción , su celo , su asistencia y su amor
hacia tan excelsas pupilas. Pues señores , si ni las personas ni los
intereses se desploman , ¿qué es esto? ¿A qué ese apremio? No ma
nifestemos por Dios que hay ansia de entrar en este negocio. En fin,
no quiero entrar en esto, porque fácilmente me deslizaría y no
quiero deslizarme.
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: Esta es la segunda excita
ción ó interpelación que se ha hecho á la comisión de Tutela respecto
á los trabajos de que estaba encargada , cuyo objeto es de la mas
grande importancia y cuya resolución yo soy el primero en decir y
creer que debe tratarse cuanto antes. El presidente de la comisión, en
el mismo dia que se hizo la primera interpelación, pasó recado á
todos los individuos de ella diciendo que al dia siguiente á las doce
del dia se reuniría la comisión. Ningún individuo de ella faltó.
Se reunió y el secretario de la comisión presentó todos los docu
mentos que podían tener relación con este asunto. Se conferenció,
pero se advirtió por un individuo de la comisión que faltaba un do
cumento, cual era el testamento del Sr. D. Fernando Vil: No todos
los individuos convinieron en la necesidad de ese documento para
continuar los trabajos, pero indicando el mismo individuo que el
testamento podría convenir para responder á alguna observación que '
pudieran hacer los Sres. Senadores el dia que se tratase de la cuestión,
la comisión se dirigió al Sr. Presidente del Senado para que tuviese
la bondad de oficiar al Gobierno para que sin pérdida de tiempo re
mitiese á la comisión una copia del testamento del Rey.
En la sesión inmediata pregunté á un Sr. Secretario si el Gobier
no habia remitido aquel documento , hoy he hecho la misma pre
gunta: la respuesta ha sido que no se ha recibido ese documento , lo
que quiero decir al Senado con un solo objeto , con el de declinar mi
responsabilidad sobre ese punto. Por lo demás, como individuo da
la comisión estoy bien persuadido de que el negocio es de tal natura
leza que no debe dilatarse; que los intereses de la Reina, y por con
siguiente los intereses de la nación, porque no distingo entre unos y
otros intereses , exigen que la cuestión se ventile inmediatamente.
He creido que debia hacer esta declaración, respecto á que la comi
sión no ba hecho nada , como dijo un, Sr. Senador el otro dia , á
quien tuve el disgusto de oir sin poderle responder, porque decia la
verdad. Es menester que se tenga en consideración que se ha pedido
un documento al Gobierno , y al cabo de nueve ó diez dias no le ba
remitido aun.
El Sr. PRESIDENTE: Yo me aTevo á indicar que el Senado
está persuadido del celo conque la comisión trabaja en un asunto de
tanta importancia , y que el objeto del Sr. Senador que ha hecho la
excitación se ha reducido únicamente á saber el estado en que la co
misión tenia el asunto que se le habia encargado.
El Sr. CAPAZ: Individuo de una comisión que no nombraré, y
que el Senado no ignora, no puedo menos de tomar la palabra para
no dejar pasar un precedente que pudiera ser de mucha trascenden
cia. El Sr. Heros con la delicadeza y urbanidad que le son propias
ba hecho la apología de los empleados en la Real Casa, y de los en-
cargados en cuidar los bienes de S. M. la Reina Doña Isabel II. Des
pués el Sr. conde de Pinofiel ha repetido esta expresión de un modo
tan general , que pudiera ser un precedente de trascendencia para el
dia de mañana, si no se contestara. Sin culpar á nadie, y mucho me
nos á la augusta Persona á cuyo cargo han estado estos bienes , y á
cuya augusta Persona amo y respeto, pero de quien me veo en la ne
cesidad de decir que ba sido victima como todos los Reyes lo son
por lo general de los aduladores que los rodean, los bienes de S. M.
la Reina Doña Isabel II están dilapidados. .No quede sentado el pre
cedente de que están bien administrados: no, no han estado bien
administrados, como lo demostrarán los individuos de esta comi
sión el dia que se trate de este asunto. Solo con este objeto he toma
do la palabra; con el de que no quede sentado ese precedente.
El Sr. HEROS: Me parece que sin violencia me creerá el Sena
do que yo no he podido aludir mas que al estado de la adminis
tración de los bienes de S. M. en la época presente, es decir, desde
que yo tengo intervención en ello, sin que yo responda de ninguua
otra época.
El Sr. conde de PINOFIEL: Eso mismo es lo que ha servido de
fundamento á mis observaciones pira decir no habia motivo de ma
nifestar tanto anhelo porque se entrara en la cuestión.
El Sr. LASAÑA: El Senador á quien aludió el Sr. presidente de
la comisión de Tutela soy yo : dije que la comisión no habia hecho
nada , y lo dije porque me lo confesó francamente el mismo Sr. pre
sidente de la comisión ; no es extraño que yo lo repitiera. Por lo de-
mas creo que el Sr. Campuzano habrá querido saber cual es el estado
en que se encuentra este negocio, y por lo que ha manifestado el se
ñor presidente de la comisión , necesario es volver á repetir que no
ha hecho nada: que se ha pedido un documento al Gobierno, que es
absolutamente necesario, y al cabo de nueve ó diez dias no lo ha
mandado.
No debe, pues, extrañar el Sr. conde de Pinofiel que los señores
Senadores interpelen acerca del estado de este importante asunto: ya
lo sabemos; todo lo que se ha hecho en 10 dias ha sido pedir un do
cumento al Gobierno y este no lo ha remitido. Por lo tanto yo ro
garía á la comisión que si esle documento lo cree tan necesario , y
el Gobierno no lo ha remitido todavía , que vuelva á solicitar del
celo del Gobierno la remisión del mismo documento.
El Sr. CODORNIÜ: El secretario de la comisión de Tutela ha
dado muchos pasos para adelantar esos trabajos; no se ha ocupado de
etiquetas y de oficios ; se ha avistado con el señor presidente de ella
hasta que consiguió que se reuniera. En esa reunión trabajó la co
misión largo rato, discutió las bases de su trabajo yj adelantó mu
cho: no se crea que no hizo mas que sentarse y pedir los papeles;
trabajó bastante y están muy adelantados para . concluir del modo
que lo crea oportuno. La comjsion no pidió esos documentos que fal
tan al Gobierno , sino á la Secretaría , porque solo con esta se en
tiende.
Se ofició, pues, y el secretario cumplió con su 3eber, porque casi
todos los dias ha estado en la Secretaria á preguntar si habían veni
do esos documentos, y viendo que no , be ido al Gobierno y he ha
blado con el mismo Sr. Secretario Torres Solanot, que es el oficial
mayor del Ministerio, y me ha dicho que se estaban copiando, y que
hoy se concluiría ya el último documento.
Se ve, pues, que esos documentos se han buscado con energía y
no con frialdad como ha supuesto el Sr. Lasaña.
El Sr. CAMPUZANO : Para justificar mi intención debo decir
que si los señores que componen la comisión tuviesen conocimiento
de cosas que yo sé, y que no conviene que yo las diga aquí, no extra
ñarían la interpelación que hice el otro dia, la que he hecho hoy,
,y la que me reservo hacer por tercera vez en caso necesario.
El Sr. Ministro de GRACIA Y JUSTICIA : Tengo la satis
facción de manifestar al Senado que á pesar de ser muchas las ocu
paciones que me rodean , y de ser bastante largo el documento de
que se ha hablado, hoy quedará á disposición de la comisión: no
ha podido remitirse antes por su mucha extensión , pero se puede
asegurar que hoy lo tendrá la comisión. -<j
El Sr. LASAÑA: Si el Sr. Presidente de la comisión nos hu
biera dicho lo que después ha manifestado el Sr. Secretario , yo no
hubiera dicho desde luego que no habíamos adelantado nada , por
que luego que hemos oido al Sr. secretario de la comisión y al (señor
Ministro , veo que se ha adelantado algo. De todos modos doy gra
cias al Sr. Campuzano por haber provocado esta cuestión porque
nos interesa demasiado.
El Sr. Conde de PINOFIEL: El resultado de haber admitido esta
cuestión ha sido fatigar al Senado.
Yo dije que no se habia hecho nada de fundamento, ni comuni
cable al Senado ; porque no hay obligación de dar cuenta de los tra
bajos que van haciendo , como sucedía antes con los jueces de prime
ra instancia que tenían que dar cuenta de lo diario.
Es una cosa poco conforme el promover esto , y no encuentro ra
zón para que el Gobierno contestase , porque no tenia obligación de
hacerlo. Por lo tanto espero que el Sr. Presidente dé por terminado
este negocio.
El Sr. PRESIDENTE : Queda concluido este incidente.
El Sr. Ministro de GRACIA y JUSTICIA: El individuo que
tiene el honor de dirigir la palabra al Senado, tiene también la sa
tisfacción de decir que , á pesar de ser muchas las ocupaciones que le

rodean , pondrá boy á disposición de la comisión el documento que
se ha pedido."
Se acordó quedasen sobre la mesa los siguientes dictámenes:
"La comisión de Actas se ba enterado del oficio que con fecha 27
del próximo pasado dirigió el Sr. Ministro de la Gobernación á los
Sres. Secretarios del Senado , comunicándoles para que se sirvieran
elevarlo al conocimiento del mismo, que el Regente del reino había
tenido á bien nombrar por decreto de aquel dia gefe político en pro-
Siedad de la provincia de Barcelona á D. Dionisio. Valdés, que lo era
e la de Guadalajara, Senador por la de Gerona; y en su consecuencia,
y atendiendo á que todos los gefes políticos son iguales en considera
ción y atribuciones , á que pudiera decirse que también lo son en
sueldo si se exceptúa el de la de Madrid, puesto que la diferencia de
4,000 rs. anuales que hay entre los señalados á los de las clases tercera
y segunda , y entre los que disfrutan los de esta y los de la primera,
apenas basta para cubrir los mayores gastos que respectivamente en
las capitales de primero y segundo órden, y á que pasan de unas á,
otras indistintamente , opina la propia comisión que el Sr. D. Dio
nisio Valdés no está sujeto á reelección.
«Sin embargo el Senado acordará lo que estime mas conveniente.
Palacio del mismo 11 de Junio de 1841.=Gaspar de Ondovilla, pre-
sidente.=Manuel Lorenzo.=Cárlos Morand.=Joaquin Francisco Cam-
puzano-=Francisco Romo y Gamboa, secretario/'
"La comisión de Actas se ha enterado del oficio que el Sr. Presi
dente del Consejo de Ministros D. Antonio González dirigió al Senado
con fecha 21 de Mayo último trasladándole el decreto de 14 del pro
pio por el cual el Regente del reino tuvo á bien nombrar Ministro de
Marina, Comercio y Gobernación de Ultramar al Sr. D. Andrés Gar
cía Camba, mariscal de Campo y Senador por la provincia de Va
lencia por dimisión del Sr. D. Joaquin Frias; y en su vista, y aten
diendo á que al haber aceptado aquel el referido Ministerio ha admi
tido un empleo que no es de escala en su respectiva carrera , opina
que ha quedado sujeto i reelección con arreglo á lo que dispone el
art. 43 de la ley fundamental.
«Sin embargo el Senado acordará lo que estime mas conforme. Pa
lacio del mismo 11 de Junio de 1811=Gaspar de Ondovilla, presi-
dente.=Manuel Lorenzo.=Cárlos Morand.=Joaquin Francisco Cam-
puzano.=Francisco Romo y Gamboa, secretario."
«La comisión de Actas se ha enterado de la comunicación que el
Sr. Presidente del Consejo [de Ministros D. Antonio González di
rigió al Senado con fecha de 21 de Mayo último trasladándole el
decreto expedido en 14 del propio mes por el que el Regente del
reino tuvo á bien nombrar Ministro de la Gobernación de la Pe
nínsula al Sr. D. Facundo Infante, Senador por la provincia de
Castellón de la Plana, por dimisión del Sr. D. Manuel Cortina; y
en su vista, y atendiendo á que en el hecho de haber aceptado dicho.
Sr. Infante el referido Ministerio ha admitido un empleo que no es
de escala en su respectiva carrera , opina que ha quedado sujeto á
reelección con arreglo á lo prescrito en el art. 43 de la ley fun
damental.
«Sin embargo el Senado acordará lo que estime mas conveniente.
Palacio del mismo 11 de Junio de 1841.=Gaspar de Ondovilla, pre-
sidente.=Manuel Lorenzo.=Cárlos Morand.=Joaquin Francisco Cam-
puzano.^Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Provincia de Zaragoza. "El Sr. D. Miguel Laborda y Galindo,
181
Senador nombrado por la provincia de Teruel, presenta , con el ob
jeto de acreditar su aptitud legal por lo respectivo á la renta que la
ley exige para ejercer el indicado cargo , un testimonio de la Real
órden de 10 de Setiembre de 1836, por la cual, y en virtud de haber
aceptado el obispado de Puerto-Rico, para el que fue presentado por
el decreto de 13 de Junio del mismo año , se le asignaron 40,000 rs.
anuales de alimentos sobre las arcas de América y de las rentas de la
mencionada silla hasta tanto que entrara á ocuparla, todo en conse
cuencia de baber hecho presente á S. M. que no disfrutaba otra cón-
grua que los réditos de un beneficio residencial en la parroquia de
San Gil de Zaragoza, los cuales, ligados al servicio personal, exce
dían escasamente de 3,000 rs. , y que por lo mismo no le seria posi
ble conservar el decoro de la dignidad episcopal si no se le señalaba
una pensión igual á la que habia gozado su antecesor.
«La comisión ba examinado con el mayor detenimiento el referido
testimonio: se ba enterado también, como era de su deber, del ex-
Eediente que con el propio objeto se instruyó en el año de 1837 por
aber sido nombrado entonces el dicho Sr. Laborda y* Galindo Se
nador por la provincia de Zaragoza ; y en vista del cual , oido el pa
recer de la comisión de Actas, y después de una muy detenida dis
cusión acerca del mismo, tuvo á bien el Senado declarar que la pen
sión de que se trata no habilitaba al Sr. Laborda para poder ejercer
el cargo de Senador ; y con presencia de todo , y atendiendo por una
parte á que por regla general los nombramientos para los diversos
destinos de las diferentes carreras del Estado no dan á los nombrados
derecho á percibir los sueldos que á los mismos están señalados mien
tras que de ellos no tomen posesión, y considerando por' otra parte
que todos los magistrados que han sido nombrados Senadores han pre
sentado para probar su aptitud legal, no solamente sus nombramien
tos de tales magistrados, sino también un testimonio de la toma de
posesión de sus plazas respectivas , entiende la comisión que no. ha
biéndola tomado todavía el Sr. Laborda y Galindo del gobierno de
la diócesis de Puerto-Rico , á pesar de haber trascurrido cerca de
cinco años desde que fue presentado para aquella silla episcopal, la
pensión alimenticia de 40,000 rs. que se le concedió hasta tanto que
entrara á ocuparla, no puede habilitarle para ejercer el cargo de Se
nador , tanto menos, cuanto que al tenor de lo dispuesto en les leyes
de Indias, los presentados para las sillas episcopales de aquella parte
de la monarquía deben encargarse desde luego del gobierno de sus
respectivas diócesis, supuesto que pueden hacerlo sin esperar á ser
confirmados por la Santa Sede; y que por consiguiente podrá el Se
nado servirse declararlo asi , y que el Sr. Laborda se halla en el caso
de acreditar en otra forma que tiene la renta que al efecto requiere
la ley.
«Asi opina la comisión, y ahora resta que el Senado en su sabidu
ría tenga á bien resolver lo que estime más conveniente. Palacio del
mismo 20 de Abril de 1841.=Gaspar de Ondovilla , presidente.^
Cárlos Morand.=Joaquin Francisco Campuzano.=Manuel Lorenzo.=
Francisco Romo y Gamboa, secretario."
El Sr. PRESIDENTE : Orden del dia para la sesión de mañana.
Discusión de los proyectos de ley que estaban señalados para la de
hoy , y de varios dictámenes de la comisión de Actas.
Ciérrase la sesión."
Eran las cuatro y treinta y cinco minutos.
 NUMERO 29
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 12 DE JUNIO DE 1841.
Se abrió á la una y cuarto , y leída el acta de la anterior por el
Sr. Secretario Valero y Arteta fue aprobada.
Pasó á la comisión de Tutela un oficio del Sr. Ministro de Gracia
y Justicia , fecha 11 del corriente, al que de orden del Regeute del
reino , y conforme á lo pedido por la comisión encargada de infor
mar sobre la tutela de S. M. JÁ,¡ acompaña copia literal del testa
mento bajo el cual falleció el Sr. D. Fernando VII.
El Senado recibió con aprecio y acordó archivar dos ejemplares
de las obras tituladas , la primera Principios de Geometría analítica
elemental; y la segunda introducción al estadio de la arquitectura
hidráulica , compuestas respectivamente por D. Fernando García
San Pedro y D. Celestino del Piélago, coroneles de infantería y te
nientes coroneles del cuerpo nacional de ingenieros, cuyos ejemplares
ofrece al Senado el ingeniero general por conducto del Sr. Ministro
de la Guerra.
Se dió cuenta de una exposición del Sr. Senador D. Joaquin de
Frias , en la que manifiesta que debiendo tomar baños de mar para
el restablecimiento de su salud, solicita se le conceda el competente
permiso.
Se acordó se le tuviese presente pata cuando le llegase su turno
de licencia.
El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. D. Ma
nuel de la Puente y Aranguren, fecha en Cádiz á 7 del corriente, en
la que manifiesta que no experimentando mejoría en sus achaques no
le es posible emprender el viage á esta corte con la urgencia que el
Senado acordó en la sesión del 22 ultimo y quisiera su celo pa-
tr ¡ótico.
Asimismo lo quedó de otra comunicación del Sr. D. Nicolás Bo-
nel y Orbe , fecha en Granada á 8 del actual , exponiendo que si n el
fallecimiento de su venerado padre ocurrido en20 de Marzo anterior,
dejándole por su albacea testamentario, se habria presentado en
tiempo oportuno para tomar parte en las deliberaciones del Senado;
pero que vista la comunicación del mismo de 22 de Mayo último, lo
ejecutará sin demora, aunque deje pendientes algunos asuntos de tan
interesaste encargo.
Dióse cuenta de que las secciones 2Í, 5Í, lí y 5Í babian declarado
útil y oportuna la proposición de ley presentada por los Sres. Cam-
puzano, Qnis y Mofand sobre exención del pago de alcabala en los
predios rústicos y urbanos que por permuta pasen en propiedad de
una mano á otra en lo sucesivo.
Se leyó dicha proposición [te'ase el Diario núm. 27, sesión del dia
7 del corriente"). , general del departamento, hay que ir bajando á todos estos , porque
Fue tomada en consideración, y se acordó pasase á las secciones
para el nombramiento de comisión.
Se leyó el siguiente dictamen :
"La comisión sobre el proyecto de ley para que los capitanes ge
nerales y otras autoridades no puedan ser elegidos Diputados ni pro
puestos para Senadores por las provincias á donde se extiende su ju
risdicción, ha tomado en consideración la indicación hecha por el se
ñor D. Martin de los Heros acerca de que se comprenda también en
el art. 1? á los comandantes generales de los departamentos de mari-
S.-TOMO I.
183
DE CORTES.
na y sus auditores. Acogida por la comisión, y no habiendo ningún
otro punto pendiente sobre el citado proyecto de ley , opina que su
art. 1. podrá redactarse en la forma siguiente:
Artículo 1? "Los capitanesy comandantes generales de provincia,
los de departamentos de marina y sus respectivos auditores, los re
gentes , magistrados y fiscales de las audiencias, no podrán ser ele
gidos Diputados, ni propuestos para Senadores por las provincias en
que ejerzan mando ó jurisdicción.
"El Senado sin embargo se servirá resolver lo que estime mas
acertado. Palacio del mismo 9 de Junio de 1811. = José María Jai-
me.=Cárlos Espinosa.=E1 marques de Guadalcázar.=Joaquin Abar-
gues."
Abierta discusión, dijo
El Sr. ONDOV1LLA: Cuanto mas se discute este proyecto de ley
tanto mas se descubre su inoportunidad, su falta de lógica y su mons
truosidad.
A consecuencia de la indicación hecha por mi amigo el Sr. Heros
en otra sesión, la comisión presenta redactado el artículo, incluyen
do entre los sugetosque no pueden ser elegidos en las provincias don
de residan á los comandantes generales de marina y sus auditores.
Esta adición, que ha admitido la comisión , ha" sido á consecuencia
del principio que tiene sentado en su dictámen de que puedan influir
en ser elegidos por sus provincias; y asi como los capitanes genera
les pueden influir en el distrito' de su mando , también los de mari
na pueden hacerlo.
Partiendo de este principio, voy á sacar una porción de conse
cuencias que no podrá negarme la comisión. Si los comandantes ge
nerales de marina y sus auditores deben ser excluidos, el secretario
de la comandancia general de marina se encuentra en el mismo caso
que el de las di nutaciones provinciales é intendencias, y por la mis
ma razón de influencia debe también ser excluido.
Los comandantes de tercios navales seencuentran en el mismo
caso, porque ejercen su autoridad en varias provincias sujetas al ter
cio naval , y los hay que su mando comprende dos ó tres provincias:
estos tienen sus asesores y secretarios , y también pueden ejercer la
influencia de los comandantes de tercios navales , y deben ser ex
cluidos.
Los comandantes de puerto ejercen sus funciones en un puerto
determinado : el asesor y secretario que tienen estos camandantes de
puerto se encuentran en el mismo caso. Véase aquí en la escala de
marina, que empezando por exclnir de ser elegido al comandante
todos ellos, en escala mayor ó menor, pueden tener influencia.
No para esto aqui. El capitán general de distrito no puede ser
elegido en ning nía de las provincias de su demarcación según la opi
nión de la comisión; el segundo cabo, en ausencia ó enfermedad del
capitán general, como por otra falta que pueda tener , entra á ejer
cer las funciones, y el que las ejerce debe ser excluido. El secretario
ejerce una influencia de la mayor consideración, porque todos los
negocios los maneja él. También se encuentran en el mismo caso los
gobernadores de plazas fuertes y fronterizas, porque tienen grandes
 184
atenciones en los distritos de su mando , y pueden tener influencia,
por lo cual deben ser excluidos con sus asesores y secretarios, que se
encuentran en igual caso.
Voy á otros ministerios. El Tribunal especial de Ordenes se en
cuentra también en el propio caso. En las audiencias los secretarios de
acuerdo llevan la correspondencia con el gefe político, tienen mu
chas relaciones; y si los secretarios de las intendencias y de las dipu
taciones provinciales deben ser excluidos , igualmente deben serlo
aquellos.
He dicho que los secretarios de las diputaciones provinciales
están excluidos por el proyecto; y pregunto yo! ¿tienen menos in
fluencia los diputados provinciales que los secretarios? ¿No son de
pendientes de la diputación? La comisión ba tomado en considera
ción una indicación del Sr. Heros , y la ba colocado como adición
en el articulo. Yo propongo todas estas para los fines que diré.
Los diputados de provincia no bay duda que tienen mas influen
cia , porque son los gefes, y el secretario no es mas que un subal
terno. Ademas tienen el derecho de examinar las listas electorales,
de excluir ó incluir en ellas á los electores, según crean conforme á
la ley: su influencia, no bay que dudarlo, es mayor, y sin embargo
los secretarios son excluidos, y los diputados provinciales no.
Los ayuntamientos ejercen sus funciones, forman las listas pira
las elecciones, y en su territorio tienen una influencia grande sobre
los habitantes y sobre las elecciones; y si se quiere llevar la doc
trina de influencias tan allá, aqui se ven las consecuencias.
Los tribunales de comercio en el distrito doude ejercen sus fun
ciones deben ser también excluidos, puesto que lo son los jueces de
primera instancia. Los secretarios generales de las provincias Vascon
gadas tienen también influencia. Los síndicos consultores y secre
tarios de aquellas corporaciones están en igual caso; los corregidores
políticos de Vizcaya y Guipúzcoa con sus secretarios de la misma
lnanera. Eu el Ministerio de Hacienda hay subdelegados, contadores
y tesoreros; estos debierad también ser excluidos, puesto que ejercen
influencia y autoridad , y no poca. Los comandantes y carabineros
de provincia sabemos U influencia que han tenido, pues en toda la
provincia ejercen funciones. Pues, señor, si la comisión ha admitido
la indicación del Sr. Heros por hacerle fuerza los argumentos sobre
los comandantes generales de marina , partiendo del principio de in
fluencia , es claro que todos estos que ejercen gtande influenoia se en
cuentran en el mismo caso.
No hablo para proponerlo como adición ; pudiera hacerlo, y estoy,
en el caso de mi derecho, porque asi como la formalizó el Sr. Heros
podría yo formalizarla para que todos estos fueran excluidos ; pero
no estoy en esos principios. Yo be dicho eslo solamente con el objeto
de hacer ver que la comisión no guarda exactitud lógica compren
diendo todos los casos de unas mismas circunstancias, siu proscribir
á unas clases y privilegiar á otras.
Aqui se ve eso: clases enteras proscritas, otras privilegiadas;
unos quedan dentro, otros quedan fuera : esto, señores, está muy le
jos de ser justo; yo no estoy por la doctrina de las influencias, por
que sé que todas aquellas de que se ha hecbo mención se contrabalan
cean con otra secreta ; porque los electores que tienen conciencia nada
les importa; porque nadie les ve lo que votan siendo, como es, la vo
tación secreta que la Constitución y la ley electoral establecen. Seño-
Tes, aqui no hay mas que desconfianza contra clases enteras, á quienes
injurian diciendo que abusarán violentando la voluntad de los elec
tores, á quienes comprende igualmente la injuria, porque se les cree
susceptibles de soborqps y amenazas.
Yo no estoy por estos principios de influencia ; y una vez que son
legítimos los que la comisión comprende, es menester también exten
dernos á todas sus consecuencias.
Asi creo que la indicación que hizo el Sr. Heros, ó debe ser dese
chada, ó la comisión tiene que extender su dictamen á todas estas
clases ; pero en mi sentir lo mejor será desechar esta ley, lo cual pue
de hacerse con una bola negra.
El Sr. marques de GÜADALCAZAR: No hablaré del fondo de
la cuestión, porque lo hará otro individuo de la comisión; única
mente lo haré sobre la cuestión reglamentaria.
La cuestión que hoy se debe tratar es si se aprueba ó no la adi
ción del Sr. Heros, en virtud de haberla tomado en consideración
el Senado y babe.r sido acogida por la comisión; esto es lo único de
que hoy se debe hablar, no de lo que ha tratado S. S. , porque es
fuera de tiempo: el art. 2! está aprobado por el Senado, y es asunto
concluido; la cuestión versa, no sobre el art. 1?, sino sobre esa
adición.
El Sr. ONDOVILLA : Creo que el Sr. Heros no podrá alegar
privilegio á su favor para que haciendo una indicación la adopte
luego la comisión : de consiguiente uo soy yo de peor condición que
S. S. para poderlo hacer asi.
El Sr. HEROS: Pido la palabra para responder al señor preopi
nante, y hacerle ver la inoportunidad de lo que acaba de decir. El
otro dia no se puso réplica de ninguna especie á la indicación que
yo hice. Por consecuencia el caso era terminante.
El Sr. marques de GÜADALCAZAR : Se estaba discutiendo el
art. 1? cuando se presentó la adición del Sr. Heros. La comisión pudo
haber dicho á S. S. que la formulara ; pero no le pareció necesario,
porque creyó que era admisible. No se vió tampoco obligada á retirar
el arlículg; lo retiró porque, deseosa del acierto, creyó preferible ct¡:
tar la discusión , pensando en que efectivamente tenia fuerza la indi
cación del Sr. Heros. No huboq pues , tal empeño. Si el Sr. Ondo-
villa cuando se discutió el proyecto de ley en seguida hubiera hecho
estas observaciodes, babrian estado en su lugar; y si á la comisión la
hubiesen hecho fuerza, desde luego hubiera dicho que retiraba el ar
tículo para presentarle de nuevo, ó hubiera admitido las indicacio
nes de S. S. Pero boy ya no es el momento de entrar en esa cuestión.
El Sr. JAIME: La comisión al presentar este artículo nuevamen
te redactado ba tenido presente lo acordado por el Senado acerca de
los capitanes generales, regentes de las audiencias &c, á los cuales se
les ha excluido del derecho *de poder ser elegidos por las provincias
donde ejercen jurisdicción.
Los comandantes generales de departamento mandan en un ter
ritorio de mas extensión que algunos capitanes generales ; y por esta
misma razón, atendiendo á que la influencia de los primeros es mu
cho mas fuerte y eficaz que la de los capitanes generales, la comi
sión ha creído que estaba eu el caso de admitir la indicación hecha
por el Sr. Heros.
Lo demás que ha dicho el Sr. Ondovilla no es del caso (£Z se
ñor Senador continuó pronunciando algunas palabras con voz ininteli
gible, cada vez mas apagada y confusa, y á pocos instantes cayó so
bre el banco acometido de un fuerte accidente apoplético. En el mo
mento le sacaron del salón acompañado de varios Sres. Senadores.")
El Sr. ABARGUES: Unicamente quería decir la comisión que
ella no es quien ha concebido este proyecto, sino el otro Cuerpo co
legislador. La comisión no ha hecho mas que seguir el espíritu de la
ley electoral , pues cuando se discutió la Constitución de 1837 se
consignaron esas restricciones á las autoridades cuya influencia se
creyó excesiva.
Por consigniente la comisión , llamada únicamente á dar su dic
tamen respecto á una indicación, se ha contentado con calcar este ar
ticulo sobre las indicaciones que se han hecho.
El Sr. CHACON (D. José) : He pedido la palabra para hacer al
gunas indicaciones al Senado sobre el artículo que se discute. La ex
cepción hecha contra los capitanes generales de las provincias les priva
de ser Diputados ó Senadores solo por un número corto de ellas. Los
departamentos de marina comprende cada uno de ellos muchas pro
vincias, y tantas, que el del Ferrol comprende las de Vizcaya , San
tander , Asturias y Galicia. De manera que al aprobar el Senado
este articulo va á hacer i los comandantes generales de deparlamen
tos de peor condición que A los capitanes generales, supuesto que
van á ser privados de ser elegidos por una tercera parte de la Pe
nínsula.
Si se agrega á esto que los comandantes de los departamentos son
solo tres, resultará que vamos á dar una ley contra los comandantes
generales de departamento que les perjudica para ser elegidos mucho
mas que á todas las otras clases. En vista de esto yo rogaría á la co
misión que tuviera presente esta indicación.
El Sr. HEROS: Señores, no pensaba yo que la discusión hubie
se tomado el giro que se la ha dado, ni pensaba tampoco haber usa
do de la palabra en ejla , pues había entendido que el dictamen de
la comisión estaba en su lugar. Pero realmente al oir la relación de
empleados que mi paisano y amigo el Sr. Ondovilla iba ensartando
para probar que en su opinión debia adoptarse la indicación que
hizo respecto á los capitanes generales, me ocurrió aplicar aqui lo
que se dice entre los lógicos sobre ciertos argumentos que nada prue
ban, porque prueban demasiado, ó que era menester haber soplado
toda la monarquía entera , y decir: "Todos están excluidos de todos
los cargos y de todos los empleos , inclusos los ayuntamientos."
Pero si S. S. se hubiese acordado de que en la última sesión
cuando se trató de este punto empecé por decir que si en particular
se trataba, se hubiera visto qué el argumento no venia dirigido con
tra la comisión, ni contra mi , porque Dios sabe que he tenido siem
pre doctrinas mas amplias que el Sr. Ondovilla en este punto. Yo no
entraré á rebatir la falta de analogía entre las diferentes categorías:
sin embargo, no debió S. S. olvidarse de que cuando se trataba en el
Senado de la exclusión de los secretarios de las diputaciones provin
ciales que el proyecto pro|K>ne, dije yo que mas bien la exclusión
podría ser respecto de los diputados provinciales ; peto que estos te
nían un precedente en su favor, cual era que eran elegidos por los
mismos electores de los Diputados á Corles, y que por consiguiente
personas de esta clase de ningún modo podrán desmerecer la confian
za de los electores.
Sin embargo, se ha promovido la cuestión de analogía , y si fue
ra de analogía respecto de las personas podría pasar, pero se ha apli
cado igualmente respecto á la influencia ; y precisamente el argu
mento de analogía , asi como el comparativo ," cuando los términos
no son idénticos, suele pasar (como sabe S. S.) por el argumento mas
vicioso y defectuoso de cuantos se pueden presentar , porque si el ar
gumento analógico y el comparativo son los que mas convencen el
ánimo, cuando ios términos no son idénticos son los menos razona
bles que se pueden alegar. Argüir de analogía entre un capitán ge
neral y un comandante militar, argüir de analogía entre un alcalde
de un pueblo y un regente de una audiencia ó un gefe político, no
es argüir con exactitud, y de consiguiente el argumento que se dedu
ce de la analogía de la influencia cae por su base, no es lógico y da
ninguna manera se debe admitir.
Antes de pasar á manifestar lo que en este particular dije el

otro dia , debo indicar que siento que el Sr. Ondovilla baya usa
do de un argumento que basta abora dudo que tenga prece
der.'.: en este lugar ; tal es que si la comisión encontró justa el
otro dia la indicación que hice , debió igualmente admitir por
analogía toda la cáfila ó retahila de empleados que ha ido presen
tando S. S. en la cuestión. Permítame S. S. que le diga que no está
el Senado acostumbrado á oir esto, y que no es lo mas convincente
que se puede presentar. La comisión, mas complaciente conmigo
de lo que yo podía esperar, cuando la hice la observación de los co
mandantes generales de los departamentos , dijo que te hacia fuerza;
pero saben todos que repliqué que si se exigía por via de rigor de
reglamento formular una adición, no estaba lejos de hacerla; y
como mi objeto era solo llamar la atención del Senado, y como la
tendencia de este es no precipitar las resoluciones en nada, aunque
mi adición no se formulase desde luego, no era este motiva para
hacer un argumento falto de analogía, porque en el que yo puse há
bil analogía de personas , y en el que ha querido poner el Sr. On
dovilla ha habido ■analogía de influencia , y el caso por consi
guiente no es igual. • '
Vuelvo á decir que yo en materias de esfa especie soy un poco
mas laxo de lo que parecerá por esta cuestión; diré mas: que hasta no
está lejos el dia en que manifieste esto. Yo no apruebo la mayor par
te de estas restricciones , porque quiero que haya la latitud mas ex
trema con respecto á los electores; y si se tratase de restricciones yo
diria que de todas cuantas personas hay con empleo , y esto responde
de paso al señor preopinante que ha hablado de los comandantes de
departamento sobre los cuales recaigan disposiciones restrictivas,
do hay nadie sobre quien recaiga restricción mas absoluta y termi
nante que sobre los que tenemos el honor de representar la provincia
de Madrid, pues nos encontramos en una especie de proscripción
en que no se encuentran los que representan otras provincias, y sin
embargo , satisfechos y honrados con el voto de nuestros comitentes,
jamás hemos hecho, ni erro que ninguno hará la menor indicación
•obre el particular.
Los Diputados y Senadores por la provincia de Madrid no puet
den ser Ministros , sopeña de que tieuen que renunciar al honor de
*er elegidos por la provincia , porque claro es que habiendo en la ley
electoral un articulo que dice que los Ministros, directores de Ren
tas &c. no pueden ser elegidos Diputados, los Senadores y Di pu
do» por Madrid, que por conveniencia del servicio mas que por con
veniencia propia ¡leguen á merecer estos cargos, no pueden merecer
el honor de ser elegidos. Sin embargo vuelvo á decir, ni nos hemos
quejado, ni creo que nos quejaremos: el honor de representar á la
capital del reino supera en nosotros á la vanidad de cualquier género
que por abi nos podierd<"ven¡r. A pesar de eso, he dicho que ai algu
na vez se tratase de hacer una nueva ley electoral y de quitar restric
ciones, las primeras que quitaría sería las que dicen relación á los
Ministros, es decir*, á que el que viniera á estos bancos pasase á ser
Ministro, sin que estuviese por ello sujeto á reelección.
Las combinaciones á que puede dar lugar el nombramiento de
Ministerio suelen y pueden perturbarse tal vez por la circunstancia'
de no volver á ser elegidos para estos Cuerpos los queien ellas figu
ran, y lo mismo dije en otra ocasión respecto de los embajadores y
de los generales que mandan los ejércitos; porque es menester partir
del principio que son puestos especiales que requieren, por decirlo
asi, capacidades especiales. He dicho esto porque me gusta no per
der jamás la ocasión de ampliar este género de doctrinas que han de
fructificar con el tiempo; y esta es una de las primeras ventajas del
Gobierno representativo, Gobierno de progreso en que el pensamien
to y el ánimo trabajan todos los días, y al fin te llega á tropezar con
la verdad , objeto de todas las investigaciones. Pero nosotros somos
muy nuevos en esta carrera, y no es extraño que tropecemos con al
gunos obstáculos que la práctica hará desaparecer.
Volviendo á mi idea diré que yo hice la excepción de aquellos
comandantes generales de los departamentos , pudieran ó no ser ele
gidos, como en la ley electoral se excluye de ser elegidas en sus res
pectivas provincias á las autoridades que están á su cabeza , por el
mismo principio que lo son los capitanes generales y los comandan
tes generales. Un Sr. Senador que acaba de hablar y que es coman
dante general de un departamento, ampliando esta doctrina, ha
dicho que los comandantes generales de departamentos, si se ad
mite el principio sentado, quedaban en peor categoría que los capi
tanes generales , por la razón , dice S. S. , de que no estando todo el
perímetro de la Península dividido mas que en tres capitanías gene
rales de Marina, cada una de ellas abraza mas provincias que nin
guna otra capitanía general. Kn esto me permitirá S. S. que le diga
que no es completamente exacto , aunque hay si un principio de
verdad ; pues es cierto que hay capitanías generales que exceden en
número de capitales á las de los departamentos ; y si no ahí está la
de Castilla la Vieja que va desde Tudela á Ciudad -Rodrigo, y desde
Villafranca del Vierzo á Sigüenza.
Por consecuencia, en esto no hay exactitud ; pero sin embargo no
deja de tener fuerza lo que dice S. S. , y esta fuerza seria mas cum
plida siempre que mi indicación hubiera llevado consigo la circuns
tancia de que los comandantes generales de los departamentos hu
bieran quedado excluidos de todas las provincias que dependen de su
mando ; pero 6. S. mismo me presenta á mi una especie de situación
particular respecto al punto de que se trata, porque S. S. es Senador
185
Sor la provincia de la Coruñay comandante general del departamento
el Ferrol ; y yo he querido citar este ejemplo , pues es una de las
cosas que me vinieron á la mente al tratar de hacer la indicación
que hice, el recordar que estando S. S. de comandante del Ferrol -no
hubiera sido propuesto Senador por dicha provincia; circunstancia
que debe tenerse presente. Pero no digo mas porque dia llegará en
que me explique sobre los capitanes generales. (Entra en el salón el
Sr. Ondovilla.) Mas yo pregunto , y me alegro que haya llegado en
este momento el Sr. Ondovilla : ¿está un comandante general de de
partamento en ninguno de los casos de los empleados que ha ido en
sartando S. S. uno tras otro?
Me parece que no necesita esto larga demostración. Los emplea
dos del Tribunal de las Ordenes conocerá S. S. que se encuentran en
el mismo caso que los de los tribunales superiores; y suponer lo
contrario seria , no diré absurda , sino poco oportuno'. Pero yo
pregunto: ¿deja el comandante general del departamento de ejercer
en ciertos puntos una autoridad mas concentrada que la de ningún
capitán general en las provincias de su mando? Yo no sé que en una
porción de capitanías generales haya un número de dependientes mas
inmenso, con mas subordinación ni con mas sujeción que el que
tiene á sus órdenes un comandante general. Como hay, por ejem
plo, en la isla de León ó San Fernando respecto al comandante del
departamento de Cádiz ; como hay en la provincia de la Coruña res
pecto del comandante general del departamento del Ferrol , y en la
de Murcia respecto al comandante general de Cartagena.
Pero hay mas: los comandantes generales de los departamentos
están , no solo en el caso en que están los capitanes generales respecto
á la jurisdicción militar, sino que tienen la jurisdicción civil y mi
litar , por la atracción que tiene el fuero de guerra en los casos civi
les y militares. Forman ademas tribunales, expiden edictosy ob
servan todaa las actuaciones de los tribunales militares civiles. Coa
que, señores , no sé yo por qué tanta novedad por una parte , y por
qué tanto olvido de que no hay analogía respecto de la otra. Por con
secuencia, no entrando en la teoría general respecto de esto, si es
que verdaderamente hay analogía entre los capitanes generales y los
comandantes generales , diré que si existe alguna está perfectamen
te colocada en su lugar. Autoridad militar , autoridad judicial mili
tar, áutoridad que ejerce mando sobre una porción de dependientes?
tal es la de los comandantes de departamento , la cual llevada al úl
timo punto , es muy superior á la de los capitanes generales.
Estos la ejercen solo en las tropas que están á sus órdenes; ¿pero
tiene esto nada que ver con las matriculas? ¿Tiene esto algo que ver
con la inmensa marinería repartida por todas las costas de la Penín
sula , y que está bajo su dependencia ? Sin embargo yo no he llevado
mi indicación ni mi exigencia tan allá; me be contentado con ex
cluir á los comandantes generales de departamento de ser elegidos en
las provincias de su residencia, porque la ley señala esta misma ex
cepción respecto de los capitanes generales. Vuelvo á decir que esto
está en coi, sonancia con la ley, porque en esta materia soy laxo, y
quiero que los electores mas bien pequen de libertad para elegir que
no de restricciones; pero puesto que el proyecto está en general adop
tado, respecto de la parte que resta el Senado no debe tener incon
veniente en darle su aprobación.
El Sr. CHACON (D. José Mana): Ruego al Sr. Presidente que
baga leer el articulo que se discute. (Se lejó.) En esto fundaba mis
razones; mas como el Sr. Heros dice que solo extiende la restricción
respecto de los comandantes de los departamentos á las provincias
de la residencia , queda en pie lo que yo he dicho y lo que ha di
cho el Sr. Heros.
El Sr. LADRON DE GUEVARA: Se ha invocado el nombre dé
la Coruña , por cuya provincia he tenido el honor de ser nombrado,
y no es posible dejar de tomar la palabra , no obstante ser extraño á
la materia de que se trata, (sílgttnos Srej. Senadoresi Mas alto,
mas alto ; no se oye.) Procuraré levantar la voz cuanto pueda, no
obstante de que cuando la naturaleza no ayuda , vauos son los es
fuerzos del arte.
Digo , pues, que be tomado la palabra por haberse hablado aqui
déla provincia de la Coruña, y haberse dicho la influencia que
en ella tiene el comandante general del distrito de marina del
Ferrol.
En mi concepto hay una diferencia notabilísima entre la in
fluencia que ejerce el capitán general de Galicia en los ánimos de
los habitantes y la del comandante general del departamento, mu
cho mas por los tiempos por que hemos pasado. Se extenderá todo lo
que se quiera la jurisdicción de los comandantes generales de los de
partamentos; pero como ba dicho muy bien el señor comandante ge
neral de el del Ferrol , esta autoridad está distribuida en muchas
provincias, y si se hubiesen de eontar los votos que pueden reunir
en cada una de ellas, difícilmente bastarian para que pudiesen ser
nombrados Diputados i Cortes ó propuestos para Senadores. Está
muy bien que tenga influencia este comandante general y los demás
sobre todos los matriculados; pero, señores, ¿cuántos de los ma
triculados gozan del derecho electoral ? Hé aqui sobre lo que yo
quiero llamar la atención del Senado. Los matriculados generalmen
te son pobres; carecen de propiedad; no tienen ninguna de las cua
lidades por las cuales son excluidos del derecho electoral , y de con
siguiente poco importa que los matriculados voten por su gefe si no
ton bastantes para proporcionarle un número suficiente en virtud
 18G
del cual quede nombrado Diputado á Cortes ó propuesto para Se
na dor. -;'
Estoes loque prácticamente be visto, señores. La influencia,
pues, de los comandantes generales de departamento en la provincia
de la Cortina de que aqui se ha hablado es corta , cortísima; y de
consiguiente no encuentro una razón poderosa para quesean exclui
dos del derecho de poder representar á la nación en el Senado ó en
el Congreso de los Diputados.
Ha dicho el Sr. Heros, j lo creo de todo corazón , que no desea
restringir, antes bien , que está en el principio de ampliar cuanto
sea posible el derecho de ser nombrados. Pero por lo misino que S. S.
abunda en los propios sentimientos , y yo lo creo asi, parece que sin
uní urgente necesidad no debe de restringirse por ahora este dere
cho respecto de los comandantes generales de marina. Se dice que esto
debe hacerse por la analogía que guardan con los capitanes generales.
Sin duda este- es el principio loable que ha conducido á S. S. á in
troducir su proposición ; pero habiendo yo demostrado que esta ána-
logia no es igual, porque estos tienen una influencia grande, in
mediata, sobre todos los habitantes de las provincias, y aquellos ape
nas tienen alguna sobre una parte muy pequeña de ellos, es claro
qué desaparece, que no existe dicha analogía.
Soy enemigo de divagar : de consiguiente no creo necesario, y es
contra mi costumbre, entrar en las influencias verdaderas sobre las
elecciones. Los Sres, Senadores que se hallan presentes saben cuáles
son , y saben también que es imposible atacar en su raíz estas in
fluencias, ó mas bien, que es imposible destruirlas sin destruir el
gobierno representativo. La moral , como se ha dicho aqui , la inte
gridad, la conciencia, el pundonor; he aqui , señores, lo que debe
haber en las elecciones para que sean tales cual corresponden á la na
ción. Todo lo demás es inútil, porque hecha la ley, hecha la trampa.
He dicho.
£1 Sr. LASAÑA: Foco podré añadir á lo que tan atinadamente
ha dicho el Sr. Heros. Pedí la palabra cuando el Sr. Oudoviila ma
nifestó que la influencia de los diputados provinciales es mayor que
la de los secretarios de la diputación. Me parece queS. S. se ha equi
vocado en esta parte, porque generalmente los alcaldes de los pue
blos conocen al secretario de la diputación , pero no á los Diputados.
Con el secretario es con quien deben entenderse , porque á este es á
quien dan cuenta y á quien acuden con sus representaciones; y ge
neralmente creen que tiene tal influjo con la diputación, que lo que
él dice, aquello es lo que se hace.
Ademas de esto, esa influencia de los diputados provinciales podria
tener lugar cuando se nombraban en toda la provincia, esto es,
cuando toda la provincia nombraba todos los sugetos que habían de
ocupar el puesto; mas en el dia están divididas por distritos^ y cada
distrito nombra su diputado , sucediendo muchas veces que los veci
nos del uno no han oído jauaís nombrar al diputado del otro.
De consiguiente no pueden ejercer ninguna influencia ; pero aun
que la ejercieran, como dijo muy bien si Sr. Heros, seria por la
confianza que habían tenido los electores cuando los nombraron di
putados. Lo mismo digo con referencia á los individuos de los ayun
tamientos. Tendrán influencia en su pueblo, porque la misma con
fianza que tienen en ellos ba hecho que los ponga en el lugar que
ocupan de alcaldes, regidores, procuradores &c. Luego aunque efec
tivamente tengan influencia, esta influencia no será nunca de la
misma naturaleza que la del secretario de la diputación provincial,
porque este no es nombrado por la provincia, pues le nombra la
misma diputación. He dicho.
El Sr. SEOANE: Solo he pedido la palabra para hacer una obser
vación. Deseo saber si al votar la adición del Sr. Heros votamos la
exclusión de los comandantes generales de los departamentos maríti
mos por lodas las provincias que los componen, ó solo por la provin
cia donde tienen su residencia fija.
En el caso de que se entienda la exclusión de todas las provincias
que componen el departamento marítimo, pido la palabra en contra
del articulo: de otro modo le votaré.
El Sr. marqués de GUADALCAZAR : La exclusión se entiende
por las provincias en que ejercen su jurisdicción. Esto no lo ha hecho
la comisión; esto ha venido al Senado del Congreso de los Diputados.
En la ley electoral se impedia á los capitanes y comandantes ge
nerales ser elegidos Diputados por la provincia en que tuviesen su
residencia. Esto es lo que ha alterado el Congreso, ampliándolo á to
das las provincias en que ejercen su mando.
Después, acogida la iudicacion del Sr. Heros , la comisión ha
creído que debe igualarlos con los capitanes generales , porque en
cuentra mas analogía. La tínica diferencia es la de mayor ó menor
territorio , y por esa razón á unos y á otros se imposibilita de ser
elegidos Diputados ó propuestos para Senadores.
Se dice que en los capitanes generales hay un número determi
nado de provincias , y que á los comandantes generales de marina
les comprende mas número, de provincias, porque no siendo mas que
tres, es inuy vasto su territorio; pero también, como se ha dicho aqui,
hay una capitanía general que contiene doce provincia*.
Encontrando tanta analogía entre los comandantes generales de
departamento y los capitanes generales, los ha. igualado la comisión.
Esto no impide que representen á la nación tanto en el Senado como
en el Congreso de los Diputados, porque podrán ser elegidos en las
provincias del interior , doo.de no ejercen mando ni jurisdicción.
EL Sr. SEOANE : En ese caso pido la palabra en contfa.
El Sr. PRESIDENTE: Si V. S. gusta se leerá el dictímen de la
comisión para que pueda V. S. enterarse bien de su contenido.
EI Sr. SEOANE: Con mucho gusto."
Se leyó el dictamen.
El Sr. SEOANE: Si no estoy mal informado, la nación españo
la, es decir, el territorio de la Península está dividido en tres de
partamentos ó secciones marítimas, y la jurisdicción, dicha en un
sentido muy lato, la ejercen en su ramo los tres comandantes gene
rales de departamento. Es decir, que aprobado el articulo tal cual te
presenta, los comandantes generales de departamento no pueden ser
elegidos por una tercera parte de lo nación. 1
Voy á buscar si esla exclusión tiene analogía con la que se ha he-
oho de los capitanes generales de distrito , en cuyo caso me hallo yo,
porque por una delicadeza mal entendida he volado esta exclusión,
delicadeza que espero no tener en adelante.
Doce capitanías generales hay en el territorio de Ja Península y
otras dos en Canarias y Mallorca; es decir, que la nación se halla
dividida en trece distritos. Hay uno en verdad monstruoso , que es
el de Castilla la Vieja; pero en cambio todos los demás se componen,
el mas considerable de cinco provincias , la mayor parte de cuatro,
y algunos, como sucede á Extremadura , de dos. Un capitán general
puede ser elegido por las muchas provincias que no comprende su
distrito; pero siendo solo tres los departamentos marítimos que hay
en la Península , no les queda á los comandantes generales mas que
dos terceras partes de la nación. No hay , pues, analogía entre uno
y otro.
Ademas se ha querido huir de la influencia que ejercen los ca
pitanes generales, y lo singular es que se ha querido en una época
en que los capitanes generales absolutamente no influyen mas que
con los que visten la casaca militar. Esta ley se ha hecho en odio
al sistema anterior. En el sistema anterior los capitanes generales
eran presidente* de las audiencias; tenían el derecho de no confor
marse bajo su responsabilidad con sus decisiones; tenían la policía i
su cargo, y hasta una intervención inmediata en las rentas. Es decir,
eran los capitanes generales en España lo que hoy es el capitán ge
neral de Cuba, y lo que antes eran los vireyes de América. Enton
ces, es claro, una voluntad indicada del capitán general era lo su
ficiente para hacerse elegir por cuantos individuos y autoridades de
distintos géneros se hallaban en sus distritos y dependían inmedia
tamente de él. ¿Pero hoy quién depende de los capitanes genera
les? Los militares en activo servicio; los que tienen fuero de guerra.
A estos está limitada su autoridad; á estos está limitado su mando.
No soy yo el que me quejo de eso : por evitar un sistema , una
cadena de la cual ese era un eslabón, es por lo que yo he peleado,
por el sistema representativo; ¿pero los capitanes generales de depar
tamento qué influencia pueden ejercer boy en Jas elecciones para
excluirlos de que puedau ser elegidos Diputados ni propuestos para
Senadores por una tercera parte de la nación ? ¿ Sobre quién han
de ejercer esa influencia ? ¿Sobre las tropas de marina ? En primer
•lugar que hay muy pocas, y p?ra los buques y atenciones navales
creo que sobran las pocas que hay; escuadras no existen: fuero de
marina: las matriculas se componen de pobres pescadores ó mercan
tes, sin propiedad ni influencia alguna. ¿Cómo han de Influir en las
elecciones, ni qué saben lo que son elecciones ? La influencia de las
p rsooas aforadas podrá tener lugar en la provincia donde esté si
tuado el departamento; ¿ pero en el interior qué fuero de marina
hay ? Algún caso muy raro. •
De modo que yo no puedo menos de considerar injusto que por
esa ley, contra la que yo estoy, porque no creo que hay mas freno
que la moralidad y censura pública para evitar las influencias ma
lignas en las elecciones , se prive á los comandantes generales de los
departamentos del derecho mas sagrado y a preciable, cual es el de las
elecciones. Cuando estos comandantes generales de deparlamentos es»
tan sumidos en la miseria ; cuando los individuos que dependen de
ellos le afligen continuamente el corazón con sus desdichas; cuando
esos destinos no son de provecho, sino de tormento, ¿ oómo les hemos
de quitar una cosa tan estimada de los hombres bien nacidos , cual
es el honor de tener el derecho de intervenir en la legislación de su
pais ?
Yo votaré el articulo por analogía si se entiende la exclusión solo
por la provincia donde esté situado el departamento; si no, tendré el
disgusto de darle mi voto en contra.
El Sr. marques de GUADALCAZAR : La comisión no puede
contestará la parte principal del discurso del Sr. Seoane, porque
versa sobre una cosa que está ya aprobada por el Senado, cual es que
los capitanes generales y comandantes generales de distrito no puedan
ser elegidos Diputados ni propuestos para Senadores por las provin
cias en que ejerzan su mando : ahora se trata solo de ios comandantes
generales de marina, y la cuestión es si tienen influencia ó no, y si ■
guardan ó no guardan analogía con los capitanes generales y coman»
dantes generales <le distrito, que se han excluido por la influencia que
se supone pueden ejercer.
Se dice que los comandantes generales de marina no pueden tener
ninguna , ó por lo menos que será muy corta , porque los matricu
lados son pobres : esto no es del todo exacto, porque los hay ricos y
enlazados con grandes familias.
j Por otra parte, no puede limitarse la exclusión á las provincias

don:1e residen, porque respecto á los capitanes generales y coman
dantes generales de distrito se extiende á todas las provincias de su
mando; y en este oso la comisión cree qdesi se ha de seguir esa ana
logía debe aprobarse la adición tal como está ó suprimirse del todo.
El Sr. SEOANE: Yo be sacado á colación los capitanes generales
y comandantes generales de distrito , porque creo que precisamente
contra tu confianza se ha hecbo esa ley ; y la influencia que hoy ejer
cen los capitanes generales Tiene de un recuerdo que se puede lla
mar histórico de lo que fueron, no de lo que son: viene de una especie
de costumbre que hay de respetar esas autoridades corr preferencia á
las demás. Yo pregunto : ¿los comandantes generales de marina han
ejercido una influencia igual á los capitanes generales si han tenido
el ramo de policía, la intervención en. Hacienda , la presidencia de
varios tribunales y la facultad de no conformarse con sus decisio
nes? Es bien seguro que se me dirá que no; porque no han entendi
do nunca mas que de barcos y de marineros. Por eso he sacado a co
lación la influencia de los capitanes generales; y repito que si esa
exclusión se limita solo a la provincia donde residan, por analogía
dar? mi voto á la enmienda de la ley ; pero de lo contrario , yo no
privaré á los comandantes generales de departamento de poder ser
elegidos por 1C provincias de España, en cuya mayor parte es nula
la influencia que puedan ejercer.
Dice el Sr. marqués de Guadalcázar que los matriculados es
gente acomodada : en general yo no lo he visto asi , porque por
desgracia está tan abatida la marina mercante , que no se dedica á
ella mas que gente de escasos recursos.
El Sr. Ministro de MARINA : Yo he pedido la palabra con el
objeto de llamarla atención de la comisión, y ver si este asunto
puede venir á término razonable.
Todos los señores que han tomado parte en la discusión han con
venido en la ninguna influencia que ejercen los comandantes genera
les de departamento én las provincias en que no residén. Enhora
buena que estos comandantes por analogía con los capitanes genera
les y comandantes de distrito queden excluidos de ser Diputados, ni
propuestos para Senadores por la provincia de su residencia; pero en
las demás provincias, desde Pontevedra á Guipúzcoa , desde Barce
lona á Cádiz, no sé qué influencia puedan ejercer, porque en toda
esta linea son tan pocos los individuos de su dependencia que casi se
pueden contar.
No rué parece, pues, que haya tanta razón para esa exclusión tan
absoluta ; y creo que con uua sola modificación que se sirviese hacer
la comisión , limitando solo esa exclusión al departamento de su re
sidencia , quedaria terminada la discusión : si no el Senado resolverá
lo que tenga por conveniente; pero es precisó no olvidar que se les va
á excluir por una porción de provincias en las que no tienen in
fluencia alguna. . *
Es todo lo^jue tenia que decir.
El Sr. marqués de GUADALCAZAR: La comisión desea que
el Senado sea el que decida la cuestión: si este no aprueba el dic
tamen, volverá á ella según el reglamento previene.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Santos): Señores, yo he votado el
primer articulo de la ley que comprende la exclusión de los capita
nes generales y comandantes generales de distrito porque yo lo soy,
y no quería votar contra una cosa que no estaba en mi favor; pero
lo he hecho contra mi convicción, porque estoy persuadido de que esa
influencia que se supone no la (ienén, no digo en los distritos á don
de se extienda su jurisdicción, sino apenas en el pueblo de su resi
dencia , porque su mando en el dia se limita al de las fuerzas
'militares que están á sus órdenes.
Ya he dicho que sin embargo he dado mi voto porque estaba
comprendido en esas circunstancias; y ahora debo añadir que respec
to á la adición del Sr. Heros, solo la aprobaré en el caso de que se
entienda en los términos que ha manifestado S. S.; es decir , que Jos
comandantes generales de departamento no puedan ser elegidos ni
propuestos para Senadores por la provincia donde tengan su resi
dencia. Bajo ese principio la votaré, porque conozco que allí pueden
tener alguna influencia, aunque será muy corla ; pero si se ex
tiende esa exclusión á todos los puntos de su jurisdicción , yo ñola
apruebo.
El Sr. Secretario TORRES SOLANOT: Nó habiendo ningún
otro Sr. Senador que tenga pedida la palabra en contra, se volverá á
leer el artículo para proceder á su votación.
El Sr. LASAÑA: Pido la palabra para una cuestión de orden: el
artículo está ya aprobado; lo que hay que votar ahora es la adición.
El Sr. marqués de GUADALCAZAR : Es menester que se vote
el d ¡clamen de la comisión, porque esta retiró el articulo para redac
tarle de nuevo.
El Sr. LOPEZ (D. Alejandro): La comisión, si no me engaño,
acaba de decir que relira et dicta men para redactarle de nuevo.
El Sr. marqués de GUADALCAZAR: Si el Senado lo desa
prueba
El Sr. Secretrrio TORRES SOLANOT: Creo que el dictamen de
la comisión es este articulo redactado en la forma que lo está , en el
cual hay algo mas que la adición que ha dado margen á la discusión.
El Sr. marqués de GUADALCAZAR: Lo demás está ya apro
bado.
El Sr. SecretarioTORRES SOLANOT: Sin embargo yo creo que
no se puede leer una sola palabra.
S— TOMO I.
187
El Sr. SEOANE: Buego al Sr. Secretario que lea aisladamente
esa parte."
El Sr. Secretario lryó el dictamen.
El Sr. SEOANE: Esa es la novedad de lo aprobado hasta ahora;
El Sr. ONDOVILLA: En ese respectivos auditores hay una cosa
probada ; es decir, los auditores de capitanías de guerra, y solo debe
de ser el comandante general de marina.
El Sr. ABARGUES: Caso que el Senado aprobase la adición se
redactaría conforme esta, y solo se debe decir si se aprueba ó no la
adición, que la redacción es para si se aprueba el articulo.
El Sr. LANDERO: Sin que sea mi ánimo acusar á la comisión,
la práctica ha sido aquí que después de aprobado un articulo, cuan
do á él se hacen adiciones, se da el dictámen á la adición, y según rs
presentado por la comisión asi es como se vota: después de aproba
da, cuando se presenta definitivamente la ley es cuando se redacta el
artículo adicionado. Asi, no siendo posible el que se presente á vo
tación el articulo según lo ha leido el Sr. Secretario, porque era.
comprometer al Senado á que desaprobara lo que tiene aprobado, me
parece que debe volver á la comisión para que el dictámen recaiga
sobre ella sola.
El Sr. marques de GUADALCAZAR: Yo me he equivocado. El
articulo no está aprobado, porque antes de votado se retiró para re
dactarlo de nuevo.
El Sr. ONDOVILLA : Señores , nos encontramos en distinto caso:
antes se me ha dicho que estaba el articulo aprobado , y en ese con i
cepto se hau rebatido mis argumentos ; de consiguiente esto no puede
pasar asi.
El Sr. marques de GUADALCAZAR : Lo que lia dicho la co
misión ba sido del art. 2? aprobado por el Senado; del i? no.
El Sr. ONDOVILLA : Yo no he hablado del art. 2í , y sí de la
totalidad del proyecto ; y en el art. 1? hay cabida para añadirse to
das las personas, y se me ha dicho que de eso no habia que tratar.
El Sr. ABARGUES: El articulo está redactado bajo el supuesto
que el Senado lo apruebe : si lo aprueba irá asi ; y en caso contrario
volverá á la comisión para que lo varíe. %
El Sr. LANDERO: En uso de la facultad que á todo Senador
concede el reglamento, pido que se vote el artículo por parles.
El Sr. MACIA LLEOPART : Pido que se lea el acta en que se
votó ese artículo. ,
El Sr. Secretario TORRES SOLANOT: La comisión parece que
no ha estado exacta. En la sesión de 1? de Junio se aprobó el art. 1?,
y por consiguiente el articulo en la parle á que ba aludido el señor
Ondovilla estaba aprobado: lo que no estaba fue una adición que
tuvo que pasar á la comisión, y en lugar de dar esta un dictámen
aislado la ha intercalado én el articulo aprobado. De consiguiente la
aprobación y desaprobación no puede recaer en su totalidad, porque
seria poner á votación una cosa aprobada. Sobr: lo que si puede re
caer es sobre la adición tomada en consideración, y á la cual ha
dado la comisión su dictámen, incluyéndola en este artículo.
El Sr. marqués de GUADALCAZAR : La comisión volverá á
extender su dictámen, porque hay dos defectos en él: la adición del
Sr. Rivadeneira se presentó al Senado, y retiró la comiíion el di. Li
men ; y en esto ha consistido mi equivocación, -y en notencr presen
te la votación que se hizo cuando yo no era de la comisión, "porque
he entrado á formar parte de ella por. uno que ha ido con licencia;
si tenia presente que se habia retirado el art. 1?, y hubo ese defecto
de no presentar la comisión su dictámen solo sobre la adición del se
ñor Rivadeneira , y en lugar de esto presentó el art. 1?; peto ahora
relira este dictámen para darlo en regla sobre las adiciones de les se
ñores Rivadeneira y Heros.
El Sr. PRESIDENTE: La equivocación ha estado en que lo que
es adición se ha confundido con lo que es enmienda. Las adiciones
son á lo aprobado, y las enmiendas son las que varían el lento del
articulo luego que las aprueba el Senado; mas como esta ha sido adi
ción, no podia tener lugar basta que no estuviera aprobado el artí
culo. De consiguiente estaba aprobado el articulo; y al decir que la
comisión retira su dictámen para redactarlo de otro modo, queda
retirado.".
Se acordó imprimir y que pasarian á las secciones para el nom
bramiento de comisión los siguientes proyectos de ley remitidos y
aprobados por el Congreso de los Diputados :
Al Senado.= "El Congreso de los Diputados,, habiendo tomfd.i en
consideración una proposición de varios individuos de su ser.u ¡obre
redención del eeuso de población de Granada, ha aprobado el siguien
te proyecto de ley:
Articulo 1? Los censos conocidos en el antiguo reino de Granada
con las denominaciones de Sueltos , Suertes, íbices y s.l I uela, que
componen la renta llamada Censo de Población de Granada ,'podran
redimirse graduándose su capital al 3 por 100, y satisfaciéndose en
papel.de la deuda del Estado de la misma clase y en la misma pro
porción y plazos que señala el art. 3? de la ley de 51 de Mavo
de 1837.
Art. 2? El Gobierno dispondrá lo conveniente para que estas re
denciones se verifiquen con arreglo á los artículos 2?, 5? j- i", de la
ley 19, til. 15 del ¡ib. 10 de la Novísima Recopilación en cuan
to no fuere contrario d las disposiciones de la presente , y de medo
que, sin perjuicio de las solemnidades necesarias para que tengan la
validez y firmeza apetecible , se hagan con el menor costo : á este
 188
fin se extenderán las escrituras impresas y en papel de oficio , que -
dando un libro de registro en la intendencia , y las copias , tam
bién impresas, se darán á los interesados, sin necesidad de que inter
vengan en ellas escribanos, y si el intendente, contador y adminis
trador, uniéndose á cada copia el pliego de papel sellado correspon
diente á su clase , según la cuantía y conforme á la instrucción de
dicho papel.
Art. 3! En el caso de que los censatarios no hagan uso del de-
Techo que se les concede por los artículos anteriores dentro del pía»
so de cuatro años, contados desde la promulgación de esta ley, queda
el Gobierno facultado para enagenar los censos , vendiéndolos á per
sonas particulares , pero en clase de redimibles.
Art. 4! Queda abolido el derecho de Jf'arda ó guardas de mar, y
sin obligación alguna los pueblos que se hallan gravados con esta
carga.
Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado acompañando
el expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio
del Congreso 11 de Junio de 1811-=Agustin Argiielles, Presidente—
Eugenio Diez, Diputado Secretario—Hipólito Otero, Diputado Se
cretario."
Al Senado. = "El Congreso de los Diputados, habiendo tomado en
consideración una proposición de ley de varios individuos de su seno
sobre derogación de las leyes que autorizan el derecho de retracto,
ha aprobado el siguiente proyecto de ley:
Articulo único. Se derogan todas las leyes que conceden el dere
cho de retracto, llamado legitimo, gentilicio ó de abolengo.
Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado acompañando
el expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio
del Congreso 11 de Junio de 1811— Agustín Argiielles, Presidente.::
Eugenio Diez , Diputado Secretario—Hipólito Otero, Diputado Se
cretario."
Asimismo se mandó imprimir el siguiente dictámen;
"La comisión encargada de dar su dictamen acerca de la supre
sión de algunos diputados provinciales de Badajoz, dispuesta por el
Gobierno de S. M. en vista de las observaciones expuestas por algu
nos Síes. Senadores en la sesión en que se puso á discusión el primer
dictámen sobre el mismo asunto, opina que se diga al Gobierno
que el Señado queda enterado, y en consecuencia que se devuelva al
mismo el voluminoso expediente remitido para su eximen. £1 Sena
do sin embargo resolverá como siempre lo mas oportuno. Palacio del
mismo á 12 de Junio de 1841—Bernardo Borja Tarrius.=Santos Sao
Miguel.=José Cecilio de la Rosa—Dionisio Valdés, secretario."
El .ir. PRESIDENTE: Señores, en atención al accidente desgra
ciado de que hemos sido testigos, parece conveniente que el Senado
Sor hoy suspenda sus trabajos. Se reunirá el lunes para entrar en la
iteusion de los proyectos de ley pendientes sobre extinciou de las
prestaciones ó derechos de patronato; sobre supresión de los arbitrios
impuestos para el teatro de Oriente; sobre igualación de la deuda ,"j
sobre arreglo del servicio de bagajes , asi como en la de los deinat)
asuntos que han quedado pendientes.
Ciérrase la sesión.",
Eran las tres.
 NUMERO 50.
DIARIO
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 14 DE JUNIO DE 1841.
Se abrió i la ana menos cuarto, y leída por el Sr. Secretario Onís
el aeta de la anterior, fue aprobada.
£1 Senado q^uedó enterado de una comunicación del Sr. Ministro
de la Gobernación de la Península , fecha 13 del corriente , inser
tando el decreto, del día anterior por el que el Regente del reino
había nombrado'Senador por la provincia de Lugo al Sr. D. Joaquín
Ponte en lugar del conde de Fontao que renunció dicho cargo.
Se mandó pasar á la comisión de Tutela un oficio del Sr. Presi
dente del Consejo de Ministros, fecha 11 del actual, en el que, excu
sándose de no haber podido hacerlo antes, remite la copia pedida por
la comisión de Tutela de la consulta del Tribunal Supremo de Jus
ticia sobrera pretensión del Sr. Infante D. Francisco de Paula á la
de S. M. la Reina Dona Isabel II y su augusta Hermana, no enrian
do la del testamento del Sr. D. Fernando VII, suponiendo haberse
ya recibido del Ministerio de Gracia y Justicia.
El Sr. PRESIDENTE: Señores, tengo el sentimiento de annnciar
al Senado que anoche á las diex y media pasó á mejor vida nuestro
compañero el Sr. Jaime: con tal motivo me aprovecho de esta
ocasión para manifestar al Senado que se le han prestado por sus
compañeros cuantos auxilios han sido necesarios, tanto corporales
para ver ai se podía conseguir su mejoría, eomo espirituales, y par
ticularmente por el Sr. Codorniu, que con una eficacia la mas ex
tremada le ha asistido hasta el último momento. Para las demás dis
posiciones que sea necesario tomar , después de concluida la sesión
pública el Senado quedará en secreta para tratar de este asunto como
si fuesé-de familia. " •
Entrándose en la orden del día se procedió á la discusión del dic
tamen Je la comisión de Actas sobre la admisión del Sr. Laborda y
Gálindo. ' *
Leído el dictámen (véase el Diario n/im. 28 , seiion de 11 del
corriente'), dijo
Él Sr. CAPAZ: Sensibilísimo me es, señores, haber de tomar
la palabra contra un dictámen dado por una comisión de Actas que
en la presente legislatura es esta la primera vez que se va á contra
riar , i lo menos por mi parte , lo que propone. El tino , acierto y
rectitud con que siempre ha procedido son precedentes dignísimos, y
que hacen.que entre yo en esta cuestión Con la timidez que me infunde,
asi la clase de adversarios con quienes tengo que luchar , como el
convencimiento intimo de que no puedo hacerlo con tino y exacti
tud. Sin embargo , me mueve á vencer esta timidez el convenci
miento de que la comisión procede con bastante equivocación.
En efecto , la hay de hecho y de derecho: en cuanto á este últi
mo, personas mas ilustradas que yo que tienen pedida la palabra creo
que la tratarán ; por consecuencia diré poco. Pero en cuanto al he
cho séame permitido decir que sí se examinan los antecedentes del
Senado, varios ilustres Senadores en igual posición, á mi parecer, que
el Sr. Laborda han ocupado dignamente estos escaños sin otras razo
nes para haber acreditado su aptitud legal que las mismas en que el
Sr. Laborda se apoya.
El dignísimo señor obispo electo por Zamora, Sr. Tarancon, ha
estado ejerciendo este cargo sin otra renta que la cóngrua que tenia
señalada, y la cuál disfrutaba sin haber tomado posesión de su obis-
8.—TOMO I.
189
DE
DE CORTES
pado; el limo. Sr. García"Ramos, ilustre obispo electo de Almería,
se ha encontrado en el mismo caso. Mi dignísimo amigo y oompañe-
ro el Sr. D. Antonio Martínez de Velasco ha ocupado este puesto de
representante de la nación, y ha gozado de la renta sin haber toma
do posesión de su cargo. Ahora bien: ¿qué es lo que la ley exige
para acreditar la aptitud legal de oualquiera que, propuesto por el
pueblo y elegido por la Corona , venga A ocupar estos escaños? Qu^e
tenga 30,000 rs. de renta. ¿Y cuáles son las atribuciones de la comi
sión de Actas al examinar esta aptitud legal de los elegidos? Exami
nar y ver si acredita que está' en posesión de esa renta. Y pregunto
yo: ¿es de las atribuciones de la comisión de Actas el deslindar si es
ta renta se percibe con todas las circunstancias que en otro caso po
drán ser valederas , pero no en este ? No señor, porque la comisión
de Actas no es una comisión de pesquisa ; la comisión de Actas no
ejerce una comisión de pesquisa. Su atribución solo se reduce á exa
minar si es cierto que se está en posesión de esa renta.
Dicese, si mal no me acuerdo, que el Sr. obispo Laborda no debe
estar en posesión de la renta porque ha debido irse á su obispado , y
se cita no sé qué disposición legal por la que el no haberse ido
acredita que ha renunciado su puesto. Respecto á si está ó no en po
sesión, apelo á la Guia de forasteros z véase, y se hallará que el ilus-
trísimo obispo electo Laborda y Odiado lo es de Puerto-Rico ; pues
si se hubiera creído que había renunciado no existiría en la Guia, y
en todo caso no hubiera pareeido extraño que la comisión hubiera
preguntado al Gobierno si el Sr. Laborda y Galindo estaba en el
goce de la cóngrua que el Gobierno le había señalado. ¿La peroíbe ó
no? Esta es la cuestión. La percibe: ¡y ojalá que todos los obispos y
empleados públicos estuviesen tan bien pagados como el Sr. Laborda!
Si , pues, está en posesión de la renta; si no ha habido renuncia, por
que si la hubiera habido el Gobierno hubiera propuesto su reempla
zo, ¿cómo puede dudarse que el Sr. Laborda tiene la renta que la
ley exige?
Podrá decirse que el Gobierno, en cumplimiento de ese procedi
miento legal que se ha citado, debería haber manifestado al Senado
por qué existia aqui el Sr. Laborda sin ir á tomar posesión del obis
pado ó haberle privado de su renta. El Senado tal vez lo ignore, pero
algunos de los que han manejado estos asuntos deben estar enterados
dé que el limo. Sr. Laborda ha venido constantemente pcopuestu
para Senador en todas las legislaturas, y desde que dejó de serlo ha
estado muy próximo á ser elegido por el Gobierno en las vaaantes que
han ocurrido, porque dice la ley que las llenen los que hayan sacado
la mayoría absoluta. Yo concibo que hallándose el Gobierno en la
necesidad de tener á la vista estas vacantes, y también de estar pre
parado, nombró Senador al Sr. Laborda, asi para evitar las iu
didades inherentes á las elecciones, como porque había i
siempre al Sr. Laborda en posesión de venir á este puesto, y por eso
no le ha preguntado por qué no pasaba á Puerto-Rico.
Por lo que hace al Sr. Loborda puedo asegurar que esta circuns
tancia, unida á la falta de salud , es la causa por la que no ha ido á
servir el ministerio pastoral para que fue elegido. En este caso, ha
llándose con 40,000 rs. que percibe constantemente , y teniendo en
consideración que lo mas á que debe extender sus atribuciones la co
55
misión es á si posee ó no esta renta, rogare al; Senado que se sirva
nprobar la admisión del Sr. Labórela , para que desde luego venga á
ocupar su puesto.
El Sr. ONDOVILLA: La comisión da las gracias á mi digno
amigo y compañero el Sr. Capaz por el favor que la ha-dispensado
acerca de la justicia de los dictámenes que ha dado al Senado y han
merecido hasta aqui su aprobación.
Entrando en Ja cuestión debo hacer presente al Senado que
en 13 de Junio de 1838 fue presentado el Sr. D. Miguel Laborda y
Galindo para el obispado de Puerto- Rico , y en Setiembre del mis
mo año se le asignó la pensión de 40,000 rs. para mantener el decoro
episcopal hasta que ocupase la silla. El Sr. Laborda en 1837 fue ele
gido Senador, y presentó esta renta como suficiente para entrar en el
Senado. La comisión que entonces entendió en este negocio , habién
dole examinado con la mayor detención , propuso una duda que lue
go en la discusión fijó, á saber : que no era renta suficiente la que
presentaba para ser Senador. El Senado aprobó este dictamen : hay,.'
pues , un precedente en el Senado por el cual se ve que la renta del.
Sr. Laborda y Galindo no se tuvo por suficiente en aquel tiempo.
La principal razón que se dió entonces para desechar esta renta fue
que hacia año y medio que había sido nombrado obispo electo de
Puerto-Rico, y que no solamente no había ido á tomar posesión de
la silla , sino que no habia practicado diligencia alguna para apres
tar su viaje. .
Y si entonces por esta circunstancia la renta que presentaba no
la creyó suficiente, ¿qué se dirá ahora, que se han pasado cinco
años , que cumplieron en el dia de ayer, y que no nos consta
que baya hecho la menor diligencia para ir á tomar posesión de)
gobierno de aquel obispado? Este precedente del Senado es muy res
petable , asi kcomo lo sou todas las determinaciones de esta ilustre
corporación.
En América está recibido por ley, y es una práctica constante,
que los obispos electos tienen el derecho de gobernar llevando una
Real cédula que se llama de ruego y encargo, que antes solia daise
por el Consejo de Indias y ahora por la cancillería del Ministerio de
Gracia y Justicia, cuya Real cédula presentada á los cabildos, estos
ronsienten siempre, porque la reciben como un mandato para dar la
toma de posesión del gobierno de la diócesis.
El Sr. Galindo no ha acudido al Gobierno para sacar esta Real
cédula; no ha practicado la mas pequeña gestión: de consiguiente
no ha tratado de ir á desempeñar su ministerio pastoral. La Cons
titución en su art. 2? adicional previene que por leyes especiales se
han de gobernar las colonias , y que no sirven las disposiciones que
aqoi se dicten si no se adoptan para allí. No hay hasta ahora ejem
plar , ni en la ley electoral se hace mérito tampoco , de que los
empleados de las colonias se hayan nombrado nunca Diputados ni
Senadores, ni hayan venido de allí á ejercer aqui su ministerio;
porque esto equivaldría á renunciar el empleo) mediante á que seria
menester ocupar el tiempo que media entre una legislatura y otra
para hacer el viage y volver : de manera que nombrar á un gober
nador de uoa mitra de América Senador equivale á que no vaya
nunca á su gobierno.
Si ahora el Sr. Galindo entra en el Senado, llevando como lleva la
iglesia de Puerto-Rico ocho años de vacante, añadiendo nueve del
tiempo que dura el ser Senador, el resultado será que jamás podrá
ir á ocupar su silla. Aquella iglesia necesita un pastor propio, como
lo es un obispo electo , y exige que vaya allí i ejercer el ministerio
pastoral. Nada de esto trata de hacer el Sr. Galindo; antes por el con
trario , se trata de un medio por el cual no vaya á ejercer ese minis
terio pastoral, y se quede aqui en la Península gozando 40,000 rea
les sin hacer nada ni ocuparse en nada.
Para remediar este abuso las Cortes constituyentes dieron en 6 de
Febrero de 1837 un decreto, cuyos dos artículos 1? y 2? leeré con
permito del Sr. Presidente {Uyó). Las Córtes constituyentes vieron
aqui varios obispos que no iban á sus diócesis , y conociendo que
esto era un abuso , establecieron el art. 1? para obligarlos dirá
sus destinos, ó quédelo contrario se entendiera que renunciaban.
Pues esta ley es viva, está dada por las Córtes constituyentes , aten
diendo al caso en que se encentraban los obispos consagrados y los
electos.
Si te considera alSr. Galindo, no como gobernador de aquel obis
pado, sino como que disfruta una pensión de 40,000 rs. concedida
por el Gobierno, se empeorará la cuestión , porque no se puede dar
una pensión de 40,000 rs. para gozarla sin hacer nada ; porque, se
ñores , ¿en qué tiempos estamos ? ¿ Cuántas no son las necesidades
de la patria? ¿ A cuántas cosas no tenemos que atender?
Teniendo el ejército y otros ramos desatendidos, ¿hemos de pagar
dinero por no hacer nada ? Supongamos que la pensil, a sea concedida
para mantener el decoro episcopal. También está este caso previsto
en otro decreto de las mismas Córtes constituyentes , en el cual se
£ja como máximum de las pensiones especiales '20,000 rs. { J.¡\y Si
goza, pues, esta pensión para mantener en España el decoro episcopal,
no puede ser mayor de 20,000 rs. , y sufriendo el descuento de una
cuarta parte quedaría reducida i 15,000, si es que en este tiempo
se puede conceder una pensión asi por no hacer nada.
Ha dicho el Sr. Capaz que ha habido otros obispos que han en
trado en el Senado sin que hubiesen tomado posesión del obispado.
Sebo contestar que estos hechos son anteriores al decreto citado de las
Córtes constituyentes , y si alguno ha entrado después ha sido por
que estaba empleado en el servicio del Estado; y esa es una circuns
tancia que hasta ahora no ha acreditado el Sr. Galindo.
Ha dicho también el Sr. Capaz que la comisión de Actas sola
mente ha de examinar si está ó no en posesión de la renta el sugeto
que la alega. Pues cabalmente eso le falta probar al Sr. Galindo.
¿ Cómo se prueba qae está en posesión de la renta un magistrado
nombrado para; una audiencia , un gefe político &c? ¿ Cómo se
prueba? Por la posesión; y si no hay un documento que acredite la
posesión, no se reconoce la renta. Es menester poseer para disfru
tar la renta. ¿Y ha tomado posesión del destino de gobernador do
Puerto-Rico el Sr. Laborda? No.
Pero se dice que la cobra bien: sea asi; mas á la comisión no le
consta la posesión. Se dice también que está en la Guia; ¿pero es lo
mismo estar en la Guia el obispo de Puerto-Rico que gozar la renta?
No es lo mismo. Aqui, señores, no hay posesión; tro bay"mas que
una imposición de la renta que cobra y esa imposición no está jus
tificada. ! j. --i ■ - ' ' « .
Dice el Sr. Capaz que el Sr. Laborda ha sido propuesto constan
temente para Senador , y que bierrsaBe esto el Gobierno. Yo no sé si
lo sabe el Gobierno, ni si sabría que el Sr. Laborda vendría propuesto
para Senador : yo si sé que el Gobierno debe vigilar que los emplea
dos públicos estén én sus destinos'; y he visto pasar desde 1837 mu
chos Ministerios que han hecho la vista gorda respecto de esto, y no
sé si en ello han hecho bien.
Los empleados públicos ganan sus rentas desempeñando sus desti
nos, y nada importa que el Gobierno haya nombrado al Sr. Laborda
Senador , ni ti en ello ha heaho bien ó mal, ó si ha incurrido ó no
en responsabilidad, pues esto no es del dia ni tampoco le importa á
la comisión ; lo que si le importa es examinar si la renta es suficien
te ó no. La comisión no la tiene por tal , porque ni está probada su
posesión, ni la ha tomado de su destino el nombrado, ni se sabe si la
goza nada mas que porque él lo dice , y eso no es bastante á juicio de
la comisión; y aunque lo probara, esa pensión, señores, estaria sujeta
á los descuentos según las. leyes , de lo que resultaria que no seria
mas que de 15,000 rs.; pero de cualquier modo que fuese, ¿consentiría
el Senado un abuso tan enorme como el de que un prelado esté cinco
años fuera de su gobierno gozando de una renta pingüe á la manera
que la goza el Sr. Laborda y Galindo ? ¿ Ha de pasar el Senado por
ese abuso? Otra vez no pasó, y la comisión cree que tampoco ahora
pasará.
El Sr. CAPAZ: Varías son las equivocaciones en que á mi en
tender ha incurrido el Sr. Ondoyilla al impugnar el discurso que
he tenido el honor de dirigir al Senado: no sé si me acordaré de to
das; pero si asi no fuese , hay quien tiene pedida la palabra que se
ocupará de ellat.
Dice el Sr. Ondovilla que los Sres. Hamos García y obispo d«
Zamora, el Sr. TaTancon, ocuparon sus asientos en el Senado con
anterioridad á las disposiciones legales que ha citado: S. S. me per
mitirá que le diga que está equivocado. El Senado es posterior á la*
Córtes constituyentes; por consecuencia no pudieron ser Senadores
cuando aun no existia el Senado.
He citado el ejemplo de nuestro ilustre compañero el Sr. Velas-
co, que desde el año 36 hasta fines del 38 estuvo en el goce de su
renta sin haber tomado posesión. Estos ton hechos, y contra los
hechos no hay argumentos.
Si np he comprendido mal, el Sr. Ondovilla ha invadido la cues
tión de si el Gobierno cumple ó no cumple permitiendo que esos
funcionarios subsistan en Madrid; lo que se trata ahora es ele saber
si el Sr. Laborda tiene la renta que la ley exige; si el Gobierno ha
faltado ó no, esa es otra cuestión; porque si en efecto ha faltado,
en otra partees donde debería acusársele: á nosotros solo not cor
responde juzgarle. • ....
Ha dicho también S. S. que el modo con que se justifica la renta
es acreditar haber tomado posesión del destino. S. S. me dispensará
que le diga que también en este punto está equivocado. Yo ns he
presentado para ser Senador semejante documento , y creo que otros
muchos señores están en el mismo caso: yo he presentado aqui una
copia testimoniada del sueldo que me corresponde por mis años de
servicio; pero no he presentado certificación ninguna de que estoy
en el goce de la renta, y sobre esto interpelo á los demás señores que
me escuchan y que se hallan en igual caso. ¿Por qué., pues, se se
para la comisión de la práctica admitida de que para acreditar la
renta baste el presentar un documento fehaciente por el que se acre
dite que la tiene señalada ?
Pero el Sr. Ondovilla ha presentado una razón que i mi >er
no carece de fuerza, que ha sido la de preguntar por qué otro me
dio acredita sino por el que ha dicho que está en posesión. |Yo no
encuentro otro medio mas que el que hemos seguido todos los demás;
el testimonio de haberle señalado esa renta el Gobierno, y la Guia
de Forasteros , que et un documento oficial que acredita que el Go
bierno Je tiene por obispo electo de Puerto-Rico.
Si debe ó no el Gobierno señalarle esa renta; si ha debido ó no
ir á tomar posesión, repito que es cuestión agena del asunto que
ahora nos ocupa.
Para acreditar esa posesión ya he dicho que podía servirse de la
Guia de forasteros,; y si se quiere, no le seria diiicil justificar por la
casa donde cobra que le pagan tla renta. Reproduzco, pues, cuanto

llevo dicho, y espero que tornando en consideración estas razones el
Senado admitirá en su seno al Sr. Laborda y Galludo.
El Sr. ONDOVILLA: Cuando he citado á los señores obispos
electos Tarancon, Velasco y otros, no he dicho que sean esos precisa
mente, sino que algunos de los electos que lo han sido cou posterio
ridad al tiempo en que se dio esa provisión no han gozado la renta
hasta que han tomado posesión.
Ha dicho el Sr. Capaz que no se le ha exigido i S. S. el documen
to que acredita la posesión de su renta ; pero en S. S. no es igual el
easo , porque siendo gefe de escuadra, en acreditando este extremo
y examinando la ley de Presupuestos está justificado todo lo nece
sario; porque en esa ley está ya marcado el sueldo que goza el gefe
de escuadra, el teniente general, el mariscal de campo &c. A estos
la comisión de Actas no les ha exigido masque los títulos, porque
en estos no se toma posesión, y la ley de Presupuestos señala lo que
cada ano de ellos tiene, y no es menester acreditar posesión ningu
na. ¿Cómo , pues, se habia de exigir eso á S. S. ? *¿ Pero sucede asi
con todos los demás? Un magistrado electo, aunque venga con el ti
tulo de electo, como no acredito que turnó la posesión, no le vale
aquella renta.
Esa es la diferencia que hay : los generales, por ejemplo , tienen
ascensos ; en presentando el documento que acredite aquel ascenso,
no se exige que acredite también la posesión, como se exige para los
demás.
El Sr. CAPAZ : Yo suplico al Sf. Ondovilla que medite bien lo
que voy á decir: yo he venido al Senado ta primera vez que tuve
el honor de sentarme en estos bancos sin tener los 31), 000 rs.; eragete
de escuadra supernumerario, y como tal tenia el sueldo de brigadiar;
no tenia 30,000 rs. , y se me admitió porque como Ministro de la
Corona que fui tenia 40,000 rs. Muchos señores de los que me escu
chan saben que hay mariscales de campo que no tienen 18,000 rea
les, y tenientes generales que no disfrutan de 30,000. Por consecuen
cia, si no se han exigido esos documentos no ha llenado su deber por
equivocación, por estar en esa creencia. Lo que yo he presentado es
el testimonio del sueldo que tenia por clasificación con arreglo á la
ley de Presupuestos, que es lo que debía presentar, y lo mismo hace
ahora el Sr. Laborda. .?
El Sr. Laborda presenta un testimonio de la Real órden por la
eual se le señalan 40,000 rs. de renta; y, por Dios, no profundice
mos una cuestión que es muy resbaladiza : señores, veterano en el
Senado, porque he tenido el honor de pertenecer á él desde su insti
tución ; veterano en el Senado , en este punto de acreditar la renta
no hago mas que indicar una especie, señores, tolerancia ha habido;
no se me pidan explicaciones.
El Sr. SAN MIGUEL (D, Santo») : Señores , si me quedase al
guna duda acerca de la legitimidad de la elección del Sr. Laborda, el
Sr. Ondovilla con sus razonamientos me daría mayor convicción,
porque S. S. se ha separado de la cuestión, porque todo cuanto ha di
cho no es del momento ; y la cuestión es muy sencilla.
D. Miguel Laborda , obispo electo de Puerto-Rico, ha sido ele
gido Senador en virtud de tener las circunstancias prescritas en la
Constitución para la formación de este Cuerpo: en la ley electoral se
dice que es preciso tener una renta de 30,000 rs., y queá los empleados
les sirva para acreditarla el sueldo que disfruten por sus destinos. El
Gobierno tuvo por conveniente señalar al Sr. Laborda y Galindo
40,000 rs. sobre la mitra que se le habia concedido para atender al
decoro y decencia de su dignidad: este sueldo ó pensión por consi
guiente en el Sr. Galindo es lo mismo que en mi el que disfruto
hoy como empleado del Gobierno ó general en cuartel. Esta calidad
es la que la ley exige y requiere para que el Sr. Galindo , ú otro en
su caso , pueda desempeñar las funciones de Senador.
La cuestión de si el Gobierno debe ó no señalar esa pensión , asi
como la de si el Sr. Galindo debe ir ó no A desempeñar su ministerio,
«s una cuestión separada, de la que podrá ocuparseel Senado manifes
tando al Gobierno que está ó no en sus facultades el permitir que el
Sr. Galindo vaya ó no vaya á ejercer su ministerio; pero no ahora,
que se trata solo de si tiene ó no una renta que pueda hacer acreditar
y constar,. y por la que pueda sentarse en estos bancos.
Una vez que está pendiente si disfruta esos 40,000 rs. , el Senado
no puede hacer otra cosa que concretarse a este punto., y ver si efec
tivamente tiene ó no esa renta, suya ó propia : la segunda cuestión es
de otra especie, y el Senado ó cualquier Senador podrá hacer una
proposición para decir al Gobierno ló que crea oportuno sobre el
particular; pero respecto al Sr. Galindo, probado, como lo tiene,
que disfruta 40,000 rs. de renta, debe ser admitido.
El Sr. ROMO Y GAMBOA : El argumento principal que se
haca contra el dictamen de la comisión ha debido ceñirse necesaria
mente á decir que el Sr. Labordr y Galindo tenia ó no la renta sufi
ciente , ó fijada por el Gobierno, ó propia , para poder ser Senador
mas se debe prescindir de si la cobra ó no la cobra.
Pero, señores, habiendo decidido anteriormente el Senado, ha
biendo tenido i bien declarar que no era suficiente esta renta para
que el Sr. Galindo fuese Senador, ¿cómo es posible que la comisión
se desentendiese de una resolución como esta del Senado , y que fue
lomada después de la discusión mas detenida, después de haber oido
á una ilustrada comisión de su seño? ¿Cómo es posible que se desen
tienda? Pero hay para mi otra consideración de mas importancia.
Y habiéndolo sabido el Senado, sea directa 6 indirectamente, ¿podrá
191
permitir que haya un prelado electo para la diócesis de Puerto-Rico
que está cobrando 40,000 rs. sin presentarse á ocupar la silla epis
copal ?
Yo no digo que nos ocupemos en si deba ó no cobrarlos ; yo' creo
que esta es cuestión muy delicada, y que afecta , no solo al Ministe
rio actual, sino á todos los que le han precedido desde que se dió la
pensión. ' '
O la cobra ó no. Si la cobra , no habiendo tomado posesión de su
destino , ni estando ocupado legítimamente, que es la exención que
ha puesto la ley de las Córtes constituyentes , todos los Ministerios
han obrado mal conservándosela. Tampoco basta para que pueda co
brarla el interesado decir que el Gobierno se la da porque quiere,
y á la verdad que muy poco favor hace al Sr. Laborda y Galindo el
presentarse á decir que disfruta esa renta , y que no cumple con su
obligación presentándose á desempeñar el obispado de Puerto-Rico,
para lo que, como es sabido, no necesita la licencia del Pontífice.
El Sr. CAMBA, Ministro de Marina : El Senado acaba de oír
que se ha hecho una inculpación, no solo al Gobierno actual, sino
mas bien á los que le han precedido: yo no estoy enterado de este
negocio; pero puedo asegurar que el Sr. Ministro del ramo dará las
explicaciones convenientes si se creyese que fueran necesarias."
A petición del Sr. Carrasco se leyó el art. 56 de la ley electoral.
El Sr. CARRASCO: Se ve que este artículo no habla de pensiones.
El Sr. LANDERO : Yo también siento como el Sr. Capaz tomar
la palabra en contra del dictamen presentado por individuos tan res
petables como los que componen la comisión de Actas, y tengo siem
pre alguna repugnancia en hablar de estas materias, como lo ha po
dido ver el Congreso y el Senado en las diferentes veces en que he
tenido el honor de pertenecer á ambos Cuerpos, pues no recuerdo ha
ber hablado en esta cuestión sino por motivos muy graves, pudiendo
asegurar que siempre lo he hecho muy embarazado tratándose de
materias de esta naturaleza. Lo hago, porque asi como el señor indi
viduo de la comisión que acaba de hablar cree interesado el honor y
el decoro del Senado en que se niegue la entrada al señor obispo electo
de Puerto-Rico D.Miguel Laborda y Galindo porque anteriormente
se habia acordado lo mismo , creo yo que el honor , el decoro del
Senado y el de la justicia misma están interesados en que se respeten
otros precedentes suyos; y sea dicho esto con todo el respeto y vene
ración que se debe á los acuerdos de este Cuerpo.
El Senado ha acordado otra cosa contraria en casos análogos á los
del Sr. Laborda, y yo deseo que sea consiguiente en todas su« deci
siones. Este es el motivo que me ha obligado á tomar la palabra con»
tra el dictáirfen de la comisión.
Yo , señores, no estoy encargado de defender los motivos poT qué
el Sr. Laborda , nombrado obispo de Puerto- Rico , después de cinco
años se encuentra en la Península. Lo ignoro absolutamente: no ten
go relaciones con ese señor, y por consiguiente no sé lo» motivos que
pueda tener ; no sé si lo hará infringiendo las leyes canónicas, ó si no
residirá en su iglesia por estar ocupado en otras atenciones importan
tes de la iglesia ó del Estado. En una palabra, yo prescindo entera
mente de esta cuestión ; yo solo rae concreto á dos cosas: primera, que
la comisión ha traspasado los limites que le están marcados en estos
asuntos ; y segunda, que el Senado ha resuelto ouestiones semejantes
en un caso idéntico de un modo contrario al que propone la comi
sión. Probando yo esto, el Senado conocerá que no hay mas medio que
desechar el dictamen que ahora se discute.
El deber de la comisión está trazado en la Constitución; el art. 29
dice: "cada nno de los Cuerpos colegisladores examinará la legali
dad de las elecciones y las cualidades de los individuos que le com
ponen."
La comisión no encuentra vicios ó defectos en las elecciones, por
que si asi fuese, lo hubiera dicho en el dictamen. Tampoco dice
nada sobre el nombramiento de la Corona , porque es claro que no
hay nada que decir sobre él: en este caso solo falta que este señor
pruebe q<ie tiene las cualidades que exige la ley ; ¿ y cuáles son estas
cualidades? La ley las marca muy terminantemente: tener 40 años
de edad y 30,000 rs. de renta por bienes propios ó por sueldo.
¿Acredita el Sr. Laborda que tiene 40 años? Su partida' de bautismo
lo dirá. Supongo que la habrá presentado, y que no habrá dificultad
sobre ella cuando no lo dice la comisión. ¿Tiene 30,000 rs. de Tenta?
Ha presentado usa Real órdeu por la cual le fueron concedidos
10,000 rs. anuales como todos los demás que estaban en su clase y en
sus cirennstanoias , y por consiguiente acredita que se halla en el
caso que la ley exige ; es decir , que tiene los 30,000 rs. de renta.
Por mas justas que sean las razones que la comisión presenta, me
atrevo á decir, sin temor da equivocarme, que ha traspasado los lí
mites que \a marca la Constitución en la cuestión de qua tratamos.
Ha dioho el Sr. Capaz, y ha dicho muy bien, que otros señores
han sido admitidos en'este Cuerpo éTicontríndose en el mismo caso
del Sr. Laborda ; es decir, que ha habido obispos electos que han sido
admitidos no acreditando otra renta que la pensión de los 40,000 rs.
en los mismos términos que la disfruta este señor, con la diferencia'
de que no la cobran ó sufren un atraso inmenso, y el Sr. Laborda
la cobra ál corriente, porque está asignada sobre unas cajas que pagan
con puntualidad.
Pues bien , señores: si el Senado ha admitido á otros señores que
se han hallado en igual caso, como por ejemplo, el Sr. Tarancon,
obispo electo de Zamora, ¿ porque ha de hacerse ahora tan injusta
 192
exención con el Sr. La borda y Gal indo ? ¿ Qué razón hay para ello?
£1 Sr. Tarancon fue admitido en el Senado el 16 de Noviembre
de 1837 sin haber acreditado otra renta que los 40,000 rs. que el
Gobierno le habia señalado por una Real orden, igualen un todo á la
que se diócon respecto al Sr. Laborda, obispo eleclo.de Puerto-Rico.
'Él Sr. Tarancon no ha tomado posesión, como se hadicboaqui respecto
del Sr. Laborda :sin embargo, se le admitió porque no habia moti
vo para hacer lo contrario : pero ha dicho el Sr. Ondovilla que pos
teriormente se habia dado una orden ó un decreto para que los go
bernadores ú obispos electos que rehusasen ir á servir el gobierno de
su iglesia se considerasen que habian renunciado. ¿Y de dónde saca el
señor Ondovilla que haya rehusado el Sr. Laborda ir á servir ti go
bierno de su diócesis? ¿Sabe acaso las rasones y motivos que puede
haber tenido para no presentarse á ocupar su silla ?
Y cuando no fuera, ¿ nos ocupamos ahora de examinar si el go
bierno ha cumplido ó deja de cumplir sus deberes en esta parte ? Se
ñores, yo creo que de nada de esto puede ni debe ocuparse el Senado,
ni le es dado á la comisión ocupar de ello á este Cuerpo colegislador.-
Aqui estrictamente debemos ceñirnos á saber si la elección del se-
ñor Laborda está hecha con legalidad , y si concurren en él las cuali
dades exigidas por la ley, que son tener la edad y 30,000 reales de
renta.
Pero supongamos por un momento que tuviera alguna fuerza,
mirada en general , la ley de las Corles constituyentes i que ha he
cho alusión el Sr. Ondovilla : ¿quién le ha dicho á S. S. que hace
esa ley referencia á las posesiones de América? Yo le digo que en na
da tiene que ver con los obispos y empleados de a 11 i , y que solo se
hizo para el reino; y si no, lea el Sr. Ondovilla la discusión que en
tonces se suscitó, y se convencerá de ello.
El Sr. ONDOVILLA : Si quiere S. S. que lea la ley la leeré.
El Sr. LANDERO : Podrá V. S. hacerlo después, ó rectificar lo
que guste.
Yo, señores, pudiera hacer aplicación de hechos que tienen
grande analogía con la cuestión que nos ocupa, y que facilitarían
mucho á tai objeto , si no temiera ofender la delicadeza de algunos
señores presentes y otros que no lo están: hablo sobre la analogía
que ha tenido la situación de muchos que estamos aqui y otros que
no están con la del Sr. Laborda. Yo diré solamente que en el Sr. La-
borda y demás prelados eclesiásticos y funcionarios que están senta
dos en estos bancos en virtud de la renta que perciben del Tesoro
hay la notable diferencia de que entre loa unos hay derecho á per
cibir y los otros perciben como percibe el Sr. Laborda ; es decir,
que le da» 40,000 rs. para vivir con independencia y decoro , en
tanto que los demás que estamos aqui en virtud de un empleo ca
recemos coo mucho de los 30,000 rs., no teniendo otra cosa que el
derecho que mañana podremos dejarlo de tener, y que sin embargo
de eso nos creemos en el caso de la ley , porque asi el Senado lo ha
entendido y asi deben respetarse las cosas que quisiera yo que no se
provocaran.
Voy á una cosa que hasta cierto punto me es personal, y que
aunque no sea mas que por ilustrar al Senado en esta cuestión, voy á
manifestarla. El Seoado ha oido hablar de 40,000 rs. concedidos al
Sr. Laborda > cualquiera podria creer que este era un favor ministe
rial que el Sr. Laborda debía al Senador que tiene el honor de diri
gir su palabra al Senado, que fue al que le cupo la suerte de firmar
la Real órdeu en virtud de la que se le concedieron los 40,000 reales
mientras tanto que entraba á ocupar su silla ; y me importa mucho
que el Senado sepa cómo fue concedida esa pensión, y si fue una ar
bitrariedad , ligereza ó abuso.
La pensión se concedió el 10 de Noviembre de 837; y téngase en
cuenta que el Ministro que autorizó este mandato no fue el que tuvo
el honor de autorizar la presentación que la augusta Persona hizo
en favor del mismo : fue otro; mas sin embargo, el Sr. Laborda ex
puso se hallaba en el caso de que se le concediera lo que en tiempo
del Sr. Garelly, siendo subsecretario el Sr. Caneja , fue concedido al
obispo de Almena que no estaba nombrado gobernador, y que no
tenia la posibilidad del Sr. Laborda , en virtud de lo cual se le ha
bia dicho que la renta que disfrutaba como dignidad de Sevilla no
era suficiente para sostener el rango y consideración de obispo elec
to; en virtud de lo cual S. M. le señaló la renta de 10,000 rs., ó la
necesaria para completar esta cantidad con la que disfrutaba de su
prebenda. Este precedente, que tan lejos de condenarlo yo lo creo
justificable , lo siguieron los antecesores al Ministerio de Agosto de 36
en favor de los prelados de Tarazona, el Sr. Valdés Bustos, del señor
Ortigosa, electo obispo de Málaga, del Sr. Necoechea, si no me en
gaño, y algunos otros, y particularmente en favor del antecesor de
este señor obispo de Puerto-Rico el Sr. Laborda, que lo era el que lo
es hoy de Ciudad-Rodrigo. De4consiguiente, aconsejando yo á S. M.
que concediera al Sr. Laborda la renta de 40,000 rs., no he hecho
yo lo que se ha calificado aqui esta mañana: no he hecho mas que
respetar y seguir los precedentes que habia hallado ; no he he
cho mas que tratar al Sr. Laborda como se babia tratado a los
demás.
El Sr. Laborda «xpuso al Gobierno en Setiembre de 37 que tu
antecesor, el que hoy es obispo de Ciudad-Rodrigo, habia disfruta
do como tal 40,000 rs. de pensión para sostenerse con el decoro y de
cencia que debia hacerlo un obispo electo, y pedia que se le hiciera
igual señalamiento. El Gobierno asi lo hizo haciendo justicia, porque
no podia menos en el hecho de hallarse, otros disfrutándola que te ha
llaban en el mismo cato.
Tampoco tiene que echarse la culpa al Ministro de que no hizo
cuanto estuvo de su parte para que todos los prelados , incluso el se
ñor Laborda , fueran á cumplir con su deber residiendo en sut
iglesias.
No creo ofender al Sr. Ministro de Gracia y Justicia que acaba
de encargarse de ese alto puesto , que no teniendo conocimiento del
estado del Sr. Laborda y de otros que puedan encontrarse en igua
les circunstancias, el que no haya tomado la resolución conveniente
sobre este punto; pero si ha habido omisión ó disculpa para que en
los cinco años trascurridos no haya ido á servir el gobierno de la igle
sia de Puerto-Rico, no es culpa del Ministro que bajo otro concepto
ha sido altamente censurado.
Concluyo, señores, y suplico al Senado que me disimule una di
gresión, de la que no podia prescindir sin faltarme á mí mismo y
sin faltar al Senado que me cuenta entre sus individuos : y trayendo
la cuestión á su verdadero terreno, debo decir que al Senado no le
compete entrometerse en otra cosa que en examinar si el Sr. Laborda
tiene ó no la renta de 40,000 rs. El Sr. Laborda la tiene ; la está po
seyendo ; y si de ningún otro Senador se ha exigido y se exige que
efectivamente pruebe que disfruta 40,000 rs. , no hay para que te
exija á este Sr. Senador, que tendria mas facilidad de probarlo
que yo.
La ley permite que al padre le sirvan de renta los bienes de su
hijo; al marido los de su muger: ¿y puede darse una condición mas
precaria que esta? Por el honor del Senado, señores, que no se repi
tan estos precedentes de no admitir á un Sr. Senador cuando hay otro
admitido con las mismas circunstancias.
El Sr. CANEJA : No voy á hablar mas que de una alusión per
sonal.
El Senado ha visto que te me ha citado, y rio me propongo ha
blar de la cuestión, solo de la cita, para hacer ver al Sr. Landero
que está muy equivocado: gracias á Dios conservo la memoria y ates
tiguo con el expediente que está en la secretaría, por donde se verá
que es enteramente diferente.
Ha dicho S. S. que al Sr. Ramos García se le concedió una pen
sión ó renta de 40,000 rs. teniendo yo el honor de ser subsecretario
del Ministerio de Gracia y Justicia. Es una equivocación , repito, y
muy grande.
£1 Sr. Ramos García habia tido presentado para el obispado de
Segorbe en la época del 20 al 23. Habia obtenido hasta las bulas de
Su Santidad , y solo le faltaba la consagración en 1823 cuando cayó
el sistema constitucional, quedando nulo, este nombramiento como
lo quedaron todas las cosas que se habian hecho desde Marzo de 1820
á fin de Octubre de 1823. En recompensa de que ya era realmente un
obispo que tenia las bulas de Su Santidad, se le obligó á renunciar y
se le dióel arcedianato de Sevilla. Alli se estuvo los diez años, al
cabo de los cuales en el de 1831 el Gobierno le hizo venir á Madrid
para componer la junta de Arreglo del clero que se nombró enton
ces, y testigos hay aqui que fueron individuos de ella y compañeros
míos.
Hacia un año que estaba en Madrid ; después de esto S. M. le ha
bia nombrado Procer del reino, y en este estado acudió á S. M. ex
poniendo que con motivo del gasto que le habia ocasionado su nom
bramiento en 1823 habia tenido que empeñarse; que llevaba 10
año» en el arcedianato de Sevilla , el cual le habia valido bien poco,
de tal manera que no habia podido desempeñarse: que estando atra
sado asi, por obedecer las órdenes de S. M. se habia venido á Ma
drid á ser uno de los individuos de la junta del Arreglo del clero, y
como esto era temporal le ocasionaba el doble gasto de tener que
atender á su casa en Sevilla y mantenerse él en Madrid, obligacio
nes que se aumentaban con haberle nombrado Procer del reino, y su
plicaba á S. M. que se sirviese darle algún auxilio, aumentándosela
su pensión para poder atender á sus obligaciones.
Esta es la verdad del hecho; y cuidado que entonces no era go
bernador eclesiástico, ni se habia pensado en tal sistema, ni habia
ocurrido tal idea. Era obispo electo de Almería , y lo era desde fines
de 23, en que fue nombrado por S. M.; pero no tenia mas que el solo
nombramiento. S. M., atendiendo á estas razones, mandó que te ins
truyese el expediente, á cuyo efecto se pidieron informes á Sevilla;
y en el expediente deben estar los documentos de lo que habia .pro
ducido el arcedianato , hallándose que en el último quinquenio ha
bía producido de 23 á 21,000 rs. Después de estas consideraciones, y
atendiendo á que en efecto estaba atrasado, á que antes habia sido
obispo con institución , con colación canónica , y á que el Gobierno
tenia necesidad de mantenerle en Madrid en la junta creada para el
arreglo del clero , se dijo que se le aumentase la renta desde 21,000
reales que tenia como arcediano de Sevilla, hasta los 40,000. Esto
fue lo único que hubo respecto al Sr. Ramos Garoía.
Véase, pues, si tiene esto conexión con un individuo que ha ob
tenido solo la presentación de un obispado de América sin haber he
cho diligencia alguna para embarcarse cuando no tiene inconveniente
alguno, porque en el año 36 por el mes de Julio no tenia ningún
motivo que le impidiese ir á Puerto-Rico. Cuando vino á presentar
se al Senado fue á últimos del 37 ó principios del 38: tuvo entonces
la oportunidad de ser individuo de la comisión de Actas que dió el
dictamen de que ha hablado el Sr. Ondovilla , y por eso he dicho el
 193
empezar que por motivos de delicadeza no entraría en la cuestión: El Sr. Secretario ONIS: A petición de un Sr. Senador se pregunta
pero cuando se ba aludido al Sr. Hamos García, he creido hacer ver si está el punto discutido.
al Senado que estaba equivocado el Sr. Landero. Yo no culpo á aquel El Sr. RUIZ DE LA VEGA: No han hablado tres ea pro.
Gobierno porque concediera aquella pensión, ni entro á examinar si El Sr. PRESIDENTE : La comisión ha hablado dos veces eu pro.
tenia ó no derecho para concederla; solo he tratado de vindicarme. El Sr. CAPAZ : Habiendo hablado la comisión dos veces, no han
Ha hablado también el-Sr. Landero del Sr. Jiménez , manifes hablado tres señores : léase el reglamento.
tando que se le hizo igual asignación. Digo con franqueza que sobre El Sr. Secretario CARRASCO ¡ Han hablado en contra los se
esto no conservo tanta memoria. Pero si diré que con respecto A este ñores Capaz y San Miguel (D. Santos), la comisión dos veces en pro,
individuo hay circunstancias muy particulares y muy diferentes. el Sr. Ministro de Marina y el Sr. Caneja.
£1 Sr. Landero, como que ha sido Ministro de Gracia y Justicia, El Sr. SAN MIGUEL (.D. Juan Nepomuceno): Pero la comi
habrá visto que elSr. Jiménez era obispo consagrado , obispo in par- sión no habló mas que dos veces.
libas con el titulo de Zina: habia estado en Boma mucho tiempo; El Sr. PRESIDENTE : Tiene la palabra en pro el Sr. Ruiz de
había llegado á obtener consideraciones particulares en el palacio de la Vega.
Su Santidad, y en virtud de estas consideraciones se le nombró obispo El Sr. RUIZ DE LA VEGA : Con repugnancia, señores, he pe
de Puerto- Rico; y en verdad que en esto hubo un poco de política dido la palabra en esta cuestión , y por esto no me decidí á hacerlo
de parte del Gobierno porque llevaba un objeto , que aunque bueno, hasta que vi la cuestión en un estado muy avanzado. Nace mi repug
no se siguió. nancia: primero, de que estas son cuestiones en que por mas abstrac
Se le dió aquel obispado, cosa que habia de agradarle, porque él ciones que se bagan, siempre se tiene á la vista una persona , y no
había vivido en América algunos años ; no debía serle muy ingrata gusto mucho de cuestiones en que se trasluce la personalidad. Nace
ni la navegación ni el clima. Aceptó y vino de Roma ; se presentó también mi repugnancia de un motivo de delicadeza igual al que ha
en España , y dijo que se preparaba para marcharse á Puerto-Rico. manifestado uno.de los señores que incidentalmente habló antes que
Se le instaba que lo hiciese como era su obligación ; mas luego, yo, y es que esta misma mismísima cuestión se ha suscitado en
cuando yo ya no era subsecretario de Gracia y Justicia, he visto este lugar y hubo una discusión muy prolija , en la que yo también
que se ha quedado aqui , y en lugar de ir á Puerto-Rico se le pre tuve el honor de tomar parte ; y como yo habia hablado en ella, por
sentó para el obispado de Ciudad-Rodrigo. De esto ya Caneja no la misma razón tenia repugnancia en hablar ahora. Pero todas estas
puede hablar, y aunque lo sepa no lo debe decir. repu gnancias las ha vencido en mí otra razón ó pregunta que yo me
Por lo demás , respecto á lo que se ba dicho del Sr. Ramos Gar hacia á mi mismo. Cuando yo deliberaba entre mi si pedir la pala
cía, es exacto cuanto antes he expuesto; y después de la sesión , si el bra ó no , me preguntaba : ¿ y tú á qné has venido aqui ? ¿has venido
Sr. Landero gusta , pasaremos al Ministerio de Gracia y Justicia, y aqui para callar cuando se están oyendo razones antilegales? ¿has
alli podrá ver que yo no estoy equivocado. venido aqui para dejar que corra una discusión sin ningún género de
El Sr. LANDERO (rectificando) : Señores, yo no be aludido castigo, cuando todas las razones van tomadas de precedentes, de
al Sr. Caneja con ánimo de ofenderle, ni creo que en mis expresiones casos particulares, y acaso el uno no tenga ni entera analogía ni
pueda hallarse esa tendencia. Ua sido citarle lo que be hecho como comparación con el otro; y cuando no se habla nada de la 'ley, de
testimonio muy positivo de lo que yo decía. El Senado, que nos ha esta pobre ley , que está escrita aqui en este libro , y es la razón fun
oído al Sr. Caneja y á mí, habrá visto como los dos hemos dicho una damental que tuvo presente el Senado en esa discusión larga y pro
misma cosa, sin otra diferencia que el Sr. Caneja ha hecho una rela lija de que he hablado , habiendo recaido una resolución eu la que,
ción de los méritos particulares del Sr. Ramos García que yo he en mi juicio , se ha apoyado el dictámen de la comisión , y de la
oído con gusto. Que hubiese sido presentado para el obispado de Se- cual , como esta ha dicho con cierto énfasis por uno de sus indivi
gorba antes ó después que hubiese obtenido las bulas ó dejara de duos, el Sr. Romo y Gamboa, no podía desentenderse?
tenerlas, nada de eso ha sido cuestión del momento. Lo que yo he Cuando las causas son débiles, esta al menos es mi opinión , es
presentado como precedente respetable es, que presentado el Sr. Ra un subterfugio muy común , es un artificio de la oratoria el huir
mos García obispo de Almería, bajo este concepto , y sin perjuicio de del argumento fuerte: y ya he tenido ocasión de decir esto en este
que fueran atendibles las otras consideraciones que concurrían en él, lugar, y traer una porción de argumentos débiles y de poca fuerza,
le habían sido señalados por el Gobierno 40,000 rs. sobre la prebenda porque asi se consigue que el ánimo de los señores que no tenían pre
ó dignidad que tenia. vención se ofusque y se confunda : oyen algunas especies de las cua
El hecho es que para sostener la dignidad y el decoro de obispo les alguna tiene fuerza y se confunden. Por lo mismo voy á seguir
electo, el Gobierno le concedió la pensión de 40,000 rs. ; pensión que la conducta enteramente opuesta á la que han seguido los que han
sirvió de tipo para las que después se han señalado por el mismo hablado en sentido contrario. Yo no voy á hablar de precedentes, ni
concepto. Esto es lo que ha dicho Landero , y está seguio qne de ohíspos electos , ni de si tenian renta , ni de nada; tampoco de si
sin necesidad de ir á la secretaria de Gracia y Justicia , estamos de algunos han entrado aqui sin renta , porque esto seria un fraude de
acuerdo el Sr. Caneja y yo. Respecto al señor obispo Jiménez uo be la ley , y siendo asi no se debe citar para ejemplo ni para nada.
dicho nada, ni he hecho alusión á él. Aqui somos partidarios de la ley: la ley es nuestra pauta, porque
El Sr. CANEJA : Pido la palabra. se ba dicho aqui: "la cuestión es si tiene tal renta." Yo aceptóla
El Sr. PRESIDENTE : El art. 81 del reglamento prohibe que se cuestión. Si tiene tal renta, se dice. ¿Y no es mas que eso? ¿Con que
conceda la palabra á ningún Senador para rectificar hechos si no ha todo el que tenga 50,000 rs. de renta, sea de cualquiera calidad, pue
tomado la palabra eu la discusión. Las consideraciones que el señor de ser Senador, y la comisión no tiene que hacer mas que determi
Caneja merece, y la persuasión de que no podía abusar del permiso nar si Pedro, Juan , Diego tiene 50,000 rs? No, señor, no basta estot
que se le concedía, es lo único que me ba hecho no recordar antes la renta que requiere la ley es una renta calificada: la comisión tiene
el articulo que acabo de citar. Tiene la palabra el Sr. Ondovilla- que atender á la calidad de la renta; porque, señores, es menester
El Sr. ONDOVILLA : Mi amigo el Sr. Landero ha hecho una respetar la Constitución y la ley electoral. Para ser Senador, dice el
indicación respecto al Sr. Necoechea art. 66 de esta última, se requiere una renta propia ó nn sueldo que
El Sr. LANDERO: Lo cité con duda; y para que el Sr. Ondovi- no baje de 50,000 rs. vn. al año &c. Y sigue después un párrafo se
11a no se moleste ni moleste al Senado, diré que lo que he manifes gundo del mismo articulo en que se dice: "que solo servirán para es-
tado de que el Sr. Necoechea no le habrá obtenido con anterioridad n te objeto los sueldos de los empleos que no pueden perderse sino por
al Sr. Laborda , téngase por no dicho. ••causa legalmente probada , y los que con arreglo á las leyes vigen
El Sr. ONDOVILLA : Lo que voy á decir es útil y no puedo tes se disfruten ó haya derecho á obtener por retiro, juhilacion ó
menos de decirlo. El Sr. Necoechea, electo obispo de Oviedo, no pudo ..cesantía." ¿Y cae bajo ninguna de estas razones especiales de ,1a ley
conseguir entrar en el goce de la pensión señalada eomo tal obisp o, la pensión que gratuitamente concedió el Gobierno al Sr. Laborda,
porque se opuso el Ministerio de Hacienda y no quiso satisfacerle la pensión que mañana, hoy mismo, esta tarde, le puede quitar lo mis
pensión basta que acreditó que estaba eu el caso de la segunda parte mo que se la díó?
del art. 25 de la ley de 6 de Febrero de 1837 : acreditó que era cen. Señores, hé aqui la razón que -tuvo el Senado cuando se discutió
sor régio, y que estaba empleado en utilidad del Estado, y luego difusamente esta materia : hé aqui la razón para desechar esta misma
que acreditó esto le puso en posesión el Gobierno. persona , en este mismo caso, por esta misma razón . porque vió que
Véase como es menester la posesión del gobierno de la diócesis ni era sueldo inamovible, ni era cesantía , ni era jubilación ; uo era,
para gozar la renta ; y véase cómo está redactado el art. 2? del de •en fin , de aquellos que no se pueden perder; y tanto se puede perder,
creto de Febrero de 57 , en el cual se dice: que ningún obispo electo que ya digo y repito, hoy mismo puede ser amovible, y quizá
puede gozar pensión sobre la mitra ínterin no se presente: esto es tuviera causas mas justas y probadas el Gobierno para fundar un de
terminante y general , y aqui todos los obispos , siendo españoles, creto como este que las que hubo para fundar el otro que se la dió.
están comprendidos en esta regla. Por -consiguiente si ninguno puede Asi, pues, yo he traido la cuestión á mi modo de ver al punto úni
disfrutar la renta si no se presenta á servir su obispado , el Sr. La- co y verdadero; y no cito ejemplos porque acaso no serán los mismos
borda y Galindo no puede gozar sueldo ; luego no tiene la renta. que ha citado uno de los señores que han hablado.
El Sr. LANDERO: Pido que se lea una órden de 1837 , por la Yo en esos ejemplos veo una disparidad inmensa ; pero aunque
enal el Ministro de Hacienda comunicaba al intendente de Puerto- sean análogos ó idénticos, yo no juzgo por ejemplos; porque si estos
Rico el pago de la pensión de 40,000 rs. al Sr. Laborda y Galindo. son malos, lejos de traerse aqui para inclinar á una resolución, deben
El Sr. CHACON Y DURAN: Pido que se pregunte si está el desecharse, porque si son contra la ley no pueden hacer ningún fa
punto suficientemente discutido. vor. Por eso he dicho que yo me guio por las doctrinas y no por
Se leyó por el Sr. Seoretario Oni» dicha órden de fecha de 17 de ejemplos; que rechazo ese género de argumentos cuando tengo una
Setiembre de 1837. .. . ley que habla: por esa razón sola me he creido obligado á usar dé la
S.—TOMO I. »
 194
palabra , como lo liaré1 siempre en igual caso, sin mas espíritu que
i'se. Admítase ó no se admita al Sr. Laborda y Galludo , yo no ten
go empeño en nada mas que en aquello que sea de doctrina; en esto
lo tendré siempre, y tal como yo lo entienda lo sostendré con tuda
la fuerza que Dios me diere.
Ya be manifestado la razón: esta es que la renta que pide la
Constitución y la ley electoral no es una renta cualquiera , no ; es
una renta que no se puede perder, una renta inamovible, tal como
esa renta propia de bienes patrimoniales ó en razón de sueldos de
aquellos que no se puede tampoco perder, como cesantías, retiros ó
jubilaciones. El Senado , que ba oído mi razón, resolverá con su ma
yor sabiduría.
El Sr. HEROS: Ruego al Sr. Presidente se sirva mandar leer la
ley de Junio de 1838, en la que se fija la dotación que lian de tener
los individuos electos para los obispados. No tengo uliora presente la
fecha. ' yecto de las aceras: y por consecuencia, mientras todas las obras de
El Sr. Secretario TORRES SOLANOT: 21 de- Junio.
El Sr. Secretario CARRASCO: ¿ Qué articulo?
El Sr. HEROS: No puedo decir el articulo; pero como se ba di-
cbo aqui que esas dotaciones son pensiones, me parece que existiendo
una ley que prueba todo lo contrario, seria conveniente que se leyese."
El Sr. Secretario Carrasco leyó la modificación tercera de la re
ferida ley de 21 de Junio de 1838.
El Sr. RÜ1Z DE LA VEGA : Enhorabuena que sea asi ; no re
chazo la ley; pero el Sr. Laborda no se encuentra en el caso de sede
vacante, ni consagrado, ni en ninguno de los que se dice en esa ley."
Sin mas discusión se declaró que estaba suficientemente discutido
el dictamen, y puesto á votación fue desechado por 44 votos con
tra 27. • El Patrimonio Real está en posesión del teatro de Oriente; y no está
El Sr. Secretario CARRASCO: Habiendo sido desaprobado el
dictámen, queda admitido como Senador el Sr. Laborda y Galindo.
El Sr. CAPAZ : Que se preguote si se le admite como Senador.
El Sr. FERRER : Si volverá á la comisión.
El Sr. Secretario CARRASCO : El dictámen de la comisión se
oponia á la admisión del Sr. Galindo; habiendo el Senado desapro
bado el dictamen, es claro que admite al Sr. Laborda y Galindo: la
mesa al menos lo entiende asi ; si el Senado lo entiende de otro modo
podrá manifestarlo.
El Sr. ONDOVILLA : La práctica es que cuando se desecha un
dictámen vuelva á la comisión para que con arreglo á la discusión
le reforme. Pero en este caso , como no hay mas que dos extremos,
la comisión anuncia desde ahora que no puede dar un dictámen con
trario á sus conciencias, y que se verá en la precisión de reproducir
su dictamen, si no se nombra otra comisión.
El Sr. CAPAZ: Los dictámenes que se desaprueban en virtud
de la discusión vuelven á la comisión para que con arreglo á ella
se reformen'; pero en este caso particular me parece que no debe
hacerse asi , porque sucederá lo que ba dicho el Sr. Ondovilla. No
aprobando el Senado el dictámen ha aprobado la admisión del señor
Laborda ; pero si por un escrúpulo nimio , si se quiere, se desea que
esta admisión se haga de un modo mas explícito, creo que no debe
haber dificultad en que se pregunte si se admite al Sr. Laborda y
Galindo. «¿
El Sr. ROMO Y GAMBOA : Desaprobado el dictámen, con ar
reglo al reglamento debe volver á la comisión para que esta le re
forme; la comisión no puede dar otro dictámen contra su modo de
pensar ; pero respecto á que con arreglo al reglamento se le pasa ese
expediente para que exponga nuevamente su parecer, dirá que el se
ñor Laborda tiene la renta que se requiere, pero lo dirá por obedecer
al Senado,
El Sr. PRESIDENTE: Se va á leer el art. 70 del reglamento.
(Se leyó.') Volverá á la comisión.
El Sr. CAPAZ: El Senado tal vez desearia que se hiciese la pre
gunta.
El Sr. PRESIDENTE: El artículo está terminante. Volverá á
la comisión para que le reforme con arreglo á las opiniones dominan
tes en la discusión."
Prosiguiendo el orden del dia, se puso á discusión el dictámen de
la comisión para informar sobre el proyecto de ley relativo i la
igualación de la deuda sin interés liquidada con anterioridad y pos
terioridad al 1? de Marzo de 1836. Se leyó el dictamen, (fiase el
JDiario nú/n. 27, sesión del dia 7 de Junio.)
Abierta discusión y no habiendo pedido ningún Sr. Senador la
palabra en contra de la totalidad, se declaró haber lugar á deliberar
por artículos, siendo aprobido sin discusión el único de que cousta.
Procedióse en seguida á la discusión del dictamen sobre el pro
yecto de ley para la supresión de arbitrios destinados á la construc
ción del teatro de Oriente y terminación del mismo. I.eido el dictá
men (véase .el mismo Diario), y declarado haber lugar á deliberar
por artículos, quedaron aprobados sin discusión el 1? y 2?
Se leyó el art. 7>°. (rc'ase).
El Sr. HEROS: Mi oposición , señores , va á ser á los dos artícu
los que siguen; y la comisión no llevará á mal que encontrando yo
cierta conexión entre uno y otro , enlace la oposición que voy á ha
cer á los dos (Ice el articulo). Yo desde luego encuentro que este ar
ticulo está manco, porque no parte del principio de que en el dia hay
quien está en posesión del teatro de Oriente: me explicaré sobre el
particular.
El teatro de Oriente, cuya construcción es para mí un alentado á
la nación en el su pues! o de haberse hecho con arbitrios producidos
por ella cuando se carecía de (antas y tantas obras de necesidad pe
rentoria y de utilidad mayor, vuelvo á repetir que para mí ba sido
un atentado á la nación. El pensamiento ya lo he explicado ; y la
opinión que yo tengo sobre estas materias es que mientras haya ne
cesidad de caminos ; mientras haya necesidad de canales ; mientras
haya necesidad de procurar al pueblo todo género de alivio para an
dar , para caminar , para gozar , si es posible decirlo asi , no se debe
gastar dinero en procurar placeres á los que habitan las capitales, que
á decir verdad no son ciertamente los que mas contribuyen al Estado.
Para demostrar la exactitud de lo que acabo de manifestar creo
que baste la resolución de este problema: ¿qué ha producido mas
venlajas, mas beneficios, el proyecto de las aceras ó el gasto mons
truoso de la puerta de Alcalá? La resolución es bien clara , el pro
necesidad y de utilidad no estén concluidas , desde ahora digo que he
de conspirar contra las de puro ornato y recreo; porque enhorabue
na que contribuyan los que gozan de las diversiones del teatro , por
ejemplo; pero que se haga también contribuir á los que por todo go
zar, si bailan alguna vez es pagando el gaitero de su lugar, no lo
considero muy justo.
He dado en consecuencia mi voto con sumo gusto á los dos prime
ros artículos , pero siguen ahora otros dos sobre los cuales tengo que
hacer algunas observaciones; observaciones que han de concluir en la
circunstancia particular de tener alguna parte de esos intereses la
Reina Doña Isabel II.
Aqui no se trata esto mas que de un modo vago. ¿Y la posesión?
en posesión con tan pocos títulos que no deba ser atendido; porque
al fin, como saben mejor que yo los señores juristas, hay un prin
cipio de derecho que dice: que lo que se edifica en el suelo perte
nece á su dueño. Pues bien: siendo el suelo propiedad de la Reina
me parece que tiene derecho á reclamar, á lo menos por ahora , la
posesión del edificio que eslá edificado subre él.
Los 35,000 pies , poco mas ó menos, que forman el arca sobre
que está asentado ese teatro han sido comprados con dinero del Pa
trimonio Real, que tiene sobre sí un censo de 500,000 rs. , cuyos
réditos paga, porque perteneció á vínculos y no fue posible re
dimirle.
Resulta ademas por documentos que son muy fáciles de preseutar,
que la Casa Real ha gastado como seis millones en la plaza de Orien
te , y en la parte relativa al teatro unos 60 ó 70,000 duros poco mas
ó menos.
En el modo con que aqui se presenta eL articulo parece que ese
teatro , ó no tiene dueño , b se le va á dar ; y esto queda tanto mas
probado, cuanto que en el art. 2! se viene diciendo que se autoriza
al Gobierno para proceder por medio de subasta á perfeccionar y
terminar la obra. Por consecuencia , en el hecho de decirnos este ar
ticulo que el Gobierno queda autorizado para esto , es lo mismo que
decir que por medio de una ley le declaramos el propietario: y antea
que esto se haga me parece que debería decidirse el modo con que se
lia de deslindar el derecho que tienen sobre este edificio los que se
' suponen con él.
Esta indicación sencilla me lleva después á enlazar la segunda
parte con el articulo siguiente, y espero que los señores de la comi
sión me escucharán con indulgencia. En el hecho de autorizarse al
Gobierno para que concluya el teatro de Oriente por medio de una
subasta, es lo mismo que decir que ese teatro baya de seguir cons
tantemente en calidad de tal. A esto es precisamente á lo que yo me
opongo, porque no creo que sea conveniente dar al Gobierno seme
jante autorización. Yo vuelvo á decirlo; ni un maravedí, ni una
autorización de ninguna especie doy al Gobierno para que concluya
el teatro de Oriente: primero porque no es necesario ; segundo por
que hay objetos de mas valor á que se puede aplicar.
Digo que no es necesario, porque si vemos que dos teatros do se
pueden mantener en la capital por mas esfuerzos que se hagan , no
podrá conseguirse por ahora que prospere ningún otro mientras no
se aumente la riqueza. Por mas que se multipliquen los espectácu
los y los edificios destinados á ellos, si no se multiplica en igual
progresión la riqueza , es inútil que se hagan teatros como los famo
sos que hubo en'Roma según nos refiere la historia. En Madrid es
una cosa que estoy oyendo constantemente: "en este sitio conviene un
teatro , allí otro , en la Puerta del Sol estarii bien uno." ¿Y los es -
pectadores? Aqui vuelvo á mi objeto. Para que vengan espectadores
á los teatros de Madrid lo primero es hacer caminos para que ven
gan de todos los ángulos de la Península. Entonces, segunda necesi
dad, asi se aumentarán estos establecimientos por medio de empre
sas particulares. y
En París, que tiene 800,000 habitanjes, se supone que son 11,000
personas las que concurren á los teatros , y de esas mas de 3,000 son
viajeros que se supone que entran diariamente por el extraordinario
movimiento que hay en lw provincias. Yo creo que esto debe dejar
se á las empresas particulares que indudablemente se promoverán, si
conocen que pueden conseguir ganancias ; porque no me parece que
tuviese razón Moratin cuando decía que era un desdoro el no tener
grandes teatros dotados y mantenidos por el Estado.
La Biblioteca nacional en dinero vale mas que el teatro de Orien

te: suponiendo que este vale 20 millones ,. la Biblioteca rale mas de
30 : sin embargo , en el tiempo en <[ue se está recetando para el tea
tro, este establecimiento está situado en una casa que no es suya ; y
no solo que uo es suya , sino que está tan ajustada que hay libros en
las cuevas , libros en las boardillas y por todas parles, perdiéndose
una riqueza, que yo, como encargado de él accidentalmente , estoy
en la obligación de llamar la , atención del Senado.
Omito entrar en otros pormenores, en sus preciosidades , en su
monetario , que es uno de los mejores de Europa; en fin, es un centro
de civilización , y hasta la economía se interesa en su traslación,
porque siendo los salones mas vastos, con menos empleados podrá
estar servida mucho mejor que ahora.
El Senado me permitirá esta digresión que he hecho para llamar
su atención , y espero que los señores de la comisión tengan esta tole
rancia , y si no tienen inconveniente retirarán los dos artículos para
qne quede reducido el proyecto á los primeros , que son los que re
suelven el problema, y el Estado queda en plena libertad de decir
el modo con que los interesados han de concurrir á presentar sus de
rechos, ó á lo menos á reclamar la indemnización , y al mismo tiem
po en plena libertad de acomodarlo para un establecimiento útil y
provechoso como el de Congreso ó Biblioteca nacional.
El Sr. FERRER: El establecimiento de que tratamos fue desde
SU origen un teatro de escándalos; basta decir que muchos de los se
ñores presentes habrán visto, como yo, que se edificó en falso;
que no se supo jamás quién lo costeaba ni á quién pertenecía; ni es
exacto lo que el Sr. Senador ha sentado de que se edificase sobre el
terreno de la Casa Real, porqueconozco este expedientede largo tiem
po. Ha estado en las Cortes cuando tuve el honor de ser presidente de
la comisión de Hacienda , y he visto presentadas reclamaciones de
dueños de edificios que existieron allí, y que si se han de creer los tí
tulos que presentan no están del todo satisfechos.
Como en el sistema que regia cuando se edificó dijo el Rey,co»
mo Luis XIV , "el Estado soy yo," nadie tomó razón del cómo,
• cuánto, de quién y con qué fondos se contaba. Los arquitectos , el
proyecto, todo fue á gusto del Monarca; pero mas adela n te , habien
do habido, á lo que se dijo, dilapidaciones, y estando la obra muy en
sus principios , se vió que los fondos destinados no eran bastantes, y
se tomó el arbitrio de establecer impuestos sobre la exportación de
diversos fondos al extrangero: hubo una empresa que tomó á su car
go estos impuestos , y según los que obraban en el expediente , solo
por este ramo contribuyó la nación con 17 millones de reales.
Quejáronse ágriainente el comercio de Málaga y el de Avila por
los artículos con que estaban gravadas, que eran la pasa, el plomo
y el corcho, é hicieron exposiciones. Por el eximen délos documentos
resulta que el Patrimnio Real , ó sea el bolsillo secreto del Rey Fer-
"nando VII, contribuyó con seis millones de reales , siendo el titulo
que los legitimaba una esquela de S. M. que asi lo declaraba, porque
en aquel tiempo no se presentaron otras cuentas.
Ademas se presentaron varios acreedores, que es á lo que la ley
se refiere, pidiendo por materiales suministrados, como maderas,
piedras, ladrillos, cal, hierro y otros artículos, los cuales creo que
ascendían » seiscientos y tantos mil reales por una parte y por otra á
ochocientos y tantos mil.
Las reclamaciones del comercio motivaron el que este negocio fue
ra á las Córles y produjera su examen , dando el resultado que he
indicado ligeramente. Se vió entonces que la nación no debía conlri-
buir con sumas tan inmensas para una obra, si no inútil para su ob
jeto, á lo menos muy gravosa.
En la necesidad de examinar1 esta materia se oyó al Patrimonio
por medio de apoderado que concurrió á la comisión de que estoy
hablando, y convino en que sus derechos consistían: 1? en la parte de
terreno sobre que está edificado. 2? En los seis millones con que había
contribuido el bolsillo secreto del Rey, y aun en algunos trabajos
que había hecho, lo cual estaba en contestación por si habían sido ó
no pagados.
La comisión bailó que la propiedad era de todos los que habían
contribuido, y entre ellos se me ha olvidado la villa de Madrid, que
también contribuyó y reclama alguna parte; pero al mismo tiempo
vió que el mayor acreedor era el Estado, y aun propuso al Patrimo
nio sí quería cargarse con este edificio , y no pensó tan disparatada
mente como lo era el ponerse en el caso de reintegrar á la nación en
17 millones y pagar á los acreedores, para no poder hacer jamás el
reembolso, y antes por su parte manifestó el deseo de que la nación
cargara con ello, reintegrando de los seis millones al bosillo secreto.
Tenemos, pues, de consiguiente que el Patrimonio, el Estado y
la villa de Madrid son los acreedores pro indiviso de ese edificio, y
otros acreedores tienen ademas derecho sobre él por los materiales
con que contribuyeron.
Yo convengo con el Sr. Heros en los principios juiciosos que ha
sentado de que no debeu destinarse sumas enormes á edificios de
lujo y de placer, que costeados por toda la nación sirvan, para la
corte; y aun añadiréque caso de destinarse á un objeto parecido á ese,
no seria en semejante parage, porque creo difícil atraer á él la con
currencia ; pero de todos modos lo que resulta es que suponiendo un
eosto de 26 ó 27 millones de reales, ¿quién es capaz de alquilarle, y
á qué interés respondería el alquiler que se pudiera pagar? Que es
menester destinarlo á otro objeto. Convengo con el Sr. Heros; y que
sea mas útil que el de un teatro que no se pueda sostener también;
195
siendo mi opinión particular desde hace mucho tiempo, que ya que
se ha hecho esa locura, pues no puede dársela otro nombre porque
con esa cantidad habia para formar una población muy respetable,
mí opinión , .repito , es la que ya se ha indicado , que sirva para
contener, concluido que sea , los dos Cuerpos colégísladores. La parte
destinada á teatro está indicada para el Congreso, porque es la figu
ra que tienen los que se han construido hasta el día; y el gran salón
deberá servir para el Senado, con la particu laridad deque tiene
grandes piezas para archivos, comisiones, &c, y que está cerca de
Palacio y de los Ministerios. Yo no hallo que, pudiera dársele á ese
edificio destino (mas adecuado.
Tara esto es claro que era necesario proceder de acuerdo con el
Patrimonio, y reintegrarle con bienes nacionales ó de otra manera,
hallándonos coa los acreedores en igual caso, porque estos son mas
privilegiados por la naturaleza de ios efectos con que han concur
rido, que son los materiales^
Mas si este proyecto se hubiera formado aquí vendría preparado
asi ; pero como lo ha sido en el otro Cuerpo, y suponiendo las dila
ciones de una comisión mixta, y que tal vez en la legislatura no se
llenaría el objeto , la comisión ha creído que no debía tocarle, por
que cuando ?e faculta al Gobierno, propio es de él el decir: "tengo un
objeto útil para este edificio," y proponer los medios mas convenien
tes para llevar á efecto el deslinde de propiedad y reintegro de los
interesados.
Por esta razón la comisión no ha hecho enmienda alguna, porque
cree que el Gobierno cuando esté competentemente autorizado lo
hará, -porque no podrá menos de hacerlo, puesto que su primitivo
pensamiento de teatro no es posible.
El Sr. HEROS: Pido la palabra en virtud de la autorización
que da el reglamento cuando no hay mas que una persona que hable.
El Sr. Ferrer ha convenido sustancial mente , y no podía menos
de esperarse asi de S. S., en lo que he dicho. Por no prolongar mas
esta discusión no me he referido á los excesos que tuvieron lugar aJ
principio de la obra, á las dilapidaciones que ha habido; y los se
ñores que me escuchan saben que llegó esto á tal punto , que hubo
lugar á poner en juicio nada menos que al corregidor de Madrid. No
me habia parecido oportuno indicar esto; y asi ahora voy á decir solo
que es verdad que hay personas que reclaman un derecho á los ter
renos, y sin embargo hay aqui una equivocación, porque muchos de
los terrenos que se tomaron para el teatro de Oriente están fuera de
dicho teatro, y han pasado ya' á ser satisfechos por otros particulares.
Tal es la casa que se ha hecho á su frente, que se ha edificado so
bre un terreno que el Patrimonio Real habia lomado á censo; y el
re.-ult.ado es que el dueño de este terreno se ha encargado de pagar
su parte del capital de los quinientos y tantos mil reales que se habían
tomado de un caballero que' es muy amigo de S. S. y mió. Por con
secuencia la Casa Real no ha podido pagar mas que la parte de ese
terreno que está comprendido en el área de Oriente, y la parte com
prendida en la plazuela está ventilándose con el ayuntamiento de Ma
drid, porque todo lo que corresponde á aquellas calles es de la atri
bución privativa del ayuntamiento, y en esto está la equivocación.
En cuanto á lo que concierne al perímetro del teatro de Oriente,
dudo que en el día haya nada que no esté pagado por la Casa Real.
En cuanto á lo demás, ó sea á la dificultad que S. S. presenta relati
vamente á la comisión mixta, me parece que no es de mucha consi
deración, y sobre todo en una materia en que lo mas importante son
los dos primeros artículos, puesto que los otros son puramente gu
bernativos; y puesto que lo sustancial y lo que mas importa es des
cargar á la nación de esta carga injusta y malamente puesta , yo creo
que no hay inconveniente en que la comisión retire los demás, y que
el Gobierno por medio de una excitación ó transacción excite á la
Casa Real y á los demás interesados á tratar de terminar este negocio.
Porque sobre este particular debo decir que es muy cierto lo que ha
dicho S. S. Hubo en un tiempo quien creyó que el teatro de Oriente
habia sido regalado á la Casá Real, y esto no es cierto.
Hubo quien creyó que el teatro de Oriente ocupaba el terreno
del antiguo teatro de los Caños del Peral, lo que tampoco es cier
to. Cuando se formó el proyecto déla plaza de Oriente, el teatro
de los Caños del Peral quedaba fuera díl perímetro de la plaza. El
ayuntamiento de Madrid creyó que se habia mandado demoler el
teatro, y representó á la Casa Real para que dijese si se había de de
moler ó no. Los arquitectos á quienes el Rey D. Fernando VII encar
gó el diseño y plan de la plaza de Oriente dijeron que en aquel pro
yecto no entraba la demolición del teatro de los Canos del Peral;
pero que realmente un edificio ruinoso, viejo y que nada valia, pues
to que en último resultado parece que solo producía al ayuntamien
to de Madrid unos 11,000 rs., no produciendo mas que tan pequeña
cantidad, y no debiendo corresponder su existencia á la magnificen
cia de la plaza , el Gobierno resolvióla demolición , precediendo para
ello una consulta, una órden y la competente provisión del Consejo
Real de Castilla.
Por consecuencia en lo que se llama obra del teatro de Oriente no
sé qué parte pueda tener el ayuntamiento de Madrid ¡pero téngale
ó no , ténganla los proveedores de materiales y los demás interesados,
debo decir que estando un poco vago el articulo, y no obteniéndose
nada con él , me parece que la comisión mixta se avendrá fácil
mente.
Respecto al art. 2?, esto yrnuy contento de haber oido que el señor
 19G
Ferrer no discrepa de mis opiniones; pero siendo indudable que es
preceptivo, como lo son regularmente todas las leyes, puesto que es
un precepto que no ha de producir efecto, soy de opinión que valia
mas no ponerle.
Por consiguiente insisto en que, partiendo del principio de que
quedan suprimidos los arbitrios que se imponían para ese teatro, lo
Jemas no hay inconveniente en que se suprimiese; Ruego, pues, á
los señores de la comisión que lo tomen en consideración, y me pare
ce que quedará el Gobierno mas expedito para terminar esta materia
como yo deseo..
El Sr. FERRER: Si el Senado tiene á bien que seíetiren esos
artículos, la comisión no tiene inconveniente enacceder.
En cuanto á los derechos de los particulares de que se habló, cla
ro está que tienen la facultad de acudir á los tribunales, como todos
cuantos puedan alegar derechos. Sin embargo, si el Senado cree que
deben modificarse estos artículos , á pesar de que la comisión no lo
cree necearlo, se retirará.
El Sr. ONDOVILLA : He pedido la palabra en razón á haber
advertido que se habla de acreedores, de cuántos son estos y de otra
porción de cosas, sobre lo que tenia que exponer algunas observacio
nes. Pero puesto que la comisión retira los artículos , renuncio la
palabra. . ,
El Sr. FERRER : He dicho , señores , que por lo que consta del
expediente pasa de 26 millones lo que se ha gastado. De estos ha pa
gado la nación 17 , según consta cu la Tesorería general y tribunal
Mayor de Cuentas; del rendimiento de los impuestos que he dicho,
percibió una casa de comercio de esta córte seis millones: y.que por
un papelito que dejó el difunto Rey D. Fernando VII decía que ha-
bia invertido de su peculio en este edificio seis millones. Me acuerdo
que preguntando la persona que vino á ilustrar á la comisión sobre
este punto, si habia cuentas ó cosa que lo valiera, porque en el ex
pediente solo aparecían los otros millones , dijo que no estaba cierto
en la cantidad ; pero en lo que sí lo estaba era en que el máximo
de esos seis millones eran de la Casa Real.
He dicho que próximamente lo que se llegó á gastar de materia
les fue como millón y medio: de consiguiente pasan los gastos de
la cantidad de 26 millones. ¿Podrá asegurar la comisión ni nadie
que no pase de esa cantidad, y no salga algún otro acreedor? De
consiguiente es menester que quede consignado que el teatro de Orien
te ha costado una suma mayor de 26 millones , y que la nación está
interesada en 17 millones, esto es, en la mayor parte; y siendo esto
asi está mas interesada que nadie en que se concluya esa obra para
sacar, si no un buen partido, al menos el mejor posible. La nación
no tiene otro medio de gestionar que por el de su Gobierno, y ya
se ha dicho que en esto no hay oposición por parte del Real Patri
monio. El Patrimonio se lamentará , como nosotros nos lamentamos
por parte de la nación, de tener un capital de esa especie, del que no
puede sanar partido.
Esta es una cosa i mi entender muy fácil, y está reducida á
que la nación quiere sacar partido de ese edificio como la interesada
en mayor parte, y el Patrimouio también, como interesadoen seis mi
llones. Por consiguiente, declarado que los derechos particulares no
se ofenden de ninguna manera, y que por el espíritu de la ley nadie
puede quitarles el derecho de acudir á los tribunales á rechinar el
que les corresponda, no encuentro dificultad en que se apruebe el
provecto ; y en cuanto á lo otro , lo que se debe hacer es dar al Go •
hierro la mayor latitud para que termine este negocio conforme á
los intereses de la nación.
El Sr. ONDOVILLA: Solo desearía que el art. 3? se presentase
de otro modo, porque si no parece que esto es llamar á concurso
de acredores. Yo quisiera que el negocio se resolviera por el Gobier
no ó por otro medio, y no por los tribunales, porque entonces esto
seria interminable. Por lo demás, no quisiera que al Gobierno se le
sujetara como aquí se le sujeta , y que quedara asi el articulo ( U
leyó con una nuera redacción).
Encuantoal partido que deesa obrase puede sacar, acaso seria mas
útil que los dos Cuerpos colegisladores se reunieran alli y que fuera
palacio de la representación nacional.
El Sr. CHACON Y DURAN: La comisión está conforme con lo
que ña dicho el Sr. Heros. Lo único que tengo que manifestar, sin
embargo de que no me opongo á que este negocio vuelva á la comi
sión , es que alterando este proyecto se dará lugar á que haya una co
misión mixta, y si por casualidad se suspenden las sesiones, conti
nuarán pagando los pueblos los tres reales en el quintal de plomo, y
los tres cuartillos en la pasa,&c.
El Sr. SEOANE : A mí me parece que esta ley Jibia concluir en
el art. 2? Por el 1? se suprimen todos los derechos impuestos para
continuar la obra del teatro, y por el 2? se dispone que el 15 por 100
de decomisos vuelva á la Hacienda. Esto es suficiente.
La decisión de los derechos y acciones que corresponden á los que
tienen intereses en su construcción, debería en mi concepto dejarse al
Gobierno para que presentase al efecto un proyecto de ley proponien
do á las Cortes la dirección que se puede dar á este edificio, y los me
dios de concluirle. ¿Estamos conformes en que lo que se construya
sea teatro ? Creo que no : pues sin embargo por el art. 4? se dice al
Gobierno que ha de ser teatro, porque se le autoriia para que llame
licitadores que le concluyan, concediéndoles el uso de la finca por
los años que se pacten.
Faréceme, pues, que la ley concluiría perfectamente en el art. 2?,
y que lo demás debería dejarse para otro proyecto de distinta natura
leza. De este modo la comisión mixta pudría ventilarlo muy luego, y
los pueblos podrían empezar á disfrutar de los beneficios que esta,
medida lleva consigo.
El Sr. FERRER: La comisión retira los artículos sip;iientes
para presentarlos en uno ó en mas, según el pensamiento que se ha
emitido, de acuerdo con el Gobierno."
Quedaron retirados los dos artículos del proyecto.
El Sr. PRESIDENTE: Quedan anunciados para la próxima se
sión los asuntos que lo estaban anteriormente, y ademas el dictámeñ
de la comisión encargada de informar sobre la comunicación del Go
bierno, relativa á la suspensión de varios vocales de la diputación
provincial de Badajoz, acordada por la Regencia provisional del
reino.
Se levanta la sesión pública para que el Senado quede en secreta
como anteriormente se dijo."
Eran las cuatro.
 NUMERf 51.
DIARIO
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 16 DE JUNIO DE 1841.
Se abrió á Us doce y media , y leida el acta de la anterior por el
Sr. Secretario Oiíj, dijo
El Sr. ORINaGA : Creo que en la redacción del acia M ha pa
decido una niperMiicion : el Sr. Laborda es Senador por Teru«l y no
por Zaragoza.
El Sr. Secretario ONIS : Se rectificará."
Sin mas discusión quedó aprobada.
El Senado quedó enterado de que la comisión de Reforma de Re
glamento ha nombrado por su presidente al Sr. Capaz, y por secre
tario al Sr. D. José Mari» Pérez.
Se dió cuenta de una comunicación del Sr. marqués de Monte-
sacro, Senador admitido por la provincia de Pontevedra, fecha en
Santo Tomé de Mar á 3 del corrriente, en la que contestando al oficio
que se le pasó en 22 de Mayo ultimo, expone que sus continuos
«chaqués no le han permitido presentarse hasta ahora en el Senado,
esperando poderlo verificar el próximo otoño, restablecido con ba
ños termales y aguas minerales que debe tomar el presente eslió
por dictámen de facultativos, para lo que pide cuatro meses de li
cencia.
El Sr. Secretario CARRASCO: Señores, yo respeto mucho las
circunstancias que han impedido á e*le Sr. Senador el presentarse i
tomar asiento -n el Sonado en la legislatura anterior y en la presen
te; pero creo deber llamar la atención del Senado sobre lo que ocur
re en este particular. ,»
Hay varios Sres. Senadores que hallándose en Madrid tuvieron
sin duda preeision de ausentarse pocos días antes de abrirte la legis
latura: se les han dirigido diferentes comunicaciones, y unos han
contestado que sua negocios no les permitian presentarse por ahora;
otros qne la falta de su salud , y otros, en fin, no han tenido por
ton veniente dar contestación , ó |>>»r lo uienos si la han dado no ha
llegado á la secretan».
Hay ademas otros rué aunque te les ha conc^b, 'V.'ncia están
sin embarga en Madrid y no asisten á la^jeatejlV^f y en semejante
situación yo quisiera que, puesto que hay nora.«vWa una comisión de
Reforma de Reglamento se hiciesexargu nV. jf* y otra porción de
circunstancias análogas para que evite el perjuicio que puede seguir
se de la falta de número , poniendo un articulo sobre el particular.
El Sr. CAPAZ i Iba precisamente á decir lo mismo que el señor
Carrasco acaba de manifestar: que la comisión que tiene á su cargo
el presentar las reformas al reglamento no olvidará esas adverten
cias, y tomará en consideración todas las ocurrencias de igual natu
raleza.
El Sr. HEROS: Pero mientras tanto queda sin resolver qué es
lo que se ha de hacer con la comunicación de ese Sr. Senador , que
si al cabo de tanto tiempo que ha sido nombrado todavia no se ha
presentado á tomar posesión , y anuncia ahora que no lo verificará
hasta el otoño próximo , como no tenemos una seguridad de que sus
mates queden curados para entonces, lo natural es que al empezar
la «itacion del invierno, que para los que estamos aqui y pasamos de
40 años no suele ser la mas á propósito , retarde su venida Dios sabe
si hasta la canícula del año 42.
Por tanto rogaria que esa exposición pasase á una comisión para
3.—TOMO I.
197
DE CORTES.
saber si estamos en el caso de manifestar que si no tiene seguridad
de recobrar so salud tan pronto como todos deseamos, tenga la bon
dad de adoptar otro medio mas expedito.
Et Sr. Secretario CARRASCO: Como el reglamento no preveo
ninguno de estos cawi , porque sin duda ha querido dejar á la deli
cadeza de cada uno de loa Sres. Senadores el venir á desempeñar ese
honroso cargo, no hay otro media mas que el Senado niegue ó con
ceda esa licencia al Sr. marqués de Monte-sacro; pero como el Se
nado habrá oido, hay otra porción de casos tan extraordinarios como
los qne ya he citado de Senadores que están fuera y no se presen
tan á pesar de las excitaciones que se les han dirigido de los que
han obtenido licencia, y se están paseando por Madrid sin asistir á
las sesiones, sobre cuyos casos yo he creido necesario llamar la aten
ción del Senado para que se tengan en cuenta por la comisión de re
forma de reglamento, y se sirva proponer el correctivo que conside
re justo.
Por lo demás, la comunicación del Sr. marqués de Monte-sacro
está reducida á pedir una licencia por cuatro meses; y oreo que no
haya mas que hacer que concederla ó negarla.
El Sr. HEROS: Señor, yo comprendo que un Senador que es; ¡
en Madrid, al cabo de algún tiempo que ha abandonado sus nego
cios pueda pedir y obtener una licencia ; pero no á uno que no se ha
presentado , que no ha jurado , y Dios sabe si querrá ó no jurar , ó
si habrá algún incidente particular sobre ese caso. No creo que se
haya ofrecido ese caso hasta ahora en el Senado, y de consiguiente
insisto en que esa comunicación pase á una comisión ; y para obviar
las dilaciones que trae consigo el nombramiento de una nueva, ruego
al Senado que se sirva disponer que pase i la comisión de Actas
electorales.
El Sr. ONDOVILLA : La comisión de Actas no puede entender
mas que en calificar la legalidad ó nulidad de las actas, y en la ap
titud de los Senadores que son nombrados. Aquí no ae trata de lo
una ni de lo otro: de consiguiente , la comisión de Actas no puede
entender en este negocio como tal comisión de Aetas.
El Sr. HEROS < El Sr. Senador que aeaba de hablar tiene razón,
y no puede menos de tenerla ; pero no oreo que me falte á mi tam
poco, y cuando propongo que para obviar los trámites del reglamento
en reunir las secciones, en nombrar estas el individuo de la comisión,
y luego la comisión el presidente y secretario, y en darse cuenta al
Senado, pase á ha comisión de Actas, es por abreviar, y porque esta
comisión merece ciertamente la confianza del Senado: pase, pues, á
ella la exposición que nos ocupa , y si esto no se creyese oportuno, ya
he puesto la disyuntiva de que nombrada la comisión de reforma d»
reglamento pueda pasar también á ella ; para mi es igual. Lo que yo
he propuesto es precisamente para procurar la brevedad, y nada mas.
El Sr. RIVADENEIRA: En la legislatura pasada me parere que
se decidió que cuando no se presentasen los¡ Senadores nombrados al
cabo de los dos meses de ser admitidos se entendiera que babian re
nunciado. En mi opinión convendría que en -esta ocasión hiciésemos
un acuerdo semejante.
El Sr. CARRASCO: Efectivamente,, en la legislatura anterior
yo tuve el honor de hacer una proposición en que se proponia lo que
el Sr. Rivadeneira La dicho; pero el Senado no »e sirvió aproarla. al tiempo de las elecciones; que si se ofrecia ó no alguna duda acerca
Yo creo que podia ponerse á la deliberación del Senado lo qe el de si estaba ó no en el caso de quedar sujeto á reelección como Sena
Sr. Heros lia propuesto. dor por la provincia de Toledo, al Senado tocaba resolverlo; y últi
£1 Sr. LASAÑA : He pedido la palabra para apoyar lo qo ba mamente, rogándoles que al efecto le diesen cuenta de su comuni
dicbo el Sr. Heros. Me parece que podia pasar á- la cojuisionjue cación , en la inteligencia de que entre tanto se abstendría de asistir
está encargada de reformar el reglamento. á sus sesiones: ha tenido también á la vista una copia de la minuta
Todos los dias estamos recibiendo comunicaciones de los Sres.Se- del indicado nombramiento; y después de haber meditado y discu
nadores que están ausentes , y que por un motivó ú Uro. no se pre tido con el mayor detenimiento sobre el particular, ha formado el
sentan: los unos porque padecen enfermedades, que deben ser eróti concepto de que debe proponer al Senado, como tieDe el honor de
cas, cuando tanto duran ; los otros por asuntos de familia. Es muy hacerlo, se sirva declarar que dicho Sr. D. Alvaro Gómez Becerra
justo que cada uno cuide"de los asuntos de su familia y le sus inte ha quedado sujeto á reelección por haber admitido la plaza mencio
reses; pero la nación tiene también intereses que defendetty enanos nada , debiendo, sin embargo, continuar asistiendo á sus sesiones
se trata de ellos, estando tan amplia la facultad que concedt la Cons hasta el dia en que se empiece la nueva elección con arreglo á lo que
titución , pues dice que pueden renunciar sin dar motivo, jo no sé por punto general tuvo á bien acordar en la de 12 de Mayo del año
por qué no lo hacen cuando no pueden venir. próximo pasado, y para ello se funda en las consideraciones si
Yo siempre he estado muy mal con que baya esta especie o» Se» guientes:, ' *•
nadares honorarios. El pueblo sombrajos Senadores para que \ea~ «Primera , en que cuando admitió el Ministerio de Gracia y Justi
gan á defender sus intereses y procurar la felicidad pública; perono J cia dejó absolutamente de pertenecer al citado Supremo Tribunal ; y
para que estén en sus casas y se llamen Senadores. El resultado es en que por consecuencia, y atendiendo á que al conferírsele la refe
que hay muchos Senadores que están ausentes por causa de sus mu rida plaza era ministro cesante, es indudable que ba sido agraciado
les ó porque hacen falta en su provincia , y no es justo que procedai con un empleo en propiedad de la mayor importancia, y que no es
de este modo. de escala, que fija su suerte de una manera irrevocable, y que le co
Por esta raion yo suplico al Sr. Presidente que ponga á votac.ior loca por lo respectivo á los electores en una posición muy distinta de
si pasará sata proposición á la comisión que está encargada de la re la en que se hallaba cuando lo propusieron para el cargo de Senador.
forma del reglamento." «Segunda , en que no podria decirse con fundamento que al nom
Hecha la pregunta por el Sr. Secretario Carrasco, se acordó que pa brarle para la plaza ya citada no se ba hecho mas que reponerle en
sase dicha comunicación á la comisión que entiende de la 'rfcforiaa la que antes ocupó, ni sujetarle por ello á reelección ; porque corres
del reglamento. . Pj \ "i; j pondiendo al tefe del Estado nombrar todos ios empleados públicos
Se acordó imprimir en el Diario de las Sesiones el siguiente' dic con arreglo á las leyes, no hay entre estas ninguna que le obligue á
tamen de la comisión de Peticiones : reponer á los que por cualquier causa hayan cesado en el desempeño
"Las diputaciones provinciales de Oviedo, Ciudad-Real, Zarago desús respectivos empleos por disposición del Gobierno, aunijue reú
za, Guadalajara y Caceres nan las cualidades al efecto necesarias; de lo que se deduce: pri
«En exposiciones de varias fechas se han dirigido al Senado lla mero , que si en virtud de Real órden ó decreto vuelven á desempe
mando la atención de las Córtes á Ja alocución del Papa Grego ñarlos, en rigor, y especialmente para el punto eu cuestión, son
rio XVI en el consistorio secreto celebrado en Roma él día 2 dé agraciados nuevamente con ellos, mejoran grandemente de condi
Marzo último, y haciendo de ellas varias calificaciones, excitan á las ción, pierden en cierto modo su independencia, y ruedan por lo
Cortes á tomar las providencias convenientes para corlar los abusos tanto sujetos á reelecciou, al tenor de la letra, y todana mas con ar
de la Curia romana, y asegurar la libertad de la nación é iglesia es reglo al espíritu del art. 13 de la ley fundamental;/ segundo , que
pañola que por dicha alocución consideran amenazadas. prescindiendo de que el Sr. Gómez Becerra no ha sido repuesto, pro
«La «omisión de Peticiones ha examinado detenidamente estss ex piamente bablando, en el Supremo Tribunal de Jus^jcia , sino que
posiciones; y si bien no puede desconocer el buen celo con que se han se Te ba vuelto á colocar en él por una gracia déla Corona, fundada,
hecho, es de parecer que el Senado puede servirse acordar se tengan sí, en la consideración de su relevante mérito y distinguidos servi
presentes para el uso oportuno. Palacio del mismo 15 de Junio cios, pero tan especial, que le ha concedido la antigüedad y prece
de 1841.=Almodovar.=Valero y Arlela. ^García Carrasco.—Onis." dencia de su anterior nombramiento , no debe perderse de vista que,
Se leyó y aprobó sin discusión el dictamen que sigue: aun cuando se suponga lo contrario, no por ello dejará de estar su
Provincia de Burgos. "La comisión de Actas ha examinado la del jeto f'ser reelegido, porque en el citado art. 43 de la ley fundamen
escrutinio general hecho en 20 de Mayo último de los votos emiti tal no se expresa ni puede subentenderse que ta reposición deje de
dos en las elecciones últimamente celebradas en la provincia de Bur sujetar á reelección; y
gos para la propuesta de un Senador en reemplazo del Sr. D. Juan «Tercera, en que aun en la hipótesis de que la Corona tenga la pre
Antonio Varona, perteneciente á la primera renovación del Senado, y cisión de reponer á los precitados funcionarios, sin que por ello que
que renunció después de haber tomado posesión ; y hallándola arre den sujetos á ser reelegidos los que peitenezcan á cualquiera de los
glada, opina que el Senado puede servirse aprobarla. Cuerpos colegisladores, todavía el nombramiento hecho en el Sr. Gó
«Él Sr. D. Juan José Gil de las Revillas, nombrado en reempla mez Becerra no puede considerarse como una verdadera reposición;
zo del Sr. Varona, ha acreditado ser mayor de 60 años , y para jus porque si bien.es cierto que anteriormente fue individuo del Tribunal
tificar la renta presenta una certificación de la comisión de Califica supremo de Justicia, también lo es que lo fue interino, y amovi
ción de derechos délos empleados civiles, de la que resulta que para ble, y que ahora lo es en propiedad é inamovible, y se encuentra por
el caso de ser jubilado le corresponden 21,600 rs. anuales como tres consiguiente á cubierto de toda arbitrariedad ; y ciertamente que da
quintas partes de los 36,000 que disfruta como secretario del Consejo lo uno i lo otro hay una inmensa distancia.
de las Ordenes; y para completarla presenta un documeuto que acre «Tal es ei parecer de la comisión en el asunto de que se trata , y
dita haber depositado en la caja del Banco Español de S. Fernando que para la resolución que convenga somete á las superiores luces
200,000 rs. en títulos al portador del 5 por 100. del Senado. Palacio del mismo 14 de Junio de 1811.=Gaspar de
••En su vista, la comisión hallando competentemente justificada la Ondovilla, presidente.=Manuel Lorenzo.=Joaquin Francisco Cam-
renta, y teniendo presente lo acordado respecto á otros Sres. Sena puzano.=Francisco Ramo y Gamboa, secretario."
dores, es de parecer que el Senado puede acordar la admisión defi Procediéndose á la órden del dia, se leyeron y fueron aprobados sin
nitiva del Sr."Gil Revillas; pero en el concepto de que dicho docu discusión dos dictámenes de la comisión de Actas, acerca del nombra
mento de depósito se haya de retener en su secretaría , y oficiarse por miento del Sr. D, Facundo Infante para Ministro de la Gobernación
esta á la dirección del Banco para que en él se conserve la cantidad de la Península, y del Sr. D. Andrés García Camba para el de Mari
depositada mientras no se le presente el documento original con re na, Comercio y^ ">bernacion de Ultramar. (J^e'ase el Diario mim. 28,
solución del Senado para que aquella sea devuelta ; lo cual se verifi sesión del dia 1-Smf. corriente).
cará luego que el Sr. Gil de las Revillas acredite otra renta igual y Leido el respectivo al Sr. D. Dionisio Valdés (/'Vase el mismo
le sea admitida , ó deje de ser Senador. Sin embargo el Senado resol Diario), dijo •
verá lo que estime mas acertado. Palacio del mismo 14 de Junio El Sr. ORINAGA: Creo que los señores de la comisión no de
de 1811.=Gaspar de Ondovilla, presidente.= Monuel Lorenzo.=Joa- ben ignorar que hay tres clases de gefaturas políticas; á saber: d*
quin Francisco Campuzano.=Francisco Romo y Gamboa, secretario-" primera , segunda y tercera. De una escala A otra creo que hay gra
A petición del Sr. Maeía Lleopart se acordó quedase sobre la mesa cia y que es ascenso , porque D. Dionisio Valdés ha sido gefe políti
el siguiente dictámen de Ib comisión de Actas: co de Gerona , que es de tercera clase , y de Guadalajara, que tam
Provincia de Toledo. "La cómision de eximen de Actas se ha en bién lo es. El de Barcelona as de primera : de consiguiente no hay
terado del oficio que con fecha de SI de Mayo último dirigió el señor escala, como la habría si le hubieran nombrado de una de segunda, ó
D. Alvaro Gómez Becerra á los Sres. Secretarios del Senado comuni si siendo de eslaclase le hubieran nombrado de tercera. Asi, creo
cándoles que el Regente del reino le habia nombrado por decreto de que debe estar sujeto á reelección.
29 del mismo ministro en propiedad del Tribunal supremo de Jus Ademas, la renta es muy diferente. Los gefes políticos de terena
ticia ; que se habia creido en la necesidad de aceptar, porque no debia clase tienen 28,000 rs., los de segunda 32,000, y los de prime
estar en su mano, como no lo estaba en sus principios, gozar en el ra 36,000. Es decir, que no solo ha recibido gracia de ascenso, sino*
ocio de una cesantía cuantiosa correspondiente á empleados superiores de sueldo ; y creo que, tanto por esta razón como por la que he de
y á 32 años de servicios; que no era empleado de nuevo, ni tampoco mostrado anteriormente , debe estar sujeto á reelección.
ascendido , puesto que se le reponía en la misma plaza que ocupaba . El Sr. ROMO Y GAMBOA : Los gefes políticos, y también los
en Octubre del año próximo pasado , y que en sueldo y categoría es empleados en sus secretarias, componen una clase particular, es de
inferior á la que desempeñaba en el Ministerio de Gracia y Justicia cir, de funcionarios, que se encuentran ea diferentes caros que los de

otros ramos de la administración , puesto que como tales gefes no
tienen derecho á cesantía ni jubilación, ni tampoco sus familias
á beneficios de montepío: de modo que puede decirse que mas son
unos meros comisionados qne empleados.
Cierto es que las gefaturat están dirididas en tres clases según
las capitales: son de primero, segundo ó tercer orden, con pro
porción á su población, riqueza ó importancia'; pero también
lo es qae para proveerlas no se ha observado escala entre los gefes
políticos: unos han tenido entrada en las de tercera clase, y han
pasado sucesivamente á las de segunda y primera ; otros la han
tenido en las de primera , y han pasado A las de tercera , sin to-
car á la segunda ; otros han empelado en la segunda , y no pocos
en la primera, y alguno de estos ha ruello á desempeñar las de se
gunda y tercera. Es decir, que han estado siempre en continuo mo
vimiento , siendo trasladados de una clase á otra , según lo exigia
el mejor servicio. » en esle caso con arreglo á la ley. Ruego á los Sres. taquígrafos que
Respecto á sueldos, parece que nada se aventura en decir que bien
considerado, el sueldo de los de tercera clase es mayor qn.- el de los
de segunda, y este mayor que el de los de tercera ; porque parece in
dudable qae el de Guadalajara podrá pasarlo con mas desahogo con
28,000 rs. que el de Zaragoza con 32,000 y el de Barcelona
con 36,000. - Cuando se procedió á las elecciones generales, se hizo también la
Por esta Tazón, considerando la comisión que por haber admiti
do el Sr. Valdés la gefatura política de Barcelona no se encuentra
en posición distinta que la de cuando fue nombrado Senador, su
puesto que lo era de Guadalajara, y no habiendo fundamento para
poder presumir que haya perdido la confianza de los electores, en
tiende la comisión que no está sujeto á reelección, como lo ha dicho
en el dictámen que ruega al Senado se sirva aprobarle.
El Sr. HEROS: Los respetables Senadores que han hablado en
pro y en contra, uno y otro tienen razón, según el sentido en que se
lome lo que cada uno ha dicho.
El Sr. Romo dice que efectivamente todos los gefes políticos son
ignales en atribuciones; y esto es indudable. El mismo regla
mento rige para todos ellos; las mismas atribuciones son las del gefe
político de Guadalajara que las del de Madrid ;' las de los de Soria ó
Avila , que son las provincias mas pequeñas, que las de los de Bar
celona y Sevilla. Por consecuencia, si se toma la igualdad respecto á
funciones, es indudable que son exactamente ¡guales. En cuanto á la
categoría , es claro que siendo consiguiente con las funciones, deben
ser también iguales en categoría. ¿Pero son iguales en sueldo, seño
res? No. ¿Son iguales en conveniencia? ¿Hay ascensos? Tampoco;
porque es indudable que uno de tercera clase recibe contento lo que
nno de segunda , y uno de segunda lo que otro de primera. Yo, á de
cir verdad , diré que son diminutas las dotaciones respecto de las
funciones que ejercen ; pero soy de opinión que no se les debe au
mentar mientras no se supriman las intendencias , j que estas no se
pueden suprimir hasta tanto que no se divida el territorio en menos
provincias , para que sean menores los gastos, los funcionarios tengan
menos que hacer, y se desempeñe mejor el servicio público.
Pero yo pregunto: ¿ á la traslación del Sr. Valdés de la gefatura
de Guadalajara á la de Barcelona acó mpañan ventajas materiales,
de las que resulte que ha sido agraciado por el Gobierno cambiando
la situación de cuando fne elegido ? Puesto que estas cosas las deci
dimos por sutileza, por la suspicacia de los que han recibido esto,
yó digo qne el Sr. Valdés ha recibido ventajas.
El Sr. Romo, que tan entendido es en estas materias, sabe que no
solo hay esta diferencia de sueldo de 28 á 36,000 rs. , sino que á esto
acompaña la clasificación de gastos de secretaría. De modo que las
ventajas materiales son muy considerables de uno á otro; y puesto
que la suspicacia de que baya podido cambiar el agraciado hace que
sea el motivo de que se le sujete á reelección, yo creo , y mucho
mas siendo amigo mió y compañero el Sr. Valdés, que está sujeto á
reelección, y que en todas las ocasiones en que se trate de interpretarla
cuestión de esta manera debemos de ser jansenistas de la Constitución.
El Sr. CAMPUZANO: Nadie mas escrupuloso que yo cuando se
trata de la observancia de la Cunstitucion. Si efectivamente la letra
del artículo se entendieseJan literalmente que el Gobierno no pudie
ra hacer promociones, estaría conforme con esto; pero lejos de ser asi,
se ha hecho una excepción dé está inteligencia, y se ha extendido á
las traslaciones, y ye* río puedo menos de considerar esta mudanza
como una traslación. Esto es mnv sencillo, porque un Ministro ple
nipotenciario de Lóndres tlene tnas sueldo que uno de Portugal, y
sin embargo uno y otro son de iguálcategoria y pueden servir in
distintamente sus destino*. " *'" . <
Asi me parece que el dictamen de la comisión, considerada esta
variación de destino del Sr. Valdés, no se le debe suponer exceptuado
del caso del articulo constitucional.
El Sr. VALERO Y ARTETA: El ascenso no es de 4,0#0; fino de
anunciándose por consecuencia que
El Sr. ONDOV1LLA: La comisión agradece esta ocasión que se
le presenta, porque estaba muy en duda acerca del dictámen que ha
dado, y ba Tenido i explorar propiamente la opinión y la voluntad
del Senado; y asi no tendrá inconveniente en variar desde luego el
dictámen.
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El Sr. CAMPTJZANO : Lo qne ha dicho el Sr. Ondovilla no
Íiuede ser absolutamente exacto, en conformidad á que cuando todos
os de la comisión hemos puesto nuestras firmas en el dictámen algu-
na razón remamos para ello."
Se leyó el dictámen de la misma comisión relativo á las actas de
la provincia de Gadalajara. (Víase el núm. 27, sesión del dia 1 de
Junio.)
Abierta discusión, dijo
El Sr. LASAÑA : Cuando se dio cuenta en el Senado de este dic
támen de la comisión de Actas rogué al Sr. Presidente que tuviera á
bien disponer quedara sobre la mesa, porque me llamaron mucho la
atención, tanto la pirte dispositiva del dictamen, como las razones
en que se apoyaba, y la conducta que bubia observado en este nego
cio el Gobierno. Aunque ligeramente, he examinado el expediente,
y me he corroborado mas en la idea de que el Gobierno no ha obrado
tengan la bondad de escribir lo que diga y también lo que lea, por
que quiero que siendo esta una cuestión constitucional, quede bien
consignada mi opinión y las razones en que la fundo.
Como todos los Sres. Seuadores no estarán enterados de este nego
cio , me permitirán que haga de él una pequeña reseña.
elección en la provincia de Guadalajara, y se procedió á proponer
tres candidatos para que la Corona eligiera un Senador: efectiva
mente , eligió la Corona al primero, y este renunció antes de sen
tarse en estos bancos ; ¿y qué debió hacer en este caso el Gobierno?
Mandar repetir la elección para que se le presentase una terna, que
es lo que previene la Constitución. .
Pero no lo hizo asi: eligió al segundo, y este también renunció
sin tomar asiento en el Senado : de consiguiente , ya no quedaba elec
ción , y forzosamente tenia que elegir al tercero, ó mandar que se
completara la terna ; pero tampoco obró asi: ¿y qué es lo que hizo?
Nombró ál que quedaba; pero este también renunció.
La ley, señores, hace dos distinciones en este caso : la una cuando
el Senador, después dé haber tomado asiento en el Senado, renuncia
su cargo; y en este caso deben hacerse nuevas elecciones. ¿Por qué?
Porque la ley ha producido ya todo su efecto: los electores han pro
puesto, la Corona ha nombrado, el Senador ha [tomado asiento; ya
está , pues , el acto concluido.
Por esto sabiamente dice el legislador : "acto nuevo ; nuevas
elecciones."
Segundo caso: cuando el Senador después de nombrado y antes
de tomar asiento renuncia : y dice entonces el legislador: "la ley no
ha tenido cumplido efecto, porque si bien ha propuesto el pueblo y
ha elegido la Corona no se ha verificado que el Senador haya ido á
ocupar su puesto :" luego segundas elecciones como continuación del
primer acto, no un acto nuevo, sino continuación del anterior, por
que no se concluyó; y aqui es el caso en que se halla la provincia de
Guadalajara. Pero aqui , señores, pediré al Sr. Presidente tenga la
bondad de hacer leer el párrafo 2? del art. 36 de la ley electoral.
Se leyó , y decia asi : .
"Del mismo modo se considerarán propuestos en la lista triple
para Senadores los que luyan tenido mas votos hasta completar el
número de candidatos preciso; y todos los demás que hayan obtenido
mayoría absoluta serán candidatos suplentes por el órden también
del número de votos obtenidas; de manera que si uno ó mas Sena
dores nombrados no llegasen i ejercer su encargo por cualquier mo
tivo, se considerará completada de nuevo la propuesta para que el Rey
elija otra vez con los suplentes á quienes corresponda , y solo en el
caso de que no los haya se procederá á completar la lista triple por
medio do segunda elección."
El Sr. LASAÑA (continuando): Señores , yo creo que habrá po
cos artículos mas explícitos en la ley electoral que el que se acaba de
leer. Pues con todo esto yo creo que la comisión se funda en un su-
Euesto equivocado para aprobar la medida del Gobierno de haber
echó proceder á nuevas elecpiones. El articulo dice precisamente:
" cuando uno ó mas Senadores se encuentren en este caso, esto es, en
el de no haber tomado asiento en el Senado, se completará la terna
con' los suplentes; si no Se procederá i segundas elecciones entre lot
que mas hayan llegado á la mayoría." Esto dice el articulo, y de
esto deduce la comisión, infundadamente i mi modo de ver, que se
debe proceder á nuevas elecciones. Yo pregunto á la comisión: si el
Senador nombrado por la Corona hubiera tomado asiento, y luego
renunciado, ¿qué se hubiera hecho? Nuevas elecciones. Con que
ahora que el Senador no ha' tomado asiento ¿ también nuevas elec
ciones? El Gobierno entonces no reconoce mas que un solo caso; y,
tomen ó no asiento, según él deben hacerse nuevas elecciones, y á la
verdad qne no es esto lo que dice la ley. No hay duda que según el
árt. 47 si no hubiera tomado asiento y renunciado, el Gobierno hu
biera dicho: "nuevas elecciones." Pues el caso es enteramente di
ferente.
Ninguno ha tomado asiento; en este caso, no habiendo tupien
tes , debe procederse á segundas elecciones entre los que mas votos
hayan obtenida en las primeras. Yo creo que ésto está claro , y no
puedo comprender en qué se puede haber fundado el dictámen; pero
aun suponiendo que lo estuviera , y no pudiendo dar mi aprobación
á la primera -parte relativa á que se apruebe el acta, vamos á ver
cuál ha sido la conducta del Gobierno en la nueva elección.
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Se procedió por orden, me parece que de 2 de Abril , que pasó nes al Gobierno de S. M., y como no está presente , la comisión se
el Gobierno para que se hicieran nuevas elecciones, y se verificaron vé en la precisión de contestar á ellas. También ha hecho inculpa
estas en 12 de Marzo, resultando que solo dos candidatos obtuvieron ciones al gefe político de Guadalajara, y á la comisión ademas, di
la mayoría absoluta , y el gefe político no sé por qué remitió esta ciendo que ha procedido con equivocación notable en la inteligencia
acta; y digo que no sé por qué, porque no estando concluido el acto, del art. 33 de la ley electoral.
no debió el gefe político remitir los documentos hasta que estuviese Señores , aquí es menester distinguir las elecciones segundas de
completa la terna y el acto verificado completamente. las elecciones primeras; son dos cosas muy diferentes. Las segundas
Pero se remitió el acta ; el Gobierno se contentó con los dos can elecciones son aquellas que se hacen después de haber celebrado las
didatos, y dijo: "elegiré uno de estos dos;" y lo eligió efectiva primeras y no haberse completado la terna de los Senadores, pro-
mente. ¿Y á dónde está la terna q^ue previene la ley? Aquí se ha cediéndose en seguida á la elección entre aquellas personas que ha
faltado á la ley. El Gobierno debió decir: "Segundas elecciones, y yan obtenido mayor número de votos, guardando ¡a.proporcion de
complétese la terna." Mas la comisión quiere cohonestar esta con tres por cada Senador que falte. Los electores entonces están circuns
ducta diciendo que el Gobierno sabia quiénes eran los tres candida critos á este círculo de personas y no pueden salirse de ellas.
tos que habían de entrar en segunda elección, y que pareciéndole Las elecciones nuevas son aquellas en que tienen completa liber
mejor que ninguno de ellos el que habia obtenido mayoría de votos, tad los electores para elegir los que les parezca sin sujeción á un
lo había elegido. determinado círculo de personas.
En primer lugar, la ley dice que se le presente á la Corona una La cuestión aquí es si han debido hacerse segundas elecciones ó
terna completa. Se dirá que esta es una prerogativa de la Coroua. elecciones nuevas. El Gobierno decidió que debían hacerse nuevas
Yo no quiero entrar ahora en la cuestión de si la Corona podia ó elecciones y no segundas ; y creo que en esto cumplió con su deber.
no dejar de usar esta prerogativa; ¿pero podia el Ministerio de en En las elecciones generales re nombraron tres sugetos, y fueron pro
tonces ó el Ministro del ramo desentenderse de este articulo de ley puestos al Gobierno para que eligiese entre ellos un Senador. Suce
electoral, y podia privar á sus sucesores de hacer el nombramiento? sivamente estos tres fueron renunciando antes de tomar asiento en
Si entonces hubiera dicho: "procédase á segundas elecciones," ¿no el Senado , y esta renuncia puso al Gobierno en la precisión de ver
pudiera suceder que el candidato que eligiera el pueblo le pareciera si podia completar la terna por medio de los suplentes, ó si podría
mejor al Ministerio entrante que el otro? Pero ya nos encontra completarse por segundas elecciones. El Gobierno dijo : no hay su
mos en este caso: yo no conozco al sugeto nombrado, supongo que plentes, no puede completarse la terna por medio de ellos , que es
será digno de sentarse en estos bancos; pero yo solo trato'de las co lo que dice el art. 36 , y tampoco puede completarse la terna por
sas y no de las personas. segundas elecciones. La razón de esto vamos á verla examinando el
En efecto, desde el 12 de Mayo se ha variado el Ministerio ; es art. 38, que dice en lo que toca á los Senadores :
decir, que habiéndose hecho las nuevas elecciones se le hubiera pre "Del mismo modo se considerarán propuestos en la lista triple
sentado al Gobierno la terna completa y hubiera elegido. Pues hasta para .Senadores los que hayan tenido mas votos hasta completar el
esta facultad se le lia quitado al Gobierno. número de candidatos preciso; y todos los demás que hayan obteni
Pero aun quiero suponer que el Gobierno hubiera hecho bien en do mayoría absoluta serán candidatos suplentes por el órden también
renunciar de esta prerogativa de la Corona; y pregunto yo: ¿tiene del numero de votos obtenidos: de manera que si uno ó mas Sena
facultad el Gobierno de privar á los electores de elegir de los tres dores nombrados no llegasen á ejercer su encargo por cualquier mo
que quedan al que crean mejor ? ¿ Por dónde tiene el Gobierno esta tivo, se considerará completada de nuevo la propuesta para que el
facultad? Yo no la reconozco, como no reconozco nada que está fuera Rey elija otra vez con los suplentes á quienes corresponda; y solo en
de la ley. Téngase presente que es esta la segunda vez que ha tenido el caso de que no los haya, se procederá á completar la lista triple
lugar este hecho; y si dejamos que poco á poco se vayan minando de por medio de segunda elección."
este modo las leyes, sucederá lo que ha sucedido siempre, que abier Yo en mis cálculos he deducido que solamente puede haber dos
ta la brecha se va ensanchando , y si al prinoipio no cabe mas que la suplentes en todas las elecciones; es decir, que ademas de los lies Se
cabeza, después entra ya todo el cuerpo del despotismo. Por lo tanto nadores que son propuestos puede haber otros dos según mis cálculos
yo rogiria á la comisión que retirase su dictamen, puesto que la aritméticos: no sé si habré errado en la resolución del problema;
nueva elección que se hizo en Guadalajara es nula , absolutamente pero para mi estos dos han de entrar á completar la terna según va
nula, porque está fundada en una base falsa y viciosa, y que atenién yan fallaodo.
dose á la primera elección, se dijera al Gobierno que se procediera á ja No hay suplentes: vamos siguiendo la ley : "solo en el caso, dice,
segunda sobre la base de la primera que se hizo cuando la elección de que no los haya se procederá á completar la lista triple por me
Íeneral, señalándose nueve candidatos, entre los cuales elija el pueblo dio de segundas elecciones." Se procederá á completar el número , es
os tres que haya de presentar á la Corona. decir , cuando hay uno ó dos se han de completar ; es decir , se ha de
Por la primera parte del dictamen dice la comisión que se apruebe empezar una cosa que está empezada , una cosa que no está conclui
la conducta del Gobierno, y en la tercera dice que no es conveniente da. Aquí está la inteligencia que debe darse á la ley, y la que la ha
que en lo sucesivo se nombren Senadores sin que vengan completas dado el Gobierno. Aquí no se dice otra cosa mas que completar. No
las ternas. Luego la comisión reconoce que no ha estado bien hecho: hay que completar , porque los tres primeros han renunciado y no
¿y en este caso por qué lo aprueba ? Porque seria repugnante, dice hay suplentes ; Las segundas elecciones son solamente para completar;
en el preámbulo. ¿Pues entonces á qué estamos aquí? Si se han de luego no hay lugar á segundas elecciones.
aprobar todos los actos del Gobierno, sean ó no legales, excusado es Ahora voy á poner al Sr. Lasaña dos ó tres casos , á ver cómo re
que discutamos. Yo por sfti parte, sentado en estos bancos, digo que suelve la cuestión. v_ ,. - ,
no haré eso: si se comete un error por el Gobierno, ¿por qué be de Supongamos que los tres Senadores nombrados tenian todos jos, vo
aprobarlo? ¿Porque es un hecho consumado ? Yo no quiero entrar tos de los electores. ¿Se habia de proceder á la segunda elección? Se
ahora en el ezámen de adonde nos conduciría semejante doctrina. gún el Sr. Lasaña, si. Pues si no habia á quien nombrar, ¿cómo se
Dice también la comisión que el Gobierno , creyendo quizá que hacía? La seguuda elección supone que se ha de nombrar entre dos ó
por una mala inteligencia no se procedería á segundas elecciones, tres: si estos dos ó tres no existen , ¿ cómo se ha de nombrar ? ¿ cómo
por eso lo habrá Hombrado, Pues qué ¿ la comisión no ba tenido á la ha de haber segunda elección?
vista el acta de las elecciones primeras hechas en 12 de Mayo ? Esta Quiero ir mas adelante. Supongamos que habia cinco ó seis que
acta dice en su conclusión: "no habiendo mas que dos candidatos que tenian votos, y que se trataba de nombrar tres Senadores. Habiendo
hayan obtenido mayoría de votos, debe recaer la elección en D. Ma de recaer los votos entre tres porcada uno de los Senadores : tres ve
nuel María Cortijo, D. Hcnorato D.ublaisell y D. Santiago María ces tres son nueve ; no eran mas que cinco ; luego no podían hacerse
Cortijo." las segundas elecciones. Ué aquí otro caso en que no podria tener la
Luego el colegio electoral reconoció que habia de hacerse segun gar la ley si se hubiera de seguir como quiere el Sr. Lasaña.
da elección. ¿De quién era, pues, esta mala inteligencia? ¿Del gefe En el caso que nos ocupa no habia Senadores propuestos ni tam
político? ¿Pues por qué no se lo mandó el Gobierno? ¿Por qué no poco ningún suplente , de modo que no habia terna que completar.
le dijo: puesto que hay que hacer segunda elección, fije Vd. el dia? Ya he dicho en otra ocasión y con otro motivo que la ley está
El Gobierno no tiene mas intervención en las elecciones que hasta llena de defectos, que necesita reformarse, y este es uno de los que
el momento que fija el dia en que se hayan de verificar: fijado este necesitan tres ó cuatro explicaciones para los casos que ocurran. No
dia, ya no tiene absolutamente ninguna intervención en las elec- habia, pues, motivo para proceder á segundas elecciones porque no
tiones. Desde entonces entienden las diputaciones provinciales, los habia terna que completar.
ayuntamientos, la junta de escrutinio general y las Córtes en su naso. Continuando su discurso el Sr. Lasaña, ha dicho que el Gobierno
El Gobierno no, ninguna intervención tiene; y si bien el gefe poli- no debió nombrar entre los dos propuestos para Senadores, sino
tico preside la junta de escrutinio general , es en atención á su cate aguardar á que se hiciera la elección del tercero que faltaba entre los
goría y á que es la primera autoridad civil de la provincia que pre tres que tuvieran mayor número de votos , y que el gefe político
side á todas las corporaciones. Preside, pero sin voto, solo para con obró mal en remimir el acta al Gobierno antes de completarse la
servar el órden; no tiene ni voz ni voto, nada; solo para conceder propuesta. Si de esto , señores, no hubiera casos, podria haber al
la palabra y nada mas: no puede decidir ningún caso; la decisión es gún motivo de duda;_pero son infinitos los precedentes que yo puedo
de la diputación provincial. citar. Precisamente ha tenido uno lugar en estos últimos días.
Por lo tanto creo que en mí concepto debe desecharse el dictá- Nadie olvidará que el Sr. Zumalacárregui venia solamente pro
men de la comisión; debe anularse la nueva elección y hacerse otra puesto por Segovia, y el Gobierno le nombró sin aguardar á com
sobre la base de las primeras, que es lo que procede según la ley. pletar la terna con los demás. Este precedente acaba de tener lugar, y
El Sr. ONDOVILLA: Él Sr. Lasaña ha hecho varias inculpacio como él podria citar mas de una docena que han ocurrido en esta le

^islatura en que no se han completado las lisias, porque habiendo
■ido nombrados Diputados ó habiendo renunciado, el Gobierno ha
nombrado entre dos ó con uno solo1. El resultado es que el Gobierno
ha hecho el nombramiento porque está en posesión de hacerle, por
que de esta prerogativa ha usado , y porque el Senado le ha reco
nocido.
El enviar el seta el gefe político fue sin duda porque aquel acto
estaba enteramente concluido , reservándose luego remitir la otra
acta cuando se celebrase la segunda elección.
El Gobierno no necesitó aguardar á que se celebrasen las segun
das elecciones para que se completase la lista ; pero sin embargo la
comisión ha dicho que el Gobierno está en posesión de usar de su
prerogativa de renunciar al derecho de elegirentre tres , conten
tándose con dos, ó tal vez con uno, como ha sucedido con el Sr. Zu
ma lacárregui.
Pero la comisión ha creído que esto merecía alguna templanza,
porque mirada la cosa como debe mirarse , el art. 15 de la Consti
tución que dice que se elija en lista triple no tiene entero cumpli
miento. La Constitución quiere que el Gobierno elija en lista triple;
la ley electoral en muchos artículos quiere lo mismo, y siempre ha
bla de completar listas.
Por eso la comisión añadió al fin de su dictamen que si el Senado
lo creia útil y oportuno, se sirviese declarar que era conveniente que
el Gobierno no procediese á nombrar Senadores hasta tener comple
tas las listas , porque asi tendria un uso mas ámplio de la preroga
tiva, y cumpliría con lo que requiere el texto de la Contitucion.
Esto ha añadido la comisión al articulo efe su dictámen, no con el ob
jeto de coartar, restringir ni señalar hs facultades del Gobierno, ni .
tampoco con el de censurar sus actos, sino como una mera indicación
de la opinión del Senado que puede creer que es esto mas conforme
con lo que marta la ley.
El Gobierno hace uso de este derecho renunciando á la preroga
tiva que la ley le concede, porque considerando que las elecciones
son unos actos muy pesados que incomodan notablemente á los pue
blos, y una prueba de ello es que hay provincia donde no se pue
de formar la mesa, ha tratado de ahorrarlos adoptando este medio.
Loa pueblos han tomado cierta aversión í los actos de elecciones por
las muchas veces que tienen que repetirlos, y porque después de tan
tos trastornos no ven los bienes que deberían dispensarles las Córtes.
Las continlíji disoluciones que han tenido lugar han multiplica
do los actos Áe las elecciones, que tan embarazosos son para los pue
blos, y los han hecho sumamente odiosos.
Esta es la razón que ha movido al Gobierno á elegir muchas re
ces entre dos candidatos , evitando las molestias que se hubieran se
guido á los pueblos de hacer segundas elecciones para completar la
lista. Esto lo ha hecho siempre en favor de los pueblos para no in
comodarlos con continuas elecciones. Pero el hacerlo siempre podrá
tener sus inconvenientes; y como en rigor na es muy constitucional,
por eso ha dicho la comisión que si el Senado lo cree útil y opor
tuno puede decir que es conveniente que el Gobierno espere á que se
complete la propuesta.
Creo que con lo que he dicho quedará satisfecho el Senado de
que no tiene fuerza el argumento que ha dicho el Sr. Lasaña , y que
atendiendo á todo lo expuesto se servirá aprobar el dictamen de la
comisión.
El Sr. PRESIDENTE : El Sr. Lasaña tiene la palabra para una
rectificación.
El Sr. LASAÑA : Es verdad que solicité la palabra para una
rectificación ; pero en uso de la facultad que me da el art. 79 del
reglamento , puesto que no hay ningún otro Sr. Senador que quiera
hablar en contra , espero que V. S. me permitirá que yo lo haga por
segunda vez.
El Sr. PRESIDENTE : Puede V. S. hacerlo.
El Sr. LASAÑA : Ha dicho el Sr. Ondovilla , para fundar las
razones que ha podido tener el Gobierno para mandar que sé proce
diese á nuevas elecciones , qiie'' el art. 36 expresa que soló en el
caso de que no haya suplentes se procederá á completar la lista tri - -
pie por medio de segunda elección ; y en esta patf ¡ra completar lia
creido encontrar la piedra filosofal para cuanto h> dicho antes , sien
do asi que esa palabra viene en apoyo de mi opinión , porque es claro
que si el Gobierno luego que renunció el primero antes de tomar
asiento en el Senado hubiera hecho completar la terna triple no hu
biese llegado ese caso ; pero no señor : nombró el segundo, renunció;
no mandó tampoco completar la terna : nombró el tercero , renun
ció también; y entonces dijo: "nuevas elecciones:" señor, ¿por qué?
Porque no se cumplió con la ley. ¿Quién tiene lá culpa? El que no
mandó desde luego que se completase la terna. ¿Cómo había de figu
rarse el legislador que se habían de nombrar uno, des, fres y veinte
Senadores, si los hubiera , sin completar las listas, cuando está tan
claro el articulo en' que se previene que al Rey se le han de presen
tar tres candidatos porcada uno que haya de elegir?
Ha dicho también S. S. que no se babia determinado quiénes de-
bian ser los que habían de entrar en la segunda elección; pero, se
ñor, ¿se babia quemado el acta ? Las papeletas es lo que se quema;
pero el acta no: el acta viene al Gobierno, otra queda en la dipu
tación provincial , y en ella se pudo ver cuáles eran los que habían
obtenido mayor número de votos ; pero sin llevar á efecto el artículo
tal como está, era imposible que el Gobierno cumpliera con su deber,
S.—TOMO L
201
porque fallando uno 6 dos, y no completando la terna , se obliga á
la Corona á que no tenga elección y se vea precisada á nombrar jl
tercero.
Pregunta el Sr. Ondovilla que si todos hubieran obtenido mayo
ría de votos (y cuidado que se lleva la cosa un poco lejos), ¿qué se
hubiera hecho entonces ? Que hubiera dicho el Gobierno: "hágase
esto. " No señor ; no era el Gobierno quien habia de decidir en
este caso; porque era una cosa no prevista en la ley, y el Gobierno
debía venir á las Córtes á decir: "me hallo en esta situación , ¿ qué
se hace ?" Pues qué ¿el Gobierno tiene facultad para suplir leyes?
¿ Por dónde ?
Ha dicho también el Sr. Ondovilla que habia yo establecido un
precedente. Señor , ya dije entonces, y repito ahora, que yo no
juzgo por precedentes cuando hay una ley explícita; porque podía
suceder muy bien que el Senado tomase una determinación que no
pareciera justa, y que en la legislatura siguiente fuese menester
aprobarla, porque lo habia sido en la anterior.
No señor ; yo no entro en eso : hay una ley , y mi deber es ate
nerme á ella : S. S. sabe que entonces me opuse también , aunque no
dije todo lo que debía decir, porque entonces el Gobierno, después
de señalado el día para segundas elecciones, mandó que no se verifi
casen, y eligió Senador sin completar la terna. ¿Y dónde están esas
facultades? Ya he dichoque el Gobierno desde el momento en que
señale el dia para la elección deja de tener intervención en ese asun
to. ¿ Por dónde , pues , tiene esa facullad para decir que no se haga
una elección después de haber señalado el dia ?
Hé aquí lo que tienen los precedentes: yo entonces no quise decir
esto pot ciertas razones que me reservo ; pero ahora se me ha obliga
do, y no he podido prescindir de ello.
Concluyo , pues , rogando al Senado que deseche el dictámen de la
comisión respecto á que esta nueva elección es absolutamente nula,
porque está fundada sobre una base viciosa , y acuerde que se proce
da á segunda elección con arreglo á lo que resulte de la elección que
se hizo en general.
El Sr. ORINAGA: Me es bastante sensible tener que hablar de
los defectos de que adolece la ley electoral ; pero los casos constantes
que ha habido en todas las provincias de la nación han dado már-
gen para que aquellos que con algún cuidado han tratado de estu
diarla la hayan entendido según su espíritu. Aqui se ha sentado uu
principio , en mi concepto equivocado , partiendo del espíritu de la
ley. Dícese que en Guadalajara , después de haber completado ó con
sumido los tres propuestos en terna , se debió proceder á segundas
elecciones. Esto es una equivocación de principios : la ley designa el
número de Diputados y Senadores que ha de lenercada provincia ; si
la provincia nombra el número que se le previene de Diputados, su
plentes, y la lista triple que le corresponda de Senadores, ¿se la
puede obligar á mas? ¿No ha cumplido ya con lo que previene la
ley ? Luego si hubiese alguna vacantedespues de haber echado mano
de los tres propuestos en la terna debe hacerse nueva elección, porque
solo puedé haber segundas elecciones cuando las primeras no se hayan
completado, y únicamente no debe haber segundas elecciones en el
solo caso de haberse completado el número de Diputados propietarios
y la lista triple de Senadores.
Por otra parte, dice el Sr. Lasaña que en el acta se pudo haber
visto aquellos á quienes correspondía entrar en segundas elecciones.
Esto tampoco es exacto; porque la iey dice que la junta de escruti
nio antes de disolverse es la que ha de señalar los que han de entrar
en esa segunda elección , y eso no podía ser aqui , porque estaba
completa la terna. " .
fia dicho también el Sr. Lasaña que el gefe político no ha debi
do enviar el acta. S. S. ha padecido en esto una equivocación , y
una equivocación de ley ; porque asi lo previene el art. 58 de la
electoral.
Desde que se formó este Cuerpo han venido diferentes señores
propuestos para Senadores por dos, tres , cuatro y mas provincias; y
si la doctrina del Sr. Lasaña hubiera de prevalecer en todas aquellas
en que esto ocurriese, seria necesario hacer segundas elecciones.
Ademas, que el nombrar la Corona entre dos ó uno, en vez de
exigir que se complete la terna, no pasa de ser una prerogativa suya
que puede renunciarse; tanto mas, cuanto que del acta resultan los
tres que nabian de entrar en segundas elecciones, y conociéndose ya
los suplentes, se observa con todo el conocimiento necesario. Por
otra parte , como oficial de la Secretaria que soy be manejado ese
asunto, y sé que el Gobierno ha tenido en consideración también el
no cansar á los pueblos con estas elecciones tan repetidas; porque ya
se ha visto qne declaradas por el Senado nulas las elecciones de
nueve distritos de León, se ha comunicado la órden , no han con
currido á la formación de la mesa, y han venido los mismos dos
candidatos, con la súplica de la junta al pie del acta para que «1
Regente se dignase elegir entre esos dos. El proceder á nuevas elec
ciones en la época en que estamos seria causar á los labrabradores,
ocupados en los trabajos de la recolección , un perjuicio muy grave,
mucho mas cuando en tan poco tiempo se han hecho tantas.
Por estas razones no puedo menos de suplicar á la comisión que,
partiendo del principio de que es un beneficio de la Corona, retire
la tercera parte de su dictámen, sirviéndose el Senado aprobarlo
demás.
El Sr. LASAÑA: He oido al Sr. Orinaga lo que acaba de mani
58
 202
festar. S. S. ba empezado por decir que qué babia de bacer el Go
bierno si babia agolado la lista, Y pregunto yo : ¿ por qué la agotó?
¿Por qué no la mandó completar? En este caso bu hiera tenido mu
chísimos candidatos; pero se aló las manos desde luego, porque re
nunció el primero y nombró al segundo, renunció este y nombró al
tercero. ¿ Y por esta razón se han de bacer nuevas elecciones ? ¿ Y
por qué ? ¿ Porque se ha agotado la lista ? ¿ Y por qué no se hizo lo
que previene la ley, que es que á la Corona se la presente una lista
triple? ¿ Por qué no se la completó diciendo desde luego: procédase
á segundas elecciones ? Pero el Gobierno se vió en un apuro , por
que conoció que babia faltado á la ley, y mandó proceder á nueras
elecciones al encontrarse sin candidatos, siendo asi que debió acudir
á las Cortes diciendo: " yo me encuentro en un caso que no se baila
previsto por la ley electoral; " y entonces las Cortes hubieran dicho: .
¿y V. por qué no esperó á que se completara la lista?
£1 Sr. Orinaga no ha hecho distinción del caso en que renuncia
un Senador antes de sentarse en el Senado, al caso del que renuncia
después, y dice: "procédase desde luego á nuera elección:" ¿y por
qué? ¿Porque no ocupó su asiento?
El Sr. ORINAGA: Si V. S. rae permite rectificaré.
El Sr. LASAÑA: Puede V. S. hacerlo si el Sr. Presidente se lo
permite.
El Sr. ORINAGA : Yo lo que he dicho ba sido que la provincia
cumplió con su deber presentando completo el número de Diputados
suplentes y lista triple de Senadores, y que se estaba en el caso de
proceder á nuera elección.
El Sr. LASAÑA : Pues yo contesto en ese caso á S. S. que ti la
provincia cumplió el acto, no quedó cumplido, porque el Senador
renunció antes de tomar asiento en el Senado, y por consiguiente
debían haberse hecho segundas elecciones: habían cumplido en la
provincia con la primera parte; pero la ley no babia teoido cumpli
do efecto, porque es necesario que el Senador propuesto por la pro
vincia y nombrado por la Corona tome asiento en el Senado: no lo
tomó; luego no tiene lugar lo que dice S. S.
Pero añade el Sr. Orinaga que es preciso que se suprima la terce
ra parte del dictamen á causa de que el Gobierno ba obrado asi por
tener otros precedentes. He dicho y repito que yo no entiendo de
otros precedentes que de la ley: la ley está explícita, no hay
mas que atenerse á su sentido literal; y en caso de duda, no es cier
tamente el Gobierno el llamado á solventarla, sino los Cuerpos cole
gisladores , so pena da salirse cada uno del lugar que le corresponde;
porque el Gobierno representativo es una máquina compuesta, de rue
das que cada una ocupa su lugar propio, y cuando se separa de él se
perdió la máquina , ó mas bien es un terreno dado , dividido en tres
partes , que son : el poder legislativo , el ejecutivo y el judicial , de
los cuales ninguno puede ensanchar su territorio sin invadir el del
reciño : no hay remedio ; y en ese caso si nosotros no lo impedimos,
no seremos , como debemos ser, estrictos observadores de la Consti
tución.
He oido decir al Sr. Ondorilla que el dictamen no es muy cons
titucional; pero que se debe aprobar lo que el Gobierno ba hecho.
Si la comisión conoce que no es muy constitucional, ¿por qué lo ha
hecho? Porque el párrafo segundo y tercero equirale á decir: "el
cierto que no es muy constitucional que la Corona nombre de este
modo; pero pase por esta vez, y para otra que se enmiende." Esto
es lo que viene á decir la comisión. Pues yo no puedo aprobar esto;
porque si el Gobierno estando explícita la ley la ha querido inter
pretar á su modo, debe tener entendido que no es á él á quien com
pete esto sino i los Cuerpos colegisladores.
Por estas razones no puedo aprobar el dictamen de la comisión; y
desde luego quiero que quede consignada mi opinión de que desaprue
bo altamente la conducta del Gobierno en esta elección.
El Sr. ROMO Y GAMBOA : El dictamen que se discute tiene la
mayor analogía con otro que la comisión tuvo el honor de proponer
no hace mucho tiempo , que es el de Segovia ; ó por mejor decir ; es
basta cierto punto uoa consecuencia , y creo que para dilucidarla
será necesario bacer la relación de aquel expediente en pocas pa
labras.
En la última elección parcial que se celebro en Segovia el dig
nísimo Sr. Zumalacárregui fue el único que obturo mayoría de ro
tos , y por consiguiente se dispuso lo que era necesario á fin de que
se procediera á completar la terna en segunda elección, según lo
prevenía la ley electoral ; pero el Gobierno en risla de muchos pre
cedentes que había en la materia, y preriendo el resultado de esta
segunda elección , nombró desde luego Senador por la provincia de
Segovia al Sr. Zumalacárregui , y mandó que no se procediese á nue
ras elecciones. La comisión, con presencia de todo esto, turo una
conferencia con el Sr. Cortina , Ministro que era dé la Gobernación
entonces , y por resultado de esta acordó proponer al Senado la apro
bación del acta, pero llamando su atención sobre que hubiera sido
mas conveniente que no se hubiera procedido al nombramiento sin
que antes por medio de la segunda elección se hubiera completado
la terna.
El Senado turo á bien aprobar este dictámen; y habiéndose hecho
ahora en Guadalajara casi un nombramiento de igual naturaleza, se
ba considerado obligada la comisión á reproducirlo, si bien en otra
forma; pero sin que remotamente baya pensado que la declaración
>jue deba hacer el Senado se la considere como que envuelve la menor
censura, porque está convencida de que mientras no se reforme la
ley electoral tiene que verseen muchos conflictos, porque los pueblos
están justamente muy censados de elecciones, y por otra parte los in
dividuos de la comisión están convencidos de que con esa ligera in
dicación, puesta con la suavidad posible, se llenará el objeto que se
ba propuesto al extender su tercera parte.
Es sumamente delicada la materia del uso de las prerogativas
para que entremos en ella ahora; y en mi concepto si la ley electo
ral ha de reformarse, no creo que seria oportuno entrar tampoco hoy
en esta cuestión. En cuanto á que la elección de Guadalajara ha debi
do ser segauda ó nueva , la comisión cree que aunque la ley no lo
expresa , no puede menos de entenderse como la comisión lo ha en
tendido. En la elección general que se hizo se propuso la terna com
pleta, se nombró el Senador y renunció, y sucesívainenne renuncia
ron los tres. No quedó ningún candidato: y la ley electoral dice
que cuando ninguno de los ties propuestos haya tomado asiento, y
aun quedan alguno ó algunos suplentes, que son los que obtuvieron
la mayoría absoluta, sin cuya condición no son tales candidatos, ó
se considera llena la propuesta sin necesidad de elección , ó se proce
de á segundas solamente para completar la terna.
Es claro que la ley debería decir: "pero en el caso que no haya
ninguncandidato se procederá á nuevas elecciones;" pero hay que en
tenderlo asi por necesidad; y sino supongamos que solo obtienen ma
yoría absoluta de votos los candidatos que compusieron la primera
terna: en este caso, ó no había de haber Senador por esa provincia, ó
había de hacerse nueva elección.
Supongamos todavía que son cuatro los que obtienen mayoría
absoluta: renuncian los tres de la terna, y solo queda uno; el mismo
resultado da este caso que el anterior, pues con uno no se puede com
pletar la terna , y, ó la provincia se queda sin Senador, ó hay que
hacer nuevas elecciones. Otro inconveniente había para que se pro
cediera en los términos manifestados á las segundas elecciones com
pletando las ternas con aquellos que hubiesen obtenido mayor nú
mero de votos, en cuyo caso hubiera venido á parar la elección en
alguno que, según creo, solo tenia cinco votos, lo que no me parece
que hubiera sido acertado. Entiendo, pues, que la comisión ha dado
su dictamen oomo debe darle, y que el Senado no dele tener incon
veniente en darle su aprobación.
El Sr. LASAÑA: El reglamento no me permite mas que recti
ficar hechos, porque ya he hablado dos veces. Me limito, pues,á decir
que no he manifestado que no incomode á los pueblos el tener que
hacer nuevas elecciones; porque sí se les hace á los labradores salir
de sus casas y abandonar sus trabajos, claro es que ha de incomodar
les esto. Lo que sí digo es que lo que mas les incomoda á los pueblos
es que se les escatima en sus derechos. Ademas, sí una provincia dice al
Gobierno: "elige entre dos, porque no queremos proponer mas," en
tonces la Corona hace bien en nombrar; porque asi como la Corona
parece que tiene derecho de renunciar sus prerogativas, también el
pueblo tiene este derecho. Si esto ha dicho la provincia de Guadala
jara, el Gobierno ba hecho bien; pero eso no está justificado.
El Sr. SAN MIGUEL, Ministro de la Guerra: Señores, yo no re
ñía preparado para esta cuestión, ni rae considero juez competente
en materia de esta naturaleza. El dictámen de la comisión creo que
está muy bien defendido por los que han hablado en favor de él. Mas
oyéndose aquí acusar al Gobierno de infracción de la Constitución, y
de interpretación violenta de un articulo 'constitucional , el Gobier
no no puede mantenerse silencioso. ¿Qué dice la ley electoral? Dice
que para que un Senador se siente en estos bancos los electores pro
ponen tres candidatos, y la Corona elige el que le parece mas con
veniente. Cuando la Corona sabe por resultado de una elección todos
los candidatos que pueden entrar en la lerna, el Gobierno puede ele
gir desde, luego aquel Senador que le parece mas conveniente para
sus miras, que mejor llena sus planes ;y lo elige desde luego, repi
to, para no exponer, la provincia á los embarazos que trae consigo
una nueva elección.
Por la última de Guadalajara resultandos propuestos, y tres
que no obtuvieron la mayoría absoluta de votos.
El (jobiernsoabía que tenía que elegir entre los dos propuestos
y los otros tres, que eran los que mayor número de votos habían
obtenido. Es decir, que toda la elección no podía pasar de cinco
personas ; pues bien : si el Gobierno examinando las circunstancias
de las dos personas propuestas, y de las otras tres, dijo: "de estas cinco
personas entre las que tengo precisamente que elegir, elijo una," el
Gobierno satisfizo á la ley , llenó un derecho, usó de una preroga —
tira. El Gobierno eligió de éntrelas cinco personas una; y si es
taba convencido que aquella era la persona mas á propósito para
llenar su objeto como Senador , ¿por qué á la provincia de Gua
dalajara se la babia de ocasionar los trastornos que son consíguien—
tesa una nueva elección?
Cuando sabemos que los pueblos están cansados de elecciones;
cuando el Gobierno tenia su determinación tomada, ¿habia de decir
á la provincia de Guadalajara : "Para nombrar un individuo, que
ya he determinado el que ha de ser , procede á la embarazosa ope
ración dg una nueva elección?" Creo que el Gobierno ha' obrado den
tro del circulo de sus atribuciones, sin infringir la Constitución y
sin interpretar violentamente la ley electoral. Si esta ley es defec
tuosa , á las Cortes toca reformarla ; pero mientras exista como está,
y mientras el Gobierno encuentre el hombre que necesite para llenar

su objeto, y sea digno de su elección, el Gobierno está en su derecho,
y obra como debe obrar, nombrándole; y de este modo elige Sena
dor, y evita á la provincia la incomodidad de una nueva elección. "
Preguntado si el punto estaba suficientemente discutido, se deci
dió afirmativamente.
El Sr. LASAÑA : Pido que la votación sea nominal.
El Sr. CARRASCO: Y yo pido que sea por partes.
El Sr. SEOANE : Que se señalen.
El Sr. CARRASCO : Según están en el dictamen señaladas, á sa*-
ber (leyó). ¿ Para cuál de las tres ha pedido votación nominal el se
ñor Lasaña ?
El Sr. LASAÑA: Unicamente para la primera."
Preguntado si seria nominal la votación sobre la primera paite,
se acordó que no.
El Sr. LASAÑA : No sé si está aprobado que sea la votación por
partes.
El Sr. Secretario CARRASCO: Lo está."
Se leyó la primera parte del dictámen, concebida en estos tér
minos:
"Que el Senado puede servirse aprobar el acta de la nueva elec
ción de que se trata."
Puesta á votación, quedó aprobada.
También lo fue la segunda , que dice :
"Resolver que no se proceda á celebrar la segunda para comple
tar la terna toda vez que el Gobierno , con presencia de lo que su
celebración había necesariamente de producir , ha nombrado ya Se
nador al que deberia ocupar el primer lugar de la misma."
Se leyó la tercera parte, y su tenor es como sigue :
"Declarar para en lo sucesivo, si lo cree útil y oportuno, que
no es conveniente que el Gobierno proceda al nombramiento de Sa
nadores mientras no se le remitan completas al efecto las correspon-
tes ternas; porque prescindiendo de que ni parece reclamarlo el me
jor uso de la prerogativa de la Corona, no hay verdadera propuesta
hablando en rigor , y atendiendo á la letra y al espíritu de la ley
electoral mientras aquellas no se completen."
El Sr. LADRON DE GUEVARA : Sr. Presidente, para eso ha-
. bia pedido la palabra, porque no habia comprendido que este punto
estuviese discutido.
El Sr. PRESIDENTE : Se ha discutido todo el dictámen de la co
misión , y 'han hablado tres señores en pro y tres en contra como
previene el reglamento, y en seguida se ha pedido se preguntase si
estaba el punto suficientemente discutido , y el Senado asi lo ha
acordado.
El Sr. LADRON DE GUEVARA: Siento no haberlo tenido pre
sente con tiempo, porque me parece que la proposición que se va i
203
votar envuelve y ofrece grandes dificultades, y para eso habia pe
dido la palabra."
Leída por segunda vez la tercera parte, dijo
El Sr. GARCIA CAMBA , Ministro de Marina : Señores, si el
Senado aprueba esta tercera parte precisamente se van á complicar
las operaciones de elección de Senadores.
El Senado, que sabe el estado de los pueblos, que sabe el cansancio
que esto produce, tomará en consideración esta observación para apro
bar esa parte del dictámen si lo cree conveniente, ó para desecharla.
El Sr. ONDOVILLA: La mayoría de la comisión, á excepción de
un individuo, retira esa parte.
El Sr. Secretario CARRASCO : ¿El Sr. Ondovilla ha hablado en
nombre de la comisión ?
El Sr. ONDOVILLA: En nombre de la mayoría, pues á excep
ción de un individuo, la mayoría de la comisión retira esa parte ael
dictámen.
El Sr. LASAÑA: Pido la palabra para una cuestión de órden.
En primer lugar , lo que está votado no se está en el caso de po
derlo retirar; y en segundo, un artículo del reglamento dice que
mientras haya un individuo de comisión que no retire el dictamen
no se puede retirar.
El Sr. PRESIDENTE: ¿Qué artículo es ese ?
El Sr. Secretario CARRASCO: El único que tiene alguna rela
ción con el caso en cuestión es el siguiente (leyó el art. 69.)
¿El señor individuo de la comisión que no quiere que se retire el
dictamen insiste en que quede haciéndole suyo?
El Sr. CAMPUZANO: Sí señor.
El Sr. Secretario CARRASCO : Se considerará por consiguiente
como un voto particular la parte del dictámen que adopta el señor
in&ividuo de la comisión que no cede."
Se puso en seguida á votación esta parte, y no fue aprobada.
Dióse euenta de que la comisión encargada de dar su dictámen
acerca del proyecto para que los empleados no disfruten sueldo ín
terin desempeñen los cargos de Senador ó Diputado, habia nombrado
por su presidente al Sr. Caá maño Fardo, y secretario al Sr. Riva-
deneira.
EISr. PRESIDENTE: Mañana á la hora de reglamento se re
unirá el Senado para continuar la discusión de los asuntos pendientes
que están anunciados ya. Ademas el dictámen de ñ comisión sobre la
comunicación del Gobierno relativa á la suspensión de varios vocales
de la diputación provincial de Badajoz , que ya está impreso y re
partido.
Ciérrase la sesión." N
Eran las tres menos cuarto. •
 NUMERO 52.
. T ."i T en
DIARIO
-i.. • j
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 16 DE JUNIO DE 1841.
Se abrió á la una menos coarto, y leída por el Sr. Secretario Onís
el acta de la anterior, fué aprobada. . - .■ ■ . servicio, ó lo fueren en lo sucesivo en virtud de sentencia ó con
Se acordó pasar á las secciones para el nombramiento de comisión
los siguientes proyectos de ley aprobados y remitidos por el Congreso
de los Diputados.
Al Sknado.= "E1 Congreso de los Diputados, habiendo tomado en
consideración una proposición de ley de varios individuos de su seno
sobre recaudación é inversión de arbitrios provinciales y municipa
les, ha aprobado ló siguiente :
Articulo 1? Los arbitrios é impuestos establecidos ó que se esta
blecieren en los pueblos para utilidad provincial ó local se recauda
rán y administrarán por las diputaciones provinciales y ayunta
mientos , bajo la inspección del Ministerio de la Gobernación , sin
que las intendencias ni oficinas de lientas tengan intervención en
ellos."
Art. 2? Las oficinas de Hacienda continuarán recaudando los ar
bitrios é impuestos de esta misma clase que lo estén sobre el precio
de artículos- que ya constituyan una renta del Estado; pero con la
precua obligación de entregar semanalmente sus rendimientos á las
diputaciones provinciales ó corporaciones encargadas de la inversión,
sin mas deducción que la que se señálale en la ley de Presupuestos.
Art. S". Todos los arbitrios é impuestos, sean provinciales, mu
nicipales ó particulares, se aplicarán exclusivamente á los objetas á
que fueron destinados.
— Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Seuado con inclusión
del expediente , para los efectos prescritos en la Constitución. Pala
cio del Congreso 15 de Junio de 18-ll.=Agustin Arguelles, Presiden-
te.=José Sánchez déla Fuente, Diputado Secretario.=£ugenio Diez-,
Diputado Secretario."
. Al~Senado.= "El Congreso de los Diputados, habiendo tomado en
consideración una proposición de varios individuos de su seno sobre
el restabl-ecimiento'del articulo 111 del cap. 62 de la ley constituti
va del ejército de 9 de Junio de 1821, ha aprobado el siguiente pro
yecto de ley:
Articulo 1? Los gefes y oficiales que tuviesen doce años de ser
vicio y soliciten su retiro .le obtendrán, conservando el uso de uni
forme.
• Art. 2! El derecho á sueldo se adquiere en los casos y con la
graduación siguiente:
A los veinte años de servicio 5/10
. A los veintey cinco idem. 4/10
A los treinta idem 6/10
A los treinta y cinco idem 8/10
. J A los cuarenta idem 9/10 . ,
Para las asignaciones que van expresadas servirán de tipo los
sueldos señalados á los gefes y oficiales de la infantería de linea. ' :
Los sueldos concedidos hasta el dia por gracia especial, y sin los
años de retiro que prescribían los reglamentos no continuarán ; y ea
4o sucesivo no habrá gracias de esta especie.
Art. 3? Para los efectos ¡de ,los artículos precedentes se contarán
los abonos de campaña, después de haber servido activamente veinte
años enteros dia por dia. •'.
S.—TOMO I.
205
- :
aJ.
DE CORTES.
1 t 5Í#3 3b <
ti.«
Artículo 4? Los gefes y oficiales que hayan sido separados del
malas notas en sus hojas de servicios, no disfrutarán de las mejoras
de retiro concedidas en los artículos anteriores , ni tampoco los que
lo hayan pedido en tiempo de guerra , ó antes de haber cumplido 45
años de edad. i.
Art. 5? Los que. por heridas recibidas en campaña quedasen to
talmente inútiles para continuar en el servicio, tienen derecho al
sueldo máximo de retiro señalado en dicho art. 2!
Art. 6í Los gefes y oficiales que se hubieren distinguido en ac
ciones de guerra ó por servicios extraordinarios debidamente justifi
cados , y quedaren inútiles para continuar en el de las armas, ten
drán derecho al sueldo de retiro que se fija para 30 años de servicio,
aunque no los tengan.
Art. 7? Los gefes y oficiales que hayan perdido totalmente la
vista ó un miembro en acción de guerra ó en operaciones de cam
paña , disfrutarán por retiro de todo el sueldo de su empleo, cual
quiera que sea el tiempo que lleven de servicio.
Arti 8? Para entrar al goce del sueldo de retiro que en dicho ar
tículo 2? se señala es condición precisa contar dos años de antigüe
dad en el último empleo. Los que no se hallen en este caso disfruta
rán del retiro correspondiente al empleo anterior.
Art. 9? Los gefes y oficiales que en el dia se encuentran retira
dos goian de los derechos que por la presente ley se conceden á los
que en lo sucesivo obtengan su retiro.
Art. 10. Los militares de todas clases del ejército, armada, mi
licias provinciales y cuerpos francos, sean vivo.; ó retirados, que
pasen i las carreras civiles , conservarán el derecho á los retiros y
monte pió que tuvieren al tiempo de verificarlo. Si sirviesen mas
de dos años en la carrera civil, le tendrán á las cesantías, jubilacio
nes y monte pío de esta , y podrán optar ellos y sus familias por
uno de los dos.
Art. 11. Los individuos de la clase de sargentos primeros inclu
sive abajo que se encuentren perpetuados en el servicio , recibirán
su retiro ó licencia absoluta cuando la pidan en tiempo de paz des
pués de cumplido su empeño como soldados, y en lo sucesivo no se
perderá el tiempo de servicio para obtener los ascensos de las expre
sadas-clases.
Art. 12. Los gefes y ayudantes de los estados mayores vivos de
plazas tendrán derecho á los mismos retiros con arreglo á sus años de
servicio y sueldo que disfruten por sus Reales despachos. i •:.
Art. 13. Los efectos de la presente ley comprenden en todas sos
partes á la marina nacional y á los cuerpos de Ultramar que se rigen
por el reglamento de 1828. ' ■•■
Los retiros de Ultramar se abonarán á razón de peso fuerte por
sencillo. ■. > •
Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado, acompañando
el expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio
del Congreso 15 de Junio de 1811.=: Agustín Arguelles, Presidente.::
José Sánchez de la Fuente, Diputado Secretario.:: Eugenio Diez , Di
putado Secretario." ii r- •
Al Secado» "El Congreso de los Diputados, habiendo tomado en
59
 206
consideración un proyecto (te ley autorizando al Gobierno para plan
tear los nuevo? aranceles, ha aprobado 1» siguiente:
Articulo 1? Se autoriza al Gobierno de S. M. para que con la
brevedad posible ponga en planta en la Península é islas adyacentes,
á excepción de las Canarias , los aranceles de importación del extran-
gero, de América y de Asia; el de exportación del reino, y la ley
para la ejecución de todos ; cuyos proyectos han sido redactados y
presentados por la junta remisora creada por Real decreto de t de
Enero de 1839, y restablecida por otro de 23 de Noviembre del año
último, señalando la época en que hayan de comenzar á regir dichos
aranceles, y cuidando desde luego de tomar las disposiciones oportu
nas para que los alivios concedidos en los derechos de diferentes pro
ducciones extrangeras redunden en beneficio y utilidad de la indus
tria y riqueza de la nación.
Art. 2? El Gobierno presentará en los primeros días de la próxi
ma legislatura un proyecto de ley que complete los aranceles , inclu
yendo en ellos los cereales y algodones. , tenian.
Art. 3? £1 Gobierno presentará á las Corles en la legislatura de
1813 , ó antes si lo estima conveniente , el resultado de este ensayo,
acompañándole con la propuesta de las rectificaciones, modificacio
nes ó alteraciones aconsejadas por la experiencia, á fin de que las
mismas Cortes deliberen lo conveniente.
Y el Congreso /le los Diputados lo pasa al Senado con inclusión
del expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio
del Congreso 15 de Junio de 1841.= Agustín Argiielles, Presiden te.-
José Sánchez de la Fuente, Diputado Secretario.=Eugenio Diez, Di
putado Secretario."
Dióse cuenta y fueron aprobados sin discusión dos dictámenes de la
comisión de Actas , cuyo tenor es como sigue:
Provincia Je Teruel. La comisión de Actas ha vuelto á exami
nar los documentos que con el objeto de acreditar su aptitud legal
tiene presentados el Sr. D. Miguel Laborda y Galindo, Senador nom
brado por la provincia de Teruel; y en su vista, y por consecuencia
de lo que en la sesión de antes de ayer se sirvió determinar el Senado
sobre el dictamen que la misma tuvo el honor de presentar acerca
del particular, opina que puede servirse resolver que sea defiuitiva-
meute admitido dicho Sr. Laborda y Galindo, supuesto que el acta
de la elección en virtud de la cual se le propuso para el indicado car
go fue aprobada en la de "2B de Marzo último.
Sin embargo el Senada acordará lo que estime mas conveniente.
Palacio del mismo 1(> de Junio d*18>ll.=Gaspar de Ondovilla, pre-
sidente.=Manuel Lprenzo.=Cárlos flIorand.=Joaquin Francisco Cam-
puzano.=Francisco Romo y Gamboa, secretario» * la voluntad de mis antepasados], puesto que disfruto de lo que me
Provincia de Gerona. La comisión de Actas ha vuelto á examinar
el expediente relativo al Sr. D. Dionisio Valdés, Senador por dicha
provincia y gefe político nombrada de la de Barcelona, y en su
vista, y por consecuencia de lo que el Senado se sirvió resolver en la
sesión de ayer acerca del mismo, opina que puede servirse declarar
que dicho Sr. Valdés ha quedado sujeto á reelección por haber ad
mitido el indicado destino.
Sin embargo el Senado acordará lo que estime mas conveniente.
Palacio del mismo 16 de Junio de 1811.=Gaspar de Ondovilla, pre
sidente =Manuel Lorenzo.=Cárlos Morand.=Joaquin Francisco Cam-
puzano.=Francisco Romo y Gamboa, secretario."
Prévio anuncio del Sr. Presidente y precedidos de los Sres. Secre
tarios Carrasco y Onis , entraran i jurar los Sres. D. Nicolás Bonel
y Orbe , Senador nombrado por la provincia de Granada , y don
Juan José Gil de la Revilla por la de Burgos , habiendo sido agre
gado el primero á la segunda sección y el segundo á la tercera."
Se leyó y acordó imprimir en el Diario de las Sesiones el si
guiente dictámen:
"La comisión nombrada para examinar el proyecto de ley relati
vo á la cesación de los arbitrios destinados para la construcción del
teatro de Oriente no quiso hacer observación alguna cuando presen
tó su dictámen sobre este particular en gracia de evitar las dilaciones
3ue son consiguientes á una enmienda, en perjuicio de los queindebi-
amente siguen contribuyendo con sumas enormes para un objeto se
mejante; pero una vez que se ha creído mas útil que los artículos 3?
y 4? se refundiesen en el sentido que arrojó de sí la discusión, la
comisión tiene el honor de presentar á la deliberación del Senado el
siguiente artículo , el cual á su parecer reúne las miras apetecidas.
Artículo 3? Se autoriza al Gobierno para concluir la obra, liqui
dando préviamente cuentas y transigiendo del modo que crea mas
conveniente y arreglado á justicia con la casa Real y demás partíci
pes y acreedores , dando al edificio la aplicaeion mas útil á los inte
reses nacionales.
Sin embargo , al Senado con su sabiduría se servirá resolver le
que estime mas justo. Palacio del misino 16 de Junio de 1841.=Fer-
rer.=Avargues.= Jarda. = López. = Miguel Chacón y Duran, se
cretario."
Entrándose en la arden del día se procedió á la discusión del dic
támen acerca del proyecto de ley relativo á la extinción de las pres
taciones que se hacían par desecha de patronato á los conventos su
primidos, i .<
Se leyó el dictámen (ae'ase el Diario ním. 26, sesión de 1° del
torriente). , ,
Declarado haber lugar á deliberar por artículos, y leído el úni-
oo que contiena el dictámen , obtuvo la palabra y dijo .
El Sr. CAAMAÑO PARDO : Yo quisiera que á este articulo se
añadiesen las donaciones donde no hay patronato. Hay donaciones
hechas bajo la condición de prestar ciertos servicios que no se cum
plen por haberse suprimido los conventos en quienes recaía la obli
gación de misas , funciones &c. , y el articuló debe hacer una acla
ración para que se comprendan en él.
El Sr. GOMEZ (D. Manuel Ventura) : La comisión tenia una
esperanza grande de que el proyecto que presentó á la deliberación
del Senado no sufriría oposición alguna , y con efecto tiene la sa
tisfacción de ver que el señor que acaba de hablar no. ha atacado el
artículo, sino que quiere que se extienda á otros particulares que, en
coucepto de S. S., debía haber abrazado; pero ese punto es muy di
ferente de lo que en el dia se trata.
Extinguidas las comunidades, suprimidos los conventos, han de
bido cesar también enteramente todas aquellas prestaciones que re
cibían de los patronos por los honores, preeminencias y regalías que
.■ -
Estas fundaciones deben considerarse como un contrato do ut fa
cías : doy para que hagas. Suprimidas las comunidades que debían
hacerlo , claro es que el patrono queda exento de dar ó hacer nada
| en favor de la comunidad. Por consiguiente parece natural que haya
caducado esta obligación, voluntaria ó forzosa.
La especie que se quiere oponer al artículo es de una naturaleza
enteramente distinta. Aqui se trata solo de las regalías que disfru
taban personalmente; pero nada tiene que ver con aquellas cargas
que estaban afectas á las fincas y no á las personas. Estas memorias,
aniversarios, donaciones &c. ya están aplicadas por una ley san
cionada per la Corona á las parroquias donde estaban las demarca
ciones de los conventos ,j por consiguiente no nos hallamos en el
caso de disponer otra cosa.
Si alguno cree que esto es injusto , puede presentarlo á la delibe
ración del Senado. formulando una proposición para que los legisla
dores que acordaron aquella ley que la Corona ha sancionado la re-
voqnen y sustituyan otra» Pero mientras esto no se haga el artículo
está en su lugar, porque la observación del Sr. Caamaño es objeto de
otra proposición.
El Sr. CAAMAÑO PARDO: Yo creo que debería admitirse lo
quejie propuesto, porque lo que abunda no daña. En mi concep
to debe comprenderse en el articulo, no solo á los patronatos, sino
también todas las demás donaciones que , como dije antes, se han
hecho por mera ostentación para que hicieren en cambio ciertos ser
vicios. Propongo esto porque creo que lo mas delicado es cumplir
han dejado.
Repito, pues, que no hay razón para no admitir lo que he indi
cado porque lo que abunda nó daña.
El Sr. GOMEZ ( D. Manuel Ventura): Lo que abunda contra la
ley siempre daña ; y aqui daña lo que propone el Sr. Caamaño por
que abunda contra la ley. Yo no me ocuparé ahora , ni creo qne nin
guno de los que componen la comisión se ocupará tampoco, en sos
tener si es bien ó mal hecho lo que ya se ha resuelto. Es una ley, es
menester acatarla; y para destruirla es menester lo haga el mismo que
la ha dictado. Por consiguiente no podemos nosotros tomar parteen este
negocio. El fundador dijo que fuera para el convento, y á la nación
la ha parecido que ese convento no debe existir. Si al Sr. Senador que
acaba de hablar le parece que esta es una cosa mal declarada, puede,
como he dicho, formular una proposición , ó un proyectó de ley para
que se decida lo que desea; pero ahora es absolutamente imposible
introducir en este articulo una materia que no tiene nada que ver
con él. Ahora no me meto á decir si la misa valdrá mas en el con
vento, ó en la parroquia : creo, si, que la misa en todas partes Vale
lo mismo; y el fundador no hubiera tenido inconveniente en dejar
sus bienes para que se dijera en la parroquia si ho hubiera habido
conventos.
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ: No pido le palabra en contra
porque se me ofrezca duda alguna sobre la justicia en que está fun
dado el artículo; es solo porque encuentro en él una palabra de sen
tido muy equivoco, y de que «e puede abusar para fomentar pleitos
y contestaciones y para vejar á los que tienen que pagar estas cargas
ó prestaciones.
Dice el articulo : " Se declaran extinguidas las cargas y presta
ciones en metálico ó en especie que por el mero derecho de patro
nato..
Esta palabra tiene dos acepciones. Por patrono se considera) á la
persona encargada por el fundador para cuidar y velar por el cunw
plimiento de su voluntad y por la debida aplicación de sus rentas, ó
se considera la persona poseedora de las mismas rentas y propiedades.
En la primera acepción el patronato se llama patronato activo; en la
segunda patronato pasivo. ... .
La ley puede ser la mas justa ó la mas injusta; y fuera de la com
petencia del Senado, según la acepción que se le dé, si se entiende
el derecho de patronato activo nada hay que decir, parque el patrón
de una fundación á quien no se cumple lo pactado está descargado
de toda obligación; pero si se trata del patronato pasiva, en ese caso
las cargas y prestaciones son coi respondientes á la nación ó al Estado
que adq lirió un derecho sobre ellas en las fincas que se enagenaron,
y entonces no es de la competencia del Senado, y debe por tanto vol
ver el articulo á la comisión.,
 . 207
Hay tal necesidad de que se atienda mucho á la precisión de las to principal es que el fundador creía que la fundación de misas ha-
palabras en las leyes, que en nuestros dias no solo se están estudian bia de servirle para expiar las penas que pudiera estar obligado á la
do las palabras de una ley para dar motivo á un proyecto con que se justicia del cielo por las faltas cometidas durante su vida, y por esta
aumente el número inmenso de los que están boy agotando la fortu razón se ha mandado que esas fundaciones piadosas hayan de cum
na de los pobres profesores de jurisprudencia sobre la multitud de plirse en laS iglesias del distrito del convento.
especies inútiles é insignificantes de que tienen llenas sus cabe» Pero las prestaciones que se hacen, como la de dar una cantidad,
xas , sino que separándose del verdadero estudio del derecho, los con» porque le deje á uno ocupar una silla , Scb. , |!iabiéadose suprimido
vierten en verdaderos charlatanes. Hay, pues , precisión de añadir la el convento ya no hay silla, ha desaparecido la base de la obliga
palabra patronatos activos ú otra palabra mas del caso , como la de ción , y por consiguiente debe desaparecer esta.
patrón ó patronos. Asi, me parece que habiendo una idea justa de la diferencia que
En comprobación de lo que acabo de manifestar, el Senado me hay de prestaciones por patronato , por servicio personal ú honorífico,
permitirá que lea las aeepeiones que la palabra patronato tiene en á las fundaciones de obras pías, que tienen un objeto que puede
el Diccionario de la lengua. "Patronato, es el derecho, poder ó fa igualmente cumplirse en cualquiera parroquia ,, me parece que. esa
cultad que tiene el patrono y el conjunto de los patronos de una fun adición no puede tener lugar en el dictamen.
dación." Bien pudiera haber dicho el Diccionario sobre qué se fon- El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ : Siento no haberme explicado
daba ese poder ó facultad. Otra acepción : "La misma fundación de con claridad para que me hubiera entendido el señor preopinante^
alguna obra pia." Tercera acepción ¡ "El cargo de cumplir alguna porgue á eso atribuyo alguua equivocación.
obra pia que tienen las personas desiguadas por el fundador." Otra S. S. dijo que no admitia distinción entre patrono activo y pa
acepción: "Patronato de legos: Vinculo fundado con el gravamen de sivo. Yo tampoco; pero será preciso que S. S. admita el de patronato
alguna obra pia." La última: "Patronato Real: £1 derecho que tiene activo y pasivo. Si está admitido por derecho ; si los efectos son
el Rey de presentar sugetos ¡dóneos para los obispados, prelacias se opuestos y contrarios; si S. S. se persuadió de que yo no iba tan ade
culares y regulares, dignidades y prebendas en las catedrales, cole lante como S. S. eu la ley , debo asegurar á toda el Senado que mis
giatas y otros beneficios." miras son mas extensas, y que disfruto de los mismos sentimientos d«
Se ve, pues, por las distintas acepciones que tiene la palabra pa la comisión; pero quiero al mismo tiempo salvarla en sus intencio
tronato que es preciso para evitar todo genero de duda el adjetivo nes para que nadie se acoja á palabras de ley, para que no se susci
actiro: si se hace asi , repito que la ley no tiene dificultad, es justí ten pleitos , para que los establecimientos públicos no se incomoden;
sima, y debe aprobarse al instante. todo lo cual se salvaba con esta distinción que ya he hecho. En el ar
Si la comisión me diese gusto, siendo posible, yo presentarla la tículo hay una palabra equivoca, y yo no quiero que haya ninguna.
ley redactada de modo que no le hincase el diente ningún comenta Por lo que hace á lo que S. S. ha dicho de fundaciones piadosas,
rista. To diria : "Se declaran extinguidas las cargas y prestaciones tengo que advertir que no hay patronato donde no hay fundación
que pertenecían á las iglesias ó conventos suprimidos por sus patro piadosa: eso es un vinculo civil, que en el momeuto que entra una
nos, ya que no puedan gozar de las regalías ó prestaciones que por carga piadosa toma el nombre del patrono.
tal concepto Ies eran debidas." Véase como la palabra patronos se Prescindiendo de esta significación genérica de patrono, que es
subroga perfectamente en lugar de patronatos , y disipa todas las el abogado defensor que le protege en su carrera , el que le ayuda á
dudas. establecerse, diré que aqui no se toma en esa acepción, porque
Pudiera hacer otra adición; pero por ahora me contento con lo quiere decir defensor.por la prestación de un establecimiento donde
que be indicado para ter si la comisión se sirve hacer la enmienda hay una carga piados.!. Asi que, para mi no queda duda ninguna.
que be propuesto. EÍ Sr. MARTINEZ DE VELASCO.: Yo no he dicho que no
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO : He oido con toda la aten haya diferencia entre patronato activo y pasivo: he dicho, si , que
ción posible las reflexiones que acaba de hacer el señor preopinante por loque toca á la cuestión, no hay necesidad de presentar esa
sobre el informe de la comisión que está sometido á la deliberación linea que los distinga.
del Senado para la supresión' de todas las prestaciones por patro Por lo demás, digo y repito que dejo á la consideración del se
natos. ñor preopinante me diga si por prestaciones, por patronato, se en
El señor preopinante ha querido distinguir entre los patronatos tiende otra cosa mas que aquellas prestaciones por algún servicio
activos y los pasivos: yo no creo necesaria en este caso esa distin honorífico ó personal que se hace al patrono.
ción, porque las prestaciones no pueden confundirse con las funda El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ: Hay obsequio» honoríficos he
ciones que están ligadas á ciertos patronos, que están ligadas á la pro chos á los patronos por un regalo del cargo deí patrón , y hoy se
piedad, que deben tener cumplimiento aun cuando la casa ó lugar está concediendo á los hijos el derecho de patronos que obtuvieron
no exista, y que no pueden por tanto comprenderse en este proyecto. sus' abuelos en virtud de servicias que hicieron i ios edificios ó
Yo entiendo por patronatos aquellos servicios de honor á perso instituciones eclesiásticas.
nas que construyen , por ejemplo, un templo, que se obligan á pa No es necesario que haya esas cargas 'ó prestaciones; y estamos
gar i una corporación cierta cantidad en dinero ó en especie, y en conformes en que los patronos tenían por recompensa de sus cuida
retribución exigen que se les dé un asiento de preferencia , exigen el dos que contribuir con una propina, bien fanegas de trigo, ó cán
derecho de una sepultura separada, ó cualquier otra prueba de gra taras de vino &c. Es claro que esto no puede cumplirse, ha cesado
titud y reconocimiento de parte de los individuos de la corporación. de hecho , y no se puede alegar el derecho ; pero lo que yo quiero es
Estas sou las prestaciones; pero las fuudaciones de obras pías no que en todos los casos particulares no se incomode al que quiera ale
se llaman prestaciones, ni se deben llamar nunca , porque no lo son. gar su derecho, y para esto me parece necesario que se quite ese
Por consiguiente la comisión no habla de esas cargas , sino de las equivoco, que yo creo que por un simple cambio de palabras no se
prestaciones , de aquellos servicios de honor á ciertas personas que ofenderá la capacidad de la comisión.
para reportar ese obsequio personal ofrecen á la corporación pagar Ya he dicho la significación que el Diccionario da ét esa palabra:
ana cantidad en dinero ó en especie. ¿Qué necesidad hay, pues, de los señores jurisperitos saben que esto es asi; y si otra cosa fuere,
esa distinción entre patronatos activos y pasivos ? Como quiera que apreciarla que me ilustraran en la materia.
aea, es un principio de justicia universal que toda convención, siem Asi, conforme yo en la esencia, y previendo, porque he sido tes
pre que se falte por alguna de las partes convenidas á alguna condi tigo de mil lances como el de que ha hecho mérito el señor preo
ción esencial de ella , desaparece el cootrato ; y esto es lo que cabal pinante de la Caja de Amortización ,, que nunca se harta (le pedir,
mente ha sucedido con las prestaciones. Un patrón daba á un con- me parece que la comisión debe hacer esa corrección ; y luego haré
Tento una cantidad de vino ó aceite. ¿Y por qué? Por adquirir el una adición , ó si no la presentaré desde luego.
derecho de que sus parientes se enterrasen en determinado lugar, ó Mientras tanto que se da por escrito he querido hacer presente
tuviesen un asiento de preferencia en la corporación &c. Y si se han tantos obstáculos como se notan en las provincias , pues es muy dis
suprimido esas corporaciones, ¿cómo ni con qué justicia se obliga á tinto el conocimiento que de esto tenemos los que venimos de los
los patronos á que continúen haoiendo esas prestaciones? Yo me pueblos al de los que viven en la corte. Vive uno deseoso de que
obligo á hacer esta prestación á esta casa con el cargo de que he de esto se arregle y organice; que al pobre paisano, al pobre aldeano
tener preferencia en la sepultura : la casa se ha suprimido , por con que entra en la oficina á dar su dinero, á pedir una razón, se le
siguiente ha desaparecido esa preferencia ; cesa la obligación, porque atienda , porque él es el que paga los empleados , y porque por él
ha faltado su base. están. alli los que se la tienen que dar, y precisamente sucede que le
No sucede asi con las fundaciones piadosas. Un patrón que hace tratan malamente, y le mandan , por decirlo asi, enhoramala, di»
una fundación para que se dé cierta cantidad de limosna en un dia ciendo: vaya V. con Dios ; la carga está fenecida ; ahora le incum
del año para que sea repartida por el prior de un convento 6 un be á V. probarlo. Pues esto es lo que yo quiero que lo diga la ley ; y
cura de una parroquia , el objeto de la fundación es el mismo ; y asi, á esto se reduce mi adición, á fin de que cuando el que tenia una
aunque se suprima la corporación, debe subsistir la fundación, por carga llegue á la oficina no tenga que sufrir estos malos tratos , sino
que el fin del fundador no es el que se cumpla precisamente por la que si es prestador de la carga efectivamente, venga este y no otro
casa ó persona i quien se encargaba el repartimiento, sino que su obje á probarlo con arreglo á la ley. Con este objeto voy á hacer por es
to principal era el que se cumpliese un acto tf?1Mfneficencia , que lo crito la adición.
mismo puede ser cumplido por un convento que por una parroquia. El Sr, Secretario CARRASCO: No habiendo quien tenga pe
Lo mismo digo de las misa*. ¿Porque el convento sen suprimi dida la palabra en contra , se ra á proceder 4 la votación del ar
do se dirá que la fundación ha caducado? No: ¿se me dirá á mi ticulo.
que ha habido un fundjdo; tan insensato que creyera que una misa El Sr. HEROS : Pido la palabra hasta que se presente la i.! ..'"í>;
de un fraile valia mas que la de un clérigo? No: asi, pues, el obje- y hasta ver si se admite ó no por el Senado no se pu°df rot-ir I.a
 208
primero que hay qge hacer es dar cuenta de ella; si el Senado la
admite, pasará i la comisión á ver si la admite ó no.
El Sr. PRESIDENTE : El articulo del reglamento dirá lo que se
debe hacer en este caso.
El Sr. CARRASCO leyó el árí. 23 del Reglamento, y dijo: La
práctica constante es rotar el articulo sin la adición : si el Senado la
toma en consideración pasa á la comisión para que dé su dictamen
sin perjuicio de haber votado¡el articulo que queda sujéto á la segun
da rotación."
Se puso á rotaoion el articulo y quedó aprobado.
Se leyó la siguiente adición del Sr. Sánchez Fernandez:
"Reputándose por cargas' ó prestaciones procedentes de patronato
aotivo todas las que se satisfacían á iglesia* ó conrentos suprimidos,
mientras que por la parte por quien se reclamen no se pruebe lo
contrario."
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ, como su autor, dijo: Desapro
bada la adición á la palabra patronato actiro, ya casi la enmienda no
tiene lugar, porque se refiere á que la carga ó grarámen ha de pro
ceder por derecho de patronato actiro. Se aprobó aquella ya: sin em
bargo ran á resultar muchos daños prácticos, porque dudando yo
del contesto de la ley, conrersando con rarios letrados les dije:
¿cómo entiende V. esta ley? A primera rista se entiende bien, me
contestaban : esta es una clase de aquellos patronatos que se compen
saban por las iglesias ó conrentos á que pertenecían por recompen
sas honoríficas. Mire V. bien, les dije , pues está oscuro j y de esta
manera los letrados no pierden, ni los folletistas tampoco.
Mi idea es que de cualquiera manera la determinación de la ley
fuese tan clara y tan explícita que cualquiera persona, cualquier
hombre rústico pudiese defender su derecho y no turiera con quien
consultar ; pero ahora no es asi , pues se ra á dar lugar á muchos
procedimientos de justicia , porqje si se entiende el patronato pa
sivo , es claro que es una carga de justicia de que no se le puede deí-
pojar , lo que no sucede con los activos: en los pasiros media un con
trato bilateralfde justicia rigorosa y prescrita ; y bien : ¿quién tiene
este derecho de patronato? Tampoco la ley lo dice , aunque tan clara
debe ser esta en lo expositivo como en lo legal. Eu la relación de la
ley yo siempre contemplaré la claridad y la justicia , pues sin la
claridad no se puede rer la justicia ; porque si es clara yo veré la
justicia: luego antes de rer si es justa es necesario que véanlos íu
claridad.
Hubo comunidades á quienes con el derecho de patronato actiro
se hicieron cesiones de huertas, hortalizas, yerbas y tierras bajo la
condición de darles á prestación tres ó cuatro fanegas de trigo , cinco
cántaras de riño , tres arrobas de aceite , &c. , &c. ¿Y á quién han
ido estas tierras ó heredades? Al que era patrón actiro de la comuui-
dad : pues ya tenemos un pleito, porque la nación según el espíri
tu de la ley no puede menos de reclamar las prestaciones.
lie aqui en lo que yo me fundaba para probar la necesidad in
dispensable de decidir este patronato; pero ya está decidido de otro
modo , y de consiguiente yo ya me doy por muerto.
El Sr. CARRASCO: ¿El Sr. Sánchez Fernandez insiste en su
adición ?
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ: Insisto, cualquiera que sea su
■suerte."
Hecha la pregunta, se acordó pasase á la comisión.
Se leyó la siguiente adición del Sr. Caainaño Pardo ¡
"Pido al Senado se comprendan en el art. i? las donaciones hechas
á los conrentos en granos sin calidad de patronato, y solo para su
manutención."
Como su autor , dijo . '
El Sr. CAAMAÑO PARDO: Yo he dicho ya cuantb se puede
decir en el particular : ye conozco muchas casas en Galicia en que
sus antepasados han tenido el gusto de fundar una manda de 20, 50
ó 40 fanegas de trigo , cebada , &c. para las comunidades religiosas;
y faltando ya los religiosos de aquellas comunidades, es muy justo que
el propietario ó pagador no tenga que pagar, pues esta carga estaba
adjudicada á aquel conrento , que ya noexiste.
Esto era como una limosua para la manutención de aquellos reli
giosos, y faltando el objeto para que se estableció, no se debe privar
al propietario de ella ; y por esta razón creo que debe designarse en la
ley, admitiendo la adición que tengo el honor de proponer al
Senado." ' •
•Fue admitida, y se acordó. '
El Sr. PRESIDENTE: Antes de entrar en otra discusión ¡ j ya
que se halla reunido suficiente número de Senadores para rotar una
ley que ya está concluida, ra á ponerse á rotación la ley relativa á
la igualación de la deuda liquidada con anterioridad y posterioridad
al 1? de Marzo-de 1836 que ha pasado todos los trámites que pre
viene el reglamento-
Para que la rotación se verifique sin equivocaciones' que da
rían lugar á reclamaciones, ran á leerse los artículos 120 y. 121 del
«reglamento."
Se leyeron.
Verificada la rotación, dió el siguiente resultado.
Número deSres. Senadores votantes. ..... ... 77
Bolas Mantas. ...... i'¡ :. v'. 70
Id. negras 7 lodos estos cargos continuamente se lian rozado estos asuntos con íui
¡BIS' PRESIDENTE: El Senado aprueba. :. ' "\ '
Procedióse en seguida á la discusión del dictámeu de la comisión
de Actas acerca de la manifestación dirigida al. Senado por . él señor
Gómez Becerra, [f¿ase el Diario núm. 31, sesión del dia 15 de Junio.)
. .. El Sr. MACIA LLEOPART : Extraño mucho no rer presente i
la comisión al tratar de impugnar su dictamen que ha suscrito la
misma. (Los señores de la comisión ocuparon el banco d espaldas del
de los Srest Ministros.')
Yo respeto mucho la ilustración de los Sres. individuos de la co
misión ,,y alabo al mismo tiempo Mi; celo para que estricta y severa
mente se observe la Constitución, y que su observancia sea escrupu
losa , y por lo mismo es para .mi un sentimiento haber podido
encontrar motivo para impugnar, el dictamen. . .■ ...
Pero antes de pasar á impugnar el dictamen debo hacer una ob
servación , y es que, si no, estoy equivocado, la comisión va á ocupar
al Senado de una cosa en la cual no propone/ nada. "... . ,-.
En el papel que se ha leido nada se dice. No se da dictamen
ninguno; y en prueba de ello ruego al Sr. Presidente, que mande
rolrer á leer el dictamen, y se rerá que la comisión no da ninguno;
no hace mas que. referirse á una cosa particular, diciendo por últi
mo que es de parecer se proponga al Senado para que lo resuelva con
sus superiores luces. ¿De qué se trata , señores? Del nombramiento
de un respetable Senador, que siéndolo, ha sido nombrado para un
destino que antes habia obtenido ; y por lo tanto resta saber si está
sujeto ó no á reelección este destino con arreglo al articulo de la
Constitución; y no diciéndose nada en el dictamen, no sabemos de
qué ha de ocuparse el Senado. Léase, pues, otra vez , y se rerá que
después de haberse hecho cargo la comisión del oficio del Sr. Gómez
Becerra , dice únicamente que el nombramiento del Gobierno , á su
entender no es una verdadera reposición ; y luego añade que es . de
parecer se diga asi al Senado para que con sus superiores tuces lo
resuelva.
El Sr. ONDOVILLA : Pido la palabra para eritar que esta dis
cusión siga adelante sin entendernos. No se ha oido mas que una par
te del dictamen; lo demás está intercalado en él,. ,
El Sr. MACIA LLEOPART: Se trata de saber si el Sr. Gómez
Becerra está ó no sujeto á reelección. ¿Qué op ina la comisión? ¿Qué
lo está ó que no lo está? ". ; _ ., , ■,
Esta dificultad que me ha ocurrido ahora también me ocurrió
antes : acudí á la secretaria , y ne vi cuál es la resolución que la co
misión propone. ., , ., • -
El Sr. PRESIDENTE : ¿En el expediente que S. SP ha tenido en
la mano no estaba esa parte que V. S. indica que falta ?
El Sr. MACIA LLEOPART : Será una cuar tilla lo que falto.
El Sr. ONDOVILLA : Pido la palabra;
El Sr. PRESIDENTE : Se suspende esta discusión hasta que se
encuen tre lo que falla del dictamen." . i
Suspensa esta discusión, se procedió á la del dictamen del proyec
to de ley relativo al servicio de bagajes. ■ ,i ..
Leido el dictamen (véase el Diario núm. 27 -, sesión del dia 7 del
corriente) , dijo ( ,. ..
El Sr. SEOANE: Señores, cuando en una legislatura anterior se
inició esta cuestión por el Congreso de Sres. Diputados no me halla
ba en Madrid: sin embargo, considerándola de suma importancia, y
hallándome por mi carrera con algunas nociones y datos que podían
ilustrarla, mu tomé el trabajo de escribir á varias personas qüe po
dían influir en la confección de esta ley , y que en efecto se penetra
ron de los principios que yo les manifestaba. Desgraciadamente la
ley no se comunicó en aquella legislatura , y al discutirse de nuevo
se ha entrado en la rutina ordinaria en que hemos nacido, acudiendo
á esa necesidad, cual es la movilización de las tropas por el método
de bagajes, y no hemos podido salir de este circulo vicioso, .viciosísi
mo, y perjudicial á los pueblos y á.las tropas. En. ralde todas las na
ciones de Europa han reglado, de distinto modo este servieio;, en vali
de, aun los países que tienen mas analogía con el nuestro por SU con
figuración física han adoptado medios por los cuales han desterrado
del Diccionario hasta la palabra bagajes , y ,yo no estaré contento
hasta que la rea borrada de Jas leyes j y si estuviera en mi poder,
hasta del Diccionario y del recuerdo de que los hubo. , ._• , i , •
De todas las plagas que puedan- afligir al género humano pocas
hay mas mortíferas para la riqueza y bienestar de los pueblos que el
sistema de bagajes; y es bien singular que teniendo ejemplos exiraa-
geros, y teniendo aplicación particular eu nuestro misino pais , y no
en tiempos ordinarios, sino de guerra, como después diré, no haya
mos podido salir de este círculo vicioso. Esto me indica á mi que en
España, en los Gobiernos que se han sucedido se ha pensado mas en
un reglamento de etiqueta de Palacio que en una cosa' que visible
mente destruye la agricultura, daña al ejército ; y le daña en , una
parte muy esencial, porque donde se, presenta un uniforme los pue
blos lo consideran como un azote, ¡y miran á los soldados como ene
migos. Yo, señores, me he tomado el trabajo de estudiar esta mate
ria ; pero nada hubiera hecho si al estudiarla no tuviese una tan lar-
j>a experiencia como la que dan los dos tercios de mi vida en el ser
vicio militar, habiendo pasado por todas las graduaciones de la mi
licia , y habiendo sido por consiguiente, ayudante, capitán de com
pañía, comandante, teniente coronel., coronel , gefe de brigada, gefe
de división, y por último capitán general de varios distritos ;. y en
autoridad. ■ ,. ,

Yo estoy indispuesto contra el método de bagajes desde antes de
cumplir un mes que lia bu vestido la casaca militar. No baria un
mes que llevaba el uniforme, cuando me hallé en medio de una ba
talla campal, entre arrieros y alguaciles , por baberlos éstos embar
gado una recua , porque de todos los ramos quizá ninguno es mas
susceptible de vicios y de abusos perniciosísimos y basta cierto pun
to inevitables como el embargo de bagajes.
Me bailaba en un pueblo con el cuerpo á que pertenecía, había
tropa de tránsito, y se babian presentado unos arrieros con cargas
nada menos que de pescado : los alguaciles, arbitros eu esta materia,
embargaron la recua, y como es consiguiente, los arrieros clamaban
al cielo; mas no pudiendo convencer a los alguaciles , ó por mejor
decir , no babiéudoles ofrecido lo bastante para satisfacer su codicia , y
Tiendo que se llevaba á electo el embargo, apelaron á las piedras:
los alguaciles pidieron auxilio á la tropa, y se trabó una batalla , en
la cual excuso decir que los arrieros quedaron vencidos y apalea
dos: marclió por Un la recua con el cuerpo, inviniendo dos días de
ida y dos de vuelta, que son cuatro; resaltando que cuando vinieron
se encontraron con el pescado podrido y arruinados probablemente
para toda su vida. Este fue el primer ensayo que tuve un mes
antes de vestir el uniforme: le he citado, no porque sea el mas
fuerte, sino por la circunstancia de haber sido el primero: con
esa batalla me desteté yo; las piedras me tumbaban por los oídos;
todavía no rae habiau zumbado las balas.
En esta última época be mandado un distrito considerable; he
recorrido una gran parte de él , porque no es mi máxima mandar
desde la capital , sino recorrer los pueblos, oir á todos , grandes y
pequeños, y formar mi juicio para remediar por mi lo que estaba
en mis atribuciones, y acudir á quien corresponde en aquello que
no lo estuviese en las mias ; y , señores , de todos los clamores que
he oido, ninguno mas alto ni mas universal que el de los baba-es.
Los bagajes, señores, perjudican notablemente á la agricultura, son
contrarios al interés del ejército, y están sujetos á innumerables abu
sos ; abusos que hemos presenciado , ya por parte de los pueblos , ya
por parte de los militares; abusos que continúan , y cuyo remedio
no es tan fácil corregir, por una razón muy sencilla , cual es la de
3ue estos aiiusos empezaron en una época remotísima: la legislación
e bagajes es sumamente complicada, y hasta ahora no se han reme
diado sus males. Treinta y tres sñoa hace que visto la casaca mili
tar ; los mismos abusos he conocido el primer dia que entré á servir
que hoy.
La ley i?, tit. 19 de la Morísima Recopilación (y se trata, seño
res , de los años 1412 , 116*2 , 1165 y 1566} , previene que en los
servicios de acémilas ó bagajes no se les haga marchar cargadas mas
de las ocho leguas y dos tercios &c; y en 15'25 y 153'2 tenemos ya otra
ley en que se traía de corregir abusos y evitar los fraudes que sobre
esto se hacen , pues dice: "y los agravios que nuestros vasallos reciben
de sus alguaciles" (es decir, que los alguaciles de aquellos tiempos
hacían lo misino que los que provocaron la balalla en que yo me
bailé) "mandamos que no se den las dichas acémilas y carretas sino
por nómina de provisión del nuestro Consejo, á los cuales encarga
mos &c." Esta ley era útil , porque limitaba el número de bagajes
pedidos á la necesidad de ios cuerpos ; pero después entró un privi
legio. En el año de 1551 se mandó ya que cuando las guardias Reales
fuesen de marcha se les diese todos los carruages que hubiesen me
nester ; la otra ley era para el ejército , para la plebe del ejército;
para las guardias Reales todo lo que necesiten.
Es de advertir que esta disposioion de no dar bagajes sino á las
clases que lo tieneu marcado por reglamento es muy dificil de cum
plir. Yo me tengo por hombre un poco fuerte en el mando, alguna
vez quizá demasiado, he tratado de cumplir esa disposición , y la
he llevado á efecto en las provincias de mi distrito ; pero cuando se
me presentaban militares con pasaportes de otros puntos en los que
traían el número de bagajes señalados, no he podido cortar el abu
so , no he sido bastante fuerte; y aun cuando lo hubiese cortado en
todo mi distrito, los transeúntes, como digo, traían pasaportes de
otros puntos con un número de bagajes que no les pertenecía.
La ley 14 es de 18 de Mayo de 1710 , y ordena que á todos los
oficiales y soldados que usaren licencia no se les dé itinerario en ida
ni vuelta respecto de que la usarán para negocios y dependencias
propias, no habiendo razón de que vengan y vuelvan á costa de los
paisanos : pues los que deberán gozar de este alivio serán solo los
que marchen para asuntos del servicio."
• Esta ley es muy buena y muy justa: el que vaya á sus negocios
propíos no debe llevar el itinerario; pero si he de juzgar por lo que
sucede desde que yo soy militar , la ley no ba tenido aplicación nin
guna r nunca se ha cumplido. En el dia, señores, los oUoiales que
van con licencia á ver á sus familias, cosa muy justa después de una
guerra de siete años, disfrutan de bagaje.
Por no molestar al Senado no enumero la infinidad de disposi
ciones, tanto de leyes, como decretos y Reales órdenes, que han re
glado y reglan el servicio de bagajes; pero puedo decir que si algu
na vez bao tenido efecto, no ha sido de 52 á 55 años á esta parte.
Señores, encontramos establecido ei sistema de bagajes, y nos pa
rece que no hay mas que remendar ese uniforme, digámoslo asi, con
pañosde distintos colores para taparle los agujeros. No señor: cuando
la base es mala ; cuando el edificio está fabricado sobre arena , todos
los puntales que se le pongan podran evitar lu ruina por algún
S.-TOMO l
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tiempo, pero el edificio no será seguro. La base es viciosa. Se obliga
á los pueblos á que contra su voluntad hagan ese servicio. Yo suscri
biría de muy buena gana á que se hiciese lo que]la comisión propone
si se adoptase algún medio para que los males fuesen menores y dis
minuyesen los abusos. Pero, señores, si no hay necesidad de tal ser
vicio; si hay un medio ciertamente mas económico, mas beneficioso
y mas justo, ¿por qué no se ba de seguir? En paz y en guerra so
puede hacer este servicio con toda economía. Con un carro tirado por
dos caballerías puede Conducirse lo que ahora llevan quince bagajes
menores, que ocupan quince hombres en lo general, que pierden
dos jornales, padeciéndolo su riqueza y la de la nación. Sí en otras
partes está esto regularizado con tan buen éxito, ¿por qué no hemos
de tener valor para adoptarlo?
Si se llevase á electo lo que voy á proponer , estoy seguro que se
baria debidamente el servicio, y que los pueblos nos bendecirían.
Apelo á los señores que no son de la corle , donde se paro poco la
atención en estas cosas, porque hay muchas distracciones. Este servi
cio está planteado en todos los países que tienen ejército por medio
de una gratificación á las clases que tienen derecho á bagajes, por
una asignación tomada por alto , y dada a los cuerpos para que se
proporcionen los que necesiten para conducir sus cajas, sus ollas de
rancho y demás utensilios que lleva consigo un cuerpo ; método sen
cillo , uniforme y económico.
Supongamos, señores, que empieza por un oficial suelto que hay
en Madrid que se le destina á una comisión á Sevilla : á este oficial
se le expide el pasaporte con la hoja de ruta , como se dice en Fran
cia, y se le abona tanto por legua: este oficial marcha con un ordi
nario, y quizás poniendo algo de su bolsillo se va en la diligencia con
utilidad del servicio, sin que precisamente tenga necesidad de llevar
su equipage consigo, pues con nuestros caminos, tan seguros como no
podíamos esperarlo después de la tormenta pasada , lo entrega á un
arriero, ó en fin se compone como Dios le da á entender; pero el re
sultado es que llega á los pueblos, y no se presenta como un verdugo
de los mismos , porque en esto está interesado el ejército, que quiere
ser uno con los pueblos.
Un batallón recibe la órden de marchar: este batallón arrastra
consigo equipajes, cajas, ollas de rancho, útiles de zapadores, y una
carga muy pesada, que son las mugeres y familia de los militares:
.pues el comandante de este batallón y los individuos que tienen de
recho á bagaje saben que, ya aisladamente con respecto á sus equipa
jes , ya aisladamente, ó en unión, han de alquilar uno, dos ó tres
carros, ó los que sean necesarios, y han de llevar el equipaje y las fa
milias, con la ventaja de que estos carros se anticiparán ó pospon
drán á la marcha del batallón : todas estas asignaciones que con dis
tintas denominaciones se dan á los cuerpos para armamento, entre
tenimiento de vestuario, &c. , estarán reunidas en una ; y yo veo la
cosa mas sencilla del mondo el que esta cantidad se asigne por plaza,
cosa muy necesaria, muy fácil de aprobar en un reglamento, muy
fácil y suinameute sencillo: esto es en tiempo de paz.
Un batallón puesto en marcha, y vuelvo á mi propósito, es de
absoluta necesidad que sea de cuenta del gefe, de los fondos del cuer
po y de los bolsillos de los oficiales á -quienes se abone esta gratifica
ción el trasportarse de un punto á otro ; y , señores, esto no será una
cosa tan sumamente dificil. cuando se practica en todas partes , y se
acaba de practicar con una brigada del ejército de Valencia que ha
estado á la» inmediaciones de Madrid, en Ocaña y Aranjuez , y si,
como he dicho, esto en tiempo de paz es muy fácil y muy sencillo,
todavía lo es mas en tiempo de-guerra, porque entonces los cuerpos
no arrastran almacenes , ni mas que la precisa parte de cajas, los
caudales se distribuyen, las familias quedan á retaguardia , y en
una administración bien organizada el fondo del batallón debe ser
muy corto, muy diminuto.
Pues este método se ha empleado en los últimos tiempos de la
guerra en Cataluña con muchísimo fruto ; se han contratado brida
das de acémilas, y se han dado tantas para el rancho, para los ollas
del misino, para la pequeña caja, pues los tenientes coroneles que
dan detrás con los principales, y solo se ha hecho el servicio de ba
gajes para conducir grandes convoyes al centro' ó á retaguardia de
la linea natural de los enemigos en cuyos puntos era necesario
aprovisionar una plaza y marchar el ejército de una manera para lu
que no eran suficientes los medios ordinarios adoptados por el siste
ma de brigadas; pero en lo demás seria muy rara la casualidad de
que un cuerpo baya pedido un bagaje. Los oficiales de infantería
marchaban i píe, como deben marchar, á excepción si se quiere de
algún otro capitán achacoso ó de edad avanzada , á qnien por el ge
neral en gefe se le habia concedido el privilegio de tener un caballo
ó cosa semejante por su cuenta.
Este método se ensayó con grandísimo fruto. Ningún ejército lia
tenido lo movilidad del de Cataluña : ¿y por (jué? Porque no iban
detrás ni burros, ni cantineras, ni familias , ni chicos, ni granujas,
como se decía en tiempo de la guerra.
Yo he visto marchar doce batallones formados por cuartas, y á
retaguardia los rancheros, cada uno con su olla en la mano , cuatro
acémilas para las municiones de repuesto y dos para las inaletilln
de los oficiales y gefe , y no he visto tropas que hayan tenido movi
lidad igual. Pues, señores, acometamos esta empresa de una vez.
El tiempo en que empezó el servicio de bagajes no se sabe toda
vía ; pero el primer documento escrito que se encuentra es la ley que
 210
he citado de 1112 , la de 1462 y la de 1566 : es decir, que todo este
tiempo hemos andado dando la vuelta al* rededor de uo circulo vi
cioso , pernicioso y perjudicial , y que ahora, en fuerza de los repe
tidos clamores, se hace una ley por la cual no podemos salir de ese
circulo, ni ensayar siquiera lo que se verifica en todas partes, menos
en España.
Son de tan grande tamaño los males que sufren los pueblos con
esta pesadísima carga, y mucho mascón los abusos que á su nombre
existen y han existido siempre, que ha movido á los pueblos y á las
diputaciones provinciales , sobre todo en la última guerra , á tratar
de hacer menos pesada esta carga. En 1836 se hizo en Santander un
arreglo por el cual toda la provincia contribuía formando distritos
militares anejos á un punto que estaba sobre las vias principales:
esto era atenuar el mal ; porque, señores, el servicio de bagajes no
es fácil calcular con lo que se compensa á quien lo hace; los que tie
nen caballerías contribuyen de una manera que les causa grandes
perjucios: ¿y los que no las tienen podran contribuir con una can
tidad? ¡Ay, señores! que no lo harán seguramente como lo hacen los
primeros, ni sufrirán los perjuicios consiguientes al embargo de sus
caballerías, obligándoles a alejarse de sus labores quizá en el tiempo
mas critico para ellos.
A mas de esto, no todas las caballerías concurren en un distrito; y
el método de Santander puesto en práctica en otras partes era mu
cho mas ruinoso, porque para atender á este servicio tenian retenes
de baga jes, y si no venian tropas tenian abandonadas completamente
sus labores y que mantener las caballerías por espacio de diez ó doce
días que estaban paradas.
No es la primera vez que se ba intentado esto en España y que
lia empezado á tener ejecución. Por Real órden de 18 de Agosto de
1815 se aprobó la subrogación que se abonaba por Zaragoza á las
clases militares, según su graduación, con objeto de eximir al vecin
dario de álojamientos , y encargando que se dispusiesen arbitrios
equivalentes para el servicio de bagajes eu caso de no ser suficientes
aquellos, y que se encargase á las demás provincias que procurasen
por medios equivalentes la atención de dichos objetos. Pues esta ma
nera de atender al servicio de bagajes se reconoció por su facilidad, y
se puso eu planta con muy buenos resultados y grande eeonomia.
La ley que nos ocupa, como he dicho antes, no hace mas que po
ner un puntal á un edificio cuyos cimientos son falsos, y que yo ata-
caria en masa pidiendo al Senado que la desechase en su totalidad,
porque la base sobre que estriba es falsa , y creo que los pueblos lo
agradecerán, porque asi obtendrán bénehcios. Pero ya que esto no
puede ser, porque desechada la ley no podria tratarse de ella eu la
presente legislatura , á lo meaos podrán enmendarse por medio de
eumiendas y adiciones los vicios de que adolece; y aprovechando lo
único bueno que en mi concepto tiene, se conseguirá el que los pue
blos empiecen á experimentar algún alivio en esta carga tan pesada.
El art. 1! dice (leyó). Este es un axioma en justicia y eu admi
nistración: debe ser el Gobierno el que lo pague, y la nación la que
contribuya con igualdad á ese servicio, pero los siguientes artículos
establecen un sistema que yo quiero desechar ; y , señores , asi como
en la antigüedad se llamaba Agraria la ley que Apio liabia propues
to en beiieíicio de la agricultura , asi yo cifraría todo mi orgullo en
que a la ley que debe hacerse sobre bagajes se la llamase ¡a ley
Üeoane, pues no quisiera mas títulos de nobleza que este.
Dice el art. 2. (leyó). Siguiendo este método, como haré ver en
los artículos sucesivos, este cargo eventual al presupuesto de la
guerra arroja cantidades inmensas. Por este método, siendo como es
eu el dia tan difícil el servicio de bagajes, se, reúne con arreglo al
art. 3? una comisión, compuesta de un individuo de la junta mili
tar , y de un diputado provincial.
Estos son los que deben marcar en las provincias la retribución
que ha de darse al que haga el servicio de bagajes. El diputado pro
vincial que tiene el deber, y deber sagrado, de mirar por los intere
ses de los pueblos, dirá al individuo de la Hacienda militar: "En la
provincia donde estamos el jornal de un hombre son 1U reales," que
es el que en la costa de Levante y provincias de Castellón y Valen
cia , como alguno de los señores que me escuchan saben que está es
tablecido; mas yo no quiero ese jornal , y si el de 8 rs.: pero dice el
Diputado provincial que por un término medio debe graduarse el
jurail de un hombre eu 6 reales; en este caso el empleado de Ha
cienda militar no tiene argumentos ni hechos para negarse á esa pe
tición, porque está viendo a un jornalero ganar 8, i) y aun 1U rs.
El trabado de una acémila menor le hemos de graduar á lo me
nos en tres reales, es decir, que el embargo de una acémila menor
cuesta á la riqueza pública ¡) rs.; marchará una jornada, que podre
mos graduar en cinco leguas castellanas; al dia siguiente regresa,
yo son dos jornadas, y gana dos retribuciones por el trabajo de la
acémila, que son 18 rs. Una acémila menor, cargándose bien (no
como lo hacen generalmente los soldados , que la mochila va por un
lado y el fusil por otro), lleva cinco arrobas de peso, que salen á 4 rea
les por legua, y 40 arrobas, que equivalen á cinco acémilas menores,
pueden ser conducidas por un carro y un hombre, de donde resulta
que tenemos siete jornales perdidos ; es decir , siete y siete de vuelta
son catorce dias perdidos por el individuo embargado , cuando ese
servicio podia hacerse con uno.
Vamos al embargo de los pueblos: ¿y para qué hemos de salir de
Madrid ? Aqui está pasando, y algunos de los que me escuchan que
han sido alcaldes de Madrid lo saben muy bien. Se pasa por el capi
tán general un pasaporte señalando un número de bagajes á tal
cuerpo ó tal número de individuos , y como el alcalde constitucional
no ha de bacer por si el embargo , tiene un individuo ó comisión
del ayuntamiento encargado de esta operación, el cual se vale de los
alguaciles.
En Madrid las bestias de la agricultura no están empadronadas,
y las que hay dedicadas á esta faena son en muy poco número: de
consiguiente no hay mas remedio que acudir á los arrieros forasteros.
Llegan los alguaciles á la posada, amenazan con el embargo, oyen
los clamores de los arrieros, y por último reciben su propina y pa
san á otra parte. Esto está sucediendo; esto ha sucedido, y esto suce
derá ínterin no se destruya el sistema de bagages.
Vamos á la parte militar : el sargento encargado de proporcionar
los bagages manifiesta las caballerías que necesita, y carga en doce lo
que debia llevar veinte. Se compone con los bagageros, recibe su gra
tificación, y vuelve á la posada. Esto lo he visto yo ; lo he corregi
do: ¿pero de qué sirve una corrección cuando el sistema es vicioso?
Se corregirá ciertamente en donde haya un gefe celoso y firme; pero
en lo general no.
He hablado contra la demarcación de distritos, porque si la lejf
debe ser igual, el resultado es que los que hacen el servicio son solo
los que" tienen caballerías; y cuando hay urgencia se acude á los pue
blos de la carretera ó los mas próximos. Los que se hallan á bastante
distancia no pueden concurrir ; esto es falta de igualdad en la ley y
vicio de ella.
El importe de estos suministros, diceel art. 6!, se abonará en toda
clase de contribuciones ordinaria y extraordinaria. Señores , la liqui
dación de los demás suministros es muy sencilla ; la de este ea muy
difícil y sujeta á abusos graves. No quiero extenderme sobre ello por
que parecería muy criminal lo que tengo que decir sobre el particu
lar ; pero los vicios de la inmoralidad esiau demasiado extendidos
para que dejemos la puerta abierta á su continuación. Por esta razou
si yo tuviese que someterme á que esta ley se aprobase, nunca apro
bada la coleta que ha puesto la comisión á este articulo que dice asi:
Esta prevención parece que liga y ata al ministerio fiscal, por
que se le reconviene en un tiempo en que esta especie de tribunales
no son bastante respetables ; con él se le reconviene y obliga á tragar
un recibo que quiza es producto de una maniobra.
Dejo el párrafo 2í del articulo por no molestar al Senado, y paso
al 9í, ahora 10 de la comisión. {Le iejró.) Señores, yo soy enemigo
de privilegios. ¿ Qué es lo que se da al Gobierno en este articulo?
Una autorización para que tenga oonsideracion y exima á ciertos y
ciertos individuos por ciertos y ciertos servicios. Yo estoy muy de
acuerdo en que, asi como el caballo de un regimiento está exento
del servicio de bagajes, lo esté igualmente el del Miliciano nacional;
¿pero qué es lo que sucedería con esta autorización? Que muchos
Milicianos nacionales pedirían al Gobierno una exención absoluta;
exención que es imposible, pues hay pueblos, y jo conozco algu
nos, en que todos los labradores son Milicianos nacionales. Y en
tonces ¿quién haría el servicio de bagajes? Ademas, señores, estas
exenciones pueden acordarse en ciertas y ciertas circunstancias; hoy
no hay necesidad. Por el estado de paz en que estamos y disminu
ción de tropas, la Milicia nacional no hace servicio ni lo debe ha
cer; y si lo hace en Madrid, no debe hacerlo; debe descansar y
atender á sus negocios para que si llegase el caso desgraciado de una
guerra, puedan marchar las tropas y entonces se encuentren descan
sados para hacer el servicio. *
Ademas he dicho que esto es impracticable, pues lo ¿que se hace
con este articulo es poner al Gobierno en gravísimos compromisos, y
vendrán infinidad de solicitudes de ayuntamientos de los pueblos pi
diendo que se exceptúe á la Milicia nacional de sus caballerías y car
ros: ¿y qué sucederá? Que el Gobierno les dirá que no, y esto cau
sará descontento porque esta ley da lugar á creer que es un benefi
cio. Pero, señores, ¿para qué me canso en hablar particularmente
de estos abusos? Yo propondría al Senado que échasela ley por tier
ra y que se encomendase al Gobierno la presentación de una ley, que
puede hacerse en cuarenta y ocho horas, porque es un camino muy
trillado y en que no hay un solo general que haya mandado que
no haya pensado detenidamente sobre los medios de obviar los incon
venientes del sistema de bagajes. Pero he dicho antes que sí se des
echaba la ley en esta legislatura no se podria arreglar íste servicio: y
asi mi opinión es, que aprovechando el articulo primero que contie
ne un axioma de gobierno , en lo demás se rehagan los artículos es
tableciendo diferentes escalas y dejando al Gobierno la competente
latitud para organizar ese ramo, ver los efectos que produoe y pre
sentar luego todo lo que sea legislativo, no reglamentario , en la le
gislatura próxima.
Mi digno compañero y amigo el Sr. Heros, que como militar está
penetrado prácticamente de estas verdades, se ha encargado de presen
tar tres artículos que me parece que en el dia serian suficientes, de
jando al Gobierno la latitud necesaria para arreglar ese servicio, po
nerle en planta, ver sus efectos y presentar una ley, si es que no era
suficiente lo que S. S. ha redactado.
Concluyo dando las gracias al Senado por la atención que ha
prestado á mi desordenado discurso; porque yo , es verdad que ex
preso medianamente las ideas que concibo en la sociedad ó en una co

misión ; mas en llegando aqui todo el orden que habia arreglado en
el bufete se trastorna, y mis discursos tienen ese aire desordenado de
mezclar todas esas cosas; mas mi intención -es pura, y puedo asegurar
que es materia que be estudiado profundamente á vista de los hechos
y en la práctica, y que conociendo los inconvenientes, be tratado de
remediarlos; mas be encontrado que este es un sistema que por mas
que se remiende no dará nunca buenos resultados.
£1 Sr. LASAÑA : A la comisión se le ba pasado un provecto de
ley aprobado por el otro Cuerpo colegislador para que diera su dic
tamen , y á esto ba tenido que ceñirse , al proyecto que se le ba pa
sado, el cual se presenta como base de ese servicio de bagajes: bajo
esa base ba redactado su dictamen la comisión.
Imposible le seria á esta contestar al Sr. Seoane, porque S. S., mas
bien que sobre la totalidad, ha ido discurriendo sobre todos y cada
uno de los artículos del dictamen. Asi, pues, impugnados todos los
artículos , es imposible que la comisión tenga presente todo lo que
S. S. ba dicho, y será necesario ver impresa la impugnación para
poder contestarla. Pero sin embargo, conviene desde luego quede
sentado que el encargo que ba tenido la comisión ha sido este: el de
dar su dictámen sobre un proyecto que ha venido aprobado por el
-«tro Cuerpo colegislador. La comisión no puede menos de alabar el
celo del Sr Seoane. S. S. desea que desaparezca ese sistema de bagajes
y basta la misma voz bagaje : también la comisión lo desea; ¿pero es
tamos en el caso de adoptar el sistema que hay establecido en Fran
cia ? En Francia un oüeial suelto que se envía á una comisión ó de
partamento recibe una hoja de rula, y sabe que tiene tres francos por
legua; si es comandante, cuatro; si coronel, cincq &c. Este oficial
presenta su hoja de ruta en los distritos, y ai I i se le abonan las eta
pas por agentes de la Hacienda militar: por ejemplo, sale de Bur
deos, y sabe que hay tantas etapas hasta el punto ó distrito inmedia
to; en Burdeos las loma, llega al otro distrito, y allí el agente de
la Hacienda militar le da las etapas necesarias hasta el otro distrito.
Pues bien: yo apelo al Sr. Ministro de la Guerra que está pre
sente para que dos diga si le parece que en el estado en que se encuen
tra el Erario públioo estamos en el caso de adoptar el sistema de
Francia. Si dice que se puede adoptar esto; si dice el Sr. Ministro:
yo estoy en el caso de hacer eso , de llevarlo á cabo, la comisión lo
aceptará con gusto; pero si ocurre que uno ó mas oficiales tienen que
marcharse , y se ven obligados á detenerse dos, tres ó mas dias por
que no se les puede dar etapa , ¿ cómo ha de poderse adoptar ese sis-
lema ? Esta es la primera dificultad.
Por otra parte, supongamos que dice que sí el Sr. Ministro de la
Guerra, y que Se establece el sistema: yo pregunto: ¿están los cami
nos en España como.en Francia? ¿Tenemos tan expeditas las comu
nicaciones como en Francia? ¿Tenemos tantas diligencias como allí
y montadas del mismo modo? No señor. Pues ahora bien: á un
oficial que sale de Madrid se le señalan ocho reales; la primera etapa
seria en Torrelodones : ¿y encontraría quien por dos pesetas le qui
siera llevar á ese pueblo para volverse al otro dia ? Lo dudo. Si hu
biera aqui establecidas las muchas diligencias que en Francia , desde
Juego aseguro que sí ; pero no estando en ese caso , esta es una de las
muchas dificultades que se encuentran para plantear el sistema que
S. S. desea. Pero dejando esto á un lado , la comisión no entrará de
lleno en estas cuestiones , pues ya ha dicho que lo qüe ha hecho ha
sido presentar su dictámen sobre un proyecto que se le ha pasado
aprobado por el Congreso: si el Senado , pues, está en sus atribucio
nes, y quiere desecharle, bien puede hacerlo; pero la comisión, re
pito, no ha podido hacer otra cosa mas que lo que ba hecho presen
tando aquellas modificaciones que ha creído necesarias, sobre lasque
el Senado determinará lo que juzgue mas conveniente.
El Sr. SEOANE: Voy á rectificar un hecho. A las objeciones que
ha puesto el Sr. Lasaña, individuo de la comisión , espero que con
testará mi amigo el Sr. Heros : asi solo me limitaré á una.
En el dia , el oficial ó clase militar que tiene derecho á bagajes
no paga según la tarifa. Pongo p^r ejemplo: un bagaje mayor está
graduado en real y medio por legua , esto es lo que percibe ó debe
percibir el dueño del bagaje ; pero por el avalúo que harán los indi
viduos de la Hacienda militar, de acuerdo con el diputado provincial,
subirá cuando menos , y me quedo corto, á cuatro reales. Esta es una
parte de detall que la comisión , ó por mejor decir el Gobierno, puede
pensar maduramente. Si suponiendo que el oficial ó individuo que
tiene derecho á bagajes debe pagar en una distancia de 60 leguas i)0
reales, y que reciba por hoja de ruta ó de compensación de Viaje
60 rs-, resultará que con esto tendrá lo suficiente para trasportarse, y
por el medio de bagajes y por el* avalúo que se haga no bajará de
cuatro reales por legua.
Pregunta el Sr. Lasaña que si el Erario está en el caso de pagar
con puntualidad esas cantidades. Señores, afortunadamente estamos
en paz, los movimientos de las tropas no son frecuentes, y cuando la
España se halle en un estado normal no habrá la penuria que nos
aflige en el momento, y con razón, porque acabamos de salir de una
guerra desastrosa ; pero ha de contarse que con paz, orden y un me
diano Gobierno, para lo cual es necesario el fomento de la riqueza
que yo propongo, se ha de pagar el sueldo á los oficiales. Ademas,
respecto á las cantidades que de Boy mas se abonen por este medio
son muy cortas, ya por la falta de movilidad de las tropas, ya tam-
- bien porque está contratada, y antes se me olvidó decirlo, Ja con
ducción y trasporte material de artillería , parque, el de ingenie-
2ÍÍ
ros y demás cosas que para el aprovisionamiento de plazas ó trasla
ciones terrestres y marítimas tenían que.entrar en cuenta; esto, como
he dicho, está contratado por distritos. -
El Sr. LASAÑA : La cuestión del momento yo creo que no es
esta: la cuestión del momento es ver si se aprueba ó desecha en su
totalidad el dictámen de la comisión; esto es, si el proyecto pasado
por el Congreso de los Diputados se admite ó no se admite en el Se
nado. Si no se admite, podrá cualquier Sr. Senador, ó el Gobierno
mismo, presentar otro proyecto, ¡y ojalá fuese mañana!
El Sr. HEROS : Renuncio la palabra sobre la totalidad, y la
pido para el art. 1? si se admite el proyecto en la primera votación.
El Sr. DIAZ CANEJA : No es esta la primera vez que se ha ha
blado de este asunto en el Senado, Ya en la legislatura pasada fue
objeto á lo menos de que se nombrase una comisión , y de que esta
comisión examinase el asunto, aunque no hubo tiempo para que pre
sentase su dictámen. Yo, señores, desde entonces tengo formada mi
opinión, y habia formado por consiguiente el firme propósito de ha
blar ahora contra el proyecto que se ha presentado. Pensaba hacerlo
con desconfianza, creyendo que mis razones surtirían muy poco efec
to; pero he visto con una agradable sorpresa que el Sr. general Seoa
ne , no solo abunda en mi opinión, sino que la ha manifestado de
una manera tan clara , de una manera tan explícita, de una manera
tan terminante, y con razones tan convincentes, que creo que al
Senado no le babrá quedado duda alguna de los inmensos males que
produce el servicio de bagajes, y de la facilidad que se encuentra para
poderlos remediar.
Después de las explicaciones que el Sr. Seoane ha hecho anali
zando el proyecto desde el primer articulo Casta el último, porque
esto es lo que cumple hacer cuando se trata de la discusión de un
proyecto en su totalidad, que cada uno tiene la libertad de atacar, ó
todos ó uno de los artículos, según le parezca ; después de que S. S.
ha hecho un análisis tan exacto , tan completo de todo , manifestán
donos los males que sufre la nación entera con este servicio de baga
jes , yo no tendré necesidad de extenderme mucho , porque no harta
otra cosa mas que repetirlo, y no con tanta claridad y copia de ra
zones como lo ha hecho S. S.
Sin embargo, añadiré alguna. "El suministro de bagajes, dice
el art. 1?, se considerará como una carga general del Estado." Yo,
señores, deseo, y lo deseo vivamente, que se establezca un remedio
pronto y eficaz sobre este punto, y para ello creo que seria lo mejor
que quedase reducido todo el proyecto á un articulo concebido en
estos términos: " El servicio ó suministro de bagajes queda abolido
para siempre." Adoptado este articulo según acabo de decir , seria
inútil entrar en las disposiciones de los otros, porqne son como las
consecuencias que se derivan de este principio.
El arl. 1? del proyecto que se discute, ó yo no le entiendo
bien, ó envuelve una contradicción. "Este suministro, dice, será
una carga general del Estado." Si ha de ser una carga general del
Estado, es necesario que pese sobre el Estado, que pese sobre todos
los ciudadanos españoles ; y por el articulo y por todo el proyecto,
á pesar de que se dice que los bagajes serán una carga general, se de
duce claramente que no pueden serlo si ha de tener efecto lo que en
él se dispone.
El Sr. Seoane ha dicho mas: que el servicio de bagajes lo hace el
que tiene caballerías ; el que no las tiene, ese no le paga , ese no le
sufre. Esta es una desigualdad de grande consideración. Porque, ó se
cree que el que use el bagaje pagará lo que sea justo , porque las
oficinas de la Hacienda militar, de acuerdo con las- diputaciones pro
vinciales, lo gradúen ó dispongan convenientemente, ó se cree que
no se indemnizará nunca á los dueños de los perjuicios que sufran.
El creer lo primero yo creo que seria un absurdo.
El ejemplo que ha referido el Sr. Seoane de unos arrieros que
iban cargados de pescado que fueron embargados , y que por consi
guiente perdieron su hacienda , lo prueba evidentemente, y hay ade
mas otros mil ejemplares que están sucediendo todos los dias de la
bradores á quienes se embargan sus carros precisamente en el mo
mento en que se hallan ocupados en las eras recogiendo sus frutos;
de labradores á quienes se embargan sus acémilas ó sus bestias cuando
están haciendo la vendimia , y está amenazando agua, y todo el
mundo sabe que si cuando se está vendimiando, en particular estan
do ya cortada la uva , empieza á llover, pierde el pobre labrador todo
el fruto del trabajo de un año y á mas la renta de la tierra y el in
terés del capital que ha empleado en sus operaciones, porque el
carro ó las caballerías donde debia conducir sus productos se le em
bargaron cuando menos por dos dias, ó quizás tres ó cuatro, si en el
próximo pueblo no habia bagajes á propósito.
Yo quiero suponer ahora que el militar ó cuerpo militar que
ocupe los bagajes le. dé el tanto por legua ; quiero suponer que se les
indemnice y se les abone de plus 12 , 15 ó 20 rs. por los dos , tres
ó cuatro dias que se les haya ocupado ; pero y si en ese tiempo se les
ha hecho perder 2 ó 5,000 rs. porque teniendo el trigo en la era ha
venido un turbión y se lo ha llevado por no estar él alli, ¿ puede
haber indemnización para el? Yo no la encuentro : ¿ se me dirá en
tonces que esta es una carga que pesa con igualdad sobre el Estado?
Ciertamente que no; luego el articulo contiene en sí mismo una con
tradicción , porque dice que es una carga que deben llevar todos, y
sin embargo el objeto no se consigue.
Se me dirá ademas que esta carga pesa cpn igualdad , cuando
 212
precisamente los bagajes solo suelea prestarlos los pueblos que se lia -
Han eu los camino! reales y rara vez los pueblos He las inmediacio
nes y de los caminos provinciales. En un estado de guerra ya sa
bemos que la fuerza militar va por donde conviene mas, y entonces
no hay camino ninguno; pero en tiempos de paz , que es el estado
normal que se debe suponer que es el mas duradero, las tropas en
todos sus movimientos regularineute toma u el camiuo real; ¿y quién
presta entonces el servicio de bagajes?
Los pueblos que se encuentran en el camino, ó cuando mus los
inmediatos; pero los que están á la distancia de diez ó doce leguas,
los que están en países montuosos donde por su fortuna pasan años
sin ver un soldado, ¿contribuyen en algo al servicio de bagajes ? Cier
tamente que no; luego esta no es una carga que pesa igualmente,
sino solamente sobre aquellos que por su desgracia se encuentran en
esa situación.
El modo, pues, de que esa carga sea igual , sea justa, sea sopor
tada por todos, es el de que los gastos que pueda ocasionar ese servi
cio se paguen por toda la nación, y que los gastos entren en el
presupuesto general, ya con el uombre de gastos imprevistos , ó ya
formando por el Ministerio de la Guerra uu presupuesto aproxima
do del gasto que puedan tener los cuerpos militares por este servicio.
[Piden la palabra los Sres. Orinaga^ Lasaña jr Ministro Je la G-iurra.)
Digo , señores , que es imposible que haya igualdad en sopor
tar esta carga admitiendo el articulo en los términos en que está. En
primer lugar, porque ese servicio le tienen que cubrir solo los que
tengan carros ó acémilas; en segundo, porque aun de los que se en
cuentren en este caso solo lo hacen los que se ñafian en los pueblos
de la carretera; y ea tercero , porque ese medio de indemnización es
insuficiente, absolutamente insuficiente é irrealizable. ¿Pagan gene
ralmente con religiosidad los militares lo que está determinado en
los reglamentos por los bagajes ? Yo creo que no ; y algunas veces
acaso por precisión, porque dicen: "ramos atrasados de pagas, y
cuando se nos pague se les satisfará á ustedes."
Pero se dice que por la diputación provincial y ayuntamiento se
gradúe ej mayor daño que se ha recibido, ó el mayor valor que
debe tener este servicio que se ha prestado. Yo quiero suponer que le
gradúen bien ó mal porque al cabo en (odas las provincias varia extra
ordinariamente el precio de los jornales, asi en las personas como en las
acémilas y en loscarros, según las épocas del ano, porque si á un la
brador se le ocupan un par de muías cuando está en la recolección de
granos ó de otros frutos, se le perjudica mucho mas que en Diciem
bre, enque las labores no son tan activas; y siempre vendremos á pa
rar, cu que estos servicios serán graduados en unas provincias de mas
y en otras de menos.
Luego se dice que los ayuntamientos pagan aquellos servicios, ó
si no que se los abonen en pago de contribuciones. Pero, señores, no
siempre los ayuntamientos tendrán dinero ni voluntad para pagar
el bagaje, y el que lo prestó tendrá que conformarse con que se le
abone en contribuciones. ¿ Y no habrá pagado una contribución an
ticipada ? ¿No se le habrá obligado á prestar un servicio que le es
mas gravoso que si le hubiera sido en el tiempo que le correspon
día? Esto me parece que son cosas claras. Pues para que baya esta
igualdad, para que la nación nivele esta carga, no creo que baya
otro medio mas sencillo y fácil que el que ha indicado el Sr. Seoane:
asígnese i los cuerpos, á los individuos particulares del ejército una
cantidad, la que se considere necesaria; déseles lo que les corresponda,
y no molestarán de ninguna. manera á los pueblos.
El ¿ir. Lasaña .como de la comisión no lia presentado los apuros
en que se hallaría la nación, las dificultades que tendría para dar á
estos militares ó cuerpos lat cantidades que necesitan p^r razón de
bagajes. Señores, esas dificultades las hemos tenido hace mucho tiem
po, las tenemos, y probablemente las tendremos por muchos años:
nacen de la escasez del Erario; pero yo no creo , como ha dicho el
Sr. Lasaña , que sea necesario establecer en cada distrito un emplea
do para que pueda ir dando estos socorro» á los militares. Pues qué
cuando marchan tos militares de uu punto á otro ¿no se les dan una
ó dos pagas de marcha según la posibilidad del Tesoro ? Pues con
forme se les dan estas¿no se les podrá dar el subplus que les correspon
da por razón de las leguas que tengan que marchar? Pues asi como
para esas pagas de marcha no se necesitan tener nuevos empleados,
ine pareceque tampoco se necesitan para darles lo que les correspon
da por razón de bagajes para que no molesten á los pueblos.
Los caminos tampoco creo que están hoy lan intransitables como
ba querido suponer el Sr. Lasaña: hay puntos de comunicación
precisamente de uu lado al otro de España; del Norte á Sur, de Orien
te á Occidente, tenemos comunicaciones expeditas por todas partes; la
conducción de una arroba de peso, cuando se trata de equipage, tam
poco es muy cara , pues desde Barcelona, la Coruña, &c. sabemos
todos lo que cuesta conducir un equipage; ahora si un militar quie
re llevar un equipage como un Ministro, que lo pague de su
bolsillo.
Digo , pues, que yo no encuentro dificultad ninguna cuando se
encuentran tantas ventajas, en apoyar la medida de que se les dé la
cuota que les corresponda para que no molesten á los pueblos , cuan
do el hacerlo asi es muy preferible al modo acostumbrado y muy
fácil , asi como el dar la paga de marcha cuando tienen que hacer un
viaje.
Respecto á los recursos del Erario, yo diré á los señores de la co
misión que en efecto ha de serle costoso ; pero la nación ha de tener
luego que abonar este servicio, y lo mismo da dárselo á los milita
res para que lo abonen en sus respectivos cuerpos, que pagarlo des
pués para los bagajes, porque en el Erario lo mismo es no cobrar una
cantidad del presupuesto que tener que pagarla ; porque si al cobrar
las coatribuciones se reciben en pago unas papeletas de bagajes que
importen 8 millones, á fé que estos 8 millones no lus recibirán;
para mi lo mismo es de una manera que de otra, con la especialidad
de que puestos en ei presupuesto, todos los españoles lo pagarán [por
igual, cuando del otro modo solo serán perjudicados los que den los
bagajes, sin tener que pagar nada la mayor parte de las pueblos de
España que por su situación topográfica no ven un soldado.
Es inútil hablar de los males y perjuicios que ocasionan á los pue
blos los bagajes, ni tampoco los que ocasionan á la misma disciplina
militar, á las costumbres de los militares y á los pueblos: todos lo
conocemos , y el Sr. Seoane se ha explicado bastante bien en esta
materia.
Pero después de todo esto viene el art. 9? que dice : "Se autori
za al Gobierno para declarar exentos de este servicio i los que le
parezca, teniendo presentes los servicios de la Milicia nacional." Se
ñores , si se conceden privilegios para una carga general del Estado,
¿habrá igualdad? Yo creo que no ; mucho mas cuando se trata de
una contribución como esta , pesada , pesadísima ; y creo que el Se
nado no deberá concederla , porque una excepción asi es en primer
lugar una cosa odiosa para aquel en favor de quien recae; y en se
gundo lugar, y sobre todas las cosas, porque entiendo que es contraria
á ios principios constitucionales, porque una contribución debe pe
sar sobre todos , y cada uno debe pagar según su posibilidad y habe
res , sin que nadie esté excluido, y mucho menos solo porque el Go
bierno tenga el gusto de decir que no , porque esto seria dar lugar á
quejas y rumores, llevando" consigo el sello de la desigualdad, y
por consiguiente el de la injusticia.
Yo por esa razón no apruebo nada de ese proyecto , y quisiera
que el Senado lo desechara concretándose á un solo articulo que dije
se: "queda abolido para siempre el servicio de bagages," debiendo
reemplazarlo, para que la disciplina militar no padezca, ni padezca
el servicio necesario i los militares, con otro en que el Gobierno
proponga la cantidad que se les debe dar por razón de los trasportes
que tengan que hacer los oficiales ó batallones. Este para mí seria el
modo mas sencillo.
El Sr. Seoane, inclinándose también á esta opinión mia, ha encon
trado sin embargo un inconveniente que le retrae. Ha dicho S. S.
que si se adopta esta máxima va por tierra el proyecto del Congreso;
y como de una ley desaprobada no se puede volver á tratar en una
misma legislatura, teme S. S. el que vayamos á priv»T A los pueblos
de un grande beueiicio : me parece que esta es la idea que ha senta
do S. S.
Señores, yo creo que el Sr. Seoane se ha equivocado en esto. S. S.
cree que con esto se va á hacer un grande favor á los pueblos, y en
mi concepto no se les hace ninguno; porque de hacérseles ,.yo abun
daría en la opinión de S. S. Pero los pueblos no mejoran en nada; los
bagajes quedan en el mismo pie y con ellos todos los abusos. Lo úni
co que se va a remediar es que en lugar de contentarse con el real y
medio por acémila, tienen un derecho á que la diputación provincial
ó hacienda militar gradúen loque vale mas, abonándoselo en las
contribuciones. ¿Y es este por ventura un grande beneficio ? Segara-
mente que no, porque es únicamente una ley de promesa: ¿y esta pe
queña recompensa merecerá la pena de que aprobemos una cosa que
vamos á sancionar aquí ? Yo ruego al misino Sr. Seoane que medite
esto, que vea cuáles son las ventajas y que al mismo tiempo compare
los males infinitos que quedan en pie y que seguramente no se reme
dian de esa manera.
Ya he indicado antes que el año pasado se había tratado de este
asunto en el Senado; que se habia creado una comisiou para que in
formase sobre ello: presente creo que se halla alguno de los indivi
duos que pertenecieron á ella, y confirmarán lo que acabo de decir.
Mas no tuvo tiempo de presentar su diétámen; sin embargo, creo
que estaban convenidos en lo que habian de presentar, que era la
abolición de bagajes. No sé cómo en el Congreso de Diputados se ha
presentado esta misma cuestión en el año presente, y ha venido aquí
aprobado el proyecto de ley que nos ocupa.
Pero si esa ley que ha citado el Sr. Seoane debe tener valor, pu
diéramos decir que esta materia estaba pendiente en el Senado, y
por consiguiente no hubiera debido tratarse en el Congreso; este lo
habrá ignorado porque no ha habido allí ningún Sr. Diputado de la
legislatura pasada al formular este proyecto, en el cual hay buenos
deseos de mejorar el mal; pero lo que se Temedia es muy poco.
-El Sr. Seoane dice ahora que este proyecto ha venido aprobado
del Congreso, y hasta cierto punto conviene que el Senado le aprue
be; pero yo por mi parte digo que no veo cómo puede resultar á los
pueblos bien alguno; lo que si veo es que vamos á sancionar la
existencia de todos esos males; va á creerse que hacemos algo y ea
sustancia no hacemos nada.
Yo bien reconozco la fuerza del argumento del Sr. Seoane , dese
chado que sea este proyecto de ley, porque el Senado tiene facultad
para desecharle (y con esto contesto al Sr. Lasaña), pues no por
que baj a venido aprobado del CongTeso tenemos obligación de apro
barle; y el Gobierno, que nos está escuchando, creo yo que pu

diera muy Líen hacer por sí lo mismo que pudiera hacer el Se
nado por un nuevo proyecto de ley; porque yo creo que «i el Se
nado tuviera presente la materia y hubiera llegado el caso de que
la comisión del año pasado hubiese presentado su dictamen, habría
convenido en la abolición de los bagajes, pareciéndose á mi que el
Gobierno, cuyas opiniones no sé las que serán en este punto, debió
haber tomado la iniciativa; y no solo la iniciativa, sino en uso de
las facultades que i mi entender tiene, decir: "queda abolido el
servicio de bagajes: hágase de esta ó de la. otra manera: abónese
tanto á los que tienen ese derecho."
Esto creo yo que el Gobierno pudiera muy bien hacerlo, y que en
todo cato no le faltaría ocasión para tomar una medida tan justa, que
doriamente merecería los elogios de la nación entera , y hasta estoy
persuadido de que si estas razones se hubieran tenido presentes en el
Congreso, este lo hubiera volado también. Bajo este concepto yo no
tendría ningún inconveniente como Gobierno en mandarlo asi , pi
diendo un bilí de indemnidad , que ciertamente obtendría, y lejos dé
merecer la censura de los Cuerpos colegísladoret, merecería sus elo
gios porque al cabo evitaría un mal.
¿En qué se funda el servicio de bagajes? Aunque hay tina ley re
copilada que ha citado el Sr. Seoane de cuatro siglos hace , general
mente no se funda en ella, sino en Reales órdenes, que al cabo no
tienen carácter de leyes ; y si otros Gobiernos , en virtud de Reales
órdenes, han podido designar el precio que se ha de pagar por el
número de bagajes que ha de darse á cada individuo militar según su
clase &c. ¿este Gobierno no tendrá iguales facultades para expedir
una Real órden. enmendando en lo posible esta materia, á fin de
evitar los males conocidos de todos? Yo por mi parte no creo que pu
diera disputársele esta facultad, ni que haya una ley que pudiera de
cirse que chocaba con la resolución que se adoptase.
Hé aqui el modo de evitar los males que arredran al Sr. Seoane
para aprobar el art. 1?
Si el Gobierno abundara en estas ideas , todavia no están exa
minados los presupuestos; todavia tendrá tiempo para calcular y de
cir : "abónese tanto á cada pueblo ó individuo; establézcanse de esta
y de la otra manera los bagajes; queden los pueblos libres de esta
penalidad." También puede presentarse una adición mediante á que
loa presupuestos no se han empezado á discutir en el Congreso , se
ñalándose un aumento para uo objeto tan interesante como este; y
S.—TOMO I.
213
me parece el medio mejor para no chocar con la dificultad de que
desechado un proyecto no pueda tratarse de él en esta legislatura.
, Por estas razones , y por no molestar mas al Senado, concluyo ro
gándole que deseche en su totalidad este proyecto de ley; y supuesto
que el Gobierno ha oído las indicaciones que se han hecho, podía ex
plicarse, y los Sres. Senadores convendrán con mis ¡deas á fin de po
der encontrar los medios de ocurrir á estas dificultades y á que no se
forme esta ley, porque para hacerla mala , malísima , mas vale uo
formar ninguna.
El Sr. SEOANE: El Sr. Caneja y yo estamos perfectísimamenta
de acuerdo en lo esencial : yo desecho nueve artículos que formau
un sistema , porque su base es enteramente diferente y no puedo to
mar nada de ella ; pero si desechamos del art. 1? de esta ley que con
tiene un principio la sola palabra bagajes , y agregamos las de
trasportes militares , ya tebemos un articulo de la ley sobre el
que se puede edificar el otro sistema que propondrá mi amigo el
Sr. Heros.
Si es que la comisión lo adopta, tendremos una ley todos tal cual
la deseamos, pues del articulo no se puede tomar nado porque el sis
tema que propondrá el Sr. Heros es enteramente opuesto y no se
pasará esta legislatura sin que hagamos este servicio á los pueblos.
Ruego, pues, al Senado que tomando en consideración la tota
lidad, se pase á la discusión por artículos, en los cuales podrán ha
cerse enmiendas."
Habiendo obtenido la palabra el Sr. Ministro de la Guerra, varios
Sres. Senadores indicaron que ya era cumplida la hora de sesión , y
que podia dejarse para mañana.
El Sr. PRESIDENTE {dirigiéndose al Sr. ministro déla Guer
ra") x Si piensa V. S. detenerse mucho...
El Sr. SAN MIGUEL (D. Evaristo), Ministro de la Guerra: No
pienso ser largo en mi discurso; sin embargo no puedo decir en
este momento el tiempo que podré tardar.
El Sr. PRESIDENTE: Si le esá V. S. indiferente, esperaremos i
mañana.
El Sr. SAN MIGUEL, Ministro de la Guerra: Señores, mees in
diferente que sea hoy ó mañana.
El Sr. PRESIDENTE: Se suspende esta discusión: mañana se
reunirá el Senado para continuar este asunto. Ciérrase la sesión."
Eran las cuatro y media.
 NUMERO 55.
DIARIO
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 17 DE JUNIO DE 1841.
Se abrió i las doce y media , y leída el acta por el Sr. Seoretario
Onii , quedó aprobada.
Acordóte repartir 100 ejemplares de un discurso que debió pro
nunciar en el Congreso el Sr. D. Juan Vilaregut, Diputado por la
firoriocia de Barcelona, en la cuestión de aranceles; lo que no tuyo
ugar por no haberle llegado el turno, los cuales con ohcio de este
dia remite el Sr. Senador D. Antonio Jordá.
Igualmente se acordó pasar á la comisión de Reforma del Regla
mento una comunicación del Sr. marques de Leis , Senador por la
provincia de Orense , fecha 2 del corriente mes , en la que contestan
do al oficio que se le pasó en 22 de Mayo anterior para que se pre
sentase, ofrece verificarlo luego que restablesca su salud á beneficio
de baños que tomará en la estación presente.
El Sr. SEOANE: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.
El Sr. SEOANE: Mi objeto al pedir la palabra es para anunciar
en uso de mi derecho á los Sres. Ministros de Guerra y Hacienda
mi deseo de que señale dia para hacer, no una interpelación, sino
una excitación.
El Sr. ONDOVILLA : Ruego al Sr. Presidente que se lea el ar
tículo del reglamento , que buscaré.
El Sr. SEOANE: Si se pone alguna objeción , me es indiferente
que se llame interpelación. Explicaré el objeto que me propongo, el
cual se cifra, no solo en excitar al Gobierno, porque eso podria ha -
oerlo directamente avistándome con los Ministros , sino dar la pu
blicidad que deseo tenga este acto para que los ayuntamientos y di
putaciones provinciales promuevan el establecimiento de cuarteles y
pabellones por un medio bueno y económico, aprovechando la oca
sión de haber edificios que se van á arruinar, y con lo cual se consi
gue evitar en su mayor parte los alojamientos que gravan sobre los
pueblos. ( un incidente en que se trataba de dar fuerza al Gobierno.
Esto podrian hacerlo los Ministros ; pero no tendría la publicidad
necesaria para que los principales interesados , que son los ayunta
mientos y diputaciones provinciales , oyendo mis razonei , se conven
zan de su importancia.
El Sr. ONDOVILLA : Pido que se lea el ¡rrt. 57 del regla
mento." (Se leyó.)
El Sr. HEROS : No sé yo...
El Sr. PRESIDENTE: Permítame V. S.: tiene la palabra el se
ñor Oodovilla.
El Sr. ONDOVILLA: Es muy laudable el celo del Sr. Senador
Seoane ; pero toda novedad que se quiera introducir en el reglamento
puede dar consecuencias tristes. Si ahora se admite lo que S. S. dice,
mañana otro Sr. Senador querrá hacer lo mismo.
El reglamento dice que las interpelaciones y las excitaciones al
Gobierno se han de hacer por una proposición. Si S. S. con sujeción
al reglamento quiere hacer la proposición que ha indicado pasará
i las secciones , y teniéndola estas por útil y oportuna, entonces
viene bien la excitación ó interpelación , ó lo que se quiera que sea.
Esta es la marcha que prescribe el reglamento; y si abrimos-el
camino á los abusos, vendremos á parar en que se harán excitacio
nes que no están conformes con él, nos separaremos de su texto, y da-
8.—TOMO L
215
DE
DE CORTES.
remos ocasión i que coa esta novedad se introduzcan otras.
Presente el Sr. Seoane su proposición ; désela el curso correspon
diente : hoy se presenta á las secciones, la examinan, y mañana puede
hacerla interpelación:
El Sr. CAMPUZANO : Pido que se lean las disposiciones provi
sionales del reglamento." (Se leyeron').
El Sr. HEROS: Señores, no es esta la primera vez que se ha pro
movido esta cuestión, y que se ha resuelto, por decirlo de una vez ,
de un modo arbitrario. Ese artículo no habla de ninguna manera de
las interpelaciones ni excitaciones al Gobierno; y cuando se puso á
discusión esa cuestión no quiso admitirse, no obstante que se citó ese
artículo del reglamento y algo mas.
Por él se dice, y la Constitución misma lo declara, que ambos
Cuerpos son iguales en facultades: se dijo que en los reglamentos que
habían servido de precedente á los Cuerpos colegisladores estaba
admitido este derecho de interpelar al Gobierno; y yo apelo i cual
quiera que haya leido el reglamento que precedió á la instalación de
estos Cuerpos para que me diga si no fue el que rigió en tiempo de
las Cortes constituyentes, y aun creo que también el de los Proceres,
en el que se indicaba que se pudiesen hacer interpelaciones al Go
bierno anunciándolas con anticipación.
Yo pregunto : ¿ de qué se trata ? ¿ Se trata de una proposición de
ley que haya de tener trascendencia y carácter legal, ó se trata úni-
oamente de hacer una indicación , excitación ú interpelación al Go
bierno? Cuando se trató de este punto se declaró contra la libertad
del Senado, aunque este Cuerpo debe tener toda la libertad y todos los
derechos de que usan los Sres. Diputados, y entonces se interpretó de
esta manera, porque se oreyó que los que habían hecho una indica
ción sobre el particular era para molestar y vejar al Gobierno, cuan
do precisamente el que propuso esto fue el Sr. Gómez Becerra para
Llegado el caso de estas insinuaciones, muchas veces sucede que
por la situación en que se encuentran los Gobiernos en las naciones
extrangeras suelen interpretar lo que se ha dicho á la ligera como
una opinión arriesgada si no pueden dar á los Ccuerpos colegislado
res explicaciones que interesan al pais extraordinariamente sobre ne
gocios de trascendencia que suelen estar pendientes ; y en tal caso
sucede que los amigos de los Ministros para evitarle esos compromi -
sos, para que el pais se tranquilice y las opiniones no se extravien,
usan de las interpelacioues, en las cuales el Gobierno por medio d<*
sus respuestas da á entender hasta qué punto están comprometidos
los intereses del Estado , y hasta qué punto estas explicaciones pue
den ser útiles ó perjudiciales.
Otras veces suelen hacerse , porque habiendo celo de parte de los
Sres. Diputados , y queriendo proponer alguna medida de ley , de
sean saber si el Gobierno la adopta ó no. Asi que, cuando estas in
terpelaciones son dirigidas por un fervor mal entendido pueden ser
para molestar los Sres. Diputados; pero cuando se trata de mi Cuer
po como este, que está compuesto de personas circunspectas, y que
obran con mesura, son mas bien para dar fuerza y apoyo al Go
bierno. Pues ahora digo yo, que no estando prohibidas las interpe
laciones por unpríncipio de derecho que no ignora el Sr. Ondovilla,
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»e debe interpelar y se debe bablar á los Sres. Ministros , seguro de
que ninguno ha de abusar de este derecho, de esa práctica que es
importantísima , y que mas bien es para sacarles de apuro que para
ruborizarlos , impacientarlos ó hacerles estar inquietos mientras es-
tan sentados en esos bancos.
Por consecuencia, vuelvo á decir que no estando las interpela
ciones prohibidas, debe quedar el Sr. Seoane en el derecho de hacer
las, y sobre todo cuando es conocido el objeto i que se dirigen.
El Sr. ONDOVILLA: Es cierto que en los reglamentos anterio
res habia artículos en los cuales se permitía hacer las interpelaciones
y darlas curso en la forma que ha manifestado el Sr. Heros. Pero
también lo es que la comisión de Reglamento, de la que fui indivi
duo , con vista de los abusos que se cometian en traer aquí á los Mi
nistros malamente, quiso poner un correctivo en el reglamento, y
en esto llamo la atención del Senado; quiso, digo, poner un correc
tivo, y descartó de él las interpelaciones, dejando un medio, que es
este. (S. S. lej-ó el art. 57.) Por aquí se ve que se deja la puerta abier
ta para hacer proposiciones relativas á revisión, interpretación ó mo-
dilicacion de leyes, y al mismo tiempo para objetos interesantes al
servicio del Estado. Aqui en esta última parte creo yo que está com
prendida la proposición del Sr. Seoane, mediante á que se refiere á
objetos interesantes al servicio del Estado. S. S. puede hacer la pro
posición formal para interpelar sobre ese punto al Gobierno; la pro
posición siguiendo el curso debido pasará á las secciones, las cuales
verán si es útil y oportuna; y si asi lo declaran, vuelve S. S. á hacer
la interpelación ó excitación. Esto es lo que el reglamento coucede;
y hay un precedente en el Senado, que ya le ba indicado el Sr. lie -
ros, en que se trató de hacer interpelación, y se voló excluyéndose
eso , porque sé dijo que estábanlas interpelaciones comprendidas en
ese articulo y que el que quisiera interpelar podria usar de la fa
cultad del mencionado articulo, pero no el molestar á los Ministros
cuando están en su asiento obligándoles á dar respuestas inconsi
deradas.
No es de temer este abuso, porque otro es el carácter de los seño
res Senadores ; son Hombres de edad , meditan las cosas , y no proce
den de ligero. Por eso se quiso que el reglamento tuviera este cor
rectivo.
En yista de estas razones creo que la proposición puede seguir su
curso, y en seguida tendrá muy bien lugar la interpelación; porque
de otro modo, señores, se deja la puerta abierta para infringir el
reglamento, y esto de ninguna manera es conveniente. Lo que si
puede hacerse es que si tiene defectos se enmienden. Cabalmente hay
una comisión nombrada para reformarle: hágase una proposición ó
enmienda para ello , pasará á la comisión , y esta dirá lo que crea
conveniente.
El Sr. CAMPUZANO: Si el Gobierno estuviese aqui presente
creo que el Sr. Ondovilla se hubiera ahorrado el trabajo de dar ex
plicaciones que mas particularmente compelen al Gobierno. Se trata
hoy de aliviar una carga que pesa sobre el pueblo, y de todos modos
lo que se ba dicho no me parece del caso. Si los Ministros llegasen á
admitir alguna indicación sobre lo que se ha hablado , entonces ven
dría bien el hacer la proposición con formalidad. Pero si los Minis
tros no se hallan presentes, ¿por qué ha de privar el Senado á un
individuo de su seno que tenga la misma facultad, la misma garan
tía que tienen los representantes del otro Cuerpo colegishdor ?
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ: No entiendo lo que ha dicho
el Sr. Ondovilla. ¿A quién se hace la interpelación? ¿Al Senado ó
al Gobierno? Si yo tuviese que convenir en los términos en que de
bía hacerse, me hallaría suma mentí: embarazado. ¿La proposición
se hace al Cuerpo del Senado? Yo creo que para hacerla seria ne
cesario un acto de humillación que no se necesita. Si se interpelase
al Senado, enhorabuena; pero al Gobierno no entiendo en qué tér
minos ba de hacerse, ni comprendo iump .ro el resultado que pu
diera tener. Yo estoy bien persuadido de que el mismo Sr. Ondo
villa se habia de ver bastante embarazado al tener que hacer una
proposición semejante. Esta es la dificultad que yo encuentro.
En el articulo citado por S. S. están autorizados los Senadores
para extender las proposiciones que tengan por conveniente; pero en
cuanto á interpelaciones, yo por mi parte no lo entieudo. Asi .que,
desearía que el Sr. Ondovilla se explicase con alguna mas claridad
que lo há hecho anteriormente.
El Sr. ONDOVILLA: Aqui solo se trata de interpelar ó excitar
al Gobierno. Los medios están marcados terminantemente en el re
glamento; y yo no quiero otra cosa sino que el articulo del regla
mento se cumpla según en él se previene: nada mas.
El Sr. SEOANE: Señores, yo creo que se han dado á mis pala
bras un carácter que no tienen. Yo no trato de hacer proposición al
guna para que se adopte aqui tal ó cual medida como ley. Yo no trato
de proponer nada al Gobierno. (Entró en el salón el Sr. Ministro de
la Guerra). Me parece que la segunda vez expliqué bien mi objeto;
yo no bago oposición al Gobierno actual hasta que sus actos me hagan
cambiar de máxima ó de marcha.
Yo lo que quiero es que por medio de esta conversación, á la
cual el Gobierno no tiene necesidad de contestar, sino de decir que
lo ha oído, pues bien enterado debe estar ya por los capitanes gene
rales; no quiero mas, repito, sino que por medio de la lectura de
los Diarios de Corles y de los estrados que de las sesiones hacen los
periódicos llamar la atención de los ayuntamientos y diputaciones
provinciales para que promuevan el establecimiento de cuarteles y
abellones, con grandísima utilidad de la moral pública, con gran-
isima utilidad del servicio militar, y con un ahorro considera
ble en esa pesada carga que pesa sobre las familias. Yo no trato
de que se interpreten leyes, ni de proponer enmiendas, ni proyectos
de ley.
Esta es una cosa que yo expongo para que resuene en España, y los
ayuntamientos y diputaciones provinciales conozcan sus intereses , y
aprovechen esta época antes que se malbaraten esos edificios ó se
destruyan por el tiempo; porque, señores, edificar cuarteles desde
el cimiento es empresa á la verdad bien costosa y que traería per
juicios, y aqui debe tratarse de aliviar á los pueblos y á las fami
lias de la pesada carga que sufren.
El Sr. Ministro de la GUERRA : Creo que sa podria evitar esta
cuestión con dos palabras. Si yo no me equivoco, que como he llegado
tarde no he podido entenderlo todo , me parece que el Sr. Seoane ha
hablado de la necesidad de que varios edificios se destinen á cuarte
les, Yo digo que el Gobierno está animado de los mismos deseos que
S. S., y cree que la idea es útil. Por lo tanto , si S. S. no ha tenido
mas objeto al hacer la interpelación , el Gobierno queda enterado, y
hará lo que conviene hacer.
El Sr. PRESIDENTE: En vista de lo que acaba de manifestar el
Sr. Ministro de la Guerra , y que ademas quedará grabado en el áni
mo del Senado lo que ha manifestado el Sr. general Seoane , me pa
rece que este asunto debe darse por coocluido y pasar á la orden del
dia. Mas antes de empezar discusión alguna, va á entrar á prestar ju
ramento el Sr. Senador D. Miguel La borda."
Precedido de los Sres. Secretarios Carrasco y Onís, entró á jurar
el Sr. La borda.
Se anunció que habiendo tomado asiento los Sres. Senadores don
Nicolás Booel y Orbe, D. Juan José Gil de las Revillas y D. Mi
guel Laborda y Galindo, quedaban autorizados para usar de licencia
los Sres. capitanes generales D. Joaquin Ayerve , D. Santos San Mi-'
guel y D. José Carratalá , y en turno por su orden para las sucesivas
los Sres. D. Antonio Rivadeneira y D. Antonio Solis.
También se anunció que el Sr. Laborda ingresaba en la primera
sección.
Procediéndose á la órden del dia, continuó la discusión sobre la
totalidad del dictámen acerca del proyecto de ley relativo al servicio
de bagajes.
El Sr. SAN MIGUEL, Ministro de la Gueira: No molestaré, se
ñores, al Senado haciendo una enumeración de los perjuicios y vejá
menes que se siguen á los pueblos con el suministro llamado de ba
gajes. Cualquier militar que haya viajado, cualquiera persona que
haya vivido en pueblos pequeños habrá visto , y visto con dolor,
hasta qué punto se han ejercido violencias, amenazas, ofensas y todo
género de ultrajes con el motivo de exijir este servicio. Tiene este
servicio tres grandes faltas: la primera, que recae el peso sobre cier
tos pueblos por donde las tropas transitan: la segunda, que en estos
mismos pueblos no gravita la carga, sino sobre el infeliz que tiene
una caballería, un carro ó cualquier otro medio de conducción , sin
que las personas pudientes de aquel pueblo sufran en lo mas míni
mos 7 tercera, y la mas lamentable de todas las demás, es que no
solamente la retribución de este servicio es muy escasa, sino que las
mas veces no se paga; y ya por la esoasez de pagas de los oficiales, ya
por las necesidades perentorias de la guerra, el resultado es que la
mayor parte de los pobres bagajeros hacen su servicio sin recibir ven
taja alguna, y muchas veces maltratados y vejados por los mismos á
quienes sirven. No hay, repito, un servicio mas vejatorio , ni un
mal que reclame tan pronto remedio, y solamente se puede expli
car que se sufra este vejámen por el hábito inveterado en nuestros
pueblos. Que este mal exigía un pronto remedio todo el mundo lo
conoce.
En diferentes legislaturas ban clamado los Diputados y Senado
res celosos por el remedio de este mal tan grave. Bajo estas conside
raciones, señores, el proyecto que se discuta hoy dia, es un gran pro
greso, es una inmensa ventaja en el asunto de que se trata. Este pro
yecto ba nacido y ha tenido origen en el otro Cuerpo colegislador,
al que he tenido el honor de pertenecer, y bajo este supuesto no
puedo menos de mirar la ley con cierto cariño: sin embargo hablaré
de ella con toda la imparcialidad de que soy capaz y que exige hoy
mi puesto.
La ley, señores, consigna dos grandes principios, á saber: que el
servicio de bagajes es una carga pública de la nación ; que debe ser
soportada por todos sus individuos. En efecto, el servicio de bagajes
como todo lo que contribuye al mantenimiento y 'subsistencia del
ejército , debe recaer sobre todos los individuos de la nación, como
gravita el prest, el pan, la paja, el vestuario &c. Asi, señores , el
proyecto que se discute , estableciendo por primera base, por primer
articulo que los bagajes son carga del Estado, consigna un principio
que todos reconocen. El segundo principio que establece este proyec
to es que siendo la retribución de este servicio demasiado escasa ó
insuficiente , quiere la ley que se pague de una manera racional,
de una manera justa, análoga á la naturaleza del servicio que se
presta. ¿Qué es lo que dice la ley sobre el particular? Que una parte
del precio de los bagajes será pagada por aquellos á quienes los ba
gajes se destinen, y la otra parte será pagada según el prorrateo
I que se haga, entre los diferentos pueblos, y será pagada por el Esta

do: pues agregúese al presupuesto de Guerra ó á otro cualquiera,
siempre eslo lo paga el Estado.
Asi, la ley se reduce á mi modo de ver á estos dos principios:
primero, que los bagajes sean una carga del Estado: segundo, que los
hombres que prestan este servicio tengan una retribución proporcio
nada á sus fatigas. A esto creo que está reducido el proyecto; los de
más artículos son reglamentarios, y pueden muy bien ser suprimi
dos. Y en este caso, ¿la ley que se discute satisface las necesidades
que este servicio reclama? Esto es lo que trataré de explicar.
Seguiré, señores, del modo que me sea posible el hilo del discur
so del Sr. Seoane. El Sr. Seoane conviene en el primer principio; lo
adopta S. S. oomo una máxima. En efecto, no es posible que una per
sona del buen juicio y talentos que S. S. deje de admitir como prin
cipio que el servicio de bagajes es una carga publica como las demás.
El Sr. Seoane, y aun me parece que el Sr. Caneja, creen que el
medio adoptado por el proyecto de ley de la comisión no satisface en
teramente las necesidades del pais. Para entrar mejor en materia,
respecto á lo dicho por el Sr. Seoane necesito hacer una explicación
sobre loque es bagaje. Bagaje, prescindiendo déla impropiedad de la
toi, porque se ha aplicado al efecto conducido, al instrumento mo-
▼edor, que es la caballería; prescindiendo, digo, de la impropiedad de
esa voz, el bagaje se puede reducir á dos cosas: primera, el que lleva
los hombres; y segunda, el que lleva los efectos. Respecto al primer
punto, soy de la opinión del Sr. Seoane. El oficial en marcha debe
tener, en mi opinión, un sobresueldo para ayudarle á soportar el ex-
i de gastos que origina una marcha. En Francia, pais de que yo
puedo hablar, porque he estado en él por desgracia algunos años, se
da á los- oficiales un sobresueldo para subvenir á los gastos del viaje;
y asi á los oficiales subalternos se les dan dos francos, al capitán cua-
tro, al comandante oinco, &c.
El oficial, señores, pretiere , y es de preferir, una gratificación
durante su marcha á un bagaje; y es bien seguro que los oficiales si,
recibiesen una gratificación, no la emplearían en alquilar un burro
é un caballo, sino que guardarían ese medio duro ó dos pesetas, y
harían su marcha á pie como es natural. Yo he marchado á pie al
gunas leguas y no me he cansado. Creo, pues, que dando una gra
tificación á los oficiales en vez de bagaje, se evitaría un mal, evi
tando primeramente el vejamen que los pueblos sufren; segundo, la
arbitrariedad en la exigencia de los bagajes, porque siempre ha de
haberla , por ser muy dificil no dar lugar á reclamaciones; y terce
ro , porque se suprimiría una carga gravosa y perjudicial, hasta
para los oficiales, pues yo como militar siempre he sido enemigo de
bagajes.
Vamos al bagaje que conduce efectos. Estos efectos ademas de ma
teriales son personas, pues puede haber enfermos, estropeados, ó he
ridos, y puede convenir no dejarlos donde no hay medios de su cu
ración; en ese caso el enfermo, el estropeado y el herido necesitan
ud bagaje para su trasporte como se necesita para un fardo ó para
cualquiera otro material.
Yo digo que si se puede abolir el servicio de bagajes para las
personas, seria muy dificil abolirlo con respecto á los efectos, por-
Íue en España no se encontrarían en todas partes como sucede en
rancia y en otros países donde las comunicaciones están tan expedi
tas. En Francia hay en cada distrito un proveedor militar que faci
lita los medios de trasportes, todos aquellos carros que se necesitan
para los trasportes. En España huy no se puede hacer. Yo supongo
que se pone en marcha un regimiento, que se dice hay tantos capi
tanes, tantos oliciales subalternos &c. Tantos carros se necesitan!
ahí está la gratificación ó sobresueldo para proveerse de los carros
necesarios: yo digo que puntu hay en España donde un regimiento
con el dinero en la mano no encontraría los medios necesarios para
los trasportes ; y sobre la exactitud de este aserto apelo á los milita
res que me oyen. Asi , señores , los príncipírs del proyecto ó ley que
ocupa al Senado no se alteran en nada cou las modificaciones que pro
pone el Sr. Heros.
El art. 2? del proyecto no dice mas que el precio de los bagajes se
aumentará y se dividirá en dos porciones para su pago ; una parte la
pagará el oficial y la otra el Estado, y se agregará al presupuesto de
la Guerra. De consiguiente, yo adopto en nombre del Gobierno todas
aquellas modificaciones que tienen por objeto el disminuir: primero,
el número de los bagajes; y segundo, el número de los objetos de
trasporte. No hay cosa que mas repugne á un oficial que ver mar
char un batallón que lleva 200 carros ocupados con objetos que no
son absolutamente necesarios. Disminuyendo estos objetos al míni
mum posible, dando al oficial un sobresueldo por razón de trasportes,
seria muy fácil encontrar el número de bagajes en los pueblos para
los trasportes de los efectos.
El Gobierno, señores , por mi órgano dice que esta ley encierra
dos principios útiles: primero, que el servicio de bagajes sea una
carga que gravite sobre todas las clases del Estado; y segundo, que
el precio de los bagajes se aumente y se divida su paga entre el ofi
cial y el Erario. Es claro que si se adopta este principio, y el oficial
en lugar de darle bagaje recibe un sobresueldo, será mas ventajoso
para el oficial mismo; porque un subalterno si tiene ocho ó diez
reales el dia que menos habrá de pagar cuatro ó seis reales por una
caballería. De aqui resulta que no se pagan los bagajes, y de no pa
gar los bagajes nacen las tropelías sabidas de todos. De modo que ad
mitiendo el principio del Sr. Seoaue, se haria una cosa útil al oli-
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cial , útil al servicio público, y útil á la misma disciplina militar.
Yo, señores , no quiero cansar el ánimo del Senado. Respecto al
segundo, repilo que el Gobierno admit irá las modificaciones que se
hagan , lo cual debe tener presente el Sr. Heros. El Sr. Seoane quiere
que se mejore el servicio de bagajes por medio de la retribuciod ó so
bresueldo á los oficiales. De todas maneras, adoptando este princi
pio, y reduciendo el equipaje de un regimiento y de un batallón al
mínimum posible , este servicio mejorará indudablemente. Por mi
parte, si yo continúo en este puesto adoptaré algunas medidas con
cernientes al mismo objeto. Creo, por lo tanto , que el Senado
puede adoptar el dictámen de la comisión en su esencia , en su
principio.
El Sr. ORINAGA: El Sr. Ministro de la Guerra ha dicho quo
adopta el principio de este proyecto de ley , i saber: que el servicio
de bagajes es una carga del Estado, y que todos deben contribuir á
ella. Ha dicho S. S. que podría modificarse respecto del art. 2?, por
que en lugar del bagaje se les puede dar á los oficiales una retribu
ción ó sobresueldo, y que únicamente habrá bagajes para conducir
los efectos necesarios á los cuerpos de ejército. *
Ayer el Sr. Seoane hizo una especie de reconvención á la comi
sión porque había puesto una adición al art. 6?, reducida á que la
intervención militar respectiva del distrito no pueda rehusar bajo
pretexto alguno el abono. La comisión ha tenido una ra? un poderosa
para hacer esto, porque habiendo sucedido que se ha dado pasaporte
por un capitán general a diferentes individuos para trasportarse de
un punto á otro, después la intervención militar ha desechado los
pasaportes bajo el pretexto de que aquellos individuos iban como la
viuda de un militar muerto en campaña á quien el capitán gene
ral le da un pasaporte pala que marche á su casa , y en esto no
tiene razón la intervención mistar. Este es el motivo por que la co
misión puso esa adición justa, para evitar esos abusos. Suprimida
ahora la parte de bagaje para los oficiales, resulta que en el pasa
porte deberá expresarse el número de acémilas ó carros necesarios
para los trasportes con el objeto de que la intervención militar no se
niegue á abonarlos, pues el alcalde no puede ir á examinar el pasa
porte; pero ya que el Sr. Ministro de la Guerra ha dicho que admi
te el proyecto, según se vayan discutiendo los artículos se irán ha
ciendo aquellas correcciones que se crean necesarias.
El Sr. Ministro de la GUERRA: Yo quisiera que no se inter
pretaran mal mis palabras : he dicho que seria de desear que los ofi
ciales en lugar de bagajes tuviesen una 'gratificación de marcha;
pero por ningún concepto pude decir que no se les diese ni uno ni
otro.
He manifestado que creía que los oficiales no quedarían descon
tentos porque en vez de un bagaje se les pusiese en la mano diez
reales á razón de cada dia de marcha; pero de ninguna manera el
que se suprimiesen los bagajes á los oficiales que tienen derecho á
el los.
El Sr. ORINAGA: Si desde luego se declara que los oficiales no
han de tener bagajes porque se les ha de pagar , creo que no es ne
cesario
El Sr. PRESIDENTE: Sr. Orínaga, esa observación puede V. S.
hacerla en la discusión de los artículos.**
No habiendo ningún otroSr. Senador que tuviese pedida la palabra
en contra , se preguntó si había lugar á deliberar por artioulos , y
contestándose afirmativamente, se leyó el art. 1! {véase) ; después
la siguiente enmienda del Sr. Heros.
Articulo 1? "Se suprime el suministro de bagajes que los pueblos
^.prestaban á las tropas, y desde la publicación de esta ley se conside
rará como una carga general del Estado."
Como su autor dijo
El Sr. HEROj: Examinado el proyecto de ley que en este mo
mento se discute, se ve claramente que es una supresión del servicio
de bagajes , porque lo que en él se establece no es mas que una série
de disposiciones que deben reemplazar las unas á las otras; de ma
nera que empieza por declarar que el servicio de bagajes es una carga
general: establece este principio como regla general é invariable, y
coma oportunisimamente ha dicho el Sr. Ministro de la Guerra ; ese
servicio entra en la categoría de los demás suministros del ejército.
Viene después consiguiente con este principio el que este suministro
se saque á pública subasta, es decir , que entra ya también en ls. ca
tegoría de las demás contratas de provisiones , paja, camas , utensi
lios &c. ; y las demás disposiciones que siguen son como supletorias
ó del reemplazo de esa. Asi que, si la primera se verifica el resultado
de todas las demás es inútil: por consecuencia, como la ley envuel
ve por una parte la supresión del servicio de bagajes , y por otra
declara ser una carga general del Estado , yo lo que he hecho ha sido
añadir á las palabras mismas del articulo, se suprime el servicio de
bagajes , que ya lo dice la ley, que los pueblos prestaban á las tro
pas , que ya lo dice la ley ; y desde la publicación de esta ley se con
siderará como una carga general del listado, para que se sepa asi y
no haya después interpretaciones ni conjeturas.
Yo , señores, hace algunos anos que no milito; pero conservo toda
aquella aficiou que ordinariamente los que han militado algunos
años conservan á su profesipn, bien por el decoro que inspira, bien
por el deseo que todos deben tener de que una parle tan esencial de
la nación goce de todo el lustre y dignidad que debe tener. Los se
ñores que me han precedido han dicho en materia de bagajes mucho
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mas tal vez de lo que jo pudiera manifestar después de haber aban- : te desvanecidos en los artículos que vienen después. Y aun diré mas:
donado, por decirlo asi , la carrera militar hace laníos ajos; pero como la ley de que se trata es una ley de ensayo , todavia me pro
todo lo que se ha expuesto ha sido inferior á lo que falta que decir pongo hacer un articulo último en que se diga que el Gobierno en
que sucede, sobre todo en nuestro pais, y que por si solo es suficiente la próxima legislatura dará cuenta de los resultados que haya tenido
para mirar este asunto con todo el celo que se debe mirar. Baste de esta ley para que se perfeccione ó mejore en aquello que lo necesite.
cir que hay países en España donde hasta los racionales sirven de Por consiguiente, se trata de un servicio tan vicioso, que hemos
bagajes , hasta este punto llega el abuso ; y el que haya tenido cuino visto que hay leyes para arreglarle nada menos que desde la mitad
militar que transitar por las montañas de León , de Tartas provin del siglo xv, es decir, que desde el tiempo del Rey D. Juan II de
cias de Galicia y por las Asturias, en mucha parte de los países po Castilla se están dando leyes para el servicio de bagajes., y no se ha
bres de población bien extendida, pero que realmente todo su tener podido arreglar, porque es inarreglable ; es cosa que no se puede de
no alcanza al trabajo de una sola muía en un dia , habrán visto como ningún modo arreglar.
jo, cayéndose el alma de rubor j de vergüenza, ir uua muger cargada Si no se aprueba lo que yo propongo, si no se decide una cosa se
con la maleta de un oficial. Aunque no fuese mas que esto, bastaba mejante, siempre tendrán lugar las mismas violencias, vejaciones,
para acabar con esa especie de servidumbre degradante. combinaciones y amaños, y cuando vayan partidas sueltas mandadas
Yo espero, pues, que el Senado se servirá tomar en consideración por cabos ó sargentos, ó encargadas á un soldado, babrá mil abusos,
el articulo con mi adición, la cual no hace mas que sancionar esc se falsificarán los pasaportes , se suplantarán los números, J donde
principio á fin de que, como el Sr. Ministro de la Guerra lia dicho diga tres se pondrá trece, donde cuatro catorce ; en fin, quedarán en
muy bien , bagamos al ejercito un servicio que combina todos los pie una serie de enredos, de embrollos y de daños de que dificilmente
intereses, porque al mismo tiempo que proporciona una ventaja á se podrá deshacer el militar ó el general más celoso, el gefe mas ac
los oficiales , libra al pais de uua carga insoportable ; y vale mas que tivo y' el Gobierno mas prudente. Continuarán teniendo lugar esas
por esc medio se aumente un millón en el presupueslo que no el coaliciones entre los alguaciles y los que necesitan bagajes, entre los
que continúen los 18 millones de daños que se están haciendo á todos alguaciles y los que los han de dar, y entre los alguaciles y los que
los españoles, como por ejemplo el de que por antojo ó mala fe de un no tienen con que untarles la mano: el rejultado será que el servicio
alguacil , ó abuso de un oficial , se prive de su fortuna á un infeliz de bagajes será una sentina de males. Yo«confieso que si la ley que
que llega con su recua. nos ocupa no trajera el respetable origen que trae, si no fuese por la
Ruego, pues, al Senado que se sirva aprobar el articulo con la premura del tiempo, y porque va acercándose la época de la recolec
adición , ínterin paso i presentar otras enmiendas para los demás. ción de la cosecha presente, donde hay mas movimiento de tropas, en
El Sr. Secretario CARRASCO : Lo que ha presentado el Sr. He- las provincias del Mediodía, donde están las ciudades mas populosas,
ros es una enmienda, no es adición ; y con arreglo al art. 99 S. S. la yo confieso que si esto diese mas treguas presentaría el medio de que
ha apoyado. Ahora, antes de su discusión, es necesario saber si la esta ley saliese mas correcta.
comisión la admite ó no. Si se admite, puede discutirse; si no se ad Pero cuando advierto, no digo la docilidad, sino la prudente pre
mite , entonces resolverá el Senado. visión del Sr. Ministro de la Guerra y sus conocimientos en esta
f La comisión admite la enmienda del Sr. Heros? materia, creo que entregada en tales manos la ejecución de esta lej
El Sr. LASAÑA : Pido la palabra. • en virtud de la autorización que se le dé al efecto nos pondremos
El Sr. PRESIDENTE : Antes de abrir discusión es necesario ate en tal camino de progreso que no se pase un año sin que sea conocida
nernos al reglamento. Sírvase V. S. , Sr. Secretario, leer todo el ar ■ por todos la utilidad de esta lej, y aplaudida tanto como lo ha sido
tículo 99 (se lej-ó).. la ley de reemplazos militares, que parecía un imposible cuando eran
El Sr. LASAÑA: Me hubiera opuesto cuando se llamó adición, tantas las distinciones y exenciones que antes había. Estas, señores,
porque no lo era ; pero llamándose enmienda , la comisión no tiene son las leyes que valen, las leyes que los pueblos agradecen, las le
inconveniente. yes que consotidan el Gobierno constitucional, porque hacen ver las
El Sr. Ministro de la GUERRA: Suplico al Sr. Presidente se extraordinarias ventajas que tiene sobre lodos los Gobiernos en
sirva mandar que se vuelva á leer el articulo presentado por el se donde los intereses de los pueblos no se ventilan con la franqueza que
ñor Iieros (se leyii). Quisiera, señores, que el Senado reflexionase un aquí se obra.
poco sobre la oscuridad que envuelve ese articulo. Por un lado dice Ruego por lo tanto al.Sr. Ministro de la Guerra, que acaba de
que se suprime el servicio de bagajes que basta ahora prestaban los manifestar ese pequeño escrúpulo, que teniendo presente lo que voy
pueblos á las tropas, y por otro se manifiesta que estos bagajes se á proponer después, se sirva adoptar el articulo que he presentado.
considerarán desde la publicación de esta ley nomo una carga gene El Sr. SAN MIGUEL, -Ministro de la Guerra: Siento insistir
ral del Estado, j puede haber una mala inteligencia en esto; por mucho en una cosa; pero no puedomenos, porque un sentimiento de
que en mi entender hay una especie de contradicción entre la supre mi deber me obliga á hacerlo.
sión del servicio de bagajes y el que este servicio sea en adelante una Dice el Sr. Heros que toda la oscuridad que pueda haber en el ar
carga general del Estado. tículo se pone clara con los artículos sucesivos. Yo, señores , conozco
Yo creo que la equivocación consiste en la voz bagaje, que es que hay muchas leyes , que hay muchos reglamentos que se compo
muy general , muy vaga , comprende todos los medios de conduc nen de artículos que no pueden explicarse sino con los artículos si
ción : burros, machos, caballos, carros, y hasta las mugeres, que guientes. Verdaderamente hay muchas leyes en que la idea expresa
según acaba de manifestar el Sr. Heros, parece que también prestan da en un articulo no se puede desarrollar bien, sino en los siguientes;
este servicio: me parece por tanto que el articulo como estaba anun pero aqui, señores, no sucede esto, y cuando se puede evitar dejan
cia mejor la idea ó principio adoptado por los Sres. Senadores de que do con la.debida claridad todos los artículos considerados aislada
ese servicio no se suprima en toda su extensión; porque decir que mente, me parece que.no hay razón para dejarlo de hacer.
se suprime el servicio de bagajes que los pueblos prestaban á las tro El Sr. HEROS: Si el Sr. Ministro tiene la bondad de indicar la
pas , y que en adelante será una carga del Estado, parece que es palabra que deba sustituirse, yo suscribo gustosamente á la que S. S.
contradecirse, porque no puede ser carga del Estado una cosa que tenga la bondad de proponer.
se suprime. El Sr. SAN MIGUEL, Ministro de la Guerra: Si suscribe el se
Desearía , por tanto, que el Sr. Heros , autor de la enmienda, lo ñor Heros á la palabra que yo quiera sustituir , yo, señores, en mi
presentase de una manera mas ciara , que no indujera á error, por humilde opinión creo que debe dejarse el articulo tal cual está en el
que S. S. sabe muy bien lo conveniente y necesario que es el que las proyecto, porque es mas breve , mas compendioso, y expresa mejor
leyes tengan la mayor precisión y claridad posible. la idea del Senado, y sobre todo la idea del Sr. Heros y del Sr. Seoa-
El Sr. HEROS : Como el modo con que se discute esta ley , ate- ne. Es una cosa que tiene aplicación á todos los casos. Dice: "El servi
niéodose estrictamente al espíritu del reglamento con mas ó menos cio de bagajes se considera como una carga general del Estado." Yo
nproximaoion , no me permite presentar de una vez un contrapro diria : "Todo lo que hasta ahora se comprende bajo el servicio de ba
yecto de ley, por decirlo asi , el resultado es que el articulo tal cual gajes queda como carga del Estado."
se presenta parece que quiere decir lo que ha indicado el Sr. Minis Señores, este articulo no puede dar lugar á error, porque expre
tro de la Guerra; pero mas adelante, en las enmiendas que pienso sa la idea con mas claridad que lo que propone el Sr. Heros; por
presentar á los otros artículos, hay uno con lo cual se disipan ledos que dice terminantemente que todo el servicio que antes se llamaba
los escrúpulos que pueda haber. Ya digo: como no se puede por los de bagajes queda considerado como una carga general de toda la
trámites del reglamento presentar todo el proyecto á la vez, es nece nación.
sario que quede una especie de vacio entre lo que he dicho y lo que El Sr. HEROS : Retiro la enmienda.
voy á proponer al Senado; pero para que se forme un juicio exacto El Sr. PRESIDENTE : Queda retirada la enmienda. Va á en
haré presente que á los artículos sucesivos propongo yo los siguientes: trarse en la discusión del primer articulo del proyecto de ley."
Articulo 2? "En tanto que las Cortes comprenden en el presupues Leido el art. i? del proyecto, y no habiendo ningún Sr. Senador
to de guerra el gasto que pueda ocasionar el suministro de bagages que pidiese la palabra en contra , fue aprobado.
por el Estado se autoriza al Gobierno : Se leyó el art. 2! (pcase), y á continuación la enmienda presen
i! Para señalar á los militares que tengan derecho á bagaje la tada al mismo por el Sr. Heros, que dice asi :
indemnización equivalente á ¿I. Art. 2í "En tanto que las Córtcs comprenden en el presupuesto
2.' Para señalar igualmente á los cuerpos la cantidad necesaria de guerra el gasto que pueda ocasionar el suministo de bagajes, por el
para el trasporte de sus efectos militares , dictando los reglamentos Estado se autoriza al Gobierno:
oportunos al intento." 1? Para señalar á los militares que tengan derecho á bagaje la
De esta manera me parece que los escrúpulos que encuentra el se- I indemnización equivalente á él.
ñor Ministro de la Guerra eu el primer articulo están perfectamen 2? Para señalar igualmente á los cuerpos la cantidad necesaria

para el trasporte de su» efectos militares, dictando los reglamentos
oportunos al intento."
El Sr. HEROSt He puesto la enmienda á los dos artículos si
guientes de la ley , porque en el uno es donde ya se dice el modo
con que los cuerpos del ejercito han de pagar los bagajes , y porque
en el otro se añade que los intendentes militares hayan de subastar
ese servicio.
Por consiguiente todo el vigor de ley, por decirlo asi, está en
rsos dos artículos; porque los demás qtie vienen ya son preceptos su
balternos. Pues ahora bien: partiendo del principio que el Sr. Mi
nistro, con mucho gusto mió, ha indicado de que se dé á los mili
tares una indemnizarion por el servicio de bagajes, y que á los cuer
pos por otra parte para el trasporte de sus efectos se Ies dé tam
bién la indemnización correspondiente , digo yo: "Queda el Minis
tro autorizado para indemnizar á los cuerpos de los gastos que hagan
en este punto;" y no obstante que por la Constitución corresponde al
Gobierno dictar los reglamentos necesarios para la ejecución de las
leyes , añado que el Ministro haya de establecer el reglamento para
que tenga cumplido efecto lo que se sirva ordenar.
Por consecueucia , una vez que ya está reconocida la utilidad de
la medida que propongo, no me parece que sea necesario entrar en
esos pormenores. Sin embargo , si yo entrase en ellos , manifestarla
que es tal la ventaja que' sacarán los que tienen que usar bagajes de
la medida que se propone , que cambiará enteramente, por decirlo
asi, la naturaleza de ese servicio; y es tal el desahogo en que que
darán los pueblos , que es indudable que todos ganarán extraordina
riamente.
No tengo nada que decir después de lo que tan acertadamente ha
dicho el Sr. Ministro de la Guerra ; solo que si le parece que debe
haber alguna modificación ó alteración en las palabras del articulo
la proponga , y estoy pronto á pasar por ello.
El Sr. SAN MIGUEL, Ministro de la Guerra: He dicho, seño
res , y es una verdad; lo digo como Ministro , como militar, como
hombre que conoce por práctica este asunto ; he dicho que yo adopto
el que cada oficial de todas graduaciones reciba en lugar de bagaje
ana indemnización de camino ó de viaje, ó del gasto, graduado se
gún la clase del oficial.
Este principio es muy beneficioso, es militar; yo le adopto: pero
es necesario hacer una reflexión. Si el Gobierno, adoptándose esta
medida, determina las gratificaciones que debe tener cada oficial por
ria de bagajes , pregunto yo : señores, en la penuria en que nos ha
llamos , y que es tan pública ; en la dificultad que tenemos de cubrir
las obligaciones, y lo digo porque no es una llaga que esté oculta,
pues está declarado á la faz del mundo ; si es tan grande la dificultad
que hay hoy de mover un regimiento por los haberes que tienen que
abonársele para marchar; si á esos haberes ahora se añadiese la gratifi
cación de viaje de los oficiales, ¿no se veria el Gobierno en la imposi
bilidad de cumplimentar esta ley, que" es tan útil, que es tan mili
tar y tan necesaria V Señores , lo que ahora se propone no puede te
ner lugar sino cuando la nación llegue á mejores días.
Yo adopto el sentido y el principio, pero no la ejecución inme
diata mientras tanto que el presupuesto de la Guerra no esté mejor
satisfecho, siendo la nación mas rica, porque ahora seria Un nuevo
embarazo para el Gobierno. '
El Sr. PRESIDENTE: No puede admitirse discusión acerca de
la enmienda del segundo artículo hasta que la comisión declare si lo
adopta ó ha de volver á ella. La comisión tiene la palabra.
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ: La comisión ha visto que en
cada uno de los Sres. Senadores que ha hablado ha recibido la cues
tión un nuevo semblante : la comisión tiene Ib satisfacción de haber
oido con el mayor gusto al Sr. Ministro de la Guerra, porque cier
tamente ven los individuos que la componen satisfechos sus deseos,
que son idénticos con los de los demás señores que desean se quite
hasta el nombre de bagaje ; pero tropieza siempre en la dificultad de
qne pueda realizarse, y en los mayores inconvenientes de que no se
baga el servicio de bagajes como corresponde por la penuria del
Estado.
Yo nunca convendré en lo indicado por el Sr. Seoane de que el
soldado español se haya desmoralizado por el servicio de bagajes, por
que en las circunstancias en que ha mostrado alguna desmoralización
lo* de otras naciones la hubieran llevado hasta el extremo; y yo no
puedo pasar por esto sin prestarles en cuanto pueda las mayores seña
les de veneración. El soldado español es lo mas meritorio que tiene
hoy Europa ; tanto mas, cuanto que esos méritos contraidos por sus
servicios han sido prestados por unos hombres que solo lo hacían por
el servicio de la patria y nada por interés. Mi sentimiento es que no
pueda atenderse á esa clase como merece : hé aqui los recelos de la
comisión , y acaso vamos á poner el servicio de bagajes de modo que
las tropas no puedan moverse y los soldados no tengan con que
marchar.
El Sr. Heros ha dicho, con mucha razón, que el ejército ha lle
gado á regularizarse de un modo que al fin llegarán é acabarse to
dos los fraudes, en beneficio de los contribuyentes. La nación es
pañola es la mas á propósito para hacer leyes; y prueba de ello es
el que desde el tiempo de Constantino se estuvo trabajando para re
gularizar el consentimiento de los padres á los hijos para contraer
matrimonio, y solo la nación española pudo gloriarse de haberlo
concluido en la pragmática de 1803. Asi que, corresponde al carác-
S—TOMO I.
219
| ter español el arte de hacer las leyes; y por eso no he extrañado las
ideas que se han expresado conforme iba avanzando la discusión.
La comisión se veria llena de gloría y satisfacción si se pudie
ran destruir los bagajes, y si pudiera decir al pueblo contribuyente:
"ya no hay mas bagajes;" pero yo veia comprometido al Sr. Mi
nistro de la Guerra, que no ha podido menos, después que hubo
visto la primera adición, de estar muy alerta hasta que yo expli
qué la mente de la comisión. En vista de esto, todo se podía haber
arreglado con una palabra : "cesa el servicio de bagajes prestado por
los pueblos', y principia á ser carga del Estado." Si se hubiera
adoptado el primer articulo , según la enmienda del Sr. Heros, el
proyecto de ley estaba concluido , porque no podíamos pasar de él,
y era necesario formular otra ley. La comisión sin embargo se
alegraba de que se hubiese adoptado; pero en el caso que nos ha
llamos es preciso que respetemos mucho el pensamiento del Cuerpo
colegislador que nos ha enviado este proyecto ; y tanto mas respeta
ble , cuanto que afecta un articulo de la Constitución, que es el 37,
(le leyó.) , y estonces íbamos á vernos en un conflicto.
El proyecto de ley ha venido de la fuente en que deben nacer los
de esta clase ; y nosotros debemos tener toda la consideración posible
al otro Cuerpo, conservando si se puede hasta las mismas palabras; y
si hacemos alguna enmienda es preciso procurar que no se oscurezca,
porque también por otro lado nos exponíamos á un desaire, si aban
donadas nuestras observaciones por el Congreso fuese á la sanción
Real.
En todas estas disposiciones la comisión ha procedido con mucho
pulso, conservando todas las intenciones del proyecto; y asi opina
que la enmienda que se ha propuesto por el Sr. Heros á los artículos
2? y 3? de un golpe debería dividirse por S. S. , porque asi se ana
lizaría mas la idea que nos quiere presentar , podríamos considerarla
mas melódicamente, y no nos expondríamos á_ hacer un conjunto, en
el cual es muy fácil que pueda equivocarse. Si S. S. quiere dividirlo ,
en este caso continuaré hablando.
El Sr. HEROS : No puedo entrar en discusión , ni menos contes
tar á lo que ha dicho el Sr. Ministro de la Guerra : me basta indicar
que por el proyecto tal como está va á costar diez veces mas el
servicio de bagajes. Yo no puedo complacer á S. S., porque la enmien
da que he propuesto no es divisible, pues dice: "se autoriza al G°*
bierno: 1! para auxiliar á los militares, 2? á los cuerpos." Por conse
cuencia, vuelvo á decir que el medio <jue se propone en la enmienda
cuesta diez veces menos, porque suponiendo que diésemos á mil ofi
ciales á 200 rs. á cado uno, costaria 200,000 ; y según lo que propo
ne la comisión pasa de dos millones loque va á costar.
El Sr. PRESIDENTE: ¿ La comisión adopta la proposición? ¿Si,
ó no? Es circunstancia preliminar, sin la cual no se puede entrar en
discusión. Asi , ruego á los individuos de la comisión que digan sí
admiten ó no la enmienda.
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ : A nombre de la comisión
ruego al Senado que se sirva declarar que pase á la misma."
Asi se acordó.
El Sr. PRESIDENTE : Se suspende esta discusión."
Se leyó el dictámen de la comisión de Actas relativo á la comu
nicación del Sr. D. Alvaro Gómez Becerra.
Abierta discusión dijo
El Sr. ONDOVILLA: Antes de procederse á la discusión del
dictámen que acaba de leerse debo hacer una aclaración. En la sesión
de ayer se dió cuenta de este dictámen de la comisión de Actas, y
al hacerse su lectura se advirtió que se encontraba incompleto, mo
tivo por el cual el Sr. Presidente se sirvió suspender la discusión.
Practicadas por mi las diligencias que eran conducentes á fin de
averiguar el paradero del medio pliego que estaba intercalado, han
dado por resultado que el gefe de la redacción del Diario habia co
piado el dictámen que el secretario de la comisión habia dejado so
bre la mesa , y le habia mandado copiado á la imprenta; de consi
guiente era elaro que entonces el medio pliego que faltaba estaba en
el expediente.
La comisión no volvió á ver los papeles desde el momento que
los presentó en la mesa , cuando los Sres. Senadores echaron de ver
que faltaba la opinión de la comisión, y tuvieron razón de hacerlo
presente asi al Senado. Luego se ha encontrado aquel medio pliego
que se metió por descuido en otro legajo de papeles, y de esto ha
resultado el que apareciese incompleto. Ahora ya esta todo unido.
El Sr« PRESIDENTE: Es positivo , señores, que se habia tras
papelado ese medio pliego , y que estaba entre los papeles que com
ponían el expediente; pero debo advertir que al concluir, lo escrito en,
una de las páginas del expediente de actas correspondía exactamen
te con el principio de lo escrito en la página siguiente; y por esa ra
zón no se notó en la mesa , y tuve que suspender la discusión , y
luego se encontró entre los demás expedientes.
El Sr. ONIS : Es tan eierto esto , que el Sr. Macía me preguntó
al principio de la sesión : "¿falta aqui algo?" y yo le contesté: "no,"
porque sigue.
El Sr. MACIA LLEOPART: Al entrar , señores , en esta discu
sión no puedo menos de manifestar lo que indiqué en el dia de
ayer, que para mi es muy sensible tener que impugnar este dictá
men que la comisión ha fundado en un verdadero principio , cual es
la- observancia religiosa del articulo constitucional de que se trata,
el cual está conforme con mis principio*. Pero yo creo que la comi
65
 220
sioa no ha acertado al hacer la aplicación de Cite artículo.
Trátase en resúmea de que si por el art. 13 de la Constitución
se considera sujeto á reelección un Senador que ha sido nombrado
por el Gobierno para un destino del que ya antes había estado en
posesión. No hay mas que fijar la cuestión en este punto y exami
nar el articulo constitucional de que se trata, el cual dice asi: ('e/ój.
Yo creo, señores, que cuanto la comisión dice , y cuanto yo me
propongo decir en contra de su dictamen, depende de la palabra
empleo que no sea de escala. Escala no puede ser otra cosa que la que
tiene un empleado que en cualquiera ramo de la administración se
le da un empleo de mas consideración que el que tenia, ó por su na
turaleza ó por la mayor cantidad de sueldo asignado ; esta es la in
teligencia deesa palabra; asi se ha aplicado siempre, y no podia
hacerse de otro modo. "Empleo que no sea de escala" dice el artí
culo. ¿Pero cómo entendemos aquí ésta palabra escala? ¿Concedién
dose un destino inferior al que antes se había obtenido? Yo creo que
no es esta la aplicación que en otras ocasiones ha hecho el Senado del
articulo, ni tampoco el otro Cuerpo colegislador, porque á no ser
asi seria un contra principio , pues lo que ha querido la Cons
titución es que mientras que una persona sea Diputado ó Sena
dor no puela mejorar en el destino que tuviera del Gobierno al
ser elegido; pero nunca se ha entendido que no haya podido ser ele
gido por el Gobierno para un cargo de menos categoría que el que
desempeñaba siendo Senador ó Diputado. Esto nunca se ha entendido
asi porque no varía la posición en el sentido que la ley dice.
Yo he votado en el sentido que lo haré ahora en muchos casos en
que ha ocurrido que algunos, Sres. Senadores han recibido del Go
bierno un nombramiento equivalente á este en la carrera civil , en
la magistratura y en la eclesiástica. Obispos ha habido que han sido
nombrados para otros obispados, y no ha variado su posición para
con los electores.
Asi , lo que se trata es de saber si se está en el caso que señala la
Constitución ; y yo entiendo el artículo como lo acabo de manifestar.
¿Ha, obtenido destino de escala en este sentido? Claro es que no.
¿El Sr. Senador de quien se trata por haber obtenido destino del Go
bierno ha obtenido mayor consideración de la que tenía como ce
sante? No, señores. ¿Este Sr. Senador ha obtenido sueldo? Ta m po
po : muy al contrario; y asi en lugar de ganar se hará un perjuicio
i los pueblos declarando que esta elección ó nombramiento le sujeta
á reelección; y la razón es que si el Sr. Gómez Becerra renuncia el
destino, habrá que nombrar otra persona para que lo desempeñe , y
entonces el Estado se gravaría con el sueldo del nombrado y con la
cesantía del interesado, que es considerable y equivalente al mis
mo sueldo.
Asi que, por mas que he meditado , encuentro que en esta cues
tión se ha partido de una mala inteligi*ncia, y que no está en su lu
gar el dictamen , no encontrando en todas las razones que presenta
una sola que me acabe de convencer.
Dice la comisión [lee). Convengo en eso, y en que por consecuen
cia al concedérsele la plaza en el Tribunal Supremo era Ministro
cesante.
"Es indudable que lia sido agraciado con un empleo en propiedad
de la mayor importancia" dice la comisión; pero la palabra impor
tancia, comparada con la situación de cesantía en que se encontraba
ese interesado , no es de tanta importancia, y no puede tener nin
guna aplicación. Aquí hay una mala inteligencia , porque ¿quién
ha de suponer que esa importancia era mayor á la que tenia por la
cesantía la persona interesada ? Cuando siendo, ministro del Tribunal
Supremo de Justicia fue nombrado para Ministro de la Corona, per
dió el deslino, pero no toda la importancia; y si se pusiera en dis
puta cuál de los dos destinos era de mayor importancia , habría al
guno que quisiera suponer que la importancia de magistrado del
Tribunal Supremo le hacia superior al cargo de Secretario del Des
pacho.
De aqui deduzco yo, á pesar Je los argumentos de la comisión,
que el Sr. Gomes Becerra no está sujelo á reelección, porque el des*
tino no es de importancia, atendida la consideración que tenia ante
riormente.
"Que no es de escala," dice la comisión. Por supuesto que no lo
es; ¿y cómo puede serlo cuando no hay escala del Ministerio al Tribu
nal Supremo? Si al interesado de quien se trata se le hubiese nom
brado para un destino superior al que tenia antes de subir al Mi
nisterio, entonces hubiera habido escala ; pero aqu¿ no se está en ese
caso; y cuando la comisión se funda en que quede sujeto á reelección
comete un absurdo.
Sigue la comisión diciendo (lee"). La persona de quien te trata
tenia fijada su suerte de una manera irrevocable, la tenia fijada
como magistrado cesante antes de ser nombrado para el Ministerio,
y la tenia fijada después como cesante del Ministerio: no dependía
de ninguna clase de arbitrariedad; tampoco está colocado en una po
sición distinta de la en que se hallaba cuando fue elegido para el
cargo de Senador, por masque la comisión diga lo contrario.
Los electores le eligieron siendo Ministro; fue nombrado Senador,
salió del Ministerio, y ahora le nombra de nuevo el Gobieruo para
la plaza de magistrado del Tribunal Supremo de Justicia de que
■«■Mr* habia cesado; y por consiguiente no veo la diferencia de posi
ción del interesado.
Dice la comisión en el segundo punto {leyó). Yo convengo tam
i bién con la comisión en ciertos puntos, y en otros no. Aqui no se ha
hecho mas que reponerle en el destino que ocupó, y á mi modo de
pensar la palabra reposición en este caso tiene un sentido lato , le^al,
explícito y conocido; pero la comisión la entiende en un sentido
estricto.
La conveniencia pública exige ademas , según está mandado por
Reales órdenes, que á los empleados, cesantes se les atienda con pre
ferencia á los otros, y en esta parte esas leyes siempre imponen la
precisión al Gobierno de nombrar á los cesantes á fin de evitar ma
yores dispendios ; pero aqui no se (rata de que el nombramiento del
Gobierno por tal circunstancia sujete á un Diputado ó Senador á
reelección, sino que se trata de la aplicación práotioa de laa pala
bras de un articulo de la Constitución.
Pero dice la comisión "que prescindiendo de que el Sr. Gómez
Becerra no ha sido repuesto, propiamente hablando, en el Supremo
Tribunal de Justicia, sino que se le ha vuelto á colocar en él por
una gracia de la Corona, fundada, sí, en la consideración de un rele
vante mérito y distinguidos servicios, pero tan especial, que le ha
concedido la antigüedad y precedencia de su anterior nombramiento,
no debe perderse de vista que , aun cuando se suponga lo contrario,
no por ello dejará de estar sujeto á ser reelegido, porque en el citado
art. 43 de la Jey fundamental no se expresa ni puede subentenderse
que la reposición deje de sujetar á reelección."
Señores, cualquiera clase de destino igual en la carrera, en el sueldo,
en la consideración, en la categoría para que se nombre á un emplea»
do, porque asi conviene al mejor servicio público , no es de escala ni
puede serlo de manera alguna, porque es la misma cosa. Por conse
cuencia, esto que la comisión dice en el párrafo citado no es mas que
una reunión de palabras contradictorias entre sí mismas , y contra
dictorias también con el espíritu del articulo constitucional.
Sigue la comisión diciendo en su tercera consideración "que aun
en la hipótesis de que la Corona tenga la precisión de reponer á loa
precitados funcionarios, sin que por ello queden sujetos á ser reele
gidos los que pertenezcan á cualquiera de los Cuerpos oolegisladores,
todavía el nombramiento hecho en el Sr. Gómez Becerra no puede
considerarse como una verdadera reposición; porque si bien es cierto
que anteriormente fue individuo del Tribunal Supremo de Justicia,
también lo es que lo fue interino y amovible , y que ahora lo
es en propiedad é inamovible, y se encuentra por consiguiente á
cubierto de toda arbitrariedad ; y ciertamente que de lo uno d lo
otro hay una* inmensa distancia."
Si asi fuese lo que la comisión asegura, yo rogaría á sus indivi
duos que digan en qué fundan la proposición de que el Sr. Gómez
Becerra fue antes Ministro interino del Supremo Tribunal de Jus
ticia. ¿Dónde estamos? ¿Ministro interino? Dígaseme en qué decreto
ha usado el Gobierno esa voz interino. ¿Conferir interinamente un
destino de esta categoría? Nunca. El Sr. Gómez Becerra fue Minis
tro del Supremo Tribunal de Justicia en propiedad como yo lo fui.
¿Quién ha sido interino? ¿Será interino un ministrodel Supremo
Tribunal de Justiciaque tiene su antigüedad, su monte pío especial y
tiene todas las consideraciones anejas á tan elevada clase de destinos?
Puessin embargo, señores, la principal razón que para la reelección del
Sr. Gómez Becerra da la comisión es que antes fue ministro inte
rino y hoy en propiedad. Yo le digo á la oomision que era ministro
en propiedad antes como ahora lo mismo que yo, y lo mismo que
toda la magistratura de España. La magistratura, si no de derecho,
ha sido inamovible de hecho. El articulo de la Constitución que la
hace inamovible no estaba en práctica ; ¿ pero qué lieDe que ver la
cuestión de la movilidad constituciona I con la interinidad de los mi
nistros ? En vano recordaria á la memoria del Senado lo que en
otra época , habiendo llegado un caso semejante, resolvieron las Cór-
tes: por un decreto dijeron que la magistratura en general era inte
rina hasta que fuese declarada inamovible por las Cortes con arre
glo é la Constitución.
¿Y ha habido en esta época ningún decreto que haya dicho que
la magistratura es interina en España? Porque sin embargo la co
misión lo asegura de un modo muy terminante. En los decretos que
después se han dado por la Regencia provisional se han hecho los
nombramientos en propiedad , porque se ba creído llegado el caso de
poner en práctica la inamovilidad . ¿Pero podrá decirse por eso que
el Ministerio desde el principio de la Regencia provisional no con
siderase inamovibles á los magistrados? Nó señor: de ningún modo.
Por consecuencia la comisión funda su dictáinén en una equivoca
ción.* Yo he sido magistrado ; y por estar consignada la inamovili
dad en la Constitución he aceptado un encargo , del cual sabia que no
podia ser removido por la voluntad del Gobierno.
Digo, pues, que el Sr. Gómez Becerra no ha ganado ni en consi
deración , ni en sueldo, ni en categoría , y que por lo mismo no está
sujeto á reelección , ó lo que es igual , que no está en el caso del ar
ticulo constitucional que prohibe admitir destinos que no sean de
escala.
Creo haber dicho bastante para que el Senado reconozca que la
comisión ha llevado su celo hasta un punto exagerado.
El Sr. PRESIDENTE: Sírvase V. S leer, Sr. Secretario, el do
cumento anteriormente pedido."
El Sr. Secretario Valero y Arlela leyó el nombramiento de mi
nistro del Tribunal Supremo de Justicia en favor del Sr. Gómez Be
cerra.

