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JUAN 15: 1 - 7
INTRODUCCIÓN:
Los automóviles necesitan de una fuente de energía para funcionar, gasolina o gas
para funcionar, incluso hoy en día hasta electricidad para ponerlo en marcha, cada
aparato electrónico necesita de cualquier tipo de fuente de energía para funcionar
Los peces necesitan del agua para vivir y todo lo que respira necesita del aire para
vivir, las plantas necesitan de la tierra y del agua para vivir, aun las plantas del
desierto requieren de la tierra aunque sea árida los cactus acumulan agua por
mucho tiempo para sobrevivir y es así que como las cosas, los animales, las plantas
necesitan de una fuente que les da la posibilidad de encender, funcionar, vivir, etc.;
así mismo nuestra vida necesita de la fuente de vida eterna, los seres humanos
hemos sido equipados y diseñados para depender y vivir de la fuente de vida:
DIOS. Sin El nada podríamos hacer, y lo que haríamos se quedaría corto frente a lo
diseñado por Dios para cada uno de nosotros.
Es Claro que Dios nos creo, dice Su Palabra que nuestro embrión vieron sus ojos y
que El nos formo en el vientre de nuestra madre (Salmo 139). Cada uno de
nosotros somos seres humanos con un espíritu, con un alma y con un cuerpo,
somos tripartitos; nuestro cuerpo necesita de los pulmones para respirar, de un
corazón que lata para vivir, etc., nuestra alma necesita ser redimida y perdonada
para vivir “el alma que pecare morirá” (Ezequiel 18) guiada por nuestro espíritu y
nuestro espíritu necesita de Dios para vivir. Dios te ama y quieres que
experimentes paz y vida. El desea tener una íntima y eterna relación contigo, Juan
3:16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo
unigénito para que todo aquel que en El cree no se pierda, mas tenga vida eterna”
Podrás construir muchas cosas en tu vida y seguro lograrás cosas de éxito a los
ojos de los demás, pero por más excelente que sea en vano será si no edifica Dios
tu vida (Salmo 127) El es el aire que respiras para vivir.
CONCLUSIÓN
Ya sabes que es lo que tienes que hacer, solo dispón tu corazón, disfruta de
permanecer en EL, guarda su Palabra y tu camino será limpio y próspero en todas
las áreas de tu vida. (Salmo 119:9)