Como bien sabemos la escolástica procuró a toda costa defender
con argumentos y a partir del mismo conocimiento (razón y logos) en filosofía, todas la verdades divinas en las cuales creemos los cristianos. Aquellos misterios, dogmas de fe e incluso conceptos antiquísimos ya estudiados desde otras perspectivas como la creación del hombre (de dónde venimos) y la tendencia que tenemos, los seres humanos al mal (pecado). Hoy en día las prioridades del hombre son completamente diferentes a las que podíamos evidenciar en la edad media (hablando de conocimiento, fe y religión), el hombre actual intenta no estar muy inmerso en las cuestiones religiosas y se limita a vivir, buscando bienestar, beneficio y felicidad, esto está muy bien y es de alguna manera un sentido de supervivencia innato además de la lucha por el bien vivir. Aunque asimismo, este hombre desarrollado, inteligente y culto, por el simple hecho de dejar de lado una realidad tan importante que lo acoge y lo supera, poco a poco se va alejando de su esencia de humano (dada por Dios) e irónicamente se aleja de una de las metas que quiere alcanzar LA FELICIDAD, puesto que esta solo es obtenida realmente en una dimensión espiritual, en la constante búsqueda de Dios para poder estar un día con ÉL y obtener esa dicha indefinible, perfecta e inigualable por ÉL.
DIOS = FELICIDAD
Entonces la humanidad actual está teniendo un tipo de amnesia
temporal colectiva, se está olvidando del Dios creador, se está limitando a dejar los temas, estudios y preocupaciones divinas como algo del pasado, algo sin importancia y que en las circunstancias actuales no tiene mucha relevancia, unos temas, unos hobbies para “los viejitos y los rezanderos” que pereza esas cosas de Dios pues se cree no influye en el diario caminar de la vida. Dios es visto como un ayudante momentáneo, al cual solo se acude por necesidad, casualidad, deber u obligación. Necesidad, cuando tenemos un problema o situación adversa, recordamos que si hay un Dios; casualidad por una oración en el entorno o manifestación de fe de otros; deber cuando hay una invitación a algún acto religioso por ejemplo, en estos casos se va no por gusto sino por deber y obligación normalmente en la juventud, pues por tradiciones familiares o decisiones de autoridad somos llevados a encuentros religiosos. Esto demuestra lo acabada y deteriorada que esta la fe defendida por la escolástica en el mundo contemporáneo, hasta el punto de quienes profesan la fe, no lo hacen movidos por ese amor depositado en nuestro corazón por Dios sino por otras cuestiones que no le dan el papel que se merece al lado espiritual del hombre (todos tenemos una realidad espiritual, aunque esta sea negada). En conclusión toda la herencia que nos dejaron aquellos padres y doctores de la iglesia, hoy en día puede llegar a ser vista como estudios y conocimientos sin ningún sentido, es preocupante lo alejada que esta la humanidad de Dios, en sus distintas formas de verlo y es innegable el daño que le ha dado al hombre ese olvido espiritual, esa negación propia.
“la fe se refiere a las cosas que no se ven,
Y la esperanza a las cosas que no están al alcance De la mano”