El Sr. ROMO Y GAMBOA: Al ¡mpugar mi amigo el señor
Lleopart el dictamen puesto á discusión ha convenido en algunas de
las ideas de la comisión; pero se funda principalmente su argu
mentación en que no ha sido bien aplicada la doctrina del art. 43
de la Constitución. Para manifestar que S. S. al parecer es el que
está equivocado, no hay mas que considerar las circunstancias en que
se encontraba y se encui-ntra el Sr. Senador Gómez Becerra. Cuan
do subió dicho seiior al Ministerio de Gracia y Justicia dejó absolu
tamente de pertenecer al Supremo Tribunal de Justicia , y por con-
siguente el haber sido individuo del mismo tribunal no hubiera po
dido servir, mirando la cuestión económicamente , sino para graduar
la jubilación que le hubiera podido corresponder. Era realmente
ministro cesante, y es claro que de esto á ser nombrado después mi'
instro del Supremo Tribunal de Justicia no hay escala : por eso dice
la comisión que uo es de escala el destino, aunque era cesante, que
es el estado eq que se encuentran muchos de los dignos compañeros
que fueron del mismo Supremo Tribunal de Justicia , que se hallan
en un estado de postergación , aunque honorífica , y siempre será una
verdad que á cualquier funcionario público que ha cesado en un
destino, y por cualquier causa que sea, se le vuelve á colocar en el,
se le varía de posición, aumenta en intereses, en goces, y pierde de
su independencia , porque el que recibe una gracia del Gobierno hasta
cierto punto se liga con él por gratitud, y aunque no se comprome
ta, siempre tiene que detenerse para hacer cierta oposición. Ño hace
mucho tiempo que se presentó un ejemplo de esto que no se olvidará
fácilmente.
La comisión dice que ha recibido un empleo de mucha importan
cia, porque es claro que habiendo sido Ministro de la Corona, á nin
gún otro empleo podía ya subir de mayor categoría. Pero desde luego
de haber sido nombrado ministro de este tribunal resulta la ventaja
de cobrar mas sueldo, 10,000 rs. mas; porque si como cesante goza
ba de 40,000 rs. , ahora como ministro goza 50,000 rs. Que varia de
posición respecto á los electores es indudable, porque cuando le nom
braron era Ministro de la Corona, individuo de la Regencia provi
sional, y esto solo puede hacer variar mucho la opinión de los elec
tores. Pues qué ¿ no ha cambiado la posición del Sr. Gómez Becerra,
no ya con los electores , sino con muchos de sus compañeros? ño
quiero entrar en esta cuestión , y cada vez me convenzo mas de que
la posición del Sr. Gómez Becerra no es la misma que la que tenia
cuando era Ministro desde que ha tenido lugar su reposición en el
Tribunal Supremo.
Como no se habia insertado íntegro en la Gaceta el decreto de su
nombramiento, la comisión se creyó obligada á pedir por medio de
la secretaria una minuta ó copia de él, y allí no aparece la palabra
reposición : por eso dice la comisión que estrictamente hablando no
ha sido repuesto, sino que se le ha vuelto á nombrar , y se le ha
vuelto á nombrar concediéndole upa gracia muy especial , por la
cual ha sido colocado en elTribunal Supremo de Justicia con la anti
güedad de su anterior nombramiento ; y por esa circunstancia, y no
solo porque haya admitido un empleo que no es tampoco de escala,
porque no lo puede ser, sino una verdadera gracia , dice la comisión
que ha quedado sujeto á reelección , aun cuando se pudiese llamar
reposición.
No hace mucho tiempo que tratando la comisión de examinar el
acta de las últimas elecciones celebradas en Madrid , por consecuen
cia de las cuales fue reelecto el digno Senador Sr. Heros, y ha
biendo sabido que el Gobierno le habia conferido una comisión en
la Casa Real , creyeron sus individuos que era necesario averiguar si
se le habia concedido con sueldo ó no ; se acercaron en efecto al se
ñor Heros, y supieron que no tenia sueldo, y por eso no propuso que
estuviese sujeto á reelección, porque si hubiera tomado la comisión
con sueldo, otro hubiese sido el dictamen de la comisión.
De otro modo, señores, sí se siguiese en toda su latitud la opi
nión del Sr. Marín Lleopart, uno que hubiese sido Ministro nunca
estaría sujeto á reelección, porqile todo es menos que Ministro. Si el
Sr. Ruiz de la Vega , que no ha tenido tan buena suerte como el se
ñor Gómez Becerra , pues que el Sr. Gómez Becerra apenas ha sido
cesante ra ninguna época ; sí el Sr. Ruíz -de la Vega , digo, fuese
nombrado para el Tribunal Supremo de Justicia , ¿ hay duda de que
quedaría sujeto á reelección ? En mi modo de pensar no la hay, por
que la ley previene de un modo terminante y claro que lodo aquel
que reciba gracia quede sujeto á reelección, porque hay la presun
ción de que puede haber perdido la confianza de sus comitentes.
Ha dicho también el Sr. Lleopart que la comisión no ha hecho
bien cuando dice que aun en la hipótesis de que se tenga por reposi
ción la colocación del Sr. Gómez Becerra todavía estaria sujeto á
reelección , porque en ningún caso se puede entender como verdadera
reposición por cuanto antes-no fue mas que interino y amovible , y
ahora es en propiedad é inamovible. No defenderá la comisión pre
cisamente qne fue interino, porque como quiera está bien claro que
es referirse á la amovilidad ó inamovilidatl.
Por consíguiente,el haberse dado un empleo en el cual era inamo
vible, y no solo está á cubierto de las intrigas y arbitrariedades mi
nisteriales, sino hasta de los trastornos p>luicos,es una gracia es-
pecialisima por la que asegura su porvenir.
Por tanto, en mi concepto, y con arreglo á la letra y espíritu del
art. 43 de la Constitución, el Sr. Goimjx Becerra debe quedar sujeto
á reelección.
22 í
El". Sr. CAPAZ: Señores, entro con muy poca confianza en esta
cuestión, porque á lo que ha manifestado el Sr. Macía Lleopart poco
podré yo añadir, y porque veo que el Sr. Romo y Gamboa no ha
desvirtuado sus argumentos: sin embargo algunas reflexiones haré
de que no se ha hecho mérito, y que no carecen absolutamente de
fuerza.
Principiaré por donde ha concluido el Sr. Romo y Gamboa en
cuanto á que el Sr. Gómez Becerra ha mejorado de posición por en
trar en un puesto en el cual es inamovible.
Señores, aqui hay una equivocación. 7o bien sé que el Gobierno
pasado no consideraba inamovibles á los magistrados , y faltando al
articulo constitucional los deponia y nombraba á su antojo ; pero sé
también que en el Senado no regia esa doctrina, porque si hubiera
regido, entonces se habría falseado la ley eleotoral , porque cuando
trata esta de la aptitud legal de los Senadores, hablando de los
sueldos , dice que solo servirán aquellos que se disfruten por em
pleos que no puedan perderse sipo por causa formada y sentenciada.
¿Cómo, pues, admitir el Senado en su seno á magistrados que no
tenían mas sueldo que el de vivos, digámoslo asi, porque si se hu
biera calculado su cesantía no hubiera llegado á lo que previene la
ley? Como los admite en la actualidad, plenamente convencido de
que eran inamovibles.
Yo no puedo menos de considerarlo asi , y asi lo consideró tam
bién el Senado ; porque repito que tengo muy presente que impug
nando yo la admisión del Sr. D. Teótimo Escuelero porque no pre
sentaba mas bienes que el sueldo de su plaza , no se estimaron mis
razones y el Senado le admitió , y el Senado para admitirle no pudo
fundarse en otra razón sino considerarle inamovible; porque si le
hubiera considerado amovible, entonces hubiera ido A consultar
cuánto le correspondía por cesantía. Porque, repito, que en cuanto
á este punto, siguiendo las doctrinas que el Senado ha seguido, y en
virtud de las cuales ha resuelto en casos análogos á este, el Sr. Be
cerra no mejora de posición; tan inamovible es ahora como lo era
entonces por la ley.
Ascenso de escala: señor, yo entiendo por ascenso de escala aquel
en que un individuo de clase inferior asciende á otra superior. ¿Pero
se debe considerar ascenso de escala el nombramiento de un señor
que ha desempeñado antes el mismo para el que se le ha nombrado
en el dia? Podrá haber sutileza en este argumento; pero para mí tiene
fuerza. El Sr. Gómez Becerra ha sido ministro del Supremo Tribunal
de Justicia inamovible: luego volviendo á ser hoy tal ministro ina
movible, yo no encuentro que haya ascenso; y una analogía, pues que
en estos días están muy en boga las analogías, acaso, hará que triun
fen mis consideraciones en el Senado.
Se ha visto repetidas veces en este Cuerpo que dignísimos milita
res ocupando aqui su puesto han sido nombrados para comandantes
generales de provincias y para generales en gefe del ejército. ¿Y se
les ha considerado por eso sujetos á reelección? No.
Si, pues, á un militar Senador con sueldo en cuartel cuando se le
ha nombrado comandante general de una provincia ó general en gefe
del ejército no se le ha sujetado á reelección , porque se ha creido,
y yo lo creo asi, que es un destino análogo á su carrera , ¿ por qué
no se ha de considerar lo mismo con respecto á un magistrado del
Tribunal Supremo de Justicia que vuelve á ocupar su puesto?. Yo
creo que hay mucha analogía en ambos casos. Por consecuencia, no
mejorando de condición el Sr. Gómez Becerra, me parece que el Se
nado está en el caso de desechar el dictámen de la comisión.
El Sr. ONDOVILLA: La cuestión que nos ocupa es para mí
muy desagradable por lo que tiene de personal. Me encuentro en una
posición muy delicada. Yo respeto mucho al Sr. D. Alvaro Gómez
Becerra , con quien hace algunos años be tenido relaciones de afecto
y de amistad ; pero como individuo de la comisión de Actas , y ha
biéndose hecho de mí esta confianza , no puedo menos de corres
ponder á ella defendiendo su opinión y dictámen. El Sr. Gomes
Becerra ha dado siempre pruebas distinguidas de su independencia
en la carrera parlamentaria que ha corrido, y no puede extrañarse
q ue yo use de la misma independencia para defender las opiniones
d e la comisión.
Mi objeto solamente es explicar la cuestión para que el Senado?
con el aplomo , circunspección y juicio que le caracterizan , pueda
resolver la cuestión.
La comisión al dar su dictámen ha fijado su consideración en el
texto y espíritu del art. 43 de la Constitución , aplicándolo á la po
sición particular del Sr. Gómez Becerra. El art. 43 de la Constitu
ción dice: "los Diputados y Senadores que admitan del Gobierno ó
de la Casa Real pensión que no sea de escala en su respectiva carrera,
comisión con sueldo , honores ó condecoraciones, quedan sujetos á
reelección." ,
Aqui se establece una regla general y en seguida una excepción.
Regla general: "Todo el que admita empleo del Gobierno está su
jeto á reelección." Exención: " Los que le admitan por escala no lo
están."
El Sr. D. Alvaro Gómez Becerra ha admitido un empleo que no
es de escala , que es la única excepción que hay para no estar su
jeto á reelección : luego debe ser reelegido, porque está comprendido
en la regla genera}. ' •
Pero expliquemos lo que es escala. Escala, señores, entre los mi
litares, donde se ha adoptado esta palabra metafóricamente, es aque-
 222
lia lista ó nómina que se hace para las propuestas por antigüedad en
la promoción de los grados militares.
Hay dos escalas: una rigurosa, que es la que se observa en los
cuerpos facultativos, donde por rigurosa antigüedad se asciende; y
otra, no tan rigurosa , que se tiene ó que se observa en los demás cuer
pos, donde se asciende de subteniente á teniente, de teniente á capi
tán, de capitán á mayor, de mayor á comandante, aunque no ten
gan mas antigüedad que los que se quedan sin ascender, porque aquí
tiene el Gobierno mas amplitud y mas extensión para dar ascensos.
Esta palabra escala de la milicia se ha extendido á los demás destinos.
£1 Sr. D. Alvaro Gómez Becerra siendo antes magistrado, des
pués Ministro de la Corona , y luego otra vez magistrado, no ha as
cendido por escala, y de consiguiente no está en la excepción de la
ley: este es el primer fundamento que ha tenido la comisión para
fundar su dictamen.
El segundo fundamento es que el Sr. D. Alvaro Gómez Becerra
era cesante cuando fue nombrado magistrado del Tribunal Su
premo de Justicia; pertenecia á esa clase desgraciada de cesantes
que están fuera de su destino con justicia ó sin ella. £1 Sr. D. Alvaro
Gómez Becerra dejó de ser Ministro de la Corona el día 21 de Mayo, y
fue nombrado magistrado del Tribunal Supremo de Justicia el día 29
de Mayo: por consiguiente estuvo ocho días cesante como otros están
ocho meses, ocho años ; pero al cabo cesante estaba , y siendo cesan
te, ni gozó el sueldo de magistrado ,* ni el sueldo de Ministro j co
brará aquel que le corresponda cuando le califiquen de cesante. Fue,
pues, cesante, y siéndolo , se le nombró magistrado del Tribunal Su
premo de Justicia. Si el Senado declara que no está sujeto á reelec
ción, declara explícitamente que todos los cesantes pueden volver á
sus destinos ó á otros de igual categoría sin estar sujetos á reelec
ción, y esto es diametralmente opuesto á lo que se ha resuelto en otra
parlé. Señores, uno que está cesanse y sube al destino , cuando le
ocupa tiene mas que cuando estaba en aquella clase.
El tercer fundamento en que se ha apoyado la comisión consiste
en la variedad y posición en que se encontraba D. Alvaro Gómez
Becerra : cuando fue nombrado Senador era Ministro de la Corona,
ahora magistrado del Supremo Tribunal de Justicia : los electores
eligieron al que era Ministro, y no sabemos ahora si reeligirán al
que es magistrado : la posición de este señor ha variado; ¿y cuál es
la causa por que á los que se les da destino se los sujeta á reelección?
Porque han variado de posición con respecto á los electores, y esta
variedad de posición hace sospechar que los eleptores podrán variar
de opinión con respecto á los elegidos y retirarles su confianza ó tal
vez se la seguirán dispensando. La posición aqui es diferente: los
electores no ven%l Ministro que nombraron; ahora no ven mas que
á un magistrado que ocupa un lugar en el Tribunal Supremo de
Justicia.
El Sr. Gómez Becerra cuando subió á la silla ministerial era ma
gistrado amovible: me explicaré. En mi opinión los magistrados ja
más han sido amovibles ; la Constitución los hace inamovibles , no
pueden ser separados Je sus destinos sin formación de causa ; pero
á pesar de esta doctrina conforme á la Constitución , á mis princi
pios y á los de la independencia del poder judicial, los Gobier
nos que han pasado desde que se publicó la Constitución se han
creido en el caso de no considerar inamovibles á los que la Cons
titución ha considerado tales : ha habido ejemplares en todos
los Ministerios , y no de uno solo, ni de dos , ni de tres ; todos
han usado de la prerogativa de la Corona para separar de los desti
nos á individuos de la magistratura y judicatura , que todos están
en el mismo caso, fundados tal vez en que necesitaban calificarse;
es decir, que necesitaba saberse si tenian las cualidades que se requie
ren para que pudieran ejercer la magistratura , y no tuvieran las ta
chas que les imposibilitaba de estos cargos por no ser afectos á las
instituciones vigentes ó por otro motivo, de suerte que calificados ya
parece que estaban en el caso de no ser amovibles; pero amovibles
lian sido considerados los magistrados desde la publicación de la
Constitución, y no verdaderamente considerados como interinos,
sino considerados como en propiedad. La realidad es que los magis
trados desde que la Constitución está en práctica hasta lo presente
no han sido interinos; han sido verdaderos magistrados que han ejer
cido su cargo , y estaban á cubierto por su independencia de toda
separación.
Yo bien sé que el Senado ha atendido al texto de la Constitución,
en la cual se exige cierta renta para ser Senador , y después en la
ley electoral en que se explica esta idea, considerando la renta de
los magistrados como renta fija y segura para poder ejercer este cargo:
el Senado en esto ha caminado con arreglo á la Constitución y á la
ley electoral. Esto es muy cierto; pero la realidad es que han sido
amovibles.
Ahora bien : el Sr. D. Alvaro Gómez Becerra cuando dejó la
plaza de magistrado del Tribunal Supremo de Justicia era amovible
de hecho , como se probará por la separación de alguno de sus com
pañeros; y ahora el Sr. Gómez Becerra , en virtud de una declara
ción de la Regencia provisional, está ya declarado inamovible como
todos los magistrados y jueces.
De consiguiente, ¿tiene el carácter que tenia euando dejó la pla
za de magistrado? No señor: entonces era amovible, y ahora no lo
es, por declaración del mismo Sr. Becerra en compañía de los que
componían la Regencia provisional.
El Sr. Becerra tiene ahora mas que tenia antes; tiene una ina
movilidad , una seguridad en un destino, del que no puede ser sepa
rado por el Gobierno sin formación de causa ; ¿y. es poco lo que ha
ascendido? ¿Tenia esta antes? ¿No es este un destino seguro ? Pues
no puede dudarse que la inamovilidad es mas a precia ble que los
8,000 rs. á que ha ascendido el que siendo gefe político de Guadala-
jara fue nombrado de Barcelona , y que sin embargo el Senado lo
ha sujetado á reelección.
Pues veamos qué es mejor , si la amovilidad de un gefe político
ó la inamovilidad de un magistrado. Yo sé que los primeros son tan
amovibles, que en un año he conocido yo en una provincia cinco ge-
fes políticos.
Ahora bien : valiendo mas la inamovilidad que los 8,000 ra., si el
Senado es consecuente no podrá menos de aprobar el dictamen de la
comisión.
Señores, los fundamentos de la comisión están demostrados en lo
que acabo de decir. El Sr. Capaz ha dicho que los Gobiernos ante
riores tuvieron por inamovibles á los magistrados. Yo lo entiendo al
contrario.
El Sr. CAPAZ : He dicho precisamente que por abuso de poder
han sido separados los magistrados que en mi concepto eran inamo
vibles; por un abuso del poder.
El Sr. ONDOV1LLA : No me atreveré yo á decir eso, y sí que
han creido que estaba en sus facultades , por entender que estaban su
jetos á calificación: sea por lo que quiera, yo los he considerado de
hecho amovibles.
Ha traído también el Sr. Capaz aqui por ejemplo á los generales
que han sido nombrados para mandos de provincia diciendo "que
no se les ha considerado sujetos á reelección." Señores , hay mucha
diferencia de lo uno á lo otro. Hemos salido ya del estado de guer
ra, y estamos en el de paz , en un estado normal: entonces podia de
cirse que los llamaba la salud de la patria, pudiendo tener esa con
sideración para no separarlos del Senado.
La comisión , con reserva de dar mas explicaciones si necesario
fuese , concluye esperando que el Senado aprobará su dictamen.
El Sr. LANDERO : Me ha movido i lomarla palabra en contra
del dictámen de la comisión el creer yo, al ver los términos en que
concluye el que nos ocupa, que la comisión, no obstante loque
han diebo los dos señores de la misma que le han defendido ante
riormente, no se encontraba en el caso particularísimo en que se
halla el Sr. Gómez Becerra , y que les ofrecía la duda de si estaba ó
no comprendido en el art. 43 de la Constitución.
La comisión al concluir su dictámen dice que lo somete i la de
liberación del Senado para la resolución que tenga á bien adoptar,
que es lo mismo que decir, que no obstante las razones y los consi
derandos comprendidos en el cuerpo del mismo dictámen , nosotros
titubeamos , dudamos cómo concluir, y no nos atrevemos i presen
tar ninguna determinación fija y cierta , y la dejamos al buen juicio
y resolución del Senado.
Sin embargo , yo supongo que los señores de la comisión proce
den con el convencimiento que han manifestado en los discursos que
acaban de pronunciar, y conviniendo con $. S. en que el Sr. Gómez
Becerra ha sido nombrado para un destino que no desempeñaba el
dia 29 de Mayo en que fue nombrado para el que hoy ocupa en el
Tribunal Supremo de Justicia ; conviniendo también en que aqui
no hay nada de escala, porque el Sr. Becerra ocupa hoy el mismo
destino que desempeñaba antes de venir al Ministerio, y un destino,
que si hubiese lugar á comparaciones entre estos dos, pudiera llamarse
mas bien de descenso que de ascenso en razón á la mayor considera
ción y mayor sueldo que como Ministro de Gracia y Justicia dis
frutaba; comparativamente con el que hoy tiene como individuo del
Tribunal Supremo de Justicia, creo que toda la atención y considera
ción del Senado deben fijarse en el punto de vista en que con justa
razón le ha colocado el Sr. Romo y Gamboa.
¿ Ha variado la posición del Sr. Gómez Becerra respecto á los
electores por el nombramiento que ha recibido últimamente de la
Regencia del reino? Este es el caso: esta es la cuestión de que debe
ocuparse el Senado, y el punto de vista bajo del¿cual yo la exa
minaré.
No puede darse disposición mas justa , mas sabia que la que com
prende el art. 43 de la Constitución; á saber: "que los Diputados y
Senadores que reciban del Gobierno ó de la Casa Real empleo, comi
sión con sueldo, honores y condecoraciones queden sujetos á reelec
ción." No puede darse, digo, cosa mas justa , mas útil, mas opor
tuna; porque representantes de los pueblos los unos y los otros, aun
que los Senadores entran á desempeñar su cargo con la sanción de la
Corona, los unos y los otros han recibido su misión de los pueblos,
y bao sído elevados para intervenir en los actos de la administración
y para inspeccionar las funciones de los agentes del poder , ó lo que
es lo mismo, de los Ministros, jdesentendiéndome por ahora de la
mas augusta de todas ellas, que es la de formar las leyes , 6
contribuir á su formación.
Ahora bien : ¿ los electores que nombraron al Sr. Gómez Becerra
para Senador cuando era Ministro de Gracia y Justicia le ne
garían hoy los sufragios ? ¿Le retirarían por ventura la confianza
que entonces le dispensaron porque hoy haya recibido del Gobier
no el nombramiento de individuo del Supremo Tribunal de Justicia?
Yo creo, señores, que no: yo creo que esto no puede caber en ra
 ton humana, y la razón humana asi lo aconseja. ¿Podra ser el te
nor Gómez Becerra mas ministerial hoy que lo fue cuando era Mi
nistro de Gracia y Justicia? ¿Podrá tener hoy mas interés en sos
tener los derechos y prerogativas de la Corona que ruando er.i Mi
nistro de la misma ? Creo, señores, que no cabe de modo alguno,
como he dicho antes, en razón humana el creer esto; y hé aquí el
modo cómo en mi entender debe verse la cuestión.
Si los electores de la provincia de Toledo cuando era Ministro
el Sr. Gómez Becerra creyeron, que no obstante esta cualidad, no
obstante las circunstancias de' ser Ministro todavía , no seria ca
paz de perjudicar sus derechos, que seria bastante justo , íntegro y
recto para defender los derechos del pueblo , ¿ cómo , pues , pueden
creer esos mismos electores que hoy , que no desempeña esas eleva
das funciones , hoy que tiene una misión particular , por decirlo asi,
cómo podrán creer, repilo, que el Sr. Gómez Becerra será menos mi
nisterial que lo fue entonces, y que podrá perjudicar los intereses de
los pueblos, para que [estos puedan retirar la confianza que entonces
le prestaron? Yo no puedo creerlo de modo alguno.
Pues siendo esto asi , está visto que la posición del Sr. Gómez
Becerra respecto de los electores no ha cambiado ni variado en nada,
«¡no que por el contrario , se halla colocado en el día en una posición
mas independiente, y en la cual no tiene que consultar á otra cusa que
al sostenimiento de los derec hos de los pueblos que aquí le- enviaron
porque haya dejado de desempeñar y de ejercer cerca de la Corona
las atribuciones que tenia como Ministro de ella.
Yo respeto y acato el articulo constitucional como el que mas: yo
no quiero que se violente de ningún modoel verdadero y genuino sen
tido de la ley; pero es necesario que nosotros conozcamos que las leyes
por una regla general no pueden abrazar todos los casos, y que la pre
visión humana no siempre ha podido abrazarlos todos sin quedar
ninguno fuera de ella : y si examinamos los términos y palabras
en que está concebido el articulo 13; si examinamos con espíritu filo
sófico el texto de esta misma ley, veremos que este caso no fue pre
visto, ni pudo serlo, ya por lo que he dicho, como por lo que voy i
exponer á la sabiduría y penetración del Senado.
"El Sr. Becerra, se dice, ha recibido una gracia, un favor del Go
bierno; porque este ha podido dejarle en la posición de cesante como
lo están otros beneméritos españoles."
Convengo con la comisión en el principio; pero asi como se mira
la cuestión bajo el aspecto de la posición del Gobierno con respecto al
Sr. Gómez Becerra, yo suplico que se examine también la del señor
Gómez Becerra con respecto al Gobierno.
Y yo pregunto: ¿ha sido libre en renunciar el cargo para que le
nombró el Gobierno? Como cesante, como hombre que cuenta tantos
anos de buenos servicios, le correspondían 10,000 rs. ¿Y qué hubie
ra dicho de él la nación, qué los hombres de buen juicio, si hubiese
dicho al Gobierno quiero gozar de los 40,000 rs. por mi cesantía,
me convengo, me acomoda para entregarme á mis quehaceres parti
culares, á mis caprichos, á mis gustos, y no qüiero 50,000 rs. sujeto á
trabajar y con la grave responsabilidad del deslino que tiene? Estoy
bien seguro que los hombres que se encuentran en Ja edad del señor
Gómez Becerra, y en la posición en que se halla colocado, dirían:
mejor quiero 40,000 rs., y nu digo -10,000 rs., sino la mitad, por entre
garse al descanso de su casa, atendiendo únicamente á su conserva
ción y negocios particulares, mucho mejor que gozar de los 50,000
de la manera que se cobran y se ganan en el Tribunal Supremo de
Justicia.
Yo llamo muy particularmente la atención del Senado sobre esto,
para que no fijándose la consideración en el favor que el Sr. Becerra
ha disfrutado del Gobierno, se considere la posición especial que 5. S.
tiene respecto de aquel.
El Sr. Becerra uo ha sido libre; ha obedecido en todo á las leyes
del honor , de la delicadeza, de lo que le impone la cualidad de buen
españañol y servidor de su pais: asi que, aceptando el cargo de ministro
del TTribunal Supremo, no ha hecho mas que obedecer, no ha hecho
i* que rehusar una posición mas ventajosa.
Yo no alegaré precedentes, no haré comparaciones, no porque no
pudieran hacerse y traerse ejemplos con propiedad, siuo porque hay
circunstancias que no se pueden tocar ni conviene hacer mención
de ella*.
Yo quisiera que no se hubiera suscitado la cuestión des! el Sr. Gómez
Becerra era antes amovible y ahora no. Dejo á cada Sr. Senador en
libertad para que tenga la opinión que mas le convenga en csteasunto;
pero solo diré que si el Sr. Becerra era. inamovible antes de entrar
en el Ministerio de Gracia y Justicia , inamovible es boy. Dejo al
Sr. Ondovilla que en su ilustración penetre el sentido de esta re
flexión ; pero en mi opinión el Sr. Gómez Becerra tiene la misma
con lición boy que entonces, y entonces la misma que boy: no digo
mas. Solo diré en apoyo de una opinión que no es de hoy, y he emiti
do bajo distintos conceptos, la cual ertoy dispuesto á defender siempre
aun cuando mis intereses sean contrarios , y es que el art. 61 de la
Constitución de 1837 está primero que el 66. El Sr. Ondovilla y los
demás magistrados saben lo- que es una ley de inamovilidad ; es un
sistema en que no hay uncootrapeso ni puede haberle, yereer lo contra
rio seria un absurdo. Solamente concluiré haciendo una excepción sobre
la protesta que acabo de hacer; pero que me parece es oportuna, y que el
Sr. Ondovilla no la recusará. SielSr. Ondovilla fuera nombrado mañana
retente de una audiencia cualquiera del reino, cosa que vería con
SU-TOMOI.
muchísimo gusto y placer, ¿quedarla sujeto á reelección? Yo cree
que no; porque respecto de los electores, principio del cual no qui«
siera que el Senado se separase nunca , porque está en las leyes del
mandato, y nosotros somos mandatarios de los electores; porque res
pecto á los electores , digo, no se habia alterado en nada su conside
ración.
El Sr. Ondovilla fue nombrado Senador siendo regente de una
audiencia; y si mañana se le nombrase para desempeñar el mismo
cargo, quedaba en la misma situación respecto de los electores que
la que habia tenido al tiempo del nombramiento. Por consiguiente,
no alterándose en nada su condición respecto á los electores en este
sentido, no creo pueda creerse ni remotamente que los electores de la
provincia de Toledo que propusieron al Sr. Gómez Becerra para su
representante en este Cuerpo , siendo Ministro de Gracia y Justicia,
que le negaran hoy su confianza, cuando ha dejado de ser ministe
rial porque ha dejado de ser Ministro.
Todavía debo llamar la atención del Senado sobre otro particular
que habia olvidado. Es preciso tener presente que en el momento ea
que examinamos esta cuestión acaba de votarse en e\ otro Cuerpo
un proyecto que está en el Senado, en el que se considera el cargo de
Ministro como una comisión, y en cuyo proyecto se previere que
concluida su misión vnelva á desempeñar el destino que antes tenia.
Ahora bien: el Gobierno, después que ha dejado de ser Ministro
el Sr. Becerra , le ba mantenido en la misma plaza que ocupaba
cuando subió al Ministerio; y en esto no ha hecho mas que un acto
de justicia , una cosa que no puede llamarse gracia. De consi
guiente , si el Sr. Gómez Becerra , ministro antes del Tribunal
Supremo de Justicia, ha vuelto cuando cesó en el cargo de Ministro
de la Corona al destino que tenia , es claro- que no debe quedar de
modo ninguno sujeto á reelección.
El Sr. ORINAGA: Pido que se pregante si está el punto sufi
cientemente discutido.
El Sr. PRESIDENTE : Tiene aun que hablar un Sr. Senador
en pro.
El Sr. ROMO Y GAMBOA: La comisión respeta, como he
dicho, la opinión de los señores que se han opuesto á su dictamen;
pero debe poner en conocimiento del Sr. Landero que á pesar de eso
cree que está claro como la luz de medio dia que el Sr. Gómez Be
cerra está sujeto á reelección, y en este concepto lo ha dicho , por
que ha manifestado que ha formado la convicción de que debe pro
poner al Gobierno, como tiene el honor de hacerlo, que está sujeto
á reelección ; añadiendo que si el Senado declara qne está sujeto á
reelección, debe continuar asistiendo á sus sesiones con arrreglo á un
acuerdo del año pasado. Es verdad que concluye diciendo que somete
su diclámen á las superiores luces del Senado; pero esto sucede en
todos los expedientes, la comisión da un dictáinen y siempre se ex
presa en los mismos términos, esto es, que somete su opinión á las
superiores luces del Senado para que este determine lo mas conve
niente.
Digo esto, porque no tiene la comisión duda alguna en el dicta
men que ha presentado.
El Sr. ONDOVILLA: El Sr. Landero, mi amigo, ha presentado
la dificultad que podia ofrecerse en el caso de que yo, que soy cesan
te, fuese repuesto en el destino de que fui separado , y ha dicho que
ine encontraría en el caso de no eslar sujeto á reelección- Este caso
bien le tengo yo previsto, y le he hecho presente á la comisión; pero
en esto puede el Senado conocer la entereza de mis principios , por
que mas he querido ceder i mis convicciones que al interés que po
dia reportarme el ocupar un puesto en el Senado. Este argumento no
ofende al dictamen ni á mi, porque si el Senado tiene á bien des
aprobarle, el Senado me coloca en ese lugar , y si tiene á bien apro
barle, aprueba mis convicciones."
Los Sres. Valero y Arlela y Carrasco renunciaron la palabra.
El Sr. RTJIZ DE LA VEGA: Señores, yo sinceramente digo que
no habia pensado tomar parteen esta discusión, y la he tomado prin
cipalmente, usando de una expresión vulgar, para lavar mi arroyo;
y después que manifieste esto me haré cargo de algunas cosas del ob
jeto principal de esta cuestión. ,
Dijo el Sr. Ondovilla redondamente, hablando de la inamovili-
dad de los magistrados y jueces, que todos los Ministerios que habia
habido desde la publicación de la Constitución de hecho no habían
respetado esta inamovilidad ; y como yo la respeté, y me bailo en
ese caso , no quiero dejarlo pasar sin contradecirlo , porque lo puedo
contradecir victoriosamente.
Yo he tenido el honor , y quizá diría mas bien la desgracia , de
haber sido Ministro de Gracia y Justicia después de la publicación
de la Constitución ; yo respeté la inamovilidad de la magistratura y
judicatura española de una manera tal, que pude manifestarla aquí
en un tono que parecía jactancioso, y de una manera tal, que hicie
ra de mi una excepción especial el mismo Sr. D. Alvaro Gómez Be
cerra y otro distinguido Senador que á la sazón lo era, y ahora le veo
ocupando los escaños del Ministerio :. me refiero al Sr. D. Antonio
González , Presidente boy del Consejo de Ministros. Hicieron de mí
expresamente una distinción honorífica en las sesiones de 27 y 28 de
Noviembre de 1838 concediendo, que con mucho gusto y con mucho
Elacer de su corazón, reconocian que todas las imputaciones que se
abian servido hacer en el debate contra la arbitrariedad de las re
mociones, y contra lo que se pudiera decir acerca de la inamovi
64
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délos jueces, reconocían que yo la habla respetado, y aun Labia
herbó mas; y asi ture el honor de decir al Senado estas palabras
contestando á dichos señores. (S. S. levó un trozo Je un discurso pro*
nunciaJo por el mismo en la sesión de 18 Je Noviembre de 1838).
Yo desafiaba entonces, como todavía desafio, A que si hay algún
subdito natural de estos reinos que pueda decir que yo le suspendí
de su oficio de judicatura ó magistratura , yo le desafio para que
salga. Puedo hablar con esta especie de jactancia por los respetables
testimonios que tengo, ademas del de mi conciencia, los cuales me dan
el derecho de vindicarme y de no dejar correr que se diga que todos
los Ministros de Gracia y Justicia que ha habido desde que se pu
blicó la Constitución han pecado contra estos principios de la ina
movilidad ; yo no he pecado.
Este fue mi objeto al pedir la palabra en esta discusión que no
había pensado pedirla; pero ya que estoy en pie, diré muy breve
mente, con la mayor parsimonia, que pueda, pero con mucha verdad,
lo que siento.
Las razones que yo llamo positivas en que se apoya el dictamen
las han explicado los Sres. Romo y Ondovilla, y este último, A mi
modo de ver, muy juiciosamente. El argumento que es muy fuerte,
en mi juicio, yo no haré mas que repetirlo.
La Constitución pone por regla general la necesidad de reelec
ción al que admite empleo del Gol ierno con la excepción del empleo
de escala. Este no es de escala: escala se entiende la que se adquiere
por cansas independientes de la voluntad: de consiguiente no está
el Sr. Gómez Becerra en la excepción. Esa es la razón potísima, prin
cipal que han alegado estos señores mejor que yo podía hacerlo: de
consiguiente no hago mas que repetirla ; pero como siempre sucede
que á falta del argumento principal, ó cuando este argumento princi
pal se cree algo débil se usan otros accesorios en apoyo de aquel, no
suelen hacer mas que confundir y alucinar el ánimo de aquel que no
pone una grande atención. Por eso quiero hacerme cargo solo de tres
ó cuatro razones que me han chocado. Una es la de querer probar
que el Sr. Gómez Becerra no ha mejorado en nada su situación: otra
la de pretender decir que antes era en propiedad y ahora también, y
que ahora es inainovibleyantes también lo era; y otra, por último,
es la de que se le haga cargo de conciencia el quedarse con una ce
santía cuantiosa y por eso admite como por fuerza el empleo , y
otras cosas por este estilo.
Yo cuando digo esto no puedo pasar sin hacer aquellas observa
ciones que saltan A los ojos de todos: ¿dónde estamos? Pues qué ¿no
tenemos sentidos ? Que era propiedad antes lo mismo que ahora : pro
piedad seria ; ¿ pero lo fue en el resultado ? ¿ Dónde est i esa larga sé-
rie de magistrados consumados en esa dilatada carrera que hallándose
en la cúspide del honor de la magistratura los vemos hoy sumidos
en el mayor abandono? ¿Dónde están muchos de nuestros dignísimos
compañeros que han desaparecido, yá quienes se debía suponer la
misma propiedad ? ¿Dónde están? ¿Existen en el tribunal ? Ño quie
ro nombrarlos porque el Senado lo sabe miíy bien y conoce una larga
serie que en el día no ocupan ya tan distinguido y merecido puesto.
¡Ola! ¿Con que unos son monges y otros calonges? Permítanseme es
tos términos vulgares , porque estos términos hacen mucha mella.
Para todos estos magistrados dignísimos que se hallaban en el mismo
caso no ha habido esa propiedad , y se los ha puesto en el último
término de su ruina, y para el Sr. Becerra sí vale; ¿y no mejora de
suerte? ¿Con que no es mejorar de suerte el tener 50,000 rs. en un
empleo activo en vez de 40,000 nominales? ¿Con que es lo mismo
una cesantía que está amenazada hasta de ser quitada y perdida la es
peranza de obtener ni aquello que efectivamente se dejó, en lo que
hay una falta contra la justicia fundamental? Estas razones están
ofendiendo los sentidos de los hombres. No faltaba mas sino que se
propusiera una acción de gracias porque había admitido el empleo.
Ya he dicho que no pensaba bablar; pero una vez que se me pre
sentó la ocasión he querido llamar la atención sobre este punto, por
que no hemos de ser tan bobos que se ríos quiera hacer creer que lo
que se toca y se palpa se ha de convertir en razones en contra de la
razón , que es la que ha expuesto el Sr. Ondovilla : las demás son ri
diculas, porque no hay nadie que no conozca una diferencia esencialí-
sima entre un empleo activo y una cesantía mal cobrada. He dicho.
El Sr. ONDOVILLA (para una alusión personal ): He oído con
la mayor satisfacción lo que ha dicho el Sr. Ruiz de la Vega con
respecto á su conducta como Ministro de Gracia y Justicia, en cuyo
tiempo no se separó á ningún magistrado: mi proposición fue uni
versal; y el que haya una excepción no la destruye. Tengo el mayor
placer en haber oido esa excepción del Sr. Ruiz de la Vega ; mi áni
mo no ha sido herir susceptibilidades, y me parece que con esta acla
ración puede quedar satisfecho.
El Sr. LANDERO : He pedido la palabra para hacer ver al Se
nado que lo que ha dicho el Sr. Ruiz de la Vega sobre la movilidad
é inamovilidad de los magistrados no puede tener lugar aplicándose
A lo que yo he manifestado sobre la materia.
Yo he dicho que era una cuestión que nO quería traerla al terre
no de las personalidades ; que sentía que se hubiese tocado; y solo he
presentado una hipótesis, dejando A los señores de la comisión que ca
lifiquen sí el carácter que en el día tienen los magistrados es igual
al que tenían anteriormente: si entonces no los consideraban inamo
vibles, tampoco deben considerarlos ahora ; si entonces los conside
raban inamovibles, inamovibles son en el dia, porque el decreto que
se ha dado sobre este punto no ha hecho mas que declarar lo que es
taba ya establecido en la Constitución.
Ha dicho el Sr. Ruiz de la Vega que ha mejorado mucho la con
dición del Sr. Gómez Becerra , porque hay una gran diferencia de
tener un destino efectivo donde se cobra á un servicio pasivo que
solo tiene un sueldo nominal. S. S. me permitirá que le diga que si
bien podrá haber sido así hasta ahora, no lo es en la actualidad. Da
ese modo yo también he pasado por ser cesante mas de una vez, y
mas tiempo de lo que ha sido el Sr. Ruiz de la Vega , y estoy acos
tumbrado como cesante á no cobrar sino dos y medía ó tres pagas
al año.
Hoy afortunadamente se ha establecido regularidad, y cobran los
cesantes y jubilados al mismo tiempo que los activos ó con muy
corta diferencia. ¿
El Sr. CAMPUZANO: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE : ¿Con qué objeto?
El Sr* CAMPUZANO: Para una alusión personal.
El Sr. PRESIDENTE : Tiene V. S. la palabra para una alusión
personal.
El Sr. CAMPUZANO: He pedido solamente la palabra para una
alusión personal con el objeto de decir que ademas de los motivos
que ha tenido la comisión para presentar el dictamen que ha presen
tado, ha tenido en ello mucha parte nuestra propia delicadeza,
porque á decir verdad todos cuatro tendremos la mayor satisfacción
en que el Senado resuelra lo contrario A lo que proponemos.
El Sr. PRESIDENTE: Estamos en el caso de terminar esta cues
tión porque han hablado ya los Sres. Senadores que previene el re
glamento para poder preguntar si está el punto suficientemente dis
cutido."
A petición del Sr. Valero y Arteta se leyó la exposición que pre
cede al decreto de 3 de Noviembre de 1810 sobre inamovilidad da
los jueces y magistrados.
El Sr. MACIA LLEOPART : -Ese mismo decreto confirma lo
que yo he dicho, porque no hace referencia á la amovilidad de de
recho , lo único que hace es confirmarla de hecho."
Declarado el punto suficientemente discutido, se puso á votación
y fue desechado , acordándose volviera á la comisión.
Pasó A la comisión de Actas un oficio del Sr. D. Pedro Chacón,
fecha 17 del corriente, en el que manifiesta que nombrado capitán
general de Castilla la Nueva por decreto de 25 de Mayo último,
cuyo cargo está ya disfrutando, cree hallarse en el caso que marca
el art. 43 de la Constitución , y en el de hacerlo presente al Senado
para su debido conocimiento y resolución conveniente.
El Sr. PRESIDENTE: Pido á los señores presidentes de las sec
ciones que las reúnan á fin de nombrar la segunda , tercera y cuarta
las comisiones para la redención del censo de población de Granada,
sobre la derogación de todas las leyes que conceden el derecho de re
tracto legitimo, gentilicio ó de abolengo, y sobre extinción del pago
del derecho de alcabala en las permutas de propiedad, y todas acerca
del restablecimiento d;l art. 111 del capitulo 6? de la ley constitutiva
del ejército de 5 de Junio de 1821, sobre recaudación é inversión da
arbitrios provinciales y municipales, y de autorización al Gobierno
para plantear los nuevos aranceles. . #
Este relato hace ver que es preciso que se adelanten los trabajos 4 '
fin de que tenga el Senado ocupación en lo sucesivo.
El Sr. 0.\ DO VILLA : Por mi en este instante reuniría la sección,
pero no hay número suficiente, y creo que seria mas conveniente qua
se dejase para mañana.
El Sr. PRESIDENTE : Yo no he dicho que se reúnan en este mo
mento precisamente; he dicho solo que los señores presidentes las reú
nan : no he indicado cuándo. Mañana se reunirá el Senado para con
tinuar.
El Sr. ORINAGA: Hay algunas secciones que con motivo de ha
berse marchado Senadores no han nombrado, en cuyo caso se halla
la tercera.
El Sr. PRESIDENTE: Cuando los señores presidentes reúnan las
secciones harán los nombramientos necesarios.
Mañana á la hora de costumbre se continuará la discusión de loa
ásuntos que están indicados.
Ciérrase la sesión."
Eran las cuatro y cuarto.
RECTIFICACIONES. En el Diario núm. 29, sesión del 13 det
corriente, pág. 2Í, col. lí , línea 6Í , donde dice: "con el geje poli-
tico" léase: "con los jueces de primera instancia."
En dicha plana y col., linea 28, donde dice: "los secretarios ge
nerales," léase: "los diputados generales."
En el Diario núm. 31, sesión del dia 15, plana 4!, col. Sí, lin. 7?,
donde dice: "las elecciones primeras," léase: "las elecciones nueras."
 NUMERO 54.
ea===============================
DIARIO
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 18 DE JUNIO DE 1841.
Se abrió i la una , y leida el acta de la anterior por el Sr. Secre
tario Torres Solanot , quedó aprobada.
Se acordó que constase en el acta el siguiente voto contrario del
Sr. Valero y Arteta.
«Pido al Senado se sirva acordar conste en el acta mí yoto con
trario á su resolución de ayer, de no sujetar á reelección al señor
D. Alvaro Gómez Becerra por haber aceptado el nombramiento de
la Corona para una plaza de ministro del Supremo Tribunal de Jus
ticia.
Dioso cuenta y fue aprobado sin discusión el siguiente dictamen.
Provincia de Guadalajara. "Aprobada en sesión de 15 del cor
riente mes el acta de escrutinio general de las elecciones última
mente celebradas en dicha provincia, y habiendo justificado en de
bida forma su aptitud legal el Sr. D. Mariano Iluiz de Molina,
marqués de Embid, y Senador nombrado por la misma en reemplazo
de D. Fernando Castro Pérez que renunció sin haber tomado posesión,
opina la comisión que el Senado puede acordar su admisión.
«Sin embargo acordará lo que estime mas acertado. Palacio del
mismo 12 de Junio de 18U.=Gaspar de Ondovilla, presidente. -Ma-
nuel Lorenzo.=.Joaquin Francisco Campuzano.=Francisco Romo y
Gamboa , secretario."
Se leyó el siguiente dictámen. * El Sr. PRESIDENTE : Va á procederse á la votación nominal."
Provincia de Toledo, "La comisión de Actas ba vuelto á exami
nar el expediente promovido por el Sr. D. Alvaro Gómez Becerra,
Senador por dicha provincia , y en su vista, y por consecuencia de lo
que en la sesión de ayer se sirvió el Senado resolver sobre el dictá
men que tuvo el honor de presentar acerca del mismo, opina que se
halla en el caso de declarar que dicho Sr. Gómez Becerra no ha que
dado sujeto á reelección á pesar de haber admitido la plaza en pro
piedad del Supremo Tribunal de Justicia con que se lia servido
agraciarle el Regente del reino. Sin embargo acordará lo que estime
mas conveniente. Palacio del mismo 17 de Junio de 18 11.— Gaspar
de Ondovilla, presidente.=Manuel Lorenzo.=Joaquin Francisco Cam-
puzano.=Francisco Romo y Gamboa , secretario."
No habiendo ningún Sr. Senador pedido la palabra en contra, se
procedió á la votación; y habiéndose pedido por algunos señores que
se contasen los votos, verificado dió por resultado 26 señores en pie
é igual número sentados.
El Sr. LA HERA: Pido que se lea el art. 132.
El Sr. H'BROS: No se ha publicado la votación.
El Sr. CARRASCO: Se ha publicado y han resultado 26 se
ñores en pie y 26 sentados.
El Sr. CHACON Y DURAN: Han entrado va*os Sres. Senadores
después de hecha la rotación. Tengo que advertir ademas que he oído
decir á algunos señores que no votan en pro ni en contra porque
ayer no votaron, y se han quedado sentados.
El Sr. HEROS : Esa razón no se admite, porque dice el regla
mento que todo el que se halle presente debe votar. Lo que ha dicho
el señor preopinante no puede alegarse como raciocinio de ningún
género; únicamente puede pasar por una conversación particular. Se
está en el caso del reglamento , que dice que cuando en una vota
ción hubiere dos ó tres votos de diferencia sea nominal.
S.—TOMO I.
225
DE ■ . ,
DE CORTES.
| El Sr. CARRASCO : Hablando de la elección de Secretarios dice
el art. 114. (leyó.) No hay ningún artículo que hable del caso de
empate.
El Sr. RUIZ DE LA VEGA : Señores , luego que se ha publica
do una votación no se puede repetir, sino por otra votación nueva, de
un modo distioto, porque si se admite la idea del Sr. Chacón se fal
sea el principió deia votación ; y esta, repito , para ser rectificada
es necesario que se haga de distinto modo que la primera.
El Sr. HEROS : Creo que es el art. 119 el que debe leerse.
El Sr. PRESIDENTE (dirigiéndose al Sr. Ruiz de la Vega): ¿Es
opinión de V. S. ó articulo del reglamento á lo que se ha referido en
su discurso?
El Sr. RUIZ DE LA VEGA: Es opinión mia.
El Sr. PRESIDENTE: El art. 119 dice: "En los artículos de
proyecto de ley y asuntos de gravedad , cuando la diferencia entre
los que aprueban y desaprueban no exceda de tres, se procederá á vo
tación nominal." En vista de este artículo el Senado decidirá si este
asunto, no siendo, como no lo es, proyecto de ley, lo considera de
gravedad. Hecha esta declaración prévia el Senado resolverá."
Se preguntó si el Senado consideraba el asunto de gravedad, y acor
dó que sí.
Se volvió á leer el dictámen.
El Sr. CALATRAVA : Antes de votar pido que se lea el dictá
men de la comisión que ayer Tue desaprobado. (Se lejró.') Pido tam
bién que se lea la par te del acta de ayer que hace referencia al acuer
do del Senado. "
Se leyó igualmente, y en seguida el art. 126 del reglamento que
trata del modo como han de verificarse las votaciones nominales.
El Sr. PRESIDENTE: Por si algunos Sres. Senadores dudan
cuál ha sido el dictámen que la comisión ha presentado hoy, i fin
de evitar cualquiera equivocación, va á leerse segunda vez."
Se volvió á leer el dictámen , y verificada la votación resultó
aprobado por 37 votos contra 29 en esta forma:
Señores que aprobaron :
Obispo de Astorga , Calatrava , Ladrón de Guevara , Espinosa,
Abargues, Zumalacárregui, Soto-Ameno, Santonja, Rubiano, Seoa-
ne, Chacón y Duran, Orduña, Capaz, Orinaga , Camps y Aviñó,
Macia Lleopart , Lasaña , Godoy , duque de Zaragoza, Codorniu,
Suarez del Villar, Espinosa de los Monteros, Muguiro, Ferráz (don
Valentín), Carratalá , San Miguel, Chacón (D. José María ), Casta
ñeda , Landero, Pérez ( D. José María), Ladrón de Guevara (don
Eugenio) , Solis, Ferráz ( D. Francisco) , Sánchez Fernandez , La-
borda , Solanot, Sr. Presidente.
Señores que desaprobaron:
Marques de Casteldosrius , duque de Castroterreño , Ferrer , Gil
Muñoz , Entrena , Rivadeneira , Melgarejo , Aldama , Primo de Ri
vera , conde de Pinofiel , obispo de Córdova , La-Hera , Ruiz de la
Vega , Bonel y Orbe (D. Nicolás) , Ontiveros , Caneja , marques de
Guadalcázar, Ventura Gómez, Heros, López , obispo electo de Jaén,
Jordá y Santandreu, Peón Heredia, Revillas, obispo electo de Ovie
do, Ramírez y Colé, Carrasco , Valero y Arte ta f y Onís.
 ■• - |"...;¡
22G %* í
Entrando en la órden del día, se procedió á la discusión del nue-
to dictamen presentado por la comisión acerca de la suspensión de
varios vocales de la diputación provincial de Badajoz.
Leido el dictamen [véase el Diario núm. 29, sesión del día 12 del
corriente) , obtuvo la palabra y dijo
El Sr. LASAÑA: Con disgusto voy á tomar la palabra en contra
de este dictamen, porque conozco que habiendo estado una ves en la
comisión seria sensibilísimo que los señores que la componen tuvieran
que volverse é ocupar de semejante asunto: pero al mismo tiempo
que cumplo con un deber que he contraído al sentarme en estos ban
cos . me hago cargo de que los señores de la comisión por su patrio
tismo y por su bondad se tomarán, con gusto el trabajo, si les linean
fuerza mis reflexiones , de reformar su dictamen.
Señores, aqui se nos ha presentado un expediente que cuando yo
lie tratado de quererlo examinar me ha sucedido lo mismo que al
que ve Una montaña delante de si y se queda parado reflexionando Id
que tendrá que trabajar para subir: es un expediente que pesará mas
de una arroba, voluminoso, y en el que se han involucrado tantos j
asuntos diferentes, que se puede llamar expediente monstruo, pues
se habla en ¿1 de elecciones de diputados provinciales, de «lecciones
de Diputados a Cortes, de elecciones de ayuntamientos, de etiquetas
entre el gefe ó gefes políticos, y luego diré por qué uso esta voz en
plural , y hasta de la elección de un médico; hay en fin una porción
de cosas que deberían ocupar por mucho tiempo á cualquiera que
quisiera examinar el expediente.
He dicho gefes políticos, porque en la provincia de Badajoz ha
sucedido lo que no tengo noticia haya tenido lugar en ninguna par
te , haber un lujo de gefes políticos, porque había uno propietario
que no se Libia presentado, había otro interino, y habia ademas un
tercero , que no sé cómo se llamaría , encargado del despacho , que-
e'jercia también las funciones de tal , porque el interino habia ido á
los pueblos á algunos asuntos que exigían su presencia.
Esto es nuevo para mi, porque ya se sabe que cuando un gefe
político se ausenta debe sustituirle el intendente. Esto manda la
ley; pero en fin, habia un encargado del déspacho, y de ahí pro*
vinieron todas las etiquetas entre el gefe político y la diputación.
Yo no quiero entrar á examinar todo el expediente porque no creo
que es del caso; pero si voy á deoir que por lo que yo he examinado
del expediente el Gobierno se lia excedido de sus facultades; porque
si ITien es verdad, como nos dijo el Sr. Ministro de likGobernacion,
que el Gobierno está autorizado para suspender las diputaciones,
S. S. debió añadir el único caso en que esto puede verificarse, que
es cuando se exceden de sus facultades, úuico caso en que según la
ley de 3 de Febrero puede un gefe político suspender á las dipu
taciones, dando cuenta á las Cortes.
Nótese que ese gefe político interino en el oficio que pasaba al
Gobierno para que tomara alguua providencia respecto á la diputa
ción provincial decía que no hallaba mas que dos medios: uno el
de disolver la diputación, y sin duda el gefe político no habia visto
la ley de 3 de Febrero, porque el Gobierno no tiene autoridad para
eso; lo que puede hacer es suspenderlas y dar cuenta á las Cortes,
porque las diputaciones provinciales dependen inmediatamente de
tas Cortes: el otro medio era suspender, no á toda la diputación, ni
á la mayoría de ella , sino á cuatro diputados, porque decía que
tenían tachas legales, sin probarlas por el pronto, sino diciendo que
mal adelante lo probaria.
Señores, en primer lugar el Gobierno no es á quien toca decir
si tienen ó no tachas los dipuladus provinciales; y no es este el
caso que previene la ley de 5 de Febrero, sino el de que se hayan
excedido de sus facultades.
¿Se habia excedido la diputación? Pues en este caso toda debió
quedar suspensa , pero no una parte , pues tomándose el pretexto de
tachas legales, no es el Gobierno quien debía decidirlas. Asi es que
parece que se quiere hacer loque se cuenta que hacian antiguamente
ios grandes señores con los mayorazgos, y es que tenian un chico ex
traño á quien se azotaba cuando el señorito no sabia la lección
para que se enmendara. Aqui se tenia á esos cuatro, y se los sus
pendió por el pecado , que de haberse cometido hubieran cometido
todos.
Dijo el Sr. Ministro de la Gobernaoíon el otro dia que el Go-
híerno habia cumplido con la ley , porque si bien en ella se dice
que en el caso de suspender una diputación provincial se dé cuenta á
las Cortes, entonces no habia mas que un Cuerpo colegislador y
ahora hay dos ; y de consiguiente , que siendo una parte de las Cor
tes el Senado, el Gobierno se habia dirigido aqui. ¿Pues entonces
por que- no se dirigió al mismo tiempo al Congreso? ¿Por qué se
dirigió aquí en busca de una aprobación que no podemos darle , y no
á los dos Cuerpos colegisladores, puesto que ambos componen las
Cortes? Hé ahí la razón por qué me opongo al diclámen, porque
dice que el Senado declare que queda enterado y que se vuelva el ex
pediente al Gobierno. ¿Y esto qué quiere decir ? Que es una aproba
ción tácita ; porque decir : yo quedo enterado, es decir: yo no en
cuentro bien ni mal hecho esto.
Que el Senado no declare que esté bien hecho está e» su lugar; pero
este asunto es de tal uaturaleza , que si se declara que el Gobierno se
habia excedido desús facultades, traía consigo otra consecuencia; (raía
la responsabilidad del Ministro que había firmado la órden. ¿Y qué
haríamos nosotros con decir que el Gobierno había faltado? Nada,
porque al Congreso es á quien le toca acusar y al Senado Juzgar. De
Mida serviría, pues, que nosotros declarásemos no habia obrado bien,
y de nada serviría tampoco que dijésemos que no habia faltado á la
ley, porque mañana la queja llegaría al Congreso, y si este declara
que bá lugar á exigir la responsabilidad, nosotros nos encontra
ríamos con las manos atadas por nuestra resolución , y tendríamos
que ponernos en contradicción con el Congreso, ó decir: á pesar
de todas las razones que el otro Cuerpo ha tenido para opinar que
el Gobierno ha faltado á la ley, el Senado cree que el Gobierno ha
obrado bien.
Dice la comisión que se declare que el Senado queda enterado.
¿ Pero qué quiere decir esto? ¿Quiere decir que aprueba , ó que des
aprueba ? Pues si no quiere decir una cosa ni otra , es menester de
cirlo explícitamente. ¿Y cuál es el modo de decirlo? Que el Senado
declare que no há lugar i deliberar. Si el Gobierno quiere buscar la
aprobación de su conducta, que acuda á ambos Cuerpos oólegíslado-
res; que acuda al Congreso, donde ya ha acudido^ no solo la dipu
tación provincial de Badajoz , sino las de otras provincias queján
dose de esta clase de tropelías de parte del Gobierno. Alli esta radi
cado este asunto: si el Congreso declarase que el Gobierno habia fal
tado á la ley, traería esto, como he dicho antes , la consecuencia
forzosa de la responsabilidad del Ministro que firmó la órden.
Por tanto yo rogaría á la comisión que reformase el dictamen
diciendo, en vez de que el Senado queda enterado , que no ha tugar
á deliberar , y que vuelva el expediente al Gobierno para que le de
el curso conveniente.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Santos) : Yo siento estar solo como in
dividuo de la comisión: sin embargo, no deja de admirarme el que
Laya hablado el Sr. Lasaña en eso» términos, cuando el Senado sabe
lo que se dijo el otro dia en esta discusión, y en virtud de lo cual la
comisión ba redactado su dictámen proponiendo se declare que el Se
nado queda enterado.
Yo creo que la comisión no tendrá inconveniente en sustituir á
la fórmula que ha presentado la de "no ha lugar á deliberar," porque
habiendo obrado el Gobierno con arreglo á un articulo de la Consti
tución de 1812 que ahora está en la ley que trata de esta materia,
el Senado no puede hacer otra cosa mas que manifestar que no ha
lugar á deliberar sobre si el Gobierno ha procedido en este caso bien
ó mal. Por consiguiente , no sé por qué se ha de entrar en esa discu
sión de si el Gobierno debió ó no debió tomar esa medida cuando
hay un juicio pendiente ante un juzgado de primera instancia del
que resultará en cuál de las partes está la culpabilidad. Mas una ver
que el Gobierno obró con arreglo á la Constitución y á un articulo
de la ley vigente, la comisión no puede hacer otra cosa que decir
que no ha lugar á deliberar, que es la modificación propuesta por el
Sr. Lasaña , ya qu; el manifestar que se queda enterado se entiende
por algunos que prejuzga algún tanto la cuestión.
El Sr. LASAÑA: Señor, he pedido la palabra, y por mi parte
me he conformado con lo que habia contestado el Sr. San Miguel;
pero si acaso no se admite el que se diga que no ha lugar á deliberar,
lo que deseo que quede consignado es que en esa expresión de que se
queda enterado no va envuelta una aprobación tácita de la medida
del Gobierno. Eso es lo que deseo que quede consignado.
El Sr. FERRER : He pedido la palabra en contra.
El Sr. PRESIDENTE: La habia pedido V. S. en pro.
El Sr. FERRER: Hablo en contra de esa modificación. La comi
sión admite la modificación de que se diga que no ha lugar á delibe
rar según he oido.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Santos): Por mi parte si; mas no sé
cómo opinarán en este asunto mis compañeros da comisión.
El Sr. FERRER : En ese caso usaré de la palabra en pro.
El Sr. PR ESI ü ENTE: El Sr. Seoane títere la palabra en contra.
El Sr. SEOANE: Señores, me parece que este asunta no es de
aquellos de tan poca monta que merecen la resolución del Senado de
que no ha lugar á deliberar; resolución que en el caso presente no »é
qué efecto pueda producir, porque al fiu hay una comisión que des
pués de haber examinado los antecedemos debe decir si en su concep
to el Gobierno ba hecho bien ó mal. ¿Qué significa no ha lugar á de
liberar"} ¿No es mejor se diga : el Senado. aiada enterado, porque asi
se deja la cuestiqn en pie para las ocurrencias posteriores que se pue
dan presentar, y sin comprometerse con un voto anticipado? Pero
sea de esto lo que quiera, el objeto principal que he tenido al pedir
la palabra ha sido el de hacer ver que en mí juicio no debía tratarse
esta cuestión en ausencia del Gobierno, porque son actos suyos ó de
sus antecesores los que están puestos en tela de juicio , y seria im
propio adoptar una resolución por la que el Gobierno quedase com
prometido sin oir su defensa , lo cual no es justo, y es lo mismo que
si un tribunal que tratase de juzgar una causa en que apareciese co
mo acusado un reo» le cerrase la puerta para que no pudiese estar
{presente á la defensa .
Por esta razón oreo que este asunto se debe suspender hasta que
el Gobierno fe halle piesente.
El Sr. FERRER: Señores, desgraciadamente es esta Una cuestión
que desde el principio se ha extraviado. Sí fuera el otro Cuerpo co
legislador el lugar donde se hubiese suscitado esta discusión , desde
luego hubiera creído que se trataba de formalizar una acusación al
Gobierno por esa providencia ; pero como no es de este Cuerpo el es
tablecer ninguna acusación, sino juzgar en su caso , de aqui el que

todo lo que se ha hablado sobre el fondo de la cuestión no es de este
lugar, y digo mas, es extemporáneo el prejuzgar esa cuestiona
£1 Gobierno, según ha entendido que estaba autorizado por la
Constitución y las leyes, tomó una providencia que le pareció justa
y arreglada según los avisos que recibió de las autoridades de aquel
país con respecto á cuatro individuos de la diputación provincial: te
niendo yo el honor de hacer parle de aquel Ministerio, no me toca
á mi defenderle ahora, como tampoco toca á nadie el acusarle por la
razón que he dicho.
Dicese que porque ha venido aquí ha buscado subrecticiamente
una aprobación. Permítaseme que conteste que en esto hay una sus
picacia que no nos favorece. ¿ Ni cómo había de ser esa su idea?
¿Pues qué tan necios eran los Ministros que ignorasen que esas par
tes si se creian agraviadas podían acudir al tribunal competente
con una acusación para que se les exigiera la responsabilidad?
El Gobierno al dar cuenta de esa providencia estaba en su dere
cho , y debió hacerlo en cumplimiento de la ley ¡.porque la ley can-
cede al Gobierno esa facultad, con la precisa é indispensable condición
de que ha de dar cuenta á las Cortes.
Querer ahora que la comisión proponga desde luego la aproba
ción ó desaprobación de ese hecho, permítaseme que diga que es una
cosa exótica que no entra en mi cabeza; porque, vuelvo a decir, seria ,
prejuzgar la cuestión y perder el derecho que tiene este Cuerpo como '
tribunal. ¿Procede ó no procede el dictamen de la comisión ? El an
terior si se quiere no procedía tan claro ; ¿pero el que en este mo
mento se discute , reducido á decir que el Senado queda enterado,
prejuzga alguna cuestión? ¿Quita ó da algún derecho? ¿ Aprueba o
desaprueba la conducta del Gobierno? No : pues esto es lo que debió
hacer en rigor, por precisión , por fuerza, porque no tenia libertad
para otra cosa mas que para decir que queda enterado , y el Gobierno
ha cumplido coa la ley dándome parte. Asi queda virgen el asunto
principal, no se prejuzga nada , y quedan á salvo los derechos que
cada uno crea que puede tener-
Bajo de este principio, me parece que debe aprobarse el dictamen
de la comisión tal cual ha sido presentado; pero si se admite esa mo
dificación en que ha convenido uno de sus individuos, se destruye el
principio que he sentado, y en ese caso le desapruebo.
E! Sr. MACIA LLEOPART: Pido que se lea la comunicación
con que el Gobierno remitió este asunto al Senado."
Se leyó.
El Sr. LASAÑA: Pido también que se lea el oficio de remisión.
El Sr. Secretario CARRASCO: Al Senado no hay mas que este;
el otro es á las Córtes.
El Sr. LASAÑA: Es igual: á las Córtes.
El Sr. CARRASCO: Como el Sr. Lleopart no ha pedido que se,
lea mas que el oficio de remisión al Seuado...
El Sr. MACiA LLEOPART: Ahora pido que se lea la «xposi--
cion á las Córtes." -»
Se leyó.
El Sr. LASAÑA: Señor, yo no me haré cargo de esa comunica
ción del Gobierno, á pesar de que habia mucho que decir de ella, y
voy á concrelarme únicamente á lo que ha manifestado el Sr. Ferrer.
Lo que ha dicho S. S. me corrobora mas en la idea de que es necesa
rio que la resolución del Senado en este asunto sea explícita y ter
minante, porque S. S. nos ha dicho que la resolución de que se que
da enterado da á entender que el Gobierno ha cumplido con la ley
dando cuenta al Senado. (£'/ Sr. Ferrer pide la palabra para deshacer
Una equivocación.}
Creo que eso será lo que querrá decir el Sr. Ferrer; y con arreglo
al mismo artículo constitucional no ha cumplido , porque compo
niéndose las Córtes de los dos Cuerpos colegisladores, ha debido diri
girse á ambos ; porque las Córtes no son el Senado solo , ni el Con
greso solo tampoco.
Dice S. S. que resolviéndose por el Senado que se diga queda ente
rado, ya se ve que absolutamente no loma parte en esta resolución;
ue quiere inhibirse del conocimiento del asunto. Pero si quiere iu-
2 ibirse enteramente de él , ¿por qué no lo ha de decir explícitamen
te? Yo no entro en esta cuestión , porque creo que no me correspon
de; pero estoy persuadido de que no pertenece al Senado, y que caso
de promoverse*, debe empezar por el otro Cuerpo y no por este.
Repito, pues, que el Senado debe inhibirse de este asunto, y que
lo debe decir clara y terminantemente.
El Sr. FERRER: Cuando he dicho que en dirigirse el Gobierno
al Senado ha cumplido con la ley, no he dicho que haya cumplido
con ella respecto á la separación de los diputados provinciales , sino
que ha cumplido con la ley en dar parte, porque ha observado loque
esta dispone.
Dice el Sr. Lasaña que la Constitacion previene que dé cuenta á
las Córtes, y que no se ha observado esto porque solóse ha dado cuen
ta al Senado. Esta es otra equivocación, como se demuestra á la sim
ple vista de los dos documentos que se acaban de leer, porque cada
uno de ellos es de distinto carácter y naturaleza.
El primero se ha dirigido al Senado para dar parte; el segundo se
dirige á las Córtes , no al Seuado , para que tengan conocimiento del
asunte.
Disponiendo la ley que se dé cuenta á las Córtes , claro es que
la ha cumplido el Gobierno porque se ha dirigido á ellas dando cuen
ta de su conducta en este negocio.
227
£1 Sr. SAX MIGUEL (D. Santos) Señor, la comisión habia pro
puesto en su dictamen que se dijese que el Senado quedaba enterado,
porque creyó que era la única resolución que sobre este asunto debía
recaer. Mascomo un Sr. Senador ha hecho presente que esta expresión
no es bastante explícita, que tal vez envolvería la idea de dar apro
bación al proceder del Gobierno, y que por consiguiente seria mejor
que se expresase por el dictamen no haber lugar á deliberar, yo co
mo individuo de la comisión , el único que está presente, no he te
nido inconveniente en admitirlo.
Habiendo pasado á la comisión todo el expediente, y todos los do
cumentos que tenian relación con él, ereyó esta que se dirigian para
que expresase su opinión acerca de la conducta observada por el Go
bierno , proponiendo un voto de aprobación ó de desaprobación.
Bajo eWe concepto presentó su primer dictamen; pero cuando se
puso á su discusión varios señores hicieron conocer que ao debía
entrarse en esta cuestión, porque era prejuzgar una decisión que des
pués seria necesario tomar.
La comisión en su consecuencia retiró su dictámen , y de acner-
do con muchos Sres. Senadores ha dado posteriormente el que ahora
se discute.
Yo creo que no debe haber inconveniente en admitir la indica
ción del Sr. Lasaña; pero pido al Sr. Presidente, que puesto que no
están presentes los demás individuos de la comisión , suspenda esta
discusión hasta que se reúnan todos, porque yo solo no puedo tomar'
ninguna resolución sobre el particular , y será por lo tanto inútil
cuanto hablemos.
El Sr. PRESIDENTE? Se suspende esta discusión.
Invito á los señores que componen las comisiones de los asuntos
que estau señalados para la órden del dia que se hallen presentes á
fin de que no vuelva á acontecer loque sucede en este instante."
Prosiguiendo la órden del dia, fueron aprobados sin discusión
cuatro dictámenes de la comisión de Peticiones, tres de ellos leidos
en la sesión del dia 7 del actual {véase el Diario núm. 97), y el
cuarto en la del 15 {véase el Diario núm. 31).
Leído el relativo á la petición del ayuntamiento del Ferrol
{véase el expresado Diario núm. 27, sesión del 7), obtuvo la pala
bra y dijo
El Sr: CHACON (D. -José María) : Muy pocas razones podré
añadir á las que da el ayuntamiento del Ferrol en apoyo de lo útil
que seria se estableciese en aquella villa el colegio naval.
Cuando se expidió el decreto del Gobierno en que se disponía la
formación de un colegio naval en Sevilla acordó este Cuerpo qae se
archivase y nada mas, no teniendo yo lugar por lo tanto para ex
poner mis razones en contra de él, razones que me reservo para
cuando llegue esa discusión.
i Por ahora me limitaré á la exposición. Si el objeto de establecer
un colegio naval es tener jóvenes á quienes se proporcionen todos
los recursos necesarios para ejercer su profesión, ese objeto Creo que
de ninguna manera se cumplirá mejor que estableciéndole en un de
partamento, porque en un puerto en donde apenas se ven buques
mayores poco podrán aprendeT los alumnos.
En un departamento , se me dirá, es poco lo que se trabaja. Cier
tamente es poco lo que se trabaja; pero por póco que sea, siempre
tienen á la vista los navios, las máquinas, los instrumentos náuti
cos, y pueden familiarizarse con ellos, como es necesario que lo ha
gan para que salgan tan instruidos como deben.
Se dice que por ahora los departamentos no trabajan : también es
cierto que no tenemos marina; pero si la hemos de tener , alli deba,
estar el colegio de cualquier modo que se mire la cuestión, ya sea
bajo el aspecto científico , ya bajo el económico.
Bajo el aspecto económico, es indudable que costará mucho mas
componer y habilitar el edificio de Sevilla que lo que vendrá á
gastarse en la obra que exige el del Ferrol.
Yo no rae fijaré en sostener que el Ferrol tiene mas derecho que
ningún otro puerto para que se establezca en él el colegio naval.
Todos los departamentos tienen igual razón para llamarle á si ; pero
militan mas razones á favor de el del Ferrol, porque los pocos bu
ques que tenemos con muy leves excepciones están allí, y alli es
donde se han de carenar, donde se han de componer y donde se han
de habilitar , y conviene por lo tanto que los tengan i la vista los
guardias marinas , y que se hagan en su presencia todas esas opera
ciones para que aprendan prácticamente su profesión.
Todo esto lo dice perfectamente el ayuntamiento; y yo no pnedo
hacer mas que recomendarlo al Senado para que lo tenga presente
cuando llegue la hora.
El St. CARRASCO : Señores , la «amisión no puede en asuntos
de esta naturaleza tener aquella libertad que tienen otras comisiones
para proponer al Senado un dictámen conforme al espíritu domi
nante de los señores que usan de la palabra'.
Ceñida al estrecho circulo que la marca el regla mentó , no puede
salir de una de las tres fórmulas que en él se consignan ; á saber: "ó
que no ha lugar á deliberar, ó que pase al Gobierno, ó se tenga pre
sente en tiempo oportuno." En la oeasiun presente ha creído que es
taba en el caso de proponer el último extremo , esto es, que se tenga
presente en tiempo oportuno; porque si alguna vez el Senado ha de
poder hacer algo en favor de los peticionarios, será cuando se presente
a la deliberación del mismo un proyecto de ley por el cual se trate
de establecer estos colegios navales; entonces podrán tomarse en cuenta
 228
las observaciones que el Sr. Chacón ha hecho, asi como las que hagan
otros Sres. Senadores: mientras tanto el dictamen se encuentra en su
lugar; y como por otra parte el Sr. Senador que ha usado de la pala
bra no ha tratado de impugnarle, sino que ha querido aprovechar la
ocasión que se le presentaba á fin de esponer las razones que hay
para que en el Ferrol se establezca el colegio naval de Sevilla , cree
la comisión que dejando esta cuestión para su tiempo el Senado puede
servirse aprobar su dictamen.
El Sr. CAPAZ : Voy á satisfacer en des palabras á la observa
ción presentada por mi amigo el Sr. Chacón. Cuando el Gobierno
por medio de un oficio dirigido á la secretaria del Senado puso en
conocimiento de este el decreto expedido por la Regencia provisio
nal mandando establecer el colegio naval de Sevilla, no fue masque
para noticiarlo al Senado, y de ninguna manera para presentarlo á
su aprobación ó desaprobación. Entonces no hubo que decir mas sino
que el Senado quedaba enterado, sin necesidad de tomarlo en consi
deración; y esta fue la razón por que en aquella ocasión no pudo ha
blarse sobre el asunto.
En cuanto al dictamen que presenta la comisión estoy conforme
con lo que el Sr. Carrasco ha manifestado de que no podia haberse
propuesto á la deliberación del Senado mas que uno de los tres ex
tremos que abraza el reglamento, siendo en mi entender el que ba
adoptado el mas conveniente , es decir , que se tenga presente en
tiempo oportuno ; y este tiempo oportuno llegará tan luego como
«1 Sr. general Chacón quiera hacer una proposición, ó el Gobierno
presente un proyecto relativo á este asunto.
El Sr. PRESIDENTE: Voy, señores, á fijar la cuestión: lo que
en este momento se trata es únicamente de saber cuál de las tres fór
mulas marcadas en el reglamento para dar curso á las peticiones se
ba de adoptar eu la que se discute , es decir, que si se tendrá pre
sente en tiempo oportuno, ó se dirá no ha lugar á deliberar, ó se
resolverá que pase al Gobierno. La comisión ha propuesto la pri
mera de estas tres fórmulas, y si el Senado no lo aprueba no le res
ta otro recurso que proponer, uno de los otros dos exiremos; y para
no aprobar lo que propone es para lo que únicamente puede haber
discusión.
El Sr. CAPAZ: Quería hacer presente al Senado que si se trata
ba por este de pedir que pasara al Gobierno no lo tengo por necesa
rio, á no ser que se hiciera con recomendación, porque obra en su
poder otra petición exactamente igual á esta, y asi me parece opor
tuno el dictámen de la comisión; porque, como ya he dico anterior
mente, podrá tenerse presente este atonto, ó bien en una proposición
hecha por el Sr. Chacón, ó en un proyecto de ley en que tome la ini
ciativa el Gobierno.
El Sr. FRIAS: He pedido la palabra en esta cuestión , porque ya
anteriormente tenia yo conocimiento de la exposición dirigida á las
Córtes para el establecimiento del colegio naval de Sevilla en el Fer
rol. El objeto que me movió cuando tuve el honor de proponer á la
aprobación de la Regencia provisional del reino el establecimiento
de ese colegio naval en Sevilla , fue el creer que era de una grande
necesidad para las cuerpos facultativos de la armada nacional el que
hubiera un colegio por el cual se trasmitiesen todos los conocimien
tos útiles y necesarios en tan interesante carrera.
Yo conozco muy bien que estos colegios estarian mucho mejor en
un arsenal para el objeto á que se dedican; pero á mas del desgracia
do estado en que nuestros arsenales se encuentran, se presentaba la
grande dificultad de la penuria del Erario, ofreciendo por esta razón
grandes ventajas el colegio de Sevilla, á causa de que no había que
hacer mas que arreglarlo ligeramente. Esta fue la razón principal
que me movió á proyectar el establecimiento del colegio en Sevilla,
y con tanto mas motivo, cuanto que quedaba expedito el de San Tel-
mo para recibir las guardias 'marinas.
Aunque el Sr. Chacón supone grandes gastos para esto, debo de
cirle que algo mas je gastaría, en el Ferrol, á donde si es verdad que
podría ofrecer algún interés , no lo es menos que podria resultar el
mismo ó mayor á los departamentos de Cádiz, la Carraca y Cartage
na, en que por varias circunstancias y en diferentes ocasiones no se
han pedido llevar á efecto estos establecimientos.
Digo, pues, señores, que el objeto que se propuso el Gobierno fue
el dar impulso á esta enseñanza ; y no se pierda de vista que si hay
gastos que hacer para el estableci miento de este colegio como dice S. S.
mayores se ocasionarian para establecerlo en el Ferrol , á menos que
su ayuntamiento no quisiera hacerlos. Por lo demás, en cuanto á la
ventaja de los arsenales en el estado que en el dia tienen , la misma
ofrecerá cualquier otro punto. Por consiguiente, yo en esta parte quie
ro que el asunto pase al Gobierno , y este dispondrá lo que tenga por
conveniente.
El Sr. CHACON: Me levanto únicamente para rectificar lo que
he dicho antes: convengo con el Sr. Frias en que los arsenales están
exhaustos, aunque á decir verdad , conservan algo; pero si ha de ha
ber establecimientos de esta clase, preciso será que empecemos á tra
bajar por los arsenales.
En cuanto i la preferencia del Ferrol, conozco que todos los demás
colegios se hallan en igual caso; pero los buques por que se ha de
empezar están en el arsenal del Ferrol, reuniéndose á esto las cir
cunstancias de la salubridad del país y baratura de todo lo necesa
rio para la manutención de los jóvenes. Todo esto no deja |dc ser de
alguna consideración.
Por lo demás , yo veré de hacer la proposición , y cuando llegue
el caso expondré de otra manera mi dictámen."
Sin mas discusión fue aprobado el dictámen.
*Dióse<cuenta de que las secciones babian nombrado las siguientes
comisiones :
Para la comisión que ha de entender en el proyecto de ley para
redención del censo de población de Granada:
1* Sr. Galdeanó.
2? Sr. Ruiz de la Vega.
4* Sr. Gil de la Cuadra.
5* Sr. Heros.
Para la que ha de entender en el relativo á la derogación de to
das la» leyes que conceden el derecho de retracto, llamado legítimo,
gentilicio ó de abolengo:
i? Sr. Landero y Corchado.
2i Sr. Bonel y Orbe.
4Í Sr. Zumalacárregui.
5Í Sr. Abargues.
Para la que ha de informar sobre la proposición de ley para
exención de pago del derecho de alcabala en las permutas de pro
piedades:
lí Sr. Rubiano.
2Í Sr. Ont ¡veros.
-I- Sr. Campuzano.
5Í Sr. Jiménez Frontín.
Para la comisión relativa i que los Senadores y Diputados qne
fueren á la vez empleados no disfruten sueldo, ha sido nombrado
por la primera el Sr. D. Ramón María Calatrava en reemplazo del
Sr. D. José Maria Jaime.
Para la comisión sobre el proyecto de ley relativo al restableci
miento del art. 111 del cap.. 6? de la ley constitutiva del ejército
de 9 de Junio de 1821:
lí Sr. Primo de Rivera.
2* Sr. Espinosa.
3i Sr. Gil de las Revillas.
4i Sr. Ferráz (D. Valentin;.
5i Sr. Aldama.
Para la que ha de entender en el concerniente á la recaudación é
inversión de arbitrios provinciales y municipales.
1? Sr. Conde de Soto-Ameno.
2Í Sr. Camps y Aviñó.
5? Sr. Ladrón de Guevara.
» 4í Sr. Suarez del Villar.
6i Sr. Romo y Gamboa.
Para la que ha de informar som-e el de autorización al Gobierno
para plantear los nuevos aranceles:
lí Sr. Jordá.
2* Sr. Pérez.
3í Sr. Ferrer.
4í Sr. Muguiro.
5Í Sr. Heros.
El Sr. ONDOVILLA : He avisado á los individuos de la prime
ra sección, que se encuentran aquí , para que luego que se concluya
la sesión se sirvan acudir á hacer los tres nombramientos que faltan.
Ademas debo hacer presente que el Sr. D. Carlos Morand ha ob
tenido licencia por estar enfermo para ir á su pais: era individuo
de la comisión de Actas, y de consiguiente esta falta debía de reem
plazarla la quinta sección á que pertenecía; pero de esta hay otro
individuo, que es el Sr. Romo y Gamboa , lo cual depende de ha
berse hecho las elecciones de individuos de esta comisión al princi
pio de las sesiones del Senado, y habiéndose hecho después un nuevo
sorteo, ha dado la casualidad de que haya dos individuos en una
misma sección: hago presente esto i fin de que se resuelva lo cor
respondiente acerca del nombramiento de este individuo, y salga yo
de la duda de cuál ha de nombrarse.
El Sr. PRESIDENTE: De la que no le tenga.
El Sr. ONDOVILLA: Pero siempre resultará que correspon den
dos á la quinta sección; el Sr. Romo y otro que se nombre.
El Sr. PRESIDENTE : Se nombrará en la que no le tenga , por
que son cinco las secciones, y de consiguiente si la quinta tenia an
tes dos y ahora uno, siempre faltaría á alguna sección, y se la
avisará.
El Sr. ONDOVILLA : Sea asi, pues, lo que se necesita es un in
dividuo de la comisión de Actas, salga de donde quiera.
El Sr. PRESIDENTE: Se avisará á la sección que no tenga in
dividuo para que lo nombre. '
Mañana no se reunirá el Senado por no haber de qué ocuparse.
Se avisará adomicilio, y nos ocuparemos tle los asuntos que están
anunciados á mas del nuevo dictámen de la comisión sobre los ar
tículos 3? y 4? del proyecto de ley relativo á las obras del teatro de
Oriente, que se han impreso y repartido á los Sres. Senadores.
Se levanta la sesión pública para quedar en secreta."
Eran las tres menos cuarto.
 NUMERO 55.
DIARIO
LAS SESIONES
SEMA®®,
SESION DEL DIA 21 DE. JUNIO DE 1841.
Se abrió á la una y cuarto, y leída el, acta de la anterior por el
Sr. Secretario Onis, fue aprobada.
Se dio cuenta de no oficio del Sr. Ministro de Gracia y Justicia,
fecha 17 del corriente, al que acompaña uno de los originales de la
ley sancionada en el mismo dia por el Regente del reino relativa á
la igualaciou en todos sus efectos y aplicaciones de la deuda sin in
terés liquidada con anterioridad y posterioridad al 1° de Marzo
de 1836.
Se leyó la expresada ley que dice asi:
Al Regente del reino.=E1 Senado, habiendo tomado en
consideración el proyecto de ley que aprobó el Congreso de los Di
putados en 31 de Mayo último sobre igualación de la deuda sin ín
teres liquidada cou anterioridad y posterioridad al 1? de Marzo
de 183b', y conformándose con el tenor del mismo, ha aprobado lo
siguiente.
Articulo-,.único. "Desde la publicación de esta ley la deuda sin
interés liquidada desde 1? de Marzo de 1836 será igual en todos sus
efectos y aplicaciones á la de igual cíase liquidada con anterioridad
á dicha fecha."
Y el Senado lo presenta al Regente del reino para que se digne
dar su sanción si lo tiene por conveniente. Palacio del. mismo 16 de
Junio de 1841— El conde de Alinodovar, Presidente.:: Juan José
García Carrasco, Senador Secretarlo—Mariano Valero y Arteta, Se
nador Secretario—Mariano Torres y Solanot, Senador Secretario—
Mauricio Carlos de Onís, Senador Secretario.
Madrid 17 de Junio de 1811—Publiquese como ley—Baldomero
Espartero, Duque de la Victoria—Como Ministro de Gracia y Justi
cia—José Alonso.
El Sr. PRESIDENTE: Queda publicada como ley en el Senado
y se archivará."
El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. Ministro
de la Guerra, fecha 18 del actual, trasladando la que ha dirigido al
brigadier D. Francisco Valdés, relativa á que el Regente del reino
ha tenido á bien resolver que todos los que desembarcaron en la
playa de Tarifa, y los que después de tomada dicha plaza se asocia
ron á esta empresa, usen de una condecoración que el citado briga
dier propone.
Acordóse pasar á la comisión de Actas :
1? Un oficio del Sr. Ministro de la Gobernación de la Península,
fecha 18 del actual , en el que traslada para conocimiento del Sena
do el decreto que en el dia anterior le dirigió el Regente del reino
nombrando Senadores por la provincia de Orense á D. Santiago Saez
Martínez, en reemplazo del conde de Puñonrostro ; por la de Cáce-
res á D. Tomás Sánchez del Polo, en lugar de D. Diego González
Alonso ; por la de León al marqués de Astorga , en reemplazo de
-D. Francisco Verea y Cornejo ; y por la de las Tslas Baleares á Don
Manuel Marliani, en lugar de D. José María Calatrava.
2? Una reclamación del ayuntamiento constitucional de la ciu
dad de la Palma, en la Gran Canaria, con fecha 19 de Mayo de este
año , en la que por si y á nombre de todos los demás de la Isla que
para ello tienen dado sus poderes pide se declaren nulas las elec
ciones últimamente hechas en aquella provincia.
S.—TOMO I.
DE
DE CORTES
El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. D. José
María Alvarez Pestaña, en que manifiesta no serle posible asistir á la
sesión por hallarse indispuesto.
Dióse cuenta de que la tercera sección habia hecho los siguientes
nombramientos:
Para la comisión que ha de entender en el proyecto de ley relati
vo á la redención del censo de población de Granada al Sr. conde de
Pinofiel.
Para la que ha de informar acerca del de la derogación de todas
las leyes que conceden el derecho de retracto, llamado legitimo, gen
tilicio ú de abolengo, al Sr. D. Ramón Macia Lleopart.
Y para la que ha de informar sobre la proposición de ley para
exención del pago de derechos de alcabala en las permutas de pro
piedades al Sr. D. Gaspar Ondovilla.
Asimismo se dió cuenta de que la sección primera habia nom
brado para la comisión relativa á que los capitanes generales, audi
tores de guerra y otras autoridades no puedan ser elegidos Diputados
ni propuestos para Senadores por las provincias de su mando, al se
ñor D. Antonio Solis, en lugar del Sr. D. José María Jaime; para la
de revisión de Actas electorales al Sr. Moya por ausencia del señor
Morand.
Igualmente se anunció que la comisión encargada de informar
sobre la proposición relativa á la exención del pago de alcabala en
las permutas de fincas habia nombrado presidente al Sr. D. Gaspar
de Ondovilla, y secretario al Sr. D. Joaquin Francisco Campuzano.
Se acordó imprimir , y que se señalaría dia para la discusión de
los siguientes dictámenes de la comisión de Peticiones: '
"La diputación provincial de Barcelona con fecha 11 de Junio
remite al Senado una exposición dirigida alas Córtes, en que felici
tando al Congreso de los Diputados por haber tomado en considera
ción el proyecto de ley que le ha sido presentado para el derribo de
la ciudadela de aquella plaza, suplica á los Cuerpos colegisladores se
sirvan aprobarle.
"La comisión de Peticiones, teniendo en consideración que el pro
yecto de ley A que se refiere la diputación provincial de Barcelona
deberá someterse en su día á la deliberación del Senado, entiende
puede el mismo servirse acordar que esta exposición se tenga presente
para el uso oportuno. Palacio del mismo 21 de Junio de 1811—Alino-
dovar—García Carrasco—Valero y Arteta—Onís.=Torres Solanot. "
"D. Casimiro López , calificando los artículos del proyecto de ley
sobre vinculaciones presentado por el Gobierno al Congreso de des
tructores de los principios de justicia y desorganizadores de los ele
mentos de un buen gobierno, que nunca debe ser reaccionario, pide
al Senado que cuando pase á su exámen le analice con detenimiento
y lo modifique en los términos que'su sabiduría estime.
* La comisión de Peticiones, atendiendo á que el Senado debe ocu
parse en su dia del asunto á que se refiere esta, opina que puede ser
virse acordar se tenga presente para el uso oportuno. Palacio del mis
mo 21 de Junio de 1841—Almodovar. = García Carrasco. = Valero y
Ar te ta.=Onis—Solanot."
Se anunció que la comisión encargada de informar sobre el pro
yecto de ley rtjfativa.á la provisión en propiedad de los curatos va
66

cantes había nombrado por su presidente al Sr. D. Vicente Gil Mu
ñoz, y secretario al Sr. D. Gaspar Ondovilla.
Que la concerniente á autorizar al Gobierno para plantear los
nuevos aranceles habia hecho igual nombramiento de presidente en
el Sr. D. Joaquín María de Ferrer, y de secretario en el Sr. D. José
Mana Pérez.
Que la tercera lección había nombrado al Sr. D. José Espinosa
de los Monteros para reemplazar al Sr. D. Miguel Corbacho en la
comisión sobre arreglo del servicio de bagajes.
Que la cuarta sección había nombrado al Sr. D. Pedro Ramírez
Coté en reemplazo del Sr. O. Antonio María Alvarez de Tomas
para la comisión que entiende en el proyecto de ley sobre que los
capitanes generales y otras autoridades no puedan ser elegidos Dipu
tados ni propuestos Senadores por las provincias en que ejercen man
do u jurisdicción.
Y que ila comisión que debe informar sobre el proyecto de ley
para el restablecimiento del ari. 111 del cap. 6° de-la ley constitutiva
del ejército de 9 de Junio de 1821 , habia nombrado por su presí
deme al Sr. D. Valentín Ferráz , y secretario al Sr. D. Juan José
Gil de las Revillas.
El Sr. CODORNIU : Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.
El Sr. CODORNIU: Se han hecho en el Senado varias interpela
ciones á la comisión que ha de informar en el asunto relativo á la
tutela. Esta tiene sus trabajos tan adelantados , como que la mayo
ría , es decir, tres de los cinco Senadores que la componen, han con
cluido ya su dictamen. Los otros dos señores han quedado en hacer
un voto particular, que no se ha presentado; y esta es la razón por
que la mayoría de la comisión no da cuenta de sus trabajos. He
dicho esto para que no la culpe el Senado por su tardanza.
El Sr. PRESIDENTE : Q uiere decir que la comisión no ha con
cluido todavía sus trabajos, porque falta que los acabe la minoría.
El Sr. CODORNIU : La comisión ha declarado ya concluidos sus
trabajos hace tres días, en términos que aquí tengo el acta de ella que
lo expresa terminantemente.
El Sr. PRESIDENTE: Se leerá el artículo que habla del caso en
que estamos."
Se leyó el art. 68 del reglamento.
El Sr. PRESIDENTE: No habiéndose presentado el dictamen de
la minoría, no se puede dar cuenta del otro.
El Sr. conde de PINOFIEL: Casi es excusado hablar después de
la lectura de ese artículo, porque por él se ve que poco importa el
que la mayoría de la comisión esté conforme, y haya acordado el dic
tamen que ha de presentar, cuando la minoría no ha extendido aun
el suyo; porque es necesario que el Sr. Pestaña y yo nos pongamos
absolutamente de acuerdo.
La comisión, dice el Sr. Codorníu , ha cerrado ya sus trabajos:
yo creo que esto no es exacto ; la mayoría los habrá concluido ya,
pero la minoría no; y es menester esperar á que los cierre.
El Sr. CODORNIU (para una rectificación): Aquí tengo el acta
firmada por todos los individuos de la comisión con fecha 16 de Ju
nio, en la que después de haber convenido en los dos votos de mayo
ría y minoría, se dice: "en esta virtud se dieron por concluidos los
trabajos de esta comisión." Está firmada por todos los individuos.
Lo digo solo para contestar al dicho del Sr. conde de Finotiel de
que la comisión no habia cerrado sus trabajos.
El Sr. PRESIDENTE : Estamos enterados de que la mayoría de
la comisión ha concluido su trabajo, pero la minoría no ; y cuando
se concluya por toda la comisión, en este sentido se dará cuenta de
ambos dictámenes."
Entrándose en la orden del dia , se anunció la continuación de la
discusión del dictamen relativo á la suspensión de varios vocales de
la diputación provincial de Badajoz.
El Sr. SEOANE: Tengo entendido, Sr. Presidente, que la co
misión ú quien se pasó todo el proyecto de ley para el arreglo del
servicio de bagajes para que informase sobre las adiciones presenta
das tiene ya evacuado su yjforme , y leyéndose hoy puede entrarse
rn la discusión cuando lo permita el reglamento, con lo que gana
remos tiempo.
El Sr. PRESIDENTE : Precisamente lo he anunciado así.
El Sr. LASAÑA: El dictamen que está hoy á discusión se sus
pendió el otro dia porque no se hallaba presente ningún individuo
del Gobierno, y cuya suspensión tuvo lugar después de haber con
sultado el Sr. Presidente al Senado. De consiguiente, creo que estamos
hoy en el mismo caso, por cuanto también se halla desierto el banco
que ocupan los señores que componen el Gobierno, y por identidad
ríe razones me parece que no se debe entrar hoy en la discusión.
El Sr. PRESIDENTE : Si no estoy equivocado, creo que la sus
pensión fue por falta de señores individuos de la comisión. En cuan
to al Gobierno, está avisado, y podrá, según le parezca, asistir
ó no.
El Sr. GALDEANO: Dos veces ha estado este negocio en U co
misión: en la primera se creyó que debia informarse sobre la le
galidad ó ilegalidad del procedimiento del Ministerio; y la comi
sión lo creyó asi porque se halló con un gran número de expedien
tes , de cuyo exámen resultó, á su entender, que el Gobierno habia
lido bien, y en este concepto extendió su dictáinen, de que se
' i. Puesto á discusión, un Sr. Senador observó que si el Se
■
nado se ocupaba de este negocio quedaría por lo mismo inhabilitado
para poder conocer de él después si se trataba de exigir la respon
sabilidad ai Ministerio ; y la comisión, conociendo el fundamento de
esta bbservacion, retiró su dictámen para presentarlo de nuevo.
En afecto , la comisión lo presentó por segunda vez diciendo que
el Senado únicamente debia declarar que quedaba enterado, y que se
volviera el expediente al Gobierno, lo cual quiere decir que el Se-
na'do reconoce que el Gobierno ha cumplido dando cuenta á las Cór-
tes de que habia suspendido á esos diputados , como está mandado
que se haga; y no diciendo otra cosa ha querido manifestar , puesto
que según parece hay incoado un juicio que se reserva resolver para
cuando de esle juicio aparezca calificado el modo de proceder de los
Ministros en este negocio. Creo , pues , que no se necesitan mas in
dicaciones."
Leído el dictámen (véate el Diario núm. 29 tuion del dia 12
de Jimio ), obtuvo la palabra y dijo
• ElSr. LASAÑA: Cuando me opuse el otro dia á esto dictámen
fiM.iicieado-que deseaba que se diera una contestación explícita, pues
para mi el decir que el Senado queda enterado no quiere de
cir nada.
El Sr. Senador que me ha precedido en la palabra, como indivi
duo de la comisión, ha manifestado que esa expresión quiere decir
que el Gobierno ha cumplido con dar cuenta á las Córtes del uso que
ha. hecho de la facultad que la ley le concede. Yo, señores, no en
tiendo que el dar cuenta á las Córtes sea manifestar la conducta que
el Gobierno ha seguido para su aprobación ó desaprobación ; pero
aquí el Gobierno no nos ha dado cuenta para este objeto, sino para
que lo oigamos como una historia.
Si estaba, como lo está , en las facultades del Gobierno el sus
pender á esos diputados, ¿qué necesidad tenia de dar cuenta á las
Córtes V Porque todo loque está en sus facultades puede ejecutarlo
sin dar cuenta. Pero aquí no estamos en ese caso. Está el Gobierno
autorizado para suspender á los iudividuosde las diputaciones provin
ciales; peroal propio tiempo debe someter su conducta al juicio de las
Córtes : esto es lo que quiere decir dar cuenta á las Córtes, no co
municarlo únicamente.
Se dice que el Gobierno se ha dirigido á las Córtes supuesto que
asi dice su exposición ; pero digo y repito que las Córtes son los dos
Cuerpos colegisladores, los cuales no se reúnen mas que en dos casos,
que son para el nombramiento de Regencia y tutor del Rey menor;
masaqui no podía verificarse asi.
Es verdad que cuando regia la Constitución del año 12 no habia
mas que una Cámara: de consiguiente es imposible que haya un ar
ticulo estando las Córtes divididas en dos Cuerpos que se pueda adap
tar á este caso. Pero ya que se han citado tantas veces precedentes,
yo también me valdré de ellos.
Cuando se ba tratado de cuestiones en que debian entender las
Córtes, ¿se ha dirigido el Gobierno á un solo Cuerpo? No señor ; se
ha dirigido á ambos, segun lo demuestran las cuestiones de Regencia
y Tutoría. ¿Y por qué tío ha obrado en esta ocasión del mismo
modo? Se me dirá que esa exposición debe pasarla el Senado al Con
greso; pero tampoco entro en esto, porque esas reglas no se siguen
mas que en ciertos casos.
Yo no me opongo al dictámen sino porque quisiera que quedara
'aquí consignado que esta declaración del Senado no envuelve una
aprobación de la conducta del Góbierno; porque si tal fuera la idea,
yo desde luego me prometía impugnarla con razones suficientes.
El Sr. GALDEANO : Está mandado, no sé si en ley ó reglamen
to, que cuando el Ministerio suspenda algunos individuos de dipu
taciones provinciales dará cuenta á las Córtes, y por esta sencilla
razón contesta la comisión al Gobierno diciendo : " El Senado queda
enterado." Con esto , si después las personas agraviadas piden la res
ponsabilidad al Ministerio, como parece que la han pedido, queda
expedito el Congreso para presentar la acusación, y el Senado para
juzgar.
El Sr. LASAÑA: Pido la palabra para hacer una observación.
El Sr. PRESIDENTE: V. S. tiene derecho á hablar en contra
segunda ves, si gusta, por no haber quien la tenga pedida en el
mismo seDtido.
El Sr. LASAÑA : Lo único que deseo es que los señores de la co
misión declaren si esa expresión " de que el Senado queda ente
rado" envuelve una aprobación de lo hecho por el Gobierno, por
que deseo que quede aquí explícitamente consignado. >
El Sr. SAN MIGUEL (D. Santos): No sé qué necesidad haya de
dar esa explicación á la fórmula de que el Senado queda enterado,
porque con eso no damos ninguna aprobación explícita á los actos
del Gobierno que se encuentran en sus facultades.
Si se hubiera entrado en la discusión del primer dictámen que
presentó la comisión , entonces se veria si el Gobierno habia tenido ó
no razón, y la comisión hubiera defendido su dictámen; pero le pa
reció al Senado que con aquello se prejuzgaba la cuestión , y la co
misión retiró su dictámen , y presentó el que ahora se discute di
ciendo : " el Senado queda enterado:" la comisión no hará otras ex
plicaciones que las que envuelven esas palabras.
El Sr. LASAÑA : Estoy satisfecho con la aclaración."
Sin mas discusión fue aprobado el dictámen.
Se leyó el siguiente dictámen:
"La comisión encargada de dar tu dictámen sobre la ley para el

servicio de bagajes ha exam'nado detenidamente la enmienda que
ha presentado el Sr., Heros , refundiendo en uno solo los «rticu-
los 2? y 3! , ' '
•<La comisión halla esta enmienda útil y provechosa, no solo á
los pueblos porque les liberta de una enorme carga cayos perjuicios
eran incalculables, sino también á- la moralidad del mismo ejército
y á la facilidad de sus movimientos; pero se le ofrecía la dificultad
de si el Gobierno» atendidas las circunstancias, se prestaría á ello..
•.La comisión, sin embargo, en sus conferencias con el Sr. Mi
nistro de la Guerra ha Unido el placer de hallarle conforme con el
pensamiento, y de común acuerdo en su esencia con la enmienda del
Sr. Heros, ha creído que debia extenderse la ley en los términos si
guientes :
Articulo 1? £1 suministro de bagajes á las tropas se considera
como una carga general del Estado. {¿Aprobado,)
Art. 2! En su consecuencia este servicio se efectuará por medio
de una gratificación ó indemnización diaria que durante el tiempo de
la marcha y con arreglo á las jornadas militares se dará á los oficia
les de todas clases que tienen derecho á bagajes, asi como á los cuer
pos para la conducción de sus efectos.
Art. 3! Se autoriza al Gobierno para formar y poner en práctica
un reglamento que abrace estos objeto».
Art. 4? El importe de estas indemnizaciones ó gratificaciones
hará un articulo especial en el presupuesto eventual ó extraordina
rio del Ministerio de la Guerra.
Art. 5! Desde el día de la publicación del reglamento de que ha
bla el art. 3? cesará todo el servicio de bagajes que actualmente ha
cen los pueblos.
Art. 6? El Gobierno dará cuenta en la próxima legislatura del
.uso que haya hecho, asi de la autorización que en el referido art. 3?
te le concede , como de los efectos que haya producido esta ley y de
las mejoras de que sea susceptible.
••Si el Senado tiene á bien aprobar esta ley como la propone la co
misión, cree que deberán suprimirse los demás artículos que com
prende la aprobada y remitida por el Congreso de los Diputados en
27 de Junio de 1840.
«El Senado no obstante resolverá lo que estime mas conveniente.
Palacio del mismo 20 de Junio de 18il.=Francisco Sánchez Fernan
dez,cjuan Lasaña.iJosé Espinosa de los Monteros.=Conde de Soto-
Ameno.::Andrés Martinez Orir.aga , secretario."
El Sr. PRESIDENTE: Esle dictamen se imprimirá , se reparti
rá y señalará día para su discusión.
Se procede á la discusión sobre el proyecto de ley relativo á'lai
obras del Teatro de Oriente."
Se leyó el dictamen {véate el Diario núm. 32 , sesión del dia 16
del corriente), y no habiendo quien pidiese la palabra en contra , se
puso á votación y fue aprobado.
El Sr. PRESIDENTE: Para el dictámen que acaba de presentar
se, siendo necesaria comisión mixta , se tendrán que reunir las sec
ciones.
A petición del Sr. La-Hera se acordó quedase sobre la mesa el
siguiente dictámen.
Provincia de Murcia. "La comisión de examen de Actas se ha en
terado del oficio qiie el Sr. D. Pedro Chacón, Senador por dicha pro
vincia , dirigió á los Sres. Secretarios del Senado con fecha de 17 del
actual , comunicándoles que habiéndose encargado de la capitanía
general de Castilla la Nueva, para la que se le nombró por decreto
de 25 de Mayo último , creía hallarse en el caso del art. 43 de la
Constitución, y en el de hacerlo presente al Senado para su debido
conocimiento y resolución concerniente; y en su vista, y atendiendo
á que si el mencionado destino se considera como empleo no es de
escala , y si como comisión lo es con sueldo, y también á que la
posición en que ahora se encuentra con respecto á los electores es muy
distinta de la en que se encontraba cuando le propusieron para el
indicado cargo, opina que dicho Sr. Senador ha quedado sujeto á re
elección con arreglo á lo que se expresa en el citado artículo en la
ley fundamental , y que el Senado puede servirse declararlo asi.
» No ignora la comisión que hay precedentes en contrario; pero
considerando que las actuales circunstancias son diferentes de las en
que tuvieron lugar, por masque los respete, como los respeta en
cumplimiento de su deber , no ha podido menos de separarse de ellos
al dar su parecer en el asunto de que se trata.
■•Sin embargo el Senado tendrá ábien resolver lo que estime mas
conforme. Palacio del mismo 21 de Junio de 18'll.=Gaspar de Ondo-
villa, presidente.=Manuel Lorenzo.=Joaquín Francisco Campuzano.=
Francisco Romo y Gamboa, secretario.
El Sr. CAPAZ : Cuando en dias pasados se dió cuenta de una ex
posición del Sr. marques de Montesacro, Senador nombrado que fue
en la pasada legislatura , y en la q^ue no se ha presentado , manifes
tando que sus males no le permitían venir á desempeñar su cargo
basta el Otoño, hubo divergencia de pareceres sobre si la exposición
había de pasar á la comisión de Actas ó se nombraría una especial
para que diese un dictámen sobre ella.
Mi amigo el Sr. Heros propuso esto último; pero el Senado deter
minó por fin pasase A la que entiende sobre reforma del reglamento;
y esta , al examinar la exposición , tuvo á la vista el acta de aquel
dia , en que no se expresa el objeto para que se la pasó ; de manera
que la comisión lluctúa entre si debe dar uq dictámen especial ó sola
231
mente tenerla presente en sus trabajos de la formación del reglamen
to. En esta duda , pues, la comisión se dirige al Senado para saber
si debe dar dictámen ó solo tenerla presente. ¡
El Sr. LASAÑA : Desde luego suscribiría á que quedase ese ne
gocio en la comisión que debe entender en la reforma del reglamento
si no fuera porque son ya tau frecuentes las comunicaciones que está
recibiendo el Senado de Senadores que hace muchísimo tiempo que
lo son , y que á pesar de eso están diciendo continuamente ó que se
hallan enfermos, ó que sus asuntos de familia no les permiten venir;
y yo creo que es necesario adoptar una medida que sirva de regla
para los demás casos que como esle ocurran en lo sucesiva.
Trátase ahora de una persona á qiiien no tengo el honor de co
nocer, la cual no se presentó en la legislatura pasada diciéndonos en
la presente que no podrá venir hasta el Otoño. Señores , yo no veo
efectivamente en el reglamento ninguji artículo que prevenga lo
que se ha de hacer cuando un Sr. Senaowse desentiende de venir á
ocupar su puesto por razones muchas veces frivolas , porque es pre
ciso decirlo, ni tampoco extraño que el legislador no pusiera un ar
ticulo en el reglamento acerca de este particular, porque sin duda
alguna no lo creyó necesario , persuadido á que seria hasta cierto
pu nto hacer un agravio á una corporación compuesta de personas
de edad madura que tienen cierta categoría , y porque nunca pudo
suponerse que llegara el caso de que fuese preciso impelerles á cum
plir con su deber.
El cargo de Senador es un cargo honroso ; y no ei justo que el
que no quiera desempeñarle tenga ese titulo, mucho mas cuando la
ley deja abierta la puerta á todo el mundo para que pueda renun
ciarle si no le acomoda á un individuo venir á desempeñarle: y
digo que no es justo el que se esté en su casa titulándose Senador sin
venir á ocupar su asiento, porque no es para eso para lo que han sido
propuestos por los pueblos, sino para que vengan aqui á defender sus
intereses. *
Hé aqui por qué desearía que el Senado declarase que el haber
pasado este asunto á la comisión de Reforma de Reglamento no es
para que lo tenga presente en tiempo oportuno, sino para que dé su
dictámen sobre el particular.
El Sr. PRESIDENTE: Considerando la mesa una petición lo
que se ba expuesto, ha creido deber proponer al Senado que se ten
ga presente para el uso oportuno, porque para lo demás seria preciso
formalizar una proposición que siguiese los trámites del regla
menta
El Sr. CAPAZ: Si yo no estoy equivocado, si no todos, i lo me
nos la mayor parte de los Sres. Senadores que se hallaban presentes
el otro dia opinaron que esta exposición pasase á la comisión de Re
forma del Reglamento con el objeto de que diese un dictámen; y
como esto es lo que no se expresa en el acta , de aqui nace la duda
de la «omisión, y un deseo de que el Senado la resuelva.
El Sr. HEROS: Señores, yo fui el que propuse que la. expo
sición (y no confundamos exposición con petición) pasase á la comi
sión de Reforma del Reglamento, y lo hice con dos objetos: prime
ro, por si se tenia que decir algo en vista de la exposición ; y se
gundo , porque soy de opinión que las modificaciones que se hayan
de introducir queden consignadas en el reglamento, pues euando se
trata de los individuos de estos cuerpos , asi como de otros pun
tos particulares, se advierte que hay un gran vacío en el regla
mento.
La duda que presenta la comisión me parece que no deja de ser
razonable, pues desea saber si ha de dar su parecer inmediatamente
sobre la exposición de ese Sr. Senador , sin que por eso deje de tener
la presente en las modificaciones que han de hacerse al reglamento;
y yo oreo que el Senado debe declarar que está en el caso de emitir
su opinión sobre ella ; porque siendo una cosa de orden interior que
toca á las cualidades de los individuos del Senado, sobre las cuales
éste está llamado á dar su opinión, no necesita seguir los trámites
del,reglamento , como se requieren en disposiciones mas generales.
Creo también que, sea falta de expresión en el acta , sea falla de
expresión en mi que hice la proposición, ó una de esas cosas en que
el ánimo no se ha fijado, me parece que se está en el caso de declarar
que la exposición del Sr. marqués de Montesacro pasó á la comisión
para dar su dictámen y para luego tenerla presente en las modifica
ciones que se hagan en el reglamento; parte segunda que en mi en
tender no se necesita, porque si la comisión no lo tuviese presente,
no faltarla algún Sr. Senador que al discutir las adiciones lo tuviese
en cuenta; por lo que, repito, se está en el caso de declarar que pasó
la exposición á la comisión para emitir su dictámen sobre ella.
El Sr. CARRASCO: Es muy difícil decir hoy el sentido en que
el Senado tomó la resolución á que se ha referido el Sr. Capaz. Cada
Sr. Senador sabrá la intención que tuvo al votar ; y yo puedo asegu
rar que al dar mi voto de que pasase la exposición á la comisión,
de la propia manera que lo hice respecto de otra que pasó á la mis
ma, no tuve otro objeto que el que la comisión que entendiese de la
reforma del reglamento indicase lo que debia hacerse en este y en
otros casos de que el reglamento no habla.
Por esta razón yo creo que está en su lugar la observaeion del
Sr. Presidente al decir que pasaba á la comisión del reglamento para
que la tuviese presente en tiempo oportuno al presentar el proyecto
de reforma del reglamento ; porque si no de la misma manera que
la comisión de reglamento presentase un dictámen sobre una expo-
 2B2
lición debería presentarle respecto de otra que se le pasó del señor
marques de Leis : de otro modo, jo, sin dejar pasar esta sesión, pe
diría que la comisión diese dictamen sobre otras indicaciones que
tuve el honor de hacer, por ejemplo, de la uiaoera de conceder li
cencias; respecto á la necesidad en que muchas veces se encuentran
los Sres. Senadores de irse sin esperar licencia, y sobre la conducta
de algunos que habiendo pedido licencia y habiéndosela concedido
el Senado, continúan en Madrid paseándose y sin asistir á las se
siones.
Asi que, si el Senado entiende la resolución sobre la exposición del
Sr. marque* de Montesacro de la manera que han indicado los seño
res Heros y Capas, creo que debe tomarse igual medida respecto á los
demai casos que be tenido el honor de manifestar al Senado. Pero no
solamente hay estas razones, sino que lo que proponen S. SS. es
contrario ai reglamento, púes en él se dice que haya de haber comi
siones , pero comisiones especiales que entiendan únicamente de un
solo asunto; y sin faltar al reglamento no podemos tomar la resolu
ción de que la comisión nombrada para la reforma del reglamento
se ocupe de otra cosa. Esto es lo que está en los precedentes y el espí
ritu del reglamento, y no quiero hacer la injusticia de creer que se
haya tomado una resolución en contrario, por lo que debe con
siderarse que el voto del Senado fue que pasase á la comisión de
Reglamento para que lo tuviese presente al tiempo de hacer su re
forma.
El Sr. marques de GUADALCAZAR : Me ha prevenido el se
ñor Carrasco en la mayor parte de las observaciones que iba á hacer.
El Sr. Capaz, como presidentede la comisión de Pieforma de Regla
mento, ba hecho muy bien en proponer esa duda supuesto que
la ba encontrado en la redacción del acta, pues de otro modo no
podia presentarla. Sabido es que la comisión de Reglamento es espe
cial, como todas las que nombra el Senado, no pudiéndose nombrar
de otro modo, y no pueden entender sino única y exclusivamente
en los objetos para que fueron nombradas. Esa exposición no puede
haberse pasado sino para que la tenga presente al tiempo de hacer
las enmiendas ó alteraciones que crea oportunas en el reglamento;
pero supuesto que hay esa duda, está bien que la haya hecho pre
sente el Sr. presidente déla comisión. Yo espero que el Senado re
solverá en el sentido de que esa exposición se la ha pasado para que
la tenga presente en tiempo oportuno. Asi obrará dentro del circulo
que tiene trazado el reglamento; y esto no obsta para que si algún
Sr. Senador quiere que se dé un diclámen sobre esta exposición pre
sente una proposición, y pasará á las secciones; si es proyecto de
ley, puede presentarle formulado por artículos , que también pa
sará á las secciones, quienes dirán si lo consideran útil y oportuno;
y si asi se declarase volverá a pasar á las secciones para que se nom
bre la comisión y presente su diclámen.
Esto puede hacerse; pero á una comisión nombrada para un obje
to especial no se la puede recargar con otros objetos distintos.
Si el Senado ha pasado esa exposición á la comisión para que la
tenga presente al tiempo de formularlas reformas que hayan de ha
cerse en el reglamento , está bien; pero de otro modo es obrar con
tra lo prevenido en el reglamento. Yo espero que el Senado resuelva
esta duda en el sentido que be manifestado; es decir, que la exposi
ción ha pasado á la comisión para que la tenga presente en tiempo
oportuno, mas no para que dé un dictamen especial sobre ella.
El Sr. CAPAZ: Habla con exactitud el Sr. marqués de Guadal-
cazar ; pero yo fie tenido la desgracia , ó de no haberme explicado ó
de no haberme comprendido S. S.
Yo he hecho la moción porque la comisión se reunió antes de
anoche y se encontró con esa dificultad. Lo que me ha estimulado á
tomar la palabra ha sido el querer que el Senado no aparezca in
consecuente. No he leido el Diario de ese dia, pero si los taquígra
fos fueron exactos en los discursos que se pronunciaron, se encontra
rá que en aquel dia, habiendo promovido esa cuestión el Sr. Heros,
manifestó el Senado fus desees de que diese dictámen la comisión.
El Sr. Heros por abreviar dijo que no se nombrara una comi
sión especial, pues que podia pasar la exposición, ó bien á la comi
sión de Reglamento ó ú la de Actas para que diese dictámen. Todos
los que hablaron en esta materia lo hicieron en el sentido que he ma
nifestado; y si el Senado añora delibera otra cosa , se hallará en con
tradicción con lo resuelto el otro dia. Repito que si los taquígrafos
fueron exactos, se encontrará que el Senado quiso que la moción pa
sase á la comisión de Reglamento para que diese su dictámen. Asi,
pues, yo he hecho esa indicación: lo primero, por la dificultad que
hemos encontrado ; y lo segundo, porque no quisiera que el Senado
incurriese en una contradicción.
El Sr. ONDO VILLA: El Sr. Heros en la sesión que ha citado
el Sr. Capaz propuso que esa exposición pasase á la comisión de
Actas. Yo, como presidente de ella, tomé la palabra y manifesté que
.' la comisión de Antas no podia pasar, porque únicamente debia ocu
parse de examinar la legalidad de las actas, y ademas la aptitud
de los elegidos. Es decir, que esta comisión, que tiene dos objetos, no
podia de ningún modo agregársela otro que no le competía.
El Sr. Heros , convencido de esto , propuso que la exposición pa
sase i la comisión de Reglamento. Pero las mismas razones que había
para que la eomísion de Actas no se ocupase de esa cuestión , las mis
mas, repito , hay para que la de Reglamento no se ocupase tampoco
de ella , porque no tiene mas objeto que el de proponer las reformas
que cree oportunas en el reglamento. Esto que se la quiere pasar no
es relativo á reformas, sino á dar un dictamen sobre un objeto espe
cial. Por consiguiente, esa comisión no puede entender ni dar dicta -
men sobre el fondo de la cuestión; no puede hacer mas que tener esi
exposición presente para cuando se propongan las reformas del re
glamento.
El Sr. marques de GUADALCAZAR: No estaba yo presente
cuando el Sr. Heros hizo esa moción y el Senado deliberó: por consi
guiente no puedo hablar. Tampoco me he hallado presente en la co
misión el dia en que se tomó el acuerdo. Si me hubiera encontrado
aqui cuando hizo el Sr. Heros la moción, hubiese pedido la palabra
para manifestar lo que be dicho boy.
Respecto á lo que se ha dicho sobre si el Senado incurre en una
inconsecuencia , yo creo , señores , que es muy fácil que el Senado
tome una resolución contraviniendo si se quiere al reglamento,
porque este es largo, y es fácil que no se tenga presente siempre;
pero al mismo tiempo es necesario que al notarse una equivocación
se repare.
Repito, pues, lo que dije anteriormente : que la comisión de Re
glamento debe única y exclusivamente limitarse á tener presente la
exposición en tiempo oportuno , es decir, al tiempo de reformar el
reglamento, que es á lo que está llamada á desempeñar.
El Sr. PRESIDENTE: Si no se hizo esa aclaración , al menos
fue esa la intención de la mesa , pues de lo contrario hubiera faltado
al reglamento. Aqui está el acta de ese dia, de la cual sedará lectura
en la parte que corresponde."
Se leyó.
El Sr. CARRASCO: Aqui se. dice sencillamente que pase á la
comisión de Reglamento. Debo decir que á pesar de que los taquí
grafos redactan las sesiones con todo el celo y esmero posibles, es
muy fácil que cometan alguna pequeña inexactitud. Por lo tanto
debe servir de gobierno el acta.
El Sr. PRESIDENTE: Queda, pues, consignado que ha pasado
esa exposición á la comisión de Reglamento para que se tenga presente
en el caso oportuno."
Se dió cuenta de que la comisión encargada de examinar el pro
yecto de ley aprobado por el Congreso de Sres. Diputados relativo
al censo de población de Granada , había nombrado para presidente
al señor conde de Pinofiel, y para secretario al Sr. Ruiz de la Vega.
El Sr. PRESIDENTE: Se suspende la sesiona fin de que las sec
ciones se reúnan para nombrar la comisión mixta que está anun
ciada."
Se suspendió la sesión á las dos.
A las dos y media regresaron los Sres. Senadores al salón , y con
tinuando la sesión se dió cuenta de que las secciones habían nombrado
para la comisión mixta que ha de entender en el proyecto relativo á
la supresión de arbitrios para el teatro de Oriente :
li Sr. Jordá y Santandreu.
2í Sr. Chacón y Durán.
3Í Sr. Ferrer. :
4* Sr. Onís.
6? Sr. Abargues.
Asimismo se dió cuenta de que la misma comisión habia nom
brado por presidente al Sr. Ferrer , y secretario al Sr. Chacón y
Durán.
Asimismo se anunció que la sección quinta habia nombrado para
la comisión qué ba de informar sobre cesantía de los Ministros al
Sr. Gil Muñoz en lugar del Sr.Valdés.
Se acordó imprimir por Apéndice al Diario, que se repartiría y
señalaría dia para su discusión , el dictamen de la comisión acerca
de autorizar al Gobierno para plantearlos nuevos aranceles.
Acordóse imprimir, y que se repartiría y señalaría dia para la
discusión del siguiente dictámen :
"La comisión encargada de dar al Senado su dictámen acerca del
proyecto de ley remitido por el Congreso de los Diputados sobre que
los empleados del Gobierno en las provincias y en la corte en activo
servicio que sean Senadores ó Diputados , dejen de percibir sueldo
desde que se separen de sus destinos para desempeñar esta misión hasta
que vuelvan á servirlos , lo ha examinado con todo detenimiento y
circunspección, y siente no poder excusarse de manifestar que encuen
tra muy graves inconvenientes para su adopción , respecto á lo me
nos del Senado, por la índole y constitución particular de este
Cuerpo.
"Muchas son las razones que pudiera alegar la comisión en apoyo
de su juicio, pero no le parece necesario ni prudente entrar de lleno
en ellas; bastando sin duda algunas ligeras indicaciones para que
desde luego eche de ver el Senado las dificultades que envuelve una
cuestión tan trascendental y complicada.
Según el texto literal del proyecto, los empleados en la corte que
darían en mejor posición que los de las provincias, porque no tenien
do que separarse de sus destinos los primeros para desempeñar la mi
sión de Senadores ó Diputados , es evidente que la privaeion del suel
do recaería tan solo en los segundos, que son los Tínicos que por su
traslación á la corte dejan de servir sus empleos, y los únicos tam
bién á quienes puede referirse la expresión de hasta que vuelvan á
servirlos. Esta diferencia entre individuos de una misma clase
constituye un verdadero privilegio en favor de los empleados de la
corte, que la comisión no puede reconocer ni admitir, porque la ley

dele ser igual para todos, ya se quiera partir del principio da que
los funcionarios públicos deben desempeñar, gratuitamente, como las
que no lo son, el cargo de Senador ó Diputado, ó ja se considere este
incompatible con el servicio del empleo que ejercen.
••Dicese por otra parte de una manera absoluta que dejarán
(aquellos) de percibir sueldo, sin especificar el proyecto si este ba
de ser el de los destinos únicamente , ó también el que les corres
ponda como cesantes ó en cuartel; y el Senado conocerá que aun
suponiendo pueda haber razones de conveniencia pública para exi
gir de los empleados que tomen asiento en los Cuerpos colegislado-
res que renuncien durante su misión al sueldo que les está señalado
en activo servicio, nunca serla justo privarles asimismo del que les
conceden las disposiciones legislativas vigentes cuando no están emplea
dos, porque eslees un derecho de que no puede despojárseles mientras
aquellas no sean por punto general derogadas. Si todavía se preten
diese que el empleado que sea Senador ó Diputado debe renunciar á
todo sueldo absolutamente, como parece indicarlo el proyecto por la
razón de que no de otro modo se verificaría que fuese gratuito el
desempeño de su misión á las Cortes , no fuera ya solamente una
injusticia hacia los empleados en ejercicio, sino un marcado privile
gio ademas en favor de los cesantes ó en cuartel , puesto que no re
firiéndose la medida propuesta mas que á los que están en activo
servicio, quedan exentos de la dejación del sueldo los que no se ha
llan en este caso, aunque sea tan diferente el de unos y otros.
••Tras de estas consideraciones se presenta otra cuestión harto grave
y delicada, á saber: si adoptada la ley que se propone podrían enten
derse comprendidos indirectamente eu ella los respetables individuos
del clero. Es verdad que en el proyecto no se habla sino de emplea
dos del Gobierno ; pero la comisión no puede menos de hacerse cargo
de las interpretaciones á que tal vez darian lugar estas palabras, ya
tomándose por uno como sinónimos de funcionarios públicos, cuya
calificación puede alcanzar también en algunos casos i la mencionada
clase, ó ya recurriendo á la doctrina que se pretende sentar de que
para que el cargo de Senador ó Diputado sea gratuito en todos los que
lo ejercen no debe percibir ninguno en general sueldo ni emolu
mento del Estado. Pudra tenerse por prematuro este recelo de la
comisión; pero siendo posible que se susciten dudas con el tiempo
sobre lo que acaba de insinuar, deber suyo es llamar la atención del
Senado bacía las consecuencias que de aquí se originarían.
«De todos modos, aun concretándose solo la comisión al sentido
material de las palabras en que está concebido el único articulo del
proyecto, no puede considerarlo admisible por el Senado tal como
se presenta; porque de darle su asentimiento tendrían tal vez que
dejar desde luego estos bancos muchos de sus dignos individuos, re
sultando de ello que no quedase por algún tiempo número suficiente
de Senadores para votar las leyes que con tanta ansia espera la na
ción del celo y patriotismo de sus representantes. Agregúese á esta
consideración la no menos importante y trascendental de que una vez
excluidos del Cuerpo conservador los funcionarios públicos, y acaso
en pos de ellos los eclesiásticos , el Senado vendría al fin á convertir
se en una Cámara puramente aristocrática contra los principios do
minantes en nuestras actuales instituciones, y lo que necesita la na
ción para que pueda asegurarse su ventura y prosperidad.
••La comisión por tanto se ve precisada á proponer (aunque con
mucho sentimiente suyo por tenerse que separar del respetable voto
del Congreso de los Diputados) que el Senado se sirva no admitir el
proyecto de ley en cuestión; resolviendo en otro caso lo que en su
sabiduría estime mas oportuno y acertado. Palacio del Senado 21 de
Junio de 18il.=Rafael Caamano y Pardo.=Pedro On tiveros.=Ra-
mon Mana Calatrava.—Juan de Muguiro é Iribarren.=An Ionio Ri-
vadeneira."
El Sr. PRESIDENTE: Tiene la palabra el Sr. Campuzano.
El Sr. CAMPUZANO : Tenia que hacer algunas observaciones
relativas al estado de nuestras relaciones con Portugal, y hallándose
presente el Sr. Minislro de Estado me parece que ha llegado la
ocasión de que yo las haga.
No se persuadirá lo bastante el Sr. Ministro de la sinceridad de
mis observaciones en cuanto pueda haeer relación á su posición con
las personas que están uniformes en el pensamiento de su opinión:
no es mi ánimo embarazarle en el estado de sus relaciones si si
guiese las bases bien explícitas de su programa ; pero el objeto de
mis observaciones es de tal importancia, tiene tanta relación con la
felicidad é intereses de la nación, que no puedo guardar silencio por
mas tiempo en esta materia.
Estas observaciones me las ha sugerido el conocimiento que tengo
de la conducta que se observa en este momento en Portugal. Señores,
en general hemos abandonado mucho nuestras relaciones con ese
reino, siendo asi que existe entre los dos países tal simpatía, que es-
tan ligados uno á otro involuntariamente de tal manera que la
prosperidad de Portugal está ligada , como lo está la de España á la
de Portugal.
Sus lindes están dentro del ámbito que encierra los de ambos reí-
Dos, y las relaciones de ambos países son las que nos han de forta
lecer recíprocamente, aumentando nuestra riqueza y prosperidad.
Pues ahora bien: cuando era de esperar que esto fuese un estimulo
para que los respectivos Gobiernos se dirigiesen por esa misma mira
de interés común, yo tengo el sentimiento de haber de manifestar al
Senado que en dos puntos esenciahsimos no se encuentra por parte
S.—TOMO L
233
de aquel Gobierno la buena correspondencia que era de esperar de
parte de una nación vecina, .
He dicho que sobre dos puntos esencialísimos no se guarda por
parte de aquel Gobierno, la buena correspondencia que debiera: uno
de ellos es la tolerancia que se observa eu aquel reino con los gefes
de la insurrección que por tanto tiempo ba causado las desgracias de
esta nación, particularmente en las provincias de Galicia, de las
cuales mas principalmente me corresponde hablar como Senador que
soy de una de ellas.
El cura de Trejo y otros cabecillas están á la vista de las autori
dades portuguesas conspirando, en términos que las personas que tie
nen interés en conservar la tranquilidad que en el dia disfruta aquel
pais están temiendo, vista la tolerancia que han notado, y los sínto
mas que se manifiestan, que el espíritu de insurrección pueda levan
tar la cabeza. Esto se halla, puede decirse, justificado por el gran
consumo de pólvora que ha habido, y por los discursos de eclesiásti
cos, que lejos de predicar la paz, predican la discordia.
Si á esto se añade el contrabando, se verá que es enorme el quese
hace por las riberas del Miño, contra lo expresamente determinado en
el art. 4! del tratado de Badajoz de 1807, que dice asi (lejó).
Este artículo está terminante, y voy á leer la lista de los pueblos
en que con infracción del mismo se hallan establecidos depósitos de
géneros de ilícito comercio, para desde allí repartirlos en lo interior
del reino (_Leyó~).
Todos estos puntos están á la inmediación de nuestras fronteras
de Extremadura , Castilla y Galicia, y en ellos , como be dicho, se
encuentra establecido el contrabando, en contravención al artículo
que acabo de leer.
Asi , cuando no dudo que el Gobierno, que recibirá sus avisos , y
que conforme á ellos procurará poner el remedio á estos males, me
creo en el caso de reclamar hoy para que se conozca el interés que
toma este Cuerpo contra unas infracciones tan manifiestas.
Afortunadamente el Gqbíerno tiene cerca de esa Potencia un
agente muy capaz para sostener los intereses de la Corona de España;
pero es preciso que este agente cuente de parte del Gobierno todo el
apoyo para llevar adelante sus acertadas resoluciones.
Si yo estuviera en el caso de adelantar mas, podría hablar sobre
algunos puntos en que es muy necesaria la vigilancia del Gobierno;'
pero por ahora me parece suficiente lo que he indicado.
El Sr. SEOANE: He pedido la palabra solo para una cuestión de
órden. Días pasados, con un objeto notoriamente útil, Utilísimo á
Jos pueblos, y sin mira ninguna de oposición, anuncié el deseo de la
presencia de los Sres. Ministros para hacerles una excitación sobre
el objeto que indiqué. Este deseo se me puso en duda, y fue combati
do por algunos Sres. Senadores: se leyeron los artículos del regla
mento, y por último resultó que lo que me habia propuesto no tuvo
lugar, ni se consiguió el objeto, que era el circular aquellas ideas
por la nación para que los pueblos viesen la grandísima utilidad que
resultaría de coadyuvar con el Gobierno á que se utilizasen los ob
jetos de que me ocupaba.
Hoy veo que aquellas dificultades que oponia el reglamento se
.han obviado con respecto á otro Sr. Senador; y yo, que no quiero
preferencia sobre nadie, me contemplo igual en derechos á los de-
mas Sres. Senadores : con este motivo deseo que por un acuerdo del
Senado se dé la explicación conveniente al reglamento , á fin de que
lodos tengamos el mismo derecho de promover por medio de Ínter»
pelaciones las cosas que creamos útiles al pais.
El Sr. PRESIDENTE: Me he propuesto desde que tuve la honra
de ocupar este distinguido lugar ser imparcial, midiendo á todos de
una misma manera: siento que el Sr. Seoane no haya conocido la di
ferencia que hay entre lo que S. S. propuso el otro dia pidiendo que
viniera el Gobierno y lo que ahora sucede; porque petición semejan
te á aquella tampoco se la hubiera concedido al Sr. Campuzano, que
ha pedido la palabra para hacer una pregunta al Gobierno, que no
tiene dificultad en contestar.
El Senado, pues , verá si' hay paridad entre uno' y otro caso.
El Sr. GONZALEZ, Ministro de Estado; Señores, np entraré
en la cuestión de órden sobre si los Sres. Senadores pueden dirigir
interpelaciones al Gobierno y este contestarlas oportunamente. De
jando esta cuestión aparte, diré únicamente que , acatando las dis
posiciones del reglamento y la práctica seguida en este Cuerpo , no
debo responder á ninguna interpelación.
Pero el Sr. Campuzano, que se ha diiigido al Gobierno, creo que
no ha sido con el ánimo de hacerle una interpelación, sino con la
mira de hacer una pregunta, y saber, si es posible, en qué situación
se hallan nuestras relaciones con el vecino reino de Portugal respecto
á las cuestiones que ha promovido , á lo cual no tengo dificultad en
satisfacer agradeciéndole de paso la sinceridad y finura con que á
mi se ha dirigido.
Al satisfacer yo los deseos de S. S. asísteme la consideración de
que una pregunta hecha en este respetable Cuerpo por un Sr. Sena
dor merece mucha consideración para el Gobierno en general y
para cada uno de los individuos que le componen en particular. Asi
que, eu la corta explicación que voy á tener el honor de hacer me
propongo satisfacer á S. S.
El Sr. Campuzano ha manifestado que creia que el Gobierno ha
bía descuidado las relaciones que debían estrecharse con el vecino
reino de Portugal: voy á explicar mas la frase. S. S. ha dicho que
67
 234
creía que las relaciones le habían descuidado , y creo qne el señor
Campuzano por lo que ha protestado no habrá querido hacer un
cargo al actual Gabinete , con cuyo programa ha manifestado estar
enteramente conforme.
Este cargo es genérico, y alcanza en la política seguida en las an
teriores administraciones por espacio de mas de siglo y medio y con
cuyo recuerdo S. S. no hace mas que llamar la ateocion del Gabine
te actual para que la fije sobre esta clase de consideraciones : creo qué
esta es la idea.
Contestándola, puedo asegurar á S. S. , y al Senado que me escu
cha , que el Gobierno conoce toda la importancia de las relaciones con
Portugal, y que ni ahora ni nunca las abandonará , sacando todo el
beneficio de ellas én interés del pais. No se crea, pues, que el Gobier
no de S. M. puede tener pretensiones á derechos que no le corres
ponden, ni ánimo de lastimar los derechos de aquel Gobierno , que
respetará.
Con esto creo que quedará satisfecho S. S., convenciéndose de que
el Gobierno cumplirá lo que dice.
I _ Descendió S. S. después á tratar de la cuestión relativa á los fac
ciosos, y á la protección que puedan haber tenido en aquel reino.
Justamente el Gobierno se halla en situación de contestar satisfacto
riamente, porque no se podía haberle dirigido una pregunta para
ello mas al caso que la presente; y voy, señores, á hablar de actos
que corresponden á la anterior administración , y de actos que no
puedo menos de Defender, porque han sido guiados con mucho lino
y justicia para el bien del pais.
A consecuencia de una reclamación del gefe político de Cíceres
sobre los males que causaban algunos salteadores de caminos que lle
vaban el nombre de facciosos , el Gobierno español previno á su en
cargado de Negocios en Lisboa que reclamase el cumplimiento del
tratado de la pasada época constitucional en virtud del cual se obli-
gaba el Gobierno portugués á dar todo el auxilio posible al español
fara perseguirlos. Por consecuencia de otra reclamación del gefe po-
itico de Lugo se volvió á hacer otra indicación al ministro español
en Portugal para que hiciese otra excitación al Gobierno de S. M. F.,
y no habiendo tenido contestación tan pronto como se deseaba, in
sistió mi digno antecesor en que se reclamaran las medidas conve
nientes para que se reprimiesen con mano fuerte los atentados que
se cometían por los españoles que buscaban abrigo en Portugal; y en
Mayo último, antes de entrar yo en el Ministerio, contestó déla ma
nera satisfactoria que voy decir. < por otra parte que en ninguna de las cosas que se le han confiado ha
Atendiendo aquel Gobierno á las reclamaciones de nuestro Mi
nisterio , expidió una circular á todas las autoridades portuguesas, en
la cual manifestaba el mayor interés para que se llevasen á debido
efecto todas las reclamaciones hechas por los representantes de Espa
ña , previniendo á todas las autoridades de la frontera para que, con
forme al tratado del año 23, persiguiesen á todos los malhechores, á
todos los criminales civiles y políticos que pudieran buscar abrigo un
uno y otro reino, y principalmente se dirigía contra los españoles que
pareciesen sospeeliosos;y ademas prevenía en esta circula? el Gobierno
portugués, por conducto del Ministerio de lo Interior, que se detuviera
á los viajantes que caminasen sin pasaporte, y que los españoles intro
ducidos clandestinamente habían de justilicar su procedencia, ó de lo
contrario ser entregados á las autoridades españolas, y que las auto
ridades de ambos reinos concertaran todas las medidas convenientes
para perseguir y castigar á los criminales civiles y políticos, auxi
liándose con destacamentos de tropas.
Ya reconocerá el Senado que no se podía conseguir una medida
mas satisfactoria que la que acabo de indicar en esa circular expe
dida por el Gobierno portugués. El Gobierno español se apresuró á
comunicar estas disposiciones á las autoridades españolas, y en el día
ya se ponen de acuerdo unas con otras para conseguir este objeto.
Creo que S. S. y el Senado quedarán plenamente satisfechos con
las indicaciones que acabo de dar, y cuyos puntos principales be in
dicado, sacados de la misma comunicación hecha por el mismo Gobierno
portugués, y quedará también satisfecho con las disposiciones dadas
por el actnal Gabinete para que se pongan de acuerdo las autoridades
nuestras con las portuguesas para dar entero cumplimiento al tratado.
Respecto al contrabando , me permitirá S. S. que le. diga que esa
clase de depósitos á que ba aludido no están bien calificados , porque
generalmente el contrabando que se hace con Portugal no se hace con
los depósitos d; los pueblos fronterizos, sino con los del interior; y
no creo que quiera llamar depósitos á las tiendas, pues en los pue
blos que yo conozco hay tiendas y almacenes, como en otros de E<pa-
ña, donde están almacenados los g'iieros que han pagado sus dere
chos establecidos en aquel reino, como son los pueblos de Barrancos,
Mora y Morón , que no son puntos de depósito de contrabando, como
ha dicho S. S. : nosotros por otra parte no podemos entrometernos en
alterarla legislación de aquel pais, ni tenemos facultad para ello;
y por último , el Gobierno puede asegurar que cuando sepa que hay
un depósito para hacer un contrabando en contravención de ese tra
tado, el Gobierno reclamará con energía y dignidad hasta obtener
justicia y satisfacción.
El Gobierno entre tanto puede asegurar que ha tomado medidas
las mas severas para reprimir el contrabando , comunicando órdenes
á todas las autoridades á fin de que lo eviten, pues asi se podrá
conseguirla mora lidad y el aumento de las rentas públicas de que
tanta necesidad tiene el Gobierno para mejorar la administración.
El Gobierno ha expedido circulares, no solo á los intendentes,
sino á los capitanes generales de costas y fronteras , á los gefes polí
ticos, y hasta los tribunales, para que activen y obren con el mayor
celo y actividad en la sustanciacion de las causas para los crímenes
que se cometan por los contrabandistas; de manera que el Gobierno
no ha perdonado medio alguno para evitar los males de que S. S. se
queja; se ha dirigido á los tribunales á fin de que activen la sustanciacion
de las causas, á los gefes políticos, autoridades económicas, á fin de evi
tar el contrabando y establecer la moralidad, para lo que se reserva
el adoptar otras medidas.
Creo que he satisfecho, al Sr. Campuzano , y creo que también he
correspondido al deseo que en esta parte podía tener el Senado; y
diré, por último, que la invitación que ba hecho el Sr. Campuzano
no creo haya sido con el objeto de hacer un ataque al Gobierno
respecto á la persona que representa nuestro Gobierno en Portugal;
repito que reconociendo el celo y patriotismo con que desempeña
sus funciones y todo lo que tiene relación con el pais; reconociendo
tenido el menor descuido, no solamente lo sostendrá, sino que si
fuera posible le dará impulso para que sea mayor su eficacia. Con
esto conocerá el Sr. Campuzano el interés que tiene el Gobierno de
que se dirija aquel celoso Ministro en sus altas funciones con digni
dad y energía , y al mismo tiempo con la prudencia que corresponde
á su importante misión.
El Sr. PRESIDENTE: Se ha concluido este incidente. Mañana
no se reunirá el Senado : se avisará á domicilio para los asuntos que
están ya anunciados.
Ciérrase la sesión."
Eran las tres y media. ,
RECTIFICACIONES. En el Diarlo núm. 34, sesión del dia 18
del corriente , plana 5Í, col. 2Í, lío. 50: donde dice : "dónde apenas
se ven buques mayores:'* léase: "donde no se ven buques mayores."
En el mismo Diario, plana 4?, col. lí, lin. 80 : donde dice: "Pero
si ha de haber establecimientos de esta clase, preciso será &c.:" léase:
"pero si ha d¿ haber marina , preciso será &o."
Dicha plana col. 2i, lm 3Í: donde dice: "Por lo demás yo veré
de hacerla proposición:" léase: "Por lo demás ya veré' si he de ha~
cer la proposición"
APENDICE.
 APENDICE AL NÚM.
DIARIO
LAS SESIONES
i—tooocs»
Dictamen de ta comisión encargada de informar sobre el proyecto de ley autori
zando al Gobierno para plantear los nuevos aranceles , leido en la sesión del dia 2 1
del corriente.
La comisión nombrada para informar sobre el proyecto de ley
ue acaba de aprobtir el Congreso de los Diputados, autorizando al
robierno para que ponga en planta con la brevedad posible los pro
yectos de aranceles de aduanas , y ley para su ejecución , redactados
por la junta revisora de esta clase de trabajos, ba reconocido aque
llos con la mayor detención, y se ha hecbo cargo también de la ex
posición con que la misma junta los presentó al Gobierno en 30 de
Abril último, y de la que este dirigió á las Córtes en 6 de Mayo si
guiente, solicitando la indicada autorización.
La ilustración del Senado no necesita que la comisión se detenga
á encarecer la utilidad y urgencia de la reforma de los aranceles ac
tuales, ya reconocida desde que principiaron á regir, y para la que
consecutivamente se estuvo trabajando con mas ó menos eficacia, se
gún las vicisitudes de los tiempos. Suprimida por Real decreto de 9
de Enero de 1835 la primitiva junta de aranceles, y creada en su
lugar otra con el titulo de consultiva de aduanas, esta fue la que
extendió y remitió al Gobierno en Diciembre de 1836 los aranceles
en la forma que estimó conveniente, las bases y prevenciones nece
sarias en su concepto para establecer un buen sistema de aduanas, y
la instrucción reglamentaria indispensable para el régimen de estas.
Todo lo presentó á las Córtes constituyentes el Ministerio de Hacien
da con la Memoria de presupuestos de 1837, demostrando asi lo que
se babia adelantado en asunto de tanta gravedad y trascendencia.
Considerándolo tal el Gobierno , varios son los medios de que
progresivamente se valió para perfeccionar la obra. Primeramente
creó por Real decreto de 4 de Enero de 1839 una numerosa junta,
á que dió el titulo de revisora , y que procediendo con celo eficaz
en el desempeño de su cometido, tuvo la satisfacción de concluir y
dirigir al Gobierno en 6 de Marzo de 1810 un trabajo completo so
bre aranceles, que vió á poco la luz pública , y de que el Senado
1 tiene noticia , porque el Ministerio de Hacienda le remitió ejem-
P lares, según resulta del Diario de Sesiones, en la de 6 de Julio
d el propio año.
Después estimó oportuno el Gobierno: primero que pasase el ex
pediente á exámeu é informe de una comisión especial de tres per
sonas, elegidas por órden de 17 de Abril de 1810; habiendo evacua
do la misma su encargo en 7 de Junio siguiente, imprimiéndose
también su escrito: segundo que dos comisiones particulares pa
saran á las provincias de Barcelona y Málaga, y comprobaran res
pectivamente todos los datos sobre industria algodonera, é indus
tria de hierros, en que se habían fundado diferentes reclamaciones de
interesados en una y otra ; lo cual se mandó en Real órden de 12
de Julio de 1840; y tercero que se excitase el celo de las corpora
ciones de comercio y clases industriosas á quienes mas inmediata
mente afectasen los nuevos aranceles para que sobre las reformas
que contienen hiciesen y presentaran cuantas observaciones se les
ofreciesen, efectuándolo lo propio asi por parte de las dependencias
&—TOMO I.
55.
DE
DE CORTES,
del ramo de aduanas, como por la de aquellos empleados que pudie
sen proporcionar mayor ilustración por sus conocimientos teóricos
y prácticos; y estas disposiciones fueron acordadas en la misma Real
órden que se acaba de citar.
Habiéndose dado tanta latitud i la revisión y censura de todos los
trabajos hechos y publicados en materia de aranceles y de aduanas,
era forzoso sujetar semejante cúmulo de antecedentes é ilustraciones á
un examen final que los pusiera en estado de última resolución ; y
tal fue el objeto que se propuso el Gobierno al decretar en 23 de
Noviembre del año último el restablecimiento de la junta revi
sora, donde continuaron los antiguos vocales que la componían
al tiempo de su cesación y no se hallaban desempeñando funcio
nes que les impidiesen la asistencia, dándose ademas entrada á dos
individuos de la comisión que extendió el informe de 7 de Junio de
. 1840 ya indicado, y á otros nuevos vocales de experiencia y saber
reconocidos. Obra , pues , de esta junta son los proyectos de arance
les y ley de aduanas que el Senado tiene á la vista. ,
La comisión ha explicado con tanta prolijidad los trámites que
ha seguido el negocio hasta el estado en que ahora se encuentra fe
lizmente para que se vean los fundamentos con que se atreve á decir
3ue no se han presentado á la deliberación de las Córtes en ninguna
e las épocas de Gobierno representativo proyectos preparados con
mas detenimiento que los de que se trata, ni ilustrados con mayor
copia de exámenes , informes y observaciones, ni revisados mas veces
ni por mayor número de peritos, ni sometidos en fin á la Censura
pública por espacio de un añp como estos lo han sido.
A pesar de tales probabilidades del acierto , los proyectos en que
ha venido á refundirse el producto de tanta meditación y trabajo
no van á ponerse en ejecucior. definitiva según el texto de la ley de
autorización , cuyo proyecto es materia del presente informe. Van á
ser ensayados por espacio de dos años cuando mas; pues conforme á
su art. 3! el Gobierno ha de presentar á las Córtes en la legisla
tura de 1843, ó antes si lo estima conveniente, el restfwado de este
ensayo , y ha de proponer las rectificaciones , modificaciones ó alte
raciones que aconseje la experiencia.
Y esto es prueba también de la previsión con que se ha procedi
do, reduciendo á corto período en sus efectos el remoto riesgo de que
en algún articulo de los muchísimos que contienen los aranceles
pudiese haberse. deslizado cualquier error, y proveyendo á la nece
sidad de aquellas variaciones que en el estadoactual de la civilización
pueda reclamar el rápido desarrollo , y á,veces el inesperado Tumbo
de las industrias fabril y mercantil.
. • Grandes son ademas las ventajas que llevan los nuevos arance
les á los que se hallan vigentes en la actualidad , y de mucha consi
deración las que han de reportar de su establecimiento la riqueza
nacional de Hacienda pública y la marina mercante. Sin detenerse la
comisión á comparar los primeros con los segundos , y á deducir
 prolijamente las mejoras que ra á proporcionar la adopción de aque
llos, la comisión no puede prescindir de llamar la atención del Se-
nado sobre las mas señaladas é importantes. Tales son en sentir de
la comisión.
1?' La bien entendida redacción de todos los aranceles de que
consta el proyecto, á saber, el de importación del extrangero, el de
importación de América , el de importación de Asia y el de expor
tación del reino; ora se atienda á la clasificación de los artículos y
determinación del número , peso ó medida de ellos , ora al valor que
se les ha de considerar para el adeudo, designación del derecho que
han de pagar en bandera nacional, aumento que han de sufrir vi
niendo en bandera extrangera, y derecho de consumo que han de sa
tisfacer en uno y otro caso.
2? La desaparición de la multitud de arbitrios para objetos de
utilidad pública las mas reces, y algunas de utilidad particular, que
se exigen en las aduanas á la primera entrada de los artículos, y
gravan con desigualdad al comercio, porque impuestos con destino
puramente local, se pagan en unas aduanas mientras otras están
exentas de ellos. Establecidos los nuevos aranceles, se cobrará en todas
bajo el concepto de arbitrios solo un 6 por 100 del importe de los
derechos que devengaren los géneros; y este 6 por 100 se distribuirá
equitativamente entre los objetos en que realmente está interesado el
bien público, en indemnización ó reemplazo de los arbitrios que dis
frutan.
3? La sustitución del derecho de puertas y 10 por 100 que los
géneros extrangeros pagan actualmente en el interior, con la exac
ción (al tiempo mismo de verificarse la entrada de ellos y satisfa
cerse el derecho general llamado de importación^ , de un derecho de
consumo , equivalente al derecho de puertas y 10 f>or 100 referidos;
con lo cual quedan beneficiadas á la vez la Hacienda pública y la
industria mercantil.
i". La supresión del privilegio de mejora de manifiestos por es
pacio de ocho dias útiles que disfrutan los buques de dos cubiertas
españoles, y de cinco de potencias extrangeras, á contar desde aquel
en que echan el ancla á bahía.
5? La declaración de que han de ser precisamente españoles el
{iropietario , capitán, piloto, contramaestre y dos terceras partes de
a tripulación de todo buque español para que pueda disfrutar
del beneficio del pabellón, sin que baste se halle matriculado en
regla.
6? La cesación del beneficio de bandera cuando los buques pro
cedan de puntos enclavados ó próximos á nuestro territorio , según
se observaba antes de un Real decreto de 2 de Diciembre de 1834 y
otra Real disposición de 13 de Julio de 1837, ó cuando hiciesen en
puerto extrangero reparaciones ú obras no indispensables para con
cluir sin riesgo su viaje.
7? La sujeción de los barcos de vapor, nacionales ó extrangeros,
en cuanto se ocupen en el trasporte de objetos de comercio , á las
reglas y obligaciones establecidas para los demás buques.
8? La prohibición del trasporte de mercaderías de ilícito co
mercio en calidad de tránsito para puertos extrangeros como no se
haga en buques de 200 toneladas al menos.
9? La limitación á un solo caso del permiso de participación de
la bandera extrangera en el comercio de cabotaje ó sea de puerto éc
;
puerto del reino. Este caso único es el de trasportar carbón de 'pie*
dra nacional , y todavía lleva la condición de no conducir á bordo
ninguna otra cosa. .
10. La exclusión de los buques de vapor extrangeros pata él
trasporte de mercaderías de puerto á puerto de la Península é islas
adyacentes, exceptuándose solo los equipages de pasageros.
La comisión abusaria tal vez de la indulgencia del Senado si con
tinuase enumerando las demás mejoras que ofrecen los proyectos de
aranceles y ley de aduanas presentados por el Gobierno á las Cur
tí'*. También rehusa molestar al Senado con la explicación de loi
justos y poderosos motivos por que deja de comprenderse en ellos, y
subsistirá temporalmente como se halla en el dia, lo relativo á los
ramos de cereales "y algodones, sin perjuicio de que sobre ambos pré
sente el Gobierno á las Cortes en la próxima legislatura el conve
niente proyecto de ley, según previene el art. 2? de la autorización.
Ni cree preciso ocuparse en demostrar la imposibilidad de que los
proyectos de que se trata fuesen discutidos y aprobados por el mé
todo ordinario , pues constando todos de mas de 1,700 artículos,
claro es se invertiría muchísimo tiempo, dilatándose indefinidamen
te la reforma de aranceles. Y convencida, como lo está, de que en su
redacción se ha procedido con todo el detenimiento y publicidad ape
tecibles en garantía del acierto, de que es útil, necesario y urgente
que se pong-tn en planta bajo toda clase de aspectos; y últimamente,
de que lejos de haber inconveniente en dispensar al Gobierno la auto
rización que reclama , debe proporcionar el ejercicio de esta muy be
neficiosos resultados, tienen el honor de proponer al Senado la apro
bación del proyecto de ley adoptado por el Congreso de Diputados
en los mismos términos en que se halla concebido , y son los si
guientes: f
Articulo 1? Se autoriza al Gobierno de S. M. para que con la
brevedad posible ponga en planta en la Península é islas adyacentes,
á excepción de las Canarias , los aranceles de importación del extran
gero, de América y de Asia; el de exportación del reino, y la ley
para la ejecución de todos ;. cuyos proyectos han sido redactados y
presentados por la junta revisora creada por Real decreto de \ de
Enero de 1839, y restablecida por otro de 23 de Noviembre del año
último, señalando la época en que hayan de comenzar á regir dichos
aranceles, y cuidando desde luego de tomar las disposiciones oportu
nas para que los alivios concedidos en los derechos de diferentes pro
ducciones extrangeras redunden en beneficio y utilidad de la indus
tria y riqueza de la nación.
Art. 2? El Gobierno presentará en los primeros dias de la próxi
ma legislatura un proyecto de ley que complete los aranceles, inclu
yendo en ellos los cereales y algodones.
Art. 3? El Gobierno presentará á las Cortes en la legislatura de
1813 , ó antes si lo estima conveniente , el resultado de este ensayo,
acompañándole con la propuesta de las rectificaciones, modificacio
nes ó alteraciones aconsejadas por la experiencia , á fin de que las
mismas Cortes deliberen lo conveniente.
Sin embargo el Senado se servirá resolver lo que estime mas acer
tado. Palacio del Senado 21 de Junio de 1841.=Joaquin Maria de
Ferrer.=Joan de Muguiro é Iri barren. = Antonio Jordá.=Martin de
los Heros—José María Pérez.
 NUMERO
DIARIO
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 25 DE JUNIO DE Í841.
Se abrió á la una menos cuarto, y leída el acta de la anterior
por el Sr. Secretario Onis, quedó aprobada.
Dióse cuenta de una comunicación del CoDgreso de los Sres. Di
putados, fecha 21 del actual, participando el nombramiento de los
cinco Sres. Diputados que en unión con igual número de Sres. Sena
dores ja nombrados han de componer la comisión mixta para con
ciliar las opiniones de ambos Cuerpos colegisladores sobre el proyec
to de ley relativo i la cesación de los arbitrios designados para la
fábrica del teatro de Oriente de esta corte, y cuyos individuos son
los Sres. D. Pascual María Cuenca, D. Román Martínez Montaos,
D. Luis González Brabo, D. José Calvez Cañero, y D. Cristóbal de
Pascual. » que cita han tenido lugar en la época en que habia guerra. Doloroso
£1 Senado quedó enterado y acordó se comunicase á la comi
sión.
Asimismo quedó enterado de un oficio del Sr. Ministro de Ma
rina , Comercio y Gobernación de Ultramar, fecha 21 del actual,
acompañando de orden del Regente del reino copia de1, decreto expe
dido en el dia anterior, por el cual se establece en el departamento
del Ferrol el colegio naval militar creado por el de 28 de Febrero úl
timo, cometiéndose á la junta del Almirantazgo la propuesta de los
reglamentos, plan de estudios y de las medidas que sean necesarias
para llevar á efecto el referido establecimiento.
Sa acordó archivar la colección completa de todas las disposicio
nes generales emanadas del Ministerio de la Gobernación de la Pe
nínsula desde 1? hasta 30 de Mayo último, que con fecha 22 del cor-
riente remite el Sr. Ministro del ramo.
Acordóse repartir y contestar haberse recibido con agrado los
ejemplares que con fecha 21 del presente remite D. Juan María Ro-
si de la obra que ha publicado titulada : "Tratado teórico-práctico
sobre el aumento de la riqueza nacional y doméstica, precedido de
otro teórico práctico elemental sobre el aumento de la seda."
El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. D. Rafael
Caá maño Pardo fecha 25 del corriente, manifestando que desde di
cha fecha empezaba á hacer uso de la licencia que para ausentarse
le estaba concedida.
Dióse cuenta de que la comisión encargada de informar sobre el
proyecto de ley relativo á la recaudación de los arbitrios provincia
les y municipales habia nombrado por su presidente al Sr. don
Francisco Romo y Gamboa y secretario al Sr. conde de Soto-Ameno.
Se leyó y acordó imprimir por Apéndice al Diario de las Sesio
nes el dictámcn y voto particular de la comisión encargada de in
formar acerca de la tutela de S. M. la Reina Doña Isabel II y de su
augusta Hermana la Infanta Doña María Luisa Fernanda.
El Sr. PRESIDENTE: Debiendo estar impreso este dictamen en
el dia de mañana, se entrará en su discusión el martes de la semana
próxima.
f,arios Sres. Sinadores : El martes es dia festivo.
El Sr. PRESIDENTE: Nuestro reglamento solo previene que no
haya sesión los domingos ; sin embargo si el Senado se conforma se
diferirá la discusión al miércoles. (S», */.) Pues queda señalada para
el miércoles próximo."
Entrándose en la órden del dia, se procedió á la discusión del dic-
S.— TOMO l
56. 235
DE
DE CORTES.
támen de la comisión de Actas acerca de la comunicación de si ei se
ñor D. Pedro Chacón, Senador por la provincia de Murcia , está ó
no sujeto á reelección por haber aceptado el cargo de capitán general
de Castilla la Nueva.
Se leyó el dictamen. 'Vcase el Diario, núm. 35, sesión del dia 21
de Junio.)
El Sr. CAPAZ : Señores , casi no tendría necesidad para impug
nar el dictámen mas que de repetir el último periodo del que acaba
de leer el Sr. Secretario. La comisión dice que ejemplos iguales han
sido apreciados por el Senado en sentido contrario al que ahora pro
pone la comisión ; pero no ha tenido presente, esta que los ejemplares
es personalizarse en las cuestiones y el tener que nombrar personas,
y mas cuando median los Vínculos de amistad y compañerismo : sin
embargo yo me abstendré de nombres propios, y solo me ocuparé de
hacer ver al Senado la contradicción en que la comisión incurre.
Desde la institución del Senado son varios los generales que ha
llándose ocupando estos bancos han sido nombrados comandantes ge
nerales de provincia, y no hay ejemplar de que estos nombramientos
hayan producido reelección. No necesito nombrar las personas; los
Sres. Senadores lo recordarán. Aquí ocurriría la cuestión (y luego
volveré á ocuparme de estos ejemplares) de si es ascenso de escala el
que un general que está en disponibilidad de ser empleado por el
Gobierno se le nombre para ir á mandar una provincia. Yo creo que
el general que está en disponibilidad puede ser nombrado ain que
esto se considere como un ascenso de escala , pues luego que conclu
ye su comisión vuelve al mismo estado de disponibilidad. Pero se
guiré los ejemplares de que empecé á hablar , ejemplares que son re
petidos ; y hablaré ahora de una circunstancia importantísima , del
general Chacón, hoy nombrado capitán general de Castilla la Nue
va. A este señor se le considera sujeto á reelección por este hecho , y
sabido es que ha habido generales nombrados recientemente para
mandar provincias respecto á los cuales no ha dicho el Senado otra
cosa sino que quedaba enterado. Pues si esto es asi , ¿cómo el Senado
podrá admitir este dictamen sin incurrir en una contradicción , y
sin verse en la necesidad de decir que los demás Sres. Senadores que
se hallan en igual caso no queden en los mismos términos que la co
misión propone respecto al Sr. Chacón? Y si esto se hiciese, ¿á dónde
iríamos á parar entonces ?
• Si hoy se declara esto ; si al Sr. Chacón seje considera sujeto á
reelección , lo que es lo mismo que decir que no es Senador , se ven
dría á parar en que los que han estado en igual caso, y han dado
sus rotos en cuestiones importantísimas, habia tenido lugar un gran
de acto en el cual había habido votos de Senadores que no lo eran.
Mi imaginación se pierde dando rienda d este pensamiento. Si el
Sr. Chacón no nuede seguir siendo Senador, no pueden serlo tampo
co los que en igualdad de circunstancias han votado aquí. Asi,
pues, si se declara sujeto á reelección al Sr. Chacón, sujetos deben
estarlo los que se hallan en el mismo caso; y si deben estarlo , el
voto importantísimo que dieron en una gran cuestión ¿es válido?
Por consiguiente, la necesidad de no volver la cara atrás sobre
asuntos importantísimos, la consecuencia que el Senado debe guar-
 236
dar en n.o alterar el espíritu de sin deliberaciones , todo induce á saben que no hace 15 dias que se ha presentado al Senado un asunto
creer que siguiendo el ejemplo que hasta aquí ha dado el Senado, enteramente igual , diciendo el interesado que dudaba si quedaría ó
continué el Sr. Chacón siendo Senador , sin perjuicio de que eu el no sujeto á reelección: en cuanlo á los demás ejemplares, hay capita
reglamento, puesto que hay una comisión que en ello entiende, se nes generales nombrados par.a las provincias, y el Senado ha dicho
ponga una cortapisa á este, si se quiere, abuso; pero hoy tómense que quedaba enterado. Me parece que he deshecho dos equivocaciones.
en consideración las indicaciones que he hecho, y el .Senado decida. El Sr. ONDOVILLA: Lo que acaba de decir el Sr. Capaz res
El Sr. ONDOVILLA: Todo el discurso del Sr. Capar está fun pecto al señor obispo no viene á la cuestión presente. Entoncesse tra
dado eu los precedentes del Senado. Pocos dias hace que el Senado ha taba de un ascenso de escala, 3' ahora no: de consiguiente la cues
resuelto una cuestión de importancia en contradicción can un pre tión no es lo mismo. Si hay otros señores que están en el caso igual
cedente; y pocos dias hace tambieu que hemos oido que no con ejem al en que nos encontramos, eso no prueba nada en contra; cuando
plos , sino con leyes , se han de dictar las resoluciones. Pero el señor se pasen á la comisión esos casos, esta dará su dictámen conforme á
Capaz , mi amigo , ha procedido á mi parecer bajo de un supuesto sus principios, que son estrictamente legales.
equivocado. El Sr. LAHEB.A: La comisiou cuyo dictámen se discute ba
El Senado por primera vez toma en consideración esta cuestión. ' partido en mi concepto de un supuesto equivocado. Ha creído
Hasta ahora no se ha pasado i la comisión de Actas un negocio se que los generales de cuartel son cesantes , y este es un error. En
mejante; y en prueba de ello el Senado va d oír los nombramientos los generales es permanente esta calidad : todo lo demás son en
hechos de capitanes generales que eran Senadores. El Sr. D.Geró cargos accidentales. Los generales 110 están sujetos á retiro, jubila
nimo Valdés, nombrado capitán general de Galicia siendo Senador, ción ni cesantía, ni en estos conceptos reciben como los retirados,
de que íe dió cuenta en 19 de Julio de 1858; en la misma sesión se jubilados y cesantes , un haber proporcionado al número de sus años
dió cuenta del que recayó en el Sr. Primo de Rivera, comandante de servicio. •- ■
general interino del departamento de Cádiz; en 4 de Febrero de 839 El mismo sueldo disfruta en todas las situaciones un general que
el Sr. Aldama fue nombrado para las islas Baleares, y en 20 de tenga solo seis, ocho ó diez años de servicio , que otro de su clase á
Mayo de 810 el Sr. Lanera capitán general de ías islas Baleares. los cincuenta ; lo cual no sucede á los démas empleados cuaudo dejan
No hay mas que estas comunicaciones en los Diarios de Cortes. El de estar en activo servicio.
Senado no sabe si hay otras. Estas se pasaron al Senado, y nada se Los generales lo están siempre, y la aplicación que el Gobierno
discutió sobre ello; y si el Senado hubiera acornado que pasaje á la hace de ellos no significa nada para la cuestión presente. Cuando los
comisión de Actas, esta huliera dado su dictamen , y si se hubiera destina de cuartel á una provincia , que es como si dijéramos de re
aprobado, entonces se pbdrian citar precedentes legales; pero no hay serva , es para que allí desempeñen las funciones que Ies correspon
nada de eso; este es el primer caso que ocurre, y á haberse presen den. Estas atribuciones no son de tan poca importancia como algunos
tado otra cuestión semejante á la comisión de Actas es seguro que creen, pues que sin elección del Gobierno tienen por ordenanza que
esta no se habría separado del espíritu de la ley fundamental. recibir en su caso y solo por su empleo el mando militar de las pla
Pe consiguiente no hay esos precedentes legales calibeados por re zas y provincias, y echar sobre si la no pequeña responsabilidad de
soluciones del Senado. tales mandos. Están igualmente obligados á ser jueces de todos los
Respecto á esos otros casos que ha citado S. S., debo decir que no oficiales y gefes que se hagan culpables, desde la clase de alférez á
se ha hecho mas que la comunicación al Senado-, y como este no se la de capitán general de ejército; y no solo en el punto en que se
ha dado por entendido, no se pasaron á la comisión de Actas, de hallen , sino también en los consejos de guerra que se celebren den
donde se ye que esos precedentes no son legales, y no siéndolo, como tro del radio que la ordenanza prefija.
no lo son , no obligan al Senado en nada, y la comisión tiene razón Un cesante ó retirado, inclusos los militares desde coronel abajo,
en su dictamen. pueden viajar y mudar su residencia cuando lo crean conveniente, y
O se consideran las funciones de capitán general de Madrid como un general de cuartel no puede hacerlo sin permiso expreso del Go
un empleo , ó como una comisión. Si como empleo , vamos á ver si bierno, que 110 siempre se lo concede.
es de escala. Tampoco pueden por la inseguridad de su permanencia dedicarse
Señores, he observado constantemente que al alto destino de como los retirados y cesantes á ninguna ocupación útil á su suerte
capitán general han subido muchas veces mariscales de campo y te particular; y en fin , sufren constantemente todas las desventajas de
nientes generales, y que otras veces los capitanes generales ban ba los empleados activos.
jado para los mismos puestos. Pues bien: sabido es entre otros el caso El mayor haber que los generales disfrutan en una situación que
de una persona venerable que siendo capitán general de los Reales en otra, tampoco debe ser una circunstancia atendible para la cues
ejércitos fue con este destino á Cataluña. No es, pues, el destino de tión que nos ocupa, porque esto esta calculado á sus mayores gastos.
escala. Si hubiera escala no se? veria la monstruosidad de que tan No se dirá por cieno que el capitán general de Andalucía ascien
pronto el mariscal de campo sube al mando de una provincia , como de si lo hacen gobernador de Cádiz , y sin embargo tendrá mayor
baja al mismo puesto un capitán general. sueldo en este destino que en aquel.
¿ Es comisión con sueldo? Sabida es que el mariscal de campo que Si un general en cuartel disfruta menos sueldo que en otras si
sube á capitán general sube en sueldo, y siendo la comisión con tuaciones , es porque está dispensado de tener ayudantes y caballos,
sueldo ano de los casos que el art. 45 de la Constitución dice que su y de hacer otros gastos; pero su cnalídad Je general queda intacta.
jeta á reelección, según este articulo claro es que considerada asi la Si los que por escala ascienden en sus respectivas carreras no están
cuestión el capitán general de Madrid está sujeto á reelección. según la ley fundamental sujetos á reelección, muflió menos deben
De manera que, ya se mire como empleo , ya como comisión con estarlo los que sin ascender en ella no hacen mas que prestar servicios,
saeldo , de cualquiera de los dos modos está sujeto á reelección. Pero á que están obligados por la naturaleza de su empléo.
se dirá: ¿á dónde vamos i parar con la monstruosidad de esa doctri Que los genera les no puedan ser nonibradosDiputados ni propuestos
na? ¿Y los votos que han dado lo* Senadores que se hallan eu igual para Senadores por las provincias de su mando, se comprende bien; pero
caso son nulo*? Pues qué, señores, ¿ se ha declarado acaso que no eran que hallándose ya en las Cortes por cada servicio que se les encargue
legítimos? Los votos que aqui se han emitido de buena fé en la desempeñar en su carrera se les sujete á reelección, seria un absurdo,
creencia de que podían emitirse no se anulan, no: la resolución de y molestar inútilmente á las provincias obligándolas á cada instante
drá fuerza
hoy tendrá fuerza para
para lo
lo sucesivo.
sucesivo. Querer
Q anular los actos del Se- á nuevas elecciones, pues declarado asi habría que hacer lo mismo
nado porque hubieran votado unos Senadores que se creyó que pu- con todos los magistrados que mudasen de una audiencia á otra , y
dieron votar de buena fé, es cosa que no puede hacerse; tauapoco cou los demás empleados civiles que aunque sin ascenso pasasen da
porque ahora »e diga que queda sujeto á reelección el Sr. Senador de un encargo á otro.
quien se trata, se ha de retrotraer este acuerdo á tiempos anteriores. Tampoco dejaría esto de atar las manos al Gobierno para poder
No quiero hacerme cargo de otros capitanes generales que no han disponer de los generales, ni estos dejarian de verse comprometidos
venido aun al Senado, y cuando vengan la comisión guardará con entre no obedecer al Gobierno ó molestar á una provincia entera con
secuencia , no se apartará de la ley fundamental , y dará'el dicta una nueva elección.
men que crea justo. Por consiguiente el argumento que ha hecho el Por otra' parte hace muy pocos dias que el Senado lia declarado
Sr. Capaz no es juste, y me parece que la comisión al dar su dicta que un Magistrado cesante que ha sido colocado en un destino ina
men ha estado en su lugar, y espera por lo mismo que el Senado se movible no estaba sujeto á reelección; y si ni por asceusos de escala,
servirá aprobarlo. ni por colocaciones invariables se sujeta á reelección , parecería con
El Sr. CAPAZ: Me parece que el Sr. Ondovilla ha incurrido en tradictorio y poco justo que se sujetase áella á un general por desem
dos equivocaciones. Ife dicho S. S. que no hay precedentes legales- en peñar encargos que el Gobierno le da y quita según le parece conve
el Senado; pero permítame el Sr. Ondovilla que le recuerde uno. niente.
Cierto respetabilísimo señer obispo que tenemos el honor de que nos Espero, pues, de la ilustración é imparcialidad de la comisión
acompañe en estos bancos fue nombrado arzobispo. Cuando se entró que retirará su dictámen, y en caso contrario ruego al Senado se
en la discusión de su aptitud legal yo me opuse diciendo que habia sirva desecharle.
ascendido , porque de obispo á arzobispo creo que hay diferencia en El Sr. MARTINEZ DE VELASCO : Yo me levanto para de.
categoría y en sueldo, asi como de arzobispo á patriarca. Con todo, fender el informe de una comisión que el Senado no puede dejar de
mis argumentos se desestimaron; el Senado declaró que no habia lu aprobar, porque es esencialmente constitucional, y para eso pido al
gar á tomarlos en consideración, y no se le sujetó á reelección. Hé Sr. Presidente que se sirva mandar leer el art. 43 de la Constitución."
nqui un precedente legal. Se leyó.
Respecto á que no hay mas ejemplos que los que S. S. ha citado, El Sr. MARTINEZ DE VELASCO (continuando): No puede re
yo insisto en no nombrar persouas; pero todos los Sres. Senadores dactarse un artículo eu términos mas explícitos.
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Todo Senador , dice, que admita una comisión, porque ahora parece oportuno expresar, el prestigio y autoridad moral que sea
quiero suponer que la capitanía general de Madrid es una comisión, indispensables para
Esto supuesto , yllenar su misión.
supuesto también que los generales que sun Di
todo Senador que admita una comisión con sueldo está sujeto á re
elección. El Sr. Chacón ha admitido la capitanía general; y siendo putados ó Senadores quedan sujetos á reelección en el caso de ser
esta capitanía general una comisión con sueldo, ¿cómo pues ahora se nombrados por el Gobierno para desempeñar la comandancia gene
quiere levantar la voz en el Senado para probar que á pesar de ese ral de cualquiera de nuestras provincias, habiendo, como entiendo
articulo de la Constitución no está el Sr. Chacón sujeto á reelección? habrá, muchos que prefieran á todo el honor de sentarse en estos
Mi amigo el Sr. Capaz, de cuya amistad yo me honraré siempre, bancos, pues entre nosotros está un digno general que dijo aqui
lia conocido la dificultad; pero la ha esquivado y se ha contornado mismo quemaría la faja si ella le privara de ocuparlos , ¿cuál será
con probar su aserto por medio de precedentes. Yo no me ocuparé el resultado de sujetar á reelección á los que admitan el cargo de
ahora en examinar si estos precedentes son ó no legales; á mi me capitanes generales de provincia?
basta decir que los Senadores no venimos aquí á juzgar por prece Pero hay mas; los nombrados para este cargo pueden si quieren
dentes, sino que venimos á defendpr la Constitucipn. Yo no be ju renunciarle; pero el Gobierno puede no admitir la renuncia; ¿qué
rado respetar ningún precedente; he jurado la Constitución y la ob se hace en este «aso? ¿Quedará en él sujeto á reelección el Diputado
servaré. ¿ Es acaso susceptible de otra interpretación el art. 43? Si ó Senador así nombrado?
fuera capaz ese articulo de ad milir otra interpretación, yo diría sin Aun hay mas todavía : los capitanes generales son uns ó menos
temor de equivocarme que toda la Constituc ión estaría esterilizada; á propósito para unas que para otras provincias, según sus conoci
mas fácil seria interpretar cualquier articulo de la Constitución que mientos, relaciones, genio é índole, y según el estado político en
el art. 43. que. puedan aquellas hallarse, de tal manera crue puede un general
Asi, pues, nosotros no debemos jamás olvidar que cualesquiera ser muy bueno para una provincia y en unas circunstancias, y
que sean las razones que puedan persuadirnos á tener consideración poco apropósito para otras, y en circunstancias diversas,
hacia las personas, esa consideración desaparece aute la Consti Por ejemplo: en la provincia A ó B está para estallar una re-
tución. volun ion ; y el general C o D que esta de cuartel, y es Diputado ó
No diré seis precedentes , seiscientos precedentes no tienen valor Senadores á juicio del Gobierno el mas á propósito para evitar su
alguno ni son atendibles para mi si están en contradicción con la explosión: le mauda á ella , y este en fuerza de su deber y españo
Constitución. Pues qué ¿seria una razón para un hombre que qui lismo , arrostrando todos los riesgos admite el cargo, y parte de la
siera expusarse de sufrir la pena que le impone la ley criminal, seria provincia : ¿habrá razón para que se le sujete á reelección?
un titulo para excusarse de ella el que seis ó seiscientos hubiesen co Convengo en que la ley constitucional debe ser religiosamente
metido el mismo crimen y hubieran quedado impunes? No : asi que observada : que de separarnos una vez de ella nos exponemos á in
cualquiera que sea el número de precedentes, no estando en armonía fringirla después lodos los días como oportunamente ha dicho el se
con este articulo , el Senado debe olvidarle , olvidando también las ñor Martínez de Velasco ; pero también conozco que de entender es
causas que pudieron motivarle. Yo quiero antes bien sufrir un de tricta y rigurosamente el art. 43 de la Constitución, nos exponemos
sastre que ocasionara una calamidad temporal en los pueblos, una ca á atar las manos del Gobierno y embarazar á un numero considera
lamidad que durara por algún tiempo , que no el que se presentase ble de hombres que puestos al frente de los destinos públicos pueden
un ejemplo en que se dijese que el Senado habia desconocido uu arti ser necesarios á la patria en circunstancias difíciles.
culo de la Constitución. Este si que es uu punto mas peligroso; este El Sr. Chacón por la calidad que ha tenido de Ministro de la Co
si que es el mayor de los males; este si que debe considerarse como la rona, puede estar al alcance de cosas que otro no conozca: tener en
mayor de las calamidades. su mauoel hilo de uua complicada madeja que otro no haya visto;
El pueblo español, señores, el pueblo español no ha olvidado to y esta circunstancia puede hicerle preferible pira la capitanía ge
davía el funesto precedente que abrió una brecha á la Constitución. neral de Madrid i otros muchos generales, aun suponiendo en ellos
Un grito de guerra y de indignación se oyó desde las columnas de si se quiere mayores luces y conocimientos, máxime en las actua
Hércules hasta el cabo de Fínisterre: ¿y quiere el Senado que estos les criticas circunstancias, pues que puede y debe estar al alcance de
precedentes se repitau ? ¿Quiere el Senado que se diga que los conser secretos y cosas ciue se habrán escapado al particular mas lince , mo
vadores de la Constitución han venido i romper el áncora sobie la tivo porque no creo sea justo ni razonable sujetarle á reelección por
cual está fundada la libertad de la nación española ? Yo no quiero su admisión de la capitanía general de Castilla la Nueva.
ser mas molesto al Senado; me parece que lo que he dicho es mas Se dice frecuentemente en este lugar que los agraciados por el Go
que suficiente para persuadir al Senado que tome en considera bierno volverán á ser elegidos por los pueblos si los conceptúan útiles
ción que no pierda de vista esc art. 43; porque si hoy se desco y necesarios. ¡Válgame Dios, señores! O yo no conozco las provincias,
noce ese articulo, mañana ó después de mañana se desconocerá otro; ó los que hablan en este sentido están muy equivocados. Ojalá que
y entonces ¿qué viene á ser la Constitución que todos hemos al tratarse en ellas de las elecciones no hubiera otro espíritu que el
jurado? puro del patriotismo: que los electores , obrando por sus conviccio
Por lo demás, el Sr. Chacón es muy digno de merecer la con nes , no dieran su voto sino á los que creyeran á propósito para ha
fianza de la nación, y yo no dudo que la provincia que le ha pro cer la felicidad del pais: que no estuvieran sujetos á influencias
puesto le proponga segunda ó tercera vez, de lo que yo me alegraré; de partido ; y ojalá que los que los acaudillan no tuvieran otro ob
pero entre tanto no debe tenerse presente otra cosa que la estricta ob jeto al influir en ellos que afianzar la libertad, la independencia y
servancia de la Constitución. prosperidad nacional ; mas por desgracia no es asi , y é no cerrar los
El Sr. LADRON DE GUEVARA : Estoy conforme con el señor ojos á la luz es necesario confesar que el espíritu de bandería es el pre-
Martínez de Velasco en que deben desaparecer todos los precedentes domiuante en las elecciones: que el interés personal y no el público
ante la ley constitucional , y que el art. 43 de ella debe ser nuestra es quien anima á no pocos gefes de partido: que la marcha políti
única pauta ; pero no lo estoy ea la inteligencia que se le da cuando ca que algunos quieren no es la que conviene al estado de paz y de
se pretende en fuerza de él sujetar á reelección al Sr. Cbacon como reposo, único pensamiento que se puede llamar personal, sino la que
lo propone la comisión. han trazado en su delirante fantasía; y de consiguiente que hasta
Los capitanes generales de las provincias son hoy los funciona que los sujetos á reelección no se hayan expresado en armonía con
rios mas importantes : son, digámoslo asi , las rocas en que debe es sus, ideas, que se hayau mostrado enemigos de maquinaciones y abu
trellarse la revolución que aun pulula; y si los destruimos y remo sos , y eu la resolución firme de marchar por sola la senda constitu
vemos , no sé , señores, á dónde irán las maquinaciones de los enemi cional, para que en vez de cooperar á que se Les reelija trabajen con
gos del Estado , ni cuálcs^serán los resultados de los planes que se empeño para que los eleccores les nieguen sus votos.
proponen. Por estas razones, y otras que no se ocultan á la sabiduría de los
Convengo en que los funcionarios que son promovidos fuera de Sres. Senadores, espero que el Senado se servirá declarar que el
su escala deben quedar sujetos á reelección con arreglo al arti Sr. D. Pedro Chacón no está sujeto á reelección.
culo 43 de la Constitución ; mas es preciso saber cómo se entiende El Sr. HEMOS : Empezaré por dar gracias al señor preopinante
esta escala. • por la especie de explicación que nos ha hecho sobre el modo con
¿Se entenderá estricta y precisamente como se entiende la de los que debe entenderse la Constitución. La Cpnstitucion se entiende se
cuerpos facultativos en los que el nombramiento del Gobierno puede gún su letra, Sr. Senador : la Constitución se entiende tal cual está
llamarse en cierto modo una mera fórmula? Si asi se entiende la concebida, y tal cual dicen sus palabras; y si no la entendemos asi,
escala, pocos serán los empleados que no queden sujetos á reelección, es inútil que tengamos Constitución.
promovidos que sean por el Gobierno, y visto es que este no podrá Sentado esto, para responder al señor preopinante, que de nin
valerse de sus conocimientos y aptitudes para cargo alguno público gún modo ha atacado el dictámen de. la comisión , voy á sentar otros
por necesarios que en él sean , y por mas que los reclame para ellos precedentes míos, que son los que me sirven de pauta para resolver
la utilidad pública ó la seguridad del Estado , lo cual es imposible estas cuestiones. 12 Si estuviésemos en el caso de discutir, el articulo
fuese el espíritu de las Cortes constituyentes al dictar el art. 43 de constitucional, seria muy buena toda la doctrina que el señor preopi
la Constitución. nante ha vertido para que la tomásemos en consideración. Si estu
He dicho que los capitanes generales son hoy por las circunstancias viésemos en el caso de tratar de la ¡nainovilidad de los Senadores,
particulares en que nos hallamos la roca en que deben estrellarse yo volvería á sostener aqui las opiniones que emití cuando se discu
las maquinaciones de los que intenten reproducir entre nosotros la tió la Constitución y se habló del tiempo que deberia durar el cargo
revolución , y el Senado en su sabiduría no podrá menos de cono de Senador. Yo dije que debía ser vitalicio. Esta fue mi opinión
cerlo, puesto que los gefes políticos, á quienes la ley confia la con cuando se discutió la Constitución ; porque, señores, vuelvo á decir,
servación del órden público, han perdido, por motivos que no me que considerando yo que los que compusieran el Senado serian lai
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personas mas distinguidas para obtener los destinos públicos, y que Sin mas discusión se puso á votación el dicta'men, y fue aprobado.
por lo tanto serian empleadas en ellos constantemente, quise evitar Se procedió á la discusión del dictamen de la comisión encargada
las continuas reelecciones que esto traería consigo, y los trastornos de informar sobre el proyecto de ley relativo á la supresión del ser
que son consiguientes en los pueblos. vicio de bagajes nuevamente redactado.
Pero no es esto de lo que se trata ahora: se trata de aplicar un íie leyó el dictamen. (JSe'ase el Diario núrn. 35, sesión del dia 21
articulo de la Constitución en que se dice que todo el que reciba de Junio.')
honores, comisión con sueldo, ó ascenso que no sea de escafa en su El Sr. PRESIDENTE: Hallándose ya aprobado el art. 1!, se va
respectiva carrera está sujeto n reelección ; y antes de decir lo que i proceder á la discusión del 2?
debo con respecto al Sr. D. Pedro Chacón, persona que yo aprecio El Sr. ONDOVILLA: Pido la palabra para rogar al Sr. Presi
quizás como el primero, debo manifestar que todos los precedentes dente que se lean las adiriunes que hay presentadas.
que se han podido citar aquí por las decisiones del Senado, por mas El Sr. PRESIDENTE: Aprobado que sea el articulo, se leerán
fuerza que en sí puedan tener, no tienen para mi ninguna , porque las adiciones, porque no puede haber adiciones á un articulo que n-
no los he votado. está aun aprobado: si fueran enmiendas, era diferente.
Sentado esto, vengo al punto que nos ocupa , y digo que de cuan El Sr. ONDOVILLA: He pedido su lectura para que se vea el
tos casos pueden ocurrir aqui en ninguno puede aplicarse con mas objeto de ellas, y puedan tomarse en consideración ; cuando llegue á
razón el articulo constitucional que en el de- U. Pedro Chacón ; y tratarse del articulo las apoyaré , luego que se lean , que todavía no
cuidado, señores , que vuelvo á decir que" es una persona á quien . se han leído.
profeso mucha amistad. El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Seoane tiene la palabra en contra
En primer lugar, de cuantos casos ha citado el Sr. Latiera, nin . del art, 2?
guno está en el de D. Pedro Chacón. Porque debemos partir del El Sr. SEOANE: Ya comprenderán los Sres. Senadores que me
principio de que entre el momento en que dejó de ser Ministro y el han oído hablar de esta materia que no es contra el sistema que es
nombramiento de capitán general de Madrid hubo un intermedio, tablece la enmienda adoptada por la comisión contra la que voy á
que aunque no fuese grande, bastó para que dejara de ser lo que era. hablar : son cosas muy pequeñas; y ruego á la. comisión que si las
Y de paso diré que este intermedio fue el que me hizo votar contra adopta no tenga necesidad de volver á entorpecer la discusión. La
mi amigo el Sr. Gómez Becerra, porque autique no hubiese sido mas primera es relativa al preámbulo, en el que se dice que esa disposi
que dos minutos cesante, estaba ya comprendido en el articulo cons ción no solo es conveniente á los pueblos, porque los libra de una
titucional. Pero D. Pedro Chacón, reducido de la clase de Ministro á enorme carga , cuyos perjuicios eran incalculables, sino también á
la de mariscal de campo con el sueldo de 40,000 rs. , porque los se la moralidad del ejército.
ñores militares se han aplicado la ley de que haya de disfru Yo he hablado de los abusos que la gente de mi ropa hace del
tar 40,000 rs. el que hubiese sido Ministro; reducido, como digo, á sistema perniciosísimo de bagajes; pero creo que la justicia exige que,
la clase de mariscal de campo con el sueldo de 40,000 rs, , bieu ad ó se suprima esa parte que castiga al ejército, 6 se diga que el con
quirido, porque se ha aprovechado como todos los 'Ministros de su veniente para evitar los abusos que se cometen, tanto por el ejército
clase de una ley que les da derecho para ello, fue nombrado capitán como por los pueblos, porque si en el ejército se abvsa como tres, en
general de provincia con 120,000 rs. de sueldo, es decir, dos veces los pueblos se abusa como cinco; y tanto es esto, y tan firmemente
doblado el que antes tenia. persuadido estoy de que con el voto que espero dará el Senado á esta
¿ Es destino de mariscal de campo una capitanía general de pro ley como se ha presentado proporcionará uno de los beneficios mas
vincia ? No señor; es una innovación que se ha hecho en los tiem prácticos que puede esperar la nación en esta legislatura, cuanto que
pos modernos. Esto basta para decir que, puesto que lo hizo quien por ella se destruyen millares de mayorazgos fundados en la inmo
pudo , ya es , por decirlo asi , legal el tránsito Je mariscal de cam ralidad y rapiña de los encargados en los pueblos de ese servicio.
po á capitán general ; pero debo prevenir qot en la ordenanza mili Quisiera por consiguiente que si se ecba esa rociada al ejército, se
tar no se conoce tal cosa. Los capitanes generales le tuvieron en su generalizase á todos los que la merecen, ó que en otro caso se supri
origen para que desempeñasen las capitanías generales de provincia,- ma y subrogue en "corregir abusos que se cometen á la sombra de
y después se introdujo que las desempeñaran los tenientes generales, esa institución."
teniendo los mismos honores que aquellos; y ahora, que se han toca Voy á concluir con otra pequeña enmienda al artículo que se ha
do los honores, víase como el Sr. Chacón tiene honores que no ten leido. Dice el art. 2? que se dará una gratificación por marcha con
dría como mariscal de campo ni como teniente general. Hay mas: si arreglo á las jornadas militares á los oficiales que tienen derecho á
supusiésemos que D. Pedro Chacón no hubiese sido Ministro de Guer bagajes : yo quisiera que el tiempo de ese verbo le mudase, y se di
ra, tendría sin embargo el tratamiento de excelencia cuando dejase la jese: que tengan ó del,an tener derecho á bagajes , porque las disposi
capitanía general, porque le quedaría la consideración de teniente ciones actuales son susceptibles de mucho arreglo : por ejemplo , los
general. Hay mas: si D. Pedro Chacón deja de ser capitán general, sargentos, sean primeros ó segundos, deben llevar su mochila, y se
no le queda el sueldo de Ministro de 40,000 rs., ni el de mariscal concede un bagaje por compañía para las mochilas de los sargentos.
de campo de cuartel ; le queda el sueldo de teniente general. No quiero entrar en mas pormenores, porque creo que estas indi
Después de todas estas raaattes, que prueban evidentemente que el caciones serán lo bastante para que se deje este camino libre al Go
Sr. D. Pedro Chacón ha mejorado de sueldo y de consideración, te bierno , que es lo que yo deseo.
nemos que él mismo en su delicadeza se somete gustosisimamente á En lo demás estoy enteramente conforme, porque como he dicho
la reelección. Por consecuencia ¿ para qué el entrar en las doctrinas antes, que en medio de tanta charlatanería y de tantas pasiones, este
de los precedentes ? ¿ Para qué el entrar en teonas constitucionales es uno de los grandes beneficios que van á recibir los pueblos, bene
y en las diferentes cuestiones que aqui se han suscitado? ficio que los acabará de conciliar con el régimen constitucional: es
¿Para qué hacer esta euestion de hechos ó de no hechos, cuando bien seguro que con algunas leyes como esta, los promovedores de
yo he probado en primer lugar que el Sr. Chacón ha recibido como desórdenes se estrellarán contra la opinión de los pueblos, como se es
mariscal de campo una de las gracias mas extraordinarias que se trellará esa inmunda y corrompida prensa.
pueden dar? Estos destinos, como he dicho antes, erau solo de los El Sr. ORINAGA: La comisión no tiene inconveniente en que en
capitanes generales; y solo cuando los tenientes generales de ejército vez de tienen se diga tengan.
han desempeñado las capitanías generales de provincia ha sido cuan En cuanto á la segunda observación del Sr. Seoane, la comisión no
do habiéndose'aumeutado estos mandos no resaltaban bastantes capí» cree que haya necesidad de la enmienda que S. S. propone, porque
tañes generales , y se elevó la clase de tenientes generales á este car nada se dice en la parte dispositiva de la ley ni en el articulo que se
go : asi es que cuando un teniente general manda una provincia tiene discute, y en nada por consiguiente debe influir."
honores diferentes de lo» que goza cuando está de cuartel , porque Sin mas discusión se puso á votación el articulo con la variación
aquella categoría se aproxima á la mas alta de la milicia : lo mismo de la palabra tengan en vez de tienen, y fue aprobado.
sucede á los mariscales de campo. Se leyeron las siguientes adiciones al art. 2? presentadas por el
Por consecuencia tenemos: primero, aumento de sueldo, porque Sr. Ondovilla. •
es de advertir que aunque se quiera decir que es una comisión, siem Pido que al art. 2? del proyecto de ley de bagajes se sirva el Se
pre resulta que es un mariscal de campo ó teniente general que pasa nado admitir las adiciones siguientes :
á la clase de capitán general de provincia; tenemos, pues } digo, au 1* Que después de las palabras á lot oficiales de todas clases, se
mento de sueldo y aumento de honores mas positivos que los de un añada: del eje'rcito y armada.
togado , por ejemplo, porque le han de echar armas al hombro ó to 2? Que después de las palabras tienen derecho á bagajes, se añada:
car llamada , no tengo bien presente cuál de las dos cosas. Hay á losfísicos y capellanes de los cuerpos, á los empleados en la admi
ademas mayor viudedad á su muger ; y cuando baya de retirarse por nistración militar y en la Sanidad militar que tengan igual derecho,
via de cesantía ó de cuartel , si no tuviera ya los 40,000 rs. por la y á los individuos de tropa que los necesiten.
circunstancia de haber sido Ministro, le corresponden 15,000 rs. mas 3i Que después de las palabras asi como á los cuerpos, se añada;
que como mariscal de campo. compañías y partidas.
En esta atención , y puesto que el mismo Sr. Chacón en su deli El Sr. HEROS: Pido la palabra en contra.-
cadeza no rehuye la reelección , creo que el Senado debe declarar que El Sr. ONDOVILLA: Señores , en vista de haberse levantado á
está sujeto á ella. pedir la palabra en contra antes de lo que permite el reglamento,
El Sr. ONDOVILLA: Pido que se lea el oficio que el Sr. Cha parece que yo debía sentarme; pero no lo haré, y daré las razones que
cón ha pasado al Senado ( se leyó). He 'pedido que se lea ese docu
mento para hacer ver la opinión del] mismo Sr. Chacón, cen quien tengo para ello.
Esta ley, por la que se dispono la supresión del servicio de baga
tengo particular amistad." jes , es como ya se ha reconocido por todos muy provechosa, de la

lBáyor utilidad ; es un verdadero progreso; concilia los intereses de
los pueblos y los liberta de ese peso egorme: jo, por lo mismo la vo
taré con el mayor gusto; solamente me queda una duda: si podrá
realizarse ó no por falta de medios; pero el Gobierno ha convenido
en ello, y cuando lo ha hecho sabrá ya si los tiene.
£1 art. 2? ya aprobado solamente comprende á los individuos
del ejercito, y no hace nitrito de los de la armada. Estos mientras se
hallan á bordo, tienen sus pagas y gratificaciones; pero cuando ten
gan que marchar por tierra de un pueblo á otro; cuando tengan que
venir á la corte á asuntos del servicio, y regresar después á sus de
partamentos han de valerse de bagajes, y creo que seria muy justo
que para estos casos se tuviese á esos individuos en la misma consi
deración que á los demás.
No basta decir que están ya comprendidos en las palabras de to
das las clases , porque luego en el art. 4? se previene que el impor
te de todas esas gratificaciones formarán una partida de la de even
tuales del presupuesto de la Guerra ; es decir, que esta ley sola
mente sirve para los que dependan del Ministerio de la Guerra;
porque si fuera extensiva á los individuos de la armada , entonces
ea el presupuesto del Ministerio de Marina deberían ponerse tam
bién aquellos gastos que abouise; creo por lo mismo que conviene
añadir al art. 2? después de la palabra ejército , las que propon
go en mí adición.
La segunda está fundada en que en el articulo aprobado se habla
de los oficiales de todas clases que tengan derecho i bagajes , y no
se hace mérito de los médicos y capellanes de los cuerpos que no son
oficíalo; y aunque se quiera decir que son considerados como tale3,
eso no pasará de ser una interpretación
El Sr. SAN MIGUEL (D. Santos) : Pido la palabra en contra.
El Sr. ONDOVILLA : Ruego al Sr. Presidente que se cumpla
el reglamento.
El Sr. PRESIDENTE: Se cumplirá, Sr. Ondovilla.
El Sr. ONDOVILLA : Hasta que el Sedado tome en considera,
cion ó deseche las adiciones, nadie tiene derecho....
El Sr. HEROS: Para pedir la palabra se tiene siempre derecho,
para hablar no; yola he pedido para usar de ella cuando se abra
discusión.
El Sr. ONDOVILLA : Si no se toma en consideración no hay
palabra ; yo siento, Sr. Presidente, que se interpreten asi las cosas y
■e saquen de su caja.
Los empleados en la administración militar, los intendentes,
contadores, interventores y demás individuos de ese ramo, cuando
viajan bien incomodan á los pueblos con los bagajes que piden ; son
clases enteras, y no están comprendidos en la ley; los subinspecto
res, consultores y otros empleados del ejército también tienen baga
jes y no están comprendidos; ni lo están tampoco los individuos de
tropa que quedan rezagados, enfermos &c. , que todos tienen bagaje
y deben estar expresamente comprendidos en la ley.
La tercera adición consiste en las palabras compañías y partidas
sueltas que pueden salir á alguna comisión ó con cualquier otru
objeto.
Estas bases deben estar en la ley, y la explicación de ellas para
la ejecución en el reglamento; y ciertamente que no sé yo cómo po
drá el Gobierno explicar en el reglamento una cosa que no está en
la ley.
Pura evitar todo esto es para lo que yo he ¡creído conveniente
hacer estas adiciones , y espero que el Senado las tomará en conside-
cion sin embargo de tanta contradicción cómo me rodea.
El Sr. PRESIDENTE: El art. 99 del reglamento dice {le lee).
Corresponde ahora , después de haber apoyado las enmiendas su au
tor, que el Senado deoida si se toman ó no en consideración."
Hecha la pregunta, el Senado contestó negativamente.
El Sr. PRESIDENTE: Se procede a la discusión dél art. 3?
Se leyó. f drán ser elegidos Diputados ni propuestos para Senadores por las
El Sr. marques de GUADALCAZAR: He pedido la palabra en
contra con solo el objeto de que se lea la atribución primera del
art. 47 de la Constitución {se leja.) Ahora únicamente haré una
observación, y es, que según el Senado acaba de oir, se dispone en el
articulo que se discute una cosa que ya está prevenida por la Cons
titución: me parece por tanto que debe suprimirse.
El Sr. ONDOVILLA: Señor, este articulo es completamente in
útil. La Constitución concede al Rey la facultad de dar los .reglamen
tos para la ejecución de las leyes , según lo comprueba el articulo
que se acaba de leer; loque se concede en. el articulo que se discute
es esto mismo; ruego por tanto á la comisión que para que no siga
la discusión sobre un articulo que le hace^ poco favor, se sirva re
tirarle. , , ■ cias en que se hallen situadas las capitales de sus respectivos depar
El Sr. SAN MIGUEL , Ministro de la Guerra : Señores, el Mi
nistro que tiene el honor de dicjgir la palabra al Senado en este mo
mento , ha estado presente á la redacción de ese articulo, y como
algunos señores se oponen á él porque creen que se limita á dar una
facultad que el Gobierno ya tiene , de donde pudiera inferirse que el
Gobierno que asistió á su redacción consintió en que p isase asi el ar
ticulo, debo hacer presente que la autorización que por él se le conce
de no es solo para que haga ese reglamento, sino para que inmedia
tamente que le publique tenga fuerza de ley: asi lo ha entendido el
Gobierno; ríe otro modo se hubiera opuesto también; pero repito
que la autorización consiste, no en hacer el reglamento, sino en que
' S.—TOMOI.
-
ese reglamento tenga la fuerza de ley desde el momento en que se
publique.
El Sr. ONDOVILLA: La explicación que ha hecho el Sr. Mi
nistro de la Guerra me parece que está en contradicción con el ar
ticulo, porque en este se dice solo que se autoriza al Gobierno para
formar y poner en práctica un reglamento, y el Gobierno puede
formar y poner en practica un reglamento en virtud de las atribu
ciones que la Constitución concede á la Corona. Insisto por tanto en
que este articulo está de mas.
El Sr. marques de GUADALCAZAR: El Sr. Ondovilla me ha
prevenido en mucha parte de lo que yo quería decir. Ese artículo
viene á conceder una autorización al Gobierno de que no necesita,
[jorque por la Constitución se autoriza á la Corona para formar los
reglamentos que crea necesarios.
Yo no impugno la idea; pero rogaría si á la comisión que se sir
viera extenderla en otros términos. Que se le autorice en buen hora
al Gobierno para casos de ley, pero no para cosas de reglamento,
porque esto es contrario á la Constitución.
El Sr. ORINAGA: La comisión cree que para obviar dificulta
des podrá decirse : "el Gobierno formará y pondrá en práctica el re
glamento &c."
El Sr. Marques de GUADALCAZAR : Tampoco puedo convenir
con esa idea , porque no puedo conceder el que se prescriba al Go
bierno lo que ha de hacer. Asi yo quisiera que se empleara otro mé
todo de redacción.
El Sr. ORINAGA : La comisión retira este artículo y todos los
demás por el roce que puedan tener con él.
El Sr. PRESIDENTE: Quedan retirados los artículos."
Continuando la orden del día, fueron aprobados sin discusión dos
dictámenes de la comisión de Peticiones leídos en la sesión de 21 del
corriente {véase), el primero relativo á una exposición de la diputa
ción provincial de Barcelona , suplicando á los Cuerpos colegislado
res se sirvan aprobar el proyecto de ley presentado para el derribo
de la cindadela de aquella plaza ; y el segundo de D. Casimiro Ló
pez calificando los artículos del proyecto de ley sobre Vinculaciones
presentado por el Gobierno al Congreso de destructores de los prin
cipios de justicia.
Procedióse á fa discusión del dictámen de la comisión encargada
de informar acerca del proyecto de ley remitido por el Congreso de
los Diputados sobre que los empleados del Gobierno en las provincias
y en la corle en activo servicio que sean Senadores ó Diputados de
jen de percibir sueldo desde que se separen de sus destinos para des
empeñar esta misión basta que vuelvan á servirlos.
Se leyó el dictámen. {ye'ase el Diario número 35, sesión del
dlvlL)
. No habiendo ningún Sr. Senador que hubiese pedido la pa
labra en contra , se puso á votación y fue aprobado.
Se acordó imprimir y repartir, y que se señalaría día para su
discusión , el siguiente dictamen :
"La comisión nombrada para informar al Senado acerca del pro
yecto de ley para que los capitanes generales y otras autoridades no
puedan ser elegidos Diputados ni propuestes para Senadores por las
provincias de su mando y jurisdicción , ha deliberado nuevamente, y
teniendo presente la discusiou habida en el Senado en el último día
en que se trató de esta cuestión , tiene la honra de proponer el si
guiente dictamen :
Punto primero. Que el Senado apruebe la adición del Sr. Riva-
deneíra , para que se comprenda en el artículo primero á los coman
dantes generales de prpvincia ó provincias.
Punto segundo. Que el Senado puede aprobar la adición del se
ñor Heros respecto á los comandantes generales de marina en los tér
minos siguientes :
" Los comandantes generales de marina y sus auditores no po
provincias en donde se hallen situadas las capitales de sus respecti
vos departamentos.
El Senado no obstante resolverá lo que estime mas acertado. Pa
lacio del Senado 25 de Junio de 1841.=Abargues.=Ramirez.=Mar-
qués de Guadalcázar.=Solis.=CárIos Espinosa."
Pa.-a en el caso de que el Senado apruebe estos dictámenes , el
proyecto podrá quedar en los términos siguientes:
Artículo 1? Los capitanes y comandantes generales de provincia
y sus auditores, los regentes, magistrados y fiscales de las audien
cias no podrán ser elegidos Diputados ni propuestos para Senado
res por las provincias en que ejerzan mando ó jurisdicción , ni los
comandantes generales de marina y sus auditores por las provin
tamentos. ..
A^t. 2? Tampoco podrán serlo los asesores de las subdelegaciones
principales de rentas, ni los secretarios de las diputaciones provin
ciales por sus respectivas provincias. Palacio del Senado 25 de Ju
nio de 1811. =Abargues. = Ramírez. =Solís. = Espinosa. = Marqués
de Guadalcazar."
Prosiguiendo la orden del dia, se procedió á la discusión del dic
támen de la comisión relativo á autorizar al Gobierno para plantear
los nuevos aranceles.
Se leyó el dictámen. {Idease al Apéndice al Diario vúmero 35.)
No habiendo quien pidiese la palabra sobre la totalidad del
C9
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dictamen , se declaró haber lugar i deliberar por artículos. en que te encuentra. Yo en tiempos eri que andaba mas á caballo que
Leído el 1? dijo en el día he pasado por el valle de Buron comprendido en esa pro
ElSr. CANEJA: Señores , yo r.^ trataré de entorpecer la dis vincia, y he sabido que la cria caballar y mular tiene un valor ma
cusión del proyecto que ocupa la atención del Senado. No trato tam yor que en las provincias inmediatas, y que realmente constituye un
poco de oponerme á que se conceda al Gobierno la autorización que estado de riqueza propio y peculiar de esa provincia.
se propone; sin embargo, séame permitido hacer algunas observa Pero S. S. que acaba de hacer la apología, ó por mejor decir, la
ciones. Yo sé bien que no es posible discutir en los Cuerpos colegis defensa de esta riqueza , propia de la provincia de León , no podrá
ladores proyectos de ley que contienen 1,400 artículos ó que pueden menos de conocer que en el contexto de una ley general , universal
tener mas; pero al cabo aqui se trata de conceder una autorización para todas las provincias de la monarquía española no debe descen
al Gobierno para plantear los nuevos aranceles , de cuya convenien derse en los términos que la proponemos al caso especial que S. S. ha
cia en verdad no puedo estar convencido, porque estos aranceles no se presentado; y antes de entrar en algunas consideraciones generales
nos ban repartido con el dictamen de la comisión, ni tampoco sonpre- sobre esta materia me ha de permitir S. S. que le diga que todo el
cisamente aquelloscuyos ejemplares se repartieron hace cerca de un mal que puede venir de la autorización que aqui se da al Gobierno
año á los Senadores; porque se tratade unos aranceles en que se han es que este tome ó no en consideración la observación que le acaba de
hecho muchas rectificaciones'y molificaciones sobre aquellos; y cuan dirigir; porque si la tomase según la misma ley sometida á nuestra
do en estos nuevos puede haber artículos mas ó menos ventajosos ó deliberación, tiene que dar cuenta de las modificaciones consiguien
perjudiciales á las respectivas provincias , fuera hasta cierto punto tes en las próximas Cortes, es decir, que la ley que se presenta i la
justo que nosotros tuviéramos conocimiento de cuáles son las bases discusión del Senado está de tal modo ligada para no perjudicar en
que se adoptan , y cu i les los principios que rigen y que dirigen esta lo mas mínimo los intereses públicos, que no solo se dice al Gobier
idea , puesto que nosotros vamos á votar una antorizacion al Gobier no en un articulo especial que en las Cortes de 1813 dé cuenta de
na, no precisamente para que forme los aranceles , sino para que los efectos que ha producido la ley general para que se le autoriza,
los ejecute. Aqui , pues, se hace alusión á una cosa que nosotros no sino que un articulo de esa misran ley general dice que si en el in
podemos conocer. termedio de una legislatura a otra, por circunstancias que pueden
Yo, lo repito, no trato de oponerme directamente al dictamen de ocurrir en las negociaciones mercantiles, tuviesen unos artículos
la comisión. Estoy asimismo muy distante de querer que se discu mas aumento de consumo que otros, puede subir ó bajar los dere
tan en el Senado uno por uno los numerosísimos artículos que deben chos que fueran necesarios para disminuir los unos ó aumentar los
tener estos aranceles modificados, sin contar con aquellos que están otros , dando cuenta ú las Córtes.
de acuerdo con el proyecto que á cada uno de nosotros se nos repar De manera que á. S. ve primero que con la autorización general
tió. Creo también que se habla en el dictámen de la comisión de un los Cuerpos colegisl.ulores de_aqui á dos años deben saber el resulta
proyecto de aduanas que ha de establecer el Gobierno, puesto que va do general de la suloriiacion amplia que por este proyecto dan las
comprendido en la autorización que se trata de conceden En ella se Corles y las uio aireaciones especiales que por circunstancias particu
faculta al Gobierno para que pueda hacer aquellas rectificaciones que lares ú oriirreiicias mercanliles tenga que introducir en el interme
tenga por convenientes. Hé aqui precisamente la idea que me obliga '. dio, daudo cuenta de, 'lias á las mas próximas Córtes, si no estuvie
á tomar la palabra, si bien solo me limitaré á hacer una excitación ¡ sen reunidas, óá las que lo estuviesen. Por manera, señores, que di*
al Sr. Ministro de Hacienda para que en su caso haga de ella el uso j ñciltae:i!o ra oe mas minuciosidad en una materia tan vasta como
que merezca. j esta de aranceles, y en la cual, como ha dicho muy bien el Sr. Cañé-
Yo, señores, pertenezco á urna provincia en la cual la industria l ja , quedan todavía mas de 1,100 artículos que la experiencia acon
agricultora es uno de los ramos principales de su riqueza; hablo de sejará que disminuyamos y reduzcamos al ininimuo posible dentro
la provincia de León, y por consecuencia se fomenta la cria del ga de poco; porque, sea dicho de paso, la experiencia que v tiene e:i es
nado mular. tas mate.rias ha dado á conocer que los grandes ingreso; en las adua
El Sr. Ministro de Hacienda sabe mucho mejor que yo que por nas solo derivan de cuatro ó seis artículos que llaman la atención del
toda la frontera de Francia se introduce muohisimo ganado mular. consumo general: y para probir cuán necesaria es esla modificación,
Se me dirá tal vez que hay muchas importaciones del extrangero á tas baste decir que en el proyecto presentado, y que eslá sometido al
cuales se cargan derechos que los inteligentes tendrán por proporcio examen del Senado, en este proyecto , que ha sido examinado por
nados, en lo cual no entraré porque estoy muy poco ó nada insir-ji- una comisión, de la cual hemos formado parte algunos de los de la
do en el ramo de Hacienda; pero sin embargo no dejaré de hacer una del Senado, hemos eliminado mas de 200 artículos tan insignifican
advertencia al Sr. Ministro. El avalúo que se hace del ganado mular tes y ridiculos que ni merecían el gasto de la impresión. Me parece
que se introduce de Francia es muy diminuto, muy bajo, tauto que que después de haber hecho esta indicación general, S. S. conocerá
no llega acaso en algunas ocasiones i la décima parte del valor que que no hay perjuicio ninguno en que el Senado acuerde al Gobierno
debe tener. Yo vuelvo á asegurar que en mi provincia lr.s muías á la autorización amplia en algún modo y restringida en otro por el
loS siete ú ocho meses de edad se venden ya en 1,501) ó 2,000 rs.; proyecto de ley que se presenta.
ruando llegan á ser grandes todo el mundo sabe que tienen un pre ' Y descendiendo al ganado mular , S. S.-ecba de menos que en el
cio bastante subido, exorbitante; pues con todo el valer ijue en los proyecto de a ranéeles , que probablemente habrá visto, no se re
aranceles se da al ganado mular que se introduce de Francia no me cargue á la introducción del ganado mular extrangero lauto derecho
acuerdo si son 1G0 rs. ¿Qué importa, pues, que paguen un 15, un £0 como S. S. desea. Per» S. S. me ha de permitir que le diga que es
ó un 50 por 100 los que introducen ganado de Francia, cuando lo tan difícil poder graduar la congruencia de los derechos que propone,
que pagan es nada, porque el valúo es enteramente insigoilicaute? De como difícil de graduar las necesidades que la nación pueda esperi-
aqui resulta que la introducción del ganado del extrangero causa un mentar de semejante ganado, porque conocerá que quizá la provin
gravísimo perjuicio á esta industria de mi pais. cia de León no será suficiente para sufragar todo el consumo de la
Yo ruego al Sr. Ministro de Hacienda, que puesto que se me ase nación, y esta se resentiria de que á la introducción del ganada
gura por la comisión que está autorizado el Gobierno para enmen mular extrangero se le aumentase un derecho tan excesivo que
dar en esta parte ciertos artículos de los aranceles que crea conve equivaliese á esterilizar su uso. La comisión de Aranceles, tomando
nientes, tenga en consideración este particular, porque S. S. como todo esto en consideración en una de sus sesiones, lo que hizo fue
catalán conocerá mejor que yo que por su pais se introduce ganado con respecto i la introducción del ganado mular conocido con el
mular por parte de Francia , y también por otras provincias limí nombre de muías lechales, ponerle un precio tan subido de valor
trofes; y si bien no hablaré de otras que se hallen en igual caso, . considerado á la introducción que los mismos conocedores del asunto
respecto á mi provincia puedo asegurar que se siguen graves y gra 'que se hallaban presentes dijeron que no era aquel precio el que po-
vísimos perjuicios de este precio bajo é insignificante que se da al va- dia tener. ¿Y qué hizo? Sobre este valor considerado ponerle un de
lqr de muchos efectos que se importan del extrangero; y pues el Go recho proporcionado respecto á los demás géneros.
bierno está autorizado para hacer aquellas correcciones que la justi-*- Siento no. poder decir los términos precisos en que lo estableció;
cia exige, y que el bien público de la nación reclama, el bien públi diré solo que se tuvieron presentes los intereses de la provincia de
co de la nación se compone del bien particular de las provincias, y León que cultiva esta industria y los de otras provincias cuyos na
este del de los particulares. Asi que , cuando yo veo que se concede turales acuden á la de León, como los manchegos que concurren en
por esle medio indirecto una ventaja considerable, infinita á los pro las ferias i comprar este -ganado. Pero en fin , sean ó no subidos
ductos del extrangero respecto á los productos nacionales, no puedo estos derechos, S. S. eonoce que puesto que el Gobierno queda auto
menos de creer que esto es injusto ,- que es perjudicial, y que merece rizado por esta ley, el resultado es que ti la experiencia acredita
que se enmiende. que de eso te sigue daño , este puede ser tan poco que queda abierto
Empero, pues, que el Gobierno tomará en consideración esM-pe- el camino para que en el Congreso, en esta legislatura , antes de
queña observación que teugo el honor de dirigirle, y que en esta concluirse, ó en la inmediata lo corrija. Y ya , señores , que veo que
parte enmendará los aranceles para remediar de este modo los mulcs sobre materia tan importante no ha habido ningún Sr. Senador que
que se causarían, no sqío ¡t mi provincia, sino á otras varias qne se • haya fornido la palabra , el Senado me ha de permitir que haga una
Hallan eu igual e.iso. indicación sobre La ininortaucia de esle proyecto.
El Sr. UEROS: Ya me esperaba yo que el Sr. Cao-ja especificase, . La comisión ha expuesto á mi modo de ver de un modo tan satis
por decirlo asi, su opinión en el asunto deque se trata; porque ya otro factorio las ventajas que van á reportar á la nación de esto , que di
representante de su provincia babia manifestado lo mismo en otra fícilmente podré llegar á explicarlas ni tan compendiosa ni tan acer
parte. S. S. ha hecho una observación con respecto á un articulo de tadamente como la persona encargada de hacerlo. Pero esta ley que
producción, no digo único y exclusivo de esa provincia, pero que estaba reclamada por los principios de unidad administrativa y de
realmente tiene allí algún valor por las circunstancias particulares unidad nacional , á que todos debemos propender, esta ley , señores,
 241
al misino tiempo que 7a & aumentar la riqueza Je nuestras rentas, necesario que se reúnan las mejores materias y los materiales sufi
y por consiguiente el producto de nuestras aduanas, va á llevar en cientes; es necesario que las subsistencias alimenticias se den á un
pos de si beneficios de una naturaleza que no es fácil manifestar. He precio tal que se puedan compensar las ventajas que otros paites mas
mos llegado al naso de que una nación que cuenta 13 millones de adelantados puedan tener. ¿Qué resultados podrá producir una fá
habitantes, y que está consumiendo mercadurías extrangeras por una brica de hierro en un pais donde no hay combustible? ¿Qué resulta
cantidad difícil de apreciar , no produce siquiera lo que produce una dos podrá producir una ferré na donde no hay hierro, una fábrica
de las aduanas de Francia , sin que sea la de Burdeos ni de Marsella, de pap;l donde no hay trapo , una de paño donde no hay lana?
sino otra de menos importancia. Me ha parecido oportuno decir esto porque al mismo tiempo
¿Y cuál es, señores, la causa. principal de que nuestras aduanas que el Senado se entere de los puntos que están puestos á su discu
no llegan a producir Ib que sin exageración se puede presumir que sión , me interesaba vindicarme y vindicar á los dignos individuos
produzcan? En primer lugar el contrabando, como todos saben, de la comisión de imputaciones que fuera de aquí se nos han hecho.
sin necesidad de que me meta á hablar de él porque seria engol El Sr. SURRA Y RULL, Ministro de Hacienda: Señores, des
farse demasiado. Otra de las causas que mas poderosamente contri pués del luminoso discurso que el Senado acaba de oir de boca de
buyen á que el producto de nuestras aduanas sea el que es, consiste uno de los individuos de la comisión , la posición del Ministro de
en las inmensas trabas que llevan consigo los productos nacionales. Hacienda que tiene el honor de hablar al Senado, no es la mas
Sobre esto, el haber establecido que con el pago de cierto derecho ventajosa, porque el Sr. Heros, valiéndose del conocimiento y maes
abonado una vez en una parte pueda venderse el producto en otras, tría que le es propia, no solo en esta materia sino en otras muchas,
es para que quede abismado el contrabando. Con que el 10 por 100 ha entrado en las teorías y doctrinas económicas que el Ministro de
que se paga una vez sirva para que el género por que se paga el de Hacienda por ahora dejará correr para que el Senado las aprecie
recho pueda venderse diez 6 doce veces, va á producir una riqueza según tenga por conveniente. En estas cuestiones mi opinión es que
difícil de apreciar. Agregándose á esto que, como la comisión dice, debemos referirnos i los hechos tales como ton, tales como tienen
va á cesar la multiplicidad de derechos que se pagaban en las adua lugar, tales cuiuo dr-be examiuarios el oenado.
nas , y que se dan al comercio todas las seguridades que puede de Sobre «líos formaremos un juicio exacto, un juicio completo, un
sear en el tráfico interior, el Sonado conocerá que se evita una por juicio perfecto de los resultados y dé las consecuencias que debe pro
ción de pérdida de tiempo y de trastornos. Solo falta para el coni- ducir la ley. Hecha esta salvedad voy á contestar al Sr. Caneja.
- plemento de esta obra magua de los aranceles , tan deseada de todos, En primer lugar S. S. ba discurrido manifestando que si bien no
las dos leyes que el Gobierno queda en la obligación de presentar en hacia una impugnación directa á esta ley, sentia muellísimo hallar
la presente legislatura : estas dos leyes son las que conciernen i los se en el caso de lio poder prestarle todo aquel voto, toda aquella coope
algodones y á ios cereales; una y otra son de importancia suma para ración i[iie era necearía, pirque no había tenido á la vista los mis
el pais; la una porque afecta las necesidades de las clases mas populo- ( mos aranci les, ó á lo menos las bases principales sobre que giraban,
sas , que son las que hacen mas uso del género de algodón; la otra ' jfn, señores, debo lamentarme con S. S. de que el Gobierno no haya
la de cereales, porque siendo tan productora es necesario que se pon- ; podido h "i ir eiia necesidad. En el otro Cuerpo, con motivo de una
ga-en el caso de procurar la salida de aquella que no nece-iteinos, j indicación igual, Jib.- que siendo to~, aranceles de suyo una obra vo
para recibir en cambio una porción de mercadurías que no produce.; luminosa, 'i'ie siendo una obra cíe mucha costa , no habla podido re-
nuestro suelo ; porque, señores, una de las principales bases, la mas ! partirsí-á los .Síes. Diputado*.
esencial acaso de toda ley de Aranceles, dt be ser la de que se enla- ¡ Como esloj mismo; aranceles se empezaron en la legislatura ante
cen de tal manera los intereses y la prosperidad pública, que la in rior, as repartieron eutonces; pero de las adiciones que se han hecho
dustria no se mortifique por la agricultura ¡ que la agricultura no después en la úliitna revisión no h;iy nada impreso. De la edición
te mortifique por la industria , y la industria y la agricultura no se que se hiio íuitetioriiieute, los 10 ó 12 ejemplares que habían que
mortifiquen por el comercio ; en bacer que todo lo que consuma la dado los inindé pasir á la secretaria del Congreso. Tuve la impre
clase mas poderosa se tenga á los precios mas baratos. visión de no repulirlos por mitad!, y en este caso yo pido al Senado
'Esta es la b¡v>e de la prosperidad, cuando se trata de la clase mas que me d i ^ ni ule y que use conmigo de indulgencia.
menesterosa , porque yo también sostengo que es imposible que todos El Sr. Caiirja me permitirá ahora que yo le manifieste de un
sean ricos. modo explícito y concluiente la base y el espíritu de los aranceles;
Sentadas estas bases, anunciadas estas dos leyes de tan grande im y si esta bise produj ra el convencimiento de S. S. , como yo no lo
portancia, entonces vendrá el examinar con la detención que cor dudo , tendré el placer de merecer su voto de aprobación.
responde hasta qué punto se deben animar ciertas industrias, y Los aranceles han partido del principio luminoso de conservar y
cuándo convendrá ponerles coto á otras para que no tomen una di proteger los intereses creados, de producir y fomentar todo lo que
rección funesta que pueda ser contraria á la riqueza nacional. sea privativo y peculiar del suelo español; teniendo con justa consi
Ahora de paso, puesto que me encuentro en el caso de sostener el deración lo que produzca una grande abundancia de los productos
dictamen de la comisión, que no es mas que el producto de los tra que sirven para cubrir una necesidad indispensable después de lo
bajos de otra comisión anteriormente nombrada al efecto, á la que que necesitamos con una necesidad menos exigente, y últimamente,
tuve el honor de pertenecer, justo es decir cuan infundadas han sido lo que necesitamos con una necesidad de puro lujo.
las inculpaciones que se han hecho contra los individuos de la ex Estas hau sido las doctrinas en que se ha fundado la nueva ley
presada comisión. Una acusación se ba hecho, una frase se ha usado de Aranceles. Partiendo de estos principios, no ha podido menos de
que es indigna de darle en este sitio mas extensión que la que lleva ser conveniente para la nación.
con su sonido. La. acusación se reduce á decir que hay una porción de Estos aranceles se han formado por una comisión cuyo; trabajos
españoles que están vendidos-á los extrangeros. Semejantes palabras han durado quince a ños ; señores, justo es decirlo , en que se han ocu
fácilmente se escriben, difícilmente se prueban. Esta acusación ha pado personas de todas clases, personas de todas categorías y de todas
tomado su origen en la idea de que las personas que han concurrido circunstancias y conocedores de la ciencia económica y versados en
á la formación de los aranceles sostenían lo que no cabe en la cabeza toda clase de negocios. Familiares con la administración estas per
de nadie, esto es, la libertad absoluta de comercio. sonas, que constantemente han dedicado todas sus tareas á la forma
Esto es una quimera ; pero entre una libertad absoluta de comer ción de los aranceles , han acabado sus trabajos con tanta madurez
cio y un comercio razonable que lleve aquellas trabas prudentes que y deteucion, que se puede llegar hasta el extremo de decir que entre
sirven para beneficiar las producciones del pais, media una diferen todos los artículos que forman la ley no hay uno siquiera que no
cia extraordinaria. Yo en esta materia tengo una idea fija: no todas tenga un expediente ; ¡ pero qué expediente ! Un expediente formado
la* naciones lo pueden todo. Yo á los españoles les concedo el génio con la historia, naturaleza, progresos y mejoras de cada ramo in
mas extraordinario, la viveza de imaginación mas excelente y otras dustrial y sus relaciones con los demás, En una palabra , se ha tra
cualidades; pero quizás esto mismo es un inconveniente para que tado después de reunir toda la copia necesaria de datos para estable
sean extraordinarios sus progresas en la industria. Por consecuencia, cer la unidad administrativa de que nos acaba de hablar el señor
cuando los que tenemos ciertas ideas, no de libertad absoluta de co preopinante, extendiéndose también á las localidades por donde tien-
mercio, sino de un tráfico libre y moderado, hablamos de la liber nen que pasar los productos á su mercado en los diferentes puntos de
tad de comercio, hablamos en el seutido de que haya de producir al la Península.
pais los interesas mas principales que necesita. Pero asi como soste Esta unidad administrativa es absolutamente necesaria por la ex
nemos eso , porque hay países donde la industria forma la base prin traordinaria desigualdad que existia, puet había puntos donde se
cipal de su riqueza, como en otros la agricultura y en otros la ri exigía un seis, y había otros donde se exjgia un cuatro ó un diez con
queza tevrítrti ¡al , asi también sostenemos que es necesario que todas respecto á unos mismos productos.
las industrias se enlacen y combinen entre si de tal modo, que el Señores, en este punto estaban los aranceles muy defectuosos, puet}
benefició gen-riO se reparta entre todas y no resulte mas que una. En como ha dicho muy bien el Sr. Heros, solo producen 60 millones
materia ¡1.' industria haré una observación que quiero que se me oiga. nuestras aduanas. Esto asombra; es una cosa exiraña que después de
Hay ideas muy equivocadas en esta materia : hay una porción de la revolución económica que el pais. ha sufrido nos hallemos aun en
industrias que se han establecido fuera* de los puntos1 en q-ie se de ese estado.
bían establecer, resultando de aqu¡ qué no prosperan lo que deberían Sé ha quejado también el Sr. Caneja porque supone que el Gohier-
prosperar, que no pueden sostenerse en el pais, y que viene á ser.este ! no queda con facultad para establecer aduanas. Esta facultad está
tributario de lo» productores extrangeros. I muy limiladj, pues solo se concede en aquellos casos en que es abso
En lo» establecimientos industriales es necesario. en primer lugar lutamente necesaria; en aquellos casos en que por una epidemia, por
capacidad para saberlos dirigir; es necesario que sé reúnan los ¿api-, Iuna invasiai. extrángera ó por cualquier otro motivo haya precipua
taies y los instrumentos y máquinas' que deben entrar en ellos. Es de alterar el sistema de aduanas.
 242-
El Gobierno debe -tener- este poder, porque no puede presciadirse trangera : dichos mulos y muías de uno. á tres años 1,200 rs. de va
de ello en esos casos. En esta parte es menester convenir que la ley lor;" ve S. S. que quintuplica el valor; " y 180 rs. de materia ex-
de Aranceles , que en este momento se halla sometida á la delibera frangera." De manera que son unos derechos tan extraordinarios y
ción del Senado , es la mas liberal que se conoce. En los aranceles de enormes que casi equivalen á una prohibición." ,
Francia , en los aranceles de Inglaterra, en los aranceles de la ma No habiendo ningún otro Sr. Senador que tuviese pedida la pala
yor parte de las naciones civilizadas que componen la gran familia bra én contra , se puso á votación el articulo, y fue aprobado.
europea , en casi todos ellos se halla esta facultad restringida á muy : Se leyó el art. 2?
pocos artículos; pero nosotros en el dia de hoy entramos en una nue El Sr. SURRA Y RTJLL, Ministro 4e Hacienda: Antes de que
va carrera; somos como un niño á quien apenas se puede soltar sus el Senado entre en la discusión sobre la aprobación de este artículo,
andadores; y fuerza es que se le conceda al Gobierno mayor latitud debo hacer una rectificación.
que si hubiéramos ya adquirido todo aquel desarrollo que es hijo nada La ley de Aranceles tal como se propone hace una gran novedad
mas que del tiempo y la experiencia. erí nuestro sistema administrativo, puesto que en la importación de
Hay adema* otro correctivo , que el Senado me permitirá que yo géneros extrangeros se cobra el derecho de,consuinos en las aduanas.
le indique, ya que no se ha hecho mención de él, correctivo que con Es , pues, consiguiente que quedarán libres en la circulación inte
siste en que, aun en el caso de que el Gobierno no usase de ese poder, rior, y esta misma circunstancia produciría reclamaciones si no se
de esa facultad que tiene , tauto el Cuerpo de Diputados como el Se tuviese en cuenta que hay otros pueblos que se hallan encabezados ó
nado, puede proponer una ley para que se enmiende cualquier articu administrados.
lo que nó hubiese sido atendido. El Gobierno se ha anticipado ya á prevenir este inconveniente,
Es, pues, visto que cualquiera dificultad, cualquier error, cual y está ocupándose para presentar á las Cortes , y vendrá inmediata
quiera falta en que se pudiese incurrir hay do» medios hábiles y ex - mente, un proyecto para que en lo sucesivo no sean gravados esos ob
peditos para ser corregidos ; primero la facultad discrecional que se jetos con ese 10 por 100 , como que ya se ha tenido en cuenta para
da al Gobierno: segundo la iniciativa de que pueden usar, asi los se referirlos d los respectivos encabezamientos, y también para que no
ñores Senadores como los Sres. Diputados; iniciativa que por otra se dé ninguna mala interpretación en los pueblos don le están en
partees menester hacerse cargo que seria una reprensión tacita al cabezados.
Gobierno, porque este, ;i no ser que hubiese alguna razón particu Digo esto para que se tenga presente."
lar, no podia dejar de reconocer lo misino que el Diputado ó Sena Sin mas discusión se puso á votación el artículo, y fue aprobado.
dor que hubiese usado de su prerogativa para introducir una en Se leyó el art. 3?
mienda á cualquier articulo. El Sr. marques de GUADALCAZAR: He pedido la palabra úni
Es, pues, visto que todas las dificultades que puedan ocurrirse camente para hacer una observación relativa á lo que ha manifestado el
respecto i un determinado articulo sobre la mayor ó menor imposi Sr. Ministro de Hacienda. Ha dicho S. S. que la cria de muías es exclu
ción de derechos quedan corregidas por las razones que acabo de in siva á la provincia de León: esto no es exacto ; esa cria no ha sido
dicar. nunca exclusiva de la provincia de León; estuvo, sí. concretada á
Falta ahora que yo me haga cargo de las observaciones que el se muy pocas provincias hasta el año de 1831, en el cual se derogó la
ñor Caneja ha presentado respecto á un articulo peculiar y ex absurda ordenanza conocida por el nombre de Caballería , y se con
clusivo de la provincia que tan dignamente representa. cedió á las provincias de Extremadura , Andalucía y Murcia el po
Señor, el articulo sobre el cual ha ¡lamido la atención del Sena der Jiacer esa cría.
do el Sr. Caneja es cabalmente de los mas benéficos y del progreso, De esa prohibición resultó que fue tal la escasez que no había
porque en él se establece, no ya una sola clase, como en el antiguo, las suficientes para las necesidades. del reino , y hubo que póiier un
sino tres, de menos uno, de uno á tres , y de tres hasta cerrar. Véase, derecho muy bajo á (a introducción de ese ganado del extrangero.
pues, como en esa misma variación hay una mejora , un progreso Ahora se ha aumentado muchísimo esa producción, no solo en
tan extraordinario, que ningún Sr. Diputado de los que impugnaron las Castillas, sino en la Mancha , Andalucía, Estremadura y Mur
este articulo ha tenido que decir la mas mínima cosa sobre este cia; y creo conveniente hacer esta observación para que se tenga pre
particular. sente que esta especie debe abundar muchísimo en España, y á su
Debo á esto añidir una observación: todo el mundo conoce que tiempo se aumenten esos derechos, que se pusieron tan módicos por la
un. ganado lechales de sujo endeble y delicado, y estas consideracio razón que acabo de exponer."
nes entran muy en cuenta en la parte mercantil. Añádese otra cir Sin mas discusión sí puso á votación el artículo, y fue aprobado.
cunstancia á la de ser un ganado de suyo perecedero, cual es la de Se leyó la siguiente proposición del Sr. Lasaña:
hacer un viaje largo, atravesar por montes, sujetos á mil inciden "Pido al Senado tenga á bien acordar que no se conceda licencia á
cias y á todos las dificultades que ese mismo viage debe producir, y los Sres. Senadores para ausentarse hasta tanto que se haya arre
que solo se pueden subsanar con un derecho módico, a fin de que no glado definitivamente el asunto de tutela de S. M. y A., y que se
se retraiga la parte mercantil y presente concurrencia en el mercado: oficie á los que no hayan tomado asiento excitando su celo para que
¿qué se ha hecho, puea, por estas circunstancias? Considerar un va se presenten cuanio antes á desempeñar su encargo."
lor solamente de 1G0 rs., y sobre ese valor considerado imponer el El Sr. LASAÑA: Poco tendré que decir en apoyo de esta pro
derecho de bandera extrangera con el recargo consiguiente á esta posición , porque no se podrá ocultar su objeto á la penetración del
misma bandera. Senado.
Hay ademas otra observación : que si bien en las provincias inte Yo quisiera que el Sr. Presidente tuviera la bondad de man
riores es ese un ramo que forma una parte de su riqueza particular, dar leer el número de los Sres. Senadores que hay presentes.
hay otras que se encuentran en muy distinta posición. Yo apelaría Él Sr. PRESIDENTE: En Madrid sí hallan 85.
al parecer general de los señores que conocen tanto mi pais , como el El Sr. LASA.NA: Cuando se voló la Regencia eran 96: ahora
de Valencia, y otras provincias que se hallan en igual caso, para que bien : de estos 85 habrá algunos que no asistan al Senado , y podría
me dijesen qué sucedería si se hubiese recargado ese derecho de uu llegar el caso de tener que votar la tutela de S. M. y A., y en este
modo tal que no hubiesen podido tener ta concurrencia con oíros caso tendria que aplazarse esta cuestión acaso para otra legislatura.
puntos ; precisamente una de dos cosas : ó que se baria contrabando^ Yo quiero, señores, que este negocio quede desde luego arregla
ó se privaría á estas provincias de poder sacar su partido. do: se trata de los intereses de la persona de nuestra ainada Reina
Es pues, visto, que ademas de los correctivos que tiene la ley, hay Doña Isabel II, y de consiguiente parece que esto no podría nunca
ese otro para poder enmendar cualquier artículo que estuviese des desconocerse.
concertado-; y el día que los Sres. Diputados, ó Senadores en su caso, Pero me asiste para esto una razón muy poderosa. Desde que he
puedan hacer cualquier indicación que crean conveniente, el Go oitjo decir á un Sr. Senador en este recinto, el cuál está bien ente
bierno , desde ahora lo declara, deseoso de establecer la unidad ad rado de estos asuntos , que los intereses de S. M. se habian dilapi
ministrativa , deseoso de proteger con justicia é imparcialidad i to dado , desde aquel momento para mi es mucho mas urgente este
das las provincias, estará siempre dispuesto á introducir en los aran negocio, y la misma Reina Madre está interesada en ello; porque
celes todas aqu»llas mejoras que la práctica acredite ser necesarias; á es cuestión de moralidad, y es necesario que se sepa cómo se han
cuyo efecto adoptará todas las disposiciones convenientes para que en dilapidado esos bienes y por quién. Esta es una de las razones que
su dia las tomen en consideración ,Ios Cuerpos colegisladores. hay para creer que este es un asunto de mucha gravedad.
Por lo que be diclio, y no pudiendo dudar que las razones que He dicho que se cite á los señores qué no se han presentado, por
acabo de exponer habrán satisfecho los deseos del Sr. Caneja , me que me parece que será muy justo que , puesta que han merecido la
tomo la libertad de rogar al Senado que se sirva aprobar el art. 1! confianza de los electores y del Gobierno, no defrauden las esperan
El Sr. HEROS: Cuando be contestado al Sr. Caneja me' he dis zas de los pueblos que los hicieron la honra de elegirlos.
traído, y no he concluido de manifestar lo que había ocurrido en la No he hablado de los Sres. Senadores que á pesar de haber obte
comisión de Aranceles. Al tratarse de esta materia, que se examinó nido licenciá para ausentarse se encuentran en estos bancos, porque
muy detenidamente, y en la que se consultaron los intereses de la he previsto que un sentimiento de delicadeza les habrá hecho cono
provincia de S. S., después de una' larga discusión se convino en no cer lo necesaria que es su presencia para el asunto de tutela , y les
hacer novedad alguna en la que estaba establecido por considerarlo rogaria qué hicieran el sacrificio de suspender su marcha basta tanto
asi mas ventajoso. que quedará'definitivamente resuelto. He dicho."
En prueba de ello, ahí tiene S. S. la Real orden dé 6 de Dicíem- A petición del Sr. Carrasco se leyó el art. 57 del reglamento."
tre de 1858, expedida por su paisano el marques de Montevirgen, en E| Sr. CARRASCO: Señores, yo considero la proposición com
lá que se establecen los derechos que va á oir S. S. : '"Mulos y muías prendida en este ártículo , porque la califico de interesante al servi-,
lechales ICO rs.; 15 por 100 de derecho; 21 por 100 de materia e*». [j. ció dtTEstado. El art. G0> hablando de las proposiciones de ley ó

mensage , dice que después de leídas pasarán á las secciones para que
estas declaren si son útiles ú oportunas; pero nada dice respecto de
las otras proposiciones : y siendo á mi ver el objeto del Sr. Lasaña el
que el Senado se retraiga un poco de dar licencias á los Senadores,
me parece que es cuestión que se puede resolver en el momento.
He creído hacer estas observaciones para preguntar al Sr. Presi
dente si en su consecuencia puedo hablar sobre esta proposición , y
tentarme si no.
El Sr. SANTONJA : Me veo en la precisión de tomar la palabra
en este momento en razón á encontrarme aludido por las palabras del
Sr. Lasaña , porque soy uno de los que habiendo obtenido licencia del
Senado permanecen aun aqui.
Yo, señores, verdaderainentejengo necesidad de marchar á mi
casa , según lo manifesté al tiempo de pedir la licencia; pero mi de
licadeza -me ha hecho esperar mas, con el objeto de ver si esta cues
tión, como otras interesantes que hay pendientes, se resuelven, para
que no se crea que yo me retraigo de hallarme presente en la discu
sión de estos asuntos.
No es culpa mia el que se hayan retrasado por tanto tiempo, y
acaso acaso sentiria mucho no poder suspender mi marcha por tanto
tiempo como deseara ; y por eso lo advierto, porque no quisiera nunca
que se me achacaran miras que no tengo. Si mi posición me lo per
mite; si las circunstancias de mi familia y mi casa me permiten
permanecer en este lugar, aguardaré hasta que se discutan esos asun
tos de tan grande interés, líe dicho. arios Sres. Senadores piden
¡a palabra. )
EISr. PRESIDENTE: No hay palabra: se la he concedido al
Sr. Senador que acaba de hablar, persuadido de que iba á hacerlo
respecto á un punto de reglamento; mas no para entrar en la discu
sión, porque no estando la proposición tomada en consideración por
el Senado, no puede haber discusión alguna, ya se la considere como
proyecto de ley, ya bajo otro cualquiera aspecto.
El Sr. Carrasco ha usado de la palabra para tratar de la cuestión
de reglamento : creí que el Sr. Senador que acaba de hablar iba á
hacer lo mismo. Por lo demás no puedo conceder la palabra hasta
que se decida el giro de esta discusión.
El Sr. CAMPUZANO: Me parece que esta proposición es preci
to considerarla en el caso del art. 65. (.Ve leyó.)
El Sr. PRESIDENTE: Es necesario que el Senado diga en sen
tido de qué artículo se considera esta proposición , (i en el del 57 ó
en el 60."
El Sr.*Carrasco leyó ambos artículos.
El Sr. Secretario CARRASCO: ¿El Senado cree comprendida
esta proposición en el art. 65 del reglamento?
El Sr. RUIZ DE LA VEGA: Pido la palabra. Me parece emba
razosa esa pregunta y que no satisface el objeto. La pregunta sencilla
es la de reglamento y la de práctica constante. Siempre que.se hace
una proposición como la que acaba de hacer el Sr. Senador Lasaña,
tiene el derecho de apoyarla, y luego que ,1o ha hecho se pregunta
si se toma ó no en consideración. Si no se toma, todo lo demás es ex
cusado ; y si se toma , pasa á las secciones para entrar en su discusión.
El Sr. PRESIDENTE; Yo no tengo ninguna dificultad en que
■ i
8.- TOMO I.
243
asi se haga, como ya se ha hecho en varios casos. El Sr. Lasaña ha
apoyado su proposición; pero varios Sres. Senadores han pedido se
declare comprendida en ese articulo, y no habiendo uno terminante
en el reglamento que asi lo diga , és indispensable que se decida esta
cuestión.
El Sr. CAMPUZANO: Señores, yo soy nuevo en el Senado y por
consiguiente no puedo citar precedentes ; pero con el reglamento en
la mano no veo que pueda prescindirse de resolver este caso. Una
vez presentada la proposición es preciso, ó que pase i las secciones
para que informen sobre ella, ó que creyéndola comprendida en el
art. 65 del reglamento, se juzgue que su gravedad é importancia re
quiere se resuelva en el acto. Por consiguiente creo que se está en el
caso, á no ser que haya algún precedente en contrario, de conside
rarla comprendida en el concepto ordinario de las demás proposi
ciones.'
El Sr. Secretario CARRASCO: ¿Se toma en consideración la
proposición?
El Sr. GOMEZ BECERRA : Pido la palabra.
El Sr. CAMPUZANO: Esa pregunta no es de reglamento."
Se preguntó en seguida si el Senado consideraba comprendida esta
Sreposición en el art. 65 del reglamento , y se declaró que no , acor
ándose que pasase á las secciones.
Se acordó imprimir y que se señalarla dia para la discusión del
dictamen que sigue:
La comisión, en vista de las observaciones hechas por algunos se
ñores Senadores al art. 5? del proyecto de ley sobre bagajes presen
tado por la misma después de retirado, propone los que siguen en
los términos siguientes :
Art. 39 El importe de estas gratificaciones ó indemnizaciones
hará un articulo especial eu el presupuesto eventual ó extraordina
rio del Ministerio de la Guerra.
Art. 4? Desde el dia en que el Gobierno publique el reglamento
relativo á dirhas indemnizaciones, cesará el suministro de bagajes
que artualmente hacen los pueblos.
Art. 5? El Gobierno dará cuenta en la próxima legislatura de los
efectos de estj ley y de las mejoras de que sea susceptible. Palacio del
Senado y Junio 25 de 18 ll~Franc¡sco Sánchez Fernandez.nConde de
Soto-Ameno. —Juan Lasaña.— José Espinosa de los Mon teros.=Andrés
Martínez Orinaga, secretario."
El Sr. PRESIDENTE: Mañana no se reunirá el Senado por no
haber asuntos de que ocuparse. Se avisará á domicilio para la prime
ra sesión y se discutirán los asuntos pendientes. *
Ciérrase la sesión."
Eran las cuatro y media.
RECTIFICACION. En el Diarlo num. 55, plana 5Í, col. 1», li
nea 82, donde dice: "sus lindes están dentro del ámbito que encierra
los de ambos reinos," léase: "sns indias eslan dentro del ámbito &c."
En el mismo Diario, plana 5Í , col. 2Í , lío. 20, donde dice:
'Tratado de Badajoz de 1807" léase: "Tratado de Badajoz de 1801."
70 APENDICE.
 APENDICE AL j\TM.
ii. gas-as
DIARIO
LAS SESIONES
= -E
Dictamen de la comisión encargada de presentar su dictamen acerca de la tutela
de S. M. la Reina Doña Isabel II y su augusta Hermana, leido en la sesión del
día i5 de Junio.
La comisión encargada de presentar su dictamen sobre la tutela
de S, M. la Reina Doña Isabel II y su augusta Hermana é inmediata
sucesora la Infanta Doña Mana Luisa, ha examinado con la deten
ción que la gravedad y trascendencia del negocio requería, no solo
lo» documentos que le pasó el Senado, sino también los demás dalos
que ha estimado oportuno reunir y consultar. En tal estado no mo
lestará al ilustre Cuerpo que le dispensó tan espinosa confianza pre
sentándole una relación difusa de las razones en que apoya su dicta
men la ilustración del Senado, y aun la elevada categoría de las per
sonas de que se trata , le dispensan de ello: mas sin embargo, dis
puesta está á emitirlas y sostenerlas según lo exija el debate, apoya
da en los principios que le ban servido de norte. En su opinión, de
clarada vacante la tutela de las excelsas Pupilas, no pueden ser aten
didas, ni la reclamación de una corporación que no existe, ni las de
personas á quienes no atribuye derecho la ley fundamental del Es
tado, por mas elevadas, respetables y dignas que ellas sean. Y por
tanto propone á la deliberación del Senado el siguiente articulo:
t>Se declara que la tutela de S. M. la Reina Doña Isabel II y de
su augusta Hermana é inmediata sucesora la Serma. Señora Infanta
Doña María Luisa se halla vacante, y en su consecuencia deben las
Cortes nombrar tutor, conforme al art. 60 de la Constitución.
Para que las mismas puedan adoptar esta resolución, y para que
en su caso tenga el efecto correspondiente, propone la comisión lo
qne sigue] :
1! Que el Senado discuta sobre la declaración de estar vacante la
tutela , basta que se dé este punto por suficientemente discutido.
2? Que terminada la discusión se bagan las comunicaciones opor
tunas al Congreso de Sres. Diputados y al Gobierno pira que en
cumplimiento de la ley de 19 de Julio de 1837 se reúnan los dos
Cuerpos colegisladores, y conforme á la misma y á las bases apro
badas por ellos con motivo de la cuestión de Regencia procedan á
sombrar el tutor de S. M. la Reina Doña Isabel II y de su augus
ta Hermana é inmediata sucesora la Serma. Señora Infanta Doña Ma
ría Luisa. Palacio del Senado 18 de Junio de 184l.=Antonio Mar
tínez de Velasco.=Mariano Torres y Solanot.=Manuel Codorniu, se
cretario."
VOTO PARTICULAS DE LOS SRES. CONDE DE PINOíIEL T ALVAREZ
PESTAÑA.
Discordes como estamos con el parecer de nuestros respetables
compañeros de comisión acerca del grave asunto de la tutela de
S. M. la Reina Doña Isabel II y su augusta Hermana la Señora In
fanta Doña María Luisa , al paso que tan opuesta divergencia nos
llena de amargura , tenemos una honrosa complacencia en hacer no-
a—TOMO í.
56.
«aesaaaaaa
DE -
DE CORTES.
torio nuestro sentir por medio de este voto particular, y lo haremos
con la sencillez propia de la clara justicia en que está apoyadd.
La Constitución política que rige hoy en esta monarquía es la
legislación única fundamental á que tenemos que recurrir para juz
gar y resolver sobre este interesante punto: en ella está consignado
todo nuestro derecho público, y en lo relativo á la tutela de nues
tros Reyes menores el articulo 60 determina cuanto es necesario y
esencial, como que en él se lian refundido las disposiciones que
contiene la ley de Partida, fundamental del reino basta entonces.
Es por tanto improcedente suscitar cuestiones dirigidas á un fin
particular y voluntario, extraño al espíritu y letra de aquel código
político; y lo es mucho mas apelar para la decisión de tales cuestio
nes á otro llamado derecho público del reino, oscuro é indetermi
nado, bajo pretexto del silencio de la Constitución acerca de ellas.
Semejante proceder hace sospechar con razón que el verdadero de
signio, aunque disfrazado con el velo ostentoso de interés nacional y
otros principios que se preconizan de alta política, no difíciles de
allegar á favor de una lógica acomodaticia, no es otro que eludir el
estricto cumplimiento del articulo constitucional , desvirtuando la
integridad de sus bases, y ofreciendo un pernicioso ejemplo de la
manera con que se puede cuando se quiera saltar la valla de la ley
fundamental, que lo mismo obliga á las Cortes qtie han jurado su
observancia, que á los demás poderes é individuos del Estado en su
respectiva posición.
Establece el citado art. 60 que será tutor del Rey menor "la
persona que en su testamento hubiese nombrado el Rey difunto,
siempre que sea español de nacimiento; que si no le hubiese nom
brado será tutor el padre ó la madre mientras permanezcan viudos,
y que en su defecto le nombrarán las Cortes." Indisputable como
es el derecho que la Constitución concede á estas, no lo es menos que
tienen dos limitaciones, la de que solo para el nombramiento está
expresa la facultad, y la de que este nombramiento tendrá lugar
únicamente en los casos que determina el articulo, ¿Se está por ven
tura en alguno de ellos? Evidente es que no: por el testamento del
último Rey, otorgado con arreglo á lo dispuesto en la ley de Partida,
es bien sabido que la augusta Reina Madre Doña María Cristina de
Borbon ha sido nombrada tutora y curadora de sus excelsas Hijas.
Como tal tutora estuvo ejerciendo constantemente este cargo desde la
muerte del Sr. D. Fernando VII, y como tal ha sido reconocida por
toda la nación y por sus representantes en todas las épocas que bemos
corrido de mudanzas políticas, pues aun las Cortes constituyentes
del año de 36 que confirieron á S. M. la Regencia del reino, guar
daron respeto y acatamiento á su investidura de tutora.
Un ruidoso movimiento político ocurrido en el año próximo pa
sado dió por producto á la nación, entre otras novedades, la muy sor-

Írendente de haberse visto S. M. obligada á hacer renuncia de la
Legencia , y de resultas de ello turo que verificar también una au
sencia temporal fuera del reino ; pero expresamente se ha reservado
S. M. la tutoría de sus excelsas Hijas, manifestándolo asi á sus Minis
tros en terminantes palabras que estos mismos trasladaron al Serení
simo Sr. Infante D. Francisco de Paula con motivo de su solicitud
á la tutela. Por consiguiente este suceso no ha alterado en la esencia
el estado legal de aquel cargo: el derecho constitucional de la Begia
tutora permanece vivo , incuestionable: el caso en que se faculta a las
Cortes para nombrar tutor no es llegado , porque hay tutor testa
mentario y legítimo. ¿Con qué motivo, pues, cómo y con qué fin ha
venido á las Cortes un negocio como este?
Examinados los papeles y documentos remitidos por el Gobierno
á la comisión, se deja ver harto claro todo esto : con ocasión de la so
licitud del Sr. Infante, el Gobierno provisional promueve y consul
ta al Tribunal Supremo de Justicia la extraña duda de si debía consi
derarse vacante la tutela por la ausencia de S. M. á país extrangero.
Se establece por dicho Tribunal en*su dictámeu una' opinión afirma
tiva, y la de que su resolución pertenece á las Córles: el Gobierno lo
estima asi, y pone en juicio ante ambos Cuerpos colegisladores la cues
tión de tutela, pero sin formular provecto alguno: esta es en resumen
la historia de los antecedentes que nos han traído al gravísimo con
flicto en que estamos. Pero nosotros preguntaremos: ¿hubo necesidad,
hubo siquiera motivo razonable para la consulta del Gobierno? ¿Es
fundada la duda propuesta por el mismo? ¿Es justa, es legal, es
2
constitucional la opinión del Tribunal Supremo de Justicia? ¿Permi.
te la Constitución el juicio que se entabla en las Cortes?
Lá condición de nuestro voto particular nos impide entrar ahora
en semejante polémica, á pesar de que la mayoría de la comisión
presupone, con asombro nuestro, la vacante de la tutela , porque
fijos nosotros en el terreno trazado por la ley , repelemos cuestiones
temerarias, agenas de su contexto, ni podemos concebir que haya
competencia en las Cortes para ocuparse de ellas, no teniéndola sino
para nombrar tutor en los casos que se ha dicho: mas no por eso nos
oreemos desautorizados para indicar que de cuantas razones se em
plean á fin de cohonestar esa opinión de tutela vacante, nos pare
cen sofísticas unas, contra producentem algunas, y sólida ninguna.
Nos reservamos demostrarlo en la discusión , una vez que va á tener
lugar, y en lo que alcancen las débiles fuerzas con que contamos ha
remos por defender con lealtad el derecho de la augusta Madre tu
tora , y esto en el interés de las Regias Pupilas y el del Estado, ob
jetos no menos dignos de atención para nosotros que no los perdemos
de vista un momento al tratar de esta materia.
Por las razones indicadas y otras que expondremos á su tiempo,
nuestro dictamen es, que sin infringir el articulo 60 de nuestra ley
fundamental, no cabe otra resolución en este asunto que la de no ha
ber lugar á deliberar. Pedimos al Senado que asi lo estime, ó acorda
rá lo que juzgue mas acertado. Palacio del Senado 23 de JuniodelS ll.^
El Conde de Pinofiel.-José María Alvarez Pestaña."
 MERO
DIARIO
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 30 DE JUNIO DE 1841.
Abrióse á la una menos cuarto, y leída el acia de la anterior por
*J Sr. Secretario Onis, quedó aprobada.
Acordóse pasar i las secciones para nombramiento de comisión el
siguiente proyecto de ley remitido por el Sr. Presidente y Secreta
rios del Congreso de los Diputados!
Al Senado.= "E1 CoDgreso de los Diputados, habiendo tomado en
consideración una proposición de ley de uu individuo de su seno re
lativa ¡x inquilinato de casas , ha aprobado el siguiente proyecto
de ley :
Articulo 1? Los duefios de casas y otros edificios urbanos, asi de
Madrid como de los demás pueblos de la Península é islas adyacentes
podrán ejercer libremente el uso legitimo del derecho de propiedad
en los arrendamientos que celebren desde la publicación de esta ley.
Art. 2? Si en los mismos contratos se hubiese estipulado tiempo
fijo para su duración, fenecerán cumplido este, sin necesidad de
desahucios; pero si no hubiese tiempo determinado ni pacto especial
acerca del desahucio ó despedida, se hará en cualquier tiempo, con la
■ nticipacion de 40 días cuando sea por parte del dueño, y con la
de 20 dias cuando lo hagan los inquilinos.
Art. 3? Quedan derogadas la ley 8Í, tít. 10, lib. 10 de la Novísi
ma Recopilación , que es el auto acordado de 31 de Julio de 1792, y
cualesquiera otras Reales resoluciones , pHctiea ó costumbre que
sean contrarias á lo establecido en los dos artículos precedentes; pero
no se hará novedad en cuanto á los arrendamientos ya hechos y
pendientes en la actualidad , los cuales se cumplirán en los términos
en que se hayan celebrado y por todo el tiempo y en la Forma que
debían durar con arreglo á la citada ley , Reales resoluciones , prác
tica y costumbre vigentes al tiempo de celebrarse dichos contratos.
Y el Congreso de lns Diputados lo pasa al Senado acompañando el
expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio
del Congreso 2G de Junio de 1841.=Agustin Arguelles , Presiden-
te.=José Sánchez de la Fuente, Diputado Secretario.=Eugenio Diez ,
Diputado Secretario." * se han presentado por algunos Srcs. Senadores."
£1 Senado quedó enterado de un oficio del Sr. Ministro de Ha
cienda , fecha 22 del actual , en el que comunica la resolución del
Regente del reino para que el Sr. D. Ramón María Calatrava vuel
va á desempeñar la Contaduría general de Distribución, cesando en
el sargo de subsecretario del expresado Ministerio que interinamente
ha desempeñado, y nombrando para reemplazarle en él á D. Pedro
Fontoya en el mismo concepto.
Acordóse archivar y repartir 80 ejemplares de la ley sobre igua
lación de la deuda 'sin interés liquidada con anterioridad y poste
rioridad al 1! de Marzo de 1838 , que con oficio de 28 del corriente
remite el Sr. Ministro de Hacienda.
Pasaron i la comisión de Actas los documentos que de su aptitud
legal presenta el Sr. D. Miguel de los Sanies Fueotecilla, nombra
do Senador por la provincia de Jaén en reemplazo del Sr. D. Pedro
Antonio Acuña. • de importancia, y todo el Senado me parece que lo conocerá asi. No
£1 Senado quedó enterado de un oficio fecha 28' de Junio del se
ñor D. Joaquin Suarez del Villar, en el que manifiesta que el dia
30 del mismo mes saldrá de esta corle en uso da la licencia que le
está concedida.
S.—TOMO I
57. 245
DE
DE CORTES
El Sr. ROMO Y GAMBOA : El Sr. Senador que dirige al Sena
do la comunicación que acaba de leerse es individuo de la comisión
que debe informar sobre el proyecto de ley relativo á la recaudación
é inversión de los arbitrios municipales y provinciales; y como pre
sidente de la misma, tengo el honor de manifestarlo asi á fin de que
el Sr. Presidente disponga lo necesario para que la cuarta sección á
que correspondía dicho señor se sirva nombrar otro que le reempla
ce en la referida comisión.
El Sr. PRESIDANTE . Asi se hará."
También »e enteró el Senado de olra comunicación de la ruisuii
fecha del Sr. D. Bernardo Borja Tarrius, exponiendo que el dia 20
empezaba á usar de la lirencia que le estaba concedida.
El Sr. PRESIDENTE: Aprovechando la ocasión de haber sufi
ciente número de Srcs. Senadores para votar un proyecto de ley
como previene el reglamento, va á proccder.se á dicha votación."
Se leyó el proyecto de ley autorizando al Gobierno para plantear
los nuevos aranceles ; y hallándolo conforme con lo aprobado por el
Senado, se procedió á la votación, que díó el siguiente resultado:
Número de votantes 75
Bolas blancas 6G
Bolas negras 9
Ei Sr. PRESIDENTE: El Senado aprueba."
Entrándose en la orden del dia, se procedió á la discusión del dic-
támen relativo á la tutela de S. M.'y A.
Se leyó el dicho dictamen y voto particular de la minoría. (Fi an
el udpendice al Diario nüm. 36).
El Sr. PRESIDENTE: Conforme al art. 69 del reglamento se
abre discusión acerca del dictamen de la mayoría déla comisión.
(f^arios señores piden la palabra').
Antes de empezar la discusión van i leerse dos proposiciones q la
Dióse cuenta de la de los Sres. San Miguel (D. Juan Nepomuce-
no), y Ontiveros, que dice asi :
" Pedimos al Senado que la discusión que va (i abrirse en el ne
gocio de la tutela de S. M., atendidas su gravedad é importancia , se
sirva resolver que no se dé por cerrada, ni en su totalidad ni en cada
uno de sus particulares, hasta que hayan hablado todos los señores que
hubiesen pedido la palabra:
El Sr. SAN MIGUEL (D. Santos) : Pido que conste quién es el
Sr. San Miguel que ha hecho esa proposición para que no apareara
nunca que he sido yo.
El Sr. Secretario CARRASCO: Es del Sr. D. Juan Xepouiuceco
Fernandez San Miguel.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Juan Nepomuceno): Esta proposición
se recomienda por sí misma. El asunto que vamos á tratar es de gran
solamente se rozan en este asunto cuestiones de derecho público y de
alta política, sino que, á mi entender, y en el juicio de algunos se
ñores, tal vez su decisión podrá fijar y marcar el porvenir de la na
ción y su felicidad. Consiguientemente conviene dar á la cuestión
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tuda la latitud posible, en lo cual asi como los autores de la proposi
ción , están conformes otros muchos Senadores: claro es que clamos
en minoría ; y por lo mismo creo que tenemos derecho para esperar
de la generosidad del Senado que nos dará esta garantía de explicar
nuestras ideas, porque lo que á uno no se ocurra podrá ocurrirse á
otro.
Espero, pues, que el Senado se sirva aprobar la proposición."
Tomada en consideración la proposición , fue aprobada.
Se leyeron las siguientes enmiendas al dictámen de la mayoría
de la comisión sobre la tutela de S. M. y A. presentadas por el se
ñor Gómez Becerra.
Al articulo señalado con el núm. 1?:
"Que se abra discusión en el Senado sobre si está ó no vacante la
tutela de S. AI. la Reiua Doña Isabel II y de la Señora Infanta Doña
María Luisa Fernanda , para que dado este punto por su/icien'euien-
te discu' 'o, puedan las Cortes resolverlo."
Al articulo señalado con el núm. 2?:
"Que terminada la discusión se comunique al Congreso y al Go
bierno para que con arreglo á la ley de 19 de Julio de 1837, y á las
bases aprobadas , con motivo de la cuestión de la Regencia, se re-
unan los dos Cuerpos colegisladores y voten sobre el punto discutido
que expresa el articulo precedente, y en su caso nombren el tutor."
El Sr« GOMEZ BECERRA: Pido la palabra para cuando llegue
el caso de discutirse mi enmienda.
El Sr. TORRES SOLANOT: Yo la pido para hablar «obre ella
en nombre de la comisión.
El Sr. PRESIDANTE: Cuando llegue la ocasión U tendrá V. S.;
pero ahora no hay lugar á tratar de ella."
Leyóse otra proposición del Sr. Sánchez Fernandez, concebida en
estos términos:
"Conviniendo sobremanera á la acertada determinación sobre tu
tela de S. M. la Reina Doña Isabel II y de su augusta Hermana
que el Senado tenga conocimiento de las reclamaciones ó comunica
ciones que haya tenido sobre el particular la Reina Madre Doña Ma
na Cristina de Borbon con el Gobierno, tengo el honor de propo
ner al Senado se sirva acordar se pidan á aquel cuantas noticias ó
documentos pueda dar relativos á la correspondencia sobre tutela con
la Reina Madre, caso que no los haya pasado á la comisión encar
gada de dar su dictámen en la materia."
El Sr. PRESIDENTE: Tienen pedida la palabra en contra del
dictámeu de la mayoría de la comisión los Sres. conde de Pinofiel,
Alvarez Pestaña , García Carrasco, obispo de Córdoba , Ruiz de la
Vega, y San Miguel (D. Juan Nepomuceno): en pro el señor
Abargues.
El Sr. ONDOVILLA: Me parece que fui el primero que pidió
la palabra en contra.
El Sr. PRESIDENTE: No tuve el gusto de oir i V. S."
El Sr. Diaz Caneja pidió la palabra en contra, y en pro el señor
tfacia Lleopart.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Sánchez Fernandez tiene la pala
bra para apoyar su proposición. .
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ: Cuando he visto la cuestión
sobre tutela de S. M. y de su Serma. Hermana la Infanta Doña Mana
Luisa; cuando he visto la cuestión propuesta por la comisión que ha
dado sobre ella su dictámen no he podido menos de advertir que á
esta cuestión se la ha dado el rumbo que es diámetro, opuesto al que
presenta la naturaleza de las cosas á la situación en que se hallan las
excelsas Pupilas y á la posición cu que se encuentra la Reina Madre
Doña Mana Cristina.
1.a cuestión sobre tutela se ha tratado como si fuese un empleo,
como si fuese un encargo lucrativo; de manera que en el caso de pri
var de él al que le tiene cometeríamos una injusticia. Se ha tratado
esta cuestión como si la tutela fuese instituida para los tutores, y no
primaria y directamente para los menores.
Siempre he opinado que esta era una cuestión de puros hechos, y
que la conducta del Seuado en ella debería ser ni mus ni menos que
la que tiene el alcalde de un pueblo ó un juez
El Sr. PRESIDENTE: Llamaré la atención del Sr. Senador acer
ca del motivo por qué le be concedido la palabra.
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ: Voy á recaer á la cuestión: y
aun dando por supuesto que la cuestión siguiese el órden que la ma
yoría de la comisión propone, era preciso indagar si la Reina Madre
iiabia hecho alguna renuncia, si habia tenido alguna comunicación
con el Gobierno, ó si habia en lio alguna noticia ó documento por
donde se pudiese acreditar; porque es muy cierto que en todos los
trámites de esta discusión, que en cuantos dias dure esta, siempre
vendremos á parar en si al despedirse la Reina Doña Mana Cristina,
al decir: "ahí os quedan mis Hijas, os encargo que las cuidéis," hizo
ó no renuncia de la tutela....
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: Pido la palabra para una
cuestión de órden. Se está hablando sobre la cuestión principal.
El Sr. PRESIDENTE: Ya he llamado la atención del orador.
Repetiré sus mismas expresiones; la una lleva el encabezamiento de
proposición prévia , y la otra de petición, que dice asi (Va leyó}.
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ : Esta es la que se discute; voy
á apoyarla.
Es preciso saber si por la ulterior conducta durante esos nueve
meses tiene conocimiento el Gobierno de que esa augusta Señora
abandonó de hecho la tutela , y creo por tanto que se está en el raso
de adquirir mayores conocimientos por las explicaciones que el Go
bierno nos dé y los antecedentes que haya sobre el particular.
El Sr. Secretario CARRASCO: ¿El Senado adopta la cuestión
prévia propuesta por el Sr. Sánchez Fernandez?"
El Senado contestó negativamente.
El Sr. PRESIDENTE: Se procede i la discusión en totalidad del
dictámen de la mayoría de la comisión.
El Sr. conde de PINOFIEL: Señores, mi posición de magis
trado me impone hoy el doble deber de alzar la voz esforzándola en
favor de una causa asistida de justicia, de aquella constante virtud que
sobresale contra los embates de las pasiones, y tan vital que interesa
á la nación, porque estas viven con el honor y por el honor.
En el Senado se halla el expediente formado en esta causa con mo
tivo de la reclamación del Sermo. Sr. Infante D. Francisco de Paula
que se creyó con derecho para ser tutor de S. M. su augusta Sobrina.
El Gobierno provisional, á quien se dirigió ta exposición de S. A., tu vo
á bien consultar sobre su contenido al Tribunal Supremo de Justi
cia , y cou el dictámen de esa respetable corporación, adoptado por .
el mismo, vino al Senado: nombrada la comisión correspondiente,
opinó esta que se pidiese al Gobierno el testamento de S. M. el señor
difunto Rey D. Fernando VII , el expediente de consulta Jel Tribu
nal Supremo y los demás papeles que pudiesen tener relación con esta
asuntu, loque tuvo efecto.
Aparece en primer lugar que el Sr. Infante D. Francisco con •
cibió una idea muy equivocada de este negocio, y dió un paso que
regularmente habrá deplorado S. A. después por la delicadeza pro
pia de su elevado carácter. •
Aparece en segundo lugar que el Tribunal Supremo, evacuando
la consulta, lo hizo en sentido de estar vacante la tutela: asi lo
creyó justo y lo manifestó, aunque no hubo absoluta conformidad;
pero 4a mayoría estimó vacante la tutela porque suponía una renun
cia hecha por S. M. la Reina tutora, por un hecho que si mereciera
la calificación y valor que se le da por el Tribunal , sarria excusado
que nos ocupásemos hoy de esta cuestión. El hecho , señores, es la
recomendación que S. M. la angustiada ' Madre hizo al despedirse
de sus augustas Menores: presentes creo los Sres. Ministros y algu
nas autoridades. Ya ve el Senado el valor que puede tener este ar
gumento.
Señores, si S. M. dijo expresamente que no renunciaba á la Tu
tela ; si este es uu hecho constante y público, a ¿qué querer arrancar
de sus augustos labios lo que distaba mucho de su Real ánimo? El
Gobierno de S. M. remitió el expediente sin determinado objeto. Yo
podré decir siri rebozo, ni miedo de equivocarme, que si el Sr. lu
íante D. Francisco de Paula no estuvo feliz en su solicitud á la
Real tutoría, no lo estuvo mas el Tribunal Supremo , ni aun el Mi
nisterio en la parte que debió tomar en este negocio. Yo , señores,
no ofendo á nadie, no lo permita Dios, porque estoy bien penetrado
de que la diversidad en el modo de ver las cosas exige en conciencia
que se rompa el silencio y se hable en el sentido que parezca justo;
sin incurrir por esto en demasías, animosidades ni en la menor falta
de respeto ; no seria esto conforme con mis principios. Pero vivo en
la iiruie persuasión de que S. M. Doña Mana Cristina de Borbon es
la Tutora de susaugustas Hijas por la ley fundamental que nos rige,
por el derecho público y privado de gentes, &c; y esto es tan indu
dable, seño-res, cuanto que está fundado en principios indestructible*
y conservadores de la sociedad.
En vúta de ello, ¿ss querrá recurrir á principios elevados, prin
cipios que siendo contra la justicia , podrán tener otro nombre, y el
de iniquidad? La Real Tutora no se ha ausentado para siempre; de
cir esto es incidir voluntariamente en un error. {El Sr. Torres Sola
no! pidió la palabra como de la comisión.} Si , señores , es un error
voluntario, pues la ausencia de S. M. no tiene el carácter de perpetua
ni de libre absolutamente; y esto es necesario no perderlo de vista
para determinar esta causa con equidad , prudencia y justicia , y asi
lo exige imperiosamente el decoro y la pública honestidad.
S. M. dijo claramente que no renunciaba la tutela. (En cuestio
nes de esta importancia son necesarias las repeticiones.) ¿Y cómo ha
bia de hacerlo V ¿Cómo habia de separarse para siempre de los obje
tos malqueridos de su alma? ¿Y estaría en oposición con el afecto,
amor y consiguiente deseo de gozar en dias mas venturosos de la
dulzura del trato filial , de las comodidades de su Real alcázar y aun
de las consideraciones de aquellos de quienes mereció bien duranto
los doce años que honró nuestro suelo con su augusta presencia?
Estos, señores, son raciocinios presentados sin figuras ni aparatos;
pero no dejan hueco ni vacio alguno sobre que se pueda fundar la
perpetuidad de la ausencia , y mucho menos para asegurar que S. M.
no queria estar con las ilustres Pupilas. ¡Qué absurdo, qué violen
cia , señores, acomodar el caso de la ley de Partida al que presenta
la ausencia obligada y temporal de S. M. !
La ley, señores, solo quiere que en la ausencia del tutor se le
dé al menor un guardador para que no quede abandonado en su per
sona y bienes: ¿y están en este caso las ilustres Princesas? No por
cierto: tienen un guardador poderosj y á satisfacción de la ley y
del pueblo español , que oyó de su boca el 11 de Mayo estos mismos
solemnes votos. El gefe del Estado es el tutor nato de todos los me
nores : esta es doctrina corriente; y siendo esto asi , el Regente del
rciuo lo seré con especialidad de razón de nuestras augustas Meso
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res. Lo scr.i sin duda , sin que pueda temerse perjuicio ni menoscabo preciso , es lógico, señores , concluir de buena fé que no hay medio
de ninguna especie. S. M. y A. están asistidas de una servidumbre para hacer uso alguno de la pretensión del Serino. Sr. Infante, y por
que mereció la ronñanza de S. MM. los Rr.n D. Fernando VU y consiguiente es mi voto que no ha lugar i deliberar en este asunto.
Doña Mana Cristina. He concluido.
Yo, señores, cuino individuo de la comisión , en este lugar no El Sr. TORRES SOLANOT: Grave, trascendental y delicada
tendré dificultad en decir como por paréntesis contestando al Sr. Se es, señores, la cuestiou de la tutela de S. M. la Reina Doña Isabel II
cador Fernandez que la misma no Un tenido ningún papel, y que ka y de su augusta Hermana la Serma. Señora Infanta Doña Mana Luisa
pedido los que tuvieran relación con este grave negocio para dar su Fernanda, de que el Senado va á ocuparse en este dia, y poco grata
dictamen , y solóse remitieron los ya referidos. Con respecto á la se la situación en que la mayoría de la comisión se encuentra, ya por el
guridad de los bienes, tenemos u n documento de mucha vaha que es el disgusto de que dos de sus dignos compañeros que ta"n poderoso apo
elocuente testimonio que dió en este recinto un ilustre Senador sobre yo hubieran podido prestarle se hayan separado de su parecer emi
el particular. Será por cierto lo mas improcedente en justicia el de tiendo un voto que el Senado ha uido ya también, principalmente
clarar la vacante de que se trata, porque esto no es de la competen porque el redactor de ese votóse ha permitido alusiones que yo re-
cia de las Cortes: A estas solo toca nominar tutor al Rey menor ó chazp desde luego, y que si á la comisión se dirigen, sabré, ademas
Reina : ¿pero dónde está escrito que pueda declaiar la vacante? La de rechazarlas desde ahora, contestarlas oportunamente.
ley fundamental que habla de tutela no trata de otra cosa que del Grande, inmensa, señores, es la diferencia que hay entre apoyar
nombramiento. ¿Se dirá que por analogía debemos tratar esta cues nuestro dictamen y sostener lo que se llamará derechos de una Seño
tión? No señor: las leyes tienen una precisa y genuiua, muy ajusta ra excelsa, de una Señora ausente, de una Señora Viuda; circunstan
da inteligencia, y no es justo servirse de ellas para acomodarlas al cias todas, que unidas á Ips beneficios que un dia dispensó como Reina
placer. Cuaudo resulte la verdadera vacante se procederá por las Cor y á los que todavía puede dispensar como Madre de la que hoy es
tes á nombrar tutor; pero pioeeder hoy á declarar la vacante, y sin Reina de las Españas, deben naturalmente excitar el entusiasmo, la
proyecto previo , sin proposición formal y en regla , seria erigirse gratitud y aun las esperanzas de los que tomen hoy lo que se llamará
el Senado en tribunal. ¡Y qué tribunal ! {El Sr. Gomes Becerra: Pi su defensa. Tampoco carece de influencia en desventaja de la comi
do la palabra en pro de lo que ahora debe discurirse). Me creo tan en sión la alta estirpe y la elevada posición social de las personas que
la cuestión, que no sé.... aspiran á la tutela subsidiaria de las augustas Pupilas.
El Sr. PRESIDENTE: No se le ha llamado á V. S. á la cuestión. Sin embargo , señores, la mayoría de la comisión, acatando la ley
El Sr. conde de P1NOFIEL: Como hay conversaciones, pu fundamental de Estado, á la cual deben ceder todas las voluntades
diera suceder..,, asi (decin) que sin un proyecto que hubiera venido últimas y no últimas, no carece de razones poderosas para sostener
del otTo Cuerpo , ó sin proposición ninguna, tratar de declarar va- su dictamen.
eaDte la tutela para privar á la Reina de ella, seria erigirse en tri Considera que la tutela de los Principes ocupa una esfera elevada
bunal; y añadí: ¡Y qué tribunal! Tribunal, señores, que va A fallar, ■para provecho de los mismas y utilidad de la nación que han de re
digámoslo asi, una deportación, alejando del suelo español para gir, y que no debe rebajarse al nivel de las reglas ordinarias del
siempre á la heroica Reina Doña Mana Cristina de Borbon, á esa mas insignificante y miserable de los particulares. No puede olvidar
Persona amable, que ha favorecido y hecho el bien de tantos españo '1 ue las Córtes españolas, apoyadas sin duda en semejantes principios,
les; lo mismo importa declarar la vacante que pronunciar esa hor h ao dictado medidas de suma importancia y trascendencia en mate
rible sentencia, y nombrar otro tutor después; porque ¿cómo ha ria de tutelas de la Real familia , ya antes, ya después de la redac
bía de venir, señores, A España S. M. después de privada de la tu ción del código Alfonsino, y que sus disposiciones no han estado
tela? Y cuidado, señores, que toda remoción, aun por sospechas solo, siempre de acuerdo, ni con los testamentos, ni con las disposiciones
causa infamia. y voluntad de las personas Reales. Ademas , señores, cualesquiera
Otro mal muy grave trseria consigo este procedimiento: la pena, que sean las reglas que se adopten en materia de tutelas, nunca pue
el acerbo dolor y eterno luto de que secubria á la Reina Doña Isa de desconocerse que de su esencia es el que se dé primero á la perso
bel II, no solo por la injusticia cometida contra su augusta Madre, na y luego á las cosas, y que por consiguiente mal puede cuidarse d»
lino porque tendría que hacer cabeza á la resolución, que podría lla estas ni de aquella desde paises extraños y remotos.
marse sentencia fulminada para el exterminio de esa bienhechora Si la historia de nuestras Córtes nos presenta ejemplos de que fue
Madre, Reina y singular bienhechora de los españoles: apnreceria á de su competencia el decidir acerca de la tutela de los Principes, si el
la cabeza de esa nula é injusta sentencia la Reaí autorización de la tutor debe estar cerca de la persona del Pupilo, ¿no será licito A la
Bija coDlra una Madre tan querida y tan adorada. Respt temos, se mayoría déla comisión hacer la siguiente pregunta estando la se.
ñores, el derecho constituido, porque no estamos hoy reunidos ni en el ñora Reina Madre de quien se trata distante en paises extraños,
casodeconstitutuir uno nuevo. En nuestro código fundamental (es ne ¿puede estar bien servida, bien desempeñada la tutela de sus augus
cesario repetirlo) están autorizadas las Corles para nombrar tutor al tas Hijas? Yo dejo á la ilustración de las Corles, á quien loca deci
Rey en caso de vacante, caso que no ha llegado por fortuna. Lejos, dir este negocio, la solución de esta cuestión: mi parecer, ó por me
pues, de nosotros esas ragas declamaciones, por lo común apasiona jor decir el de la mayoría de la comisiou, es que no; y deaqui nace
das: la justicia tiene una fisonomía peculiar que no puede equivo la necesidad del nombramiento de tutor.
carse con nada: está tan intimamente unida con la verdad, que ella Entre tanto que la discusión ofrece en su curso mas motivo para
nos conduce al cumplimiento de la ley y de su exacta observancia. entrar de lleno en el debate, manifestaré que la comisión antes de
£1 art. 60 de la Constitución ha sido presentado en diversas acep dividirse en mayoría y minoría fijó una base, .una proposición, i
ciones; pero es tan claro, terminante y explícito, como conforme con saben ¿ procede decir que se declare la tutela vacante, si ó no? Dijo
tu antigua legislación; esa legislación que ha servido de modelo para que sí la mayoría , dijo que no la minoría; una y otra con^fiiie-
hacer el bien de la nación española y merece también regir hoy. S. M. ron en extender su dictamen en este sentido. La mayoría , que babia
la Reina Doña Maria Cristina es Tutora por el derecho natural, por adoptado la proposición de que la tutela debía considerarse vacante,
la autoridad respetable de Madre y por el testamento del Sr. Rey creyó de su deber, franqueza y lealtad manifestarlo asi al Senado,
difunto; y, señores, ¿podremos mirar con indiferencia precedentes pero sin proponerle su votación, porque esta compete á los Cuerpos
de tal valia, y correr á despojar de una tutela legítimamente conce colcgisladores reunidos: por eso se limita A presentar á la' discusión
dida por la Constitución á una Reina tan digna de todas considera y votación del Senado estos dos artículos. (Leyó los artículos del dio-
ciones? ¿ Abriremos esta brecha al baluarte que garantiza los inte Unten, )
reses de todos los españoles, y que es la salvaguardia de sus mas caros Creo que con esta explicación se habrán podido disipar las dudas
derechos|? ¿Recibirá ese menosprecio la Constitución que hemos de algunos Sres. Senadores, y por consiguiente no tengo necesidad de
jurado? . detenerme en la defensa del dictáinen , que á su tiempo hará la co
No, señores: ella debe ser una verdad , una verdad conocida y misión..... {icarios Srcs. Senadores: Mas alto, mas alto, que no
amada ; pero no un pretexto, un pretexto que no deja de servir, se oye. )
pero abusando de tan sabio código. ¿Qué merecen esos discursos so Después de esta aclaración que he creído indispensable , y des
físticos que se pronuncian por diferentes parages, llenos de parcia pués de haber apoyado ligeramente algunos de los fundamentos que
lidad , de prevención y de interés? ¿Qué valor se dard á esta clase la comisión ha tenido para emitir su dictamen en la forma que lo
de raciocinios, cuyos autores no tienen otro objeto que hacer alarde ha hecho, permitido me será manifestará mi digno compañero el
de entendidos? ¿ Y qué podemos decir de esa llamada conveniencia Sr. conde de Pinofiel cuánto me ha sorprendido oir de su boca que
pública con que se procura cohonestar las heridas mortales que se la mayoría de la comisión se ha guiado en esta materia por reglas
dan á la.Consti tucion , á la ley y á la justicia? Que es un pretex á su parecer arbitrarias. Yo creo que sin duda en el calor de la im
to, un pretexto, señores, y nada mas , adornado con frases y argu provisación se le habrán podido escapar á S. S. esas expresiones: por
mentos insignificantes. consiguiente le ruego que las rectifique, pues de no ser asi me veré
Si, pues, no es posible persuadir que se halla vacante la tutela, y en el caso aje rechazarlas....
si no compete á las Córtes el declararlo sin incurrir en errores gra El Sr. conde de PINOFIEL : Señores , yo he hablado al decir eso
ves y de mucha trascendencia, trascendencia funesta, funestísima; si de esos papeles que corren por ahí, y no he tratado de ofender á mis
la Tutora legal, y por todo derecho legal, se halla por circunstancias compañeros de comisión. Es muy ageno de mi educación otra cosa,
notorias fuera del reino temporalmente, sin que se pueda decir que y asi rectifico eso: si lo hubiera dicho no me volvería atrás; pero
no quiere estar cotí sus Menores, sin cerrar los ojos á la luz de la ver nada de eso, solo me referí hablando en general á esos papelea , á
dad y abandonar el buen juicio , es necesario, señores, tomar en con esas conversaciones que corren.
sideración las razones que se han emitido con solo el deseo de paten El Sr. TORRES SOLANOT: Como esas expresiones tenian una
tizar li justicia, rebatiendo arbitrarias y gratuitas suposiciones ; es analogía extraordinaria coa lo «u» pensaba decir, j como el señor
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ronde de Pinofiel ha dado esa explicación, no estoy rn el caso de
continuar; y he concluido por ahora en el uso de la palabra, aten
dido lo que dejo manifestado.
El Sr. ALVAREZ PESTAÑA:. Señores , penosa es mi situación
en este momento; considero la inmensa desproporción que mrdia en
tre la grandeza del asunto de que voy á ocuparme, y la pequenez de
mis recursos de toda especie para desempeñar el deber que me' im
pongo < reflexiono acerca del efecto que los esfuerzos de mi celo en
i'I sostenimiento de tan justa y noble causa alcanzarán á producir en
el ánimo de los Sres. Senadores, cuando están ya grabadas en el mió,
alarmantes impresiones sobre la suerte que parece estarle destinada;
ambas cosas combaten fuertemente mi espíritu: sin embargo, no me
desaliento, y procuraré hacerme superior á estas amargas sensacio
nes, siquiera no valga mi discurso mas quede una solemne- pro
testa parlamentaria en la cuestión del dia ; pero aun asi , vanos fue
ran mis intentos á no contar con la benevolencia del Senado , que
ha de tener la moleslia de oír mis mal articulados acentos: por lo
mismo pido su indulgencia y atención ; y como hablé de hacer uso
de cuanta libertad creo que me dispensa el puesto que ocupo en esta
tribuna , cuento no menos con la conocida i ai parcial rectitud del
Sr. Presidente.
Versa este debate acerci del dictamen de la mayoría de la comi
sión de tutela de S. M. la Reina y de su anguila Hermana la Sere
nísima Infanta. Este dictamen, cuya conclusión ofrece en sus artí
culos un contrasentido ininteligible, descubre sin embargo su desig
nio y fin, que es comprometer la cuestión de tutela y que se declare
estar varante.
Individuo yo de esta comisión, y teniendo en unión con su digno
presidente un voto particular contrario á ese dictamen, impugnarle
y defender el nuestro es el objeto que me propongo.
La cuestión de tutela, cuya gravedad no me detengo á encarecer
porque el Senado la comprende bien, está enteramente falseada por
sus cimientos : ella es notoriamente anticonstitucional, y por tanto
repelible, como paso á demostrar.
Está dicho que en materia de tutela de nuestros Reyes menores la
Constitución es y debe ser la única paula que sigamos; y la Consti
tución no da mas derecho á las Cortes que para nombrar tutor cuando
no lo hay testamentario ni legitimo del padre ó la madre: está bien
terminante el articulo que asi lo prescribe , y de su texto no necesito
hacer cansada repetición ; pero hay mas: el 10, en que particular
mente se declaran y consignan las facultades que pertenecen á las
Cortes, establece en el párrafo 3? la de nombrar tutor al Rey menor
cuando lo previene la Constitución, aludiendo al 00, y no les con
fiere otra alguna , al paso que en el párrafo 25 sobre la sucesión á la
Corona las facultades para resolver cualquiera duda que ocurra de
hecho ó de derecho; lo cual induce vehementemente á persuadir que
la Constitución opone una resistencia clara á teda cuestión sobre tu
tela que no sea puramente el nombramiento de tutor.
Es doctrina innegable que tiun en las leyes comunes cuando algu
na establece y señala facultades que baya de ejercer una corparacíon
ó autoridad, sea de la clase que fuere, las que no se expresan se en
tienden negadas: con superioridad, pues, de razón es aplicable esto
mismo respecto á la ley fundamental; es una de sus partes mas esen
ciales la designacicn de las facultades peculiares de cada uno de los
poderes del Estado enVjue se divídela potestad soberana: por con
secuencia , todo lo que no está en su letra y espíritu, podrá si se
quiere ser asunto de otra ley adicion.il, guardando para ello el orden
y formas establecidas; mas entre tanto será evidentemente inconsti
tucional , y solo en este sentido de si lo es ó no lo es puede darse el
caso de hacerse cuestionable en las Cortes. Esto sentado, me contraeré
.i la presente cuestión. ¿ Tiene tutor S. M. la Reina Doña Isabel II?
Nadie podría negarlo, porque su excelsa Madre está siendo tutora de
hecho y de derecho por virtud del testamento del difunto Rey y de
la Constitución. Desconocer esta verdad, hasta implica con la preten
sión que se viene haciendo de que el Senado declare vacante la
tutela, porque esta pretensión lleva consigo misma el reconocimien
to deque no está vacante. Habiendo, pues, tutor con títulos tan
inexcusables, y el de la posesión, y no perteneciendo otro derecho á
las Cortes según la Constitución , que el de nombrarle cuando llega
el caso señalado, resulta que la cuestión actual de tutela invade
abiertamente dos ó tres artículos de la Constitución; es un ataque di
recto contra esta, y por ello su repulsa se hace absolutamente inex
cusable.
Insistir en razonar mas acerca de este punto creo que. sería oscu
recerlo: asi que, demostrado ya con la brevedad que su misma sen
cillez recomienda, me hallo precisado á combatir los motivos 6 pre
textos en que se quiere fundar la varante. Consiste, á lo que perece,
el principal en la ausencia de S. M. la Reina Madre en pais extran-
gero. Esta ausencia , señores , excita un conjunto de ideas y senti
mientos altamente respetables. Yo me imaginaba que á esta ausencia
eran debidos miramientos profundos por lo que ella es en sí, por la
naturaleza de los antecedentes y causas que la forzaron , por'circuns-
tancias especiales que en ella mediaron, y sobre todo por la excelsi-
tnd é infortunio de la augusta Persona ausente, que por eso mismo
Je ausente, y que no fuera sino por solo eso, entiendo que bien me
recía ser mas acatada. Pero dejo esto asi , y prosigo el examen del
tal pretexto. La ausencia de S. M. ei temporal , y como temporal
puede cesar. Ninguna ley tenemos antigua ni moderna , civil 6 polí
tica, en que se prescriba que la tutela se pierda de plano por la siul -
pie ausencia del tutor: según una ley de Partida, este cargo puede
suplirlo y desempeñarlo un guardador nombrado por el tutor ansen -
te: no se alcanza , pues , cómo una ausencia con calidad empresa do
temporal en una Reina Madre pueda tenerse por causa bnslante
para remover á S. M. de la guarda de sus excelsas Hijas. ¿Y en qu¿
forma viene preparada semejante pretensión ?
Sin la menor prévia disposición legal que pueda obslar á la augus
ta Persona ausente, siquiera para cohonestar el motivo que sirve de
fundamento á la cuestión. Es como decir que una situación interina,
que puede no serlo en cualquiera dia, se reputa cual permanente, fija
é inalterable, con entera abstracción de la libre voluntad de la Per
sona ausente, principal interesada; proceder inaudito, el mas anti
legal imaginable, que desconoce en una regia tutora toda participa
ción de derechos , natural , civil -y político. Al considerar cuáu obvia
es la irregularidad esta, y por otra parte el aire de convicción que
se apárenla en tan débil pretexto , ocurre involuntariamente la fu
nesta idea de que se considera i S. M. como imposibilitada de venir
á España , o que se aspira por este medio á imposibilitarla de vol
ver; y en una palabra , que estí fulminado ya de antemano el irre
vocable fallo de su remoción de la tutela, sin juicio formal , sin
audiencia y defensa. Esto parece increíble ; pero el temor es funda
do, y me esfuerzo en acallarlo para haber de continuar.
Pues que el hecho de verdad es, que la calidad de temporal ausen
cia permite q ue S. M. venga , queda ya desvirtuado el prrtexto que se
toma; y si no, supóngase que efectivamente llegase en uno de estos
dias: habría de ir por tierra el proyecto fallándole ya su fun
damento; esto es para que se vea lo flaco é improcedente de una pre
tensión que parte de un supuesto falso, y cuando menos incierto y
voluntario. Se pondera que las funciones tuloriales no pueden ser de
bidamente desempeñadas en ausencia de S. M.; no es verdad: bien
que consideramos á las augustas Menores relativamente á su educa
ción , asistencia y demás circunstancias personales, ó bien que alen
damos á los intereses del Real Patrimonio, pregunto: ¿ cti.il celo
será mayor, cuál corazón será mas apasionado por el bien de las re
gias Pupilas en todos conceptos , el de la maternidad , y materni
dad de tan eminente Señora , aunque temporalmente ausente, ó el
de otra ú otras personas particulares , extrañas y sin vinculo alguno
de sangre ni de afecto, por mas que se hallen presentes ? Dejo esto i
la contemplación de cada uno, porque su valor está muy en el al
cance y sensibilidad de todos; pues bien: para el caso de que trata
mos, lo mas importante, lo esencial y de toda preferencia consiste
en la seguridad de los sentimientos de amor y ternura bácia los pu
pilos , y los que imprime la naturaleza en las entrañas de una ma
dre en vano fuera compararles con los de otro alguno y buscarles
reemplazo : en esto, y uo ciertamente en olra cosa , está fundado- el
privilegiado cargo tutorial, que en su caso concede á las madres la
ley civil y política, cimentada con la ley natural ; yin consecuen
cia de ello es que las medidas y disposiciones que adopte la excelsa
Cristina como tutora de sus augustas Hijas habrán de ser infini
tamente mas eficaces y positivas que las de niugun otro; y en ver
dad ¿ puede haber quien se atreva á competir en esta linea?
.Me ha sorprendido la idea vertida en el informe dado al Gobier
no provisional por el Supremo Tribunal de Justicia de suponer gra
tuitamente en mi concento que en el hecho de haberse ausenta
do S. M. á pais extrangero, debe presumirse que ha renunciado á la
tutela y considerársela vacante. ¿Ignoraba entonces el Tribunal Su
premo el hecho de haberse reservado S. M. expresamente aquel cargo,
casi en el acto mismo que anunciaba su salida del reino? Yo no lo sé,
y quiero inclinarme i que todavia lo ignoraba, porque deotrasuerle
no seria fácil comprender una renuncia en quien manifestaba su vo
luntad contraria. El mismo Tribunal para fortalecer aquel singular
pensamiento, cuya flaqueza no podría menos de reconocer, alega la
recomendación que S. M. hizo de sus augustas Hijas A la nación, á
quien se las dejaba como en depósito durante su ausencia, queriendo
inferir de este rasgo sublime dé amor maternal y de generosa con
fianza de S. M. en los españoles que era equivalente á hacer suelta y
dejación de la tutela , y ser el ánimo de S. M. ausentarse para siem
pre. A mi me parece que discurrir de esta manera es hacer violencia
al sentido común; por que, señores, las palabras con que S. M. ha
explicado aquella encomienda preciosa , palabras que derechamente
venían del corazón á los labios, no eran sino el lenguaje del senti
miento, tan puro como el de la naturaleza, que significaban sola
mente el vivointeris de una Madre por sus Hijas en una separación
que, aunque temporal, era tanto mas aflictiva, cuanto no les quedaba
aqui un solo pariente. Pues entonces ¿qué especie ni asomo de co
nexión tiene este pasaje con la renuncia de un cargo terminantemen
te reservado, ni con el designio de amentarse para siempre habiendo
dicho que temporalmente? Es verdad que una ley dice respecto á ser
tutora la madre: "con tal que quiera estar con el niño." Aun que
riendo aplicar esia ley, como la ausencia temporal envuelve el áni
mo de volver , es claro que resiste el de no querer estar con el menor,
y el argumento se convierte contra productntcni,
Olra razón no menos infundada he visto al examinar el citado
informe para deducir la vacante de tutela, y es haberse ausentado
S. M. sin el permiso de las Cortes, á cuyo intento se pretende con
traer el art. 48 de la Constitución , que establece que el Rey nece
sita estar autorizado por una ley especial , entre otras cosas, para

ausentarse del reino: desvanececer esta aserción es facilísimo por la
diversidad manifiesta de casus entre nú Rey que está reinando y
una Reina Viuda que no reina y solo es totora; diferencia tan esen
cial con relaciun á los Unes de jq-icjla conveniente disposición de la
ley , que no hay por donde equiparar un caso cou otro , y menos
para sacar una cuns-'cneucia de tanta monta: aunque esto asi no fue-
ra, la Constitución no dice ijue el Rey que se ausente del reino sin ley
especial pierda pi r el hecho lj corona, y por lo misino la ni puco la
Reina Madre podria perder la tutela : adema;, para que este resul
tado tuviese lugar , seria preciso que la Constitución comprendiese
expresamente en igual medida al tutor del Rey menor; y por últi
mo, ¿cómo habría podido S. M. obtener ni siquiera el simple per
miso cuando acababa de disolver las Cortes ?
Oigo encarecer mucho también como razón para que se declare
Tacante esta tutela, tai. injustamente combatida, la conveniencia pú
blica, el bien del Estado, la pjlitíca, y se invoca (a nación bajo el
principio de que las Personas de nuestros Reyes pertenecen mas es
pecialmente a ella que i sus propias lamí lias. Mucho es lo que pue
de contestarse acerca de la impropiedad con que se traen estos luga
res comuues, muy decautado.-v cuando están en el ínteres de partidos,
y completamente olvidados pata el verdadero íin á que debían en
caminarse.
lietendrcme poco en esta tarea ingrata, porque persuadido como
estoy deque nadie en el día desconoce lo que vale todo esto, la
tengo por inútil: sin embargo, diré que la verdadera conveniencia
pública, la política y la nación, lo que reclaman imperiosamente, á voz
en grito es, que asi las Cortes como el Gobierno obren en lodo con
justicia: espanta el cuadro de males q\ie tenemos ante los ojos: exaspe
ra la idea ele su tardo remedio; y se ñus pone en las nubes la conve
niencia pública de quitar á una excelsa Señora la guarda de sus au
gustas Hijas porque está temporalmente ausente del reino, y esto con
prisa y no visto apuro. ¿ Qué es es. o , señores V ¿Es ahora conve
niencia publica que la Reina Madre viva apartada para siempre de
sus inocentes Hijas? ¿La presencia de la benéfica y magnánima Se
ñora que tantos bienes ha dispensado á la nación se tiene hoy por
un mal para esta? ¡La nación, se dice!
Yo creo que la nación, si en este momento pudiese expresar la
roluntad y deseos en que abunda, diría, por lo mismo que le per
tenecen las Personas de sus Reyes, "que mas con'íiauza le inspira la
maternidad en guarda de la Ueina Isabel que el intento de romper
ese venerando lazo; diría , que si para romperle, puesto que se halla
afianzado en las leyes y en la Con-.iilui.ion, era consiguiente su vio
lación , abomina la injusticia del despojo, y protesta contra esa vio
lación." ¡La política! Ja:uis puede ser sana política la que tenga por
objeto cubrir y sancionar la injusticia, y mucho menos cuando ademas
se infríngela Constitución del listado. Pero admito por un momento
que pueda haber razones tan eminentes en el asunto que aconsejen
la adopción en esa alta política para resolverlo. En tal caso ¿cuáles
son esas razones?. Digarlsenos, sep írnoslas, pues hasta ahora ninguna
liemos oído de la elevad u clase que seria raeuester puta hacer en ob
sequio suyo el sacrificio de nuestra convicción. Expliqúense, pues;
yo las reclamo ríe la mayoría de la comisión; deber suyo es y de los
que sostienen su dictamen manifestarlas aquí á los que le impugna
mos; porque lo cierto es que nosotros estamos en el campo reducido
de la ley; que con ella argüimos contra el dictamen, y con ella pro
bamos cumplidamente el nuestro; que no se satisface, ni es posible,
á nuestros argumentos, y que se recurre al campo inmenso de Ta po
lítica: luego for¿oso es que quienes ese recurso eligen nos expongan
en qué está fundado: no siendo asi, nu puede haber examen; no se
puede comparar; no merece esto llamarse discusión. ¿A qué fin haber
venido al Senado este asunto, que en verdad no debiera haber venido?
Aquí no estamos en un consejo de Gabinete que ventila un nego
cio peculiar de sus atribuciones y reservado. Estamos en un Cuerpo
deliberante, que en sesión publica discute una cuestión que hizo
suya; y pues hay quien opone al derecho la política, haga conocer
las razones de esta, como conocidas son las de aquel. De lo coutrarío,
¿qué se dirá de nosotros? ¿Qué papel hacemos á los ojos de cuan
tos nos contemplan? ¿Y qué se podria contestar á los que cali
fiquen de un violento despejo la declaración de vacante? En efecto,
un cualquiera tutor particular á quien se pretenda remover tiene
para su defensa el derecho común , y con arreglo ti el hay que for
malizar un juicio ante juez ó tribunal competente , que debe oírle, y
luego determinaren justicia; y porque este derecho común no se
aplique á los Reyes y priiicipes, ¿ habremos de inferir qne se juz
guen á discrerion sus derechos? ¿Serán de peor condición que el ulti
mo de sus subditos? No; ciertamente no es eso: por el contrario,
esta excepción , teniendo como tiene por causa la supremacía de su
rango y poder, es en favor suyo y del Estado, les otorga derechos
superiores , y se encamina á mas altos fines, que radican en el prin
cipiode la institución monárquica y de las prerogativas esenciales
del Trono, y en una palabra, en la inviolavilidad : esta es la que les
constituye en la esfera elevada á que no alcanza el derecho común;
y para la conservación de ella y deinas prerogativas está destinado el
derecho político. ¿Y dónde se halla este sino en la Coostilucion,
conforme á la cual tengo probado que esta cuestión es inadmisible?
Es opinión de algunos, y estí consignada en uno de los docu
mentos remitidos por el Gobierno, que aquello en que la Constitu
cion guarda silencio debe resolverse por las Córtes con arreglo á
SL—TOMO L
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nuestro antiguo derecho público del reino; ¿pero dónde está la dis
posición legal que esto prescriba? Aparte de eso, ¿dónde se halla es-
crito, y quién es capaz de dar una idea clara y bien definida de ese
cuerpo de derecho? Esto no lo podrán hacer los que asi opinan. Las
actas de nuestras Córtes antiguas no ofrecen sino un almacén desor
denado de resoluciones, que ya por no haber sido dictadas con suje
ción a un coligo lijo y fundamental comprensivo de todas las ma
terias de Sttado cuestionables, y ya porque eran acordadas bajo la
ley de circunstancias que muchas veces proveuian de banderías de
pretendientes ambiciosos , los cuales acudian á una reunión de Córtes
como medio de hacer valer su designio, ora dirigido á ocupar el
Trono, ora á tomar la tutoría de un Rey menor, y con rarios otros
fines, ello es, que tales resoluciones, á menudo también contrarias
sobre una misma cosa, forman una colecciun curiosa, si ya muy a pre
ciable en todos conceptos, pero relativamente á su aplicación como
derecho la mas indigesta, vaga é incoherente, acomodable en sen
tidos opuestos, y por solo esto inservible para regla de derecho.
Ademas, al formarse la Constitución política que nos rige ¿no
se habrá tenido presente lo útil que aquel contenga para ajustarlo á
los tiempos y circunstancias en que vivimos, á los adelantos hechos
en orden á gobierno de un reino y á las formas del sistema represen
tativo del dia i ¿Y con qué autoridad habríamos de echarnos fuera
de nuestra ley fundamental para confundirnos en el caos de ese 1 la-
mado derecho público del reino ? ¿Y qué vendría á ser en fin dentro
de breve la Constitución, una vez admitida esa doctrina? Yo estoy
cierto de que no se necesitaría mas para ir deshaciéndola artículo
por articulo en muy poco tiempo, suscitando hoy duda sobre uno,
mañana protestando el silencio de otro en un punto que el interés de
partido calificase de grave, esencial, de pública conveniencia y de
otras cíicunstancías del mismo jaez que tan profusamente se explo
tan en casos iguales.
Creo con lo dicho hasta aquí poder afirmar que ni una sola ra
zan existe que ese nombre merezca para aprobarse el dictamen de
la mayoría de la comisión , y que por el contrario son muchas é in
contestables las que en todos aspectos lo condenan. ¿Puede esperarse
que el Sena Jo lo apruebe? ¿Este Cuerpo conservador tendría por le
gitima , competente y justa la declaración de estar vacante esta tu
tela? Téngase presente que el derecho á ella no es solomente el de la
augusta Cristina, que llamaré activo, sino también el de sus excel
sas Hijas, que indudablemente lo tienen , aunque pasivo, á la guar
da de quien las dió,á luz.
Tampoco se eche en olvido que por lo general toda remoción de
un tutor irroga cierta especie de difamación, muy sensible aun en
tre personas particulares , porque lleva consigo la presunción cuando
menos de justa causa. ¿Y cuánto no acrece esta consideración al tra
tarse de una Reina removida, y removida por las Córtes ?
Consideremos , pues , que deber de conciencia tenemos de hacerlo
asi; consideremos circunspectamente, elevándonos de la baja región de
pasiones é intereses de paitido á la elevada de legisladores justos, lis
terribles consecuencias de una trasgresion de la ley fundamental, de
un ejemplo de tamaña trascendencia, dado ¿por quién? Por quien
debe darlo de la mas religiosa observancia de ella.
Muchas é interesantes cosas habrá pasado en olvido mi flaca me
moria : algunas he omitido de propósito , y entre ellas cuestiones no
poco importantes que no deben quedar en silencio, como que son se
cuelas de la principal; por ejemplo, la ds mezclar con esta la tutela
de la Sra. Infanta Doña Maria Luisa, que se halla en caso tan distin
to del que es peculiar de S. M. la Reina su Hermana , asi como tam
bién la del derecho que si llegase á declararse vacante esta tutela com
pele para su desempeño á los repetables individuos que el difunto
Rey ha nombrado guardadores de sus augustas Hijas para el caso
previsto y expresado en su testamento ; derecho que no podria dejar
de ser efectivo i no cometerse el yerro grave de desconocer en esa
parte la validez ya reconocida de aquel documento: pero .tenien
do la palabra en contra del dictamen que se discute otros señores j ni
yo necesito extenderme mas , molestando en ello al Senado, ni debo
privar á este de oir cuanto antes su voz mas elocuente y persua
siva á no dudarlo que la mía, aunque no mas sincera , honrada
y leal.
Concluyo, pues, y al hacerlo me cumple manifestar al Senado
y al país de que soy representante que cuando llegue el momento
de tener que votaren este asunto, recordaré en mi mente y grabaré
en mi pecho y en mi corazón la sacrosanta idea del juramento
que he prestado al entrar en este santuario de las leyes. He dicho.
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: La comisión entra á soste
ner el dictamen que se discute , y procurará hacerlo con sobriedad
y circunspección, porque no puede olvidar el respeto que se debe al
Senado y á los españoles que oyen en silencio en esas tribunas y
juzgan sin pasión.
Los señores de la minoría de la comisión se han permitido en la
redacción de su dictamen decir que en, lugar de razones se presentan
por la mayoría cuestiones temerarias y de una lógica acomodaticia.
S- SS. pueden estar seguros de que la mayoría de la comisión no ha
empleado ni empleará sino armas quesean legales, porque no es oca
sión á propósito de usar otras cuando la cuestión es proponer al Se
nado un dictámen fundado sobre un principio de razón y de justicia
universal. Principio de razón y de justicia universal es que la tutela
■ está instituida exclusirainente en beneficio del menor : ella no puede
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ser conservada mai largo tiempo al tutor que se pone en la imposi
bilidad de cumplir los deberes j las obligaciones que la tutela le
impone. S. M. la Reina Madre se ha colocado en esta posición , ha
dejado sus Elijas, ha dejado la España: ¿y será posible que se quiera
mirar como ana medid* violenta el que la nación reunida en Corles
baya de decir : "pues nombremos al que ha de sustituir á esa Se
ñora , puesto que ha abandonado d sus Hijas y ba dejado ya de ser
Tutora, que es un encargo que exige personal asistencia y que no
puede ser cumplido sino por aquella madre que estando al lado de
sus hijos emplea todo su desvelo y vigilancia en ellos"? ¿V para qué
■e exige esta personal asistencia? Para formar el carácter moral de
ras hijos, para dar al menor la instrucción que puede ser conveniente
al carácter que deba representar en la sociedad, separarle de los pe
ligros que la acompañan y retirar de la comunicación de su menor
todas aquellas personas que pudieran perjudicarle.
Yo prescindo de la administración de los bienes que en virtud de
nuestra legislación no puede tenerse sin garantías, y que por mil
causas una madre puede conferir d otra persona; hablo soto de la
eduoaciou moral. ¿Y cuál es la madre que estando á 800 leguas dis
tante puede estar segura de que á sus hijos se les da una couveniente
educación moral, y que á sus menores se les ba prevenido evitar to
das las relaciones que pueden contagiarles? ¿Dónde está la precau
ción , ni qué medida puede tomar la Reina Madre en la posición en
que se halla para estar segura de que el tierno corazón de la Reina
Doña Isabel y de S. A. 'Doña Luisa Fernanda no sea contagiado por
el veneno de la adulación , esa peste infame que rodea los Tronos?
¿Quién asegura á la Reina Madre que en la muchedumbre de corte-
taños que rodean á su Hija no se encontrarán algunos que en lugar
de instruir d la Reina en los deberes y obligaciones que acompañan
al cetro, la hagan creer que 12 millones de aliñas de que se compo
ne la nación no viven y trabajan sino para contentar la voluntad
del que está i la cabeza del Trono ?
Y , señores, si no puede dudarse que la presencia de la madre es in-
dispen'able al menor, y que debe considerarse huérfano , abandona
do, sin tutela desde que la madre le abandona y se resuelve á dejar
d su hijo y á habitar un pais distante; y si esto tiene lugar en las
personas de condición privada, ¿quién es el que puede desconocer que
una niña, Reina inocente, queda buéifaua después que ba sido aban
donada por su Madre por causas que podrán ser lis mas justas, y
que no tiene i su lado una persona que la ponga al abrigo de tan
tos peligros y tentaciones como rodean á los que están designados
para presidir el destino de los Estados?
Se dice que por qué la nación ba de declarar vacante la tutela:
¿por qué? Porque la nación no puede mirar sino con el mas grande
interés la educación de la Reina , porque la interesa altamente que
esta educación sea bien dirigida, para que desdé sus primeros años
la haga amar las instituciones liberales que lian de sostener su Trono
y que la han de sacar salva de circunstancias muy complicadas, por
que la nación española sabe que en defecto del padre ó la madre,
en caso de imposibilidad de estos, á las Córtes loca el nombramien
to del que tenga todas las garantías y antecedentes para que no haya
no sólo español que no repose en la virtud y en ia probidad de
aquella persona d quien las Cortes hayan encargado el mas precioso
de los depósitos, la educación de la Reina.
Un precedente se ba citado , porque hay cosas que se citan mu
cho y no se prueban nunca. Se repite que la declaraciou de la va
cante de la Reina será una medida- contraria al art. Gü de la Cons
titución. ¿Y por dónde, señores? ¿Qué es loque dice este art. 6U de
la Constitución? Dice que los tutores nombrados por el Rey lo se
rán ó bien el Padre ó Madre, y que en su delecto le nombrarán las
Corles. Aquí no se habla de la vacante de la tutela ; asi que, el ob
jeto (I' I art. 60 es solo nombrar las personas que tienen derecho d
ser tutores, cosa muy diferente de la manifestación de quien ba de
declarar la vacante. Asi que es otro muy diferente del que se cree el
objeto del art. 60 de la Constitución.
Pero hay mas: se me permitirá que pregunte á los señores de
la minoría. ¿No puede haber un caso en el cual quede vacante la
tutoría, aunque no sea por casamiento de la Reina Tutora ? ¿No po
día muy bien haber lucedido que la Reina Madre desgraciadamen-
te'hubiese sido atacada de un accidente que la hubiera producido
una enagcnacion mental ó una demencia ? Y en ese caso yo pregunto:
si las Córtes no tienen derecho para declarar vacante la Regencia,"
¿quién lo ha de declarar? ¿Será un juez de primera instancia?
¿Será algún portero de secretaria ?
En el caso de que el tutor fuese atacado de demencia, ¿quién La
bia de declarar vacante la tutoría? ¿Quién sino las Córtes? ¿Quién
sino aquellos que están encargados de la seguridad pública , aquellos
á quienes los pueblos han encargado de sus intereses? Si se dijese que
por un tribunal, yo estoy bien seguro que cualquiera que él fuese, se
Siria que no habia ley alguna que le diese autorización para decidir
está vacante la tutela. No hay leyes que expresen todos los aconteci
mientos particulares, porque es imposible que puedan abrazar todas
las combinaciones de casos que se pueden presentar. Es menester con
siderar la cuestión en su misma naturaleza, y persuadirse de que la de
claración de vacante de la tutela solo puede hacerse por las Córtes.
Ahora bien: ti las Córtes pueden declarar en el caso de demencia
que ba vacado la tutela , ¿ por qué no ban de declarar igualmente
vacante la tutela cuando ia Reina ba desaparecido y se ha puesto en
la imposibilidad de tener con sus Hijas aquel cuidado, aquella ▼Igí-
lancia , aquel esmero que las circunstancias y su alto nacimiento
exigen? I
Es preciso, pues , convenir que cuando el art. 48 de la Constitu
ción dice que si el Rey se imposibilitare las Córtes nombran la Re
gencia, es claro que indica que las Córtes ban de declarar su impo
sibilidad; porque ¿qirién la ha de declarar sino? ¿A quién le toca
hacérlo? Solo d las Córtes: asi que, llegado el raso de la impotencia
moral ó física de la Tutora ó Madre del menor, á las Córtes corres
ponde el declararla , puesto que se trata de una persona cuyos intere
ses están tan inmediato» y tan identificados con los de la nación. En
estt? caso hay sobrldisiraas. razones para declarar vacante la tutela,
porque la tutora se ha separado voluntariamente de sus Hijas, dando
a entender que no quiere estar mas con ellas; porque lia dejado de
serlo por una causa que depende únicamente de ella. ( El Sr. Romo
Gamboa pide la palabra.}
Los señores de la- minoría dicen: " Se alega la ausencia tempe-
ral como un motivo para declarar vacante la tutela " Esta es la pri
mera causa, es el objeto principal. Yo quieru proponer al Senado: si
conliuúa la tutela de la Reina y S. M. pasa dos años, pase seis, ó
todo el tiempo de la menor edad sin venir á España su Madre, ¿qué
se dirá de la nación española? Se dirá que la naciou abandona los in»
tereses de su Hija , y que le niega un derecho que las leyes conceden
al último de los ciudadanos.
Se ba repetido por los señcres de la minoría que la ausencia de
la Reina es temporal : ¡que es tempural ! Asi se habla , asi se quiere
hacer creer lo que nadie se imagina. Yo estoy cierto que los señores
de la minoría no creen que la ausencia de la Reina es temporal , y
apelo en esto á ia conciencia de los que la componen ; á este senti
miento interior cuya voz no puede ser desoída ; á este sentimiento
que ejerce su influencia sobre todos, los hombres , sobre lo* Reyes
que habitan soberbias palacios , asi como sobre el pobre pastor que
se cobija en su miserable choza. Yo les digo que- no creen , que no
esperan que vuelva. ¿Por qué , pues , se quiere decir en un tono que
indica una verdadera convicción qiie la ausencia de la Reina no
será mas que temporal? Esto, señores , compromete un poco la dig
nidad de la Reina Madre. Si e¿a Señora hubiera pensado que su au
sencia fuese temporal , habria tenido buen cuidado de advertirlo á
Tos que estaban encargados del Gobierno que formaban la Regencia
provisional : habria dicho que la ausencia iba á ser por algunos dias,
por algunas semanas ó por algunos meses. Pues qué ¿no merece, se
ñores,^ nación española esta atención? ¿No tenian derecho para
esperar los que estaban á la cabeza del Gobierno que la Reina Go
bernadora les hubiera dicho si pensaba volver á España?
Después se ve por los documentos de esa Señora que se han pu
blicado: se ve en el manifiesto dirigido á la Regencia desde Marsella
que ni una sola palabra, ni una indicación se encuentra con respec
to á este asunto: la única cosa que dice es que ya nada pide á los es-
panoles, y que se contenta con que amen d sus Hijas. Si, los españo
les amarán d sus Hijas , y el amor á sai Hijas hará que no olviden
sus intereses y la conservación de sus personas. Si , Ja nación amará d
sus Hijas ; ese amor á sus Hijas es el q ue lleva á la nación á querer
que se les dé un tutor que á su lado las dirija para que en su dia ocu
pen con gloria el Trono español , y se capten por sus cualidades el
amor y respeto de todos los españoles.
£i Sr. Pestaña se ba permitid > decir que la marcha de la Reina
fue forzada. ¡Forzada la salida de la Reina ¡ | qué consecuencias pu
dieran deducirse de esta expresión si fueran los españoles tan dóciles
para creerlo! ¡qué debería pensarse de todo lo ocurrido desde Setiem
bre acá ! ¡qué del nombramiento de Regencia! No , señores, no ; la
salida de S. M..110 fue obra de la violencia; no, rail veces no: el Se
nado no puede admitir una expresión que ofende asi el honor nacio
nal. (El '¿tr. Pestaña pide la palabra para una recíi /icacion.)
üa dicho también el Sr. Pestaña que la maternidad es el título
mas recomendable, porque es el que mas garantías ofrece bajo todos
aspectos, y que por eso la legislación de todos tiempos ba preferido
á ia madre para el cargo tutorial: pero si la madre lo ha dejado;
si la madre ha renunciado la tutoría dejando d sus hijas, tal vez
para no volverlas d ver mas, ¿por qué hemos de responder ahora
nosotros de la amargura que este hecho baya podido producir en la
Reina Madre? Nosotros no tenemos interés en que la Reina Madre
padezca; pero cuando estas amarguras vienen de causas que la Reina
Madre pudiera haber evitado; cuando vienen de una partida que
pudiera haberse abandonado y no quiso hacerse á despecho de los
consejos del Gobierno, ¿por qué la comisión ba de responder de las
amarguras. que pueda sufrir su corazón?
El Sr. Pestaña ba creído ver grandes males, grandes calamidades
si la tutoría llegase d separarse de la Reina Madre: yo no soy va
liente: soy cobarde; la idea de todo mal me aflige; pero debo decir
que no me impme nada ese argumento , porque la nación española,
marchando con firmeza , se verá, como debe, respetada; porque si de
ese modo se quiere impedir medidas útiles , desde el año 31 se pudo
haber dicho: guardaos de hacer reformas ; guardaos de corregir abu
sos , porque esas reformas pueden acarrear muchas calamidades, por
que pueden levantarse los españoles que están interesados en esos abu
sos. No señor: la nación española será respetada; la nación española
no puede temer ningún acto de hostilidad; y cuando lo hubiese, sa
bría la nación española dar una prueba de su energía.

No freo que deba decir mas , porque por lo que toca i las obser
vaciones qd" se lian presentado sobre la conduela del Tribunal Su
premo de Justicia, aquí hay magistrados que . contestarán mucho
mejor que yo jo pudiera hacer. .Quizá tendré ocasión de volver á
usar de la palabra; pero entre tanto espero que el Senado se persua
dirá de que la mayoría de Ja comisión se ba visto en la triste nece
sidad de presentar el dictamen ^ue se discute.
El Sr. ALVARKZ PESTAÑA: La primera ratificación consiste
e'n haber supüeslo el Sr. Martínez, de Veiasco que yo he vertido Ja
expresión de que la ausencia de la ¿tripa M-dre ha sido forzada. Yo no
he dicho eso; me refiero á las nola.ide los taquígrafos; es muy distinto
lo que yo be manifestado; hablando de los niiramieiüos profundos que
eD mi entender eran debidos á la ausencia de S. M. y expresando las
razones, be dicho asi: "por Jo que es en si misma la ausencia P'ta, por
los antecedentes y causas que la forzaron: " es muy distinto: ííui»
bien se puede decir que hubo antecedentes y causas que forzaron esta
discusión, y no por eso la llamaré yo forzuda, no; aunque me atreve*
ria á probar que los antecedentes y causas de esta discusión la han
dado un impulso lal que se puede decir que la han fcrzado.
Voy á la oirá rectificación: por Dios, Sr. Martínez de Veiasco,
mi pensamiento estaba muy lejos de la idea que la suspicacia de S. S.
ba comprendido.
Yo uo he tratado de inducir esa clase de miedo por el estilo que
dice S. S. : taaibien me refiero á las ñolas de los taquígrafos. Lo que
he dicho ha sido que considerase el Senado las consecuencias terri
bles de una trasgresion de la Jey fundamental: ¿y porque haya dicho
esto se puede interpretar en el sentido que lo ha hecho el Sr. Martí
nez de Veiasco? No señor.
Yo he dicho "consecuencias terribles" y me ratifico en ello;
pero son consecuencias de otro género; ron el efecto moral pro
ducido en Jos subdilos al ver que no se respeta la ley por los pede-
re* del Estado: esto no alude a pronunciamientos, ni mis ideas es»
tan por ellos. No necesito extenderme mas.
El Sr. conde de PINO-FIEL: El Sr. Martínez de Veiasco en su
contestación al Sr. Pestaña ha emitido una especie que es necesario
tomar en consideración. Yo he dicho que la ausencia de S. M. no era
absolutamente libre; y Jo repito, porque sabemos lo que es una liber
tad absoluta. Ha habido tales circunstancias en la ausencia de S. M.,
que puede decirse siii fallar á la verdad que no fue absolutamente li
bre ; porque si no huJuera habido Jas ocurrencias que Jiubo, no se
hubiese seguramente ausentado. Luego no fue libre como pudiera ser
boy para emprender un viaje el Sr. Martínez, de Veiasco. A lo de-
mas ha satisiccho completamente el Sr. Pestaña , porque ti acto de
infringir la ley debe mirarse como un precedente funesto, muy fu
nesto.
El Sr.' MARTINEZ DE VELASCO: No puedo convenir en que
la ausencia de S. M. no fue absolutamente libre; lo fue, como lo es la
acción de uu hombre que sabe sacrificar un bien por conseguir otro
que le parece mayor. No quisiera que en el Senado se manifestara
duda alguna sobre la libertad con que S. M. verificó su partida, por
que esto si que podría traer uiu_y graves consecuencias.
El Sr. PRESIDENTE : El Sr. García Carrasco tiene la palabra.
El Sr. GARCIA CARRASCO: ociiliria molestar Ja atención del
Senado a una hora l ai avanzada, porque me propongo extenderme en
ir/i discurso.
El Sr. PRESIDENTE: Se consultará al Senado si se prorrogará
la sesión."
Hecha esta pregunta, se resolvió negativamente por 51 votos con
tra 52.
Se acordó imprimir, repartir el siguiente dictamen, y que se se
ñalará dia para su discusión.
"La comisión encargada de dar dictamen al Senado sobre el pro
yecto de ley que le ha pasado el Congreso de Diputados, relativo á
la construcción por empresa di un canal de riego en lugar del antiguo
canal de navegación que debia alimentarse con las aguas del rio Gua
darrama , Je ha examinado con Ja mas escrupulosa atención, porque
prescindiendo del respetable origen que ya traia , siendo esta quizás
la primera vez en que las Cortes entienden en proyectos de tanta
trascendencia, importa no errar sentando para en adelante preceden
tes que mas bieu sirvan para entorpecer que para adelantar el espíri
tu de asociación, y su aplicación á Jas obras publicas.
«Guiada, pues, la comisión de este deseo, y yiendo que en este caso
se le proporcionaban pocos dalos para acertar, pidió al Gobierno los
antecedentes; y obteuidossiu dificultad, aparece: que el canal que
según el proyecto se pretende destinar á regar una parte del territo
rio de esta provincia se emprendió en 1787 como canal de naregacion
desde las inmediaciones de Gala pagar á esta corte, dándosele el nom
bre de Guadarrama por las aguas del rio que debían alimentarle, que
su dirección parece que era enlazarlo con el de Manzanares y llevar
le si asi convenia por las provincias intermedias hasta empalmarlo
con el Guadalquivir ú otro canal que de sus aguas se sacase : que ha
biéndose trabajado con perseverancia en él basta el año de 1788, y
concluidose 31,000 varas basta las cercanías del pueblo de las Rozas,
se le llenó de agua, la cual subió hasta de altura;
7 que en tal estado, habiendo {laqueado la presa del Gaseo, que conte
nia el gran depósito de agua que alimentaba al canal, quedó este
abandonado después de gastarse en su abertura y obras y en com
prar terredos á la villa de Madrid y i particulares y pueblo* cerca
25 í
de 12 millones, que fueron en la mayor parte pagados por el Banco
nacional de S. Carlos.
«Lo primero que examinados estos antecedentes ocurrió á la comi
sión fue que en medio de todo no aparecia tan claro como merecía
el asunto si antes de aplicar el mencionado canal de Guadarrama al
riego se habían dilucidado con la debida circunspección los motivos
de no continuarle para la navegación, abandonando tantas obras y
tantas sumas como con aquel fin se habían invertido en él. Porque es
fácil de inferir, que siendo tan diferentes las dimensiones de UDa
acequia ó canal de riego de la*s de otro de navegación, y tan diferen
tes en solidez y precio las obras de uno y otro, y por consecuencia
la cantidad de agua necesaria para alimentarlos, era claro que á
toda decisión en esta parte debió preceder uu exámen muy razonado
de las ventajas ó desventajas del uuo sobre el otro, y por consecuen
cia del abandono ó conservación de las obras anteriores y de reservar
para mas adelante ó ceder á la empresa, según fuere la determinación,
ionios terrenos nomo se. necesitasen ó debieran de sobrar.
»Z<a comisión, fuerza es decirlo, no ba encontrado todo esto tan
esclarecido y demostrado como era de desear. Ha visto si que con el
motivo de necesitarse aguasen la quinta de VAta-Alegre se prac
tico en 1851 un reconocimiento facultativo, de que resultó según la
Memoria que la coifiision ha tenido presente que se podían llevar
las aguas destinadas al ai.liguo canal de Guadairama hasta los mis
mos puntos que á la empresa i« señalau en el proyecto de ley some
tido á nuestro examen : que con a\,'uel motivo se levantaron planos,
que son los mismos adoptados por la ei»:presa actual , y que hasta se
formaron cálculos del coste que podría tener la trasfoi inacion del
canal de riego en canal de navegación del terreno que podria regar,
y basta el agua que podria recoger en el pantano ó depósito que le
podria alimentar.
"También ba observado la comisión quede resultas de ese recono
cimiento se oyó el dictamen, y fue favorable al proyecto de algunos
ayuntamientos, de la santa hermandad y hasta del muy acreditado
catedrático de agricultura ya difunto D. Sandalio Arias. Mas no re
sulta, vuelve á decir la comisión, ni suficientemente comprobada la
utilidad de trasformar ó aplicar á un nuevo objeto el antiguo canal
privándonos asi de lo que de aquí á poco ayudados de la paz podemos
emprender, ni menos sobre todo de que se hubiese oido á los mas
interesados en el proyecto. Eran estos los propietarios de los terrenos
en general, es decir, los que mejor que. nadie podían asegurar si les
convenia ó no regar, y sobre todo los que antes con apariencias de
utilidad pública se les despojase de los terrenos necesarios para el
canal tenían derecho á saber qué canon, ya en metálico ó ya en es
pecie habían á su tiempo de pagar por cada fanega, ó cualquiera
otra medida de superficie que regasen.
«La comisión no ba olvidado que en In cláusula 5Í del pliego da
condiciones que acompaña al proyecto de ley ya se dice que los pro
pietarios del terreno serán dueños de admitir ¿as aguas del canalj
mas en negocio tan grave, y mediando la solemnidad de una ley,
no deben admitirse cláusulas condicionales , y cuya incertidumbre
puede ser dañosa á los que aparecen como beneficiadores, y á los que
se quiere quesean beneficiados. Pues qué , ai aconteciese que con
cluida la acequia nadie por ejemplo quisiera usar de sus aguas, ¿no
resultaría uo grave perjuicio para los empiesarios por el capital em
pleado y para los propietarios por el terreno cedido, y. una gran
respoosabilidad para las Corles por la ligereza con que aulorizaran
por un lado la concesión y por el otro el despojo?
"Como en semejantes materias la experiencia es la mejor maestra,
la comisión citará un caso algo análogo y muy reciente. El Gobier
no ,' arrastrado por las ideas de utilidad pública que con tanta facili
dad y con intereses distintos se suelen emitir, autorizó hace siete
ú ocbo años con su Real cédula correspondiente á una empresa para
sangrar el rio Cinca , y abrigar una acequia ó canal que. regase el
territorio de TamarMe y varios otros pueblos de las provincias do
Lérida y Huesca. Planos, fianzas y caudales, todo manifestaba la em
presa tenerlo pronto: sin embargo, como antes de autorizarla nada
se babia estipulado con los pueblos acerca del cánon que pagaiian
por el riego, resultó de ahí tal disidencia entre ellos, que los hubo
que dijeron que por el que se les señalaba estiban prontos á ceder sus
tierras á la empresa. La comisión no puede asegurar si tales dificul
tades se veucieron , ó no ; pero si desde ahora no se evitasen , ¿ quién
asegura de que á la empresa del canal.de Guadarrama no sucediese lo
que á la de Tamarite?
«También observa1 la comisión que en el expediente no consta que
se hubiese justipreciado ó tasado lo que la nación si fe aprobara el
proyecto de ley tendría que entregar á la empresa sin retribución de
ningún género. Knboi abuena que con generosidad algo lata, si se
quiere, renuncie la nación á favor de los pueblos que con el canal pu
dieran ser beneficiados el valor de todos los terrenos y materiales del
antiguo canal, y que eso sea como dice la Dirección de Caminos, para
aliviarlos en parte del cánon que por el riego se les impusiese ; utas
entregarlos» la empresa sin' tasación , sin compensación de ningún
género , y sin que antes y por todas partes se hubiese divulgado que
estábamos prontos á tanta generosidad, no lo admite la comisión. Y
en este pensamiento permanece tanto mas firme, cuanto mas segura
está de que en este importante negocio, como luego aclarará, lo úni
co que hasta aqui hay de positivo es lo que se entregue á la erupff"
ja. Todo lo demás es hipotético , enlazado con condiciones de con
 252
ciernes, que obrando de buena fé, como es de creer, asi el Gobierno
como ella, seria un obstáculo permanente para poderse entender y
llevar nada á su término.
«En prueba de esto mismo, y de i|ue también falta una condición
muy esencial en el proyecto , recordará la comisión lo sucedido con
el canal de Castilla, ó bien con la concesión 110 muy antigua
de un camino de hierro desde Jerez al Puerto de Santa María. Eu
tas demandas para uno y otro no dejó de invocarse como de eos-
tambre la utilidad pública. El Gobierno de entonces, tan crédulo
como poco adelantado en las reglas que deben seguirse en tales con
cesiones , no se cuidó de introducir en las respectivas Reales cédulas
la cláusula de si la concesión era puramente personal para los em
presarios, ó si podrían trasmitirla á otros. De aejui resultó que con
cedida la empresa del canal de Castilla á uno, aquel por su propia
voluntad ó conveniencia la trasmitió á otro, y este á otros dos, re-
saltando de aqui una de las muchas complicaciones cuyo desenlace ba ■
necesitado una ley para que autorizado el Gobierno con ella pudiese 1
terminarlas de algún modo.
'Todavía puede decirse que fue mas desengañado el rebultado de
la concesión del canil de hierro desde Jerez al huerto de ¿aula Mana.
Habiéndola trasmitido el que la obtuvo á otro, é interesado este á
algunos capitalistas de Cádiz, cansados estos de ia dilación y otros in
cidentes, renunciaron ia parte que habian adquirido en la empresa;
y el empresario, que ya ni en Madrid alen Cádiz hallaba desprendi
miento para ella, no ha mucho qi;„> sin haber adelantado un ápice en
su especulación invitaba por medio de los periódicos ingleses á los
oapitalistus que con acciones quisieran asociársele.
••Esta cliusula de trasmitir 6 no la concesión, vuelve á indicar la
comisión que 'falta en el proyecto de ley sometido á su exámen á pe-
»sr de su importancia. A la comisión al emitir esta opiuion no la
anima ninguna ¡dea de desconii inza hacia las personas que aspiran á
lo que se llama empresa dei canal dé Guadarrama. Las cree por el
contrario muy sincera mente interesadas en favor del bien publico, y
en este y en cualquier otro proyecto dirigido á igual fin desea que
tengan utilidades positivas; es decir , que su capital mental y pecu
niario alcancen al mayor rédito posible. Mas obligada ante todo á
consultar el bien del Estado y su crédito, asi como el buen nombre
de las Cortes, no puede menos de advertir que á tantas faltas y de
tanto bulto como se encuentran en este expediente hay todavía que
agregar otra mayor y mas sustancial.
••Examinarla la escritura de asociación formada por los empresa
rios en '22 de Eneru de este año, sieute la comisión tener que decir
que en ella se encuentra comprobado que nada ofrecen de positivo y
seguro en cambio de lo que aprobado el proyecto habría que en
tregarles por el Gobierno.
..El uno de Ijs tres por todo capital no presenta en la asociación
mas que las diligencias que hubiere de practicar para alcanzar la
autorización ó eoncesíou de la empresa : et otro su crédito y sus rela
ciones de comercio y lo que cuesten los planos, debiéndosele reinte
grar esta anticipación de las primeras acciones que se emitan ; y el
tercero, finalmente, su práctica é inteligencia en extender reglamen
tos y escrituras para esta clase de compañías y empresas.
••Semejante asociación ó compañía en los términos que aparece cla
ro es que ninguna seguridad presenta ni para responder de lo que la
nación U entregue, ni meuos para saber si podrá seguir con la
empresa. Verdad es que por la cláusula 6Í del pliego de condi
ciones adjunto al proyecto de ley se obliga la empresa á terminar las
obras en seis años, y por la 11? á dar lianzas con arreglo al de
creto de 14 de Abril de 1833 que la comisión no ha podido examinar:
mas la comisión, siguiendo la práctica de otros países muy adelan
tados , y consultando la formalidad con que deben venir tan im
porta ntes negocios para merecer la sanción legal, ó sea elevarse á
leyes, sienta como principio que en esta y cualquiera empresa suce
siva los aspirantes á ella hayan de justilicar y establecer por los me
dios que ordena el código mercantil que tienen un capital reconoci
do y señalado para entrar en ellas.
«La comisión no descenderá á examinar el crédito ó descrédito en
que en Inglaterra , Francia y Bélgica han caido las compañías anó
nimas de algún tiempo á esta parte. Dirá si que puesto que la empre
sa lia de emitir acciones según uno de sus socios lo indicó en la
mencionada escritura, es claro que piensa convertirse en compa
ñía anónima ; y en este caso, y para tener representación como tal
deben seguirse todas las formalidades prescritas en el código de Co
mercio. Quizás haya quien diga que podrán y deberán cumplirse
después que el canal de Guadarrama haya sido coucedido á la eua -
presa; pero ademas de que quedaría en pie la duda de si esta podía ó
no polia trasmitirá la futura compañía la gracia que se le hiciera,
hay un articulo del código de Comercio que no puede menos el Se
nado de hacer que se observe en esta ocasión.
-Cuando las compañías anónimas hayan de gozar de algún privi
legio que l'o les conceda (dice el art. 291) somtteran sus reglamentos
á mi soberana aprobación. La comisión no comprende que pueda
haber privilegios mayores que los que se conceden á la empresa, ya
permitiéndola ( cláusula 5* del pliego de condiciones) la aplica
ción de la ley de 17 de Julio de 1856 sohre expropiación por causas
de utilidad pública , ya concediéndola (y no se citarán mas) por
la 11? que sus operarios y empleados mientras dure la construcción
de sus obras ó sus precisas reparaciones , en lo siicesivo gocen de los
mismos derechos que tienen ó tuvieren á los fastos y aprovechamien
tos de leñas y piedra los que se emplean, en las Jemas obras públi
cas del Estado. En vista de eso la duja solo puede recaer entre sí la
soberana aprobaciou de que trals el articulo cuaudo las compañías
anónimas obtengan privilegios la ha de dar el Gobierno, ó bien las
Cortes con el Rey; y la comisión no titubea en alirmar en que han
de ser los últimos, ó sea el poder legislativo.
"Por consecuencia, si á su aprobación hade venirla corapañiaanó-
nima, la comisión opina que por alil debió comenzarse la instruc
ción de este asunto. Ademas de exigiilo asi la ley y la mayor cir
cunspección en tan importantes negucios, lo exige la conveniencia
pública; porque cuando las empresas útiles , comenzadas de buena
fé , aunque con la intención de ganaren ellas, se encuentran en
el caso de no poderse seguir por errores involuntarios de cálculo,
ó bien por desgracias imposibles de prever, entonces los mismos
Cuerpos parlamentarios y los Gobiernos que (as autorizaran y pro
veyeran acuden á su ayuda y socorro con los fondos públicos como no
ha mucho-sucedió eu Inglaterra con la empresa del puente sulj-
aqüeo denominado el Túnel, y en Francia con las de ios caminos de
hierro.
"La comisión todavía podía detenerse á informar al Senado acerca
de otros puntos, tales como la duración de la empresa , los casos for
tuitos , y las calles de árboles que se habian de plantar á orillas del
canal &c. Pero como eso llevaría demasiado lejos este dictamen , y la
comisión cree haber expuesto lo suficiente para ilustrar el ánimo del
Senado , concluirá proponiendo que se sirva desechar el proyecto de
ley á que se dirige este informe, ó resolver en oiro caso aquello que
le pareciere mas acertado. Palacio del Senado '2o' de Juuio de 1811.=
Francisco Godoy y Peralta.^Martin de los Jtli-ros.=Eugeniu Ladrón
de Guevara.^Joaquín Diaz Caneja."
votj PAaTicu :.A.a del, szñ oa campuza.no.
"En vista del proyeclode ley presentado por el Gobierno y aproba
do por el Congreso sobre la construcción de un cinal de riego con
las aguas del rio Guadarrama, por no dilatar este beneficio al pais,
me separo del dictamen de la mayoría de la comisión que lo ha exa
minado, y propongo-se apruebe, modificado del modo siguiente:
Articulo lí Se faculta al Gobierno para conceder á la empre
sa representada por D. Benito Alejo Gaiuinde, D. Lorenzo Cal
vo y Maleo y D. Juan Falinaert, el canal proyectado de re
gadío, que teniendo su origen eu el rio Guadarrama dará principio
uu poco mas arriba del charco llamado de las Palomas , y conti
nuará por el' antiguo canal llamado de Guadarrama, pasando in
mediato ¿i los pueblos de las Rozas, Majadahonda, Carabancbel de
Arriba y Gelafe, y terminando en las vertientes del cerro de los
Cantos, que se halla, entre Pinto y Parla.
Art. 2! Esta concesión se entiende sujeta á las condiciones si
guientes:
1! Que se justilique la utilidad pública que resulta de convertir
en canal de riego el de navegaciou antes proyectado con las mis
mas aguas.
2? Que se tenga presente el valor de las propiedades del Estado
que se cedan á la empresa al determinar el espacio de tiempo p'<r el
cual haya de ser dueña del canal y sus aguas, y para señalar el
máximum del canon que por el riego pueda. percibir.
5i Que con arreglo á estas bases, y conforme i las leyes , es
tipule el Gobierno el pliego de condiciones de esta empresa, y con
las garantías sulicieiites asegure la ejecución de ella. Palacra del Se
nado '28 de Junio de 1811.=Joaquin Francisco Campuzano."
Se anunció que el Sr. marqués de Falces quedaba agregado i la
cuarta sección, y el Sr. Olavarrieta á la quinta.
Dióse cuenta de que las secciones primera y tercera no han creí
do útil y oportuua la proposición del Sr. Lasaña para que no se con
ceda licencia para ausentarse á los Sres. Senadores hasta que se re
suelva ia cuestión de Tutela.
El Sr. LASAÑA: Pido la palabra para retirar mi proposición.
Respecto á que los Sres. Senadores comprenden la trascendencia de la
cuesliou de que se trata, creo que no usarán de su derechopara pedir
licencias: por consiguiente es ya inútil el objeto de mi propo-
siciou.
El Sr. PRESIDENTE: Queda retirada. Mañana se reunirá el Se
nado para continuar la discusión pendiente, y al mismo tiempo ha
biéndose ya repartido los impresos relativos al proyecto de ley sobre
bagajes, y al que se refiere á que los capitanes generales y otras au
toridades no puedan ser elegidos Diputados ni propuestos para Sena-
ores, se entrará si hubiese tiempo en su discusión.
Ciérrase la sesión."
Eran las cinco menos cuarto.
 NUMERO 58.
DIARIO
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 1.a DE JULIO DE 1841.
& abrid i la una tn«aos'eu»tto, y leída el acta por el Sr. Secre
tarla Orlít, fu« aprobada.
Pasaron i la comisión de Acia» loa nuevos documento! que para
acreditar su renta ba presentado últimamente el Sr. D. Tomás La
drón de Guefafd, 9enador por la provincia de la Coruña , á fin de
ejüe el Senado te airva acordar se le devuelvan por el Banco español
de Sari femando loa títulos que deposito en ¿1 y sirvieron para que se
le admitiese al ejercicio de dirbo cargo.
£1 Sr. PRESIDENTE! Nuestro compañero el Sr. D. Juan Sanloa
de La»Hera tai anuncia tenef el sentimiento de baber perdido su se»
ñora cu la noche última, y que este motivo le impide asistir A la
cuestión grave de que se está ocupando el Senado, y con sentimiento
Ib anudéis yo también. £1 mismo señor hace ademas algunas otras
reflexiones que me reservo dar cuenta de ellas al Senado cuando sea
la ocasión oportuna."
Proced lindóse á la Arden del dia , continuó la discusión del die»
iámen de la comisión relativo á la tutela de S. M. la Reina Doña
Isabel II y su augusta Hermana Doña Mana Luisa Fernanda.
El Sr. GARCIA CARRASCO I Señores, extraño pareoerá sin
duda al Senadui que no siendo yo jurisconsulto me atreva á usar de
la palabra en esta importante discusión después de haberlo hecho ya
tan acertadamente mis respetables amigos los Sres. conde de Pinoíiel
y Alvares' Pestaña, y teniéndola pedida también oíros de mis dignos
compañeros, qü« dotados de los talentos y medios oratorios de que yo
careico, podían antes y mucho mejor que yo presentar mas clara
mente al Senado las incontestables razones de justicia y de derecho
que hay para combatir victoriosamente el dictamen de la mayoría
de la comisión. Pero, señores, yo he tomado sobre mi mientras per
manezca en este sitio la especial misión de levantar mi Voz en de
fensa de la augusta é inmortal Señora, cuyo arribo á España solem
nizamos lodos Como la mayor de todas las venturas, y cuya ausencia
es para este país sembrado de sus beneficios la mas grande de todas
las calamidades. Ademas de esto, señores, yo fallaría A mi deber si
en esta ocasión en que con escíndalo del mundo, y atropellando todas
las leyes, se trata de despojar i S. M. de los derechos que le conceden
la naturaleza y estas mismas leyes; yo faltaría á mi deber, repilo, ai
no me apresurase á sostener con mis débiles fuerzas tan noble cauaa,
y i clamar de Una manera tal que llegue hasta el oído del último es
pañol contra la Injusticia atroz que en su dictamen nos propoue co
meter la mayoría de la comisión.
Difícil y arriesgada es mi empresa en las circunstancias presen
tes y después que se han verificado en esta sociedad, convulsa y casi
disuelta, acontecimientos que son para mi y para la mayoría de los
españolea de infausta y de tristísima memoria.
No se me oculta tampoco que el que se consagra á defender la
verdad y la justicia en épocas de vértigo y de pasiones se expone á
mil peligros, y A que sus palabras sean juguete de los vientos; pero
no me importa, estoy resuello A todo, porque deber es del hombre
honrado combatir por la Verdad y la justicia aunque sucumba.
Por otra parte, señores, aunque yo temiera las pasiones, la par
cialidad y los escándalos, fuera de aqui (que no los temo), temo me
aos todavía que se abran paso baila este sagrado recinto; ne. Las
S._TOMO I.
253
DE
DE CORTES
pasiones y los escándalos no pueden teuer entrada donde se sienten
hombres tan ilustres y respetables como son los Sres. Senadores; y
en cuanto á la parcialidad, señores, no debería haberla aqui sino en
favor de la augusta Princesa que mandó abrir esas puertas. Si, seño
res, que mandó abrir esas puertas. Si hay alguno que se atreva á po
ner su lengua en lan digna y alta Persona, que recuerde que ella fue
ln que le dio esa voz con que la acusa ; que ella fue la que le concedió
el uso de la palabra, y que recuerde en fin que el que vuelve con
tra ella el arma que ella le dió Se llama en el diccionario de todos
los hombres leales algo mas qne ingrato.
La cuestión que vamos A resolver, señores, es grave, muy grave;
pero por fortuna es también muy sencilla. Es grave, por la alteza de
las personas de cuyos intereses y derechos se traía, por la importan
cia de esos mismos derechos y la extrusión de esos mismos intereses;
y sobre lodo, señores, es grave por las funestas consecueocias que su
resolución tal cual la mayoría de la comisión nos propone puede
traer sobre la monarquía.
Al mismo tiempo es sencilla , porque para resolverla bien basta
fijarla convenientemente y entrar en su examen con aquella impar
cialidad y buena fé que tan bien dice d los legisladores de los pue
blos, y que jamás desconocieron los representante* de la nación espa
ñola. Pueslo que el anterior Ministerio sometió á las Cortes esta que
llamó cuestión , el orden exige que antes de examinarla en el fondo
averigüemos si es en realidad una cuestión, no sea que aquel Minis-
terio haya sido ton arbitrario en calificarla como lo fue en califi
carse a si propio cuando se llamó Regencia provisional del reino.
S. M. Doña Mana Cristina de Borbon, como Lan dicho ya opor
tunamente los Sres. Pinoíiel y Pestaña, tiene la tutela de sus augustas
Hijas de la voluntad testamentaria del Sr. D. Fernando VII. El testa
mento en que se consignó esa voluntad fue elevado, como es costum
bre en estos reinos, á sanción- pragmática con fuerza de ley. La Cons
titución que hoy nos rige ha dado ese mismo carácter á los testamen
tos de los Reyes, en la parle que dicen relación con la tutela de sus
hijos. El Ululo, pues, en virtud del oual la Reina Madre ejerce la
tutela es el mas legitimo y el mas santo de todos, según la legislación
española. Estando S. M. en quieta y pacifica posesión de ese derecho
que las leyes le habiau concedido, y que no osó disputar nadie, ni
aun la invasora revolución de Setiembre, apenas S. M. había sal
vado los mares cuando un individuo de la familia Real con una
impaciencia que el respeto me impide calificar pidió para sí la tu
tela de las Huéifanas augustas, ignorando á uu mismo tiempo lo
que diceo las leyes acerca del derecho ejercido por S. M. y lo que
dicen las mismas sobre el derecho reclamado por 5. A. ; y digo, se
ñores, que ignoraba estas dos cosas, que cabalmente eran las únicas
que necesitaba saber, porque no se comprende cómo sabiéndolas
pudo reclamar contra la úuica Persona llamada , la única Persona
excluida.
Con efecto, señores, Doña Maria Cristina de Borbon era la
única persona á quien llamaba para ejercer la tutela el testamento
del Rey, y el Serano. Sr. Infante D. Francisco dePaula es la única
Persona á quien por la proximidad de su parentesco con las augus
tas Huérfanas y por lo que de ellas puede heredar excluyen de la tai*
75
 254
tela nuestra* leyes. En la mano tengo la que asi lu es'ablece, y nu la
leo por no molestar la atención del Senado. ■
Siendo tan claro el derecho de S. M. la Reina Doña Maria Cris
tina ; siendo tab clara la exclusión del Sermo. Sr. Infante, no se con
cibe, señores, cómo el Gobierno se creyó en la necesidad de recia»
mar el auxilio del Tribunal Supremo de Justicia , como hubiera po
lillo reclamarle en una materia ardua y espinosa.
Pero no parece sino que aquel Gobierno, mas revolucionario que
li revolución misma, queria dar á la nación y á la Europa un escán
dalo mayor que lodos los escándalos pagados. El de cometer el mas
inicuo, el mas inmoral , y el mas bárbaro de todos los despojos. Ésto
rxplica , señores, por qué el Gobierno supuso que había duda donde
la ley hablaba claro, y por qué llevando las consecuencias de esta su
posición adelante , sometió este expediente á la resolución de las
Corte». Pero si aquel Gobierno en mi opinión faltó á lodos sus de
beres , el Senado, si se respeta á sí propio, si eslima en algo su
bueh nombre, no faltará escandalosamente á los suyos, y dará un pú
blico testimonio de que no se deja arrastrar por intereses de partido,
ni de bandería, cuando están de por medió la justicial y los intereses
nacionales.
El fundamento del derecho de las Córtes en la cuestión que hoy
ventilamos esta en el art. 60 .fe la Constitución de 1837, sin que
para resolverla necesitemos apelar á eso» códigos Alfonsinos de-que
nos habló ayer el Sr. Solanot. Este articulo dice asi : "Será tutor del
H.CJ menor la persona que en su testamento hubiese nombrado el Rejr'
difunto , siempre que sea español de nacimiento ; si no le hubiese
». nombrado será tutor el Padre ó la Madre mientras permanezcan viu~
-dos. En su defecto le nombrarán las Corles. Pero no podrán <-,lar
•'reunidos los encargos de Hegente y de tutor del üej sino en el i[a-
- dre ó la Madre de este."
Es decir, señores, que según el texto expreso de la ley las Córtes
no tienen nunca el derecho de remover al tutor del Rey menor, sino
el de nombrarle en el caso prevenido por la ley: este caso se verifica:
primero, cuando no hay tutor dado en testamento; y segundo, cuan
do el Padre ó la Madre del Rey menor no permanecen viudos. Pero
válgame Dios, señores, ¿es este por ventura el caso en que hoy nos
hallamos? Pues si no nos encontramos en este caso; si Doña Mana
Cristina de Borbon es tutora y curadora , testamentaria de sus au
gusta* Hijas, las Córtes no pueden deliberar sobre este asunto; no
pueden nombrar tutor, porque no hay tutela vacante. Esta discusión
por si sola, señores, es ya un escándalo social, porque nosotros no po
demos nombrar tutor sin declarar vacante la tutela, y no podemos de
clarar vacante la tutela sinrasgar la ley política de la nación española.
• Por el art. 60 de la Constitución, que ya he leído, no se auturiia
a las Córtes para declarar vacante la miela, sino para nombrar tu
tor cuando la vacante es un hecho material , que para existir no ne
cesita ser declarado. Este solo argumento, que es indestructible, por
que se funda en el texto expreso de la ley, bastaría para echar por
tierra el dictámen de la mayoría de la comisión que se discute. Pro
poniendo la mayoría He la comisión que se declare vacante la tule-
la, propone aconsejar una resolución anticonstitucional, una resolu
ción que colore ría al' Senado fuera de la ley. Y si el Senado, Cuerpo
couservador de las leyes, se coloca fuera de la ley, ¿quién estará
.dentro de ella, señores? Si nosotros no somos los primeros en revé-
renciar la ley misma á que debemos la existencia , ¿con qué dere
cho , señores , exigiremos de los pueblos ese profundo acatamiento
hacia las leyes, que es la única garantía de la libertad, la única
lianza del orden social?
Asi, señores , yo no acepto , no puedo aceptar la cuestión (y quie
io que asi se tenga entendido) en el terreno que la mayoría de la
comisión la ha colocado. La mayoría de la comisión propone que se
discuta si la tutela está ó no vacante; y yo sostengo que el Senado
uo puede entrar eu esa discusión ; que esa discusión por sí sola es ya
un escandaloso desacato á los ojos de la ley; y por úllímo que cuan
do la vacante no es un hecho material, las Córtes no pueden inter
venir en la tutela del Rey menor sin faltar á sus deberes.
Esto supuesto, y protestando aqui con toda la energía de que soy
capaz contra el derecho que la mayoría de la comisión supone en
las Córtes de declarar vacante la tutela, afirmo sin temor de que se
me responda satisfactoriamente, que aun suponiendo en las Córtes esc
derecho que no les concede la ley, lodavia debían abstenerse de de
clarar la vacante de la tutela. La causa legal que la mayoría de la
comisión ha tenido para proponer esa declaración es la ausencia de
estos reinos de S. M. la Reina Madre. Ahora bien, señores: la au
sencia según nuestras leyes civiles da al que es nombrado tutor el
derecho de excusar este encargo en ciertas y determinadas circuns
tancias , pero de ninguna manera da al juez el derecho de removerle;
jii esto no es asi , que se rae cite la ley que determina que la ausen
cia es causa legitima de remoción ; que se me cite el tribunal e
que un tutor baya sido removido por ausente; Y no se diga, señores,
que la tutela , como ha dicho el Sr. Solanot , se da en primer lugar,
para la persona , y solo en segundo para los bienes del huérfano,
porque la persona del menor puede estar bien cuidada estando el tu -
tor ausente, siempre que haya sido solicito en confiar su educación i
p-rsonas dignas por su posición social de tan alta confianza. Pues
esto es cabalmente lo que hs hecho S. M. la Reina Madre con res
pecto i sus augustas Hijas , como ha explanado ya sobradamente bien
mi digno amigo el Sr. conde de Pinofiel.
Cuanto he dicho, señores, se aplica i la auseucici en general, que
nunca es causa de remoción, sino de excusa por las leyes de estos
reninos. Pero S. M. la Reina Doña María Cristina tiene ademas en
su favor que su ausencia es temporal. Cuenta con esto, señores,
porque esa calidad de temporal , aunque lia sida completamente ne
gada por el Sr. Martínez de Velasen como órgano de la comisión, es
un hecho público y notorio. S. M. no se ausentó de Valencia sino-
temporalmente : asi lo significó con palabras terminantes y claras
aquella augusta Señora, y asi lo lia declarado también el Gobierno
en varios documentos oficiales, entre otros en la contestación que
dió al, Sermo. Sr. Infante D. Francisco el 25 de Noviembre de 1810.
El Sr. Martínez de Velasco dijo en la sesión de ayer , contestando
á mi digno amigo el Sr. Alvarez Pestaña, "que la ausencia de S. M.
nno era temporal, sino perpetua, jr que S. S. estaba seguro que asi
nlo creiamos los q-u tanto habiamos hablado de ausencia tempo-
*ral: que consultásemos nuestra ccnciencia y feriamos lo que nos
«decía"
Señores, el que sienta una proposición es siempre el que debe
probarla; pero el Sr. Martínez de VcJaseo no lo ha hecho asi : por lo
tanto , yo á mí vez contestaré á S. S. que no comprendo cómo poe-
de decirle su conciencia que es perpetua la ausencia de S. M., y que
no quiere volver con sus Hijas, cuando los documentos que he cita
do prueban todo lo contrario, y cuando no hav quien ignore el
entrañable amor que S. M. profesó siempre y profesa hoy a sus que
ridas y augustas Huérfanas. ¿Qué es, pues, señores, lo que ha podido
autorizar al Sr. Martinez de Velasco para creer que S. M. no puede
volver á España? ¿ Habría por ventura alguno tan atrevido é in
grato que intentase impedir á S. M. la entrada en el pais que colmó
de beueGcioS?
Yo interpelo al Gobierno de S. M., cuyo silencio en esta impor
tante cuestión me asombra, para que nos diga si están boy cerra
das las puertas del reino á la augusta Persona que las abrió á tan
tos desgraciados. ¿Qué haría el Gobierno, qué la nación, si ma
ñana ó cualquiera otro día llegase la noticia de que Duna María
Cristina de Borbon estaba en España? ¿Se la expulsaría del terri
torio? No , no señores; ni aun por asomo quiero imaginarme que
se cometiera tan enorme atentado. ¿ La repelerla el mismo Sr. Mar
tínez de Velasco? Teugo mejor idea de la justicia y de los sentí — %
mientos de S. S., para creerle capaz de semejante iniquidad. ¿La
rechazaría por fin el pueblo español? ; Ah , señores! El pueblo
español , de quien yo me hago fiel intérprete eu este momento, la
abriría sus brazos, y bendeciría la Providencia que le devolvía la
virtuosa Princesa á quien tantos beneficios debió, y que fue siempre
su ídolo. Esto, señores, yo lo afirmo; es lo que baria el pueblo
español.
El mismo Sr. Martínez de Velasco dijo también contestando i
mi ya referido amigo : " que la ausencia de S. M. la lie ¡na Madre
fue voluntaria.
Extraño mucho, señores, que una persona tan ¡lustrada y de un
carácter tan grave y elevado falsee asi la Historia contemporánea.
¿Pues qué, señores, ¿hay nadie que ignore ni en España, ni eí Eu»
ropa que S. M. tuvo que abandonar las playas de Valencia, victima
de la revolución de Setiembre,' porque no la era dado infringir la
Constitución de la monarquía ? ¿Hay algún español que no haya leí
do su Manifiesto de Marsella en que S. M. nos dió cuenta de tus tri
bulaciones y amarguras ? A vista de estos hechos, señores, no hay
nadie que pueda decir siriamente que S. M. salió de España de su
propia voluntad.
Ha dicho también el mismo Sr. Martínez de Velasco "Que en
ese Maní fieslo nada pedia á los espaíioles" : esto es verdad; tampoco
les pide hoy nada. S. M. se contenta , como me contento yo, con que
no la despojen de lo que la pertenece. Y la tutela la pertenece, seño
res, si; la pertenece en virtud del testamento de su augusto* Esposo y
por la ley política del Estado.
El Sf. Martinez de Velasco, por último dijo también "que S. SI.
abandonó á sus augustas Hijas, y que no queria estar con tilas."
Yo, señores, (dispénseme el Sr. obispo electo de Jaén, elevado
porS. M. á tan alta dignidad) rechazo con todas mis fuérzasete argu
mento, lanzado contra uua Madre tiernísima, por quien no ha podi
do experimentar basta dónde llega el amor de los qué somos padres.
Pero volviendo á mí primer argumento, señores: ¿quién ha vis
to jamás que por una ausencia temporal se despoje á un tutor de la
tutela? Si los tutores no pudieran ausentarse jamás temporalmente
del lugar de sus pupilos por enfermos ó por cualquiera otra causa
justa, apenas habría un tutor en España que no fuese removido; lo
cual , señores, sobre ser notoriamente falso, sería también notoria
mente absurdo.
Luego, aunque las Córtes«*:u vieran el derecho (que no tienen) de
declarar vacante la tutela, np podrían hacer hoy esa declaración, por
que la ausencia temporal de S.'M. no es causa de remoción, y no pro
duce vacante. Pero como que la ausencia no basta para despojar á S. M .
de la tutela, .porque, señores seamos francos, esto es lo que se quita
re, se apela para ello á la conveniencia pública. .Señores, la conve
niencia pública , la salvación del pueblo, la talud del Estado son di
ferentes traducciones de aquella vaga aunque tremenda iijea , i que
siempre apelaron los tiranos para legitimar sus crímenes j las asam
bleas populares para legitimar tus prescripciones.
La tiranía y la revolución, señores, no han acudido nunca i esas
.i '. ','.'' ■ -,
 255
L'iuibles frases para legitimar sus actos sino cuando se lian visto en leerse. £n cuanto á la libertad de hablor es el sistema que me tengo
peligro eminente de perder su propia existencia: enlonces bau jugado propuesto , persuadido de que los Sres. Senadores de modo alguno
el lodo por el todo, y han comprado su vida á precio de la execración abusarán de él, y que no se aprovecharán tampoco para usar expre
de las gentes. Señores, esta cuestión es mas grave de lo que á primera siones que son agenas de este sitio, del carácter de los mismos y de
vista parece , y de lo que muchos se figuran. Si nosotros sancionamos la gravedad del asunto de que se trata. Puede V. S. continuar.
hoy el principio de que la conveniencia pública declarada por el El Sr. CARRASCO: Sr. Presidente, antes descontinuar mi desa
mismo que la invoca es bastante para legitimarlo todo, mañana, liñado discurso me permitirá V. S. que le rinda el hoiuenage debido
señores, en nombre de esa conveniencia pública puede una asamblea por su imparcialidad y su justicia, y que dé también las mas expre
revolucionaria suprimir la monarquía ; mañana, señores, preteslan- sivas gracias á los Sres. Senadores que reclaman la libertad de esta
do que asi lo exige la salud del Estado , pued<- un tirano suprimir la tribuna: yo también, señores, la reclamé en otro tiempo para mis ad
libertad y echar por tierra el edificio de nueslias instituciones. Se versarios políticos, porque la quería entonces y siempre para ellos,
ñores, seamos cautos en sentar tan peligrosos precedentes. como hoy la deso para mí.
Obliguemos á lodosa ser juslos, siendo nosotros los primeros que Pero , señores , yo no comprendo quién pudo alarmarse por mis
sacrifiquemos en el altar de la justicia. Proclamemos con cuello er últimas frases, y por qué se pretendía imponerme silencio; porque si
guido la máxima tutelar y salvadora de que la conveniencia públi •yo, en virtud del derecho que la ley fundamental me concede, pue
ca, aolo cuando es sinónima de la justicia, significa ¡a conveniencia do emitir aqui libremente mis opiniones con inviolabilidad , los se
del pueblo y la salvación del Estado. Fuera de esta máxima, señores, ñores que no piensen como yo tienen igual derecho é igual inviolabi
no hay mas que abismos. lidad para emitir las suyas; y como todos ellos reúnen mas talentos,
Se ha hablado también en este sitio de dilapidaciones: el Sr. Ca mas elocuencia y mucha mas instrucción que yo , fácil les será des
paz en la sesión del 11 del corriente dijo entre otras cusas lo siguien truir completamente cuanto yo dijese, con tanta mas facilidad si lo
te: "Los hiena de S. M. la Keina Doña Isabel II islán Jitapida- que yo expongo es falso, equivocado, ó sofistico , y entonces , seño
-Jos: no quede sentado el precedente de que están bien administrados: res, el país, que es nuestro juez inapelable, dará la razón al que
- no: no han estado bien administrados como lo demostrarán los indi" la tenga. Yo, señores, represento aqui muchos miles de electores:
-riduos de esta comisión (la de inventarios) el dia que se trate de este quieroy debo decir desde aqui lo que siento, y manifestar libre
- asunto." mente mi opinión. Sobre todo, la que yo tengo, que crej es la misma
Y el Sr. Lasaos en la del 25 reprodujo también la misma aser que tiene la mayoría de la nación respecto del pronunciamiento de
ción con iguales ó semejantes polabras: si no es exacto lo que be leí Setiembre, es la que tuve el honor de expresar en la frase que pro
do , los Sres. Capaz y Lasaña pueden rectificarlo si gustan ahora nuncié al ser interrumpido, y que reproduzco en este .momento, pues
mismo: si no hay en ello inexactitud, continúo. que yo no puedo dejar de confesar lo que tengo como cierto. Por lo
Señares, el reglamento no me permitió como deseaba rechazar es demás, señores, aunque yo combata aqui á inis adversarios políticos,
tos ásertos en el momento mismo en que los oí; si no me lo hubiese les alargaré siempre mi mano fuera de este sitio. Derra , pues , seño
impedido no habría hecho esperar mi respuesta. Yo, señores, me ha res, al ser interrumpido, que la llamada revolución de «Setiembre
bía propuesto no ser el primero que promoviera estas especies: pues quería consumar su triunfo del mismo modo que le empezó ; por la
que ya se arrojó este guante aquí, aunque está sucio yo le recojo. violencia , por el escúudalo, y que en vano se invocaba el derecho:
Vosotros porque sois mas que nosotros, podéis despojar de la tu el derecho aqui es una máscara trasparente y nada mas: detrás de
tela á una Madre desvalida; pero vosotros, aunque seáis mas que nos esa máscara está una realidad vergonzosa. No se quiere á la Madre de
otros, no despojareis impunemente de la honra á una Reina mártir. nuestra Reina ausente, sino proscrita ; y asi se la quiso siempre, se
Si estas aserciones ú otras semejantes se hiciesen de nuevo aquí, yo ñores, y asi lo anuncié yo cuando apenas se divisaba todavía en el
haré una proposición formal, y la pondré sobre la mesa, pidiendo horizonte de España la tempestad que babia de venir después sobre
que á la comisión de inventarios nombrada por el Gobierno se aso nosotros.
cien la persona ó personas que designe S. Al. la Keina Doña Mana « En la última legislatura, señores (este recuerdo no se borrará
Cristina de Borbon como merecedoras de su confianza. Porque , se r jamás de mi memoria), el Sr. Heros y yo anunciamos cada uno una
ñores , lo que aquí pasa es inaudito: aquí se acusa, y no se permite 1 catástrofe, y ambos anuncios han venido después á convenirse en
la defensa ; y yo , señores, declaro desde este sitio ú la faz de la na una realidad espantosa. El Sr. Heros en la sesión del 11 de Mayo del
ción entera que mientras que los inventarios no se formen , reco año pasado decía entre otras oosas lo siguiente: "l o tengo el con-
nozcan y comparen con audiencia ele la persona ó personas que S. M. n vencimiento de que las opiniones que profeso, porque las profeso de
designe como merecedoras de su alta confianza, todo cuanto aquí se -buena je j y después de haberlas meditado en mi memoria han de>
diga sobreesté asunto es falso y calumnioso. (Humores... El Sr.Lan- -iriunjar y prevalecer ¡ solamente temo y siento que su triunfo haya
dero pide la palabra en pro). -de ser con estrepito." Y, señores, con estrépito triunfaron. Por
Deeia y repito, señores, para que no quede duda alguna sobre aquel tiempo decía yo también en aquellos bancos á algunos amigos '
mis expresiones ; que hasta tanto que esos inventarios no se formen personales mios, que lo eran también políticos del Sr. Heros: "Aqui
y comparen con audieucia de personas d<* la entera confianza de - se camina á una revolución que tendrá por pretexto la violación su
S. M. , todo cuanto aqui se diga acerca de dilapidaciones es falso y puesta de las leyes ,y por objeto despojar de ¡a Urgencia á la Keina
calumnioso; pero puesto que la cuestión se trajo á este terreno ver Gobernadora." Los amigos que me escuchaban ponían horrorizados
gonzoso, declaro que no entraré de lleno en él hasta que se apruebe sus manos en la cabeza y su grito en el cielo , procurando apartar de
mi proposición: todo, pues, cuanto se diga sobre defectos en la admi ini tan infundada sospecha. No lo crea V. , me decían: los hombres
nistración del Real Patrimonio no tiene valor ninguno ni debe ser dtl progreso son idólatras de su Reina. Pocos meses después, sr-ñores,
contestado , porque todas las operaciones de la junta de inventarios se echó por el polvo el ídolo adorado , y la mejor de todas las Reinas
se han hecho sin audiencia de S. M. ni de personas de su confianza; lloraba en reinos extraños el mas grande de todos los infortunios.
por lo cual todo cuanto se diga sobre defectos de su administración Pues bien, señores: verificado el movimiento de Setiembre anunck-
no puede irrogar perjuicio ni i su reputación, ni á sus intereses. mas, y dije: el partido dominante despojará ;i la Reina Madre de
Cuando llegue el caso que dejo dicho , señores, se abrirá un juicio la tutela, y no tendrá paz ni descanso basta conseguirlo. Este es el
público solemne ; juicio que yo anhelo , que yo provoco , y entonces anuncio que se está hoy cumpliendo, señores, y quj se está cumplien
veremos y verá la nación si lo que se quiere es dilapidar el Patri do irremisiblemente.
monio , ó averiguar si se ha dilapidado. Esta discusión es inútil; inútiles nuestros esfuerzos. El despojo
Pero, señores representantes de la nación, debo la verdad á la na está decretado ¡ está resuelto de una manera irrevocable, y' ya sé de
ción , y la verdad toda entera. La verdad es que la ausencia y los signa basta la persona que ha de reemplazar á la excelsa Madre en
desfalcos y todo lo que se ha dicho no sirve aqui sino de pretexto la tutela de las augustas Huérfanas. Esta discusión, repito, es inú
para cohonestar este criminal despojo, y que otro es el motivo. La til, y aparecerá en la historia como todo lo que sucede en España de
llama de revolución de Setiembre quiere consumar su triunfo del algún tiempo á esta parte.
mismo modo que le comenzó , por el escándalo y por la violencia. Sin embargo, señores, yo me atrevo á recomendar á mis adver
El Sr. LORENZO : Pido que se llame al orden al orador ( Mu sarios políticos, que tan solícitos se muestran en descubrir la menof
chas roces: No, no).... Se está insultando á la nación. tacha legal para ejercer la tutela en Doña Maria Cristina de Bor
farios Sres. Senadores : Que hable, que hable. bon, que muestren igual solicitud por descubrir las tachas legales
El Sr. UEROS: Pido al Sr. Presidente que dé toda la latitud po que pueda tener la persona que designen para reemplazar en tan de
sible al orador. licado encargo á aquella augusta Señora. Yo les suplicaría , pues,
El Sr. SEOANE: Uno mi petición i la del Sr. Heros. que tuvieran presente la ley del reino que excluye Je la tutela del
Muchos Sres. Senadores : Que siga , que siga. huérfano al que hubiera tenido enemistad capital con el padre.
El Sr. CAPAZ : El Sr. Carrasco que diga cuanto quiera, que no Esa persona está incapacitada por esa ley (que es la primera del
le faltará contestación. titi 18 de la Part. 6i) de ser tutor de Isabel II y de su augusta Her
El Sr. RÜ1Z DELA VEGA: Reclamo la libertad de la palabra. mana. Las Cortes no podrían elegirla sin couieler un crimen á los
Aquí todo Senador tiene el derecho de preseutar su opinión , y el ojos de Dios y á los hombres; y la persona elegida no podría aceptar
orador representa la de muchos miles de electores.... (Bien , bitn. su encargo sin una falla de delicadeza que ye no qliiéro calificar aqui,
Aplausos en la tribuna pública). pero que calificará severamente la historia.
El Sr. CARRASCO : Pido que se lea el art. 38 del reglamento. Señores, la realización de dos pronósticos mios me anima a ha
Se leyó. ,■ „ .« cer uno mas, sin que me importe mucho que se dé ó no crédito á
El Sr. PRESIDENTE: Yo me prometo que el público so dará mis palabras. Asi, pues, Sres. Senadores, yo os anuncio, y ruego i
lugar a c¿ue se lleve á efecto el articulo del reglamento que acaba de los señores taquígrafos que noten bien mis palabras, que si se comete
 256
este criminal despojo , os arrepentiréis de haberle cometido antes de
mucho tiempo, y que todos tendremos que llorar aunque estérilmen
te, porque serí va tarde, tan escandalosa injusticia. De aqui para
cotonees os emplazo; sin que para emplazaros sea preciso tener un es
píritu profélico, sino una ti profunda, paciente, inalterable, en la
fuerza intrínseca del derecho, en la justicia y en la Providencia. .
Voto, pues, contra el dictamen de la mayoría de la comisión , y
en pro del dictamen de la minoría.
El Sr. CAPAZ: He pedido la palabra , señores, para una alu
sión personal i por consecuencia lo que voy A decir se refiere solo A la
alusión personal , sin que por esto se crea que habré apurado uo tur
no, pues si llega el caso osaré de la palabra después de haber oido A
otros señores en la materia. * El Sr. GARCIA CARRASCO ! Yo celebro mucho por la amis
El Sr. Carrasco ha recordado lo que yo dije el otro día, excitado
por el Sr. conde de Pinofiel, que después de haber hablado el señor
Ueros con la galantería que le distingue, quiso dejar sentado el pre
cedente de que no habia nada qoe decir sobre la administración de
los bienes de S. M. la Reina Doña Isabel II. Yo creí en la sensación
ue me rausó tal afirmativa que podrian perjudicarse los mismos
3 erechos de S. M., ¡i lo menos en mi opinión , ti este aserto hubiera
pasado sin contestación. tCl Sr. D. Martin de los Heros habiéndolo
oído rectificó la expresión , y dijo quu solo respondía del tiempo
que estaba encargado de liquidar la administración de su hacienda.
Desgraciadamente , señores , se ba confundido la expresión que yo
vertí con la culpabilidad personal de S. M. Doña Mana Cristina.
Pues qué, ¿ el que yo manifestase que ha h?birio dilapidación en los
bienes de S. M. Doña Isabel II quiere decir que S. M. la Reina Ma
dre haya sido la dilapidadora? No, y mil veces no. Este es uno de
aquellos ardides que suelen usarse en las contiendas parlamentarias
para desvirtuar la fuerza de los razonamientos.
Yo, permítaseme la comparación, estoy muy acostumbrado des
de que se estableció felizmente el sistema representativo á ver que
cuando se habla de religión se confunde la causa de Dios con la de
sus ministros, cuando una cosa es tratar de los intereses temporales
de estos, y otra muy distinta, la del verdadero culto, que siempre de
bemos rendir al autor de la naturaleza. Del mismo modo, señores,
cuando he diebo y repito ahora, que Ha habido dilapidación en la
administración de los bienes de S- M. Doña Isabel II no ha sido mi
ánimo, ni nunca podia serlo, decir que la Reina Madre habia sido
la dilapidadora, no; es* capcioso, es altamente subversivo confundir
uo sentido con otro.
Si uo tuviese mas circunspección, tal vez se me hubiera puesto en
el caso de abrir una caja de Pandora que asombraría á la nación;
pero do, no la abriré. Dia llegará en que se ventile en los tribuna
les competentes si se nombra un tutor, ó si Doña Mana Cristina de
Borbon vuelve á España á ejeicer la tutoría, porque de su interés es
el castigar á los que valiéndose de su augusto nombre han dilapida
do los bienes de su Hija.
Se invoca el testamento de Fernando VII. Yo también le invoco:
¿se ha cumplido ese testamento.'' No , y mil veces no.
Ha dicho el Sr. Carrasco que para que la comisión nombrada por
el Gobierno hubiera podido proceder debió ser con asistencia de los
interesados; y esto lo ha habido. Lo primero que la comisión hizo
fue pedir al Gobierno que nombrase por parte del Patrimonio per
sonas que presenciasen sus operaciones, y se hizo asi, nombrando
quien acompañase á esa comisión , de que he tenido la fortuna ó la
desgracia de ser miembro.
Si esa comisión es ó no legal, no me toca á mi decirlo,- pero si
diré que yo he jurado obediencia á la Regencia provisional del reino
lo mismo que el Sr. Carrasco, y he debido acatar sus preceptos y obe
decer sus mandatos: do la he jurado jesuíticamente, ni con reticen
cias, no espero la resurrección de la carne; y be creído quede mi de
ber era desempeñar fiel y lealmente el encargo que se me había dado.
Repilo y digo que no creo de este lugar el entrar en mas averi
guaciones, pues que seria entrar en un negocio contencioso: dia lle
gará en que se decida en tribunal competente.
/ Esto es cuanto creo deber decir por ahora , reservándome el usar
de la palabra sobre la cuestión que nos ocupa cuando me llegue el
turno , porque esto no ha sido mas que para contestar á una alusión
personal.
El Sr. LASAÑA : El Sr. Carrasco me pone en la precisión de te
ner que dar una explicación que yo no ju/gaba 'necesaria. S. S. ha
aludido á ciertas expresiones que dije en una sesión del Senado, y es
preciso que yo las explique porque no creo en S. S. ni en nadie el
derecho de intrepretarlas.
Lo que yo dije entonces , y repito ahora , es que si me parecía
necesario, que si creía urgente el nombramiento de tutor, ó lo ha
bia creído siempre mucho mas necesario y urgente, lo ^consideraba
después de haber oido al Sr. Capaz que los bienes de S. M. se habían
dilapidado ; y añadí que la misma Reina Madre estaba interesada
en que estose averiguara.
Esto no es decir que la Reina Madre haya sido capaz de ser la di
lapidadora; no por'cierto, de ninguna manera. El Sr. Carrasco, fun
dándose en esa equivococion , nos ha dicho: "vosotros podéis despo
jar á la' Reina Madre de la tutoria , pero no de su honor." No: yo
uo he hablado de eso ; y desde ahora rechazo esa acusación injusta
que recae sobre mi, sobre el Son do y sobre las Cortes.
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: Como individuo de U co-
misión pudiera muy bien contestar al Sr. Carrasco; pero teniendo
pedida la palabra otros señores que podrán hacerlo de una manera
mas completa y satisfactoria que yo, me limitaré i decir que el je-
ñor Carrasco se ha equivocado en suponer q ue yo he dicha que le
Reina Madre no podía volver á España.
Yo manifesté que la ausencia de Id Reina Madre no cfa tempo
ral: que la Reina Madre no vendría i España) pero el Sr. Carra s.'o
no puede ignorar que hay dos razones en que apoyar la Idea de que
no venga á España i primera , la de que no pueda Venir; y seguhda,
la de que no quiera. Habiendo manifestado , pues, que la Reina
no vendría , no es decir precisamente que no pueda , sino que ti"
quiera.
tad que profeso al Sr. obispo electo de Jaeu la explicación que act
úa de dar S. S. manifestando que no dijo eo su discurso de ayer que
S. M. rio podía Volver A España ! tengo mucha satisfacción eh haber
oido que no fue tal su objeto, y que Se limitó Solo á indicar que na
vendría porque S. M. no querria. No sé cómo 3. Si puede Saber cüil
es la voluntad de S. M. : jo la Ignoro; sin embargo, CreO firmo
mente que una madre que tms i sus hijas tan tlerildnieüte t-uthn
S M. ama á las «ova», uo puede ser, ue digo Indiferente, pero rii
aun soportar tan cruel separación.
Ha dicho el Sr. Capaz que de hablar de la dilapidación: del patrí»
inonio de Doña Isabel II no Se habia referido S. 3. precisatni'hte n lá
sagrada y augusta persona de S. M. Doña María Cristina de Barbón}
pero, señores, yo bien sé que el Sr. Capa* no quetrid decir qUe S. M.
Doña María Cristina era la que habia dilapidado esos biebes; pefo
mi argumento queda siempre en pie, porque Doña María Cristina,
como Tu tora y Curadora de los bienes de Su augusta Hija es respobsi ■
ble á la misma de la administración del patrimonio , Sin que pueda
eximir á S. M. de esta responsabilidad la excusa de decir que los qu«
la rodeaban habían sido los que le habían dilapidado t no , señor , ya
me he hecho cargo de eso, y por consiguiente mi* palabras quedan
con la misma fuerza; mucho mas después de haber manifestado el
Sr. Capaz que no quería presentar los datos que tenia , aunque ahí
not ensenaba la caja de Pandora.
Yo no sé qué puede encerrar esa caja de Pandora ¡ peto sea lo que
quiera, repito que mientras no se haga el exámen y Confrontación
de los inventarios con asistencia de la persona ó personas nombrada)
por S. M. , lodo debe tenerse por falso y calumnioso ; porque aunque
el Sr. Capaz ha dicho qUe S. M. ha sido representad» , y ,,ue lodo .••
ha hecho con asistencia de ese representante , eso es un error de 3. Si
Yo diré lo que hay sobre el particular. Coh efecto , un dependiente
del Real Patrimonio ha acompañado A la Cottiision A lodos los pontos
donde ha ido ! ¿pero cómo? ¿Ha sido pata fiscalizar tus operaciones?
No señoi; ha ¡do como va un criado de una casa ruando Se va A hacer
un reconocimiento en ella, pero no romo una persona autorizada
por S. M. para que te hiciesen los inventarios y confrontaciones eoli
su anuencia.
Desearía que te tuviese esto présenle para que pueda juzgar»*
bien, teniendo á la vista unat y otras raioues.
El Sr. ABARGUES i Que debe discutirse si esta Vacante la tu
tela de S. M. y A. , y que después de discutido se debe pasar aviso
al otro Cuerpo colegislador para que en caso de que las Cortes fallert
positivamente se proceda al nombramiento de tutor, es el dictamen
de la comisión. Yo tomo la palabra en so apn^u, y aun añado que
en ini opinión está vacante la tutela de S. M. y A,; el Senado oir.-l
las razones que yo tengo paia peusar asi , y su alta sabiduría le dnr.í
el valor que le parezca.
Señores, la imprenta haciendo comunes los conocimientos hu
manos, y la brújula y el vapor aproximando las naciones han pro
ducido ese movimiento de sociabilidad que se h . extendido por toda
la Europa, haciendo comunes muchas verdades que aniel estaban
ocultasen los gabinetes de los filósofos. Una entre muchas de esas
verdades es une los Reyes se han Lecho para los pueblos, y no los
pueblos para los Reyes; verdad sublime, verdad grande, Verdad
de inmensos resultados. Los Reyes, que de hoy mas quieran me
recer las bendiciones de los pueblos es menester que se Sacrifiquen
por el bienestar y felicidad de los mismos, y qUe guarden y bagan
guardar fielmente sus instituciones.
Y yo pregunto ahora: ¿la Reina Doña María Cristina en sn au
sencia después de tanto tiempo puede llenar tan grande objeto?
¡Cuán grandes no son las obligaciones que tienen los Principes para
gobernar las naciones! ¡Qué grandes no deben ser las obligaciones
que gravitan sobre aquellas personas á quienes la ley encarga lá edu
cación de las que han de regir algún dia los destinos de la nación !
Y yo vuelvo á preguntar ahora: ¿la Reina Cristina en su ausencia,
después de tanto tiempo puede llenar todos esos objetos? ¿Puede
desde un país extraño formar el corazón de su augusla Hija de modo
que llegue un dia en que sea la felicidad de los españoles? ¿ Puede
llenar todos esos objetos que esa grande obligación le Impone? Yo
digo que no, y la misma Reina Cristina es de mi opinión. Sale la
Reina Cristina de España, marcha d Francia y par momentos se ve)
rodeada de los partidarios del despotismo ilustrado, pata mi poco
menos que absolutismo. Allí dió el .manifiesto de Marsella , en el
que observo yo dos cosas: una de la Reina, que es el encargo qua
hace A la nación española del cuidado de sus Hijas. ¿ Qué quiere de
cir ese encargo sino la renuncia de la tutela porque conoce que no

puede llenar la obligación de formar el corazón de sus Ilijis, d« for
mar su espíritu conforme á las instituciones liberales, y enseñarlas a
cumplir el juramento tan sagrado, en mi opinión, pira los Reyes
como para los pueblos, de guardar y bacer guardar las leyes para
que un dia puedan bacer couslituciuualineute ta felicidad de e ta
nación ?
La segunda cosa que yo observo en ese manifiesto no lo dice ya
la Reina Cristina , se lo liacen decir los consejeros q ir la roilean.
Dice que ba ido paseándose por España acompaña. la del baldón y
del insulto. Castellanos, aragoneses , catalanes, ciudad de Zaragoza
toda llena de héroes, tú , ejército español, bravo y victorioso, que
laníos días de gloria has dado á la nación defendiendo la causa de ta
inocencia sentada sobre el Trono, y de las instituciones liberales que
el pueblo español se ba dado á si misiuo, venid todus y contestarla;
Tenida desmentir tan falsa proposición. Venid ú decir si no es cierto
que desde Madrid á Barcelona se la formó un arco compuesto de la
lealtad de vuestros curazones bicia la Ueiua Cristina.
Es una verdad que en Barcelona y Valencia cambió la opinión;
es una verdad que en Valencia la Reina Cristina renunció la Re*
gcncia , y que la renunció en el mismo palacio, en la misma habi
tación que 28 años atrás Fernanda Vil tirinó el decreto de 4 de Mayo
de 1814, también rodeado de partidos consejeros enemigos de las glo
rias de España y enemigos de toda clase de reformas; decreto que
destruyó la libertad española, aquella libertad que se perdió en los
campos de Casti I la por causa de una revolución, y que babia ¿ido
rescatada ron heroísmo en Cádiz por el pueblo español que liabia der
ramado torrentes de sangre para salvar el trono de San Fernando que
Labia naufragado en Btyona, sin culpa suya, solamente por la inep
titud de los que aconsejaron á Fernando VII. Yo me guardaré muy
bien de explicar las causas de tales desgracias : yo cerraré mis labios
en obsequio de la Reina Cristina que la tengo en el corazón ; yo no
puedo menos de recordar lo que ba hecho por el pueblo español ; le
dió una amnistía bastante Uta ; y al concederla el Estatuto puso un
puente desde el campo del despotismo al de la liberta ! para que por
él se pudiese pasar talrandunos de una revolución: convotó tas Cor
tes eonstituveutes fiándose en sus luces y en su patriotismo, pero es
toy persuadido de que el historiador imparcial que escriba los acón-
tecimientos de Barcelona y Valencia y rl cambio de opiniou que oca
sionaron , no tratará al pueblo español de ingrato , no, no le tacha
rá a>i.
Tal vrz la Providencia en este siglo eminentemente positivo ; tal
Tez la Providencia ba decidido que asi como el duque de Angule
ina anda errante por Europa para que los Reyes aprendan que no
pueden atacar impunemente la libertad de un pueblo leal y gene
roso; asi como Cárlcs X pasea también errante por la Europa para
que se vea lo que debe sufrir el que infringe el pacto sagrado que
con el pueblo celebrara, tal vez pu de que la Providencia, digo,
permita que sufra ese ostracismo la Reina Cristina a pesar de sos
virtudes y desús dotes, que lo sufra para que el actual Regente
que manda en España apreoda que el pueblo que todo lo paga, que
todo lo sufre, lo puede ludo por su soberanía y debe oírsete y debe
• tenderse á 'o ri"- e-ripe, que pnr Ir' reglilT siempre es ¡oslo, y para
que lo aprendan los que en lo sucesivo dirijan esta nación
Sigamos á la Reina Cristina en su viaje. l)e Francia pasa i Ita
lia: estando en Italia entra en Roma, y allí se la presentan nueva
mente los partidarios del despotismo ilustrada , reforzados Con los
empleados de la curia Romana; y asi como en Francia salió el ma
nifiesto de Marsella, en Roma salió la famosa alocución de IV de
Marzo; alocución muy propia de los antiguos tiempos de barbarie y
de ignorancia, pero muy impropia del siglo XIX , en que el progreio
mismo de la civilizarion ba becbo cundir y generalizarse las verda
des canónicas, haciéndola* públicas y conocidas de todos; esas verda
des en que se funda la disciplina de los primeros siglos de la Igles't,
la disciplina de los diez siglos de tanta gloria para los españoles,
disciplina de santidad, de virtud y de independencia nacional. Ya
se sabe el mérito que tienen las falsas decretales de Isidoro Mercator,
y disididas ambas potestades, se conoce lo que es de Dios para dár
telo á Dios , y lo que es del César para dárselo al César.
He tenido mucho gusto en ver la circular que el Gobierno ba pu
blicado ayer, et> la que haciéndose cargo de tos motivos, de loi inci
dentes que han im diado y de los motivos que le han impelido á publi
carla, adopta lasmedidas convenientes para atajar y corregircon mano
fuerte los males que pudieran sobrevenirnos , porque ya que el des
potismo no puede establecerse en España, se la quiere envolver con
el fan<-|¡sinc religioso.
Pero, señores, la corte romana , que no ha reconocido i la Reina
Isabel durante siete años; la corte de Roma, que ha atacado por cuan -
tos medios han estado á su alcance la libertad española, ayudando al
rebelde D. Carlos, protegiendo á los obispos de OriUnela y León, ca
nonizando sus operaciones, y dando á entender que trabajaban por el
bien de la religión, cuando erau tan traidores y rebeldes como don
Opas, con la diferencia de que este vendió la Esparía á los moros, y
estos querían entregarla al negro pendón del fanatismo, veri con
C(ta medida que la España no trata de ser por mas tiempo victima de
tus intrigas, y que ya la nación ha salido del estado de ignorancia
en que par•tinto tiempo se la ha tenido sumida. Asi es que la Re
gencia provisional ha llenado en esta parte lo que la tocaba , por ¡ue
viendo la horfandad en que por la ausencia de la Reina Madre que»
S íu.uo 1.
257
daba la que algún dia deberá hacer la felicidad de los españoles, nom
bró para preceptor de S. M. á un Senador, no menos ilustre por sus
virtudes que por su amor i la libertad , y para que el Real Patrimo
nio no sufriese ningún deterioro nombró también otro Senador que
tratara de evitarlo.
Siendo, pnes, la tutela para la persona y para las cosas, y sien
do la de la Reina Isabel y la de su augusta Hermana, no una tutela
cualquiera , sino una tutela en que están fijos los destinos de la na
ción española, y en la que debe formarseel espíritu y el corazón déla
Reina con el amor á la libertad y á las instituciones liberales, esta
misión, que es una de las mas sublimes, exige los mayores conoci
mientos. La Reina claramente ha declarado con su ausencia que no
podia ejercerla , diciendo que encargaba á la nación el cuidado de
sus Hijas: claramente ha dado á eutender que no podia continuar
desempeñando ese cargo; y como la nación es quien debe cuidar mas.
que nadie de la conservación de su Reina, está fuera de toda duda que
la nación representada por los Cuerpos colegisladores es quien debe
nombrar el que la haya de sustituir.
Por consiguiente mi opinión es que desde el momento en que la
Reina Cristina se ha separado de España; desde el momento que se ha
ausentado del lado de sus Hijas dando á entender que no volveria,
tácitamente ha* renunciado la tutela; y si la ha renunciado dejando
ya el cuidado de sus intereses, claro es que á las. Cortes toca nom
brar quien la reemplace: nombrar un tutor dotado de virtudes , de
talento, da instrucción y de todos aquellos dotes necesarios para for
mar una* Isabel II que sea tan superior á la Primera, como superior
es el siglo en que ha nacido, y como superiores son las instituciones
que existen á las del tiempo de Cárlos V: que sea una Reina liberal
por principios; que tenga .siempre el deseo de aumentar la felicidad
publica; que su mayor gloria sea la gloria de los españoles, y que
cuando la Regencia por haber cumplido la edad pueda entregarla el
cetro, sea la nación española libre é independiente : libre de las, in-
ilueucial de todas las naciones de Europa, y también de la corte de
Roma, que igualmente la quierecoartar su libertad y su independen
cia: para que esta nación obre entonces con las demás como de igual
á igual; para que sea un planeta que gire en su órbita propia, y no
un satélite que vaya siempre sujeto ?l rededor de la nación que tiene
su corte á orillas del Sena ó al rededor de la que la tiene á las del Tá-
mesis ; porque para mi, no siendo la nación española libre é indepen
diente, tanto se me da que dependa de una nación constit ucional co
mo que dependa del gran turco.
Repito, pues, que mi opinión <s que la tutela por los motivos
que lie dicho está vacante, y que por lo tanto luego que este asunto
se dé por suficientemente discutido debe avisarse al Gobierno y al
Congreso para que reunidos ambos Cuerpos colegisladores se haga la
declaración que propone la mayoría de la comisión , y nombren un
tutor que por sus virtudes, taleuto , instrucción y su amor á la liber
tad sea capaz de desempeñar tan diücil cargo.
El Sr. Obispo de CORDOBA: Señores , el asunto sometido en este
dia ;i la decisión del Senado es nno de aquellos que por sus singula
res circunstancias, por su gravedad é inmensa trascendencia forman
época de las mas notables en la historia de las naciones marcando su
fjllo con el sello indeleble de justicial ó de arbitrariedad, de obser
vancia de la ley ó de su infracción manifiesta , de honor ó de igno
minia , de nobleza de pensamientos ó de mezquindad de corazón , de
reconocimiento á los favores ó de olvido de beneficios; porque si bien
es cierto que las pasiones lo pueden disfrazar, y cubrir por algún
tiempo, pasado este y con él todos los que tuvieron parte activa y fi
guraron en la escena , el suceso aparece tal como es en si, y queda
para siempre consignada su aprobación ó su anatema , sin que nadie
tenga ya poder para impedir este tan ten i ble fallo.
Señores, después de los acontecimientos extraordinarios de que he
mos sido testigos y victimas á un mismo tiempo dentro de nuestra pa
tria en estos últimos años, después de uu trastorno tan general en que
toda la sociedad ha sido conmovida , sin reserva ni excepción alguna,
cuando nuestra fatigada nación comenzaba apenas A descansar de los
trabajos y horrores que lleva consigo una guerra civil encarnizada
basta el ultimo punto, se ba presentado desgraciadamente la cuestión
que se agita en estos dia», y en cuya decisión están fijos los ojos, no
solo de todos los españoles, sino los de toda Europa. Aunque se diga
que es negocio propio nuestro, interior , doméstico , no podemos evi
tar que las uaciones , movidas por el ruido de este grande suceso, se
acerquen á nosotros como para ver la resolución y el fin con que ter
mina. Sentados en estos bancos somos hoy el espectáculo de innume
rables gentes que nos observan y tienen uu deseo el mas vivo de sa
ber el resultado. Li cuestión es si una madre coustituida tutora de
sus hijos puede continuar en este encargo ; si la elevación de su ran
go le priva del derecho que á todos concede la ley civil ; si después
de haber hecho grandes sacrificios ha de ser obligada á consumar el
mas doloroso; si el verdadero interés público exige esta gran medida,
y si es posible adoptarla sin que se conmuevan todos los sentimientos
del corazón y de la misma naturaleza : en una palabra , la cuestión
es si la augusta Reina Viuda Doña Mana Cristina do Borbon ba de
coutinuar en la tutela de sus excelsas Hijas la Reina Doña Isabel II
y su cara Hermana la Serina. Sra. Infanta, para que fue nombrada
por su difunto esposa el Sr. D. Fernando VII , y que desde su muerte
ha ejercido por ti largo espacio de cerca de ocho años.
AI nombrar aquí, y con esta ocasión i la augusta Viuda , se rúa
 258
vienen á la memoria aquelloi dias en que saludada por loda la na
ción como restauradora de sus derechos entre millares de elogios y
testimonios de gratitud se preseutaba con todo el aparato de la ma-
gestad al solemne aclo de abrir las sesiones de los Cuerpos Irgislaliros,
animada siempre de los mejores deseos por la felicidad de los pue
blos. ¿Quién podria decir entouces, un dia llegará ¡oh Reina! y no
vos está lejos, en que esta pompa se convierta para sostener luto, por
que aquí mismo se disputará de vuestro derecho mas sagrado, y se
propondrá privaros de él , j se invocará el bien de estos mismos pue
bles, y el premio de tantos beneficios será poner entre vus y vuestras
Hijas una muralla de bronce, ó un caos inmenso que os separe y
corte toda relación con vuestros caros objetos 'i Quien asi hubiera peo
sado babriase tenido por un visionario, y acaso reputado como en?-
migo de un régimen establecido para asegurar todos lus derechos bajo
la salvaguardia de las leyes. Pues á este caso que habria parecido una
ilusión hemos venido á parar : á desconocer el derecho de la augusta
Tutora traspasando todas las leyes, colocándola fuera de todas ellas,
y lanzándola en el torbellino de las disputas y á merced de las pa
siones. ¡Qué asombro! ¡Qué inconstancia en los juicios de ios hom
bres! ¡Qué testimonio tan auténtico de la vicisitud de las cosas hu
manas! ¡Y qué lección de que nada hay esta ule en este mundo!
Pero, señores, no vengo yo á ocupar hoy la atención del Senado
excitando la compasión y sentimientos generosos á favor de la augus
ta Tu lora, recordando sus beneficios , que jamás debieran olvidarse,
para inclinar su ánimo á la conservación de la tutela. No: los indi
viduos del Senado, al par que nobles y leales, son también justos ; y
justicia es lo que yo vengo á demandar en su presencia , y no ante
acusadores ni ante jueces de la augusta Tinora, sitio ante hombres hon
rados, pundonorosos, amantes de su Reina, de su patria y de su repu
tación personal; y tengo la confiauza de que me escucharán con su
bondad acostumbrada: vengo , pues, á demandar justicia, porque si
al coujfnzár mi discurso he hablado e-u esta forma no me ha sido
posible introducirme de otra manera fijando lá vista y contemplando
el triste cuadro que presentan en esta escena la augusta Viuda y sus
dos excelsa Hijas, capaz de conmover todos los corazones. Una Madre
á quien se le impide el cuidado de sus Hijas; unas ¿lijas á quienes
se arranca del regazo de su Madre; el amor materno, el amor filial
mirándose de lejos , porque tales en el dia su desgraciada suerte,
sin poderse comunicar sus mas puros, tiernos, naturales y legítimos
afectos.
No nos detengamos ahora en una relación difusa de las doce mi-
norias que presenta la historia de nuestros Reyes, desde la de Rami
ro III, que comenzó el año de 967 hasta la de Cártos 11 en 1665. Solo
si notaremos de paso la verdad importante que arrojan todas estas
épocas, de diferentes siglos, costumbres y circunstancias; verdad que
no es agena ni debe ser perdida para nuestro asunto , á saber: que las
minorías de los Reyes son una calamidad para los pueblos, porque
no pudiendo dirigir por si la máquina del Estado, el Gobierno ca
rece de fuerza y energía, se suscitan discordias , se despiertan las am
biciones, y en todo se introduce la confusión, sin que sea fácil el re
medio á pesar de las mejores intenciones y deseos, porque es carácter
esencial de semejante estado de cosas, donde quiera que ocurre, y no
puede ser de otro modo, habiéndolo asegurado la verdad eterna: "¡Ay
de la tierra cuyo Rey es niño!"
Y aunque no tuviésemos tan tristes experiencias para comprobar
esta verdad dentro y fuera de nuestra patria, porque seria muy fácil
traer ejemplos de otras naciones, especialmente de Inglaterra y Fran
cia en los siglos XIV y XV, el caso que se nos présenla bastaría para
confirmai la sobradameule. La augusta Reina Viuda es futura de sus
excelsas Hijas, llamada á este cargo por su difunto Esposo, que pudo
nombrarla y la nombró en su testamento: su derecho está apoyado
en las leyes civiles, que protegen su tutoría como la de todo iudivi-
duo de la sociedad, con las modificaciones que las mismas exigen en
los tutores del Rey menor: está afianzado ademas en el articulo 60 de
la Constitución política de 1837, que arregla el modo de proveer i
la guarda del mismo, y se ba estado ejerciendo por la augusta Tu-
tuto quieta y pacificamente por el espacio de tantos años bajo unas
salvaguardias tan solemnes, sin que ninguna de nuestras alteraciones
y mudanzas introducidas y adoptadas en nuestras instituciones'poli-
ticas haya toc.ido á esta propiedad sagrada. Estos son los títulos con
que se presenta la ilustre Totora. Testamento de su augusto Esposo,
derecho común , derecho político establecido especialmente páralos
Reyes, posesión quieta y pacifica en el desempeño del encargo. La
consecuencia natural parecía ser conforme i todas las disposiciones
legales: que uo puede tratarse ni deliberarse sobre este asunto estan
do lleno el cargo, porque el derecho de las Cortes está limitado por
«1 mismo art. 60 á nombrar tutor en defecto del testamentario ó del
Padre ó Madre, á quienes también llama si aquel no hubiese sido
nombrado, mientras permanezcan viudos.
Esta debia ser la consecuencia justa , legítima, perentoria, según
lo son las excepciones conocidas en el derecho con este nombre; pero
como en las mioonas de los Reyes ahondan las calamidades de todo
género, estaba reservado para la minoría de nuestra excelsa Reina
doña Isabel II, entre otras, la especial y tristísima calamidad de se
pararla de la tutela de su augusta y desventurada Madre, saltando
por encima de todas las leyes de la naturaleza , del derecho común,
y de la fundamental del Estado, cortando asi este nudo, porque no
puede ferio de otro modo.
Sin embargo, es preciso demostrar siempre #1 derecha fundarlo
en justicia , la cual clama por la observancia de lo que tiene dis
puesto el mismo, aun cuando haya momentos desgraciados en que
se prescinde del omino trazado por la ley pan llegar al término
donde no puede llegarse en la forma legitima, que obliga á obrar
seguu la razón ajustada á las disposiciones legales. El clamor perpe
tuo de la justicia es en todos los negocios uua protesta solemene y
continua coi. lia las arbitrariedades de cualquiera género que sean. .
Entremos, pues, en la cuestión deque nos ocupamos: yo la veo
ligada intimameute con el espleudor del Trono y cun la estabilidad
de la Constitución. Si se aprobara el dictamen de la mayoría déla co
misión, declararía mus implícitamente (¡qué consecuencia lan funesta
como legitima!;, declararíamos que el gefe supremo del Estado era entre
nosotros el mas abyecto individuo de la sociedad española, y que la
ley fundamental de esta no tiene solidez alguna , pudiendo ser el ju
guete de uua mayoría que se proponga bollarla. Porque cuando sin
previa autorización, sin vislumbre alguno ni de justicia, ni de nece
sidad, ni de conveniencia publica, se permitiera echar por tierra un
.articulo que ha consagrado clara, explícita y terminantemente prin
cipios de eterna verdad, ¿qué garantías ofrecerían todos los demás pre
ceptos de aquella!1 Falseado el edificio por alguna parte, pierde ya su
total firmeza y s.lidez.
Para demostrar mi aserto en los dos extremos indicados bastará
despejar, digámoslo asi , esla incógnita, y descartándolas sofisticas
razones con que se ha pretendido, aunque en vano , involucrar este
negocio, presentarlo bajo su verdadero punto de vista, que afortu
nadamente es tan sencillo como grave y convincente.
Ocioso seria ahora recorrer las historias griega , romana y de la
edad media sobre tutela. Bastará decir que semejante tarea nos daria
un resultado conforme de toda conformidad , á pesar de la gran di
vergencia de usos, costumbres, opiniones y leyes de aquellos pueblo*
en todas materias. Las naciones antiguas como las modernas, las cul
tas como las bárbaras, han convenido todas en cometer á los padres la
guarda de la persona é intereses de sus hijos, siu mas excepción que
dejando hijos en menor edad pasará el cuidado de estos y el de tai
intereses á la persona ó personas que mereciesen su confianza. £1 pa
dre se considera vivir en la persona de su representado, y á este han
apoyado siempre las leyes, dispensándole hasta de afianzar, y sin
mas restricción y cortapisa que la de estar bajo la superior vigilan
cia de la ley, como lo está el padre mismo, si por impericia ó mala
fé abusase conocidamente de su noble cargo.
Ahora bien; señores : este derecho, que se otorga i todo padre,
salvo á los desventurados colonos de las Autillas, que la codicia arran
có de los arenales de Africa; este detecbo, tan conforme á la misma
naturaleza y á todas las leyes divinas y humanas; este derecho, cuya
privación despedazaría el corazón de los padres, ¿ habrá de dispu
tarse, menguarse, negarse al Rey de las España* V ¿No equivaldría
tamaño atentado á reducirlo á la clase de un ilota ? Porque la tute
la, señores , preciso es repetirlo en alta voz una y mil veces ; la tu
tela es la continuación de la paternidad. El nombramiento de tutor
es el primero , el mayor consuelo que lleva al sepulcro un padre a',
separarse para siempre de sus hijos. £1 circulo natural , el único de
semejante cometido en su verdadera acepción es rigurosamente do
méstico, familiar , ceñido á las paredes del lugar mas sagrado.
¿Cuál es el objeto de la tutela ? Proveer al alimento , á la educa
ción , al desarrollo físico, moral, intelectual del huérfano; á la con
servación, á la mejora, al aumento de sus propiedades. Y si la so
ciedad que nos reclama obligaciones para con ella intentase pe
netrar en el santuario donde reposan nuestras mas caras afecciones,
y dirigir alii todos nuestros actos, se establecería la mas odiosa y
opresora servidumbre. Pero no. Los s res racionales que viven re
unidos tienen dos consideraciones ; la pública , y la privada. Bajo de
aquella les prescribe la ley los deberes respectivos; en cambio de
este sacrificio de su libertad son semisoberanos en el recinto de sil
bogar doméstico. Esta doctrina es eminentemente liberal , es aplica
ble al mas infeliz jornalero ; y no podía excluirse de ella al Rey sin
cometer una injusticia atroz , sin trastornar hasta el sentido común.
El Rey como persona pública nada puede mandar sino por con
ducto de los Ministros responsables. Conforme al art. 48 de la
Constitución , necesita autorización de las Cortes por una ley espe
cial para los seis casos que en el mismo se enumeran: entre otras
para anagenar, ceder ó permutar cualquiera parte del territorio es
pañol, para salir del reino, contraer matrimonio y abdicar la Coro
na ; y aunque tenga sucesor en ella, si este á su muerte quedase en
menor edad, no es arbitro para designar Regente del reino hasta que
llegue aquel á la edad competente. A todas estas disposiciones está
sujeto el Rey de España como persona pública. Pero ni durante su
vida interviene nadie la administración de su haber patrimonial , ni
la dotación señalada por las Cortes al principio de su reinado, ni el
alimento y educación de su prole, ni para después desús dias le está
coartada la facultad de nombrar tutor que supla sus veces cerca de
sus augustos hijos.
Estas son teoría* literalmente consignadas en la Constitución re
lativas i la materia , que tratamos sin ambages, sin rodeos, sin lu
gar á dudas de ninguna especie. El Rey tiene la misma, mismiiima,

idéntica facultad <jue cualquiera de sus subditas en cuanto á la tutela
testamentaria. La modificación única de este derecho está reducida á
exigir que el nombrado sea "español de nacimiento." Moditicaciou
inspirad i por un noble j justo orgullo nacional conforme al espíritu
de antiguas leyes y tradiciones. También se ba respetado pura cou
el Monoica la disposición general que confia la tutela á la Aladre
Viu la á falta de la testamentaria , y si se excluye ú los demás pa
rientes fuera de padre ó madre, de la tutoría legitima, en ello nues
tra Constitución ba reproducido la anterior ley del reino, dictada
con justa y sagas previsión. A falta de tutor testamentario y legiti
mo, en todos tiempos llenó este hueco la autoridad publica, y cou
respecto al Monarca correspondió tan importante elección "á los pre
lados é ricos bornes é á los demás bornes bueuos é honrados de las Ti
llas" es decir, á las Corles.
Pero la Constitución actual hizo algo mus, y haciéndolo , seño
res , salió al encuentro de todas las pretensiones que pudiera pro
mover con el tiempo la suspicacia mas exquisita. "Lis encargos de
Regente y de tutor del Rey," dice el art. 60 "un podráu estar re
unidos sino en el padre ó la madre de este."
Acertadísima disposición que babia omitido la Constitución ma
dre de 181*2, no obstante ser tan fecunda en detalles. Coa la de
837 en la mano encuentran fácil salida todos los embarazos que arre
draron á nuestros antepasados , porque ya se lia deslindado loque
estaba ronfundido antes. Sabido es que antiguamente la tutela de
nuestros Reyes envolria el cuidado de su persona e intereses como
simple español, aunque de la mas elevada gerarquia, y también el
régimen de la nación. Esta amalgama y ta amarga experiencia de
ios males que acarrearon largas minorías , qo estando por otra parte
bastantemente bien trazados los limites del poder supremo, dieron
lugar algunas veris á desconfiar de los tutores nombrados en el testa
mento, suponiendo con razón ó sin ella si estos nombramientos ha
brían sido producto de sugestiones atrancadas con importunidad ó
con amaño en perjuicio del pro comunal.
Y á la verdad tamañas sospechas merecían tomarse en cuenta
para no dejar la monarquía á merced de la ineptitud, del sórdido
interés ó de la perfidia. Y pues tutela y Regencia se confundían en
una misma persona según las costumbres y legislación de la época,
claro ea que si se creia necesario que caducase la una, babia de cadu
car también la otra.
A la luz de estas verdades resplandecientes cual antorchas co
locadas en una grande altura para que á todos sirvan de noíle, se
desvanecen como el humo las tinieblas con que intentara encubrirse
la ambición hipócrita disfrazada con la máscara tan común ya y tan
usada de patriotismo, y escudada con citas añejas que no vienen á
cuento. Pío. La base ba desaparecido ; la situación de entonces nada
tiene de común con la del dia ; y evocar uno que otro suceso anti
guo fuera un anacronismo, un insulto á la presente ilustración. No
es posible reproducir prácticas y fazañas del siglo XIV sin quebran
tar de la -manera mas escandalosa la Constitución jurada, siu envi
lecer el Trono á que la misma se propuso dar realce en beneficio
de la nación, sin arrojar una indeleble y feísima mancha sobre las
Córtes; porque negar al Monarca de las Españas la inofensiva fa
cultad que disfruta el mas ínfimo proletario fuera uu solo un cri
men de trascendencias inmensas, sino una falta que nos degradaria
ante la culta Europa , y i los ojos de la posteridad.
Señores , cuanto se vocifere en contrario remontándose i regiones
elevadas es intempestivo, es acogerse al desacreditado efugio de los
qrte sostienen causas desesperadas. Y si diéramos oidos.á patéticas
declamaciones de pseudos políticos excitaríamos la execración de las
generaciones présenles y venideras, sin dispertar siquiera un solo
afecto de lástima, como no fuese el de uu sumo desprecio. Si, porque
es preciso repetirlo hasta la saciedad : la Constitución para evitar la
peligrosísima prueba de cortar el nudo gordiano lo ba desatado. Los
intereses públicos queden á cubierto de toda eventualidad cuanto es
dado precaver á la previsión humana , puesto que loca á las Córtes
decidir acerca de ellos, nombrando quien los dirija durante la me
nor edad del Rey. Los intereses domésticos y familiares siguen á
cargo del padre ó sea de las. personas que le inspire confianza. ¿Y
qué será si esta hubiese recaído en la Madre del ilustre Huérfano?
rúes bé aqui el estado de la cuestión presente.
La angusta Reina viuda del difunto Monarca, como ya se in
dicó, se baila llamada para tutora y curadora de sus excelsas Hijas
por el Real ^testamento de 12 de Junio de 1830, cuya autenticidad
y valor es incontestable. Reúne ademas el llamamiento de la ley
fundamental para la tutela legitima ; reúne en fin la pacifica pose
sión , el ejercicio de su noble cometido por el largo espacio de cerca
de ocho años , y la anuencia de la noción entera. ¿Quién ha osado
poner en duda sus sagrados fueros? Durante la Constitucien de 1812
las Córtes constituyentes rehabilitaron en S. M. la Regencia del
reino , que la diera también aquella disposición última de su di-
futsio Esposo; pero ni mención siquiera se hizo de la tutela: Um-
poeo cabía hacerla , y con efecto no se hizo después de publicada la
actual Constitución de 837.
Al abdicar S. M. el alto encargo de Gobernadora del reino, que
desempeñara con tanta gloria suya por espacio de siete años al través
de una guerra fratricida, dispensando inmensos beneficios, lejos de
renunciar al cuidado maternal de las Hijas de sus entrañas , proveyó
( la conservación de sus intereses, i su educación religiosa y poli-
259
fíca-Iiteraría , llenando basta las mas exquisitas exigencias de la
Constitución de 812, sin que ni la prensa periódica, ni la tribuna
parlamentaria, ni la oficiosidad de los cuerpos populares, ni la
Regencia provisional se hayan permitido la menor observación.
Lejos de ello se cumplimentaron y aplaudieron las disposiciones
de S. M.
¿Qué se puede objetar, pues, con vislumbre de razón para dar un
barniz de legalidad al despojo que s? intenta , socolor de un celo fa
risaico por el Trono y por el bienestar de la excelsa Huérfana que lo
ocupa V ¿Se alegarán acaso las* memorables palabras de la ley 3?, ti
tulo 15 , part. 2?, cuando para las preferencias de la tutela legitima
de la Madre exige como condición al parecer que "quisiere estar con
el niño.i'" ¿ Por ventura no ha permanecido á sil lado siete años sin
intermisión la excelsa Cristina? Y si en pos de lamentables sucesos
se ha separado de sus augustas Hijas, ¿esta ausencia es necesaria , es
indeclinable, es indefinida, es culpable, es criminal? ¿Exige el
bien de la nación que no vuelva la que tantos beneficios la ba dis
pensado? ¿No ha de llegar un dia en que calmadas las pasiones pue.
da regresar y abrazarse con sus queridas Hijas? ¿No ha pasado cosa
alguna que la baya estimulado á separarse temporalmente de tan ca
ros objetos entre lágrimas y suspiros, y penetrada del dolor mas acer
bo ? ¿ Dónde estamos? ¿ Existe alguna incompatibilidad legil entre
esta ausencia témpora» creada por circunstancias tan apuradas y tan
criticas y el desempeño fiel, puntual y exacto de la tutela? Nada
menos.
¿Pues qué, si un padre, si un tutor se aleja por algún, tiempo de
la compañía de sus hijos ó huérfanos perdería por ello la paternidad
ó la tutela t En este caso la perderían también ausentándose uno y
otro por causa de educación, salud ó cualquiera otro motivo mas ó
menos urgente, porque al fin ausentes estarían desús hijos ó huérfa
nos: lodo esto sena un absurdo. Aunque corporalmente ausentes los
padres y los tutores.que representan la paternidad, están presentes en
espíritu por su amor, y de un modo efectivo por sus providencias,
dirigidas al bien de aquellos, en que nadie puede tener tanto interés.
lusistiendo ayer uu ilustre Senador sobre este argumento de la
ausencia, intentando presentarla como absolutamente incompatible
con el buen desempeño de la tutela , entre otms razones con que pro
curó esforzar su opinión dijo lo que no hubiera yo querido oír: que
al ausentarse del reino había S. M. abandonado á sus Hijas. Confieso,
señores, que me afectaron sobremanera estas palabras, conociendo
cuál es y cuin injuriosa su significación en el sentido natural que se
les aplica.
"sJianJonur" según el Diccionario de nuestra lengua , es "dejar,
desamparar una cosa, no hacer caso de ella, descuidar sus intereses
y obligaciones." ¡Con que la augusta Reina viuda ha dejado y'des-
am parad o sus ilustres Hijas y no hace caso de ellas ! ¡y descuida sus
iutereses y obligaciones en este punto! ¡ qué espanto ! Yo rechazo esas *
expresiones en nombre de la desventurada Madre; yo las rechazo en
nombre de las desconsaladas Hijas; yo las rechazo en nombre de to
das las madres; yo las rechazo en nombre de cuantos frecuentan el
palacio de nuestros Reyes, y rodean el Trono de la excelsa Isabel, y
están al lado de su Real Persona y da su cara Hermana. Militares
distinguidos que custodiáis á vuestra Reina , gefes del palacio y de-
mas individuos de las mas elevadas categorías que desempeñáis tan
lea linéate cerca de S. M. vuestro honroso cargo, servidumbre toda
ocupada en el recinto mas sagrado donde habitan las augustas Huér
fanas, presentaos aqui y rechazad conmigo las palabras que se han
proferido, y decid el celo, el esmero, los encargos continuos de la
augusta Tutora y la fidelidad con que todos llenáis vuestros deberes
correspondiendo á su confianza, y que si por una fatal desgracia- no
está presente corporalmente, su espíritu, su amor, su cariño, su so
licitud verdaderamente maternal, avivada, si puede ser, mas con su
auseucia , está siempre con sus excelsas Hijas, como si viviese en su
dulce é inmediata compañía para que nada les falte, ni en su salud,
ni en su educación, ni en decoro. ¡Y quién habla de pensar otra cosa
del corazón solícito , afectuoso y tierno de la augusta Reina Viuda
para con sus amadas Hijas!
Yo no puedo creer que el Sr. Martines de Velasco baya querido
dar á sus expresiones el sentido natural que tienen: sé su probidad y
honradez; sin duda en el calor de su discurso las pronunció indelibe
radamente y sin ánimo de ofender en lo mas mínimo á tan augusta
Persona; pero yo me be creído en la estrecha é imperiosa obligación
de contestarlas, respetando siempre el carácter y distinguidas cuali
dades de tan ilustre Senador; y volvamos á nuestro asunto.
"La romería, ó el otro gran camino" de que habla la ley 13, tí
tulo 16, partida 6!, como causa para nombrar guardador del huér
fano hasta .que "torne el otro del c-mino do hubiese ido," ¿es apli
cable á nuestro caso? ¿No se refiere á los guardadores llamados en
latín curatorfs , que son los que se dan á los huérfanos mayores de
14 años y menores de 25? Y aunque quiera extenderse á los tutores,
¿qué tiempo se fija á esas romerías? ¿Cuál ese gran camino ? ¿Esta
mos en aquellos tiempos en que eran tan difíciles las comunicaciones?
¿No las vemos ahora tan fáciles y expeditas que una caTta va y ríete
de Paria, por ejemplo, casi en el mismo espacio de tiempo que otra
de Cádiz, y mucho mas pronto que de la mayor paite de los pueblos
de provincias fuera de las carrrras ?
Admitida como suena esa disposición sin distinguir de tiempos ni
entrar ta el espíritu de la ley, hoy que son tan fáciles y eeutinuos
 260
loi riljei, arria necesario establecer una especie de comisión en cada
puebla principal qur se ocupara rn dar guardidores interinos, por»
que no son perpetuos, á tantos huérfanos cuyos tutores Tan y vie
nen con frecuencia di' los pueblos ó países mas ó menos distantes
para donde hayan salido, lo cual seiia no solo impertinente y reja
torio, sirio ridiculo. Cualquiera perilona , aun de mediana capaci
dad é instrucción, deja siempre dispuestas sus cosas domésticas con
previsión y conforme sus circunstancias basta el regreso.
Pero aun bay mas, y necesario es que do se olvide: la ausencia
de la augusta Tu t ira en que tanto se pusiste como oau>a principal
para no poder desempeñar su encargo, ba de calibrarse por las reglas
comunes en el caso que las bubiera. í>e fue, se ausentó del reino, está
en pais exfrangero, luego abandonó el cargo, luego quedó rucante la
tutela. Señores, deten» ¡monos un poco, si puede ser, en medio de
este torrente que nos arrastra á pesar nuestro y quiere llevamos en
su curso ; hjgaui >s alguna refiL-xiou. ¿Oj • dinamos de aquellos hoin-
bres que estando i las orillas de un mar borrascosa viesen desapare
cer del puerto una de las naves arrancad > por los vientos y llevada
por la tempestad á la orilla opuesta , y que en vez de consolar á los
pasajero* que se habían salvado del naufragio prodigiosamente, co
mentaran al instante á hacerles cargos por su ausencia, á disputar
les y querer privarlos de sus derechos sagrados por bailarse fuera de
su pait y hasta de la tutela de sus menores si algunos tuviesen este
encargo? Pues en este caso se halla la augusta Tutora. Una tempestad
la arrojó fuera de nosotros: ¿y nos atreveremos á reputarla al ins
tante como ausente, acreedora á sufrir la mayor pena que pueda im
ponérsele, a saber, separarla del cuidado de sus excelsas Hijas que se
quedaron en la orilla opuesta? Lejos de nosotros disposición tan cruel
y tan fuera de toda ley, porque no la hay; y aunque la hubiese,
/ para ruindo es la circunspección, el juicio, la prudencia en su
examen y aplicación en casos tan críticos como el presente ?
Si por Una nuera y pcrigr'ma ley formada después del caso para
comprenderlo en ella , y que causara un efecto retroactivo contra el
orden común de establecer ¡as leyes , se dispusiera ser de todo punto
necesaria la presencia de S. M. al lado de sus augustas Hijas , la gra
titud , el decoro , y sobre todo la justicia exigirían se dirigiese un
respetuoso mrnsnge para explorar su voluntad. En el caso extremo
de que S. M. manifestara su resolución negativa , que no es de espe
rar, no por eso entrarían las Cortes al ejeicicio de su único derecho,
el de nombrar Tutor á S. M. la Reina .Doña Isabel II en defecto de
testamentario legitimo. , española, no añadamos aflicción al afligido; no seamos nosotros los que
£1 difunto VIonarca proveyó lo suficiente para la mas extremada
situación , nombrando sustitutos de su augusta Eapifi, sí por des
gracia llegase á faltar. £1 derecho de los llamados en esta hipótesi
no puede ser eludido sino con argucias fureuses indignas del grju ju
rado de las Corles
El Consejo de Gobierno cesó, es verdad, en 13 de Agosto de 836.
¿Y qué se sigue de aq ui ? ¿ No hubiera cesado también esta comisión
temporal creada en el mismo testamento si por una triste fatalidad
hubiese faltado la Reina Regente y Totora en 831 ó 35? Y publicada
la Constitución de 812 ó la de 837, hubieran provisto las Cortes
acerca de la Regencia como hirieron con S. M. rehabilitando su nom
bramiento, pero sin tntreuietcr.se en la tutela. Y pues sobreviven y
han reclamado " condieionalmente" sus derechos los individuos que
llamó el testador separadamente por sus nombres y con independen
cia de "gerarquias gentilicias ó de empleos" , toda vez que ios bay,
su inadmisión en el caso de no querer continuar S. M. seria un nuevo
escándalo constitucional. > Boibon en nombre de Doña Isabel II. ¡ Qué extravio de ideas ! j Qué
Lo seria, y no menor, y de un carácter original disponer de la
tutela de la Serma. Sra. Infanta. La mayoría de la comisión en su
corto infprme repite basta tres veces la cualidad de sucesora inme
diata en la Sra. Infanta. ¿Y qué tiene que ver esta circunstancia con
el presente caso? ¿La facultad délas Corles para nombrar tutor del
Rey menor en defecto del testamentario y legitimo se extiende tam
bién al «uresor inmediato si fuere menor? ¿Dónde está esa cláusula?
¿Y á qué fin eja extensión de facultad innecesaria para el objeto?
Si el Rey muere menor y también fuese menor el sucesor, entonces
se entenderá para con él la disposición del art. 60; pero aplicarlo an
tes es una infracción mi ni fiesta de la Constitución en este punto, un
escándalo constit ucional , que ofrece muy serias y muy tristes re
flexiones entre las cuales seria la primera, que nada importa el texto
expreso, claro y terminante de la Constitución, cuando se quiere y
se puede traspisar entendiendo por "omnipotencia parlamentaria"
la facultad de sobreponerse y no hacer caso de la ley fundamental,
dentro de cuyo circulo están todos sin excepción alguna.
{Hasta dónde llega el prurito de poner en práctica los artículos de
la Constitución, anticipando los tiempos, las circunstancias y los ca
sos! Hay tutora testamentaria, está ausente, declaremos varaute la
tutela y proveámosla. Hay sustitutos testamentarios : nada importa
la voluntad del testador. La Constitución nada dice de nombrar tutor
•1 inmediato sucesor del Trono; incluyámosle también ahora en el
nombramiento: nada quede para adelante. , se verifique; pero si se perdiese esta gran batalla parlamentaria , los
Señores, podría continuar ampliando mas estas reflexiones; la
materia es inmensa y de la mayor importancia al bien y tranquili
dad del Estado; pero voy á concluir por no molestar mas la atención
del Senado, y para dar lugar á otros dignos individuos que tienen
pedida la palabra, leyendo el preámbulo de la citada ley 3a, tit. 15,
partida 2*, que trata d» " cómo deben ser escogidos lo» guardador»
del Rey niño si su padre no hubiere dejado quien lo guarde" , por-
. que son palabras que no deben perderse de vista en el asunto.
| Lo leyó y dice asi :
' "Aviene muchas vegadas que cuando el Rey muere (Inca niño el
j «fijo mayor que ha de heredar, ct los mayores del regno contienden
••sobre el quién lo guardará fasta que sea de edat, et deslo nascen
i ■■ muchos lítales; cá las mas vegadas aquellos quel cobdicían guardar
«mas lo facen per ganar algo del, ó por apoderarse de sus enemigus,
I ..que non por guarda del niño ni del regno. El desto levantan gran-
I - des guerras , et robos, et daños que se tornan en granl distruiinicn-
i » lo de la tierra, lo uno por la niñeza del Rey que entienden que
••non gelo podri vedar, et lo al por el desacuerdo que es enlrellos,
«que los unos puñan de fjeer mil á los otros cuanto pueden. Et por
••ende los sabios antiguos de España que calaron todas las cosat
••muy lealmrnte et las sopie.ron guardar por tirar todos estos ma
ules que habernos Jicho, establecieron que cuando el Rey fuese
«niño, sí el padre hobíese dejado mames señalados que le guardasen
u mandándolo por palabra ó por carta, que aquellos hobieseo la guar-
••da del, et todos los del regno fuesen tenidos de los obedecer en la
•• manera quel Rey lo hobiese mandado."
Si, pues, la angustí Reina Viuda es la Tutora de sus excelsas Hi
jas, nombrada por su difunto esposo ; si está apoyado su derecho en
las leyes (¡viles y en el art. 60 de la Constitución; si ha desempeña
do su nohle encargo por el espacio de los ocho años; sí la tutela es
una comisión puramente doméstica separada ya de la administración
del Estado; si S. VI. después de la abdicación de la Regencia se reser
vó y ha continuado con el cuidado y guarda de sus Hijas, proveyen
do cuanto es necesario á su conservación y educación con la solicitud
propia de su cariño maternal; si no hay obstáculo alguno legal ni
racional que la impida desempeñar y seguir en la tutela, ¿por qué
hemos de cometer un atentado contra la Constitución? ¿Por qué he
mos ademas d- abrir la puerta para que acaso se reproduzcan los ma
les que se indican en el preámbulo de la ley, las discordias , las am
biciones disfrazadas, y demás que expresa , y todo en perjuicio de la
Reina y del pueblo, cuyo bien sirve de pretexto? Si ahora no bay
aquellos "mayores" ó mayorales del reino que contiendan, ¡cuán
tos son los que existen bijq otios nombres! La máscara del patriotis
mo y de amor á la Constitución encubre muchas veces intenciones y
fines muy opuestos.
Legisladores honrados , justos y llenos de pundonor y gallardía
saquemos la espada para atravesar de un solo golpe tres corazones, el
de la augusta Madre y los de sus ilustres Hijas. Deténganos el recuer
do y gratitud á los beneficios recibidos de la Madre. ¿Y en qué ban
pecado sus inocentes Hijas? ¿Quién respunde de la alteración de su
salud al saber con sorpresa inevitable esa terrible novedad? ¿Quién
puede suplir el cariño materno? Un renglón de la Madre importa
mas á los hijos que todos los cumplimientos de otras personas extra
ñas, aunqur sean las mas. atentas y esmeradas.
Si la madre y abuela son admitidas á la tutela de sus hijos i
nietos por el afecto que les profesan, ¿quién reemplazará aqui el
afecto de la augusta Tutora ? ¿Será algún enemigo suyo? ¿Será al
guno de su difunto esposo ? ¿Lo será del Trono ? Convengo en qu«
será el mejor; peio sea quien fuere, ¿será mas cuidadoso que la ma
dre en la conservación de sus bijas y administración de sus bienes?
JVo nos engañemos tan voluntariamente. Por último ¿ha de ser des
pojada la Madre en nombre de la Hija? Doña Mana Cristina de
atrocidad ! No sigamos adelante.
Señores, yo creo que el mayor testimonio de afecto que podemos
dar á las ¡lustres y desamparadas Huérfanas, la mejor prueba da
respeto al Trono, la señal mas decisiva por la estabilidad de la Cons
titución y el mas grande ser vicio que boy podemos hacer á los pue
blos es dejar que continúe desempeñando el cargo de Tutora la au
gusta Reina Viuda, y decir que no ha lugar.a deliberar, porque la
tutela está " llena de hecho y de derecho, y no está vacante;" y aun
cuando hubiera alguna duda, que no la hay, no ha lugar á deliberar
porque no tienen facultades las Corles para resolver y acordar el des
pojo. Están revestidas de las facultades de gran jurado para resolver
cualquiera duda de hecho ó de derecho que ocurra en orden á la su
cesión á la Corona, según el art. 10 de la Constitución, facultad S*|
y respecto á la tutela solo para nombrar tutor al Rey menor,
cuando lo previene ta Constitución, facultad 3?
No ha lugar á deliberar, porque el art. 51 concede í las Córtes
la facultad de excluir de la sucesión aquellas personas que sean inca
paces para gobernar ó hayan hecho cosa por que merezcan perder el
derecho á la Corona. Pero nada previenen acerca del tutor.
No ha lugar á deliberar, porque la tutela segregada de la Regen
cia pertenece á los derechos civiles y no á los políticos. Este es y
será mi voto conforme en todo con el dictámen de la minoría de la
comisión: ignoro cual será el resultado de la votación general cuando
queseamos vencidos por el mayor número de votos, habiendo cum
plido nuestro deber según nuestra rouvicrion intima en esta cuestión
tan importante, concluiremos diciendo loque Francisco I después de
la célebre batalla de Pavía: "todo se ha perdido menos el honor."
El Sr. MACIA LLEOPART: Yo empezaré, señores, al tratar
de hablar de la grate é importante cuestión que ocupa desde ayer al
 Senado haciéndome cargo Je la recapitulación que lia hecho el se
ñor preopinante del discurso que acabó de pronunciar.
No ahijamos de upa vez á jos tres corazones de la augusta Cristi
na y de sus excelsas Hijas la Reina Doña Isabel II y la infanta Do
ña María Luisa; no cometamos, ba repetido el señor obispo de Cór
doba, la notoria injusticia de privar á la Reina Cristina de la tutela
desús Hijas, dejándolas sin su maternal amparo, causándolas el
acerbo dolor que la noticia de esta resolución pueda causarlas. Y
abora. pregunto 70; ¿en el expediente que se ha formado sobre este
asunto, eu lo que basta abora se ha dicho aqui sobre ¿1 en la impor
tantísima cuestión que nos ocupa se ba dicho algo que pueda afligir,
el corazón di' Doña Mana Cristina de Borbou, ni menos el de sus
augusta* Hijas ? Yo creo que no.
• ,■ Yo creí, señores, al principiarse esta disensión ayer que este
asunto hubiera tenido otro giro en vista del dictamen déla mayoría
de la comisión , en cuyo favor he pedido la palabra; yo oreia que la
discusión en su curso no llegaría al punto i que después ha llegado.
La comisión propone al Senado que se disouta sobre la declaración
<le estar vacante la tutela: este es su primer articulo; y el dictamen
déla minoría, diaraetralmente opuesto , dice que en su opinión se
infringiría si se entrase en esta discusión el ai t. 89 de la Constitu
ción, y que debe declararse desde el principio que na ha lugar á de
liberar»; . • 1 • . . ; 1 -i 1 .f :■
Yo oreia que este hubiese sido el giro de la discusión , y be visto
después, y me complazco en ello, que se lia entrado á tratar del
fondo de la cuestión con toda la extensión que hemos visto se :1a
ha dado. • - ,¡ .•
Esto sentado, yo pregunto: ¿el Senado ha .tenido arbitrio;, lo
tiene en este momento, seria posible que lo tuviese para 00 tratar la
cuestión de totela? Al contrario, yo estoy muy persuadido de que
«ate Cuerpo se Ve qn la indispensable necesidad de discutir sobre ella,
■ecesidad en que le ba puesto el exped.ieute que tiene sobre la mesa,
para cuyo examen se nombró una. comisión , y presentado el dicta-
Uien de esta, no pudia menos de ser objeto de discusión. Pues si esto
es asi, ¿cómo se dice, señores , que no ha podido ni debe haber lugar.
i entrar siquiera en esta cuestión ? Este es un asunto, repito-.,, »j>bre
el cual se ha formado expediente, y ha dado; su dictamen una comi
sión ; y ¿sin embargo, se dice: eL Sen&do no tiene facultad para
discutirle, para que se trate siquiera de si puede ó. no ha blarse sobre
el particular? Hubo , pues, señorea, y hay, una necesidad absoluta,
indispensable, inevitable de tratar de este asunto y exponer las ra
zones que el Senado ha oido, y las que le quedan todavía que oír.
¿Y cómo podia ser de otro modo? ¿Cómo podía el Gobierna de S. M.,
la Regencia provisional ó el Gobierno actual del Regente dejar de.
presentar á la deliberación de los Cuerpos colegisladores tan impor
tante asunto ?
En los primeros días de la renuncia de la excelsa Reina Gober
nadora se presentó una reclamación á la tutoría de sus augustas Hi
ja* , y algún tiempo después otra de personas particulares que la
fundaban en el testamento deL Rey difunto. Y en vista de esto , ¿de
bía el Gobierno prescindir de tomar en consideración estos hechos?
¿No es este un asunto que corresponde decidir á las Cortes , cuya
competencia quiere negarse? ¿Y se dirá que no ha logar á deliberar?
Y siendo esto asi, ¿cómo pueden sostenerse esta clase de proposicio
nes , y mucho menos con la valentía con que han querido hacerlo
algunos Sres. Senadores? ¿Cómo pueden sostener que las Córtes son
incompetentes , que hay un tutor verdadero , y tutor que tiene su
erigen nada menos que en el testamento del Rey difunto , y todo lo
demás que el Senado ha oido? La comisión, ó la mayoría de ella, ha
propuesto que se entre en la discusión de la declaración de vacante,
. porque nadie sino las Córtes pueden resolver este importantísimo
asunto, cuyo conocimiento , según la Constitución en el mismo arti
culo que se ha citado, lo declara por exclusiva y única atribución de
las mismas.
Pero, señores, de tedos los oradores que han hablado en esta
cuestión ninguno ha entrado en el fondo de ella; ninguno la ha exa
minado y tratado como ser debia examinada y tratada; ninguno se
ha acercado al objeto de que tratamos. Se ha hablado de despojos , de
remociones, de arrancar á una Madre tierna el cuidado de sus Hijas,
pero, señores, no se trata de eso, ni puede ni debe tratarse: se trata
de un hecho, sí, señores, de un hecho; y asi es como no podia menos
efe mirarse el expediente por el Gobierno, como lo ba mirado y como
yo lo miro de mi propia opinión. ¿La ausencia' de la excelsa Reina
Aladre y tutora puede dar motivo á la vacante verdadera de la tu
tela? ¿Se considera como tal? Este es el hecho: todo lo demás es ha
blar fuera del asunto; porque, señores, no se trata de una remoción,
de un despojo ó de un arrancamiento, no señor; no hay remoción ni
puede haberla; no hay despojo ni tampoco puede haberle, ni arran
camiento alguno del cuidado que la Reina Madre como tutora tiene
de sus Hijas. El hecho es que la Reina Madre está ausente en países
exlrangeros. ¿podrá haber alguien que lo ponga en cuestión? "Que
el motivo de esta ausencia fue forzado; fue voluntario:" se dice tam
bién; pero esto tampoco es del caso; esto si acaso servirá de funda
mento en su dia á las Córtes para la declaración , y nada mas.
Se ha hablado también de si habrá ó no motivo legal para esa re
moción y para ese despojo, de la posibilidad ó no posibilidad de la
▼enida de S. M. ; pero esto tampoco es de la cuestión del momento:
eso será para el juicio que cada uno forme para cuando en su dia las
a- TOMO L
Córtei traten de hacer esa declaración. Yo digo abora, señores , que
las conscuencias de Id mucho que se ha dicha hoy, y lo que acaso se
dirá todavía acerca de esas palabras tan repetidas de despojo , de re
moción , de arrancamiento, quedan del todo desvanecidas. .
Se ha dicho que el Senado cometería un despojo crimiual (i ¿é¿
creíase esa remoción : no , do le pasará eso de ningún modo: cuando
llegue el caso de votar, el Senado decidirá lo que le pareica; dad*.
Uno dará sus razones, cumpliendo con su deber como representante
de la nación , para aclarar el hecho y no confundir unos motivos cas.
otros, haciendo entender que se trata, de otras cosas muy distintas.
¿Acaso puede deseonocer ninguno de los Sres. Senadores la diferen
cia inmensa , infinita, inexplicable si se quiere , que (hay entre isa
palabras de remoción y despojo y las de imposibilidad é impedi
mento en el ejercicio de la tutela en la persona que la tiene , impe
dimento en que puede verse cualquiera por causas distintas y dife
rentes, y acaso agenas de su voluntad ir se quiere? • ; 1 ■„• i- .!<
- Se dice que la ausencia es temporal: yo no diré que no sea tempo
ral: no diré que sea perpetua; ¿ pero- la ausencia temporal en qué se
funda? ¿Hay alguna demostración de que sea temporal? Yo no en
tran'' en esto, porque me he. propuesto hablar con toda la mesara que
merece este Cuerpo y el importante, asunto de que se trata: no en
traré, digo, en digresiones acerca de esas palabras entendidas de ese
modo ó aplicadas de aquella otra matrera; pero si di ré, y no me can
saré de repetir: si la ausencia impide ó no el ejercicio de la tutela,
¿la eusencia podrá ser temporal, podrá concluirse mañana ó podrá- aW
rar indefinidamente? ¿La ausencia impide el ejercicio? Se ha dicho
que no: yo no diré que si; pero diré que ahí está el expediente-; coa
ét hablo. Yo tengo una convicción que tenemos todos, y que se ha
fondado en los manifiestos; pero yo repito que hablo con el expedien
te. Ei expediente no da un motivo para lijar, como se lija, que la
ausencia es o no-temporal tínicamente, porque no hay ninguna ma
nifestación explícita de una voluntad decidida. E¡1 Senado conoces»
et'psso de los argumentos que.de estas consideraciones so deducen, y
qaie ao son objeto do la disensión del-iiramento¡<jin-*o' , >.x;m-j¡l » .tal
ú Creo también que se hará cargo el Senado de que en esta discu-
siam -se ha calificado. rotundamente con las palabras ma* chiras é ir
ritantes la conducta del Gobierno en haber sometido desde su -origen
y principios este asunto al informe del Tribunal Supremo de Jusii-
•it* y bastéale oído-, si no estoy equivocado. El Tiibunal Supremo dá
Justicia y el Gobierno obraron conforme á las- leyes: el primero en
lo quei informó, y el Gobierno en haber obrado . conforme á su dio-
táraecn ai■ -.G í t»l?«D fi ' iS 1 -a hcJiuosi tui tv.-v ,'m-s 7 ,\ : "> .■••
Ea el dictamen de la minoría de la comisión se dice (Lcy^). Yo
diga que el informe rjtie ol Veibunal dió al GaHerriO fu» justo, fuá
legal, fue constitucional, porque no pudo, ni debió ser de otra ma
nera. Giró sobre el principio que ha servido, y no puede menos da
servir, de base en este grave asunto; esto es, la diferencia inmensa
y que todos conocemos que hay entre la tutela de los particulares y
la tutela de los Reyes, principio del cual se deduce, como indica la
razón humana, que cuando se trata de la tutela de los Principes la
nación es la mas interesada en su conservación para el aumento de
su prosperidad.
Por consiguiente no hay para qué aplicar las leyes de las tuto
rías particulares ; y si se duda esto , no hay mas que registrar nues
tros mismos códigos. La tutela de los Reyes, Principes y potenta
dos de la tierra se trata con la de los Emperadores en la Partida 2i
y la de los particulares en el lib. 6?, que nada tiene que ver por la
importancia de la una respecto de la otra, absolutamente nada. Por
consecuencia, fijado este principio de eterna verdad, es menester ver
y apurar y saber cuál es el camino que en España se ba seguido
siempre en la resolución de este importante negocio de la tutela de
los Reyes y de los Principes. Nadie podrá negar la competencia de
las Córtes atendido lo que dice el articulo constitucional; mas sin
embargo á la ilustración del Senado no puede ocultarse que en los
negocios de todas las tutorías, al menos las que yo recuerdo, las Cór
tes han sido siempre , sin excepción , las que se han creído autoriza-
"das, y de hecho han tratado de tutela, y lo han resuelto como les ba
parecido , para bien de la nación y de los augustos Pupilos, apartán
dose y no teniendo para nada el testamento de los Reyes.
En las minorías de Alonso VIII, Enrique I , Fernando IV, En
rique III y otras posteriores, en todas las Córtes han tomado resolu
ción, creyéndose en el deber, en la necesidad y en las facultades da
tomar eu consideración la tutela con respecto á los augustos Pupilos.
Las Córtes de Valladclid en la minoría de Enrique III dieron por
nulo el nombramiento de tutor hecho por el Rey difunto ; y esto es
tan cierto, que no lo ha desconocido uno de los autores del voto par
ticular: asi es que dijo que esto era oscuro y tenebroso, y que de nada
servia, añadiendo: "¿de qué sirve lo que han hecho las Córtes en
otro tiempo si estaban encontrados los unos con los otros? No debe
seguirse." Yo tengo la convicción de que las Córtes de España han
creído siempre de sus atribuciones e^ conocer, resolver y determinar
cuanto ha sido concerniente á la tutela de los Reyes menores.
Sin embargo, señores, esta misma minoría ha querido fundarse
en las leyes de Partida y en cosas que no tratan del caso sino en con
tra de lo que sostienen. Han tratado de decir que estas leyes de Par
tida eran las leyes fundamentales de la nación en el particular; y
yo, para manifestar que esta parte del dictamen es errónea , pido al
Sr. Presidente que tenga á bien mandar leer la ley 3i, tit. 2? del
75
 262
lib. 3Í de la Novísima Riceptfaciom relativa a la tutela , como que
os en la que M han refundido las leyes de Partida. "
Se leyó. . artículo que dicen que en defecto del padre ó la madre , no ha
He pedido la lectura de esta ley para que el Senado se persuada
del error con que la minoría de la comisión califica á las leyes de las
Partidas llamándolas fundamentales del reino, porque en ella se ye
esa disposición vigente de D. Alonso XI, en la que establece el órden
en que ban de observarse las leyes en los tribunales , y es: primero,
las leyes del ordenamiento de Alcalá, en su defecto el Fuero Real,
después los fueros municipales , en lo que futren guardadbs y obser
vados , y en última resultado las Partidas como un código supleto
rio. Se re, pues, que es un error dar á estas leyes el nombre de fun
damentales.
La cuestión que nos ocupa está reducida á un hecho solo y aisla
do: si la ausencia de la Tutora á paia extrangero es ó no una causa
de necesidad para que las Corles entren á declarar que está vacante la
tutela de S. M. Doña Isabel II y de su augusta Hermana, y á nom
brar en su consecuencia un nuevo tutor. Lo mismo digo acerca de la
tutela de la Srma. Señora Infanta: se encuentra en un caso igual al
de su excelsa Hermana; y aunejue la Constitución no babla mas que
del Rey, como es la inmediata sucesora debe mirarse este asunto bajo
el mismo punta de vista.
Se ha dicho esta mañana por el señor obispo de Córdoba que las
Cortes no tienen absolutamente facultades para declarar la vacante,
pues son incompetentes y que de declararla se daria un escándalo:
se ba fundado para decir esto S. S. en el arl. 60 de la Constitución,
que as el único que trata de este caso, y no habla del nombramien
to da tutores , sino en las circunstancias que dice (ó\ S. leyó el. ar
ticulo 60 de la Constitución). Y yo pregunto á S. S.: ¿ podrá caber
duda alguna en que tengan facultades las Cortes para ejercer un
acto tan importante como el de que se trata, y para hacer con este
objeto tudo aquello sin lo cual no pudiera llevarse á efecto?
¿ Acaso la verdadera inteligencia de todas las leyes , hoy y en
todos tiempos, siempre que se ha presentado algún motivo de duda,
M ha fundado en las palabras estricta y materialmente? ¿No se ha
fundado mas bien an su espíritu ? £1 saber las leyes consiste en co
nocer su espíritu , y no en atenernos materialmente á sus palabras.
El articulo constitucional prefija los casos en que se ha de nom
brar tutor, y según el espíritu de la Constitución, es claro que ha
brá también que nombrarle en ocasioues cuyos resultados sean los
mismos que los de los casos que marca el articulo de la Constitu
ción : ¿y entonces esta facultad no será de las Córtes? Decir que no
Jo es me parece que no es un bello modo de discurirr. Las Córtes
por consiguiente, están en el caso de dar «i dsbtdo cumplimiento i
ese articulo constitucional , y hacer la declaración de la vacante
procediendo á nuevo nombramiento, según las propias palabras del
biendo el Monarca difunto nombrado otro tutor en su testamento,
harán las Córtes este nombramiento.
Se han presentado también reclamaciones sobre el testamento del
Rey difunto: se ba hablado de otras personas y de un cuerpo cuyas
personas fueron nombradas en calidad de individuos del mismo
cuerpo; pero como el nombramiento de ellas no tenia objeto indivi
dual , quedaba por Jo mismo destruido el nombramiento de este
cuerpo, asi como el de los individuos que ban debido componerle.
Otras muchas consideraciones se han presentado para probar que
no debe declararse vacante la tutela ; pero todas estas razones no pue
den tener cabida en la cuestión presente , porque no se trata de hacer
Una femocion , ni' una separación de la Reina Gobernadora: se trata
solamente de declarar la vacante fundándose en un hecho idéntico al
en que se fundaron las Cortes' para declarar vacante la Regencia, esto
es, á la imposibilidad física que la ausencia trae consigo para que un
cargo como este sea desempeñado tan cumplidamente eomo el bien de
la nación lo exige. ■ "•
El Sr. PRESIDENTE : Se suspende esta discusión: mañana se
reunirá el Senado para continuarla con los asuntos pendientes."
Se anunció que .las secciones ban nombrado para la comisión
que ha de informar sobre el proyecto de ley relativo á inquili
natos de casas á los señores siguientes:
lí D. Tomás Fernandez Vallejo.
2i Duque de Castrolerreño.
3Í D. Eugenio Ladrón de Guevara.
4Í D. Joaquín Francisco Campuiano. :
5í D. Andrés Martínez Orinaga.
Asimismo se anuncio que la oomision encargada- de dar su dicta
men sobre el proyecto de ley para la recaudación é inversión de los
arbitrios ó impuestos provinciales y municipales había nombrado
al Sr. D. Francisco Sánchez Fernandez eu reemplazo del Sr. don
Joaquín Suarez del Villar.
El Sr. PRESIDENTE: La comisión encargada de dar su dicta
men relativo á retiros de los gefes y oficiales del ejército reclama el
■que se aumente el número de sus individuos; y en virtud de lo
que dice el art. 47 del reglamento, si el Senado no tiene incon
veniente, se aumentará un individuo mas por sección ; por tanto
invito á las secciones i que hagan este nombramiento.
Ciérrate la sesión." > • ■ •>•
Eran las cuatro y cuarto, " " ■ • . i
 NUMERO 59.
ti ~t> í ¡. ttu-:t l. f.ii- ! i .'• -A. ,
DIARIO
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 2 DE JULIO DE 1841.
Se abrió « la una, y leida el acia de la anterior por el Sr. Secre
tario Torres Solanot , fue aprobada.
Pasó i las secciones para el nombramiento de comisión el siguien
te proyecto de ley remitido por el Congreso de Sres. Diputados.
Ai. Senado. = "El Congreso de los Diputados , habiendo tomado
en consideración un proyecto de ley presentado por el Gobierno de
S. M. para que se conceda una pensión á la viuda ¿ hijos de D. José
Pérez de Rivas , ha aprobado lo siguiente :
Articulo údico. Se concede i doña María Ibíia, viuda de D. José
Perei de Rivas , y á los hijos de ambos , la pensión de 7,500 reales
anuales con sujecinn i las reglas vigentes para el goce de las viudeda
des que corresponden á las mugeres é hijos de los regente! de las au
diencias.
Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado con inclusión
del expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio
del Congreso 1? de Julio de 1811 =Agustin Arguelles, Presidentes
J.sé Sanchei de la Fuente, Diputado Secretario.=Julian de Huelbes,
Diputado Secretario." ■
Acordóse archivar y que se manifestase haber recibido con apre
cio un ejemplar de la obra titulada Condiciones jr medios de una
reforma penitenciarla , que con fecha 16 de Junio último remite des
de París al Senado Mr. Cirios Lucas, inspector general de primera
clase de las prisiones de Francia.
El Sr. FRIAS: Pido la palabra para contestar á las inculpaciones
que ha hecho el Sr. Carrasco.
El Sr. PRESIDENTE: En ocasión oportuna se la ooneederé
á V. S."
Publicóse qne para el aumento de cinco Sres. Senadores solicitado
por la comisión sobre el proyecto de ley relativo A retiros militares
habian nombrado las secciones:
1! Al Sr. D. Manuel Codoruio.
2í Al Sr. D. Juan Lasaña.
3Í Al Sr. D. Joaquín María Ferrer.
4Í Al Sr.'D. Juan Nepornuceno San Miguel.
5Í Al Sr. D. Dionisio Capaz.
Igualmente se publicó que habiéndose presentadoen el Senado los
Sres. D. Narciso López y D. Gaspar de Goicoeehea, quedaban agre
gadas 3 la cuarta sección el primero y A la quinta el segundo
Anuncióse la orden del din , procedíendose á la discusión de los
artículos nuevamente presentados per la comisión sobre arreglo del
servicio de bagajes.
Leido el 5! (re'ase el Diario núm. 36, sesión de 25 dt Junio) , y
no habiendo quien tuviese pedida la palaba en contra , se puso i vo
tación y fue aprobado.
Se leyó el 4»
El Sr. ONDOVILLA : Estoy de acuerdo en su fondo con el ar
ticulo que se discute, y solo quisiera que la comisión adoptara una
redacción mas adecuada. Dice el artículo, ruego al Sr. Secretario
que lo lea. (Se frjrj.) Bien: deseo que se diga que desde el dia en
que se publique la ley con el reglamento del Gobierno para su eje
cución cesará ese servicio de bagajes que actualmente sufren los
pueblos.
S._TOMO I.
• '. C»l .■ . ■ .,,u
DE
DE CORTES
Dos motivos tengo para eso: el primero, que la ley es lo princi
pal, el reglamento lo accesorio, y el reglamento debe publicarse a
tiempo mismo que la ley para no tener en espectativa d los pueblos
y que reciban el beneficio de ana vez; ese beneficio tan grande que
van á recibir librándolos de ese servicio.
Habla también el artículo de las gratificaciones ó indemniiaeio-
nes : á mi me parece que el reglamento no solo debe comprender lo
respectivo á indemnizaciones, sino otras prevenciones que pueda ha
cer el Gobierno para la mejor ejecución. Por lo tanto quisiera que
fui se una cosa mas general, y no relativa solo á las indemnizaciones,
y redactando el articulo de la manera que he manifestado, á saber:
"desde el dia en que se publique esta ley i el reglamento del Oobier-
no" abraza y comprenda todo.
(¡reo que la comisión no tendrá inconveniente en admitir esta re
dacción.
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ: La comisión , y yo en su nom
bre, desearia que el Sr. Ondovilla se sirviera poner esa redacción por
escrito.
El Sr. Secretario CARRASCO : El articulo propuesto por el Se
ñor Ondovilla dice asi: "desde ti día en que se publique esta ley con
el reglamento para su ejecución cesará el servicio de bagajes que an*
tes hacían los pueblos."
. El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ : Doy gracias al Sr. Ondovilla
porque ha acertado con una redacción mas exacta. La comisión est.í
conforme."
Sin mas discusión se puso A votación el artículo en los t'nuinr.
propuestos por el Sr. Ondovilla, y fue aprobado.
Sin discusión lo fue el art. 5! .
El Sr. PRESIDENTE: No estando conforme el dictamen de (a
comisión aprobado por el Senado con el proyecto remitido por el
otro Cuerpo colegislador, las. secciones procederán á nombrar la co
misión que ha de formar la mixta , según previene el reglamento.
Continúa la discusión del dictamen de la mayoría de la comi
sión sobre la tutela de S. M. y A.: tiene la palabra en contra
El Sr. RUIZ DE LA VEGA: Cuando en un asunto del mas alto
interés y trascendencia, como está reconocido por todos, llega A to
carme la palabra , estando tan avanzada la discusión; cuando, por
tanto, le han dicho ya y repelido las principales razones que di
recta y concluyeuteraenle hacen al propósito y sentido de lo que yo
defiendo; y cuando por otra parle estas razones no son muchas en
número, porque es como un privilegio natural de toda verdad sim
ple y clara el que su conclusión se deduzca de pocos y simples ar
gumentos, ¿qué podré yo decir que tenga siquiera aire de novedad
ó que realmente añada fuerza á la intrínseca solidez de los racioci
nios irresistibles que vienen hechos en favor de la opinión que yo
sostengo? .i.
' Esta consideración me ha hecho titubear muchas veces acerca
del plan que me habia propuesto adoptar en mi discurso, ya indu
ciéndome á tomar un rumbo, ya inclinándome i cambiarle y se.
guir otro diverso ; y en esta incertidumbre me hubiera tal vez de
cidido al fin á renunciar la palabra si no prevaleciera en mi ánimo
el vivísimo deseo de dejar explícitamente consignado mi parecer en
76
 264
una cuestión importantísima , y que no puede menos de llegar á
hacerse famosa ¿ ya porque concierne al acatamiento y observancia
de una ley que por niucbos siglos ha sido y es fundamental en la
íuonarquia española, ya porque afecta intereses de altísimos y es
clarecidos personages.
Asi, pues, resuelto como estoy á hablar, y habiendo de dar al
gún orden á mis ideas, adoptaré el que en el estado aetual del debate
me parece mas natural y sencillo; á saber: insistiré' lo mas lacónica
mente que pueda en las razones directas que rechazan la opinión de
la mayoría de la comisión, y refutare mas detenidamente, y por el
orden que yaya dando de si la misma conexión de las materias, no
solo aquellos argumentos que se han ido revelando en el curso de la
discusión para apoyar su dictamen, sino también otras especies ver
tidas en el mismo sentido, que por su naturaleza y tendencia no pue
den ni deben dejarse pasar sin una vig rosa contradicción.
He dicho de propasito los argumentos que sé han ido revelando
en el curso de la.discusion para apoyar el dictamen de la mayoría
de la comisión , porque esta en su dictamen no lia presentado razón*'
alguna; en lo cual, diré de paso que hallo un motivo de seria y
justa cenfcra j- sobre cayo asunto quizás no me faltará ocasión mas;
adelante para amplificar mi pensamiento.
Aunque el dictamen de que se trata envuelve varias y diversas
cuestiones, tales como la de la tutela de la Serma. Sra. Infanta Uoiia
María Luisa Fernanda (cuyo nombramiento por ningún titulo ni en
ningún caso corresponde á las Cor te»), y la del derecho testamenta
rio de otros individuos llamados en su caso por el augusto Testador
(cuyo derecho es preferente al de todo otro tutor dativo}, dejaré hoy
de entrar en estas cuestiones, con reserva de hacerlo en otra ocasión
si hubiese lugar para ello, y me ceñiré solo al asunto principal de la
tutela de S. M. la Reina , ya porque este asunto es el de mas impor
tancia, y ya porque, si por desgracia llegase á perderse, se hundi
rían con él y en sus ruinas cualesquiera otros intereses mas subal
ternos.
Si en el discurso de mis contestaciones á los oradores opuestos re
pitiese (como probablemente sucederá) algunos argumentos ya pre
sentados, ruego i dichos señores tengan la paciencia de tolerarlo, que
yo también he tenido el trabajo de oir repetidas muchas veces unas
mismas especies en contrario sentido; y cuando después de contesta
das y deshechas vuelven otra vez á reproducirse, fuerza es también
haber de volver á los mismos argumentos, según aquel oportuno di
cho de Orígenes á Celso en circunstancias semejantes: Stmptr eaJetn
Celso cecínenle, semper et nos eadem cecinamus. Pues que siempre se
nos viene con la misma cantinela, volvamos también nosotros á los
mismos argumentos.
Entrando, pues, en materia, digo que la resolución que se pro
pone por la mayoria de la comisión sobre la tutela de S. M. á mi
modo de ver importa tanto como un atentado; es una infracción evi
dente del art. 60 de la Constitución, y una manifiesta violación de
todo humano derecho, natural y positivo. Por el artículo consti
tucional referido las Cortes están solo autorizadas para nombrar
tutor dativo en defecto de testamentario y legitimo; pero las cau
sas ó maneras por las que ocurre ó pueda verificarse aquel defecto se
dan por supuestas y sentadas en la ley; no las trae la Constitución,
ni debe traerlas, ni las trae ni ha traido ninguna Constitución del
mundo, porque no son asuntos de derecho político, sino de derecho
común, y muy común, no solo en España, sino en todas las na
ciones del orbe culto; y el suponer vacante la tutela sin haber ocur
rido ninguna de las causas legales entendidas y presupuestas en la
Constituoion río es obrar á consecuencia del defecto del tutor de que
aquella habla , sino crear el defecto mismo; no es declarar que ha va
cado la tutela, sino quitársela y arrebatársela al tutor: para lo cual
no hay derecho en las Cortes, ni lo tiene ningún poder del mundo.
El que asi lo hiciere lo hará porque quiera , y solo porque quiera
y porque se sienta tal vez con fuerza material para hacerlo:, lo hará,
pues, arbitrariamente , con violación de todos' los principios de la
eterna justicia y con ofensa de los dictados instintivos de la humana
Bien veo que los señores que arguyen en el sentido de la mayoría
de la comisión no reconocen , mejor diré , no quieren reconocer el
valor de estas razones, y que han discurrido un modo muy pere
grino de salir del paso y de cortar el nudo de las dificultades del ra
ciocinio. Ellos se encierran en un terreno circunvalado á su antojo
y no admite para esta cuestión mas derecho ni principio que los va
gos é indefinidos que ellos llaman de alta política y conveniencia pú
blica , y que ellos se reservan interpretar á su arbitrio. Es lo mismo
que decir i "no me rengan á mí con argumentos que no me conviene
oir; yo no entro en consideraciones de derecho común ni en ninguna
otra que pueda estorbar el logro de mi objeto; yo no me hago cargo
de ninguna cuestión que no sea la que haya fijado á mi arbitrio; yo
no oigo pretensión alguna que se oponga á mis miras ; yo quiero, en
fin , que hayáis de venir á meteros en el estrecho circulo que volun
tariamente os trazo porque asi me conviene." Esto es lo que vienen
a decir en sustancia. ¡ Bellísimo modo de discurrir por cierto .'
Pues bien: á esto yo les responderé: primero, que de ningún modo
aceptaré yo tan vergonzoso partido; que no quiero renunciar al pre
dicamento de racional, uno de los cuatro atributos esenciales de la
naturaleza humana; que yo argüiré, como arguyen los hombres,
entresacando á discreción mis argumentos de todo el vasto campo su
jeto al" estudio del saber humano , y ' desdeñando encerrarme en un
mechinal mezquino; que derivaré mis argumentos de cualesquiera
lugares de donde se deriva la autoridad de la razón humana , y con
sideraré cualesquiera derechos en lo que lo estime oportuno , ya sea
derecho natural ó positivo, ya político ó común; y si ellos rechazan
Escurrir, yo rechazo el restrictivo de su arbitrario
do en primer lugar ; y responderé en segundo que de
ningüná'mauéra estoy dispuesto á conceder con la rotunda facilidad
que otros que los principios de derecho común no tienen aplicación
en este caso, porque en él se trata de la tutela del Rey: los princi
pios de derecho común (digo yo) tienen aplicación en todos los casos
en que racionalmente proceden , y en lo que los Reyes tienen de co
mún con los demás hombres proceden también las razones del dere
cho común con respecto á aquellos. El fundamento original de la tu
tela , y su forma propia , y su objeto final , son los mismos mismí
simos en los Rejres que en los demás hombres; sonun grito de la
naturaleza que se ha hecho oir de todas las gen tas en todos los siglos
y en todos los países, y que por lauto ha logrado íguíl Rábida en
todos los códigos., y.-lojjulVm» e|ijje [j ira los Reyes^que (fije pita los
demás hombres; es una especie de sacrilega impiedad y de inhumana
rudeza el privar á aquellos del favor y beneficios del derecho común
en lo que tienen de cointin con los otros, haciéndolos asi de peor con
dición con iniquidad caprichosa.
Responderé en tercer lugar que todo el derecho político (y nó
tese bien esto), que todo el derecho político que tenemos en la ma
teria de que se trata (que es el consignado en el art. 60 de la Cons
titución), do. solo no se contrapone ni puede contraponerse al derecho
couiun , sino f\Vfi seria hasta absurdo el contraponerlos : la razón es
perentoria,, 'porque una misma cosa no se.puede contraponer ni
contradecir á si misma: en ello precisamente consistiría el absurdo;
y el derecho político constitucional sobre esta materia entre noso
tros es el misin" mismísimo derecho común; son idénticos: veá-
moslo. ,
El Rey nombra tutor testamentario i su Hijo menor: no hacién
dolo es su tutora por la ley la Reina Madre viuda, y en defecto de
ambos le nombran las Cortes. Este es nuestro derecho político en la
materia por la Constitución actual y lo fue por la de 1812, y an
tes por la ley de Partidas; es decir, que este es y siempre ha sido
por muchos siglos sin interrupción el derecho político nuestro en la
materia. Ahora bien : el padre, cualquiera que sea , nombra tutor
testamentario á su hijo menor: no haciéndolo es su tutora por la
ley la madre viuda, y en defecto de ambos le nombra la autoridad
correspondiente: este es y siempre ba sido por muchos siglos sin
interrupción nuestro derecho común en la materia; luego son y
siempre han sido una misma é idéntica cosa , que no puede contra
decirse ni contraponerse.
De aqui es que la Constitución no ha entrado en pormenores ni
prolijas explicaciones de las causas ó acontecimientos que pueden pro
ducir la vacante ó defecto de tutor, ni ha tenido necesidad de entrar en
eiios, ni ha debido hacerlo. ¿ Y por qué ? Porque se trataba de una
cosa sabidísima y constantemente usada, y entendida por todos en
derecho, y asi la Constituciou lo supone y debió darlo por supuesto.
Por eso al hablar de los tutores testamentarios legítimos, dice, y se
contenta con decirlo, y en su defecto; porque no se necesita mas para
la recta y natural inteligencia del sentido de las palabras; que lo
mismo se entienden en la Constitución que en la ley común y en
cualquiera otro escrito ú texto: pues ciertamente no hay dos idiomas
uno para la Constitución y otro para las leyes comunes. Del mismo
modo, pues, que en estas se entienden aquellas palabras y en su de
fecto, del mismo modo deben entenderse en la ley fundamental :y no
queda racionalmente libertad para crear causas de vacante al antojo
no habiendo ocurrido en realidad ninguna de las que se presuponen
y se dan por entendidos en la ley, porque de ellas es de las que la ley
habla. , , . ,
La Constitución , pues, lejos de contradecir en esta materia al
derecho común , lo supone por el contrario , lo confirma , lo con
sagra. ,:
Responderé por último, y en cuarto lugar , que es esto tan cierto
y evidente, que los mismos que pretenden rechazar las consideracio
nes del derecho común en esta cuestión se han puesto prácticamente
en contradicción , y han tenido que usar de argumentos sacados del
derecho común. No me acuerdo precisamente si lo he oido aqui en la
discusión , ó si tal vez lo he leido en los papeles; pero lo cierto es (y
esto es lo que hace á mi propósito) que en esta cuestión se ha hecho
por los oponentes un argumento que no' deja de ser mañero, y que
pudiera alucinar á algunos á quienes pueda escaparse su falacia. Ve
nia dicho por. un orador de los que. han hablado en mi sentido, que
las Cortes no podian nombrar tutor al Rey sino en los casos expresos
en el art. 60 de la Constitución, y que el caso de ausencia del tutor
no estaba expreso en ella: arguyendo contra lo cual, se repuso que
tampoco estaba en ella expreso el caso de demencia del tutor, en el
que sin embargo era iunegable que las Corlea podian nombrar el
tutor dativo; y urgiendo, se añadió: '"una vez que se admita un caso
no expreso en la Constitución, también podrán admitirse otros Ta
ños aunque tampoco estén expresos en ella, porque la Constitución
no expresa ni puede expresarlos todos." Pero el caso de demencia del
tutor (digo yo ahora) en primer lugar , es un caso de derecho eo

niun , que lo supone entendido la Constitución : y con esto satisfago
al propósito de demostrar que los mismos oponentes tienen que ve
nir á reconocer la autoridad del derecho común, que por otra parte
afectan repeler esta cuestión presente.
En segundo lugar: digo que dicbo caso, comoalgunos otros citados,
está realmente comprendido en la disposición del articulo constitu
cional , y con .esto demostraré la falacia del argumento y confirmaré
mas mi doctrina. En efecto, todo lo que se dice de pluralidad de ca
sos en que las Cortes pueden nombrar tutor al Rey , y de si tales ó
cuales casos están ó no expresos en la Constitución , es inexacto, y no
puede servir para mas que para' producir en el entendimiento la mis
ma confusión que llevan en si las palabras. La verdad es que las Cór-
tes no pueden nombrar tutor al Rey mas que en un caso , y que este
es el único caso de que habla la Constitución , porque realmente no
hay otros, ni tiene por consiguiente para qué hablar de ellos. Cual
quiera' otro concepto es una baraúnda y confusión de voces; é im
porta mucho que se fije el significado de estas en los argumentos,
porque de no hacerlo asi se originan muchas falacias de raciocinio.
El caso único, pues, de la Constitución es aquel en que falta tutor
testamentario y. legitimo. "IT en su dejecto (dice la ley refiriéndose
á estos) le nombrarán las Cortes." Este es el caso único. Los demás
que se dicen casos , ó de muerte, ó de demencia , ó de remoción judi
cial &c. ,.no son propiamente casos distintos para el propósito de la
ley, sino solamente causas diversas que vienen á producir el caso
único de que la ley habla: sen, en una palabra, el por que del caso.
Falta el tutor porque se murió, porque se volvió loco, porque fue re
movido con causa judicialmente juzgada, ó por lo que fuere; pero
sea por lo que sea , se verifica la falta , que es el caso único que ex-
Sresa la ley para que pueda procederse aí nombramiento de tutor
ativo.
Despejada asi la cuestión, y quitado todo motivo de anfibología,
venimos á parar en que si bien en la Constitución se expresa el caso
de vacante , que es lo que basta para el propósito de la ley , no hay
que pretender buscar en ella la expresión y explicaciones de las varias
causas que racional y legalmente producen ó pueden producir dicha
vacante , porque esto no es ni se Supone necesario en la Constitu- (
cion: antes por la inversa la Constitución supone el conocimiento de
aquellas causas como entendidas y corrientes en derecho, á saber : en
derecho común , claro y conocido; no en un derecho facticio, in
cierto , antojadizo y arbitrario. -
Ahora bien {y con esto concluyo el primer objeto de mi dis
curso): ninguna de esas causas legales, justas y derechas que supone
y entiende la Constitución y el común racional sentido, ha llegado á
ocurrir con respecto á la excelsa Tutora S. M. la Reina Madre Doña
Mana Cristina de Borbon. Luego no se ha verificado la vacante que es
el casolde la Constitución y de las leyes. Luego no ha lugar á delibe
rar, ni en las Cortes hay poder para ejercer un derecho cuyo caso no
ha llegado. Si se empeñan, pues, en suponer y declarar la vacante, no
lo harán por virtud de aquellas causas justas y derechas que la ley
supone y requiere y que por todos se han entendido siempre como
las únicas legales, sino que lo harán por causas creadas á merced de
la arbitrariedad de apasionados caprichos, y por un detestable abuso
de poder que será eternamente condenado por la justicia de Dios y
de los hombres.
¿Y qué dice á esto la mayoría de la comisión? ¿Qué razones
alega para fundar su diclámen? ¿Por qué principios de derecho se
guia para resolver esta cuestión? Si nosotros buscamos las razones
en que se funda, ñolas veremos; la comisión no ha dicho nada en
su dictámen; no ha manifestado ni aun siquiera los principios que
se supone debian haberla servido de norte. Sin duda sintió la fla
queza de cuanto pudiera alegar como razón, y á su virtud se dijo á
si misma: pues, señor, lo mejor es callar y no soltar prenda alguna,
que luego iremos viendo cómo sortear las dificultades según vaya
dando de si el debate. ¡Bravísimo! (Misas.)
Pues justamente no podia darse un dictámen en que fuesen mas
necesarias las razones para apoyar lo que se proponía; y esto por mu
chos conceptos: si se considera el elevado carácter de las augustas
Personas cuyo interés se controvierte, nada exigiría con mas razón una .
insinuación siquiera de los fundamentos de lo que respecto de aquel
interés se propone; no menos la exigiría el respeto del Senado. Por
otra parte, esta cuestión no versa sobre un punto de mero interés do
méstico en que algún defecto de dicha especie pudiera pasar como ex
cusable; no señor. El interés de esta cuestión es de mayor gravedad,
y de este dictámen sin duda se apoderarán con avidez los curiosos,
tanto nacionales como extrangeros, ademas la prensa periódica de
dentro y fuera del reino; y hé aqui otra razón mas que hacia abso
lutamente necesario presentar en el dictamen alguno siquiera de sus
fundamentos.
Pero hay mas todavía. ¿Sobre qué se ha dado el dictámen? ¿Ha
bía formulado el Gobierno de S. M. algún proyecto, que es uno de
los casos del reglamento en que las comisiones dan dictámen? No por
cierto. ¿Habia algún proyecto' remitido por el otro Cuerpo colegis-
lador , que es otro de los casos de dictámen ? Tampoco. ¿Había al
guna proposición firmada por algun Sr. Senador , según su derecho,
que es el tercer caso prevenido por el reglamento? De ningún modo,
señores; no había nada de eso; no existia ninguno de Jos casos en que
■ na comisión puede dar dictámen.
Lo da, pues, inesperadamente y sin base de propuesta alguna ; y
265
esta es otra razón mas para que siquiera diese alguno de sus funda
mentos ; pero no señor, ui poco ni mucho: no digo yo que hubiera
hecho una relación difusa (como dice) de sus razones; pero i lo me
nos una diminuta, que era lo correlativo; paro nada, señores : ni uno
ni otro, por no molestar, dice, la atención del Senado, que la honró
con su espinosa confianza: * espinosa," pues también me gusta el
epíteto (risas). ¿ Y qué espinas tenia la confianza que le dispensó el
Senado ? Las espinas y los abrojos la misma comisión se los ha bus
cado, porque asi lo ha querido; y no es eso lo peor, sino que nos ha
obligado á todos á meternos en una cambronera en que nos vemos
llenos de espinas hasta los cabellos (risas).
Señores, el expediente ine da derecho para hablar asi. El Gobier
no de S. M. comunica al Senado ciertos documentos , que no los re
fiero porque todos sabemos cuáles son: ¿y para qué los comunica?
Ahi está el oficio : para cabal conocimiento del Senado. Pues con un
"queda enterado y archívese" estaba la comisión despachada sin di.
ficultades ni espinas; y esta era su obligación, y no proponer un dic
támen tan grave por sus consecuencias, que son al presente incalcu
lables. No sé yo ciertamente cómo habiendo tomado sobre sus hom
bros esta inmensa responsabilidad por su gusto la mayoría de la co>
misión viene después quejándose de las espinas. ■
Pero, señores, me habia distraído: he dicho que la mayoría de la
comisión (volviendo al hilo de mi discurso) no ba alegado ninguna ra
zón en su dictámen para apoyarlo; pero después ya se vé alguna
cosa, ya se va revelando algo ciertamente; y aunque no sin algun
trabajo, creo haber podido entender en el curso de la discusión cuá
les son las razones del dictámen. Que hay un hecho, se dice, y este
es la ausencia de S. M. la Reina Madre : que supuesto este hecho, y
por principios de alta política , de conveniencia pública y de un de
recho antiguo de España, las Córtes están en el caso de nombrar tu
tor. Contemplemos esto : los que hemos apoyado el dictámen opues
to al de la mayoría, ó que hemos combatido este , nos fundamos en
derechos textuales , explícitos , positivos; nos fundamos en la letra
de la Constitución y en las leyes de Partida, leyes vigentes y conoci
das por todo el mundo.
Los que sostienen opiniones opuestas á las nuestras se apoyan por
el contrario en un derecho oscuro, incierto, indefinido; en una pala
bra , en un derecho que no es textual, y con esto está dicho todo: es
uno que dicen derecho público antiguo de España, el cual junto con
las razones de alta política y de conveniencia pública , atendido el
cambio de opinión nacional ocurrido en el último Setiembre autori
zan á las Córtes para disponer de la tutela de S. M. supuesto el he
cho de la ausencia de su augusta Madre. Y habiendo de hacerme
cargo lo primero de esté hecho, digo que no puedo pasar adelante
sin quí el Gobierno de S. M., que está presente, se digne responderme
á las preguntas que pienso hacerle; y añado que no puedo menos de
admirar que haciendo tres diasquese está aquí discutiendo este asun
to, no haya manifestado su opinión en una cuestión de tanta grave
dad: se trata del interés especialisi mámente personal de S. M. la
Reina augusta menor; pues se trata de la guarda tutelar de su sa
grada y Real Persona (no puede ser cosa mas personal), y discutién
dose una cosa tan personalisima de S. M., los Ministros de S. M. no
han hablado una sola palabra; se trata de sí se ha de quitar ó no se
ba de quitar (algunos entienden la cuestión asi , y asi se Pgíta) , de
sí se ha de quitar , repito, ó no se Ua de quitar á la augusta Reina
Madre la tutela de su excelsa Hija, y sin embargo el Gobierno de
esta Hija , nuestra Reina y Señora, no despliega sus labios; se trata
y se combate con vehemencia y calor sobre si se infringe ó no un
articulo importantísimo de la Constitución, y el Gobierno de S. M. la
Reina constitucional no abre sus labios. ¿Pues para qué han venido
aqui por tres días consecutivos? ¿Será únicamente para hacer la fi
gura de tres ó cuatro bultos eu ese escaño negro?
Yo creo.que no, porque sí venían para eso harían muy mala figu
ra ; yo creo que habrán venido aquí para atender á las exigencias qu e
una discusión tau grave pudiera dar de sí. Ahora se me ofrece á mí
una: yo preguntó al Gobierno de S. M. si es cierto lo que de público
hemos oido todos, de ciertos mensages, de ciertos despachos, de cier
tas comunicaciones hechas á la augusta Señora ausente tratando de
persuadirla y estrecharla á que se resigne á renunciar la tutela. Si el
Gobierno puede decirlo, importa que lo diga: si no lo sabe, ó sabién
dolo no puede decirlo, también le ruego por lo menos diga "no pue
do decirlo: " yo me contentaré con eso, y cualquiera cosa me ser
virá para graduar el valor que pueda dar á mis argumentas.
ElSr. GONZALEZ, Ministro de Estado: El Sr. Ruiz de la Vega
ha manifestado mucho interés pnr que hable el Gobierno en esta cues
tión; el Gobierno ba creido que este asunto es del dominio exclusivo
de las Córtes, que no pertenecía á él, y que solamente en el caso de
que se promoviese alguna cuestión en que se hablase del Gobierno de
bía este tomar parle en la discusión. Sin embargo , debo decir al se
ñor Ruiz de la Vega que asi como S. S. ha tenido ese empeño de
que el Gobierno se anticipase y tomase parte en la cuestión, el Minis
tro que tiene la honra de dirigir la palabra al Senado ha debido lo
marla después de haber oido lo que ha manifestado el Sr. Rui? de
la Vega.
Yo tengo el derecho de manifestar en nombre d'l Gobierno cju*
este hablará cuando lo crea oportuno ; y el Sr. Ruiz de la Vega n»
está facultado para obljgar al Gobierno, tratándole de la mañero
conque le trata, para que hable cuando le acomode á S. S. : el
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Gobierno no Tiene aqui á satisfacer lo? deseos de S. S., viene sí i i
cumplir con su deber, y lo cumplirá. El Gobierno se reserva hablar |
cuando lo crea oportuno,
Pero ya que se me pone en el caso de hablar , diré de paso ana
cosa, y es, que puesto que se quiere que diga el Gobierno su opinión
en esta materia , la dirá de la manera franca que acostumbra, pero
será de suerte que no complacerá á S. S.
El Sr. Ruiz de la Vega manifiesta el deseo de que el Gobierno
Higa si en efecto ha habido por su parte comunicación con S. M.
Doña Maria Cristina de Borbon respecto al asunto de tutela. El Go
bierno de S. M. no ha tenido comunicación ninguna sobre este pun
to con la Reina Madre, y cualquiera que sea la correspondencia par
ticular sobre la materia, no pertenece al Gobierno; y diré con este
motivo respecto á lo que se ha dicho de la ausencia , sobre si es tem
poral ó indefinida, que el Gubierno créje , y es de opinión, sin tener
por eso documentos que puedan comprobarlo, hallándose sin em
bargo en el caso de manifestar una opinión , puesto que asi lo de»
sean algunos Sres. Senadores , que el Gobierno cree, repito, que si
>a voluntad de Doña Maria Cristina de Borbon fuera la de volver
á España , lo hubiera manifestado de alguna manera; pero no lo ha
manifestado de ninguna , y esa es la coutestacion que tengo que dar,
puesto que á ello se me ha obligado.
El Gobierno cree que la voluntad de S. M. es la de no regresar
á España, porque no lo ha manifestado de ninguna manera; y digo
mas: no solo no lo ha manifestado al Gobierno , sino que si se con
sultan motivos y causas particulares tiene fundamento para afirmar,
se mas y mas en esta opinión; y esto lo digo con referencia á corres
pondencia de la á que ha aludido S. S. ; que no puede' volver á Espa
ña. Si es esto lo que queria saber S. S. , sépalo: que el Gobierno cree
que no solo no se ha manifestado por parle de Doña Mana Cristina
de Borbon deseo de volver á España, sino que el Gobierno cree, por
que tiene motivos para ello, que no volverá.
Cuando tenga oportunidad , si es que uso de la palabra en el giro
de la discusión, me haré cargo de otras observaciones que se han pre
sentado.
El Sr. RUIZ DE LA VEGA: Yo doy las gracias al Sr. Presi
dente del Consejo de Ministros por la atención que ba tenido en
complacerme: al fin he logrado saber una cosa que no sabia: no
hay mis sino que S. S. do nos ha manifestado ningún pensamiento
acerca de la tutela; pero de lodos modos yo doy las gracias al Go
bierno: he satisfecho mi objeto, y al hacer esto reconocía el derecho
que el Gobierno tenia para contestar ó no contestar, y por eso di/e
que si S. S. lo queria decir, que lo dijese, y si no que no lo dijera;
pero asi como reconozco en el Gobierno el derecho de responder ó no
responder, yo también tengo el mió en este lugar para extrañar
todo aquello que me parece extraño, y yo siempre había tenido por
muy extraña la conducta y silencio del Gobierno en este caso por
mas que fueran de gran peso sus consideraciones particulares, pues
al fin se trataba a jui de puntos que no eran exclusivamente del
inferís del Senado; pero de todos modos estoy satisfecho con lo que
S. S. ha manifestada, y prosigo en mi discurso, graduando ya el va
lor de las cosas por mis propias rajones y cálculos. Digo, pues, reco
nociendo el mero hecho de la ausencia, que este por si no es Una
causa legal en derecho común, ni entendida por tanto en la Consti
tución según la doctrina que en su lugar he dejado sentada, y de
consiguiente no es de aquellas causas ó acontecimientos que produ
cen el caso de tuttla vacante, y mucho menos cuando concurre la cir
cunstancia de que esta ausencia ha sido coacta, por virtud de un
grande y deplorable infortunio.
Ahora bien, y sin dejar todavía la consideración de esta ausen
cia , como mi propósito es el de rebatir todos los argumentos según
el orden Je las materias , en este lugar me ocurre uno sobre dicha
circunstancia de su coacción , y voy á hablar de él, auoque con re
pugnancia , porque es para mi un deber imperioso el hacerlo, toda
vez que aquí se ha calificado la ausencia de la excelsa Tutora de li
bre abandono de su cargo, y hasta se ba querido prevenir la natu
ral excepción de dicha coacción. Se ha llevado la cosa hasta el extre
mo de pretender probar que la ausencia, aunque coacta, era un acto
libre, empleándose para ello basta aquellas argumentaciones que
son, digámoslo asi, los palillos de la escuela, y que en efecto se usan
en ella para establecer la proposición de que voluntas, etsi coacta,
voluntas est. Es verdad : sabemos en efecto, como aquí se nos ha ex
plicado, que siendo los elementos del voluntario el entendimiento y
la voluntad , todo lo que disminuya el conocimiento del primero , ó
las propensiones de la segunda , no llegando á quitarlos del todo,
constituye loque se llama voluntario imperfecto, que no por eso
deja de ser voluntario , siempre que queda facultad de elección en
tre dos males inevitables: sabemos esto en efecto, lo repito; ¿pero
es propio de este lugar y de esta causa y Persona insistir en esle gé
nero de raciocinios para concluir la libertad de un acto que se im
pula y alega nada menos que como fundamento legal para arrancar
un derecho á una ¡lustre Señora, victima de una lamentable desgracia
y en el momento acaso de su mayor aflicción? ¡Ah !
¡Esto , señores, es berir las mas delicadas susceptibilidades del co
razón humano! ¡ y herirlas en una muger , en cuyo sexo se reconoce
generalmente el carácter de la mas viva y exquisita sensibilidad!
i Herirlas en una madre, en la ternura de las cuales sube el afecto
pirs su prole hasta el grado de delirio .' ¡ Herirlas finalmente en una
Reina, cuya elevación de posición presta elevación de tono (digámos
lo asi) hasta á sus mismas naturales pasiones! Esto, señores, es cruel,
cruelísimo: no quisiera que se hubiese oído en el Senado , en el con
sejo de los hombres templados por la madurez de los años y amaes
trados con las lecciones del infortunio y de la experiencia. Pero deje
mos estas tristes consideraciones. 1
Sin salir todavía del becbo de la ausencia, se ha dicho también:
la nación tiene un derecho para saber bajo qué influjo ¡está dirigida
la educación de una Persona que ha de presidir sus destinos; y mal
podrá cuidar de esto una Persona colocada á larga distancia del
menor.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Santos): No se le oye á V. S. , y no
oyéndosele mal se le podrá combatir.
El Sr. RUIZ DE LA VEGA: Me enmendaré : se afectó temer á
este propósito que acaso la educaciou de S. M. la, Reina podría ser
dirigida por principios serviles y aduladores que la infundieran los
cortesanos; y digo yo: si se permiten estos argumentos, y bajo con
ceptos tan vagos ¿no se pudiera también temer de que removido de
una vez el influjo de la tierna Madre y régia Tutora llegasen al
cabo á introducirse en lugar de aquella quienes pudiesen influir en
la educación de la excelsa Menor bajo principios tan opuestos que
acaso desdijesen de la posición de su culto deslino. ¿No cabe en la po
sibilidad hasta el extremo de que pudiese ser imbuida, en ¡deas per
niciosas y aun revolucionarias? Asi que, no se nos venza aquí con tan
vagos recelos, cuando en esta linea , y sabidos por la historia los es
fuerzos que á veces se han hecho para apoderarse del corazón de las
tiernos Principes durante las minorías, ¿quién duda que puede ha
ber motivos fundados para recelar de influjos aun los mas pernicio
sos? [Los Srct. Gómez ( D. Manuel fentura), Capax,y Campaiano
piden la palabra en pro, y el Sr. conde de Pinojiel , como de la co
misión, la pide contra la manifestación hecha por el Gobierno de
S. M.)
El Sr. CODORNIU: El señor presidente de la comisión ba pedirlo
la palabra en contra de la comunicación del Gobierno en nombre de
la comisión , y debo de advertir que la mayoría de esta no trata de
rebatir lo que ha dicho el Sr. Ministro.
El Sr. conde de PINOFIEL: Es que me he equivocado.
El Sr. PRESIDENTE: No hay derecho para interrumpir al ora
dor. Después que este concluya cada uno puede usar de la palabra eu
el sentido eu que se le antoje.
El Sr. RUIZ DE LA VEGA : Dije , pues, que supuesto el hecho,
de la vacante fundada en la ausencia, se alegaba que por principios
de alta política, de conveniencia pública y de derecho público admi
tido de antiguo en España, era necesario el hacer uso del derecho do
las Cortes para nombrar tutor.
Cuando yo oigo asi en globo altos principios de política y conve
niencia publica y de derecho publico admitido de antiguo, no en
tiendo nada de ello: pira mi estas voces mientras no se expliquen y
definan , son voces huecas, vacias de sentido, altisonantes, y (permí
taseme decirlo aunque con no muy elegante frase) para mi estas vo
ces son el bam b¡m bombarda sonabant de aquel macarrónico dis-i
tico de ridicula celebridad. Defínanse estas cosas y nos entende.
remos.
' Cuando yo en mi argumento he dicho, por ejemplo, mi texto es
el articulo tal de la Constituoion, la ley cual de Partida, estoy segu
ro de que se me ha entendido ó debido entender : se conoce y sabe lo
que digo ; porque digo cosas positivas , textuales, explícitas , que es-
t in al alcance de lodo el mundo ; y cuando por el contrario, en sus
argumentos me vienen á mi con esas otras palabras, yo no las entien
do, ni hay quien las entienda , ó cuando mas, unos las entienden de
una manera y otros de otra. No señor t vamos á entrar en el análisis
de esto; vamos á tratar de esto filosóficamente: yo espero que estos
señores mis oponentes no desdeñarán el lugar de la filosofía.
Altos principios políticos : ¿ y qué es política? Sí nos atenemos á
definiciones antiguas , es el arte de gobernar ó ejercer el poder; si nos
aleñemos á las modernas, unos dicen: "la política es la moral; es la
justicia y la buena fé en relación á las naciones;" pero en fin, ya de
finen alguna cosa, se comprende algo: esta definición, que acabo de
decir es muy común, ó la mas comunmente admitida, que son prin
cipios de moral, de justicia, de equidad y buena fé , que asi como en
la moral propia ó ética se consideran con respecto á los hombres en
particular, en loque decimos política, se consideran con respecto á
las naciones : es, pues, la moral de las naciones en dos palabras.
Pues bien : cuando veo invocada la política para arrancar la tu
tela á la Reina , separar la Hija de la Madre, desconocer los dere
chos, usos y costumbres respetados por muchos siglos, me pregunto
y digo: ¿qué política es esta que se pone mas alta que la justicia?
Yo no reconozco política en donde 1j justicia no está encima: ¿será
alta política constitucional la que empieza derribando nn articulo
de la Constitución , y uno por cierto de los mas venerables? ¿Seri
alta ni baja política aquella que no guarda sitio? ¿Será política
aquella que en lo moral entra despedazando las afecciones del corazón,
hirviendo los sentimientos , y ahogando todos los principios y las
costumbres,? Digo que esto no ei política. Lo mismo digo de la con
veniencia pública. Esta es otra de esas palabras huecas que nada di
cen. La conveniencia pública cada uno la entiende á ¿u modo ; pero
cuando se ha (ratado de ella se la ha acompañado otro arrimo para
darle mas valor, y se ha dicho: "conviene que se haga lo que pro
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ponemos, porque enftal mes del año, en Setiembre, por ejemplo, atiende mas que á los que gritan , porque suena mas el grito de tres
Lan ocurrido ciertos sucesos, ha habido uo cambio de opinión y un que el murmullo de trescientos que se lamentan en secreto.
desacuerdo, y este cambio y este desacuerdo hacen que no pueda No creo, pues, que el pueblo español la aborrezca, que tenga
Yolver S. M.; y asi , bajo este supuesto conviene nombrar tutor." enemistad alguna con lan augusta Señora ; el pueblo la ama como
Este es el gran argumento que se haré, ponderado de circunstan siempre, y contempla con resentimiento ciertas escenas. No niego que
cias. habrá quien la aborrezca, y que tal vez serán los que mas la hayan
Yo procuraré explicar como pueda mis ideas acerca de este gran ofendido; y ahora mismo me ocurre á este propósito una reflexión
argumento, y acerca de lo que entiendo por esto de cambios de opi muy sagaz y digna de filósofos profundos que me parece haber leído
nión, mayormente en materias de relaciones morales, y lo que yo en en el delicado moralista Addison , á saber: " que no hay odio mas
tiendo por opinión pública. implacable que el odio del que ha ofendido á una persona sin razón,
Este cambio, nos dijo ayer un Sr. Senador que hablaba en sentido porque cuando se ofende por desquite de algún agravio, en el misino
c'e la mayoría, fue un suceso repentino, y cuando oí !yo esta idea desahogo del desquite queda sin contentamiento, y hay un medio de
dije: no puede ser, porque me acordé de aquel dicho de Séneca : Ne. llegar á lá reconciliación porque se dan recíprocas satisfacciones;
mo repente Jit malas \ y para mí aquellas verdades morales que se pero cuando se ofende á una persona sin razón; cuando se ofende por
lian dicho y citado por muchos siglos, y siempre se han repetido con mero gusto; cuandose paga un beneficio con una ingratitud, entonces
asentimiento, que supone una verdad bien recibida, tienen sin duda •incomoda hasta la presencia dé la persona á quien se ha ofendido, y
zúas valor que aquellas que oigo pregonar un mes y no vuelvo á oir hasta de la memoria se la quisiera borrar."
"mas de ellas al siguiente. Por dicha razón yo no creo que haya ha Esta es observación de muchos filósofos. Aborrézcanla , pues , los
bido un cambio en la opinión pública con relación á la augusta Se que la aborrecieren, que muchos de ellos serán de los que la han
ñora de quien se trata, en cuyo cambio pueda fundarse con verdad ofendido sin causa: digan enhorabuena lo que quieran ; pero tengan
la incompatibilidad de su presencia en nuestro suelo, la bondad de no presentar ese pensamiento generalizado al pueblo
Cambios de este género no se hacen de repente : opiniones en punto español, porque hay muchos millones que no piensan asi , y yo una
á cosas que son de afección como estas no se improvisan eu el cora fra.:cion millonésima de ellos.
zon; tienen que formarse paulatina y lentamente. Se han visto mu Supuestas estas consideraciones, y teniéndolas como meramente
chos Reyes que al principio de su reinado ban tenido grande popu episódicas respecto de lo que iba diciendo, vuelvo á coger el hilo de
laridad, y luego al cabo la han perdido ; pero siempre media un es mi discurso.
pació largo de tiempo para que ese cambio se verifique, y no se ve Había dicho que las razones de alta política y conveniencia pú
rifica sido con el acompañamiento de muchas otras alteraciones en blica no sirven de nada en el sentido que se las quiere dar ; á saber:
cosas y en individuos , y con la lentitud de sucesivas combinaciones en el sentido por el cual se supone que de ellas nace una autorización,
de situación. Bajo estos principios, que tengo por ciertos, certisi un poder en las Cortes, para resolver prudencialmente los casos que
XHOf, yo no puedo creer que con respecto ó una Señora cuyos enco ocurran: yo no admito esa doctrina en Córtes constituidas. Si se tra
mio» encarecidos de idolatrada, divina, i-ninortal, todavía están hi tara de Cortes constituyentes yo la admitiría , salvo empero la in
riendo el tímpano de nuestras oidos ; no puedo creer, digo, que de dispensable limitación racional, porque aun cuando ,.ara Córtes
repente haya perdido aquel afecto en el corazón de millones de constituyentes no hay limilaciou de leyes positivas, la hay siempre
hombres, porque no es posible ni materialmente ha habido tiempo sin embargo de leyes y principios eternos; pero hablando de Córtes
para la combinación de sucesivos intereses y situaciones. constituidas, no admito nada sin sujeción á la Constitución que ha
Se calumnia á la nación; se calumnia á un pueblo cuando yan, jurado.
se le atribuyen sentimientos que está muy distante de tener, por Las Córtes pueden hacerlo todo, pero con esa sujeción: de olio
que no los puede tener, ni racionalmente se conciben motivos para modo seria admitir un principio eternamente destructor, que baria
que los tenga. £1 pueblo español tiene*un carácter acreditado por si insuficiente toda Constitución. Este es un argumento de aquellos que,
glos, y no nos podemos engañar acerca de él. £1 carácter del pueblo como se dijo ayer muy bien, se usa cuando no hay razón explícita,
español acreditado es grave, constante y generoso, y en la materia positiva y conocida que invocar: en su falta, pues, se invocan argu
especial de que se trata , esto es, de afecto á sus Reyes, siempre y en mentos capciosos, como los de que voy hablando.
todo se ha distinguido con una especie de devoción religiosa, si pue Digo mas: admitida esa doctrina, viene la tiranía bajo la forma
do decirlo asi, que se ha hecho proverbial. Este ha sido el carácter representativa, que es muchísimo peor que la tiranía bajo otra for
español de siglos, y no es el pueblo español pueblo de meses, no. Yo ma absoluta cualquiera, porque alli no hay hipocresía; el déspota,
no sé cuál es el pueblo de Mayo , ó de Junio, ó de Setiembre ; cuan el absoluto, el tirano dice: lo bago porque quiero , qaoi libct lieef,
do yo conozco al pueblo de meses lo conozco por el carácter de un pero bajo esta otra forma no, porque entonces la tiranía se ejerce
acto bueno ó malo aquel mes ejecutado ; mas aquel no es el carácter bajo el velo de la ley, salvando su natural sentido por medio de ese
del verdadero pueblo: será el carácter de una parte ó fracción de él poder arbitrario que se quierejeconocer.
la que ejecutó el acto; será el carácter de una turba, y mas bien aci- Si señor; es mucho, muchísimo peor, porque cuando la tiranía
so del que la impulsa y dirige. No ; no es el pueblo español el pue se encubre con la hipocresía, los principios constitucionales van des
blo de meses : ni son las expansiones de un mes los verdaderos signos apareciendo ya con este, ya, con el otro pretexto.
de la opinión del verdadero pueblo por mas multiplicadas que se ex Ayer mismo cogí de la boca de un arador una expresión que va á
tiendan , por mas simultáneas que se anuncien. Para reconocerlo así oir el Senado : argüía aquel en el sentido que yo voy contrariando,
no tengo que ir á buscar ejemplos antignos ni de aquí lejos: en este y dijo: ¿con que la Constitución ha de servir como un embarazo ?
mismo sitio en que estamos he visto lo bastante de eso, y aun ture Esta fue su formal expresión á la letra. No quiero hacer reflexiones
mi parte en ello: "Quaeque ipse misérrima vidi" sobre esto : yo supongo , y lo supongo de veras, que este fue uno de
Hace 18 años que con motivo de expansiones semejantes creí yo esos que llamamos lapsus tingues que se suelen escapar; pero fue un
en el pueblo de Enero y de Febrero : joven yo entonces, lleno de fo lapsus lingual muy infeliz y peligroso. Asi , pues, es necessario irse
gosidad, engreído en cierto modo con el favor que gozaba, ocupando con mucho tiento en la admisión de esas ó semejantes doctrinas.
por aquel tiempo la silla de la Presidencia en ese mismo lugar en Ya que he procurado debatir en cuanto han alcanzado mis fuer
que ahora otro vemos, y rodeado de ilusiones de un porvenir ha zas esos principios, ¿qué diré de los otros del derecho público autiguo
lagüeño (que bien presto, y para no volver, desaparecieron), veia de España? El Sr. Macia Lleopart, que ha sido el que trató de esto,
y oia entusiasmado esos dudosos signos de la opinión del pueblo, lo hizo de cierta manera no muy feliz á mi modo de ver.
prodigados (como aqui se dijo, aunque con relación á diverso asunto Empezó su argumento por establecer que el código de las Parti
no hace muchos dias) , desde el alto Pirene y la Fenicia, Gades, das era el tercero en el orden de autoridad , y que era un derecho
hasta los pueblos mas opuestos, con motivo de cierto célebre suceso. supletorio. Yo no comprendo que pueda decir al caso del argumento
Largas horas del despaoho se consumían en oir demostraciones de de que se trata que el código de las Partidas sea el tercero en el or
una misma opinión favorable á una causa que yo sostuve honrada den y que es un código supletorio; porque importa poco que se lla
mente hasta el mas fatal de los extremos: yo estaba enagenado de me supletorio si en materia de tutela es el único que habla de ella, y
gozo; yo creí aquella la opinión decidida del verdadero pueblo, es por consiguiente el principal porque no hay otro: ahora cierta
pero era la del pueblo de Enero y de Febrero, desmentida bien pronto mente el principal texto con respecto á la tutela del Rey es el artí
y de bien distinto modo por otro pueblo. Si alguna causa poderosa pudo culo 60 de la Constitución; ¿pero en lo demás qué código hay mas
forzar á este pueblo para ello, no sabré yo decirlo ciertamente; pero que el de Partidas que hable del particular de tutela ? Ninguno por
si sé por otros no muy remotos ejemplos que causas mucho mas cierto: pues que se llame supletorio ó no, lo cierto es que es el có
poderosas nunca fueron bastantes contra la verdadera voluntad y opi digo verdadero y el único que hay.
nión del verdadero pueblo. No fio, pues , mucho en ciertos signos De consiguiente, yo no comprendo qué es lo que se quiso decir
que se nos hacen muchas veces pasar por verdaderos, y que no ig con ese argumento. ¿Sise querrá decir que porque el código délas
noro tampoco los medios con que muchas veces se logra dar aparien Partidas es supletorio, y la Constitución no es el texto por donde
cia de cierto y permanente á lo que en realidad es facticio y pa se ha de resolver la cuestión del día, según sostiene S. S. , habrá con
sajero. siguientemente de resolverse por ese derecho público antiguo de Es
Por eso no doy ahora mucho crédito tampoco á ese argumento de paña, dando á este el valor de principal en contraposición á las
la opinión pública que aqui se nos cita, ni á los signos con que se Partidas que llama derecho supletorio? Si fuese este el pensamien
anuncia, porque no puedo concebir que el pueblo español iíol que amaba, I to, lo rechazo altamente: seria el extremo del delirio anteponer X
que adoraba, que idolatraba á su Reina, entonces Gobernadora,
bernadora, que
q I un derecho textual , conocido y vigente, otro oscuro, indefinido y
la colmaba de los elogios y encomios mas encarecidos, 'baya cambia-—■ I cuya existencia es la cuestión : no puede ser. Por via de digresi'ui
do en un mes de pensamiento. Hay muchos que callaoa, y aqui no se 1 diré i propósito de esto que el Sr. Macia Lleopart increpaba macha
S.—TOMO I. 77
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á la minoría de la comisión porque habia dicho que el código de
las Partidas era código fundamental; yo replico que lo que ha dicho
la minoría de la comisión está bien dicho; y yo, aunque indigno,
me tomo la. libertad de salir i su defensa, porque yo ciertamente
envidio su dictamen, que hubiera tenido mucho gusto en que me
hubiese cabido el honor de firmar.
La minoría de la comisión ha dicho que el código de las Partidas
en la parte que trataba de la guarda del Rey había sido la única
ley fundamental que se conocía en España hasta que se formó la Cons
titución : ahora bien : si yaxno lo es porque tenemos la Constitución,
que ha embebido en si toda la sustancia de aquel con respecto á la
tutela del Rey , no dejará sin embargo de ser cierto lo que dijo la
minoría.
Pero ya que tan poco hace á favor de ese pretendido antiguo de
recho público de España alegado de la cualidad supletoria del có
digo de Partidas, veamos si son mas felices los argumentos hechos á
su favor con citas de actas de antiguas Córtes españolas en ciertas
minoridades.
Dos ejemplos tan solo recuerdo que citó S. S., uno referente al rei
nado del Sr. D. Enrique I á principios del siglo xm, y otro al rei
nado de D. Enrique III hacia el principio del xiv.
Ante todo diré, que cualquiera que pueda haber sido en sus tiem
pos la autoridad, siempre oscura y poco conocida de aquellas antiguas
Córtes, ninguna absolutamente tienen para nuestros días, nuestro di
verso estado de civilización, y sobre todo nuestro actual régimen de
Gobierno. Por otra parte, las actas sobre tutela del Rey (cualesquiera
que fuesen) de unas Córtes habidas en el reinado de D¡ Enrique I ú
otros Soberanos anteriores á la época de la promulgación de las Par
tidas , ¿cómo pueden' citarse por texto de derecho contra otro que
está recibido como indudable, expreso, positivo, y sobre todo pos.
terior?
Tampoco puede servir la autoridad y ejemplo de Córtes habidas
en el reinado de D. Enrique III, aunque ciertamente posteriores á la
promulgación délas Partidas, porque eso únicamente probaría que
si aquellas Córtes se creyeron autorizadas para resolver algún caso
contra la autoridad del derecho entonces fundamental vigente , obra
ron mal y arbitrariamente; y no es por cierto muy recomendable
.-llegar tales ejemplos para inducir ásu imitación en tiempos de Cons
titución bajo verdadero régimen representativo, y bajo principios de
política tan distantes en todo de los de aquellos siglos. Ni eso podría
probar jamás lo que se pretende, á saber: un derecho constantemen
te usado y reconocido.
Todo el mundo sabe ademas las escandalosas y continuas turbu
lencias, parcialidades, rebeliones y tumultos de los reinados de los
referidos Principes y las costumbres de sus siglos, notoriamente cé
lebres en nuestra historia por sus revueltas: y es bien notable por
cierto que se vaya á escojer precisamente para ejemplo del inaudito
derecho público español que para estos días se pretende una época
preñada de trastornos y calamidades: parece simpatía.
¿Pues y qué podré decir de la otra autoridad que también adujo
el Sr. Lleopart para probar ese derecho arbitrario que quiere atri
buir á las Córtes de resolver contra la Constitución y leyes expresas
en el caso de que se trata? Hablo del argumento que formó S. S.
acerca de ciertas facultades (no me acuerdo cuáles) que dijo tenían
los cabildos para nombrar vicarios en ciertos casos en que estuviesen
impedidos de desempeñar sus funciones los obispos. Aunque no me
acuerde bien de loa casos , basta para mi propósito el recordar que
repetidamente aseguró S. S. que lo hacían según el Tridentino. Pues
siendo asi, digo yo: no pudo imaginarse cosa peor para su propósito.
En efecto , si estaban autorizados por el sacrosanto Concilio de
Trento, que como general ecuménico representa la autoridad de
la iglesia, ó por mejor decir, es la iglesia misma , ¿qué otra cosa
podian hacer ni mas legitima que aquella que les prescribía la misma
lev y supremo derecho? Es por cierto muy extraña la ocurrencia de
pretender autorizar A timili con un ejemplo de estricta sujeción á
la lev otra en que precisamente se trata de obrar contra leyes expre
sas y vigentes.
Nada, pues, de cuanto viene dicho á propósito de corroborar la
pretendida fuerza de ese derecho, que se dice el público y antiguo de
España, sirve en mi juicio de otra cesa mas que de desvirtuarlo , ó
mas propiamente diré, de probar todo lo contrario, á saber: que no
existe ni ha existido jamás tal derecho.
Si es en esto en lo que se funda la consulta del Tribunal Supremo
de Justicia, no puedo menos de considerar en esto su autoridad como
i m procedente. Y aquí me ocurre una observación que no puedo de
jar de hacer por parecerme importante, á saber: que tengo por per
judicial y pejigrosa la tendencia que con la repetición de estas con
sultas, y en materias que tanto roce tienen con la política, se va de
jando observar eq la frecuente recurrencia de casos de este género
en que interviene dicho Supremo Tribunal, que asi poco á poco ven
drá A hacerse heredero del Real y Supremo Consejo de Castilla, cou-
tra cuya intervención en los negocios políticos tanto se clama y ha
clamado.
Práctica que si llega á arraigarse será una cosa peor y mas repug
nante á los buenos principios ejercida por el Tribunal Supremo que
lo que' fue cuando se ejercía por el Consejo de Castilla , porque al fin
este usaba de una autoridad que no repugnaba á los principios del
régimen absoluto, bajo el cual servia, pues cualquiera que fuese la
extensión y naturaleza de sus funciones, eran consiguientes al princi
pio absoluto de soberanía drl Monarca que queria haeerle participe
de su poder. Pero bajo los principios constitucionales en que los tri
bunales no tienen mas legitimas atribuciones que las de juzgar y ha
cer que se ejecute lo juzgado, no se compagina bien la atribución que
1-5 pone en el cas., de influir notablemente en la política, y de ha
cerse tal vez, queriendo ó no queriendo, instrumento de las parcia
lidades comunes en tiempo de revuelta , y esto de un Triodo libre de
toda responsabilidad porque no está sujeto á formas: ni sé si para
esto podrá entenderse también la ventaja de la inamovilidad que
para los jueces se reclama , cuando juzguen en sala de justicia con
sujeción á leyes expresas, á reglas conocidas de jurisprudencia , y á
formas determinadas, bien lo entiendo, pero no ine es tan fácil com
prenderlo en el otro caso. Por lo que hace al presente , perdóneme la
autoridad del Tribunal Supremo, porque aunque yo la respete y re
conozco que toda corporación de su categoría la tiene extrínseca y
justamente fundada en una presunción muy razonable, la suya sin
embargo en este caso viene á desvirtuarse en mi juicio evidentemen
te en vista de la ninguna fuerza que arroja la autoridad intrínseca
de las razones que manifiesta para fundar la opinión afirmativa sobre
el negocio que nos ocupa de la tutela de S. M. la Reina: ni hallo
justo ni legal que un tribunal de justicia aconseje resoluciones fun
dadas en un derecho que no es textual, que es oscuro é indefinido,
contra el expreso en la Constitución y leyes vigentes
Si yo hubiera de continuar ampliando las muchas ¡deas que me
ocurren sobre el asunto que nos ocupa, seria mucho mas larga mi
peroración.
Reasumiré, pues, con la brevedad que pueda mis ideas para po
nerle 'fin.
Tenemos por una parte que los que hablan en el sentido de la
mayoría de la comisión , desechando.todo derecho textual, expreso y
positivo, buscan el apoyo de sus razones en uno que no existe ni pue
de tener lugar por su oscuridad y arbitraria inteligencia r por el con
trario, los que combaten el dictámen de dicha mayoría se fundan en
razones que son incontestables. Por parte de estos la Constitución y
el derecho común: por parte de los otros un derecho desconocido, que
solo se apoya en hechos antiguos, acaecidos todos en tiempos oscuros
y de rebeliones, tumultos y revueltas, ó en razones vagas de una
conveniencia indefinida, y principalmente fundada en opiniones ma
nifestadas bajo circunstancias también de ruidosas y graves agitacio
nes, en contemplación de lo cual no puedo menos de exclamar: ¿qué
política, qué conveniencia , qué derecho es este, cuya autoridad es la
fuerza, cuyas razones son las revueltas, cuyos textos son los tumul
tos, y cuyo argumento es la turba? No pudiera en verdad emplearse
mas pésimo argumento: argumenlitm petsimi turba ctt, dijo Séneca,
compendiando asi en cuatro brevísimas palabras una profunda sen
tencia moral, cuya verdad viene constantemente aplaudida y citada
por la sabiduría de diez y nueve siglos.
Yo llamo, pues, muy seriamente la atención del Senado hácia la
importancia de la cuestión que vamos i resolver. Si resolvemos en
favor de la tutela de S. M. ¡a Reina ejercida por su augusta Madre,
resolveremos conforme á la Constitución, conforme al derecho co
mún, conforme á la razón natural, fundamento original de todos
estos derechos en la materia, y esta resolución como favorable á le
yes tan reconocidas llevará consigo la ventaja de ser mas segara, y
menos expuesta por otra parte á los peligros y aun escándalos que
tal vez pudiera producir un hecho gravísimo en si y de extraordina
ria ocurrencia. Si resolvemos en el sentido contrario, lo haremos in
dudablemente contra la letra de leyes expresas, y fundándonos solo
en principios ambiguos, que cada uno interpreta á su modo y por un
derecho incierto y oscuro que por lo mismo es cuando menos im
probable , y por consiguiente menos seguro.
El Senado, pues, está hoy llamado á desempeñar un gran deber:
su oficio, por la hipótesis de su institución, es de regulador. Haya,
pues , todo el movimiento que se requiere para ir marchando, y sin
cuyo impulso no se pudiera proceder; pero haya quien regule y
contenga el ímpetu del movimiento: siga la barca su rumbe en me
dio de las olas: aplique el marinero robusto sus brazos á los remos
para impelerla; pero que no falte un maduro piloto que se aplique
al timón para procurar el acierto del rumbo: á este oficio está lla
mado el Senado.
El Sr. conde de PINOFIEL : Pido la palabra para hacer uso de
lo que ha dicho el Gobierno.
£1 Sr. PRESIDENTE: Estamos en el caso de discutir el dictá
men de la mayoría de la comisión, y no otra cosa ; y si le conced tete
á V. S. la palabra nos expondríamos á entrar en una discusión que
entorpecería lo que se está siguiendo.
El Sr. SEOANE: Pido la palabra en pro del dictámeu que se
discute.
El Sr. PRESIDENTE: Como de la comisión tiene la palabra el
Sr. Codorniú.
El Sr. CODORNIU : La cedo con gusto al Sr. Gómez BccerM.
' EI Sr. GOMEZ BECERRA: Señores, un asunto importante y
grave ocupa la atención del Senado. Grave debe ser la discusión; gra
ves y muy mesuradas las palabras , como deben ser muy prudentes
y circunspectos los conceptos. Sin embarge, he observado con dolor
que la discusión no se ha tratado bajo este aspecto imponente y so
lemne ; y yo lo he observado, porque he oido palabras que, siena

pre ageuas de esle lugar, creo que deberían estar mas distantes en
esta discusión. Aqui frecuentemente , en vez de argüir con razones,
se han buscado las palabras mas altisonantes, aquellas que puedan
infundir sentimientos mas vivos y profundos; aquí sin probarlo se ha
oido la palabra atentado; sin tratar de probarlo seha hablado de sacri
legio ,' catástrofe, rompimiento de la lev fundamental; se ha hablado
de millones de españoles, y millones de españoles que yo no sé dónde
estaban el día 1? de Setiembre; aqui, en fin, se han dirigido palabras
por este estilo, mas bien á oirá cosa que á la raion.
Yo, señores , rqe propongo seguir otro rumbo; me propongo ser
muy templado aun en puntos en <|ueel derecho de U propia defensa
lúe autorizaría á usar otro lenguage.
Yo, señores, empiezo diciendo que la expectación del Senado y
de los oyentes va á quedar frustrada ; siéndome lo mas sensible que
va á quedarlo también la del Sr. Codorniu, que me ha hecho el ho
nor de cederme la palabra, porque en vez de tratar de corresponder
á loque creo esperan de mi en esta ocasiou , voy á revelar una ver
dad amarga, y á descubrirla con mucho sentimiento mió: la ver
dad es, y debo decirla , que lies dias lleva el Senado perdidos en una
cuestión intempestiva, y de consiguiente inútil. Yo fegun esta idea,
desde el mismo instante en que pedí la palabra no indiqué que la
pedia en pro del dictamen de la comisión , no: yo la pedí en pro de
lo que debe discutirse en este momento , de lo que ahora está puesto
á discusión. Pero aqui yo no sé por qué ha habido tanta impaciencia
en traer á la arena lo que todavia no se ha puesto á discusión.
Se pasaron á la comisión del Senado unos papeles que lia bia re
mitido el Gobierno; la comisión los examinó, y tuvo la franqueza de
consignar en su dictamen cuál era la opinión que formaba en vista
de ellos. Y6 no he de tratar de eso; yo no he de tratar de examinar
los argumentos que se haii hecho eu pro y en contra, ni tampoco
pienso contestar al Sr. Ruiz de ra Vega, porque á pesar de que la
comisión ha hecho alguna excitación, y parece que ayer se hicieron
algunas indicaciones en el mismo sentido, creo que no se está ahora
en el caso de la cuestión que se ha discutido y que ha ocupado tres dias
al Senado. La comisión, como he dicho, sin que por esto se crea que
trato de censurarla ni defenderla en este punto; la comisión , digo,
formó su opinión en vista de los documentos, y no tuvo inconve
niente en presentar su dictamen proponiendo á la deliberación del
Senado que se declarase que la tutela de S. M. la Reina Doña Isabel II
y su augusta Hermana se halla vacante, y que en su consecuencia
deben las Cortes nombrar tutor. ¿Y para qué propuso esto la comi
sión? Ella misma lo dice: "para que las mismas {leyendo) pue
dan adoptar esta resolución; las Cortes, señores, porque habla de
las Cortes, y en su caso tenga el efecto correspondiente, propone la
comisión lo que sigue : Que el Senado discuta sobre la declaración do
estar vacante la tutela basta que se dé este punto por suficiente
mente discutido. " Señores, la cosa es muy sencilla y muy natural:
antes de que se abra discusión sobre si esti ó no vacante la tutela
debe* discutirse en el Senado, votarse y aprobarse si ha de haber esta
discusión.
£sto es lo que propone la comisión. ¿Y qué hemos hecho? Dis-
rulirya, discutir antes de cjue el Senado haya dicho que se abra
discusión sobre esta materia ; y por lo misino que se trata de un
asunto tan importante y tan grave, en qi.e median intereses de Per
sonas augustas y el de la causa pública, que es todo lo que puede ha
ber de mas recomendable , es necesario que antes de declarar la Ta
jante se discuta si se esti en el caso de entrar ó no en esta cuestión.
Esto es lo que pide la comisión , y no podia pedir otra cosa. Esta es
U cuestión previa, y previamente la propone la comisión , y pré-
viauiente debe tratarse, como lo dice la comisión (Xfj-d). lié aqui,
señores, cómo la comisión sujeta á la discusión del Senado la cues
tión prévia de si se ha de entrar en la otra cuestión sobre la vacante
de la tutela; ¿y en el caso en que nos encontramos qué haremos ya
de este articulo? Si el Senado dice que lo aprueba, aprueba que se en
tre en la discusión de una cuestión que hace tres dias estainus deba
tiendo: si el Senado no aprueba este articulo; si dice que no se entre
en esa discusión, el Senado se pone en peor posición, porque declara
que no se entre en una discusión que ya ha habido.
El otro articulo trata del modo de hacerse esa disensión, de la
votación que haya de haber según el resultado de la misma: este es
el estado de esa cuestión; esto es lo que debe examinarse puramente; y
yo, sin anticipar mi opinión ni una sola palabra acerca de si la tutela
está ó no vacante, sostengo el dictamen de la comisión en cuanto á lo
que ahora debe ser objeto de discusión ó votación. Esto es en cuanto á
esos dos artículos señalados con el nüm. 1? y 2? En aquel se dice
que se declare si se está en el caso de abrir discusión sobre si la tutela
de S. M. y de su A. está ó no vacante, y si esta discusión debe se
guirse por el orden que expresa el articulo señalado con el núm. 2?
Es menester probar que sobre esto es sobre lo que ba debido rodar
la discusión, si en efecto hay una necesidad ó una utilidad de que se
examine; y esloes lo que quiere decir discutir si está ó no vacante la
tutela: y para entrar en el reconocimiento que yo me propongo hacer
es menester recorrer alguna de las circunstancias anteriores, debiendo
en primer lugar hacerme cargo de una expresión que se ha dicho, y
aun se ha repetido, acerca de que la ausencia de S. M. ti forzada.
El Senado entiende muy bien que yo tengo una razón particular
para no pasar por alto este punto, aunque no debo tratar de averi
guar cosas que ni me corresponden, ni son de este lugar. Lo que yo
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puedo decir sobre la ausencia es que el último Ministerio rogó i
S. M. en Valencia, la suplicó, la aconsejó , trató de persuadirla por
cuantos medios son imaginables, tomando sobre si una responsabili
dad muy grave, que no abandonase el reino: sin embargo, S. M. se
ausentó; si en esto ha bia otras causas que podian servir de estimulo
á otros, á otro tiempo se ban de irferir; y si vamos de tiempo en
tiempo buscando el origen, yo no sé donde llegaremos. Mas puedo de
cir que la resolución de S. M. acerca de la renuncia estaba ya lo
mada antes de la llegada de aquel Ministerio á Valencia , y todo re
cibió algunas pero muy pocas modificaciones. En fin, señores, esta
cuestión, que no deja de ser de influjo para la resolución que yo llamo
principal, habrá de abrirse de nuevo; no habrá mas remedio que
volver atrás, empezar la discusión de si está ó no vacante la tutela,
y entonces tendrá un lugar mas oportuno que el que ahora pudiera
yo darle.
Estando S. M. ausente se presentó una declaración con el nombre
del Sr. Infante D. Francisco de Paula, declaración por la cual recla
maba la tutela de .sus augustas Sobrinas, y declaración en la cual
suponia su tutela vacante: el Gobierno provisional que regia enton
ces el reino, regir tengo que decir, para no decir Gobierno que go
bierna ; el Gobierno provisional que regia entonces el reino, y si
digo regia se me está viniendo á la boca la palabra Urgencia, sin
embargo de que yo no trato de disputar sobre esta mezquina cuestión,
creyó, digo, dicho Gobierno, que este asunto era grave y digno de
atención: ¿y cómo no habia de creerlo? ¿No se trataba de una cosa
del mayor interés? ¿No era una Persona augusta, un Principe de la
sangre, un Tio carnal de la Reina el Sr. Infante, que se dirigía al
Gobierno? Pues qué, ¿no habia de hacer caso de lo que este Princi
pe pedia? ¿No lo pedia eu nombre de esas mismas leyes, de esa mis
ma naturaleza de que tanto se h? hablado ? La declaración , señores, •
es un manifiesto al mismo tiempo, y esto era crear mas compromi
sos al Gobierno; un manifiesto que el Sr. Infante dirigió á los españo
les: ¿ y el Gobierno debía dejar olvidado este asunto grave que Te
era remitido de un modo tan público como el de un manifiesto i la
nación ? ¿Lo habia de haber guardado debajo de la mesa ? ¿ No de-
bia haber hecho de él ningún caso, ni dado una contestación ? El Go
bierno revolucionario , mas revolucionario que la revolución misma,
según se dijo ayer , lo envió al Tribunal Supremo de Justicíale!
Gobierno, señores, no era revolucionarios la revolución", para valer-
me de la expresión de un filósofo político, es el cambio del Estadn;
este se hace en un sentido ó en otro , para mas ó para menos ; la re- .
volucion se manifiesta, ó en las calles, ó de otro modo.
La revolución estaba hecha ; estaba presentada en las calles ; es
taba manifestada de otros modos ; mucho antes de que el Gobierno
de Octubre viniese al Ministerio ; mucho antes de lo que se creía;
mucho antes del 1? de Setiembre: entonces es cuando se hacia, cuan
do se estaba haciendo la revolución para cambiar el Estado: el 1'.' de
Setiembre fue la contrarevolucion para que no perdiésemos nuestras
instituciones. (Aplausos en la tribuna pública.') El Gobierno que fue
entonces fue contrarevolucionario para impedir que la resolución
proyectada antes siguiera su curso.
El Gobierno revolucionario ó contrarevolucionario trató el asunto
con la prudencia y circunspección que merece y no podia dejar de
merecer. El Sr. Infante D. Francisco decía en su declaración de 25 de
Octubre: "Me corresponde la tutela de mis augustas Sobrinas; me}
corresponde por las leyes vigentes basta la declardcion de las Cor
tes." Aqui rrconoeia S. A., primero, la competencia de las Cortes;
y segundo, creía que le competía la tutela hasta que las Córtrs re
solviesen. Esto es de mucha importancia; esto no se resuelve romo
otro negocio de poca gravedad.
En el manifiesto que dirigió á los españoles el mismo Sr. Infar.'"
D. Francisco dijo, hablando de S. M. ls Reina Madre < "el doble
encargo que la Constitución la confiere." El doble encargo no podia
entenderse sino por la tutela y la Regencia del reino: el Sr. Infante
suponia que la Reina Madre había dejado uno y otro ; esto necesita
ba, señores, tantas mayores explicaciones, y explicaciones tanto mas
sólidas y fundadas en autoridad , cuanto que en el manifiesto se de
cía esto, y el manifiesto se dirigía á todos los españoles.
En este misino concepto decia el Sr. Infante hablando de los au
tores de la Constitución, que no indicaron en quién recaería la tu
tela de los Hijos del Rey difunto faltando quien la ejerciere durante
el interregbo entre la administración temporal y el nombramiento
de las Cortes: hé aqui propuesta otra duda, otra dificultad, otra
cuestión de importancia. Decia en el mismo manifiesto que el Con
sejo de Ministros que ejercía las funciones de la tutoría de S. M. la
Reina Doña Isabel II y de la Infanta Doña María Luisa no podia
seguir, porque la Constitución lo prohibia , porque eran incompati
bles los cargos de Tutor y de Regente. En esto habia una manifiesta
equivocación; pero á una persona como el Sr. Infante no se la dice
ligeramente: "Vd. se ha equivocado;" es menester decirlo con mi
ramiento y con decoro y al mismo tiempo con el apoyo de funda
mentos respetables. "Y no estando la tutoría legalmente confiada á
persona alguna, dice (suponia que no estaba confiada i la Reina Ma
dre) , seria privarme de ella una injusticia tiránica que ni aun la ca
lumnia mas atroz podría disculpar."
A este punto llevaba sus exigencias el Srrino. Sr. Infante; al plin
to de decir que era una injusticia tiránica privarlo" de su derecho. Y,
señores, ¿qué debia hacer el Gobierno encontrándose con una declara
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cion de esta especie? Ni admitirla ni desecharla; parque si la admitía
ó desechaba, era atribuirse unas [funciones que no le competían ni
podían competirle nunca i ni por la Constitución, ni por las leyes, ni
por la razón, ui por la justicia, ni por la conveniencia pública, ni
por ningún titulo , podía corresponder al Gobierno decidir esta cues
tión. ¿Pero de qué se trataba? Se trataba de cuestiones de derecho,
de derecho civil , de cuestiones de derecho público y de derecho cons
titucional. Pues bien: el Tribunal Supremo de Justicia debe saber
qué es derecho civil, qué derecho público y qué derecho constitucio
nal. ¿Y qué otra corporación podria consultar el Gobierno que le
inspirase mas confianza , por la institución misma del Tribunal Su
premo de Justicia , por sus funciones, por el carácter, crédito é ilus
tración de todos los individuos que lo componen ? Ese paso pruden
te, ese paso detenido , reflexivo que dió el Gobierno ¡ también uiere-
cía censura! Pues qué ¿se quería que el Gobierno resolviese por si?
£1 Gobierno rio podia resolver; el Gobierno tenia que consultar.
He dicho que se trataba de cuestiones de derecho civil , de de
recho público y de derecho constitucional.
En cuanto á derecho público y derecho constitucional, acaso de
bían saber algo todos los individuos que componían el Gobierno pro
visional ; pero derecho civil no había allí mas que uno, á quien sin
serlo se podria decir jurisperito, no habia ni debia haber para el
caso: solo el Ministro de Gracia y Justicia tenia obligación de ser ju
risperito; habia por casualidad otro abogado, pero no querría ni
debía , como encargado que estaba de otro ramo, cargar con la res
ponsabilidad de una parte resolutiva en materias de derecho: ¿y yo
que podia tener algún voto, que debia tenerlo por la naturaleza de
las cosas, yo habia de tomar la responsabilidad de decidir en un
asunto de esta naturaleza , y decir á los demás individuos del Go
bierno provisional: este es derecho, esto es lo que se debe resolver?
No: yo no debí tomar esta responsabilidad; mas aunque yo lo hu
biera hecho, los otros individuos debían haber desconfiado del voto
de un hombre solo en negocio de tan grave trascendencia: fue, pues,
necesario, fue prudente , fue muy conveniente remitir el negocio al
Tribunal Supremo de Justicia: si, señores; es menester entender lo
que es este Tribunal: hay responsabilidad , hay inamovilidad en
cuanto es Tribunal de Justioia, y en Tribunal pleno es un cuerpo
directivo de la administración de justicia en general por las atribu
ciones que le corresponden de tener la superior inspección en este
ramo; es un cuerpo que gobierna su interior, sin parecerse en nada
al Consejo de Castilla, y está muy distante de parecerse i una cor
poración que no está de acuerdo con los buenos principios de polí
tica constitucional ; es también una corporación consultiva en los
negocios de derecho , de derecho civil , eclesiástico, de todas clases
de derecho; para todo se va allí á buscar luz cuando se trata de
ilustrar esas materias: si hubiera un Consejo de Estado no tendría
mos dífioultad alguna; pero la hay y muy grande, porque no tene-
moj ese Consejo, y porque aunque le hubiera en materias de dere
cho] el tribunal de la nación no puede dejar de tener voto.
Pero la censura ha llegado á censurar el que se remitieran algu
nos de estos negocios consultivos al Tribunal Supremo, al que ordi
nariamente no se pasan mas que los de derecho; y esto lo han he
cho todos los Ministerios anteriores, lo ha hecho también el señor
Ruiz de la Vega cuando fue Ministro; y mientras no se diga : hay
este ó el otro cuerpo que pueda llenar estas funciones, es menester
que vayan á este Tribunal.
El Tribunal Supremo de Justicia volvió su consulta al Gobierno,
y allí se creyó lo que yo habia previsto antes, y lo que creo que está
al alcance de todo el mundo , y fue el que este negocio debía que
dar íntegro á la resolución de las Cortes. Pero habia entonces, en
aquellos mismos días , y por eso también se tocó algo en la órden
en que se pidió la consulta al Tribunal Supremo; habia otras cosas,
había en la misma declaración ó manifiesto del Sr. Infante la idea
de que la tutela estaba abandonada ; habia otros motivos , otros an
tecedentes, y la Regencia al tiempo de resolver sobre la consulta del
Tribunal Supremo mandó formar una junta que hiciese unos in
ventarios , y sobre lo cual se ha dicho que obró la Regencia arbitra
riamente. ¡ Arbitrariamente! Con mucho juicio, con mucha delica
deza, con mucho celo por los intereses de la Reina Doña I:abel II,
de la Reina Doña María Cristina de Borbon , y de la Serraa. Se
ñora Infanta Doña María Luisa Fernanda y de la nación entera.
Pues qué ¡ no hay mas que deoir " obró arbitrariamente !" ¿ Y la
prueba ? Esa es la que yo quiero.
El Sr. Senador que advirtió ayer esta expresión no sabe nada de
lo que hay en este asunto, y sin embargo ¡allá va esa rociada! S. S. no
sabi nada , ignora los motivns.que ha habido, y yo los sé, y no pue
do decirlos ; una cosa sí diré , porque no es un secreto , porque lo sa
fe n muchos, y porque importa que se sepa.
Se formaron unos autos de inventario, cuenta y partición de los
bienes que quedaron al fallecimiento deL Sr. D. Fernando VII; se
lormaron estos autos , ellos han existido, y estos autos no parecen en
ninguna parte. ¿Quién se ha apoderado de ellos? ¿Con qué objeto,
con qué interés lo ha hecho? Yo ni respondo, ni ospero que se res
ponda, porque basta el haberlo preguntado. Ahora se dice que los
inventarios uo son legales, y que es menester comprobarlos con los
atros. Si se sabe que no existen ningunos; si absolutamente ignora
mos lo que ha qurdndo á esas augustas Huérfanas, ¿por qué no se ha
de tratar al meaos de averiguar lo que existe en el día ?
La resolución de la Regencia on la consulta del Tribunal Su
premo de Justicia fue que se reservase la cuestión integra, en toda
su integridad, i la resolución de las Cortes; y el Gobierno, consi
guiente á esta resolución, consiguiente á una resolución tan confor
me al órden constitucional , tan conforme al órden debido, que sí
se hubiera adoptado otro habría sido motivo justo y verdadero de
responsabilidad, el Gobierno, consiguiente consigo mismo, luego que
, se abrieron las Cortes remitió los antecedentes que tenia paca co-
conocimiento de las Cortes. Se dice que el Gobierno provisional es
el que ha dado lugar á esta cuestión. No señor; si las Cortes hu
bieran querido no darle curso; si no se le hubieran dado, el Gobier
no no tenia en esto nada que ver ; pero el Gobierno ha hecho sim
plemente lo que no podía dejar de hacer; y le dió también á esto
publicidad, consiguiente á los principios y al sistema que desde
' luego- se propuso seguir.
El Gobierno no hizo mas que decir: "esto hay: ¿corresponde á
las Cortes? Ahí está." Esta es la historia de lo que ha pasado; historia
que demuestra la necesidad de esta discusión para decidir si está ó no
vacante la tutela; y digo que es indispensable que esto se examine,
porque tenemos un Principe que propone dudas muy expresivas, du
das á que da el carácter de conformes á las leyes, á esas leyes tex
tuales escritas, y á otras leyes que hay que se citan , aunque no son
textuales, que son las leyes de la naturaleza ; y después de esa recla
mación tenemos que se ha dicho ya por medio de aquel manifiesto á
la nación española que hay una consulta al Tribunal Supremo de Jus-
! ticia, al primer Tribunal de la nación, en que dice: "Corresponde á
las Córles; las Cortes deben examinarlo." Tenemos que la situación
se ha presentado, y se ha hecho general: que no hay nadie que no ha
ble de ella, en todas partes, en las conversaciones , en la prensa , en
las tribunas: tenemos que está fija sobre esta cuestión la espectacion
pública : ¿y esta situación ha de quedar sin decidir? No señor ; es
menester decidirla de un modo ó de otro. Hé aqui por lo que yo digo
que es preciso que se abra discusión sobre esto, y que sea eu los tér
minos que propone la comisión discutiéndose sobre la vacante hasta
dar el punto por suficientemente discutido; discutiéndose solo, no vo
lándose, porque eso si corresponde á las Córtea (cuestión en que yo
no entro ahora, porque no la creo del caso) , los dos Cuerpos colegis
ladores reunidos deben resolverlo. Si en efecto se discute , y se da el
punto por suficientemente discutido, no hay mas que pasar el aviso
al Gobierno y al Congreso, como dice el art. 2!, para la reunión y
la votación. Pero dejar la cuestión después de empezada sin decidirla,
seria uo error mny trascendental. &
De aqui, señores, es de donde pueden seguirse males; es donde
puede haber catástrofes. Asi es como en todas las épocas antiguas y
en las modernas se da pábulo para que los malos exciten todo género
do desórdenes, de banderías, de parcialidades , de divisiones intesti
nas y de guerras civiles. Todo esto seria muy fácil que sucediese
quedando la cuestión sin resolver; pero decidiéndose, sea del modo
que fe quiera, no : ya he dicho que no entro en esa cuestión; pero es
menester que esa cuestión que tiene en ansiedad á todos, se decida, y
cuando esté decidida por la autoridad competente, que si no loes
las Cortes, no sé yo quién pueda ser, nos someteremos á ella, sin que
el pueblo español, que tiene dadas tantas pruebas de amor al órden y
i la Constitución, se deje llevar de esos males, de esos trastornos que
ha habido en otras ocasiones por no haberse decidido, tal vez por no
haber habido autoridad competente; males y trastornos que yo creo
que deben evitarse, adoptando el medio que propone la mayoría de
la comisión en los dos artículos señalados con los números 1? y 2?,
que deben ser el objeto de la diseusion actual.
Concluyo, pues, anunciando que votaré, ó enmendados, ó sin en»
mendar, porque las enmiendas no serán ya muy oportunas después
del giro que se ha dado á esta discusión, los artículos que propone la
mayoría de la comisión.
El Sr. HEROS: Pido la palabra sobre el incidente que acaba de
producir el discurso del Sr. Gómez Becerra. La discusión parece que
cambia en efecto ; y puesto que el Sr. Gómez Becerra dice, como ya
anticipadamente algunos habiamos pensado, que la discusión debe
versar sobre lo que S. S. ha dicho; yo creo que si los señores que hi
cieron la proposición para que no se declarase discutido este asunto
hasta que hubiesen hablado en pro y en contra tantos como hubiesen
pedido la palabra se diesen por satisfechos, podríamos pasar á la
discusión por artículos , en cuyo art. 1? se propone lo mismo
que dichos señores pidieron. Dando por discutida la totalidad pasa-
riamos á la discusión por artículos , en los cuales se encuentra com
pletamente satisfecho el deseo de los señores que firmaron la proposi
ción ,• porque dice el art. 1? que se discuta sobre la declaración de
estar vacante la tutela hasta que se dé este punto por suficientemente
discutido; y como esto es sobre lo que hasta ahora se ha hablado, va
mos á encontrarnos luego en el caso de hacer lo mismo que ya se ha
hecho.
Para entrar, pues, en la verdadera discusión, puesto que el Se
nado por lo que ha manifestado con mucha oportunidad el Sr. Be
cerra conocerá que estamos fuera de ella , me parece lo mas natural
que al cabo de tres dias que llevamos en este asunto, urgente por si
mismo, y recordando por otra parte que la proposición á que me re
fiero no quita que el Senado dé por discutido el punto cuando lo ten
ga por conveniente, me parece lo rúas natural que se hiciese esta de
claración, y pasásemos á la discusión por artículos, en cuyo art. 1!

hay amplitud para hablar cuanto se quiera. Por consecuencia someto
esta observación á la discusión del Senado para que si lo tiene i bien
se pregunte si está el punto suficientemente discutido.
£1 Sr. PRESIDENTE: La gravedad de este asunto ha hecho que
se considerase el dictamen de la comisión dividido en dos partes:
tiene que discutirse en su totalidad; asi re anunció, asi está enelacta,
y asi lo aprobó el Senado al resolver que no se diese por discutido
este punto hasta que todos los señores que tuviesen pedida la palabra
hubiesen hecho uso de ella. Debo advertir ademas que hay hecba
una proposición con respecto al art. 1?, que tal vez baria que volviese
' todo á la comisión, y se quedase esta discusión sin la latitud que se le
ha dado en consideración á su importancia.
Varios señores Senadores tienen pedida la palabra, sin duda para
responder á la observación ó petición del Sr. Heros, y no podré me*
nos que concedérsela. El Sr. Codorniú tiene la palabra.
El Sr. CODORNIU: Habia pedido la palabra precisamente para
decir lo mismo que ha manifestado el Sr. Gómez Becerra : mis com
pañeros de la mayoría de la comisión presentan su dictamen : pri
mero, con relación á la base general ; es decir , diciendo su opinión
reducida á creer que la tutela de la Reina Doña Isabel II, y su au
gusta Hermana estaba vacante; pero esto no es mas que su opinión,
y creyendo también la mayoría que no se tocaria á la discusión has
ta que se hubiese aprobado el primer articulo. Esto es lo que iba á
decir cuando el Sr. Gómez Becerra parece que ha llenado el pensa
miento de la comisión. (Loj Sres. Coneja y Ontiveros piJt-n la pa
labra.) ' men, y no be podido entender cuál era su objeto: quizá algunos otros
El Sr. PRESIDENTE: No hay sobre qué entrar en esta discu
sión. Está en turno una proposición del Sr. Heros acerca de que el
Senado determine en contra de lo que tiene resuelto, y se ra á some
ter á su consideración."
Se leyó la siguiente proposición del Sr. Heros : -
"Pido al Senado se sirva declarar que este asunto está ya discu
tido."
El Sr. CARRASCO: El Sr. Heros se sirve proponer al Senado
que i pesar de su acuerdo anterior declare si está el punto suficien
temente discutido. Va á preguntarse si se toma en consideración."
Hecba la pregunta, se resolvió por la afirmativa.
El Sr. ONDOVILLA: Si el sentido de la proposición del señor
Heros no impide el que se pueda presentar una enmienda á la tota
lidad del dictamen, no tengo inconveniente en adoptarla; pero yo
no estoy conforme con el dictámen de la comisión ni con el voto
particular, y tengo que proponer un medio, y podría hacerlo si se
pasase desde luego á la discusión de los artículos. La totalidad es lo
que se ba discutido, y no se discutirá mas si se aprueba lo que pro
pone el Sr. Heros: de otro modo no se ha de dar por suficientemente
discutida hasta que no haya nadie que tenga pedida la palabra,
cuyo uso no me ba llegado á mi, sin embargo que creía era de los
primeros que la tenian pedida. Yo deseo que se me diga si esa pro
posición impedirá el hacer una distinta del dictámen de la comisión
y del voto particular por la que se pueden conciliar todos los extre--
mos; quiero que se me reserve este derecho. Pero si se da discutida la
totalidad,.y se entra á la de les artículos, se me dirá: "no bá lugar
á esa proposición," y por consiguiente se me priva de hacerla ; y
solo deseo, repito , que se me diga si después de aprobada la propo
sición de que se trata se me quita el derecho de hacer la mia.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Ondovilla tiene derecho á hacer
esa proposición; el reglamento le autoriza para ello. Ahora se está
discutiendo la proposición que el Senado ba oido del Sr. Heros , y
está reducida á que se declare si el asunto está- suficientemente discu
tido. Varios Sres. Senadores tienen pedida la palabra contra la tota
lidad.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Juan Nepomuceno) : Pido que se lea
la proposición previa que yo be presentado y que ba sido admitida
por el Senado. (Se leyó.")
El Sr. HEROS: Pido la palabra, Sr. Presidente , como autor de
la proposición.
El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.
El Sr. HEROS : Señores , excusado es que yo diga que soy amigo
de la discusión mas amplia y mas lata en todo género: los Sres. Sena
dores que me han conocido y oido en este lugar saben muy bien que
mi tendencia es que no tenga , como se suele decir, ningún estorbo;
deseo que lodo el mundo entre en la cuestión con la franqueza y li
bertad que sean posibles.
Por consecuencia, lejos de oponerme , deseo que la discusión de
esta materia se concluya hablando tanto como se debe.
Pero, señores , lo que me ha movido á hacer la proposición es el
ver que esta discusión en último resultado no conducirá mas que á
poner por obra lo que tan acertadamente ha manifestado el Sr. Gó
mez Becerra, es decir , qua, mi proposición tiende á regularizar la
cuestión. Por la primera base que propone la comisión se dice que el
Senado discuta sobre la declaración de estar vacante la tutela hasta
que se dé el punto por suficientemente discutido: si el Senado dice
que no lo está , hablen todos los Sres. Senadores lo que quieran , no ,
seré yo ciertamente quien me opondré á ello ; pero, señores, ¿no es
- una redundancia el discutir ahora lo que hemos de discutir después?
Luego sacamos la consecuencia de que lo que ahora se trata de decir
es lo mismo que hemos de decir después, pero con una diferencia
notable, v es, que si se aprueba mi proposición sin que ninguno de
S.-TOIUO I.
271
los Sres. Senadores que tienen deseos de hablar dejen de hacerlo se
coloca la cuestión en el terreno en que debe estar ; si no se aprueba,
supongo, pasaremos mañana, pasado mañana y otros días discutiendo
esto mismo , después se dará el punto por suficientemente discutido,
y hé aqui que vamos á entrar en lo mismo que acabamos de dis
cutir.
Yo creo que el orden mismo de la discusión exige lo que be pro
puesto , pues que no ataca la libertad de nadie ; y no seré yo quien
me oponga á la proposición que se haga respecto d la totalidad, pro
posición que puede discutirse cuando el art. 1?; pero el urden exige
se haga lo que ha dicho muy bien el Sr. Gómez Becerra.
Esto es lo único que tengo que decir, y me basta, en apoyo de mi
proposición , por la cual puedan lo mismo todos los Sres. Senadores
hablar basta que todo el mundo se canse.
El Sr. PRESIDENTE: Ese es efecto de toda cuestión y de lo que
se entiende por totalidad ; pero hay la ventaja de que en estas discu
siones se entra en todos los artículos sin sujeción á ninguno ; y deter
minada la discusión por artículos, no puede entrarse en otro si no se
aprueba el 1?
El Sr. San Miguel tiene la palabra.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Juan Nepomuceno): Señores, yo hasta
cierto punto convengo en las razones que ha expuesto el Sr. Gomes
Becerra para manifestar que el orden de la cuestión ha sido invertido;
pero advierto que la causa de esta inversión ó llámese comose quiera,
la tiene la misma comisión: yo he leido tres ó cuatro veces su dictá
señores piensan de la misma manera que yo. La comisión, sin exponer
ninguna razón ni fundamento, dice que propone á la deliberación
del Senado el siguiente articulo: "Se declara que la tutela de S. M.
la Reina Doña Isabel II y de su augusta Hermana é inmediata suce-
sora la Serma. Señora Infanta Doña María Luisa se halla vacante, y
en su consecuencia deben las Cortes nombrar tutor conforme al arti
culo 60 de la Constitución. " Proponer á la deliberación del Senado
el sígnente¡ articulo es proponerlo á la discusión, y proponerlo á la
discusión es proponerlo ;í la votación ; y para esto propone la comi
sión 1° y 2! articulo, y antes ba dicho que proponía otra cosa. Si el
dictámen de la comisión era solamente que se abriese discusión sobre
si la tutela de S. M. estaba ó no vacante, ¿á qué manifestar su opi
nión de que lo está, y proponer á la deliberación del Senado que lo
declare asi?
El Sr. LANDERO : Sr. Presidente, pido la palabra para una
cuestión de orden: esta no es la cuestión que se ha sometido á la
deliberación del Senado.
El Sr. SAN MIGUEL: Estoy manifestando ahora el giro que
ha tomado la cuestión , giro que ha obligado al Sr. Heros á pre
sentar su proposición después de haber aprobado el Senado que no
se dé el punto por suficientemente discutido hasta que hayan ha
blado todos los que tienen pedida la palabra, asi en la totalidad
como en los artículos. Esta resolución del Serrado se opone á que se
apruebe la proposición, y yo manifiesto precisamente en qué sen
tido traté de aprobar aquella , porque creí que habiendo de discu
tirse el art. 1? no podia tener lugar semejante resolución, y por
consiguiente debia aprobarse cuando se tratase de la totalidad. Con
siguientemente, pues que la discusión ha girado asi por espacio de
tres dias, es preciso que siga de la misma manera, y que cada uno
de los señores que tengan formada su opinión en esta materia la ma
nifiesten. Por consiguiente, pido que siga la discusión como hasta
aliara.
El Sr. HEROS: Retiro la proposición.
El Sr. PRESIDENTE: Queda retirada. El Sr. Sau Miguel tiene
la palabra en contra.
El Sr. SAN MIGUEL: La hora es muy avanzada , y yo tengo
mucho que decir después de lo que ha manifestado el Sr. Gómez Be
cerra: por tanto rogaría al Sr. Presídete suspendiera la sesión basta
iníñana.
El Sr. CAPAZ: Se puede preguntar al Senado si se proroga la
sesión."
Hecha esta pregunta , se resolvió aiirmativauiente por 33 votos
contra 30.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. San Miguel (D. Juan Nepomuce
no) tiene la palabra.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Juan Nepomuceno): Señores, si siem
pre me es>poco gustoso el haber de usar de ta palabra en este respe
table lugar, encuentro hoy mucha mayor embarazo al tomar parte
en una cuestión que, como quiera que nada tiene de árdua ni dificil
para mí, es sin duda de la mayor importancia por la alta clase y
elevada categoría de las Personas augustas á quienes atañe, no me
nos que por las graves, gravísimas consideraciones que juegan en
ella de justicia pública, de honor nacional, de conveniencia políti
ca ; en una cuestión que ha interesado á todos los partidos, que se
encuentra tenazmente combatida en la prensa y en Jas tribunas pú
blicas, y que probablemente será resuelta en contra de lo que yo ves
establecido en nuestras leyes políticas y civiles, y conforme entera
mente con las leyes de la naturaleza, que forman una especie de có
digo instintivo en el corazón humano.
Amante yo, idólatra aun , de la justicia , porque ella sola es la que
produce la paz, el bitnestar de las familias, la que hace gustosa y
agradable la vida social, la que Conserva y hace felices los pueblas
78
 272
j las naciones, experimento una especie de indignación ruando la
reo desatendida en los hechos y acciones de la vida civil, y mas aun
por las autoridades públicas, á quienes, mas que á ningún otro,
incumbe el deber sagrado de acatarla y venerarla con el mas pro
fundo y religioso respeto; y ciertamente este estado de mi ánimo no
es el mas propio para tratar con calma y serenidad el punto de con
troversia que se agita ahora en el Senado.
Todavía mas, señores: yo,soy franco, y debo explicarme con toda
ingenuidad. Si algunas personas pocas ó muchas (no hablo con nin
gún Sr. Senador) se complacen en derramar hiél y amargura en el
pecho de la augusta Madre de nuestra excelsa Reina que, como Reina
Regente y Gobernadora, ha sido objeto del respeto, de la veneración,
del amor, de la gratitud de todos los españoles , excepción hecha aca-
so de un cortísimo número , yo tiento una verdadera amargura al con
siderarla en el dia sola , aislada , desterrada del suelo español , sepa
rada de sus caras Hijas, objeto de su amor y de su mas tierno cariño,
y á estas mismas excelsas Niñas apartadas del dulce regazo de su Ma
dre; y como este es el estado ó mas bien el fondo de la cuestión pre
sente, no es extraño que me encuentre embarazado para tratar el ne
gocio con la soltura y libertad que tal vez pudiera hacerlo en un
asunto común y ordinario.
A pesar de lodo esto, arrostro todas las dificultades, y me levan-
to en medio del Senado para esforzar mi débil voz en favor de obje
tos muy interesantes, porque mi conciencia y otros principios muy
altos me obligan á dejar consignados, no solamente mi voló, «inc
también mis opiniones, mi muelo de ver y de juzgar en el caso prác
tico que se presenta á discusión; y por eso con toda mi repugnancia
he pedido la palabra para hablaren la materia.
No trataré por cierto de interesar el corazón de los Sres. Senado
res, porque para eso fuera necesario ser un orador, y yo conozco que
la naturaleza me ha negado las disposiciones y cualidades necesarias
para serlo: hablaré solamente á la razón fria , á la razón desapasio
nada, al entendimiento puro, y no usaré por lo mismo sino de for
mas lógicas que se adaptan mas bien á mi capacidad y al estilo di
dáctico á que me he acostumbrado en el desempeño de los cargos que
el destino me ha deparado.
£1 Senado conocerá que después de tres dias de debate y discusión,
en que han hablado otros señores de superior ilustración, adornados
de todas dotes convenientes para convencer y persuadir, no solamen
te tendré que repetir mucho de lo que se ha dicho é inculcado, sino
que nada podré presentar de nuevo ; y aunque tal vez esta circuns
tancia debiera retraerme también de usar ahora de la palabra , obra
todavía en contrario la voz de mi conciencia que no me permite per
manecer en silencio, y asimismo la consideración de que hay cier
tas verdades que no por repetidas pierden nada de su valor, sino que
conviene inculcarlas mas y mas para que hallen acogida en aquellos
á quienes se dirigen , y que consignadas en escritos públicos sirvan
de documentos para la historia y de lu¿ para núes Iros venideros.
Mi principal objeto es manifestar y probar que el Seuado no
puede Jsacer la declaración que propone la mayoría de la comisión,
porque está fuera de sus facultades y atribuciones, porque es entera*
mente incompetente para resolver en la materia: á lo cual debe
agregarse también el modo irregular y anómalo por donde ha tenido
principio esta discusión. ¿Cómo ha venido aquí , como se ha radicado
en el Senado este negocio ? Oiganlo los Sres. Senadores.
El Ministerio pasado remitió al Setiado en 9 de Abril de este año
un oficio ó una comunicación que á la lelra dice asi : "Como conti
nuación de los documentos que lie tenido el honor dé pasar al Sena
do en mi comunicación de 29 del último (Marzo) acerca de la re
nuncia del cargo de Regen!» y Gobernadora del reino , hechi por
S. M. la Reina Madre Doña Maria Cristina de Borbon, y á /in de
que los Sres. Senadores tengan un cabal conocimiento de las inciden
cias qne han ocurrido con motivo de aquel suceso, dirijo ahora á ma
nos de VV. EE. para que se sirvan dar cuenta al Senado copias auto
rizadas de los documenios siguientes. Son .estos: el Manifiesto de
-S. M. la Reina Madre dado en Marsella i 8 de Noviembre del año
próximo pasado : el contramanifiesto del Gobierno provisional de
15 del mismo mes i el manifiesto y comunicación del Sr. Infante don
Francisco de Paula reclamando la tutela de sus augustas Sobrinas, y
la resolueion de ]a Regencia sobre este particular, comunicada , no
solamente i S. A. el Sr. Infante , sino también á S. M. la augusta
Reina Doña Maria Cristina." Y concluye el oficio del Sr. Ministro.
De órden de la Regencia lo digo á VV. EE. para los fines expresados.
Este es el principio y la raiz que ha tenido el negocio en este
Cuerpo. Presentados estos documentos en la mesa, y dado cuenta de
•líos, se pasaron á las secciones, las cuales nombraron una comisión
para examinarlos; y por consecuencia de este encargo la comisión
presentó el dictáihen ó mas bien dos dictámenes opuestos enteramente,
uno de mayoría y otro de minoría, que son ahora la base de discu
sión. Y bien, señores: ¿cuál es la proposición, cuál el proyecto sobre
que recaen estos dictámenes? Las comisiones según nuestro regla
mento no están instituidas ni autorizadas para presentar, ni propo-
siciones, ni proyectos de resolución, sino únicamente para manifes
tar dictamen sobre proposiciones y proyectos, ora sean presentados
por los Senadores en uso de sus facultades, ora lo fueren por el Go
bierno, remitidos por el otro Cuerpo. Lo que presenta ahora la co
misión en su mayoría no es un dictámen, no un parecer ó juicio for
mado sobre proposición ó proyecta, sino verdaderamente una pro
posición ó proyecto de primera intención: por manera que para pro
ceder legalmente conforme al reglamento, según se ha acostumbrado
y ha sido práctica constante hasta ahora, teniendo esto algún valor,
debiera pasarse á otra comisión para que diese su dictámen sobre el
pensamiento.
La comisión, pues, con vista solamente de esos documentos que
el Ministerio remitia á fin de que los Sres. Senadores tuviesen un
cabal conocimiento (son sus expresiones) de las incidencias ocurridas
con motivo de la renuncia del cargo de Regente y Gobernadora del
reino hecha por S. M. la Reina Madre Doña Mana Cristina de Bor
bon, no debiera dar otro dictámen sino que el Senado acordase que
quedaba enterado; lo cual viene á coincidir con lo que propone la
minoría de la comisión diciendo que no há lugar á deliberar, dictá
men que en mi juicio está apoyado en,sólidai y muy convincentes
razones.
Prescindamos empero de esta irregularidad , de esta anomalía,
aunqde yo admito esto de muy mala gana, porque sé que las formas
son muy esenciales para impedir los abusos y traslimitacionet en
que pueden incurrir las autoridades. ¿Toca al Senado declarar si
está ó no vacante la tutela de S. M.? Yo digo rotundamente que no,
porque no pertenece á las Cortes hacer esta resolución, ni deliberar
acerca de ello; las Corles usurparian facultades y atribuciones que
no les competen si entrasen en la decisiop ó resolución de este punto,
cualesquiera que sean los trámites por donde se condujese la discu
sión. Yo hablo según mi juicio, salvo siempre el respeto y consido/>
ración que merecen ambos Cuerpos colegisladores. ¿Cuáles son, seño
res, las facultades de las Cortes? No oirás que las que marca explíci
tamente la Constitución que rige, la Constitución que hemos jurado,
y que estamos obligados á guardar religiosamente. Ni mas ni menos;
ni puede quitarse una .coma, ni añadirse un ápice. Las facultades de
las Corles son , según la expresión técnica de los jurisconsultos de
genere prohiiitoruin ; no tienen mas que lo que está expresamente
consignado en la ley , lo que está circunscrito en sus cláusulas li
terales, en lo cual se diferencian mucho de las facultades del Rey ó
del poder ejecutivo; y no pudiera ser otra cosa según la diversa ín
dole y naturaleza de estos altos poderes del Estado sin que la socie
dad estuviese expuesta á un continuo vaivén, á una oscilación casi
permanente, con peligro de su ruina y total disolución.
Bien pues: ¿cuáles son las facultades que señala á las Cortes la
Constitución vigente? Helas aqui ; y yo no puedo dejar de leerlas
textualmente para dar fuerza i mi argumento y presentarle en todo
su valor. Dice el art. 12 de la Constitución : "La potestad de hacer
las leyes reside en las Cortes con el Rey." Dice el art. 40s "Ademas
de lu potestad legislativa que ejercen las Cortes con el Rey , les per
tenecen las facultades siguientes : Note el Senado estas palabras "las
facultades siguientes," porque claramente demuestran que estas fa
cultades son circunstancias como contenidas en términos clausula
dos : 1* Recibir al Rey , al sucesor inmediato de la Corona y
á la Regencia .ó Regente del reino el juramento de guardar la Cons
titución y las leyes. 2Í Resolver cualquiera duda de hecho ó de
derecho que ocurra en órden i Ja sucesión de la Corona. 3f Ele
gir Regente ó Regencia del reino,' y nombrar tutor aL. Rey me
nor cuando lo previene la Constitución, li Hacer efectiva la res
ponsabilidad de los Ministros, lo3 cuales serán acusados por el
Congreso, y juzgados por el Senado." Aqui están todas las facultades
de las Corles, porque lo que se establece eu los títulos 12 y 13 sobre
contribuciones y fuerza armada se comprende en la potestad legislati
va. Ahora, pues, ¿ dónde y cómo está consignado que las Cortes
puedan declarar vacante la tutela del Rey menor, y deeidir las du
das de. hecho ó de derecho que ocurran acerca de este punto? Nom
brar, dice, tutor al Rey menor cuando lo previene la Constitución.
¿Y cuándo previene la Constitución que las Córtes nombren tutor
al Rey menor? El art. 60: cuando el Rey difunto no le hubiere
nombrado en el testamento, ó el nombrado no fuere español; y
cuando el Rey no tuviere Padre ni Madre, ó estos no permanezcan
viudos.
En los casos de no haber tutor testamentario, ó tutor legitimo en
una de las personas de Padre ó Madre del Rey, entra el tutor dativo,
y este tutor le nombran las Córtes. Pero una cosa es nombrar tutor
en uu caso dado y otra el decidir ó resolver las dudas y controver
sias que pudiere haber sobre la existencia de este caso: esto segundo
exige discusión , examen; en suma, juicio y deliberación : lo prime
ro es un acto simple, individuó, y aislado. El nombrar compete á las
Córtes, porque asi lo establece la Constitución: el decidir y delibe
rar sobre aquellas dudas no compete á las Córtes , porque la Consti
tución calla absolutamente sobre ello , y lo que la Constitución no
les da expresamente está fuera de sus facultades. Esta no es doctrina
mia , lo es de todos los publicistas , de cuantos han escrito sobre de
recho constitucional ; y si no fuere asi, Cuera preciso concluir que el
poder absoluto que negamos al Monarca se conservaba en las Córtes;
¿y qué querría decir entonces "Gobierno monárquico - constitu
cional ? "
No señores. Las Córtes no pueden ir mas allá de lo queestá expre
so, consignado explícitamente en el texto constitucional. La Consti
tución es la base y también el circulo en que están mareados (ados^
los puntos en que debe ejercer su poder. Qué, si se ofreciese dispu
ta ó controversia sobre el testamento del Rey si era ó do válido,
como podría suscitarse Sobre cualquier otro; sobre si el tutor noin

brado por el Rey podia ó uo ejercer este cargo, pues que tal vez no
tuviese las calidades que para ello exigen la Constitución y las le.
jes &c. &o. ¿serian las Cortes las que resolviesen estos puntos?
Si alguno lo entiende asi , confieso y reconozco ingénuaiuente mí
ignorancia ; digo que no comprendo qué es eso que se llama Gobierno
constitucional, qué es eso que se dice división de poderes. ¡Las
Cortes juzgar, las Corles decidir y resolver cuestiones singulares, ha
cer á ellas aplicación de las leyes fuera de los casos marcados expre
samente en la Constitución .' ¿No dice esta que toca á las Cortes re
solver las dudas de hecbo ó de derecho que ocurran acerca de la suce
sión de la Corona? ¿Pues por qué no dice también que lea corres
ponde decidir las que pueden ocurrir sobre la tutela del Rey? ¿No
serán estas tan posibles, tan contingentes como aquellas? ¿Y serian
tan poco previsores los autores de la. Constitución que no lo tuviesen
presente , que les haya caído en olvido? £1 Senado juzgará. Mas yo
tengo para mi que no, y que obraron con mucha prudencia , con
mucha sabiduría callando sobre este punto, asi couio guardaron si
lencio sobre otros muchos que algunos quisieran ver en ella estatui
dos. Una Constituciou fundamental debe ser muy sobria, y yo ad
miro mucho la circunspección con que se han conducido los sabios
autores de ese código, asi en su lenguaje como en las disposiciones
que comprende. Si , pues, la Constitución nada establece ni estatuye
acerca de este particular; si las Cortes no pueden ni deben extender
sus facultades mas allá de lo que está expreso y deslindado en la
Constitución, ¿no será una usurpación, un abuso de poder entrome
terse á decidir si está vacante la tutela de S. M. , si hay razones y
motivos legales ó políticos para declararse esta vacante y juzgar en
este punto, lo cual no puede hacerse sin conocimiento de causa í Yo
recuerdo, señores, lo que no muchos dias há pronunció en otro lo
gar uno de los autores de la Constitución , sngeto cuyo claro discer
nimiento admiro mucho. Guardémonos , dijo, de ir mas allá de la
Constitución : los que van mas allá se quedarán mas atrás. Para mi
habría menos inconveniente en que las Cortes dentro del circulo de
sus facultades decretasen alguna ley mas ó menos conforme con la le
tra de las bases r ^principios constitucionales, que no el que se en
trometan en un negocio que por ningún concepto les corresponde.
En otra ocasión el Sr. Heros ha negado el principio de la omni
potencia parlamentaria, y eso que se trataba de una ley decretada
por las Cortes y sancionada por la Corona. Y negada esta omnipo
tencia parlamentaria del Rey en unión con las Cortes, y á las Cortes
en unión con el Rey, ¿la concederemos a las Cortes solas sin el Rey?
Pocos dias hace también que el Sr. Martínez de Velasco, uno de los
individuos de la comisión , cuyo dictamen yo ahora impugno, ha
encarecido, ha gritado mucho sobre, la importancia, la necesidad ab
soluta de que el Senado observase y guardase puntual y estricta
mente las disposiciones constitucionales, y los peligros graves y de
ruu=ha trascendencia que se seguirían de la menor contravención; y
uo que se trataba de.un articulo cuya inteligencia y aplicación prác
tica ha ofrecido siempre muchas dudas en el Senado. Hoy , dijo,
abrimos una brecha, y sabe Dios la que podrá abrirse mañana, y
poco á -poco la Constitución quedará destruida. ¿Y con el apoyo de
estos señores qué no podría yo decir ahora en un negocio en que no
solamente se infringe la Constitución clara, notoria y evidentemen
te, sino en que el -Senado trata de entrometerse, de resolver y deci
dir en un negocio particular que clara, notoria y evidentemente está
fuera del circulo de su poder., de la órbita que circunscribe sus fal-
eutades? Déjolo á la sabiduría del Senado para no alargar mi discurso.
No se me venga con que las Córtes antiguas han decidido mu
chas veces sobre puntos de esta especie; que han declarado sobre el
valor de las disposiciones testamentarias de los Reyes; y que algu
na vez dejándolas desatendidas han nombrado guardadores del Rey
niño á otras personas distintas de las que el Rey difunto habia
señalado. No lo ignoro, ni que particularmente ha sucedido en las
Córtes de Madrid de 1591, en que pasando por encima del testa
mento del Rey difunto D.Juan el I, que se halló casualmente,
porque tenia alguna .noticia de él uno de los cortesanos (y por cier
to que fuera otorgado años antes en el reino extraño de Portugal),
nombraron al nuevo Rey menor D. .Enrique III otros guardadores
Íue el difunto Rey habia señalado. Pero yo le preguntaré al señor
[acia Lleopart que usó de este argumento : ¿cuáles eran las facul
tades de las Cortes en aquel tiempo? ¿Estaban descritas, determi
nadas ó consignadas en algún texto, en alguna ley de mayor ó me
nor autoridad? ¿ Estaban aun descritas y señaladas las prerogati-
vas de la Corona, el poder Real ó de lo que constiluia el alto po
der ó poderes del Estado? No señor. En aquella época todo «ra irre
gularidad y anomalía , porque poco ó nada estaba constituido por
derecho escrito, y los hechos estaban en contradicción unos con otros.
Los Reyes sobrepujaban á tas Córtes, y las Córtes se sobreponían
al Rey. Para lo uno y para lo otro no habia mas regla que el genio
y carácter del Monarca, el genio y el carácter de los Proceres y Pro
curadores del reino que asistían á las Córtes, y la fuerza física y
moral que el Rey y las Córtes podían respectivamente desplegar.
Nuestras antiguas Córtes son lo mismo que la- historia, un al
macén en donde se encuentran hechos y contrahechos, opiniones é
ideas encontradas, nada cierto y positivo para fundar un derecho
que pueda merecer el nombre de tal y de ley determinada en ma
terias de Gobierno político propiamente nacional. Nuestras antiguas
Curtes no pueden merecer ninguu aprecio de autoridad legal después
273
de haberse constituido la nación bajo un sistema fijo, dispuesto y
ordenado en una ú otra forma; después que tenemos una ley cons
titucional, en que se han refundido las antiguas leyes fundamenta
les , decretada y sancionada por la misma nación (representada en
Córtes generales, convocadas y reunidas especialmente para ello) , y
aceptada por la Corona: Constitución que la Corona y la nación han
jurado observar y guardar fielmente, el Rey lo mismo que las Cór
tes, las autoridades constituidas lo mismo que los ciudadanos. Seño
res , después que estamos constituidos con el código de "1837 , como
lo estuvimos antes con el de 1812 , no hay mas leyes fundamentales
que las disposiciones en él contenidas: las Córtes antiguas no son ya
para nosotros sino momimentos históricos que nutren la ciencia de
los eruditos, no textos de autoridad para decidir por ella los casos
prácticos que puedan ocurrir aunque toquen al interés de la nación.
La Constitución de 1837 es nuestro derecho público, nuestro derecho
político; y pues se dice que la cuestión presente es una cuestión po
lítica, y yo convengo en ello, y que debe decidirse por' el derecho
público nacional, al código de la Constitución debemos recurrir para
determinar ó no determinar el negocio que se discute.
No se me oponga tampoco, que pues en la Constitución se esta
blece que las Córtes nombren tutor al Rey menor en ciertos casos,
cuando no hay tutor testamentario ni tutor legítimo en la persona
del Padre ó Madre del Rey, no diciéndose nada en ella sobre quien
ha de declarar que es llegado este caso , y que hay ó no verdadera
vacante por defecto de tutor testamentario y de tutor legítimo, nin
gún otro puede hacer esta declaración, sino las mismas Córtes. Yo
respondo en primer lugar: lo que no está en la Constitución está en
las leyes , y las leyes deben guardarse y observarse en lo que no se
halla establecido por la Constitución y en lo que con ella no tiene
ninguna contrariedad. Ya el Sr. Ruiz de la Vega demostró este
punto , y yo no debo repetir sus argumentos y raciocinios para no
molestar al Senado y para no debilitar su fuerza y valor. La Cons
titución uo es un código de leyes; en ella no se ha dispuesto ni de
bía disponerse sino lo puramente necesario para constituir la socie
dad en grande, y para distribuir los poderes que son el fundamento
de su existencia y el eje sobre que ruedan los movimientos, forzosos
y recíprocos en que consiste esta misma existencia. ¿Cuántas cuestio
nes no pueden moverse sobre la tutela de S. M., asi para constituirla'
y darle acción y ejercicio haciendo expeditas las funciones del tutor,
como sobre los efectos y consecuencias que trae consigo natural
mente? ¿ No serán estas cuestiones , guardada la proporción de mas
ó menos importancia, de resultados mas ó menos útiles y beneficio
sos, dañosos y perjudiciales, que los que puedan suscitarse acerca
de la tutela de otra familia particular? ¿Y estas cuestiones se han de
decidir por la Constitución, que nada dispone ni determina acerca
de ellas, ó habian de -resolverse por tas leyes generales y comu
nes á todos los ciudadanos? Claro es que debemos estar á esto úl
timo mientras no haya una ley excepcional ó especial que abrace
todos los puntos relativos á ta tutela del Rey, y aun dada esta, si
algo quedare omitido , como podrá suceder , por mas diligencias que
se hubieren empleado en su confección, á las leyes comunes y gene
rales deberá recurrirsc para juzgar y determinar lo que necesitare
serlo. No seré yo el que se oponga á la formación de esta ley j mas
entre tanto estaremos á la doctrina que dejo sentada , doctrina con
forme con todos los principios de jurisprudencia , y que no impug
nará ningún jurisperito ni publicista.
Replico en segundo lugar que en ta Constitución misma está de
signada la autoridad que puede y debe conocer de esas cuestiones que
quieren traerse á tas Córtes bajo un principio equivocado , á la som
bra de (as palabras que se leen en los artículos 40 y 60 , á saber:
™ Nombrar tutor al Jiey menor en los casos y defecto &e. " Es
tos casos pueden ser tan evidentes y notorios que no necesiten acla
ración ninguna, como sucede en todos los demás asuntos de la vida
civil. El Rey difunto no ha hecho testamento, porque no parece ni
hay antecedente ninguno para sospechar que le hay : el Rey menor
no tiene Padre ni Madre , -ó notoriamente está incapacitado para ser
tutor el que sobrevive por su estado natural ó legal. Las Córtes en
tran entonces á nombrar tutor, y usan de su derecho desde luego,
porque no hay ni puede haber ninguna oposición de persona intere
sada. Sucede en este caso lo mismo que en otro cualquiera semejan
te. Un hijo es heredero de su padre; muere este , y el hijo ó los hi
jos entran de hecho en ta posesión de ta herencia sin necesidad de
declaración ninguna por parte de la autoridad pública; mas si algu
no Ies disputase ta herencia , ó se moviese entre ellos alguna cues
tión sobre sus respectivos derechos, habrán de recurrir á la autori
dad pública competente para que decida la cuestión que se haya sus
citado. ¿ Y qué otra cosa sucede en nuestro asunto? ¿Qué disparidad
hay entre lo que ahora se disputa y el mismo caso que ocurriese en
upa familia particular? El Gobierno ha dudado si S. M. la Reina
Doña María Cristina podia continuar en el ejercicio de la tutela de
sus augustas Hijas; ha creido que debía reservarse á tas Córtes esta
decisión ; todavia mas : ha creido que entre tanto debía adoptar otras
providencias para preservar íntegramente los derechos legítimos de
la Reina reinante y de su augusta Hermana: la comisión del Senado
ha opinado que debía declararse vacante la tutela, y propone este
parecer i la deliberación del Senado. Sean mas ó menos sólidas y
convincentes tas razones en que la mayoría de la comisión ha funda
do este parecer, hay que examinarlas, hay «jtie discutirlas para de
 274
cidír y resolver. Pues este examen, esta discusión , este juicio que la
misma comisión entiende que debe preceder , -que debe ser previo al
nombramiento de tutor, es lo que no deben bacer las Cortes, porque
la misma Constitución establece que corresponde al poder judicial.
Sí, señores; yo lo digo sin género de duda, y lo sostengo con la
mas intima convicción. Si esta cuestión puede tener lugar con mas
ó menos fundamento, y de hecho le tiene, porque se agita en el Se
nado y se ha ventilado en el otro Cuerpo , los tribunales y ninguna
otra autoridad deben decidirla. A los tribunales y juzgados , dice el
art. 63 de la Constitución, pertenece exclusivamente la potestad de
aplicar las leyes en los juicios civiles y criminales: á los' tribunales
solos pertenece esta, aplicación de las leyes, y. por eso dice el texto que
les pertenece exclusivamente; es decir, que ninguna otra autoridad
pública, ni suprema ni subalterna puede entender en estos negocios;
y asi dice la Constitución del año de 12, de donde se ha tomado este
artículo, que ni las Cortes, ni el Rey pueden ejercer en niugun caso
las funciones judiciales. . fueros privilegiados de causas. Pero la Constitución nada ha estable
Esa disposición de la Constitución de Cádiz es todavía ley vigen
te, como comprendida en su tít. 6? ¿Y cuáles son los juicios ó cau
sas civiles de que hablan ambos textos constitucionales? Yo lo diré,
no porque sea necesario para la ilustración del Senado, sino para
completar mi argumento. Causas civiles son las en que se reclama un
derecho concedido por la ley , ó el cumplimiento de una obligación
establecida también por la ley. Las leyes no declaran los derechos
y las obligaciones que son eutre si correlativas : las leyes crean los
derechos y las obligaciones , ó inmediatamente por si, ó inmediata
mente interviniendo algún hecho voluntario ó contingente. Los tri
bunales son los que declaran estos derechos, estas obligaciones con
cretamente cuando los interesados no se avienen eutre si , y promue
ven cuestión sobre ello, y los declaran aplicando las leyes al caso
en cuestión.. Estos principios no pueden ponerse en duda , y esta
doctrina es universal de todos los tiempos y de todos los pueblos en
que ha tenido entrada la civilización. Y bient ¿ahora de qué trata
mos al presente ?
La Reina Doña María Cristina de Borbon por el testamento de
su augusto Esposo ha sido nombrada Tutora de sus augustas Hijas;
ha ejercido la tutela por espacio de ocho años, y sin ese nombra
miento tendría el mismo derecho con arreglo á la Constitución por
ser Madre de la Reina, y con arreglo á las leyes comunes por serlo
también de la otra su Hija la Sra. Infanta. Pónete ahora en duda,
■e disputa y se controvierte, si la Reina Madre por haberse ausen
tado de España, por no estar con sus Hijas, ó, lo admito también,
por cualquier otra causa , ha perdido ó debe perder la tutela , y de
be pasar este cargo á otra persona : sobre esto y no sobre otra cosa
recae la discusión actual, y es únicamenee el punto que estamos de
batiendo hace tres dias. Expliqúese como quiera esa expresión de
vacante , y déme las vueltas que se quiera á la significación de esa
palabra. Esta fórmula se traduce exactamente en esta otra: Doña Maria
Cristina de Borbon ha dejado de ser Tutora de sus Hijas y debe nom
brárseles tutor como si no le tuvieran ; ó en esta otra : Doña Maria
ria Cristina de Borbon no puede ó no debe continuar siendo Tutora
de sus Hijas , y estamos en el mismo caso en cuanto al nombra
miento de otro tutor. Trátase, pues , del ejercicio, de la continua
ción 6 de la pérdida de un derecho bien ó mal adquirido , ó
bien ó mal continuado, porque claro es que en una hipótesis la
Reina Madre tiene derecho á continuar de Tutora, y sus excelsas
Hijas tienen derecho también á que la tutela continúe en su augusta
Madre y no en otra persona; y en otra hipótesis las Cortes tendrán
derecho ó el deber de nombrar tutor , separada de este cargo la Rei-
Viuda ; y la Reina reinante tiene derecho á que sea su tutor el que
nombren las Córtes , y que no lo sea su Madre.
Para mí, señores, estas idea* son muy perspicuas, muy claras;
y concluyo de aqui con una lógica que juzgo irresistible: que ó no
debió promoverse de ningún modo esta cuestión , ó que promovida,
sea por quien fuere, y con mas ó menos fundamento, no debia
traerse á las Córtes, sino llevarse á los tribunales para que decidie
sen con arreglo á las leyes, esto es, para que aplicasen las leyes á
este caso; las leyes que han creado los derechos sobre que se disputa,
en las cuales ha de entrar como primera y preeminente la Constilu-
cionde 1837. Para mi, señores, la cuestión presente es de la misma
índole en cuanto á la competencia de autoridad para decidirla que si
se tratase de la validación del testamento del Rey difunto con rela
ción al nombramiento de tutores; que sí se tratase acerca de si el
tutor ó tutores nombrados por el Rey eran ó no aptos para ejercer
la tutela , sobre lo cual las leyes antiguas y modernas exigen en ta
les tutores cualidades! determinadas; como si se tratase de remover al
tutor en ejercicio por sospechoso de mal versación ó cualquier otra
causa legal , porque hay muchas; en fin, como sí se tratase de otro
cualquiera particular que exigiese conocimiento de hechos, audien
cia de p irles interesadas, discusión legal, judicial ó contenciosa. Nin
guna de estas cuestiones podría venir á las Córtes: todas ellas sou
del resorte exclusivo del poder judicial. En suma , á las Córtes toca
solamente nombrar tutor alRey menor en defecto de tutor testa
mentario , y en defecto del Padre ó Madre del Rey : el conocimiento
previo de los liedlos ó circunstancias que pueda ser necesario para
venir á ese nombramiento corresponde á los tribunales, porque no
puede menos de rodar el examen y la discusión sobre derechos pri-
•Mliroi j exclusivos de personas interesadas en uno ú otro sentido,
y si esto no es asi, convengamos en que la teoría constitucional de la
división de poderes no es mas que un trampantojo, esas doctrinas
que se dicen de derecho político una ilusión , y la misma Constitu
ción una mentira.
Yo asentiré desde luego á que para ventilar todas estas cuestiones,
de grandísima importancia sin duda , que tocan á la familia ó Casa
Real hubiese un tribunal especial, privilegiado, que bien pudiera
ser uno de los Cuerpos colegisladores, porque el Rey y la familia
Real pertenecen á la nación de un modo singular, y por esta y otras
consideraciones políticas, muy atendibles, que no es de este lugar
explicar , convendria seguramente que sus derechos , sus obligacio
nes, sus intereses personales se examinasen y decidiesen de una ma
nera y con fórmulas diversas que los comunes y ordinarios de los
demás ciudadanos, y por personas de alta sabiduría y representación
nombradas ad hoc; y tanto mas debiera ser esto, cuanto, á pesar de
la Constitución , tenemos todavía fueros privilegiados de personas y
cido eu el particular: otra ley tampoco se ha dado después; y en
vano ¿eria buscarla en nuestra antigua legislación, arreglada á otro
sistema muy diferente de Gobierno. Todo esto quiere decir que te
nemos Constitución; pero faltan todavía muchas leyes para perfec
cionar la nueva forma de gobierno . trazada por ella, ó que la ley
de 19 de Julio de 1837 está manca y defectuosa , como ya se ha co
nocido.
He probado demostrativamente que la cuestión presente es agena
de las Córtes y consiguientemente del Senado, y que hacer la decla
ración que la comisión propone seria un abuso de poder , una usur
pación de facultades de que no creo capaz á este Cuerpo tan mesu
rado, tan circunspecto en sus deliberaciones. Pero dado caso que otra
cosa pudiera opinarse; que el Senado con pleno derecho arrostrase este
negocio: ¿habría lugar en justicia, en política, en principios de de
recho constitucional, del derecho público qUe rige la nación para
decidirle como opina la mayoría de la comisión?
Señores, firmemente asiento con pleno convencimiento que el Se
nado infringiría un artículo expreso de la Constitución, hollaría
todas las leyes que pueden traerse al asunto, y con esto está dicho
todo. Doña Mana Cristina de Borbon, Madre de nuestra Reina, es
legitima Tutora desús augustas Hijas, porque asi lo ordenó va su tes
tamento su augusto Esposo ; porque la Constitución estatuye en su
art. 60 que sea tutor del Rey menor, en primer lugar el que el Rey
difunto hubiese nombrado en su testamento; y porque, cuando no
mediase este nombramiento, lo seria igualmente por su cualidad de
Madre , según se dispone en el mismo articulo. Doña Maria Cristina
de Borbon está desempeñando todavía el cargo de tal Tutora desde la
muerte de su augusto Esposo por espacio de ochó años sin oposición de
ninguno: y Doña Mana Cristina de Borbon nada hizo, ni ningún
acontecimiento ha sobrevenido por donde pueda perder la tutela , y
haya lugar á trasferirla á otra persona. La naturaleza ; las leyes aag
tiguas, asi las políticas como las meramente civiles, leyes que hasta
ahora no están derogadas; la Constitución moderna; el bien de nues
tra Reina y de su excelsa Hermana, que es inseparable del bien gene
ral de los pueblos, y consiguientemente la conveniencia política de
la nación, todo, todo habla en favor de esta idea, y obra tanto sobre
mi razón, que no puedo concebir otra cosa en contrario sino como
absurda y descabellada. Estos puntos están ya examinados y trata
dos con maestría por los dignos oradores que me han precedido; pero
yo no puedo omitirlos enteramente aunque use de repeticiones. Me
reduciré todo lo posible.
La tutela testamentaria es y fue siempre acatada con el mayor
respeto por todos los pueblos civilizados. La tutela, ha dicho muy
acertadamente el Sr. Patriarca, obispo do Córdoba, es una continua
ción de la paternidad ; y si esta expresión no fuese del todo exacta,
lo es que es un suplemento de ella. Los padres tienen un deber sa
grado, que tes es grato al mismo tiempo, de criar y educar á sus hi
jos hasta que sean hombres y puedan gobernarse por si mismos. Nin
guno puede desempeñar este cargo con mayor ínteres, con mayor
celo y con mayor diligencia ; y cuando ya no les es posible ejecutar
lo por si mismos, y los hijos necesitan todavía de este auxilio, nin
gún otro puede designar con mayor acierto la persona que pueda sus
tituirles. Por eso en todas las legislaciones del mundo se ha consig
nado á los padres la facultad de nombrar tutor á sus hijos menores;
y tales tutores asi nombrados han tenido preferencia sobre todos los
demás. Los romanos, cuyo derecho escrito es el mas antiguo que co
nocemos, y cuyas instituciones adoptaron después todos los pueblos,
consignaron esta potestad en sus primitivas leyes de las doce tablas.
"Pater familias , uti quisque legasset super re, familiar? sua, ¡ta jas
esto." Nuestras leyes de Partida conservaron el mismo derecho á to
dos los ciudadanos; y concretamente con respecto á la tutela del Rey
es notable la ley 3?, titulo 15 de la Partida 2Í, con cuya. disposición
está exactamente conforme el art. 60 de nuestra Constitución vi
gente, trasladado de otro de la Constitución anterior de 1812. Y de
paso diré aqui que. esta ley de la Partida es no solamente política,
sino fundamental, á pesar de lo que ha dicho el Sr. Macia Lleopart,
á cuyas observaciones tendría mucho gusto en contestar cumplida
mente si lo permitiesen lo intempestivo y avanzado de la hora en
que nos hallamos y el justo deseo del Senado de terminar una se
sión tan prolongada. Y si tan recomendable es la tutela testamenta
ria dada por los padres, ¿no lo será mas aun cuando recae en una

Madre? Porque, como dice la misma ley de Partida, "ella debe amar
naturalmente á sus hijos uias que otra cosa, pur li laceria é el afán
que llevó trayéndolos en su cuerpo, é de si criándolos." ¿Se nega
rá este amor á la Reina Doña Maria Cristina respecto de sus Hijas,
la mas tierna solicitud, el afán mas cuidadoso para darles una esme
rada educación, correspondiente á su elevada clase, para preservar
sus derechos, para adelantar sus intereses?
Doblo aqui la hoja sobre este punto; y puesto que uadie pondrá
en duda una verdad tan notoria, pregunto i ¿qué ba sucedido, qué
acontecimiento ocurre para que la augusta Rema Viuda deje de ser
Tutor-a de sus excelsas hijas? La mayoría de la comisión que ha pro
puesto este dictamen guarda uu maravilloso silencio, y en boca de
sus individuos y de algún otro Sr. Senador de los que favorecen la
misma idea solo he oido que estando ausente ln Reina Madre no
puede cuidar de sus Hijas, y alguno se ha avanzado á decir que las
tiene abandonadas. Tal imputación , que los hombres sensatos juzga
rán si debe tenerse por calumniosa , ya está rebatida por oíros seño
res; y yo me concreto á decir que esta ausencia no es causa legal ni
justa para perder la tu'tela , y que solo puede dársele algún valor
desconociendo todos los principios de la buena moral.
No es causa legal, porque no bay una sola ley ni antigua ni mo
derna en que se disponga que el tutor haya de estar á la continua
materialmente al lado del pupilo , y que por su ausencia larga ó cor
ta pierda ó haya de perder la tutoría. Una ley del Rey Sabio , la 13,
til. 16 , Partida 6*, dice : "que si el guardador del huérfano enfer
mare ó hubiese de ir en romería, ó en otro gran oauiino, deben dar
le otro guardador hasta que el principal sea sano ó torne del camino
á do hubiere ido." Esto no es perder la tutela ó la curaduría ; y ad
viértase que el ir en romería en tiempo de D. Alonso el Sabio signi
ficaba ir á los santos lugares de Jerusalen , ó visitar el sepulcro de
los santos Apóstoles en Roma , viajes que se contaban por años ente
ros, y que- no podian hacerse sino en caravana jfcr la dificultad de lis
caminos y medios de traslación &c. ¿Es este el caso de la Reina Doña Ma
na Cristina? Otra ley del mismo legislador, y es la citadaanles de Ja
Partida 2Í, hablando de la guarda que puede haber la madre del Rey
niño cuando el Rey difunto no le hubiese nombrado guardador , es
tablece "que la debe haber en cuanto non casase é quisiese estar con
ti niño." ¿ Es también este el caso en que nos hallamos con respecto
á la Reina Madre? Está en efecto ausente de sus Hijas; pero lo está
por una infausta necesidad , necesidad que ella misma deplora , que
lamentan muchos millones de españoles y que ¡plegué á la divina
Providencia que pueda cesar cuanto antes! ¿Hay algún antecedente,
alguna sospecha siquiera, ya que no prueba positiva , de que la au
gusta Reina Madre no quiera estar con sus excelsas Hijas? ¿No prue
ban todo lo contrario los hechos públicos y las alocuciones que la
misma Reina dirigía á las Córtes y á todos los españoles? No me ex
plicaré mas , porque el silencio es aqui mas elocuente que la mas fe-
lis oratoria. Ultimamente , entre las causales que las leyes han esla
bleoido para dar fin á la tutela ó trasladarla de una á otra persona,
nada se encuentra que diga relación con la ausencea del tutor, sino
lo que viene expresado.
Prescindiendo ahora de decisiones legales, veamos si la ausencia
de la augusta Reina Madre es causa justa ó racional para quitarle la
tutela. ¡ Ausencia necesaria, ausencia forzosa , ausencia que ninguno
la siente mas angustiosamente, que ninguno llora con mayor amar
gura que la misma Reina Madre , convertirse en causa justa para
arrancarle la guarda de sus Hijas ! Cosa fuerte es, y muy duro de
concebir. Pero adelantemos. El cargo de tutor es sin duda personal:
las funciones que debe desempeñar el tutor no lo son: el tutor puede
desempeñarlas por otros ; y en ciertos casos, y con respecto á ciertos
pupilos, es esto de necesidad absoluta. La Reina Madre, estando con
sus Hijas, viviendo en su compañía, tenia necesidad absoluta, y la
tendrá también ouando haya regresado, de valerse de un gran nú
mero de personas de todas clases y condiciones y de ambos sexos
para desempeñar la tutela , asi" en la parte de educación física y mo
ral de sus Hijas , como en la parte de administración de sus bienes.
Esto mismo ejecuta en su ausencia ; y es público y notorio que al
partir de España al pais extraño donde se encuentra dejó arreglado
y ordenado cuanto era necesario y conveniente acerca de esla , por
que nada se ba olvidado á su sabia previsión; y es también público
y notorio que desde Parí», cuya correspondencia con Madrid es de
pocos dias, y mucho menos que de un extremo al otro de la Penín
sula, ejerce una activa inspección y vigilancia sobre todos sns depen
dientes con respecto i cuanto concierne al bienestar de sus amadas
Hijas en lo personal y material,
Y bien, señores: ¿serán mas rigurosos los deberes de un tutor
para con su pupila que los de un padre para con sus hijos? Pues un
padre puede separar á sus hijos de su compañía , y educarlos en una
casa extraña, á muchas leguas ele distancia y en un pais extrangero;
un padre puede ausentarse de su casa y de la compañía de sus hijos
por conveniencia doméstica y aun por diversión y pasatiempo. En
ninguna de estas circunstancias, sea mas ó menos larga la ausencia y
separación, pierde la patria potestad, y en muchos, muchísimos cases
no falta tampoco moralinenle á sus deberes naturales, civiles y reli
giosos. ¿Y habremos de juzgar de otra manera cuando se trata de los
cargos y obligaciones de un tutor? Muchas reflexiones se me ocurren
todavía: tas omito porque es muy tarde, y teDgo todavía bastante
que decir. . ,
S._TOMO I.
275
Sea en bueu hora la ausencia de la Reina Doña María Cristina
causa justa ó legal para quitarle la tutela de sus Hijas. Sean en buen
hora autoridad competentemente las Córtes para hacer esla declara
ción y tomar esta Tesolucion. ¿Y lo harán de plano por un acuerdo
puramente gubernativo, sin audiencia de partes interesadas, sin jui
cio, porque no puede haberle en el modo que se procede, sin ningu
na formalidad de aquellas que se observan en tales casos, y que pres
criben , no ya las leyes, sino el sentido común de los hombres vul
gares? Por mas claras que sean las razones que juegan en el asunto,
mas incontestables los derechos que se- interesan en el negocio, ¿se
negará á la Reina Doña Mana Cristina de Borbon , á la Reina Viu
da del último Monarca , á la Reina Madre del Rey actual , lo que se
concede, lo que no puede dejar de concederse al último de los ciuda
danos? Esta Señora está desempeñando la tutoría de sus augustas
Hijas desde la muerte de su augusto Esposo, y se halla en el^jercicio
de este cargo de hecho y de derecho: póngase en duda el derecho , y
fijémonos en el hecho solamente. ¿No debia ser oída esta Señora antes
de tomar ninguna providencia por racional y justa que aparezca?
¿ No lo exigen asi , cuando otra cosa no sea , el decoro del Senado , la
urbanidad característica desús individuos, el alto rango y categoría
de la Persona Real de quien se trata? Se admiraba el Sr. Macia
Lli opart de que se hablase en este asunto de despojo, de arranca
miento, con otras expresiones semejantes que ofendieron su oido de
licado. Pues qué, declarar vacante la tutela de S. M. la Reina y de
S. A. la Infanta, y dar otro tutor á estas excelsas Niñas, sin oir por
ningún medio ordinario y extraordinario, masó menos decoroso , i
la Reina su Madre que está ejerciendo la tutela, ¿puede merecer otro
concepto que el de un despojo violento, de un arrancamiento de la
nitela en la persona del tutor que está en acto y ejercicio? Si, seño
res; despojo es en todo el rigor de la palabra , según su significación
gramatical ó lógica, y según la acepción común. El Sr. Macia Lleo-
pare no ignora que también hay despojos jurídicos, y no por eso de
jan de ser una violencia que las leyes reprueban y mandan reponír.
Yo no espero que proceda el Senado de esle modo. »
Aqui debiera tal vez concluir; pero me restan dos puntos que no
'puedo pasar por alto, porque son de mucha importancia y trascen
dencia, como que importan la observancia de la Constitución. La
mayoría de la comisión no solo opina que está vacante la tutela
de S. M. y de S. A. , sino que las Córtes deben nombrar tulor á la
una y á la otra. ¿Y por dónde las Córtes han de nombrar tutor á la
Señora Infanta Doña María Luisa, sin infringir el art. 60 de la Cons
titución, sin traspasar sus facultades , sin abusar de su poder ? ¿Las
autoriza para eso la Constitución ó alguna oirá ley viva y vigente,
antigua ó moderna ? No señor. La antigua ley de Partida , ley polí
tica y fundamental del reino, como he dicho, ley con cuya disposi
ción están conformes el art. 198 de la Constitución de 1812, y el 60
de la Constilucion actual de 1857, Solamente autorizan á las Córtes
para nombrar tutor en ciertos casos al Rey menor, pero no á los se
ñores Infantes; y si no basta todavía para entenderlo asi el art. 60,
léase el 40 en la facultad 3Í que dice asi : "Elegir Regente ó Regenta
del reino, y nombrar tutor al Rey menor cuando lo pieviene la Cons
titución" refiriéndose á los artículos 57 y 60. ¿Es lo mismo nombrar
tutor al Rey menor que nombrarlo á les Sres. Infantes"? Esta idea uni
voca no puede caber en ninguna cabeza. He dicho é inculcado bastan
te sobre que las Córtes no pueden usar mas facultades que las consig
nadas expresamente en la Constitución, y que esta traslimitacion no
será sino un abuso de poder. Las Córtes harán este nombramiento
porque quieran, no porque puedan en mi juicio , porque yo prefiero
aquí mi propia opinión según el derecho que tengo, aunque creo que
es muy conforme con la de muchos hombres sabios en derecho públi
co y en la teoría de nuestro Gobierno constitucional.
En buen hora que haya alguna^inalogia entre el nombramiento
de tutor á la Reina y entre otro igual á la Señora Infanta : en bueu
hora que haya alguna razón de conveniencia para amalgamar los dos
nombramientos en una sola autoridad; pero las facultades de los po •
dere¿¡ públicos del Estado no se miden en la práctica por las razones
de conveniencia y analogía: se regulan solamente por la ley funda
mental, que las circunscribe y consigna en términos claros y conoci
dos. No se trata ahora de constituir derechos, sino de derecho cons
tituido. Cualesquiera razones que quieran alegarse en favor de la idea
de la mayoría de la comisión serán buenas para innovar ó adicionar
la Constitución; de nada sirven, empero*, para obraren conformi
dad á lo en ella establecido. Ahora, y en cualquiera tiempo que hu
biere que nombrar tulor á la Señora Infanta, mientras no se altere
la Constitución vigente se hará por las leyes comunes y genera
les , porque no hay ninguna exoepcional que determine «obre este
punto.
El otro que me resta abraza ambos nombramientos de tutor i
S. M. la Reina y á S. A. la Señora Infanta. El Rey difunto, el Señor
■ D. Fernando VII, como Rey y como Padrp, nombró tutores testa
mentarios á todos sus Hijos que quedaren en la menor edad á su fa
llecimiento, eligiendo para ello por la cláusula 10Í de su testa
mento á su muy 'imada Esposa Doña Maria Cristina de Borbon. Este
testamento existe en el expediente que la comisión ha formado. Dis
poniendo por la cláusula 11? que si el Hijo ó Hija que hubiese de
sucederle en la Corona no tuviese 18 años cumplidas al tiempo de su
fallecimiento, la misma su muy amada Esposa fuese Regente y Go
bernadora de toda la monarquía hasta que el Hijo ó Hija en quien
 276
recayese la Corona cumpliete aquella edad; ordenó igualmente por
la cláusula 12! <¡ue se formase un Cornejo de Gobierno compuesto
<le personas determinadas, que individualmente nombro en la siguieu-
te, con el cual la Reina Regente y Gobernadora hubiese d.e consul
tar los negocios arduos, aunque sin sujeción á seguir el dictamen que
se le diese. Y últimamente , con respecto á nuestro propósito, dijo
en la cláusula 15Í loque leo: "Si desgraciadamente llegase á faltar
.■mi muy amada Esposa antes que el Hijo ó Hija que ole haya de su»
«ceder en la Corona tenga 18 años cumplidos, quiero y mando que
.. la Regencia y gobierno de la monarquía, de que ella estaba encar-
..gada en virtud de mi anterior nombramiento, é igualmente la tu-
m tela y curaduría de este y de los demás Hijo3 mios, pase á un Con-
••sejo de Regencia compuesto de los individuos nomhraíios en lacláii-
nsala 13! de este testamento para el Consejo de Gobierno." He que
rido leer-integrainenle esta cláusula para que se vea que nada omito
de lo que puede Favorecer las ideas de la comisión.
Claro es que el Sr. D. Fernando Vil estableciendo una Regencia
del reino, y nombrando persouas determinadas para ejercer este
cargo en el caso de ser menor de diez y ocbo años el hijo que hubie
se de sucederle en la Corona, usó de las facultades que creia corres
ponderá en el sistema de Gobierno que entonces regia ; pero es no
menos evidente que ha nombrado tutores y curadores á todos sus Hi
jos, incluso el sucesor en la Corona , para en el caso de faltar ¡su
ainada Esposa, nombrada tal en primer lugar; es decir, que nombró
tutores y curadores suplentes para que entrasen á serlo i falta del
primer nombrado. Pero estos tutores suplentes son en su caso y lu
gar tutores testamentarios igualmente que el tutor principal , por
gue las leyes concediendo facultades á los padres para nombrar tutor
á si:s hijos, no la circunscriben á un solo primer nombramiento, y se
las dejan amplias para que puedan hacer segundos, terceros y cuar
tos, sin término ninguno, para que puedan entrar los unos en lugar
de los oíros, cada cual en su turno señalado; y cuando la Constitu
ción dice en su art. GO que será tutor del Rey menor la persona que
en su testamento hubiese nombrado el Rey difunto, no pudieudo
esto entenderse sino en el sen t ido común y natural . en que se entien
den otras disposiciones legales semejantes, es forzoso concluir que los
tutores nombrados en segundo lugar por el Sr. D. Fernando VII en
su testamento deben entrar á ejercer la tutela de S. M. ¡a" Reina
con preferencia al tutor dativo que pueden nombrar las Cortes, como
serijn proferidos á la misma Reina Madre si esta no fuese nombrada
tutora en primer lugar.
Bien ahora: de estas personas, nombradas en segundo lugar por
el Sr. D. Fernando Vil en su testamento para tutores de sus hijos,
sobreviven y existen algunas, como que han reclamado en el Senado
este derecho para en el caso dado de que la Reina Madre no pueda
continuar de Tutora. Este derecho es incontestable, y no puedo con
cebir cómo la mayoría de la comisión le ha desatendido completa
mente, contentándose con decir á secas, que declarada vacante la tute
la de las excelsas Pupilas, no pueden ser atendidas ni la reclamación
de una corporación que no existe, ni las de personas á quienes no
atribuye derecho la ley fundamental del Estado. No me toca á mi
defender los del Sr. Infante D. Francisco de Paula, porque S. A. es
tará bien desengañado y acaso pesaroso de la equivocación en hecho
y en derecho con que ha procedido en la reclamación dirigida al Go
bierno provisional. Pero rae toca clamar é instar por la observancia
de la Constitución, que quedaría infringida si desatendiendo la dis
posición testamentaria del Sr. D.Fernando VII en la cláusula 15? de
su testamento que he leido, y la reclamación de las respetables y ca
libeadas personas nombradas en segundo lugar como tutores testa
mentarios de S. M. la Reina y de S. A. la Sra. Infanta, te prepara
sen á nombrar otro tutor aun á la misma Reina como si aquellas
personas no existiesen.
;Cuil es la razón , cuál el fundamento para dar por nulo é in»
eficaz este nombramiento, y excluir del oficio de la tutela á unos su-
getos tan recomendables, ya que no pueda continuar en ella S. M. la
Reina Madre? Yo volvería sobre este punto i mi primer tema de la
incompetencia de las Cortes para juzgar y decidir sobre el valor ó
ineficacia de este nombramiento y sobre la admisión ó exclusión de
estos sugetos para ejercer el oficio de tutor. Pero no quiero repetir; y
procedo ahora en el supuesto dado y no concedido de que las Cortes
son autoridad propia y legitima para ello. Repito, pues: ¿cuál es
la razón y fundamento en que puede apayarse este parecer de la co
misión? Ella lo ha guardado, y yo no puedo descubrirlo, y en las co
municaciones del Gobierno nada se dice acerca de esto; y como no he
visto el informe consultivo que recibió el Gobierno del Supremo
Tribunal de Justicia, que tal vez hablará acerca de esto, porque no
estaba con el expediente cuando yo le examiné en la Secretaria,
me es forzó hablar á la ventura para responder argumentos con
trarios.
La comisión nos dice solamente que no puede ser atendida la re
clamación de una corporación que no existe , aludiendo á la expo
sición del Sr. duque de Bailen y compañeros. Estos señares oo han
hecho ninguna reclamación en el concepto de cuerpo, sino como
personas singulares. Verdad es que en otro tiempo compusieron una
corporación con el nombre de Consejo de Gobierno, que desapareció
en el año de 36 con el restablecimiento de la Constitución de Cádiz.
Verdad es también que este Consejo de Gobierno debia trasformarse
en Consejo de Regencia según la rol untad testamentaria del Monar
ca difunto cuando -fallare S. M. la Reina Viuda, y en Consejo tam
bién de Tutela siendo todavia de menor edad los hijos de dichos se
ñores Reyes. Y por último, verdad es asimismo que este Consejo de
Regencia no puede existir ya en ningún caso, porque la Constitución
de 1837 cambió el sistema de Gobierno. Asi , pues, en cierto modo
dice bien la comisión que esta corporación no existe, porque cómo
Consejo de Gobierno dejó de existir, y como Consejo de Regencia no
llegó el caso de que pudiese tener existencia. Pero estos señores no
reclaman la tutela por haber sido ellos Consejo de Gobierno, ni por
que debian ser en su caso Consejo de Regencia, sino porque han sido
nombrados tutores y curadores de todos los Hijos del Sr. D. Fernan
do VII para en el caso de faltar su augusta Madre en el tiempo de
su menor edad. Este nombramiento no puede invalidarse porque
haya "variado el Gobierno político de la nación, toda vez que lo que
hizo el Sr. D. Fernando VII en cuanto al nombramiento de tutor
cuando- regia el Gobierno absoluto pudiera hacerlo ahora con todo
valor y eficacia rigiendo la Constitución.
Biráse acaso, y me parece haberlo leido en algún papel ,*que el
Sr. D. Fernando. VII ha nombrado tutores desús Hijos^en segundo
lugar á las mismas personas que habian de componer el Consejo de
Regencia y aun todavía , que este Consejo de Regencia que había
de formarse lo habia de ser al mismo tiempo de tutela, y consi
guientemente que no pudieodo ya formarse el tal Consejo de Regen
cia se desvanecía también la tutela que le estaba aneja. Este modo da
discurrir me parece muy antilógico. No puede formarse el Consejo
de Regencia que quiso el Sr. O. Fernando VII, porque la Constitu
ción de 1837 ma(ó su voluntad en este punto ; luego no puede insti
tuirse la tutela, que fue, también parle déla voluntad del Sr. D. Fer
nando Vil , aunque esta voluntad no tiene en el dia ninguna contra
dicción con la Constitución. ¿Qué consecuencia es esta, señores? ¿Esta
es lógica de Condillac ó de Goudin , de Baldiuotti ó de Apodaca?
Si la Regencia y la tutela hubiesen de estar necesariamente unidas
en las mismas personas, el raciocinio seria legitimo; mas si justa
mente sucede todo. lo contrario ; si los cargos de Regente y tutor del
Rey no pueden estar reunidos, según la Constitución vigente, sino
en el Padre ó Madre del Rey, ¿ cómo se arguye de este modo? Jus
tamente el Sr. duque de Bailen y sus compañeros pueden ser tutores
porque no son Regentes; si fuesen ahora Regentes no podrian ser tu
tores, y el argumento se convierte de frente contra los que asi dis
curren. Verdad es que el Sr. D. Fernando VII queria la tutela unida
con la Regencia : su voluntad en esta parte no puede ser cumplida;
pero lejos de ser necesario que estas dos cosas anden unidas según su
naturaleza , se han hecho incompatibles por la Constitución en el caso
ya sentado. Consiguientemente rige aquí la regla general de derecho
que utile par inútilc non vitiatiir.
Ultimamente, señores, y voy á concluir: los de la mayoría de la
comisión no ignoran que lá voluntad testamentaria' queda válida,
subsistente y eficaz en cualquiera disposición, aunque se le haya uni
do una condición imposible de hecho ó de derecho: la condición se
elimina, pero la disposición queda vá lida y subsistente. ¿Y no lo será
la de S. M. el Sr. D. Fernando VII en el nombramiento de tutores
en el segundo lugar, en el caso dado, porque no pueda tener cumpli
miento su voluntad en la parte agregada de que fuesen al mismo
tiempo Regentes del reino? La sabiduría del Senado juzgará; porque
yo no puedo llevar mas lejos mis observaciones en esta hora , y des
pués de haber hablado tan difusamente, y por lo mismo con poca
corrección.
Señores, la cuestión presente es de suma importancia y de mucha
gravedad. Se discuten los derechos de S. M. la Reina Madre, los de
S. M. la Reina reinante, y de S. A. la Se acra Infanta; cuestión de
alta política; cuestión de derecho público constitucional; cuestíonrque
tiene en espectacion á todos los pueblos, y que en diverso ó contrario
sentido ba interesado vivamente á todos kas partidos políticos; cues-
cion, en fin, que puede tener trascendencia fuera del reino. La socie
dad está conmovida; y que unos lo manifiesten, otros la callen, y mu
chos lo disimulen , ello es que no hay hombre sensato que no este
agitado pensando en el porvenir que aguarda á esta nación des
graciada.
Lo que importa es guardar fielmente la Constitución, y hacer
que se observen exactamente las leyes: en el cumplimiento de aque
lla y estas está la justicia; y la justicia sola, únicamente la justicia,
que comprende en su acepción general todas las virtudes, conserva
las naciones y hace felices los pueblos. Yo me he propuesto ha
blar tínicamente con el libro de la ley, y no he querido salir de
sus páginas ; he hablado según alcanza mi corta capacidad, y se
gún me ha sugerido la razón después de haberla examinado deteni
damente.
Siento mocho haber molestado por tanto tiempo al Senado; pero
le ruego que lejos de acceder al dictámen de la mayoría de la comi
sión en ninguno desús puntos, se sirva adoptar el de la minoría,
que. en mi juicio está arreglada exactamente á la Constitución y i las
leyes; y que lejos de proceder A la declaración de vacante y nombra
miento de tutor , como se quiere por algunos señores, trate de alla
nar el camino y disponer las cosas para que la augusta Reina Doña
María Cristina de Borbon pueda volver cuanto antes i España con
el decoro que corresponde, con todo el honor que es debido á su cla
se, i su rango y á sus altas prendas, no precisamente para que toma
en sus manos otra ves las riendas del Gobierno, lino para qne euide

de la educación física , moral y religiosa de sus eicehas Hijas; pata
que teDga el consuelo de abrigarlas en su regazo , y ellas el dulce
placer de recibir las caricias de su tierna Madre ; y para que la na
ción conserve la esperanza de que la Madre infundirá á las Hijas los
sentimientos de virtud , de generosidad, de amor al pueblo, y un
eficaz deseo <íe hacerle feliz; sentimientos que todos nos hemos com
placido en contemplar y admirar en la que basta poco hace ha sido
tenida por Madre de todos los españoles.
El Sr. PRESIDENTE; Toca el tamo de la palabra al Sr. Lan-
277
dero; pero en atención i la hora que es le suspende esta diseusion por
hoy. Ruego á los Sres. Sen<tdores que recuerden que esti determina
do que las sesiones empiecen á las doce. Si asi se verifica la discu
sión empezará mas temprano, y no tendremos necesidad de prorogar
la sesión.
Mañana se reunirá el Senado para continuar esta discusión y la
de los demás asuntos que están anunciados.
Ciérrase la sesión." /
Eran las seis menos cinco minutos,
 NUMERO 40.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
• SIMM)®,
SESION DEL DIA 3 DE JULIO DE 1841.
Se abrió á las doce y media, y leida el acta de la anterior por el
Sr. Secretario Onis, dijo
El Sr. conde de PINOFIEL: He visto que en la Gaceta se me
hace decir que yo he pedido la palabra en contra de lo manifestado
por la comisión; y luego yo no sé por qué se añade: "el Sr. conde
de Pinofiel dijo que se babia equivocado: " yo no be dicho tal cosa,
ni podia decirlo: quiero que conste esto.
El Sr. PRESIDENTE: En el acta no hay nada de cuanto el se
ñor Senador ha dicho."
Sin mas discusión quedó aprobada el acta.
Pasaron á la comisión de Actas dos ofioios del Sr. Ministro de la
Gobernación de la Península, fecha 2 del actual , en los qne tras
lada para conocimiento del Senado los decretos del Regente del rei
no del dia anterior por los cuales ha nombrado Senadores: por la
provinoia de Cuenca al Sr. D. Vicente León en lugar del Sr. mar
ques de Mi ra llores que renunció; por la de Málaga al Sr. D. Juan
Mana Peres en reemplazo de D. Antonio Remou Zarco del Valle;
por la de Patencia al Sr. D. Ildefonso Valderábano eu lugar de don
José Mana de San Millan; y por la.de Pontevedra á los Sres. D. Cris
tóbal Falcon y D. Manuel María A^uilar en reemplazo, el primero
del Sr. JJ. Joaquin Patino, y el segundo en el del Sr. marques de
Santa Cruz de Rivadulla.
Entrándose en la órden del dia, se procedió á la discusión del dic
tamen de la comisión sobre las enmiendas hechas al proyecto de ley
acerca de que los capitanes y comandantes generales , regentes , ma
gistrados de las audiencias y otras autoridades no puedan ser elegidos
Diputados ni propuestos para Senadores por las provincias de su
mando ó jurisdicción.
Se leyó el dictamen {pojase el Diario núm. 36, sesión del dia 25
de Junio).
No habiendo ningún Sr. Senador que pidiese la palabra , se pro
cedió á la discusión por artículos.
Leído el primero, dijo
El Sr. ONDOVILLA¡: Quisiera que la comisión me explicara
por qué los capitanes generales de provincia están comprendidos paia
ser excluidos de ser nombrados en todas las provincias de su mando,
y los comandantes generales de marina solamente están excluidos
de s'T elegidos eu las provincias donde está la capital del departa
mento.
El Sr. MUGUIRO: Pido la palabra para una cuestión de órden.
El Senado no tiene que votar los artículos sino las adiciones que se
.presentaron.
El Sr. PRESIDENTE: Pero ya estas adiciones redactadas nue
vamente están incluidas en los artículos.
El Sr. ADARGUES: Dos son las adiciones que se han puesto á
discusión, una relativa á los capitanes y comandantes generales de
provincia ó provincias , y otra acerca de los comandantes generales
de marina. La primera la admitióla comisión porque se dijo que ha-
bia comandantes generales que mandaban, no solo una provincia,
sino dos ó tres; por eso se puso provincia ó provincias. Respecto á la
observación del Sr. Ondovilla , que es relativa á la segunda adición,
diré que en el curso del debate se hizo presente que los comaudan-
S.— TOMO L
279
DE CORTES.
tes generales de marina no tenían igual influencia en todos los de
partamentos , sino que la tenian en la capital. De consiguiente no
hay paridad entre ellos y los capitanes generales que pueden influir
en todas las provincias de su mando.
El Sr. FRIAS: Esta cuestión quedó resuelta el otro dia , porque
ademas de los argumentos de los Sres. Seoane y San Miguel se demos
tró que los comandantes generales de marina no tenian mas influen
cia que en la capital del departamento. En efecto, ¿cómo han de te
nerla en las provincias de lo interior cuando desgraciadamente tienen
tan poca en las capitales de los departamentos porque los arsenales es-
tan desiertos? Por esto creo que no debe hacerse esa igualación, y por
consiguiente que debe aprobarse el articulo tal como está.
El Sr. FERRER : Dos son las adiciones que deben discutirse; una
relativa á los comandantes generales de las provincias, y otra i los
de marina : veo que se discuten á un mismo tiempo, y parece natu
ral que esto se haga separadamente.
El Sr. PRESIDENTE: Asi va á hacerse: lo que ha notado el se
ñor Ferrer ha consistido en que las adiciones están incluidas en los
mismos artículos; pero ahora se procederá del modo que queda indi
cado."
Se leyeron las referidas enmiendas, que fueron aprobadas , y por
consiguiente la redacción de los artículos en que estaban incluidas.
Continuando la órden del dia prosiguió la discusión acerca de la
tutela de S. M. y A. , obteniendo la palabra en pro
El Sr. LANDERO: Señores , me babia propuesto no hablar en
esta discusión mientras permaneciera en el terreno de la legalidad y
del decorot pedí la palabra cuando la vi trasladada al campo de las
pasiones y enlodada en el cieno de los partidos; y aun entonces lo
hice porque me vi provocado de la manera extraña é inesperada que
presenció el Senado. Todos los señores que han hablado en esta cues
tión ban ponderado su gravedad é importancia : todos han recomen
dado la necesidad de tratarla con circunspección y mesura; pero des
graciadamente pocos son los que hasta ahora no han faltado á su pro
pósito. Declamaciones vagas, sin objeto , sin sentido; provocaciones
directas, alusiones ofensivas y calificaciones demasiado impropias,
son las que se han empleado como medios, y á veces á falta de bue
nas razones, para sostener una causa noble en si misma, grande y de
tanta sublimidad, como que en ella vemes de una parte á una Rei
na huérfana y niña , y de la otra á su excelsa Madre.
Asombrado, señores, de lo que he presenciado y oído en estos tres
dias de la cuestión que se debate en el Senado, me be preguntado á mí
mismo qué es lo que aqui pasa, si es verdad que este Cuerpo, acos
tumbrado á tratar siempre los asuntos con la gravedad y dignidad
que todo el mundo sabe, haya podido entregarse al acaloramiento
que hemos visto,
Aqui se batí pronunciado discursos apasionados que no pueden
menos de admirar á cuantos tengan conocimiento de lo que ha ocur
rido; se ha visto á los graves Senadores, á los hombres que tienen
cubiertas sus cabezas de canas, y en cuya alma tranquila y experi
mentada parece que no podia fallar la calma y el sosiego que exigen
las discusiones de esta naturaleza; se les ha visto, señores, como
fuera de si mismos, como olvidados de lo que se deben y á sus cotu
80
 280
pañeros , y «obre todo de lo que deben i eite sagrado recinto, al paso
que en el otro Cuerpo , en el Congreso de Diputados , compuesto en
■u mayor parte dé jóvenes en quienes hierve la sangre de la juventud,
del vigor y de la vida, se ha concluido esta cuestión con una mesura,
un comedimiento tan grave, tan propio de eslos Cuerpos, y sin que
nava habido el menor exceso. Alli se han defendido las intereses de
S. M. la Reina Viuda; se han defendido los del mismo Infante
D. Francisco, y se han pronunciado otros que no ton ni los de la
Reina, ni los del Infante, ni los de quien yo no me atrevo á califi
car. Señores, aquí ha habido una confusión, una palabrería que yo
no té definir, ni podido entender: yo pregunto la razón de lodo esto
á los señores que se han valido de estos medios, que se han separado
del terreno de la legalidad , y se han colocado en el de las pasionesr
las razones por qué lo tucen bien las saben; nosotros no lo ignora
mos : ¿ pero cuál es el motivo verdadero de esto?
Yo lo diré: el pretexto de que se ha usado es que ven, dicen estos
señores, atacados los derechos de la augusta Reina'Madre; que se la
quiere condenar á una proscripción; que se trata de afligir su cora-
, con , y otros tantos motivos semejantes á estos que se han alegado,
añadiendo á todos ellos uno que no puede menos de "sorprender , cual
es el de que se falta, que se viola, que se contraria la Constitución
de la monarquía : y, señores, ¿ hay %algo de esto ? ¿Por ventura en
el dictamen de la mayoría de la comisión se dice que se prive á la
Reina Madre de los derechos que la corresponden? ¿ Dice el dicta»
men de la comisión que se la proscriba, que se la deporte, que se ta
condene á la aflicción y i la amargura de que han hablado los seño»
res que han combatido el dictamen de la mayoría ? ¿ Hay en su dic
tamen una sola palabra de lo que se dice? Muéstresé á cuál de los
que hasta aqui han hablado en favor del mismo diotámen se le ha es
capado alguna expresión , alguna palabra que pueda aludir ni decir
cosa que se le parezca. Pues si nada de esto ha tenido lugar, ¿ á qué
ha venido todo lo que aqui hemos escuchado ? Yo me pregunto, y
me vuelvo á preguntar r ¿cual es la verdadera cuestión, cuál es el
■sunto de que se ocupa en este momento el Senado?
£1 asunto, señores, es muy digno: se trata de una cuestión de
buena fé; de una cuestión de honor y dignidad de la nación espa
ñola; de una cuestión en que esti interesada la lealtad castellana , la
bondad proverbial de los españoles; se trata, señores, de tomar en
consideración el estado de desamparo en que hace nueve meses se en
cuentran la Reina Doña Isabel II y su augusta Hermana la Infanta
Doña María Luisa, y las Cortes son llamadas á tomar en considera
ción un asunto tan grave, tan propio de la lealtad de los españoles,
y i dispensar á las augustas Personas la protección que tiene dere
cho á reclamar el huérfano del último mendigo. Yo, señores, aludo
si la buena fé de las personas; yo no quiero llamar en mi apoyo á
los hombres que piensan como yo; no quiero llamar en mi apoyo las
pasiones, el calor, oí ninguna razón de parcialidad ni de partidos;
quiero hablar al corazón español, al corazón de los Sres. Senadores,
que lo son por su ciencia; á los señores que delante de ese Cruci
fijo, poniendo por teitigo al cielo, han jurado lealtad M la Reina
Doña Isabel II, y sin deslealtad, sin traición no podemos nosotros
prescindir de que continúe por mas tiempo en el abandono, en el
desamparo en que ha estado por espacio de nueve meses; y he dicho
desamparo valiéndome de las expresiones mismas de S. M. la excelsa
Reina Madre. Yo lo repito, señores, que no creo que los que se sien
tan en estos bancos falten á deberes tan sagrados sin que olviden lo
que deben á su Reina y á su patria.
Pues esto sucederia si continuásemos tratando este asunto como se
ha tratado, y calificándose como se ha calificado el asunto que son
llamados á tratar los Sres. Senadores.
¿ Bs cierto ó no, señores, que la Reina niña y su augusta Herma
na se hallan privadas de la presencia y de la asistencia de su excelsa
Madre há nueve meses? ¿Puede el honor castellano permitir conti
núe ese estado por mas tiempo? Yo pregunto, y pregunto en alta voz
para que se me conteste, y estoy seguro de que ninguno de los seño
res Senadores querrá incurrir en una falta que no será temeridad ca
lificarla de deslealtad. ¿ Y por qué la comisión ha propuesto esto?
Porque una parte de la mayoría del Senado parece que esti dispuesta
á sostener su dictamen tal como lo presenta, ó con las modificaciones
á que la discusión dé motivo á introducir. Y bien, señores: ¿qué ra
zón había para haber tratado tan apasionadamente este punto, y para
haber tratado á los que lian sostenido el diclamen como se ha hecho
por algún Sr. Senador? ¡Obra de iniquidad le lia llamado uno, pro
yecto criminal, atentado, arbitrariedad, injusticia grande, absurdo!
Todo esto se ha dicho, y aun se ha reclamado el castigo de Dios y
de los hombres. Yo aprovecho esta ocasión t>ara tomar acta de ello,
y ruego á los señores taquígrafos que expresen esto y que no cambien
inis palabras.
Quiero que se tome acta de la desmedida licencia con que se han
prenunciado algunos señores; quiero que se tome acta de la toleran
cia con que se ha escuchado en estos bancos lo que se ha dicho, para
que comparen los señores que asi se han expresado la ilimitada fran
queza y libertad con que ahora dicen cuanto quieren con lo que en
otro tiempo pasaba en este sitio cuando S. SS. es'aban en mayoría y
nosotros en minoría. Que recuerden es»o, y verán si en este pais hay
libertad , y Se verá entonces si aqui hay ó no medios de decir lo que
se siente , y de expresar con ilimitada franqueza cuanto se piensa y
jc- quiere decir, 1 "' ' " * se haya hablado da una cuestión extraña A la que nos ocupa; de un
Yo hago jueces de este contraste i los mismos tenores «atores de
las expresiones á que antes he aludido y otras que omito porque
no son del caso , y por conguientc no tomo acta. Yo estoy bien con
vencido de que esos mismos señores, mas serenos y tranquilos, ha.
brán conocido que cometieron un grande exceso, pues tienen bas
tante educación , bastante circunspección y prudencia para no per
mitirse decir á ninguno de los que nos sentamos aqui, como particu
lares fuera de este recinto , lo que han asegurado en pleuo Parla
mento á presencia de un auditorio tan numeroso.
Pero sobre todo , ¿á qué se ha traído aqui una cuestión tan deli
cada ? Que los encargados por el Gobierno de inventariar los bienes
de S. M. Doña Isabel II y su augusta Hermana la Serma. Sra. In
fanta Doña María Luisa Fernanda hayan sido bien ó mal autori
zados por el Gobierno para obrar como lo han hecho ; que estos ha
yan desempeñado bien ó mal su encargo, y que tenga estos ó los
otros resultados , ¿qué relación tiene esto con la cuestión que nos
ocupa? ■-'>■-•.*-» .
Si es que los señores que creen tener alguna entienden que podía
convenir el tener á la vista la manera y modo como había sido ad
ministrado el Patrimonio de S. M. en épocas anteriores á la presente
y posteriores á la muerte del Sr. D. Fernando VII, ¿no tenían me
dios de reclamar los expedientes ?
Yo creo que si el Sr. Senador que ha traido la cuestión á este ter
reno no se hubiera aprovechado de algunas confianzas, no habria ex
puesto al que tiene en este momento el honor de hablar al Senado y
á sus dignos compañeros á que, imitando la facilidad que ha tenido
en provocarlos, hubiesen hecho de este recinto un lugar de escánda
lo; y sin. duda ninguna lo ha hecho porque sabe que los que com
ponen la comisioo encargada del inventario por ninguna circuns
tancia , por ningún título faltarían á la circunspección y á la pru
dencia que les impone la confianza que merecieron. El Sr. D. Alvaro
Gómez, que acaba de ser Ministro, dijo ayer algunas cosas ; mi ami
go y compañero de comisión el Sr. Capaz ha dicho otras. Yo nada
añadiré , aunque algo pudiera decir , porque no es propia del Senado
esta comisión : es del Gobierno; y mis compañeros y yo hemos dado
cuenta al mismo de nuestros a tos, y seguiremos dando lo que por
terminación encontremos justo. Si el Sr. Carrasco creia que rn esl'r
lugar debiera tratarse del modo como ha sido administrado el Real
Patrimonio, hubiera podido presentar una proposición reclamando
del Gobierno los antecedentes que le parecieran oportunos.
Nuestro primer encargo era de recoger los inventarios qne era de
suponer se hubiesen formado al fallecimiento de D. Fernando VII
en virtud de su disposición testamentaria y según las leyes prescri
ben , para que, cotejados con el que formamos nosotros , viese el Go
bierno si habia habido ocultaciones, faltas notables, puesto que ya
el Sr. Gómez Becerra explicó que el inventario, la cuenta y parti
ción de los bienes que quedaron al fallecimiento de D. Fernando VII
no ha parecido. Formáronse autos en virtud de Real órden que po
nen á la Reina Madre á cubierto de toda recriminación. S. M. la
Reina Madre, luego que ocurrió el fallecimiento de su augusto Es
poso, pidió al presidente de la Cámara de Castilla nombrase un Mi
nistro qne entendiese en la testamentaría , y se hizo todo lo demás
que sabe la comisión y muchos señores que me escuchan. Esto no pa
rece por mas que se ha reclamado.
Eo una de las cláusulas del testamento del Sr. D. Fernando VII
se declara que las propiedades raices de la Corona las habia mejora
do, y correspondían á sus sucesores ó sncesoras. En él está de su puño
y letra el inventario de las joyas que correspondían á la Corona , y
que pertenecían exclusivamente á sus sucesores. De él resulta tam
bién que dejó á su augusta Esposa el quinto de sus bienes, y previno
que esto- se hiciese según lo disponen las leyes. Si la testamentaria
quiere remontarse á épocas anteriores, comprende lo que tenia el
Real Patrimonio en la guerra de la independencia , y ademas la tes
tamentaria de los Reyes Padtes D. Cirios IV y Doña María Luisa
de Borbon. De ella resulta lo que vino de Roma y Nápoles, y resul
ta la alta valuación de las joyas y preciosidades , las cuales fueron
reconocidas como propiedad del sucesor á la Corona.
El Sr. Senador que quiera saber y tenga ¡nterés'en que se sepan
estos particulares, inmiüéstelo ; pero esto es muy distinto i querer
extender una difamación contra todos los que tenemos el honor de
intervenir en eslos asuntos, y contra lodos los que después de la
muerte del Rey han manejado con mas ó menos interés la hacienda
de S M. menor, á quienes tributo el elogio que merecen y á que se
han hecho acreedores.
Pero de aqui á que todos hayan tenido igual conducta ; de aqui á
que lodos hayan manejado los intereses y se hayan conducido coa
moralidad, hay uua gran diferencia , como la hay en la defensa que
ha hecho el Sr. Carrasco de la Reina Madre. £1 Sr. Carrasco ha es
timado en mas la probidad de los empleados , que son tantos y de
tanta categoría , que no la de la Reina Madre, en razón á que el se
ñor Capaz, pagando un tributo de respeto á tan augusta Señora, dijo
que lo que habia manifestado no tenia relación con la Reina ni po
día oscurecer ni mancharen lo mas mínimo La Real Persona á quien
se alude. £1 Sr. Carrasco dijo que sabia que el Sr. Capaz no podía alu
dir nunca á S. M., sino á sus empleados; pero que mediante á que
estos eran nombrados por S. M., eran responsables.
Yo espero que el Senado me disimule esta digresión. Siento que

asunto del que solo nuestros enemigos pueden querer que se trate,
porque son los que buscan escándalos, y quieren hacer famosa esta
discusión. Nosotros no abandonaremos el terreno de la ley , y defen
deremos nuestras opiniones con la convicción mas intima de que si
nos equivocamos es de buena fé.- Yo no habia pensado tomar la pa
labra ; pero puesto que he sido provocado, es menester contestar á
las pocas razones que se han empleado hasta ahora.
Se han hecho muchas reclamaciones; se han presentad* frases
patéticas ó lo que se llama poesía ; pero si alguno de los señores que
bao impugnado el dictamen de la mayoría ha entrado en la cuestión
con buenas raioues, ha sido el Sr. San Miguel. Este ae ha colocado
en el terreno de la cuestión siguiendo su opinión, y la ba defendido
en los términos de la legalidad, con ia moderación y templanza que
corresponde al alto carácter del asunto. Dejemos, señores, al cuida
do del Gobierno, ó mas bien al que las Cortes nombren tutor, si es
que llegan á nombrarle, el que averigüen de cierto lo que ha habi
do en la administración de los bienes del Real Patrimonio, y va
mos á ocuparnos de la cuestión sometida á la discusión del Senado.
Cuatro son las que con el nombre de razones se han presentado
por los señores que han hablado en contra del dictamen de la ma
yoría. Primera, que se ataca á la Constitución privando i la Reina
Madre de los derechos que la misma le concede; segunda, que mien
tras esta Señora viva y permanezca viuda, las Cortes no pueden
proceder al nombramiento de tutor; tercera, que las Cortes no son
en ningún caso juez competente para declarar la ausencia de S. M.
como causa suficiente para la vacante; y cuarta, que suando lo
fueran no deberían hacerlo por gratitud y en memoria de los altos
beneficios que esta excelsa Princesa ha dispensado á la nación espa
ñola , y con particularidad á los mas de los que tenemos el honor
de sentarnos en estos bancos.
Yo, señores, por lo mismo que estoy muy convencido de que
nada ataca la Constitución; por lo mismo que estoy persuadido de
qne el dictámen de la mayoría de la comisión, y lo que queremos
los que le votamos, está dentro del circulo constitucional, y que so
mos incapaces de salir de él, doy las gracias á los señores que se
han valido de este argumento, porque asi se convencerá la nación
de que nosotros estamos decididos á reconocer esta bandera como la
única de que depende la salvación del pais y la paz y la tranquili
dad de España. ¿ Pero es de veras que S. SS. ven en esta cuestión
una violación de la Constitución? ¿Ha pretendido alguno privar á
la Reina Madre de los derechos que por la Constitución le son con
cedidos? ¿No estamos todos respetando la cualidad de fu tora en esa
Señora por espacio de muchos años? ¿Se ha levantado alguna voz
contra la legitimidad de este derecho, ó contra el ejercicio del mis
mo? ¿Qué dice el art. 60 de la Constitución, señores?
Lo único que dice es los medios cómo se ha de proveer á la tu
tela de los Reyes. "Si el Rey en su testamento nombrase un tutor á
tu Hijo menor, este desempeñará la tutela; ai no lo nombrase lo será
el Padre ó la Madre mientras permaneciesen viudos, y en su defec
to lo nombrarán las Cortes." Prescindo ahora de si S. M. la Reina
Madre es ó no Tuto-a testamentaria de su augusta Hija la Reina
Doña Isabel II: esta es nna cuestión que yo reservo á la buena fé de los
señores que impugnan. el dictámen , porque como Madre es Tutora
de sus Hijas; y sea por el testamento , sea por el articulo constitucio
nal, la Reina Madre ha sido Tutora de sus Hijas menores hasta que
ha tenido i bien dejar el desempeño de este encargo. El Senado no
desconoce este derecho; el Senado, que respeta la letra de la Constitu
ción, y que no quiere que se la explique de otro modo qne como ella
está , no merece seguramente que se diga que desconoce los derechos
que corresponden á la Reina Madre.
Pero pregunto yo : ¿ejerce de nueve meses á esta parte la Señora
Reina Madre la tutela de sus augustas Hijas? ¿Es preciso que des
cendamos á definir lo que es tutela ? Yo ofendería el buen sentido
y la ilustración de los Sres. Senadores si descendiera á decir cuál es
el cargo de tutor. Diré mas: ¿este es un beneficio ó es un cargo? Si
no es un beneficio en provecho y utilidad del tutor, sino mas bien en
beneficio del menor, es, pues, un cargo. ¿Y qué le impone este cargo?
Desempeñar y cumplir con los deberes de tal. ¿Y los desempeña,
vuelvo á repetir? Esta Señora, á la distancia en que se encuentra,
después de nueve meses, ¿ puede dispensar á sus augustas Menores los
cuidados, la asistencia, los desvelos que una madre cariñosa ó un tu
tor celoso está obligado á prestarles? Me parece que no. ¿ Habrá al
guno que diga que se puede obligar á la Sra. Reina Madre á que
cumpla y desempeñe un encargo á que ha podido renunciar volun
taria mente?
Este es un derecho, y siéndolo está en el caso de ejercerlo ó no
ejercerlo. Claro es que la naturaleza se lo impone, que el amor de
Madre ae lo recomienda, y no dudo que habrán sido muy poderosí
simas las causas que á una Señora poseída de estos sentimientos la ha
yan llevado á ese extremo: pueden ser estas causas muchas, de dife
rente naturaleza ; mas no me corresponde á mi averiguar cuáles too,
ni los motivos que ha teuido para alejarse de sus Hijas y desampa
rarlas, como ella misma dice. Aquí es menester ver un hecho, reco ■
nocer una necesidad, cumplir con una obligación por nuestra parte:
tales la.de proveer al cuidado que reclaman y que exigen estas ilus
tres Pupilas. Y cuando las leyes imponen á los jueces, á loa padres,
á los parientes y aun basta á los vecinos del menor el que puedan re
clamar que se provea al desampara del hijo huérfano del último
28 í
mendigo de la naeion , ¿dejaremos nosotros desamparada á esa Niña
del modo que se halla? No: los españoles son mas leales; saben el
respeto que se debe i sus Reyes, los juramentos que les empeñan, lo
que las leyes recomiendan en este punto , y no creo que falten á ellas,
ni menos ofendan por ello á la Reina Madre. ¿ Y cómo puede ofen
derse esa Señora de que los españoles, á cuya lealtad ha encomendado
sus Hijas al despedirse, las quieran, las amen, y se interesen pqr
ellas ?. ¿ Es posible que nuestros oponentes no encuentren otro medio
para sostener sus principios y desenvolver sus ideas que el de poner
en contradicción los derechos de S. M. con lo que exigen los de sus
Hijas? Pues qué ¿es necesario ponerlos en contradicción, y es nece
sario que se decidan por una Madre, dejando á las Hijas, ó que los
que quieran las Hijas renuncien al respeto que tienen á la Madre?
Ño, una y otra cosa es conciliable; y digo mas: esas cuestiones de si
volverá ó no son inútiles y extemporáneas, al mismo tiempo que pe
ligrosas.
Si la Señora Reina Madre un dia quisiera volver á España, por
que i sus intereses conviene hacerlo, ya se sabe cómo hacen los via
jes las personas de alta categoría: se poodria en correspondencia con
el Gobierno. ¿A qué , pues, esas cuestiones peligrosas? ¿A qué alar
mar las pasiones? ¿A qué esforzarse para poner á esa Señora por ban
dera de un partido proscrito? Estoy bien seguro que semejantes sen
timientos no caben ni pueden caber en el pecho leal de ninguno de
los Sres. Senadores : todos lo reconocerán asi; pero dan con su con
ducta pretexto á que se diga que de acuerdo con el partido absolutis
ta , con los extrangeros , con los Principes que han jurado la destruc
ción de esta benemérita nación , y con los demás que son enemigos
declarados de su bienestar y de su ventura, quieren inscribir en el
pendón negro , de donde ban borrado el nombre del inepto D. Cár-
los, el de la excelsa y bienhechora Cristina. A eso se da lugar: ¿y
pondremos en contradicción derechos con derechos, amor con
amor? No.
Pero vengamos, señores, i los argumentos principales, y empie
zo por suplicar al Senado que me dispense si me extiendo mas de lo
que debiera , porque no soy de aquellos que tienen el don de hablar
con facilidad , y iníicho menos el de expresar ideas en pocas palabras;
pero creo que ha llegado á un punto esta discusión, se han dicho tan
tas y tales cosas, que está interesada la lealtad de la nación españo
la, y es necesario desmenuzarlas de una vez. Yo, que profeso i la
Reina Doña Isabel II toda ia lealtad que la corresponde, ya que es-
t6y obligado en fuerza de mis juramentos reconociéndome subdito
suyo , no por eso. me considero ingrato á los favores que he merecido
á su excelsa Madre, no; pero es menester' tener cuidado en que de
seando favorecer á la Madre no ofendamos á la Hija, en queque-
riendo consultar i las necesidades de la Hija no ofendamos á su ex
celsa Madre, á quien ciertamente no puede hacer una ofensa el que-
se ame tiernamente á su Hija y ae procure satisfacer una necesidad
de la misma.
Si, pues, nosotros respetamos los derechos que el art. 60 de la
Constitución señala á la Reina Madre, y no nos ocupamos de otra
cosa quede proveer una necesidad del Estado, y necesidad urgente,
¿cómo se dice que nosotros infringimos la Constitución? Nada de
eso. Este es el segundo argumento que se ha formado. "Se ha dicho
que mientras esa Señora, la Reina Madre, viva y permanezca viuda,
las Córtes no pueden proceder al nombramiento de otro tutor, por
que las Córtes no tienen mas facultades que las que les marca la
Constitución , y que en ninguno de sus artículos, ni aun en el 40,
donde se fijan aquellas otras que les corresponden fuera de hs legis
lativas, en ninguno de ellos se designa la de que procedau las Córtes
á declarar vacante la tutela."
Yo, señores, extraño mucho este argumento ; y teniendo que ha
cer ver que el art. 60 de la Constitución dice todo lo que puede de
searse en el particular, y que satisface completamente todas las du
das de los señores que han hablado en contra , creo de necesidad el
valermede la mejor autoridad que pudiera escoger , y á quien cier
tamente yo tributaria y pediria á los señores que siguen mi opinión
que tributaran también un voto de gracias, al Sr. Ruiz> de la Vega,
que explicó el art. 60 de la Constitución del mejor modo que se pu~
diera hacer. Voy á valerme de sus mismas expresiones, que ya tenia
yo apuntadas, y que ademas he visto en el extracto de la sesión de la
Gacela, que me parece que está con bastante exactitud, aunque no con
toda extensión. Dice S. S. que af hablar la Constitución de tutores
testamentarios y legítimos se contenta con decir en su defecto, por
que son muchas las causas por las cuales el tutor legitimo puede
ser removido de la tutela y considerarse esta vaoaute, como lado
muerte, enfermedad, demencia, y otras muchas causas; y que si la
Constitución hubiese de comprender todos esos caso», por muchos
que refiriese podia que.-iarse alguno no provisto sin comprender.
Efectivamente, las leyes no son mas qne una regla general que
abraza todos los casos posibles. Dijo muy bien, con muchísima opor
tunidad, con la discreción y talento que le acompañan, que si se ha
bia de poner tanta expresión, por muchas que se comprendiesen, to
davía podia darse alguna que no estuviese comprendida ; y por eso
se puso en general en defecto de-esfe siempre que llegue á verificarse
que hay privación de tutela. Tenemos, pues, el porqué del case: creo
que no es necesario leer el discurso de S. S. , porque me parece que
sus palabras están bien entendidas.
Efectivamente, no era posible que la Constitución abrazara todo»
 282
los casos. Supongamos que se hubiese fijado el caso de ausencia , de
muerte, incapacidad, por imbecilidad, por enfermedad : pues toda
vía quedarían otros muchos; y tantos como S. S. sabe muy bien : si
al tutor administraba mal los bienes , si era de mala conducta ; si
trataba con mas ó menos dultura al pupilo; si tenia ó no hecho tes
tamento, y (anti s otros como S. S. sabe.
Creo que hablando con esta generalidad conocerá S. S. cuán de
acuerdo estoy con su opinión y con la del Sr. San Miguel de que las
.leyes que rigen sobre tutela son las de las Partidas en todo aquello
que por leyes posteriores no esté determinado ; leyes de Partida sque
yo llamo fundamentales de la monarquía, por mas que en el orden
de las leyes tengan un lugar mas ó menos postergado. Asi creo que
la tutela de los Principes en los casos en que no esté establecido por
la Constitución o leyes fundamentales, debe decidirse- por el. derecho
común , y el derecho común no es otro que el que las Parfidas se
ñalan. • rechazado las reglas de analogía, no puedo menos de reconocerlas
Estamos de acuerdo el Sr. Ruiz de la Vega y yo, perfectamen la
mente de acuerdo, en que en las palabras en defecto están reasumidos
todos los casos posibles por los cuales la tutela queda vacante; y si no,
señores, yo siento que para hablar de esta materia sea necesario des
cender i principios gramaticales : ¿qué quiere decii en defecto"} " A
falta, en. privación." ¿ Existe esta falta , vuelvo á repetir, siempre?
¿Existe esa falta? ¿Puede suplirse esa falta por otro medio? No señor:
¿ qué sucede hoy ? Señores seamos francos , vengamos al terreno de la
cuestión; miremos el asunto como asunto de nuestra Reina , de esa
Huérfana que nos está confiada.
Dias pasados un Sr. Senador se creyó autorizado para pedir cuenta
al Gobierno del modo cómo atendía á la salud de S. M. , sobre si ba
hía habido juntas de médicos, é biso increpaciones fuertes al Gobier
no sobre si habia obrado bien ó mal en el particular. ¿Y qué demues
tra esto, señores? Que cuando todos sabemos que la augusta Reina
Doña Isabel II y su Serma. Sra. Hermana son las joyas preciosas de
la nación, en que cifra su porvenir , su ventura y esperanza , se nos
dice que están enfermas ; todos nos interesamos en saber el estado de
su salud , y tratamos de prodigarlas todo nuestro cuidado : ¿y puer
de su Madre prestarles toda la atención que exige el estado de esas Ni
nas i la distancia en que se encuentra ? Ciertamente que no : ¿y quién
ejerce boy la tutela de S. M. que desempeñó su Madre? El Gobierno,
i quien al ausentarseentregó ese deposito, y no puede desentenderse de
esa obligación. Lo mismo sucede en la administración de los bienes: los
que rodean á la Reina Madre comunican órdenes á los empleados en.
el Real, Patrimonio, mientras que el Gobierno recibe algunas á que
no cree conveniente dar cumplimiento, y lo impide y separa emplea
dos; de manera que hoy los señores que no quieren que se infrinja
la Constitución lo que hacen es abogar por que no se cumpla ; por
que la Constitución en su art. 60 dice expresamente que los car
gos de Regente y tutor no pueden estar reunidos en una sola persona,
á menos que no sea el Padre ó la Madre del Rey menor, y hoy pue
de decirse que la tutela de las augustas Princesas está en manos del
Gobierno, que se re en esa necesidad indispensable : de modo que les
que desean que esto continúe, que se deje asi sin decidir, son los que,
vuelvo á decir, quieren que note cumpla la Constitución. Me parece
que este argumento no tiene contestación.
Sin que yo sea de los que aspiran á que las leyes sean entendidas
de otro modo que el que prescribe el sentido natural y genuino de
sus palabras, preciso es, señores, que cuando alguna duda ocurre sobre
el modo cómo debe entenderse uua palabra, vayamos á buscar qua.es
lo que quisieron decir los que formaron la ley. El articulo de la
Constitución que hace cuatro años que está rigiendo fue discutido,
porque hubo dudas, las cuales solo versaron sobre el tutor testamen
tario, el tutor legitimo; pero ninguna versó sobre la palabra en defec
to, porque lodos creyeron satisfecho el pensamiento de las Cortes con
esa palabra , y todos creyeron del mismo modo que el tribunal com
petente para estas cuestiones eran las Cortés, y solo las Cortes.
El Sr. D. Evaristo San Miguel, hoy Ministro de la Guerra y en
tonces Diputado de las Córlesconstituyentes, al tratarse de este art. 60
queria que reconociéndose en el Rey Padre la facultad de nombrar
tutor á su Hijo menor, debería someterse este nombramiento i la
aprobación de las Córt?*. Exigió esto fundado en las razones de que
podía haber hecho el Rey una mala elección, é impouer á la nación
la de una persona que no mereciera la confianza de esta.
El Sr. Olóraga , que era uno délos individuos mas notables de
la comisión de Constitución, le respondió de esta manera, que ruego
al Senado tenga á bien oírla. El tutor que no ejerza bien la tutela, el
que pervierta al menor en ve» de educarle, ó le diere ideas contrarias
ú las que conviene, ¿podrá conservarla? Es claro que la perderá , jr
perdiéndola , las Cortes nombrarán entonces otro tutor.
El Sr. Diez esforzó también sus argumentos para probar, que si
la Reina Madre tenia facultad para nombrar tutor á sus Hijas, así
como por las leyes se exiga que la Madre, en el caso de nombrar
tutor á sus hijos que no tienen padre, deba hacerlo con la autoridad
del juez del lugar, del mismo modo era indispensable y necesario,
á lo menos que cuando fuese Reina una muger, hubiesen de aprobar
las Córtes su elección. No creo necesario leer el discurso que pronuu-
eió, porque puede verlo el que guste en la sesión del dia 25 de Abril
de 1837, y porque haciéndolo molestaría al Senado. Si en el hecho
de la muerte del Rey la Reina hiciese un mal nombramiento,
las Curtes , que deben atender al bien público, como la suprema
de las leyes, sabrían anularle ó destruirle como perjudicial i ra
nación.
Queda, pues, probado, señoses , por el Sr. Ruiz de la Vega que
en la palabra defecto están cora prendidas las infinitas causales por
las cuales la tutela puede quedar vacante, y que estas doctrinas,
estos sentimientos y estos principios dominaron al tiempo de apro
barse este art 60 en las Córtes constituyentes-
Todos reconocieron entonces que en las Córtes estaba la facultad
de calificar estas causas y decidir cuándo era llegado el caso del efec
to ; es decir, cuándo fallaba la tutela , ó cuándo los huérfanos esta
ban privados de ella , y era necesario proveerla y que las Córtes les
diesen tutor.
Por consiguiente el argumento que se ha Usado para recusar la
autoridad de las Córtes en la decisión de este asunto no es fundado
ni legitimo. Yo, señores, por mas que algunos Sres. Senadores han
como las han reconocido después S. SS. usando de ellas en favor de
su opinión.
El art. 57 de la Constitución dice: "Cuando el Rey se imposi
bilitare para ejercen su autoridad , ó vacare la Corona siendo de me
nor edad el inmediato sucesor, nombrarán las Córtes para gobernar
el reino una Regencia compuesta de una , tres ó cinco personas."
Señores, aquí tenemos un caso todavía menos explícito: aqui so
lamente se dice cuando se imposibilitare el Rey: aqui no se dice en
defecto ; no se dice mas que cuaudo se imposibilitare el Rey: sin em
bargo de esto ¿ha dudado nadie que corresponda esto á las Córtes?
Yo no sé por qué se comete esta contradicción. ¿ No nos hemos ocu
pado de una cuestión igual ? ¿ N6 nos hemos ocupado de la Regencia
hace pocos dias? Por masque hubiese la renuncia de parte de la
Reina Madre al titulo de Regente, ¿no se ha suscitado en las Córtes
la cuestión de si era ó no válida la renuncia, y si estaban las Córtes
en el caso de tenerla por legitima, y por lo tanto en el de proceder
al nombramiento de Regente ó Regentes? ¿Se ocurrió entonces á
ninguno de esos señores que no competía i las Córtes hacer esta de
claración? A ninguno , señores; todos votaron en este sentido.
Hubo mas: hubo otra duda muy importante, porque la ley de
19 de Julio de 1837 no disponía el modo en que se ha de proceder á
designar el número de Regentes; ¿pero á pesar de esto hubo tam
poco ninguno de los señores que nos impugnan que dijera que no cor
respondía á las Córtes decidir la cuestión? ¿Cómo la había de ha.
ber? Todos reconocieron que era el tribunal competente y único: y
si no ¿cuál es? El Rey quedó imposibilitado; la Reina Madre se
constituyó en una situación que no podia desempeñar la tutela : es
preciso resolver el caso; es necesario saber si está vacante, porque es
un caso igual al de la Regencia, y hacer el nombramiento.
Hay otra cosa mas, y siento que no esté presente en este mo
mento el Sr. Ruiz de la Vega. Cuando se discutió el que es boy ar
tículo 57 de la Constitución , que tenia otro número en el proyecto
de Constitución, hubo un Sr. Diputado, compañero nuestro, que des
graciadamente ya no existe, el Sr. González Alonso, que trajo á la
memoria los sucesos que tuvieron lugar en Sevilla en 1823 , de que
fue victima el Sr. Ruiz de la Vega. Entonces el Rey dijo: "Yo no
quiero pasar de aqui ; yo no quiero ir i Cádiz: yo quiero que meco-
jan los franceses, y que destruyan la Constitución que he> jurado y
que be hecho que juren los demás."
El Sr. González Alonso dijo: "yo no qniero que se repita esto;
yo quiero que se establezcan en el articulo los casos en que deba nom
brarse la Regencia, para que nombrándola mañana no nos cayese la
odiosidad de los extrangeros por haberlo hecho sin motivo, como re
cayó en Sevilla." El Sr. Arguelles contestó lo que no podia menos
de contestar. Supóngase que incluimos un caso de incapacidad, dos,
tres, ciento; nunca se satisfarán todos los que pueden presentarse.
¿ Quién puede dudar que compete esa facultad á las Córtes? Na
die pudo dudarlo, ni aun el Sr. Ruiz de la Vega , pues en aquella
ocasión fue uno de los que votaron por la incapacidad del Rey , y
que se estaba en el caso de nombrar la Regencia. Si entonces lo pudo
hacer S. S., y creyó que en efecto debía hacerlo, ¿por qué no lo ha
de hacer ahora ?
La gratitud , señores, la memoria de los beneficios recibidos de
esa Señora, se nos dice, dan motivo para calificar este hecho de un
atentado. Yo , señores, no quiero ser ingrato con Doña María Cris
tina de Borbon. ¿Pero es esta, señores, la única razón para que no
sotros lo seamos con estas Niñas huérfanas, para que las abandone
mos, para que las desamparemos? De modo ninguno. Si se tratara,
señores, en este momento de votar una manifestación de gracias i la
augusta Reina Madre; si se tratara de concederla una grande pensión
para que pudiera gozarla y vivir con toda comodidad y descanso en
países extrangeros mientras que á S. M. la acomode permanecer fuera
de España , creo que ninguno de los que estamos aqui sentados se nega
ría i manifestarse agradecido á tan ínclita Señora, porque los pueblos
no olvidan tan pronto los beneficios. Esa Señora los ha dispensado
grandes, los cuales han sido recordados por algunos señores: yo los
acepto; yo he sido favorecido por esa Señora cuando rae ha abierto
las puertas de la patria , y después las de este recinto , y mas parti
cularmente por la bondad con que escuchó mis consejos en una época
en que tuve el honor de ser Secretario del Despacho; no seré yo
nunca quien manche su memoria , quien contribuya á afligirla en lo
ñus mínimo , no; antes, señores, quisiera que mi lengua quedase
sin movimiento que de mi boca saliese expresión que pudiera ofen • Hallándose conforme el proyecto con lo acordado por el Senado,
derla. se procedió á la votación, que dio el siguieute resultado :
Yo creo que la sirvo, que la complazco, que manifiesto la
consecuencia de mis principios y la protesta que mas de una vez Número de señores votantes 78
he hecho á esa Señora queriendo que se provea al desamparo de sus Bolas blancas 72
Hijas para que se salve, asi la Persona como el Patrimonio , del Bolas negras 4
estado de incertidumbre , de confusión y de conflicto en que se hslla.
Muy respetables, muy dignas son las personas que rodean á S. M., El Sr. PRESIDENTE: El Senado aprueba."
hayan sido nombradas por quien hayan sido: yo conozco algunas á Leído el proyecto sobre que los capitanes generales y otras auto
quienes desde luego tributo mis respetos ; á otras no las conozco; ridades no puedan ser elegidos Diputados ni propuestos para Sena
pero he dicho que la confianza no se manda, sino que se inspira , y dores, y hallándolo también conforme, se puso á votación y dió el
no esculpa de esa Señora que las personas por ella comisionadas no siguiente resultado :
la merezcan en el grado que es necesario para atender á la educación
de esas Niñas, al desarrollo de su salud y demás como corresponde. Número de señores votantes 76
Yo, señores, si no temiera abusar de la bondad del Senado diría las Bolas blancas 59
prevenciones que hacen á las autoridades españolas las leyes sobre la Bolas negras 17
manera como deben ser educados los hijos de los Reyes, y particu
larmente las fijas ; pero lo tengo por excusado, porque todo esto lo El Sr. PRESIDENTE : El Senado aprueba.
sabe mejor que yo el Senado, y no creo deber molestarle con la ma El Sr. CAPAZ: Pido la palabra para una cuestión previa antes
nifestación de cosas que le son conocidas. Todos saben qué no hay de que continúe la discusión.
desvelo, que no hay cuidado ni esmero que sea demasiado cuando se El Sr. PRESIDENTE : Continúa la discusión del dictamen so
trata de la conservación de dos Princesas en que se cifra el porvenir bre tutela. El Sr. Capaz tiene la palabra para una cuestión previa.
de la España. El Sr. CAPAZ: Señores , la importancia de la discusión que ocu
Persuadámonos, pues, señores, de que debemos resolver esta cues pa al Senado, el número de Sres. Senadores que tienen pedida la pa
tión por obsequio á la Reina Madre, por amor á sus beneficios, y labra , la necesidad de adelantar los trabajos en lo avanzado de la es
haciéndolo- asi , cumplimos con lo que dijo en el manifiesto , que no tación , me parece que exigen se haga ahora lo<¡ue se hizo en la dis
leo por no abusar de la atención del Senado, cuando confió á la leal cusión de Regeneia para aprovechar el tiempo. Asi, yo propondré al
tad de la nación española tan sagrado depósito. Sr. Presidente, para que tenga la bondad de hacerlo presente al Se
Sin embargo , el Senado me permitirá que para que ningún señor nado, que mañana á pesar de ser domingo haya sesión.
diga si es ó no insulto, si es ó no abuso cuando he usado de la pala El Sr. GARCIA CARRASCO: Señores, el art. 30 del reglamen-
bra desamparo aplicándola á las augustas Huérfanas, lea un perio to dice asi (leyn). Por este articulo que he leido ¡se dispone termi
do muy corto del manifiesto de S. M. hecho en Marsella. Dice asi: nantemente que el Senado no celebre sesión en domingo. En el artí
"Aceptada y jurada por mi la Constitución de 1837 , he hecho por culo 65 se dice (leyó). Para variar, pues, cualquiera de las disposi
no quebrantarla el último y el mayor de los sacrificios: he dejado el ciones del reglamento es menester usar de las mismas fórmulas y de
cetro, y he desamparado á mis Hijas." Véase, pues, cómo yo no he los mismos medios que se usaron para formularlo. Según el art. 65
invenlado la palabra desamparo , y cómo la Reina Madre creia que del reglamento, cualquiera- proposición que el Senado, por las dos
dejaba desamparadas á estas Niñas. terceras partes de votos considere de urgencia , no puede ponerse á la
No puedo menos de hacerme cargo, aunque muy de paso , de los deliberación del mismo sin que se nombre una comisión en el mis
argumentos que se han empleado por algunos señores , entre ellos los mo día, si el Senado lo aprueba, para que dé su dicta men sobre el
Sres. conde de Pinofiel y Alvarez Pestaña, dignos individuos de la asunto. Este es el único concepto en que puede considerarse la indi
minoría de la comisión. cación del Sr- Capaz, y el concepto mas favorable para S. S. Por
Si S. SS. al paso que respetando los derechos de su augusta Ma consiguiente, atendidos los artículos que he leido, rogaría al Sr. Pre
dre, hubieran propuesto un medio para respetar igualmente y consi sidente que con arreglo á elloa se siguiese el órden que establece
derar el estado de las Huérfanas, yo , señores, no estaria acaso muy el art. 65.
distante de la opinión de S. SS. Si hubiera propuesto que no se hi Yo conozco demasiado bien la importancia del asunto que se
ciera mención de si la ausencia de S. M. era limitada ó ilimitada, si discute: lo que yo no concibo, señores , es esta impaciencia que so
era temporal ó perpetua, y tal vez si hubiesen propuesto un medio muestra por concluirlo. Señores, parece que os falta tiempo para
cualquiera para proveer á la necesidad del momento acaso hubiéramos que se declare la vacante. Tened paciencia ya que el triunfo es
llegado á decir lo mismo y entendernos todos, y los señores de la co vuestro : día vendrá en. que obtendréis lo que deseáis : no os apuréis
misión no habrían tenido inconveniente en redactar el primer articulo tanto, y no manifestéis- continuamente esa impaciencia que tan poco
del modo siguiente: "En atención i que Doña Isabel II y su augusta os favorece.
Hermana carecen de la presencia y cuidados de su excelsa Madre , se Pido, pues, señores, que en cualquiera otra resolución que el Se
está en el caso-He que se las provea de tutor." Pero concluir, señores, nado tome se tengan presentes los 'artículos del reglamento.
con "no ha tugará deliberar ," es lo mismo que decir que continúe El Sr. CAPAZ: Me es muy sensible que el Sr. Carrasco quiera
el estado en que están las cosas, el estado de desamparo en que se en interpretar intenciones, porque si entramos en el campo de las in
cuentra la Reina y su augusta Hermana, la dilapidación del mas terpretaciones no,sé dónde iremos á parary No creo que deje de ha
pingüe Patrimonio de toda España; y esto , señores, no es preciso ber ningún Sr. Senador que no vaya conforme con mis deseos de que
que se diga. El calor, las pasiones y qué sé yo qué otros intereses es es preciso apresurar el término de una discusión que lleva cuatro
lo único que ha podido producir ese olvido , olvido de deberes muy dias , y que, según los señores que han pedido la palabra, hay para
respetables y muy sagrados, á los cuales ninguno alcauza, pues aun otros cuatro. ¿Cómo puede extrañarse que yo haya pedido una cosa
que son muy grandes los que se deben á la Reina Madre, son ma tan natural como es que haya sesión mañana domingo? Esto no ca
yores los que se deben i la Reina legitima: á esa escala iro llega rece de precedente, pues no está muy remoto el día en que se hizo:
ninguno; se sienta sobre el Trono, y el que [mas elevado está se cuando se trataba de la Regencia hubo sesión en domingo. Asi,
halla en las gradas. pues, insisto en que el Sr. Presidente si lo tiene á bien ponga á
Yo hubiera deseado contestar á muchos otros argumentos que se votación mi proposición , y si es preciso, determine que siga los
han hecho; pero eso prolongaría mi discurso, y creo haber dicho lo trámites del reglamento: pido sesión permanente hasta que se acabe
bastante para persuadir al Senado de que el' art. 60 de la Constitu esta cuestión.
ción no ha sido violado r. que nosotros no desconocemos los derechos El Sr. CAMPUZANO: Pido que se lea el art. 16 del reglamento.
déla Reina Madre queriendo proveer del remedio necesario al des El Sr. CARRASCO: He estado muy lejos de interpretar las in
amparo y abandono en que se encuentran las augustas Personas: que tenciones del Sr. Capaz. Yo veo que se desea acelerar la terminación
haciendo esto obraremos conforme i justicia y á nuestro deber ; pero de este negocio, y como este negocio es para declarar si está ó no va
si por el contrario no acudimos al remedio, seremos desleales y olvi cante la tutela , he dicho y repito que se desea que esta declaración
daremos nuestras mas santas obligaciones. En esta suposición , seño se haga cuanto antes.
res, estoy dispuesto á votar el dictamen que la mayoría de Ja comi Ayer, señores, el Senado tuvo por conveniente prorogar la sesión,
sión ha tenido el honor de presentar al Senado. y yo debo hacer una observación sobre esto. Sesenta y seis señores
El Sr. PRESIDENTE : Se suspende esta discusión: aprovecho el habia presentes cuando se acordó prorogar la sesión , y i los diez mi
momento en que hay número suficiente de Sres. Senadores para pro nutos quedamos en el salón solos treinta y cinco. Con este- motivo yo
ceder á la votación por escrutinio secreto de dos proyectos de ley, sin suplicaría al Senado que si tuviese por conveniente aprobar la pro
la cual no se les podrá dar el curso correspondiente." posición del Sr. Capaz, los señores que la aprueben queden por el he
Se leyó el proyecto de ley relatiro sobre el arreglo del servicio cho mismo comprometidos á no faltar mañana á la sesión.
de bagajes. El Sr. LASAÑA : El Sr. Carrasco ha dicho una oosa con la cual
El Sr. MUGUIRO: ¡Se va á votar la ley sobre bagajes? yo no puedo estar conforme, porque dice S. S. que la proposición
El Sr. PRESIDENTE: El art. 120 exige que antes de nombrarse que nos ocupa debe seguir los mismos trámites que deberían seguirse
la comisión mixta se haga una votación por bolas para poderle pasar si se tratase de variar el art. 30 del reglamento. Aqui no se trata de
con esta circunstancia al otro Cuerpo colegislador. Lo que se va á destruir este articulo, sino que se suspenda sn efecto por un día ó
hacer ahora es votar un proyecto que ya se ha discutido, á erecto de por dos si se necesita ; ¿y q^uién puede -hacer esto? El legislador ; ¿y
poder nombrar la comisión mixta , no habiéndose hecho ayer esta quién es el legislador ? El Senado : ¿ cómo se puede negar esto?
votación porque no hubo suficiente número de Sres. Senadores." Ha citado también S. S. el art. 63 del reglamento; pero no se Ua
a—TOMO I. 81
 284
leído todo. El articulo dice: "Si se presenta alguna proposición de tal
gravedad y urgencia que el Senado pur dos terceras partes de vo-
tos presentes, no siendo estos menos de 50, resuelva tomarla en
consideración y oir eu el mismo dia el dictamen de una comisión,
las secciones la nombrarán inmediatamente."
¿Debe considerarse de gravedad esta proposición? ¿Es una pro
posición de gravedad el que baja sesión mañana? Pero voy á con»
cluir el articulo, y se verá que esta proposición no es de las que ha
bla "....pero el dictamen, dice, no se discutirá sin avisar al Go
bierno."
¿Qué tiene que ver en esto el Gobierno? Véase, pues, como no
tiene aplicación este artículo en el caso presente: por io tanto las re»
llexiones que ha hecho S. S. son excusadas.
Yo diré á S. S. que si cree que no es urgente que se decida la
cuestión de si esta ó no vacante la tutela, los demás lo creemos asi,
y estamos persuadidos de que en ello se interesa por quien debemos
mirar, esto es, los bienes de Doña Isabal II, de la Reina menor que
ha de ocupar algún día el Trono de las Españas.
Ha hecho el Sr. Carrasco una especie de inculpación á los Sena
dores porque habiendo estado preseotes 66 cuando se decidió que se
prorogara la sesión, á los pocos minutos solo quedaron 55.
Esto no perjudica á los que votaron por la próroga, porque que
dando 33 resulta que quedaron mas , y también que quedó la mayoría.
El Sr. CARRASCO : De lo que ha dicho el Sr. Lasaña se inferi
ría que los Senadores que se marcharon ayer después de haberse pro-
rogado la sesión fueron los que votaron en contra: yo debo decir,
porque es lo cierto , que fueron los que votaron en pro.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Santos): Pido al Senado que no «e per
mita esa chismografía.
El Sr. PRESIDENTE: Aqui no debe haber discusión alguna:
•ino que conforme al art. 65 del reglamento y al 16 que ha recorda
do el Sr. Cainpuzano , y que yo nunca he olvidado, está la mesa en
el caso de proponer al Senado si considera la proposición de gravedad
y urgencia.
Va á hacerse esta pregunta.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Pido que la pregunta se haga con
separación, porque yo reconozco la proposición como urgente, tan ur
gente, que si no se resuelve hoy, no sirve de nada ; y no la consisie-
ro grave. Vetándose por partes , esto es , preguntándose primero si
es urgente, y después si es grave , no se obligará á nadie á que vote
según su propia convicción.
El Sr. PRESIDENTE: Desde luego se pondrá á votación si es ur
gente."
Hecha la pregunta de si se consideraba urgente la proposición, se
resolvió por la afirmativa.
Preguntóse en seguida si se tomaba en consideración, y verifica
do el recuento, resultó que habían votado afirmativamente 43 y 28
por la negativa."
Se leyó el art. 65 del reglamento.
El Sr. PRESIDENTE: No habiendo votado afirmativamente las
das terceras partes de los Senadores presentes , queda desechada la
proposición.
El Sr. MUGUIRO: El articulo, previene que sea tomada en con
sideración por las dos terceras partes de los presentes; pero aqui no
se ha preguntado si se tomaba en consideración: se ha preguntado so
lo si se considera urgente, y para esto no dice el reglamento que ha
yan de decidirlo las dos terceras partes. Por consiguiente se ha consi
derado urgente, y resta que se pregunte si se toma en conside
ración.
El Sr. CARRASCO: La proposición se ha puesto á votación con
arreglo al art. 65 del reglamento, y ha quedado desechada según lo
que en él se previene.
El Sr. MUGUIRO i No ha quedado desechada, porque el regla
mento no exige las dos terceras partes para tomarse en consideración;
y aqui no se ha preguntado esto, sino únicamente si se considera
urgente.
El Sr. CARRASCO: V. S. está equivocado: la última pregunta
fue ai se tomaba en consideración."
Se leyó el art. 65 del reglamento.
El Sr. marqués de GUADALCAZAR: Ha habido una equivoca
ción al.hacerse la pregunta de si se consideraba urgente.
Según el art. 65 del reglamento, debe hacerse la pregunta conjun
tiva y no disyuntivamente, porque dice: "de gravedad y urgencia:"
no dice "de gravedad ó urgencia."
El Sr. PRESIDENTE : Lo que se ha votado es si es urgente; si
algún señor Senador quiere que se vote también si es grave, se hará;
pero no porque se expresen las dos circunstancias en el articulo es
preciso que han de votarse al mismo tiempo, porque pueden uuos
considerar que es urgente y no grave, y otros que es grave y no ur
gente.
El Sr. marqués de GUADALCAZAR: Con arreglo á lo que dis
pone el reglamento no se puede hacer esa separación.
El Sr. PRESIDENTE: Se ha pedido que se haga por un señor
Senador.
El Sr. marques de GUADALCAZAR : Pero si no se puede
hacer.
El Sr. SAN MIGUEL ( D. Juan Nrpoinuceno ) : Que se ponga
i votación si es grave.
El Sr. CAMPUZANO: Pido la palabra. Señor , hemos declarado
en votación que era urgente, y al hacer esta declaración hemos vo
tado que se tomaba en consideración , porque el articulo no previe
ne que haya dos votaciones.
El Sr. PRESIDENTE: No lo previene, es cierto; pero V. S.
mismo ha indicado que ouando no esté bien marcada la facultad del
Presidente para decidir una cuestión debe someterse á li delibera
ción del Senado , y esto es lo que se ha hecho- precisamente.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Como lo que ha manifestado el se
ñor marques de Guadalcazar está en abierta oposición con lo que yo
he pedido, creo que me toca contestar á S. S.
S. S. está en un gran error: si cuando se exigen dos ó mas cir
cunstancias cree que es indispensable que se voten todas colectiva--
mente, no señor; unas cosas se votan á la vez , y otras separadas.
Para ser Senador se requiere tener 40 años de edad y 30,000 rs. de
renta : ¿y se votarán al mismo tiempo si hay duda en si tiene la
edad ó la renta estas dos calidades? No señor; porque podrá tener
40 años , y no tener 30,000 ochavos, ó viceversa.
La mesa por tanto ha cumplido con el reglamento accediendo
á mi petición de que se votasen las dos circunstancias separadas; se
ha volado ya una, vótese enhorabuena la otra si se quiere ver si
tiene también esa otra cualidad; pero estas votaciones sean separa
das para no comprometer á que si uno cree que el negocio es ur
gente y no grave, ó grave y no urgente, tenga que votar contra su
dictamen y deseos.
El Sr. PRESIDENTE: Según la votación no se toma en consi
deración la proposición del Sr. Capaz. Continúa la discusión pen
diente. Tiene la palabra en contra el Sr. Ondovilla.
El Sr. CAPAZ: Sr. Presidente, ¿este incidente en qué queda?
El Sr. FREIDENTE: Queda terminado por no haberse reunido
las dos terceras partes de votos que requiere el reglamento para esta
clase de proposiciones.
El Sr. CAPAZ: Señor, lo que se ha querido votar es si se toma
ba en consideración, y para esto no nos es necesaria esa circunstancia
de las dos terceras partes de votos, que recae sobre la de gravedad,
no sobre la de urgente; pero aun cuando no fuese asi, señores, val
ga la buena fé: yo creo que la cuestión puede reducirse á que se
pregunte si el Senado quiere que mañana haya ó no sesión.
El Sr. ROMO Y GAMBOA: Señores, si no se observa el regla
mento es imposible que haya orden en ninguna corporación : ruego
por lo mismo al Senado que si se admite cualquier proposición siga
esta todos los trámites que el reglamento prescribe, porque si se dice
que se puede prescindir de ellos para decidir si mañana ha de haber
sesión, mañana se dirá que se puede, prescindir también para otra
cosa , y se acabó el reglamento.
El Sr. CAPAZ : Hay una porción de mis amigos que en ese caso
suscribirán una proposición para que esta sesión se declare perma
nente hasta que esa otra que he presentado siga todos los trámites de
reglamento.
El Sr. PRESIDENTE: Puede V. S. presentarla. El Sr. Ondovilla
tiene la palabra sobre la discusión pendiente.
• El Sr. ONDOVILLA: Después del dictamen en que sobre la tu
tela de S. M. y A. ha presentado la mayoría de la comisión del Se
nado, extendido según la misma comisión con detenido examen , y
asi lo creo; después del voto razonado de la minoría de la comisión,
después de doce discursos que van ya pronunciados en esta grave é
importante discusión, cualquiera creería que esta materia se encuen
tra ya enteramente agotada y que es una especie de temeridad el
que alguno se determinase á decir que iba á proponer una cosa nue
va : sin embargo , en mi humilde concepto la cuestión no se ha fija'
do bajo el verdadero y legal punto de vista que le corresponde, y que
es muy sencillo y obvio. ,
Yo tengo la desgracia de no estar conforme ni con el dictamen de
la mayoría de la comisión , ni con el voto particular de la minoría:
para ni' todos los individuos de la comisión son personas muy res
petables y dignas del mayor aprecio; pero salvo el respeto que se
merecen, y que yo soy el primero á tributar, diré que S. SS. no han
consultado bien la opinión de las leyes vigentes y de inmediata apli
cación en la materia. Las ieyes, señores, entre otras, que deben te
nerse presentes, y que bastan para este caso, son : la ley Si, til. 15,
Partida 2í , y el art. 60 de la Constitución de 1837. La ley de Par
tida que he citado es una ley política , una ley fundamental, porque
contiene disposiciones sobre la esfera del derecho privado y relativo
á la familia Real: por lo mismo en sus disposiciones debe tenerse
como fundamental en cuanto sea compatible con la Constitución.
Por eso se ha refundido en el art. 60 de la Constitución , y para ha
cerlo ver ruego al Sr. Presidente se sirva mandar leer la ley 3i, tit.15,
Partida ,2* (Se leyó).
Cotejando las disposiciones de esta ley con el art. 60 de la Cons
titución se echará de ver que las mas generales de ellas se han re
fundido en aquel articulo, ya corregidas , ya modificadas, y que
otras han quedado vigentes. La ley de Partida dice que serán nom
brados tutores los que haya nombrado el Rey en su testamento; y
el articulo de la Constitución dice que será tutor del Rey menor la
persona que en su testamento hubiese nombrado el Rey difunto,
siempre que sea español de nacimiento; no dice la ley de Partida
Iue ha de ser español de nacimiento; pero la Constitución lo añade,
a ley de Partida establece que los tutores debes ser uno, tres, ó

cinco : el art. 60 corrige esla disposición , y de lodo su tenor se de
duce que el tulor debe' ser uno solo: la ley de Partida dice que los
■ tutores que nombren Jas Cortes deben ser naturales de estos reinos;
el articulo de la Constitución cuando babla del nombramiento de
tutor no dice si ba de ser ó no natural de eslos reinos ; pero es claro
que lo sea estando mandado por la ley de Partida.
La ley de Partida dice que presten juramento como gobernado
res y como tutores, porque la forma del juramento abraza los actos
del.Gobierno y el cuidado de los huérfanos: sin embargo la Consti
tución ba querido separar estos dos cargos,- no permitiendo que el de
Regente y tutor estén en una misma persona, A no ser que sea en Ja
Reina Madre: nada dice la Constitución acerca del juramento de tu
tor; pero la ley de Partida dice que debe de prestar juramento, y de
consiguiente debe cumplirse la ley en esta parte , porque aunque la
Constitución no lo diga, habiéndose extraído de la ley de Partida éste
articulo, es claro que el tutor debe prestar juramento con arreglo á
ella. La ley de Partida dice que la Madre del Niño debe tener la tu
tela "en cnanto non casare é quisiese estar con el niño'." el articulo
constitucional nada habla1 del caso en que la Madre no quiera estar
con el niño; pero esta disposición de la ley de Partida debe tener en
tero cumplimiento, debe llevarse á efecto; y mientras la madre no
quiera estar con el Niño no puede continuar con la tutela: el resul
tado de todo esto es que la ley de Partida expresa disposiciones que
no estáu en la Constitución; *na la de ser natural de estos reinos el
tutor; otra la de prestar juramento, y otra la de que la Madre tuto-
ra haya de estar con el Miño.
Ahora bien: siendo este el resultado de la ley, claro es que ¡i rila
debe atemperarse todo cuanto se resuelva en la materia aunque en
la Constitución no resulte, porque, como he notado antes, de la ley
de Partidas está extraiclo este articulo constitucional ; y siendo esto
asi, debe ejecutarse la ley de donde salió. Veamos ahora qué títulos
tiene la Reina Madre á la tutela de sus Hijas.
La Reina Madre en el testamento del Rey difunto D. Fernan
do VII fue nombrada Tutora de sus Hijas: según el art. 60 de la
Constitución se dice que será tutor del Rey menor la persona que
en su testamento haya nombrado el Rey difunto siempre que sea es
pañol de nacimiento: es claro que la Reina Madre cesó de ser Tuto
ra testamentaria cuando se publicó la Constitución y se juró puesto
que reconoció el principio de que habia de ser nacido el tutor en
nuestros reiuos; lo juró asi: de consiguiente no pudo ser Tutora tes
tamentaria, puesto que reconoció este principio. ¿ Y al presente qué
títulos tiene la Reina Madre para seguir en la tutela? S. M. es Tuto
ra constitucional, reconocida por tal en la Constitución , y en cuyo
concepto ha seguido hasta ahora. ¿Y ha dejado la Reina Madre
de ejercer el oficio de Tutora? Señores, acudamos á las raanifestacio-
ciones y á varios documentos que me veo en la precisión de hacer
preseutes al Senado: el Sr. Ministro de Estado de la Regencia provi
sional publicó una Memoria que se ba repartido á todos los señores
Senadores, y en ella hay varios documentos de que haré mención;
dice sobre poco mas ó menos uno de ellos que el Sermo. Sr. Infante
1). Francisco de Paula luego que la Reina salió de España creyó
que S. M. habia dejado el cargo de Regente del reino y el cargo de
Tutora: en el primer párrafo del manifiesto dijo S. A. que desde que
S. M. la Reina, depositando en el Consejo de Ministros la Regencia,
y encomendando sus augustas Hijas, mis Sobrinas, á la lealtad espa
ñola dejó el doble encargo que la Constitución le conferia, los vín
culos de la sangre me han impuesto un deber que no puedo des
atender.
Aqui se ve que S. A. estaba en el concepto de que cuando S. M.
se marchó á •¿iuos extraños habia dejado dos cargos: el de Goberna
dora y el de Tutora: el Consejo de Regencia en la contestación que
dió á S. A. dice asi: "Al dar á V. A. el debido conocimiento del
acuerdo de la Regencia estima conveniente poner en su noticia que
S. M. la Reina Madre no dejó, como dice el manifiesto, el doble encar
go de Regente y Tutora, si esto se refiere á su voluntad. Libre y es
pontánea fue su renuncia de la Regencia y del Gobierno del reino des
pués de haberlo meditado con reflexión, y de haber oidu las muchas
observaciones que la presentaron sus Ministros; pero solo se trató del
cargo de Regente y Gobernadora, no de otro para que se pueda ha
blar en este sentido de encargo doble. Lejos de ser tal la intención
de S. M. con respecto á la tutela, manifestó explícitamente lo con
trario. Los Ministros que lo oyeron deben hacer esta declaración
como hombres honrados, francos y leales."
S. M. , pues , al salir de España , no solamente no quiso dejar la
tutela | sino que explícitamente manifestó que no la renunciaba.
Posteriormente desde reinos extraños S. M. ha tratado de dar una
nueva forma á la tutela: leeré un pasage de esta misma Memoria
que lo comprueba. "Suponiéndola vacante la reclamó el Sermo. se
ñor Infante D. Francisco de Paula como mas inmediato pariente de
las augustas Menores. Pero tanto en este caso como en otras ocasio
nes diversas las reclamaciones de la Reina Madre acerca de la nueva
forma y solemnidad que trataba de dar á la tutela durante su per
manencia eu paiset extrangeros, la Regencia se mantuvo constante
en su propósito de reservar la decisión al fallo de las Corles."-
Aqui se ve que S. M. dísde paises extrangeros ha dirigido algu
nas comunicaciones al Gobierno para dar nueva forma y solemnidad
¿ la tutela: yo no exijo explicaciones del Gobierno sobre esta mate
ria , porque no me hacen al caso; pero creo esto suficiente para ha-
285
cer ver que S. M. desde paises extrangeros está manifestando su cors-
tante voluntad de seguir desempeñando la tutela. Lo mismo sucede
con respecto á l.i Administración del Real Patrimonio: S. M. desde
paises extrangeros ba hecbo comunicaciones, ha dado instrucciocis
para que los que cuidan de las augustas Huérfanas y de sus intereso
tengan presentes aquellas instrucciones, aquellos consejos que les ec-
via como Tutora de sus Hijas; y hasla tal punto es asi, que je Lan
reservado todos los negocios de gravedad para que los resuelva desde
alli. Negocio ha habido en que ba existido discordancia entre, los ad
juntos nombrados por el Gobierne y la Junta directiva dé Palacio
acerca de si era grave ó no, para en el primer caso acudir á S. M. con
el objeto de obtener su beneplácito. Quiere deoir que S. M. desde los
principios ba continuado siendo. Tutora de sus Hijas y ejerciendo los
tficios de tal , y lo está haciendo asi basta el día , porque los emplea
dos del Patrimonio siguen en lo posible una marcha análoga á sus
instrucciones. ¿ Y á vista de esto se quiere declarar vacante la tutela
de S. M?
Se dice que S. M. al salir del reino manifestó la voluntad de de
jar la tutela ; pero si desde allá ha enviado pretensiones , solicitudes
para que la tutela se desempeñe bien, y en seguida se han comuni
cado instrucciones y consejos para este fin , si hasta el día se siguen
estas instrucciones y consejes en cuanto es posible, no se puede de
cir que está vacante. A roí se me figura que estos hechos están en
contradicción con esta idea de vacante de la tutela. Si por vacante,
pues, se entiende que no ejerce ninguna de las funciones de tutora,
yo no Convengo en esto, ni puedo convenir.
¿Pero porque la tutela no esté vacante esta cuestión se ba de aban
donar? ¿Ño será de la competencia de las Córtes tratar de poner re
medio ? Yo afirmo que si , que es de la competencia de las Córtes, y
de las Córtes reunidas, proponer el remedio a los males que se pueden
seguir á las excelsas Huérfanas de que su Tutora no vuelva á España
á ejercer la tutela. Es necesario tomar una resolución; á las Corles
compete que se ejecuten las leyes fundamentales; una ley funda
mental previene que S. M. la Reina esté con sus Hijas ; esla ley pue
den aplicarla las Córtes y establecer medidas y aun otras leyes que la
desenvuelvan. Asi , señores, yo no puedo pasar por ese dictamen de
la minoría de no há lugar á deliberar. Lugar hay de cuidar de los
intereses de las augustas Menores, de cuidar de sus personas, de to
mar todas las medidas conducentes para que reciban una educación
cual corresponde á su dignidad , y para que no haya ocultación en
los bienes patrimoniales.
Pero , señores , ¿ qué remedio se propondrá en el caso de que se
trata, cuando ni la tutela está vacante, porque lo están evidencian
do los hechos contrarios , y cuando no viene la Tutora á desempeñar
el cargo como la ley de Partida requiere? A mí me ha ocurrido uno
bien sencillo, bien natural, y que si la comisión le hubiera pro
puesto se hubiera ahorrado mucha discusión. El medio que para
salvar la legalidad y las disposiciones de la ley de Partida me ba
ocurrido es "que por el conducto del Gobierno se dirija un mensage
á la Reina Doña María Cristiua de Borbon significando á S. M. Ta
m necesidad de estar con sus excelsas Hijas para ejercer la tutela , por
••exigirlo asi la ley del reino y el bienestar é intereses de las aogus-
•i tas Huérfanas." Si se la dirige este mensage, y contesta negativa-
te, la ley de Partida dice lo que tendrá que hacerse : "no tendrá ¡a
n tutela si no quisiese estar con el Niño." Si contesta negativamente
que no viene, se aplica la ley, y está la tutela vacante legalmente: si
contesta renunciando, se consigue el mismo objeto; y si contesta que
quiere venir á ejercerla , entonces se cumple la ley de Partida y la
Constitución.
Yo creo que esta medida , este término medio es el mas prudente
que se puede adoptar en la cuestión presente, y siento no haberlo po
dido promover en su dia. Las consideraciones que tengo para esto son
las siguientes :
Primera, los Cuerpos colegUladores ó las Córtes son unos Cuerpos
llenos de saber , de inteligencia , de mesura, de rectitud y de justicia.
Es muy conforme á su gravedad , á su decoro, á su elevado carácter
y posición el proceder de esta manera con una Reina que ha estado
al frente del Gobierno español, y que es digna de muchas conside
raciones.
La segunda es el carácter caballeroso de la nación española, que
al bello sexo siempre le ha tratado con las mayores consideraciones
y galantería, y que esta misma nación española ha manifestado siem
pre un profundo respeto á las Reinas que ha habido: ¿y ahora no
seria muy propio de las Córtes que este respeto, que esla considera
ción , que esta deferencia la manifestasen hácia la Reina Doña Ma
rín Cristina de Borbon , pues que tantos beneficios ha hecho á la na,
, cion española?
La tercera consideración es que no repugna esta medida i la opi
nión general, pues los pueblos están penetrados de los beneficios que
han recibido de la Reina Cristina , y sabidos son los dictados que se
la dieron de inmortal, madre de los españoles, y bienhechora de
aquellos ilustres patriotas que tuvieron que emigrar y recibir el pan
amargo del destierro , los cuales fueron por esta benigna madre traí
dos á su suelo patrio.
Por último, tampoco puede olvidarse que reparó los males que
entonces aquejaban á la nación y que abrió el santuario de las leyes
para asegurar nuestras libertades: ¿y todo eso no lo hemos visto en
inscripciones y en otros medios que han tenido de manifestar su
 286
agradecimiento los pueblos? ¿Tan pronto «c puede r.reer que los pue
blos se han olvidado de estos antecedentes? No, señores; y la prueba
es que en medio del pronunciamiento de Setiembre, de la efervescen
cia de las pasiones , de las exigencias de aquel tiempo , no se oyó voz
alguna por parte de los pueblos que tendiese i quitar la tutela ¡i S. M.
Todas las representaciones, tudas las manifestaciones que se hicieron
fueron en otro sentido distinto, y ninguna tocó este punto. La opi-
nion popular no es que se quite la tutela de S. Al. la Reina Doña
Isabel II á su augusta Madre la Reina Doña María Cristina; y si esa
es la opinión popular nosotros no podemos contrariarla , porque es
tamos aqui representando Las opiniones de los pueblos, y por coosi >
guíente debemos obrar conforme á sus deseos. Asi, pues, no debemos
ser los que hagamos la declaración de estar vacante la tutela , sino
adoptar lo que be tenido el honor de exponer.
La cuarta consideración, señores, es sobre la. política. Yo no quie-
to entrar en esa cuestión, pero sin embargo no puedo menos de lla
mar la atención del .Senado sobre que las naciones de Europa nos es-
tan contemplando en esta cuestión ; j si bien la nación española es
libre é independiente, y puede arreglar sus negocios ulteriores sin
guardar consideración con ninguna nación, sin embargo en esta
cuestión cuando se obra con mesura, con tino, con juicio y en justi
cia , damos un ejemplo á esas naciones de la sensatez española , y de
que están equivocados los exlrangeros cuando dos atribuyen ideas de
revolución y de destrucción.
Nuestros aliados aprobarán nuestra marcha, nuestra conducta le
gal; y nuest ros enemigos recibirán un desengaño viendo marchar á
la nación en regla, y vendrán á buscarnos para enlazar sus intereses
cou los nuestros. Y cuenta , señores, que en materias políticas estos
acontecimientos na pasan desapercibidos, porque se tienen presentes
para ulteriores miras, y nosotros debemos manifestar cierto mira
miento á las Personas Reales: por consiguiente debe tenerse ese mis
ino miramiento con Doña María Cristina de Borboo, que ha estado
gobernando á los españoles- De este modo mereceremos el elogio de
nuestros aliados, y desengañaremos á nuestros enemigos.
Señores , si se atiende á los principias de justicia y á ras leyes del
reino, parece esto lo mas necesario. La ley política solamente habla
del nombramiento del tutor: la Constitución no habla absolutamen
te mas que de eso; ¿pero qué cualidad ha de tener este tutor, qué au
toridad , qué facultades, qué obligaciones, qué responsabilidad?
Nada dice la ley política ; esto depende del derecho privado. Si se ha
de estar, pues, al derecho privada en cuanto á todo aquello que no
esté comprendido en la Constitución, y en esta no hay mas que lo
relativo al nombramiento del tutor, lo demás hay que buscarlo en el
derecho privado. , esto seria suponer que la está ejerciendo, pues solo se remueve de un
Mi amigo el Sr. Landero ha venido en su discurso á considerar
esto mismo. Pues si se ha de estar al derecho privado para las cuali
dades del tutor, para la edad , las facultades, la responsabilidad,
¿ por qué no se está también sobre la separación del tutor cuando ta
Constitución no dice nada de eso? Entiendo, señores, que se debe
acudir al derecho privado para todo lo que no esté en el derecho
público.
Percfya que no, bay un medio equivalente: el mensage que he
propuesto para oír A S. M. ; y si S. M. dijese qae no quiere venir ,á
estar al lado de su excelsa Niña, entonces ya no hay duda en que
la tutela está vacante, y las Corles por consiguiente en derecho de
nombrar otro tutor. Pues, señores, si á un tutor privado cualquiera
se le concede audiencia , se le concede que se defienda, ¿á la Reina
Cristina de Borbon ni siquiera se le ha de dar parte, ni dirigir Un
tnensage manifestándola los deseos de que venga á ejercer la tutela?
Pues qué ¿ha de ser menos la Reina Doña Maria Cristina que el me
nor de los españoles? Ha dicho el Sr. Landero que no se quiere pri
var á la Reina Doña Maria Cristina de ninguno desús derechos, ex
poniendo sus razones con moderación y tino : ¿y no será un derecho
de la Reina Madre el que se la avise y pregunte que si viene á ejer
cer la tutela ?
Ha dicho también el Sr. Landero que en manos de S. M. estaba
el ejercer ó no la tutela; que si viniese seria recibida como corres
ponde á esa alta dignidad, como una Reina. S. S. ha dicho muy
bien; pero si está en manos de la Reina Doña Maria Cristina el
ejercer ó no ejercer la tutela, natural es que se le pregunte si viene;
y si no quiere venir, entonces ya la tutela está vacante, porque esto
es lo que dice la ley, que pierda la filíela la que no quisiere estar
al 1 j lo del niño. El Sr. Ministro de Estado manifestó ayer que su
opinión particular era que S. M. no vendría á España: pues si S. S
está en esa creencia de que no vendrá , con pasarle ese mensage con
testará que no viene, y salimos de la cuestión de tutela, y salimos
bien, guardando las leyes, haciendo justicia, y guardando los res
petos debidos á S. M.
A esto se dice que corre prisa el resolver el asunto de tutela por
que los intereses do S. M. pueden padecer; pero yo creo que esto no
sea así, cuando días pasados en una sesión el intendente adjunto de
la Casa Real, nuestro digno compañero el Sr. D. Martin de los Heros,
manifestó que estaban tomadas tales disposiciones para que en los
bienes de S. M. no se irrogase el menor perjuicio, que no se podía
encontrar una cosa mejor, que absolutamente no podía causarse nin
gún perju icio.
Pues sí eiías medidas están tomadas, y aqui no hago alusión á
nada de lo anterior porque me h? propuesto no hacer recrimina
ciones ni entrar en personalidades, porque como ha dicho muy bien
el Sr. Landero esta causa debe defenderse con juicio, con calma , sin
personalidades , y el que otra cosa haga mas bien que defenderla la
perjudica; pues si -estas medidas, repito, están tomadas de modo
que los intereses de S. M. están seguros, tan guardados que el mis
mo intendente de Palacio dice que no puede hacerse una cosa mejor,
entonces esta cuestión permite la dilación de un mensage ; no puede
ha ber inconveniente alguno ; los correos en cinco dias van y en otros
cinco vuelven , y en muy corlo tiempo se puede saber la voluntad
de S. M. , que es una circunstancia indispensable, porque la ley dice
que no tenga la tutela si no quisiere estar con el niño. Este quisiere
es un acto voluntario, y un acto voluntario no se entiende por pre
sunciones: este acto debe ser explícito, debe manifestar S. M. que no
quiere venir. Pero suponer que S M. no viene cuando todos los an
tecedentes manifiestan lo contrario, eso no.
Ya que el Gobierno de S.M. puede tener noticias que yo no ten
go, que hayan podido inducir al Sr. Ministro de Estado para hacerle
creer que no vendrá, la cuestión, señores, me parece muy obvia,
muy sencilla, y nosotros quedamos bien.
Yo, señores, no abogo, y hago esta explicación, no abogo por la
necesidad de que continúe la tutela de S. Al. Doña Mana Cristina de
Borbon; abogo por la necesidad de que se declare la vacante legal
mente, y legalmente se declarará vacante dirigiendo este mensage
y esperaudo la respuesta. Recibida la respuesta. se acaba la cuestión.
Si atendidas las circunstancias en qae nos encontramos , á las en
que se encuentra la nación, y á otros motivos políticos que puede
haber , contesta la Reina Madre que no viene, hemos salido del paso.
Yo creo que recibida la pregunta vendsá inmediatamente la res
puesta , y se resolverá esta cuestión con el decoro y la dignidad que
de suyo exigen las Cértes.
Si, pues, la comisión quiere adoptar como enmienda del dictámea
la proposición que he hecho, podrá salirse del paso. De todo» modos
yo la presento á la resolución del Senado. ( 5. í. la presenta á la me
sa , y se sienta}.
El Sr. LANDERO: El Sr. Ondovilla, estando de acuerdo con
migo en la manera de aplicar el derecho común en la parte en que
fuese necesario para la inteligencia del articulo constitucional , ha
padecido el error de creer que yo había dicho alguna cosa que podria
ereerse que no está bastante explícito el articulo constitucional para
resolver la cuestión que nos ocupa.
Yo no he^Hcho eso: he creido que el art. 60 está explícito y ter
minante, y solo accesoriamente he hablado del derecho común. Yo
no he tratado de decir que se remueva á S.M. de la tutela, porque
cargo al que le desempeña , sino que he partido del principio de
que está vacante la tutela porque la Reina no desempeña estas fun
ciones.
Segunda equivocación. Dice el Sr. Ondovilla que yo al sostener el
dictamen de la comisión, y al manifestar que no tenia por objeto des
conocer ninguno de ios derechos que corresponden á la Reina Ma
dre, habia reconocido el derecho que esta tiene de continuar ejercien
do la tutela y de venir á España. Yo lo que he dicho, y repito , es
que esa cuestión de si S. M. puede ó no puede venir á España , de si
la ausencia es temporal ó perpetua , es absolutamente extraña á la
cuestión presente, y que el Senado no debe ocuparse de otra cosa
que considerar el estado en que se encuentran las augustas Huérfanas,
de proveer al remedio y nada mas.
El Sr. PRESIDENTE : Se suspende esta discusión."
Se leyó la siguiente proposición de los Sres. Capaz, Calatrava,
Lasaña, Moya, y Chacón y Duran:
"Pedimos al Senado se declare en sesión permanente basta dar por
suficientemente discutida la cuestión sobre tutela."
El Sr. CAPAZ: Esta proposición se ha hecho A consecuencia de
no haberse aprobado la anterior, á mi parecer razonable y juiciosa,
porque razonable y juicioso es que se aproveche el tiempo en lo avan
zado de la estación, en el estado que tiene la cuestión presente, y
en los trabajos que esperan al Senado. Pero esa proposición razonable
y juiciosa ba seguido unos trámites que , dispénseme el Senado , no
son los prevenidos en el reglamento. Este caso se olvidó por los au
tores del reglamento, asi como el del empate, pues cuando tiene
lugar es preciso recurrir á una deoision discrecional.
Lo mismo sucedeen proposiciones de la naturaleza como la que aca
bo de hacer; porque el articulo del reglamento que se la aplica es para
proposiciones de tal gravedad y urgencia que el Senado por sus dos
terceras partes las haya lomado en consideración. Y pregunto: ¿hay
buen sen I ido en decir que el que haya sesión el domingo es asunto
de gravedad? No señores; y por eso mi amigo el Sr. Gómez Becerra
creyó con oportunidad que debia separarse lo urgente de lo grave,
porque dar el carácter de gravedad .1 que haya de haber sesión el do
mingo me parece un contrasentido.
Asi , el Senado hará lo que guste, pero siempre entendiéndose
que se ha votado una cosa distinta de eso, porque lodos mis compa
ñeros han votado en el concepto de que tomarla en consideración era
aprobarla ; pero pues que asi no ha sucedido, creemos nosotros, los
que hemos firmado la proposición, creemos , digo, que deberá se
guir la sesión permanente, porque ya solo faltan tres señores que han
Íiedído la palabra en contra: son tres discursos, habrá otros tres que
os respondan, y lo que es por parte de ruis amigos creo que se harán

cortas reflexiones, porque mi amigo el Sr. Landero ba agotado la cues
tiou, aunque los otros señores coa su suprema iuteligeocia podrán to
davía decir algo. Son ahora las cuatro : liasta la una ó las dos de la
noche están pronunciados esos discursos, y asi pido al Senado que se
declare la sesión permanente; pero repito que no se aplique el artí
culo 60 del reglamento, porque no puede ser de gravedad que los se
ñores Senadores en vez de comer á las seis lo bagan á la una cuando
se trata del inferís de la patria.
El Sr. CARRASCQ:Pido al Sr. Presidente si lo considera con
veniente que manifieste al Senado si hay algunos asuntos que poner á
su discusión después de concluida la cuestión del dia.
El Sr, PRESIDENTE: No hay ninguno. ¿El Sr. Ruis de la Vega
ba pedido sin duda la palabra con el objeto de hablar sobre el re
glamentó ?
El Sr. RÜIZ DE LA VEGA : Sobre esta proposición de sesión
permanente, si se puede hablar en el fondo de ella.
El Sr. PRESIDENTE: En el fondo de la proposición no se
puede bablarj pero si S. S. tiene que hacer alguna observación puede
hacerla.
El Sr. RUIZ DE LA VEGA: Aunque se tomara en considera
ción venia bien' mi idea.
Yo soy enemigo de tomar la palabra en estas cuestiones inciden
tales: en otros negocios lo bago como Dios me da i entender; pero
ahora tengo una razón poderosa para hacerlo, que es de decoro del
Senado, porque yo soy muy amigo de la corporación á que perte
nezco, y me parece que no es propio de la gravedad del Senado ui
de la edad de los Sres. Senadores el que vayamos a llamar la aten
ción en una cosa que no me parece justa.
He oido decir que no hay aqui asuntos; y yo no be considerado
de gravedad esta proposición porque me he quedado sentado, y ahora
no la considero ni de gravedad ni urgente, y seria altamente ridí
culo que un Cuerpo como el Senado se constituyera en sesión per
manente: en mi juicio se reirian las gentes, y coa razón; yo se
ria uso.
Esta es la consideración que me ha movido á hacer estas obser
vaciones, y aunque no acostumbro á usar de la palabra mas que en
cuestiones de gravedad, yo digo que me opongo á esa proposición.
El Sr. CAPAZ: Las proposiciones se asemejan mucho i las me
dallas, porque lirnen des faoes: el Sr. Ruiz de la Vega la ha visto
por un lado y yo la he visto por el anverso. Acaso tenga S. S. razón
ea lo que ha dicho sobre sesiones permanentes; y pregunto yo: ¿no
es un escándalo el que se haya dado gravedad á una proposición
para que haya sesión el domingo?
f De qué se trata, señores? De que haya sesión el domingo. ¿Y
no es nú escándalo, repito, el que se la haya dado carácter de gra
vedad á una proposición de esa especie?
Propongo, pues, al Senado si quiere evitar esc índalos, porque ya
he dicho, y aqui están mis compañeros que dirán que lo que que
rían votaT era que hubiese sesión el domingo, que admita una obser
vación, y es que el Sr. Presidente tenga la bondad de poner i vota
ción con buena fé si ha de haber sesión mañana.
Él Sr. PRESIDENTE: No puedo acceder á que se ponga i vo
tación una cosa ya votada.
El Sr. CAPAZ: Permítame el Sr. Presidente: yo he dicho que lo
que se ha qnerido votar es que hubiera mañana sesión.
yarlos Sres. Senadores : Sí, Sí.
El Sr. PBESIDENTE: Es asunto concluido^ y respecto á esta
proposición , voy á preguntar si se tomará en consideración.
El Sr. HEROS: Yo propongo al Senado que haya sesión esta no
che como en el Congreso. (¿'arlos Sres. Senadores : Apoyo, apoyo.)
El Sr. CAPAZ: Pero que no se nos venga con que es de gravedad,
porque es un escándalo.
El Sr. PRESIDENTE: Los Sres. Senadores contestarán lo que
crean conducente, y el Senado resolverá.
Kl Sr. GOMEZ BECERRA: Pido que después de que hable uu
Sr. Senador se pregunte si está el asunto discutido. (Él Sr. f/erosi
esa -es la verdad.... fiarlos Sres. Senadores : Apoyo, apoyo.) Pido
para qne se vea esto que se lea el art. 92 del reglamento {se lejro).
El Sr. GOMEZ BECERRA: Sr. Presidente, supuesto que se ma
ha de oponer un acuerdo del Senado , pido que se lea el acta en que
la proposición que se hizo para ese acuerdo no se consideró de ur
gencia , ni pasó á l*t secciones, ni hubo comisión, ni se citó al
Gobierno."
Se leyó la siguiente proposición del Sr. Heros:
"Propongo al Senado que haya sesión esta noche."
El Sr. HEROS: La apoyaré tan ligeramente como me parece
necesario.
El Senado está envuelto en una discusión que no puedo menos
de calificarla de poco oportuna, ya se -consulten los antecedentes de
otras ocasiones, ya las circunstancias en que nos encontramos.
Habituado á estar en los Cuerpos ce legisladores, mas de una vez
te visto que se han hecho en diferentes ocasiones proposiciones
parecidas á la que se aprobó el otro dia , esto es de que un asunto
oo te dé por disculido hasta que haya quien hable, siendo el re
soltado de que como el Cuerpo se queda con derecho de revocarla,
puede ti la tiene por conveniente declarar si esti el punto dis
cutido.
Llevamos cintro dial de discusión en un asunto rn que, señores ,
S.—TOMO I.
287
fuerza es decirlo, no se ha salido de una misma eosa : sin embargo,
yo, que soy amigo de la amplia discusión, quisiera que esta lo fuera
hasta no tener término, y aun no me apartaré de eMp; pero puesto
que se quiere discutir indefinidamente, aprovéchese el tiempo. El
Congreso en esta estación, en esta ocasión nos da ese ejemplo; celebra
sesiones por mañana y noche: propongo, pues, que á imitación de lo
que se hace allí tengamos sesión esta noche y siempre que sea ne
cesario; y asi, reasumiendo, diré que la proposición está reducida á
lo quaihe indicado; á saber: que el Senado tenga sesión esta noche á la
hora que el Sr. Presidente te sirviere señalar."
Se preguntó si se tomaba en consideración la proposición del se
ñor Heros, y se resolvió afirmativamente.
El Sr. GOMEZ BECERRA : Señores, habrá sido una equivoca
ción si se ha creído que yo me opongo á la idea propuesta por el se
ñor Heros: yo no tengo inconveniente en estar aqui seis diat si pre
ciso fuere; estoy acostumbrado á no dividir el dia ele ka noche y á es
tar constantemente á donde me han llamado mis obligaciones: es
toy dispuesto á venir aquí toda la noche si el Senado declara que
en ella baya sesión; el Senado tendrá muy buenas razones para
aprobarlo.
Yo me opongo á la proposición del Sr. Heros, porque antes de
seo se ventile otra que yo he propuesto, usando de un derecho que
me da el reglamento, derecho que no se me puede quitar romo no
sea siguiendo los trámites, de dos cuales no podemos prescindir. Yo
deseo que se pregunte si este asunto esti suficientemente discutido:
si el Senado cree que no lo está, yo me someteré í su determinación,
ninguno mej >r para eso; pere aqui se ha cometido un error que mi
ban podido aprobar los que1 tienen alguna experiencia de lo que ba
sucedido otras veces, y yo no sé cómo se ha aprobado: jamás se ba
visto un acuerdo semejante de que no se dé por discutido un negocio
mientras haya alguno que pida la palabra.
Nosotros, repito, hemos cometido un error; hemos hecho una
cosa que no ba debido hacerse, y que no ha debido aprobarse , por
que un articulo del reglamento me da derecho á pedir que sa declare
el punto suficientemente discutido después que Layan hablado tres
señores en pro y tres en contra ; esto no se echa por tierra con un»
proposición cualquiera , y mucho menos cen una proposición coinn
la que se ba hecho, cuando para otra cosa de menos importancia se
nos viene pidiendo tanta formalidad.
Por todas estas razones , y porque el objeto del Sr. Heros se con-
srgue'por otro medio , no me opongo á que se apruebe esa proposi
ción, é insisto en que tan luego como los oradores estén ¡guales en
pro y en contra se pregunte si esti el asunto suficientemente discu
tido , porque tengo un derecho para preguntarlo, derecho que me ba
dado el reglamento , y del cual no me creo despojado."
Se leyó la parte del arta que se refiere á la proposición del Sr. San
Miguel, y que el Senado aprobó, relativa á que no se declarase el
punto suficientemente discutido hasta que no hablasen todos los seño
res que tenian pedida la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: Ningún Sr. Senador reclamó respecto á
esta decisión del Senado, que el Senado mismo lomó, y que tomó sin
duda apoyado en precedentes , porque siempre se ha verificado del
mismo modo. No tengo noticia de que ninguna proposición de esl.i
naturaleza baya seguido los trámites que deben seguir las proposicio
nes graves y urgentes, y aun cuando entonces se hubiera faltado i
esas circunstancia' ningún Sr. Senador ha reclamado en contra ,. an
tes al ccnlrario.se ha seguido en esa inteligencia basta este mí menlo.
El Sr. Gómez Becerra lo misino que cualquiera otro Sr. Senador tiene
derecho para pedir se pregunte si el punto está ó no suficientemente
discutido , asi como el Senado insistirá si le acomoda en lo que re.
solvió, ó bien variará de resolución.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Estoy oonformec.cn tal que se haga
la pregunta y el Senado resuelva.
El Sr. HEROj: Yo pospongo mi proposición á la del Sr. Gómez
Becerra.
El Sr. PRESIDENTE: Esa idea ya te ha suspendido hasta que se
declare si ba de haber de continuar -6 no esa discusión, suponiendo
que si el Senado da el asunto por suficientemente. discutido , era ex
cusada la proposición del Sr. Heros. El Sr. Gómez Becerra lia exigi
do que se pregunte si el punto está suficientemente discutido , ó des
pués que haya hablado algún otro Senadar en pro , ó antes si renun
ciasen el uso de la palabra.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Yo deseo qne hable un Sr. Senador
rn pro, porque el úllimoque ha hablado lo ha hecho en contra. Mi
deseo es también que se haga la pregunta á los que tienen la palabra
en pro si renuncian á ella, y dado este caso, que se haga lo que ya he
manifestado.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Martinez de Velasco tiene la pa
labra en pro.
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO : Por no molestar la aten
ción del Senado, que ya estará fatigado de esta discusión, y por lo
que ha manifestado ti Sr. Gómez Becerra, renuncio el uso de l.i
palabra.
El Sr. ONDOVILLA: El Sr. Gómez Becerra quiere que se hagi
la pregunta después que haya hablado un individuo de la comisión;
todavía no se ha dado cuenta de mi proposición al Senado ; todavía
no se sabe si la comisión la recibirá como enmienda, ni tampoco qué
giro tomará la discusión. Suplicaré ñor lo tanto que no se baga la
 288 - <
pregunta de ti está el punto suficientemente discutido basta que se
lea mi proposición , y hasta que la comisión conteste.
El Sr. GOMEZ BECERRA: El Sr. Ondovilla se ha equi-vocado;
yo no he aludido á S. S. ni he hablado de su proposición r yo lo
que he dicho es que para dar el punto por discutido se igualase el
número de los que han hablado en pro con el de los que han hablado
en contra, y que corresponde el turno á un Sr. Senador que haya de
hablar en pro. Esto es lo único que be dicho respecto á la cuestión
principal. En cuanto i la enmienda del Sr. Ondovilla , queda ínte
gra lo mismo que la mia para después.
El Sr. PRENDENTE: Puesto que ha renunciado la palabra el
Sr. Martines de Velasco , la tiene en pro el Sr. D.Santos San Miguel.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Sanios) : Seré tan breve en mi discurso
cuanto que no tenia por objeto entrar en esta discusión tan grave,
porque no tengo conocimiento de los principios de derecho y me fal
tan las fuerzas oratorias para hablar en público. Solo he pedido la pa
labra porque be oidb en el discurso del Sr. Carrasco alusiones que no
me han acomodado mucho, y que no puedo pasar sin contestar.
El Sr. Carrasco en el discurso con que entretuvo al Senado el
dia pasado, separándose de la cuestión, habló de los acontecimientos
de Setiembre sin hacerse cargo S. S. de que esos aconlerimíeulos esta
ban juzgados por la opinión pública y por la nación. S. S. debe saber
que ese modo de hablar sin mesura, sin decoro y con poca atención
hacia sus mismos compañeros y hácia las personas á quienes com
prende y se rozan con el movimiento de Setiembre , no puede pasar
sin contestación. No, señores, no se puede pasar en silencio este modo
de tratarnos. Si se abriese discusión sobreveste asunto no la rehuiría
mos mis amigos y yo, y diríamos verdades duras y que amargarían
al Sr. Carrasco, porque es preciso que sepa S. S. que esa revolución
injusta, como unos la llaman, que ese asqueroso pronunciamiento,
como le llaman otros , y ese motin , como se ha dicho en este recinto,
es una causa muy noble y muy justa y que tiene defensa con mu
chas razones sin apelar á sofismas. Mis amigos y yo , repilo, si se
tratase de arrojar ese guante, le recogeriamos con mucho gusto.
Nunca provocaríamos la cuestión porque respetamos la posición
de los hombres y de las cosas ; y yo ■ en nombre de ellos , advierto al
Sr. Carrasco que es preciso que conozca la moderación, la circunspec
ción y la educación con que unos hombres se dirijen á otros en este
Santuario, sobre todo con las personas que pertenecen á él , y tam
bién á esa revolución que se ha señalado con colores tan bajos.
He pedido la palabra en esta ouestion con objeto de contestar al
Sr. Carrasco: poco podré yo añadir á lo que ya se ha dicho por ora-
dares mas dignos : tengo formada mi opinión bajo los mismos prin
cipios en que está fundado el dictamen de la mayoría de la comisión;
y asi nada tengo que hacer mas que apoyar este dictamen que creo en
su lugar.
El Sr. CARRASCO: Señores, cuando antes de ayer tuve el honor
de dirigir mi voz al Senado de la misma manera que lo he hecho en
otras ocasiones , creí poder usar del derecho que la Constitución me
daba para emitir libremente mis opiniones, que son inviolables por
la misma Constitución. Manifesté que lo quedecia aqui lo decía como
representante de la naeioo , y en virtud de la inviolabilidad que la
Constitución me concede. Lo que entonces dije lo repito y reproduz
co ahora con todas sus palabras. La nación me ba oido: la nación ha
oído al Sr. S. Miguel; la nación ha oido al Sr. San Miguel; la nación
juzgará quien ha faltado á los principios de verdad, de justicia y de
educación , y su fallo será inapelable.
Per lo demás , señores , el Sr. San Miguel y sus amigos pueden
guardar para sí el honor de defender en el templo de las leyes la re
volución de Setiembre : yo no se le envidio: estoy completamente sa
tisfecho de haber dicho cuanto he dicho. La nación oye á los dos: yo
espero su fallo tranquilo y sin remordimiento."
Se declaró el pinito suficientemente discutido.
El Sr. HEROS : Pido al Sr. Presidente se sirva poner á la delibe
ración del Senado mi proposición.
El Sr. PRESIDENTE: Antes deseguir adelante reclamaré la au
torización del Senado para continuar la sesión , respecto á haber pa
sado la hora de reglamento.
EI_Sr. CAPAZ: Señor Presidente, pido que se someta "a la deli-
cision del Senado la proposición del Sr. Meros, porque si se aprueba
que haya sesión esta noche dirán les Sres. Senadores que no se proro-
gue , y si por el contrario se desecha, estarán por la próroga.
Ei Sr. ONDOVILLA: El Sr. D. Alvaro Gómez Becerra fijó la
proposición para que se preguntara si estaba suficientemente discutido
este negocio, en la inteligencia de que la proposición del Sr. Heros
ya quedaba terminada ( Muchas roces : No, no) y postergada, (¡lías
voces: Tampoco, no, tampoco.) (¿7 Sr. fieros pide la palabra)', yo asi
lo be entendido ( Muy mal , muy mal entendido ) : luego queda pos
tergada , pero no retirada."
Se volvió á leer la proposición del Sr. Heros , y quedó aprobada.
El Sr. PRESIDENTE: En atención A lo que acaba de decidir el
Senado , se reunirá esta noche á las nueve para continuar, los asuntos,
que están pendientes.
Ciérrase la sesión."
Eran la* cinco menos cuarto,.
*
 NUMERO Aí.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION EXTRAORDINARIA DE LA NOCHE DEL 3 DE JULIO DE 1841.
Se abrid á Iai nueve y cuarto, y leída el acta de la anterior por
•1 Sr. Secreta lio Oms, dijo
El Sr. LASAÑA : Pido que la votación sea nominal.
El Sr. ONDOVILLA: El reglamento previene que el Senado
ha de declarar si la votación lia de ser nominal ó no; y por lo
tanto creo que se está en el caso de hacer la pregunta correspon
diente.
El Sr. PRESIDENTE: Va á leerse el articulo que trata de las
votaciones."
Se leyó el art. 125 del reglamento.
Hrcha la pregunta He si la votación seria nomina), el Senado
resolvió por la afirmativa.
Se levó el art. 126, y verificada la votación fue aprobada el acta
por 67 Srcs. Senadores en la forma que sigue:
Sres. Gomes Becerra , Calatrava , Espinosa , Ferrer , Campuza-
no , Abarguef, Zuinalacárregui , Seoine, duque de Castroterreño,
conde de Solo Ameno, fntrena, marques de Falces, obispo de Cordu
ra, Bonel y Orbe, Ruiz de. la Vega, San Miguel (D. Juan Nepoinu-
ceno), Onliveros, Primo de Rivera, vizconde de Huerta, Caiieja, Al-
dama , marques de Guadalcazar, Olavarrieta, Ondovilla, Rubiano,
Gil Orduñs, Gómez, Velasco, llercs, Orinaga , Capaz, Moya, Camps
y Aviñó, Lasaña, Macia Lleopart, Goday y Peralta, La Rosa, Co.
dorniú, Gil de las Revillas, Goicoecliea, Espinosa de los Monte
ros, Hoyos, Frontín, Torres Solanot, Muguiro, Ferraz (D. Valrn-
lin), Chacón (D. José María), Lorenzo, Liuage, San Miguel (don
Santos), Frias, Ladrón de Guevara , Vallejo ( L). Toma»), Landero,
Perei, Sanche» Fernandez, Ramírez, Romo y Gamboa, Alvarcz Pes
taña , Castañeda, Pérez Necoecheo, duque ríe Zaragoza, Ladrón de
Guevara (D. Tomas), Valero y Arteta , Carrasco, Oais, Sr. Pre
sidente.
Acordóte constaten en el acta los votos conformes á la aprobación
del acta por votación nominal de los Sres. La borda , Gayo , y Chacón
y Duran.
So leyó la siguiente petición :
"Pedimos ni Senado conste en el acta nuestro voto contrario a la
declaración de estar suficientemente discutida Ib totalidad del dicta
men de la mfyorta de la comisión de Tutela. Palacio del Senado 3 de
Julio del811.=Joan JoséGarcia Carrasco—Mariano Valero y Arlela.
Ruiz de la Vega.=Eo trena. =E1 duque de Castroterreño.-rEl obispo de
Córdoba.—Joaquin Díaz Caneja.-zGaspar de Goicoecliea.=Juan Nepo-
muceoo San Miguel.=Nicolas Bonel y Orbe.=Pedro Ontiveros^=Mar-
qiies de Falces.::José Mana Alvarez Pestaña.= José Primo de Rive
ras El Vizconde de- Huerta. = Josí Mana Pcrez.= Melgarejo.--. Conde
de Pinofiel --.Juan del Gayo.=ttouio y Gamboa.nJuan A Mama.=
Francisco Olavarrieta."
■ Entrándose en el órden del día , que era la continuación de la dis
cusión del dictamen relativo á la tutela de S. M. y A., se leyó la lis
ta de los señores que tenían pedida la palabra por el órden Siguiente:
En contra : loa Sres. Romo y Gamboa, Ruiz de la Vega, Caneja,
marques de Falces , Seoaoe , y Alrarez Pestaña.
Lti'pro : los Sres. Capas , Lasaña.-
£1 Sr. GOMEZ BECERRA i ¿ En pro v en contra de qué? An-
S._TOMO I.
280
DE CORTES.
tes es necesario que el Senado vote si bá lugar á pasar i la discusión
de los artículos.
El Sr. ONDOVILLA: Antes de todo es preciso dar cuenta de las
enmiendas que se han presentado.
El Sr. PRESIDENTE: Yo pediría al Sr. Ondovilla que dejase i
la mesa hacer las proposiciones conducentes , y si no son arregladas,
entonces podia S. S. impugnar. La mesa no ha hecho mas que anun
ciar la continuación de la discusión pendiente: lian pedido varios seño
res la palabra; se les ha anotado: S. SS. sabrán con qué objeto la
han pedido.
El Sr. SEOANE : Necetito una aclaración. Yo comprendo que lo
que se pone á discusión es la declaración que se exige al Senado en es
tos términos: "Se declara que la tutela de S. M. y su augusta Her*
mana está vacante." (Varios Sres. Senadores : No, no).
El Sr. PRESrDENTE: Se ha concluido la discusión acerca de la
totalidad del dictamen: en su consecuencia ra á proeederse á la dis
cusión por artículos, los cuales se leerán, asi como las proposicíontn
relativas a ellos.
El Sr. SEOANE: En ese caso retiro mi proposición de palabra.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Juan Nepouiueeno): Discutida la to
talidad , antes de pasar á los artículos me parece que se debe pregun
tar al Senado si h.á lugar á discutir por artículos ; porque si no, ¿so
bre qué recae la votación ?
El Sr. PRESIDENTE: Pues asi se va á hacer ; pero basta ahora
no se ha hecho masque contestar á lo que algunos Sres. Senadores
han preguntado.
El Sr. Secretario VALERO Y ARTETA: Conforme al art. 97
del reglamento se pregunta al Senado si há lugar á deliberar por
artículos.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Pidoqueesta votación sea nominal."
Hecha la pregunta , se acordó asi.
El Sr. TORRES SOLANOT: Pido la palabra. XI Sr. Secretario
ha dicho por equivocación que se iba á votar.
El Sr. VALERO Y ARTETA: La pregunta es si há lugar á de
liberar sobre artículos.
El Sr. CAPAZ: Sr. Presidente, aquí tenemos duda sobre ia vu-
tacion.
El Sr. PRESIDENTE: Un momento, Sr. Capaz.
El Sr. CAPAZ: Enhorabuena; pero antes que procedamos á la
votación haré una observación.
El Sr. PRESIDENTE : Puede V. S. hablar.
El Sr. CAPAZ: Se va á votar si se entra en la disousion de los ar
tículos, no si se ha de votar.
El Sr. GOMEZ BECERRA) Pido que se lea el art. 87 leí re
glamento."
Sí leyó.
El Sr. CAPAZ: Pero nosotros sentamos la base de qoc no se V3 ;i
votar, sino á discutir. {Varios Sres. Senadores: Este no ts ¡
de ley).
El Sr. PRESIDENTE: Habiéndose concluido la .
de la totalidad, va á declarar el Senado si bá lugar á deliberar p..-v
partes ó por articulas,"
83 '
 290
Se procede á la rotación nominal."
Verificada esta, resultó haber lugar á deliberar por artículos por
50 votos contra 24, en la forma siguiente:
Dijeron si:
Los Sres. Gómez Becerra, Calatrara, Ladrón de Guevara (don
Tomás), Espinosa (D Carlos), Ferrer, Campuzano, Abargues, Z.u-
malacárregui, conde de Soto-ameno, Rubiano, Seoane, Oodovilta,
Torres Sola not, Gil Orduña, Gómez (I). Manuel), Ueros, Capaz,
Orinaga, Chacón y Duran, Moya, Camps y Aviñó, Godoy y Peral
ta, Codorniú, Macia Lleopart, Lasaña , Velaseo, San Miguel (clon
Santos), La Rosa, Revillas, Ferráz (D. Vaienlio), Castañeda, Lo
renzo, Linag», Landero, Ladrón de Guevara ( D. Eugenio), Chacón
(D. J. M.), Frías, duque de Zaragoza, Pérez Ñecoecbea, Espinosa de
los Monteros, Muguiro, Frontiu, Vallejo, Jordá Santandreu, Hoyos,
Hamirez, Laborda, Sánchez Fernandez, Onis, Sr. Presidente.
Dijeron no:
Los Sres. duque de Castro terreno, Alvarez Pestaña, Entrena, Mel
garejo, Golcoechea, Aljama, La-Hera, Obispo de Córdoba, marqués
ile Faloes, Bonel y Orbe, Ruiz de la Vega, vizconde de Huerta , Pri
mo de Rivera, Ontiveros, San Miguel (D. Juan Nepoinuceno), Ca
lleja, marqués de Guadalcázar, Oavarrieta, conde de Pinofiel, Car
rasco,. Valero y Arlela , Romo y Gamboa, Gayo, y Pérez ( D. José
María).
El Sr. PRESIDENTE: En consecuencia de esta determinación ha
lugar á deliberar por artículos."
Se leyó el art. 15 (y/ase), y en seguida la enmienda del señor
Ondovilla concebida en estos términos:
"Que por conduelo del Gobierno se dirija un niensage á la Reina
Doña Mana Cristina significando á S. M. la necesidad de estar con
sus excelsas Hijas para ejercer su tutela por exigirlo asi la ley del
reino y el bienestar é intereses de las augustas Huérfanas."
El Sr. CODORNIU: Antes de procederse á la discusión de las
enmiendas creo que la comisión está en el derecho de admitirlas ó no
según el reglamento!
El Sr. PRESIDENTE: Antes de que la comisión manifieste su
opinión debe verse si los señores que las han hecho quieren sos
tenerlas.
El Sr. GOMEZ BECERRA: To pido la palabra para sostener la
inia cuando corresponda.
El Sr. ONDOVILLA : Pido la palabra en apoyo de mi en
mienda.
El Sr. PRESIDENTE: Puede V. S. usarla.
El Sr. ONDOVILLA i En el discurso que he pronunciado esta
tarde....
El Sr. HEROS: Sr. Presidente, pido i V. S. se sirva man
dar leer el art. 59 del reglamento para hacer ver que la proposición
del Sr. Ondovilla es contraria á él."
Se leyó dicho art. 59, y en seguida prosiguió
El Sr. HEROS: No presentando el Sr. Ondovilla Ja minuta del
mensage , y no pudiendo ningún Senador proponer mensages sino
para el Rey, no siendo la persona de quien se trata'Reina de las Es-
pañas, no se puede admitir la proposición del modo que la ha presen
tado el Sr. Ondovilla.
El Sr. ONDOVILLA : El mensage es la proposición; no ha de
tener mas que esto que se dice, á excepción de la cortesía : de consi
guiente, están llenas esas calidades. La Reina Doña María Crislina
de Borbon ha gobernado las Eipañas, y las ha gobernado como Re
gente; tiene los honores de Reina Viuda, y como tal debe ser trata
da su Persona con aquel acatamiento con que se trata á. los Reyes. A
la Reina Doña Mana Cristina no se le puede dirigir otra comuni
cación por parte de las Corles que por medio de mensage; porque se
ria degradar su alta dignidad dirigirse á ella par medio de un ofi
cio como i otra autoridad cualquiera. Está sobre la alta esfera de
los Tronos ; está equiparada con los Reyes; ha estado si lado del
Rey D. Fernando Vil , y como tal acatada por los españoles, y aho
ra en su viudez no debe perder nada de su dignidad, y como tal debe
ser tratada. Por lo tanto , si se ha de dirigir alguna comunicación
á la Reina Doña María Cristina ha de ser en tono de mensage.
Este está ya formulado, porque no ha de tener mas que lo que
d,ice la proposición y la cortesía: de consiguiente está satisfecho el
objeto.
El Sr. HEROS: Pida al Sr. Presidente que se sirva mandar leer
el articulo que be dicho para que se vea que no se puede admitir la
proposición, ni someterla á votación siquiera. Todas las consideracio
nes personales que se deben á esa Señora las debe saber cualquiera
que tenga conocimiento de lo que es; pero no está en la categoría de
Rey , en el sentido que constitucionalmente damos á esa palabra , y
no pudiéndose en el dia pasar en ese concepto mensaje mas que al
que ejerce la autoridad Real, lal como al Regente del reino, que
por la Constitución tiene las mismas facultades, no se puede admi
tir la proposición. Es contraria evidentemente al reglamento, y yo
me op-ingo hasta i que se someta ú discusión: está fuera de todas las
reglas parlamentarias; fuera de todas las prácticas constitucionales;
fuera de 4o que prescribe la misma Cunsti Ilición, y en esto creo que
me explico como me debo explicar ; abstracción hecha de la respeta
bilísima Persona á quien se quiere dirigir; y que para el Senado cons
tituido-corno tal , no-es mas que una Persona particular, aunque
'por otro respecto dignísima de consideración y acatamiento; pero
en el Icnguage constitucional y en lo que prescribe el reglamenta
no se puede dirigir el mensaje que se propone.
El Sr. PRESIDENTE: En las proposiciones que se hacen no
puede entrarse en discusión hasta que el Senado las haya tomado en
consideración ó no, y después que los autores las hayan apoyado.
Creo por cori.siguieiite que se está en el caso de preguntar si se toma
ó no en consideración la proposición del Sr. Ondovilla.
El Sr. CALATRAVA: Pido la p.labra para votar. Desearía qae
el autor de la proposición se sirviese decir si ese mensaje ha de ser
solo en nombre del Senado , ó en nombre de los dos Cuerpos cole
gisladores.
El Sr. ONDOVILLA : Señores, lo que ha ido al Senado y ha
{Jo tambii'n al Congreso no ha sido ningún proyecto de' ley; nin
guna proposición ni de Senadoi , ni de Diputado, ni del Gobierno:
ha sido mía comunicación qae se ha hecho á los dos Cuerpos acerca
de las pretensiones del Sr. Infante D. Francisco á la tutela. No está
en las practicas parlamentarias que semejantes negocios vengan, en
esa forma; pero ha venido: la comisión ha creído desempeñar tf
deber formulando una proposición, pues asi como ba formulado esa
proposición sin que baya venido parlamentariamente, cualquier*
Senador tiené derecho de formular otra usando de su prerogativa.
La comisión no tiene esa iniciativa; ha sido nombrada para dar su
dictamen, y lo ha presentado: de manera que viene al Senado lo que
la comisión dice; esto es, corresponde á la comisión presentar for
mulada una proposición. Asi uu Senador con el mismo derecho ha
fonuulado otra proposición , y esta la he formulado yo. ¿Quién me
quita á mi esta iniciativa?
El Sr. HEROS: Pido la palabra,.Sr. Presidente.
El Sr. PRESIDENTE: No hay discusión: no puedo conceder li
palabra. Hay un articulo del reglamento que autoriza para hacer
una pregunta antes de la votación. Esta pregunta la ha hecho el
Sr Calatrava, la contesta el Sr. Ondovilla; no puede entrarse eu
discusión.
El Sr. ONDOVILLA: Sr. Presidente, quiero usar de la palabra
para apoyar mi enmienda.
EISr. PRESIDENTE: ¿No la ha apoyado V. S. ya?
El Sr. ONDOVILDA: Ño señor ; he hablado solo sobre si es ad
misible en la forma en que viene ; pero acerca del fondo de ella oc
he dicho ni una palabra.
El Sr. PRESIDENTE: Yo creia que ya había usado V. S. de la
palabra en apoyo de su proposición.
El Sr. ONDOVILLA: Señor, empecé á hablar, pero me inter
rumpieron y contesté i la interrupción.
El Sr. PRESIDENTE: Pues puede V. S. apoyarla.
El Sr. ONDOVILLA : Decía que en el discurso que había pro»
nunciado esta tarde en el Senado había minifestado los fundamentos
en que estribaba la proposición que he tenido el honor de presentar
á la sabiduría del Senado. He demostrado entre otras cosas que debían
tenerse presentes dos leyes como principales en la materia, y que
son, la una fundamental , auuque está inserta en las Partidas, que es
la ley 3Í, tit. 15, Partida 2i , y la 'otra el art. 60 de la Constitución.
He demostrado también que la tutela, por los documentos que he
leido al Senado, contenidos en la Memoria del Sr. Ministro de Es
tado al Consejo de Regencia , no quedó vacante cuando S. M. salió
de España : al contrario, S. M. dijo explícitamente que no renuncia
ba mas que la Regencia ; de ninguna manera la tutela.
Por la Memoria del mismo Sr. Ministro seda una prueba tam
bién de que desde paises extrangeros S. M. había solicitado que se
diese cierta forma y solemnidad á su tutela mientras estuviese au
sente. El Gobierno, habiendo remitido esta cuestión á la decisión de
las Cortes sin hacer declaración alguna, me hacia creer para mi pro
pósito que S. M. estaba en el caso de ejercer la tutela mediante las
comunicaciones respeotívas á la forma y solemnidad de ejercerla.
También dije que la tutela se ejercía por S. M. desde paises ex
trangeros por medio de los empleados, á quienes habia comunicado
sus instrucciones y consejos, y que estos empleados obedecían las ins
trucciones, no cuanto podía ser posible bajo la vigilancia de los em
pleados del Gobierno que sirven para intervenir en que los intereses
de las augustas Menores no padezcan detrimento; y quede consi
guiente, por todos estos títulos, por todos estos documentos, y por la
práctica actual se probaba que la tutela se ejercia por S. M. la Reina
Doña Mana Crislina, pero que se ejercia de un modo que no era con
veniente. Por todas estas razones dije que no estaba conforme con el
dictamen de la mayoría que declaraba vacante la tutela, porque esta
ba en contradicción con los hechos presentados; y al mismo tiempo
manifesté que no estaba tampoco conforme con el dictamen de la mi-
noria, en el que se decía que no habia lugar á deliberar, pues en mi
concepto ha lugar, porque es de la competencia de las Cortes el
proveer de oportuno remedio á las Menores, quienes deben tener al
lado á su tutor ó tutora como lo previene la ley de Partida: por con
siguiente, decir que no ba lugar á deliberar es dejar la cosa como
está, y dar ocasión á que se sigan grandes perjuicios á las Huér
fanas, '
Pues no estando vacante la tutela, porque se está ejerciendo por
S. M. desde paises extrangeros , y no siendo justo que deje de estar el
tutor al lado del Niño, como lo dice la ley de Partida , porque esa
es su espíritu, sí el tutor ó tutora no viene i cumplir con el pre
cepto de la ley , ¿no será necesario proveer el oportuno remedio? ¿T

cuál es e) qne puede adoptarse cuando no está vacante la tntela, y
por otro lado es menester atender á los intereses de las Huérfanas?
El medie, señores, es el que indica l.i proposición que be presentado:'
es excitar A S. M. la Reina Doña Mana Cristina para que venga á
ejercer la tutela. Si contesta renunciando, nos encontraremos con que
quedará entonces vacante; y sí viene, en ese caso se cumple la ley
de Partida.
El Sr. Presidente, del Coosejo de Ministros dijo que creia que
S. M. la Reina Madre no vendría i España. Por lo misino se debe
dirigir el mensage , y si contesta que no viene, de este modo se cau
sará la Tacante legalmente.
Es, señores, muy propio de las Cortes, de su sabiduría , circuns
pección y justicia el hacer esta excitación. No se diga, señores, que
se priva á la Reina Madre de la tutela sin darla aviso alguno, ex
citándola i que venga á desempeñar el cargo de lu tora en cumpli
miento de la ley de Partida. A cualquier tutor particular no se le
puede separar de su cargo por el juez que entiende en el negocio sin
oirle antes alegar las razones que exponga : por consiguiente mayor
motivo hay para proceder con circunspección respecto á la Reina
Madre, que no está sujeta i estos trámites judiciales por su alta cate»
goria, y en equivalencia puede dirigírsela el mensage. Esta es mi
opinión , la que someto á la consideración del Senado.
Yo, señores, debo decir cjue nunca he pertenecido á ningún par
tido extremo. Desde la creación del Senado he votado con las mayo
rías y minorías indistintamente según mi conciencia, y Ja prueba
está en este proyecto, en el cual ni estoy con la mayoría ni con la
minoría; pero estoy con el progreso legal, con el afianzamiento de
nuestras instituciones, por los deseos que me animan de que se conso
liden y de que se dé una prueba de la rectitud de estos Cuerpos en
este negocio.
Para mi sé decir que si las Cortes resuelven este negocio en el
sentido que dejo manifestado , se dará una muestra á las uaciones ex*
trangeras de la cordura, sensatez y juicio con que la representación
nacional procede en este asunto, y las hará conocer que las Cortes
españolas no son revolucionarias , sino al contrario , quieren la mar
cha legal y quieren consolidar el sistema constitucional por medios
justos y arreglados.
Ruego par tanto á la comisión admita la enmienda , y al Senada
que la tome en consideración.
El Sr. CALATRAVA: Pido la palabra. He hecho ana pregunta,
y no se ha contestado : yo rogaría se hiciese asi. La pregunta es si el
mensage ha de ir en nombre del Senado ó de los dos Cuerpos.
El Sr. ONDOVILLA: Pido la palabra.
£1 Sr. PRESIDENTE: Se va á leer el art. 89 del reglamento.
(.5V Ujú.) » votar en seguida subre lo que se ha discutido, sino que luego que el
El Sr. CALATRAVA: Me parece que ese articulo no tiene apli
cación á la pregunta que he hecho. Es costumbre hacer preguntas á
los autores de las proposiciones para que las expliquen: por consi
guiente lo que he pedido está en su lugar. Yo creo que es preciso que
el autor declare si el mensage ha de ser solo en nombre del Senado ó
eo nombre de los dos Cuerpos.
El Sr. ONDOVILLA: La proposición contesta á la pregunta,
Q ue por conducto del Gobierno se dirija á S. M. un mensaji., no el
G obierno; han de ser los Cuerpos colegisladorcs. Aqui, señores, se
discute el negocio en el Senado; en el Congreso se discutió del modo
que les ha parecido. Luego se ha de votar: si el Senado fuera de pa
recer que se dirigiese el mensage, entonces estará en contradicción
con el Congreso, que ha declarado vacante la tutela; prro al tiempo
de presentarse á fallar este asunto los Cuerpos colegisladeres vota
rán si se ha de dirigir el mensage, ó declarar vacante la tutela.
El Sr. PRESIDANTE : Va á preguntarse si se toma en consi
deración la proposición que seha leido."
Hecha la pregunta, se resolvió negativamente.
Se leyó la enmienda del Sr. Gómez Becerra , (yJatc ti Diario
núm. 37, sesión itel 30 de Junio).
El Sr, GOMEZ BECERRA : Señores, yo lo siento; pero tengo
qne repetir que esta cuestión ha >eoído extraviada hasta ahora, y
ahora lo digo contando con el apoyo de la comisión, y también con el
voto de otros moches Sres. Senadores que han manifestado que lo en
tienden como yo. Es necesario tocar algo de la historia de eíte nego
cio para veuir en conocimiento del órden que debe seguirse al tra
tarle; y sobre el origen de este negocio ahora mismo seseaba de de
cir que el Gobierno no lo ha remitido aqui pai lamentaría mente , en
medio de que á renglón seguido se ha dicho y se ha expresado el
mismo pensamiento del Gobierno al remitirlo.
Que el asunto corresponde á las Cortes, y que su resolución deben
darla las mismas, lo acaba de confesar el Sr. Senador que ha mani
festado que no lo remitió el Gobierno pailamentariamente. Pero ha
convenido también que en la fariña el Gobierno no ba faltado, por
que la falta que se atribuye al Gobierno no es compatible con la
'competencia exclusiva de las Corles.
Se dice que el Gobierno lo ha enviado sin proponer nada. Si
ea asunto exclusivo de Jas Córtes, ¿ qué ba de proponer el Gobier
no? Es menester qo pensar para decir esto. ¿En un negocio exclusivo
de la competencia de las Córtes. tiene el Rey la iniciativa ? No
señores.
La comisión nombrada .por el Senado para examinar este asunta
se encontró cen que aqui se había presentado una cuestión que no
29Í
era una cuestión ordinaria , sencilla , como cualquiera otra de las
que se suelen presentar en estos Cuerpos colegisladorcs. Se encontró
la co misión con que era una cuestión grave , importante , en la que
era menester por lo mismo salir algún tanto de las reglas comunes
atendiendo á su importancia ; y asi en lugar de reducirse á presen
tar un dictamen pii|oniendo la resolución que debe dar el Senado
ó las Córles^dijo f*Bntes es menester .que las Corles decidan si se ha
de entrar en la cuestión.
Eu las otras cuestiones ordinarias no sucede esto , sino que desde
luego se entra en la cuestión proponiendo lisa y llanamente la comi
sión su dictamen.
En el dictamen último y definitivo de la comisión se dice que la
tutela está vacante ; pero al mismo tiempo dice : yo no propongo esto
para que el Senado lo resuelva ahora en el momento: loque yo pro
pongo antes á la deliberaciou del Senado es, si, que se abra discusión
sobre si está ó no vacante la tutela, lié aqui, señores, lo que dice
el art. 1°
Se ve qge ahora tenemos que volver atrás, y que todo lo que s»
ha estado haciendo estos días ha sido perder el tiempo , porque se ha
mezclado otra discusión que no es la del dictamen. Por un lado se
dice que se quiere retardar; por otro que se quiere correr: yo no veo
nada de eso; yo veo que no se ha tomado la cosa en su verdadero
punto de vista ; y veo que parece que había una impaciencia en los
que por otra parte parece que manifiestan deseo de que la cosa s«
prolongue en arrojarse y entrar en la cuestión principal.
Resulta, pues , que se ha perdido el tiempo; pero ya que todos
reconocen que la cuestiou es tan grave, preciso es que procuremos
que su discusión sea muy ordenad j, muy melódica y de una manera
regular.
Este órden regular es el que propone la comisión ; pero la comi
sión, que propone en el art. 1? que se abra discusión sobre si está'
vacante ó no la tutela , la comisión, que manifiesta bien á las claras
cuál es su idea y su intención en el hecho de haber añadido otra
proposición que yo no habria puesto, la comisión, lo digo franca
mente, no ha expresado con bistante claridad cuil debe ser el objete
y el término de lo que expone; y hé aquí , señores, por qué yo ra?
he resuelto á proponer la enmienda, porque lis enmiendas ya saben
los Sres. Senadores que tienen por objeto, ó variar en alguu3 cosa
mas ó menos sustancial el articulo ó periodo á que se refieren , ó pre
sentar una redacción mas clara y mas circunscrita á la idea que 53
quiere expresar. Mi enmienda creo que abraza loi dos extremos; pre
senta una cosa que no propone la comisión y que es sustancial , e.tp
es, que la discusión sobre si está vacante ó no la tutela no ha de tener
el resultado ordinario que tienen las otras discusiones, que es el de
punto se declare suficientemente discutido lo han de resolver las
Córtes.
He hecho también en las palabras algunas ligeras variaciones
porque creo que mejoran la redacción, y como todo esto está tan en
¡as ideas del dictamen que ha presentado la comisión, yo creo que esta
no ha de tener dificul tad en admitir la enmienda , y que en lugar
del articulo señalado con el núin. 15 que ha propuesto para la vota
ción, convendrá en que se discuta y si vo'.e el que yo he sustituido
en su lugar.
El Sr. RUIZ DE LA VEGA: Pido la palabra en conlra de este
nuevo articulo si se toma en consideración la enmienda y la admite
como suya la comisión.
El Sr. ONDOVILLA: Yo no he dicho que el Gobjerno deba pro
poner ning'un proyecto ni proposición: be referido los hechos, y he
dicho que esto no ha venido aqui parlamentariamente. He referido
los hechos; pero no he dicho que el Gobierno debia haber presentado
una proposición ó proyecto.
El Sr. GOMEZ BECERRA; Convengo en que tal vez no habr i
dicho S. S. que el Gobierno debió presentar un proyecto ; pero S. S
ha dicho lo misino, porque ha vuelto á repetir que no ha remitido
esto parlamentariamente.
• El Sr. ONDOVILLA; Se me quiere hacer decir una cosa que yo
no lie dicho. Y repito que este negocio no ha venido aqui parlamen
tariamente; pero no he dicho que el Gobierno debiera enviar aqui
proyecto alguno sobre esto.
El Sr. PRESIDENTE: V. S. lo ha dicho y el Senado lo ha oído;
si ahora el Sr. Gómez Becerra vuelve á responder lo mismo, no sal
dremos en toda la noche de estas contestaciones."
Se volvió á leer la enmienda del Sr. Gómez Becerra , y i petición
de este señor el art. 99 del reglamento.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Pido con arreglo á este artículo que
la comisión manifieste si admite ó no la enmienda.
El Sr. P a ESI DENTE: Pero ai el Senado no la ha tomado en
consideración, ¿qué puede hacer la comisión?
• El Sr. GOMEZ BECERRA) Admitirla ó no admitirla; oponerse
á ella ó hacetla propia.
El Sr. CARRASCO: Señores, yo veo que en casos ¡guales se pro
ponen cosas diferentes. Se ha tratado hace un momento de la proposi
ción del Sr. Qnduvíll'a , y á ningún Seuador se le ha ocurrido hacer
esta observación á pesar de que estaba pre<ente el Sr. Gómez Becerra.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Yo he hecho esta observación
euando se trata de mi proposición, y no la hice antes porque no te
nia que defender la del Sr, Ondovilla"
 292
Se repitió !j lectara del art. 9) del regimiento. : cia coma cosa tan sencilla , natural é indiferente , es de tanta impor
El Sr. \ÍAríriNE2 DE VELAiCO: La oujoria.de la camision tancia y trascendencia que no puede ser mas; tanto como «i sé trata
no tiene ninguna objeeciou qu.' oponer á la enmienda del Sr. Gjuuz ra de si ha de haber Senado ó no ha de haber Senado; si ha de haber
Becerra , y la admi le. ó no Corles ; si ha de haber ó no Constitución. Nada menos', señores,
El Sr. PRESIDENTE: Se abre discusión sobre la enmienla del esta es la importancia de la cuestión en toda la extensión y latitud
Sr. Gómez B cerra adoptada par la comisión com¿> art. I'. del dic- que tiene , y que yo le doy , porque se le debe dar.
liiní";!. • ¿ Pero en qué consiste que no todos lo entienden asi?¿En qué?
El Sr. RTJÍZ DS LA. VE j V: Se"iores, es pira mi Un natural la En que vienen propuestas las rosas de un modo' nada franco ni con
onduotide la mayorii de\li omisioa en la adinsion de esta en-' forme al recto y natural sentido de lo que »e quiere decir: vienen
niienJa , <¡u- por esa pedí contra ella la palabra anticipadamente, los pensamientos disfrazados bajo el velo de palabras redactadas de
por ;i llegaba á la ñarse en consideración como lo sup-niia ; sin que modo que pueden inducir á diversos sentidos é inteligencias. De aqui
me del u viese á hacer l.i asi la circunstancia detener también pedida sin duda provienen tantos incidentes como hemos notado en esta dis
l.i palabra ejntra el articulo pr. tuitivo de dicha mayoría. Esta en su cusión , tantas cue-tiones de orden, tantas preguntas para votar, y
posición y sentido ha obra 1 1 perfectamente : yo hubiera hecho lo tanta ansia de pedir aclaraciones para entender bien el sentido-de lo
mismo cu su casa; porque la enmienda y el articulo son una misma que se volaba. Esto indina la perplejidad que reina y ha reinado en
cosa , un mismo pensamiento. Yo no me pjro nunca en nombres ni los ánimos de muchos señores que dudaban y no sabían loque habían
accidentes, sino que me voy derecho á la sustancia y realidad de de hacer. Yo aprovecho cun placer esta ocasión para aplaudir cordial-
las cosas. Digo y repito que el articulo de la comisión y la enmien menle la conducta i m parcial del Sr. Presidente , á quien compadezco
da del Sr. Gómez Becrra son una cosa misma, y expresan un mismo en verdad , por.|ue no sé cómo ha podido ir acertando á desembara
ynnsa nienlo, aunque con la notable diferencia de que el Sr. Gómez zarse de las dificultades de tales incidentes, que le cogen de improviso,
H-iérri expresa-mucho mejor lo que qiierela comisión y con mu ' que son de una naturaleza tan rara, que solo el laclo exquisito que
cha mi» habilidad qu- la comisión misma, pues esta, como ya lo me complazco en admirar en su S. S. ha podido dar vado á dichas
inliqué en otra ocasijo, ni aun si | diera habid acertado á expresar dificultades y sacarnos ;i salvo de sus embarazos.
10 que queria decir. Ya, pues, lo sabemos claramente, y asi podremos Esto, digo, no es comnn; esto no se ha visto nunca. ¿Qué quiere
mirar de lleno y sin rodeos en la cues I ion. Y .i eite propósito diré decir esto? ¿De qué nacen estas perplejidades? Nacen de que no se en
de paso que á mi no me gustan estos rodeos y accidentes, los cuales tiende lo que se quiere decir, porque no se dice Hel modo y con la
mas bien asientan á las minorías, como lecumos de que se valen na claridad que corresponde; que aqui desde el principio hasta el fin
turalmente para ampararse y tomar alg un desquite ó desahogo con hay un sistema de rct icencias ; guardándose cada uno (por decirlo
tra las derrotas que temen , ó experimentan en la votación: aqui sin asi) la malilla, y procendiendo de un modo (como si dijéramos) in
embargo todo está cambiado, la mayoría está haciendo el papel de sidiosa, con lo que todos estamos como recelosos y escamados.
mlno-ia, y de aquella estau naciendo, como lo vemos, todos estos in Por eso lo que unos entienden como muy natural y sencillo á
cidentes, sin embargo de que tiene asegurada la votación, otros les parece muy grave, trascendental é importante. Dije que la
P,i?s yo, que lejos de tenerla, no espero ganar votación alguna por cuestiou presente en toda la extensión que tiene y yo le doy importa
que s '■ que estoy en minoría, desdeño sin em bargo estos recursos ó .sean tanto como aniquilar y destruiré! poder del Senado; y en efecto, si
arddes parlamentarios y me voy derecho al ton.lo de la cuestión, en él se ha de discutir un punto que no ha de votarse en el Cuerpo
porqdi a lo único que aspiro es á sentar mi razón y hacerla oir, que mismo, sino en otra parte, esloes lo que yo llamo destruir su poder,
11 mi razón es buena, gánese ó piérdase la votación , yo siempre ga y subvertir una de las bases mas esenciales del sistema represrnlativo^
naré algo, y es la justa apreciación del valor de mi argumento, que de ese sistema que tanto se encarece, y cuyo maravilloso artificio se
ti co se aprecia aqui, se apreciará en otra parle. está siempre ponderando. Sí, señores: con la admisíonde la enmienda
Vamos, pues, al asunto : dice la enmienda del Sr. Becerra, con del Sr. Gómez Becerra, adoptada ya por la mayoría de la comisión,
vertida ya en articulo de comisión, que se abra discusión en el Se toda esa máquina que se dice tan maravillosamente combinada , pre
rillo (esto es, en uno de los dos Cuerpos colrgisljdores) sobre si está parada y dispuesta, cae absolutamente por tierra, y lodo ese aparato
ó no vacante la tutela de S. M. pan que después de que quede en él de sistemas, teorías y doctrinas constitucionales no será mas que
a tíicienlemente discutido el punto se resuelva después en las Corles un tejido de frases huecas y de palabras vacias de signi Rcacion.
(esto Cí, en los dos Cuerpos colegisladores reunidos). De modo que lo Y en verdad, señores: ¿cuál es el objeto de esa institución de los
q le se pi le es que se discula en una parte, y se vote en otra: que era- dos Cuerpos colegMadores , uno que se llama Senado, y otro que sis
pedemos aqui en el Senado la deliberación, y que no la completemos llama Congreso ? No es otro ciertamente que el de contrabalancear el
en '! basta su natural Cu y término; y eslose propone coa tal saga poder por un recíproco veto, queven^a en último resultado á contener
cidad, que parece que no contiene en si nada de particular, sino que las demasías y los extremos. Este sistema es el resultado de la expe
es una Cosa tan sencilla, lisa y llana que se está cayendo de su pro riencia de los siglos , es la realización de un pensamiento, aunque en
pio pesa. Pues á pesar de S. S. y de toda su' habilidad, no es asi cier- si sencillo, no bien entendido antes ni aplicado entre nosotros ; y esle
tMinute. pensamiento es el de cjue para obrar es necesario haya un impulso ó
Señores, aseguro ni Senado con tolo mi corazón que no vengo movimiento; pero que para obrar acertadamente es al mismo tiempo
preparado esta noche para nadar treinta y siete horas hace que no preciso que haya una moderación ó regulación del mismo movimien
uve he desnudado, y sesenta y dos que no he dormido, y no ha sido to. Para eso son los dos Cuerpos ; porque si no, no se necesitaba mas
esto por cierto á causa de ningún pasatiempo, mió voluntario, sino que uno.
par ocupaciones urgentes y dependientes todas de trabajos del Sená- En otro tiempo, cuando había sesiones de noche en este mismo sa
de.; y claro es que bajo tales circunstancias no vengo absolutamente lón, no h.abia mas que un Cuerpo, porque entonces no se conoeia bien
preparado con anticipado estudio para esta discusión, ni he podido entre nosotros la necesidad de los dos, ó sea la teoría explicada, y
l.r.cr mucha sobra de li'inpo en verdad para prepararme. Sin em yo estaba también en la ignorancia de ello; pero han trascurrido mu
bargo, entro desde luego en esta cuestión con ánimo mas brioso y chos años, y la fuerza de la verdad ha venido con ellos á introducir
cun una fuerza mayor que la que sentia cuaudo me puse el día de entre nosotros, y á demostrar, que si bien es necesario que haya un
113er en aquella tribuna para combatir el proyecto de la mayoría Cuerpo que dé á la máquina todo el impulso y movimiento que se
'le la comisión en su totalidad ; y esta fuerza nace de la superiori quiera , también es necesario que baya otro que evite y corrija el de
dad de razones que siento uie asisten en esta ocasión, y que estoy masiado ímpetu del primero.
seguro que será sentida de todos les hombres que no quieran cerrar, A este son llamados agentes fuertes y vigorosos; al otro hombres
\ ulutitariamen'te los ojos á la luz de esas antorchas que nos alumbran. maduros y de temple diverso: nada de lo que en un Cuerno se acuerde
Señores, no bago mas que improvisar; yo mismo no sé lo que puede tener efecto sin la aprobación del otro, para que asi se sirvan
voy i decir: esto es, no sé el orden con que expresaré mis razones, de mutuo contrapeso : en caso de que las resoluciones del Cuerpo de
pero si sé que son fuertes y poderosas, y no importa que las exprese movimiento puedan parecer demasiado impetuosas, el Cuerpo mo
con alguna irregularidad derador tiene el derecho de corregirlas y neutralizarlas con su Veto,
Señores, es tan importante, tan grave, ta'a trascendental el ob y si eite por su parle se presentase demasiado remiso y flojo , tam
jeto de esta enmienda del Sr. Gómez Beccvra (ó sea ya articulo de bién puede ser corregido y neutralizado por el yeto del otro Cuerpo
comisión), y sus consecuencias posibles son tau horrendas, que todo, qde le avive. Esta es la teoría.
lo dicho ¡interiormente relativo a l.i declaración de estar vacante la Para que la Constitución sea verdad es absolutamente necesario
l ítela de S. M. no llega ni can mucho en importancia ni consecuen que cualquier resolución, tanto del Senado como del Congreso, ten
cia á lo que aqui se propone. Con la declaración de estar vacante la gan en efecto su reciproco veto; porque si se da un caso, de una re
tutela Je 3.' M. se. cometería (como he demostrado en cuanto alcan solución que no pueda tenerlo, se acabó la prerogativa esencial de
zan mis débiles fuerzas) una infraeccion manifiesta , clara y térini^ cada Cuerpo, y la Constitución en esta base elemental es ana taen -
liante drl art. 60 de la Constitución: atentado en si grande, y acom tira : no hay Congreso; lio hay Senado ; no hay Cortes, en aira pala
pañado de gravísimas circunstancias ; pero el ña no seria mas que la bra, A esto vendremos i ¿parar admitiendo la enmienda del Sr. Gó
¡ufiaccion de un articulo constitucional; mas en lo qde aqui se pro mez Becerra.
pone, no solo se encierra la infracción de dúo y mas artículos cons Si esto no friese mas qde teoría', pudiera en cierto modo disimu
titucionales , sino lu subversión de las bases elementales y constituti larse este proyecto; pero es el caso que esta teoría, admitida ya por
vas de tos altos poderes del Estado. Si, señores, lu que aqui se pro la Constitución ,es una ley fundamental expresa, por lo quew mas
pone destruye y subvierte ; subvierte , repito , una de las bases mas extraño se venga á proponer su manifiesta infracción con tanta indi
importantes de la Constitución misma, y dcuquieia toda la teoría del ferencia como si fuese un asunto de poco -momento.
sistema representativo. La resolución de esta cuestión, qu» se anun- "Les Cuerpos colegisladorej 00 poe"den deliberar juntos , tfi en
 293
presencia del Rey," dice la Constitución en su art. 31. Pero se re La enmienda del Sr. Gómez Becerra , convertida en articulo por
plica: no propone la en mirada que deliberen juntos, sino que cada la mayoría de la comisión, que la acepta evidentemente infringe los
uno disruta en su respectivo Cuerpo; lo único que ban de bacrr jun artículos 31 y 38 ya citados, subvierte toda la doctrina constitucio
tos es votar lo que resulte suficientemente discutido en o*da uno de nal, y desnivela todos los poderes del Estado, i Que se abra discusión
ellos: á esta réplica responderé jo que todas esas son argucias y suti en el Senado, y que se vote en las Córles! No : no puede tenerse deli
lezas que para nada sirven, j que la rotación es una parte tan esen beración alguna que no se complete en cada uno de los Cuerpos. Si se
cial de la deliberación, que sin aquella no puede esta concebirse en su toma la resolución en las Cortes, ó sea por ambos Cuerpos reunidos,
verdadero y natural sentido, según la recta y propia significación ¿ cuál es el otro Cuerpo que puede poner un veto i esto? Ninguno;
de las palabras, que seria necesario alterar arbitrariamente para lo nadie lo puede contradecir; la Constitución en esta base esencial es
contrario. Deliberares determinar, resolver; esta es su significación una mentira.
en la lengua, y su verdadera acepción y sentido. ¿Y cómo se resuelve Me opongo, pues, con todo mi empeño i este pensamiento, y
sin votar? Para que pudiese proceder el sentido del autor de la en protesto altamente de esta infracción , de este escándalo.
mienda, y de la mayoría de la comisión, que la admite, seria nece El Sr. GOMKZ BECERRA: Señores, siempre la táctica ordina
sario sustituir en el articulo constitucional el verbo discutir al verbo ria: " la Consti rucion se dest ruye ; ¡ suicíd io horrendo! " Voces que
deliberar , baciéndolos sinónimos^, cosa que no se hallará en ningún significan mucho ; pero ¿ y la prueba? Esto es lo que no parece: yo
diccionario ni nadie tiene poder de hacer. Entonces el articulo diría: quisiera en este momento no ser sagaz; me ha llenado tanto el señor
"Los Cuerpos colrgisladoies no pueden discutir juntos, ni en presen Raíz de la Vega de sagacidad, que me hace tomar odio á esa palabra,
cia del Rey," y de aquí se seguiría que podían votar juntos, por pero el caso es, señores, que yo he presentado la idea mas clara, y
que no estaba prohibido, que es lo que parece que entiende el autor esto no es sagacidad ; esto es sencillez , buena fé, candor, decir las
de la enmienda y los que la admiten. cesas como son , llamarlas por su nombre: tal es lo qne yo he hecho,
Pues abora yo digo: luego los Cuerpos colegisladores podrán vo porque yo he desenvuelto el pensamiento de la comisión con solo
tar en presencia del Rey, porque bajo la supuesta redacción tampo 'añadir ana expresión que había dado por sobreentendida , ó que ha
co resulta prohibido. ¿ Y quién no ve la monstruosidad y el absurdo bía supuesto.
de semejante inteligencia ? ¿ Puede el Senado, puede ninguno de los No puede admitir el Sr.' Rui: de la Vega que haya deliberación
Cuerpos colegisladores votar en presencia del Rey ? Pues á esto es á sin resolución, y en este caso es menester que S. S. haga enmendar
lo que conduce semejante perversión del significado y sentido recto el Diccionario de la Lengua castellana , porque ese verbo deliberar
de las palabras. La votación, pues no hay duda en ello, es parte tiene el significado de discutir, examinar y resolrtr : también se toma
esencial de la deliberación, porque sin ella no hay resolución. Sí según el mismo Diccionario en el solo sentido de meditar, reflexio
aquí se discute una cosa, y no se vota , ¿qué es entonces lo que aqui nar, discutir, examinar sin resolver, y en este sentido es en el que
se resuelve? ¿Qué ha hecho ó deliberado el Senado? Lo que hará, si claramente le ha tomado la Constitución ruando ba dicho que los
liega i admitirse esta enmienda, es cortnrse la cabeza y abdicar todo dos Cuerpos colegisladores no pueden deliberar juntos; pero no pue
su poder, perdiendo su prerogaliva esencial, y yendo á embeberse de haber dicho que no pueden resolver juntos, porque hay casos en
en un Cuerpo mas numeroso que destruya su equilibrio constitucio que la misma Constitución manda que resuelvan, no que deli
nal, y absorba su fuerza y la consuma. La razón proporcional de po- beren, y este caso es el nombramiento de Tutor, Regente &c.
ler entre el Senado y el Congreso es de tres á cinco ; es decir , que Es dreir, que en ese articulo la palabra deliberar tiene el
el mismo poder constitucional tienen tres votos del Senado que cinco sentido de que se examine la cosa sin resolución; entonces no
del Congreso , y este poder queda destruido si se admite la eninien- hay quien ponga el veto; ¿y qué necesidad hay de veto? ¿Dón
di: el Senado pierde indudablemente su prerogaliva, porque, junto de está el principio que establece que haya de haber ese reto?
y embebido en el otro Cuerpo, no tiene ya aquella proporción. En las resoluciones que son privativas de las Cortes, las Cortes pue
Si no se quiere que haya Senado, dígase claramente, y hágase para den hacerlo reunidas, porque la Constitución las autoriza; y sin
•ístruirlo otro nuevo y estrepitoso pronunciamiento: si tal fuese embargo de que no hay veto, lo qne las Córles hacen, hecho se queda,
posible ó sucediese, echarianme de aqui á empellones, y no podiendo y muj^ bien hecho.
yo resistirlo tendria que salir, pero á la fuerza; me malaria otro, Pero, señores, yo he lomado á mi cargo nna defensa que no me
pero no me malaria yo á mi mismo. jCuicidaruie yo, contribuir con compele, porque ta defensa que yo estoy haciendo compete al Sena
mi voto á perder la prerogaliva esencial que constituye mi poder! do, al Congreso, compele á las Cortes ; á estas es á quienes se niega
No señor, no ; nnnea. sus facultades: f pues qui? no ha reconocido S. S. que cuando se tra
Pero veo que ya se trae pof antecedente el caso de la reunión de tó de la Regencia hubo disensiones separadas en los dos Cuerpos cole
los dos Cuerpos colegisladores para deliberar sobre el número de gisladores? Este es un hecho: si S. S. no le hubiese admitido debia
personas de que debia componerse la Regencia. Aquello (digo yo) tener paciencia; se quedaría en minoría si hubiese pertenecido á es
en primer lugar, puede considerarse, no como una resolución , sino te Cuerpo, y hubiese tratado de sostener lo contrario; pero lo cierto
como una parte incidental del mismo nombramiento, para el que no es que este es un hecho , y un hecho de ayer : ayer deliberaron los
hay duda tenían facultad las Cortes en cuerpos reunidos. V si asi no dos Cuerpos separadamente y se reunieron para votar. Pues sí enton
fuese, y se entendiese aquella como una verdadera deliberación sobre ces pudieron tenerse esas discusiones separadamente para reunirse
punto aparte del nombramiento, digo y diré que es mal precedente después i votar , porque se trataba de rosas que tenían relación con
en mi concepto, y que esta es la perniciosa tendencia que estos tienen, aquello que no podía hacerse de otro modo, ó que se había de hacer,
á saber: que tras de uno menos grave, y en materia si se quiere porque así está prevenido por los dos Currpos reunidos, ¿no- estamos
dudosa, viene otro mas importante y en materia mas clara ; tras él en el mismo caso? ¿Cómo se trata de nombrar tulor sin saber si la
otro mas considerable, y queda asi abierta una brecha inmensa en la tutela está vacante? Cuidado , señores, que no he manifestado toda-
Constitución. ria mi opinión sobre esto, ni la manifestaré ahora: no se trata abora
En este mismo momento me viene á la memoria otro articulo cons de nombrar tutor, antes han de decir las Cortes si se está en- el caso
titucional, de que si me hubiera acordado antes lo hubiera podido traer del nombramiento, y para esto propongo que se abra discusión, sin
en mejor lugar para esforzar mi argumento; pero sea como quiera, embargo de que llevamos ya tres días de ella.
ya que de él me acuerdo ahora, haré uso de él, retrotrayéndolo á su El Sr. Ruiz de la Vega no quiere matar al Senado , no quiere
propio lugar : hablo del art. 38 de la Constitución , en que termi que se suicide , porque como la proporción en el número de señores
nantemente se dice que "Las resoluciones en cada uno de los Caer- Diputados y Senadores está de tres á cinco, cuando se reúnan loados
pos colegisladores, se toman á pluralidad absoluta de votos." Con Cuerpos á votar tiene mas votos el Congreso que el Senado. A esto
vista de tste articulo expreso, vuelvo á hacer la misma pregunta diré yo lo que ya se ba repetido muchas veces : no se trata de cons
que antes, á saber: ¿puede haber ni concebirse resolución sin vota tituir un derecho, sino del derecho constituido; así esti estable
ción? Luego si la resolución ha de tomarse en cada uno de los Cuer cido, que con esa proporción voten en los negocios que la Constitu
pos, es necesario también que la votación se haga en cada uno de ción dispone lo hagan reunidos los dos Cuerpos colegisladores. Siesta
ellos ; y nótese que el articulo citado lo mismo habla de las leyes que disposición existe, no podemos infringirla; en la Constitución está es
de las demás resoluciones, cualesquiera que sean. Si la rotación del crita , y se ha de cumplir.
punto que aqui en el Senado se discute ha de hacerse en las Cortes, ¡Que se suicida el Senado! No, señores; no se suicida : el Senado
como quiere el Sr. Gómez Becerra, ¿cómo se entenderá la disposición es una institución que está bien fundada en la misma Constitución;
terminante de este art. 38 constitucional? ¿Cómo podrá ser que la la Constitución subsiste; la Constitución subsistirá , y entonces el
resolución se tome en cada uno de los Cuerpos colegisladores, y con Senado subsistirá también , y subsistirá como ha subsistido hasta
respecto A la fuerza de cada uno de ellos, lomada esta del número ahora, á pesar de que ba tenido esos embates. No tema el Sr. Ruiz
total de los individuos que le componen como dice el articulo? No de la Vega que porque concurra á esas votaciones en minoría el Se
pudiera ser ciertamente. Véase, pues, como apartándose del verdade nado se suicide : al contrario , ese será un medio de que continúe
ro sentido y letra de la ley, y pervirtiendo la verdadera significa- ejerciendo su alta misión, desempeñando sus funciones importantes,
cacion de las palabras, todo es confusión y contradicciones. Por el y el medio es acomodarse á la Constitución y sujetarse estrictamente
contrario, estando rigorosamente á la letra de la ley, y tomando las á lo establecido en ella. La Constitución dice que los Cuerpos cole
palabras en su natural acepción, como todos las entienden, y como gisladores no pueden deliberar juntos : pero hay un punto en el eual
están en los diccionarios, generalmente autorizados, todo es llano y es necesaria la deliberación: la cuestión la examinan separados,
fácil , y todo se concilia : entendiendo, pues, deliberar por determi pero no puede votarse ni por uno ni por otro Cuerpo separadamente;
nar y resolver , que es lo que propiamente significa , y como lo usa. el y hé aqui lo que la comisión decia en su articulo , y lo que yo sin
art. 31 de la-Coastitucion , todo se comprende, y todo resulta en ar sagacidad, todo al contrario, sencillamente , he puesto mas claro.
monía. Yo no sé si estoy en el cajo de defender mi articulo en otro sen
S._TOMO I. 84
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t'.do, porque tí no lie comprendido mal, el Sr. Rniz de la Vega solo
le ha atacado ta cuanto á la parte de que deliberen las Cortes; pero
aunque S. S. no le ha combatido en otro sentido, creo de mi deber
sostenerle en todo, y de consiguiente en el otro extremo que versa
sobre que se abra esa discusión importante y se lleve hasta el punto
de declararla suficientemente discutida. .Seré breve, porque he ex*
presado ya en este lugar casi todas las ¡deas que yo tengo sobre esto.
(El Sr. San Miguel (D. Juan Iftpomuceno) pide la palabra). El ne-
negocio está reducido á que habiendo venido aqui , no puede dejar
de examinarse; que siendo de la atribución de las Cortes, es preciso
someterlo á estas; que ta prensa, que la tribuna, las conversaciones
particulares, en fin, que todo hace que sea necesaria una resolución,
y ahora añadiré uu nuevo motivo.
* Al Senado ha venido un mensage del Congreso de Diputados que
anuncia que aquel Cuerpo ha tratado de esa cuestión: señores, ¿enton
ces nosotros podemos decir que no queremos tratarla? ¿Querríamos que
•i en circunstancias iguales el Senado remitiese un mensage al otro
Cuerpo colegislador, aquel Cuerpo le hiciese el desaire de decir: no
ha lugar á deliberar, no queremos que se examine esta cuestión? No
señor: una cosa es que usemos del deiecho que tenemos para emitir
libremente nuestra opinión, y otra que cuando llegue el caso de vo-
tar ó de resolver no tendamos bastante fuerza para decir: á votar, á ■
resolver ; ese es nuestro deber, y es necesario cumplirlo: en este caso
está la cuestión, y no puede dejarse asi sin graves males; no sabemos
las consecuencias que podrá tener esta misma ansiedad pública, y
los derechos del Senado, su decoro mismo están interesados en que
aborde esta cuestión , en que la examine , en que la considere bajo
todos sus aspectoi con la detención y madurez que acostumbra.
A las Cortes corresponde la resolución de lo que ya he indicado,
es una necesidad da que no se puede prescindir; pero supongamos por
un momento que no lo resuelven los Cuerpos colegisladores reunidos;
supongamos que el Senado resuelve que no está vacante la tutela, y
que el Congreso resuelve que lo está; ¿qué se hace en este caso? ¿Qué
resolución se adoptará? ¿Dejaremos la cuestión en pie? Asi es, seño
res, como la ansiedad pública va tomando mas cuerpo; asi es como
»<■ conduce á los pueblos i las revoluciones. Si en el un Cuerpo co
legislador, repito, se declara qne la tutela no está Tacante, y el otro
Cuerpo ha dicho que lo está, -¿qué se ha de hacer? ¿Asi se dejan las
cosas, los negocios de Estado, en que toda la nación tiene tanto inte
rés? ¿Se abandona asi un asunto de tanta importancia? Uno dice si,
otro no: yo me estoy sin hacer nada; pero, señores, no es en este con
flicto en el que debemos entrar: aprobemos el pensamiento de la co
misión, que no puede ser mas juicioso y mas prudente. • sabidas reciprocamente por uno y olro Cuerpo, se trató de improvi
Se ha querido que en esto haya una discusión determinada, cuan
do habria podido proponerse simplemente lo que hace al caso, y
entrar en la discusión, y hubiera salido lo que hubiese salido: he
dicho antes que debe haber una. discusión para que se abra otra so
bre la cuestión principal, y esto es lo que estamos haciendo. Mi
voto, mi opinión, consignada en el articulo, es que se debe abrir
discusión para examinar si la tutela está ó no vacante; y como no
puede resolverlo el ¿enado, es consecuencia necesaria que lo hagan
los dos Cuerpos colegisladores.
El Sr. PRESIDANTE: Debo deshacer una equivocación que ha
padecido el Sr. Gómez Becerra. Aqui no ha venido mensage alguno
del otro Cuerpo colegislador respecto á esta cuestión.
El Sr. COMEZ BECERRA: Siento mucho haberme equivoca
do: como no asisto al principio de las sesiones, pues me hallo ocu
pado en el tribunal , lo he preguntado á uno de mis dignos compa
ñeros , y me ha dicho que ha venido el mensage; mas sea lo que
quiera, el hecho es que es público, porque publicamente se ha dis
cutido este negocio.
El Sr. PRESIDENTE: No es extra.'mque V. S. se haya equi
vocado, porque asi creo lo han anunciado algunos periódicos; pero
aqui no ha llegado el mensage.
El Sr. RUIZ DE LA VEGA : No gusto en general de hacer rec
tificaciones; pero hay algunas que, como esta que voy á hacer, son
muy importantes. Ha supuesto el Sr. Gómez Becerra en su discurso
que lo que propone en su enmienda no es cosa suya, sino derecho
i-onstituido. Es derecho constituido (digo yo) que las Curtes, esto es,
los dos Cuerpos reunidos nombren tutor al Rey ; pero no es derecho
constituido que las Cortes, esto es, los dos Cuerpos reunidos hagan
la declaración de estar ó no vacante la tutela, porque esto es resol
ver una cuestión, y las resoluciones han de tomarse en cada uno de
los dos Cuerpos.
Pero urge S. S. , y con aire de extrañeza pregunta : ¿pero cómo
puede comprenderse esto en caso de que los dos Cuerpos no estén con
formes? Como siempre se entiende, replico yo, y como todo el mun
do debe saberlo. Si el Congreso declara y resuelve en su seno que la
tutela está vacante , y el Senado resuelve en el suyo y declara que no
lo está, se queda la cosa sin efecto si no pudiese producirse avenimien
to por medio de comisión mixta. Asi es como se comprende.
El Sr. marques de FALCES: Bien conocerá el Senado que no me
mueve á tomar la palabra en esta cuestión la mas remota esperanza de
que prevalezca mi voto examinándola de una manera ó de otra; pbr-
que ya se resuelva este asunto por el Senado en particular, ó por am
bos Cuerpos colegisladores, es claro que los 21 ó 30 votos de los seño
res que probablemente seguirán mi opinión, según aparece délas tu.
:<>nei publicadas, quedarán perdidos en la mata de 200 óinas votos
cen que contarán los Cuerpos colegisladores, ya deliberen separados,
ó en común. De consiguiente repito que no tengo ninguna esperanza
ni interés personal que me mueva á hacer oposición al articulo que
se presenta por la comisión , comentado y explicado por otro Sr. Se
nador.
Tampoco rehusaré dar mi voto en uno y en otro sitio á favor de la
opinión que han defendido los señores que han hablado en contra del
dictamen de la mayoría de la comisión , y que estoy pronto á defender
si otro arrepentimiento como el de la sesión de esta mañana no me
impide hacer uso de la palabra. Ahora solo me propongo tratar la
cuestión como cuestión privativa de la corporación á que pertenez
co , como cuestión de prerogativa del Senado, como -- -stion entera
mente constitucional , y en ello habré llenado el juramento que he he
cho de contribuir con mis fuerzas al cumplimiento dé la Constitución
y de las leyes.
Al observar el giro que se ha dado á este negocio , que por cierto
es bastante raro, anómalo y diferente de lo que ha observado el Se
nado en circunstancias semejantes; al ver el modo con que la comi
sión propuso su dictamen, y la manera enigmática con que trata ds
defenderle, al considerar la cuestión principal bajo todos sus aspec
tos , cuestión que tiene, repito, un sello tan original y peculiar, que
la distingue , no solo ie todas las que se han tratado en España , sino
de cualquiera otra semejante que se haya ventilado en cualquiera na
ción del mundo, me preguntaba yo cuál seria el motivo por qué la
misma comisión proponía que el Senado deliberase solamente y des
pués se juntase con el otro Cuerpo para volar si está 6 no vacante la
tutela , y lo confieso , señores, yo no podia atinar, olvidando lo esen
cial de la cuestión principal, la razón por qué se proponía medio
tan insólito é innecesario.
Yo recordaba los antecedentes análogos en grado superlativo quo
esta cuestión tenia con la de Regencia. Allí habia las mismas cir
cunstancias: discordancia eptre los Senadores; la mayor parte opina
ban que estaba varante; algunos creian que no lo estaba, y lo mani
festaron con mas ó menos razones, y lo consignaron con sus votos;
pero sin embargo, aunque-quedó triunfante la opinión de vacante,
¿fue preciso recurrir al medio que se, propone? De ninguna manera,
la comisión propuso que estaba vacante, el Senado lo discutió asi, y
declaró por si mismo, solo, separado, como manda la Constitución,
que estaba la Regencia del reino vacante, y el Congreso declaró lo
mismo; es decir, que no se siguió el curso de los proyectos de ley
que se discuten en un Cuerpo violes y en otro después, sino que fe
discutió el asunto simultáneamente. Reunidas estas deliberaciones,
sar un decreto ó reglamento, en el cual se fijó el modo cómo se debia
entrar i usar de las consecuencias de esa duplicada declaración, cómo
se habia de nombrar la Regencia, de cuántos se habia decomponer, y
lógicamente se dedujo la consecuencia de que era menester que se reu
nieran para nombrar la Regencia. Nada mas lógico, nada mas na
tural, nada mas en órden; y por cierto que el Senado, sacudiendo la
lentitud que suele ser el sello de sus disposiciones, se apresuró y
ganó, como suele decirse, por la mano al Congreso, en términos qua
este no pudo llevar adelante su resolución.
Se adelantó el Senado, y con una rapidez que yo no creía permí •
tiesen las formalidades del reglamento , pero que el hecho demostró
posible, se anticipó é improvisó un reglamento; y cuando los Dipu
tados querían enlrar en la discusión del asunto, se encontraron con
el proyecto, tuvieron que admitirle, y el resultado fue el que s«
sabe. Pues yo quisiera que la comisión, el Sr. Gómez Becerra, qua
ha propuesto la enmienda, ó cualquier otro, nos dijeran cuál es la
diferencia que se encuentra entre ambas circunstancias, y sí hay la
mas pequeña, porque yo no la encuentro. Allí habia una declaración
expresa de S. M. la Reina como Gobernadora en que hacia renuncia
de este cargo en Valencia ; aqui no hay eso ; pero yo veo dispuestos á
los Cuerpos colegisladores á deliberar y juzgar como no necesario
este documento por mas que la razón y el derecho prescriban que
este documeuto es la base del edificio. De consiguiente hay disposi
ción á declarar vacante la tutela, como la habia entonces á declarar
vacante la Regencia.
Eslá claro por las votaciones preliminares que no ha de haber
obstáculo para esta resolución. Si en la exposición de las razones qua
hay contra ella, y que se han manifestado por los oradores de nues
tras opiniones, han parecido lentos los discursos , habrá sido culpa
suya por no poder expresarse con mas rapidez; pero no ba habido ni
exceso ni el mas remoto deseo de dilatar esta cuestión ,.que por otra
parte no es tan urgente que no pueda retardarse una semana. Así,
' pues, las cosas, ¿por qué no se dan los mismos pasos que entonces?
Porque , señores , es preciso no olvidar que cada Cuerpo, cada poder
tiene obligación de mantener ilesas sus prerogatívas ; son estas un
depósito sagrado que han recibido de la Constitución , no para gloria
y satisfacción de sus individuos, sino para que mantengan el equili
brio.entre los poderes del Estado y la marcha de la gobernación no
padezca entorpecimientos. Asi hay obligación de conservar ese depó
sito sagrado, y trasladarle á nuestros sucesores en los mismos términos
que la Constitución nos lo ha dado. Y, señores, por desgracia hemos
visto cuán fácil es encontrar motivos mas ó menos graves ó aparentes
para destruir hoja por hoja toda la Constitución; y ¡cuidado! que si
hoy por este negocio el Senado abdica sin motivo esta prerogativa,
acaso, con gusto quizá de alguno de los individuos que le componen,

en lo sucesivo tengan que lamentar desórdenes de consecuencia que
hieran en su corazón la institución misma.
Examinando la letra y espintu de esa misma Constitución no
puede negarse la fuerza y lo terminante de los artículos que aqui se
han leido. Señores, es cierto que en Ips diccionarios de todas las len
guas, y muy en particular en la española, rica en sinónimos y en
giros de expresiones, hay suma variedad en las definiciones, porque
al fin están formados por una congregación de hombres, que si bien
sabios, miran las palabras y todos los primores, por decirlo asi, de
la filología , bajo diferentes aspectos , y no se puede exigir de ellos
cierto rigor en la aplicación y definición de las palabras que no
tienen en el mismo lenguage común en que se emplean. Asi, el Dic
cionario de la Lengua si se abre por la palabra deliberar se en-
contrará que se pone como sinónimo de resolver en unos casos, en
otros de meditar, y asi suele decirse: "Se resolvió después de una
larga deliberación, " hablando de ¡un asunto cualquiera. Pero debe
mos atenernos al significado que le ha dado la ley y que está expreso
en el art. 34 de la Constitución, que no puede ser otro que resolver
al' mismo tiempo que discutir ; es decir , que la deliberación se com
pone de dos partes: primero de la discusión, y después de la resolu
ción ó votación. Esto es innegable y se convence cualquiera de ello
son solo hacer uña sustituciou de palabras. "Los Cuerpos colegisla-
dore» no podrán deliberar juntos ni en presencia del Rey" se dice, y
según la opinión que ahora se manifiesta podrían discutir separados
y votar juntos. Pues entonces el segundo miembro seria un absurdo.
No pueden votar juntos ni en presencia del Rey, y pueden dis
entir juntos y en presencia del Rey. Nadie ba dicho hasta ahora que
pueda presentarse el Monarca mientras- discutan , y se salga de la
tribuna al ir á votar, y no es posible tampoco que en un mismo
renglón tenga esa voz dos significados distintos. ¿Cómo han de poder
las Córtes discutir juntas ni en presencia del Rey, y no han de votar
juntas? Luego i„-.á bien puesta esa palabra, palabra propia y que
no parmia posible diese lugar á interpretaciones. Me parece, pues,
está evidente , sin que sea preciso decir mas, como acontece en todas
las cuestiones sencillas en que se agotan pronto las razones, porque
viene la verdad evidentemente á los'oios.
¿Pero habrá acaso alguna tentación para infringir el articulo
constitucional ? ¿ Acaso por apresurar el tiempo , ó por lograr otro
objeto, nos saldiemos de las formas? ¿Parece acaso á algunos señores
que se aleja el fin de este negocio, que con tanto ardor desean ? Pues
tampoco, señores, hay motivos para ese temor, aunque tan peque
ño. Yo quisiera que por minutos se apreciara de qué modo se gasta
ría mas tiempo , si en lo que propone el Sr. Gómez Becerra , ó en lo
que decimos nosotros y la Constitución manda.
El temor manifestado por S. S. de discordancia entre uno y otro
Cuerpo es quimérico , porque no estamos distantes muchas leguas de
un Cuerpo á otro ; se sabe lo que delibaran unos y otros , y cuántos
votos ha habido en otro lugar contra la declaración de la vacante.
Por consiguiente, con evidencia se puede decir que el Congreso deci
dirá que está vacante la tutela y también el Senado. Pues entonces,
¿á qué este sacrificio de sus facultades ? Esta no es una indicación
insidiosa de un adversario; es el celo de un hombre honrado, que
se lamenta de que por un motivo tan leve se destruya esta institu
ción. Acaso acaso del Trono no queda ya, señores, mas que un pe
dazo de madera cubierta de terciopelo, y acaso acaso este se destru-
7 a pronto; ¿pero el Senado por qué ha de apresurar su ruina prece-
d iéndola con su propia destrucción? ¿Con qué fin esto, señores? (Los
Sres. fieros, Ladrón de Guevara y Camputano piden la palabra en
pro). ¿A qué con tan leve causa un sacrificio tan enorme? Rogaria,
pues, al señor autor de la enmienda que sustituyese á ella, que en
lugar de discutir solamente sobre si esta vacante la túfela, se hi
ciese la declaración que corresponde sobre si está vacante ó no, co
municándose después las resoluciones convenientes, para que á se
mejanza de lo que se hizo en la cuestión de Regencia, se procediese
al nombramiento de tutor. Estos son los principios y opiniones que
manifiesto, sin calor y sin grande empeño, pero si con el deseo de
que se mantengan las prerogativas del Senado, prerogativas que le
ha concedido la Constitución para mantener ese equilibrio y ese
contrapeso, tan neces.irio para la felicidad del pais.
El Sr. HEROS : Señores, voy á ser sumamente breve, brevísimo;
y principio por decir que el Sr. marqués de Falces no ha sido exacto
en la comparación que ha querido hacer del caso en que nos encon
tramos y el caso de la cuestión de Regencia. Lo concerniente á la
Regencia fue enteramente diferente en su origen del caso en que nos
encontramos. La Regencia estaba vacante, y el Senado no declaró
que lo estuviese. El Gobierno pasó aqui los documentos de que resul
taba que S. M. habia renunciado la Regencia; estos documentos vi
nieron aqui para que examinásemos si oran auténticos ó no , y yo,
cine tuve el honor de ser de aquella comisión, junto con algunos se.
ñores que me escuchan, declaramos que los documentos eran auténti
cos, y que probada su autenticidad, se estaba en el caso de proceder á
lo que prescribía el art. 67 de la Constitución. De manera que no
hubo aqui declaración de vacante de Regencia porque estaba vacante,
y lo que había que justificar era si lo estaba ó no legalmente. Yo
•reo que todos los que me escuchan saben que este fue el estado ver
dadero de la cuestión. Por consecuencia este caso es, como he dicho,
enteramente distinto del en que nos encontramos, pues que hay du
das sobre si está ó no vacante la tutoría, y no hay documentos para
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declarar ó decidir si lo esta S no; y como tiene que seguirse á esa de
claración el nombramiento de tutor, es claro que el mismo que lie.
ne derecho á nombrar tutor tiene que hacer esa declaración. Fuera
de esto , yo creo que es de absoluta necesidad y urgencia el que esta
punto se declare, y se dé un tutor á S. M., sobre lo cual, tan breve
como he sido al principio, lo seré ahora para manifestar dos motivos
que en mi opinión exigen que se haga cuanto antes este nombra»
miento.
Ya en otra ocasión dije que los intereses de S. M. la Reina Doña
Isablel II reclamaban imperiosamente el que hubiese una persona
que al momento, y á la vista de todos ellos, tratase de cuidarlos. Si
esto se puede hacer desde larga distancia lo dejo á la consideración
del Senado. Pero hay en el dia dos mol i ros que bsitta indicarlos para
que el Senado se penetre de la urgencia de que una persona, sea cual
fuere, venga á encargarse de- los intereses de S. M. En el Congreso
de Diputados se ha presentado un proyecto de ley sobre abolición da
los derechos del Patronato Real. Yo pregunto sí tan alta cuestión
no exige que haya una persona responsable, inmediata, que defien
da, ó al menos estipule sobre ese punto lo que pueda ser en benefi
cio de los Reales intereses.
En el Congreso de Diputados hay una ley pendiente sobre vin
culaciones, yes menester que haya una persona que reclame so
bre si los bienes patrimoniales tienen el carácter ue Mayorazgo ó
no, para saber si los bienes de Doña Isabel II por sucesión de sus
padres seguirán á sus sucesores. Yo pudiera extenderme en otra
porción de asuntos de ínteres que deben llamar la atención de los
españoles sobre los intereses de su Reina.
Hasta ahora no se ha tomado la cuestión sin» por una parte,
parte digna en verdad; pero hay otra , señores, que toca á los in
tereses de la monarquía, y al fin los intereses de la Reina menor
exigen que haya una persona que esté al frente de ellos. Concluyo
lo que tenia que decir.
El Sr. SAN MIGUEL ( D. Juan Nepomuceno): Pido que se lea
el art. 1? de la ley de»19 de Julio de 1837 (Se leyó).
Será breve, porque no quiero detener en manera ninguna al Se
nado. La leona constitucional sobre la esencia de los dos Cuerpos
ya la ha manifestado el Sr. Rniz de la Vega, y estoy enteramente
conforme con sus doctrinas; y debo estarlo, porque sou conformes á
lo que establecieron las Córtes constituyentes al formar el espíritu
del Cuerpo legislativo.
La ley de 19 de Julio de 1837 obliga al Senado, obliga á los dos
Cuerpos á que cumplan loque allí se preceptúa, y necesariamente
debe obedecerse mientras no se revoque por los trámites que la Consti
tución concede.
El art. lí de esa ley dice expresamente que el Senado y el Con
greso de los Diputados no podrán reunirse en un solo Cuerpo sino
para los actos de abrir las Córtes, de tomar juramento al Rey ó al
Regente, de elegir este, ó de nombrar tutor al Rey menor.
Yo pregunto, señores: ¿por ventura nombrar tutor al .Rey me
nor es declarar vacante la tutela del Rey ? ¿Son sinónimos estos
significados ? Si se me responde que si , digo que no tengo lo que se
llama razón.
Si son diferentes casos los de declarar vacante la tutela de S. M.
á los de nombrar tutor; si la tutela está ocupada de hecho ó de de
recho , ¿cómo puede decirse ahora que se nombre tutor?
Lo que dijo el Sr. Heros en contestación al Sr. marques de Falces
sobre el asunto de Regencia es inexacto. Poco importa que entonces
estuviera vacante la Regencia ó que estuviese en duda; lo cierto es
que venidos que fueron los documentos que el Gobierno remitió res
pecto á ese negocio, el Senado habiendo oido el informe de una co
misión de su seno declaró que eran auténticos; consiguientemente
declaró también que se hallaba vacante, y dijo que se estaba en el
caso del art. 57 de la Constitución. Es lo único que puede declararse
ahora , diciendo que se está en el caso de lo que dice el articulo.
Pero esto lo ha de decir cada Cuerpo separadamente, no ¡untos; por
que no puede hacerse por los dos, en virtud á que es contrario á lo
prevenido en el art. 31 de la Constitución.
Deliberar no ha de entenderre de la manera como lo entienden
algunos señores. Podrá decirse que se ha discutido un asunto, que se
ha examinado ; pero no podrá decirse que se ha deliberado si no ha
habido resolución sobre ello. Pero según ha dicho el Sr. marques de
Falces , sea cual sea la acepción que pueda tener e\ verbo deliberar
en otros asuntos que no sean de los prescritos en el art. 31 , no pue
de dejar de comprender el significado de resolver.
Pero ademas, señores , ¿qué duda tiene el art. lí de la ley de 19
de Julio de 1837? No puede reunirse, dice , el Senado ni el Congreso
en un mismo Cuerpo sino para tales y tales cosas, para nombrar tu
tor , no para declarar que estamos en el caso de nombrarle, poique
son dos ideas enteramente diferentes, son enteramente opuestas. Y,
señores, con esta diferencia que se quiere introducir , se da un golpe
á la Constitución y i la ley de 19 de Julio de 1837. ¿Y no podemos
temer que se haga otro tanto con otro negocio?
El Sr. Gómez Becerra queria que ese articulo de la deliberación
se entendiese solo para la formación de las leyes. Y que ¿ es menos
importante por acaso el asunto de que tratamos que el de la forma
ción de una ley? Yo quiero, señores, que se siga lo que etlí mandado
y establecido , que es el que los Cuerpos colegisladores no puedr»
reunirse sise para nombrar tator t pura otros casos que la ley desig
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na. En este supuesto, el Senado debe ser celoso en conserrar ilesa M
prerogativa, y al mismo tiempo en conservar también la Coustitu-
aion , como be tenido necesidad de decir ayer.
Puesto que no hay inconveniente, ábrase discusión y no se acuer
de que se declara que está vacante la tutela , pues está en contrapo
sición con lo prevenido en la Constitución, en las leyes y en los
principios y condiciones del Senado.
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: He pedido la palabra para
contestar al Sr. Senador que ba citado el articulo de la Constitución
que previene que los dos Cuerpos colegisladores no pueden deliberar
juntos. SVS. ba entendido que la palabra deliberar envuelve discusión,
resolución , y esto no lo ba demostrado S. S. , porque deliberar sig
nifica algunas veces discusión, y otras resolución. £n ese articulo yo
comprendo que no se puede entender la palabra deliberar , como re
solución, porque estaba entonces en contradicción con la ley de 19
de Julio de 1837., en que entre otros casos en los cuales las Cortes
pueden reunirse en un mismo Cuerpo, es cuando bay necesidad de
nombrar tutor al Rey menor. Aquí no se habla sino del nombra
miento, y nosotros no hemos de entender sino la letra del articulo, y
este convengo en que no babla sino de la votación; pero está de
consiguiente comprendida la discusión, porque se supone que antes
de la votación ba de haberse deliberado sobre si está vacante la,
tutela.
La votación del tutor rupone la vacante de la tutoría. La vacan
te de tutoría siu discusión no puede tener lugar en muchos casos.
Yo bien entiendo que no sea necesario discutir si la ti/lona está ó
no vacante cuando la Madre tutora haya muerto ó contraído segun
das nupcias, porque este es un caso de tal clase, que cualquiera puede
hablar de él ; ¿ pero qué se ha de hacer en el caso en que nos halla
mos? ¿ Estamos en el caso en que la Reina Madre Tutora de la au
gusta Reina no ha muertp -ó contraído segundas nupcias? No: la co
misión ao se ha fundada sobre estos dos puntos en la declaración que
propone al Senado de que la tutoría está vacante.
Hay , pues, casos que son difíciles, que no se pueden resolver tan
fácilmente y que deben resolverse por los Cuerpos colegisladores, que
teniendo el derecho que les concede la Constitución de votar la Regen
cia, yel tutor del Rey, es á quien puede pertenecer declarar al mis
mo tiempo que se está en el caso de nombrar el tutor, cosa que pide
discusión , examen y detenimiento.
Podría suceder que la tutoría debiese declararse vacan te por cau
sas muy difíciles de definir ; podría suceJe r que hubiese necesidad
de nombrar tulor á la Reina porque la tutora abusase de su cargo,
porque dilapidase los bienes: hablo en un sentido hipotético, en la
suposición de que esto sucediese, no se crea ni entienda que yo trato
de hacer aplicación de lo que digo: es una simple suposición de que
hubiese un tutor que diera mas de un motivo ó razón para privarle
de su cargo, y removerle por el abuso que hiciera de él, bien en la
parte de la- administración de los bienes del Pupilo, bien en la parte
de su educación ó de su perso.ia. ¿ X en este cuso, quién había de
declarar esto? ¿Quién sino los Cuerpos colegisludores reunidos?
Se pretende que podrían hacerlo separadamente ; pero cualquiera
conocerá que se cometería un gravísimo. error si se determinase que
tal cosa tuviera lugar. Supongamos que los Cuerpos colegisladores
separadamente discutiesen y examinasen si en este caso el Tutor por
haber abusado de su autoridad debía ser removido de la tutoría y
lo votasen separadamente. Si en estos casos de tanta importancia, en
estos casos, en que el bieu ó el mal de la nación puede depender de
la decisión de los Cuerpos colegisladores, hubiera de hacerse separa
damente la votación, podría suceder muy bien que no hubiese con
formidad entre los dos pareceres, que hubiere desacuerdo en sus de
cisiones) en ese caso no podría resolverse la cuestión, y entonces la
augusta Reina de España continuaría precisada á tener á su lado
una persona que abusaba en la administración.
Asi, pues, es muy conveniente que las Corles resuelvan reunidas
esta cuestión; porque ¿qué inconveniente hay en que se discuta se
paradamente tan importante cuestión y que se reúnan después los
dos Cuerpos para decidirla ? Esta decisión es de mucha importancia,
porque se trata de declarar si está vacante la tutela por haberse se
parado la Reina Madre del lado de sus Hijas.
No veo que esto pueda dejar de pertenecer á la inspección de los
Cuerpos colegisladores, ni sé ni comprendo el por qué eo estos casos
que no son comunes, que son pequeños en número, que son extraor
dinarios, se ve una destrucción del Senado y del Congreso porque
hayan de reunirse para votar una cuestión que tanto interesa á la
nación española. ¿ Por dónde se mira esta nomo un mal que pueda
amenazar la existencia de la Constitución ? ¿ Por dónde se mira esto
como un mal que puede amenazar la existeoeia de la nación, su li
bertad é independencia? ¿Sufre alguna Alteración acaso la naturale
za de los Cuerpos colegisladores ? No, señores, no: ese temor no de-
' be tener lugar.
Hay razón para que los Cuerpos colegisladores puedan reunirse
para decidir y votar en el caso mismo de Regencia , y del que se tra
ta solo podrá haber lugar por muerte ó por haber contraído segundas
nupcias la Madre Tutora : ¿y cómo solamente en casos como el ac
tual , caso extraordinario , caso raro, que tal vez no tiene precedente,
raso que tiene por causas y por principios acontecimientos que no
podían ser previstos , no puede admitirse eso? ¿Por dónde, ¿.ues,
par un^caso particular , que repito que no tiene muchos precedentes,
se ha de entender que la existencia de los Cuerpos colegisladores estaba
en peligro si se adoptaba lo que la comisión propone de que se dis
cuta si la tutoría de S. M. y A. está vacante, y de que en caso que
haya lugar á discusión la votación se haga por los dos Cuerpos re
unidos? Pues qué, si bien es verdad que eu la Constitución no se
puede citar un articulo en que se conceda esa facultad á los Cuerpos
colegisladores , ¿ no lo es también que cuando habla de las Cortes su
pone que se trata de negocios que interesan no menos al Congreso que
al Senado, y en los que por lo mismo debe haber una cooperación
mutua, necesaria para llenar el objeto que se propone?
Repito que en el articulo del Apéndice de la ley de Junio de 1837
no se habla sino de votación para nombrar el tutor de la Reina , sin
que exprese nada sobre este particular; porque el caso de que los
Cuerpos colegisladores tengan necesidad de reunirse para votar si
está vacante es caso raro, caso extraordinario, y se creyó por con
siguiente que no habia necesidad de expresarle.
El Sr. CAMPUZANO: Pido que se pregunte si está el punto su
ficientemente discutido. .
El Sr. PRESIDENTE: Han hablado tres señores eo contra y
tres en pro, y se va á preguntar si está el punto suficientemente
discutido á consecuencia de la petición que acaba de hacer el señor
Campuzano." .
Hecha la pregunta , se contestó afirmativamente.
Se volvió á leer la enmienda del Sr. Becerra para proceder á su
Votación.
El Sr. RÜIZ DE LA VEGA : Pido que se pregunte si será no
minal.
El Sr. CAMPUZANO: Pido también que sea nominal.'*
Hecha la pregunta de si seria la votación nominal, el Senado re
solvió afirmativamente.
El Sr. HE ROS : Pido que se sirva un Sr. Secretario hacer la pre
gunta de fórmula, porque todavía no se ba dicho qué es lo que se va
á votar; es decir, que todavía no se ha hecho la pregunta de fórmu
la de si se aprueba la enmienda del Sr. Gómez Recerra.
EISr. CARRASCO: La enmienda del Sr. Gomes Becerra, adop
tada por la comisión, es la |iie se va á poner á votación ; y dice asi;
(_La leytí). La votación ha sido declarada nominal.''
Verificada en seguida esta, dio por resultado ser aprobada la en
mienda del Sr. Gómez Becerra por 47 votos contra 23.
Señores que dijeron lis
Gómez Becerra, Calatrava, Ladrón de Guevara , Espinosa
( P. Carlos), Ferrer , Campuzano, Abargues, Zumalacárregui,
Conde de Soto-Ameno, Rubiano , López , Seoane , Gil Orduña,
Gómez ( D. Manuel), lie ros, Chacón y Duran, Orinaga , Capaz,
Macia Lleopart, Moya, Codorniú, Cainps y Aviñó, Jordá y Santau-
dreu, Godoy y Peralta, Va lasco, Lasaña, La Rosa, Linage, Gil de las
Revillas, Pérez Necoechea, Muguiro, Hoyos, Frontin, Espinosa de los
Monteros, Ramírez, Castañeda, Vallejo, Fenáz, Lorenzo, Landero,
Frias, Ladrón de Guevara (D. Eugenio), San Miguel (D. Santos),
Sánchez Fernandez, Laborda Torres Solanot, Sr. Presidente.
Señores que dijeron no: . '
Alvarez Pestaña, duque de Castroterreño , Entrena, obispo de
Córdoba, Aldama, Melgarejo, Ruiz de la Vega, marques de Falces,
Onti veros, Romo y Gamboa, vizconde de Huerta, Bonel y Orbe, Pri-
mo de Rivera, Caneja , Olavarrieta, conde de Pinofiel, San Miguel
(D. Juqn Nepomuceno), Goicoechea, Gayo, Chacón (D. José Mana),
Valero y Arlela, García Carrasco, Onis.
Leyóse el ar». 2? del dictámen, y al irse i dar cuenta por el se
ñor Secretario Carrasco de una enmienda al mismo del Sr. Gomes
Becerra , dijo . .
* El Sr. HEROS: Pido la palabra; no se ha leido el artículo en
mendado.
El Sr. CARRASCO: Señores , yo tuve el honor de proponer á la
discusión del Senado el art. 2? del dictamen de la comisión. La comi
sión ha presentado un dictamen que comprende dos artículos: se ha
declarado hallarse suficientemente discutida la totalidad , y que po
día pasarse á la discusión por artículos: al art. 1? presentó una en
mienda el Sr. Gómez Becerra, la cual fue adoptada por la comisión,
retirando su art. 1?: aprobada esta enmienda, ha quedado en lugar
del art. 1?, es decir , figurando en el dictámeu de la comisión como
tal art. 1?
El Senado va i proceder ahora á la discusión del art. 2? ; y apro
bado ó desechado dicho artículo, se habrá concluido de discutir y
votar el dictimen de la comisión, y entonces podrá realizarse lo que
el Senado acaba de aprobar en el art. 1? Pero hasta tanto que no esté
discutidoy votado el art. 2?, es improcedente entrar en la cuestión de
si la tutela está ó no vacante (Kl Sr FItros pule la palabra). De con
siguiente, creo que he obrado segun reglamento al anunciar al Senado
la discusión del art. 2?
El Sr. HEROS : En el articulo del reglameuto que poco hace se
leyó se dice que, admitido un dictámen á discusión , y declarado
haber lugar á deliberar por artículos, se empieza la discusión por los
artículos. La práctica de todos los tiempos , y que no puede dejar de
ser, es y ha sido que al articulo que se propone á discusión se le
Tan poniendo las eumiendat ó adiciones que se tienen por conve
niente: lo .subsiguiente á esto es preguntar i la comisión si admite ó
no la enmienda; j admitida, se junta con el articulo, y con él se le
pone i discusión.
 297
Esta discusión la hemos tenido: han hablado tres señores en pro j are. 1? Por lo tanto, solo tengo que indicar que en lo esencial del
tres en contra, y el resultado es que habiéndose dado por suficiente caso estoy conforme."
mente discutida la enmienda, y quedado admitida, el articulo en Se leyó el art. 2!
mendado reemplaza al articulo que habia anteriormente. Pues ahora El Sr. CARRASCO: Hay una enmienda del Sr. Gómez Becerra
bien : ¿ qué dice el articulo puesto á discusión ? Que se proceda á la i este artículo.
discusión de estar ó no vacante la tutela; por lo que sobre eso debe El Sr. GOMEZ BECERRA : La retiro desde luego.
abrirse ahora discusión. El Sr. PRESIDENTE : Queda retirada : ábrese la discusión
En su consecuencia mientras ese punto no esté suficientemente acerca del art. 2? "
discutido no puede pasarse al art. 2? Al irse á poner á votación, por no haber quien pidiese la pala
Señores, este es el orden prescrito por el reglamento: esto no pue bra , la pidió y dijo
de dejar de suceder. Ahora lo que puede producir alguna dificultad El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ: El artículo dice: "concluida
es que no se trata de un articulo cointin, de una ley expositiva, sino la discusión del primero, se hará esa otra diligencia:" no se ha co
3ue se trata de un articulo que dice que se discuta, y que no se ha menzado la discusión del primero; luego ¿cómo esto puede apro
e votar sobre la materia. Mientras que esto no se cumpla; míen- barse ?
tras el articulo de la comisión, que en su esencia ha quedado el El Sr. CODORNIIT : La comisión solo tiene que exponer al
mismo, excepto la mejora introducid.! por el Sr. Gómez Becerra , no Sr Senador que no tiene dificultad ninguna en que se discuta ese
tenga lugar, y por consiguiente mientras la discusión no se verifique, articulo. "
no se puede-pasar al art. 2?, porque es dcpeudiente del primero. De En seguida fue aprobado.
modo que ahora lo que me parece que está en el orden y en el uso El Sr. CA RRASCO: Habiéndose servido el Senado aprobar el
parlamentario es que el Sr. Presidente se sirva anunciar que se abre dictámen de la comisión, se abre discusión sobre lo que dispone el
la discusión sobre el articulo que el Senado acaba de aprobar , y en art. 1? , á saber (/o leyó).
su consecuencia los Sres. Senadores que gusten pueden pedir ta pala EISr. RÜIZ DE LA VEGA: Pido y ruego al Sr. Presidente
bra en pro ó en contra de la declaración de vacante de la tutela. que en uso de su incontestable autoridad se sirva levantar la se
Esto dará por resultado haber formalizado la cuestión. sión mediante á ser pasadas las cuatro horas del reglamento ; y
El Sr. CARRASCO: Señores, tengo la desgracia de no compren- cuando no lo estimase asi , que se pregunte al Senado si se prorogará
der lo que el Sr. Heros acaba de decir : no entiendo que pueda abrirse la sesión por una hora , pues me importa sabes si asi se hace en efec
discusión sobre un articulo aprobado. to para llamar, como llamo, la atención del Senado sobre las parti
El Sr. HEROS: Perdone S. S., que lo aprobado es una enmienda, culares y extraordinarias circunstancias en que va á abrirse esta dis
y ese es articulo. cusión .
El Sr. CARRASCO: Pero el articulo le ha retirado la comisión. Se va á entrar de lleno desde luego en el asunto principal y mas
El Sr. HEROS: La comisión lo que ha hecho ha sido adoptar la importante, cual es si se lia de declarar ó no que la tutela de S. M. y A.
enmienda. esija vacante; y es cosa que no puede menos de chocar y sorprender á
El Sr. CARRASCO: El Sr. Torres Solanot, individuo de la co oualquiera la observación de que precisamente se procede á un asun
misión , me ha dicho hace cinco minutos que la comisión habia reti» to de tan grave trascendencia bajo circunstancias nunca altes vistas
rado el art. 1? ¿No es cierto V ni imaginadas en este respetable Cuerpo; á saber: 1? en una sesión
El Sr. TORRES SOLANOT: Estoy conforme con que se entienda nocturna , única que ha habido desde la creación del Senado: 2? pa
retirado el art. 1?; pero eso no desvanece la idea del Sr. Heros que, sada ya la mrdia Doche, y en la madrugada por tanto de otro dia
dice que lo acordado en este art. 1! es que se abra discusión sobre si diverso: 3? consumido ya el tiempo legal de una sesión ordinaria, y
está ó do vacaule la tutela. con necesidad de próroga de consiguiente: 4? que se haga todo estosin
El Sr. CARRASCO: Eso ya esotra cosa; pero á pesar de ello, creo noticia de muchos de los Sres. Senadores que faltan de estos asientos,
que debe discutirse con anterioridad el art. 2? porque quizá á esta hora deben ignorar que estamos celebrando esta
EISr. GOMEZ BECERRA: Aqui se ha suscitado una cuestión sesión nocturna: muchos de ellos, que son en la mayor parte de los
que yo no entiendo bien , porque unas veces se ha suscitado de un de mi opinión, se retiraron en la confianza de un solemne acuerdo
modo y otras de otro. Parece por una parte que ahora se quiere que del Senado para que continuase la discusión en la totalidad mien
se ponga á discusión el art. 1? de la comisión con mi enmienda : en tras hubiese quien quisiese usar de la palabra , y no pudieron imagi
esto se padece una equivocación; no he presentado una enmienda que nar que tan intempestivamente como sucedió esta mañana se re
consista
insista en una sola palabra, yo ue 1? enmendado: vocase dicho acuerdo.
he presentado el art. 1.
i es , que desde que el Senado le ha dado su aprobación ya no hay Empezar, pues, tan grave é interesante discusión bajo las cir
art. 1? de la comisión. cunstancias extraordinarias que dejo insinuadas no seria en manera
La otra cuestión que yo comprendo que ha propuesto el Sr. Heros alguna correspondiente á la índole y gravedad del Senado; seria
es , que supuesto que está aprobado este articulo , el cual dice que se cosa muy extraña, irregular y notable: yo ruego al Senadoque mire
abra discusión sobre si está ó no vacante la tutela, debe abrirse esta por su propio decoro.
discusión antes de pasar á la.del art. 2? : yo no soy en este punlcdel El Sr. FERRER: Yo creo que no se puede prorogar la sesión,
mismo parecer que el Sr. Heros. porque á las razones que ha dado el Sr. Ruiz de la Vega hay que
La comisión presentó su dictamen en dos artículos: hasta que es- añadir que el Senado ha declarado hoy que mañana domingo no
ten aprobados uno y otro, no se pu-ide tratar de ejecutar lo que com hubiera sesión, y estamos en el domingo (risas).
prenden estos dos artículos. Aprobado el 1?, no se ha de ejecutar al El Sr. PRESIDENTE» Se suspende esta discusión."
instante lo que previene; es necesario que se apruebe antes todo el Se leyó el dictamen de la comisión mixta encargada de concertar
dictamen de la comisión* : este es el orden natura). La comisión pre las diferencias que existen entre ambos Cuerpos colegisladores
senta ana id.ea en el art. 1? : dice después en el 2? cuál ha de sor su acerca de la supresión de arbitrios destinados * la construcción del
resultado, y cómo se ha de llevar á eferto. Todo es correlativo, totio teatro de Oriente.
debe discutirse y aprobarse por el Senado antes de poner en ejecución El Sr. PRESIDENTE: Este dictámen se imprimirá por Apénli-
esa idea principal, y después podrá esta llevarse i efecto, abriéndose oe eu el Diario Je las Sesiones , se repartirá y señalará dia para su
la discusión sobre si está ó no vacante la tutela. discusión. El lunes se reunirá el Senado á la hora de costumbre para
El Sr. CAMPUZANO: Iba á decir lo que ha manifestado el continuar la discusión que está anunciada. Ciérrase la sesión,"
Sr. Gómez Becerra, á saber: que su enmienda ha sido sustituida al Era la una.

8 TOMO L APENDICE.
i
 NUMERO 42.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SIMA®®»
SESION DEL DIA 5 DE JULIO DE 1841.
Se abrió i la una, y leida el acta de la sesión anterior por el se
ñor Secretario Oms , dijo
El Sr. C A MPUZ ANO : Señores, me parece que en el acta no
consta que la proporción del Sr. Ondorilla fue desechada por una
nimidad.
El Sr. Secretario CARRASCO: La declaración que S. S. desea
que se baga creo no puede hacerse , porque la mesa no sabe si fue
por unanimidad: jo, que hice esa declaración, digo ahora que no sé
•i fue por unanimidad ; y no sabiéndole, no puede declararse."
Sin otra discusión fue aprobada el acta.
El Sr. CAPAZ : Señores , muchos Sres. Senadores y yo hemos
extrañado que hace dias no se reparte el Diario de las Sesiones del
Senado, y si no me equiroco ha faltado el reparto desde que se prin
cipió la discusión sobre la tutela. Si á esto se añade el que las noti
cias que dan los papeles públicos no son muy exactas , pues cada
ana publica lo que le acomoda ; y aun la misma (¿aceta-en ciertos
y ciertos discursos se ha extendido mucho mas de lo que los orado
res pronunciaron , y' en otros se ha suprimido mucha parte de ellos.
Pero de cualquiera manera que sea , lo cierto es que hay un hecho,
y este es que el Diario de los Sres. Diputados se reparte como se re
partía antes, y el del Senado, que siempre se ha repartido con el re
traso de cuarenta y beho horas, hace cuatro ó cinco dias que no lo
recibimos. Yo desearia por lo tanto que se me diese alguna explica
ción sobre esto.
El Sr. CARRASCO: Señores, para que todo sea extraordinario
y anómalo en esta desgraciada cuestión de Tutela, ha ocurrido que
desde el dia en que se empezó la discusión la Imprenta Nacional ha
suspendido la impresión del Diario de las Sesiones. El administra
dor interino de la Imprenta Nacional (porque el propietario está
ausente) pasó al Sr. Presidente de la comisión de Gobierno interior
(que lo es también del Senado) un oficio reclamando el pago de
una cantidad que el Senado le débia por impresiones anteriores, y
amenazando que de no hacerlo asi suspendería la impresión del
Diario
El Sr. SEOANE : Pido la palabra para una cuestión de órden.
Señores, yo creo que el giro que va tomando este asunto es propio de
la comisión de Gobierno interior, y que conforme al reglamento no
debe tratarse en sesión pública.
El Sr. PRESIDENTE: Ante» de que-el Senado estuviese ente
rado de lo ocurrido ya tenia pensado anunciar que la comisión de
Gobierno interior se encargaría 'de este asunto para determinar lo*
conveniente, y dar en seguida cuenta al Senado.
El Sr. SEOANE: Con todo, esta es una cuestión de órden.
El Sr. CARRASCO: Mientras que un orador está usando de la
palabra no puede ser interrumpido con arreglo á lo que fe previene
en el reglamento- y yo, que me creo asistido de ese derecho cuando
estoy usando de la palabra desde e3ta tribuna, no ine parece que
deba ser interrumpido.
El Sr. SEOANE: Pido en nombre del decoro del Senado q¡ue no
se trate ahora de esta curstion.
. El Sr. CARRASCO: Estoy hablando como individuo de la co-
suiüon de Gobierno interior.
S._TOMO I.
299
DE CORTES
El Sr. SEOANE: Yo creo, señores , como ya he dicho , que estos
asuntos, propios de la comisión de Gobierno interior, deben tratarse
en sesión secreta, no en pública.
El Sr. FRIAS: Pido al Sr. Presidente que tenga la bondad do
mandar leer el art. 131 (Se leyó).
La sección á que tengo el honor de pertenecer no tiene individuo
en la comisión de Gobierno interior , y el art. 48 del reglamento
dice que cuando falte algún individuo será reemplazado por otro.
El Sr. CAPAZ: Para contestar á la observación que se acaba de
hacer, debo decir que en esta legislatura ha sucedido lo que general
mente sucede en todas. Conforme á lo prevenido por el reglamento,
al siguiente dia de la sesión Régia , ó lo que es lo mismo, al siguien
te dia de haberse abierto las sesiones , se han nombrado la comisión
de Gobierno interior y la" de Actas. Entonces se nombró un indivi
duo por cada sección, y después cuando el Senado tuvo el número
de cincuenta individuos, según previeoe el mismo reglamento , se
hizo nuevo sorteo. La casualidad hizo que dos que estaban en la co
misión de Gobierno interior quedaran cu una sola sección, y esto es
lo que ha dado margen á que el señor presidente de la comisión de
Actas haya querido que se reemplazase uno, porque ha dado la casua
lidad de que á esta sección pertenecía uno que estaba en la comisión
de Gobierno interior. Hoy tiene cinco individuos procedentes de las
secciones que la nombraron á la apertura del Senado , y esta es la
razón de la extrañeza que ha manifestado el Sr. Senador que acaba de
hablar: por lo deinas la comisión esta completa.
El Sr. SEOANE: Pido la palabra sobre este incidente.
El Sr. PRESIDENTE: ¿Sobre lo que ha dicho el Sr. Capaz, ó
sobre lo otro?
El Sr. SEOANE: Eslau tan intimamente unidos, que no puedo
hablar del uno sin tratar también del otro.
El Sr. PRESIDENTE: Luego que acabe de hablar el Sr. Car
rasco.
El Sr. SEOANE: Antes pido en uso de mi derecho que conste
en el Senado que este asunto no debe tratarse en pública, sino como
dice el reglamento.
• El Sr. PRESIDENTE: Este Bsunto no se trata en público ni en
secreto. Los Sres. Senadores han extrañado no se haya repartido el
Diario de las Sesiones; quieren saber el motivo y la resolución que
se ba lomado acerca de la falta , y esta explicación corresponde' á U
comisión de Gobierno interior.
El Sr. SEOANE : Pero es asunto de los Sres. Senadores.
El Sr. RU1Z DE LA VEGA: El asunto está reducido á que esta
es materia de gobierno interior, y debe tratarse por la comisiou en
secreto y en público, porque en público se da cuenta de los actos de
la comisión de Gobierno interior. Aquí se ha hecho una acusación
en público, y cuando el público oye la acusación debe oír también
la defensa.
El Sr. CARRASCO: Esta cuestión es muy sencilla, y no es nece
sario que los Sres. Senadores se acaloren. Yo be tomado la palabra
únicamente para informar al Senado lo que bay en este rtegociu, y
lo hago asi después de haberme puesto de acnerdo coa otros indivi
duos de la comisiou de Gobierno interior. Por consiguiente , ¿ á qué
I tí-j
 300
acalorarse ? Naja de cnanto ae diga podrí dar motivo á ello. Decía, -J Se acordó repartir y archivar 80 ejemplares derproyetto- de ley
{mes, que con fecha 30 del mes anterior el administrador interino de sobre venta y pago de bienes nacionales y redención de censos pre
a Imprenta Nacional ofició al señor presidente de la comisión de Go sentado al Congreso de los Diputados en 22 de Junio próximo pa
bierno interior diciéndote que si no se le pagaba lo que se le debía sado, que eon fecha 2 del actual remite al Senado el Sr. Ministro de
dejaria de imprimir las sesiones del Senado. /* Hacienda,
Este oficio llegó á la secretaria el dia i?: no pudo reunirse la eo>- El Senado que*dó enterado y acordó pasar á la comisión que en
mision de Gobierno interior por lo mucho que se han alargado las tiende en el asunto un oficio del Sr. Ministro de Estado, fecha 4
«iones estos dias; pero el Sr. Presidente, celoso por los intereses del del corriente , al que acompaña los originales de otros cuatro oficios
Senado, de acuerdo con el Sr. Vicepresidente y de mi humilde per y notas de los individuos que han sido Ministros y se hallan con
sona, acordó rogar al Sr. Ministro de Hacienda que nos diese una derecho á cesantía, expresando sus respectivos haberes por lo rela
consignación de las que se deben al Senado. Yo se lo hice presente á tivo á los Ministerios de Estado, Gracia y Justicia, Marina y Go
S. E., quien me manifestó los apuros en que se encontraba el Tesoro, bernación de la Península.
3ue el Senado tampoco ignora. Pero lo que el Sr. Presidente y yo Dióse cuenta de que la comisión encargada de examinar el pro
Meamos es que se tengan presente* dos cosas: 1! que la comisión de yecto de ley sobre inquilinatos ba nombrado por su presidente al
Gobierno interior dispuso hace quince dias que se pagase á la Im Sr. duque de Caslroterreño , y secretario al Sr. D. Eugenio Ladrón
prenta Nacional de los fondos que habia en caja 8,ÜUU rs. de 13,750 de Guevara.
qoe se la debían hace mucho tiempo-, i pesar de cuyo débito en aque El Senado qnedó enterado de un oficio del Sr. D, Agostin Dia»
lla ocasión la Imprenta Nacional ni suspendió la publicación del Ca macho, fecha 25 anterior, contestando desde Huelva á la invita
Otario, ni aun amenazó con esta suspensión. Hoy debe el Senado á ción del Seuado para que se presente á tomar parle en- las delibera
la Imprenta 10,875 ,rs.: por consiguiente la comisión no ha podido ciones de esle Cuerpo, y manifiesta que el mal estado de su salud
menos de extrañar que no habiendo hecho la Imprenta ninguna ame le ha obligado á suspeoder su proyectado viaje, el que emprenderá
naza cuando se la debía mayor cantidad, lo ejecute ahora que la-deuda tan pronto, mhiio se halle restablecido.
es menor. 2? Que la comisión de Gobierno interior del Senado no Se acordó constase lo que correspondiese en su caso y lugar una
ignora que el otro Cuerpo, sufriendo las mismas escaseces , como las comunicación del Sr. marques de Casrelldosrius, fecha 4 del cor
sufren todas las clases del £stado, porque es preciso que las sufran, riente, en la que expone, que habiéndose visto en la necesidad de
debe i la Imprenta una cantidad mayor que la que debe el Senado, retirarse de la sesión ordinaria celebrada en el dia anterior á causa
y sin embargo no se ha suspendido la publicación de, las sesiones de de una grave indisposición, de la que continuaba en cama sin ali
aquel Cuerpo. vio, deseoso de que su opinión en la grave cuestión de tutela que
Hay mas; el Gobierno debe á la Imprenta Nácional cantidades dase explícitamente consignada, rogaba al Sr. Presidente se sirviese
infinitamente mayores, y no por esto la Imprenta deja de publicar comunicar al Senado su voto contrario:
todo cuanto el Gobierno le manda. Por consiguiente, señores', si ha 1? A la resolución tomada en la sesión ordinaria del mismo dia
sido muy justa la extrañeza 'del Sr. Capaz, es también muy justo para declarar suficientemente discutida la totalidad del dictamen de
que la comisión de Gobierno interior por medio de mi humilde la mayoría de la comisión de Tutela.
Eersona baya contestado para que el Senado tenga e.ntendido lo que 2? Al acuerdo tomado en la sesión extraordinaria de la noche,
ay sobre el particular. declarando que se procediese á la discusión de los artículos del mismo
El Sr. CAPAZ: Precisamente porque el Senado oyese las expli dictamen ; y
caciones que el Sr. Secretario acaba de dar es por lo que he hecho 3? A la aprobación dada en dicha última sesión á la enmienda
la moción. Sin oponerme á lo que mauifesló el Sr. Seoane acerca de presentada por el Sr. Gómez Becerra al art. 1? del referido dictamen
que los asuntos de gobierno interior deben tratarse secretamente, adoptada por la comisión. , .
como secretamente no produciría el efecto que yo tengo esperanza Igualmente se acordó constase otra comunicación del Sr. D. José
qu« produzca he hecho mi observación en público, porque efectiva María Galdeano fecha 5 del actual, en la que manifiesta que una
mente ha llamado la atención lo que el Sr. Carrasco acaba de decir, indisposición personal le impidió concurrir á la sesión celebrada en
á saber: que teniendo el Gobierno con la Imprenta Nacional una deuda la noche del sábado último, y que deseando que su voto conste en el
infinitamente mas crecida, , debiendo el Congreso también mayor acta, ruega se baga presente al Senado si no hay inconveniente que su
canti lad , y habiendo estado el Senado en otros- tiempos adeudando voto es conforme á los de la minoría en los tres punios quese discutieron.
mas de lo que ahora debe, se haya hecho esa amenaza; ¿y cuándo? Dióse cuenta de la siguiente petición del Sr. Campuzano:
En la importante cuestión qué se ventila en este momento. Yo creo "En virtud del art. 62 del reglamento retiro mi proposición
que esto basta. El Senado podrá resolver lo que quiera. relativa á la alcabala de los trueques de predios rústicos y urbanos."
El Sr PRESIDENTE: El -Senado queda enterado. Se acordó imprimir, repartir, y quese señalaría dia para la dis
Dióse cuenta de un oficio del Sr. Ministro de Gracia y Justicia cusión del siguiente dictamen de la comisión de Peticiones :
acompañando uno de los originales de la ley sancionada por el Regente " La diputación provincial de Patencia en 50 de Junio de 184L,
del reino autorizando al Gobierno para plantear los nuevos alánceles. fundándose en las bases sancionadas para llevar á efecto la contri
Se leyó la ley que dice asi : » bución extraordinaria de guerra decretada en -50 de Junio de 1838-
Al Regente del reino. = "El Senado, habiendo tomado eñ con por las cuales los repartimientos ó cuotas de cada distrito munici
sideración el proyecto de ley aprobado por el Congreso de los Dipu pal deben determinarse solo por las respectivas diputaciones provin
tado» eu 15 del corriente autorizando al Gobierno para plantearlos ciales, aai como por sus peculiares ayuntamientos las que hayan de
nuevos aranceles, y de conformidad con el mismo , ha aprobado lo corresponde:' á cada vecino ó particular atendiendo siempre á que
que sigue: graven proporcipnalmente sobre todas las riquezas que radiquen en
Articulo 1? Se autoriza al Gobierno de S. M. para qne con la la provincia , se queja de la resolución del Gobierno de 27 de Junio
brevedad posible ponga en planta en la Peniusula é islas adyacentes, de 1840, de que remite copia, en la que se manda á la diputación ex
á excepción de las Canarias , los aranceles de importación del extran- ponente cesar de molestar á la empresa del Canal de Castilla para
gero, de América y de Asia; el de exportación del reino, y la ley el pago de la cantidad que la habia sido repartida en dicha provin
para la ejecución de tolos ; cüyos proyectos han si io redactados y cia para la contribución expresada por resultar haberla satisfecho
presentados par la junta revispra, creada por Real decreto de 4 de en esta corte, previniéndola ademas'que repartiese eutre los pueblos
Enero de 1839, y restablecida por otro de 23 de Noviembre del año de la misma la parte que á la empresa habia cabido por su riqueza
último, señalando la época en que hayan jde comenzar á regir dichos en ella, y pide que el Senado se sirva declarar que la mencionada
aranceles , y cuidando desde luego de tomar las disposiciones oportu resolución rs contraría á la ley citada; que la empresa del Canal de
nas pira que los alivios concedidos en los derechos de diferentes pro Castilla está obligada al pago del cupo que se la señaló por las auto
ducciones extranjeras redunden en beneficio y utilidad de la indus ridades de la provincia de Palencia, y que este cupo en el caso de
tria y riqueza de ta nación, • ser satisfecho por lo que en ella adeudaba se torneen cuenta en alivio
Art. 2? El Gobierno presentará en los primeros dias de la próxi de sus pueblos. ,
ma legislatura un proyecta de ley quecomplele los aranceles, inclu "La comisión de Peticiones ha examinado esta , y es de parecer
yendo en ellos los cereales y algodones. que el Senado puede servirse acordar pase al Gobierno.
Art. 3? £1 Gobierno presentará á las Cortes en la legislatura de "Sin embargo el Senado resolverá lo que estime inas conveniente.
1813 , ó antes si lo estima conveniente , el resultado de este ensayo, Palacio del mismo 5 de Julio de 1811.= Almodovai.=Garcia Car
acompañándole con la propuesta de las rectificaciones, modificacio rasco.^Va le.ro y Arlela =Onis."
nes ó. alteraciones aconsejadas por la experiencia , á fin de que las Procediéndose al órden del dia anunció el Sr. Presidente que se
mismas Curies deliberen lo conveniente. abria discusión sobre si está ó no vacante la tutela de S. M. y A.
Y el Senado lo presenta al Regente del reino para que se dig {f^arios Sres. Senadores pidieron la palabra").
ne dar su sanción si lo tiene por conveniente. Palacio del Senado El Sr. PRESIDENTE -. Han pedido la palabra en contra los seño
30 de Junio de 1811. = El conde de Almodovar, Presidente. = Juan res Caiieja, Ruiz de la Vega , Romo y Gamboa, Carrasco, marqués
José García Carrasco, Senador Secretario. =Mariano Valero y Arteta, de Falees, Alvares Pestaña, y conde de Pinoliel i en pro les Sres. La
Senador Seccelario.— Mauricio. Carlos de Onís , Senador Secretario. = saña, Landero, Campuzano, Martines de Velasco, y Capaz.
Mariano Torres y Sola not , Senador Secretario. Madrid 3 de Julio El Sr. LANDERO: Sr. Presidente, me parece que pedí la pa
de i811.=Pub,l|quese como ley. — Baldomcro Elpartero , duque de la labra antes que el Sr. Campuzano.
Victoria. =Como Ministro de Gracia y Justicia.;rJosé Alonso." El ir. PRESIDENTE: Es muy difícil graduar quién la pide pri
El Sr. PRESlDEN/fE: Queda publicada oomo ley en el Senado y mero ó después, cuando i un mismo tiempo se levantan cuatro 6
as archivará." cinco señores i pedir la palabra.

El Sr. L ANDERO: Lo conozco así, y no quería hacer ningún
cargo á la mesa ; pero mi objeto ha sido solo rectificar esto.
El Sr. PRESIDENTE: Queda el orden de los señores que han
pedido la palabra como está publicarlo.
El Sr. Secretario CARRASCO: El artículo déla comisión apro
bado, y cuja consecuencia va á discutir el Senado, dice asi: (Lo
Acaba de presentarse á la mesa un papel que dice asi.
Adición al art. 1! propuesto por el Sr. Gómez Becerra: "Pedimos
que se añadan ó intercalen las palabras de hecho, y por la ausencia
de su augusta Madre, quedando en tal caso el articulo en los térmi
nos siguientes:
«Que se abra discusión en el Senado sobre si está vacante ó no de
hecho la tutela de S. M. la Reina Doña Isabel II y de la Serma. In
fanta Doña Mana Luisa Fernanda por la ausencia de su augusta Ma
dre, para que dado el punto por suficientemente discutido puedan las
Cortes resolverlo.^Mauricio Carlos de Onis.=Francisco Sánchez Fer
nandez." . que divago algo: tengo que sentar mis principios, hacer luego apli
• En apoyo de esta adición, dijo como uno de sus autores
El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ : Sin embargo de que desde el
principio de esta cuestión mi parecer dominante, sin que de mi es
píritu haya podido separarse un instante, fue que el Senado, en ella
solo deberia contraerse i que la tutela está vacante de liecbo, y que
por otro hecho debe proveerse de ella, á S. M. la Reina Doña Isa
bel y su augusta Hermana la Sermi. Infanta Doña Mana Luisa, vi
con placer, tanto en los discursos de una opinión como en los de
otra, que en ta sustancia eran de un mismo dictamen. Llegó por úl
timo la enmienda hecba por el Sr. Senador Becerra, y al ver lo con
tenido y sus palabras, no pude menos de decir: "yo no me he equi
vocado en mi parecer:" domina en los ánimos de los Sres. Senado
res la idea de que hemos perdido mucho tiempo ; que nos liemos ex
traviado en discusiones intempestivas, que las hemos traído á reso
lución con anticipación, y no podemos resolverlas bien. Porque cues
tiones futuras de resolución están siempre pendientes de circunstancias
que no están en la previsión humana , que no pueden tenerse presen
tes ; y por eso es tan cierto aquel principio en politice que no son las
cuestiones que se ventilan las que ofrecen mas dificultad, sino las
dificultades que se atraviesan , las que desconciertan todos los planes.
Los Sres. generales habrin visto muchas veces los planes mas
bien meditados desconcertados por un acontecimiento que no pu
dieron preveer. Difuso seria el tratar de confirmar mas esta verdad,
debiendo acercarme á la cuestión.
Pero, señores, ¿quá es lo que se discute? Si la tutela de S. M. y
su augusta Hermana está vacante. La palabra tutela tiene dos acep
ciones que no podemos perder de vista. En una*se entiende los oíi-
cios.de guarda, defensa, protección y educación que se da al Pupilo;
en otra el encargo de la persona obligada ex-ofic.io á ejercitar estos
deberes; y yo digo : luego en el dictamen de la comisión ; luego en
la enmienda que se ha suplido se trola de la tutela de S. M. la Rei
na Doña Isabel, y hemos dado, perdiendo el tiempo, en discutir y
disputar sobre la tutela de S. M. la Reina Gobernadora que fue Doña
María Cristina. Si alguna duda pude tener en esto me la desvaneció
enteramente el discurso lógico del Sr. Landero, que dijo y repitió con
intención que la cuestión estaba reducida á un hecho, que á un he
cho debía contraerse el Senado-, y á un hecho deberia proveer ; y toda
la dificultad que ofrece Ja cuestión era si estábamos en el hecho de
una vacante de tu.ela de S. M. la Reina Doña Isabel. Que lo esta
mos es claro , y debatir sobre esto es una pérdida de tiempo, poique
á mi me bastarla preguntar al Gobierno : ¿tienen S. M. la Reina y su
Hermana la Sra. Infanta á su lado una persona inmediata y ex-olicio
que las esté prestando aquella guarda y aquella defensa 'para hoy y
para mañana que exige la lulela , por donde la nación no se vea
comprometida , comprometida la persona de la Reina y nosotros en
un abismo? Contestaría que no la hay ; que" debe haberla: luego está
Tacante la tutela de hecho , y hay que proveerla al momenlo.
No hay ápice de derecho positivo que no se haya tocado en el
curso del examen de esta cuestión. Cien vueltas han llevado las leyes
de Partida , otras tantas el art. 60 de la Constitución ; de manera
que no sé cómo ya existe á fuerza de tormento. En vista de esto, de
cía ya para mi: "señor, ¿es pcsible que se ha de estar mortificando
la letra de una ley establecida en un tiempo en que la filosofía no
podía permitir otra cosa? He oída decir que las leyes han de tener su
fundamento en el derecho natural, y he sentido mucho que cuando
el Sr. Ruiz de la Vega dijo esto no hubiera empleado su buen enten
dimiento en explanar mas esta idea. Decir en el siglo XIX que el
derecho civil y político tienen su fundamento en el natural , es muy
poco decir. Esto no es mas que decir que una casa tiene su funda
mento en una piedra, pero su fabricación puede ser tan imperfecta
que á pesar de su cimiento la casa.venga á tierra. Yo digo mas: que
en el siglo XIX las leyes no deben contener mas que loque'diceel de
recho natural y proveer á todas las circunstancias y tiempos. Este será
tui argumento en esta material yo circunvalaré la cuestión de máxi
mas de manera que los legisladores no puedan escapar de ellas. Cui
dado, señores, nada diré que sea producción mía: yo estudiaré el
negocio en el gran libro de la naturaleza, y él me dirá todo cuanto
deseo.
¿Qué es la tutela ? En toda cuestión si se quiere adelantar algo
ct preciso fijar la significación de las palabras, porque con el mas pe-
- 301
queño equívoco los hombres se vuelven locos , y no hay resolución
¿Qué es tutela, vuelvo á decir? Es la guarda, la defensa, la pro
tección que un hombre da á otro que carece de las fuerzas físicas 6
morales para procurársela. Creo que ningún honorable Senador pon
drá duda en esta definición.
Todo hombre que carezca de fuerzas físicas ó morales para ampa
rarse, y reciba el amparo de otro , necesita y recibe la tutela. ¿Pero
cuál es la satisfacción de mi razón cuando encuentro á la tutela, es
trictamente entendida, influyendo en todos los s'resde la naturaleza?
Es la ley del mundo; la construcción del universo ; la primera nece
sidad de todos los seres. ¿Pues cómo será la tutela en los séres inorgá
nicos y materiales? En esos explicarnos la lutela por la fuerza de
inércía ; esta fuerza en virtud de la cual todo ser trata de conservar
su estado de quietud ó de movimiento, por el cual opone la resisten
cia , por el cual se da la acción, la reacción, las atracciones, las gra
vedades ; en una palabra, al tiempo de reflexionar encuentro que esta
es la base del mundo. No estoy fuera de la cuestión aunque pareces
caciones, y , como he ofrecido , circunvalar la cuestión ; no me es per
mitido dejar ningún punto olvidado por donde se pueda salir.
De los s :res inorg inicos paso á los animales, porque un árbol
bastante resistencia qpon'e al cortarse. Paso, pues, á los animales, y
digo: la naturaleza ha sido mas pródiga ecu los animales, porque les
ha dado esto que llamamos instinto, cierta inclinación á su conser
vación, que reúne todas sus fuerzas para llevar á efecto esta ten
dencia.
Paso al fin á los hombres. Aquí es donde recibe toda su perfección
ta fuerza de inercia de los séres , el instinto de los animales; en el
hombre es donde se ve lo que es esta fuerza de la lulela. El hombre,
considerado en el estado de soledad , el hombre solo no tiene por tu
tores mas que los eleiueníus ; los hombres reunidos ya son tutores re
cíprocos de si mismos. Ahora bien: ¿en qué consiste la perfección de
la sociedad? Consiste en la peifeceion de los medros de existir; en
la abundancia de los medios de comodidad; en la seguridad de estos
mismos medios. En esto consiste la tutela, y ya fe ve que esta abun
dancia, esta cualidad no puede conseguirse sin la perfección de la
sociedad. Esta es mas perfecta cuanto mejor da la tutela á sus aso
ciados.
Segunda consecuencia , y en que tiene su fundamento la tutela.
En los séres inorgánicos, yo no sé si tratando de fuerza calcularé sus
efectos; pero para mi la palabra fuerza liene utia idea desconocida,
que no puedo medir sino por los efectos que produce. Pero en los sé
res animados consiste en la primera necesidad que tienen todos, aque
lla porque son todas las cualidades y todos los se olidos, porque es la
constitución física. Yo tengo' la necesidad de conservarme: esla es la
primera de todas; y prueba de ello , que antes de adquirir el uso de
razón tengo el placer y el dolor ; terribles maestros que me hacen
conocer la necesidad de conservarme. Un ñiño no ha llegado á la
edad de la razón, y ya se queja del dolor : primer paso á la destruc
ción ; ya siente el placer, paso á la conservación. Me parece que na
die pondrá en duda esla idea. Pues menos la siguiente : donde hay
una necesidad, donde hay un derecho , allí hay un medio de satis
facer una y olro ; luego si liene derecho , si tiene necesidad la tute»
la , hay uu medio de satisfacerla , hay un deber de proporcionar la
tutela.
Esta consecuencia es legítima, nadie me la negará; ¿y pnr qué
me la habían de negar? Los filósofos de ta antigüedad, no pudiendo
explicar las contradicciones que hallaban en la naturaleza, y prin
cipalmente en la naturaleza del hombre, unos la llamaban maestra,
otros verdugo, otros cruel;' en fin cada uno la calificaba de distinto
modo, según sentía el placer ó el dolor. Llegó la nueva filosofía ; y
dijo: no, es la madre pródiga; jamás da una necesidad sin ponernos
delante el medio de satisfacerla. No te da la necesidad de comer po
niéndote á 400 leguas el alimento; no le hace soñar que deseas beber
poniéndote una fuente á 200 leguas. Allí donde está la necesidad allí
está el in dio de satisfacerla; y digo yo: "si la naturaleza es pródiga
en los medios de satisfacer las necesidades, la natura leza que ha dado al
hombre la necesidad de la tutela le ha dado al tanto medios de satisfa
cerla. Eslo na se puede negar sin incurrir en una contradicción. El
mundo estí compuesto de sus leyes inalterables, intocables: podrá
ser que se quiera interpretar la ¡ey del inundo; pero ella tiene su
valor, á pesar de todas las interpretaciones. Luego si la tutela es una
necesidad, el medio de satisfacerla ha de estar al tanto; pues apli
quemos ahora estos principios al estado deS. M. la Reina Doña Isabel.
¿Tiene S. M. la necesidad de la lutela? Si, porque esta es nece
saria á lodos los séres, y el ser Reina no le dispeusa de ello. ¿Tiene
los medios de satisfacerla? No, porque es verdad que es tutora su
Madre; pero al desviarse de su lado su Madre dejó. de serlo.
No hay un momento que perder para satisfacer esta necesidad
tan imperiosa: luego hay que satisfacerla desde el momento en que
su augusta Madre desampara á sus Hijas; y no lo digo en lodo el ri
gor de la palabra, porque no podían quedar desamparadas entre r-,
pañoles. Veinte y seis millones de hombres tiene sobre si S. M. , que
Reina de los hombres es, no de los diablos. Sin embargo, como a
oveja de muchos la come el lobo; no todos podemos ejercer el bene
ficio de la tutela, como ha dispuesto tibiamente la ley de la natu
raleza explicada por la ley -Oficios que han de ejercer muchos , son
tardos , son embrollados, no tienen resultados positivos. De eonsi
 302
guíente, es necesario designar una persona; y asi como- la nación nos misión no ha cesado aun porque deje de ocupar ese ó el otro asiento.
envía i nosotros á que veagamos á representar sus intereses y velar El art. 99 dice terminantemente que á los artículos aprobados se Ies
por sus adelantamientos y prosperidad, ásies necesario nombrar una puede hacer adiciones, porque si no hay una rosa aprobada mal te la
persona ¡antedía ta mente, inmediatamente, porque he dicttu que la podrá añadir. Las enmiendas se hacen por el contrario cuando los ar
necesidad y los medios de satisfacerla no pueden separarse sino por tículos no están aprobados, porque una cosa aprobada ya no se puede
la imaginación. enmendar.
Los señores jurisconsultos en el discurso del examen de la cuestión No habiendo llegado la ejecución del art. 1? del dictámen aproba
se han explicado en ambos sentidos perfectamente: con el mismo gusto do , no estando empezada la discusión, aunque anunciada, se ha
he oicluá los de una opinión que á (os de otra; pero siempre he adver presentado una adición en virtud del art. 99 . que se ha leido y que
tido que al tiempo de entrar en la cuestión daban un salto y la de se la dará el curso que determina el reglamento. Me parece que este
jaban sin concluir. Se han examinado perfectamente todas las leyes es el órden.
que hay en la materia ; se ha querido leer todo en el art. 60 de la Va- por lo tanto á preguntarse en conformidad ol art. 99 si el Se
Constitución , en las leves de Partida; todo se ha traído. nado toma en consideración la adición hecha al art. 1? que se ha
Unos me decían: ".Señor , esta cuestión es necesario determinarla aprobado."
por otros principios diferentes de los generales y comunes. La Señora Se leyó el articulo aprobado, y hecha la pregunta que anunció el
de cuya tutela se trata pertenece á una gerarqnia especial ; de con Sr. Presidente , se acordó 'por la neg.-.liva.
siguiente son necesarias leyes especiales. " Absurdo y gravisjmo. Yo El Sr. CAMBA, Miuistro de Marina: Señores, no habiendo to
quisiera que el Sr. Landero se hubiera extendido mas en esto. A S. M. mado en consideración el Senado la proposición que ha presentado el
la Reina la comprenden todas las leyes comunes de derecho; la com -
5renden todas las de derecho natural. S. M. está comprendida en lo.
as como cualquier individuo; quiere decir esto que á un pobrecito
huérfano á quien hay que proveer de tutor, -que ha nacido para mero del cuidado de S. M. la Reina Doña Isabel II y de su augusta Her
cavador, uecesita un tutor de su clasé , y que á un huérfano de ma mana. Cierto es que no hay una persona nombrada legalmente que
yor gerarquia se da el tutor correspondiente como previene el dere esté inmediatamente encargada, porque S. M. la Reina Madre to
cho natural, y que al mayor pupilo que podemos comprender en la dos los señores saben que está fuera de España, y que no hay ningu
sociedad, que es la Reina , se 1ca da el hombre mas capaz para des- na persona nombrada para sustituirla.
empeñar este encargo. Pero todo el mundo sabe también que hay señoras encargadas del
Hatta cierto punto S. M. está sujeta i las leyes comunes de la tu cuidado inmediato de las augustas Personas á que me he referido;
tela, p irque el que la mesa sea grande ó pequeña no dispensa al car que estas señoras son de la mayor confianza ; que constantemente es-
pintero de la. observancia de las reglas para hacerla bien; y esto es tan velando por la asistencia de las dos Pupilas ; que ademas las so
claro , el mas ó el menos no muda de especie. licitudes del Regente del reino velan sin cesar por la conservación de
Señor, que seria juzgar el Senado por leyes arbitrarias. ¡Ojalá las dos Menores ; que el Gobierno no se descuida tampoco ; que la
no hubiese tantas! ¡Ojalá todos leyésemos en las leyes que la natu servidumbre de Palacio en general abunda en lealtad y cuidado há-
raleza nos está enseñando bien estudiadas y examinadas. Pero como cia lasaugustas Huérfanas, y por último que descansan, como ha
todus los hombres no tienen proporción ni facultades para estudiar dicho muy bien S. S. , en la lealtad de todos Jos españoles.
la legislación en la naturaleza , por eso es preciso que estén á lo que El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ : Pido la palabra.
los filósofos y observadores digan, e.Uo es , á lo que la naturaleza El Sr. PRESIDENTE: ¿ Para qué?
pide en esta ocasión. ¿Y qué es lo que la naturaleza pide en este caso? El Sr. SANCHEZ FERNANDEZ: Para satisfacer al Sr. Mi
Que sr provea de una persona que pueda dar á una Reina que va á nistro.
llegar i la mayor edad dentro de poco tiempo aquella educación El Sr. PRFSIDENTE: No puedo concedérsela á V. S., porque no
que debia hiber recibido si no lo hubieran estorbado en gran parte hay discuciou .
las oscilaciones públicas y las vicisitudes de los tiempos. Abrese l'a discusión qne está anunciada : tiene la palabra el señor
Yo, señores, no me guio por teorías; yo no tengo mas que con Caneja .
sultar que á mi experiencia. Yo si quiero moralizar á un hombre, y El Sr. CANEJA: Señores, yo no he podido entender el dictámen
enseñarle las virtudes, necesito presentarme virtuoso. ¿Y tiene S. M. de la comisión que^inforuió sobre el asunto que en este momento
á su lado actualmente una persona que la enseñe con su ejemplo, que ocupa ni Senado, y creo que le surede lo mismo á un gran número de
es loque mas instruye? No señor; porque la persona encargada de Senadores; porque no es muy fácil entender un dictamen lleno de
enseñarla científicamente observará rigurosamente el continente y oscuridad y al mismo tiempo, de contradicciones.
las maneras indispensables para que sus acciones sean provechosas; Se proponía e:i efecto á la deliberación del Senado que declarase
y si es preciso estar sobre el pupilo á todas horas, guiarle y diri vacante la tutela de S, M. Doíía Isabel II y su augusta Hermana; se
girle en todos sus pasos, en todas las acciones de su vida, y predis- proponía después que esto se discutiese, pero que no se declarase; y
ponerle á las virtudes, me parece que esto no debemos abandonarlo se proponía por último que se diese parte al Gobierno de esta resolu -
á cuestiones políticas de si está ó no vacante la tutela de Doña Ma cion del Senado para que reunidrs ios des Cuerpos colegisladoies
ría Cristina de Borbon ; de si volverá ó no volverá , y de lo que su precediesen al nombramiento de tutor, sin haberse declarado la va
cederá volviendo. Señores, yo siento que se me hubiese desgraciado cante.
la primera adición que hice, porque tenia preparada la segunda Estas contradicciones , señores, han dedo lugar á que se hayan
para venir á recaer en la tercera, porque estoy persuadido que hu suscitado en la sesión de antes de ayer cuestiones verdaderamente en
bieran sido muy convenientes. Yo sostengo, la opinión de mucha trañas , singulares, y no esperadas, y á que se equivocase el rumbo
parle del Senado. S. M. la Reina necesita al momento un tutor que de la discusión; porque, señores, sí se nos, proponía que se dispu
aproveche estos ¡listantes, porque si fuese una persona particular que' tase primero sobre si habíamos de disputar después si estaba ó no
cifrara su fortuna en tener muchos millones, y los perdipse, solo ella vacante la tutela, los que estábamos por la negativa ¿no hablamos de
sufriría el perjuicio; pero aqui los resultados buenos ó malos son anticipar en el primer caso las mismas razones que pudieran servir
para nosotros, y posotros somos los que los hemos de padecer. Mirarlos nos en el segundo ? ¿ Y no bailan lo mismo los que sostuviesen lo
nosotros con indiferencia , ser nosotros desleales , no amar, no esti contrarío? ,
mar á nuestros Reyes, eso no puede ser. Luego sí el derecho y la De esta confusión, de esta contradicción ha resultado que el Se
naturaleza exigen el tutor al lado del pupilo, es una necesidad nado ha venido á aprobar los artículos ó los consiguientes antes -de
imprescindible que no puede en el dia satisfacerse por la que tiene haberío-sido la base, ó sea el antecedente. Asi es que hoy nos encon
obligación de hacerlo; luego si estos medios no pueden estar al cor tramos en el caso discutir si se halla ó no vacante la tutela de S. M.
riente; si no están en la naturaleza ó están á larga distancia del pa y de su augusta Hermana, y si por tanto pueden las Cortes nombrar
ciente de hecho, por un hecho es necesario reemplazar indispensa otro tutor en lugar de Doña Mana Cristina de Borbon.
blemente la tutela de S. M. Doña Isabel II, no la tutela de S. M- la Esta es,, señores, la discusión que nos debe ocupar hoy, y que
Reina Gobernadora. nos ha quedado abierta por casualidad : el palenque se nos ha estre
Yo no me meto en esto último; no quiero entrar en estas cuestio chado ; ya no podemos salir de este punto ; los otros están ya dis
nes. La lutria está de hecho vacante por la ausencia de laTutora. Con cutidos: sin embargo, todavía nos queda la libertad de manifestar
cluyo, pues, con protesta de continuar en la palabra si la ocasión lo nuestra opinión respecto al principal. . '
peruiitiesp." Yo creia , .señores, que nosotros nunca deberíamos recordar aqnj
A petición del Sr. Campuzano se leyó el art. 105 del reglamen el nombre de Doña Mana Cristina de Borbon sino para admirar sus
to, y el 99 de órden del Sr.- Presidente. virtudes, para agradecer sus beneficios y para lamentar sus infortu
El Sr. CAMPUZANO: He pedido la lectura de ese articulo para nios , que ciertamente no ha merecido; mas preciso es que yo recuer
<iecir que el dictimen de la comisión que se ha discutido está ya vo de su grato nombre en una cuestión que ella sola ciertamente debe
tado, que los individuos miembros de la comisión se han separado causarle la mayor de las amarguras; preciso es qtie yo hable sobre
entre si y del lugar que ordinariamieute ocupan las comisiones, y tan grave cuestión en el interés de la Constitución del Estado, en el
que habiendo cesado la comisión por beberse aprobado su dictamen, interés de la Reina Doña Isabel II y de su augusta Hermana, en el
considero que no se debió dar cuenta de esta adición porque conclui interés de la excelsa Madre de ambas.
do aquel negocio es suscitar otro nuevo, porque las enmiendas y adi La Constitución se ve amenazada de que desaparezcan algunos
ciones se dirigen á los dictámenes puestos á discusión, y la discusión de sus mas principales artículos : Isabel II y su Hermana se miran
de este se ha cerrado ya. expuestas á que se las prive de aquella atención, de aquel cuidado
El Sr. PRESIDENTE! V. S. opinará lo que quiera; pero la co | que solo debe esperarse de h solicitud maternal. Su augusta Madre

por otro lado se ve privada del consuelo de cuidar a sus Hijas y es
trecharlas ru su regazo.
Tudos esto» objetos comprende el dictamen de la comisión ; obje-
loa sublimes y capaces de exaltar la imaginación de cualquiera que
tenga que ha blar de ellos: yo sin embargo procurare Üablar con tem
planza , siguiendo el consejo que días pajados dos predicó el tenor
Gómez Becerra , á pesar deque no me parece que anduvo muy tem
plado S. S. cuando siu darnos prueba ninguna manifestó que ta re-
revolución de Setiembre era una contra -revolución para sofocar
otra cuyo objeto era el de abogar las inslituciones liberales.
He dicbo que esla proposición se vertió sin baberse alegado
prueba ninguna; esta proposición, señores, aunque no concebida
en los mismos términos, es idéntica, sin mas diferencia que las pa
labras , á otra memorable en que se decia que la nación española es
taba envuelta en una red que le habían teudido los enemigos de sus
derechos , proposición que dió lugar á un célebre debate sobre el
particular. El Senado y el público saben que el Gobierno vino aquí
á sostenerla, y saben también por quién quedó la victoria. No tra
taré yo, señores, de renovar ese debate; pero no por eso se crea que
si In promueve otro rehusaré volver á entrar en él , y acaso con
pruebas mayores que antes. [Pide la palabra para una aluiion per-
tonal el Sr. Gómez Becerra).
Voy señores , á entrar en materia.
He dicbo en primer lugar que la Constitución se ve amenazada
de que desaparezcan algunos de sus artículos mas esenciales, y voy á
tratar de demostrarlo.
£1 art. 40, señalando las facultades que corresponden á las Cor
tes , dice que una de ellas es la de nombrar tutor al Rey menor;
¿perocuándo? Cuando (añade el articulo) lo previene la misma Cons
titución. Es neesario, pues, que veamos ahora cuándo lo previene la
Constitución.
Señores, el art. 60 dice terminantemente oue esa facultad de las
Corles solo puede ejercerse á falta del tutor ó tutores testamenta
rios, ó cuando el Padre ó Madre del Rey menor dejen de permane
cer viudo ó viuda.
Hé aqui los únicos casos en que por el art. 60 de la Constitución
pueden las Cortes nombrar Tutor al 11 -y menor, según dice el ar
ticulo 40. Señores, ¿y nos hallamos nosotros en ese caso de que fal»
teo los tutores testamentarios V Me explico en plural , porque ten
go ims motivos para ello; luego los manifestaré. Señores, hasta ahora
nadie ha dudado que existen lus tutores que el Sr. Rey D. Fernan
do VII dejó nombrados en su testamento, ti primero y único, an
te* que todos, fue su augusta Esposa Doña Mana Cristina de Bor-
bon; y para el caso desgraciado que esla Señora fallase, también dejó
S. M. señaladas ó nombradas otras personas que dtbian encargarse de
la tutela de los Hijos menores que dejase.
E»te era , pues, un nomoramiento condicional ; nombramiento
que solo podia y debia tener su efecto cuando llegase á faltar Doña
Mana Cristina de Borbon. ¿ Y ha fallecido , ó fallado acaso esla Se
ñora ? Afortunadamente no; ni ha podido por lauto perder el con
cepto de Tuinra testamentaria; y cuando la Constitución dice que
mientras haya tutor testamentario no tiene entrada el legitimo, ni
menos puede tenerla el dativo, claro es, señores, que las Cortea no
le pueden nombrar porque no ha llegado el cuso.
£1 Sr. D. Juan de Sun Miguel, mi amigo, demostró el otro dia
con fuertes argu mentos , tanto que el mismo Sr. Landero le hizo la
justicia de confesar que tenían bastante fuerza; demostró, repito, con
la Constitución en la mano que fuera de estos casos marcados por la
Constitución las Cortes uo podían proceder al nombramiento , porque
no podían declarar la vacante, y si solo nombrar tutor en los casos
idos en la Constitución , esto es , á falta notoria de tulor tel
aterio ó legitimo. Yo, señores, abundo en esta misma opinión,
ique se no* ha opuesto como gran dificultad, apoyada li se
quiere en otro articulo de la Contitucion , que en caso de imposi
bilidad asi como las Corles están autorizadas para nombrar un lle
gante deberá suceder lo mismo para nombrar un tutor; yo, recono
ciendo también la fuerza de este argumento, diré que para apurar
•i se ha imposibilitado el tutor perdiendo el seso, como dicen nues
tra* leyes de Partida , la declaración principal correspondería á ios
médico*, á lo* facultativos.
Esto es lo que sucede en ios caso* comunes, y esto tendría que
suceder también respecto á la persona que se hallase en mas alta
esfera ; pero ahora por fortuna nada de esto tenemos que examinar.
¿Hay alguno que diga que S. M. la Reiua Madre ha perdido el jui
cio? ¿Hay alguno que diga que S. M. la Reina Madre ha fallecido?
¿Hay alguno que sostenga que S. M. la Reina Madre ha pasado á
segundas nupcias ? Ninguno. Luego, señores, lo* caso* marcados en
la Constitución para el nombramiento de tulor no han llegado to
davía, no existen: no es, pues, llegado el tiempo- de que las Cor
te* puedan ejercer la facultad . uc (es corresponde. Sin embargo, el
Sr. Landero nos explioó el significado bajo el cual entendía S. S.
la palabra defecto, de que usa el articulo constitucional. Yo ya he
indicado que no le doy una signilicacion tan lata como la que le
da S. S. citándonos hasta los discursos que pronunciaron en las Cor
le* contt i luyen te* algunos diputado* al tiempo de discutirse esa
base constitucional. De ellos ha deducido el Sr. Landero la facultad
de las Cortes para nombrar tulor en caso de que falle, y que esto*
i deben ser tantos cuantos podían hallarse en el derecho comuu.
S._TOMO F.
803
Yo, señores, por el momento ningún inconveniente tengo en acep
tar el debate en ese terreno : yo no necesito valerine de excepciones:
30 me propongo demostrar con las leyea de Partida en la mano,
que son las única* que hablan de tutela, que en el caso presente y en
otros parecidos ni aun á un particular el mas insignificante podría
privársele del derecho que tiene á ejercer la tutela, ni al pupilo po
dría arrancársele del cuidado del tutor que tiene ya designado.
Señores, me veo en el caso de examinar conforme á este derecho
comuu en qué casos y por qué causas ó motivos se pierde la tutela;
de aqui vendremos en conocimiento de si debe ó no declararse vacante
hoy aqurlla de que se traía , y si las leyes que tendré el honor de ma
nifestar al Senado son ó no aplicables al caso en que nos lia llamos. Se
ñores, sabido es que la tutela se acaba por muerte del tutor ó del pupi
lo: sabido es también que en la* inugeres (es decir en la madre y en la
abuela, que son las que el derecho permite <que lo sean) se acaba
cuando pasan á segundas nupcias: también se sabe que se acaba la
tutela cuando se quita á un tutor por sospechoso: la* causas de estas
sospechas ó el motivo de la remoción son varias:, yo creo que será
inútil que entremos á especificarlas. Ahora digo yo : aqui afortuna
damente no hay caso de muerte, ni del tutor, ni del pupilo; aquí no
hay el caso de haber pasado la Madre á segundas nupcias; no se ha
alegado tampoco ningún motivo por el cual pudiera quitársela la
guarda de sus Hijas; y en cuanto al motivo de sospechas debo ha
cer en este lugar justicia á los señores que han hablado , pues que to
dos se han esmrrado en profesar respeto y amor á S. M. la Reina
Madre, y ninguno la ha acusado de la menor culpabilidad , antes
bien han tratado de elogiar sus virtudes: por consiguiente debemos
deducir de aqui que nadie se vale del motivo ó pretexto de haber
perdido la tutela porque sea sospechosa: ¡ah, señores! ¡ Cuánto sen-
miento y amargura debería causarnos tener que explicarnos asi de
una Persona que tantos titulo* tiene á nuestra gratitud! Pero afortu
nada mente no hemus oído ninguna expresión que pueda mancillar
su intachable conduela.
Pero se ha dicbo con todo por algunos señores que han desapa
recido algunos papeles de la testamentaria del Sr. D. Fernando VII,
y hasta se ha hablado de ocultación de inventarios y de los autos de
la partición. Yo, señore* , nada puedo decir sobre estos hechos, por
que no estoy iniciado en ninguno de ello*. Pero á mi se me alcanza
una cosa, y es que Doña Mana Cristina todavía es Tu lora de sus Hi
jas. Y entonces ¿quién tiene derecho á examinar si existen , cémo y
en dónde esos papeles? Yo paso mal adelante: ¿esos documento* que,
según se dice , se han ocultado en poder de quién debian existir?
Los documentos que pertenecen á las Régias Pupilas debian existir
en poder del Tutor ó Tutora que lo ha sido y que lo es: ¿y cómo
puede hablarse de ocultación , ni aun suponerse', mientras la Reina
Viuda siga en la tutela de sus Hijas? Doña Mana Cristina no ha ce
sado todavía en este encargo: lodavia no ha llegado el caso de que se
la exijau cuentas de su administración'; ¡bien pronto llegará j-segun
preveo! Y entonces ese tutor que nombren las Corles podrá preguntar
por esos papeles, exigir cuenta*, y pedir todo aquello que pueda cor
responder á las Pupilas cuya guarda se le encomiende.
Entre tanto, señores, ¿quién puede creer que haya ocultación de
parte de una persona respecto á documentos que son propios suyos ó
de aquellas personas cuya custodia les está precisamente encomenda
da, y mucho menos respecto á la alta Persona de quien se trata-, ni
tampoco respecto a la época de que se trata? Todos sabemos que la
Casa Real tiene sus archivo* independientes de los archivos del Es
tado, y de consiguiente no sé cómo á esa Persona se la pueda hacer
aparecer aqui como ocultadora de documento* pertenecientes i S. M.
(A7 Sr. Gómez Becerra: Pido la palabra para deshacer una equivoca
ción). Estoy pronto, si me he equivocado i rectificar, porque no es"
mi objeto de modo alguno ofender á los señores á quien aludo.
El Sr. GOMEZ BECERRA : Si el Sr. Presidente lo permite
£1 Sr PRESIDENTE: No hay ninguna dificultad.
£1 Sr. GOMEZ BECERRA: Ninguna alusión, ninguna palabra
ha salido de mi boca que pueda aplicarse á la idea que emite el se
ñor Caneja: yo he hablado simplemente de losamos, y en rigor
tampoco he dicho que se hayan ocultado. He dicho que los autos de
la testamentaria , inventario y partición por muerte de Fernando VII
no se eucuentran. Yo no podia aludir á S. M. la Reina cuando *¿
que esos autos no deben estar, como el Sr. Caneja ha dicho, y con
esto desbago otra equivocación , en poder de S. M. : deben estar en
la escribanía de Cámara, porque á lo* interesados no se les dan lo»
autos. A oirás personas podré haber aludido; á S. M. la Reina Viuda
jamás.
£1 Sr. CANEJA: Si be padecido alguna equivocación , yo retiro
mis palabras. Lo que he dicho lo entendí asi. En cuanto á la última
parte de la rectificación de S. S., á saber, que esos auto* deberán ha
llarse en la escribania.de Cámara, no convengo enteramente con S.'S.,
porque si bien cuando un particular tiene que acudir á aprobar las
particiones se vale de un escribano público, el Real Patrimonio,
sabe el Sr. Becerra también como yo, que tenia una jurisdicción priva
tiva con el nombre de Junta Suprema del Patrimonio, y otos pápele*
supongo que estarían á disposición de S. M. En fin, señores, lejos es
toy de hacer alusiones que pudieran ofender la delicadeza del Sr. Be
cerra , ni tampoco la del Sr. Landero, que confirmó esas expresiones;
y la consecuencia que saco de todo esto es que por la confesión misma
de todo* los señores que han hablado en contra de la opinión que ios
87
 304
tengo ningún motivo absolutamente Imy para creer que S. IVf. purria
ser separada de la guarda de sus Hijas pur sospechosa ; todo lo con-
trariu, señores, se ha dicho deS. M. en ios términos mas honoríficos,
y repito que me be complacido mucho en oirlo, asi como me com
plazco en hacer rsla justicia á los señores que han hablado en pro
del dictamen de la mayoría déla comisión. Si, pues, señores, no
puede privarse ¡i S. M. de la tutela , ó lo que es lo misino, decía*
rarla vacante por estas razones, necesario es que acudamos á exa
minar si hay alguna causa diferente para la vacante que te quiere
hacer.
Se ha hablado aqui, señores, muchísimo de la ausencia de S. M.
Se nos ha dicho por la comisión que la tutela se daba principalmen
te á la persona y no á los bienes: la comisión ha sido ya ronlestada;
Ja tutela no es un cargo de tal naturaleza que la persona del lulor y
del pupilo hayan de estar continuamente unidas y vivir constaule-
mente bajo un mismo techo. Todo el inundo sabe, señores, que los
tutores (y esto esl.i sucediendo ron murlin frecuencia) no pierden su
tutela porque manden á sus pupilos á paises lejanos, aunque sea á na
ciones extrangeras, á recibir u educación. ¿Ha imaginado jamas nadie
3ueun padre pierda la patria polestady un tutor la miela porque man
en .i sus hijo* _y pupilos á instruirse á Francia, Suiza, Alemania ó In
glaterra, ó porque los manden i ejercitarse en el comercio en América?
Señores, nadie ha pensadq que esta ausencia baya sido jamás motivo
para que el tutor pierda Ja tutela y el pupilo deje de estar bajo la
guarda del lutor. Pues si esto sucede en asunto de derecho común,
¿habrá una razón para que suceda lo contrario respecto á la Reina
Madre y á sus Hijas la Reina Doña Isabel y su augusta Hermana la
Serma. Sra. Infanta ? Señores, yo no puedo comprenderlo. Una cues
tión se ha suscitado con este motivo: ¿esta ausencia es temporal? /Se
rá perpetua? La comisión nos dijo que S. M. habia salido para pais
extraugero libremente ; y yo deduciré, de aqui que entonces S. M. li
bremente podrá volver cuando la acomode.
El Gobierno nos dijo que S Al. ninguna manifestación habia
hecho en ocho meses largos que hace que salió para paises extrange-
ros en que indicase su deseo de vo ver á España: yo, señores, de
este hecho no puedo dudar una vez que lo asegura el Gobierno. El
Gobierno añadió que creia que S. M. no pensaba en volver, y que no
volveria: en esta parte el Gobierno puede creer lo que le parezca;
mas yo, señores, puedo hacer otro tanto, y creo mas bien que S. M.
deseará volver á España, porque en España licué su coraron, en Es
paña liene sus Hijas, y todo el mundo sabe lo que pueda el amor de
una Madre, y lo que arrastra el cariño de unas tiernas Hijas. Pare
ce, pues, iiiueho mas razonable creer que S. M. desea y puede volver
á España, puesto que salió libremente , puesto que viaja con pasa
porte español, y que tan poderosos motivos la asisten para fijar su
atención sobre este pais.
Pero se nos ha dicho que esta cuestión es inútil; que no debemos
entrar en ella: señores, ¡inútil esta cuestión! Seamos francos. Si aho
ra se declarara vacante la tutela de Doña Isabel II,y de su augusta Her
mana, que legal y legítimamente ejerce su Madre, y dentro de ocho
ó quince dial se preicntara la Reina Viuda, pregunto: ¿se la volve
ria la tutela , ó seguiria el tutor que nombren las Cortes ? ¿Qué se
baria entonces, señores? ¡ Y que se me diga que es inútil averiguar
ti vendrá ó no vendrá ! Permítanme los señores que lian discurrido
tn este sentido que manifieste mi admiración de que se hayan expre
sado en tales términos. Yo considero necesario prever esto: enton
ces sioríamos si lo que se iba á hacer era nombrar un tutor interino
ó se iba á nombrar un propietario; si íbamos á excluir absoluta-
menté á la Reina Madre de la tutela, ó si todavía podía quedarle
alguna esperanza de que volviese á encargarse de ella.
A propósito de esto, permítaseme que extrañe también ciertas ex
presiones que sin duda impremeditadamente soltó el Sr. Laodero,
expresiones que yo repetiré tales como las be entendido, y que es
toy también pronto á rectificar si me hubiese equivocado, porque no
es mi ánimo ofender á S. S. Tratándose de si S. M. vendría ó no, de si
podria ó no venir, sentó S. S. como posible que el nombre de Mana
Cristina pudiera reemplazar al de I). Cirios en el negro pendón del
despotismo. Yo no creo que el Sr. Landero haya tenido intención de
ofender en lo mis mínimo á una Persona á quien ha prodigado bas
tantes elogios: por esto digo que esa negra figura se le ha escapado
impremeditadamente; pero al robo el una figura que ha debido pen
sarla mucho a ules de usar de ella.
El Sr. LANDfc'RO: Si V. S. me permite rectificar....
El Sr. CANEJA: Señoies, ¡el nombre de Mana Cristina reem
plazar al de D. Cirios en el negro pendón del despotismo! Yo ruego
que te lea la portada de la Constitución de 1837 ; ahi está sobre la
mesa ; pero yo la diré de memoria : en esa portada se dice: "Consti
tución de la monarquía española promulgadj en 13 de Junio de 1857
tiendo Gobernadora del reino eii nombre de S. M. la Reina Doña
Isabel II su augusta Madre Doña María Cristina de Borbon, restau
radora de ta libertad española"
lié aqui la bandera de Doña María Cristina de Borbon, que no
te parece por cierto al negro pendón del despotismo: hé aqui el titulo
glorioso y jnstamenle merecido que le ha decretado la nación entera:
restauradora de ta libertad española. ¿Puede el Sr. Landero ni nadie
figurarse que cambiase esta gloriosa bandera ? Yo excluyo basta la
posibilidad de esa idea.
Volviendo, pues, á la ausencia, jo creo que do podemos califi
■
carla mas que de temporal , porque la misma comisión lo lia reco
nocido asi; el Gobierno nada ha dicho eri contrario ni las Cortes
tampoco.
Y bien, señores: la ausencia por si sola , y mucho meóos la au
sencia temporal, ¿es causa legal bástanle para privará los tutores de
la tutela > Una ley de Partida , que es la 21 , tit. 16 , p. 6! , designa
enlre dichas cansas la del deslizamiento del guardador ó del huérfa
no. Este destierro supone por necesidad una ausencia , y ausencia que
va envuelta con una pena. ¿ Y será- asi como se quiera calificar la au
sencia de Mana Cristina ? Entonces seria preciso que se la declarase)
y se la tuviese por desterrada; seria preciso que se pronunciase contra
ella esa terrible sentencia, porque solo en ese caso pudiera perder la
tutela conforme á nuestro derecho.
Todavía debo hacer otra observación. La ley dice que se pierde
la luirla cuando fuese desterrado el lutor; y el célebre glosador de
las leyes de Partida llregorlo l.npex en la glosa de esta ley dice:
"Que la palabra desterramlento significa aqui otro tanto como de-
portación." De mido, señores, que según Gregorio Lopes, todavía el
destierro no es bastante, para privara uno de la tutela; es necesaria
la deportación.
Todos saben cuánta diferencia ra de la pena de deportación á la
de destierro; y aun cuando se quisiera adoptar este restrictivo siguí-
fi'-ado: ¿dónde iríamos á parar si se declarase vacante la tutela que
ejerce la Reina Doña Maria Cristina respecto de sus augustas Hijas?
Seria necesario cuando menos considerarla como desterrada , porque
solo por este medio podría privársela de la tutela.
Yo he oído decir aqui á varios de mis compañeros políticos que
ninguna ley señala como causa bastante para perder la tutela la au
sencia del tutor, lo cual es muy cierto : han invitado d nuestros ad
versarios políticos á que la presentasen ó indicasen, y nadie lo ba
hecho ni podrá hacerlo. Pues yo, señores, puedo adelantar algo mat.
Siguiendo á Gregorio Lupes encuentro rn la ley citada una declara
ción de que la tutela nu se pierde ni aun por ausencia que proceda da
destierro.
Hay ademas otra ley que terminantemente decide esta cuestión,
removiendo ludo género de dula , y estableciendo que la ausencia,
aunque sea por servicio público, lejos de privar de la lutria, ni aun
sirve siquiera para exonerarse de ella el que pretenda dejarla , ó
quiera lenunciarla.
El tit. 17 de la Partida 6* habla de los motivos justos por loi
cuales uno puede excusarse de la tutela. Hé aqui , señores, queen la
ley 2) de este titulo encuentro yo la siguiente disposición. "Otrosí
decimos que sí algunt guardador de huérfanos hobiese de ir en ser
vicio del Rey por su mandado á alguna parte que fuese muy lueñe,
ó fuese allá por servicio ó procomunal de la tierra en que vive, este
ataldebeule atender tsista que venga, perodebe dejar los mozoset sue
bienes en guarda el en recalado de tal borne que piense bien de eilos
demíentre que el tornare: et cuando viniere, debe robrar et haber
los bucrfanos*en su guarda, bien asi como los lenie enante."
Aqui, señores, la doctrina legal expresa bien patentemente quo
el que sea llamado á una tutela , ó se haya encargado ya de ella, pue
de tener después motivos para pedir que se le excuse, motivos qua
las leyes designan claramente. Tratando de calificar bajo de este as
pecto la ausencia indefinida de los que por servir á su patria tengan
que ausentarse para ir á paises muy lejanos, todavía res dicei. las le
yes en términos claros que ni esa ausencia sirve para excusarse de la
tutela, ni menos para perderla, sino que tales tutores deben encar
gar la guarda de los pupilos y sus bienes á las personas que merez
can su confianza para que cuiden de ellos hasta que vuelvan y pos-
dan desempeñar estas funciones por si mismos.
Yo, señores, encuentro que en esta ley hay esa disposición clara t
terminante que decide el caso en que nos hallamos , decidiendo que
la ausencia no es motivo ni puede serlo para que se prive al ausente
de la tutela.
Y bien , señores : puesto que tenemos la cuestión en el terreno
del derecho común, ¿Doña Mana Cristina respecto á su obligación y
deberes para con sus augustas Hijas será de menos valer , de peor
condición que otro cualquier ciudadano particular? No lo puedo con
cebir, máxime cuando hay tan poderosos motivos que persuaden lo
contrario.
Se nos ha dicho que dejó á sus augustas Hijas en el abandono ó
desamparo, y se nos ba ciladp en prtfeba su manifiesto de Marsella.
Del que muere ó se ve en necesidad de separarse de su familia no se
dice que la abandona, aunque es cierto que la desampara. S. M. dejó,
si, en desamparo á sus tiernas Hijas; pero no se olvide lo que dijo
también en su manifiesto, á saber : que ese sacrificio , el mayor que
puede hacer una Madre, lo hizo por no infringir la Constitución,
por ser fiel í sus juramentos.
Debo entrar abura en otras observaciones. El Sr. Ondovilla indicó
la otra noche que la Constitución decía que seria tutor del Rey me
nor la persona que el Rey difunto hubiese nombrado con tal qne
fuese español de nacimiento, en lo cual indicaba encontrar inconve
niente para que la Reina Madre pudiese continuar ejerciendo la tu
tela de sus Hijas; y también indicó, si no me equivoco, que esta era
una disposición igual ti la ley 3i, til. 15, Partida 2i
Yo con permiso del Sr. Ondovilla le diré que en esta parte se
equivoca, (bl Sr. Ondovilla pide la palabra.") Esta ley no requiere la
naturaleza de estos reinos sino en los tutores dativos, y el Sr. On-

d ovilla sabe que no ion lo mismo esos que los testamentarios.
Duna Muría Cristina* de Borhun no nació en España; pero Doña
Mana Cristina es bisnieta pur linca pateri a del Sr. D. Carlos III,
Rey de España, y ñifla por la materna del Sr. D. Cár,los IV, y por
consiguiente era ya considerada como persona de la familia Real de
España antes de venir á estos reinos para ser Esposa del Sr. D. Fer
nando VII. Entonen identificó mas su existencia con la nación es
pañola, y no podia merecer en modo alguno el concepto de ex«
trangera.
Respecto i esto , debe tenerse presente lo que hicieron las Córtes
constituyentes en el año de 1856. Regia entonces la Constitución de
1812. que en su art. 193 prohibía que los extranjeros fuesen Regen
tes del reino , y sin embargo confirieron ó ce nfirmaron la Regencia y
Gobierno de Mana Cristina, sin dudar que debia tenerse por española.
Todavía debo hacer otra observación al Sr. Ondovilla. ¿Cree S. S.
que la Constitución de 1837 debe tener efecto retroactivo? Yo, se
ñores , en tiendo que nadie lo puede creer.
El testamento del Sr. 1_). Fernai do VII en que nombró Tulora y
Curade ra de sus Hijas á su Espesa Doña Mana Cristina tiene la fe
cha de 1*2 de Junio de 1830 si no me equivoco. S. M. murió el 29 de
Setiembre de 1833, y entonces ni existía la actual Constitución , ni
la ley de Partida exigía que los tutores testamentarios del Rey me
nor fuesen naturales de estos reinos.
Otro argumenta hizo S. S. fundado en la ley de Partida. La ley
dice asi hacia el fin : "Que si al Rey Niho Jincase Madre , ella ha
de ser el primero y mayoral guardador en cuanto non casare et
quisiere estar ron el Niña."
De que S. M. no ha casado creo que estamos todos satisfechos. El
Sr. Ondorilla ha encontrado en estas palabras estar con el Niño un
significado tal', que le ha llevado á decir que no viviendo la Reina
Doña Mana Cristina en Madrid al lado de sus Hijas, no es posible
que ejerza la tutela. Como creo haber demostrado lo contrario, debo
nacer rer al Sr. Ondovilla que esta clausula de "en cuanto non casare
et quisiere estar con el niño" es una expresión sinónima , es una
conjunción. Véanse si no las leyes de partida que hablan del derecho
que tienen las madres y las abuelas á ser tntoras y curadoras de sus
hijos, y se verá como dicen que sean privadas de la tutoría desde
el momento que casaren, y dan la razón de esto diciendo: que mu-
ger que casa nuevamente pierde el amor á sus hijos, trasladándolo
al nuevo marido; de modo que en esto solo consiste, y por esto solo
se interpreta por la ley que no quiere estar con el niño.
Creo que es inútil molestar mas la atención del Senado sobre este
punto , cuando fue ya desechada la enmienda que el Sr. Ondovilla
propuso fundado en estos motivos.
Tampocó me detendré á hablar de otras leyes que be visto citadas
aquí , y á la verdad con estrañeza.
La ley 13, tit. 16, Partida 6?, dice "que se pueden dar guardado-
res interinos á los huérfanos cuando el guardadur enfermare o hubie
ra de ir en romería , hasta que sane ó tornare."
Pero esta ley no habla de tutores; esta ley habla expresamente de
curadores, tanto que empieza asi: " Curatores:" en latín son llama
dos aquellos que dan per guardadores á los huérfanos mayores de 11
años y menores de 25. Todo el mundo sabe, señores, la grau diferen
cia que hay entre el tutor y el curador. La ley de Partida usa indis
tintamente de la palabra guardador ; pero tiene buen cuidado' de de
cir que los curadores se dan á los mayores de 14 años. La curaduría
no empieza sino donde acaba la tutoría, y al paso que todos los pu
pilos deben tener su tutor , á ningún menor se le puede obligará que
reciba curador si no lo quiere, salvo en el caso que deba parecer en
juicio como demandante ó demandado , en cuyo caso nombra por si
un curador ad litem , ó sea de pleitos.
Es, pues, claro que esa ley no habla de tutores ; y asi siento que
se haya citado, aunque para explicarla , porque jamás podrá argü'ir-
se con ella que deba nombrarse un tutor interino durante la ausen
cia de S. M. la Reina Doña María Cristina. Y ya que hablamos de
la diferencia entre tutores y curadores, haré todavía sobre esto ob
servaciones importantes.
Conforme á'las leyes comunes, la edad pu pilar acaba en las hem
bras á los 12 años, y en los varones á los 14 : la que se llama menor
edad ecaba en uuos y otros á los 25 años.
Y bien, señgres: confirme á la Constitución, el Rey es menor de
edad hasta los 14 años: asi lo dice el art. 5G. Esto me sugiere una
duda que yo propongo al examen de todos y coda uno de los señores
que me escuchan.
La Constitución dice que el Rey es menor de edad, hasta cumplir
14 años. ¿Y S. M. la Reina Doña Isabel II, dejará por eso de salir de
la edad pupilar á los 12? Será menor, enhorabuena, hasta los 14;
pero no-será Pupila, y en esos dos años no deberá tener tutor, ni cu
rador sino lo quiere. Ahora yo preguntaré á este propósito: si se nom
bra un tutor á S. M. , puesto que la Constitución no habla mas que
de tutor, ¿deberá cesar dentro de un año cuando S. M. la Reina cum
pla 12? Propongo esto como duda, señores, porque la Constitución ha
usado de la palabra menor, y en el derecho común se llama menor á
la hembra que pasa de 12 y no llega á 25 años.
Esta dificultad pudiera suscitarse muy pronto: cuando la Reina
deje de ser Pupila, entonces pareee que no necesita ni se la puede
obligar i sujetarse á tutor ni curador. ¿Qué hará entonces el tutor
que las Córtes tratan de nombrarle sin mas explicaciones?
305
Prosigo adelante : la Constitución , considerándola persona del
Rey de una grande, grandísima importancia para la nación, lo ha
dirían do uiavur de edad á los 14 ams. Mayor edad señalaba la Cons
titución de 1812 que eran los 18 añcSJ y mayor eded señalaba la ley
de Partida que cían 20. .Asi que, no se puede negar que es uno de
aquellos derechos de nlla política constitucional el que Iiaceal Rey
Niño mayor de edad á los 14 años. Pues bien: purt!ÓN|Ue se reí fun
de en el dictamen de la comisión la tutela de lu Sra. Infama con la
de la Reina, pregunto yo: ¿será también mayor de edad la Iifanta
Doña Mana Luisa Fernanda á los 11 años remo su Hermana la Rei
na? Yo crio que ti dos rae dirán que no ; creo que convendrán con
migo en que S. A. la Infanta en esta parte tendrá que sujetarse i las
leyes comunes, y que no puede gozar de aquella especie de privilegio
que la Constitución concede solo á la Perscna del Rey. Mas si nu ja
incluimos en los di rerlios , ¿por qué la incluimos en quilarla de
tutela de su augusta Madre? ¡ Por qué razón se ha de dar tutor tam
bién á la Infama por las Cóites al mismo tiempo que se da á la
Rema? Yo vuelvo á preguntar aqui: ¿este tuior podrá durar mas
que el tiempo que tarde S. A. en cumplir los 12 anca? Y si después
de esta edad no quiete S. A. tener ni tutor, ni curador, ó quisiere
nombrar por si un cuiador, f pedrá sin rii larsr las leyes obligarse-
la á que siga bajo la influencia riel lutor que abe ra se nombre?
Hé ai|ui , señores , cuántas y cuáli graves dificultades me ocur
ren sobre un dictamen que , como he dicho , no envuelve sino con
fusión y mas cunfusion , contradicciones y dudas insuperables, y de
estas di lie it hades es de donde nosotros tememos que puedan resultar
complicaciones y consecuencias tristes; ademas de que siempre afli
ge hasta á los Cuerpos colegisladores verte en el caso de tener que
decidir estas gravts cuestiones.
Otra dificultad se rae presenta , porque cuando me pongo á me
ditar sobreestás rosas son tantas las ideas que rae ocurren y que ta
agolpan á mi imaginación, que no me es fácil explicarlas ron orden.
Si lus Córtes vienen á nombrar un tutor ahora para la Reina y sn
augusta Hermana, este tutor ciertamente que corresponderá á la
clase de los dativos, porque no será ni testamentario ni legitimo:
pues bien, señores: conforme al derecho común lí ele s los tutores da
tivos están sujetos á dar fianzas; y yo piegunto: ¿la rxigiráu Jas
Córtes al tutor que nombren? No té lo que harán; á lo menos este
caso no se halla previsto.
Yo, señores, á cada paso que quiero dar en este asunto no bago
mas que tropezar con dificultades, dificultades que me causan á la
verdad grande aflicción, porque me intereso, como nos interesamos
todos, por el bien de nuestra' patria y porque deseo que se respete la
Constitución , la cual creo que infringiríamos manifiestamente, asi
como otras varias leyes que tienen anakgia con ella , y de las rúales
se ha hablado ya bastante, si las Córtes declaran la vacante de la
tutela y proceden á nombrar un tutor á la Reina y á su augusta
Hermana. ¿Y con qué derecho, señores , conque derecho se quiere
suponer que si faltase su augusta Madre no baya otros tutores testa
mentarios? ¿No dejó el Sr. D. Fernando Vil nombradas expresa
mente personas señaladas para ese desgraciado caso, personas que ie-
siden en Madrid? ¿No son estos tutores testamentarios?
Dice la comisión que no se pueden atender reclamaciones de cor
poraciones que no existen. Señores, S. M. D. Fernando VII nombró
Regente y Gobernadora del reino á su augusta Esposa; nombró tam
bién un Consejo de Gobierno c>-n quien pudiese consultar en los ne
gocios arduos -y graves: este Consejo de Gobierno cesó desde el año 36
en que restablecida la Constitución de Cádiz, no se reconoció ningún
otro consejo del Rey mas que el Consejo de Estado que no existia.
Este Consejo de Gobierno quedó, pues , extinguido, es Terciad;
pero en ese mismo testamento , que no leo porque me parece que los
Sres. Senadores creerán lo que yo diga , dispuso en una de las cláusu
las S. M. D. Fernando VII que "para el desgraciado caso de que fal
lase su muy ainada y querida Esposa anles de que el hijo que debia
suceder eu la Corona llegase á la mayor edad se encargasen del Gor
bierno del reino, y al mismo tiempo de la tutela de sus hijos meno
res las mismas personas que dejaba nombradas en la cláusula ante-
rior para el Consejo de Gobierno," A este nuevo Consejo, señores, le
intituló S. M. Consejo de Regencia, nombrándolo asi dos veces: ¿por
qué, pues, se quiere confundir con el Consejo de Gobierno? Este Consejo
de Regencia, este Consejo de Tutela tenia una existencia condicional;
no podia existir sino cuando se verificase la condición ó caso desgra
ciado de que faltase la Señora Doña Mana Cristina de fiorbon antes
de que el sucesor á la Corona hubiese llegado á la mayor edad.
No ha llegado afortunadamente ese caso , no ha podido por
consiguiente existir el Consejo de Regencia ; pero si ahora por los
motivos que se han indicado declarase el Senado que efectivamente
S. M. Doña María Cristina no podia ser Tulora de sus Hijas, ¿no
seria , señores, llegado el caso de que entrasen á ejercer la tutela
los tutores testamentarios nombrados por el Rey para este caso, ba
jo esa condición, esos tutores testamentarios á quienes la Constitución
llama expresa y terrainantemenle en el hecho de decir que sean tuto
res primero aquellcs que el padre hubiese nombrado en su testa
mento? Yo, señores, quisiera oir alguna razón ó motivo por el cual
se deba excluir i estas personas. ¿ No existen ? ¿Tienen acaso alguna
taclia legal ? Pues suponiendo que la tenga Doña Maria Cristina,
ellos no podrian ser Regentes, porque conforme á la Constitución
el cargo de Regente y tutor no pueden estar desempeñados por una
 30S
misma persona; pero ya que no puedan ser Regentes, ¿no podrán ser
tutores ? ¿Ni> son llamados por la Constitución ?
Yo preveo que tul vez se vaya á alegar uno que acaso.se quiera
llamar argumento, pero que no será mas que sofisma: puede que
se me diga que cuando la Constitución habla de tutor, usa de la
palabra en singular, que supone por consig úeme que el tutor no
pued.e ser mas que uno, y que sie ido tres las personas nombradas
en el testamento, no pueden ser admitidas.
En primer lugar yo diré que en el misino art. 60 donde se usa de
la palabra tutor en singular, en ese mismo articulo se usa también en
singular correlativamente de la palabra Regente; y estu es tanto mas
notable, señores, cuanto que ya en uu articulo aut»rior habia dicho
la Couslilucion que la Regencia podía constar de una , ttes ó cinco
personas. Sin embargo, todavía cuando babla de la Regencia usa en
ese articulo de la palabra Regente en singular; y si esto no perjudi
ca al buen sentido del articulo anterior, ¿podrá creerse que por usar
de la palabra tutor en singular no pueda entenderse tutor ó tutores?
A mi me parece esto muy sencillo y muy probable; otros acaso lo en
tenderán de diferente manera que yo , porque este es uno de aquellos
argumentos que ofrecen solo probabilidad y no una demostración
aritmética, matemática é irrecusable.
Pero la ley de Partida, de donde se ha copiado el articulo de la
Constitución, dice que los tutores deben ser uno, tres ó einjo, y no
mas. La Constitución dice que será tutor aquel que el Rey difunto
hubiere nombrado. ¿ Faltaríamos nosotros á la Constitución con pre
tender que los tutores pueden ser mas de uno? A mi me parece que
no. Pero voy mas adelante. Supóngase que únicamente puede ser tu
tor del Rey una sola persona. Ahí se ine presentan tres tutores testa
mentarios , y se dice que no pueden serlo juntos. .Señores, si como se
ha dicho muy bien, no es posible que la Constitución abrace todos
los casos, y que por eso debe atenderse á las demás leyes comunes
para- suplirla, ¿ no tenemos lina ley de Partida que dice terminante
mente que cuando los tutores sean muchos y no pueden avenirse para
ejercer la tutela juntos, pueden avenirse en que la ejerza uno de
ellos, y añade que si hubiese tal divergencia que cada uno de por
siquiera ejercerla, puede el juez elegir entre ellos aquel que mejor
le pareciere bajo ta correspondiente bauza ó seguridad.'1 ¿Qué inconve
niente tenemos, pues, en hacer aplicación de este principio, para
que uno de esos tres respetables individuos que se hallan nombrados
para el caso no ocurrido, pero que puede ocurrir, ejerza la tutela
de acuerdo de los otros?
Yo por tanto, señores, entiendo que no hay una sola razón que
me pueda satisfacer para que en el casa de que se declare vacante
la tutela de S..M. Djña Mana Cristina de Borbon, en razón de su
ausencia, dejen de sustituirla aquellas mismas personas que llama
en tal caso el art. 60 de la Constitución, previniendo expresamente
que sean tutores los qjie el difunto Rey hubiere nombrado en su tes
tamento. ¿Cómo, pues, señores , se puede proceder al nombramien
to de un tutor dativo mientras haya tutores testamentarios, y cuan
do todavía á falta de estos tendría Dona Mana Cristina de Borbon
el derecho de ser tutora legitima de sus Hijas? Señores, he moles
tado demasiado al Senado: yo misino me he fatigado también, y
no be dicho muchas cosas que pensaba decir.
Concluiré sin embargo con una sola reflexión, á saber: entre to
das las razones que yo he oído aquí á las cuales he contestado, y de
las cuales ninguna lia podido convencerme, la que me ha convenci
do menos es el sacrificioá que se ha aludido, ese 6ien df la patria, esa
conteniendo pública que tanto se decanta. Yo hubiera deseado que
los señores que han usado de esta arma, arma que tanto se ha mane
jado en todas circustancias , arma de dos cortes que sirve para to
dos los casos, nos explicaran siquiera en qué consiste en nuestro caso
esa conveniencia publica á los que no ¡portemos comprenderla. ¿Una
medida de esta importancia no merece, señores, que se nos diga cuál
sea su utilidad y conveniencia V ¿Consiste acaso en que Doña Maria
Cristina de Borbon sea despojada de la tutela, en que no pueda volver
á España, y en que se la considere como desterrada ó mas bien como
deportada, porque solo en este concepto puede privársela del ¡derecho
que tiene? Y, señores, ¡dudaremos nosotros de la que lleva el titulo
de restauradora de la libertad y Madre de los españules! Lo queyosé
decir, señores, es que toda medida política que em pieza jpor violar los
elementos de la justicia, y que acaba por subvertir la ley constitu
cional del Estado, y de consiguiente el mismo Estado, no es para mi
una medida de conveniencia publica, ni la votaré jamás.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Señores, la primera vez que tuve
el honor de hablar de este asunto dije que era importante y grave, y
que graves, circunspectas y mesuradas debían ser las palabras, asi
como los conceptos en esta cuestión; es verdad, pero después se ha
querido dar á enteuder que yo no observé el consejo que di, sin aten
der precisamente á que al mismo tiempo dije que me encontraba
atacado y que tendría que usar del derecho de la defensa, y es claro
que si se me atacaba con una espada de duro acero no había yo de
oponer1 un escudo de cartón.
Se habia dicho desde aquella tribuna que el Gobierno provisional
habia sido mas revolucionario que la revolución misma; era preciso
que me hiciese cargo de es.to, y dije que el Gobierno provisional no
había sido revolucionario,, sino mas bien contra revolucionario, po
niéndole en ese caso cómo consecuencia necesaria, el pronunciamiento
de 1? de Setiembre,
Se dice que no he dado pruebas. ¿Cómo no se exigen estas prue
bas á quien dijo que el Gobierno habia sido revolucionario? No es
ahora ocasión de darlas , seria muy inoportuno que yo entrara en
esa cuestión , lo que no pretendo ni me considero con derecho para'
ello, aunque .me seria muy fácil justificar que el Gobierno provisio
nal no fue revolucionario. La prueba es que estamos aquí , porque si
ese Gobierno hubiera sido revolucionario no se hubieran podido de
cir esas expresiones desde aquella tribuna.
El Sr. LANDERO: Señores, he pedido la palabra para una alu
sión muy grave y que me ha afectado mucho. El Sr. Caneja ha di
cho en su discurso que en el que yo tuve el honor de pronunciar antes
de ayer me habia permitido decir que S. M. la Reina Madre queria
reemplazase su nombre al del rebelde D. Cirios en el negro pendón
del despotismo; yo, señores, no creo tenga necesidad de justificar
me de una expresión tan dura á presencia del Senado que me ha ex
cuchado, que oyó lo que dije de la Reina Madre antes de ayer y que
sabe que con toda la sinceridad de que soy capaz manifesté lo que creía
y lo que pensaba de la Sra. Doña Maria Cristina de Borbon. Por
tanto rio ine justificaré de una inculpación gratuita y no merecida,
sino que levantaré muy altamente mi voz para quejarme del Sr. Ca
neja, porque ha querido valerse de mi como instrumento ó medio para
adornar su discurso con la peroración patética que ha fundado en
una frase que jamás salió de mis labios. Estoy autorizado para decir
que S. S. había querido adorn ir su discurso á expensas de mi honor
y lealtad, porque habiendo sido tan generoso con el Sr. Gómez Be
cerra á quien habia permitido deshiciera otra equivocación, resistió
abiertamente la satisfacción que yo le ofrecí inmediatamente que
comenzó a inculparme; sin duda porque conocía que una sola pa
labra mía destruía su objeto. Rechazo á voz en grito semejante cargo
como falso , y como cosa que no salió jamás de mis labios. Pido ai
Sr. Presideute se sirva mandar que los taquígrafos turnen con toda
exactitud notas de lo que acabo de decir. •
El Sr. CANEJA : El Sr. Landero se queja de que yo no entendi
bien sus expresiones en la sesión del dia pasado: yo he protestado al
Sr. Landero que era posible que me hubiese equivocado; sin embar
go, no era yo solo qui;n lo habia entendido asi, sino otrus. Pero si
yo me equivoqué , también el Sr, Landero ha andado errado en re
ferir lo que yo manifesté. Ciee el Sr. Landero que yo habia dicho
con referencia á 5. S. que la Reina Madre queria reemplazar á don
Carlos en el negro pendón del despotismo. Yo lo que dije fue : el
ir. Landero ba dejado eutrever como posible.... Me parece que esta*
fueron mis expresiones por no ofender la delicadeza de S. S. , á quien
antes de hablar di una especie de catisfaccion diciendo que no era
mi áuimo injuriarle; y si no ine dejé interrumpir, fue porque sabia
que él Sr. Landero estaba á tiempo de rectificar. Repito, pues, que
yo no be dicho que el Sr. Landero manifestase queS. M. quería, not
lo que dije fue: que aludiendo á si S. M. vendría ó no, á si querría
ó no venir, observó el Sr. Landero que esas suposiciones podrían dar
lugar á que los extraogeros escribieseu en el negro pendón del des
potismo el nombre de Mana Cristina en lugar del de D. Carlos. Esto
es lo que yo he entendido: no que el Sr. Landero lo creyese; y por
eso dije que S. S. usó de una figura retórica, á mi parecer muy poco
feliz, poco premeditada. Por consiguiente, si yo entendi mal las ex
presiones del Sr. Landero en la sesión pasada , el Sr. Landero ha en
tendido mal las mias, y ahi estarán las notas taquigráficas que po
drán sacarnos de duda.
El Sr. LANDERO : Acepto con mucho gusto la explicación que,
acaba de hacer el Sr. Caneja. Supongo que no podráu venir aquí laa
notas taquigráficas, porque estarán en la redacción del Diario, y por
eso no las he pedido. Dije que se podía dar con los discursos contra
rios pretexto á que se creyese que los partidarios del absolutismo
buscaban á S. M. por bandera de un partido. En eso miraba yo por
el honor de S. M., y me referia á los señores que queriendo defender
á la Reina Madre en mi concepto la ofendían. '
El Sr. ONDOV1LLA: Sin duda el Sr. Caneja na comprendió lo
que quise decir en mi discurso, y por eso se ha explicado en el
tono en que lo ha hecho. Yo traté de deiiiostiar al Senado que 1»
ley 3i, tit. 15, Partida 2? era la ley política fundamental en la ma
teria, y que de ella se habia extraído con las correcciones y modifica
ciones correspondientes el art. 60 de la Constitución; añadiendo qu»
aquello que no estuviese comprendido en el art. 60 de la Constitución,
y lo estuviese eu la ley de Partida de donde se habia sacado el arti
culo debía ejecutarse, porque la rey estaba vigente. Dije, pues, que la
ley política y fundamental de las Partidas no decia que cuando nom
braba el Rey tutores hubiesen estos de ser españoles, y la misma dice
que cuando las Cortes nombren tutores hayan de ser naturales de es*
tos reinos; de modo que tenemos dos casos: uno cuando los nombra
el Rey, y otro cuando los nombran las Córtes: cuando los nombra el
Rey, la ley [de Partidas no dice que sean naturales de estos reinos,
pero la Constitución en su art. 60 corrige la ley, y dice: "el tutor
testamentario ha de ser español de nacimiento."
Dije mas: que aunque el articulo constitucional no decia que el
tutor que nombrasen las Cortes debía ser español , lo decia la ley de
Partida , y por consiguiente debía tenerse asi entendido aunque no
lo decia la Constitución , porque aquella ley estaba juzgada como
ley constitucional. Añadí que S. M. la Reina Doña Mana Cristina
de Borbon era española de nacimiento , ateniéndome al texto de la
Constitución,.y no á la interpretación que ha dado de ella el señor

Caiieja ; y habiendo jurado la Constitución y reconocido este princi
pio, era preciso que dejase de ser tatora testamentaria, porque es
taba en contradicción el articulo constitucional con la calidad de
S. M., que no era española de nacimiento* Que de consiguiente la tu
toría testamentaria no pudo durar mas que hasta la publicación de
la Constitución : allí cesó.
Dice S. S. que entonces la Constitución tendría fuerza retroac
tiva: pues qué ¿ no sabe S. S. que se nombró Consejo de Regencia en
el testamento de S. M. , y fue anulado por la Constitución? Aquel
régimen no era compatible con este: asi es que no podía menos de
destruirse por razón de cita incompatibilidad.
¿Qué dice la ley de Partida ? Que tenga la tutela la Reina Ma
dre "en cuanto non casare, é quisiere estar con el niño." He que
rido hacer dos casos; porque yo, señores, veo las cosas claras, y
claras las entiendo. "En cuanto non casare é quisiere estar con el
niño." Puede muy bien estar viuda, y á pesar de eso no estar con
el niño. Por eso dije que era menester un acto explícito , y á ese fin
se dirige mi proposición.
No fue feliz, como lia dicho el Sr. Caneja ; yo bien sé por qué no
lo ha sido. Yo reo aqui, señores, un ataque muy empeñado entre la
oposición y la mayoría: eso está en los principios de cada uno. Yo
no soy ni he sido nunca extremado: soy partidario del justo medio
en el terreno legal y de progreso á favor de nuestras instituciones; y
me parece lo mas racional lo que preseuté á la deliberación del Se
nado; mas este no lo consideró asi. Bien sé sin embargo que fuera de
aqui tiene simpatías la proposición, y aun dentro también las tiene,
y algunos señores hubieran querido verla aprobada.
El Sr. GIL DE LAS REVILLAS: Ruego al Sr. Presidente que
mediante á que están atracados los trabajos del Senado, te consulte A
este si habrá sesión esta noche."
Hecha la pregunta, se acordó afirmativamente.
El Sr. LASAÑA: Señorea, como observó muy oportunamente el
otro dia el Sr. Gómez Becerra , se da un giro tan irregular á est-a
cuestión , que cuando debia estar ya definitivamente resuelta nos
encontramos en el caso de tener que empezar de nuevo un asunto que
ha ocupado al Senado por espacio de cinco dias, y en que se han ago
tado, digámoslo asi, todos les recursos de la elocuencia. Asi es que
loa señores que se oponen al dictamen de la mayoría no han hecbo
mas que reproducir los argumentos presentados por los que les han
precedido en el uso de la palabra : por consiguiente poco se podrá
añadir ya, supuesto que es un mal que no es fácil, ó mejor diré, no
es posible remediar; preciso será emprender nuevamente esta tarea,
tanto mas penosa, cuanto que ya es repetida , y poco podré añadir á
lo dicho.
Yo, señores, no voy á pronunciar un discurso estudiado, por
que francamente digo que no hay necesidad mas que de formar un
intimo convencimiento; pero no tendré yo ciertamente la fortuna
de poder hacer que le formen algnnos señorea, entre otras cosas, por
que no me creo con bastantes luces y conocimiento para ello: asi es
qne mi discurso saldrá desaliñado, á pesar de que procuraré en lo
posible metodizarle. No habia pensado tomar la palabra; pero me ba
obligado á ello el cumplir con un deber que circunstancias parti
culares hacen que no pueda prescindir de él , y ademas quiero que
quede consignado explícitamente mi voto en esta materia. He dicho
qne creía de mi deber lomar la palabra , porque creo deber mió el
contestar á las inculpaciones que gratuitamente se han hecho al
pronunciamiento de Setiembre.
Señores, todos los hombres, aun aquellos mas sensatos y juicio-
ios, tienen sus capriclies y inanias : verdad que ha demostrado la
experiencia; pero el Sr. Carrasco tiene la mama de zaherir y ana
tematizar siempre que hay ocasión, aunque sea trayéndose por los
cabellos, el pronunciamiento de Setiembre; y yo, que tomé parte
en él , porque lo creí- justo , según ios actos me lo demuestran, y
cuando yo tomo ona determinación es para arrostrar los peligros,
pues no soy de los que obran por circunstancias; yo, que fui parte,
repito, en aquel pronunciamiento, creo de mi deber darle esa sa
tisfacción , y contestar al Sr. Carrasco.
El pronunciamiento de Setiembre, como dijo muy bien el Sr. Go
mes Becerra, no fue una revolución; la revolución ya estaba eje
cutada; fue una contrarevolacion ; para oponerse al ataque que se
daba- á las instilaciones ; eso fue, señores, y do hay qne sacar las
cosas fuera de su lugar. Añadiré al Sr. Carrasco que el pronuncia
miento de Setiembre fue justo, noble, generoso, legal, porque cuan
do ana nación ve atacados sos derechos, la ley misma la autoriza
para rechazar la fuerza con la fuerza, y mucho mas después de ha
ber agotado todos los medios de respeto, como lo habia hecho la na*
eion española.
Noble es el pronunciamiento, porque noble es el presentarse en Ja
arena cuando hay necesidad sin andar con intrigas para destruir «1
sistema establecido; no señor, tos españoles son nobles, noblemente
lo hicieron. En cuanto i generosos, si el Sr. Carrasco tiene algún mo- •
mentó en que esa manía de deje libre, yo leruego que no se ocupe del
efecto del pronunciamiento : que se remonte un poco y vaya á bas
car las causas; S. S. no puede ignorar qne los hechos fueron públi
cos y no podrán de modo alguno ocultarse i su penetración. Basta
de esto , y paso á contestar i algunos de los argumentos qne han pre
sentado los señores que han impugnado el dkiáatea de la mayoría
«sala comisión. • ■•"nih - u .
- 'aU.fOMO. h ■•»'•■«•"»■ • >b «»«•>«'•«•• °h
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Señores, si vamos i analizar todos los discurtos que se han pro
nunciado en contra del dictámen de la mayoría, veremos que se
pueden reducir á cinco argumentos. 1! Los derechos de la Reina
Madre á !la tutela. 25 El desaire ú ofensa que recibiría esta au
gusta Señora si se la privara de la tutele, y hasta se ha llegado á
usar- de la palabra "de qae se la degradará." 3? Que las Córtes
no eran competentes para declarar vacante la tutela. 4? Que la
ausencia de S. M. no era un motivo para que se la privara de la
tutela , mucho mas cuando esta ausencia era temporal , y que S. M.
podia continuar con ella encargando la tutela de sus Hijas á los
«napleados de Palacio. Y 6? Un argumento ad terrorem, que á
mi no me causa miedo , amenazando lo que nos podría acontecer
á los qne votásemos que la tutela de la Reina Isabel está vacante.
El primer punto es el de los derechos de & M. la Reina Madre:
¿y quién se los ha negado ? Ni la comisión, ni ninguno de los que
rae han precedido apoyando el dictámen ba dicho que la Reina
Madre no tuviera este derecho. Aqui no se ha tratado de eso: lo que
se ha dicho es que sea cual fuere, no la ejerce, porque está en im
posibilidad de hacerlo; ¿porque cómo ha de ser posible que una Se
ñora á 200 leguas de sus Hijas pueda cuidar de su educación, salud
é intereses ? Esto es imposible ; y esa es la razón por que la ley que
han citado los Sres. Caneja y Ondovilia dice , hablando de la tu»
tela, que una de las razones por que se pierde es por no querer estar
con el Niño , porque supone, y supone muy bien, que el que está lejos
del Niño no puede cuidarle.
Que se haria un desaire, se añade, una ofensa á la Reina Doña-
Mana Cristina ti se la separara de la tutela de sus Hijas. Este- es el
resultado de tomar las cosas equivocadamente. La tutela no se ba es
tablecido en beneficio del tutor, sino del menor; y no podia ser otra
cosa, porque por fuerza debia establecerse en beneficio del que mas
necesita de ella. Un menor se supone qne no tiene el talento necesario
para gobernarse á sí mismo, y por eso se nombra quien cuide de su
educación é intereses: luego la tutela no es un privilegio, no es una
prerogativa ; es un cargo que trae sus deberes, y uno de ellos es el es
tar inmediato al menor.
Se dice, señores , en tercer lugar que la ausencia de la augusta
Reina Gobernadora no debe privarla de la tutela , porque su ausen
cia es temporal, y porque puede muy bien ejercerla por medio, de
sus empleados de Palacio. Señor, si tiene que valerse de los em
pleados de Palacio para ejercerla , es claro que no la puede ejercer
por si, y de consiguiente esta ausencia es una razón para que pierda
el derecho á la tutela. Pero la ausencia de S. M. es temporal : ¿y quién
nos lo ha dicho? El Sr. Carrasco esforzando está idea nos dijo: "¿j
vosotros los que queréis quitar la tutela á Doña María Cristina da
Borbon porque decís que no volverá, por qué np lo' probáis?" Pues
bien: yo retorciendo el argumento diré á S. S.:,"¿Y vosotros los
que decís que es temporal la ausencia de la Reina Madre por qué
no lo probias? Pues qué ¿acaso vuestros dichos son artículos de fé?"
Se me dirá que el Gobierno ha manifestado que S. M. habia
dado á entender que su ausencia seria temporal ; pero esto no basta;
el hecho es que se ausentó y no ha vuelto, que han pasado nueve
meses, y tenemos ademas que el Gobierno nos ha dicho que no ha
recibido ninguna comunicación por la cual se pueda entender que
trata de volver; y aunque el Gobierno no tenga noticias oficiales j
•do haya recibido ninguna comunicación , puede tener noticias confi
denciales, porque para eso están los agentes que tiene cerca de loa
gobiernos exlrangeros, y esto sin duda es lo que ha dado motivo i
que nos haya dicho el Gobierno par boca del Sr. Ministro de Estado
que la Reina Gobernadora no volverá. Yo quiero suponer por un
momento que la ausencia sea efectivamente temporal. ¿Y,ii la au
gusta Reina Madre no volviera en raialro años, por ejemplo? Dentr¿
de tres años y algunos meses habrá salido de menor edad la Reiua
Doña Isabel II; ya entonces no necesita tutor. ¿Y hasta entonces cómo
puede permanecer en este estado? , ¡
Yo no digo que los españoles no tendrán mucho gusto en ver á la
augusta Señora en el territorio de la Península; ¿pero para el casa
presente nos serviría de algo que viniera dentro de cuatro años? No.
Qae están bien cuidadas las augustas Huérfanas se nos dice, por
que S. M. tiene en Palacio personas que están á su cuidado. E)
Sr. Ministro de Marina á nombre del Gobierno nos ha dicho que
efectivamente hay señoras que están encargadas de las augustas
Huérfanas; que el misino Regente del reino también vela por todo
cuanto puede interesarlas, y. que el Gobierno igualmente lo hace.
Pues señor, si el Gobierno, si todos, si el Regente del reino tienen
que velar por las ilustres Niñas, señal evidente de que no lo hace su
augusta Madre, porque está muy distante y no puede hacerlo. El
car£o <le tutor es un cargo personalísimo, que solo en ciertos casos se
puede sustituir en otro, y ya he dicho que una de las causas porque
se pierde la tutela es por no estar el tutor «erca del Niño; sin qae
valga, romo ha dicho el Sr. Caneja, que cuando un tutor envia un
menor á un*) país extraugero á estudiar se separa del niño yi.a»
pierde por eso la tutela; porque ¿para oué lo hace? Para perfec
cionar su educación, que es uno de los cuidados que debe tener el:tu»
tor ; creé qne en el país donde reside no puede adquirir toda la edu
cación necesaria, y le envia fuera, pero él se queda en el luga* de
su residencia á cuidar de sus intereses. ,
' Dijo también S. S. qae hay una ley que previene qne cuando al
guno se ausentare muy lejos por orden del Rey, ó ea beneficie de-la
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eausa procomunal, no pierda por eso la tutela, sino que la pueda de Yo venero, yo acato , yo respeto , señores, i S. M. la Reina Viu
legar eu otro. Aqui no no» encontramos en ese caso: <a Reina Madre da Doña Mana Cristina de' Boríun ; conozco los beneficios que ha .
se ba marchado porque se ha querido marchar. Yo no he visto ab- hecho á la nación ; no es menester que nos los digan los señores que
solutauieole que uadie, ni eu los papeles públicos, ni en las represen hacen la oposición ; ¿pero debemos posponer por esta razón los inte
taciones de las juuias se haya dicho á esa Señora que se marchara, reses de ta Reina Doña Isabel II á los de la Señora Doña Mana Cris
ue no la queríamos entre nosotros; Lodo lo contrario, se ha marcha- tina? No señor: primero son los de nuestra Reina; todo lo demases
Io porque ha sido su gusto. Asi, pues, yo creo que lo que previene secundario.
la ley üe que si se ausenta un tutor por causas que convengan al pro El Sr. Alvarez Pestaña nos habló de la ausencia de S. M. j pero
comunal continué en la tutela no es aplicable en el caso presente. S. S. no ños dijo que la ausencia era temporal , sino que podia serlo:
Se ha dicho en tercer lugar que las Cortes no eran competentes esto no necesita contestación, porque nada quiere decir absolutamen
para declarar vacante la tutela; y pregunto yo, señores; ¿quién lo de te, ftos dijo también S. S. que no era una verdad lo que decíamos de
clara entonces? ¿Hemos de acudir a uu tribunal? ¿tiernos de acudir que la Reina no cuidaba de sus Hijas: ya he dicho que es imposible
á un juez' de primera instancia para que lo decía rer1 En las leyes co que una Madre que se baila i 200 ó 3U0 leguas de tus hijos pueda
munes hay caso» que eslau preüjados el que el tutor puede ser remo cuidarlos: tiene que entregarles á personas mercenarias , y no es esto
vido pjr ciertas causas , y el juez que entiende en el asunto es el lo que quiere la ley. ¿Por qué prefiere la ley al padre y á la madre?
mismo que nombra después el tutor que le ba de reemplazar. Pues, ¿ Es este algún privilegio sin objeto ninguno? No señor j es en be
señores, si las Corles sou las que han ue nombrar el tutor, ¿cómo no neficio del menor , porque se supone.que el padre ó la madre deben
han de poder entender en resolver si está ó no vacante la tutela? naturalmente querer mas á ios menores que una persona extraña, y
Yo no aé cómo se quieren aplicar las leyes comunes, porque á mi esto es indudable: los sentimientos de un padre ó una madre son ini
me parece que no son aplicantes. La situación de la Reina Doña Isa mitables porque están fundados en la naturaleza. Sin embargo, no
bel II es m ly diferente de la de uu particular. OOnvénieucia pú es esta regia !an general, y lo probaré.
blica que dice S. S. que no eutiende, esta conveniencia publica dicta Hay casos en que ¡os padres suelen desentenderse de eslos senti
entre otrascosas la precisión de que no Se di á U Reina Doña Isabel II mientos de la naturaleza y cometer arbitrariedades oon los hijos, y
que un dia ha de ocupar el Trono de las Eipañas , una educación, para esto está la ley. Un padre que.tiene cualro ó cinco hijos saele
que la ponga en contradicción con los principios que están estableci siempre preferir uno n otro, no quiere a íó".!°* igualmente; y, seño
dos en la nación, y que todos hemos jurado. res, yo estoy en la fume persuasión de que el que diga lo contrarío
Ahí está la conveniencia publica: ¿y podremos asegurar queS. M. quivoea , porque siempre el padr<i prefiere á uno porque tiene
la Reina Doña Isabel II recibirá una educación cua 1 deseamos ? Si mejor genio, á otro por la figura, en fin , por otras razones, y á
estuviera á su lado su augusta Madre, indudablemente; pero estando veres por sol o capricho. II. iv casos en que el padre ó la madre con
entregadas las augustas Nina* á personas de ninguna responsabilidad traen segundas nupcias, y ya se sabe que generalmente los hijos del
legal, cuyas opiuiones pudieran estar muy bien en contradicción con segundo matrimonio absorben tolo el cariño de los padre»: luego
lasque tolos h¿in>s adoptado, con los principios que hemos estable.- esta regla no es tan genera I , tiene sus excepciones ; y asi es que para
oído, ¿cómo se puede decir, señores, que no importa nada el que proveer á estos casos la ley da facultad al rneHor para reclamar contra
S. M. esté ausente? Yo digo que si, que importa mucho; porque la arbitrariedad del padre: yo que soy un poco lego no puedo citar
hay una diferencia muy notable entre ta tutela de un particular, en mas que uno'.
que solo pueden perjudicarse los intereses de una familia, y la de En los casos en que el padre sin razón alguna niega el permiso
una persona que ha da ocupar el Trono para regir a trece millones para casarse á uu hijo, este podia antesacudirá los capitanes genera
de habitantes. Esa es la conveniencia publica. les^ después á los comandantes de provincia, y ahora ante los gefe»
He dicho que se han usado también argumentos ad tcrrorem ; y el políticos. El gefe político pide.informes, llama al padre, oye las ra
primero que seJia valido de este recurso, de esta especie de arma zones que tiene , las medita , y si considera que son infundadas para
parlamentaria ha sido el Sr. obispo de Córdoba. S. S. nos lia dicho negar su asentimiento, el gefe da al hijo la licencia, Y no se cica
que si declarábamos vacante la tutela cometeríamos una injusticia , y que esto sucede pacas veces; esto es desgraciadamente demasiado fie-
que las injusticias jamás quedaban sin castigo. Señores, este es un ar cuente, y digo desgraciadamente porque á mi me ha puesto muchas
gumento terrible; es una auieuaza muy fuelle porque viene de par veces en grandes apuros, porque-leoer que decidir si conviene ó no á
le... ( El Sr. obispo de Córdoba desde su asiento: No he oido bien aquel sujeto ,1a persona ron quien quiere contraer matrimonio es
eso.) Que V. S. manifestó dias pasados que si nosotros declarábamos muy delicado, y hay casos tan raroi que el Senado me permitirá
vacante la tutela de S.' M. y A. cometeríamos una injusticia, y que le cuente uno para probar hasta dónde llegan le* capricho» de lo»
las injusticias jamás quedaban sin castigo. (El Sr. obispa de Córdoba: padres.
¿Bn qué papel esta eso i Habrá documentos autéutios; yo no me Cuando yo desempeñaba el gobierno político de esta provincia se
•cuerdo.) Et Sr. obispo me pide un documento, yo no sé dónde esté, presentó en mi rasa una joven de 17 ó 18 años diciendo que quería
porque justamente acabo de oir que hace tres ó cuatro dias que no se contraer matrimonio con uno que su padre la negaba la licencia sin
imprime el Diario de las Sesiones. Ahora, si S. S, quiere rectiiicar, y dar ninguna razón para ello. Se llamó al padre, y este solo conté»,
el Sr. Presidente se lo permite, yo no tengo inconveniente. (El se- taba ser cierto que la persona oon quien su bijs quería contraer ma
Sor obispo de Córdoba: Si no fue esa expresión seria otra equiva trimonio eia de muy buena conducta y tenia imedios para sostenerla,
lente.) Yo le agradezco muchísimo al Sr. obispo de Córdoba esa ad pero que i él no le ncomodaba. ¿Y por qué no le acomoda .i Vd. '{
vertencia, que es muy propia del carácter deque se halla revestido; le pregunté. Es menester dar una razón, porque las facultades de Vd.
pero debo decir á S. S. que esté tranquilo. Yo por mi parte , y la ma- no son omnímodas , y si Vd. no explica las razones en que se funda
yor parle,»i no lodos, de los que roten conmigo lo harán según su para negar á su hija la licenoia, yo se la doy. Y por donde salió, sa
leal saber y entender, y puesta la mano sobre su corazón ; y como el lió diciendo: señor, no me acornada que lie case don mi hija porque es
que nos ha de juagar no lo ba de hacer por apariencias , sino que gallego Considere el Senado si seria este motivo poderoso para que
puede e cudriñar las intenciones, no temen y descansan en lá pure yo negase la licencia siendo como soy gallego. ',
za de- tus conciencias: quédense , pues , los remordimientos para aque Dijo el otra dia el ¿ir. Carrasco que las leyes autorizaban al tutor
Hot que por un espíritu de partido pudieran volar contra su verda para renunciar, pero que no autorizaban parra, separarle de la tutela.
dera convicción. S. S. se ha equivocado enasto. La tutela no se puede renunciar arbi
k Di|ó también S. S. que si queríamos obligar 4 S. Mi la Reina trariamente, es preciso dar las razones que hay para ello, y que estas
Doña Isabel II á quitar la tutela á su augusta Madre: esto es una sean tiles que las encuentre asi la nutcrid.Nl que debe entender en el
equivocación; rio' hay ley que autorice al menor para noinorarse por asunto; tampoco es cierto que el tutor no sé pueda remover: no tiene
si tutor ; no es Isabel II la que ha de nombrar tutor; ton la/s Córles; S. S. mas que abrir las leyes de Partida y encontrará los motivos por
Ct la tuición representada en tas Córtes ; los representantes de la na los cuales puede removerse al tutor, quién puede, hacerlo , y hasta
ción los que han de hacer ese nombramiento, y no Doña Isabel II, los trámites que se han de seguir para ello: luego no es cierto que
porque seria la ley mas absurda del ioudcJo aquella por la que el me esté autorizado el tulór para renunciar y no pueda ser separado de la
nor que no tiene el discernimiento necesario pudiese remover al tu tutela.. i. >, i..
tor y nombrar otro cuando qJitreia. Eso no puede ser; no hay lev Dijo también S. S. que por las leyes está excluido el que haya
que lo autorice. Yo supongo que esto fue una equivocación de S. S., tenido enemistad con los padres del menor: no sé yo á quién, habrá
porque es una persona demasiado, ilustrada para oomeler un error se- querido a(udir S. S. ; pero si el Sr. Carrasco considera como enemi
mejanl*;1 gos del Sr. D. Fernando VII á todos los que no querían el sistema
Dijo también S. S. si cualquiera podría declarar lo que era la con despótico, y arbitrario de aquel Monarca t y que deseaban la libertad
veniencia publica : no señor; tiene mucha razón S. S-: ño puede de de su patria , eutoncas esta me» perdido* tes menester buscar entre
clararla una 'persona cualquiera ; 'pero lo que se pieten.de es que lo los serviles un tutor para la Keina Doña Jrubel II, y no dudo que
declare el gran jurado de la nación, quien tiene derecho á decía- .con tal tutor Jas ideas i(e S. M «staiiao en ..mioma non la* nuestras;
«rio. 'm . y sari», menester buscarlo , uo entre los serviles cualquiera , sino en
El Sr. Carrasco nos dijo qoe habia tomada sobre si la defen tre los mas amigos de Fernando VII. ¡ Lucido» quedaríamos! Yo es
sa de la Reina Madre : S. 8. es rnuy dueño de hacerlo , y yo le fe,- toy seguro que S. S. se «pondría á que se eligiera un tutor trmejaate.
licito por ellot no seré jro quien le impida que se declare rain- . , , Dijo también elSn. Carrasco que S. S. represen taba muchos mi
peón d> quien mas le acomode , no' por cierto. ¿Qué razón lia'y para] llones ele españoles : cada uno de los individuos que estamos aquí no
privarle de eslederechu? Por mi parte puedo asegurar á S. S. que representa nada} quien representa es «1 Cuerpo colectivo. | Eien esta
defenderé á Doña Isabel II, que para eso estoy sentado aqúii todos ríamos si cada uno de nosotros dijete : esta opinión que yo emito
lo* damas para mi son secundarios. aqui es la de trece millones de españoles, porque saldria ot ro que
: > t' '
 303
diría: "yo también represento eses trece millones de españoles, y di. nir nadie la lo privaba; pero no ha Venido: contra este hecho no
go todo lo contrario!" No señor, quien representa esos trece millo valen razones. El que orea que desea venir no puede hacer ver como
nes que componen la nación es el Cuerpo colectivo , son las Curies, el que cree que no lo desea , porque efectivamente hay un hecho
divididas, por conveniencia pública también , en dos Cuerpos cole oontrario ; el que no viene pudienao venir.
gisladores. Yo creo que una equivocación de esta clase en una perso Dijo también S. St que no había ley que determinase que por
na tan ilustrada como el Sr. Carrasco no puede meaos de haber sido causa de ausencia se perdía la tutela. Es verdad que no haj lej; pero
efecto del calor de la improvisación. , sí hay una ley que obliga al tutor á estar á la inmediación del
Mucho habria que decir toda via acerca del particular , pero la menor, dista ley la hay: ¿y cómo ha de creer el Sr. Caneja que las
hora es bastante avanzada y el Senado debe estar fatigado de esta palabras "si no quisiere estar con el niño" son inútiles? En la ley
cuestión; porque en electo, este es un asunto que se ha ventilado nada hay inútil , porque si fuera inútil no se hubiera puesto.
hasta la saciedad, j que todos desea mos ver concluido. Sin embargo, Dijo también S. S. que si se quería que también saliera de la
no puedo dispensarme de contestar aunque brevemente al Sr. Cane- menor edad i los 14 años, como la Reina, su Hermana la Sra. In
ja, que es el último que ha hablado. fanta. Esto es salirse de la cuestión, cuestión diferente, que se tratará
Dijo S. S. que nosotros no nos hallábamos en el caso de que no en su caso y tiempo. Cuando la Sra. Infanta llegue á los 12 años,
hubiera tutores testamentarios, y asi que, aun cuando declarásemos dijo el Sr. Caneja, podrá dejar de tener tutor. El Sr. Caneja sabe
vacante la tutela entraría entonces á ejercerla el Consejo de Regencia que entonces se ventilará también esto, no como Infanta, sino como
que nombró Fernando VII. Y 70 pregunto: ¿dónde está ese Conse heredera presuntiva de so Hermana, si podrá ó no rechazar el tu
jo? Es un fantasma que no existe ni ha existido nunca , y caso de tor ; pero eso será en su tiempo : no es esta la cuestión.
haber existido, habria desaparecido desde el momento en que se pu Dijo asimismo el Sr. Caneja que los tutores debian dar fianzas.
blicó la Constitución. Pero añade S. S. que en caso de que se hubie Tampoco es esta la cuestión que se ventila. No sabemos si al nom
ra de nombrar tutor, únicamente podria escogerse entre las personas brar el tutor se le exigirán fianzas ; en mi concepto no son necesa
que han representado, diciendo que el Sr. D. Fernando VII les nom rias. Porque ¿ quién fia,ese tutor? Las Cortes, la nación, y sino
bró en su testamento, y que según las leyes cuando son muchos los cumpliese con su deber se le exigirá la responsabilidad ; pero de
tutores se pueden convenir en ejercer' uno la tutela. A esto debo con cualquier modo que sea, he dicho y lo repito, que no es esta la
testar á S. S. que aquí esos tutores lo son nominatim , y que lo que se cuestión que se debate, y á su tiempo se resolverá si ademas del ca
nombró fue un Cuerpo colectivo, un Consejo de Regencia. Si la vo rácter de seguridad que da el nombramiento de las Cortes necesita
luntad del Rey difunto hubiera sido la de que en el caso de faltar presentar lianzas.
su Esposa hubieran sido tutores testamentarios Juan , Pedro ó Diego, Yo, señores, no quisiera molestar mas al Senado, porque, como
lo hubiera expresado; pero no lo dice, sino únicamente que ejerce he dicho ja, poco podrá añadirse A lo expuesto por los señores que
rá la tutela el Consejo de Gobierno. Pues bien : este Consejo no exis han sostenido el dictamen de la mayoría de la comisión ; y asi con
te ni debe existir después de jurada la Constitución; por consiguien dujo diciendo al Senado que en mi concepto debe aprobarse desde
te, jo quisiera saber con qué carácter se presenta á pedir la tutela, luego el dictamen de la mayoría de la comisión, sin que me arre
con qué derecho; 70 creo que no tenga ningunu absolutamente. dren esos riesgos j esos temores que se presentan , j de los cuales voy
Dioe el Sr. Caneja que la Reiua Madre no ba perdido la tutela, á hablar, punto de que me babia olvidado, j que no dejaré ahora de
porque ni'está demente, ni ha pasado á segundas nupcias. Esto es contestar, porque si no fuera nada mas que un Senador el que lo hu
ana verdad: ¿pero ejerce la tutela ? ¿ No se ve que no la ejerce? Si los biera dicho, lo habria pasado por alto; pero es tanto lo que se ha re
mismos señores que impugnan el dictamen dicen que S. M. ha nom petido, que no puedo prescindir de ello, j quisiera saber qué habrán
brado personas para que cuiden de los intereses de sus augustas Hi querido decirnos esos señores con el disgusto que eso causará en las
las, ¿cómo ejerce la tutela ? potencias extrangeras.
El mismo Sr. Heros, que debe estar bien enterado, dijo el otro Señores, no estamos en el año de 23, no señor: la nación ha
dia que hay dos asuntos en el Congreso que necesitan de una persona aprendido mucho con las lecciones de la experiencia. Hubo entonces
encargada de la tutela que salga al frente para defender los derechos un partido que trajo á España á los extrangeros; si señor: los trajo;
é intereses patrimoniales. ¿Y dónde está esta persona? A 200 ó 300 cosa para mi hasta horrorosa, señores , porque si jo para ser libre en
leguas. ¿Y se cree que 110 es urgente el proveer esa necesidad? El señor mi patria necesitara que-vínieran los extrangeros á defenderla con
Ondovilla nos dijo que el Sr. Ueros había manifestado que los inte las armas , preferiría la esclavitud.
reses de la Reina estaban bien cuidados; pero también nos dijo el señor Hasta este extremo llega el aborrecimiento que tengo á que los
Heros que cen motivo de la distancia á que se hallaba la Reina Ma extrangeros pisen nuestro suelo como enemigos. ¿Y podrán hacerlo
dre acontecía muchas veces que las órdenes que venian de allá los ahora ? Bastante tiene que hacer cada uno en su casa para venir á
ponía en gran compromiso. Y no puede menos de suceder asi, seño incomodarnos. Por otra parte, los franceses ja no son hijos de San
res; porque ¿cómo ha de conocer la Reina Madre desde la distancia Luis. Se han emancipado, y conocen bien cuáles son sus intereses.
i que se halla las necesidades perentorias de sus augustas Hijas ? Esto Ya no hay intereses de familia; los intereses que ahora se defien-
es imposible; y. vendrán disposiciones de allá que no sean conformes, die son los de las naciones. Las amístales, las alianzas, se hacen
razón por la que no extraño yo que diga el Sr. Herus que los pone en ya de nación á nación; ja no haj aquello de ser cabeza de una fa
conflicto, lo cual no puede menos de suceder. Para ejercer la tutela milia j querer disponer de lo que sucede en las demás naciones. Eso
es necesario estar al lado del pupilo; porque, señores, jo repito y ja se acabó; y diré á S. S., arfnque confieso francamente que no pue
repetiré siempre que la tutela es un cargo que trac consigo condicio do creer de esta manera sus intenciones, sino que es uno de aque
nes, y una de ellas es el estar al lado del menor. llos ardides parlamentarios que se suelen usar; pero por sí acaso
Dijo también S. S. que nadie sospechará de que S. M. baya mal- rauta1 algún mal efecto en los que lo han oído , diré, repito á S. S.,
Tersado los intereses. Nadie ha dicho esto, ni ha manifestado la menor que todavia remueve el arado del labradar los huesos calcinados da
sospecha. ¿Pero de que no lo haya hecho S. M. se inliere que no lo aquellos hombres que después de hvher dominado y haber dado
hajan hecho otros en su nombre valiéndose de su ausencia? la ley á medio mundo vinieron á este suelo á encontrar su se
El Sr. Becerra nos hablo de esos autos de lestamenlaria, inventa pultura.
rio y partición de bienes, que se dice los ha habido, pero que no pa Repito que es verdad que en el año 23 hubo una invasión , pero
recen. Pues hé aqui uno de los inconvenientes de estar vacante la fue invasión debida á españoles indignos de este nombre, no tengo
tutela. S. M. la Reina cómo interesada hubiera tenido buen cuidado inconveniente en decirlo , porque yo no puedo considerar dignos del
de qua no hubiesen desaparecido; pero lo cierto es que como hace nombre español á aquellos sugetos que para vencer tuvieron que ape
nueve meses que está varante, los autos no parecen. lar á ese recurso ; que cuando yo me vi precisado á abandonar la
Dijo el Sr. Caneja que estos autos debían estar en manos ó en po capital porque estaban los enemigos á pocas leguas, y el ejército tuvo
der del tutor. Esto ja nos lo ha explicado el Sr. Gomes Becerra , y que abandonarla también, te pusieron al halcón á ver entrar las tro
añadió el Sr. Caneja que el Patrimonio tenia su juzgado particular. pas francesas, á cuya vanguardia venia la partida de Bessieret gritan
No se lo niego; pero este juzgado tendrá un escribano para aciuar, y do : "muera la Constitución, mueran los negrot, viva el Bey ab
lo' tendría cuando murió I). Fernando VII, j en poder de ese no soluto:" alabo la paciencia de esos señores; pero no quisiera imitar-
tario debe estar ese documento, ó él debía dar razón de 1 quién lo ba loa. Cuando hablo de independencia me exalto, y 00 quiero continuar.
entregado; j lo repilo: ¿si hubiera estado presente la Hema Madre El Senado me dispensará si he sido prolijo y si me he excedido
hubiera sucedido esto? No señor; te trata de un documento precioso en algo; pero quede consignada aqui que en mi concepto la tutela de
que debía S. M. guardar mucho, y hubiera cuidado mucho de que S. M. y su augusta Hermana está vacante.
no desapareciera por el interés que tenia en conservar el Patrimonio El Sr. PREal DENTE t Se tutpende esta discusión. Esta noche á
de sus Hijas. las nueve te reunirá el Senada para continuarla.
Ha dicho rl Sr. Caneja que eree que S. M. deseará volver á Es Ciérrase la sesión."
paña. Ese es na dicho como Uro cualquiera , porque si quisiera ve- Eran las cinco y cuarta.
 NUMERO 45.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SIMABA
SESION EXTRAORDINARIA DE LA NOCHE DEL
Abierta i las nueve y media, y leída el acta de la anterior por
el Sr. Secretario Onis, fue aprobada. ' bajo un tema que la mayoría de la comisión y sus amigos podrá u
Dióse cuenta de un oficio del Sr. Ministro de Gracia y Justicia,
fecha 3 del corriente, acompañando 150 ejemplares impresos del de»
creto del Regente del reiuo dado en 29 de Junio' próximo pasado,
comprensivo de varias disposiciones con motivo de la alocución del
Sanlp Padre.
Se acordó repartir y archivar dichos ejemplares.
El Senado quedó eulerado de un oficio del Sr. D. Miguel Chacón
y Duran, lecha de este dia, en el que participa que desde el dia si
guiente 6 empezaba á hacer uso de la licencia que para tomar baños
le estaba concedida.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. San Miguel (D. Joan Nepomuce-
bo}, que se retiró esta mañana por haberse indispuesto, avisa que no
puede concurrir á la sesión de esta uocbe. El Sr. Jordá y Santandreu
ua avisado también que no asiste por la misma ra ion."
Procediendo» al orden del dia , continuó la discusión pendiente
«obre la vacante de la tutela de S. M. Doña Isabel II y de su augusta
Hermana.
El Sr. RÜIZ DE LA VEG A : No crea ni tema el Senado que me
propongo fatigarle esta noche con una cansada repetición de mis ar
gumentos. Seria en mi una necedad indisculpable si volviese á en
trar de lleno en esta materia, y si reprodujese en toda la extensión de
•us muchas, complicadas y graves relaciones los argumentos que ha te
nido el Senado la bondad de oir de mi beca hace muy pocos dias , y
cuja impresión debe estar muy reciente en sü recuerdo. Seria , pues,
ooa necedad indisculpable en mi , y esto en un doble sentido: lo
uuo , porque seria desconocer el mismo interés de la causa que de.
siendo si entrase de nuevo á desmenuzar, digámoslo asi, y á ocupar
me de particularidades y pormenores, que no servirían mas que para
disminuir la poderosa impresión que no ha podido menos de hacer el
grave discurso que hace pocas horas he oído con placer de boca de mi
digno amigo y compañero de opinión el Sr. Diax Caneja, discurso que
le envidio por la copia de su sabiduría , por la fuerza de sus argu
mentos, y por la penetración de su juicio. No quiero yo, pues, de
bilitar la impresión producida por ese elocuente discurso ; y cierta
mente la debilitaría si entrare ahora en nuevos pormenores. Lo otro,
porque bien conozco que la naturaleza señala la marcha de todas las
cosas, y que cuando ellas van acercándose á su Un naturalmente se
aceleran ; y jo contemplo que la presente discusión se halla en este
estado. Por consiguiente, mi pensamiento es no particularizar, sino
generalizar ; porque si yo me propongo algún efecto poco ó mucho,
es el que pueda producir la impresión de los asertos y argumentacio
nes generales.
Asi, pues, me reduciré esla noche á dos pantos: en el primero,
de los cuales daré una rápida ojeada al cuadro de este solemne y
gTan debate, estractando solo la sustancia de lo que á mi me parece
que ha sido el principal argumento de las dos opiniones contrapues
tas, para que ¿si en este contraste resulte de un golpe de vista el
comparativo mérito racional de ambas opiniones: en el segundo
punto haré una especie de apología de la conducta que yo por mi
parte y mis dignos amigos bemos observado en esta ocasión, en que
S._TOMO L
311
DE CORTES.
5 DE JULIO DE 1841.
tal vez habremos podido parecer porfiados y tenaces : esto lo h.ir¿
calificar, ó de sermón, ó.de homilía, ó de lo que á bien tengan; en
ambos puntos me propongo ser breve. Primero, ó sea comparativo
mérito de las razones, del principal argumento, ó i lo menos del
que yo entiendo que es el principal argumento de cada opinión con
trapuesta. La opinión mia y la de mis compañeros en esta cuestión
esta fundada principalmente eu- este sencillo argumento: "Las Cor
tes no pueden nombrar tutor dativo sino en el caso de defecto de
testamentario y legitimo;" y lo fundamos en la letra de la Cons
titución y en las doctrinas del derecho común que se demostrarou
embebidas en la Constitución.
Ahora bient el principal argumento de la opinión opuesta se re
duce á que hay una urgente necesidad de proveer de tutor i S. M.
la Reina Doña Isabel II y á su augusta Hermana por el hecho de la
ausencia de su esclarecidi Madre, porque en dicha situación no pue
de esta desempeñar los oficios indispensables de un cargo que está des
tinado principalmente con mira á la persona del pupilo. Sentado asi,
yo creo que el argumento mió y de los mios queda en pie en todo su
T'Sor> y 1ue todo lo que se ha dicho en apoyo de esa principal razón
de la opinión opuesta no lo debilita. {El ¿>r. López {D. Narciso) pi
dió la palabra.) Para probar que la ausencia del tutor le pone en el cafo
de no poder desempeñar la guarda del pupilo se ha hecho esta ma
ñana por el Sr. Sánchez Fernandez cierto género de discurso aparen
temente razonado, pero del todo improcedente. Procedería, si, si ¡i
mi modo de ver no claudicara de un vicio, y es de aquel que los ló
gicos llaman petitio printipii; esto es, que da por supuesto lo mismo
que es el objeto de la cuestión. S. S. ha partido como de una cosa in
cuestionable que la ausencia de S. M. la Reina Madre la constituye
en la imposibilidad de ejercer los oficios de tulora, porque según lo
describió muy minuciosamente S. S. , rebuscando para ello razones
que se entretuvo en sacar de todos los reinos de la naturaleza criada,
el tutor paTa desempeñar su oficio debia estar necesariamente eu
contacto, inmediato con el pupilo de modo que no pudiese apartar
se ua momento de su lado. Suponiendo esto como concedido y como
incuestionable, procedían sus argumentos; pero como eso es precisa
mente lo que es necesario probar, lo que no se ha probado, ni ta
probará, ni puede probarse, ahí está la dificultad, y abi está el vi
cio que se llama petitio principii.
lie dicho que no se ha probado , ni se probará , ni se puede pro
bar , y la razón es porque es falso. Veámoslo si no: la excelsa Til
lara de hecho está satisfaciendo completamente á todas las exigen
cias que pide el cargo de tutor , no solo en lo mas importante , sino
en todos los pormenores, aun los mas materiales. Nada mas impor
tante que lo que concierne inmediatamente á la persona del pupilo;
y en esta cuestión que pocos dias hace hubo aquí ocasión de tratar , y
3ue versaba sobre la conservación de la importante y preciosa vida
e S. M. la Reina (Q. D. G.) , sabemos que la primera y original
moción que dió margen á los procedimiento] que tuvieron lugar eu
el expediente de que hablo vino de parte de la tierna Madre y Tu
tor! ; si, la primera moción fue de la augusta Tutcra ; y no podia ser
menos, porque ¿de dónde había de venir mas pronto, ni ron. mus
 312
ahinco ni eficacia? ¿Ed dónde habia de originarle aquel pensamiento
•¡no en aquel corazón , que está fijo siempre en ei ídolo de su cariño?
¿De dónde había de nacer tino de la entrañable ternura del amor ma
ternal ? ¿Quién suplirá la falla de eite poderoso aguijón de la natu
raleza? La Reina Madre, si, fue la primera que pensó en la salud
de su excelsa Hija, y de resultas de ese pensamiento te suscitaron las
comunicaciones y demás relaciones y gestiones que asediaron en la
-serie y resolución de todo ese importantísimo negocia.
Lo mismo acontece en todo lo respectivo á la educación religiosa
y moral de las Regias Menores, y aun en lo que los tiernos años de
tan augustas Princesas permiten con relación á su educación cienti-
lica, política y civil; el mismo esmero , la misma solicitud , la mis
ma intervención está constantemente obrando de parte de la esclare-
cida Tutora con respecto á tan interesantes objetos; y en lo relativo á
los particulares de la administración, es notorio que existen las per
sonas encargadas por S. M. la Reina Madre para el debido despacho
en todos los ramos, dependencias y departamentos de la Real Casa y_
Patrimonio, cu\as personas tienen sus generales instrucciones, y las
reciben especiales en sus casos para todo lo concerniente al desempeño
de sus oficios. Y en esto es de notar la contradicción en que hemos
visto se envuelven los señores oponentes, pues unos se esfuerzan en
persuadir que dichos oficios no eslan bien satisfechos ni administra
dos, cuando oíros , como también lo hemos oido , han pugnado por
contradecir abiertamente tales aserciones, y demostrar que todo se
halla administrado con el mayor celo y puntualidad.
£1 mismo Sr. Secretario de Marina, á quien siento no ver ahora
en el escaño ministerial , no ha podido menos de confirmar esta ver
dad del modo mas categórico , cuando excitado por las gratuitas asi» I
posiciones del Sr. Sánchez Fernandez, que creía abandonada, ia guar- I
da de S. M. y A. le contradijo, asegurando con grau satisface»™ mía '
que las augustas Menores estaban y están completamente guardadas '
y en todo atendidas cual corresponde á tan esclarecidas Princesas por
las damas , señores y demás personas del nombramiento y alta con
fianza de la regia Tutora, y que dichas eminentes Personas que ro
deaban i las augustas Huérfanas con incesante esmero estaban do
tadas de las mas relevantes prendas de nobleza, lealtad y*discerni
miento, cual se requieren para los altos servicios cerca de las Reales
Personas.
Es, pues, gratuita y afectada la necesidad y urgencia de proveer
1 lo que no hace falta , y de consiguiente queda destruido el único
fundamento de la oposición opuesta. Ahora, pues, lo único que que
da en pie es el mero y desnudo hecho de la ausencia de la regia Tu
tora. Pero está demostrado, sin que haya podido contradecirse, que el
nudo hecho de la ausencia del Tutor no es causa legal suficiente para
inducir vacante en la tutela: se han buscado y leído minuciosamen
te todas las leyes de este titulo, y ningunas ha habido que pueda fa
vorecer el pensamiento contrario: refiéronie en esto á lo que tan sa
biamente ha ilustrado mi amigo el Sr. Caueja.
Es necesario, pues, recurrir al último atrincheramiento contra
rio; á saber: el ánimo de no volver que osadamente se atribuye á la
esclarecida Tulora; pero tal ánimo, que está negado por nosutros, ni
■a prueba, ni se ha probado por los contrarios, ni puede probarse.
El ánimo de no volver se demostró esta mañana poderosa y con
cluyentcmente por dicho Sr. Caneja con el texto de.laleyeula
mano, que no puede suponerse sino cuando ocurra el hecho que ex
presa la ley misma , por el que se presume llega á faltar el amor de
la Madre Tutora hácia sus hijos, y en esta parte no hay en este caso
el mas mínimo motivo ni para creerlo ni para sospecharlo; y aun
que el Sr. Gómez Becerra nos aseguró días pasados que desde Valen
cia salió S. M. con ánimo de no volver (£7 Sr. üomez Becerra
pide la palabra para deshacer una equivocación.) Si es que V. S. gusta
y el Sr. Presidente lo permite, puede deshacerla en este momento.
El Sr. GOMEZ BKCISRRA i Yo no he dicho eso que S. S. equi
vocadamente sin duda ha querido atribuirme : mal podia yo haber
dicho eso, cuando en el oficio con que se dirigió al Tribunal Supremo
de Justicia la reclamación del Seruio. Sr. Infante D. Francisco se pro
puso la cuestión de la ausencia temporal: allí se dijo temporal, y no
habrá un escrito mío en que se hable de medir el tiempo que no se
haya dicho temporal , ninguno.
El Sr. RUIZ DE LA VEGA: Me sirve la advertencia. Yo en-
tendí, y asi lo tengo en mis apuntes, que S. S. habia dicho que des
de Valeucia salió S. M. con ánimo de no volver, y que asi cooslaba
al Gobierno : S. S. acaba de manifestar que no ha dicho nunca eso,
y el argumento que sobre esto iba yo á hacer ya no puedo usarle:
lo renuncio, pues, y lo paso por alto uua vez que asegura S. S. que
no es asi.
Diré, sin embargo, sobre este mismo tema del ánimo de volver
ó no volver, que interpelado por mi el Gobierno en la sesión del dia
2 de este mes para que manifestase lo que realmente supiese acerca
de ello, porque era muy importante, respondió de una manera que
no me satisfizo, como desde luego lo indiqué, ti bien no quise insis
tir demasiado entonces , por una tal vez nimia delicadeza por mi
parte, acordándome en aquellos momentos de los amargos conflictos
que se suelen padecer en aquel escaño negro en que por desgacia ha
bía yo estado tentado.
lodújome ademas á no insistir en ello otra distinta consideración,
i saber : porqae yo fundadamente esperaba que en el curso del deba
te habría sin duda ocasión para que algún otro orador insistiese en
ello: no la hubo al fin euando se trató de la totalidad , por el intem
pestivo acuerdo cou que se interrumpió esta discusión enmedio de
su imponente progreso ; pero afortunadamente ya hoy la hubo , y el
Sr. Caneja se eprovechó de ella para insistir , como lo hizo.
Yo. me contentaré ahora con decir que lo único que el Gobierno
manifestó fue que creía que S. M. no volvería; que creía que no te
nia ánimo dé volver. Claro es que esto no sirve absolutamente, de
manera alguna para el intento de los contrarios , porque la creencia
particular del Gobierno y sus partidarios no es bastante para probar
el ánimo ageno, mientras no intervenga hecho alguno de los qne se
suponen por la ley para presumirlo , ni haya tampoco una mani
festación categórica y positiva del sugeto.
Queda asi , pues, combalido y deshecho el último apoyo de los
argumentos de los contrarios, á quienes no ha sido posible probar el
ánimo de no volver , á que se acogieron como á su mas fuerte atrin
cheramiento ; y solo queda de consiguiente en pie el mero hecho de
la ausencia, el cual no produce legalmente vacante de tutela como
repetidas veces se ha dicho.
Aun que mi propósito es recapitular lo sustancial de esta discu-
aie-B- sin coutraerme ¿•contestar-argumentos particulares, se os» per
mitirá sin embargo hacerme cargo de uuo que expresamente fue di
rigido á mi, y fue uno que hizo el Sr. Landero, quien en mi juicio,
y sea dicho de paso, ba sido el único que discurrió sobre esto, si
guiendo la forma argumentativa. S. S. tomó por premisa de tu ar
gumento la misma doctrina que yo habia sentado, teniendo la bon
dad de darle mucha autoridad y peso; dijo, pues: "El Sr. Ruiz de la
Vega ha pugnado por probar que en la Constitución están compren
didos tod»s ios casos posibles de vacante; es asi que el caso de mera
ausencia es un caso i^ue produce vacante j luego se comprende en la
Constitueioix para probar luego su asunción S. S. leyó y citó entra
otras cosas varios discursos de los Diputados de las Cortes constitu
yentes que habían manifestado ser esa su opinión, y que no habían
tenido duda de que ese caso debía producir vacante. Este fue el ar
gumento: á él responderé en forma escolástica para mayor brevedad,
y diré: concedo la mayor, esto es, que en la Constitución están com
prendidos los casos posibles en que queda vacante la tutela; pero nie
go la menor, á saber : que el caso este de mera ausencia esté com
prendido en la Constitución, porque en ella solo están comprendidos
ios casos legales de derecho quuiuo, y acabamos de ver y te ha repe
tido que el caso de mera ausencia no es caso comprendido en las Par
tidas, ni en las doctrinas de derecho común.
Nada me prueba tampoco á este propósito la autoridad de los Di
putados de las Cortes constituyentes que fueron de esa opinión: res
peto muchísimo y es respetable el parecer de esos señores; pero la
respeto en lo que fuere de respetar, esto es, para cualquiera otro
propósito, no para el propósito del sentido de la ley; el sentido de la
ley está en su letra, no en el sentido privado del que contribuyó á tu
composición. Cualquiera que sea la opinión de esos señores, si no está
en la letra de la ley , para mi no sirve de argumento. De esta ma
nera, pues, he dicho lo que me ha parecido, porque el Sr. Landero
tuvo la bundad de valerse de aquella doctrina mía: por lo demás mi
ánimo no esconiestar á argumentos particulares.
Resulta, en conclusión, que el único fundamento de la opinión
contraria consiste en la urgente precisión de proveer á las necesida
des del pupilo suponiendo que el tutor ha de estar siempre á su lado
é inmediato contacto. Que esto es falso, y que la régia Tutora en este
caso está desempeñando de hecho los cargos que se le han confiado, et
innegable y notorio, y está contestado y reconocido categóricamente
por el mismo Gobierno por boca del Sr. Ministro de Marina. Su
puesto esto asi , solo viene a quedar en píe el cato de que tuviese
ánimo de no volver; pero resulta que este ánimo no se ha demostrado
ni puede demostrarse mientras no exista el hecho que por la ley se
requiere para demostrarlo, ó la manifestación categórica del tugeto,
porque este ánimo ,nu se puede probar por la opinión privada de
nadie.
Quedando con esto desvanecidos lodos los fundamentos de la opi.
nion contraria, venimos á parar en que se declarará la tutela vacan
te sin ninguna causa legal para ello; lo que es lo mismo que quitar
la al poseedor y cometer un despojo: asi lo será, en efecto, ya qne
se considere el hecho con respecto al tutor , ya que se considere con
respecto al mismo Menor , á cuyo beneficio principalmente se ordeni
la tutela: será en este caso un despojo con respecto á la excelsa Reina
Madre Tulora , que de hecho y de derecho está en posesión de ejercer
dicho cargo en beneficio de sus augustas Hijas; y será un despojo con
respecto á estas, que de hecho y de derecho están en posesión de ser
guardadas, amparadas y protegidas bajo la inapreciable tutela del
maternal cariño: á ambas parles se perjudica, y realmente se las des
poja de su posesión respectiva. Ahora bien: la posesión aunque sea
nuda ba de ser legalmente mantenida y amparada; no puede legal
mente quitarse sin un verdadero juicio, nótese esto, sin un verdade
ro juicio. Acuerdóme ahora á este propósito de una pregunta que
hizo esta mañana el Sr. Lasaña : decía S. S.: ¿se ba de remitir esto á
un juez de primera instancia? No señor, le respondo yo; no es un
juez de primera instancia juez competente para una causa de esta na
turaleza y de esta categoría; pero habrá de ir á verdadero juez, porque
se trata de un verdadero juicio. Aun suponiendo competencia en las
Corles, no la tendrían para deliberar sobre tal asunto en ia forma
ordinaria parlamentaria: no tenor; esto no puede ser. Seria en dicha

suposición necesario que se constituyesen formalmente en tribunal
de justicia; y como ahora no podrían hacerlo porque uo hay ley para
el caso, seria necesario que se proyectase previamente una nuera ley
al efecto.
Pues qué ¿á las cosas que son por su naturaleza judiciales y conten
ciosas pueden las Cortes ni ningún poder del mundo sacarlas de su
verdadero quicio y avocarlas á otro orden? No señor; para esto no
hay poder ; la esencia metafísica de las cosas es inmutable: ni la om
nipotencia parlamentaria, ni la misma omnipotencia Divina (aun
que parezca esto mal sonante) valen para ello; porque la misma Di
vina omnipotencia tiene su limitación racional , y excluye el absur
do, que ciertamente se daría si se supusiese variable la esencia in
variable de las cosas.
El juicio es juicio, y no hay juicio sin que esencialmente concur
ran en él citación de parte , audiencia y los medios todos y las ga
rantías esenciales para la natural defensa. ¿Pudieran las Cótres juz
gar , pudiera el Senado cuando juzga deliberar como estamos delibe
rando aquí eu mera forma parlamentaria? No señor ; entonces se
constituye el Senado de otra manera ; se cita á los acusados ; se oye á
las partes; se reciben pruebas: no digo yo que se proceda precisa
mente lo mismo que en los juicios comunes; pero las formas esencia
les protectoras de la justicia , esas tienen que observarlas las Curies
y todos.
De consiguiente, si la cosa es judicial por su naturaleza, ¿cómo
pueden las Corles resolverla sino constituidas en tribunal de justi
cia? Y aquí se va á tratar de un hecho que en si y.en sus efectos es
realmente un juicio, ya sea con respecto á S. M. la Reina y su au
gusta Hermana, que son despojadas de la posesión en que están de he
cho y de derecho de ser amparadas y protegidas por la tutela de su
augusta Madre, destruyendo asi los lazos de la naturaleza, y arran
cándolas violentamente de su guarda, ya sea con respecto á la Régia
Tutora, á quien se la arrebata la posesión en quede hecho y de dere
cho está de ejercer ese cargo en beneficio de unos pedazos da ¿US en
trañas. ¿Cómo ha de juzgarse sin las garandas de un juicio? ¿ En
qué edad del mundo fueron desconocidos jamás estos principios ins
tintivos de simple y rigurosa justicia? ¿En que código de gentes
se halló jamás sancionado un semejante procedimiento? ¿Qué pueblo
de la tierra autorizó jamás práctica tan inaudita ?... ¿(Jutrve hunc
tam barbara patria permiltit morem? por valerme de la sentida y elo
cuente frase del poeta. ¿Pero para qué me canso? ¿Para que estoy
dando tal vez un nuevo motivo á que se diga que procedo con tenaz
porfía en esta materia ? Voy á justificar en esta parte mi conducta,
que es el segnndo punto que me he propuesto.
Tengo una moral certidumbre, que ya raya en evidencia, de la
inutilidad de todos mis esfuerzos para persuadir en una causa que
contemplo de antemano resuelta y fallada irrevocablemente. Nadie
puede ignorar el dicho de una altísima autoridad que quiero traer
aquí á mi propósito, por la que se nos asegura que "vendrán tiempos
en que los hombrea no podrán tolerar mas doctrinas que aquellas
ijue se acomoden á sns deseos, en que no escucharán la voz de otros
maestros que los de aquellos que les hablen á su placer, que á ellos
solos convertirán sus oidos y los apartarán de todos los demás." Asi
es , y asi lo entiendo.
Ésto no obstante, yo tenia y tengo obligaciones que cumplir en
la situación á que me creo providencialmente aqui llamado; y digo
providencialmente, porque en el orden natural de las cosas no podía
yo esperar el impensado honor que me ha vuelto á traer á estos res
petables escaños en las presentes circunstaucias : creo, pues, que la
Providencia es la que me ha traído; y *i la Providencia me ha traido
aqui, para algo me habrá traido, y ese algo es para el cumplimien
to del deber de conciencia que estoy desempeñando. Por eso, y sin
temor de parecer tenaz, he apurado todo género de argumentos: por
eso he clamado aqui al rayo del sol del día; por eso healzado aqui mi
toí en medio de la oscuridad de la noche; por eso la he alzado tam
bién en el albor de la madrugada; p r eso he instado oportuna é im
portunamente; por eso he argüido, he suplicado, he increpado con
todo tesón y con todo género de doctrinas.
Esta es la apología que tenia que hacer. Mis dignos compañeros y
yo hemos hecho. todos nuestros esfuerzos en una causa noble y justa,
no precisamente con miras al juicio presente, sino con miras al jui
cio de la posteridad. Podemos decir á nuestros oponentes: "Vosotros
os llevareis la palma de la victoria por la mayoría de vuestro nú
mero; pero nadie nos podrá arrebatar el lauro que nos cumpla en
esta batalla: hemos peleado bien, en buena guerra; hemos llevado
nuestros esfuerzos hasta el último punto de su consumación; hemos
guardado nuestra fé á la Constitución en lo que entendimos y enten
demos que debe ser guardada. / In rcliquo ! Por lo demás esperamos
tranquilos el premio de justicia, que no se negará , no, á nuestro tal
cual merecimiento."
El Sr. LANDERO: Señores, aunque no es muy conforme con mi
modo de pensar el giro que se ha dado últimamente á esta cuestión,
porque debatida en su totalidad y aprobados los dos artículos del dic
tamen de la mayoría de la comisión se vuelvrá discutir lo que está
declarado suficientemente discutido , sin embargo tengo la mayor sa
tisfacción en ver abierto el debate sobre si está ó no vacante la tutela
de S. M. la Reina Doña Isabel II ysu augusta Hermana la Serenísima
Sra. Infanta Doña Maria Luisa Fernanda para que nuestros contra
rios y todo el mundo vean que uo se ha ahogado esta discusión , y
313
que r.o queremos cerrar los oidos á las razonesque en contra de i
tra opinión puedan decirse en adelante. Cábeme también gran satis
facción en ver desembarazada la cuestión de las exlrañezes que presen
tó en los primeros dias y que el Senado vuelve á presentarse con aque
lla calma y dignidad que deben distinguirle.
Estamos, señores, en el quinto día de discusión , y afortunada
mente hemos ganado un terreno inmenso: en los primeros dias el
grande argumento de nuestros contrarios era: "Vosotros quebrantáis
la Constitución , y abiertamente holláis este código:" hoy ya no se
nos dice que quebrantamos la Constitución; ya son otras expresiones
mas modestas las que se emplean. En el primer dia decian : "Aun
cuando fuera cierto que era llegado el caso de estar vacante la tutela,
no son las Curtes tribunal competente para decidirlo:" ya los mis
mos que haciao ayer ese argumento reconocen hoy qne las Córtes son
las que deben resolver esta cuestión, y solo se duda la manera con
que deben ejercer esta facultad y hacer esa declaración, si corno
Cuerpo deliberante ó constituidas en tribunal de justicia. Por tanto
Creo que con sobrada razón he hablado cuando he dicho que hemos
adelantado un terreno inmenso en los dias que llevamos de discusión.
No lo hemos adelantado menos en las ventajas que mis amigos
políticos han obtenido por sus discursos, la que también ha alcan
zado al que tiene el honor de hablar al Senado en este momento. Las
razones que presenté en mi discurso de antes de ayer me han hecbu
creer que valian algo cuando no las han refutado sino con su silencio.
Asi, pues , señores , yo acepto el presente debate en el terreno en que
el Sr. Caneja le presentó esta mañana , y en el que le acaba de co
locar en la primera parte de su discurso de esta noche el Sr. Ruiz de
la Vega, esto es, en el terreno de la legalidad. Preciso es dejar an
tes asentado que la cuestión no es de privar á la Reina Madre del de
recho á ejercer la tutela de sus Hijas que le declaraba la Constitu
ción: la cuestión es que habiéndose separado del lado de estas, y ha
biéndolas desamparado por consecuencia de haber trasladado su re
sidencia á paises lejanos , sea el motivo el que quiera, nos encontra
mos en el caso de proveer á la protección de estas ilustres Huérfanas
por los medios que la misma Constitución señala. Convenidos en
que esta es, y no otra debe ser la cuestión , vamos á los argumentos
legales que se han hecho en contra de loque por nuestra parte se dice,
y veamos si tieuen fuerza ó no: entro en ellos desde luego, desenten
diéndose de contestar las muchas especies extrañas que se han pro
puesto, noobstante las muchas razones de que pudiera usar para des
vanecer las que han presentado nuestros oponentes; me desentenderé
también de ciertas indicaciones con que han querido llevarnos al ter
reno de que cuidadosamente hemos huido por lo mismo que nos era
ventajoso.
Dijo esta mañana el Sr. Caneja, y ha repetido esta noche el señor
Ruiz de la Vega, que el tutor dativo, que es el que proponemos que
las Córtes den á las Sras. Huérfanas, no puede tener lugar mientras
tanto que exista tutor testamentario ó legitimo i concedido. ¿ Pero
existe tutor testamentario ó legitimo encargado en la actualidad del
cuidado de S. M. la Reina Dona Isabel II y de su augusta Hermana?
Afortunadamente es verdad, vive la Sra. Reina Madre ; ¿ pero en i
Señora ejerce la tutela? No, y mil reces no, dije el otro dia y
vuelvo á repetirlo. La demostración de esto es muy sencilla; lu mis
ma ley nos lo dice: ¿qué es tutela? La guarda que se da al huérfano
menor de 14 años , o á la huérfana menor de 12 , que non se puedan
ni saben amparar. ¿ Y están amparadas estas Señoras en el sentido
de la ley? ¿Tienen quien las dispense el cuidado inmediato, la aten
ción y esmerados desvelos que constituyen la obligación de un tutor?
Señores, es imposible, es contra la naturaleza misma de la tutela
que la Reina Madre pueda desempeñar este cargo. El cuidado asiduo,
continuo que necesita y se presta al menor que se halla en una edad
en que no puede servirse á si mismo, eu la que hay que atenderle
hasta en las cosas mas pequeñas, como en el comer, beber, vestii,
¿cómo una Señora que se encuentra á la distancia en que se halla S. M.
la Reina Viuda ha de tener á sus Hijas bajo su cuidado inmediato y
prestarles las menudas atenciones que cuando estaba en su compañía?
De ningún modo: pues entontes no puede ser Tutora. Venimos, pues,
á concluir que no habiendo tutor testamentario ni legitimo encargado
actualmente de desempeñar los deberes propios de la tutela de las
augustas Princesas, no hay otro remedio sino proveerlas de un tutor
dativo.
Queda por consecuencia desvanecido el principal argumento con
trario, fundado en que existiendo tutor testamentario ó legítimo no
há lugar al tutor dativo. En apoyo de esto debo añadir que si al
huérfano que carece de padre y madre el juez debe proporcionarle
su tutor con arreglo á la ley, que manda que los juzgadores provean
á la tutela del huérfano desamparado, ¡con cuánta mayor razón esta
remos nosotros obligados á proveer á la necesidad en que se hallan
las augustas Princesas, aunque no fuera mas que por corresponder al
encargo que hizo á la nación S. M. la Reina Madre confiándole el sa
grado depósito de sus Hijas!
Si hubiera lugar á dudar aqui alguna cosa , sería si estas Señori
tas están ó no desamparadas en el sentido de la ley.
Es muy cierto, como se ha dicho esta mañana por el Sr. Fernan
dez, y después por el Sr. Ministro de Marina, que S. M. y A. están
atendidas : ¡pues no lo habian de estar, señores, en medio del pueblo
español! ¿Pero por quién están atendidas? ¿Lo están por su tuior.'
No: lo están por las personas de su servidumbre . ¡jue serán sip di-
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puta de la mayor seguridad y confianza; pero que no la tienen legal
mente merecida ni declarada de la manera que es necesario la tenga
un tutor para desempeñar legalmente y de una manera competente
las funciones de tal. No puede dudarse por lo tanto que las Cortes
deben y están obligadas á dar á S. M. y A. un tutor legal que de ofi
cio les preste los auxilios que necesitan en el desamparo en que las ba
dejado la ausencia de su excelsa Madre, con lo cual satisfaremos ¡i la
lealtad que la hemos jurado como Reina, y corresponderemos fiel
mente á los votos de la nación, remedio que la ley señala para los
huérfanos todos desamparados, tanto asi, que debe hacerlo el juez aun
con el huérfano mas desvalido.
Tenemos , pues , señores , que no hay tutor testamentario ni legí
timo, porque llamar testamentarios á los señores que compusieron el
Consejo de Gobierno creo que sea una pretensión bien extraña y des
tituida de fundamento para poder reclamar el derecho en su favor:
sin embargo, me haré cargo después de ese argumento, á que es pre
ciso contestar también.
Que se cite , que se nos señale la ley que diga que la ausencia cau
sa la vacante de la tu lela. Señores , una ley que diga la ausencia es
causa de remover al tutor no la hay ni la puede haber, porque im
plica con la naturaleia misma de las cosas. Las leyes señalan las cau
sas por las cuales un tutor puede ser removido de su cargo , y son to
das aquellas que lo constituyen en el estado de sospechoso. Pero el tu»
tor que se separa por si misino , que se coloca en situación de rio po
der desempeñar el cargo qoe lieoe, ¿como la ley ha de decir este es
un fundamento para dejar de ser tutor? ¿Cuándo ha dejado de serlo?
La ley 3?, tit. 15, Partida 3?, hablando del Rey menor, dice que
los tutores que le fueren dados en la manera que allí se expresa des
pués que hubiesen jurado deben meter al Rey en su guarda et cuotia-
ñámente deben tener tales hombres con él quel sepan mostrar aque
llas cosas porque sea bien acostumbrado. En la misma ley se añade
que la tutela de la madre durará en cnanto quisiere estar con el niño.
í)e donde resulta que si la Reina Madre no está con sus Hijas , y si
cuotianamente qo puede cuidar de que sean enseñadas, desaparece la
tutela por la ausencia.
£1 Sr. Caneja citó esta mañana una ley de Partida en que se dice
que cuando un tutor tuviere que hacer un viaje largo ó ausentarse
en servicio del Rey no par eso pierda la tutela ; pero S. S. tuvo cui
dado de no decir que esta ley se halla en el titulo que contiene las
ratones perqué una persona se excusa de ser tutor, cosa bien dife
rente de la que nos ocupa. Por un viaje largo en servicio del Rey el
tutor deja de serlo, se exonera del cargo Jurante la ausencia, por
que esta no es causa que pueda excusar á ninguno de cumplir con
el cargo de tutor, no mientras está ausente, sino cuando vuelva;
¿ pero es este, señores, por ventura el ca«o en que se encuentran las
augustas Huérfanas y su excelsa Madre? Ya sabe el Sr. Caneja que
no; antes por el contrario, eso prueba que por la ausencia en la ma
nera que lo ha hecho ba renunciado virtualmente á la tutela.
Hay mas: era necesario que el Sr. Caneja probara que esa ley
hablaba del tutor, y no del curador, y que el caso de la ley 2?,
tit. 17 de la Part. 8Í no era el mismo que refiere la ley 13, tit. 16
de la misma Partida. Este argumento que fue también empleado por
el Sr. San Miguel ha sido ya contestado.
Eu esta Iry, señores, no se habla del menor de 14 años: se habla
del mayor de 11 y menor.de 25; y á pesar de que las circunstancias
son tan distintas entre si , y mucho mas comparadas con el caso de
las augustas Princesas, es siempre cierto que el curador no puede
ejercer el cargo durante la ausencia ; el curador que haciendo un via
je largo, y que ausentándose estuviese impedido de prestar los debidos
auxilios al menor, se le nombre otro interino. Pero esta doctrina,
aunque favorable á nuestro objeto, no puede ser de ningún modo
aplicable á la tutoría délos Principes, porque esto se ejerce siempre y
no puede ser de otro modo á la inmediación del menor. La tutela Real
no se resuelve por las mismas reglas que la de los particulares: S. S.
convendrá conmigo en que el derecho público constitucional y el de
recho público español antiguo en la parte que uno y otro determi
nan los principios por los que se rige la tutela de los Principes son
otros que las reglas del derecho común, que son las que deben decidir
y resolver las cuestiones que puedan ofrecerse en la tutela de los
particulares; sin que por esto el. derecho común deje de aplicarse
como derecho supletorio á todo aquello que en el derecho público
constitucional ó antiguo no está determinado. No porque yo crea que
para contestar esto tengamos necesidad de acudir á uno ú otro,
cuando en el a rt. 60 de la Constitución encontramos los medios de
resolver esta cuestión.
Que no es necesaria la presencia continua del tutor añadió el se
ñor Caneja, y que no se seguia la necesidad de1 que las Cortes nom
brasen uu tutor á S. M. la Reina Doña Isabel II por la ausencia de
su Madre; porque diee S. S.: ¿está prohibido i un tutor el que en
vié á su pupilo á que se instruya en países extrangeros, i que epren-
da, á que estudie, ó á que por otro cualquier motivo viaje? ¿Pero
es este el caso en que nos encontramos? ¿Ha enviado la Reina Ma
dre a su augusta Hija Doña Isabel i que viaje? No, señores , es todo
lo contrario: es su Señora Madre la que se ha marchado ; es el tutor,
no el pupilo. No sé, señores, como se presentan estas razones en
una cuestión como la presente. ¿Podrá ser de algún modo aplicable
á una Reina, y á una Reina menor, el ejemplo traido por el Sr. Cane
ja? ¿Seria permitido en algún caso que se la curiara i viajar á otros
países, que se la expusiera á los riesgos y peligros que esta medida
lleva consigo? ¿ Puede haber un depósito mas sagrado y que exija
mas atención y esmero que la educación de una Reina Niña, de la
que depende la ventura y porvenir de la nación?
Creo que no debe hablarse sobre esto cuando se trata de la tutela
de los Reyes , porque siempre que se verifique que el tutor se sepa
re del Rey menor; siempre que no esté cotidianamente con él; siem
pre que no se halle en aptitud de proporcionarle los auxilios necesa
rios en edad tan tierna á una persona destinada á ocupar un puesto
tan eminente; siempre que se verifique esto desaparece la tutela, no
puede haberla , y de consiguiente la ausencia en que se halla S. M.
la Reina Madre es causa mas que sobrada para que las Corles proce
dan á proveer á las augustas Huérfanas de una persona que las
atiendan como deben y como exigen los altos destinos para que ri
tan reservadas.
Que estas Señoras tienen á su lado personas que proporcionan á
S. M. y A. todos los ser viciosjy todos los cuidados de que pueden tener
necesidad. Ya dije que podrá ser cierto; pero téngase también pre
sente que este cuidado inmediatamente quien lo está desempeñan
do es el Regente del reino y los Ministros del mismo, y de aquí
se sigue que la nación se encuentra en un estado no solamen
te anómalo, sino forzado é inconstitucional; porque resulta que
cuando por el derecho público constitucional no pueden estar reuni
dos en una misma persona los cargos de Regente y tutor , á no ser
en el Padre ó la Madre, el Regente del reino y sus Ministros se ven
en la necesidad de estar dispensando á las augustas Huérfanas los
cuidados y atenciones que S. M. la Reina Madre tendría, no lo dudo,
por sus Hijas si estuviera presente, eñ razón á que las quiere con el
amor y ternura de una madre cariñosa", pero á la distancia en que
se encuentra no son bastantes las órdenes y providencias que pueda
emplear para satisfacer el deber de Tutora de sus Hijas. Y de aquí
resulta que, obligado por la necesidad el Regente y Ministros, acuden
al cuidado de las Excelsas Princesas; porque es un deber déla na
ción , y ellos están en el de corresponder fielmente á la confianza que
S. M. la Reina Madre les hizo al encargarles que cuidaran á sus a u -
' gustas Hijas con la lealtad que les caracterizaba , y es por esto que
permanecen en una situación contraria al art. 60 de la Constitución.
También dijo el Sr. Caneja: veremos si la persona que las Cortes
nombrarán para tutor de S. M. y A. da las fianzas riue la ley exige
al tiempo de encargarse de la tutela. Esto, que á primera vista pa
rece un argumento de mucha fuerza y una grande dificultad, nece
sita explicarse, y ver lo que hay de cierto en el particular : lo que
hay lo conoce el Sr. Caneja tan bien como yo. Es indisputable qua
conforme al derecho común todo tutor que no sea la madre ó la,
abuela , está obligado á dar fianzas: ¿pero sucede esto con respecto
á la tutela de ios Príncipes? El Sr. Caneja sabe que no es asi; sabe
que no es por el derecho común que se arregla la tutela de los Reyes
menores, y por consiguiente S. S. conoce perfectamente que el tu
tor de la Reina no tiene que dar fiamas, asi como sabe que no es
por el derecho común que se fija la duración de la tutela de loe
Principes, pues hablando de la menor edad de estos manifestó qne
si las leyes del derecha común no declaran á las personas particu
lares mayores de edad hasta los 25 años, á los Reyes se les considera
mayores á los 11 años por la Constitución de 37, por la de 1812 era
de 18 , y por la ley de Partida la de 20 ; y en eso se ve que las
leyes que arreglan la tutela de los Principes no son las mismas que
las de las demás personas, con la particularidad que el derecho pú
blico antiguo no designaba ¿dad para la mayoría de Reinas , por
que al mismo tiempo que señalaba la edad de 20 años para los Re
yes , al hablar de las Reinas decia : "cuando se casen."
Asimismo, mientras que el derecho común permite al padre que
señale al hijo los tutores que quiera, y no le prescribe número deter
minado, los nitores del Rey por el derecho antiguo podiao ser uno,
tresó cinco; en el constitucional solo uno. Esta misma diferencia
hay con respecto á las fianzas, porque no se piden ningunas al tutor
del Rey; y si no que se vea si entre las condiciones ó cualidades que
la ley prescribe que han de concurrir en el tutor ó tutores del Rey
menor hay alguna que diga que debe prestar fianza. Ocho dice la ley
de Partida que son las condiciones que deban tener: que teman á Dios;
- que amen al Rey; que sean sus naturales; de buen linage ; de bue
nas costumbres &c. hasta ocho; pero en ninguna de ellas se exige la
de dar fianza. Quede aqui, pues, sentado que cualquiera que sea la per
sona que las Cortes designen para tutor de la Reina, deberá ser per
sona mny esclarecida, de cualidades muy relevantes; pero no deberá
prestar fianza. Y es tan cierto esto, señores, que ¿qué fianza sería
bastante para responder del Real Patrimonio y de la Persona de S. M.?
¿Quién puede dar fianza que garantice el manejo de estos bienes y el
cuidado de tan sagrada Persona? Nadie absolutamente; y asi es que
ni los mayordomos mayores, encargados del cuidado y administra
ción del inmenso Patrimonio de los Reyes, las han prestado nunca ni
hoy las presta el que se llama intendente general; concluyo por lo
mismo sobre este particular, que asi como la ley exige para la tutela
de los Principes cualidades que no son necesarias en la de los parti
culares, no requiere en aquella la fianza que el derecho común im
pone á los últimos cuando no son madre ó abuela y por consiguiente
no hay que hablar de fianza.
En la segunda parte de su discurso el Sr. Rúiz de la Vega nos
ha hablado de una cota, por cierto peregrina, que es el juicio que
 315
hubiera de preceder al nombramiento de tutor de S. M. , juicio des en el caso de fallecer la Reina Viuda la tutela se ejerciera por un
tinado á probsr si el estado en que se encuentran las Princesas Huér Consejo de Regencia: y pregunto yo: ¿dónde está ese Consejo de Re
fanas es sulicieiile ó no para considerarlas privadas de la tutela de su gencia? Y no habiéndole , ¿cómo pueden estos señores venir á dispu
augusta Madre , y para ver si las Cortes estaban en el caso de proce tar y ajdir la tutela, para la que no son llamados, y que no les cor
der al nombramiento de quien desempeñara este cargo. He dinbo que responde de modo ninguno según el testamento del diluí lo Rey?
esto es peregrino, porque no se alcauza cómo habían de celebrar las Asi, reasumiéndome, diré que no tratáudose en la cuestión presen
Cortes este juicio. S. S. ha añadido que seria necesaria una ley ; pero te como no se trata de si corresponde ó no corresponde como Reina
pues que la ley no lo ba determinado , no existe ni es fácil que la viuda la tutela á la Sra. Reina Madre; no tratáudose tampoco de si
haya: será lo mas-acertado no ocuparnos de un asunto que creo que la ausencia en que esta Señora se halla de España es temporal ó per
para nada es necesario. Me parece que S. S. estará convencido de que petua, de si se ha alejado de nosotros para no volver i este país, ó si
tas Cortes, que pueden declarar si el Rey está ó'no incapacitado para podrá volver, y si solamente de que habiéndose separado de sus Hijas
gobernar el Estado, las Córtes, que pueden alterar los llamamientos la Reina Doña Cristina, y dejado de prestar á estas los servicios prr- prr-
al Trono, y que pueden excluir de la sucesión á la Corona del reiuo á sonales é inmediatos propios de la tutela por haber trasladado su re
cualquiera de los llamados por la misma ley, estas mismas podrán sidencia á países lejanos y extratigeros, nos debemos concretar á que
con mayor fundamento calificar un hecho de una naturaleza muy in las augustas' Princesas se hallan descuidadas de la asistencia y cuida
ferior á los que he citado, y proveer á una necesidad manifiesta , pa do de una persona autorizada y legalmente designada para prestarles
tente, que todos la Ten, menos aquellos que quieren cerrar los ojos los auxilios propios de tutor. También debemos fijarnos en que es un
y que nos colocan en la situación de venir al terreno á que dije al deber de las Corles en representación de la nación española dispensa r
principio: se nos quiere arrastrar, pero en el que no entraremos por á estas Señoras los cuidados y atenciones que las leyes conceden al
■o faltar al respeto debido á una Señora que fue nuestra Asina. último de los huérfanos de la misma. Ultimamente debemos conve
Es preciso, pues, proceder á proveer la tutela para salir, del es nir en que la ausencia es causa mas que sobrada para que se preceda
tada en que nos hallamos de que el Regente y sus Ministros estén al nombramiento del tutor, deque carecen las augustas Huérfanas, en
desempeñando la tutela de las augustas Princesas en el entretanto razón de que es incompatible la ausencia con el ejercicio de la tutela:
que las Corles lo nombran. Todos lo» Sres. Senadores conocen las es necesario é indispensable que las Córtes precedan al nombramien
obligaciones que las leyes imponen á los pueblos iespecto.de sus Re to de tutor dativo eu razón de que conforme a* la Constitución y con
yes, y todos saben asimismo que declaran aleves á aquellos que forme también ál derecho público antiguo español , en defecto de la
riendo al Principe en situación de necesitar del auxilio, del servicio señora Reina Aladre la tutela de las augustas Princesas no pueden
V del socorro de sus subditos, estos no corren á prestárselo. ¿Y pue desempeñarla otras personas que las que nombren las Córtes: no quedo
den darse circunstancias mas apremiantes que aquellas en que se en otro recurso que las mismas se apresuren á cumplir el deber que el
cuentran las augustas Princesas ? ¿ Tienen estas una persona que me interés nacional y el decoro del pueblo español exige de verdaderos
rezca la confianza de la nación á la cual los representantes del pue subditos obligados á prestar á su Reina legitima so pena de incurrir
blo español hayan declarado de una manera conveuienle que merece eu la nota de aleves y desleales.
su confianza, que cuide y asista cual corresponde á esas Señoras? Por la tanto estoy dispuesto á votar por que se está en el caso de
No hay otras personas can este encargo que las que anteriormente proceder inmedia lamente al nombramiento de tutor de S. M. la Rei
cuidaban á esas Señoras, y que por aquiescencia del Gobierno conti na Doña Isabel II. ...
núan prestando ese cuidado y otras que se han nombrado con poste El Sr. CANEJA : He notado que el Sr. Landero lia cometido al
rioridad. Es. por lo mismo, señores, de desear que coovengauios en gunas equivocaciones en las leyes que ha citado, es decir, respecto i
que interesa al. honor de la Señora Reina Madre ~y al buen servicio mis palabras. Yo no me detendré á rectificarlas y explicar todas las
cíe sus augustas Hijas el que no pongamos en contradicción deberes equivocaciones, porque para esto había de ser algo largo, se entende
con deberes, y que no dañemos ai bienestarde las ultimas por no dis ría, que era una réplica ; y -habiendo yo hablado sobre ¡«1 particular,
gustar á la primera. ■ ■ ;•_ no quiero que se me recouvenga jamas de que falto al reglamento.
Reconozcamos en buen hora que son muy importantes las obliga Me concretaré, pues, á la ultima cita que nos ha dado respecto
ciones qne á titulo de españoles leales debemos á nuestra Reina é in al testamento del Sr. D. Fernando Vil. El Sr. Laudero ha dicho que
mediata sucesora al Trono, y que son también grandes, aunque.no dé el Consejo de Tutela estaba solo llamado en caso de que falleciere
la misma elevación, los que debemos á la Señor.» Reina Madre Doña S. M. Doña María Cristina de Borbon, y que no habiendo fallecido
María Cristina de Borbon. Rindamos á esta Señora el tributo de no era aplicable ese arl. lí al caso presente. Tengo en la mano el ar
tratitud que la debemos; pero sea correspondiendo al encargo y con- ticulo: ahí estará el («llámenlo original que dirá lo mismo. Dice asi:
anza que ha dispensado á la nación española entregándola el sa 15i Si desgraciadamente llegase á faltar...." no fallecer, "mi
grado depósito de sus Hijas , apresurándonos i, proveer á sus Hijas de muy; amada esposa antes de que el Hijo ó Hija que me haya desuce-
un tutor que correspondiendo á los deseos y á las esperanzas de esta der en la Corona tenga- 18 años cumplidos, quiero y mando : qne la
nación magnánima dispense á las augustas Huérfanas los cuidados y Regencia y Gobierno de la monarquía, de que ella estaba encargada
atenciones de que tienen necesidad inmediatamente. tu virtud de mi anterior nombiamiento , igualmente que la tutela y
Diré1, señores, para concluir muy pocas palabras respecto del lla curaduría do este y de los demás Hijos dichos , pase, á un Consejo de
mamiento de los señores que componían ó compusieron el Consejo de Regencia compuesto de los individuos nombrados en la cláusula Í3}
Gobierno á desempeñar la tutela de las augustas Personas en virtud de este testamento para el Consejo de Gobierno."
del testamento de su Padre ; y asi cumplo lo que ofrecí volviendo de Estos individuos están nombrados aqui, y entre ellos tres son los
este modo á la cuestión de si existiendo tutor legitimo ó testamenta que ha nombrado S. S. Por consiguiente este llamamiento condicio
rio puede tener aplicación el nombramiento del tutor dativo. nal por la ley de Partida, que me parece que es la 2Í , y por el qut
Yo, señores, creo que en esta parle los señores que han presen puede sustituir al tutor para el caso en qne falte: en primer lugar,
tado este argumento están tan convencidos como ya misino de su no es solo para el caso en que falleciese S. M., >inq para el eu qu«
poca ó ninguna fuerza y de h) uinguua aplicación que tieue al naso fallase.
presente. Para esto basta observar la- tibieza, la poca fuerza con que En esa cláusula no se cita solo el caso en que falleciese S. 51,,
S. S. los ha presentado, porque no cabia duda da que si el Rey sino el caso en que fallase ; ,y el mismo Sr. Landero nos explicó
difunto hubiera nombrado alguna persona determinada, y digo de antes de ayer que la palabra de que usa el articulo constitucional en
terminada porque la ley quiere esto precisamente, en el nombra su defecto es lo mismo que en su Jaita. Yo lo entiendo también
miento de tutor, que hubiera de reemplazar la falla de la Madre asi. Cualquiera que sea el motivo por que falte el tulor por el cual
en cualquier caso que esto se verificara, indudablemente seria un no pueda desempeñar el cargo, entonces rasará la tutela al tutor
argumento de inuclia fuerza, que en mi concepto no estando en con testumanlario caso de que se haya nombrado, ó habrá de pasar al
tradicción con la Jey constitucional impediría el ejercicio de la fa tutor legitimo cuando Corresponda, ó habrá si no lugar al dativo; v
cultad de las Córtes que conforme al articulo constitucional les no se tendrá el nombramiento de tulor dativo ínterin que los haya eíi
compete para proceder al nombramiento de tutor dativo. ¿Pero las otras dos categorías ó clasej. S. S. sabe muy bien que así como
hay , señores, personas determinadas por- el testamento del difunto la tutela testamentaría es preferible á la legitima, lo son esta y
Rey para reemplazar á su Viuda en la manera qu> proponen los aquella á la dativa. Hablo asi, porque explicándonos S. . S. la ley-
oponentes? Basta leer la cláusula del testamento de 5» M. el Sr. Rey de Partida, de la cual es una copia la ley constitucional, he vislo
D. Fernando VII i ¿pero para qué leerle? Todos los señores la sa que S. S. ha -confundido la categoría de las tutelas, ó yo acaso lo
ben ; en ella se habla de un caso, de un solo caso, en que este nom habré entendido mal. Repito que S. S. sabe que no es lo mismo tu
bramiento puede tener lugar, y es en el de fallecimiento de la tela testamentaria que tutela legitima y tutela dativa.
Reina Madre. .. Esa ley habla de los tres casos ; y la dativa dice que la nombra,
Solo en caso de llegar á fallecer la Señora Reina Madre antes qne I rán las Corles para el-Rey. De Rey abajo ninguno. La Infanta no:
•u augusta Hija cumpliera 18 años, en ese caso quería que la tutela la Infanta está sujeta «1 derecho común, porque la Constitución solo
recayera en el Consejo de Regencia, solo en ese caso'; y aqui verá habla del Rey ; y cuidado que no es lo mismo decir menor edad que
S. S. que no estando en eso, y que existiendo como afortunadamente edad pupilar; esta mañana he tenido la honra de explicarlo; y en esta
existe la Reina Madre, y no habiendo fallecido esta Señora, es claro parte también la Constitución nos deja en duda, y yo lie presentado
que no tiene lugar semejante llamamiento, y esto, tenores, aun estos argumentas como duda; otros he presentado como demostracio
cuando estuviera hecho de otra manera.que lo está. nes matemáticas) ó á, lo .menos que yo las creo tales. . ^ .>u¡
Pero hay mas , y «s que estos señores no están llamados á susti Por consiguiente este llamamiento de tutores testamentarios, lla
tuir la tutela Como personas particulares, porque ni aun nombradas mamiento hecho antes de que existiese la Constitución, que no tiene
fueron, ni fueron tampoco nombradas las personas. Dijo quería que fuerza retroectir»-» y coleramente conforme cón la Constitución, por
S._TOMO I. 90
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que en ella »e manda que «i hubiese tulor nombrado por el Rey debe
ejercer la tutela antes pie las Cortes prucedan á nombrar otro , y en
que están expresamente determinados' esos Ires individuos con sus
nombres y apellidos, no es precisamente para el cajo desgraciado de
que falleciese la Reina , sino para en caso de que falte, cualquiera
que sea el motivo. No quiero extenderme mas por no ser molesto.
El Sr. LANDERO: .Son bastantes las equivocaciones en que ha
incurrido el Sr. Caneja, y yo creo que no he sido quien me he equi
vocado al tiempo de explicar lo que es tutela testamentaria, legiti
ma y dativa. Me habia hecho cargo del argumento de S. S. de que
no podía tener lugar la dativa sino á falta de la testamentaria ó le
gitima ; y preciso era para ello que manifestara lo que era cada una
de las tres clases de tutela para venir á presentar como necesaria la
dación de tutor i la Reina Huérfana j á saber, porque no existe ni el
tutor testamentario ni el legitimo.
Tampoco he confundido yo la categoría de la Reina con la de su
Señora Hermana la Infanta. Yo no he hablado de esta Señora por se
parado de su Hermana, ni me hice cargo por ocioso del argumento
que hizo el Sr. Caneja sobre si concluida la tutela de ésta continuaría
la de la Sra. Infanta; y solo lo recuerdo para manifestar que se equi
voca S. S. en decir que la tutela de los Hijos de los Reyes se regla
por los principios de derecho común. S. S. sabe muy bien que las le
yes de Partida cuando hablan del cuidado y esmero con que deben
ser criados y educados los Hijos de los Reyes, y particularmente las
Hijas, exigen ciertos miramientos y circunstancias especiales muy di
ferentes de las que el derecho coinun impone á los guardadores de
personas particulares. Pero esta no es la cuestión de que debemos
ocuparnos esta noche.
Acojo desde luego lo que el Sr. Caneja principió diciendo al des
hacer mis equivocaciones: que S. S. veia como yo en el art. 60 de la
Constitución que la palabra en defecto quiere decir que faltando el
tutor testamentario ó legitimo del Rey habia lugar al nombramien
to de tutor por las Cortes; pero añadió, que si bien carecen las augus
tas Huérfanas de la tutela de su Madre, les queda ta de los otros tu
tores testamentarios nombrados por su Padre: estamos por consi
guiente de acuerdo S. S. y yo en la primera parle, y llamo muy par
ticularmente la atención del Senado sobre la circunstancia de que el
Sr. Caneja, lo digo sin lisonja, el mejor adalid que han tenido los
señores oponentes, ya redime lu cuestión á que corresponde la tutela
de S. M. á las personas designadas subsidiariamente en el testamento
det difunto Rey, porque conoce no corresponde á S. M. la Reina Ma
dre.;! continuar con la tutela; porque es imposible que hallándose au
sente, como se halla , sea la que desempeñe ese cargo , y se acoge ya
por lo mismo á que deben ejercerle las personas designadas subsidia
riamente en el testamento del Sr. D. Fernando Vil. Pero bien co
noce S. S. que no hay el nombramiento que «e busca. Veamos, pues,
ai yo entiendo cou exactitud la cláusula del testamento , y para ello
la leeré,
Veamos, pues, si yo entiendo con exactitud la cláusula del testa
mento, y para ello la leeré:
Dice : "si desgraciadamente llegase á faltar mi muy amada es'
pota antes que el Hijo ó Hija que me haja de suceder en la Corona
t.-nga 18 añor cumplidos..." ¿Puede estar mas claro deque habla aqui
del fallecimiento 7 ¿Qué otro modo hay de explicar en esta clase de
esto ni aun el temor de que pudiera casarse , porque el misino amor
que profesaba á su maridoel Rey difunto debia hacer oreer á ente, como
generalmente creen todos, que sus viudas no se volverán á casar, á
pesar de que era un caso muy posible.
Hemos visto, pues, que esos señores eran llamados solo para el
caso de fallecimiento ; y vemos por consiguiente que no habiendo
fallecido y habiendo dejado la tutela , hay lugar á que las Cor
te! ejerzan las funciones á que son llamadas por el art. 6l)de la Cons
titución, porque las Niñas Huérfanas están en falta ó carecen de ios
desvelos y de los cuidados de su tutor legítimo la Sra. Reina Madre.
El Sr. CANEJA: Doy gracias al Sr. Laude.ro por el favor no me
recido que me ha dispensado; pero al mismo tiempo siento que me
haya hecho decir lo que yo no he dicho ni podía decir, á no ser que
perdiese el juicio. Yo he sostenido que aqui no hay falta de tutor;
que la ausencia temporal de S. M. no es motivo ni puede serlo para
que se considere vacante la tutela. Estos son mis principios; mas co
mo las Córtes pueden determinar otra cosa, y entonces mi opinión
claro está que no vale nada, en esta stiposícioo digo yo que si las
Córtes declarau otra cosa según el sentido del Sr. I.andero, llegaría á
faltar la tutela de la Reina Madre. Cuando hablamos de falta él se
ñor Landero y yo creo que entendemos que ha de ser una falta le
gal, y no una falta, un motivo arbitrario, que declare la vacante,
no qne las Córtes lo puedan hacer ahora porque crean que es legal
aquello. Pera que yo haya dicho que reconozco que electivamente
hay falta de tutor, esto no lo he podido decir. He manifestado todo
lo contrarío, que no hay falta ; pero que en el caso de que faltase
S. M., fuese por fallecimiento , que afortunadamente no ha sucedido,
fuese ppr una enagenacion mental, de la cuál por fortuna tampoco
adolece, fuese porque pasase á segundas nupcias, que seria una causa
verdaderamente determinada en la Constitución , entonces, y 30|u en-
tonces, han de proceder á la tutela dativa ó electiva, y entonces están
los tutores testamentarios llamados ad hoc por sus nombres para cual
quier caso en que haya una falta legal. Esto es lo que he dicho y lo
que he querido decir. '•
El Sr. ROMO Y GAMBOA: Después de haber oMo el Senado
tantos y tan brillantes discursos como se han pronunciado asi en pro
como en contra de tan grave asunlo , no es fácil que yo pueda pre
sentar ninguna cosa nueva. Sin embargo, coutando con su indulgen
cia voy á usarde la palabra por un breve rato impulsado de dos con
sideraciones: primera, la deque quiero que quede consignada muy
explícitamente mi pobre opinión en esta cuestioA gravísima; y segun
da, la de que estoy lleno del mas profundo reconocimiento á la ex
celsa Doña Mana Cristina de Borbon desde que hallándome desem
peñando el empleo de gefe político de esta provincia, tuvo la digna
ción de oir con complacencia, y aun me atrevo á decir con afecto en
varias ocasiones muy particulares , y una muy solemne, el lenguage
de pura verdad con que yo hablaba A S. M. en todos los negocios con
cernientes al desempeño de mi destino; honra singularísima que yo
jamás olvidaré, que es una prueba irrecusable de su alta justificación,
que hace mas sagrada la obligación que mi conciencia y convicción
me imponen de defender 'el indisputable derecho que le asiste para
continuar con la tutela de sus augustas Hijas, ó lo que es lo mismo,
para sostener'que no se halla vacante. *
Pero antes de entrar en la cuestión no puedo prescindir, aunque
muy i pesar mió, de hacerme cargo de lo que con mucha sorpresa
he oído decir al Sr. D. Alvaro Gómez Becerra aludiendo al partido
político á que corresponde la minoría del Senado. Para hacerlo cual
corresponde' necesito detenerme algún lauto; y ruego por lo mismo
al Sr. Presidente en su discreción qoe me permita hacerlo asi , por
que se trata de la justificación de lodo uu partido político legal en
masa.
Contestando S. S. á varias observaciones que se habian hecho so
bre el modo particular con que este grave asunto babia sido puesto
en conocimiento del Senado , dijo después S. S. que el pronuncia
miento de Setiembre no fue una revolución, sino una conlrarevolu -
eion , porque la verdadera revolución estaba ya anunciada, ó lo que
es igual; que el partido dominante entonces trataba de hacer una
revolución.'
Tan aventurado aserto debe ser rechazado, y yo voy á hacerlo
contando con la indulgencia del Sr. Presidente.
El Sr.GOMEZ BECERRA: Pido la palabra siempre qne se trate
de otra cuestión diversa de la que te está tratando.
£1 Sr. PRESIDENTE: No.se entrará en cuestión particular que
interrumpa la discusión de que estamos ocupados.
£1 Sr. ROMO Y GAMBOA: Diré, pues,á S. S. que el pronun
ciamiento de Setiembre', lo' mismo qué el de la Granja, pertenecen
á la historia, y quiero de paso hacer aquí una mención honorífica
del Sr. D. Joaquín María de Feirer que, en mi concepto, mereció
bien de la patria mientras estuvo ai trente de la junta de Gobierno
de esta provincia.
Pero también diré al Sr. Gómez Becerra que la revolución que
en su concepto sa estaba preparando no ha existido mas que en la
acalorada imaginación dcS. S. , y por consiguiente rechato tan gra
tuita é injusta suposición, y la rechazo con tanta mayor confianza,
cuanto que S. S. sabe muy bien que yo he sido siempre hombre
de orden é independíenle en toda la extensión de la palabra , y que
no he pertenecido ni perteneceré exclusivamente á ninguno de los
dos partidos en que se hallan divididos en España los amantes de
las instituciones liberales; Cualquiera que sea la opinión que S. S.
baya tenido ó tenga de las doctrinas de sus adversarios políticos, de
be respetar siempre las intenciones , porque lo contrario ei , sobre
antiparlamentario, injustísimo; y S. S. estará siempre en >u dere
cho cuando trate de patentizar, aprovechando para ello cualquiera
ocasión que se le presente, los errores que hayan podido cometer sus
nemigos políticos; pero haciendo justicia á sus intenciones y patrio
tismo, asi como yo oreo estar también eu el mió al decir i S. S.
que si bien rae complazco en reconocer las luces, la probidad, el
relevante mérito y distinguidos servicios de S. S; , estoy firmemente
persuadido de que sus doctrinas no han de ser las que afiancen en
España las instituciones liberales.
Y oiertamente que no es fácil atinar con los fundamentos en que
S. S. haya podido apoyarse para dar por sentada la existencia de un
proyecto tan criminal , y para haberse expresado de una manera tan
destemplada, y opuefcta precisamente á la gravedad , mesura y cir
cunspección con que yo he tenido la complacencia de ver á S. S. ha
cer otras reces la oposición. ¿ Si será' porque S. S. pertenece ahora á
la mayoría ? Entonce* habríamos de decir, como muchas reces ha
dicho el Sr. Heros , que las mayorías del Senado están condenadas á
suicidarse'. ¿Será por ventura porque en la fumosa ley de Ayunta
mientos se haya infringido como gratuitamente se supone el art. 70
de la Constitución ? Esto se puede asegurar; ¿ pero quién ha de ser el
juez en esta' contienda ? Ninguno ciertamente: S. S. no rotó aquel
proyecto porque crey* que »e oponía á la Constitución ; tampoco le
voté yo¡ ¿y estoqué quiere decir? Que las opiniones particulares
tienen que sujetarse á lo que decida la mayoría de loa Cuerpo» cole
gisladores. Repito que yo no rolé. la ley de Ayuntamientos, asi co
i mo tampoco votaré jamás un proyecto de ley en que se establezca que
1 las corporacioatrs populares hayan de gobernar ó administrar , y en
'
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que se disponga que los alcaldes en el hecho solo de ser nombrados puedo comprender por mas que respete la opinión de los que asi dis
por los pueblos hayan de ejercer las funciones judiciales y ser ejecu- curren.
cutores de las órdenes del Gobierno, sin que de uno n otro modo re No hace muchos días que el Sr. Heros , tan versado en materias
ciban la correspondiente investidura de la autoridad Real; ¿y por de derecho publico constitucional, nos dijocon la fuerza de racioci
qué? Porque lo tendré por anticonstitucional. ¿Será acaso porque nio que le distingue que los Reyes constitucionales son considerados
S. S. creyó que el proyecto de ley de Libertad de imprenta se oponía como unas divinidades, que se supone que están exentos de las fla
á lo que previene el art. 22 de la ley fundamental , que dice que los quezas de los demás, y que pueden hacer siempre el bien y nunca el
españoles pueden imprimir y publicar susideaa sin previa censura, mal : efectivamente es asi ; por esta razón sus personas son conside
con sujeción á las leyes, y que la calificación de los delitos de im radas como sagradas é inviolables; nunca están sujetas á responsabi
prenta corresponde exclusivamente á los jurados? Tampoco este es lidad , y los Ministros son los únicos responsables. Así es que en In
fundamento; ta^npoco voté yo esa ley, porque me precio de ser jan glaterra, que es el país clásico de la libertad ,' los partidos disputan
senista político en materias constitucionales, y como prefiero arrastrar hasta con furor por encargarse de la administración pública; pero
lodos los inconvenientes que lleva consigo la ejecución de las leyes jamás atribuyen al gefe del Estado ninguno de los males que sobre
secundarias á que se toque en lo mas mínimo la Constitución , deseo vienen á la nación; antes por el contrario, en todas sus reuniones por
con ansia que se presente un proyecto sobre esta materia para ver sus numerosas que sean concluyen siempre entonando el himno de "Dios
disposiciones, y si pueden ponerse en armonía con lo que terminante salve al Rey." ¿Y ha sucedido asi entre nosotros? No, señores: aqui
mente se expresa en el articulo constitucional , y por de contado.... el partido que era dominante el año pasado fue por la tenacidad é
SI Sr. PRESIDENTE : Desearía , Sr. Romo y Gamboa , que se imprevisión tal vez de los que le dirigían estrepitosamente vencido
concretase V. S. mas á la cuestión. por consecuencia del movimiento de Setiembre. ¿ Pero cuál fue el
El Sr. ROMO Y GAMBOA: Por eso conté con la indulgencia resultado de esta victoria? ¿Cuál fue la verdadera victima? La que
del Sr. Presidente. á todos había colmado de beneficios; la que todos Inbian aclamado
EISr. PRESIDENTE: Pero tiene límites: V. S. tiene derecho como bienhechora, como Madre de los es pan ules; la que habia resta
para reclamar contra cualquiera alusión; pera no para separarse de blecido nuestras libertades, que tantos siglos hacia habíamos perdido;
la cuestión principal. la que abrió las puertas de la patria á los proscritos que vivian en
El Sr. ROMO Y GAMBOA: Voy á concluir : decía que las país extrangero ;. la que juró espontáneamente la Constitución
ideas que he visto ya en la (latvia del Gobierno, precisamente cuan de 1857 ; y en una palabra, la que por el art. 41 de la misma Cons
do' S. S. formaba parte de él, ya en otro lugar me hacen presentir titución debía ser sagrada é. inviolable. ¡ Desventurada Señora, y por
que na será tan fácil como parece conseguir el objeto que ine pro cierto digna de mejor suerte !
pongo ; pero sean los que fueren los fundamentes en que S. S. haya Pero uo bastaba que se hubiese visto en la cruel necesidad de ba*
podido apoyarse , repito que rechazo su gratuita suposición , tauto ber de separarse, si híen temp Talmente, de sus augustas Hijas: era
mas, cuanto que por lo. que á mi.loca no necesitaba rechazarla. necesario también, á pesar de que como Reina habia sido deolarada
Voy, i entrar, Sr. Presidente, en la cuestión, en esta cuestión sagrada é inviolable su Persona , que se la presentase como que se
que es muy grave, gravísima en concepto de los que opinamos que había puesto á la cabeza de un partido. ¡A la cabeza de un partido
la tutela de S. M. y A. no está vacante, y que no lo es tanto eu el la Reina constitucional!.... Señores, ¿en dónde estamos ? Yo lo digo
dictámen de los señores que opinan que lo está , pero que en sentir francamente, en un país en el cual por no ser los Ministros respon
de todos es muy fácil de resolver. sables de hecho nunca habrá inviolabilidad en el gefe del Estado, y
. £1 Sr. Ondovilla y ptros varios señores se han esforzado en pro en el que estos mismos Ministros escudándose con esa quimérica res
bar que no está vacante la tutela apoyándose en muchas razones, y ponsabilidad han procedido (hablo generalmente) desde el ano
principalmente en que S. M. la Reina Viuda está eu posesión de ella de 1831 cou tanta arbitrariedad como se prooedia en los tiempos del
desde que murió su augusto Esposo ; en que cuando marchó á Fran funestamente célebre Calomarde ; en un país donde hay esta falta de
cia se reserró el. derecho de ejercerla ; en que d.-sde allí la está ejer- responsabilidad, repito, uo pueden menos de sobrevenir graves ma
• riendo, y también en que parece que hay cuestiones para saber el les, y tal vez esto mismo sea también la causa de cuanto ba ocurrido
* modo con que ha de continuar ejerciéndola. á esta desgraciada Señora.
Autes había dicho sagazmente el Sr. Macia Lleopart que no era Otra de las razones en que se fundan los señores que son de pare»
justo se atribuyese á los señores que opinaban como S. S. que se cer que la tutela se halla vacaute es la de que S. M. la Reina
trataba de despojar de la tutela á la augusta Viuda , ni menos arran Viuda no puede ejercerla estando en país extrangero. Yo confieso in
cársela ' violentamente purque habiéndose ausentado del reino, lo genuamente que esta reflexión me hace alguna fuerza, y oreo que n o
cual era mi hecho indudable, este mismo hecho hacia necesaria la puede menos de tomarse alguna providencia, la que mas convenga
declaración déla vacante. Yo hago, tanto al Sr. Macia Lleopatt acerca del particular ; ¿ pero habremos de inferir por eso que la tu
como á los demás señores que sostienen su opiniou, la justicia de tela se halla vacante? De ninguna manera-: seria lo mas violento é
creer que jamás han podido imaginar que en el hecho de haberse injusto que pudiera decidirse. Pero si me parece que se está eq el
ausentado S- M. la Reina Madre no tiene ya derecho á la tutela; caso de buscar un medio supletorio, nombrar un guardador, ó llá
pero si se declara que esta vacante, cuando la está ejerciendo, ¿ uo mese como se quiera, que sjerza las funciones de tutor mientras la
aparecerá á la faz de todo el mundo que se la remueve, que se ia augusta Viuda se halla ausente ; siendo ciertamente sensible que no
despoja y aun que se la deporta, y en' cierto modo se la dictara pros podamos saber lo que S. M. Doña Mam Cristina piensa acerca del
crita ? ¿ JT cuáles son las razones en que se apoyan los señores que particular, porque si bien el Sr. Ministro de Estjdo tuvo la bondad
sostienen que la tutela está vacante? de decirnos á excitación del Sr. Ruu de la Vega que la opinión
La primera es que asi lo exige el bien de las augustas Princesas; del Gobierno era que cuando S. M. se marchó pareoia que no pen
que el honor español está interesado en que cese el estado en que se saba en volver, vemos por otra parte que de un modo oficial se sabe
encuentran, y que también lo exige la conveniencia publica. Con res uue se fue temporalmente.
pecto al estada en que se encuentran, cuanto han dicho los señores Pero asi como entonces pensaba en no volver, puede pensarlo abo»
Capaz y He ros acerca de los bienes del Patrimonio y cuanto lia ma ra, ó puede pensar lo contrario; y efectivamente, cuando se presenta
nifestado en este dia el Sr. Ministro de Marina debe hacer que noso el horizoute tan oscuro, y cuando todavía nos hallamos en revueltas,
tros nos aquietemos y estemos tranquilos sobre este punto, sin que por ¿quién puede prever los acontecimientos, cuando nosotros los hemos
esto crea yo que este estado debe continuar. Eucuantoá la conveniencia visto sucederse con una rapidez tan admirable ? ¿Ocurrió á alguna
pública , es decir, esta versión del salas poptili, que cada uno ba enten en 1? se Setiembre, y aun después, que podia suscitarse la cuestión
dido siempre según le ha parecido , y que tantai victimas ba sacrifi de si estaba ó no vacaute la tutela ? A ninguno : en lo que si se pen
cado en todos tiempos, en todas las naciones y en todas circunstsn- só fue en la total reuovacion , ó ínejpr diré, en la supresión del Se
cía», diré que la conveniencia pública tal como yo la entiendo y nado; y aun hubo hombres que sin previsión llegaron á pedir se for
como la entiende la inmensa mayoría de los españoles reclama im mara causa á los Senadores y Diputados que habían votado la ley de
periosamente que la augusta Reina Viuda continúe con la tutela de Ayuntamientos. Pues bien : el Senado existe cuando todo hacía temer
sus excelsas Hijas; porque, como se ha probado tan patética y enér que desapareciese , y está ocupándose de la cuestión importantísima
gicamente, no es posible que haya ni pueda haber quien la sustituya de^la tutela, en la cual entonces nadie pensaba.
dignamente en el desempeño de este encargo que ha tenido y tiene. Concluyo, pues, felicitando al Senado por la solemnidad con que
Otra de las razones en que se apoyan los señores que sostienen que se ha discutido una cuestión tan importante, tan grave, y en la que
la tutela está vacante es la de que S. M. la Reina Viuda se halla au están interesadas la justicia y la conveniencia pública; y ruego á lo'
sente, y que por tanto no puede ejercer debidamente su cargo el tu Sres. Senadores que cuaudo llegue el caso de votar lo bagan en ei
tor. Pero prescindiendo deque se ha ausentado temporalmente, ¿hay sentido de que la tutela de S. M. no se baila vacante.
alguno que pueda desconocer por un momento que las circunstan El Sr. GOMEZ BECERRA: Señores, en la necesidad de recha
cias extraordinariamente criticas y azarosas en que se encontraba an zar una imputación grave , muy grave, que se hizp al Gobierno pro
tes de partir la pusieron en el terrible conflicto de haber de optar visional, dije que el luoyimiento de i", de Setiembre no habia sido
entre ausentarse ó faltar á lo que creía su mas sagrada obligación, es una revolución, sino una contrarevolucion. i 'jjf'
decir, al juramento que habia prestado de guardar la Constitución? Es Verdad; yo lo be dicho, y puedo señalar las pruebas de ello;
¿T será posible que un ejemplo tan sublime de abnegación y de des pero incurriría en una contradicción si habiendo creído que el señor
prendimiento, que un acto tan heroico, para la ejecución del cual sé Romo y Gamboa se extraviaba de la cuestión al tratar de esto me
necesitaba toda la fortaleza y toda la magnanimidad que distingue i I tomara la libertad, libertad que por. otra parte el Sr. Presidente no
tan augusta Priucesa , se haya de tomar como fundamento para de me permitiría, de dar ahora esas pruebas y entrar en la cuestión.
clarar vacante la tutela de sus augustas Hijas? Señores , yo no lo Estoy dispuesto á darlas cuando sea ocasión oportuna, j para enton
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ees tendrá un nuevo argumento que me ha dado el Sr. Romo y Ga ni- , de reemplazar, estas fueron quienes la desti t uyeron de la tutela. Des
boa cuando lia diclu que no votó la ley de Ayuntamiento*, ni la de 1 gracia Jámente ahora, en esta cuestión misma, la prudencia de.
Libertad de imprenta; y en estas mismas palabras encuentro yo otro aquellas personas que parece querian provocar la cuestión la han de
motivo para tener que liacer una explicación y deshacer una equivo tenido; porque, convengamos en que los que votaban por que no es
cación eu que ba incurndo S. S. taba vacante con un voto concluian , y los que votamos que la tutela
Ha diclioel Sr. Romo y Gamboa que yo lie increpado ú un par» necesita nombrarse, éramos los que podíamos y debíamos publicar
tido : S. S. se ha equivocado; yo be dicho que el movimiento de Se este voto. Pues señor, yo no me dirijo á un partido; no me dirijo
tiembre fue una con Ira revolución; pero no he dicho que ese partido mas que al movimiento natural de las cosas: pues este movimiento
hacia la revolución, ni pensaba en ello, ni he hecho explicaciones que natural de las cosas, que tan perjudicial hi sido á S. M., rstos sugetos
puedan haber dado motivo á S. S. para creer que yo me llevaba por que tan mal la han dirigido, no quisiera yo que ni siquiera se en
delante á todos los que pertenecen á un partido contrario al mío: ni cargasen de su panegírico si S. M. la Reina Madre llegase á fallar,
yo aun cuando hubiera hablado de un partido en gcueral podia com porque temo que aun después de muerta la habían de causar per-
prender á individuos particulares, pues sé que en los partidos hay j uicio.
muchos individuos que profesan sus principios de buena fé , á los ■ El Sr. PRESIDENTE: Habiendo hablado tres señores en contra
cuales no podia aludir cuando hablaba de rerolucion. Esta es la equi y tres en pro, y habiendo reclamado un Sr. Senador que se pre
vocación en que ba incurrido S. S. No he dicha quién era el que tra gunte si está el asunto discutido , va á preguntarse al Senado.":
maba la revolución: be dicho que se tramaba, y me afirmo en ello. Hecha la pregunta, se declaró el punto suficientemente diicutido-
lia dicho S. S. que mis opiniones no serán las que hagan el bien El Sr. CARRASCO: Desearía que el Sr. Presidente tuviese la
del pais. S. S. está en su derecho para pensar asi, y yo estoy en el bondad de leer la lista de los que en esta discusión tenían pedida la
mió para manifestar que estoy lejos de creer que las de S. S. lleguen pala bra. .i
al fin de hacer la prosperidad de la nación; y "Hunc reniam pe* El Sr. PRESIDENTE: Las personas que han pedido la palabra
timiKíjiie, damusqite vicissim" .u ■ después de abierta la discusión son conocidas de todos los Sres. Se
El Sr. MACIA LLEOPART: El Sr. Romo Gamboa ha sido nadores. Ademas, 50 no he visto nunca la costumbre de que se haya
inexiclo al referirse á lo que dije, porque yo manifesté que en el leído la lista de los señores que tienen pedida la palabra sino al
expediente que el Senado tiene á la vista resultaba lo coutrario de principio de la discusión , ni hay ningún articulo en el reglamento
lo que se exponía respecto á la tutela, y vuelvo á repetir que nada que indique lo contrario.
resulta acerca del ejercicio actual da la tutela por parte de la Reina El Sr. CARRASCO: Sr. Presidente, nunca se ha privado i un
Gobernadora; y no puede ponerse en cuestión que el Gobierno de Sr. Seuador del derecho de pedir la lectura de la lista de los que tie
S. M. se ba visto en la necesidad de nombrar per.ocas respetables nen pedida la palabra , como no se ha desconocido nunca tampoco el
que estén al frente de los intereses de S. M. Repito que en el ex derecho de pedir la lectura de un documento, y yo tengo derecho á
pediente no resulta el juicio que ha indicado el Sr. Gamboa. pedirla. ")i
El Sr. ROMO Y GAMBOA: Me parece que no me ha enten El Sr. PRESIDENTE: Yo consultiré al Senado, porque en ca
dido el Sr. Lleopar.t, He dicho que no puede haber despojo donde sos de duda de reglamento el Senado es quien debe decidir. ¿Se lee
«o Iny derecho ; y en el hecho de estar vacante, no hay derecho. rá la lista de los que tienen pedida la palabra? (F00V» los Sres. Sí-
¿Cómo *e dice que se quita el derecho cuaudo se reconoce que no le naitores se levantaron estantío por la a firmativa).
luy i Pero ese derecha que aparece mediante á estar ejerciendo la Tenían pedida la'palabra en contra los Sres. Carrasco, marqués .
tutela, quitándosela aparece que se la despoja. i de Falces, Alvarez Pestaña, conde de P¡nofiel„ obispo de Córdoba, y
El Sr. CAMPUZANO: Forzoso es que yo también tome la pa Caamaño ; y en pro los Sres. Martínez de Velaseo, Capaz, Lorenzo,
labra en esta cuestión, porquese ha hecho punto de honor, y yo debo Ferrer , López (D. Narciso), Ladrón de Guevara , Seoane, y 'forres
mirar por el mió. Sin embargo, no olvidaré la recomendación que Solanot. ' . " . ■ 1 [ ••' •
S. M. la Reina Madre Doña María Cristina hace á los españoles al El Sr. FRIAS: Sr. Presidente, yo en el curso de la discusión
final de su manifiesto firmado en Marsella, eu que les dice: "Yi nada pedí la palabra para contestar al Sr. Carrasco sobre las inculpaciones
oí pide la que ha sido vuestra Reina, sino que améis á sus Hijas, y que habia hecho á la Regencia provisioua l , de que tuve el honor de •
respetéis su memoria ...." formar parle. El Sr. Gómez Becerra ha refutado ya victoriosamente
Por respe to á tan digna memoria dejaré yo sin respuesta el dis las inculpaciones del Sr. Carrasco, y cualquier cosa que yo dijese no
curso de mi digno amigo el señor obispo de ¿Córdoba, al cual con baria mas que desvirtuar lo dicho por mi amigo el Sr. Gomes Be
una s'ila palRbra podia responderle; pero no puedo menos de justifi cerra : sin embargo me he visto en la precisión de pedir la palabra
car mi Voto, entrando- en el eximen de es{a cuestión bajo un aspecto con ese objeto, porquese han hecho inculpaciones por las cuales no
qits; ciertamente hasta ahora no be oido á ningún otro señor de los se puede pasar. Primeramente dijo que el Gobierno provisional ha
que se han ocapado de elta. bia sido mas revolucionario que la revolución » ,
Dice el articulo constitucional: "Que no podrán estar reunidos El Sr. PRESIDENTE: Permítame V. S. que le interrumpa.
los encargos de Regente y de Tutor del Rey sino en el Padre ó la Ningún Sr. Senador que no ha pedido la palabra para la caeslio»
Madre de esté." ' ' • * tiene derecho á hacer rectificaciones, que fue para lo que S. S. me la
Pues, señores, de aqui deduzco yo que una vez renunciados uno piiiuí. Por eso no concedí á V. S. la palabra en su turno, porque no
de estos dos cargos por el Padre ó la Madre del Rey menor sea que era para hablar en pro, ni en contra, sino para hacer rectificaciones.
se les despoje ó que renuncien á él , el otro de su propio peso se se El Sr. FRIAS: Por lo mismo, como hemos llegado ya al fio dr
para igualmente. La reflexión es muy sencilla. la discusión, pregunto si puedo contestar
El carácter de Regente es muy superior al de tutor: si existiese El Sr. PRESIDENTE: Puede V. S. hablar.
un tutor testamentario, como ha dioho muy bien uno de los señores El Sr. FRIAS: Está reducido á inuy poco lo que tengo que de
que acaba de hablar, seria muy natural que este pudiera ejercer sus cir, puesto que, como he dicho, mi digno compañero y colega el
funciones sin detri mentó dé' su carácter ni depresión de su dignidad. Sr. Gómez Becerra ha contestado en todo y en parte. El Sr. Car
¿Pero i quién se le ocurrirá que la Reina Doña Marta Cristina des rasco, contrayéndose á la revolución de Setiembre, dijo que el Go
pués de haber sido Regente de estos reinos pueda venir á ser tutora? bierno provisional era mas revolucionario que la revolución mis
Ademas, yo preguntaré i los señores que tanto empeño toman porque ma. Solo diré á esto, que si el Gobiernodiubiera sido lo que el señor
conserve la tutela la Reina Madre si S. M. ha dado la menor señal Carrasco supone , no estaría S. S. sentado en estos bancos*
de querer desempeñarla. Y esto me lleva á considerar una circunstan ■ 1 Que el Gobierno habia obrado arbitran invente en lo relativo á
cia, de la que puede sacarse una experiencia acaso triste ; esto es, que la comunicación del Sr. Infante D. ¿Francisco. Si el Sr. Carrasco cree
S. M. la Reina ¿ antes Gobernadora, Persona para mi del mas alto que el Gobierno ha obrado arbitrar iameute porque ha abusado de
aprecio , Persona á quien veneraré constantemente, ha tenido la des su facultad, ó porque no ha hecho lo que previene la ley, que es lo
gracia de no tener siempre i su lado personas que la hayan aconseja mismo que decir que ba estado fuera de ta ley, ¿por qué no le ha
do de una manera que la condujese al mejor fin. Y si no dígase de qué acusado como debia hacerlo, tratándose de un Gobierno que estaba
provino la ausencia de S. M. ¿Tendré yo la'eulpa, cuando eu mi fuera de la ley? Por consiguiente , he querida rechazar esa inculpa
corta esfera he procurado aconsejarla lo mejor? El hecho es que noera ción del Sr. Carrasco, porque en la improvisación se permite algu
yo consejero de S. M. cuaudo emprendió el viaje; que no era yo nas inculpaciones que parece que está poseí.lo de una especie de hi
consejero en Barcelona cuando resistid el programa que le presentó drofobia. Nada mas tenia qua manifestar sino que esas inculpacio
el digno orador que hoy se encuentra á la cabeza del Ministerio; el nes son fuera de propósito, sin fundamento, y las rechazo. .
hecho es que cuando S. M. determinó dejar este pais, S. M. sin duda 1 -El Sr. FERRER : Declaro mi asentimiento i lo dicho acerca de
consideró que la situación en que se encontraba la hacia necesaria esa las inculpaciones dirigidas por el Sr. Carrasao al Gobierno provi
ausencia.' ■ sional." „ 1
Pues ahora yo preguntaré , porque no es mi ánimo ser largo en Publicóse que el Sr. D, Juan Gayo quedaba agregado i la prime,
este discurso; yo preguntaré á los señores1 que votaron el dia 8 de ra sección. :i ■ 1
Mayo al Regente único si no vieron que aquel dia se desprendía de El Sr. PRESIDENTE: Habiéndose repartido el dia 2 el dicta
la Regencia de la Reina Madre la tutela, ¿ No saben que cualquiera men sobre el proyecto relativo b1 canal de riego de Guadarrama , se
?iue se nombre para ejercer la tutela ha de depender del Regente entrará en su discusión el dia primero que el Senado se rruna. No
insta para la provisión de los empleos, que el Regente ejerce la aulo- sabiendo asuntos para mañana, su avisará á domicilio para 1* pri
i ¡dad Real , y que el tutor esTará en li mayor parte de su aocio-.de» mera sesión del .Senado. . . ¡. , > , : . , i.¡ ■
pendiente de este Regente? Pues las personas que votaron que la Re . Ciérrase la sesiou." . t :
gencia de S. M. la Reina había cesado, y determinaron quién la había Eran las doce y media de la noche. ...
 NUMERO 44. 319

DIARIO

DE .

LAS SESIONES DE CORTES.

SEMA©®,

SESION DEL DIA 9 DE JULIO DE 1841.

Sr aiirin ú las doce y media, y leída al acta de la anterior por el ' 2? ' Al Sr. D. José Camps y Aviño.
Sr. Secretario Onis, fue aprobada. 3Í Al Sr. D, José Espinosa de los Monteros".
El Seoado quedó enterado del aiguiente oficio del Sr. Presidente 4i Al Sr. D. Joaquin Francisco Campuzano.
del Consejo de Ministros. 5Í Al Sr. D. Vicente Gil Muñoz.
Excraos. Señores: El Regente del reino con fecha 7 del actual Se leyó una exposición del Sr. D. Juan José García Carrasco en
me ba dirigido el decreto siguiente: "En vista de las comunicacio la qae manifiesta que exigiendo el estado de su salud que salga in
nes del Congreso de los Diputados de 28 de Junio último y del Se- mediatamente de Madrid para tomar baños en un pais mas fresco,
nado de 6 del presente, y en uso de las facultades que <ne concede la ruega se le conceda licencia por un mes"para ausentarse, haciendo
Constitución y la ley de 19 dé Julio de 1837, como Regente del reino presente que esta es la primera vez que pide igual gracia en todas
durante la menor edad de la Reina Doña Isabel II, he venido en se las épocas qne ha tenido la honra de representar á la nación en am
ñalarla hora de las doce de la mañana del sábado 10 del actual para bos Cuerpos colegisladores. •
la reunión en el Palacio del Senado de los dos Cuerpos colegisladores Se acordó se anotase en su lugar para el turno correspondiente.
con- el objéto de que declaren siesta ó no está vacante la tutela de Fneron aprobados sin discusión los siguientes dictámenes de la co
S. M. la Reina Doña Isabel II y su augusta Hermana, y en el pri misión de Actas.
mer caso procedan desde luego al nombramiento de tutor. Tendréislo Provincia de la Coruiia "La comisión de Actas ha examinado los
entendido, y lo comunicareis á los dos Cuerpos colegisladores." documentos que el Sr. D. Tomás Ladrón de Guevara, Senador por
Lo que de orden de S. A. traslado á V. EE. para su conocimien- dicha provincia , ha presentado con el objeto de justificar la renla
to, el del Senado y demás efectos, en inteligencia que con el mismo propia que anualmente posee y de que el Senado se sirva acordar lo
fin también lo traslado al Congreso, fiioa guarde á V. EE. muchos necesario á fin de que se te permita extraer del Banco español de San
años. Palacio 8 de Julio de 1811.=Antonio Gonzalez.=Sres. Senadores Fernando una cantidad igual en los correspondientes títulos al por
Secretarios del Senado." tador del 6 por 100 de los quince de 40,000 rs. cada uno que antes de
Pasó á la comisión de Actas la general de elecciones respectiva á positó en el mismo para probar en esta parte su aptitud legal ; y re
la provincia de Lugo, que remite el Sr. D. Joaquín Ponte, Senador sultando de aquellos que la referida renta anual asciende á 23.238
nombrado per dicha provincia en reemplazo del Sr. conde de Foutao: reales, opina que el Senado puede servirse acordar que se oficie at di
manifestando al mismo tiempo qae no puede ponerse en marcha para rector de dicho establecimiento para que se le devuelvan once de los
esta corte hasta tomar baños que necesita para restablecer su salud. mismos títulos; pero en el concepto de que los cuatro restantes han
Dióse cuenta de que el capitán retirado D. Gregorio Valiente, de continuar depositados mientras otra cosa no tenga á bien disponer,
con fecha 7 del actual dirige desde Zaragoza al Sr. Presidente del Se ó no deje de ser Senador el citado Sr. D. Tomás Ladrón de Guevara.
nado- una observación sobre el art. 4° del proyecto de ley relativo á Esto no obstante, el Senado acordará lo que estime mas conveniente-
retiros militares á fin de -que se tenga presente al discutirse dicho Palacio del mismo 9 de Julio de 1841.=Gaspar de Ondovilla.=Ma-
articulo en el mismo Cuerpo colegislador. nuel Lorenzo. nJoaquin Francisco Campuzano. rrjosé Joaquin de
Se acordó pasase á la comisión qae entiende en este asunto. Moya.=Francisco Romo y Gamboa , secretario."
Asimismo se dió ouenta de que las secciones habían nombrado las Provincia de Pontevedra. "La comisión de Actas ha examinado la
comisiones siguientes : del escrutinio general verificado en 17 del próximo pasado, de los
Para la mixta relativa al proyecto de ley para arreglo del servi votos emitidos en la elección celebrada en dicha provincia para la
cio de bagajes. propuesta de dos Senadores en reemplazo de los Sres. D. Joaquin Pa-
lí Al Sr. conde de Soto-Ameno. tiño y marques de Santa Cruz de Rivadulla; y no habiendo encon
2Í Al Sr. D.- Juan Lasaña. trado en ella defecto alguno que pueda invalidarla, opina que el Se
5Í Al Sr. D. José Espinosa de los Monteros. nado puede servirse darle su aprobación. Sin embargo acordará lo
4Í Al Sr. D. Francisco Sánchez Fernandez, que estime mas conveniente/' -
oí Al Sr. D. Andrés Martínez Orinaga. "El Sr.*D. Cristóbal Falcoq, Senador nombrado por la citada pro
Para la mixta sobre el concerniente á que los capitanes generales vincia en reemplazo del Sr. D. Joaquin Patino, que renunció des
y otras autoridades no sean elegidos Diputados ni propuestos Sena pués de haber ejercido el indicado cargo y pertenecía á la tercera re
dores por las provincias de su mando ó jurisdicción. novación, ha justificado en debida forma su aptitud legal; y por ello
1* Al Sr. D. Tomas Fernandez VaHejo. opina la comisión que el Senado puede servirse acordar que sea ad
2* Al Sr. D. Carlos Espinosa. mitido.
3* Al Sr. marqués de Guadalcázar. Sin embargo tendrá i bien resolver lo que estime mas convenien
4i Al Sr. D. Pedro Ramírez Colé. te. Palacio del mismo 9 de Julio de 1841.=Oaipar de Ondóvilla, pre
5i Al Sr. D. Joaquin Abargues. siden te.=Joaquin Francuco Campuzano.=:José Joaquin de Moya.=
Para la que ha de informar sobre el proyecto de ley relativo á Ja Manuel Lorenzo.=Francisco Romo y 'Gamboa , secretario."
concesión de una pensión á la familia de D. José Pérez de Rivas. Prévio anuncio del Sr. Presidente, y precedido de los Sres. Se-
1* Al Si. vizconde de Huerta. cretarioi Valero y Altela, y Onis, entró i jurar el Sr. D. Cristóbal
Sw^TOMO I. * t\4
 320
Falcon , Senador nombrado por la provincia de Pontevedra. berse ocupado la comisión en la penosa tarea de examinar todos esos
Entrándose en el orden del dia te procedió á la discusión de( dic antecedentes, ha formado su dictámen, reducido á que se deseche
tamen de la comisión relativo al proyecto de ley acerca del canal este proyecto de ley.
de Guadarrama. Si el Senado tiene por conveniente que se aguarde al Sr. Minis
Se leyó el dictamen y voto particular del Sr. Campuzano. (focase tro de la Gobernación, á la comisión, y especialmente al' Senador
el Diario nitm. 57, sesión del dia 50 de Junio.) que tieue el honor de hablar, nada le importa, porque desea que este
El Sr. CAMPUZANO: Señor Presidente, ruego á V. S.. se sirva punto se aclare lo mas posible.
mandar que se lea el art. 85 del reglamente. Si el Senado lo tiene por conveniente se entrará en la discusión,
Se leyó. y yo ampliaré mis observaciones todavía mas allá de lo que dice el
El Sr. CAMPUZANO: He pedido que se lea este articulo para dictamen de la comisión, que, repito, se ha extendido tanto para
hacer presente al Senado que procediendo este asunto de un proyec que los Sres. Senadores se ilustren en estas materias y no se ponga al
to presentado por el Gobierno, su ilustración dependerá en gran ma (jobierno, como basta aqui lia sido costumbre, con suposiciones de
nera de las luces que pueda proporcionar el Sr. Ministro de la Go utilidad pública , con pensamientos aéreos y aventurados, y con ar
bernación que no te baila presente; por tanto, considero que seria tículos de periódicos mal entendidos, en compromisos de que después
mas conveniente para esa mayor ilustración el que se aguardase á no puede salir
que estuviese presente el Sr. Ministro. El Sr. Ministro de ESTADO: Señores, cuando se trata de. nn
El Sr. PRESIDENTE: El Gobierno está avisado de que hoy se proyecto de utilidad pública, es necesario que el Gobierno manifieste
leunia el Senado con este objeto; si no ha asistido será porque no haya Bqui todos los efectos de esta misma utilidad pública que pueda oca
podido ó no lo haya tenido por conveniente: siu embargo, si V. S. sionar presentando cuantos datos pueda haber tenido presentes sobre
formaliza la proposición, se consultará al Senado. la materia. «
El Sr. CAMPUZANO: Si señor." Por tanto, siendo la cuestión de que se trata una de las que mas
Preguntado si se admitía la cuestión previa propuesta por el se exigen esto, yo espero que el Senado accederá i que el Gobierno esté
ñor Campuzano, dijo presente á la discusión del proyecto puesto á su deliberación, y que
El Sr. CANEJA: No se debe preguntar si se admite, sino si se esta no principie ni tenga lugar hasta que el Gobierno se halle en
toma en consideración." este sitio y pueda manifestar todas las razones y todos los motivos
Hecba esta última pregunta, el Senado contestó afirmativamente. que tenga para sostener su proyecto.
El Sr. CANEJA : Señor, la cuestión que ha promovido el señor El Sr. LASAÑA : Yo creo que la razón que ha manifestado el
Campuzano es una cuestión previa, reducida á si hemos de esperar ó: Sr. Heros de que ese proyecto no ha sido presentado por el actual
no á que esté presente el Sr. Ministro de la Gobernación : yo creo Gobierno apoya y da mas fuerza á lo propuesto por el Sr. Campu
que no hay necesidad de esto cuando el Sr. Presid'cute acaba de ma zano, porque hace necesario que manifieste si le adopta ó no."
nifestar que el Gobierno tiene el aviso oportuno de que se iba á en Preguntado si se aprobaba la proposición del Sr. Campuzano , el
trar en esta discusión, y mucho mas cuando el Sr. Ministro de la Senado decidió afirmativamente.
Gobernación ha asistido á la comisión, y ha oido y debe estar pe El Sr. PRESIDENTE : Se suspende esta discusión hasta que lle
netrado de las graves dificultades que la mayoría ha encoutrado para gue el Sr. Ministro de la Gobernación."
que se apruebe ese proyecto. El Sr. Ministro de Estado ocupó la tribuna y leyó el siguiente
El Sr. CAMPUZANO: Señores, si se tratase de un proyecto que proyecto de ley :
hubiese tenido su origen en el Senado ó en el Congreso, yo esLaria A las Cortes,= "La insalubridad del clima de la costa de Sierra
muy conforme con la opinión del Sr. Caneja; pero cuando se traía Leona, donde se halla actualmente establecido uno de los dos tri
precisamente de un proyecto preseutado por el Gobierno, que ha bunales mixtos de justicia que se formaron en virtud de los tratados
pasado del Congreso con la aprob.icíou del Gobierno y con la sanción concluidos con la Gran Bretaña para la abolición del tráfico de es
de aquel Cuerpo, me parece que es importante y esencial isimo el clavos, entender en las causas de les buques negreros apresados, y
que se conozca la opinión del Sr, Ministro del ramo , sea en pro, sea decidir su adjudicación, reclamaba de las dos altas partes contratan
en contra. Yo no me atrevo á anticipar tanto como el Sr. Caneja; no tes se busjase un punto mas sano á donde trasladarlo.
puedo decir si será favorable ó no porque no le he oido emitir opi El Gobierno de S. M. Británica fijó desde luego su vista sobre las
nión determinada en este negocio , en el cual , vuelvo á decir , creo islas de Fernando Pó y de Annobon, situadas en el golfo de Guinea,'
de la mayor importancia , asi la aprobación como la contradicción pertenecientes á la corona de España por cesión formal que de ellas
que puqda darle el Gobierno. le hizo el Portugal por el tratado firmado en el Pardo en Marzo
El Sr. HEROS: Según mi sistema, yo deseo que á esta discusión de 1778.
se le dé toda la claridad y extensión posible, aunque en su esencia -En su consecuencia se formaron varios proyectos por una y otra
la cuestión aparecerá como mal combinada , mal preparada y peor parte, que no pudieron tener lugar hasta que la Inglaterra propuso
entendida. Este es un punto que yo deseo que se ventile y aclare, y en 18 de Abril de 1839 la compra de las citadas islas bajo términos
lo deseo principalmente por el decoro del Gobierno, por su tranqui justos y razonables, llevándose en su adquisición el doble objeto de
lidad; porque, como lie dicho muclias veces, quiero facilitar al Go vigilar desde ellas con mas facilidad que desde Sierra Leona la
bierno el gobernar. Nada mas común que estar hablando continua puntual observancia de las estipulaciones Contenidas en el tratado
mente del espíritu de asociación , de la utilidad de las empresas de de 1835.
obras publicas, y nada mas equivocado ni mas errado por la falta de Penetrado de las ventajas que deben resultar i la comisión mix
conocimientos y observaciones de lo que se practica en los países mas ta dejando el mortífero clima de Sierra Leona , y de la facilidad con
adelantados. m que podrá vigilarse el cumplimiento del tratado desde unas islas
La comisión ha dado un dictámen que desea que mediten los se que, si bien pertenecen á España, han estado y están desde que se to
ñoras Senadores, y se ha extendido mas de lo que de ordinario se mó posesión de ellas totalmente abandonadas, sin que ofrezcan uti
acostumbra para introducir una porción de puntos de doctrina que lidad ni provecho alguno á la nación, el Gobierno creyó conveniente
se deben tener á la vista cuaudo se trata de estas especulaciones ar admitir la proposición de la Inglaterra, y para llevar á cabo una
riesgadas que se vienen presentando con el. nombre de utilidad idea de interés para ambos países entabló la negociación corres
pti Mica. pondiente.
Para el caso de que se creyese necesaiio aguardar á que venga el Concluida esta en Abril próximo pasado , se dió cuenta á la Re
Sr. Ministro de la Gobernación me reservo para aquella ocasión to gencia provisional del reino, quien se sirvió mandar que , prévio el
car este punto , asi como todos los demás que tengan conexiun inme consentimiento de las Cortes, se aceptasen las G0,000 libras esterlinas
diata con él de un modo que nos baga ser cautos en lo sucesivo para que la Gran Bretaña ofrecia por su adquisición, sirviéndose al pro
no ocuparnos de empresas que den los disgustos que lia acarreado Ja pio tiempo disponer que si se realizaba su enagenacion se aplicase
del canal de Castilla y otras que se han emprendido por quien no esta suma hasta donde alcanzase al pago de una anualidad corriente
tenia uirdios ni posibilidad de llevarlas á efecto. Estos son hechos y otra atrasada de los intereses de la deuda contraída con la Ingla
que no deben jamás olvidarse eu este asunto. terra en virtud del tratado concluido en 28 de Octubre de 1828,
La comisión, como digo, ha extendido su dictamen mas de lo dando de esta suerte una evidente prueba de los deseos que animan,
que se acostumbra, pirque quiere que los Sres. Senadores se enteren á la nación española de cumplir religiosamente todos sus empeños.
del proyecto en cuestión, proyecto que no está digerido ni compren Para poder, pues, concluir con el plenipotenciario nombrado por
dida su utilidad. Pero no es esto de la cuestión; se trata de que el S. M. Británica el convenio estipulaudo la cesión á Inglaterra de
Sr. Campuzano quiere que este aqui el Gobierno. Esté ó no , yo no las islas de Fernando Pó y de Anuobon, S. A. el Regente del reino
he de ¿dejar de decir lo mismo ; pero debo bacer presente una obser durante la menor edad de S. M. la Reina Doña Isabel II, después de
vación , y es, que el Ministerio actual no es el que ha preparado haber oido al Consejo de Ministros, ba tenido á bien autorizarme
este proyecto de ley ni el que lo ha presentado. para que someta á la consideración de las Cortes los motivos que han
En vista de esto, y en vista también de que ouando vino este ex guiado al Gobierno para convenir en la enagenacion indicada, y
pedienle al Senado vino tan mal vestido, como que no constaba proponer i las mismas, conforme al art. 48 de la Constitución, el
mas que de dos pliegos de papel, uno en que se contenia la petición siguiente proyecto de ley :
del Gobierno, y otro el proyecto de ley que venia del Congreso, la Articulo único. Se autoriza al Gobierno para que ceda á la Gran
comisión pidió todos los antecedentes, los ha examinado detenida Bretaña las islas de Fernando Pó y de Annobon por la suma de
mente , y de su exámen ha resultado no haberse preparado en este 60,000 libras esterlinas que ha ofrecido por ellas, y con arreglo á
proyecto ni tomado ninguna de las medidas que para proyectos de un convenio especial que se firmará por los plenipotenciarios nom
'•"»' ' importancia deben tomarse. Por consecuencia , después de ha brados al efecto- por S. M. Católica j S. M. Británica, del cual se

dará cuenta i las Cortes después de ratificado. Palacio 9 de Julio
de 184i~Antonio González."
El Sr. PRESIDENTE: Este proyecto pasará á las secciones para
que se nombre la comisión correspondiente.
Interin llega el Sr. Ministro de la Gobernación para continuar la
discusión que se ha suspendido , convendrá que se reúnan las seccio
nes para el objeto que acabo de indicar.
Se suspende la sesión."
Era la una y media.
Habiendo regresado los Sres. Senadores al salón á las dos y cuar
to , diose cuenta de que las secciones habían nombrado para la eomi-'
«ion que debe informar acerca del proyecto de ley que acababa de
leerse t
lí Al Sr. D. José Primo de Ribera.
2Í Al Sr. D. José María Chacón.
3? Al Sr. D. Joaquín María de Ferrer.
<!? Al Sr. D. Joaquin Francisco Cauipuzano.
5? Al Sr. D. Dionisio Capaz.
También se dio cuenta de que la tercera sección habia nombrado
para la comisión sobre cesantía de Ministros al Sr. D. Hipólito de
Hoyos en reemplazo del Sr. D. José Aranalde , que se halla ausente.
Dióse cuenta de una exposición del Sr. D. Jesualdo López Saha-
josa , Senador por la provincia de Murcia, fecha en Moratalla á 28
de Junio anterior, en la que manifiesta que convencido de la difi
cultad de restablecer su salud, visto el ningún alivio que le han pro
porcionado los baños minerales, cree de su deber renunciar el cargo
de Senador con que le honraron los electores de su provincia.
Se acordó avisar al Gobierno.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. arzobispo electo de Toledo ha avi
sado no poder concurrir hoy á la sesión por hallarse enfermo. Maña
na , como está anunciado, se reunirán las Córtes ; y en atención á
que varios señores no han asistido hoy , se avisará á domicilio.
Se anuncia la discusión del dictamen de la comisión mixta sobre
el proyecto de ley relativo á los arbitrios impuestos para las obras
32Í
del teatro de Oriente, que se ba repartido en el día de ayer á los
Sres. Senadores.
Para la primera reunión del Senado se avisará también á domi
cilio.
Ciérrase la sesión."
Eran las dos y veinte minutos.
RECTIFICACIONES.
En el Diario de las Sesiones mira. 38 , pág. 258 , col. 1?, lín. 7;
donde dice ros está lejos, en que esta pompa se convierta para soste
ner luto; léase está lejos, en que esta pompa se convierta para vos
en tuto.
En el núm. 39, pág. 272, col. It, lín. 85; donde dice remitidos por
el otro Cuerpo; léase ora remitidos por el otro Cuerpo, Columna 2?, lí
nea 47 ; donde dice circunstancias ; léase circunscriptas.
En la pág. 273, col. 1*, lín. 40; donde dice del Rey ; léase al Rey.
Lín. 69; donde dice el Rey había; léase el Rey no habia. Colum
na 2?, lín. 46; donde dice o habían; léase ó habrán. Lín. 62 ; donde
dice aclaración ; léase declaración. >
En la pág. 274, col. 1? , lín. 26; donde dice ó inmediatamente in
terviniendo;- léase ó mediatamente, interviniendo. Lín. 33; donde dice IT
bien: ¿ahora de que ; léase Y bien ahora: ¿de que.
En la pág. 275, col. 2*, lín. 26; donde dice ordinario y extraordi
nario; léase ordinario ó extraordinario. Lín. 31 ; donde dice grama-
tica! ó lógica; léase gramatical ó legal. Lín. 58; donde dice prejiero;
léase profiero.
En la pág. 276, col. 1?, lín. 6.0; donde dice preparasen; léase pro-
pasaseru
 NÍ MERO 45.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
Sesión celebrada en el dia 10 de Julio de 18^1 para declarar si está ó ho está vacante la tutela de
¿>. M. la 'Reina Doña Isabel II y de su augusta Hermana la Serma. Sra. Infanta Doña María Luisa
Fernanda , y proceder en el primer caso al nombramiento de Tutor.
Reunidas las Córles en el Palacio del Senado i la hora de las doce
en virtud del decreto del Regente del reino de 7 del corriente, bajo
la presidencia del Excojo. Sr. D. Agustin Arguelles, y sirviendo de
secretarios los Sres. D. J. s • Sánchez de la Fuente, D. Julián Huel-
bes, D. Eugenio Diez y D. Hipólito Otero, se abrió la sesión, aiuii-
ciando el Sr. Presidente el objeto de ella.
En seguida propuso que los Sres. Seuadores y Diputados fueran
dando sus noinbies por el órdeu en que estaban sentados, con expre
sión del Cuerpo » que pertenecían ; que uno de los Sres. Secretarios
formase U lista de los Sres. Senadores, otro la de los Sres. Diputados
y otro la de todos los presentes.
Verificado asi-, se leyó la respectiva á los Sres. Senadores, que es
como sigue :
Lista de los Sres. Senadores presentes.
Martínez de Velado, Garcia Carrasco, Alvarez PestaíTa, Gómez
Becerra, Frías*, Calatrava, Espinosa (D. Carlos), Ladrón de Gueva
ra (D. Tomas), Valero y Arlela, duque de Castrolerreño, Ferrer,
-Cainpuzano, Abargues, Zuinalacárregui , Caamaño Pardo, Entrena,
Gayo, Goicochea , Aldaina, Homo y Gamboa , Galdeano, ronde de
Pinofiel, obispo de Córdoba, La iiera, Rui» de la Vega, Bonel y
Orbe, Primo de Rivera, Ontiveros, Caneja, Pérez (L). José María),
Jordá y Santandreu, Olavarrieta , Fcrráz (1). Valenlin)¡ Gil de las
Revillas, San Miguel(D. luán Nepomuceno) , Sol is (U. Antonio),
Gil fie la Cuadra , Ondovilla, Gotnez ( ü. Buenaventura), Lasaña,
Ferráz (D. Francisco), Onis, Torres Solano!, López (D. Narciso),
conde de Alinodovar, Capaz, Gil ürduña, Heros, Oriuaga, Caiups
y Aviñó, Moya, Seoane,Sau Miguel (D. Santos), Lorenzo, Macia
Lleopart, La liosa, Fernandez Vailejo, Muguiro, Codorniu, Jimé
nez Frontín , Hoyos, arzobispo de Toledo , Palafoi, Castañeda, Pérez
Necoechea , Ramírez Colé, Falcon, Peón y Ueredia, Ladrón de Gue
vara (D. Eugenio), Landero, Verea Cornejo , Rubiano, Sánchez Fer
nandez, Laborda, Chacón ( ü. José Mana), Linage, Espinosa de los
Monteros, conde de Solo- Ameno. Total 78. .
Leyóse igualmente la de los Sres. Diputados, y es la siguiente:
323
DE CORTES
sada, Varona , Velo , Carrasco , Llamas, Vadíllo , López (D. Joa-
3uin) , Escorial , Proyet , Leiva , Cabello , Sánchez Silva , Tempra-
o , Montañés, Cuenca , González Brabo, Arias Uria, Suances, Vi-
llarnlbo. Ayllon, Escalante, Belinchon (D. Bernardo), Alvarez
(D. Francisco de Paula) , Galvez Cañero , López Pinto, Serrano,
Lacalle , Pascual, Guibert, Hormaeche, Pacheco, Alonso Cordero,
Doinenech, Quinto, Iñigo, Fernandez Gamboa, López Garcia, Ho»
driguez Busto, Cuetos , Ruiz del Arbol, Peña, Fernandez Cano,
Aliz , Santibañez , Fernandez Alejo , Guillen yGras, Ferro Mon
taos, Fernandez (D. Juan Francisco), Iznardi, Villalonga , Gonzá
lez (D. Francisco) , Goyeneche, Zaldivar, Mayora , Gil (D. Pedro),
Faz García, Cortina, Alvarez Miranda, Col tan tes (D. Vicente),
Benedito, Collantes (D. Antonio), Mendizabal, Luzuriaga , Rome
ro, Nocedal, Rodríguez (D. Faustino) , Garcia (D. Sebastian), Mu
ñoz , Fernandez de los Rios, Gómez de Laserna, Stárico, Pelarhs,
Almonaci, Acuña, Lanza, Morate, marqués de Prado-alegre, Via-
dera, Sancho, Mascarós , Sánchez de la Fuente, Huelbei, Diez,
Otero, y Sr. Presidente Arguelles. Total 161.
Resultando hallarse presentes de cada Cuerpo un número mayor
que el que requiere el ort. 5? de la ley de 19 de Julio de 1837, dijo
El Sr. PRESIDENTE: En virtud de hallarse presente suficien-
te numero de Sr s. Senadores y Diputados, se procederá á votar si
será publica y nominal, ó secreta, la votación acerca de si está ó no está
vacante la tutela de S. M. la Reina Doña Isabel II y de su augusta
Hermana é inmediata sucesora á la Corona la Serma. Sra. Infanta
Doña María Luisa Fernanda. Conforme al art. 18 del reglamento
aprobado por el Senado1 y el Congreso para este caso, el Sr. Secreta
rio va á leer la lista general de los señores presentes."
Se leyó estanque es como sigue:
Lista general.
Oica , Sentirá, Pastor, Llacayo, Fisae , Lnjan, Altuna , Mone
dero, Garrido, Vicens , Silva , Becerra , Martínez de Velasco , Diaz
Gil, Lillo , Rodríguez Leal, Méndez Vigo (D. Pedro), Olózaga,
García Carrasco, Alvarez Pestaña, Saenz , Gutiérrez de Ceballos, Gó
mez Becerra ,- Frias, Calatrava, Espinosa (D. Cárlos), Ladrou de
Guevara (D. Tomas), Garcia Uzal, Alcalá Zamora, Garcia (Don
Mauricio), Iriarle , Ortiz de Velasco, Pardo, Méndez Vigo (Don
Francisco), Garcia Jove, González Alegre, Prim, Moras, Ámeller,
Rodrigues (D. Anselmo), Muñoz Bueno, Aldecoa , Valero y Artcta,
duque de Castrolerreño, Ferrer, Campuzano, Abargues, Zumalacár-
regui , Caamaño Pardo, Olano, Mador. Pita, Azcárate, Obejero,
Crespo, Alonso (D. Juan Bautista), Perabeles, Hidalgo, Burriel,
Clavijo, Bernaldo de Qnirós , Gil Sanz , Bardají, Bonet, Fortuna,
Alvaro , Campaner, Puigdortila , Trias, Entrena, Gayo, Goícoe-
chea, Aldama, Romo y Gamboa, Galdeano, conde de Pinofiel, obis
po de Córdoba, La-Hera , Ruiz de la Vega, Bonel y Orbe, Verdúy
Pérez , Primo de Rivera, Ontiveros, Caneja, Rodil, Pérez (D. José
Maria), Jordá y Santandreu, Olavarrieta, Teijeiro , Hompanera
Osorio , Cantero, Trueba Cosió, .Polo, Sánchez Garrido, Vidal
Alonso (D. José), Brú , Ferráz (D. Valentín), Gil de las Revi-
92
 324
llai, San Miguel (D. Juan Nepomuceno), Solís (D. Antonio), Fuen
te Andrés, Fernandez Baeza , Gil Muñoz, Torrente, Gil de la
Cuadra, Ondovilla, Madrid Dávila, Gómez (D. Ventura), Alcoa,
Moratln, Lasaña, García Suelto, Matheu, Sagasti, Posada, Varona,
Velo, Carrasco, Llamas, Ferráz (D. Francisco), Onís, Torres Sola
not, López (D.Narciso), conde de Aluiodovar, Capaz , Vadillo,
López (ü. Joaquín), Escorial, Proyet, Leíva, Cabello, Sánchez
Silra, Temprado, Montañés, Cuenca, González 'Brabo , Arias Uria,
Suances, Gil Orduña-, Ueros, Villaralbo, Afilón, Escálame, Orí-
naga , Camps y Aviñó , Moja , Belinchon (D. Bernardo), Alvarez
(D. Francisca de Paula), Galvez Cañero, López Pinto, Seoane,
Serrano, Lacalle, Pascual, Guiber, Hormaecbe, Pacheco, Alonso
Cordero, Domenech , Quinto, Iñigo, Fernandez Gamboa, López
García, Rodríguez Busto, Cueto, San Miguel (D. Santos), Lorenzo,
Ruiz del Arbol, Peña, Mascarós, Fernandez Cano, Aliz, Macia
Lleopart, La Rosa , Fernandez Vallejo, Santibañez, Muguiro, Fer
nandez Alejo, Guillen y Gras , Ferro Montaos, Codorniu, Fernan
dez (D. Juan Francisco), Jiménez Frontín, Iznardi, Villalonga, Mayo-
ra, Gil (D. Pedro), Paz García, Cortina, Hoyos, Alvarez Miranda,
Co lian tes (D. Vicente), Benedito, Collantes (D. Antonio), Mendi-
zabal , González Vallejo, Zaldivar, Luzuriaga, Palafox, Castañeda,
Ferez Necochea, Romero, Ramírez, Nocedal, Rodríguez (D. Faus
tino), García (D. Sebastian)} Muñoz, Falcon, Peón y Heredia, La
drón de Guevara (13. Eugenio), Fernandez de los Ríos, La adero,
Verea Cornejo, Rubiano, Gómez de Laserna, Slárico , Sánchez
Fernandez , Laborda , Chacón (O. José María), Linage, Peiachs, Al
menad', Acuña, Espinosa de los Monteros, González (U. Francisco),
Lanza, Morate, Prado-Alegre, conde de Soto-Ameiio, Viadera,
Sancho, Goyeneche, Sánchez de la Fuente, Huelbes, Diez, Otero
(D. Hipólito), y Arguelles. Total 239.
El Sr. PRESIDENTE: Comprobada la lista general con las do*
anteriores, y hallándose el número respectivo de señores de los dos
Cuerpos que forman las Cortes, se procede á la votación anunciada.
Los señores que se levanten opinan que la votación acerca de ti está
6 no vacante la tutela de S. M. y A. debe ser publica y nominal: lo»
que permanezcan sentados votan que sea secreta."
Verificada la votación err la forma indicada , el Sr. Presidente
nombró treg señores de cada una de ambas opiniones, y contados
por los mismos los votos respectivos de la una y de la otra , resultó
quedar aprobada la votación pública y nominal por 235 votos con
tra 4.
El Sr. PRESIDENTE dijo : Queda por consiguiente resuelto que
la votación á que va á procederse sea pública y nominal.
Se procede á la votación acerca de si está ó no está vacante la tutela
de S. M. la Reina Doña Isabel II y su augusta Hermana é inmediata
•ucesora á la Corona la Serma. Sra. Infanta Doña María Luisa Fer
nanda, para lo cual cada uno de los Sres. Senadores y Diputados pro
nunciará desde su asiento su nombre, añadiendo una de las palabras sí
i no."
Hecha la votación, resultó quedar declarada vacante la tutela de
S. M. y A. por 203 votos contra 36 en la forma que sigues
Señores que dijeron si:
Sánchez de la Fuente, Huelbes , Diez, Otero, Osea, Sendra,
Pastor, Llacayo , Fisac, Lujan, Monedero, Garrido, Vicens, Silva,
Goyeneche, Becerra, Martínez de^Velasco, Diaz Gil, Lillo, Rodrí
guez Leal, Méndez Vigo (D. Pedro), Muñoz Bueno, Rodríguez (don
Manuel Anselmo) , Saenz , Gutiérrez de Ceba líos, Gómez Becerra,
Frías, Calatrava , Espinosa (D. Carlos), Ladrón de Guevara (D. To
mas), García Uzal , Alcalá Zamora , García (D. Mauricio) , Iriarte,
Ortiz de Velasco, Pardo, Méndez Vigo(D. Francisco), García Jove,
González Alegre, Prim, Moras, Ameller , Llamas, Ferrer, Campa-
rano , Abargues, Zumalacárregui, Mador, Viadera, Azcárale, Obejero,
Crespo, Alonso (D. Juan Bautista), Perálteles, Hidalgo, Burriel, Cía-
vijo, Quirós, Gil Sanz, Bardají, Bonet, Fortuna, Alvaro, Campaner,
Puigdorfila , Trias, Verdú y Pérez, Rodil, Joidá y Santandreu,
Teijeiro, Osorio, Cantero, Olózaga , Trueba Cosío, Polo, Sanche*
Garrido , Vidal , Sancho, Brú , Ferráz ( D. Valentín), Gil délas
Revillas, Solís (D. Antonio), Mendizabal, Alonso (D. José), Fuen
te Andrés, Baeza, Gil Muñoz, Torrente, Gil de la Cuadra, Madrid
Dávila, Gómez (D. Buenaventura), Alcon, Mdtratin, Lasaña, Gar
cía Suelto, Matheu , Sagasti , Varona, Velo, Carrasco, Ferráz (don
Francisco) , Onís, Torres Solanot, López (D. Narciso), Alinodo-
var , Capaz, Vadillo , López ( D. Joaquín ) , Escorial , Proyet , Lei-
va, Cabello, Sánchez Silva, Temprado, Montañés', Cuenca, Gonzá
lez Brabo, Arias Uria, Suances, Gil Orduña , Heros, Villaralbo,
Ayllon , Escalante, Orinaga , Camps y Aviñó, Moya, Belinchoa
(D. Bernardo), Alvarez (D. Francisco), Galvez Cañero, Lopes
Pinto , Seoane, Serrano, Lacalle, Pascual, Guiber, Alonso Corde
ro, Domenech , Quinto, Iñigo , Fernandez Gamboa, López García,
Rodríguez Busto, Cuetos, San Miguel (D. Santos), Lorenzo, Ruis
del Arbol, Peña, Fernandez Cano, Aliz, Macla Lleopart, La Rosa,
Fernandez Vallejo, Santibañez, Muguiro, Fernandez Alejo, Guillen,
y Gra*, Ferro Montaos, Codorniu, Fernandez ( D. Juan Francisco),
Jiménez Frontín, Iznardi, Villalonga, Mayora , Gil ( D. Pedro),
Paz García, Cortina, Hoyos, Alvarez Mirandá, Collantes (D. Vi
cente), Benedito, Collantes ( D. Antonio) , Pala fox , Castañeda,
Pérez Necochea, Romero, Ramírez, Nocedal, Rodríguez (D. Faus
tino) , Garcia (D. Sebastian), Muñoz, Falcon, Ladrón de Guevara
(D. Eugenio), Fernandez de los Ríos, Landero, Verea Cornejo, Ru
biano, Slárico, Sánchez Fernandez, Laborda, Linage , Peiachs, Al-
monací, Acuña, Espinosa de los Monteros, Lanza, Morate, Prado-
Alegre, Zaldivar, Mascarós, González (D. Francisco), conde do
Soto- Ameno, Sr. Presidente. Total 203.
Señoras que dijeron no:
Altuna, García Carrasco, Alvarez Pestaña , Aldecoa , Valero y
Arteta , duque de Castroterreño , Caamaño, Olano, Pita Pizarro,
Entrena, Gayo, Goicoechea, Aldama, Romo y Gamboa, Galdeaoo,
conde de Pinofiel , obispo de Córdoba , La-Hera , Ruiz de la Vega,
Bonet y Orbe, Primo de Rivera, Ontiveros , Caneja , Pérez (doa
José Mana), Olavarrieta, Hompanera, San Miguel (D. Juan Nepo
muceno), Ondovilla, Posada, Hormaeche, Pacheco, González Va
llejo, Luzuriaga, Peón y Heredia , Gómez de Laserna, Chacón
(D, José Mana.) Total 36.
Leídos los artículos 4? y 6? de la ley de 19 de Julio de 1837, se
procedió al nombramiento del Tutor, y llamados por la lista general
los Srei. Senadores y Diputados, fueron depositando sus votos en la
urna. Concluido este acto, y hecho el escrutinio, habiéndose leído
en voz alta las papeletas, resultó que de 239 señores votantes obtu
vieron: el Exorno. Sr. D. Aguilin Arguelles 180 votos; e< señor
D. Manuel José Quintana 17 , el Sr. conde de Almodovar 3; el señor
D. Pedro Chacón 2; la Señora Doña Mana Cristina de Bcrbon 1; el
Sr. arzobispo electo de Toledo 1; el Sr. D. Dionisio Capaz 1; un con
sejo de Tutela 1; D. Valentín Solanot 1; el brigadier D. Tomas Gar
cía Vicente 1; y en blanco 31 papeletas.
Se publicó este resultado, y en seguida dijo
El Sr. PRESIDENTE: Las Cortes de la nación española han nom
brado por tutor de S. M. la Reina Doña Isabel II y de su augusta
Hermana la Serma. Sra. Infanta Doña Mana Luisa Fernanda, como
inmediata sucesora á la Corona, á D. Agustín Arguelles.
Ciérrase la sesión."
Eran las tres menos cuarto.
 NCMERO 46. 325

DIARIO

DE

LAS SESIONES DE CORTES

SIMA®©*

SESION DEL DIA 11 DE JULIO DE 1841.

Se abrió i la» doce y medía, y leída el acta de la sesión de ante» (D. José Maria) , Jordá y Santandren, Olavarrieta , Ferráz (don
de ayer por el Sr. Secretario Ooíi, file aprobada. Valentín), Gil de las Revi lias, San Miguel (D. Juan Nepomuceno),
El Sr. PRESIDENTE! Siendo el objeto de la reunión de hoy dar Solis (D. Antonio), Gil de la Cuadra , Ondovilla , Gómez (D. Bue
al Senado conocimiento del acta de ta sesión celebrada por las naventura ), Lasaña, Ferráz (D. Francisco-), Onis, Torre» Solanot,
OSrtes en el dia~ anterior, qu» las mismas han pasado al Senado , va López ( D. Narciso), conde de Almcdovar, Capaz, Gil Onluña, He-
á darse lectura de ella." ros , Orinaga , Canlp* y Aviñó , Moya , Seoane, San Miguel (don
El Sr. Secretario Onis ocupó la tribuna, y leyó el oficio de remi Sanios), Lorenzo , Macia Lleripart, La Rosa, Fernandez Vnllejo,
sión de los Sres. Secretarios del Congreso, concebido en estos términos: Muguiro, Codomiú, Jiménez Frontín, Hoyes, arzobispo de Tole
"Excmo». Sres.^En cumplimiento de lo prevenido en el art. 20 do, duque de Zaragoza, Castañeda, Pérez Nrcorhea, Ramírez Colé,
de las disposiciones aprobadas por ambos Cuerpos colegisladorct para Falcou, Peón y Heredia, Ladrón de Guevara ( D. Eugenio), La
el nombramiento de la Regencia adoptadas también por los mismos dero, Verea y Cornejo, Ruhiano, Sanchcz'Fernandrz, Laborda, Ga-
para la cuestión ¿fe tutela, remitimos á V. EE. para el fin en dicho lindo , Chacón (D. José Maria), Linage, Espinosa de los Montero*,
articulo expresado una de las dos actas iguales que hemos extendi conde de Solo-Ameno. Total 78.
do de la sesión celebrada hoy con el objeto de resolver la iruestion de Luego se leyó la siguiente
tutela de S. M. la Reina' Doña Isabel II y de su' augusta Hermana Lista de los Sres. Diputados presentes: Osea, Sendra, Pastor,
la Serna. Sra. Infama Doña María Luisa Fernanda, y en su caso Llacayo, Fisac, Lujan, Altuna, Monedero, Garrido, Vicens, Silva,
proceder al nombramiento de lulor. Dios guarde á V. EE. muchos Becena, Diaz Gil, Litio , Rodríguez Leal, Méndez Vigo (don
«ños. Palacio del Senado 10 de Julio de 1811.=José Sánchez de la Pedro), Olózaga, Saenz , Gutiérrez Cebados, García Uzal, Alcalá
Fuente, Diputado Secretario.=Julian deHuelbes, Diputado Secreta- Zamora, Garría (D. Mauricio), Inane, Orllz de Velasco, Pardo,
rio.=Sres Secretarios del Senado." Méndez Vigo (D. Francisco), García Jove., González Alegre, Prim,
En seguida se leyó el acta que dice asi : Moras, Ameller, Rodriguez (D. Manuel Anselmo), Muñoz Buena,
"Sesión pública de las Cortes celebrada en el dia 10 de Julio Aldeeoa, Olano, Madoz, Pita, Azcarale, Obejero, Crespo, Atondo
de 1841 para la declaración sobre si está ó no está vacante ta tutela de (D. Juan Bautista), Pera beles, Hidalgo, Burriei, Clavijo, Bernal-
S. M. la Reina Doña Isabel II y de su augusta Hermana la Serení- do de Quirós, Gil Sauz, Barclaji, Bonet, Fortuna, AlvaTO, Campa-
ma. Sra. Infanta Doña María Luisa Fernanda, y en el primer caso ner, Puigdorfila, Trias, Verdú y Pérez, Rodil, Teijeiro, Ho na
proceder al nombramiento del tutor. pa ñera, Osorlo, Cantero, Trueba Cosío, Polo, Sánchez Garrido,
••Reunidas en el Palacio del Senado á la hora de las doce, en virtud Vidal, Alonso (D.José), Brú, Fuente Andrés, Fernandez' Barra,
del decreto del Regente del reino de 7 del corriente mes, bajo la Gil Muñoz, Torrente, Madrid Dávlla, Atcon, Moratin, García.
presidencia del Excmo. Sr. D. Agustin Arguelles, y sirviendo de se Suelto, Matheil, SagastI , Posada, Varona, Velo, Carrasco, Lla
cretarios los Sres. D. José Sánchez de la Fuente, D. Julián Huelbes, mas, Vadillo, López (D. Joaquín) , Escorial , Proyet , Lei va, Ca -
D. Eugenio Diez y D. Hipólito Otero, se abrió la sesión, anunciando bello, Sánchez Silva, Temprado, Montañés, Cuenca, González Bra-
el Sr. Presidente el objeto de ella, en lo» términos siguientes: "El bo. Arias Uria , Suarces, Villaralbo, Ayllon, Belinchon (D.' Ber
• Regente del reino en uso de las facultades que le concede el art. 2? nardo), Escalante, Alvarez (D. Francisco de Paula), Galvez Ca
-de Ta ley de 19 dé Julio 1837, ha reunido en estedia las Córles para ñero, López Pinto, Serrano, Laralle, Pascual, Gulbert, Hórmác-
-declarar si está ó no está vacante la tutela de S. M. la Reina Doña che, Pacheco, Alonso Cordero, Domencch, Quinto, Iñigo, Fernan
•■ Isabel II y de su augusta Hermana é inmediata sucerosa en la Corona dez Gamboa, López Gama, Rodriguez Busto, Cuetos, Ruiz del
-la Sernía. Sra. Infanta Doña Maria Luisa Fernanda, y en el pri- Arbol, Peña, Fernandez Cano, Alix, Santibañez, Fernandez Alejo,
> mer caso proceder al nombramiento de tutor." Guillen y Grás, Ferro Monlaos, Fernandez (D. Juan Francisco)^
Propuso el mismo Sr. Presidente que los Sres. Senadores y Dipu Ir.nardI, VI Malunga, González (D. Francisco) , Goyenecbe , Zaldi-
tados se sirvieran dar sus nombres por el orden en que estaban senta var, Mayora, Gil (D. Pedro), Paz Garcia , Cortina , Alvarez, Mi
dos , con expresión del Cuerpo á que pertenecían; que uno de los se randa, Collantes (D. Vicente), Benedlto, Cuitantes (D. Antonio),
ñores secretarios formara la lista de los Sres. Senadores , otro la de Mendizabal, I.uziiriaga, Romero, Nocedal, Rodríguez (D. Faus
Jos Sres Diputados , y otro la general de todos los presentes de ambos tino), García (D. Sebastian), Muñcz, Fernandez de los Río», Go«
Cuerpos colegisladores. mez de Laserna, Stáríro, Pelachs, Alinonaci, Acuña, Lanza, Mo-
Ejecutado asi, se leyó la de los Sres. Senadores , y es la siguiente: |* rale, Prado-Alegre, Viadera, Sancho, Mascarós, Sánchez de la
Martínez de Velasco, Garcia Carrasco , Alvarez Pestaña, Gómez Fuente, Huelbes, DieZ, Otero, y Sr. Presidente. Total 181.
Becerra , Frías , Cala Irava , Espinosa ( D. Carlos), Ladrón de Gue Y resultó bailarse presentes de cada Cuerpo colegislador un nú
vara ( D. Tomás) , Valero y Arteta , duque de Castroterreño , Fer- mero mayor que el que requiere el art. 5? de la ley de 19 de Julio
rer, Campuzano, Abargues, Zumalacárregui, Caamaño Pardo , En- de 1837.
trena, Gayo, Goicoecbra, Aldama, Romo Gamboa, Galdeano, con El Sr. PRESIDENTE dijo: "Se procede i votar sí será pública
de de Pinofiel, obispo de Córdoba , La-Hora , Ruit de la Vega, - y nominal, ó secreta, li votación aeerea de (i esti ó no esti vacante
Bonel y Orbe, Primo de Ribera, Ontive¿os , Díaz Caneja , Peres -la tutela de S. M. la Reina Daña Isabel II y de su augusta Herma.
a—TOMO l • 95
 326
-na, é inmediata sucesora en la Corona, la Serma. Sra. Infanta Doña
-Mana Luisa Fernanda. £1 Sr. Secretario ra á leer la lisia de los
••señores presentes, conforme al articulo 13 del reglamento aprobado
y por el Senado y el Congreso."
Acto continuo un Sr. Secretario leyó la siguiente
Lista general de los señores presentes:
Osea , Sendra , Pastor , Llacayo , Fisac , Lujan , Aliuna , Mone
dero , Garrido , Viceni , Silva , Becerra , Martínez da Velasco , Díaz
Gil, Lillo , Rodríguez Leal, Méndez Vigo ( D. Pedro), Olózaga,
García Carrasco, Alvarez Pestaña , Saenz, Gutiérrez Ceballos, Gó
mez Becerra , Frías, Calalrava , Espinosa (D. Carlos), Ladrón de
Guevara (D. Tomas), García Uzal , Alcalá Zamora, García (don
Mauricio) , Iriarle , Ortíz de Velasco, Pardo, Méndez Vigo (don
>'ranc¡sco) , Garcia Jove , González Alegre , Prim , Moras, Ame-
ilcr, Rodríguez (D. Anselmo), Muñoz Bueno, Aldecoa , Valero y
Arlela, duque de Castroterreño , Ferrer , Campuzano, Abargues,
Zumalacá>regu¡ , Caá maño Pardo, OJano, Madoz , Pita, Azcárate,
Obejrro , Crespo , Alonso (D. Juan Bautista), PeFabeles, Hidalgo,
Burrirl , Clarijo-, Be maído de Quirós, Gil Sauz, Barda ji , Bo-
net, Fortuna, Alvaro, Campaner, Puígdorfila , Trias, Entrena,
Garó, Goicoecbea, Aldama, Romo Gamboa, Galdeano, conde
de Pínofiel, obispo de Córdoba, La-Hera, Rui: de la Vega, Bonel y
Orbe, Verdú y Pérez, Primo de Rivera, Ontiveros, Díaz Caneja, Ro
dil, Pérez (D. José Martín ), Jordá y Santandreu, Olararrieta, Tei-
jeiro, Hotnpanera, Osorio, Cantero, Trueba Cosió, Polo, Sánchez Gar
rido, Vidal, Alonso (O. José), Brü, Ferráz (D. Valentín), Gil de las
Revíllas, San Miguel (D, Juan Nepomuceno), Solía (D. Antonio),
Fuente Andrés, Fernandez Baeza , Gil Muñoz, Torrente, Gil de la,
Cuadra, Ondovilla, Madrid Dávíla, Gómez ( ü. Ventura,), Alaon,
Moratin, Lasaña, García Suelto, Matheu, Sagasti, Posada, Varona,
Velo, Carrasco, Llamas, Ferráz ( D. Francisco), Onis, Torres Sola-
íiot, López (D. Narciso), conde de Almodovar, Capaz, Vadíllo, Ló
pez (D. Joaquín Mana ), Escorial , Proveí, Leíva, Cabello, Sánchez
Silva, Temprado, Montañés, Cuenca, González Brabo, Arias Uria,
Suances, Gil Orduña, Heros, Villaralbo, Ayllon, Escalante, Orina-
ga , Camps y Avíñó, Moya, Belinchon (D. Bernardo), Alvarez (don
Francisco de Paula), Galvez Cañero, López Pinto, Seoane, Serrano,
Laca lio, Pascual , Guibert , Hormaeclie, Pacueco, Alonso Cordero,
Domenech, Quinto , Iñigo, Fernandez Gamboa, López García, Ro
drigue: Busto, Cuetos, San Miguel (D. Santos) , Lorenzo, Ruiz del
Arbbt, Peña, Mascaros, Fernandez Cano, Alíx, Macia Lleopast, La
Rosa, Fernandez Vallejo, Santíbañez, Muguiro, Fernandez Alejo,
Guillen y Gras, Ferro Montaos, Codorniu, Fernandez (D.Juan Fran
cisco), Jiménez Frontín, Iznardi, Villalonga, Mayara, Gil ( D. Pe
dro), Paz García, Cortina, Hoyos, Alvarez Miranda, Cuitantes (don
Vicenta), Benedito, Cuitantes ( D. Antonio ), Meudizabal, arzobis
po electo de Toledo, Zaldivar , Luzuriaga, duque de Zaragoza, Cas
tañeda, Pérez Necocbea , Romero, Ramírez Cote, NocedaL, Rodrí
guez (D. Faustino), García ( D. Sebastian), Muñoz, Falcon, Peón y
Heredia, Ladrón de Guevara ( D. Eugenio), Fernandez de los Ríos,
i,andero, Verea Cornejo, Rubiano, Gómez de Laserna, Starico, Sau-
rhez Fenandez, Laborda, Galindo, Chacón (D. José Mana), Linage,
Pelecha, Almonaci, Acuña, Espinosa de los Monteros, González (dou
francisco), Lanza, Morate, Prado-Alegre, conde de Solo-Ameno,
Viadera, Sancho, Sánchez de ta Fuente, Huelbes, Diez, Otero (dou
Hipólito) , Goyeneche, Sí. Presidente. Tolal 239.
Concluida la lectura de esla lisia, y publicado ser 239 el número
de Ips señores de ambos Cuerpos colegisladores presentes en el acto,
el Sr. Presidente dijo: "Los señores que se levanten opinan que la
votación acerca de la vacante sea pública y nominal: los señores que
permanezcan sentados votan que sea secreta." . lentin Solanot 1; D. Dionisio Capaz 1; un consejo de Tutela 1 ; S- M"
Y voriíicada la velación por el método iudieado, el Sr. Presiden
te nombró tres. individuos de cada opinión para hacer el recuento de
loi. votos en la forma acostumbrada, y resultaron 235 señores en
pie y cuatro sentados, coa lo que rruedó resuelto que la votación
fuete pública y nominal.
En seguida el Sr. PRESIDENTE dijo: "Se procede á la votación
acerca de si está ó noestá vacante la tutela de S. M. la Reina Doña
Isabel II y de su augusta Hermana, é inmediata sucesora en la Coro
na la Serma. Sra. Infanta Doña Maria Luisa Fernanda; para lo cual
cada Senador ó Diputado pronunciará desde su asiento su nombre,
añadiendo la palabra sí ó no."
Y verificada la votación , se publicaron las listas en la forma
siguiente:
Señores que dijeron ti:
Sánchez de la Fuente, Huelbes, Diez, Otero, Osea, Sendr.a , Pas
tor, Llaoayo , Fisac, Lujan, Monedero, Garrido, Vicrns, Silva, Go-
yeneebe, Becerra, Martínez de Velasco, Diaz Gil, Litio, Rodrí
guez Leal, Méndez Vigo (D. Pedro), Muñoz Bueno, Rodríguez (don
Manuel Anselmo), Saenz , Gutiérrez de Ceballos, Gómez Becerra,
Frías, Calatrava, Espinosa (D. Carlos), Ladrón de Guevara (D. To
mas), García Uzal, Alcalá Zamora, García (D. Mauricio), triarte,
Ortíz deVelasco , Tardo, Méndez Vigo (D. Francisco), Getüa. Jovc,
Gonzatez Alegre , Prim , Moras, Ameller, Llamas, Ferrer, Cam
puzano, Abargues, Zumalacárregui , Madoz, Viadera, Azcárate,
Obejero , Crespo, Alonso (D. Juan Bautista), Perabeles, Hidalgo,
Burriel , Clavíjo, Quirós, Gil Sanz, Bardaji , Bonet, Fortuna , Al
varo , Campaner, Puígdorfila , Trias, Verdú y Pérez, BoJil, Jordá
y Santandreu , Teijeíro , Osorio , Cantero, Olózaga, Trueba Cosío,
Polo, Sánchez Garrido, Vidal, Sancho, Brú, Ferráz (D. Valen
tín)^ Gil de las ■ Revillas, Solis , Mendifabal , Alonso (D. José),
Fuente Andrés , Fernandez Baeza , Gil Muñoz, Torrente, Gil de la
Cuadra, Madrid Divila, Gómez (D. Ventura), Alton, Moratin,
Lasaña , Garcia Suelto , Matheu, Sagasti, Varona, Velo, Carrasco,
Ferráz (D. Francisco), Onis, Torres Sclaoct, López (D. Narciso),
conde de Almodovar , Capaz, Vadíllo, López (D. Joaquin María),
Escorial-, Proyel , Leiva , Cabello, Sánchez Silva, Temprado, Mon
tañés, Cuenca, González Bravo, Aries Uria, Súances , Gil Or
duña, Heros , Villaralbo, Ayllon , Escalante, Orinaga, Camps y
Aviñó, Moya , Belinchon (D. Bernardo),. Airare* (D. Francisco de •
Paula), Gal ves Cañero, López Ficto, Seoane, Serrano, Lacalle,
Pascual, Guibert, Alonso Cordero, Domenech, Quinto, Iñigo,
Fernandez Gamboa, López Garcia , Rodríguez Busto, Cuetos, San
Miguel (D. Santos), Lorenzo, Ruiz del Arbol, Peña, Fernandez Ca
no, Alíx, Macia Llropart, La Rosa, Fernandez Vallejo , Santíbañez,
Muguiro, Fernandez Alejo, Guillen y Gras, Ferro Montaos, Co.
dorníu , Fernandez (D. Juan Francisco), Jiménez Fronlin, Iznardi,
Villalonga, Mayora , Gil (D. Pedro), Paz García, Cortina , Hoyos,
Alvarez Miranda, Col tan tes (D, Vicente), Benedito, Cotí antes (don
Antunio), duque de Zaragoza , Castañeda , Peros Neccchea, Rome
ro, Ramírez Coté , Nocedal, Rodríguez (D. Francisco), Garcia (don
Sebastian),, M uñoz, Falcon, Ladrón de Guevara (D. Eugenio), Fer
nandez de los Ríos , I.andero , Verea Ccrnejo, Rubiano, Stárico, Sán
chez Fernandez, Laborda, Linage, Pelaclis, Almonaci, Acuña, Es
pinosa de los Monteros, Lanza, Múrate, Prado- Aletjre, Zaldirar,
Marcaros, González (D. Francisco), conde de Soto Ameno, Sr. Pre
sidente. Total , 203.
Señores que dijeron no :
Alluna, García Carrasco, Alvarez Pestaña , Aldecoa , Valero y
Arlela , duque de Castroterreño, Caá maño Pardo , Olano , Pita Pi-
zarro, Entrena, Gayo, Goicoecheá, Aldama, Romo Gamboa, Gal
deano, conde de Pinoiiel , obispo de Córdoba , La-Hera , Ruiz de la
Vega, Bonel y. Orbe, Piiino de Rivera , Ontiveros, Diaz Caneja,
Pérez (D. José Mana) , Olavarríeta , Hompanera , San Miguel (don
Juan Nepomuceno), Ondovilla, Posada, Hormaeche, Pacheco, ar
zobispo electo do Toledo, Luzuriaga, Peón y üeredia, Gómez de La-
serna, Chacón (D. José Mana). Total 36.
Concluida la lectura de las listas, el Sr. Presidente publicó el
resultado de la votación , diciendo : "Queda declarado por las Cor
tes que la tutela de S. M. y 'su augusta üermana está vacante."
Leídos luego los artículos 4? y 6? de la ley de 19 de Julia de
1837, el Sr. Presidente dijo: "Se procede al nombramiento de Tu
tor de S. M. la Reina Doña Isabel II' y de su augusta Hermana , ■
inmediata sucesora en la Corona, la Serma. Sra. Infanta Doña Maria
Luisa Fernauda. Los Sres. Senadores y Diputados se servirán acer
carse á la mesa para depositar sus votos en la urna por el orden con,
quesean llamados." ■ •
Y verificada la votación por papeletas en la forma prevenida, he
cho el correspondiente escrutinio, resultó tener el Sr- D. Agustín
Arguelles 180 votos para Tutor de S. M. y A. ; el Sr. D. Manuel
José Quintana 17; el señor arzobispo electo de Toledo 1; el señor conde
de Almodovar 3j D. Tomás García Vieeule, brigadier del año de
1810, 1 ; papeletas en blanco 31 ; D. Pedro Chacón 2 votos ; D. Va -
la Reina Doña Maria Cristina de Borboo 1. Total 239, número igual
al de los señores volantes.
Concluido el escrutinio el Sr. Presidente dijo : "Las Cortes de la
nación espoñola han nombrado tutor de S. M. la Reina Doña Isa
bel II y de su augusta Hermana , é inmediata sucesora on la Cotona
la Seremsi ma Señora luíanla Doña Mana Luisa Fernanda, á don
Agustin Arguelles."
Y hecho este anuncio , el Sr. Presidente levantó la sesión.^Agustín
Arguelles, Presidenle.=José Sánchez de la Fuente, Secretario. =Ju-
lian de Huelbes, Secretario. Eugenio Diez, Secretario. — Hipólito
Otero, Secrete rio.
Concluida la lectura, se preguntó por dicho Sr. Secretario si el
Srnado estaba conforme en la aprobación de esta acta , y. si se comu
nicaría la aprobación al otro Cuerpo eolegislador , á lo que el Senado
contestóla firma i i va mente.
El Sr. PRESIDENTE : Mañana se reunirá el Senado á las dore,
y anuncio para la discusión el proyecte de ley sobre el canal de
Guadarrama, y la del dictamen de la coauision mixta acerca aari ic-
lativo á las obias del teatro de Oriente.
Cierra e la sesión."
Era la una menos diez minutos.
 NUMERO 47 327

DIARIO

DE

LAS SESIONES DE CORTES.

SESION DEL DIA 12 DE JULIO DE 18.41.

Abierta á las doce y medí*, y leida por el Sr. Secretario Onís el El Sr. HEROS: Señor, á pesar de que la simple lectura no basta
acta de la anterior, quedó aprobada.- , para poder formar un juicio cabal de lo que contienen loa oficios que
El Senado quedó enterado de un mensaje del Congreso de los Di* se acaban de leer , yo no puedo menos de llamar la atención sobre el
putadoi, fecha del dia anterior, en que participa haber aprobado el objeto principal á que se dirigen. Tal vez en el modo con que yo los
acta de la sesión celebrada por las Corles en 10 del corriente para re he entendido podrá haber equivocación....
solver la ouestion de tutela de S. M. la Reina Doña Isabel II y de Bl Sr. OMS: Si V. S. gusta se volverán á leer.
su augusta Hermana , y nombrar tutor. El Sr. HEROS: No: después podrá hacerse. Yo reconozco en todo
Igualmente lo quedó de un oficio del Sr. Presidente de las Córtes Senador ó Diputado , y asi se acordó en el reglamento que sirvió de
á los Sre*. Secretarios del Senado para que mediante haberse apro norma para la cuestión de Regencia , y que se ba tenido igualmente
bado también dicha acta por este Cuerpo colegislador se deposite cu presente en la de tutela, yo reconozco, digo , la facultad que tienen
el arohivo del mismo. para hacer constar sil voto contrario en el acta, y rae parece , si no
Asi se acordó. estoy equivocado , que esto fue lo que se consignó : de consiguiente
Se leyó un oficio del señor marques de Falces, fecha 11 del cor creo que el Sr. Senador cuyo oficio acaba de leerse está en el caso
riente, en el que manifiesta que en el dia anterior no le fue posible de pedir conste su roto contrario en el acta ; mas no creo esté en
asistir i la sesión que celebraron ambos Cuerpos colegisladores á el de fundar su voto; porque esto viene á ser una especie de pro
causa de una violenta irritación, que todavía no le dejaba concurrir testa, y las protestas no están admitidas. £1 Sr. Senador -que ha
á la que en dicho día 11 celebraba el Senado , y creyendo de su obli manifestaJo su opinión en ese oficio la ba manifestado igualmente
gación exponer el motivo de su falta , y al mismo tiempo su modo en estos bancos ; y por lo tanto me parece que para su satisfacción,
de pensar en las cuestiones cuya resolución era objeto de aquella re para que se conozca su opinión, y para que se vea que obra con toda
unión, habia dirigido al Sr. Presidente de las Cortes un oficio que la independencia necesaria bastará esta declaración , y con ella debe
acompañaba señalado con el núm. 1?, del cual no babia tenido por quedar S. S. satisfecho ; pero pedir que conste su opinión en el neta
conveniente dar cuenta , antes por el contrario se sirvió devolvérselo en los términos que lo ha hecho, ni creo que está en los precedentes,
con otro también adjunto bajo el núm 2!; por lo que, y deseando ni, como be dicho, puede dejar de mirarse como una protesta. En
que constasen ambos extremos, rogaba al Sr. Presidente del Senado este concepto creo que no debe constar en el acta lo que pide S. S.,
se sirviese hacerlo presente al Senado á fin de que todo se inserte en sino pura y simplemente su voto contrario á lo declarado y resuelto
el acta de sus sesiones y en el Diario, si en ello no hubiese incon por las Córtes.
veniente. El Sr. marques de FALCES : Cabalmente por la explicación que
En seguida se leyeron los expresados oficios concebidos en estos acaba de hacer el Sr. Heros se viene en conocimiento de que he cum
términos : plido exactamente con lo mismo que S. S. concede á todo Senador.
Número 1? Exento. Sr.= "No permitiéndome el estado de mi salud Yo no he fundado mi voto, y para convencerse de ello no hay mas
asistir á la sesión que han de celebrar en este dia ambos Cuerpos co - que leer esos documentos : he hecho , si , esta exposición en tiempo
legisladores unidos, tengo el honor de dirigirme á V. E. , no solo oportuno , porque como consta de los mismos documentos, me dirigí
para que se sepa la causa por qué dejo de concurrir, sino también al Sr. Presidente de las Córtes anteayer, en que por una indisposi
para rogarle se sirva hacer presente á las Córtes mi deseo de que cons ción repentina , si bien no grave , puesto que hoy estoy aqoi , pero
te en la forma que parezca mas conveniente que mi voto en la cues que me imposibilitó de salir á la calle , se lo hice presente para que
tión que va á resolrerse es! primero, que no debe declararse vacan no te atribuyese á otra mira el dejar de asistir á acto tan solemne , y
te la tutela de S. M. nuestra augusta Reina Doña Isabel II (Q. D. G.) mucho mas cuándo podia atribuirse á motivos que están muy lejos
y de su excelsa Hermana la Serma. Sra. Doña Maria Luisa Fernan de los que piensan con nobleza y franqueza: dije , pues, que no pu-
da. Segundo, que de consiguiente no debe procederse á nombrar tu diendo asistir aquel dia , mi opinión era diatnetralmente opuesta a"
tor en reemplazo de S. M< la Sra. Reina Madre Doña Maria Cristina lo que después han declarado las Córtes. El Sr. Presidente me de
de Borbon que actualmente desempeña estecargo. Dios guarde á V. E. volvió este oficio diciendo que no creia que estaba dentro de lo que
muchos años. Madrid 10 de de Julio de 1811.=M. El marqués de encerraba el reglamento especial acordado por ambos Cuerpos para
Falces.=Excuio Sr. Presidente de las Cóttes.—Demélvase. este caso. Yo no he calificado la conducta del Sr. Presidente de las
Núm. 2! Debiendo ceñirme estrictamente al reglamento acorda Córtes ; respeto su resolución; pero creí que debia á este Cuerpo res
do por ambos Cuerpos colegisladores para el acto de que es objeto la petable y á mis dignos compañeros la manifestación , por medio del
reunión de las Corles en el dia de hoy, no me considero facultado Sr. Presidente del Senado, de mi opinión contraria á aquella resolu
para dar cuenta de la comunicación de V. S. que acabo de recibir, y ción , pero de ninguna manera fundarla ni protestar, pues no co
tengo el sentimiento de devolverle adjunta. Dios guarde á V. S. mu nozco yo protestas en Cuerpos políticos.
chos años. Palacio del Senado 10 de Julio de léUl.=Agustin Argüe- Asi como solo deseo que conste mi opinión para que no st crea
lles.=SY. marques de Falces." que por temor á ninguna especie de compromisos he dejado de pre
El Sr. Secretario ONIS: ¿Se dirá que el Senado queda enterado y sentarme á dar mi voto con la franqueza que siempre acostumbro;
que constará en el acta? hecha esta manifestación, creo que no tendrá inconveniente el Senado
S—TOMO L 94
 328
en aoceder á mi ruego , puej hasta está en los preceden les de la cues
tión de Regenoia en que cuatro ó cinco señores manifestaron cuál
era su opinión conforme ó contraria á lo que la mayoría babia re
suelto."
Se volvió á leer el oficio.
El Sr. HEROS: Insista en lo mismo que he dicho. Puede el se
ñor marques de Falces pedir que. conste su voto contrario en el acta,
y la práctica seguida constantemente en estos casos es esta. Para la
satisfacción de S. S. basta que se hayan leido aqui estos oficios, pero
no deben, repito, insertarse en el acta porque es como una protesta
de lo aprobado, y porque no hay antecedentes que las autoricen , y
ahora voy á replicar á lo dicho de que otras veces se han leido va
rios oficios. Es cierto, y entre otros, fue uno, si no me equivoco, el
del Sr. marques de Castelldosriu;; pero varia esencialmente la cosa
de decir antes de un acto su opinión á decirlo después de consuma
do este acto.
Aqui de lo que so trata es del derecho que tiene todo Senador de
darsu voto contrario ó favorable á cualquiera resolución tomada des
pués de las veinte y cuatro horas; pero no está en práctica que esos
▼otos se funden. Para la satisfacción del señor marques de Falces
basta el que se haya leido, porque de todos modos consta su opinión
respecto á este asunto; pero yo insisto en que no se inserte en el acta,
porque admitido eso,' el acta seria interminable si cada uno hubiese
de expresar las razones en que se apoyan sus votos. Por consecuencia
vuelvo á repetir que para la satisfacción de S. S. basta que se haya
leido, pero de ningún modo debe constar en el acta.
El Sr. PRESIDENTE: Respecto á los oficios que se han leido
comprendía yo que no debia darse cuenta de ellos antes de que se
hubiese resuelto la cuestión á que se refieren , persuadido de que, asi
como los Sres. Senadores tienen derecho á hacer constar sus votos con
trarios á cualquiera resolución, no creia que tuviesen el de anticipar
su voto en cualquier sentido respecto de una cuestión que no está re
suelta. En cuanto al caso del señor marques de Falces creo que está
en el de hccer constar su voto en el acta , pero no de insertar las ra
zones en que lo funda , porque en lo sucesivo para cada voló que se
hiciese constar podría haber una protesta larguísima contraria á lo
resuello.
El Sr. marques de FALCES: Hablando con el respeto debido al
Sr. Presidente y con la deferencia que se merece el Sr. Heros, insis
to : primero, en que no está fundado el voto; que nb es mas que
una proposición contraria á lo resuelto por las Cortes cuando aun
no habia tenido lugar su resolución; y segundo, nótese esto, que no
podía formar el vo'o contrario como ha indicado el Sr. Heros, por
que no habiendo asistido á aquella sesión, mal podía manifestar mi
voto en esos términos. Por eso manifiesto por medio de ese oficio mi
opinión francamente y sin fundarla y sin protesta. El único objeto que
tengo es el de que conste mi opinión , y me es igual que conste de una
manera ó de otra,
El Sr. PRESIDENTE : Lea V. S., Sr. Secretario , el art. 421 del
reglamento.
Se leyó. .
El Sr. PRESIDENTE (continuando) : En virtud de ese artícu
lo se hará constar en el acta solo la opinión del Sr. marques de
Falces.
El Sr. MUGUÍRO : En virtud de ese artículo no puede constar
el voto del Sr. marques ele Falces en el acta , porque este Sr. Sena
dor no ha) asistido á las Cortes en ese dia. No fue sesión del Senado,
sino de las Córtes , y por consiguiente no puede constar su voto en.
el acta de las sesiones del Senado, sino en el Diario de las mismas.
El Sr. mirques de FALCES: Estoy conforme con la indicación
del Sr. Muguiro.
El Sr. Secretario CARRASCO leyó el art. 124, y dijo: Aqui no
se habla de Senadores ausentes sino presentes.
El Sr. arzobisbo de TOLEDO: Ningún Sr. Senador que no está
presente á la resolución de una cuestión tiene derecho á hacer cons
tar su voto contraria ep el acta. Solo pueden hacerlo constar los que
ban estado presentes.
El Sr. Secretario ONIS: ¿Constará en el acta el vpto contrario del
Sr. marques de Falces?
Icarias roces : No , no.
El Sr. Sr. MUGUIRO: El Sr. marques de Falces seda por satis
fecho con que consu en el Diario Je las Sesiones; por consiguiente
po debe constar en el acta."
Vuelto i. preguntar si solo constaría el voto contrario del señor
marques de Falces á lo resuelto por las Córtes en la sesión dia 10 , asi
se acordó.
La misma resolución recayó con respecto á la siguiente comu
nicación del Sr. marques de Castelldosrius.
Eicuio, Sr.^".V. E. sabe tuve que retirarme de la sesión que el
Senado celebró el día 3 del. corriente, acometido que fui de una en
fermedad que puso en peligro mi vida. Como continúo aun gravemen
te enfermo, no me es posible asistir tampoco á la sesión que hoy deben
tener los des Cuerpos culegisladores reunidos, y en la que votaría no
hallarse vac.inte la tutela de S. M. la Reina Doña Isabel II ni la de
i¡u augusta Hermana , porque la excelsa Madre de ambas Señoras la
ejerce legal y cumplidamente, y por consiguiente tampoco me con
sidero en el caso de nombrar un nuevo tutor.
, Dígnese y. E. hacer pública esta manifestación en el Senado en la
P rimera ocasión oportuna. Dios guarde á V. E. muchos años. Ma-
el rid 10 de Julio de 1811. -Kl marqués de Castclldosrius.=Excmo. se
ñor Presidente del Senado."
Dióse cuenta de un oficio del Sr. Ministro de la Gobernación de
la Península fecha 10 del actual acompañando una colección com
pleta de todas las disposiciones generales emanadas del Ministerio de
su cargo desde 1° hasta 30 de Junio último.
El Senado quedó enterado y acordu se repartiesen y archivasen.
Asimismo se díó cuenta de que la comisión encargada de infor
mar sobre el proyecto de ley relativo á conceder una pensión á la
viuda del Sr. D. José Pérez de Rivas había nombrado presidente al
Sr. D. José Espinosa de los Monteros, y secretario al Sr. D. José
Camps y Aviñó ; y que la encargada de dar su dictámen sobre ena-
genacion de las islas de Fernando Pó y Annobon habia elegido por
su presidente al Sr. D. Joaquín Ferrer , y secretario al Sr. D. José
María Chacón.
El Senado quedó enterado de que los Sres. Senadores D. Francisco
Romo y Gamboa , señor obispo de Astorga, y D. Valentín Ferrar,
no podían asistir á la sesión de hoy por hallarse indispuestos.
Se acordó pasar á las secciones para su calificación los siguientes
proyectos de ley de los Sres. Sánchez Fernandez y Oms:
1? Al Senado.= "Acreditando la experiencia que los alcaldes y
secretarles ó fieles de fechos de los pueblos carecen de la instrucción
y medios necesarios á la práctica de las primeras diligencias suma
rias que en las causas criminales Ies están encargadas por el art. 33,
sección 2! del reglamento provisional para la administración de jus
ticia ; que el resultado desgraciado que se advierte en las que inter
vienen los alcaldes procede de la confusión y desorden con que desde
el principio están formadas ; de no aprovecharse con prontitud y
destreta los primeros momentos de que casi siempre depende el des
cubrimiento de la verdad , a que se une la falta de reserva con que
se ejecutan las actuaciones por personas .,ue, habituadas á obrar con
ella, y que desconociendo su importancia , dan sin advertirlo oca
sión á (os reos de informarse con antipacion de la culpa , de confa
bularse, componer sus descargos y burlar en su impenetrable atrin
cheramiento las indagaciones mas bien combinadas; que no pudiendo
los jueces de primera instancia en el estado, forma, tiempo y demás
circunstancias con que reciben estas diligencias rehacerlas fructuo
samente y enmendar los vicios radicales de que adolecen, los pro
cesos llegan hasta definitiva con la deformidad de su origen, sin un
resultado positivo y jurídico en que fundar la que tantas veces de
signa la opinión general con razón sobrada , y que con no meaos jus
ticia parece exigir la vindicta pública; que finalmente, los crimi
nales alentados con estos recursos para eludir el castigo de sus deli
tos , de dia en día se presentan mas osados, haciendo alarde de su!
repetición en las poblaciones y en el campo , semblando por todas
partes la inseguridad y el desasosiego. Por tanto, los infrascritos
Senadores, con el fin de promover la recta a iministracíon de justi
cia , se atreven á proponer al Senado que el citado art. 33 del re-
glamento provisional sea reformado según el siguiente
PROYECTO DE LEY.
Art. 33. Los alcaldes ó sus vicegerentes , en el caso de cometerse
en el término de su jurisdicción algún delito, deberán proceder de
oficio ó á instancia de parte á formar las primeras diligencias su
marias y arrestar los reos y cómplices con arreglo á la ley; pero dan
do parte circunstanciado di 1 delito y sus autores sin pérdida de tiem
po y bajo su responsabilidad al juez del partido.
Inmediatamente que este le reciba, si el delito fuere de aquellos)
á que por la ley está señalada , ó á que conceptúe puede imponerse
la pepa de presidio peninsular al meuos , se trasladará al lugar en
que se cometió á continuar por si el sumario. Sí ocupaciones de igual
ó mayor importancia se lo impidieren, puesta diligencia en que se
haga constar, comisionará á un escribano de los del partido, por ante
quien concluirá el alcalde las actuaciones de su cargo, y por el que
las remitirá al tribunal con los reos y demás relativo' al delito. Lo
mismo se hará cuando i este no se señala por la ley ó se conceptúe
que su pena no llegue á la de presidio peninsular.
El Senado resolverá ron el acierto que acostumbra. Palaoio del
Senado 12 de Junio de 1841.=Francisco Sánchez Ferna ndcz.= Mauri
cio Cárlos de Onis.
2? "Uno de los absurdos mas notables de nuestra legislación, y
que mas choca con el actual sistema de Gobierno, es la novedad en
ella introducida por la ley 8*, tit. 16, lib. 11 de la Novísima Rico'
pitarían , en que se prohibe á los jueces motivar sus sentencias, y aun
indicar, las disposiciones legales á que ban debido atenerse para
dictarlas.
Increíble parece que se pretendiese llevar el prestigio de lo»
jueces hasta el punto de suponerles dotados de todos los conocimien
tos del derecho, de todo el acierto en su aplicación y de la virtud
bastante á sobreponerse al influjo de las pasiones para que sus
providencias fuesen recibidas y acatadas sin examen como los di
chos de un oráculo incapaz de engañar ni ser engañado.
Pero aun parece menos increíble que siendo toda sentencia el
tercer juicio, ó la consecuencia de un silogismo formado de dos pre
misas indispensables, una, en que se asientan los hechos con sus cir
cunstancias, cuales resultan del proceso, y la otra, en que se consí-
deran las disposiciones del derecho que con ellos tienen relación , no
expresándose estas ni explícita ni virtualmente en la sentencia,
pueda esta calificarse de justa ó injusta; pueda apelarse, revocarse
ó reformarse. Si el juez que la dió nada dicede la ley, de la práctica,
costumbre ó raion que tuvo preseute para dictarla, ¿cómo podrá de
cirse que sacó errada la consecuencia en todo ó parte , ó lo que es lo
mismo, que la sentencia es revocable ó reformable ?
Seguro es que no lo serian tantas si á los jueces les fuese permiti
do fundarlas; no precisamente porque el mayor estudio que para ello
tendrían que hacer en la legislación y demás ramos auxiliares, les da
ría á poco tiempo de práctica un caudal de conocimientos que guian-
'dolos por el camino del acierto seria al mismo tiempo mejor prueba
de capacidad que los informes á que suele confiarse, sino porque en
tonces verian los tribunales superiores razones muy atendibles en las
sentencias, que harían desaparecer el aspecto de injusticia con que
hoy desnudas y descarnadas se presentan á su censura ; verian cuan
do el error de los jueces inferiores procede de ignorancia , de mala fé
ó de prevaricato; y verian, en fin , que haciéndolo palpable por sus
observaciones jurídicas , eran menos las quejas de los cargos y recon-
Yencíones que boy se les hacen , por faltas que no se- les manifiestan,
que no pueden precaver en lo suoesivo , y de cuya existencia no tie
nen conocimiento, sino por la herida causada á su reputación y por
el abatimiento en que quedan sumidos, faltos de todo arbitrio para
repararla.
Nadie ignora que al litigante que ha perdido el pleito no queda
otro consuelo que el saber que su condena ha sido dictada por la ley,
á que el mismo juzgador está sometido, y que en ella no ha tenido
parte el capricho, la odiosidad, el interés ú otro afecto personal
capaz do ofuscar la justicia ; todos saben que no se da un hombre
tan temerario que maldiga la ley que le condena , ni uno tan estú
pido y sufrido que viendo sus derechos ultrajados no encomiende
al cielo su defensa cuando de los hombres no puede conseguirla.
Pasó en fio el tiempo en que se dictó la ley 8* recopilada de
que se trata; y si entonces los magistrados, como que lo eran de un
gobierno absoluto, estaban dispensados de citar las leyes á que arre
glaban sus dictámenes, boy, que todo debe hacerse con la ley y por
la ley, es insostenible, inconsl itucional y basta tiránico tan irri
tante privilegio; ya quieren saber los hombres la razón por qué son
absueltos ó condenados como la supieron sus padrea, y si los jueces
les administran justicia con la imparcialidad y acierto que tienen
derecho á exigir de ellos: asi solamente creen que dan á la libertad,
por que tanto se afanan, su mas firme apoyo.
Abundando eo estos sentimientos los Senadores que suscriben, tie
nen el honor de presentar á la consideración del Senado el siguiente
PROYECTO DE LEY.
Articulo único. Queda derogada la ley 8Í, tit. 16, lib. 11 de la
Recopilación; j desde la publicación de la presente todos los jueces
de los tribunales del reino, sin excepción, motivarán las sentencias
que dieren en las causas civiles y criminales citando la ley ó leyes
de que hagan uso , pero compendiosamente, y sin otras advertencias
que las precisas para dar á conocer el fin y oportunidad de su apli
cación: lo mismo harán cuando en defecto de aquellas se valgan de la
práctica , usos y demás razooessupletorias á que da cabida- el derecho
en este caso. La sentencia dada sin este requisito es nula y sin efecto.
El Senado podrá servirse acordar lo que mejor estime. —Mauricio
Carlos de Onis.=Fraucisco Sánchez Fernandez."
Fue aprobado sin discusión el siguiente dictámen de la comisión
de Actas:
Provincia de Cácerts. "La comisión de Actas electorales ha exami
nado la de escrutinio general celebrada en 12 de Junio último en la
rilla de Cáceres para la propuesta de un Senador por aquella provin
cia en reemplazo del difunto Sr. D. Diego González Alonso, pertene
ciente á la primera renovación del Senado; y no hallando vicio ni
defecto alguno en ella,
«Es de dictámen que el Senado puede servirse aprobarla.
«El Sr. D. Tomas Sánchez del Pozo], nombrado Senador en reem
plazo del expresado Sr. D. Diego González Alonso, ha acreditado
competentemente poseer las cualidades requeridas para el desempeño
de este cargo, por lo que
«La comisión opina que el Senado puede servirse acordar su ad
misión definitiva. Sin embargo, este resolverá como siempre lo mas
conveniente. Palacio del Senado 12 de Julio de 1811.-Gaspar de On-
dovilla , presidente.=Josá Joaquín de Moya.=Joaquin Francisco
Campuzano."
Entrándose en el órden del dia, se procedió i la discusión del dic
támen de la comisión acerca del proyecto de ley para la construcción
de un canal de riego con las aguas del Guadarrama.
Se leyó el proyecto remitido y aprobado por el Congreso de los
Diputados, de que se dió cuenta en la sesión de 1? de Junio (v/ase el
Diario número 26) , y en seguida el dictámen de la mayoría de la co
misión del Senado y voto particular del Sr. Campuzano (véase el
Diario número 37, sesión del 30 de Junio).
El Sr. PRESIDENTE : Conforme al art. 93 del reglamento se
procede á la discusión de este proyecto en su totalidad. (Piden la pa
labra tn contra ¡os Srcs. 6'wwi Becerra, Seoane, y Jordd y San-
Uindreu.') »•
■
El Sr. GOMEZ BECERRA : Sr. Presidente, ¿ se va i discutir en
su totalidad el dictámen de la mayoría de la comisión, ó el proyecto
remitido por el Congreso de Diputados?
El Sr. PRESIDENTE: El art. 100 del reglamento dice asi : "En
todo proyecto de ley remitido por el Gobieroo ó por el Congreso la
discusión general versará sobre la totalidad de él y no sobre la del
presentado por la comisión del Senado. Cuando se discutan los artí
culos se deliberará antes sobre las enmiendas propuestas en cada uno
por la comisión ó por los Senadores , empezando por las que difieran
mas del articulo primitivo."
El Sr. GOMEZ BECERRA: En ese caso pido la palabra en pro
del proyecto del Congreso.
El Sr. SEOANE: Y yo igualmente.
El Sr. JORDA Y SANTANDREU: Yo habia pedido también la
palabra en contra creyendo que era el dictámen de la comisión lo que
se iba discutir.
El Sr. PRESIDENTE : Lo que se pone á discusión es la totalidad
del proyecto de ley remitido del Congreso de Sres. Diputados.
El Sr. JORDA Y SANTANDREU: En ese caso renuncio la
palabra. •
Él Sr. SEOANE: Yo estoy en un caso particular: ni apruebo en
su totalidad el proyecto del Congreso, ni tampoco el dictámen de la
mayoría de la comisión.
El Sr. PRESIDENTE: No estamos aun en ese dictámen.
El Sr. SEOANE : Por eso digo que no sé en qué sentido debo
pedir la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: Eso será cuenta de V. S.
El Sr. SEOANE: Pues la pido en oontra del proyecto remitido
al Senado.
El Sr. PRESIDENTE : La tiene V. S.
El Sr. SEOANE: Señores, en este asunto, que me ha llamado la
atención, como debe llamarla todo loque tenga relación con las obras
de empresas públicas, de que tanto necesita esta nación para vivifi
carse, tengo la doble desgracia de no estar de acuerdo eoo el dictamen
de la mayoría de la comisión, ni con el proyecto de ley tal cual se
ha remitido por el otro Cuerpo, y mi oposición á él no se fun~(a en
las razones en que la mayoría de la comisión, ha hecho estribar su
dictámen.
Yo creo que el Gobierno está autorizado para hacer este género de
contratas con Ja condición de dar cuenta después de hechas á las
Cortes; pero en este caso ha tenido necesidad de pedir una autoriza
ción, porque se trata de ceder una finca nacional, cual son las leguas
de terreno y parte que queda de la presa que fueron costeados de los
fondos públicos. Esta es una propiedad nacional; el Gobierno ha re
sarcido al Banco de S. Carlos de desembolsos que hizo mediante un
contrato, por el cual ha extinguido ese crédito; por consiguiente la
presa y parle del canal hecha con fondos del Banco ha venido i ser
propiedad nacional, y de aqni la precisión que ha tenido el Gobierno
de acudir á las Cortes para hacer esta contrata. Ademas ha tenido la
necesidad de pedir esa autorización para hacer uso de la ley de expro
piación, porque es claro que el terreno que debe ocupar el canal, y
las varas laterales que están asignadas i este genero de obras, es
una expropiación por causa de utilidad pública que se hace en los
propietarios actuales, punto en el que estoy de acuerdo con el pro
yecto de ley aprobado por el Congreso de Diputados , pero no lo es
toy ni puedo estarlo con la cesión que se hace de esa finoa á perpe
tuidad.
Yo creo que las aguas son bienes comunes, que por cansa de uti
lidad se pueden ceder por un tiempo limitado , por el tiempo nece
sario para extinguir el capital y los réditos; y en tratándose de rédi
tos, yo deseo de todo corazón cjue el primer canal que so haga en
España produzca á los empresarios un 50 por 100, pues no abrigo
esas ideas mezquinas de si los empresarios gaoan ó no ganan; yo quie
ro que ganen los primeros un 50 por 100, porque este es el modo de
atraer los capitales á ese género de obras, que son las que han de fe
cundizar á la nación y hacerla rica. Un caual que boy produjese el
50 por 100 nos proporcionaría dentro de algunos años la acumula
ción de capitales á esta clase de obras, se contentarían después con
un 5 , y se arruinarían en las construcciones también; porque, seño
res, ínterin no saquen los que se dedican á estas empresas un rédito
alto, no cundirá en España el espíritu de asociación. Donde hay un
Banco que reparte á uu 11 por 100 ; donde se da.dinero á hipotecas
á un 8 ó 9 por 100, es imposible que los capitales vayan á las obras
públicas.
Pero dejando esto i un lado, y siguiendo mi propósito, di»o que
no puedo menos de declararme contraiio al principio de perpetuidad.
A mí ine parece que combinando el Gobierno los intereses de la em
presa, combinándolos lealmente, y dejándola campo para que consiga
las grandes ganancias que yo deseo que tenga y creo convenientes á
la nación, puede señalar el número de años en que la empresa haya
de ser dueña de este canal volviendo después al Estado, quien lo ar
rendará ó administrará como le parezca, mas bien que hacer esas con
cesiones perpetuas que encadenan mientras exista España á las gene
raciones venideras. Mas bien estoy por el aumento del cánon que por
la perpetuidad , y bajo este aspecto es por lo i¡ue me opongo al !
yecto de ley , estando en lo demás conforme con él.
Para apoyar esta perpetuidad se pone por objeción que tos c
tratistas pueden recibir el privilegio de la ley y dejar de verificar
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la obra , privando á otro* de la facilidad que tendrían en llevar á miento contradigo también el dictámen de la comisión , enteramen
cabo esta misma obra. Pero i mi entender este asunto no es de la te contrarío al proyecto del Congreso, pues en él sí dice que se des
competencia de las Cortes, y' sí del Gobierno y de su responsabili eche este, cosa que nb puedo dejar de combatir en general, porque
dad. El Gobierno, eo mi concepto, debe exigir seguridades de la se opone á la totalidad del proyecto del Congreso, y me creo en el
empresa, y seguridades efectivas, como son dinero en metálico ó deber de evitar las consecuencias que de aprobarse por el Senado re
cosa equivalente: debe también exigir de las contratistas dos cosast soltarían ; y también quiero evitar que se empiece un nuevo expe
la primera, que se han de ejecutar las obras según el plano acor diente que dure otro siglo , porque pueden muy bien haber variado
dado y con la solidez conveniente; y segunda, que se han de eje entonces las circunstancias, no haber quien quiera tomar la empresa,
cutar en un tiempo determinado. y se pierda mucho tiempo y todos tos trabajos por querer que ahora
Esto, como he dicho, es cosa del Gobierno, no del proyeeto de rey, se emprendan otros nuevos y minuciosos.
porque el Gobierno está autorizado para hacer estas contratas, y Yo no babria extrañado que la comisión hubiese dicho que este
solo tiene necesidad de venir aqui con el objeto de pedir una auto proyecto debia sufrir tales 6 cuales modificaciones; pero decir que se
rización para disponer de una finca nacional, y asi con darnos cuen deseche un proyecto que está recomendado con solo ver el objeto á
ta de lo que había hectio estaba todo concluido. Yo creo que el Go que se dirige], no me pareóle que está en el orden1! lo que si creo que
bierno tendrá buen cuidado de llenar todos los requisitos que dejo debe hacerse es examinar el proyecto, enmendar lo que deba ser en
indicados, exigiendo las garantías necesarias para que el canal se mendado, y procurar por todos los medios posibles llevar á efer/to
concluya en cierto número de años, y que se construya con la soli una obra que es de conocida utilidad , y de que tanto necesita la Es
dez y nivelación que establezcan los planos, depositando una can paña para su prosperidad.
tidad que servirá para responder del cumplimiento de !o ofracido, El Sr. CAMPUZANO: He pedido la palabra para una cuestión
aplicándola en caso de faltar, ó á la continuación del canal, óá in de órden
demnizar á un nuevo licitador que lo tome á su cargo. El Sr. PRESIDENTE: Nadie hasta ahora ha protnovid» nin
De este modo me parece que el proyecto de ley está completo y guna cuestión reglamentaria, á no ser que V. S. quiera promoverla.
que se debe dejar al Gobierno con ámplias facultades para llevarle El Sr. CAMPUZANO: La promuevo.
ú cabo, y nunca proceder á concesiones de esta naturaleza, pues no El Sr. PRESIDENTE: Como cuestión de reglamento puede
quiero encadenar i nuestros nietos y biznietos á concesiones que se V. S. habrá».
sientan en tiempos calamitosos , y que tendrán el carácter de legales, El Sr. CAMPUZANO : Según yo entiendo el art. 10» del regla
pero que al mismo tiempo les serán onerosísimas ; porque claro está mento, la discusión en que hemos entrado es la de la totalidad del
que si la nación se hallase en otro estado, este canal se haría con con proyecto de ley presentado por el Gobierno. Concluida esta disen
cesiones mucho mas ventajosas que con las que se hace hoy. sión hemos de entrar á la discusión y votación de les artículos; pero
El Sr. GOMEZ BECERRA : Señores, i mi me ha puesto en com no hay votación precedente á la de la discusión y votación de estos.
promiso un articulo del reglamento sobre el cual be meditado, sin po Tal es como yo concibo el art. 100 , y como de esta inteligencia de
der alcanzar la razón en que se fundaba, porque siendo llamados en pende el giro que podré dar á mi discurso en favor 6 en contra del
la actualidad á discutir la totalidad de lo que propone la comisión, proyecto de ley presentado por el Gobierno , espero que la mesa se
reducido á decir que se deseche el proyecto, podria haber presentado servirá decidir esta duda.
uno nuevo con uno ó muchos artículos, y estando también llamados El Sr. PRESIDENTE: La discusión de úu proyecto de ley ver
á votar sobre esos artículos y no sobre los del mensaje ó proyecto que sará primero sobre su totalidad, y concluida esta discusión de
ha venido del Congreso, ó del Gobierno, no sé qué razón puede ha clara el Senado si bá lugar ó no á deliberar por partes ó por ar
ber para que sea la totalidad de este último proyecto la que se dis tículos.
cuta y no la del dictámen, que se ha de discutir después por artículos El Sr. UEROS: Pido antes de empezar á hacer uso de la palabra
y votar antes que el proyecto del Gobierno. que se lea el art. 74 (se leyñ). He pedido la palabra por consecuencia
.Me detuve en pedir la palabra esperando que otros señores me de ese articulo, y como individuo de la comisión. *
precediesen en esta solicitud , porque creo que las buenas reglas y Señores, antes de entrar á exponer mí opinión sobre el particu
hasta las de urbanidad exigen que se dé la preferenoia en estas cues lar debo decir que si el Senado desecha el dictámen de la comisión,
tiones á aquellos que parece tienen mas derecho y mas obligaciones el proyecto de ley volverá á ella y se cumplirá con lo demás que pre»
i tomar parte en ellas, y yo creía que poniéndose á discusión el dic viene el reglamento. Por consecuencia esta discusión debe versar so
tamen de la comisión, el primero que tiene derecho á impugnarle es bre si se admite ó no el' dictámen de la comisión , que es que se
el que ha hecho un voto particular contra él... (£/ Sr, Campuzano pi deseche el proyecto de ley. Sentado esto, voy á entrar en esta ma
de la palabra en contra). Y por esta misma razón pregunté yo tam teria, y creo lo haré con alguna mas detención de lo que me había
bién si se ponía á discusión la totalidad del proyecto que ha venido propuesto.
del Congreso. La comisión misma que se opone á este proyecto y dioe El dictámen de la comisión ni ha sido atacado ni es atacable. El
que se deseche es la primera que debia impugnarlo. No lo ha hecho: Sr. Seoane ha sentado por principio lo mismo que la comisión viene i
yo supongo que los individuos de la oomisíon tendrán sus razones, que sentar en su dictámen; es decir, que el Gobierno está autorizado
no dejaremos de ver en el progreso de esta discusión. para conceder la construcción de caminos y otras obras públicas i
Ahora bien, señores, ¿de qué se trata? Se trata de hacer una obra una empresa, y que después que estén arregladas todas las condicio
blica en España; en España, señores, donde hay tanta necesidad nes debe venir aqui con un proyecto de ley pidiendo esas facultades.
obras públicas, de esas obras, no de lujo, no de aquellas donde El dictámen de la comisión está sentido y fundado sobre este prin
se ostentan las bellezas de las artes, sino deesas productivas que au cipio, echando de menos en el expediente una porción de cosas que
mentan la riqueza y la prosperidad de las naciones. Y, señores, cuan han debido venir. ,
do esta es la primera vez que en España se presenta por particulares El Sr. Gómez Becerra , partiendo del principio de que es necesa
el pensamiento de emprender una obra de esta especie, ¿saldremos rio vivificar las obras, ba combatido el dictámen de la comisión; pero
al instante oponiendo dificultades? esta ha partido del mismo principio, ha sentado la idea culminan
No entraré ahora en la discusión que fea promovido el Sr. Seoane te, absoluta, exclusiva de la necesidad que hay de vivificar estas
acerca de si las concesiones que se hagan á esla ú otras empresas han obras por todos los medios imaginables, y que para llevarlas á cabo
de ser temporales ó perpetuas; me parece que ese punto no es de la es menester facilitar al Gobierno todos los medios necesarios para
discusión general ó de la totalidad , sino de la del articulo en que se que no encuentre obstáculos en su ejecución.
descienda á esa particularidad. Lo que se trata de saber discutiendo En teoría un canal de riego ó de navegación es, señores, infinita
la totalidad es si será conveniente abrir un canal de riego en unos mente útil; porque ¿quién es capaz de negar esta utilidad? Pero tal
campos casi estériles: todo lo demás pertenece á la discusión de los vez puede suceder en la práctica que un canal de riego ó navegación
artículos; y si siempre se entendiera la discusión déla totalidad como no sea útil, ó por circunstancias particulares del terreno, ó por obs
yo la entiendo, entonces comprendería yo el articulo que he citado táculos que la naturaleza presente, y le hagan de difícil ejecución, ó
antes, porque entonces no seria necesario descender á pormenores de por otras cosas que las personas que se ocupan de esto saben muy
artículos propuestos de nuevo por la comisión. bien. Por consiguiente, aqui se parte del principiode que un canal de
Yo pregunto ahora : ¿es útil, es conveniente ; podrán resultar riego, ó de navegación, abstractamente hablando, es extraordinaria
grandes bienes de que los Cuerpos colegisladores se ocupen del pen mente útil; pero que puede muy bien suceder que tanto á causa de
samiento de que se abra un canal de riego con las aguas del rio Gua los medios mercantiles, que por decirlo asi, se preparen para llevar
darrama? Si hay quien me responda á esta pregunta negativamente, lo á efecto, como á causa de las circunstanscias <5 de obstáculos natu
ese sin duda pensará que no debe admitirse la totalidad del proyecto; rales diiiciles de vencer, puede carecer de utilidad , en cuyo caso soy
pero como yo no creo que esto suceda; como no es posil le que baya de opinión de que cuando los que intentan obras de utilidad pública,
quien diga que no es conveniente llevar á efecto el pensamiento de y por circunstancias imprevistas no desconocidas de todos los que
proporcionar á esos campos áridos de las inmediaciones de Madrid emprenden obras públicas, se encuentran en el ca'so de no poderlas
un beneficio que puede hacer fértiles y fecundas sus tierras, creo uo llevar á cabo, entones el Tesoro público y los Parlamentos deben
puede haber dificultad en admitir la totalidad del proyecto , en concurrir á ello; y esta es la razón por qué la comisión en su dictámen
trando en seguida en los pormenores y condiciones que deben impo ha presentado dos ejemplos de esto: uno el puente submarino ó sub-
nerse á los que tomen parte en la empresa; después entraremos i aqüeo del Támesis, y el otro el de los caminos de hierro en Francia.
examinar todo lo que ha hecho el Gobierno y lo que ba dejado por Para que el Senado pueda formar su opinión sobre el particular,
hacer. la comisión se ha extendido en los pormenores que aparecen de su
Pero ahora, lo repito, solo debemos saber si et conveniente, si es dictámen ; y yo, puesto que en algunos periódicos han aparecido co
útil que se entre en este examen. Y de paso que apoyo este pensa sas que tocan mas ó meaos ú mi persona, aunque hago poco aprecio de

nal censuras, diré que la comisión me ha honrado con el encargo de
extender su dictámen, que es obra mía, y respondo de todos los tér
minos en que está concebido.
He diebo que cuando las obras públíeis son de utilidad reconoci
da, rl Gobi rno y los Cuerpos colegisladores deben auxiliar á los
que las eurprenden cuando no pudieren llevarlas 5 cabo proporcio
nándoles un rédito acomodado al capital que emplea. Fl Sr. Seoane
ha manifestado acertadamente que desearía que los empresarios ga
nasen, no solo un 53 por 100, y yo digo que desearía ganasen no un
50, sino hasta 1,000 por 1. Pero la comisión en el dictamen
1 ne ha presentado no entra para nada , ni en los capitales que pue-
d an emplear las personas, ni en el rédito que puedan sacar de sus ca
pitales; entra únicamente en la canonización de un principio legal y
de utilidad pública á la vez que cieutilico y propio de la materia
de que se trata.
Volviendo á los dos ejempiosque be citado anteriormente, relati
vo el primero al puente subaqüro construido bajo el Támesis, tojos
los que han estado en aquel piis, y que se han ocupado de obras pú
blicas y del espíritu de asociación, saben romo se forman estas aso
ciaciones y como concurren á los Parlamentos para llevarlas adelante.
Saben también que la empresa del Túnel es un objeto grandioso,
porque desde el puente de Londres abajo no hay pásate ninguno pre
cisamente en el punto donde hay mas afluencia de buques, que es á
donde vienen á parar los de la India, y que para no interrumpir la
navegación se ideó hacer un puente por bajo del rio ; empresa , se
ñores, gigantesca, y que para ejecutarla se necesitaba un capital muy
considerable. Sucedió que por tres ó cuatro veces hubo filtraciones y
al fin inundaciones en los trabajos, y la compañía en ultimo resul
tado se halló con que uo podía llevar la empresa adelante, si no acu
día al Gobierno , quien votó 200,000 libras esterlinas ó seau 20 mi
llones de reales, con los cuales se ha llevado la obra á rabo.
* El otro ejemplo es el de Francia. En Francia se hau acometido
grandes empresas de caminos de hierro: los empresarios particulares
formaron asociaciones por las reglas que prescribe el código mercan
til de aquel pais , que es el mismo que rige entre nosotros. Estas aso
ciaciones emprendieron aquellos notabilísimos trabajos, y á poco se
notó que los capitales respectivos que las compañías habian presen
tado no eran suficientes para coocluir los trabajos empezados y em
prender otros.
Acudieron i las Cámaras, y estas autorizaron al Gobierno para
emplear cantid ides de muchísima consideración para auxiliar esas
compañías en sus trabajos. Este es el modo, señores, como en los países
mas inmediatos al nuestro se conduce el Gobierno con las empresas
que emplean sus capitales en obras de utilidad pública. Por consi
guiente, todo lo que se diga relativo á si es útil ó no, abstractamente
considerado, la construcción de un canal ú otra obra, es fuera de
propósito. La cuestión está pura y simplemente reducida á si la
empresa del canal de riego de que se trata tiene instruido el expe
diente en los términos en que debe venir al Senado , y esto dice la
oomision ,. apoyándose en muchísimos datos. Yo prescindo, «ñores,
■vuelvo i decir, de si conviene ó no regar los campos de Madrid; pres
cindo de si la calidad de su terreno, compuesto del desmoronamiento
de las montañas inmediatas, y su arena gruesa, falta de abonos, puede
ó no hacerse útil con el riego: todo esto puede ser una cuestión de
mi conocimiento individual , pero no una cuestión que haya de so
meter al juicio del Senado,
Hay sin embargo eu el expediente el dictamen de una persona
muy entendida que dice que aun cuando el riego pueda ser útil, pe
ro añade que como no vaya acompañado de los abonos suficientes pue
de dejar de serlo por lo mucho que desgasta las tierras ; pero esta es
una opinión facultativa que no puede entrar en el examen de los le
gisladores.
La primera duda que se ocurrió á la comisión fue que no estaba
suficientemente probada en el expediente la utilidad de construir
el canal de riego de que se trata: la comisión no puede dar un dicta
men facultativo en esta parte ; pero puesto que se ha sometido este
expediente á su consideración, ha dicho que esta utilidad pública no
queda suficientemente demostrada. Sin embargo, la comisión no hace
mas que emitir un dictamen, advirtiendo lo que se echa de menos en
los puntos de que me haré cargo , y que desea que el expediente
vuelva al Gobierno para que le complete cou todo lo que falta.
La comisión ha echado de ver ademas que se han construido cua
tro leguas y media de canal , é invertido somas inmensas , pues que
resultan de los antecedentes que obran en el expediente que se gasta
ron basta doce millones de reales en ese canal: la comisión da por
sentado que un capital con el que no se consigue el objeto que se
proponen los empresarios, es un capital muerto que no tiene rédito
ninguno; ¿pero por ventura, porque una obra de esla especie esté
paralizada, ó »n el momento actual el capital empleado en ella no
tenga réditos, se ha de deducir que en adelante tampoco los ha de
tener? De nqui es que la comisión observando que este terreno y los
inmediatos que ocupaba la empresa tenian un valor, ha dicho va-
lúese, tásese, y veamos cuál es el capital que representa ese terreno
y sus inmediatos.
Naturalmente, señores, esto se viene á los ojos por dos razones:
primera , porque se trataba de un valor y era menester que los em
presarios del eanal reconociesen el capital como parte de la empresa:
segunda, porque siendo un capital que pertenecía á la nación, y tra-
S._TOiMO I.
331
tándose de una obra beneficiosa, como lo era esta para la provincia
de Madrid , era menester que supiese esta loque valia el canal que
se diba, y que era un beneficio de los propietarios para que pudie
sen reclamar de la empresa.
Me parece, señores, que esto es una cosa que no necesita de larga
discusión ni largo eximen para puder conocer que la observación estaba
en su lugar. La comisión echó de ver que en el proyecto de ley que se
sometía á tu examen no se traiaba de una circunstancia muy esencial,
y que no podía ocultarse á uua persona que lan desgraciadamente
como yo había tenido parte en el negocio y sabia los apuros y con
flictos en que se habia puesto al Gobierno. En el proyecto no sr dice
que la empresa tiene facultad ó derecho de trasmitir á otra esla em
presa , y pudrí ser una suspicia , podrá ser un recelo, ó todo lo que
se quiera; pero yo afianzo con mi corazón que no ba entrado en mi
para nada la cuestión relati' amenté á las personas de que se trata,
sino que solo aludo al precedente que el Senada me permitirá le
recuerde.
Cuando se concedió la empresa del canal de Castilla á D. Alejan
dro A g irtido, en la cédula de concesión que por desgracia por las que
jas que produjo tuve que examinar detenidamente, se le concedió sin
fianza por su crédito europeo. Esta consideración personal no se es
tipuló aislada, y este caballero trasmitió la propiedad á otro parti
cular; y este, n > contando con el Gobierno, ta trasmitió á otros dos,
que son los que en el dia la tienen , y ha resultado que trasmitiendo
la empresa de mano en mano ha venido á quedar en posesión de los
que la tienen en el dia sin lianza de ningún género. Por consecuen
cia , teniendo la comisión y el individuo á quien encaigó extender
SU dictámen este ejemplo patente, parecía del caso no olvidar esta
condición, que creo necesario poner eu claro; porque ¿ no podía su
ceder en otra trasmisión que los que tuviesen el canal por medio
de ella no se considerasen nunca sino en las obligaciones de sus pre
decesores, y que el resultado fuese que siempre se contraviniese á lo
que está mandado, y esto fuera siempre dudoso? Pues aquí llamo la
atención del Senado pata que se persuada de cuán cautos y circuns
pectos deben ser los Cuerpos colegisladores en esta materia , poique
al fin, autorizado esto por una ley, no sabria el Gobierno cómo des
entenderse de las exigencias que se le hicieran.
La comisión echó de ver al tratar de este negocio, que tratán
dose de un canal de riego, suponiendo que fuese probada la utilidad
de convertir el antiguo canal en canal de riego, no se- habia oido á
las personas mas interesadas, como son los propietarios de los terre
nos que se habrán de regar; y sentado el principio de que rl riego
les fuese útil, ¿ á quién debia consultarse en este particular con mas
razón que á estes individuos ? Aun suponiendo que estos convinie
ran, ¿no era consecuencia inmediata que se consignase el canon que
debian de pagar por el riego? Porque al fin, señores , si se entrase
en pormenores de esta clase, no obstante que está acordado que esta
y otras cuestiones se han de tratar amistosamente con la empresa,
si por casualidad sucediese que la empresa , después de concluido el
canal no se aviniese con lo que se le habia de pagar, ó los propie
tarios no se aviniesen con la empresa, el resultado seria que noso
tros, ó babriamos arruinado á la empresa, ó ésta impuesto á los pro
pietarios una ley de que no tenian necesidad. Y como la comisión,
vuelvo á decir, me honró á mi con el encargo de extender este dic
támen sobre un asunto , del cual adquirí conocimiento en la época
desgraciada á que he aludido, me veo en el caso de referir un he
cho de esta especie que tuve ocasión de ver.
Hablando siempre de estas cosas de utilidad pública, que pare
ce que cierran la boca á las personas que tienen la desgracia de es
tar entre ellas, pero cuya oposición no nace sino de los medies equi
vocados que se emplean para llevarlas á caho, citaré un caso en
que el Gobierno hubo de entender, y muy sofocadauiente, porque
e.l asunto llegó hasta las gradas del Trono. Me refiero á la época en
que se trató de sangrar el Cin ca para regar todo el territorio de Ta-
i ruante, y aqui de paso sea dicho, qué conocimiento tendría el Go
bierno que entendió en estoy los empresarios de lo que son canales,
cuando uno de los artículos dice "que si la empresa quisiese emplear
barcos de vapor tenga para ello el privilegio exclusivo."
Con solo usar de esta expresión autoriza para decir , usando de
otra mas fuerte, que aquel Gobierno fue un idiota, puesto que has
ta ahora no hau navegado vapores. En el célebre canal de CaUJonia,
que pasa por uno de los mas grandes que tiene el mundo, pues que
admite fragatas de 600 y 700 toneladas, no se han hecho mas que
ligeros ensayos, y se ha encontrado que la navegación de esta clase
era perjudicial, porque la batida de las palas y otras causas destru
yen sensiblemente los canales , que es necesario que para este objeto
estén construidos de otra manera. Lo mismo podía decir del ca.
nal de Brujas, hecho con el sudor de nuestros prisioneros duran
te la guerra con Napoleón, y que yo be mirado siempre con horror
por este motivo ; pues en él , á pesar de tener 18 pies de profundi
dad y 60 de latitud, los ensayos que se han hecho son del todo in
útiles, porque se necesita para esta otro género de construcción. He
dicho esto de paso para que el Senado se aperciba y no se ilusione el
Gobierno ni el público con esas ideas de utilidad pública, cuando no
se ha hecho estudio especial de estas cosas.
El Senado me permitirá que le cite lo que sucedió con ese canal
de Tamarite: bubo una junta de 21 pueblos pertenecientes á las pro
vincias de Lérida y Huesea: tratóse del canon que se debia" pagar,
I
 B32 .
no se pudieron avenir; y habiéndose impuesto 18 ó 28 rs. por cada
fanega de tierra expusieron que por ese canon se pouian tales trabaa
á la propiedad que nada les valia. Como hace ya algunos años que
pasó esto tal vez padezca alguna equivocación; pero si algunos de los
que me esuchan tienen conocimiento de ello, les ruego que lo recti
fiquen. Todavía digo mas, y es que todos estos negocios me han eos.
tado grandes disgustos; y si bien tengo bastante firmeza para no ar
redrarme cuando se trata de utilidad pública , no por eso quiero que
otras personas que no se han detenido como yo en estas materias
se encuentren acosados como me he visto. Por una Real cédula, y
tainbien preconizando utilidad pública, porque esta es palabra que llena
el oido, se concedió la construcción de un camino de hierro desde
Jerez al Puerto de Santa María , y bastaba haber visto el plano para
conocer que era irrealizable y que estaba construido fuera de todo
principio científico.
La persona á quien se concedió esta empresa la trasmitió á otra
y esta á otra, que comenzó á negociar en Cádiz para llevar adelante
ía obra, y el resultado fue que dificultad por aqui, dificultad por
allá, los que dieron el dinero se quedaron sin él y el camino sin co
menzar. Se dio por el Gobierno un plazo de seis meses para que
se concluyese, y después de trascurrido algún tiempo vino diciendo
que por el establecimiento de las juntas de Andalucía no había po
dido llevar la empresa adelante. "Seis meses mas, tiene V., le dije
yo, pero depositando un millón en el Banco Nacional." Entonces se
disputó hasta si tenia el Gobierno derecho para hacer esto, porque ha-
hiéndose adquirido la propiedad sin esa condición, se tenia esto por
uu despojo, y se decia que el Gobierno no tenia facultad para des
pojar de ella á quien la poseia ; y yo, que no me aturrullo, dije que
se le hnbia concedido para llevar el camino adelante, no para impe
dir que otros le llevasen. Víase, pues, como no soy nuevo en negocios
de esta especie.
El dictímen de la comisión, vuelvo á decir , está puesto para que
el Gobierno, volviendo sobre el expediente y estribando en los mis
mos principios venga mas adelante y con mas formalidades á pedir
esto á los Cuerpos (^legisladores. La comisión al examinarlo se en-
contri que la empresa no tenia la consideración de asociación legal
según las establece el código mercantil que rige para lanzarse en em
presa de esta especie. Tres individuos son los asociados; y pregunto
yo: ¿qué capital presenta cada uno? Uno de ellos presenta las licen
cias y concesión que se le ha hecho, el otro su crédito y sus relacio
nes, y el tercero la práctica que tiene en materias de esta clase.
La comisión, examinando isas cualidades con la ligereza que el Se
nado ha podido ver , dijo desde luego: "esta asociación no está cons
tituida como prescribe el código mercantil." El código mercantil
cuando habla de las tres especies de compañías que reconoce, esta
blece como principio que ninguna asociación haya de tener el carác
ter de perpetua : por consiguiente, si no puede tener el carácter de
perpetuidad que en el proyecto se le da, este está fuera de las regias
del derecho común. La comisión vióel art. 291 del código mercantil,
que prescribe que cuando las sociedades anónimas hayan de abrazar
empresas para las cuales sea necesaria autorización del Soberano, ha
ya de concederse este hasta la terminación de las obras. Por conse
cuencia la comisión eucontró que aunque esta sociedad anónima estu
viere constituida, y aunque hubiese seguido para su formación lodos
lo* trámites que marca el mismo código, reclamando en unos casos
sus derechos á las juntas de comercio, y acudiendo en otros á los Cuer
pos rolegisladores, la sociedad no estaba constituida legalmente. En
este particular la comisión tampoco se dejó arrebatar por ideas que
serán puras, ni por pensamientos teóricos y particulares de la perso-
ii3 que tiene el honor de dirigirse al Senado; y para persuadir á los
señores de la comisión de que esta era la práctica de todos los países,
v sobre todo de aquellas en que 1? industria y progreso de las artes
está mns adelantado, de aquellos en que este género de empresas ha
llegado á un punto de ^perfección admirable, del que difícilmente se
puede formar idea sino palpándolo y viéndolo , y para hacer ver que
n el pais de uno de los iddividuos de la empresa se seguía un siste
ma análogo al que la comisión proponía, tuve el honor de presentar
tres actos oficiales del Gobierno,, de los cuales, asi como de otras
cosas, he procurado adquirir noticias en mis viajes y expediciones,
bien persuadido de que , aunque atrasado yo , podían ser muy útiles
Á mi pais. , distinta de la del canal de riego. En el lugar.de las Rozas ya el canal
Hé aqui tres actos oficiales del Gobierno que he citado: el
uno para la navegación por ej vapor del rio Mosa: el otro conce
diendo un camino; y el otro formando una asociación para hilar
mecánicamente el hilo ; para la concesión de todo lo cual ha prece
dido lo que siempre precede á la formación de una sociedad anó
nima, esto es, que entra el número de acciones que ha de tener, el
capital que tiene, los capitales que representa, y en fin toda? las
formalidades que en materias de esta especie pueden exigirse. ¿Y se
encuentra por ventura en este caso la presente? No. ¿Y qué ha he
cho la comisión? Decir "deséchese el proyecto que se propone, por
que no viene con toda la amplitud que conviene para que el Go
bierno se encuentre desembarazado en la marcha que debe seguir, y
para que la empresa, aunque se detenga por tres meses ó medio año,
que es lo mas que puede tardarse, cuando se resuelva á presentar al
Senado venga con todas las formalidades que debe venir.
Me parece, señores, que los deseos que ha manifestado la comi
sión no han sido de ningún modo contrarios á las obras de utilidad
pública; al contrario, son para que se facilite su ejecución, y para
que en las obras que se pueden emprender no se observen entorpeci
mientos posteriores, entorpecimientos q^ue, como he dicho, se han
notado en otras construcciones de especie mas ó menos análoga. La
comisión ha querido que quien represente á la compañía dé fianzas,
mostrando así el método legislativo y gubernativo que se debe se
guir en estas materias para que los que acometan estas empresas en
lo sucesivo no se vean entorpecidos, y para que el Gobierno no ten
ga que verse en la precisión de dar plazos y seguir trámites ju
diciales.
Por consecuencia de lodo esto, y mucho mas que la comisión pu
diera decir, yo creo que el Senado se convencerá de que lo mas fácil,
' lo mas conveniente al Gobierno, y lo que mas está en el órden de las
cosas, es que se deseche el proyecto que falto de tantos requisitos ha
llegado á nuestro poder, y que - el Gobierno por sí, ordenando esta
materia según el resultado de esta discusión de lo que dice la comi
sión, y según las superiores luces de la Dirección de Caminos y Ca
nales, arregle esto de modo que para la próxima legislatura venga
aqui, y nosotros no tengamos que hacer mas que darle voluntaria
mente nuestro asentimiento , comprometiéndonos , si se quiere , en
casos dados á entender en las exigencias que pueda haber en términos
parlamentarios. He dicho.
El Sr. CAMPUZANO: Me parece del caso que yo hable para
responder á las observaciones que acaba de hacer un individuo de la
mayoría de la comisión, desentendiéndome del dictamen que esta ha
presentado. »
Yo. me hallo- lleno' de obligaciones con los vecinos de los. pueblos
de los distritos de la provincia de Madrid, y práctico conocedor del
terreno en que esta empresa debe verificarse, no puedo menos dé cons
tituirme en defensor de ella, notando los beneficios que va á produ
cir á Un gran terreno este riego, que será como un beneficio bajado
del cielo.
Lo único que.siento es que mis fuerzas sean tan débiles para de
fender tan buena causa.
Por el bien de la paz he hecho todos los sacrificios posibles á mis
dignos compañeros de comisión, atendiendo al bien de esta provín
ola , acomodándome en cuanto ha sido posible á las ideas de tan dig
nos compañeros. Yo hubiera podido defender el pliego de condicio
nes conforme ha sido presentado por el Gobierno ; pero he tenido en
cuenta las luces de mis compañeros , y les he sacrificado mi opi
nión , reservándome solo lo mas diminuto, que no fuese desechado el
proyecto.
Se trata en primer lugar de la perpetuidad de la concesión; y esta
es la regla que se observa generalmente en Inglaterra con respecto i
los canales de esta naturaleza. Los que mi digno amigo el Sr. Heros
ha citado no pueden compararse con el canal de riego de Guadarra
ma : el canal de Guadarrama es respecto al Túnel , ó canales , ó ca
minos de hierro de Francia , lo que un ratón comparado con un ele
fante. Por lo demás, está demostrado que esta clase de obras tienen un
derecho á la perpetuidad por muchas razones, y á pesar de ello es
tal la deferencia que he tenido á inis compañeros, que he renunciado
á esta opinión imponiendo al Gobierno la reserva que encierra la
condición segunda del art. 2? de mi voto particular.
Se ha puesto en duda por la mayoría de la comisión la utilidad
pública que pudiera resultar de convertir el canal de navegación en
canal de regadío, pues á mi juicio son muchas las razones que hay
para declarar desde luego esta utilidad pública. Perjuicio no ha de
seguirse y utilidad mucha, porque terrenos estériles basta ahora, se
convertirán en tierras productivas, tjue podrán pagar contribuciones
que hoy no pagan.
Ademas , para la utilidad pública hay que considerar que es
muy distinto el canal de navegación del canal deriego. El de na
vegación puede ser de riego, y debe serlo, porque las aguaique
corren por un canil de navegación, si se detienen producen un
estancamiento perjudicial á la salud pública, como sucede por ejem
plo con el canal de Manzanares , cuyas inmediaciones sabido es
de todo el mundo lo mal sanas que son. Por consiguiente el emplear
las aguas que han de correr por ese canal en el riego, lejos de ser
perjudicial, es ventajoso por mas de una razón. Otra es en favor de
mi opinión que la dirección del canal de navegación es enteramente
de navegación tomaría una dirección distinta de la que debe tomar el
"canal de riego. Por consiguiente no se perjudica ni puede haber in
conveniente en que mañana, si se puede hacer el canal de navegación,
se haga aunque exisla el de riego: sin embargo tan escrupuloso he
sido en la deferencia hacia las opiniones de mis" dignos compañeros,
que acomodo la mia á la suya respecto á este punto, y establezco en
consecuencia la primera condición de mi art. 2!
Otra prueba de mi deferencia es el haber puesto á un lado todo el
pliego de condiciones para simplificar la solución de este negocio;
estando en esto conforme con lo que ha dicho el Sr. general Seoane,
porque á decir la verdad lo que mas me embarazaba para defender
este proyecto de ley era la manera con que el Ministerio pasado lo
presentó á las Córtes. Yo en lugar del Gobierno hubiera propuesto
sencillamente las condiciones precisas de que se ha hecho cargo el
Sr. general Seoane, porque, como he dicho antes, si fuese preciso
las defendería una por una sin encontrar ninguna oposición en las
leyes : pero A pesar de eso yo voy tan lejos que , siempre fijo en mi

pensamiento, pongo á un lado esas consideraciones y lo someto y dejo
enteramente al buen juicio del Gobierno.
Se sostiene por la comisión que debía haberse determinado el ca
non , porque no está previsto el caso de declaración del canon que
pueda pagarse por las aguas del rio: con respecto á esto, y á que cier
tos pueblos no querrán admitirlo , es muy fácil responder que indu
dablemente en los pueblos de la comarca , donde yo prácticamente
estoy viendo el' empeño con que se recogen las vetas mas pequeñas de
agua para establecer huertas y otros cultivos por medio de riego, le
jos de negarse estos pueblos á ello, correrán con ansia á recibir este
beneficio; la dificultad de salubridad me parece que está contestada
con ese canal que tenemos tan próximo á Madrid; y finalmente para
salvar esa objeción de que esos terrenos no son los mas á propósito,
la experiencia de otros puntos inmediatos, como Carabanchel , Po
zuelo &c. , nos hace ver que las tierras no son tan impropias para el
riego cuando tanto se han aprovechado en varias casas de campo don
de la vegetación está muy buena.
£n cuanto á lo que ha dicho el Sr. Heros sobre el canal de Ta-
marite , S. S. no ha tocado el punto esencial de la dificultad del rie
go. Yo sé por las personas mismas que han intervenido en esa em
presa, empresa qüe no debe creerse está tan abandonada , que esa di
ficultad provenía de que había ciertos pueblos que disfrutando del
beneficio de algunos pequeños arroyos se aprovechaban de ellos para
el cultivo de sus huertos, y los monopolizaban , por decirlo asi, para
hacer valer sus producciones , y hacían por tanto toda la oposición
imaginable.
No ha sido esa sola la dificultad del canal de Tañíante ; ha haT
bido dificultades de otra especie; dificultades que han procedido de
esos escrúpulos ,'que yo no sé cóuio calificar , de querer poner tantos
reparos, tantas condiciones; extremo que es tan malo como el opues
to de conceder medios tan extraordinarios como los que se concedie
ron para el canal de Castilla; porque si yo entrase á comparar las
condiciones del canal de que ahora se trata con las del canal de Cas
tilla , estoy bien seguro que no habria nadie que no viese que eran
muy inferiores las del canal de que ahora nos ocupamos, y que no
mirase como una monstruosidad las del canal de Castilla.
Pero el canal de Tamatite no se crea tadlpooo que ha sido una
empresa tan abandonada; ha tenido á su frente una persona anima
da de sentimíen los sumamente patrióticos , activa , especuladora;
persona que murió, por decirlo asi , por efecto de sus trabajos por
llevar adelante esa empresa á la cual se han puesto todas las dificul
tades imaginables, no solo por parte de algunos pueblos , sino tam
bién por parte de infinitos competidores que se han presentado hasta
el punto de obligarle á ceder parte del derecho que tenia por no ha
ber concedido el Gobierno todas las condiciones de una manera pe
culiar y propia.
Aqui está la Real cédula por la que se concedió y autorizó al Mi
nisterio , en la cual se ve que habiéndose dado cuenta á las Cortes
constituyentes para que examinasen si se irrogaría algún perjuicio á
los pueblos, no se encontró ningún motivo para desaprobar la ley del
canal de Tamarite por estar cumplidos todos los requisitos necesarios;
y hay ademas otra Real órden por la que se conmina á los pueblos
que no querían obedecer. ¿Qué mas se puede hacer?
Ademas, á mí me consta que no «e han gastado en el canal de
que se trata los 12 millones quese suponen. La parte del antiguo
canal no costó mas que i millones, y debe tenerse en cuenta el
estado en que hoy se encontrará , y el que la presa del Gaseo que tau
útil y necesaria era para el canal antiguo no lo es para el actual,
porque este toma su origen mas arriba , busca sus aguas donde no
necesita presa. Estos son detalles que precisamente el Gobierno tendrá
'presentes ouando se trate de renovar ó extender el pliego de condi
cione»; y vuelvo á decir que yo no deseoho el proyecto, pero le
pongo todas las enmiendas necesarias y desafio á que se me presente
una dificultad á que no se ocurra en mi voto particular.
Se ha hablado también de garantías; señores, ¿y qué mas garan
tía ha de dar la empresa que una fianza de la décima parte del valor
de las obras que tiene que ejecutar? Eslando justipreciadas en doce
millones , la fianza es de 60,000 duros que se han de presentar rea
les y efectivos: ¿ para qué ? Para dar seguridad de las- obras que han
de empezar en el término de dos meses y que* han de concluir en el
término de cinco años. ¿Qué mas se ha de decir?
Para mayor abundamiento le pongo al Gobierno la condición de
que asegure la ejecución de la empresa, no solamente con esa fianza,
sino con todas las demás garantías que crea necesarias.
Pues ahora voy á entrar en el examen de la escritura de los em
presarios, escritura en la que se comprende todo aquello que la ma
yoría de la comisión puede desear. No puede desconocerse que el
pensamiento solo de la obra es un capital que merece ya que se es
time y considere asi; pero la comisión opina que debía haber pre
cedido la formación de una compañía de empresa, y que con arreglo
al art- 294 del Código de Comercio debía esta ser sometida á la
aprobación del Gobierno, entendiéndose por Gobierno en este caso
las Cortes.
A esto'digo: en primer lugar, que no se está en el caso de este
artículo; la cosa es clara , porque ese artículo supone privilegio, y
DO existe tal privilegio; aqui lo que hay es compensación.
El Sr. HEROS : Pido la palabra sobre este incidente.
El Sr. CAMPUZANO: Digo que aqui lo que hay es cornpen-
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sacion , porque indudablemente lo que da el Gobierno no vale lo que
va á recibir ; de consiguiente hay compensación. Pero tal es mi
deferencia á la opinión de mis dignos compañeros, que aun esto lo
sujeto á las condiciones que contiene mi voto particular, porque
digo que proceda el Gobierno con arreglo á las leyes; y si el código
es. una ley, claro es que se arreglará á él. Me parece que el Sr. Heros
no dirá ahora que queda sin contestar el dictamen de la comisión;
no lo habré hecho con elegancia, porque desgraciadamente no tengo
la facilidad necesaria para hablar ; pero me parece haber expuesto
algunas razones para hacer ver que el dictamen de la mayoría de la
comisión está fundado solo en un exceso de delicadeza y miramiento,
y que se acerca mas á la razón mi pobre voto particular.
El Sr. HEROS : El Senado verá si el Sr. Campuzano ha combati
do ó no el dictamen de la comisión. S. S. lo que ha hecho ha sido
suplantar su opinión en disposiciones, y yo no trato de seguir el
pormenor de ellas , aunque pudiera sin embargo hacer alguna indi
cación respecto á lo que S. S. ha manifestado sobre utilidad pública.
La comisión se ha abstenido de manifestar nada sobre utilidad pú
blica; solo ha dichoque no aparecía suficientemente justificado, por
que la comisión solo ha obrado según los documentóos que se la han
presentado.
Dicho esto , paso á lo que se ha manifestado relativamente al úl
timo punto, á «i las sociedades anónimas deben venir á las Cortes,
según indica el último párrafo del dictamen de la mayoría de la
comisión.
El art. 294 del Código de Comercie dice (lee) : "Cuando las com
pañías anónimas hayan de gozar de algún privilegio que yo les con
ceda , someterán sus reglamentos á mi soberana aprobación."
Si el Rey ó la persona del Rey, revestida de todo el poder que
entonces usaba , debía hacerlo según ese articulo, la comisión, abste
niéndose de una. resolución definitiva sobre el particular, no ba he
cho mas que indicar y considerar lo que realmente es un privilegio
que se concede á la empresa, porque se le permite poder despojar á
los propietarios de sus terrenos, de poder usar de las canteras pú
blicas y de los terrenos públicos, de atravesar las propiedades &c. Ovo
Me parece que estas cosas se han conocido siempre con el nombre
de privilegio. Sin embargo, como esta materia es nueva , podrá no
considerarse como tal privilegio. La comisión lo que dice es que debe
sujetarse esto á la aprobación de las Cortes, que son las que han de
conceder este privilegio : por esta razón se explica asi (lee): "La
comisión no comprende que pueda haber privilegios mayores que
los que se conceden á la empresa, ya permitiendo la (cláusula tercera
del pliego de condiciones) aplicación de la ley de 17 de Julio de
1836 sobre expropiación por cansas de utilidad pública , ya con
cediéndola (y no lo citarán mas) por la llí que sus operarios y em~
picados mientras dure la construcción de sus obras , ó sus precisas re
paraciones , en lo sucesivo gocen de los mismos derechos que tienen
ó tuvieren á los pastos y aprovechamientos de leñas y piedra los que
sejmplcan en las demás obras públicas." Cuidado , señores, que si
este no es privilegio, yo nu sé cómo podrá llamarse.
Es verdad que en el momento de concederse por la ley entra en
el derecho común; pero no obstante de esto, los señores letrados que
me escuchan saben que el privilegio se define por el quebrantamien
to de ley , pero como deja de ser quebrantamiento de la ley desde el
momento que se concede por las Cortes, yo le doy el nombre de ley.
La comisión en vista de esto se ha abstenido de decir sobre ello su
opinión, y lo único que ha dicho es que falta esta formalidad. Por
lo demás, á la comisión le animan los mismos deseos-que á los seño
res Senadores que han impugnado el dictámen; pero no ha podido
menos de advertir que ba echado de menos los documentos necesarios
para resolver con acierto este asunto de tal modo que en vez de em
barazar al Gobierno se le faciliten los medios de llevarle á cabo.
El Sr. CANEJA : Señores, la discusión según el artículo del re
glamento que se ha leído no puede versar sobre otra cosa sino sobre
el dictamen de la comisión, reducido á que se deseche el proyecto
aprobado por el Congreso de los Diputados y dirigido al Senado so
bre el canal de Guadarrama. Los que componemos la mayoría de la
comisión sostenemos el dictámen; los señores qué quieran hablar en
favor de'aquel proyecto tienen que pedir la palabra en contra del dic
támen de la comisión. Esto es lo que dice el art. 71 del reglamento.
El Sr. Campuzano ha usado de la palabra en contra del dictá
men ; pero S. S. en vez de atacarle, no ha hecho mas que sostener un
proyecto enteramente nuevo: el Senado lo ha oído. S. S. ba manifes
tado que no está por el dictámen de "la comisión ni por el proyecto
que viene del Congreso, y propone en consecuencia uu proyecto ente
ramente nuevo. Esta no es la cuestión en que ahora nos debemos ocu
par; á lo único que debe limitarse esta cuestión es á si se aprueba ó
se desaprueba el dictamen de la comisión, y la comisión, señores,
propone al Senado que se sirva desechar el proyecto de ley que ha
venido aprobado ya por el Congreso de los Diputados.
La razón principal, ó sea las razones principales, porque son mu
chas en que se funda la comisión, es en que este expediente no se
halla instruido de ninguna manera: señores, no se halla instruido,
se nos quiere alucinar con la idea de bien público, y es precisó que
tratemos de no engañarnos, no sea que procurando promover el bien
público, el beneficio del interés público, hagamos el mal público ó
el mal de los particulares.
Yo no me extenderé mucho sobre esta materia , porque el señt r
Hcros la lia desenvuelto a mi parecer con toda la claridad posible,
para que el Senado forme la idea de que ese proyecto no puede ser
aprobado Al proponerle el Gobierno »e ba separado del dictamen del
cuerpo facultativo, cuyo dirtiinen debia servir de regla en este caso.
Hablo del dictamen de la Dirección general de Caminos y Canales*, y
de la ¡unta consultiva de este ramo.* » remedió que entregarla, y pagarán 2 ó 3,000 rs. al dueño por una
El informe está en el expediente. Este cuerpo facultativo ha exi
gido circunstancias muy particulares: propuso al Gobierno condirio
nes muy explícitas, sin las cuales Hecia que «ra imposible proceder á
semejantes concesiones. Sin embargo, el dictamen de esta junta con
sultiva y de la Dirección de Caminos y Canales ha sido echado en
olvido en lo mas esencial. Se trata de un canal de riego: ¿y de don
de ba de tomar las aguas? Señores, tiene que tomarlas del rio Gua
darrama y de algnu otro arroyo que viene á verter por alli: fj es
tas aguas son por si bástanles? ¿Polrá resultar un perjuicio de que
K desvien estas aeuas del curso natural que llevaban? Los pueblos
situados á la orilla del rio- Guadarrama estaban en la posesión de
aprovechar estas aguas, ya para el riego, ya para molinos, para fá
briras Ate. : ¿ y habrá un derecho para que se les despoje del uso de
sus aguas? Las aguas, señores, son de un uso común , v aquellos pue
blos que por -estar á sus orillas están en posesión de disfrutarlas no
creo que baya ningún derecho para despojarles de ellas, y para des
pojarles en beneficio de un p'rticular , como es la empresa.
El trozo del reinal que por el proyecto se cede á la empresa se hizo
en los años de 1787 y 88 , y se hizo con . la mayor magnificencia;
esta obra era grandiosa , porque debia venir á unirse con el canal de
Manzanares, debia atravesar la Mancha , v debia ir á unirse con el
Guadalquivir por mas arriba de Sevilla. Estos fueron los planes for
mados á costa del Banco de San Cirios por el famoso ingeniero Le-
mus. Empezó la obra del canal , cuyo objeto era que se aproximase
todo lo posible con el canal de Castilla, que debia llegar hasta San
tander; de manera que se trataba de unir el Oecéano, es decir, acercar
Cádiz á Santander. Esta era la idea grandiosa. Se hicieron cuatro
leguas y media de canal con la mayor magnificencia , y al cabo de
un año llegó á estar navegable esta parte del canal. Como la empre
sa era grandiosa era absolutamente necesario que hubiese grandes de
pósitos de agua; porque el crigcrhde donde debia tomarse era escaso.
Se formó una presa que se llamó del Gaseo, y al cabo de ocho ó diez
años acaeció la desgracia de que reventara , porque tenia millones de
millones de varas cúbicas de agua. Se trató de repararla; se formó
el presupuesto de lo que costaría , que se calculó en 15 ó 20,000 du
ros , y á pesar de ser esta una cantidad muy insignificante compa
rada con el valor de lo demás, no llegó á hacerse el reparo. Después
sobrevinieron las desgracias que han afligido á la nación por espacio
de cincuenta años ó "poco menos , y el canal ó la obra ha quedado
desde entonces parada; y qué, señores, ¿no pedria aprovecharse la
nación de esta grandiosa obre, que ba costeado? ¿No podría apro
vecharse de los doce millones y medio de reales que se ban empleado
en ella? Pues, señores, la primera concesión ron.qne empieza el pro
yecto es que se regalen á la empresa estos doce millones y medio que
gastó el Banco de San Carlos, y que se ban hecho de la nación por
m filio de un contrato, ó en virtud de una transacción hecha entre el
Gobierno y el banco.
Se dice que están abandonados; pero esta no es razón, porque si
mañana se emprende de nuevo esta obra, ¿no tendremos un canal de
cuatro leguas y media? Supónese que está casi inutilizado, que está
cegado; pero, señores, por malo que este, nr ¡e podrá negar que
será ineuester gastar muchísimo menos para habilitarle que para na
cerle nuevo. ¿Con que porque es cosa que no sirve de nada , aunque
podía servir de mucho mañana, somos tan generosos que vamos á
decir "ahí va ese Tcgalo á la empresa?" Pues no para aqui todavía,
sino que se la ha de regalar también todo el resto del terreno que ne
cesite oou par el canal en las restantes catorce ó quince leguas que debe
tener, con tal que estos terrenos pertenezcan al Estado, es decir, que
la empresa no se obliga á pagar nada por los terrenos del Estado, sino
por los terrenos particulares que necesite ocupar. Pero hay mas: tam
bién se la hace un regalo de los materiales de un canal que tiene una
extensión de cualro-á cuatro leguas y media, ademas de los terre
nos que pertenezcan al Estado, que no sé si son muchos ó pocos, pero
que algunos serán euando la empresa ha sacado esas condiciones,
pues estará ya bien informada de los terrenos pertenecientes al Es
tado y que debe ocupar el canal.
Ahora pregunto yo: si estos terrenos pertenecen al Estado, el cual
convengo puede hacer el uso que le parezca de ellos, ¿será justo que
se regalen á una empresa, no ya en bien del Estado, no ya en be
neficio general, sino en beneficio suyo? Yo, señores, creo que esos
terrenos no pertenecen á ninguna provincia en particular, á ningún
pueblo, y mucho menos á ningún individuo.
Pero se dice que se van ú convertir en un jardin florido todos los
puebles de Gala pagar, Bozas, Pozuelo de A ra vaca Síc. ¡Con cuánta
facilidad se ponderan las cosas cuando se miran de lejos! ¿Habrá
bastante agua para regar esos terrenos ? Hé aqui la cuestión que in
dica la Dirección de Caminos; pero esta empresa ni expresa cuántos
terrenos se ban de regar, cuánta agua se necesita para ello y qué
obligaciones contrae, lodo lo cual lo ha abrazado la Dirección de
Caminos.
Pero hay mas , señores : según la ley de expropiación , ley que es
una excepción del derecho de la propiedad, y excepción odiosa, un
particular contra toda su voluntad se ve privado de srj propiedad;
y ya sabemos lodos que hay cosas á las cuales tiene uno una afición
particular que no hay nadie que las pague : asi es que uno que tie
ne una casa de campo, una huerta, un jardin, aunque diga que
quiere conlÍDuar en su posesión porque los necesita , no habrá mas
hacienda que no daría por 2,000 duros. . •
Por oso digo que esta es una ley odiosa, ley que por de pronto
privaría del derecho de propiedad á aquellos dueños particulares del
terreno que el canal necesitase ocupar; y nótese aqui, señores, que
no se contenta solo la empresa con ecupar el terreno necesario para
el canal, sino que quiere a cada lado d"' canal establecer dos lineas
de árboles, lo cual supone que debe ocupar otras ¡los raras de ter
reno, terreno que será de cousiderarion : quiere también la empresa
establecer depósitos de agua para construir molinos, batanes &c.,y
.esto necesariamente redundaría en beneficio suyo. ¿Pero seria útil i
un particular, á quien se le obligase á vender una finca propia el qu-T
una empresa estableciese un molino ú otro artefacto? Esto seria pri
var á uno de todo lo que* es suyo, no para utilidad publica, sino
de un particular. *
Vamos á ver ahora cuál es la utilidad que redundará :i estol
pueblos esa acequia de riego. ¿Está demostrada? Cuidado, señores,
que yo no la niego; la mayoría de la comisión decimos que esto no
está demostiado, y ya ha dicho el Sr. fieros que un célebre profesor
de agricultura consultado sobre el particular dijo que era muy du
doso que pudiese ser útil el riego en aquel terreno, tanto por su ca-
lidad arenosa , cuanto porque se necesitarían con mucha abundancia
los abonos. Creo no habrá inconveniente en decir de quién es esta
opinión: es del Sr. D. Sandalio Arias, digno catedrático de agri
cultura.
Y sí esto es asi, ¿dónde ni cómo está demostrada esa utilidad? ¿Se
ha oido á los pueblos? No. ¿A los propietarios de esos terrenos? No.
¿A la dipútacion provincial? Tampoco. Y entonces, ¿cómo se nos
viene diciendo, sirviéndose de esa palabra conveniencia r/ublica,
que vamos á bacer milagros, que vamos á convertir esos terrenos de
poco fértiles en jardines abundantes ? Lo único que hay en el expe
diente es lo siguiente! el pensamiento indicado se tuvo en el año
de 1831 ; entonces se» trató de convertir este canal de navegación en
canal de riego, y aprovecharse de sus aguas, materiales &c. Efectiva
mente se nombró un ingeniero, reconoció cuanto había que recono
cer, formó sus planes , que son los misinos que presentó la empresa,
y entonces se dijo que era posible hacer un canal de riego, y que tiro
de sus objetos seria facilitar agua á Carabaochel. Mas todo quedó
luego abandonado. Sin embargo entonces se oyó á los particulares;
¿ pero sobre qué? Sobre cuáles eran las dimensiones de lo que se en
tendía en el país por una fanega de tierra , sobre qué tierras de regi
dlo habia en estos pueblos, sobre cuánto costaba el riego por medio
de norias, y sobre si convendría ó no facilitar riego á esas tierras.
Contestaron todos que la fanega tiene tantos estadales, tantos pies&c.
Otros dijeron que en el pueblo no habia terrenos de regadío ni con
noria ni sin noria; y algunos dijeron que había una huerta que se
regaba con una noria, cuyo gasto se calculaba en doce i quince reales
diarios.
Los de Madrid dijeron que-una noria cuesta hasta un duro dia
rio. Aqui se trataba de buscar qué utilidad pudiera traer un canal
de riego sobre las norias , en cuyo coste, según hemos visto, se en
cuentra una diferencia muy notable, según que se hallan en un
punto ó en otro. En tal estado quedó en 1834 el expediente, sin ha
berse vuelto nadie i acordar de él hasta que, como ha dicho el señor
Campuzauo, la empresa ha tenido un pensamiento, al cual da mu
cho valor S. S. , cual fue el de proponer al Gobierno que le cediese
este canal. Por consiguiente, ni los propietarios han dicho si les ten
dría ó no cuenta el riego, ni hecho ver tampoco cuántas fanegas de
tierra podrán regarse con ese canal luego que se construya, ni cuán
to coste pudiera tener cada fanega de tierra de regadío; y en esto
no hago mas que referir todas las dificultades que ha propuesto la
Dirección de Caminos y Canales, aunque sin conocer yo osla mate
ria ; pero tal es mi deber habiéndome honrado el Senado nombrán
dome individuo de la comisión.
No está por consiguiente demostrada la utilidad que pueda traer
ese canal ; no está demostrada la cantidad de tierra que puede regar
se ; no está dicho tampoco cómo debia hacerse la división; era nece
sario poner un coto; era necesario que supiesen los propietarios, en
el caso de que se les diese agua , cuánto les habia de costar; porque,
señores, estamos en un pais en que son muy poco conocidos los cana
les, y la empresa podia aprovecharse de estas circunstancias para
exigir un precio exorbitante por el riego de una fanega de tierra,
porque hay circunstancias en qua el labrador ve que le faltan las
lluvias, y su ignorancia, ó la del propietario, podrian dar motivo
á que fuesen sorprendidos, y ea lugar de proporcionarles un bien se
les proporcionaría su ruina.
Todo esto ha dicho la Dirección de Caminos. Si,"pues, co se dice
nada respecto á la cantidad de tierra que podrá regarse, ni del nú
mero de varas cubicas de agua que se necesitarían para ef riego de
cada fanega, ni de otra porción de circunstancias que be indicado , y
que debian expresarse, no era posible que b> comisión propusiese al
Senado la aprobación de un proyecto tan destituido de todo funda
mento y de toda razón.

Luego se dice que esa concesión es perpetua; señores, en cuanto
á perpetuidad , dígase lo que se quiera, lo que nosotros heinos encon
trado es que en naciones mas adelantadas que nosotros en esta clase
de riquetas nunca se hacen estas concesiones á perpetuidad; y ja que
el Sr. Campuzano ha hablado del canal de Castilla, que aunque no
Tenga á defender aqui si se hito bien ó mal ese contrato, lo que pue
do asegurar es que á pesar de haberse hecho en tiempo del Gobierno
absoluto se hizo mejor que este, diré que tampoco era perpetuo. En
otras naciones, señores, se exigen garantías á los empresarios; aqui
no hay ni una siquiera: yo , señores, he oído á personas inteligentes
en la materia que en Inglaterra, que es la nación que llera la ban
dera en esta clase de empresas , jamás se ha conocido ninguna en que
se hayan hecho concesiones á perpetuidad ; ni tampoco se concede
nada como no yayan los empresarios á depositar las dos terceras par
tes del coste de la obra. Poes señor, que rengan los empresarios y de i
positen en el Banco Nacional los doce millones, y tendremos una base
de que partir.
Para hablar en términos facultativos, porque si lio ma expoodria
á decir un disparate, voy á leer los apuntes que tengo respecto á lo
que dice la Dirección general de Caminos acerca de la obra de que
se trata. Dice la Dirección: "Los planos de esta obra son copiados de
••los hechos anteriormente por la Dirección, con la circunstancia- de
••que en aquellos comprende solo el canal y terrenos adyacentes, sin
••extenderse á todos los regables, ni dar idea de la configuración del
••territorio, ni de las dimensiones, formas y construcción de presas,
••saltos de agua , fuentes y acueductos, sin cuyos detalles no puede
••formar idea de la •seguridad de las obras ni del coste de ellas', no-
- tando que. el presupuesto de la empresa sube á 17 millones y el que
-ha formado la Direccton.no pasa de 10.510,729 rs."
Apropósilo de acueductos, diré que este canal, suponiendo que se
haga, tiene que atravesar precisamente muchos caminos vecinales y
reales : en estos se supone que se deben hacer puentes; pero atrave
sando también una multitud de aquellos ó de veredas, por las cuales
Tan los labradores al campo á sus faenas, ¿no se impedirá la comu
nicación entre los labradores que residen en los pueblos y los terre
nos que cultivan? ¿No será necesario que se establezca y determine el
numero de puentes pequeños que se necesiten para el paso preciso de
las personas , carros y caballerías de la labor? Por el pronto el bene.
ficio que va á causar esta empresa es que el labrador, que ahora tiene
que andar un cuarto de legua para cultivar sur tierra, luego tendrá
que rodear acaso dos leguas: ¿y no merece esto la pena de que sede-
termine también en qué parages y qué número de puentes' ó puen-
tecillos se ha de* construir para que pueda pasar la gente de una parte
á otra? ¿Es bastante decirnos que la obra se hará con arregla al arte?
Aqui es donde la Dirección echa de menos también otros datos
•obre la utilidad de la obra, la extensión del terreno que pueda re
garse , y la cantidad de agua necesaria al efecto; el canal necesita
mayor ó menor número de compuertas: es necesario saber si la dis
tribución de las aguas podrá perjudicar á otros artefactos, acerca de
cuyos particalares dice la Dirección que debe preceder á la concesión
una información prolija. ¿Y ha precedido ? Pues aqui tiene el Sena
do cuál es el dictamen del cuerpo facultativo, al cual me atengo; por
que en eslas materias en que pueden juzgar peritos, no hay mas re
medio que consultar la opinión de los inteligentes. Esto es lo que la
Dirección dijo al Gobierno, y esto es lo que el Gobierno ha olvida
do cuando pasó al Congreso este proyecto de ley.
Dijo también la Dirección que en caso de que se concediera esa
facnltad á una empresa, debería tacarse 4a construcción del canal á
pública subasta. ¿ Y se ha hecho? No señor. Pues yo recordaré aqui
al Gobierno que el programa que el actual Ministerio leyó en estos
bañóos decía que la publicidad ^eria el alma de todos los contratos, y
la pública subasta el medio con que todo se celebrase. ¿ Y se quiere
todavía que nosotros aprobemos asi á ciegas la concesión perpetua de
unos intereses cuantiosós del Estado á favor de una empresa particu
lar, que no sabemos qué medios tendrá para llevar adelante este pro
yecto?
Se me responde que si la empresa no concluye la obra en cinco
años, lo que tenga hecho quedará á beneficio de la nación ; ¿pero y
los terrenos que hayan sido ocupados por causa de esta obra á ios po
bres propietarios á quienes contra su voluntad y á pretexto de utili
dad pública se haya despojado de sus bienes? ¿Quedarán estos pro
pietarios contentos con que luego quede todo abandonado? Yo, seño
res, no quiero molestar al Senado entrando en estas cuestiones, por
que si Hubiéramos de entrar en cada una de las condiciones de este
contrato seria objeto de una discusión muy larga, porque apenas
hay una que pueda pasar, al turnos yo no dejaré de combatirlas con
todas mis fuerzas. De lo que tratamos es de la totalidad; y en vista
de todas estas razones, en vista de que no está demostrada la utili
dad de este proyecto, antes mas bien puede creerse que será perjudi
cial , parece, señores, que lo mas acertado es que el Senado deseche
este proyecto de ley, •que la comisión cree inadmisible, y de esta ma
nera el Gobierno quedará en la aptitud de dar la extensión debida á
este expediente : ahí tiene ese cuerpo facultativo, esa Dirección de
Canales, que le ha marcado dos veces el rumbo que debe seguir este
expediente: sígalo , instrúyalo como corresponde después de haber
oido á la diputación provincial y á los ayuntamientos de los pueblos
ó dueños de los lerrenos que se trata de convertir en jardines lloridos,
y después de examinar las garantías que ofrezca la empresa ; porque,
fi* TOMO r.
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señores , lo único que acerca de esto se nos dice íl que las dará con
forme á un decreto de que hace mención.
La comisión ha examinado uno por uno todos los tomos de decre
tos, y no ha podido encontrar aquel á que hace referencia la empresa:
por consiguiente no sabemos en qué términos querrá dar esa garan
tía ; el Gobierno acaso lo conocerá: nosotros lo que podemos asegu
rar es que no hemos encontrado ese decreto ; hemos hallado algunos
que hablan de las fianzas que deben prestar los empleados de Hacien
da , pero no hemos visto ninguno que exprese las garantías que de
ben dar los interesados en empresas de esta naturaleza.
Por otra parte, se coneede á la empresa un canal de cuatro leguas
y media cuyo ralor no sé cuál será, y que es otra circunstancia que
la Dirección dice que es necesario valuar; y es preciso qué este rega
lo, este beneficio entre en compensación para el precio que se haya
de llevar á los que se aprovechen de las aguas, porque dado que la
nación se desprenda de este capital en beneficio de seis ú ocho pue- .
blos, siquiera que sea este un beneficio efectivo en favor de los mis
mos pueblos y no en favor de la empresa. •
Tiene esta ademas el privilegio de no tener que pagar nada por
los terrenos del Estado que ocupe el canal; tiene el privilegio de
que los trabajadores han de tener la facultad, lo mismo que los ve
cinos de los pueblos , de aprovecharse de los pastos'de los mismos ; y
señores, aqui se dispone de los bienes de la nación. ¿Asi se' le hace á
uno un regalo considerable solo porque ha tenido el pensamiento de
pedirlo? Pues á eso está reducida la cuestión. Yo, señores, ruego al
Senado tenga presente que es absolutamente imposible, sin faltar á
las reglas de utilidad pública , á las leyes y a los intereses de la na
ción ; que ¿s imposible, digo , aprobar el proyecto que ha venido
del Congreso. El Gobierno podrá, después de instruido el expediente
como conviene, oyendo i los facultativos en la materia, conceder el
permiso que solicitan los interesados , y entonces, si la empresa fuese
tan beneficiosa como se supone, no digo tanto, sino la mitad, la
cuarta parte de útil , yo seré el primero á darle mi voto ; entre tanto
no se lo daré.
El Sr. CAMPUZANO: Ha dicho el Sr. -Caneja que consultados
los pueblos de la provincia de Madrid acerca de las utilidades de este
canal, no han contestado como se esperaba. Vea S. S. la contestación de
los ayuntamientos de Aravaca, Majadahonda y Pozuelo (leyó). Otras
podría citar ademas de estas, pero creo que serán bastantes.
Ha dicho S. S. que seria uua violencia despojar á los propietarios
de sus tierras por causa del canal. Yo digo al Sr. Caneja que me ale
graría que mis tierras se encontrasen en esa línea, porque las compra
rían y tendrían algún valor, del que hoy carecen.
El Sr. CANEJA: Lo que yo he dicho acerca de la consulta de los
pueblos no lo ha comprendido bien S. S. Yo bien sé que si se les
ha preguptado si Ies convendria tener riego para sus tierras, habrán
dicho que si; y esto es claro; ¿pero les convendrá pagar cien reales por
cada fanega de tierra que rieguen? Eso es lo que se necesitaba saber.
El Sr. INFANTE, Ministro de la GOBERNACION: Señores, á
los pocos días de haber empezido á desempeñar la Secretaria del Des
pacho me encontré que se presentaba á discusión en el Congreso de
Diputados este proyecto de ley, del qué puedo asegurar á los señores
Senadores que no tenia conocimiento. Allí fue donde por primera
vee lo leí para tomar conocimiento de la cuestión ; pero como los
Ministros heredamos los actos de los antecesores , se habló y se exi
gió mi opinión como si yo hubiese sido el autor del proyecto. La
empresa la consideré beneficiosa desde el primer momento; y me
parece que es beneficioso en España, y mucho, el que se rieguen loa
terrenos, que por desgracia nuestra son muchos los que están eriales.
La primera idea que me ocurrió fue que traer aguas á la proximi
dad de Madrid era un bien indecible. En esto están acordes la mayo
ría de la comisión del Senado y la del Congreso, y únicamente es-
tan discordes en la. oportunidad. Por mi parte debo hacer nna obser
vación, y es que si no se admite el proyecto , bien como ha venido
al Senado, ó bien con la modificación del Sr. Campuzano, el resul
tado será que pasará un año sin que esta empresa se lleve á cabo. De
este modo es como se ha de considerar la cuestión, en el terreno prác
tico, como después contestaré al Sr. Heros, á quien soy el primero en
respetar por sus grandes conocimientos en esta materia; pero antes
debo decir que si no hubiera habido necesidad de adjudicar á esta
empresa la parte de canal de navegación intentado hace años, y al
gunas tierras que son adjuntas , la ley de 28 de Junio del año passdo
hubiera autorizado bastantemente al Gobierno para haber procedido
a esa obra. Pero mi antecesor hizo bien en traer por esta razón á las
Cortes el proyecto.
Ha dicho el Sr. Heros que se trata ahora de un canal de regadío,
cuando al principio era para navegación, y se concluyeron al efecto
tres leguas y media. Yo , sin conocer topográficamente el terreno , y
por la circunstancia de las aguas, creo que es de absoluta imposibili
dad que pueda ser ese canal de navegación ; pero dejemos esta cues
tión. ¿Que este canal, suspendido ha mas de cincuenta años, y el cual
se pensó fuese de navegación , sea en el dia de regadío importa algo?
¿ Es perjudicial que ese canal sea hoy de regadío , y que en un dia
pueda ser de navegación ? Creo que no. Asi es como yo he mirado
la cuestión.
Se dice que no se ha tomado en cuenta que se han gastado 12 mi
llones en esta parte de canal solamente. Es verdad; y para eso se
viene pidiendo esta aatorttetion i las Córles. ¿ Qué son en el día esos
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12 millones? Piedra» de la antigua preja. ¿Ha producido de cincucn- j sino que realizará esa circunstancia de publicidad , no ba sidb el
ta años á esta parte alguna utilidad á Madrid eso ? No: en el caso de que ha presentado i las Córtes este proyecto, sino que lo estaba ya
ser cierto que se gastaran 1*2 millones, se gastaron con profusión; muchos días antes que los actuales Secretarios del Despacho ocupa
pero casi es lo mismo que si los hubieran arrojado al mar. Es un sen este sitio. Pot consiguiente, no se les puede hacer en esa mate
capital que después de cincuenta años la nación no puede hacer mas ria ningún cargo de inconsecuencia.
uso de ¿1 que aprovechar esas piedras. Ha manifestado también el Sr. Caneja que la empresa se obliga
Ha dicho también el Sr, Heros que podria esto acaso ser una es en un número de años á concluir el canal, y que habiéndose despo
peculación de bolsa. jado á algunas particulares.de sus tierras para poder formar el canal,
El Sr. HEROS : No he dicho eso; S. S. se ha equivocado. Lo que si la empresa no le concluye, quién los indemnizará de los perjui
yo he dicho es, que en otro tiempo y en otros paises se lian hecho es cios que se les causen. En primer lugar, que serán indemnizados se
peculaciones de bolsa con empresas de esta clase. Esto es lo que jo he gún el proyecto esos particulares; y en segundo lugar, que á esa ne
dicho, y he tenido cuidado de no personalizarme, aunque conmigo se cesidad responderá el depósito que la empresa tiene que hacera .
lian personalizado ; pero bago poco caso de esto. Por tanto, me parece, señores , que estando la mayoría de la co
El Sr. Ministro de la GOBERNACION: Entendería jo mal, y no misión de acuerdo en la necesidad de ese canal , no ¡asistiendo mucho
insisto. la misma comisión en que sea canal de navegación, porque son bien
Se dice que no se fija el canon del riego. Yo en esto pienso de di» ilustrados los individuos que la componen para conocer que eso es
ferente manera que los individuos de la mayoría de la comisión que muy difícil, si no imposible, y que tratándose solo de la oportuni
han hablado. Supongamos el caual concluido, y que los empresarios dad , lo que haríamos no seria mas que aplazar la cuestión para otro
imponen el canoa que tengan par conveniente á los dueños de las tiempo, retardarla un año mas; y digo un año mas, porque me pa
tierras inmediatas, ó subiendo á unos y bajando á otros el precio, rece que teniendo que pasar otra vez al Congreso en la próxima le
pues esto es lo mismo que cualquiera otra mercancía. El que quiera gislatura , volver al Senado, sancionarse , y extenderse los pliegos de
regar por ese precio lo hará, y el que no quedará como está ahora, condiciones , no seria mucho menos. En vista de estas consideracio
sin riego. nes, y estando de acuerdo en la necesidad de ese canal, y canal de
Se diee que en beneficio de los regantes es menester. tener en cuen regadío, repito que me pan-ce que el Senado está, e¡u el caso de apro
ta el precio de las tierras que hayan de ocuparse. Esto estará en el bar, ó bien el proyecto del Congreso de Diputad»», ó bien el voto
pliego de condiciones que se establezca después , porque es imposible particular del Sr. Campuzano, que abraza en su se.gundo y tercer ar
que todos los puntos que ha tratado la mayoría de la comisión estén ticulo todas las dificultades quo presenta la mayoría de la comisión.
comprendidos en una ley de esta naturaleza. Estas mismas observa El Sr. CANEJA: El Sr. Ministro de la Gobernación ha empe
ciones que hace la comisión las tendrá presentes en su dia el Go zado diciendo que los defectos que se nótelo en las concesiones, el Go
bierno. bierno los enmendará después según lo exija la conveniencia públi
En cuanto á lo de la sociedad anónima que no está constituida se ca. Sin duda no ha tenido presente S. S. que si se aprobase» el pro
gún el código de comercio, creo que no había necesidad de establecer yecto de ley aquellas concesiones son parte integrante del proyecto,
ujia sociedad hasta saber si se concedía á esa compañía lo que pide ; y en ese caso el Gobierno no podrá alterarlo en lo mas mínimo, ni
cuando le esté esto concedido, entonces se llenará esa condición que podrá remediar ninguno de los males que de él puedan seguirse.
previene el código de comercio. ¿A qué queria esa sociedad consti Ha dicho también el Sr. Ministro que se ha justificado la utili
tuirse si las Cortes después podían no acceder á lo que el Gobierno dad de los pueblos. Perdóneme S.S. : ya be dicho y repetido cien
pedia? Por lo tanto no creo que esto debe ser un inconveniente con veces que no, porque no pueden mirarse como una justificación los
tra la aprobación del proyecto. informes que dieron los alcaldes de los pueblos el año de 1854 cuan -
Ha dicho el Sr. Caneja! ¿habrá derecho para despojar de las aguas do se les preguntó si era necesario el riego, si habia tierras de rega
á aquellos que las aprovechaban mas abajo del sitio donde se halla dío, si convenía que hubiese regadío. Esta fue una pregunta inútil,
la presa para la que necesite el canal de Guadarrama? Con estas porque la respuesta era clara: ¿cómo habían de decir que no que
doctrinas, señores, jamás se podrá hacer un canal en España. Estos rían el riego? ¿Pero se les dijo si tendrían derecho á las aguas raso
argumentos no pueden ponerse respecto de todos los canales que ten de que la empresa les exigiese por ellas una cuota muy crecida? ¿Se
gan que concluirse; porque aquí se necesitarán las aguas paja un ob ha dicho que se obligaría á los dueños del canal á que no abusen de
jeto, allí para otro, según la estación, y no se puede sangrar ningún las circunstancias apuradas en que pueda-n encontrarse los labradores
rio. Tampoco me parece que este es inconveniente para que el Senado por una mala cosecha ó por otras de las muchas causas que en ello
deje de aprobar, ya el proyecto venido del Congreso, ó ya el voto influyen? Esto es lo que no aparece.
particular del Sr. Cauapuzano. También supongo yo que para ios caminos vecinales que haya se
Ha dicho también el Sr. Caneja que se podria perjudicar á algu harán puentes. Lo que echo yo de menos es que no se establezca nú
nos interesados si aprovechan en ese canal los empresarios los, char mero , porque si se hacen de dos á dos leguas, él resultado será que
cos de agua para establecer molinos ó fábricas. Señores, en la direc los vecinos del pueblo que quede en medio tendrán que andar una
ción que el canal ha de llevar no hay en el día ninguna de estas fá legua para buscar el puente que les pase al otro lado, que tenian an
bricas : por consiguiente el argumento tampoco tiene fuerza. Los tes á la puerta de su casa.
empresarios del canal harán á la provincia de Madrid un gran bien Yo no he dicho lo de la subasta: no he hecho mas que referir lo
si establecen esas fabricas en los saltos de agua. que dice la Dirección de Caminos y Canales , lo que dice ese ouerpo
¿Se han oido á los pueblos? Es una pregunta que ha hecho el facultativo; pero ya que el Sr. Ministro confiesa que se ha faltado á
Sr. Caneja ; y S. S. mismo ha contestado que no. A esto ha satisfecho los requisitos necesarios é indispensables seguii el informe que dió
el Sr. Cauipúzano leyendo varias contestaciones de los ayuntamien ese cuerpo, no puedo menos de extrañar que el Gobierno deje de
tos de los pueblos consultados. expresar los motivos que para ello ha tenido. Yo, hablando con la
Ha dicho también el Sr. Caneja hablando de la perpetuidad que franqueza que me es propia, debo decir que esperaba que el Gobier
se pide para los empresarios de ese canal, que á tos del canal de Cas no hubiera retirado este proyecto para presentarlo mejor informa
tilla se les concedió solo por un número determindo de años, creo do á la aprobación de las Córtes.
que ochenta : esto es exacto ; pero S. S., que ha tenido muy en cuenta £1 Sr. GOMEZ BECERRA: Señores, yo no sé por qué me citó el
el informe de la comisión consultiva y de la Dirección de Caminos y Sr. Caneja cuando ha hablado de si debe ó no privarse de la propie
Canales , se ha olvidado decir que en él se apoya esa condición; como dad á un particular en el ca~so de tratar de la expropiación por uti
se ha olvidado decir que á los empresarios del canal de Castilla se lidad pública. *
les concedió ademas del canal ya hecho, que era bastante, un mí mero Yo no be hablado de semejante cosa, y ni aun la be tocado por
considerable de presidiarios y otros derechos que también debian incidencia, para que el Sr. Caneja se refiriera á mí.
pechar ciertos pueblos de Castilla ; en lio , se les concedieron algu Otra cosa ha dicho S. S. que he oido con mucho gusto, poTque
nas condiciones que no se piden para la empresa de que ahora se tra estoy de acuerdo con ella. También anuncié yo desde el principio
ta. Esto creo que se debo tener en cuenta, supuesto que el Sr. Caneja que la discusión se extraviaba, y me comprometía á entrar en ella;
lo ha tenido. porque si bien se habla del proyecto remitido por el Congreso de los
Ha dirlio también S. S. , y aquí ha insistido mucho, que van i Diputados, lo que se discute y debe discutirse es el dictamen de la
ser muchos los perjuicios que se causen á los pueblos por cuyas in comisión; este dictamen, en que se propone que se deseche el pro
mediaciones pase . ! ;:anal , porque sus comunicaciones serán inter yecto.
rumpidas, en razón á que se obstruirán los caminos vecinales. El Si este dictámen se aprueba, queda concluido el negocio; pero si se
Senado conocerá la poca fuerza que tiene este argumento; porque desaprueba, la comisión justamente se lia reservado el derecho de
i iaro es que se han.de establecer puentes para las comunicaciones de proponer entonces otro proyecto, insistiendo ó no en su primitiva opi
ios pueblos. ¿Cómo era posible que hubiese un canal de diez y siete nión. Este es el verdadero estado de la cuestión.
Jcguas qu>- no tuviese puente mas que sobre el camino real ? Los ha Asi, yo me he de ceñir á ella, y he de entrar muy poco en las
de tener, .orno lo tienen todos los demás canales del mundo, para otras cuestiones que se han tocado. Desde luego anuncio que en lo
los caminos vecinales. que yo pueda decir no hablaré del Túnel, ni de los caminos de hierro",
Ha dirho también S. S. , y en esto ha recordado al Gobierno los ni de nada de eso, porque no tengo las noticias de que abunda el
principios Je mi prugrama., que no se ha sacado á pública subasta Sr. Heros en esta materia: yo reconozco en S. S. , no solp suprema
esta empresa. Yo no entraré ahora en la cuestión de si esta clase dp ( cía en estos conocimientos, sino también en esas noticias de hechos;
.empresas es mas ó menos conveniente sacarlas á pública subasta ; y j pero creo que no es necesario entrar en eso, porque no se trata de uua
solo contestaré con lo que ya he manifestado al principio, i saber, J obra como el puente subaqüeo del Támesis, no se trata mas que de
que el Ministerio actual, *}ue ha proclamado, y no solo proclamado, ' la pobre y miserable construcción del canal de riego del Guadarrama.

Todavía be de hacer olro anuncio : creo que la comisión y yo es
tamos conformes en la idea, y solo diferimos en el modo de explicar
la; pero cuando digo esto, cuidado que no comprendo lo que ba di
cho acerca de que en esta y en cualquiera otra empresa de su clase se
baja de entrar en todos esos pormenores, con los cuales anuncio des
de luego que jamás se harán obras de csla especie en España: ¡descen
der aun basta á las tierras que re han de regar! ¿Pues no es necesa
rio para eso mucho tiempo? ¿Y cómo no se bau tenido presentes en
esa idea los cálculos de la posibilidad? Hoy , por ejemplo, no se
podrán regar mas que 1,000 cahizadas, y mañana, porque el cauce
baya tomado otra dirección , ó porque se baya aumentado el caudal
de sus aguas con los arroyos que se le hayan unido, podrá regar un
doble; y asi será imponible averiguar el terreno que podrá disfru
tar de este beneficio. Y ademas ¿qué necesidad hay de averiguarlo?
También diré que si cuando se traía deformar un canal sangran
do las aguas del Guadarrama junto á Galapagar se ha de oir á to.
dos los que tienen propiedades ó artefactos en una y otra orilla del
Guadarrama basta su reunión con el Tajo algunas leguas mas allá de
-Toledo ; si se han de pesar las dificultades que se ofrecen y los per
juicios que se causen, nunca, nunca en España se harán obras de esta
clase.
Si nosotros dos detenemos en esos detalles tan minuciosos nunca
empezarán las obras, y mientras se,instruye el expediente por el
orden que se ha indicado se morirán los individuos que han com
puesto la empresa , y se morirán otros y otros que de nuevo la
compongan. Pero se dice que habrá intereses perjudicados: yo digo
que estos intereses perjudicados deben entrar menos en cuenta que el
interés general , el interés público; y esta debe ser> la mira , no solo
de los legisladores, sino del Gobierno.
He dicho antes que la comisión y yo estamos en parte de acuerdo
en esta discusión, porque ella no quiere que se apruebe de cualquier
manera el proyecto que ba venido del Congreso, ni la comisión has
ta ahora ha condenado la concesión del canal de riego: lo que dice
es que los términos en que está concebida ia autorización que se con
cede al Gobierno son demasiado latos, que no están bien circunstan
ciadas las. rescisiones que deba tener , que es menester que todo esto
lo haga el Gobierno, y que en su consecuencia dice ia comisión se
debe desechar este proyecto. Yo estoy conforme en la primera parle
con la comisión, pero no con que se deseche el proyecto, porque ten
go dos razones para ello: una, indicada por el Sr. Ministro de la Go
bernación, es que desechado este proyecto, no se puede presentar en
esta legislatura, y aunque se dice que se acabará pronto no lo sé de
oficio, no sé si durará mucho ó poco, y se perderá mucho, muchí
simo tiempo sin hacer nada.
Pero yo añado ahora, y esta es la segunda razón que tengo para
decir que no se deseche el proyecto: ¿es político, es parlamentario
que cuando estamos conformes en la utilidad y conveniencia de que
se baga una obra pública; cuando la ley viene propuesta por el Go
bierno ; cuando ha sido examinada en diversos Ministerios; cuando
se ha aprobado con modificaciones en el otro Cuerpo legislador, ¿es
político, es parlamentario, repito, que digamos simplemente: "des
echo ese proyecto?" Yo ruego á los Sres. senadores que tomen muy en
cuenta esta consideración. Yo sé muy bien que tienen esa facultad,
ese veto; pero la prudencia, la política , la razón y otras considera
ciones aconsejan que se use dé él con mucha economía.
Y si tenemos uu medio de no desechar, sino enmendar ese proyec
to en el mismo sentido que quiere la comisión, en el sentido de que
se aseguren y obtengan lodas las garantías que la comisión desea;
si todo eso se puede hacer , no diré por el voto del Sr. Caiupuzano,
sino por olro articulo que proponga la comisión, y entonces la cosa
es sencilla y puede acabarse dentro de ocho dias, ¿por qué se ha de
dejar para otra legislatura i Señores, el negocio de que se trata es de
demasiada importancia y de conocida utilidad pública para que no
le. miremos con interés, y es grande el interés que hay en que esta ley
se apruebe dentro <Ic ocho ó diez dias , porque no haciéndolo asi, y
aprobándose el dictamen de. la comisión, resultará cuando menos que
se pierde un año.
Aunque he dicho que no era mi- propósito principal entrar en el
pormenor de las razones de la comisión , hay sin embargo alguna
que no ba podido menos de llamarme la atenciou. Tal es, señores,
la de haber pensado en resucitar el canal'de navegación de Guadar
rama. Yo no sé la historia de ese canal: dice la comisión que empezó
en el año de 1787; que se trabajó con empeño uu año, y que se dejó y
abandonó en el de 1788. Quiere decir, señores, que ese canal murió, y
después nadie ha vuelto á pensar en él, porque en lo que se pensó en
el año de 1854 fue en otro canal de regadío. Murió, pues, el de na
vegación hace 53 años, y ahora se quiere que resucite: se quiere
utos, se quiere que no se dé la vida á otro canal nuevo, porque las
circunstancias suelen ser tales que pueden hacer que resulte el anti
guo de aqui á otros 50, 100 ó 200 años. Es un dolor , señores ; cier
tamente es un dolor que en esas obras se gastasen 12 millones de
reales y que estos se perdiesen; ¿pero no hemos perdido nosotros?
No importa que se gastasen 12 ni que se hubiesen gasiado 100 mi
llones: lo que es necesario ver es si lo que existe puede valer algo;
si en ese canal, construido hace 53 años, y abandonado completa
mente, hay alguna cosa que valga dinero. La piedra valdrá para
Jo* usos necesarios- allí mismo, porque de trasportarla á alguna
distancia el trasporte importará mas que lo que se ba de trasportar.
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Y hablando de trasportes, me ba ocurrido la idea de que este es
precisamente el objeto de un canal de navegación, y puede suscitarse
la duda de si conviene trasformar ele canal de navegación en canal
de riego. Los canales son para trasportar, importando ó exportando;
¿pero qué hay que importar en Galapagar? ¿Qué hay que importar
en las Hozas? Pregunto por otra parle: ¿qué hay qae exportar de
Galapagar y de las Rozas? Señores , en los tiempos en que se em
prendió ese canal de navegación, quizá con objeto que yo no señala
ré, se podian hacer esas obras de lujo: ahora no estamos para ellas:
¿y de qué nos serviría ese canal? Si las personas mas inteligentes en
esta materia me dijeran que en este caso un canal de navegación que
cueste tantos millones es mas útil que una simple acequia con la que
á poca costa pueden regarse esos terrenos, no lo creeria, porque- mi
razón me dice que aquí el canal de navegación no había de tener uso;
y eso de enlazarlo con el Manzanares , de atravesar la Mancha, de
atravesar Sierramorena , de unir á Santander con Cádiz, señores,
son ilusiones: yo ya por supuesto no tengo que pensar en ver reali
zados esos proyectos ; pero creo que ni los hijos de los hijos de los se
ñores que están presentes los verán nunca. Si , pues, ese canal de na
vegación no puede resucitar, tengamos un canal de regadío, que no
es menos importante que el de navegación, y un canal de regadío
que debíamos tenerle aunque se tuviera el de navegación , porque
este deberia ser también de regadío: ya que á este trozo de la provin
cia de Madrid quiso dársele ese canal de navegación, désele siquiera
medios de que tenga frutos que conducir por él. Esto se consigue con
el canal de riego.
La hora es avanzada, y el Senado está cansado: por lo' mismo me
dispenso de entrar en las otras especies que se han tocado. Vuelvo,
pues, á la principal, y digo : que para ganar tiempo y que esta obra
tan conveniente y lan útil se ejecute lo inas pronto posible, conviene
se adopte un medio: no diré que sea el de la subasta , ni que se im
pongan condiciones particulares, porque no entro eu esta cuestión;
pero silo que quiero es que no se diga : queda desechado el proyeclo
venido del Congreso, lo cual seria decir: no se vuelva á tratar deeslo.
Yo Gobierno asi lo baria, porque el Gobierno no sabe por qué se des
echa ni por qué el Senado no quiere conceder esos vestigios del canal
de navegación, que ninguna empresa podrá dejar de exigir. El Go
bierno que vea que sencillamente se desecha el proyecto dirá: podrá
ser por esta razón ó por la otra; será porque no se quiere tratar de
ello: pues me estoy quieto, y hará bien , porque el Gobierno, como
he dicho, no puede saber por qué se desecha el proyecto; podrá ser
por razones distintas de las que ha dado la comisión, y en esta duda
no vuelve á ocuparse de él.
No bastan las consideraciones que la comisión expone, porque la
comisión tiene la iniciativa de dar su opinión, pero no la de resol
ver , que esto le loca á la mayoría del Cuerpo.
Asi , yo rogaría á la comisión que retirase su dictamen y entrase
en proponer todas las trabas que quiera para que resulte el objeto
que todos nos proponemos, la utilidad pública ; y ya que la comi
sión ba entrado en este camino, justo será. que yo también le siga;
ya que se ba entrado á decir lo que deberia hacerse para que lo sepan
los que quieren estas empresas , yo- también diré que conviene mu
cho a los que puedan acometer lale^ empresas saber que las Cortes
tratan de protegerlas, que las protege el Gobierno, y que se les dis
pensa todo el favor que es compatible con el grande objeto de la uti
lidad pública.
El Sr. HEROS: Al fin, señores, va sucediendo lo que tan útil y
ventajoso es en esta forma de Gobierno ; esto es , que á fuerza de dis
cutirse llega á tocarse la verdad, y á pesar de que cada uno es un
poco sutil en sostener lo que desea , al tr.avés de todo se viene á hacer
paso un resultado cierto y seguro en el negocio de que se trata.
Varios son los puntos que ba tocado mi amigo el Sr. Gómez Be
cerra :-en el primero ya ha consignado que la comisión desea que se
realice el canal.
Por consecuencia yo me atrevo á decir que la comisión no cede
en deseo á nadie en este punto, y que el dictamen que ha presentado
es porque desea que el canal se realice en el mas corto término po
sible, y porque cree que lo que presenta es.lo mas corto que se puede
ofrecer. En segundo lugar, S. S., que al principio dijo que se habia en
trado en prolijos pormenores acerca de esta cuestión, no ha dejado
también á su vez de entrar en ellos; y de paso le diré que lo que
ha dicho acerca de que la comisión refiere el origen del canal no
es cosa suya, sino el dictamen del perito ó ingeniero de caminos que
hubo de reconocer el canal cuando se trató de' traer las aguas á la
quinta de Vista-Alegre para S. M. la Reina Madre.
La comisión sabe como S. S. que si no se puede negar que el ca
nal vale algo, no se puede contar con los doce millones que se su.
pone costó al principio; y por lo mismo la comisión abandonó todo
lo del material y demás que oportunamente indicó el Sr. Seuane,
porque sabe que al refundirse el Banco de San Cárlos en el de San
Fernando, hoy existente, se transigieron lodos los créditos, y quedó
todo lo becbo en poder del Estado. Pero la comisión, vuelvo á decir,
echó de menos dos cosas muy importantes : primera , que no resul
taba justificado que conviene convertir el canal de navegación en ca
nal de riego. Esta no es mas que una opinión de la comisión, y en
asuntos de gravedad no dejaba de ser necesario que se justificase, so
bre todo cuando el canal de riego, según la Memoria del ingeniero,
no tenia mas objeto que llevar las aguas á la quinta de Vista-Ale
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gre. Segunda , la comisión advirtió que faltaba valuar los enseres ,
efectos y materiales existentes , y el terreno; y en prueba de que esto
no es despreciable, baste decir que eD un impreso circulado por los
empresarios se habla de una presa que tiene 500 pies de elevación,
y ouidado que 509 píes de piedra sillería no es naa cantidad tan in--
jig niñeante.
Esto sea dicho para que se vea que la comisión ha mirado la ma
teria con tona detención por el punto de la mayor brevedad y del
modo mas favorable al Gobierno; y si alguna cosa se le puede mote
jar es que al terminar su dictamen no haya dicho que el Senado se
sirva desechar este poyec-to y que vuelva al Gobierno para que exija
todas las condiciones que crea convenientes. Pero la comisión al to
mar en su consideración este negocio se encontró.en ún grandísimo
embarazo. Primero, que no siendo una comisión facultativa ni ad
ministrativa no podia entrar á dictar desde luego todas las condicio
nes que debían entrar en una empresa de esta especie; y cualesquiera
que fuesen los conocimientos de que estuviesen adornados los indivi
duos que la componen , debían entrar en una porción de pormenores
que no estaban á su alcance. Segundo, que el proyecto venia acompa
ñado de un pliego de condiciones que formaba parte de la misma ley,
y el Gobierno no podía prescindir de estas condiciones que se acom
pañaban al proyecto de ley tal como se presentaba. Sobre este pani-
oular llamo la atención del Senado para que se entere deque ha he
cho esto la comisión con dos objetos: primero, con el de no compro
meter al Gobierno con un pliego de condiciones que debia modificar:
■eguiido, que lo ha hecho por ganar tiempo, como voy ahora á decir;
debiendo de paso hacerme cargo de otro asunto á que ha hecho alu-
lion el Sr, Gómez Becerra.
S. S. ha tocado e! punto político de lo que la opinión diría si el
proyecto se desechaba ó no, yssi el Senado quedaría en el lugar -que
debe quedar. Yo, señores, siento decir que esta mañana he visto esta
opinión en un periódico, y emitida por un particular que no es em
presario, y contraída á un caso el cual me parece que habíamos fija
do. Pero yo digo que por consecuencia de esla discusión lata, dete
nida y mesurada , sin ofensa do nadie , lo que se sacará en limpio
será ver que el Senado está animado-del deseo de que esta y_ otras
empresas se lleven adelante , pero que para no encontrar los que los
acometiesen obstáculos en los Cuerpos colegisladores , debian venir á
ellos perfectamente instruidos los expedientes y examinados por el
Gobierno y cuerpos facultativos i quienes corresponde; y ademas que
es menester que en esta materia se dé pábulo á todas las opiniones, á
todos los hechos que pueden contribuir á calificar la utilidad ó inuti
lidad de las empresas, seguu los resultados ó los no resultados que
puedan tener, y los perjuicios ó beneficios que hayan podido ocasio
nar, ya fuera, ya dentro, porque al fin , coma dice nuestro refrán,
"de los escarmentados nacen ios avisados
Mas la comisión, que también examinó si debia en un solo arti
culo decir al Gobierno que se le autorizaba para llevar adelante esta
empresa , se encontró realmente en perplejidad sobre los términos en
que había de poner el articulo , porque encontró esas mismas ditícul-
<ades que acaba de encontrar el Sr. Gómez Becerra , y reconoció que
de autorizar al Gobierno para conceder á la empresa tal ó cual con
dicion, esto podría ponerle en conflictos, y sobre esto llamo particu
larmente la atención del Senado. Asi es que se encontró en una situa
ción embarazosa, puesto que si entraba á imponer condiciones se salía
de sus atribuciones, y de no imponer ninguna ponía al Gobierno en
el caso de recibir la ley de aquellos que no queremos que se la den.
Ruego al Senado que tome esto en madura reflexión, y que no crea
ue hay en la mayoría de la comisión el mas mínimo deseo de retar-
,1 ar este negocio, porque el retardo viene de otros puntos.
Pues abora bien : supongamos que se deseche el dictamen de la
mayoría de la comisión; desechado que sea el proyecto que ba venido
del otro Cuerpo colegisladur, pasa á la comisión; esta en uso de sus
facultades naturalmente empieza por presentar un contra proyecto,
porque no se puede apartar de las observaciones que ha emitido y va
á encontrarse en un grande conflicto: primero, porque no ha de sa
lir de lo que ha dicho ; segundo, porque tiene que concluir su dicta
men diciendo que de aquí adelante el Gobierno adopte las medidas
y demás circunstancias que, prévio el dictámen de los cuerpos facul
tativos ó personas que tenga por conveniente consultar, puedan con
ducir al acierto. Naturalmente este dictámen que presentará la co
misión se admitirá ó no se admitirá ; pasará al otro Cuerpo ó no pa
sará , según el rumbo de la discusión ; y en esto, sin que yo me ten
ga pur profeta ni diga lo que podrá ser , me parece que tal vez nos
encontraremos en el misino laberinto. Can que sacamos la consecuen
cia de que cuando queremos abreviar tal vez alarguemos, y cuando
queremos dar al Gobierno facultades tal vez se las quitamos, porque
ciertamente la comisión tiene que ser circunspecta.
lias concesiones establecidas en el proyecto de ley que ha venido
del Congreso de los Diputados, y las del pliego de condiciones que le
acompaña, no pueden admitirse de ningún modo, porque de hacerlo
se le pondrían al Gobierno trabas que le imposibilitan seguir la obra
como conviene á los intereses de la nación. Puesto que el Sr. Gómez
Becerra ha hecho á la comisión la justicia de creer que está positiva
mente decidida por el pensamiento de que se construya el canal, y de
que se dé al 'Gobierno toda la latitud posible para concluir esta obra,
y puesto que, según parece, todo el ataque que se ha dirigido al dictá
men te ha fundado en que do propone que vuelva ese proyecto rt
Gobierno para que examinándole de nuevo le presente después i lai
Córtes con mas copia de antecedentes y datos;»! á esto se reduce toda la
oposición que se hace-, desde ahora la comisión accede á que su dictá
men esté concebidoen estos términos: "La comisión todavía podría
detenerse á informar al Senado acerca de otros puntos, tales como la
duración de la empresa , -los casos fortuitos y las calles de árboles
que se habían de plantar á orillas del canal &c."
Pero como eso llevaría demasiado' lejos este dictámen, y la co
misión cree haber expuesto lo suficiente para ilustrar el ánimo del
Senado, concluirá proponiendo que se sirva desechar el proyecto de
ley á que Se dirige este informe, "remitiéndole al Gobierno para que,
mejor pensado, acuda á las Cortes para pedir la autorización com
petente." Si á estose dirige la impugnación, la comisión está dis
puesta á hacerlo.
Borlo demás, el Sr. Gómez Becerra ha dicho una cosa que el
Senado Tecordará habérmela oído muchísimas veces en este lugar.
S. S. ha dicho que probablemente ni él ni los que posteriormente
sucedan á muchos de los que estamos aqni veremos realizados esos
proyectos gigantescos que se forman de grandes canales , de grandes
caminos y de otras empresas semejantes. Yo, señores, tengo el
convencimiento íntimo de eso mismo; no quiero entrar ahora en los
pormenores de las dificultades que tan abiertamente se oponen á ello,
como es una de ellas la naturaleza, por la forma física de nues
tro suelo.
Yo no quiero entrar tampoco en la falta de capitales que tene
mos para acometer empresas de tanto tamaño cuando el estado del
país proporciona á los capitales una inversión mas lucrativa y de
una utilidad mas conocida de lodos. En nuestra nación sucede que lo
que en unas provincias es ca usa, es en otras efecto. Estas empresas son
efecto en las provincias Vascongadas, por ejemplo á causa de los
buenos resultados que ha producido e4 sistema de abrir caminos que
atraviesan en todas direcciones. En otras provincias, por no haberse
introducido todavía ese sistema , necesita la mano del Gobierno ani
mar á las corporaciones populares para que traten de promoverle.
El Senado sabe que yo he sido el primero á votar y autorizar al
Gobierno para que presentase una ley que diese animación á eslai
empresas. El Senado sabe que constantemente he estado diciendo que
nuestras corporaciones municipales y provinciales destinan tan cor
tos fondos á esta clase de obras que producen un resultado contrario
al que se proponen.
Todo esto y mucho mas be dicho; pero una cosa que también h«
dicho , y que estoy dispuesto siempre á repetir es, que ni el Gobier
no, ni los Cuerpos colegisladores se deben dejar llevar de empresas
que viniendo con el sobrenombre de utilidad pública , y aparentan
do serlo en sus resultados , no lo son atendida nuestra situación, y
mucho menos cuando no hay esperanza de que se lleven á cabo.
Por consecuencia, cuando yo en esta como en cualquiera otra oca
sión me expreso en los términos que lo he hecho , es con dos objetos;
facilitar al Gobierno que pueda llevar adelante esas empresas, y exami
nar detenidamente todas las circunstancias paTa quedespues no se en
cuentre con que en vez de un bien ha hecho un mal al país ; por
que en vez de un beneficio es una calamidad pública , un mal inso
portable, el que proponiéndose, por ejemplo , construir un canal da
navegación, por error de cálculo ó por otro cualquier motivo se en
cuentre con que no se puede llevar adelante , porque esto ya producá
un obstáculo para que sí después se quisiera convertir en canal da
riego no se pudiera Tealizar; asi como la empresa de un canal d«
riego , que por no permitirlo el terreno, ó por otra de las infinitas
dificultades que para esto se suelen presentar, no sé pueda llevar á
cabo, es un mal irreparable , porque tal vez pudiera producir un ca
nal de navegación.
Por consecuencia, reasumiendo y pidiendo indulgencia al Senado,
digo, que sí su opinión es que falta en el dictámen de la comisión
el advertir que vuelva el proyecto al Gobierno para que cumpla las
condiciones que faltan, la comisión no tiene inconveniente en que se
diga ó concluya el dictámen en les términos que ya he manifestado.
El Sr. CAMPUZANO: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: Sí va V. S. á usar de ella por mucho
tiempo se preguntará antes si se proroga la sesión.
El Sr. CAMPUZANO: No señor-; cuatro palabras no mas. Ten
go la desgracia de que el §r. Heros no me haya convencido con lo
que acaba de decir, porque lo que propone que se añada al final dH
dictamen no altera en mi juicio el fondo del dictámen.
Yo pudiera decir mucho; pero atendiendo á lo avanzado de la
hora, me limitaré á manifestar que esta ouestion está reducida i un
punto muy sencillo.
Yo por mi no tengo á vanidad el sostener mi dictámen: supongo
que mis dignos compañeros se hallan en igual caso: unos y otros de
seamos la ejecución de la obra; pero queremos poner fuera de todo
compromiso al Gobierno, tanto que casi casi tiene lugar aqui aquel
refrán de "llora el teatino y no llora el ahorcado;" pero al punto
que hemos llegado, con que diga su parecer el Sr. Ministro está todo
concluido; sí dice que ha de pasar i la comisión, yo creo que'rs»
•erá la opinión del Senado. No tengo mas que decir.
El Sr. Ministro de la GOBERNACION: El Senado me ha oido
con demasiada indulgencia porque he sido bastante largo; no hay
necesidad por tanto de que haga mas indicaciones «obre el partí--
cular.

El Sr. GOMEZ BECERRA: Si se pone á discusión la «lición
que ha presentado el Sr. Heroj, pido la palabra en contra.
El Sr. CAMPUZANO: Pido que se pregunte ai está el punto su
ficientemente discutido.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Me opongo á que se dé por discu
tida una cosa que no se ba discutido, una cosa que se acaba de pre
sentar.
El Sr. PRESIDENTE: Será discutido sin la adición; pero como
se ba hecho ana adición, no puede hacerse la pregunta.
El Sr. HEROS: La comisión no insiste en la adición."
No habiendo ningún otroSr. Senador que tuviese la palabra en
oontra, «e 'preguntó si estaba el punto suficientemente discutido, y
se resolvió afirmativamente. • enmiendas y alteraciones que juzgue oportunas, ó proponiendo la
Al proceder»* á votar, y leído el dictamen de la mayoría de la
comisión por el Sr. Secretario Carrasco , dijo
SI Sr. FERNANDEZ VALLEJO: No es eso lo que se va < ro
lar abofa.
•.-TOMO I.
383
El Sr. CARRASCO: Lo que el Senado Ta á rotar es lo siguiente
(leyó ti dictamen de la comisión).
El Sr. FERNANDEZ VALLEJO: Suplico al Sr. Presidente se
sirva mandar leer el art. 100 del reglamento."
Se leyeron los artículos 74 y 100.
El Sr. PRESIDENTE: El art. 100 es la regla general; el art, 71
es la excepción del caso particular en que nos encontramos.
Puesto á votación el dictamen de la comisión, fue desechado.
El Sr. PRESIDENTE: En su consecuencia , conforme á lo pre
venido en el mismo art. 74, si el Senado declara que un proyecto
no debe ser desechado, la comisión dará su dictamen guardando el
mismo orden que siga el proyecto, haciendo articulo por artículo las
supresión de algunos 6 adición de otros. Asi se verificará. Mañana
se reunirá el Senado á la bora señalada para continuar la discusión
de los asuntos pendientes. Ciérrase la sesión."
Eran las tinco menos toarle.
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 NUMERO 48*
DIARIO
DE
LAS SESIONES
3BH.&M
SESION DEL DIA 13 DE JULIO DE 1841.
Abierta á la mía menos cuarto, y leída el acta de la anterior por
«1 Sr. Secretario Carrasco , quedó aprobada.
Se acordó pasar á la comisión de Actas la de escrutinio general de
elecciones que presenta el Sr. D. Martin Fernandez Navarrete, Senador
nombrado por la provincia de Logroño'; y una manifestación del Sr.don
Vicente León , nombrado también Senador por la provincia de Cuen
ca, fecha en el Provencio á 10 del corriente, en la que expone que á
pesar de sus indisposiciones consiguientes á su avanzada edad acepta
dicho encargo y ofrece presentarse ca el Senado tan luego como dis
ponga lo conducente para ello.
Se acordó imprimir en el Diario de las Sesiona , repartir y que
■ se señalaría dia para la discusión del siguiente dictamen :
"La comisión encargada de informar sobre el proyecto de ley apro
bado y -remitido por el Congreso de los Diputados acerca de la re
dención del censo de población de Granada lo ka reconocido y exa
minado detenidamente, y consultado ademas los antecedentes que con
relación á este asunto existen desde la legislatura anterior; y en vista
de todo es de sentir que el referido proyecta debe aprobarse tal como
viene del Congreso de los Diputados.
«Para fundar este dictámen no cree la comisión necesario dete
nerse á hacer en este lugar relación circunstanciada de la historia de
dicho censo , creyendo suficiente en esta parte referirse como se refie
re al extenso dictámen que sobre el mismo asunto se leyó al Senado
en la sesión de 3 ¡de Junio del año próximo pasado de 1810 , que se
halla inserto en el Apéndice 3! al número 49 del Diario de ¡ai Se
siones -correspondiente á la de dicho dia, en cuyo documento no
solo se encuentra todo lo respectivo i la parte historial de este ne
gociado, sino también las principales razones que conducen á per
suadir la justicia y conveniencia de lo mismo que ahora tiene el ho
nor de proponer la comisión.
«Recordara* esta sin embargo que no puede menos de reconocerse
desde luego la calidad de redimible que tuvo desde su origen dioso
censo, pues habiendo «ido en realidad una de las bases para la colo
nización ó sea la población del antiguo reino de Granada , participó
indudablemente de la naturaleza de un verdadero convenio ó pacto,
en cuya contemplación ya desde el tiempo del Sr. D. Felipe II y
por su Real cédula de 1578 se autorizaba la redención del -censo en
cuestión por el simple capital.
Redacción del pro¡redo como tiene del -Congreso de los Diputados .
Articulo 1? Los censos conocidos en el antiguo reino de Granada
con las denominaciones de Sueltos, Suertes, ¿ilnce-s y pihuela, que
componen la renta llamada Censo de Población de Granada , podrán
redimirse graduándose su capital al 3 por 100 , y satisfaciéndose en
papel de la deuda del Estado de la misma clase y en la misma pro
porción y plazos que señala el art. 3? de la ley de 31 de Mayo
de 1837.
Art. 2? £1 Gobierno dispondrá lo conveniente para que estas re
denciones se verifiquen con arreglo á los artículos 2?, 3? y 4? de la
ley 19, tít. 15 del lió. 10 Je la Novísima Recopilación en cuan
to no fuere contrario á las disposiciones de la presente ■ y de modo
S._TOMO I.
341
DE CORTES
La admisión de los títulos de la deuda consolidada para la reden
ción de este censo no puede ser objeto de justa ni fundada objeción
porque ademas de que nadie redime boy capitales con dinero efecti
vo á razón de 3 por 100, es notorio é innegable que cuántas reden
ciones de población de este género han llegado á verificarse todas se
han hecho con títulos de igual naturaleza, y que en igual forma se
han redimido otras cargas análogas.
Una mejora muy notable se encuentra ademas en este pTOyecto sí
se comoara con el presentado en la legislatura anterior, y consiste
en la explícita prevención contenida en su art. 2?, á efecto dé qite las
redenciones de qne se trata se verifiquen con arreglo á ciértos ani-
cáloi de la ley de la Notísima Recopilación , cuyas disposiciones fa
cilitan en gran manera la redención de los censos de suertes, que de
otro modo siempre fuera embarazosa por la condición de su manco
munidad.
No hubiera estado de mas en juicio déla comisión haber introdu
cido en este proyecto algún género de explicación relativa á los cen
sos llamados de íbices y de Abuela, de que respectivamente vienen
á ser participes- las fábricas de ciertas iglesias del antiguo reino de
Granada, los propios de la capital y la Hacienda publica; pero no pue
de dudarse que esto viene entendido asi en el misino proyecto , como
lo indican las palabras que componen la renta llamada Censo de pobla
ción de que se usa en el art. 1? La comisión por tanto lo ha entendi
do y adopta en dicho sentido , con el que queda á salvo el despojo
que de otra manera pudiera venir á hacerse á los referidos partícipes
de dichas rentas.
La abolición del derecho de Fardas ó guardas de mar , de que se
trata en el art. 4? y último del proyecto, es rigurosamente justa y
conforme á la base constitucional de la igualdad de contribuciones
con que deben servir todos los españoles: de otro modo vendria á su
ceder que como unos cuarenta pueblos del antiguo reino de Grana
da , después de contribuir en general para un objeto nacional, su
frirían un gravamen particular para el mismo fin.
Por todo lo cual, y estando la comisión dispuesta como lo está á
dar en todo caso las mayores explicaciones que tal vez puedan apete
cerse en esta materia, tiene el honor de proponer al Senado la adop
ción y aprobación del proyecto de que se trata en los términos si
guientes :
Idem de la comisión del Senado.
Conforme.
Conforme.
98
 342
que, tin perjuicio de las solemnidades necesarias para que tengan la
ralidez y firmeza apetecible , se hagan con el menor costo : á este
fiu se extenderán las escrituras impresas y en papel de oficio, que
dando un libro de registro en la intendencia , y las copias , tam
bién impresas, se darán á los interesados, sin necesidad de que inter
vengan en ellas escribanos, y si el intendente, contador y adminis
trador, uniéndose á cada copia el pliego de papel sellado correspon
diente á los instrumentos de su clase , según la cuantía y confor
me á la instrucción de dicho papel.
Art. 3? En el caso de que los censatarios no hagan uso del de
recho que se les concede por los artículos anteriores dentro del pla
zo de cuatro años, contados desde la promulgación de esta ley, queda
el Gobierno facultado para enagenar los censos , vendiéndolos á per
sonas particulares, pero en clase de redimibles.
Art.. 4? Queda abolido el derecho de farda ó guardas de mar , y
sin obligación alguna los pueblos que se hallan gravados con esta
carga.
Entrándose en el orden del día se procedió á la discusión del
dictamen de la comisión mixta sobre arbitrios impuestos para la
construcción del teatro de Oriente en esta corte.
Se leyó el dictamen. {Véase el Apéndice al Diario núm. 41.)
No habiendo pedido ningún Sr. Senador la palabra en contra, se
procedió á la votación ; y leido el único articulo quo contiene, fuo
aprobado, enunciando el Sr. Presidente que el proyecto pasaria al
otro Cuerpo colegislador.
Se leyó la siguiente proposición del Sr. Capaz:
"Habiéndose procedido en las Cortes para el nombramiento de
tutor de S. M. y A. del mismo modo que se verificó para nombrar
el Regente del reino, observándose las reglas establecidas por ambos
Cuerpos colegisladores, según asi lo acordaron también para este
último acto; y estando pendiente aun el que el Tutor nombrado por
las Córtes preste el juramento debido, debiendo determinarse antes
la fórmula del mismo, los términos, y en manos de quién deberá
prestarlo , propongo al Senado :
Que tomando en consideración las obserráciones que preceden^
se sirva mandar se forme una comisión que las examine, y proponga
por consecuencia al Senado lo que estime conveniente."
El Sr. CAPAZ: La proposición que acaba de leerse me parece
qüe es muy sencilla. Es absolutamente igual i la que hizo el señor
Ondovilla cuando se trató de la cuestión de Regencia, y sobre la
cual'informó una .comisión proponiendo las formas que por regla
mento debian seguirse para el juramenta del Regente. El nombra
miento de Tutor puede creerse incompleto porque no ha prestado
todavía juramento, y por lo tanto es preciso' establecer la forma
cómo hade verificarse este solemne acto. Asi, pues, creo que es
una cosa muy sencilla, y que el Senado puede tomarla en conside
ración para que se nombre la comisión á que la proposición se re
fiera, y esta dé su dictámen."
Leída por segunda vez, fue tomada en consideraeion.
El Sr. PRESIDENTE: Esta proposición pasará á las secciones
para el nombramiento de la comisión que ha de informar acerca
de ella."
Leyóse el siguiente dictárnen, acordándote su impresión en, el
Conforme.
Conforme.
El Senado podrá ser servido de aprobarlo asi , ó resolver en oleo
caso lo [que estime mas acertado. Palacio, del mismo 13 de Julio
de 1841.=E1 conde de Pinofiel , presidente.=José María Galdiano.=
Domingo Ruiz de la Vega , secretario.
Diario de las Sesiones, y que se repartida y señalaría día para su
discusión :
"La comisión encargada por el Senado de examinar y dar dictá
men sobre el proyecto de ley presentado por el Gobierno en el Con
greso, y ya adoptado por aquel Cuerpo, ha visto con la mayor deten
ción los documentos y razones que apoyan la concesión que dicho
proyecto encierra de una pensión de 7,500 rs. á la viuda é hijos del
Si\ D. José Pérez de Rivas por equivalente á la viudedad que en
clase de regente de la audiencia de Burgos Ies habría correspondido
si hubiese llegado á tomar posesión de este destino, para el cual se
hallaba nombrado al tiempo de su fallecimiento! Siendo bien notorios
y relevantes los méritos del difunto D. José Pérez de Rivas, que
por espacio de mas de treinta años ha acreditado en varios destinos,
ya de magistratura, ya de gefe político, y tambiem como Diputado á
Córtes , su integridad , su patriotismo y su adhesión al sistema cons
titucional ; habiendo dejado una viuda y cinco hijos, entre estos uno
impedido, faltos de todo auxilio si se atendiera al rigor de los regla
mentos del monte pió, por ser el caso singular y oportono, como ya
el Congreso y el, Gobierno lo hail reconocido, para demostrar que la
nación ampara á las familias de los que le consagran sus tareas , sus
desvelos y hasta su existencia, la comisión opina, que el Senado pue
de servirse aprobar el siguiente proyecto de ley; . , ,.. ..
Articulo único. Se concede á Doña María Ibíza , viuda de don
José Pérez de Rivas, y á los hijos de ambos, la pensión de 7,500 reales
anuales, con sujeción á las leyes vigentes para el goce de las viude—
dades que corresponden á las mugeres é hijos de los regente* de las
audiencias. Palacio del Senado 13 de Julio de 1841.=José Espinosa
de los Monteros, presidente»Vicente Gil Muñoz.=Joaquin Fran
cisco Campuzano^zJosé Ramón de Camps y Aviñó, secretario."
El Sr. PRESIDENTE: Los señores presidentes de las secciones se
servirán reunirías para calificar las proposiciones de ley presentadas
en la sesión de ayer por los Srcs. Onís y Sánchez Fernandez, pues
que ya se han pasado las oopias á las mismas secciones. Para la pri
mera Teunion del Senado se avisará i domicilio.
Ciérrase la sesión." , .
Era la una y cuarto. .
«!■-:-. V
i. i.■ i ' . i * i
 m M EUO m.
diario
•:
■ • ■*
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 15 DE JULIO DE- 1841.
- Se abrió á la ana, menos di» minutos, v leida el acia de la anle^
rior por el Sr. Secretario Valero, y Arlela fue aprobada.
Se acordó pasar á las secciones para el noinbramienlo de comisión
lo» «¡guíenles proyectos de ley aprobadosy remitidos por el Congreso
de los Diputados-
Ai. Se.vai>o.= "El Congreso de los Diputados, habiendo tomado en
consideración el proyecto de ley relativo á vinculaciones presentado
por el Gobierno de S. M., ha aprobado lo siguiente:
Articulo Í.Í Xas leyes y declaraciones de la anterior época cons
titucional sobre supresión de mayorazgos y otras vinculaciones , que
están válidamente en observancia desde 30 de Agosto de 185$,. en
qne fueron restablecidas, continuarán en vigor solo en la Península é
islas adyacentes.
Art. 2? Es válido y tendrá cumplido efecto todo lo que se hizo én
virtud j conformidad de dichas leyes y declaraciones desdeque se ex
pidieron basta 1° de Octubre de 1823. Serán respetados y se herán efec
tivos los derechos que en aquel periodo se adquirieron por lo estableci
do en las mismas del modo que se expresaráen los artículos siguientes.
Art. 3? Los bienes vinculados correspondientes á la mitad de que
pudieron disponer los poseedores, y cuyo dominio trasfirieron á otros
por cualquier titulo legitimo, ya oneroso, ya lucrativo, se devol
verán á los que los adquirieron , ó á. sus herederos en su caso , si
la traslación se hizo con los requisitos y formalidades prevenidas
en las citadas leyes y declaraciones, y los adquirentes no han recibi
do ya su valor ó equivalencia.
Art. 4? . Silosqueá virtud de esta ley deben recobrar bienes ama
yorazgados que por titulo lucrativo adquirieron desde 11 de Octubre
de 1820 hasta 1? del mismo mes de 1823 , ó entrar en posesión de ellos,
hubiesen recibido con posterioridad á este último dia algunas can
tidades por via de dote ú otra causa cualquiera con arreglo á las res
pectivas fundaciones, ó en virtud de pactos celebrados entre los po
seedores anteriores y sus inmediatos , quedan obligados al abono de
Ja mitad de la suma en que consistan, debiendo recibirla en cuenta
de lo que les corresponda. ¡ ?. . ' . •.
Art. 5i Recobrarán su fuerza y se harán también efectivos los con-
tratos que celebraron los referidos poseedores desde 11 de Octubre
<le 1820 hasta 1? de igual mes de 1823 con respecto á la enagenacion,
hipoteca li obligación de la mitad de los bienes de que podían dis
poner.
Art. 6? Se entregarán á los herederos testamentarios ó legítimos
de los mismos poseedores, á los legatarios ó á los que hayan sucedi
do con arreglo á derecho, á unos y otros, los bienes que respectiva
mente les correspondieran de la mencionada mitad, si dichos posee
dores, berederos ó legatarios en su caso fallecieron antes del 1! je Oc
tubre de 1623. ; <
Art. 7! Ijüs disposiciones de los artículos que antecedencompren-
den la otra mitad de los bienes vinculados reservada á los inmedia
tos sucesores , si adquiriesen el derecho á disponer de ella por fa
llecimiento del anterior poseedor ocurrido antes del 1° de Octubre
de 1823. ,,u •■■!•'.■<•■ , „ . -.
Art. 8? Los que en virtud de esta ley deben recobrar bienes de
que fueron privados por lo dispuesto en el Real decreto de 12 deOc-
9L-TOMO 1.
343
*y¿w.
:dé .
1 .* . * . * '
DE CORTES.
tubre de 1823, y cédula de 11 de Marzo de 1821 , ó entrar en pose
sión de los que coa arreglo á la ley de 11 de Octubre de 1820 les cor
respondieron, no timen acción para reclamar los frutos y rentas de los
mismos bienes, producidos desde, 1? de Octubre de 1823 basta la pu
blicación de esta ley. ; , ,„,;,. .
Aru 9! Los poseedores en. 11 de Octubre de. 1820 que fallecieron
desde 1! de Octubre de 1823 basta. 30 de Agosto de 1836 no trasfi-
rieron dereeho alguno para suceder en los bienes que se reputaban du
rante este último periodo como.vinco lados.
Art. IrO. Los que desde 11, df Octubre de 1820 hasta el 1? del mis
mo mes de 1823 sucedieron en bjeoes que habian sido vinculados , y
fallecieron desde este último dia hasta el 30 de Agosto de 183(í , no
trasmitieron por sucesión testada ni intestada derecho de suceder eü
Jos bienes que á su fallecimiento estaban considerados como vincu
lados.
Art. 11. Se declaran validas y subsistentes las enagenaciones de
bienes vinculados que se hayan hecho desde 1? de Octubre de 1823
hasta 30 de Agosto de 1836 en virtud- de facultad Real y con las
formalidades prescritas por derecho. El producto de las ventas que
no se baya empleado en mejora ó beneficio de la' vinculación se
imputará al vendedor en la parte de esta que le corresponde como
libre. I , , , ,.• . . , ; •
Art. 12. Se exceptúan de lo dispuesto en el 'articulo anterior las
enagenaciones de aquellos bienes que específica y determinadamente
pueden recobrar otros, interesados en virtud de esta ley. Si estos loj
hubieren adquirido por titulo oneroso loa recobrarán, indemnizándose
al comprador posterior de los otros bienes existentes en las vincula -
Art. 13. También se declaran válidas y subsistentes las adquisi
ciones que hayan hecho las vinculaciones por permuta;, subrogación
ú otro título ;y los bienes asi adquiridos se considerarán en el mis
mo caso que los demás que las componían.
Art. 14. Los contratoíy transacciones que se hayan celebrado en
consecuencia de la ley de 9 de Junio de 1835 , las ejecutorias dicta
das en su virtud i y lo que se haya practicado en cumplimiento déla
misma , se guardará y cumplirá en todas sus partes.
Art. 15. Queda reservado su derecho á los poseedores- dé las fincas
vinculadas, y á los dueños de las que deben entregarse en cumpli
miento de esta ley, para que puedan reclamarse mutuamente con ar
reglo á derecho los desperfectos ó mejoras de las mismas desde 1? de
Octubre de 1823 hasta la fecha de la promulgaciqn de esta ley.
Art. 16. Aunque no deberán en adelante concederse cédulas de
facultad para consignaciones alimenticias en favor de los viudos ó
viudas de poseedores de mayorazgos y vínculos , sea cualquiera ]á épo
ca en que se hubieren casado, se cumpliráoi las promesas , pactos y
convenios relativos á ellas que se hayan celebrado con arreglo á de
recho en capítulos matrimoniales ú otros instrumentos legalnient*
otorgados. • '
Art. 17. Los dichos poseedores, y en su paso los sucesores inme
diatos, aun teniendo herederos furiosos, podrán consignar a sus
I 99 ; "
 344
raugerrs 6 maridos por escritura pública ó por testamento, y en j ha de ser recibido, y juramento que ha de preitar el Tutor nomina
cooceplo de viudedad , basta la cuarta parte de la renta de la mitad do de S. M. y A.¡
de los bienes cuya libre disposición han adquirido. lí Al Sr. D. Tomás Ladrón de Guevara.
Art. 18. Las consignaciones de viudedad en virtud de facultad 2? Al Sr. D. Juan Lasaña.
competente concedida desde 1? de Octubre de 1825, y antes del 30 3i Al Sr. D. Alvaro Gómez Becerra.
de Agosto de 1836, tendrán su debido cumplimiento , siendo res 4* Al Sr. D- José Cecilio de la Rosa.
ponsables á ¿1 los bienes que existían en las vinculaciones al tiempo de j5í Al Sr, D. Dionisio Capaz,
concederse la facultad, menos los que deban entregarse á otros inte Que la misma comisión había nombrado presidente al Sr. D. Al
resados en virtud de esta lev ; pero cuando baya esta diiminucioa, varo Gómez Becerca, y secretario al Sr. D. Dionisio Capaz.
se disminuirá proporcionalmente la cantidad consignada. Y que la'encargada de informar sobre el proyecto de ley para de
Art. 19. Lo mismo se entenderá con respecto á las consignaciones rogación de las leyes que conceden el derecho de retracto, llamado
de alimentos que los actuales poseedores deben pagar á los sucesores legitimo, gentilicio ó de abolengo, había nombrado presidente al se
iumediatos ú otras personas, con arreglo á las fundaciones, pactos ó . ñor D. Miguel Antonio Zumalacárregui , y secretario al Sr. D. Ni
fallos de los tribunales. (J colás Bonel y Orbe.
Art. 20. Quedan derogadas, en cuanto sean contrarias á esta ley, El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. D. María»
la de 9 de Junio de 1835 y cualesquiera otras órdenes ó decretos. no Ruiz de Molina, marqués de Embid , fecha en Guadalajara A 4
Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado, acompañando del corriente, en la que contestando al oficio que se le pasó avisándo
el expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio le que el Senado Le Labia admitido al ejercicio del cargo de Senador
del Congreso 12 de Julio de 1811.=Agustin Arguelles, Presiden te. — por la provincia de Guadalajara, dice se presentará en fines del actual
.José Sánchez de la Fuente, Diputado Secretario.^Julián de Huel que habrá concluido negocios importantes de cargos públicos.-
les, Diputado Secretario." " Previo anuncio del Sr. -Presiden te, 'y -precedido de los Sreií^Séere-
Al Senado, "fc'l Congreso de loi Diputados, conformándose con tarios Carrasco, y Valero y Arlela, enlró á jurar el Sr. D. Tomas Sán
lo propuesto por una comisión de su seno para que se conceda uua chez del Pozo, Senador nombrado por la provincia de Cáceres, anun
pensión á la viuda de D. Antonio Miyar, tía aprobado -el siguiente ciándose quedaba agregado á la sección tercera.
proyecto de ley : Se leyeron , acordándose imprimir , repartir y que se señalaría
Articulo tínico. Se concede á doña Rufina Ortega, viuda de dia para su discusión, los siguientes dictámenes:
I). Antonio Miyar, la pensión de 15,000 rs. anuales. Al Senado. = Cuando la comisión que habla víó el proyecto de
Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado, acompasando ley aprobado por el Congreso sobre la extinción de las cargas y
el expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio prestaciones qué por el mero derecho de patronato se satisfacían á
del Congreso 13 de Julio de 1841 = Agustín Arguelles, Presidente» las iglesias ó conventos suprimidos, conoció , como (a de la anterior
José Sancbex de la Fuente, Diputado Secretario.^Julián de Uuelbcs, legislatura, que hubiera sido conveniente comprender en la proyec
Diputado Secretario." tada ley ciertas donaciones y limosnas con que algunas familias y
Al Senado. "El Congreso de los Diputados, conformándose particulares, como poseedores de finca» gravadas con aquellas cargas,
cou el dictamen de la comisión encargada de examinar la propo aunque sin la calidad de patronos , contribuían á los conventos, sin
sición de ley de varios individuos de su seno relativa á la cons otro objeto que el de auxiliarlos para atender á la manutención da
trucción de un palacio para celebrar sus sesiones, ha aprobado lo si sus individuos. Pero la comisión entendió*, como igualmente había
guiente; ' • entendido la antigua, que hallándose estas prestaciones en el mismo
Articulo 1? Se autoriza al Gobierno para qne proceda desde lue caso que las de mero patronato, faltando como en estas el fin pri
go á disponer el derribo del edificio ruinoso del Espíritu Santo, donde mario y exclusivo de su institución, no era necesario expresarlas en
el Congreso celebraba sus sesiones, dejando á su arbitrio el modo 'de el proyecto, lanío porque debían estimarse extinguidas, cuanto por
ejecutarlo que juzgue nías económico y conveniente. que haciendo esta expresión se daba motivo- para una comisión mix
Art. 2? Se abre un crédito de cuatro millones de reales al Go ta , como ahora tendrá que reunirse, cualquiera que sea la innova
bierno de S. M. para que disponga la construcción de un palacio de. ción que se baga en el proyecto primitivo. Asi es que se limitó á
nuevaa planta para el Congreso de los Diputados en el mismo solar dar su dictamen sobre éi tal como se la babia presentado, teniendo
. .ntiguo, cuya obra deberá estar concluida lo mas pronto posible. la satisfacción de que se aprobase por el Senado lo mismo que el
delArt. 3? El Gobierno, teniendo á la vista los arbitrios propuestos Congreso babia decidido.
en la proposición sometida al exámen de la comisión, los adoptará Pero como en seguida se hicieron dos adiciones, una'por el Sr. Caa-
si los juzga necesarios. maño, y otra por el Sr. Sánchez Fernandez, que el Senado tuvo i
Art. 4? Una comisión del Congreso inspeccionará el plan y la eje bier lomar en consideración, y acordar pasasen á la comisión, esta
cución de la obra poniéndose de acuerdo con los arquitectos, para se ha visto en la necesidad de examinarlas, como efectivamente lo
que corresponda á su objeto. ha hecho; resultando de este exámen , y de lo que se manifestó en la
Y el Congreso de (os Diputados lo pasa al Senado , acompañando discusión de ellas, que estima conveniente que para evitarse en lo su
el expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio cesivo demandas y contestaciones, siempre dañosas á las familias y á
del Congreso 13 de Julio de 18 U—Pedro Antonio de Acuña, Vice la sociedad, se apruebe la primera por hallarla comprendida entre
presidente.=José Sánchez de la Fuente, Diputado Secretario. ~.Julián lasque desde el principio creyó la comisión que debieron expresarse
de Uuelbcs , Diputado Secretario." en el proyecto de ley, y que no lo hiio por la Tazón ya alegada de
Dióse cuenta de una comunicación del Congreso de los Diputados no provocar nna comisión mixta con dispendio de tiempo, tanto mas
techa .13 del actual poniendo en conocimiento del Senado para los sensible, cuanto qne la legislatura está á punto de concluir.
efectos convenientes haber sido nombrados los cinco Sres. Diputados En cuanto á la segunde, como su autor le ha dado demasiada la
D. Joaquin Romero y Domingo, D. Angel Iznardi , D. Ramón Ma titud, queriendo que se reputen por cargas ó prestaciones procedente*
fia Teinprado, D.' Francisco Méndez Vigo y D. Vicente 'Prueba Co de patronato todas las que se satisfacían i iglesias ó conventos supri
sió para que con igual número de Sres. Senadores formen la coini- midos mientras que por la parte por quien se reclamen no se pruebe
aion mixta acerca del proyecto de ley relativo á que los capitanes ge lo contrario, la comisión no puede conformarse con ella , persuadida
nerales y otras autoridades nó puedan ser propuestos para Senadores como está de que hay cargas 'de justicia tan notorias y de tal natu
ni elegidos Diputados por las' provincias que compongan los distri raleza que pueden y deben subsistir aun después de la supresión de
tos de su mando ó jurisdicción. los conventos: tales son los censos, las obras pias, las memorias,
Se acordó pasar i la cbinilíon nombrada por el Senado. auiversarios y misas que deben continuar pagándose por los posee
Fue recibida con agrado'? .se acordó archivar una exposición de dores de las fincas á que estén afectas, y cumplirse en la iglesia par
la diputación provincial de las Islas Canarias, fecha 9 de Junio an roquial en cuya feligresía y demarcación se hallen aquellas , según
terior, felicitando á las Corles por el nombramiento del duque de la se previene en el art. 3? de la ley de 21 de Julio de 1840.
Victoria para Regenie del reinp. Hay sin embargo nn pensamiento que domina en esta adición,
Se leyó un oficio del Sr. D. Mauricio Cárlos de Onís de 14 del que la comisión no ha perdido de vista, y que cree seria oportuno
corriente, en que manifiesta que en igual fecha empezaba á hacer uso adoptar , atendida la conducta que hasta áqui ha observado la Direc
de la licencia que el Senado había tenido á bien concederle. ción de Amortización, á cuya caja se aplicaron los bienes, derechos
El Senado quedó enterado. y acciones de los conventos. Esta y sus dependencias, al paso que se
Asimismo lo quedó de otro del Sr. D. Ramón Gil de la Cnadra, han mostrado poco cuidadosas en satisfacer y cumplir las cargas que
fecha 12 del actual, manifestando qne en el mismo dia empezaba á pesaban sobre las fincas de los regulares, han sido demasiado activas
usar de la licencia que por tres meses le estaba concedida para salir para indagar, perseguir y hacer efectiva la cobranza de todo aquello
de esta corle á restablecer su salud. que han supuesto pertenecerías en representación de lds expresados
Fue recibido con aprecio y acordó archivar rl primer cuaderno de concentos. ■■ns"
la obra titulada Libertades de la iglesia española vindicadas contra Justo es qne nada se defraude á la Hacienda pública de lo qne se
1 la alocución del Real¡simo IJadre Gregorio Xt* I en el consistorio la ha adjudicado por la ley ; pero también lo es que se proteja i los
secreto de i" de Marzo de este año, qué con exposición fecha 12 del ciudadanos , y se impida qué sean vejados con demandas', apremios
corriente dirige al Senado el Dr. D. Joaquin Lumbreras, catedrático y exacciones, que sobre los gastos é incomodidades que leí ocasionan,
de disciplina eclesiástica general y española en la universidad litera sirven de ordinario para hacer odiosas las disposicionrsjque emanan
ria de esta corte. de las Córtes y del Gobierno , y las manos á que se comete so cum
Dióse cuenta de que las lecciones babian nombrado para la comi plimiento. •' *
sión que ba di proponer lo conveniente sobre el ceremonial con que Para eonsegnir este objeto, justo y legal al paso que político, j

para poner un término i las mucha! reclamaciones que se han in
tentado y se intentan sobre este punto por la Dirección de Amortiza-
cion y por sus oficinas, juzga la comisión que se las imponga la obli
gación de probar por su cuenta en la forma competente que las de
mandas que llagan son justas y legitimas y de diferente naturaleza
de las prestaciones , donaciones ó limosnas que quedan extinguidas
por esta ley. En consecuencia se atreve á proponer que al articulo ya
aprobado se añadan los dos siguientes:
Art. 2! Del mismo modo queda extinguida la obligación de con
tribuir á los conventos suprimidos á á quien los represente con aque
llas cantidades en dinero ó en especies con que estaban gravadas al
gunas fincas de familias ó particulares, aunque sin la calidad de pa
tronos, y que no tenian otro objeto que el de atender á la manuten
ción de las comunidades.
Art. 5? La Dirección de Amortización y sus dependencias no po
drán reclamar derechos ó acciones que supongan pertenecer á los con
ventos sin probar por su cuenta en debida forma que las demandas
que hacen son de legitimo adeudo y de distinta naturaleza de las
prestaciones 6 limosnas que quedan extinguidas en los dos artículos
que preceden.
El Senado como siempre acordará lo que estime mas conve
niente. Palacio del mismo á 14 de Julio de 1841. =E1 conde de Pino-
fiel.=Vicente Gil Muñoz.=Joaquin Pérez Necochea = Marlinez Ve-
laseo=Mannel Ventura Gómez, secretario de la comisión."
"La comisión encargada de dar su dictamen acerca del proyecto
de ley sobre retiros militares, propuesto y aprobado en el Congreso
de Diputados, después de haber examinado con (oda la madurez y
detenimiento que por si misma exige tan imporiante materia, ya
porque en rila se va á resolver la suerte de las beneméritas clases mi
litares, y ya porque del modo de resolverla dependa en gran manera
la conservación y dignidad del ejército nacional y el que sea este
mas ó menos gravoso al Tesoro público , tiene el profundo senti
miento de no estar conforme en un todo cou lo propuesto y ya apro
bado por el otro Cuerpo colegislador, viéndose por lo tanto en la
para ella dura precisión de suprimir, modificar y adicionar algunos
de los artículos, sustituyendo en su lugar otras disposiciones que la
han parecido mas justas y convenientes.
Ni podía ser de otra manera porque hijo el proyecto primitivo
de una proposición aislada, reducida á que se restableciese- el art. 111
de la ley orgánica de 1821, no era posible que de tan limitada base
resultara una obra completa, ó por lo menos se aproximase á la perfec
ción apetecida en un asunto tan complicado, respecto del cual en lo
que Va de este siglo han regido diferentes reglamentos, en mochos
345
puntos opuestas y discordes entre si , y que unas veces han favorecido
y otras lastimado los intereses y derechos adquiridos de las benemé
ritas clases militares.
La comisión no desconoce que el trabajo que tiene el honor de
presentar al .Senado no puede menos de er incompleto y defectuoso,
como precisamente ba sucedido , aunque en mayor grado con el que
ba venido del Congreso de Diputados; y por lo mismo hubiera de
seado, ó que esta ley de retiros hiciese parte de la ley orgánica del
ejército que haya de regir en lo sucesivo, ó que el Gobierno de S. M.,
en uso de su iniciativa , y con todos los datos y antecedentes que tie
ne á su disposición, la hubiera presentado con aquella concordancia,
armonía y complemento de que siempre carecen las disposiciones par
ciales, y que solo pueden hallarse en un sistema.
Pero en la necesidad de limitarse á dar su parecer sobre el pro
yecto tal cual se ha so'metido á su examen, la comisión se ha visto
en la sensible precisión de discordar en algunos puntos con aquel.
Espera, sin embargo, que si su dictamen no llega á corresponder á
los deseos del Senado, se persuadirá á lo menos de que ha procurado
conciliar en lo posible todas las opiniones, y dado una muestra de
que no la han guiado en sus trabajos otros impulsos que los de su
convicción y su conciencia.
Persuadida la comisión de que toda ley á que se da efecto retroac
tivo lastimando derechos adquiridos es por necesidad defectuosa é
injusta, ha creido de su deber evitar este inconveniente en la ac
tual en cuanto sea posible , y de aqui que se haya visto obligada á
suprimir varios artículos, modificar algunos, enmendar ó adicionar
otro».
Tampoco ha perdido de vista la comisión las apuradas circuns
tancias en que por desgracia se encuentra el Tesoro público; pero no
puede por eso desentenderse de la imprescindible obligación que la
nación tiene contraída con la numerosa clase de retirados, reliquias
venerables de tres guerras consecutivas, ni menos de las recompen
sas debidas á los que habiendo dado la paz al pais á costa de heroicos
sacrificios que soliciten en lo sucesivo su retiro; y aunque no se le
ocultan las ventajas que por el presente proyecto de ley se conceden
á los gefes y oficiales del ejército , no recela la comisión poder ser
censurada de pródiga por ninguno que conozca el verdadero valor de
las privaciones y padecimientos de campaña. ■ ■
La comisión , por último , recelosa de molestar con antipacion al
Senado exponiendo detallada y minuciosamente las sólidas razones
en que se lia fundado para reformar el proyecto aprobado en el otro
Cuerpo, se reserva manifestarlas en el curso de la discusión de este
dictámen , que somete á su aprobación , eu los términos siguientes :

Enmiendas al proyecto de ley sobre refiros militares aprobado por el Congreso de Diputados.

TEXTO LITERAL SIN ENMIENDAS. ENMIENDAS,

Articulo 1? Los gefes y oficiales que tuviesen dooeañosde ser Articulo 1? Los gefes y oficiales que tuvieren 12 años de servicio,
vicio y soliciten su retiro le obtendrán, conservando el uso de uni incluios los abonos de campaña, y soliciten su retiro, la obtendrán
forme. conservando el uso de uniforme.
Art. 2? El derecho á sueldo se adquiere en los casos y con la Art. 2? El derecho á sueldo se adquiere en los casos y con la pro
graduación siguiente : gresión siguiente:
sinos, Decimos. jifias. CtnUsbnos.
A los veinte años de servicio 3/10 20 años de servicio , .. 30
A los veinte y cinco idem 4/10 25 id. id 40
A los treinta idem 6/10 30 id. id.. 60
A los treinta y cinco idem 8/10 31 id. id 63
A los cuarenta idem Ít/IQ 32 id. id 66
33 id. id 6»
34 id. id 72
35 id. id 76
36 id. id *8
37 id. id ,. 81
88 id. id.. 84
39 id. id 87
40 id. id... i.,.;...,.......,., ........ 60
Para las asignaeiones que Tan expresadas servirán de tipo los Igual.
sueldos señalados á los gefes y oficiales de la infantería de linea.
Los sueldos concedidos hasta el dia por graeia especial, y sin los Suprimido.
años de retiro que prescribían los reglamentos no continuarán; y en
lo sucesivo no habrá gracias de esta especie.
Art. 5! Para los efectos de los artículos precedentes se contarán Art. 3? Para los efectos del articulo preoedenle se contarán los
los abonos de campaña, después de haber servido activamente veinte abonos de campaña después cíe haber servido activamente 20 años en
años dia por dia. teros dia por día.
Art 4? Los gefes y oficiales que hayan sido separados del ser Art. 4? Suprimido,
vicio en virtud de sentencia ó con malas notas en sus hojas de ser
vicio , do disfrutarán de las mejoras de retiró concedidas en los ar
tículos anteriores, ni tampoco los que lo hayan pedido en tiempo de
guerra , ó antes de haber cumplido 45 años de edad.
 346
Art. 5? Los que por herida» recibidas en campaña quedasen to Art. 5? Igual. • ,'
talmente inútiles para continuar en el servicio tienen derecho al
sueldo máximo de retiro señalado en dicho art. 2! ' ■. • . ; i
Art. 6? Los gefes y oficiales que se hubieren distinguido en ac Art. 6? Suprimido, y »e le sustituye el siguiente:
ción de guerra ó por servicios extraordinarios debidamente justifi Los gefes y oficiales absoluta y visiblemente inutilizados en fae
cados, y quedaron inútiles para continuar rn el de las armas, ten nas del servicio por accidente fortuito, justificado en el acto, perci
drán derecho al sueldo de retiro que se fija para 30 años de servicio birán la pensión de retiro próxima mayor á la que por sus años de
aunque no los tengan. '* servicio les corresponda.
Los aspirantes á retiro por esta causa, si su inutilidad absoluta
fuese dudosa, quedarán de observación para declararla facultativa
mente, ó no por el plazo de un año y nada mas.
Art. 7? Los gefes y oficiales que hayan perdido totalmente la Art. 7? Igual.
vista ó un miembro en acción de guerra, ó en operaciones de cam
paña , disfrutaran por retiro de todo el sueldo de su empleo, cual
quiera que sea el tiempo que lleven de servicio.
Art. 89 Para entrar al goce del sueldo de retiro que en dicho ar Art. 8? Para optacal goce deisueldo de retiro en que el art. 2í se
ticulo 2! se señala es condicim precisa contar dos anos de antigüe señala es condición precisa contar dos años de efectividad en el últi
dad en el último empleo. Los que no se hallen en este cato disfruta mo empleo : los que no se hallen en este caso disfrutarán del retiro
rán del retiro correspondiente al empleo anterior. correspondiente al empleo anterior, á excepción de los alféreces y
subtenientes que gozarán el de su propiedad de lodos modos. -.
Art. 8? Los gefes y oficiales que en el dia se encuentren retira Art. 9? Lo* gefes y oficiales que en el dia se encuentran retirados
dos gozarán de los derechos que por la expresada ley se conceden á gozarán de los derechos que por la presente ley se conceden á los que
los que en lo sucesivo obtengan su retiro. en lo sucesivo obtengan su retiro: bien entendido que los derechos i
estas mejoras soto tendrán efecto desde la publicación de esta ley.
Art. 10. Los militares de todas clases del ejército, armada , mi Art. 10 Igual.
licia» provinciales y cuerpos francos, sean vívoj ó retirado», que
pasen á las carreras civiles, conservarán el derecho i los retiros y
monte pió que tuvieren al tiempo de verificarlo. Si sirviesen mas
de dos años en la carrera civil, lo tendrán i las cesantías, jubilacio
nes y monte pió de esta , y podrán optar ellos y sus familias por
uno de los dos.
Art. 11. Los individuos de la clase de sargentos primeros inclu Art. 11. Suprimido.
sive abajo que se encuentren perpetuados en el servicio recibirán
su retiro ó licencia absoluta cuando la pidan, en tiempo de paz, des
pués de cumplido su empeño como soldado», y en lo sucesivo no se i . . . i
pesderá el tiempo de servicio para obtener los ascensos de las expre
sada» clases.
Art. 12. Los gefes y ayudantes de los estados mayores vivos de Art. 12. Igual.
plazas tendrán derecho á los mismos retiros con Hrreglo á sus años de
servicio y sueldo que disfruten en sus Reales despachos.
Art. 13. Los efectos de la presente ley comprenden en todas sus Art. 13. Los efectos de la presente ley comprenden en todas sus
partes á la marina nacional y á los cuerpos de Ultramar que serigen partes i la marina nacional, á todos los cuerpos del ejército de In
por el reglamento de 1828. dias y á los empleados en estas en los estados mayores de plazas.
Los retiros de Ultramar se abonarán ú Tazón de peso fuerte por Para el abono de todo retiro en Ultramar se tomará por tipo el
sencillo. sueldo de infantería de la Península con el aumento de peso fuerte
por sencillo; excepto para aquellos cuyos sueldos sean menores que
Jos de sus empleos de igual categoría en infantería , los cuales solo
disfrutarán lo que les corresponda á los años de servicio y sueldos que
disfruten al tiempo de expedirles el retiro.
Tal es nuestro dictámen, y pedimos aj Senado que asi lo estime,
ó acordará lo que juzgue mas oportuno. Palacio de las Cortes 15 de
Julio de 18il.=Valentin Ferjáz.=José Primo de Rivera.= Juan La-
saña.=Joaquio Mana de Ferrcr.^Maouel Codorniu.- Juan José tiil.=
I> ... ... Oírlos Espinosa.^: Dionisio Capaz.= Juan Nepomuceno Fernandez
.... 'i I . San MigueLrJuan Aldama. - ..i . .
Sin difusión, ftie aprobado el diotámen que sigue de la comisión "La primera duda que se ofrece recae naturalmente sobre sí el
de Actas. I juramento que debe prestar el Tutor de S. M. y A. lo ha de hacer en
Provincia de Logroño. "La comisión de Actas electorales ha exa las Córte» ó ante otra autoridad; y la procedencia del nombramiento
minado la de escrutinio general cel.ebradq cp 27 de Mayo último en con la práctica constante observada en España han decidido á la co
la ciudad de Logroño para la propuesta de gn Senador ,eq reemplazo misión para opinar que el tutor debe jurar en las Cortes.
del Sr. marques de Someruelos , que renunció este carga , y procedía ••Resuelta asi esta duda, quedan eliminadas otra»; y solo ros!»
de la segunda renovación del Senado; y hallándola sin defecto algu lo concerniente al modo y la forma de celebrar el acto con la solem
no que la invalide , es de parecer que el Senado puede servirse apro nidad que es debida. En esto ha lomado la comisión por guia lo que
barla. los dos Cuerpos colegisladores han resuelto para otros casos análogos
£1 Sr. D. Martin Fernandez de Navarrele, Senador nombrado en y lo que ya ha tenido efecto para que se pueda citar como uu prece
reemplazo del Sr. marques de Someruelos, ba ejercido anteriormente dente establecido.
este mismo cargo por la expresada provincia de Logroño ; y hallán » La comisión no molestará al Senado presentando otras razone»
dose en la actualidad sin variación alguna en las cualidades que en de un orden mas secundario que se expondrán en la discusión, según
tonces se tuvieron por suficientes para su admisión, la comisión opi lo exija el giro que tome esta, y pasa desde luego á proponer para su
na que el Senado puede servirse acordar que definitivamente sea ad aprobación ios artículos siguientes:
mitida, ó resolver lo que estime mas conveniente. Palacio del Sena Articulo 1? El Tutor de S. M. la Reina Doña Isabel H y deA su
do 15 de Julio de 1841. — Gaspar de Ondovilla , presidente. = José augusta Hermana é inmediata sucesora la Infauta Doña Mana Luisa
Joaquín de Moya. = Joaquín Francisco Campuzano." Fernanda comparecerá á prestar el correspondiente juramento ante
be leyó el siguiente dictámen : las Corte*.
" La comisión nombrad.1 para examinar las observaciones conte Art. 2? Los dos Secretarios mas modernos de cada uno de los
nidas en la proposición que presentó el Sr. D. Dionisio Capaz el dia Cuerpos colegisladores que se hallarán reunidos saldrán á recibir á
13 de este mes , y proponer por consecuencia al Senado lo-que esti introducir al Tutor, acompañándole hasta la mesa de la presidencia,
me conveniente, ha meditado las varias cuestione» que pueden susci y le acompañarán igualmente á su salida.
tarse con la detención que corrresponde para conseguir el acierto. Art. 3? El Tutor prestará su juramento arrodillado al lado dere-

cho del Presidente de las Cortes, y tocando con su mano derecha los
Santos Evangelios. Durante este acto estarán en pie los Diputados, los
Senadores y todos los demás concurrentes.
Art. 4? El Secretario mas antiguo de los de las Cortes leerá la
fórmula siguiente: "¿Juráis observar la Constitución y las leyes
••guardando, cuidando y dirigiendo con diligencia y lealtad las Per
donas y bienes de nuestra Reina Doña Isabel II y de su augusta
» Hermana y sucesora inmediata la Infanta Doña María Luisa Fer-
.. runda, cuya tutela, para bien de las mismas y déla nación, os han
n confiado las Cortes?" El Tutor responderá en voz alta: "Sí juro;" y
el Presidente dirá: "Si asi lo hiciereis Dios os lo premie, y si no
• os lo demande. Quedáis autorizado para ejercer vuestro cargo de
-Tutor."
Art. 5? Acabado el acto del juramento se retirará el Tutor, y en
seguida se levantará la sesión.
Art. 67 Estas disposiciones se comunicarán por medio de un
mensaje al Congreso de Diputados , para que , si presta su conformi
dad , lo avise al Gobierno a fin de que se verifique la reunión de los
dos Cuerpos colegisladores , conforme á la ley de 19 de Ju lio de 1837,
y á las bases aprobadas con motiva del juramento del Regente.
Palacio del Senado 15 de Julio de 18H.= Alvaro Gómez, Presi-
dente.=José Cecilio de la Rosa.=Tomás Ladrón de Guevara.=Juan
Lasaña. ^Dionisio Capaz."
El Sr. PRESIDENTE: Este dictámen «e imprimirá, repartirá
y señalará dia para su discusión.
El Sr. CAPAZ : Hay un precedente de' un caso absolutamente
semejante en el Senado, relativo á una proposición que presentó el
Sr. Ondovilla, que se discutió en el acto de leerse el dictámen. Por
tanto me atreveré á suplicar al Senado que siguiendo este prece
dente se entre en la discusión del que ahora se presenta."
Hecha la pregunta de si se entraría desde luego en la discusión
del dictámen que acababa de leerse, se acordó afirmativamente, y
abierta discusión sobre su totalidad, no habiéndose pedido la pala
bra en contra, se declaró haber lugar á deliberar por artículos.
Leidos el 1? y 2?, fueron aprobados sin discusión.
Se leyó el 3?
El Sr. ONDOVILLA: El artículo solo dice que todos se levanta
rán en el acto de prestar el Tutor el juramento; mas no dice si el
Presidente de las Curtes estará sentado, que es como me parece debe
estar.
El Sr. GOMEZ BECERRA: La observación del Sr. Ondovilla es
á mi entender infundada. Dice S. S. que le parece que el Presidente
de las Córtes debe estar sentado. Yo diré que en todos los reglamen-
tos en que se habla del acto de prestar juramento no se dice mas que
lo que se expresa en este artículo. Esta es una práctica constante pa
ra todos los actos, y no es necesario manifestarlo, porque ahora se
hace lo que se ha hecho siempre ; y cuando se habla de Senadores y
Diputados ya se entiende que no comprende al Presidente, porque
no se ha comprendido nunca en ninguno de los reglamentos dis
puestos para semejantes actos. Es, pues, una cosa entendida, constan
te, que nadie duda , y por eso no hay necesidad de expresarla.
Sin mas discusión, fue aprobado el artículo.
Leido el 4!, dijo
S._TOMO I.
347
El Sr. ONDOVILLA: Deseo laner si el decir al Tutor: "Quedáis
autorizado para ejercer la tutela" e« equivalente á lo que en las tu
telas privadas se llama discernimiento del cargo.
El Sr. GOMEZ BECERRA : Es claro , y ello mismo lo dice. El
discernimiento de la tutela no es mas que el juramento del tutor
que exige el juez en los casos ordinarios, con cuya formalidad le
dice: "Quedas autorizado y te doy la facultad de ejercer la tutela."
La fórmula que aqui se usa comprende lo mismo que lo que se dice
en el lenguaje forense, en el cual se usan muchas voces, pero aqui
está dicho en cuatro palabras, porque todo se reduce á decir: "Su
puesto que has aceptado y jurado, te doy facultad para que seas
tutor." Este es el discernimiento.
Fue aprobado & continuación el art. 4?, quedándolo igualmente
sin discusión los artículos 5? y 6?
Se leyó el siguiente dictámen de la comisión de Peticiones:
La diputación provincial de Palencia en 30 de Junio de 1841 :
Fundándose en las bases sancionadas para llevar á efecto la con
tribución extraordinaria de guerra decretada en 30 de Junio de 1838,
por las cuales los repartimientos ó cuotas de cada distrito municipal
deben determinarse solo por las respectivas diputaciones provincia
les , asi como por sus peculiares ayuntamientos las que hayan de
corresponder á cada vecino ó particular, atendiendo siempre á que
graven proporcionalmente sobre todas las riquezas que radiquen en
la provincia, se queja de la resolución del Gobierno de 27 de Junio
de 1810 , de que remite copia , en la que se manda á la diputación
exponenle cesar de molestar é la empresa del canal de Castilla para
el pago de la cantidad que la habia sido repartida en dicha provin
cia para la contribución expresada , por resultar haberla satisfecho
eu esta córta, previniéndola ademas que repartiese entre los pueblos
de la misma la parle que á la empresa habia cánido por su riqueza
en ella : y pide que el Senado se sirva declarar que la mencionada
resolución es contraria á la ley citada; que la empresa del canal de
Castilla está obligada al pago del cupo que se la señaló por las auto
ridades de la provincia de Palencia , y que este cupo en el caso de ser
satisfecho por lo que en ella adeudaba , se tome en cuenta en alivio
de fus pueblos.
La comisión de Peticiones ha examinado esta , y es de parecer que
el Senado puede servirse acordar pase al Gobierno.
Sin embargo el Senado resolverá lo que estime mas conveniente.
Palacio del mismo 5 de Julio de 1841.=Almodobar.=García Car
rasco.=Valero y Arteta.=Onís.
No habiendo quien pidiese la palabra en contra, se puso á vota
ción el dictámen y fue aprobado.
El Sr. Vicepresidente LANDERO: El Senado va i reunirse en
secciones, y en atención á la gravedad é importancia de los asuntos
que están pendientes para ponerse á su resolución , y á lo avanzada
del tiempo, me atrevo á suplicar á los señores que resulten nombra
dos para componer las comisiones que han de examinar los proyectos
q ue se han leido, que abrevien todo lo posible el despachar estos
asuntos porque el Senado no tiene de que ocuparse.
Se levanta la sesión y se avisará á domicilio."
Eran las dos meaos cuarto.
Í00
 NÚMERO 50.
DIARIO
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 19 DE JULIO DE 1841.
Se abrió i la una menos cuarto, y leida el acta de la anterior por
ef Sr. Secretario Torre» Solanot, quedó aprobada.
Se acordó constase en el acta el roto del Sr. Ruiz de la Vega can*
trario á lo resuelto por el Senado en la sesión anterior acerca de ha
ber recibido con aprecio el primer cuaderno de la obra titulada:
Libertada de la Iglesia española vindicadas contra la alocución del
Beatísimo Padre Gregorio XVI en el consistorio secreto de i? de
Marxo de este año.
Pasaron d las secciones para el nombramiento de comisión los si
guientes proyectos de ley aprobados y remitidos por el Congreso de
ios Dipotados.
Al Senado.= "El Congreso de los Diputadas, habiendo tomado en
consideración lo propuesto por un individuo de su seno para que se
declare beneméritos de la patria d los emigrados que durante la úl
tima época de absolutismo entraron en España d restablecer la liber.
tad , ha aprobado el siguiente proyecto de ley.
Artículo 1? Todos los españoles que durante los diez últimos anos
de despotismo hayan tomado las armas para librar de la esclavitud
á la nación, y defendido en tierra española el pendón de la libertad
con riesgo de su vida , quedan declarados por esta ley beneméritos de
la patria en grado heroico y eminente, y dignos por lo tanto de los
premios i que en tal concepto deban considerarse acreedores.
Art. 2? También son beneméritos de la patria en grado heroico y
eminente los que por su adhesión á la libertad hayan perdido sus vi
das en un patíbulo durante la misma época.
Art. 3! Los que hayan sido procesados, presos y acusados de
muerte por causas de conspiración directa ó sublevación en favor de
la libertad quedan asimismo declarados beneméritos de patria en
grado igual al ae los comprendidos en los artículos anteriores.
Art. i? Les que hayan sido infieles á la causa de la libertad no
gozarán de los beneficios de esta ley.
Art. 5? Se consideran como actos de infidelidad á la causa de la
libertad todos los dirigidos á sostener el Gobierno absoluto de la
mencionada época ó d favorecer la rebelión de D. Carlos.
Art. 6? Las diputaciones provinciales dispondrán lo necesario i
fin de que en las salas de sus sesiones, d semejanza del salón donde
celebra las suyas el Congreso, se fijen lapidas con los nombres de los
naturales de la provincia que hayan muerto por defender la libertad
durante la época antes citada; lo mismo harán los ayuntamientos
constitucionales con los nombres de los hijos de los pueblos cuyos in
tereses municipales representan.
Art. 7? El Gobierno hará que se ejecute esta ley, cuidando de
no aplicarla sino á los casos que rigorosamente están comprendidos
en ella.
Y el Congreso de los Diputados lo pa«a al Senado, acompañando
el expediente para los efectos prescritos' en la Constitución. Palacio
del Congreso 16 de Julio de 1841.=Agustin Arguelles , Presidente™
Josi5 Sánchez de la Fuente, Diputado Secretario.=Julian de Huelbes',
Diputado Secretario."
Ai. Senado. "El Congreso de los Diputados, habiendo tomado en
consideración una proposición de varios individuos de su seno sobre
capellanías, ha aprobado el siguiente proyecto de ley.
S.-TOMO L
349
DE
DE CORTES
Articulo 1? Los bienes de las capellanías colativas á cuyo goce
estén llamadas ciertas y determinadas familias se adjudicarán como
de libre disposición á los individuos de ellas eu quienes concurra !a
circunstancia de preferente parentesco según los llamamientos, pero
sin 'diferencia de sexo, edad, condición ni estado.
Art. 2? En consecuencia de la anterior disposición, serán pre-
feridos los parientes que con arreglo á la fundación sean de mejor
linea; y entre los de esta aquel ó aquellos que fueren de grado pre
ferente.
Cuando se hiciesen los llamamientos en general á los parientes sin
distinguir de líneas ni grados, «crin preferidos los mas próximos á
los fundadores ó d los que estos señalasen como tronco.
Art. 3! En los casos eu que las fundaciones depongan que alter
nen las lineas, se dividirán los bienes entre estas con entera igual
dad, y la porción que i cada una corresponda se adjudicará i los
individuos existentes de ella en los términos que dispone el articulo
anterior.
Art. 4? Cuando solo el patronato activo fuese familiar se adjudi
carán también los bienes en concepto de libres a los parientes lla
mados á ejercerlo.
Art. 5? Si en alguna fundación se dispusiese de los bienes para
el caso en que dejare de existir la capellanía , se cumplirá lo deter
minado en aquella.
Art. 6? Las disposiciones que preceden tendrán toda su aplica
ción á las capellanías vacantes en la actualidad y á las demás según
fueren vacando.
Art. 7? Los poseedores actuales continuarán gozando las capella
nías en el mismo concepto en que las obtuvieron, y con entera suje
ción d las reglas de las fundaciones respectivas. Pero podrán en su
caso usar del derecho que les corresponda en virtud de los anterio
res artículos.
Art. 8? Los pleitos que sobre capellanías colativas se hallen pen
dientes podrán continuar, y estas proveerse como tales, quedando los
que lleguen á obtenerlas en el mismo caso que los actuales poseedores.
Art. 9? Los parientes que conforme á los cuatro primeros artícu
los de esta ley, ó las personas que con arreglo al 5? tuviesen derecho
d los bienes de capellanías que no se hallen vacantes, ó sobre las que
pende litigio, podrán desde luego pedir que se les declare la propiedad
de dichos bienes, sin perjuicio del usufructo que d los poseedores cor
responde.
Art. 10. A los tribunales civiles ordinarios de los partidos eu
que radiquen la mayor parte de los bienes corresponde hacer la
aplicación de los derechos que se declaren en esta ley.
Art. 11. La adjudicación de los bienes se entenderá con la obli
gación de cumplir, pero sin mancomunidad, las cargas civiles y ecle
siásticas á que estaban afectos.
Y el Congreso ele los Diputados lo pasa al Senado ron inclusión
del expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Pala
cio del Congreso 16 de Julio de 1811.=Agus(in Arguelles, Presiden-
te.r:Julián de üuelbes, Diputado Seeretario.=Hipóli to Otero, Dipu
tado Secretario."
Al Senado. "El Congreso de los Diputados, habiendo tomado en
101
 850
consideración el proyecto de ley presentado por el Gobierno de S. M.
sobre la dotación dei Culto y Clero, ba aprobado lo siguiente:
Articulo 1? Para los gastos de conservación y reparación de las
iglesias parroquia les y sus a nejos, y los del culto en las mismas se destina
la parte de los derechos de estola ó pie de altar que hasta ahora se
ha exigido con este objeto, y los demás recursos que han tenido igual
dMtino, excepto el producto de las propiedades, derechos y acciones
que las leyes hayan aplicado ó aplicaren en lo sucesivo á otras aten
ciones! v- iV . :
Loque faltare para cubrir estos gastos según las prácticas reli
giosas observadas en cada pueblo se completará por un reparto rn-
tre todos los Vecinos que tengan residencia en el mismo pueblo en
proporción á sus haberes.
Art. 2! Los gastos del culto en las catedrales, los de las colegiata*
v abadías, mientras subsistan , los de reparación y conservación de
sus respectivos templos y de los palacios episcopales, los de admi
nistración de las diócesis , los de los seminarios conciliares existentes
V las asignaciones personales de los muy reverendos arzobispos y
obispos, gobernadores eclesiásticos é individuos que componen el cle
ro catedral, colegial, abacial y parroquial, se satisfarán con los de
rechos de estola y pie de altar , y con los productos de la contribu
ción general de culto y clero que por la presente ley se establece, en
la cual deberán ser comprendidos en proporción de sus haberes to
dos los contribuyentes á las demás cargas del Estado, y los que per
ciban sueldo del Tesoro público.
Art. 3! Todos los gastos enumerados en el articulo anterior, ex-
repto las asignaciones personales, se arreglarán á las cuotas determi
nadas en la ley de 21 de Julio de 1838.
Art. 43 Las asignaciones personales enumeradas en el misino ar
ticulo se compondrán de los derechos de estola y pie de altar que á
cada oficio eclesiástico corresponden según Jas tarifas y prácticas vi
gentes, y los que tenían ademas alguna renta procedente de propie
dades territoriales , de diezmos ó primicias , ó de cualquier otro ¡
origen', cuya exacción termina, tendrán también una asignación fija
igual á dicha renta determinada por el año común del quinquenio
iic 29 á 33, ambos inclusive , pero sin que pueda exceder del máxi
mo establecido respectivamente para cada clase en la citada ley de 21
da Julio de 1838.
Art. 5? Se aumentará la dotación parroquial con las memorias,
obras pías , aniversarios y misas que debían cumplirse por las co
munidades religiosas suprimidas, y que se han de cumplir en la
iglesia parroquial en cuya feligresía se hallen las lincas afectas á las
expresada cargas; y si estas no estuvieren impuestas sobre fincas de
terminadas , sino sobre varias colectivamente, se satisfarán en la
parroquia donde se hallaba situado el convento en que debían cum
plirse.
Art. G! Los ecónomos percibirán todos los derechos eventuales
que en los anteriores artículos se asignan á los respectivos curas pár
rocos; y la cuota fija ademas que á estos correspondiera en su caso,
siempre que no exceda de 3,000 rs. anuales, máximo de dicha cuota,
que se determina para está clase.
Art. 7! £1 presupuesto de la contribución general del culto y
clero será la cantidad de 105.106,112 rs. á que queda reducida la
suma total de la estadística personal y material presentada por el
Gobierno , hecha la deducción correspondiente de 53.525,605 rs. im
porte del culto parroquial que queda por el art. 1? á cargo de los
respectivos pueblos.
Art. 8? Se deducirán de la suma total del presupuesto y rebaja
rá» de la que haya de repartirse á los pueblos 30 millones de los pro
ductos ó rentas de los bienes del clero, ó la suma á que quedaren
r.ttaa reducidas si se verificase su enagenacion.
Art. 9? Se aplican á la manutención del culto y de sus ministros
y deben por consiguiente deducirse del presupuesto de gastos :
tí Las rentas ó valores de los beneficios eclesiásticos que obten
gan los que no están ordenados ¡n sacrij teniendo la edad prescrita
|H>r los cánones.
2! El producto de todas las capellanías y beneficios ds libre pre
sentación , previa la redacción de cargas por el diocesano respec
tivo con aplicación al culto y clero parroquial, conforme á las
bulas pontificias y á la ley 2?, tít. 16, lib. 1? de la Notísima Reco
pilación,
Art. ip. A nn de completar la suma propuesta para la dotación
del culto y clero, las Cortes autorizan al .Gobierno para exigir la
cantidad de 75.106,412 rs. que son necesarios, distribuyéndose por
las bases que se adoptaron para la contribución extraordinaria de
180 millones; pero con la circunstancia de que la cuota que se señale
■ la industria y comercio esté en proporción de 1 á'4 con la riqueza
territorial y pecuaria.
Art. 11. El repartimiento de la contribución total que correspon
da á cada provincia se ejecutará por las diputaciones provinciales en
tre los pueblos de su comprensión sobre la base ya indicada en el ar-
. ticulo anterior para el repartimiento general con la proporción es
tablecida , y el repartimiento individual en cada pueblo se hará con
arreglo á los mismos principios por los ayuntamientos, asociados de
un perito de cada una de las clases contribuyentes , por riqueza ter
ritorial, pecuaria, industrial, comercial y científica nombrados por
los mismos.
Art. 12. Queda al arbitrio de las diputaciones declarar en qué
pueblos, según sus particulares cjicunstannias, podrán admitirse como
dinero en pago de esta contribución granos y legumbres secas á los
precios corrientes , en tal cantidad que nunca exceda de la mitad del
importe de la asignación que corresponde al clero parroquial del
pueblo respectivo.
Art. 13. Los ayuntamientos ó las personas, encargadas de recau
dar las contribuciones públicas de cada pueblo satisfarán de los pri
meros productos de tedas ellas las asignaciones señaladas á todos loa
eclesiásticos que compongan el clero parroquial del mismo pueblo,
mediante recibos individuales que serán admitidos como dinero efec
tivo en las respectivas tesorerías, y el Gobierno dará las disposicio
nes convenientes para que las demás atenciones del culto y clero sean
pagadas con igual puntualidad, sin que en ningún caso ni por nin
gún motivo se puedan aplicar ó otro objeto las cantidades destinadas
á cubrir aquellas.
Art. 11. Se autoriza al Gobierno para que dicte todas aquellas
medidas que juzgue convenientes, y para que resuelva todas las
dudas que puedan ocurrir en la ejecución de la presente ley.
Am. 15. Queda derogada la ley de 16 de Junio de 1840.
Art. 16. El Gobierno tomará las disposiciones necesarias para
que se formen nuevos aranceles de derechos de estola ó pie de altar,
y se corrijan y eviten los abusos introducidos en este ramo.
Art. 17. El Gobierno dispondrá también que se recojan cuantos
dalos estadísticos sea posible relativos al culto y clero, y presentará
i las Cortes lo mas pronto posible una relación nominal de todos los
eclesiásticos que existan en la península é islas adyacentes, con ex
presión del cargo que cada uno desempeñe, y de la dotación fija
que á cada uno corresponda, con arreglo i lo dispuesto en la presen
te ley.
Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado , Acompañando
el expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palaoio
del Congreso 16 de Julio de 1841.=Aguslin Arguelles, Presidente.=
Julián d« Huelbes, Diputado Secretario.=Hipólito Otero, Diputado
Secretario."
Acordóse repartir los SO ejemplares de la ley publicada en 9 del
corriente , por.la que se autoriza al Gobierno para poner en planta
los nuevos aranceles que eon fecha 17 del mismo remite el Sr. Mi
nistro de Hacieuda.
Dióse cuenta de que las secciones primera , segunda y tercera ha
bían declarado no útil ni oportuna la proposición de ley presentada
por los Sres. D. Francisco Sánchez Fernandez y, D. Mauricio Cárlos
de Onis sobre derogación de la ley 8!, tít. 16, lib. 11 de la Recopi
lación, J que la cuarta y quinta no la consideraban oportuna.
Que las mismas secciones primera, segunda y tercera habian ca
lificado también de no útil ni oportuna otra proposición de ley de
dichos señores sobre modificación del art. 33 del reglamento provi
sional para la administración de justicia , y de no oportuna las sec- »
ciones tercera y cuarta.
Asimismo se dió cuenta de que las secciones habian hecho los si
guientes nombramientos de comisiones :
Para la que ha de informar sobre el proyecto de ley de Vincula
ciones:
tí A\ Sr. D. José Land'ero.
2i Al S^r. D. Francisco Verea y Cornejo.
3* Al Sr. D- Alvaro Goinez Becerra.
4Í Al Sr. D. Miguel Antonio Zuinalacárregui.
5Í Al Sr. D. Joaquín Abargues.
La comisión ha nombrado por su presidente al Sr. D. Alvaro
Gómez Becerra, y secretario al Sr. D. Miguel Antonio' Zumalaoár-
regui:
Para la que ha de dar su dictámen sobre el relativo i la cons
trucción de un palacio para el Congreso de los Diputados:
1* Al Sr. D. Antonio Solis.
2Í Al Sr. D. FrancisdD Linage.
3* Al Sr. D. Joaquín Ferrer.
4£ Al Sr. D. Juan Muguiro.
5* Al Sr. D. Andrés Orinaga.
Par? la que ba de entender en el concerniente á la concesión da
pensión á la viuda de D. Antonio Miyar:
lí Al Sr. D.' Andrés Rubiano.
2Í Al Sr. D. José Camps y Avino.
3i Al Sr. D. Eugenio Ladrón de Guevara.
4i Al Sr. D. Pedro Ramírez Coté.
,5Í Al Sr. D. Rafael Jiménez Frontín.
La comisión ba nombrado por su presidente al Sr. D. Audre'a
Rubiano, y secretario al Sr. D. Pedro Ramírez Coté.
Y que para reemplazar al Sr. D. Francisco Godoy y Peralta en
la comisión sobre el proyecto de ley para construcción de un canal
de riego con las aguas del Guadarrama , había nombrado la tercera
sección al Sr. D. Nicolás Bonel y Orbe.
Se acordó imprimir, y que se señalarla dia para la discusión del
siguiente dictamen de la comisión de Peticiones:
"Los diputados provinciales de Pontevedra con fecha de 6 del ac
tual elevan al Senado una exposición relativa al proyecto presen
tado al Congreso de los Diputados por el Sr. D. Juan Bautista Alon
so, individuo de su seno, á fin de que la capital de la citada pro
vincia se traslade á la ciudad de Vigo; y después de hacer varias
observaciones , suplican al mismo que no «pruebe dicho proyecto.

La comisión de Petieiouel , atendiendo á que el Senado deberá
acoparle en su caso del provecto de ley á que se refiere esla , opina
que el mismo puede servirte acordar se tenga presente para el uso
oportuno. Sin embargo el mismo se servirá resolver lo que estime
mas acertado. Palacio del Senado 19 de Julio de 1841.=Almodovar.=:
Valero y Arleta.-Mariano Torres y Solano!."
£1 Senado quedó enterado de un oficio del Sr. D. Miguel Antonio
Zumalacárregui, fecha 19 del actual, en que manifiesta no poder asis
tir á la sesión de este dia por bailarse enfermo en cama.
Se acordó repartir los ejemplares de un opúsculo publicado por
el Instituto industrial de España , titulado: Proyecto de propagación
y perfección de la industria manufacturera, que con fecba de estedia
remite D. Juan Antonio Suarez en ausencia del secretario general del
mismo Instituto.
Igualmente se acordó archivar y que le dijera haber recibido con
aprecio un ejemplar de la Historia de las leyes, plciscitos y sena'
doconsultos de Roma, que acaban de publicar los Sres. D. José Fran
cisco Diez y D. Antonio de Puente-Franco, que en demostración de
su respetq al Senado remiten al mismo por conducto de su Presi
dente.
£1 Senado acordó se anotase en el turno que correspopdia al señor
conde de Soto-Ameno para la licencia que solicita por cuatro meses
para pasar á tomar baños termales.
Prévio anuncio del Sr. Presidente, y precedido de los Sres. Secre
tarios Valero y Arteta y Torres Solano!, entró á jurar y tomó asiento
el Sr. D. Martin Fernandez Navarrete, Senador por la provincia de
Logroño, quedando agregado á la sección cuarta.
Entrándose en el orden del dia, se procedió á la discusión del dic
tamen sobre el proyecto de ley relativo á la redención del censo de
población de Granada.
Se leyó el dictamen, rFrease el Diario núm. 48, sesión del dia 13
del corriente. )
No habiendo pedido ningún Sr. Senador la palaira en contra, se
declaró haber lugar á deliberar por artículos, y leido el 1? dijo
El Sr^ONDOVILLA : No trato de oponerme al proyecto de ley;
estoy conforme con él : solamente deseo que la comisión me dé al
gunas explicaciones sobre lo que sienta en su dicláinen de que el
censo de población es redimible , y para ello se funda en la Real cé
dula dada por el Sr. D. Felipe II en el año de 1578.
Yo he buscado esa Real cédula y no la he encontrado; en el ex
pediente que se ha formado ahora en el Senado no existe, como tam
poco en el que se formó en el año próximo pasado; pero en una nota
que contiene se dice que se ha buscado la Real cédula en el archivo
de la Hacienda nacional y en la Contaduría' general de Valores, y
que en ninguna parte se ha, encontrado. Se funda, pues , la comisión
en un principio que yo no puedo reconocer , porque si no existe esa
Real cédula en los archivos públicos, ni tampoco en el código de las
ley os, es preciso decir que la Real cédula no tiene existencia , ó á lo
menos se pone en duda que la tenga : de consiguiente queda la cues
tión de si el censo de población de Granada es perpetuo ó redimible,
y esta cuestión está resuelta en la ley que cita la misma comisión.
Ruego al Sr. Presidente que mande leer el art. 8°, 9? y 10 de la
ley 19, til. 15, 1 ib. 10 3e la Notísima Recopilación. (Se leyó). Esta
ley manifiesta que el censo de población de Granada por lo general
sea perpetuo^ que támbien lo sea redimible.
Cuando se dio esta ley debieron examinarse todos los anteceden
les que babia en la materia, y para tentar una proposición de esta
«lase es preciso que fuese cierto que el censo de población de Gra>
nada era perpetúo, y que podía también ser en algunos casos re.
dimible. . cales y otros errores del siglo neutralizaban los efectos del bien pro
La comisión supone que todos eran redimibles, y hay una dife
rencia muy notable de redimir un censo perpetuo á redimir un cen
so redimible, porque el perpetuo se redime por el 66 2/3 al millar,
y- el redimible por .el 23 1/3; es decir, que se necesita doble capi
tal para redimir el censo perpetuo, y declarando que es redimible
se favorece á aquellos contra quienes existe, con perjuicio de los in
tereses de la Hacienda pública, poTque si todos se tienen por redi
mibles, se la priva de la mitad de la cantidad que siendo perpetuos
deberian pagar.
Siempre que la comisión me dé explicaciones satisfactorias sobre
esto, me ahorrará el proponer una enmienda; si no me veré rn la
precisión de hacerlo.
El Sr. RUIZ DE LA VEGA : La comisión ciertamente no espe»-
raba del Sr. Ondovilla una impugnación que se reduce á poner en
duda la autenticidad de la Real cédula del Sr. D. Felipe II dada
en 1578. Es cierto, y lo digo de buena fé, que no se halla incorpora
da en los códigos ó cuerpos generales del derecho, tanto, que el año
pasado cuando yo tuve el honor de ser de esta comisión se anduvo
buscando y se buscó en valde. Pero cualquiera que sea la razón por
qué esta cédula no está incorporada en dichos códigos, me parece
que es esto una cosa tan nimia que no debemos detenernos en ella.
Justamente es este un asunto del cual hay una larga historia;
asunto que se ha ventilado nada menos que desde el año 1571 en di
cho reinado de D. Felipe II, en que se fundó el censo, y del que des
pués nunca ha dejado de tratarse en lodos los reinados sucesivos hasta
el del Sr. D. Cárlos IV, por quien se expidió esa Real cédula de 1797
que citó S. S. : sobre esta materia han bal lado infinidad de escritores,
y eu todos tiempos y por todos viene de corriente la referida cédula
351
del Sr. D. Felipe II de 1578, y te halla en efecto en los archivos de
las oficinas particulares del ramo, de donde la han copiado y citado
diebes escritores.
De consiguienle me parece que en una materia tan especial como
es esla que viene autorizada con tales testimonios, sin que jamás se
baya puesto en duda la existencia de esa Real cédula, no hay funda
do motivo para afectar escrúpulo por mas que no se halle incorpora
da en las colecciones generales de derecho; y lanío menos, cuanto que
tampoco se encuentran en ellas otras muchas Reales cédulas y dispo
siciones que verían sobre asuntes de intereses particulares ó locales
como es este.
Pero dejando esto aparte, y viniendo ya al fondo del asunto, me
parece conveniente hacer una breve y rápida reseña de la historia de
este censo, yaEporqúe la historia de los derechos es siempré muy pro
vechosa para la mejor inteligencia y razón del derecho mismo, y ya
porque la historia de este censo no es generalmente muy conocida.
No ine detendré en las causas que produjeron aquella formida
ble rebelión de los moriscos, causa de ¡a despoblación de Granada,
porque son bastante conocidas; solo y de paso llamaré la atención á
una cosa que es de suma importancia para los legisladores, á saben
que entre las muchas causas productivas de aquellos furores nada
llegó á exasperar tanto los ánimos como las medidas que tenían al
gún roce con los principios de la creencia ó religión del pueblo.
Entonces fue cuando en el año de 1568 por el tiempo de Pascua
estalló aquel espantoso movimiento en todas las comarcas del anti
guo reino de Granada de una manera tan horrorosa , que espanta lo
que dicen de ello nuestros historiadores, especialmente Hurtado de
Mendoza y Luis del Mármol, porque una furia igual jamás se ha
visto en tiempo alguno; rebelión que puso en alarma á la Europa , y
que obligó á empeñar para sofocarla á los capitanes mas. famosos del
siglo, á los que mas se habían señalado en las guerras de Italia y
Flandes; rebelión que costó muchísima sangre, y que no se terminó
sin imponderables miserias y calamidades.
En el año de 1571 tuvo al fin término aquella devastación, v
subyugados y dispersos los rebeldes, fueron confiscados sus bienes, y
traídos colonos para repoblar bajo un sistema tan errado y gravoso
que bien presto se echó de ver que no se llenaba el objeto, pues aban
donando los mas el nuevo establecimiento venia á quedar el país
yermo como antes. •
Aunque el censo que se les había impuesto se considerase en su
primitivo origen perpetuo ó enfitéútico, y aunque tal vez lo fuera
realmente en. algunos lugares yermos,, no pudo tener tal naturaleza
en las mas de las parles, porque es notorio que los árabes en España
fueron tan aplicados á la agricultura y tan entendidos en ella, que
el reino de Granada con especialidad se hallaba en esla parte en el
estado mas floreciente; y no es de creer que en cortísimo espacio de
tiempo unas tierras que se hallaban cultivadas como jardines se hu
biesen quedado tan eriales como era preciso suponerlas para que fue
sen objeto de enfiteusis.
No fue , pues , en enfiteusis en lo que generalmente se constitu
yeron, sino en pacto de otro genero, ó sea de naturaleza anómala.
Consiguiente pues á esto, y para evitar los inconvenientes de las pri
mitivas condiciones , cuyos perjuicios eran ya notorios en 1578 se
expidió dicha Real cédula de Felipe II por la que se declaró que el
censo era redimible á razón de 50 á 35 al millar, que viene á ser un
3 por 100.
A pesar de esto y de otras ventajas concedidas á los censatarios,
no lograron estos todos los beneficios que de ellas debian esperarse, ni
se hicieron fácilmente las redenciones, porque las intervenciones fis
puesto.
Se habian dividido las tierras en suertes, á saber; enteras, me
dias y de ventaja, que se agregaron á los términos de los pueblos, y
cuyo pago era mancomunal, lo cual producía una dificultad para la
redención, porque como las ejecuciones y Jos apremios por castas se
hacían contra las suertes enteras, muchos que habian ya satisfecho
por su parte se veían envueltos en muchísimas vejaciones por la fal
ta de pago de los demás. De aqui tuvo origen el decreto expedido
por el Sr. D. Cárlos IV en 1797, que forma con su Instrucción Id
ley 19, tít. 15, lib. 10 de la Novísima Recopilación, cuyas providen
cias oportunas son las contenidas en este proyecto; pero por un error
se supuso otra vez en esa misma ley que la naturaleza del cánon ira
perpetua ó enfitéutica, y resultaba Ja dificultad de tener que redi
mir á razón de 66 2/5 al millar, ó sea por capital doble.
Asi nunca se salvaba el inconveniente , porque á pesar de todas
esas medidas era gravosa la redención por el error de que se partia
de que el cánon era por su naturaleza perpetuo. .
Asi quedóla cosa basta nuestros tiempos: en las Córtes de 1823
se volvió á tratar de este censo: entonces se fue con mano larga, y se
dijo abolido. Oourrió la reacción de 1823, en que el Sr. D. Fernan
do VII deshizo todo lo hecho , y volvió este asunto atestado que te
nia antes.
Por estas simples indicaciones se reconoce fácilmente que desde
el principio se ha venido por una historia no interrumpida de he»
cbos proyectando medidas que facilitasen la redención, y que nun
ca se ha verificado, porque se encontraban siempre inconvenientes na
cidos de errores y malas inteligencias.
El año pasado se trajo ya este asunto á un punto de bastante cía
 352
rielad, y por cierto que no obstante que ge presen.la ron todavía en su
coutra varios argn-mentos no fue ninguno de la oíase del que nos ha
hecho hoy el Sr. Ondovilla , pirque nadie dijo una palabra contra
ia autenticidad de la cédula de 1578, ni á nadie se le ocurrió du
dar de su existencia , constantemente reconocida por lodos.
El provecto venia sin embargo con un vacio; á saber : qne no se
baoia cargo de las reglas del citado decreto de 1797, y resultaba el
mismo inconveniente que he indicado antes: que embarazaba la re
dención del censo. Entonces, cuino ahora , era á fin de legislatura, y
para evitar la dilación que ocasiona la comisión mixta ocurrió la
idea de que el Gobierno de S. M. manifestase su opinión conforme
con loque la comisión proponía ; á saber: que en* la instrucción eje
cutiva que había de acompañar cuando se promulgase la ley tuviese
presentes las disposicioues contenidas en dicho Real decreto de 1797:
asilo prometió el Gobierno; pero por una desgracia el proyecto no
llegó á discutirse por artículos, y quedó asi la cosa otra vez pen
diente.
Hoy, que vuelve á suscitarse, viene afortunadamente mejorado el
proyecto, porque con presencia de las observaciones de la anterior
legislatura, y aprovechando el pensamiento manifestado en ella , se
han iutroducido explici tatúente las reglas de los artículos 2?, 3? y 1°
de la ley 19, tit. 16, libro 10 de la Novísima Recopilación, que eran
las que antes se echaban de menos. Asi , pues, digo yo, y dice la
comisión, en cuyo nombre tengo el honor de hablar: si este proyecto
viene mejorado en todos estos puutos; si no se ha presentada ninguna
razón que pueda llamarse intrínseca para rechazar su justicia y con
veniencia, uada mas parece que se pueda apetecer : ruegó , pues , al
Senado se sirva aprobarlo tal como viene.
El Sr. ONDOVILLA : Sin embargo de la instructiva reseña his
tórica qne ha hecho el Sr. Rail de la Vega sobre este negocio, aun
no ha acabado de disiparme eso que llama escrúpulos. S. S. ha dicho
equivocadamente que yo he manifestado que en algunos archivos se
encontraba esa Real cédula: yo he dicho todo lo contrario; esto es,
que se ha buscado en los archivos de las oficinas de la Hacienda na
cional , donde debia estar ,.y en ninguna de ellas se halla.
En cuanto á la razón que apoya S. S. en los historiadores, no me
ha citado ningún pasage en que se haga mérito de ella : si me lo
hubiera citado me habría hecho fuerza, porque los historiadores del
levantamiento de los moriscos son muy verídicos y de mucho peso.
De consiguiente, no encontrándose en los archivos esa pracinátioa,
ni hallándose citada en los historiadores, ¿se querrá que pasemos asi
una cosa que parece no está en conformidad con las reglas comunes?
No es esta, señores, una cosa de tan leve importancia: este censo
creo que produce al año 800,000 rs. á la Hacieuda pública: son me*
nester al pie de 25 millones en papel para extinguirle , y si es per
petuo se necesitan 50 , lo que no es cosa de poco momento, es de mu
cha importancia , y si efectivamente esa Real cédula ha existido, se
debería traer un comprobante, y entonces ya era otra cosa; pero ese
comprobante no se ha encontrado en los archivos , y de consiguiente
»o. tiene fuerza el argumento que en él se funda.
El Sr. HERO.S: Señores, yo no entraré en la cuestión de la exis
tencia ó no existencia de la Real cédula de que se trata, ni entraré
tampoco á examinar la ley de la Novísima Recopilación , porque si
fuésemos á tratar de la historia de nuestra redención en materia de
censos y otras cosas , venamos que constantemente el Estado ha fal
lado á todos sus compromisos: de manera que seria lo mas raro que
pudiera darse cuando se tratase del beneficio de los pueblos suponer
qu# el Estado había cedido de sus derechos. No necesito entrar en la
historia que todos saben. El Estado ha subido los censos, los ha ba
lado , los ha sometido á tasa , y no los ha pagado ; por último , ha
burlado las mismas reglas que -había establecido.
Pero me parece que no estamos en el caso de atacar el dictamen
de la comisión por el lado que lo ha hecho el Sr. Ondovilla. El que
exista ó no esa Real cédula es para mi en el caso de que se trata
verdaderamente un escrúpulo, y aun me parece que el Senado tuvo
algún antecedente para no dudarlo, cuando la comisión el año pa
sado sostuvo este dictamen, y dijo por boca del señor conde de Ofa-
lia, uno de sus individuos, lo siguiente:
"Por la Real cédula de 5de Setiembre de 1578 (leyendo) este
censo ó prestación también se declaró redimible, circunstancia que s:
debe tener presente , porque la cualidad enfitéulica con todas las obli
gaciones de tal que le atribuye el Sr. Tejeda no es exacta: lo que
medió entonces entre los colonos y Felipe II fue un verdadero pacto
de naturaleza irregular ó anómala y con condiciones explícitas, y los
contratos no se derogan por una do las partes sin consentimiento de
la otra aunque- aquella sea un Gobierno ó un Monarca. Aquí están
las cláusulas del contrato , de lasque conviene hacerse cargo para
deshacer la equivocación de S. S. ( Lee unas cláusulas de la Real ce'-
Jula de 1578, en que se previene que tos censos de población serán re
dimibles , unos á 35,000 y otros d 50,080 el millón). El Sr. conde de
Ofalia se expresó en los términos que acaba de oir el Senado, porque
parece que ¿. S. había encontrado no sé dónde una copia. Creo que
ya con esto queda desvanecido el escrúpulo que se podría tener sobre
la cédula en cuestión.
Pero hay en el asunto que nos ocupa una cuestión política muy
superior á esta , y otra de administración, que es necesario no perder
de vista. Las Cortes en el año de 1822 abolieron el censo de pobla
ción de Granada , y le abolieron generosamente diciendo desaparece
el censo de población de Granada: se dijo que valia uuos setecientos
ú ochocientos mil reales; pero al tratar de discutir este punto se
encontró que los perjuicios que producía , bien á la circulación de la
propiedad, bien a la tranquilidad de las familias, no valían ia can
tidad de que el Estado se aprovechaba con su existencia , coya con
sideración no quisiera que el Senado perdiese de vista ; porque en
vano es que apelemos á las leyes recopiladas y á las cédulas de Fe
lipe II cuando tenemos en nuestros días ideas muy diferentes en
materia de administración, y que, como el Sr. Ruiz de la Vega ha
citado muy bien, la rebelión de los moriscos en tiempo de Feli
pe II , rebelión que fue encargado de reprimir D. Juan de Austria,
se complicó con otras cuestiones europeas, porque entraba en el sis
tema político de los extrangeros el provocar la guerra interior para
distraer la ateucion del Gobierno de la guerra con Francia.
Lo mismo sucedió cuando la expulsión de los moriscos en IS08,
cosas que ya no se han de reproducir ni es de esperar que se re
produzcan; pero es bueno que queden consignadas en la historia.
El resultado es que hemos llegado á un tiempo en que establecemos
por principio la libertad de la propiedad: ¿proporciona esto la ley
que se discute? -Si: yq he oído á los señores que tienen propiedades en
Granada que el censo de población es nn obstáculo para la adminis
tración de los bieues, y al mismo tiempo una cosa tan embarazosa,que
recarga á los empleados con gran cúmulo de negocios, y por consi
guiente se gasta gran cúmulo de dinero; siendo el resultado que solo
quedan libres al- Estado 300,000 rs., que.se podrían sufragar con el
aumento que han de dar las contribuciones sobre las fincas que reci
ben este beneficio. Hé aqui á lo que se reduce la cuestión: las presen
tes Córtes han sido mucho mas circunspectas que las del año 22, y han
dicho: el censo de población de Granada podrá redimirse: esto se es
tá practicando, señores, con los foro* de Galicia y con todo lo que es
redimible, vendible ó enagenable.
Por consecuencia , dejando en su lugar los escrúpulos del Sr. On
dovilla relativamente á las leyes recopiladas y pragmáticas, lo que
hay que exponer á la consideración del Senado es: primero, si se van
á proporcionar beneficios á la provincia de Granada en todas sui
paites: segundo, si se simplifica la administración; y tercero, si es
tando prevenido en la Constitución que todos los españoles hayan de
contribuir á las cargas públicas según sus facultades, abstracción
hecha del censo de población, habrán de contribuirtiodavia los pue
blos de la provincia de Granada á mantener ese derecho , que estan
do destinado antes á las tropas que al mismo tiempo guarnecían
las costas de Granada, ha pasado á ser carga general del Estado.
Por consecuencia hecha una comparación de los beneficios de esta
ley con sus inconvenientes me parece que no le hay en votarla co
mo se propone, pues que ha sido ya , como he dicho, aprobada li
bremente y sin costas en otro tiempo, y que hay motivo fundadí
simo para aprobarla en una época de reformas como en la que es
tamos."
No habiendo ningún otro Sf. Senador que tuviera pedida la pa
labra en contra, se procedió i la votación del artículo, y quedó
aprobado.
Lo fueron-sin discusión los artículos 2?, 3! y 4?
El Sr. PRESIDENTE: Esta ley se votará con arreglo á lo que
previene el reglamento luego que baya suficiente número de señores
Senadores."
Siguiendo el órden del día, se procedió i la discusión del dictamen
sobre conceder una pensión de 7,500 rs. i la viuda é hijos del Sr. don
José Pérez de Rivas {vcasp el mismo Diario núm. 48), el cual fue
aprobado sin discusión, anunciando el Sr. Presidente, como en el an
terior, que se votaría luego que hubiese suficiente número de señores
Senadores conforme á lo que previene el reglamento.
El Sr. PRESIDENTE: Vista la hora que es, el Senado se reuni
rá en secciones para nombrar las comisiones que han de dar sus dic
támenes aceroa de los proyectos de ley que se han leído. Mañana se
reunirá el Senado i la hora de costumbre para la discusión de los dic
támenes relativos al proyecto de ley de Retiros militares , y al de
Extinción de prestaciones por derecho de patronatos de iglesias y
conventos suprimidos; que se han insertado en el Diario de la Se
sión de 15 del corriente, distribuidos á los Sres. Senadores.
Ciérrase la sesión."
Eran las dos.
 INÍMFJRO
DIARIO
LAS SESIONES
SESÍON DEL DIA 20 DE JULIO DE 1841.
Se abrid i la una, y leida e) aeta de la anterior por el Sr» Seersta-
rio Torre» Solanot, quedó aprobada.
Dióse cuenta de un oficio del Sr. I>. Tomás Ladrón de Guevara,
fecha 19 del corriente, al que acompaña el nuevo documento expedi
do por el director del Banco español de San Fernando por consecuen
cia de la resolución del Senado de 9 de dicho raes, de haber dejado
en deposito 160,000 rs. en cuatro títulos al portador del 5 por 100,
y recogido los once restantes de los quince que anteriormente depo
sitó para acreditar su renta como Senador por la provincia do la Co-
ruña. • ' ■'■ i ■ ' '<
Se acordó archivar el nuevo documento, y que se tenga á disposi
ción de dicho señor para cuando presente otra renta ó deje do ser Se
nador»
Asimismo se dié euenta de una exposición de D. Francisco Val-
déj, hijo y apoderado del Sr. D. Dionisio, en que pide, que modianle
;í haber declarado el Senado sujeto á reelección á dicho su padre, como
Senador por la provincia de Gerona á consecuencia de haber admi
tido la gefalur'a política de Barcelona, m acuerde la devolución del
documento del depósito en el Banco de 260,000 rs. en siete títulos al
portador de 6 por 100 y 76,000 en diez del 4 por 100 que hizo para
acreditar su renta, resolviéndose al mismo tiempo lo que convenga
para que el director del Banco disponga la entrega.
Se acordó la devolución de dicho documento.
Se lejó y acordó imprimir eb el Diario de las Sesiones el siguien
te dictamen r
"La comisión del Senado ha examinado el expediente que ha ser-
▼ido de fundamento al Congreso de los Diputados para aprobar el
proyecto de ley concediendo una pensión í la viuda de D. Antonio
Miyar; y estando en un todo conforme con el indicado proyecto, en
tiende que el Senado puede servirse aprobarlo en los términos que lo
ha hecho el Congreso, y es como sigue:
Artículo único. Se concede á Doña Rufina' Ortega, viuda de
D. Antonio Miyar, la pensión de 15,000 rs. anuales.
£1 Senado acordará como acostumbra ¡o mas acertado. Palacio del
Senado 18 de Julio de 1811. Bubiano~Ramirez. = Camps y Aviñó.=
Ladrón de Guevara—Jiménez- Frontín." »•
Dióse cuenta de que las secciones habian hecho los siguientes nom-
brarnicnlos de comisiones:
Para la comisión sobre el proyecto de ley declarando beneméritos
de la patria á los españoles que durante los diez últimos años de des
potismo tomaron las armas en defensa de la libertad:
li Al Sr. D. Jaime Gil Orduña.
2Í Al Sr. D. Francisco Linage.
3í Al Sr. D. Tomás Sánchez del Pozo.
4í Al Sr. D. Narciso López.
5í Al 9P. D. Antonio Seoane.
Para la que ha de entender en el de dotación de Culto y Clero:
lí Al Sr. D. Joaquin Pérez Nccochea. • -T
• 2Í Al Sr. D. Manael Ventura Gómez.
» ■. 3t • Al Sr. D. Antonio Peón y Herédia.
; 4< Al Sr. D. Antonio Martínez de Vélaseos
■ 6? Al Sr. D. Mariano Torres Solanot. . de patronato daban i los conventos suprimidos algunas familias ú
8.—TGMQ I.
SI. 353
DE
DE CORTES.
f La comisión ha nombrado por su* presidente al Sr. D. Antonio
Peón y Ueredia y secretario al Sr. D. Manuel Ventura Gómez.
Para la que ha de informar sobre el de adjudicación de los bie
nes de las capellanías rotativas!
lf Al Sr. D. Tomás Ladrón de Guevara.
2Í Al Sr. D. Cristóbal Falcon.
3. Al Sr. D. Ramón Macia Lleopart.
4! Al Sr. D. Francisco Sánchez Fernandez»
6i Al Sr. D. Andrés Martin»» Orinaga.
Entrándose en el órden del dia se procedió á la discusión del dic
tamen acerca del proyecto de ley sobre extinción de las cargas y
prestaciones que por derecho de patronato se satisfacían i las igle
sias ó conventos suprimidos, leido en la sesión del dia 15 del cor
riente (rilas* el Diario 'nitm. 49); y nú habiendo quien pidiese la pa
labra en contra, se declaró haber lugar á deliberar por artículos.
Leido el segundo, dijo
El Sr. LANDERO: He pedido la palabra, do para oponerme al
dictimrn de la comisión, sino para suplicar i los señores que la
componen y han extendido el dictamen que quitasen del art. 27
las palabras "aunque sin la calidad de patronos." Los señores de la
comisión han creído que este art. 2? es una consecuencia del 1'.',
aprobado ya por el Seuado, en el cual se declaran invalidadas las
prestaciones que por razón de patronatos daban ó bacian á las comu
nidades extinguidas, porque se consideraba una especie de contrato
bilateral por el cual estaban obligados los patronos á acudir om
cierta cantidad en especie ó en metálico á las respectivas comunida
des, recibiendo de estas ciertos servicios ó prestaciones que las re
compensaban. Nada mas justo, y nada mas natural que aquello.
Pero aquí se dice que se releva á los particulares que estaban obli
gados á pagar aquellas cantidades 6 cosas i las comunidades extin
guidas, ninque fuera sin la calidad de patronos, en raion á que es
tán estingaidas las comunidades; y no encuentro razón para esto,
porque si era una obligación que pesaba, bien sobre las misma»
personas, ó bien sobre los bienes, no hay razón para que no paguen
á aquel á quien han pasado los bienes de las comunidades.
ll.i y otra circunstancia, que es la que dice qué esas prestaciones
estaban destinadas á la manutención de las comunidades; y pesando
como pesa hoy sobre el estado lu manutención de estas comunidades,
justo es que los que estaban en esta obligación continúen pagando;
y no se diga que era can el nombro de limosna, porque désele e)
nombre que se quiera, limosna pudo ser del fundador de la presta
ción ó de la carga; pero en los otros que le sucedieron es una obli
gación tan sagrada como cumplir todas las demás cargas de juslici.i
que pesan sobre otra cualquier prestación.
Este es el reparo qne rae ocurre, que parece que este srt, Sí se
pondría en armonía con el 1? si se suprimieran las palabras que lie
áiehj. Esto es lo que tenia que deoir. > '
El Sr. GOMEZ (D. Manuel Ventura): Señor*», yavióel Senado quo
en el primer dictamen queprrsentó la comisión se limitó únicainenrr
á pedir que conformándose el mismo con el proyecto aprobado por el
Congreso se aboliesen aquellas prestaciones que por el mero derecho
102
 354 :
p.irticulajes en recompensa de. las regalías y privilegios que disfru
taban en ellos; porque cualquiera consideración que ritas prestacio
nes merecieran , es evidente que extinguidos los conventos, no solo
tallaron la causa y el objeto de su institución, sino también las rela
ciones mutuas en las dos partes, que era el único fundamento de
aquellas prestaciones y de aquellos derecbos. £1 Senado se coa-
formó con este dictamen, y aprobó el articulo único que contenia el
provecto.
Pero se presentó la adiccion del Sr. Caamano que pasó á la comi
sión después de baber sido tomada en consideración por este ilustre
Cuerpo: se pedia en ella que se aboliesen también aquellas limosnas
tjue ciertas familias ó particulares (aunque sin la calidad de pa tro
bus) bacian i los conventos. Nada mas justo que esta abolición; por
que habiendo una grande diferencia entre el patrono y el que no lo
es, teniendo aquel por el derecho común y privado obligaciones que
este no tiene, se sigue naturalmente que aprobado por el Senado el
articulo por el que se exime á los patronos del pago de las prestacio
nes con que coutri buian á los cooventos por las preeminencias y dis
tinciones que gozaban en ellos, queden también libres los que no
eran patronos de aquellas cargas con que por via de limosnas so
corrían acunas comunidades que ya no existen por disposición de la
ley: de otra forma , las familias ó particulares no patronos tendrían
sobrado motivo para quejarse si se les obligara á que continuasen sa
tisfaciéndolas. - • - ,. ■
Por esta razón se puso la cláusula aunque sin la calidad de patro*
nos, que el Sr. Landero propone que se suprima. La comisión recono
ce la oportunidad conque S. S. presenta siempre sus ideas, y los co
nocimientos que tiene en esta y en otras materias; pero está conven
cida al mismo tiempo de que la citada cláusula ó paréntesis no
puede ni debe suprimirse, pues que de hacerlo desaparecería entera
mente la esencia y objeto principal de este articulo, quedarían sin [
efecto los justos deseos que el autor de la adición se propuso al ha
cerla , y necesariamente se seguiría que la condición de las personas
ó familias que no tenían la calidad de, patronos seria ipeor de laa
que lo eran. La comisión, pues, aonsidéró aquella cláusula como el
complemento de esta ley, y como una explicación ,ó mas bien co
mo una ampliación del articulo ya aprobado por el Senado, y antes
por el Congreso. Tenia esta falla, y la comisión, adoptando la adi
ción que se la presentaba, ocurrió. á ella.
Por lo demás,' necesario es repetirlo : si los que eran patronos
quedan dispensados de las prestaciones que satisfacían á los conventos
por las preeminencias que gozaban en ellos porque ya no existen,
las familias ó particulares que no eran patronos con mas razón de
ben quedar libres del pago de aquellas cantidades que eú metálico ó
en especies daban en calidad de limosnas á comunidades que ya des
aparecieron.
Pero dice el Sr. Landero que , puesto que estas limosnas eran
para el mantenimiento de aquellas comunidades, y siendo hoy el
Estado el que las mantiene , él debería percibirlas para destinarlas
al cumplimiento de este objeto. La observación parece especiosa;
pero si su considera bien, muy pronto se desvanece. Los que institu
yeron estas limosnas, con cuyos pagos afectaron fincas que trasmi
tieron á sus herederos, no se propusieron la manutención de los re
gulares en general, sino precisamente los individuos que compusie
ran la comunidad de tal ó tal convento, á que tenían una particular
inclinación , ó devoción si se quiere, y cuyas oraciones y sufragios
esperaban en recompensa de las limosnas que como sus bienhechores
les hicieran: faltando, pues, la comunidad, á la que individual
mente se prestaban aquellos auxilios, falta también y caduca na
turalmente la obligación de suministrarlos cuando ya do tienen
objeto.
Deavaneo'.da asi la razón alegada por el Sr. Landero en contra del
articulo que se discute, estacón la cláusula que contiene queda en
su lugar y con toda su fuerza; por lo cual concluyo rogando al Se
nado que lo apruebe.
El Sr. LANDERO: Siempre creí alcanzar muy poco de los se
ñores de la comisión , y por consiguiente debía haber dicho , no que
se quitaran, esas palabras , sino que se dejara esta cualidad de pa
tronos. Pero solo he pedido la palabra para decir, que si la inten
ción de la comisión ha sido hablar da limosnas voluntarias, le ruego
que fije la atención sobre el artículo , y verá que no pueden merecer
el carácter de limosnas por mas que tengan ese nombre las pres
taciones de que habla el articulo sin envolver un contrasentido, por
que es decir que se prohibe que se hagan limosnas, y eso no puede
decirlo. Se halla en el art. 2: de aquellas prestaciones que el qus
las satisface es libre en darlas ó no, y no es propio el decir "pa
gúense" cuando se habln de una acción voluntaria. Asi, rogaría á la
comisión que redactara elle articulo conforme á esa idea de que se
habla de aquellas limosnas respecto á las cuales los prestadores
quedan libres de darlas ó no.
El Sr. conde de PINUFIEL: Yo creía que el Sr. Landero qu
daría satisfecho oon lo manifestado por el Sr. Gómez , y veo que no.
Yo creo que esto es una limosna y no otra cosa; porque ¿qué objeto
tenían estas limosnas? ¿Qué retribución babia por ellas ? Ninguna:
una limosna se daba de sucesión á sucesión, porque la piedad de aque
llos tímanos era tal, que los herederos hacían lo que habían hecho
so» antecesores. Había una casa , por ejemplo, que daba el día del
Corput todos los años un desayuno á los religiosas de San Francisco
en Valladolid, por cuya razón pasaba un duro por cada fraile : etan
cincuenta ; daba cincuenta duros. Y hoy, suprimidos tos conventos,
no existiendo esa comunidad, ¿á quién se habían de dar los cincuen
ta duros? ¿ A quien no tieoe ningún derecho pira percibirlos? ¿ Al
Estado? El Estado tendrá derecho á la linca, pero no á la limosna.
Seria lo mas oruel y lo mas rigoroso que á una casa que en tiempo
antiguo daba una limosna en el dia de San Juan ó en el del Corpus,
á tal ó cual comunidad , hoy , que ya no existe esta comunidad , se
le haga dar dicha limosna para que la perciba el Crédito público.
Creo , pues , que no hay inconveniente en que el articulo se apruebe
como está.
El Sr. LANDERO: Solo tomo la palabra nuevamente para lla
mar la atención del señor conde de Pinofiel sobre una idea. lia dicho
S. S. que el poseedor de una finca estaba obligado á acudir el dia del
Corpus con un durp por cada individuo de la comunidad para un
desayuno, y que no existiendo la comunidad, quién habia de perci -
bir hoy esta prestación. La debe percibir aquel á quien ha pasado
la finca que tenia esta carga. Yo pregunto : ¿es poseedor acaso por ti
tulo oneroso? Cuando se vendiera la casa se tendría en cuenta al
hacerse la tasación esa obligación, y se rebajaría del precio de.ella el
importe de esa carga. Esto me parece que es muy claro, y me ba
ocurrido mirando asi por primera vez el articulo. La comisión, que
lo habrá meditado mas, no podrá menos de conocer la fuerza de esta
reflexión; y por lo mismo no creo necesario insistir mas en esto.
El Sr. Conde de PINOFIEL: Estaría perfectamente lo que dice
el Sr. Landero sí yo hubiera dicho que habia una finca gravada con
esa obligación, en cuyo caso claro es que dicha finca llevaría consi
go esa carga. '
He dicho que una limosna que daba la casa a ó i i tal ó cual co
munidad sin obligación, sino por costumbre, como sucedía en varios
puntos; y esta clase de limosnas, repito, no creo que hoy puedan
con justicia exigirse cuando no existen las comunidades á quienes
directamente habia la costumbre de hacerlas.
El Sr. GOMEZ BECERRA : Antes de hablar del art. 2° es me
nester fijar bien lá cuestión, porque yo veo que se pone en distintos
términos. El Sr. conde de Pinofiel habla de fincas cuyos poseedores
hayan pagado voluntariamente una limosna á tal ó cual convento, y
el articulo en cuestión no habla de eso , sino de gravámenes impues
tos sobre fincas á favor de los conventos. Los [Mirónos hacían una
prestación á un convento; pero esta prestación anual impuesta por
la [fundación del mayorazgo, ó por cualquiera otro título .legítimo
que afectase á las lincas de la prestación, no era simplemente gra
tuita.
El patrono, ademas de la obligación de prestar una suma anual
que estaba impuesta sobre la finca de un mayorazgo ó sobre fincas
libres, satisfacía ciertas obligaciones para el reparo de la iglesia, para
encaso de necesidad suplir algo para ornamentos, en lin, para todas
las demás necesidades que pudieran ocurrir, porque esto quería decir
patronos. Pero esta prestación, repito, no era gratuita, pues en re
compensa recibía una sepultura en el mismo convento, un aniversa-
rio por su alma , una distinción de honor cuando asistía á las fun
ciones religiosas, como una silla , un cogin ú otra cosa semejante.
Bajo este aspecto, cuando la comunidad religiosa no puede dar
esta reciprocidad, porque ha dejado de existir, claro es que la otra
prestación debe cesar, y por esta razón ha aprobado el Senado el pri
mer articula. Vengamos ahora al 2?
Este se combale diciendo: esta es una limosna, ó esta es una
prestación que se hace gratuitamente, sin indemnización, sin recom
pensa por parte del convento á quien se hacia. Yo digo que no; y
que la misma razón hay en favor de este articulo que en favor
del 1? Aunque parezca que esas prestaciones se han hecho gratui
tamente, nunca ha sido esa la intención de los fundadores, y aun
cuando no lo hayan expresado, debía entenderse implícitamente asi.
La compensación estaba en que todos los que hacían esas limosnas,
no ya en fundaciones, ni en gravámenes sobre fincas, sino los que las
bacian cada mes, ó cada ocho días, todos llevaban una intención, á
saber: la de participar de los sufragios, de las indulgencias, &c.
que gozaban esas comunidades, ó dispensaban los ejercicios religiosos
que practicaban esas mismas comunidades. Y si ya esto no puede
ser porque las comunidades no existen, ¿no estamos en el mismo
caso respecto á la obligación de los patronos? Es claro que sí, es
claro que la misma razón hay en favor de unos que en favor de
otros; y ademas de esta razón de justicia creo que concurre otra en
favor de-este articulo muy importante: esta es una razón de econo
mía. Es necesario que la propiedad se arraigue, st consolide en
España.
Apenas hay propiedad que no tenga un gravamen, un censo, un
enfiteusis, una hipoteca, un aniversario de misas. La propiedad no
es absoluta, y por lo mismo en obsequio de la propiedad creo que
también debe aprobarse este articulo tal como lo presenta la comi
sión, que en mi juicio ha de dar ventajosos resultados."
No habiendo ningún otro Sr. Senador que tuviese pedida la pa
labra, se puso á votación el art. 2? y quedó aprobado.
Se leyó el 5?, y dijo
El Sr. GOMEZ BECERRA: Señores, este articulo no se puede
aprobar, ni considerada su redacción , ni considerada su esencia. No
en cuanto á su redacción, porque encuentro una expresión que no
sé lo que significa. La Dirección de. Ainortizaoion (dice el articulo)

no podrá reclamar derecho alguno sin probar por su cuenta... ¿Qué
quiere decir prohar por su cuenta? £510 necesita una explicación,
porque se trata de demandas, y de demandas que se han de entablar
en juicio y se han de tratar en el furo, y en el loro no se sabe lo
que quiere decir probar por-su cuenta. . ••
Esa palabra por su cuenta en estos casos es menester suprimirla;
pero yo avanzo uiai: avanzo á pedir á la comisión, y en su caso á
proponer al Senado que suprima todo el articulo, porque no se puede
aprobar, porque es un contraprincipio cada una de sus proposiciones,
y porque es enteramente inútil si lo que se quiere decir es una cosa
ya sabida y establecida.
Dice el articulo: "la. Dirección de Amortización y sus dependen-
cias no podrán reclamar derretios ó acciones que supongan pertene
cer á los convenios, sin probar por su cuenta en debida forma que
las demandas que hacen son de legitimo adeudo..." También esta
expresión de demanda de legítimo adeudo no sé qué es lo que signi
fica: tengo cincuenta años de foro y....
£1 Sr. conde de PINOFIEL: Si el Sr. Presidente me lo permite,
y el Sr. Gomes Becerra lo consiente , desharé una equivocación.
£1 Sr. GOMEZ BECERRA: No señor; es menester que yo acabe:
ahora no se puede tratar de equivocaciones de hechos.
EÍ Sr. PRESIDENTE: Esta V. S. en su derecho.
£1 Sr. GOMEZ BECERRA: Se dice aqui que la Dirección de
Amortización ha de. probar sus demandas : en pocas palabras esto es
lo que viene á decirse; y pregunto.yo: ¿es necesario decir esto nunca?
¿Pues qué no es principio eterno de drrecho en todas las legislacio
nes que el actor debe probar, y que en no probando debe ser absuelto
el demandado ? ¿ Pues qué hace este articulo ? No hace mas que pre
venir eso mismo, si se le da esa inteligencia.
Pero aqui hay otra: aqui hay lo que be 'dicho antes, un contra
principio; porque aqui no se respeta la posesión, y este es el objeto
del articulo, que en derecho no se puede admitir, porque destruye
los derechos mas sagrados, el derecho de posesión, que no puede de
jar de ser respetado, a*¡ como el poseedor no puede ser privado de*
ese derecho sin que antes sea oido y vencido en juicio. Asi que, aqui
el articulo, prescindiendo ahora de los términos en que está concebido,
se limita á decir que cuando la Amortización demande debe probar
su demanda: este es un principio de derecho que no debe repetirse
en ninguna ley; y si la intención en otro caso es que no pueda
reclamar sin dar esa prueba, se destruye el derecho de posesión y
es contra toda razón.
Continúa el articulo diciendo: "que las demandas (porque se va
hablando de demandas) son de distinta naturaleza de las presta
ciones...." ¿ Qué quiere deiir esto ? La demanda es una cosa, y la
prestación es otra, y nunca puede ser idéntica la naturaleza de una
y otra : la demanda tiene par objeto la prestación; pero la demanda
es un medio de percibir en juicio aquello á que creemos que tene
mos derecho, mientras que la prestación es el hecho material de
dar una cosa. • Amortización se las debe, asi son también muchos los particulares
Eiilieudo, aunque está mal explicado, que lo que se quiere decir
es que la Amortización ha de justiücar que esas prestaciones que de
mande son de diversa naturaleza que las comprendidas en los artícu
los 1? y 2!; pero entonces vuelvo á decir que el resultado es que se
despoja á la Amortización del derecho de posesiou antes de ser oída
y vencida en juicio, y se sienta el contrapriucipio de querer que el:
actor pruebe que no tiene lugár la excepción que el reo ha de oponer.
Eso no: el actor pone su demanda; el demandado ó reo contesta,
y entonces tiene que probar la excepción [Vide la palabra en pro el
Sr. Sánchez Fernandez'). ¿Y cómo se quiere aqui que pruebe la Amor
tización? Si pide la Amortización una prestación que sea de limosna
para manutención del convento ó patronato, el demandado dirá : yo
no estoy obligado á esa prestación, porque es de las comprendidas en
el art. i! y 2? de la ley.
Ahora el imponer que el actor luga la prueba es contra todos los
principios, contra toda ia práctica, contra toda la razón; es trastor
nar todo el sistema de legislación.
En mi opinión, pues, no se puede admitir este articulo, porque si
«e contrae á su verdadera letra, eslo es, á decir que el actor ha de pro
bar su acción, y el demandado puede oponer las excepciones que Je
da el art. 1? y 25, no es necesario; y si no se considera en estos térmi
nos, y se trata ó entiende de cusas que no dice, tampoco puede apro
barse. , auxilio de mis dignos compañeros; pero por lo que hace al pensa
El Sr. GOMEZ (D. M. V.): En muy mala posición me hallo
teniendo que contestar al Sr. Gómez Becerra, que con tanta maestría
ha impugnado el art. 3í que la comisión presenta; pero á pesar de
esto , como individuo de ella me veo en la necesidad de decir lo
que pueda en su defensa.
Son varias las objeciones que S. S. ha hecho: sin embargo, todas
ellas pueden reducirse á dos: una, que se dirige contra los términos
en que está redactado el articulo , y otra contra su inutilidad , me
diante i que lo que en él se pide está ya dispuesto por la ley.
Por lo que. hace á lo primero, aunque desde luego convengo en
virtud de las observaciones de S. S. que puede mejorarse su redac
ción , S. . S. convendrá también , y .convendrán todos los que lo lean,
que cuando la comisión dice, que la Dirección de Amortización ha
de probar por su cuenta que las demandas que haga son de legitimo
adeudo, entiende que han de ser de su rosta , y no de la de los de
mandados, las diligencias que se practiquen para convencerles de que
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son deudores legítimos de las cantidades que se les piden y por las
cuales se les apremia. Tal es el pensamiento de Ja comisión, y tal
la idea del Sr. Senador que presentó la adición, que el ,'enado tomó
en consideración sin duda porque la estimaría covrniente. Si la co
misión no ba tenido la fortuna de aceitar en los términos de la re
dacción , retirará el articulo y lo formulará en otros mas precisos,
mas exactos y mas forenses.
En cuanto á lo segundo, es decir, en cuanto á la inutilidad del
artículo que supone el Sr. Gómez Becerra, mediante á que es una cosa
positiva sabida de todos, y un principio en el drrrcho que el actor
tiene que probar lo que pide al demandado, y eslo de.tal manera, que
si deja de probarlo el reo supuesto debe quedar absuelto, la comisión
y yo con ella couocemos esta verdad , y convendríamos con S. S. en
la inutilidad del articulo. Mas no podemos convenir, atendida la
conducta que hasta aqui ha observada la Dirección de Amortización
con aquellos que cree deudores á los conventos suprimidos, cuyos
bienes posee, y cuyas acciones y derechos représenla.
Por la Real instrucción me parece de 1? de Marzo de 1836, que
es casi una copia fiel y literal del decreto de 3 de Setiembre de 1820.
asi como por el arl. 3'.' de la ley de 21 de Julio del año próximo pa
sado de US 10, se respeta y se recomienda la obligación de satisfacer
las cargas piadosas de todas clases con que estaban gravados los bie
nes ocupados á los regulares de ambos sexos; previniéndose rn el ci
tado art. 3? que se cumplan en la iglesia parroquial en cuya feligre
sía se halUn las fincas afretas á ellas. Y bien: ¿paga la Amortización
estas cargas que se destinan en parle déla congrua de los pá rrocos en
el último proyecto de ley de dotación del Culto y Clero? No, seño
res: la Amortización se niega á satisfacerlas.
Hay una multitud de reclamaciones de diputaciones provinciales
en que se quejan de que aquellas oficinas no les entregan las cantida
des con que algunos de los bienes de los regulares estaban gravadosen
favor de los establecimientos de instrucción publica y de beneficen
cia, y hay otra multitud de representaciones dirigidas á la junta su
perior de Diezmos por las diocesanas , en las que igualmente se que
jan contra la Dirección de Amortización porque no quiere satisfa
cer las cantidades marcadas en varias lincas para misas, aniversa
rios &c. , &c. , lo que asciende á algunos millones en toda la monar
quía, y de lo que se ha privado al clero.
Ahora bien : en medio de este descuido, de esta apatía y de este
abandono de parte de la Dirección de Amortización para satisfacer
estos gravámenes tan sagrados, y á cuyo pago está obligada por de
cretos, Reales instrucciones y leyes Vigentes, desplega el mayor celo
y actividad para indagar, perseguir y hacer efectiva la cobranza de.
todo aquello que por remolo ó dudoso que sea cree correspondería
en representación de los derechos y acciones que supone pertenecían
á los conventos.
Asi como hay diputaciones provinciales y juntas de dotación de
Culto y Clero que se quejan de que no se las entrega lo que por la
que se lamentan de que solo por un simple asiento de los libros de
los regulares que ba ocupado aquella se les piden cantidades, sin
probarles en debida forma que ton legítimos deudores á ellas, dán
doles por toda contestación que paguen, y reclamen después si lo lie.
neu por conveniente.
Para evitar estos perjuicios se ha puesto este articulo rn confor
midad á la adición presentada, que el Senado tomó en consideración,
á pesar de que le constaba el principio reconocido en el derecho de
que el demandante tiene que probar su acción, si 11 lo cual el deman
dado queda absuelto.
Repito que puede ser susceptible de mejor tedaccion; pero en la
es.-ucia siempre será el mismo si se desea evitar aquellos perjuicios,
y aplicar á aquellos males un saludable remedio, porque. si es justo,
como la comisión supone en su preámbulo ó sea parte expositiva que
no se defraude á la Hacienda pública nada de lo que se la ha adjudi
cado por la ley, también lo es que se debe proteger á los particula
res, é impedir que sean vejados con demandas y litigios sobre deu
das tal vez supuestas, sin bastante fundamento, dudosas é inciertas.
¿No merecen los ciudadanos esla consideración? ¿Y no se lia de poner
un dique que contenga la conducta de ia Dirección de Amortización?
Pues esto es lo que preleude la comisión en el articulo que se discute.
Mejórese su redacción: yo estoy pronto á contribuir á ello con el
miento que contiene, y á la utilidad que presenta , parece que no
debe desconocerse, y que será conveniente que se apruebe, si el Se
nado, después de haber tomado en consideración la adición que lo
ha motivado, no acuerda ahora que se retire enteramente.
El Sr. ALONSO, Minislto de Gracia y Justicia i Señor, nada
puede añadirse contra este articulo á lo ya dicho por el Sr. Becerra;
son exactas, exactísimas las observaciones de S S.t las disposiciones
del articulo , ó son innecesarias porque son comuues á todas las leyes,
ó envuelven un contra principio.
Tal vez la comisión habrá quetido hacer una distinción que no
expresa el articulo respecto al modo de recaudar, que puede hacerse
dedos maneras: primero, por expediente gubernativo; y segundo,
por contencioso; pero el segundo la comisión no habla ée él: habla
solo del medio judicial, y si se contrae á esto solo, preciso es que sus
disposiciones se examinen con arreglo á los principios de administra
ción de iusticia, ...... _a
 356
Presentada, pues, la cuestión de esta manera por li camision, es
indudable que el articulo es innecesario é inútil. ¿Se ye la Ainorti-
ración eu el caso de demandar judicialmente á uno para que pague
una carga? Cuando llegue el caso la Amortización tendrá que probar
su inteucion. Si la Amortización demanda el pago de uoa carga ex
cluida por los articules anteriores, buen cuidado tendrá el demanda
do de oponer esta excepción. ' El Sr. GOMEZ- (D. Ventura): Para redactarlo de nuevo. •
£ste es el modo con que se agitan en los tribunales lasdemandas y
las excepciones: por consiguiente si esto rs ciinun á Iodos los negó*
eios; si se trata única mente en el art. o> de negocios judiciales como
parece, claro esv, señores, que es inútil cuando está dispuesto por las
leves lo que debe hacerse.
lia dicho muy bien el Sr. Gómez Becerra qae seria un contra-
principio exigir que hubiese de probar la Amortización que eran do
legitimo adeudo las prestaciones que reclamase, porque en este caso,
pidiendo la Amortización una prestación que sea de las exceptuadas
en los artículos anteriores, entonces presentará esta excepción el de
mandado, cada uno presentará sus pruebas, y el tribunal declarará
si es de las exceptuadas ó no lo es; pero ya he dicho antes que la co
misión sin duda ha querido referirse á la recaudación ó al pago pre
tendido por la Amortización por un expediente gubernativo.
Nada conduce á este articulo, ni aun lijada la cuestión en estos
términos, lo que ha dicho el Sr. Gómez (O. Ventura) respecto á las
demandas que las juntas diocesanas ó las iglesias puedan hacer a la
Amortización. Si la Amortización no cumple, deben usar de los me
dios que las leyes conceden á las juntas diocesanas y á las iglesias.
Pero aquí no se trata de esto ; se trata solo de lo que deberá hacerse
cuando la Amortización proceda á exigir.
Viniendo al mismo terreno que he. lijado, el pensamiento que ha
podido teuer la comisión, aunque no lo explica, es considerar á la
Amortización en el misino caso en que están las intendencias cuan
do reclaman el pago de las contribuciones, que si causan agravios
»e reclama, y los resarce debidamente el tribunal de justicia ; pero
entre tanto la Amortización, qae tiene consignado en su expediente
que debe hacerse el pago, no pue.de sufrir dilación .alguna , parque
seria muy perjudicial j los intereses del Estado, qua sirven para sa
tisfacer sus gastos. ' tares."
Yo estoy seguro de que la Amortización no procederá nunca á
exigir aquellas prestaciones que estén exceptuadas, porque no olvi
dará nunca la obligación que tiene de cumplir con las leyes. Dando
derecho á los particulares para reclamar si la Amortización falta á
los leyes, me parece que no hay ra/.on ninguna para sostener este
articulo, que á mi modo de ver ni es necesario, ni es útil, ni es con
veniente.
El Sr. GOMEZ (D. Ventura): Solamente lie pedido la palabra
para manifestar que en algunas ocasiones conviene la comisión que
podrá suceder que la Amortización no deba probar nada; y en su
preámbulo, cuando dice que no puede conformarse con la adición
•latamente lo expresa asi. Por consiguiente ese contraprincipio que
se nota en el articulo no existe, porque está convencida la comisión
de que hay ciertas cosas de conocida justicia, .y otras que son dudo
sas, inciertas, ó tal Vez mal pedidas , y en este caso se debe exigir
que pruebe la Amortización.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Yo no he discutido masque el ar
ticulo 1 ni se ha puesto á discusión , ni se ha de rotar, ni ha de ser
parte de la ley, ni se ha líe sancionar, ni se ha de publicar otra cosa
mas que el articulo; de consigúiente poco me importa , y poco debe
importar que en el preámbulo diga la comisión lo que quiera si lue
go en el articulo encontramos tanto contraprincipio y tanto defecto
como en él se notan. '
El Sr. conde de PINOFIEL: Yo trataba de evitar la discusión
cuando al principio 01 al Sr. Gómez Becerra , porque efectivamente
yo soy franco: el articulo abunda en expresiones quo no son ni muy
legales, ni muy forenses; pero yo sé lo que sucede cuando hay estas
adiciones.
En el caso presente hay la de un cclesiáctico, el Sr. Sánchez
Fernandez , que es da aquella clase de adiciones que se lucen, por lo
que se ha notado en persona propia , en amigos, en parientes, ó tal;
porque vienen estos señores al Senado, y nomo han visto allí que hay
procedimientos que chocan , como efectivamente yo lo veo, quieren
abrazarlo todo en el articulo ó en la proposición , como ha sucedido
con el Sr. Sanche» Fernandez , y se incurre en ciertas inexactitu
des que mo movieron i decir que desde luego el articulo me parece
que la comisión nó tendrá dificultad ep decir que quedará reducido
á disponer que se obre con arreglo á derecho 6 por lo.» trámites cor-
respondientes.
Y<> creí que con esto bastaba : lo dije asi , y lo dijeron varios se
ñores; rxro estas adiciones y estas cesas que se proponen por lo que
se ha tocado en los pueblos y t xperimentado eri cabeza propia , pue
den mucho y hacen much?. fuerza para pretender abundar eu expre-
.síones y términos.
Asi creo que la comiiion adoptaría la sencillez de que se propon
gan las demandas ocn arreglo i derecho , ó con los instrumentos ó
documentos correspondientes, que es lo que la ley' exige.
Yo bien-veo que el Sr. Gómez Becerra ha tenido su campo para
lucirse y explicarse, porque verdaderamente hay aqui de mas, y como
facultativo conoce y «abe esto lo mismo que el Sr. Ministro, aunque
me parece que bi dicho que el demandado había de probar, y yo en
esto no convengo; pero sea de ello lo que quiera, me parece que la co
misión admitirá lo que propongo.
El Sr. GOMEZ (O Ventura ): La comisión retira el articulo.
' £1 Sr. conde de PIPÍOFI EL : Bueno; lo mismo es.
El Sr. GOMEZ BECERRA: ¿Lo retira la comisión para supri
mirlo, ó para redactarlo de nuevo !
i
El Sr. GOMEZ BECERRA: Me opongo i eso, y pido que se vote
si se suprime ó no , porque p ira decir que se han de presentar las de
mandas con arreglo á derecho no es menester decirlo en esta ley,
porque está expresado muy terminantemente en todos nuestros códi
gos de tal modo , que es ya un principio eterno de derecho.
El Sr. GOMEZ (D. Ventura): La comisión retira el articulo en
teramente, y seda por satisfecha con solo la discusión, porque la
amortización sabrá lo que se ha dicho.
El Sr. PRESIDENTE: Entonces es decir que se suprime el arti
culo 3?
El Sr. TORRE SOLANOT: Queda suprimido el art. 3*
El Sr. SEOANE: Yo creo que hay necesidad de votar la supre
sión por una razou sencilla; porque este articuló no ha nacido de la
comisión: ha nacido de una proposición tomada en consideración por
el Sanado, que la li3 pasado después á la comisión. Si el Senado se con
forma con que quede suprimido, es desechar la proposición que diú
origen á ese articulo; de modo que no es privativo de la comisión el
desecharla. Un Sr. Senador que se sienta en este banco fue el que lo
propuso, su tomó en consideración, pasó á la comisión para que lo
presentara arreglado en un articulo; la comisión lo ha presentado, y
ahora so está en el caso de ver el voto del Senado. Si este declara que
debe quedar suprimido, terminantemente dice que queda desechada
la proposición, y de este modo no Iwy lugar á dudas; pera es necesa
rio que se vote.
El Sr. PRESIDENTE: De todos modos hay que nombrar comi
sión mixta , porque en el art. 2? que se ha aprobido hay divergen
cia , y por tanto los Sres Senadores tendrán la bondad de reunirse en
secciones para este objeto luego que se levante la sesión.
Se procede á la discusión del proyecto de ley sobre retiros mili
Leído el dictamen (vc'ase el Diarlo Aúm. 19, sesiott del día 15 del
corriente') , dijo .
El Sr. HEROS: Señores, osadía y mas que osadía es tomar la pa
labra en la discusión de un proyecto contra el cual nadie sino yo
parece haberse determinado á hablar, y esta osadía es tanto mayor,
cuanto que- voy á combatir el 'dictamen emitido poruña que ver
daderamente se puede llamar falange mas bien ooe comisión. Mili
tares distinguidos y consumados en él servicio; gentes prácticas en
la guerra, entendidas en todas las partes que constituyen el derecho
militar, y personas por otra parte muy entendidas en esta materia
administrativa, son las qne acaban de presentar al Senado el dicta
men que acaba de leerse. Y esta falafige, mas bien que comisión,
vuelvo á decir, por mi desgracia tiene también la circunstancia de
decir que no espera que nadie que sea un poco entendido y esté acos
tumbrado á las penalidades y trabajos de la guerra se determine i
combatir el dictáinen que se ha sometido á la deliberación del Se
nado; de modo, señores, que habiendo yo participado deesas pena
lidades y esos trabajos, aunque casi no en escala tan extensa ni tan
grande como los individuos de la comisión, llevo en contra mia esa
especie de reprobación: la llevo en estar casi desiertos los bancos del
Senado; la llevo en tener en contra mia los generales que componen
el Gobierno; y la llevo, por fin, en haber en contra de mi opinión,
al parecer única y exclusiva, la autoridad de ún Cuerpo respetabi
lísimo, que por lo que fe dice, y la Constitución dice también, su
obligación mas esencial es velar por los intereses materiales y pe
cuniarios del Estado, que es uno de los puntos por donde yo eom---
batiré el dictamen.
Por consecuencia , sicn.-fo tan osado como desde luego aparezco,
uizá ninguno me creerá que entro con timidez en esta cuestión, y
ú ebo francamente declarar que no me acuerdo de haber entrado en
ninguna, ni con mas desconfianza, ni con menos arrojo, y aun pue
do añadir, nr con menos prevención ; porque no habiendo sabido
basta ayer que se iba á tratar este asunto, y no habiéndome mis ocu
paciones permitido otra cosa , apenas he podido recorrer algunas na
tas y apuntes tomados de otro* países, que no dejarán de valerme
después. . •
El proyecto que nos ocupa es de tal naturaleza , que' cambia ente-
ramente todo lo que hasta el dia se ha convenido en llamar filosofía
de la guerra. Este proyecto versa sobre el principio de que los gran
des servicios militares, que tienen por recompensa la inmortalidad y
el buen nombre, van i cambiar enteramente de naturaleza, redu
ciéndolos en lo general d servicios pecuniarios, yo, señores , he sido
uno de esos militares que en otro tiempo hsn estudiado la ordenanza,
y todavia me acuerdo de un articulo en que dice: "sin contar con las
recompensas pecuniarias, porque todo militar á quien su propio ho
nor y espíritu no estimule para cumplir con su deber vale muy poco
para mi servicio»" Y este deseo , esta honrosa ambición de distin
guirse , el acudir á sus horas, el hablar mucho de la profesión mili
tar, es verdaderamente lo que constituye la mejor disposición parsel
servicio.
Yo me acuerdo en mis momentos; de entusiasmo militar; y en los

estudios que hacia , y en el interés que me tomaba en las cosas rela
tivas á este punto , haber leído aqueltoi versos de Garcilaso , en que
hablando de las fatigas y peligros de la guerra dice:
« "Por estas asperezas se camina
de la inmortalidad al alto asiento ,
dó nunca arriba quien de alli decl i na."
Por consecuencia, cuando esa inmortalidad y ese buen nombre se
convier 1 1 n en recompensas pecuniarias, no sé cuál resultado podrá te»
ner la disciplina militar.
No quiero decir eon esto ni con la opinión que voy A sostener
que se deje á los militares sin la subsistencia segura , siempre que
las heridas ó el cansancio les ha obligado á dejar el servicio. No quie
ro decir tampoco que haya aquella parsimonia en los empleos, en
las condecoraciones y en las recompensas que se ven muy constante
mente en los últimos historiadores de las guerras de Flandes y de
Italia : ya no estamos en el tiempo en que por consecuencia de ha*
ber tomado los ejércitos españoles las plazas de Amiens, de Calais y
otras, diga un historiador lo que Felipe II dijo de J). Francisco
Ibarra: "Mejoradle, la encomienda , y dadle dos ó tres hábitos de las
órdeues militares ;" porque dice el mismo historiador que la econo
mía en las recompensas hace que sean mas apreciablest esto se decía
en un ejército de valientes, pues nunca se hablaba como ahora ; y
se decía de valientes', porque se suponía que todos lo eran.
Sentado esto, voy á examinar el proyecto con respecto á lo que es
en sí, y de paso necesito hacer un recuerdo , porque precisamente es
opinión que suele valeren estos días, y es la comparación que hay
entre los retiros militares y los civiles. Yo declaro desde luego que si
se tratase de los retiros civiles expondría mi opinión sobre esa mate
ria. Yo no creo que porque una ley en materia civil sea imperfecta,
esta imperfección baya ote servir de base para una ley militar. Se ha
hablado mucho y dicho* respecte á que los retiros militares están
menos recompensados que los civiles; y prescindiendo de que esto no
es exacto, todavía digo que cuando se trate de loa últimos he de ma
nifestar toda la severidad de mis principios hasta donde alcance. Pe
ro pregunto yo: ¿cuál ha sido en todos los países militarmente orga
nizados , en todos los países que han querido que las recompensas
militares tengan la debida aplicación, cuál ha sido, repito, la doc
trina que se ha seguido? ¿Ha sida por ventura el que la recompensa
por servicios puramente materiales recaiga sobre los grados inferio
res de la milicia, ó ha «ido por el contrario, que todos estos grados,
que son. loa mas trabajosos, por medio de grandes servicios, y de la
prudencia que acompaña al valor, tengan su recompensa en los gra
dos superiores ?
De aquí , señores, resulta desde luego la diferencia que hay entre
las carreras civiles y militares : en las unas sus servicios son modes
tos , siq brillo , continuamente mal apreciados; y los empleados en
ellas apenas llegan á obtener lo que forma, por decirlo asi, la pri
mera escala de las recompensas militares: tales son los grados de ge
neral. Los empleos de general en todos loa países han sido concedidos
romo recompensa- del mérito verdadero; hablo del valor y de la pru
dencia : de aquí es que en todos los paisa* se ha notado tanta parsi
monia siempre que se ha tratado de retiro* de las clases inferiores.
£1 mismo capitán del siglo, Napoleón, i quien no se le podia negar
que habia encontrado el secreto de entusiasmar al soldado hasta el
ponto que todos conocemos, fue uno de los que dieron la prueba
mas positiva de esta parsimonia y de esta templanza, pues que pro
porcionando á las clases inferiores uno* retiros tan módicos que com
parados con los nuestros son lo que una molécula respecto á un cuer
po cualquiera , todos sus servicios lo* recompensaba altamente, en
los grados mas elevados, lista doctrina puesta en práctica por el pri
mer capitán del siglo , puesto que asi se le llama , no me parece que
debería . nunca haberse dejado de tener presente' para proponerla con
mas razón en un país que se encuentra en las necesidades del nuestro.
Esta doctrina está seguida igualmente en los países mas opulentos que
se conocen, y en que no se podrá decir por cierto que no se atienden
y premian los servicios militares: esta doctrina está seguida en Ho
landa , en los Países Bajos , en donde se ha dado la ley de retiros mi
litares, que creo es la inas moderna que existe, puesto que no se si
una que últimamente se presentó en la* Cámara* francesas llegó á to
car á su término.
Esta doctrina está seguida en Prusia, euyo secreto militar con
siste en nna rígida economía en lodo lo que concierne á los gastos
militares, y solo asi se comprende eóauo una nación que apenas cuen
ta once millones de habitantes pueda contar con uno de Tos ejército*
mas numerosos de Europa , puesto que pasa de doscientos y tantos
mil hombres: esto consiste en la severidad que se observa en los gas
tos y en lo que se llama retiros militare*; ¿y por qué? Por conser
var siempre á los militares la esperan** de obtener la recompensa
de sus servicios en los grados superiores, i le* cuales deben optar por
medio de un mérito constante y de un trabajo asiduo; y no hablo del
valor, porque yo no concibo militar que no sea valiente-
Sentado esto, realmente roe encuentro en el caso de no saber por
dónde comenzar á combatir los do* proyecto* que se someten á nues
tra deliberación, porque si el que viene del Congreso de Sres. Dipu
tados me había ya llamado la atención por lo exagerado, todavía
tengo la desgracia de encontrar mas exagerado el que presenta la co
misión; y de paso, y para que se rea cómo en esta* materias se cal
cula en los reinos extraogeros, y que no he andado exagerado en lo
S.-TOMO I.
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que he dicho, sintiendo no poder presentar otras noticias, que no «é
cómo se me han ido, voy á hablar primeramente de cómo sé entien
den los retiros en otros paises.
Sabido es que en Inglaterra se trasmiten por compra los empleos
militares: una subtenencia cuesta próximamente sobre 50,000 rs. , y
se calcula que el capital que cuesta esta subtenencia produce como
un 22 por 100 , porque en tal proporción se encuentra el sueldo con
el capital que se emplea. Para pasar de subteniente á teniente hay
que aumentar la entrega hasta 90,000 rs. , y ya el rédito no guarda
proporción entre lo que cuesta el empleo y la renta. Para pasar de
teniente á capitán hay que aumentar todavía hasta ciento y tantos
mil reales , y el rédito de este capital disminuye de manera que no
viene á producir mas que un 8 1/2 por 100. En fin , un teniente co
ronel, que es , por decirlo asi , el último empleo de la milicia britá
nica , apenas récibe del capital que emplea un 1 por 100 ; de manera
que cuando pudiera reputarse que este empleo producía grandes ven
tajas , resulta que respectivamente va disminuyendo el valor de los
rédito*. Es verdad que va progresivamente reintegrándose de la can
tidad que dio, y que se le restituye cuando deja de servir; pero, se
ñores , este hombre, que lia pasado toda su vida en el servicio de las
armas (suele ser muy casual que pase de teniente coronel , porque
para los demás empleos entra mucho el favor ú otro género de ser
vicios) ; este hombre , digo , que ba pasado toda su vida en el servi
cio de las armas , recibe por toda recompensa medio sueldo, porque
es la mayor cantidad que en el ejército británico se conoce como re
compensa de servicios militares , sea cualquiera el tiempo que hayan
servido; y sin embargo de que esta nación ha llegado á la opulencia
que todos conocemos, todavía no ha tenido valor para poner en planta
un plan de retiros como el que nosotros tenemos A la visja, y de que
luego me haré cargo.
En Francia un teniente general cuenta con estas especies de suel
da: si está en disposición de ser empleado, tiene 12,000 francos, que
equivalen á 45,000 rs. : si está empleado, tiene 21,000 reales próxi.
mámente; pero este teniente general, si tiene cuarenta años de servi
cio y sesenta y ouatro de edad , se va á su casa con 6,000 francos,
que es la cantidad aproximadamente que nosotros ponemos á un co
ronel: de manera que un coronel según este proyecto, á los cuarenta
años de servicio tiene próximamente lo que un general en Francia y
mas que un mariscal de campo.
Excuso repetir que lo mismo sucede en Holanda, y que la ley es
casi idéntica. Yo respeto, señores, estos precedentes, no porque, como
el Senado sabe , á mi me guste que sigamos aquí las prácticas que se
siguen en otros paises, no; quiero leyes españolas, retiros españoles,
en fin , todo lo que está en las costumbres españolas, y si lo he cita
do, ha sido únicamente para hacer ver con que parsimonia en los pai
ses extraños se procede en materia de concesión de retiro, que al fin ,
señores, son costosos, costosísimos: primerc, porque corno he dicho
antes tienen el influjo de poder alterar sensiblemente la disciplina
militar: segundo, porque sucede constantemente que en los tiempo*
de guerra, sobre todo la mayor parte de los oficiales, tienen que pa
sar de un estado á otro; y tercero, porque teniendo la Europa en el
día necesidad, por circuntancias que no necesito decir, de mantener
ejércitos numerosos, es imposible que las cargas que llevan consigo
se puedan mantener sin una economía estricta y extraordinaria en
esa carrera mas que en otras.
Pero hay todavía otra razón. En Francia, por ejemplo, se sabe
que hay un número fijo de generales establecido por las leyes; por
consecuencia nadie llega á serlo sino en los términos y número que
las leyes prescriben; segundo, que alli no se puede negar ningún
individuo, sea de la clase que quiera, á tomar el retiro cuando se
fe pongan en la mano, siendo en los términos que la ley prescribe,
y en unos casos le da el Gobierno teniendo treinta años de servicio
y cincuenta de edad, y en otros cuando ya se han cumplido los'
treinta años de servicio. Por consecuencia, tenemos que á esta razón
de economía acompaña otra de orden interior, cual es la de graduar
las planas mayores, por decirlo asi, del ejército, porque no deja de
ser extraño que en tanto cuauto la clase sea mayor aumenten las re
compensas, y en lo interior disminuyan , partiendo del principio
de que aquellas fuesen en recompensa de servicios posteriores. Yo no
digo, pues, y desde ahora adelanto esta opinión, porque he dicho
antes que respeto mucho las costumbres españolas, que entre nos
otros se establezca la especie de sueldos de otro país: á mí me basta
que la idea esté admitida en el sueldo de cuartel; pero vuelvo á
decir que no obstante la severa parsimonia con que se procede eu
ot.ro país en materia de nombramiento de generales, y atendiendo
á que se han disminuido muchos cargos principales, todavía se
trata de arreglar en este punto las facultades del Gobierno. Pero voy
á entrar mas de cerca en la cuestión que nos ocupa.
Sabido es que antes del año de 1808 no había regla fija , por de -
cirio asi, en materia de retiros, y asi ya se sabia que en llegando á
capitán todo el mundo se retiraba con sus 000 rs. , para lo cual es
taban esperando, según suele decirse, como el agua de Mayo, las
dos charreteras que obteniéndolas el que se encontraba achacoso sa
iba á su casa. Este plan era defectuosísimo, y en la regularidad y ór-
den con que en el dia se tratan las materias administrativas no po
día tener lugar. Pero vino la guerra de la independencia ; y cuando
nuestros ejércitos se habían aumentado cinco veces mas de le que
eran los ordinarios; cuando el número de oficiales era el que no se
103
 858
día esperar, entonees en el aña de 1810 se presentó un reglamento
de retiros que los aumentó eu mayor proporción, y sucedió que en
Tez de los nueve décimos que aquí se ponen á los veinte años , allí
se concedían los '21,000 rs. que se conceden á los coroneles de in
fantería.
Como si esto no fuera suficiente , vino el año de 1811 y se de
clararon los años dobles de campaña , lo que equivalió á disminuir
los periodos para retirarse con el aumento considerable de 40 á 31;
aumentáronse tres años mas por la batalla de la Albuera: de modo
que resultó, sin que esto sea exageración, porque los militares que
me escuchan saben bien que no lo es, que se encontraban militares
que se les contaba mas años de servicio que de edad.
No creo haberme exagerado, y sobre todo cuando todavía, tenien
do en consideración uní cosa que no deja de tener mucho poder en
la ley que discutimos, todavía , digo , en el año de 1817 por no ha
berle tomado una providencia eficaz respecto al excesivo número de
militares que habia, todavía en ese año se aumentaron cinco años , y
un grado mas á los que quisieron retirarse. Pues no bastando esto,
vinieron las Cortes de 1821, y en estas todavía la exageraoion llegó
al punto de que los 21,000 rs. que se tenían á los cuarenta años co
mo sueldo de coronel, se convinieron en 30,000 rs. efectivos, desen
tendiéndose de que los 6,000 rs. mas se habían considerado como una
especie de sobresueldo á los coroneles por las faenas de su empleo ; y
llegó á tal extremo este aumento y exageración, que no contentos
con haber puesto en igual bienestar, por decirlo asi, á los coroneles
y mariscales de campo, ocurrió en 1822 de resultas de haberse re
formado los reglamentos de la Guardia Real de infantería española
y YV,liona, que por considerarse los capitanes de Guardias españo
las, lo mismo que los exentos de Guardias, coroneles, vinieron á es
tar en posesión de retiro , y sucedió que en vez de los 21,000 rs. de
empleo efectivo , aplicando el sentido de la ley, se les dió los 40,000,
y resultó que se daba mas á un coronel retirado que á un coronel
efectivo.
Creo que todos estos son datos que á pesar de que hace tiempo que
no me ocupo de la parte militar , conservándole siempre alguna afi
ción y deseoso de que el ejército tenga toda la estabilidad y organi
zación que yo deseo y que el pais necesita por la situación política en
que se encuentra y por el enlace da su política con el resto de la Eu
ropa , no puedo menos de extrañar que en el dia volvamos en algún
modo á reconocer lo que realmente fue defectuoso, y no solo á reco
nocerlo, sino que todavía se trata en la ley de darlo efecto retroac
tivo.
Yo me he informado del reglamento de retiros del año 1828 , y
•onfieso, señores, que no he podido menos de apreciarlo, porque está
bien combinado, y aunque pudiera presumirse que por lo que dejo
dicho este reglamento no es económico, sin embargo yo me contenta
ría gustoso con él, al mismo tiempo que veo que es superior á todos
los de Europa. En el reglamento de retiros de 1828 que tengo aqui
ion los retiros en una esfera tan superior, que como be dicho, aqui
tengo los de algunos países , y es fácil ver que los excede en mucho.
Pero se dice: "este reglamento de 1828 tuvo un efecto retroactivo,
porque atacó á los que se habían retirado antes por consecuencia del
reglamento de 1810, como á los que se retiraron por consecuencia de
lo dispuesto por las Cortes de 1822; y aqui, señores, debo yo confe
sar paladinamente que nadie es mas opuesto ni mas encarnizado ene
migo que yo á los efectos retroactivos de las leyes, y en faltando
este principio declaro que en mi corta opinión no puede haber ni es
tabilidad, ni administración, ni orden, ni concierto, ni nada.
Si los derechos de las personas que sirven al Estado y bajo la se
guridad inmediata de él se lanzan en unas ocasiones á correr los ries
gos de la guerra, en otras A arrostrar los trabajos y penalidades que
los cargos públicos llevan consigo, han de estar expuestos á que se les
cercene la subsistencia, disminuyan las esperanzas y sean un objeto
de ludibrio, y en último resultado, en el último periodo de la vida,
no puedan contar con una cantidad determinada para pasar los tris
tes y achacosos días de la ancianidad, confieso que no sé quién se ha
de resignará sufrir esta suerte. Esta es mi convicoion intima, y la
poseo en grado tanto mas alto, cuanto que en el desarrollo que tiene
la riqueza en Europa, y que coloca á los comerciantes y propietarios
por tener mas en una categoría superior á los empleados públicos
por la mayor riqueza que proporciona el comercio y la industria,
que si á los empleados públicos no se les da mas consideración, y no
•aben con qué bao de contar en sus últimos años, el resultado será
que el cargo de servidor del Estado será abandonado por las personas
que podían abrazarle como un medio de subsistencia y de honor para
los Estados, y vendrá i ser de una categoría inferior á todas como la
de los empleos mas mecánicos, y yo no puedo desentenderme de que
no tengan toda la consideración debida.
Digo, pues, que enhorabuena que se tratase de llevar el efecto
retroactivo que el reglamento de retiros de 28 pudo tener sobre los
que se habían retirado por el reglamento del año de 10 , y por el de
22; pero, señores, ¿es esto lo que nos propone la comisión? La comi
sión propone que el reglamento de retiros que somete á nuestro ex i',
men va á producir efecto sobre los que ya hace trece años se están
retirando de buena voluntad, bajo el reglamento de 1828. ¿Y qué re
sultará? Qae el corone! que se retiró con 18,000 rs. á los cuarenta
años, ahora va á recibir , como suele decirse , gratis «/ arnorr, 6,000
í raUs de beneficio. Yp po comprendo ni en qué principios de economía
razonable, ni en qué principios de interés puede entrar esto; porque
señor, al que está contento con haberse retirado según un reglamen
to, y que lo que desea es que se le pague con mas puntualidad, darle
una tercera parte mas de aquella cjnque se contentó, no alcanzo en
qué se funda, Podrá haber razones que no entiendo; pero tocada la
cuestión administrativamente, no comprendo en qué se funda esto; y
no solo no lo comprendo, sino que hay otro articulo en el dictámen
en que se dice: "En los efectos de esta ley son comprendidos igual
mente el ejército y armada." Santo y bueno que se les recompense
sus servicios, porque esta es mi opinión; pero no se les reoo.ua pense
con superfluidad, porque creo que deben guardar proporción con las
demás clases, y que siempre ha de quedar abierto ese campo de gloria
que se adquiere llegando á los empleos públicos.
Pero yo pregunto: ¿en las Córtes del año 836 ó 37 se propuso
qne para los oficiales de la marina se les aplicase los mismos sueldos
que para los del ejército? Las Córtes lo tuvieron asi por conveniente
y yo no lo voté porque no me satisfacierou las razones que en pro
se alegaron. Pues ahora bien: un capitán de navio, que según el an
terior reglamento partian sus retiros ¡de 18,000 rs. si era teniente,
suponiendo que se aplicase la ley de la totalidad del sueldo según el
reglamento de 810 ó de 822, el resultado es que tendrá los 18,000
reales de sueldo: pues este hombre que en virtud de esa ley se reti
ró muy á su satisfacción, va á adquirir ahora 3,000 rs. mas de lo
que tiene. Confieso que no alcanza esto. Podrá haber todas las razo
nes que se quieran para ello; pero venir á parar á que el retirado
haya de tener mas sueldo que el empleo efectivo, no tengo ó no me
ocurre razón alguna de convenienoia en que fundarlo. Y luego ¿en
qué tiempos vamos á hacer estos aumentos tan extraordinarios?
Cuando precisamente se diceque'no se puede satisfacerlo que se
está debiendo en consecuencia del reglamento anterior; cuando to
dos los militares retirados se quejan de que se les debe treinta y seis
y treinta y ocho meses de paga, cosa que por experiencia sé muy
bien. Por consecuencia creo que por este arreglo se vendrá i impo
sibilitar mas esta paga, y no veo qué razón de justicia habrá para
esto; mas bien que un arreglo miro, sin faltar al prestigio de loa
Cuerpos colegisladores, como un chasco, cuando no se puede pagar
dos ofrecer cuatro. Repito otra y otras cien veces que no sé como
comprenderlo.
Y todavía lo alcanzo menos euando se ptopone esta ley como una
ley de carácter permanente y estable ; porque asi como la comisión
rebate y con razón el efecto retroactivo de las leyes, asi si mañana
nos encontramos que no se puede pagar lo prometido en esta ley, todo
el mundo dirá , y yo el primero , que no puede tener efecto retroac
tivo ; y el militar que se retira bajo lo establecido en una ley tiene
derecho á que se abone lo señalado , y no se le puede privar de él.
Esta es mi doctrina: el que se lanzó al servicio público bajo el prin
cipio de que Una ley le aseguraba al cabo de tantos años de servicio
tal ventaja ó tal consideración , tiene un positivo derecho á disfrutar
dicha ventaja, y no se le puede privar de él. Las consecuencias de las
leyes han de ser siempre para los que vengan detrás. Pues bien : si
aprobamos esta ley, y mañana nos encontramos que no se puede pagar
lo que se fija por esta ley, ¿qué sucederá? Del presupuesto del eño
839 suben las cantidades comprendidas por retiros é inválidos á
cincuenta y tantos millones de reales. Pues si no los podemos pagar,
¿cómo pagaremos lo que por este reglamento se va á aumentar ?
Si se dijese que esta ley es puramente ocasional , que atendido el
estado numeroso de nuestros oficiales, al estadode paz en que nos en
contramos, á la necesidad de organizar de una manera estable nues
tro ejército, á la de recompensar á los hombres que tantos servicio!
han hecho; que era en fin una ley que no tendrá mas duración que
la de seis ú ocho meses ó nn año , yo la admitiría como una recom
pensa á los servicios qué" acaban de hacerse; pero constituirla en ley
estable y permanente, señores , no entra en mis principios ; y tiento
que la comisión no baya al menos tenido presente esta idea para no
ponerme en el caso de negarle mí voto completo y absoluto á la ley.
Mientras, vuelvo á decir, esto no se entienda como una ley de re
compensas militares por los servicios que se ababan de prestar , y se
dijese que no tendrá efecto mas qué por ocho, diez ó doce meses, no
lo admitiré; de este modo' si para convertirla en ley permanente y
estable , sin haber arreglado el ejército español , sin haber presentado
que es necesario volver al régimen antiguo de retiros , que cesaba esa
especie de comedía que se está representando, donde se encuentra que
el capitán general no es ca pilan general, el coronel no es coronel, «c,
porque están cobrando un sueldo que no es el que les corresponde,
no creo que podamos aprobar esto.
Ouando no hay nada organizado respecto á las gerarquias milita
res; cuando no hay nada establecido tampoco respecto al número de
estas gerarquias, comenzar la organización del ejército por lo ¡que
forma el punto mas elevado de él , no lo admitiré.
Asi, pues, y sin molestaY mas al Senado, declaro qne me veo en
el caso de no poder aprobar la ley que se propone llevando un carác
ter de permanencia y de efecto retroactivo que no debe llevar.
' Siento haber molestado tanto al Senado en esta impugnación; y
lo siento aunmas, porque estoy acobardado al ver que soy yo solo el
que ha tomado la palabra en contra de una comisión qne mat que
comisión es una falange terrible, con la que tengoque combatir solo.
El Sr.' FERRAZ (D. Valentín)': Señore», la comisión que boy
tiene él honor de presentar á la resolución del Senado el dictámen

sobre el proyecto de ley aprobado y remitido á este Cuerpo por el
Congreso de Diputados, relativo á la mejora de los retiros militares,
después de haberlo examinado con toda la madurez y detención que
de suyo exige un ascinto de no menos importancia que trascendencia,
ba creído que debia hacerlo en los términos que en el mismo dicta
men se manifiesta; porque si bien esoiertoque se ha visto en la dura
necesidad de prescindir eu la ocasión presente de las economías que
tan justamente reclama el actual estado de nuestras rentas, también
lo es que otras consideraciones no menos atendibles se lo han impe
dido.
' Se trata, tenores, no de recompensar, porque bay cierta clase de
sacrificios para los cuales la recompensa es muy difícil , de mejorar la
suerte de una ciase del Estado cuyo beroitmo no tieneejemplo. Y digo
que no lo tiene porque no me seria muy imposible probarlo. Hablo,
señores, del ejercito español; y cuando hablo del ejéroito español me
lleno de orgullo, porque tengo la gloria de pertenecer á él; de este
ejército, que sin necesidad de remontarnos mas allá del presente si
glo, se ha hecho por tantos títulos y en tan distintas ocasiones digno
déla consideración naciona l;<le este ejército cuya brabura, patriotismo,
decisión y constancia han admirado siempre al mundoentero; de este
ejército, que ha sabido restablecer la libertad de su patria en cuantas
ocasiones se la ha despojado de ella, sin que por esto hubiese jamás
aspirado á otra recompensa que á la gloria y satisfacción de haberlo
conseguido ; de este ejército, en fiu, cuya decisión y lealtad no han
sido capaces de menguarlas ui los peligros mas inminentes, ni las
extraordinarias fatigas y privaciones que ha tenido que soportar, ni
el ejemplo de las desgracias sufridas por compañeros menos afor
tunados en empresas de igual naturaleza, ni la conducta bárbara
y feroz que sus contrarios observaban en los campos de batalla, y se
ñaladamente en los depósitos de prisioneros, donde terminaban estos
sus días á manos de los que destinados al sacrificio de estas victimas
se complacían en inventar el modo de hacer mas horrorosa su eje
cución, i se , entonces se podrá hacer respecto de los retiros militares lo que
Y aquí, señores, me detengo, porque al recordar la historia de
estos sucesos y el nombre de los pueblos que tuvieron la desgracia de
presenciarlos me afecto demasiado , y dudo poder continuar en el
uso de la palabra; pero si asi fuese, me quedará la 'satisfacción de
que este ilustre Cuerpo, á quien he tenido la honra de dirigirla , sa
brá apreciar en su justo valor y dar toda la importancia que en sí
merecen los servicios prestados por la clase militar, que habiendo
consagrado lo mejor de su vida al servicio de su patria, reclama de
esta un porvenir algo mas lisonjero, que no podra negársele sin des
conocer la justicia que asiste á los que tao honrosamente la han ser
vido. Si , señores, á los que tan honrosamente la han servido , repito.
He dicho que el heroísmo del ejército español no tenía ejemplo , y
voy á demostrarlo en pocas palabras: este ejército, que como acabo
de manifestar, ha restablecido la libertad de su patria en cuantas oca
siones se la ha despojado de ella , lo ha hecho, uo solo corriendo los
riesgos que son consiguientes eu las empresas de esta especie, sino
desprendiéndose con una generosidad digna de ejemplo de las con
sideraciones, prerogativas y demás goces que los militares españoles
pierden en el cambio de instituciones. Para esto, senores , se necesita
de un temple de alma y de un patriotismo á toda prueba; y aun cuan
do no dudo que ese patriotismo y ese temple de alma se encontraría
en todos los demás españoles , lo cierto es que la prueba basta ahora
no se ha hecho mas que con el ejército, y que este ha correspondido
dignamenteá lo que la patria esperaba de sus virtudes.
Pues bien, señores: para este ejéroito es para quien reclamo en es
te momento la consideración del Senado; de este Cuerpo, que com
puesto de personas respetables y entendidas, guiadas siempre por la
mas severa justicia en todos sus actos, va á decidir la suerte de un
considerable número de compatriotas que reclaman su protección.
¿Y se la negará el Senado? Me parece que no: por lo menos asi me
lo iudican las demostraciones que observo en algunos Sres. Senadores.
Y no se crea, señores, que esta consideración que yo reclamo para la
clase militar es nueva en nuestros Cuerpos coiegisladores, no: antes
por el contrario, es precisamente de lo primero que se hau ooupado
las Cortes de todas las épooas (ya be dioho que estoy en el presente
siglo) de mejorar la suerte del ejército, y señaladamente en la parle
de retiros. Esto sucedió eu las de 1812 sancionando la tarifa de lcUl),
y esto mismo en las de 1821; pero desgraciadamente vino el año
de 1823, y en él perecieron las instituciones liberales, y con ellas las
mejoras que se habian acordado al ejército en su ley orgánica, sus
tituida después en la parte de retiros con el reglamento de 1828, que
lodos sabemos basta qué punto perjudicó al ejéroito,
Y no fue eso lo peor, sino que este mismo. reglamento, que tanto
perjudicó á los militares comparado con los anteriores, es el mismo
que aun está vigente, sin que pueda comprenderse la causa; porque
es verdaderamente incomprensible el que después de haberse resta
blecido lasSnstituoiones liberales, y con ellas muchas leyes de la
misma procedencia, á lo cual contribuyó tnn ardientemente el ejér
cito, y después de haber este sostenido con una bravura y constan
cia sin ejemplo la lucha encarnizada de siete años para consolidarlas,
no se le hubiese resaroido.de los perjuicios que se le irrogaron, al paso
que se ha hecho con los empleados; de otras carreras, dignos verdade
ramente de toda consideración, pero no de mayor que los militares.
Bien conozco que la única dificultad que podrá ofrecerse al Senado
para conformarse con el dictamen de la comisión sera el aumento
. . 359
de gasto que resultará en el presupuesto. Pero, señores, ¿qué son
siete millones y medio de reales cuando se trata de mejorar la suerte
de un ejército que tantos sacrificios tiene hechos por su patria? Yo
estoy seguro que si fuera posible explorar la voluntad de todos loa
españole» que tienen que contribuir á ello, no habría uno, desde el
último jornalero hasta el de fortuna mas pingüe, que no se confor
mase gustoso á satisfacer la pequeña parte que pudiera correspon
dería
Por lo tanto, y por no molestar mas al Senado, quisiera rogarle
que tuviese la dignación de conformarse can el dictamen de la comi
sión, que ha tenido presentes muchas de las razones que el Sr. Heros
ha emitido para impugnarle , pero que ha creído al mismo tiempo
que no era esta la ocasión mas oportuna para atenderlas, porque al
fin , como el mismo Sr. Heros ha dicho muy bien, se trata de la suer
te de los oficiales de tres ó cuatro guerras consecutivas, en las que se
han contraído méritos verdaderamente extraordinarios. Por esta ra
zón parece que debe tenerse mayor consideración con esta clase be
nemérita , mucho mas si se tiene en cuenta que la mayar parle han
quedado imposibilitados para ganar su subsistencia, aun cuando en
lo sucesivo se formalice un verdadero reglamento de retiros, porque,
señores, esto no es reglamento, no es nada, no es mas que un pro
yecto hijo de una proposición aislada que se presentó en el Congreso...
iba á decir otra cosa ; pero no quiero.... que se presentó en el Congre
so; allí , después de haber sufrido varias alteraciones en la discusión,
ae aprobó: vino luego al Senado, se nombró la comisión, que com -
puesta en su mayor parte de generales, ha tenido presentes todas esas
consideraciones , tanto en pro como en contra, y al fin creyó conve
niente que debia presentar su dictamen en los términos en que lo ha
hecho.
Pero los retiros militares , lo mismo que otra porción de disposi
ciones relativas al ejército , están sujetos á la ley orgánica del mis
mo ; y cuando esta ley se forme , que probablemente deberá formar
parezca mas conveniente, y entonces podrá tenerse presente esa gra
duación que propone el Sr. Heros de los que han hecho sacrifioios y
de los que hacerse puedan en lo sucesivo. ,
Por lo demás, yo creo que el Senado hará un acto de justicia en
conformarse en este momento con el dictámen de la eomision , por
que si bien es cierto que parece algo gravoso 'en la parte de mejora*
que esta propone, no lo es tanto como se ha querido decir , porque lo
mas á que asciende, según cálculos aproximados, es á siete millones
setecientos y tantos mil reales, cantidad que no me parece tan exor
bitante para que el Senado deje de aprobar el dictámen.
Yo he leído estos dias algo de lo que tal vez el Sr. Heros ha te
nido presente en la impugnación que ha hecho, y algo podría decir
también sobre esto, porque es una equivocación muy grande querer
hacer comparaciones con lo que pasa en otros paises , cuando hay
tanta diferencia en nuestro sistema , en nuestro estado, siempre par
ticular , siempre anómalo, y otra infinidad de consideraciones que
no se ocultan á la penetración del Senado. Esto es lo que yo quisiera
que se tuviese presente por los que desean introducir innovaciones y
reformas sin cuento y sin la debida premeditaoion.
También nos ha hablado el Sr. Heros de la diferenoia de los reti
ros establecidos antes.delaño de 1808 comparándolos con los que hnbo
posteriormente. Entonces no habia señalado retiro mas que para la
Marina nacional ; ios demás se concedían por gracia espeoial , según
el mas ó menos favor de los que se separaban de las filas. Sin embar
go , creo que ha de haber una orden , que si no me equivoco es del
año 1781, en que se prevenía que los militares que se retirasen del
servicio por no poder continuar en él á consecuencia de heridas reci
bidas en acción de guerra, ó bien por achaques contraidos en el ser
vicio, se les dejase todo el sueldo de su empleo, al paso que á los que ■
se retiraban voluntariamente no se les daba nada. Por consiguiente, '
si bien es cierto que por una parte no se dada nada á algunos, no lo
es menos que á otros se Ies daba mucho.
Repito, pues, y concluyo rogando al Senado que tome en oonsi»
deracion las razones de la comisión que tengo el honor de presidir, y
y que se sirva dispensarme la molestia que le he causado con la ma
nifestación que aeabo de hacer.
El Sr. PflESIDENTEi Tiene la palabra el Sr. Ministro de la
Guerra.
El Sr. SAN MIGUEL, Ministro de la Guerra: Si algún Senador
t¡en,e la palabra en contra esperaré á que hable. •
El Sr. PRESIDENTE: No hay ninguno.
El Sr. SAN MIGUEL , Ministro de la Guerra : Pues , señores, el
hecho de no haber quien quiera tomar la palabra en contra de este
proyecto me hace augurar de su buen resultado, y aunque esta cir
cunstancia seria suficiente para que el Gobierno no tomase parte en
la discusión, necesita hacerlo sin embargo para manifestar al Senado
la parte que lia tenido en la confección do este proyecto de ley, y los
motivos que le impulsan á apoyarle.
Antes de entrar en el exámen del proyecto no puedo menos de ha
cerme cargo de algunas de las razones que el Sr. Heros ha presentado
en contra con la copia de doctrina y erudición que es propia de S. S.
Dijo el Sr. Heros al empezar el examen de este proyecto que el
atender á la necesidad material del militar , el pensar en su sueldo
y en su retiro está en oposición oon la filosofía de la- guerra que pre
viene que un militar se debe ■dirigir solamente por el osmiuo de l*
 360
?loria, con honores , con cruces, con títulos y distinciones que son
3S que inflaman el coraion.
Señores, llevar esta idea al punto que el Sr. Heros la ha llevado
es ya una equivocación. Cierto es que. las insignias, los grados, las
condecoraciones, las fajas &c. , son otros tantos incentivos que infla
man el coraron del soldado ; pero el legislador ó la nación que se
contentase con dar solamente ese incentivo de ambición al militar
seria muy desagradecida.
£1 militar, señores, vive como los demás hombres ; su vida es
real , es muy positiva y material, y los grados, los laureles y las con*
decoraciones no sirven de capa ea el invierno, ni de abrigo cuando
hace frió, ni de pan cuando hay hambre, porque estoy seguro de
que ni el Sr. Heros ni nadie podrá aprovecharse de las condecoracio
nes para cubrir estas necesidades.
La filosofía de la guerra no consiste en llevar al hombre por un
estimulo tolo; consiste en saber combinar los estímulos de una ma
nera que produzca el objeto que el legislador desea. La filosofía de la
gaerra seria mala filosofía si guiase solamente i los militares por el
eataino de los sueldos, de las pensiones &c. ; pero la filosofía que
combina en el hombre el amor á la Tiqueza y á la gloria , las des
pasiones que mas le dominan, esa será la verdadera filosofía.
El Sr. Heros ha citado á Napoleón, á ese gran maestro de la gaer
ra, á ese grande hombre que supo aprovecharse del mejor modo que
hay para conducir los hombres á la victoria. Napoleón llevaba su
ejercito á la gloria por todas las recompensas que influyen en el co
razón humano. Creó condes, barones y duques; todos los títulos, to
dos los honores y preeminencias que se dan al hombre: ¿y se conten-
con esto, señores? Precisamente fue el militar, el gefe de soldados
que les proporcionó mas medios y mas riquezas positivas y reales;,
todos sus mariscales eran ricos, y también lo eran los coroneles, los
capitanes y los soldad**.
Se les daba la cruz de la Legión de Honor, y sabido és que en la
Legión de Honor habia una porción de pensiones muy cuantiosas
con que se recompensaban las acciones de los valientes. No se conten
tó con la Legión de Honor , con las crnces, con los títulos de baro
nes, con espadas y rabies de distinción : daba pensiones, y muy cre
cidas; daba títulos con renta; y en la Legión, como digo, habia pla
zas muy bien dotadas. . ..
Los ingleses, que conocen tan bien el corazón humano , también
han sido inay pródigos en recompensar con ventajas materiales el
mérito de los hombres distinguidos: dígalo lord Weligntoa y tantos
otros que prueban que siempre se han recompensado los servicios de
los capitanes ilustres con honores, pensiones y cou toda clase de ri
quezas.
El militar, que es de la misma especie que los demás hombres, tie
ne sus mismas necesidades, y si vamos á hacer comparaciones con las
demás clases del Estado, aun necesita mas que se venga en auxilio de
sus últimos dias, porque estos últimos dias del militar son pasados
con mas trabajos, enfermedades y achaques que los que se sufren en
las demás clases del Estado.
En Inglaterra , señores, donde el Sr. Heros ha querido presentar
nos un ejemplo ó una razón para probar que los retiros son dema
siado» grandes ó abundantes en esta ley; en Inglaterra no militan las
mismas razones que entre nosotros; en Inglaterra se compran y ven
den los empleos militares , y el militar que ha dedicado su vida en
el servicio tiene la ventaja de poder vender su empleo ó cambiarle
con otro de media paga ó de sueldo inferior.
Ademas, señores, la organización del ejército ingles es tan dis
tinta de la nuestra, que seria abusar mucho de la situación presente
el querer sacar ejemplo de lo que allí sucede.
Yo no sé, señores, los retiros que se dan en Francia á ios gene,
rales ; pero sé que alli los generales, unos están en servicio activo,
otros estaa en disponibilidad, y otros están retirados absolutamente
como los demás militares del ejército. En España los generales no tie
nen retiro: en España los[generales, ó mueren, ó están en servicio ac
tivo, ó están de cuartel; pero ei general de cuartel se considera siem
pre como general activo disponible y en estado de acudir á donde la
patria ó la nación los necesita.
El Sr. Heros ba hecho la historia de los retiros de España, y ha
dicho lo que eran antes del año de 1808, lo que fueron durante la
guerra de la independencia , lo que fueron el año de 1810, y á lo que
quedaron reducidos el año de 1828. Yo, señores, creo que esta histo
ria para nada conduce en la cuestión presente.
Nuestro ejército hace cincuenta años no era un ejército parecido
al actual; entonces estaba en las filas del ejército gente rica, gente de
familias distinguidas, que servían generalmente por el mero honor y
distinción que daba el pertenecerá la milicia: hoy, señores, por las
vicisitudes de les tiempos, por la frecuencia de las guerras, y por
que estas guerras han exigido ejércitos mas numerosos, los oficiales
del ejército son por lo común personas sin recursos, y de las diez
partes de oficiales se puede asegurar que las nueve no tienen mas
medios de subsistir que su espada. Hoy, señores, todos los oficiales
del ejército viven de sus pagas; el pobre por ser pobre, y el rico por
que ha perdido lo que tenia. Todos los oficiales del ejército estaa
atenidos á su sueldo cuando están efectivos, y lo mismo cuando se
retiran. Por consiguiente las razones que el Sr. Heros ha querido
presentar para que establezcamos economías citando lo que sucedía
hace cincuenta años no ton aplicables á esta cuestión.
El año de 1821 se dió un reglamento de retiros, que se reconocí
que era imprecticable basta cierto punto, porque según las disposi
ciones que contenia muchos oficiales que se retiraban tenían mas
sueldo que los de servicio activo, porque establecían que los grados
fuesen considerados como empleos, y machos que tenían grado supe
rior á su empleo se retiraban con el sueldo proporcionado al grado,
y quedaba con mas ventaja que otros empleados de su mismo ramo
que continuaban en el servicio act ivo. Se reconoció , señores, muy
pronto lo absurdo de esta disposición; se corrigió, y no pudo llevar
se á efecto, porque destruido el sistema constitucional quedó abolida
toda la ley. .• ■ .
Vino despuesel reglamento del año de 1828; reglamento que cada cual
califica á su modo; reglamento que tiene muy pocos elogiadores: muy
pocos militares hay en España que saben lo que les cuesta el haber
llegado i su clase, que saben lo que cuesta el hacer la carrera, harán
el elogio que el Sr. Heros ha hecho de ese reglamento: ea esta parte
el Sr. Heros tiene muy pocos compañeros. Porque yo pregunto i to
dos los militares que me digan si no. es hoy una opinión recibida en
el ejército que el reglamento de 1828 no recompensaba ni remota
mente sus servicios.
Esta es, señores, una verdad , y comparando clases con clases, se
ve palpablemente que la clase militar está mucho menos recompen
sada que la civil, y sin duda será esto porque según el sistema del
Sr. Heros se creerá que las cruces, las condecoraciones, las charre
teras y las demás insignias con que se cubren son suficiente premio
para ellos, y valen mas que el sueldo; pero lo cierto es, señores, que
comparando clase por clase, situación por situación, hay una notabi
lísima diferencia en contra de los militares.
¡Cuánto mas trabajo, cuánto mayor sacrificio le cuesta á un mili
tar ascender á un puesto que á un empldado en cualquier otra car
rera.' Si hacemos esta comparación, se verá que la carrera militar está
mas desatendida que ninguna. Señores, el que ha militado, el que ha
hecho la guerra, ¿puede dejar de conocer la diferencia de condiciones
entre unas clases y otras? ¿Puede desconocer con cuánto sacrificio, con
cuánto trabajo compra un militar la recompensa que el Estado le da
en su vejez? La injusticia, señores, de este reglamento de 1828, que
el Sr. Heros alaba, y que eucuentra cien mil reprobadores en Espa
ña, lia sido siempre objeto de mil recriminaciones, de mil censuras.
Desde entonces acá se está clamando por que se mejore la condición
de los militares que han empleado la mayor parte de su vida en el
servicio.
Desde el restablecimiento de Jas leyes fundamentales hasta aqui
siempre se han presentado proyectos de ley para la mejora del regla
mento de retiros : el Gobierno anterior tenia concluidos trabajos so
bre este punto; mas cuando pensaba ponerlos en ejecución se pre
sentó en el otro Cuerpo colegislador un proyecto de ley sobre la ma
teria : el Gobierno, que le creía mejor que el que existe en el dia, ee>
asoció en cierto modo á este proyesto. El Gobierno actual no había
tenido parte en la confección del primero, ni en el arreglo del pre
sente; mas deseoso de seguir en esa parte las huellas de su predece
sor, penetrado de la necesidad de luejorar la condición de los relira»
dos, y queriendo que se hiciese una ley sobre el particular que aun
que fuese imperfecta llevase siquiera el sello y el carácter de una
mejora, se asoció también á esta propia idea : el proyecto sufrió en el
Congreso pequeñas modificaciones, pasó al Senado, y la comisión le
presenta también con muy pocas.
El Gobierno, pues, adupta este proyecto, no porque no pueda
ser modificado, no porque no sea susceptible de alteraciones , sino
porque es un proyecto que envuelve en si una mejora de la condi
ción de una clase benemérita. Yo no seguiré al Sr. Ferrar en los elo
gios que ba hecho del ejército, porque me parece que el ejército tiene
en si mismo el elogio.
El Sr. Heros dice que este proyecto tiene efecto retroactivo: hasta
cierto punto no desconoceré las ideas generales en que apoya su ob
servación S. S. : es claro que las leyes no deben tener siempre efecto
retroactivo; mas cuando se trata de mejorar la condición de los
hombres que han hecho á la patria eminentes servicios, parece que
hallándose perjudicados con el reglamento de 1828 deben partici
par de los beneficios de la presente ley. Señores , ae trata de derogar
un reglamento que no retribuye á los militares como deben ser re
tribuidos, y es consecuencia rigorosa y natural que estén compren
didos en el nuevo proyecto los que hoy sufren el rigor del antiguo
reglamento. Hé aqui por qué esta retroacción que ei Sr. Heros im
pugna hasta cierto punto con razones especiosas desaparece ; y no di
ga el Sr. Heros que el que se retiró ya sabia las condicioues con que
lo hacia, porque muchas veces los hombres adoptan las condicione»
que les impone la ley de la necesidad.
Dice S..S. que era preciso para hacer esta ley que se supiesen las
clases que definitivamente habían de quedar en el ejército , y citó una
clase que hay en el estado militar, que es la de brigadier ; pero el
grado de brigadier no tiene retiro porque, ó está en servicio acti
vo , ó de cuartel.
En punto á los grados , los sueldos de retiro no se conceden por
ellos, sino por los empleos: un teniente graduado decapitan no licué
retiro como capitán, sino como teniente; un capitán graduado de co
mandante no le tiene como comandante, sino romo capitán.
No sé que tenga mas que decir en apoyo de este proyecto: tal vea
se podrá encontrar algún exceso en una u otra cantidad ; porque ¿quién

es capaz de hallar la medida de estas cosas? Todo es segtta el modo
con que los hombres juzgan: á unos les parecerán excesivos estos re
tiros, i otros les parecerán regulares, y á otros mezquinos ; pero lo
que debe parecer á todo el mundo es que este réglamento es una me
jora en beneficio de la clase benemérita del ejército, mejora que pue
de elevarse á mas alto grado con el tiempo, pero que hoy las circuns
tancias exigen , el clamor público exige que sea derogado esle regla
mento, y la opinión pública pide que la nación tecuuiprms los mé
ritos del ejército español, á quien tanto debe.
i El Sr. H EROS: Yo estoy sumamente complacido de haber oido al
Sr. Ministro de la Guerra y al señor genera-l Ferráz, pues se han ex
presado , si no en los términos que yo lo he hecho,, á lo menos de un
modo que conviene con lo que yo dijr; á saber:'que considerado el re
glamento de retiros como una recompensa á los militares, no tendría
inconveniente en admitir esa recompensa. Yo me felicito de haber
conTenido con el Sr. Ministro en esta parte principal; y no entraré,
en lo demás que S. S. ha tenido á bien manifestar, porque me pare
ce que entre unos y otros pudiera haber una muy fácil adherencia,
porque estamos de acuerdo en unos mismos principios, aunque S. Si.
dan una faz á la cuestión, una ampliación que yo no la doy , aun
que tema se destruyan algunas esperanzas que se han hecho renacer,
que iro trato de frustrar, pero que me aseguran al hacer algunos car
gos que se me hagan otros. . Tampoco he dicho de .una manera absoluta que esta ley es im
El Sr. Mi nutro de la Guerra ha padecido alguna equivocación-
que voy á deshacer. En primer lugar S. S. me ha atribuido un elo
gio de los retiros militares del año de 28, y es necesario que S. S.
esté convencido de que yo no he hecho tales elogios, porque soy eco
nómico en materia de elogios. Lo que he dicho es que el reglamento
d»l año 28, sean cualesquiera las imperfecciones que tonga , es un
reglamento de retiros que es superior á los demás de Europa ; y la
prueba es que señalaba 15,000 rs. á un coronel*, mientras que en
Francia un mariscal de campo no tenia mas que 4,000 francos, poco
mas ó menos. Por consiguiente no he hecho ningún elogio.
S. S. me ha atribuirlo también que yo he dicho que la clase civil
está menos atendida que la militar, y que pudiera presentar alguna
razón que sostuviese mi opinión. Tampoco he dicho eso: he dicho,
si , que la clase civil está en un lagar muy humilde respecto á la
militar; que no tiene ninguna de sus consideraciones; que no puede
optar á uiuguno de los premios que la clase militar &o. ; y para pro
barlo me basta decir que el comandante general de la Habana tiene 25
ó 50,000 duros de sueldo, y el presidente del Tribunal Supremo de
Justicia tiene 60,000 rs. , porque. la dotación de los ministros es cosa
insignificante.
En los oficiales podrá haber alguna desventaja con los empleados
civiles; pero en las clases superiores no hay género de comparación.
Si se tratase de la clase de retiros militares y civiles, yo manifesta
ría mas ideas sobre el particular, pues si he emitido alguna ha sido
porque he visto que ano de los argumentos fuertes que se han em
pleado para tratar de sostener esta doctrina es la diferencia que hay
entre un empleado civil y uno militar. Podrá muy bien, «orno ya
he dicho, haber diferencia entre un contador ó ad ministrador de pro
vincia, por ejemplo, y un capitán; pero es muy cierto que no la
hay entre un director geneTal y otros gefcs de oficinas con un gober
nador ¿capitán general de provincia &c. Estas comparaciones se pue
den notar asi como de paso; pero no son para que se entre en sus
pormenores. Cuando yo entro aqui, entro libre de toda afección, lau
to con respecto á la carrera militar, á que he sido siempre aficionado,
y i que he consagrado mis estudios en los primeros tiempos, cuanto
á las demás carreras, y podernos aplicar á este caso aquella inscrip
ción de Toledo: "Pues os hizo el señor pilares, estad firmes."
Cuando he dicho esto lo he indicado como una ventaja que podía
servir á los militares para tener esa escala menos en beneficio de las
clases inferiores. Yo no miro aqui mas que españoles que sirven con
la toga unos, otros con la pluma y otros con la espada: en tratándo
se de demostrar que algunos son inútiles, desde luego digo que aque
llos que lo sean se vayan con la música á otra parte.
El Sr. Ministro nos ha dicho que solo quien ha hecho la guerra
puede apreciar las privaciones que en ella se padecen. Yo también he
hecho la guerra , y sé todos esos disgustos: sé loque es eu los campa
mentos ver salir el sol al toque de diana, y por cierto que desde en
tonces estoy en contradicción con los poetas que tanto ponderan la ve
nida de la aurora. Conociendo todo esto, también sé decir que todos
los embarazos y las hambre} que he pasado estando al frente de los
enemigos no compensan algunas horas que he pasado solo rodeado
ele negocios; y S. S. en el caso presente podrá conocerlo mejor que
yo, y sabrá decir si.es mejor estar viendo las hogueras del enemigo
que tal vez recibiendo un parte de un capitán general de pro
vincia.
También me hr atribuido S. S. el haber dicho hablando de la
clase de brigadieres que estos tenían retiro. Es bien cierto que esto no
ha pasado por mi imaginación: yo sé que los brigadieres son consi
derados como oficiales generales, y que no gozan de retiro; sé lo que
se llama consideración de cuartel, y que tienen señalado sueldo con
relación á los servicios; pero he dicho, y sobre esto probablemente se
equivocó S. S., que tal vez en la nueva organización militar conven
dría suprimir esa clase.
También me ha atribuido el Sr. San Miguel el haber dicho que
los erados daban lugar á retiros. ¿Cómo es posible que Ss S>, babién-
S.-_TOMO I.
36 J
dome comprendido bien, me supusiera semejante cosa? Lo que yo he
dicho es que los grados eran una especie de comedia, como una far
sa ; que se encontraban capitanes que no eran capita nes , tenien l es
que no eran tenientes, y coroneles que no eran coroneles, de lo que
resultaba una confusión de gerarquias militares, y que venia á su
ceder respecto á los grados militares lo que sucede con respecto á las
mercancías, que la abundancia disminuye el precio. En este sentido
es en el que lie hablado de los grados militares, y no en otro.
Por lo demás, estoy satisfecho de haber oido á los Sres. Ferráz y
Ministro de la Guerra manifestar que la ley es imperfecta, y me
complazco mas en ver que ella es como un premio concedido á los
servicios que el ejército ha prestado en está época mas bien que una
ley de carácter' permanente. .
El Sr. SAN MIGUEL, Ministro de la Guerra: Es cierto que yo
presenté los servicios militares ae esta época , no como un argumen
to principal, sino como un motivo entre otros para que se aprobase
el proyecto que se discute ; pero no alegué esto como única razón.
Dije que esta ley será útil, no solo ahora que los méritos del ejér
cito son tan granrlea , sino que ser i útil también de aqui á veinte <i
treinta años. Asi, pues, no se entienda que yo lie alegado los méri
tos del ejército como la sola, como la única razón que hay para que
el proyecto sen aprobado.
perfecta: al hablar de. esto lo hice de una manera general y relativa,
porque ¿qué cosa es la que los hombres hacen perfecta? Y si no , dí
game el Sr. Heros si sabe de una ley, solo de una ley cnlre todos los
códigos de todas las n ciooes, que sea perfecta, Yo no conozco ningu
na, y en este sentido hablé. Lo que he dicho es que la ley podía ser
modificada; que la ley podía ser alterada; que la ley podia ser sus
ceptible de enmiendas.
Ya, señores, tal vez habré dicho que el Sr. Heros ha hecho elo
gios del plan de retiros del año de 18'28; pero si no los ha hecho, ha
manifestado al menos que dicho plan es para S. S. objeto de grande
admiración.
Tampoco yo he establecido el paralelo de las clases civiles y mi
litares. El Sr. Heros ha dicho que las clases militares quedaban mas
ventajosas que las civiles, y citó en su apoyo el gobernador de la
Habana. Señores, el gobernador de la Habana tiene un sueldo supe
rior á los demás sueldos, no por ser militar, sino porque représenla
al gefe del Estado; porque el gobernador de la Habana tiene mas
gastos que hacer, tiene mas ocasiones de derrochar que ningnn indi
viduo de las clases civiles. Yo no hago comparaciones ni las haré,
porque las comparaciones son odiosas: sé que nada hay superior al
presidente'del Supremo Tribunal de Justicia; pero el presidente del
Supremo Tribunal va de su casa al Tribunal y sus funciones empie
zan y acaban dentro de*l mismo edilicio: ¿y cuino siendo esto asi ha
de tener .este individuo tantos gastes que hacer como el capitán ge
neral de la isla de Cuba que afli representa al poder supremo de la
nación? Yó he dicho que atendiendo á la parle positiva de la vida, á
la parte de los goces, digo que en la carrera militar el hombre va
por todos sus pasos con mas exposición , con mas fatiga , con mas
afanes que los que signen la carrera civil; y para convencerse de esto
no hay mas que compaTar clases coa clases, servicios con servicios y
sueldos con sueldos.
Yo sé que el Sr. Heros es demasiado ¡lustrado para dejar de co •
nocer la importancia de los' brigadieres ; pero lo cierto es que ha
dieho que no podian señalarse estos retiros mientras no se supiese
cuántos habian de quedar. Lo mismo ha dicho S. S. de los grados
militares; pero el vacio, las faltas], el defecto militar de que haya
grados ¿qué tiene de común con esto? Si no dtbe haber esos gra
dos; si son un embarazo-, el Sr. Heros y los que como S. S. pensasen,
podian hablar de esta materia en una .discusión que no fuera de reti
ros , y c invendrían en que las clases militares debían tener alguna
recompensa!
El Sr. Heros nns ha dicho en la rectificación que está mas en
las ideas de la comisión que en las mías. Sí yo entrase á contestar ¿i
S. S. en este punto, me parecería molestar demasiado la atención del
Senado.
El Sr. FERRER: Aunque solo el Sr. Heros ha tomado la pala
bra hasta ahora para impugnar el dictamen , la comisión se vé en el
caso de defenderle, porque el Sr. Heros es un adversario terrible por
mas que haya querido rebajar su magnitud , aumentando la de la
comisión, y creo que S. S. no se habrá olvidado de una máxima de
En illa, que si mal no me acuerdo; dice;'
"£n tanto el vencedor es estimado 9
De aquello en qlie el vencido es reputado."
Ha hablado el Sr. Heros de las recompensas del militar mera
mente honoríficas; pero S. S. es muy versado en la historia para ig
norar que lá carrera se ha abierto, desde el principio del mundo has
ta ahora por la espada, y los méritos se pagaban con señoríos, vasa
llos y tierras, y aun se concedían en España mayores recompensas
para los servicios militares , cuales eran las encomiendas que no te
nían otro destino.
S. S. sabe igualmente que las casas mas ¡lustres y mas ricas de
Espalia no tenían en general otro principio que el militar, y por
eso se decía que las carreras que nuestros abuelos encomendaban á
sus hijos eran tres: iglesia, mar, ó Casa Real , y la Casa Real se en
tendía como servicio militar.
104
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S. S. ha comparado nuestros retiros con los retiros de otras na*
ciones mas ricas y opulentas; pero no ha podido menos de hallar
se S. S. con las extraordinarias recompensas que se han dado en In
glaterra á un ilustre duque, y yo creo que S. S. , como yo, habrá
v. sit.nl.. cerca de York un magnifico palacio con un parque que se
hizo ti propósito figurando coa los árboles la posición de las divisio
nes con las cuales obtuvo aquel regalo.
No hablaré de las recompensas que en la marina han obtenido
en Inglaterra ciertos ¡lustres capitanes como Nelson, ni de lasque
entre nosotros mismos se han dado, como v. g. al duque de We-
lington, que después de haberle recompensado la Kspaña con una
grandeza, con un ducado y con el Toisón , le recompensó también con
la magnifica posesión del Soto de Roma, bastante para hacer la for
tuna de un señor de su rango. Tampoco citaré las riquezas que han
adquirido los mariscales de Francia' en tiempo de Napoleón, que
justamente es la época en que el medio de lograr fortuna era solo el
de dedicarse á la carrera militar, porque estaba reservada exclusiva
mente á la milicia, en tanto que el comercio y la industria estaban
decaídos.
Ha dicho el Sr. Heros que el proyecto de ley en cuestión venia
ya exagerado de otra parte y que aqui lo ha sido mas.
Los señores que me han precedido en el uso de la palabra han de
mostrado hasta la evidencia que este proyecto es un término medio el
mas racional, porque está entre los verdaderamente exagerados del
año de 1828 y el del año de 1821; y que por mas que la vulgaridad
venga á atacarle suponiendo que acasioua grande aumento en los
presupuestos del Estado , debemos estar persuadidos de que es una
pequenez considerado el sagrado objeto á que va dirigido , pues por
ios mejores datos que ha podido tener la comisión sacados de la in
tendencia del ejército, sin que esto sea decir que sea un cálculo arit
méticamente exacto, porque todos los Sres. Senadores saben que los
retiros son una cosa eventual, y lo que se diga hoy de positivo ya
mañana no lo será porque se habrán retirado unos y fallecido otros,
puede la comisión asegurar al Senado que no afectará el presupuesto
i'u mas de siete millones. Y no se diga que este gasto es muy excesivo,
porque ahora se trata de un estado extraordinario en que hay mu
chas oficiales retirados.
Los oficiales retirados del di j ton el producto de tres guerras, y
puede decirse con pesar que desgraciadamente no gravará esta carga
muchos años sobre la nación, que desgraciadamente no podrá esta
continuar recompensándoles por mucho tiempo sus servicios, porque
repartidos esos millones entre los oficiales, de los cuales unos están
cubiertos de boorosas heridas y otros llenos de enfermedades que son
peculiares del servicio penosísimo de campaña en un paia como el
nuestro, montañoso en unas partes, seco en otras, húmedo en un si
tio, frió en otro y caluroso mas allá, la muerte atajará presto sus
dias, y como digo, la patria agradecida no podrá premiarles sus sa-
en fie ¡os. Estanormal
es la poderosa razón en que me fundo para sostener que
en elLaestado ascenderá i mucho menos el coste de los retiros.
comisión, ó mas bien el Sr. Ministro de la Guerra, ha hecho la
historia de esta ley. La comisión al ocuparse de ella no ha dejado de
considerar que si le hubiera tocado el proponerla, tal vez se hubiera
arredrado de hacerlo, porque su opinión, ó la de la mayor parte de
los señores que la componen ha sido que semejante ley debe venir por
la iniciativa del Gobierno-
Va se ha dicho antes que el Ministerio pasado tenia adelantados
algunos trabajos para salir al encuentro de esta necesidad; pero cir
cunstancias que no son del caso han hecho que no hayan llegado esos
trabajos, y el otro Cuerpo colegislador, llevado de la gratitud há-
cia el benemérito ejército español , se ha adelantado á proponer esta
ley que ahora estamos revisando; ley que la comisión no considera
en ninguua manera permanente y estable, pues que debe estar ne
cesariamente en perfecta armonía con la organización del ejército,
que está todavía por hacen asi es que cuando aquella tenga efecto
sufrirá esta ley la modificación que sufra aquella»
De consiguiente, no existe ni aun el óbice de que se pueda mirar
como una ley permanente este reglamento, sino como una cosa pro
visoria; ni tampoco como un premio, sino como una reparación,
porque por los reglamentos anteriores al año 28 estaban infinita
mente mas recompensados los militares; y habiéndose reducido los
retiros repentinamente en el año de 28, resulta que lo que ahora se
hace es subsanar en parte y tomar un término medio de las dife
rencias extremas que había entre los retiros de los reglaineutos del
año 10, 21 y 28, como se verá por un ejemplo: en los retiros
de 1810 un coronel á los veinte años de servicio no tenia nada
los veinte y cinco años tenia 600 rs. meusuales ; en el año 21 á los
quince años tenia 900 rs. ; note el Senado la diferencia tan enorme
de tiempo y cantidad ; y por el reglamento del año 28 á los veinte
y cinco años se le dejaba 500 rs. : de manera que es menos que en
el año 10 y muchísimo menos en el de 21.
Asi es que no se ha hecho mis que adoptar el término medio
mas á propósito para establecer un reglamento de retiros provisional
que tai es el que en este momento se discute ; porque asi esta ley,
como todas las demás del Estado, deben estar en armonía unas con
otras , como lo están en Francia todos los códigos con el código civil,
al cual hacen todos referencia , sin embargo de ser ano de comercio,
otro de procedimientos, y otro criminal, porque todos deben partí
de un mismo punto.
Lo que te ha dicho como por ejemplo del gobernador de la is-
a de Cuba , sabido es que, como ha manifestado el Sr. Ministro de la
Guerra, no es por su capacidad de gobernador militar, sino por ser
representante del gefe del Estado en una provincia distante, como an
tiguamente estaban los vireyes; pero si esto parece mucho, sin salir
de la Península volvamos la vista al gobernador de Gibraltar, que
solo por estar enclavado en una potencia extrangera con relaciones de
distinta naturaleza, solo por esto tiene un sueldo como el goberna
dor de la Habana.
Por consiguiente la comisión espera dar todas las satisfacciones
que se quiera por las modificaciones que se ha visto precisada á ha
cer en las disposiciones relativas á los artículos; y no tiene por ahora
que decir mas, porque cree que no se ha hecho objeción alguna que
uo se baya contestado, ó que necesite nueva explicación.
El Sr. CAMPUZANO : El motivo que me mueve á pedir la pa
labra en contra es porque no habiendo quien hablase en este sentido
nos veríamos en el caso de que la materia no fuese ilustrada. Esto me
inclina tanto mas , cuanto que no estoy conforme con la doctrina de
retiros. Esta doctrina es muy propia de épocas pasadas; impropia de
la presente, en que la clase militar no debe formar una parte del Es
tado , sino que debe mirarse como una parte de la misma familia.
Encuentro por tanto muy ¡nsto el que se recompense á lot milita
res, como á aquellos ciudadanos que mas esfuerzos hacen por el bien
de la comunidad ; pero no puedo convenir en que se mire como una
clase separada de las demás del Estado. De consiguiente, convinien
do en que este reglamento se mire como provisional , según acaba de
manifestar el último individuo de la comisión que há hablado, por
mi parte no haré ninguna oposición; pero si debo manifestar que el
terreno en que se ha querido sostener la cuestión no ha sido el mas á
propósito , porque ciertamente que la gloria , las condecoraciones, las
cruces, los grados es una recompensa mayor para esta clase de ciuda
danos, encargados de la seguridad de sus hermanos, que la recompen
sa material del interés. Las recompensas de interés no son en las que
se debe apoyar , aunque la nación haga , como es justo, el debido
aprecio de los servicios contraidos por aquellas personas inutilizadas
por sus heridas ó achaques que son consiguientes á esa profesión.
Sin embargo, en medio de todos los argumentos que ha presenta
do mi amigo el Sr. Heros 'en cuanto á la comparación que ha hecho
de los sueldas de retiros en otros países no ha sido contestado por la
comisión , porque sueldo por sueldo , no ha hecho ninguna compara
ción. Se han citado grandes recompensas que se dan en otros países á
los servicios eminentes, y en esto estamos nosotros en grande infe
rioridad, porque se acostumbra aquí el dar títulos sin renta ; y asi
es que un hombre ilustre dejará á su sucesor un titulo; pero no te
niendo con que sostenerle no podrá ni aun usarle, porque no será
decoroso tener un titulo sin tener renta. No veo yo que en esta par
te pueda haber ninguna comparación entre nuestra situación y la de
los demás países, y por lo demás me reservo hablar cuando llegue
la discusión de los artículos."
Se suspendió esta discusión.
Se leyó y acordó imprimir por sipe'nJicc al Diario Je las Sesio~
n» el dictamen acerca del proyecto de ley sobre Vinculaciones.
Se leyó el siguiente dictamen anunciándose que te imprimiría y
señaria dia para su discusión.
"La comisión encargada de informar sobre el proyecto de ley re
mitido por el Congreso de Sres. Diputados, relativo á la recaudación
é inversión de arbitrios provinciales y municipales, habiendo exa
minado las reales óidenes expedidas en la materia, y no olvidando
que las diputaciones provinciales y ayuntamientos son unas corpo
raciones tutelares creadas para el buen régimen y protección de lot
pueblos, bajo la inspección del Ministerio de la Gobernación, que
ellas ton las que mejor conocen sus necesidades, asi como los medios
mas económicos de atenderlas y de promover los adelantamientos y '
mejoras de que son susceptibles, y que finalmente solo ellas pueden
verificar la recaudación de arbitrios con mas exactitud y satisfacción
de los pueblos, conformándose en todo con el referido proyecto opi
na que el Senado puede servirse aprobarlo en los mismos términos
en que ha venido del Congreso, y es como sigue;
Articulo 1? Los arbitrios é impuestos establecidos ó que se esta-
blecieren en los pueblos para utilidad provincial ó local se recauda
rán y administraráu por las diputaciones provinciales y ayunta
mientos, bajo la inspección del Ministerio de lá Gobernación, sin
que las intendencias ni oficinas de Rentas tengan intervención en
ellos.
Art. 2? Las oficinas de Hacienda continuarán recaudando lot ar
bitrios é impuestos de esta misma clase que lo estén sobre el precio
de artículos que ya constituyan una renta del Estado; pero Con la
precisa obligación He entregar semana luiente sus rendimientos á las
diputaciones provinciales ó corporaciones encargadas de la inversión,
tin mas deducción que la que se señale en la ley de Presupuestos.
Art. 3í Todos los arbitrios é impuestos, sean provinciales, mu
nicipales ó particulares, "te aplicarán exclusivamente á lot objetos i
que fueron destinados.*
El Senado sin embargo se servirá acordar lo que estime mas
acertado. Palacio del mismo 20 de Julio de 1811. = Eugenio Ladrón
de Guevara. = Francisco Sánchez Fernandez. =Jotc Ramón de Canips
y Aviñó.=Conde de Solo-Ameno, secretario.'
| Pasó á lat secciones para nombramiento de comisión el siguiente

proyecto de ley aprobado y remitido por el Congreso de los Di
putados.
Al Senado.:: "El Congreso de los Diputados, habiendo lomado
en consideración el proyecto de ley presentado por el Gobierno sobre
modificación de los fueros de Navarra ba aprobado lo siguiente:
Articulo 1? £1 mando puramente militar estará en Navarra,
como en las demás provincias de la monarquía , á cargo de una au
toridad superior nombrada por el Gobierno y con las mismas atri-
buciones de los comandantes generales de las demás provincias, sin
que nunca pueda tomar el titulo de virey , ni las atribuciones que
estos han ejercido.
Art. 2? La administración de justicia seguirá en Navarra con ar
reglo á su legislación especial en los mismos términos que en la ac
tualidad, hasta que teniéndose' en consideración las diversas leyes
privativas de todas las provincias del reino, se formen los códigos
generales que deban regir en la monarquía.
Art. 3? La parte orgánica y de-procedimientos será en todo
conforme con lo, establecido , ó que se establezca para los demás tri
bunales de la nación, sujetándose á las variaciones que el Gobierno
estime convenientes en lo sucesivo. Pero siempre deberá conservarse
la audiencia en la capital de la provincia.
Art. 4? £1 Tribunal Supremo de Justicia tendrá sobre los tribuna
les de Navarra, y en los asuntos que en estos se ventilen, las mismas
atribuciones y jurisdicción que ejerce sobre los demás del reino, se
gún las leyes vigentes ó que en adelante se establezcan.
Art. 6? Los ayuntamientos se elegirán y organizarán por las re
glas generales que rigen ó se adopten en lo sucesivo para toda la
nación.
Art. 6? Las atribuciones de los ayuntamientos relativas á la
administración económica interior de los fondos, derechos y propie
dades de los pueblos, se ejercerán bajo la dependencia de la diputa
ción provincial, con arreglo á su legislación especial.
Art- 7? Eu todas las ciernas atribuciones los ayuntamientos es
tarán sujetos á la ley general.
Art. 8? Habrá una diputación provincial que se compondrá de
siete individuos nombrados por las cinco merindades, esto es, uno
por cada una de las tres de menor población , y dos por la de Pam
plona y Estella , que la tienen mayor ; pudiendo hacerse en esto la
variación consiguiente sí se alterasen los partidos judiciales de la
provincia.
Art. 9? La elección de vocales de la' diputación deberá veri
ficarse por las reglas generales, conforme á las leyes vigentes ó que
se adopten para las deuias provincias, sin retribución ni asignación
alguna por el ejercicio de sus cargos.
Art. 10. La diputación provincial enguanto á la administración
de productos de los propios, Tenias, efectos vecinales, arbitrios y
propiedades de los pueblos y de la provincia tendrá las mismas fa
cultades que ejercían el consejo de Navarray la diputación del reino,
y ademas las que siendo compatibles con estas tengan ó tuvieren las
otras diputaciones provinciales de la monarquía. *
Art. 11. La diputación provincial de Navarra será presidida
por la autoridad superior política nombrada por el Gobierno.
Art. 12. La vicepresidencia corresponderá al vocal decano.
Art. 13. Habrá en Navarra una autoridad superior política nom
brada por el Gobierno, cuyas atribuciones serán las mismas que
las de los gefes políticos de las demás provincias, salvas las modifi
caciones expresadas en los artículos anteriores, y sin que pueda re
unir mando alguno militar.
Art. 14. No se hará novedad alguna en el goce y disfrute de
montes y pastos de Andia, Urbasa, Úárdenas ni otros comunes con
arreglo á lo establecido en las leyes de Navarra y privilegios de los
pueblos.
Art, 15. Siendo obligación de todos los españoles defender la
patria con las armas en la mano cuando fueren llamados por la ley,
Navarra, como todas las provincias del reino , está obligada en los
casos de quintas ó reemplazos ordinarios ó extraordinarios del ejér
cito á presentar el cupo de hombres que le corresponda , quedando
al arbitrio de su diputación los medios de llenar este servicio.
Art. 16. Permanecerán las aduanas en la frontera de los Piri
neos , sujetándose á los aranceles generales que rijan en las demat
aduanas de la monarquía, bajo las condiciones siguientes;
368
i'. Que de ln contribución directa se separe á disposición de la
diputación provincial , ó en su defecto de los productos de las adua
nas, la cantidad necesaria para el pago de réditos de su deuda y de-
mas atenciones que lenian consignadas sobre sus tablas, y un tanto
por ciento anual para la amortización de capitales de dicha deuda,
cuya cantidad será la que produjeron dichas tablas en el año común
del de 1829 al 1833, ambos inclusive.
25 Sin perjuicio de lo que se resuelve acerca de la traslación de
las aduanas á las costas y fronteras en las provincias Vascongadas,
los puertos de San Sebastian y Pasages continuarán habilitados como
ya lo están provisionalmente para la exportación de los productos na
cionales é importación de los extrangeros , con sujeción á los aran
celes que rijan.
3? Que los contraregistros se han de colocar á cuatro ó cinco le
guas de la frontera, dejando absolutamente libre al comercio interior
sin necesidad de guias, ni de practicar ningún registro en otra parte
después de pasados aquellos, si esto fuese conforme con el sistema
general de aduanas.
Art. 17 La renta del tabaco en Navarra se administrará por
cuenta del Gobierno como en las demás provincias del reino, abo
nando á su diputación, ó en su defecto reteniendo esta de la contri
bución directa la cantidad de 87,557 rs. anuales con que está gravada,
para darle el destino correspondiente.
Art. 18. Siendo insostenible en Navarra, después de trasladadas
las aduanas á sus fronteras, el sistema de libertad en que ba estado Ja
sal, se establecerá en dicha provincia el estanco de este género por
cuenta del Gobierno , el cual se hará cargo de las salinas de Navarra,
previa la competente indemnización á los dueños particulares á quie
nes actualmente pertenecen, y con los cuales tratará.
Art. 19. Precedida la regulación de los consumos de cada pue
blo, la Hacienda pública suministrará á sus ayuntamientos la sal
que anualmente necesitaren al precio de coste y costas, que pagarán
aquellas corporaciones en los plazos y forma que determine el Go
bierno. ^
Art. 20. Si los consumidores necesitaren mas cantidad que la ar
riba asignada, la recibirán al precio de estanco de los toldos que se
establecerán en los propios pueblos para su mayor comodidad.
Art. 21. En cuanto á la exportación de sal al extrangero, Navar
ra disfrutará de la misma facultad que para este tráfico licito gozan
las demás provincias, con sujeción á las formalidades establecidas.
Art. 22. Continuará como hasta aquí la exención de usar de
papel sellado de que Navarra está en posesión.
Art. 23. El estanco de la pólvora y azufre continuará en Navar
ra en la misma forma en que actualmente se halla establecido.
Art. 21. Las rentas provinciales y derechos de puertas no se ex
tenderán á Navarra mientras no llegue el caso de plantearse los nue
vos aranceles, y en ellos se establezca que el derecho de consumo so
bre géneros extrangeros se cobre en las aduanas.
Art. 25. Navarra pagará ademas de los impuestos antes expresa
dos por única contribución directa la cantidad de 1.800,000 rea
les anuales. Se abonarán á su diputación provincial 300,000 rs. de
los expresados 1.800,000 por gastos de recaudación y quiebras que
quedan á su cargo.
Art. 26. La dotación del culto y clero en Navarra se arreglará á
la ley general y á las instrucciones que el Gobierno expida para su
ejecución.
Y el Cougreso de los Diputados lo pasa al Senado, acompañando
el expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio
del Congreso 20 de Julio de 18il.=Agustin Arguelles, Presidentes
Eugenio Diez, Diputado Secretario. = Hipólito Otero, Diputado Se
cretario."
El Sr. PRESIDENTE: Ruego á los Sres. Senadores que mañana
tengan la bondad de venir un poco mas temprano á fin de que se
reúnan las secciones para nombrar los respectivos individuos que
han de componer la comisión que se ha de ocupar del proyecto qua
se ha leído, como igualmente para nombrar dos comisiones mixtas.
Suplico también á los Sres. Senadores el que asistan en el mayor nú'
mero posible á efecto de votar dos ó tres proyectos.
' Mañana continuará la discusión pendiente.
Ciérrase la sesión."
Eran la cinco menos cuarto.
APENDICE.
 APENDICE AL NÍM. 51.

DIARIO

DE

LAS SESIONES DE CORTES.

Diotámen de la comisión acerca del proyecto de ley sobre Vinculaciones , leido en el

Senado en la sesión del día 20 de Julio de

La comition del Senado encargada de informar y de presentar su
dietáinen acerca del proyecto de ley sobre Vinculaciones, lia exa
minado detenidamente el aprobado por el Congreso de Sres. Diputa
dos, y si bien reconoce eo todas sus disposiciones el principio social
ds conciliar intereses opuestos , y de poner eu armonía derechos, ad
quiridos bajo la influencia de leyes contrarias, no deja de observar
qne el deseo de en mar el menor trastorno posible en la fortuna de
los actuales poseedores de los bienes que fueron vinculados, ha po
dido acaso llevar la generosidad del Congreso á respetar la condi
ción de estos algún tanto mas de lo que en rigor de justicia le les
debia, y de lo que la misma parecia destinar a la reparación de los
hechos consumados en la época contada desde 11 de Octubre de 1820
al 1? de igual mesde 1323, en virtud de la legislación vigente en la
misma. Pero considerando la comisión que las alteraciones que en
PROYECTO DE LEY DEL CONCRESO.
Articulo 1? Las leyes y declaraciones de la anterior época cons
titucional sobre supresión de mayorasgos y otras vinculaciones, que
están válidamente en observancia desde 30 de Agosto de 1836, en
que fueron restablecidas, continuarán en vigor solo en la Península í
islas adyacentes. . , ."¡ .'-A
. i.
Art. 2? Es válido y tendrá cumplido efecto todo lo que se hizo en
virtud y conformidad de dichas leyes y declaraciones desdeque se ex
pidieron hasta 1! de Octubre de 1823. Serán respetados y se harán efec
tivos los derechos que en aquel periodo se adquirieron por lo estableci
do en las mismas del modo que se expresará en los artículos siguientes.
Art. 3? Los bienes vinculados correspondientes i la mitad de qua
pudieron disponer los poseedores, y cuyo dominio trasfirieron d otros
por cualquier titulo legitimo, ya oneroso, ya lucrativa, se devol
verán á los que los adquirieron, ó á sus herederos en su caso, si
la traslación se hito con los requisitos y formalidades prevenidas
en las citadas leyes y declaraciones, y los adquireutes no han recibi
do ya tu valor ó equivalencia.
ArL 4? Si los que á virtud de esta ley deben recobrar bienes ama
yorazgados que por titulo lucrativo adquirieron desde 11 de Octubre
de 1820 hasta 1! del mismo mes de 1823, ó entrar en posesión de ellos,
hubiesen recibido con posterioridad á este último dia algunas can
tidades por vía de dote ú otra causa cualquiera con arreglo á las res
pectivas fundaciones, ó en virtud de pactos celebrados entre los po
seedores anteriores y sus inmediatos, quedan obligados al abano de
8.—TOMO I.
este sentido se hicieran en el proyecto venido del otro Cuerpo, en
vez de favorecer á los interesados en la desmembración de los vín
culos, pudiera agravar su situación prolongando la ansiedad é in-
certidumbre en que se bailan después de cinco años que se les ofre
ció determinar sus derechos por el art. 4? d«l Real decreto de 30 da
Agosto de 1836, lo que no se ha verificado hasta el dia por motivos
biea conocidos de todos, ba renunciado á su primer propósito sin
dejar por ello de introducir aquellas enmiendas que sin alterar
el principio del proyecto ha creido son necesarias para la mayor
inteligencia del mismo, y evitar las dudas y litigios á que en otro
raso pudiera dar lugar. En este supuesto, y reservándose la co
misión desenvolver su pensamiento en el progreso de la discusión,
tiene el honor de someter á la deliberación del Senado el siguiente
proyeto de ley. ,
* t
PROYECTO DS LEY DI LA COMISION DEL SENADO.
Art. i? Igual. . ,
Art. *• Igual.
Art. 3* Igual.
Art tí Si los que'á virtud de esta ley deben recobrar bienes
amayorazgados que por titulo lucrativo adquirieron desde 11 de Oc
tubre de 1820 basta 1? del mismo mes de 1823, ó entrar en posesión
de ellos, hubiesen recibido posterioridad á este último dia algu
nas cantidades por via de dote ú otra causa cualquiera con arreglo i
las respectivas fundaciones, á en virtud de pactos celebrados entre
lo* poseedores anteriores y su», inmediatos , quedan obligados al abor
 I

la mitad de la sama en que oonsistao , debiendo recibirla en cuenta no de la mitad de la suma en que consistan, debiendo recibirla en
de lo que les corresponda. cuenta de lo que les corresponda.
Los alimentos dados al inmediato sucesor, y las pensiones presta
das á los hermanos del poseedor en virtud de la fundación , no están
comprendidas en la disposición de este articulo.
Art. 6? Recobrarán su fuerza y se liarán también efectivos los con Írt.5! Igual,
tratos que celebraron los referidos poseedores deslíe 11 de Octubre de
1820 hasta 1? de igual mes de 1823 con respecto a la enajenación, hi
poteca ú obligación de la milad de los bienes de que podian disponer.
Art. 6Í Se entregarán á los berederos testamentarios ó legítimos Art. 6? Se entregarán á los herederos testamentarios, 6 legítimos
de los mismos poseedores, á los legatarios ó á los que hayau sucedi de lo: mismos poseedores, á los legatarios 6 á los que hayan sucedido
do con arreglo á derecho, á unos y oíros, los bienes que respectiva con arreglo á derecho , á unos y otros, los bienes que respectivamente
mente les correspondieran de la mencionada milad «i dichos posee les correspondieran de la mencionada mitad si dichos poseedores fa
dores, berederos ó legatarios ea su caso fallecierou antes de 1? de Oc llecieron antes del 1? de Octubre de 1823.
tubre de 1823.
Art. 7! Las disposiciones de los artículos que anteceden compren Art. 7? Las disposiciones de los artículos que anteceden son apli
den la otra mitad de los bienes vinculados reservados á los inmedia cables á la otra mitad de los bienes vinculados reservada á los in
tos sucesores, si adquirieron el derecho á disponer de ella por fa mediatos sucesores si adquirieron el derecho á disponer de ella por
llecimiento del anterior poseedor ocurrido antea del 1! de Octubre fallecimiento del anterior poseedor ocurrido antes del 1? de Octubre
de 1823. de 1823.
Art. 8? Los que en virtud de esta ley deben recobrar bienes de Art. 8? Igual.
que fueron privados por lo dispuesto en el Real decreto de 1? de Oc
tubre de 1823, y cédula de 11 de Marco de 1821, 6 entrar en pose
sión de los que con arreglo á la ley de 11 de Octubre de 1820 les cor
respondieron, no tienen acción para reclamar los frutos y rentas de los
mismos bienes producidos desde 1! de Octubre de 1823 basta la pu
blicación de esta ley.
Art. 9? Los poseedores en 1*. de Octubre de 1820 que fallecieron Art. 9? Igual.
desde lí de Octubre de 1823 basta 30 de Agosto de 1836 no trasfi-
rieron derecho alguno para suceder en los bienesque se reputaban du
rante este último periodo como vinculados.
Art. 10. Los que desde 11 de Octubre de 1820 basta el 1° del mis Art. 10. Los que desde 11 de Octubre de 1820 hasta el 1! del
mo mes de 1823 sucedieron en bienes que babian sido vinculados , y mismo mes de 1823 sucedieron en bienes que hablan sido vincula
fallecieron desde este ultimo dia hasta el 30 de Agosto de 1836 , no dos, y fallecieron desde este último dia hasta el 30 Agosto de 1836,
trasmitieron por sucesión testada ni intestada derecho de suceder en no trasmitieron por sucesión testada ni intestada derecho de suceder
los bienes que á su fallecimiento estaban considerados como vincu en los bienes que á su fallecimiento estaban considerados como vin
lados. culados.
Esto no se entiende con los herederos de los compradores de loa
bienes vinculados, ni con los que los habian adquirido per cual
quiera otro titulo particular durante el citado período desda 11 de
Octubre de 1820 á 1! del mismo mes de 182».
Art. 11. Se declaran válidas y subsistentes las enagenaciones de Art. 11. Igual.
bienes vinculados cjue se hayan hecho desde 1? de Octubre de 1823
hasta 30 de Agosto de 1836 en virtud de facultad Real y con las
formalidades prescritas por derecho. £1 producto de las ventas que
no Se haya empleado en mejora ó beneficio de la vinculación se
imputará al vendedor en la parte de esta que Ir corresponda como
libre.
Art. 12. Se exceptúan de lo dispuesto en el articulo anterior las Art. 12. Igual.
enagenaciones de aquellos bienes que especifica y determinadamente
pueden recobrar otros interesados en virtud de esta ley. Si estos los
hubiesen adquiridopor titulo oneroso los recobraran, indemnizándose
al comprador posterior de los otros bienes existentes en las vincula
ciones; y si el titulo hubiese sido lucrativo, los retendrán los que con
facultad Real los hayan adquirido, indemnizándose al que debiera
íecobrarlos de los demás bienes de las vinculaciones.
Art. 13. También se declaran válidas y subsistentes las adquisi Art. 13. IguaL
ciones que hayan hecbo las vinculaciones por permuta, subrogación
ú otro titulo; y los bienes asi adquiridos se considerarán en el mis
mo caso que los demás que las componían.
Art. 11. Los contratos y transacciones que se hayan celebrado en Art. 14. Igual.
consecuencia de la ley de 9 de Juuio de 1835 , las ejecutorias dicta
das en su virtud , y lo que se baya practicado en cumplimiento déla
misma ,se guardará y cumplirá en todas sus partes.
Art. 15. Queda reservado su derecho á los poseedores de las fincas Art. 15. Los poseedores de las fincas vinculadas, y lo* dueños de
vinculadas, y á los dueños de las que deben entregarse en cumpli las que deban entregarse en cumplimiento de esta ley, podrán recla
miento de esta ley, para que puedan reclamarse mutuamente con ar marse mutuamente con arreglo á derecho los desperfectos ó mejoras
reglo á derecho los desperfectos ó mejoras de las mismas desde 1? de de las mismas desde 1? de Octubre de 1823 hasta la promulgación
Octubre de 1823 hasta la fecha de la promulgación de esta ley. de esta ley.
Art. 16. Aunque no deberán en adelante concederse cédulas de Art. 16. Los viudos y viudas de poseedores de vinculo* ,»cV■ma
facultad para consignaciones alimenticias en favor de lo* viudos ó yorazgos, sea la que quiera la época en que se hubieren casado, no
viudas de poseedores de mayorazgos y vínculos, sea cualquiera la épo tendrán derecho á otras consignaciones alimenticias que la* que resul
ca en que se hubieren casado, se cumplirán las promesas, pactos j ten de promesas y convenios celebrados oon arreglo á derecho en ca
convenios relativos á ellas que se hayan celebrado con arreglo á de pitulaciones matrimoniales, ó en otros instrumentos legalmente
recho en capitulo* matrimoniales ú otros instrumentos legalmente otorgados, y esto con la d laminación que se expresará ea «1 arti
•:ndos. culo 18.
 Art. 17. Los dichos poseedores, y en so caso los sucesores inme Art, 17. Igual.
diatos, aun teniendo herederos forzosos, podrán consignar á sus
mugerea 6 maridos por escritura pública 6 por testamento, y en
concepto de viudedad, hasta la cuarta parte de la renta de In mitad
de los bienes cuja libre disposición han adquirido,
Art. 18. Las consignaciones de viudedad en virtud de facultad Art. 16. Igual,
competente concedida desde 1! de Octubre de 1825, y antes del 30
de Agosto de 1836, tendrán su debido cumplimiento, siendo res-
ponsablesá él los bienes que existían en las vinculaciones al tiempo de
concederse la facultad, menos los que deban entregarse á otros inte
resados en virtud de esta ley; pero cuando haya esta disminución,
se disminuirá proporcionalmente la cantidad consignada.
Art. 19. Lo mismo se entenderá con respecto á las consignaciones Art, 19. Igual.
de alimentos que los actuales poseedores deben pagar á los sucesores
inmediatos ú otras personas, con arreglo á las fundaciones, pactos i
fallos de los tribunales.
Art. 20. Quedan derogadas, en cuanto sean contrarias á esta ley, Art. SO. Igual,
la de 9 de Junio de 1835 y cualesquiera otras órdenes ó decretos.
Palacio del Senado 20 de Julio de 1841.=Alvaro Gomes , presi-
dente.=José Landero.=Francisco Verta.=MigueI Antonio Zumala-
cárregui.=Joaquin Abarguea,
 NÚMERO 52.
DIARIO
LAS SESIONES
■.i
.■i
SESION DEL DIA 21 DE JULIO DE 184t.
Abierta ¡i la una y leída el acta de la anterior per el Sr. Secreta-
fio Torre» Solanot , quedó aprobada.
El Senado quedó enterado de un oficio del Sr. D. José María
Chacón , fecha 20 del actual , en el que mauifiesta que deide el día
de hoy empezaba á hacer uto de loi do» meses de licencia que para
tomar baños termales le había concedido el Senado.
£1 Sr. PRES1DENT£> Perteneciendo el Sr. Chacón á la comi
sión que ha de dar an dictamen sobre la enagcnacion de la islas de
Fernando Pó y Annobon , los señores de la sección de que es indivi
duo se servirán nombrar uno que le reemplace.
También se enteró el Senado de una comunicación del Sr. don
Joaquin Maria Ferrer en que manifestaba no poder asistir á la se
sión de boy por hallarse indispuesto.
Se acordó pasar á la comisión de Culto y Clero una exposición de
D. Antonio de Hoyos Chorot, fecha 30 de Junio anterior, desde la
Rambla (provincia de Córdoba) á la que acompaña el bosquejo de
an pensamiento para sostener el culto divino, arreglar sus minis
tres , indemnizar á los participes legos de tos antiguos diezmos , j
atender i las casas íe Beneficencia que se interesaban en ellos.
Precediéndose al órden del dia, continuó la discusión pendiente
sobre la totalidad del dictamen acerca del proyecto de ley de retiros
militares, obteniendo la palabra como de la comisión
El Sr. CAPAZ: Señores-, muy poco añadiré á lo que ya se ha di
cho sobre el proyecto que se discute. Yo creí agotado el campo de la
discusión cuando el Sr. Campuzano pidió la palabra y manifestó que
no se habian contestado todas las impugnaciones que se habían hecho'
por el Sr. Herosal dictámen de la comisión. Efectivamente , en el
discurso del Sr. Heros hay algunas cosas que no se han tocado , y yo
procuraré hacerlo , si bien con el laconismo posible, para que el se
ñor Campuzano no quede descontento.
El Sr. Heros creyó que la cuestión debía ser de gloria militar,
y no debía convertirse en cuestión pecuniaria: el Sr. Ministro de la
Guerra , con el tino eon que siempre toca todas las cuestiones, con
testó ya con bastante exactitud, diciendo que con la gloria no se cu
bría el frió ni las demás necesidades de la vida; -y poco puede aña
dirse á estas expresiones para convencer al Sr. Heros: únicamente re
cordaré que tanto en la antigüedad como en el dia los guerreros y los
legisladores, si bien han recompensado siempre á los militares con
honores y eon condecoraciones, no han descuidado la parte material
de darles con que puedan sostener , no solo las necesidades de la vida
si no el esplendor de los títulos que se les concedieron. La mayor par
te de los títulos de España y de las naciones extrangeras sun debidos
i los hechos de armas, y el lustre con que sus poseedores los mantie
nen, á las recompensas que les dieron los legisladores. Esto en cuan
to á lo que el Sr. Heros dijo acerca de que la cuestión era de gloria
militar. -¡ . , ....
S. S. dijo también, refiriéndose á los comandantes genérale» de
Marina, que solo gozaban 7000 rs. los que se habian retirado antes
de esta época, y que hoy aseendia á 21,000 la cantidad que se les asig
naba. En esto hay una equivocación, porque el dictamen que la co
misión presenta jamás comprende la totalidad del sueldo, sino á lo
sumo las nueve décimas partes. Por lo demás, justo es que los que se
8.—TOMO I.
365
DE
DE CORTES.
hallan perjudicados con el reglamento de 1828 reciban ahora la fe-
compensa.
Señores, los militares difícilmente tienen ahorros : por el contra
rio sus penalidades les hacen contraer empeños ; no les está privado
el ser padres de familia, y ¿no son acreedores ya que han conseguido
ilustrar su nombre á que el Gobierno les premie para que puedan
educar á sus hijos y mantenerlos con el brillo consiguiente á la car
rera que emprendan? En España la mayor parte de los militares no
tienen mas patrimonio que su espada, y si el Gobierno no les conce
de un donativo honorífico, ¿cop qué han de mantener sus familias?
Dice el Sr. Campuzano que no se ha contestado á lo que manifes
tó el Sr. Heros, comparando los reglamentos de retiros de otras na
ciones con el de España. Esta comparación debiera haber sido mas
lata: yo pregunto á todos los padres de familia si en medio de las
delicias que les proporciona el verte reproducidos, no tienen la amar
gura de verse privados de los medios de colocar á sus hijos: ni el co
mercio, ni las- fuentes de la industria ni de la riqueza pública tie
nen hoy en España el desarrollo necesario para que los padres pue
dan proporcionar á sus hijos una suerte mediana y decorosa. Si, pues,
etto sucede generalmente en la nación, ¿qué sucederia con los milita
res retirados que no tienen masque una mezquina recompensa? Por
el contrario, en las naciones extrangeras la mayor parte de los mili-
tarea, y esto note me negará, cuentan coa otros recursos que los que
el Estado les concede : porque, ¿quién carece de parientes? ¿Quién
carece, ti no de patrimonio ,propio, á lo menos de una industria á
que pueda dedicarte con honra? ¿Y estamos nosotros en el mit-
mo caso ? ,
Señores, seguro es que no: cuando en tal caso nos hallemos, en
tonces podremos hacer lo que otras naciones.
Dicese también que cuando la penuria del Tesoro es tan notoria,
cuando no puede pagarte á lot militares el mezquino retiro que en
el dia se les tiene asignado , qué es lo que se adelanta con aumentar
este retiro, puesto que deberá ser mas imposible su satisfacción ; pero
señores , aquí se pierde de vista uno de los resortes mas poderosos de
la especie humana, que es la esperanza: la esperanza es el último
sentimiento que se extingue en el corazón del hombre : tal vez todos
temerán que no se les pueda pagar este aumento ; pero tendrán esta
esperanza , y si mueren con ella llevarán el consuelo de que cuando
cesen los apuros del Erario, la patria reconocida y fiel cumplidora
de lo que ofrece se lo pagará á sus hijos.
Por tanto suplico al Senado se sirva aprobar el dictamen de la
comisión.
El Sr. HEROS: He pedido la palabra para deshacer una equivo
cación material que ha padecido mi amigo el Sr. Capaz. No dije
ayer que lot comandantes generales de marina hubiesen de tomar
21,000 rs. , porque esta cantidad no es las nueve décimas partes, sino
veinte y un mil y tanto*. Es la única cosa que tengo que de
cir áS.S."
No habiendo ningún otro Sr. Senador que tuviese pedida la pa
labra, se declaró haber lugar á su deliberación por artículos.
Leido el 1?, fue aprobado sin discusión.
Se leyó el V.
105
 366
El Sr. HBROS: Voy i hacer una aclaración sobre esa Segunda hubiese tocado el punto de comparaciones en el cual te ha envuelto á
parte del articulo. Vo creo que la idea de la comisión es que, en las clases civiles, porque aunque ayer habló el Sr. Heros 3e esto, te
primer lugar, los sueldos concedidos basta el dia por gracia especial ba dicho que no se contestó , sin duda por olvido. Yo voy i aprove
no dan derecho á retiros; y en segundo, que esa segunda parle no char ahora esta ocasión para satisfacer á un tiempo al Sr. Ondovilla,
debe tener lugar en este articulo; es decir , que tratándose puramen al Sr. Heros , y tal vez algo al Sr. Campuzano.
te de un reglamento de retires, lo que la comisión cree «a -que estos Las clases civiles, según su último reglamento de retiros, dis
sueldos extraordinarios concedidos por pura gracia, y que según el frutan lo que voy á exponer al Senado.
articulo se suprimen , no deben declararse suprimidos en este lugar. Tomaré por t£po el sueldo de un coronel de infantería de linea,
Esto es lo que me parece que quiere decir el dictamen de la co que et el que adapta también oomo tipo en su dictamen la comisión,
misión; asi que, espero que los señores que la componen tendrán la comparado con un empleado civil de igual sueldo y categoría.
bondad de explicarme su pensamiento y no haré mas observaciones. Un coronel á los veinte años de servicio no tiene sueldo ninguno
El Sr. FERRAZ: La comisión no comprendió tampoco bastante de retiro , y á los mismos un empleado civil cuenta ya con 9,600 rs.
bie«i la parte de este articulo, pero creyó que aludia a Jos oficiales de jubilación; y á fé que la diferencia no puede ser mayor.
que habiendo servido en las filas realistas se hubiesen separado des.» A los veinte y cinco años un coronel goza por el reglamente del
pues en virtud de las ventajas que les daban las órdenes que se expi año de 28 solos 6,000 rs. , y aunque por lo que se propone tendría
dieron con este objeto. Estos oficiales no tenían los años de servicios 9,600, todavía el empleado civil á la misma época goza nada menos
necesarios para optar á los retiros de reglamento, de modo que ne* que 11,400 rs. ; es decir , poco menos que el duplo.
resiraban sin chicia de la gracia especial -de que habla el párrafo 3° de A los treinta años de servicio un coronel goza gpr el uglamjjijto
dicho articulo para! obtenerlo, del año 28, 7,1500 rs. de 'retiro; ahora se. le propone* 14¿400 , fiel
Pero la comisión creyó que tal vez «e podria. haber .padecido al empleado civil halla esta época desde -los veinte y cinco djsfeuta
•una equivocación respectoá esto en el Congreso-, y la razón es que lo» mismos Í4,«W. ' J - --i \M.J^A %¿Aj¿ i «¿Tí.
n el dia, según los informes que ha tomada la comisión, no existe Y por ultimo, el coronel á los treinta y cinco añot de servicio , se
apenas ninguno de estos oficiales que puedan gravar con esas peo- I gún el reglamento de 28, tiene 9,900 rs. ; según lo que hoy se propone
siones ó cesantías al Tesoro público, porque -después de una guerra 1 tendré 18^000,- y-el -em pleado civil goza todavía mas, pues disfruta su
de siete años en que mas ó menos ha tomado parte todo el pais, y máximo de 19,200 rs. , no llegando á percibir el coronel el suyo basta
di que, después de esa decisión y entusiasmo que se La observado cinco años.deapues, ó sea hasta los cuarenta años ; y aunque aparece que
rn lodos los pueblos, no ha sido posible que en ninguno de ellos J el coronel percibe anualmente de máximo 2,400 rs. mas que el em
permaneciesen personas indiferentes, porque han tejido que decú» J pleado civrl -de igual categoría, este tiene sobre aquel la mayor
dirse por una ú otra parte, es decir, o bien se han unido a las lilis ventaja di wlmÉUr desde los veinte años hasta los treinta de una
de D. Carlos, en cuyo caso han dejado de figurarVn er"presu"p"u*enb lérefra paTte mas que este por espacio de diez.
de la guerra, ó bien lo han hecho á las de los leales, y .entonctl . No ti si con esto la comisiou habrá satisfecho al Sr. Ondovilla.
seria una injusticia el privarles de estas ventajas. Por manera que El Sr. ONDOVILLA : Estoy completamente satisfecho con la
ti algunos oficiales existiesen con esta clase de pensiones ó retiros, explicación que ba tenido la bondad de darme el Sr. Ferráz.
serian precisamente los procedentes del ejército constitucional , q¡te El Sr. HEROS: Pido la palabra para una aclaración.
tratando el Gobierno de aquella época de expulsarles de las filas, les El Sr. Vicepresidente LANDERO: Cuando concluya el orador.
prometió ventajas de que se aprovecharon para dejarlas. El Sr. HEROS: Creí que había concluido.
Por esta ratón ba creído la comisión que debia suprimirse lo que El Sr. FERRAZ (D. Valentín ): Puede V. S. si gusta aclarar,
se dice en este párrafo. Creo que el Sr. Heros estará satisfecho y me que yo por mi parte no tengo inconveniente.
¡ilegraria sucediese lo mismo en los artículos siguientes: y con este El Sr. HEROS: Señores, lo que be dicho ayer, y siento mucbi-
motivo aprovecho la ocasión de deshacer una equivocación que, mo que no haya sido esta la única cosa que se haya equivocado, lo
aunque involuntaria sin duda , padeció ayer S. S. cuando nos dijo que be dicho ayer ea que sin que los retiros civiles tal como están me
que si el proyecto de ley venido del Congreso era gravoso, lo era mas sirviesen de regla, dije y vuelvo á repetir que esta tarifa no es apli
ei dictamen presentado por la comisión; pero no nos manifestó Jas cable á los retiros militares, y ampliaré un poco mas esa especie.
razones en que se fundaba, aunque tal vez tenga lugar de hacerlo en En primer lugar, en los retiros civiles no hay añot dobles de
el curso de la discusión por artículos." campana ; y en segundo, que los militares siguen una profesión muy
No habiendo ningún Sr. Senador que tuviese pedida la palabra diferente que los empleados civiles, y una razón et que en estas car
en contra, se puso á votación este articulo. reras no bay los altos empleos que en las de los militares, en que no se
El Sr. ONDOVILLA: Pido la palabra. mira la poca edad, y otra, que ningún empleado civil, tea la qae
El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S. quiera tu categoría, puede tener el sueldo que tiene un general en
El Sr. ONDOVILLA: Desearía que la comisión me explicase las cuartel; y bajo de este punto de vitta fue bajo el que yo dije que no
razones que ba tenido para haber intercalado los años que en el ar- había término de comparación entre unos y otros.
ticnlu se expresan desde 30 á 35, y desde 35 á 40 años. S. S. sabe que hay capitán general que tiene treinta añot y .dis
El Sr. FERRAZ: La comisión ha tenido presente al hacer esa fruta 60,000 rs. ; y no hay ningún empleado civil , como no sea .un
graduación en los sueldos de treinta años arriba, que cuando se llega fenómeno monstruoso; ¿pero qué digo? Es imposible de toda im
u treinta de servicio los años pesan mas; y por consiguiente ha creí posibilidad que un empleado civil de corta edad* goce de este bene
do que debia hacerse el aumento gradual y progresivo que se expre ficio , porque la mitad de 50,000 rs. , que et el mayor que te conoce
sa, en vez de ser de cinco en cinco años, como sucede en los años an en la carrera civil , no te puede tener menot de veinte y cinco años
teriores. Ademas ba tenido presente otra consideración , y es que tal de servicio.
como' está propuesto el articulo se consiguen economías que tal ves no En este sentido fue en el que yo dije que prescindiendo de lo que
se lograrían de otro modo: y esto es fácil de concebir si se tiene pre podía hacer relación i los deslinos civiles, cuya tarifa no estaba
sente que los gefes y oficiales que llegan i los treinta años de servi conforme ni era aplicable á la clase militar, porque lot verdaderos
cios, particularmente cuando no bay abonos, deben estar algo can retiros de estos están en los altos puestos , para lot que no hay edad,
tados, y entonces como veo que la primera ventaja que sigue i los y que no tienen comparación con lot de la civil; en este sentido, re
treinta anos solo la oblienen á los treinta y cinco, se retiran luego pito, fue en el que dije que no había término de comparación. Un
que cumplen los treinta , porque no se atreven á aguardar esos cinco Ministro de la Corona, que et el mat alto puesto que tiene la nación,
años que, como ya be dicho, entonces pesan mucho. No sucede lo un embajador, tengan los años que quieran, no pueden pasar de
mismo cuando «faumento es gradual y de la' manera que le propone 40,00 rs.: esta fue la raxon en que yo fundé mi aserto. Por lo demás,
la comisión , porque cumplidos los treinta años de servicio con la es los señores militares que por tut servicios tabeo que no tienen años
peranza de obtener las ventajas que le señalan á cada ano de los su fijos para poder llegar i las primeras clases , tienen una gran ventar
cesivos, permanecen en él sacando fuerzas de flaquera para continuar ja , y no está en consonancia con lot retirot civiles, porque el espacio
hasta los treinta y cinco y los cuarenta. natural que debe mediar en los servicios no da lugar á ello.
Con esto consigue una economía extraordinaria el Tesoro .pú Esto fue lo que dije ayer, y mi proposición viene á quedar en pie,
blico , porque mientras el oficial permanece en el servicio no hay porque los altos puestos militares no los tiene la carrera civil, y
necesidad de que su plaza la ocupe otro , como sucedería en el caso aunque en las clases inferiores baya diferencia, la recompensa está
de que la hubiese dejado aquel: ¿y qué resultaría, señores? Que el en lat superiores. Esto fue lo que yo manifesté, que si se hubiera
'tesoro público quedaría gravado con doa sueldos , el uno que se pa entendido nos hubiéramos ahorrado esta discusión.
garía al que se retira, y el otro el que había que pagar al que ocu El Sr. FERRAZ (D. Valentín): Dice el Sr. Heros que lot em
pase su vacante. pleados civiles están en distinto cato que los militares, porque no te
La comisión tuvo presentes estas consideraciones, que son las que leí cuentan abonos de ser v icio. Los empleados civiles, como sabe S. S.,
sirvieron de base al Gobierno en el reglamento del año 28, que aun tienen siempre (cierta clase de ellos) ocho añot de abono que leí sir
que menos beneficioso, ha seguido el mismo órden de graduación ven para los retirot. (Parios teñortss Son de jubilación). Me he
desde los treinta años para arriba. equivocado , señores, pero para el caso es igual, porque lo mismo son
Creo haber satisfreho los deseos del Sr. Ondovilla. jubilaciones que retirot; solo que en lo civil, en vez de retiro, te
El Sr. ONDOVILLA: Estoy completamente satisfecho con .la llama jubilación; puet ahora bieni loi empleados civiles tienen ocho
explicación que acaba de dar el Sr. Ferraz. Solamente encuentro que años constantes y siempre íijos de abono, que leí sirven para la jubi
bay una difetrncía entre el reglamento de las clases militares y el lación, al paso que lot abonos de lot militares son eventuales, porque
de las civiles en que no hay esa progresión. I no hay regla fija para ellos. Se hicieron en la guerra de la inde
El Sr. FERRAZ: Yo no hubiera querido que el Sr. Ondovilla pendencia, y después en otros épocas; pero esto no se ba establecido

como regla fija, y de consiguiente no se puede citar en etle concepto
como puede hacerse con el abono de los empleados civiles, á que
me refiero.
£1 Sr. Heros dijo ayer, y ha repetido boy, que cuando hablaba
de ventajas entre los empleados civiles y militares se contraía á las
clases superiores. En este proyecto no se habla mas que desde la de
coronel hasta la de alférez; pero- ya que se ha tratado de envolver
aqui las clases superiores , diré que esas ventajas que el Sr. Heros su
pone no creo que son tan considerables, porque al fin el sueldo de los
generales de cuartel es bastantemente moderado comparado con sus
servicios y las necesidades consiguientes á esta clase, que debe conser
varse en aptitud de volver á la actividad tan pronto como se la lla
me A ella , y comparado también con las demás clases inferiores de
la Milicia , la comparación del Sr. Heros haya sido tan poco opor
tuna por no ser propia de este lugar , y por lo mismo me parece que
no se debe tomaren consideración. Cuando llegue el caso de tratarse
de los sueldos de las clases superiores, no tendré inconveniente en ma
nifestar las razones mas ó menos justas que se me ocurran sobre esta
materia."
Sin mas discusión fue aprobado el art. 2?
Lo fueron también los artículos 3? y 4?
Leído el 5?, dijo
El Sr. FERRAZ (D. Valentín): Sí el Senado quiere que expli
que las razones que he tenido.... {Voces de todos los demás: No, no).
Quedó i continuación aprobado el art. 5? y los siguientes hasta
el 10 inclusive.
Se leyó el 11, y dijo
El Sr. HEROS: Es una aclaración la que pido que me parece me
satisfará completamente. Yo hago aqui la misma observación que
hice en uno de los artículos anteriores en que se trataba de una su
presión. Yo supongo que el espíritu de la comisión es el que los in
dividuos de la clase de sargentos abajo no sirvan por enganche. Mi
opinión es esa, y yo ta consigné en una Memoria que escribí siendo
oficial |de la inspección de caballería. Yo no conceptúo de ningún
modo en el régimen en que vivimos esa especie de enganche volunta
rio, sobre todo cuando se viene al servicio militar como se viene hoy,
que no se viene por sentencias ni de otra suerte que se le parezca. A mi
me parece , y creo haber penetrado el espíritu de la comisión en esto,
que este es un articulo de una ley orgánica, y siéndolo, no debe
tener lugar en una ley de retiros. Esto creo que es lo que trata de
decir la comisión , y eb tal sentido entiendo que ha hecho muy opor
tunamente. Por consecuencia si este es el sentir de la comisión, yo
le doy gustosamente mi consentimiento, porque de otra manera no
puedo admitir esa especie de servidumbre repugnante á que estaban
sujetos los que de la clase de soldados pasaban á cabos, sargentos &o.j
y sí fuera ocasión manifestaría los inconvenientes que esto ha pro
ducido en la milicia, asi como otro articulo que se puso en el re
glamento de 1810 para que de cáda dos individuos que fueran cade
tes saliese uno de la clase de sargentos, porque por las tablas de
mortalidad y reglas de proporción hubiera manifestado el influjo
367
poco saludable que ejerció esto en la milicia. Les señores de la co
misión me indican que efectivamente ese es el motivo por qué ban
suprimido el artículo, y por consecuenoia no quiero extenderme mas
sobre el particular.
El Sr. FERRAZ (D. Valentín): He pedido la palabra para con
testar al Sr. Heros, y manifestar las razones que ba tenido la comisión
para suprimir ese articulo. En efecto, ba creído, y debía hacerlo asi,
por no ser propio de ese lugar, y sí de la ley orgánica del ejército,
que debe abrazar esta y oirás disposiciones."
Sin mas discusión fue aprobado el art. 11 como la comisión pro
ponía.
En seguida lo fueron también los artículos 12 y 13.
Publicóse que las secciones habían hecho los siguientes nombra
mientos de comisiones :
Para la que ha de informar sobre el proyecto de ley relativo i
la modificación de los fueros de Navarra :
1* Al Sr. D. Joaquin Pérez Necochea.
2Í Al Sr. D. Cristóbal Falcon.
3? Al S». P. Joaquin María Ferrer,
4í Al Sr. D. Juan Muguiro.
5* Al Sr. D. Antonio Seoane.
Y para la comisión mixta sobre el de extinción de las cargas y
prestaciones por derecho de patronato en las iglesias y conventos su
primidos :
1* Al Sr. D. Joaquin Pérez Necochea.
2Í Al Sr. D. Manuel Ventura Gómez.
3* Al señor conde de Pinofiel.
i". Al Sr.' D. Francisco Sánchez Fernandez,
6Í Al Sr. D. Vicente Gil Muñoz.
El Sr. PRESIDENTE : En atención á que no es muy avanzada
la hora podrán reunirse las secciones para nombrar la comisión
mixta que en unión con la que nombre el Congreso de los Diputados
ha deconeilisr las opiniones de ambos Cuerpos acerca del proyecto
de ley que acaba de aprobarse; y la segunda podrá nombrar un in
dividuo en reemplazo del Sr. Chacón en la comisión que entiende en
el proyecto de ley sobre la enajenación de las islas de Fernando Pó
y Annobon. Mañana no se reunirá el Senado por no haber trabajos
preparados; y habiéndose repartido hoy el proyecto de ley sobre Vin
culaciones se anuncia su discusión por primera, segunda y tercera
vez, entrándose en ella el lunes próximo. Si antes ocurriese motivo
para que se reúna el Senado se avisará á domicilio. (¿7 Sr. Lasaña
pidió ¡a palabra.) Ciérrase la sesión.
El Sr. LASAÑA: Pido la palabra. Deseaba rogar i V. S. que
mañana se avisara á los Sres. Senadores á domicilio para que asistie
ran el primer dia de sesión á fin de votar las leyes
El Sr. PRESIDENTE i Sr. Lasaña, estaba cerrada la sesión cuan
do V. S. pidió la palabra, j la mesa no le puede contestar. Repito
que se cierra la sesión," .
Eran lu dos.
 NÚMERO 55.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 23 DE JULIO DE 1841.
Se abrid á la ana, y leída el acta de la anterior por el señor se
ctario Torres Solanot fue aprobada.
El Senado quedó enterado de un ofnio del Sr. Presidente y Secre
tarios del Congreso de los Diputados , fecha 22 del corriente , par
ticipando cjue ha aprobado en todas sus partes lo acordado por el mis
mo sobre el ceremonial con que ha de ser recibido, y juramento que
debe prestar en las Cortes el Tutor de S. M. la Reina Doña Isa
bel II y su augusta Hermana, y que ha acordado dirigir al Gobier
no la comunicación prevenida en el art. 6?
Igualmente lo quedó de otro oficio de los Sres. Presidente y Se
cretarios del Congreso de los Diputados , fecha 20 del actual, en que
participa al Senado que teniendo presente lo prevenido en el art. 67
de su reglamento, ha considerado el proyecto de ley para el arreglo
del servicio de bagajes , remitido por este Cuerpo colegislador con fe
cha 9 del corriente mes, como si fuese nueva y originariamente for
mado en el mismo Cuerpo ; y habiéndolo aprobado posteriormente
como lo ha sido por el Senado, lo presenta á la sanción del Regente
del reino.
Publicóse que la comisión mixta sobre el proyecto de ley relativo
á la exclusión de los capitanes generales y otras autoridadss para Di.
putados ó propuesta para Senadores por las provincias que compon
gan los distritos de su mando ó jurisdicción , ha nombrado por su
Presidente al Sr. D. Cárlqs Espinosa, y Secretario al Sr. D. Ramón
María Temprado.
El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. D. Rafael
Jiménez Frontín, fecha de hoy, en que manifiesta no poder asistir i
la sesión por hallarse indispuesto.
Se acordó pasar á la comisión de Culto y Clero una exposición que
con fecha 20 del actual dirige al Senado D. Gerónimo del Povil, en
la que presenta varias consideraciones relativas á la disposición se
gunda del art. 9? del pioyecto de ley para la dotación del culto y cle
ro, manifestando por ellas los graves daños y perjuioios que se van
á causar á los poseedores actuales de capellanías y beneficios de libre
presentación, si dicha disposición no se[limita á solólas que se hallen
Tacantes, ó se declara que respecto á las que actualmente están pro
vistas deben continuar los poseedores gozando el usufructo de los
Bienes de ellas, ya sea por toda su vida, ya por un determinado tiem
po, dentro del cual puedan proporcionarse otra carrera, ó bien que se
les permita ascender al orden sacro : y pide que se mande pasar su
exposición á la comisión del mencionado proyecto de ley , á fin de
que teniendo presente su contenido al tiempo de dar su dictamen,
proponga al Senado lo que estime conveniente respecto al art. 9! ci
tado.
Igualmente se acordó pasar á la respectiva comisión las observa
ciones que con fecha 21 del corriente dirige al Senado D. Manuel
María de Otarte acerca del proyecto de ley sobre adjudicación de
lo* bienes de las capellanías colativas.
Dióse cuenta de una exposición de D. Juan Ocio, comandante
cesante del cuerpo de carabineros de Hacienda pública, fecha de este
¿Ha, acompañando 60 ejemplares de un folleto que ha publicado con
el título de Gobiernos y Resguardos , jr proyecto Je un reglamento
para el cuerpo de Carabineros de la Hacienda publica,
S.-TOMO L
3G9
DE CORTES
Se acordó repartir y archivar dichos ejemplares.
Su leyó, acordó imprimir y que se señalaria dia para SU discu
sión, el siguiente dictamen:
Ai. Senado r "La comisión mixta nombrada para conoiliar las
opiniones de ambos Cuerpos colegisladores respecto al proyecto de
ley sobre exclusión de los capitanes generales y otras autoridades de
la elección para Diputados y propuesta para Senadores por las pro
vincias que compongan los distritos de su mando ó jurisdicción , ha
examinado detenidamente las adiciones acordadas por el Senado al
proyecto aprobado por el Congreso , y entiende que deben adoptarse
para evitar toda duda ó falsa interpretación de la ley que de su
aprobación debe resultar. Y con el mismo fin cree conveniente que
en el art. 2? aprobado por el Senado después de la palabra "asesores"
se añadan las siguientes: "de nombramiento del Gobierno." Asi se
distinguirán de los co-asesores ó asesores adjuntos, que no son objeto
de la ley.
Con esta modificación' la comisión mixta entiende que el Senado
puede servirse aprobar el proyecto de ley en la forma siguiente:
Artículo 1? Los capitanes y comandantes generales de provincia
y sus auditores, los regentes , magistrados y fiscales de las audien
cias, no podrán ser elegidos Diputados ni propuestos para Senadores
por las provincias en que ejerzan mando o jurisdicción, ni los co
mandantes generales de marina y sus auditores por-las provincias en
que se hallen situadas las capitales de sus respectivos departamentos.
Art. 2? Tampoco podrán serlo los asesores de nombramiento del
Gobierno en las subdelegaciones principales de Rentas, ni los secre
tarios de las diputaciones provinciales en sus respectivas provincias.
El Senado sin embargo se servirá resolver lo que estime mas
acertado. Palacio del mismo 21 de Julio de 1811.=CárIos Espinosa.=
Tomás Fernandez de Vallejo.=Pedro Ramírez.=El marques de Gua-
dalcázar.=Joaquin Avargues.=Joaquin Romero.=Angel Iznardi.=
Francisco Méndez de Vigo.=Ramon María Temprado."
Anunciándose el órden del dia , se leyó el siguiente oficio del se
ñor Presidente del Consejo de Ministros:
Exotnos. Sres. : S. A el Regente del reino me ha dirigido con
esta fecha el decreto siguiente ;
"Consiguiente á la facultad que me compete por el art. 2? de la
ley de 19 de Julio de 1837, como Regente del reino durante la me
nor edad de S. M. la Reina Doña Isabel II, he venido en resolver
que las Cortes se reúnan á las dos de la tarde del lunes 26 del cor
riente en el Palacio del Senado para recibir el juramento al Tutor
de S. M. y de la Sermi. Sra. Infanta su augusta Hermana, confor
me al acuerdo de ambos Cuerpos colegisladores."
De órden de S. A. lo traslado á V. EE. para que se sirvan po
nerlo en conocimiento del Senado.
Dios guarde á V. EE. muchos años. Palacio 22 de Julio de
1811.=Antonio González.=Sres. Senadores Secretarios del Senado."
El Sr. PRESIDENTE: El Senado queda ya enterado de que el
lunes á las dos de la tarde se reúnen las Cortes en el Palacio del Se
nado para que el Tutor nombrado por las mismas preste su jura
mento ; de consiguiente es necesario concurrir en trage de cere
monia,"
106
 370
Se acordó imprimir, y que se señalaría día para la disousion del
•¡guíente dictamen:
Al Senado. "La comisión encargada de dar su dictamen acerca
del proyecto de ley aprobado por el Congreso sobre declaración de be
neméritos de la patria, lo ha examinado detenidamente, y aunque
se conforme en lo principal, tiene el sentimiento de no poder conve
nir en lo accesorio, que considera innecesario y aun perjudicial.
«Justo es que la patria agradecida señale con aquella honrosa
distinción á los beneméritos españoles que emigrados por causas po
líticas acrediten sufrimientos heroicos, constancia en sus planes de
contribuir al restablecimiento de la libertad, y la noble resolución
de haber tomado las armas para obtener el triunfo en tierra espa
ñola con riesgo de su vida ; y no es menos justo también que los que
la perdieron en un patíbulo, y los que fueron presos, procesados y
condenados á muerte, reciban de la nación el titulo de beneméritos
de la patria en grado heroico y eminente. Pero explicar por articulo
expreso de la ley que no gocen de sus- beneficios los que hayan sido
infieles á la causa de la libertad lo considera la comisión entera
mente inútil, pues que siendo explícito y determinado el objeto de
conceder tal distinción á los que sean merecedores de ella, y no al
canzando á los que pasivamente han sufrido el rigor de las circuns
tancias, ni aun i los que con tanta gloria han combatido y derra
mado pródigamente su sangre en defensa de la misma libertad, claro
es que no corresponde á los infieles, y que envolvería un contra
principio expresar su exclusión, cuando los beneficios de la ley se
prefijan á determinados españoles de situación especial y de circuns
tancias precisas. " eminente, y que esta declaración alcance á los que hayan perdido sus
La comisión ve ademas en el correlativo artículo que se trata de
los actos que se han de considerar como de infidelidad; y convencida
de que la maledicencia , las pasiones y los partidos encuentran oca
sión de atizar la tea de la discordia, lo considera perjudicial , por
que unos podrán suponer que semejante calificación equivale á decla
rar traidores á millones de habitantes que no pudieron menos de
obedecer al Gobierno, absoluto , en razón de que prestándole necesa
riamente una ciega obediencia, con ella consumaron un acto que sos
tuvo á dicho Gobierno, porque otros con no menos malicia com
prenderán en la calificación á tantos millares de empleados como du
rante aquella época conservaron sus empleos y los obtuvieron del
mismo Gobierno , deque inferirán ejercieron actos para sostenerlo,
aunque la experiencia haya acreditado cjue el mayor número ha con
tribuido también á sostener la libertad , sin que falten entre ellos
víctimas sacrificadas por los que con tanto encarnizamiento procura
ron restablecer el despotismo, y porque no faltarán tampoco enemi
gos de la tranquilidad pública que quieran persuadir hallarse com
prendido en la calificación el virtuoso, liberal y valiente ejército,
que desde un principio peleo y derramó su sangre en favor de la
consolidación del trono de Isabel II y de las instituciones que nos
rigen.
r
PROYECTO DE LEY DEL CONGRESO.
Artículo 1? Todos los españoles que durante los diez últimos años
de despotismo hayan tomado las armas para" librar de la esclavitud
á la nación, y defendido en tierra española el pendón de la libertad
con riesgo de su vida , quedan declarados por esta ley beneméritos de
la patria en grado heroico y eminente, y dignos por lo tanto de los
premios á que en tal concepto deban considerarse acreedores.
Art. 2? También son beneméritos de la patrja en grado heroico y
eminente los que por su adhesión á la libertad hayan perdido sus vi
das en un patíbulo durante la misma época.
Art. 3? Los que hayan sido procesados, presos y acusados de
muerte por causas de conspiración directa ó sublevación en favor de
la libertad quedan asimismo declarados beneméritos de la patria eu
grado igual al ae los comprendidos en los artículos anteriores.
Art. 4? Los que hayan sido infieles á la cama de la libertad no
gozarán de los beneficios de esta ley.
Art. 6? Se consideran como actos de infidelidad á la causa de la
libertad todos los dirigidos á sostener el Gobierno absoluto de la
mencionada época ó á favorecer la rebelión de D. Carlos.
Art. 6? Las diputaciones provinciales dispondrán lo necesario á
fin de que en las salas de sus sesiones, á semejanza del salón donde
eelebra las suyas el Congreso, se fijen lápidas eon los nombres de los
naturales de la provincia que bayan muerto por defender la libertad
durante la época antes citada ; lo misma harán los ayuntamientos
constitucionales con los nombres de los hijos de los pueblos cuyos in
tereses municipales representan.
La comisión está intimamente convencida, como lo estarán todos
los españoles honrados, de que no ha sido tal la intención del Congre
so, ni de que podia ooupar semejante ¡dea el ánimo justo y recto de nin
guno de los dignos representantes de la nación que tan marcadas prue
bas tienen dadas del aprecio que le merecen todos los que han con
tribuido al triunfo de la libertad; mas sin embargo no considera con
veniente adoptar el artículo de que son objeto estas observaciones,
considerando que la situación es todavía critica por consecuencia da
los embates políticos, por efecto de opuestas qreencias, y por causa
de contrarios intereses que por desgracia 'agitan los partidos : cree, si,
que cuando para mejorar la situación es necesario que domine el pen
samiento de atraer á todos los buenos españoles á un centro común
que labre la ventura de la patria, se deben alejar lodos los recelos,
sofocar la discordia que pueda nacer de comparaciones siempre odio
sas , y privar á los enemigos pertinaces de la libertad hasta de los
pretestos especiosos con que puedan fomentar la desunión, pues ella
ha de favorecer sus traidoras maquinaciones.
Por lo tanto, guiada la comisión de un principio de justicia, y de
la doctrina de que todo debe sacrificarse en bien de la patria , consi
dera que los sufrimientos y heroica resolución de los españoles emi
grados que tomaron las armas para librar de la esclavitud i la na
ción durante los diez años anteriores á la guerra que gloriosamente
ha terminado han recibido ya una muestra particular de que son
considerados sus esfuerzos en virtud del Real decreto de 11 de Mayo
último que les concede una cruz de distinción, que también los cree
dignos de ser declarados beneméritos de la patria en grado heroico y
vidas en un patíbulo durante aquella época, y á los condenados á
muerte por haber trabajado en favor del restablecimiento de la li
bertad.
Pero esto en el caso de que se haga extensivo á todos los españole»
que por su adhesión á tan noble causa hayan contraído méritos igual -
mente heroicos.
La comisión haciéndose cargo de todos los acontecimientos y vi
cisitudes que han permitido á la generalidad de los españoles justifi
car sil entusiasmo y ardiente patriotismo, renovando los hechos glo
riosos que confirman á la nación los timbres de liberal y de magná
nima , se atrevería á proponer fuese desechado el proyecto de ley que
es objeto de su examen , si no fuese para ella de gran peso el acuerdo
del otro Cuerpo colegislador; porque reclamando la equidad que el
beneficio alcance á todos los dignos de obtenerle, y siendo su nume
ro infinito por incalculable, perderá este género de declaración ma
cho de su valor , sin llenar cumplidamente el fin laudable que ha
movido al Congreso de Sres. Diputados á promover dicha ley. Pero
deseando la comisión se formule de una manera conveniente que con
cille, según su juicio , lodos los extremos, tiene el honor de propo
ner al Senado el siguiente proyecto.
PROYECTO DE LEY DE LA COMISION DEL SENADO.
Articulo 1? Se declaran beneméritos de la patria enerado herdí-
do y eminente á todos los. españoles que durante los 10 anos anterio
res á la guerra que ha terminado hayan tomado las armas para librar
de la esclavitud á la nación y defendido en tierra española el pen
dón de la libertad con riesgo de su vida.
Art. 2? Igual.
Art. 3? Son Igualmente beneméritos en grado heroico y eminen
te los que hayan sido procesados, presos y acusados de muerte por
sus actos en favor de la libertad.
Art. 1? Tendrán la misma declaración de beneméritos de la patria
en grado heroico y"e mineóte todos los españoles que abandonando sus
casas y familias con motivo de ocupar el pais los rebeldes , bayan to
mado las armas y peleado en defensa de la justa causa por lo menos
hasta que el pueblo de su domicilio fuese reconquistado por las tropas
nacionales.
Art. 5? Se declara también beneméritos de la patria en grado
heroico y eminente todos los españoles que por ser fieles á la causa
de la libertad hayan perdido sus bienes y fortuuas por el incendio,
confinación ó saqueo de parte de rebeldes.
Art. 6? 'Asimismo se declaran beneméritos de la patria en grado
heroico y eminente todos los individuos del ejército permanente, de
milicias provinciales, de cuerpos francos, de carabineros, y de la
Milicia nacional movilizada que siguiendo constantes en sus bande
ras, lian combalido el bando rebelde basta dar la paz y libertad á su
patria : i todos los de dicha procedencia que han derramado su san
gre quedando inuti tizados de continuar la guerra; á todos los que
ban muerto en el campo de batalla: á los sacrificados despaes de he
chos prisioneros, y á los que han sido victimas en los depósitos por

1 el hambre, desnudez y trato cruel que recibieron , y en fin, á todos
Art. 7! El Gobierno hará que se ejecute esta ley, cuidando de
no aplicarla sino i los casos que rigorosamente están comprendidos
en ella.
El Sr. PRESIDENTE ¡ La sesión de hoy ha sido anunciada : pri
mero, para dar cuenta de la comunicación del Gobierno de que ja se
ha dado lectura al Senado: seguodo, para votar por escrutinio secre
to las cuatro leves Je que el Senado se ha ocupado, y cuyos artículos
han sido aprobados. Anoche i última hora fue cuando se determino
que hubiese hoy sesión, y tal vez este sea el motivo de no haberse
reunido el número que el reglamento exige para que se puedan votar
leyes, pues que siendo este el de 74 señores, no estamos presentes
mas que 70. De alguno, como el Sr. Frontín, se ha recibido aviso de
que está enfermo: el dignísimo Sr. Presidente, conde de Almodovar,
lo está hace algunos días ; pero el resultado es que no «e pueden votar
las leyes porque no hay número suficiente.
Va á darse cuenta de una proposición de ley."
Se leyó la siguiente proposición del Sr. Lasaña:
"Hallándose pendientes de la resolución de las Cortes varios pro
yectos de ley que son del mayor interés para la nación , y siendo tan
corlo el número de Sres. Senadores presentes, pido al Senado tenga
á bien declarar :
1? Que los Senadores que se ausenten de la capital sin el corres
pondiente permiso del Senado ó del Sr. Presidente en su caso, con
arreglo á lo que se previene en el reglamento , como asimismo aque
llos que sin hallarse enfermos dejen de asistir á las sesiones durante
ocho dias, se entiende que han renunciado el cargo.
2? Que igualmente se entiende haber renunciado el cargo el Se
nador que nombrado por el Gobierno antes de haberse abierto las
Cortes, no se ha presentado. hasta el dia á jurar y tomar asiento en
el Senado.
3? Que para lo sucesivo los que fueren nombrados Senadores, y
no se presentaren á ocupar su asiento en el término de dos meses,
le considere desde luego vacante su puesto, entendiéndose esto mismo
con respecto i los que en el dia se hallan en el mismo caso."
El Sr. PRESIDANTE: Tengo que advertir que el Sr. marques
de Falces, que no es tá presente, se halla con licencia que le conce
dió el Sr. Presidente' por ocho dias para ir al Escorial, cuyos ocho
dias aun no han terminado. » volar leyes, pido al Senado se sirva acordar que consten en el acta
El Sr. LASAÑA : Pido la palabra.
El Sr. Marques de GUADALCAZAR: Pido que se lea la parte
del reglamento que trata de las proposiciones, porque esta debe pa
sar á las secciones antes de que se pueda hablar sobre ella. Esta es
ana proposición de ley ; pero el reglamento no distingue de proposi
ciones.
El Sr. PRESIDENTE: ¿Que articulo del reglamento es el que
ha pedido que se lea el Sr. uiarque's de Guadalcazar ?
El Sr. marques de GUADALCAZAR: Yo no puedo citar preci
samente el articulo, que se lea todo el titulo que trata de las pro
posiciones.
Se leyeron los. artículos 57 , 58, 59 y 60.
El Sr. marques de GUADALCAZAR: En virtud de lo que prc-
riene este último articulo, se está en el caso de que esa proposición
pase á las secciones.
El Sr. LASAÑA : Pido que se lea el art. 65 del reglamento.
Se leyó. • de Toledo, Navarrete, Lasaña, Muguiro, Ladrón de Guevara (don
El Sr. PRESIDENTE: Se está, pues, en el caso de que el Sena
do decida si se considera esta proposición grave y urgente; si asi se
considera por las dos terceras partes de Sres. Senadores se tomará en
consideración."
Hecha esta pregunta resultaron en pie 42 señores y 27 sen
tados del total de 69; y siendo 46 las dos terceras partes de este
número, quedó decidido que no se la -consideraba de gravedad y
urgencia. , Caneja , conde de Pinofiel , Galdeano, Pestaña , San Miguel (don
El Sr. PRESIDENTE : Pasará á las secc:unes.
El Sr. HEROS: Ruego al Sr. Presidente se sirva mandar leer el
«c'ierdo que tiene hecho el Senado a-jica del número de licencias
que se deben conceder á los Sres. Senadores ; y que leido este acuerdo
anterior, se sirva tomar eu consideración el número de Sres. Sena
dores que han podido usar de él por consecuencia de haber obtenido
licencia en tiempo oportuno; asi como también se dé cuenta al Se
nado de \os que sin haber aguardado i que llegara su turno han em
pezado á usar de ella.
Es claro que negocios graves en unas personas, el estado de salud
en otras, consecuencia inevitable de la edad que es necesario tener
para venir á cuerpo, naturalmente deben ser causa de ciertas bajas;
por eso el Senado tomando en otro tiempo en consideración estas ra
tones, estableció una regla sumamente equitativa , pues que á decir
verdad, en mi opinión, nunca deberia tolerarse la ausencia mas que
de la tercera parte de Sres. Senadores, y la razón es porque, como
acibo de expresar, la situación, la edad y los servicios délas personas
que constituyen este Cuerpo naturalmente los tienen en un estado
371
aquellos que puedan tener igual acción por sus padecimientos heroi
cos en defensa de la misma causa de la libertad.
Art, 7? El Gobierno dictará las reglas que considere necesarias
para que se ejecute esta ley, cuidando de no aplicar sus beneficios si
no á los casos que rigorosamente están comprendidos en ella. Palacio
del Senado 23 de Julio de 18 11. — Antonio Seoane.=Jaime Gil Ordu-
ña.=Narciso Lopez.=Tomas Sancho del Pozo.=Francisco Lioage."
desgraciado de flaqueza personal que hace que sean mas frecuente! y
continuas sus bajas. Yo espero que el Sr. Presidente, después de haber
tomado en consideración este acuerdo que acabo de indicar, quede su
ficientemente autorizado por el Senado, sin perjuicio de que la pro
posición del Sr. Lasaña pase á las secciones y venga á . constituir una
parle del reglamento dol Cuerpo, que necesita muchas aclaraciones:
yo espero, digo, que el Sr. Presidente del Senado, después de haberse
leido el acuerdo de oue llevo hecha mención , quede autorizado sufi
cientemente para que usando d« los medios que tenga por conveniente,
que nunca dejarán de estar comprendidos dentro de la legalidad y de
la justicia, oprima (moralmenle se entiende) á los Sres. Senadore»
ue puedan estar en Madrid para que se presenten á cumplir con su
d eber: y en caso de que por ése medio no se presentare número sufi-
cíente para volar leyes de tanta importancia y trascendencia como
las que ya se han discutido, y las que han de discutirse, quede auto
rizado igualmente para que con loda urgencia invite á los señorea
ausentes, sobre todo ¡í los que se hallen en los puntos mas próximos á
la capital, para que con toda la brevedad posible se presenten á
cumplir este importante deber, el primero de todos los que cons
tituyen el cargo de Senador.
El Sr. PRESIDENTE : Se ha ido á buscar el acuerdo que el se
ñor Senador ha pedido que se lea; y entre tanto contestaré i S. S.,
que según las notas que obran en la secretaria deben existir en Ma
drid 87 Sres. Senadores: hoy estamos aquí reunidos 71 con el señor
duque de Zaragoza que acaba de entrar: hasta 87 faltan 16. La mesa
debe creer que estarán en Madrid, pues que solo el Sr. marqués de
Falces es el que ha pedido permiso al Sr. Presidente. Los demás si ¿a
han ausentado lo han hecho sin pedir permiso al Presidente ni al Senado.
El Sr. conde de PINOFIEL: Debo decir que el Sr. Olavarrieta
se halla enfermo.
El Sr. PRESIDENTE: Yo no digo lo contrario; pero la meta no
tiene mas noticias que las que ha dado.
El Sr. GIL DE LAS REVILLAS: Respecto á que se ha encar
gado á los Sres. Senadores la asistencia precisa á la sesión de hoy para
de hoy los nombres de los que hemos asistido.
El Sr. PRESIDENTE: Se hará esta pregunta al Senado."
Hecha la pregunta dijo
El Sr. GOMEZ BECERRA: Pido que la votación sea nominal:
estaba esperando que se pusiese á votación cualquier cosa para pedir
esto mismo.
Habiéndolo decidido asi el Senado, se procedió á la votación y
dió el resultado siguiente :
Señores que dijeron sí:
Ruiz déla Vega, Lorenzo, Abargues, Solís, Seoane, La Rosa,
Quintana, Aldaina, Casteldosrius , Lleopart, Ondovilla, Fernandez
« Vollejo (D. Tomas), Gil de las Revillas, Landero, Sánchez del
Pozo, Capaz, Frias, Primo de Ribera , Gil Orduña, Espinosa de los
Monteros, Campuzano, Ladrón de Guevara (D. Tomas), Gayo,
Moya,Campsy Aviñó, Jordá y Santandren, Ferraz (D. Valentín),
Rubiano, Pérez (D. José María), Verea y Cornejo, arzobispo electo
Eugenio), Heros, Gómez (D. Ventura) ,#Ferrer , Pérez de Necochea,
Ramírez, Peón , Torres Solano! , Falcon , Sánchez Fernandez, Ho
yos, Calatrava, Orinaga, Codorniu, Castañeda, Laborda y Galindo,
Gómez Becerra , conde de Soto-Ameno, Martínez de Velasco, Li-
nage,. duque de Zaragoza, Ferraz (D. Francisco), obispo de Astorga.
Total 57.
Señores que dijeron no:
Juan Nepomuceno) , Espinosa, López, Goicoechea , Gil Muñoz,
Valero y Arteta, obispo de Córdoba , marques de Guadalcazar, Bo-
ncl y Orbe (D. Nicolás), y Entrena. Tota 1-14.
El Sr. PRESIDENTE: Se va á leer el acuerdo del Senado cuya
lectura ha reclamado el Sr. Ileros."
Se leyó, y en seguida dijo
El Sr. HEROS: Ya en mucha parte satisface ese acuerdo á lo que
he dicho anteriormente; es decir , que se pase oficio por el Sr. Presi
dente á los Sres. Senadores que están en Madrid y i los que todavía
no se hubiesen presentado. Yo bien me hago el cargo de que si no se
han presentado es porque no tienen voluntad de venir, y yo me
alegrara que asi como tienen esa decisión para no venir tuvieran su
ficiente carácter para no admitir, pues que realmente una de las co
sas mas miserables en que pueden incurrir los legisladores es el no
tener carácter para decir sí ó no, y manifestar su opinión como ten
gan por conveniente. Según nos ha dicho el Sr. Presidente hay ó debe
de haber en Madrid 87 Sres. Senadores, excluidos los que puedan ha
berse ausentado con licencia.
• 372
For consecuencia , y como por el art. 1? de ese acuerdo se dice
que se pase oficio por el Sr. Presidente á los que puedan estar en
Madrid, y aun á los que están en las provincias, y como ademas
me parece que por el art. 2? se indica que no se puede ausentar nin
guno como no sea por asuntos graves del servicio, ó por comisio
ne! importantes del Gobierno, me parece que el Senado, si lo tiene
por conveniente, puede acordar: primero, que no se conceda licencia
ninguna desde ahora; segundo, que el Sr. Presidente invite á los
Sres. Senadores que estén en Madrid á que concurran á las sesiones,
manifestando en otro caso los motivos especiales ó de imposibili Jad
que tienen para no concurrir; y tercero , que el Sr. Presidente, no
obstante esto , oficie á los Sres. Senadores ausentes para que á la ma
yor brevedad se presenten en el Senado á cumplir con su deber, ¡vi
tos tres puntos están comprendidos en el acuerdo que se acaba de leer,
y asi todo se reduce á que entendiendo este acuerdo como vigente,
el Senado se sirva acordar que el Sr. Presidente quede autorizado
para llevarlo i cabo con toda la ejecución y premura que es nece
sario.
El Sr. PRESIDENTE: Luego que el Senado aprobó eáte acuerdo,
el Preiidente lo llevó á-efecto, y ha dado cuenta al Senado del re
sultado. Lo que hoy hay que hacer es repetir lo que se hiio cuando
se tomó este acuerdo. He dicho que hay en Madrid 87 Sres. Sena
dores ; hoy han asistido según la votación que acaba de hacerse 71;
de los que faltan, muchos tienen causas justas, y d loa demás basta
aquel número, que no están disfrutando licencia, la mesa les ofi
ciará, y de su resultado dará cuenta, al Senado.
Señalado el lunes 26 del corriente para la ceremonia del jura
mento del Tutor de S. M. y A., no pqdrá tener lugar la discusión
del dictamen sobre vinculaciones, que estaba señalada para ese dia;
la anuncio, pues, para el martes, y ademas la del dictamen sobre
concesión de una pensión á la viu^la de D. Antonio Miyar ; la der
relativo al proyecto de ley «obre recaudación é inversión de arbi
trios municipales y provinciales; la del de la comisión mixta sobre
el proyecto de ley para que no puedan ser elegidos p3ra Diputa
dos ni propuestos para Senadores los capitanes generales, regentes de
las audiencias y otras autoridades por las provincias de su mando y
jurisdicción. Habiendo el Senado no considerado grave ni urgente la
proposición del Sr. Lasaña, y debiendo pasar á las secciones, invito
A que se reúnan ahora para calificar si es útil y oportuna dicha pro
posición conforme al reglamento.
Ciérrase la sesión."
Eran las dos y media.
 NÚMERO M.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
Sesión celebrada el día iQ>de Julio de 1841 para el acto solemne de prestar el Tutor
de S. M. la Reina Doña Isabel II y de su augusta Hermana é inmediata sucesora
á la Corona la Serma. Infanta Doña María Luisa Fernanda el juramento acor
dado por ambos Cuerpos colegisladores.
Señalado esle el ¡a y liora de las dos de la tarde por el Regente
del reino para la reunión de loa dos Cuerpos colegisladores en el Pa
lacio del Senado para el neto solemne del juramento que debia pres
tar el Tutor de S. M. la Reina Doñá Isabel II y de su augusta Her
mana é inmediata sucesora á la Corona, ocupó la silla de la Presiden-
era el Eterno. Sr. Vicepresidente del Senado D. Dionisio Capaz, y
las de los Secretarios los Sres. D. José Sánchez de la Fuente, D. Ju
lián de Iluelbes, D. Eugenio Diei y D. Hipólito Otero, que lo son
del Congreso , abriéndose la sesión á las dos con la lectura del acta
de la de las Cortes celebrada el dia 10 del corriente en el Palacio
del Senario para el nombramiento de Tutor.
Concluida la lectura , dijo
El Sr. PRESIDENTE: Los cuatro Sres. Seoretarios á quienes
corresponde introducir al Tutor de S.-M. y A. se servirán pasará
desempeñar su encargo."
En su consecuencia salieron del salón los Sres. D. Mariano Torres
Sola not , D. Mariano Valero y Arteta, D. Eugenio Diez y D. Hipó
lito Otero, los dos primeros Secretarios del Senado y los segundos
del Congreso, volviendo á entrar á pocos instantes acompañando al
Tutor de S. M. y A. el Exento. Sr. D. Agustín Arguelles.
S_TOMO I.
373
\
DE CORTES.
Puestos en pie los Sres. Senadores y Diputados y todos los. con
currentes á las tribunas, arrodillado el Tutor de S. M. y A. á la
derecha del Sr. Presidente, que permaneció sentado, el Sr. Secretario
Sánchez de la Fuente leyó la fórmula del juramento, concebida en los
términos siguientes: "¿Juráis observar la Constitución y las leyes,
guardando, ouidando y dirigiendo con diligencia y lealtad las Per
sonas y bienes de nuestra Reina Doña Isabel II y su augusta Herma
na y sucesora inmediata la Infanta Doña Mana Luisa Fernanda,
cuya tutela para bien de las mismas y de la nación os han confiado
las Córtes?"
El Tutor , puesta la mano sobre los Evangelios, respondió: " Si
juro." Y en seguida el Sr. Presidente dijo: "Si asi lo biciéreis Dios os
lo premie, y si no os lo demande. Quedáis autorizado para ejercer
vuestro cargo de Tutor."
Concluido este acto, y precedido el Excmo. Sr. D. Agustin Ar
guelles de los Sres. Secretarios que le habían acompañado á su entra
da, se retiró del salón.
El Sr. PRESIDENTE: Cumplido el objeto para que se han reu
nido hoy las Córtes, se levanta la sesión.".
Eran las dos y Inedia de la Urde.
■i
107
 NUMERO 55. 375

DIARIO

DE

LAS SESIONES DE CORTES.

SESION DEL DIA 27 DE JULIO DE 1841.

Se abrió i la una menos cuarto, y le! Ja por el Sr, Valero y Ar de devolver los capitales que tuvieron que emplear para optar á tos
tera el acta de la anterior, quedó aprobada. destinos.
El Senado quedó enterado de un oficio de los Srei. Secretarios del Igualmente se acordó pasar á la comisión de Vinculaciones las
Congreso de los Diputados, fecha 26 del corriente, acompañando para siguientes exposiciones:
los efectos convenientes una de las dos actas originales de !a sesión Una de D. Isidro Eleuterio de Alcalá , fecha 22 del corriente, su
de las Cortes celebrada en dicho dia para el acto solemne de pres plicando al Senado se digne tomarla en consideración, y en virtud
tar el Tutor de S. M. la Reina Doña Isabel II y de su augusta Her de las razones en ella expuestas reformar el art. 11 del proyecto de
mana el juramento acordado por ambos Cuerpos colegisladores. ley sobre Vinculaciones remitido por el Congreso, dejándole según lo
Se acordó archivar dicha acta. presentó el Gobierno, ó añadiendo que las ejecutorias dictadas en vir
Dióse cuenta de un oficio del Sr. Ministro de Gracia y Justicia, tud de la ley de 9 de Junio de 1835, se entienda quedan válidas si
fecha 21 del actual, acompañando uno de los original. s de la ley lo fueron con anterioridad al decreto de 30 de Agosto de 1836, ó eti
sancionada en el mismo dia por el Regente del reino relativa á la litigio incoado con igual anterioridad.
•upresion de los arbitrios destinados á la fábrica del teatro de Oriente Otra de D. Francisco Gutiérrez Salamanca , fecha en el Acebu
en esta corle. chal en 7 del presente mes, en la que se lamenta de los daños y
Se levó la expresada ley, que dice' asi: agravios que asi él como otros que se hallan en su situación van á su-
Al Regente del Reino = "El Congreso de los Diputados, con fnr si llega á elevarse á ley el proyecto aprobado por el Congreso de
fbrm lindóse cen el dictámen de la comisión mixta nombrada para Diputados sobre Vinculaciones, y á efecto de evitarlos propone que se
conciliar las opiniones de limbos Cuerpos colegisladores sobre las mo decíate: "que las donaciones y legados hechos á los hijos de los po
dificaciones herhas por el Senado en el proyecto de ley del Congreso seedores de vínculos en 1823 se lleven á efecto en su mitad sola
relativo á la supresión de los arbitrios destinados á la fábrica del mente: que los extraños que hubieren hecho su adquisición por titu
teatro de Oriente de esta corle, ha aprobado lo siguiente: lo lucrativo , y no hubiesen entrado en posesión de sus donaciones ó
Articulo 1? Se suprimen todos los arbitrios impuestos para la legados, no tengan derecho á reclamar ; y si hubiesen tomado pose
fábrica del teatro de Oriente de esta corle. sión se les considere acreedores á la mitad del usufructo de la cosa do
Art. 2? Volverá á percibirse por la Hacienda nacional el 15 nada ó legada durante su vida , volviendo aquella á los actuales po
por 100 que de los comisos de géneros fraudulentos se aplicaba á seedores."
dicha fábrica. Otra de D. Frutos Díaz de la Torre, fecha en Burgos i 11 del cor
Art. 3! Se autoriza al Gobierno para concluir la obra", contra riente, manifestando los perjudiciales resultados que á él y á otros
tándola en pública subasta, para liquidar previamente cumias , y que se hallan en su caso van á seguirse de la aprobación por el Sena
para transigir del modo que juzgue mas conveniente y arreglado á do del proyecto de ley sobre Vinculaciones como le ha aprobado el
justicia con la Casa Real y demás participes y acreedores, dando al Congreso; y suplicaque para evitarlos se intercale en dicho proyecto
edificio la aplicación que crea mas útil á los intereses nacionales. de ley un articulo por el que se determine que cuando se hubiesen
Y habiendo sido aprobado también por el Senado, el Congreso de dictado sentencias de incompatibilidad en el supuesto de ser nula la
los Diputados fo presenta n la sanción del Regente del reino. Pala ley de 11 de Setiembre de 1820, y de reunirse Tíos mayorazgos ínte
cio del Congreso 18 de Julio de 18U.=Agustin Arguelles, Prcsiden- gros en un poseedor, quede á la elección del primogénito elegir el ín
te.=José Sánchez de la Fuente, Diputado Secrelario.=Eugenio Diez, tegro en que se hubiese causado la sucesión entre 1? de Octubre de
Diputado Secretario.sJolian de Huelbes, Diputado Secretario.=Hi- 1820 , y 30 de Agosto de 1836; dejando al segundo génito ó á quien
pólito Otero, Diputado Secretario.=Madrid 21 de Julio de 1811.= corresponda la mitad reservable del otro.
Publ iquese como ley. — Ha Id o mero Espartero, duque de la Vic Otra de D. Francisco Pleilés y Caciedo, fecha en Estepa á 17 del
toria. =Como Secretario del Despacho de Gracia y Justicia , José actual, en la que encareciendo los males que á él y á los muchos que
Alonso. supone se encontrarán en su caso van á seguirse si llega á ser ley el
El Sr. PRESIDENTE : Queda publicada como ley en el Senado, proyecto sobreVinculaciones presentado por el Gobierno propone se
y se archivará. añadan á él uno ó mas artículos, cuya idea sea la siguiente: v
Se acordó pasar i la comisión de Culto y Clero una exposición, fe "Si por la fecha del testamento ó por otro medio se conoce clara
cha 23 del corriente, de D. Pedro Alcántara de Arce, como repre y evidentemente que el poseedor de vinculaciones fallecido mientras
sentante de los ex-canónigos procedentes del cabildo suprimido del rigió la ley de 10 de Octubre de 1820 no dispuso en modo alguno
priorato de S Marcos de León, en la que refiere el curso que tuvo de la mitad ya libre de ellas, se considerará intestado respecto á los
Una solicitud que dirigieron á S. M. en 4 de Abril de 1838 sobre bienes que la compongan.
aumento de la pensión que se les señalaba en el decreto de extinción «Si resultase ademas del mismo testamento clara y evidentemen
de regulares} y viendo llegado el caso de lratar«e de la dotación del te que dispuso de sus otros bienes libres en la inteligencia de que uno
culto y clero, al que se les remitió en la resolución de su expresada de sus herederos poseeria integra la vinculación, y fuudadu en esta
solicitud , suplican al Senado que se reclame el expediente á que se consideración mejoró á las otros, se estimarán nulas dichas mejoras,
hace referencia del Ministerio de Gracia yr /Justicia
- ó qiic se les man y todos ellos partirán con igualdad entre sí unos y otros bienes.
S.-TOA10 L 108
 «Si i todas las circunstancias precedentes se agregase la de mani
festar el testador tu deseo de mejorar al sucesor del vinculo en toda
la parte cjue de él le era dado disponer con el fin de que lo poseyera
integro, será valida esta mejora ó legado, preferida á las genéricas
que puedan coucurrir en ella, con tal que no exceda, siendo padre
el testador, del tanlo de que las leyes le permiten disponer á favor
de alguno de sus hijos, hecho cómputo de ludo su caudal , pues si ex
cediese, será nula en el exceso." ..
El Senado quedó enterado de que los Sres. D. MíguefAntonio
Zumalacárregui y D. Valentín Ferráz se excusaban de asistir á la se
sión de este día por hallarse enfermos.
Dióse cuenta de que las secciones 1* y 2Í babian calificado de no
útil ni oportuna la proposición presentada por el Sr. Lasaña en la
sesión publica del dia 23 del corriente mes (véase el Diario núm. 53),
y que la 3% 4Í y 5* la consideraban útil y oportuna.
Igualmente se anunció que la comisión encargada de informar
sobre el proyecto de ley de modificación de los fueros de Navarra
haljía nqmbiajó poij su presidente al Sr. D. Jqáquin María FerrerJ
y secretario al Sr, D. Cristóbal María Falcon. ;
PROYECTO DE LEY APROBADO POR EL CONGRESO.
Articulo 1? Se faculta al Gobierno para conceder perpetuamente
á la empresa representada por D. Benito Alejo Gamindez, D. Lorenzo
Ca IVO y Mateo y D. Juan Palmaert, el canal proyectado de re
gadío, que teniendo su origen eu el rio Guadarrama dará principio
un poco mas arriba del charco llamado de las Palomas , y conti
nuará por el antiguo canal llamado de Guadarrama, pasando in
mediato á los pueblos de las Rozas, Majadahonda , Carabanchel de
Arriba y Gelafe, terminando en las vertientes del cerro de los Can
tos, que se halla entre Pinto y Parla , conforme al pliego de condi
ciones que es adjunto.
Art. 2? Esta concesión será extensiva al trozo del canal antiguo
que debía derivar del Guadarrama, y es de cuatro y media leguas de
longitud, á los terrenos del Estado que ocupa en su tránsito el di
cho canal y á las aguas del referido rio Guadarrama.
Art. 3? La empresa deberá indemnizar á los particulares délos
perjuicios que causa conforme á la ley de expropiación.
El Sr. PRESIDENTE: Orden del dia. Votación por escrutinio
secreto de cuatro proyectos de ley aprobados por el Senado. Discu
sión del de Vinculaciones. Idem sobre pensión á la viuda de don
Antonio Miyar. Idem sobre exclusión de los capitanes generales y
otras autoridades de ser nombrados Diputados y propuestos para Se
nadores por las provincias donde ejerzan mando ó jurisdicción.
La primera parte de la órdeo del dia no puede llevarse á efecto
porque en este momento no estamos presentes mas que 62 señores
Senadores. La mesa debe manifestar al Senado que después de haber
cumplido con el acuerdo que tomó en la última sesión, ha resulla-
do que solo estamos en Madrid 79 Sres. Sena-lores, de los cuales
einco están boy enfermos: por consecuencia solo hay 74 hábiles pa
ra poder volar leyes , y aun de estos el Sr. Jiménez Frontín ba avi
sado que se hallaba indispuesto, pero que si se creía necesaria su asis
tencia se le avisase y vendría á la sesión. Se leba avisado á ver si los
demás Sres. Senadores concurren: si así sucede se podrán verificar las vo
taciones ; si no, no. Según el Senado acordó, se avisó á los señores que
CTeia la mesa debían eslar en Madrid , y se va á dar cuenta de las
contestaciones de los que han respondido , así como se hará presente
que hay varios Senadores que no han contestado."
Dióse cuenta de que los Sres. Romo y Gamboa y D. José Santos
de la Uera babian ajpntesiado no serles posible asistir al Senado á
causa de los males que les afligen , y que babian sido devueltos á la
secretaria los pliegos de invitación que iban dirigidos á los señores
Godoy y Peralta, Carrasco , Ontiveros, Aranalde , marques viudo
de Valladares, D. Alejandro López, duque de Castroterreño y don
Cárlos Morand.
El Sr. ABARGUES: Creo de mi deber hacer presente al Senado
que el Sr. D. Cirios Morand, acometido de un fuerte ataque de gota,
te ha visto en la necesidad de ausentarse de esta corte para tomar las
aguas termales de Buxot que le había prescrito el facultativo. Que
Tiendo que su mal se agravaba , y no durando la temporada de estas
aguas mas que dos meses , lo hizo asi présenle al señor conde de Al-
modovar , á fin de que le concediese permiso para ausentarse sin
aguardar á que llegase su lurno, porque visto las licencias que tenían
Íiedidas con antelación otros señores, cuando pudiese hacer uso de la
icencia , ya estaría concluida la temporada de baños, y podria peli
grar su vida, lo cual el Sr. Presidente quedó en manifestarlo asi al
Senado.
El Sr. LASAÑA: Pídola palabra para apoyar....
El Sr. PRESIDENTE : No hay discusión. La mesa acaba de re-
•iWr «na comunicación muy notable de unSr. Senador, y se va á dar
Se leyó y fue aprobado sin discusión el siguiente dictámen de la
comisión de Peticiones:
"Los diputados provinciales de Pontevedra con fecha de 6 del ac
tual elevan al Senado una exposición relativa al proyecto presentado
al Congreso de los Diputados por el Sr. D. Juan Bautista Alonso,
individuo efe su seoo, a fin de que la capital de la citada provincia
se traslade i la ciudad de Vigo; y después de hacer varias observa
ciones suplican at uiisino que no apruebe dicho proyecto.
La comisión de Peticiones, atendiendo á que el Senado deberá ocu
parse en su caso del proyeclo de ley á que se refiere esta, opina que
el mismo puede servirse acordar se tenga presente para el uso opor
tuno. Sin embargo el mismo se servirá resolver lo que estime mas
.'acertado. Palacio del Senado 10 de Julio de 18H.=Almodovar.=Va -
| lero y Arlela.=Mariano Torres y Solano!. "
Se leyó y acordó imprimir en el D'wio de las Sesiones, anuncián
dose que se señalaría dia para su discusión , el siguiente dictamen:
"La comisión encargada del informe relativo al proyecto de ley
soo'ré el canal de Guadarrama presentí de nuevo ta" dictámen at te
nor
». del
.. art. 741 del: reglamento.
i■ > i * .»•••■■
PROYECTO DE LA COMISION.
Articuló único. Se autoriza al Gobierno para que justificada la
utilidad pública de convertir eu acequia de riego el canal de navega
ción llamado de Guadarrama, y observando lo que previenen la ley
de 3 de Febrero de 1823 y la ley de 17 de Julio de 1856 sobre enage-
nacion forzosa, pueda conceder la construcción de dicha acequia á don
Benito Alejo Gajuindez, D. Lorenzo Calvo y Mateo y D. Juan Pal
maert , ó bien á cualesquiera otras personas que mejoren las condi
ciones , constituyéndose unos y otros en su caso en compañía legal,
según prescribe el código de oomercio.
Suprimido.
Suprimidoi
Palacio del Senado 21 de Julio de 181i.=Nicolás Bonel y Orbe,=
Joaquin Diaz Caneja.=Eugenio Ladrón de Guevara.=Martin de loa
Heros.—Joaquín Francisco Campusado, secretario.
cuenta de ella para que el Senado la tome en consideración, dándola
el valor que merece."
Se leyó una comunicación del Sr. D. Francisco Romo y Gamboa,
fecha 21 del corriente , en la que manifiesta que el mal de gota que
le aflige le ba impedido asistir al Senado, y que su mal se ha agra
vado eu tales términos que hace necesaria su pronta salida á tomar
baños termales , según acredita la certificación del facultativo que
acompaña, y pídese le conceda la licencia que para el efecto tiene
solicitada desde 1? de Junio anterior.
En seguida se leyó dicha certificación, y antes de concluir tu lec
tura, dijo
El Sr. HEROS : Pido la palabra para decir que no tomos tribu
nal de medicina para estar oyendo una consulta que no poderlos
comprender. Ademas que me parece que por su palabra se puede
crter al Sr. Senador.
El Sr. PRESIDENTE : La mesa ha creído de su deber dar cuen
ta al Seuado de esta comunicación porque la cree importante, puea
como de ella se deduce, está en peligro la vida del Sr. Romo y Gam
boa si no se le concede la licencia. •
El Sr. Secretario TORRES SOLANOT : ¿Se concede licencia al
Sr. Romo y Gamboa ?
El Sr. HEROá: Pídola palabra. Yo desearia que fijáramos un
órden en esta cuestión. Yo estoy pronto á conceder á ese Sr. Senador
la licencia que solicita , porque es caso que está efectivamente fuera
de las reglas comunes; pero no me parece que estábamos en el caso
de tratar de este punto. Hay otros pendientes, porque al fin se ha
dado cuenta de las contestaciones de varios señores. Tampoco estoy
por que esas contestaciones individuales se vayan dando, y formando
juicios sobre ellas. La cuestión me parece que es mas grave: la cues
tión es que estamos , por decirlo asi, sacando por esdrújulo á los Se
nadores para que vengan á votar las leyes, y me parece que el cato
ha llegado á ser grave, puesto que resulla según nos ba dicho la me
sa que se ha dirigido con oficios á Senadores creyeudo que estaban en
Madrid, y ha resultado que, ó se han ido fuera de tiempo i usar de
las licencias, ó que se fueron sin ellas. En cualquiera de los dos casox,
es este un acto que podrá ser muy cómodo y ventajoso; pero et un
acto de libeitad que individualmente ninguno debe usar.
Es mrnetter ser francos y explícitos. Sea carga concejil ó no, tea
voluntario ó no lo sea el cargo de Senador, el resultado es que todo
el mundo tiene derecho para renunciarle, y el que no lo encuentre
compatible ni con su salud ni con sus quehaceres le queda abierto el
camino para renunciar, pero no para cargar á todos sus compañeros

con el trabajo que él debía desempeñar ; y el resaltado es, porque
hay que consideiar las cusas cuino son en si, que si do somos mas
que 100 y el Senado se compone de 145, la parle de trabajo material
de estos 45 recae sobre los demás.
Esto do es justo; es menester condenarlo como un principio de
egoismo basta reprensible. Yo no acabo de comprender cómo bay uua
persona que acepte el cargo de Seuador y que pase una legislatura
entera sin venir....
* El Sr. PRESIDENTE: Sr. Heros , babla V. S. de una materia
que se va i tratar muy en breve , porque es á lo que se refiere la
proposición del Sr. Lasaña , que se ba declarado útil y oportuua por
las secciones, y de que se va a dar cuenta.
El Sr. HEROS: El Sr. Presidente me ha de permitir, no diré re
plicarle, pero si hacerle-una observación sobre esto.
La proposición del Sr. Lasan i aunque venga mas ó menos direc
tamente á recaer en lo que digo tiene que seguir otros trámites de
reglamento, y pudiera muy bien suceder que se desaprobase por los
términos en que está concebida ; y asi yo no bablo con respecto á
ella , sino con respecto al incidente á que lian dado lugar los oücios
que se acaban de leer, y bailo que es de urgencia y de necesidad lo
mar una disposición, porque el resultado, como be dicbo, es que
como por esdrújulo, por no usar de oirá expresión menos propia,
estamos todos los dias alambicándonos paia ver si veuinios a votar
leyes, y al bu sacamos que pur males que yo conozco verdaderos y
seguros, que por licencias, y oo quiero usar de la palabra antojos,
el resultado es, digo, que el Senado no se encuentra con aquel des
abogo que deberia leuer, asi para votar leyes, como para los demás
altos trabajas para que está llamado. Esto es lo que yo quiero decir,
j sobre lo cual no puedo menos de llamar la atención del Seuado.
Aqui se tiene acordado que baya presentes {SI señores Senado
res , esto es, 10 mas de los necesarios. Pues yo declaro que este es
poco número, y que por lo menos debe baber los dos tercios; y
mientras asi no sea, no estarán bien desempeñados sus graves y serios
negocios.
Ahora bien : ¿ de qué se trata ? ¿Se trata de los señores que nos
dan parte de que están enfermos, ó están seriamente impedidos de
poder asistir , ó se traía de prestar al Sr. Presidente el apoyo necesa
rio para que baga reunir á los Sres. Senadores que se necesileu para
cumplir esta iuísíod ? ¿Cómo se ha de hacer esto y en qué periodo'.''
Yo, una vez que el Sr. Presideute ha apurado el medio de convocar
á los Sres. Senadores que presuponía debían estar en Madrid, soy de
opinión de que á todos los Sres. Senadores que se han ido antes del
turno en que les correspondía usar de la licencia se les reconvenga sé-
riamente por eso, y se les diga que iuinediatauienle se prrseulen en
Madrid ; y á los Senadores que , como yo me acuerdo de uno de una
provincia de Galicia, que hace dos años nos dijo que hasta Setiem
bre no estaba en posición de venir, se les diga positivamente que,
ó vengan ó renuncien ; y que respectivamente a los señores que están
en comisiones del serví no que no tengan carácter de urgeucia , que .
yo no conozco ninguna, se les diga que rengan ú llenar su plaza en
el Senado. Es meuester convenir eu que este es un cargo que podrá
satisfacer el amor propio de las personas á quienes honran los pue
blos con su confianza, uu cargo muy á propósito para obtener ge-
rarqura y consideraciones en sociedad , y para poder lucir sus co
nocimientos el que no haya tenido ulro teatro para ello; pero en
cambio de todo lleva una grandísima responsabilidad moral , y en
ciertos casos basla personal , porque se les puede hacer que renun
cien ó que vengan. ¡Pues estábamos adelantados si hubiese.hombre
que dos ó tres años se estuviese caravaneaudo y haciendo papel por
otra parte con este titulo!
Señor, yo llamo la atención del Senado particularmente sobre
esto , y cualquiera disposición que se tome estoy dispuesto á apoyar
la. Sesgraciadamente no bay dietas, porque si las hubiera yo pro
pondría que hubiese un apuntador de horas, como en los coros de las
catedrales, corporaciones las mas antiguas y respetables, y que á
pesár de todo han tenido que apelar á este recurso; prueba de que los
hombres por altas que sean sus funciones siempre vienen á este caso.
Aqui no tenemos renta como los canónigos; pero sin embargo no de*
jaría de producir su efecto. Por consecuencia digo y propongo al Se
nado que autorice al Sr. Presidente y á la mesa para que tome con
respecto á los Senadores ausentes sin permiso, ó en su caso respecto
a todos, las disposiciones conducentes para que se presenten á cubrir
su puesto y á cumplir las obligaciones que el cargo de Senador trae
consigo, ó en otro caso renuncien.
ElSr. GOMEZ BECERRA: El Sr. Heros ba hecho observaciones
raay oportunas, y con la mayor parle de las cuales yo estoy confor
me; pero veo que todo lo que ha dicbo relativo á que los Sres. Sena
dores que no están en Madrid vengan no puede producir efecto en la
situación en que estamos, en lo avanzado de la legislatura, y en otras
causas que el Senado no ignora. Sin embargo podrá tratarse de exa
minar si dentro de los limites del reglamento podrán tomarse dispo
siciones ; pero respecto á hacer venir á los ausentes no es posible:
todo lo que se baga, menos una cosa, lo creo inútil, y esto no para
el efecto de que vengan, sino para que sufran la peua que basta aho
ra pueden llevar de esa falta.
Si yo no estoy equivocado oí el dia anterior al Sr. Presidente, ó
á ano de los Sres. Secretarios que estábamos presentes 70, que había
35 ó impedidos ó ausentes con licencias , y esto forma 105 Senado
377
res; el Senado se compone de 115: ¿qué es de estos 40? Yo deseo que
esso se sepa, y que se sepa en público, y conste en los periódicos, no
solo el nombre de estos 40 que faltau , sino las causas que puede ha
ber, ó expresadas por tos mismos, ó presumibles y probables para no
haberse presentado. He consiguiente entra aqui también el saber si
hay algunas plazas, que creo que no, que el Gobierno haya podido
proveer y no haya provisU ; en resumen, que se sepa por qué cau
sa y dónde e.tan estos 40, y de un modo tal que la opinión pú
blica pueda juzgar de los motivos que han tenido para no pré
senla r se.
£1 Sr. PRESIDENTE: Se van á leer las listas."
Se leyeron seis listas, las cuales dieron en resúmen el siguiente
resultado :
lí De los Sres. Senadores cuyos nombramientos están vigen
tes en 27 de Julio de 1811 134
2i De los existentes en ejercicio de su cargo eu la misma
fecha.. 109
5? De los que no, se han presentado, con distinción de los ju- •
rados de la anterior legislatura, de los admitidos en aquella y la
presente, y de los simplemente nombrados en las mismas, for
mada en el expresado dia 19
4* Dí los ausentes con licencia 19
5Í De los residentes en Madrid, segu.ii la votación nominal
de 23 del expresado mes', avisos de enfermos y pliegos eontes-
lados 79
tíi De los señores cuyos pliegos de invitación han sido devuel
tos á secretaria por no hallarse en Madrid aquellos á quienes
iban dirigidos 8
El Sr. GOMEZ BECERRA: HYoido que diez y nueve -Sres. Se
nadores que eslan nombrados , nnos en esta.legislalura y otros en
otra, no han venido, y he pedido que constaran sus nombres.
El Sr. TORRES SOLANOT: La mesa ha presentado estas listas
para que cualquier Sr. Senador pudiera pedir la lectura de cualquie
ra de ellas."
Se leyó la lisia de los que no se han presentado.
El Sr. PRESIDENTE: Por lo que resulta de estBs listas, se Te
que se bailan presentes en Madrid 7¡) Sres. Senadores, y de estos bay
cinco enfermos. Se pasa al órden del dia.. ..
El Sr. SEOANÜ: Pido la palabra sobre este incidente. El resul
tado es que no se ha acordado nada , que el Senado está incompleto,
que estJ deleuida la aprobación de leyes importantes, importantísi
ma», algunas de ellas de tal importancia , que no se puede marchar
sin su aprobación , y que estamos dando, le llamaré por su verdade
ro nombre, el escándalo á la nación de no llenar los deberes para los
cuales nos ba mandado aqui.
El Sr. Heros ha propuesto que el Senado autorice al Sr. Presi
dente para que pase los avisos correspondientes á los ausentes sin li
cencia , y yo propongo que se autorice al Sr. Presidente para llaman
primero, i los que se han ausentado sin licencia: segundo, á todos
cuantos han sido nombrados., sea en esta ó en otra legislatura , y no
hayan concurrido; y tercero , á los que han obtenido licencia, y que
el Sr. Presidente dé cuenta al Senado del resultado que esto produzca,
y después, ó alguno de los Sres. Senadores ó yo, me tomaré el tra
bajo de hacer una proposición para que se declaren vacantes los si
tios de los que no se hayan presentado.
Si hay enfermedades crónicas, largas, renunciar ; nadie nos obli
ga á venir: la ley ha sido muy cauta; nos ha dejado la facultad de
aceptar ó no. En España deben acabarse los beneficios simples, los
que no llevan cura de almas, y el ser Senador es un beneficio, por
que no se puede ser procesado ni preso sin acuerdo del Cueipo, J
porque da cierta consideración en la sociedad, y los beneficios simples
deben ser desterrados. Asi , ruego al Senado que ponga á votación el
que se autorice al Sr. Presidente para pasar avisas apretantes á cuan
tos se hallen fuera, inclusos los que han obtenido licencias, que el
Senado por este mismo hecho las revoque , y que el Sr. Presideute di
cuenta al Senado; y ya digo, en su caso haré la proposición conve
niente.
El Sr. RUIZ DE LA VEGA: Pido la palabra si es que se abre
discusión.
El Sr. PRESIDENTE: Se va á proceder al órden del dia, y «i
después se reuniese el número necesario se verificarán las votaciones.
El Sr. Ministro de Marina tiene la palabra."
El Sr. Ministro de Marina, Comercio y Gobernación de Ultra
mar ocupó la tribuna, y leyó uu proyecto de ley sobre organización
de la Bolsa de Madrid.
Concluida la lectura, dijo
El Sr. PRESIDENTE: Este proyectóse imprimirá por Apendict
en el Diario Je las ilusiones,,y pasará á las seccioues para el nom
bramiento de comisión.
Se va á dar lectura de un mensaje del Congreso de Diputados re
mitiendo su dictamen sobre presupuestos."
El Sr. Secretario Valero y Arteta subió á la tribuna y leyó el e«-
presado dictamen, y terminada su lectura, dijo
El Sr PRESIDENTE: Se imprimirá por Apéndice al Diario dt
las Sesiones, y pasará á las secciones para el nombramiento de co
misión, debiendo recordar al Senado que en materia de presupuesto
cada 'eccion nombra cinco individuos.
Algunos señores que tienen funciones precisas que desempeñar
 378
dentro de una hora han dicho que no podrán detenerse mas tiempo:
por lo tanto se va á dar cuenta de una proposición que se acaba de
presentar."
Se leyó la siguiente proposición del Sr. Ferrer:
"En atención á la suma urgencia de aprobar varias leyes impor
tantes que están pendientes de esta formalidad por parle del Senado,
pido que el Sr. Presidente les pase aviso inmediatamente á los resi
dentes en Madrid que asistan á la presente sesión, para cuyo efecto
no se levantará hasta la hora de las cuatro á lo menos."
£1 Sr. PRESIDENTE :Esla proposición no puede ya tener lugar
porque en este momento somos 73, y no falta mas que el señor mar
ques de Castelldosrius , de quien tengo noticias se baila gravemente
enfermo. Se le ha pasado un recado, cuya contestación nos sacará de
duda.
El Sr. marqués de GUADALCAZAR: Se ba puesto enfermo el
Sr. Lasaña, y no podrá por consiguiente contarse con él.**
Se leyó la siguiente proposición del Sr. Gómez Becerra: "Pido
al Senado se sirva acordar el nombramiento de una comisión que
teniendo á la vista las notas de que se ha dado cuenta en la sesión de
boy proponga con urgencia los medios que se puedan adoptar según
las circunslaucias actuales para que cuncurra el número de Sres. Se
nadores que exige la votación de las leyes."
EISr. GOMEZ BECERRA: Pido la palabra en apoyo de mi
proposición."
Un Sr. Senador pidió que se leyese ¿l art. 65.
El Sr. GOMEZ BECERRA (para una cuestión previa): Señores,
esta cuestión no está en el reglamento; está en la razón, en la nece
sidad y urgencia del momento. Si se la sujeta á los trámites del re
glamento, yo la retiro.
El Sr. HERO.3: EL art. 65 del reglamento me parece se refiere á
casos graves, y cuando la mayoría de los dos tercios de Senadores
presentes declaran que una proposición es urgente se toma en con
sideración y acto continuo se i.ocubra una comisión para que dé dic-
támen sobre ella, lo que puede ser en la misma sesión. Puesto que
ahora hay algún Sr. Cenador que pide la lectura del reglamento, y
como según el art. 36 no se puede negar la lectura de ningún arti
culo, yo ruego al Sr. Presidente se sirva mandar leer el 65. {Se Ifjo).
El Sr. RUIZ DE LA VEGA : lie oido decir que esta proposición
no es de reglamento, sino que estaba en el fondo de la razón. Yo no
quiero dejar pasar en el Senado estas especies: yo reclamo rigorosa
mente el reglamento, que es la protección de las minorías, es el alma
de estos Cuerpos. No admito uinguna resolución tomada por alguna
razón contra el reglamento, porque entonces entra una arbitrariedad
sin limites, y no hay mas que decir que las mayorías harán loque
las dé la gana, porque por su razou obrarán sin atenerse á regla
mentos.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Ratifico loque he dicho: que está
en la razón y en el buen sentido; y retiro mi proposición.*
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Gómez Becerra ba retirado la pro-
posición.
El Sr. SEOANE : Creo que el Sr. Ferrer tenia hecha una propo
sición.
El Sr. PRESIDENTE! Cuando se dio lectura de la proposición
del Sr. Ferrer no fallaba mas que el señor marqués de Castelldos
rius; pero aunque venga S. S. et imposible procederá la votación
de las leyes.
El Sr. FERRER: En cuanto al Sr. Lasaña, debo manifestar al Se
nado que no es cosa su enfermedad que pueda impedirle venir á
rotar.
El Sr. PRESIDENTE : Estamos pendientes de la comparecencia
del Sr. marqués de Castelldosrius.
El Sr. FERRER: Retiro mi proposición.
El Sr. CAMPUZAlNO: Yo adopto la proposición del Sr. Becerra.
El Sr. PRESIDEN TE: Conforme previeje el reglamento se va á
preguntar si se considera grave y urgente.
El Sr. SEOANE: Iba á presentar una proposición. •■
El Sr. PRESIDENTE: El Senado decidirá sobre la proposición
del Sr. Campuzano , y esto no se opone á que V. S. la presente."
Se volvió á leer la proposición que adoptó el Sr. Campuzano, y
con arreglo al arl. 65 se preguntó si se consideraba de urgencia y
gravedad.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Es necesario que se cuenten los se
ñores que están en pie y los que permanecen sentados para ver si vo
tan las dos terceras partes." ■"
Verificado el recuento, resultaron 41 señores en pie y 27 senta
dos: siendo el total de los presentes 78, y las dos terceras parles 39,
Se declaró urgente la proposición, y pasó á las secciones para el nom
bramiento de comisión.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. marques de Castelldosrius ba con
testado que no puede venir porque se baila con un accidente: por
consiguiente por hoy no puede haber votación. Se procede á la dis
cusión en su totalidad acerca del dictamen sobre el proyecto de ley
relativo á vinculaciones."
Leído el dictamen {te'ase el ApJnAias al Diario núm. 15) ,• dijo
El Sr. RU1Z DE LA VEGA: No creo, señores, que ganaremos
nosotros fama de muy sobrios y circunspectos legisladores. Una fa
talidad me parece que preside entre nosotros á la formación de las
leyes sobre o su o los los mas venerables; y digo leí mas venerables,
porque siempre llevan consigo un gran motivo de veneración aqnv»
ilas instituciones que por espacio de muchos siglos han sido guarda
das por la nación, que se han visto ademas admitidas en otros mu
chos paises de diversos usos, educación y costumbres, y que afectan
por último intereses muy hondos y muy extensos en la sociedad. Tal
es el Bsunto de vinculaciones.
Desenteuderse, pues, de todos estos respetos y derribarlas de un
golpe, demuestra por lo menos una especie de ligereza que no es
ciertamente muy recomendable. Digo y repito que una fatalidad pa
rece que preside entre nosotros á la formación de las leyes mas vene
rables cuando veo que. en el primer articulo del proyecto en cuestión
se establece de una plumada una desvinculacion completa y absoluta
y sin que se nos informe siquiera de los motivos que inducen á una
resolución de tal tamaño.
Con este motivo , y antes de entrar en materia , no puedo menos
de lamentarme , como de veras me lamento, y de censurar, como
fuertemente censuro , la mala costumbreqne.se va introduciendo por
algunas comisiones de no fundar sus dictámenes , costumbre anti
parlamentaria, y nada racional por cierto. Se ve uno asaltado (digá
moslo asi) por un proyecto en que se le propone la desvinculacion total
de toda clase de bienes en una antigua monarquía ; va uno á examinar
ios fundamentos de este diclámen, codicioso de encontrar alguna ra
zón , ya para descansaren ella, ó ya para descubrir si envuelve al
gún error ó falacia á fin de poder combatirle, y se encuentra el die»
támen desnudo y comprendido en una docena de renglones, sin fun
damento alguno de lo que se propone y sin consideración ni razón
alguna: eslo lo encuentro muy censurable; y no puedo menos de aña
dir que todavía es mas extraño en una comisión compuesta de cuatro
magistrados supremos de Justicia, sugetos lodos entendidos y doctos
y con la racional presunción de tales que favorece á su elevada
clase.
No quiero extenderme mas sobre esto, pero repito que lo en
cuentro muy censurable y que no quisiera que se introdujese esta cos
tumbre.
Entraré, pues , en la cuestión supliendo y conjeturándo los fun
damentos que habrá podido tener la comisión; y no siendo mi pro
pósito, ni viniendo preparado para considerar la materia bajo las
muchas relaciones que abrasa, y bajo las que puede considerarse, me
limitaré á la que yo llamo cuestión política, ó sea la respectiva á la
desvinculacion absoluta que se propone, dejando á otros la cuestión
que puede llamarse legal, ósea la respectiva á la revalidación de los
derechos creados en esta materia por las disposiciones de varios pe
riodos desde 1820. ¿Convendrá, pues, la desvinculacion total y abso
luta en una antigua monarquía como la nuestra ' En caso de que sea
conveniente, j lo será por ventura hacerlo de una plumada é intro
ducir de uua vez Una novedad tan redouda, en lugar de hacerlo pro
gresivamente y por el órden lento que recomienda la naturaleza co
mo necesario para hacer efectiva» y verdaderas reformas? Po
cas reformas de estas haremos nosotros del mudo que aquí se pro
pone.
Señores, la conveniencia de la vinculación ó desvinculacion puede
considerarse bajo principios económicos y bajo principios de estimulo
y fuerza moral para el país. No consideraré yo la cuestión bajo el pri
mer punto de vista, porque no rae precio de muy versado en la cien
cia económica, aunque tengo algunas nociones de ella; pero conside
raré la cuestión bajo su segundo punto de vista, ó sea el de estimulo
moral y político pira" el país. Señores, en todas las naciones y en to
dos les siglos ha sido adoptado este principio de vinculación, ya
de una manera, ya de otra, y se ha conservado asi con veneración por
espacio de muchos siglos entre innumerable variedad de pueblos, lo
cual lleva consigo una gran presunción de verdad y de sabiduría en
su abono, á no ser que confiemos tanto en la nuestra que supongamos
que nosolros al improvisar este proyecto somos hoy dia mas sabio)
que lo ba sido el género humano en todos los siglos que nos han pre
cedido: si llega á tanto nuestra presunción cerraré los labios; pero
creo que cuando todas las naciones y todos los pueblos que han exis
tido por el espacio de muchos siglos han sentido la conveniencia del
principio de la vinculación, y le hin dado de consiguiente un capi
tulo en sus códigos, claro es que comprendieron esa utilidad, esa bon
dad que tenia en si y la fuerza mortl que daba al pais.
En efecto, por medio de ella (es cosa que vieue reconocida dt
antiquísimo) se afianzan la antigüedad de los linages y la antigüe
dad de las riquezas ; cualidades que á ninguna nación dañan, y me
nos á las monarquías. No creo yo que gane nada la nación española
con la absoluta supresión de las vinculaciones, siu que por ello se
crea que pretendo yo que permanezca todo lo vinculado como hasta
aqui : no señores; yo concedería enhorabuena que se desvinculasen
aquellos caudales que son de poca cuantía. También concedería que
se estableciese un máximun de vinculación y que se desvinculase el
exceso ó cosa semejante; mas como mí ánimo no es el entrar en por
menores, lo apunto únicamente como de paso para que no se crea
que pretendo el que quede la vinculación absoluta y completa, como
lo estaba en los siglos anteriores.
Pero aunque así sea, yo no encuentro sin embargo razones da
justicia, ni de prudencia , ni de política para queesta vinculación an
tiquísima española >e desvincule de una vez, y se desvincule sin aque
lla mejora progresiva hija del tiempo, que es la que causa la verdadera
reforma por medio de la preparación lenta déla opinión y de la pro

paracion también lenta y progresiva de loi miamos intereses sobre
que ha de obrarse el camino ó reforma.
En opiniones como las que sirven de apoyo á esta institución de
las vinculaciones, que han adquirido un Talor habitual por la con
sagración de los siglos, consisten las fuerzas morales de un pais ; j
no es prudente destruir estas fuertas sin que se hayan creado otras
que puedan sustituirlas.
Yo no conozco ninguna nación de Europa , en la que no se en
cuentre establecida la vinculación de una manera ó de otra, salvo
entre los turcos (con quienes nos pondremos á nivel si se admite este
proyecto)! los turcos, pues, no conocen ni tienen vinculación algu
na ; pero en todas las demás naciones la hay, ya de una forma, ya
de otra. En Inglaterra, en que hay una inmensa vinculación, si
bien no se asemeja en la forma á ta nuestra , porque allí no procede
de la voluntad del fundador como entre nosotros, sino que procede
de sucesivos establecimientos que se bacea entre los poseedores y los
que han de sucederles; pero en el efecto y para el de la ley es lo
mismo que aqui , porque las fortunas se perpetúan y se consigue la
conservación de la antigüedad de los tiunges de su nobleza y la de sus
riquezas; ventajas que cou este proyecto desaparecerán entre nos
otros muy en breve á vuelta cuando itj is de dos ó tres generaciones.
Al ponderar yo esta razón, bien »é que los señores de la comisión
se reirán tal vez de mis ideas teniéndolas por rancias y caducas; pero
en buen cambio me reiré yode las suyas, y me cousjlaré con pensar
que al fin mis ideas, sean rancias ó como sean, son tales que tienen en
su abono ana opinión respetabilísima, tomada en consideración por
mochos siglos y gentes, cuando las contrarias na están mas que apo-
Íadas en tentativa* estériles y depreciadas que han dado uu fruto
ien escaso.
Es, pues visto, que adoptando la base de este proyecto, todo se pasa
por alto, se alropellan todas las oonnderaciones , y de uu simple
golpe de pluma se va á derribar una institución de muchos siglos, sin
qae siquiera la comisión nos haya dicho una sola palabra*, ni una sola
razón que la pudiera servir de fundamento: eslees un asunto que por
su gravedad se debia de mirar coa detenimiento mas profundo, y
desde luego bajo este punto de vista no puedo menos de manifestar
5ue encuentro mala la ley. Y si es mala en la sustancia, ¿qué diré
el modo con que se dispone llevarla d efecto?
También, señores, la encuentro mala en esta parte: ¿y por qué?
Porque esta ley, como otras muchas de la época, está dictada por un
espíritu reaccionario en si; y mas reaccionario todavía por la prisa
conque se la quiere despachar. Señores, las leyes que afectan intereses
civiles que están profundamente radicadas en las naciones no son cosa
de hacerse con la premura de tiempo y circunstancias en que aqui
estamos: es cosa singular y bien tiiste que siempre hayan de venir
asuntos cumo este á fin de legislatura y midiéndosenos el tiempo por
días ó por semanas: de esta manera no pueden considerarse bien los
intereses de gran cuantía, los grandes intereses de las naciones.
Paracooocer mejor la importancia y gravedad de esto oonviene
hacer una ligera reseña de la historia de este asunto de vinculacio
nes en la memoria de nuestros dias.
Temamos, señores, una legislación de vinculaciones, conooida
generalmente de todos los que aqui estamos, y que por lo mismo no
es necesario explicar. Llegó la época de 1821), y también de una pin-
inada por el decreto de 27 de Setiembre que obtuvo la sanción Real
en 11 de Octubre del mismo año quedaron desvinculados de una vez
todos los mayorazgcs, fideicomisos, patronatos, vinculaciones en toda
clase de bienes raices, muebles, semovientes, censos, juros , foros &c,
de cualquiera naturaleza. El principio que dominó en aquella época
do estuvo exento de errares, errores de que participé yo también en
los años de mi inexperiencia, y que he tenido después ocasión de rec
tificar, como no tengo reparo en confesarlo, pues no me creo condena
do á -persistir siempre en error porque en algún tiempo estuviera en
él, asi como no seria propio que hoy me ocupase de jugar al trompo
porque jugaba á él cuando niño. Aquel decreto (iba diciendo) obtuvo
la sanción Real en 11 de Octubre de 1825; con ella indudablemente
adquirió el carácter sacrosanto de ley, y debió producir todos sus
efectos : los produjo en realidad : se enagenó en aquel período mucha
parte de la propiedad vinculada: se celebraron contratas , transac
ciones &c. Se crearon de consiguiente derechos nuevos y respetables.
Sobrevinieron en tanto las ocurrencias de 1823, y por decreto
de 1? de Octubre de aquel año vino i anularse de otra plumada todo
lo activado legislativamente desde 7 de Marzo de 1820 hasta aque
lla fecha: volvieron, pues, á su primer vigor las vinculaciones , y
sin efecto las egresiones y contratos anteriormente efectuados. No
hay duda que dicho decreto de 1? de Octubre era un decreto ciega
mente reaccionario. Los inconvenientes se notaron inmediatamente;
los perjuicios é injusticias no pudieron menos de patentizarse ; las
quejas é incesantes clamores para conseguir el reintegro de aquellos
capitales que se habían invertido en las compras y otras negociacio
nes fueron tantos » que obligaron al Monarca á consultar al Consejo
de Castilla para que propusiera un medio que obviara todas las difi
cultades y salvara la injusticia de algún modo , y el Consejo con
vencido de todo esto, después de un maduro exámen consulto lo que
estimó conveniente, á cuya consecuencia se expidió la cédula de 11
de Marzo de 1821. El Consejo no podía desentenderse del principio
de nulidad con que había sellado el Monarca el decreto del año
de 1820 | y no pudiendo traspasar aquella valla , hubo de conten-
81—TOMO I.
379
tarse con ineficaces epiqaeyas y acomodamientos. La cédula de 1821,
aunque concedió alguna reparación, no llegó á salvar la injnslicia.
Las lincas enagenadas volvieron á incorporarse á los mayorazgos;
pero solo quedaron responsables al reintegro de los capitales inver
tidos en su adquisición los poseedores enagenanles de los vínculos J
sus sucesores, caso de que estos hubiesen consentido en la enaje
nación.
El principio de qae cualesquiera otros ternero! poseedores no fue»
sen responsables de las deudas del enagenante su antecesor, aunque
abstractamente justo por considerar su derecho derivado del funda
dor , no era aplicable á un caso, en que la desvinculacion se había
Verificado de hecho y de derecho.
La retención de la finca por el comprador dorante la vida del po
seedor enjgtnanlt y sucesor conscnclintc, era injusto porque convertía
la hipoteca de sana y permanente en precaria y dependiente de unaú
dos vidas y porque el reintegro del capital era á plazos lentos y
sin interés: este era un rasgo de injusticia notoria, que llevaba con
sigo dicha Real cédula : sin embargo, durante todo aquel período del
Gobierno absoluto, no siendo nada bastante para contrarestar el po
der que dominaba entonces , se dejaron las cosas en tal estado, se hi
cieron convenios, y cada uno se acomodó como pudo, pero siempre
bajo el sello de aquella original injusticia.
Llegó la época de 1831, y S. M. la Reina Madre, entonces Go
bernadora , aplicó su Real ánimo al remedio de dichos males: enton
ces fue cuando se trató efectivamente de promover un remedio jus
to. En los trabajos preparatorios de la ley de 9 de Julio de 1835, que
es á la que aludo, iniciada por la Reina Madre, no se ve cierta
mente espíritu alguno de reacción: aqui se ve ya un respeto á lo he
cho, y que ya había produtido efectos materiales y tangibles : se ve
un deseo de tomar en consideración la historia del negocio como él
era en si, y de partir de su citado para procurar su mejora y re
formas efectivas; porque lo demás no es sino destrucción.
Consultóse, pues, al Consejo Real de Castilla sobre este asunto;
pero habiendo sido abolido aquel cuerpo en el intermedio de la con
sulta , y creádosc en-el mismo tiempo un Consejo Real de España i
Indias , en el que se refundieron las atribuciones del Consejo de Cas
tilla, en una de sus secciones. Se trató en ella de este negocio con la
madurez propia de hombres consumados en su carrera, teniendo pre
sentes todas aquellas cuestiones que parecían convenientes.
El espíritu que al lí dominó fue una justa retribución del capital
é intereses por los poseedores, cualesquiera que fuesen , i cuyo vin
culo se hubiesen vuelto á incorporar los bienes. Parecía que en esto
podía haber alguna injusticia á primera vista, por cuanto se obliga
ba á satisfacer la parte de intereses aun á aquellos poseedores que no
habían tenido parte en la desmembración; pero los señores que enten
dieron en este negocio consideraron, á mi juicio bien, que no había
injusticia en la realidad, puesto que habiendo salido aquellos bienes
una vez de los mayorazgos por virtud de una ley hecha por poder
legitimo, debían los poseedores, aun los que no tuvieron parte en la
desmembración, ser responsables del precio recibido por la finca,
porque su incorporación (supuesta la egresión legal) debia ser coa
previa restitución integra y simultánea de su valor; y asi bajo este
punto de vista no envolvía el proyecto realmente injusticia alguna.
Si no reintegraban el capital en un plazo breve, quedaba con la finca
el comprador en justa subrogación del valor invertido en su compra.
En lio este proyecto se discutió en los Estamentos, y al fin obtuvo
la sanción Real en 9 de Junio de 1835. Este decreto respetó la vin
culación, y fue ciertamente un verdadero remedio de una conocida
injusticia, al mismo tiempo que una verdadera reforma ; y este es el
estado verdaderamente legal: no digo con esto que nos hayamos de
quedar con la ley tal como está , sino que lo digo para indicar los
modos cómo se hacen ó deben hacerse las buenas leyes; y prueba de
que esta era una buena ley es que ni en la oposición de la prensa,
ni departa de los mismos interesados hubo fuertes reclamaciones: al
gunos reclamaron , si; pero este es un negocio en que por la varie
dad de intereses que median , en los muchos casos que se suceden, no
puede menos de haber alguna reclamación; pero genéricamente ha
blando, ni hubo reclamaciones de interesados, ni, como dije antes, la
hubo de la prensa periódica, ni aun la del Estamento de Procuradores
fue tampoco grave, sino antes bien limitada en la simple redacción
de algunos artículos.
Aquella ley llevaba to.los los síntomas de una aquiescencia de
opiniones, de un convencimiento de [la intrínseca justicia que do
minaba en ella. Y este era el estado legal de la materia: no estaba
desvinculada la propiedad, ni lo estuvo mas que en el cortísimo pe
riodo del 20 al 25: ya se habían orillado todas las dificultades; ya |se
había dado vado á todo esto , hasta que en el año de 1836 (y sien
to que el Sr. Landero pueda incomodarse con lo que voy á decir,
que protesto que no es mi ánimo el ofenderle), llegó, digo, el aña
de 3o', y apareció el decreto de 30 de Agosto, que no puedo menos
de llamar reaccionario, lo mismo que el expedido por Fernando VII
el año de 1823, pues este decreto de una plumada echó abajo la le
gislación entonces vigente, sin necesidad ni género alguno de consi
deración. Yo no diré contra S. S. , porque cada uno tiene sus opinio
nes ó sus errores; pero en mi lugar me creo obligado á decir que fuá
reaccionario aquel decreto. Ciertamente que no era un punte en que
se interesase inmediatamente la salud del Estado, ni cosa tan peren
toria y que diese tanta prisa que fuese precisa aquella plumada para
109
 380
crear por lo menos nuevas dificultades, precisamente cuando todo
parreia estar orillado y compuesto. Pe aqui es que se Uan suscitado
una porción de dudas sobre si estaba ó no subsistente aquella le*; y
si bien la mayor parte de los tribunales lian Pallado con arreglo al
referido decreto, siempre quedan motivos de recelos acerca de su va
lide! legal, y siempre quedan en pie mucha* dificultades que se hu
bieran podido evitai si se hubiese dejado el negocio en el estado in
dudablemente legal del año de 1835. « ni m; detengo mas en esto, porque quiero venir parcialmente al
■ Ahora bien: elle es, repito, su estado verdaderamente legal, por
que aunque sabemos todos que se proyectó otra ley en 16 de Octu
bre de 1837, en la cual iba embebida la revalidación de ese decreto,
no obtuvo la sanción de la Corona, y ba dejado las cosas como esta
ban, presentándosenos la cuestión en que se trata ya de la desvincu-
1 ación , que es í lo qtt» yo me opongo; y quisiera que lomara en con
sideración el Senado la gravedad de esta grande cuestión, que vuel
va á recordar lo que yo lie ponderado acerca de lo que valen insti
tuciones consagradas por la sanción de tiempos antiquísimos: que
vea que de este modo hemos de ir de una reacción en otra reacciont
que este proyecto, que es reaccionario en si, tiene el inconveniente
ademas de incitar ó alimentar el pábulo de nueras reacciones en cual
quier cambio posible de situación , nía Tormente cuando por desgra
cia alcanzamos una ¿poca tan fecunda en ellos.
Hoy mismo hace seis años que entré en Madrid de vuelta de mi
emigración en Inglaterra , y si doy una ojeada á dicho periodu, aun
que tan corto, apenas puedo recordar una situación que haya dura
do dos años seguidos sin alguna alteración sustancial. (El Sr. Caneja
p'tlc la palabra en contra.)
Asi (jue, en una época, repito, tan fecunda en cambios y mudan
zas de situación (el Sr. j4lrarez Pestaña pide la palabra en centra)
¿quién ñas puede asegurar que dentro de uno, dos, ó menos no
rs posible otra ? Y si entonces ocurriese otra reaccionen estas ma-
teiias legislativas, ¿Do vendría á resultar que á los inconvenientes
creados en los anteriores diversos periodos en que han jugado estos
cambios de ley se aumentarían los que cree el cambio que ahora se
proyecta ? Encuentro que esto es muy digno de consideración por ios
¡aisladores; y á mas de eso ¿qué prisa hay para hacer asi estas le
yes, que pueden traer una multitud de males incalculables ? ¿Hay
alguna prisa por que se hagan esta semana ó el año que viene ? En
ninguna pación del mundo lia ocurrido que se meta prisa para esto,
porque selo la calma y el detenido examen deben preceder á medi
das de esta . specie , porque solo de esta manera es como se hacen las
buenas leyes, y inoia!menie hablando, diré que no se pueden hacer
de otro modo.
Cuando digo isto no se eren que me opongo á Jas reformas: yo
diré lo qvc un sabio poblicista inglés de mis mismas opiniones: "Ño
penséis (decia á sus oponentes), no penséis que me opongo i Jas re-
iormas, no; porque las deseo acaso mas de veras que vosolrps es por
lo que resisto las que proyectáis; porque el modo de hacer verdade
ras y efectivas reformases hacerlas progresiva y paulatinamente; es
formando la opinión y preparando el terreno de los intereses; lo de-
mas no son reformas: los que quieren las reformas radicales no quie
ren las reformas efectivas; quieren destruir las institucioues. ¿7
luego qué se les subroga? Nada; y ei muy claro eso, porque las ins-
ti lociones que Mejoran fuerza moral no se crean en un dia: la fuerza
moral solo se forma con la lentitud de los hábitos; y si i uua fuerza
que necesitó para consolidarse del trascurso de los siglos se la eclia á
tierra de un golpe, no se espere que pueda sustituírsele otra creada
repentinamente y sin trascurso de tiempo." Por esto, pues, me opon-
poyo al proyecto en cuestión, porque quiero reformas efecti ras, y
porque sé que las que se hacen por el modo que aquí se prepone
aunque lleven el falso nombre de reformas, no lo son en verdad, sino
que son origen de mayores males, é impiden las reformas verdaderas
que joaasío como el que mas, y encujo espíritu resisto este proyecto.
El Sr. GOMEZ BECERRA (como de la comisión): Señores, si
la posibilidad de que puede cambiar la opinión presente hubiera de
detenernos para establecer aquellas leyes que la misma necesita , se-
iia esta una consideración que nos baria permanecer estacionarios
eternamente; esta es una consideración que debieran haber tenido
présenle los autores de la ley de 1835 que ha merecido los elogios
del Sr. Ruiz de la Vega, porque debieron prever que cainbiaria la
situación , y debieron preverlo quizá con mas probabilidad que lo
que nosotros podemos prever ahora, porque á lo menos -esto seria
incierto y aquello lo hemos visto bien claro.
Sin duda la situación presente, las instituciones, las costumbres,
todos los demás medios que deben entrar en el cálculo del legislador
.ieben ser considerados, deben ser medidos con uiucha reflexión; pero
yo no be podido dejar de extrañar que se acuse ¿1 Senado de que es
puco sobrio en la inspección de las leyes ; de que se le acuse, no solo
al Senado en su mayoría, sipo á todos los qué toman parte en la for
mación de las leyes.
Señores, ¿dónde está la falla de sobriedad ? ¿Pues que esta cues
tión se trata ahora por la primera vez ? El Sr. Ituiz de la Vega sabe
?ue se está tratando siglos há.¡ que la han tratado escritores y filóso-
os muy célebres, cuando menos desde el siglo XVI. La ha tratado uno
de nuestros Reyes de mas honrosa memoria, porque el expediente que
nrudujo la pragmática de 1789 estaba preparado de antemano y con
so icho tiempo en el reinado de D. Cárlos III. En esa cédula de 1789
V'J sr establecieron reglas que hicieron novedades de mucha conside
ración ¿Y por qué se hicieron? ¿Qué fundamento se (ovo presente
para hacerlo? Se hicieron porque se conoció entuners por un Gobier
no i'U'.traclo y que ya empezaba á verse libre de las pasiones, lo mis
mo LjUe nos sucede á nosotros en el dia
i'nt novedades que se hicieron en el ano de 1789 se fundaron en
lo que hoy se funda la doctrina de que no debe haber vinculaciones.
No hablo de otras leyes mas antiguas que están en la HeropUacion,
punto de la materia que tratamos , al punto preciso de la que ha to
cado el Sr. Ruiz de la Vega.
Sin sobriedad, sin detención, repentinamente: pues qué ¿no tiene
noticia el Sr. Ruiz de la Vega de la muy detenida discusión que
hubo en las Córtes de 1820 para aprobar la ley de desvinculaciones?
Entornes la prensa tomó parte , todos los periódicos la tomaron, se
trajeron testimonios de escritores muy célebres , y se trató la mate
ria muy detenida y con mucha pausa.
. También se trató detenidamente el año de 1835 ; pero el de 1837
fue objeto de una discusión muy profunda, n,oy meditada y muy
preparada de antemano, porque el proyecto que entonces se presentó
se habia formulado por medio de unas cuestiones que se propusieron
al Tribunal Supremo de Justicia , sobre las cuales dió su dictamen
después de haber oido á su fiscal: en el Ministerio se trabajó sobre-
las mismas bases , y por último resultado se presentó un proyecto ds
ley, que se examinó muy detenidamente en las Corles constituyentes
de 1837, que hicieron en él algunas variaciones; y en prueba de que
se examinó al fin se vino á la discusión en las Córtes , se aprobó , se
publicó, y la opinión pública se declaró por él ; la opinión pública
lo aprobó, lo aprobaron los interesados , ó por lo menos su mayor
número, y permítaseme que no diga por qué no mereció la sanción
de S, M, , pues me coutenlo con hacer responsables de los perjuicios
que esto ha producido á los que fueron la causa.
Señores, después que esta materia se ha debatido tantas veces; des
pués de que se ha tratado de ella con tanta extensión; después de ser
ya una cosa común y trivial, de que hablan los jurisperitos y los no
jurisperitos , los hombres de letras y los que no las tienen; cuando en
fin todos hablan ya de esta cuestión y se ha hecho tan familiar, qua
ha venido á ser vulgar, se viene diciendo sin embargo que es digna"
de censura la comisión porque no ha hecho la exposición de moti
vos; porque no ha puesto á su proyecto un preámbulo muy largo;
porque no ha presentado con este proyecto una memoria. El Sr. Ruiz
de la Vega me permitirá que le diga cuál es unodemis principios. Yo
creo que no hay economía mayor, mas útil y mis ventajosa que la del
tiempo ; y en todo lo que yo tengo influjo procuro aplicar esta máxi
ma aprovechando el tiempo. ¿De qué servirla haber acompañado una
memoria muy larga á este proyecto de ley en una materia que todo*
conocen á fondo? Yo lo diré, y me permitirá el Sr. Ruiz de la Vega
que le tome por objeto, S. S. mismo no la habria leido. ¿Se quiere
que se haga eso 'por mera ostentación? T.a comisión cree que no ha
debido decir mas de lo que dice después del preámbulo del dictámea
del otro Cuerpo colegislador, y de lo mucho que se escribió sobre ea-
Ic punto el ano 1837.
Ciertamente que no se deben destruir de una plumada leyes ge
nerales cuya utilidad y provecho está sancionado en cierto modo
por su antigüedad; pero en este proyecto de la comisión no se trata
de destruir ninguna ley; y aquí me permitirá el Sr. Ruiz de la
Vega le diga que no ha estado en la cuestión. Su impugnación se
ba dirigido? probar que no se deben anular las vinculaciones; esta
proyecto de ley no las anula. Es uua cuestión decidida ya; no es
una cuestión del día.
Esa cuestión se trató el año de 1829, y las Cortes acordaron lo
que creyeron conveniente; S. M. lo sancionó , se hizo una ley, y
mientras esa ley subsista no debe ponerse eso en cuestión. Si esto es
asi, inútil es entrar en la cuestión política, ni tampoco en la eco
nómica de si son útiles ó no las vinculaciones. Pero el Sr. Ruis da
la Vega nos ba dicho que podrían establecerse en España fundacio
nes y vinculaciones de otra clase. S. S. ha hablado de Inglaterra y
Francia. Cierto es que hay allí mayorazgos; ¿pero aquellas vincu
laciones son de la misma especie que las de España? No señor; hay
entre unas y otras mucha diferencia.
Si se reconocen las ventajas de esas instituciones de países extran-
geros, es menester una de dos cosas, ó establecer de nuevo ese género
de vinculaciones, ó tratar dé acomodarle á las vinculaciones que aho
ra existen. Esto seria imposible, legal, y moralmrnle, de todos mo
dos imposible , porque cosas que se han hecho bajo otros principios,
bajo otras reglas, quererlas acomodar á un molde de diversa clase, no
puede salir bieu : habria que chocar con la voluntad de los fundado
res, como se puede decir que se chocó en el año 1820 con otra porción
de elementos que es menester tomar muy en cuenta.
Permitir la fundación nuevamente ó la fundación de nuevos mayo
razgos, de mayorazgos de una nueva especie, oontra esto no hay nada en
la ley del año de 1820, ni en el proyecto que ahora se ha presentado i
la deliberación del Senado. Eso puede hacerse; queda plenamente libra
el campo, y el Sr. Rniz de la Vega ó cualquiera otro de los Sres. Se
nadores tienen derecho de proponer una ley. ¿Pero porque puedan
ser convenientes esas vinculaciones de otro géneTo , se han de man
tener las antiguas? Eso no está en armonía ni concuerda' con las ra
zones qué tuvieron nuestros legisladores del año de 18*20 para abolir
las vinculaciones, y que yo uo trato de repetir.

Lo misino digo del medio q ie I un bien ha indicado S. S. de la
desvincularon parcial : será niuy bunio, pero ahora no se trata de
anular la ley drl año de 1829.
Ha didio el Sr, Bui» de la Vega que tata ley que ahora ocupa al
breado es reaccionaria; pero al misino tiempo Ua dicho S. 8. que
también lo f ie la d> 1 año de 1S24, ó si se quiere el decreto de 1?
de Octubre de 1825. Señor, ¿cómo ra rato? ¿Dos cosas contrarias
ambas son reaccionarias ? Esto uo puede ser. Silo la ley del año 21
fue reaccionaria; la actual no p rede dejar de ser reparadora , repara
dora de la injusticia atiot q'ie sin ninguna consideración, sin ningún
respeto á las leyes eternas de la naturaleza y de la razón y i Ka
principios admitidos en todas las legislaciones del mundo causó un
trastorno que solo ei dado causar á los déspotas.
No se crea extremada esta calificación, porque existen pocos ejem
plos de una disposición como la del año de 25 ; ejemplo debido, no
airé jo i li Ti.luni.id del Monarca, no diré yo tampoco A la volun
tad de otros, sino mis bien al influjo que desgraciadamente ha ejer-
rido siempre sobre esta nación la política de los gabinetes extrange-
ros. Cien mil bayonetas vinieron ¡i rausar esa reacción; y ahora, su -
pouieudo que esta ley sea leaccionaria, en el año 25 se dijo: á tierra,
fuera, nulo, desaparezca todo lo que se hizo en la época constitu
cional ; y en esta ley ¿qué se dice? Que todo lo que se hi/.o en la
época constitucional fue bien hecho, en virtud de una ley formada
por los Cuerpos colegisladores y sancionada por la Corona: eso que se
hizo entonces es válido; pero esa ley perdió su uso, perdió su ejer
cicio por otra de Octubre de 1823; y lo que se hizo cuai.do la lev
estaba dormida, sofocada, lodo eso se respeta , se guarda , se cumple.
¿Es este el modo de hacer leyes reaccionarias? Este es el modo de
hacer leyes racionales, justas, leyes en que se respetan los derechos
adquiridos , sea cualquiera el tiempo en que se hayan adquirido.
Para ponderar que de una plumada se destruyen leyes justa», le
yes bienhechoras, se ha dicho también que se ha destruido una le
gislación completa que tenemos sobre mayorazgos: señores, sobre
ninguna materia de leyes se trata en nuestros códigos menns que
sobre la de mayora7gos; quizá no lleguen á tres las leyes que tene
mos sobre este ponto. ¿ Dónde está, pues, esa legislación? ¿dónde
está? La fortuna inmensa de la nación, la fortuna que quizá im
porta la mitad de los bienes del territorio español, se ha estado
regulando y trasmitiendo basta ahora arbitrariamente, sin leyes, sin
nada mas que la opinión de Hojas, de Almansa, Molina y otros au
tores ; opiniones por las cuales se han estado regulando hasta ahora
las cuestiones de mayorazgos. En ninguno de nuestros códigos hay la
palabra incompatible, y tenemos una porción de mayorazgos incom
patibles, yetra infinidad de divisiones que se hacen de regulares, ir
regulares , de masculinMad nuda , de femineidad , de agnación ver
dadera y fingida , de elección , saltuarios, Sce , y nada de eso está
tn las leyes; todo es invención de los autores.
De consiguiente, vea el Senado como se ha estado disponiendo y
regulando de un ifortuna inmensa sin ma: regla que esas doctrinas fre
cuentemente encontradas, cuyo encuentro daba lugar á tantos y tan
dilatados pleitos, y autorizaba á los tribunales para obrar arbitra
riamente, porque los tribunales no tenian regla segura, y solía acae
cer que los magistrados dijesen yo tengo una cabeza tan bien orga
nizada como la del Sr. Rojas de i\folin¿i , y me creo autorizado para
obrar con arreglo á mi opinión. No podía subsistir esta monstruosi
dad ; era preciso un remedio, y el remedio *? tomó en la lev
de 1820.
La necesidad de reparación contra la reacción de 1825 se recono
ció en el año de 1835; entonces se propuso como ha dicho el Sr. Ruiz
de la Vega al Consejo Real de España é Indias, y se volvió á tratar
esta materia cou mucha detención. Pero sin embargo, como ha me
recido elogio del Sr. Ruiz de la Vega esta ley, yo no puedo dejar de
nacer dos observaciones. La primera, que esa ley fue muy parcial;
no hablo ahora en el sentido de haber tenido parcialidad con una cla
se ó con otra, sino que en la reparación que se propuso esa ley abra
zaba muy pocos casos de los muchos quedebia abrazar. Por de contado
empezó desconociendo todas las trasmisiones que se habían hecho
por titulo lucrativo; y los señores juristas saben bien que antes de
verificarse la existencia de un título es mas reeomcndable el oneroso
,«¡tte el lucrativo, pero que tina ve¿ realizada la existencia de este ti
tulo, tan legitimo es el lucrativo como el oneroso para adquirir el
*Wuiinio y disfrutarle: sin embargo en la ley de 1835 *e prescindió
absolutamente de los títulos lucrativos.
■ B»a ley partió también del principio deque habían de subsistir
los mayorazgos i ya se pueden prever las consecuencias de esta base;
se negó su acción á la ley de 1820; muy pocas excepciones quedaron
mIt»s: en el año de 1835 era preciso que esa ley partiese del princi
pio de subsistencia de las vinculaciones; pero ahora es preciso partir
•el' principio de dosvineutacion que se está observando en todos los
tribunales de España desde que se restableció la ley de 1820.
Dice el Sr. Ruiz de la Vega que esa ley de 1835, por la que aboga
5. S., no mereció censura de la prensa periódica; la razón es clara:
entonces la prensa periódica estaba bajo la censura, y no era permi
tido hablar contra leyes subsistente*, contra leyes que' se formaban
nuevamente por los Cuerpos colegisladores y se sancionaban por la
Corona} en el año de 1835, prescindiendo de los objetos que siem
pre deben ser de mucho Tespeto, porque las leyes después de hechas
¿«boatos prestarles obediencia , en el año de 1835 no se podia emitir
* 881
libre j francamente la opinión, porque la prensa tenia cadenas.
¿CÁmn, pues, se quiere traer ese silencio como argumento de su
aceptación? Los clamores que se levantaron en 1836 cuando se agol
paron las reclamaciones hasta formar un expediente voluminoso son
las que prueban si la ley de 1835 tuvo aceptación ó no. Pero yo es
toy molestando inútilmente al Señadot estamos en la discusión de
la totalidad de eslr proyreto, j ni contra la totalidad, ni contra
ninguna de sus partes se ha dicho nada por ei Sr. Ruiz de la Vega.
Yo ceso, pues, de molestar al Senado, porque mientras no haya
oposición á Ij totalidad fundada en razones que combatan la misma
totalidad , creo que no debo molestar mas la atención del Senado.
ti Sr. O ANEJA : Señores , yo considero tan grave esta cuestión
que me veo mi la precisión de hablar sobre ella por cumplir con un
deber, á pes.ir de que estoy persuadido de que mi opinión particular
tendrá muy poco séquito en el Senado. Sin embargo, cuando se tra-
tt de la discusión de una ley siempre es muy conveniente que se dis-
(üli, y no puede h^her discusión sin que haya opiniones contra
rias. Afortunadamente tenemos en la comisión unos cuantos juris-
c inultos, magistrados de un Supremo Tribunal de Justicia , y por
consiguiente no se dirá que nosotros la atacamos con la esperanza
ilusoria de que no se nos pueda contestar.
Yo , señores , atacaré el proyecto en su totalidad , que e» lo que
ha echado de menos el Sr. Gómez Becerra; lo atacaré en su fondo,
porque estoy persuadido de que ai el Senado aprueba el proyecto d*
ley que viere aprobado por el Congreso de los Diputados, las Cór-
le« legarán á la nación una «entina de pleitos que envolverán á to
das ó la mayor parte de las'fa niilias del reino en riñas, en rencilla*
y en disputis, á las cuales se asociarán los intereses de unas j otras.
No exlrañn por esto lo que acaba de anunciar el Sr. Gómez Becerra
de que ha hnbidc poseedores de mayorazgos ó interesados en su su
cesión que han pedido la abolición de ellos. El Sr. Becerra sabe tam
bién que hay otros muchos que piden su conservación. Preciso es
que suceda asi cuando se trata de intereses individuales ó intereses de
familia. ,
Hay muchos poseedores que desean efectivamente la desvincula-
cuín para poder disponer libremente de la mitad de los bienes vin
culados : bsy al mismo tiempo mochos inmediatos sucesores que
están contra la desvinculacion , porque de esta manera se les priva á
ellos de suceder en el todo. Hay ademas poseedores de mayorazgos
que prefieren conservar el origen de sus familias , y pretieren con
servar unidos los bienes que han heredado de sus padres, abuelos y
bisabuelos á la ganancia propia que pudiera resultarles de la desvio-
cu lacion.
Yo sé por consiguiente que las opiniones son varias en el particu
lar , y no ea posible que suceda otra cosa. No es , pues , por la vo
luntad de los particulares interesados en la vinculación por la que
creo deben dirigirse los legisladores; creo deben tener en mira el bien
público, el de la sociedad y no el individual de unos pocos ó muchos.
Yo entraré en la discusión , y manifestaré desde luego que mis opi
niones no han variado en muchos años; yo no vengo aqui á sostener
los. mayorazgos- en su generalidad. Yo era muy jóven todavía cuando
en las Córles de Cádiz presenté una proposición para la abolición de
los mayorazgos; pero ponia un mínimum y un máximum: yo no qui
se abolirlos todos; queria , si, abolir tuda aquella multitud de ma
yorazgos que pululan en la superficie de la nación española, y que
no sirven mas que para tener amortizada una grancantidad de bienes,
y para favorecer la vanidad de lo* poseedores en medio de su mi
seria.
Estoy muy conforme con esto, y yo quisiera que eso estuviera
hecho , y acaso se hubiera asi verificado ai nuestra guerra civil y
nuestras revueltas no lo hubiesen impedido. Hace alguno* años tuve
el honor de trabajar en un proyecto ti-iiiejan|r.
lie dicho que tuve el honor de presentar á las Córtes una propo
sición para que aboliesen todos los mayorazgos cuy» renta no llegase
ó pasase por lo menos de 3,000 ducados, ó bien 40,000 r*. , y que
con respecto á y los mayorazgos mas cuantiosos, ó bien se esta
bleciese un nuevo máximum, ó bien se guardase la ley recopilada
no observada, de que no pudiesen reunirse ea una misma persona
por causa de matrimonio dos grandes mayorazgos cuya renta exce
diese de la cantidad que señala la ley en maravedises, y que no es
mi intento reduoir ahora á reales. o-
Estos son mis principios en el dia : eso es lo que yo creo; á saber:
que seria conveniente se echasen abajo esa multitud de mayorazgos
cuya renU no llegase á dos ó tres mil duros ; y si se quiere, establo-
cija un máximo para que no pudiesen reunirse en una misma fami
lia ó persona mayorazgo cuya reuta pudiese ser demasiado excesi
va. Pero, señores, ¿es político, es conveniente abolir todos los mayo
razgo* en general? Yo por mi digo, como el Sr. Ruiz de la Vega hn
dicho, que e* institución que cuenta muchos siglos, institución qüB
está arraigada con las costumbres , que tiene creados muchos inteie-
srs, y no se puede destruir de un golpe sin causar muchos males y
perjuicios, que ea necesario considere el legislador.
Pero ademas nosotros vivimos en una monarquía moderada: por
nuestra Constitución la Corona forma un titulo, un mayorazgo, se
sucede en ella vincularmente ; y si esto es asi , ¿se podrá deoir que
en el espíritu de nuestra Constitución están abolidos lo* mayorazgos?
No: lodo lo contrario: yo creo que donde existe una monarquía ea
necesario que baya una alta cíate de nobleza que pueda dar brillo »
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CU misma monarquía , y pueda contribuir á mantener el prestigio,
sin el cual no hay autoridad ni fuerza alguna.
Yo veo, señorea, establecido también en la Constitución el prin-
eipiode que para ser Senador se necesita tener una renta que pueda
mantener á un individuo con la decencia correspondiente á su clase;
tío que en la ley electoral se determina que esla renta sea de
30,000 rs. Señores: ¿qué es lo que sucede en el día? La ley ha teñí»
do precisión de admitir para esta reuta los sueldos de los destinos
que son inamovibles, es decir, los de los magistrados, y luego ba ad-
mitido también lo que corresponda á los empleados por cesantía ó ju
bilación ; lo demás es necesario qur sea reuta procedente de bienes
propios. Y bien, señores: ¿creemos nosotros que ba de subsistir es
ta plaga de cesantías y jubilaciones que abruma á la nación , y que
consume todas las rentas, y que nos tiene empobrecidos!1 Consolémo
nos siquiera con la esperanza de que dentro de algún tiempo pueda
disminuirse esa carga ; con aquella esperanza de que volveráu tiein
pos como los que bemos conocido en que no se pagaban mas sueldos
que los de aquellos que servían realmente los deslinos fuera de casos
muy raros en que se jubilaba á uno ; pero no se nombraba i otro en
•u plaza, sino que la serria el que estaba inmediato. Desgraciada
mente, señores, nosotros conocemos ese plaga de cesantes y jubila
dos, qjue se va multiplicando infinitamente cada día; la conocemos
desde el año 20 acá y nada mas: en aquella época fue cuando empe
zó este funesto descubrimiento ; pero yo repito , señores, que esta des
gracia deberá desaparecer de entre nosotros ya que las revueltas han
causado tanto número de cesantes y jubilados que no debieran estar<•
lo, porque no están imposibilitados de servir á su patria. Por esta
razón desearia no solo que el Gobierno no empleara á ninguno que
no fuese cesante, sino que se tuviera presente que al que cumplecon
su deber no hay motivo para que se le quite el empleo, y al que
cumple mal no bay motivo tampoco para que se conserve en él , y se
le pague para que se pasee.
Fero volviendo á mi propósito, diré que si la renta que tienen hoy
los Senadores proviene en su mayor parte de cesantías y jubilaciones,
y esto debe desaparecer dentro de algunos años, resultará vinculada
solo en los magistrados la calidad de Senador, y en los magistrados
que tengan un empleo que cubra la renta que se necesita, al menos
•egun la ley electoral vigente; y abolidos los mayorazgos ¿se encon
trarán muchos propietarios que reúnan uua renta de 50,01)0 rs. pro
cedente de bienes propios ? Yo, señores, creo que será un poco dilicil:
•si es que veo que en el espíritu, de la Constitución, lejos de querer
echar por tierra de una plumada los mayorazgos, mas bien se supone
que deben existir algunos.
Yo ademas, señores, veo en esta institución una cosa que re
dunda en beneficio de la patria: todos los hombres ban tenido, tie
nen y tendrán, ó tenemos, un deseo de sobrevivir en las personas de
nuestros descendientes: este ha sido el espíritu general que ha dirigi
do la mayor parte de las fundaciones: asi es que en muchas de ellas
encontramos la cláusula de que el poseedor del mayorazgo tal ha de
llevar el apellido del fundador , que ba de usar sus armas. ¿ if se me
dirá que esto solo es efecto de una vanidad ? Señores, no tendré mu
cha dificutad en concederlo: séalo muy en hora buena; ¿pero no es
esta vanidad la que proporciona muchos beneficios á la patria? ¿Cuál
es el estimulo que tienen los hombres para hacer grandes servicios á
SU pais mas que el deseo que todos teujmos de vivir en la memoria
de la posteridad ?
Pues hé aqui, señores, un motivo político que debe tenerse en
cuenta para no desterrar absolutamente los mayorazgos: es necesario
examinar si conviene á la patria dejar este estimulo a las virtudes y
á los grandes servicios para que puedan sucesivamente verificarse en
beneficio de la misma patria; si conviene á uua monarquía que haya
una especie de nobleza que pueda servir para conserrar el orden pú
blico, para dar brillo á la autoridad y para desempeñar ciertos em
pleos para los cuales se necesita muchas veces usar de arbitrios propios,
y acarrean gastos que exceden con frecuencia á las consignaciones que
naya asignado el Gobierno.
Por esta razón, señores, yo seria de opinión que las Curies hicie
ran una ley bajo de estas bases: que se proscribiesen todos los mayo-
cazgoscuya renta no llegase, por ejemplo, de 40 á 00,000 rs. , y que
se conservasen todos los que tienen la consideración de llevar consigo
títulos de Castilla ó grandeza de España: que se ponga coto al máxi
mum de las rentas, y lo demás que íe suprima, y entonces habremos
encontrado el mejor medio de remediar prontamente todos esos males,
porque oigo continuamente decir que la amortización civil es la rui
na de le agricultura, de las artes y de todo cuanto existe.
Yo convengo en gran parte con estos principios, y lo he anun
ciado ya; ¿pero bajo de estos principios cuál seria el resultado? Cjue
■i hay, por ejemplo, una cantidad de bienes como los amortizados,
¿qué será lo que quedará de esa amortización «ivil? ¿Serán cinco,
serán diez, será mucho menos? Porque todos sabemos que la mayor
parte de los mayorazgos no llegan á la renta de 40,000 rs.
Asi en el año de 89, cuando se ventiló esa cuestión, cuando en
traron en juego las opiniones de los filósofos del siglo pasado que ban
hablado contra los mayorazgos, y hasta cierto punto con mucha ra
zón, cuando la Corona se determinó á dar una ley , ¿qué fue lo que
dijo? No dijo "quedan suprimidos todos los mayorazgos: " no, por
que es cosa muy difícil; lo (jue sí dijo fue "que en lo sucesivo no se
hiciese ninguna fundación fin permiso Real; ningún permiso se con-
,cederá para fundación de mayorazgo que no tenga de renta 3,000 du
) cados: que se procure por la Cámara, que era la encargada de estos
¡ negocios, que la renta constase de tabacos en Filipinas, todo con el
' objeto de amortizar los bienes raices:" esta fue la disposición del año
i de 89.
i £1 Sr. Gómez Becerra ba dicho "que no existia ninguna ley so
! bre mayorazgos." Perdóneme S. S. que le diga que habia una ley,
I que era la de Toro, por la que se permitía á todo español, no solo
| que fundase mayorazgos, sino que vinculase lo que habia en las rae-
joras: no diré que no haya bab.do muchos pleitos, es una verdad;
como también lo es el que faltaban leyes para resolver una pordion
de casos particulares; pero teníamos una ley que permitía la vincu
lación, y á la cual debían atenerse los tribunales.
Ahora bien : las Cortes del año 1820 por decreto sancionado por
S. M. en 11 de Octubre hau suprimido toda clase de vinculaciones.
Yo empezaré por decir que reconozco por legitimo el Gobierno desde
que se publicó la Constitución en el año 20 hasta que acabó á fines de
Octubre de 1823: que reconozco por legitima la ley de 11 de Octu
bre, y también sus consecuencias; pero, señores, acabó el sistema cons
titucional, y entró otra vez á gobernar como Rey absoluto Fernan
do VII: pues yo reconozco también como legitimo el Gobierno del
Sr. D. Fernando VII desde i", de Octubre de 1823 hasta que falleció
eu 1833: no creo que en esto me contradirá la comisión, porque en
su mismo proyecto están consignadas estos principios: ¿y á donde
¡l iamos á parar si declarásemos la nulidad de todos losaclosque ema
naron del Gobierno desde i", de Octubre del 23 hasta que falleció el
Monarca Fernando VII ?
Tío me detendré sobre eslo, porque, repito, que si no lo he en
tendido mal , la comisión piensa como yo que estos actos del Gobier
no deben respetarse con la misma legitimidad , asi como todos los d«
la época constitucional del 20 al 23. Yo reconozco también por legí
timos los Gobiernos que han regido el Estado desde 1833 hasta el
presente. Pues ahora bien: vamos á hacer aplicación de estos prin-
cipiosr
En la época de 1820 á 23 se abolieron los mayorazgos, disposición
legitima dada por un Gobierno legitimo; pero sucedió otro Gobierno
que tenia igualmente la cualidad de legitimo, otro Gobierno que re
unía el poder ejecutivo y el legislativo, y este Gobierno por un de
creto de 1? de Octubre , reaccionario y todo Jo que se quiera , pero al
cabo de una autoridad legislativa absoluta, y cuyos actos no pode
mos meóos de reconocer como leguimos, y ese Gobierno dijo: "nula
la ley que abolió los mayorazgos." Dice el Sr. Gómez Becerra que
esta ley está existente. Yo no convengo en esto con S. S. : esta ley
fue derogada, fue abolida: prescindo de si bien, ó mal , yo no exa
mino mas que la facultad del poder que mandaba en una y otra épo
ca ; y asi como considero legitima en el tiempo que duró la ley de 11
de Octubre de 1820, considero en igual legitimidad el decreto de 1?
de Octubre de. 1823 y la cédula siguiente de 11 de Marzo de 1821
que dio algunas reglas para la ejecución de aquel decreto. Reconozco
con igual legitimidad la ley de 9 de Octubre de 1835 que también ha
hablado sobre la materia , ley hecha precisamente en Córtes. Creo,
señores , que de este principio no podemos prescindir , y que es nece
sario que de buena lé los reconozcamos. Vamos á ver si podemos ha
cer alguna aplicación de ellos.
Puesto que era legitima la ley de 11 de Octubre de 1820 que su
primió los mayorazgos, yo digo que deben ser válidos todos los actos
que emanaron de ella, -valida la enagenacion que se hizo i titulo
oneroso de aquella mitad de los bienes que quedaban á la libre dis
posición del actual poseedor, válidos los contratos é hipotecas que el
poseedor haya podido celebrar en aquella época con arreglo a las
órdenes supletorias de 1821 ó 22. Pero vino luego la ley de 1823, y
dijo: "nulo." Señor, esta una reacción, y no se podrá negar; y las
reacciones en política siempre causan la mina de los Estados ó i lo
menos de muchas familias. Esta ley dijo: "todos los bienes tienen
con precisión que volver á los mayorazgos;" y como luego hubo de
reconocerse la injusticia de esta medida, el legislador en la Real cé
dula de 11 de Marzo de 1821 trató de remediar estas injusticias, y
sí bien en parte muy esencial no las remedió, en alguna parte bas
tante considerable si, porque al cabo esta ley siempre dejaba el de
recho á los que habían comprado los bienes vinculados de repetir sus
derechos contra el vendedor, y si se encontraba que este tenia bie
nes con que pagarle tenia que satisfacerle, podría suceder también
que no los tuviese, y entonces todavía le daba la cédula facultad
para retener los bienes durante la vida del poseedor y de su inme
diato sucesor, i fin de que el comprador pudiese indemnizarse por
completo, indemnización incompleta, y luego me ocuparé de ella, y
que por conguiente llevaba siempre rasgos de injusticia notable. Asi
se efectuó, señores, por espacio de diez, de doce y de catoroe a ños.
En esta época se han creado muchísimos intereses: ha habido su
cesiones, han muerto poseedores, bán muerto los que les sucedieron,
han muerto también los que les han seguido después; de modo que
hay muchos mayorazgos que se encuentran con dos, tres ó cuatro po
seedores; ha habido matrimonios, hipotecas.
Señores, todo lo vamos á salvar, y á mi lo que sobre todo me es
tremece mases la multitud de pleitos que vanánacerde este proyecto
si llega á obtener el carácter de ley. Señor, que la cédula del año 24
indemnizó incompletamente, es una verdad; pero ha venido luego la
ley del año de 1835, ley hecha en Córtes, y trató de subsanar estos

defecto»; y eu mi ooncepto los ha subsanado con una justicia qua to
do el mundo ha reconocido por mas que diga el Sr. Gómez Becerra,
porque concedía una reparación general. Veamos cuáles eran sus ba
ses. Aquellos compradores de bienes vinculados que realizaron las
compras en tiempo del sistema constitucional, y que después fueron
privados de ellos en rirtud del decreto del año de 1823 sin haber si
do indemnizados, tenían derecho ó á que se les devolviese la linca
< ue se les atrancó, ó el dinero que les había costado; y aquel posee-
dior del mayorazgo, que estaba muy tranquilo creyendo legitima la
posesión de sus tincas, tuvo que devolverlas al que las habia compra
do el año 22, ó tuvo que indemnizarle después abonándole el precio
que habia dado por ellas. Pues todavía no se contentó la ley con que
se le devolviese el precio, sino que disponía que también se le diese
el interés legal que hubiera ganado ese precio en el tiempo que habia
estado privado de él el comprador.
¿Podía hacerse mas, señores? Asi es, repito, que en las enage-
Daciones por causa onerosa nada queda que hacer, y nada hace tam
poco el proyecto que ahora se discute ; da modo que cuando veo un
articulo que dice: "queda derogada la ley del año de 1835," verdade
ramente no sé lo que quiere decir, porque la ley del año 35 trató de
atender á los compradores que habían sido despojados de las fincas
que compraron , y los indemnizó á su satisfacción: no hace mas el
proyecto de ley que se discute aquí.
Pero se me dice: la ley del año de 1833 no estableció indemniza
ción por las enageuaciones á titulo lucrativo, y es verdad; pero, se -
Sores , ¿ quí der?clio tenían aquellos que han sucedido á una parte
de bienea vinculados porque se desvió la sucesijn en el año de 1823.''
¿De dónde les vino al derecho de suceder á la porción de bienes que
antes estaban vinculados? De la ley de 11 de Octubre de 182J, que
graciosamente lea dió este derecho ó esta esperanza. ¿ Les ha costado
algo ? señcr : jauais habían tenido esperanza de tener derecho á
que les pudiese tocar ningana parte de aquellos bienes vinculados.
Vino la 'ley, y les hizo esU regalo; pero vino en 1? de Octubre
de 1S23 otra ley v se le quitó. ¿Cuál es, señores, el perjuicio que
sufre aquel que solo llegó á tener esperanza de participar de una
parte de los bienes que antes habían sido vinculados, que llegó á
participar de eüos por muy pocos dias? Porque, señores , muy poco
tiempo pudo ser.
Quiere decir, que sí una ley le hizo un favor gratuito, le hizo un
regalo; vino otra ley que yo reputo de igual fuerza, y se. lo quitó.
Tf esta segunda ley , que es la del año 1823, tiene sus razones de jus
ticia, porque destruyendo lo que hizo la ley de 17 de Octubre de
1823 , restituyó á- los poseedores de rnayo-azgos y los inmediatos su
cesores en lodos aquellos derechos que esta ley les quitó, porque el ;n-
ineiU-to sucesor tenia derecho á todos los bienes del mayorazgo, y la
ley de 1820 dijo: "sucederán en la mitad; pero la otra mitad tiene
que dividirse entre los domas hijos." Es preciso que confesemos que
los inmediatos sucesores fueron privados entonces de lo que de dere
cho les c rrespondía, y que este es un atentado que solo se puede sal
var con la conveniencia pública.
Asi, pregunto yo ahora : ¿puede decirse que fuese una injusticia
el que no se indemnizase á aquellos á quienes por una ley se les qui
taba la esperanza que se les habia dado por otra ley ? ¿Podrán decir
que se Íes ha ofendido, que se les ha despojado de una cosa que era
suya?
Señores, es sabido que se pierde menos en dejar de adquirir que
S—TOMO h
883
en despojar i uno de lo que ya ha adquirido ; y no sé qué injusti
cia pueda haber en que no se indemnice i aquellds que solo por un
titulo lucrativo, por una gracia que se Ies hizo por una ley, que
por las cosas del mundo fue derogada, y sustituida por otra; ley
que duró poco tiempo, y en poco tiempo poco se pudo hacer; pooas
sucesiones pudú haber, y de consiguiente no hay daño, no hsy le
sión : no hay mas pérdida que la de la esperanza que se les hizo con
cebir por la ley de 1820. Ahora sin embargo se trata de conceder
una indemnización, indemnización que en muchos casos es easi im
posible; porque habiéndose verificado muchas sucesiones en el espa
cio de diez y seis ó diez y siete añas, y habiéndose podido dividir
la parte desvinculada entre seis, ocho ó mas herederos, será necesa
rio entrar á averiguar quiénes serán los herederos da los herederos
de los herederos, y es bien seguro que va á causar mas gastos que
lo que pudiera importar en muchos casos la porción de vínculo que
se dispute, porque es menester tener presente que la mayor parte de
los mayorazgos en España son muy pequeños, ruines.
Hé aquí los motivos que tuvo la ley dé 9 de Junio de 1835 para
no conceder indemnización por lo que se llama enagenacion lucra
tiva ó desmembración de mayorazgos; y hé aqui los motivos que ten
go yo ahora para creer que no se debe conceder , y que de concederla
no se hará mas que dar lugar á una multitud de pleitos, qu» va á
. ocasionar la ruina.de muchas familias.
Se ha hablado de otro motivo de desmembración, que algunos
quieren llamar mixto, que es la dote.
Yo, señores, nunca calificaré la dule como enagenacion ó adición
á título oneroso; esto lo tengo en mi opinión hasta por poco moral,
porque los hombres no deb^n casarse con la dote , sino con la inuger:
lo que debe mirar es sí la trauger es virtuosa: si puede ser rica tanto
mejor; pero el venir las leyes á tener como una especie de espejuelo
ó ceba para alucinar' i los hombr:s, repito que lo tengo hasta por in
moral.
El dote, dice un autor nuestro , es oneroso para el que da, no
para el que recibe ; y tiene mucha razón : al que ha de dar el dolo
le cuesta trabajo hacerlo ; pero al que. recibe no, porque en recibir
se puede decir que no hay eDgaño....
El Sr. PRE.SIDKNTE : Si V. S. piensa continuar por mucho
tiempo será neceeario prorogar la sesión.
El Sr. CANE.JA: Tengo que decif bastante.
El Sr. PRESIDENTE : Se suspende esla discusión : se va d dar
cuenta de una proposición."
Se leyó la siguiente proposición del Sr. Seoane:
"Pido al Senado se sirva autorizar al Sr. Presidente á fin de que
convoque por oficios á los Síes. Senadores que se hallen ausentes con
licencia ó sin ella , dando cuenta al mismo del resultado de esta ges
tión para que e.n su vista acuerde lo conveniente."
El Sr. PRESIDENTL: Pasará á las secciones para que nombren
la comisión. El Senado ha declarado grave y urgente la proposición
del Sr. Campuzano: las secciones por tanto se reunirán en el acto
para que nombren la comisión que ha de dar su dictámen según pre
viene el artículo dei reglamento, pasando el aviso oportuno al Go
bierno para mañana, en que continuará la discusión de los asunto]
pendientes.
CJiérrase la sesión."
Eran las cuatro y cuarto.
APENDICES.
.* •• • ' • ■ \'

I .

*■- -
 APENDICE PRIMERO AL MJM. 55.
————mi «i — ^— ^

% V

DIARIO

DE

LAS SESIONES DE CORTES.

Proyecto de ley provisional para la organización de la bolsa de Comercio de Ma

drid, leido en el Senado por el Ministro de Marina , Comercio y Gobernación
de Ultramar en la sesión del dia 27 de Julio de iS^i.

A las Cortes.:: "Por Real decreto de 10 de Setiembre de 1831 presentado con esta fecha á las Córtes, dando cuenta á las mismas
se creó en esta corte una Bolsa de comercio con el iin de facilitar las en la próxima legislatura de las observaciones á que dé lugar su eje
negociaciones de cambios, sujetándolas á una regularidad convenien cución. Madrid 27 de Julio de 1811. =Andres García Camba.
te , para asegurar en los tratos mercantiles la buena fu que es indis
pensable al crédito, prosperidad y fomento del mismo comercio. No
obstante de haberse establecido al propio las reglas á que debian ate PROYECTO DE LEY
nerse las operaciones de esta especie, no tardó en advertirse la nece
sidad de corregir algunos defectos que iban desvirtuando el objeto de
esta institución; y en consecuencia se procuró poner el oportuno reme DE LA BOLSA DE COMERCIO DE MADRID.
dio, haciendo las modificaciones y aclaraciones al mismo decreto que
te estimaron convenientes. Mas la experiencia, acreditando no ser esto Articulo 1? La Bolsa de Madrid es el lugar en que se reúnen con
suficiente, indica y señala también como precisa la formación de sujeción á reglas determinadas y bajo la vigilancia é inspección es
una nueva ley mas perfecta si el establecimiento de la Bolsa ha de tablecida por esta ley las personas dedicadas al tráfico y giro co
corresponder al fin de su creación, y si ha de llegar á ser en reali mercial y los agentes públicos que intervienen en sus contratos y
dad una Tueda útil de la máquina del crédito del Estado. £1 Gobier negociaciones para darles validación y legalidad. Queda al juicio del
no no ha omitido diligencia para prepararla, oyendo al intento á Gobierno la creación de establecimieutos de igual clase en las villas
personas de crédito conocido, experimentadas y entendidas en la y ciudades en que lo estime conveniente.
materia; y el resultado de estos trabajos ha sido el convencimiento de . Articulo 2í Son objetos especiales de las operaciones de la Bolsa:
que el plan mas acomodado al arreglo de la Bolsa de comercio de Las negociaciones de los efectos públicos cuya cotización esté au
Madrid parece el que á continuación se propone, no solo porque con torizada en los anuncios oficiales.
él se ligan los recíprocos intereses y las responsabilidades de los con La de las letras de cambio, libranzas, pagarés y cualesquiera es
tratantes, sino porque se precave que estos mismos negocios salgan pecie de valores de comercio procedentes de personas particulares.
del circulo legal y moral que conviene. Sin embargo, como en me La venta de los metales preciosos, amonedados ó en barras ó
didas de esta naturaleza no siempre la práctica corresponde á las mas pastas.
fondadas teorías, y como se trata de un asunto en que por los cuan La de todo género de mercaderías.
tiosos intereses que intervienen no debe perdonarse medio para en La aseguración de los efectos comerciales contra todos riesgos ter
contrar la perfección que «e desea , el Gobierno creería acertado que restres ó marítimos.
ai el mencionado proyecto mereciese una favorable acogida de las El fleta mentó de buques para cualquier punto donde se hallen á
Córtes se le autorizase por estas para ponerle en ejecución provi la carga ó deban venir á recibirla.
sionalmente, ó como por via de ensayo , con el fin de poder presen Los trasportes en el interior por tierra ó por agua.
tarle en la próxima legislatura con tas modificaciones que la expe Art. 52 Se entienden legalmente bajo la denominación genuiaa
riencia de este intermedio enseñare ser convenientes. Por todas estas de efectos públicos:
razones tengo la honra de someter á la decisión de las Córtes el si 1? Toda sustitución de venta ó titulo de crédito cuya creación y
guiente circulación se hallan autorizadas expresamente por Real decreto,
bien sea que su emisión se haya hecho por cuenta del Estado como
deuda consignada sobre las cajas del Tesoro, ó bien por la de algún
um¡séíim w miz wwrmssimMt establecimiento público, ó de alguna empresa particular, á quien
se haya concedido Real privilegio para ello. ^
2? Los efectos de la misma especie emitidos por los Gobiernos
PAHi LA ORGANIZACION DE LA BOLSA DE MADRID. extrangeros siempre que su negociación se halle autoriiada al efecto.
Art. -1? Los efectos públicos emitidos por cuenta del Estado, y
Articulo único. Se autoriza al Gobierno para plantear el pro consignados para el pago de su capital y rentas sobre las cajas del
yecto de ley sobre organización de la Bolsa de comercio de Madrid, Tesoro público, tendrJn el concepto de nacionales, distinguiéndose
S._TOMO I.
 2
de todos lo* demás que tío tengan Ata cualidad por la denominación ben consumar en el día de su celebración , j i lo mas tarde en el
de efecto! público) nacionales. tiempo que medie hasta la hora designada para la apertura de los
Art. 5? Con respecto á las negociaciones de giro , tanto de los efectos públicos de la inmediata. £1 cedente «t¿ ibligado á hacer en
efectos públicos negociables como de los valores de comercio, no se trega sin mas dilación que la ya prescrita de los efectos ó valores que
reconocerá otro corso legal en acto alguno judicial sino el que resulte hubiese vendido, y el tomador á recibirlos mediante el pago de su
de las operaciones hechas en la Bolsa conforme á la cotización que precio, que se verificará en el acto de recibir estos.
hagan sus agentes bajo las reglas establecidas en esta lev.' Para diferir el cumplimiento de ambas obligaciones no se podrá
Art. 6? Toda negociación, transacción ó contrato de cualquiera es alegar uso, ni costumbre en contrario, que en caso de haberla se
pecie que sea que recaiga sobre los efectos públicos y no sea reali- tendrá por derogada, conforme á la disposición general del art. 259
lada íntegramente de contado, se verificará indispensablemente en la del código de comercio.
Bolsa y con intervención de sus agentes, bajo la prna de nulidad de Esta disposición se entiende sin perjuicio de loque determina par
la obligación para todos los contrayentes: ademas satisfarán las per ticularmente el articulo sobre las inscripciones de la deuda del
sonas que la hayan hecho individualmente y el agente que hubiese Estado.
intervenido en ella la multa del equivalente á la décima parle del * Art. 21. En caso de retarda por parte del vendedor ó por la del
importe total de la enagenacion. Comprador en la ejecución de la negociación que hubiesen hecho de
Art. 7? Los efectos públicos vendidos en la Bolsa, ~a sean emi los efectos públicos, ó de los agentes en sus respectivos casos, la parte
tidos al portador , ó ya á favor de persona determinada, no están su en cuyo perjuicio ceda la dilación tendrá el derecho de optar en la
jetos á reivindicación , y su enagenacion será válida y subsistente Bolsa inmediata entre el medio de rescindir aquella ó de dejarla sin
consumado que sea el contrato , aun cuando el' vendeder los poseyera efecto, denunciando su rescisión i la junta sindical y al agente inte
de mala fé, salva la acción del legitimo propietario contra el mismo resado, ó bien de que con intervención de uno de sus individuos se
vendedor ú otras personas que tengan responsabilidad legal en los ac consume el contrato, comprándose ó vendiéndose los efectos públicos
tos con que baya sido desposeído de los efectos ó defraudada su pro sobre que haya recaido la demora de cuenta y riesgo de quien la
piedad. cause, sin perjuicio de la repetición que le competa contra quien ha
Art. 8? No será permitida en lugar público ni secreto otra re ya lugar.
unión para ocuparse en negociaciones de tráfico que la de la Bolsa. Art. 22. En cuanto á las negociaciones de otro género de valores
Los que las tuvieren en contravención de esta ley pagarán la mul que no sean efectos públicos, la parte contratante que rehuse su cum
ta de 500 á 4,000 rs. vn.; y si fuesen corredores ó agentes de la Bol plimiento ó lo demorare será competida por medio de las acciones
sa sufrirán, ademas de la pena pecuniaria, dos añes de suspensión de competentes que podrán ejercerse contra ella conforme á las disposi
oficio por la primera vez, y por la segunda quedaráu privados de ciones del código de comercio.
ejercerlo» Art. 25. Las negociaciones i plazo podrán ajustarse en firme, á
Art. 9? Cuando la reunión ilícita se tenga dentro de algún edifi voluntad, y á prima , entendiéndose espirar el término de estas , ó
cio, el dueño de este que lo haya permitido pagará la multa doble del sean las conocida* á prima , á la primer campanada para cerrarse la
máximo que se prefija en el artículo precedente, sin perjuicio de las Bolsa del dia de su vencimiento, después de cuya hora no tendrá
demás penas que baya lugar á imponerle conforme á las disposicio derecho el comprador á rescindir el contrato, y si aquel fuese festi
nes de la legislación criminal contra los que permiten en sus casas vo, en Jos mismos términos y á igual hora del dia anterior hábil.
reuniones ilegitimas. Art. 24. El vencimiento en las negociaciones de efectos públicos
Art. 10. Las disposiciones de los dos artículos precedentes no obs se verificará precisamente al fin del mes corriente ó al del entrante,
tan para qoe los comerciantes celebren privadamente en sus casas, siendo nula toda otra que se efectúe á diferentes fechas que las dos
escritorios y almacenes, ya sea por sí mismos, ó bien con interven mencionadas, y esta disposición es también aplicable á las primas.
ción de agentes, los contratos y negociaciones que les convengan, La última Bolsa del mes se considerará para los efectos de esta
gsardándose la restricción que con respecto á los efectos públicos es ley como dia de vencimiento.
tablece el art. 4? Los días primero y segundo útiles de cada mes se tendrán por
Art. 11. No podrán concurrir á las reuniones de la Bolsa: designados para la liquidación general de los agentes entre si y con
1? Los que estén sufriendo alguna pena infámente. sus respectivos comitentes. Eu estos dias no se les podrá exigir el
V. Los que por sentencia judicial ejecutoriada se hallen privados cumplimiento de las operaciones del mes anterior basta la primera
ó suspensos en el ejercicio de los derechos civiles. Bolsa antes de empezar.
3? Los quebrados que no hayan obtenido rehabilitación. Art. 25. Todas las operaciones de efectes públicos se contratarán
4t Los agentes de Bolsa ó corredores que se hallan privados ó sus por el ministerio de los agentes bajo la pena de nulidad y de perder
pensos del ejercicio de sus oficios. su destino el agente que intervenga alguna en otra forma.
5? Los que sean notoriamente conocidos por intrusos en los oficios Art. 26. Los contratantes de una negociación á plazo podrán es
de corredores ó agentes. tipular que el comprador tenga la facultad de exigir la entrega de
Art; 12. En caso de reclamación de un individuo que hubiese los efectos negociados á su voluntad aun cuando no haya vencido el
sido excluido de la Bolsa, conocerá sumariamente de ella el gefe po plazo que se prefije. Si asi se verificase, se comprenderá en la póliza
lítico como protector nato del establecimiento, oyendo instructiva esta condición , añadiéndose á continuación de la época en que se de
mente á la junta sindical, y sus decisiones causarán ejecutoria sin termina la ejecución del contrato la cláusula de "ó á voluntad del
ulterior recurso. comprador," y en su defecto no podrá exigir la entrega antes del
Art. 13. Los intermediarios en las operaciones de la Bolsa serán vencimiento. . .
los agentes de la misma en las negociaciones que les son peculiares, Tampoco podrán pedirse los efectos contratados á volundad en los
conforme á la disposición del art. 46. dias primero y segundo útiles del mes designados para la liquidación
general.
TITULO II. Art. 27. Será suficiente para la validación y eficacia de las ne
gociaciones de efectos ó valores á plazo que se hayan celebrado de
Art. 14. La Bolsa estará bajo Ja autorida'd del gefe político de la buena fé, y con intención manifiesta de cumplirlo, lo cual se presu
provincia , que como «¿fe y protector inmediato de ella , cuidará de mirá de derecho siempre que las partes contratantes se hallasen al
su régimen y dirección con sujeción á esta ley y á los reglamentos tiempo de concertar la operación en aptitud legal.
y órdenes que pgir n Ministerio de Comercio se expidan concernien Art. 28. Consiguiente á la disposición del articulo precedente, no
tes al mismo establecimiento. se invalidará una negociación á plazo aun cuando resulte que el ven
Art. 15. Para la conservación del buen órden y gobierno de la dedor de los valores no los tuviese á su disposición en el acto de cele
policía interior de la Bolsa en las horas de las reuniones comeroiales brar la negociación.
babrá un inspector de Bolsa, que será de nombramiento Real, y esta Art. 29. No serán obligatorias las negociaciones á plazo sin que
rá bajo las órdenes inmediatas del gefe político. conste su celebración por una póliza firmada que se librarán mutua
Art. 18. £n la Bolsa no podrá introducirse ninguna autoridad ci mente los agentes de cambios contratantes en que se expresarán:
vil ni militar á ejercer sus atribuciones sino por llamamiento y re 1? Los nombres respectivos de los agentes.
clamación del inspector de ella, y para el objeto determinado de con 2? La designación de los efectos vendidos por su calidad ; su va
tener algún desórden grave, y apoderarse de las personas de sus au lor nominal , y la época en que sea efectivo su pago ó el de los inte
tores cuando la autoridad y disposiciones del inspector no hayan reses que reditúa.
sido suficientes al efecto. 3? La época en que deberá hacerse la entrega por el vendedor.
Art.*i7. Las reuniones de la Bolsa se tendrán todos los dias,á ex 4? El precio que deba satisfacer al tomador.
cepción de las fiestas religiosas de precepto, j de las civiles en que 5? La fecha de la obligación.
no se trabaje. Art. 50. Cada uno de los agentes de cambios que intervengan en
Art. 18. Las operaciones de la Bolsa en materia de contratos so una negociación ó plazo se asegurará con una póliza de su respectivo
bre mercaderías, seguros y trasportes se arreglarán sin alteración comitente en que esté conforme la negociación que de su cuenta hu
alguna á las disposiciones generales prescritas sobre estos contratos biere hecho, haciendo mención detallada:
en el código de comercio. 1? Del nombre del agente que hubiere celebrado la compra ó
Art. 19. Las negociaciones que se hagan en la Bolsa de toda venta.
clase de efectos ó valores, asi como de los metales precioso] , podrán 2? " De haberse hecho esta por órden y de cuenta del individuo
contratarse al contado ó á plazo. que firme la póliza.
Art. 20. Las negociaciones al contado hechas en la Bolsa se de 3? De la designación de los efectos comprados ó rendidos.
 3
4? De los plazos fijados para su entrega 6 recibo.
5? Del precio de la negociación.
6? De la fecha del contrato.
Art. 31. Las pólizas que ni ú lilamente deben librarse los agentes
de cambios de las negociaciones á plazo, y las que estos deben reci
bir de sus comitentes, son los únicos títulos para ejercitar las accio
nes que compelan respectivamente á tos unos y i los otros para la
ejecución de aquellos contratos, como para reclamar sus resultas de
las personas por cuya cuenta se hubiesen celebrado.
A falla de ellas no se dará curso á reclamación que se funde en
negociación hecha á plazo.
Art. 32. Vencido el plazo estipulado para la ejecución de una ne
gociación, se verificará esta bajo las mismas reglas establecidas sobre
las negociaciones al contado.
Art. 33. Las negociaciones de inscripciones de la deuda del Es
tado no pueden celebrarse sin la intervención de un agente de Bolsa
que autorice el traspaso que habrá de extenderse y firmarse por el
vendedor en el Gran libro ó registro de las mismas inscripciones,
certificando la identidad de la persona de aquel , y la autenticidad
de su firma.
Art. 31. Siendo á plazo la negociación de las inscripciones , cor
responderá al agente vendedor intervenir en el acto del traspaso.
Árt. 36» Cuando el mismo cedente de la inscripción no firme por
sí el traspaso, lo habrá de hacer un apoderado que constituya espe
cialmente con esta facultad. La calidad de portador de las inscrip
ciones, extendida en favor de distinta persona , no será titulo sufi
ciente para traspasarla.
Art. 36. El vendedor de una inscripción estará obligado á for
malizar el traspaso á favor del comprador, y entregar á este el titulo
de ella dentro de los cinco dias siguientes á la negociación , y este no
podrá diferir la entrega del precio desde que se ponga á su disposi
ción el titulo de la inscripción comprada, aun cuando no hayan
trascurrido los" cinco dias.
En caso de que el vendedor no entregue la inscripción en los cinco
dias prefijados , ó el comprador no la pague cuando se le presente
siendo dentro de aquel término , la parte morosa quedará sujeta á la
disposición del art. 21.
Art. 37. Los traspasos de inscripciones de la deuda del Estado
que se hagan á titulo de permuta ó donación se formalizarán tam
bién con intervención de un agente de la Bolsa, certificando este del
mismo modo que en los traspasos que procedan de venta la iden
tidad de la persona dt) rédente y la autenticidad de su firma.
Art. 38. Si el traspaso de una inscripción procediese de herencia,
legado ó adjudicación hecha por escritura pública ó sentencia judi
cial, sustituyéndose en estos casos en el acta del traspaso á la firma
del cedente la inserción del titulo auténtico por el cual se hubiese
adquirido la inscripción, el agente se asegurará con un testimonio
del citado documento, y certificará de la identidad de la persona que
verificase el traspaso.
Art. 59. Las disposiciones de los seis artículos precedentes son
también aplicables i los traspasos de las acciones del Banco español
de San Fernando 6 de cualquiera otro establecimiento que por Acal
autorización pudiese emitir efectos que tengan la calificación legal de
públicos.
Art. 40. Las acciones con que se represente el capital de las com
pañías de comercio en comandita ó de las anónimas , de que se expi
dan á los interesados títulos nominales con arreglo á las disposicio
nes de los artículos 275 y 281 del código de comercio, no serán consi
deradas para el modo y efectos de su negociación sino como los valo
res comunes del comercio, bien se hallen representadas por cédulas
de crédito endosables, ó por acciones inscritas en los registros de la
compañía.
En este segundo caso «erá de cargo de los que tengan la gestión y
dirección délos negocios sociales y del tomador de la acción asegu
rarse del derecho, capacidad legal é identidad de la persona del ce-
dente , asi como de que el traspaso se ejecute conforme i las reglas
adoptadas por la sociedad en sus estatutos.
Art. 41. En las operaciones sobre los efectos ó valores de comer
cio se contrae la mediación de los agentes de cambios, háganse en
Bolsa ó fuera de ella , á proponer los valores cuya negociación se les
encargue por sus tenedores, y ajuslar su enagenacion entre estos y
los tomadores conforme á las instrucciones que reciban respectiva
mente de unos y de otros y con sujeción á las obligaciones que se
prescriben en la sección 2* del titulo 3? de esta ley.
Art. 42. El titulo de las negociaciones de los valores del comer
cio para las partes contratantes será la minuta firmada que el agente
entregue á cada una de ellas en que se expresarán:
1? La designación del efecto ó valor que se hubiere negociado.
, 2? Los nombres del cedente y del tomador.
3? Si la negociación se hubiese hecho al par, con beneficio ó con
descuento, y cuál sea el uno y el otró.
Art. 43- Cuando los interesados entre quienes se haya contratado
la negociación se libren mutuamente firmadas por ellos las mi
nutas del agente de cambios, harán estas plena prueba del contrato*
Art. 44. También pueden hacerse en ln Bolsa las negociaciones
de los efectos ó valores comunes del comercio por el ministerio de los
agente* de cambios, reservándose loa nombres de las partes intere
sadas. En este caso no se entenderá consumado el contrato basta que
el tomador, con conocimiento de la persona del cedente, acepte sus
valores. El nombre del tomador podrá conservarse oculto , quedando
á cargo del agente de cambios que haya operado en su nombre ha
cer de contado la entrega al vendedor al precio de la negociación.
TITULO III.
Di LOS AGENTES DE CAMBIOS.
Sección primera.
De sus atribuciones , nombramientos y Jianzas.
Art. 45. Los agentes de cambios de esta corte serán treinta. Las
plazas excedentes que existen en la actualidad se irán suprimiendo
según vacaren.
Art. 46. Corresponde á los agentes de cambios exclusivamente in
tervenir en las negociaciones siguisuiles:
1?. De toda especie de efectos públicos comprendidos en las clasi
ficaciones del art. 3?'
2* De las letras de cambio , libranzas, pagarés ú otro cualquiera
genero de valores comerciales.
3* De todo documento de valor ó de crédito, sea cual sea su ori
gen ó denominación, cuya cotización se halle autorizada en los
anuncios oficiales del curso de los cambios.
Art. 47. Son también atribuciones privadas de los agentes de
cambios:
1? Hacer constar, según el resultado de las negociaciones en que
intervengan, el precio corriente de los efectos públicos y valores de
comercio cuya cotización se anuncia oficialmente al público.
2' Autorizar las cuentas de resaca certificando á su pie el precio
á que estas se hayan negociado.
Art. 48. Por último, es atribución peculiar de los agentes auto»
Tizar les traspasos que se hagan de los efectos públicos inscritos en
los registros del Gobierno, ó de las corporaciones y establecimiento!
autorizados para emitirlos, certificando en ellos la identidad de la
persona del cedente y la autenticidad de su firma.
Art. 49. Se prohibe á los corredores de la plaza ejercer las atrí»
bucioues declaradas exclusivamente á los agentes de Bolsa en los tres
artículos precedentes, bajo las penas prescritas en el código de co-
mercio contra los intrusos en el oficio de corredor, y la privación del
que ejerza el contraventor.
Art. 50. En concurrencia con los corredores de la plaza podrán
intervenir los agentes de cambios en las negociaciones y ventas de
metales preciosos, sea en estado de moneda ó en el de barras y
pastas.
Art. 51. En el nombramiento de los agentes de cambios la califi
cación de su idoneidad y las formalidades que han de cumplir los
agraciados para entrar en el ejercicio de sus funciones, se observarán
las mismas disposiciones que con respecto á los corredores en general
se hallan prescritas en los artículos 71 , 74, 75, 76, 77, 78 y 79 del
código de comercio , debiendo ser ademas vecinos de esta corte con
casa abierta.
Art. 52. Los agentes de Bolsa de la plaza de Madrid afianzarán el
buen desempeño de su oficio con 400,000 rs. vn. en efectivo.
Art. 53. Por cesación de un agente de cambios en el ejercicio de
su oficio se devolverá al mismo ó á sus herederos, si hubiese fallecí»
do, la fianza ó la parte de ella que pueda corresponderle , deducida
la responsabilidad á que legítimamente se halle afecto.
Art. 54. La devolución de la fianza al agente cesante ó sus here
deros no te podrá realizar basta que haciéndose intimar en la Bolsa
por cartel, que permenecerá fijado durante un mes, la cesación del
agente, conste que no se haya hecho' contra la fianza reclamación al»
guna.
SECCION SEGUKDA.
De las obligaciones y responsabilidad de los agentes de cambios.
Art. 55. Las disposiciones de los artículos 82 , 83 , 84 , 85,86
y 87 del código de comercio sobre los corredores en general son co
munes á los agentes de cambios.
En su consecuencia están obligados:
1? A asegurarse de la identidad de las personas entre quienes se
traten los negocios en que intervinieren, y de su capacidad legal para
celebrarlos.
Sí A proponer los negocios con exactitud , precisión y claridad,
absteniéndose de hacer supuestos falsos que puedan inducir en error i
los contratantes.
3? A guardar un secreto riguroso en todo lo que concierne i lat
negociaciones que hicieren , con inclusión de los nombres de las per»
tonas que se las encarguen , á menos que la naturaleza de las opera»
ciones exija que se manifiesten los nombre* de los interesados, ó que
estos consientan en que asi se verifique.
4? A ejecutar las operaciones por si mismos y sentarlas de su
Eropie puño en su manual, ó bien por medio de dependiente ;
ajo la responsabilidad del mismo «gente que deberá rubricarlas.
Art. 68. Están asimismo comprendidos los agentes de cambios
en lis prohibiciones que i* hacen á loa corredores en los srlí
los 99, 100, 101, 103, 101, 106 y 107 del código de comercio en esta Art. 66. Será suficiente para que se tenga por cumplida la dis
forma. posición del articulo precedeule que el comitente que encargue la
lí En ningún caso podrán hacer directa ni indirectamente bajo su compra de efectos públicos haga la provisión de fondos al agente de
mismo uombre, nt en el ageno negociaciones de cuenta propia, tomar cambios en otros valores negociables que tengan curso corriente en la
intereses en ellas, ni contraer sociedad de comercio general ni parti Bolsa, ya sean efectos públicos ó de particulares, óbien en materias
cular. metálicas; pero no en otro género de mercaderías, ni en créditos di
2? Tampoco les será licito encargarse por cuenta de otro de hacer ferentes de los que se comprenden en la cotización de la Bolsa.
cobranzas ni pagos que no sean para la ejecución de las negociacio Art. 67. Cuando la provisión de fondos en vez de becerse en efec
nes en que baya'n intervenido por razón de su oficio. tivo se verifique en valores negociables, se entenderá virtualmente
5! Ni constituirse aseguradores de ninguna especie de riesgos en autorizado el agente de cambios para realizarlos con objeto de cubrir
los trasportes por mar ó por tierra de las mercaderías y efectos de co el precio de los efectos que se le hayan mandado comprar aun cuando
mercio. no se le haya dado expresamente esta facultad, quedando al arbitrio
4! Ni salir fiadores ó garantes bajo cualquiera forma que sea de del comitente mientras no se hayan negociado los valores exigir su
las operaciones mercantiles en que intervengan, ó contraer otro gé devolución y verificar la provisión en efectivo.
nero de responsabilidad en ellas que lasque se les impone expresa Esta misma disposición se aplicará á los casos en que la provisión
mente por la presente ley para caso y ne gnciaciones determinadas. se haga eu metales preciosos. .
6? Ni intervenir en contratos ilícitos y reprobados por derecho, Art. 63. El comitente que haga la provisión de fondos para una
■ea por la calidad de los contrayentes, por la naturaleza de las co negociación en valores negociables, ó eu materias metálicas, no podrá
sas sobre que verse el contrato, ó por la de los pactos coa que se limitar al agente de cambios en el precio á que haya de verificar su
bagan. enagenacion, sino que este se entenderá autorizado á verificarla al
6? Ni proponer letras ú otra especie de valores procedentes de per curso corriente en la Bolsa en el dia en que debiere realizar el pago
sonas de extraño domicilio y desconocidas en la plaza , sin que pre de los efectos para cuya compra se hubiere hecho la provisión de
sente un comerciante que abonen la identidad de la persona. fondos en los expresados valores ó en metales.
7? Ni hacer gestión alguna para negociar valores por cuenta de Art. 69. Solo podrá tener lugar la limitación de precio en los va
individuos que hayan suspendido sus pagos. lores entregados por via de provisión, y el agente de cambios estará
8? Ni adquirir para si y de su cuenta los objetos de cuya nego obligado á conformarse con ella si en la orden para hacer la adqui
ciación estén encargados, á menos que esto se veriüque por convenio sición de los efectos públicos se'contuviere la coudicion de no ejecu
entre el comitente y el mismo agente para pago de I09 desembolsos tarse hasta que se hubieren previamente realizado á un precio deter
hechos en una negociación celebrada por cuenta de aquel. minado los valores .ó metales cuyos productos se destinasen para pa
9? Ni dar certilicacipn que no recaiga sobre hechos que consten gar su precio.
en los asientos de sus registros y con referencia á estos. Art. 70.' La baja que ocurra en los valores ó materias metálicas
Art. 57. Se prohibe á los agentes de cambios que sean cajeros ó entregadas al agente de cambios por via de provisión será de cuen
tenedores de libros, ni mancebos ó dependientes bajo cualquiera otra ta del comitente basta que se dé la nota de la negociación por el
denominación de los banqueros ó comerciantes. agente, ó que este se haga cargo de ellos al precio que entre ambos
£1 que infringiere esta disposición será privado del ejercicio de se convenga en pago del desembolso hecho para la negociación.
m oficio. Art. 71. En caso de no haberse podido hacer la negociación da
Art. 58. El agente de cambios que negociare valores cuyos en los valores ó metales dados en provisión para hacer la compra de los
dosos estén en blanco contra la prohibición prescrita eu el art. 171 efectos públicos, no obstará esta á la acción que compete al agente da
del código de comercio pagará una multa equivalente á la mitad cambios contra su comitente para el reembolso de las anticipaciones
del valor del efecto sobre que recayere la infracción de la ley. y será que hubiese hecho para cumplir su mandato con los intereses, gas
suspenso dé oficio por seis meses. tos y costas que por cualquiera demora se le hubieren originado, i
En caso de reincidencia sufrirá, ademas de la multa, la pena de menos que por una condición expresa del contrato-entre el agente de
privación de oficio. cambios y su comitente se hubiese prefijado algún plazo para hacer
• Art. 59. En las negociaciones que se hacen en el estrado de la Bolsa el expresado reembolso.
no podrá ser sustituido el agente de cambios por sus dependientes Art. 72. No podrán los agentes de cambios excusarse de dar á
aun cuando tengan la calidad de estar aprobados por la junta sindi sus comitentes un recibo de los fondos, efectos ó materias metálicas
cal ni por ningún apoderado: solo podrí operar en su nombre otro que estos les entreguen para las operaciones que pongan á su cargo,
individuo del colegio á quien trasmita las negociaciones que esté en- ni aun á pretexto de que á presencia de los interesados hacen en sus
oargado de ejecutar. ■ registros el asiento de lo que se les entrega.
Art. 60. Los agentes c\e cambios ae abstendrán de intervenir en Art. 73. Los agentes de la Bolsa estarán obligados á formar asien
negociaciones de efectos públicos que estuvieren afectos á mayoraz to de las negociaciones que practicaren en un libro manual que ten
gos , vinculaciones, capellanías ó manos muertas, ó que pertenezcan drán arreglado á lo que se dispone en el art. 91 del código de co
á personas que no tuvieren la libre administración de sus bienes, sin mercio.
que en uno y en otro caso se autorice la enagenacion en la forma Este asiento se debe hacer indefectiblemente en el dia de la cele
prescrita por la ley. bración del ajuste ó convenio de la operación.
Art. 61. En la prohibición del párrafo primero del art. 65 de Art. 71. En las negociaciones que se hagan de la Bolsa entre doa
esta ley no se entiende comprendida la sociedad en comandita que agentes se mostrarán recíprocamente la nota de la operación para su
los agentes de cambios podran contraer sobre su oficio unciendo par conformidad, y en el momento de cerrarse la negociación entre el
ticipe á un comanditario de los beneficios y pérdidas que le sobre agente y su respectivo comitente le entregarán mútuainente una nota
vengan del ejercicio de sus funciones. bajo su firma que haga las veces de póliza.
Esta sociedad se arreglará en un todo por las disposiciones del Si la' negociación recayere sobre efectos públicos se comunicará al
código de comercio sobre las compañías en comandita. público en el acto.
Art. 62. El socio comanditario de un agente de cambios, no so Art. 75. Todos los artículos del mtnual se trasladarán en el
lamente estará inhabilitado para ejercer acto alguno de la adminis mismo dia al registro que tendrá cada agente de cambio», copián
tración del caudal social en conformidad del art. 272 del código, dose integramente por el mismo órden de fechas y números con que
sino que se le prohibe expresamente practicar gestión alguna dé las resulten en el manual, sin enmiendas, abreviaturas, ni interposi
que son propias del agente de cambios, tomar parte en sus operacio ciones, y expresando en todas sus letras las cantidades que se mar
nes, ni sustituirle en sus alribciones con ningún motivo ni pre quen en números.
texto. Art. 76. Los registros de los agentes de cambios estarán sujeto*
Art. 63. Consiguiente á lo dispuesto en los dos articulas prece á todas las formalidades que se determinan en el art. 40 del código
dentes, la responsabilidad del socio comanditario se contraerá á los de comercio. .»
fondos que haya puesto en la comandita, y solo se podrá extender á Art. 77. La traslación de los artículos del manual al registro
los demás fondos de su propiedad particular y i su persona cuando podrá hacerse por persona distinta del agenté de cambios, siendo
practicare por si ó tomare parle en las gestione* peculiares del agente este responsable de la exactitud y conformidad del registro.
por razón de su oficio. Art. 78. Loa registros de los agentes de cambios estarán á dispo
Art. 61. Por la destitución del agente de cambios se disuelve de sición de los tribunales de comercio en los casos que sean necesarias
derecho la compañía en comandita que haya contraído sobre su oficio; el examen ó confrontación de sus asientos para la decisión de alguna
la liquidación no podrá verificarse basta que resulten canceladas to controversia judicial.
das las obligaciones á que el agente sea responsable bajo esta ca La misma facultad tendrán los jueces arbitros que conozcan da
lidad. algún negocio eu que versen dudas sobre operaciones que consten en
Art. 65. En las negociaciones de los efectos públicos al contado los expresados registros.
tendrán obligación los agentes de cambios de entregarse de los efec Art. 79. El tribunal de comercio, asi como la junta de gobierna
tos cuya negociación se les encargue , ó de los fondos necesarios para del colegio de Agentes de Cambios, podran también exigir la pre
hacer la adquisición de los que se les mande comprar. sentación de. los manuales y registros de.estos para examinar y ha
, . Los comitentes no podrán rehusar ni diferir e»ta entrega, y en el cer constar si se llevan arreglados ó sí contienen alguna infracción
caso de hacerlo no se entendcr,án obligados los agentes i ejeoutar la i que dé lugar á exigir la responsabilidad del agente.
negociación que ae les haya encargado, ni tendráu responsabilidad En estos casos el examen se contraerá á las formalidades que la
alguna por la falta de cumplimiento de cita. ley prescribe sobre dichos registros y la redacción de su* artículos.
 Art. 80. Ninguna persona particular tendrá derecho á exigir del
■gente de cambios que la haga exhibición de au manual y registro
para inspeccionar sus artículos.
Los interesados en las operaciones en que haya intervenido el
agente estarán solameute autorizados á que este les dé una copia cer
tificada de los artículos que les conciernan.
Art. 81. Los libros de los agentes de la Bolsa hacen plena prue
ba siendo conformes sus asientos con las pólizas ó con las notas de
la negociación que estos hayan suscrito por separado.
A falta de estos medios auxiliares de prueba la harán también los
mencionados libros para hacer constar las condiciones de un con
trato cuya celebración esté reconocida como cierta por las partes,
salvo la que en contrario á lo que eonste de los mismos libros hagan
los interesados por otro medio legal, cuya fuerza y eficacia compa
rativas graduarán los tribunales por las reglas comuneidel derecho.
Art. 82. Los asientos de los libros de los agentes no aprovecha-
Tan en caso alguno como medio de prueba al mismo agente á quien
comprendan , salvo en los casos y clases de pruebas que marca el ar
tículo anterior.
Art. 83. £1 agente de cambios que á sabiendas altere la verdad
en los asientos de su manual ó registro será castigado como reo de
falsedad en documento auténtico. •
Art 81. Los libros del agente de cambio que cese en su oficio por
cualquiera causa que sea se recogerán por la junta de gobierno del
colegio, depositándolos en la secretaria del tribunal de comercio.
Art. 85. Antes de la Bolsa inmediata á la en que se verifique la
negociación se harán los agentes de cambios entrega de las respecti
vas pólizas, asi como á sus comitentes ; y en el caso de celebrarse la
negociación se harán recíprocamente entrega para su seguridad de
una nota del contrato que llene las veces de aquella: igual precau
ción podrán tomar respecto á sus comitentes.
Estos documentos probarán contra el agente que los haya librado,
& su comitente, que los haya adoptado y firmado, en caso de recla
mación por alguna de las partes.
Art. 86. En toda especie de negociaciones hechas al contado y á
plazo son responsables los agentes de cambios conforme á la disposi
ción del art. 90 del código de comercia de entregar al comprador loa
valores que hayan adquirido de su cuenta, y al vendedor el precio
de las que hubiesen enagenado. En su consecuencia reservarán
siempre los nombres de comprador y vendedor, quedando responsa
bles los agentes entre si de su ejecución y cumplimiento.
Art. 87. En las negociaciones de los valores de comercio endosa-
bles contratados por el tomador con conocimiento de la persona del
cedente se limita la obligación del articulo precedente á la de de
volver el agente de can-hios al comprador el precio recibido para la
negociación, ó al mismo cedente los mismos valores contratados,
siempre que no se hubiese podido consumar aquella por alguna cau
sa independiente de la voluntad del mismo agente y de los medios
de ejecución que estuviesen á su arbitrio.
Art. 88. En todas las negociaciones de todos los valores endosa
bles son responsables los agentes de cambios de la identidad de la
persona del último cedente por cuya cuenta hubieren hecho la nego
ciación y de la identidad de su firma conforme á lo dispuesto en el
art. 83 del código de comercio.
Si resultare ser supuesta la persona que hubiere hecho el endoso, ó
falsa la firma con que se haya suscrito, el agente de cambios estará
obligado á reparar todos los perjuicios que se hayan causado por la
expresada falsedad, tanto al legitimo propietario del valor endosado
como al tomador de este, quedándole á salvo su repetición contra el
autor de las falsedades ó de la persona por cuyo encargo intervino en
la negociación.
Art. 89. En las operaciones al contado sobre efectos públicos que
bagan los agentes de cambios entre si , ó con algún individuo en par
ticular bajo la presunción legal de tener en su poder la provisión,
bien de los mismos efectos, ó bien del precio para su compra, con
forme á la obligación que se les impone en esta ley, no se le admitirá
excepción alguna contra la responsabilidad que tienen al cumplí-
miento de lo contratado. i dente- se harán notorios al público por medio de un cartel que se
Art. 90. En las negociaciones de efectos públicos contratados á
plazo quedan responsables entre si los agentes de cambios á su eje
cución y cumplimiento.
Art. 91. Los agentes de cambio son asimismo responsables ci
vilmente de la legitimidad de los efectos públicos al portador que
negocien en la Bolsa.
Art. 92. La responsabilidad declarada en el artículo precedente i
los agentes de cambios no tiene lugar sino en los efectos públicos que
tengan numeración progresiva, ú otros signos distintos por donde
pueda acreditarse su identidad, y mediante la prueba .que estará
obligado i suministrar el demandante de haber recibido del agente
de cambios los efectos que aparecieron falsificados , y que no pudie
ron sustituirse á los legítimos por el destino que estos tuviesen cuan
do se hubiere verificado la entrega de aquellos por el agente de
cambios.
Art. 93. El agente de Bolsa que haya intervenido en el traspaso
de la inscripción de un efecto público se constituye responsable por
la certificación que le compete dar en dicho traspaso de la validación
de este y sus consecuencias en cuanto á la identidad de la persona del
cedente y la autenticidad de iu firma.
S.—TOMO I.
Por efecto de esta responsabilidad, en el caso de haber interveni
do en un traspaso fraudulento, estará obligado el agente para con el
dueño del efecto vendido á indemnizarle su valor según el que ten
ga el dia de la demanda ó en la Bolsa mas inmediata, anterior 6
posterior, en que se hubiese verificado alguna negociación de inscrip
ciones, y para con el comprador á sacarle á salvo de cualquiera re
clamación que se dirija contra él en razón del contrato.
Art. 91. Cuando del mismo efecto público negociado por el
agente de cambios resultare hallarse afecto á gravámenes ó condiciones
que obsten legalmente á su enagenacion, ó que esta no le fuese per
mitida á la persona de cuya cuenta se hubiese negociado, tendrá el
agente la misma responsabilidad que se prescribe en el art. 93 para
los casos de haber intervenido en un traspaso fraudulento.
Art. 95. En el caso de negociar un agente de cambios cualquiera
efecto público ó de comercio perteneciente á persona que haya sido
declarada en quiebra, será responsable de su importe á la masa del
quebrado y de cualquiera otro perjuicio que á esta se haya ocasiona
do conforme á la disposición del art. 104 del código, y sin perjuicio
de las penas que se prescriben en el mismo.
Pero si el valor ó efecto que se hubiese negociado fuere al porta
dor, no tendrá lugar la responsabilidad del agente de cambios pro
bando que se le encargara la negociación por otra persona que no
fuere el quebrado, y no resultando por otros datos que tuviera co
nocimiento de la procedencia del efecto negociado.
Art. 96. Ademas de los casos de responsabilidad determinados
en los artículos precedentes, están sujetos los agentes de cambios en
todas sus operaciones y negociaciones á la común y general que tiene
todo comisionista ó mandatario para con so comitente, conforme á
las disposiciones de la sección 2!, tít. 3?, lib. 2? del código de co
mercio, en la parte que son aplicables á las negociaciones de cam
bio y giro en que intervienen dichos agentes.
Art. 97. La responsabilidad de los agentes de cambios en los ca-
i diferentes á que están sujetos legalmente á ella pór razón de las
operaciones de su oficio subsiste por dos años contados desde la fecha
de cada negociación.
Pasado este plazo, se entenderá prescrita toda acción de garantía
contra ellos sin admitirse reclamación alguna por ninguna especie
de garantía ni perjuicio.
Art. 98 Las fianzas de los agentes de cambio están especíalmen»
te hipotecadas á las retultas del ejercido de sus atribuciones con pre
ferencia á otra cualquiera obligación de cualquiera especie que
esta sea.
Art. 99. La acción hipotecaria contra las fianzas de los agentes
de cambios por la responsabilidad que hubieren contraído en el ejer
cicio de tus atribuciones subsiste por solo seis meses, que se contarán
desde la fecha del recibo de los efectos públicos ó fondus que hubiese
recibido para las negociaciones de iue haya sido encargado el agente
responsable, ó desde la fecha de la sentencia ejecutoriada que le con
dene a,l pago de alguna cantidad por cualquiera otro caso que haya
dado méritos para hacer efectiva su responsabilidad.
Art. 100. No gozarán del derecho de hipoteca especial las fianzas
de los agentes de cambios , los créditos contra estos que aunque ten
gan origen de las obligaciones contraidas en el ejercicio de su oficio
se hayan convertido por virtud de un nuevo contrato en deudas parti
culares.
Art. 101. Todo agente de cambios estará obligado i cubrir su
responsabilidad en las negociaciones que hayan contratado en el in
tervalo que medie desde la Bolsa en que sea ejecutiva la obligación
contraída hasta la apertura déla inmediata, y de no hacerlo ten
drá el acreedor derecho á que se haga efectiva sobre su fianza por la
jlinta sindical , quedando en el acto suspenso hasta que se verifique
la reposición íntegra de esta.
Si dejare trascurrir dos meses sin hacer este reintegro se declarará
vacante el oficio , dándose cuenta al Gobierno para que proceda á
nuevo nombramiento.
Art. 102. Los nombres de los agentes de cambio que incurran en
la suspensión de oficio á virtud de la disposición del articulo prece
fijará en la Bolsa, conservándose hasta que se rehabilite el agente sus
pensó con el reintegro del desfalco de la fianza.
La junta de gobierno cuidará de que no quebrante la suspen
sión , y el inspector de la Bolsa no le permitirá la entrada durante
aquella.
Art. 103. Cuando no sea suficiente el importe de la -fianza del
agente de cambios para hacer efectivas las cantidades de que sea res
ponsable por razón de su oficio, deberá cubrirlas con el resto de sus
bienes sin dilación alguna , y si no lo hiciere será declarado en
quiebra.
Art. 101. Todo agente de cambios que quiebre queda privado de
oficio, y no podrá ser rehabilitado en él á menos que en los treinta
dias inmediatos á la suspensión de sos pagos no extinga todas las
obligaciones, inclusas las que procedau de deudas inconexas con las
operaciones de su oficio.
Art. 105. La fianza de los agentes de cambios que se declaren en
quiebra se reservará íntegramente para los acreedores á quienes está
expresamente afecta por la hipoteca legal establecida en el art. 98,
dividiéndose su importe entre ellos i prorata de sus créditos, cuando
el importe de estos exceda al de la fianza , y por las porciones que
B
 6
reit.'ii en descubierto usarán de su derecho en la masa común del
quebrado en calidad de acreedores quirografarios.
Art. 103. Ningún agente de cambios podra rehusarse á prestar el
ejercicio de sus atribuciones á cualquiera persoua que para ello le re
quiera con tal que esta le haga la provisión de fondos suficientes
para cubrir íntegramente su responsabilidad.
Eu caso de resistencia infundada por parte del agente de cambios,
será responsable á los daños y perjuicios que por ello se hayan causa
do al comitente, é incurrirá ademas en la multa de duscientos á mil
reales vellón.
Art. 107. Los derechos que han de devengar los agentes de cam
bios en el ejercicio de sus funciones serán: medio al millar sobre la
canlidad nominal de la deuda consolidada de 4 y 5 por 100 de inte
rés anual y sobre cualquiera otra que se creare en lo sucesivo con
mas ó menos intereses, que pagarán comprador y vendedor por mitad
a sus respectivos agentes: un tercio al millar sobre los vales y deu
da negociable del 5 por 100 al papel, y un cuartillo en la deuda sin
interés, pagándolo también por mitad comprador y vendedor: igual
mente se pagirin das reales vellón por cada póliza de las nece
sarias para hacer constar la validez de las operaciones que exigirán
los agentes de sus respectivos comitentes. La junta sindical estará
encargada de expender las reítridas pólizas con la contraseña que
sea necesaria para que no seau falsUicanM, recaudar su importe y con
é\ cubrir el presupuesto de la Bolsa: dos ul millar sobre el total de
las letras y pagaras de comercio, libranzas del Tesoro y demás esta
blecimientos publicas que se negocien, tanto sobre plazas del rei
no como sobie extranjeras, que pagarán asimismo por mitad cedenle
y lo nador, á excepción de lus pagarés y letras á descuento que se ne
gocien sobre la misma plaza, que solo lo verificará el cédanle á razón
de uno al millar: dos al millar por las acciones del Banco y de cual
quiera otro establecimiento público, pagados por mitad entre com
prador y vendedor sobre el liquida importe efectivo que produzcan
los efectos vendidos.
Los agentes no se excederán de manera alguna de estas cuctas,
pena de suspensión de destino por stis meses, y en caso de reinciden
cia por dos años cun sujeción a lá multa que acuerde el tribunal de
comercio, que no excederá de mil á diez mil reales en efectivo, liján
dote ademas en el paraje mas público de la Bolsa un cartel con el
nombre del ájente y expresión del delito cometido.
SECCION TERCE3A.
J)d Colegio de Agentes Je Camilos jr su junta Sindical.
Art. 108. Los agentes d- cambios de Madrid formaran un cole
gio separado del de las corredores de la plaza, que sera regido por
una junta de gobierno, compuesta del sindico y cuatro adjuntos.
Art. 109. Las funciones de los individuos de la junta sindical
será,n por dos años, relevándose cada un año por mitad, incluso el
sindico, Su nombramiento se hará á pluralidad absoluta de votos en
junta general del colegio, y se someter » á la aprobación del gefe po
lítico, procediéndose en ambos actos como se dispone en el art. 111
del código de comercio. En caso de reelección será arbitrario en los
que la obtengan el admitir ó renunciar.
Art. 110. Será de cargo de la junta sindical fijar en cada dia de
Bolsa el curso ó precio correspondiente de los efectos públicos, espe
cies met ilicas y cambios de los valores de comercio con arreglo á las
negociaciones que se hayan "practicado en el dia , redactando el bole
tín de cotización, que regirá como documento oficial y fehaciente para
resolverlas dudas y contestaciones que ocurran judicial y extrajudi-
cialmente en razón de los referidos precios.
Art. 111. La junta sindical examinará á mitad de cada mes los
libros de las cuentas que deben llevar entre si los agentes de las ope
raciones á plazo. Este eximen, de que se formará acta en un libro des-
tiuado al efecto , se verificará á presencia del agente interesado, á
cuyo fin te hallará todo el colegio reunido en la pieza inmediata á la
de la junta sindical. Para el examen de los libros pertenecientes á los
individuos de la junta sindical, se nombrarán mensualuicnte por el
colegio dos agentes , que unidos á los cuatro de la jiijita, practiquen
dicho reconocimiento , bajo presidencia del sindico ó del primer ad
junto cuando los de aquel sean examinados.
Cuando la junta sindical advierta por el número de operaciones
que haya verificado un agente que se ha excedido según el movimien
to de los cambios en prestar garantías que ofrezcan comprometida su
lianza sin haber exigido á los comitentes la provisión de valores nece-
•aria, suspenderá al agente en el ejercicio de las funciones de su desti
no hasta que reponga, con nueva fianza la seguridad de las operacio
nes sucesivas.
Los valores que exija el agente de su comitente se depositarán en
el arca destinada al efecto siempre que á juicio de la junta sus fianzal
no seau suficientes para responder de las diferencias que resulten en
el acto del examen de sus libros.
Si por omisión de la junta mencionada en el cumplimiento da
lo ordenado in este articulo resultase fallido algún agente y hu
biese déficit, ademas del importe de la fianza, quedan responsables
los cinco individuos que la componen por iguales partes á cubrir coa
el producto de las suyas respectivamente aquella cantidad que la
junta debió exigir al agente por diferencias eu sus operaciones sobre
la fianza el dia de revisión de libros mas próximo anterior al en
que haya fallido, dejando á salvo sus derechos ante el tribunal com
petente de recurrir contra los demás bienes que posea el agente in
solvente. Se exceptúa de esta disposición el individuo de la junta
sindical que por enfermedad ú otras causas no se halle ejerciendo lat
fuuciones de adjuuto; pero su parle recaerá pr?cisameute sobre los
demás individuas de la |unta, y si en su lugar hubiese entrado á ejer
cer sus funcioues alguno de los suplentes nombrados, participará este
de la responsabilidad por el tiempo que eM¿ en ejercicio.
Cuaudo uu comitente se niegue á entregar al agente la garantía
convenida para cubrir su responsabilidad tendrá este derecho para
acudir á la junta sindical, la que dispondrá se realice la operación
por cuenta del misino comitente. También podrí optar por la resci
sión del contrato, en cuyo caso nada podrá reclamar de su comitente,
ni este al agente, ni por la operación ni por la parte de garantía qus
hasta aquel acto tenga entregada.
Art. 112. Para la exacta ejecución del art. 110 , neto continuo do
concluirse la Bolsa , reunidos en ¡unta todos los agentes de cambio*
que -hayan estado presentes en la Bolsa , se examinarán los precios de
las negociaciones que se hubiesen celebrado , y la junta sindical fija
rá en su vista el precio de cada uno de los efectos públicos, valorea
de comercio ó especies metálicas que deban comprenderse en la coti
zación.
En los efectos públicos se expresará el movimiento progresivo que
hayan tenido sus precios en alta ó en baja desde el principio hasta el
fin de las negociaciones, tanto de las hechas al contado como de lat
que se hubiesen celebrado á plazo, y haciendo entre estas la debida dis
tinción.
Con respecto á los cambios de los valores de comercio, y el precio
de las especies metálicas, será suficiente que se compreudan en la
cotización el precio mas ínfimo y el mas alto.
Art. 113. El acta de la cotización se extenderá en registro encua
dernado, foliado y con las fojas rubricadas por el gefe poli i ico, fir-'
mandóse eu el acto por los individuos de la junta sindical que hayan
hecho la operación.
Estos no podrán ser menos de tres, y todos serán responsables per
sonalmente de la exactitud y legalidad con que aquella debe pracli-
carse.
Art. 111. El registro de las actas de cotización estará á cargo del
sindico, y á su presencia se extenderán y firmarán estas.
Art. 115. En fin de cada año se entregará el registro de cotiza
ciones ep la gefatura política para que se custodie en su archivo.
Art. 116. Firmada que sea el acta de cotización, se sacarán en se«
guida los boletines, que en el mismo acto se remitirán á las Secreta
rias de Estado y del Despacho de Comercio , y á la de Hacienda, á
las Direcciones generales del Tesoro público y de la Caja de Amor
tización, y á la gi-fatura política, é igualmente se fijará un númerp
suficiente de ejemplares en la puerta y avenidas de la misma Bolsa
para noticia del público.
Los boletines que se destinen para uno y otro objeto deberán sus
cribirse por dos individuos de la junta sindical, sieudo la remisión de
ellos de cargo del inspector.
Art. 117. Las certificaciones que puedan convenir á las personas
particulares de lo que resulte en los registros de cotizaciones s» libra
rán por el inspector si se hubiesen de extraer del registro corriente
en cada año, y por el secretario de la gefatura política cuando fuere
de registro anterior que estuviese archivada en ella.
Art. 118. Con respecto al Gobierno interior, órden y disciplina
del colegio y sus individuos, ejercerá la junta sindical las mismas
atribuciones que se declarap á las juntas de gobierno de los colegios
de corredores en los párrafos 1!, 4?, 5°, 6Í y 7? del art. 115 del có
digo de comercio. Madrid 27 de Julio de 1311. = Andrés García
Camba."
 APENDICE SEGUNDO
DIARIO
DE
LAS SESIONES
Proyecto de ley sobre los Presupuestos de gastos é ingresos para el corriente año
de 1841 , aprobado por el Congreso de los Diputados , y leído en el Senado en la sesión
del dia 27 de Julio de este año.
Al SENADO.= "El Congreso de los Diputados, habiendo examinado
los presupuestos de gastos é ingresos presentados por el Gobierno
de S. M. para el eorriente año ¿o 1811, ha aprobado lo »i-
goienfei
Articulo 1? Se aprueban los presupuestos de gastos en todos los
Ministerios correspondientes á la época desde 15 de Enero de este año
hasta el dia de la publicación de esta ley conforme los ha presenta
do el Gobierno , y con la reforma hecha por el mismo en la nota
que comunicó en 50 de Junio á la comisión de Presupuestos.
Art. 2? Desde el dia de la publicación de esta ley hasta 31 de
Diciembre del presente año se bajarán á prorata las cantidades que
proporcionalmente correspondan, tomando por base las rebajas que
para el segundó' semestre de este mismo año se expresan i conti
nuación y por Ministerios.
CAPITULO I.
CASA REAL.
Pide el Gobierno para todo el año la cantidad de 43.500,000
reales.
Se baja: por la dotación de S. M. la Reina Gobernadora que ha
cesado de serlo, enlodo el año, la cantidad de 12 millones.
Y se le acredita como Reina Viuda, conforme á los contratos
matrimoniales, la de 3.011,764 rs., sin perjuicio de lo que las Córtes
resuelvan sobre el Real Patrimonio. , A su secretario, en id. 2,500.
Para la dotación del Regente del reino se señala la cantidad
anual de dos millones. , Al secretario de la legación de los Estados-Unidos, en id. 5,000.
CAPITULO II.
CUERPOS COLEGISLADORES.
Senado . . . .
Congreso de los Diputados: se pide para todo el año la cantidad
de 581,110 rs., j se le conceden 292,055 para el medio año.
CAPITULO III.
CAJA DE AMORTIZACION.
Pide el Gobierno para todo el año 328.378,980 rs., y baja por los
intereses de la deuda elevado que sea á ley el decreto de la Regen
cia provisional de 21 de Enero último 299.900,136; y se le acredita
S.-TOMO L
AL NUM . 55.
DE CORTES.
únicamente la cantidad de 28.178,811 que importan los intereses ca
pitalizados y que debe figurar liquido en el presupuesto: sin embargo
el Congreso reconoce la obligación en que se halla la nación res
pecto á este punto.
Se baja en el material de la Caja de Amortización por medio
ano 50,000 rs.
Por la supresión de los sueldos y gastos de los comisionados de las
provincias , en id. 217,582.
Por la reunión de las secciones de liquidación de créditos de
guerra á la Dirección de la deuda, con el aumento de 200,000 rs.,
en id. 121,940.
Por igual reunión en la de Marina, aumentando también 200,000
reales, en id. 9,650.
Por la comisión de Reemplazos de Cádiz, eu id. 18,150.
CAPITULO IV.
MINISTERIO DE ESTADO.
Pide el Gobierno para todo el año 11.469,710 rs.
Se baja : al introductor de Embajadores , que debe ser un cesante
de categoría, en el medio año 15,000.
Al encargado de Negocios del Brasil, en id. 10,000.
A su secretario, en id. 2,000.
Al encargado de Negocios de los Paises Bajos, en id. 10,000.
Al secretario de la legación ra Suiza, en id. 2,500.
Al secretario de la legación de Méjico, en id. 5,000.
Al agregado de la misma legación, en id. 1,500.
En los gastos ordinarios de la misma legación de Méjico , en
idem 10,000.
Por la reunión del Consulado de Amsterdam i la legación de
S. M. en aquel pais , en id. 9,000.
Por la supresión del vicecónsul en Londres, en id. 6,000.
Por la supresión de los gastos para las legaciones de Europa que
aun no han reconocido el Gobierno de S. M., en id. 926,000.
Por la supresión del pedido para las nuevas legaciones y consu
lado; en los Estados de América, y que se reducen á 500,000 rs., en
idem la de 479,000.
Al Archivero general del extinguido Consejo Real de España é
Indias, cuyo destino puede desempeñarlo un cesante con el sobre
sueldo de 4,000 en id. 8,000.
 2
CAPITULO V. Espolios.
MINISTERIO DE GRACIA T JUSTICIA. En la colecturía sesenta y cinco , 680.
Pide el Gobierno para todo el año 18.617,851 rs. Otra pía de Jcnisalen.
Se baja: en el personal de la Secretaría, reduciendo los sueldos á
la última plantilla en los seis meses últimos 12,250. En id. 10,865.
En el personal de las audiencias: por la supresión de sueldos de re Se suprimen' las subdelegacibnes de rentas de partido , entendién
latores, escribanos de cámara, tasadores y repartidores, en el concepto dose con cada pueblo los intendentes de provincia.
de que presentando el Gobierno la ley de aranceles de derechos se le
autoriza para ponerlos en ejecución, en id. 361,683. - -•- i — - CAPITULO SETIMO.
Por la baja del material en las audiencias de Barcelona, Grana
da, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza, en id. 30,000 MINISTERIO DE LA GOBERNACION.
Por la supresión del Tribunal especial de las Ordenes, en
idem 436,200. Se pide para todo el año 99.597,798.
En los imprevistos de Ministerio 150,000. . Se baja : en la contabilidad y material en los seis meses últi
mos 139,000.
CAPITULO VI. En la pagaduría, en id 8,000.
Por la supresión de cuarenta y nueve oficiales de contabilidad
MINISTERIO DE HACIENDA. encargados en las gefaturas políticas, en id. 181,000.
Por la de los oficiales auxiliares de contabilidad, en id. 104,500.
Se pide por el Gobierno para todo el año 300.133,462. Por la de los salvaguardias^ en id. 187,677. "\ A
Distribución: en el material de la Secretaria se baja en los seis Por la de los gefes de sección del Ministerio , en id. 100,000.
meses últimos 43,000 En imprevistos se baja, en id 350,000. ■ '•
Por la supresión de la sección de Presupuestos , en id. 31,000. 1 - Carta de España : se baja, en id. 500,000.
En el material de la Dirección general del Tesoro, Contaduría Por la supresión de los sueldos del juzgado de Correos, en
general de Distribución, Archivo y Tesorería, en id. 59,000. idem 41,580.
En el giro de caudales , en id. 750,000. No se suprime el Conservatorio de música y declamación de esta
En la junta de calificación de empleados, por supresión en corte, antes bien el Gobierno le protegerá y procurará quede organi
idem 57,000. zado del mejor modo posible, atendiendo $ la utilidad pública y el
Recaudación : se baja en las Direcciones generales y junta de menor gravamen del Erario.
Aranceles, en los seis últimos meses Se conceden al Gobierno para reparación , continuación y mejora
En la de Aduanas 141,950. de los caminos 4.800,000 , entendiéndose rebajados los otros cuatro
En la de Provinciales 150,000. que pedia para obias nuevas.
En la de Estancadas 106,000.
En la junta de Aranceles 62,500. CAPITULO VIII.
Porterías de las Direcciones 10,830.
Por la cuarta parte del material de todas las secretarías de las MINISTERIO DE LA GUERRA.
intendencias en las de primera clase, en id. 22,000.
En las de segunda , en id. 16,625. , Se pide para todo el año 516.012,881 rs.
En las de tercera , en id. 72,250. Se bajan : en la Secretaria del Despacho dos auxiliares á 8,000,
En el material de este artículo de la administración provincial, en id. 8,000. • « ■
en id. 1.831,645. Un oficial agregado al Tribunal Supremo de Guerra y Marina
En el resguardo terrestre, en id. 6.000,000. suprimido, y sebája, en id; 5,610.
En los gastos reproductivos de las rentas prov iuciales , en En los gastos dé la Dirección de estado mayor, en id. se baja 7,500.
idem 280,367. En la Inspección general de Milicias provinciales se suprimen un
En la fábrica de tabacos de Sevilla por la supresión de dos ofi mayor, cuatro capitanes, tres tenientes y dos subtenientes, y se baja,
ciales en la superintendencia , cuatro en la intervención , y cuatro en id. 27,351.
en el almacén , en id. 23,500. ün los gastos de estado mayor general • r.n,'» n ?rl 11,831.
En la Dirección general de Amortización: por la supresión del se Alabarderos: vacante la plaza de capitán: se baja su to
gundo gefe, primer oficial y cinco mas con los sueldos de 30,000, tal 81,000. "... "
21,000, 16,000 , 8,000 , 6,000 rs. , y los gastos de escribientes y gra En la plana mayor de la Guardia Real exterior ieíebaja la cuar
tificaciones , en id. 116,000 rs. ta parte de su coste, y el Gobierno la presentará reformada del
Contabilidad: por la supresión de un primero y segundo oficial y modo mas conveniente , y se baja, en id. 44,699. '
escribientes: por el pase de la Contaduría de enagenacion de conven Por la supresión de los sueldos y gastos de los juzgados privativo
tos á la anterior, en id. 17,500. , ti de la Guardia Real interior y exterior dé ingenieros y de artillería,
Por la supresión del asesor , en id. 4,000. en id. 12,000.
Por el material, en id. 45,000. En la remonta y montura se baja,'en ¡d< 1.250,000. ■
Eñ los pluses , gratificaciones y deliras se baja, en id. 2.895
Administración de Secuestros. En los generales empleados se baja la cuarta parte,
idem 219,750. ,
Suprimida, y se incorpora á la Dirección general de Amortiza En el personal del ejército se baja 18.861,515.
ción con la asignación de 50,000. , En las milicias provinciales 9.767,558.
Por la supresión de los contadores que deben pasar á las de pro En las subsistencias militares 14.582,912.
vincia , en id. 307,000. En el vestuario y equipo, en id. 4.333,333.
Se autoriza al Gobierno para que pueda conservar doce Contadu En el utensilio, en id. 3.072,641.
rías de Amortización con la dotación respectiva donde á juicio del En los hospitales, en id. 2.640,615.
mismo Gobierno convenga. Prisioneros, en id. 513,529.
En los gastos reproductivos se baja , en id. 500,000. En la administración militar y en el eventual' de por mitad, en
idem 1.736,000.
Loterías. Los capitanes generales solo gozarán del sueldo que les correspon
da según reglamento en activo servicio como oficiales generales.
Se suprime el subdirector con 50,000, un escribano con 6,000,
ua oficial con 20,000 , dos id. 52,000, dos id. 28,000 , dos id. 21,000, CAPITULO IX
dos id. 20,000, cinco id. 40,000, seis id. 56,000. Escribientes 45,000,
dos porteros 8,000 , dos 6,000, y se baja eo id. 147,590. MINISTERIO DE MARINA,
En el material, en id. 250,000. '. ■
Pide el Gobierno para todo el año 56.543,468. ri.
Cruzada. • Se baja: en el art. 1? del presupuesto, que corresponde á la Secre
taría, en los seis meses últimos 15,750.
Se suprimen dos asesores 12,000 ; en el sueldo -del contador 6,000, En el art. 2? , que corresponde á la junta del Almirantazgo, en
el fiscal 10,000 , secretario 10,000, subalternos y agente fiscal 12,000, id. 119,351. ' ' . ,
y en id. se baja, en id. 25,000. En el art. 5?, que corresponde á la intervención y pagaduría en
En la Contaduría se suprimen: un oficial primero 20,000, un la corte, en id. 18,674.
quinto 8,000 , un escribiente cuarto, y se baja en id. 16,000. En el art. 16, que corresponde á los haberes y gastos de los ter
En la Secretaría : gastos de escritorio y estrados del Tribunal , en cios navales, se baja, en id. 64,399. ,
id. 15,000. En el art. 19, que corresponde á los sueldos y gastos de los em
Material, en id. 100,000. pleados del colegio de San Teimo, se baja , en id. 9,400.
 3
En el art. 21, que corresponde á sueldos de cesantes, en En el art. 35, que corresponde al colegio militar en id, 150,000.
Ídem 20,000. Se aumentan 18.000,000 de reales destinados á la construcción de
En el art. 2G, que corresponde á sueldos y asignaciones eventua buqués en los tres astilleros nacionales , y reparación de sus diques,
les de la dotación de buques armados, en id. 100,000. debiéndose invertir precisa y exclusivamente en estos objetos , dan
En el art. 27, que corresponde á raciones de todas clases, en do la preferencia á los materiales y artefactos nacionales.
idem 460,000. Art. 3? Se suprime el importe de los sueldos que percibían los
En el art. 28 , qne corresponde á materiales para obras civiles é ex-Ministros de todos los ramos por cesantías.
hidráulicas, en id. 447,946. Art. 4? Se aprueba el presupuesto de ingresos presentado por el
En el art. 29, que corresponde á carenas y recorridas de buques, en Gobierno, y se le faculta para cobrar las contribuciones existentes.
ídem dos millones. Y el Congreso de los Diputados lo presenta al Senado, acompa
En el art. 31, que corresponde á acopios de materiales de construc ñando el expediente para los efectos prescritos en la Constitución.
ción , en id. un millón. Palacio del Congreso 26 de Julio de 1841.=Pedro Antonio de Acuña.
En el art. 33, que corresponde á imprevistos, en id. 1.500,000. Vicepresidente—José Sánchez de la Fuente, Diputado Secretario.=
En el art 34 , que corresponde á sueldos y gastos del Ministerio Julián de Huelbes, Diputado Secretario.",
de Comercio de la Península, en id. 416,811.
 NUMERO 56. 385

DIARIO

DE

LAS SESIONES DE CORTES.

SESION DEL DIA 28 DE JULIO DE 1641.

Se abrió á la una menos cuarto, y leída el acia de la sesión an D. Ramón Castañeda.

terior por el Sr. Secretario Valero y Arlela, fue aprobada. U. Hipólito de Uoyoa.
Oióie cuenta de que las secciones primera , tercera y cuarta ha
bían calificado de útil y oportuna la proposición presentada por ti i , Cuarta á los stñorts
. .
Sr. Seoane en la sesión de ayer (véase); la segunda de no útil y por- i*
tuna , y que la quinta no babia contestado. D. Narciso López.
El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. Lasaña, D. Juan Muguiro.
fecha de estedia, en que manifiesta que no bailándose restable Marques de Falces.
cido de la indisposición que en el dia anterior le sobrevino en el D. José Cecilio de la Rosa.
Senado no le era posible asistir á la sesión de hoy , si bien confiaba D. Joaquin Francisco Campuzano.
poder hacerlo en el dia siguiente.
El Sr. PRESIDENTE : El Sr. marques de Castelldoirius conti Quinta á los señores , (
núa enfermo , asi como los demás señores de que se dió ayer cuenta:
por consiguiente no se pueden votar boy las leyes." D. Rafael Jiménez Frontín.
k Publicóse que las secciones habian nombrado para la comisión D. José Santos de la Hera.
que con urgencia ha de informar sobre la proposición del señor D. Dionisio Capaz. «
D. Joaquin Francisco Campuzano, presentada y tomada en con J). Mariano Torres Solanot.
sideración en la sesión de ayer (v¿ase) , á los señores siguientes t D. Andrés Martínez Orinaga.
tí Al Sr. D. Manuel Godorniu. Se leyó y mandó imprimir en el Diarlo de lat Sesiones el si
•2í Al Sr. D. Carlos Espinosa. guiente dictámen de la comisión de Peticiones »
3* Al Sr. D. Joaquin Frías. . . "El gefe político de la provincia de Cáceres con fecha 17 del cor
4Í Al Sr. D. Joaquin Francisco Campuzano. riente, y en cumplimiento de lo mandado en el art. 40 de la ley de
5* Al Sr. D. Antonio Seoane. Reemplazos de 2 de Noviembre de 1837, remite al Senado un ejem
plar del suplemento al Boletín oficial que contiene el estado del nú
Asimismo se dió cuenta de que la segunda sección había nombra mero de almas" de cada pueblo de la citada provincia.
do al Sr. D. Francisco Linage para reemplazar al Sr. D. José Ma La comisión de Peticiones, atendiendo á que el Senado en su easo
na Chacón en la comisión sobre el proyecto de ley para la cesión de había de ocuparse del proyecto de ley para la quinta de 50,000 hom
las islas de Fernando Pó y Annobon á la Gran Bretaña. bres, y que entonces convendrá tener á la vista el estado que se
Y que las mismas secciones han nombrado para la comisión de acompaña , opina que el Seuado puede servirse acordar se tenga pre
Presupuestos sente para el uso oportuno. El mismo sin embargo resolverá lo mas
. . Primera á los señores acertado. Palacio del Senado 28 de Julio de 1841.=D. Capar.=Valero
y Arteta.=Torres y Solanot."
D. Ramón María Calatrava. El Sr. SEOANE: Pido la palabra.
D. Andrés Rubiano. El Sr. PRESIDENTE : ¿Sobre qué?
D. José Primo de Rivera. El Sr. SEOANE: Sobre la proposición que presente ayer.
D. Mariano Valero y Arteta. El Sr. PRESIDENTE : La tiene V. S.
D. Tomas Fernandez Vallejo. El Sr. SEOANE i En vista del dictámen que se leerá al Senado
emitido por la comisión de que he sido miembro, retiro la proposi
Segunda á los señores . ,. - ción que presenté ayer sobre la ausencia de los Sres. Senadores.
El Sr. PRESIDENTE: Queda tfcirada.
,. Duque de Zaragoza. , Leyóse y acordó imprimir el dictámen siguiente dé la comisión de
D. José María Alvares Pestaña. Peticiones:
D. Juan Lasaña. "La diputación provincial de Jaén con fecha 16 del actual su
D. José Campa y Aviñó. plica á las Córles se dignen acoger las observaciones que manifiesta
* D. José Mana l'erez. ¡ al examinar el proyecto de ley presentado á las mismas en 26 de Junio
último por el Gobierno relativo á la quinta de 50,000 hombres, y acor,
Tercera á los señores dar que el reemplazo que se decrete se practique únicamente por el
alistamiento y sorteo ejecutados en este ano: que se conceda la facul
D. Joaquin María Ferrer. . t, tad de redimir el servicio personál por el pecuniario por una canti
D. Alvaro Gomes Becerra. ... dad prudente, y determinar el modo de hacer los pueblos efectivo ra
D. Joaquin Frías. . contingente careciendo de personal hábiles de las edades llamada*;
&-TOMO l 111
 "La comisión da Peticionejj^coDsjderando que en su tiempo el Se
nado deberá ocuparte del proyecte de ley i que se refiere esta expo
sición, entiende que el Senado puede servirse acordar se tenga pre
sente para el uso oportuno. £1 mismo sin embargo se servirá resol
ver lo que estime mas acertado. Palacio del mismo 28 de Julio de
1841.=Dionisio Capaz.::Valero y Arteta.=Torres y Solanot." "*
Se leyó el dictamen que sigue:
"La comisión encargada por el Senado de proponerle con urgea-
cia los medios que se puedan adoptar según las circunstancias actua
les para que concurran el número de Sres. Senadores que exige la
votación de las leyes , ba examinado las listas clasificadas de los pre
sentes y ausentes , y ha reconocido con pesar que de los 81 que se
gún acuerdo del Senado debiera cuando menos haber hábiles al efec
to, eon dificultad puede contarse con el número de 73 en razón i
que cuatro se encuentran gravemente enfermos en la actualidad , y
ocho aparece haberse ausentado sin licencia. Híllanse ademas 19
usando de ella, y fallan 28 de los admitidos en la anterior legisla
tura y en la presente, y de los nombrados en ambas que hasta ahora
no se han presentado. En esta apremiante circunstancia la
opina [que él Senado puede servirse adoptar
guíenles : ■ ■ •-"
1? Que los Sres. Senadores nombrados, tanto en la anterior legis-
latura como en esta, que no se han presentado á desempeñar su cargo,
lo verifiquen inmediatamente haciéndoseles entender que ba llegado
el caso de ser una grave obligación de honor en ellos el verificarlo.
2Í Que á los Sres. Senadores que se han ausentado sin lacin ia
te les llame haciéndoles la misma notificación.
5! Que se excite el celo de los Sres. Senadores que se bav atusen-
tado con licencias, á fin de que regresen á la mayor brevedad los que
no las hayan cumplido reconviniendo á los que se hallen en este
caso.
1? Que no te den en adelante licencias sin que queden presentes
100 Senadores.
5Í Que se consideren exentos de estas reglas los Sres. Senadores
que por enfermedad aguda ó peligrosa' puedan necesitar ausentarse,
y los que teniendo á su cargo destinos de importancia puedan á jui
cio del Gobierno ser necesarios en ellos. "> ■
6i Que sin perjuicio de estas disposiciones siga 'los trámites de
proposición de ley la presentada por el Sr. Lasaña. Palacio del Sena
do 28 de Julio de 1811.= Antonio Seonne, presidente. rzCirlos Espi-.
nosa.=M.muel Codorni u.=Juaquin Francisco Campuzano.= Joaquín
de Frias."
Abierta discusión sobre la tota de este dictamen , dijo
El Sr. marques de FALCES: Ninguna extrañeza me han causado
las proposiciones que te presentaron ayer, ni lasque anteriormente
estaban sometidas á la deliberación del Senado, pues en todas las
corporaciones á que he asistido, no solo políticas, sino literarias,
económicas ó de cualquiera- especie , es muy frecuente el ver á aque
llos individuos que por menos ocupaciones ó por mayor celo son mas
asistentes mirar con disgusto y aun con impaciencia el que otros no
concurran ; y asi be visto siempre hacer esta clase de proposiciones en
que los que concurren á ias sesiones te. lamentan de la ausencia de sus
compañeros y quieren compelerlos por medios mas ó menos violentos,
siendo de notar que esta especie de fervor se advierte mas en los que,
mas modernos en las corporaciones de que son individuos, aciso no
han reflexionado en la versatilidad innata á la condición humana , y
que es preciso contemplar á los hombres en las diversas circunstan
cias en que se hallan para que vuelvan al celo que otras veces mani
festaron., -jh I '. r.s i he ta.
Es lo que digo es hijo de las consideraciones generales , porque
n.i puedo pensar que en los .proposiciones que se están discutiendo te
haya tenido ni la mas remota idea de oprimir ó censurar la con
ducía 'le la minoría en estas circunstancias, porque ai tal hubiera
sido la mente de los autores de las proposiciones , serta muy fácil el
probar con U conducta que la actual minoría ha observado su deseo
ile no oponer qbstáculo quje no sea legal á la formación, de las leyes:
recordaría tu comportamiento desde los primeros días de su reunión
en el Senado , en que se prestó cuando era mayoría á aprobar á to
dos los que sabia eran de otras opiniones.: no opuso ni aun el obstá
culo de su falta de asistencia en circunstancias' importantes en que
pudiera haber habido imposibilidad de reunirse el Senado; y por
último demostraría que ha sido siempre franca y leal, sin-que haya
nunca recurrido á medios que no merezcan estas calificaciones.
Asi, pues, dejando i un lado estas consideraciones, 'rae parece
que ta cuestión debe mirarse baja otro aspecto. Mucha parte de las
impugnaciones que merecía el proyecto de ley presentado por. el se
ñor Lasaña queda desvanecida, tflrque aquel tenia los caracteres de
ley, y se reducía á hablar solamente de los Senadores cuando hubie
ra sido conveniente que te hiciese mención de los individuos del
otro Cuerpo colegíslador, sujetos como nosotros ¿ los mismos defec
tos, puesto que no hallándose, ni derivándose en mi juicio de la
Constitución tales medidas, era preciso para acordarlas toda la so
lemnidad, forma y caracteres de ley, y de ley gravísima por ser
penal.
Por la rápida lectura del dictamen no he podido formar juicio de
todas las disposiciones que presenta la comisión; pero por lo poco que
he podido entender, debemos ser sumamente cautos y sobrios en ad
mitir U> disposiciones que en él se expresan : la
lia. Si.se siguen los trámites del anunciado proyecto de ley, yo entra
ré á exponer las razones que hay para no admitirlo , la inconvenien
cia , y hasta la injusticia de añadir nada al articulo de la ley funda
mental, que declaró el cargo de Senador gratuito y voluntario. Aho
ra solo llamo la atención del Senado sobre la ineficacia de las provi
dencias que se quieren tomar sobre los Sres. Senadores cuyo honor,
cuya delicadeza no los traiga á votar i cuyos negocios, cuyas enfer
medades, de que vemos por desgracia tantas pruebas, les impidan
asistir, serán inútiles todas las medidas que tomemos , pues no creo
pueda tomarse ninguna contra los que se hallan imposibilitados le
gítimamente, porque, ó habremos de recurrir al reconocimiento ó
á otros medios que injurien el decoro de los Sres. Senadores , ó será
menester fiarse en su palabra ; y ayer he visto con gusto levantarse á
muchos señores para oponerse á que se leyese la certificación de un
facultativo , creyendo con razón que valia mat su palabra que la cer
tificación del médico.
Creo que esto servirá de regla para que siempre que cualquiera
bajo su palabra diga que no puede asistir no busquemos medios
cor i vos ni entremos n averiguaciones ofensivas. ;Pero vinieado
de las excep si se aplica la pena de destitución, que es
grave este Cuerpo puede proponer, por mucho que fuess
el numero de i individuos, ¿no seria fácil el no asistir ó faltar los
I siete dia» y venir el señalado, el octavo, haciendo asi ilusoria la re
solución que pudiese adoptarse? ¿Recurriríamos al otro medio qoe
con cierto aire de broma indicó uno de los Sres. Senadores de poner
uu iftui Y horas que marcase los señores ausentes? ¿Habría-
mus da lista al empezar la sesión perdiendo el tiempo, ase-
mejifid un regimiento, ó á una escuela? Señores , todos per-
terrecen rentes corporaciones, todos tenemos diferentes repre
sentaciones en la sociedad, y todoj sabemos que es necesario que en
los cuerpos militares, en los regimientos se mida la asistencia hasta
por minutos, que se castiga la inexaetitud como una grave falta;
pero en corporaciones como estas es necesaria muflía templanza. En
Jos mismos tribunales de justicia', donde se necesita la indispensable
asistencia de tres ó cuatro individuos en cada sala, no se apura á na
die porque boy deje de asistir uno ú otro magistrado. ¡Y cómo, seño
res , había de suceder ahora otra cosa cuando la naturaleza misma se
opone á que adoptemos- medios rigorosos ! ¿No hemos visto por des
gracia cuántas y cuántas enfermedades se presentan á privarnos de
la asistencia y aun de la vida de muchos de nuestros compañeros ?
Es menester no olvidar tampoco que la circunstancia particular
que constituye el Senado, lo que forma tu esencia , sin sujeción á
interpretaciones y errores, es la edad: las demás, el sueldo, la renta,
están sujetas á errores y mudanzas. En la edad , repito, es donde no
lot hay; y siendo la de los Sres. Senadores por término medio de 60
años, están sujetos á todas las enfermedades inherentes i esa edad.
Ademas, ¿no pertenecen al Senado individuos que tienen cargos de
la mayor importancia, que les obligan i estar ausentes largas tempora
das? ¿T habremos de adoptar en estos casos las medidas que se pro
ponen ? ¿ Es decoroso al Senado adoptar esas disposiciones cuando es
claro que no producirán ningún resultado?
Me parece por otra parte que la comisión no ha hecho mas qne
repetir lo mismo que ya se ha realizado otras veces; como por ejem
plo, excitar á la meta á fin de que invite á los individuos que no
concurran á que lo verifiquen. A esto no me opongo ; lo que me pa
rece que no puede admitirse sin que el Senado falte á sus mismos
acuerdos, es anular las licencias que ya tiene concedidas, y pre
veo que como la mayor parte de los individuos que las han obtenido
estarán tomando baños, ó en otras ocupaciones que no les permitir in
venir al Senado, no se avendrán con la comunicación que se les re
mita.
Me opongo sobre todo, señores , á la última parte que se ha leido
en que se dice siga sus trámites la proposición del Sr. Lasaña , que
no se preguntó si se tomaba en consideración hasta oír á S. S. : ese es
íl único curso que le corresponde; la mesa la someterá á la delibera
ción del Senado , y entonces se verá si se toma ó no en consideración.
Esa última disposición es una redundancia que de nada puede servir
como no sea para ligar en cierto modo la voluntad del Senado, y asi
creo que desaparecerá de todo punto.
Respecto á los que tienen licencia' no debe adoptarse de ningún
modo la medida que se propone, porque basta que aquellos Senadores
que tengan mayores relaciones de amistad Con los ausentes les escri-'
han confidencialmente, y les hagan ver la necesidad que hay de la
asistencia de algunos individuos para reunir el número requerido por
el reglamento para volar las leyes; y esta medida será mas eficaz
porque podrá mover unos resortes en que no puede influir una mera
carta de oficio. Me ha parecido conveniente hacer éstas observaciones
creyendo que la discusión , en que todos han manifestado los deseos
que tienen de que baya mayor número de individuos para que no
sufran retraso los asuntos que están sometidos á este Cuerpo, sera un
medio de que se logre este objeto. Basta lo que dijo el Sr. Gomes
Becerra ó el Sr. Heros de que, todos lds medios que hay de coerción
con respecto á los individuos de este Cuerpo están en la publicidad,
pues por las votaciones nominales se ve aquellos que son mas celosos
en la asistencia á las sesiones.
También te ha presentado como un medio sencillo de salir de lot
apurot en que not vemos el que bagan dimisión aquellos que no pue
dan ó no quieran asistir. Este contejo tampoco era muy
 387
porgue está consignado en la Constitución , qne nadie ignora, y no nombrados que no se han presentado á desempeñar sus cargos que
quisiera que se adoptase porque se lograría objeto diainetralmen- es muy posible, á lo menos en mi opinión, que el Senado adopte la
le opuesto del que se propone, porqoe si 20 ó 30 individuos dejasen medida de declarar que se entiende han .< nunciudo su cargo , por
de asistir al Senado por medio de renuncia, entonces si que no se po que la primera necesidad de todos los cuerpos y de todos los seres es
drían rotar las leves porque habría que proceder i nuevas eleccio la conservación, y la conservación está atacada : lo demás es secun
nes, y sería difícil viniesen veinte ó treinta cuando no podemos reu dario. Yo daría coa mucho sentimiento mi voto para qae loa señores
nir uno que es el que nos falta según dijo la mesa para componer el Senadores que han obtenido la confianza de los pueblos perdiesen el
número suficiente para Ja votación de las leye». derecho de presentarse aquí ; pero al mismo tiempo le daría por el
Así, pues, ruego encarecidamente al Senado que por mas que de principio de la conservación.
ploremos amargamente que no concurran mas Senadores no se sirva Un acuerdo del Senado señala el mínimum de 84 Sres. Senado
empero aprobar las disposiciones que se proponen, porque seria des res presentes en Madrid para conceder licencias; pero la experiencia
truir el espíritu de estos Cuerpos, de suyo tan respetables. Dejemos al ba hecho ver que este número no es suficiente : primero , porque en
honor de cada individuo el que cumpla con su obligación, obligación fermedades ó asuntos urgentes obligan á algún Sr. Senador á ausen
que yo creo, señores, todos cumplirán si su salud 6 negooios arduos tarte; y segundo, por una reflexión muy justa que ha hecho el se
DO lo impiden. ñor marques de Pales, de que por un término medio rayamos en los
£1 Sr. PRESIDENTE : La mesa tiene que contestar á una especie 60 años, que es la edad de las enfermedades , y mas en la genera
de censura que la ha dirigido el Sr.- marques de Falces sobre haber ción esta que ha pasado por épocas tan azarosas, pudíendo conside
dado lectura de la certificación que acompañaba el Sr. Romo y Gam rarse como un milagro el que podamos mantenernos en pie.
boa. La mesa dio lectura de ella, pero fue únicamente con el objeto Nada mas ageno , repito, del ánimo de la comisión el involucrar
de que el Senado oyese lo que el facultativo decía respecto i que la ni un átomo el espíritu de partido en lo que ha tenido el- honor de
ríala del Sr. Romo y Gamboa peligraba si no salía de Madrid. Esta proponer al Senado. Lo que ha querido es buscar medios , débiles
es la única ratón que la mesa tuvo para su lectura. hasta ahora, para que llenemos los deberes que voluntariamente he
El Sr. HERO.S: Voy á hacer una rectificación. De ningún modo mos contraído, pues nadie nos ha obligado á venir aqui; y yo no creo
be dicho ayer que se pusiese un apuntador de hora en el Senado: he que un Sr. Senador cumple su obligación manteniéndose dosaños, dos
dicho sí, que al contemplar que una de las corporaciones mas santas, legislaturas en su pueblo, gozando de la consideración pública y de
mas antiguas y respetadas, cuales son los cabildos, ha tenido que apli ciertas inmunidades que trae consigo el título de Senador, pues que en
car ese medio para obligar á sus individuos i la asistencia, no me ex su clase no puede ser preso ni procesado sin acuerdo del Cuerpo, lo
trañaría que el Senado, fundación mas moderna y mas profana, es cual evita las tropelías que pneden cometerse. A mi me parece que la
tuviese en el caso tal Vez de necesitar algún medio ó corrección para delicadeza mas vulgar exige en estos casos el renunciar su puesto para
lograr la asistencia de los Sres. Senadores. que venga otro á cumplir con sus deberes y compartir los trabajos
Esto es precisamente lo único que yo he dicho, porque sin ofen con sus compañeros.
der á unos y i otros la aplicación hubiese sido muy ridicula ; y so Dice el Sr. marques de Falces que la comisión no ba hecho mas
bre todo cuando añadí que en el Senado no podia hacerse esa aplica que repetir lo verificado anteriormente por medio de la mesa. Yo no
ción como en los coros de las catedrales, porque aquí no hay do sé, señores, nuevo como soy en este Cuerpo, si un lance semejante
tación. al de ayer se ha presentado, yo no tengo noticia; creo que no; creo
El St. SEOANE: Con solo suplicar a la mesa que se leyese el dic- que hasta ahora no han dejado de votarse leyes : de consiguiente,
tiinen dado por la comisión sobre la proposición que el Sr. Campu- antes podia excitarse á los Sres. Senadores para aumentar el número
sjano presentó ayer se podría contestar al Sr. marquesde Falces, cuyo quizá con la espectativa de que pudieran faltar; pero aqui ha llegado
discurso se ha dirigido á un dictamen que pudiera presentar una co el caso de que las leyes están suspendidas, los efectos benéficos que
misión nombrada para darle con respecto á la proposición del señor deben producir no tienen ejecución, están detenidos. Esto es muy
Lasaña. Pero, señores, nosotros no podemos prejuigar el dictamen grave, señores: por esto la eomision cree haber propuesto una cosa
que dará* esa comisión, y siendo asi, los argumentos que se hagan con de justicia y un precedente para las resoluciones ulteriores estable
anterioridad á su discusión no son contra lo que ahora se discute, pu- ciendo que aquellos Senadores nombrados, ya en esla , ya en otras le
diendo únicamente servir de prevención para cuando llegue el caso gislaturas que no se hayan presentado á desempeñar su cargo, vengan
de la discusión de la proposición del Sr. Lasaña. Ha dado á entender inmediatamente, estableciendo igualmente que los señores que se ho
S. S. por algunas de sus expresiones que en esta discusión podia mez yan ausentado sin licencia vengan también; pero con referencia á
clarse , aunque remotamente, alguna mira de partido. Tan al con los que la han obtenido, la comisión ha tenido miramiento á Ja le
trario es esto , que en las medidas qucpropone la comisión hay , se galidad con qne se han ido, no porque no esté en las facultades del
gún un estadito que yo he formado, comprendidos mas Senadores de Senado si las circunstancias lo exigen el revocar ésas licencias y de
la mayoría que de la minoría. •' clararlas nulas, porque el principio de conservación del Cuerpo es lo
Dice muy bien S. S. : el honor, el interés público, el deseo de primero, j pudiera llegar el caso en que esas licencias se revocaran;
corresponder á la confianza de sus comitentes deben ser los estímu pero respecto á los que se hallan en ese caso se ha contentado la eo
los mas fuertes, mas poderosos para asistir al Senado, sacrificando mision con decir "que se excite su: celo ," es decir , que son dueños
hasta la salud y la existencia. • ■ de venir ó no sin incurrir en falta;, pero la comisionen el último
Pero, señores, el caso es muy sensible, y muy sensible para mí, articulo ha querido avisar á los Sres. Senadores que no han venido ¿
el que en este Cuerpo se promuevan estas discusiones: el caso es que tomar asiento , y en el concepto de la misma debe correr per una
á pesar de estos estímulos tan poderosos, tenemos leyes importantes, ley el quitarles el derecho á sentarse aqui.
importantísimas, sin las cuales no puede marchar la máquina del Creo haber manifestado que toda impugnación que se }<aga á las
Estado, sujetas i la aprobación de una fórmula indispensable, y este medidas que contiene la proposición del Sr. Lasaña es -anticipada ,
suceso es desairoso al Senado , es desairoso al sistema representativo; y que la comisión por estos medios quiere un objeto necesario, in
y diré mas: por los efectos que este suceso puede producir en la opi- dispensable, eual es que haya número para votar laa leyes, y que
Jiion pública se pone en peligro hasta la misma existencia del Sena se ha abstenido de toda disposición que pudiera tener el carácter de
do, porque no debemos olvidar que esta institución necesaria, indis penal, porque solo padia ser objeto de una ley.
pensable, constitucional , sobre todo indispensable , porque pone un El Sr. Secretario TORRES SOLANQT: No habiendo ningún
freno á las leyes, é impide que estas vayan sin la falta de exámen y Sr. Senador • '
con los errores que circundan á las pasiones reinantes; esta institur El Sr. GOMEZ BECERRA: Pido la palabra para una alusión
cion , digo, ha sido atacada, y atacada en su raíz, y para sostenerla personal, para deshacer equivocaciones, ó en otro sentido que me
ha sido necesaria toda la fuerza y firmeza del Gobierno que antece permita hablar.
dió al actual. Y bien, señores: ¿no damos á los enemigos de una se El Sr. PRESIDENTE» ¿No la pidió V. S. en pro?
gunda Cámara, Cámara revisora, armas incontestables teniendo de El Sr. GOMEZ BECERRA: Si señor; pero viendo que no me
tenidas leyes importantísimas, sin cuya aprobación y sanción, repi alcanza i
to, no puede andar la maquina del Estado? ¿Es acaso por falta de El Sr. PRESIDENTE: Tiene V. S. la palabra.
asistencia? Si, señores: 145, si no me equivoco, son los señores que El Sr. GOMEZ BECERRA: Señores, aunque algunos periódicos
componen el Senado; nuestras leyes fundamentales exigen para vo lo han equivocado , la proposición qne adoptó y reprodujo el señor
tar leyes la mitad mas uno de sus individuos, circunstancia que nos Campuzano no es la que hizo ayer el Sr. Ferrer, sipo la que hice
pone en un caso muy diferente de otras muchas naciones regidas por yo. De consiguiente como autor de esla proposición no puedo dejar
gobierno representativo , en donde ese número es infinitamente me de hacerme cargo de algunas expresiones que se han vertido acerca
nor, en donde 30 pueden volar leyes en un Cuerpo mas numeroso de la intención del que ha abierto el campo para esta discusión. Ya
que este. Consta de las listas que 28 Sres. Senadores han sido nom se ve que en esto hay una alusión personal, y una alusión personal
brados en su mayor parte eá la otra legislatura , y no se han pre que me obliga á ponerme en el lugar que me corresponde y que yo
sentado i prestar el juramento y llenar sus deberé». Habré enfermo», creo que merezco. " ^
habrá personas ocupadas que no puedan desatender sus familias ú El Sr. Senador marqués de Falces atribuyó esta proposición á la
otros cuidados domésticos. Pero , señores* ¡veinte y ocho y no pre impaciencia 6 sentimiento que suelen tener los Senadores que concur
sentarse durante dos legislaturas, cuando esta está próxima á termi ren con respecto á los que no vienen aqui á cumplir sus obligacio
narse ! nes. No,. señores, no ha sidoesta mi intención; no be tomado esto
Tal es la rason que la comisión ha tenido para proponer el en ouenta para nada: lo que he tomado en cuenta es que estábame*
último artículo en que se dice que es de opinión siga sus trámites la llamados aqui á votar leyes que ya están aprobadas por el Senado,
proposición del Sr. Lasaña ; es decir , que sepan los Sres. Senadores leyes que son necesarias para la prosperidad del país, para la mar»
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eha del Gobierno , para todo lo que puede interesar á la nación , J
4 ne nos vemos en el conflicto de que estas leyes no se votan. Esto es
lo que he tenido en consideración; nada uias. Yo no censuro el que
otros vengan ó no; procuro yo cumplir: cada uno obrará según lo*
tenti míen tos de tu conciencia.
Muy poco he de decir sobre otra causa que señaló el Sr. marques
de Falces, cual es la falta de experiencia ó costumbre parlamentaria.
Yo no la tendré: será porque no sea capaz de adquirirla; pero yo soy '
muy viejo en esta carrera, no digo mas sobre esto. Pero no puedo de
jar de hacerme cargo de otra especie que es muy grave, y que á mí
me asienta muy mal. Ha creido el Sr. marques de Falces que en la
proposición podía ir envuelta una censura contra la minoría, y ha
hecho el elogio de los señores que correspondiendo á esta fracción del
Senado nos honran y se honran á si mismos con su presencia. Yo
debo decir aquí públicamente lo que he dicho antes de ahora en to
das partes, en mis conversaciones particulares, y siempre que he te
nido ocasión, esto es, que para mi merecen el mayor elogio estos seño
res queestau sentados en estos bancos y no los han abandonado, por
que antes de lo que podían sugerirles las miras de su opinión ó del
partido á que pertenecen han considerado el bien de la nación, y han
hecho un gran sacrificio tal vez de sus opiniones particulares por
cootinuar siendo individuos de este respetable Cuerpo. Cito en apoyo
de esto á todos los que me hayan oido hablar, que presentes eslan y
me escuchan, que saben mi opinión en esta parte, y opinión colman
do siempre de elogios á estos señores que han permanecido en su
puesto. ¿Cómo, pues, podia yo haber pensado al hacer esta proposi
ción en esta censura? ¿Y cómo podia ser tampoco el objeto la censu
ra, cuando, como ha dicho muy bien el Sr. Seoane, están compren
didos en esta proposición y en las reglas que señala la comisión mas
Senadores del otro partido que de este? No es posible que yo hubiera
sacrificado á mis amigos por tener el placer de desairar algún tanto
á los que no lo sean; y lo digo en cierto sentido, porque en lo demás
para mi merecen mucha estimación y mucho aprecio, y hay algunos
con cuya amistad me honro particularmente.
D.'spues de esta alusión personal, tengo que deshacer una equivo
cación que también puede considerarse como alusión. Ha dicho el
Sr. marques de Falces, y esto no es extraño , porque S. S. tal ves no
se ba detenido á pensar sobre ello, que en los tribunales no se pre
gunta ni se averigua por que dejan de asistir los ministros. No es
cierto esto: no deja de asistir un ministro á un tribunal sin enviar
un recado al presidente en que le avisa que está enfermo ó tiene tal
causa legitima para no asistir. Esta es la práctica constante en todos
los tribunales, en todos; y aun se hace mas, y es que cuando un
magistrado deja de asistir por enfermo, por urbanidad, por delica
dez i ó como se quiera , se suelen dejar dos ó tres dias cuando mea sin
enviar recado , y en estos dos ó tres dias los ministros no van i visi
tarle; pero pasados estos dias, al siguiente, y en todos los demás,
paja un recado el tribunal á saber cómo está , y los compañeros van
á visitarle, á cerciorarse indirectamente, aunque no es el objeto, si
bien se consigue, de si están enfermos. No es , pues, bien traída aqui
la practica de los tribunales, porque no conviene con lo que ha que
rido probar el Sr. marques de Falces.
£1 Sr. marques de FALCES: Dos pequeñas rectificaciones: lejos
de hablar de las intenciones, prescindí de ellas al impugnar la pro
posición , teniendo cuidado de advertir que no podia dirigirse solo
contra un lado de la Cámara, y me tomé la libertad en el supuesto
de que se dirigiera á la minoría , pero no usando mas que de una
figura retórica, sin atribuir intenciones ni al autor de la proposición
ni á la comisión; me tomé , digo, la libertad de manifestar la con
ducta que los que profesamos ciertas opiniones habíamos observado,
que no merecía por cierto tal censura, y ahora me aplaudo de ha
berlo hecho, porque he dado ocasión al cumplido elogio mucho mas
elocuente y mas imparcial que ha hecho el Sr. Gómez Becerra á los
que se sientan en este lado, por lo que doy á S. S. las gracias.
La segunda es que no he dicho que dejaran de asistir los jneces
sin enviar recado : lo que he dicho es que no se exigia prueba de
ninguna espeoie para acreditar su enfermedad , y si luego tenían esa
atención, esa urbanidad de visitar al ministro enfermo, creo que lo
harían como suena, por atención , por urbanidad, y de ninguna ma
nera para averiguar si era ó no cierta la enfermedad. Fuesen el mis
mo caso se hallan los Sres. Senadores enfermos, es decir , no irán los
ciento á visitarlos ; pero irán muchos , sin que siquiera se les pase por
la imaginación el que puedan faltar á la verdad. Asi creo que, ó no
me expliqué, ó el Sr. Gómez Becerra no entendió mi comparación,
mucho mas fuerte respecto á los tribunales, porque siendo corto el
número de los individuos, no se les compele como aqui se intenta
para votar , y eso que no pueden fallarse tampoco los pleitos por la
falta de ministros." ¡¡
No habiendo quien tuviera pedida la palabra en contra , el Sena
do declara haber lugar i deliberar por artículos, siendo aprobados
sin discusión el 1? , 2° y 3!
Leido el i° , dijo
El Sr. marques de FALCES: Me parece excesivo el número de
Sres. Senadores que se pide; véanse las actas del Senado, y se eocon-
'trará que suponiendo que una quinta parte están sujetos al nombra
miento del Gobierno , porque en el tiempo que he estado en la se
cretaria siempre ha habido esa parte del Senado , ya sea por enfer
medades ó cualquiera otra falta. De consiguiente si se deja el núme
ro deciento querrá decir que estará el Senado completo, porque nun
ca ha habido sesiones que hayan pasado de 90 , y me parece seria
- mejor decir qjue no hubiera licencias mientras no hubiera 10 mas
que son suficientes, siendo una prueba de ello el que habiendo cin
co enfermos todavía habría bastantes si no fuera porque se han mar
chado sin licencia los demás. Asi me parece que con 10 mas habría
bastantes. .,
El Sr. SEOANE: Por un acuerdo del Senado está reducido á
ochenta y cuatro el número de Sres. Senadores que deben estar pre
sentes : la ley pide setenta y cuatro ó la mitad mas uno para votar
leyes: la diferencia es de diez, y esta diferencia no ha sido suficien
te en las circunstancias en que nos hallamos para que el Senado ten
ga mayoría para votar las leyes. ¿ Y cuál , señores, es el medio da
evitar que en adelante suceda esto? Aumentarlo , disminuyendo las
licencias.
El número de ciento no me parece excesivo: en esta legislatura
se han reunido noventa y seis votos aqui, y eso que faltaban por to
mar asiento en el Senado porción considerable de señores propuestos
y nombrados por el Gobierno, es decir, que la comisión propone
diez y seis mas; pero estos ciento están sujetos en su existencia á dos
contingencias que vemos aqui con frecuencia, á los enfermos , y , se
ñores , en rano es repetir que en nuestra edad las enfermedades son
muy frecuentes, y á que el Gobierno manifieste la urgencia que tie
ne de que los funcionarios públicos asistan á sus puestos; resultando
de aqui que de los diez y seis que se aumentan es muy posible que
el número de los Senadores presentes no pase de los ochenta á ochen
ta y cuatro, que es el establecido por el Senado; y puesto que la ex
periencia nos ha hecho ver que este número es corto , y que á mas da
eso lo que se propone son las dos terceras partes del Senado , con
diferencia de un quebrado que la comisión no ha querido apreciar
por ser muy pequeño , creo que debe ser aprobado el número da
ciento á fin de salir de una vez de este conflicto."
Sin otra discusión fue aprobado el articulo por -10 votos con
tra 22. ,
También lo fue sin discusión el 5?; y leido el 6? dijo
El Sr. marqués de FALCES: La comisión no ha tenido por opor
tuno contestar á mi desbaratado discurso.
El Sr. SEOANE: Si S. S. me permite se cortará esta discusión:
la comisión retira ese articulo, > •> •
El Sr. PRESIDENTE: Queda retirado. ...
En consecuencia de lo acordado-par el Senado se va á dar cuenta
de una comunicación que hace al mismo el Sr. nomo y Gamboa."
Se leyó la comunicación de dicho señor de que se hizo mérito en
la sesión de ayer (*¿asc) , y el Senado concedió la licencia quese so
licitaba. ', .,„ .
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Lasaña tiene pendiente una pro
posición , y ha avisado que sigue enfermo, y que mañana acaso po
drá venir ; si no, parece que otro se encargará de apoyar la propo
sición. •
Orden del dia : continúa la discusión en su totalidad acerca del
dictamen relativo al proyecto de ley sobre Vinculaciones.
El Sr. CANEJA : Señores, en el discurso que hube de interrum
pir ayer por ser la hora de levantarse la sesión estaba yo analizan
do la ley de 9 de Junio de 1855 en cuanto babia tomado todas les
medidas prudentes para indemnizar los daños y perjuicios, ó sea
restablecer los derechos de justicia que habían adquirido los compra
dores de bienes desvinculados en virtud de la abolición de mayo
razgos hecha por la ley de 11 de Octubre de 1820, y que habían
vendido hasta cierto punto en virtud del decreto de 1° de Octubre d*
1823 y Real cédula de 11 de Mayo de 1821, en cuya virtud babia
quedado abolida la ley de 11 de Octubre de 1820 por una autoridad
que tenia iguales facultades, en una palabra, que ejercia el poder
legislativo lo mismo que lo habian ejercido en la época anterior las
Cortes con el Rey..
Me parece haber demostrado que por la ley de 1855 se habian
restablecido todos los derechos que habian comprado á título ó por
causa onerosa: pa réceme haber demostrado también que la ley en
no reconocer como existentes los derechos adquiridos á títulos lucra
tivos habia sido muy justa; porque estos derechos adquiridos eran
como una especie de gracia ó regalo hecho por la ley del año de 1820
i personal que ninguna esperanza tenían de adquirir semejantes dere
chos, y esto á oosta de los inmediatos sucesores, que tenían, no solo una
esperanza, sino un derecho que les habian dado las leyes anteriores
y conforme á ellas la voluntad de los compradores, y asi estos títulos
lucrativo! pudieron ser muy bien quitados por otra ley, que basta
cierto punto yo reconozco que era mas justa, porque al cabo quí-
tábasetes á unos lo que habian obtenido por una especie de regalo;
pero era para indemnizar á aquellos á quienes otra vez se les habia
quitado.
En la época constitucional de 20 al 23 sobre bienes que antes ha
bían sido vinculados, y en aquella época ae consideraban como libres.
Cuestión promovida: ¿los que se han casado en aquella época y re
cibieron el dote de esos Bienes vinculados deben ser indemnizados,
si ó no? Toda la cuestión esta reducida á si esta adquisición fue por
título oneroso ó lucrativo.
Creo que mis últimas palabras de ayer, de donde debo tomar el
hilo de mi discurso, fueron dirigidas á decir que yo no admitía la
opiniou de que la dote deba considerarse como adquisición á titulo

oneroso: esto lo creo yo hasta inmoral; porque dijo ayer, y repi
to ahora , que el hombre no se casa con la dote, se casa con la mu»,
ger; las muge res se escogen, no se compran; la dote es onerosa para
el que la da; pero muy grata y dulce para aquel que la recibe , y
cuanto mayor sea mejor para él.
Yo concluí mi discurso sobre este punto; y ahora debo añadir
que no solo considero como inmoral esa opinión, sino que la conside
ro también ilegal ; porque ¿qué es lo que sucede...? Y ruego á la co
misión tenga la bondad de atender, porque me parece que las razo
nes que voy i exponer no son tan despreciables.
Digo, señores, que no solo tengo esa opinión de poco moral , sino
que la tengo por ilegal ; y en efecto ¿se ha considerado jamás por las
leyes la adquisición de la dote como una adquisición á titulo onero
so? No: no señor ; yo sostengo que no: me alegraré oir luego las ra
zones en contra , puesto que el Sr. Lindero me ha hecho una indi
cación de que si. Por las leyes la dote que se da á la hija al tiempo
de casarla se considera, y no puede considerarse de otro modo, sino
como la legitima que le pueda corresponder ; en el mismo caso están
todos los que adquieren por una cuestión hereditaria: ¿y se diria por
eso que adquirían por causa onerosa? Ciertamente que no. Tanto es
cierto esto , cuanto que está prohibido por las leyes que las mugeres
sean mejoradas ni beneficiadas en tercio ni en quiuto ni de modo al
guno á titulo oneroso ; tanto es cierto esto, cuanto que está mandado
por nuestras leyes que las mugeres, ó sea sus maridos , tengan obli
gación de traer á colación la dote que hayan recibido. Claro está que
para traerla á colación se entiende que ha de ser al tiempo en que
muera el padre , y esto salvo el recurso que tiene el padre durante
iu TÍda de decir ó aousar de inoficiosa ó excesiva la dote que haya
dado á la hija ; pero no quiero detenerme mas sobre este particular.
Dejemos sentada la base de que las mugeres, ó sea sus maridos, al
tiempo de la muerte desús padres tienen que traer á colación la dote
que hayan recibido: ¿ y para qué? Para que se pueda ver si han re
cibido mas ó menos de lo que corresponde; si han recibido menos, en
la partición se ve la cantidad que resulta, y eso se abona ; y si han
recibido de mas, lo tiene que restituir.
He dicho á la muerte del padre, y me ratifico en ello, y no quie
ro detenerme en esta cuestión legal, porque supongo que la comi
sión estará en esto de acuerdo conmigo; si no lo estuviera, entraría
mos en esta discusión particular , y estoy persuadido de que la ba-
bia de convencer.
Fijemos, pues, esa época ; la muerte del padre. Ahora bien: yo
quiero suponer que porque una dote haya sido dada con bienes vin
culados entonces no se pueda quitar nada de estos bienes al mari
do que adquirió, porque adquirió á titulo oneroso; y yo pregunto:
un padre dota una hija , por ejemplo, en 20,(100 duros, ó porque
cree que eso valdrá" su legitima , ó porque tiene interés en aparen
tarlo, da esos 20,000 duros en metálico ó en bienes; mas llega la
muerte del padre: la hija ó su marido tiene que traer á colación
la dote, y resulta que, ó bien porque el padre en ves de haber au
mentado su fortuna la ha disminuida , ó bien porque después de ca
sada la hija ha tenido nuevos fiijos, y por consiguiente se aumenta
el número de los acreedores á la herencia, ó sea por lo que se quie
ra , el resultado es que el padre no ha dejado bienes: ¿no tiene el
marido que geder aquellos bienes libres que correspondían á la dote?
Estas son verdades palmarias que estoy seguro que la comisión con
vendrá en ellas. Luego no se puede establecer que la adquisición de
la dote sea por causa onerosa , porque si lo fuera no estaría la hija
dotada obligada á traer á colación esa cantidad.
Pues esta es una cosa determinada por las leyes; y muchas veces
sucede que tiene que restituir toda la dote, porque ha podido ocurrir
que el que sé tiene por muy rico, porque él ha procurado aparentar»
lo dando i su hija gran capital de dote, muere, y se encuentra que
no deja mas que deudas, y como las hijas tienen que traer á colación
el dote, el resultado es que tienen que volver el todo , porque los
acreedores se tienen que agarrar á lo que quede. Pues una de dos: ó es
título oneroso, ó es lucrativo: si fuese oneroso, las hijas no tendrían
que volver nada; si es lucrativo, como yo creo, entonces aunque el
dote haya sido de bienes que se consideraban libres, aunque antes
pertenecieran á mayorazgos, tampoco habria motivo ni justicia para
devolverlos.
Ué aquí, señores, las razones legales, razones morales, razones in
contestables que tuvo la ley de 9 de Junio de 1835 para no entraren
esa clasificación, para no hablar de si las dotes que se hubiesen esta
blecido sobre bienes vinculados daban un derecho á los que las reci
bían para retener los bienes á título oneroso. No señor: no puede ser
eso porque era preciso contradecir toda nuestra legislación y seria ade
mas inmoral por otros motivos; porque, señores, asi como he puesto
el caso de una hija que ai tiempo de casarla se le da una dote supe
rior, en cuy» caso tiene que restituir la parte que exceda , asi por el
contrario puede suceder que el padre aumente su capital, ó que le dé
menos de lo que le correspondiese por su legítima, ó que muera al
guno de los hijos que tuviese, y por consiguiente acrece la herencia;
y cuando la muger casada ha recibido diez en dote, y al traerá cola
ción ese dote se ve que le corresponde por legitima veíale, treinta ó
cuarenta, tiene ciertamente el derecho de exigir la cantidad que le
falta. ; Jj; .
Pues, señores, ¿ tendrá la muger facultad de no volver nada aun
que resulte que ha recibido de mas por haber venido el padreá menos, ■
S._TOMO I.
389
al mismo tiempo que podrá pedir lo mas que le corresponda si el pa
dre ha mejorado de fortuna ? Eso es contrario á la moral , á los pri
meros elementos de la justicia.
De aquí deduzco yo, señores, que cuando se quiere establecer que
en esa causa ó titulo mixto de adquisición se ha de considerar la dote
como adquisición á titulo oneroso, como con sentimiento he visto es
tampado en el proyecto que se discute, yo no veo en eso sino un prin
cipio inmoral , un principio antilegal , un principio que se opone á
todos los elementos de justicia , y que ecba abajo una multitud de
nuestras leyes ; tedas las leyes que te puede decir que tienen relación
con los tes i a méritos , legitimas &c. Ya he indicado A la comisión que
estas consideraciones no son tan despreciables que no merezcan algu
na contestación.
Pues ahora bien: en esa ley de 1835 se indemnizó á todo el que
había comprado bienes desvinculados, ó los había adquirido á titulo
oneroso, y los indemnizó hasta con prodigalidad, si se puede decir
asi; porque no solo manda que se devuelvan las fincas, ó se restituya
lo que costasen, sino que dispone también que se abonen los intereses
del capital que se habia dado por la finca , y se declaró ademas que
los frutos pertenecientes á los compradores en el tiempo que los hu
biesen perdido se tuviesen por intereses.
Repito, pues, que la ley de 1835 reconoció lodos los derechos;
indemnizó y satisfizo á aquellos que habían adquirido por titulo one
roso bienes en la época constitucional de 20 al 23, en que fueron des
vinculados. No concedió indemnización á los que habían adquirido
esos bienes por título lucrativo; porque este titulo lucrativo había
sido una pura gracia , un regalo que les había hecho una ley , y que
les quitó otra, sin mas perjuicio que verse privados de una esperanza
que se les habia hecho concebir. Yo creo, señores, por tantó que la
ley de 1835 completó la obra , porque fue una ley reparadora ; yo
asi la considero, asi como considero que el decreto de 1? de Octubre
de 1823 fue reaccionario: la cédula de Marzo del año de 1821 tratóle
reparar en algún modo los tristes efectos de ese decreto; pero no loa
reparó enteramente; mas la ley de 1835 lo hizo de un- modo que na
die puede negar que satisfizo todas las miras de los interesados.
Pues hé aqui , señores, el estado en que se hallaba nuestra., legis
lación sobre mayorazgos en aquella época: la ley del año de 1835, al
paso que concede indemnización ó restituye los derechos adquiridos
por titulo oneroso, reconoció la legitimidad de la ley del año de 1820
por el tiempo que existió el sistema aquel ; reconoció también que
esa ley había sido legítimamente ¡anulada en 1! de Octubre del 23,
porque al cabo una autoridad superior de España , que reunía todcs
los poderes, tenia facultad para dictar leyes, como la habían tenido
antes las Cortes con el Rey. La ley del año de 1835 consideró y tuvo
por existentes los mayorazgos ; consideró que no podía existir la ley
de 1? de Octubre, y reparó los perjuicios que de su abolición habían
resultado ; luego nosotros, respecto de mayorazgos estábamos en el
año de 1835 lo mismo que antes de Agosto de 1820. En este mismo
estado nos hallábamos , señores , en Agosto de 1837 , y desde aqui
viene una época nueva , de la cual me ocuparé ahora.
En 13 de Agosto de 1836 , ó sea en 15, porque en el 13 se dió el
decreto para el restablecimiento de la Constitución de Cádiz, el
dia 15 fue cuando se proclamó en Madrid, y quince días después se
dió un Real decreto por el cual se dijo: "Se restablece la ley de 11
de Octubre de 1820." De mo.lo que en este mismo decreto se recono
ce que no estaba existente la ley de 11 de Octubre cuando empieza di
ciendo que esnecesariorestablecerla.Se reconocen por consiguiente
los mismos principios que acabo de sentar de que la legislación sobré
i - 7 .— .fvi.. uiuj uciiuaufl : sin emoargo, yo ma
nifestaré mis ideas; yo atacaré ese decreto , sostendré mis opiniones
y propondré aquello que me parece mas útil y ventajoso en favor de
mi país. Un Real decreto de 1836 dijo: queda restablecida la ley de
11 de Octubre. ¿ Pero el Gobierno que dió este decreto estaba autori
zado para darle? No, señores; y él mismo lo reconoció, porque ater
rado de las consecuencias que podrían seguirse dijo que consultaría
á las Córtes para que proveyesen á las infinitas dudas que debían re
sultar de este restablecimiento. Hé aqui en sustancia lo que dijo el
Gobierno de aquella época.
Yo no puedo menos de conocer que el decreto de 1836 fue hijo de
las circunstancias; prescindamos de los sucesos de la Granja : yo es
toy muy tejos de acriminar á los que entonces estaban en el Gobier
no , porque tuvieron que obrar según exigía la época, condescendien
do y respetando los principios que entonces se establecieron. Ese de
creto , repito , fue efecto de las circunstancias , fue un decreto reac
cionario, sí señor; lo digo con la franqueza que acostumbro.
La cuestión sobre mayorazgos estaba terminada; faltaba, sí, una
ley, pero solo una ley que propusiese la abolición de los mayorazgos
que no llegasen á cierta renta, por lo cual yo hubiera opinado, y ha
cia muchos años que estaba suspirando, no por la abolición de los
grandes mayorazgos, porque considero que es necesaria la conserva
ción de la nobleza en una monarquía. Eso era lo único que faltaba,
la abolición de lo; mayorazgos pequeños; todo lo demás estaba hecho
ya. ¿A qué, pues, venir á resucitar la ley del año de 1820 cuando
ya todo su objeto estaba conseguido, cuando todo estaba concluido.-1
¿Qué necesidad había entonces de hacerlo? No habia otra necesidad
que la de la época y de las circunstancias que se tuvieron en conside-
I 112
 390
ración eulonces, y que yo creo que no deben tenerse en consideración
cuando se trata de establecer una ley para lo futuro, una ley en que
no solo se trata de lo futuro, sino que se trata de lo pasado , y de lo
pasado, señores, en el espacio de veinte y tres ó veinte y cuatro
años.
Yo recordaré, señores, una idea demasiado cornun. En el año
de 1811 habiendo Tenido Fernando VII de su cautiverio ecbó abajo
la Constitución, destruyó todo lo hecho pur las Cortes, y dijo:
"Vuelvan todas las cosas al estado que tecian el año de 1808." ¿No
fué criticada y censurada esta medida cuino lo merecía V Todos lo
sabemos. Volvió Fernando á restablecer las mismas leyes, y después
en el año de 1825 por ese decreto tantas veces nombrado de 1". de
Octubre dijo: "Vuelva todo al estado que tenia en 7 de Marzo
de 1820."
Señores, estas ion cosas que repugna hasta la misma naturaleza.
Pues si nosotros hemos sentido y deplorado esas medidas absurdas,
despóticas y bárbaras, ¿no nos expondremos también a que critique
el público y la nación la conducta de las Curtes si ahora en vez
de dar un salto de seis ó de tres años, como fueron los que dió por
dos veces Fernando VII, dan las -Cortes un salto atrás de veinte y
cuatro años. , i
Pero vamos mas adelante. El Real decreto de 30 de Agosto dijo:
"se restablece la ley de 11 de Octubre de 1820." Y bien, señores:
¿ha sido esto una ley? No por cierto. Cuidado que yo reconozco las
leyes dadas en el tiempo de todos los Gobiernos que se han sucedido
desde el año de 1820 acá; pero hago una diferencia entre ley y de
creto. La disposición del año de 1856 no es nada mas que un Real
decreto que apenas dió un paso tan avanzado cuando tuvo quo vol
ver atrás inmediatamente , y decir que las Corles examinarían la
materia. ..."
¿Y cuáles son, señores, los efectos que podia producir ese de»
creto de 30 de Agosto. Restablecida la Constitución de 1812 por el
Real decreto de 13 del mismo mes, y publicada el dia 15, regia ya
quince días cuando vino el decreto del 30. Pues, señores, en esa
Constitución que regia entonces en su art. 131 después de las facul
tades de las Cortes , facultades exclusivas de las Cortes , se dice: Pro-
poner, decretar, interpretar jr derogar las tefes. Si hay alguna duda
ruego al Sr. Presidente que mande leer el articulo que he citado.....
Pero es inútil, porque creo que son sus palabras terminantes: "Cor
responde á las Cortes proponer, decretar, interpretar y derogar las
leyes." Siendo esto asi, y rigiendo aquella Constitución, ¿tema fa
cultad el Gobierno para abrogarse facultades que eran exclusivas
de las Cortes ?
Pues , señores , aun diié yo mas ; y hé aqui como las circunstan
cias ponen muchas veces á los hombres que están en el poder en el
caso de suscribir á disposiciones á que no hubieran suscrito en otras
ocasiones en que no hubiesen sido obligados por la neceiidad. En
aquellos dias expidieron otra ley restablecida también que tratando
de la rígida obseivancia de la Constitución imponía penas severas i
los que usurpasen las facultades de las Córtes, y no trataba verda
deramente con mucha lenidad á los Secretarios del Despacho que hu
biesen firmado una orden ó un decreto en que se tratase de usurpar
las facultades de las Córtes ó de contrariar alguno de los artículos de
la Constitución. . ■„. . i»» i .
lié aqui, señores, en los conflictos'en que se ven los hombres, co
mo he dicho ante.:. Ño bago mérito de esta ley sino para disculpar
en cuanto es posible al Ministro que firmó aquel decreto; tan lejos
estoy de- acusarle por ello nt hacerle ningún cargo. Pero si entonces
regia la Constitución de 1812, que como lodos saben únicamente en
comendaba al Gobierno el peder ejecutivo para que le ejerciese: por ti
solo, y le prohibía mezclarse en ias facultades legislativas, que ex
clusivamente correspondian á las Córtes; si á pesar de esto un Go
bierno tiene la facultad de establecer leyes sin la cooperación de las
Córtes, entonces dígase que el Gobierno supremo es la autoridad ab
soluta que todo lo manda según le parece y no hablemos de Cons
titución. -■
Asi que, no es posible que nadie desconozca que á este decreto,
dado no solo fuera de los principios constitucionales, sino contra lo
que en la Constitución terminantemente se previene, no se le puede
atribuir la fuerza legal de haber restablecido una ley que estaba
anulada. Yo por lo mismo, señores, be extrañado mucho, y siento
que en el primer articulo de este proyecto de ley que estamos discu
tiendo se empiece con decir que la ley de 11 de Octubre ha sido le
galmente restablecida en 50 de Agosto de 1836. Señores, ¿es posible
que digamos que el Gobierno tiene faoultad de hacer leyes aun sobre
aquellos puntos en^onde la Constitución dice expresamente lo con
trario? Désele no voto de indenmidad al Ministerio: yo seré el pri
mero en concederle, y aun en proponerle, si necesario fuere; pero no
se me diga que está legalmente restablecida esa ley cuando no hay
otro motivo para decirlo que un simple Real decreto, cuando este
decreto ha sido dado en tiempo en que había Gobierno representati
vo , cuando para restablecer una ley debía haberse contado con las
Corles, y cuando sin ellas nada absolutamente se podia hacer. Hé
aqui el motivo que tengo yo, motivo constitucional que nadie me
puede negar , para sentar como cosa sólida, firme y valedera que el
decreto de 30 de Agosto de 1856 no restableció ni pudo restablecer la
ley de 11 de Octubre de 1820.
Continuemos tedavia esta historia legal. He dicho que el Gobier
no se vió abrumado con las dificultades que nacían de estos princi
pios, y eu el año de 57 remitió este proyecto á la discusión de ias
Corles. Las Córtes aquel año se ocuparon extensamente de este asun
to, y al cabo de cierto tiempo , eu el mes de Octubre de 1857 presen
taron á la sanción un proyecto de ley en el cual daban por bien res
tablecida la ley de 1820 por el decreto de 50 de Agosto, y estable
cían aquella regla que creyeron necesaria é indispensable para so
ejecución. Vino el proyecto de ley á la sanción de la Corona , y la
Corona le negó su sanción.
Yo, señores, no contestaré aqui al Sr. Gómez Becerra, que te ma
nifestó ayer muy sentido, y hasta babló de cierta responsabilidad
moral en que habían incurrido las personas que han podido ó no in
fluir en que S. M. negase la sanción i este proyecto: yo no hablo
masque.de los principios. La Constitución concede i la Corona el
veto absoluto ; le da la facultad de conceder ó negar la sanción á los
proyectos de ley que se presenten por los Cuerpos colegisladores: he
visto que se la niega, bajo mi cabeza, y respeto su resolución, por
que eu eso respeto también la Constitución: se la ha dado , obedezco
la ley con el mismo respeto ; me guardaré muy bien de examinar
ni averiguar quién haya podido aconsejar á S. M. en ese particu
lar, y menos de creer que haya incurrido nadie en responsabilidad
moral por ese motivo; voy al. hecho, y el hecho es, señores, qae
S. M. negó la sanción á ese proyecto de ley allá por el mes de No
viembre ó Diciembre, sino me equivoco , porque en eso como no se
ha publicado no estoy tan al corriente. Negó S. M. la sanción á es»
proyecto, y de consiguiente no puede producir efecto alguno; y li
alguno cree que puede producirlos , para aquellos que todavía pu
diesen creer que el decreto de 50 de Agosto de 1858 tiene alguna
fuerza, que yu nunca se la doy, aqui está la demostración de lo con
trario : S. M. misma eo el hecho de negar la sanción á ese proyecto
revocó su mismo decreto de 50 de Agosto de 1856; no hay remedio;
porque la ley empezaba dando por bueno ese decreto , y S. M. no la
aprobó, liónos aqui, señores, otra vez en el mismo caso en que nos
encontrábamos antes: repito que nuestra situación es igual en cnanto
á mayorazgos, y que no tenemos ninguna ley válida existente que
los haya suprimido , no ; no la hay.
Se me dirá : señor, muehos han entendido que ese decreto de 50
de Agosto tiene fuerza legal; y ha habido tribunales que han sen
tenciado pleitos en el sentido de tomar como disposición legal ese de
creto: señores, esto es una verdad, tengo también alguna noticia de
que ha sucedido asi; pero yo, en primer lugar diré que segnn mi
opinión esos tribunales han hecho muy mal, y se me permitirá vol
ver otra vez i citar esa ley que imponía penas a los infractora de
la Constitución: señores, esa ley es la de 26 de Abril de 1821, para
que á nadie le quede duda. Pues esa ley en uno de sus artículos im
pone también penas á las autoridades, en cuya palabra creo yo qne
están comprendidos los tribunales; impone, digo, penas i las autori
dades que obedezcan órdenes del Gobierno que sean contrarias á la
Constitución. ¿Y ese decreto era conforme á la Constitución?
Ya he dicho que era manifiestamente contrario; no podia te
ner fuerza legal porque la facultad de hacer las leyes, dero
garlas ó interpretarlas corresponde á las Córtes con el Rey: sin
embargo los tribunales obedecieron. Hay razones que en mi opinión
podrán disculpar a los tribunales, porque mi carácter no es de aca
tador, no señor: si ellos decían: al cabo quien nos manda ea el
Gobierno, quien nos nombra, quien nos quita es el Gobierna, y
también entra un poco de egoísmo en todas «tas consideraciones,
meterme yo ahora a examinar si el Gobierno hace bien ó mal, ó
á decirle que ha infringido la Constitución, es un poco arriesga
do; es verdad que yo también corro riesgo de que mañana rae di
gan que como autoridad he faltado i mi deber obedeciendo y res
petando como ley lo que no era ley. Y en ese conflicto algunos
han sentenciado con arreglo al decreto de 30 de Agosto; mas yo ten
go entendido también que ba habido tribunales que han sentenciado
en sentido contrario, y creo también que ha habido muchos que
han remitido consultas al Gobierno para ver lo que habían de hacer,
y al cabo no se ba salido todavía de la dificultad. Pues vayamos
ahora á los intereses de los particulares.
En este periodo de tiempo han muerto muchísimos poseedores de
vinculaciones: unos han dado por supuesto que estaban abolidas, y
han hecho la partición de los bienes; algunos han pasado también
á vender: no hubiera sido yo por cierto el que hubiera- comprado
exponiendo mi dinero a ese riesgo; pero otros se habrán aventurado
á hacerlo, y al fin el riesgo esta compensado con el menor precio que
se dé por las cosas. Pero un gran número de personas, particular
mente los poseedores de grandes mayorazgos, en medio de este con
flicto, de estas dudas y de esta ansiedad, la mayor parte de ellos han
tomado el partido de hacer transacciones de familia, y han dicho: es
peremos a que la ley decida, y entre tanto manténganse loa bienes ad
ministrados de esta ó de la otra manera; cuando la ley decida, sea en
pro ó en contra de la vinculación, entonces haremos nuestra cuenta,
y ó bien quedará todo para el inmediato sucesor , ai no se consideran
abolidos los mayorazgos, ó bien se hará la división de bienes de ma
nera que comamos todos , como se suele decir. Este es el partido, se
ñores, que se ha tomado desde entonces acá; pero sin embargo, la
mayor parte de la nación está todavía en duda, y muchos intereses
muy cuantiosos pendientes de esta transaccion,°que pende á su vez de
lo que la ley decida.
 391
Pues bien: «i conforme á los principios que llevamos establecidos i Yo ademas , señores,' no considero que sea tan repugnante á nues-
este decreto no fue una ley, sino siéndolo no tuvo facultad para res I tras costumbres la existencia de esa nobleza, ni la existencia de los
tablecer una ley que ba sido anulada por dos Teces, una por la auto mayorazgos. Todavía vemos que los grandes servicios hechos á la
ridad absoluta, y otra en el hecho de haber negado S. M. la sanción patria han sido premiados en estos mismos años concediendo títulos
al proyecto de las Cortes de 1837; si no pudo producir efactos lega de conde, de marques y de duque á personas que antes eran ciudada
les , ¿ qué razón habrá, señores, para que se consideren como válidas nos particulares, y que se han honrado y se honran mucho con ellos,
aquellas desmembraciones que en virtud de este decreto se hayan he y hacen bien. La napion ademas encuentra una ventaja en esos pre
cho desde aquella época ? ¿Qué razón habrá mucho menos para que mios, porque al cabo, aunque esto se llame la renta del viento, lo
se consideren como derechos adquiridos las sucesiones abiertas, ó sean cierto es que todos tenemos nuestro poco ó mucho de viento, el agra
las adquisiciones por titulo lucrativo? Yo creo, señores, que no hay ciado recibe su premio en los honores, condecoraciones y títulos con
ninguna. ¿Y qué inconveniente habría en decir que aquel decreto uo que el Estado le honra, y la nación encuentra una ventaja en re
ha podido producir efecto ninguno? Algunos produciría en verdad, compensar los grandes servicios , ó con una banda , ó con el titulo de
porque yo reconozco y he dicho ya, que muchos lo han tenido por conde, marques ó de duque. Y si los poseedores de estos títulos no
ley, y se han equivocado; pero al cabo estos perjuicios serian macho tienen alguna riquezs; si no se Ies permite siquiera aglomerar for
menores, incomparablemente menores, que los que se irrogan con tuna para que sus bijos puedan vivir como corresponde á los descen
este proyecto, porque donde hay grandes intereses hay grandes tran dientes de un héroe, ¿en qué vendrán á parar? En naSa. Si nosotros
sacciones que están pendientes de lo que las Cortes con el Rey miramos todavía con la consideración debida estos honores y títulos,
decidan. ciertamente que no encuentro motivo para abolir asi absolutamente
Yo vendría por consiguiente i parar aqui á mi principio: seno- los mayorazgo'.
res, la ley del año 20 fue anulada; los efectos malos que produjo están Yo por tanto repito que no habiendo disposición ninguna que
ya indemnizados, están ya subsanadas con la ley del año 35-, y lo hasta ahora altere las leyes vigentes sobre mayorazgos, porque la
están de una manera que creo que ¡ningún interesado pudo desear única que hubo en la época constitucional fue anulada, y porque los
mas. Nuestra legislación no ha recibido alteración ninguna desde en efectos ó perjuicios que resultaron de ella están ya remediados, mi
tonces, porque el decreto de 31) de Agosto no ha podido tener fuerza voto es que se desapruebe este proyecto de ley, que por otra parte es
de ley, ni las Cortes pueden reconocerlo ahora, so pena de negar la imposible que llegue á precaver ni la milésima parte de los casos que
primera base del Gobierno representativo, que es que el poder de ha pueden ofrecerse, que no va á producir otra cosa que una multitud
cer las leyes no corresponde al Rey por si solo. Si no heñías tenido, de pleitos y enemistades entre las familias; y desechado esto, el Go
pues, variación ninguna en nuestra legislación sobre ese particular, bierno ú otro cualquiera (yo me encargaría muy gustoso de hacerlo)
¿á qué vamos á embrollar i la mitad de las familias de España con podrá presentar un proyecto de ley para abolir todos aquellos ma
una multitud de pleitos, dando por pura gracia unos derechos que yorazgos cuya renta no se oonsidere suficiente para que una fami
nunca pudieron tenerse, y que de hecho han estado destituidos de lia viva con decoro, y si se quiere para que se ponga también un
ellos sus poseedores por espacio de 23 ó 21 años, derechos que la ma coto á la unión de cuantiosos mayorazgos en una misma persuna.
yor parte de ellos han sido efímeros, y que por el pronto van á pro Esto, como dice la ley, es muchas veces necesario á causa de los ma
ducir mayores gastos que utilidades? trimonios, porque si el marido tiene un mayorazgo y otro la inuger,
Yo me confundo , señores, al pensar en esto : yo podria presentar será necesario que estos mayorazgos se reúnan mientras dure el ma
al Senada casos muy raros , y tengo efectivamente una porción de trimonio; pero luego segon la ley deben dividirse entre los hijos.
papeles en que están consignados casos tan extraños, que por mas que No tengo inconveniente en que se establezca una ley sobre mayoraz
la comisión haya trabajado, que yo lo reconozco, no digo la comi gos análoga á estos principios que be sentado, y que el Senado ha te
sión, cuya sabiduría y circunspección reconozco, sino todas las comi nido la bondad de oir con demasiada atención, porque en cuestión
siones de este mundo, no podrían preveerlos , porque para la multi tan grave he debido extenderme mas de lo que hubiera querido.
tud de hechos que han pasado en el espacio de 24 años no hay legis El Sr. LANDERO: Señores, atendida la naturaleza del proyec
lador sobre la tierra que sea capaz de dictar reglas justas, al mismo to de ley sometido en este momento á la deliberación del Senado, y
tiempo que convenientes, que precavan esta multitud de pleitos que á las dificultades que ofrece la materia sobre la cual versa el mismo,
van á resultar. Empecé ayer mi discurso diciendo que si nosotros la comisión lo había presentado con mucha desconfianza, no obs
aprobábamos este proyecto haríamos á la nación el funesto legado tante que venia ya aprobado por el otro Cuerpo colegislador, salvas
de una sentina de pleitos, y cada vez me confirmo mas en mi opi algunas ligeras observaciones que se han introducido en ¿1 ; pero al
nión. ¿No seria mejor, señores , desechar este proyecto de ley , y lor- ver la minera en que lo han impugnado los dos señores que hasta
mar otro bajo otras bases diferentes, coqio he indicado ya, nn pro ahora nos han honrado con su oposición , llego á creer que el pro
yecto de ley en que se echen abajo todas las vinculaciones cuya renta yecto vale algo, y comienzo á deponer los recelos que antes tenia,
no llegue á una cantidad dada, grande si se quiera , pues no tengo tanto mas, cuanto que nada se ha dicho hasta ahora por los que han
inconveniente en concederlo? Convengo desde luego en la abolición hablado en contra.
de aquellas vinculaciones que no puedan dar al poseedor una renta El Sr. Ruiz de la Vega, confio en su buena f¿, reconocerá que
suficiente para mantener con decoro su familia y educar a sus hijos, nada, absolutamente nada dijo contra el proyecto. El Sr. Cancja
destinándolos á las respectivas carreras en que puedan prestar gran puede decirse que ha hecho dos argumentos, uno que puede llamar
des servicios al Estado, y de esta manera , señores, 'no haríamos se tal y otro que seria mas propio contra el art. 1? que contra la
agravio á nadie. Los efectos de la ley del año de 20 están ya reme totalidad. Me refiero al argumento que ha hecho, tomado de que sí
diados: no ha existido ninguna ley posterior que haya dado derechos este proyecto llega á ser ley producirá infinitos pleitos, será causa
legítimos á ninguno, porque no ha habido nada mas que el Real de de que sufran un grande trastorno las fortunas de las familias ic-
creto de 3tJ de Agosto que no ha podido tener fuerza de ley, y un teresadas en los mayorazgos.
proyecto aprobado por las Cortes, pero al cual le negó la sanción la Confieso con la franqueza que acostumbro que este es un argumento
Corona. ¿Qué necesidad, pues, tenemos nosotros de meternos á califi directo, y que hace fuerza ; porque efectivamente , .si el Senado con
car los derechos de la mayor parte de las familias españolas, derechos siderara que de su aprobación se liabia de seguir (o que el Sr. Caneja
que , repito, no sé en qué se fundan? recela, que había de ser una sentina de pleitos y litigios que habia
Estas son mis ideas, y quiero que queden consignadas aqui. Y no de poner en combustión y trastorno la tranquilidad de las familias,
se me diga que son ideas del siglo pasado , porque del siglo pasado y de las familias relacionadas entre si con loa vínculos de la sangre,
son todas las ideas contra los mayorazgos , y yo estoy conforme con jo conveugo en que seria el primero á abandonarle; pero creo todo
ellas; pero no con tanta extensión que no quede ninguno, y que que o contrario. ,
ramos abolir la nobleza española. A pesar de todas esas doctrinas de El segundo argumento es tomada de la ¡legalidad que S. S. cree
los filósofos, yo veo, señores, que existen mayorazgos en Inglaterra; acompaña al decreto de 30 de Agosto de 1836; porque si S. S. cree
yo veo que existen en Alemania ; yo veo que habiendo sido abolidos ue este decreto no ba debido producir efectos legales, y que la ley
en Francia en tiempo de la revolución , Napoleón , ese grande hom e Vinculaciones existe como la puso el decreto de 1° de Octubre de
bre que regeneró la nación francesa, puede decirse que empezó por 1823, modificado después por la ley de 9 de Junio de 1835, razou
restablecer tos mayorazgos; veo que esa misma revolución francesa, tendrá para decir que no procedía ahora el reglar los derechos que á
habiéndose extendido á Italia, hizo que se aboliesen en aquel pais, consecuencia de este mismo decreto han nacido en favor de aquellos
pero al mismo tiempo concedió la facultad de fundarlos de nuevo ; y i quienes protege el decreto de 11 de Octubre de 1820. Pero repito
á propósito de esto , dijo ayer él Sr. Becerra que no se opondría á que que este argumento, si algo vale en la cuestión, servirá contra el
fe hiciera una proposición para que se estableciesen nuevos moyoraz- articulo IV, doude se reconoce el principio contrario al que S, S. pro
gos: Sino hay oposición á que se establezcan otros, no creo que deba fesa , y seria mejor para entonces.
mos empezar la reforma por abolir los que existen , que es precisa Sin embargo, yo me haré cargo de estos dos argumentos oomo
mente de lo que se trata ahora. En ninguna parte donde hay un Go que son los principales que atacan el proyecto de que en este momen
bierno monárquico moderado se han hecho desaparecer los mayoraz to se ocupa el Senado, sin dejar de hacerme cargo de otras especies
gos por masque hayan dicho los filósofos: yo he leído las obras de muy importantes que ha tocado el Sr. Caneja en tus discursos de
estos; pero también he leido las de muchos publicistas que sostienen ayer y hoy, porque aunque extrañas á la oueslion del día, tienen al
que en una monarquía es necesario que haya una nobleza hereditaria, guna relación con las en que se funda el dictámen de la comisión,
y una nobleza hereditaria, señores, nu puede haberla sin bienes; por que si se dejasen sin contestar no podria quedar airosa la comisión.
que por mas títulos que se den á cualquiera, sino tiene una renta su- Mas es imposible que yo pueda contestar á todas las que ha emitido,
hciente para vivir con deroro , tendrá que esconderse para que no se porque son eu un numera tan considerable, que ni he podido re-
s#{m siquiera que tiene tal titulo. g tenerlas, ni me ba parecido conveniente tomar nota, porque do
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haberlo Lecho mi discurso durarla mas de una ó dos sesiones.
Repito que hasta ahora no se ha impugnado el dicta raen de la co
misión. Se ha hecbo una larga relación de todos los sucesos que han
tenido lugar en materia de vinculaciones desde 18'20 hasta el dia,
sin dejar por eso de traer á la cuestión recuerdos de épocas muy an
teriores, y es bien claro que esto no es lo que la comisión ha some
tido á la ilustración del Senado.
Lo que ba sometido ni Senado no es la cuestión de si ban de exis
tir ó no las vinculaciones, ni menos si son ó no convenientes los nu-
yorazgos: lo que en este momento ocupa la atención del Senado es la
manera de reglar y conciliar los derechos legítimamente adquiridos
y los hechos legalmente consumados desde Octubre de 1820 á igual
mes de 8*23 con los adquiiidos y consumados desde la última fecha
á 30 de Agos/o de 36, dos épocas, no solamente diferentes, sino con
tradictorias cutre si por la legislación que en una y en otra domi
naron. Esta ley , señores, no lo es propiamente tal, porque no es una
regla que mande ó prohiba alguna cosa que deba hacerse ó dejarse
de hacer, porque no es referente al porvenir como parece que es el
carácter de la ley: trata de proveer á lo sucedido, determinar dere
chos anteriores que están en el aire, y en los que se bailan interesados
1* tranquilidad y sosiego de infinitos españoles; de manera que no
tengo inconveniente en asegurar que este proyecto, mas bien que una
ley , es una providencia general por la cual se determinan lodos los
casos que han podido preveerse y que están de una manera indeter
minada á incierta pesando sobre la suerte y el porvenir de infinitas
familias, y loj argumentos que en mi concepto hubieran debido ha
cerse por los que se oponen debían haber tenido por objeto manifes
tar, ó qae las reglas que se prescriben no estaban fundadas en princi
pios de justicia , ó que á los que las ban dictado se les han escapado
muchos casos que no están comprendidos en ellas; y repito que la
comisión se apresuraría á admitir todas aquellas adiciones , enmien
das y observaciones que en ese sentido se hicieran , porriue está muy
distante de creer que su obra sea perfecta ; es muy difícil. Yo creo
que todos los señores que tienen la bondad de prestarme atención es
tarán convencidos de la exactitud de lo que acabo de decir.
Entro, señores, á contestar al argumento primero y principal
del Sr. Caneja, consistente en que va á producir una sentina de plei
tos. Es posible que produtcs> alguno, y aquí repetiré! lo que acabo
de indicar sobre que si la comisión acaso no ba acertado á fijar los
principios de justicia los artículos que comprende el proyecto, ó no
ha abrazado todos los casos que fuera necesario que la ley compren
diera , admitirá las enmiendas que se hagan ; pero por lo demás, si
la ley no tiene ninguno de estos defectos , como empiezan á creer los
individuos de la comisión por estar autorizados á pensar asi en el
hecho de que á dos señores jurisconsultos tan marcados cqmo el señor
Ruiz de la Vega y el Sr. Caneja no les han llamado la atención,
entonces no habrá esos pleitos ni litigios, y si loa hubiera seria en
pequeñísimo número respecto á los que se han promovido en épocas
anteriores: ¿cuál es el mayorazgo de alguna cuantía que en cada su
cesión no produzca algún litigio? Raro es, señores; pero ahora dis
minuirán estos litigios con la presente ley , y en ello se hace un be
neficio á la nación. Se sabe cómo se han empobrecido muchas fami
lias , cómo se mantienen los odios y se engendran los enconos en sus
individuos, nacidos de los pleitos con motivo de la sucesión de los
mayorazgos.
Acabados, pues, los mayorazgos se acaban los pleitos; y de
aqui se seguirá que caso que naya lugar á pleitos por consecuencia
de este proyecto , no habrá los que de cada uno da los mayorazgos
se seguían, y en esto habremos de ganar infinito; y quien habrá
perdido en esto, sin ofensa de ninguna clase , será la de los curiales,
y la sociedad ademas de no experimentar por esta causa perjuicio en
las fortunas de las familias, reservará para mejor empleo las cuan
tiosas sumas que se ditpendiaban en los pleitos , y tendremos que se
disminuirá la clase curial , y en consecuencia la nación tendrá otros
brazos mas non que contar para la industria , para el comercio, para
la agricultura y para todos los demás ramos de la prosperidad pu
blica. Es preciso convenir en que no hay reforma que no lastime al
gunos intereses, y cualquiera que ella sea tiene necesariamente que
producir esto: esta es una reforma que ba producido una alteración
considerable , reforma que no hacemos ahora , que se hizo en 1820,
y que una vez hecha , por necesidad ha debido lastimar los intereses
ds aquellas personas que por consecuencia de ella quedaban priva
das del goce exclusivo de algunos bienes ; pero en materia de refor
mas , puesto que no hay ninguna que no envuelva perjuicio de ter
cero, dicta la prudencia , la justicia y el buen sentido que se tengan
por útiles aquellas en que el número de los favorecidos sea incom
parablemente mayor al de los perjudicados; y yo pregunto á los que
nos impugnan: ¿ hay comparación entre el número de personas que
quedan perjudicadas con la ley de 1820 y las que quedan favore
cidas por la misma? En el Arden regular cada familia vincular
puede reputarse de cuatro individuos, y para uno qae se perjudica
quedan tres favorecidos; de modo que multiplicando este número
por cada una de tas sucesiones , vemos cuán infinito es el de los fa
vorecidos. Considérese, pues, que el argumento del Sr. Caneja sobre
el número considerable de pleitos que van á seguirse queda sin
fuerza ni fundamento. « mente envuelven en sí grande importancia.
Resta ahora como argumento directo el tomado del decreto de 30
de Agosto de 1836. Se ha dicho sobre esto tanto en este mismo sitio,
que yo creo que el Sr. Caneja no ha hecho mas que repetir lo dicho
ya , y aun cuando yo quisiera contestarle no diria tino lo mismo que
tuve ocasión de manifestar otra vez en este lugar, y que S. S. me ha
escuchado. No es extraño que S. S. crea que aquello es. ilegal y yo
legal, pues partimos de bases y principios diferentes. S. S. cree que
es legitimo y legal el decreto de 1? de Octubre de 1823, y añadió
mas: que era igualmente legal que la ley de 11 de Octubre de 1820.
¿Qué podré contestar cuando una ley discutida y votada en Cortes y
sancionada por la Corona la cree S. S. de igual legalidad que un de
creto que S. S. ha llamado reaccionario? ¿Qué puedo contestar i
esto? Nada; y de paso diré que se pone el Sr. Caneja en «contradic
ción , porque creo que es imposible que una cosa reaccionaria sea le
gal... (AV Sr, Caneja pidió la palabra para rectificar una equivocación.)
asentado que es reaccionario el de 1? de Octubre de 1823. S. S. se des
truye su legalidad , y una vez destruida se verá que el Gobierno de
30 de Agosto de 1836 restableciendo la ley de 11 de Octubre de 1820 no
cometió ninguna ilegalidad , porque no hizo otra cosa que reconocer
que babia sido ilegal y reaccionario el decreto del año 23, que no pudo
producir efectos legales y menos anular la legislación de 1820 , y no
hizo mas que levantar una fuerza que subsistía todavía impuesta por
los extrangeros y por los tristes acontecimientos de 1823.
S. S. ha reconvenido al Gobierno de aquel tiempo, porque usur
pó las atribuciones de las Cortes, y' ha recordado la terrible pena
con que el decreto de 17 de Abril de 1821 amenazaba á los infractores
.dé la ley fundamental, y particularmente á los encargados de mante
ner y.sostener la Constitución del Estado, que fijaba y deslindaba
las atribuciones de cada uno de los poderes del mismo; pero permí
tame S. S. que le vuelva á hacer presente otra grande contradicción
en que incurre. ¿Cuál es la fuerza que tiene ese decreto del año Í821?
La misma que tiene el decreto de 30 de Agosto de 1836: el Minis
tro que restableció este decreto fue el que restableció el que laa Cor
tes de 1821 habian dado en 17 de Abril. De manera que S. S. reco
noce facultades en el Gobierno para restablecer este deoreto sin la
concurrencia de las Cortes; cree que en eso no usurpó las atribucio
nes del poder legislativo, y cree que este mismo Ministro que resta
bleció la ley del año de 1820 infringió la Constitución: me parece
que en esto hay una contradicción tan marcada, que solo el calor de
la improvisación ha podido llevar el ilustrado talento del Sr. Cane
ja á producirse de esta forma.
Ya en otra ocasión se ha dicho en este lugar que el Ministerio no
hizo ninguna ley: el Gobierno de 1836 no hizo mas que declarar un
hecbo que por si mismo existia, y que estaba en la conciencia de todos,
que era que los acontecimientos de 1823 no habian sido legales ni le
gítimos, y que solo el perjurio habia podido oonsumar semejantes
actos, sobre los que es preciso que nosotros tendamos un velo, porque
tocan de cerca á un Monara) ya difunto, y muy de cerca también en
concepto de Hija de este á la augusta Persona que nosotros todos re
conocemos como Reina legitima de las Españas, y que ocupa el Trono.
La historia de aquellos suc#sos está en el corazón de los españoles;
todos han formado tu juicio, y no pueden sacar consecuencias lega
les de nn hecho que no puede recordarlo la posteridad tin asombro y
sin horror al mismo tiempo. ¡Un Monarca que sancionó una ley,
que mandó cumplirla , que dijo que era el primero á obedecerla, y
que después ayudado de los extrangeros la echó por tierra castigan
do con la última pena y tratando de traidores i los mismos á quie
nes poco antes les habia mandado cumplir la propia ley también bajo
la misma pena !
Pero repito que esto es del dominio de la historia , la cual no
llamará , no, legales los actot de aquel tiempo, como el Sr. Caneja
los ha llamado, tin duda por razones de delicadeza. ¿Qué consecuen
cia tan funesta, señores, no se seguiría si admitiésemos la doctri
na de que aquello fue legal, que fue legítimo? ¿Qué teria de la
Constitución, de nuestros actos y dal Gobierno representativo, se
ñores? ¿Cómo nosotros podemos llamarnos representantes de la na
ción, cómo decimos que hacemos leyes con carácter de perpetuidad,
si se admite que puede venir mañana quien con poderío absoluto y
porque se le antoje pueda anular lo que nosotros hagamos , y ha
de decirse que esto es legal ? Si tal principio se admite, etto es una
farsa, la legalidad será lo mismo que la ilegalidad, lo justo que lo
injusto, y lo moral equivalente á lo inmoral: respetemos en buen
hora las consecuencias de la firerza y conozcamos que hay circuns
tancias tan tristes que es preciso someterse á su influencia, y recono
cer como valederos, aunque no legítimos, los actos sancionado* por
la misma; pero cuando nosotros meditemos como hombres de juicio
y como filósofos, seamos cautos , seamos prudentes, y establezcamos
el principio solemne , sin el cual no hay sociedad, no tendremos es*
labilidad y no es posible el Gobierno, engañaremos al pueblo; y esto
será por último una farsa si se llega á admitir que hay legalidad
en los actos de Octubre de 1823.
Asi quiero que quede consignada esta doctrina, que es la bate de
nuestra existencia política; es un principio de moralidad y de justi
cia tin el cual no hay sociedad, y lo bueno será equiparable á lo
malo y lo justo á lo injusto. .
Basta ds ésto^ no quiero hablar mat tobre ello , y voy á contes
tar á otras especies que aunque no pertenecen á la cuestión propia
Mientras el Sr. Ruiz de la Vega condenaba ayer la ligereza con
que habia procedido la comisión en extender su dictámen, y la ina

prudencia con -[ir. quieren se marche en este asunto con urgencia de
cía: ¿'[u • inconveniente Iny en que las sosal continúen c>iu.» están/
¿ Por qué 110 dejamos tos mayorazgos, esas venerandas instituciones
como tu 11 estado entre nosotros por insidio tiempo.' tío tanto que
esto se expresaba por uno de nuestros oponentes, reía yo cun cierta
satisfacción que el Sr. Caneja reprobaba esto, y se gluriabj de que
en tiempos anteriores bibia dado pruebas de sus sesitiut euloi tiue-
rales en esla parte; concluyendo S. S. pur pedir que la legislación
anterior de 182J se 1110 lineara en términos de que uojli.-u.l j>e IjJus
los mayorazgos de pequeña cuantía no hubiera utrus que aquellos que
pudieran ser suficientes á mantener las familias poseedoras en eiailO
lustre y esplendor que tas captara el aprecio y respetu p.iblico.
Este es un buen deseo: S. S. hubiera quemu también que se hu
biese impedido la ailaincraciou dj m odios mayorazgos eu una ma
no : efectivamente, estas son ideas que do están muy distantes de
mi modo de pensar en otro tiempo , y con cuya exposición no quiero
entretener al Senado. Pero S. S. sabe mejor que yo que untes de .mo
ra lia sido una cuestión muy debatida eotr» los publicistas si la no
bleza hereditaria y los mayorazgos toles como los quiere el 3r. Cane
ja son mal útiles que perjudiciales, ó lu que es lo mismo, si los utu.os
y distinciones concedidas al mérito personal deben trasferir.se por su
cesión y abandonarse á la casualidad del nacimiento del trono aba
jo: hablo delante de un Cuerpo ilustrado, y no teugo uecesidad de de
cir mas; porque si es una necesidad para las naciones el que se guar
de en la sucesión á la Corona, no por eso hay igual razón pata que
este mismo orden se guarde en las demás clase, de la nación: e»to
supuesto, ¿en qué se opooe el proyecto que se discute a las teorías de
S. S.? Diré mas: ¿ por qui cuando se negó la sanción á un proyec
to de ley igual formado pur las Cortes constituyentes eu lo37 no
formuló y presentó el proyecto de ley que quiere reemplace al que
Se discute y cuando sea desechado esleí1 ¿Por qué si laies eran ya sus
opiniones en materia de vinculaciunes no uso 3. S. de la iniciativa , y
do se ralieron de igual medio en uno u otro Cuerpo sus amigos po
líticos? ¿Por qué han dejado continuar las cotas basta esta epuca,
cuando desde aquella época hasta hace poco han estado en graude ma
yoría, y ha sido suya exclusivamente la dirección de los ncgcc.us
públicos?
La culpa , pues, de los males que se hayan seguido no será nues
tra, será de S. S. y los demás compañero» suyos que pudieron hacer
uso de sil preponderancia para haber propuesto el nuevo sistema de
vinculaciones , con lo cual hubieran obrado tnt jor de ucuerdo con los
principios del siglo, con las ideas sauas é ilustradas de la zilosoua
moderna y aun con las reglas de economía, que uo propouieudo que
se deseche el píeseme proyecto.
Ha dicho S. S. : "En lodos los países existe todavía la institución
de los mayorazgos: ¿por qué no los bemos de tener nosotros/'' tu
prueba de esto nos ba citado la Francia , la Inglaterra y auu tam
bién la Italia. Todos saben que en punto á nobleza y a U furiua y or
ganización social la Inglaterra del dia es la misma que la de hace al
gunos siglos ; también es conocida de todos la fuerza con que ha do
minada el feudalismo en aquel país; y no es ex.iaño pur lo lauto
subsistan en él las vinculaciones, si bien de una manera muy dife
rente de comu nosotros las hemos conocido en España.
Si las vinculaciones desapaieeierun de Italia con la revoluciun de
Francia, que piodtijo los imsiuos*efeetus que donde liabia nacido, no
es extiaño que después de la reacción que bau experimentado aque
llos dominios hayan ruello las instituciones de los antiguos gobur
nos ab.-ulut- s, hoy restablecidas alli: venimos a Francia : f ui qué se
parecen los mayorazgos que exislrn en aquel reino á lus que acollo
en España la ley de Octubre de 1(5*2 > i En nada; y sea diclio de paso
para gloria y honor de ta nación española, que antes que los france
ses hayan puesto en uso los prrucipios sobre que se funda su actual
ley de vinculaciones ya habían sido proclamados en nuestra legisla
ción. £1 Sr. Caneja y mi compañero de comisión el Sr. becerra han
citado la cédula de 1789, y ya sabe S. S cual fue el espuitu de aque
lla disposición: no hubo, porque las circunstancias no lo permitían,
el bastante valor pata concluir con los mayorazgo*, como se hizo en
el año de 1820; mas sin embargo siempre se estableció un principio
de prohibición para fundarlos nuevos sin licencia Real ni de menor
renta que 5,0011 ducados, asi como también se deseaba que la dota
ción fuese en rentas y no en bienes que perjudicasen á la circulación
de la propiedad inmueble, ó lo que es lo mismo, se condenaba la
amortización de los bienes, porque al mismo tiempo se dijo que se
ria conveniente que se estableciesen en rentas del Estado, como accio
nes del banco, cve.
Así vemos que los mayorazgos que hoy dia existen en Francia en
nada se parecen á los que había en España aules de Octubre de 1 V2U
porque se han establecido bajo el principio admitido ya en la legis
lación española en 1789 , los mismos que desde esa época han pro
ducido una serie de disposiciones que concurriendo todas á la rsiin-
cion de los- mayorazgos b.ahian preparado la de 11 de Octubre de 1820
entreoirás la facultad concedida á los poseedores en lus últimos años
del reinado del Sr. D Carlos IV para disponer de los bienes vincu
lados, rendeilot bajo riertas condiciones y tantas otras disposicio.
oes que sabe S. S. muy bien.
Dejemos, pues, á un lado la cuestión de si tos mayorazgos son
útiles ó no son útiles: dejemos también á un lado la de si seria con
veniente establecer Luna elasci de mayorazgos diferentes de los aue
S.-TOMO H cual se trasfiere el dominio de una cosa. La diferencia que S. S. ha
303
anteriormente existían; y convengamos en que esa ley concebida en
los términos que S. S. lu indicado en nada absolutamente se opone
á lo que se propone en este proyecto, porque dispóngase lo que se
quiera respecto a los mayorazgos que S. S. desea, siempre vendremos
a parar en que hay una porción de derechos adquiridos procedentes
de dos épocas de legislación contradictoria que es necesario reglar y
determinar , y careciendo de una ley los tribunales , que ion loi que
han de hacer la aplicación á los casos particulares, no pueden veri
ficarlo.
Nuestro objeto al presente no es mas que proveer á una nece
sidad grave y urgentísima que pesa sobre nosotros, y no puede de
ningún modo satisfacerse sino por medio de esta ley u otra parecida.
También el of. Caneja, al misino tiempo que abogaba hasta cier
to punto por los mayorazgos fundándose en la* antigüedad de su
origen y en las venerandas costumbres que servian de base y apoyo
á esa misma institución, ha venido después á condenar las dotes, cuya
antigüedad no se conoce, y es mucho miyor que la de los mayoraz
gos: S. S. las condena como inmorales y como ilegales ; y aqui me
hallo en el caso de satisfacer un empeño que he contraído con S. S.
Ha dicha S. S. que el caliücar un contrato dotal como adquisición
A Ululo oneroso no era legal ; que ninguna ley sancionaba semejante
lenguaje. Yo tuve la desgracia de hacer uní señal de sorpresa al oir
de boca de S. ¡S esta expresión ; el Sr. Caneja me retó, y me veo abo-
ra eu la necesidad de satisfacer este' empeño. Esto lo dijo 5. S. con
moiivo de justificar la ley de 9 de Junio de 1835, ley que ni la co
misión ha atacado, ni ninguno de nosotros hemos pretendido rebajar
en nada ; precisamente en el decreto de 50 de Agosto de 1836 se con
sagró un articulo expreso p3ra acatar esa ley ; en el proyecto no san-
ci iuado de las Corles constituyentes se respetaba también , y en este
mismo proyecto que ahora se discute se respeta igualmeute eu cuanto
puede hacerse. Pero me haré mas detenidamente cargo de esto des
pués de haber satisfecho el empeño de honor en que estoy con el se
ñor Caneja , empeño que habré cumplí lo con S. S. si leo el texto de
una ley en la que se llama y considera como contrato oneroso el de
la cunsulucioii de la dote. Voy á leer la ley 44 de Toro, que no será
desconocida de a. S. bs la ley 41 del tit. 17 , lib. 10 de la Morísima
Hecopilacion.
Dice asi el epígrafe de la ley 44 de Toro, que es la 4? del tít. 17,
lib. 10 de la Morísima Recopilación " Casos en que se puede ó no re-
vuear el mayorargo hecho en cualquier modo."
«El que ticiere algún mayorazgo, aunque sea con autoridad nues
tra ó de ios beyes que de Nos vinieren, ora por via de contrato, ora
en cualquier ultima voluntad, después de fecho puédalo revocar á su
voluntad; saleo si el que lu ticiere por cont ralo entre vivos hubiere
entregado la pusesion de la cosa ó cosas contenidas en el dicho mayo
razgo á la persona en quien lo helero, ó quien su poder hubiere, 4
le hubiere entregado la escritura dello anle escribano, ó si el dicho
contrato de mayorazgo.. .." Aqui vine , lo quiero hacer notar á S. S.
se hubiere liecho por causa onerosa con otro tercero, asi como
por via de casamiento ó por otra causa semejante, que en estos casos
mandamos que uo se pueda revocar; salvo &c."
Vea aqui S. S. como la ley misma reconoce como contrato onero
so la constitución de la dote. Por consiguiente yo creo haber satis-
lecho mi empeño, y no digo mas sobre esto.
Se ha detenido muchu el Sr. Caneja en recomendar la ley de
9 de Junio de 1835. Yo no impugnaré á S. S. en lo que ha dicho so
bre el particulir; pero sin embargo le haré alguna observación ma
nifestándole que ni el Gobierno de 1836 al dictar el decreto de 30
de Agosto de 1836 ni la comisión á que ahora tengo la honra de
pertenecer han desconocido ej mérito y virtud de aquella ley, pues
si se propone en el ultimo articulo de este proyecto que se tenga por
derogada es solo en aquello en que lesea contraria, consecuencia
ncce-aria que no pudia menos de tenerse en cuenta. Pero S. S. cono
cerá que aquella ley tenia un término para su ejecución , y no puede
ya tener aplicación en el dia sino en el mudo que se propone en el
art. 11 de este proyecto. .
Aquella ley, señores, reparadora y justa, pues ambos nom
bres merece, porque reparó una grande injusticia. Estaba descono
cido el derecho, no solamente de aquellos que habían adquirido bie
nes en tiempo hábil por titulo lucrativo ó remuneratorio, del que
luego me haré cargo, sino también de aquellos que los habían adquiri
do por titulo oneroso. Tratando de la importancia que yo reconoz
co, y de la preferencia que tiene el titulo oueroso sobre el lucrativo,
dijo la ley que si hubiese alguno que siendo legitimo comprador de
bienes que hubiesen correspondido á mayorazgos en la época de 1820
á 23 estuviese todavía desposeído de ellos, se le volviesen ó se le diese
el precio de los mismos en los términos que en la ley se fijan.
S. S. ha añadido que esta ley es muy justa, satisfizo todos los de
seos, porque proveyó á una necesidad grande. Es cierto que satis
fizo los deseos de muchos, pero no los de todos, porque por masque
S. S. se ha fatigado en decirnos que la adquisición por titulo lucra
tivo no da derecho alguno al que la obtiene, S. S. conocerá que esto
procede de una equivocación, y en la latitud misma que la ba dado
conoce S. S. que no hay toda la exactitud ni toda la verdad legal
que le ha querido dar. Tiene preferencia el titulo oneroso sobre el lu
crativo, porque el uno es un contrato bilateral, en donde uno da una
cosa por determinado precio y el otro es un contrato gracioso por el
115
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sostenido la reconozco yo, porque no podía menos de reconocerlo;
pero S. S. debiera reconocer también que después que por el titulo
lucrativo se trasiiere el derecho á la cusa, porque se trasmite su pro-
piedad, es tan legitimo y respetable á los ojos de la ley como el one.
roso. £1 Sr. Caneja ha sostenido lo contrario, porque ha dicho que
lus que adquirían bienes por titulo lucrativo no tenían derecho á
que se respetase su posesión. Parece imposible que profese S. S. esos
principios, y esto justamente es lo que ialta en Ja ley de 9 de Junio
de 1835. La nación recibió con aplauso y gratitud esta ley, a la ma
nera que el acreedor de un tramposo que le debe 1UU,UDJ rs. recibe
de él 60,DUO á buena cuenta.
Asi es que este decreto no pudo menos de salisfjcer á los com
pradores de bienes vinculados que los tenia u.por causa onerosa , y no
solamente satisfizo a estos, sioo que dió también esperanzas á lus que
volver á la posesión de los bienes de que estaban, despojados los an
tiguos compradores, sino que les decliró el interés de 3 pur. 100 que
debería pagárseles desde el dia en que se verificó el despojo basta tanto
que s» verificase lo devolución, cuando en el proyecto que se discute
»e declaran bien ganadas por los detenladores de los bienes todtis las
reutas y frutos, no solo hasta la época de 183G , como se decía en el
i.royccto de las constituyentes, sino liasla la publicación de la pre
sente ley, que según las apariencias, senores , no la veo tan proxi-
existía en cierto modo buena te para
porque al abrigo de la legislación existente ellos adquirían yganaban
de los frutos, y podían decir nuestros son.
Vea el Sr. Caneja como no hay motivo fundado para llamar reac
cionario á este proyecto, y mucho menos para decir que la comisión
*c ha separado del gran principio que deben tener presente los hom
bres públicos en esta materia, que es cuncíliar los intereses opuestos,
cu una palabra, hacer milagros como se propone la comisión en el
hecho de combinar intereses, y sacrific3iUolo en favor de las ciases
. quienes protegió la opinión del Sr. Caneja.
Aquel decreto está también en contradicción con 'os principios
que ha sentado S. S. : S. S. desconociendo el titulo lucrativo cuando
en aquel decreto está considerado en igualdad hasta cierto punto
como el titulo oneroso, en el art. lí de aquella ley. después de fijarse
en los anteriores las reglas por las cuales debiau recuperar sus bie
nes los que los hubiesen adquirido por titulo oneroso se dice: "estas
mismas reglas tendrán aplicación á los que los hubiesen comprado
de los que los habían adquirido per litulu lucrativo;" y fié aquí
usa inconsecuencia (lo digo con el respeto debido, y sohuieiite eu
!a defensa que estoy obligado á hacer de los principios del proyecto,
y á las doctrinas que en él están desenvueltas, que son las que he
profesado siempre y estoy sosteniendo ahora); porque reconociéndose
derecho en el comprador de los bienes adquiridos por titulo lucrati
vo para recuperar sus bienes, ó el precio de ellos, al paso que no se
reconoce este derecho al vendedor de lus mismos , se comete uua
grande inconsecuencia ; porque si el vendedor no tenia derecho algu
no á los bienes no pudo trasferirlo á aquel á quien los vendió, ni
este recuperarlos en virtud del titulo que le comunicó el primero:
las consecuencias de este principio me parece que están fundadas en
justicia por masque se diga para oscurecerla.
Ha dicho S. S. que siendo la base de este proyecto el decreto
de 30 de Agosto de 1836 , y hallándose este revocado eu el hecho de
que S. M. no dió la sanción al proyecto formado por luí Cortes cons-
t ¡tu vente*, no podía de ninguu modo fundarse en él el présenle. ¿ En
qué funda S. S. esta aserción ? ¿Era acaso el proyecto no sancionado
el que establecía 1} desviuculacion, ó la produjo la ley de 1820 i Si
. el presente proyecto era lo mismo que aquel; si no hace mas que fijar
y determinar los derechos adquiridos desde 1820 á 23, y los hechos
l ontumados bajo una legislación enteramente contraria desde 1S de
Octubre de 23 hasta 38 de Agcs'.o de 1836, ¿de dónde puede sacar
S. S. que S. M. revocó él decreto de 30 de Agosto? Si no estaba com
prendido en el proyecto sometido á la wm-n.ii; si las Cortes no se
[ uparon de semejante decreto, ni le sometieron á la aprobación de
M., claro es que no hay el mas ligero pretexto para la especie que
por primera vez se ha discurrido: lo que sucedió fue quedar en el
mismo ser y estado en que se había hallado hasta esa época, y por
consiguiente válido rs el dcciclo y la ley de 11 de Octubre de 1820
por la que quedaron desvinculados todos los bienes amayorazgados.
lia dicho el Sr. Caneja sabe que algunos tribunales no creyeron
que era válido el decreto. Yo estoy entendido que no hubo tribunal
que creyera que no era válido: hubo algunos, muy pocos, que duda
ron é hicieron ana consulta sobre el particular.
Con mejores datos y noticias se ocupará probablemente de esta
materia el Sr. Ministro de Gracia y Justicia, y manifestará al Se-
r..i do lo que hay en el asunto. Pero tocante á él na puedo menos de
...onifeslar
: i: ;i á S. S. la poca exactitud oon que ha Hecho sus observa-
i Iones, porque ha dicho el Sr. Caneja que el que no reclamorcn lus
tribunales nacía del respeto que tienen ni Gobierno, ni temor y re
tí que acoinpiña á los funcionarios publicus de ponerse en cou -
Iradiccjon con los Ministros. Pero señores, ¿han podido pensar des
agradarían á los Ministros desconociendo el decreto de 30 de Agosto
de 36 i ¿ Pues qué han podido hacer mas los Ministros que han es
tado eu el mando desde que se negó la sanción que lo que han hecho
para demostrar á los tribunales que no quería reconocer el tal de
creto? ¿lia podido hacerse mas para revelar á todos los jueces y tri
bunales que el modo de hacerse grato al Ministerio y merecer su fa
vor seria destruir el decreto de 30 de Agosto y pronunciarse contra
él ? No quiero recordar sucesos que han pasado en las contestaciones
á los discursos del Trono en lodos los cuales se ha tratado de este
asunto ; tampoco quiero recordar las proposiciones que se han heoho
en el Senado , ni hacer mención de otros incidentes que han ocurrido
en él, porque asi conviene al decoro de todos. Pero resultará siem
pre que no pudo nacer nunca del temor de ponerse en contradicción
con el Gobierno, con la insignificante persona que tiene el honor de
dirigir la palabra al Senado, autor de ese proyecto, lo que ha pro
ducido el silencio de los tribunales. Este proyecto, por mas que me
rezca la censura de los Sres. Ruiz de la Vega , y la impugnación
fuerte que le ha hecho el Sr. Caneja, me permitirán S. SS. les diga
que lo recuerdo como la única cosa por la cual me puedo recomen
dar á la buena memoria de mis amigos.
No quiero molestar mas al Senado; y asi concluyo que pues no
se ha hecho al proyecto de ley ninguna impugnación sólida , que no
tratándose en él de mantener ó destruir las vinculaciones por ser ne
gocio determinado en 1820, sino de satisfacer una necesidad urgente
y grave, y necesidad que no está en contradicción con los príncipioi
emitidos por otros señores, pediría al Senado que pesando las razo
nes que he tenido el honor de manifestar se sirviese acordar se pro
ceda á la discusión por artículos de este proyecto de ley, y lo apruebe
si lo considera justo, estando pronta la comisión á oir todas las adi
ciones y modificaciones que en el sentido de la ley se propongan.
El Sr. CANEJA: Voy á hacer alganas rectificaciones sobre va
rios argumentos del Sr. Landero, empezando por aplaudir y reco
nocer la sagacidad con que S. S. los desenvuelve y lea da vuelta para
salir de ellos.
Nos ha dicho S. S. , y creo que el Sr. Gómez Becerra tambit n,
que aquí no tratábamos masque de remediar males; que no se tra
taba de lu existencia ó no existencia de la ley de 11 de Octubre de
1820 , y que por consiguiente esto no se oponia á que hubiese ó de
jase de haber ciertos mayurazgos: yo digo que esto no lo concibo, y S. S.
me permitirá le diga que se equivoca, porque el primer articulo de este
proyecto empieza diciendo "que está legalmente restablecida la ley
de 11 de Octubre de 1820." Señor , si está restablecida ; si por aque
lla ley se echaron abajo toda clase de mayorazgos, desde los mayores
hasta los üLtimos, ¿se puede decir que este proyecto no impide que
los haya ? Aprobado que lea, tienen que venir todos abajo.
Segundo punto. Me ba hecho una especie de reconvención el señor
Landero, que yo conozco hasta cierto punto por muy justa. Ha dicho
S. S. que cómo en el tiempo que han mandado los que profesan igua
les ideas á las mias no han presentado un proyecto bajo de estas
bases, de las cuales me ha honrado con decir que no estaría muy lejos
de aprobar algunas. Yo reconozco que esta especie de reconvención es
justa, aunque no á mi; pero yo no podré defender á los Ministros que
ha habido en diferenres épocas de que ep el espacio de cinco año»
que han pasado no hayan presentado un proyecto conforme con mis
ideas ó cun otras que hubiera sacado á la nación del conflicto en que
se ha hallado en esta época sobre la gravísima cuestión que nos ocupa.
Noseñores; no defenderé á ninguno, ni á los que tienen misopiniones,
ni á los de colorcontrario; para mi es indiferente: yo no hago la apo
logía de nadie; pero en cuanto á mi, simple particular, sabe el señor
Landero que ninguna parte he tenido en el Gobierno: en cnanto á
mi carácter de Senador, S. S. sabe que yo he dado aquí mas de una
vez algún embate á algún Ministro acusándole de que no se presen
tara un proyecto de ley sobre esta materia, y no fue muy suave por
cierto, de que se me manifestó luego resentido. Yo, pues, en esta parte
no tengo la culpa de que no se haya decidido antes esta cuestión, y
baste decir que yo reconozco justa la reconvención que ba dirigido rí
Sr. Landero, no personalmente á mi, sino á los que profesan iguales
ideas que yo, por no haber provocado esta cuestión eu tiempo en que
era mas fácil que sus doctrinas hubieran prevalecida.
Vamos al tercer punto. Yo efectivamente hice nna espocie de reto
jurídico, que Rqui no tratamos de otra cosa, no precisamente sobre
la proposición del Sr. Landero, lino sobre otra. Yo dije: "Las mu-
geres casadas, ó bien sus maridos en su representación, deben traer
á colación al tiempo de la muerte de los padres la cantidad que
hayan recibido en dote para que si sobrase devuelvan el resto, y si
les fallase perciban lo restante; y para esto debia atenderse al tiem
po del fallecimiento del padre ó de la continuación de la dote."
Esta fue mi proposición.
El Sr. Landero la ha tomado sobre si la dote debe considerarse
dada por causa onerosa ó lucrativa. No tengo tampoco inconveniente
en aceptar esto. Yo sostengo que la dote se adquiere por causa lucra
tiva, y esa ley que me cita el Sr. Landero la sé y es igual á la ley 17
de Turo ; la que ha leido S, S. es lá 44, y la 17 de Toro establece la
misma doctrina, es decir, si un padre mejora á su hijo, y entonce»
podia decirse también i una hija en tercio ó quinto á titulo de casa
miento, vale esta mejora desde que se hace la entrega de la escritura.
Ya ve el Sr. Landero que el acto material de entregir la escritura á
lar persona la cons til uye en posesión, y, ó je haee por un contrato
oneroso, ó por otra especie de contrato bilateral. ¿Pero para qué es
tablece esta doctrina ? Para decir que el padre no puede revocar esta
mejora ; pero llega el caso de que el hijo tiene que traer á colaoion
esta mejora , y el padre le La dado á uno de mejora un capital que
Tale diez , y luego resulta que por su legitima no le tocan mas que
fin tro: ¿ deberá devolver los seis? Si señor ; lo dice la ley terminan
temente, á pesar de que no lo baya considerado para este solo objeto
tomo causa onerosa. Esto es cuando se trata de las mejoras de'tercio
y quinto , es decir , que se consideran como válidas cuando bay exce
lo : no las puede el padre revocar durante la vida aun cuando baya
sido por alguna causa onerosa; pero no por eso valen esas donaciones;
no por eso dejan de revocarse si al tiempo dala muerte no caben en
el tercio ó quinto, ó en la legitima.
Lo mismo sucede con los mayorazgos de que habla la ley 11 de
Toro , y se comprenden en la 15 hasta los mayorazgos del tercio y
quinto; y no solo podía fundarlos quien no tuviese Herederos forzo
sos, sino quien tuviese hijos en quienes hacer la mejora del tercio y
quinto ; y aqui entra la doctrina* de la ley 17 de Toro , que dice:
"Esta fundación de mayorazgos no se puede revocar con tal que se
baya entregado la escritura de fundación al beneficiado cou el ma
yorazgo ¡ pero esto no quiere decir que cuando muera el padre, be-
cha la cuenta , y se vea que si no cabe en el treinta ó cincuenta esa
mejora tenga que restituirla el que la haya recibido , porque no pue
de el padre perjudicar á sus hijos."
Respecto á las bijas, aun cuando la ley 23 de Toro establece que
también las bijas pueden s<-r mejoradas por causa de dotes , no solo
rn la legitima, sino también en el tercio y quinto , dice expresa
mente la ley que las hijas tienen el derecho de escoger el tiempo , ó
bien el de la constitución de la dote, ó el de la muerte del padre, sin
que la mejora las obligue á examinar si cabe ó no en la legitima
como mejora la parte que hayan recibido de dote ; pero siempre que
daba á salvo el derecbp de que si se excedía debían devolver el exce
so. S. S. sabe muy bien que se hicieron las leyes u\. Toro en 15U5, y
que hay una ley recopilada de 1531, que fué en tiempo de Carlos V
y su hermana Doña Juana , reconocida en otra de mil quinientos y
tantos por Felipe II , en la cual se derogó la ley de Toro , y se dijo:
"los padres de ninguna manera pueden mejorar á sus bijas ni directa
ni indirectamente á titulo de dotes:" de manera que no se les puede
dar mas sino aquello que quepa exactamente en su legitima ; y lodo
el mundo sabe que nunca se averigua el importe de la legitima sino
cuando muerto el padre se hacen las paiticiouesy se examina lo que
toca á cada uno de los hijos. De consiguiente , en este particular se
persuadirá el Sr. Landero de que no tengo motivo para recoger la,
doctrina que senté respecto á lo dicho sobre que las hijas traigan á.
colación las dotes , y que en cuanto á las mejoras de los hijos el pa
dre no las puede revocar. Voy á otro punto.
£1 Sr. Landero ha dicho muy bien: "señor, si el decreto de 30
de Agosto era contrario á la Constitución, también lo fue la ley de
17 de Abril de 1821."
Señores, yo no sé si esta ley de 21 fue restablecida al mismo tiempo;
pero si como dice S. S. no se tiene por válido el i establecimiento de la
leyde mayorazgos, tampoco lo esel de la otra que impone penas. Kstoes
exacto; yo no tengo nada que decir. Yo he hecho suloesia indicación,
y creo que la he hecho conaquella delicadez*! y cousiJeraciuu que deba
guardar á todo el mundo y la particular que sabe el Sr. Laudero me
merece, y dijeque estaba muy distante de hacer inculpación á S. S.
por esto , pero que era sin duda electo de las circunstancias en que se
encontró, las cuales lo exigirian asi, y no habría culpa de su parte,
y al hacer esta alusión no quise hablar de la pena, Por lo demás la
solución seria exacta, asi como no lo seria si yo tratara de retorcer el
argumenta.
Voy al último punto, que es el mas esencial , i pesar de que fue
el primero que tocó el Sr. Landero. lia extrañado S. S. que yo dijera
2ue el decreto de 1? de üctubre de 1823 era tan legal como la ley
el año 1830. Lo be diebo, y lo repito: una cosa es que sea justo ó
injusto ; otra que sea legal ó no legal. Esta es una cuestión muy deli
cada ; yo la he tocado con la delicadeza que he podido, y espero que
no soto el Sr. Landero, sino sus compañeros de comisión y todos los
demás la traten con aquella circunspecciou que se debe.
Yo he estado muy lejos de defender la justicia del decreto de i? de
de Octubre de 1823. Todos me han oido aqui censurarle, y hablar con
elogio de la ley de 1835, llamándola reparadora de los perjuicios oca
sionados por esc decreto. Pero ya que el Sr, Landero ha hecho esa
explicación, permítame á mi también que yo diga: "Si es nulo el
decreto de 1? de Octubre, entonces serán nulos t dos los aelos y leyes
dadas por Fernando V il hasta que murió." Yo aqui no Ir .o uaua
mas que del verdadero poder legal de la uaciou; no entro en la con
veniencia de las leyes; examino el origen de la autoridad de donde
dimanaría. Ciertamente que en la anterior época constitucional el po
der legislativo estaba en las Corles con el Bey; pero, señores, ¿des
de 1! de Octubre ó últimos de Setiembre de 1823, en que cavó aquel
siltrrua, hemos tenido Gobierno que podamos* Humar legitimo des
de 1? de Octubre en adelante; ai ó no? Bajo de este aspecto lo miio.
Señores, Fernando VII ha sido reconocido en toda aquella larga
ipeca por>ley legitimo de España; ha sido reconocido por toda ia
nación, siu que nadie se le haya opuesto; ha sido reconocido por todas
las naciones extrangeras. ¿Y dónde iríamos á parar si se dice que ese
decreto es nulo por falta de autoridad? ¿Quién habia de darle? ¿Cuál
era el otro Gobierno que mandaba en España? ¿ Habia alguno en
aquella época? Yo no lo conozco. Si nosotros empezásemos por anu
lar ese decreto por vicio ó por falta de legalidad , resultaría que no
solo anularíamos este , sino que anularíamos también todos los que
ha dado Fernando VII en los diez años que reinó después, y los que
se han dado después que murió. ¿Habría alguna disposición de esta
época que pudiera considerarse válida? Ninguna. ¿Habría pasado la
nación di*?z, doce ó catorce años sin ningún Gobierno?
A mi esto me parece imposible, absolutamente imposible. Por
consiguiente , señores, no nos metamos en honduras: yo no voy á
explicar ahora los desgraciados motivos que hicieron caer el sistema
constitucional en aqueila época ; yo no voy á defender el Gobierno
de aquel tiempo, pues ciertamente no le he merecido otra cosa que
persecuciones, como sabe todo el mundo. No han sido esos los moti
vos que me han decidido á defenderle, i defender su legitimidad;
pero era un Gobierno legitimo que de hecho ha gobernado la España
por espacio de diez ó dooe años; y desgraciados de nosotros si empe
zamos por desconocer la legitimidad de los actos del Gobierno en
aquella época tan larga, y mucho mas cuando no habia ningún otro
Gobierno que disputase el mando diciendo: á mi me toca gobernar.
Yo creo que he dicho sobrado para que los señores de la comisión
comprendan en qué se fundan mis principios, en qué se fundan
mis opiniones y cuáles son mis sentimientos; á saber: yo asi como
tengo por válida y legitima cuanto puede serlo la ley de 11 de Oc
tubre, tengo también por válido y legitimo , legitimo , no digo justo
y conveniente, pero tengo por legal el acto legislativo de 1? de Octu
bre de 1823 y su conconsecuencia, que fue la cédula de Marzo del
año de 21, y tengo por legitimas todas las disposiciones que se hayan
dado en aquella época, asi como todos los actos administrativos, y
tendré por legitimas las leyes que se hagan ahora ó que hayan po
dido hacerse hasta aqui que deroguen aquellas; pero no digo que ha
ya facultad para decir que todo aquello fue nulo. Podremos derogar
lo; pero no considerarlo de hecho como nulo.
No quiero extenderme mas sobre una idea que la considero muy
delicada, y que pudría lener consecuencias de mucha gravedad; pero
ine ha parecido necesario vindicarme de.esa especie de impugnación
de que yo defiendo actos que pueden considerarse ó no considerarte
como legales, porque yo creo que eso no merece ponerse en duda y
no sé cuales serian las consecuencias que resultarían para el bien
del país de hacerlo.
Creo que no se me ha olvidado nada, aunque debería hablar so
bre otros varios puntos que ha tocado el Sr. Landero; pero como
luego vendrá la discusión de los artículos, allí tendré ocasión de
explanar extensamente mis opiniones.
El Sr. LANDEBO: Respeto mucho la delicadeza del Sr. Caneja:
no ha sido mi ánimo caliu'car la impugnación de S. S. de un modo
ofensivo, ni creo haber dicho nada que pueda considerarse asi; pero
quiero que quede consignado que no debe confundirse la legitimidad
de un acto con su validez ó no nulidad. La comisión reconoce que to
dos los actos obrados por el Gobierno que ha existido en España des
de 1823 hasta el restablecimiento de las instituciones actuales no son
nulos ; pero de esto á reconocer que sean tan legítimos y legales como
las leyes voladas en Cortes y sancionadas por la Corona desde 1820 á
1823, la diferencia es muy grande- no los reconocemos igualmente
legítimos y legales , como pretende el Sr. Caneja, pero si como váli
dos, porque son hechos consumados, en los que está interesada la es-*,
labilidad y sosiego de esta sociedad, muchas fortunas, otros muchos
intereses, y sobre todo porque asi lo exige la conveniencia pública.
El Sr. PRESIDENTE: Estando próxima la hora de reglamento,
se va á preguntar si se proroga la sesión."
Hecha la pregunta, se contestó negativamente.
Dióse cuenta de que la comisión de Presupuestos había nombra
do por su presidente al Sr. D. Joaquín Mana Ferrer, y por secreta
rio al Sr. D. Bamon Mana Caiatrava.
Se acordó pasar á la segunda sección para los fines que indica un
oficio del señor secretario de la comisión que ha de informar sobre el
provecto de ley de inquilinatos de casas de Madrid, en que manifies
ta que falta tuto un individuo en dicha comisión por ausencia del se
ñor duque de Caslroierreño, se hace preciso se reúna la sección á que
correspondía para nombrar el individuo que ha de reemplazarle.
El sr. PRESIDENTE: Mañana antes de empezar la sesión se re
unirán las secciones para nombrar la comisión que ha de dar su dic
tamen «obre el proyecto de organización de la Bolsa de Comercio do
Madrid que levó ayer el Sr. Ministro de Marina, y la segunda sec
ción para ni>mbr»r ademas el reemplazo del Sr. duque de Castro-
Lerreño.
Mañana se reunirá el Senado á las doce, y si son puntuales los se
ño. es Senadores, á las cuatro se podrá ya terminar la sesión, _
Se continuará la discusión pendiente, y la de los demás asunto*
ya anunciados.
Ciérrase la sesión."
Eran las cuatro y medía.
 NUMERO 57.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 29 DE JULIO DE 1841.
Abierta i ta una míaos din minutos, y leída el acta de la sesión
anterior por el Sr. Secretario Valrro y Arlela, fue aprobada.
Pasó á iai lecciones pera rl nombramiento de comisión el siguiente
proyecto de ley aprobado y remitido por el . Congreso de loa Diputados.
Alt SlNADO. "Ei Congreso dejos Diputados, habiendo lomado en
consideración lo propuesto por dos individuos de su seno scbre el res
guardo marítimo, lia aprobado el siguiente proyecto de ley:
Articulo único. £1 resguarda marítimo quedará i cargo de la
armada nacional.
Y rt Congreso de los Diputados lo presenta al Senado acompañan
do el expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Pala
cio del Congreso TI dr Julio de 18il.=Pedro Antonio de Acuna, Vi
cepresidente.=Julian de Uuelves, Diputado S«eretario.=Hipólito Ote
la, Diputado Secretario.**
Pasó á la remisión de Actas un oficio del Sr. Ministro de la Go
bernación de la l'eninsula, frciia 27 del actual, trasladando para co
nocimiento del Senado i-l decreto del Regente del reino del dia ante»
rior por el que ha nombrado Senadores: por la provincia de Valen
cia al Sr. D. Andrés García Camba, reelegido; y á D. Miguel Osea
en reemplazo del Sr. ü. José Ciscar y Olióla ; por la de Valladolid
al Sr. D. Juan Pasalodcs, en reemplazo del Sr. D. Evaristo Peres de
Castro; y por la de Ciudad-Real al Sr. D. Diego José Ballesteros, en
reemplazo del d funlo Sr. D. Jcse Mana Jaime.
Dióse cuenta de un oficio del Sr. Senador D. Narciso López, fe
cha de ayer, en el que manifiesta que asuntos de la mayor impor
tancia le obligan á ausentarse por mucho tiempo de España, y que
no siendo compatible con su delicadeza conservar el carácter de Se
nador, cuyo ejercí, ¡o no podía desempeñar, hace expresa y formal
renuncia del indicado cargo.
El Senado quedó entelado y acordó re avisase al Gcb'erno.
Igualmente quedó enterado de una comunicación- del Sr. mar
qués de Caslelldosiius manifestando no serle posible asistir á las
sesiones del Senado por impedírselo el estado de su salud.
Sr acordó pasar af Sr. Presidente del Senado para loa efectos pre
venidos en el acuerdo de ayer una exposición fecha 28 del corriente
de D. Gregorio López Mollinedo, hijo del Sr. D. Alejandro, Sena
dor por la provincia de Madrid, en la que manifiesta que el dia an
terior su señor padre tuvo precisión de marchar i su pais natal sin
esperar la licencia que tenia pedida con. el objeto de procurar el ali
vio á sus males que se le bau agravado li.isla el punto de estar pos-
' Irado en cama.
Se arordó imprimir, y que se señalaría dia para la discusión de
los dos dictámenes que siguen de la comisión de Peticiones.
"La diputación provincial-de Jaén con fecha 23 de Juliodel cor
riente año eleva á las Cortes varias observaciones para manifestar la
poca conformidad que tiene con la Constitución y los muchos per
juicios que irroga á particulares y aun á la misma administración
de justicia la jurisdicrion privilegiada que ejercen la colecturía
general y subrolecturias de espolios y vacantes, y á su consecuencia
fiide que siendo tan repugnante la subsistencia de estos tribunales á
oa principios de un Gobierno representativo, se acuerde su supresión
ao se ba hecho con el de las Ordenes.
SI- TOMO 1.
307
DE CORTES
La comisión de Peticiones ha examinado la presente y en aa vis
ta entiende que el Senado puede servirse acordar pase el Gobierno.
Palacio del mismo 29 de Julio de 1811.=D¡onisio CapazaValero y-
Arlela. sTorrea y Solano!.
La diputación provincial de Jaén en 17 de Julio corriente renue
va la petición que dirigió á las Córtes en 14 de Setiembre de 1857,
de que temite copia . y haciendo diferentes observaciones contra la
exacción del 21) por 100 del eaudal de propios, cuya exorbitancia.es.
el objeto de la petición indicada , pide que se decrete sn abolición.
La comisión de Peticiones ha examinado esta de la diputación
provincial de Jaco, y considerando que el Gobierno está mas en el
caso de apreciar las razones en que se turnia , y obrar en Su conse
cuencia dentro del ctreulo de sus facultades, opina qne el Senado
puede servirse acordir pase al Gobierno. Sin embargo el mismo te
servirá resolver lo que eslime mas acertado. Palacio del Senado 29 da
Julio de 184l.=D. Ca paz. = Valero y Arlela. -TVrres y Solano!.
Pasó á la comisión de dotación de Culto y Clero una exposición
de la junta diocesana de Málaga , fecha 23 del présenle mu, hacien
do una manifestación de la pequeña parte que el clero de aquella
diócesis ba percibido de su asignación en los años desde el 1837 á
1840, y apoyándose en la ley é instrucción que la acompañó, dada
en el citado 1857 para la recaudación del medio diezmo que declara
acreedores del Estado i los rclesiásticos por la parle de la cuota qne
les estaba designada, y no alcanzase á cubrir el producto del mrdio
diezmo decretado, pide que las Corles declaren la preferencia de rite
crédito, que se forme la correspondiente liquidación per los cuatro
anteriores años , y que del resultado ó alcance manden expedir do
cumentos admisibles por todo su valor en la compra de bienes del
clero secular.
Acordóse que la cuarta sercion se reuniese para nombrar el indi
viduo que ba de reemplazar en la comisión de Presupuestos al señor
D. Narciso López, en virtud de la renuncia que el expresado señor
ha hecho del cargo de Senador. "
Fue aprobado sin discusión el siguiente diclámeni
l'rorincia Je yalenda. " La comisión de Actas electorales ha
examinado la dr escrutinio general celebrado en Valencia á 10 del
presente mes para la propuesta de un Senador en reemplazo del se
ñor D. Andrés García Camba que cesó en este cargo por la acepta,
cion del Ministerio de Marina, Comercio y Gobernación de Ultra
mar, y hallándola corriente y zin defecto alguno que pueda invali
darla ,
«Es de parecer que el Senado puede servirse aprobarla,
• El Sr. D. Andrés García Camba, reelegido para el cargo de
Senador por dicha provincia de Valencia , tiene acreditadas laa Cua
lidades requeridas para desempeñarle, sin que en su reata haya ha
bido disminución alguna, por lo que
••La comisión opina que el Senado puede servirse acordar au ad
misión definitiva. Sin embargo, resolverá lo que estime mas conve
niente. Palacio del Senado 29 de Julio de 18 1 1. -Gaspar da Ondoví-
Ha , prrsidente.=José Joaquín de Moya.= Joaquín Francisco Caiupu-
zano. — Manuel Lorenzo.
El Sr. PRESIDENTE: Orden del dia. No se pueden volar la* le
114
 398
)'« por la misma cauta que no se han rotado los dias anteriores por
falta de Senadores porque los señores que se hallaban enfermos con
tinúan en el mismo desgraciado estado, y porque el Sr. D. Narciso
López ha renunciado el cargo de Senador.
Continúa la discusión pendiente sobre la totalidad del proyecto
de ley relativo á vinculaciones.
El Sr. ALVAREZ PESTAÑA: Señorea, no podré hoy esforzar
mi apocada yos todo lo que quisiera para ser bien entendido, y por
lo mismo si es posible que la atención y el silencio suplan este de
fecto, yo estaré muy agradecido.
Hay materias y ocasiones en que el amor propio parece ofender
se con justicia de que se supongan á uno opiniones ó ideas que no
tiene. Tal sucede en esto de vinculaciones, pues al impugnar en su
totalidad el proyecto ó dictámeo que se discute podría ser fácil
creer que yo vengo á abogar por las vinculaciones. No señor , no se
crea eso , porque ni soy partidario de las vinculaciones, ni estoy por
la supresión absoluta de ellas. Esta es mi opinión, mi opinión como
español; no me detengo en mas ratones, lo uno porque no se ocultan
ya i nadie, lo otro porque vienen ya indicadas por otros señores que
me han precedido en la palabra, y finalmente, porque no es el obje
to que me propongo tratar de si ton útiles ó perjudiciales las vincu
laciones; pero si diré que la opinión mia es en mi concepto la mas
general entre los hombres que se hallan en el caso de ser imparcia
les, y que lo será cada dia mas porque ella sola es la que concilla
los intereses económicos de la sociedad y principios políticos de la
monarquía ; y para dar una muestra de cuánta es mi imparcilidad
en esta materia, me atreveré 4 decir que si me pusieran en la alter
nativa precisa y perentoria, sin admisión de término medio entre
los dos extremos, de una vinculación sin tasa ó de una supresión abso
luta de las vinculaciones, esto último es probable que arrastraría
mi voto.
Yo combato el proyecto ó dictamen en su totalidad ; lo primero,
porque veo en él resuelta la dificultad principal, la duda grave, la
cuestión mas importante que hay sobre este punto, á saber: si el de
creto de 30 de Agosto de 1836 restableció legítimamente la ley de Oc
tubre de 1820. Lo segundo en que me fundo para impugnar ese pro
yecto es porque en él domina y preside una doctrina que no considero
la mas justa ni la' mas política: califico el proyecto con esta tem plañ
ía porque la creo debida á loa respetables señores que componen la
comisión ; y antes de entrar en materia quiero ponerme en seguro de
sí estoy ó no estoy en mi derecho combatiendo la totalidad sobre los
dos puntos indicados, porque no quisiera se creyese que disputo en
falso contra el órden regular délas discusiones. Ésta idea me inquieta
desde ayer con motivo de haber oido al Sr. Landero contestando al
Sr. Caneja que ni S. S. ni el Sr. Ruis de la Vega habían combatido
la totalidad del proyecto , la cual estaba intacta.
No lo creo yo asi , y diré la razón : conteniendo el art. 1? una de
las bases de todq el proyecto y discutiéndose estas cuando se discute
la totalidad , claro es que era necesario hablar de ese articulo, porque
si se hubiera dejado pasar sin impugnación en la totalidad , (luego
que llegase la discusión de los artículos se nos hubiera dicho que no
era ya tiempo de presentar nuestros argumentos, pues se había reco
nocido la conveniencia ó utilidad de la idea ó del principio domi
nante:' •
Señores, una discusión de totalidad tiene mucho ensanche, asi
•orno la aprobación de un prorecto en su totalidad es un paso muy
ventajoso para el proyecto y para la comisión porque reduce y pone
una cortapisa contra los que hayan de hacer la impugnación , te
niendo ya que limitarse precisamente á las disposiciones particulares
de rada articulo uno por uno.
Pero vengamos ya á la cuestión principal. ¿Está restablecida le
gítimamente la ley de 1820 ? ¿ Ese decreto de 30 de Agosto del año
36 es legítimoV ¿Pudo derogar una ley?
El Sr. Caneja ha presentado argumentos incontestables en favor
de la legitimidad del decreto Real del año de 1825. Mas como quie
ra que hayan sido contestados por el Sr. Landero de una manera que
podía dejar ambigüedad , fuerza me es insistir y corroborar cuanto
es posible eon nuevas razones tales argumentos, y es necesario para
hacerlo ocuparme en considerar los sucesos que tuvieron lugar' en la
época lamentable de la reacción del año de 1823.
Es verdad que un ejército exlrangero vino á prestar apoyo por
medio de la fuerza, y que á eso se debió el cambio del régimen
constitucional.
Antes de continuar debo advertir, haciendo un sacrificio el mas
repugnante á mi carácter cual es el hablar de mí mismo , que yo no
lie sido una de las menores víctimas de aquella reacción : yo puedo
decir qne en los diez años no be respirado un minuto en plena liber
tad, no he tenido una hora de quietud y de sosiego: persecuciones
qne reñían ya de muy lejos , desde el año de 14 , en el cual y en el
de 15 tanto sufrí que estuvo en nn pelo el que no fuese conducido
desde mi prisión del castillo de San Antón d la horca; pero aquello ya
pasó, aunque no tanto que no me sirva de lección para templar mis
ideas , porqne temo muellísimo el que se repita una escena como la
de entonces);
Ese ejército francés, que pocos años antes había sido el objeto de
la ira y del furor de los españoles en su entusiasmo por la guerra de
la independencia, fue recibido con aclamaciones por 'la mayoría 'de
Ja nación , por las masas ; es decir, qne Jaabíp una propensión, que
había elementos que estaban preparados para una explosión , que
aun cuando se hubiese alejado por algún tiempo, se hubiera verifi
cado por ctro cualquier accidente. El ejército francés no tuvo mas
que dar un paseo militar por España hasta el Trocadero : señores,
este es un precedente doloroso, cuya impresión jamás puede borrar
se; pero al cabo da motivo para tomar argumentos sobre los efectos
que produjeron estos hechos. Se marchó el ejército francés ) el Mo
narca ep ves de aumentar la fuerza, la redujo al mínimum, y la
nacioo , sin embargo, quedó en aquiescencia , qué digo en aquiescen
cia, con demostraciones de júbilo y contento , como si estuviesen eu
en su estado natural. Bien conozco la índole y naturaleza de esas ma
sas que asi decidían del estado de cosas; pero lo positivo es que con
tra hechos de esta clase no valen nada los argumentos.
Lo cierto es que esos hechos traían consigo derechos, autoridad,
poder ejercido por espacio de diez años, circunstancia bien notable,
porque el tiempo es siempre un fuerte argumento para todas las
cosas: diez años, que Dios sabe cuántos mas hubieran sido si la
muerte y otras causas que no debemos jamás olvidar no hubiesen
venido á cortar aquel período fatal. ¿Pero hay quien dude de la le
gitimidad de los actos de aquel Gobierno? Yo creo que no; y una
gran comprobación de esto mismo la hemos visto en el año 35.
Señores, la discusión que sobre un proyecto de ley como el presente
hubo en los Estamentos fue muy solemne y luminosa; en el Esta
mento de Procuradores había una oposición fuertísima , como que
estaba compuesta de oradores de primer órden ; sin embargo , quedó
victorioso y triunfante el principio de legitimidad de los actos del
Gobierno del Rey , y no sólo se aprobó en ambos Estamentos, sino
que se sancionó después por la Corona.
Pues ahora bien: luego el decreto del Rey efectivamente fue le
gítimo por cuanto ejercia la autoridad soberana; y aquí de paso
debo observar una cosa : que es menester que se haga diferencia
entre la parte que hace relación á derogar la ley de 1820 y la parte
que se refiere á los derechos producidos por esa ley , porque no se
puede confundir una cosa con otra.
El decreto del Rey considerado bajo este último punto fue in
justo, fue violento, fue vituperable; necesitaba reparación, y ese
objeto tenia la ley de Junio de 1835; pero la otra parte que deroga
la ley del año 20, esa tiene toda la virtud que debe tener para los
efectos legales que produjo. ¿Y cómo los produjo? De nn modo el
mas positivo, porque las vinculaciones siguieron desde entonces ob
servándose como en los dias de su mayor apogeo en los diez años é
igualmente hasta el de 1836, cumpliéndose conforme á las reglas
de legislación y fundaciones en materia de mayorazgos.
Por consecuencia de lo dicho, el decreto del Rey ba sido una
ley del Estado, y por efecto de esa ley la del año 20 quedó, no ya
dormida, como me parece haber oído al Sr. Gómez Becerra , sino
muerta. _ '
Pues ahora bien; yo preguntaré á oualquíera: ¿puede una ley
ser derogada sino por otra hecha bajo las formas del Gobierno que
esté establecido cuando se derogue? .
Si hubiese continuado el poder absoluto otro decreto hubiera bas
tado para restablecer legítimamente la ley de 1820 ; pero como en el
año 36 había Gobierno representativo, claro es que la ley aquella no
pudo ser restablecida sino por otra bajo las formas de ese nuevo sis
tema , como se hace hasta para la alteración ó interpretación mas
mínima.
Se necesita , pues, una ley para derogar otra: ¿y dónde está la
que ha derogado el decreto del Rey, y ademas la ley de 1855, que
también es preciso tener en cuenta; ley formada ya bajo las bases del
Gobierno representativo por los Estamentos y que partió del princi
pio de legitimidad del decreto de Octubre de 1823? ¿Dónde está?
¿En el decreto de 30 de Agosto de 1836? Pero ese decreto es un acto
del poder ejecutivo: el poder ejecutivo tiene por principal atribución
hacer ejecutar las leyes, pero no derogarlas ni alterarlas.
He oido que ese decreto del Gobierno fue implícitamente apro
bado por las Córtes: yo quiero conceder mas ; quiero que esa aproba
ción fuese explícita , terminante; no habremos adelantado nada. Las
Córtes en virtud de la potestad legislativa podrían muy bien resta
blecer la ley de 1820 , pero para esto tenian que llenar todas las for
mas establecidas; tenia que presentarse un proyecto; debía haber dis
cusión pública , aprobación, y luego sanción Real: mientras yo no
vea esto no confesaré que el decreto del año 36 esté legitimado.
Pues todavía tienen mas contra tí el proyecto del día y el decre
to del año 36, y es la negativa de sanción que en el año 37 tuvo el
proyecto que entonces presentaron las Córtes. Sin meterme yo á ave
riguar las razones verdaderas que haya podido tener aquel Gobierno
para aconsejar á S. M. que negase la sanción, estoy muy persuadido
de que la principal ha consistido en que en aquel proyecto se presu
ponía como en el actual que era legítimo ese decreto que restablecía
la ley del año 20. Pues si no ha habido ni por parte del Gobierno ni
por le de ninguno de los Cuerpos legislativos presentación de nin
gún proyecto dirigido expresamente á restablecer la ley del aro 20
ni para lijar el estado de las vinculaciones, ¿cómo podía dar la san
ción S. M. ni aconsejar ningún Gobierno que la diese al proyecto del
año 37? Esta negativa de sanción está produciendo sus efectos, por
que está en relación con la ley del año 35 en que se partió del prin
cipio contrario. Por supuesto , repito , que en la facultad de las Cór
tes está siempre el derogar esa ley y el dar la calidad de tal al de
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érelo del Gobierno; pero eito ha de ser también, repito, por los trá que vemos la observancia de tantos y tantos decretos del tiempo del ■
mites que marca la Constitución: en tiempo de las Cortes constitu Rey.
yentes cuando se discutió aquel proyecto ya estaba publicada la Ademas de eso, la doctrina de S. S. de que no debemos jamás re
de 1837, y ya por ella era necesario que la formación de una ley conocer ninguna legitimidad y legalidad en los actos del poder abso
corriese por los trámites y por el orden establecido para el caso. ¿Por luto por los cuales han sido anulados los del Gobierno representativo
qtté no lo hicieron? me ofrece una objeción abstracta en los principios , pero que no fa
Se trae para dar Talidei á este decreto del año de 1836 la obser- vorece esa doctrina; á saber: que la verdad positiva de cuál forma
Taneia en que estuvo: yo, señores, en algún tiempo he caído en el de gobierno es la mejor no está demostrada todavía ; lo que se sabe
error de considerar de algún mérito esta rason porque no tenia no es comparar una forma de gobierno con otra ; pero abrogarse una ex
ticias exactas de la clase de observancia que se prestaba á ese de clusiva preferencia de que solo es legítima nuestra forma de gobierno
creto, ni un interés particular en adquirir esas noticias; mas cuan no cabe de ninguna manera en razón ni en política. En todos casos
do posteriormente varias ocasiones me han puesto en la necesidad de la doctrina del Sr. Landero seria enteramente estéril: ¿por qué? ¿Pues
adquirirlas y de formar un juicio, encuentro que lejos de servir de qué, ha de restablecerse aun el poder absoluto? Y entonces la doc
argumento en favor de la legitimidad del decieto de 1836 la perju trina del Sr. Landero de que no era válido lo que hiciese ¿con
dica. Esa observanoia, ó dice relación á los interesados, ó al poder ju tendría por ventura la impetuosidad del absolutismo? Me parece que
dicial: examinémosla con respecto á los interesados. no. Pues en el caso de que no haya de regir aquel, también es inútil
Yo creo que por cada familia que ha cumplido y observado el dicha doctrina , porque como habría de venirse á la práctica, hay que
decreto del año 36 disponiendo el poseedor de la mitad de sus bie reconocer por necesidad los efectos de esos actos cuya legitimidad se
nes, ó partiéndolos sus herederos, ha habido diez que no han hecho quiere negar.
novedad. Pero lo mas particular es lo que voy á decir: la mayor Ademas de eso, tanto vale adoptar esa doctrina como imitar las
parte de las familias (y hablo de sucesiones nuevas de esta época, demasías del poder absoluto, cargar con la misma censura, con la
desde el año 36 acá) que han hecho particiones lo han verificado en misma critica , y autorizar en cierta manera á otro Gobierno que
juicio contradictorio oponiéndose á ello los inmediatos sucesores. suceda á este para igual aplicación. De consiguiente no me parece
Tan cierto es esto, que de ello ha dimanado el que los tribunales y los que la contestación del Sr. Landero haya desvirtuado los argumen
jueces tuviesen que ejercer su ministerio aplicando aquel decreto. tos que sobre la legitimidad del decreto de 1836 se han hecho.
Con que véase qué observancia tuvo en la mayor parte de los casos; Ño soy agorero ni tengo prurito de anunciar; pero desde luego
porque en unos se desentendieron los interesados del derecho que el - lo hago de que después de aprobado este proyecto ningún resultado
decreto de 36 y la ley de 20 Ies concedían, y los que pretendieron útil va á producir en lo que se propone con respecto á fijar la situa
esos derechos encontraron oposición, y hubo necesidad de que se* atu ción de las vinculaciones; quedará siempre la misma incertidumbre,
vieran al fallo de los tribunales. la misma duda , el mismo deseo de que haya una Verdadera ley , y-
Examinemos ahora la observancia de este decreto en lo que dice esto será un mal.
relación al poder judicial. Los jueces, yo no diré que hayan sido los Respecto á los derechos adquiridos en las diferentes épocas de le
mas ni los menos, pero sé de seguro que muchos de ellos han dudado gislación vincular he dicho que la base del proyecto en cuestión no es
y elevado consultas á las audiencias sobre aplicar ó no ese decreto; ni la mas justa ni la mas política , porque da una preferencia odio
en las audiencias ha habido dudas también, y se han elevado consul sa , violenta á personas que se puede decir no adquirieron sobre per
tas al Gobierno; en el mismo Tribunal Supremo de Justicia estaba sonas que poseen actualmente.
tan dividida la opinión, que los unos opinaban á favor de la legiti Señores, confieso que me afecta ponerme i considerar los casos
midad del decreto y los otros en contra. Pues, señores , cuando la que ofrece este proyecto, y para que se comprenda mejor pondré un
duda se apodera de hombres ilustrados y jurisconsultos, ¿ qué no su ejemplo: un poseedor de mayorazgos que se baya muerto ocho dias
cederá entre los interesados? El pais no solamente duda, sino que ó uno antes del decreto del Rey, á virtud de la ley del año de 20 sus
está en una grande incertidumbre, en mucha ansiedad", y de aquí la herederos tenian, es verdad, el derecho de percibir los bienes de aquel
necesidad de una ley que fije el estado de las vinculaciones. mayorazgo; pero señor, si acaso ni aun han tenido noticia del derecho
Asi se ha visto que de todas partes en distintas ocasiones se ha que adquirieron : que otros que la han tenido no han aceptado la he
clamado por esa ley : ¿ y cuál ha sido el resultado de esos clamores y rencia, ó no se han conformado con admitir el derecho que les daba
hasta de las interpelaciones que en diferentes épocas se han hecho la ley, porque yo conozco familias que por preocupación, lo confieso,
para que viniese esa ley ? El empeño de que se tenga por legitimo el prefieren no tener las legitimas de bienes vinculares á trueque de
decreto de 30 de Agosto de 1836. conservar el mayorazgo. Pues señor ¿será cosa de que ahora después
To soy uno de los que se han llevado un grandísimo chasco : con de diez y ocho ó veinte años, vengan aquellos que no llegaron á po
fieso haber consentido ingenuamente en que se trataba por los dife seer á despojar á los que en la actualidad están poseyendo? Si se
rentes Ministerios que se han sucedido en esta época de presentar una ñor; y en otro podrán venir, no ya aquellos herederos , ó que lo hu
buena ley de vinculaciones para lo sucesivo; y tanto es asi, que ha bieran sido , sino sus hijos ó descendientes y hasta extraños, y aun
biéndose presentado en el año pasado por un Sr. Senador, que ahora podrá darse el caso de que aquellos herederos del poseedor difunto
no lo es, una proposición para que se declarase sin efecto el decreto hubiesen renunciado, pero que no consta esa renuneia,y vendrán loa
de 30 de Agosto de 1836, yo la combatí al deliberar en mi sección, descendientes suyos haciendo la reclamación en virtud de este pro
porque ya tenia la idea, el dato de rjue en breve se presentaría por yecto y expelerán á los actuales poseedores.
el Gobierno un proyecto; pero quise todavía cerciorarme, y aquel Esto es una cosa, sobre injusta, ridicula, porque si dijésemos han
mismo dia , acercándome á uno de los Sres. Ministros, me aseguró poseido por algún tiempo, pudiera pasar; pero no habiéndote verifi
terminantemente, que no solo se pensaba en eso sino que estaba re cado el acto de poseer sino puramente porque murió el poseedor
dactado y que se presentaría muy pronto. poco antes del decreto del Rey, y que habían estado desvinculados
Por consiguiente sostuve que aquella proposición era inoportuna, los bienes, ¿cómo las familias hoy poseedoras podrán ser justamente
y que lo que convenia era esperar á que el Gobierno presentase su arrojadas de sus casas , de sus bienes, y acaso por personas desconoci
proyecto, y he alimentado esa esperanza y esa idea basta que he visto das que vengan á deducir su derecho?
publicado el actual proyecto. ¿Como podía yo dejar de impugnarla Pero se dirá que hay que observar la máxima de derecho fji«
ouando observo, no solo el común deseo, sino la necesidad de que dice: "Qui prior est ttmporet prior est jure." Es cierto que el dent
quedasen terminados de una vez todos los debates, toda polémica ello tiene eso admitido cuanto á los acreedores; ¿y puede aplicarse
acerca de la legitimidad de ese decreto de 1836, y cuando el asunto eso al caso presente? No señor; porque no solo no hay identidad sino
es tan importante, importantísimo, pues que abraza inmensos inte que la diferencia es grandísima: los acreedores lo son no por una
reses ? misma cosa, sino cada cual por sus cantidades respectivas.
La sola duda , la sola incertidumbre que se ha apoderado de todos Ademas, en los acreedores hay un tercero, el cual a,unque,se haga
los ánimos, la general espectacion bastarian para que ahora se hi el pago al acreedor de mas tiempo queda obligado á si viene á mejor
ciese una ley que definitivamente estableciese la forma de las vin fortuna tener que pagar al otro acreedor que queda en descubierto;
culaciones, y disipase las dudas y dificultades que pudieran ocur pero aquí no sucede eso, porque son dos con derecho á una misma
rirse. cosa , y sí al uno se le entrega, el otro lo pierde todo: ¿y por qué la
Me parece que con lo dicho tengo suficientemente probado lo que preferencia no ha de ser en favor del que posee, siguiendo mas bien
me habia propuesto. Pero todavía es justo que diga algo acerca de la la otra regla de derecho que dice "l'n duóiis melior est conditio pot-
contestación que he oido al Sr. Landero dirigida al Sr. Diez Caneja. sidentisi"
El Sr. Landero, supongo que obligado por su buen sentido á reco Ue dicho también que este proyecto no es el mas político; por
nocer la fuerza de los argumentos que había presentado el Sr. Cane de contado tener en menos la suma de intereses que producen diez
ja sobre la legitimidad de los actos legislativos en tiempo del Rey, y siete ó diez y ocho, años, y á _las personas que legítimamente lo*
ha confesado , si mucho no me engaño, que eran válidos , pero ile .disfrutan, no me parece que es político; y con tanta mas razón no
gítimos. To bien sé que hay en todas las ciencias ciertos principios lo es, pnaata que debiera pesarse mucho el efecto que produce un da
raetafísicos ; pero en este casóse me hace imposible conciliar la va ño de esta especie, que es de tal intensidad como el que puede causar
lidez con la ilegitimidad : esto para mies incomprensible: ¿cómo un agravio el mas considerable: mostrarse indiferente á este efecto
hermanarse? ¿Cómo pueden concebirse actos válidos y al misino y al resentimiento y disgusto natural de los que se ven desposeídos,
tiempo ilegítimos é ilegales? Si se me quiere decir que la palabra que tenian toda la seguridad que les daba la ley, me parece muy im
válidos equivale puramente á reconocer el hecho de que existió aquel político , y mucho mas en una época; en que no son por desgracia ya
•eto, no se adelanta nada, porque viniendo luego á la práctica ve pocos los motivos de disgusto y de descontento.
mos que aquellos actos producen efectos legales,, positivos . y asi es Tampoco me parece conveniente este proyecto bajo otro punto d«
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vista , á saber, de lot pleito* qu- d?ben seguirse: yo veo esto claro; rasgos no tiene ese principia. Sabido es que hasta el tiempo de don
¡ojalá oo tea asi ! Pero do puede dejar de baber una sentina de ellos, Enrique II no se crearon, ni se habH de mayorazgos, y que solo se
porque son muchísima», son muy números)* la» familias que poseen habló de ellos en una de las clausulas del testamento de ese Rey. Ar
vínculos: lurgo se trata de una clase de pleitos muy oscura', y por repentido sin duda este Monarca de haber hecho tantas mercedes y
tanto muy largos y costosos; y añídase la circunstancia de pleitos donaciones á la grandeza, dijo en su testamento : "estos bienes, estas
entre parientes, que son de ordinario mas encamisado*; v todo esto mercedes quiero que las conserven y que pas«n á sus descendiente»,
solo por el empeño apasionarlo de un» ilimitada deferenria en favor pero que en el momento que no haya desrendientes vuelvan i la Co
de los derechos que se dicen adquiridos por mulo lucrativo. Señor, rona." De manera que fue esta disposieioude D. Enrique II una re
¡titulo lucrativo cuando la tenencia de la cosa y hasta la espe • paración del abuso con que habia procedido en esta parle. Entonces
ranza de adquiiirlu habrá fallado a iDUebosI no htbii m lyorazgos, y conforme i esta disposición del Sr. D. En-
Por úliiuio , señores , yo sieuto machísimo y deploro el que no» ri [lie II empegaron á fundarse mayorazgos: y pregunto yo: ¿fue
quedemos sin una ley de Vinculaciones, y el que haya quien crea que est* institución un elemento del Gobierno político de aquel tiempo?
con este proyecto se logrará aquiescencia, fijeza en los interesados. No seguramente , ni lo pudo ser. Pero supongo que fuese elemento:
Me parece á mi que seria un gran bien para el pais desechar este pro también las leyes sufren sus revoluciones como los imperios; y i
yecto y formular una ley acomodada al tiempo y circunstancias, ó nada afectan mas las revoluciones como á las leyes mismas. De
coiuo se quiera, pero una ley de vinculaciones. consiguiente, cuando en un Gobierno político nacen unas institucio
Estas son las razones que con algunas mas que no me hilloen nes nuevas , que condenan , que no permiten esas instituciones, na
disposición de continuar expresando me han movido á usar de la pa tural es que de una plumada se deroguen , se echen abajo; y ya que
labra y manifestar al Senado el fundamento de mi opinión contra- se habla de leyes venerandas, yo preguntaré: ¿no eran leyes vene
ría á la apiobacion de este dictamen de la comisión, sobre el cual el randas las que establecieron el Consejo de Castilla y le daban sus
Senado resolverá lo que estime por conveniente. facultades? Pires desaparecieron de una plumada; y sin embargo
Ef Sr. PRESIDIENTE: Se suspende esta discusión: \a á jurar el ¿qué clamores se han levantado?
St. D. Andrés García Camba , Senador reelecto por la provincia de Las vinculaciones han pretendido defenderse por el Sr. Caafja,
Valencia." diciendo en primer lugar que en la Corona se sucedía vincularmente;
Precedido de los Sres. Secretarios Valero y Altela y Torres Sola- se ha querido dar una grande recomendación i los mayorazgosy á su
uot, entré á jurar el expresado señor, quedando agregado á la te- conservación con la sucesión vincular de la Corona. No había vincu
guada sección. laciones euando ya habia la sucesión actual de la Corona; ni aun te
Continuando la discusión pendiente, obtuvo la palabra y dijo , conocían, y sabido es que en la monarquía goda la sucesión á la
Bl Sr. Ministro de GRACIA Y JUSTICIA: Ardua es, tenores, Corona era electiva, y que hasta la restauración de la monarquía del
yrouy difícil empresa el combatir un dictamen como el que está poder de los árabes no empezó í ser hereditaria , y un autor que ha
discutiéndose. Por esto be observado que los Sres. Senadores que se hablado de mayorazgos dice, refiriéndose á conversación tenida con
lien levantado á impugnarle han sacado la cuestión de su verdadero D. Diego Covarrubias, que habia visto una ley que establecía la su
terreno, la han colocado en el que no es propio ; y si alguna ves se cesión , como dice la ley de Partida, desde los primeros tiempos de
han acerrado á este, han andado por la circunferencia , no han en • la restauración. Pero sea de esto lo que quiera, la ley de Partida
trá*do en este terreno, no han atendido al earácter de esta ley, ni coin- establece la sucesión de la Corona en les términos que sucede: ¿y
{lrend¡do los principios en que se funda. lian supuesto que en esta habia entonces vinculaciones y mayorazgos? No, porque fue muy
ey se decretaba la desvincularon , y con este motivo se han exten posterior; y asi es que ninguna disposición se encuentra en la ley slo
dido difusamente á hacer reflexiones sobre la conveniencia ó descon Partida que hable de mayorazgos , porque no existe.
veniencia de conservar los mayorazgos , y sóbrela conveniencia ó Dijo el Sr. Caneja : "La monarquía necesita de nobleaa con
desconveniencia de conservarlos de esta ó de la otra manera. Cuando bienes. Pero debo observar á S. S. que hay una diferencia muy
se han acercado á la cuestión lian dicho que esta ley no es necesaria, grande de la nobleza con bienes á la de cod mayorazgos según ca
que esta ley es reaccionaria y hasta que es inútil ; que esto está ya taba estaUecida; porque de otra suerte preguntaré yo i S.S.: ¿ no
hecho riin la ley de 1835 ; y ültiuiameote se lijó por el Sr. Caneja hubo nobleza en la monarquía goda? ¿ No hubo ricos bornes en los
Una opinión, en la que le ha secundado el Sr. Peslañ-i , una opinión tiempos de la ley de Partida ? Pues entonces no habia inayoratgos,
an.ieiuu tiradla mucho tiempo há , una opinión que si tuviese eoo y Y habia nobleza , y habia nobleza que concurría á las Cortes, porque
fud ejv tener valor nos encerraría en un laberinto, no imaginario, Cortes hubo eu tiempo de los godos , si bien de una manera de
como rl q ue dijo el Sr. Caneja, sino en un laberinto tal, que ui con el fectuosa.
hilo de Ariadua podríamos salir de él. Añadió S. S. para robustecer sus argumentos relativamente i la
Vo procúrate, señores, recorrer esos campos á que se ha llevado conservación de mayorazgos que la dignidad de S.'nador se concre
la cuestión, aunque en ini concepto no con toda exactitud , y tendré taría tínicamente á los magistrados y á algún empleado. Pues yo en
qut hacerme cargo porque son infinitas las especies que se bsn fora la desvinrulacion veo razones para que haya mas personas que puedan-
do aquí , y muchas de las cuales no permiten que se pas*n en silen capacitarse eu este Cuerpo; porque un mayorazgo cuyo producto tenga
cio: yo probaré desde luego que en esta ley no se trata ni se ha tra 100,000 rs. de renta , si se divide entre dos, ya hay para dos Sena
tado, ni se lia pensad» eu deiermidar la desvincularon. Si se hubie dores : si se divide en tres p irque lo per ni la la totalidad de ls lenta
se fijado la consideración en el art. 1", so veris que lejos de decretar de los bienes , habrá para tres; y véase como se aumenta. Y qué ¿tolo
la drsvinen acion establecida por la ley de 27 de Setiembre de 1820, pueden venir aquí á ser Senadores los que solo tengin una renta en,
retteblerrda por el decreto te 30 de Agosto de 1836, solo se pone bienes? Aqui pueden venir con otra clase de riquezas con tal qoa
Ufa limitación á esa misma disposición, y que rl articulo tiene pir reúnan una renta de 30,0üd rs. ; y no solo los magistrados y emplea
objeto limitar los efectos del decreto de 30 de Agosto de 1336 , uue dos, porque yo creo que habrá Senadores que no sean magistrados ni
es el rebullido de estar vigente esa ley ; de consiguiente lejos de de empleados y q le tienen su renls, de los t|Ue habrá muchos, puta
cretar aqm la desvtnculacion , k> que se decreta el ¡a restricción de un cuanto mas se aumente la circulación y se fomente la industria , 1. a-
decreto que es independiente de esta ley. artes y el comercio, tantos mas habrá que tengan la renta de lo*
Esta rn-stion no recibir» mas ilustración por ahora , porque tiene 30,000 rs. que exijte la ley pira ser Senador.
intima unicn y enlace ron las observaciones que reservo para opor Pero dejemos estas consideraciones generales que, como he dicho,
tuno lugar ce. rC de este punto que locó el Sr. Caneja reapretó del no conducen á la cuestión, y pisemos ;i la ley. Esta ley se ha cali
decreto de 3l> de Agesto. Aunque debiera excusirujey aunjiie estas ficado de reaccionaria, y han convenido los señores que me lian pre
¡ediraricn"* son «uncientes para demostrar que se lia patito la cues cedido eu la palabra, especialmente el Sr. Caneji, en que fue reac
lien fiera del terreno legal ó correspondiente , yo no r<hus) entrar cionario el decreto de 1? de Otubre de 1823, que reaccionaria fue la
on las observaéiuues que se hicieron acerca de la conveniencia de cédula de 11 de Muzo de 1821, y reaccionario llamó también S. S.
ta ley. á este proyicto de Iry.
Dijose opr los Sres. Senadores que hablaron en este sentido: "le j Este proyecto de ley reaccionario! Este proyecto de ley, que no
yes a nfíguas, leyes venerandas , leyes á las cuales los pueblos están trata mas que de remover las dudas y las diticullades que ocurren
seost cimbrados h obedecer, estas leyes se destruyen ; una institución respecto de derechos que el mismo Sr. Caneja no ha podido menos
antigua , Una instilación tan respetable se destruye de una pluma de respetar, y digo que no ba podido menos Je respetar . porque
da." Los señóte», y entre ellos rl Sr. Ruiz de la Vega , que han in sentó un principio que rs la base del proyecto de ley, pues dijo S. S*i
vocado estas leyes antiguas, venerandas, y esta institución antigua, "Reconozco como legitimo el Gobierno de 1820 al 2j, y reconozco
•aben si estas leyes antiguas y venerandas, no ya en este tiempo , un como legitima la ley de desvinculfcíon. " Ahotabirn: reconocido
siglo ha que están falseadas, destruidas y proscriptas por la opinión como legitimo el Gobierno, reconocida como legitima la ley de des
pública que es la reiua y soberana del mundo, y coutra la cual las vinrulacion , forzoso es que todos los actos, que todos los derechos
. fcyes nada valen. que esta ley creó los tenga que reconocer S. S. como legitimas. ¿El
"¡Leyes a migan» y venerandas!" ¿V qué, señores, las leyes no esto legitimo? Pues si es legitimo, ¿qué es do que ha impedido que
énvéj»een coico los hombres? Pues estas leyes envejecieron, porque los esto que era legitimo, y que S. S. reconoce por tal, haya continuada
principios económicos, los buenos principios de administración hicie en observancia? Una reacción espantosa, una reacción armada toe-
ron reconocer, no ahora, hace siglos, los males y perjuicios inmensos tenida por cien mil bayonetas exlraugeras.
que las vinculaciones causaban. Este estado de reacción , este estado de violencia y de usurpación
"Institución antiguo:" al llamar asi lot mayorazgos, cualquiera de las legitimas facultades que ejercia el Gobierno constitucional en
■creería que esta institución era un elemento de los que constituyeron su tiempo, este estado coacervado asi , ¿cuáles eran lot efectos qua
el principio político del Gobierno, £fc señor; el origen de los mayo- preducie? Lo que dijo a>uy acertadamente al Sr, Rui» de la Vega.

lijoS. S. que no pudiéndo cnnt r,i restarse h fuerza coala fuerza, si
guieron las vineul anones durante (1 Gobierno absoluto; ei decir, que
si siguieron- en ese periodo las vinculaciones fue porque no se podia
eontrarestar la fuerza. Llegó felizmente un tiempo en que desapare
ció esa Fuerza ; ¿y 'cf<r¿ ¿ra lo que 'eórisiguiontemAte al principio
sentado por S. S. correspondía ? Volver la autoridad y el imperio á
esa ley qoe solo la violencia habiá destruido, que solo la violencia
babia hecho callar. Pero se dice: esta ley no es necesaria; esta lej
no es útil; lodo está hecho en la ley de 1835. La ley de 1835 no sa
tisfizo los derechos, no ; y si se quiere una prueba positiva de esta
verdad , consúltenselos millares de reclamaciones que^hay solicitan
do esta reparación después de la ley del año 35.
Esta ley no reconoció tampoco el principio que lia reconocido el
Sr. Caneja, y forzoso era que este principio volviese a establecerse,
que este principio volviese á reconocerse con todas sus consecuencias.
Que no es necesaria esta ley , porque ya se biso la reparación.
Aquella ley únicamente trató de repa'rar lps contratos onerosos ; y
llevada' del'deseo de reparar ó de conservar los contratos onerosos
santificó un principio, que es el que rige también en esta ley. Reco*
noció válidos loa derechos lucrativos que hubiesen producido después
un contrato oneroso, y preguntó con mucha Tazón y con fina lógica1
el Sr. Landero : si se reconoció un contrato lucrativo como válida
siempre que de él hubiera emanado otro contrató oneroso; ¿ no es
preciso reconocer el principió de que los contratos lucrativas tras
mitían derecho? ¿ Producían derecho respecto de esos bienes que ha.
bias salido del poseedor por titulo lucrativo , porcontráto oneroso?
Luego se reconoce el principio de que los contratos lucrativos tras
mitían derecho. Véase, pues, como al fin se viene á pararen el
principio establecido en la ley. - ' j5 Vl'_,l'i'
Si se reconoce la legitimidad de los derechos nacidos de la ley,
romo es preciso reconooer, reconocida su legalidad, es necesario con
fesar por una série natural de deducciones que tos derechos se tras
mitieron lo mismo por un contrato oneroso que por un contrato lu
crativo , porque en ambos' contratos son iguales los resultados lega
les, solo que en los unos se da la cosa gratuitamente, y en los otros
interviene precio?'''11 ' "\" '
Dijo el Sr. Caneja que estos contratos lucrativos fueron en sil
mayor parte un regalo que hizo la ley. Yo cíela , señores, y no ha
bía entendido otra cosa1, qira la ley jamás hacia regalos , que la ley
lo que hacia era crear derechos, y hay mucha diferencia de un dere
cho que se crea i un regalo, como dijo S. S.;' pero, á pesar de eso, no
creo que si S. S. hicie-e un regalo lo reclamase después.
Entremos, señores, en la gran 'cuestión, en esa caestion én que
se ha creido que no admitían contradicción las observaciones ; en la
cuestión de -validez del 'decreto
de-validéz decreto dé
de 3U 50 de Agosto de 183(3.
1836. -flqi
Aqu¡ se ha
supuesto qdé se estrellaban todos" los proyectos; aijui se ha* ssupuesto
que se 'fija ha1 'trnsí legislación conforme á los principios' epfiUnciados
; .. los señores'qne han hablado;, aquí
por qui sé
se ha dicho que ese dec
decreto fue
inconstitucional, porque derogó una ley que | no podía derogarse sin
la concurrencia de los Cuerpos colegisladores. , Cuántas reflexiones
ofrece esto ! Yo por ahora me limitaré á las mas esenciales y á las
que mas atañen á la cuestión présén'té. 'V " " ,
Se dice que ese decreto no podía restablecer Una ley. Pues solo un
deeTetQ-KstaEleció.ia' Constitución de 1812; solo un decreto restable-
ció las 'leyes de "IT ¿¿''Abril de 1821; solo un decreto restableció 14
ley de 11 de Noviembre de 1820 ; solo un decreto restableció la de 17
de Octubre de 1820, y otras infinitas que no es necesario nombrar.
Ahora bien: 3íl argumento qoe yo voy á hacer se salvó con tiempo
el Sr. Caneja diciendo que reconocía lo mismo el restablecí miento
del decreto de 21 de Abril que el restablecimiento que se hizo por el
de 30 de Agosto de 183(5. '
No sé si el Sr. Pestaña podrá salvarse del mismo modo. S. 5. como
magistrado se habrá visto en el mismo caso que yo; habrá tenido
que juzgar por esos decretos restablecidos. Yo no dudo que en la
multitud de negocios de su tribunal haya habido infinitos en que
haya tenido que aplicar esta ley. T pregunto yo: si habia un con
vencimiento firme de que no era válido su restablecimiento, ¿cómo
fallaba S. S. por ella ? '"','*
Yo he rallado por ella, porque estaba convencido, firmemente
convencido de que se hallaba restablecida. ¿En qué caos nos metería
mos si se sentase ese principio ? Recuerde el Sr. Pestaña las causas
crimínales que se han fallado y se están fallando todos los dias por
las leyes de 17 de Abril de 1821, y los infinitos que han ido al pa
tíbulo por ellas; aunque se pudiese tener alguna duda de su restable
cimiento, estos hechos nos sacarían de ella,
' El segundo argumento es de otra especie. Ha querido suponerse
qué cuando se dio el Real decreto de 30 de Agosto de 1836 habia
una legislación vigente que restablecía las vinculaciones, y se habi
tado la ley de '1835 suponiendo que en ella se conservaban las vin
culaciones, y no podía revocarse ni restablecerse la ley de 11 de
Octubre dé 1820 sino por otra ley hecha en Córtes.
«VUC, uijw ^-v J~ " / "* — C, J ~I ó derechos adquiridos por^ésa cédula deque se ba hecho referencia
Su objeto fue igual', 'idéntico, al de la ley que se está discutiendo. ya: prescindo ahora de su legitimidad, aunque pudiera decir mucho
En aquella ley no' se propuso otra" cosa que reparar los perjuicios que so.bre es(e punto. La ley de 9 de Junio de 1835 es la tercera época ; y
se siguieron de haberse suspendido los derechos que creó la ley de Ise dice: actos y derechos adquiridos por esa ley, bastantes y suficien
1820. Esa ley no trató de confirmar ni de destruii tes también. ¿Puede alguno desconocer estos principios? ¿ Se puede
S._TOMO I.
40 í
solo trató de repara; las injusticias que se habían causado, y por
lo tanto no prejuzgó de tal modo la cuestión que declarase nadé con
tra la necesidad del restablecimiento de la ley de 1820.
' ' Si, pues, solo la Violencia pude hacer que se, observaran los de
cretos de 1? de Octubre «te 1823 y de 11 d^. Marzo de 1821, romo tan
acertadamente dijo el §r. Ruiz de la .Vega , es necesario confesar que
el decreto de 30 de Agosto no hizo roas que revocar la violencia de
aquella resolución. Auu cuando la ley de 1835 hubiese dicho que
subsistiesen las vinculaciones, no dejaría por eso de ser justo el res
tablecimiento de la del año 20. , ,t. i ,_. .
De consiguiente este argumento sé destruye, consoló equiparar una
ley con la.otüa. ■ •*
pero se dijo que por las infinitas reclatnaciones preteqta'das' por milla
res de personas que se sentían todavía agraviadas y no reparadas se
recurriese á Iá re»olucion de Tas Córtes, el Gobierno que había resta
blecido esa ley de desvioeulaejon se encgnlró oon dificultades que se-
furainente lo eran ; necesitaba iyia explicación especial, y deseando
aliar el acierto y presentar á las Córtes esté asunto con 'ra instruc
ción correspondiente, consultó al Tribunal Supremo de"Justi'cia.
£1 Tribunal Supremo de Justicia, señores, unánime , acorde
tipia, presentó el expediente á las Córtes; estas acogieron también los
principios y razones del Tribunal Supremo de Justicia , jy redacta
ron este proyecto de ley , este mismo , porque tiene pocas modifica
ciones, y las que tíepe son en. favor de ,1c* principips de S, SÍ." Pasó,
como he dicho, el expediente á lis Córtes, se formuló el proyecto, la
comisión le apoyó, fue discutido y aprohado por el Congreso , y se
remitió i la sanción. Aquí debería echar un velo sobre lodo lo pasa
do; pero se ha detenido tanto sobre esto el Sr. Pestaña, que no puedo
excusarme de decir algo.
Sobre si convenia ó no convenía dar la sanción, se consultó nueva
mente al Tribunal Supremo de Justicia: la mayoría sé dice que
estuvo por que no sediese la sanción; pero es uúa mayoría mal enten
dida: tres fiscales, porque se trataba de un negecio consultivo, co de
justicia, y siete magistrados opinaron por la sanción, ocho dijerob que
np; pero se consideró mayoría, y asi se viene diciendo que el Tribu
nal Supremo de Justioia opinó poj Lv negativa en su mayoría (piJ'e
Ifl palabra para una rectificación ti ér. Pestaña).
Ha dudado el $r. Pestaña de la opinión de los tribunales , es de
cir, en su totalidad , acerca de la observancia de ese decreto de 30 de
Agostp.de 1836 , y por consiguiente de la desvíncUlacion : S. S. ha
ppdido.ver el expediente remitido por el Gobierno, y vería si lo hu
biese leído que no hay ninguno que no se haya regido por esé de
creto de 30 de Agosto de 1836; no hay uno, porque se 'les preguntó
con anticipación, sin duda con objeto de tratar de esta ley, sobre los
casos que se hubiesen dado y las observaciones que se les ocurriesen.
Hé aqui, señores, la fuerza de una ley fundada en la razón y
en la prúctioa constante, porque no se ha dado' caso alguno que no
taya sido, tratado con arreglo á la ley de 30 de Agosto de 1836.
¿Quiere S. Si una prueba mas constante.de la bondad de 'la léy de
vinculaciones? ¿Quiere íj¡. S. una prueba mas constante de que ese
Real decreto de. Agosto de 36 h^ sido acatado y aplaudido?
Dice 5- S. que es verdad que en los tribunales se ha observado
eso, pero que le consta que ha habido particulares que no han
querido seguir los efectos de esa ley. Será asi; pero eso aquí no cons
ta i los precedentes que aqui constan, y que son de alguna mas fuer
za , son los datas de los tribunales. _._'
Se ha dicho que esta ley va á dar lugar á infinidad de pleitcs: yo
creo todo lo contrario: creo que han dé ser menos los pleitos que so
bre este particular se promuevan. Cualquier persona versada en el
foro sabe muy bien que en las cuestiones de esta clase por la confu
sión de las cláusulas de los fundadores se solia decidir .por los jue
ces de un modo discrecional y acaso contra la verdadera voluntad
ó intención del fundador. ¡ .. , .
Por la aprobación de esta ley, en primer lugar es necesario confe
sar que aquellos pleitos solían tener un origen permanente, y los que
ahora puedan nacer de esta ley serán pasajeros; y en segundo lugar,
no se ha descendido á examinar cuáles son los principios de esta ley
por los cuales se decidirán todas esas cuestiones, sean de la clase que
fueren. .' '
Veamos cuáles son esos principios consignados desde el primer
momento que se consultó al Tribunal Supremo de Justicia; princi
pios que reconocieron hasta Jos mismos magistrados que opinaron
for la no sanción. Primer principio: los actos y derechos adquiridos
ajo la influencia de una ley legitima no pueden menos de conside
ración
,e* JT,
115
 4Q2
negar su justicia? ¿Pues que1 no parten del principio invocado por
el Sr. Caneja? S. S. dijo que el Gobierno de aquella ¿poca era legiti
mo: que la ley era legitima; y sentado ble principio, personas que
creiau imposible Salir de este enredo y laberinto fian visto que no
puede hacerse de otro modo que ló resuelva con mas facilidad.
No quiero molestar la atención del Senado por mas tiempo.
Creo haber manifestado y probado que la oposición que se ha he
cho hasta aqui i la ley, ó está fuera de ella, ó no. ha atacado su
esencia ; que todas las razones que se han dudo para probar la con
veniencia 6 no conveniencia no sóp exactas , y aue ' el decreto
de 50 de Agosto de 1838 restableció legítimamente fa ley de Octu
bre de 1820, y que por consiguiente se est i en el caso de reparar to
do lo que no se ha reparado por la ley de .9 de Junio dé 1855, y de
proceder á la discusión per artículos.
El Sr. CANEJA: Señores, he oido al Sr. Ministro de Gracia y
Justicia que se ba escandalizado de una opinión mia entre las mu
chas que tuve el honor de manifestar en los dias de ayer y antis de
ayer , y i pesar de que he estado con toda la posible atención para
saber cuál era esa opinión que tanto ha escandalizado á S. S., no lo
he podido conseguir Yo, por lo que á mi toca , no me escandalizo de
ninguna opinión de nadie, y mucho rúenos cuando se trata de una cues
tión tan grave como esta que envuelve muchísimas cuestionesde juris
prudencia, en las cuales sabe muy bien S. S. que hay libertad de opi
nar ínterin no lo decjda la ley, y aun mucho menos cuando se trata
de cuestiones de po 1 1 1 ira y conveniencia pública, en las cuales debe
haber la libertad mas lata para que cada uno proponga y sosten
ga aquello que crea mas beneficioso para su país.
Puesto que no he podido saber cuál es esa opinión mia que tanto
ha llamado la atención del Sr. Mi..¡«tro, me veo en el caso de adi
vinarla: probablemente habré sido el principio que he consignado
de que la |ey de 11 de Octubre de 18*20 fue legitima, pero no mas
que el tiempo que duró el Gobierno constitucional, porque habiendo
«do este reemplazado por otro, en el cual el poder legislativo y eje
cutivo estaba reunido en una sola persona, la derogó con el decreto de
Octubre de 25, del cual la cédula de 11 de'Marzo del año 21 no vie
ne á ser mas que una explicación ó enmienda i los muchos males
que producía. He dicho ayer y repilo hoy que yo no entraba á de
cidir si babia sido ó no justo y conveniente: que yo solo examinaba
SU legitimidad ó ilegitimidad; y que asi Como luvejy tengo por le
gitima la ley de 1820 y el poder de aquella ¿poca, asi también con
sidero |legi|imo el Gobierno que le sucedió y todos los actos que
emanaron de él , de donde saco la consecuencia que desde1 aquel mo
mento cesó de existir la ley de 11 de Octubre de 1820.
Por las indicaciones que he oido al Sr. Ministro , y por las que se
1.jm hecho aqui djas pasados, me quedo todavía en una especie de
confusión sobre la verdadera inteligencia que la comisión y el señor
Ministro de Gracia y Justicia dan á estos principios que yo he sen
tado, y á la verdad yo quisiera que se usata de toda aquella' fran
queza que exige una discusión tan importante.
El br. Ministro ha vuelto i repetir boy que po se (rata.de des
vincular , que no es ese el objeto ; y la razón consiste en que está vi
gente la ley de 1820 que desvinculó los bienes indicados. Señor , dí
gasenos francamente: ¿se trata de unir los actos de 1811 con los
de 1820, ti , ó no? ¿Se trata de borrar hasta de la historia el período
ua
lia ......... , — — _ la otra mitad le tocaba por herencia', , ,
España en ese periodo, quién era el que gobernaba la nación, y
i¡uiín erá el que regia él poder legislativo. Me parece , señores , que
he' locado ayer y antes de ayer esta cuestión con mucha reticencia y
reserva ,' porque creo lo ex;ge asi la política y la conveniencia
pública. "- «'•
¿Cuáles spn los principios que cada uno profesa? Esto es lo que
deseo se me diga, asi como yo digo los que yo profeso. Si efectiva
mente, se quiere sostener que todos los actos del Gobierno de Fernán*
do Vil fueron nulos; si Fernando VII cuando recobró el poder ab
soluto no tuvo facultades para derogar....
El Srr. PRESIDENTE: Desearía que V. S. se concretase á la rec
tificación.
El Sr. CANEJA : Estas son las ideas emitidas por el Sr. Minis
tro : A ese raso....
El Sr. ORINAGA : Que se llame al órden al Orador.
El Sr. CANEJA : No creo haber faltado al órden , y reconozco
eS3 facultad únicamente en el Sr. Presidente y en ninguno mas.
El Sr. PRESIDENTE: Continúe V. S. rectificando.
El Sr, CANEJA; Se dice que el decreto de 30 de Agosto dé 1836
restablece la ley del ano 20: luego se reconoce que ha sido derogada;
luego se reconoce que ha dejado de existir por mas ó menos tiempo.
En el proyecto de ley en cuya discusión estamos ocupados se reco
noce este principio: se dice que los efectos de la Jey del año 20, le
gal hasta 1? de Octubre de 1823, mueren entonces; no sobreviven
hasta 30 de Agosto de 1838. ¿ Qué quiere decir esto ? ¿ No me con
fiesan y han reconocido que la ley dejó de existir, y qüe dejó de
existir legalmente (ya he dicho antes lo que entendió por legal),
porque fue derogada? Para mi esto es una verdad. El primer arti-
. i!-- de la ley que se disente empieza diciendo. " Las leyes y decla
raciones de la anterior época constitucional sobre supresión de mayo-.
ra'go» y otras vinculaciones, que están válidamente en observancia
sufrir alteraciones, ó si sucede tojo lo contrario, quiero que se i
diga francamente., Acabo con esto de hablar sobre este punto tan de
licado, v voy á otras rectificaciones/ t [, . a,.u , ■ ..el.
lía dicho el Sr. Ministro que la ley de 1835 no derogó ni resta
bleció la ley de lc¡'20; que la considera como existente, y que lo
que hizo fue reparar los daños que Imbuí causado el decreto de 1? de
pejubre. , ;on ,♦■;•„•. i*t
Por la ley de 1855, ley hecha en Curtes, se considera como exis
tente la legislación del tiempo del poder absoluto de D. Fernan
do VII , y por consiguiente se considera cuino valida y leguima la
anulación de la ley del año 20. f "i „,,,_ t¡>
Se ha dicho que en la ley de 1835 se considera la indemnización
por titulo lucrativo. Esta idea la indicó el Sr, Landero: me citó S. S.
el art. 4? , y no pude contestar porque ya había hablado ; pero debo
decir que no por la ley de 1855 se hap injeuau iza lo todos los derechos
que se habían adquirido por la ley del año 20: ya he dicho que en
la ley de 1855 se prescindió de los derechos adquiridos por titulo lu
crativo, porque era un regalo que babia hecho la ley de 1820, regalo
que pudo quitar otra ley; y asi sucedió efectivamente á los trea
años después, tanto mas, cuanto ese regalo se babia hecha, i costa de
los inmediatos sucesores, privándoles de. aquellos bienes i que tenían
un derecho por la ley y voluntad de los testadores para dárselos á
personas que ningún derecho ni esperanza siquiera tenían de suceder
en esos bienes. El Sr. Ministro ha dicho que si yo hiciera un regalo
no lo revocaría; pero es necesario, señores, considerar la diferencia
que hay entre actos particulares y actos públicos. oíqj'ti-' ■
S. S. ha citado también el testamento de Enrique II , el cual
agravado por su conciencia tuvo que revocar por su testamento mu
chos presentes hechos por su prodigalidad. Sabe S. S. que Enrique II
babia revocado muchos de esos regalos, y sabe también que por ese
testamento aquellos que no había podido revocar .guiso se revocasen
con el tiempo, prohibiendo que pasaran á los colaterales y disponien
do que cuando faltase descendencia legitima directa volviesen otra
vez á la Corona. J)e consiguiente, la observación de que en general
no se debe revocar lo que se ha dado tiene muy inala aplicación res
pecto i las leyes, pues muchas veces la ley da derechos y bienes y
otras los deroga. , • ¿, ,it ,trt,i ..„m
En el art. 45 de la ley de 1855 dice el Sr. Landero ae reconoce
la indemnización de los derechos lucrativos. Falso : esa es muy mala
lógica, es una equivocación. La ley establece la base de que los
compradores de bienes vinculados que los tengan todavía, en au poder
los retengan con pleno y absoluto dominio, y aquellos á quienes se
Ies hubiese obligado á volverlos en virtud de las leyes anteriores
tengan uu derecho á rechupar el precio ó la finca misma que se les
a r rendo, Viene después el art. 45, y dice que si alguno hubiese com
prado bienes vinculados á otro que los hubiese adquirido por el tes
ta meo Iq ú otro titulo lucrativo tiene el mismo derecho de reclamar
el precio que diera ó la finca. Es aducir, qu.ee|. objeto de la ley era
.... «y q°e hajju
desvinculado los bienes; y suponiendo que era heredero iónico, la
mitad le tocaba por sucesión, pero llegando 4,¿^quedaban libres,, j
., , ^ ...^
Sí este que heredó los bienes vinculados que los, lambía adquirida
por efecto del titulo lucrativo ios repdfó luego á u a tercero , el ciraj
pagó su precio por ellqs y luego este tercero se,vip pjvivado por efec
to de las leyes posteriores de dichos bienes porque volvieron otra vez
al mayorazgo, lo que hice la ley es decir que este comprador de oié-
nrs que los adquirió, por un titulo oneroso , y, que se ha" visto dea?
pojado de ellos, tiene un derecho á ser indemnizado; ¿y coutra quién
ejercerá este derecho ? Contra el vendedor, porque lo que se trata es.
de reparar ose daño que sufre el comprador, sea qué los baya Tendi
do el poseedor primero, sea aquel (fue heredó del poseedor. El re
sultado es que estos bienes cuya posesión ha adquirido el comprador
e<jn el dinero era necesario que la ley le copcedjese el derecho de
pedir su precio contra quien los vendió y aun contra, los bienes vip-
culadps^cou el fin de no perjudicar al corpprador de Aquellos bienes.
Estas son las palabras del articulo, y por consecuencia es mu -y mala
consecuencia decir que la ley reconoce indemnización por titulo lu
crativo. . ,i ,
Es ,' pues , una equivocación en que han incurrido varios señores
cuando han dicho que la ley de 1855 concedió indemnización por ti
tulo lucrativo: los na considerado como muertos y ha debido consi
derarles tales, porque no.eran mas que un despojo que se habia he
cho de otros derechos. ■
Viniendo al decreto de 30 de Agosto, y i si ha estado ó no obser
vado por los tribunales , ha dicho el Sr. Ministro que la mejor prue
ba de (a legitimidad de aquel decreto seria qne le habían observado
los tribunales. Señores, esa no seria prueba ninguna : la legitimidad
o ilegitimidad de las leyes no se juzga por loa actos de ninguna per»
sona ó corporaciop que las baya observado ó no. En primer lugar,
algunos puede que po estén lejos de creer que i los tribunales no to
caba otra cesa mas que obedecer al Gobierno ¿lia meterse i disputar
con él sobre si tenia ó no esas' facultades: y,? ':e>^ ésa Pfrte podría
.1 OI/ÓI

¿caso sostener olra opinión conforme á la lejr de 26 de Abril de 1821,
la cual pena también á las autoridades que obedeican órdenes con
traria* i la Constitución : por consiguiente ello seria un problema en
el cual S. S. podría tener la libertad de opinar como gustase, aii
como yo podría tener también mi opinión-; pero en último resulta
do, lo que yo be dicho es que este decreto de dereebo no ba podido
crear ningún derecho, y de hecho son inuy pocos los que ha podido
producir , porque la mayor parte de las sucesiones que se han abier
to de mayorazgos de gran cuantía están pendientes de transacciones
que esperan el fallo de la ley. Los pleitos que han decidido los tri
bunales son muy pocos en numero, y sobre cuestiones acaso no muy
significantes en general. Para mi , el que los tribunales hayan pro
cedido de esta ó de la otra manera, nada prueba: para mi lo que
prueba es el principio constitucional de que no puede haber ley en
un gobierno representativo aue no esté hecha por las Cortes con el
Rey) y por consiguiente, que ese decreto no podía tener carácter de
ley; para mi lo que prueba, señores, es qne los tribunales tienen
obligación de fallar según las leyes, y no según las órdenes del Go
bierno: para mi lo que prueba es lo que dicen las leyes de Partida,
que las sentencias dadas cuntra la ley son nulas. £1 que no quiera
reconocer este principio sera' porque no quiera reaonocer los princi
pios elementales de nuestras primeras leyes; y si S. S. me obligara i
hablar, (liria que esas sentencias en rigor deberían ser nulas.
El Sr. ALVAREZ PESTAÑA i Cuando be hablado de la sanción
negad» al proyecto de ley del año 57 uie parece que no hice men
ción del Tribunal Supremo de Justicia , y de consiguiente no sé por
qué el Sr. Ministro ha aludido á mi. Cuando después hablé de la ob
servancia del decreto de 30 de Agosto de 1836, entonces si que hice
mérito del Tribunal Supremo, y tal tci esto baya dado motivo á la
equivocación del Sr. Ministro; pero creo haber dicho que no podia
asegurar cuáles eran los individuos del Tribunal, ni si eran los mas
ó los menos en número los que habían opinado de una manera ó de
otra. Yo lo único que he asegurado, y lo aseguro, porque es un he
cho que me consta es que hubo en el Tribunal divergencia de opinio
nes , que los unos ereian legitimo el decreto de 30 de Agosto para
restablecer la ley del año 20, y los otros le creían insuficiente, como
hecho por el poder ejecutivo , que no tenía facultad para restablecer
aquella ley ni para derogar la del año 36, y que por consiguiente
era necesaria una nueva ley. ■ ' • <•
El Sr. Ministro de GRACIA Y JUSTICIA: Señores, me levanto
pira decir al Sr. Caneja que yo no he dicho que escandalizaba su
opinión ;_be estado muy distante de ato: he dicho que su opinión es
taba anatematizada, si, porque no hay nadie que la siga ni en los
tribunales, ni en parte ninguna.
Ha dicho el Sr. Caneja que no sabia qué era lo qne se había en
tendido por respeto á lúe aetos y derechos adquiridos, y creo haber
dicho lo bastante nuando he citado los principios en los cuales se
funda el proyecto, siendo uno de ellos reconocer los actos y derechos
producidos por la ley de que ha hablado S. S. : de consiguiente ya
puede reconocer S. S. en qué conceptos se respetan losamos y derechos
adquiridos en esa época. Por lo demás, tendría que hacer un nuevo
discurso si hubiese de contestar á todo lo que ba dicho el Sr. Caneja:
creo que la opinión del Senado está bastante ilustrada, y por consi
guiente me abstengo de proseguir." ■ ■>'■' v
Dado el punto por suficientemente discutido, se declaró haber
lugar á deliberar por articulo*.
Leído el 1% dijo
El señor conde de IPINOF1EL: Veo en este art. 1? una ilegali
dad; veo que por un decreto, por una disposición del poder ejecu
tivo se restablecen leyes, y yo nd puedo convenir en semejante prin
cipio. ¿Un decreto cómo ha de tener fuerza de ley? ¿Cómo ha de
tener valor para que por él se pongan en ejercicio las leyes, y leyes
que no estaban en observancia? No estaban en observancia , no se
ñores, porque hubo otro Gobierno, que yo prescindiré qué clase de
Gobierno fue, y cuál fuese su legitimidad; pero era otro Gobierno,
y la ilustración ha llegado en ti día á Unto,que los Gobiernos ae res
petan sin considerar si son ó no legítimos, porque esta es una califi
cación muy difícil de hacer.
El decreto de 30 de Agosto de Í838 no puede dar vida á una ley
muerta (ti Sr. Ondovilla pide la palabra en pro): este decreto ni ha
estado en observancia, ni acatado tampoco como se dice. Precisamente
me ocurre ahora el hacer referencia de que en este mismo sitio, con
testando al discurso del Trono en la anterior legislatura, discurso en
que se habían anunciado, como se baoe regularmente, mejoras, esta
blecimiento de nuevas leyes &c, se habló de mayorazgos; la contesta
ción á este discurso se me encargó á mi como uno de tantos, y se de
cía en ella con el buen deseo de dar prisa á que se presentase una ley
sobre mayorazgos que los tribunales se hallaban en un conflicto
para determinar sobre esta materia. Ya se ve: podrá decirse qne este
era un dictamen de los cinco que componíamos la comisión; pero era
1 ¡cla men de todo el Senado , porque el Sr. Landero, que vió este ne
gocio de diverso mudo, hizo una proposición sobre él diciendo que
no había tal conflicto porque existia el decreto de 30 de Agosto, J
recuerdo bien que el Sr. Landero haciendo apología de él , presentó
una proposición para qne ir omitiese la expresión de conflicto: se pre
guntó si se admitía este proyecto ó proposición del Sr. Landero, esto
es, si se tomaba en consideración , y el Secado resolvió que no; luego
no estaba tan acatado ni en ejercicio el tal decreto de 30 de Agosto
403
tfe 1836. Menos lo estaba en los tribunales: yo puedo asegurar que en
pocos ha dejado de haber dudas; y lo que sé de eiencia propia es qne
en el Tribunal Supremo no se ha estado conforme por todos los se
ñores ministros con la legitimidad de este decreto ni tenido como
ley. Y aunque el Sr. Ministro de Gracia y Justicia ha echado Ja
cuenta para suponer que no hubo .mayoría en «íerla consulta contra
el decreto de tres fiscales y siete ministros, que son diez , diciendo,
ya se ve, que diez son mas qt)e ocho , esta' es una cuenta muy galana,
es un ardid que se desvanece como el humo, porque los fiscales en
un tribunal no son ministros, y por el Gobierno lo que se busca para
el dictamen es el número de ministros , y de estos ocho forman la
mayoría para todo, y son los que velen : por consiguiente, esta cuen
ta no puede pasar d pesar de que el Sr. Ministro aparenta ó quiere
darle fuerza.
Tampoco puede pasar qne se estuviera por todos los ministros de
un tribunal en la observancia de este decreto. En prueba de ello, que
habiendo acudido al Gobierno varios poseedores de mayorazgos pi
diendo licencia para Vender, porque en una duda como en la que se
estaba no encontrarían comprador, ¿y cómo habían de encon
trar?
Como dijo el Sr. Caneja, y yo'digo también , yo me hubiera guar
dado de comprar bienes vinculados, se pedia por el Ministerio el
parecer del Tribunal Supremo; y este en vista de las diligencias que
se habian practicado se veía en el Caso de resolver sí procedía ó no la
licencia para rnagenar; y puestos en el caso de votar, sucedió lo
qne acontece muchas veces, que unos dijeron que si y otros qne no, y
la mayoría decidió no dando estabilidad á la supresión de mayoraz
gos. El Sr. Becrrrra mueve la cabeza como sí yo fallase i la exacti
tud ; pero lo que digo es un hecho indudable aunque el Sr. Becerra
recuerde algún caso en que la mayoría no venciese, que no será ex
traño por no asistir todos ú olra causa, Acaso ha costado cara esta
franqueza ó libertad de juzgar.
Pues señor, sigamos sin distracción que es dlsimulahle ; digo que
no son tan corrientes las proposiciones qne se sientan , y que de este
articulo viene á sacarse una ley que no se ha presentado en regla.
Aquí no ha habido un proyecto en recio para que se desvinculen los
bienes, lino una cosa indirecta dando valor i ese decreto de 30 de
Agosto: restablézcase esa ley enhorabuena ; pero al fin le conseguir.!
algún bien con que sé acaben los mayorazgos. Yo pienso que se aca
barán. Si «I Sr. Ministro ha dichoque la ley no tiene por objeto que
se supriman , no lo entiendo ; y creo firmemente que esta es una no
vedad muy estrepitosa , y tengo que manifestar una oposición abier
ta á que se verifique.
Yo no encuentro para rilo ninguna razón, ni de economía, ni
de política, ni de justicia, ni nada absolutamente; encuentro sí
lastimados, mejor diré destruidos, derechos actuales y habituales,
porque derechos que han de renacer dentro de SO, 30 ó 40 años son
derechas respetables. No encuentro qué razón de conveniencia haya
en esto, porque qué se reparla entre cuatro hijos lo que se había de
llevar el primero, muy interesante será para los fres hijos; pero si
no es de todos, si es solo del primero. Cuidado que los mayorazgos
no los funda el padre; vienen fondados por un extraño que podia
tirar sus bienal, que no tenía herederos forzosos, y si parientes
trasversales, ahijados, amigos &c, y concedió estos bienes al hijo
mayor de alguna persona predilecta á quien debía servicios: de
consiguiente los hijos menores ningún derecho' tienen á esto. Hay
Una vulgaridad en creer que se da al uno lo que es de los oíros: no
hay tal cena; nd es de los otros. Este proyecto coarta la libertad de
testar, la aiw, en cuanto paraliza, destruye aqutlla facultad de dis
poner de los bienes, facultad tan lata y antigua de disponer como
parezca de los bienes antes de morir que data' del dereebo divino ó
teocrático. Sí no me equivoco, el mis.no Dios ordenó al profeta Eze-
quíel: "hazle saber á Isaíss que disponga de sus bienes, que va á
morir:" luego se puede disponet aun por este articulo y primero de
los derechos de los bienes como han dispuesto los fundadores de ma
yorazgos en España. Conveniencia pública, economía, utilidad, ¿dón
de está? ¿ De dónde resul ta ? La riqueza unida con la nobleza es
indispensable, n '
Hemos vislo qne se ha destruido eslé sistema en otras parles, y
que se ha restablecido después. Justamente teniendo los mayorazgos
caudales en los puebles de 30 y 40,000 rs. ó menos, según soo, crian
á sus hijos, los educan delicadamente, y deolli salen soldados útiles,
eclesiásticos, magistrados, comerciantes; y rslo no se puede negar
contra ía experienoia. • ! ""
Un mayorazgo que tiene 30 ó 40,000 rs. de renta espera á sus deu
dores ó colemos^ los contenta y aun los perdona y fomenta. ¿Ydónde
está el bien que resulta de echar á tierra estos establecimientos ? Yo
no lo veo absolutamente. Por lo tanto no quiero seguir, pues la
hora es > muy adelantada y et calor fatiga los ánimos. Me opongo
abiertamente al proyecto, ó sea ahora al articulo que combato, no
habiendo podido combatir la totalidad.
El Sr. ONDOVILLA: Señores, yo convengo en qne las leyes del
gobierno ó sistema constitucional deben hacerse por los Cuerpos cole-
gisladores con el Rey; convengo en que por la Constitución de 1812
qne regia en 30 de Agesto de 1830 está prevenido que el decretar las
leyes y derogarlas corresponde exclusivamente á lasCórtes. Conforme
estoy en todos estos principios; pero la cuestión sobre la validez del
decreto de 30 da Agosto no estí ni debe estar en este terreno, sino en
 404
otro muy distinto: osla dentro del terreno de las circunstancias en
que aquel decreto te dio. ••>,(. '-s ' •
La revolución es un acia contrario á lai leyes existentes, pero
que por actos repelidos con aquiescencia de la nación se convierte
en legalidad. La insurrección militar de ln'Gritnja. fue un.acto ile
gal j pero produjo otfo acta, que fue el decreto de 13 de, Agosto de
L&36 por el cual se sirvió S. M. declarar, que se publicase, la Cons
titución de 1812 ltasta que las Cortes fetoI vieseo ó diesen, otra con
forme á la» circunstancia» de la nación. Este decreto fue iirmado por
un Minialro, y dado por S. M.; con este decreto »e destruyó el .Es
tatuto, que era una ley fundamental , y «ti poder que le dió no tenia
facultad para destruirle, si u «tiende á los principios Constitucio
nales, porque había de contarse -coa Jas, Cámaras*. Sin embargo lo
hito, este acto fue acogidn por la nación, y la nación recoupejó la
Constitución de 1812, la juró; y véase como la insurrección militar
siendo una «osa ¡legal produjo un efecto que luego trajo cosas le.
-gales. Se legitimó la. revolución, y de consiguiente aquel decreto, re.
oibido y obedecido fn toda la nación, es un acto legal, aunque se
pudiera dudar de él por haberse dado á. consecuencia del impulso
de una insurreocion. „ hemos progresado mas en las ciencias económicas no tiene por con
Publicada la Constitución del año 12, era consiguiente en elca.
lor de la revolución que se quisieran todas las emanaciones de aque
lla Constitución , y que todos los decretos ,que se habian dado en las
anteriores épocas constitucionales se restablecieran; pero el Gobierno
mirando con prudencia las consecuencias que podrían resultar de
poner en práctica de uua ves todas las leyes, decretos y órdenes de
las dos épocas constitucionales , dió un decreto, en 20 de Agosto del
año 53 diciendo "que no se entendiesen restablecidas l«s leyes, de-
creta*' y órdenes de. la» épocas constitucionales , excepto aquellas que
la Corona, ó el Gobierno mismo, pusieran en practica ó restablecí -
miento." •' . ■ ,i<> • . ; • , -.
Véase, pues , romo el Gobierno es poder ejecutivo mandando que
las leyes de las épocas respectivas al año 12 no se pongan cq, prác
tica : por. supuesto que si se mira la cosa en.rigor carecía de facultad,
fues que aquellas leyes debían de .ser, una consecuencia del restable
cimiento de la Constitución; pero miró cou .prudencia los resultados
que podían tener el llevar adelante todas las leyes, y, en virtud de
esta reserva que hito «1 Gobierno por el Ministerio de Gracia jr Jus
ticia y Gobernación se restablecieron trece leyes; la de libertad de
imprenta, de beneficencia , de diputaciones provinciales y ayuntar
miento», las de procedimientos criminales, las que estaban dadas
pira decidir las competencias,, la de conciliación de los . eclesiásticos
y militares ,y aquella famosa d"« conspiración. Todas estas leyes, se
ñores, y entre ellas la de vinculaciones, fueron admitidas, obede
cidas, acatadas y llevadas á efecto eu tuda la nación por todas las
autoridades, por todos los tribunales. ¿Estas leyes, esle restablecí -
miento se biso en las Cortes? No señor, ¿t'ues cómo se biso? Se hizo
como se hacen (odas las revoluciones. ,,, .... . ■.'-,.■)
La revolución, creó un nuevo Gobierno, el nuevo Gobierno basta
la reunión de las Cortes usó de una facultad dictatorial, como se usa
en tales casos, y en aquellos casos es justa, es prudente y todos los ac
tos de aquella especie son válidos, lie aquí se deduce que la ley de
vinculaciones se restableció válidamente; de manera que obligó, fue
acatada y plantificada, y el Sr. Ministro de Gracia y Justicia ha
blando con respecto á los tribunales ha dichoque constantemente ba
sido aplicada, y asi, resultará en los expedientes que existan en el Mi
nisterio. De consiguiente |os tribunales, que son ejecutores de la ley
la acataron ; ¿y por qué? Porque creyeron que el Gobierno restable
ciendo esta leyi en virtud de las facultades que usa un Gobierno crea
do por una revolución debía ser: obedecido. Mas .aquí tenemos otros
casos en que ba sucedido lo mismo. ., „„„ : - \- •
. Las Cortes dieron la ley de Ayuntamientos, la Corona la sancionó,
esta ley no podía detenerla el Ministerio Regencia, y sin embargo
la detuvo, é hito muy bien: ohtó prudentemente porque si hubie
ra publicado la ley , de Ayuntamientos, hubiera "excitado las pasio
nes, y hubiera producido efectos lamentables. Obró, pues, perfecta
mente el Gobierno en este caso, pues si bien no tenia facultad para
suspeuder la ley, lo hito usando de las facaltades dictatoriales que
en circunstancias de revolución tienen todos los Gobiernos.
Ademas, el Ministerio antes de la reunión de las Cortes dió un
decreto para sacar 60,000 hombres de la quinta, para ana anticipa
ción de 200 millones de reales; dió reglas para hacer las elecciones
para las Cortes constituyentes : todas estas tres cosas estaban fuera de
las facultades del poder ejecutivo ; pero eran necesarias por la situa
ción ; por las exigencias de ella era menester que se hiciera, y el Mi
nisterio prudentemente obró dando estos decretos, como asi lo hizo
después présenle á las Cortes en la Memqria que presentó al efec
to, cuya Memoria, pasada á la comisión de Legislación, la co
misión dió su dictamen proponiendo que se dijese que las Córtes
quedaban enteradas; es decir, que las Cortes reconocieron la valides
de las leyes restablecidas por el poder ejecutivo, porque si no las ha»
hieran tenido por válidas no hubiesen dicho que quedaban entera
das, sino que hubieran traído á juicio al Ministerio y le hubieran
exigido la responsabilidad. Por .consiguiente , el decreto de 30 de
Agosto de 1836 que restableció la ley de supresión de vinculaciones
fue nn decreto válido, acatado por todos, y no resistido, y si practi
cado en todos los tribunales.
Ha diebo el Sr, oonde de Pinofiel entre otras ÉoéU que no libia
que se hubiese aplicado ese deoreto en los tribunales,) aW"-io' nienos
que. tenia noticia de alguno en que no se había reconocido, su valides:
_yo como no ha citado ninguno' no puedo formar juicio acerca de> eso,
porque puede muy bien que algún juez de primer» insta ncia haya fa
llado en contra, y luego se haya reformadoel fallo por la audiencia
territorial; pero eso no significa nada. •» ■ ■ ;
lia barblado también. de los mayorazgos , de sil utilidad: cenotes,
yo no quiera molestar si Senado con esta: cuestión , porque creo que
no habrá Senador que deje de estar penetrado de qoe tos mayorazgos
son perjudiciales en grado eminente. Los mayorazgos tienen <tr» bada
la propiedad: si sus fincas se reparad ó mejoran , quedan allí la» me
joras, y resulta que nadie mejora los bienes de mayorazgo, y no pro
ducen lo que debieran , con notable perjuicio de todos; y si los hom
bres tienen el derecho de fundarmayorazgos porque una potestad le
gislativa* se le concedió , .esa misma facsllsd puede suprimir roe ma
yorazgos, ó.noae ha de guardar consecuencia. El poder legislativo
autorizó ese sistema i en las leyes de Toro es cuando principalmente
se estableció; pero si la autoridad legislativa tuvo por conveniente
establecer los mayorazgos, esa misma potestad legislstiva ahora que
veniente que los mayorazgos subsistan porque los considera contra -
ríos á los, interese* sociales. He dicho. :> ti. >t» ■.
El Sr. RÍJIZ OEiLA VEGA: Como todavía estamos en riera pe
en que (á lo meaos posiblemente) pueda yo lisonjearme de oanse-
gniralgo de mi intento,¡per eso he pedido la palabra sobre un asun
to que hace pooos dias (en «1 de antes de ayer) traté con algaaa-ex*
tensión. En efecto, cuando se discutió la totalidad de esto proyecto
desde luego anuncié que consideraba queoesla materia podía redu
cirse á dos cuestiones , una política con respecto á la vinculación ó
desvincularon, y otra que llamé legal con respecto á la reparación
de agravios é .intereses oreados en diversas épocas , y manifesté qoe
me abstenia de hacerme cargo de la segunda caeslion * siendo mí
principal propósito reducirsae á considerar la primera: á esto se dijo
que mi oposición no habla aido á la totalidad,, y ti solo'á «ste arti
culo. Efectivamente, yo pudiera haber reservado para este articulo
aquellas observaciones; peto «orno siempre ta mas beneficioso para
mi, asi como para todos los que impugnan- sn proyecto , el croe se
destruya, este en su totalidad , por eso yp<ine anticipé; y porque,- dí
gase lo que se quiera, el contenido de este articulo es la base funda
mental del proyecto, y bien lo entiende asi la misma coinúnon, que
como base la trae, aunque supuesta con cierto equivooo, artificio
de lo que después me haré cargo.-.- i ui <T ■> -m
I ¿41 q,ue, yo todavía estoy en el caso de( insistir en aquellos mis
mos argumentos, si bien procuraré hacer mi oposición á asa deavin
culacion absoluta , evitand* en cuanto- pueda repeticiones. • 1
El art. 1? en cuestión dice pero antea1 de entrar en materia
quiero hacer por via de digresión una especie de apología para que
no parezca pertinacia en mi el estar presentando continuamente ar
gumentos en contra de este asunta. f I !* i i*.. ' ->
Tengo, (y no titubeo en confesarlo), tengo hecho proposito firme
de hacer una resistencia la mas esforjada que pueda (aunque sin
efecto par desgraoia hallándome en minoría) siempre que se trate de
combatir aquellas instituciones, qne eomo dije el otro dia han sido
establecidas, acatadas y veneradas por muchas siglas; aquellas insti
tuciones en que se afectan intereses sólidos y permanentes; aquellas
instituciones que tienen una fuerza' moral para el país", fuerza 'ast
ral que vale mucho. ■ i'1,'!
Mis principios y mis intentos enfésfe tifio son siempre el pugnar
por conservar; y cuando yo vea todas los dias un principio contra -
rio, por quitar, por deshacer, por dostrair, por echar á tierra una-
tras otra casi todas las instituciones santas y veneradas, mi conato es
siempre el resistirle y contrariarle, valga por lo que valiere. Ecte
es mi oficio; á mi no me han dejado ya otro en el mando; para eso
be venido al Senado, y esta es una obligación que me propongo -cum
plir y que cumpliré en cuanto yo alcance, üigolo para que nadie
extrañe esta conducta mia parlamentaria : siempre, repito, que yo
vea tendencia á destruir y deshacer, siempre acudiré yo allí pug
nando por conservar. Pero al asunto.
El art. IT en cuestión dice que "las leyes y declaraciones de la
anterior época -constitucional sobre supresión de mayorazgos y otras
vinculaciones que están validamente en observancia desde 30 de yágos'
lo de 1836, en que fueron restablecidas , continuarán en vigor solo en
la península é islas adyacentes;" y aqui no puedo menos de llamar
la atención del Senado sobre un camino que ya se va siguiendo con
frecuencia, y es qne por medio de oraciones interpuestas incidental-
mente, de oraciones pnramente insertas, de aquetlas que sacien lla
marse enclíticas., vienen á tomarse con mucho artificio por supuestas
las cosas que precisamente son el objeto de la cuestión , y de cuya
aprobación ó desaprobación es justamente de lo que se trata. ¡Tase
vé! Si esto llega á pasarse por alto inadvertidamente, *e allanan en
gran manera las dificultades que pueden,oponerse para la resolución.
Se introduce, señores, en este articulo un paréntesis que yo no tomara
en cuenta si no hubiera visto que por su contenido se supone lo que
no existe, y lo que yo precisamente quiero probar que es falso.
En dicho paréntesis en efeco está toda la dificultad. *
Para prueba perentoria de que el periodo de que hablo es mera
mente inserto ó de paréntesis, basta observar que sin él procede rec
tamente el sentido natural de la oración, 6 sea la parte preceptiva del

articulo. Ea efecto, quitóse el pirúntosis, y la oración quedará per-
feela sin embargo en su parte preceptiva y sentido gramatical: di-
ria, pues, entonces: "Las leyes y declaraciones de la anteriur épuca
constitucional sobre supresión de mayorazgos y otras vinculaciones
continuarán en vigor solo en la Península é islas adyaceutes." Hé
■qui , señores , sin aquella inserción ó paréntesis una oración grama
ticalmente perfecta en el sentido propio é imperativo de ley. Pero
■o es esto lo mas particular y notable , sino que por aquel paréntesis
d inciso extraño á la oración y sentido preceptivo del artioulo se nos
¡•forma y refiere incidt-nlalmeute que dichas leyes de la anterior
época constitucionalfueron restablecidas y están válidamente en obser»
rancia desde 30 de Agosto de 1836. Pues esa es precisamente la cues
tión (digo yo), y eso es lo que el articulo con muclia sagacidad y ar
tificio da por supuesto. Asi es cuino vienen á preguzgarse las cuestio
nes mal graves, aquellas que afectan mas los intereses civiles y so
ciales , partiendo de un hecho falso y artificiosamente supuesto ; y
cuando uno viene haciendo su oposición á la desvinculaeion total
como la hice yo el otro dia, le salen al encuent.ro los individuos de la
comisiori diciendo: "No señor; si esa no es la cuestión, si V. diva»
ga, si V. no hace oposición, si aqui no se trata de eso; aqui no se
trata de desvincular ; ya está todo desvinculado: aqui solo se trata
da arreglar los intereses consiguientes á aquel hecho."
Este, señores, es un artificio, y artificio por cierto no digno de la
gravedad de un Cuerpo alto y conservador, ni de la gravedad con
que deben tratarse puntos de tanto interés para la nación, puntos con
sagrados por una sanción secular, quiero decir, por la sanción de mu»
ebot siglos.
Una de dos: ¿está en observancia, legalmente hablando, ese decreto
de 30 de Agosto de 1838, ó no ? Se supone artificiosamente que está
en observancia asi por una oración insería ó de paréntesis; pero la
prueba de que no lo está es el mismo conato repetido que se está ha
ciendo y se está viendo hacer desde que se publicó hasta ahora para
procurarle la aprobación ó validación. Esto mismo de que estamos
tratando ahora es una prueba de que no lo está, y de que asi se siente
?r se conoce. Por esto es por lo que se pugna y se ha pugnado en todas
as legislaturas, y este es uno de los objetos que se ha recomendado
eonstantamente ea todos los discursos de la Corona, y para el que
siempre se ha tenido el deseo y la mira de conseguir la aprobación
por medio de una verdadera ley hecha con todos los ritos y forma
lidades necesarias para su esencial validez. £1 decreto de 30 de Agosto
de 1836 por mas que se diga no ha tenido ni tiene de presente tal
carácter ni tal calidad.
To siento infinito hablar de este decreto, lo protesto al Senado
coa todo mi corazón, porque no trato de incomodar al que le dictó,
3ue es mi amigo; pero yo tengo que hablar de él, porque es el fun-
amento de la cuestión. Desde ahora doy por supuesto que el autor
de dicho decreto tendría sus razones para dictarlo : hubiera enhora
buena procedido en ello con •equivocación, con error: yo siempre
disculpo á les Ministros que están ó han estado en aquel rJoesto que
yo , aunque indigno, he ocupado. Sé las dificultades y penosas cir
cunstancias de su situación. Yo le daria de buena gana al autor del
decreto un voto de absolución ó indemnidad si fuera caso de ello y se
dijera que las circunstancias, que la necesidad de la época ú otras cau
cas le coligaron á hacerlo.
Por consiguiente, suplico al Sr. Landero que se persuada de la
sinceridad de mi ánimo en esta parte, y que yo hablaré de ese decre
to como si no hablase de su persona, hablaré solo de un decreto dado
por un Ministro.
Dije que aquel decreto no tiene validez legal , y que la misma
discusión de este proyecto, que es un conato para procurársela , es
una prueba actual de que no la- tiene por mas que en un paréntesis
te la suponga.
¿Qué importa que los tribunales le hayan obedecido y le hayan
observado? Para el caso no importa nada: siempre que esté ese
decreto en el estado que hoy tiene , sin que llegue i recaer una de
claración de su validez hecha en Córtes, siempre tendrá ese vicio y
siempre se dudará: si, señores; prescindiendo de las razones que los
tribunales hayan tenido para ello , y dígase lo que se quiera, mien
tras ese decreto esté asi permanecerá como en el aire, no tendrá
fuerza legislativa , y dudarán los tribunales, y debe dudar y dudará
todo el mundo. t gar una ley , mayormente de estas que afectan grandes intereses, ea
Se ha dicho por el Sr. Ondovilla, y antes por el Sr. Ministro de
Gracia y Justicia, que por qué se hace tanto alto en un decreto dado
Kr el Gobierno, cuando un decreto dado también por el Gobierno
sel que produjo el restablecimiento de la Constitución de 1812.
Pues si hubo en el Gobierno, dicen , tanto poder para producir un
decreto por el que ha sido abolido un sistema político, y se ha in
troducido otro . /.por qué nn ha de haber facultades en el. Gobierno
para dictar uri decreto de menos consecuencias? Me parece que este ea
«1 argumento sin disminuir su fuerza; el mismo Sr. Ondovilla se
respondió á si mismo y al Sr. Ministro; la revolución, dijo, la rebe
lión , el acto ilegal de la Granja, que después fue acogido por la na
ción, fue lo que dió validez á ese decreto: he copiado de boca de & S.
•alas mismas palabras.
El acto en tu origen, repitió, fue ilegal; pero luego la nación
dió su apoyo á ese acto, y la Reina se vió en la necesidad de hacer
aquello por efecto de la revolución. Aunque yo no estoy conforme
caá esa doctrina, y si hubiera de entrar en ella tendría muchísimo
S.—TOMO I.
405
que decir, no me importa aceptarla ahora para el argumento ; sin
dejar por eso de preguntar de paso: ¿ qué doctrinas son esas que no
tienen mas apoyo que las revoluciones, que siempre que se quiere
dar validez á una ley ó aoto hay que acudir á las revueltas, á los tu
multos y motines? ¿Qué clase de lógica, qué clase de razón es esta
para ser tan citada en Cuerpos como el presente? (El Sr. Seoane pide
la palabra en pro). Ruego al Senado me dispense este desahogo, mu
cho mas cuando las mismas razones que se están buscando dan lugar
para ello. Digo, por no distraerme de mi propósito, que podría ma
nifestar mucho sobre estas doctrinas; pero no es mi ánimo ni ahora
es la ocasión oportuna de hacerlo. Aceptando sin embargo la expli
cación del Sr. Ondovilla, digo que ai la revolución de la Granja aco
gida por la nación fue la que dió aquella autoridad al decreto para
disolver un orden político y establecer otro, de ninguna manera
procede la misma razón para apoyo del decreto de que se trata. Este
fue un decreto de Secretaria, decreto de los que se expiden en el ur
den común y ordinario, y sobre materia de derecho también común,
ordinario y meramente civil. ¿Quién , pues , le dió validez? ¿Hubo
allí otra revolución? ¿Hubo otro acogimiento de la nación? ¿Qué
tiene que ver el decreto de S. M. la Reina Gobernadora, que cuando
oprimida por una revolución dió la Constitución de 1812, porque la
nación calló (si, porque asi lo quiso, ó porque no tuvo ocasión de
manifestar otra cosa), qué tiene esto que ver, repilo, con los demás
decretos expedidos de un golpe de pluma en la -Secretaria del Ministe
rio ? £1 decreto de 30 de Agosto de 1836 no puede tener en su apoyo
tal autoridad, valga por lo que valiere; es un decreto que por mas
sofismas y razones que se acuden mendigando de mil fuentes y lu
gares, siempre ha estado y estará desnudo de fuerza legal, y mien
tras las Cortes ahora ó mas adelante no lo sancionen con su aproba
ción tendrá siempre ese mismo vicio, porque e* vicio radical que lo
trae de su misma raiz y origen: por eso han estado clamando que se
llevase al poder legislativo el decreto; por eso mismo estamos noso
tros en esta discusión, y por consiguiente estamos en el caso preciso
de resolver todavía acerca de si ha de haber ó no vinculaciones. Uer
sechemos ese artificio nada digno de este lugar, por el que enclitica-
meote viene á suponerse que no se trata hoy de desvincular, y que
la legislación, de 1820 en esta parte está válidamente restablecida.
Nada menos que eso : el decreto de 30 de Agosto de 1836 de ninguna
manera está válidamente restablecido ni observado ; ni lo estará en
verdad hasta que las Córtes le den una categórica y explícita revali
dación. Mientras tanto no hay mas ley que la que mantiene las vin
culaciones, sobre cuya subsistencia todavía podemos tratar, y en rea
lidad tratamos; y esto no se puede negar sin acudir á sofismas y
otros artificios que no merecen aprecio.
Por eso digo que las vinculaciones, mayorazgos, fideicomisos, pa
tronatos, &c , todavía subsisten en España ; que no hay otra ley mas
sobre la materia que la de 9 de Junio de 1835 dada por las Cortes, y
sancionada por S. M. ; y que el decreto de 30 de Agosto de 1836, ni
es ley, ni pudo serlo, ni tiene, ni ha tenido validez legitima de tal.
Tratemos ahora la cuestión con respecto al interés nacional: ¿con
viene nivelar absolutamente, y de una vez, toda la propiedad espa
ñola? ¿Conviene abolir una institución cuya existencia se remonta
á los siglos mas remotos? Y dado caso que conviniese: ¿lo hemos de
declarar asi como de paso? ¿Una ley tan venerable , se ha de dester
rar por una declaración que ni aun siquiera es explícita , porque su
contenido va embebido en un paréntesis? Señores, yo no se si lo
hará el Senado; pero mientras que no lo haga , yo creo que puedo
decir lo que me parezca, y digo que eso seria á mi parecer una cosa
absurda y casi delirante: si el Senado lo aprueba, entonces no diré
nada, porque asi como yo tengo tal cual brío para oponerme á lo
que no concuerda con mis principios cuando todavía está el asunto
en tela de discusión , soy el primero en obedecer las leyes cuando lo
sean ; pero todavía , repito , está el campo abierto, y puedo decir lo
que mejor me pareciere.
Contemple bien esto el Senado; se lo ruego: es un principio ad
mitido por todos los hombres públicos que cualquiera ley por el
mero hecho de serlo y estar en observancia legal , por algún tiempo
tiene en sí una presunción de bondad y una presunción de reconoci
miento de esta bondad por parte de los mismos subditos sobre quie
nes obra: consiguiente á este principio, lo es también que para dero
necesario que sea tan evidente la utilidad de la que nuevamente se
trata de establecer,. tan evidente del mismo modo el mal, y tan cla
ros los inconvenientes de la que se trata de derogar, y tantas. y tan
repetidas las quejas que haya contra ella, que puedan justificar la
medida. Y si, generalmente hablando, la ley que está en observancia
tiene en sí por ese mismo hecho tan favorable presunciou , ¿quódi-
remos de una ley que cuenta muchísimos siglos de existencia? Cuan
do el otro dia dije que el principio de la vinculación viene recono
cido desde las épocas mas remotas, y que la vinculación era elmedio
de perpetuar la antigüedad de los linages y la antigüedad de las ri
quezas, y que solo entre los turcos no se conocía este principio, se me
olvidó decir que podía comprobarse esto nada menos que con la au
toridad del mismo Aristóteles} esto es, con el dicho de un sabio qu«
floreció muchos siglos antes de Jesucristo. Aristóteles, en efecto,
hablando de la nobleza , da literalmente aquella misma
y supon* la vinculación como necesaria para asegurar 1
de las riquezas y de los linages.
116
 40G
Observo que w sonríen algunos señores de la comisión porque be
citado á Aristóteles; pero me parece que no es mala cita : yo do me
avergonzaré de citar á Aristóteles, sabio profundísimo , reconocido
por principe de los filósofos y acatado como tal por muchísimos si
glos; y volveré abora á repetir con este motivo lo que dije el otro
día ; i saber: que la sabiduría de muchos siglos consecutivos y de
muchas y diversas gentes es un argumento muy grande, porque por
mas que sea la nuestra no es nada en comparación de la sabiduría del
género humano.
Digo, pues, que una institución tan venerable como es la de las
vinculaciones , lleva en si misma la presunción y reconocimiento de
su bondad , y que el tratar de destruirla asi de una vez y por el
medio que aquí se propone et contrario á todas las reglas prácticas
yjespeculativas de la prudencia butnana y contra todos los cánones
que guardan y deben guardar los buenos legisladores : todavía esta
mos i tiempo de hacer esto , pues que la ley positiva que hoy rige
en la materia es la de vinculaciones, y todo lo otro que se da por
restablecido no lo está por mas que se quiera suponerlo en el parén
tesis en que viene comprendida esta revalidación en el art. 1? Per -
«nádase el Senado , se lo ruego, que yo he cumplido con mi deber,
como pienso cumplir siempre , porfiando sobre estas cosas : no vaya
mos á destruir de un guipe en la nación española todas las vincula
ciones; sálvese esto ; deséchese este articulo , que yo protesto por lo
demás (si se reservan las vinculaciones para modificarlas) entrar
con sinceridad en la discusión para que se bagan aquellas reformas
que las circunstancias exigen; pero no extingamos las vinculaciones
de una vez; conservemos este interés y esta fuerza moral á la nación,
porque si boy se extinguen las vinculaciones, mañana se dtstruirá
otra institución de grande interés, pasado mañana se presentará
otro proyecto para aniquilar otra, y dentro de poco si marchamos
por este camino no quedará ningún interés vivo, ninguna fuerza
moral en la nación española.
El Sr. ON DO VILLA: Pido la palabra para hacer una rectifi
cación.
El Sr. PRESIDENTE: ¿Concretándose á ella nada mas?
El Sr. ONDOVI T.LA: Nada mas. Yo he dicho que la insurrec
ción militar de la Granja fue un acto ilegal , y he distinguido este
acto ilegal de los actos del poder ejecutivo; y asi como la violencia
de los cien mil hijos ó nietos de San Luis dio margen á que se dero
gase la ley de 11 de Octubre de 1820, asi también la revolución
de la Granja pudú producir el decreto de 30 de Agosto de 1838.
El Sr. ABARGUES: £1 Sr. Ruiz de la Vega en lugar de com
batir el articulo de la comisión únicamente lo que ha hecho es la
mentarse de que se hayan deshecho de un solo golpe las vinculaciones.
Por otra paite ha hecho una especie de reticencia que me pone en el
caso de citar el decreto de 30 de Agosto de 1838.
Diré en primer lugar que no es la comisión ni este articulo los
que han echado abajo las vinculaciones; y en segundo, que yo entra
ría, v la comisión conmigo, con mucho gusto en la cuestión de ai
• invienen ó no las vinculaciones. Ha pasado ya felizmente para no
Tolver aquel tiempo en que era preciso rodear al Trono de la aristo
cracia civil y la aristocracia eclesiástica , y á la primera darla la ad
quisición de los restos feudales y la amortización civil con todos I i
vicios que lleva consigo , y á la segunda, esto es, á la eclesiástica,
la dirección del gobierno, loa privilegios y el brazo de hierro de la
inquisición.
Afortunadamente en este siglo ha desaparecido todo esto, gracias
i las grandes palancas de la imprenta , de la tribuna, á la introduc
ción del gobierno representativo y i la fuerza de la sociedad que ca
mina hácia el progreso y la perfección, yá que no tienen ya ios pue
blos la necesidad qae tenían antes de esta fuerza. Pero no es esa la
cuestión.
Las Corles de 1820, después de una sesión memorable en que se
discutió el asunto por ilustrados oradores con toda la calma y sabi
duría , precursoras del acierto, produjeron la ley de 11 de Octubre
de 1820. Por aquella ley quedaron las vinculaciones deshechas y en
poder del inmediato sucesor la mitad de los bienes: de consiguiente
no es la cuestión saber si conviene ó noque baya mayorazgos, ni si
conviene que de una plumada se quiten. La ley de 11 de Octubie
de 1820, legalmente decretada por las Córtes, y sancionada después
de una madura discusión , esa ley fue constitucionalmente restable
cida: por consiguiente no tenemos cuestión; la sancionó quien debió
y quien pudo sancionarla. Tampoco es de extrañar que haya hecho
S. S. esa especie de reticencia en favor del decreto de 30 de Agosto
de 58 , porque todos aquellos decretos que se restablecieron entonces
las Córtes constituyentes aprobaron su restablecimiento, ó por mejor
decir, la legalidad y conveniencia con que obró el Gobierno, por
que para mí ese decreto es la mayor gloria que puede tener un go
bierno constitucional ; y aquí pasaré á contestar i una alusión que
ha hecho , y que yo no puedo pasar por alto, el Sr. Pestaña. Ha di
cho S. S. dos cosas: la primera que lia sido uno de los mártires del
aistema constitucional. Vo me complazco y le doy la enhorabuena, y
me la doy á mi mismo, de estar en compañía de unos Senadores tan
ilustres que pueden formar un martirologio, en términos que con
servando frescas las llagas , i las cuales debemos el formar parte del
martirologio, conservemos asimismo frescas nuestras opiniones de
libertad y de progreso. Pero be oído una cosa , que ya be dicho no
puedo pasar por alto , ni en silencio.
<
Ha dicho el Sr. Pestaña que las masas populares iban eantando
y dando gritos de júbilo delante de las tropas francesas dando mues
tras de legalidad á la restauraciou mas violenta, mas despótica,
mas ilegitima y antinacional que se ba conocido. Señores, para des
truir el sistema constitucional que cayó en 1823 fue menester que el
Rey que ocupiba el Trono fuese el primer conspirador; fu» menes
ter que se emplease la fuerza; fue menester que viniesen 100,000
franceses á.cousumar esta obra, y que todos los enemigos de la refor
ma se pusieran al rededor del Trono para auxiliar con dinero i
aquellas clases proletarias para que maicbasen delante de las tropas
francesas, para que con ignominia de ellas y escándalo de toda la
Europa proclamaseu la inquisición , el despotismo y lo que ha re
chazado el siglo para siempre. Por consiguiente no puede esto tener
carácter de legalidad , porque si alguna rosa se ha hecho con injus
ticia, con violencia y con escándalo fue la restauración de 1823, y
si alguna cosa hubo gloriosa para los españoles fue aquel la heroica
resistencia que se opur.o al ejército francés, que si hubiera vuelto en
si, tal vez el 30 de Julio, glorioso para la Francia, hubiera tenido
lugar en 1823 y no se hubiera "isto á los mismos franceses, á quienes
la Santa Alianza, enemiga irreconciliable de la libertad de ios pue
blos, hizo venir á destruir la libertad de España, esa libertad qae
ellos mismos con tanto entusiasmo proclamaron el 30 de Julio en el
Campo de Marte sacudiendo el mas bárbaro yugo que quisieran im
ponerles la opresión y la tiranía, y entonces, señores, el día 30 de
Julio hubiera sido el año 23
Por eso tiene esa gloria el célebre decreto de 50 de Agosto de
1836, decreto que puede considerarse como el emblema de las glo
rias nacionales. Asi que, el Gobierno, el Congreso de Diputados y
la comisión del Senado han partjdo de los mismos principios-, prin
cipios enteramente justos , principios enteramente racionales, y que
hasta el Sr. Pacheco en otra ocasión y ante la mayoría del Congreso
no tuvo inconveniente en manifestar que descansaban en una base da
justicia por todos reconocida.
La comisión ha partido de! principio de que hay vigente una le
gislación desde el 1820 al 23 sobre mayorazgos ; es decir , una legis
lación que principió en 1820 y que destruye las vinculaciones ante
riores. Vino luego Fernando VII, que por el decreto de 1! de Octu
bre de 1823, decreto despótico, arbitrario como otros muchos, de
volvió las vinculaciones á los que las poseían anteriormente; y nó
tese que si acaso ha habido una ley que ha sido reaccionaria; si
acaso ha habido una ley que solo la generosidad de la comisión y del
sistema constitucional pudiera llamarla tal ley, fue esa , pues no se
contentó con decir: restablézcase la legislación anterior al 1820, sino
que dijo: sea nulo y de ningún valor cuanto ha habido desde 1820
á 1823. De consiguiente preciso era que tuvieran una reparación las
cosas perjudicadas á consecuencia de ese principio reaccionario, y que
las leyes constitucionales no participasen de ese carácter, asi como
tampoco parlicipau del mismo la tiranía y la libertad.
El GSbierno, pues, la comisión del Congreso de Diputados y la
del Senado han partido del principio de que todos los Gobiernos da
hecho desde el momento en que tienen la aquiescencia de lo* pue
blos son válidos todos los actos que consuman, y deben reconocerse to
dos los intereses que crean. Asi es que la comisión ha distinguido
dos épocas, ó por mejor decir, tres. Año de 20: habia vinculaciones por
las lejes. Año de 20: publican las Córtes la ley de 11 de Octubre, y
los bienes se desvinculizan. El año 23 viene Fernando VII, vuelven
las cosas al estado anterior: año 36: se restablece la ley de las Córtes.
Para mi hay solo dos épocas: una, que principia desde 1820 A 23, y
continúa desde 1836 en adelante; y otra, que empezó antes de 1820, y
que continuó en tiempo de Fernando VII hasta 1836. El Gobierno
presentando su proyeeto, y el Congreso aceptándolo, con aquellas me
joras á que se ha adherido el Gobierno mismo, y el Senado al apo
yarlo, no hacen mas que dar vida y subsistencia á los actos creadoa
en 1820, con la ampliación de que las cosas en que haya agravios
puedan repararse del modo mas perfecto posible bajo las leyes da
equidad, de justicia y de libertad. Eso es lo que dice la comisión?.
De consiguiente en nada se debe combatir , no solamente la totali
dad, sino tampoco los demás artículos, á cuyas impugnaciones ya *■
ha contestado.
El Sr. ALVAREZ PESTAÑA: Voy á ser muy breve. Tengo cu-
riosidad de presentar un argumento contra este articulo tomado da
la palabra válidamente que sirve como de un escudo á la esencia da
la ley. Dice el artículo {leyó) válidamente. Yo pregunto: si el decre
to de Agosto de 1836 ha sido legitimo; si tiene virtud de ley, es en
tal caso obligatorio; su observancia, pues, precisa, justa, indispen
sable, y tanto que al que no la observe se le puede castigar. ¿Por
qué, pues, se pone aqui el adverbio válidamente ? Porque los que ban
redactado el articulo se hacen cargo de la duda , por lo menos,
acerca de la legitimidad, y para removerla se aplica el adverbio vá
lidamente, y se le pone hablando de la observancia de un decreto,
que se cree taa eficaz como una ley; luego es porque se reconoce
la opinión contraria; y si se reconoce la opinión contraria , no vale
nada el que se baya aprobado por las Córtes este artíoulo con esa pa
labra. Para ser ley era preciso que se hubiera hecho por el órden
y formas establecidas, requisitos de que carece el decreto de Agos
to. El art. 1? del proyecto del Gobierno me parecia mas discre
to; no ponia el adverbio válidamente; si no be observado mal está
mejor : yo si fuese de la comisión, y abundara en las mismas idea**.

(El Sr. Presidente: té igual ese artículo al del Congreso). Señor,
hay un proyecto presentado por el Gobierno, un dictamen del Con
greso y un dictamen del Senado; jo estoy hablando del art. 1? de
a mbas comisiones, lo mismo me da, porque una sigue i otra; pero
decía para esforzar mi argumento que en el articulo del proyecto
que presentó el Gobierno no se usaba , y con mucha razón, de ese
adverbio validamente que se ba unido al objeto principal para te
ner una declaración favorable de las Corles sobre la valides -del de
creto de 30 de Agosto de 1836.
Dice ese art. lí del Gobierno: "Quedan en observancia y vigor
las leyes y declaración de la anterior época constitucional sobre su
presión de mayorazgos y otras vinculaciones de la Península é islas
adyacentes desde que se expidió el Real decreto de 30 de Agosto
de 1836." Aqui va buscando el Gobierno la legalización de ese de
creto, y esto lo presento yo también como refuerzo de mi objeción.
£1 Gobierno, ó tiuien baya redactado ese articulo, estaba poseído de
que no babia suficiencia legal en ese decreto: de otra manera no se
vendria pidiendo esa declaración; declaración que debia buscarse por
el órden, por una ley: asi habría discusión, y quedaríamos todos satis
fechos; pero ahora no, porque queda en descubierto.
Vuelvo á mi propósito. La comisión separándose de la redacción
del articulo del Gobierno y como para extinguir cierto escozor que
se conoce que todavía le quedaba, usó del adverbio válidamente : pues
en este adverbio encuentro yo, y romo yo los demás, una prueba de
que esa opinión contraria es agitable y cuestionable siempre.
To por lo demás no he de aprobar el articulo; de modo que
esa advertencia no me ha servido mas que para hacer ver que ese ad
verbio válidamente corrobora mi opinión, porque supone que hay
que vencer un estorbo, pues ese estorbo existe.
£1 Sr. PRESIDENTE: £1 Sr. Seoane tiene la palabra ; pero ad
vierto á V. S. que si piensa ser largo se preguntará antes al Senado
si se proroga la sesión. '
El Sr. SEOANE: No señor; tengo poco que decir.
Parecerá extraño á los Sres. Senadores que en UDa materia agena
de mi profesión, y con los cortos estudios que be hecho , baya pedi
do la palabra , privando quizá de ella á alguno de los ilustres magis
trados que forman parte de este Cuerpo, quedes á quienes compete
principalmente ilustrar la conciencia de los legos para que den su
voto en una cuestión tan espinosa , que tantos intereses represeuta:
en efecto, estaba descuidado de esta tentación; pero be oído algunas
doctrinas que me han impulsado, ó como forzado á combatirlas, con
suceso ó sin él.
Yo soy amigo de la discusión mas lata y mas libre que sea posi
ble; digo mas: si el Senado alguna vez por un error me hiciese el honor
de sentarme en aquella silla, á las oposiciones cualesquiera que fuesen
les daría una latitud hasta indefinida , y si es necesario cerraría los
sjos sobre el reglamento, no por parcialidad , sino porque creo que
un Cuerpo de esta naturaleza sin una oposición fuerte y vigorosa
es un monstruo, y las leyes no pueden salir tan perfectas de su seno;
pues considero necesario, como para purificar las aguas , este bati
dero, porque un Cuerpo sin oposición estaba expuesto ademas á ac
tos de precipitación, de que tenemos algunos ejemplares en nuestra
moderna hiitoria, actos de precipitación de los cuales se arrepienten
luego los mismos autores.
Pero he encontrado en el discurso del Sr. Ruiz de la Vega y de
algunos otios señores un género de comparación entre la validez
de los actos hechos por la nación legítimamente reunida en Cortes y
entre aquellos en que por virtud de un derecho muy superior, que
empieza en mi concepto por el derecho natural, y que después se
descubre en las primeras páginas de nuestra histoiia, se han esta
blecido por la fuerza. Cuando los errores y la violencia han destruido
este derecho natural , los españoles y Indos los pueblos del mundo han
estado siempre en el derecho de recobrarle por la fuerza y por las
revoluciones, porque la usurpación no prescribe nunca, y bajo este
aspeoto yo considero justas, legitimas y necesarias todas las revolucio
nes que se han verificado, no solamente en nuestro suelo, sino en toda
la Europa y pane de otro hemisferio con el fin de recobrar sus de»
reohos. Puedo alguna vez haber condenado con fuerza los accidentes
que se han mezclado en estas revoluciones quizás con mas fuerza
que ningún otro español , y para esto recurro á la memoria de algu
no de los señores que me escuchan, pero ha sido solo los accidentes,
pues el objeto cuando se lia dirigido á que las naciones recobren sus
derechos imprescriptibles siempre lo he creído justo, porque siempre
he considerado legitimas esas revoluciones.
La nación reunida en Córtes abolí* las vinculaciones por razones
que excuso referir, por ser esta una materia tan debatita y conocida
de todos. La abolición del monstruoso, irracional y antinaturnal sis
tema de mayorazgos está en la razón de todos los hombres y en la
naturaleza misma; y si no hubiese otra razón que ser de origen tan
antiguo, por solo ella condenaría yo este sistema, porque le considero
perjudicial como hijo de los tiempos de usurpación , de los tiempos
en que las mugeres eran miradas como un animal doméstico; y si no
recúrrase á las fundaciones, y véase una bija proscrita de la herencia
para que vaya á la linea inmediata el mayorazgo. El mundo ha sa
bido mucho antes de ahora ; pero en materias económicas, señores,
la era presente es la mas instruida , porque las generaciones anterio
res han estado dedicadas á materias teológicas que nadie entendía, y
s* han descuidado de los terrones, de las cosas de por aqui.
407
Para mí en esto no es autoridad Aristóteles , y la mayor desgra
cia que yo tengo y tenemos los españoles es haber abierto los ojos eu
un tiempo en .que se los enseñaba la filosofía aristotélica. Todavía
está mi cabeza embrollada, y eso que la guerra de la revolución me
bixo dejar los estudios, y no empecé á pensar con un poco de recti
tud hasta que rae apliqué á las matemáticas; pero todavia mis ideal
están hechas un embolismo con las cuestiones aristotélicas; y asi lo
repilo: para mi no es este filósofo una autoridad, y en materias eco
nómicas menos.
La nación representada por un derecho legitimo, por un derecho
que solo la usurpación puede quitarla, restableció sus leyes del modo
que creyó mas acomodado á su felicidad futura.
Pero hubo una época, de la que no diré mucho, porque cuando la
recuerdo la sangre española pura que corre por mis venas todavía se
levanta á borbotones. •
No quiero recordor cosas que pudieran encender las pasiones
pero buDO españoles traidores que llamaron sobre nuestro suelo á lo*
que en ningún caso se debe llamar, á los extrangeros, para que aca
basen con las pocas chispas de libertad que existían ; y aqui, señores,
no puedo menos de decir que mas quiero la esclavitud en mi patria
puesta por manos españolas que la libertad por manos extrangeras,
porque nunca traen nada bueno, ni nosotros cuando hemos ido á otras
partes lo hemos llevado , pues que cada cual cuida solamente de su*
propíos intereses, procurando que sean los primeros.
Vinieron, pues, los extrangeros á acabar con nuestra libertad;
presenciaron el crujido de los cadalsos y autorizaron á un poder, que
no llamaré por su nombre por respeto á ese edificio; autorizaron á
un poder i que llevase á los cadalsos y sumiese en la miseria y en la
desesperación á los infelices que por lodo delilo habían tratado de
mantener con toda su fuerza lo que se les habia mandado obedecer.
Según mis principios, todo lo que se dispuso ó mandó desde el
año 18*20 basta Octubre de 1823 fue legitimo, porque lo hizo la na
ción, porque lo hicieron todos los poderes del Estado de común acuer
do; y señores, no se me hable de violencias, porque para mí mientras
mas altos estamos los hombres en la sociedad mayores deberes adqui
rimos y tenemos que cumplir: el que eslá mas alto debe saber morir
por conservar loque interesa á los que le colocaron en aquel puesto.
En mis principios cuanto se hizo desde Octubre del año 1823 has
ta que la nación recobró sos derechos es , no nulo, señores, no lo lle
vo hasta ahí, porque es imposible, porque si hubiéramos de volver
atrás en lo ejecutado en diez años nos envolveríamos en un caos;
pero es tiránico, es injusto por falta de poder en quien lo mandó.
£1 Sr. Ruiz de la Vega ba usado un argumento muy sencillo: yo
á pesar de lego tendria facultad para vencer en todas las discusiones
con solo presentaron argumento. Ha dicho S. S. : "el Rey ejerció
de hecho el poder ejecutivo y legislativo desde Octubre de 1823 hasta
la época moderna : es necesario respetar aquellos actos, sin embargo
de la facultad de enmendarlos para lo sucesivo que tienen las Córtes;
pero respetemos los actos consumados.*' Señores, ai el Sr. Ruiz de la
Vega quiere que respetemos como respetó el proyecto de ley, como
respeta la nación estos hechos consumados desde Octubre de 1823
basta el año 36, en que se restableció la ley, ¿con qué derechos
pretende el Sr. Ruiz de la Vega que los demás actos consumados, los
demás derechos adquiridos y consumados desde el 20 al 23 sean nulos?
Se dice que aqui hay una diferencia de las expresiones por titulo
oneroso, y de las expresiones por titulo lucrativo. No entiendo una
palabra de derecho; pero tengo mi razón como cualquiera otro: el
padre que murió en tiempo que regia la ley de mayorazgos, y testó
de la mitad en favor de sus hijos, les trasmitió un derecho tan sa
grado como el onergso, porque no hizo otra cosa sino valerse de una
ley racional y conforme al corazón humano para volver á los hijos
menores una parte de que una ley irracional les habia quitado.
Tengo una idea desde mi juventud en cuanto i mayorazgos que
luego he ido desenvolviendo; y téngase presente que el que tiene el
honor de dirigir !a palabra ai Senado ha heredado el año 27; la ley
le ha favorecido dándole iodos los bienes con graves perjuicios de
sus pobres hermanos, que en mi concepto tenian mas derecho de lo
que se cree: véase como no hablo por interés; al contrario, la abo
lición de esa ley me ha causado daño.
Decía, pues, que desde mi juventud me entró una ¡dea que no
be podido desechar, y es cómo una institución bárbara ha durado
tantos siglos, titulo grande para su continuación según el Sr. Ruis
déla Vega, y titulo para destruirla según mis ideas por el principio
de recedant vetcera, porque como la yeterra de la antigüedad nos ha
hecho pobres ignorantes , quiero se establezcan otras cosas mascón-
formes á lo que la experiencia ha aconsejado cómo una institución
bárbara que ha durado tantos siglos ha podido permanecer hasta
ahora : Yo, señores, no he podido concebir cómo un padre amante
desús hijos, como generalmente lo son todos, al cerrar los ojos y
despedirse de este mundo no ha llevado su corazón lleno de amar
gura al considerar la suerte de los menores, entregados regularmente
i un jóven, que por la edad , ó por la mala educación que suele darse
á los primogénitos, no puede cuidar de su educación y darles car
rera: yo no puedo concebir esto ; es necesario que esa costumbre tan
antigua y esas preocupaciones de apellido hayan estado muy fuerte
mente impresas en el corazón de los hombres para que no se hayan
ido al otro mundo llenos de zozobra por la suerte de las queridas
prendas que han dejado sobre la tierra.
 408
Bise hecho el argumento de que la ley del año 20, ley que no El Sr. PRESIDENTE: Esto quedará para mañana , y entonces
destruye para lo sucesivo los mayorazgos, sino que los modifioa, fue elSr. Caneja podrá apoyar su proposición ai gusta. Mañana se re
restablecida por un Real decreto. unirá el Senado á las doce, y si la asistencia de los Sres. Senadores es
£1 Sr. PRESIDENTE! Si V. S. piensa continuar se le reservará puntual podrá levantarse la sesión mas temprano que hoy. Las sec
la palabra para mañana , porque hace tiempo que ha pasado la hora. ciones se reunirán para nombrar la comisión que ha de dar su dic
El Sr. SEOANE: Para lo bueno que tengo que decir no hay ne tamen acerca del proyecto de ley venido del Congreso para que el
cesidad de continuar mañana. resguardo marítimo quede al cuidado de la armada nacional."
El Sr. RÜIZ DE LA VEGA: Ha supuesto el Sr. general Seoane, Dióse cuenta de que las secciones han nombrado para la comisión
sin duda por equivocación, que yo pretendía que fuesen válidos los que ha de informar sobre el proyecto de ley para arreglo de la Bolsa
actos de la época del 25 basta la actual , y que no lo fuesen los del de comercio de Madrid:
20 al 23: si S. S. lo ba entendido asi, yo no lo he dicho; todos los ac
tos del 20 al 23 los supongo legítimos y válidos. Por lo demás, si las 1? Al Sr. D. Antonio Jordá y Santandreu.
opiniones de S. S. no están conformes con las mias , por eso y para 2. Al Sr. D. José Camps y Aviñó.
eso es la discusión. 3* Al Sr. D. Joaquin María Ferrer.
El Sr. CODORNITJ: Pido que se pregante si está el punto sufi
cientemente discutido." 4Í Al Sr. D. Juan Muguiro é Iribarren.
Hecha la pregunta, el Senado decidió afirmativamente, y puesto Di Al Sr. D. Martin de los Heros.
á votación el artículo, quedó aprobado.
Se leyó la siguiente adición al art. 1! á continuación del mismo ElSr. PRESIDENTE: Mañana continuará la discusión pen
presentada por el Sr. Cañeja: diente.
"Quedan sin embargo exceptuadas de la supresión decretada por Ciérrase la sesión."
la ley de 11 de Octubre de 1820 las vinculaciones ó mayorazgos cuya Eran las cinco.
reata anual llegue á 40,000 rs. ra."
 NUMERO 58.
DIARIO
DE
LAS
SERÁB0.
SESION DEL DIA 30 DE JULIO DE 1841.
Se abrió i la una meaos cuarto , y leída el acta de la anterior por
el Sr. Secretarlo Valero y Arteta, fue aprobada.
£1 Sr. GOMEZ (D. M. V.) i Acabo de oír la lectura del acta de
ayer, y por ella veo se acordó por el Senado que pause á la comisión
de dotación de Culto y Clero una exposición de la junta diocesa»
na de Málaga , en la que no se trata de culto y clero , sino- de una
indemnización en favor del clero de aquella diócesis, relatira á que
de los bienes nacionales ae segregue aquella parte que sea suficiente á
cubrir los atrasos que tiene en su favor contraidos desde el aíío 37
basta el dia: por consiguiente creo jo que esta exposición nada
tiene que ver con el culto y clero, sino que debe pasar á la comisión
que entiende en los presupuestos relativos á Hacienda.
£1 Senado con esta observación hará lo que estime mas conve
niente.
El Sr. HEROS: Según lo que acaba de decir el Sr. D. Ventura
Gómez, esa exposición ha pasado á una comisión á que realmente no
debia pasar, porque sobre ella debió haber emitido su opinión la co
misión de Peticiones que está compuesta de los señores de la mesa.
Pero ya que se ha dado este paso , soy de parecer que debe dar esa
comisión su dictámen diciendo que no es de su competencia'', y por
consecuencia entonces en el dictámen que proponga puede proponerse
una de las tres fórmulas de reglamento.
El Sr. PRESIDENTE: Exactamente eso es lo mismo que la mesa
tenia que decir.
El Sr. GOMEZ (D. Ventura) : Yo he hecho una indicación, por
que creia ser la ocasión oportuna para ello."
El Senado quedó enterado de una comunicación del Sr. D. Fran
cisco Romo y Gamboa, fecha de estedia, en que man ¡tiesta que con
esta fecha empezaba' á usar de la licencia que pór acuerdo de 28 del
corriente se siryió concederle el Senado.
. Se leyó y acordó imprimir por sipe'ndice al Diario de las Sesiones
él dictamen de la comisión relativo al proyecto de ley sobre dotación
de Culto, y Clero.
Dióse cuenta de que las secciones habian nombrado para la comi
sión que ha de informar sobre el proyecto de ley relativo al resguar
do marítimo: ' .'
1» Al Sr. D. José Primó de Rivera. !
2! Al Sr. D. José María Peres.
3f Al Sr. D. Joaquin Frias.
4* Al Sr. D. Martin Fernandez Navarrete.
5* Al Sr. D. Dionisio Capaz.
La cuarta sección al Sr. D. Pedro Ramírez para la comisión de
Presupuestos en reemplazo del Sr. D. Narciso López.
El Sr. PRESIDENTE; Continuando las enfermedades de algunos
Sres. Senadores , continúa suspensa lo votación de las leyes : por con
secuencia continúa la discusión por artículos del proyecto sobre
Vinculaciones.
Ayer se leyó una adición del Sr. Caneja al art. Í7, y S. S. puede
■poyarla si gusta."_ _ ' ' ' '
" Se' leyó dicha adición. {Véatela
' e,7, sesión dea/er.")
£1 Sr. CANEJA: Señores,' yo molestaré muy poco al Senado,
porque mis ideas sobre esta materia las he explicado coa toda latitud
3.—TOMO L
400
DE
cuando he hablado contra el proyecto en su totalidad. Yo sé que ha
brá muchos que aplaudan y muchos mas que maldigan la enmienda
que yo propongo, ó mas bien adición, de que se conserven los ma
yorazgos de cierta cuantía; pero como yo no me dirijo por los inte
reses de amigos ni de indiferentes en esta materia , sino por lo que
considero mas justo y ventajoso á la patria, no me he contentado
solo con explicar mis principios en esta grande discusión, sino que he
creido conveniente presentar una adición al art. 1? aprobado ya por
el Senado, y lo he hecho con cierta confianza de que acaso el Senado
la tome en consideración , porque la misma comisión ha indicado, á lo
menos nno de sus dignos individuos, que no estaría muy distante da
admitir mis ideas en cuanto á la conservación de mayorazgos dé
cuantía. Repito que esto me ha animado á hacer esta adición. Se re
duce solo á que no se entiendan comprendidos en la supresión ó aboli
ción decretada por la ley de 11 de Octubre de 1820 aquellos mayo
razgos ó vinculaciones cuya renta llegue á 40,000 rs.
Yo he indicado ya que mis ideas serian las de conservar alguno*
poniendo un mínimum y un máximum; pero antes de llegar al
máximum es necesario que entremos en el mínimum , porque esto
decidirá la cuestión de si han de quedar algunos ó ninguno, y si lo
primero , luego entraremos á examinar de qué forma. Yo he fijado
la cuota de 40,000 rs. ; pero ya he indicado que esta es una cosa tan
arbitraria que podrá depender de las combinaciones que puedan ha
cerse , y asi no formaría empeño, no tengo por privilegiada mi opi
nión, y me prestaria á la alteración y á que se fijase una cantidad ma
yor, que podrá ser lo mas probable, ó si es excesiva, lo que ereeráa
pocos, podia rebajarse. Si esta idea se admitiese, quiere decir que
quedando algunos mayorazgos por otra ley ó por esta misma , se pu
dieran entonces modificar, se pudieran quitar ciertas irregularidades
que tenia n las fundaciones que hubiesen de quedar admitida que sea
esta idea : esto podria ser objeto de una ley posterior. -A ■'. i«i
He dicho ya que mis principios son el que en una monarquía
haya nobleza hereditaria y que para que haya nobleza, nobleza.....
(t',l Sr. Heros pide la palabra en contra caso de haber disensión.) Re-
pito que esta es mi opinión, y no hago mas que una indicación de lo
que dije el otro dia ; á saber: que la conservación de ciertos mayo
razgos podria. ser útil al Estado cualquiera que tea, porque al cabo
son estimulo para los grandes hechos, para las grandes virtudes, por
que los hombres en general deseamos vivir en la prosperidad, y es
uno de los medios mas conocidos para conservar la memoria de los
grandes hombres. . , . .' .
Ya he dicho que no quiero repetir 16 que he manifestado ayer
con bastante latitud en la totalidad , y no bago mas que un ligero
recuerdo. Añádase á esto otra razón, que es nueva, porque no la he
dicho antes, y no sé si la comisión ó el Senado hará algún aprecio de
esto. ■..,«!■'■
Uno de* los defectos que en mí concepto se cometieron en la ley
de 11 de Octubre de 1820, supuesta la abolición de mayorazgo* ó
desvinculacion , fue.el repartimiento que se hizo de los bienes. La
I base
oai que se tomó fue únicamente decir: la mitad de los bienes via
I cu lados queden libres desde este momento en manos de los _
1 y la otra mitad pasará con la misma cualidad al inmediato
1 117
 410
mejor, y
ue la Jey podía muy bien haber
tenido presente la diferencia que hay de que el suceior inmediato
sea, por ejemplo , un descendiente , ó sea un colateral; podia tam
bién tener presente si el sucesor inmediato se hallaba ya casado ó
con hijos, ó si era un simple célibe ó celibatón. Pudiera acaso ser
mas justo que esta distribución de bienes no se hiciera asi por mi
tad , y que en lugar de hacerse dos partes se hiciesen tres; que se de
jase al actual poseedor una en pleno dominio, las otras "(Tos terceras"
partes de 1 js bienes que eran vinculados pasaran al inmediato suce
ior, á quien le quedase libre otra tercera, y que la restante pasara al
siguiente.
Aqui me parece que se encontraría una razou mas de justicia,'
porque al cabo según los principios de jurisprudencia que ban re
gida , bajo los cuales se han fundado muchos mayorazgos ó vincula
ciones, todos sabemos que los poseedores de los mayorazgos no eran
'dueños absolutos de lus bienes, no tenían mas que un dominio li
mitado y revocable , hablando eonMUfpropiedad jurídica ; pero al fin I
en el idioma general y vulgar con mas propiedad se dice que los
poseedores de los mayorazgos venían á ser unos meros usufructuarios;
jen efecto; en el hecho de que no'podish enagenar de ninguna ma
nera los bienes , es claro que no tenían el dominio. Y si no tenían
el domino , ¿qué razón hay para regalarles de un 'golpe la mitad de
los bienes vinculados ? Si hemos de atender al espíritu de los funda
dores que procedieron bajo la protección de las leyes; si hemos de
atender , repito , á la voluntad de los fundadores, ¿deberemos usur
par á sus parientes y á su familia los bienes que ellos quisieron que
heredaran ? ¿ Por qué no repartirlos en ese caso con perfecta igual
dad y con cierta proporción entre los parientes que sean mas próxi
mos ? ¿ Por qué dar los bienes d uno que quizá será colateral , pri
vando de ellos á los parientes del fundador ?
Debe, pues,' tenerse en consideración si el inmediato sucesor es,
como he dicho, un descendiente, ó es un colateral; y si es deseen-
diente , si está casado y tiene hijos , ó si es un soltero. Señores, ésto
es muy claro: con un ejemplo puede que explique mejor mi idea.
Si los poseedores de mayorazgos hasta ahora se lian considerado,
si »e quiere, como usufructuarios , aunque yo considero que tienen
una especie de dominio revocable y limitado, porque en alguno ha
de estar el dominio de estos bienes ; si estos no tienen hijos; si acaso
no tienen parientes inmediatos, ¿podrán disponer libremente de sus
bienes en todos los casos? Justamente sobre esto hay uu decreto Je
las Cortes del año de 1822 que motivó un particular que dijo: "yo
Bov poseedor de un mayorazgo1, no tengo idnj>diató sucesor recono-
oído, y estos bienés acaso vendrán á parar Al Estado como de mos
trencos; permítaseme enagenar los todos." Y sV le permitió bajo cier
tas condiciones de que se publicase en los papeles públicos por un
tiempo determinado para VerUJi aparecía alguho que creyese tener
derecho, y pasado ese tiempo , si no ápireeiera ninguno pudiese dis
poner de todos. ' W'" •■ 1 ■■ -1; ' fl ' que el autor de la enmienda hasta que se tome en consideración."
- "oFms ahora bien: en'esecsWj él"aé>tual poseedor podrá disponer de'
todos los bienes en todós loi'ébsós: ¿Y poídrá ser esto conforme á la vo
luntad de los fundadores1; podra ser conforme' á los principios de
justicia que un poseedor que no tiene parientes, ó aunque los tenga,
que no sean herederos forzosos , pueda por testámerito, ó en vida,
disponer de sos bienes eoino le parezca? ¿Podrá ser justo, por ejein*
plo, que tos deje i una bafrágao»? ¿Se cumplirá asi con la voluntad
del testador? ¿lío seria «rrtorices mas justó que se dejase á aquellos
parientes que existan, y principalmente á todos aquellos que tienen
la facultad de excluir en sil testamento , porque no hay hijos en que
se acaba lá' legitima forzosa7?'*1' " ' . Continúa la disensión sobre vinculaciones."
Resolta por consiguiente qué si los poseedprés de mayorazgos
adquieren la libertad de di-.poner de la mitad de sus bienes, adquie
ren también la de disponer en favor de cualquiera persona que les
dé la gana aunque sea la disposición mas ridicula, y aunque sea poco
moral ; y en'ejte casor liw "verdaderos herederos del fundador, los
que en su intención debemos suponer que están llamados, quedan
privados de la herencia.'! '"''
Yo hago presentes estas observaciones al Senado, y particular
mente á los individuos de la comisión, por si creen que pueda modi
ficarse el articulo, evitando estas inconvenientes de que me he hecho
sargo. •! " ■ '* '■»■ «■"" '• '" 'm t •' j "t°
Podremos prescindir 'de'-lbs mayorazgos pequeños , potque hay
cosas que el legislador tiene que saltar por necesidad ; pero en el casó
de que los grandes mayorazgos hayan de quedar abolidos, tenga
presente el Senado y la comisión que á las razones que yo he dicho
hay una de conveniencia pública, tal como yo la creo, que agregada
á esta de que se va á conceder á los poseedores una ¡limitada facul
tadle disponer dé la mitad de los mayorazgos cuantiosísimos cuyos
capitales pueden pasar de 101) millones, y por consiguiente la mitad
puede ser de 50, llegará el caso de disponer de está cantidad en fa
vor de quien se le antoje, dejando á los parientes y á los individuos de
la familia sin ninguna participación en los bienes. Yo quisiera que i
lo menos los grandes mayorazgos quedasen existentes, ya sea fijando
unr máximum , ya sea sujetando á reglas oportunas y justas la irre
gularidad de aquellos que la tienen por sn fundación, pues se ha
dado siempre cuanta amplitud ha necesitado el capricho de los fun
dadores. Podían remediarse estos males; podia darse si se quiere una
atreva forma i las vinculaciones grandes que existen sin necesidad
¿3
de abolirías ahora, porque , señore olidas
que nos hagamos todos cargo de que noo yolverán á existir jamás; á
lo menos yo lo creo asi.
£1 Senado estimará estas razones como lo tenga por conveniente;
si no toma en consideración la adición que he tenido el honor de apo
yar, cualquiera que sea su fallo , le acataré y respetaré como debo."
Preguntado si se tomaba en consideración la' adición del Sr. Ca
ñe]a , el Senado resolvió negativamente.
Se leyó la siguiente adición del Sr. Ondovilla :
" Pido que el Senado se sirva acordar que al final del art. 1? de]
proyecto de ley de Vinculaciones se añada lo siguiente: "pero serán
aplicables á las provincias de Ultramar las disposiciones contenidas
en los artículos siguientes."
En su apoyo dijo
£1 Sr. ONDOVILLA: £1 artículo aprobado ya por el Senado,
que es el 1!, dice que "las leyes y declaraciones de la anterior épo
ca constitucional sobre supresión de mayorazgos y otras vinculacio
nes, que están 'Válidamente en observancia desde 30 de Agosto
de 1836 , en que fueron restablecidas, continuarán en vigor solo en
la Peuiosu/a é. islas jdyanentes,"^. X ' , ^4 J&L Jt sVJL
La consecuencia que se infiere de este articulo es que estas leyes
no regirán ya desde la fecha de la presente en las provincias de Ul
tramar. Esta ley que hoy se discute es reparadora; y asi como res
peta los daños y perjuicios causados por las diferentes legislaciones
que se tratan de conciliar ahora en España, parece también que debe
tener por objeto resarcir los daños y perjuicios causados en iguales
ocasiones en las provincias de Ultramar. La Constitución de 1812
rigió lo mismo en Ultramar que en España; y tan cierto es esto,
que veinte y tantos Diputados de Ultramar vinieron á formar estas
mismas leyes de que hoy se trata. Estas leyes comprendieron, pues,
á Ultramar y á las provincias de la Península, produciendo los mis
mos efectos en una y otra parte; y habiendo producido los mismos
efectos, es claro que ha ocasionado los mismos perjuicios, y por lo
tanto exigen igual reparación.
Bien sé que por el art. 2? adicional á la Constitución de 1837 se
dic
las cual
que se hayan adquirido en Ultramar , y asegurase que esto será obje
to de una ley especial, entonces la adición podrá no surtir efecto y
retirarse ; pero si no se hace quedará siempre la incertidumbre de si
esta ley será aplicable á aquellos dominios, puesto que la ley no nace
mérito de ellos.
Creo, pues, de necesidad que se admita la adición siempre qne
el Gobierno no ofrezca present ir esa ley especial, y asi ruego al se
ñor Ministro se sirva manifestar las intenciones del Gobierno.
£1 Sr. PRESIDENTE: El reglamento no permite que hable mas
Hecha en seguida la pregunta de si se tomaba en consideración, el
Senado contestó negativamente.
El Sr. PRESIDENTE : Se suspende por un momento esta discu
sión para dar cuenta de un proyecto de ley remitido por el Congreso
de Diputados."
Se leyó el proyecto de ley aprobado y remitido por el Congreso de
los Diputados autorizando al Gobierno para que pueda cotratar una
anticipación de 60 millones, e'ase el Ape'ndice 2? á este número,')
El.Sr. PRESIDENTE: Pasará á las secciones para que nombren
la comisión que ba de informar sobre este poroyecto.
Se leyó el art. 2?
El Sr. ONDOVILLA : Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: ¿En pro ó en contra?
£1 Sr. ONDOVILLA: Para pedir una explicación á la comisión
nada mas ; en contra será. ' .
Dice el artículo que se discute que será válido y tendrá efecto lo
ue se hizo en virtud y conformidad de las leyes desde que se expi-
ai¡eron, &c. Estas palabras desde que te expidieron no me parece qne
fijan bien la época de esa ley. La. ley que suprimió las vinculaciones
se aprobó en las Corles el día 27 de Setiembre, se sancionó el dia 10
de Octubre, y el 11 del mismo se pnblicó en las Córtes, manifestando
estas que con aquella fecha se avisaba al Rey que quedaba publicada
en las Córtes para que procediese desde luego á su promulgación, y
esto lo dijeron las Córtes conformándose con lo dispuesto en el ar
ticulo 141 de la Constitución de 1812 que entonces regia .
En las aclaraciones de esta ley se cita unas veces la ley de 27 da
Setiembre, claro es que aquel dia no era ley todavía ; oirás veces la
ley de 12 de Octubre ; pero nunca se cita la ley de 14 de Octubre en
ninguna de las aclaraciones de esa ley. En el proyectó del Gobierno
se le llama de 27 dé Setiembre, sancionada en 11 de Octubre, y en
esto se ha padecido una equivocación , porque la ley Se sancionó el 14
y no el 11;
Importa mucho, por, tanto fijar las fechas, porque si la ley em
pieza i régfr desde que sé publicó en las Córtes , que fue el día ¿1
de Octubre , entonces el poseedor de un mayorazgo que hubiese falle
cido aquel día pudo dejar la mitad de, los' bienes libres pata repartir
'entre sus herederos; y si rigiese desde el 12 de Octubre , según ss
cita en las aclaraciones de las leyes , entonces esos bienes del que mu-
I
 ;:„,', 4íí
rió en 11 de Octubre quedaron lodo» rlncúTadoí para el inmediato sé íe concede ya un dominio libre para Ténder lo qte adquirid ' eoÉ"
sucesor. ' '," "*"' .'' arreglo á los tres casos que cita el articulo; pero sí atendemos al se
■ * Por la Constitución de 1812 babia que promulgar las leyes des» gundo miembro, nos encontraremos con que se despoja la ley de'rské
pues de su publicación, porque en el articulo siguiente al 141 se beneficio no estando comprendido en los artículos siguientes, porque
pone la fórmula di* la promulgación, y se dice que se imprima y dice el articulo ('e leyó). Yo, ó por la cortedad de mi talento, ó por
circule para su cumplimento. " " falta de conocimientos en la materia, no encuentro aqni incluido el
Conviene, pues, que Se fije desde cuándo ba de regir esa dé ley caso que acabo de indicar; y no hallándose incluido, preciso es in
desvincularon : desde 10 de Octubre en que sé sancionó era ya ley; cluirle en este mismo articulo ó en cualquiera de los sucesivos. Esta
pero no una ley cumplidera, porque no estaba publicada: la ley se es la razón por que creo que se debe expresar en esté arlieulo'.'Pero si
publicó en las Corles el día 11; pero no se promulgó por la Corona la comisión Cree inoportuna mi enuJienda, y asi quisiera que ma
en aquella fecha. ' . ", lo dijese con franqueza , y me convence de que está incluido en el
Aqui se dice que desde que se expidieron . y yo deseo que la co texto de la ley el caso que cito de modo que el poseedor de ese ma
misión me diga si esfo quiere decir desdé que se publico" la ley en yorazgo no se halla privado de los beneficios de la ley, retiraré mt
Cortes en 11 de Octubre , ó desde que el Gobierno comunicó esa ley I, enmienda porque estoy muy distante de oponerme á la marcha de
á las provincias para que se promulgase solemnemente; y entonces ' este interesante negocio. Asi repito que deseo, ó bien que la comisión
es mas, porque la promulgación solemne se baria en las provincias me convenza de que es innecesaria \¡¡ enmienda , ó bien que se ad
en distinto» días, y no sabemos cuándo la comunicó el Gobierno, mita.
cuándo se mandó á las provincias , ni en cjué fecha se biso la pro El Sr. GOMEZ BECERRA: La comisión debe decir que se ope
mulgación. De consiguiente, estamos en la incerlidumbre de la época ne á que se discuta en el acto esta proposición."
que se fija drsde la cual debe regir, y espero que la comisión me dará Preguntado si se tomaba en consideración, se decidió negati
nna explicación sobre eslo. vamente.
£1 Sr. GOM fcZ BECERRA: Señores, si el Sr. Ondovilla se ba de Se leyó el art. 3?, que fue aprobado sin discusión.
dar por satisfecho con una explicación verbal que baga la comisión Se leyó el art. 4?, y en seguida nna enmienda al mismo del señor
me parece que es inútil, porque esta explicación verbal no será ley Ondovilla, que dice asi
ni servirá para nada; y si la intención de S. S. es que esta explica Pido al cenado que se sirva resolver que el párrafo segundo del
ción se haga en la misma ley , entonces yo diré que debe hacerse en art. 4? del proyecto de ' ley sobre Vinculaciones se redacte del modo1
todas las leyes. Pero no es necesario en ninguna, porque ya se sabe siguiente :
cuando son obligatorias las leyes: esto está establecido por reglas ge- "Los alimentos dados al inmediato sucesor y las pensiones ali
erales; está establecido siempre, aunque haya tenido algunas alte- menticias prestadas por los poseedores á sus Hermanos en virtud de
la fundación de sus mayorazgos no están comprendidas en la dispo
La expresión desde que se expidieron que ha llamado la atención sición de este articulo."
del Sr. Ondovilla significa bastánte cüando no se recurre<á sutilezas, j El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Ondovilla tiene la palabra peía
y á poner dudas sobre todoi tod'b el maneto entiende y ba entendido apoyar su enmienda.
' aiempre desde que tienen' fuérzá legal; dés4e°búe se expidieron para El Sr. ONDOVILLA: El objeto de está enmienda se dirige i fijar
que fuesen obedecidas; desde que Concurrieron á su promulgación mas la segunda parle del art. 4?: este habla de alimentos y de pres
todos los requisitos necesarios para que'seán leyes. taciones, que pueden ser pensiones dé dotes que tenga un mayorazgo,
Pero S. S. dice que por qué no se fija época determinada: lá razón y pueden ser pensiones de dotación propter miptias, esto C», de aque
ciclara: porque no puede ser sin hacer una éxpficacio'n muy larga, lla especie de pensiones que se dan á los varones como medios para
un articulo de muchas lineáis ó 'muchos artículos; porque S. S. debe casarse. Estas están comprendidas en. la primera parte desarticulo;
haber notado que se usa del verbo expedir eti plural, y que por con- en la segunda no deben estarlo, y por eso se pone pensionei alimen
siguiente es relativo > muchas disposiciones En efecto, en el art. l! ticias en la enmienda. Con estó queda marcado el sentido dé la se
se dice: "las leyes y declaraciones de la anterior época' constitucio gunda parte del articulo concretándose á los alimentos Si la comi
nal:" estas leyes y declaraciones son lá ley primitiva sobre desvin sión tiene algún inconveniente en admitir esta enmienda puede ma
cularon del año 20, la de 11 de Marzo y 15 y 19 dé Mayo de 1821,' nifestarlo.
y otra de 29 de Junio del mismo año: de A?anera que seria menester El Sr. PRESIDENTE : ¿ Admite la comisión esta enmienda 1
explicar desde cuándo se entienden expedidas y promulgadas cada El Sr. GÜMEZ BECERRA: Sr. Presidente, esta nn es Una en
una de estas leyes, y envolvernos en una multitud de aclaraciones sin mienda , es una adición; aqui no hay mas que añadir la palabra <x/¡-
ninguna necesidad ni conveniencia pública. menticias*
Mas el Sr Ondovilla se ha fijado principalmente en la ley pri El Sr. ONDOVILLA: Está enmendada la redacción del artículo:
mitiva de 1820*, y ha dicho que era menester determinar la época: que se lea."
bien determinada está. S. S. dice que se ha citado con variedad én el Se leyó.
proyecto sujeto en este momento á la disensión del Senado: no es asi; El Sr. GOMEZ BECERRAj Dos ó tres palabras hay diversas)
S. S. se equivoca: eú el art. 4! del Congreso y de la comisión, ambos pero la adición es únicamente de la palabra alimenticias. Si pasa por
conformes en esto, se dice (/ce). Aqui tiene S. S. fijada la fecha : 11 enmienda, la .comisión se opone á que se discuta en el acto, porque
de Octubre de 1820 ; dia en que se publicó en las Córtes la ley san no la admite ligeramente sin examen.
cionada en el dia anterior; dia que en nuestra legislación' y prácticas El Sr. PRESIDENTE: ¿La admite la comisión como adición?
antiguas equivale á la verdadera promulgación, porque todas las leyes Et Sr. GOMEZ BECERRA: Comó adición la examinará la co
antiguas se promulgaban diciendo: ^tengan tanta fuerza cómo si hu misión si pasa á ella. , .
biesen sido publicadas en Córtes:" la publicación era la verdadera El Sr. PRESIDENTE: ¿El Sr. Ondovilla la considera como adi
promulgación. I.a fecha está , pues', fija, determinada: me parece ción ?
que no es necesario inas, y que el Sr. Ondovilla quedará' satisfecho." El Sr. ONDOVILLA: Estoy conforme: si el Senado la toma en
No habiendo quien tuviese pedida la palabra en contra, se puso consideración, no tengo inconveniente en que pasé á la comisión.
4 votación el articulo y fue aprobado. El Sr. PRESIDENTE: Discutido que sea' el art. 4? se pregunta
Se leyó la siguiente enmienda del Sr. Codorniu! rá al Senado si se toma en consideración esta adición, y si se toma,
"Pido que al art. 2? se baga ta enmienda siguiente: pasará á la comisión.
Que después del primer punto final que sigue á Octubre de 1833 El Sr. CANEJA: Si se trata dé votar el articulo pido la palabra."
ac continúe y concluya el articulo de este modo: Se volvió á leer el art. 4? ', "
••Quedando por lo mismo asegurado y 'reconocido el dominio li El Sr. PRESIDENTE: El Sr: Caneja tiene la palabra en contra.
bre de los sucesures inmediatos en aquello qué les correspondió por. El Sr. CANEJA': Señores, yo estoy bien distante ya de hacer
ra mitad , y asegurado también en la herencia libre de los poseedo | una oposición formal á ningún articulo del proyecto, ó sea á la co-
res aquello que no vendieron dé1 la mitad que les correspondió. Ade misiou, porque he manifestado ya mis principios; pero esto no influ
mas, los derechos adquiridos en aquel periodo serán respetados en los ye en que yo haga por via de advertencia y nada mas algunas ob
casos que á continuación se expresan en el modo que se dirá en los servaciones para que la comisión si cree que merecen alguna acep
artículos siguientes1.;" ■ 1 '• '■'"' ' tación las acoja, y si no me quedaré tan tranquilo.
El Sr. CODORNIU: Señores, es demasiado m,i atrevimiento en Este articulo dice qne si aquellos qne adquirieron un deréchb á
proponer uaa enmienda al art. 2? del dicrámen de la comisión, y de heredar la parte de los bienes que quedaron libres (en virtud de la
una comisión compuesta de peritos en la materia, y al mismo tiem desvinculacion decretada en la ley1 11 de Octubre hubieren re-
po de una ilustración superior; pero sostenido por la moderación de |* oibido algunas cantidades por via de dote, ó'en1 virtud de pactos ce-'
mi respetable amigo el Sr. Landcro, que nos invitó á qué propusié lebrados entre los poseedores anteriores y sus1 inmediatos , quedan
semos Cualquiera duda, é hiciésemos presente"cualquiera vacio que obligados al abono de la mitad de la strma-en que consistían, f debe
pudiese haber en los artículos de la comisión, me animé á proponer rán recibirla en cuenta de lo que tes corresponda. Mi observación se
le', porque creo que llena un vabio que bajr en él articulo con res reduce solo i esta palabra la mitad : yo preíiírno que la comisión se
pecto al caso de que voy i hacerme cargo. ha dejado llevar de aquel principio de la ley de 11 de Octubre en
que se decretó que la mitad de los bienes quedarla libre; y á mi me
parece que esto ni es justo ni conforme ctfn ta ley del año 28. Seño
res , por esta ley sé daba un derecho á los' actuales poseedores para
ley debe quedar privado de los beneficios de la ley de desvincula disponer de la mitad' de" sus bienes, y ahora se reconoce igualmente
douv Bt verdad qué1 en el primer miembro del articulo parece que |> «te derecho ; y se -reconoce que si estos poseedores hubiesen muerto
 412
m aquella ¿poca, sus hijos, tanto los primogénitos como loa demás,
le han de repartir por iguales porciones esos bienes que cutran á for
mar la legitima. Vamos mas adelante, y se dice: señor, como que no
se ha reconocido fundación ninguna hasta ahora por adquisiciones
hechas gratuitamente ó á titulo lucrativo, este proyecto de ley quiere
indemnizar aquellas personas de los derechos que pudieron perder
ó perdieron de hecho entonces; pero de hecho perdieron el derecho á
todos los bienes que habían sido desmembrados , y tuvieron que vol
ver al mayorazgo.
Por consiguiente aquellos que habían heredado la parte de estos
bienes han quedado sin nada , y lo único de que se tratará aquí será
de indemnizarlos de aquel derecho que llegaron i adquirir, y de que
luego se les despojó. Pero esta ley que les despojó de estos derechos
restableció las obligaciones que generalmente tenían los poseedores
de mayorazgos, y restableció también los derechos que tenían los
inmediatos sucesores y los hijos de lós poseedores (y cuando digo los
hijos, comprendo también á las hijas); y después de Octubre de 1823
aquellos que anteriormente habían recibido la porción de bienes des
vinculados á titulo de legitima, y tenían que contentarse con ella,
legítima de que fueron despojados por el decreto de lí de Octubre,
tendrán un derecho á que se les indemnice.
Ahora bien : si luego el poseedor del mayorazgo á donde volvie
ron á ingresar estos bienes ba dado á los que fueron herederos con él
tales cantidades que superan á la legitima de la cual se les privó,
¿qué razón habrá para que estos que recibieron estas cantidades no
abonen mas que la mitad ? Señores, yo creo que deberán abonar el
todo, porque la ley del año 20 decía que divididos asi los bienes ce
laba todo derecho en los hijos mayor* zguistas para pedir alimentos,
cesaba el derecho á las viudedades, cesaba el de las pensiones y
cesaban todos, porque debían contentarse con sus legitimas. Pues se
ñor, si estas pensiones, recibidas por ejemplo i titulo de dote, por
que la mayor parte de los poseedores de los mayorazgos han te
nido obligación mas ó menos determinada, y sobre todo dictada
por la misma razón natural de dotar á sus hermanas, dar carrera
á sus hermanos &o. ; si estas pensiones, repilo, ya que las hermanas
y los hermanos se vieron privados de la legitima que les daba la ley
del año 20 en aquella parte de bienes que habían quedado libres,
luego fueron indemnizadas acaso en mas que lo que les tocaba ha
biéndoles dado el poseedor una cantidad superior á esta legitima, ¿será
justo que se les diga que solo abonen la mitad? Un poseedor de un
mayorazgo murió en el año 20, por ejemplo : su hijo fue por consi
guiente el que volvió á reunir en su persona todos los bieues vincu
lados. Reuniéndolos privó, por ejemplo, á dos ó tres hermanos de la
porción de legitima que les había tocado; pero entre estos hermanos
hay una hermana que habiendo recibido de legitima diez, por ejem
plo, al casarse la da su hermano veinte.
Pues señores, si no puede existir legitima; si no puede mejorar
á nadie , ¿no resulta por este articulo que queda mejorada ta muger?
Mas: ¿no resultará que habiendo recibido, por ejemplo 20, no tiene
que abonar mas que la mitad? ¿Y por qué no ha de abonar el todo?
Llamo sobre esto la atención del Senado. (¿7 A'r. Landero pide la pa
labra.) Yo creo que esto es injusto ; y lo creo ademas contrario á la
ley de 11 de Octubre de 1820 , la cual en estos casos daba ese derecho
d* suceder en los bienes que habían quedado libres , pero de suceder
en sus correspondientes legitimas.
Esta es la dificultad que me ha ocurrido. Si la comisión cree que
merece la pena de examinarse, hágalo; si no, tan tranquilo me
quedo.
£1 Sr. LAN'DKRO:' No se admira la comisión de la extrañeza
que ha causado al Sr. Caneja el ver que en el articulo que se discute
se imponga á los hermanos de los poseedores que hubieren recibido
algunas cantidades á titulo de dote ó por otra causa después del 1.' de
Octubre de 1823 la obligación de abonar la mitad y no el todo de lo
recibido imputándoseles á cuenta de la parte da bienes en que deben
ser ahora reintegrados con arreglo á la ley de 11 de Octubre de 1820,
porque este es asunto que detuvo mucho tiempo á la comisión , y oca
sionó en la misma grandes y largos debates, l'ero antes de manifestar
I'ís razones que tuvo la comisión para adoptar este principio, aprobado
antes por el Congreso, debo manifestar que esto no fue porque fuera
la mitad de las vinculaciones la que se reservaba al inmediato suce
sor por la ley del año 20 concediendo al poseedor de las mismas la dis
posición libre de la otra mitad. De ningún modo esta consideración
puede tener aplicación á la que se dispone en este articulo : estas
tienen un origen muy diferente, y consideraciones de una naturaleza
muy diversa son precisamente las que han producido la dispo
sición.
Un poseedar de mayorazgos en la época del año 20 al 23 falleció
antes del 1? de Octubre del ultimo año. La mitad de lus bienes ama
yorazgados pasaron al inmediato sucesor en calidad de libres, y la
otra mitad se dividió en igual concepto entre todos ios hijos del po
seedor. Pero vino la reacción de 1823, y se volvió á reintegrar el ma
yorazgo de esta misma porción de bienes de que había sufrido la
desmembración, quedando los hermanos del inmediato sucesor pri
vados de la parle que les había cabido á la muerte del padre co-
•uuir. Pero el poseedor del mayorazgo en virtud de la fundación tuvo
que dar alimentos al inmediato sucesor, ó algunas cantidades á sus
hermanas por via de dote para casarse. Aquí ocurren dos conside
raciones; primera: ¿los poseedores estando obligados á contribuir á sus
hermanos con algunas pensiones en virtud de la fundación, ya fuera
por via de alimentos, ó por causa de matrimonio, deberían devolvér
selas estos al tiempo de ser reintegrados en la parte de bienes que
se cupóá la muerte del padre común? Segunda: ¿esta devolución de
bía ser del todo, ó solamente de la mitad de lo recibido? La pri
mera consideración se presentará al Sr.' Caneja muy sencilla, porque
no puede desconocer que el poseedor de un mayorazgo pagando á sus
hermanos lo que la fundación previene no hace mas que cumplir
con las cargas que se le imponen en aquella y satisfacer un deber da
justicia: por manera que mirando esto bajo el aspecto que acabo de
presentar, acaso no estarían obligados á devolver nada en razón é
que el fundador, que pudo llamar á suceder en el vinculo al mas jo
ven de los hermanos ó á otro cualquiera, que pudo hacer también el
llamamiento femenino, llamó al primogénito , imponiéndole condi
ciones de que no pudo prescindir, y en rigorosos principios de justi
cia pudiera decidirse que á nada absolutamente estabau obligado*
los hermanos; que lo recibido por causa de dote, como por via de
alimentos, se lo debian al fundador del mayorazgo y no al poseedor,
que los habia prestado en cumplimiento de la cláusula de la fun
dación, y por consiguiente viniendo ahora á recobrar lo que les cupo
por herencia del padre común no debian abonar nada de lo recibido.
Pero mirando esta propia cuestión bajo el principio en que está
basada toda ley que como la presente tiene por objeto conciliar inte
reses encontrados , y consultar las reglas de equidad, se ha seguido
otro rumbo, y ha dicho la comisión: las cantidades alzadas dadas i
una hermana en dote que han puesto al poseedor en el caso de ha
cer de una vez un grande sacrificio , acaso de empeñarse , merecen
un concepto diferente de lo que el mismo poseedor hubiere dado al
inmediato y á los otros hermanos por via de alimentos.
Estos como pensiones se han prestado poco á poco, y van en la
educación y cuidado que todo gefe de familia debe á los individuoa
de la misma ; y ha concluido la comisión del Senado que lo .recibido
ior esta razón no debía traerse de ningún modo á colación, y de lo
Iado por via de dote solo la mitad, porque al mismo tiempo sucedía
que si recibieron las cantidades en quejeonsistia la dote del mayoraz
go, estaban privados de la parte de herencia que les habia cabido an
tes de 1823. No siendo, pues, posible establecer una regla general
que abrace los infinitos casos de esta naturaleza, porque seria nece
sario tener en consideración el tiempo en que se dió la dote, la edad
del que la dió, mas bien, el tiempo que poseyó el vinculo, la canti
dad en que consistía , consideraciones todas que debian tenerse en
cuenta, porque varía en todos los individuos y en todos los casos. que
puedan presentarse, porque son diferentes en cada sucesión y en cada
familia, y de aquí se deduce el motivo por que ha parecido que se
concillaba todo estableciendo esta regla. \ -
En conclusión debo decir para explicar el pensamiento de la co
misión del Senado, que atendidas las razones expuestas le ha pareci
do que el adoptado por el Congreso , sin duda con sabiduría y pru
dencia, debía tener sin embargo alguna modificación, y es la que
comprende el párrafo que ba añadido la comisión del Senado. Res
pecto á los alimentos prestados al inmediato sucesor y demás her
manos no debian tenerse por recibidos en cnenta de los bienes que
deban recobrar ahora en virtud de esta ley ; pero considerando de
otra importancia lo dado por via di- dote, se convino en esta parte coa
lo que venia aprobado por el Congreso. Para quitar, pues, toda duda
y pretexto á litigios se puso el párrafo segundo, en el que se dice
que esto no se entiende con las cantidades que en virtud de cláusula
de la fundación ha debido prestar el poseedor al inmediato suce
sor, ni tampoco aquellas otras prestaciones ó pensiones que pudieran
haber dado á sus otros hermanos en virtud de la misma fundación
para seguir una carrera no debian traerse ahora á colocación.
No sé si habré acertado á satisfacer los deseos del Sr. Caneja;
pero estos son los principios que han conducido á la comisión
para establecer el artículo de la manera que lo presenta á la delibe
ración del Senado.
El Sr. marques de GUADALCAZAR: Pido la palabra para una
aclaración.
El Sr. PRESIDENTE : La tiene V. S.
El Sr. marques de GUADALCAZAR: La que ha presentado el
Sr. Ondovilla me parece que no es adición, sino una enmienda al
último párrafo del articulo, que es una adición hecha por la comi
sión del Senado al proyecto del Congreso. Repito que no es adición,
sino una enmienda. , -
El Sr. PRESIDENTE: La comisión creo que la ha admitido
como adición. ¡:¡
El Sr. GOMEZ BECERRA: Está bien: la comisión la consi
dera como una adición; pero debo hacer presente al Senado la dife
rencia que hay entre enmienda y adición. Si se considera enmienda,
y la comisión no se conforma en que se discuta en el acto, si el Se
nado la toma en consideración pasa á la comisión y se suspende la
discusión, porque no se puede continuar. Mas considerada como
adición no hay inconveniente en que se tome en consideración , la
examine la comisión y continúe la discusión.
El Sr. PRESIDENTE: Yo creí que el Sr. Ondovilla se habia
conformado con llamarla adición."
Puesto á votación el art. 1? , fue aprobado.
Se leyó la adición del Sr. Ondovilla» ,<
El Sr. PRESIDENTE : Ya anticipadamente dijo la

que pasaría á ella para examinarla , y para eso es necesario que se
tome ó no en consideración."
Consultado el Senado, no la tomó en consideración,
i Se aprobó el art. 5? sin discusión.
Leido rl 6?, dijo
£1 Sr. ONDOV1LLA: El art. 6? que Tiene del Congreso está li
mitado por el 6? que presenta la comisión ; es decir, ha suprimido
la comisión las palabras "herederos ó legatarios que en su caso."
Dice la comisión (/fjftf el articulo); y dice la del Congreso (/r/o):
de manera que las palabras "herederos ó legatarios" están suprimi
das en el articulo de la comisión. De modo que está escrito el art. (i?
del Congreso, está en plena conformidad con el 10; y de la manera
que le presentó la comisión no guarda conformidad. £1 art. 10 dice
( leja). Qaiere decir que si los bienes que habían sido vinculados de
los que sucedieron, y estos, no fallecieron en el tiempo que m.-diú,
no sucedieron por sucesión testada ni intestada á estos bienes: pues
trayendo esto al art. 6? resulla que si los herederos de los legatarios
y testamentarios no fallecieron en el tiempo que medió desde el dia
«n que se declararon desvinculados la mitad de los bienes hasta 1?
de Octubre de 1823 , no trasmitieron derecho á los sucesores. Por
ejemplo: los herederos y los legatarios fallecieron; los poseedores
desde la época de la desvincularon basta 1? de Octubre de 23
trasmitieron estos el derecho por haber fallecido entonces: los he
rederos de estos fallecieron en la otra época , y no trasmitieron nin
gún derecho; i lo menos si se está á lo que dice el art. 10. De consi
guiente, está en contradicción lo que se dice en el art. 6? con lo- que
se sienta en el art. 10. Es menester que hayan fallecido los herederos
desde la época de la desvinculacion hasta 1° de Octubre de 1823 para
que garantiesen el derecho á sus sucesores. Si la comisión no da ex.
plicacionej, está mejor al parecer el art. 6? que viene del Congreso
de Diputados que el que la comisión propone; y sin duda alguna
razón tendrá esta para haber hecho esa variación, y quisiera oiría.
£1 Sr. GOMEZ BECERRA: Creo que satisfaré cumplidamente
los deseos del Sr. Ondovilla; pero no he de entrar en un examen de
tenido de uno de los argumentos que ha presentado, á saber: el de
que no está conforme este articulo con el 10. Si esta comparación se
hiciera con el articulo ya aprobado, estaría en el órden; pero querer
compararla con otro que ha de reñir después, que no sabemos qué
suerte tendrá, y que no es esta la ocasión de discutirle, como tampo
co la de explicarle, es un modo de argüir extemporáneo. Ahora de*
benios tratar del art. 6?, y cuando llegue el 10 podrá decir S. S. que
lo que se propone no es conforme con el 6?; pero no me parece opor
tuno comparar ahora los dos artículos.
Entro i manifestar i S. S. cuál es la raion que ha tenido la co
misión para variar en lo poco que lo ha hecho este articulo. Con res
pecto á la redacción que traia del Congreso, la variación que se ha
hecho consiste únicamente en suprimir las palabras "herederos ó
legatarios" al final del articulo; y la razón de esa supresión es muy
elara , y es tan clara como 1* luz del dia : la razón primera se
presenta á los ojos con sola la lectura. Dice el articulo (l,-j<>): pues
ti habían fallecidoantesde 1? de Octubre, ¿cómo habia de decir la ley
si lo tenían ó no lo tenían? Esta es una contradicción manifiesta con
el principio del articulo, porque el principio supone vivos todavía á
los herederos de los poseedores de vínculos en la época constitucional;
los supone vivos para decir que se les entregue la parte que hereda*
Ton de su poseedor, y luego pone de condición para que se les entre
gue que hayan muerto antes de 1? de Octubre de 1823. Esta consi
deración no podia pasarse, porque destruía la ley pasando por la re-
daccíoo que venia del Congreso, porque de cien casos, en los ochenta
la ley estaba inutilizada y el principio de que era válido, firme y
subsistente todo lo que se habia hecho en virtud de la ley de 11 de
Octubre de 1820 mientras conservó su firmeza y vigor.
El poseedor de un mayorazgo en 11 de Octubre de 1820 adquirió
por la ley el derecho de disponer de la mitad de los bienes. Dispu-
*o 6 no dispuso; murió testado ó intestado, y trasmitió la mitad li
bre á sus herederos ó á otros que sus herederos por el medio de lega
do; y estos herederos y los legatarios adquirieron entonces la propiedad
de los bienes heredados ó legados, y la adquirieron por uu titulo lu
crativo, si, pero titulo legitimo é irrevocable , y que no podía dejar
de producir todos sus efectos. Ya radicados en ellos estos bienes , eran
como cualquiera otra propiedad: ya se debía prescindir enteramente
v en cuanto á la trasmisión de los bienes mismos comprendidos en la
vinculación, y al que Ja fuerza de la adquisición en estas personas
hizo depender de su muerte, de su muerte dependería la trasmisión
a otras personas, porque la adquisición estaba hecha, csnsuiriada; y
el principio de la ley , como el que ha tenido el Congreso y la co
misión del Senado, es respetar los hechos legítimos y consumados.
¡ Pendía la subsistencia de esta adquisición de que el heredero hubiese
' muerto, según venia el articulo del Congreso, antes do 1? de Octu-
1 hre de 1820. ¿ Y por qué exigía esto ? ¿Qué razón puede consagrar»
. lo? Si se exige y se requiere la muerte del poseedor del mayorazgo
', como lo ha conservado la comisión, lo entiendo; porque las disposi
ciones testamentarias, como la trasmisión hereditaria ai ¡ntestalo, no
' se verifica hasta ijue mucre el causante , ó testador en su caso, que ha
■ de trasmitir los bienes: entonces es cuando hay el hecho que consu
ma el acto ; pero consumado este acto, querer que el heredero de este
. haya fallecido en 23, no hay razón para que asi se consagre, y tam
bién está en contradicción con el principio del art. 1?, porgue este
S.—TOMO L
418
principio dice que se ha de devolver i los herederos de los poseedo
res ó sus legatarios, ó á los que de ellos tengan derecho ; ¿pero cómo
si se les exige el requisito de la misma muerte, y todavía hay una
contradicción? Si se quiere entender esto legalmente, y si te han de
devolver á los herederos de los poseedores ó legatarios, resulta que no
se reconoce en los herederos y legatarios el derecho de recobrar estos
bienes si no murieron antes de 1823 ; pero si se reconoce á estos he
rederos ,y se les trasmite un derecho que no tenían. La comisión no
ha podido pasar por esto que, como digo, deitruia los efectos de la ley
en una multitud de casos.
La comisión ba partido del principio de condescender todo cuanto
era pasible con las vicisitudes que sufrió esta legislación en 1823:
hay artículos enteros consignados á este objeto; pero no ha podido
llevar tan adelante su condescendencia que destruyese enteramente
y en su totalidad los actos consumados en la época constitucional
en virtud de una ley cuya fuerza en aquella época sai los señores
que han impugnado el proyecto han podido negar."
Sin mas discusión fue aprobado el articulo.
Se leyó el 7?
El Sr. CANEJA: Otra observación voy á hacer sobre este ar
tículo, y digo que nada mas que observación , porque no tengo em
peño ninguno eu que se siga ó no mi opinión. Dice la comisión [leyó).
Yo cuando menos encuentro una oscuridad en este articulo, que
después llega á ser contradicción con otra base del proyecto; y por
lo pronto las cosas dudosas siempre dan lugar á pleitos y dificulta
des. Por las disposiciones anteriores podrán ser restablecidos los de
rechos adquiridos eu la época constitucional del 20 al 23, no solo por
titulo oneroso, sino por titulo lucrativo, que es la gran cuestión; y
ahora por lo pronto es sabido que los inmediatos sucesores no pueden
adquirir derecho alguno , sino i considerar como libre en sus manos
la mitad de sus bienes si el poseedor actual no murió antes de 1? de
Octubre de 1823.
Toda la cuestión está en si murió uno ó los dos en esa época , ó si
murieron ambos. Ua podido morir el poseedor, y en elle caso la mi
tad de los bienes pasó libre al mayorazgo, y otra mitad se habrá re
partido entre sus herederos. Pudo también morir el inmediato suce
sor, porque en tres años es muy factible que se hayan verificado dos
sucesiones ; y en este caso los herederos de este qne fue inmediato su
cesor cuando se dió la ley habrán adquirido también uu derecho
por herencia de esa mitad de bienes vinculados que recayó en el qne
era Inmediato sucesor é hizo lib.e en sus manos. Yo supongo que el
proyectó salva también estos derechos , y en ese caso me parece que
podia redactarse el articulo de otra manera, porque claro ea que los
inmediatos sucesores, hablando coi» respecto á la época de 1820, no
podían disponer de esos bienes sino por muerte de tu. predecesor: asi
me parece excusado el que en el articulo se diga: "si adquirieron el
derecho por fallecimiento del anterior poseedor antes de 1? de Octu
bre de 1823," porque claro es que no pudo ser siuo por muerte del
poseedor en aquel periodo.
Es inútil por tanto hablar de una condición sin la cual se sabe
que no se pudo verificar ; pero yo no me paro solo en esta parte de
lenguage. Dícese que por fallecimiento del anterior poseedor ocurrido
antes de 1? de Octubre de 1823: claro es que se necesitaba ese falle
cimiento para que pudiese tener lugar este articulo; pero hay mas.
Este articulo yo supongo que quiere decir que se reserven estos
derechos creados á titulo lucrativo, no solo al que era poseedor ac
tual , sino á los herederos del sucesor que murió dentro de aquella
misma época; y en este caso estaría mejor explicado si dijera que las
disposiciones anteriores son extensivas á los bienes que quedaron li
bres en el inmediato sucesor con tal que hubiese fallecido antes de 1?
deOctubre de 1823. De esta manera guardaría una analogía hasta cier
to punto con el art. 10, en el cual se establece muy justamente á mi
entender una vez adoptada la base, y necesario era que se establecie
se que aquellos que adquirieron bienes que antes eran vinculados, pero
que no fue en el periodo constitucional , y murieron después de esa
época, no han podido trasmitir derecho ni por sucesión testada ni in
testada. Esto es lo que viene á decir el art. 10: baseque, como ya he
dicho, me parece muy justa; pero base que está en una especie de
contradicción con lo que se previene en el articulo que ahora se dis
cute, porque dice que los bienes que eran vinculados en el periodo
de 20 al 23, con tal 'que haya muerto el poseedor antes de Octubre
de 1823.... Este con tal me parece una coulradiccion , porque si íio
ha muerto no podrá heredar bienes; pero salvandoeso, resultará
que el sucesor de bienes vinculados antes de Octubre de 23 queda en
libre facultad de disponer de ellos, y nos encontramos con nna con
tradicción entre lo que dice el art. 10 y el 7í
Yo entiendo que la comisión habrá querido decir que asi como se
reconocen los derechos de aquellos que heredaron al, poseedor inme
diato en una parte de bienes cuando e^te murió en aquel periodo de
tiempo, suceda lo mismo si también murió el inmediato sucesor,
cosa muy posible, antes de 1! de Octubre de 1823; porque si no, yo
tampoco encuentro sentido á este articulo, y creo que podría mejor
decirse : " las disposiciones de los artículos que preceden son aplica
bles á la otra mitad de los bienes vinculados reservada á los inme
diatos sucesores si adquirieron sn derecho á disponer de ella..:.." Yo
diria aquí: "si fallecieron después que el poseedor, y antes de 1? de
Octubre de 1823:" si fallecieron antes de 1? de Octubre de 1823, por
que el fallecimiento te coatrae solo ai actual poseedor, y eso claro
118
 414
está que era necesario que hubiera fallecido. Este el el objeto de mi
adición : el Sen.ido hará ahora lo que estime mas conveniente.
El Sr. GOMEZ BECERRA: La expl icaríon de este articulo es
inuy sencilla: cuando se dio la ley de 11 de Octubre de 1820 se divi
dieron los bienes vinculados en dos mitadrs: una para el poseedor ac
tual, y otra para el inmediato sucesor: los artículos anteriores han ha
blado ile la parte que correspondió al poseedor actual en 11 de Octubre
de 1820, y este articulo dice que esas mismas disposiciones son apli
cables (y en eso ha hecho una enmienda la comisión al articulo del
Congreso poniendo aplicables en vez de comprenden , porque le ha
parecido mas exacla la palabra) á la otra mitad. No puede haber
lina cosa mas clara.
Ha dicho el Sr. Caocja que el art. 10 está en contradicción con el
que se discute: cuando lleguemos al art. 10 veremos si está ó no en
consonancia con los anteriores: yo no quiero anticipar esa cuestión;
do quiero entrar en ella hasta que esté aprobado uno de los dos ex
tremos: entonces veremos si se acomoda el otro bien; entonces vere
mos si está conforme.
Pero el Sr. Caneja, según lo que he comprendido, porque no he
entendido bien, ha considerado inútil en este articulo la expresión'
ti adquirieron el dereclio de disponer de ella: lo comisión, después de
hallarla ya en el proyecto del Congreso, la ha considerado como ne
cesaria para lijar una idea muy importante, para lijar quién es ese
sucesor.
Eso es lo que ha querido determinar el articulo con esas pala
bras el inmediato sucesor, aquel á quien se concede la facultad de dis
poner de la otra mitad de los bienes: por eso dice el articulo si ad
quirió derecho por muerte del último poseedor.
Llevando mas adelante el argumento el Sr. Caneja ha querido
que este inmediato sucesor también hubiese muerto antes de esa época
de 1! de Octubre de 1823: la comisión no puede admitir esa idea,
porque si ese poseedor murió efectivamente en esa época, la ley dice
¡o que se ha de hacer, y si murió desde esa época hasta 50 du Agosto
de 1836 también; pero si ese inmediato sucesor vive hoy, hoy le
corresponde la mitad de los bienes. ¿Y por qué no? ¿Qué razo¿ hay
en contrario? Ninguna. Ué aquí cómo lio se puede admitir esa cor
rí re ion que ha indicado el Sr. Caneja.
En el articulo se expresan las mismas reglas y principios que
en los anteriores; y estando estos ya aprobados, parece que se eslá
en igual caso con el que a Lora se discute." , sacción, y solamente á este motivo puede atribuirse que se va
No habiendo quien tuviese pedida la palabra en contra, se puso
a votación el articulo y fue aprobado.
Se leyó el art. 8,2
£1 Sr. FERNANDEZ VALLEJO: No me propongo ahora im
pugnar este articulo, porque en el fondo estoy enteramente confor
me con las disposiciones que contiene: me levanto solo para rogar
á la comisión se sirva manifestar al Senado las razones, que sin
duda serán muy fuertes y poderosas, que haya tenido para alterar
el articulo del proyecto del Gobierno, ó sea él proyecto de las Cor
tes constituyentes, porque precisamente encuentro una variación
muy esencial. ,
El articulo del proyecto del Gobierno, y antes de las Cortes cons
tituyentes, que no fue sancionado, ce redactaba en los términos si
guientes (Ayo). Esta es la época que lijaba (/a de 30 de Agosto
gui
de 1636) , época en que fue restablecida la desvinculacion.
Me determino á hacer esta excitación á los dignos iudividuos que
componen la comisión, mas bien que por el triunlo de mis principios,,
que son muy severos en esta parte, porque se mire con respeto y acata
miento ese proyecto délas Cortes constituyentes.
Si los dignísimos indívidnoj que componen la comisión del Sena
do, de los cuales algunos tuvieron no poca parte en ese proyecto, me
diesen una explicación satisfactoria y convincente, como espero do
su profunda pericia, seguiré gustosísimo su dictamen, y le apoyaré
con mi voto : en coso contrario me reservo continuar en el uso de la
palabra.
El Sr. GOMEZ BECERRA: La observación que ha hecho el se
ñor Fernandez Vallejo es muy exacta y muy justa. S. S. tiene mu
cha razón para haber observado la variación que hay en este articulo
eon respecto al otro que tenia el proyecto de 1857.
Partió aquella ley del principio de que los poseedores en la época
de los diez años que poseyeron en virtud del decreto de 1? de Octu
bre de 1823, y de la cédula de 11 de Marzo de 1821, eran poseedores
de buena fé, y de consiguiente que debieron hacer suyos los frutos
que adquirieron de sus lincas, porque poseyeron en virtud de una ley
obedecida y respetada como tal. Pero cuando se trató de este punto en
1857 se creyó que la buena fé, principio al cual debian la adquisi
ción detus productos, se habia interrumpido desde el día 50 de Agos
to de 1838, en que se había restablecido la ley de desvinculacion del
de 1820, á la manera que en los negocios litigiosos se interrúmpela
buena fé con la conlestacion á la demanda , y por eso en las senten
cias se hace la restitución de frutos, ó suele hacerse desde lu contes
tación á la demanda. De estos principios partió la comisión do- las
Córtct constituyentes, de que yo tuve también el honor de ser indi
viduo, para lijar en 50 de Agosto la interrupción de Ja buena fé.
Ahora na visto la comisión actual que en el proyecto del Congreso
viene aprobado un articulo que concede la percepción de los frutos
hasta la publicación de esta ley; y la comisión, que antes de dar su
asentimiento debía hallar y meditar bastante cuáles habían sido las
razones del Congreso para haoir esta variación, halló estas rarones es
lar circunstancias , y las halló también en el hecho mismo de ha
berse presentado las dudas que el Senado ha oido sobre la legalidad
del restablecimiento; dudas que si para algunos no lo bau sido, y yo
estoy en ese caso , para otros , ó lo han sido en realidad , ó ú lo me
nos han supuesto que lo eran.
Se observó aquí el hecho de no haberse dado la sanción á esa ley
de 1837, y se vió que todas estas circunstancias reunidas hacían me
nos sospechosa de lo que podía considerarse la buena fé con que ha
bían poseído los que estaban en el goce de estos bienes. Y la comisión
considerando de alguu peso estas razones, y teniendo otra razón mas,
otra razón que yo quiero que se vea aquí palpable; teniendo la razón
y la consideración de hacer ver que esta ley no es reaccionaría, cedió
en esto, y dijo: ahí está una prueba evidente de la justicia y de la
equidad con que se procede; de la equidad, que hasta cierto punto
«tropelía los derechos de la justicia como ha indicado el Sr. Vallejo.
Esta consideración de política, de conveniencia y de equidad justa
si se quiere, pero que al cabo es equidad, es la que ha movido á la
comisión i acceder á la variación que habia hecho el otro Cuerpo ce—
legislador. »
Creo que el Sr. Vallejo se dará por satisfecho con esta explica
ción. Si no lo estuviere S. S., la comisión no puede dar otras razones.
El Sr. FERNANDEZ VALLEJO: He oido con gusto las obser
vaciones juiciosas que ha presentado el Sr, Goinez Becerra como ór
gano de la comisión para manifestar los motivos poderosos de alta
política y de conveniencia pública que la movieron á ceder en sui
principios de rigorosa justicia admitiendo este articulo como venia
redactado en el proyecto aprobado por el Congreso de los Diputadas.
Pero yo, firme, inexorable en los principios de justicia que deben
presidir en todos los proyectos que emanen de las asambleas legisla
tivas, no puedo contentarme con lo que ha dicho S. S., que ha diri
gido el ánimo de la comisión p3ra ceder en e3a variación, y reducirse
á la opinión del Congreso de los Diputados.
Yo no considero como reaccionarios los principios qne ban diri
gido la redacción de esta ley, ni mucho menos creo justo que se tra
te de respetar los hechos consumados y menoscabar Jos derechos en
los dos periodos en qus se restableció la ley.
En el preámbulo del dictamen de la comisión que se ha pre
sentado al Senado se conoce que habia habido una especie de tran
riase en una parte tan sustancial al articulo que venia redactado
en el proyecto del Gobierno , y ante3 eu el proyecto de las Cortea
constituyentes.
" Ha dicho la comisión en el preámbulo i que me refiero qus
"acaso la generosidad del Congreso habrá podido llevarle á respetar
la condiciou de los poseedores algún tanto mas de lo que en rigor de
justicia se les debia, y de lo que la misma parecía destinar á la re
paración de los hechos consumados en la época contada desde 11 do
Octubre de 1820 al 1? de igual mes de 1823 en virtud de la legis
lación vigente en la misma." Pero al mismo tiempo que hace esta
consideración, manifiesta en seguida que ha tenido que hacer algu
nas modificaciones, con el objeto de que la ley llegue á tener ej'eelo
en la parte que hace referencia á los que tan injustamente fueron
desposeídos de los bienes desvinculados que disfrutaban.
Estoes, señores, lo que con disgusto no he visto realizado, por
que no creo que haya podido respetar en esta modificación que ha he
cho el principio sobre que descansaba el proyecto cuando da el dere
cho á los poseedores de los bienes desvinculados que fueron enagena-
dos en la época del 20 al 25 de que liaban suyos los frutos que han
percibido desde el 50 de Agosto de 1333, en que fue restablecida la
ley .de dcsviuciilaciou.
Siguiéndose los principios sancionados en el dictamen de la comi
sión, y las reglas invariables de justicia que se consagrap en todo el
fondo del proyecto de que se deben respetar los derechos adquiridos
eu ambas épocas, du que se deben respetar los hechos consumados,
los poseedores no pueden conservar los frutos sino hasta la época de
1836, porque desde entonces se hizo. dudosa la propiedad de estos
bienes.
Enhorabuena que haya habido duda sobre si era ó no válido ese
decreto: esa misma circunstancia viene en apoyo de mi opinión,
esto es, que desde el momento que es dudosa la propiedad; desde el
momento en qué esto sucede, el poseedor oo percibe tos frutos de
bueua fé, es incierto el derecho de propiedad ; y siendo incierto no
puede hacer suyos los frutos, que es una cosa accesoria de la prin
cipal.
Asi es que el poseedor do una cosa de origen vicioso, sí la ha ad
quirido legítimamente, y no sabe ó ignora los vicios que pueda tener,
hace suyos los frutos une percibe de ella ; pero desde el momento que
otro le disputa su derecho, desde el momento que se presenta otro
que supone y sostiene que le tiene mejor que él , se hace dudoso su
derecho de propiedad, se hace dudosa la legitimidad del titulo tras
lativo del dominio, y desde ese momento cesa de haber bueim fé.
¿Y quién duda que desde el momento que el Gobierno restableció
ese decreto en el año de 1836 no queda incierta la propiedad do los
bienes que tenian los poseedores? Nadie puede dudarlo.
En el art. 4! del decreto de 30 de Agosto de 1836 se decía: "se
reserva i las próximas Cortes determinar lo conveniente sobre las
desmembraciones que tuvieron los mayorazgos mientras estuvo vigeple

la ley de 27 de Setiembre de 1820 por donaciones graciosas ó remu
neratoria», ó por cualquiera otro titulo traslativo de dominio legíti
mamente adquirido." • dar pronta é inmediatamente esa ley tan descada.; que si no es tan
Es decir, que el Gobierno, aunque depositario del poder ejecutivo,
oo teniendo atribuciones legislativas no se creyó con facultades legi
timas para hacer el'deslinde de los derechos que á cada cual corres
pondían. ' tanta urgencia esa ley serian los primeros perjudicados. La comisión,
Pues ahora bien: ¿no queda indecisa, incierta la propiedad de la
nación? Asi que, dejo al buen juicio de la comisión que me diga si
en buenoS principios los poseedores desde aquella época hasta la pre
sente, aunque haya pasado el periodo de cinco años han tenido dere
cho para trasferir esos bienes de que han sido poseedores. Jfo no lo
creo asi; de ninguna manera. Si estas ventas se hubiesen celebrado,
no producirían ningún efecto legal; no habría tribunales que no de
clarasen la nulidad deesas enagenaciones. Pues si este principio, re
conocido en el otro Cuerpo y por todos los jurisconsultos, se aplica á
.la cuestión actual; si ningún juez podía bajo ningún concepto decla
rar la eficacia y valides de esas enagenaciones, ¿cómo se puede decir
que estos poseedores de esos bienes han poseído de buena IV, y bajo
este concepto hecho venia de estos bieues?
£1 Sr. Gomes Becerra, tan profundo en la legislación, ha mani
festado que ninguno de los que estudian esta ciencia puede dudar que
■ desde este momento la propiedad de los bienes se hace dudosa: recla
mándose contra ella en un juicio abierto, y contestándose desde aquel
momento, es incierta la propiedad, y el poseedor no posee de buena
fe. ¿Pues qué diferencia hay' de ese caso al presente que ha servido
á la comisión para redactar el articulo? No hay absolutamente nin
guna diferencia. Cuando el Gobierno reservó á las Cortes el fallo
definitivo de esta cuestión sobre- la desmembración de los bienes hi
zo litigioso su carácter, como también tudas las propiedades de los
bienes de los poseedores.
Por consiguiente creo que no estoy en el caso de molestar mas la
atención del Senado, ni extenderme en hacer otras reflexiones. Si este
asunto ha de decidirse sin apelará los altos iines de conveniencia
pjblica es imposible dejar de suprimir esa parte del articulo, y debe
lijarse la ¿poca de 50 de Agosto de 1838, porque desde cu tonces de
jaron de poseer de buena fé. Sí el Sr. Gómez Becerra ha manifestado
los motivos poderosos que obligaban á la comisión á ceder de su ter-
refto contra los derechos de justicia, no creo yo que los legisladores
puedan ser generosos en perjuicio de tercero: si se tratase de nego
cios en que estuviese comprometida la causa publica, estarían bien
esos principios, pudiera teuer lugár esa geuerosidad por manifestar
que no hay principios de reacción en esa ley; pero cuando aquí me
dian derechos de tercero; cuando está interesado el derecho do los
verdaderos propietarios de estos bieues , .¿puede ser generoso el le
gislador? Esto si que seria un verdadero regalo. En el año de 20
guando las Cortes pensaban de aquella manera era porque asi lo
creían conveoiente; pero ahora , cuando no median esos iines de con
veniencia pública ; cuando están interesados derechos de tercero, es
decir , de los dueños de estos bienes, no creo pueda tener lugar esa
generosidad. Concluyo , pues, manifestando que aunque yo respeto
esos principios y miras de política y couvenieucia publica que han
determinado á la comisión á redactar el proyecto , yo no puedo de
ningún modo conformarme con ello, porque respeto mas los princi
pios de la rigorosa justicia.
El Sr. LANDERO: Señores, nada mas triste que cuando un
hombre se ve colocado en la situación de contestar á razones que aca
so tienen tanta fuerza para el que se ve en la necesidad de contestar
las como en el que las produce. Esto misma me sucedió hasta cierto
punto en la contestación que di al Sr. Caneja en respuesta al art. i'i
Sin embargo , después de lo que ha dicho mí amigo el Sr. Gómez
Becerra , y de lo que se dice en el preámbulo del proyecto de la co
misión , no aguardaba la nueva impugnación que con razones de
bastante fuerza y muy bien expresadas acaba de hacer el Sr. Vallejo;
pero yo daré una contestación á S. S. que disculpará á sus ojos, y
también á los del Senado, la conducta que ha seguido la comisión,
y es la de que nosotros no somos en este lugar jueces, sino legislado
res ; y en los negocios en que la política tiene tjcaso mas parte que la
misma justicia , y se hallan enlazadas las dos, es necesario, diré mas,
es un deber en los legisladores mitigar la severidad de los principios
de la última en favor de la conveniencia pública.
Estoes lo que ha conducido á la comisión á consentir en el pre
sente articulo; y con esto creo satisfacer al argumento principal, y
el que mas puede afectar la delicadeza de los individuos de, la comi
sión: tal es el que se pudiera presumir que son capaces de faltar á
sus convicciones ó á loque exigen los principios de rigorosa justi
cia. Repito que no es lo mismo la condición de juez que la de legis
lador; y por esta razón se, ha dicho con tanta verdad: summum jus,
summa injuria, porque en algunas circunstancias la estricta y ri
gorosa observancia de la ley , y el arreglarse estrictamente á ella
causa un gran mal; pero no es esta sola la razón de obrar que ha
tenido la comisión : ha considerado al mismo tiempo porque se
causaría un grare perjuicio, no ya á un solo tercero, sino i los*
mismos que el Sr. Vallejo se propone favorecer sí se insistiera en
sostener el rigor de los principios que tan justamente defiende S. S.
Ademas, señores, ¿cuál es el interés que en este momento debe te
ner el Senado? £1 interés que debe ocuparnos á nosotros y á todos
los hombres que piensan con juicio^ y que contemplan la urgencia
415
con que la necesidad públicay el estado ansioso de infiditas familias
reclama una ley sobre el particular; el interés de todos, repito, es
perfecta como quisiéramos, calmará al menos la inquietud general.
La comisión ba creído que si hubiese mantenido los principios de
rigorosa justicia queS. S. nos ha indicado, los que hoy reclaman con
señores , no solamente ha consultado las razones de conveniencia pú
blica, ha consultado también á que el proyecto de ley llegue á ser
ley formal ,1o mas pronto posible, y tienen una convicción intima
los individuos que la componen deque si se atendieran estrictamente
esos principios de justicia con el rigor que ha proclamado S. S. acaso
esa ley no lo seria con la brevedad que S. S. apetece tanto como yo.
Ruego á S. S. que aprecie estas razones, que antes que yo ha dado
con mas extensión el Sr. Gómez Becerra, y las pequeñas indicaciones
que acabo de hacer en lo que valgan, y que haga el sacrificio que no
con menos violencia hacen los individuos de la comisión acogiendo
el articulo en la forma en que ha sido propuesto y aprobado antes
por el Congreso de Diputados."
Nohibiendo ningún Sr. Senador qué tuviese pedida la palabra, se
paso i votación y quedó aprobado el art. 8?
• Se leyó el 9?
El Sr. ONDOVILLA : Este articulo me parece enteramente in
significante, porque la ley de 1! de Octubre de 1825 anuló la ante
rior de vinculaciones, y es claro que quedando esta en inobservancia,
la de 1? de Octubre de 1823 restableció la antigua de vinculaciones,
y de consiguiente co puede tener lugar el derecho de suceder en las
vinculaciones, porque no habla de los bienes vinculados, y no había
bienes libres, sino vinculados. Por una ley se destruyó el vigor de la
otra, y siendo asi, es insignificante el articulo.
El Sr. ABARGUES: La comisión en esta ley ha querido ser en
teramente explícita, y deseando la claridad, asi en este artículo como
en todos los demás del proyecto, ba creído deber respetar todos los
hechos consumados. Por eso ha creído que estaba bien puesto rste ar
ticulo; porque no solamente se entiende lo que dice el articulo con
los derechos adquiridos desde la época de 1820 al 25 , jino también
con los adquiridos desde 1836 en adelante. En este articulo, pues, no
hace la comisión mas que dar mas claridad á Jos demás.
El Sr. CANEJAi Yo no me reliero nada mas que á una sola idea.
Dice el articulo (leyó). Yo quisiera que á lo que se dice de si falle
cieron los poseedores en ll'de OclubréVde 1820 se añadiera: "que fa
llecieron , ó dejaron de serlo por renuncia legal antes de 1? de Octu
bre de 23 y 30 de Agosto de 1856." Quisiera , digo, que se interca
lasen estas dos palabras que comprenden una idea, idea que se refiere
á casos particulares porque ha habido algunos que en este periodo de
tiempo que se toma en esff articulo no han fallecido; pero han te
nido la voluntad , ó el capricho, ó como se quiera llamar, de renun
ciar su mayorazgo en favor del inmediato sucesor. Vo creo que en
tonces no se dirá que fallecen , y que no solo por el fallecimiento se
puede decir que se trasmitieron entonces algunos derechos. De modo
que mi idea se reduce á que se diga que una renuncia legal no ba
podido trasmitir derecho ninguno, porque entonces aunque pasa i ser
poseedor el inmediato, no llega á serlo por fallecimiento sino por re
nuncia; y quisiera que se explicase que tampoco cuando se verifican
estas renuncias se trasmiten derechos, cosa que es muy fácil inter
calando estas palabras: " que fallecieron ú dejaron Je serlo por renun
cia legal &c." Asi estaba comprendido un caso que si no dará lugar á
dudas y tal vez á pleitos, pues á mi me consta de casos particulares
en que algunos en ese periodo de tiempo renunciaron los mayoraz
gos con cierta condición , y no han querido encargarse del trabajo de
la administración, contentándose con que sus hijos les dieran un
tanto para vivir sosegadamente, pero realmente han renunciado por
una renuncia legal los mayorazgos en favor de sus hijos en este pe
riodo de tiempo; y asi como se dice que "los que fallecieron," no
creo que la comisión tenga gran inconveniente en añadir; "los que
renuncian tampuco" porque no es entonces la verdadera vacante en
rigor legal : de hecho lo es, pero en rigor legal no; y solo con que se
añadiesen estas palabras que he indicado no se alteraba la sustancia
del articulo y anunciaba varios casos que han ocurrido.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Señores, yo tomo la indicación del
Sr. Caneja como suena naturalmente: en otras cosas no me meto, ni
quiero adivinarlas; pero como suena es inadmisible. S. S. ha sensibi
lizado su idea figurando el caso de que un poseedor del mayorazgo
en 11 de Octubre de 1820 oo muriese hasta el período de Octubre de
1823, sino que renunciase el mayorazgo en el inmediato sucesor.
Diré á S. S. que este caso no se puede dar, porque en esa época des
pués de 11 de Octubre de 1820 destruidos los mayorazgos no se po
dían renunciar. Si renunció los bienes que componían el mayorazgo;
si por otro medio trasfirió la posesión y dominio de la parte que le
correspondía, está en otTos artículos: sí hizo trasmisión general, pro.
vendría de un contrato, de una donación, de ctra cosa cualquiera,
pero nunca de renuncia del' mayorazgo, porque yo no puedo admi
tir en la época del 20 al 23 renuncia del mayorazgo {El Sr. Caneja
desde su asiento j d media voz: El Sr. Becerra no me ha entendido),
y seria una impropiedad querer abrazar un caso qits no puede darte
ni admitirse.
El Sr. CANEJA: Tengo la desgracia de que el Sr. Gómez Be
cerra no ha entendido lo que he dicho. Se ha limitado al caso de que
 416
la renuncia tie que yo be hablado ib haya verificado en el periodo
de 1820 á 1823. No he dicho eso, «¡no que he comprendido desde 1?
de Octubre de 1825 á 30 de Agosto de 1833 , pues es tiempo en que
se han podido verificar las renuncias; y no es un caso figurado como
ha creído S. S. ; son casos práoticos, no me los he imaginado: hablo
de las renuncias que se ban verificado desde 1823 y siguientes, en
cuyo tiempo estaban existentes los mayorazgos.
La comisión lo reconoce: se verificaban renuncias entonces; y yo
pregunto: ¿esta renuncia ha podido trasmitir derecho ? Yo creo que
no; asi como la comisión establece que el fallecimiento en este pe
riodo no trasmite derecho, yo por lo misma espero que la comi
sión admita la explicación de que tampoco lo trasmite la renuncia,
y con menos razón que el fallecimiento, lo cual á mi modo de ver
estaba saldado con decir [leyó) : estos no fallecieron ni ban fallecido
todavía , pero renunciaron. Esta es mi idea ; solo que el caso no es
imaginario, sino que ha habido casos de estos, y no en el periodo
del 20 al 23, sino después. Asi yo diria : "los poseedores que dejaron
de serlo por fallecimiento ó por renuncia legal no trasmitieron de
recho ninguno."
El Sr. GOMEZ BECERRA.: Ciertamente yo no habia entendi
do al Sr. Caaeja. S. S. habla hoy en un tono tan bajo, que no es ex
traño que no le haya entendido ; pero aun contrayéndonos á esa época
no estamos en el easo de admitir la adición que S. S. quiere hacer:
sin embargo tiene el derecho de presentarla: es ciertamente una adi
ción lo que S. S. propone; pero ya que no ba querido ponerla en la
forma ordinaria ; ya que hemos entrado en la discusiun, no puedo
dejar de anunciar algo, sin perjuicio ele que, si S. S. la presenta por
escrito para que se examine, podrá ser otra cosa y pero lo que se pue
de decir en el momento, tal vez sin recelo de tener que recogerlo
otro dia, razón por la cual no soy de opinión que se admitan estas
enmiendas improvisadas, lo anunciare desde luego.
La adición de S. S., por lo que á mi se me ofrece, no es admisible,
porque el articulo trata de cosas que pudieran ofrecer duda en la su
cesión testada ó intestada de uno que liabia poseído bienes que fueran
vinculados. La muerte de este testador en la época en que ios bienes
estaban nuevamente vinculados por efecto del decreto de 1? de Oc
tubre de 1823 y Real cédula de 11 de Marzo de 1821 podia ofrecer
alguna duda, y la comisión, de acuerdo coa el proyecto remitido por
el Congreso, ha querido que desaparezca , y decir: "no: ese cuya
muerte se verificó en tiempo en que los bienes estaban considerados
como vínculo, y sin fuérzala ley de 21 de Octubre, no trasmite de
recho para suceder en esos bienes" ; pero esto no tiene que ver nada
eon los actos y contratos celebrados entre vivos , actos que la mayor
parte de ellos no es necesario decir que no tienen validación porque
se reconoce el principio de la legislación vincular , todo lo cual esta
blece la imposibilidad que tenian de disponei de los bienes.
No es menester decir que no podían hacerlo; pero podían enton
ces conforme á esta legislación ceder el mayorazgo en su verdade
ro inmediato, podrian üacer esto, que era conforme á la legislación
que entonces regia; y la Comisión, conforme con el Congreso , reco
nocen esos actos, y reconociéndolos no hay necesidad de hablar de
ellos; pero no se podría nunca decir lo que S. S. quiere que se diga,
porque, repito lo dicho anteriormente que seria una oosa inútil de
cir "que el poseedor de un mayorazgo por la renuncia en su suce
sor inmediato no trassiere derecho para suceder en los bienes que
se reputaban duranle este último periodo como vinculados. " Esto
es una cosa que no hace sentido; por qué ¿de quién se trata en esta
trasmisión de derecho? Puesta asi la proposición, como S. S. quie
ra diria (/ej-ó) transfiere, ¿ en quien ? En el inmediato sucesor. Se
quiere decir entonces que esa renuncia no valia nada, y eso la comi
sión no puede consentirlo, porque reconoce esos actos de esa época.
Se quie/e decir que renunciando el mayorazgo no trasmitía derecho
á otros herederos ó sucesores; y yo digo que esto en los tiempos en
que rige la legislación vincular, por la cual no se permite ningún
derecho á otro que al inmediato sucesor, es inútil la adición que
propone el Sr. Caneja.
El Sr. Secretario TORRES SOLANOT: No habiendo quien ten
ga pedida la palabra en contra.. .
El Sr. CANEJA: Si se me permite, puesto que no hay ninguno
que tenga pedida la palabra en contra , todavía haré otra observación.
» Un poseedor que lo era en 11 de Octubre de 1820 cuando se pu
blicó la ley, que ha continuado siéndolo en 1823, cuando se díó el
decreto de 1° de Octubre, en ese medio tiempo, en el año 26 ó 27 le
ha dado gana de renunciar el mayorazgo en favor del inmediato: ese
que renunció vive hoy todavía, ó si se quiere, se supone que murió
después del decreto de 30 de Agosto de 1830. ¿Trasfirió en esa renun
cia todos sus derechos á aquel a cuyo favor renunció, ó la mitad de
los bienes que le pertenecían como libres al poseedor deben repartirse
entre sus herederos?
lié aquí la cuestión, Sr. Becerra, de un caso práctico posible, no
imaginario, porque cuando sucede no hay duda ninguna, y el modo
de resolverla con mas facilidad seria el que se pusiesen las palabras
que yo be indicado si el Senado tuviese á bien admitirlas, ó la co
misión accediese á exominarlas siquiera con alguna detención.
El Sr. PRESIDENTE: Para eso es menester que S. S. las pre
sente por escrito.
El Sr. CANEJA : No tengo inconveniente; pero como veo opo
sición en la comisión no quiero perder tiempo.
El Sr. GOMEZ BECERRA : Contestaré en breves palabrai al se
ñor Caneja : si se hubiera de dar gusto á todos, 'seria menester hacer
una ley para cada caso.
El proyecto que se está discutiendo fija aqui un punto, la muerte
del poseedor del mayorazgo en el año 23: dice lo que debe decir en
este caso, que no trasmita derecho para suceder en los bienes entonces
vinculados. Si sucede un caso equivalente al de la muerte, ¿será ne
cesario explicarlo en la ley ? ¿Será necesario que se expliquen en la
ley cíen nasos si cien casos pueden ocurrir iguales ó equivalentes al
qae se señala? El Sr. Caneja es muy ilustrado para saber que en estas
materias se arguye de un caso para otro. Pero todavía tengo que de
cir á S. S. que si renuncia ¿qué renuncia? Todos los derechos que
tenia el mayorazgo ; y 5. S. ha de convenir en que esa tenuncia tiene
algún vicio, y no vale, ó si vale es el mismo caso de la muerte del
poseedor , porque con respecto al mayorazgo es como si hubiere
muerto."
Sin mas discusión se puso á votación el artículo, y fue aprobado.
Se leyó el art. 10.
El Sr. ON DOVILLA: Las razones que el Sr. Gómez Becerra
alegó para defender el art. 6? de las impugnaciones que bice están
en contradicción directa con lo que previene este articulo. S. S. sentó
que los herederos de los poseedores de los mayorazgos en la época de
la desvinnulacion desde 11 de Octubre de 1820 basta 1? de Octubre
de 1823 que habían adquirido la propiedad de los bienes que como
ya libres les habían correspondido de la mitad de los vinculados te
nian la propiedad y el poder de trasmitirlos á otros. Pues si tenian
este derecho, si estaban eu esta propiedad los herederos de aquellos
que murieron en aquel tiempo intermedio desde el año 1820 al 25, ó
que murieron desde el 1? de Octubre de 1823 hasta el 30 de Agosto
de 1836, aquellos derechos estaban en pie; si á estos se les vuelven
ahora en virtud de estas leyes, también se les debe volver á sus he
rederos y sucesores en los derechos y propiedades de aquellos que
murieron.
Esto es tan cierto, que está ya aprobado en el art. 3?, porque
dice asi: "Los bienes vinculados correspondientes á la mitad de que
pudieron disponer los poseedores, y cuyo dominio trasfirieron á
otros por cualquier titulo legitimo, ya oneroso, ya lucrativo, se de
volverán á los que los adquirieron, ó á sus herederos en su caso &c."
c d sus herederos ," lo dice en general : de consiguiente los que'los
poseían con un titulo legitimo en virtud de una ley aunque viniera
otra anulando la primera no perdieron el. derecho que ahora se
vuelve á los que viven , y pudieron trasmitirle á sus herederos. Ks
verdad que estaba abolida la ley; ¿pero ahora que se reconocen los de
rechos de aquellos herederos por qué no se ha de reconocer tam
bién que heredaron legítimamente la propiedad de los bienes?
Este articulo no me parece que está en regla : yo no sé qué razo
nes alegará la comisión para sostenerle después de haber fijado los
principios que ha enunciado en defensa del art. 6? Entonces no era
oportuno reformar este articulo, porque ios dos eitaban sin aprobar;
ahora lo será porque aquel está aprobado, y está en contradicción con
este.
Esto, dice la comisión, no se entiende con los compradores de loa
bienes vinculados: pues qué ¿son de mejor condición unos que otros?
Los herederos de los compradores de bieoos vinculados adquirieron
un derecho igual á los otros. Esta expresión que contiene la ley de
los que estuvieren llamados por otro titulo particular ya sabemos que
hace distinción de los que hubieran adquirido por titulo universal,
como una herencia.
Yo creo que todo el art. 10 ó su párrafo segundo no es justo, y
por lo mismo me parece que no debe aprobarse. i
El Sr. LANDERO: El Sr. Ondovilla ha anunciado su oposición
prometiendo demostrar que el art. 10> estaba en contradicción con
el 6? S. S. creerá haberlo probado; pero yo no he oido nada que se le
parezca, ni tampoco que se haya presentado alguna razón en apoyo de
lo que se ha supuesto. Al contrario, S. S. se ha contestado á si mis
mo. Si S. S. hubiera observado que este artículo es Una consecuencia
del 9! anterior, porque después de haberse asentado que los poseedo
res de vinculaciones en 11 de Octtfbre de 1811 que fallecieron des-
pucá del 1! de igual me; de 1825 no transfirieron por su muerte los
derechos de que pudieron usar en el periodo constitucional , preciso
era tratar de los que sucedieron en los bienes que habían sido vincu
lados, y declarar si estos babian ó no trasferido derechos ex-testa-
mentó ó abintestato, porque era preciso establecer que no trasfirie
ron derechos ni por sucesión testada ni intestada si falleciere después
de la misma época de 1? de Octubre de 1825, en razón de que es un
principio legal que no puede desconocerse que la herencia no se
defiere sino á la muerte del testador.
Si alguno hubiese testado en la época del 20 al 23, y hubiere dív
puesto de ios bienes vinculados en concepto de libres con arreglo á la
legislación de entonces, y falleció después del 1? de Octubre de 1325,
la disposición testamentaria, asi como no valió entonces, no vale tam
poco boy, ni puede producir ningún cTecto legal, no obstante lo que
queda ya aprobado en los articulas 3! y 6?, en razón de que siendo revo
cables las últimas voluntades, el testamento no tiene cumplimiento
basta la muerte del testador; y habiendo tenido esta lugar cuando
las vinculaciones habían vuelto á reintegrarse, y no eran sus bienes
divisibles por causa de herencia libre, de aqui es que la disposición
hecha de estos bienes como no vinculados no puede tener efecto, por

que se parte del principio de que la sucesión de una herencia no se
trasmite ni puede tener lugar sino por la muerte del testador.
£1 párrafo segundo de este artículo que S. S. ha concluido diciendo
no lo encuentra justo, bien examinado debiera parecerle mejor, porque
justamente lo ha puesto la comisión del Senado para salvar hasta los
que pudieran parecer escrupulosos, y evitar las dudas y todo lo que
pudiera servir de pretexto á un litigio: sucedieron muchos en bienes
que habían sido vinculados después del 11 de Octubre de 1820, y ha
biéndolos vendido á unotercero en uso de su derecho, falleció este y
también el comprador después del IV de Octubre de 1823. Como el
heredero de este comprador lo era de uno que habia sucedido en bie
nes que habian sido vinculados en la época del articulo, pudiera en
rigor considerársele comprendido ea la letra del articulo, y dar oca
sión á dudar si el comprador de bienes trasmitió derechos á sus he
rederos ex testamento ó ai tntestato falleciendo con posterioridad al
decreto de 1823.
Esta es la razón por qué se ha dicho que no se entienda con los
herederos de los compradores de los bienes vinculados, ni con los que
los habian adquirido por cualquiera otro titulo particular. •
El Sr. ONDOVILLA: O yo no me he explicado bien , ó el se
ñor Landero no ha entendido mi argumento. Lo que he dicho es que
las razones con que sostuvo el art. 6! el Sr. Gómez Becerra estaban
en contradicción con lo que aqui se dice. Las razones eran : si los
herederos de los poseedores adquirieron la propiedad, y el derecho
de esta propiedad ; si le tenian aunque no le podían ejercer en la
época desde 1? de Octubre de 1823 hasta el año 36 ; si lo que tenian
era un derecho eventual, un derecho obstruido por una ley, ti aho
ra se reconoce que esos mismos bienes deben volver al heredero, pre
gunto yo: ¿ por qué no se han de volver esos mismos bienes al here
dero de ese heredero, puesto que ese derecho le tenia aquel ? ¿ Por
qué privarle de aquel derecho ¿ Es la razón i que no se me responde,
ni se me contesta ; porque el derecho existe: y si existe, ¿ por qué no
se reconoce á los herederos de los que tenian ese derecho i
El art. 3? dice que los bienes viuculados correspondientes á la
mitad de lo que pudieron disponer los poseedores, y cuyo dominio
trasíirieron á otros por cualquier titulo legitimo, ya oneroso, ya lu
crativo, se volverán á los que los adquirieron ó á sus herederos en su
caso, si la traslación se hizo con los requisitos y formalidades preve
nidas en las citadas leyes. ¿No se ve por ese articulo, no se dice en él,
y á esto tampoco se me ha contestado, que los bienes vinculados y
cuyo dominio trasfirieron á otros por cualquier titulo legitimo, ya
oneroso, ya lucrativo, se devolverán á los que los adquirieron, ó á sus
herederos en su caso? ¿Pues cómo se quiere que los herederos del he
redero se vean privados de ese derecho, pues que al fin herederos son,
porque le recibieron del que le tenia? El titulo de hereocía no vale,
parece que vale aunque sea el de donación que es titulo psrticular; y
{mes el titulo de heredero no es lucrativo, y el de donación lo es, ¿se
es ha de volver á los que tienen titulo particular, y á los que le tie
nen universal no? Estas son razones fundadas en los mismos princi
pios que el Sr. Gómez Becerra ha sentado para defender el art. 6?
El Sr. GOMEZ BECERRA: En esta ley sucede lo que en la ma
yor parte de las leyes, que en-los primeros artículos se establecen las
bases de un sistema, y después estas bases se van desenvolviendo ó
modificando en los artículos sucesivos: esto sucede en la mayor parte
de las leyes; y en esta debe suceder con mas particularidad.
Cuando el art. 2? termina diciendo que serán respetados, y se ha
rán efectivos los derechos que en aquel periodo se adquirieron por
lo establecido en las mismas del modo que se expresará en los artí
culos siguientes , ya se viene anunciando que en los artículos sucesi
vos se han de ampliar, desenvolver, restringir ó modificar las ideas
en que se apoya la proposición general contenida en el art. 1? Esto es
lo que yo puedo conceder al Sr. Ondovilla con respecto al articulo
que se discute: que es una modificación, un temperamento que se
hace al art. 6? ¿Hay aqui contradicción? No señor ; de ningún modo,
no puede haberla, porque, como ya he dicho, en los artículos prime
ros se sienta la proposición en general y en los sucesivos se modifica
ó desenvuelve esa proposición.
El Senado notará que en esta ley se tiene mucho cuidado con la
época de la muerte, y este mismo cuidado se ha observado en el ar-
liculo 10 que vino del Congreso en los términos que el Senado tiene
á la vista, en <mos términos genéricos, indeterminados; y cuando
vio esto la comisión dijo: no; asi no puede pasar: admito esa doctri
na en cuanto á la sucesión, teniendo para ello una razón muy sen
cilla.
Las sucesiones diferidas en la época del 23 al 36, ó son testamen
tarias ó íntesadas: si intestadas, la ley entonces no permite que se
adquiera un derecho sobre bienes que'la ley vigente consideraba
como vacantes; si testamentarias, la ley no permitía tampoco que
los poseedores de bienes que entonces se consideraban vinculados, ó
2ue de cualquier otro modo perteneciesen á vinculaciones, pudiesen
isponer de ellos. Pero si la comisión admitió la idea del Congreso
en las sucesiones, es decir, en ese título universal pro ¡Herede, creyó
que no podía admitir la trasmisión de derechos por un titulo parti
cular, porque entonces estaría en oontradiecion con el art. 6?, con
el 3! y con otros de esta ley. Hé aqui por qué ha excluido los tí
tulos particulares; y el art. 10 es consiguiente al 62, al 3? y i
todos.
ElS.—TOMO
Sr. SANCHEZ L DEL POZO: Sin embargo si de todo lo que ha
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dicho la comisión , con lo que yo estoy conforme , de que quedarán
desvinculados los bienes del año 20 al 23 , todavía se daria motivo
á que pudiese ser interpretado el articulo, porque se dice que los
que sucedieren en bienes que habian sido desvinculados desde 1820
á 23, y que fallecieren durante el periodo de 30 de Agosto de 1836,
no trasmitirán derechos á suceder en bienes que estaban considerados
como vinculados. Como vinculados estaban considerados la mitad de
los bienes que habia podido obtener el sucesor al mayorazgo' á quien
se habia reservado la mitad de loa bienes desde 1820 á 25, y que
como vinculados continuó poseyendo con la otra mitad; y si él no
po lia disponer de esa mitad ni por sucesión testada ni intestada,
esto es una contradicción, pues las palabras del articulo podían dar
motivo á creer que el poseedor de la mitad de los bienes amayoraz
gados desde 1820 á 23 que los habia continuado poseyendo habien
do fallecido antes del año 36, no habia podido trasmitir sucesión
testada ó intestada. Por eso hubiera deseado que se añadiera una pa
labra con que denotar cuál era la posesión ó cuáles los bienes que
poseyeron eses personas.
Si desde 1820 á 23 gozaron bienes como amayorazgados, y falle
cieron antes del año 23, convengo en que tratándose de los bienes
amayorazgados si habian sido considerados tales antes del año 21, y
poseídos por cualquiera, no pudo trasmitirlos por sucesión testa
da ó intestada ; pero si los habia adquirido propios, podia disponer
de ellos.
Pero después de la explicación que ha dado el Sr. Gómez Becerra
sobre el particular, nada tengo que advertir, sino que en el párrafo
siguiente donde dice: "esto no se entienda con los herederos..."
guiú leyendo.) Aquí habla el articulo de los que no pudieron tras
mitir ; y luego se pone la explicación de esto, y se dice que no se en
tiende con los herederos de los compradores^: yo creo que eu lugar de
decir que se entienda con los herederos de los compradores, debia
decirse solamente con los compradores.
El Sr. GOMEZ BECERRA: En el art. 10 en la parte que vino
en el proyecto del Congreso no hay que tomar en cuenta para nada
la'division de las dos mitades que deben hacerse de los mayorazgos,
porque habiendo vuelto á vincularse los bienes por la ley de 1? de
Octubre, ya estaba todo confundido. Bajo este aspecto lo consideró la
comisión , y en este concepto dice que los poseedores de mayorazgos
ó de bienes que entonces estaban tenidos por vinculados, estos po
seedores no trasmitían derechos á sus sucesores. La comisión como
he dicho antes, encontró este articulo demasiado genérico, y lo
aclaró.
Ahora quiere el Sr. Sánchez del Pozo que hablando de las dispo
siciones de este artículo no se diga que se entiende con los herederos,
sino con los compradores. Este escrúpulo me parece demasiado nimio,
porque lo que se ba de hacer con los compradores que adquirieron en
la época del 23 está ya dispuesto en los artículos anteriores.
Tampoco se habla en este articulo de los que adquirieron derecho
en aquella época , sino de la trasmisión de este derecho á otros. No se
habla en el art. 10 de los poseedores en la época del 20 al 23 , sino de
los que sucedieron, de unas segundas personas. Asi, en la adición que
ha puesto la comisión ha debido hablar de estas segundas personas.
Estas son las tazones que ha tenido la comisión."
Puesto ú votación el artículo , quedó aprobado.
Leído el 11, dijo
El Sr. ONDOVILLA : Estoy conforme en un todo con el articula
que se discute, esperando una sola explicación de la comisión para
"obrar con fundamento: este artículo dice (leyó). Sabido es que cuando
se conceden facultades Reales para enagenar bienes vinculados se con
ceden con la cualidad de que el producto de estos bienes se emplee
en beneficio de la fundación. Aqui se dice que el producto de lat
vt utas que no se hayan empleado en mejoras se imputará al vende
dor en la parle de esta que le corresponda. Quiero suponer que no
alcance esa parte á cubrir la deuda de los bienes vinculados; y es
tando estos en descubierto, es muy justo que con otros bienes pague
esta falta: si esto está embebido en el articulo, nada tengo que decir;
pero me parece que no lo está , porque dice (leyó). Parece que el ven
dedor cumplió ya con dar su parte para cubrir la deuda, y yo creo
que no cumple con eso, y sí con añadir á mas de sus bienes aquello
que sea necesario.
El Sr. GOMEZ BECERRA : Señores, ya lo he dicho antes: se
ria necesario hacer una ley para cada individuo y para cada caso
particular , y el articulo dice en este particular todo lo que puede
decir. Si vendió bienes, y no convirtió su producto en mejorar la
misma fundación, que reciba en cuenta de lo que habia de corres,
pouderle el importe de la vinculacion.'¿Qué mas ha de decir el arti
culo? Si no basta , aqui no pueden ponerse principios generales de
derecho. Podría yo decir que eso estaba en el "art. 15, pero sin nece
sidad de recurrir á eso nosotros no estamos resolviendo ni dispo
niendo aqui mas que de bienes vinculados.
Si un individuo tiene derecho á otra cosa q^ue á los bienes vincu.
lados, ó si estos no alcanzan á cubrirla, perseguirá á ese vendedor si tie
ne medios, y puede hacer útil la persecución, y le hará pagar lo que
no haya pagado con los bienes vinculados ; pero aqui si solo trata
mos de la aplicación de los bienes, no podemos tratar de otra eosa,
nimelernos á hacer un código que abrace todos los casos particulares
que pueden darse."
No habiendo ningún otro Sr. Senador que tuviese pedida la pa-
119
 418
labra, fue aprobado el arríenlo; quedándolo igualmente sin discn-
tion desda el 12 haita el 20 último del proyecto.
Dióse cuenta de que la comisión" encargada de dar su diotámeu
sobre el proyecto de ley para que el resguardo marítimo quede ¡f
cargo de la armada nacional babia nombrado por su presidente al
Sr. D. Martin Fernandez Navarrete, y secretario al Sr. D. José Ma
na Pérez; y que la que ha de informar acerca del proyecto relativo
al arreglo de la Bolsa de Madrid babia nombrado también por su
presidente al Sr. D. Martin de los Herot, y secretario á O. Antonia
Jordá.
£1 Sr. PRESIDENTE: Mañana te reunirán las secciones para
nombrar la comisión mixta que ba de entender en la pequeña diver
gencia que ba habido entre este proyecto y el del Congreso, y la co
misión que ha de informar sobre la anticipación de 60 millones.
■i
El Sr. CAMPUZANOi En atención á que hay tanto* asuntos
pendientes, ruego al Sr. Presidente que se ponga á votación si ma
ñana por la noche podrá haber sesión ; al menos en el caso de que no
puedan darse por concluidas en la sesión ordinaria los, asuntos pen
dientes de discusión."
Hecha la pregunta por el Sr. Secretaria Torres Solanot de ti cata
que mañana no te concluyesen los asuntos pendientes habría sesión
por la noche, te contestó afirmativamente por 25 señores de pie con»
tra 14 sentados. y
El Sr. PRESIDENTE: Habrá sesión por la noche cato de que na
se concluyan los asuntos anunciados.
Ciérrase la sesión."
Eran lat cinco menos cuarta,
APENDICES.
 APENDICE PRIMERO AL NUM.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
Dictamen de la comisión encargada de informar acerca del proyecto de ley rela
tivo á la dotación de Culto y Clero , leído en el Senado en la sesión del dia 3o
de Julio de i84i.
La comisión del Senado encargada de presentar su dictámen acer-
«lel provecto de ley de dotación del Culto y Clero que le ha pasado
el otro Cuerpo colegislador , habiendo meditado detenidamente tan
delicada materia, seapresura áevacuarsu cometido deseosa, del acier
to, si bien con el disgusto de no estar unánimes sus individuos como
lo están en los deseos del bien general.
La dotación del culto y clero, una ver suprimida toda prestación
decimal, y debiéndose desde luego llevar á efecto lo dispuesto en la ley
de 29 de Julio del año pasado de 1837 en orden á la enagenacion de
las propiedades eclesiásticas, es sin duda uno de los mas graves y ar
duos negocies que en la presente legislatura han podidu presentarse
á la deliberación de las Corles. Si los ensayos hechos desde 1857 acá
conservando en parte aquella prestación, y dejando integrameute á
beneficio del clero y de las iglesias los productos y rentas de sus pro
piedades han sido inelicaces para llenar tan importante objeto, cla
ro es que desapareciendo totalmente la primera base y modificada
la segunda ban debido aumentarse las dilicuilades y escasearse los
medios de cubrir una obligación que por severas y grandes que sean
las economías que se hagan en ella, no puede menos de ooupar .por
todos conceptos en el presupuesto de las coutribucioues públicas uno
de los primeros lugares.
Si á estas consideraciones se reúnen la premura del tiempo, la
próxima prorogacion de las sesiones, qu» está tan indicada, y la nece
sidad urgentísima de acudir por cualquiera medio á socorrer y ali
viar el estado por desgracia bien lamentable en que se hallan el culto
y sus ministros en muchas de las provincias por la abierta y tenaz
resistencia manifestada en las mismas al cumplimiento de la ley del
año pasado de 1810, fácil es convencerse de qoe mas bien que de
formar y hacer una ley tan perfecta y completa como seria de desear,
nos hallamos en el caso casi forzoso de aceptar la que habiendo obte
nido ya la aprobación del Congreso de Diputados se presenta boy al
examen y discusión de este ilustre Cuerpo.
Bajo de este aspecto la lia mirado la mayoría de la comisión, sin
perder de vista el estrecho circulo en que la constituye el reg lamen
to.¿ y asi es que, aunque hablando con la franqueza, honradez y leal
tad que la caracterizan , no temerá confesar que en otto tiempo y en
otras circunstancias hubiera propuesto al Senado algunas enmiendas
y adiciones que en su concepto la hubiesen mejorado mucho sin con
trariar las bases y espíritu en que está concebida, en el dia ha creído
mas prudente y mas útil desistir de esta idea y someterla sencilla
mente á la deliberación del Senado tal como ba venido del Congreso
de Diputados , persuadida que las mismas convicciones y sentimien
tos que la han movido para «de piar esta resolución excitarán y mo-
S.—TOMO i.
58.
DE CORTES.
verán también á los Sres. Senadores para aceptarla y aprobar; i , con
la esperanza de que mejorada la siluacion económica del país, y res
tablecido este con la paz que felizmente disfruta de los duros que
brantos y penosos sacrificios que lia hecho en defensa de la legitimi
dad y de nuestras instituciones en la antecedente sangrienta lucha,
podrá proponerse y adoptarse, si no en la próxima, en alguna de las
inmediatas legislaturas, uu nuevo proyecto de ley que llene cumpli
damente su objeto y que demuestre á la España y á la Europa toda
que no está en vanu consignada en el art. 11 de nuestra Constitución
política la obligaciou de mantener el culto y los ministros de la re
ligión católica que profesamos todos los españoles. Asi, pues, opina la
mayoría de la comisión que el Senado puede servirse aprobar tal como
vino del Congreso el siguiente
PROYECTO DE LEY
DE DOTACION DEL CULTO V CLERO.
Articulo 1? Para los gastos de conservación y reparación de las
iglesias parroquiales y sus anejos, y los del culto en las mismas, se
destina la parle de los derechos de estola ó pie de altar que hasta aho
ra se ba exigido con este objeto, y los demás recursos que han tenido
igual destino, excepto el producto de las propiedades, derechos y ac
ciones que las leyes hayan aplicado ó aplicaren en lo sucesivo a otras
atencioues.
Lo que faltare para cubrir estos gastos según las prácticas reli
giosas observadas en cada pueblo se completará por un reparto en
tre todos los vecinos que tengan residencia ea el mismo pueblo en
proporción á sus haberes.
Arl. 2í Los gastos del culto en las catedrales, los de las colegiatas
y abadías, mientras subsistan , los de reparación y conservación de
sus respectivos templos y de los palacios episcopales, los de admi
nistración de las diócesis , los de los seminarios conciliares existentes
y las asignaciones personales de los muy reverendos arzobispos y
obispos, gobernadores eclesiásticos é individúes que componen el cle
ro catedral, colegial, abacial y parroquial, sa satisfarán con los de
rechos de estola y pie de altar, y con Jos productos de la contribu
ción general de culto y clero que por la presente ley se establece, en
la cual deberán ser comprendidos en proporción de sus haberes to
dos les contribuyentes a las deinas cargas del Esiado, y los que per
ciba u sueldo del Tesoro público.
Art. 35 Todos los gastos enumerados en el articulo anterior, ex
cepto las asignaciones personales, se arreglarán i las cuotas delermi-
oadai ea la ley de 21 de Julio de 1838.
 2
Arl. i! Las asignaciones personales enumeradas en el mismo ar que se formen nuevos aranceles de derechos de estola ó pie de altar,
ticulo se compondría de los derechos de estola y pie de altar que á y se corrijan y eviten los abusos introducidos en este ramo.
cadi oficio eclesiástico corresponden según Ijs tarifas y prácticas vi Art. 17. El Gobierno dispondrá también que se recojan cuantos
gentes, y los que tenian ademas alguna renta procedente de propie- dalos estadísticos sea posible relativos al culto y clero, y presentará
dales territoriales, de diezmos ó primicias, ó de cualquier otro á las Cortes lo mas pronto posible una relación nominal de todos los
origen , cuya exacción termina, tendría también una asignación fija eclesi i si i eos que existan en la Península é islas adyacentes, con ex
igual á diclia renta determinada por el año común del quinquenio presión del cargo que cada uno desempeña, y de la dotación fija
de 29 á 33, ambos inclusive , pero sin que pueda exceder del in 'fol que á cada ano corresponda , con arreglo á lo dispuesto en la presen
ioo establecido respectivamente para cada clase ea> la citada ley de 21 te ley.
de Julio de 1838. El Senado sobre todo resolverá lo mas conveniente en su alta sa
Art 5! Se aumentará la dotación parroquial con las memorias, biduría y acendrado catolicismo. Palacio del Senado 29 de Julio
obras pias , aniversarios y misas que debiaa cumplirse por las co de 1811.=José Joaquín Pérez Necochea.=Antonio Martínez Vélas
munidades religiosas suprimidas , y que se- han de cumplir en la eos Mariano Torres y Solano!,
iglesia parroquial en cuya feligresía se hallen las fincas afectas á las
expresadas cargas; y si estas no estuvieren impuestas sobre fincas de VOTO PARTICULAR DEL SEÑOR DON ANTONIO MARIA PEON.
terminadas , sino sobre varias colectivamente, se satisfarán en la
parroquia donde se hallaba situado el Convento en que debian cum No estando conforme con el dictámen de la mayoría de la comi
plirse. sión encargada de darlo acerca del proyecto de ley aprobado ya por
Art. 6Í Los ecónomos percibirán todos los derechos eventuales el Congreso de los Diputados sobre dotación del Culto y Clero me
que en los anteriores artículos se asignan á los respectivos curas pár hallo en el caso de manifestar mi voto" particular.
rocos; y la cuota fija ademas que á estos correspondiera en su caso, La base principal de ese proyecto se reduce á que el culto y claro
siempre que no exceda de 3 000 rs. anuales, máximum de dicha cuo se mantenga con los derechos de estola ó pie de altar y con los pro
ta que se determina para esta clase. ducios de una contribución que se trata de imponer. La primera idea
Art. 7! El presupuesto de la contribución general del culto y que en este concepto se me presenta es la de que se quiere poner el
clero será la cantidad de 105.406,412 rs. á que queda reducida la clero á sueldo del Estado, y hacer que los párrocos, que deben enseñar
suma total de la estadística personal y material presentada por el la moral cristiana y corregir los vicios, vengan á depender de los fe
Gobierno, hecha la deducción correspondiente de 33 525,605 rs., im ligreses que alternativamente se vayan sucediendo en el cargo de
porte del culto parroquial que queda por el art. 1? á cargo de los alcaldes, de lo cual resultarían incalculables males á la moral y
respectivos pueblos. á la religión Católica , Apostólica , Romana que profesamos los es
Art. 8! Se deducirán de la suma total del presupuesto y rebaja pañole».
rán de la que haya de repartirse á los pueblos 30 millones de los pro A esta consideración, insuperable á mi juicio , sucede otra graví
ductos 6 rentas de los bienes del clero, ó la suma á que quedaren sima también , cual es la de que ni esa proyectada contribución po
estas reducidas si se verificase su enagenacion. 1 drá hacerse efectiva en el presente estado de cosas, ni cuando se hi
Art. 9? Se aplican á la manutención del culto y clero y de sus ciera podemos confiar que sus productos se destinasen á su sagrado
ministros jr deben por consiguiente deducirse del presupuesto de objeto en medio de tantas otras urgentes atenciones , á que se da
gastos: ta mb.ien con frecuencia el titulo de sagradas. Asi que, las asignaciones
1! Las rentas ó valores de los beneficios eclesiásticos que obten hechas al culto y clero vendrían á ser nominales, y el clero secular
gan los que no están ordenados in sacris teniendo la edad prescrita quedaría reducido á la triste lamentable suerte que aflige á los regu
por loscáuones. lares de ambos sexos, de cuya subsistencia se encargó el Estado
2? El producto de todas las capellanías y beneficios de libre pre- ,| cuando les ocupó sus bienes prometiéndoles pensiones que han venido
seotacion , previa la reducción de cargas por el diocesano respec á quedarse en puras promesas.
tivo con aplicación al culto y clero parroquial , conforma* á las Agregúese a esto que en el presente proyecto se propone la dero
bulas pontificias y á la ley 2?, tit. 16, lib. 1? de la Novísima Rece gación de la ley de 1G de Junio del año pasado de 1840 sobre dota
pitac'on. ción del culto y clero ; y no se alcanzan las razones que pueda haber
Art. 10. A fin de completar la suma propuesta para la dotación para derogar al cabo de un año una ley discutida con mucha deten
del culto y clero , las Corles autorizan al Gobierno para exigir la ción é ilustración, aprobada por todas las opiniones, recibida con
cantidad de 75 406,412 rs. que son necesarios, distribuyéndose por gusto por los pueblos y observada puntualmente en muchas provin
las bases que se adoptaron para la contribución extraordinaria de cias , debiendo notarse que donde no se ha observado sirvieron para
180 millones; pero con la circunstancia de que la cuota que se señale ello de pretexto las ocurrencias de Setiembre, del mismo modo que
á la industria y comercio esté en proporción de uno á cuatro con la les sirvieron para rio pagar otras imposiciones.
de la riqueza terrilori.il y prcuaria. La propuesta derogación de dicha ley, y la adopción de la que de
Art. 11. El repartimiento de la contribución total que correspon nuevo se propone, llevan consigo la ¡dea de despojar al clero secular
da á cada provincia se ejecutará por las diputaciones provinciales en-, y á las iglesias de los bienes que han adquirido bajo la salvaguardia
tre los pueblos de su comprensión sobre la base ya indicada en el ar de las leyes, que' poseen en tan legitima y justa propiedad como
ticulo anterior para el repartimiento general con la proporción es lodos los demás propietarios del reino, propiedad de que conforme
tablecida ; y el repartimiento individual en cada pueblo se hará con á la Constitución no pueden ser privados sino por causa justificada
arreglo á los mismos principios por los ayuntamientos, asociados de de utilidad común, prévia la correspondiente indemnización.
un perito de cada una de las clases contribuyentes por riqueza ter Entiendo, pues , que ni la justicia, ni la Constitución, ni la
ritorial, pecuaria, industrial, comercial y científica nombrados por conveniencia publica , ni la política permiten semejantes medidas,
los mismos. y por tanto mi voto paiticular se reduce á que el Senado se sirva des
Art. 12. Queda al arbitrio de las diputaciones provinciales de echar el proyecto de ley de que tratamos. Palacio del Senado 30 d«
clarar en qué pueblos, según sus particulares ciicunstanoias , podrán Julio de 1841. = Antonio Maria Peón.
admitirse como dinero en pago de esta contribución granos y legum
bres secas á los precios corriente; en tal cantidad que nunca exceda VOTO PARTICULAR DEL SEÑOR DON MANUEL VENTURA GOMKZ.
4e la mitad del importe de la asignación que corresponda al clero
parroquial del pueblo respectivo. Aunque estoy intimamente convencido de la absoluta é im
Art. 13. Los ayuntamientos ó las personas encargadas de recau periosa necesidad que hay de proveer á la justa y decorosa dotación
dar las contribuciones públicas de cada pueblo satisfarán de los pri del culto y clero: como también lo estoy de que el proyecto aproba
meros productos de todas ellas las asignaciones señaladas á todos los do por los Sres. Diputados y adoptado por la mayoría de la comi
eclesiásticos que compongan el clero parroquial del mismo pueblo, sión á que tengo el honor de pertenecer , no es suficiente para pro
mediante recibos individuales que serán admitidos como dinero efec ducir aquel efecto, y menos todjvia para calmar la ansiedad de
tivo en las respectivas tesorerías, y el Gobierno dará las disposicio una gran parte del mismo clero , ni para inspirarle la confianza de
nes convenientes para que las demás atenciones del culto y clero sean que lia de percibir las asignaciones que se le hagan por la ley, co
pagadas con igual puntualidad, sin que en ningún caso ni por nin- í mo manifestaré en la discusión ; á pesar del respeto que me merecen
gun motivo se puedan aplicar á otro objeto las cantidades destinadas las resoluciones del Congreso, y de la deferencia y consideración
á cubrir aquellas. que debo á mis dignos compañeros , tengo el verdadero y profundo
Art. 11. Se autoriza al Gobierno para que dicte todas aquellas sentimiento de no poder conformarme con su dictámen; siendo el
medidas que juzgue convenientes, y para que resuelva todas las mió, que desechando el Senado el referido proyecto, se sustituya
dudas que puedan ocurrir en la ejecución aV la presente ley. otro sin pérdida de tiempo que prometa mayor seguridad de que
Art. 15. Queda derogada la ley da 16 de- Junio de 1810. queden realizados aquellos objetos. Madrid 29 de Julio de 1841.=
Art. 16. El Gobierno tomará las disposiciones necesarias para Manuel Ventura Gomes.
 APENDICE SEGUNDO
DIARIO
DE
LAS SESIONES
Proyecto de ley aprobado por el Congreso de los Diputados por el que se auto
riza al Gobierno para contratar una anticipación de 6o millones de reales leído
en el Senado en la sesión del dia 3 o de Julio de 1841.
Al Senado.= "El Congreso de los Diputados, habiendo tomado en
consideración el proyecto de ley presentado por el Gobierno de S. M.
i fin de que se le autorice para contratar una anticipación de 60 mi
llones de reales, ha aprobado lo siguiente:
Articulo 1? Se autoriza al Gobierno a* tomar una anticipación
de 60 millones de reales efectivos en metálico al 6 por 100 de inte
rés anual.
Art, 2? Se le autoriza asimismo á centralizar los créditos que cons
tituyen la deuda llamada flotante, previa avenencia con los intere
sados, y mediante liquidación, pudiendo el Gobierno durante el
tiempo que trascurra basta que sean pagados dichos créditos abo
nar un módico ínteres.
Art. 3? Bajo el nombre de deuda flotante se comprenden:
lí Los valores pendientes de cobro de los contratos á que se re
fieren las consignaciones insertas en las distribuciones publicadas en
la Gaceta de Madrid desde la de Noviembre de 1840.
2! Las delegaciodes sobre azogues.
3? Los valores de los créditos procedentes de contratos de sumi
nistros , anticipaciones ó efectos hechos y entregados al ejército du
rante la guerra anteriores á 1? de Noviembre del citado año y apro*
hados por e( Gobierno.
«.-TOMO I.
AL MJM. 58.
DE CORTES
4? Los de letras aceptadas y giradas por el Tesoro y no pagadas;
y asimismo las cartas órdenes expedidas por aquel que procedan de
igual naturaleza, y las libranzas que por canges justificados, si bien
aparezcan de distinta categoría, acrediten ser las primitivas, de orí-
gen igual á las comprendidas en los artículos anteriores, y su fecha
también con antelación al 1? de Noviembre.
Art. 4? Al reembolso de los 60 millones de que trata el art. 1?, y
á la total extinción de la deuda que se centralice á tenor de los ar
tículos 2? y 3?, se aplicarán exclusivamente los productos líquidos
de las rentas de sal y papel sellado ó la de tabacos: el Gobierno po
drá proceder á su arriendo en pública subasta, colectiva ó parcial
mente, según mejor viese convenir á los intereses de la nación.
Art. 5? £1 Gobierno dará cimenta á las Cortes al presentar -loa
presupuestos del ano 42 del uso que haya hecho de la autorización
que se le concede por la presente ley.
Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado, acompañando
el expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palaoio
del Congreso 30 de Julio de 1811.=Agustin Arguelles, Presidentes
José Sánchez déla Fuente, Diputado Secretario.—Julián de Uuel-
bes, Diputado Secretario."
 NUMERO 59. 419

DIARIO

DI

LAS SESIONES DE CORTES.

SESION DEL DIA 31 DE JULIO DE 1841.

, — » i
Abierta á la un», y teida el aeta de la anterior por el Sr. Secre* I sujetarle, i precio, y' en este caso se halla el infortunado Miyar. Estoy
tirio Torrei Solanot , quedó aprobada.. seguro que habrá muchos pue quisieran imitar su conducta, su glo
Se acordó acusar el recibo y archivar las entregas 26, 27, 28 y riosa conducta, pero que nadie quisiera pasar por su suerte; desde
29 de la Historia física , política y natural d* la isla de Cuba que luego aseguro que no habrá ninguno.
publica en Paria el Sr. D» Ramón de Lasagra, que con fecha de este Estas son, repito, las razones que la comisión ba -tenido para emi
día temite el Sr. Ministro de Hacienda. tir su dietámen. El hecho es notorio, y conocida la desgracia de su
Se acordó imprimir por sápendice al Diario de las Sesiones el viuda; ¿qué mas se necesita? Se podrá decir que somos pródigos; pero
diotáuien de la comisión relativo á la modificación de loa fueros de señores, si lo heñios de ser alguna Vez, que sea con la desgracia, y
Navarra , y que se señalaría dia para su discusión. una desgracia muy notable y muy marcada. La comisión espera que
El Sr. PRESIDENTE: Orden del dia. Tampoco puede verificar el Senado, aprobando este dietámen , se mostrará como siempre justo
se la votación de las leves que estío ya aprobadas, porque desgra y generoso.-
ciadamente continúaa enfermos los mismos Sres. Senadores de que El Sr. ONDOVILLA: Yo no he llamado excesiva la asignación
el Sanado está ya enterado. Por tanto se va á proceder á la discusión ó pensión que se concede á la viuda de Miyar; no be hecho mas que
del proyecto de ley concediendo una pensión á la viuda de D. An pedir á la comisión me dijese cuáles son las razones en que se funda
tonio Miyar." ba para proponer dicha pensión ; ya lo ha hecho , y no tengo mas
Se leyó el dictamen {véase el Diario niim. 61) , y no habiendo que decir. • .' i
ningún Sr. Senador que tuviese pedida la palabra, declaró haber lu El Sr.-HEROS; Pido la palabra para hacer una observación so
gar á deliberar por artículos, leyéndose el único que contiene el pro bre lo que ha dicho el Sr. Ondovilla. S. S. no- ha sido exacto en la
yecto, .ii.. comparación que ha presentado entre las viudedades de .los emplea
* El Sr. ONDOVILLA: Por el conocimiento de la historia de la dos y las pensiones como la de que se trata. Las, viudedades de los
causa que llevó al cadalso al desgraciado Miyar, me consta que fue empleados tienen .otro principio y otra base, y están sujetas á reglas
violenta é injustamente atropellado, y que fue una victima sacrifi muy diferentes que las pensiones.
cada á un partido implacable. Las pensiones de esta clase están sujetas á descuento, porque S. S.
Por Jo mismo no puedo oponerme, ni trato de eso, á que se se no dejará de conocer que hay una ley hecha $ últimos del año 36 ó
ñale n na pensión á su viuda que la sirva de ayuda para atender á principios del 37, por la cual las pensiones quedaron sujetes á des
las escaseces que no podrá menos.de sufrir una muger desgraciada cuento gradual ; y por consiguiente , habiendo esta diferencia entre
qire se ve privada del apoyo y protección de su marido. las viudedades de montes pios y estas pensiones, resulta que la com
Lo que deseo saber únicamente eslías razones que tiene la comi paración de que S. S. ha usado no ha sido exacta. Por lo demás yo no
sión para haber adoptado el proyecto tal como ba venido del Con tengo que entrar en la calificación de los servicios prestados por don
greso, en el que se señalan 15,000 rs. á. la viuda de Miyar, cantidad Antonio Mijar , ni tampoco en la de la situación miserable de su
superior á las que tienen las viudas de los mas altos empleados por viuda. Yo, por principio general, sabe el Senado que casi nunca he
viudedad, pues creo no pasa de 12,000 rs. Eslo es lo único que de votado pensiones: yo tengo acá mis motivos particulares que no
seaba saber, es decir, las razones que ha tenido la comisión para ello. siempre he tenido por conveniente exponer. En el caso presente voy
El Sr. RUBIANO: Cuando se dice que la pensión que se asigna á dar.mi voto porgue es pura gracia que entiendo de otra manera;
i la viuda de Miyar es excesiva, la comisión no puede menos de in pero Le creído que debía rebatir el argumento del Sr. Ondovilla ha
dicar ligeramente las razones que la han servido de fundamento para ciendo ver la diferencia que hay entre las pensiones sujetas á des-
dar su dietámen, á saber: el modo con que fue sacrificado Miyar, ouenlo y las viudedades que tienen otro carácter.
la causa por que sufrió la muerte, y la triste situación í que ba que El Sr. FERRER: Yo estoy conforme con lo que ha dicho el señor
dado reducida su viuda. La simple indicación de estas circunstan Heros, pero creo que á la comisión cuando ha contestado al Sr. On
cias excusa á la comisión de entrar en explicaciones sobre un suceso dovilla se le ha escapado una razón de justicia, y de estricta justicia.
altamente trágico y bien sabido de todos. Las naciones cuando sufren que las domine el despotismo se obligan
Aqui se trata, señores, dé pagar una deuda de humanidad y de jus á subsanar los daños cjue su tolerancia ha causado: esta moral no rs
ticia; y la comisión creia que habría interpretado mal los sentimien solo mía, es muy antigua: una cosa es que una nación subyugada
tos del Senado, que no hubiese correspondido á su confianza, si hu unas veces por un tirano y otras por un conquistador no pueda sa
biera extendido en otros términos el dietámen que se discute. Yo creo cudir este yugo; pero en cuanto pueda sacudirle debe subsanar los
que el Sr. Ondovilla en lugar de hacer la oposición al dictamen, hi daños Tjue el gobierno aquel que ha tolerado haya hecho á los parti
corroborado mas y mas las razones que la comisión había tenido para culares. Estos daños á veces suelen ser de tal naturaleza que es casi
emitirle, porque S. S. ha dicho que está bien enterado del suceso trá imposible remediarlos; pero cuando no es imposible esto, señores, nu
gico y espantoso por que pasó Miyar: luego si conoce esta razón , ¿por es una gracia, es un deber hacerlo.,, .
qué quiere S. S. nivelar la pensión dada á un sacrificio extraordi A D. Antonio Miyar, una de las muchas víctimas desgraciadas
nario con la que se concede á otros que no lo son tanto? El Sr. Ondo que manchan las páginas de nuestra historia, se le llevó al patíbulo
villa conoce que hay sacrificios que no tienen valor , que no pueden como uno de tantos: yo- no conozco su causa, pero tengo algunos
S._TOMO r. 120
 420
indicios, y mas que indicio! para creer que sin colpa; polque pocos bién que por lo que concernía á la construcción ó conversión del ca
meses aoles de esa tragedia estaba Mijar en París, donde yo uie ha nal de regadío en acequia de riego, tampoco resultaba á juicio de la
llaba, ocupado, como buen 'padre de familias y como español de co- comisión tan perfectamente demostrado esto que no se cometiese al
razou , en los medios de introducir en España ciertas industrias que gún vicio. Es verdad que habia el exámen pericial que habían he
perfeccionaran el ramo de imprenta. cho los ingenieros con el objeto de conducir aguas á la quinta da
He dichoque fue sacrificado como otros, y por este título no me Vista-Alegre propia de S. M. la Reina Madre, y la comisión no ha
rece mas que una gracia; pero la parte de justicia y de indemniza bía entrado á examinar si este plan científico estaba ó do bien en
ción que se debe á esa familia está en los mucho* miles de duros qus tendido y arreglado. Siguió demostrando otro inconveniente que ya
se le robaron, ademas de privarle de la existencia, en la confisca le tocaba mas de cerca , porque empezaba á rozarse, por decirlo asi,
ción que se hizo en su casa , j en el destrozo de ella. con la legislación , y dijo que en este sentido faltaba en el proyec
Creo que esta es una razón poderosa para que si á algunos señores to que se habia presentado el establecer si la empresa, por ejemplo,
les pareciese excesiva esta pensión, la tomen como razón de retribu había de tener facultad de trasmitir ó no á otra la empresa de que
ción por la sociedad de un daño que, ademas de los que fueron co se trataba.
munes á otros desgraciados, sufrió esta familia , habiendo perdido Dijo la comisión que la empresa no se presentaba constituida en
su gefe y su fortuna. Voto , pues, por que la pensión se conceda in compañía como prescribe el código de comercio, y la razón es muy
tegra como viene del otro Cuerpo." clara : no hay mas que revisar el artículo del Congreso, en el cual
No habiendo ningún otro Sr. Senador que tuviese pedida la pa los que se citan se llaman representantes de una empresa, es decir,
labra , se puso i la votación y quedó aprobado el articulo. de una cosa que está detrás de ellos. Pero reconozcas» ó^no como rnéf
Continuando el orden del dia, se procedió á la discusión del dic el código da comercio tiene establecidas reglas por la* cuales toda
tamen sobre arbitrios provinciales y municipales (véase el expresado reunión de personas con objeto mercantil á ir. lustríal tiene queate-
Diario nútn, 51). nerse á ciertas disposiciones que establece. La comisión en lo ipfe si
Leído el dicta men , dijo se paró es en la utilidad pública, y sobre esto llamo esencialmente
£1 Sr. CAMPUZANO: Siento que no se halle presente el señor la atención del Sr. Ministro. No se trata solo de reconocer la utili
Ministro de la Gobernación cuando se va á entrar en la discusión dad de una obra, sino que es menester que la obra sea de utilidad
de este proyecto, que es de suma importancia, porque en él se trata pública, y esta utilidad pública ha de ser justificada por los medios
de restituir, por decirlo asi, á los pueblos el derecho que les es in que presenten las leyes, y en esto es necesario que la comisión sea
herente para administrar aquellos arbitrios indispensables para sus mas explícita de lo que ha sido hasta aqui , pues un cierto respeto
necesidades. Aqui hay dos cosas que considerar : la una es la admi y miramiento á los precedentes de este proyecto de ley hicieron que
nistración , la otra la imposición, recaudación y distribución. no descubriese una cosa de la mayor trascendencia é importancia.
En cuanto á la primera, es indudable que la comisión está abso Primero, porque no se ha oido á 1* diputación provincial, y es sa
lutamente mas conforme á nuestro sistema constitucional. Eu cuanto bido que según la ley de 3 de Febrero de 1823, que era una ema
i la segunda , es la ocasión de hacer presente el gravámen que expe nación de la Constitución del ano 12, se prescribe que en todas las
rimentan los pueblos por consecuencia de la multitud de arbitrios* obras de utilidad pública hayan de ser oidas las diputaciones pro
que con diversos motivos y en ocasiones distintas se les exigen, ha vinciales. Pues señor, en este proyecto, y vuelvo á decir que la co
biendo algunos que existen por motivos muy pasajeros y qua sin misión no lo quiso manifestar el otro día, no se ha oido i la dipu
embargo continúan. El Sr. Ministro de la Gobernación, sin duda con tación provincial , y no tenemos cubierto el primer requisito para
el objeto de venir á parar al arreglo general de este punto muy in que esa obra sea reconocida como de utilidad pública, y de utilidad
teresante para los pueblos, ha propuesto al Regente del reino la pública reconocida legalmente.
expedición de nn decreto que se encuentra justamente en la Gacela También será explícita la comisión en otro particular. Para jus
de hoy, en el cual se disponen los pormenores que han de servir de tificar la utilidad publica de un* obra hay medios prescritos por las
base para la centralización de estos arbitrios por medio de las dipu leyes, y sin que se lleven á debido efecto no se puede tener la obra
taciones provinciales y ayuntamientos que tendrán ocasión de rever como de utilidad pública justificada , sobre la cual ya digo, la co
estas proposiciones que en la mayor parte no son necesarias. Por lo misión por raí medio, porque yo fui quien tomé ia palabra en la dis
demás yo no puedo menos de alabar el celo del Sr. Ministro de la cusión, usando de todos los miramientos debidos, no quiso manifes
Gobernación , y siento qne no se halle presente S. S. ; pero de todas tar que real y verdaderamente se habia faltado al art. 3? de la ley
maneras yo apruebo el dictámen, y solo si estuviera presente dicho de 18 de Junio de 36 en que se prescriben todos los trámites de uti
Sr. Ministro me restaría excitarle á que llevara ese pensamiento ade lidad pública. Tales son el que se oiga i las diputaciones provincia-
lante con la regularidad que exige el bien de los pueblos." tes, que estas oigan á los pueblos, y que después que sea reconocida
Declarado haber lugar á deliberar por ai líenlos, fueron aprobados la utilidad pública se manifieste en los Boletines oficiales &c. áfcc,
sin discusión. y se haya de seguir un expediente. Por couseeuencia , señores, la co
Igualmente lo fue el dictámen de la comisión mixta (r/ase el misión que tuvo la satisfacción en la última discusión que hubo en
Diario núm. 53) acerca de que no puedan ser elegidos Diputados ni este particular de oir decir á todos los señores, y particularmente al
propuestos para Senadores los capitanes generales y otras autoridades respetabilísimo Senador que combatió coo calor el dictámen , que es
por las provincias de su mando ó jurisdicción. taba persuadido de que la comisión queria que se llevase adelante ta
Procedióse en seguida á la discusión del dictamen acerca del pro obra , la comisión que creo dejó satisfechos á todos los señores de
yecto de ley sobre el canal de Guadarrama. que su deseo era el que se verificase la obra, y que lo que queria era
Leído el dictámen ( re'ase el Diario m'im. 55) , y declarado haber remover las trabas*, lo ha hecho precisamente en el articulo, cual ha
lugar á deliberar por artículos, se puso á discusión el úni.io que con sido decir al Gobierno que cumpliendo estas formalidades pretérita*
tiene el proyecto, y dijo por la* leyes quede autorizado para llevarlo á efecto. A eso se redu
El Sr. Ministro de la GOBERNACION : Me levanto solo para ce el articulo; de manera que queda el negocio constituido en su*
rogar á los señores de la comisión que me den una explioacion mas trámite* legales de los que no se puede prescindir, y que el Gobier
extensa de lo que signifique la parte qne dice: "justificada que sea la no pueda llevar adelante el proyecto.
utilidad y beneficio del canal de regadío &c." Me pareee que está ya Eato es lo que tengo que decir al Sr. Ministro de la Gobernación,
hecha la justificación, y en la discusión que tuvo lugar cuando se manifestando que la comisión ijene con el Gobierno toda la deferen
trató' del dictámen de la comisión y del voto particular del Sr. Caín - cia y prodigalidad ; pero quede consignado que tiene que cumplir to
puzano y también en el expediente creo que se demostró que hay das ¡as formalidades, sin las cuales no podría llevar la obra adelante.
bastante luz para con vencer á los señores de la comisión de que es físi El Sr. Ministro de la GOBERNACION: Vuelva i tomar la pa
camente imposible el que pueda haber un canal de navegación, y que labra , no para oponerme á que el Senado apruebe el artículo tal
padecieron una equivocación suponiendo que este podía hacerse. Por como lo propone la comisión, pero sí para hacer algunas observacio
tanto yo en nombre del Gobierno no puedo menos de decir que quizá nes respecto á este negocio, y de que ha hablado el Sr. lloros. Dice
sea un obstáculo para la conclusión ó seguimiento de esa obra el que S. S. que faltan algunas formalidades en este expediente, y ha cita
se crea que no se han hecho justificaciones bastantes para probar los do una , que á mi ver es grande. Dice S. S. que falta el dictámen de
extremos de que habla la comisión , porque esto es tan claro que los la diputación provincial, y que en esto se ha faltado á lo que pre
Sres. Senadores no pueden menos de conocerlo. Deseo por lo tanto oir viene la ley de 3 de Febrero de 1823: materia es esta muy cuestio
i los señores de la comisión en este punto importante. nable, y diré porqué. Es verdad que la ley de Febrero de 1823 pre
El Sr. HEROS: Señores, cuando el otro dia se presentó el dictá viene que se oiga á las diputaciones provinciales cuando se haya de
men de la comisión á la discusión del Senado, manifesté, autorizado emprender alguna obra que tenga por objeto el interés de una pro
por ella, los grandes defectos que habió en la instrucción de este ne vincia ó de una parte interesante de ella. En la cuestión presente no
gocio : dije que el canal se habia entendido aqui come de riego , y está el expediente tan desnudo de conocimiento que se pueda decir
efectivamente resultó su imposibilidad, puesto que cuatro leguas y que se ha faltado en él á este requisito.
media de él se concluyeron : resultó mas por los planos y memorias Se trata de un canal de regadío, y se han seguido las formalida
que acompañaban al proyecto del Gobierno , pero sin embargo tuve des de pedir informe *1 gefe político y esté lo ha pedido á los pue
muchísimo cuidado de decir que siendo esta una parte facultativa, y blos por cuyo tránsito haya de pasar, que son tres ó cuatro de li
debiendo ser muy circunspectos los Cuerpo* colegisladores para entrar provincia de Madrid. De consiguiente el expediente no está desnudo
en la discusión de cosas que pertenecian á las eiencia* exacta*, era me de estos antecedentes. No digo esto porque quiera yo disculparme de
nester que en este particular quedase el Gobierno con toda la facultad que haya traido á las Córtes un expediente desnudo de estos conoci
v autorización conveniente para oir á los peritos que ion lo* ingeniero* mientos, porque saben que fue mi anterior quien lo presentaba; pero
de caminos y cauales, y á otras personas que tuviese 4 bien. Dije tam he creído deber hacer esta aclaración i lo* Sres. Senadores.

El Sr. HEROS: Ture bastante cuidado la primera reí que te
trató de esta materia de decir que este expediente no era hijo de S. S.,
que había nacida cou anterioridad á que el Sr. Ministro ocupara esa
puesto , y que por consecuencia le habia encontrado ya en los Cuer
pos colegisladorrs, procurando únicamente el que se Iterara adelante
su resolución.
Con respecto á que .<.: exige el que te haya de oir i la diputación
provincial de que acabo de hablar, es de tanta trascendencia como
he dicho al principio; baste indicar para conocer la falta de trámi
tes que este negocio, que ha comenzado el año de 34 en que no habia
diputaciones provinciales, se ha vuelto á renovar este en el año de
1810, en que las habia ; es decir, .que el gobernador civil en el año
de 34 oyó á los pueblos, y los oyó porque no habia diputaciones pro»
vinciales , porque no se establecieron hasta fines del año de 35. Asi,
renovado este negocio el año de 40, debió haberse oído á las diputa
ciones provinciales. De esta muñera es como se debía llevar á efecto
la ley, cumpliendo el art. 3? de la ley de 18 de Junio de 36 que es
tablece esos trámites.
Vea S. S. como la falta es reconocida, y que la comisión ha proa
curado allanar el camino para que el proyecto se lleve á efecto : y
para probar que la comisión está en esto ruego que se lea el art, 3?
de la ley de 18 de Junio de 1836."
Se leyó.
El Sr. HEROS (continuando): Vean, pues , los Sres. Senadores
que una obra de esta especie no necesita mas que una Real órden;
pero prescindiendo de los requisitos que prescribe esta ley , que es ca
balmente lo que propone la comisión, porque no era objeto ni mate
ria de una ley.
42 í
El Sr. Secretario VALERO Y ARTETA : No habiendo quien
tenga pedida la palabra en contra , se procede á la votación del arti
culo único.
El Sr. ONDOVILLA: Si es articulo único pido la palabra; yo
creí que se discutía la totalidad.
Veo que en la automación que se da al Gobierno no se señala
tiempo, no se dice si ha de ser por tiempo determinado la concesión
de esa empresa ó si ha de ser perpetuamente. Creo que el Gobierno
está en el caso de poder usar de lo uno y de lo otro; es decir, de
conceder perpetuamente esa facultad ó de concederla por tiempo de
terminado. Yo desearía que el Gobierno la concediese por tiempo de
terminado aunque fuese largo, porque la perpetuidad puede tener
consecuencias no favorables á la utilidad pública.
El Sr. CAMPUZANO: Me parece que hay poco que responder á
lo que ha dicho el Sr. Ondovilla , porque es evidento que si se auto
riza al Gobierno por este artículo para que realice la empresa, el
Gobierno observará las leyes y procederá conforme i la autoridad
que tiene para hacerlo; tanto mas, cuanto que según el articulo de
la ley que acaba de leerse puede proeederse á la ejecución por medio
de una Real órden."
Sin mas .discusión se puso á votación el articulo, y fue aprobado.
ElSr. PRESIDENTE: Concluidos los trabajos para que estaba
señalada la sesión de boy, y repartiéndose en este día el diotámen de
la comisión sobre dotación de culto y clero, anuncio por primera,
segunda y tercera ve< su discusión para el lunes próximo.
Ciérrase la sesión,"
Eran las dos.
APENDICE.
 APENDICE AL NUM . 59.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
Dictamen de la comisión encargada de informar sobre el proyecto de ley relativo
á las modificaciones de los fueros de Navarra , leído en el Senado en la sesión
del dia 3i de Julio de 1841.
La comisión nombrada para informar sobre el proyecto de ley
remitido por el Congreso de los Sres. Diputados, relatiro á las mo
dificaciones de los fueros de Navarra, le ba examinado con toda la
reflexión j detenimiento que exige su importancia y gravedad, to
mando en consideración y haciéndose cargo, no solo del origen gran-
dioso y fecundo en resultados de este proyecto, sino también de los
motivos que el Gobierno de S. M. turo para formularle y pasarle á
la aprobación de los Cuerpos colegisladores , principiando en el de
los Sres. Diputados.
La ley de las Córtes de 25 de Octubre de 1839 es el verdadero
origen y el apoyo en que se funda todo el contenido del citado pro
yecto; y asi es que al examinarle y evacuar sj informe la comisión
del Congreso consignó en él con mucba exactitud, previsión y cla
ridad las razones de justicia, de política y de conveniencia pública
que concurrían para que con algunas pequeñas modificaciones que
propuso , se aprobasen los artículos arreglados por el Gobierno
de S. M.
La comisión se ba detenido muy cuidadosamente en el examen
de estas razones, asi como de las que el Gobierno emitió en el preám-
lulo de su proyecto, y no puede menos de adoptarlas en un todo;
pues aunque la seria fácil añadir algunas otras consideraciones que
también tuvo presentes al discutir las bases y artículos de dicho pro
yecto, las cree innecesarias á la superior ilustración y sabiduría del
Senado. En tales circunstancias, y por no molestar mas su atención,
entiende la comisiou que el mismo puede servirse aprobarlo en los
propios términos que lo ha aprobado el Congreso, y cuyo tenor es
como sigue:
Articulo 19 El mando puramente militar estará en Navarra,
como en las deinns provincias de la monarquía , á cargo de una au
toridad superior nombrada por el Gobierno y con las mismas atri
buciones de los comandjntes generales de las demás provincias , sin
que nunca pu»da tomar el titulo de virey , ni las atribuciones que
estos han ejercido.
" Art. 2? La administración de justicia seguirá en Navarra con ar
reglo i su legislación tsp.'cial en los misinos términos que en la ac
tualidad, hasta que teniéndose en consideración Ijs diversas leyes
privativas de todas las provincias del reino , se formen los códigos
generales que deban regir en la monarquía.
Art.' 3? La pirte orgánica y de procedimientos será en todo
conforme con lo establecido, ó qne se estiblezca para los demás tri
bunales de la nación, sujetándose á las variaciones que el Gobierno
estime convenientes en lo sucesivo. Pero siempre deberá conservarse
la audiencia en la capital de la provincia.
Art. 4? El Tribun.il Mipreuio de Justicia tendrá sobre los tribuna
les de Navarra , y en tos asuntos que en estos se ventilen, las mismas
S.—TOMO I..
DE CORTÉS.
atribuciones y jurisdicción que ejerce sobre los demás del reino, se
gún las leyes vigentes ó que en adelante se establezcan.
Art. 5? Los ayuntamientos se elegirán y organizarán por las re
glas generales que rigen ó se adopten en lo sucesivo para toda la
nación.
Art. 6? Las atribuciones de los ayuntamientos relativas á la
administración económica interior de los fondos, derechos y propie
dades de los pueblos, se ejercerán bajo la dependencia de la diputa
ción provincial, con arreglo á su legislación especial.
Art. 7? En todas las demás atribuciones los ayuntamientos es
tarán sujetos á la ley general.
Art. 8? Habrá una diputación provincial que se compondrá de
siete individuos nombrados por las cinco merindades, estoes, uno
por cada una de las tres de menor población , y dos por las de Pam
plona y Estella , que la tienen mayor ; pudiendo hacerse en esto la
variación consiguiente si se alterasen los partidos judiciales de la
provincia.
Arl. 95 La elección de vocales de la diputación deberá veri
ficarse por las reglas generales, conforme á las leyes vigentes ó que
se adopten para las demás provincias, sin retribución ni asignación
alguna por el ejercicio de sus cargos. »
Art. 10. La diputación provincial en cuanto á la administración
de productos de los propios, rentas, efectos vecinales, arbitrios y
propiedades de los pueblos y de la provincia tendrá las mismas fa
cultades que ejercían elconsejode Navarray la diputación del reino,
y ademas las que siendo compatibles con estas tengan ó tuvieren las
otras diputaciones provinciales de la monarquía.
Art. 11. La diputación provincial de Navarra será presidida
por la autoridjd superior política nombrada por el Gobierno.
Art. 12. La vicepresidencia corresponderá al vocal decano.
Art. 13. Habrá en Navarra una autoridad superior política nom
brada por el Gobierno, cuyas atribuciones serán las mismas qu«
las de los gefes políticos de las demás provincias, salvas las modifi
caciones expresadas en los artículos anteriores, y sin que pueda re
unir mando alguno militar.
Art. 11. No se hará novedad alguna en el goce y disfrute de
montes y pastos de Andia, Urbasa, B.írdenas ni otros comunes con
arreglo á lo establecido en las leyes de Navarra y privilegios de los
pueblos.
Art. 15. Siendo obligación de todos los españoles defender la
patria con las armas en la mano cuando fueren llamados por la ley,
Navarra , como todas las provincias del reino, está obligada en los
rasos de quintas ó reemplazos ordinarios ó extraordinarios del ejér
cito á presentar el cupo de hombres que le corresponda , quedando
al arbitrio de su diputación los medios de llenar este servicio.

Art. 18. Permanecerán las aduanas en la frontera de los Piri
neos , sujetándose á los aranceles generales que rijan en las demás
aduanas de la monarquía, bajo las condiciones siguientes:
1? Que de la contribución directa se separe á disposición de la
diputación provincial , ó en su defecto de los productos de las adua
nas, la cantidad necesaria para el pago de réditos de su deuda y de
más atenciones que tenian consignadas sobre sus tabeas, y un tanto
por ciento anual para la amortización de capitales de dicha deuda,
cuja cantidad será la que produjeron dichas tablas en el año común
del de 1829 al 1833, ambos inclusive.
2Í Sin perjuicio de lo que se resuelva acerca de la traslación de
las aduanas á las costas y fronteras en las provincias Vascongadas,
los puertos de San Sebastian y Pasages continuarán habilitados como
ya lo están provisionalmente para la exportación délos productos na
cionales é importación de los extrangeros, con sujeción á los aran
celes que rijan.
5Í Que los contraregistros se han de colocar á cuatro 6 cinco le
guas de la-frontera, dejando absolutamente libre al comercio interior
sin necesidad de guias, ni de practicar nioguu registro en otra parte
después de pasados aquellos, si esto fueae conforme con el sistema
general de aduanas.
Art. 17 La renta del tabaco en Navarra se administrará por
cuenta del Gobierno como en las demás provincias del reino, abo
nando á su diputación, ó en su defecto reteniendo esta de la contri
bución directa la cantidad de 87,537 rs. anuales con que está gravada,
para darle el destino correspondiente.
Art. 18. Siendo insostenible en Navarra, después de trasladadas
las aduanas á sus fronteras, el sistema de libertad en que ha estado la
sal , se establecerá en dicha provincia el estanco de este género por
cuenta del Gobierno , el cual se hará cargo de las salinas de Navarra,
previa la competente indemnización á los dueños particulares á quie-
im actualmente pertenecen, y con los cuales tratará.
2
Art. 19. Precedida la regulación de los consumos de eada pue
blo, la Hacienda pública suministrará á sus ayuntamientos la sal
que anualmente necesitaren al precio de coste y costas, que pagarán
aquellas corporaciones en los plazos y forma que determine el Go
bierno.
Art. 20. Si los consumidores necesitaren mas cantidad que la ar-
TÍba 'asignada , la recibirán al precio de estanco de los toldos que se
establecerán en los propios pueblos para su mayor comodidad.
Art. 21. En cuanto á la exportación de sal al extra ngero, Navar
ra disfrutará de la misma facultad que para este tráfico lícito gozan
las demás provincias, con sujeción á las formalidades establecidas.
Art. 22. Continuará como hasta aquí la exención de usar d*
papel sellado^de que Navarra está en posesión.
Art. 23. El estanco de la pólvora y azufre continuará en Navar
ra en la misma forma en que actualmente se halla establecido.
Art. 21. Las rentas provinciales y derechos de puertas no se ex
tenderán á Navarra mientras no llegue el caso de plantearse los nue
vos aranceles, y en ellos se establezca que el derecho de consumo so
bre géneros eztrangeros se cobre en las aduanas.
Art. 25. Navarra pagará ademas de los impuestos antes expresa
dos por única contribución directa la cantidad de 1.800,000 rea
les anuales. Se abonarán á su diputación provincial 300,000 rs. de
los expresados 1.800,000 por gastos de recaudación y quiebras que
quedan á su cargo.
Art. 26. La dotación del culto y clero en Navarra se arreglará á
la ley general y á las instrucciones que el Gobierno expida para so.
ejecución.
El Senado sin embargo se servirá resolver lo que estime mas
acertado. Palacio del mismo 30 de Julio de 1841.=Joaquin María dt
Ferrer.=José Joaquin Pérez de Necochea.=Antoaio Seoane.=Juan dt
Muguiro é lribarren—Cristóbal María Falcon.
r
 NUMERO 60.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 2 DE AGOSTO DE 1841.
Se «brió i la una , y leída el acta de la sesión anterior por el
Sr. Secretario Torres Selaaot , fue aprobada.
El Senado quedó enterad» de un oficio del Sr. D. Gaspar de On-
dovilla , fecha de cate día , en que maní fiesta no terle posible asistir
i la ieiioa de! Senado por hallarse enfermo.
Dióie cuenta de que las secciones babian nombrado para la comi
sión que ba de entender en el proyecto de ley sobre autoriiacion al
Gobierno para contratar ana anticipación de 00 millonea de ra. i
lí Al Sr. D. José Joaquín de Moya.
Sí Al Sr. D. José María Peres.
V. Al Sr. D. Alraro Gomei
4* Al Sr. marques de Falces.
»i Al Sr. D. Martín de loa
Asimismo se dió cuenta de que la comisión había nombrado3 por
ta presidente al Sr. D. Alraro Gomes Becerra, 7 secretario al señor
D. José María Peret.
El Sr. PRESIDENTE i Orden del dia ¡ no puede procederse i la
rotación de las leyes porque continúan enfermos los señores de que
ja tiene conocimiento el Senado. Se pasa por consecuencia á la dis
cusión del proyecto para la dotación del culto y clero.
Se leyó el dictamen de la mayoría de la comisión y los rotos par
ticulares de los Sres. Peón y Heredia, y Gomes: (D. Ventura) (véate
el jípéndice 1? al Diario núm. 58).
El Sr. obispo de CORDOBA : Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE : Se ra á leer el arr. 09 del reglamento
(se leyó). En su consecuencia ábrete la discusión sobre la totalidad
del dictamen de la mayoría de la comisión. Tiene la palabra el señor
obispo de Córdoba.
El Sr. Obispo de CORDOBA: Señores, al concluir mi discurso sobre
dotación del eulto y clero en la sesión del 0 de Julio del año próximo
pasado , después de haber procurado llamar la atención del Senado
en apoyo de mi opinión con las razones que pudo reunir la debilidad
de mis luces , deseando yo excitar el ánimo de sus dignos individuo»,
que me escucharon con su acostumbrada indulgencia, acuérdome ha
ber diebo entre otras cosas y con toda la efusión de mi alma que en
1 manos estaba la suerte de la iglesia de España , pronuncian*
do loe nombres de tanto* esclarecidos Pontífices que la '1 plantaron con
an sangre , la ilustraron con su celo, la enseñaron con1 su doctrina j
la santificaron con sus ejemplos ; y figurándome que1 1los reía entrar
por esas puertas acompañados de nuestros mas lamosos Monarcas y
españoles ilustres de todos los tiempos para inculcarnos todos el cui
dado especial en la conservación de nuestra iglesia , i quien ellos do
taron con mano generosa, los beneficios que la misma había dispen
sado de toda clase y en toda época , la prosperidad de los Gobiernos
que protegían la religión, el culto y sus ministros, y la miseria , la
confusión y la ruina de los Estados que se desentendían de este deber
•agrado; y añadí también que la paz tan deseada se acercaba ya , y
debían tomarse todas las medidas para que después de tantos desastres
y trastornos causados por la guerra civil la iglesia de España consi
derada , respetada, tranquila y cap sus medios decorosos pudiera con
tinuar el eulto, mantener sus ministros, seguir haciendo bienes,
■legrarse en medio de tus hijos libre» ya de aquella calamidad , can-
&--TOMO I.
423
DE CORTES.
tar con ellos las alabanzas al Señor , bendecir sus misericordús y
evitar el tristísimo espectáculo de que mirándose en el seno de la paz
despojada de todo, desamparada y sin recursos , se riese obligada á
decir á sus hijos entre lágrimas y suspiros : tere ¡n pace emtaritudo
mea amaristlma. Ved me aquí, españoles, soy vuestra madre, roso-
tres os gloriáis
_ i gozodey ser mis hijos,
1hermosura
1 de pues. en medio*
» ese de. la• pas que disfru-
tais, en el don y 1beneficio i r T 1, inapre-
ciable , mi amargura es amarguísima.
Señores, ¡que no pudiera dar principio á mi discurso en este dia sin
reeordar estas sentidas expresiones que yo ponia en boca de la iglesia
de España al comenzar el anterior t ¡Que no ofreciera su situación
presente siquiera alguna esperanza fundada de remedio, y no fuese pre
ciso insistir todaria y con mas rehemencia en el clamor de la iglesia
y pintar su tristísimo estado, y anunciar su doloroso porvenir ! Pero,
señores , un año ha passdo desde que pronuncié aquellas expresiones,
y lejos de haberse disminuido sus males estos han crecido sobrema
nera. Yo no sé por qué fatalidad de circunstancias, en res de que la
paz, como parecía natural, haya calmado las pasiones y derramad o
un bálsamo saludable para curar las Hagas que en la iglesia de Es
paña abriera una guerra eruel y desoladora, esta misma paz como
que sirre para que se agrave su situación y se sumerja en su amar
gura. Extraño, inconcebible parece, pero asi es desgraciadamente.
T en este estado, tratándose hoy de la cuestión que nos ocupa,
sin duda 'la mas grave y de mayor trascendencia, mírenla unos por
el lado de la política , réanla otros bajo el aspecto religioso, examí
nenla aquellos con relación á los principios de economía, porque bajo
cualquiera de ellos está enlazada y unida intimamente con los fun
damentos mismos en que reposa la sociedad, los mas precisos , los
mas esenciales, aquellos sin los cuales el edificio social te desploma
y se riene á tierra, ¿al usar yo de la palabrr deberé pasar en si
lencio los males de nuestra iglesia en el dia destinado á tratar de su
remedio? No: al exponer ahora mis opiniones conforme yo las con
cibo, pálido, sin rigor, sin interés arrancaría mi discurso si yo no
comenzase presentando aqui delante del Senado, y para que se oiga
en todas partes el espantoso cuadro que ofrece nuestra iglesia , por
que tengo la confianza en que compuesta afortunadamente tan es
clarecida corporación de indiriduos ilustrados, amantes de sn religión
y de la felicidad de su- patria ha de adoptar las medidas mas efica
ces para que cesen tantas calamidades, y después de Untas borrascas
comience aquella á respirar y recobrar siquiera el preciso reposo, el
decoro y respeto necesario, sin cuyas condiciones inútiles serán los
medios que se apliquen, y continuará en la ansiedad, en el vilipen
dio y en el desprecio.
Males sin cuento y de todo género han llovido sobre la iglesia de
España en nuestra infeliz época ; semejantes á nn diluvio las aguas de
de la tribulaeion han inundado todo su campo y cubierto desde lo
mas profundo de los ralles hasta la mayor altura de los montes; nada
ha escapado en borrasca tan deshecha. Ministros del Santísimo, tem-
Slos, eulto, bienes consagrado* á estos grandes objetos, a u lori
ad y doctrina de la iglesia, todo es hoy un espectáculo de com
pasión. Lejos de mi indicar estas gratules amarguras con otro fin
que no sea el de mover los corazones generosos y justos para apli-
 424
no se ha» creido ¡sana
aflicciones que ha sufrido y sufre nuestra iglesia los asuntos relativos á su clase y ministerio! No se acuerda de esta
como las otras de las demás naciones que profesan el catolicismo y exclusión tan desfavorable y tan poco merecida.
constituyen y forman entre todas la verdadera iglesia de Jesucristo, Sia inmunidades ni privilegios eclesiásticos, y menoscabados en
está destinada á experimentar en la sucesión de 1 i siglos tribulaciones sus derechos políticos , los ministros del santuario á lo menos tienen
le toda especie: comparada con la nare en mcdiftdellcs inH<*S bjf Jfj dera&ho á que ooJm les nieguen dos cosas esenciales, y que no puede
sentir en su curso los efectos de la bonanza ó <lc 1 i teiijuí ta ! ; oui- majHs.de couedSieK todos los individuos de la suciedad que pres
bates j victorias, dias de calamidades, días de pfusperi A.id , días, de" tan sus, ser rfoios en el d sernpeño de su cargo ó ministerio, á saber:
llanto, dias de gozo , dias de protección, días de abandono,' hfiy r'e- alimento, seguridad: sin la primera no es posible existir : sin la se
cibiend:) continuos testimonios de honor , mañana sufriendo la indi gunda la existencia está en un peligro inminente.
ferencia y el desprecio; en una época buscando sus hijos el apoyo de En la necesidad ya de presentar el triste cuadro bajo el preciso
su madre, en otra rechazando tu mas natural influjo, su destino en punto de vista que yo lo considero en este dia separado de cuanto
la tierra es una alternativa constante de prosperidad y de infortuuio, pueda oscurecerlo y extraviar el objeto que me propongo, se estreme
ordenado todo por una sabia providencia para el cumplimiento de sus. cí ini corazón al contemplarlo, como no podrá menos de estremecer
fines. Su suerte ahora en nuestra España es padecer y ser probada se todo el que tenga un corazón sensible. ¿Por qué los ministros del
con todo linaje de amarguras. santuario han sido privados de sus recursos para vivir? ¿Por qué ha
Señores , la historia ra tomando cuenta de todo lo que sucede ber pasado cinco años en la agonía? ¿Por qué tantos en la escasez y en
para trasmitirlo después á las generaciones futuras, y que estas, lejos la miseria? ; Por qué tantos pereciendo en los horrores del hambre?
ya de lo» acontecimientos, y ementas da pasiones, rencores y parti lesfallefQfcnjÉ? Teñí
dos, vean, examinan , comparan v <*f»renttn. Cuando hayan cesado de igjtfavBuMllerj
¡¡viles; cuando la pazs* haya alanzado sobre b.i
yamos desaparecido de la escena y del mundo ¡granaría suer
los que ahora figuramos en él, y sean otros y otros los que ocupen dos otros por la raridad de almas que conservan sentimientos de bu-
nuestro tugar y nuestros puestos, y la historia sCvera , impurera! y irJaTfWad; contando otros los que han perecido en un absululo desam
exacta les presente lo que ha pasado en nuestra iglesia, se llenarán paro, y temiendo todos el dia mas 6 menos inmediato en que, apura
de asombro, y se harán fuerza para creer que en el siglo XIX, siglo dos lodos los recursos y cerradas todas las purrias , cada cual experi-
llamado de ilustración, y bajo las formas y régimen de tflk (io)r1ffno , ^maijéjerf .sí inls'sh» el fatal término que han visto en tantos otros.
representativo establecido para asegurar á cada cual w\ d<Jraciip|,| la* I* ly ¿sü¿'*i fcd'fl 'as clases siu excepción alguna , desde el mas hu-
iglesia de España baya experimentado tan terrible ,wnrv^naNaaíife£f *fhi! ;i»*[ir»»»*T!t-»if. ;on una reducida, pero segura renta, hasta el
pantoso sacudimiento. que la disfrutaba mas pingüe. Se puso la segur á la rais del árbol,
Deber mió es hacer aunque sea brevemente la descripción de sus se-lugró echarlo á tierra , quedaron á la inclemencia cuantos se cu
males, porque deber mió es clamar exponiéndolos ante quien Jieue el brían con su sombra , y cinco años de placeres mezquinos , compli
deber de remediarlos, y se halla animado de los deseos ¡mas sinceros. cados, difíciles, imposibles de realizar, han presentado un nuevo
Si después de todo eu el orden inescrutable djj^fs juicios divinos testimonio de que es mos;facjl destruir que edificar; pero testimonio
la iglesia de España tan antigua, tan respetable, que ha dado lan co amargo, porque las victimas han sido y son innumerables, contán
piosos frutos y derramado tantos beneficios en todos tiempos, se su dose entre ellas hasta los venerables prelados, acreedores siquiera
merge en medio de la tempestad, y queda eu el abatimiento y en la' por Jtt ánciatrírrad ; ámas consideración. Sea dicho con asombro,* por
ini|eria;!y"retiiir«Kda i una nulidad vergonzosa y degradante, á Id me- no decir con escándalo , después de infinitas privaciones hasta de lo
nos mis l igrimas al eonleráriratf tanta desotaoion no. serán ínéAjladas inas necesario para sobrellevar sus achaques postrados en el Jecho,
roo el recuerdo tan triste como amargo', "y rapaz de acibarar todos del'dolor varios prelados h in fallecido tan miserables ,'.que ha' silfo
los momen tos de mi existencia sobre la trarrai'eon (¡I-recuerdo de ha- preciso ¡
ber railelanftr
debia ido coando
en alta'debía
vó*. hablar,
í ■„• ' ' de
">«'haber guardado i silencio
»t> ajoaoonarl ..i • ■: '» cuando
a« jiertc
nVbs
Péguese al paladar mi lengua si no itie acordara de -la iglesia de de i
KspSrña eVl' er 'dia de su araargnra ' y'-viendo sa pirtzatiob 'angus y de
tiosa y1 apurada me mostrara Tricfj .iridifererlft',' y aeVri eKtríñb'i? SU1 Señor, que viven aun en el retiro de'lós1 claustros dando ' tesümonjo
aflicción, y no escajebese Ws lámanlos, j'frio' taadrfesrara susrr/forturriojr' de su fé y de su firmeza heróicnV'oVtenida por la virtud del .Señar,
y su deplorable estada. Tristísimo es e* «dad rc-y pero yo tro- -paíUa dh- mas fuerte que la virtud de los hombres? Ün'a y otra clase, arrastra
pensione" de presentarlo sin se»' ftifiel al mrftisletsd Bt' raltar1* 'ri ' das ambas en los primeros dias ra letaijéStaá', como ahunciahao
coofianzh'cleyloz) que me honraror/'ebn'su'»' vot*sr."Me 'debo-* mi'rnlsJ. igriál tfesdicna S los Otros mfnlítros",o;dl sartfrarícj,' están ya en la re
mo la ve*4ad¡ 'la debo i Ia|,igle|iH!;i,l*irreÍoíd la nación, lá'i5erW,á""ia* glón devolvido; Al tiempb de arrdiSrksy'b&pSísée'rlgs de^ius Bie-"
generaVíon pV«ehte y tambletf Ifh flrtflrá. Voyj pues, á coíncnzan nes, una promesa solemne parece como aue les asegil raía su propie
(V>por dórid* daVe* principio'? Ya Irraidni; él órdeMU lAV'faTrfístTosf dad, et' atrecho, de^r^fcrA^erfib cuota desn;nada:|jcuánlps^
puei>'deIífenlnírio ocupan el ririmtf lugar1^yéstbé»*»*/ loS'p'fTmer^é han pétecido por. rraberles^faltado esTe''recurso í ¡ cuántos perecerán
q»8 ocúpalf tíhbra mi eKpt'rilu y! Yo entristecen sobremanera-.^ «-'-"d no i ptfrqué- les faltatrl! ¡Y cuánta respónsabilidao' , 'cuanta T.íolencia,
"1ívoJpltn»e'''r»dm;iTla atene'ron dél ttehadW NmeWáfre^n* dt habe¥l cuánto deserédrWf :f n r.ibír o..>• / •'■ i r o nonirj
'- ' "
uerdidb el erertt las'inmttriidades' peWónareV esfnbleridas según la ex '" En esté instartte paréceírie con ;o' i; decir: trisíeies el cuadro
presión» ^í5M8»oN3rmcjftio°de Tríritb por orrjy»fJaeibn divina ,: y loa qtoe p^esenrah los individuos del cíe ecen.-. ...de ,lo ...1 i «I
necesario para
-agrados cánones, ni las prerófcativas 'qué ■Jesucristo' b'ttbitfliiWii(ido vivir: lo conocemos ,pero en igual s a todas las cla-
para so TgleylS'cbh «4 precio aV Jh 'sangre como se explica1 BSísUrt^ | ses que cobran del Estado, cuyos at urgenH is y' compromisos
rrii'las-coBcédltlrfs por los^'Réyes y PrirtcifeS'piBcfcoSoS',' tzt los'^rívi'ret' ! spn tan notorios. ; Y qfrléT? ^ü' ffelie^ i Quién ha ele ser ¡osen-
gios ácojáírdovj'-rfo soWrrjedtéfor rt* Mosaica»,- slnd''1(arabieíií porJrcísJ sihle'áia miseria de tantas clases Ber {ritas dignas tfe' más
misihdv^efclo^'tf'fVvot' rre i na 'efese >n 'cüyOS' irídividuos siempre clon y acreedoras á mejor Sdérte , tar ' militares muülái Ui la dos, tantas
han bUtHétí ttaae^tro^^iW'l^nis^n^D-^dia^tkWí qníltts'gtjiézt1, 'bieir^' viudas, huérfanos cuyos padres prest,arnu servicios eiainep|e's ,ál l>s-
heohbtes'hire íéi «sOcorVari W'dWWHerres tjae' las'ttefieñdany pWrfJtrc4 tádo? Reprobación sobre todo oí qje haya cofatribuido'|'íUtinfortgTi
esfé'tft SMo^iempré el espfritii'del'ciWo;, especia linéBW en rbstte'znJr.
pos de amargara', de rílsblucion1; di# 'tiranía , -oe oprtísiSh 'geneifaT.'
Argometitr* it'presebtariatfVítovir/cedtes, irraíuctables,:sacados Úé la*
tnlsMa esérfciá y%aftr«reia dH'objétej'ápb^adbí-en' la hisfbria 'y con-.'
«ntitmento de todas las naciones cultas , bárbaras , antiguas y mo- ! clases han' percibido siempre del Estado; se quieren ,'^¿es^con,i,UQJ
déma»,«tf*^rdáíéra'óíalSa'creeiar}ra, porque hafta mas'riatiirtrl'y'rhft ' rHr los. fondos, hacerlos uno para que todos sufran, m'eñargue^ vjpé-
ronfor¡rlie^'ltfla5 consiguiente que respethr ,- honrat y' distrngitir' i
krnellos fndrvld\ros '-Ai Ja"íbélídad Cé/rr#á'grados á -préstar. el 'clII^b'ff^a•
dlvinidad'qWe''Sé'aíoíal, po»njire'"es'te H.'uh séntimientb geneiaVl ^rSfba-l.
db e»e*«dráítTH del hómbtet seMfimféViro'ile'arluellos que no piMilen'
borrar ni' l6Vetr*res ; hi 'lft'preoeup^ióríes-; rJi'^o"! %xtraWos dCÍ es-'
pirita (ple,f^e¥aJarie^ílín)'comd'^ilia, rt>»* en,'nleílo''de' Iásnihiahltrs. '
"«•Jfotf elfcs^ólt-TnOfiróí' qrta -ttflig%fp íhora'r» los indIyidirosl;dlíl
clero: sus inmunidades cayeron, á tierra; no las reclám
dos han sido cbb."lc* dtfmas d^ Wwi&datf} ht) exigen
paéd(?a ser'perjtrdícitsleí a! veidá^Sró •trien' rJnblleo;1 dé:
dad d^saiS'hehtraTaos «fCrí er cero y riaficr^d' 'brtjpla 'de"! _
y dhp\reftdS"lfan eítatlo1* llfffbs Ibs sádrifrcfdí 'eW ftvor'-'ae'WSWficiu'i' I eXa-mTiltítíní''
dad^SV>eW«ttWrlés ertaMIS'gados rlfir los vriieTjl6Snrras''#stIieplt6s qifé* } h'srá'-Ids Mki' affoS "act
paeden uitiH lóf holnfcféai l^tMaJi stl^igAVa^I<ftttfrl,, beneficios. sDfJfi 1 dW' de-ftern J
ntWsladM y he^pYIWiiiVP uVa-gMifiie' eqirlsroeáeipn. 'VNi^MdrVÍ, «naVr-i* | sT^rlrismo'rJé
i«!hM']leMta^Tre11leníls^lirietI»' dnéna ttfefedad eori«!edh>«r'fodds,MM ! Jim r-'ne'ThilAk
•Ki
la autoridad en esle tiempo y tajo el imperio de las leyes? _
preciso decir que lot ministros del santuario están considerados j
. _í'ía justick _
persecución , ni se extienda su Tara siempre imparcial mas alia
los limites señalados por las leyes: la prerogativa de poder deslerr
desterra
y expatriar sin formación de causa y por una medida gubernativa á
los eclesiásticos es incompatible con el régimen constitucional; no
teniendo ya privilegios personales ha cesado el objeto de la excepción
y de la regalía , como lian cesado tantas otras establecido el nuevo {
régimen. ',
Permítaseme que deplore la suerte de tantos párrocos, prebenda
dos , autoridades eclesiásticas, prelados, entre ellos el venerable
cardenal arzobispo de Sevilla , el 'respetable arzobispo de Santiago,
fuera de sus iglesias mas ó menos años, según el tjempo en que les
' a de
>-«.í? -i^e3
uuu«pirador? Es una impostura que me abstengo de calificar, pero
que no merece bajo ningún concepto.
Señores, el Senado me ha de disimular; yo cuento con su indul
gencia: yo he visto clamar en la tribuna parlamentaria, aqui mismo
y en la prensa' periódica por la liber tad de este ó aquel ciudadano de
tenido ó desterrado por esta ó .aquella autoridad , invocando en su
favor la Constitución y las leyes: sea permitido á un obispo clamar
también y bajo la misma invocación por la libertad y seguridad perso
nal de tantos individuos del clero, victimas boy de nuestras discordias
y de las divisiones que nos devoran con tanto da.no nuestro y de la fe
licidad pública , y sigamos la descripción de los males que llora la
iglesia de España.
SI en medio de la paz se lamenta de la triste situación desús mi
nistros, Ja que ofreceu los templos aumenta su amargura. ¡Caías des
tinadas á la oración para levantar las manos al cielo, de donde ba de
venir ledo el auxilio y entenderse' alli el hombre con Dios; monu
mentos de la piedad de nuestros padres, testimonios de su fú y de su
que despulí dé la conversión de Constantino y de la decadencia de
paganismo se arruinaban'lós templos de los ídolos para que desapa-
rteiesen estos monumentos levantados por la superstición. ¡Y los
terüjilps levantados por la religión al Dios verdadero sufren la mis-
mu suerte! ¡Y se'deílrúyen con ellos tantos monumentos de las artes!
¡Y la arquitectura; y la escultur'á ,' y la pintura protegidas siempre
por la iglesiá,' es eritfaentan tantas pérdidas irreparables! ¡Qué van-
dalistno fen mediot de ele riña
un nación católica y civilizada!
'"Pues trasladémonos á los temple ■putados como necesarios, para
la1 conservad .n del culto : éntremol esas catedrales, gloria de las
attes, testimonios de la •granfléíra cTé'lespíritu , nr de mla picuau
piedad y de la
fe nuestros padres^ erá¿binefrltís esa multitud de iglesias
: Tlesias par
pal
> 7 preguritemos en todas por su estado material , y oiré oire-
idas partés ios lamentos por lá falta dé reparos precisos; lá
dé muchas por no haber acudido con tiempo; las infinitas ré-
aeiónes eú ef espacio Me cinco arras , casi siem'pré inútiles, por la
escasez de fondos, molestándose en balde los prelados, los cabildos,
los párrocos, los feligreses niisruos, y temiendo rodos la' rnina de
su respectiva iglesia, porque la obra que' al prinoipio pudo costearse
con una pé'queiía cantidad ya exigí otra muy crecida, y no la hay.
No hablemos de .reparos1 de ornamentos', alhajas y utensilios que se
¿dttjfettlen rj'inuli'lfrad'; quedarlo suspenso, v si' algo se ha
»TBviii^4ia'sl8o deWi&s|a^ ¡as di
ligencias y tubsumirlcl tiempo y la paciencia, y no puede ser otra
cosa habiéndose trastornado dé repente todo el régimen interior y
económico délas'íglesias. ',tíf £?"
, De aqui nace el otro grave pial (jnejbo puf-de pasarse en silencio,
— puede suene
'los mismos templos hablarán, y también los fiel eles
dóVá concurrir1 5 . ellos. ¿Cómo está el culto en uuesti stras'
? ¿Ese enga ten antiguo como el nombré 'mismo , pr -rito
■ natural , n'écesa ivilizacion y p; tener el
■ 13cle'3ad
"la i Jk.h * , cuyias
...ai prScíicás'Vántas' sor/ íec( nes continuas
rife rfftííl]'>eWé'fcuiltó que es una coHtinüa profesión ...cic^
áe: fé' y una har
tera contra los errores, nn lazo dulce, invisible, pero de una ad
mirable y prodigiosa fuerza para reunir y acercarse los hombres
Oíros ;í btros por los ríncáloV propibs y peculiares de la religión?
~ mo está el culto , cuya disminución progresiva puede conducir
-siblerdente'hasta el ¿WQBtWViM jjTa> sU ' pWvjlfénc'ia ? Pre-
ios en ésas catédrarelá dod<fe alfrés sfe fia' •Iribütao'o' con maguí-.
cencia y cual corresponde á la inagoáfíil déT'Si-ñor en cuanto es po
sible la firnh^rion h'ymáírál VS:'rKeÍiíWliíhelIa. iiompa religiosa;
lá'b^fela'ie-lía^iírrilrrnW^ Vhé^fflym ieHal magéstuosas ce-
remnnias se han suprimido unas después de otras, y se va locando el
término de la indecencia en todo, hasta que á cada iglesiaji.i llegue el
dia faial en que apurados todos los recursos y despedidos todos los
individuos y ministros subalternos, sin medios ya para continuar,
porque no es posible después de tantos años de escasez , de agonías y
de compromisos, llegue el dia fatal en que sobre las puertas de esos
grand.es y suntuosos templos se ponga una inscripción terrible y.\jue
estremezca. Aquj se tributaba antes el culto con magnificencia; ya
no hay para prestarlo ni con el menor decoro; ya no resuenan 1
cánticos de alabanza, se ha convertido en un sepulcro; preciso
cerrar la casa de Dios y abandonarla; nadie se acerque á ella paia
conmoverse con tan triste recuerdo ni con amargas reflexiones.
Pero tenemos el culto de las parroquias. ¿Y címo está en la
mayor parte ? Menoscabado en su decorq, sostenido eventualmente
por la piedad de los fieles, amenazado de acabarse, reducido enlre-
tanto en muchas hasta donde no puede ser sino faltando á todas tai
disposiciones de la iglesia, ridiculizado y hecho objeto de burla para
unos , de compasión para oíros y de escándalo para muchos. Si aho
ra) tres años y medio, como dije aqui en oirá ocasión , encontré yo
por el camino de la Mancha en varias iglesias apagada la lámpara
del Santísimo por falla de recursos, y también dije que en una no
pude celebrar por. fa|ta.de vino, cera y hostias, ¡cuántas se halla-
í ner el culto divino, como uno de los deberes propios é impiesii'ndi-
: bles del ministerio eclesiástico, y también de aquellos á quienes las
| nuevas disposiciones han querido asociar á esle cuidado de que nun
ca pueden desprenderse los ministros del Santuario? Si fuera pusi-
' ble reunir bajo un punto de vista todas las expusicioi-.es, reclaiaaeio-
nes, escritos y demás, dirigidos al Gobieíno, á las juntas diocesanas
y á cuantos hayan podido tener alguno intervención , ya de oficio,
ya privadamente, se llenarían todos de asombro al conocer los fu
nestos efectos de tantas repentinas innovaciones en lá a'sl£n,íii¡s i ración
¡ de las rentas eclesiásticas en estos últimos años.
Y no podía ser otra J¿i consecuencia. Los bienes y renta He la
i iglesia lenian en cada diócesis, Sju respectiva administración y distri
bución arreglada á.las disposiciones canónicas generales y á lus esta
tuios particulares y leyes sinodales, corroboradas con las aprobaciones
y protección, de las leves civijes, y si era necesario introducir alguna
I variación ó modificación pira la mejora de las rentas , ó atender i
. los ministros que resultasen incongruos ó al decoro del culto,' los me
dios canónicos de acuerdo con los. civiles eran muy conocidos y ex
peditos, especialmente contando con la protección y firme apoyo
del Gobierno. Por este medio legitimo , canónico y legal , son bien
notorias las mejoras que se habían introducido en los pía nos beneficiaIes
desde el reinado del Sr. D. C irios III, y bajo ese mélodo habría sido
muy fácil conseguir una completa reforma para que no hubiese in-j
dotadlo ministro alguno del sautuario según su clase y gerarquia, y
las iglesias no careciesen de su dotación competente para el culto y
demás gastos necessrio's.. Dentro de cada diócesis babia los recursos
necesarios para cubrir sus atenciones según las circunstancias res
pectivas de catja una, porque es imposible medirlas todas por unas
mismas reglas hasta en lo mas accidental y minucioso.
Pero el espíritu de innovación y de querer reglamentarlo tódo
hasta aquellas cosas que no pueden menos de quedar siempre al pru
dente arbitrio de los, que hayan de intervenir en ellas, ha hecho que
dejic'it eejiéral.esL Dará todo el que tenga sentimientos de hu-
Imanidad y de relig - humanidad, porque sé compone este de-
ficit de lo asignado y no percibido para él alimentó^ dejando en el
hambre y tai j^ise¿ia á sus acreedoresjj,y de religión', porque es lo
que ha faltaren ef|4ecoro L,cl culto, y aun en lo mas necesario.'
Si fuera posible presentar ahora uiia relación exacta de lo que en
clero: acaso sea mas de la mitad generalmente hablando. Y de aqui
del culto, y sus ministros, y aunque el Ijobierno Haya prometido
siempre de la mejor buena fé satisfacer lo que se debe á los interesados
en esos años, no por sus asignaciones antiguas, que eran su propie
dad, sino ppr la^nuéraj! Jj«» reducidas generalmente, ^dé clónele han'
de sacarse mas de cuatrocientos millones ;í que ascienjde la'deuda?
3~ apuro general; y cuando hubiese
ue sitúircton tan triste y tan angustiosa para la iglesiá ¡le Es
 426
paña , y con euantás amargaras quiere el Señor probarla en raí mi»
níatros, en ius templo*, en su culto, en lut bienes destinados y con
sagrado* i tan altos objetos! Pero todavía experimenta otra de mayor
interés j trascendencia, porque toca y afecta lo mas esencial, y yo no
pnedo dispensarme de indicarla también lleno de sentimiento sin ha»
eer traición á la Terdad.
Señares, la iglesia no es uo establecimiento humano dependiente
del Gobierno que lo crea y de quien recibe su existencia , sos facul
tades y sus reglas para dirigirse ; es un establecimiento de origen di-
Tino con su autoridad propia para dirigir j gobernar los fieles / con
ducirlos al fin elevado á que son llamados; con autoridad indepen
diente en su esencia, asi como lo es en la suya el poder civil : el sa
cerdocio y el imperio son distintos. Si entre los gentiles estaba reuni
do en una misma persona el régimen de la república y de la reli
gión, cutre los cristianos que profesan la fé de Jesucristo estas dos
eosai son diversas, independientes una de otra : el imperio para diri
gir las cosas temporales , el sacerdocio para gobernar la iglesia j di
rigir la religión. Desde su mismo establecimiento los apóstoles , si
guiendo la doctrina del Salvador, ya reunidos, ya separados, dicta
ron reglas concernientes á la religión y á la policía exterior de la
iglesia, lo cual manifiesta1 muy claramente que el gobierno de la
iglesia y de la religión corresponde al sacerdocio y no al imperio,
sin que pueda decirse que loa apóstoles obraron asi porque entonces
los Reyes lejos de ser lujos de la Iglesia eran sus enemigos encami
sados ; antes por el contrario , asi To dispuso la sabiduría y provi
dencia del Señor, permitiendo como todos sabemos que por espacio
de tres siglos no entrasen en ella los Principes , para manifestar que
el régimen de la iglesia no les correspondía, y si á los que Jesucristo
habia instituido para su dirección. Sí la índole y naturaleta de la re
ligión hubiera exigido que el poder civil la dirigiese , el mismo Se
ñor habría prevenido con su gracia á los que entonces eran los depo
sitarios de la autoridad secular , para que convertidos á la religión
fuesen ellos los que gobernasen la iglesia , y no habría enviado á sus
apóstoles para reunir las gente* á su gremio y regir esta sociedad.
£1 saeerdoeio, pue* , y el imperio son distintos y de naturalesa
independiente el ano del otro ; ni los principes y gobiernos entrando
ea la iglesia pueden disminuir la autoridad que esta ha recibido de
su divino fundador, ni la iglesia admitiéndolos en su seno como hi
jos suyos muy predilectos puede disminuirle en nada el poder que
también tienen del mismo Autor de la Sociedad. Entre tantas auto
ridades que podrían citarse de los antiguos Padres de la iglesia en
comprobación de esta verdad , bien célebre y bien notoria es la del
grande Osio, obispo de Córdoba, de quien lyo soy sucesor tan indigno
y distante en sus méritos como en épocas, jí ti, decía el emperador
Constancio , ha encargado Dios il imperio i d nosotros nos ha confia
do las cosas que son de la iglesia. Y asi como contradice d la ordena •
«ion ditina todo aquel que atenta contra tu imperio , asi también ten
tú cuidado no sea que abrogándote el conocimiento de las cosas de la
iglesia, te hagas reo de un gran crimen: escrito estál dad al Ce"sar lo
que es del Ce"sar , y á Dios lo que es de Dios.
Esta es la doctrina de la iglesia. Sabido es que los protestantes re
ducen el poder y autoridad del sacerdocio de Cristo i la predicación y
administración de sacramentos , concediendo á los principes el ré-
Í;imen y gobierno exterior de la iglesia, apoyando este error en la
alas) rason y pretexto tan usado de que lo contrario es permitir que
una república nazca dentro de otra república con la monstruosidad
de dos cabezas independientes en un mismo cuerpo, como si fuese re
pugnante que un mismo cuerpo moral tenga diversos eonoeptos, se
gún son diversos los fines á que se dirigen, y como si no fuese muy
obro que los mismos que gobiernan la iglesia en cuanto son indivi
duos de la sociedad están subordinados á la autoridad eivil , y los
que administran esta se hallan sometidos en las cosas de la iglesia á
aquellos á quienes Jesucristo encargó su régimen y gobierno.
Siendo, pues, esto* los principios de la doctrina de la iglesia en
el punto de que tratamos, sentados también los principio* del dere-
oho y obligación del poder temporal para proteger y defender la re
ligión y la iglesia de enemigos interiores y exteriores en beneficio
mismo del Estado, para dictar leyes que corroboren y aseguren la
observancia de los cánones y disciplina vigente, para Telar é impe
dir la ejecución de lo que pueda ser en perjuicio de la sociedad según
lo establecido por las leyes y demás que corresponde en los justos li
mites propio* del objeto; persuadido yo de que en lo* paites donde el
poder temporal protege la religión, y la iglesia nada se hace por esta
sin ponerse de acuerdo con aquel en las formas establecidas según
los casos y circunstancias, porque ambas autoridades independientes
en sí mismas deben caminar unidas en estos puntos para conseguir
el fin saludable que se proponen , mirándose como amigos y no como
rivales, y evitando cuestiones sobre limites de potestad siempre pe
ligrosas y de fatales consecuencias al bien espiritual y temporal,
cuando por desgracia se rompe la buena armonia entre ambos pode
res; sentados, pues, todos estos principio* fijos, justos y eonserva-
■ dores del orden social, ¿no ha de ser sensible sobremanera á la igle
sia la facilidad con qne se prescinde su autoridad é intervención aun
en los asuntos de su mss privativa competencia, y qne te vea y ob
serve por todas partes un prurito especial de disponer todos ea lat
cosas de la iglesia, echando á todas horas, dig írnoslo asi , mano al
incensario sin el menor reparo y escrúpulo?
Señores, demasiado notorio e* para que jo me detenga i demos
trarlo ni individualizarlo: puede decirse qne todos á la ves mandan
y diaponen en la iglesia menos aquellos á quienes el Señor encargó su
régimen y gobierno.
No tratamos del dogma , se nos replica, solo de disciplina. ¡ Qué
confusión de ideas! Preciso es repetir aqui la* palabras de Bossuet
tan sabidas de todos. "Si un punto de disciplina no es un dogma , el
» derecho de establecerla es una verdad que pertenece á la fé, porque
" Dios ha establecido los apóstoles para regir , conducir y gobernar ,
1»T no sé puede gobernar sin leyes, las cuales sola la iglesia tiene
«derecho de dictar, sea sobre el dog ma , sea sobre la disciplina."
i ' ¡Ojalá que ese deseo general de disponer en las cosas eclesiásticas
te convirtiera en auxiliar los deseos de la iglesia para impedir la rui
na de machos hijos suyos victimas de las malas lecturas donde se ataca
la fé, la moral y todos los principios esenciales á la conservación de
la misma sociedad! Si fuera posible enumerar los libros perversos
que se introducen y cunden por todas partes, i pesar de la vigilan
cia de las autoridades y del celo de los pastores , comenzando por las
Biblias, cuánto mal hallaríamos y cuántas lágrimas cuesta á la igle
sia la pérdida de tantos hijos suyos. ,i
Volviendo, pues, á nuestro asunto, la iglesia siente mas estos
ataques á su autoridad que la pérdida de sus privilegios, d,e sus bie
nes y demás que la ha afligido y la constituye en un estado de tanta)
amargura y desconsuelo. Ha pasado en esta época por el fuego 7 por
el agua; pero no ha llegado aun el día de su refrigerio. Antes por
el eontrario nunca ha estado mas sumergida en un abismo de dolor:
nunca en situación mas apurada , nunca con menos esperanzas de
continuar su existencia con el preciso decoro del culto y de sus mi
nistros. /
Ahí se nos presenta ese plan con el título de dotación del culto
y clero. Señores, cinco años Iteramos de planes para llenar estos dos
grandes objetos de que no puede prescindir ninguna sociedad, y mu
cho menos en una nación católica ; lleno* ettaban en una iglesia de
tantos siglos , solicita siempre de su existencia para cumplir el fin
de su misión : habia reunido todos los medios porque loa ministros
del santuario, los monarcas, los fieles, que se glorian de ser sus hi
jos, todos habian manifestado su celo en un punto de tanta trascen
dencia, dejando á sus sucesores y descendientes este noble ejemplo.
Pero se han querido ensayar nuevos planes, y el resultado está i la
vista.
En el plan presentado veo yo sentada la funesta base que mas ó
menos tarde, ¡qué digo! muy prontamente ha de ir disminuyendo el
culto y empobreciendo los ministros hasta que. concluyan ó queden
ea un estado de humillación y abatimiento que sirva de oprobio j
escándalo. To asi lo concibo, asi lo temo, y voy á explicarlo.
¿Qué nos ofrece el plan? Una pérdida de la dotación segura del
clero y culto, y en su lugar una dotación eventual, insuficiente, poco
justa , humillante , contraria al espíritu de la iglesia, y contraria
igualmente al bien público. Varaos por partes.
He dicho una pérdida de la dotación segura. ¿Y qué otra cosa es
esa confiscación y despojo de todos los bienes de la iglesia, que viene
envuelto en el plan como la idea y objeto principal ? £n el
art. 1? al designar los arbitrios y recursos para la conservación de
las iglesias y gastos del culto, te exceptúan el producto de las pro
piedades, derechos y acciones que las leyes hayan aplicado ó aplica
sen en lo sucesivo á otras atenciones , y después en el art. 15 se de
roga la ley de 16 de Julio de 1840. Et decir, que la iglesia española
queda despojada de todas sus propiedades y del 4 por 100 que en la
misma se consignó como dotación segura, y queda, aunque no se ex
presa, en su fuerza y vigor el 'art. 2? de la otra ley de 29 de Julio
de 1857, por el cual se declaran bienes nacionales todos los de la igle
sia, ¡Que suerte tan desventurada! ¡Nada ha bastado para contener
esta desgracia que no quiero calificar ahora con los nombres y título*
que están al alcance de todos!
Señores, cuando nadie parece te acordaba de dar un golpe tan
terrible, habiendo precedido el que en el año anterior de 836 des
cargó sobre los bienes de los regulares , y Tisto en lo que vinieron
á parar sin ninguna utilidad , si se exceptúan los pocos particula
res que han entrado á ser nuevos poseedores con muy cortos desem
bolsos ; cuando no podía alegarte que el clero secular era supérfluo,
como se decía de los regulares, tomando este pretexto para apode
rarse de sus bienes y dejarlos en la calle á perecer , entonces sin ex
citación alguna ni de Diputados, ni de corporaciones, ni de lo*
mismos acreedores del Estado, ni otro motivo alguno, por una pro
puesta del Gobierno promovida por el Ministro de Hacienda , quedó
privada de repente toda la iglesia de España, no de una, dos o tres
partes, sino de todas sus propiedades absolutamente, anunciándose
su venta por sextas partes que debían comenzar á lo* tres años del
decreto , en el de 1840 , siguiendo entre tanto en poder y bajo la
.administración del clero por cuenta de sus cuotss respectivas. T
toda esta grande y repentina novedad, cerca de mes y medio des*
pues de jurada la Constitución que determinaba el modo de formar
las leyes por dos Cuerpos colegisladores , y no habiendo motivo ur
gente para dictarla.
Este golpe terrible afectó sobremanera no solo al clero y caito
existente, sino á la iglesia de España, si ha de continuar con algún
decoro en las generaciones futuras. Pero euando te acercaba el tér
mino fatal en que debia comenzar etta expropiaeion , laa Córtes del
año próximo de 4840, convencida* de la justicia y de la necesidad
 427
de conserrar futa base de dotación , lin la cual todos loi planes son de tranquilidad la iglesia, respetada y venerada de los Gobiernos y
casi inútiles y mas en el estado de nuestra administración, a corda- de los pueblos en todas las naciones que han ido entrando en su seno,
ron y confirmaron la continuación de la propiedad en la iglesia, no ha sido y es poseedora de bieoes adquiridos por todos los títulos le
tándose en el Congreso que á pesar de estar discordes en^ vario» gales y legítimos que trasmiten el dominio. Verdad tan notoria
pantos de la dotación, en esto estuvieron casi unánimes; 125 rota que no necesita mas demostraoion.
ron en pro, 14 solo en contra, y aqui en el Senado, donde yo tuve Y ha poseído y posee en todas partes con titulo propio,.eomo posee
el honor de hablar con alguna detención sobre este importante cualquiera individuo particular de la sociedad con sujeción á las
asunto, no hubo oposición, se votó, y sancionada después esta ley leyes. Señores, cuando estas dictan las reglas y formas generales para
quedó la iglesia con lo que era suyo por tantos títulos y para tan adquirir legítimamente, ai reconocen excepción de personas, ni distin
sagrados y preferentes objetos. guen entre los individuos y corporaciones, ni si son civiles ó eclesiás
¿Por qué desgracia ha vuelto á reproducirse esta cuestión estre ticas. La máxima, ó mas bien el error que se quiere introducir como
meciendo otra ves la iglesia? ¿Ha de ser también victima de núes, un principio de que la iglesia posee por una mera concesión de los
tras discusiones políticas? ¿Qué , no vale nada su vos expresada por Gobiernos, entendido en el sentido que se le da generalmente, es an
los prelados, por los cabildos, por los párrocos, por los juntas dio tisocial y de muy funestas consecuencias. La mera consecion, si se
cesanas en tantas exposiciones á las Córles y al Gobierno uianifestan- quiere, podía recaer en la admisión de la iglesia en el Estado como
do la capacidad de la iglesia para poseer el error condenado por el establecimiento conocido y legal capaz de adquirir; pero lo que esta
concilio de Constanza contra los wiclefistas que. negaban esta capa haya recibido de sus dueños de cuyo dominio ha pasado al suyo por
cidad , la proximidad á este error con respecto i aquellos que confe- los medios legitimas, nunca puede reputarse una mera concesión del
■audo el derecho se lo niegan de hecho, los títnlos legítimos de su Gobierno, como no se reputan las adquisiciones iguales hechas por
propiedad apoyadas en todos los principios de justicia universal, en individuos particulares.
las leves de todos los tiempos propias y extrañas, antiguas y moder De aqui es que la nación no tiene derecho á estos bienes. ¿ Dónde
nas , civiles y canónicas , particulares y generales con penas tempo están los títulos? ¿Dópde los desembolsos para intentar esta reivindi
ralea y espirituales: su posesión nunca interrumpida, su necesidad cación? El dominio supremo que se supone sobre todas las propieda
de poseer para existir con decoro , y la independencia precisa para des no es el derecho privado de propiedad; este lo tiene el individuo
desempeñar n' i I mente el ministerio , las ventajas públicas , reales, y las corporaciones, aquel residirá en el alto Gobierno. Y si no se ad
positivas, notorias, de que la iglesia sea propietaria, los perjuicios mite á las corporaciones el derecho de propiedad con título propio,
inmensos que la expropiación causa á los pueblos consultando única ¿la nación que es una gran corporación dónde lo tiene? ¿Cuál es el
mente al interés y á la codicia de los pocos que en cada provincia fundamento de esta escepcion? En'separándose de las verdaderas sen
toman el nombre de la opinión pública para promover esta espan das dé justicia, las contradicciones y los tropiezos en la práctica se
tosa medida, con la cual se proporcionan la adquisición de cuantio encuentran al instante; en ellos cayeron" Mirabeau, Thoucet, y Ta -
sos bienes con pequeños é insignificantes desembolsos. lleyrand, corifeos de estas doctrinas, cuando en los primeros pasos de
Todo esto y mucho mas ban manifestado esas exposiciones, donde la revolución francesa acometieron la empresa de privar de sus bie
compiten á la vez el celo , la instrucción, el smor á la iglesia y el nes á la iglesia de Francia , según manifesté en mi discurso del año
verdadero amor al público. Bendición eterna á los venerables prela próximo con posado extensión bastante.
dos que tan fielmente han desempeñado esta parte tan principal del Entonces, y ahora y siempre se invoca la utilidad pública, en
ministerio. Bendición eterna á los respetables cabildos que tanto ban obsequio de la cual puede hacerse la expropiación. ¿Pero cómo? Oi
mirado por el decoro de la casa de Dios y el lugar de su habitación. gamos lo que dice la ley promulgada en 17 de Julio de 1836 en el
Beudicion eterna á los dignísimos párrocos que llevando la voz de art. 3?: que siendo inviolable el derecho de propiedad no se puede
sus piadosos feligreses bao el uñado con tanto ardor por el culto de las obligar á ningún particular, corporación ó establecimiento de cual
iglesias. Bendición eterna á las ilustres juntas diocesanas, que ani quiera especie á que ceda ó enagene lo que sea de su propiedad para
madas de los mejores sentimientos religiosos han seguido tan nobles obras de ibteres público sin que procedan ciertos requisitos, entre los
ejemplos, elevando también su voz por la conservación de los bienes cuales se enumera el pago integro del precio de la indemnización
de la iglesia de España. {Aqui leyó -el orador las leyes lí , 5Í Y 8Í anticipado el desahucio. ¿Habla esta ley ni puede hablar de una ex
del til. 5?., Mt. 1? de la Ñopísima Jiecopilacion relativas d la propic propiación en masa de toda una corporación extendida, no en esta ó
dad de la ig-Iesta en sus Sienes y á su conservación , y continuo). aquella provincia, sino en toda la nación? Su sentido natural, ra
Sin embargo, al ver que se insiste en su expropiación desde el cional y justo no es de este ó aquella parte de propiedad, no para
decreto de 21 de Enero último, á pesar de tantas reclamaciones estre cualquier objeto de utilidad pública, sino para obras malcríales,
meciendo de nuevo á la iglesia , preciso es que también insista yo en como caminos, canales, puertos, acueductos &c. , y todo previo el
demostrar el derecho de la misma á su conservación. ¿Puede la igle aprecio y pago anticipado del importe de la indemnización. Compá
sia poseer? ¿Ha poseído siempre? ¿Posee por derecho propio? ¿La rese esta doctrina tan legal y tau eminentemente conservadora de la
nación tiene derecho á estos bienes? ¿Puede hacer esta expropiación propiedad con la aplicación de todos los bienes de la iglesia en que
general por causa de utilidad pública? ¿Se ha hecho alguna vez en se trata de una expropiación universal, no para obrtis materiales,
paises católicos? ¿Es conveniente que el clero sea mantenido por el sino para otras que se quieren llamar de, utilidad pública y son real
Estado? ¿Es un funcionario suyo? ¿Cuál es el sentido del art. 11 de mente en provecho exclusivo de un corto número de particulares, y
la Constitución? ¿Cuál es la obligación de contribuir el pueblo á los sin previa, ni legitima ni competente indemnización. Compárese con
gastos del culto y clero? ¿Circulan los bienes en manos del clero? el principio de justicia universal consignado en el art. 4! de la Cons
¿Está la iglesia obligada á la deuda del Estado? ¿ La enagenacion es titución de 812 y en el 10 de la de 837 sobre la protección de la
un hecho consumado? Estas y otras muchas cuestiones sociales, re propiedad, de que ningtin español será privado sino por causa de
ligiosos, políticas y económicas envuelve la medida. Hngamos algu utilidad común y previa la correspondiente indemnización, y que
nas breves observaciones, pero muy claras y convincentes. jamás se imponga la pena de confiscación de bienes.
Desde luego es innegable que la iglesia puede poseer. Por su cua En las naciones que han profesado y profesan el catolicismo ja
lidad de corporación no tiene incapacidad alguna, como no la tiene más se ha hecho una expropiación general de los bienes de la iglesia
ninguna otra que la sociedad admita en su seno. Admitida la iglesia perseverando en su creencia. Cuando por desgracia esta ha sido ataca
en el Estado, ó por mejor decir, hablando en términos mas propios, da y arruinada, entonces se han visto esos grandes atentados disfra
recibiendo el Estado á la iglesia como gracia particular con que el zados bajo cualquiera pretexto, el del bien público ha sido el mas
señor se digna visitar á las naciones en su misecordia para hacerlas común. La revolución de Francia en su primera época de efervescen
felices espiritual y temporalmente, la iglesia debe entrar allí y per cia y guerra general nos presenta un tristísimo ejemplo; ¡y la na
manecer con todos los derechos que el mismo Estado concede á cual ción española ha de imitarlo al cabo de ocho años , y hallándose sin
quiera sociedad que admite en su seno; y uno de los mas importantes guerra alguna ni interior ni exterior! En Francia dió grande im
sin duda es el de asegurar con estabilidad por medio de propiedades, pulso á esta medida una circunstancia particular que felizmente no
porque ninguna comunidad puede existir sin bienes algunos que su hay en España: allí muchos de los ardientes legisladores que vota
fraguen sus gastos; y tan lejos está de ser contrario al espíritu de la ron la expropiación de los bienes de la iglesia católica eran sectarios
iglesia el poseer bienes, que según autes se ha indicado, tiene con enemigos suyos : allí nacía de odio y aversión , aqui somos todos no
denado como error el negarle esta capacidad. sotros , y nos gloriamos con este titulo, católicos, apostólicos roma
Asi que siempre ha poseído la iglesia desde su mismo estableci nos, y nuestras opiniones solo pueden nacer de conceptos equivoca
miento, enseñada por su divino Maestro Jesucristo: tenia sus fondos dos, que felizmente podemos deponer reflexionando un poco. Re
para proveer de luces en las reuniones nocturnas ó de las catecumbas, flexionemos, pues, y produzca en nosotros el espíritu de fé y de pie
para el coste de vasos y ornamentos, y del pan y vino eucaristíco, dad sus verdaderos y hermosos frutos.
para la hospitalidad con los cristianos transeúntes, para la caridad Por otra parte ¿qué conveniencia puede haber en que el clero sea
con las viudas, huérfanos, y enfermos pobres, para el socorro de los mantenido por el Estado ? Desde que se adopte esta medida e\ clero
amenazados del martirio, y de los confesores, confinados unos, con pierde la indepeudencia de su ministerio, sin la cual este es casi in
denados otros i minas y demás obras públicas. La índole de estos útil; no pudíendo ejercer aquella saludable influencia enlas otras cla
fondos era inovíliaria generalmente; pero al mismo tiempo habia ad ses del Estado, ni llenar sus deberes, muchos de los cuales están en
quirido la iglesia muchas propiedades aun antes de la paz que la dió contradicción con la inmoralidad y la corrupción, y tantos otros vi
Constantino en 325, revocando el edicto del inmoral y feroz Empe cios que cunden , minan y trastornan la sociedad. ¡Ahora que deben
rador Licinio, publicado doce años antes en el de 313, por el cual tener mas prestigio, pensión mas seguía para ayudar con su influjo
habia despoja lo á las iglesias de los' bienes que poseían á la sazón; donde jamas puede llegar el Gobierno, ahora es cuando se les co
y bien sabido es qjie después del otorgamiento de esta paz, y gozando loca en una situación siempre falsa! Voy á presentar una autoridad
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irrecusable : oigamos lo que (obre este punto decia el mismo señor
Mendizabal que propuso la enagenacion de los bienes. Decia asi : "En
» el empleado basta que la recompensa asignada á su trabajo conten-
„ ga los recursos de satisfacer sus necesidades; en el clero debe pro
curarse ademas que no sea un mero asalariado, ni cuya existencia
«se halle tan subordinada y sujeta al Tesoro público que pierda á
«los ojos del pueblo aquella santa independencia que conviene á la
-profesión augusta de reprender el vicio, y dar lecciones de pas y
» confraternidad desde el Trono á la cabana." ' '
Arguyese siempre con que el clero es un funcionario del Estado;
esta es una grande equivocación. Nuestra misión procede de otro ori
gen; somos ministros de Dios para ejercer nuestras funciones en el
Estado, porque nuestro ministerio es público, destinado á santificar
á los fieles individuos del mismo Estado.
Alégase como razón muy principal para sostener la expropiación
de los bienes que por el art. 11 de la Constitución la nación se obli
ga d mantener el callo y los ministros de la religión católica que pro
fesan los españoles. ¿Y qué se infiere de aqui? ¿Acaso la libertad
de poder acordar nna variación tan absoluta y tan esencial en los
medios de llenar esta obligación ? Nada menos. Esto significa que si
se deteriorasen las fincas destinadas á tales objetos, ó se hicieran inco
brables los censos con que se contaba , ó desapareciere, como ba des»
'aparecido la antigua parte decimal, llegando á quedar indotada la
iglesia, las Cortes deberían proveer de remedio suficiente. Pero arre
batarle la escasa y menguada dotación que la proporcionen las fincas
legítimamente adquiridas subrogando en lugar suyo estériles y des
acreditadas promesas cuya nulidad reconocen los mismos que las ha
cen , es sobre una injusticia- atroz r una amarga burla, y cuanto se
diga en contrario, permítaseme la expresión , no pasará de charlata
nería , que ya no seduce después de tan reiteradas como funestas ex
periencias.
Verdad es que los fieles individuos del Estado tienen la obligación
de contribuir á la manutención del culto y sus ministros con propor
ción á sus haberes , como buenos hijos de la iglesia. ¿Pero cuando?
¿ En qué caso es preciso poner en práctica esta obligación radical?
Cuando no haya otros medios menos gravosos, y falten los recursos
establecidos de antemano. Si la iglesia ba hecho á sus hijos' el gran
beneficio de adquirirse bienes y arbitrios legítimos para llenar su
misión cerca de ellos, libertándolos asi del gravámen de mantenerla,
¿será conforme á los principios de verdadero amor al pueblo privar
á la iglesia de sus recursos, y resucitar en este la obligación de que
ya estaba libre? Pregúntese á los pueblos de una manera que lo en
tiendan , sin frases ni teorías que no comprenden, haciéndoles este
sencillo raciocinio: Vosotros como hijos de la iglesia tenéis la obli
gación de mantener el culto y los ministros: la iglesia para aliviaros
esa earga se ha proporcionado medios con que cubrir aquella obliga
ción sin pesar sobre vosotros ; mas claro y mas contraído , esas fincas
propias de la iglesia que las ha adquirido por los medios legales y
legítimos de compras, donaciones y demás para mantener el cullo
de vuestra parroquia, el párroco y ministros subalternos en todo ó
en parte, ¿queréis que esas fincas salgan del dominio de la iglesia,
las compre un particular de dentro ó fuera del pueblo , y con la
circunstancia de adquirirla en poca cantidad, y á plazos, y que se
reparta y se os exija una contribución para pagar vuestro culto y
vuestros ministros? Poco dudosa será la respuesta y quizá en muchos
casos acompañada de expresiones muy amargas. "
Háblase mucho de la necesidad y ventajas de la circulación de los
bienes. ¿Y en qué consiste precisamente esta circulación ventajosa?
¿En la compra y venta de unos bienes que son inmuebles, ó en la
mudanza continua y precisa de poseedores? Pues bajo este ooncepto
no hay bienes que circulen con mas frecuencia y mas generalidad.
Los ministros del santuario se renuevan sin cesar. Cada cual que en
tra en un destino de la iglesia es un nuevo poseedor , una nueva fa
milia de la sociedad que entra á su goce, porque no son la herencia
de estas ó aquellas personas. Llamados son á ellos todas las clases del
Estado. El depófito está en la iglesia ? de a 1 1 i como de una fuente
inagotable van bebiendo sucesivamente cuantos se acercan, distribu
yéndose por todas partes como se, distribuye un gran raudal en pe
queños airoyuelos, que fecundan y fertilizan los campos.
Aqui está , señores, descubierta la verdadera índole y naturaleza
de los bienes de la iglesia; índole de que no participan los bienes de
los particulares; índole que manifiesta el gran pensamiento, el fin no
ble de la iglesia en su adquisición; índole propia de su espíritu de
instrucción, de civilización, de fomento, de beneficencia universal,
j Cuántos testimonios podria citar de todos los tiempos y en todas
partes, tan honrosos á la iglesia como útiles al público, y tan noto
rios y claros como la luz del día! Quitad á la iglesia ese patrimonio
compuesto de los votos de los fieles y del rescate de sus pecados, y se
quita á los pueblos , á la nación entera uno de sus mas grandes recur
sos para que prosperen todas las clases desde las mas acomodadas has
ta las mas indigentes. Los bienes de la iglesia son el patrimonio ver
dadero del pueblo, porque todos tienen derecho á disfrutarlo bajo las
respectivas reglas establecidas, y es el fondo para cubrir necesidades y
urgencias del mismo pueblo, que de otro modo no pueden satisfacer
se en gravísimo perjuicio suyo. Importa mucho. al pueblo la conser
vación de estos bienes en el dominio de la iglesia : allí halla siempre
su recurso: desposeída la iglesia, el resultado -'es que pretextando la
felicidad del pueblo se le cauia el mayor daño.
Pero ¿y los acreedores del Estado han de ser defraudados de sus
esperanzas habiéndoseles ofrecido esta grande hipoteca como garan
tía de sus créditos? Yo supongo que todos sean los mas legítimos,
contraídos sin perjuicio alguuo de la moralidad, y observadas todas
las reglas hasta las mas escrupulosas. ¿Y qué son todos estos acreedo
res en comparación de la gran deuda que el Estado tiene, la necesi
dad de la religión, cuyos gastos son de toda preferencia? ¿Y por qué
la iglesia ha de satisfacer deudas que no ha contraido , obligándola
al sacrificio perpetuo de todo su patrimonio? ¿ Por qué se ha de ar
rancar el árbol ademas de llevarse el fruto? ¿ Puede hacerse esto con
los bienes de un particular ó de esta ó aquella familia? Si la deuda
pública es grande, bien ó mal contraida, la iglesia contribuirá tam
bién á extinguirla , concurriendo como los demás individuos del
Estado, á quienes no se les priva de sus bienes para venderlos y sa
tisfacer las cargas y deudas públicas.
¿ Mas hemos de volver atrás siendo ya un hecho consumado la
venta de los bienes de la iglesia desde que se dictó la ley de 29 de
Julio de 1837? Señores, la teoría de los hechos consumados es una
de las mas fecundas en consecuencias funestas entendida según la
explicación que por desgracia se le da; entonces no hay jamás espe
ranza de reparar injusticias, ni despojo alguno de mayor ó menor
consideración. Bastará que cualquiera tenga la osadía de llevarse lo
que no sea suyo para adquirir derecho a que se le sostenga en la
posesión. Pero aqui ni aun estsmos en este caso: la ley se dictó; pero
la cosa aun está íntegra, porque según la misma ley no debían
comenzar sus efectos hasta tres años después en el de 840; y entre
tanto los bienes han continuado en sus legítimos dueños. La consu
mación de este grande y doloroso sacrificio está soto en la mente de
los que lo concibieron, y están como aoecbando el momento; y se ve
rificará si á pesar de tantas consideraciones y del derecho de justicia
, que asiste á la iglesia para conservar sus bienes se adopta la medida,
se le desposee, y se lleva á cabo la venta , dejando á la iglesia de Es
paña sin mas patrimonio que su fé y confianza en la divina Provi
dencia, que jamás desampara á los que invocan y cuentan con su
auxilio.
Ocúrreseine ahora otra reflexión que afecta todo mi espíritu, y
con la cual no debo yo constristar al Senado. Se llega hasta el extremo
de querer justificar esta medida como en pena de que los ministros
del santuario no son fieles al Gobierno y para impedir que conspiren.
Calumnia atroz que yo rechazo. Pero si por desgracia hubieran podi
do faltar estos ó aquellos en sus deberes como ministros de paz y
subditos leales, ¿qué tienen que ver las personas con la institución?
Arrojad los inquilinos de la casa , pero no se ponga fuego al edificio:
consérvese para otros que han de venir á reemplazarlos mas dignos y
mas sumisos, y no se confisquen los bienes á quien no tiene culpa al
guna. Hasta este punto llega la desgracia del alero y de la iglesia.
Dejemos ya esta cuestión, donde los argumentos son tan fuertes y
convincentes como débiles son las objeciones.
La justicia, la necesidad, la religión, la política exigen impe
riosamente que la iglesia de España no sufra esa expropiación tan es
pantosa , sino por el contrario, que continúe en la propiedad y pose
sión de sus bienes para que sirva de base á su dotación segura en
unión del producto del 4 por 100, conforme lo estableció la ley de 16
de Julio de 810 hasta que este puoto quede arreglado definitiva
mente y se eviten todas las cuestiones.
No me detengo ahora en tocarlo: el 4 por 100 pagado religiosa
mente como lo pagarían los pueblos no impidiéndoles su natural ten
dencia por los medios demasiadamente conocidos por desgracia, po
dría con los bienes y obvenciones ya establecidas sufragar en cada
diócesis á los gastos del culto y clero hecho el respectivo plan con vis
ta de todas las particulares circunstancias de cada una, único medio
legitimo para acertar en la materia.
Caminemos ahora bajo el principio' de que los bienes desaparecen,
y el 4 por 100 no se cobra. La dotación que se asigna es insegura
eventual. Los derechos de estola que tan difícilmente se cobran y en
muchas partes imposible su percibo , y que hablando con rigor canó
nico y legal no deben exigirse habiendo rentas iijas par» la dotación,
según ls ley 9*, tít. 20, lib. 1? de la Notísima Recopilación, dada
con el laudable objeto de no gravar los fieles.
El producto de las memorias y demás que se cumplían por los
conventos suprimidos, que deberán cumplirse en las parroquias en
cuyas feligresías se hallen las fincas: ¿y en las parroquias donde no
las haya? Y en las que haya muchas fincas reunidas, ¿qué percibirán
aquellos párrocos? ¿Y los de estas lo percibirán lodo ?
El producto de los beneficios cuyos poseedores no están ordenados
in sacris teniendo la edad prescrita por los cánones sin modificación
alguna, si han estado, ó no impedidos por órdenes vigentes, ó han te
nido algún motivo canónico y legal que los excuse hasta el dia , im
poniéndoles de repente la pena de privación sin haber precedido la
menor citación con señalamiento de término proporcionado, y des
pués de todo sin saberse á cuanto asciende la renta de estos be
neficios.
El producto de las capellanías y beneficios de libre presentación
estén ó no vacantes, previa la reducción de cargas por el ordinario,
citándose -edemas de las bulas pontificias la ley 2?, tit. 16, lib. 1? de
la Novísima Recopilación, que solo habla.de formación de planes
para la unión y supresión de beneficios incongruos, cuyos expedien
tes exigen todas las diligencias que la misma ley previene , y tam

poco te sabe el producto general de los que puedan reunirw legíti
mamente.
Al Ter citadas para este cato las bulas pontificias y pasadas en
silencio tantas otras y tantas disposiciones canónicas generales y
particulares relativas á las muchas y gravísimas alteraciones que
vienen hechas en este plan sin contar con estas decisiones, pudien-
do decirse que vienen quebrantadas á centenares, no es inoportuno
aplicar aqui lo que decia S. Agustin á algunos de su tiempo: "Si
in Evangelio quod vitltis cr¿ditisy quod vultis non creditis, vobis po-
t'tus quarn Evangelio creditis." Si citáis las bulas para este caso, y
las olvidáis para tantos otros, como igualmente las demás disposicio
nes de la iglesia, no estáis por su autoridad en todo, y si solamente
en lo que os parece y acomoda, sea de mas ó menos gravedad.
Treinta millones que se regulan á las rentas de los bienes del
clero, y 75.406,412 rs. que se ban de repartir, porque los otros
33.525,605, importe del culto parroquial, queda á cargo de los res
pectivos pueblos.
Todo esto lleva consigo tantas bajas, tantas reclamaciones y tan
tas dilaciones de que no puede prescindirse en una operación tan mi
nuciosa , que se pasará todo lo que resta del año, y aun será muy
poco lo que pueda distribuirse, y es bien seguro que nunca podrán
cobrarse integramente; y entre tanto, á pesar de todas las diligencias
y deseos del Gobierno, la dotación será nominal, como en mucha
parte lo ha sido hasta aqui, desde que comenzaron los nuevos planes
y las asignaciones y cuotas determinadas. Por eso decia yo que la
dotación proyectada era eventual, sin descender ¿otras raiones que
la constituyen todavía en mas eventualidad , y de que no quiero ha
cerme cargo. Baste decir que el clero y culto han de ser mantenidos
siempre por mano agena , porque nada ha de existir en poder suyo.
¿ Pero aun cuando se reúnan estas cantidades serán suficientes? £1
presupuesto de dotación personal y gastos del culto conforme á la
ley de 21 de Julio de 1838, según aparece en el proyecto presentado
por el Gobierno en 23 de Junio próximo, son 159.802,317 rs., de los
cuales el mismo Gobierno rebajó 20.866,500 rs. , sacándolos de las
cuotas asignadas á los párrocos de entrada, primero y segundo ascen
so. Sin duda que en tomando el medio de rebajar los sueldos y asig
naciones á cualquiera clase es muy fácil disminuir los presupuestos.
Bien veo que en el proyecto que se nos presenta ya no son cuotas fi
jas las asignadas, sino iguales á las que resulten á cada individuo
por el año común del quinquenio desde 820 á 833, ambos inclusive.
Pero notándose dos cosas muy particulares: primera, la prevención
que ninguna puede exceder del máximum establecido para cada cla
se por la ley de 21 de Julio, dándole un carácter de perpetuidad,
cuando solo fue provisional para aquel año, en la cual se lastiman
tantos derechos adquiridos por los poseedores de toda cíese de benefi
cios ; y segunda, la omisión de prevenir el modo de dar suficiente
congrua á todos los que resulten por el quinquenio que carecen has
ta de la mas precisa, en cuyo número la mayor parte serán párrocos;
resultando de todo , sea como fuere, que bajo esta base justa del quin
quenio, salvas las dos advertencias tan notables, ahora es imposible
calcular la cantidad total para el culto y clero en este ano, y cual
quiera que se reparta sin que preceda la liquidación y conocimiento
previo de lo que corresponda á cada participe, va expuesta á las gra
vísimas equivocaciones que son consiguientes en perjuicio de los in
teresados.
Ademas de calificar de eventuales é insuficientes los arbitrios
asignados, también dije que contemplaba las cuotas designadas poco
arregladas á justicia. Señores, aqui viene el principio conservador
de respetar la posesión y los derechos adquiridos , lo cual oí con mu
cho gusto proclamar en la sesión del 20 de Julio próximo por los
Sres. Becerra y Heros, hablando el primero del derecho del Crédito
público á seguir percibiendo las prestaciones pertenecientes antes á
comunidades, y el segundo de los retiros militares, y no podia ser
otra cosa en la rectitud é ilustración de S. SS.
Y pregunto yo: ¿por qué los individuos del clero han de estar
fuera de este principio tan justo? Porque las rentas de una gran par
te de párrocos y canónigos han sido reducidas á cuotas tan bajas, pri
vándolos de lo que antes tenian, y poniéndolos en escala mucho mas
inferior respectivamente que las deraa&clases que cobran sueldo del
Estado, de modo que el término general de la carrera eclesiástica ha
Tenido á ser de 8 ó 10,000 rs. , cantidad que tiene asignada cual
quiera subalterno ó dependiente de una oficina civil, á quien no se
exige ni estudios , ni grados, ni oposiciones, ni otras circunstancias
que califiquen la idoneidad de la persona para aquel destino , y que
se improvisa en una noch°, asignándose á veces 15, 20 ó 30,000 rea
les , cantidad muy superior á la que se designa á Jos mas distingui
dos ministros del santuario.
Por otra parte, mientras no se adopte la regla canónica , civil y
económica de formar en cada diócesis un plan de dotación bajo la
base general de congruas respectivas á las circunstancias particulares
de la misma y de cada pueblo ó parroquia , ni se acertará , ni se do
tará , ni se economizará en unas cosas para atender á otras. ¿Qué tie
ne que ver, por ejemplo, un párroco de entrada de la diócesis de
León con otro de igual clase de la diócesis de Cádiz; un curato de
ascenso de la diócesis de Astorga con otro de la de Málaga , y uno de
término de la diócesis de Osuna con otro de Valencia ; una canongia
de Sigíienza con una de Granada , ó una de Burgos con otra de Se
villa, como he dicho otras veces?
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Sin embargo de estas asignaciones tan bajas y tan sin armonía
con las designadas á lbs empleados en sus respectivas clases, jamás se
nos olvida manifestar el deseo de que el clero esté con decoro y que
tenga la instrucción correspondiente. Para uno y otro se necesitan
medios: ni puede haber decoro donde hay miseria, ni instrucción
donde no hay espectativa alguna como indemnizaeion de lo inver
tido en la carrera, ni como recompensa del trabajo, ni como premio
de los talentos, del mérito y de los servicios. ¿Quién se dedicará á
la carrera eclesiástica? ¿A qué aspira viendo esas dotaciones tan es
casas , y la facilidad con que se han disminuido , privando á los ac
tuales poseedores de las que les corresponden por derecho preexisten
te legitimameute adquirido ; derecho que se conserva en toda clase
de empleados, civiles, de Hacienda y demás, aun cuando se reforme
el destino?
Nada quería decir con respecto á la dotación de los prelados : en
este punto repito lo que he dicho otras veces. Soy parte interesada, y
un obispo no debe confundir la causa del culto y clero con su causa
propia. Dispuesto estoy y lo he estado siempre á todos los sacrifioios;
y si el bien de la iglesia de España, tan unido con el bien general de
la nación, consistiera en el pequeño sacrificio de los intereses materia
les, estos y hasta mi existencia entregaría yo por la iglesia y la pa
tria. ¡Qué importo yo en presencia de tan caros objetos! Otro me
reemplazaría : lo que importa es el honor del ministerio. Si no fuese
prelado, y me contemplara personalmente extraño á la cuestión, sí
indicaría que reducidos los obispos á lo puramente necesario para
vivir con estrechez, atendida su dignidad , sin poder mostrar siquie
ra á cuantos le buscan que no en balde lleva inherente el titulo de
padre de los pobres, su ministerio es una amargura perpetua y un
continuo compromiso, y queda imposibilitado de cumplir una parte
muy principal; porque la visita pastoral], que tanto influye en el
órden moral y político, no puede hacerse sin recursos proporcionados
á la extensión de la diócesis y circunstancias particulares de los pue
blos, donde ni puede ni debe ser gravoso.
Continuemos abreviando lo posible en la calificación del proyecto
de dotación: la considero también humillante, especialmente á los
párrocos, suietos todos individualmente á recibir sus cuotas por mano
de los ayuntamientos ó recaudadores de las contribuciones, sufriendo
dilaciones de toda especie, y que por cualquier motivo ó capricho
se le difiera ó se le niegue especialmente, pudiendo correr á veces por
cuenta de personas con cuyas costumbres no convenga el párroco ce
loso en razón de su oficio. ¡Cuántos casos particulares en la entrega
de los recibos, quizá sin haber cobrado, con la promesa de satisfacer,
porque estrecha la presentación en las oficinas, cuántas condescen
dencias de los infelices párrocos en perjuicio de sus intereses! ¡Y
cuánta falta de libertad é independencia para llenar el ministerio!
Es también la dotación contraria al espíritu de la iglesia. Esta
ha deseado siempre que los ministros del santuario tengan sus rentas
procedentes de bienes, diezmos, primicias, censos y demás para que
vivan con la independencia que goza todo individuo de la sociedad
que se mantiene desús bienes propios, y poder asi desempeñar no
blemente y con desinterés el ministerio. Solo permite las exacciones
por repartimientos, cuando absolutamente no hay otros arbitrios, y es
preciso mantener los ministros y culto indispensables.
Por último, es contraria al bien público, y para no detenernos
en otros argumentos, fijémonos e^n el modo de proveer al culto de las
parroquias aisladamente y sin unión ni mancomunidad de unas con
otras: el resultado será que en una feligresía de doscientos vecinos,
por ejemplo , todos ó la mayor parte acomodados, pagarán, no en
proporción á sus haberes para el cuito, sino en proporción á la can-,
tidad desiguada para el de su parroquia, y que igual número de ve
cinos pobres harán igual pago, no en razón de sus haberes, que son
ningunos, siuo en razón de la cuota designada al culto, que no pue
den satisfacer por su miseria. Y cuando se ofrezcan gastos extraordi
narios de reparos de la parroquia de.cantidad notable, y á veces muy
crecida, ¿podrán satisfacerlos cuando no pueden pagar los ordinarios,
porque los derechos de estola son casi nulos en su feligresía? ¿Y en
tonces dónde se acude? ¡Qué complicación! ¡Qué laberinto! ¡ Qué
yerros! ¡ Qué consecuencias! Pedir á quien es preciso socorrer.
Persuadido yo, pues, de tantas razones y de tantos inconvenientes
en la práctica , y que el resultado Un cierto como fatal será dejar
el culto y' clero sin basé alguna de dotación segura, complicado en
gran manera el método de recaudar y distribuir , é introducida ade
mas una separación muy perjudicial en el clero de cada diócesis, don
de el ministerio es siempre uno , dividido en diferentes partes para
llenar todas el solo objeta de dar culto á Dios y santificar las almas;
persuadido, pues, de todo esto , no puedo aprobar el proyecto que se
nos presenta , y mi voto es que se deseche, como proponen los dos se
ñores de la minoría de la comisión.
Los señores de la mayoría conocen también todos los inconve
nientes del proyecto; y no puede ser otra cosa atendida tu ilustra-
ciou y rectitud , y solamente obligados por la premura del tiempo,
por la fatalidad que todos los años preside á este gravísimo negocio
de tratarse al fio de la legislatura , cuando todos están cansados y
con deseos de concluir y ocuparse en sus negocios domésticos, obli
gados, pues, por la premura del tiempo proponen la adapción del
proyecto como viene aprobado por el Congreso para proveer á la
pronta manutención del culto y clero en este año, sin perjuicio'de
mejorarlo para los siguientes. Entre tanto la iglesia, desposeída de sos
 430
bienes , suprimido el -1 por 100 , y la manutención cíe objetos tan
respetables siu base alguna segura y sujeta á una pura eventualidad
en adelante. Por eso el clero en reí de esperar esta lej como era na
tural para remedio de su necesidad , está temiendo el dia de tu eje
cución, porque entonces comienza un nuevo y terrible infortunio para
las iglesias y sus mioistros.
Si el tiempo apremia, siga por este año U dotación con los mis
mos medios propuestos eu la ley de 16 de Julio de 840 y según las
asignaciones contenidas en la de 21 de Julio de 1833, á pesar de sus
defectos, ó con arreglo al quinquenio desde 829 á 835 entre tanto que
se forma un plan de dotación en cada diócesis arreglado á todas las
circunstancias particulares que deben tenerse presentes como ya lie in
dicado, porque no bay otro medio de evacuar este grave' negocio ca
nónica , legal y económicamente, autorizándose abora al Gobierno
para que si en alguna diócesis t¡o se ^pagase el 4 por 1U0 , ó fuere tan
escaso que no alcance á cubrir el presupuesto de la misma, se reparta
lo que falte por contribución en el modo que se adopte y tenga mas
fácil ejecución.
Señores, yo he molestado la atención del Senado acaso mas de lo
que me propuse al principio de mi discurso: la cuestión es inmensa,
y de su decisión está pendiente la iglesia de España, de esta nación
católica por excelencia: el Senado me ba de disimular con su indul
gencia acostumbrada. Yo be querido inanifexiar los males que afli
gen á nuestra iglesia en sus ministros, en sus templos, en su culto,
en sus bienes , en su autoridad y en su doctrina, males propios de
una época desgraciada en que todo se ba desquiciado, y males que el
Señor ba permitido en esta porción tan noble de la iglesia católica
para aviso y corrección de todos los que se glorian con el titulo de
hijos suyos. Pero males que deben cesar aplicándoles el remedio
oportuno en que se consulte á la estabilidad de la iglesia de España,
á la manutención decente de sus ministros, á la permanencia de sus
templos, al decoro de su culto, á la conservación de sus bienes, al
auxilio de su autoridad y á la protección de su fé, objetos los mas
caros á los ojos de todo el que se bonra con el nombre de español.
Por desgracia el plan de dotación que se nos presenta no puede
llenar tan grandes é interesantes fines: falta la base principal de sus
bienes; quedó al aire todo el edificio, y expuesto á irse arruinando
progresivamente y envolviendo en su espantosa caida basta el edifi
cio social. Señores, no m.s engañemos ni nos hagamos ilusiones.
Abandonada la iglesia de España á ese estado eventual y precario,
su situación será cada dia mas apurada': hoy se cerrará un templo,
mañana otro; fallará un párroco, no habrá quien lo reemplace; los
auxilios espirituales escasearán , los fieles se irán acostumbrando á
pasar sin' ellos, y contra todas nuestras intenciones habremos contri
buido á privar de los grandes consuelos de la religión al pueblo por
cuya felicidad manifestamos tanto interés , dejándolo expuesta i
'todo género de calamidades espirituales y temporales, porque las
causas han de producir sus efectos, y sentados los antecedentes es
muy dificil y en muchos casos imposible impedir los consecuencias.
¡ Y qué tristes serán y qué espantosas!
Señores, repito que la suerte de la iglesia de España está en nues
tras manos ; aunque iudigno ministro del santuario , pór mi boca
hablan en este momento sesenta y dos iglesias catedrales, ciento
veinte y tres colegialas, mas de diez y siete mil parroquias, cerca
de cuarenta mil ministros del santuario desde los mas inferiores
basta los mas elevados en gerarquia ; baldan estos por si, porque
como hombres necesitan el alimento para vivir; hablan por su oficio,
porque como ministros de la religión obligación tienen muy estrecha
de pedir por la existencia segura y decorosa de Ja iglesia; su clamor
es el mismo que han teuido los ministros celosos en todas las genera
ciones pasadas, el mismo que tendrán los que les sucedan en las ge
neraciones futuras , el mismo de todos los fieles cuya dirección espi
ritual les está confiada. ¿Y habremos nosotros de cerrar nuestros oí
dos á esta voz y clamor tan uniforme, tan vigoroso y tan impo
nente? No: militares valientes y generosos, vosotros habéis conser
vado el trono de Isabel ; añadid i vuestros timbres el glorioso titulo
de conserradores' de la iglesia. No : magistrados íntegros , acordaos
de la protección que nuestras leyes le han dispensado siempre. No:
ministros del santuario, obligación nuestra es muy particular mirar
por la estabilidad de la iglesia de España , imitando la conducta del
clero que nos ha precedido v dejando este ejemplo á. los que nos su
cedan. No: individuos todos de las demás clases que componen esta
ilustre corporación, llevad á vuestras casas y á vuestros pueblos el
alto honor de haber contribuido á la existencia y brillo de la reli
gión favoreciendo á la iglesia de que os gloriáis ser hijos. De una
parte está su seguridad y su decoro, de otra su peligro y su ignomi
nia; de una parte sus bendiciones, de otra sus anatemas; de una par
te millones de fieles clamando desinteresadamente por la conservación
de los bienes de la iglesia, de otra un corto número de infelices que
se creen dichosos con entrar en su posesión por su interés particular
invocando el bien público.
Yo no dudo de vuestra resolución: generosos sois, católicos sois,
justos sois; en vuestras manos está la suerte de la iglesia de España,
pendiente está de vuestro voto: legisladores, meditad bien el paso que
vaii á dar: que podáis decir al Señor algún dia y en presencia suya,
y para inclinarlo en favor vuestro aquellas hermosas palabras: lío-
mine dilexi decorem dormís luce, et loeum habitationis gloria? tacr.
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: La comisión al presentar el
dictamen sometido á la deliberación del Senado no dudaba que su
frirla contradicciones. En el discurso largo que ha pronunciado el
R. Obispo de Córdoba se lia detenido S. S. en la manifestación de los
males que súfrela iglesia de España, manifestación que por crédito de
la iglesia, ó mejor diré por crédito de tus ministros, hubiera deseado
que S, S. hubiese suprimido. Yo bien sé que el hombre es inclinado
naturalmente i mirar con respeto todo lo que sus padres respetaron, y
los abusos particulares y las prácticas que han continuado por una
larga série de años. Esta preocupación por las cosas antiguas ba sido
mat de una vez fuDesta: por ella se han impedido las reformas que
reclamaba la utilidad publica; á esta causa debe atribuirse la resis
tencia que se manifestó en algún tiempo á la supresión del diezmo,
esta prestación que entrababa la industria agrícola, y obligaba á esta
clase tan respetable y atendible á sostener exclusivamente la carga de
la manutención del clero, de cuyos beneficios gozaban todas latclases.
Se ha querido excitar la compasión del pueblo recordando tantos
eclesiásticos que están presos , ó que han sido insultados , pero ¿quién
et el español que me podria ofrecer ejemplos de ecletiásticos que por
tu conducta merezcan el respeto público, hayan sido insultados por
el solo motivo de ser eclesiásticos? Ninguno : yo lamento la persecu
ción, porque soy clérigo, no me avergüenzo de terlo, y bajo ete titu
lo todo lo que puede contribuir á la gloria ecletiatlica me es perso
nal; pero si bay ecle5¡ásticos desterrados ó proscriptos, ¿quién si no
ellos deben responder de esta proscripción? ¿ Quién es el que debe
responder de esta proscripción ? Ha dicho el R. obispo de Córdoba
que á ninguno se puede molestar no habiendo causas legales. ¿Quién
duda eso? ¿No te han observado las formas legales para con los ecle
siásticos que han faltado á su deber? ¿No se han tenido todas las con
sideraciones que puede tener un juez sin faltar á la teveri-Jad que
prescriben las leyes con respecto á las personas cuya desgracia había
hecho se olvidasen de lo que deben ú si mismas y á su sagrado mi
nisterio? ¿Por qué, pues, esa exclamación por personas q ue, si son des
graciadas, antes que su proscripción deben llorar el momento fu
nesto en que por un ext ravio de razón vinieron á olvidar lo que de
bían a la nación v .i su estado ? El Sr. obispo de Córdoba recordan
do tantas viudas y huérfanos que reclaman un pedazo de pan, y que
no se leu puede dar, exclamó: "¡Reprobación eterna al autor de tal
desgracia!" Reprobación eterna digo yo también, sóbrelos autores de
sus males; pero el Sr. obispo de Córdoba no puede encontrarlos en
España: reprobación al que vjno á robarnos la seguridad y la paz de
que gozábamos, y que por tantos medios se ha querido turbar ; re
probación al que ba querido robarnos la libertad; pero ahora no es
tiempo oportuno de hacer esas explicaciones ante el Senado español,
delante de un Senado que conoce los discursos de justicia y que sabe
observarlos.
El R. obispo de Córdoba ha lamentada también el estado pobre
y lamentable en que se encuentran las parroquias; pero porque un
templo no tenga muralla cubierta de oro, porque sea pobre, no
por eso será menos respetable á los ojos d: la piedad cristiana : los
templos de los primeros tiempos erau unas casas oscuras que habi
taban los pobres, y siu embargo alli se reunían los cristianos i ce
lebrar sus oficios, y no podrá decirte que la piedad y devoción sin
cera no acompañase á esta reunión; no señores, recuerdo aquí una
máxima que no lie podido olvidar nunca de un celoso autor ecle
siástico: "en algún tiempo, decía, los vasos que servian para el mi
nisterio de la eucaristía eran de barro, y los eclesiásticos eran de
oro;" boy es preciso decir que los utensilios para el culto son de
oro, y los eclesiásticos son de barro.
En la imposibilidad de que los eclesiásticos vivan en la abun
dancia, vale mat que ellos sean de oro y lot vasos sean de barro
y de madera, porque poca importa que los vasos sean de barro ó
de madera.
No me es posible responder á las explicaciones y reflexiones que
el R. obispo de Córdoba ba presentada al Senado sobre el estado
lastimoso del culto. Confieso que cuando 8. S. ofrecía á nuestra vista
ete estado fui tentado á creer que S. S. nos presentaría el estado cier
tamente trille de tantos eclesiásticos que- fallando i sus deberes y
obligaciones han desconocido los derechos del Estado y te han apro
vechado de la influencia que su carácter les daba para hacer olvidar
á los ciudadanos su deber; pero cuál ha sido mi sorpresa cuando
observo, cuando veo que el R. obispo de Córdoba mira como estado
desgraciado y lastimoso el del clero de 'España porque es pobre. No
parece que S. S. mira la riqueza como una necesidad del clero, como
una gloria , no señores : la pobreza conviene á los eclesiásticos que
deben sufrir con paciencia las necesidades y las privaciones de etla
vida. Lejot de mirar yo la riqueza del clero como un bien, la miro
como el manantial de las calamidadet, de las miserias y las debili
dades que señala la historia de la iglesia. Yo digo esto con la con
fianza que me inspira la seguridad de mi conciencia; la pobreza no
puede ser mirada con lástima en los eclesiásticos, no debemos com
padecerlos porque no sean rices, porque aprendan á sobrellevar
las amarguras que lleva consigo la pobreza. ¿Puede e-l<> considerarse
como sentimiento de un prelado por otra parte tan respetable.
¿Pero de dónde lia venido la mayor ralamiilad á la.iglesia? Ha ve
nido de su riqueza: la iglesia rica ha sido objeto de ambición; la igle
sia rica se ha mirado como un medio de hacer fortuna? de aqui per
sonas que no reconocían una sola virtud para cumplir alguno de los
deberes eclesiásticos venían á tomar eso estado tan a geno de ellos.

¿Y por qué? Por la riqueza de tui beneficios; por la riqueza de sus
rectas y por otras taotas ventajas que les ofrecía el estado eclesiásti
co. ¿De dónde han comenzado las quejas de los pueblos, recordando
las virtudes antiguas de la iglesia? Desde que ha sido rica; desdé que
los beneficios eclesiásticos han proporcionado á los individuos del ele.
ro el vivir en la comodidad; desde que han visto á muchas eclesiásti
cos que se crterian tal vez degradados si saliesen de su casa, á pie y no
encoche: desde entonces han comenzado las desgracias déla iglesia; des-
deentonces han comenzado las quejas, y desde entonces la contradicción
manifiesta entre la conducta particular de algunos individuos jjr entre
. la severidad de la moral y doctrina que profesaban; asi estoy con
vencido de que la riqueza, que tuvo principio y se debió á Constan
tino, primer Emperador cristiano, fue un presente funesto que se hizo
á la iglesia que desde la época en que vino á ser rica se ha mirado esa
riqueza como un presente funesto. Estoy lejos de mirar con lástima
el que la iglesia de España haya venido á ser privada de sus rique
zas. En lugar de mirar la iglesia con grande interés en todo lo que
poncierne á lo temporal, siempre ha manifestado en tqdas ocasiones
sn disposición á hacer el sacrificio de todo siempre que las necesidades
públicas lo exigiesen y reclamasen. Un eclesiástico célebre en la igle
sia, cuyo nombre no puede invocarse sin respeto, escribiendo al
Emperador le decía: "Si queréis los bienes de la iglesia, tomad
los: nosotros estaremos muy contentos sin ellos, y no por eso me
nos dispuestos á predicar la moral:" este es el lenguaje de los ecle
siásticos; este es el lenguaje de la antigüedad, antigüedad que es un
poco mas respetable para mi qué aquellos tiempos en que se conside
raba que la iglesia tenía derecho á todo y se buscaban, todos los re
sortes
r asi , sé bien que mis expresiones y mis sentimientos se interpre-
aran mal; pero cuando yo me veo en la necesidad de tomar la pala
bra, no puedo hablar sino lo que siento.
La iglesia de España aunque fuese de lo mas pobre, de lo mas mi
serable , si la nación española creyese que estaba en el caso de mirar
como un negocio de Estado la manutención del clero, y hubiese ecle
siásticos y eclesiásticos que respondían á la santidad de su vocación,
por su moral, por su modestia, por su disposición i la benevolencia;
>i hubiese eclesiásticos que ya que no pudiesen socorrer á Sus herma
nos con limosnas, por lo menos los socorriesen inspirándolos1 senti
mientos de resignación, de esta sublime virtud, esencialmente evangé
lica, tan necesaria á la especie humana, cuya fuerza moral es despre
ciada, yo sentiría un placer, y yo diría: estos son los tiempos felices,
porque son los tiempos en que el clero es pobre y está destituido de
toda autoridad, y al mismo tiempo atiende á sus obligaciones, y este
clero es el mejor porque no espera mas recompensa que el cielo. Pero
mientras no llegue el dia en que la persona que abrace el estado
eclesiástico no tenga nías1 recompensa que la del cielo ,' la iglesia es
perdida, y en lugar de edificar se destruirá.
Al fin el R. obispo de Córdoba Hija con toda confianza que la
institución déla iglesia e» divina. ¿Y hay algún Senádor que dude
que el establecimiento de la iglesia es divinó? ¿Pero es lina misma
cosa el establecimiento de la iglesia que el establecimiento del' diez
mo ? Porque.la iglesia se haya dividido el diezmo , las rentas , las
fincas, las propiedades, ¿ son de institución divina? Yo lo repito:
¿Jesucristo ha dejado 3 sus apóstoles y ministros otra herencia que la
pobreza y resignación ?.... ',
El Sr. obispo de CORDOBA: Yo no he hablado nada dé eso....
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: S. S. ha dicho que la igle
sia es un establecimiento divino. ¡ Establecimientos divinos ! Sin duda
para concluir que los establecimientos y bienes de la iglesia se ha
bían debido á institución divina.
En fin , S. S. entrando en el examen del Voto de la mayoría se
hizo cargo de lo que dice el'a'rt. it acerca de los derechos de estola y
pie de altar. Ya ha dicho la mayoría de la comisión y eí Corigreso que
el .pie de.altar ha de importar una cantidad suficiente para cubrir los
gastos. No ha dicho que todos, ni podía decirlo; pero ha dicho que
si los gastos de la fábrica importasen 1,000 rs., y produjese 500 el pie
de altar, el pueblo no será obligado á pagar mas que 3,500.
¡I S). S. también añadió que desearía que los derechos y honorarios
de los ministros de la religión se aumentasen. Hace muchos años
que deseaba yo ver el dia en que el honorario ó lo que se llama pie
de altar se aumentase; pero hoy las circunstancias no lo permiten.
Llegará el dia en que la nación estará en estado de poder aumentar
la dotación del clero parroquial, si, y entonces podrá asegurársele
una dotación suficiente; entonces se le hará entender que debe re
nunciar á los derechos que se han introducido por un abuso de la
autoridad eclesiástica , que se han conservado por la ignorancia , y
que se han respetado por costumbre , porque en los primeros tiempos
de la iglesia, cuando los cristianos no tenían ninguna obligación de
mantener el clero; cuando todo lo que daban era un efecto de ofren
das voluntarias de su piedad; cuando después le dieron los diezmos,
las fincas y demás obligaciones, entonces el clero , aseguradas sus do
taciones , debió renunciar á estos honorarios, que entonces se paga-
i _ :_ _ J; XT I L] i .! ^J-
más q«ie decente , y' derechos que mas de una vez han sido ocasión
4$l
de escándalo y han desacreditado á la clase de párrocos, á esa clase,
la sola que nos interesa no pierda una sota línea del terreno que debe
ocupar. ' '. . i. ... ns •
Esta clase es la que merece mas aprecio; y «i tengo una pena en
este momento es considerar que las circunstancias en que se halla
esta nación, tan generosa como religiosa, no le permiten dar nn poco
mas de extensión á la dotación de los párrocos para que aprendiendo
á vivir con sobriedad tuviesen Un pequeño ahorro para enjugar lat
lágrimas del enfermo y del pobre : estos párrocos, que son los pasto
res, los padres de tos pueblos, los maestros de la moral; estos hom
bres, que buscando la muerte entran en el lugar donde se halla un en
fermo postrado en una cama con una enfermedad que hace inevitable
el contagio, Se sientan A su lado, le consuelan, le oyen, le ofrecen to
dos los auxilios que la religión dulcemente promete á todo* los que
quieren reconocer su importancia; estos curas párrocos , cuyo esta
do es un sufrimiento continuo; estos curas párrocos que terminan las
diferencias que dividen á las familias y familias suyas, porque tal
llamo yo á la extensión de habitantes de su pueblo, estos si que de
bieran tener algún aumento en1 sos dotaciones, no para que viviesen
con comodidad, no; sino para que pudiesen tener alguna porción,
aunque pequeña, para poder derramarla sobre lat necesidades de sus
pueblos. i: ' '
El R. obispo de Córdoba nos ha dicho también después , que aquí
se ofrece una cosa que no puede cumplirse : ¿por qué no? En el
preámbulo nos dice uno dé los señores de la comisión que ha for
mado voto particular que el 4 por 100 le han pagado los pueblos con
mucho gusto y se apresuraron á pagarlo. Pues si los pueblos estuvie
ron dispuestos en 1840 á pagar el 4 por 100 eon mucho gusto , que
yo me alegraría en este momento no tener razones para dudar de la
exactitud de este aserto; pero si se presentaron sin repugnancia d pa
gar este 4 por 100, ¿qué dificultad habrá para poder presumir que
los que en 1840 pagaron 4 por 100 no paguen este año 1 i , que es
todo lo que pueden pagar, ya considerando lat rebajas dél presu
puesto, ya obligando á éste pago á todas las clases del Estado? Esta
es cosa que no se puede defender. Si el hombre está dispuesto á pa
gar 4, y el acreedor le pide solo 2, le da muchísimas gracias , y te
alegra de que le haya rebajado el peso á una mitad, i p ... ¿
Asi , de cualquier modo que sea , yo sé que el pueblo español no
está dispuesto i pagar él 4 por '100 , porqae está ya convencido de
que la contribución del elero debe extenderte á tai personas de todas
tés clases, y que ninguna razón hay para que pese exclusivamente
sobre la agiicola , y tampoco porque todos-han teñido bastante dis
cernimiento para observar que el 4 por 100 después de ser bastante
gravoso j y mas que Suficiente para cubrir las dotaciones del elero,
se ha hallado que las asignaciones no han.sido cubiertas, y el clero,
y sobre todo el clero parroquial , apenas ha recibido la tercera parte
de su asignación. Esto ha visto, y está bien lejos de hacer sacrificios
que puedan tener otro objeto que la manutención del clero.
El señor obispo de Córdoba duda mucho que 105 millones puedan
ser suficientes' para cubrir las asignaciones del clero. El Gobierno en
su proyecto ya nos dice que por su estadística 105 millones son bas
tantes, deduciendo de los gastos del clero el importe de las fábricas,
que debe sacarse del repartimiento vecinal. Tengo una idea demasia
do ventajosa de los señores qbe componen el Ministerio para creer
que hayan aventurado nada: la estadística será exacta; los 105 millo
nes podrán bastar , y si bo bastasen, los Sres. Ministros tendrán bas
tante nobleza y bastante carácter para hacernos conocer en la próxi
ma legislatura el déficit que haya habido. Yo lo repito: el pueblo
se alegrará, porque los pueblos 'quieren "mantener tus párrocos; y si
fuese posible que Viniese la nación española un dia á un estado de
penuria que los pueblos no pudieran mantener mas que' los párrocos,
diría lo que un hombre que ha sido rico dice á sos criados cuando
no lot puede mantener.
Asi S. S: puede desear que los eclesiástico-i tengan virtudes, que
los eclesiásticos respeten los derechos y obligaciones que tienen, que
los eclesiásticos merezcan pofsu conducta el apreoio y el amor de tus
feligreses, y aunque ellos sean pobres, pobnsiinos, esté seguro de
que no perderán la consideración pública, si; porque la considera
ción pública de un eclesiástico no es el resultado de sus rentas; es
«1 resultado de sus virtudes; Esto es lo que Jfo eBtieodo, esto es lo
que yo pido. Por lo demás, si no se puede comer siempre pan blan
co, los eclesiásticos virtuosos sabrán comer pan moreno ; otros mu
chos le comen también. '.as iu¡ 'flratl'f • •••!>
Co'n respecto al articulo que previene que las capellanías de pre
sentación, deducidas las cargas hayan de servir pura manutención
del culto y clero, ha dicho S. S. qué cuánto importará- yo no sé
lo que importará ; pero si estay seguro de que no llegará á cubrir
lot 75 millones.
Por lo que hace á las leyes de exposición ó bulas pontificias yo
no puedo convenir con S. S., porque sabido es que los prelados de
España están autorizados por ellas para hacer esa reducción de las
cargas de las capellanías de presentación. r.Psb íitomi
Ha manifestado en fin S. 6., en medio de tantas cosas como ..lia
dicho para ta conservación de los bienes eclesiásticos, que la iglesia
tiene sobre estos una propiedad igual ', sin diferencia alguna , a
la que tiene un particular sobre los suyos; pero si esto es asi /¿ruino
esquela iglesia no puedo enagenar , permutar, ni ceder, coni-. '.i
puede hacer un particular ? •'> ! ' «m »l t ■ : ..«□«••
a- . Jflvi.ujjfj-i V nu'.4W q-«
 432
Los bienes de la iglesia ion una propiedad cuyo orgíen viene del
Sitado que se los ha dado en administración y usufruoto : la iglesia
eo su origen no es tampoco mas que una asociación religiosa, é inhá
bil por consiguiente para obtener fincas.
En el estado en que se encuentra la nación, en las circunstancias
tan difíciles , como S. S. no puede menos de reconocer que se ve la
España, cargada de una deuda que la abruma; cuando los pueblos
no puedeo sufrir ya mas cargas, ¿ se puele bacer mas que lo que se
ha hecho en este estado de cosas? En todos tiempos la iglesia ha sido
accesible á esa enagenacion: los tiempos de Cirios IX y Enrique III
presentan un ejemplo de esto. Los bienes eclesiásticos se enagenaron
en la revolución francesa sin que nadie contradijese. Yo estoy bien
lejos de aplaudir la conducta de los gefet de aquella revolución, que
ha producido bienes y males muy señalados; ¿pero el mismo Pió VII
resistió acaso aquella enagenap^on ? No. Los obispos constitucionales la
consintieron , y estos obispos eran ciertamente católicos. No se hizo
ninguna reclamación ; porque todos los hombres que han tenido un
buen sentido han conocido las circunstancias que obligaron á aquella
nación i la necesidad urgente de hacer sacrificios , y en este caso
vale mas que la iglesia loa haga por la nación antes que esta por la
iglesia ; vale mas que la iglesia los haga por la nación que no ohli-
gar á la nación á que los haga por respetar lo que se llama derecho
de la iglesia.
Nos ha dicho también el Sr. obispo de Córdoba que la iglesia y
el Estado son dos Estados independientes, en términos que ni la igle
sia puede atentar contra los derechos del gefe del Estado, ni el Esta
do puede alargar la mano al incensario. Esto necesita alguna expli
cación: la iglesia es independiente en cuanto á explicar Ta doctrina.
En cuanto á proponerla es del Estado, porque Jesucristo la dió la in
falibilidad, y porque no hay dogma que sea propuesto por la igle
sia qne pueda ofender en la cosa mas pequeña á la sociedad. Pero
en la parte disoiplinal no hay ninguna independencia.
La iglesia tiene el derecho de establecer leyes, pero con subordi
nación al Estado. Solo con subordinación á los gefes del Estado pue
de conocer en lo* punios de disciplina , porque .de otro modo bien
conoce S. S. que si en este punto fuete independiente podría padecer
mucho la seguridad pública.
Jesucristo concedió á la iglesia la infalibilidad soló en los puntos
de doctrina, pero nunca la extendió á ,los disciplinales. Los puntos
disciplínales por error, por malicia ó por otra causa menos excusa
ble puede determinarse lo que no redunde nunca en beneficio de la
iglesia ni del Estado, dejando de estaren armonía con lo que con
viene para conseguir la felicidad pública. En' estos casos el Estado
nene derecho de impedir que se lleve adelante lo que manifiestamen
te pueda variarle.
Repilo, pues, señores, que ea los puntos doctrinales es infalible,
porque no hay uno solo de esos puntos que por cualquier concepto que
se mire pueda dañar al Estado; pero en los puntos disciplinales' hay
mil cosas que no pueden menos de resolverse de común acuerdo en.
tre ambas potestades, porque de lo contrario podria muy bien llegar
un tiempo en que la iglesia católica estuviese en contradicción con
< i Estado.
Se ha dicho que la iglesia española se halla en el mayor estado de
« jit¡miento por su pobreza. No creo yo que la iglesia sea desgracia
da por s t pobre; porque, repito, que solamente será desgraciada la
iglesia cuando los eclesiásticos no sean dignos de serlo. Pero ahora, que
rs pobre, no será lo qne antes, objeto de ambición. Cuaudo fue rica,
los hombres sin virtudes buscaban en ella una colocación para dis
frutar desús inmensos bienes; pero ahora que un cura párroco de en
trada tiene 3,000 rs,y uno de ascenso 4,000, es bieoiseguro que no ha
brá ambición en adelante, porque el que se haga eclesiástico no se
dedicará i esa profesión por lucrarse con ella. Será porque su virtud
y su piedad le harán dirigirse á un puesto tan elevado á la par que
penoso. Será el amor del prógimo, el celo por la causa de Dios y la
creencia lo que le dirija porque conozca que no puede hacer otra
cosa en beneficio del pueblo ni mejor servicio al cielo que emplear
sas talentos, su instrucción, su virtud y so tiempo en su gloria y
bienestar.
El Sr. GOMEZ ( D. M. V.) : Señores , habiendo tenido el senti
miento de separarme de mis dignos compañeros de comisión, me veo
en la necesidad de manifestar ios motivos que he tenido para ello. Y
antes de todo'proletto altamente que mi ánimo jamás ha (.ido entor
pecer el curso de este negocio, ni suspender su decisión, que ce* tem
plo interesantísima.
El art. 11 de la Constitución, y lo que es antes que todas las
Constituciones escritas, la razón, la justicia, la equidad y la oanve-
niencia pública; las reclamaciones de uua multitud de eclesiásticos
de todas órdenes y gerarquias, de corporaciones y particulares que
con mas ó menos fundamento han acudido al Gobierno quejándose
del estado miserable en que te encuentran, y también los avisos y
los clamores de la prensa periódica de todos los matices son para mi
prueba evidente de la absoluta é imperiosa necesidad que hay de
•der á un proyecto de ley que sancionado como tal propor-
una dotación decorosa al culto y alero según se le tiene pro
metido.
Tampoco ha sido mi ánimo oponerme al dictámen porque in
tente sostener la propiedad de los bienes en el clero, ni mantenerlo
-n su posesión y administración, ni mucho ~ defender la conti
nuación de la prestación del 4 por 100 y primicia. Ni una ni otra
cosa está en mis ideas, ni tiene relación con la oposición que hice.
El motivo principal, el único que para ella tuve consiste en que
he creído y creo todavía que el proyecto de ley tal como se pre
senta á la deliberación del Senado no señala las cantidades que en
mi concepto son necesarias para llenar el objeto á que sé dirige,
porque la suma á que reduce la contribución que ha de repartirse
no está en proporción ni exactamente calculada con la base de las
dotaciones que asigna, y porque no es capaz de calmar una gran
parte del clero, ni de inspirarle la seguridad de que ha de percibir
las cuotas que por la misma ley se le consignan.
Si llego á probar estos extremos me lisonjeo de que el Senado en
su sabiduría, en su prudencia y en tu política desechará este pro
yecto tal como está concebido, y dispondrá la formación de otro an
tes que concluya esta legislatura ( porque todo puede hacerse ti te
quiere) que asigne suficientes cantidades para atender con decoro á
los sagrados objetos de que se trata, y para calmar los ánimos de
aquellos que la triste experiencia de lo que han sufrido de alguno!
años á esta parte les hace desconfiar de que mejore su tuerte cum
pliéndoles lo que se les promete; ó en caso de no desechar el proyec
to en su totalidad, á lo menos se preste á admitir las enmiendas 6
adiciones que se hagan para mejorarlo, en cuyo yo caso no me deten
dría en convenir con los señores de la comisión , porque con las me
joras que se hagan según yo las concibo se podria esperar que la
ley se recibiese con menos violencia, y tal vez con gusto, por aque
llos mismos que aunque se viesen por ella despojados de todo lo que
antes babian tenido, veían también en la misma los medios de ase
gurar una positiva y decorosa dotación. '
He dicho que si logro probar los entremos que indiqué me li-'
sonjeo de que el Senado accederá á que se hagan las modificaciones
necesarias para que se consigan aquellos efectos, qne son los que han
de proponerse los legisladores , siendo bien sabida de todos aquella
máxima muy repetida por uno' de los mejores Reyes que nos pre
senta la historia ''que la gran ciencia de los que mandan consiste en
saber ganar el corazón de aquellos que han de obedecer."
Entremos en materia : dije en primer lugar que me parece qué el
presupuesto que se establece en el proyectó para la dotación del culto
y clero es insuficiente, y esto es muy claro á mi modo de ver. Una
de las razones que tengo para ello es que por el presentado por la co
misión encargada del arreglo del clero y su dotación en las Cortes
constituyentes de 1857 , á cuya comisión pertenecía uno de los seño
res que componen la actual , se calculó que solo para el personal i
que por aquel proyecto quedaba reducido el clero se debian inver
tir 151.774,800 rs.
Bien sabidas son las grandes reformas que entonces se intentaron,
y que por la falta de la sanción no tuvieron efecto. Ciento y doce
colegiatas y capillas quedaban suprimidas; extinguidos todos los be-
lirios y prestameras, y de tal modo reducidos los cabildos de las ca
tedrales, que desapareciendo lodos sus racioneros y medios racione
ros, donde habia por ejemplo, como hoy hay en Toledo, 14 digni
dades, 46 canónigos, 50 racioneros &c, &c, como con corta dife
rencia sucede en Santiago, en Sevilla y en otras iglesias, solo que
daban en las metropolitanas el deán y arcediano titular con 12 ca
nónigos y un pequeño número de capellanes asistentes; y en las
sufragáneas aquellos dos dignatarios y 10 canónigos, y un número
mas corto todavía de ministros subalternos : de forma que el perso
nal, del .clero y lo material del culto sufria una reducción muy
considerable en todos conceptos.
Es verdad que se designaban 10 millones para distribuirlos i
juicio del Gobierno entre aquellos eclesiásticos que se llamaron e*-
cednntes; pero esta cantidad no puede entrar en manera alguna en
juicio comparativo con la que debia invertirse continuando las 113
colegiatas que se suprimian, que cada una necesitaba su presupues
to, ni con el número inmenso de dignidades, «anongiat y preben
das de todas dates, que desaparecían en este arreglo.
Ahora bien; ti aun con estas rebajas de tanta consideración to
davía se consignaron (según las dotaciones que á cada clase hicie
ron, y que á la verdad eran moderadas en extremo) 151.774,800 rs.,
¿cómo es posible que continuando existentes las 112 colegiatas y
siguiendo el personal del clero en el estado actual en que se halla
sean suficientes pata su decorosa dotación los 138.932,047 rt. que
ahora señala el Gobierno, que ha aprobado el Congreso, y qne la
comisión del Senado adopta y presenta á la aprobación de este ilus
tre Cuerpo? Todavía deduce de esta suma 33.525,605 rs., importe
del culto parroquial, que queda á cargo de los respectivos'puebloa,
y ademas 50 millones, que calcula por los productos ó rentas de los
bienes del clero; quedando asi reducida la cantidad que por esta con
tribución ha de repartirse á '75.406,412 rs. Véase ahora si esta suma,
o aunque sea la de los 138.932,017 rs. que propone el Gobierno, será
bastante para cubrir atenciones infinitamente mayores que aquellas,
para las cuales se consignaron en el proyecto de arreglo que dejo
citado 151.774,800 rs. ; es decir, que se da mucho menos cuando
hay muchos mas partícipes que se daba cuando de estos habia ma
chos menos.
Antes de pasar de aqui debo observar que en mi concepto tanto
la comisión del Congreso euanto el Congreso mismo han padecido
una equivocación en fijar la cantidad de 75.406,412 rs. que ha de
repartirse en lot pueblos. La raron que tengo para explicarme asi,

aunque too el debido respeta bicia aquel Cuerpo , es que do habién
dole conformado con la rebaja que bacía el Gobierno en las dotacio-
nes de los párrocos de entrada, de primero y de segundo ascenso, y
que ascendía á 20.866,500 rs., debió haberse aumentado esta cantidad
á la de los 75. 406, 112 rs., resultando asi para repartirse por la con
tribución )a de 96.272,912 rs. , que no deja de ser una notable dife
rencia.
Volvamos á mi intento de que la suma que se supone no es sufi
ciente para la dotación del culto y clero, en cuja confirmación tengo
otro argumento de una fuerza irresistible, como que es tomado de
1) misma base que ha adoptado y ha aprobado el Congreso. Al li se
establece que las consignaciones personales sean las mismas que se
marcaron en la ley de 21 de Julio de 1838. Pues bien ¡ examínese lo
que arroja el presupuesto de esta ley, y se verá que asciende á la can
tidad de 180.876,617 rs. Y siendo asi , como aparece de los documen
tos oficiales que tengo á la mano, ¿cómo es posible , repetiré, que se
satisfagan cumplidamente las dotaciones que ae designan según el
tipo de la citada ley con la cantidad que ahora se propone j que es
tan inferior á la que resulta de esta ? No es posible que asi suceda
aunque se aumenten los veinte millones y pico que he manifestado
haberse omitido por la material equivocación ó distracción que pade
ció la comisión del Congreso , y que no ha reparado la del Senado
adoptando lo aprobado por aquel Cuerpo.
Me parece, señores, que he probado el primer extremo que me
propuse; esto es-, que la suma que se calcula para la dotación del
callo y clero es insuficiente para conseguir su efecto. Y cuando digo
insuficiente, no se crea, señores, quejo aspiro á que el clero sea
rico y riva con lujo j en la opulencia, no: estoj de acuerdo en par
te con los principios que ha sentado mi digno amigo el Sr. Martí
nez de Velasco : la verdadera riqueza de la iglesia j de sus ministros
coasiste en sus virtudes; ¿pero entre el lujo j la miseria no haj un me
dio? Lo haj , si: pues ese es el que jo deseo; una dotación decente,
decorosa , digna del mismo ministerio que los eclesiásticos ejercen:
no puedo convenir en que bajan de ser tan pobres que no hajan de
tener mas que el báculo j el cajado, j vajan mendigando, como
parece que el Sr. Velasco desea ; jo quiero huir de los dos extremos:
ni los quiero tan pobres, que sean el ludibrio de las gentes; ni tan
ricos, que sean el escándalo de los pueblos. Esto es lo que en mi con
cepto desea el Senado; esto es lo que quiere la nación , lo que ape
tecen los fieles ; y esto es con lo que los buenos eclesiásticos queda
rán contentos. , situación se mejorará con la conclusión de la guerra.
¿ Y podrán vivir en la opnlencia ron las dotaciones que ahora se
señalan ? ¿ Podrá tenerla un párroco de entrada con 3,000 rs. , y uno
de término con 8 ó 10,000, después de haber concluido su carrera,
siempre dispendiosa , j de haber envejecido ejerciendo un ministerio
que lleva consigo todas las penalidades de que ha hecho mérito el se
ñor Martinez de Velasco, j que S. S. y yo hemos experimentado,
porque ambos hemos sido párrocos por mucho tiempo?
Es bien seguro, señores, que con las consignaciones que se hacen
por este proyecto no podrán vivir en la opulencia. Son demasiado
mezquinas para ello; j na quiero añadir lo que podria decirse en esta
materia ; mucho mas todavía si se entrase en comparación entre las
cuotas designadas á los eclesiásticos de todas las gerarquías de que se
compone nuestro clero y los sueldos que disfrutan los empleados del
Gobierno, incluyendo hasta los de la última esfera.'
Queda , pues, demostrado que la suma consignada en este proyec
to no es suficiente aun entendida esta palabra como debe entenderse.
; Y esta suma está bien calculada y en proporción con la base que en
él se establece? Digo que no; y esto es lo segundo que me propuse
probar, y voy á hacerlo.
Para ello me valdré del mismo proyecto. En él se previene,
romo antes he dicho, que las dotaciones sean las mismas que las con
signadas en la citada ley de 21 de Julio de 1838; pero que no de
biendo exceder ninguna de las actuales i las que se marcan en la
misma ley, se ha de tener 'presente el quinquenio corrido desde el'
'año de 1829 al de 1833, ambos inclusive.
Y bien: ¿se ha visto á cuánto asciende el año común de este
quinquenio? ¿Y sin ello puede saberse á punto fijo la dotación que
a cada participe pertenece? No rs posible, señores. Para fijar la suma
á que debe ascender la que ba de repartirse como contribución es ab
solutamente necesario recorrer el citado quinquenio y hacer las apli
caciones individuales por los medios ú operaciones que adopte el Go
bierno: fijarla sin que estas operaciones precedan es dejar sin sen
tido el art. 7! de este proyecto; es ponerse en contradicción con la
misma ley, porque sin que se depure el quinquenio que ha de servir
de base para señalar las cuotas respectivas claro es que no puede sa
berse si dará por resoltado una cantidad mayor ó menor que la que
te figura sin ningún dato lijo para ello. ¿Ni cómo podrá decirse tanto
me da el quinquenio si no se ha examinado anteriormente? ¿Cómo
podrán determinarse 30, 50 ó 100 millones sin saber á lo que aquel
asciende? Que se examine, pues, el quinquenio i que se vea lo que
hi valido en el año común á cada uno de los participes, y lo que
r .talle de este exámen detenido bé aqui la suma exacta que ha de
«imponer la contribución que deba repartirse en los pueblos. Sin
eita operación previa es aventurado, es inexacto todo lo que se prac
tique en la materia.
Ya be probado á mi modo de ver que la cantidad que se asigna
para la dotación del culto y clero, no solo es insuficiente, sino que
433
no está bien calculada , ni se halla en conformidad con la base que el
mismo proyecto establece. Solo me resta manifestar que no es á pro
pósito para contentar á una gran parte del clero por la diferencia
que se hace entre el parroquial y el catedral, contraria en mi opi
nión á la equidad y á la política, siempre atendibles, mucho mas
en estos tiempos, en que mas que en otros se deben evitar rivalida
des y contiendas. Aqui diré que estoy conforme con los principios del
Sr. Martinez de Velasco respecto al clero parroquial , y siempre,
siempre be sido defensor de sus intereses, no tanto por haber perte
necido á él, sino porque realmente son los que mas trabajan; y si el
premio debe ser proporcionado al mérito, es indudable que el que
mas trabaja necesita mayor consideración y recompensa.
Pero de que este clero que jo respeto j protejo en cuanto puedo,
trabaje mas, j que por lo mismo sea atendido con esmero , ¿se se
guirá que lás demás clases se abandonen ó se posterguen? No señores:
también los RR. arzobispos j obispos, los deanes de las catedrales, los
oanónigos J prebendados de ellas mientras subsistan como hoj se
hallan merecen la atención y aprecio, mucho mas habiendo entre
ellos muchos que han envejecido en el ministerio parroquial, otros
que han ganado sus prebendas por oposición; otros en fin que asis
ten con puntualidad á todos los oficios y á todas las horas según las
reglas establecidas en sus iglesias. ¿ Por qué, pues, disponiéndose
en este proyecto que los párrocos reciban directamente sus consigna
ciones de los ayuntamientos se condenan aquellos á recibirlas de
las tesorerías, que en el estado en que el Erario se halla equivale si
que nada tomen, ó que sea mu y poco de lo que se les señala por la lej?
Es verdad que en el art. 13 se asegura que el Gobierno dará las
disposiciones convenientes para que todas las atenciones del clero sean
pagadas con la misma puntualidadque las de los párrocos. ¿Pero q^iién
fia dicho á los Sres. Ministros que han de permanecer en los puestos
que hoy tienen ? Yo me alegraría, y lo digo de todo corazón ; yo me
alegraria deque continuasen en ellos, si han de hacer, como no dudo
que los actuales lo desean , la felicidad de una nación que tanto nece
sita para descansar y reponerse de sus largos y costosos padecimien
tos. Pero doy por supuesto que continúen , y que quieran con la mer
jor intención hacer efectiva la dotación que seténala al clero cate
dral. Si no tienen medios, ¿cómo lo han de practicar ? ¿ Y es proba
ble que los tengan? La casualidad ha hecho que unido á este proyec
to venga el relativo al empréstito de los 60 millones; y esto nos de
muestra el estado de penuria en que se encuentra. Reconozco que esta
¿Pero á pesar de esto podremos contar con los medios necesarios
para cubrir todas las atenciones que tenemos? Mucho lo dudo, se
ñores; y sin hablar por ahora de otras que de las que tienen relación
con el clero solo, ya ha dicho y con mucho fundamento el señor obis
po de Córdoba que se aproximan tino pasan de 400 millones los que
se le deben por lo que han dejado de tomar de las consignaciones que
se le hicieron por la ley desde el año de 1837 basta de presente. Esta
enorme deuda confirma bien el estado de atrasos en que nos hallamos
y la poca esperanza que nos queda de que mejore nuestra suerte.
Algo se anima esta esperanza mediante i que concluida la guerra
se minorarán los gastos y se aumentarán los ingresos con los aumen
tos de la industria, de la agricultura y del comercio; perosi hay una
inmensidad de deudas y de derechos adquiridos en todas las clases del
Estado, y en el extrangero , que es muj difieil satisfacer en mucho
tiempo, ¿cómo es posible que aunque el Gobieroo ¿con la mejor in
tención del mundo quiera cumplir esta obligación en que empeña su
palabra pueda hacerlo?
Para evitar el que asi suceda seria el medio mas oportuno, el
único quizá, el que el mismo Gobierno propuso en su proyecto , á
saber: que esta contribución que se medita fuese especia! en toda la
extensión de la palabra: especial en su principio,, en su medio y en
su fin; especial en su principio, como destinada exclusivamente para
la dotación de culto j clero; especial en su medio para recaudar y
administrar sus productos; y especial ep tu fin, en tu distribución y
aplicación, haciéndola de manera que no entren en Tesorería Jas can
tidades que se cobren por ellas, sino que por los medios j manos
que el Gobierno tenga por conveniente, pues que debe quedar autori
zado para ello, baga que se retenga aquella porción de Jas contribu-
eiones que se baja cobrado con destino al culto y clero, sin que se
aplique de manera alguna ni por ningún motivo cualquiera que sea,
para otros objetos.
Con las modificaciones y enmiendas que h« indicado te mejoraría
en mi concepto el proyecto j y jo no tendria inconveniente en darla
mi voto si la comisión las adopta j el Senado las aprueba. De otra
forma , habiendo probado que la cantidad que se señala «s insufi
ciente para la decorosa dotación del culto y clero, que no está en
conformidad de la base que se establece, y que no puede calmar la
ansiedad de una gran parte del misino clero por la inseguridad en
que le deja de cobrar las cuotas que les consigna el mismo proyecto,
debo insistir en que se deseche, y se sustituya piro sin pérdida de
tiempo que llene mejor aquellos objetos,.
El Sr. PRESIDENTE : Se suspende momentáneamente esta dis-
cution." , , ... , ■ ■ i/ ' f . .
Se. leyó , acordándose imprimir por Apeni'ice al Dimrio Je las
SesiMet , el dictámen de la comisión encargada de informar sobre
el proyecto de ley autorizando al Gobierno para contratar ana an
ticipación de 60 millones de reales efectivos en metálico.
 434
Pasaron á las secciones para nombramiento de comisión loa si- |
gu ¡entes proyectos de ley aprobados y remitidos por el Congreso de
los Diputados. >•' > i ■ *¡->-j
Al, Senado.= "E1 Congreso de los Diputados, habiendo tomado en
consideración on proyecto de ley presentado por el Gobierno de S. M.
para el reemplazo de 50,000 mil hombres, ha aprobado lo siguiente!
Articulo 1? Se decreta un reemplazo de, 50,000 hombres para el
del ejército y reserva ó cuerpos provinciales', que lia de ejecutarse
conforme á las disposiciones de la ley de reemplazos de 2 de No
viembre de 1857.
Art. 2? Este número se divide en dos cupos de á 25,000 hom
bres por cada uno de los alistamientos correspondientes á los años
de 1840 y 1811. ' '
Art. 3? De los 25,000 hombres que han de salir de cada quinta
se destinarán por suerte 15,000 al ejército, y 10,000 á la reserva.
Art. 4? Er acto de declaración de soldados para el cupo.de los ■
25,000 hombres de 1810 empezará el primer dia festivo un mes I
después de publicada esta ley : el correspondiente al cupo de 1841
en el primer dia festivo á los dos meses. En todos los demás se ob
servarán las reglas que establece la ley de reemplazos.
Art. 5? Si un mismo mpzo cayese soldado en los dos sorteos, ser
virá la plaza por el de 1810 j y para el de 1811 entrará en su lugar
el que le siga en número.
Art. 6? £1 tiempo de servicio jera pára los de 1810 de siete años,
y para los de 1811 de ocbo.
Art. 7? El Gobierno dispondrá lo conveniente sobre la organi
zación del ejército para que las Córtes, en cumplimiento del art; 76
de la Constitución, fijen en el año próximo la fuerza de mar y tierra.
Y el Congreso de los Diputados lo posa al Senado acompañando
el expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio
del Congreso 2 de Agosto de 1811.= Agustín Arguelles, Presidente.^
Julián de Huelbes, Diputado Secretario.=Eugenio Diez, Diputado
Secretario." _ •
Al Senado. = " El Congreso de los Diputados, habiendo tomado
en consideración el proyecto de ley del Gobierno para reducir los su
ministros , y' aplicar otros créditos á la última conlribueion extraor
dinaria de guerra , ha aprobado lo siguiente: •' ■■■
Articulo 1? Los documentos justificativos de anticipaciones y
suministros hechos para atenciones de guerra, los recibos del me
dio diezmo de 1837 y 1838 y los de caballos requisados se continua
rán admitiendo por todo su valor como hasta aqui en pago de la
contribución extraordinaria de guerra de 180 millones.
Art. 2? Los expresados documentos de anticipaciones y suminis
tros se admitirán también en pago de las contribuciones ordina
rias devengadas basta fin de Diciembre de 1810, y de las cantidades
que resultan por cobrar de la contribución extraordinaria decretada
por la ley de 30 de Junio de 1838, y serán para e.stos casos trasferi-
bles de una provincia á otra con las formalidades que el Gobierno
considere necesarias.
Art. 3? Se suspende por ahora, y solo hasta fin de Marzo de 1812,
la admisión de los documentos de anticipaciones y suministros an
terieres al 1? de Enero de 1841 en pago de las contribuciones ordi
narias corrientes, ó sea de las vencidas desde esta misma fecha , que
no estuvieren realizadas á la publicación de esta ley.
Y el Congreso de los Diputados lo pasa alSencdo acompañando el
expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio del
Congreso 2 de Agosto de 1811.=Pedro Antonio de Acuña , Vicepresi-
dente.=Julian de Huelbes, Diputado Secretario.=Hipólito Otero, Di
putado Secretario."
Al Senado.= "E1 Congreso de los Diputados, habiendo tomado
en consideración un proyecto de ley del Gobierno de S. M. á fin de
que se le autorice para realizar por via de préstamo la cantidad de
ocho millones de reales con destino á la habilitación de la travesía
de Castilla en la carretera de Galicia , y otros nueve millones á la de
Valencia por las Cabrillas, ba aprobado lo siguiente:
Articulo 1? Se autoriza al Gobierno para que por medio de la Di
rección general de Caminos y Canales contrate un empréstito á la
f<ar por acciones trasferiblesy negociables hasta la cantidad de 8 mi
tones de reales destinados exclusivamente á la habilitación de
la travesía de Castilla en la carretera de Madrid á la Coruña por San
Chidrian , Medina del Campo y Benavente, hipotecando para el
pago de intereses á razón de 6 por 100 al año, para el 4 por 100
de amortización y para 1 por 100 de premio, que se distribuirán en
tre las acciones amortizadas anualmente basta la cantidad de 880,000
reales de los productos efectivos de los portazgos en dicha carretera,
y de los foodos que administra la Dirección.
Art. 27 Asimismo se autoriza al Gobierno para que contrate otro
empréstito con idéntioas condiciones, y por igual sistema, bas
ta la cantidad de 9 millones de reales destinados exclusivamente á
la habilitación de la carretera de Valencia por las Cabrillas, hipote
cando la juina de 990,000 rs. de los productos de sus portazgos, y
de los fondos que la Dirección general de Caminos y Canales ad
ministra.
Art. 3? Estos dos empréstitos se harán con absoluta separación.
El Gobierno formará el reglamento necesario para la tjecuckn de
esta ley.
Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado, acompañando
el expediente para los efectos prescritas en la Constitución. Palacio
del Congreso 2 de Agosto -ie 1311. — Peiro Antonio de Acuña , Vice
presidente. =: J u lia o de Huelbes, Diputado Secretario. rHi poli t a Ote-
rd, -Diputado Secretario/* u . i. ..(...
Se acordó imprimir por Apéndice al Diario de las Sesiones las
siguientes enmiendas presentadas por el Sr. Landeroá varios artícu
los del proyecto de ley sobre dotación de Culto y Clero.
El Sr. PRESIDENTE: Continúa U discusión. Tiene la palabra
en pro el Sr. Seoane. ■• . .
El Sr. SEOANE : Señores, después de haber oido el ilustrado y
elocuente discurso del Sr. Obispo de Jaén formé propósito de no
hablar en esta materia; pero me ba decidido á Lo contrario el que el
único Senador que lia pedido la palabra ru pro no se halla presente,
resultando de aqui que, á no ser que la comisión tomase la palabra
de nuevo, moriría la discusión por fj I la de alimento. En la alterna
tiva de decir poco ó mucho sobre una materia tan profunda, de la
cual hemos tenido ocasión muy frecuente de pensar, y pensar muy
detenidamente, porque su relación se halla ligada con todo un siste
ma , yo elijo el primer extremo de decir poco.
Mi objeto al pedir la palabra fue contestar del modo posible á lo
dicho por el elocuente y respetable prelado que abrió la discusión en
la totalidad ; y ciertamente que habiendo oido á S. S. atentamente se
me ocurrió el caso de un Senador que vinieudo de su pueblo ó provin
cia hubiese tomado asiento hoy, no tuviese antecedentes ni hubiera
leido el proyecto que es objeto de la discusión, porque es indudable
que hubiera creido que el clero estaba en la opuleucia y abundan
cia , y por esta ley se le iba á despojar , ó que el clero indotado por
la ley se trataba de dejarle indotado. A estas dos equivocaciones pu
dieran inducir las dos pinturas que nos ha hecho el respetable ora
dor á quien contesto.
Pero en verdad que si el clero está indotado no es por la ley; por
la ley el clero de España jamás ba sido mas rico, mas poderoso que
desde el año de 1836 acá: al clero de España las leyes de esta época
no solamente no le han quitado nada (excluyo el voto de Santiago),
sino que le han hecho un regalo de un 25 por 100.
Los mismos bienes que poseía el clero en el año de 35 , los mis
mos posee; el misino método de administración que se había obser
vado en épocas anteriores , el mismo existe ahora. Pues bien : ¿cuá
les eran los otros medios de subsistencia del clero? El pie de altar,
ros derechos de estola, y ademas el diezmo y primicia. Pues bien: el
dia en. que las Córtes constituyentes declararon que no se exigiese mas
que el medio diezmo, en ese dia se bizo al clero un regala legislati
vamente de un 25 por 100. Es claro, señores: loque percibía el Estado
y otros establecimientos del diezmo importa un 75 por 100 del pro
ducto total; luego dando al clero exclusivamente el 50 por 100 de ese
producto es claro que se le regaló un 25 por 100.
¿De dónde procede, pues, que á pesar de eso el clero se encuentre
indotado? ¿Pe dónde procede ? De la repugnancia irresistible de los
pueblos i pt»ir esa prestación decimal. ¿ De dónde procede que esté
«4 clero indotado ? De la tenacidad que contra la experiencia y con
tra los hechos se ha manifestado en hacer revivir una cosa imposible,
aun «oponiendo que el que está en Bourges viniese á sentarse sobre
el trono de S. Fernando, llevando las cosas á este extremo, porque
no hay un español de ninguna clase, por preocupado que fuere,
cualquiera que sea su color político, hasta aquellos que todavía echan
de menos la santa inquisición, que no crean que la prestación del diez
mo es injusta por desigual, por pesada, por su cantidad, por onero
sísima , por su recaudación : desde el momento que en la cabeza de
nuestros labradores entró la idea de que el que se aprovecha del culto
debe contribuir á su sosten , el diezmo es imposible.
Y, señores, si el diezmo en su recaudación ba disminuido tanto
cuando había esa convención á que se da el nombre de alianza del
trono y del altar; cuando todas las fuerzas del Estado de que depen
día la monarquía estaban prontas para hacerle efectivo, y los tri
bunales dispuestos á castigar á los que se negasen á cumplir con la
ley , ¿cómo no lo seria ahora, en que esa fuerza ha pasado á los pue
blos, que son los contribuyentes, qué son los vejados para satisfacer
lo? Citándolas cosas se reducen á la experiencia, á esta demostra
ción que se palpa , que se toca , que la looan hasta los hombres mas
torpes y mas lejanos de las doctrinas corrientes, no hay poder huma
no que pueda oponerse á ello. Por alguu tiempo un ejército extran-
gero dominando esta nación pudiera volver á imponer los diezmos,
pero la fuerza de inercia haria todo inútil para ese objeto. Esta es la
razón por que el clero está indotado. P
I.a legislación de las Córtes ha dotado superabundantemente al
clero mas de lo que nunca ha estado. Yo, que me be tomado el tra
bajo de buscar muchas noticias, que aunque- parciales componen un
cuerpo para demostrar esto de un modo que no admite ni respuesta
ni contradicción ninguna, he llegado á convencerme de que para to
dos es indudable el vuelo y el fomento que ha lomado la agricultu
ra. Si examinamos una gran parte de España, vemos que los frutos
han temado, no solamente un considerable aumento en la produc
ción, sino que han crecido también en valor; y asi el medio diezmo
del año de 1839 comparativamente con el diezmo entero de 1.800,
creo no equivocarme si digo que ha venido á ser igual. Pues bien,
señores: si todas las operaciones han sido inútiles para mantener el
culto por ese método, ¿cuál queda ? Yo no lo en' iendev, •: .
Adjudicar al cirro una parle de bienes nacionales, y hacerle
propietario para que no fuese dependiente de ninguna renta del Es-
 435
lado , leria un proyecto como cualquiera otro, y que yo no vota sitamos dedicarnos á averiguar y conocer estas verdades: yo citaré
ría; pero es imposible toda prestación en frutos de los agricultores, un ejemplar. ,
y hay que acudir á una pensión del Estado, y esta ha de pender En el año de 1810 me hallaba yo en un pueblo descansando de
de una contribución que grave á todas las clases y evite la inmen mis fatigas y reponiéndome de mis males , y mi casa era la reunión
sa injusticia que hay en que un capitalista ó comerciante que tenga ó tertulia de los labradores de la población. Se trataba de las mate
10 ó 12,000 duros no contribuya en nada á la manutención del clero. rias que estaban al alcance de ellos , y un dia oí á uno exclamar con
Quiere el ilustre prelado que se conserven á la iglesia de Espa una especie de admiración que en aquel pueblo donde antes se veian
ña las dotaciones que tenia para que el culto se haga con aquella hileras de pobres no se conocian entonces mas que dos, que eran un
ostentación y dignidad que estamos acostumbrados á ver desde nues cojo y una ciega, y nadie pedia limosna.
tra niñez: si no hay posibilidad de restablecer el diezmo, yo no veo Estuvieron á su modo moralizando sobre la causa de esto, y yo leí
á la mano ningún medio de que conserven esa dotación, al menos llamé la atención preguntándoles cuánto pagaban de diezmo en los
hasta que crezca la riqueza de la nación , y mucho menos siempre últimos años : hicieron sus cuentas, de es¿s que saben ellos hacer bien,
que esas donaciones hayan de proceder de una contribución ó derra porque entre ellos había varios que habían sido arrendatarios, y sa
ma sobre el pueblo. Ademas, por honor y por interés del mismo cle caron 13,000 pesos, que era lo que pagaban por valor de los diezmos,
ro, yo no votaria nunca tales donaciones, que pueden llamarse mons y 7,000 de prestaciones señoriales: y entonces les dije ahí tenían la
truosas; yo jamás por rica que fuese la nación daria ocho millones causa de no haber pobres. Estos 20,000 pesos que han quedado en
de reales al arzobispo de Toledo; jamas tendría una dignidad dotada manos de los contribuyentes les han dado medios para beneficiar sus
con 90,000 ducados. Pero se dice qoe los dignatarios maatenían po tierras y extender sus labores. Finios examinando uno por uno , y
bres, daban limosnas y acudian á necesidades. Muy bueno es socor hallé que uno había plantado 200 almendros, otro había Beneficiado
rer esas necesidades; pero muy malo es procurailas: esos ocho mi tierras eriales, porque se quedó con el fruto del tiabajo, y con aque
llones arrancados á la agricultura en la diócesis de Toledo produ llas cantidades proporcionaron trabajo á los proletarios.
cían esa multitud de pobres y mendigos que se estaba acostumbra El Sr. PRESIDENTE: Se va á preguntar al Senado si se próro-
do á ver, sumidos en la miseria, mendigando el sustento á la puer gará la sesión para que V. S. continúe, porque han pasado las cuatro
ta de los conventos y de los opulentos prelados. horas de reglamento."
Ademas, señores, es un axioma hoy, y un axioma para los hom Hecha esta pregunta , el Senado acordó por la negativa.
bres mas rectos, que la prestación del diezmo mata en sus produc El Sr. PRESIDENTE: Mañana se reunirá el Senado á las doce:
ciones á la agricultura, y apelo á los señores que por gusto á ella se antes se reunirán las secciones para nombrar la comisión que ha de
hayan dedicado como yo i tomar noticias , á hablar con los labra dar su dictamen sobra los proyectos de ley de que se ha dado cuenta.
dores y examinarlos si desde que no pagan el diezmo no satisfacen Anuncio por primera vez la discusión de la ley sobre reforma de los
todas sus contribuciones y han beneficiado sus fincas con el» producto fueros de Navarra; y para la de dotación de Culto y Clero continuará
del diezmo. No nos basta , señores , los libros para hacer leyes: nece con la palabra el Sr. Seoane. Se levanta la sesión." Eran las cinco.

S_TOMO I. APENDICES.
 APENDICE PRIMERO
DIARIO
DE
LAS SESIONES
Dictamen de la comisión encargada de informar sobre el proyecto de ley autorizando
al Gobierno para , contratar una anticipación de 6o millones de reales efectivos
en matálico, leido en el Senado en la Sesión del dia 2 de Agosto de i84i-
La comisión nombrada para informar sobre el proyecto de ley
que aprobó el Congreso de los Diputados autorizando al Gobierno
para contratar una anticipación de 60 millones de reales efectivos en
metálico ba examinado atentamente en varias conferencias el mismo
proyecto de ley y el expediente que le acompaña, asistiendo á la úl
tima el Sr. Ministro da Hacienda.
De sus resultas la comisión tiene el bonor de manifestar al Senado
que en su concepto el Gobierno reclama fundadamente la indicada
autorización, y que el pensamiento de enlazar el adelanto de los 60
millones con el pago de los créditos anteriores al 1? de Noviembre
de 1810, que expresa el proyecto en su art. 3?, y é cuya reunión se
da el Mulo de denla flotante, se funda en razones de justicia y conve
niencia pública.
En cuanto á lo primero, los datos que arroja el expediente per
suaden cumplidamente la necesidad de la anticipación; y aunque no
resultase de ellos, parece bastaría á demostrarla el estado en que se
rinlla el desempeño de las obligaciones del servicio público por efecto
de la desigualdad tanto tiempo hace existente entre el importe de
los ingresos de las rentas y el de los gastos del Estado.
Por lo que respecta á lo segundo, está á la vista que con la cen-
tralítacion de los créditos de que se trata, ó sea la creación de la
deuda flotante, se disminuirá la suma que hasta aqui se debia dedicar
mensualmente al pago de obligaciones y contratos, cuyo cumpli
miento no puede dejar de tener efecto ; y esta disminución, agregada
al anticipo de los 60 millones, colocará al Gobierno en disposición
de atender mejor que basta aqui las obligaciones del Tesoro público.
La comisión, al paso que considera arreglado el abono del 6 por
100 de interés anual por lo que bace á la anticipación metálica, de
searla que en la avenencia con los interesados en la centralización
para que se autoriza al Gobierno lograse este reconocer el menor in
terés posible durante el tiempo que trascurra basta que sean satisfe
chos los créditos. Verdad es que el proyecto expresa que este interés
ha de ser módico ; pero la comisión no duda que el celo del Gobier
no se ocupará dignamente en obtener á favor del Erario cuanto be
neficio sea dable, ni deja de esperar que los mismos acreedores mo
deren sus pretensiones en consideración á las ventajas que la centra
lización les proporciona.
Entre las clases de créditos que van n constituir la denominada
deuda flotante, no están comprendidos los procedentes de haberes
personales devengados con anterioridad á la época ya expresada por
clases recomendables, dignas en verdad de excitar los sentimientos
nobles y generosos del Senado. El Gobierno en la Memoria en que
reclama de las Cortes la autorización, ya manifestó que este punto
seria objeto de su meditación, y ofreció presentarles oportunamente
un proyecto de ley sobre el modo y forma con que deberá ser satis
fecha esta especie de deuda , conci liando lo sagrado de su origen con
)a indispensable necesidad de cubrir las obligaciones corrientes. La
comisión, repitiendo textualmente las palabras del Gobierno, abriga
la esperanza de que sea atendida y mejorada cuanto antes fuere dable
]a triste situación de las menesterosas clases interesadas en esta deuda.
Observa, por último, la comisión que se aplican especialmente los
productos líquidos de las rentas de sal y papel sellado ó de la de
tabacos para reembolso de los 60 millones metálicos y de la suma á
que ascienda la centralización , y que el Gobierno podrá proceder á
S.—TOMO I.
AL IMJM. 60
i
DE CORTES.
tu arriendo en pública subasta, colectiva ó parcialmente, según mas
convenga á los intereses nacionales. La comisión no encuentra reparo
en que al Gobierno se conceda esta facultad, porque confia igual
mente que pesará las ventajas y los inconvenientes que pueda ofrecer
el arrendamiento, los comparará con los que presente una adminis
tración intervenida,' y elegirá entre estos dos medios el que reúna á
la vez el beneficio del Erario en los mayores Valores de la renta ó
rentas que se hipotequen y la disminución de gravámenes para los
contribuyentes.
En este concepto , y en el de que el Gobierno queda obligado á
dar cuenta á las Cortes en la próxima legislatura del uso de la auto
rización mencionada la comisión, atendiendo también por una par
te á la urgencia de concedérsela seguu desea y realmente necesita el
mismo, y esperando por otra que si el Senado hallase justas las indi
caciones que se hacen en este dictamen el Gobierno las tendrá pre
sentes al usar de la autorización, considera debe proponer al Senado
que se sirva aprobar el referido proyecto de ley tal como le deoretó
el otro Cuerpo colegislador, esto es, en los términos siguientes:
Articulo 1? Se autoriza al Gobierno á tomar una anticipación
de 60 millones de reales efectivos en metálico al 6 por 100 de inte
rés anual.
Art. 2? Se le autoriza asimismo á centralizar los créditos que cons
tituyen la deuda llamada flotante, previa avenencia con los intere
sados, y mediante liquidación, pudiendo el Gobierno durante el
tiempo que trascurra hasta que sean pagados dichos créditos abo
nar un módico interés.
Art. 3? Bajo el nombre de deuda flotante se comprenden:
1? Los valores pendientes de cobro de los contratos á que se re
fieren las consignaciones insertas en las distribuciones publicadas en
la Gaceta de Madrid desde la de Noviembre de 1810.
2? Las delegaciones sobre azogues.
3? Los valores de los créditos procedentes de contratos de sumi
nistros , anticipaciones ó efectos hechos y entregados al ejército du
rante la guerra anteriores á 1? de Noviembre del citado año y apro
bados por el Gobierno.
4! Los de letras aceptadas y giradas por el Tesoro y no pagadas;
y asimismo las cartas órdenes expedidas por aquel que procedan de
igual naturaleza, y las libranzas que por canges justificados, si bien
aparezcan de distinta categoría, acrediten ser las primitivas, de ori
gen igual á las comprendidas en los artículos anteriores, y su fecha
también con antelación al 1° de Noviembre.
Art. 4? Al reembolso de los 60 millones de que trata el art. 1?, y
i la total extinción de la deuda que se centralice á tenor de los ar
tículos 2! y 3?, se aplioarán exclusivamente los productos líquidos
de las rentas de sal y papel sellado, ó la de tabacos: el Gobierno po
drá proceder á su arriendo en pública subasta, colectiva ó parcial
mente, según mejor viese convenir á los intereses de la nación.
Art. 5? El Gobierno dará cuenta á las Cortes al presentar los
presupuestos del año 42 del uso que baya hecbo de la autorización
que se le concede por la presente ley.
El Senado no obstante acordará lo que su sabiduría estimase jus
to. Palacio del Senado 2 de Agosto de 1841.=Alvaro Gómez, presi-
d*nte.=José Joaquín de Moya.=-M. el marqués de Falces.=:M«rtiu
de los Ileros.=Joié Mana Pérez, secietario."
A
 i ■ .

■ _■ '

r. . *
 DIARIO

DE

LAS SESIONES DE CORTES

Enmiendas presentadas por el Sr. D. José Landero á varios artículos del proyecto
de ley sobre dotación de Culto y Clero en la sesión del dia 2 de Agosto de 18^1.
*
El Senador que suscribe tiene el honor de presentar las siguientes «sus productos no podrán tener otra aplicación que la de esta ley."
enmiendas al proyecto de ley relativo á la dotación del Culto y El art. 12 se redactará como sigue 1
Clero. "Queda al arbitrio de loa contribuyentes satisfacer ana respecti-
Primera: al articulo 1? Que se suprima la palabra reparación que » ras cuotas en dinero , ó en granos y legumbres secas á los precios
se halla al principio del párrafo primero. ■• corrientes)"
Que se haga igual supresión dejas "Según las prácticas religiosas Al fin del art. 15 ae añadirá:
observadas en cada pueblo" que se hallan en el párrafo segundo del "Las obligaciones del culto y tus ministros por lo respectivo al
mismo articulo. ■•año presente de 1841 se cubrirán con arreglo á esta ley, impu-
Segunda: Que el art. 2! se redacte del modo siguiente: "Los gas lando á los interesados lo que hubieren percibido por cuenta de
ta tos de reparación de las iglesias parroquiales y sus anejos, los del ■•sus dotaciones, y admitiendo á los contribuyentes en pago de ana
••culto en las catedrales &0.1 " lo demás como el proyecto. » respectivas cuotas lo que hayan pagado por cuenta del 4 por 100 y
Que al final del propio articulo se añada el párrafo siguiente: ••primicia." Palacio del Senado 2 de Agosto de 1841. = José Lan
"La contribución del culto y clero se recaudará , administrará y dero. , '
• distribuirá con entera separación de las otras rentas del Estado, y

S—TOMO I.
 NUMERO
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SESION DEL DIA 3 DE AGOSTO DE 1$41.
Abierta i la una y veinte minutos , y leid* el acta de la anterior
por el Sr. Secretario Torre» Solanot, fue aprobada.
Diúse cuenta de una comunicación del Sr. marques de Guadal-
cazar, manifestando que hallándose indispuesto y con necesidad
de tomar baños , no le es posible concurrir á la» sesiones del Senado.
El Sr. CAPAZ: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.
El Sr. CAPAZ i Sabido es, señores, el último acuerdo que el Se
nado na timado para que no se concedan licencias mientras no haya
al menos cien Sres. Senadores presentes , y la raion es muy notoria.
Hay una porción de leyes que están sin votar por falta de número;
y id Sr. marques de Guidalcázar ba concurrido á la sesión en que se
tomo: este aeiterdov No es mi ánimo censurar su conducta ; pero tam
bién tengo presente que el Sr. Homo y Gamboa , aunque no concur
ría al Senado ni sabia sus acuerdos , se rió precisado , por el lasti
moso estado de su talud, á pedir licencia t y el Senado batiéndose
cargo de su situaoion se la concedió! quizá el Sr. marques de Gua-
dalcázar no entendería bien los trámites que siguió este negocio , y
ec la necesidad de tomar baños se ha ido sin acudir al Senado : asi,
sin que tea mi ánimo serle hostil , debiendo los acuerdos del Senado
ser acatados y respetados por todos los Senadora , desearla que ese
oficio paute á una comisión para que diese dictamen sobre él.
El Sr. CAMPUZANO i Señores , me parece que siendo este un
caso expreso , según la comunicación hecha por el Sr. marques de
Guadalcazar , podia resolverse desde luego sin necesidad de qne pa
sara á comisión , porque Tendremos á parar de comisión en comisión
sin que adelantemos nada. Asi yo propondría que se contestase al
señor marques, recordándole el acuerdo que se tomó para que1 en
TÍsta de él hiciera lo que tuviera por conveniente.
El Sr. CAPAZi Señores , insisto en mi proposición. El asunto es
grave y delicado: no perdamos de vista, señores, sin que sea agra
viar al Sr. marques de Guadaleaiar ni quiera comprenderle en el
caso que voy á presentar; no perdamos de vista , digo , que seria dar
ú un cierto número de Senadores pretexto para que invalidaran las
sesiones del Senado inutilizando el que se votasen las leyes impor
tantes, cuya votación está pendiente hace muchos dial.
Asi creo que este asunto debe pensarse con mucho detenimiento
y determinar que pase todos los trámites de una proposición de ley,
porque pata eso estamos aqui , para hacer leyes.
Lo que acaba decir el Sr. Campuzano no dejará de ser un reme
dio al caso de que se trata; pero siendo de gravedad, y podiendo dar
margen á qué se repitan ejemplos, si no de igual naturaleza, porqué
no lo creo posible en el buen juicio y delieadeza del Sr. marques de
Guadalcazar ni en los sentimientos de los Sres. Senadores , al menos
se repitan por distracción ó mala inteligencia de lo que acordó el Se
nado respecto al Sr. Romo y Gamboa , y si no se toma una deter.
minación será uo precedente que autorizará á que hagan mañana lo
mismo un crecido número de Senadores.
Insisto , pues , en que se nombre una comisión.
El Sr. CAMPUZANO i Yo aprobaría enteramente la idea del
Sr. Capaz si no tuviera la duda de si el Sr. marques de Guadalcazar
ha manifestado al Senado, como ocurre frecuentemente, que hallán-
S.--TOMO I.
61. 487
^—SSSSSSSBSmOBSSS
1,1t„ . . .III ~
.i,: 1 .i .- ,• • •
dote indispuesto se ha Visto en la precisión de tomar baños, y los
está tomando en Madrid , ó si estos baños los ha de lomar fuera.
Si los tomase en Madrid no seria ningún obstáculo, poique en
tonces el din que se reuniese número suficiente para volar las leyes
pendientes no tendría ningún inconveniente en asistir. Repilo, pues,
que no creo que deba tomarse ninguna resolución sin penetrarse an
tes del sentido del oficio en cuestión. < .
El Sr. HEROSt Este es un caso nuevo y extra par lamentarlo.
El reglamento previene que el Sr. Presidente tenga facultad para dar
licencia por ocho dias al Senador que la necesite ; y se previene tam
bién que lodo Senador que crea necesario salir de Madrid baya de
pedir licencia al Senado.
En el oficio no Consta si el Sr. marques de Guadalcazar está fuera
ó dentro de Madrid ; en el oficio no consta ti pide licencia para mar
charse porque no lo ba hecho , ó si se ha marchado ya. Ese oficio
puede muy bien considerarse como una despedida, por lo qne yo no
soy de la opinión del Sr. Capaz en cuanto ha pedido que pase a una
comisión , porque no siendo un proyecto de ley, ni debiendo por ello
tomarse una medida general , sino que es nna cosa puramente regla
mentaria , me parece que debería pasar á la comisión de Actas elec
torales , ó si se quiere á la meta , para que propongan lo mas colqu-
ceate sobre el particular.**
Preguntado si pasaría el oficio en cuestión á una comisión espe
cial , el Senado decidió por la afirmativa.
Se leyó la comunicación que sigue del Sr. Senador D. Francisco
Narvaez.
"Excavo, Sr.cA úsente del reino como sabe V. E. á causa de mis
dolencias, no he podido tomar partéenla gravísima discusión que el
Senado se ha creído autorizado á abrir sobre la tutoría dé S. M. y A.
Pero deseo hacer constar que mi voto es de todo punto contrario á lo
acordado por las Córtes en su sesión de 10 del corriente.
Para mi no cabe duda en que las Córtes, ni tenían ni podian ar
rogarse facultades para declarar la vacante. No las tenían, porque la
tutoría subsistía en toda su fuerza y vigor en las dignísimas manos
de S. M. la Reina Madre. No podian arrogárselas, porque para des
oír los constantes preceptos de nuestra legislación civil y política.
El Sr. SEOANE : Pido la palabra.
El Sr. HEROS: También la pido yo, Sr. Presidente.
El Sr. CAPAZ: Pido ra palabra para una cuestión previa antes
que continúe la lectura.
El Sr. HEROS: Yo la pido en contra de la lectura.
El Sr. FERRER: Pido que se lea, Sr. Presidente.
El Sr. SEOANE: Pido que se lea esa exposición.
El Sr. CAPAZ: He pedido la palabra para una cuestión pievia
en vista de la ansiedad que han manifestado muchos señores de que
se dé lectura á ese documento. Señores, dándose lectura á ese docu
mento se complace al que lo ha suscrito, y no quisiera yo que tuvie
se esa complacencia, porque en tal escrito se insulta al Senado. Al
gunos Sres. Senadores quieren que se lea ese oficio, y yo estoy por
otra cosa mejor , y es que quede sobre la mesa para que todos los se
ñores Senadores se enteren de su contenido, y asi no tenga ni si
quiera la complacencia de que se lea en el Senado. . .
125
 438
El Sr. SEOANE: Si esa comunicación no se hubiese empelado á
leer , yo seria de la opinión del Sr. Capaz ; pero todo ouanto resta no
equirale á lo que el Senado ha oido, y el no leerlo supondría que lo
que falta por leer tiene uua importancia tal que el Senado esquiva
el oirlo porque no se dé publicidad.
Ademas aeria inútil dejar de leerlo, porque probablemente apa
recera publicado en todos loa papelea de Europa por sugestiones de
españoles que pugnan por hacerse indignos de «ate nombre.
Pido, pues, que se continúe la lectura, porque la ocultación de
lo que refiere daría lugar á creer que coatiene lo que no contiene; y
y o me encargo de desmenuzar en pocas palabras el escrito y la con-
ucta de ese Sr. Senador después que se haya leído."
Se preguntó al Senado si eontinuaria la lectura , y este acordó
que si. , manchadas.....
El Sr. Secretario Torres Solanot continuó leyendo el resto de la
exposición, concebida en los términos que siguen : .."para que
brantar abiertamente el texto absoluto del art. 60 de la Constitución
que todos hemos jurado; para desterrar á la excelsa Señora que
tantos desterrado* srbrió las puertas de la patria ; para poner fuera
de la ley á la restauradora de nuestras leyes; para tan pronto
amargarle la vida á la inocente Isabel , faltaban hasta los pre
textos que las revoluciones suelen conrertir en razones de Estado.
Y bien puedo decirlo y jurarlo: yo, que llamado en dias azarosos
á la alta y no esperada honra de sentarme en los consejos de ¿>. M.,
pude verla solicita siempre en sujetar su autoridad al imperio de la
ley, dispuesta siempre á confundir en igual afán , en comunes des
velos, la suerte de sus augustas Hijas y la felicidad de todos los es
pañoles, í 3ue calmen mas las pasiones ; ¿pero los demás con qué derecho están
Asi lo hubiera dicho y votado como Senador ; asi lo pienso co
militar honrado; asi debo publicarlo á fuer de caballero.
Sírvase, pues, V. E. en la forma que mas oportuna le parezca
procurar que asi conste en las actas del Senado. Dios guarde a V. E.
muchos anos. Paris y Julio 18 de 1841.=Exorno. Sr.=Franciico Nar-
▼aez.=Excmo. Sr. Presidente del Senado."
El Sr. TORRES SOLANOT: La mesa debe hacer presente al
Senado que conforme á lo acordado por el mismo dirigió á este se
ñor Senador el correspondiente oficio A Paris invitándole á que se
Sresentase á desempeñar su encargo; pero ha sido devuelto «1 oficio
ioiendo que no se encontraba allí.
El Sr. SEOANE: Señores, es una cosa muy extraña y anómala
que un Sr. Senador que ha pasado por diferentes grados de la Mili
cia y algunos de ellos á la carrera y aqui voy á hacer un parén
tesis. En una ocasión solemne en otro sitio dije que el que hablaba
de una persona ó de un individuo estando ausente en un Cuerpo de
esta naturaleza hablaba con el mismo, porque lo que aqui se dice
ae comunica por trescientos conducios; y agregué también que al en
trar en aquel recinto yo siempre he dejado la mitad del cuerpo fuera
para responder i cuanto decian, y que en esas materias renunciaba á
toda la inmunidad y á toda la irresponsabilidad que me dan las le
yes y el carácter de Diputado ó da Senador. Basta de paréntesis.
Es muy extraño que un Sr. Senador que ha pasado por los dife
rentes grados de la Milicia, en los cuales se supone que debe haber
adquirido una tintura, á lo menos de ilustración; que un Sr. Sena
dor que se ha sentado en estos escaños, que ha tenido necesidad y
obligación precisa de saber cuáles eran sus derechos y sus deberes,
ignore que fuera de estas pue'rtas carece de todo derecho para dar
votos. Ignorancia es esta , señores, que yo no la puedo suponer en el
Sr. Senador que ha dirigido esa filípica indigesta , poco legal y de
presiva de los derechos de la representación de la nación española.
No pudiendo atribuirlo á ignorancia, lo atribuyo á malicia, y á ma
licia refinada. -í ,
Como Senador, no ha podido decir eso; como subdito de la na
ción, y sujeto á las leyes que nos rigen, ha incurrido en una graví
sima pena; y como militar, y dependiente por las leyes de un Go
bierno establecido, reconocido y obedecido en todo el ámbito de la
Península y de sus colonias, ha cometido una falta que la ordenan
za militar castiga con mucha severidad. ¿Quién es D. Francisco
Narvaez en Paris para dirigir votos, y votos que envuelven una
protesta contra los pueblos y contra la representación nacional? Un
general que está fuera de su puesta, un general que hace un año
abandonó la España, y como Senador sin licencia del Senado, que
ha creído en su pequeño y oscuro circulo en su falta de afeceiones
que era capaz con ese indigesto escrito de dirigir una tea incendiaria
en España.
Nombres mas respetables y mas conocidos se necesitan para pro
ducir esos efectos. Desde Paris, señores , desde el centro de las intri
gas que se fraguan contra la nación española; desde el club en don
de españoles inducidos, ó por motivos poco honestos, ó por pasiones
desenfrenadas, se permite D. Francisco Narváez insultar á la nación
española, hacer una protesta que, ni como Senador, ni como mili
tar , ni como subdito puede hacer contra los acuerdos de los poderes
constituidos. Es una gala de fidelidad que ha querido arrojar sin duda
para congraciarse con personajes que no nombro, y que supongo se
rán ágenos de semejantes intrigúelas de guardilla. Ocasiones solemnes
se han presentado en esta nación para, haberse captado la benevolen
cia de esos personajes; ocasiones solemnes ha habido en que la espada
deberia haberles servido de escudo, y yo sé que entonces ese señor
Senador la tuvo envainada , como la ha tenido durante toda la guer
ra. Repito, señores, que yo no me aprovecho de la ausencia de na
die ; la mitad de mi cuerpo está fuera de este recinto , y desde aho
ra renuncio todas las inmunidades, toda la irresponsabilidad que me
dan las leyes.
¿Qué hace el Sr. D. Francisco Narvaez sin licencia del Cuerpo i
que pertenece , y hasta creo que sin licenoia del Gobierno fuera ae
su patria? ¿Es emigrado? ¿Ha abandonado el puesto honroso á que
ha llegado en la milicia? Entonces al Gobierno toca borrarle de la
lista militar; porque, señores, la tolerancia y prudencia no puede
llevarse basta el extremo de permitir que los asalariados por el Es
tado, con cuyos servicios cuenta para salir de [a crisis en que se halla,
no de ahora , sino de muchos años, estén en un país extrangero go
zando de las delicias y con medios adquiridos con fajas.... tan
Yo hago proposición formal al Senado para que nombre una co
misión que dé su dictamen sobre la conducta escandalosa, antilegal
y sediciosa de ese Sr. Senador, y que tome en consideración quizá el
primer insulto de este género hecho á los poderes constitnidos ; que
tenga presente que estos insultos son tanto mas graves cuanto que no
provienen de ignorancia, y que el delito es mayor -cuan toes mas ele
vada la categoría del individuo que le comete.
Esto es sin'einbargo de qjue si se hallase presente el Sr. Ministro
de la Guerra le preguntaría con qué derecho está Paris plagado de
generales españoles. ¿Es por persecución á sus personas? Afortunada
mente, señores, no conozco mas que dos que pudieran temer alguna
tropelía , alguna acusación ó algún disgusto, á los cuales yo seria el
primero á interesarme porque se les permitiese continuar allí hasta
¡¿frutando sueldos y consideraciones en el extrangero ? ¿Con licen
cia de quién ? No está el Sr. Ministro de la Guerra presente, y acaso
cuando lo esté me tome el trabajo de hacerle una excitación para
que si gusta conteste á lo que llevo dicho.
Por ahora me contraigo á pedir al Senado se sirva acordar se
nombre una comisión á la que pase ese escrito original, ese escrito no
oido en los fastos parlamentarios, para que proponga al Senado lo
que crea conveniente á su propio decoro y las medidas que deba to
mar contra el que á mansalva y desde el extrangero se atreve á in
sultar á la representación nacional.
El Sr. HEROSi Señores, sabe el Señado lo amigo que soy de que
se use la mayor tolerancia para que todo el mundo emita franca y
libremense su opinión ; asi es que cuando anteriormente pedí la pa
labra sobre el escrito que acaba de leerse, y ann dije que la pediría
contra su lectura , no era porque mi ánimo fuese oponerme de modo
alguno i que el Senado tuviese conocimiento de ese escrito, y que se
leyese públicamente y con toda solemnidad; era por dos razones que
voy i exponer brevemenre al Senado.
Primera, porque era menester examinar, si no habiendo prece
dente alguno de ningún género que pudiese autorizar una protesta
de la clase de la presente, convendría consignar en nuestros fastos
este precedente; y segunda , que es todavía mas importante, para
saber si ese sugeto que hace la protesta es ó no Senador.
Para mi, señores , ese sugeto no es un Senador , es un desertor, y
por consecuencia está bajo la pena de la ley, y privado en virtud de
ella de poder ejercer destino ni cargo público de cualquier género
ni comisión de esta especie ínterin por la ley no haya sido absuelto.
La persona que hace la protesta es un militar español , y bajo cual
quier punto que se considere, la ordenanza , sea cual fuere su cate
goría , le considera como desertor desde el momento que se ausenta
sin licencia ni consentimiento del Gobierno.
¿Un Senador que se halla en esta contradicción abierta con las le
yes que rigen en la materia puede estar en pais extrangero recibien
do sueldos y usando de su libertad sin tener autorización competente
y legitima para ello? Hay órdenes multiplicadas sobre el particular,
órdenes que aun creo que se renovaron en 1837 ; pero sin duda no se
han llevado á efecto con la persona de quien se trata. Por consecuen
cia , siendo un criminal, como lo es á mis ojos, la primera cosa que
debemos examinar es si se debe considerar ó no como Senador , que
para mi no lo es.
Sentados estos preliminares paso á hacerme cargo de la protesta.
Esta protesta, señores, es un acto insigne de cobardía , un acto de
bajeza que no tiene igual en los fastos parlamentarios; y cuando re-
ouerdo la tolerancia y el modo franco con que todos han' emitido sus
opiniones en este lugar , no puedo menos de mirarlo como una es
pecie de atentado é insulto á todas las fracciones que componen el
Senado.
Yo creo que ninguno de los que han asistido á esa disensión , en
la que hemos visto que todos han emitido su opinión con la libertad
y desinterés que les es propio , podrá tener motivo paTa decir que se
le ha faltado en lo mas mínimo á las consideraciones debidas y á la
libertad propia de este lugar. Pues yo digo ahora, señores: ese
campeón, ese hombre célebre que sale desde las orillas del Sena con
esa especia de manifestación que para nada vale, porque en último
resultado es tardía, ¿por qué no ha venido á ilustrarnos en tiempo
oportuno con sus superiores luces para dejarnos convencidos?
Asi es que este nuevo D. Quijote de la tutela, que este nuevo
paladín , este nnevo campeón que sacamos en consecuencia no haber
se acreditado tampoco contra los facciosos, según acaba de decir un
compañero suyo que ha dado pruebas de lo contrario, se nos viene

desde quinientai leguas echando baladronadas que no tenemos nece
sidad de oír. Yo do sé lo que ese señor estará haciendo en París, ni si
será uno de esos que se dice están esperando Teñir á la retaguardia de
los ejéroitos austríacos, prusianos y rusos que se asegura nos Tan á en»
oaramar no sé qué especie de sistema en que hasta ahora nadie ha
pensado.
Tampoco sé si estará aprendiendo á hacer asúcar de remolacha, á
la que se dice que es aficionado, porque trató de establecer una fa
brica no sé dónde ; pero de cualquiera manera que sea, miro ese es
crito como un desacato, no digo á la nación que por medio de sus re»
presentantes ha expresado su Toluntad sobre la materia, sino como
un insulto al Cuerpo que , cualesquiera que sean sus opiniones, tiene
un derecho á ser tratado con decoro. Si el sugeto á que aludo tiene
tanta copia de datos y razones ; si como caballero, como Senador i
como militar está dispuesto á defender sus doctrinas con arrogancia
¿por qué no ha Tenido aqui á la palestra ? ¿Por qué en los riesgos
que baja corrido, si es que los ha corrido, la ilustre persona á quien
alude no se ha presentado como campeón á decir : aqui esto/ yo y á
resistir al torrente que según él echaba ó ,no á esta ilustre Princesa
de su país? Sin duda ninguna que ha creído S. S. que no hay otro
amor á la patria ni otro ralor que ejercer en el mundo que disolver
en una ocasión las Córtes después de haberse fiado en su palaba em
peñada, y ese otro de decir desde lejos lo que estamos cansados de oir,
' que dicho con mejores modos , y al parecer con mas raxon, no noi
eonTencido sin duda por la torpeia de nuestros entendimientos.
No seguiré diciendo sobre este particular lo que me parece po
dría decir con sobrada razón: basta lo dicho para sostener desde
luego la proposición del Sr. Seoane, relativa á que este papel pase á
aision, y que esta en lo que tenga por con Teniente lo tome en
on , sin olvidar si este señor en concepto de desertor es ó
r."
Consultado el Senado sobre si el escrito en cuestión pasaria á una
misión especial, asi se acordó.
Quedaron publicados los siguientes nombramientos de comisioi
:hos por las secciones:
Para la que ha de informar sobre el proyeoto de ley para el r
emplazo de 50,000 hombres:
lí Sr. D. Tomas Fernandez Vallejo.
3í Sr. D. Cárlos Espinosa.
3Í Sr. D. Ramón Castañeda.
■ 4Í Sr. D. Pedro Ramirez Colé.
6Í Sr. D. Antonio Seoane.
Para la que ha de dar su dlctámen sobre autorización al Gobierno
para realizar por Tía de préstamo una cantidad de ocho millones de
reales con destino á la habilitación de la travesía de Castilla en la
carretera de Madrid á la Coruña, y otra de nueve miUones de rea
les para la de la carretera de Valencia por las Cabrillas:
4Í Sr. D. José Joaquín de Moya.
2* Sr. D. José Alvares Pestaña.
91 Sr. D. Juan José Gil de las Revillas.
4Í Sr. I). Joaquín Francisco Campuzano.
K Sr. D. Martin de los Heros. ■
Y para la que ha de entender en el de reducción de suministros
y aplicación de otros créditos á la contribución extraordinaria de
Guerra. , ma, como son los firmantes de los dos votos partioulares, no» lo echan
lí Sr. D. Antonio Solís.
2» Sr. D. José Mana Pérez.
3Í Sr. D. Eugenio Ladrón de Guevara.
4Í Sr. D. Francisco Sanobez Fernandez.
5Í Sr. D. Andrés Martines Orinaga.
Se leyó la siguiente proposición de ley :
" Tengo el honor de proponer al Senado el siguiente proyecto de
'•y :
Articulo único. Quedan suprimidos el Tribunal especial de las
Ordenes Militares , el Apostólico y Real del Excusado , la Sacra
Asamblea de San Juan, la comisaria de Cruzada, el Vicariato general
castrense, la comisión de Espolies y Vacantes, las jurisdicciones de
Abadengo y todas las demás especiales, privilegiadas y exentas de
la ordinaria diocesana. El Gobierno dispondrá que las causas y nego
cios pendientes en estos tribunales se continúen y terminen en los
ordinarios con arreglo al derecho común , todo sin perjuicio de lo
que se establezca en la ley orgánica del poder judicial. Madrid 3 de
Agosto de 1841.3AlTaro Gómez."
El Sr. PRESIDENTE : Conforme al art. 60 del reglamento, esta
proposición pasará á las secciones para su calificación. Orden del dia.
Continua la discusión del proyecto de leyde dotaoion delCulto y Cle
ro: el Sr. Seoane tiene la palabra. • perseguido porque Jas opiniones de todos los españoles se hayan mo
El Sr. SEOANE: Señores, concluí ayer mi discurso tratando de
probar que el restablecimiento del diezmo, medio diezmo, 4 por 100
ó cualquiera otra prestación que pesase-sobre la agricultura exclusi
vamente era imposible en España, y que el tratar de restablecerla
significaba lo mismo que dar un decreto para que el clero continuara
ayunando como ha ayunado en estos años pasados. Al decir esto no
me he valido de mi poca experiencia ; este es el sentimiento general
del mismo clero, y sobre todo del clero parroquial, que teniendo un
roce mas inmediato con los feligreses tiene medios para saber mejor
cuáles son sus opiniones, sus repugnancias y sus deseos. He oido ge
neralmente á los eclesiásticos que en la situación actual na quedaba
439
otro medio r^ue el de nna eontribueion ó derrama que les suministra
se una dotación. Podrá deeirse de algunas provincias, de algún pue
blo en que se haya pagado con religiosidad el 4 por 100; podrá de
cirse por algunos que la generalidad está dispuesta á pagarlo: yo xoy
á hacer un argumento que en mi concepto no tiene réplica, y que
destruye esta proposición. .-.<
Desde principios del año 37 ó fines del 38, porqué yo tengo
muy mala memoria , han regido los deslinos de la nación perso
nas en cuyos principios entraba la continuación del diezmo: á es
tas personas han sucedido otras que profesaban el mismo principio,
y que han mandado basta fines casi del año pasado. Este principio
ha dominado y ha ocupado Las silla» de los Ministerios, las gefatu-
ras políticas, las comandancias generales , las intendencias, y en fin,
todos los resortes de la administración, teniendo ademas á su dispo
sición la fuerza pública. Y bien: ¿se ha cobrado el medio diezmo?
Si se me dice que si, entonces acusaré á una gran parte del clero de
que nos engaña , de que se queja sin razón , ó diré que las juntas dio
cesanas, en gran parte compuestas de eclesiásticos, han hecho mal
uso de los productos de aquella contribución. Pues empeño habia,
señores, y empeño tenaz en sacarla adelante, y por mi vista han pa
sado órdenes estrechas que se dirigían á los gefea políticos y á los co
mandantes generales para que auxiliasen con la fuerza la percepción
del diezmo; pero la verdad es, señores, que hay una repugnancia ir
resistible , invencible á pagar esa prestación.
¿Y se atribuirá esta repugnancia á los tiempos en que estamos,
á la relajioion de los prinoipios religiosos, á la de la piedad de los
fieles, ó aá indiferencia
beles, indiierencia por el lilustre de la iglesia? No, señores:
repugnancia es tan antigua en España, que se encuentra en los pri
meros fastos de nuestras leyes escritas. No tengo memoria para citar
una que lo menos tiene 400 años de feóha , en la cual se impone la
pena nada menos que de 200 azotes al que maltratase á los comisio
nados para exigir los diezmos; prueba de que cuando salió esta ley
los apaleaban. La misma pena se impone en ella á los que al pagar
el diesmo mezclasen tierras ú otras semillas ; otra prueba de que ya
se pagaba el diezmo con fraude cuando fue necesaria esta ley. Dejo
ahora á un lado la justicia ó injusticia de imponer la pena de 200
azotes al que maltratase con palos, piedras ú otras armas á los per
ceptores del diesmo, y al que cometiese una superchería mezclando
oteas semillas. Se me dirá : señor, después se ha pagado el diezmo,
y el clero ha sido rico : es necesario tener presente que esta nación
ha pasado por una época en que estas cosas, que son mundanas, que
no son de disciplina de la Iglesia, eran delitos de inquisición: ¿quién
habia de escribir contra el diezmo V .i » i '• » . i
Tiene este también el grandísimo inconveniente de que en su per
cepción se sacan diez, y á la masa común no llegan cinco. Sin salir
de las goteras de Madrid puedo citar numerosos ejemplares , entre
ellos un arrendamiento de diezmo de la uva , que dando 6,080 reales
para el acervo común en favor del clero, quedaron 35,000 de produoto
al arrendatario. Señores, ¿hay mas que ir por España y ver las casas
que se han levantado por los arrendatarios del diezmo?
El diezmo es imposible: y siéndolo ¿cómo, pues, se dota al clero
para que no se vean (os escándalos de que un ¡lustre prelado ba ha
blado ayer de iglesas cerradas y en las cuales no hay ornamentos
decentes para decir misa? Yo tco que los impugnadores de este siste
por tierra, y nada nos dicen en su lugar; porque si nos hablan de
prestación pagada por la agricultura solamente, ese medio es menes
ter retirarlo, que como he dioho antes es lo mismo que dar un decre
to para que el clero ayune un año mas. , ■ , cu-.
Que el clero ha perdido sus inmunidades ha dioho el Sr. obispo
de Córdoba. Yo, señores, no habiéndose formado los códigos, no he
visto que se haya hecho Tariaoion alguna en la legislación. Yo no
veo ni por la legislación eivil, ni por la canónica contribuir el clero
á los reemplazos del ejército; yo no veo pechar á los eclesiásticos en
los pueblos, y tco sí, por el contrario, que todos los delitos que tie
nen relación con su ministerio pastoral son juzgado* por su tribunal
especial, y los reos detenidos en cárceles separadas, que no sou las
oiviles. . • <■ ;
Si alguna vez se ha mezclado en estas cárceles á algún eclesiásti
co con los demás presos , ha sido por efecto de las circunstancias de
la guerra civil y por haberles aprehendido con las armas en la mano.
Pero el clero, dice S. S., pide sustento y seguridad. ¿Por qué pide
sustento? Porque no le tiene: pues esa ley se leva á dar. ¡Seguridad.'
Señores, al oir ciertas exclamaciones le da á uno gana de Volver 16
siglos atrás y creer que estamos en los tiempos de Diocleoiano. ¿Dón
de está esa persecución contra el clero? ¿Se dice acaso que el clero es
dificado , porque crean boy que el perfume de un incienso cualquie
ra es tan grato y aceptable á la Providencia como esos aromas asiáti
cos que se quemaban mezclados con las lágrimas del pueblo? ¡Perse
cución al clero ! Señores, yo no la veo por ninguna parte , y á no ser
que se quiera que á esos reverendos obispos que marcharon en las fi
las de D.. Cárlos, y que siguiendo su sistema sanguinario regaban el
pais de sangre española queden impunes, les llamemos y les colo
quemos á la tabeta desús diócesis, y á no ser que se quiera que la
cualidad de eclesiásticos sea un título absoluto de impunidad, no veo,
como be diebo, que el clero sea perseguido en parte ninguna,
Los: eoleaiásticos por todo principio divino y humano estaa suje-
 440 "
tos i las leyes civiles, y cualquiera desviación de este principio for mixta , por algún evento esta ley no llegue á tener efecto , y quede
maría una república independiente dentro de otra república indepen el culto condenado á otro año de ayuno.
diente. Retrocedamos á loa tiempos en que loa Pontífices se creían con Se ha hecho «posición á la venta de los bienes del clero. Yo diré
derecho de quitar j poner los cetro» á los Reyes. Esos tiempos pasa por punto general que soy enemigo de toda amortización, sea civil,
ron, y es necesario una irrupción de bárbaras en Europa para que sea eclesiástica ( y como no ine.dejo conducir por teorías, sino que
vuelvan á aparecer; pero esto solo se conseguirla borrando basta la procuro verificar estas, he tratado en diferentes puntos de examinar
tradición de la generación presente. cuál era la situación de los bienes monacales antes de ser vendidos
Humillante La llamado el venerable prelado a la acción de reci y cuál es la presente. La amortización, señores, es enemiga de 1* ri
bir el clero su dotación del Erario , ó sea por mano del Gobierno. queza; y ademas al mismo tiempo que deseo que se dote al clero de
Señores, esto es asi ; efectivamente la distinguida clase i .que perte centemente y se la den los medioa de vivir con desabogo, soy ene
nezco y que tiene el bonor por principio y por alimento desde su ins migo de que el clero administre y se mesóle en esas cosas. De modo
titución, se verían los militares may humillados; los individuos de que lauto por lo que conviene á la riqueza pública y agricultora (el
la alta., mediana y baja magistratura se verían humillados porque, I Sr. Coneja pidió la palabra en contra), tanto por el beneficio de dis
reciben de manos del Gobierno los estipendios que se lian considera» minuir considerablemente una deuda que nos agobia, una plaga, una
do necesarios. Humillado estaría el clero de América , el de Francia llaga que uo se curará ínterin no se restablezca el crédito, como para
v otro» pantos de Alemania en donde no se conoce otro método, otra dejar al clero expedito para sus verdaderas funciones, yo estoy por
prestación y otros bienes que el sueldo que da el Gobierno sagan la la venta de los bienes del clero. Cuando esta ley se presente puede
categoría ú oficio década uno. que haga alguna adición á fin da evitar que se amontonen en mas
A todo esto se ha llamado bu mi liante , y no se ha considerado' I manos muchos bienes que repartidos crearán interesea y estos inte
tal ir en persona á las eras para investigar si el labrador oculta un reses serán con los que se lian creado y los que se están creando el
sjoo de trigo, y entrar en las casas particulares para averiguar si la verdadero sosten de las instituciones liberales. in . . •
gallina tiene pollos para sacar la parte que les pertenecía. Esta fisca Concluyo, señores, diciendo que en el estado á que hemos llega
lización que se ejerce en el interior de las familias ¿no se cree hu do, en la indotaoiou del clero, en la necesidad de acudir á este mal
millante 1 .attt'* ¡i.i ' „!• . i con un pronto y eticas remedio, paso por cima de cualquier inconve
Señores, por principio general no pongamos nunca á los intereses niente y de cualquier mejora con tal. que el clero no quede otro año
públicos en contradicción abierta con los de una clase, porque cual indotado , porque eu ello se interesa el honor del- sistema represen
quier disonancia entre el clero y el público puede resultar en per. tativo , la humanidad , la moral publica y el bien del clero , que si
juicio' del clero y basta en daño de la santa religión que profe ha habido en él iudividuos infieles , también los ba habido que
samos, i- ■ ii •■• . - nos han ayudado y animado á vencer á los enemigos de la libertad.
Bl sistema que m ha seguido en los diezmos ha hecho de cada es El Sr. obispo de CORDOBA: Debo decir al Sr. Seoaoe que yo
pañol M falsario, porque ¿quién decía la verdad, ni podía decirla? no he hablado una palabra del diezmo, y que mis observaciones
Sste mismo labrador que había puesto su firma en Un documento solo se ban concretado á decir que consideraba como humillante para
que se le exigía , y que no contenia la verdad, iba á los piea del los párrocos el que hayan de recibir su dotación de mano de los
mismo cura á confesar sos debilidades, miserias y pecados. Dejo á la ayuntamientos ó de los recaudadores.
consideración de los Sres. Senadores. las consecueooias de esa situación El Sr. SEOANE : Yo entendía que el Sr. obispo de Córdoba pro
rata y anómala, i-n-v. ponía la continuación del 4 por 100, llámese asi , prestación , mitad,
i He recorrido la ley de 19 de Julio de 1838 que señala pensiones diezmo ó como se quiera , y no lo he combatido por parecerme exce-
i las diferentes clases del clero secular, y algunas.de ellas confieso en • sivo sino porque es ineficaz, parque ne llena su objeto. .
verdad que me parecen mezquinas, que deben aumentarse, y que El Sr. RUIZ DE LA VEGA: Haca muy pocos día* que en el úl-
deben aumentarse hasta aquella cantidad racional con que un ecle . timo discurso que tuve la honra de pronunciar en el Senado hallé
siástico, según su gerarquia , pueda vivir con cierta comodidad , y ' ocasión para manifestar el firme y decidido propósito en que estaba
sobie todo con decencia y decoro, Dorque los tiempos en que se ve de combatir siempre cualquier dictamen , proyecto ó doctrina que
neraban las sandalias y los hábitos rotos ban pasado, y porque viene tuviera por objeto el menoscabo ó la destrucción de cualquier dere
unida una: parte de la consideración del sugeto á las comodidades de cho civil, político ó social , y que siempre que yo viese esta tenden
que disfruta y el trage que viste. cia allí acudiría con toda mi eficacia para oponerme y para procurar
Pero es necesario tener presente que esta ley se hace en Una situa conservar aquel interés. Supuesto que este es mi propósito y que en
ción angustiosísima para las rentas públicas , y que tiene un carác él insisto , ¿cómo he de callar yo en este día cuando tengo delante de
ter interino, que es susceptible de enmendarse todos los años, v sin I mis ojos un diclámen y proyecto de ley en el que como base prin
salir del presea te puede serlo , porque las Cortes según el articulo cipal encuentro contenido en medio renglón un pensamiento nada
constitucional se reunirán en Diciembre t entonces se pueden ver los menos que de espoliar de todos sus bienes propios á la iglesia espa
efectos que ha causado, remediar los inconvenientes que haya habi ñola? ¡A esta nuestra iglesia de España tan venerable , antiquísima
do, y si la situación de ta nación ha mejorado, como está mejorando y verdaderamente apostólica en todo el rigor de la significación de la
de un modo asombroso, pues que la riqueza pública tiene un desar palabra , como fundada por los Cecilios, los Segundos , los Indale
rollo grande que es lo que me consuela en medio de las miserias en cios, los Torcuatos, los Tesifontes , los Eufrasios y los Isiquios, in
que estamos envueltos ; si la situación de la nación ha mejorado , re mediatos discípulos de los apóstoles 1 Gloria de que muy pocas igle
pito, podremos nosotros aumentar las dotaciones del claro. sias de Occidente pueden envanecerse. ¡ De esta antigua iglesia espa
Se ha ereido que esas dotaciones aerian nula», que no se paga ñola que mereció tanto del celo y solicitud del grande apóstol de las
rían , y aun se ha hecho un eargo contra le ley el que . loa alcaldes gentes San Pablo , que como repetidamente dice en su epístola á los
den al párroco la cantidad que le está. señalada de los primeros pro romanos estaba en el firme proposito y con el anhelo de emprender
ductos de las contribuciones. O yo conozco poco los. pueblos , á cuyo su viaje á España para predicar en ella por su boca el evangelio , de*
estudio me he dedicado continuamente , ó.estas pensiones han de ser ; teniéndole solo para llevarlo á efecto la ocupación en una colecta que
pagadas religiosamente. Porque ¿qué interés tiene el pueblo en lle se estaba haciendo en la Maoedonia y en la Aoaya para atender á las
var integra i Tesorería la cantidad que le está señalada por todo gé necesidades de los fieles de Jerusalen ! ¡De esta iglesia de España que
nero de contribuciones, y no pagar ai cura de su parroquia? Tiene desde el tiempo del magqo y piadoso Recaredo es la iglesia estableci
ai contrarío un interés inmediato y directo, en pagar al párroco con da, y protegida del Estado, y que hoy se ve tristemente por este pro
anticipación á todo. , yecto sin razón ni motivo en la víspera del día en que ba de ser des
Ademas los pueblos sienten, como es natural , la extracción de pojada de aquellas propiedades que adquirió legítimamente y que ha
metálico: pues por el medio que se propone la cantidad asignada al conservado al través de las vicisitudes de tantos siglos !
culto y clero queda en el mismo pueblo. Los pueblos, y dígase lo ¿Y callaré yo y ahogaré lo voz de mis sentimientos y de mis con
que se quiera, al mismo tiempo que se han negado con fuetiza in vicciones, y sellaré mis labios cuando veo delante de mi este pro
vencible que no tiene ejemplo contra el pago del medio diezmo y yecto? Nada menos. Pegúeseme antes la lengua al paladar si por res
del 4 por 100, me consta, no de uno, de dos, si no de centenares de petos humanos de cualquier género, si por temor de incurrir en la
pueblos, que ban dado á su párroco una congrua, y se la han dado saña de los poderosos ó de lastimar afecciones de amigos dejase de
voluntariamente. Me pareen que el método que se establece para el decir en tan solemne ocasión lo que me inspira mi conciencia y me
clero parroquial es infalible. Sin embargo, no estoy distante de apo impone el deber del cargo á que en esta situación soy llamado.
yar y votar la enmienda del Sr. Landero, en que se dice que la con. Me propongo, pues, combatir este pensamiento de la enagenacion
tribacíon del caito y elevo se recaudará separadamente , y que no se de la propiedad de la iglesia que vieoe embebido en este proyecto
invierta un solo real en otra atención, cualquiera que sea ; con la y embebido en medio renglón, oomo he dicho antes.
mejor voluntad apoyo esio; quiero que el clero tenga una asigna No trataré por tanto de descender á otras consideraciones; pero
ción següra , y quiero que el' clero, sin tener que pensar en estas esta sola de la espoliacion de los bienes de la iglesia es tan fecunda
cosas mundanas i que estamos condenados los demás, se meta en su en argumentos, que el único embarazo que tengo para tratarla, es la
iglesia y en la moral evangélica; deje las cosas ¡de este muodo i multitud de los que se me ofrecen: son estos tantos , en verdad que
nosotros los terrenales, y no tenga que temer por su asistencia , siendo si hubiese de dárseles alguna latitud , habría ocasión no solo para pe
el medio mas eficaz para conseguirlo el que la contribución que se rorar por espacio de muchas horas, sino para escribir volúmenea.
ñala este proyecto de ley de los 33 millones, mas ;los productos de Esto es, repito, lo que me sirve de embarazo. Sin embargo, después
los bienes afectos boy al clero, se manejasen é invirtiesen separada de haber considerado la materia bajo todos los aspectos que me ha
mente. No tengo mas que un obstáculo , y es lo avanzado de la esta sido posible en el corto espacio que ha bebido para preparase á esta
ción j de la legislatura , y el temor de que nombrándose comisión discusión , oreo que todas las relaciones del asunto tal como me lo

propongo, pueden comprenderse bajo uu limpie principio, i «ab.-r,
el de justicia: y que bajo cualquier aipecto que aquellas relaciones se
e «sidéreo , se lian de rozar con esta virtud permanente é inmu
table.
Digo, pues , que los derecbos de propiedad en los bienes que po
see la iglesia española soo derecbos validos, firmes y justísimos,
reconocidos por las leyes canónicas y civiles, y garantidos por so
lemne! estipulaciones y concordatos independientemente y sin ba-
cer por abura cuenta de las razones generales y comunes que asegu
ran como principio social la inviolabilidad de las propiedades ha
bidas por cualquiera de los títulos ordinarios de legitima adqui
sición. • la iglesia de España, que es á la que olí contraigo.
' La iglesia (para preceder sebre firme en mis argumenlos, y no
asentar nada en vago) , la iglesia, desde luego lo anuncio, es capaz
de adquirir bienes ; y aunque aqui se ba hablado de su incapacidad,
niego y rechazo semejante doctrina, no solo porque no es legal, sino
'porque tampoco es muy sana bajo otros aspectos. Este derecho y ca
pacidad de adquirir bienes nació con la misma iglesia, pr.rque esta
no poHia subsistir sin los medios necesarios, y seria una ¡uiplica-
ciou de términos muy notoria, y una falla muy grosera el suponer
que esta sociedad fundada' é instituida para fines necesarios y altísi
mos no estaba dotada de todos los medios esenciales para el cumpli
miento del objelo de su insi itucion ; y si esto fuera un absurdo en
cualquiera sociedad fundada por los hombres, ¿cómo concebir este
absurdo en una sociedad que es de institución divina? No, señores,
la iglesia nació con el derecho de adquirir los medios para su manu
tención ; la iglesia tuvo originalmente la capacidad de adquirirlos,
y de consiguiente aun en aquellos tiempos en que estuvo perseguida
los adquirió en efecto mas ó menos cuantiosos; y tal cual fuese su
naturaleza; siendo á esle propósito muy bien sabido que ya el Em
perador Constantino revocó las ordenanzas ó decretos de sus antece
sores por los cuales se habían quitado algunos bienes á la iglesia, á
la que mandó se devolviesen.
Y aqui me ocurre recordar, aunque ligeramente , la obser
vación que hizo mi venerado amigo el Sr. obispo de Córdobi
cuando llamó la atención del Senado sobre la particularidad de que
parece que la Providencia dispuso que en los primeros siglos estuvie -
■e la iglesia sin protección, y antes por el coutrario entregada á to
da la saña y persecución de su< enemigos para hacer conocer eviden
temente que la iglesia no necesitaba de protección humana para pro
porcionarse los medios necesarios á su existencia y esencial manteni
miento. Pero pasaron los primeros siglos de persecución durante
los cuales se mantuvo la iglesia muda y pasiva (por decirlo asi) en
cuanto i ta derecho y capacidad de adquirir: llegó en fin el tiempo
déla paz, y cuando con ella recobró su libertad, y cuando tuvo
ocasión de hacerse oir , proclamó denle luego este principio de su ca
pacidad para adquirir bienes, y reclamó sus derechos en esta mate
ria , sobre locüal son lanías las autoridades canónicas que pueden
traerse en apoyo de mi aserto, que asombra su muchedumbre. Y en
verdad , si hubiese yo de citar aqui los cánones y copcilios que lo
comprueban, ¿cuándo acabaría de hacerlo? El concilio general de
Nicea en 325, el de Calcedonia en ■115, el tercero de O.leans, el
üangreuse y los Romanos basta el siglo v, los La lera censes en los
siglos xil y XIII, el de Lyon, el de Constanza, el de JBasilea, y úl
timamente el de Trento, en el capitulo Si qaem clericorum , que es
el 11 de la lección 22, nd solo aseguran este derecho, lo proclaman
Y reclaman, sino que imponen penas al que lo infringiere; y cuida
do que lo de anatemas que impone el concilio de Trento contra los
espoliadores ó defrudadores de ios bienes de la iglesia, y contra los
qui< de cualquier modo le impidan su legítima percepción y goce, es
ley de España que está en la Notísima Recopilación ; de modo que
en esta parte á mas de la fuerza del coucilio tiene la iglesia española
en su favor la fuerza de una ley patria por ser aquel, como llevo
dicho, ley del reino vigente como todas las demás.
Este derecho de la iglesia para adquirir y poseer bienes, que como
hemos visto es uu derecho proclamado, asegurado y aun sancionado
con penas por las leyes canónicas, viene ademas constantemente apo
yado y vindicado con la autoridad délos Santos Padres y los roma*
nos Pontífices, sin que sea mi ánimo eutrar sobre esto en muchas ci
tas y pormenores porque no se crea que voy á hacer una disertación
aoadümica, si bien he creido necesario por lo menos anunciar las au-
Tidades alegadas; porque cuando se proclaman doctrinas contrarias
sin mas apoyo que un simple aserto^ bueno será aducir textos explí
citos y autoridades determinadas á fin de contradecirlas (El Sr. Tor
res Solanot pije ta palabra como de la comisión], f dadera propiedad, ¿qué significa entonces la fé pública? ¿Qué fue,
Dije que el derecho de la iglesia en la maleria de que se trata
estaba asegurado por las leyes canónicas, y creo que lo be comproba
do con las citas de muchas, que aunque no son nada en comparación
de cuantas pudieran citarse , son sin embargo muy bastantes para de
jar bien puesto mi aserto con relación al lugar canónico. Continua
ré, pues, en la parle relativa al lugar civil, y diré que el derecho
de la iglesia para adquirir y poseer bienes está también garantido,
asegurado y protegido por nuestras leyes patrias.
No fuera ciertamente necesario detenerse á citar muchas de estas
cuando bastaría la mera consideración de que la adquisición de la pro
piedad por cualquiera de los títulos ordinarios y causas de derecho
común con ta posesión y buena fe son mas que suficientes para ase
gurar dichos derecbos, como lo son ciertamente en cualquier parti-
i—"¡0MO L
44 1
Ciliar, corporación ó individuo : en efecto, los títulos de cualquiera
particular son los misinos que puede alegar la iglesa ¡el particular
posee y tiene derecho en sus bienes porque alguno senos dejó en tes
tamento, porque compró , ó por otra- causa ó titulo cualquiera: lo
m^smo sucede con la iglesia; muchos de sus bienes le han sido lega
dos por la última voluntad de los fieles; otros se le trasmitieron por
donaciones particulares, y otros por compras: ¡uego rn cuanto á los
títulos de adquisición no hay racionalmente diferencia entre la igle
sia y los demás propietarios. Por otra parte la iglesia, como antes
lie dicho, no tiene incapacidad alguna para poseer, ni por la esencia
de su insl itucion, ni pur las leyes, y esto mucho menos respecto de
Pero ademas de la fuerza de estos principios y consideraciones ge
nerales, veamos si hay leyes para la iglesia de España que la asegu
ren la propiedad y perfecto dominio en sus bienes como á otros par
ticulares; no un dominio precario (que esto no se debe pasar) sino un
dominio verdadero. ■
Citaré ante todo la autoridad del concilio Toledano vi que no
dudo compreuder en el lugar de las leyes civiles, porque es bien y
generalmente sabido que nuestros concilios en tiempo de los godos
eran unas verdaderas asambleas nacionales en que se proponían y
sancionaban también las leyes civiles del reino, Pues en dicho cen-
oilío Toledano VI celebrado en la basílica de Sania Leocadia, año
637 de Jesucristo, segundo del reinado del Visogodo Cbintila bajo
la presidencia del santo obispo Eugenio se encuentra ya un canon,
que cualquiera podrá ver si gusta en la suma de Carranza, en que
se establece que los bienes y cosas bajo cualquier titulo adquiridos
por la iglesia permanezcan firme y perpetuamente en su dominio.
"Res ccclesiez (dice) d quibtislibct collatos in earum Jure Jirma stahi-
litate permaneanl." ¿Qué quiere decir esto? ¿Puede en su vista caber
duda alguna acerca del verdadero icarácter del dominio perfecto y
propiedad de la iglesia de España en sus bienes? ¿Será precaria la
posesión que se garantiza bajo las frases rúas categóricas de estabilidad
¿irrevocable permanencia? ¡Firma stabilitatel ¿O se querrá decir
que el concilio VI Toledano i que concurrieron tan santos y dignos
prelados asistidos en su decisión de la autoridad y sanción régia , po
drá decirse, repito, que tan alta asamblea nacional quiso engañar á
la iglesia de España y no selló, con el carácter de verdadera inviola
bilidad el dominio de aquellos bienes en que le aseguraba una irrevo
cable y perpetua permanencia? ¡Firma stabililate! Esto seria un
delirio. Pero vamos masadelante: tenemos otra ley que se halla en el
Fuero Juzgo , y es de otro Rey godo , á saber, de Recesyinto: dice
asi : "Establecemos que todas las cosas que fueren dadas i las Eigle-
sias, ó por los Principes ó por los olrcs líeles de Dios, tjiie sean siem
pre sumadas en so jviro de la Eiglesia." ¿Y qué quiere decir que
sean siempre sumadas en so jaro de la Eiglesia? No otra cosa cierta
mente sino que á esta le da uu dominio irrevocable, valedero , con
sistente y firme, como puede ser el de un particular. ¿Y engañaría
el Monarca en esta ley á los eclesiásticos y prelados del reino? ¿Pero
para qué me canso en citar leyes y textos particu ares en comproba
ción del verdadero y perfecto dominio de la iglesia de España en los
bienes que posee, cuando existen en nuestros códigos títulos ente
ros que no tienen otro objeto? Todo el lit. 14 de la Partida primera,
y el 5! del libro primero de la Novísima Recopilación están en
efeclo llenos de leyes que solo tratan de los bienes propios de las
iglesias , y en que se da por supuesto y entendido el verdadero, per
fecta é irrevocable dominio de aquellas en dichos bienes, sin que á
nadie haya jamás ocurrido ni podido ocurrir racionalmente la idea
deque no fuese esta propiedad real y^verdadera como la de otro
cualquier individuo; y seria de consiguiente una iniquidad suponer
que su propiedad era precaria y revocable i placer, puej esto valdría
tanlo como decir que se babia engañado á las iglesias cuando se las
babia asegurado la posesión de esos bienes en tantas y tan repetidas
, I ey es.
Mas todavía : es constante que desde el reinado del Sr. D. Juan IT
viene gravada la adquisición de las propiedades de las iglesias con
una quinta parte de su valor, que iian tenido que abonar los adqui-
rentes al tiempo de su adquisición para que esta fuese válida y legi
tima; cuya cuota después se ba aumentado en los úl limos reinado*
basta una cuarta parle, ó sea un 25 por 100. Asi se verifica en efeclo
en la corona de Castilla. ¿ Y eu la corona de Aragón ? Desde los tiem
pos del Señor D. Jaime el_Conquistador vienen allí gravadas las pro
piedades que adquiere la iglesia cou una tercera parte sobre el valor
de su adquisición. Y si la propiedad asi adquirida no es plena y ver
lo que adquirieron las iglesias á costa de ta miaño gravamen ? Pues
qué ¿ las naciones engañan? ¡Qué motivos de indignación tan gran
des si esto se creyera y se faltase asi tan descaradamente á la justicia
en su mas esencial relación y en su mismo principal fundamento, que
no es otro que la buena fé! Fides Jundamcntam justillo?.
Me parece , pues, que estos argumentos que yo he presentado sen
sólidos y verdaderos; están en efecto tomados de leyes canónicas y ci -
viles, de textos claros que no puedeu tener tergiversación, y para
interpretarlos de otro modo seria menester torcer el sentido de las pa
labras y la verdad de las cosas mismas.
Ahora bien : ¿ y qué se ha dicho en contra de esto? Aqui tengo
Lechos algunos apuntes de cosas qus be oido en esta discusión, y q<i«
voy á refutar.
126
 442
Se ha dicho que la capacidad de 1* iglesia parí p- s. er bienes prn- Notabilísimo e.s á este propósito el texto de la ley de Partida
¡>¡o.» nc ••« de derecho divino; ¿y qué se quiere decir cen esto? ¡ Ks no de la ley (rae he equivocado) el texto del proemio del título ti
de derecho divino por ventura la capacidad quejo tengo para poseer de la Partida lí, en que se dice: "Acuciosos et mientes metudos'
esta levita que llevo sobre mis hombros? ¿Y porque no sea de derecho deben ser los emperadores et los reyes et los otros grandes señores
divino no es mía, supuesta mi adquisición por cualquier titulo legi que han de guardar los pueblos et las tierras, de non dejar desgas
timo ? ¿ No tengo dominio sobre ella? Pues qué ¿ será necesario pira tar á los bornes lo suyo locamente. Et si eso deben facer en los bie
probar el derecho de propiedad de los hombres en sus cosas qne haya nes de cada uno, cuanto mas en los de las eglesias..... ca en los bie
para su caso un texto divino positivo? ¿No basta el derecho natural; nes de tales lugares como estos non debe ser fecha mala barata
no basta el derecho humano? Y en cuanto al primero, que es oferta» porque sean empobrecidos el haya de menguar por ende el servicio
mente una participación de la lev eterna en la criatura racional , co de Dios que se ha de cumplir eon ellos " Y en seguida la ley M
mo se define en las escuelas por teólogos y filósofos , ¿ no es de dere del misino til. 11 para el que sirve este preámbulo entra i explicar
cho natural , i lo menos de aquel que se 1 lama natural es tuppoü- las causas que legitiman la enagenucion de los bienes de la iglesia,1
i on<- , que en la suposición de haberse adquirido válidamente una á saber: por deuda, ó para redención de cautivos, ó para manteni-
cosa sea esta propia del que la adquirió? ¡miento de pobre», ó para construcción y reedificación de templos; ó
No es ciertamente de derecho natural primitivo que la igle ¡a ni para cementerio ó para pró finalmente de la iglesia misma. Hé ahí las
nadie en particular tenga bienes; pero en la suposición de que lus condiciones conforme á la índole de esta clase de propiedad ; y por
haya adquirido con títulos justos y valederos, es de derecho natural que no puedan enajenarse srno cuando concurran estas condiciones,
ex suppoiitione que aquellos bienes son suyos, y le pertenecen, y de ¿se puede inferir de aqui que no sea verdadero el dominio de la
ben conservársele. Con que ¿qué quiere decir este argumento de iglesia en ellas? Nada menos. La iglesia, pues, tiene su verdadera
que no es de derecho divino? Nadie jamas ha dicho que los bienes propiedad y la potestad temporal tiene una obligación formal de
se adquieran ni posean por derecho divino; ni esto es necesario para proteger esa propiedad, como á tedas, y correlativamente la iglesia
la iglesia, como no lo es para nadie. por su parte está en obligación de acudir en obsequio á la autori
Me acuerdo de cuando estudiaba cánones, siendo mozo, que se dad temporal, segun la necesidad y las circunstancias. Esta es la
enseñaban las prenociones canónicas por Sigismundo Lackies, autor regla de justicia, en la cual no puede haber una excepción que so
nada sospechoso, antes por el contrario, liberalisiiuo en extremo, y sea una iniquidad.
que ñor tanto estaba recomendado para dicha asignatura en las uni Pero se dice que la iglesia es una corporación, y que las corpora
versidades. Me acuerdo muy bien, repito, que este autor trae la ciones no tienen ese poder de adquirir. Señores, los primeros que han
proposición que dice : " Ecclesia bona Icmporatia possidet humano, dicho esto han sido Mirabeau y Touret : ese es precisa inent-' el len-
non ditino jure," Digolo á propósito de que esta es uua verdad uni- gunge de los revolucionarios; no ba sido oído jamas hasta que hubo
versalmente sabida, basta de los estudiantes de la escuela; verdad ese espantoso sacudimiento en Francia en el siglo pasado. Esta es
que nadie jamas ha puesto en duda, y que no alcaoso á qué propó toda la gran autoridad que trae ese dicho, y por consiguiente no
sito se ha querido inculcar tanto por los contrarios. pienso detenerme mucho eo refutarle; porque ese lenguage es gra
La iglesia misma asi lo ha recoooeido siempre y lo reconoce, y tuito, y no puede debilitar los razonamientos contradictorios que
en comprobación de ello el mismo Lackies en dicha proposición in están terminantemente apoyado» en textos explícitos, legales, en prin
troduce un pasaje de San Agustín que dice asi) "¿Unde quisque cipios de derecho público y común y en la misma ley natural.
pottidet quod postidet? ¿nonne jure humano?" Todo lo que poseen los La propiedad, pues , de la iglesia es una verdadera propiedad,
hombres lo poseen por derecho humano. Porqtle aunque por derecho y como tal tiene aquella derecho á ser protegida por la potestad su
divino (continúa el Santo doctor) la tierra es del Señor, y toda su prema temporal, lo mismo que los demás, sopeña de faltarse i la
redondez, "Domini ett térra et plenitado ejus ," esto ro hace al pro justicia en su base fundamental, sopeña de exponerse i las calami
pósito de su argumento, en el que concluye que la posesión es de de dades que siempre traen consigo las injusticias ó para los que las
recho humano : "Per jura principum potsidentur possesiones." Asi cometen ó para sus sucesores.
en efecto lo reconoce y dice: ¿y qué se seguiría de aquí? ¿Se He demostrado hasta aqui que los derechos de que voy hablan
seguirá que la posesión asi adquirida es precaria y revocable? do están rrconocidos por las leyes canónicas, y están asegurados por
¿he seguirá que el Principe, el Estado, la autoridad suprema las leyes civiles como cualquiera otra propiedad; y ahora añado que
pueden arrebatar esa posesión y espoliar á su arbitrio al propie están garantidos por estipulaciones solemnes entre partes, osean
tario? ¡Esto seria un delirio! Pero sigamos este argumento: en la concordatos (por mas que la palabra no suene bien para algunos), por
misma proposición de Lackies (no hay para qué salir de ella) se cita concordatos, sí, por concordatos; porque en las naciones en que la
la doctrina de Hugo, quien hablando de las posesiones y propieda religión católica es la religión del Estado, la autoridad de la iglesia
des de la Iglesia reconoce que no deben estar tan cíenlas de la po y la autoridad de los Reyes se apoya mutuamente en una amistad,
testad Real que pretendan libertarse de los servicios que en caso de familiaridad de relaciones ( m;>s adelante diré, por qué uso de esta
necesidad tienen obligación de prestarle, pero suponiendo siempre toz familiaridad) en cuya virtud se celebran dichos reccordatos ó
como esencial condición correlativa , la protección , amparo, seguri transacciones entre el gefe supremo del Estado temporal y la cabe
dad y patrocinio que el Principe ó Estado deb. a estas como á todas za visible de la iglesia. •
las deinas propiedades. Cuando la religión católioa no está mas que tolerada como sucede
Son tan notables y tan elegantes sus palabras en' este lugar, que en otros paises, especialmente en les protestantes, en ese caso no hay
el Senado me permitirá la libertad de citarlas. "Sicut enim regalit comunmente necesidad de concordatos , porque la iglesia tiene sus
potestas patrocinium quod dat alteri , non pottst non daré , tic ipsa medios naturales y propios para ocurrir á las necesidades de sus fie
possessio ecclesiasticis personis , obtenía obsequium quod regia potes- les en dichas partes conforme á las circunstancias; y aun no pocai
tati pro patrocinio debetur, jure negari non poteit." veces en rasos especiales de serias disputas se han celebrado concor
Estas son , pues, las doctrinas sanas , justas y verdaderas en la datos basta con Principes protestantes, como recientemente se ba ve
materia de que tratamos. rificado en Ptusia. Mas como en España la religión católica que pro
Por consiguiente el que sea la posesión ó propiedad de ls igle fesamos está protegida por las leyes, por eso hay y siempre ha ha
sia en sus bienes de derecho humano no debilita en nada para reco bido y debe haber esa lacional armonía entre arabas potestades; y
nocer que es un verdadero dominio. en los negocios que versan sobre intereses de la iglesia y que pueden
Se dijo también que no podian ser libremente enagenados los bienes rozarse con los del Estado se entra en concordatos , contratos y es
de la iglesia, y que por tanto no podia considerarse pleno y perfecto tipulaciones, cosa muy racional , repito, y cosa que una vei trecha
su dominio. Fútil me parece esta razón; porque si valiera para algo, no deja libertad á ninguna de las partes de salirse fuera , porque es
por una igual aplicación pudiéramos decir lo mismo de toda clase de contra los principios naturales de la razón. Por consiguiente, ha
dominio; porque hasta los mas adocenados prineipisntes de institu biendo concordato nunca ba tenido la potestad temporal el derecho
ciones civiles saben muy bien qué el dominio es el derecho de dispo de separarse' libremente de aquello que estaba estipulado en él; si
ner libremente de la cosa propia, si no lo impide la ley , el contra ba ocurrido alguna vez necesidad ó motivo para alterar algo de lo
to ó la voluntad del testador: esas son las limitaciones naturales. ¿Y estipulado, se han promovido por lo común las convenientes nego
dejan de ser propios del poseedor los bienes de mayorazgos que hasta ciaciones entre las partes obligadas, se ban impetrado las mercedes
ahora están en pie? No por cierto. ¿Y puede sin embargo disponer del caso, y por lo regular no se ban negado, porque cuando se entra
libremente de ellos sin enagenarlos? No señor , porque lo impide la en negociaciones de buena fé todo se allana.
ley , porque asi lo requiere la índole de aquellos bienes. Asi, pues , si la propiedad de la iglesia, ademas de estar apoyada
Bien conocida es en el derecho romano la proposición de " mari- en los cánones y leyes que he citado antes, tiene la garantía de esos
tui ett dominas fundí dotalis proposición que apenas habrá estu concordatos ó transacciones que como celebrados entre partes no pue
diante que no haya defendido en sus ordinarias sabatinas ó conclusio den relajarse sin mútuo consentimiento , claro ea que por virtud de
nes. Y porque el dominio de la dote fuese del marido ¿ podia este esta nueva y vigorosa garantía resulta una tazón mas de dificul
enagenarla libremente? No señor; porque la Índole de esos bienes tad para desposeerla sin contar con esa parte que concurrió i ese
que debían restituirse requiere ciertas limitaciones. ¿ Y se ha ocur contrato.
rido á nadie el decir por eso que no era verdadero dominio el de que Para hacer ver que ha habido algunos casos en que la potestad
se trata en dichos casos? Cierto que no. temporal ha enagenado bienes de la iglesia sin la anuencia de la
Pues de la misma manera los bienes de la iglesia , aunque do potestad eclesiástica, se citaron ayer las enagenaciones hechas en Fran
puedan enageoarse libremente porque la ley ha puesto ciertas limi cia en el reinado de Enrique III, las cuales se verificaron (yo no lo
taciones, y limitaciones muy racionales atendida su índole y objeto, sé, pero lo supongo bajo la palabra de quien lo aseguró asi), sin la
no dejan de ser por eso del dominio de la misma. ¡ anuencia del Sumo Pontífice : ¿y que se quiere probar con esto? Yo

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diré i rito lo qile In diihc síimprr: ¿do sabe lodo el mundo que el
reinado He Enrique TTI de Francia fue el reinado de la* borrascas mas
espantosas que lia sufrido aquella nación? ¿ Pile» á que reñir á apo
yar derecho» «obre eso» hecho» aislados acaecido» en tiempo» de revuel
tas graves, y que siendo probablemente efecto» He la» misma» violen
cia» y extravio» de la época no purHen servir en juicio discreto para
racional apoyo de derecho alguno? Pero se añade á eslo que el Sumo
Pontífice Pió VII en nuestro» (lias, y de»pue»de concluida la última
revolución francesa, co reclamó les bienes que durante ella había per
dido la iglesia.
En primer lugar este e» un argumento negativo: ¡que no lo re
clamó ! ¿ Y aabe nadie cuáles fueron la» rainne» poderota» ó pruden
te» que obraron ó pudieron obrar en el ánimo benigno de aquel Sumo
Pontífice, ó para no haber rrclarnado, ó para no haber insistido en loa
reclamaciones, por no suscitar tal vez nueves disturbio» en aquel
Trino ?
Pero últimamente, y fuesen la» que fuesen tus razone», todo esto
quedó subsanado por el mismo concórdelo. Quiere decir que si no lo
reclamó ya dió su consentimiento , y en la forma se «alvo el princi
pio. Con que no se me venga con estos hechos y cita» que no prueban
nada , ó si prueban algo prueban precisamente algo que no es nada
bueno.
Está demostrado que el derecho de la iglesia y el dominio de
los bienes que adquirió y runrervó legítimamente eatá apoyado en
las leyes canónica» : que está apoyado especialmente en la» leyes pa
tria» españolas; que e» conforme á loa principios del derecho natural;
y últimamente que se hulla garantido por concordatoi y pacto» cele
brado» entre do» potestades. ¿Cómo, pue», podrán en ¡uiticia arran
carse esto» bienes de manos de su dueño por voluntad sgena sin au
consentimiento? ¿Cómo sin recurrirá aquella potestad que intervi
no en los parlo» celebrados para garantirlos ? Pero aqui ya se ha
usado He argumentos de otro género para ecurrir al inconveniente:
aqui ja se ha pretendido negar á la potestad eclesiástica la facultad de
intervenir eficazmente en estos negocios de naturaleza, como se dice,
meramente temporal; aqui, en una palabra, se ha dicho que en estas
material que no son de doctrina, siuo He disciplina, la iglriia debe
sajelarse i 4ai exigencias de la potestad temporal ó de lo» gobierno*.
Se dice en fin que la iglesia n.i es independiente en panto d disciplina.
Mucho respeto y respetaré en otras rosas la autoridad del que asi
lo dice , pero en esto entiendo que padece un error gravísimo y nada
sano. Qué ¿la iglesia en punto á disciplina ha de estar en sujeción
de la potestad temporal? Nada menos. I.a disciplina es la facultad y
potestad que reside inherentemente en la iglesia para su natural ré
gimen y gobierno; y esta potestad de hacer los cánones ó leyes al
efecto es tau privativa, tan propia, tan exclusiva de ella , que seria
un absurdo sostener lo contrario: y no quiero darle otro género de
calificación.
Ya anunció el Sr. obispo de Córdoba citando el célebre dicho de
Bossuet , que aunque un punto de disciplina no es cosa de fé, pero
que el derecho de establecer , revocar y modificar la disciplina per
tenece A le iglesia como dogma de fé. Y en efecto ¿ qué es la disci
plina sino la legislación para el gobierno y régimen de la iglesia
como queda dicho? ¿Y quién há de regirla? No oíros ciertamente
sino aquellos "quos Spiritus Sánelas posuit tpiseopos regere eccle-
tiam J)ei." ¿Podri regirla acaso la potestad temporal del ligio? ¿Y
de quién ó cuándo ha recibido ella ella misión?
Y no se me venga coa la arbitaria distinción de disciplina inter
na y externa, porque es distinción que no he admitido jamás. Toda la
disciplina es externa. ¿Y cómo do ha de serlo siendo el gobierno de la
iglesia externo y visible?
Pues qué ¿la iglesia militante sobre la tierra no es visible? Visi
ble es ciertamente. Visible es su cabeia, el Romano Pontífice; visibles
son sus obispos y pastores; visibles son sus presbíteros, diáconos jr
demás ministros; visible es toda so gerarquia, visibles somos los fie
les miembros de su comunión ; visible es la forma de sus sacramen
tos ; visibles sus ritos y ceremonial. ¿Pues si la iglesia es risible y li
disciplina es para el régimen de la iglesia , ¿cómo no ha de ter ex
terna? Es, pues, vana y sofística la distinción de disciplina en inter
na y externa : toda la disciplina ei externa.
La autoridad temporal no puede tener ni tiene el derecho de in
troducirle á regir la iglesia, porque se introducirla en un terreno ve
dado, en una coia agena de su misión.
No ae niega por esto la facultad que indudablemente tiene la po
testad temporal de impedir en casos raciona leí y necesarios que por
el ejercicio de la disciplina , y supuesto el inevitable roce de las ac
ciones de ambos poderes, se ejecuten ó determinen tal vez cosas que
puedan perjudicar á loi interese! de los subditos naturales del Prin
cipe, i quienes este debe proteger. Esto es lo que se entiende bajo el
titulo y oombre de regalía ; pero de esto hay qua decir mucho; pues
eitá udo harto de oir decir basta en documentos oficiales cosas ver
daderamente inconcebibles, y las mas extrañas en esta materia bajo
la invocación de las regalías, en cuyo nombre se pretenden atri
buir muchas veces á loi Principe! derechos que realmente no tienen
ni pueden tener; y digo mas, derechos que estoy seguro que ningún
Principe citólico da verdadera piedad y discreto juicio ha pretendido
Dunca dí ba vindicado para si ni soñado vindicar.
■ Ya dijo el Sr. obispo de Córdoba que solo por un veto es como se
ejercen lo* derechos que se comprenden bajo el titulo general de re
443
galía. Por un «fe, ai; por una prohibición ó negativa. Pero de eslo
á una intervención ó acción positiva y directa h*y una diferencia
muy sustancial. Como estas son materias en que hay algunos que no
están al corriente, ó porque Tío ion de su profesión, ó porqoe no han
tenido ocasión ni gusto He aplicarse á su conocimiento, no estará de
mas hacer alguna» ligeras observaciones para mayor ilustración del
asunto. Definamos, pues,, y nos entenderemos. ¿Qué es regalía ?
El ya mencionado canonista Lackies en su citada obra de Preno
ciones de derecho público eclesiástico trata esta materia, aunque com
pendiosa y elementalmenle, de un modo sin embargo bastante ilus
trativo y suficiente para la necesaria instrucción. Coaliénese esta en
un capítulo que titula: De j»re Pr'mcipum circa sacra. Del derecho
He los príncipe» acerca de Ias.cosa» sagradas: ¿y cuáles son rilo» de
rechos? ¿May alguno de ellos^ue los autorice para introducirse á re
gir la iglesia? ¿Hay alguno que bagi la iglriia dependiente de la
potestad temporal? Ninguno.
De tres clases son los derecho* que tienen los Principe» acerca de
las cosas sagradas. ,
1! Jus dtterminandi sfdiop/iora, que es el derecho de determinar
loque estimen conveniente sobre aquellas cosas que ni por la revela
ción ni por la razón natural tienen una forma cierta y determinada,
y que por tanto no pertenecen á la fé ni tienen que ver verdadera
mente con el régimen de la iglesia : en cosas, pues, de este género
rn que ni la religión se interesa ni la disciplina , aunque por otros
conceptos sean piadosas y santas, pueden disponer libremente.
2? Jus suprema' inspectionis. El derecho de la inspección supre
ma que es I* principal y verdadera regalía, porque es un derecho
propio suyo, absoluto y nacido He su m agestad é imperio que le au.
toriza á proveer y velar sobre todo cuanto se ejecute por cualesquiera
agentes dentro de los limites He su territorio ó dominio para impe
dir, si fuete necesario, cualquier hecho de que estime que puede in
ferirse injuria ó perjuicio á sus naturales subditos. Nc quid ex iis
respuhlica detrirnent: capiat. Esta e» la razón simple y categórica de
la regalía De donde se ve que su intervención en la disciplina en su
caso no es por acción, sino por prohibición, por roto por ne
gativa.
3? Jus advocatiíP ecclcsiastica? : et in relias Jidei , et in rebas
disciplina:: oue es la prerogativa de defender y proteger la iglesia,
asi en las cosas de fé como en las de disciplina. -¿¿Jvocatia : aboga
cía, patrocinio , defensa , no régimen , no imperio, no hostilidad.
No quisiera molestar al Senado, pero hay ciertas autoridades tan
excelentes i este propósito, que no puedo menos de citarlas. San Isido
ro de Sevilla, doctor de las Españas, que al fin es un sabio en que
se interesan nuestras propias glorias, dice: "Los Principes del siglo
algunas veces se encumbran en la altura de su propia potestad deD-
Irode la iglesia." Jntra ccclcsiam petestatis adepta- culmina ttneni.
¿Y para qué? Ut per eamdem potestatem ecclesiasticam disciplinam
muniant. Para que con esa misma potestad fortalezcan y defiendan la
disciplina eclesiástica. Y viene eslo bien con lo que dioe Lackies so
bre el jus advoca tía? eccUsiasticae : precisamente lo mismo que San
Isidoro : pa'ri robustecer , para proteger la disciplina : esa es la rega
lía en este extremo.
El emperador Teodosio el Grande comprendía eslo bien [cierta
mente cuando en su carta al concilio Efesino al mismo tiempo que
vindicaba su derecho propio y correspondiente á la magostad impe
rial manifestaba su deseo y propósito de prestar su acción en apoyo
de la disciplina eclesiástica reconociendo las ventajas de una cordial
armonía entre ambas potestades, y la grande relación y familiari
dad (como dije antes) que entre ambas hay realmente: "inter liane et
illam (Hecia) máxima cognatio et Jamiliaritas intercedit." Cuando tu
procede, pues, con este buen espíritu no hay dificultades, no hay
aspereza, no hay contradicción entre la regalía y la disciplina. £1
santo concilio de Efeso por su parle, mandando insertar , como in
sertó en sus actas dicha carta imperial , reconocía á su vez con aquel
acto la magestad de donde deriva propiamente la regalía.
Véase, pues , cómo esta no afecta en lo mas mínimo la indepen
dencia de la iglesia respecto á su régimen y gobierno , niel derecho
de regir la iglesia que privativa y exclusivamente pertenece á su
cabeza y demás pastorea excluye el derecho ejercicio, y poder de la
regalía.
Esta misma doctrina está reconocida por nuestros Principes en
las leves. La ley 5', t ir. 57, Partida lí, dice expresamente que "el
Papa ha poder de hacer establecimientos y decretos i honra de la
iglesia é A pro de la cristiandad, é en las cosa» espirituales é deben
ser tenudos á los guardar todos los cristianos."
Esto es una buena prueba de que está reconocido lo que he diebo
anteriormente.
La ley 15, til. 1?, lib. 1! de la Novísima Recopilaoion , que es
del Sr. D. Felipe II ; ley por la cual prestó su consentimiento y dió
su apoyo al concilio de Trento, confiesa " como cierta y notoria la
obligación que les Reyes y Príncipes cristianos tienen á obedecer,
guardar y cumplir, y que en sus reinos se obedezcan, guarden y
cumplan los decretos y mandamientos de la Santa Madre Iglesia : y
asistir , ayudar y favorecer al efecto y ejecución y á la conservación
de ellos, como hijos obedientes y protectores y defensores de ella."
La ley 22, Ut. 1? de la Novísima Recopilación dada por el Señor
D. Carlos IV en el año 1800, al prohibir ciertas proposiciones del
concilio de Pistoya (cuya lectura do bago por no molestar al Senado
 444
concluía, hablando de la jurisdicción de la iglesia, con estas no> |
tabhs pala bras : "potestad y jurisdicción que todos deben confesar
en la cabeza visible de la iglesia, cual es el sucesor de San Pedro."
Luego si esti esto fund ido en la razón y en los cánones; si está re
conocido por nuestras leyes, ¿se quiere decir que la iglesia no es in
dependiente en puntos de disciplina? Digo que no lo,enlieudo ; y si
lo entendiera entendería tal vez algo que para ini no «ii*niticario
nada bueno. • demuisaeion previa ? Todo serán vanas promesas, y el articulo de la
Después de cuanto llevo manifestado me parece concluyente que
el Estado por si solo no tiene autoridad para apoderarse je la pro
piedad eclesiástica ; sin que valgan para esto los hechos consuidados,
porque si el hecho es injusto, como se deduce de lo expuesto, mas
injusta será su consumación. * propiedades? Señores, mañana puede decir que toma sobre si la obli
Tampoco, señores, pueden alegarse ét apoyo del proyecto que se
discute razones de utilidad pública, porque 110 puede concebirse uti
lidad pública cuando se está atacando la propiedad.
Ni razones de economía, pues que no hay economía cuando se
espolia á uno de lo suyo, cuando se usurpa, cuando se destruye: si
esto fuese economía, ¿cuál seria el desarreglo? ¿Puede haber otTo
mayor que este? No valen mucbo por último las razones de la ma
yoría de la comisión en el preámbulo de su diclimen, ni el a" poyo
que busca en la ley de 23 de Julio de 1857. Esa ley me parece no
tiene validez, pues que no esti hecha con arreglo á las formas de la
Constitución , y tiene por lo mismo en mi juicio uu vicio original
insubsanable. i existir sin el culto ni este sin ministros.
Ahora bien, y con ocasión de las reflexiones que hace la mayoría
de la comisión en su dictamen lamentándose de la insuficiencia de
los medios que se han destinado hasta aqui para la dotación del
culto y clero , ¡i pesar de conservar este aun sus propiedades, por lo
que concluye que se adopte el proyecto tal como viene en todas sus
partes; con esta ocasión, repito, me acuerdo haber leido bace ya al
gunos años, una breve anécdota en uno de esos libros místicos de que
tanto bueno y tan bien escrito hay en nuestra lengua castellana. Por
ser, como he dicho, breve, y porque luce á mi propósito, me permi
tirá el Senado se la refiera. Vió en el desierta uu santo ermitaño (asi
decia) á uu hombre que hacia un haz de leña, y habiendo probado
á cargarlo sobre sus hombros, vió que no podia porque era mucho
su peso , y el remedio que buscó fue hacer mas leña , con lo que acre
centó la carga y menos podia subirla.
Hasta aqui la leyenda, que su autor aplicaba después muy opor
tunamente á un objeto de contemplación espiritual. Pero yo que ten
go otro propósito lo aplico al mío y digo: se lamenta la mayoría de
la comisiou de que no se puede mantener el clero con los arbitrios
que hasta aqui ha tenido, y propone que se le despoje de su propie
dad que es lo poeo efectivo que le queda: y digo que lu propone
porque esto realmente vieue comprendido eu el proytclo. Se dirá tal
vez que para eso se sustituyen los derechos de estola; perú visio lo
que esto es y lo que vale, yo replicaré: "mas leña." Se dirá que
para eso se va á imponer al pueblo «na nueva contribución: al pue
blo que apenas puede con las que tiene encima : yo replicaré: " mas
leña." ¿Es este el modo de acudirá las necesidades del culto y clero
y el remedio que se quiere aplicar para satisfacerlas?
Pero vuelvo al hilo de nj¡ discurso: es necesario no perder de
vista que el derecho de propiedad de la ird-sia en sus bienes es in
violable; que el Estado no tiene facultad par si solo para despojar á
la iglesia desús bienes, para privarla de una propiedad adquirida y
conservada desde tiempos los mas remotos. ¿ Eti qué nación del mun
do se ob.erva esto? ¿Qué nación podrá prosperar con tales injusti
cias? No se pierda de vista que las naciones que mas objCrvau los
principios de rigorosa justicia y que con mas religiosidad acatan la
propiedad son por lo común lasque mas prisprran.
En Inglaterra, p"or ejemplo, se observa el respeto á la propiedad
hasta tal extremo de rigidez y escrupulosa delicadeza que se escan
dalizaría cualquier ingles del menor acto de expropiación , por mas
urgente y grave que fuese su motivo, coma no fuese acompañado de
indemnización previa y evidentemente efectiva. Nada podrá quiza
dar una idea mas singular de. ello qce el caso que voy á referir. _
La isla de Man situada entre la Gran Bretaña é Irlanda era un
territorio ó Estado originalmente feudatario de Noruega que se regia
por fueros y leyes distintas de las inglesas: hsbia sido poseído por va
rios Reyes de Inglaterra, y al cabo por las vicisitudes de los tiem
po* había venido á parar eo posesión y dominio de los condes de Der-
I>y , quienes como señores conservabau ciertos derechos incómodas i
la juris liecioa Reíl de la Corona de Inglaterra : la isla, por otra
parte, á favor de sus fueros prestaba un- asilo a los criminales y
contrabandistas con perjuicio del gobierno ingles: estu no obstante,
no se atrevió aquel Gobierno á despojar al señor de la isla de los de
rechos c intereses que le correspondían ea ella, y para libertarse en
Un de tales incomodidades no halló mas medio que comprar los inte
reses del propietario, como lo verificó en 17(55, y hechos ya suyos,
arregló su jurisdicción é hizo de su capa un sayo , como suele decir
se. Véase, señores, lo que es y hasta qué punto llega el verdadero
respeto á la propiedad. ¡Que no imitásemos nosotros estos ejemplos!
Si quitamos ahora á la iglesia sus bienes, obraremos mucho peor que
cuando se suprimieron los conventos; porque al fin entontes si se
ocupó la propiedad al fin resultaba propiedad vacante por la supre
sión , au:ique injusta, de los conventos ó comunidades, sus dueños.
Pero ahora, con respecto á la iglesia, ni «un hay ese misero pretex
to. Suprímase , destruyase la iglesia de España sí hay valor y po
der paradlo; redúzcanse á vacantes sus propiedades, y ocúpense
entonces, como se hizo con las de los monasterios.
¿ Pero puede suprimirse la iglesia de España ? De ningún modo*
¿Luego no es lo mas injusto y anticonstitucional la enajenación de
sus bienes supuesto que existe y ha de continuar existiendo ? ¿ Dónde
está, por otra p3rte, ese art. 10 de la Constitución? ¿ Dónde esa in-
Constitución se convertiría en este caso en uua burla cruel. Para co
nocerlo mas bien bastará aplicar esto á otro propietario cualquiera.
Pues qué porque la nación diga que quiere lomar sobre si el soste
nimiento de la iglesia, ¿la autoriza esa circunstancia para quitarla sus
gación de sostener á los grandes propietarios y hacendados y arran
carles las propiedades. ¿ En qué nación podrá suceder esto? Las nacio
nes tienen también obligaciones y deberes que cumplir.
Ya que he considerado la cursi ion bajo el aspecto de rigorosa
justicia continuada por cánones, leyes y coqcordatos en uu país ca
tólico y religioso , y después que hemos visto lo anticonstitucional de
la medida que se propone, considerémosla por último, aunque bre
vemente , ba/o el aspecto moral , ó sea bajo la consideración Je la
independencia del clero. Se ataca (no diré directamente, pero si in
directamente á lo menos) ; se ataca, repito, la independencia del cle
ro, y de consiguiente la de la religión misma, porque no puede esta
¿Cómo puede separarse, ni auu con la imaginación siquiera, la
consideración de los ministros de la iglesia de la consideración de la
iglesia misma? Esta abstracción na puede sosteuerse sino á merced de
declamaciones é invectivas crueles, ó de ridiculos sofismas. Y poner
á los ministros del culto á salario del Gobierno es, por mas que se
quiera oscurecer la verdad, constituirlos en un estado de dependencia
que no puede meuos de menoscabar su prestigio é influencia con res
pecto á aquellos con quienes tienen que ejercer las funciones de su
ministerio, y esto mayormente en España.
Es tan cierta eu general la observación, que el mismo abate La-
Menais, sugeto nada sospecüoso por su radicalismo, no titubeó en ex
presarse en estos términos: "es una idea estúpidamente impía asala
riar al clero, haciéndolo dependiente de la munificencia del Gobier
no." ¿ Y á qué viene á reducirse lodo cuanto se d icf en contra de esto?
A un género de razones dé tal naturaleza, que si hubiera yo de bus
carle algún nombre adecuado no encontraría que les conviniese mas
propiamente que el de far folla, cosa que abulta y hace mucho ruido,
y que no tiene sustancia ni peso. ¡Se han citado los siglos pasades eu
que los eclesiásticos, se dice, eran tau buenos, tan virtuosos.... en que
las riquezas se miraban con tanto desden!... ¡Se ha clamado mucbo
contra ellas como origeo de U.das las calamidades! ¡Se han envidiado
los siglos en que los vasos del templo eran de barro, y en que se ce -
lebraban-cn bóvedas oscuras los santos misterios! Pero, señores, ¿es
tamos por ventura en aquellos tiempos? ¿Son esius loa siglos de oro
que cpulan los poetas? ¿Somos como los felices pastores de la Arca
dia, inoeeuteineote entretenidos en tañer las zamponas? ¿O cómo el
bienaventurado de que nos habla Horacio, Bcatut qal pracul nagolut
ut prifea gtns mortaliurn?
¿Han d* vivir los clérigos ahora en ese estado primitivo de ino
cencia y caridad cristiana , al paso que nosotros nos vamos desviando
di ella mas y mas? Señores, si nos hemos de poner todos á un nivel,
volvámonos ta uibien nosotros á aquellos siglos, y vamonos lodos a
ellos con nuestros zurrones y cayados: ¿se quiere ahora que salga un
obispo con sus alforjas al hombro como los pobres apóstoles , con su
biculo y sus sandalias, pisando terrones para visitar los pueblos y
predicar asi la moral? ¿Cuil seria el efecto de esto en el estado de
nuestra sociedad y costumbres? Señores, ¿no se conoce que esto es
delirar ? •■ .
Pero por último, se dice que este clero (á quien se ba procurado
siempre pintar con los mas negros colores) se ha tísIo casi siempre
en actitud hostil al Gobierno y complicado en rebeldías y conspira
ciones. Triste cosa es, señores; pero.es forzoso decirla: ¿ dónde están
esas conspiraciones de que ten fiecuenlemrnte se habla y-que solo
existen quizá en la imaginación de geules y de gobiernos fiscos y
meticulosos? Porque algún eclesiástico se queja y resienta , porque
alguno se irrite del tormento con que se le mortifica, porque oír»
tal vez se resista a sufrirlo, ¿será esa una conspiración ? ¿Será acaso
conspirar levantar la voz contra las doctrinas y opiniones de los que
dominan ? ¿Si estaré yo ahora también conspiraudo porque levanto
mi voz en el único lugar que acaso hay para predicar las sanas
doctrinas ? En el único lugar , señores; porque sí atendemos á los
periódicos de estas opiniones, apenas pueden hablar siu verse abru
mados de denuncias; y si volvemos la vista á la tribuna parlamenta
ria pocos son en verdad los que levantan hay la voz en ella en el mis
mo sentido. Yo para el caso me considero aquí como llovido del cielo i
¿ por dónde había yo de pensar venir á ser Senador en estas circuns
tancias? Pues ya que aqui he venido aqui quiero yo hablar para dar
siquiera este consuelo á los que tienen los mismos sentimientos <¡ue yo
y no los pueden expresar por fajta de ocasiou y de sitio. Seamos, pues,
justos: al que se le veja , se le incomoda y se le ostiga, no se le pue
de impedir que se resienta , se queje y aun se resista. ' r
A este propósito me acuerdo de una excelente carta de lord Ho-
11a ud, docto y determinado reformista, escrita hace pocos años en cea -

testación á un doctor protestante déla iglesia de Inglaterra llamado
Shuttleworth con ocasión y sobre el asunto de la emancipación de
los católicos de Irlanda : se hacia cargo milord de la acusación que
comunmente se empleaba contra dichos católicos porque manifestaban
cierta animosidad y acrimonia hacia sus oponentes, y usaban de un
lenguaje destemplado para reclamar su justicia y para quejarse de sus
agrarios, y reprendía el noble escritor el tesón de aquellos que to
mando por fundamento la conducta de los irlandeses católicos rehusa
ban accederá sus justos clamores. Entre otras notables razones de mi-
lord Holland á dicho propósito se leen en la citada carta las siguien
tes: "Es peor que necio el insistir ponderando los malos pero iiecesa-
» ríos efectos de una injusticia alegándolos como razón, ó por mejor
«decir, como motivos de pasión para continuar oprimiendo con la
m misma injusticia en vez de repararla. Mientras los efectos de una in-
•t justicia estén obrando sobre alguno, su descontento y su queja tienen
•• forzosamente de continuar. Excede el poder de la tiranía hacerle á
«uno una herida y pretender que le agrade la llaga y no se queje de
••ella. Los que son victimas de una injusticia ó maltratamiento no
••pueden menos de maligne ferram accipere mientras la naturaleza
«humana sea naturaleza humana." Hasta aquí Lord Holland.
En efecto, señores, nadie puede menos de llevar á mal y de resis
tir el aguijón que le punza. Mientras se mortifique á uno, mientras
te le oprima, se le aflija y se le atormente, siempre habrá esas que
jas de su parte, esa acrimonia y ese descontento ; y si después de la
injusticia que produce la queja se cómele otra nueva injusticia, tor
nando en razón ó mas bien en motivo de pasión, como dice el
lord Holland, la misma queja, para continuar ejerciendo tal vez , re
doblando el mal tratamiento, digo que esto es ir mas allá del poder
de la misma tiranía.
Mucho de esto quizá es lo que está pasando con respecto á un gran
número de los individuos del clero.
Concluyo, pues, porque aunque todavía me ocurren algunas cosas,
al fin es necesario poner termino á mi discurso; y recapitulando
digo que el proyecto en cuestión envuelve la espoliacion de los bienes
propios de la iglesia de España; que la iglesia los posee con tan jus
tos, válidos y fuertes títulos como cualquier otro propietario ; que
tiene la capacidad de adquirirlos y poseerlos, y la tiene desde su
mismo origen, y todo esto está garantido por los cánones, por las
leyes y por los concordatos celebrados entre las dos potestades: que
el derecho que la iglesia tiene es privativo de ella é independien
te en estas cosas como tengo probado ; y por consiguiente que el des
pojarla de este derecho será un gran crimen , será un atentado , será
una violación, no solo de la justicia tal como es ta sí en sus comunes
relaciones, sino de la justicia fundamental , es decir, de la justicia
considerada con relación á su mismo fundamento que no es otro que
la buena fé, que esto será tanto peor, cuanto que se abre una brecha
al principio de las sociedades, que no es otro que el de la conserva
ción de la propiedad, que no se puede tomar por pretexto las nece
sidades públicas , porque la autoridad y el poder soberano tienen
obligación de patrocinar á estos propietarios.
Por consiguiente, bajo cualquier punto de vista que esto se con
sidere, es un atentado grandísimo, y ninguna propiedad puede con
siderarse segura en la nación en que se dé un ejemplo como este;
porque mañana se pondrá otro pretexto, que no será difícil hallarle,
para atacar otra propiedad y luego otra y otra.
Estos son crímenes que cuando una vez se cometen en un país se
perpetúan en él sus consecuencias por muchas generaciones, que lo
tendrán que expiar sin haberlo merecido. " Delicia majorum inine-
r'ttui lúes."
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: Señores, forzoso me ha sido
pedir la palabra para contestar á las diversas alusiones que ha hecho
el Sr. Ruiz de la Vega. Yo dije ayer en mi discurso, y repito hoy,
que no es mas que un principio que lodo el mundo admite, el que la
iglesia tiene potestad para hacer leyes; pero que en materias disci
plínales esta potestad es independiente de la potestad civil.
Yo me he sorprendido mucho al oir al Sr. Ruiz de la Vega, por
que creí que en materias canónicas tenia otros principios que los que
se pueden adquirir con la lectura de decretales á que hoy nadie se
dedica. La iglesia estableciendo las leyes no procede como Estado:
el Príncipe tiene un derecho para reprimir , abolir, impedir, pro
hibir á sus subditos la observancia de estos decretos : ¿y se pndrá
decir aun que la iglesia en materias de disciplina es independiente
de la potestad civil? ¿Qué significa esta potestad que nadie ba dis
putado á los Principes? ¿Quién ha dicho jamás que la iglesia de
Francia , que ha desconocido el concilio de Trento ha cometido un
delito en tratar de materias disciplínales? ¿Quién ha dicho que lo
sea el que la Francia en tiempo de Luis XV aboliese la ley de disci
plina , que señalaba la edad de 21 años i los varones y de 23 á las
hembras pira ser admitidas i Us profesiones religiosas? ¿Quién ha
disputado á los Príncipes y á los Parlamentos el derecho de suspen
der y abolir la disciplina de la iglesia en esta y otras materias? Na
die , señores ; y los obispos de Francia aplaudieron con todos los
hombres sensatos estas medidjs , porque conocían muy bien que la
ley que proscribía la profesión religiosa estaba en su lugar y en sus
facultades, y por eso cuando todavía no podían saber su resultado
fue aplaudida. En fin , yo siento que mi antiguo amigo el Sr. Rui*
de la Vega haya querido momentáneamente desconocer lo que hoy
es el A B C en materias canónicas.
S.—TOMOL
445
El Sr. SEO AME: Señores, no se crea que voy á impugnar el dis
curso del Sr. Ruiz de la Vega. Seria' la cosa mas inútil del mundo.
Yo me hallo aquí en el siglo XIX, y el Sr. Ruiz de la Vega por una
transición se ha trasladado al siglo XIV ó xvi cuando mas; y asi
¿ para qué impugnarle ? El mal está en que el Sr. Ruiz de la Viga
se ha trasportado á ese siglo, cuyas doctrina» nos ha explicado cen
elocuencia, profundidad y gracia, y no quiere en su modo de ser y
existir traspasarse al siglo cuyas doctrinas sigue. Ha creído S. S. que
la potestad eclesiástica es enteramente independiente del Estado, no
tiene rocé ninguno con la autoridad ci vil , con la sociedad , y que
el clero, que es de ella una mínima parte destinada i un objeto, lo
es todo. Buen provecho le hagan á S. S. esas doctrinas, y buen pro
vecho sus resultados, que el género humano lloró por muchos siglos.
Nos ha citado S. S. autoridades: ¿y de qué me sirven á mí esas
autoridades y aun esos santos padres si vivo en un siglo en que yo,
lego, iliterato, sé mas que sabían en ese siglo esos señores i quien la
iglesia ha canonizado, porque en aquel siglo eran unas lucecitas que
de cuaudo en cuando alumbraban en medio de la oscuridad, y ahora
estamos eu el tiempo de las demostraciones, en el tiempo matemá
tico? Pero dejando esto á un lado, me concretaré á algunas cosas que
el Sr. Ruiz de ra Vega ha impugnado de mi pobre y desaliñado
discurso.
No admite el Sr. Ruiz de la Vega la distinción de disciplina in
terna y disciplina externa ; y por esta doctrina la iglesia lo es todo,
el Estado nada. El Sr. Ruiz de la Vega que es muy ilustrado, habrá
visto la distoria con mucha mas detención y antecedentes para cono
cerla que yo, y de ella inferirá que si la potestad civil en España y en
todos los países católicos hubiera reconocido esta doctrina, hoy loque
regiría el mundo seria la teocracia por la tendencia natural de todas
las clases á la usurpación. Básteme decir al Sr. Ruiz de la Vega que
la confusíou'que ha hecho en la materia de disciplina interna y ex
terna no está admitida por ningún hombre de razón, por ningún
hombre ilustrado; y mas diré: no está admitida por el mismo señor
Ruiz de la Vega.
Como confinados ha llamado á los Sres. Senadores déla minoría que
nos honran con su presencia y asistencia, y que con su oposición con
tribuyen á que las leyes se debatan y salgan lo mas perfecto posible,
y á quienes yo, señores , con toda la sinceridad de mi corazón doy en
nombre del bien del pais las mas sinceras gracias por la conducta que
observan, porque yo me he visto en minoría, y sé toda la amarga
saliva que se traga cuando nuestras doctrinas no prevalecen y á
los raciocinios se opone una mayoría que nos dice no. Pero, señores,
¿por qué hoy los principios que ha expresado elSr. Ruiz de la Vega-,
no los principios que ha expresado, pero otros que no se acercan ni
con mucho á los que ha expresado, están en minoría? Por una con
secuencia necesaria.
Sus doctrinas se presentaron aquí en mayoría, se pusieron en eje
cución, vinieron mas elecciones y aquellas doctrinas no pegaron; es
decir , que se verificó aquí uno de esos cambios continuos que se ve
rifican en todos los gobiernos representativos, que se está verifican
do hoy en Inglaterra, en donde el principio proscrito y en mino
ría por espacio de seis años ba subido á ser mayoría ; es decir, que
e! país no se presentó de acuerde con aquellas doctrinas y ha buscad u
mayor número de individuos que profesasen las contrarias; es decir,
que ha sucedido lo que á nosotros el año de 1837 , que de un Con
greso casi unánime en opinión venimos á ser reemplazados por uiro
Congreso de una inmensa mayoría de doctrinas contrarias; pero yo
tengo las minorías por una cosa necesaria y sumamente meritoria , y
si no han venido mas individuos será por la voluntad de los electo
res, porque yo he estado en un distrito de la nación y he tenido
grandísimo cuidado, á pesar de que no me competía mas que auxiliar
la autoridad civil cuando fuera necesario, y he visto una libertad
absoluta en las elecciones, siendo sabido que las opiniones bao cam
biado mucho; pero esto consiste en que marcha el entendimiento hu
mano, y va marchando de tal modo que nos van dejando atrás y
empiezan ya á echarnos á retaguardia diciendo que son nuestras
doctrinas rancias: esto es una cosa natural; las cosas se extiende», las
necesidades se aumentan y tal es la consecuencia.
El Sr. Ruiz de la Vega basta ba iregado el refugio de las mino
rías en la prensa periódica. ¿ Y dice S. S. esodelar.le del Senado? ¿Y
cuándo? Cuando esa prensa, desencadenada, hasta facciosa, dice cuan
to quiere, y lo dice impunemente. Es verdad que hay jurados; ¿pero
qué hacen los jurados con el extremo de las opiniones? Absolverlos
con gravísimo daño de la sociedad, del interés público y de la esta
bilidad del Estado: la prensa boy dia es licenciosa hasta el último
extremo ; licencia que >e debe corregir con mano fuerte, y si no estu
viera tan avanzada la legislatura no faltaría quien presentara un
proyecto de ley para ponerla cortapisas.
Por lo demás, la minoría tiene toda la libertad imaginable en este
Cuerpo, y la prensa se halla hoy en tal estado, que en una sociedad
bien regida no se debia permitir.
El Sr. RUIZ DE LA VEGA: No replicaré porque no me gusta
replicar, sino limitarme precisamente como se debe i deshacer
equivocaciones. Parece que me daba el corazou que mi amigo el se
ñor Martines de Velasco habia como de resentirse de mi oposición, y
por eso fue por lo que á prevención dije al principio de mi discurso
que hablaría en él sin ninguna consideración á respetos humanos,
sin temor de incurrir en la saña de los poderosos, y sin temor de las
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limar afecciones de amigos: esto último lo dije precisamente por con
templación á S. S., cujos principios siento en verdad tener que con
trariar por Mr de una persona cjue me merece muchos afectos.
Pero yo en este lugar y ocasión estoy ejerciendo (por valerme de
la expresión que acaba de usar el Sr. Seoane) una especie de sacer
docio. No puedo convenir en la doctrina tan reJondameute sentada
por S. S. de que la iglesia no era independiente en punto á discipli
na , sino que estaba en sujeción del poder temporal. Esto dije en mi
discurso, que era i mi ver un error gravísimo y nada sano, y ahora
tengo que añadir que sostengo aquel dicho y opinión , y que cuanto
viene alegado en contra no desvirtúa la verdad de mi aserto. Porque
el derecho de la potestad temporal para prohibir en justos y raciona
les casos la ejecución de alguna disposición disciplioal eclesiástica en
lo que pueda perjudicar á la república ó al interés de los subditos,
yo mismo he sido el primero en reconocerlo y confesarlo
Pero cuidado, señores, que eso no implica en lo mas mínimo la
independencia de la iglesia en el arreglo de su disciplina: ese es el
reto ó acto negativo y de ninguna manera un acto positivo de auto
ridad disciplinal que ponga á la iglesia en este punto en sujeción
del Estado.
La iglesia es independiente en punto á su disciplina, y esto (como
dije antes) está fundado en una autoridad muy alta. La iglesia ka
de ser regida por aquellos "quot Spiritus Sánelas potsuit episcopos re-
gere eeclesiam Dei."
En cuanto á lo de el exequátur, digc lo mismo que dije antes con
respecto al veto, pues que la prohibición ó negativa de aquel no es
en verdad otra cosa. Y por cierto que á propósito de esto hemos vis
to llevar las cosas recientemente á tal punto que se ha caído basta en
el ridiculo de pretender que requiere exequátur una mera enuncia
ción de doctrina, cosa que por su naturaleza no tiene que ejecutarse,
lo cual es una evidente implicación de términos.
En cuanto á lo que dijo el Sr. Seoane de que estando en el si
glo xrx yo me habia trasladado al xvi ú otros siglos anteriores, solo
diré que yo he expuesto doctrinas y razones; y que la razón y la doc
trina son de todos los siglos. Por lo demás , S. S. dice lodo lo que le
parece; yo hago lo mismo, y en esta parte estamos satisfechos.
El Sr. Ministro de HACIENDA: Señores, en todas las cuestio
nes generalmente entro con desconfianza ; pero en esta entraré con
mucha mas, puesto que los señores que me han precedido en la pala
bra, Senadores ilustres, personas todas muy conocedoras del derecho,
de los cánones y de los principios de economía, y con todas las de-
mas prendas de oradores y hombres de Estado, no pueden menos de
oscurecer al que tiene el honor de usar en este momento de la pala
bra. Pero dejando á mi ilustre compañero el Sr. Ministro de Gracia
y Justicia lo que se refiere A la parte canónica y á la parte legal,
yo voy á hacerme cargo de la parte que corresponde á mi ministe
rio, y por consiguiente entraré en esta cnestion bajo el punto de
vista económico, que es uno de los pantos principales que tuvo á
bien dilucidar con muchísima ilustración y elocuencia el Ilustnsimo
Sr. obispo de Córdoba.
Pero antes quiero llamar la atención del Senado hacia un punto
de vista que no he visto tocado, y es bajo el punto de vista político.
¿Pues qué no habia de venir un dia en que este punto político de
bía ir envuelto en una ley? Si, y este dia ha llegado; y este es el
principal objeto de la ley. Yo he oido al limo. Sr. obispo de Cór
doba decir en énfasis, y al oirle sus palabras resonaban en mi co
razón. "¿Pues qué no ha de venir un dia de alivio para el clero?"
Si señor, y ese dia ha llegado, porque ha llegado el dia en que se
desenvuelva el gran principio político consignado en la ley: ¿y cuál
es este principio político? El principio político consignado en la
ley no es mas que la regulación de la legislación que en lo sucesivo
debe regir para que el estado eclesiástico deprnda enteramente del
mismo Estado.
Bajo este punto de vista era indudable que la primera cosa que
debia procurarse era buscar los medios de acudir y atender á esa
horfandad, á esa especiede miseria con que aquí se nos ha pintado que
estaba el clero; pues qué ¿podía dejarse de atender esto por un Gobier
no que se precia de justo y que no podía menos de considerar esas
instituciones sagradas? ¿ Podía desentenderse el Gobierno de los
clamores y reclamaciones que le agobian ; podia desentenderse de las
promesas hechas y las disposiciones de las Cortes, que han apoyado en
diferentes ■'■pocas ese clamor y ese deseo de llenar estas obligaciones
que por efecto di; revoluciones , si es posible expresarme asi , de in
fidencias, de circunstancias, que no son hijas de los hombres del dia,
sino de otros, pero que lian venido á pesar sobre nosotros? ¿Pues
¡ni 11 lo duda ? ¿Quién duda quede resultas de estas mismas cir
cunstancias que no hemos creado, sino encontrado asi, esto llamaba
imperiosamente la atención del Gobierno para atender de un modo
fijo, permanente á estas obligaciones sagradas que ningún español
por cuyas venas corriese sangre católica podia desconocer ? Ese es el
gran principio; ese es el objeto principal y ei punto culminante de
Ja ley: que llegue ese dia de alivio que con tanta justicia como pre
cisión ha reclamado S. S.
Yo , señores , no entraré ahora en el arreglo que podría hacerse
en el establecimiento de la iglesia, ni tampoco i defender si el nú
mero de eclesiásticos es mayor ó menor de lo que debia ser, porque
esto no es del momento y está fuera de mis atribuciones. A mi lo
nioo qne me compete es hacer ver y demostrar que el objeto de do
tar competentemente el culto y clejo está lleno por la ley, y que
este proyecto, con los medios que en él se proponen para este objeto,
no es insuficiente ni poco legal ni humillante, que por consiguiente
lleva consigo toda la seguridad, y hace desaparecer todas las dificul
tades que podrían tocarse en el cumpiimíento de esta obligación, que
es el objeto de la misma ley.
Se ha dicho por uno de ios señores que me han precedido en el
uso de la palabra, por el Sr. D. Ventura Gómez, y en esto coincidió
el limo. Sr. obispo de Córdoba , que la ley era insuficiente. Yo con
sidero esta palabra bajo dos puntos de vista, esto es, ó respecto de
las dotaciones, ó respecto del modo de satisfacerlas. Si era insuficien
te respecto de las dotaciones, la ley de 29 de Julio contesta á este ar
gumento; y esta ley, que sirvió al Gobierno para poder fijarse res
pecto al modo con que debia establecer esas dotaciones, ha sido, no
solo mejorada , sino puesta en el estado de que pudiera ser suficiente
y superabundantemente llenado el objeto de esta ley. En aquella se
esta blecieroo máximos y mínimos que han servido para esta , y ade
mas se ha señalado un máximum que con respecto á lo que se man
daba en la otra ley establece uua escala gradual entre las diferentes
categorías de las dotaciones, que por la economía que produce haré
ver que la cantidad que se lia destinado exclusivamente al clero ca
tedral, asi como al parroquial , está suficientemente compensado,
como lo manifestó y lo probó basla la evidencia una de las personas
que mas han entendido en la materia , que mas profundamente la
han estudiado, y cuyo examen ha sido su único y exclusivo objeto
durante cuatro ó cinco años; hablaba del Sr. Sancho.
£1 Sr. Sancho en las discusiones del otro Cuerpo ha probado de
una manera evidente el modo particular con que esto se ha trabajado
teniendo á la vista los datos, la estadística y las relaciones que se
habían mandado por corporaciones y personas que hablan entendido
en la materia; y probó, repito, hasta la evidencia que la ley no era
insuficiente en ningún sentido.
Por lo que queda dicho se ha visto que asi como las cantidades
designadas no son insuficientes, los medios adoptados para cubrirlas
no lo son tampoco. Aquí se ha dicho que esta cantidad no seria pa
gadera en atención á que los pueblos abrumados con otras contribu
ciones no podrían satisfacer esta. Se ha dicho que el enorme déficit
que provenía de la desatención de estas obligaciones durante los años
eu que el clero ha estado indotado era excesivo, que tampoco esta
ley llenaría el objeto, y que una de las causas que probaba que esta
ley seria insuficiente era el proyecto aqui presentado con el objeto de
reclamar del Senado una anticipación.
Yo me haré cargo de todos estos argumentos uno por uno.
Primeramente , ¿qué tiene que ver un auxilio temporal, un auxi
lio eventual que el Gobierno pide para hacer frente á sus obliga
ciones? ¿Tiene que ver algo este auxilio con la ley que nos ocupa
en el momento? No seguramente; es una obligación nueva ; es una
obligación que se impone nuevamente á los pueblos, en cuyo cum
plimiento no tendrán reparo, asi como no lo tendrán tampoco en su
exacción, porque se emplearán todos los medios necesarios para ha
cerla efectiva. ¿Y habrá por ventura algún pueblo , habrá persona
alguna que deje de pagar una obligación que sabe que está destinada
ad Iioc , que está destinada para la manutención de! clero y sosteni
miento del culto? No seguramente; asi como no habrá persona al
guna que no deje de reconocer, que al mismo tiempo que se la im
pone esta contribución se la hace un beneficio por quedar abolida de
hicho la prestación decimal; y desde ahora , señores , lo anuncio con
la fé mas profunda que me dicta mi conciencia y los sentimien
tos que animan á mi corazón : que si alguna vez estuvo el clero bien
dotado, lo estará tan luego que se apruebe el proyecto de ley que
se discute: tengo una convicción, un profundo sentimiento de que si
se podia adoptar un medio justo, un medio equitativo , es el que
ahora se propone; yo no encuentro otro mas justo que este, porque
tiene esta contribución (si puede llamarse asi), no diré que tan luego
como se ponga en-práctíca-, que el primer año que se ponga en planta
no tenga defectos, porque los tienen todas las leyes, y muchos mas
las que se hacen sobre estos asuntos; pero el resultado será que ven
dremos d parar en el fundamento , en el principio y la base de este
proyecto para buscar una perfección cuanto antes sea posible.
La única dificultad que podia presentarse seria si la contribución
que se vota, la cual se garantiza por tantos medios, y particular
mente por la solemnidad de este debate, que debe darla tal respeta
bilidad cual ninguna otra ba podido tener; si esta contribución, re
pito , seria ó no suficiente para llenar esta obligación, y respecto' de
esto ya he dicho que la misma ley prueba hasta la evidencia no solo
que será suficiente, sino superabundante.
Yo llamo la atención sobre la importante corrección que se ha he
cho en'este proyecto respecto de los curas párrocos, pues se ha dicho
en la ley: dése á cada uno lo que tenia, y á nadie mas que el máxi
mum de lo que tenia. Aqui se ha respetado un principio de justicia, y
i nadie se ba quitado nada; pero en la otra ley se decia: no hay cura -
to que no entre con 5,501) rs.; y, señores, ¿cómo es posible venir á
comparar un cunto de una aldea de Asturias ó Galicia con los cura tos
de otras provincias? Como su principal emolumento no pasaba de
1,5(JJ rs., que si se coje la pluma y se hace el cálculo, con la dife
rencia se observará que la economía introducida por la comisión rs
suficiente para proteger estas dotaciones.
Otra economía y no menos considerable que se ba introducido

respecto del clero catedral está consignada en los misinos principíoi
que la de los párrocos, porque se ha dicho: á cada uno désele el
máximum de lo que recibía ; pero no se ha dicho de manera alguna
que todos los individuos de las catedrales tengan el máximum que
indicaba la ley.
De aquí resulta que de 1,009 canónigos apenas pasaban la major
parte de ellos de 8,000 rs. ; antes el mínimum era 11,000 rs. , y el
Senado conocerá cuátfcinjuslo es asegurar una dotación de 11,000 rea
les á personas que no habían seguido la carrera por sus trámites,
que no habían seguido todos aquellos principios á fin de recibir
inmediatamente esta dotación. Y aqui tenemos otra nuera economía
y otro medio nuevo de proteger suficientemente esta dotación.
Los presupuestos que constantemente se han presentado á. las Cor
tes á fin de atender i tan sagradas obligaciones han venido siempre
exagerados, y en el día de hoy no hay una estadística á que poderse
atener: sin embargo el Gobierno dice que la presentara á la mayor
brevedad , para lo cual se procura todos los medios y datos condu
centes á este fin; ¿pero por qué no se ha presentado esta estadística
cuando debía presentarse? Yo lo diré: no se ha presentado, señores,
porque siempre ha habido un conato, una tendencia marcada y deci
dida á conserrar una prestación que ni el espíritu del siglo ni otras
razones han podido admitir y que constantemente ha sido repugnada
por la opinión pública ; y no es esta una cosa de ahora , sino que
viene trabajada de mucho tiempo y por personas que en su conserva
ción estaban interesadas. Yo no entraré á ver ni á examinar las cau
tas que motivaron la abolición del diezmo y le hicieron desaparecer:
este es un hecho consumado, y como tal yo le respeto; pero si diré
que esa prestación ha sido uno de los principales motivos para que no
se presentase la estadística, ni se haya puesto el presupuesto como de
bía ponerse.
Yo riel año 40 con asombro mió, siendo Diputado, presentar
en el Congreso, á sazón de discutirse un proyecto para el mismo fin
que esta ley prepara, la suma de 256 millones de reales distribuidos
entre todas las provincias de la monarquía para la obligación de
atender al culto y clero: ¿y qué hubieran dicho los pueblos si estose
hubiera llevado adelante? "Vuelvan Vds. el diezmo por. entero,
pues lo preferimos á esta contribución." Esto hubieran dicho mu
chísimas provincias, y entre ellas puedo hablar de la corona de Ara
gón , pues á esta provincia sé yo que la hubieran tocado siete millo
nes de reales, cuando por otra parte estoy seguro de que sus diezmos
en la época de mas prestigio y de mas valor no valieron tres millo
nes y medio.
Hé aqui por qué no puede tener oposición esta ley que ahora se
presenta, cuyo objeto principal es el de prometer mucho á esas tan
grandes calamidades de que con tanta justicia nos habló el ilustre
obispo de Córdoba. Pero esta misma idea , como he indicado antes, se
nos ve confirmada en el plan que se presentó en la última legislatura
para atender á obligaciones tan sagradas: ¿y cuáles han sido las con
secuencias de él?
£1 Senado las habrá tocado; asi como las ha tocado el Gobierno
también, que no ha podido menos de estar recibiendo constantemen
te reclamaciones de que no podía menos de resistir la opinión á aque
lla contribución; y sin embargo el Gobierno mismo, queriendo ser
obedecido con mano fuerte procuró llevarla adelante: sin embargo
la lej encontró mucha resistencia como la encuentran todas las con
tribuciones que no están adaptadas al placer del contribuyente, por
que pasan de 18 provincias las que han resistido el <1 por 100, y en
tal estado ha venido á quedar el clero en el mayor desconsuelo y aban
dono; ¿y podría el Gobierno consentir esta tropelía? ¿Podría ver im
pasible y á sangre fría el abandono y abatimiento de los ministros
del altar? ¿Podria tolerar el que se cerrasen los templos, y que v¡-
niera sobre sí la maledicencia llamando impío, llamando cruel al
Gobierno que se precia de ser el mas católico? Véase la necesidad
que hay de cumplir el objeto que se propone la ley.
En medio de los argumentos que se han hecho, porque es muy
fácil hacer objeciones á proyectos de esta clase , la dificultad está en
reemplazar los medios de hacerlo mejor; oí uno á un venerable pre
lado que me ha sorprendido sobremanera: proponía S. S. como único
remedio que se dejasen las cosas como están : y yo preguntaría á S. S.
ai por fortuna ó por desgracia se viese en estos bancos, ¿se prestaría á
cargar con esta responsabilidad?
Se ha dicho también, señores , que esta contribuciones insegura y
que es poco legal , ó por mejor decir, que no es ajustada á todas las
condiciones que debe teneruna contribución. Yo, señores, apelo al
testimonio de todos los Sres. Senadores; no hay mas que examinar el
principio de la ley , en él está consignado que todos los españoles de
ben contribuir i sostener esta carga, notarga, sino obligación, por
que está consignado en la Constitución que todos los españoles deben
sosteoer del modo con que debe sostenerse el clero, con el decoro y
la consideración que se merece. ¿ Qué podia hacer el Gobierno para
atenderá esta obligación? ¿Podia hacer el Gobierno otra cosa mas
que invitar á las Cortes para que votasen una derrama sobre los
pueblos? ¿Pues qué hay otros medios que el que se propone para ha
cer que esta contribución cese realmente y con la igualdad posible
sobre todos los contribuyentes con proporción á sus haberes? ¿Po
dia hacer otra cosa que adoptar después todos los. medios necesa
rio i pjra que esto te consiga? ¿Qué ha dicho el Gobierno respeoto de
los pueblos?
447
Como no hay un pueblo que pueda asegurarse que es enteramen
te igual á otro, como cada uno tiene mas ó menos riqueza y se halla,
en proporción de hacerlo con mas ó menos ostentación , se ha
dicho: estos gastos se costeen por los respectivos pueblos, porque ha
brá pueblos que puedan sostener su culto con 300 rs. , y habrá pue
blos que no lo puedan sostener con 3,000. ¿Seria justo hacer un der
rame igual entre todos los pueblos de la monarquía sin atender á
su particular situación? Eso seria absurdo, y al mismo tiempo in
justo y perjudicial. ¿Pero cuál ha sido el principal objeto del Go-
bierno al lomar esa medida? sido el poner al culto en una especie
de independencia; porque , señores , yo apelo al testimonio de todos
los Senadores y de todos los que oreen que la religión es una parte
esencial y necesaria en un Estado para labrar la felicidad pública,
que digan si habrá un solo padre de familia que no suscriba con pla
cer á sostener el culto de su parroquia; no habrá ninguno que se nie
gue á ello , aunque no sea mas que por el buen decir de las gentes.
No habrá niuguno, señores, que se oponga á contribuir con arre
glo á sus facultades al sosten de tan sagrado objeto: yo estoy seguro
que dará esto mas ingresos que si se restableciese otra vez la presta»
cion decimal; habrá mas superabundancia , porque en esa derrama
que se hará es indudable que se alcanzarán una inmensidad de pro
piedades que en el dia de hoy no puede hacérselas contribuir porque
están libres del diezmo. En esa derrama quedarán comprendidas una
inmensidad de personas que viven en la abundancia, que se distin
guen por su lujo y ostentación , que habitan en cuartos de un al
quiler muy subido, y que sin embargo á pesar de estar conocidas
por ricas la mano del fisco no las puede alcanzar de ningún modo.
¿Y es creíble que dejen de contribuir esas personas para sostener el
culto? Seguramente que no; y este es otro de los motivos que ha
tenido la ley para decir que la contribución sea repartida sobre to
dos los individuos que disfruten del pasto espiritual.
Me parece que con lo que llevó indicado be explicado suficien
temente el principal objeto de la ley, y al mismo tiempo los medios
con que el Gobierno te propone ejecutarla. Si el presupuesto que
aqui se ha citado fuete insuficiente en la cantidad que se va á votar
y repartir entre los pueblos, entonces vendrían bien todas las obser
vaciones que se hiciesen contra la ley, porque se dejarían las obli
gaciones en la misma horfaudad en que se hallan.
Pero este no es el punto por donde puede ser atacado el proyecto
porque se atiende de una manera positiva y segura al sosten del cle
ro á pesar del estado en que se halla la nación, pues el descontento y
la ansiedad pública pesa también sobre el mismo Gobierno, que no
puede ser desconocido á la influencia que tiene en la sociedad una clase
tan respetable que es necesario atender como ella se merece, puesto
3ue es el consuelo del pobre y del desvalido, y es menester que esté
e todos modos dotada con arreglo á las circunstancias, con arreglo á
la posibilidad, porque es preciso convencerse de que han pasado los
tiempos en que ostentaba el mayor lujo de la sociedad, porque no
puede menos de alcanzar al clero la miseria en que se ven todas las
clases del Estado.
Se ha dicho también, señores, que esta contribución seria humi
llante; y para probar la humillación que podía resultar de la contri
bución se ha querido exponer que un reverendo cura párroco que tu
viese que acudir al alcalde de su pueblo para pedirle su dotación po
dia sufrir algún ultraje de ese mismo alcalde ó de las personas en
cargadas de satisfacerlo, y que seria una especie de denigración en su
carácter humillarle hasta ese extremo. Yo, señores, aqui apelo á los
sentimientos de religión y de generosidad de todos los españoles: ¿qué
hombre habrá en el mundo que sea capaz de poder insultar i la per
sona que le pida lo que la ley manda que se la deba dar? En esto
tiene la ley un objeto , y un objeto grande, grandísimo.
Es un axioma reconocido en todas las leyes que se han dado sobre
esta materia que la parte que ha sido mas desatendida y que ha su
frido mas en todas las reparticiones que se han hecho et el clero par
roquial: siendo esto cierto, ¿qué medio podia adoptar la ley mas no
ble, mas generoso y mas justo para evitar todos esos inconvenientes
que decir: el Tesoro admitirá como pagamento de lo que deban pagar
los pueblos el mismo recibo que haya dado el reverendo cura párroco del
pueblo? ¿Es una cosa humillante cangear los recibos como si fueraa
moneda efectiva determinando que no pueden pagarse á los párrocos
toda su asignación en frutos, sino que para evitar que dándosela de
un modo q'je no pudieran hacerla realizable quedasen sin la dota
ción que se les asigna , se ba deterinimdo que se haya de pagar la
mitad por lo menos en metálico , pudiéndose dar en frutos la otra
mitad? ¿Puede darse una manera mas generosa , una manera mas
justa y mas razonable para evitar que en lo mas mínimo sea perju
dicada esa clase tan respetable?
Seguramente que no, porque no pueden llegar al Gobierno los
clamores detde una aldea lejana lo mismo que desde una ciudad pa
pulosa, donde se está eu contacto inmediato con las autoridades ; y
asi las personas que se creyesen agraviadas no tendrían medios da
hacer valer sus derechos. "
Esta ley tuvo por.principio sobre todo poner esta clase tan respe
table á cubierto de cualquiera arbitrariedad que pudiera cometerse,
y para ello determinó que se hiciera de modo que las personas inte
resadas tomasen ellas mismas la asignación que las corresponde, abo
nándoseles después á los que las pagasen como parte efectiva de sus
pagamentos.
 448
Yo do veo que en esto baja nada de humillante, porque decir una
rosa en contrario seria suponer que el pueblo podía abrigar deseos
de humillar á esta clase tan respetable, cosa que yo no puedo sos
pechar.
Yo conozco los sentimientos de religiosidad que animan á todos
los españoles , y estoy seguro que no habrá ninguno, cualesquiera
que sean sus opiniones, sus ideas ó su manera mas ó menos acertada
de ver las cosas, que ni remotamente trate de insultar , de Tejar ó
de rebajar en lo mas mínimo el mérito del elevado servicio que pres
ta el clero.
Me parece que con lo que llevo indicado he manifestado hasta la
evidencia el objeto principal de esta lev y los beneficios que de ella
deben resultar al Estado, y al mismo tiempo á la iglesia misma de
que se lleve á cabo. ¿Pues qué no habia de llegar el dia en que pu
siésemos un coto á estas grandes privaciones ? ¿No habia de llegar un
dia en que el Congreso de los Diputados y el Senado se ocupasen de •
cididamente en fijar la suene tan acongojada del clero?
Yo be dicho antes, y lo repito ahora : yo no creo que esta ley
sea la perfección, porque no hay una cosa que salga perfecta de la
mano de los hombres ; pero si alguna ley tiene una tendencia mar
eada i acercarse á la perfección, puede decirse que es esta , pues lleva
toda la posibilidad de que será religiosamente cumplida.
Si se va á consultar la opinión de los pueblos, se verá que todo el
mundo reconoce la utilidad de esta ley; se verá que se dice de boca
en boca por los ancianos, por los viejos, por los jóvenes, por los
hombres de cualquier color ó tinte que sean que no puede ser mas
provechosa, porque no hay ninguno que no esté convencido de la
verdad de este principio. De consiguiente una ley que recibe la opi
nión general, una ley que está sancionada por la necesidad que todos
reconocen, cuando está reconocido también que es imposible volver
á resucitar la prestación decimal, ¿puede ser mas justa ni mas acer
tada? He dicho que es imposible volver á resucitar la prestación de
cimal, y no entro en las causas que bao podido ocasionar esta
imposibilidad'; tomo las cosas tales como son, tales como por des
gracia han tocado á la presente generación , á la presente sociedad.
No hay que hacerse ilusiones, porque está reconocido por la experien
cia que es imposible de toda imposibilidad volver á retroceder al
estado anterior. En este caso, reconocida esta imposibilidad, ¿qué es lo
tue debe hacer el Gobierno? No le queda mas que acudir á los me
dios legales que las Curies acuerden y voten con toda la solemnidad
y la franqueza del debate.
Esa ley , salida del Senado con la solemnidad que acabo de indi
car, y reconocida por la opinión general, por un pensamiento uná
nime la necesidad que hay de acudir á esa sagrada obligación, ¿quién
la podrá resistir? La única cosa que se pudiera objetar á esta ley es
que los medios que se proponen en ella son onerosos ó poco ajustados
í la justicia , y me parece que yo he dejado probado que no puede
creerse asi , ora mírese con respecto á la cantidad , ora mírese con
respecto á su recaudación, ora mírese con respecto á su inversión.
Pues si en ninguno de estos puntos se pueden temer esos obstáculos,
¿cómo es posible que los efectos de esta ley no sean los que todos de
sea mor? Señores, desde el año de 37 se viene invocando la necesidad de
acudir á esa obligación: yo suplico á los Sres. Senadores que recuer
den en su imagicacion la historia contemporánea, y verán que hemos
estado con un sistema paliativo, ya con medio diezmo, ya con el 4
por 100; ¿y qué ha sucedido, señores? Que las personas que tenian
derecho á esa prestación han quedado enteramente abandonadas; es
decir por tanto que las personas que sostenemos esla ley somos las
que queremos que se cumpla y llene el objeto que reclama la atención
pública.
Podrá ser que haya alguna diferencia de opinión sobre si la ley es
mas ó menos perfecta; pero su objeto es un principio inconcuso, una
necesidad reconocida, cuja necesidad reclama el modo de oubrirla
con justicia é imparcialidad, que es lo qne hace esta ley.
Concluiré, señores, con una sola observación por si hubiese al
guna persona que creyese fácil restablecer en algún modo esa presta
ción que he indicado antea que era imposible y le quedase alguna
pequeña duda ó sospecha de que esto fuese una exageración. Señores,
dirigida por el Gobierno una pregunta á los RR. obispos y demás
personas interesadas en el diezmo, la mayoría absoluta de esas mis
mas personas fueron unánimes y conformes de que el diezmo no po
día ja contarse con él. Y yo pregunto , señores: con estos datos, con
estos informes, con este lleno de luz, ¿qué le quedaba hacer al Gobier
no? ¿l'odia hacer otra cosa que venir á proponer á las Cortes un der
rame, una contribución dirigida expresa y exclusivamente á ese ob
jeto? Cierto que no.
Yo estoy seguro por tanto, no digo seguro, sino profundamente
convencido , de que la ilustración del Senado no podrá menos de dar
apoyo á esta ley, como la mas justa, equitativa é impateial que puede
darse para este objeto.
El Sr. CAMPUZANO : Pido que se pregunte si está el punto
suficientemente discutido.
El Sr. PRESIDENTE: No puede ser porque falla todavía uno
que hablar en pro.
El Sr. CAMPUZANO : Creo que ya han hablado tres si se cuenta
el Sr. Ministro.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Ministro no te cuenta porque no
es Senador.
Se suspende esta discusión.
El Sr. LORENZO: Desearia saber si la comisión que entiende ra
el proyecto por el cual se suprimen las cesantías á los Ministros tie.
ne ya adelantados sus trabajos.
£1 Sr. LASAÑA: La comisión ni extraña la excitación que se
la acaba de hacer ni la siente; al contrario, celebra que se le haya
presentado la ocasión de poder manifestar al Senado las razones de su
tardanza. Las causas han sido independientes de la voluntad y deseos
de la comisión.
Nombrada é instalada la comisión se ereyó que era necesario pe
dir antecedentes al Gobierno: esta fue la opinión de la mayaría, no
la de todos los que concurrimos; pero al fin debia prevalecer el dic
tamen de la mayoría, y se pidieron antecedentes: tardó el Gobierno
en remitirlos, no por causa suya, sino porque no era fácil reunirlos
en poco tiempo: en esto pasó un mes; y cuando iba á reunirse la co
misión para tratar de este asunto, nos encontramos con la novedad
de que un individuo de ella habia sido nombrado por el Gobierno
para desempeñar un destino, que no era ya por tanto Senador, y fue
preciso rogar al Sr. Presidente que se sirviera citar i la sección á
que pertenecía para que nombrase otro en su lugar. Se nombró en
efecto, no sin que pasaran algunos dias, y cuando traló de reunirse
otra vez la comisión se encontró con que otro Sr. Senador se habia mar»
cha do , no sé si con licencia ó sin ella. Vuelta á tener que pedir al
Sr. Presidente que mandase retiñir la sección á que pertenecía para
que nombrase otro en su lugar.
Se veriñeó así, y se reunió la comisión; pero ocurrieron algunas
dificultades por las que no fue posible concluir el asunto en aquel
dia: se citó para el dia siguiente, y en ese dia el Sr. Zumalacárre-
gui cayó enfermo. La comisión creyó que la enfermedad de este se
ñor Senador seria una cosa pasajera, y por eso no acudió al mo
mento á pedir que la sección á que corresponde nombrase olro. Mas
se ha pasado ya tiempo, el Sr. Zumalacárregui no recobra su salud,
y la comisión, que desea tanto como el Senado el despachar este
asunto, aprovecha esta ocasión, primero para sincerarse, como creo
que lo ha hecho, y segundo, para rogar al Sr. Presidente se sirva
mandar reunir á la cuarta sección para que nombre otro individuo en
reemplazo del Sr. Zumalacárregui á fin de que pueda presentar su
dictámen con la brevedad que desea, que como he dicho, no es culpa
suya que no se hava ya verificado.
El Sr. SEOANE: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: ¿Con qué objeto?
El Sr. SEOANE: Para manifestar que el Senado se halla aboga
do, por decirlo asi , de negocios ; esta leyes muy grave , y mi opi
nión , igual á la de todo el Senado, es que se dé á esta discusión toda
la latitud imaginable. Iiiy varios proyectos que están anunciados ó
que se han leído al Senado : hoy se han nombrado tres comisiones y
mañana probablemente se nombrarán mas; agrégase á esto lo avan
zado de la estación, el cansancio del Senado y la necesidad por lo mis
mo de acabar pronto, pero pronto sin alropellar: en esta atención,
ruego aljSr. Presidente se sirva, poner á la votación del Senado si ha
brá ó no sesiones de noche.
El Sr. PRESIDENTE: Debo advertir que las comisiones están
ocupadas por la noche en preparar sus dictámenes sobre varios pro
yectos: la que se ocupa de los presupuestos ha estado anoche hasta
después de la una , esta noche eslá citada también , y regularmente
seguirá hasta la misma hora ; y si se verificasen las sesiones de noche
no podrían reunirse las comisiones para dar sus dictámenes.
En el momento en que las comisiones los tengan prontos, enton
ces me parece que será oportuno que el Senado se reúna por la noche.
El Sr. SEOANE: Estoy conforme."
Pasó á las secciones para nombramiento de comisión el siguiente
proyecto de ley aprobado y remitido por el Congreso de los Dipu
tados :
Al Senado. "El Congreso de los Diputados habiendo tomado en
consideración un proyecto de ley presentado por el Gobierno de S. M.
para la enagenacion de los bienes nacionales del clero secular , ha
aprobado lo siguiente:
Articulo i! Todas las propiedades del clero secular en cualesquie
ra clases de predios, derechos y acciones que consistan, de cualquier
origen y nombre que sean, y con cualquiera aplicación ó destino
con que hayan sido donadas, compradas ó adquiridas, son bienes na
cionales.
Art. 2? Son igualmente nacionales los bienes, derechos y accio
nes de cualquier modo correspondientes á las fábricas de las iglesias
y á las cofradías.
Art. 3? Se declaran en venta todas las lincas, derechos y acciones
del clero catedral, colegial , parroquial, fábricas de las iglesias y co
fradías de que tratan lo - artículos anteriores.
Art. 4? El Gobierno se encargará desde 1? de Octubre próximo de
la administración y recaudación de todas las rentas y productos de
las propiedades de toda especie pertenecientes hasta aquí al clero ca
tedral , colegial y parroquial , á las fábricas de las iglesias y á las co
fradías, llevando cuenta separada de sus rendimientos, los que se
aplicarán i la dotación del culto y clero conforme á la ley presenta
da por el Gobierno á las Córtes en 23 de Junio último.
Art. 5? Pertenecerán i los actuales poseedores las rentas y pro
ductos que rindan los bienes del clero, fábricas y cofradías hasta 30
de Setiembre de este año.

Art. 8? Se exceptúan de lo dispuesto en los artículos interiore»
1? Los bienes pertenecientes á prebendas, capellanías, beneficios
y demás fundaciones de patronato desangre activo ó pisivo.
2? Los bienes de cofradías y obras pías procedentes de adquisicio
nes particulares para cementerios y otros usos privativos á sus la'
dividuos.
3! Los bienes, rentas, derecbos y acciones que se bailan especial
mente dedicados á objetos de hospitalidad, beueüceucia é instruseion
pública.
4? Los edificios de las iglesias catedrales , parroquiales, anejos ó
ayuda de parroquia.
6? El palacio morada de cada prelado, y la casa en que habiten
los curas párrocos y te.nientes con sus huertos ó jardines adyacentes.
Art. 7S La administración y recaudación de las renta» y dere
chos que hasta ahora han correspondido al clero, fabricas y cofradías
estarán en cada provincia á cargo del gefe de la Hacienda pública
que nombre el Gobierno; pero bajo la inspección é intervención in
mediata de una comí-ion especial compuesta del intendente, que la
presidirá, del contador de Bentas, de dos individuos nombrados por
la d iputacion provincial, sean ó no de sil seuo, y de un inri i vid un del
ey antainienro elegido por cite, y esta comisión ejercerá sus ¿unciones
según el reglamento que formará y publicará el Gobierno. ^ Art. 1G. Los productos en metálico de las enagenaciones de que
Art. 8? La rouiiíion de cada provincia formará un inventario
exacto de las fincas, acciones'y derechos de que trata esta ley, y en
fin de cada trimestre presentará á la diputación provincial nota ó es
tado de la recaudación y salida de fondos, que se publicará en los J-ío
litines oficiales y en i¿ Gacela Je Madrid.
Art. 9! Las fincas declaradas nacionales y que han de ponerse en
Tenia según esta ley serán clasificadas en urbanas y rústicas, y estas
rn divisi bies é ind ivisi bles, por las coinisioin-s de provincias después
de haber oido á los ayuntamientos en cuyo término jurisdiccional ra
diquen.
Las fincas rústicas que se cultiven separadamente por diferentes
arrendatarios se entienden desde luego divisibles en tantas porciones
cuando menos cuantos sean los colonos.
Art. 10. La venta de los predios urbanos y de los rústicos indi
visibles, y también la de los censos en favor, se ejecutarán en la
forma prevenida para la de los demás bienes nacionales; pero con
la condición precisa de que el pago del importe en remate se rea
lice en cinco plazos;
El primero en el acto del otorgamiento de la escritura de venta,
y los otros cuatro á uno, dos, tres y cuatro años de la fecha de este
documento.
Art. 11. Los predios rústicos divisibles que se pongan en subas
ta pública por parles, porciones ó trozos, no excediendo de 10,000
Tea les: el valor de cada uno de estos ni tasación, estarán sujetos á
dos subastas simultáneas en el misino día y á la misma hora, una
en la capital del partido en que' rad iquen , y otra en la de la pro
vincia J y- el pago del remate se hará á dinero metálico en veinte
plazos de año cada uno.
En igual forma se subastarán y pagarán todos los predios rús.
ticos que no excedan del mismo valor, aun cuando no sean de loa que
se dividan ; y los predios urbanos cuyo valor en tasación no ex
ceda de 10,000 rs. en los pueblos de menos de mil vecinos; de 20,000
en los de mil hasta cinco mil; de 50,000 en los de cinco mil hasta
vilote mil, y de 40,000 en todos los de mas vecindario.
Art. 12. El pago total del precio del remate de los bienes, ex
ceptuados los de que trata el articulo anterior, «e ejecutará en la
forma siguiente i
«.—TOMO L
449
Diez por ciento ert dinero metálico.
Treinta por ciento en deuda consolidada con interés del 6 por 100
d del 1 , entregando de este ciento, 20 por cada ciento.
Treinta por ciento en cupones de intereses vencidos de la misma
deuda ó de la capitalización del 3 por 100,
Treioia p»r cíenlo de la deuda sin interés, vales no consolida
dos ó deuda negociable con interés á papel bajo los tipos estable»
cirios. .'
En cada uno de los cinco plazos señalados para el pago se entre
gará la quinta parte de los tantos por ciento que quedan expresados.
Art. 13. Hasta que se realice el pago total del precio de la venta
estar i liipoterada á la seguridad la finca vendida,
Art. 1 1. Se autoriza al Gobierno para que pueda negociar libre
mente las obligaciones á dinero efectivo que pur los cuatro plazos
últimos de los cinco de que trata el art. 10 han de constituir los
compradores en las escrituras de ventas, y .que ascenderán al 8 por
10.) del 10.qu,e deberán pagar en dinero según el art. 12.
Art. 15. Las ventas y reventas de todos los bienes dej clero se
cular, fábricas y cofradías en los cinco años siguientes , contado!
des'le el dia del primer remate, serán libres de todo derecho de al
cabala establecido ó que se estableciere en adelante.
trata esla ley podrán ser aplicados por el Gobierno para cubrir el dé
ficit que resulte:
1? Entre los gastos presupuestos del culto y clero, y lo que se rea»
lice de lo que eslá aplicado á cubrir aquellos.
2? Entre lo» ingresos de los productos públicos, y los gastos del
Eslado por obligaciones.
Art. 17. Se procederá á la liquidación de lo que legítimamente
corresponda á legos por participación en diezmo, y del importe que
resulte á su favor se les expedirán títulos de la deuda publica de 3
por 100, los cuales s* admitir in en el 50 por 100 que previene el pár
rafo 5'.' del articulo 12, y 10 por 100, que se admitirá como diñen
de estos misinos títulos en la compra de los bienes del clero secular
fábricas y cofradías.
Para realizar la liquidación se regulará el término medio de los
últimos diez años de la participación á razón de 4 por 100.
Art. 18. Queda facultado el Gobierno para resolver cualesquiera
dudas que ocurran en la ejecución de esla ley, por la que se derogan
todas cuantas se opongan al contenido de la misma.
Y el Congreso de los Diputados lo pasa al Senado acompañando
el expediente para los efectos prescritos en la Constitución. Palacio
del Congreso 2 de Agosto de 18ll.=:Pedro Antonio de Acuña , Vice
presidente. zrJulian de Huelbes , Diputado Secretario ^Hipólito Ote
ro , Diputado Secretario.
El Sr. PRESIDENTE: Se anuncia por segunda vez la d:scusion
del proyecto de ley sobre modificación de los fueros de la provincia
de Navarra que está ya repartido, y por primera *ez la discusión
del dictamen de la comisión sobre el proyecto de autorización al
Gobierno para contratar una anticipación de G0 millones.
Mañana se reunirá el Senado para continuar la discusión pen
diente y demás asuntos señalados. Las secciones se servirán reunirse
para nombrar las comisiones que se han indicado al principio, y la
que ha de informar acerca del proyecto que se acaba de leer. La
cuarta sección nombrará adamas Un individuo que ha de reemplazar
al Sr. Zumalacárregui en la comisión que ha de informar sobre el
proyecto de ce-aclias de los Ministros. . ,
Ciérrase la sesión." ■
Erar! las cinco.
 NÚMERO
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DIA 4 DE AGOSTO DE 1841.
Se abrió i la ana , j leída el acta de la anterior por el Sr. Secre
tario Valero y Arteta , dijo
El Sr. ENTRENA : He oido que en el aota se dice que se acordó
por unanimidad que la exposición del Sr. Narvaez pasase á una co
misión especial : yo quiero que conste que no fue por unanimidad,
porque yo me estuve sentado.
El Sr. PRESIDENTE: Se hará esta rectificación."
Acordóse tener presente en su dia para el uso oportuno una ex
posición del ayuntamiento constitucional de Huesca, fecba 10 de Ju
lio último, en la que manifiesta ha visto coa admiración el proyec
to de ley presentado al Congreso de los Diputados con objeto de arre
batarle el timbre de metrópoli de su provincia para fijarla en la
ciudad de Barbastro: hace observaciones sobre este asunto, y confia
da en que su causa ha de verse ante la representación nacional, vive
segura de que el recuerdo de su nombre no se entregará á la oscu
ridad.
Leyóse la comunicación que sigue:
"Excrao. Sr.=El Tutor de S. M. y de & A. la Serma. Sra. Infan
ta su Hermana se ha dirigido á mi en los términos mas favorables
invitándome á continuar despachando en comisión la intendencia de
la Real Casa que ha quedado vacante por dimisión del que la obtenía,
y en la que yo estaba vigilando como adjunto los intereses de S. M. .
por encargo de la Regencia provisional del reino de i de Diciembre
último.
Como por la comisión con que el Tutor de S.M. me ha honrado en
nada varia mi situación ni en la Casa Real, ni en el Estado, pues que
no se me concede ninguna pensión , ni sueldo, ni honores, ni conside
ración de ningún género, ni interviene nombramiento del Rey ni
del Gobierno, sino solo de un particular, aunque muy distinguido,
como es el Tutor de S. M. , creo con algún fundamento que la comi
sión que se me ha conferido no se roía de modo alguno ni con el es
pirita ni con la letra del art. 43 de la Constitución. Tal es sin em
bargo la austeridad con que profeso los principios constitucionales,
que he juzgado de mi deber dirigirme por medio de V. E. al Sena
do y darle cuenta de este incidente para que según su resolución, ó
continúe desempeñando con autorización del Tutor de S. M. casi la
misma comisión en que me encuentro hace ocho meses, ó bien en
otro caso quede libre y desembarazado de un cargo que, si puede ser
honroso, es también harto penoso y difícil. Dios guarde á V. £. mu
chos años, Palacio 1? de Agosto de 1811.=Martin de los Heros.=Se-
ñor Presidente del Senado.
El Sr. CAPAZ; Yo creo que solo la excesiva delicadeza del se
ñor D. Martin de los Heros ha podido sospechar que pueda ponerse
siquiera en duda que el deslino que continúa desempeñando puede
rozarse con el art. 43 de la Constitución. El Sr. D. Martin de los
Heros ha estado desempeñando el destino de intendente adjunto con
nombramiento del Gobierno, y á nadie le ha pasado por la imagi
nación que esto fuese un obstáculo para continuar siendo Senador.
Hoy el Tutor de S. M. ha tenido á bien conferirle el destino en pro
piedad, pero sin goce de sueldo alguno, ni honores; por consecuen -
cia su posición no ha variado: desempeña un destino que no trae
í ninguna ventaja, no es de nombramiento Real, porque el Tutor de
S.—TOMO I.
62. 451
DE CORTES,
S. M. está muy distante de ejercer tales atribuciones.. Por consi
guiente la resolución que debe recaer sobre esto es que el Senado
queda enterado.
El Sr. LANDERO (para una cuestión de órden): Yo creo que
el nombramiento que acaba de hacer el Tutor de S. M. en el señor
D. Martin de los Heros no debe ser motivo para que el Senado
se ocupe ahora en si este Sr. Senador queda ó no sujeto á reelección.
Opino que solo una extremada delicadeza ha podido conducir al se
ñor Heros á pasar al Senado el oficio que acaba de leerse; pero cual
quiera que sea la opinión ó juicio que el Senado forme sobre él, yo
creo que no es este el momento en que debe resolverse y asi pido
alie se pregunte al Senado si pasará esta comunicación á la comisión
e Actas.
El Sr. PRESIDENTE: Iba á hacerse esta pregunta cuando pidió
la palabra el Sr. Senador Landero.
El Sr. CAPAZ: Yo he hablado primero, y be propuesto que se
diga que el Senado queda enterado: quisiera que se hiciese esta
pregunta.
El Sr. marques de FALCES: He pedido la palabra para | roponer
lo mismo que lia propuesto el Sr. Landero. Mi opinión en este parti
cular es diametralmente opuesta á la de los dos señores que han ha
blado, porque creo que el nombramiento que acaba de hacer el Tu
tor de S. M. está comprendido en el articulo de la Constitución que
habla de los gefes de la Casa Real. Pero dejando esto aparte, creo que
lo mas decoroso para el Senado seria resolver inmediatamente esta
consulta y que pasase á la comisión de Actas.
El Sr. CAPAZ : Esta cuestión es muy semejante á otras que han
ocurrido en el Senado y 'han pasado inapercibidas. Aqui hemos te
nido Senadores que han obtenido títulos de Castilla, y sus nombra
mientos han pasado inapercibidos.
El Sr. PRESIDENTE: Yo no puedo prescindir de hacer la pre
gunta de reglamento."
Hecha esta pregunta, el Senado acordó que la comunicación del
Sr. Heros pasase á la comisión de Actas.
Dióse cuenta de que la comisión encargada de informar sobre au
torizar al Gobierno para contraer un empréstito con el fin de poner
expeditas las carreteras de Galicia y Valencia bahía nombrado por
su presidente al Sr. D. Martin de los Heros y secretario á. D. Joaquín
Francisco Campuzano.
El Sr. PRESIDENTE: Orden del dia. Continúa la discusión sobre
la totalidad del proyecto de ley de dotación de Culto y Clero: el se
ñor D. Manuel Ventura Gomex tiene la palabra para hacer una rec
tificación."
No hallándose presente este Sr. Senador, tomó la palabra como de
la comisión , y dijo
El Sr. TORRES SOLANOT : Señores, el disgusto que á la mayo
ría de la comisión produjo el que dos de sus dignos compañeros se
apartasen de su parecer formando los dos votos particulares que el
Senado oyó, ba venido á desaparecer con la manifestación hecha
después por uno de los señores á que aludo de hallarse muy confor
me con acuellas máximas ó principios cardinales que sirvieron da
norte á la mayoría de la comisión para emitir su dictámen propó
129
 452
riendo que se aprobase el proyecto remitido por el Congreso de lo»
Diputados para la dotación del culto 7 clero. Las máximas y prin
cipios á que aludimos se reducen á que el abolido diexmo no puede
ja restablecerse, el 4 por 100 no puede continuarse , y que la nece-
sidad de proveer A la dotación del culto y clero, cuyas propiedades
110 son en un lodo iguales i las de los particulares, es imperiosa.
£1 restablecimiento ó continuación de un diezmo cualquiera es
absolutamente impracticable; porque, señores, cualesquiera que hayan
sido los encomios y calificaciones de ese tributo tn otros tiempos, ya
llamándole sagrado, ya suponiéndole divino, y por mas que alguno
le quiera mirar como existente, porque subsiste ese hijuelo suyo lla
mado 4 por 100, ¿podrán desconocerse ni los perjricios que ba irro
gado á la agricultura, ni tampoco que las luces del siglo, la justicia
del gobierno representativo y nuestra ley fundamental lo rechaxan?
No puede ya hoy el dietmo ser aquel árbol inmenso que esterilizaba
los campos para único provecho de los perceptores de su fruto, sino
un árbol caduco y carcomido que no puede retoñar , al cual no hay
3ue aplicarle el hacha ó la srgur á que hacia referencia el Sr. obispo
e Cor, loba, porque no necesita otra que su misma injusticia y des
igualdad para quedar para siempre derrocado.
Creo por tanto que no puede entrar en el ánimo de ningún indi
viduo de los que componen el Senado que con el restablecimiento del
diezmo puedan quedar completamente dotados el culto y clero. '
No creo tampoco que se haga por los Sres. Senadores grande em
peño en sostener otra prestación injusta en su origen ; hablo del 4
por 100. Este nació con los vicios del diezmo, aunque en menor esca
la y medio muerto, en términos de que no puede convenir ai al cle
ro mismo su existencia ó continuación en lo sucesivo.
Deben tener entendido los señores que han sostenido esta, imposi
ción que no por los acontecimientos de Setiembre, sino por su in
justicia, ha sido resistida ó dejado d» cobrarse eu muchas provincias,
y que alguna de las primaras de aquel pronunciamiento ha sido
también de las primeras á cubrir su cupo aunque faltando á la ley,
pues tuvieron que suprimir esa prestación y reemplazarla con otros
arbitrios: por manera que al referirse los señores preopinantes á las
provincias al parecer deseosas de que continúe esta imposición pre
sentándolas eomo modelo, deben tener entendido que no se ha exigi
do en todas ellas ese 4 por 100 en la manera que la ley previene, sino
que se ha hecho una injusticia todavía mayor exigiendo la cantidad
en otra forma diferente de la establecida por la ley, forma que por
consiguiente es ilegal é injusta , y que lejos de servir de prueba de
la conveniencia de esa prestación , es al contrario un motivo para
aboliría.
Una de las bases ó principios que la comisión ha tenido presentes
para proponer la aprobación de esle proyecto, y esto fue que la cues
tión actual no es de la propiedad de los bienes del clero, sino que
es únicamente cuestión de dotación del culto y del clero, y que los
bienes de este no entran mas que como una partida que figura entre
las cantidades necesarias para atender á aquel objeto por la suma re
gulada á sus productos.
Ahora bien, señores: si se dijera que las cantidades á que ascien
den los bienes del clero producirán mas ó menos de lo que se le asig
ne en este proyecto, yo concebiría que el argumento estaba en su
lugar; pero cuando no se echa mano de este argumento, sino que se
dice si el clero debe ó no conservar estas propiedades sin hacerse car
go de si son ó no suficientes, no puedo creer que estas razones tengan
fuerza ninguna ; porque ¿ á qué vienen esos argumentos ? ¿Será po
sible que cuando el clero se ve en la miseria queramos rcduoirle á
que oonlimie en ese estado tan penoso por solo conservar el diezmo ó
el 4 por 100? Yo creo que no; y confi i en que el Senado aprobará el
dictamen de la mayoría de la comisión proponiendo que se apruebe
el proyecto de ley venido del Congreso.
£1 Sr. D. Ventura Gómez ha hecho algunas observaciones sobre
este proyecto ( y siento que no esté presente S. S. cuando voy A cali
ficarlas ). lia dicho S. S. que la cantidad que importa el presupuesto
del cilio y clero no es conocida. Cuando se forma un presupuesto no
solo de los Ministerios, sino de cualquiera corporación ó empresa se
reúnen los datos que deben dar su resultado, y en último análisis el
presupuesto nunca es masque la lista de aquellos gastos que pruden
temente se cree habrá en aquel Ministerio, empresa ó corporación;
y cualquiera que sea el resultado, esta lista tiene que sufrir modifica •
ciones sucesivas, ya porque si ha sobrado alguna cantidad queda para
el año siguiente, ó ya porque ha habido alguna falta cuyo importe se
aumenta al presupuesto venidero.
Veamos, pues, si el presupuesto furmadn para la dotación del
culto y clero es tan inexacto é incierto como el Sr. D. Ventura Gó
mez ha indicado: yo veo, señores, que en esta materia el Gobierno
ba procurado reuuir todo; los datos que te ha sido posible, y ba pre
sentado un extracto ó relación que obra en el expediente, en el cual,
clase por clase y partida por partida, están incluidas todas las aten
ciones; de modo que no sé cómo el Sr. Gómez ha podido decir que
no habia datos suficientes. Si se trata del clero catedral, en los datos
que el Gobierno ha remitido se encuentra la razón del importe de
las asignaciones á los obispos , prelados , canónigos y racioneros: si se
trata del clero abacial, se encuentra otra nota de los gastos de los aba'
des, canónigos , racioneros , &e. : si se trata del rlero parroquial, se
encuentran también las respectivas clases de párrocos, unos de en
trada, otros de primer ascenso, otros de segundo y otros de térmi
no; y en una palabra, el importe de todo el personal y material.
Otra de las razones que ha presentado el Sr. Gomes, razones á que
yo doy el nombre de escrúpulos, es que no se hará efectiva esa can
tidad. Señores , ya el Sr. Ministro de Hacienda indicó ayer las pode
rosas razones que tenia para estar convencido de que se baria efecti
va. Me parece que está demostrado que el clero parroquial , lejos de
deprimírsele porque reciba de esta contribución la parte correspon
diente á su renta, todavía se le autoriza , puesto que su firma es con
siderada como dinero y garantía suficiente para servir de data al
pueblo en tesorería, circunstancias muy poderosas para que no deje
de cobrársela cantidad asignada en ninguna feligresía.
Ha querido suponerse, señores, y con esto contestaré á una obser
vación de todos los que han impugnado el proyecto, que esto era su*
mámente depresivo á los párrocos ; y ha querido suponerse también
que era dudoso que el clero contase con la renta de los derechos de"
estola: yo no emitiré mi opinión sdbre la desigualdad que se advier
te en ellos, y se remediará ; solo diré que ninguno de los señores que
creen depresivo el que los párrocos cobren la renta del alcalde ha di
cho que fuera depresivo el cobrar los derechos de estola , ni que fue
ra depresivo el verse alguna vez en necesidad de acudirá la justicia
para cobrarlos: pues yo creo que mas inconveniente podria ofrecer el
conservar estos derechos que el que ofrece el cobro de la renta por
contribución. Por otra parte, á la autoridad le es mas ventajoso lle
var el recibo del cura á la capital que el dinero, porque este está
expuesto á mil accidentes, como robo ó pérdida, y no puede reem
plazarse con la facilidad que aquel.
Con respecto á si cobrarán lo suficiente, como derla el Sr. Gómez
hablando del clero catedral , ¿puede desconocerse el interés que el
Gobierno debe tener en esa clase de medidas después de adoptado un
pensamiento suyo? Pues qué ¿el Gobierno podria tolerar que un in
tendente distrajese los fondos de este objeto solo por el placer de
distraerlos? ¿Desconoce por ventura el Gobierno cuánto conviene á
su decoro, á la tranquilidad pública y á la prosperidad del pais que
el clero catedral esté mas bien pagado que basta ahora ? No puede,
pues, dudarse que esta asignación será efectiva.
No hay tampoco razón para suponer que es un despojo el privar
al clero de la administración y distribución de la renta desús bie
nes ó fincas cuando toda la cantidad que se ba presupuesto es efecti
va; y que lo es no puede ponerse en duda por las razones que he
indicado. ,
Véanse, pues, desvanecidos la- mayor parte de los argumento! que
se han hecho y la razón por qué he calificado de escrúpulos las obser
vaciones del Sr. Gómez. Pasemos al otro voto particular. Este no es
de la misma naturaleza: por raanera'que si yo no conociera y esti
mase al apreciable compañero y general español que lo ha suscrito
le miraría como de un curial de Roma ó de un soldado del Papa. Dice
el Sr. Peón que pnr,este proyecto se quiere hacer á los párrocos depen
dientes de los alcaldes de los pueblos. Señores, sobre esto me parece
que he dicho lo bastante, y no es necesario detenerme muebo; me con
tentaré con repetir que no dependerá ahora el clero parroquial de la
voluntad ó capricho de un alcalde, porque este está obligado á cum
plir bajo su responsabilidad las órdenes del Gobierno y las leyes que
aseguran la subsistencia y dotación del culto y clero. Dice S. S. que
esto será contrario á la religión católica, apostólica, romana que pro
fesan los españoles. Yo no sé qué podremos proponer aqui que sea
contrario á la religión católica, apostólica, romana: entonces yo se
ria el primero A condenarlo; pero si abro el Diccionario de la len
gua veo que la palabra católica significa universal, apostólica cosa
ue viene de los apóstoles'; y por lo que hace á romana , si no signi-
ca mas que cosas de Roma, yo dejo que se estén por allá , porque
cuestiones se promueven a 11 i que afectan á los mas altos iolereses tem
porales de las naciones: hemos visto ademas que de ese punto han
venido ataques directos contra la independencia nacional; y cosas que
si S. S. las viera no le harían gracia, como militar que la defendía.
Entre esas cosas romanas hay una que parece insignificante y no lo
es; la indicaré: en cierto misal y oficio que reza la iglesia en la
festividad de la cátedra de S. Pedro el 18 de Enero hay una oración
que principia Vtux qtti beato Petro S'c, y luego viene la palabra
animas que es la que da el verdadero sentido de esa oración, y la que
(eslinda por decirlo asi la autoridad espiritual de la temporal.
£n ese texto que, como saben todos, corrió asi por mucho tiem
po en misiles y breviarios, se hizo una innovación, que fue la de
suprimir la palabra animas, y para esto se expidió un breve y á tu
cabeza se imprimió. ¿Y cu il ha sidn el resultado de haber quitado
esa palabra? Esto valia tanto como decir que biy una potestad uni
versal sobre lo espiritual y lo temporal, que es la máxima que ha
tratado de introducir mas de una vez la corte de Roma: no me de
tengo mas en rslo, porque bastante ilustrados los señores queme es
cuchan conocerán la fuerza del argumento.
Hablando del 4 por 100, ha dicho el Sr. Peón que era una contri
bución recibida con gusto por los pueblos, y pagada puntualmente
por muchas provincias, y que si en alguna no se ba cobrado sirvie
ron para ello de pretexto las ocurrencias de Setiembre.
Señores, provincias hay que no fueron las últimas en que tuvo
lugar el pronunciamiento de Setiembre, y sin embargo, no solo se ha
pagado ese 4 por 100, sino que se ha exigido de una manera injusta.
Si el 4 por 100 no se lia cobrado en todas partes, es porque tiene la im
popularidad y la injusticia de un impuesto que no gravita sobre toda

la riqueza del Estado como deben gravitar todas lai contribuciones con
forme i la Constitución. Vea , pues, S. S. como no son los aconteci
mientos de Setiembre los que bao impedido el cobro, sino la des
igualdad de la ontribucion; y vea también el Senado si seria con-
reniente en el justo deseo que todos tenemos de que el culto y clero
estén bien dotados el que continuase esa contribución, con la cual
lian estado tan desatendidos los objetos á que su importe se destinaba.
Concluye el Sr. Peón con decir que ni la justicia, ni la Constitu
ción, ni la conveniencia publica ni la política permitian que este
proyecto se aprobase. A esto contestaré yo que no puede llamarse
justicia ni conveniencia pública ni política que una clase sola de
la sociedad pague una obligación que debe pesar también sobre to
das las demás, que del mismo modo que ellas, reportan del culto y
del clero los auxilios y consuelos espirituales que la religión dis
pensa.
Por el art. 6? de la Constitución se reconoce la obligación que
tienen todos los españoles de concurrir i sostener las cargas del Es
tado en proporción de sus haberes. ¿Y podria decirse que se cumplía
con este artículo constitucional gravando i una sola clase? No, se
ñores: asi que, yo me atrevo á asegurar que si hay inconstitucional
lidad no será seguramente en el dictamen de la comisión, sino en
el voto particular que S. S. somete á la deliberación del Senado.
En cuanto i lo que el Sr. Peón supone justicia y conveniencia
pública, no puedo menos de decir otro tanto, pues no sí qué justi
cia encontraría S. S. eu que, esta contribución de tanta monta fuera
satisfecha por una sola clase de lasque no han pagado diezmo, y
aunque la considere tan* sagrada como es en su objeto. Yo estoy se
guro que si se dijera que era necesario que el clero fuese manteni
do por la clase militar, se levantaría S. S. i impugnar semejante
proposición.
Yo debiera pasar, ahora, señores, i contestar otros de los argu
mentos hechos por los Sres. obispo de Córdoba y Rui* de la Vega en
•us largo* discursos; estos fueron de varios géneros y de diferente
naturaleza. A varios he contestado, y voy i dejar el campo al señor
Ministro de Gracia y Justicia que tiene pedida la palabra, y los re
batirá cumplidamente, porque á él mismo, mas que i la comisión
en nuestro sentir, compete el contestar á los ataques dados i cierta
prerogativa de la Corona en lo relativo i las persecuciones de que
supone víctima al clero y otros particulares, que estoy seguro lo
hará mucho mejor que pudiera hacerlo yo, el mas insignificante de
la comisión: como yo, humilde profano, que mira con respeto el
incensario podria decir muy poco, y como hay también hechos que,
ya presentados por el Sr. obispo de Córdoba, ya por otros, han sido
contestados por mí digno compañero el Sr. Martínez de Velasco acer
ca de la parte degmática , disciplinal y civil del 'clero, que son ma
terias que no me atrevo á tocará ellas, las dejo para aquellos que por
su profesión puedan salir en la lid victoriosamente.
Las demás observaciones que hizo el Sr. obispo de Córdoba se
reducen al despojo que supone de los bienes del clero, en lo cual
solo diré que deseara que me manifestase S. S. el artículo de la ley
ó proyecto que se discute donde se encuentra ese despojo; porque el 8!
me parece que dice "que se rebajarán de la suma que haya de re
partirse á los pueblos 30 millones de los productosó rentas de bienes
del clero ó la suma i que quedaren estas reducidas si se verificase su
enagenacion." Y tíngase presente que no tratamos de ella.
El Sr. obispo de CORDOBA: Desearía que S. S. se sirviera leer
el art. 15 de ese proyecto.
El Sr. TORRES SOLANOT (lo leyó) : Después de haber leido
yo este articulo á instancias de S. S. , me permitirá que lea el 2? de
la ley ó decreto de las Córtes de 29 de Julio de 1837 , y el 1? de la
de 18 de Junio de 810 que ahora se deroga y no había quitado á los
bienes del clero la calidad de nacionales que tenian.
Leída esta ley , y el párrafo á que anteriormente me he referido,
se verá que no ha sido explícitamente derogada aquella en la mate
ria de que trata; únicamente se ha escrito en el artículo ó parle que
S. S. ha mandado leer que los eclesiásticos que tenian alguna renta
procedente de exacción que ahora pueda terminar tendrán unai asig
nación fija igual i dicha renta, lo cual es una previa y verdadera in
demnización.
Concluyo, pues, señores, diciendo que supuesto que todos reco
nocemos que la dotación del culto y del clero es una cosa urgente é
imperiosa , y que se atiende en estis necesidades por los medios pro»
puestos por el Gobierno, adoptados por el Congreso y presentados por
la comisión; de una manera muy mas cumplida que lo ba estado
hasta aqui y que lo podia estar por el restablecimiento del diezmo ó
del 4 por 100 , estamos ya en el caso de salir de esto de una vez, da
fijar la suerte del clero por esta ley , sin perjuicio de las mejoras que
■e consideren necesarias para acreditarlo asi la práctica, y que se po
drán presentar en otra legislatura acompañadas de les datos que el
-Gobierno adquiera; y asi, señores me parece no puede haber in
conveniente en que nuestro dictamen se apruebe, porque atiende
cumplidamente á tan interesantes objetos.Por tanto la comisión espe
ra que el Senado se servirá aprobarlo.
El Sr. Ministro de GRACIA Y JUSTICIA: Brevísimo, señores,
debería ser mi discurso si hubiese de contestar únicamente á lo que
en realidad se lia dicho contra el proyecto que se está discutiendo;
pero se ha hablado runcho; se ban provocado grandes y diversas
cuestiones, cuya mayor parte de ellns no tocan i la cuestión que se
453
ventila. Tres Sres. Senadores han hablado en contra: uno de ellos
el Sr. Gómez (D. Ventura), á pesar de haber puesto voto particu
lar, vino en su discurso á convenir en el pensamiento y en las bases
de la ley, pues, sus reparos afectaban únicamente á un articulo. De
consiguiente, respecto de la totalidad , este discurse que se presentó
como contrario resultó en apoyo de la misma ley.
El Sr. Ruiz de la Vega ostentando grande erudición pronunció
un discurso difuso, difusísimo, pero que es preciso decir que no es
taba en su tugar, porque no se trataba Je las cuestiones que tocó.
Pero aun mas fuera del debate estaba el discurso del Sr. obispo de
Córdoba, que en su parle principal consideraré como un introito ó
preámbulo. Yo procuraré contestar uno á uno, no ya al Sr. Gómez,
que respecto á la totalidad ha venido á convenir con la comisión y
el Gobierno, aino al Sr. obispo de Córdoba y al Sr. Ruiz de la Vega.
El Sr. obispo de Córdoba hizo un discurso que yo compararé, y
creo que con exactitud tratando de aplicarle á la ley que se debate;
le comparalé, digo, á un edificio de gran fachada y con ninguna
habitación, á un templo eon gian vestíbulo y sin santuario, y en
fin , á un pigmeo de pigmeos con la cabera de un gigante entre
gigantes.
Entró S. S, haciéndonos unas lamentaciones cuyo tipo es bien co
nocido , porque hasta las palabras cuadran con otras lamentaciones
mas elevadas. Dijo S. S. : "la iglesia está llena de amargura." Luego
tendremos acaso ocasión de entrar á hablar de otras observaciones, ó
por mejor decir, invectivas hechas por el Sr. obispo de Córdoba;
tendremos, digo, lugar de ver cuáles son esas amarguras, y si los
que las están sufriendo se las han procurado la mayor parte. "¿No
puede salir la iglesia del estado de abatimiento en que se encuentra?"
dijo también S. S. Otra imitación tomada como la primera de
las mismas lamentaciones. ¿Y en este abatimiento quién ha consti
tuido á muchos de los eclesiásticos? Esto coincide también con lo
que arabo de decir. "Está en la alternativa la iglesia de prosperidad
y de infortunios." Y qué ¿ no ha sido esta la suerte que el mismo
divino Fundador vaticinó á su iglesia? Y qué ¿la situación de hoy,
los infortunios de que hoy se lamenta son los infortunios á que su
divino Fundador se referia ? No, y mil veces no ; y yo lo demos
traré breve.
Reclarm alimento y seguridad ; cinco años hace que están sin
renta." Yo desde luego acepto esta proposición del Sr. obispo de Cór
doba. "Cinco años están sin renta:" pues el alimento y renta se les
da par el proyecto de ley que se está discutiendo; y es bien parti
cular y bien extraño, señores, qne cuando se presentan sin alimentos
no quieran Tecibir ó desprecien desdeñosamente ese mismo alimento,
y por qué se les da. _
Siguiendo por este lado patético de las lamentaciones, se colocó
el Sr. obispo de Córdoba en un lema que es exarlo, y contiene los
mismos puntos que un papel que las leyes de España proscriben y
rondenan. (El Sr. obispo ¡Je Córdoba pide la palabra para una rectifi
cación). Yo veo aqui tratados los mismos puntos que veo anatema
tizados en otra parte , y si allí es preciso rechazarlos , es preciso re
chazarlos aqui también.
¡Persecución de la iglesia! ¿El estado de la iglesia es de persecu
ción? Yo creo que convendrá el Sr. obispo de Córdoba en que la
iglesia es la congregación de todos los fieles cristianos; y yo le pre
guntaré i S. S.» ¿existe esa persecución para todos los fieles cristianos?
¿Estamos en los tiempos de los Emperadores que perseguían i.los
cristianos, y sin distinción de obispos , de presbíteros, ni de hombres
eran conducidos al patíbulo? Esta es la persecución de la iglesia y no
otra. La persecución de la iglesia, entendida en otros términos, y ya
comprendo á la que alude S. S., es aquella persecución que se ha in
vocado siempre que se ha hablado de reformar abusos, y abusos de
mucha importancia introducidos por el clero.
Yo no me remontaré para probar esto á épocas muy lejanas, y
no saldré de España , porque no me gusta nada de fuera , y porque
muy cercanas están las épooas en que tratando de reformar abusos se
ha invocado esta frase para que abe ra pueda invocarse con respeto.
Todos saben que en el reinado del Sr. D. Cárlos IIT, desde el año
60 señaladamente, principió á fijar la vista en los abusos que se ha
bían introducido en la iglesia; ya se empezaron á hacer reformas
útiles y necesarias, y un obispo que por entonces se levantó dicien
do: "la iglesia está perseguida en sus ninistros, saqueada en sus bie
nes, despojada en sus inmunidades."
Ahí está el expediente que entonces se formó, por el cual se acre
dita que esto se habia explotado para conservar los abusos. Insistien
do el Gobierno en el propósito de hacer las reformas que debia , ex
pidió, no solo órdenes, sino pragmáticas y Rrales cédulas concebidas
con la mayor sabiduría, por las cuales se lastimaban esos abusos que
el clero se habia empeñado en conservar , y entonces preladas que
habian visto el escarmiet.io eon que se habia castigado la queja in
fundada de que he hablado antes se escondieron , sin que por eso de
jaran de clamar que la iglesia estaba perseguida , sus ministros se
hallaban ultrajados; de forma que el calolicisimo y piadoso Rey Car
los IIT , sobrecogido con todas estas especies , hizo que se examinasen
todas las disposiciones que se habian turnado desde el año 60 hasta
el 87 de la época pasada por tres eclesiásticos, á saber: el obispo
inquisidor general, que no podrá ser sospechoso, el Presidente del
Consejo D. Manuel Ventura Figueroa , que eTa eclesiástico, y el con
fesor de S. M. , obispo de Teba. ¿ Y de este exámen qué fue lo qt§
 454
resultó? Que eran vanas y sobremanera injustas las quejas que aque
llos prelados dirigian al Estado, diciendo los informantes que toda'
vía no se habían tomado todas las disposiciones que se debía, y pro
pusieron otras. No bastando esto, levantaron por tercera vez algunos
eclesiásticos su voz para contener el espíritu del siglo, que tendía á
las reformas , y se valieron de otros medios insidiosos é ilegales , ha
blo de tos papeles anónimos que se fraguaron con el dinero de los
diezmos: ahí está ei expediente seguido con este motivo contra el
obispo de Teruel, en el que se verán papeles anónimos en donde se
decía que era una beregia los medios que entonces se tomaban para
contener esos abusos; abi está el expediente, y cuando quiera verlo
S. S. se lo enseñaré. , que cuando hay sobrante se supriman ó demuelan también? ¿Quiere
Esta es, señores, la persecución sobre la que tanto se lamenta, y
sobre la cual se declama tanto siempre que se trata de los diezmos y
de reformar todos los abusos. ¿Y la iglesia está perseguida ? No , se
ñor; lo que se persiguen son los abusos, y lo que se quiere sostener
por algunas personas de esa clase son los abusos.
Decía el Sr. obispo de Córdoba: "han perdido estas personas las
inmunidades que gozaban ; " pero al mismo tiempo que esto decía,
tuve la satisfacción de oir de su boca que era justo esto, después de
haberse dado la ley fundamental, por la cual no se permitían nin
guna clase de privilegios. Esto es exacto; pero si asi no ba sido modi
ficada la proposición sentada por S. S. , yo le atacaré con todo el brío
que debo. Cuestión es esta muy antigua, y hablo, señores, en España,
porque me gusta poco citar las cosas de fuera y tratada con mucha
doctrina y erudición : jamás se ha creido que las inmunidades per
sonales de los eclesiásticos pudieran ir mas allá de donde la piedad
de los Reyes quisiera ; de ellos salieron, y en ellos se conserva siem
pre la facultad de enmendarlas, y coartarlas según la conveniencia
pública y el bien del reino lo exija : esto no es meter la mano en el
santuario; es, si, conservar derechos y regalías que S. S. no puede
desconocer.
El Sr. obispo de Córdoba nos ha hablado de derechos políticos ne
gados. Yo me asombro, señores, que se diga eso cuando veo á S. S.
sentado en ese escaño , cuando tiene S. S. el voto electoral: ¿y cuáles
son los derechos políticos ? Se los excluyó del Congreso, y se los ex
cluyó justamente: también se les debia haber excluido del Senado:
pues qué, ¿la religión cristiana no es de abnegación? ¿No decía un
santo Padre que el que despreció el siglo no debía cuidarse del si
glo? Sin embargo, los que se dedicaron exclusivamente á preparar
las almas á fin de guiarlas por el camino del cielo , quieren inter
venir en todos los negocios temporales.
Compárense, dijo S. S. , las garantías dadas á los demás ciudada
nos cuando hay tantos eclesiásticos encausados: si son criminales,
añadió, precédase con ellos según disponen las leyes, no inventán
doles delitos. Pues qué, ¿cree S. S. que la persecución está en formar
causas, ó quiere S. S. que les sirviese de inmunidad el ser eclesiásti
cos y el ser obispos, como á un obispo de León , á un obispo de Mon-
doñedo , Lérida, Oribuela y á tantos otros que pudiera enunciar, y
me abstengo de hacerlo, porque respeto mucho al clero español, y
siento infinito que algunos de sus individuos hayan dado lugar con
tus atroces crímenes á que se les haya procesado y puesto bajo el
dominio de la ley?
Esas causas y cuantas otras se han seguido contra los eclesiásticos
se han formado con sujeción á las leyes. Cite S. S. un caso en con
trario, y si lo hay aqui puede pedir la responsabilidad de les tribu
nales que hayan fallado los negocios contra las leyes. Ese es el modo
de sostener la inmunidad de los eclesiásticos y hacer que se Ies guar
den las prerogativas que las mismas leyes les dispensan. Pero aqui
no se ha citado ni un caso siquiera , y si se cita vuelvo á decir que
expedito está el camino para exigir la responsabilidad al tribunal que
lo haya hecho.
Habló también S. S. del ejercicio de la prerogativa de extrañar
los eclesiásticos, y se admiró de que se ejerciese después de publicada
la Constitución. Aqui debe notarse una diferencia, y es que S. S.
quiere considerar á los elesiásticos como ciudadanos y contemplarlos
por otro lado como individuos pertenecientes á un estado que está
proclamando que es independiente. Pues bien: sí en el ejercicio de
sus funciones el eclesiástico depende de otra autoridad que se dice
independiente (y luego entraremos en esa cuestión), ¿qué otro madio
puede haber para ejercer esa prerogativa contra un individuo que se
cree dependiente de un Principe extrangero mas que el extraña
miento ó la formación de causas, causas que muchas veces no se han
podido terminar por la imposibilidad que hay de probar los delitos,
por esas sutilezas con que los teólogos ó los que sirven al estado
eclesiástico saben encubrir todo cuanto hacen?
He aqui el ejercicio de esa regalía por la cual se está en facultad
de remover todo aquello que pueda ser contrario al bien público; re
galía que se pierde en la oscuridad de los tiempos, y que de manera
alguna está en contradicción con los principios establecidos.
Ha citado S. S. con algún énfasis al arzobispo de Sevilla: yo qui
siera que no se me hubiese puesto en la precisión de hablar de este
prelado asi como de cualquiera otro; pero al paso que echaré un velo
sobre su conducta , no podré menos de manifestar que la providen
cia , no del extrañamiento del reino sino de su diócesis, está justifi
cada por hechos posteriores suyos que han sido calificados del mismo
modo. No diré mas, porque no trato de exponer los motivos que hubo
para esa providencia.
Exclamó después S. S. : "templos, ¿en que habéis pecado para
que la mano asoladora arroje de vosotros al Señor?" Aqui hay otro
de los lemas á que he aludido antes. "Los templos del Señor de Sa-
baoth han sido demolidos, han sido vendidos, han sido profana
dos "
Admirable es, señores , y para mí muy extraño, que se diga esto
cuando están á la vista todas las razones que han exigido, y hace
mucho tiempo lo exigían , que se disminuyese el número excesivo
de clérigos; porque aun después de la circular de 12 de Junio de
1769, en que se conoció la necesidad de agregar unas parroquias á
otras, y aun algunas se suprimieron y demolieron , ¿qué extraño es
S. S. por ventura que continuasen en Alcalá 50 ó 60 iglesias , cuan
do es un pueblo que no tiene mas de 600 ú 800 vecinos? ¿Podrá ne
gar S. S. también esa facultad de nivelar el número de los eclesiás
ticos , impidiendo con ese medio indirecto , qué vino á reconocer el
Sr. Ruíz de la Vega , que se aumente mas el número ?
Entró después S. S. á hacer una distinción entre sacerdote y clé
rigo : todo el mundo sabe que el sacerdote es diferente del clérigo,
que las funciones del uno son muy distintas de las del otro; pero
no está aqui la dificultad : la dificultad está en el deslinde del ejer
cicio de esas dos autoridades; y yo no tengo mas que partir de un
principio, que es del mismo Jesucristo "Mi reino no es de este mun
do," y con esto dijo que nada temporal le pertenecía; de modo que
siempre que las disposiciones del Gobierno afecten sobre cosa tem
poral, allí está su autoridad y no la de la iglesia.
"Que todos están autorizados para mandar en la iglesia mas que
ella" dijo también S. S. Yo quisiera que se manifestase quiénes son
esos todos que están autorizados para mandar en la iglesia mas que
ella misma ; y si esos todos están reducidos á la autoridad suprema
temporal, quisiera que se dijese en qué es en lo que se ha excedido
esa autoridad suprema temporal. Asi es como se deslindan las cues
tiones, no con vaguedades.
La disciplina se ha querido suponer, ó poco menos, que pertene
cía al dogma , y de esto me haré cargo cuando lo haga también de
la doctrina del Sr. Ruiz de la Vega en este punto. Pero exclamó S. S.
y manifestó que sou infinitos los daños que causan la lectura é intro
ducción de libros impíos, con la introducción de biblias. Aqui hay
un argumento muy fácil de contestar. ¿ A quiési corresponde la pri
mera prohibición de esos libros? A los señores obispos. Abolida la in
quisición, se restableció la ley de Partida que encarga á los reverendos
obispos el cuidado del dogma y pureza de la fé , sujetos sin embargo
á la disposición de la ley que previene que se ha de aprobar por el
Gobierno la calificación que se hiciese de ejos libros. Pues si hay li
bros impíos que están causando tan malos efectos, y S. S. tiene auto
ridad en su diócesis para hacerlo» desaparecer, contando con el asen
so del Gobierno, y para excitar á sus compañeros á que también lo
hagan , ¿cómo no ha puesto el remedio? Si lo hubiese puesto, segu
ramente que hubiese producido los efectos , porque el Gobierno no le
hubiera negado su asenso.
Introducción de biblias: pues qué ¿ignora S. S. las providencias
que se han dado para recoger todas esas biblias? Pues en los papeles
públicos se han visto esas providencias dadas por el Ministerio Re
gencia mandándolas recoger y recomendando la mayor vigilancia.
Hé aqui cómo se declama , y se declama sin saber por qué.
"Derecho legal, capacidad ó incapacidad de adquirir de la igle
sia." Esta cuestión , señores, ha sido inoportunamente tocada'. En
esta ley no sí trata de eso, porque por mas que S. S. haya becbo que
se lea el art. 15 del proyecto, en que se dice queda derogada la ley
de 16 de Junio de 1810, ha debido ver que no es aplicable esto, mu
cho mas si ha tenido presente el contenido del art. 8?, y que había
otro proyecto por cuyo primer articulóse hace la declaración de que
los bienes del clero se han de incorporar á la nación , y por el segun
do se previene que se vendan esos bienes, Esto lo debía saber S. S-,
asi como el Sr. Ruiz de la Vega, porque su discusión ha durado al
gún tiempo en el Congreso de Diputados, y se ha publicado en los
periódicos el extracto de cuanto se ha dicho sobre el particular. Por
Consiguiente es intempestiva ahora esa cuestión: tiempo llegará en
que no lo sea, y entonces entraré yo también en ella con la misma
franqueza; pero entre tanto, reservándome el tomar en ¡considera
ción esa doctrina en su origen verdadero por principios mas eleva
dos de los que se han invocado por S. SS., no puedo dejar pasar una
observación del Sr. obispo de Córdoba.
Dijo S. S. que la iglesia en los primeros siglos tuvo también bie
nes. ¡Bienes en los cuatro primeros siglos de la iglesia! ¡En los cuatro
primeros siglos de la iglesia, en que todavía se oia la voz del Funda
dor de ella! ¿Qué es lo que nos dijo Jesucristo? Siento tener que re
cordarlo á uno de los sucesores de los apóstoles. "Mi reino no es da
este mundo;" y cuando le preguntó uno que cómo ganaría la vida
eterna, le dijo: "Si quieres ser perfecto, véndelo todo y sigúeme ; no
tenéis mas que llevar calzado, y en hallando una casa entrareis en ella,
le daréis la paz y os sentareis á comer de lo que hubiere." Pero Je
sucristo tenia también tesoros, se dice: los tenia de gracias abundan
tísimas, es indudable ; ¿ pero de dinero , de bienes? Pues si tenia
esos tesoros ¿ por qué le mandó á S. Pedro para pagar al César lo
que era del César meterse en el mar á pescar y sacar de los peces-ll
moneda para pagar el tributo? Este es el principio del cristianismo,
la abnegación de todo, la pobreza. ¿Y viene bien esto con que poseía

bienes la iglesia y tenia tesaros ? ¿ A quién dejó Jesucristo para rec
tores de su iglesia? ¿Dejó por ventura á los que se hallaban en la
opulencia, ó á unos miserables pescadores que nada tenian? ¿No sig
nifica esto bien que la iglesia estaba fniidadj en la pobreza ? Qué te
nia bienes la iglesia en los cuatro primeros siglos. Pues qué ¿ no es
una verdad reconocida por todos que en sus primeros tiempos vivian
los eclesiásticos de las ofrendas de los fieles? Yo no refutaré aquí las
doctrinas sacadas de Belarmino, porque están tan desacreditadas que
ya nadie se ocupa de ellas.
He djclio que no entraba en ninguna cuestión sobre la capacidad
ó incapacidad de la iglesia para adquirir; pero los misinos argumen
tos que se han hecho para probarlo están, manifestando lo contrario;
y mal que le plugo al Sr. obispo de Córdoba , lo mismo que al se
ñor Ruiz de la Vega, tuvo que confesar que era por derecho huma
no, que S. S. quiso llamar dominio, que cuando entre en esa cuestión
manifestare ó probaré que no hay, semejante dominio oí propiedad,
ni casi casi la de un usufructuario. Para probarnos S. S. esta pro
piedad de derecho humano nos ci tó una infinidad de leyes. Yo quiero
que las veinte ó treinta mil leyes que tenemos dijesen que los bie
nes del clero eran propiedad su^a. Pues qué ¿un legislador posterior
no tiene facultad para derogar esa ley? ¿No tiene derecho pira ejer
cer una facultad mas elevada, deque hablaré cuando sea tiempo? Si
son leyes civiles, el legislador posterior puede derogarlas desde
luego.
Yo tengo que seguir sallando por muchas especies, porque son
infinitas, y temo molestar al Senado contestándolas. Tengo que ir
saltando por una infinidad de ideas vertidas por el Sr. obispo de
Córdoba.
Después ha querido suponer S. S. que se quiere hacer una ex
propiación, que se quiere hacer una espoliacion , y en pru> ba de
ello citó S, S. la ley de 17 de Julio ó de Junio de lóoü. Esta
ley es inaplicable á este caso, y en manera ninguna puede ser
virnos en él de norma. Se valió también del articulo constitucio
nal, y el articulo constitucional prueba lo contrario. £1 art. 11
de la Constitución establece la obligación que tiene la nación de
mantener el culto y el clero; y este articulo indudablemente se
ñala en mi concepto que el clero habrá de perder todos sus bienes,
todas sus rentas, incluso el -diezmo, ó el 1 por 101> que después se
determinó, en el mero hecho de determinar que la nación debiese
mantener el clero, porque es claro que no había de tener precisión
de manteuerte cuando pudiese él hacerlo por si mismo. Ese articulo
suponia ya propuesta la enagenacion de los bienes del clero.
Pero aunque quisiera aplicar S. S. la regla de indemnizaciones
establecida respecto de la expropiación de los particulares , tampoco
tiene lugar en este caso, porque la ley dice que la expropiación de
los particulares no tiene que ver con la de las corporaciones, que ad
quieren de otra manera sus bieues y los poseen también de distinto
modo.
Pero aunque de otra manera fuese, ¿no se esti haciendo la in
demnización antes de tratar de este proyecto de ley en que propone
la enagenacion de los bienes del clero? ¿ No se trata de esa indemni
zación estableciéndose lo que han de percibir? Pues hé aquí la- in
demnización.
Al tratar de la expropiación de los bienes del clero nos trajo
S. Sb á la memoria la revolución francesa. Si revolución quiere lla
marse lo que ha pasado en España^ es preciso que confiese S. S. que
ea una revolución de monjas, que en nada se parere á la revolución
francesa, ni en la» doctrinas, ni en los hechos, ni eu nada; y esto es
preciso decirlo en honor de la nación española. Pero la revolución
francesa quitó los bieues á los clérigos y i la iglesia, y aqui no se
trata de quitarlos á los clérigos, porque el arreglo no se refiere á la
propiedad individual, que se respétalo mismo que se respeta la de
cualquier ciudadano. Se les quitaron los bienes, vino un estado nor
mal, y aquella violación, aquel despojo tan injusto, tan anti
social que se cometió contra la iglesia de Francia. ¿Cómo en la res
tauración no se devolvieron los bienes? ¿Cómo ea que ni se atrevie
ron siquiera á reclamarlos? Porque el clero de Francia era muy ilus
trado, y sabia que la nación había obrado en uso de sus derechos im
prescriptibles.
Suponiendo S. S. que una de las razones que podían darse en apo
yo de la enagenacion da los bienes del clero ó de su expropiación se
ria el ponerlos en circulación, dijo que esto no obstaba, porque estos
bienes hoy los poseen unos y mañana otros. Yo entendia todo lo con
trario :' yo entendía que las comunidades nunca mueren, que siempre
eran las mismas; esto había entendido siempre; y cualquiera couuce
que no circulan las fincas aunque pasen de una mano á otra si perte
necen siempre iá una misma corporación. Pues qué ¿poseen eslos bie
nes los particulares? ¿No los posee ese ente moral que se llama ca
bildo? Pues la igle-ía y el cabildo inmutables son los mismos siem
pre , y no hay esa circulación. Algo metafisico es este modo de pie-
tentar las cuestiones.
Habló S S. de los derechos de estola que se mencionan en esta
ley, y dijo que no deben exigirse porque lo prohiben las leyes reco-
fritadas. S. S. podía saber lo que costó el reglar en algunas diócesis
os derechos de e-tola ó de pie de altar ; ese abuso tan bien atacado
en el reinado de D. Carlos III. £1 primer expediente se formó en
Asturias.
Diré S. S. que una ley recopilada prohibe que le exijan. Pues si
S.—TOMO U
455
tan deseoso es de que se cumplan las leyes, ¿ por qué no pide que se
forme causa a los que falten á eilas? ¿Por qué no hace que se cum
plan las leyesen esta parle? No señor; las leyes se invocan cuan
do conviene, y cuando debe tratarse de que se r (trufen se olvidan de
hacerlo loa que tienen la obligaciin de no olvidarlo nunca.
El Gobierno ha dicho i "por abura sigan los derechos de estola;
pero fórmense aranceles buenos para que aparezcau claramente los
derechos libies de lodo lo que sea abuso." No ha querido quitarlos
todos á pesar de que cbligados están á dar de balde lo uaie de balde
reciben. Ha transigido liarla con las preocupaciones, transacción que
muchas veces los legisladores se ven obligados á hacer.- -
Aqui , señores, es donde principió S. S. á hablar del proyecto de
ley , y lúe6,0 entró tí tratar de las remas de les beneficios, de las ca
pellanías, y llamó con gracia la atención del Seuado acerca de las
bulas pontificias de que se habla en el proyecto, y dijo S. S. con
mucha gracia : "Se invocan las bulas pontificias para hacer esto, y
no se invocan las bulas pontificias para quitar á ta iglesia ios bie
nes." Pero S. S. conocerá que este argumento no es d* aquellos que
no tienen contestación. Tiene por de pronto dos. Primera, para de
clarar bienes nacionales los que etan del clero, couio se propone en
ese otro proyecto que vendrá; luego uo sirven ni pueden servir las
bulas, porque están en sentido cootiarid á esla delcruiinacicn, por
que la nación no lo necesita para disponer de loque es terreno y está
dentro de su territorio.
Con lo dicho hasta aqui quedan contestadas también , aunque
siempre haciendo la reserva de entrar de lleno en la cuestión de ca
pacidad ó incapacidad de la iglesia para adquirir bienes, perqué este
no es el tiempo de hacerlo , muchas de las doctrinas que vertió el
Sr. Ruiz de la Vega , algunas de la s cuales creo que es imposible que
sean interiormente de S. S. : tal ha sido el asouibro que me ha cau
sado el oir algunas de esas duclrinas que huelen a aquellas mer
caderías rancias de Isidoro , que no puedo creer que una persona tan
ilustrada como S. S. pueda hacerlas suyas.
Citó S. S. para probar la capacidad, porque me llamaron mucho
la atención todas sus citas, citó S. S el fuero de Aragón, y dijo que
permitía adquirir bienes a los ec'rsi isticos, cuando por ese mismo fue
ro se pone toda na eu las escrituras de venta la cláusula de except'u
clericit , esto es, que pueda trasferirse la finca á todos mecos a los
clérigos.
Citó S. S. una ley de Partida. Ya lie dicho antes qne aunque las
veinte ó treinta mil leyes que tenemos dijesen lo que. supone S. S.,
sieLipre quedaría victoriosa la comisiun y el Gobierno. Pero hay
mas: S. S. ha dicho que hay concordatos, y ha convenido , romo no
podía menos de convenir, en que los concórdalos son unos contratos
bilaterales. Pues bien: si los concordatos son contratos bilaterales, es
preciso que cunlirsc S. S. que en el momento en que una de las partes
no cumple lo que ha estipulado la otra queda libre. ¿ Y cumple la
con * romana con to estipulado en los concordatos ? No, mil veces noi
no cumple con loque ha convenido, porq ie tiene abandonada la igle
sia de España , porque tiene huéifauas la uiaynr parte de las iglesias
de la monarquía, sin atender á lo que las necesidades de la religión
exigen. ¿Y teuiendo abandonada la iglesia española, y dejando de cum
plir lo convenido , habia de respetar el Gobierno por su parte lo
que establecen los concordato- '■ ¿IIj bia de llegar hasta ere punto su
servilismo? No, mil veces no. Dijo S. S. hablando de ta división de
la disciplina en interna y externa que no habia ningún autor que lo
reconociese.
El Sr. Ruiz de la Vega nús dijo que habia estudiado cánones, v
nos citó por lodo libro el Lackies, un libro elemental que apenas
contiene los primeros rudimentos del derecho canónico, pues qne está
dedicado á enseñar á la juventud los principios de esa ciencia. Yo le
citaré á S. S. una obra que no puede 'menos de haber Irido , porque
no debe ser descouecida a ninguno que tenga la menor noción del de
recho canónico. 11, Mu de la Loncouiia del leetrJoeio con el imperio.
Pues qué ¿ no ha visto allí S. S. queun arzobispo de París dice ter-
minaulemeute que es un absurdo sostener la facultad absoluta en la
disciplina por parle del Gobierno , como neg rrsela ab-olu lamente?
Si se dice que no son sauas las doctrinas que esos autores contienen,
pregunto yo: ¿los autores que eu tiempo de la inquisición examina
ban los libros creerá S. S. que serán auioies de sanas doctrinas? Yu
creo que si , porque el exceso estaba en quitar todo lo que era delito
de inquisición. Pues bien: ese libro está corriente en España, lo mis
mo sucede con el l^an-Upecn y Lavatorio, Lea S. S. estas obras y
encontrará esas doctrinas. *
S. S. lomando motivo de la libertad con que hablaba, porque no
le quedaba otro sitio donde poder hacerlo, porque ni aun los perió
dicos podían hablar, dijo que los periódicos son perseguidos. ¿ En
dónde está esa persecución? ¿Es acaso porque la acción del poder ju
dicial trate de hacer respetar las leyes desvirtuadas, infringidas, es
carnecidas por la prensa de muchos peí iód icos?
Pues esto lejos de ser una persecución es una medid i de órden,
sin la cual no habría sociedad. ¡Perseguidos los p^rióJicus! ¿Pues
cuándo ba habido mas libertad en España? ¡Qeií digo libertad l
¿Cuándo ha habido mas licencia, y licencia desenfrenada? ¿ Y se
queja S. S. de una persecución que no es mas que la persecución de
la justioia, la persecución de la I y ? En ningún tiempo peor que
ahora ha podido desear eso S. S. , pues en ningún tiempa ha habido
tanta licencia.
no
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Asi, señores, descartada la cuestión de todo lo que es extempo
ráneo, de (odo lo que es inoportuno, de lodo lo que inteinpestiva-
menle se ba dicbo hasta aquí, que guardado se puede tener para
cuando se trate de la cuestión i que venga bien, reservándome en
trar de lleno eu la cuestión, porque Iny mucho que decir, y con
testar, he tratado de rechazar lo que ha dicho el Sr. obispo de Cór
doba que no podía menos de afectar al Gobierno porque son incul
paciones graves que no tiene fundamento ninguno para hacerlas.
El proyecto de ley que se propone no ha sido combatido, y si
en algo lo ha sido, victoriosamente y con fuerza de raciocinio han
contestado el Sr. Martínez de Velasco, el Sr. Seoane, el Sr. Solaoot
y el Sr. Ministro de Hacienda , que defendió la parte económica que
le tocaba. La demostración de esos datos ine dispensa entrar en esta
cuestión, porque nada se ha dicho que pueda contraponerse á los
argumentos emitidos por los señores anteriormente mencionados.
Por consiguiente, habiendo llenado mi deber, creo se está en el
caso de que el Senado se sirva admitir en su totalidad el proyecto
que se propone.
El Sr. obispo de CORDOBA: Señoreí, no pienso detener al Se
nado mas tiempo que el preciso para rectificar con la moderación
propia de mi carácter algunas indicaciones heebas por el Sr. Minis.
tro de Gracia y Justicia en el discurso que acaba de pronunciar, se
gún los apuntes que tuvo la bondad de hacer S. S. cuando yo hablé
en la sesión de antes de ayer. Dijo S. S. que el preámbulo de mi
discurso estaba calcado sobre cieno lema aludiendo á un papel que
manifestó estar reprobado: debo contestar á S. S. que ignoro á qué
papel ó documento pude hacer la alusión, porque todo lo que yo be
expresado en mi preámbulo, mas largo ó mas corto, ha sido el resul
tado de mi convicción, siendo cosas generales y muy obvias que es-
tan al alcance de lodos, aunque puedan coincidir con loque diga
cualquiera otro papel , y ruego á S. S. me crea que hablo con la
verdad y buena fé que me es propia.
Añadió también S. S. que sólo se trataba de las medidas que se to
man para atacar y destruir abusos. No me heatuejado de que estos se
corrijan cuaedo sean tales efectivamente, pues bajo la palabra abu
sos pueden comprenderse también muchas cosas que na lo sean : S. S.
desea que le manitieste los casos particulares de procedimientos ar
bitrarios en las causas judiciales contra los eclesiásticos; yo pregun
taré también nué abusos consiente la iglesia, cuando es bien sabido
que tiene dispuesto todo lo necesario para que aquellos se vayan
corrigiendo con la prudencia corresponda nle á uca buena y tierna
Madre que tolera á sus hijos muchas cosas esperando que la peraua*
cion y tantos otros medios obren en todos sus saludables efectos y se
consigan sus justos deseos, porque s.euipre está iluminada per el
Espirito Santo para no equivocarse en los medios de conducir á sus
hijos por el camino de la sil ración; y cuando cuenta con el apoyo
del Gobierno, rulonces se consigue todo rou la mayor facilidad , co
mo sucedió en los tiempos citados del Sr. )). Cárlos III, que dictó
muchas leyes para la observancia de las disposiciones canónicas en
puntos de mucha gravedad y trascendencia al bien espiritual y tem
poral de sus subditos.
Ha citado S. S. el expediente tan sabido dd Sr. Carbajal, obispo
de Cuenca, y las medidas acordadas en este punto por el Gobierno.
He leido ese célebre documento, y visto también la carta que el mis
mo prelado dirigió al confesor de S. M., empeñado en hacerle creer
que habla engañado al Rey, dándole por prueba que asi lo juzgaba
el Consejo, sobre lo cual decía el prelado que no hahia leido tuvie
sen los Consejeros, ni la gracia que se da en la consagración á los
obispos para cumplir su ministerio, ni el ángel de superior orden
que la Providencia deslina á este fin á cada uno de ellos; y que no
veía razón de diferencia entre los informes dados al Consejo y los que
había tomado el mismo prelado, pues unos y otros ptocedian de
hombres sujetos á error y engaño.
Ha hablado S. S. de la abnegación que deben manifestar en todo
los eclesiásticos citando la doctrina de nuestro diviuo Salvador, la
cual habla en general, y cuya obligación de ob«crvar tienen todos
los qUe son discípulos suyos desde el mas humilde hasta el mus ele
vado , con la diferencia de que los ejemplos de observancia ú olvido
de esta son siempre mas notables rn les que debemos darlos según
nuestra posición en la iglesia y en la sueiedad.
Los derechos políticos á que yo hice alusión indicando que esta
ban menoscabados eran efectivamente el derecho de sentarse en los
bancos del Congreso los individuo* del clero, pues ni allí vendrían,
ni aqui vienen como tales eclesiásticos, sino como individuos de la
nación , según vienen los militares y demás que corresponden á las
varias clases de la sociedad española.
Hablando S. S. del puuto de disciplina manifestó que los ecle
siásticos querían estar sujetos á un Principe extranjero. Yo ja
más he rrpuiado ni nadie puede llamar Prrn-ipe txlrangero al
Sumo Ponltii:e cuando se trata de cosas de la iglesia, de la cual es
cabeza visible. No luy extranjería alguna entre los que (.Miemos la
dicha de componer el gr mió de la iglesia católica y ser ovejas de un
mismo rebaño, en el cual se hallan españoles, franceses, aleiiianesy
residentes en Turquía, en la China y en los países mas-remotos, de
todos los cuales es cabeza y pastor «upremo el Sumo Pontífice con
las relaciones naturales y recipro-as de un padre para con sus hijos y
de estos para con su padre. No ha v. pues, extranjería cuando uno es
«1 rebaño y uno el pastor. Estas txprciioues pueden traer facetas
consecuencias entendidas en el tentido que no corresponde cuando se
habla del Sumo Pontífice como cabeza de la iglesia. Como Príncipe
temporal de los Estados sometidos á su soberanía es extrangero, como
lo son los demás Principes y Reyes de otras naciones.
Las palabras iglesia romana, ademas de católica y apostólica, es
para manifestar que pertenecemos i la verdadera iglesia de Jesucris
to, la cual reconoce al Papa por su cabeza visible, y distinguirnos
de los sectarios, que se aplican y arrogan también el titulo y nombre
de católicos, separándose y nj reconociendo al Santo Padre con aquel
augusto carácter. Hay palabras que son precisas para fijar la doctrina
y verdadera creencia.
Cierto es que los apóstoles fueron pobres, y esta es una de laa
grandes pruebas de la divinidad de nuestra santa religión. El Señor
eligió para fundadores de su iglesia á los que careciesen de todas las
ciicunstancias que habría deseado la prudencia humana en los que
acometiesen semejante empresa para manifestar asi la virtud de su
poder omnipotente, echando mano de los mas despreciables para
confundir los fuertes y verificar sus admirables designios. Por lo
demás, aunque pobres no repugnaba que tuviesen y el mismo Señor
también su depósito para atender á sus necesidades precisas y á la de
los fieles y enseñar asi á la iglesia, como lo explica. muy bien el ve
nerable Beda; y sabido es que los mismos fieles llevaban sus bienes i
los pies de los apóstoles para su distribución en los gastos que fuesen
necesarios á la comunidad de todos ellos , porque tal era su fervor,
su fé y su piedad eu aquellos tiempos de la iglesia naciente. Los após
toles y cuantos les acompañaban eran hombres que debían mantener
se por los medios humanos, sin que esto sea opuesto al espíritu de po
breza y desinterés tan propio de la ríligiou cristiana, el cual obliga
á tedus los que la profesan, porque en el bautismo sin distinción de
personas ni clases todos hacemos renuncia solemne de las pompas,
vanidades y demás contrario á nuestra profesión.
Ha indicado el Sr. Ministro que la iglesia no poseyó bienes algu
nos en las tres primeros siglos que duió la persecución tan encarni
zada- coulra los que profesaban ti cristianismo; pero i la ilustración
de S. S. no puede ocultarse el edicto de Constantino del año de 325,
mandando revocar el dado por su antecesor el feroz Licinio en 313
que despojó á todas las iglesias de los bienes que poseían, cuyo hecho
lo comprueban todos los historiadores de aquel tiempo, según indi
qué en mi discurso, lo cual es un testimonio auténtico de que las
iglesias habiau adquirido bienes mas ó menos cuantiosos según el
mayor ó menor furor de las persecuciones.
Las palabras del Señor tan repelidas generalmente cuando respon
dió á Pilatos que su reino no era de este mundo, están bien expli
cadas por el misino Señor en la ocasión que las prono mid , manifes
tando que su reino no era como lo¿ de este-mundo, pues en aquel
caso sus ministros sin duda pelearían para no ser entregado á los ju
díos; pero que ahora su reino no era de aqui. Regnum mcutn non
esl liinc. Estas expresiones en nada se oponen á la autoridad divina
que en las cosas espirituales concedió á su iglesia , que se halla en
este mundo, y se llama también su reino.
Mis quejas hablando de los templos son relativas á las profana
ciones que se han cometido en muchas partes con escándalo de loa
pueblos; pues asi como la iglesia tiene sus ceremonias muy majes
tuosas , imponentes y patéticas para bendecirlos y consagrarlos al
culto del Señor , también las tiene para verificar su profanación
cuando sea necesaria, en el modo que corresponde á la santidad de
aquellos lugares. Por desgracia son bien conocidas las formas con
que se han inutilizado muchos templos, cometiéndose en ellos gran
des desacatos sin respeto ni miramiento alguno.
Se ha citado la revolución de Francia: todos sabemos lo que en
ella pasó, pues su historia está en manos de cuantos tienen mediana
instrucción. Entre otr.as grandes violencias, la iglesia perdió allí
lodos sus bienes; y si bien es cierto que en el concordato celebrado
en 1801 entre el Sumo Pontífice Pió VII y Napoleón, cotonees pri
mer cóusul de la República , Su Santidad por rl bien de la pax y
por el dichoso restablecimiento de la religión católica declaró que no
s.rian turbados en manera alguna los que habían adquirido bienes
eclesiásticos enagenados; esto lo que significa es la gran prudencia de
aquel venerable Pontífice en circunstancias difíciles, y lo mucho que
siempre tolera la iglesia. ¿Pero perqué yo calle y no repila judi
cial ui extrajudícialmente contra aquel que, por ejemplo, me arre
bate la capa que llevo puesta, guardando silencio por diferentes
circunstancias que me decidan á tomar esta medida prudente, se
inferirá al instante que el despojo es legitiind?
Con respecto á que la iglesia es un cuerpo moral cuyos indivi
duos se renuevan continuamente, estos son propietarios de las rentas
que cada uno tiene asignadas á su carga ú oficio respectivo, en euyo
sentido hablaría yo en los casos que se aluda.
Acerca de los derechos de estola, es bien sabido que en el año de
801 se dii tóla Real órden por resolución dada i consulta de la Cá
mara; según indiqué , y después en el año de 803, siendo Ministro de
Gracia y Justicia el Sr. Caballero, se circula otra Real orden á les
prelados para que propusiesen los medios de dotar los curatos con
exclusión de los derechos de cslola á fin de evitar los inconvenien
tes que trae su exacción en perjuicio del ministerio 'parroquial, per
mitiéndose basta ahora únicamente como se permiten muchas cosas,
cuando no hay remedio expedito y efectivo, y no son absolutamen
te repugnantes; pero el espíritu déla iglesia es siruapte que el Oii
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nísterío te desempeñe coa desinterés, dándose graciosamente lo que zoo, ui por concordato tiene ningún gobierno de una nación católica
de gracia' se ha recibido, y alejándose loda idea que parezca con- como la nuestra, ese derecho por sí tolo; se lo niego. Cuando se trata
Iraria. de reformar abusos en materias de la iglesia, entouces los gobiernos
Sobre la supresión y reunión de beneficios de que habla la \ey 2? , católicos se ponen de acuerdo con el gefe de la iglesia católica, y para
tlt. 16, lib. 1? de la Ñopísima Recopilación, que también cité, la eso son los concordatos. Ellos se reformarán poniéndose al efecto de
ilustración de S. S. en esta materia me dispensa de hacer reflexio acuerdo las dos j otcstades.
nes : allí se previene la formación de planes generales bajo las re Aunque S. S. no negó ni po lia negar las leyes que había yo eita«
glas canónicas y civiles establecidas para llevarlos á efecto, equivo do para probar lar rapacidad de poseer bienes que tiene la iglesia de
cándose cuantos crean que abura puede mandarse alguna cota nueva España , dijo sin embargo que aunque hubiera mil leyes , que
acerca de reformas eclesiásticas, cuando todo está prevenido por la auuque tedas las leyes que tratasen de esa propiedad se supusiesen
iglesia para hacerlas con detenimiento y que sean saludables. vigentes, que una ley posterior las podía derogar. Véase aqui justifi
Con respecto á los concordatos de que se ha hecho alguna indica cado el motivo del temor que yo babia manifestado de que si se lle
ción", es preciso que los luja entre dos autoridades independientes gaba á adoptar el principio de este proyecto, y se privaba en su vir
para avenirse y arreglar lo que convenga al bien de la iglesia. Yo tud á la iglesia de sus bienes, no habría en adelante propiedad algu
deploro como el primero que haya muchas iglesias vacantes; pero no na segura de la violencia de semejantes despojos. Lo mismo que aho
consiste precisamente en que se provean, sino en que se verifique la ra dice j la iglesia el Sr. Ministro, lo mismo podrá decir mañana á
provisión por los medios legítimos, obteniendo los provistos la ins cualquiera otro propietario ron respecto á las fincas que se le hayan
titución canónica del Sumo Pontífice con las correspondientes bulas donado ó dejada en testamento , ó que posea por cualquier otro titulo.
en la forma prevenida por la disciplina general vigente para que Auuque mil leyes, aunque todas las leyes las protejan , una ley pos
los pueblos crean que vienen por el conducto legitimo, y nadie dude terior las derogara. Este principio es antisocial; la nación y el po
de su autoridad , porque si las fieles no los contemplan con la misión der supremo de ella tienen una obligación expresa de mantener las
canónica en virtud de la confirmación del Santo Padre, el ministe condiciouis esenciales de la sociedad ) y no puede haber ley poste
rio seria inútil , y expuesto á grandes compromisos y á ser objeto de rior tan iuicua que despoje y atranque las propiedades legítimamen
burlas muy pesadas. La misma revolución francesa nos presenta te adquirí las. Esta, proposición es subversiva de los principios socia
aquel caso del obispo de Pcrpiúan uombraJo , como todos los demás les, y véase emú justo es el temor de que mañana no haya propie
con arreglo á la constitución civil del clero , el cual vino á su dió - dad segura bajo este principio.
cesis : comenzó á administrar el sacramento de Ja confirmación, y Oirá indicación hizo S. S. acerca de los bienes del clero apoyándo
no faltó pueblo en donde los vecinos le presentaron para que con. se en las doctrinas evangélicas. Ya ha dicho sobre esto algo el señor
firmase en lugar de sus hijos los corderos pequeños hijos de lus ove obispo de Córdoba: sin embargo, yo añadiré que en razonamientos
jas, demostrando con esta bien rara ocurrencia que uu creían en su é inJucciones iguales ó muy pjrecidos á los que ha hecho S. S. han
autoridad y facultades. venido suslaucialuitnte á fundarse muchos y muy graves errores, y
Todos preguntan por qué no vienen las bulas de los obispos nom que algunas de las cuarenta y cinco proposiciones ó artículos de las
brados, extrañando esta morosidad por parle del Santo Padre, y es uoctrinas de Juau Wicleff, condenadas en el concilio de Constanza,
preciso decirles que todavía no se ha hecho la presentación .i Su San pudieron alegarse eu conlii inacion de ello.
tidad, y que solo hay la designación de personas heciia por el Go Refutando S. S. lo que yo dije acerca de los gravámenes que
bierno para algunas iglesias vacantes. Bien conozco que la dificultad traiau los bienes de la iglesia tn su misma adquisición, te esforzó en
consistirá en el mojo de expedir las bulas atendidas las circunstan probar el derecho de la autoridad temporal pira imponer dichos gra
cial de la guerra civil que hemos sufrido , é ignoro cómo estara el vámenes (cosa que yo no había negado ni niego), y creyó sin duda
expediente que al priccipio comenzó á formarse sobre este punto, se hacer un argumento muy deslumbrante aplicando su doctrina á los
gún se dijo, el cual exige mucha circunspección y tino para vencer casos de la Cotona de Aragón que yo habia citado. Pero precisamente
la dificultaJ sin caer en un grande precipicio. es ua hecho histórico que para el caso de que se trata hubo un con
Por último, S. S. ha visto que me guardé de hacer interpelacio cordato celebraoo entre el Sr. "Rey D. Jaime el Conquistador y la
nes. En mi discurso hablé en general; y si algo tuviera que hacer Santidad del Papa Gregorio IX, como lo acredita la bula que al
presente al Gobi.rno lo verificaría eu el modo que corresponde, de efecto impetró y obtuvo aquel Principe antes de la conquista de Va-
palabra ó por escrito, pues estoy muy persuadido que seria recibido leucia y las islas Baleares y cuando se disponía á emprender aquella
con la atención que siempre se me ha dispensado per todos los seño bagaría. V hablando de concordatos , añadiré ahora que aunque S. S.
res Ministros: mis alusiones eran principalmente á las autoridades no ha negado que en las naciones católicas en que existen concorda
subalternas basta las mas inferiores , que eu algunos casos te han tos tieneu estos que cumplirse, y no es licito separarse de ellos á
creído tan atorizadas para entender en cosas eclesiásticas como el Go ninguna de las partes c. n¡ raíanles por si tola , dijo sin embargo qua
bierno mismo. cuando una de uichas partes no lot cumple entonces es claro que
£1 Sr. RÜIZ DE LA VEGA: En ninguna ocasión he deseado queda libre de su obligación la otra. Y añadió luego que el Papa no
mas vivamente poder tener latitud en replicar : no suy amigo de ha los cumplía eu España porque no instituía los obispos necesarios para
cerlo; el Senado me es buen testigo y lus Diarios de Cortas de que las iglesias huérfanas ó vacantes.
siempre que me he levantado á rectificar me he limitado á lucilos 1 é el Sr. obispo de Córdoba ha indicado algo que puede servir
materiales. Hoy siento vivísimos deseos de replicar , y me conten de contestación á esto, y aunque yo pudiera decir mas-sf porque tengo
dré', porque no tengo el derecho de. hacerlo; pero ruego al Senado y algún conocimiento de ello , y he tenido ocasión de haber á las ma
al Sr. Presidente que se me conceda un poquito de latitud , cuanta nos el respectivo expediente, no quiero ahora decirlo, ya porque no
por lo menos sea posible. es del caso, y ya porque no lo estimo prudente; contentándome solo
Desde luego rechazo simple y categóricamente la duda de si lo con indicar que si no están provistas las iglesias huérfanas ó vacan
que yo he dicho es la doctrina que profeso en mi interior. Huís de tes procede este mal en gran parte de ciertas empeños que se han lle
la Vega no es hombre que por ningún motivo, por ningún respeto, vado á extremo sobre puntos que afectan esencialmente la libertad
por ningún temor sea capaz de decir y sostener cesas que estén en de la misma confirmación ó institución canónica, y no digo mas so
contradicción con sus sentimientos y convicciones interiores. En mi bre esto.
larga carrera parlamentaria, en mi carrera publica, aunque be te A la observación que yo hice sobre la distinción de disciplina en
nido la desgracia de que en muchas cosas no se me haya hecho jus externa é interna, en que manifesté que yo no reconocía masque la
ticia , tengo la complacencia que en esto ice han hecho todos justi primera, y que en ningún autor de buena nota habia visto cosa al
cia, todos siempre me han creido honrado y ' crdadero. guna que sirviese pata autorizar semejante distinción , dijo S. S. que
Por lo demás, y aunque no todas las observaciones del Sr. Mi y o no había citado en apoyo de mi doctrina mas que al Lackiet , li
nistro de Gracia y Justicia se han dirigido determinadamente con bro de- escuela: confesaré que es verdad que varias veces cité en mi
tra la materia de mi discurso ultimo, tino que algunas bau sido di discurso al Lackies, y vtidad también que es libro de escuela (cosa
rigidas contra dicho discurso y el del Sr. obispa de Córdoba en co que yo me anticipé á reconocer cuando aseguré que por él bebía cur
mún , me liare sin embargo ligeramente cargo de ellas por su órdeu. sado la asignatura de prenociones canónicas) ; p'ro ni el ser libro da
Censuró S. S. el Sr. Miniftro nuestra conducta en iutroducir la escuela deroga nada del intrínseco mérito y autoridad de tu doctrina,
euestion de la expropia ion de los bieuts de la iglesia cuando de esto ni yo lo cite, y esto es lo principal , para fund .r las mias acerca de"
no era de lo que se liaiaba en el presente proyecto, como bien lo sa la distinción de disciplina interua y externa. Para lo que yo cité al
bíamos. Bien lo sabíamos , si, digo yo: bien sabíamos y sabemos Lackies principalmente fue para fundar mi opinión tobre el punto
qoe no se trataba explícitamente en este provecto de la expoliación de la regalía en general, como la trataba en su capítulo "De jar*
de la iglesia; pero lambien sabíamos y sabemos que viitualmente Principian circa sacra."
viene esta cuislion embebida y supuesta en (l, como pr< cursor que En el mismo aigumento manifestó asombrarse S. S. de que yo no
era del otro que detrás venia, y que ya le tenemos en el Senado ; y supiese lo diüeíl que era el deslinde entre el sacerdocio y el imperio,
rabiamos y sabemos las tretas y ariiüiios que se han usado y usan Suponiendo que babria yo'leido los buenos autores qne tratsn de esta
en estos negocios, por medio de los cuales co parece sino que se trata toateiia. Si los he leído en efecto (a lo menos algunos de ellos), y té
de ganar las resoluciones por sorpresa. que es dilicil aquel deslinde, sobre el que lia habido y bay muchas
Habló también S. S. aceica de la potestad de reformar abusos roe tróvenlas, y sobre el que se han enwyajo varios sistemas para
contra lo que diji.uus el Sr. obispo de Córdoba y yo. Yo no niego la ex| lícailas y allanar sus dificultades. Y prueba de que sé algo da
potestad de reformar abates ; peio si uiego cuando se trate de refor esto, cuando yo manifesté en ello abiertamente mi opinión, diciendo .
mar abusos en disciplina eclesiástica que sea el Gobierno solo el que que seguía la de Pfafio aunque entonces no lúa acordé o»
{¡ceda hacerlo, y le niega esta autoridad: ni por' desecho, ni por ra» pruuuuciur su nombre»

*
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El sistema, pues , y doctrina de este alemao, que también lo qué no le han reclamado al Gobierno cuando han visto alguna que
cita Lackies , es el que jo sigo y el mas comunmente seguido de mo seguramente no se hubiera resistido á una cosa que tiene la obliga
derno por parecer mu; racional, verdadero y simple: está reduci ción de hacer? ¿De qué proviene la profanación de las iglesias?
do al derecho de suprema inspección que compete al Principe por su ¿Proviene de que no se han presentado los obispos? La presentación
propio imperio y raagestad: "jura abso'uta et majeitatica," y los que se ha hecho por la Corona, se expedia la cédula para que viniesen las
competen radicalmente á la iglesia "eo/lcgiallia et tpeciaíia" (que asi bulas: ¿y cómo se habían de expedir estas cédulas, cómo enviar á
él los llama) de Ies que esta puede desprenderse en parte concedien Roma cuando anticipadamente había dicho el Papa que no daria las
do al Principe la que le parezca conveniente cerno se usa en los con bulas sino del modo que le acomodaba, cuando desconocía los dere
cordatos. De esto en efecto hice yo sobradas indicaciones en mi dis chos legi timos de la Reina, y ruando se sabia que las había recha
curso; y como prueba perentoria de que yo siempre lie reconocido zado anteriormente? ¿Y de quién era la culpa, de quién era el
y reconozco el verdadero y absoluto principio en que estriba la re daño ? De quien rerhazó desde luepo los deberes que tenia como pas
galía , y de que sunca negué ni Diego al Principe el derecho de ín tor, como padre de la iglesia , en daño de la místua iglesia.
terTenir en ciertos casos en la iglesia y dentro de la iglesia , es el Dicese que no se debe nombrar principe temporal. ¿ Pues qué no
texto explícito que cité Je S. Isidoro de Sevilla, de este gran doctor loes? ¡Ojalá no lo fuese! y entonces hubiéramos víate que no afec
de las Españas, que viene tan de molde ahora , que no parece sino taba como no debia á lo temporal; entonces no hubiera dicho que no
que fue inspirado al intento. "Principes stvculi (dije con el santo podia reeoncer á la Reina mientras sus aliadas no la reconociesen.
doctor) nonnumquam* intra ecclesiam potestati* ajeptíp culmina te- ' Esto si que es lo que ha afectado á la iglesia de España , que la tiene
nent." No niego yo en efecto el derecho de la potestad temporal para huérfana. No obró de esa manera cuando puso obispes á los disiden
intervenir en asuntos de disciplina eclesiástica: lo que si negué y tes de América 1 no tuvo esos escrúpulos que lia tenido ahora : ¿ por
niego es la dependencia y sujeción en que bajo la invocación de dicho qué? Porque asi convenia á sus intereses. Como Priuripe extrangero
principio se pretende poner i la iglesia con respecto á dicho poder obró en no reconocer y dejar huérfanas á las iglesias. Queria el Sumo
temporal. Una cosa es que este tenga una facultad racional ( no arbi Pontífice adquirir un derecho que resistió siempre en las bulas, cual
traria , no cuando Te dé la gana) para impedir que per via de disci era el patronato universal de la Corona de España en su territorio;
plina se ejecuten en el reino cosas que perjudiquen á su felicidad; esio queria y pretendía, y esto ha hecho que no luyan ido las cé
una cosa es esto, repito, y ctra cosa es decir que la iglesia no es in dulas para obtener las bulas: ¿y de parle de quién está la culpa?
dependiente del poder temporal para el establecimiento, reforma y Cuando prodigaba gracias srn fin á los facciosos, las negaba á la
corrección de su disciplina. Aquello lo concedo, y esto lo niego; y lo iglesia de España , se lns eoncerlia á obispos condenados por traido
tengo por error gravísimo y nada sano, como dije ayer, por no cali res haciéndolo» vicarios suvos ; y í los obispos que ilustraban con sn
ficarlo mas duramente. ciencia y sus virtudes la iglesia dt" España les negó las bulas-
En cuanto á lo que per último dije yo de la prense , sobre lo que Se ha lastimado el Sr. Iluiz.de la Vega deque yo hubiese dicho
tanto ha clamado S. S., diré que yo no apruebo los abusos de la li que creia que algunas de las doctrinas que babia ' manifestado aquí
bertad de aquella, que por cierto son muchos y muy grandes, ni yo no estarían en su interés. Es tal e| concepto de ilustración que tengo
be censurado al Gobierno en general pirque trate de denunciarlos; formado de S. S. , qoe le he oido dectrinas que en su ilustración
sino precisamente porque este Gobierno que se ha mantenido tan pa me parecía imposible que pudieran tener cabida.
sivo tolerando y dejando correr los sarcasmos mas atroces, las impu Ha dicho el Sr. Ruiz de la Vega que la potestad temporal no
taciones mas horrendas, las desvergüenzas mas vituperables con res debe ni p iede intervenir en la disciplina de la iglesia directamente.
pecto á cierto augusto personage ; este Gobierno , que por espacio de Yo le podré' citar á S. S. un Rey que cicrinmente no se le podrá tachar
muchos meses ha permitido que se estén' lastimando nuestros oídos de peco piadoso y religioso: hablo del Sr D. Carlos III. La iglesia de
y nuestros sentimientos con la manifestación y vociferación de, tan España en cada una de sus diócesis tiene sus sinodales: ahí está ej ex
inmorales excesos; este Gobierno, que ha tolerado la publicación de pediente, ¿Y cómo vinieron entonces todas las sinodales á la correc
las doctrinas mas subversivas y antimonárquicas, del republicanis ción de la autoridad temporal? No vinieron en virtud de un manda
mo mas deliberadamente pronunciado ; este Gobierno que tolera pa to, no espontáneamente por los obispos, sino en virtud de mandato
sivo todo esto sin usar de su poder ni ejercer el derecho de lns denun de Real cédula se hicieron estas correcciones, y la iglesia reconoció
cias , se apresura á abrumar con ellas á los sostenedores de las doc esta potestad y la observó puntualmente, y observó las sinodales; y
trinas sanas conservadoras, y porque un pobr* escritor dé un des cuidado que las correcciones fueron graves, v cuando S. S. guste no
ahogo á sus sentimientos felicitando en sus dias a una esclarecida tendré inconveniente alguno en manifestárselas. Aqui se ve que fue
Princesa se le persigue solo por eslofse le acusa y se le envuelve en directa esta intervención, y que fue en virtud de mándalo de la su
procedimientos judiciales. De esta parcialidad es de la que yo me prema autoridad, observindose desde luego puntualmente todo aque
quejo, y la que yo censuro y 1ie censurado. llo que el Consejo determinó.
EISr. Ministro de GRACIA Y JUSTICIA: El Sr. obispo de Ha dicho últimamente e| Sr. Ruiz de la Vega que yo había de
Córdoba ha dicho que cuando se ha tratado de reformar abusos los clamado contia lo que S. S. habiá dicho dé periódicos, y ha queri
eclesiásticos se han prestado desde luego á las reformas. Yo pudiera do suponer aquiescencia en el Gobierno de parte de unos, y al con
citarle i S. S. en ese mismo reinado de Cirios III que be citado la trario persecución para otros. Yo rechazo e-o con todas mis fuer
resistencia opuesta á las reformas, y le enseñaría , .puesto que están zas ; ese aserto lo rechazo, si, pnrque el Gobierno en donde ha en
guardados, excedientes donde se ve esa resistencia; le enseñaría res contrado doctrinas subversivas ó sediciosas alli las ha denunciado;
pecto de las viriles los abusos que se introdujeron , la necesidad que pero no han sido denuncias del Gobierno, sino de los que están en
hubo hasta de valerse dé recursos de fuerza en muchas ocasiones; le cargados por la ley de hacerlas. Si S. S. se ha expresado de esa ma
haria ver cómo metían la mano en los caudales dé propios para sub nera porque ha sitio condenado últimamente el i'ongrejo, lau.poco
venir á los gastos de visita, y le baria en fin conocer cuán contrario debe ignorar que también lo ba sido el Huracán, v tal vez lo sea
era lo que sucedia dé lo que S. S. ha diciio respecto de las visitas de igualmente otro de distinto color que también eslá denunciado. Asi,
las diócesis. La mitad de estas han sido una plaga para los curas de el Gobierno no se puede decir que tenpa aquiescencia, ni ba permi
los pueblos, y se lamentaba S. S. de que no les quedaría con setenta tido que corriesen las doctrinas republicanas , porque las rechaza y
y ochenta mil reales á los obispos, noventa mil á los metropolitanos, las rechazará siempre como perjudiciales á la Constitución. De con
y ciento y tantos mil al arzobispo de Toledo; que no les quedarla, siguiente todas esas indicaciones carecen de fundamento.
digo, para hacer visitas. Pues mientras sean los curas como Liasia El Sr. obispo de CORDOBA: Seré muy breve en estas rectifica
ahora los que paguen los gastos de visita no tienen necesidad de nin ciones: el Sr. Ministro ha indicado la resolución que se lomó en tiem
guna cantidad para este objeto. Ademas sabemos que han quedado las po del Sr. D. Carlos III previniendo á los obispos remitiesen para su
procuraciones, y que á pesar de estar prohibidas han continuado, asi revisión las sinodales de sus respectivas diócesis, lo cual indica dos co
como estas visitas, para las cuales se echaba mano de los caudales de sas : la primera el derecho de la iglesia de establecer su disciplina,
propios hasta tal punto, que fue necesario expedir uua Real cédula y la segunda la autoridad del Gobierno para impedir la ejecución de
para reprimir este abuso. algunas disposiciones que no parezcan oportunas, en cuyos casos la
Se ha dicho que la doctrina que ya he invocado de Jesucristo no iglesia siempre es muy condescendiente por su deseo de evitar lodo
significaba otra cosa sino que su autoridad venia de arriba; y yo motivo de discordia entre ambas a u tor idndes.
preguntaré á S. S.: ¿y cómo contestó Jesucristo cuaudo llamado por En cuanto á los abusos cometidos por eclesiásticos particulares
Uno, le dijo: "Maestro di á mi hermano que rae dé la mitad de la dirigidos á oponerse á los acuerdos del Gobierno en cualquiera épo
hacienda ?" ¿De qué manera lecontesló? Le dijo: "¿Y quién me ha ca que hayan ocurrido, no dfbe inferirse que la oposiciin haya sido
hecho á mi partidor?" ¿Es esto prestar una autoridad venida de ar general, asi como no puede llamarse sedicioso, por ejemplo, lodo UD
riba? Esto es manifestar que la inteligencia del sentido de la doctri pueblo ó provincia porqur quince ó veinte personas lo sean.
na de Jesucristo es la de que su reiuo no era de este mundo, lo cual Cun respecto á las bulas remitidas á los obispes de América en el
significaba que nada tenía que ver con lo temporal. año de 1827, notorio es que fueron provistas por Su Santidad de un
Ha hablado S. S. de las profanaciones de los templos, y estas medo extraordinario, ex muneris su! of/icio, para salvar las dificulta
profanaciones las ha querido fundar en que hay un modo de declarar des que ofrecía el eslado político de aquellas provincias, cumpliendo
profano un lugar sagrado; pero S. S. no debe de ignorar, y si saber asi su solicitud pastoral; y aco rdóme haber visto en uno de los nú
muy bien, q le en separando de un lugar sagrado todo lo que es meros del Eco del Comercio del mes de Fnero, freo el dia 4, del año
tanto se queda como otro cualesquiera edificio. De consiguiente, de 1833 la relación sobre las bulas expedidas confirmando al doctor
habiendo cumplido con esto , creo que no se ha fallado en nada, so D. Mariano Medrano para la iglesia de Huenos Aires, y la resolu
bre todo si la voz de los prelados ni) debe callarse; si antes debe ción que tomó aquel Gobierno, oido el ministerio fiscal y otros dic
pegarse su lengua en las fauces cuando ven una profanación ¿ por támenes, i fin de que tuviesen su ejecución siu perjuicio de laseliu-

•alas que contenían y no podían pasar, fundándose ta resolución en
que el provisto era el mismo que antes había designado el Gobierno;
es decir, que pasaron las bulas con la salvedad y cláusulas de sin
perjuicio, como sucede todos los dias coa las que se remiten á los
obispos según práctica.
Acerca de las visitas de los prelados podrán haberte encontrado
abasos como los que indica S. S. nacidos de diferentes causas mas ó
menos reparables según las costumbres de los pueblos, y las cir
cunstancias particulares que pueden haber ocurrido; pero sea de
esto lo que fuere, porque en descendiendo á casos particulares seria
la cuestión interminable, lo cierto es que sin medios no puede ha
cerse la visita pastoral, pues si algunos párrocos hasta aqui han
podido obsequiar á sus prelados, estos á su vex tienen que cumplir
con el decoro y decencia propios del ministerio respecto de las per-
tonas que los mismos párrocos han designado para el servicio en los
dias de la visita , prescindiendo de las limosnas y continuos Com
promisos de que no pueden desentenderse los obispos, cercados siem
pre en todas partes de toda clase de necesilados que imploran su ca
ridad persuadidos de que van á socorrerlos. Lu mejor seria buscar
un arbitrio para que la visita se hiciese sin gasto ni gravamen de
especie alguna , lo cual es exigir un imposible.
£1 Sr. REVILLAS: Ruego al Sr. Presidente tenga á bien con
sultar al Senado si está discutido este asunto.
£1 Sr. SAN MIGUEL (D. Juan Nepomuceno ): Sin oponerme á
que se haga la pregunta, manifestaré que no han hablado en con
tra mas que dos señores, porque el Sr. Gómez, que pidió la palabra
en contra, apoya el proyecto. Yo no tengo inconveni 'lite el renun
ciar al uso de la palabra ; pero no han hablado en contra mas que
los Sres. obispo de Córdoba y Ruiz de la Vega. Repito que no es un
interés personal el que me impele á hacer esta observación.
El Sr. PRESIDENTE: Han hablado en contra del proyecto de
la mayoría de la comisión los Sres. obispo de Córdoba , Gómez (don
M. Ventura), y Ruiz de la Vega; y en pro los Sres. Velasco, Seoa-
ne y Torres Sclanot. Estamos en el caso que previene el regid mentó.
El Sr. LA-HERA : Pido quesea la votación nominal." • oir de boca de S. SS. las ideas que yo estoy bien seguro tendrán so
Hecha la pregunta , el Senado contestó por la negativa, decla
rando en votación ordinaria haber logar á deliberar por artículos.
Declarado el punto suficientemente discutido, se acordó en vo
tación ordinaria pasar á la discusión por artículos , no obstante ha
ber pedido q*ue la votación fue nominal los Sres. marques de Falces,
San Miguel ( D. Juan Nepomuceno) y otros.
Se leyó el art. 1?, y en seguida las enmiendas propuestas al mis
mo por el Sr. Landero. (Idease el Apéndice número 60).
El Sr. LANDERO: Penetrado de la situación en que se halla el
culto y el clero, particularmente después que se ha puesto en duda
en algunos pueblos el cumplimiento de la ley de 16 de Julio de 1849;
intimamente convencido de que el decoro de la nación, el de las ins
tituciones, el de las Córtes y el del Gobierno están altamente com-
Srometídos en que las atenciones del culto y del clero estén atendí
as de una manera decorosa; y convencido del estado en que se en
cuentra actualmente la nación , me hallo dispuesto i concurrir
con mi humilde voto á la aprobación de cualquier dietámen que se
presente que satisfaga esta necesidad de un modo cualquiera que sea.
Por esta razón, á pesar de que no estoy conforme con la ley de que
en este momento se ocupa el Senado, porque no es tan perfecta como
•cria de desear , la prestaré' mi apoyo contribuyendo con mi voto,
no obstante que he presentado al art. 1? la enmienda que acaba de
leerse y las que en otros artículos he presentado también, de las que
á su tiempo se dará cuenta,
i La primera no tiene otro objeto que el que se suprima al pri
mer párrafo del art. 1? la palabra reparación. La base que establece
el art. 1? de que el culto de las parroquias sea pagado y satisfecho
por los respectivos parroquianos no puede ser á mi modo de ver
mas justa y mas legitima cuando el arreglo de las parrroquias ten
ga efecto. Pero en el estado en que hoy están las parroquias yo
creo, señores, que es sobremanera oneroso, y que está contra el
primer punto de justicia en que se apoya este proyecto, que es la
igualdad entre todos los contribuyentes, porque se obliga á los pue
blos á que satisfagan una carga mas pesada que la que parece, con
siderando la situación en que se hallan los aldeanos y los habitantes
de las poblaciones pobres que carecen de los medios suficientes para
satisfacer á sus propias y mas precisas necesidades.
Sabida es de todos la alteración que ha experimentado la pobla
ción de dos siglos á esta parte, y muy particularmente las que an
tes eran ciudades populosas y están reducidas hoy á miserables aldeas,
que sin embargo de haber quedado tan pobres y pequeñas conser
van aun las parroquias que antes tenían proporcionadas á la po
blación de hace tres siglos, y dotadas con arreglo i la, riqueza que
entonces había, de imodo ariamente sobrellevarían una car-
ga muy onerosa
Este es un vicio, y un vicio muy grande, que tiene esta ley, por
que debió concretarse al estado actual de las parroquias. Pero no tra
to ahora de proponer que se reforme este punto: el objeto de mi en
mienda es solo que no se obligue i los pueblos á costear la reparación
de sus respectivas parroquias. Porque ¿han calculado los autores del
Íroyecto de esta ley lo que importaría la reparación de las iglesias
e las parroquias en el estado en que se hallan? ¿Pues quién no sabe
el estado en que se encuentran las parroquias de aquellos puntos que
S._TOMO L \
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han sido teatro de la guerra? ¿A dónde irá á parar la suma de mi
llones que importa la reparación de las iglesias parroquiales que hoy
se hallan por tierra ó en un estado próximo i este?
Yo, señures, conozco la situación en que se hallan en este mo
mento los Cuerpos eolegisladores. Estoy persuadido que de entrar en
las enmiendas quo he presentado equivaldría á quedar el clero y el
culto de la manera que se encuentra en este momento. No me pro
pongo al presentar estas enmiendas que afectan al art. 1? otra cosa
que llamar la atención del Gobierno sobre el particular á fin de que
en la próxima legislatura se apresure á proponer una medida por la
cual esta necesidad, necesidad urgentísima , se provea por otro me
dio que por los que ahora se proponen. *
Paso á la segunda enmienda, que consiste en que se supriman en
el párrafo del mismo articulo las palabras según las prácticas reli
giosas observadas en cada pueblo.
Yo bien sé que no ha podido entrar en la mente de los señores
que han presensado este articulo que continúen los grandes abusos
que á titulo de prácticas religiosas se conservan todavia en muehoa
pueblos, no obstante las muchas y repetidas Reajes órdenes que en
diferentes épocas se han dado con el objeto de corregirlos y evitarlos.
En buen hora que los respectivos parroquianos satisfagan los gastos
del culto; pero estas prácticas darán lugar en mi concepto á que
sean vejados y perjudicados los infelices habitantes de las poblacio
nes pobres y pequeñas, que es en las que principalmente se cometen
los mayores abusos.
Yo deseo que los señores de la comisión manifiesten sus ¡deas so
bre este punto, las cuales no pueden menos de ser ilustradas, á fin
de que quede sentado que con este proyecto no se sostienen de ningún
modo las prácticas abusivas que todavia siguen en contradicción con
las disposiciones legales en muchísimos pueblos.
Como mi objeto no es prolongar esta discusión mas allá de sus le
gítimos limites, no trato de que los señores de la comisión hagan in
novaciones en este proyecto que nos conduzcan á impedir que llega*
á ser ley lo que ahora se discute; y asi me contentaré solamente con
bre la materia , con lo cual no se dará lugar á equivocaciones que
podrían perjudicar á los pueblos.
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: La comisión ha meditado
sobre la enmienda propuesta por mi amigo el Sr. Landero, y desde
luego le pareció que no tenían ningún inconveniente que oponer á
todas las enmiendas que S. S. había hecho. Pero es preciso que sepa
que al articulo se le ha dado una significación muy diferente de la
que ha creído S. S. La comisión cuando dice que costearán los pue
blos las reparaciones que se hagan en las iglesias parroquiales no
supone que hayan de levantar de nuevo las que están por tierra. Ha
entendido por reparación aquellos reparos indispensables y ordina
rios ; es decir, ha entendido por reparación lo que significa conser
vación.
Asi, pues, no tendrá inconveniente la comisión en suprimir la
palabra reparación, porque entiende por ella aquellas otras precisas,
como las de limpiar ó poner tejas en el tejado para que ao entre el
agua, componer una puerta que esté algo rota , y en ana palabra,
atender á la conservación de ios edificios. Ha creido el Sr. Landero
que por este articulo se entiende que los gastos de fábrica pesan sobre
los vecinos precisamente , y de aquí ha inferido elJocoovenienle de
que en los pueblos pobres no es posible que puedan cubrir todos esos
gastos; no, es una equivocación: los pueblos pobres harán en su fá
brica los gastos de un pobre, los gastos de fábrica de un pueblo pobre
serán por ejemplo 2,000 rs. , y los de un pueblo mas grande, mas
rico, en que se quiera hacer mas ostentación 6 ú 8,000 rs. ; y es bien
cierto que reducidos los pueblos pobres á su pobrera , i no hacer en
las fábricas mas gastos.que los necesarios para la precisa decencia del
culto y actos exteriores de la religión , no tendrán que dar mayor
cantidad que la que pudiera corresponder les por el gasto general de
fábricas que asciende á veinte y tres y mas millones.
Supone, pues, la comisión que cada pueblo acomodará los gastos
de su culto á su riqueza ; es decir, que en un pueblo pobre habrá
un párroco, un teniente y un par de luces para la celebración de los
misterios; en otros no se contentarán con dos luces, y tendrán coa-
tro ó seis , ó mas , según el estado de su riqueza ; pero de modo algur
no puede querer la comisión que un pueblo pobre haya de sustentar
el servicio del culto con aquella dignidad y grandeza que apenas s*
puede sostener en una gran población.
La comisión tiene la idea de los pueblos españoles que sabrán aco
modarse á sus medios y facultades, porque la religiosidad no consiste
en el aparato exterior , en el mayor ó menor número de luces, siso
en el sentimiento de recogimiento y devoción ron que los fieles en
tran en el templo , en el recogimiento y modestia con que deben per
manecer en él y oir las palabras de consuelo que so párroco les diga.
Espero , pues , que el Sr. Landero convendrá en que la palabra
reparación del primer articulo no significa mas que la de conser
vación.
La comisión, repito, no tiene gran dificultad en que se suprima
esa palabra ; pero después de la explicación que acaba de hacer no
me parece que sea necesario , porque por ella te ve claramente qua
un pueblo pobre si se desploma la iglesia no está obligado á cons
truirla de nuevo á su costa; porque ¿quién había de obligará ua
pueblo, ni pobre ni rico, á que la construyele de nuevo? Me, asa se:
 460
«e habla solo de las reparaciones ordinarias, pero no de que levante
una iglesia que se baya desplomado ó cosa equivalente, porque eso
seria exigir ya un sacrificio considerable.
Entendida asi esa palabra del primer artículo, creo que el señor
Landero se persuadirá , como lo está la comisión, de que la parte
que pudiera corresponder á esos pueblos pobres por una contribución
general para los treinta j tantos millones que importan las fábricas,
según cálculo del Gobierno, no seria menor que la que tengan que
dar para los gastos de reparación.
£1 Sr. LANDERO: Yo no he impugnado el articulo porque no
esté conforme coa su base: be dicho que cuando se haya verificado el
arreglo de las parroquias; cuando en cada pueblo no haya mas que
el número preciso de parroquias correspondiente al de sus vecinos,
entonces no podrá haber disposición mas justa ni mas conforme que
la de este articulo, porque se establecerá el culto divino en armonía
completa con las circunstancias de cada pueblo: de modo que en un
pueblo pobre, en un pueblo de escasa población un culto modesto,
un culto decente solamente y proporcionado á la capacidad de los
habitantes será el que corresponderá á aquella población, asi como
un culto solemne y magesluoso será el que corresponda á un pueblo
rico, á un pueblo grande donde los actos religiosos se celebran con
gran solemnidad y magnificencia; pero en el dia el Sr. Velasco con
vendrá conmigo que el estado actual de población no se halla en ar
monía con el culto á que están obligados por este articulo á tnaote-
ner en ellos.
Pueblos conoce el Sr Velasco como yo, no distantes de Madrid,
que do llegando en el dia á cien vecinos y estos muy pobres, tienen
todavía siete parroquas; y el imponer á esos pobres vecinos la carga
de mantener siete parroquias que hasta aqui han estado bien dota
das, me refiero á Maqueda, y de esta clase conozco otros muchos, es
imponer un grave peso sobre habitantes que no valen tanto cuanto
importa el culto de las siete parroquias que tienen que mantener.
Ua dicho S. S. que la palabra reparación no se refiere á otra cosa
que á los reparos menores y comunes , que es lo mismo que conser
vación. Entonces diré yo que la palabra reparación debe suprimirse
con mucho mayor motivo, porque es enteramente inútil en ese sen
tido la palabra reparación, puesto que ya se usa de la de conservación.
Yo la acojo desde luego en ese sentido; mas entonces preciso será
también decir que en la ley no se ha consultado una necesidad muy
grande: tengo conocimiento demás de 5,000 iglesias parroquiales
que es necesario levantarlas hoy poco menos que de cimientos; esta
es una necesidad muy grande, y necesidad que no está comprendida
en el art. i", ni en otro alguno de la ley. Mas, últimamente, yo
acepto con mucho gusto que la palabra reparación no tiene otra in
teligencia que la que le ha dado el Sr. Velasco de que á los pue-
blos pobres , á los habitantes de aldeas y pueblos de pocá riqueza
no se les impone la obligación de hacer la reparación que reclama una
iglesia que esté medio arruinada ó caída ; con esta explicación quedo
satisfecho y retirp las enmiendas.
El Sr. PRESIDENTE: Quedan retiradas,
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: Con respecto á las práctica»
religiosas de que se me habia olvidado hablar.....
El Sr. PRESIDENTE: Sr. Velasco, las enmiendas están ya re-
tiradas.
El Sr. LANDERO: Las enmiendas al art. i?
El Sr. PRESIDENTE : Las dos enmiendas que se han leido.
Se entra en la discusión del art. 1? Tiene la palabra en contra el
Sr. marques de Falces.
El Sr. marques de FALCES: No me ha de arredrar para mani
festar mis opiniones en esta cuestipn el que se las califique como del
siglo xvi ó del siglo xtx: la verdad no es posesión privativa de nin
gún siglo; en todos descuella por mas que sea combatida por graves
errores y preocupaciones, y si yo recordase el dioho de un célebre
escritor, que np dejará de conocer el Sr* Senador que por única res
puesta á uno de los mas brillantes y profundos razonamientos de mi
antiguo amigo y dignísimo compañero el Sr. Ruiz de la Vega, á sus
razones graves y bien explanadas solo ha contestado que eran opiniones
de un siglo muy atrasado, del siglo XVI; si recordara, digo, la ex
presión de un célebre escritor, no recusable por cierto, "que la ver.
dad y la libertad son muy antiguas, y la tiranía y el error son de
ayer," acaso no tendría mucha fuerza el argumento que hizo en favor
de las doctrinas que sustentaba por creerlas mas modernas. Y ha
blando francamente, y como españoles amantes de las'glorías de su
patria, no tendriamos porqué avergonzarnos de haber vivido en un
siglo en que los hechos militares de Gonzalo de Córdoba, el descu
brimiento de un nuevo mundo, las producciones del ingenio en prosa
y verso, el adelantamiento de (as arles y las ciencias, el dominio de
nuestra política en toda Europa ban hecho que con justicia sea lla
mado aquel siglo el siglo de oro, de la literatura y de las artes , que
dejó por tudas partes monumentos magníficos que prueban el poder,
la ilustración, la grandeza y religiosidad de nuestros Monarcas y de
toda aquella generación; y digo religiosidad, porque la religión cris
tiana, á cuyo nombre y bajo cuyo favorable patrocinio se han efec
tuado esas mejoras , lejos de oponerse á que crezca la ilustración la
ha ayudado siempre y le ha servido de apoyo y vehículo desterrando
las nubes que se oponían á" la em j ncí pación del género humano.
Y no es preciso para probar esto citar autoridades antiguas: ahí
están los elocuentes escritores Chateaubriand , Lamartine y tantos
otros que han Bebido sus sublimes inspiraciones en la lectura de los
libros santos, y en los dogmas y máximas de la religión sagrada qat*
profesamos , y que todos nos gloriamos de profesar , y profesar , se
ñores, entera y completamente como ba sido trasmitida por Jesu
cristo á los apóstoles, y como ha sido conservada por la iglesia.
Jamás diré con un tono que no sea solemne que somos y debe»
mos ser católicos, apostólicos y romanos , y no haré como una espe
cie de broma sarcáslica de esta última calificación, aplicándola á ua
lugar, á un sitio del mundo: esa calificación sirve para distinguir
el que profesa la religión , cuya cabeza visible está en Roma, reli
gión que combatida por toda clase de persecuciones , por los errores,
por las pasiones y aun por las armas del ridiculo; que son tan influ
yentes en hombres insustanciales, no ha dejado de existir; siempre
ha sobrenadado en estas tormentas como única verdadera, y hasta
los que en un momento de extravio la han combatido con estas ar
mas vedadas, los mismos que entonces usaron de ellas, se han abra
zado después á su seno , no tan solo como medio de gobierno, no,
sino como convicción profunda que no puede menos de sentir una
razón recta y un corazón puro.
Hecha esta observación, entraré en materia con la brevedad que
siempre acostumbro, dirigiendo desde luego mi impugnación á loa
dos párrafos que contiene el articulo.
En el pri mero encuentro un pensamiento que debo atacar de nue
vo , pues aqui le hallo por mas que se baya impugnado hasta ahora
en la totalidad. En este primer párrafo indicando la comisión cuáles
han de ser los medios con que se ba de dotar el culto y clero se pre
sentan dos ideas: una de ellas es aplicar los derechos de estola y pia
de altar, y precisamente aqui se notan los errores que se cometen
cuando las reformas se intentan con los ojos cerrados, sin el conoci
miento de las materias á que se refieren, y sin tomarse siquiera el
trabajo de leer lo que hay escrito sobre ello. Cabalmente los quemas
han impugnado las prácticas de la iglesia romana, los que mas en
carnizados -e muestran contra algunos que ciertamente son abusos, y
contra ellos, que ellos califican de tales, han escogido como objeto
preferente de sus ataques esos derechos de estola; pues bien: obsér
vese tan notable contradicción.
Esto, que está reconocido por todos como vicioso, se deja estable
cido por principio de la ley. Eso, que lodos los prelados ilustres, loa
eclesiásticos amantes de la pureza de la religión han considerado
como un abuso, se admite como una base del nuevo sistema , que se
decanta como benéfico, y se deja en pie en un tiempo de reforma, en
que se pinta tan fácil dotar al clero .sin percibir esas pequeñas li
mosnas tan gravosas para el pobre, que se expone á rebajar el méri
to del ben< ficio espiritual cena parándolo con el de la retribución, des
virtuando acaso el consuelo que causa la administración de sacramen
tos, pues ahora no solo obliga al cura á recibir el precio de su trabajo,
sino que se le sujeta á una mezquina cuenta y razón, exponiéndolo,
porque al fin es hombre, á que sea menos celoso en prestar unos ser
vicios cuyos emolumentos no le interesen directamente. De manera
que dejando todos los inconvenientes que antes lia bia , se le añaden
los nuevos de entrar en el examen mezquino de lo que recauda
como precio obtenido cada dia de su trabajo para arrebatárselo qui
zá si por acaso excede de su pobre dotación.
Pero luego encuentro en el mismo párrafo primero otro pensa
miento mucho mas importante. Se dejan pqr dotación al clero aque
llas percepciones de que ha estado en posesión, menos lo que se desig
ne por las leyes. Y asi, por esta manera oculta con que se presenta el
articulo, viene declarado el derecho de despojar al clero de todos sua
bienes.
Ya no voy á presentar las razones por las cuales la iglesia de Es
paña puede poseer estos bienes, porque se ha hecho cumplidamen
te, y porque el Sr. Ministro de Gracia y Justicia me ha ahor
rado ese trabajo. S. S. se ha visto precisado á confesar que por
todas las leyes de España está reconocida esa propiedad, y adoptando
otra argumentación ha confesado al fin lo que no podía negar, no
digo yo un letrado como S. S. , sino cualquier español que haya leí
do nuestros códigos. La proposición del Sr. Ministro de que todas
esas leyes pueJen derogarse solo por el poder temporal es digna de
detenido examen; pero basta á mi propósito el que se haya recono
cido que todas esas leyes existen, y que es preciso una nueva legis
lación para derogarlas: Iranscat, diré yo como en la escuela; pero de
aqui resulta que los que se oponen á este proyecto se encuentran obli
gados á impugnar la ley que se presenta bajo esos aspectos: estando
conformes en el hecho de que la ley reconoce la propiedad de la igle
sia , y de que no hay leyes que digan lo contrario á eso, es preciso
que probemos que no hay motivo ni razou para la novedad que se
¡atenta.
Por mas que escandalice esta doctrina, diré que no niego la facul
tad de poner mano en esos bienes; pero que esto se ha de hacer siem
pre por los medios reconocidos por el Estado y la iglesia: por el
Estado, por sus leyes constitutivas; y la iglesia, por las que
tiene establecidas, no como dos potencias enemigas, sino como dos
hermanas, que se dan las manos para concertarse mejor. Asi, pues,
aceptando el combate en este terreno que ya es coinnn estoy en mi de
recho para examinar esta cuestión. Yo preguntaré: ¿cuál es el ob
jeto de lo que se propone ? i Puede proporcionar algunas ventajas?
No quiero hacerme cargo de ciertos argumentos, si es que argu
mentos pueden llamarse algunas cosas que aqui be oido. He oiio '

clamar contra la riqueza del clero; pero, señores , ¿contra la rique-
xa de quién se clama ? ¿Contra la del clero actual , de ese clero que
no tiene un pedazo de pan que Iterar á su ¿oca? ¿Se quiere unís la
hurla y el escarnio á la triste realidad de su desgraciada situación?
Ademas, ¿los que tanto insisten en eso lian meditado la diferencia
del siglo actual á los primeros del cristianismo en que se ejercían los
santos ritos de la religión en lo mas oculto de las catacumbas ? ¿ No
hay diferenpia de siglo á siglo? ¿Ha de ser la misma la situación de
ros pobres pescadores enviados á anunciarlo por su mismo divino
fundador cuando se veia perseguido, que la de los ministros de ella
cuando la cruz llegó á ser el mejor adorno de la diadema de los em
peradores? ¿ No vale nada la diversidad de costumbres ? El señor
general Seoane ha explicado perfectamente la precisión de que se
inspire el -decoro y la veneración por signos exteriores ; y tales de
clamaciones, tales elogios de la disciplina antigua, ó no significan
nada, ó si algo significan, podrá ser que el individuo que se vale de
ellas no lo hace mas que por cumplir con un deseo de defender una
causa ya irrevocablemente resuelta.
Aqui todo es predicar la pobreza y la abnegación; los seglares
decimos que ese debe ser el estado de los ministros de la iglesia. Pero,
señores, ¿no tienen todos los fieles igual obligación de observar los
preceptos del Evangelio? ¿Se querrán admitir como preceptos en
todo el rigor de la palabra lo que muchas veces en el Evangelio son
lolo consejos? ¿Se pueden .observar al pie de la letra muchas reglas
que están modificadas por los usos, el tiempo y las costumbres ?
Pues qué, el divino Señor, autor déla religión, ¿no ha tenido pre
sente esas variaciones en que él mismo influye? ¿Se dirá que esa re
ligión no es mas que para ciertas clases, para ciertos climas, para
ciertos y determinados paisea? ¿Se dirá que la abnegación y el des
apropio de las riquezas nos priva de defender nuestros derechos en
los tribunales, que cuando se nos dice "deja á tu padre y á tu
madre" se ha querido destruir *l lazo de la familia? No, señores;
nadie se aplica de ese modo la letra de las palabras de Jesucristo.
¿ Por qué, pues , hemos de aplicarlas exclusivamente á los clérigos ?
Seamos justos y consecuentes. Yo no ataco el proyecto porque desee
que los eclesiásticos naden en la abundancia ; pero me admira que se
presenten en su favor razones tan exageradas, que pudieran alegarse
en contra si el proyecto fuese exclusivamente generoso y aun pró
digo.
¿ Y cuáles serán las ventajas que la nación, que se supone tan an
siosa do prseer esos bienes, va á reportar? ¿Va á ganar mucho en
que caigan en manos de unos pocos esos bienes? Ya oigo levantarse
un clamor general, no de la nación española, sino de una pequeña
porción de españoles que creen que no hay felicidad en las naciones
si no se adopta como único elementó de prosperidad el crédito públi
co; ya oigo decir: "si para que la nación salga de sus apuros, para
«que se contraten empréstitos, para que se logren grandísimas ven-
» tajas, es indispensable la entrada en el meroado público de esa otra
• porción de bienes." Recordemos , señores, lo fatal que ha sido el
primer ensayo: nosotros hemos despreciado una ocasión de las mas
graves é importantes, de aquellas que pocas veces se presentan á las
naciones, de haber logrado que la deuda pública fuese un manantial
de riqueza y no un medio de hacer vivir en la opulencia á unos po
cos. Ya que por motivos que no es de esta ocasión manifestar han
quedado sin propietario los bienes
El Sr. Ministro de ESTADO: Pido que se lea el art. 1° del pro
yecto que se discute."
Se leyó.
El Sr. mirqués de FALCES: Pido á la mesa tenga la bondad de
manifestar si el Sr. González es Senador.
El Sr. Ministro de ESTADO: Como individuo del Gobierno ten
go derecho á reclamar todo lo que crea conveniente á la dirección de
la discusión. Téngole también de exponer en nombre del Gobierno
todo lo que crea útil i las cuestiones que se promuevan , y en uso de
este derecho he hecho esa reclamación , como hará cuantas crea
conveniente, derecho que no podrá desconocer el Sr. marques de Fal
ces y mucUo menos el Senado.
El Sr. marques de FALCES: Doy gracias al Sr. González por
haberme interrumpido en mi discurso, porque asi me ha proporcio
nado un breve descanso; y no tema que yo me queje ni le dispute
ahora el derecho de interrumpir á un Senador que está en el uso de
la palabra. Y volviendo á lo que estaba diciendo, debo manifestar
que es muy propio del articulo que se discute lo que yo estaba ma
nifestando, y apelo á la buena razón de los señores que me escuchan
y del mismo Sr. González, que he tenido ocasión de reconocer en
otras ocasiones, y por último del público y del Sr. Presidente, juez
de mis extravíos; es extraño que cuando se anuncia en la ley que
se puede disponer por otras leyes de los bienes del clero, baga una
excursión al fruto que hemos cogido de la aplioaoion de otros bienos,
y me dirigia al Sr. Ministro de Hacienda, que manifestó especies que
honran á su talento práctico, y de las cuales también hablaré yo
mas adrlaj te..
Iba á decir que cuando se babia presentado una ocasión de haber
sabido loque importaba la deud i pública, y lo que importaban loa
bienes destinados á extinguirla, no se ha hecho tal cosa: si se hubie
ra hecho esta graduación de haber y deber, habría resultado desde
luego sin necesidad de agios nide bolsa , y su hubiera sabido próxi
mamente el valor de la deuda española, porque si teniainoa 10,000
46í
millones de deuda, y 2,500, por ejemplo, en tienes nacionales, se so
bria que la deuda valia '2ó por 100; no se hizoi se sacaron de una
Tez todos los bienes al mercado en circunstancias fatalísimas, en cir
cunstancias en que la desconfianza que inspiraba una guerra san
grienta no dejaba que se empleasen con desahogo los capitales; así
es que por cantidades mezquinas vinieron i ser dueños de los Lienes
una pequeña parte de propietarios.
En el dia, señores, las naciones- no satisfacen los capitales; esto
está relegado entre las teorías de ciertos economistas, sino que pro
curan pagar los réditos y conservan los bienes como prenda: aqui
nos desprendemos de la hipoteca, y ni aun tomamos el papel: apelo
á los señores que tienen, conocimientos especiales en el ramo. Y
ahora repetiremos la misma experiencia: no haremos mas que pre
sentar otra presa, que se hundirá en ese globo que le llaman Cré
dito público, sin causar beneficio ninguno: esto es lo que se va i
poner en parangón con el destino que hoy tienen los bienes del
clero. p,
Se hablará de circulación como razón incontestable; pero, se
ñores, ¿estamos faltos de circulación en España? Aun tiempo se
presentan todos los bienes de los conventos, á un tiempo todos lo*
bienes vinculados, y ahora se agregan estos bienes del clero, que se
estiman por la ley en 30 millones de lenta, y sabe Dios lo que será
y puede que lo veamos cuando no tenga remedio. A este siglo xix,
que se ha apellidado á si mismo desde que nació el siglo de las lu
ces, sin esperar el fallo de la posteridad, que desprecia todo cuanto
ha habido antes de él, le llamo yo el siglo de las tentativas y da
las contradicciones: asi, remos que si al principio de él en una na
ción vecina se repartieron todos los bienes creyendo esta acumula
ción la causa de sus desgracias, después se han levantado grandes
publicistas, hombres verdaderos de gobierno costra la división ex
tremada de la propiedad.
Sin meterme yo ahora en decir quién tiene razón , veo este gran
problema del siglo unir el orden con la libertad; y si yo entrase á
comparar todas las cuestiones metafísicas á que da lugar la teoría del
gobierno representativo, quizá so podríamos burlarnos tanto de las
disputas de otras épocas. Convenga con el Sr. Seoane en el adelanto
de las ciencias físicas y matemáticas, que es otro de los motivos dt
jactancia del presente siglo; pero también diré que esas mismas cien
cias exactas no son aplicables á los principios de las ciencias morales
y políticas, porque las matemáticas operan y calcinan sobre cantida
des abstractas y aprcciables, y las ciencias morales tienen que pesar
y medir las pasiones de los hombres.
El Sr. PRESIDENTE: Desearía que se concretase V. S. mas á la
cuestión.
El Sr. marques de FALCES: Volviendo de esta digresión, dirá
que mirando esta cuestión bajo el aspecto puramente económico,
preguntaré yo de buena fé con qué fin se quiere desposeer al clero d«
sus propiedades. ¿ Qué modo de votar es este que comienza por des
pojar de una renta segura que posee? ¿Y qué se le ofrece en cambio
de esta renta segura? ¿Qué? Unes medios eventuales, inciertos y
muy expuestos á no tener resultados. . .
Si yo viera que en esta ley ya que se desestima el A por 100 no se
despojaba por otra parte á la iglesia de sus bienes, desde luego diria:
examinémoslo, y se verá si alcanza ó si no alcanza; pero desde luego
quitarle los que posee, y darle en pago una cosa incierta, una vana
promesa, no puedo concederlo, ni tampoco podrá consentirlo ninguno
que se interese de veras en la doteciondel clero, porque no creo que
se quiera hacer una promesa como la que se hizo á los frailes, á quie
nes se les ha ofrecido una pensión y no se les ha pagado, y unos han
muerto ya y otros viven á expensas de la caridad pública. Asi, pues,
me parece que este proyecto en lo principal poco moral y antieconi-
mico por consiguiente , debe desecharse.
Voy ahora á examinar el párrafo segundo, y diré de paso que es
admirable loque sucede en este proyecto de ley. De cinco individuos
que componen la comisión, ha habido dos que explícitamente, aun
que por diversos motivos, dicen que debe desecharse; y aprovecho
esta ocasión para pagar un tributo de gratitud y de elogio al Sr. ge
neral Peón, que después de haber combatido, con tanta gloria por su
patria, ha querido honrar sus canas deponiendo, por decirlo asi , su
espada á los pies de la iglesia, coronando su carrera con la pública ex
presión de sus piadosos sentimientos.
Estos dos señores francamente dicen que debe desecharse el pro
yecto, y los tres individuos que quedan en la comisión le aprueban
con tales limitaciones que se conoce que intrínsecamente y en su con*
ciencia están convencidos de que no debe aprobarse; y solo la urgencia,
el cansancio, el hacer calor, el acercarse el fin de la legislatura son
las razones por las cuales nos inducen i que aprobemos este proyecto.
Cinco personas principales que entienden en este proyecto opinan asi,
y cuando hemos llegado al art. 1" se levanta un Sr. Senador y haca
una enmienda ventajosa y muy filosófica, y que yo adoptaría si no
fuese porque lendria el resultado de ser desechada ; pero su esencia
la adopto: hablo de la cláusula "según las prácticas religiosas de cada
pueblo." Yo desde luego digo que lo menos malo que tiene esta cláu
sula es que no se entiende. Prácticas religiosas llamo yo aquellos ri
tos ó ceremonias que tiene cada pueblo en el concepto de nación, y asi
comprendo muy bitn lo que significan un viajero cuando me cuenta
la práotica de las abluciones entre los mahometanos, de las prostrr-
nacionrs entre los adoradores del sol , de las hogueras cu que se sa
 462
crífican lai viudas en la India , &c; y hablando de nuestra religión,
entiendo por práctica! el ejercicio de lo* aaoraaaentoi y el cumplí- j
miento de los mandamientos de la iglesia: si esto se entiende asi
no hay esa libertad en los pueblas para ejercitarlas, y si dando otro
significado mas mezquino, por prácticas religiosas se entiende el que
baya mayor ó menor número de novenas ó procesiones, y el que se
pongan en el altar dos ó mas Telas y se ba de declarar que también
esto es de disciplina externa, y que no digo el Gobierno, sino cual
quier alcalde lo ha de poder variar á su arbitrio , confieso que no lo
comprendo.
Aquí parece que dejamos en libertad á cada pueblo para que se
componga como quiera, lo cual dista muy poco de una expresión
qae yo no calificaré, pero que no quisiera se hubiera proferido en
cierto lugar , á saber : "que el que necesite botica que'la pague."
Por consiguiente me parece que vamos muy allá si se sacan to
das las oonsecueocias de esta cláusula, confusa é innecesaria: si signi
fica esas pequeneces del culto , esto dependerá de los fondos que ten
ga el pueblo, contraria á los derechos de los prelados si tienen ma.
yor trascendencia.
Pasemos ahora á los medios de dotar al culto parroquial que
propone el articulo. Supongamos quede terminado y arreglado por
el ayuntamiento Una especie de presupuesto de lo que debe pagar el
pueblo para el mantenimiento del culto; se proceda á repartimiento
entre los vecinos. Hé aqui, señores, y llamo sobre esto la atención
del Senado, bé aqui puesto en práctica un medio que tiene todos
lo* inconvenientes del diezmo y aun otros mas. £1 Sr. Ministro de
Hacienda ayer en su improvisación, en que defendió el proyecto en
cuanto cabe , se dejó decirt^or dos ó tres veces que el diezmo está ex
tinguido, y tuvo cuidado de decir que S. S. no lo había hecho, indi
cando bien claro que no lo hubiera propuesto , y este es el motivo
por qué yo le graduaba de hombre de gobierno.
No entraré en si era conveniente hacerlo entonces ¡ pero al fin
está hecho y no es posible cobrarlo, y tampoco debía haberlo sido
quitar una contribución sin ver antes cuál la habia de sustituir. Las
contribuciones , señores, e* uno de los asuntos que exigen mas calma
y detenimiento; puede.decirse que no hay variación por pequeñaque
sea que no produzca una alteración considerable en la fortuna públi
ca ; ta variación de un articulo de aranceles , la variación del asien
to de una materia imponible, de un repartimiento , nada es pequeño,
y no tengo que detenerme cuánto se varia repentinamente la índole
de la contribución. A mi nunca me persuadirá la injusticia ó incon
veniencia de una contribución el que la maldiga quien la paga ó se
alegre el que de ella se ve libre; siempre atenderé para formar mi
juicio á ver si de resultas de la novedad se alteran las relaciones, el
estado de las familias ; si es mas fácil la cobranza de la que se sus
tituye; en fin , si es menor el mal bajo el concepto de que toda con
tribución lo es.
Pero entre las muchas inculpaciones que se han hecho contra el
diezmo, yo solo voy i hacerme cargo de fas mas fuertes; porque, re
pito, eso de que la odian los que la pagan y que no les gusta sucede en
todas las contribuciones. Pregúutese si no si paga con gusto nadie los
frutos civiles, la paja y utensilios, y en Madrid mismo, por mas
que el Gobierno ha querido que se pague esta última contribución,
■a ha podido cobrarla i pesar de decretos vigentes: de consiguiente,
esta es una cosa que no debe expresarse como razón especial.
Pero se dice: "el diezmo es desigual:" diré también que esté es un
defecto que atañe á cada ramo de contribuciones, porque unas van á
buscar la propiedad , el subsidio de comercio lo pagan solo los co
merciantes; los derechos de puertas no los pagan mas que los que
introducen los géneros,. aunque después venga á pagarlos el consu
midor. Pero yo acepto eso ; es desiguale y qué ¿la que se propone
ahora no adolece del mismo defecto? Es la mas desigual posible. Hay
ciertas necesidades en el culto indispensables para los pueblos, sean
grandes ó pequeños, como, por ejemplo, el templo y sus reparacio
nes. Ahora bien: nadie podrá negar que la población está repartida
en todos los países con suma desigualdad , y esto no es arbitrario
porque depende de la exposición , temperatura y topografía del país,
de la abundancia y calidad de las aguas &c, de cuyas circunstancias
resulta que los pueblos mas grandes son por lo común los mas ricos,
sin que por eso tengan mas necesidades en el culto; antes bien suelen
necesitar proporcionalmeote mas ministros aquellas miserables al
deas que por su localidad y escabrosidad del terreno están esparci
das en una comarca rural de mas extensión. Señor, e.itos pueblos pe
queños sobre la desgraoia de ser pobres van á tener la de no poder
procurarse lo* consuelos de la religión si se pone en ejecución una ley
que ellos no pueden cumplir , pues no pueden sobrellevar una carga
que no guarda proporción con sus haberes.
£1 Sr. Landero ha hablado de un pueblo de siete vecinos: yo co
nozco muchos como ese con su cura, que antes estaba regularmente
dotado, y de 20 y 30 vecinos hay muchísimos en España , y en cam
bio tenemos poblaciones muy grandes en Andalucía en que una par
roquia asiste á 3,000 ó ma* vecinos. ¿ Y qué diremo* de pueblos muy
opulentos y extensos, y reducidos hoy á cortas dimensiones,' como,
porejrmplo , Segovia , Medina del Campo , emporio en su tiempo de
la riqueza é industria española, que hoy reducidas á un cascaron nos-
servan quince ó veinte parroquias? Se diceá esto que se reformarán
los curatos. Bien: ya se han querido reformar los curatos de Madrid
por su ayuntamiento , y solo por una oposición tan justa y racional
como hizo el Sr. arzobispo de Toledo se volvió atrás del paso que
se babia dado, y se ha dejado de establecer. De consiguiente, todos
los que han atacado el diezmo como desigual , tendrán que confesar
que este remedio que se propone es mas desigual. Todo pobre, todo
pueblo miserable , todo vecino que no tenga ni una yunta , todo bra
cero , ó no ha de tener pasto espiritual, ó si lo tiene ha de satisfacer
lo que antes no pagaba. Al contrario, ¿los 220,000 habitantes de Ma
drid á ouánto nos tocará para mantener 10 ó 12 parroquias? Estas
no son cuentas al aire , son hechos positivos; esto se toca con las ma
nos ; es real y efectivo.
Veamos ahora las consecuencias de esta novedad. Si al pueblo, á
quien tanto se halaga con palabras; si al pobre, á quien se ha dicho mil
veces que Ta á ser ahora feliz, se le exige una contribución que antes
no pagaba; si ve que el mismo cura de quien estaba acostumbrado á
recibir algana limosna, aunque pequeñísima, pues los párrocos espa
ñoles nunca han tenido dotaciones crecidas que repartir, pero que veia
que partía con ellos su pobreza, se convierte ahora en mendigo que
viene á pedir á su puerta , ó peor todavía , en exactor auxiliado del
alcalde, ¿qué efecto hará esta variación en las afecciones morales?
Dígase francamente , señores : ó no se piensa en las consecuencias de
este proyecto , ó si se conocen se quiere abandonar el clero á la mayor
miseria.... No insisto en esta reflexión, porque no quiero que caiga
sobre mi la nota de atraer ciertos males, cuando solo piolo lo qu*
está al alcance de todos.
Mas se clama todavía que se hace un betu? fio io grande á los pue
blos : 4 por ciento pagaban ; según el proyecto pagarán solo 1£. Este
argumento lo hizo el Sr. obispo electode Jaén. Es fácil ajuslar asi
las cuentas, muy fácil; pero si hubiera extrañado esto de cualquiera,
lo extraño mucho mas en boca de un individuo que por la razoa de
pertenecer al estado eclesiástico , y de presidir un cabildo, debe te
ner mucho conocimiento del modo como se hacian las distribuciones
y exacciones del diezmo, y con qué prolijidad sé hacian estos cálcu
los; de manera que en los archivos de aquellas corporaciones se tie
nen tantas'nolicias y mas que en las intendencias. Ahora bien: ¿so
bre qué pesaba este diezmo ? ¿Sobre qné? Sobre los productos de la
agricultura, y se hacia el grande argumento de que era sobre los
productos brutos. Se levantaba la voz contra una contribución que
hería el capital , pues se exigía del montón de trigo, sin rebajar la
renta, los gastos de cultivo, sin sacar la semilla , y de ahi se in
fería que no era un 10 ó un 4 por 100, sino un 40 ó 50 que arrui
naba en su origen la producción. Este es el argumento mas fuerte
contra el diezmo: "toda contribución debe pesar sobre, la renta, y
••el diezmo pesa y destruye el capital." Me parece que no debilito
Ja objeción; que no carece de contestación la que omito por no ser
del momento. Mas sí diré que para que fuera exacta la proporción
que indica el Sr. Martínez de Velasco era preciso qu; probara que
el i$ por 100 recae sobre la misma materia imponible que el 4 por
100 , á saber , sobre el producto bruto; era necesrrio que me demos -
trara que el 1¿ se exigía sobre la misma cantidad imponible que el
diezmo.
Mas no es eso : la nueva contribución se ha de imponer sobre la
rénta, sobre las utilidades liquidas. Cuáles sean estas en la agricul
tura se conoce fácilmente con saber que la renta que á los dueños paga
el labrador en muchas partes es una de cada cuatro ó cinco , es de
cir, la quinta ó cuarta parte del producto de la tierra en granos,
cuya proporción puede también aplicarse á la industria. Luego
el 1} por 100 va á exigirse sobre la renta liquida, ó sea sobre la
cuarta parte cuando mas; esto es, que si se imponían ante* 4 en
cada 100, ahora se impondrán 1J en cada 25, ó sean 6 por 100. Ane
go al Senado que medite sobre este cálculo, que todos pueden hacer.
Examínese bien, y se verá que la fuerza de ciertos argumentos espe
ciosos se desvanece al soplo del mas ligero análisis.
Acaso tenga ocasión de explanar mas mis ideas en los articulo* 9Í
y 10. Por ahora me parece que he probado que no hay facultad en
las Córtes , esto es', en el poder secular solo para enagenar los bienes
3se forman en el dia la dotación del clero ; que aun cuando esto pu
lcra hacerse, y hubiera facultad para hacerlo, no es conveniente a la
misma nación; que aunque lo fuera, no debería hacerse hasta que el
clero tuviese una dotación que la experiencia acredite que es suficiente,
y que el medio que se propone no tiene la principal cualidad de una
contribución, que es la igualdad entre los contribuyentes, sino que
adolece de una grandísima desigualdad; y por último que de adoptar
esta ley van á seguirse gravísimos perjuicios, que alterarán no tan
solo el régimen administrativo y económico del Estado, sino que tam
bién contribuirán á causar gravísimos males morales.
Por estas consideraciones, y por no creer que puede mejorarse el
proyecto con adiciones, que por otra parte no considero al Senado dis
puesto á admitir, desde luego opino que debe desecharse este articulo
y los demás del proyecto que se discute.
£1 Sr. PRESIDENTE: No habiendo ningún Sr. Senador que
tenga pedida la palabra en pro, la tiene la comisión.
El Sr. MARTINEZ DE VELASCO: El Sr. marques de Falce*,
que se propuso impugnar el art. 1!, hizo alusión á lo que yo habia
manifestado en mi discurso de antes de ayer. S. S. manifestó que era
una cosa bien poco oportuna el recomendar la pobreza al clero es
pañol , cuando el pueblo español nada tenia: yo sabia bien que el
pueblo español no es hoy rico, yo quiero que lo sea; y si yo reco
mendé la pobreza fue porque el reverendo obispo de Córdoba co •

mentó su discurro deplorando la pobreza del clero español, deploran
do su situación y ta pérdida de riqueza , y por esta razón fue por lo
que yo á manera de cualquiera hombre sensible que riendo á un en
fermo en la agitación y dolor le recomienda la fortaleza para sufrir
y sobrellevar sus males asi yo me propuse recomendar al clero es -
pañol que sufriese la pobreza, haciendo observar al mismo tiempo
que si ha sido el clero rico alguna vez, y por algún tiempo y siglos,
la riqueza nunca se ha considerado una necesidad para el clero, an
tes bien se ha mirado como una tentación á la práctica de su minis
terio. Esto que entonces JO manifesté no me parece merecer el que se
diga que no fue oportuno.
El Sr. marques de Falces ha extrañado mucho que se establezcan
los derechos de pie de altar, cuando todo el mundo continuamente
ha clamado contra estos derechos: ciertamente todos los hombres de
la antigüedad han creído que esto es cierto, y han estado siempre por
la supresión de estos derechos de pie de altar, y yo mismo lo be ma
nifestado, exponiendo de paso los motivos que tenia la comisión para
dejar asi este articulo. ¿Y cuáles son estos ?
La comisión ba considerado que hoy la nación no está en el caso
de poder hacer abstracciones de estos derechos para dar una dota
ción i los párroco*. Es una obra de necesidad; es una cosa extre
mada, si, pero que las circunstancias reclaman: 3,000 rs. se señalan
de dotación á un párroco de entrada, y se dice: la nación no
puede pagar 3,000 rs.; la dotación no puede rebajarse á esta clase,
ni puede aumentársela mas, porque subiría el presupuesto muchos
millones: ¿y en este caso qué e» lo que puede hacer? No; si no se les
deja por abora los derechos de estola; son malos, es un mal, pero
nosotros do podemos menos de considerar que no todos los tiempos
son buenos para remediar los males: que se respeten por abora, y si
un dia la nación se baila en circunstancias menos difíciles, si los
pirrocos pueden ser d'jtados suficientemente , se despreciarán los de
rechos de estola.
El señor marques de Falces, se ha aplaudido de que el dictamen
de la comisión no haya tenido aprobación trnánime, y que dos com-'
pañeros nuestros tan dignos de nuestra consideración se hayan apar
tado de nosotros. Yo respetaré las razones que han podido tener ios
señores que han presentado votos particulares: respeto las Opiniones
de todos, asi como yo pretendo y me considero acreedor á que se
respeten las raias; ¿pero ests qne se podria decir respecto del voto de
tres individuos le autoriza á S. S, para asegurar que ha hecho vio
lencia á su conciencia la mayoría de la comisión qne lo ha apro
bado? No seguramente: los que forman la mayoría de la comisión
tienen conciencia; no son capaces de haeer traición á sus principios
por ningún resptto humano: los que forman la mayoría de la comi
sión sabían renunciar á todo antes que dar una prueba de debilidad;
S. S. puede persuadirse que el dictamen de la comisión no es mas
que el resultado, el producto de la persuasión de los que forman la
mayoría.
Yo hubiera deseado que el Sr. marques de Falces, con su calma y
buen juicio hubiera conocido que semejante explicación era un po
co adelantada. S. S. ha hecho una reflexión que es respetable: "señor,
ha dicho, si los pueblos han de mantener por precisión las gastos del
culto ó fábrica, ó por medio de un repartimiento vecinal , los pue
blos grandes, podrán cubrir esta obligación; pero un pueblo peque
ño cómo lo ha de poder hacer. Yo diré, primero, que no bav en el
mundo ley que por buena que sea no esté sujeta á dificultades , y
añadiré que e» menester considerar que los gastos del culto en un
pueblo chico disminuyen considerablemente, porque en un pueblo
pobre asisten el párroco y un solo miuistro,*que es el encargado de
abrir y cerrar la puerta de la iglesia, con ocho ó diez ducados de
dotación , ó cuatro fanegas de centeno al año , y en una iglesia de po
blación grande hay un sacristán primer», un sacristán segundo, un
tercero; bay beneficiados, hay clérigos , que- es menester confesar
que estos fomentarán los gastos de la fábrica, porque dirán misas y
consumirán cera ; todas estas consideraciones nos dicen qne en un
pueblo pequeño se puede reducir mucho el gasto, y podrá cubrirlo
perfectamente sin faltar a nada.
Hay otra cosa: ¿qué dificultad encuentro yo en que los pueblo»
precisados á cubrir los gastos del culto se convengan en decir: "un
dia de fiesta vamos á trabajar este campo, á sembrarlo, y su pro
ducto lo podremos aplicar á los gastos de la fábrica?"
Yo bien sé que no habria dificultad en que trabajaran los dias de
fiesta para sembrar entre todos un campo que fuera suficiente para
cubrir los gastos, ó que se valieran de otros medios que se pueden
suministrar,por el pueblo. Asi que, no me parece suficiente esa razón
que ha dicho S. S. para abandonar un provecto como este.
El Sr. PRESIDENTE: Vamos á concluir el' tiempo señalado por
el reglamento para la sesión; se preguntará si se prorqgará esta en
atención á que hay algunos señores que han pedido la palabra sobre
este articulo y á que hay que dar cuenta de alguno» dictámenes de
comisión."
Hecha la pregunta, el Senado contestó negativamente.
El Sr. PRESTDENTE: .Se suspende- esta discusión."
Dióse cuenta de un oficio del Sr. Ministro de Marina , Comercio
y Gobernación de- Ultramar en que manifiesta que á virtud de algu
nos incidentes desgraciados ocurridos »n las negociaciones de efectos
públicos en la Bolsa de esta corte después del dia '27de Julio ultimo,
en que tuvo el honor de presentar al Senndo un proyecto de una
nueva ley para dicho establecimiento, y debiendo hacer varias mo-
S._TOMÜ 1.
463
dificacionfs en dicho proyecto con las cuales se precavan completa
mente los ardides de las especulaciones de mala fé, estaba autorizado
competentemente por el Regenté del reino para retirar el mencio
nado proyecto.
Quedó retirado.
Dióse cuenta de que la comisión encargada de informar sobre la
comunicación del Sr. Senador D. Francisco Narvaex ha nombrado
por su presidente al Sr. D. Alvaro Gómez Becerra, y secretario al
Sr. D. José Landero; y para la que ha de entender sobre la enagena-
cion de los bienes del clero secular al Sr. D. Ramón Macia Lleopart,
y secretario al Sr. D. Joaquín Abargnes.
Quedó publicado que las secciones habían hecho los siguientes
nombramientos de comisión:
Para la especial sobre el oficio del Sr. marqué» de Guadalcázar.
lí Al Sr. D. José Landero.
2Í Al Sr. D. Juan Lasaña.
3i Al Sr. D. Tomás Sánchez del Pozo.
4Í Al Sr. D. Joaquin Francisco Campuzano,
5Í Al Sr. D. Dionisio Capaz.
Para la especial sobre la comunicación del Sr. D. Francisco Nar-
vaez.
1? Al Sr. D. José Landero.
2í Al Sr. D. Juan Lasaña.
3Í Al Sr. D. Alvaro Gómez Becerra.
4Í Al Sr. D. Joaiuin Francisco Campuzano,
5Í Al Sr. D. Dionisio Capaz.
Para la que ha de informar sobre el proyeoto de ley relatíro i la
enagenacion de los bienes del clero secnlar.
lí Al Sr. D. Jaime Gil de Ordnña.
2Í Al Sr. D. Domingo Ruiz de la Vega,
3? Al Sr. D. Ramón Macia Lleopart.
4? Al Sr. D. Juan Muguiro.
5i AI Sr. D. Joaquin Abargues,
Y que la cuarta ha nombrado al Sr. D. Joaquin Francisco Cam
po no en reemplazo del Sr. D. Miguel Antonio Zumalacárregiií
para la comisión que entiende en el proyecto de ley de la cesantía da
los ex -Ministros."
Se acordó constase en el acta el siguiente voto :
"Pedimos que conste en el acta nuestro voto contrario á la reso
lución del Senado declarando haber lugar á deliberar por partes ó
artículos sobre el proyecto de ley relativo á la dotación del culto y
clero. Palacio del Senado 4 de Agosto de 184t.=EI obispo de Córdo
ba.=Domingo Ruiz de la Vega.=José Sanios de La-Hera.=Joaqoin
Diaz Caneja.=M. El marques de Falces.^Mariano Valero y Arteta,=
Nicolás Bonel y Orbr.=José Mana Alvarrz Pestaña. = Juan Nepo-
muceno Fernandez San Miguel.;: Diego de Entrena.—Gaspar deGoi-
coecbea.=Juan del Gayo.= José María Pérez. S José Primo de Ri
vera."
Se acordó imprimir por ¿áp/ndice al Diario de las Sesiones el
dictamen de la comisión encargada de informar sobre el proyecto de'
ley autorizando al Gobierno para el reemplazo de 50,000 hombres, y
que se señalaría dia para su discusión.
Igual resolución recayó acerca de otro dictamen de la comisión
de Actas relativo á la comunicación del Sr. D. Martin de los Keros,
y concluida su lectura , dijo
El Sr. SAN MIGUEL (D. Juan Nepomuceno): Pido la palabra.
Se acaba de leer el dictamen sobre un oficio He que se ba dado cuen
ta en la sesión de hoy: ¿cuándo se ha nombrado esa comisión? Yo
no me he separarlo de aquí un momento, y no sé cuándo se hayan
reunido las secciones; á mi por lo menos no se me ha avisado.
El Sr. CAMPUZANO: Si es la comisión de Actas.
El Sr. SAN MIGUEL (1>. Juan Nepomuceno): Entonces no he
diebo nada ; me he equivocado, y pido me dispense el Senado."
Acordóse imprimir también por jtpe'ndicey y que se señalaría dia
para su discusión, el dictamen de la comisión sobre autorizar al Go
bierno para realizar por vía de préstamo la cantidad de 17 millo
nes con deslino á las carreteras de Galicia y á la de Valencia por
las Cabrillas.
Se leyó y acordó imprimir en el Diario de las Sesiones la si»
guíente proposición de ley:
"Tengo el houor de proponer al Senado el siguiente proyecto
de ley:
Artículo único. Quedan suprimidos los tribunales de las subde-
legacior.es de Rentas, de Correos y Caminos, de Minas, del Real
Patrimonio y todos los deinas civiles, especiales y privilegiados. El
Gobierno dispondrá que las causas y pleitos pendientes en estos tri
bunales se coulinúen y terminen en los ordinarios con arreglo al de
recho comnn, todo sio perjuicio de lo que se establezca en la ley or
gánica del poder judicial. Madrid 4 de Agosto de 1841. = Alvaro
Gómez."
El Sr. PRESIDENTE : Mañana se reunirá el Senado á la hora de
costumbre para continuar la discusión del proyecto de ley de que
boy se lia ocupado y demás asuntos señalados. Se repite el anuncio
de la disensión de los proyectos sobre fueros de la provincia de Na-
' vSrra , y anticipación de GO millones de reales.
T.as secciones se servirán reunirse para calificar la proposición
ctf 1 Sr. Becerra.
¡ Ciérrase la sesión."
Eran las cinco y cuarto.
132
 APENDICE AL NüM 62.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
Dictamen de la comisión encargada de informar sobre el proyecto de ley autori
zando al Gobierno para el reemplazo de 5o,ooo hombres , leido en el Senado en
la sesión del dia 4 de Agosto de 184,1*
La comisión nombrada para informar al Senado sobre el proyec
to de ley que aprobara el Congreso de los Diputados autorizando al
Gobierno para el reemplazo de 50,000 hombres , lo ha examinado
con la atención reflexiva que merece su importancia y gravedad,
considerando muy sólidas y poderosas las razones que sirven de apoyo
á todas las disposiciones que contiene.
£1 Gobierno de S. M. las emite con oportunidad y sabiduría al
pedir á las Cortes la autorización indicada , y la comisión del otro
Cuerpo colegislador las sostiene y desenvuelve con exactitud y clari
dad en el preámbulo de su ilustrado dictamen. Resultando, pues, tan
evidentemente demostrada la necesidad imperiosa de realizar el eos-
toso sacrificio que se exige á la nación en las aotuales circunstancias,
la comisión del Senado se cree dispensada de molestar inútilmente
su alta atención con otras consideraciones que pudiera añadir. Los
pueblos si no son fuertes no pueden ser independientes y libres.
Este pensamiento dominante en el proyecto de que se trata se
halla aplicado á la situación del pais y al estado presente del ejercito,
con prudencia política , incontestable justicia , y la previsión mas
profunda. Le adopta por consiguiente la comisión en todas sus par
te* , y tiene la honra de proponer al Senado que se sirva aprobar el
referido proyecto de ley en los mismos términos que lo hizo el Con
greso de los Diputado! , y son los siguientes:
Articulo 1? Se decreta un reemplazo de 50,000 hombres para el
del ejército y reserva 6 cuerpos provinciales , que ha de ejecutarse
Dictamen de la comisión de Actas acerca de la comunicación del Sr. Senador
D. Martin de los Heros.
La comisión de Actas , con vista de una comunicación del señor
Senador D. Martin de los Heros, que se le ha pasado de acuerdo
del Senado, y en que hace presente qne el Tutor de S. M. J A. le ha
confiado el encargo de continuar en comisión el despacho de los ne
gocios correspondientes á la intendencia de la Real Casa , sin bono-
res, condecoración , sueldo ni emolumentos, considerando que por
este motivo no ha variado la posición del Sr. Heros, y que no pue-
«.—TOMO I.
DE CORTES.
conforme á las disposiciones de la ley dé reemplazos de 2 de No
viembre de 1837.
Art. 2! Este número se divide en dos cupos de i 25,000 hom
bres por cada uno de los alistamientos correspondientes á los años
de 1810 y 1841.
Art. 5? De los 25,000 hombres que han de salir de cada quinta
se destinarán por suerte 15,000 al ejército, y 18,000 á la reserva.
Art. 4? El acto de declaración de soldados para el cupo de los
25,000 hombres de 1840 empezará el primer dia festivo un mes
después de publicada esta ley : el correspondiente al cupo de 1841
en el primer dia festivo a los dos meses. En todos los demás se ob
servarán las reglas que establece la ley de reemplazos.
Art. 5? Si un mismo mozo cayese soldado en los dos sorteos, ser
virá la plaza por el de 1840, y para el de 1811 entrará en sn lugar
el que le siga en número.
Art. 6? El tiempo de servicio será para los de 1810 de siete años,
y para los de 1811 de ocho.
Art. 7? El Gobierno dispondrá lo conveniente sobre la organi
zación del ejército para que las Córtes, en cumplimiento del art. 7(5
de la Constitución, fijen en el año próximo la fuerza de mar y tierra.
El Senado no obstante resolverá lo que en su superior ilustración
estime conveniente y justo. Palacio del Senado 4 de Agosto de 1841.=
Antonio Seoane, presiden te.=Cá ríos Espinosa.rrPedro Ramirez.=Ra-
mon Castañeda.=Tomas Fernandez de Vallejo , secretario.
den aplicársele ni las disposiciones del art. 45 de la Constitución
ni las de la ley electoral relativas al asunto, opina que no se halla
sujeto á reelección, y propone que asi lo declare el Senado, el cual
sin embargo resolverá lo qne tenga por conveniente.=Palacio del Se
nado 4 de Agosto de 1841.=Gas par de Ondovilla, presidente. = Ma
nuel Lorenzo.~Joaquin Francisco Campuzano.
A
Dictamen de la comisión encargada de informar sobre la autorización ya concedida
al Gobierno para realizar por via dé préstamo la cantidad de ocho millones de
reales con destino d la habilitación de la travesía de Castilla d la carretera de la
Coruña , y otros nueve millones d la de Valencia por las Cabrillas.

La comisión encargada por el Senado de presentar el informe so
bre la autorización ja concedida al Gobierno por el Congreso para
realiiar por TÍa de préstamo la cantidad de 8 millonea de reales con
destino á la habilitación de la travesía de Castilla en la carretera de
la Coruña, y otros 9 millones á la de Valencia por las Cabrillas, ha
examinado este proyecto de ley eon la atención que merece una em
presa que pudiendo servir de norma á otras semejantes, se convierte
en un precedente de consecuencias trascendentales. La comisión lia
puesto un especial cuidado en ver si estaba conforme esta habilita
ción de fondos del Estado con lo que se declaró en la ley de Presu
puestos de 1835 acerca de las carreteras de construcción peculiar de la
Hacienda pública, y nuede en consecuencia asegurar al Senado que
asi en este concepto como en todos los demás es digno de su aproba
ción este proyecto de ley, y asi se lo propone »n los térrarnos si»
guientes , que son los mismos en que ha venido del Congreso.
Artículo 1! Se autoriza al Gobierno para que por medio de la Di
rección general de Caminos y Canales contrate un empréstito i la
par por acciones trasferiblesy negociables hasta la cantidad de 8 isa?
llones de reales, destinados «elusivamente i la hab/V¡t4fci<jij de |
la travesía de Castilla en la carretera de Madrid i la Coruña por San
Chidrian, Medina del Campo y Benavente, hipotecando para el
pago de intereses á razón del 6 por 100 al año, para el 4 por 100
da amortización y para 1 por 100 de premio , que se distribuirá en
tre las acciones amortizadas anualmente hasta la cantidad de 880,000
reales de los productos efectivos de los portazgos en dicha carretera,
y de los fondos que administra la Dirección.
Art. 2? Asimismo se autoriza al Gobierno para que contrate otro
empréstito con idénticas condiciones, y poc igual sistema, has
ta la cantidad de 9 millones de reales, destinados exclusivamen
te á la habilitación de ta carretera de Valencia por las Cabrillas, hi
potecando la suma de 990,000 rs. de los productos de sus portazgos,
y de los fondos que la Dirección general de Caminos y Canales ad
ministra.
Art. 3Í Estos dos empréstitos se harán con absoluta separación.
. El Gobierno formará el reglamento necesario para la ejecución de
esta ley. Palacio del Senado i de Agosto de 1811.-Juan José Gil.=
Martin dt> le* Hacaa.=Jos" María Alvarez Pestana.=Joté Joaquín de
Moya-=Joaqnin Ptanciseo Caupuzano.
 NUMERO
t •* . i■
DIARIO
DE
LAS SESIONES
SESION DEL DÍA 5 DE AGOSTO DE 1841.
So abrió i la tilia, y leída el acta de la anterior por el Sr. Secreta
rio Valero y Artela , dijo '• « •
Bl Sr. conde de PINOFIEL: Pido que conste mi roto contrario
i la declaración que hizo ayer el Seriado de haber lugar á deliberar
por artículos sobre el proyecto de rey para la dotación del culto y
Bl Sr. ALDAMAs Pido qne igualmente conste el mió.
El Sr. PRESIDENTE : Constarán."
Sin mas disensión te aprobó el acta.
JtV Senado quedó enterado de un oficio del' Sr. Presidente del
Consejo de Ministros, fecha 5 del actual , acompañando copia auto
rizada de la protesta hecfaa en Paris el 19 del mes último por S. M.
la Reina Madre Doña Maria Cristina de Borbon contra el acuerdo de
Vas Cortes declarando Tacante la tutela de S. M. la Reina-Doña Isa
bel II y de su augusta Hermana la Infanta socesora al Trono, y
nombramiento de nuevo Tutor. -
Se acordó archivar dicho documento.
Asimismo se acordó repartir y archivar 100 ejemplares impresos
del manifiesto que con fecha 2 del actual dirige á los españoles S. A.
al Regente del reino contestando á la protesta de tutela hecha en Pa
rís por S. M. la Reina Madre en 19 de Julio último, que con oficio
Je este dia remite al Senado para los usos convenientes el mismo se
ñor Presidente del Consejo- de Ministros.
£1 Senado qnedó enterado de que los Sres. Senadores D. Diego
Entrena y D. Vicente Gil Muñoz no pueden asistir á las sesiones
por hallarse enfermos en cama. 1 sideraban del dominio Je las Cortes tratar de la tutela de S. M. y A.;
Dióse cuenta de una comunicación del Sr. D. Antonio Rivade-
neiro, fecha en la Coruña i 17 de Julio anterior, en la que mani-
üesta que hallándose tomando baños termales, esta circunstancia le
imposibilitó tomar parte en la trascendental cuestión de tutela des
empeñada hasta el dia por S. M. la augusta Reina Madre Viuda
Doña María Cristina de Borbon; pero que no queriendo que su opi
nión en esta parte deje de quedar consignada, ponia en conocimiento
del Senado que su voto unido al de la minoría de la comisión del
Cuerpo colegislador á que tiene el- honor de pertenecer era el de ad
herirse al de los 38 individuos que en la sesión pública del 10 de
dicho mes votaron por no declarar vacante la tutela.
El Sr. HEROS: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: Hable V. S.
El Sr. HEROS: Ya se ha dicho que las personas que no han
concurrido á una votación no están en el caso de pedir que conste su
Tolo en el acta. Todo aquel que tenga por conveniente lomar parte
en una discusión, combatirla ó apoyarla ; en fin, presentarse en la
palestra con la libertad é independencia de carácter que conviene,
abiertas tiene las puertas del Senado; pero venir á reclamar á pos
terior!, i presentar exposiciones y manifestaciones contra lo resuelto
ya , de ningún modo viene á cuento ni conviene al decoro del Cuerpo,
ni creo- que está en la facultad de ningún Senador.
'•¿El Senado recordará que acerca de la exposición del Sr. marques
da Palees «e dijo que S. S. , que se habia presentado con lafranque-
la que le distingue , podía hacer constar su voto contrario; pero que
esa* exposiciones y manifiestos después de las discusiones , en último
S._TOMÓ I.
65. 465
DE CORTES.
resultado á nada conducen: podra'n lisonjear el amor propio del que
las hace; pero no conviene al decoro del Cuerpo el oirías.
El que hace esa exposición, persona á quien yo aprecio , ha teni
do por conveniente ausentarse antes de que el Senado entrase en esa
discusión, no sé por qué; y no habiendo tenido la paciencia de espe
rar, de hacer el Sacrificio de unos cuantos días, fuese en sus intereses
ó en sus dolores, ¿podrá venir ahora á salvar su voto con esa exposi-
«ion? Cierto es qtíe no.
Yo soy por tanto de opinión que el Senado no debe tomarlo en
consideración : que debe determinar que no conste en el acia, porque
es bien extraño lo que va pasando en esta legislatura. Estamos oyen
do esas manifestaciones de personas que vienen á parecer que ton
muy concienzudas y tienen poco carácter. El cargo de Senador be
dicho ya en otra ocasión no rs para ponerle en las targelas ni en el
sobrescrito de las cartas; es para concurrir con su persona y sus lu
ces i desempeñar esta carga: en unas ocasiones para hacer parte de
las comisiones que dan dictámenes sobre los proyectos y sostenerles
y en otras para concurrir ron su presencia y emitir su voto en las
votaciones de las leyes que se van presentando.
Desde el principio de la legislatura, Señores, se está con estas ex
posiciones: primero, de los señores que se quejaban de las expre
siones del manifiesto de la Regencia provisional ; segundo , expo
siciones de los mismos señores diciendo que se adherían al voto de
los que tenían por ilegitimas las causas de renuncia de la Reina Go
bernadora: tercero , exposiciones de señores diciéndonos que no con
y cuarto, las que acaban de pasar, de personas que desde paites
extraños, no teniendo el valer suficiente para revelarnos su pensa
miento , s J opinión con lá franqueza que se debe, vienen luego á pe
dir una cosa para lo que no tienen facultad. Eso ya , si no toca en
desacato, toca al menos en falta de consideración al Cuerpo.
Yo por tanto insisto en lo que he dicho anteriormente , sin
perjuicio de que otra persona mas entendida en estas materias pro
ponga un med io que ponga un coto á eso, que realmente es un abuso.
Eí.regl amento dice que todo Senador que asista á una discusión,
y no se encuentre conforme con lo aprobado por la mayoría del Se
nado para descargar su conciencia, para su crédito, para dar cuenta
á sus comitentes, para los fines, en una palabra, que tenga por con
venientes, pueda salvar su voto contrario antes de las veinte y cua
tro horas , de cuyo derecho acaban de hacer uso dos respetabilísimos
señores; ¿pero es lo mismo hacer eso desde cien leguas, y i los
quince ó veinte dias después de terminada discusión ? Señores, yo no
lo admito ; porque vuelvo á decir que el cargo de Senador tiene mo
chas obligaciones , y una de ellas y de las mas positivas y terminan
tes es concurrir con su veto ú opinión, ó manifestarle y pedir que
conste antes de las veinte y cuatro horas. ¿Pero es esto, por ventura,
lo que está prevenido? ¿No es en último resultado quererse lucir coa
tal ó cual fracción política y escarnecer á los que estamos aqui?
Yo repito y vuelvo á llamar la atención del Senado tobre este
particular ; y por de pronto me atrevo á proponer que no conste en
el acta la opinión de escSr. Senador, limitándose selo á decir que
se ha leido un papel de D. Antonio Rivadeneira.
133
 46G
£1 Sr. LASAÑA : Pido que ae les el art. 109 del reglamento."
Se leyó.
£1 Sr. CAPAZ: Que se lea también el art. 121."
Se leyó.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Señores, es una irregularidad , es
una incongruencia que uno quiera una cosa qu,»' absolutamente" no
puede existir; y esto es lo que sucede con este jpólt >s pipetes senje
jantes que se han dirigido al Senado , y que si se lian pqdido pisa
otras veces, ya que tanto se repite es menester lomar una medid
radical. ¡ No es ridiculo que yo diga que mi roto fue tai ni no asistí
si no estuve presente en la discusión donde se pudo dar; porque aqu
no rota mas que el que entra por aquellas puertas? ¿Cómo no ha de
ser incongruente é irregular esa exposición de que conste su voto?
Si ese Sr. Senador quiere que conste su opinión , no su voto, tiene
mil medios de conseguirlo; pero no es medio el hacer que conste en
el acta su nombre, que no sonó para nada en el acta de la sesión en
que se biso la votación.
Yo habia pedido la palabra con la intención de hacer leer los dos
artículos que el Senado ha oído ; y en efecto en ellos está decidida la
cuestión. En el 109 se dice: "No se admite protesta alguna sobre
una votación decidida por mayoría absoluta." Y esto es precisamente
lo que hace el Sr. Rivadeneira; porque, no nos engañemos, eso es
una protesta. Si no lo es, y se quiere que sea un voto , esta es la ra
zón que ha tenido el reglamento para decir que solo pueda constar
en el acta el voto de aquel Senador que hubiese asistido d la discu
sión, y que haya de hacerse la reclamación en la misma sesiou en
que se hubiera verificado la votación ó en la inmediata, porque de
lo contrario podria suceder que reclamasen tantos Senadores, que apa
reciesen después en numero mas crecido los que habjan votado Contra
ía decisión del Senado.
i El art. 121 supone claramente que este derecho no le tengan mas
que los Senadores presentes , y por eso dice que en la misma sesión
ó en la siguiente «e ha de pedir que conste el voto del Senador. ¿Y
por qué se exige que sea en la misma sesión ó en la siguiente? Por
que solo se considera que tiene derecho para que conste su voto aque
que haya asistido á la discusión, y quiera ponerse á cubierto de la
responsabilidad que crea que puede tener en la opinión por la reso
lucion que haya tomado la mayoría. Esto es tan conforme á la ra
ion y á la esencia de las cosas , y esta tan expresamente decidido en
el reglamento que yo propongo al Sanado que desde luego decida
que no se vuelva á dar cuenta de exposiciones semejantes.
El Sr. CAPAZ : Renuncio la palabra , pues el Sr. Gómez Becerra
ha manifestado lo*qoe yo iba á decir.
£1 Sr. LASAÑA: Poco tendré que añadir d lo que tao oporlu
ñámente ban dicho ios S; es. Heros y Gómez Becerra ; y asi solo ha
blaré de una circunstancia i mi entender agravante en este caso, cual
es la que de que el Sr. Rivadeueira hace mucho tiempo que no le ve
mos sentado en estos bancos. Es cierto que pidió una licencia para
ausentarse á los quince ó veinte dias de haber venido; pero esta li
cencia no se le concedió porque estaba incompleto el numero de los
Señores Senadores présenles, y cuando creíamos que una enferme*
dad ú otro motivo le impidiese. asistir á las sesiones , nos en
contramos con que desde la Coruña, habiendo marchado sin permis
del Senado, dice ó quiere lomar parir en sus deliberaciones. ¿Por qu
uo se quedó aqui?
Yo siento hablar de este modo tratándose de un Senador Je mi
misma provincia , de un compañero mió, de un amigo. Pero cuando
está de por medio la razón y la justicia , yo no tengo niuguna con
descendencia.
Por lo tanto yo pedirla que se devolviese ese oficio al Sr. Riva
deneira diciéndole que el Senado lo habia querido tomarle en con
sideración , porque creía que no estaba en su derecho dando su voto
desde la Coruña.
El Sr. PRESIDENTE: Yo abundo en las mismas ideas que los
Síes. Senadores que acaban de hablar. Yo eiloy desde luego persua
dido de que ningún Senador tiene derecho desde el momento que sale
de esas puertas para tomar parte bajo ninguu concepto eu las deci
siones del Senado, ni para usar de las facultades de Senador. Sin em
bargo, si hoy se ha dado cuenta de esta exposición, ha sido por la
condescendencia que el Senado ha manifestado en otras ocasiones
iguales, y tal ve* con el deseo de promover esta explicación , para
que en lo sucesivo se corte de una vez este abuso que lo tengo por
fuera del órden regular. Una vez que el Senado está conf irme cun
estas ¡deas no volverá á darse cuenta de semejantes exposiciones.
El Sr. CAPAZ: El Sr. Presidente ha dicho una cosa á que yo
creo de mi deber contestar , aunque en ello no me ha hecho la menor
inculpación.
Cuando yo he tenido el honor de ocupar la silla que tan digna
mente ocupa S. S. en este momento, he opinado con la mesa que se
diese ci.enta de exposiciones semejantes d la que se ha leido hoy; pero
esto ha sido por el principio que ba establecido la mayoría del Sena
do de tener 'a tolerancia que no se tuvo con nosotros cuando fuimos
minoría; pero cuando las cosas llegan á este extremo no se puede to
lerar pasar adelante.
El Sr. PRESIDENTE: Queda decidido que no se volverá d dar
eueula de exposiciones de esta clase."
Dióse cuenta de que la comisión encargada de informar acerca de
la exposición del Sr. marques de Guadalcazar, habia nombrado Pre-
L
I sidente al Sr. D. Dionisio Capaz, y Secretario al Sr. D. Josquin Fran
cisco Campuzano. >
Entrándose en el órden del día, continuó la discusión por artícu
los del dictamen acerca del proyecto de ley sobre dotación da culto
y clero.
Se leyó el art 1?
El Sr. §AN*MI6UEL (D. Juan Nepomuceno): Señores, yo habia
pedido la palabra '¿n contra de la totalidad de este proyecto, porque
comoquiera que estoy plena, plenisi mámente convencido deque cuan-
todijereserá tiempo perdido, y de que mis palabras no harán mas que
azotar el viento, esto no me arredraba de hablar en una cuestión de
tanta importancia cual la presente, pues cuando tomé asiento en este
respetable Cuerpo hice un juramento solemne , no solamente de de
fender la Constitución política de la monarquía, sino también da
haberme bien y fielmente en el cargo de Senador que el voto de la
provincia que me ha propuesto y el nombramiento de la Corona que
me ha elegido me imponían, esto es, de procurar con todos mis es
fuerzos el bien general de la nación; y tanto me basta , no solamente
basta, sino también me impele á oponerme cuanto me es posible d
uu proyecto que considero injusto, impolítico y perjudicial a I bien
general de los pueblos y i la iglesia ó religión sagrada que profe
sa mos.
No habiéndome tocado la palabra en la totalidad, casi pudiera
presentar las mismas reflexiones contra el art. 1?: porque; señores,
el alma de este proyecto está en el art. 15. El art. 15 parece que está
reproducido en cada uno de los otros que le preceden; y asi* es que
impugnar el art. 15 es impugnar todo el proyecto y cada una de sus
disposiciones. Sin embargo, para que no se diga que me extravio del
particular quV esta ahora en lid, me ceñiré cuanto es posible d la
determinación ó disposición que se contiene en el art. 1? que está
puesto á discusión, mas no por impugnarle con todas mis fuerzas
liaré por e o ninguna oposición d los señores de la comisión en cuan
to toca á sus personas, á quienes respetó con toda la consideración
que se merecen, y aun tengo .cun ellos relaciones muy atendibles,
siendo el uno obispo electo de la diócesis de mi naturaleza, á Ja cual
pertenece toda mi familia; y con el otro, tambieu electo obispo, me
une la partieularida 1 de haber sido individuos simultáneamente de
Ja academia eclesiástica de Madrid, conocida por su advocación de
San Isidoro, doctor de las Españas y arzobispo de Sevila, desde cuyo
tiempo me merece el mayor aprecio.
Pero mi conciencia y el deber que tengo como Senador no ine
permiten ceder á consideraciones personales para que ahogue mi voz
en uo asunto de la mayor importancia por su propia naturaleza , y
de mucha trascendeucia por todas sus consecuencias políticas y mo
rales.
Yo pudiera impugnar este proyecto por principios de derecho pú
blico eclesiástico y oivil , porque eu mi opinión cuando una religión
esta establecida como dominante y exclusiva en uo Estado, y mucho
mas la católica, y esta religión tiene bienes y rentas propias para sa
tisfacer los gastos del culto y U dotación de sus ministros, rentas
y bienes que están garantidos por las leyes políticas del país, no com
pete á la potestad temporal el hacer iuouvaciones y alteraciones por
si sola en este negocio sin ponerse de acuerdo con la potestad eclesiás
tica ; esto es lo que se ha practicado siempre en todos los paises cató
licos, y muy particularmente eD nuestra España.
Tal es mi opinión en esta materia; opinión establecida después
de un largo estudio y meditación , la que sostendría en pública pa
lestra, porque no ignoro los argumentos y objeciones que se pueden
oponer y esforzar en contrario sentido. Yo creo que he estudiado por
los mismos libros que los señores de la comisión; y de cualquiera
modo no me son desconocidos los autores que mas han avanzado en
establecer la autoridad de los Principes temporales en lo que se lla
man derechos circo sacra , no in sacru ; distinción que es preciso te
ner muy á la vista para no coufundir ideas diversas, que pueden
dar ocasión á doctrinas erróneas ó equivocadas. Ni me son descono
cidos tampoco los escritos de ilustres españoles que con gran sabidu
ría y copia de erudición han sustenido y afianzado las regalías de la
Corona en materias eclesiásticas, tales como los Macanas, Campo-
manes y Floridablanca. .
Mas há de cuarenta años que be leido con mucha reflexión el tra
tado del Sr. Campomanes sobre la Regalía de la AmotUsarion; y des
pués be tenido ocasión de leer otros muchos escritos suyos del tiempo
en que era fiscal del Consejo y Cámara de Castilla, y entre otros el
Juicio imparcial sobre el Monitorio contra la corte íxV Parma^ que si
no del mismo Sr. Campomanes, hay poca duda en que se trabajó bajo
su dirección y censura; en cuyo libro, como saben todos, se cuidó
mucho de fijar los verdaderos limites de las dos supremas potestades,
espiritual y eclesiástica la una , y la otra temporal y civil.
Dije, señores, que podria impugnar todo el proyecto y cada una de
sus disposiciones por la incompetencia de la autoridad temporal para
areglar por si sola las cosas de la iglesia, aunque sea las que pertene
cen d lo que quiere llamarse disciplina externa.
Mas como se me dirá que tales argumentos solo podrían tener ca
bida en la discusión general que ya ha pasado, no quiero exponerme
á que se me llame á la cuestión, y entraré desde luego en el art. 1.*
como si con pleno derecho pudiésemos establecer esta ley que se noa
presenta. Por lo mismo me abstendré también de defender de pro
pósito la legitima propiedad de los bienes temporales que la iglesia
 467
powe, 6 sos ministros, propiedad que jo reputo tan sagrada é in que ai se tratase dé dotar los ministros de un tribunal sobre los de
vulnerable como la de otro cualquiera particular; pero de la cual se rechos de ios litigantes; y sabido es lo perjudicial que es que las dota
1« priva no solamente por el art. 15 que revoca la ley de 16 de Ju ciones de los jueces salgan de esos mismos derechos y esa misma der
lio del año próximo pasado, sino también por lo que se dispone en rama. Cuando la iglesia toda, y especialmente la de España, ha mi
este art. 1?, como voy á mu n i H si jr. rado con horror todas esas prestaciones pecuniarias que se reciben por
Señores, la iglesia ba tenido por largos siglos afianzada su do- la administración de los sacramentos ; cuajado el concilio Trídentino
tacion temporal para satisfacer los gastos del culto público, de la re con toda eficacia ha encargado á los obispos que procurasen desterrar
ligión cristiana , v la congrua sustentación de sus Miuistrus en los de sus iglesias esa costumbre, y que las dotaciones fuesen fijas y per
diezmos y primicias de los frutos de la tierra que pagaban los fieles, manentes; cuando esas leyes de la antigua disciplina están bien cla
y en los predios y posesiones que adquiriera por muchos j diversos ras contra esa exacción, ahora no solamente se perpetúa, sino que a*
Mulos, todos legítimos, reconocidos y aprobados por la ley civil. la considera como la única para mantener estos gastos.
Pero vino el año de 837 , y las Cortes constituyentes por si solas, Pero, señores, es preciso no equivocarnos : los derechos de estola
y aun después de promulgada la Constitución vigente, que coloca y pié de altar que se cobran son tan miserables, que puede ser que
el poder legislativo en dos Cuerpos separados y en la Corona , supri aun en algunas parroquias grandes no lleguen acaso á 400 ó 500
mieron por el decreto de 29 de julio la prestación de diezmos y pri reales; y si los gastos todos han de salir de este fonda , ¿no será pre
micias, y adjudicaron á la nación todas las propiedades del clero ciso auraeutar estos derechos? Ya el mismo proyecto manifiesta esta
secular en cualesquiera clases de predios, derecbos y acciones en que necesidad: yo prescindo a hora del tiempo que tardará en formarse
consistiesen, de cualquier origen y nombre, y cualquiera que fuese esta renta, tal ver pasarán algunos años antes que llegue á realizarse
SU aplicación y destino y titulo de adquisición. Las consecuencias por completo; pero doy que se haga en un momento: tenemos que
inmediatas de esta ley se dejaban percibir muy claramente: los tem oo solamente los gastos ordinarios del culto han de salir de esta
plos quedarían cerrados , los lie le* privado* del pasto espiritual , y fondo, sino que también la reparación de las iglesias y todo lo ne
los ministros del altar reducidos á la mendicidad. Las Corles no po cesario para la solemnidad de los oficios divinos. Señores, yo pudiera
dían desconocerlo; y asi es que á pesar del empeño que se man i fes» aducir aqui muchas observaciones y reflexiones en oposición á esta
taba en verificar esa gran reforma, al mismo tiempo que decretaban idea, que i mi me repugna absolutamente ; pero me contraeré sola
la Ley, se vieron en la necesidad absoluta de suspender su ejecución. mente á una. Se ha clamado aqui mucho contra la prestación del
Se mandó, pues, que continuase por un año la prestación decimal diezmo y se está clamando tres años hace en todo género de escritos
y de primicias ; que los predios y posesiones fuesen administradas y én lodo género de papeles.
por las juntas diocesanas con aplicación de sus productos á la dota Una de las objeciones mayores que se le han beeho es que no pe
ción del caito y clero, y que estos bienes inmuebles de las iglesias saba igualmente sobre' lodos aquellos que debían contribuir á la ma
y clero secular no se pusiesen en venta basta el año de 40 , y enton nutención del culto y clero : pues, señores, ¿esta prestación que se es*
ces se hiciese por sextBS partes. tablece como fondo único ó principal para la manutención de las igle
Continuó la prestación decimal igualmente en los años de 33 y 39; sias parroquiales es igual ? Nada de eso: los derechos de estola y
y en el próximo pasado se rebajó esa prestación á dos quintos de lo pié de altar ya se sabe que se oobran por ciertos y ciertos oficios > yo,
antiguo, ó sea el 4 por 100 , como comunmente se entiende, man señores, resido en Madrid hace quince años y hasta ahora no he dado
dándose asimismo que las iglesias y el clero continuasen en el goce un maravedí á la iglesia parroquial , y sin embargo tengo familia y
J posesión de todos sus bienes inmuebles de que hablaba la ley de 29 criados, y por la misericordia de Dios vamos á misa y cumplimos
de Julio de 1837. Tal es en sustancia la ley de 16 del propio mes con las demás prácticas religiosas bien ó mal, con mas ó menos de
de 810 ; y es decir, que derogada ó mas bien abrogada esta última voción , recibiendo los auxilios espirituales del párroco lo mismo que
por la presente que ahora discutimos , queda viva y vigente en todas los recibe cualquiera otro cristiano; y al lado mió estará otro que al
sus partes la anterior de 37. Quedan , pues, las iglesias y el clero cabo de uno ó dos años habrá contribuido con una gran cantidad por
lodo secular destituidos y despojados de sus propiedades, derechos y que ha tenido la fortuna ó la desgracia de haberle nacido hijos , dt
acciones que hasta aquí han poseído y disfrutado, privados déla parte habérsele muerto la uiuger, de haberse casado, &c. &c: ¿y esta con
de diezmos y primicias con que los fieles contribuían , y constituida tribución es igual ? Yo creo que es mas desigual que puede serlo el
la dotación del culTo y de lodos los ministros de la iglesia única diezmo.
mente en lo que se llaman derechos de estola y pié de altar y en una Todavía hay otra desigualdad en esta exacción. Esta igualdad que
contribución general que debe repartirse á los pueblos. cita la Constitución es con proporción á los haberes de cada uno;
Veamos, pues, mas concretamente el art. 1.' de la ley., Para los pues bien : los derechos de estola y pié de altar es verdad que son fijos;
gastos de conservación y reparación de las iglesias parroquiales y sus pero tienen una gradación: cuando un bautismo es con sobrepelliz y
■nejos, y los del culto en las mismas, se destina la parle de los dere estola solamente devenga unos pequeños derechos ; sí se bafea con ma
chos de estola y pié de altar que hasta ahora se ha exigido con este yor solemnidad sube mas: lo mismo sucede con los matrimonios y
objeto y los demás recursos que han tenida igual destino , exceptuán los funerales, que son las tres clases de arbitrios que constituyen estos
dose el producto de las propiedades , derechos y acciones que las leyes derecbos. Abura bien: un hombre rico y poderoso si quiere ponerse
hayan aplicado ó aplicaren á otras atenciones. Añádese que lo que en la clase del pobre mas intimo; si no quiere tener ninguna solem
faltare para cubrir esos gastos se completará por un repartimiento nidad en el bautismo de su hijo, en el matrimonio de su bija y en el
Tecina I entre los que tengan residencia en el pueblo proporcional- funeral de su inuger , ¿habrá de pagar los mismos derechos que paga
mente á sus haberes. un pobre miserable ? ¿Y es esto contribuir en proporción de sus ha
Señores, es ciertamente una anomalía lo que entre nosotros suce beres á los gastos del culto ? .'señores, son demasiado obvias eslas ra
de, pues cuando tanto se encomia y recomienda la antigua discipli zones y las reflexiones que pueden exponerse contra esa prestación
na eclesiástica, y particularmente la de la iglesia de España, que yo que tiene todos los inconvenientes que puede tener una contribución
venero y respeto mucho ; cuando se ostenta ó afecta un vivo deseo de y carece de todas las ventajas. Prescindo yo de lo indecoroso que es
▼cria restablecida, justamente la estamos contraviniendo y arrollán para el clero, y debía alejarse de la creencia de los fieles que la ad
dola casi enteramente en estas nuevas disposiciones, y con especiali ministración de los sacramentos puede coatar dinero.
dad en la que comprende este art. 1? Piocuraré no molestar al Senado con un discurso largo, consi
En el concilio Bracanense primero, que es español, porque Braga guientemente me acortaré todo lo posible; pero no puedo menos de
pertenecía á España, como metrópoli de la provincia de Galicia, al decir otra cosa sobre el apéndice que se pone á este articulo acerca
mismo tiempo que se ha establecido el modo de disminuirse los bie de que cuando los derechos de estola y pié de altar no basten para
nes eclesiásticos dividiéndoles en terceras partes , una para los obis cubrir estos gastos se haya de hacer un repartimiento vecinal. Este
pos , otra para los clérigos y otra para las fábricas de las iglesias, se repartimiento no se dice cómo se ba de hacer: yo creo que no es
determina expresamente que los obispos por niogun motivo permi otra cosa mas que una capitación, porque en otro articulo mas ade
tiesen ni autorizasen la exención de nuevas iglesias sin que previa lante se diui que se ba de hacer proporcionalinente cargando cuatro
mente se les consignase una dotación fija y determinada en bienes quintas parles i la industria agrícola y pecuaria, y una á la indus
permanentes para que pudiesen celebrarse aHi los oficios divinos, y tria comercial y fabril. ¿Pero será justo que un' vecino rico pague
sustentarse los clérigos que hubiesen de servir en ellas. tanto oomo un pobre? Y si se hubiera de hacer otro repartimiento*
£n el otro concilio Braca nense segundóse determina que los obis mas proporcionado, ¿cuántas disensiones no habría, tanto mas, cuan
pos) y los párrocos, cualesquiera que fuesen, no pudiesen recibir nin to que es preciso que el párroco tenga parte en él como principal in
gún dinero por la administración de los sacramentos. Y en el arti teresado? Ademas, no veo aqui ninguna clase de canon á que pueda
culo del proyecto, no solamente se prohibe á las iglesias tener bienes arreglarse este repartimiento que ha de entrar como parte de la do
£ropios para subvenir á sus gastos , sino que se les quitan los que tación de los gastos del clero catedral.
an poseído hasta ahora , por mas que no excedan de lo precisamen Yo creo, señores, como ha dicho el Sr. Martínez de Velasco, y
te necesario para mantener el culto. Dice el concilio que los párrocos dijo el Sr. Ministro de Hacienda el dia pasado, que este decreto se
ni los obispos reciban dinero por la administración da sacramentos: propone , digámoslo asi, á duras penas, y forzados por la necesidad:
nosotros decimos todo lo contrario; y lejos de trabajar por extirpar se dice que el clero está indotado; que el clero está pobre (£/ stiior
ese nial , sobre que tanto se ha clamado, tratamos de aumentarle y Gome* Becerra pidió la palabra en pro) ; que el clero está en mal es
arraigarle todavía mas. ¿Puede darse una contradicción mas clara, * tado, y es preciso sacarle de él ; ¿pero cuál es la causa de esta nece
una oposición mas manifiesta? sidad, de este estado en que se encuentra el clero? El Sr. Ministro
Va dije que hablaba en un caso supuesto , en una hipótesis : tra de Hacienda alguna puntada ba dado sobre esto para que yo pueda
tar de dotar los ministros de la iglesia y los gastos del culto única ó valerme de ella. Porque intempestivamente, porque inoportunamen
principalmente sobre los derechos de estola y pié de altar es peor te, porque impremeditadamente se han arrancado á la iglesia los bie
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■M que poseía ; te han declarado bienal nacionales y ae han aplicado
al Estado; porque inoportunamente y con poca deliberación y me
ditación te lia suprimido la prestación decimal; y si por algunos años
ha quedado permanente, ha sido declarada contribución propia del
Estado. No entraré en tu legalidad de estas medidas dadas en el
año 37, aunque no deja de ofrecer bastante singu laridad el que después
de establecida y jurada una Constitución * por la cual se mandaba
que las leyes se hubiesen de decretar por los dos Cuerpos colegisla
dores, se han dado unas leyes de tanta importancia y trascendencia
por un solo Cuerpo. ■ .
Pero al fin estas leyes , cualesquiera que fuesen , han quedado
suspensas todavía basta aboia: en el misino año 37 ae estableció otra
ley por la cual se mandaba que continuase la prestación decimal por
otro año,' y se mandó que continuasen todavía las juntas diocesanas
administrando los bienes de la iglesia, podiendo solameute enaje
narse dos sextas partes desde el año de 1840.
En 1838 se volvió. á continuar por otra ley la prestación decimal.
En 1839 ha sucedido lo mismo. En el año de 1840 , entonces ya se
•ttablecióen lugar del diezmo entero que se pagaba antes ; se esta»
Meció, digo, que se pagase solo el 4 por 100 del diezmo antiguo. Yo
DO be tenido inconveniente de votar esta ley ; y como quiera que es
taba persuadido de que acerca de esta materia debían ponerse de
acuerdo las dos potestades, no dejaba por eso de observar por otras
consideraciones, y por todos los dalos y cálculos que se habían pre-
aentado en el Senado se confirmaba que la iglesia de las prestaciones
decimales no rrcibia sino un 30 ó á lo menos un 35 por 100: pare
cíame á mi que quedando á la iglesia integramente un 40 por 100
del antiguo diezmo, en nada quedaba perjudicada , y si tal vez favo
recida ; y hé aqui por qué á pesar de que en mi convicción obraba
por la» mismRS razones que acabo de exponer para que en materias
de esta clase se tratase definitivamente de ponerse de acuerdo, con las
legitimas potestades, no he tenido inconveniente en adoptar esa ley.
En esa misma ley de 840, que por esta se deroga, te manda que la
iglesia y el clero continúen en el goce y posesión de tus fincas y bie
nes; y estj continuación se decretó por esta ley, no ya precisamente
por un tiempo determinado, sino que por ella directa y explícita
mente estaba derogada la disposición de la ley de 1837 que habia ad
judicado estos bienes al Estado. . lidad, ninguna conveniencia; cuando prescindiendo ya de la compe
Se d*ice , señores, que lot pueblos se resisten enteramente al pago
da esta prestación decimal, que no te puede cobrar, no se puede exigir)
y no exigiéndose la iglesia está indotada, el clero está en descubier
to. ¿Y de dónde viene esta necesidad V ¿De dónde esta imposibilidad
de la cobranza de la contribución? De que hace seis años , señóles,
que se está declarando hasta por el mismo Gobierno en Memorias y
en discursos que la prestación decimal era inmoral , injusta , antipo
lítica , anticonstitucional ; que tenia todos ios vicios, todos los peca
dos para que pudiera resistirse de cualquiera manera.
Yo no trato ahora de entrar en materia, ni de justificar esa pres
tación, tan antigua y recomendable por tantos títulos; trato solo de
manifestar que si esta prestación ha tenido esas dificultades no ha
(ido tino por parte de la misma autoridad. ¿Cuál es la contribución
que ae paga con gusto? ¿Cuál la contribución que se paga sin que
los pueblos bagan toda la resistencia posible? ¿Y cuál es la opinión
que lisonjeando los interese» y las pasiones individuales no se reciba
con gusto por el que paga? Pues qué ¿ nosotros mismos, sostenedores
de ciertos principios y doctrinas, si se nos lisonjease coa otras doc
trinas favorables á nuestros intereses y miras, no renunciaríamos
acaso á eHas mismas ideas, innatas en nosotros? ¿Y cómo se quiere
que los pueblos no recibiesen con mucho gusto estas doctrinas? '
Que' Bo te paga el diezmo: ¿ y*se pagará mejor esta otra contri
bución que, se impone? ¿No tendrá que tooar el mismo Gobierno con
las mismas dificultades é inconvenientes , y desplegar toda su ener
gía y actividad para hacerla efectiva ? Pues yo estaré equivocado
acaso; pero creo que si el Gobierno hubiera tratado de usar de todo su
poder y de desplegar energía y actividad la contribución decimal hu
biera sido efecliva. Ya sabemos, señores, circunstancias- q ue lian ocur
rido en el año pasado para que no solóse au mentasen los clamores con
tra esta prestación, sino para que se aumentasen las dificultades é in
convenientes para su pago. ¿Cómo se pagan todas las demás contri
buciones ? ¿Cómo se paga la contribución de frutos civiles? ¿Cómo
la de paja y utensilios?
En Madrid mismo he oido muahas veces que hasta ahora no .te
habia establecido, porque no se habia podido establecer. Asi te pa-
gio todas las contribuciones; y yo ettoy bien seguro por documentos
que he visto en el Senado que ascienden á mucho los atrasos de esas
contribuciones. En las mismas contribuciones indirectas, en las cua
les, digámoslo asi, no hay que desembolsar directamente, sino de nn
modo indirecto por los compradores ó consumidores.
Con que no se diga , señores, que la contribución decimal no se
puede cobrar, yque por eta razón se haya de suprimir; pero dado caso
que respecto de la dificultad baya necesidad absoluta de subrogar
e<ta contribución directa , esta contribución directa también de pie y
airar , ele repartimientos vecinales que se han de aumentar hasta un
punto que yo ignoro; pero con respecto i lot bienes, ¿cuál es la ne
cesidad urgpnte que hay para arrancarlos de las iglesias, con cuyes
productos atendían á sus gastot y trasladarlos á otras manos? ¿Cuál
es la oonveniencia que puede traer al Estado la vinculación de esles
bienes eclfsiásticoa? ■ ■ - • 1 1
¿Hay alguna precisa necesidad para quitar etot bienes mientras
tanto que no se pueda establecer una ley de dotación del culto y
clero, ley permanente, que tenga todas las garsntiaa posibles? Trein
ta millones se supone que importará la renta de lot bienes del clero
eclesiástico , que será la contribución que baya de repartirse en todo
el reino. ¿ Y estos 30 millones son una cosa cierta y srgura? ¿No
podrán ser mas? Lo que puede asegurarse es que si estos bienes eo
manos de sus poseedores hasta ahora han producido efectivamente
los 30 millones que se suponen, bien puede asegurarse que puestos
en manos , no del Gobierno, porque no puede hacer nada en esto, li
no en manos de dependientes del Gobierno aunque sean personas d«
alta probidad, vendrán á valer mucho menos. Véase, señores , lo
que ha pasado con los bienes de los monapales , y dígase si han vali
do, no digo tanto, sino muy aproximadamente á lo que redituaba a.
Yo pudiera extenderme mucho mas; pudiera atacar este pro
yecto con otras razones y reflexiones: las dicha* me parece que too
bastantes para formar idea de este proyecto de ley, que no puede re
portar ningún bien, ninguna utilidad al Estado; que perjudica no
tablemente á la iglesia, y que perjudica notablemente á lot pue
blos ; y seguramente que cuando deben de esperar la enseñanza de la
moralidad de parte de sus pastores, y el consuelo en las penas de la
vida , te van á encontrar sin pastures dignos de ejercer tan alto mi
nisterio- * <■ '
Es verdad que no fallarán coras , como dijo hace muchos añoa
u n hombre de mucha racionalidad : "en España hay hombres pan
todo;" pero no se encontrarán dotados de aquella aptitud necesaria
para enseñar la moral evangélica , y para administrar los bienes es
pirituales con aquel interés que corresponde á su clase. Estas conside
raciones, señores, son de mucho psso , y yo repilo aqui lo que oí en
un canon: "No en la muchedumbre de los paatoret y de lot ministres
está el bien de la religión, lino en los pocos."
Concluyo, señores, por ahora repitiendo lo que un iluitre Senador
que ha hecho ho*nra á este Cuerpo. ¡No basta el hablar de los abusos
si no se trata el remediarlos! Importa poco el tocar un abuso, si con
este se da tugará otro mayor: importa poco tañar la dolencia corpo
ral , si con ella se cansa otro tan grave acongojamiento. Cuando en
este proyecto se presentan todos estos inconvenientes y ninguna uti
tencia ó incompetencia que puede asistir á la potestad temporal,
para introducir estas reformas sin consejo y sin acuerdo de la potes
tad eclesiást ica, creo que el articulo tal como está no debe dea probarse.
El Sr. HEROS: Animo, señores, tenia de no haber tomado la
palabra en esta cuestión. Me propouia aprobar el proyecto de ley pre
sentado al Senado por el Congreso de Sres Diputados y sostenido por
la comisión , y me proponía aprobarle únicamente en el concepto de
ser el complemento del ai t. 11 de la Constitución, que impone a to
dos los españoles la obligación de mantener el culto y clero y los
ministros de la religión católica que profesan los españoles. Pero en
lo demás confieso ingenuamente que el proyecto , si bien me hubiera
satisfecho hace cuatro años, esto es, eu 1837, no de ningún modo en
el estado de cosat en que noi hallamos. También hubiera callado, y no
hubíeratomado la palabra en este articulo, á no haber el Sr. San Mi
guel vuelto á la discusión general tobre la parte principal de esta
ley, cuando solo se debía tratar de los particularesque abraza el ar
ticulo; pero puesto que S. S. se ha extendido á algunos principios
generales, yo también los extenderé , porque desde ahora anuncio
que eitoy en abierta y absoluta contradicción con todo lo que ha
dicho S. S. sobre el particular.
Desde luego empiezo por comunicar que yo no entiendo por igle
sia el clero ni los edificios que están destinados al culto. Sin haber
profundizado muy allá en los cánones, porque no he hecho mas que
saludarlos alguna vez por pura curiosidad y por la parle histórica
'que contienen , sin ser teólogo, porque no he podido comprender ja
más aquel contiouo disputar y sut i lizar, y simple católico quesnpo bien
el Catecismo, cuando apenas labia tartamudear mal palabrea, diré
con él que la iglesia no es mas que la congregación de lodos loi fieles
cristianos. Por consecuencia, cuando se trata de los bienes de la igle
sia, siendo yo fiel cristiano, entiendo que estos bienes son tan míos
como de mi obispo. Entiendo que asi como los bienes del Senado si
los tnviera, no pudiera decirse que ton del edificio que te llama Se
nado, ni del Presidente y Secretarios, sino de todo el Cuerpo llamado
6eoado, asi los de la iglesia no son ni de los curas, ni de loscánónigos,
ni de los obispos, ni del Papa, sino de la iglesia en general que puede
disponer de ellos como tenga por conveniente; v que siendo la na
ción española una iglesia por ser toda católica, esta nación legítima
mente representada puede disponer de ellos como tenga por conve
niente. Señores, esta es mi doctrina pura y simple: ti se ha hablado
6 entendido por iglesia los edificios en que se va ú adorar al Señor, y
si se ha hablado entendiendo por iglesia al conjunto general de aua
ministros, eso no debe toslenérse ni admitirse cuando se trata de en
trar en cuestiones de esta especie sincera, legal y fundadamente. Con
secuencia de este principio y opinión es que en esta materia no co
nozco fuerza ninguna en los oa nones, ni en las decretales, ni en nada
gue huela i derecho canónico tal cual aquí se ha entendido: la cues-
lian es nacional, es de lodos los fieles españoles, que á ejemplo de lo
que se dijo en las Córtes de Guadalajara de 1390 dan poco valor a los
cánones y decretales por atender cciso el tiempo lo pide i las exi
gencias de tu iglesia. . . - •

Teniendo yo la desgracia si $2 quiere Me haber fundado mucha
parte de mi sistema politio en ta historia de nuestra patria , me he
encontrado en ella con opiniones que todavía habrá quien califique
de temerarias. Tratábase en las Cortes que acabo de citar, y en pre
sencia de Juan I , de los diezmo* de las provincias de Guipúzcoa,
Alara y Vizcaya, que los obispos da Calahorra y Burgos se que
jaban de que se los llevaban los legos, y lo contemplaban como una
usurpación de los patronos. Hallábanse presentes algunos de estos,
que por su pirte alegaron con el parecer de letrados que el derecho
que ellos tenían les venia desde cuando los moros conquistaron á Es.
paña; que algunos que se refugiaron á las montañas eligieron caudi
llos que los llevasen á la guerra, y pira su mantenimiento les ofre
cieron el diezmo, siendo de cuenta de ellos mantener al que les di
jese misa, y que por este acaudillamiento ó divisa ó bandera que
[levaban les quedó el nombre de divisetcra, con otras obligaciones
largas de referir; y siguiendo refutando las pretensiones de los pre
lados con razones que en cuauto puedo recomiendo dijeron para
abreviar, tratando del diezmo , que si asi lo han es porque las decre
tales é los tales raindamieotos fechos los ficieron |clérigos en favor
de ellos : lo que equivale á decir que si ellos los hubieran hecho, los
hubieran hecho de otra manera.
En vista de esto, vuelvo á decir, no se tendrá por extraña la opi
nión que he sentado ; y si alguien dudase de ella que acuda á la
crónica de Juan I, cu la que también verá que el concilio de Letran
ni otro alguno en cuanto á diezmos no hacia gran fuerza: y si asi
se pensaba bace mis de cuatro siglos en nuestra patria, ¿no podré yo
sin temeridad pensar lo misino?
Asi, pues , vuelvo á declarar que los que con tanta ostentación se
llaman bienes de la iglesia son tan inios como del cura de mi parro
quia, tan inios como del metropolitano y obispo de mi diócesis, y
tan míos como de todos los demás eclesiásticos. De que se sigue que
la nación española , que ba permitido que, ya bajo pretexto de resti
tución, ya con usurpaciones de un modo, ó bien con violencias de
otro , el clero se apoderase hasta con las armas de los bienes del Es
tado ó de los particulares, tiene derecho constituida en iglesia como
lo está á echar mano de lo que es suyo, salva la obligación de man
tener á los ministros de esa misma iglesia, como es obligación, suya
mariteuer todas las demás obligaciones menos útiles y sagradas del
Estado , obligación que espero en Dios que en adelántese haya de
cumplir de mejor fé.
Como en esta discusión se ha tratado de los bienes del clero y de
su adquisición, algo habré de decir de ellos. Mi deseo sin embar
go hubiera sido dejarlo para ruando se tratase del proyecto de ley
para su enagenaciou. No ha sido asi ; y anticipándome diré que sen
tado [que después de una larga lucha entre católicos y arríanos por
una /ti, pues que no se tratabi mas de si se habia de decir en el credo
en griego oasion ú omousion , lo que equivaldría á decir si el hijo era
ó no 'consustancial al padre,, vencieron los católicos en el reinado de
Recaredo , y quedaron desde entonces dueños del campo. Qué medios
emplearon los obispos desde entonces para enriquecerse no lo sabré
decir: si me consta que no se habia pasado un siglo desde la muer
te de RecaTedo, cuando en el concilio V. de Toledo en el reinado de
Chindasvindo para poner coto i los males que causaban los obispos á
los pueblos infelices cuando iban de visita, ya se mandó por el mis
mo concilio , es decir , por los mismos obispos , que nunca pudieran
llevar mas decincuenta acémilas. Cuín veróepiscopus dicecesim visitat
nulli priv multitadine onerosas existat , nec usqaam quinqaagenarium
eteclionis numerum txeedat. ¿Y en uno de los cánones del mismo
concilio no se trata ya de la rapacidad de los obispos de la pobre
Galicia, á la que de tan atrás la vienen esas quejas? Y en vista de
tanta esplendidez episcopal, ¿deberá extrañar que unos veinte y
cinco ó treinta años después de ese concilio, eljl3'.' de Toledo, el rey
Ervigío pidiese á los padres que perdonasen á los pueblos sus contri
buciones, porque á causa de su miseria no las podían pagar?
Ya he dicho que no soy canonista. Algo aficionado á la política
si; y examinando la de los godos, he visto que el pueblo y el Rey
estaban pobres y deprimidos, y el clero poderoso y triunfante. Cuál
era su poder se debe graduar de aquella ley de Wamba que manda á
su obispo salir á cincuenta millas de su .silla ó residencia cuando el
pais ó la patria se vea invadida de enemigos; cuyos antecedentes si
de buena fé se hubieran tenido presentes, ni los antiguos, ni los mo
dernos escritores se hubieran roto la cabeza en discurrir cómo los
hijos de Wiliza y D. Julián y D. Rodrigo trajeron á los moros cuan
do hubieran visto que desolado y abatido el Estado por el poder del
clero coma en tiempos modernos se ba visto , los enemigos exteriores,
que nunca descansan , se apoderaron dé él mientras se disputaban la
sede varios arzobispos de Toledo.
Difícil es de un solo golpe describir las adquisiciones eclesiásticas
en los tiempos que mediaron hasta el siglo XI. Los cronicones que se
conocen y ios diplomas que se han conservado nos dan idea de que si
cayó con los godos la riqueza de los obispos, creció en aquel inter
medio La de ¡os monjes , que á su vez dió lugar á la de las órdenes
militares, catedrales, monjas &c. en los tiempos posteriores; mas al
principio del siglo XI aparece un fenómeno , un monstruo en su gé
nero , un D. Diego Gjelmirez, obispo y luego primer arzobispo de
Santiago, que no se parece sino á si mismo. Ese hombre, que se pro-
poso trasformar á Santiago en otra Roma , que creó cardenales, y por
intrigas y por armas, arrimándose á quien mis le daba, con todo se
9._TOMO l
469
qujria cargar, trató de tal manera á la Reina Doña Urraca, que la
Historia Compostclana, escrita par sus propios familiares, trae por lo
menos c¡ neo compromiso* ó juramentos en que aquella infeliz Reina
empieza por decir: Kgo Regina Urraca juro tibi esse árnica et fidelis,
y no se ira tata, no de serie simplemente amiga y fiel la Reina , sino
que en una de esas aparece que la arrancó una donación de todo el
territorio entre los rios Tambre, y Hila, como «i dijéramos otro tanto
casi como del Manzanares á Aranjuez. •
Los aficionados á la historia verán en la Compostelana cómo don
Diego se iba apoderando de los castillos , de las haciendas y de las
casas de todo el mundo para aplicárselas al a póstol Santiago. Alli no se
habla masque del hiber y del tesoro del apóstol, tesoro al fin que
habiéndose cargado con lo de todos, la misma Doña Urraca tuvo ya
que asaltarle sacándole 309 marcos de plata para hacer la guerra al
Rey de Aragón. Su hijo Alonso VII , no obstante que el mismo don
Diego le habia bautizado ó sido su padrino, haberle protegido cuan
do niño en Santiago, y mi rielóle siempre con cierta terneza, eso si
en cuanto daba , también turo en sus urgencias que acometer con el
tesoro del apóstol , sacándole á don Diego, ya una vez 300 marcos de
plata, ya otra vez 1,000, ya creo que otra vez pidió 3 ó 4,000, con
tentándose con 1,000 anuales por último. ¿Mas no embistieron al
fin con su arzobispo los vecinos de Santiago, según dice la misma
Historia Compostelana, que no hace por cierto una bella pintura
de ellos?
Describir los aumentos progresivos de la riqueza eclesiástica en
los siglos posteriores es ya cosa mas conocida. Cada uno de ellos tuvo
su carácter particular, y desde el siglo xn en adelante se ve seguir
en Castilla la Nueva la riqueza eclesiástico-militar y la de las cate
drales, aunándose todos para adquirir y nunca soltar. Para esto
siempre se alegaron los mismos principios , siempre se recurrió á las
mismas inmunidades, y siempre se dijo que eran necesarias para no
ceder las bulas del Papa, bulas que todo el mundo sabia que no ha
bia de dar, ó que se habían de regatear. Ahí está nuestra historia que
no me dejará mentir; y si alguno quiere una muestra del abuso has
ta que llegó la amortización eclesiástica que lea la descripción de la
catedral de Toledo hecha por el canónigo Blas Ortíz, y entre las
magnificencias de aquella. iglesia verá contar que había una lámpara
que era señora de tres lugares, que se llamaban los lugares de la Lám
para, y quu por supuesto disfrutaban también de la inmunidad ecle
siástica.
Los aficionados á la historia moderna bien saben que en los dife
rentes pedidos que para continuar Cárlos V aquellas guerras tan fu
nestas á nuestra patria por su completa inutilidad para ella, los ecle
siásticos siempre alegaron su inmuuidad para no pagar, y exigían
antes de todo las bulas para contribuir ó no según ellas; pero lo que
no sabrán todos es que Felipe II , que valiendo mas que su padre , y
que siendo el Rey mas nacional que después de D. Fernando y Doña
Isabel hemos tenido, no pudiendo domar ni el furor eclesiástico , ni
el furor militar que se había desarrollado en tiempo de su padre , y
teniendo que apelar al pecho eclesiástico para llevar adelante las
guerras religiosas nacidas en tiempo de su padre y nutridas para re
sistirle, fue tratado como somos nosotros tratados. Se le hicieron las
mismas amenazas é intimidaciones que á nosotros; se escribió lo mis
mo sobre el origen y propiedad de los bienes eclesiásticos cuando
trató de quitar sus feudos y señoríos al arzobispo de Toledo; es de
cir , privarle de que tuviera en sus plazas y castillos de Alcalá y
Talayera 500 ó 600 hombres de guarnición , resto del mayor núme
ro con que en el siglo anterior salían á campaña los arzobispos ó to
maban parte en las guerras civiles, en las'que nunca por supuesto
ni ellos ni otros prelados solían salir con las manos limpias.
Después de Felipe II ¿cómo, señores, olvidar que las mayores
desdichas de esta nación, la mayor fatalidad que á toda la Península
pudo sobrevenir fue la revolución de Portugal y la separación poli-
tica de los que ya por 60 años habían obedecido á los mismos Reyes?
Pues todo fue obra eclesiástica , y en la mayor parte al fin conse
cuencias de la inmunidad de los bienes eclesiásticos. Desde las pre
tensiones de Felipe II los frailes, atraídos desde Roma, se declararon
contra él : se armaron al principio ; crearon esa sociedad secreta lla
mada Sebastianismo , política para los mas diestros, üecia y aun re
ligiosa para otros ; instruyeron falsos Sebastianes, y al fin se rebela
ron abiertamente, unas veces por no querer pagarlas sisas para la
limpieza ó traer agua á Lisboa, y por último poniendo en entredi
cho el vicenuncio á todo el reino porque se obligaba á los frailes, y
principalmente á los jesuítas, á pagar diezmo, y qué sé yo que mas do
sus propiedades , ó bien á venderlas , según lo disponían las ordena,
ciones del reino. El aficionado que guste imponerse de estas materias
libros tiene en que imponerse de los agravios de los portugueses , y
en ellos verá que los principales eran las medias anatas de los bene
ficios , los subsidios, las encomiendas y otras cosas por este estilo.
Tiempo es ya para no hablar de cosas posteriores, que cese este
clamor de una parle y tanta inquietud de la otra. Ya es llegado el
caso de que todos como hijos de la misma madre y fieles de la misma
iglesia cesemos en mirarnos con reojo. Nosotros no queremos mal á
nadie ; pero no podemos apartarnos de nuestro con veociminnlo. Has
ta el mismo cielo nos protege dándonos paz y abundancia cuando
mas empeñados estamos en las reformas; y no pudiendo ni debiendo
renunciar á nuestra convicción para quetuanlo antes cese la inquie
tud, es menester que cuanto antes se cumplan para que sean mas
 470
efectivas. Si se quieren pruebai de su utilidad, á. la vista están.
Cuantos aqui estamos hemos podido alcaniar la época en que todo se
escaseaba en nuestra patria. Fallaba, y basta saberlo, trigo para
nuestro consumo, y boy por la gracia df Dios todo nos sobra, au
mentándose nuestro bienestar y población á pesar de lasguerras,
pestes y desastres que Irruios sufrido en este siglo. La libertad por
una parte y la desamortización pur otra ban obrado lo q»ie no es
un milagro, sino la const-cu-ncia natural de haberse suprimido en
los reinados últimas los jesuitas y algunas comunidades; de haberse
disminuido los dias de tiesta; de haberse vendido los bienes de cape
llanías, cofradías y otras fun iaciones; de haberse cercenado los ma
yorazgos y los conventos, y tantas otras cosas de que no me acuerdo,
pero que contra sus promotores, como contra nosotros, se ha usado de
las calificaciones de ateos, impíos, bereges y toda la ridicula série
que ya no hace mella.
Tan ya ridiculas como estériles declamaciones necesario es , re
pito, que para siempre cesen. Nosotros no somos enemigos ni del cle
ro ni de la religión; es falso y seria necedad '. uo'olros, y yo espe
cialmente, somos enemigos del diezmo principalmente. Siempre que
se ha tratado de él be*dicho que era injusto, y que no se podia eco
nómicamente sostener, porque no se paga igualmente: ahora añadi
ré que era inmoral, porque pidiéndose en nombre de Dios y del
culto y sus ministros se aplicaba á las cosas mas profanas, á ia cor
rupción y disipación, á los vicios en fin mas reprensibles. ¿Era por
ventura religioso ni piadoso el que se pagaba á ios comendadores de
S. Juan, que lo iban i gastar en las ciudades de Italia, ó bien á
los de las órdenes militares, que se recreaban en la corte á expensas
de los tontos creyentes que pagaban ? ¿Era religioso el que se pa
gaba por entero á los participes legos, que después con cien duca
dos de congrua ó cincuenta fanegas de grano satisfacían al benefi
ciado ó cura que servia la parroquia? Frailes, monjes, monjas,
abates, beneficados simples, cortesanos, artistas, diplomáticos, todo
el inundo vivja de diezmos, porque para ti dos daba ; y do obstante
verlo y tocarlo, y que el empleo que tenia no era el mejor, ioda-
vía se sentaba que era de origen divino, que se destinaba al culto, y
que sin consentimiento del Papa no se podia suprimir: de manera
que para hacer también que dos canónigos que se sientan en Un mis
mo coro dejasen de tener renta muy desigual, teniendo iguales obli
gaciones, también se quiere que acudamos á Roma , y á una autori
dad nue ni ella puede manifestar ningún titulo eu que se acredite ese
derecho.
Tal escándalo, y sobre todo el de no pagar el diezmo, es necesario
que de todo punto cese. Si se conviene en que es una obligaciou reli
giosa y no se paga, como tantas y tan repetidas reclamaciones del
clero lo acreditan, es menester deplorar ln irreligiosidad en que ha
caido nuestro* pueblo. Si es obligación civil , ó es necesario pedir ia
responsabilidad á los Ministros, porque no cobran el 2 ó el 4 por
100 ó lo que sea , ó es necesario darles batallones para que las leyes
se cumplan; y si ni aun asi nada conseguimos, ¿no queda otro medio
que el de acomodar al clero en el presupuesto general?
Mi opinión siempre fue esta. Nincuna degradación pof mas que
le diga hay en eso: pues qué ¿puede baber prelado ni ministro que
»e atreva i competir en categoría con la Reina Doña Isabel, que co
bra su asignación de la Tesorería? ¿Ha pensado nadie para que tenga
decoro en señalarla diezmo, ni medio diezmo, ni 1 por 100? Pues
fi vive del Tesoro el gefe del Estado , la magistratura y los mas al.
tos, como los mas humildes funcionarios, ¿qué reparo pueden tener
los del clero en cobrar modesta y decentemente su asignación?
Sobre este particular aun rae ha de ser permitido repetir lo que
ya en otras ocasiones he dicho: que el presupuesto y el Tesoro no
ofenden de modo alguno al clero: que hace siglos que con fruto se
halTa introducido en España, pues que es sabido que en América
existe desde su drs-ubriuiiento , y el progreso que alli ha tenido la
religión, y la facilidad con que fue admitida en las tribus salvajes,
quizás se deban a no baber ido acompañada del feroz diezmo. Un ar
zobispo y tres obispos, y acaso no bajen de cuatrocientos curas pár
rocos ó misioneros, todo el clero de las islas Filipinas, como mejor
•abe m: Ministro uue me escucha, lodo él se paga por el Tesoro, por
que alli no hay diezmos. Aunque con alguna variación, no muy sus
tancial, lo mismo sucede en la isla de Puerto-Rico. Algo hay tam
bién en la de Cuba : lodo el clero militar en la Península , todo el
de la Casa Real , el de las casas particulares y el satisfecho por los
llevadores seculares eclesiásticos, ¿no está lodo pagado por presupues
tos y tesoreros, y no se ha contemplado jamás desdorado? ¿Y esta
ría mas honrado cuando iban sus recaudadores amenazando á las
eras, ó enarbolando banderas en señal de rematarse los diez mos?
Si se me dijera que el obstáculo estaba en la inseguridad del pago,
pudiera p3sar; mas es seguro que si desde el año de 37, en que por
primera vez se suprimió el diezmo, se hubiesen confuudido los gastos
y las contribuciones, todos hubiéramos estado mejor asistidos. No se
liabria notado esa escandalrsa diferencia en los pagos; á gritos uni
formes hubieran correspondido resoluciones uniformes, y no que el
clero empeñado en tener rentas y tributos propios, no ha conseguido
lo que deseaba, porque se le paga de mala gana, y nos ha privado i
los demás y á la nación en general de proceder á consumar en la es
cala que necesita esa centralización deque tanto se habla y de que el
proyecto que se discute es un verdadero enemigo. Si como providencia
intermedia, y como propuse en 1837 cuando también hablé contra el
diezmo se hubiese adoptado entonces temporalmente, ya hubiéramos
llegado al presupuesto. Ahora, aunque á mi pesar, apruebo que cada
pueblo pague, por decirlo asi, su culto, no puedo admitir en defini
tiva ese sistema, porque puede conducir i una cosa parecida al diez
mo ó á otra cuya tendencia no necesito indicar. Por lo demás, la odio»
sidad que algunos creen que podrá resultar de que uno pague mas que
otro , si todos ban de pagar según sus facultades como prescribe está
ley, no es sino un motivo mas, dado que tal odiosidad existiere, para
que cuanto antes los gastos del culto se embeban en las contribucio
nes y gastos generales del Estado. .
No siendo necesarias mas razones para probar la conveniencia de
suprimir el diezmo, y de reemplazarlo por los presupuestos, no me
rece realmente detenerse á refutar á los que por terneza y afición i
tan dañosa contribución todavía pretendeu que para suprimirla se
necesita ponerse de acuerdo los dos poderes, ó sea el de España y
Roma. Idea es esta muy peregrina, porque no pagándose en Roma
diezmo seria cosa incomprensible pedir á un Principe permiso para
no pagar entre nosotros lo que él ha tenido por conveniente que se
pague en sus dominios después de suprimido por Napoleón ó los re
publicanos sin pedir bulas á la Dataria. Aun seria mas miserable to
davía acudir por ellas también para los bienes nacionales vendidos
y que en adelántese puedan vender , una vez que el mismo Papa nos
ha dado pruebas de que eso se puede hacer y ser conveniente. Pió VII,
mas político que los románticos que no nacieron como él en el siglo
enciclopédico, en el mota proprio que i sus Estados dió en el año
de 1816 confirmó y declaró por bien vendidos todos los bienes de los
monacales, jesuitas, cabildos y deinas que el Gobierno de Napoleón
ó francés había durante ra ausencia vendido en el patrimonio de
S. Pedro. Y si Su Santidad admitió eso en un patrimonio que se lla
ma de S. Pedro, nosotros que tenemos un patrimonio español, y
que no está de ese modo santificado, ¿no podremos hacerlo igualmente
y con mas necesidad ?
Se ha dicho , y no quiero pasarlo en silencio , que los bienes del
clero á pesar de su buena administración no han producido basta
ahora sino 30 millones de renta , y que en lo sucesivo vendidos no
producirán mas. Yo digo que producirán 90, 120, y aun 300 ti se
quiere.
Es menester, señores, lener telas de araña en los ojos para no
penetrarse de los datos evidentes y ciertos que tenemos. ¿A qué se
debe la prosperidad , porque todo es relativo en esle mundo, á qué
se debe la prosperidad en que ba caminado la nación española desda
la mitad del siglo pasado? A las sabias demostraciones de Campo-
manes y otros hombres , y al genio español por tanto tiempo com
primido se debió, como ya dije, la supresión de algunas congregacio
nes religiosas', y especialmente la de los jesuítas, que era una cons
piradora permanente contra la autoridad Real ; y cuando tantos be
neficios nos han resudado de esa y otras reformas dirigidas contra
la desamortización , ¿habrá quien la considere como dañosa en la
continuación de la venta de los bienes del clero y regulares? Si la
guerra de la independencia nos fue favorable para el aumento de
subsistencias, y por consecuencia de la población, por haberse au
mentado la agricultura con los baldíos que se rompieron y tierras de
propios que se enagenaron, ¿cómo no sucederá lo mismo con las de
los cabildos y monasterios? A vista de tales aumentos, y de la acti»
vidad que por todas partes se desplega, yo, señores, que siempre
he trabajado porque mi patria llegue al mayor punto de esplendor
y de riqueza , con el que se veri libre y salva de las asechanzas que
basta aqui, todavía quízis alcance el tiempo de decir como Siraeont
Aune dirn'tttis servutn tuiim , qui viderunt .ocali inei salulare tttum.
Sobreesté punto de la venta de los bienes eclesiásticos y mona
cales, ó sea de los bienes nacionales, no quisiera que se me olvidase
bacer algunas observaciones al Senado. El señor preopinante y otras
personas no menos ilustradas ban clamado y claman contra- lo baratos
que se venden dichos bienes por lo poco que cuesta el papel con que
se compran. Es menester en mi opinión no haber saludado la eco»
no mi a política, y sobre todo no haber pensado en las ventajas que
resultan del modo con que se han enagenado y enagenan. Es un
fecundo manantial de riqueza el que se adquieran á buen precio,
porque es claro que cuanto menor sea esta mas capital le queda al
comprador para mejorarlos y aumentar sus productos, y pagar por
consecuencia mas contribuciones al Estado. Hasta aqui puede decirte
que no hubo finca que no se vendiese por el duplo de su valoren
papel, y como la nación comprase barato ó caro en la plaza, siem
pre tiene que reconocer y pagar el capital nominal que representa:
de ahí es que gana muchísimo con la disminución de capital y im
réditos que diariamente nuestra deuda représenla. Juzgúese, pues, si
no es preferible trasmitir los bienes nacionales á particulares activos
á conservarlos en manos de cabildos, y sobre lodo de monjes ara-
ganes, que no ocupándose nunca del porvenir, solo pensaban en su
bienestar material y personal, dándoseles nn bledo de cuanto concer
nía A la nación.
Pero con escándalo, se dice , se ha visto A algunos enriquecer»»»
con los bienes nacionales. Asi puede ser verdad, y yo quisiera que.
se enriquecieran , y para eso creo que los compran ; mas como yo no
los compré, ni esperó tampoco comprarlos, poique no tengo con qué,
debo decir, por lo que he observado , que en esto mas hay emú lacios
y envidia que realidad. Son ta mucha parle enredos de lugar, en que
queriendo todos uua finca , y no teniendo todos con qué comprarla,

todos al fin hacen la guerra al que la compró, y mas si fue 4 buen
precio , y siempre acaban con que hubo cobecho , soborno, &c. Tales
vulgaridades es menester , ¡eñores, desecharlas , y acordarnos cuino
legisladores de que á la nación en general lo tjue la importa es vender
á mucho papel para disminuir la deuda, y que compren mucho y
barato para que los bienes salgan cuanto antes de la administración,
y empiecen á mejorar sus productos.
Mi deseo seria que estas y otras cuestiones se dilucidaran por per-
lonas entendidas, y se vulgarizasen asi como otras sobre la reparti
ción á censo de los. misaios bienes; mas habiéndome extendido dema
siado en contestar i lo que aqui y fuera de aqui se ha propalado en
en esta parte, voy en cuanto pueda á contraerme á lo que mas de
cerca ahora nos toca.
Se ha dicho que por consecuencia del proyecto que se discute
las parroquias pobres van á quedarse sin curas Señores, yo creo,
por el contrario, que á las parroquias pobres no faltarán en lo sucesi
vo curas. En el proyecto de ley de dotación d.| Culto y .Clero se
pone i los de entrada, si no estoy equivocado, la delación de 3,000
reales: con esto , es fuerza decirlo , se hace un beneficio inmenso i la
iglesia ; y cuando hablo de la iglesia hablo de los líeles en general,
es decir , del clero y de los feligresas unidos.
Yo soy, señores, de un pais en que se piede contar que de cada
seis ó siete, uno de los eclesiásticos, solo uno, ó mas hien dicho, una sola
iglesia puede contar con el diezmo. Por lo comun todos los curas ó
beneficiados de esta clase están pagados por los seglares, que llevan
los diezmas ó á 100 ducados ó á 40 ó 50 fanegas de grano anual iSct.
Juzgúese , pues, ahora si faltarán clérigos que ejerzan el ministerio.
Lo que yo quisiera seria que mas bien se comenzase por la mitad y
que se pagase puntualmente, aumentando progresivamente según
progresase nuestra riqueza, y no que ofreciendo demasiado acaso se
desacredite la medida, que lo sioticra de veras, porque deseo fijar
y bien la suerte del clero. Por lo demás, y si alguno pusiese duda
en lo que be dicho , no tengo mas que recordar sino que soy del obis
pado de Santander, en el cual no hubo un solo curato ó beneficio que
pagase noveno decimal , según tengo entendido, cuando se mandó
que solo le pagasen los que valiesen de 6,000 rs. arriba. Basta, en fin,
señores, decir que vi pagar siete reales de noveno antes de eso á un
beneficiado de una aldea por lo correspondiente al diezmo de novales
que le habían locado en aquel año.
Pero si por este lado es Utilísima la medida que se propone, lo es
mucho mas por la igualJad de dotación que va ,i introducir en el
clero. Obligaciones idénticas deben retribuirse idénticamente , y so
bre esto nBda mas irregular que lo que sucedi» en el clero superior é
inferior. Dentro de un mismo coro no habia quizás dos individuos
que tuviesen la misma renta teniendo lo mismo que cantar y rezar.
Todavía me acuerdo del tiempo en que militaba , y en que haciendo
mis observaciones sobre este y otros puntos, me alojaron en Galicia en
casa del abad de la Mezquita Su renta en aquel año, me dijo un
prelado que lo sabia, que podía computarse en 10,000 duros; y
aquel cura, que todo lo sacaba del d iezino, pagaba «eís ó siete tenien
te* que en otras tantas parroquias tenia.
Tal era el estado del clero por ventura en toda España. Al lado
de un clérigo ó cura rico ha bia cuatro en la mediocridad, y quízásdiez
sin mas que lo muy preciso; y mientras tanto los canónigos , los co
mendadores, los beneficiados simples y los señores y lasseñnras disi
paban en la corte en festines y saraos lo que se habia exigido eq nouj.'
bre de Dios y para el culto. Por consecuencia, si vamos á dotar al
clero tan ventajosamente; sí vamos á dejarle con decencia y con de
coro, proporcionándole una subsistencia segura y cierta, ¿ por qué se
dice en las parroquias pobres no tendrá con que mantenerse ? Por el
actual proyecto no puede suceder esto, pirque tienen una dotación,
que como he dicho antes , es muy superior i lo que hasta ahora han
percibido: sabiendo yo de ciencia cierta que ha bia, con frecuencia
pueblos en que percibían tan poco los pírrocos que nadie quería pre
sentarse á servir los curatos, y tenían que servirlos frailes franciscos
ó carmelitas.
Se ha hablado aqui de persecuciones eclesiásticas '% se ha hablado
aqui del desprecio de la iglesia y del desprecio de sus ministros. Yo
he tenido alguna parte en el s/obierno de mí pais, y jamás he per
seguido á nadie.
Tampoco lo han sido los Ministros de mí comunión política , ni
«ó ra o lo habian de ser cuando la libertad es nuestro principio. Ha '
sido, si, necesario tomar precauciones en alguna ocasión , y en be
neficio y seguridad alguna vez de los que se miraban como perse
guidos, y fueron pagadas con abominable ingratitud. ¿Cómo olvi-
darme de que habiendo tenido el Gobierno por conveniente llamar
al obispo de ürihuela a esta corte , por su seguridad principalmente,
y en cambio de la dulzura con que le recibimos el Sr. Gómez Be
cerra y yo, y en cambio de haber a<cedido á que se fuera i vivir
tranquilamente en un pueblo de la Mancha , se nos fue sin titubear
A la facción? ¿Será por ventura ser perseguidores, ya que aqui se
citó al arzobispo de Santiago, pues que del de Sevilla ya respondió
el Sr. Ministro de Gracia y Justicia, el haber trasladado á Menorca
•> i Iviza, por seguridad, á un hombre que será famoso en los fastos
de nuestras persecuciones ? Pues qué ¿tan pronto se ha olvidado que
es el autor del Preservativo contra la irrelig on que se publicó en
tiempo de las primeras Cortes de Cadíi , eu que se las acusaba de
impías y á los que figuraban en ellas? ¿Y po es por ventura el que
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de Real órden publicó la tipología del Trono y del altar, en la que
entre otras cosas denunciaba como impías y cuanto malo puede de
cirse las poesías de un hombre distinguidísimo que boy se sienta en
estos bancos, y entouces por sus opiniones gemía en los cala
bozos ?
Si nos hubiéramos propuesto perseguir cuánta materia teníamos.
¡Cuín ficil nos hubiera sido foliar una famosa colección que no
quiero nombrar! ¡Cuín fácil buscar apoyo en habérseme falsificado
una orden llamando á esta capital al famoso Arias Tejeíro , que des-
pues se fugó á ser un frenético Ministro de D. Cirios! Mas si por
algo hemos pecdo ha (ido porque en consonancia de nuestros prin
cipios de libertad hemos seguido un sistema opuesto al feroz que
con uosolros siguieron nuestros contrarios, no volviendo jamás la
vista á lo pasado.
Tiempo es ya que cesen tales ocusacíones de impiedad é irreli
gión Si han de seguir que recaigan sobre cosa que merezca la pena,
y no que lo mismo se llamaba irreligiosas i las Cortes de Cádiz, que
de 1810 i 1811 no hicieron mas reforma que la del voto de Santiago,
porque la inquisición ya estaba innralmente extinguida', que á las
de 18"20 á 1823, que extinguieron el medio diezmo y los monjes, que
á las actuales y anteriores progresistas, que con todo han acometido.
Deque resulta que las declamaciones lo mismo son contra el todo
que contra la parte, y en tal caso acabar con el todo es lo mejor;
diezmos, hieuc-s , y acudir al presupuesto cumpliendo el articulo
constitucional.
La patria exige de todos este sacrificio. La patria , señores, que
no es mas que el amor del prójimo , que es el fundamento material
de la religión , porque el amor de Dios solo por el del prójimo le
pedemos explicar; la patria, ó sea el patriotismo , que es el amor
del prójimo aplicado con mas fervor á los que pertenecen i una
misma nación, la patria exige que ejerzamos con ella esta cari
dad ; y si para t i que tuviere mas caridad será, el reino de los cíelos,
según dice el Catecismo, esforcémonos en favorecer i la patria, segu
ros de que con eso alcanzaremos mejor la gloría eterna. El motivo
porque Dios recompensó á los romanos con tantas victorias, creo
que dice Santo Tora is, c tado por el P. Fonseca , fue porque siempre
dominaba en ellos el amor de la patrie.
Este mismo amor nos debe dirigir i eclesiásticos y á seglares, qoe
no tenemos por cierto en saliendo de estas cuestiones materiales mo
tivo ninguno para hostilizarnos. ¿Tí qué fin, pregunto yo? ¿Será
por enemistad con la religión? ¿Pues no seria el cúmulo de la in
sensatez si por desgracia asi pensásemos manifestarlo? ¿Será por aver
sión al clero? Pues qué ¿seremos tan necios que no sepamos que
no puede dejar de existir, y que al presente ha de suceder otro , que
como este lia de ser hijo de padres hermanos de nuestros padres ó de
nosotios mismos ? Pues si nos unen los mismos vínculos, y si el cle
ro ni puede dejar de ser español, ni puede resistir al torrente que ha
traído las cosas á tal estado, ¿por qué no acabar esta lucha fatal de
intereses que aparta á los fieles de sus pastores? ¿Por qué no confun
dirnos todos eu uno para resistir á exigencias extrañas de cualquiera
lado que vengan ?
Claro está, señores, que con esto aludo á lo que aqui y fuera de
aqui se ha dicho del Papa. Con disgusto he oído que para estas cosas
y las de los obispos era menester contar con él. Para las primeras, -ya
he dicho que no lo admito; mas para las segundas, ¿quién tiene la
culpa de loque pasa? ¿Quién nos priva de prelados sino el que en
un tiempo no quiso confirmarlos sino de no modo indecoroso á la na
ción , y que desconocía los derechos de nuestra ¡nocente Reina?
-Tiempo es ya de que sobre este punto se ilustre á la parte menos
sensata de la nación. .T'*""1?0 es ya de 1ae ^eie de irT un *ecreto de
Estado que el Santu Padre , ligado por intereses mundanos y políti
cos con utias naciones , ha preferido el tratar con ellas bajo ese as
pecto á los intereses religiosos de nuestra patria.
En el Ministerio de Estado existe la declaración de que no podia
reconocer á nuestra Reina Doña Isabel II porque se lo impedía la
situación política en que se encontraba con sus aliados. Esto no es
ya Un misterio tampoco , porque se encu ntra consignado en la Me
moria leída á las Cortes por el Sr. Mata Vigil cuando era Ministro
de Gracia y Justicia ; mas importa que se divulgue y conozca que lo
que se predica entre r.osotrcs como negocio de religión no es mas
que negocio político para Roma, y que de todos modos ya se nos
considere como nación , yp como iglesia, i la España la mira el
Santo Padre hasta con desprecio, no contando por nida la sangre
derramada para tener paz alejando á un rebelde, y temiendo mas
que á nosotros un batallón ó escuidron austríaco que vaya desde
Milán ó la Lombardia i invadirle sus Estados.
Mis deseos, señores, para concluir son que votemos esta ley
como base de las mejoras sucesivas para llegar hasta incluir la do
tación del culto*y clero en el presupuesto general, como es mi opi
nión, de que nunca me aparto. Quisiera que esto lo hiciéramos con la
mejor fé, con ojos españoles que desean combinar los intereses de
todas las clases y estados, y no sostener miras ni pretensiones de par
tido para llegar á sistemas políticos de todo punto inveriüca bles eu
el estado actual de la inteligencia ; quisiera, contrayéndome á las
cuestiones con Roma, que no nos olvidlsemos de que allí siempre
•e pretende, y por lo general sin derecho, y que es práctica cons
tante hacer la fuerza é una nación con lo que se sacó de otra, ó con la
fuerza ó con el artificio , ó eu ua momento de fervor ¡ quisiera que
 472
no olvidásemos que á la Prusia se la hace la guerra, por ejemplo, con
lo conseguido en la Bélgica , ó con el ultramontanisrao del duque de.
Afódena, ó bien del Rey de Cerdeña, &c. ; y quisiera, por último,
que ya que tenemos paz, y que las principales cuestiones que nos
dividían van i quedar resueltas , las terminemos en beneficio común
de nuestra patria, desoyendo de todo punto á los que persisten en
que todaria prevalezcan intereses extraños en ella.
El Sr. SAN MIGUEL (D. Juan Nepomuceno): Señores, yo ten
go mis opiniones, mis errores, y tanto derecho tengo á emitirlas
como puede tener el Sr. Heros para emitir ías suyas.
Dejo á los hombres juiciosos, á los de razón, á los ancianos el jui
cio de las unas y de las otras. El Senado verá si el discurso del señor
Heros ha sido mas bien un insulto cruel contra la iglesia, el clero y
todos sus ministros , y verá también que yo he hablado sin ninguna
personalidad, sin ninguna pasión , y solo por efecto de mi convenci
miento propio defendiendo mal ó bien las ideas que el Senado ha oido.
Consiguientemente no voy á contestar al Sr. Heros: otros acaso lo
harán en tiempo mas oportuno, en ocasión mas á propósito, y me li
mitaré á rectificar algunas equivocaciones que ha padecido S. S. Dijo
el Sr. Heros que yo había hablado de los bienes de la iglesia como
si la iglesia pudiese tener bienes , y que la iglesia es la congregación
de todos los fieles cristianos reunidos en una sola cabeza, que es el
Papa.
Esto es lo que constituye la iglesia apostólica y romana: hablo
en el sentido común, en la acepción vulgar. Dije yo que es la con
gregación de los fieles cristianos y no es una corporación como se
dice; es una sociedad universal mente estableoida y extendida por
lodo el mundo; y los cristianos que habiten en Constantinopla , en
China, en los puntos mas remotos de la tierra , forman también esta
sociedad, siendo esto lo que forma el catolicismo.
La iglesia en común no tiene bienes , sus bienes en común son es
pirituales. Los temporales que tiene la iglesia , como dicen los eco
nomistas y autores de mas nota, no pertenecen á la iglesia en co
mún, pertenecen á aquel establecimiento á que' están afectos, al
templo A ó al templo B , al párroco tal ó al párroco cual. La propie
dad no es común sino particular: bajo ese supuesto ¿cómo puede de
cirse los bienes de la iglesia me pertenecen?
Cuando se habla de la iglesia yo digo que soy uno de sus indi
viduos; pero cuando se habla de sos bienes entiendo que son, ó bien
de algún cabildo , ó colegiata, ó catedral, ó de alguna parroquia.
Dijonos también el Sr. Heros en su improvisación que el catoli
cismo se introdujo en España en tiempo de Recaredo. Es falso: el
catolicismo en España se introdujo por los primeros discípulos de
San Pedro, enviados por el apóstol Santiago. Sus nombres son
En el siglo I, y bajo la dominación de los emperadores roma
nos en España, hasta la entrada de los godos se mantuvo la iglesia
católica, y si bien no fue reconocida como religión del Estado hasta
tiempo de Recaredo, no por eso dejó la iglesia de ejercer todas sus
funciones, y los ministros su autoridad, y tener bienes al mismo
tiempo en mayor ó menor cantidad, y bienes no solamente mue
bles como alhajas, ornamentos &c. , sino inmuebles.
El Sr. Heros se personalizóde unajmauera que me ha parecido bas
tante chocante , y que á S. S. le habrá parecido justa, contra personas
determinadas. No entro en esto; no estoy enterado en ciertos por
menores que ha citado S. S. ; pero dijo el Sr. Heros que la felicidad.
El Sr. Campomanes, no solamente en tse tratado sino en otros
muchos , defiende la regalía de la corona para probar la acumula
ción de los bienes temporales de- la iglesia ; pero no dice que la po
testad civil tenga autoridad para arrancar á la iglesia los bienes que
poseía.
Yo le he leído con mucha atención y no he visto tal cosa , y tanto
mas es asi cuanto que la sociedad económica matritense en un infor.
me que dió dice expresamente que la iglesia posee con justos títulos
su propiedad, y no dice bienes, como supouien lo que al mismo tiem
po conoce deben ponerse ciertas cortapisas i la acumulación de bienes
de la iglesia;
No digo yo precisamente que permitía la ley civil el ingreso de
todos los bienes, no señor: hay una diferencia entre mantenerle los
bienes que poseían legítimamente y no darles mas, y hay una dife
rencia notable entre quitárselos, si poseía algunos, por medios re
gulares y legítimos á privarla de ellos por medios violentos.
Esto es todo lo que tengo que manifestar, porque como el Sr. He
ros habla tan rápidamente se me ha olvidado lo que dijo, pero no
puedo sentarme sin volver d repetir que he hablado en este asunto
por convicción propia, sin pasión alguna , y no como el Sr. Heros,
personalizándome con nadie.
El Sr. RUIZ DE LA VEGA: Siento que no esté presente el se
ñor Heros, porque en gran parte pendia lo que yo iba á decir del
verdadero sentido de un pasaje de su discurso, que en general he
oido realmente con gusto, porque oigo siempre con gusto cualquiera
opinión, aunque sea contraria á la mia. (AV Sr. Heros ocupa su
asiento.)
El Sr. Heros al tratar de la persecución contra los clérigos, y re
firiéndose particularmente al reverendo obispo de Orihuela, dijo lo
que tuvo por conveniente contra la conducta de aquel prelado que se
había ido al partido de D. Cirios ; y como precisamente algunas co
sas semejantes se habian dicho en el asunto de un expediente, en el
oual cuando ture yo el honor de ser llamado á los consejos de S. M.
n creí de mi deber aconsejar cierta medida que tuvo S. M. la dignación
de adoptar con respecto á la iglesia de Orihuela, sospeché y quisiera
saber si S. S. hacia alusión á mí en el particular para poder en él
sincerarme bajo dicha hipótesis. Yo puedo asegurar que cuando en
tré en el Ministerio nada sabíi de la conducta de aquel obispo di de
los anteoedentes de aqual asunto, la mayor parte de los cuales debie
ron sin duda haber ocurrido antes de mi vuelta de Inglaterra , ó á lo
menos antes del tiempo de mi administración. Yo tomé el expedieo ■
te tal y en el estado que se hallaba al tiempo de acordarse en él la
medida resolutiva. Esta fue en mi juicio la mas propia y prudente,
y aunque por entonces tuve el disgusto de verla agriamente comba
tida por algunos, he tenido después y aun tengo la salisfacciou de
haberla visto prácticamente bendecida con los mas felices resultados:
la iglesia de Orihuela, que se hallaba envuelta en serias y peligrosas
agitaciones , logró desde entonces la mas profunda paz, que aun hoy
disfruta , y en el espacio de tres años que van ya trascurridos no ha
vuelto á ocurrir el menor síntoma de disgusto , ni se ha vuelto á o\t
la mas mínima palabra acerca de ellos.
El Sr. HEROS: Ni me ha ocurrido siquiera semejante pan je, do
que no tenia noticia alguna, pues que no me hallaba en España, y
solamente he hablado de un hecho que había pasado por mi.
El Sr. PRESIDENTE: Se suspende esta discusión: va á pasarse
á la del proyecto de ley relativo á la anticipación de 60 millones."
Se leyó el dictamen, (fe'ase el ¿dp.'ndice niim 60.)
El Sr. PRESIDENTE: Abrese discusión sobre la totalidad de este
proyecto de ley.
El Sr. CAMPUZANO:¡En primer lugar, para ilustración de este
negocio pediría á la mesa que se sirviese presentar un estado de la
deuda flotante, los débitos de los presupuestos de 1811), y un estado
de la Tesorería á fines del año 40, documentos que se hallan en el
expediente de presupuestos. No pido mas que esteii sobre la mesa,
porque el asunto, aunque en apariencia sea de urgencia y poca mon
ta , es en el fundo muy trascendental, á la menos en mi juicio.
Creo yo que si la comisión, compuesta de personas tan ilustrad is
como las que la forman, hubiese podido desentrañar este negocio, y
sustituirle un sistema mas completo para la regularizacion de núes.
Ira deuda flotante, lo hubiera hecho. Yo convengo en que estamos
en el caso de centralizar nuestra dauda Ilutante; todos los señares qua
me oyen son demasiado ilustrados para no saber en qué consiste lla
marse esa deuda en la Tesorería, mientras que la deuda conocida es
la deuda del Estado. Esa deuda de la Tesorería eu todos loa países en
que está bien organizada la Hacienda se halla generalmente consig -
nada en los billetes al portador, que ganan un interés al 2 por ilit),
y por medio de los cuales se van cubriendo los déficits que se Encuen
tran en las contribuciones, y cuando llega á crearse una gran suma
se procede entonces á una gran operación , cual es la de un emprés
tito , una nueva cotización ú otra semejante.
En este proyecto hay dos pensamientos unidos, y de ellos es á mi
juicio conveniente el uno, urgente el otro.
El pensamiento de la anticipación ó prístanlo de 60 millones es
urgente ; el de la centralización de la deuda flatante conveniente.
Yo solo echo de menos en la anticipación la curta cantidad; siento
que no sea la cantidad mayor, y la razón que tengo es muy sencilla.
Yo no me figuro que pueda el Sr. Ministro de Hacienda tratar de
llenarel déficit que resultará de los presupuestos del año 1811, coa
una suma tan corta como la de 60 millones. Li centralización por
otro lado la considero muy necesaria para poder restablecer nuestro
crédito, porque en todas las naciones está conocido que la deuda flo
tante es el primer elemento que sirve para mover el crédito; y si la
deuda flotante tiene crédito, este crédito refluye sobre el de la deu
da consolidada. •
Asi como yo apruebo una y otra operación, no estoy de ninguna
mañera conforme en amalgamarlas, .y me pregunto: ¿cuál puede ser
la causa de esta amalgama? Aquí veo yo un enigma; porque ¿qué
razón habrá para confundir estas.dos operaciones, cuando cada una
de ellas podía hacerse simultáneamente en un día? Un empréstito,
falta el crédito. Modo de hacerlo, consignar una hipoteca especial.
Esta fue la primera idea y la opinión del Sr. Miuistro de Ha
cienda en el otro Cuerpo, en donde encontró tanta generosidad , que
no contenaos con darle la hipoteca, le añadieron elarriendo de las ren
tas que habian de servir para la hipoteca.
Encuentro yo esto tan trascendental, que creo esta una ocasión la
mas á propósito para que los dignos Senadores mis compañeros ma
nifiesten su interés por la causa del pueblo, que en esta ocasión sin
mas que considerar bien el asunto y buscar su salida, la mas conve
niente, pueden ponerse en una posición muy superior á la en que se
ha puesto el otro Cuerpo, mientras que en todos los demás hemos
caminado de acuerdo, y si se puede decir hemos rivalizado en inte
rés por la causa pública.
Yo voy ahora á explicar el origen de esto. Las naciones no tienen
mas que tres medios para cubrir sus necesidades. El uno son las con
tribuciones, el otro son los préstamos y el tercero es el papel mone
da. Pues, señor, nosotros hemos tenido, ó podemos decir que tene
mos, el privilegio de invención de un cuarto medio; este es el de
las contratas y anticipaciones por libramientos sobre los rendimien
tos futuros de nuestras rentas. Yo voy á explicar también el origen
de este cuarto arbitrio , que es de invención propia nuestra , per
decirlo asi.
 473
Señores , eile arbitrio ó medio singular ei eoDieeuenoia precita de lir de apuros la Tesorería obrando eon toda la libertad necesaria.
las circunstancias en que nos hemos hallado durante la guerra. No Bien considerado , si vamos á desentrañar el préstamo de los 60
podian imponerte nueras contribuciones al pueblo porque el pueblo millones, veremos que no es mas que ana pona mano queda al Estado
estaba agobiado ja con las que tenia , porque el pueblo estaba con una clase especial de acreedores porque se les liquide y pague da
tribuyendo al mismo tiempo en especies, en alojamientos, baga preferencia su crédito, que dice: "yo te doy 60 millones; pero tú
jes &c. de una manera tan penosa, que era imposible que pudieran me has de liquidar, y por consiguiente pagar y reconocer una suma
pagarse ni imponerse nuevos tributos. de 60 millones , y al mismo tiempo me darás en hipoteca de esos 60
Asi es que con grandes dificultades y no menor resistencia se han millones una ó dos rentas, la de la sal y la del papel sellado, que
impuesto dos contribuciones extraordinarias solamente durante la valen según el estado de ingresos 60 millones: la una, la de la sal,
guerra. En medio de esto bien sabemos los males que acompañaban á valió 55 millonea en el año de 44, y se calculaba en 56; el papel se
esta misma guerra, que se extendía por todos los ámbitos de la Penín llado y los papeles de giro eran 15 millones , y se calcula en 1G-H
sula. Q ,e hay imposibilidad de recargar las contribuciones. Pues aho con que quiere decir que estos serán 80 millones, y que decimos: "de
ra bien: recurramos á los empréstitos. Para hacerlos se necesita te un golpe doy 80 millones por 60:" la negociación no me parece
ner crédito; este le hemos perdido desgraciadamente desde el mo mala. Es de advertir una cosa que yo he dejado aparte también, la
mento en que hemos cesado de pjgar los intereses de la deuda ; por- consideración del arriendo, porque solo la bípotrea es una cosa muy
aue el que no paga intereses ¿cómo ha de encontrar quien le pres importante cuando el arriendo va mucho mas allá; pero no tiene
té? El papel moneda se aumentó, y aquí recuerdo lo que dijo ayer esa tola ventaja, sino que i medida que se liquidan esos créditos se
Oportunamente el Sr. Ministro de Gracia y Justicia en ocasión de les abona un módico interés , que supongo terá un 2 ó 3 por 100;.
otra cuestión importante, de que había sido una revolución la nues pero no es esto lo peor, sino que yo creo, podrá ser una presunción
tra de monjas, porque el papel adquirió un valor que no se ha visto mia, pero yo creo que lo que se busca con esta anticipación no es
en otras revoluciones, y la posteridad la mirará también por lo mis impedir, es seguir el embrollo, es seguir el encadenamiento de esas
mo como la mas justa y moderada que presenta la historia de los si operaciones que ofrecen un lucro pasajero, pero que hacen un bien
glos. Asi, pues, no pudiendo recargarse las contribuciones; no ha á los especuladores: la cosa es clara; el interés suyo no es el de li
biendo bastante crédito para hacer empréstitos; no teniendo valor quidar, porque en este cambio de papel que recibe y que da están
para crear papel moneda, ¿qué recurso quedaba? esparcidos estos papeles en mil manos, y yo creo, presumo, sospe
Afortunadamente se nos presentó en estes circunstancias apura cho , y lo sentiré por el perjuicio que resultará á la nación, que no
das nn genio singular que parecía nacido para ellas; uno de aque quieren liquidar, que no pueden liquidar, porque muchos de los pa
llos genios que se llaman genios de salvación ; un genio tal , que no peles que tendrían que presentar para esta liquidación no están acato
diré yo que pasado aquel momento hubiera de hacerse con él lo que en sus manos.
se hizo con el inventor del juego de ajedrez, al cual le hicieron sa Pues ahora bien : si estos hombres de buena fé quieren liquidar,
car los ojos, pero si un genio al cual yo elevaría una estatua por las ¿por qué se negarían á una liquidación, i un interés muy justo, como
grandes cosas que ha imaginado, y á quieu construiría yo un pala el de 3 por 100 , para las cantidades liquidadas, pero dejando aparte
cio en el alto del Moncayo , & condición de que fuera á residir rn él. la negociación del anticipo de 60 millones , porque hay una muralla
Pues ahora bien: según ese sistema durante la guerra se han he como la de la China entre la anticipación y la liquidación? En mi
cho operaciones las mas arriesgadas, operaciones las mas valientes; y juicio, señores, porque yo jamás pretendo ser absoluto, esta opera
aquí citará yo como una de las cosas laas imporlautes que se han he ción en nada desembarazará al Tesoro, no aventajará nuestro crédi
cha en esta época y por estos medios, el suceso mas importante que to, ni quitará al Sr. Ministro los grandes apuros ea que se encuen
ba habido en la guerra ; porque yo, que estaba en el eso de poder tra (El Sr. Fcrrer pide la palabra en pro).
considerar sus consecuencias citaré como el suceso mas importante de Yo, señores, creo que he dicho lo bastante para demostrar qae
nuestra guerra el del puente de Lucharía. Es cierto que vencimos en por lo menos se encuentra en estas dos operaciones unidas un enign a
Luehana ; ¿ pero cómo se preparó esa victoria ? Por los inmensos re que yo no sé descifrar, y que en nada nos favorece, y al mismo tien -
curso! que se proporcionaron al ejército, por la singularidad de ese po considero que estas dos operaciones pudieran mucho mejor hacerse
fenío tan singular (El Sr Linage pidió la palabra), y por los me- separadas pata los intereses del Estado y de partió 1 res; y digo mas:
ios extraordinarios de que se valió para que no le faltara la subsis que no hay razón para que se nieguen los interesados en ellas i que
tencia á ese ejército en un tiempo tan importante. la centralización de la deuda se separe de la negociación del emprés
No fue eso solo; otras cosas se han hecho durante toda la época de !a tito, porque si dijesen : "nosotros no entregaremos los títulos del de
guerra del mismo modo. Hombres asociados en estas empresas han pósito," ¿ba de ser siempre el Gobierno victima de ese? No señor;
secundado grandemente al Gobierno. No puede negarse que aunque que los anule, que los sujete i liquidación. Pero yo pregunto: ¿no
ha habido recursos, seguramente no eran comparables i aquellos que se puede considerar mas que como deuda flotante el importe de esos
Aoi ejércitos arreglados en las ¿pocas de un sisiema recular necesitan réditos? Pues, señores, yo entiendo que deuda flotante deben ser to
para las operaciones militares; pero lo cierto es que se facilitaban dos los débitos de la Tesorería.
con esta falsa moneda, porque esto np era mas que un encadenamien Se han dejado de pagar 543 milIones.de cantidades aprobadas en
to de negociaciones parciales, y con esta falsa moneda se bacian za los presupuestos por las Cortes, con que me parece que esos 543 millo
patos, se proporcionaban camisas, vestuarios &c. Esto era obra de esa nes debian de entrar en la deuda flotante; porque ¿qué derecho hay
clase de papel. En este tiempo naturalmente los riesgos de las opera para privar al empleado , al militar , á la monja, al exclaustrado
ciones erau grandes; á proporción de los riesgos babian de ser los de aquellas cantidades que te les deben por no haberse cubierto el
premios de estas operaciones. Yo tengo conocimiento de muchas de presupuesto, y para dar el beneficio á otros? Pues qué ¿son de peor
ellas; yo he estado en posición de saber que estas operaciones no so condición todas estas clases respetables? No es decir esto que yo me
lamente se bacian por los medios nuestros, sino que tenían relacio oponga á la deuda flotante ni al préstamo, porque mi idea no es mas
nes fuera de España; y yo me acuerdo de haber visto proposiciones que facilitar estas dos operaciones de tal manera , que yo creo que si
de esta naturaleza en-que se invitaba á personas de fuera del reino i se adoptara la separación el crédito de la nación i vista de una
entrar en especulaciones que podrían proporcionar un lucro de con tan marcada de justicia desde este mismo inttante príncipiaria i le
sideración. Claro está que esto era proporcionado i loa riesgos que vantarte sobre la base mas sólida, que es la moralidad.
iban acompañados á estas empresas. Pues señor , ahora voy i indicar cuáles el camino por donde
Este fue el principio: vramos las consecuencias. Las consecuen nosotros debemos en mi concepto dirigirnos al mismo que el Sr. Mi
cias fueron, que como todas estas 'empresas estaban complicadas y nistro se propone seguir, que es el de proporcionarse recursos man-
ligadas de mil maneras, tan pronto se trataba de una contrata de ■ teniendo el mayor crédito posible ; voy á indicar el cansino, sin que
vestuario, como de un anticipo en dinero, como de otra cosa que pe en esto baga mas que citar hechos históricos.
rentoriamente necesitaba el Gobierno. Han hecho ademas estas em- La Francia, señores, se vió el año de 1815 en una situación aeaso
Íretas que sus negociaciones tengan un encadenamiento constante; peor que la nuestra , situación muy critica, porque tenia que cum
e manera que unas veces se ofrecia ó se daba una cantidad de di plir con obligaciones muy superiores á las nuestras) pues allí se
nero unida á una cantidad de papel que habia ya perdido valor, y empezó por un camino muy sencillo, que quisiera que nosotros si
otras veces se daban en cambio libramientos por suministro de una guiéramos, y estoy persuadido que tendrá que adoptarte, y consiste
ó otra clase de épocas lejanas. en justicia para todo, moralidad , pago de intereses y liquidación.
Ea estas operaciones siempre ha habido un encadenamiento, que Estas son las bases del crédito; y si no, dígateme: ¿por qué he
ha dado la vida i los emprendedores y atrevidos ingenios que se mos perdido el crédito fuera ? Porque hemos hecho una doble ban
han ocupado de ellas con la esperanza recelosa de acabar en una carrota : otras naciones habrán hecho una; pero nosotros la hemos
fortuna colosal, que pudiera trocarse en una bancarrota : pues , se hecho doble: no hemos pagado los intereses, ni hemos pagado los bi
ñor, esto que era una especie de encadenamiento de proposiciones de lletes destinados al pago de los mismos intereses: eso se llama una do
parte de los especuladores, era para la Tesorería también una especie ble bancarrota. La Francia ha adoptado todas las cargas del Tesoro,
de sistema de trampa adelante, porque la Tesorería se veía en continuos todo lo que es deuda flotante: pues, señores , allí tenemos un ejem
compromisos, se veía angustiada por las necesidades de la época, y plo provechoso, y voy á hacer una observación digna de la atención
trataba de salir del día de cualquiera manera, porque la apremiaban del Senado.
las circunstancias. Pues ahora bien, señores: esta operación doble de En Francia tenemos un ejemplo de preferible imitación en este
un préstamo y de la centralización de la deuda flotante no tiene sentido. Inmensos eran sus apuros en 1815, y ¡cosa admirable) en
toas que una cosa de malo, y es que se presenta el encadenamiento ocho años ba vendido 99.269,611 francos de>enta á 5 por 100 al pre
de esas operaciones, es decir, que es un eslabón de esa cadena , que mio medio de 71 francos 16 céntimos, proporcionándose en metálico
mientras no se rompa no se puede levantar nuestro crédito, ni la- una cantidad de 1,412.836,403 francos.
S.—TOMO L A35
 474
Véaie el grandioso efecto de la justicia ron todoi y para todos; y
siguiendo tan buen ejemplo, piouto podremos ver á la España en si
tuación de competir en crédito con la Francia.
Pero ahora voy á bacer ver cómo se hicieron esas operaciooei
Primera operación de 69.762,902 : '26. Esta operación fue hecha
eo 1816 en la üolsa y en varias partidas al precio medio de 58 f ran
cos y 35 céntimos; parte de ella fue tomada por extrangeros.
Segunda operación: 315.061,814 : 6i). Esta negociación ha tenido
lugar del mismo modo en 1817 y 1818 al precio medio de 57 fran
cos 51 céntimos.
Tercera operación: 197.909,100 : 41. Esta también en 1818 lo ha
sido al precio medio de 66 francos 50 céntimos.
Cuarta operación: 165 millones. Esta se obtuvo en Octubre de
1318 á 67 francos.
Quinta operación, de 7 inillonei. Esta en Junio de 1821 á 87
franco» 7 céntimos.
Sexta operación: 211.118,301 : 51. Esta ya fue un empréstito he
cho con publicidad y en pliegos cerrados al precio de 83 francos y
55 céntimos, que se verificó en Julio de 18'2l.
Y la última operación de 413.980,981 : 53 fue un segundo em
préstito negociado de igual modo en Julio de 1823 á 89 francos 55
céntimos.
Pues ahora bien: si nosotros tenemos este camino centralizando
la deuda flotante, pero centralizándola de una manera que no apa
rezca un encadenamiento de ese sistema fatal que es preciso cortar,
será fácil restablecer nuestro crédito si entramo* en en sistema adop
tado en Francia.
Estos son los motivos por qué me he atrevido á lia:er estas obser
vaciones sobre la totalidad del proyecto, y por lo que voy á presen
tar una enmienda , ó mas bien dos en una.
El Sr: SÜRRA Y H.ULL, Ministro de HACIENDA: Señores,
al tomar la palabra en contra mi digno amigo el Sr. Cauipuzano,
esperaba yo encontrar una fuerte impugnación, porque conociendo
los talentos de S. S. en esta materia de crédito no podia menos de
creer que encontraría un opositor vigoroso que impugnaría la ley
rjor considerarla poco oonveniente, poco suficiente, ó poco justa; pero
mi sorpresa ha sido extraordinaria cuando habiendo oído á S. S. aten
tamente no he encontrado argumento alguno que me pudiese con
vencer que S. S- la había lomado con el objeto directo de impugnar
la ley.
S. S., á mi modo de entender, y según la manera con que ha
presentado sus observaciones, me permitirá que le diga que no ha
entendido bien la naturaleza é índole de la ley; porque ¿de qué se
trata, señores? Aqui no se trata mas que de centralizar ó reunir las
obligaciones que pesan sobre el Tesoro, centralizar en lo sucesivo el
crédito, que S. S. busca por otro camino, y facilitar ai mismo Te
soro aquellas cantidades necesarias para que en su dia pueda el Go
bierno presentarse á las Cortes á manifestar K.s efectos de esta ley, las
economías que se propone, y las cantidades que neoesita para ocur
rir á sus urgencias.
Pero el Sr. Campuzano , discurriendo sobre los mejores medios
para conseguir este objeto, ha dicho que la ley tenia un enigma: jo
no veo enigma alguno; yo leo la ley, y deja á la discreción de cual
quiera persona que la lea el que rae diga si, lejos de ser un enigma,
no es la cosa mas natural , mas clara. ¿Cuál es el objeto de la ley?
El objeto de la ley , el pensamiento dominaule de ella es obtener
una anticipación para atender i un déficit coustante que obra en el
Tesoro , y para cuyos cdlculus se han tenido presentes hs economías
sucesivas que pc-drán , baila cierto punto , rebajar ese déficit que re
sulta.
Ademas en este pensamiento va envuelta también una idea corre
lativa, sin la cual todo cuanto se haga seria insuficiente: S. S. ha
blando délos medios legales que tiene un gobierno para poder bacer
frente á sus obligaciones nos ha dicho que eran tres, y ha beclio á
los españoles el honor de una invención. Esto no es exacto, no hay
tal invención , porque el tomar anticipado sobre una renta , H con ■
tratar un empréstito parcial no es mas que el sistema segundo has
ta aqui de las anticipaciones ; y el segundo objeto de esa ley es sa
lir de esa especie de tutela , el separarnos de ese sistema, que solo ha
podido justificar la necesidad urgente en que se ha visto la nación,
pero que en adelante no es posible justificar, pues que todos los aho
gos que en el dia se tocan no son mas que efectos y consecuencias de
ese sistema que S. S. condena , y del cual se trata de salir por medio
de esta ley , porque esta es nna idea que marcha, no unida, sino
correlativa , como he dicho antes.
Encontrándose, pues, el Gobierno sin poder dar un paso, con
todas las rentas invadidas, el único medio que le'quedaba para sal
var todos esos eoconvenienles y restablecer el crédito era ¡establecer
nna centralización de todas las deudas; no porque no hubiese noticia
de la manera con que se efectuó esa operación en Francia en el año
15, sino por la imposibilidad de poder hacer uso de su crédito y ha
cer esas emisiones , por la imposibilidad de encontrar esos medios de
lanzarse en esa arena de crédito. , tención tantos particulares, y que sirven para mantener las casas de
Al Gobierno no le quedaba , repito , mas qne ese pensamiento;
pensamiento que ha sido muy bien recibido por todos. Por consi
guiente, el enigma que S. S. cree que hay en la ley desaparece en el
momento que se refl.-xione con atención sobre el objeto de la mis
ma ley.
A mayor abundamiento, decaído el crédito por razones que no
son de esle lugar , uo era posible que el Gobierno pudiese proporcio
narse recursos poniendo un coto á ese sistema sin presentar á esas
personas que muestran disposición á entrar en negocios con el Go
bierno una garantía segura , positiva , real; y este es otro objeto de
la ley: dar esa garantía, no la garantía financiera de un Minis
tro que hoy es y mañana no, sino la garantía segura y positiva de
una ley. A la naciou la toca una ventaja grandísima, porque no solo
restablece su crédito, ese crédito, que consiste en la deuda flotante,
sino que al mismo tiempo se la facilitarán para lo sucesivo los me
dios de no tener que acudir i ningún i clase de empréstitos. En efec
to , señores , ¿qué establece esta ley sobre la anticipación tal como
la propone el Gobierno?
Esta ley establece una seguridad que no ba de ser una mentira,
puesto que las Córtes dan una garantía exclusiva, una garantía fija,
una garantía positiva que no pondrá en duda el cumplimiento de
lo estipulado. Si el Gobierno, ó la nación en su caso, tuviese nece
sidad de acudir á medios supletorios para bacer frente á su déficit,
que es imposible que pueda satisfacer, porque cualquiera conoce las
'Consecuencias de una guerra de siete años, que se ha hecho sin mal
que un empréstito y dos couttibuciones votadas para atender A las
necesidades del momento.
Digo, pues, que este mismo pensamiento se contiene en esta an
ticipación, estableciéndose todas las garantías y seguridades posi
bles; ¿y cuál será el resultado? El resultado yo se lo manifestaré
á S. S. El resultado será que el Gobierno quedará desabogado y con
medios para salir adelante en sus apuros. ¿El Gobierno tendrá la
facilidad que tiene la Francia para hacer efectiva la cantidad que
ponen en los presupuestos como primera partida, y que consiste en
un adelanto que se recibe sobre el Tesoro, y que este abona después?
Al Sr. Campuzano, que ha habitado en Inglaterra, no debe ser
desconocido el modo con que en aquel reino se hacen las operaciones
cutre el Banco y el Gobierno. ¿Qué otra cosa son los billetes del Te
soro que una anticipación sobre las rentas? ¿Pueden hacerse estas
emisiones cuando lodas las rentas están embargadas? ¿Pueden ha
cerse estas emisiones cuando se han hecho ya en valor mucho ma
yor de lo que importan las rentas de dos ó tres años? Seguramente
que no.
Pero si de una ves se hace la centralización de la deuda; si de
una vez se establecen por esta ley los medios de hacerlo de una ma
nera positiva y real, es indudable qne el Gobierno quedará desaho
gado para poder en lo sucesivo atender de un mulo verdadero á
sus precisas necesidades, bien pjr medio de emisiones de deuda flo
tante ó por otros equivalentes.
Ya he dicho ames, y vuelvo á decir, que para tehef crédito es pre
ciso pagar; y uno de los primeros axiomas reconocidos por los hom
bres que poseen la ciencia económica es el de que una nación nunca
deja de tener crédito por haber pagado.
Sé ba hecho mención de la bancarrota en que por mas de una
vez se ba visto esa dación tan poderosa. Eo iSórrcr de la nación puede
decirse que aqui nunca se ha sufrido á pesar de haberse visto el Go
bierno agobiado por causas extraordinarias y por motivos tales que
no está en la mano del hombre el preveerlas ó evitarlas. Una cosa es
que haya sucedido esto, y otra que la nación se haya declarado en
estado de insolvencia. Pues si la nación no tiene medios de sálir ade
lante con sus recursos, ¿qué otra cosa podrá hacerse que el de bas
car un adelanto que pu -da proporcionar al Gobierno los medios de
desahogarse en algún tanto ?
Está visto que hasta ahora no ha podido tener lugar Tin emprés
tito, y para rifo na hay mas que atender al resultado que ba tenido
la ley de 17 de Abril, qu; yo combatí en otro tiempo como escritor
público. Esta ley es un testimonio evidente y verdadero de qne no
hay quien se atreva á hacer un empréstito, porque está convencida
toda la Europa que de uuestra situación no pedia dar seguridades para
nadie. Siendo esto cierto, ¿de qu¿ nos serviría ahora salir con nna
ley semejante á aquella ? El ponernos en ridiculo; y no hará eso el
Ministro qué tiene el honor de hablar al Senado. No hay, pues,
mas medio que esperar á mejor tiempo.
La mayor de las calamidades que tenemos es li que debemos á
los extrangeros. ¡Ojalá que toda nuestra deuda fuese solamente na
cional ! Asi nosotros podríamos componernos, porque los acreedores
españoles han dado muchas pruebas de su conformidad en sufrir lo
que las circunstancias no han podido menos de ocasionar; pero la
deuda extrangera es una deuda de honor que la nación no puede re
dimir sino pagándola. Si nosotros pudiéramos arreglar de una vez
nuestro sistema económico, dentro de uno ó de dos años pod riamos
decir á nuestros acreedores: ahí tenéis lo que se os debe, y en ade
lante se os seguirá pagando los intereses.
Acerca de lo que ba dicho el Sr. Campuzano sobre los adelantos
verificados en Francia , d-bo decirle á S. S. que en aquel país son de
diferente clase que en el nuestro, porque allí no se trasfiere el capi
tal ; solo se trasiieren las rentas , esas rentas en que cifran su manu
beneficencia, lai casas de horfandad y otros establecimientos piadosos
de este género. Si aqui hubiesen cifrado muchos su subsistencia en
los intereses de nuestra deuda , ¿ qué seria ahora de ellos ? ¿ Qué se
ria de ellos, cuando hace tanto tiempo que no se pagan, y cuando está
reconocido que todavía tardará mucho en qne pueda satisfacerse? Debo

decir sobre este punto, debo decir que fue rnaj acertada la disposi
ción de la Regencia provisional del reino por la qúe estableció la
capitalización de los intereses de nuestVa deuda.
Repito, pues, señores, volviendo al punto en cuestión, que el
objeto del proyecto que se discute, que su idea dominante es el resta
blecimiento del crédito nacional , y el poner al Gobierno en disposi
ción de atender á todas las obligaciones sin tener que valerse de me
dios extraordinarios que tanto perjudican á los pueblos.
El Sr. LINAGEi Seré breve, parque la falta da conocimientos
para tratar en estas materias ras obliga á ello, mucho mas cuando
mi objeto es solo deshacer una equivocación en que ha incurrido el
Ca in pura no.
El proyecto de ley que se discute para mí es suficiente que baya
sido propuesto por un Gobierno que merece toda mi confianza, y mu
cho roas cuando de lo que se trata es de tener dinero para mantener
las precisas obligaciones del Estado.
Voy al objeto que me ha movido á pedir la palabra , que ha
sido el oir manifestar al Sr. Campusa no las causas que contribuye
ron al triunfo obtenido por nuestro ejército en el puente de Luchara,
porque yo, como dependiente de aquel ejército, y testigo presencial
de esas operaciones, no puedo menos de hacer una aclaración sobre
este punto.
El ejército, asi en las operaciones anteriores á la batalla de Lu-
chana , como en la misma batalla y algunos dias después de haber
entrado en Bilbao, estuvo reducido á la mayor miseria , y este es su
mayor y mas esclarecido mérito.
El ejército en general estaba con pantalones de lienzo en la esta
ción mas cruda del invierno, y en medio del mas fuerte temporal
estaba presentando sus carnes á la intemperie entre la nieve, el gra
nizo y el hielo , y hasta hubo varios oficiales que tuvieron que man»
dar á sus asistentes para que les tomasen una ración del rancho de la
tropa, porque absolutamente no teoiao medios para mantenerse.
Esto, señores, prueba el heroísmo, el sufrimiento y la decisión
de nuestros soldados en aquella circunstancia y en otras muchas
equivalentes, y prueba ademas que entonces consiguieron aquellos
triunfos por puro patriotismo. • nación se puede hacer un empréstito hipotecando una renta, y por el
El Sr. CAMPUZANO: Lo que acaba de decir mi amigo el señor
general Licage es enteramente conforme en lo sustancial a lo que yo
manifesté antes, porque yo constantemente be sostenido que el ser
vicio que' se ha hecho por medio de estas negociaciones ha propor
cionado sobrados recursos para la sub.úst-ucia d-'l ejército, sin que
por esto haya tratado yo de rebajar el mérito que han contraído los
militan! durante la pasada lucha."
Sin mas discusión se declaró haber lug?r á deliberar por artícu
los , y en seguida las siguientes enmiendas presentadas por el señar
Campuzano á los artículos de la ley:
1* Articulo 1? "Se autoriza al Gobierno i tomar una anticipación
de 60 millones de reales electivos en metálico al 6 por 100 de in
terés anual.
Art. 2? Se hipoteca expresa y terminantemente al pago de inte
reses y amortización de este préstamo el producto liquido délas ren
tas de la sal y del papel sellado ó de la de tabacos á voluntad de
los prestamistas.
Art. 3? A 1 is cantidades líquidas que produzcan la renta 6 rentas
preferidas, no se les dará inversión alguna por el Gobierno, sino que
desde luege se harán cargo de ellas los prestamistas hasta la extinción
del empréstito.
21 Art. 4? Se autoriza al Gobierno á centralizar los créditos que
constituyen la deuda llamada flotante, previa avenencia con los in
teresados, y mediante liquidación , y á entregar en equivalente de
los antiguos crédito! do< u .lientos al portador llamadas billetes del
Tesoro, que ganarán un interés de 3 por 100 anual.
Art. 5? Las Corles votarán todos los años 21 mUIunes de reales
por crédito extraordinario ¿obre las contribuciones, destinados única
y exclusi vamcute i la amortización de los billetes del Tesoro, que
se efectuará por sorteos mensuales , entregándose en metálico el ca
pital que representen lo.-, óilletes premiados.
jVrl. C? Ademas se pondrán en venta las minas del Estado (ex
ceptuando lasde azogue), los montesy baldíos llamados de realengo,
las fincas que posee la Hacienda pública (sin destino especial), y los
demás bienes nacionales que no estén afectos á la deuda consolidada,
y el producto liquido de estas ventas se empleará también en la
amortización de los billetes del Tesoro por medio de compras en la
plaza al cambio corriente de la Bolsa. .
Art. 7? Los billetes del Tesoro sirán admitidos en el pago de
contribuciones en una cuarta parte por ahora de las cuotas que cor
responda entregar á los contribuyentes.
Art. 8? Bajo el nombre de deuda flotante se comprende :
1? Los valores pendientes de cobro de los contratos á que se re
fieren las consignaciones insertas en las distribuciones publicadas en
]a (rácela de Madrid desde la de Noviembre de 1840.
2? Las delegaciones sobre azogues.
3? Los valores de los créditos procedentes de contratos, de sumi
nistros, anticipaciones ó efectos- hechos y entregados al ejército du
rante la guerra anteriores á 1! de Noviembre del citado año, j
aprobados por el Gobierno,
4? Los de letras aceptadas y giradas por el Tesoro y Do pagadas;
y asimismo las cartas órdenes expedidas por aquel que procedan
475
de igual naturaleza, y las libranzas que por canges justificados, si
bien aparezcan de distinta categoría, acreditan ser las primitivas de
origen igual á las comprendidas en los artículos anteriores, y su
fecha también con antelación al 1? de Noviembre.
5? Los derechos y cargas de justicia que pesan sobre las contri
buciones y rentas.
6? Los haberes que devenguen las clases activa y pasiva desde
1812 en adelante, y cualquier otro crédito no satisfecho que se halla
comprendido en los presupuestos votados por las Córtes desde la mis.
m a fecha."
Se leyó el art. 1?, y no habiendo quien tuviese pedida la pala
bra, quedó aprobado.
Leido el y una de las enmiendas del Sr. Campuzano, dijo
El Sr. CAMPUZANO: Yo he tenido mucho gusto en oir al se
ñor Ministro de Hacienda, porque veo que en el fondo estamos con
formes, y es preciso que sepa S. S. que yo abundo en las ideas ge
nerales respecto al actual Gabinete, á quien aprecio mucho, y no trato
por consiguiente de hacer la oposición; pero una cosa es hacer la
oposición y otra hacer observaciones que yo considero deben tener»
se presentes en beneficio del mismo pensamiento del Sr. Ministro
de Hacienda, con el cual estoy conforme en la base.
Ya dije el año pasado en el otro Cuerpo que las operaciones de
Ministerio en materia económica teoiao que estar sujetas á la volun
tad de las personas con quienes debe tratar, y este es el mal que yo
quiero remediar; no hay mas diferencia entre la opinión del señor
Ministro y la mia sino que el Sr. Ministro cree que no se pueden
separar las dos operaciones del empréstito y la de la centralización
de la deuda, y yo creo que sí; y para venir á parar á esta posibili
dad de separarlas es para lo que pongo este art. 2?, que dice ( le
lejrú).
Ahora bien : hipotecando el Gobierno las rentas de la sal y papel
sellado, ó la de tabacos, ¿es posibleque no ha de encontrar 60 millo
nes? Pendiente está i propuesta del Ministerio de la Gobernación un
proyecto de contrata de 17 millones que se van á hacer al 6 por 1001
y 4 de amortización. ¿ Y se dirá que por el Ministerio de la Gober
Ministerio de Hacienda no se puede negociar este empréstito á la par,
sino que ha de negociarse A un valor inferior? Pues ahora bien, lúe»
go pongo yo el art. 3? de mi enmienda, que dice (le leyó). ¿Y es po
sible que con estas seguridades no pueda hacerse un préstamo de 60
millones?
Yo reconozco que un empréstito de mayor cuantía ni dentro ni
fuera de España podría hacerse; pero insisto siempre en que no de
ben reunirse las operaciones del empréstito con las de la centrali
zación.
El Sr. Ministro de HACIENDA: Pido la palabra.
El Sr. CAPAZ: Pido que se observe el reglamento : que se pre
gunte al Senado si toma en consideración la enmienda que se ha
leido.
El Sr. PRESIDENTE: Con arreglo al art. 99 del reglamento se
preguntará si el Senado toma en consideración la enmienda del señor
Campuzano; pero entre tanto tiene la palabra el Sr. Ministro de Ha
cienda. 7
* El Sr. Ministro de HACIENDA : Señores, ya he dicho antes que
mi amigo el Sr. Campuzano no se había penetrado sin duda del es
píritu de la ley, porque S. S. debe suponer que cuando se hablaba de
centralización había una deuda sagrada á que atender, y que el
Gobierna deseaba atenderla ; una deuda hipotecaria, por decirlo asi,
que no hay ninguna partida que no tenga consignadas garantías por
las cuales Jos acreedores c.-tau en disposición de emitirlas mañana en
el mercado público.
El objeto de la ley de qife se trata no es aisladamente una propo
sición para que se den 60 millones, no, porque el Gobierno sabe
que autorizado por las Corles para hipotecar esas rentas podria ob
tener el préstamo; ¿per» qué hace entonces de una deuda hipoteca
ria de 350 millones, que está amagando todos los dias á la prosperi
dad pública, y atormentando, digámoslo asi, la ansiedad del Go
bierno? ¿La lia de dejar abandonada? ¿Ha de dejarla asi enteramen
te en el aire? Pues eso es lo que el Gobierno no ha querido hacer, y
lia dicho: lo que debe hacerse es que esta anticipación no solo ¡sirva
para sacar al Gobierno de los actuales ahogos, sino que también sir
va para consignar la parte necesaria de sus productos al pago de esta
deuda que está afectando constantemente el crédito de la Tesorería.
Estas ideas se han tenido presentes al pedir autorización para nego
ciar el préstamo de 60 millones. Pues qué ¿si se publica la licita
ción no vendrán caudales que nada tengan que ver con esa deuda?
Pero al mismo tiempo ¿habrán de quedar defraudadas las esperan
zas de los primeros contratantes? Seguramente que no, y este es el
motivo que el Gobierno ba tenido para presentar esas dos ideas reu
nidas; es decir, que si la licitación de esas rentas produce 100 millo
nes, por ejemplo , es natural que no vengin á parar á minos del Go
bierno mas que 80 ó 90, y parte de esos 80 ó 90 estau destinados á
pagar los réditos hipotecarios , que son el fundamento de la deuda
flotante. Es menester, pues, que el Sr. Campuzano admitiendo este
principio conozca cuál es el espíritu de la ley.
El Sr. CAMPUZANO: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: No hay palabra. La comisión dirá si ad
mite ó no la enmienda.
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El Sr. GOMEZ BECERRAi La enmienda del Sr. Campuzanoba la admisión de los documentos de suministros en pago da sus idea
bla de una cota que no tiene relación con el art. 2?, sino con el 4? dos había nombrado por su presidente al Sr. D. Francisco Saachct
Paro yo me hago cargo por otra parte de otras cosas que ha dicho Fernandez, y secretario al Sr. U. José Mana Pérez.
S. S. El Sr. Campanos trata de hacer un nuevo proyecto de ley se Se leyó y anunció que se imprimiría por ¿Apéndice al Diario di
gún lo que propone en esa enmienda ; y la comisión oree al presente la* Sesione* el dictamen de la comisión encargada de informar sobre
que tratándose ahora del proyecto presentado por la comisión no el proyecto de ley relativo á las épocas en que se han de admitir i
puede conformarse con que se discuta en el acto, sino que patejla en ios pueblos en pago de sus adeudos los documentos justificativo! da
mienda á la comisión. suministros y otros créditos legítimos.
El Sr. PRESIDENTE: Lo que el Sr. Senador Ca rapuza no ha Se leyó y fue aprobsdo sin discusión el dictámen de la comisión
presentado ha sido bajo el concepto de enmienda i los artículos del de Actas relativo á la admisión del Sr. D. Manuel De Pedro, Sena
proyecto. Se preguntará al Senado si se toma en consideración la en dor nombrado por la provincia de Teruel {víase el ¿ipe'ndic* i este
mienda propuesta al 2} articulo, y si asi se verifica pasará á la comi número).
sión. Las enmiendas sucesivas que se hacen á los demás artículos se< El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Gil de las Revillas tiene la palabra.
guirán el mismo curso.** EISr. GIL DE LAS REVILLAS: Señores, el Senado sabe el
Se leyó el articulo con la enmienda. mucho interés de los negocios que. están pendientes de discusión:
El Sr. CAMPUZANO: Me pjrece que para ilustrar al Senado es- tampoco desconoce la urgencia de que estos proyectos de ley se dis
indispensable que se lea leda la parte de la enmienda , y que no se cutan con toda la brevedad que sea posible, y de aquí se deduce la
roten mas que los dos artículos de ella, que son enmiendas al art. 2?, necesidad de que el Senado adopte una medida qne multiplicando ó
por lo que rogaría al Sr. Presidente se sirviese mandar leerle todo aumentando las sesiones facilite el adelantamiento de estos trabajos.
El Sr. PRESIDENTE: Estaraos en el art. 2? Por lo mismo pido al Sr. Presidente se sirva preguntar al Senado ti
El reglamento previene que pueden hacerle adiciones 6 enmien esta noche habrá, sesión extraordinaria.
das á los articules que se discuten : yo no saldré del articulo 2?, que El Sr. VALERO Y ARTETA: Señores, la comisión de Presa-
es del que ahora nos ocupamos. Si lo que ha propuesto el Sr. Campu puestos se compone de veinte y cinco individuos, que es la mitad y
zanoba sido enmiendas al total del proyecto, debió haberlo hecho algo mas de los que estarnas aqui reunidos. Ettá citada para lasoebo.
euando se discotia la totalidad; pero habiéndose tomado en considera y media de esta uoche, y saldrá eomo otras á la una y media ó las
ción el proyecto, se está discutiendo articulo por articulo, á los que dos de la madrugada. La mesa tiene que venir antes para tener arre
Sodrán hacerse adiciones ó enmiendas según el art. 99, pero no pasar glados los trabajos , y accediendo á lo que se propone es imposible
e la enmienda de un articulo á la de otro, pues está prohibido por el arreglarlos, mucho mas siendo en el dia solamente dos los Secre
regla mentó." tarios. Ademas no han de poder concurrir á la sesión veinte y cinco
Se leyó la enmienda del Sr. Campuzano , y el Senado no la tomó individuos que han de tener que estar en la comisión de Presupues
en consideración. tos. Por lo tanto creo que no se está en el caso de poder aprobar esa
El Sr. CAMPUZANO: Esta enmienda comprende tres artículos. indicación.
El Sr. PRESIDENTE: Podrá haber tres enmiendas á un artice El Sr. LORENZO: Hecho cargo de las razones del Sr. Valero y
lo; pero no una enmienda á tres artículos. Arteta, y de la imposibilidad de asistir muchos señores i la sesión
£1 Sr. CAMPUZANO: Es de advertir que no es mas que una de noche , ruego al Sr. Presidente que se proponga al Senado si la
enmienda que se propone de tres partes ó artículos. Por eso creo que sesión podría abrirse á las once de la mañana y durar basta las seis.
es preciso leerse toda." El Sr. GIL DE LAS REVILLAS: Señor, yo sé que la comisión
Se leyó el art. 3! de la enmienda del Sr. Campuzano, y el Senado de Presupuestos tiene ya muy adelantados sus trabajos, y aun de
no le lomó en consideración. algunas otras igualmente: de consiguiente desapareced inconveniente
Se aprobó el art. 2° y se leyó el 3° del Sr. Valero. Al mismo tiempo no puedo menos de Insistir en la
El Sr. PRESIDENTE: ¿Qué propone V. S. {dirigiéndose al te- necesidad de tomar una disposición para que los trabajos se adelan
ñor Campuzano) que se enmiende ó añada á este articulo? ten : asi, si no hay sesión esta noche, que sea mañana.
El Sr. CAMPUZANO: Pido que se lea la enmienda que tengo El Sr. LASAÑA: Efectivamente la comisión de Presupuestos está
hecha á ese articulo. citada para esta noche. El asunto es muy urgente como conoce el Se
El Sr. Secretario VALERO Y ARTETA: Las enmiendas del nado, y por lo tanto podrá muy bien suspenderse por hoy la sesión;
Sr. Campuzano están divididas en dos partes: una, que llama pri pero podría ponerse á votación si ta habría mañana á la noche y da
mer articulo , acaba de ser desechada por el Senado: la segunda este modo estarían avisados todos los Sres. Senadores, porque aqui es
?arte cora prende lo que llama la enmieuda artículos 4!, 5?, 6?, tamos en corto número. Se podía avisar á los que se han marchado
? y 8!" ya, y desde mañana no habrá inconveniente en que hubiese lesiones
Se leyó esa enmienda, comprendiendo desde el art. 4! al 8? in extraordinarias.
clusive. El Sr. marques de FALCES: Señores, me parece que no hay ne
El Sr. FERRER: Siento mucho que mi amigo el Sr. Campu cesidad de aumento en el trabajo, pues no consiste el que no se des
laño insista en una cosa que es contra reglamento, inaudita : yo es pachen los negocios pendientes en la falta de sesiones, sino en la falta
toy á su lsdo y aseguro que nada entiendo de esto; pero creo qua, de individuos para votar las leyes. (/•"oees: No, no). Ya estarían vo
enmienda al art. 3? ó 4! , por ejemplo, del proyecto que se discute tadas nueve ó diez leyes , discutidas ya , si hubiera habido número
es pedir que se enmiende alguna palabra, y que adición es pedir suficiente. Hoy no nos podemos lamentar de haber perdido el tiempo,
que se añada esta cláusula ó periodo. Este es el plan seguido hasta pues en una hora se ba despachado una ley de importancia , cuj-s
•qui, y de otro modo no nos entenderemos. discusión ha durado seminas en el otro Cuerpo.
El Sr. CAMPUZANO: Me parece que lo mas noble, lo mas ge Ademas de la atención que merecen las observaciones que acaba
neroso era que se leyese lo que yo he propuesto; y no sé como el de hacer el Sr. Secretario sobre los inconvenientes de práctica y eje
Sr. Ferrer ha podido decir que es contra reglamento. Lo que be pro cución , es menester también que se tenga presente otra razón, mny
puesto entiendo yo que es enmienda'; otros señores lo entenderán de pequeña sise quiere , pero que no debe despreciarse. Cada sesión
otra manera ; y creo que de parte del Senado está el oir lo que he nocturna cuesta uaa cantidad bastante regular, y en el estado de fon
escrito, sin que por eso pretenda que sea adoptado. dos del Senado no es despreciable. Ademas, si tenemos dos sesiones
El Sr. PRESIDENTE: La mesa es la que gradúa en estos todos los dias sucederá lo que en el otro Cuerpo, que cuando los tra
eómo se ba de entender en lo que puede haber duda. El art. 9» es bajos se han querido dividir en dos sesiones se ha hecho tan corta la
muy terminante, y se ra á leer." sesión de la mañana y tan corta la de la noche que ha resultado el
Se leyó. mijiuo ó menor número de horas que antes. Me parece, pues, opor
El Sr. PRESIDENTE: Yo creo que todo el mundo sabe lo que tuna la propuesta del Sr. Lorenzo de que vengamos mas temprano
os enmienda y lo que es adición. La mesa se encuentra confundida, y proroguemos la sesión, pues esto es mejor que volver á la noche fa
porque el Sr. Campuzano ha presentado tres ó cuatro artículos con tigados sin haber reposado del trabajo de la mañana. Por lo tanto
tenidos en una enmienda á uno solo del proyecto. creo que adoptando esta determinación, no hay necesidad de que haya
El Sr. CAMPUZANO: Pido la palabra para apoyar la enmien dos sesiones.
da , cualquiera que sea la que corresponda al articulo que se está El Sr. SEOANE: La votación de las leyes aprobadas, y las que
discutiendo. en lo sucesivo se aprueben , puede ser obra de un acto ; para lo cual
El Sr. PRESIDENTE : ¿La clasificación de la deuda flotante? si mis noticias son exactas hay suficiente número de Sres Seoadorra
El Sr. TORRES SOLANOT: La enmienda que contenia el art. 3! siempre que se les cite para el caso.
ha sido desechada: por consiguiente, ahora se refieren á los sucesi Yo he visto los inconvenientes que ofrecen por abora las lesione*
vos, y cuando llegue su discusión se deberá decidir sobre ella." nocturnas, y seria de opinión que el Sr. Presidente pusiera 4 vota
Se leyó y aprobó el art. 3! ción del Senado si se abrirán las sesiones á las diez de la mañana; y
Leído el 4?, y la enmienda del Sr. Campuzano, que corresponde en ese caso podremos continuarlas una ó mas horas, pues yo creo quo
al 6? y 6?, quedó retirada por su autor; siendo en seguida aprobado todos los Sres. Senadores están dispuestos á mortificarse un poco con
el art. 4? y 5! sin discusión. tal que salgamos de este aglnmeramiento de trabajos que ha produ
EISr. PRESIDENTE: No habiendo número suficiente de seño cido , no la precipitación, sino la circunstancia de haberse empezado
res Senadores para la votación que señala el reglamento, se verifica estos á mediados de Junio por razones que lodos sabemos.
ra: esta cuando lo baya. Asi que , si el Sr. Presidente no tuviera inconveniente, podia
El Sr. GIL DE LAS REVILLAS: Pido la palabra." poner á votación el que se empezaran las sesiones á las diez.
Dióse cuenta de que la comisión encargada de informar acerca de El Sr. CAMPUZANO: Yo ciaría muy conforme con la propo-

si'cion del Sr. general Lorenzo ; pero es necesario tener presente qne
hay muchos Sres. Senadores que pertenecen á tribunales y otras ofi
cinas , en que necesitan asistir á ciertas horas ) y siempre que
esto pueda salvarse no tendré inconveniente en aprobar la propo
sición.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Por lo que hace al Tribunal Su
premo, que es al que pertenecen la mayor parte de los magistrados
que se encuentran aqui, no hay inconveniente en que se empiece á
las dies la sesión , porque estoy seguro de que mis dignos compañe
ros irán al Tribunal a las seis de la mañana.
El Sr. PRESIDENTE: La mesa espera el momento que haya en
Madrid setenta y cuatro Sres. Senadores en disposición de poder asis
tir i fin de citarles exclusivamente para la votación de todos los
proyectos de ley que se han suspendido por esa causa: en el dia se
cuentan setenta y dos que ya pueden asistir i esta votación; mañana
tendremos uno mas, y en el .momento en que alguno de los enfermos
se dé de alta no se descuidará la mesa á fin de que se verifiquen las
votaciones indicadas1.
En cuanto á la indicación del Sr. Lorenzo, la roy á poner á vo
tación.
El Sr. LANDERO: Me atreveré á suplicar á los señores que pi
den se empiecen las sesiones á las diez que sean á las once, porque
será el modo de que haya exactitud en la asistencia y que se compro
metan á ser tan puntuales como los negocios de-cada uno le permi
tan. Creo que de este modo abriéndose los tribunales á las sietej á las
once habrán cumplido con el reglamento : esto es lo que suplico al
Senado, (fiarlos Sres. Senadores: Conforme, conforme).
El Sr. PREStOENTE: Es constante que abriéndose la sesión á
las once y prorogándosé una hora se suple una sesión de tres horas;
S._TOMO J.
477
P orque nünca se empieza la sesión hasta la una; pero éü indispensa»
b le que se asista á la hora indicada."
Hecha la pregunta por el Sr. Presidente, el Senado acordó empe.
zar sus sesiones desde mañana á las once.
Dióse cuenta de que las secciones tercera, cuarta y quinta habían
declarado útil y oportuna la proposición de ley presentada por el
Sr. D. Alvaro Gómez Becerra en la sesión der' 3 del corriente sobre
supresión del Tribunal especial de las Ordenes y otros; la primera
de no oportuna , y que la segunda no habia contestado.
Que igual calificación habian hecho las mismas secciones acerca
de la proposición de ley del expresado señor leida en la sesión del 4
sobre supresión de los tribunales de las subdelegaciones de Rentas y
otros civiles especiales y privilegiados.
Publicóse que la comisión encargada de informar acerca del pro
yecto de ley relativo á la cesantía de ios Ministros habia nombrado
presidente al Sr. D. Juan Lasaña en reemplazo del Sr. D. Miguel
Antonio Zumalacárregui , que está enfermo, y secretario al señor
D. Hipólito de Hoyos, del Sr. D. José Aranaíde, que se ausentó.
Y que la que ha de dar su dictamen sobre el oficio del Sr. mar
ques de Guadalcázar habia verificado igual nombramiento de presi
dente y secretario, recayendo el primero en el Sr. D. Dionisio Capaz,
y el segundo en el Sr. D. Joaquin Francisco Campuzano.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Tengo que apoyar mis proposi-
ciones.
El Sr. PRESIDENTE: Mañana lo hará S. S.
Ciérrase la sesión, y mañana á la hora indicada' éontinuarán loé
asuntos péndientes."
Eran las cinco, y inédiu
136 APENDICE.
 APENDICE AL IWIM.
DIARIO
DE
LAS SESIONES
Dictamen de la comisión encargada de informar acerca det proyecto de ley sobre
las contribuciones , y épocas en que se han de admitir á los pueblos en pago de sus
adeudos los documentos justificativos de suministros y otros créditos legítimos leido
en el Senado en la sesión de 5 de Agosto de 184.1.
Con el mayor deteni miento ha reconocí.lo la comisión que sus.
«rite el proyecto de ley aprobado por el Congreso de lus Diputados
•obre las contribuciones y épocas en que se han de admitir 4 los
pueblos en pago de sai adeudos los documentos justificativos de su
ministros y otros créditos legítimos *que conservasen en su poder, y
de resultas de este exámen la comisión tiene la honra de dirigirse al
Senado exponiéndole su parecer.
Desde ltlego conviene manifestar que el proyecto procede primi
tivamente del Gobierno, pues lo presentó- á las Cortes al tiempo
mismo y con la misma Memoria en que les propuso otro pidiendo
te le autorizase para contratar una anticipación de 60 millones de
reales efectivos en metálico, y la centralización de varios créditos
comprendidos bajo la denominación de deuda flotante.
Este último proyecto pende de la resolución del Senado por ha
berse dado cuenta del dictamen de la comisión á cuya censura pasó.
Kn el expediente relativo al mismo se halla original la Memoria:
i esta te dió la conveniente publicidad insertándola en el Diario de
las Sesiones Je Curtes núm. 92 de las correspondientes al otro
Cuerpo colegislador ; la eomisioo creyó debía tenerla presente para
formar su concepto, y efectivamente la tuvo, convenciéndose de que
el principal pensamiento dominante en uno y otro proyeelo no fue
otro que el de atender á todas las obligaciones del servicio publico
con la mayor exactitud posible en la situación apurada en que no
poede menos de hallarse el Tesoro por efecto necesario de los crecidos
gastos é inferiores ingresos experimentados tantos años hace.
Este pensamiento á juicio de la comisión es sobremanera loable; y
in aplicación en el proyecto á que se contrae este informe se reduce á
declarar las contribuciones en que han de admitirse los documentos
de suministros, anticipaciones y medio diezmo de 1857 y 1858, con
el fin de que recibiéndose en metálico hasta cierto punto las corrientes,
consiga el Gobierno algún desahogo para poder llevar adelante su
justo y útil propósito.
Los tres artículos del proyecto explican con bastante claridad
•1 modo, forma y tiempo en que respectivamente se ha de reriliear
Dictamen de la comisión de Actas.
Provincia de Teruel. La eornision de Actas ha examinado los do
cumentos presentados por el Sr. D. Manuel de Pedro, Senador nom
brado por la provincia, de Teruel (cuya acta de escrutinio fue apro
bada en 29 de Marzo ultimo) en reemplazo del señor don Agustín
Arguelles, que optó á Diputado , y es procedente de la tercera reno-
vacion del Senado; y hallándose en ellos acreditadas las cualidades
S.--TO MO L
65.
DE CORTES
la admisión de lo» referidos documento»; j la comisión contempla
ocioso detenerse a especiarlos cuando constan del mismo texto.
Pero sí estima del caso consignar aqui, y no duda lo confirme tam
bién el Gobierno, que los suministros que hayan hecho y hagan los
pueblos desde 1? de Enero de 1811 en adelante le» serán admitido*
en pago de las contribuciones corrientes, ó sea de las vencidas desda
igual fecha, porque la suspensión de que trata el art. 3? se contrae
únicamente á los suministros anteriores á la misma.
Bajo esta inteligencia la comisión juzga debe proponer al Senado
que se sirva aprobar sin variación el expresado proyecto de ley <lu8
ya lo fue por el Congreso, y dice asi:
Articulo 1? Los documentos justificativo* de anticipacione» y su
ministros hechos paPa atenciones de guerra, y los recibos del medio)
diezmo de 1857 y 1838, y los de caballos requisados, se continuarán
admitiendo por todo su valor como hasta aqui en pago de la contri
bución extraordinaria de guerra de 180 millones.
Art. 2! Los expresados documentos de anticipaciones y «uminis-
tros se admitirán también en pago de las contribuciones ordinaria»
devengadas hasta fin de Diciembre de 1810, y de las cantidades qué
resultan por cobrar de la contribución extraordinaria decretada por
la ley de 50 de Junio de 1838, y serán para estos casos trasferible»
de una provincia á otra con las formalidades que el Gobierno consi
dere necesarias.
Art. 5'.' Se suspende por ahora, y solo hasta fin de Marzo de 18.12,
la admisión de los documentos de anticipaciones y suministros an
teriores al 1? de Enero de 1811» en pago de las contribuciones ordi
narias corrientes ósea de las vencidas desde esta misma fecha, que
no estuviesen realizadas á la publicación de esta ley.
Asi opina la comisión: el Senado sin embargo tendrá á bien
acordar lo que estimase mas acertado y conveniente. Palacio del Se
nado 5 de Agosto de 1811.=Francisco Sánchez Fernande».=Andre«
Martínez Orinaga.=Eugenio Ladrón de Guevara.sAntonio de Solisi=
José Maria Pérez , secretario.
requerida»i para el desempeño del cargo ijae se le ha conferido,
r . "1f.t-ilnen que el Senado puede servirse acordar su admisión
definitiva. Sin embargo resolverá lo que estime mas conveniente.
Palacio del Senado 5 de Agosto de 1811.= Manuel Loren*o.=José
Joaquín de Moya.=Joaquin Francisco Campuzal». ■
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 NUMERO
DIARIO
DE
LAS SESIONES
HABI
SESION DEL DIA 6 DE AGOSTO DE 1841.
Se abrió á las once y cu&rto, y leída el acta de la anterior por el
Sr. Secretarlo Torres Solaoot , quedó aprobada.
El Sr. PRESIDENTE: Orden del dia. Continúa la discusión por
artículos del proyecto de ley de dotación de Culto y Clero; pero
•opuesto que las secciones han calificado de útiles y oportunas algu
nas proposiciones, se.va á dar cuenta de elbs para que sigan su curso."
Se leyó la proposición del Sr. Gómez Becerra relativa á la su
presión del Tribunal especial de las Ordenes militares, {f¿ase el Dia
rio n&m. 61).
El Sr. GOMEZ BECERRA: Ruego al Sr. Presidente se sirva
mandar leer la otra, porque parten de los misinos principios , y las
apoyaré á ambas de una vez i fin de ahorrar tiempo y molestia al
•Senado."
Se leyó la relativa i la supresión de los tribunales de las subdele-
gaciones de Rentas , Montes, Correos y otros. ( f^-Jase el Diario nú
mero 62).
El Sr. GOMEZ BECERRA : Señores, ya be diobo que parlen de
las mismas razones y de los mismos principios las dos proposiciones,
en cuyo apoyo emplearé muy pocas palabras.
La iglesia tiene una prestación propia, y tiene otra que se puede
decir concedida, ó á'lo menos tolerada ; pero ambas prestaciones son
ordinarias, y ban estado expuestas á ataques é invasiones.
Se han creado tribunales especiales, y se han dado estas prestacio
nes á personas que realmente no eran ordinarias diocesanas: se ban
perjudicado las atribuciones y facultades del episcopado, y estas
prestaciones no se han becho por gentes extrañas, sino por eclesiás
ticos. Lo mismo ha sucedido respecto á la prestación ordinaria. Desde
que se vió la necesidad de que hubiese administración de justicia se
establecieron los tribunales mas ó menos bien organizados, mas ó
menos perfectos que bebían de llenar este deber para la necesaria
subsistencia déla sociedad bajo este supuesto, porque la sociedad se
compone de hombres débiles y sujetos i pasiones, y nació la juris
dicción ordín aria , porque al principio no se pensó ni pudo pensarse
en otra clase de jurisdicción. Después también esta clase de jurisdic
ción ordinaria ba sido invadida y atacada, y se ban creado los tri
bunales espeoiales y tribunales privilegiados.
Parece que ya es llegado el tiempo de que desaparezcan estas ano
malías , y de que las jurisdicciones ordinaria , eclesiástica y civil
sean reintegradas de estas usurpaciones: la discusión se ha promovi
do, y no ha sido ciertamente por mi. Yo sé bien que estas reformas
tendrían un lugar mas propio en la ley orgánica del poder judicial:
el mismo dia que se acababa de discutir en las Cortes el capitulo de
la Constitución de 1857 que trata del poder judicial hice una pro
posición para que se nombrase una comisión que propusiera esa ley
orgánica , acaso una de las qué mas se necesitan , y que no ha tenido
efecto por causas que no es necesario explicar; pero sin embargo de
que no se ha entrado directamente en la formación de esta ley Orgá
nica , la cuestión de los tribunales eclesiásticos y seculares está en
juego, y en juego de un modo extraordinario ; y hé aquí , señores,
el origen , el principio , la razón de mi proposición, es decir, el de-
»eo de que se haga lo que conviene hacer , pues no entro ahora en esa
cuestión ; á su tiempo se debatirá en el Senado, y podrá darse mas
S.—TOMO í.
64. 479
DE CORTES,
extensión á mi proposición , que ahora no contiene mas que cuatro
palabras. Mi objeto es que si deben suprimirse los tribunales que en
ini proposición se expresan se supriman con órden , con regulari
dad , y de la manera que está establecido en la ley fundamental del
Estado.
Por la ley de Presupuestos que ha venido del otro Cuerpo cole
gislador, y que dentro de breves días empezará á discutiise en el Se
nado, se suprimen la mayor parte de los tribunales comprendidos en
mi proposición y otros que no lo están, pero que se hallan en la misma
catrgoria; y la supresión se hace directa ó indirectamente, ó diciendo
expresamente: "queda abolido tal tribunal," ó "queda abolido el gasto
que bacín ," lo que equivale á la supresión del tribunal, ¿Pero es
, este objeto y materia de la ley de Presupuestos ? Hé aquí por qué de
seo que se baga otra ley en que se establezca esa supresión t con lo
cual vendría bien la ley de Presupuestos, porque el art. 64 de la
Constitución dice que '"las leyes determinarán los tribunales y jua
gados que ha de haber , la organización de cada uno , sus facultades,
el modo de ejercerlas y las calidades que han de tener sus indivi
duos." Si las leyes son lasque ban de determinar esto, la ley de
Presupuestos seguramente es una ley; ¿pero es acaso de las leyea de
que habla la Coi.stitucion en su art. 64/ ■ ' ' »
No señores; es menester que se tenga aquí á la vista una particu
laridad que tiene la ley de Presupuestos, y de que no se puede pres
cindir, cual es, que la ley de Presupuestos se diferencia de las demás
leyes en que #u todas las demás cada Cuerpo colegislador y la Corona
tienen el veto , y en la de Presupuestos el Senado no tiene veto, y
aun me atrevo á decir que ni la Corona, como no sea á costa de que
darse el Gobierno siu presupuestos.
. Cuando la Constitución dice que las leyes determinarán , habla
de las leyes ordinarias y comunes; y el Senado no puede consentir
en que se desvie nadie de este órden, porque renuncia á sus funcio
nes desde el momento en que se reconozca que en la ley de Presupues
tos se pueden echar á. tierra corporaciones y establecimientos, y des
de que se reconozca esa facultad libre y expedita, desde entonces el
veto del Senado se acaba, desde entonces está en manos del Congreso
trastornar todo el órden de la administración púbiiea y todo aquello
para lo cual se necesita la formación de esas leyes ordinarias, de esas
leyes, á que concurren los dos Cuerqos colegisladores. Yo trato de sal
var este inconveniente, no de oponerme á que se nieguen ios gastos,
á que se cierren esos tribunales: estoy conforme en que se supriman;
pero deseo que se supriman en virtud de una ley especial formada
con arreglo al art. 64 de la Constitución. • ■
Deseo que queden consignados estos principios, no solo por me
dio de mi proposición, sino por el asentimiento que la dé el Senado;
y asi le ruego que se sirva tomarla en oonsideracian para que pase a
la comisión que corresponde.
El Sr. marques de FALCES: Pido la palabra.
El Sr. P RESIDENTE : Como hay dos proposiciones que el señor
Becerra ba apoyado al mismo tiempo, Ta á ponerse i discusión la
una y desp Ues la otra.
El Sr. marques de FALCES : Mis observaciones seguirán el mis
mo órden que las del Sr. Becerra. ■ • ,■
.137 '
 480
£1 Sr. PRESIDENTE: Abrese discusión acerca de la primera Cuerpo mientras esté sometido al exámen de otro , el Congreso dis
proposición." putarla, y con alguna justicia, que él mismo lo había tratado, aun
Se leyó. que indirectamente; de modo que el Senado no haria con esto sino
El Sr. CAMPTJZANO : Pido que se lea el articulo que habla de manifestar deseos de que se hiciese esta reforma cuando su objeto era
las proposiciones." '• j contener la violencia del Congreso.
Se leyó el art Gl. W» gfc '*.'-"» Hago estas observaciones con la templanza que acostumbro, j me
El Sr. PRESIDENTE: Estamos, pues, en el caso de "abrir dis- parece que el Senado no debe dar un paso con el cual en mi concepto
cusion sobre esa proposición. **• - - no lograría el objeto que se propone el autor de este proyecto.
El Sr. CAMPUZANO: Pero tolo en el caso de que algún Sr. Se El Sr. GOMEZ BECERRA: £1 Sr. marques de Falces ha antici
nador tenga pedida la palabra en contra. pado cuestiones que no son del estado preseote en este negocio, en el
El Sr. PRESIDANTE: En esa inteligencia está la mesa. El señor cual solo se trata de si se ha de tomar ó no en consideración este nego
marques de Falces tiene la palabra. cio; esto es, si puede merecer la atención del Senado, porque esto sig
El Sr. marques de FALCES: Parecerá una temeridad que habien nifica tomarla en consideración. Si el Senado cree que efectivamente
do sido calificada de útil y oportuna la proposición del Sr. Gómez merece atención este negocio, se examinará , pasará á una comisión,
Becerra creo que por las cinco secciones, y estando firmada por un y con su dictamen se le someterá á la deliberación del. Senado. La
sugeto tan conocedor de las materias sobre que versa, parecerá, digo, impugnación verdaderamente directa que ha hecho el Sr. marques
una temeridad el que va la impugne. Confieso que el modo con que de Falces consiste en el articulo del reglamento que impone al Sena
la ha defendido desvaueee en parte las objeciones que pensaba hacer. dor autor de una proposición de ley la obligación de formularla, con
Sin embargo me permitirá decir el Senado en primer lugar que yo los artículos y disposiciones mas principales de ella. El Sr. marques
considero y creo, acaso me equivoque, que en el modo cou que se de Falce* me liara la justicia de creer que este articulo no podia ha
ha presentado esta proposición no se ha observado la forma que bérseme pasado pur aito : lo he tenido muy presente, y lo he cum
prescribe el art. 59 del reglamento, que previene que cualquier señor plido; porque ¿ qué mas se podía decir que lo que dicen esas pocas
Senador puede presentar provectos, ó sea para formar nuevas leyes palabras eu que están concebidas mis proposiciones? Ahí está la
ó para derogar las leyes existentes, pero que en uno y en otro caso esencia de la ley; y si se aprueba , nunca podrá aprobarse mas que
las proposiciones deberán expresar sus disposiciones principales. Me lo que en ella se dice. El reglamento impone la obligación de for
parece que en la del Sr. Gómez Becerra no se indican las disposicio mular la ley, al menos en las disposiciones principales: yo lo he
nes principales que debiau explicar su sistema ; antes poi eli oenlra- comprendido lodo en un artículo; pero yo dije: si se toman en con
rio se envuelven en ún solo articulo medidas de índole muy diversa. sideración y, pasan i la comisión, a esta toca el entrar en los detalles
A mi me parece imposible que en un articulo único se comprende la que el Sr. marques de Falces ha echado de menos , y que hablando
supresión de tantos tribunales , que tienen diferente naturaleza, cu generalmente ro pueden cumplirse nunca. Para entrar en esos de
yo origen es diverso, cuyo modo de proceder varia , y cuyas funcio bates, en la mayor parte de las leyes son necesarios mas conoci
nes es preciso señalar clara y terminantemente por quién y cómo se mientos que los que reúne un individuo solo: es necesario en muchas
han de desempeñar , pues no basta la regla general de que han de pa leyes saber y tener noticias de los datos y antecedentes que tiene él
sar las causas y negocios pendientes a' los tribuir les ordinarios. Vo Gobierno, y el reglamento no podía suponer que cada Senador, in
no veo en esa proposición un deseo vago, indeterminado que propone dividuo particular, pudiese reunir esta suma de dalos; quien puede
á una comisión un problema que resolver. No ha podido ser esa la reunirlos es la comisión ; esta es la que liene que entrar en los deta
mente del art. 59, que ha querido que la iniciativa que corresponde á lles: yo he propuesto la proposición principal, esencial, y no estaba
cada Senador se ejerza efectivamente por él y no se obligue á usarla obligado á mas. En los detalles entrará la comisión como debe en
á una comisión. ■■ trar, y tal vez el mismo Gobierno tendrá intervención en el
Asi, pues, yo hubiese querido que S. S. se hubiese tomado el tra asunto.
bajo de descender ó indicar Las consecuencias del principio general Insisto, pues, en que el Senado tome en consideración mis propo
por medio de una ley dividida en varios artículos, ya que no haya siciones."
ereido su autor que fuera mejor dictar una ley para cada tribunal ó Preguntado si se tomaba en eonsideracion la proposición del se
para los que tuviesen mas analogía eulre si. He dicho ya que mi im ñor Becerra, se decidió afirmativamente y que pasaría á las secciones.
pugnación se desvanecía en gran parte al haber oído ios motivos par Leída la segunda, dijo
ticulares que el autor ha tenido para hacer su proposición, y me hace El Sr. marques de FALCES: A esta disposición me veo en la.
esperar que en el examen y discusión de ella ha de quedar muy mo obligación de oponerme mas directamente. Yo creo que aun cuando
dificada. Yo, señores, estoy enteramente conforme con la igualdad de aquí no se trate mas que si se ha de tomar ó no en consideración esta
principios que ha manifestado S. S. respecto á las facultades que el Se propuesta no creo que se opoudrá al reglamento en que entre en la
nado y el Congreso tienen, facultades constitucionales de que npdebe- esencia del proyecto, porque si yo manifestase las razones por las
usos desprendernos Yo niego al Congreso de Diputados la facultad de cuales probase que esta proposición , lejos de ser ventajosa , ofrece in
decidir incidental.líente en un renglón solo de la ley de Presupuestos convenientes , y estas razones prevaleciesen en el ánimo de este,
la supresión de tribunales y establecimientos que existen por las le se negaría desde luego i admitirla. Asi, pues, si el Sr. Presiden
yes, y que por otras leyes hechas al i' tentó bau de desaparecer. Si no te me concede el derecho de exponerlas , diré que encuentro un te»
se resiste esa invasión quedará ent ra mente anulado el senado, y ce troceso en lugar de ser un adelanto hacia la perfección de la admi
ñido á seguir como i remolque al otro Cuerpu. Asi, pues, aplaudo nistración de justicia en cuanto se quieren suprimir ciertos tribuna
• l celo del Sr. Becerra; pero todavía dudo de que consiga su loable les especiales que tienen algunos ramos; y me contraeré á aquellos
objeto por el medio que propone, que desde luego considero ineficaz que dependen de aquella parte de la administración del Estado al
para contener los efectos de la misma ley de Presupuestos, que si no cual en España se le ha dado el nombre de Gobernación y en otros
el modificada, será ejecutada por el Gobierno sin atender a reflexio países el de Interior.
nes, proemios, ni á otros proyectos pendientes. - Señores, al establecer los sistemas de gobierno que se adoptaron
La ley nueva no seria mas que una especie de protesta ineficaz á fines del siglo pasado y principio de este se creyó que una de las
que pocos notarían, ni el Senado haría un papel muy decoroso regu bases que era necesario adoptar para que la máquina del Estado no
larizando y formulando por decirlo asi las providencias que el Con sufriese ningún entorpecimiento era la división absoluta de loa tres
greso hubiera tomado como por un golpe de mano. Y sin salir del poderes ejecutivo, legislativo y judicial; sabido es que los políticos
tribunal de las Ordenes, S. S. sabe mejor que yo que no solo entien mas moderno* no ponen en el número de poderes el judicial, pero
de como tribunal de Justicia en ciertos asuntos que podrían pasar á poder le llama la. Constitución ; y no entraré ahora en esa cuestión:
los tribunales ordinarios, sino que también entiende como autoridad loque si ha probado la experiencia bien pronto es que hay cierta
espiritual en otros que no podrían quitársele sino por medios que no clase de negocios de índole mixta que no conviene se ventilen y deci
es del caso ahora explicar. '»,.... i .-. ■ ¡ , dan por los tribunales meramente judiciales, por decirlo asi, enyo
Asi , pues, digo que el objeto de las proposiciones es a preciable y objeto es fallar sobre el mió y tujro entre particulares : hablo de aque
digno de la ilustración de S. S. ; pero que quizá no se consiga con el llos negocios llamados con mas ó menos exactitud contencioso-admi-
proyecto que se presenta. Yo creo que es un deber de este Cuerpo el nislrativos; es decir, aquellos en los cuales una de las partes conten
resistir en el sentido que significa esta palabra á la violencia por su dientes es el mismo Estado. Como el Estado no obra por interés propio,
puesto licita que el otro Cuerpo por lo común uianifiesia en sus de sino por interés de la sociedad , ha tenido que dar la misma sociedad
liberaciones ; pero no es medio de contrarestar esta violencia apresu disposiciones especiales para hacer valer esos créditos; y de aqui ha
rarse á correr también, porque entonces en lugar de resistir seria nacido el establecimiento de unos tribunales que sin ser entera
apostar á quien corría mas, lo cual no puede ser objeto del Senado. mente judiciales tienen que examinar aquellas circunstancias parti
Por lo que hace á las observaciones, al conflicto que puede haber culares que provienen de la necesidad de que no padezca el servicio
de resultas del exámen de los presupuestos, creo yo que ha de suce público, circunstancias que obligan á acortar los trámites y variar
der una de dos cosas: ó el Congreso en vista de las reflexiones y de la la instruocion ordinaria de los pleitos civiles. Y aplicando esto á los
especie de veto indirecto que el Senado ponga ti algunas partidas vo tribunales especiales de Correos, Caminos y otros, ¿ puede dejarse do
tadas en el presupuesto conoce la razón , y admite las enmiendas , y conocer la necesidad de que organizados de la maulera en que se ba
entonces se logrará el objeto dignamente, ó desprecia las observacio ilan ó de otra aoáloga entiendan en esos negocios en que se necesita
nes del Senado. Y yo digo , ¿en el segundo caso no será parte para obrar con mas actividad ? Pues qué ¿será mas efectivo el cumpli
impedir la resolución del Congreso el que aqui hayamos presentado miento de una contrata dejándolo á los tribunales ordinarios que
otro proyecto? Porque si bien es cierto que en la Ley de 19 de Julio sometiéndolo á un tribunal que está mas en estado de poder discer
de 1837 se establece que no podrí tratarse de ningún asunto en un nir, no tolo la especie de justicia que hay entre el contratista y el

Estada, tino también las consecuencias que pueden resultar de que
su suspenda una obra mientras sigue el proceso? ¿Se dejará arruinar
un puente, la exclusa de un canal , mientras un tribunal ordinario
examina solo el punto de derecho, cerrando los ojos sobre los daños
acaso irresarcibles que sufre el Estado?
No basta el celo y los conocimientos de los magistrados; es me
nester mayor inmediación al mecanismo de los negocios y unas for
mas mas expeditas que las comunes.
Hé aqui por qué jo no considero necesaria la supresión de todos
los tribunales especiales, y mucho mas cuando se declara desde lue
go que los asuntos en que entienden pasen á los tribunales ordinarios.
Por tanto me opongo á que el Senado tome esta proposición en con
sideración.
El Sr. GOMEZ BECERRA: Sin desconocer el derecho que tiene
el Sr. marques de Falces para suscitar todas las cuestiones que quie
ra, todavía vuelvo á decir que S. S. se ha anticipado á la discusión
de este asunto. S. S. ha expuesto las razones que ha tenido por
conveniente para que no se supriman los juzgados dependientes del
Miuisterio de la Gobernación: ¿y-es oportuno exponerlas ahora?
¿Qué queda para el dia de la discusión? ¿Qué queda para cuando se
presente un dictamen de comisión y el Senado se halle en el caso de
aprobarle ó no? Pero yo quiero pasar por lodo lo que ha dicho S. S.;
quiero pasar por que deba haber unos tribunales que yo nunca llama
ré cootencioso-administrativos , porque implica contradicción.
En la esencia de las proposiciones podrá haber lo que se quiera,
pero el que se establezca con esa denominación, yo á lo menos no lo
admito; mas al fin lo que quiere S. S. es que no se toque á esos tri
bunales, ó á lo menos ya que se supriman los actuales se reemplacen
con otras corporaciones que no sean los tribunales de la jurisdicción
ordinaria.
Yo concedo por un momento esto; ¿pero se ha de inferir de ello
que no debe tomarse en consideración la proposición ? Señores, oreo
que be dicho antes para 'qué sirven las comisiones en el Senado, y si
este la toma en consideración pasará á una comisión, la cual podrá
decir: con respecto á tal tribunal no hay nada, con el otro sí, con el
otro ni si, ni no; y entonces se entrará en la cuestión, para atacar
cualquiera de las partes de la proposición ; pero el creer que por eso
no se ha de tomar en consideración una parte de la proposición es
hacer un argumento que rae por su propio peso: insisto, pues, en
que el Senado la tome en consideración."
Hecha la pregunta, el Senado la lomó en consideración acordando
pasase á las secciones.
Previo anuncio del Sr. Presidente, y precedido de los Sres. Se
cretarios ValeTo y Arlela, y Torres Solano! , juró y tomó asiento en
el Senado el Sr. D. Manuel Be Pedro, Senador nombrado por la pro
vincia de Teruel, quedando agregado á la quinta sección.
Habiendo pedido la palabra dijo
El Sr. DE PEDRO: Señores , inconvenientes que no me ha sido
posible vencer me han impedido presentarme á desempeñar el dis
tinguido cargo con que me ha honrado la provincia de Teruel ; pero
apenas supe el acuerdo que se habia tomado en el Senado pocos dias
há respecta A los Sres. Senadores que no se habian presentado, y
hallándome yo comprendido en él, me puse en camino inmediata-
te. Digo esto , porque sé que se han pasado oficios por la secretaria del
Senado á los que se hallaban en este caso; pero yo sin recibirlo he
procurado presentarme inmediatamente.
El Sr. PRESIDENTE i El Senado queda enterado."
Se leyó la proposición del Sr. Lasaña , relativa á la falta de asis
tencia de los Sres. Senadores (veas* el Diario niin\. 53 J.
Como su autor, la apoyó y dijo
El Sr. LASAÑA: Señores, con motivo de un incidente qué ha
habida ya muy importante, tanto el Sr. Heros como el Sr. Seoane,
trataron suficientemente esta cuestión: de consiguiente no me exten
deré yo mucho para apoyar mi proposición , tanto por esto, cuanto
que el estado de mi salud no me lo permite.
Hay cosas en las leyes de las cuales uo se hace mención porqué
parece imposible que lleguen á verificarse: asi que, no se establecen
penas para cierta clase de omisiones ó delitos; y prueba Je esto es,
que hace pocos años que en Inglaterra no se conocia freno para el
parricidio, porque se suponía que no podia haber hombre tan crimi
nal y desnaturalizado que atentara contra la vida de su padre; mas
la experiencia hizo ver con el tiempo que el hombre supera á veces á
las fieras, y asi no es extraño que se haya establecido lo que se debe
hacer en el caso de que un Sr. Senador no se presente á cumplir con
su deber, porque estecargo es muy honorífico, si bien tiene obliga
ciones que cumplir. Cuando un 'Senador merece la confianza de los
electores que lo han propuesto y de la Corona que lo ha nombrado,
hay un convenio entre los electores y el elegido: "nosotros, le dicen, te
damos nuestra confianza para que en nuestra representación vayas al
Senado á defender los intereses de la nación." El Senador en el mero
hecho de admitir se conviene con este contralo. ¿ Y el que no lo cum
ple por su parte podrá tener derecho A llamarse Senador si no se pre
senta en este recinto? Es olaro que el que abandona este puesto renun
cia desde luego i él.
Ahora bien : conviene que el Senado declare este hecho á fin Je
que deje la libertad i los electores para que propongan otro, que eli
giéndole el Gobierno venga á ocupar sa puesto, y no nos veamos en
el conflicto en que ahora , que nos pru;bi la evidente necesidad de
481
corregir este abuso; porque, señores, es un abuso: "yo soy Senador,
dicen algunos, para estarme en mi casa, para que me pongan en el
sobrescrito Senador, para que no me prendan sin licencia del Senado,
y para otras muchas prerogaliv as; pero no lo soy para cumplir con las
obligaciones que van unidas al buen desempeño de este cargo." No
señor; esto no puede pasar asi: cuando, repito, estamos tocando el
conflicto, ¿ podríamos dejar que siguiera esto asi?
Esto es un abuso escandaloso que debe tener escandalizada la na
ción, y no solo la naciun, sino la Europa entera, que es menester
considerar que tiene fija sobre nosotros su vista en el dia , porque
España es el almacén donde se aglomeran y vienen á reunirse todas
las intrigas que se fraguan en esos arsenales de los absolutistas de
Europa , que están deseando probar que esta clase de gobierno es
perjudicial A los pueblos. ¿Y qué dirían si por falla de Senadores no
se pudieran votar las leyes? Recurrirían A los argumentos de que en
este sistema no se pueden hacer las leyes, cuando en el gobierno
absoluto con decir el Rey " yo lo mando," está todo completo.
Si el Senado juzga que esta debe ser una ley en la que entiendan
ambos Cuerpos colegisladores, y si toma en consideración mi pro
posición , quiere decir que pasará á una comisión , la cual formulará
la ley comprendiendo á ambos Cuerpos colegisladores. Pero sea de ello
lo que quiera , yo ruego al Senado que tome en consideración mi
proposición , y con ella alguna medida con la cual se corte este es
cándalo.
Un Sr. Senador se marchó la legislatura pasada sin licencia, y
pretende desde París tomar parte en nuestras deliberaciones, porque
no es otra cosa el decir que protesta y quiere que conste su voto con
trario á lo resuelto por el Senado. Si se admite, señores, esto sin que
desde luego se emplee toda la severidad, porque no quiero usar de
otra pabra mas fuerte, no por consideración á esas personas, sino
por respeto al Senado ; si se admite esto, repito, no podremos conti
nuar eu nuestros trabajos.
Tenemos otros señores que no habiéndose presentado ni en la le
gislatura pasada ni en esta, dicen ; "no quiero ir." ¿ Dónde está el
decoro de este Cuerpo si cada uno de nosotros puede hacer lo que
desea su voluntad ? Yo no creo que esto puede seguir asi.
Ef Sr marques de Valladares, y hablo de él porque es de mi pro
vincia, y porque me es muy sensible que debiendo haber cuatro que
representen aqui la provincia de Lugo, esté yo solo; dicho señor mar
ques, repito, que yo no sé cómo calificar , representó diciendo i "no
me ha gustado el manifiesto que ha dado el Gobierno, y no asistiré
al Senado mientras no se me lé una satisfacción." Este papel pasó á
una comisión, la cual dijo que nada tenían que ver las razones del
Sr. marques de Valladares para dejar de asistir al Senado , y asi se
le hizo saber. ¿Ha contestado? Yo creo que no; siendo el resultado
que ha seguido paseándose y no viniendo al Senado , no obstante que
hace muy poco tiempo que se hallaba en Madrid, si bien ignoro si
estará en el dia.
Otros Sres. Senadores, resentidos de esa manifestación del Go
bierno , se valieron de un medio de que pudo usar el Sr. marques de
Valladares: hicieron una exposición al Senado manifestando que re
chazaban semejantes imputaciones, y el Senado quedó enterado de
esto, mirando esta manifestación como un efecto de delicadeza que
les honra. Esta puede mirarse como una cuestión personal, y no por
ella debe defraudar un Senador la confianza de sus comitentes , y
yo aplaudo la determinación de S. SS., pues procedieran con delica
deza ; pero el que dice: "yo creo que no debo alistir, y no quiero,"
es cosa que no se permite ni aun en un) cofradía, porque todo el
mundo tiene que sujetarse en ella á las reglas que tiene estableci
das, y al que no quiere se le dice: "sujétese V. , ó vayase." Yo, re
pito, no trato en mi proposición de que se establezca una pena, por
que trayendo consigo el cargo de Senador obligaciones que es preciso
desempeñar, exige asistencia: el que dice no voy, renuncia; y si
renuncia ¿qué pena le imponemos f Ninguna; la que se impone él
mismo.
Asi que, lo que debemos hacer es decir teste Senador que no ha
venido en tanto tiempo da á entender que no quiere serlo, y en
su consecuencia' declaramos el derecho que tienen los pueblos para
nombrar otro en su lugar. Por todas estas consideraciones yo espero
que el Senado tendrá á bien tomar en consideración la proposición
que be tenido el honor de presentar."
Preguntado si se tomaba en consideración, el Senado resolvió por
la afirmativa y que pasase á las secciones.
Dióse cuenta de una comunicación de D. Domingo Eulogio de la
Torre, fecha en Bilbao á 3 del corriente, en la qué manifiesta que
habiendo recibido la comunicación del Sr. Presidente del Senado
trasladándole las disposiciones adoptadas en la sesión publica del
dia 28 de Julio próximo pasado , dice que sus atenciones domésticas,
y muy particularmente su quebrantada salud, no le habian permiti
do presentarse á ejercer el honorífico cargo de Senador de Vizcaya .
para el que la Regencia provisional del reino se sirvió nombrarle,
siéndole en el dia sumamente sensible no poder corresponder seguu
sus deseos á la invitación que se le ha hecho por hallarse desempa
ñando el cargo de primer diputado en ejercicio de aquel país , al que
están inherentes atribuciones cuyo puntual cumplimiento hace ne
cesaria su presencia; pero que confia llegará un dia en que libre de
aquellas atenciones pueda presentarse á contribuir can sus corlas lu
ces á la mayor gloria y prosperidad de la nación , y entre tonto ruega
 482
ts le dispense verificar inmediatamente tu presentación en esta
corte.
El Sr. CAMPUZANO: Señor , me parece que esta exposición en
cierra en si una condición muy singular: tal es la posesión de otro
cargo que impide al exponente servir el de Senador. Esto solo se ad
mite en los cases en que el Gobierno por excepción considera que al
gunos Senadores es preciso sirvan ciertos destinos; pero que esta de
signación la baga el mismo Senador no es doctrina admitida en el
Senado. Por consiguiente , pido que esta exposición pase á la comi
sión que entiende en la del Sr. marques de Guada Icázar.
£1 Sr. LASAÑA: He pedido la palabra para decir lo mismo que
el Sr. Cainpuzaoo, á pesar de que no be oido bien la lectura: creo
que se trata de que ese Sr. Senador no puede reñir á desempeñar su
cargo porque está desempeñando otro que es incompatible con este.
De consiguiente yo creo que lo que tiene que hacer es renunciar
uno ú otro cargo. Si el c'ro no es renuociable, renunciar este; por
que es particular que se nos diga i "no puedo desempeñar el cargo
«fe Senador porque desempeño otro." Pues quédese V. con uno de
loa dos, y si no puede V. desempeñar el de Senador, renuncie le y
deje á los electores que nombren otro. Por lo tanto, me adbiero á
la indicación del Sr. Campuzatlo.
£1 Sr. GOMEZ BECERRA: Señores, este Sr. Senador viene di
ciendo: "Yo estoy nombrado Senador, pero "no puedo serlo; podrá
serlo mañana." Espárese, pues, á mañana, y esté el Senado Sin un
individuo y la provincia sin un representante. Esto es muy serio,
y no puede menos de examinarse. Por lo mismo, no creo que se esté
en el caso de bacer la pregunta ordinaria de si el Senado queda en
terado, y soy de le opinión de Ins señores que me han precedido en
la palabra acerca de que debe pasar á una comisión. Cuál sea esta
fe La indicado que se nombrará para otro oficio del Sr. marques de
Guadalc.it ir , oficio de diversa clase; y como esta es una comisión
especial solo para eso, no me parece que se está en el caso de que
sea la misma comisión , pues por la materia de que se trata, este
oficio debe pasar á la comisión de Actas. Esta me parece que es la
ordinaria, la natural de esta comunicación, en que no hay mas que
lo que he dicho antes: "Yo estoy ¡nombrado Senador, quiero serlo;
pero uo puedo: esperen Vds. i que pueda." Eso no puede ser. Pro
pongo, pues, que se pase á la comisión de Actas para que dé su dic
tamen sobre esta exposición."
Se acordó que pasase á la comisión de Actas.
Continuando el orden del dia se procedió á la discusión del dic
tamen de dicha comisión acerca de si está ó no sujeto á reelección el
Sr. D. Martin de los Heros.
Se leyó el dictamen {véase el Apéndice niim. 62).
Abierta discusión dijo
El Sr. marques de FALCES : Empezaré por decir que si no
aplaudo, al menos admiro la brevedad con que la comisión de Ac
tas ó los tres individuos de ella que firmaron su dictamen han in
formado sobre este asunto en el mismo dia en que se presentó al Se
nado el oficio de que se trata , á pesar de que no Labia sido califica»
do por este de gravedad y urgente este negocio. También echaré de
menos que en el expediente que se halla sobre la mesa no se eucuen-
tre la comunicación oficial por la cual consta este nombramiento, y
que solo tome deliberación , y proponga dictamen en vista del oficio
del mismo interesado. (El Sr. Capaz pidió la palabra en pro). Diré
también con la mayor siuceridad, que siento que en este particular
se halle comprendido el Sr. D. Martin de los Heros, sugeto que ti
hubiese de estar aqui por mi voto no faltaria nunca, porque al sa
ber y erudición que manifiesta en todas las discusiones, reúne la
mayor amenidad para manifestar sus opiniones, de manera que
tiempre le he oido, por mas que yo difiera de tus opiniones con mu
cho gusto; pero la ley me impone la obligación de oponerme al
dictamen de la comisión, parque estoy firmemente persuadido que
por el cargo que acaba de obtener no puede continuar asistiendo al
Senado. Aqui no creo yo que es aplicable precisamente el art. 43 de
la Constitución. Otra disposición es la que está terminante, y la que
comprende el caso de que se trata.
Yo creo al revés de lo que la comisión indica: que asi como ella
dice que no está comprendido en el art. 43 ni en las dcma3 disposi
ciones de la ley, yo digp que está comprendido en ambas. Veamos
rn primer lugar lo que establece la ley fundamental en su art. 43
(Jo leyó), Aqui «e habla de los nombramientos hechos por el Gobier
no y Casa Real. En este caso no ha nombrado el Gobierno; pero si
lo ha hecho I TCna Real. No ha sido un particular , como se indicó
el otro dia. Ninguna de las funciones que ejerce el Tutor de S. M.
y A. nombrado por las Córtes le pertenece como particular; es como
representante de los derechos y facultades que tendria fa Reina me
nor, asi en la administración de sus bienes, como en la guarda de su
Persona y nombramiento de sus dependieutes. Creo que esta propo-
ticion no necesita mas que enunciarse para convencerse de ella; por
que olaro es que si el Sr. Arguelles hubiera hecho ese nombramien
to como particular, con el mismo derecho podía haberlo hecho cual
quiera otro, materializando el ejemplo: ningún curadoras/ lona,
ningún curador ad litein obra nunca por derecho propio cuando ejer
ce las acciones y derechos de su pupilo ; sinó que al contrario, nom
bra administradores, nombra interventores; otorga poderes para
presentarse en juicio y fuera de él. ¿Cómo? En representación y siem
pre en representación de su pupilo, y de ninguna manera en la suya
propia: asi es que cuando dirige los asuntos de su pupilo ejerce siem
pre unas funciones públicas, digámoslo asi , ya sea por voluntad de
los padres del pupilo ti es tutor testamentario , ó por la del juez ti
et dativo.
Venimos por tanto á parar tiempre en que solo ba podido hacerse
ese nombramiento en representación de los derechos que tendria S. M.
si hubiese salido de la edad pupilar: de modo que no hay diferencia
para la cuestión de que se trata entre haber sido hecho este nombra
miento por S. M. la Reina Madre cuando ejercía la tutela ó haberlo
sido por la persona que le ha sucedido en este cargo.
Sentados estos preliminares, veamos ti está comprendido en el
art. 43 de la Constitución. Dice el articulo: "Los que reciben pen
sión de la Casa Real &c." No hay pensión; ¿pero es empleo de es
cala en su respectiva carrera ? Yo bien sé que el Sr. D. Martin de los
Heros se ha elevado mucho en dos carreras, una militar, otra ad
ministrativa; pero nunca se podrá decir que el cargo que acaba de
recibir es de escala, porque no la hay mas que en los empleos del
Estado.
Se ba dicho también que no tiene sueldo, honores ni condeco
raciones: yo creo que si no tiene emolumento ni sueldo alguno, ni
la condecoración de una banda ó de una llave, tiene, si, los honores
que van unidos á un destino de tamaña importancia, y un destino
2ue no puede menos de haberse hecho por una gracia y confianza y
ávor muy señalado.
Asi , pues , suponiendo que fuera un destino ordinario, común,
mucho mas grande , como lo es en si , que el de una llave de gentil
hombre, vendría á estar siempre sujeto á reelección. Pero no seño
res; no está sujeto á reelección el Sr. Heros: en esto estoy conforme
con la comisión; mas yo lo hallo comprendido en otra disposición
que le imposibilita absolutamente en estos bancos: tal es el art. 57
de la ley electoral. Dice este articulo: "No podrán ser elegidos para
Diputados ni Senadores los gefes de la Casa Real en ninguna provin
cia de la monarquía." Me parece que demostrando ahora que el se
ñor D. Martin de los Heros es el ge fe de la Casa Real está ya fuera
de toda duda: no puede ser Senador si ha aceptado el cargo.
¿Quién es el gefe de la Casa Real? Antiguamente se llamaban
tales el mayordomo mayor, el caballerizo mayor y el sumiller de
corps; el primero de estos manejaba el Real Patrimonio, y los otrot
ejercían su autoridad sobre ciertas dependencias; mas toda esta organi
zación se ha variado, y todas las facultades de aquellas tres gefes han
quedado refundidas en el intendente de la Real Casa. Aqui ha quedado
el mayordomo mayor de S. M. : no es menester mas que acudir á la
Guia de Forasteros, libro que todos conocen , y se verá que después
de poner en primer lugar al intendente se dice mayordomo mayor
de S. M. ; pero sin entender mas que de la etiqueta. Pues si todos los
que han desempeñado este destino , de los cuales algunos eran indi
viduos del Senado, en cuanto han sido nombrados para ese cargo, que
no es masque de etiqueta, se han separado desde luego del Senado
porque nad ie ha dudado que eran gefes de la Casa Real: ¿cómo el
primer gefe de la misma Casa, al qué tiene los cordones de su bolsa,
al que administra sus rentas , que .cuida de todas sus dependencias,
que es superior de un sin fin de empleados, ha de dudarse que no
está comprendido en ese articulo de la ley electoral? Si esto es evi
dente, si está fuera de toda duda que se halla comprendido en el ar
ticulo 57 de la ley electoral, ¿cómo nos hemos de oponer á que se
cumpla porque haya recaído en una persona á quien tanto aprecia
mos ? Tendremos el disgusto de que no participe de nuestros traba
jos, de que no nos ¡lustre con sus luces; pero la ley es muy fuerte, y
acaso crea S. S. que baga mas falta aqui que en la otra dependencia
y renuncie ese otro cargo. Yo debía concluir aquí ; pero me parece
que no terá fuera de propósito entrar en las consideraciones que se
tuvieron presentes gara la formación de esta ley: muchos señores hay
aqui q*.e concurrieron á la formación de la Constitución y de la ley
electoral, y saben muy bien que la mente de ese articulo fue el im
pedir que en estos Cuerpos se ejerciese ningún influjo por la Casa Real
con esos medios que algunos consideran tan poderosos para vencer á
los hombres en la emisión de sus opiniones.
Yo para mí tengo mejor idea formada de la humanidad para creer
que puedan ser seducidos tan fácilmente: será acaso porque no me
he hallado en el caso de tener que resistir á ciertas tentaciones; creo
que el deseo de servir á la patria es un estimulo superior al de les
intereses de cualquier especie que sean. Pero la ley ha considerado
los hombres por el lado malo y se ha rodeado de precauciones las mas
veces inútiles para evitar toda coacción, llevándolo hasta et punto de
impedir que sean elegidos los comandantes generales de marina y los
capitanes generales considerando poderoso su influjo no solo en la
provincia en que residen sino en todo el distrito de su mando, aunque
este comprenda la mitad de España como sucede con el de Castilla la
Viejal, aqui se ha querido medir con un compás el influjo que pue
dan ejercer los regentes de las audiencias, y hasta se ha pesado. lo que
vale e¡ pobre asesor de una intendencia; en una palabra, nos tememos
á nosotros mismos y creemos que los electores no han detener la sufi
ciente libertad y energía para manifestar su opiniou en cuanto vean
un bastón ó una faja. Pues señores, ¿cuánto suben de punto estas
consideraciones cuando se trata de la Casa Real , donde por la posi
ción en que se hallan colocados tienen tantas relaciones, tantos me
dios de influir en las elecciones y en las deliberaciones de loa
Cuerpos?

Víase, pues, como siguiendo ese espíritu de la ley resulta que el
intendente de la Casa Real, gefe de la misma, no puede sentarse en
tre nosotros. Yo siento, me encuentro atado cuando se trata de uno
que ha estado entre nosotros, á quien hemos visto siempre, á quien
conocemos, y á quien precisamente se toman aquellas afecciones que
tan, tan naturales; pero está la ley interpuesta de por medio, y no sé
cómo la comisión lia visto tan claro este negocio que ni aun se ha to
mado el trabajo de citar y explicar estos artículos.
Hay masi si me fuera permitido el referirme á doctrinas senta
das en otro lugar, yo recordaría que al tratar de que no saliese de su
•eno un personaje que todos sabemos, se dijp que si bien era gefe de
tos gefrs de Palacio, que si bien era indudable que esos mismos ge-
fu nunca podían tener entrada en estos Cuerpos, también lo era que
esa persona á quien aludo se hallaba á tal altura que no le com
prendía la ley , porque su origen era popular, y no le eran aplica
bles las disposiciones tomadas como en guarda y defensa contra el
prestigio de la autoridad fleal: eotonces se declaró como una cesa in
dudable que los demás estaban sometidos á la ley. Pues si se declaró
por ese Cuerpo que esa persona estaba mas alta que la ley, cosa que
lampreo es cierta , no creo que nosotros estemos en el mismo caso de
hacerlo aqui: es menester, por el contrario, atenernos á los términos
rigurosos, claros y precisos de la Constitución en su caso, y de la >
ley electoral, que previene que no puede ser Senador ningún gefede
la Casa Real. • los artículos 43 de la Constitución y 67 de la ley electoral , los mis
Por tanto me opongo al dictamen de la comisión , y opino que
el Sr. Senador D. Martin de los liaros no puede continuar siéndolo
sin infringir la Constitución y la ley electoral.
El Sr. CAMPU/ÍANO: En primer lugar vindicaré á la comisión
de las inculpaciones que se le bao hecho con respecto al modo con que
ha presentado su dictamen: toda la comisión, porque esta no se com
pone en el dia mas que de cuatro individuos, ha asistido al acuerdo de
este dictamen ; pero la circunstancia de haber caido enfermo ó falta
do el Sr. Ondovilla ha impedido que su firma se vea en él. Este
dictamen se ha apresurado por una razón motivada de la delicadeza
del Sr. Senador Heros. \
El Sr. Senador Heros quería renunciar la comisión que se le ha-
bia dado por el Tutor en caso de verse sujeto á reelección ó momen
táneamente privado del honor de pertenecer á este Cuerpo. Es cierto
que la práctica ó acuerdo del Senado autoriza para asistir i él aun á
aquellos señores que están ya declarados sujetos i reelección; pero el
Sr. Heros por su extremada delicadeza nos había manifestado que no
asistiría al Senado mientras no se resolviese la cuestión. En este caso,
y visto el número corto de que en el dia se compone el Senado, era
un deberde la comisión apresurarse á resolver esa dúda, que segura
mente por mas pronto ó mas tarde no dejará siempre de ser la'
misma.
Entraré ahora á examinar las razones que se han presentado por
el seiíor preopinante para oponerse al dictamen. En primer lugar, se
ha fundado S. S. en el art. 43 de la Constitución que dice (le leyó).
Este articulo no es aplicable al caso, porque el Sr. D. Martin de
los Heros no ba recibido empleo, ni comisión, ni nada de lo que se
expresa en él, sino una mera delegación ó encargo que le ha con
fiado el Tutor sobre la responsabilidad del mismo Tutor; pero sin
ningún carácter de empleo ni comisión con sueldo, honores, ni
condecoraciones.
Viene ahora un articulo de la ley electoral que dice: "No po
drán ser elegidos para Diputadas ni Senadores los gefes de la Casa
Real." Pues señor, vamos á ver si el Sr. Heros¡ como comisionado
para desempeñar las funciones ile la intendencia de Palacio, es gefe
de la Casa Real ; y aqui debo advertir que los gefes de Palacio que
■e reconocen portales están marcados en la ley 3t , lib. 3? de la
Novísima Recopilación. De consiguiente la calificación que de los
destinos de la Casa Real hacen las leyes es lo que debe servirnos
ahora en la solución de este negocio. Yo podria limitarme y con
cluir; pero quiero dar mas extensión á la respuesta que corresponde
al discurso que el Sr. marques de Falces 'acaba de pronunciar.
Es de notar, señores, que el cargo que hoy desempeña el intendente
de Palacio estaba en otro tiempo incorporado á la mayordomia ma
yor , y era un encargo puramente económico , un cargo subalterno
y que de ninguna manera se puede mirar como de gefe ; porque
los gefes de Palacio, vulgarmente hablando , no son mas que los ge-
ies de etiqueta , como mayordomo mayor, caballerizo mayor. El pa
triarca está considerado como gefe , y no está señalado como tal en la
ley de Partida citada anteriormente ; y si no se considera como gefe,
¿cómo ha de considerarse como tal «1 intendente? Las leyes son la
expresión por escrito de la conveniencia pública: la ley que trata de
impedir la entrada en los Cuerpos colegisladores á personas que pue
dan ejercer alguna influencia de gefes superiores del Estado, se debe
entender en el caso que deba existir el efecto de la influencia. ¿ Mas
quién creerá que pisVde exisfir el efecto, cuando es una regla menor, y
que como regla menor quien ejerce la autoridad del Rey es el Re
gente , y es el que puede tener aquella influencia á que la ley ba
querido imponer los efectos?
Creo que con lo dicho basta para contestar á cuanto ha expuesto
el Sr. marques de Falces.
El Sr. RUIZ DE LA VEGA : Es para mi tan evidente que el
Sr. Heros, nuestro compañero hasta aqui , no solo no está sujeto á
reelección sino que no puede ser Senador ; es esto, repilo, para mi
S—TOMO 1.
483
tan evidente que me causa algo mas que maravilla la facilidad eon
que la comisión ha presentado su dictamen en contrario sentido. La
oposición que haré á él será la mas franca del mundo: en la posición
que ocupo en la minoría bago y siempre haré oposición en el inte
rés de mis doctrinas; pero jamás en el interés de personas ni de cosas
particulares : siempre , pues , que encuentre propuestas ó defendidas
opiniones á mi modo de ver antilegales ó contrarias á las doctri
nas v principios conservadores siempre haré oposición : nada mas.
El Sr. Heros no me estorba ni me ha estorbado nunca en el Se
nado: no tengo ningún motivo de oposición á S. S. ; pero convencido
como estoy de que es abiertamente contra ley su permanencia en el
Senado (á no ser que renuncie el cargo para que ha sido nombrado
en la Casa Real), no puedo menos de manifestar mi opinión contra
ria á su continuación en este Cuerpo. Tampoco sentiré que preva
lezca el voto de la mayoría y que se le permita permanecer entre
nosotros; bastándome en tal caso haber manifestado mi opinión en
contra, apoyarla con los correspondientes argumentos y dar mi voto
consiguiente á mis principios , con lo que salvo el interés de ellos.
El Sr. marques de Falces ha prevenido en gran parte las razones
de que yo pensaba valerme , lo cual es muy natural ; porque cuando
los fundamentos de una conclusión sou muy simples y evidentes,
como en esta cuestión sucede, nada es mas común que el que i
muchos ocurran unos mismos pensamientos. S. S. se ha fundado en
mos en que yo pensaba fundarme, porgue son realmente los que ha
cen al caso : adhiriéndome, pues, á lo expuesto por S. S. en cuanto
al primero, insistiré solamente en el segundo por parecerme de una
fuer/a incontestable.
"No pueden ser elegidos pira Diputados ni Senadores en ninguna
provincia de la monarquía (según el citado art. 57) los gefes de la
Casa Real." Pues en sabiendo quiénes son estos gefes la cuestión está
resuelta. Eran gefes en la Casa Real según la antigua planta, y se
mencionan como tales en la Novísima Hecopilacion , el sumiller de
Corp's, el mayordomo mayor y el caballerizo mayor (el patriarca
de las Indias no estaba repu lado como tal, ni mencionado de consi
guiente en la ley recopilada): aquellos gefes tenian , como es bien
sabido de todos, sus respectivas atribuciones, de las cuales era la par
te mas sustancial la qtie puede llamarse el patronato que ejercían en
su correspondiente ramo, ó sea la provisión de muchos é importan
tes y apetecidos destinos que se daban á propuesta suya , de donde
dimanaba su grande influencia. Mas, alterada como se alteró de dos
años á esta parte la planta de la Real Casa , y oreada la intendencia
de ella , resulta que por virtud de dicho nuevo arreglo han venido
á quedar refundidas en el intendente todas las funciones, patrona
tos é influencias de los antiguos gefes , y que estos han quedado solo
reducidos á una vanidad meramente formularia , propiamente de
signada con el nombre que hoy llevan de gefes de etiqueta. Es decir;
que los que ante» eran y se llamaban gefes de la Casa Real no tienen
hoy en ella nías que un nombre vano , y que la realidad y sustancia
de todas aquellas gefaturas ba venido á reunirse y consolidarse en di
cho intendente.
Este es , pues, no solo verdadero gefe de la Casa Real, sino el
único verdadero y efectivo; y este gefe es el Sr. D. Martin de los
Heros si no renuncia el nombramiento de que se trata. Siendo, pues,
como lo es en efecto, pete de la Casa Real, no puede continuar en
estos escaños sin manifiesta infracción del art. 57 citado de la ley
electoral.
Las observaciones que en apoyo de esta misma opinión ha hecho
el Sr. marques de Falces refiriéndose á cierta discusión habida sobre
un asunto análogo en otro lugar , corroboran evidentemente el recto
sentido que asi S. S. como yo damos á la ley de que se trata.
Otra cosa diria yo tal vez si hubiese de guiarme en este asunto
por mi opinión privada y por mis doctrinas : estas son tan latas en
id materia de fanquicia electoral , que anuncio francamente que yo
con gusto borrara de la ley dicho art. 57; y buena prueba tengo dada
de ello, cuando en el proyecto que se présenlo en la legislatura ante
rior por una comisión de que yo fui secretario se propuso (habiendo
yo influido en gran manera á ello) que se suprimiese en la nueva
ley esa restricción que contiene el art. 57 de la presente, y asi lo
aprobó el Senado: esta fue siempre mi opinión y doctrina.
Si aquel proyecto , pues , hubiese llegado á ser ley, es claro que
los gefes de Palacio estaban en aptitud para ser Diputados y Senado
res; pero como mi doctrina no es ley (no lo puedo remediar), tengo
que atenerme á la vigente, que es la que tengo en la mano: en ella en
cuentro que esos gefes de la Casa Real, los efectivos y sustanciales
con todo el patronato correspondiente, con toda la administración y
con todas las influencias que de ello naturalmente se derivan, no
pueden ser Diputados ni Senadores: veo por otra parte que el señor
Heros se ba constituido en dicho caso, y no puedo de consiguiente dar
mi voto á una infracción de ley.
Precisamente los que hicieron esta que tenemos vigente , profesa
ban opiniones contrarias á las mias; y es por cierto muy extraño que
cuando hemosvislo arrancar de este sitio nada menos que á tres
gefes de la Casa Real, á saber: al duque de Abranles, ya difunto,
caballerizo mayor que fue de S. M.; al marques de Malpica , caba
llerizo actual , y al conde de Santa Coloma , mayordomo mayor; es
muy extraño, repito, que habiéndose verificado asi por virtud dt)
esta ley, y habiéndose siempre entendido asi su letra por los mismos
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que la hicieron, ahora se quieran buscar pretextos para que el eaao
del Sr. Heros sea como exeepciuoal, y esto con la diferencia y cir
cunstancia noubte de que aquellos son hoy día gi fe* meramente no
minales y de mera etiqueta , euaodo el Sr. Heros viene á serlo real,
efectivo y con toda* las inlluencias de único verdadero ge fe. ¿ Puede
darse una cosa mas clara ni un contraste mas inan fieslo V Esta seria
la ley del embudo, nomo vulgarmente se dice. Yo creo qua cual
quiera que mire esta cuestión con serena imparcialidad conocerá que
el Sr. Heros no puede continuar siendo Senador. Yo asi lo siento, y
votaré seguramente en este sentido; y estimo que lo contrario será
una infracción maniliesta del art. 57 de la ley electoral, cuya letra
y espíritu son bien terminantes.
Él Sr. CAPAZ: Señores, me parece que asi el Sr. marques de
Falces , como mi amigo el Sr, Ruis déla Vega , se b.io creado un
gigante para combatir el dictamen ; se bao creado un intendente
con atribuciones de tal , y desempeñando funciones que ciertamente
el Sr. D. Martin de los Heros no desempeña, Ambos señores le 11a-
man gefe de Palacioi señores, el gefe es boy el Tutor de S, M. y A.¡
y la prueba es que no sale providencia alguna que no sea rn su nom
bre , consultada con ¿1 y deliberada por el. Mas ¿quién ha prestado
juramento ante las Cortes de cuidar el Patrimonio de S. M. y* A.?
El Tutor. ¿Lo ba prestado D. Martin de los Heros para continuar, no
para entrar, sino para continuar desempeñando las funciones de que
estaba encargado desde él dia 2 de Diciembre del año anterior, en
cargo de que se dio cuenta al Senado, y este no lo encontró incom
patible con el de Senador.-' D. Martin de los Heros de-empeña boy el
mismo destino que ha estado desempeñando desde el 3 de Diciembre;
no ha contraído aquel vinculo por medio de juramento que el Tutor
ha prestado: si se ha empleado la voz de intendente es porque el uso
la consagra y la aplica al que está alli dando disposiciones para el
manejo de la Real Casa ) pero el Sr. D. Martin de les Heros no las
da ya, porque quien las da es el Tutor.
Ha dicho el Sr. Ruiz de la Vega que cómo la mayoría ó la co
misión quiere enoontrar no incompatible el destino del Sr. Heros
con el cargo de Senador, habiéndose arrancada, S. S. ha usado de
esta expresión , habiéndose arrancado de este sitio á los Sres. duque
de Abranles, marques de Malpica y conde de Sauu Coloma ; el te-
ñor Ruis de la Vega está muy equivocado: nenguno de esos tres se
ñores han sido arrancados del Seuadot esos tres señores cada uno por
su parle renunció su puesto; pero ni fueron arrancados, ni hubo pro
testa alguna contra que oontinuasen desempeñando su encargo; y
diré mas: que si no estoy equivocado el Sr. D. Joaquín Caneja dijo
hablando de un negocio análogo que en cu concepto no eran incom
patibles los cargos de mayordomo mayor y caballerizo mayor coa el
de Senador mediante a que se les habían quitado las atribuciones
que antes tenían.
El Sr. CANEJA i Si el Sr. Capas me permite rectificaré. Coma yo
he sido individuo de la comisión de Acias desde el principio del Se
nado, debo advertir que en los qños 57 y 38 eran verdaderamente
gefes de Palacio el mayordemo mayor, el caballerizo mayor y el
sumiller de Corps: entonces no hubo la menor duda de que cual
quiera persona que desempeñase ealos destinos estaba comprendida
en el art. 57 de la ley electoral. El primer caso ocurrido en el año 37
me acuerdo que fue el Sr. duque de Hijar, sumiller ds Corps, que
fue nombrado Señad nudor por Lugoi lo manifestó asi al Senado, pasó su
exposición á la comisión de Actas, y la comisión no pudo menos de
proponer, y el Senado de aprobar, que supuesto que el Sr. Juque er»
Seré de Palacio , ni pudo ser elegido, ni pedia ser Senador. Ocurrió
espues el caso de haber sido nombrado caballerizo mayor el señor
duque de Abranles siendo ya Senador, y no se dudó tampoco que
habiendo admitido aquel empleo debía cesar romo cesó en este encargo.
La misma conducta se observó después respecto al Sr. Senador
conde de Santa Coloma per haber sido nombrado mayordomo mayor,
Jvalre tanto tuvo á bien S. M. hacer un nuevo arreglo de la Casa
Real, facultad que nadie podia disputarle, y en su virtud todos los
gefes antiguos de Palacio que hasta entonces mandaban cada uno en
sus respectivos ramos; esto es, el mayo/domo mayor en todo lo que
se llama Patrimonio Real, romo gefe de lodos los administradores y
empleados; el sumiller de Corps en lodos los criados mayores de Pa.
-Habiendo, pnet, desaparecido ría influencia, creo qne no habría
inconveniente en admitir A los que snlet te llamaban gefet de Pa.
lacio; mas como en el intendente de la Real Cata se han refundido
todas las facultades que antes ejercían aquellos, la cuestión respecta
i él te presenta bajo un aspecto entera y manifiestamente contrarío.
Ettat eran mis ideas antes, y lo son también «hora, pues que pro»
curo guardar siempre consecuencia en mis opiniones, y no abando
narlas á no ser que te me convenza de haberme equivocado. Baja
de este supuesto, el intendente de la Real Casa tegun la ley electo
ral es para mi la única persona que está imposibilitada para ter
Senador ó Diputado mientras no se reforme la ley, que yo contri
buiría con gusto á reformar ; pero no es rsla la opinión corriente,
pues aunque el Senado aprobó en la pasada legislatura Un proyecta
de ley en que se hacia esa reforma , existe todavía en el Congreso,
que probablemente no lo aprobará, porque en vet de reformar en
este puntóla ley electoral, acaban al contrario el Congreto j e|
Senado, de extender mas y mas tus restricciones.
El Sr. CAPAZ; Sr, Presidente, yo voy á continuar ahora en el
uso de la palabra. Por la explicación que el Sr. Caneja acaba de dar
resulta que según Ja opinión de,S. S. esos que se han llamado gefet
de Palacio no lo ton porque han perdido sus atribuciones. D. Mar
tin de los Heros se halla precisamente en el mismo raso, porque el
gefe es el Tutor; D. Martin de lot Heros no es nauta que un apode
rado del Tutor: yo pregunto i lot señores jurisperitos si un apode
rado puede llamarse gefe de Palacio; asi es que está muy distants
de ejercer lat atribuciones que sutes tenia el que se llamaba inten
dente de Palacio,
Voy ahora á examinar el articulo constitucional y la ley electo-
rali el articula constitucional dice (/fjró). El Sr. Heros no tiene pen.
lion; tampoco tiene empleo, porqu* ese no es empleo, que es comí»
(ion la que se le ba conferido; y á propósito, aqui está el nombra-
mjepto oficial que el Sr. marques de Falces echaba de menos, (Paño»
Sre*. Sunadorfj ; Que se lea), El Sr, Heros no hace mas que conti
nuar en una comisión de la que el Senado ya citaba enterado , y que
eu el dia no tiene incompatibilidad con tus funciones de Senador,
Tampoco es comisión con sueldo , porque abi está el nombramiento;
honores ó condecoraciones tampoco: de oonsiguienle , no está incluso,
en ninguna de las cláusulas del art, 43 de la Constitución por U
cual tegua el mismo haya de quedar sujeto á reelección."
Se leyó el oficio de nombramiento de intendente de la Real Cata,
£1 Sr. CAPAZ t Se ve, pues , por ese nombramiento qne absolu
tamente á D. Martiu de los Heros na se le ha aumentado su repre
sentación, ni por suelda ni por condecoración de ninguna especie,
y que no hace mas que continuar el cargo que antes ejercía, Dice el
art. 57 de la ley electoral (j/V/o). Creo que sobre esto tengo hechas
bastantes observaciones de que na es gefe de la Casa Real, porque
el gefe es el Tutor ; y prueba do ella es que cuantas órdepet salen de
la intendencia van encabezadas con el nombre del Tutor. El Sr. He
ros po ha jurado al tomar ese encargo, y no et mal que un apoderado,
un encargado del Tutor, y como tal no creo que cité sujeto á re
elección.
El Sr, RU1Z DE LA VEGA : Deho decir que eu efecto usé de ta.
palabra arranado, que reconozco no es la mas propia, aunque hacia
para mi caso.
El Sr. FERRER: Pida lo palabra, porque el Sr. Caneja ha vuelta
i hablar en contra,
. £1 Sr. PRESIDENTE* No hay ningún Sr, Senador que tenga
pedida la palabra en contra; e| Sr. Caneja habló solo para aclaracio
nes, porque no podia hablar de otro modo; efectivamente que fue un
poco largo en la contestación; pero el objeto solo fue rectificar, porqu*
de otro modo no hubiera podido tomar la palabra.
ELSr. PESTAÑA i Yo no podré aumentar fuersa i las ratón»!
que han sido presentadas por (os señores que me han precedido en la
palabra demostrando que eu el caso esle con sentimiento nuestro el
Sr. Heros no puede continuar tiendo Senador, á menos que renuncie
el destino de intendente de la Cata Real; porque et tnp sencillo cornu
en aritmética que tres y dos son cinco, según lo evidencian los ar»
(■culos que se han leido y que no hay necesidad de repetir, Unica
mente me resta aclarar un ponto que ha servido de contestación i