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GUERRA
22501312175
FLORILEGIO
BE TODAS m ENFERMELES,
SACADO DE VARIOS Y CLÁSICOS AUTORES, PARA BIEN DE LOS
POBRES, Y DE LOS QUE TIENEN FALTA DE MÉDICOS, EN
PARTICULAR PARA LAS PROVINCIAS REMOTAS.'
dctllcaÜQ
QUERÉTARO:— 1853.
Imprenta de Francisco Frías, calle de
los Cinco Señól- es núm. 2.
Iste libró se halla de venía en Querétaro, en ta imprenta de
Francisco Frias, su editor ¡ Galle de los Cinco Señores número 2.*
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ALGUNAS ADVERTENCIAS
AL
¿ÜJ ariéndome Dios, por su infinita miseri- cado de varios autores clasicos, (escepluan-
cordia, llamado y ordenádome por mis su- do algunas medicinas propias de esta tierra)
periores, que me dedicasen la asistencia de y reducido á un breve compendio, intentan-
los padres misioneros apostólicos de la com- do suplir con esta mi insuficiencia, ruesla
pañía de Jesús, los mucho fruto en segundo lugar por no poder humanamen-
cuales con
trabajan fm la viña del Señor, para mayor te bailarme en tantas y tan dilatadas misio-
gloria de Dios, en estas provincias de Topia, nes como verdaderamente deseara; fuera de
/i
ofrecen por defuera del cuerpo humano, al Variedad en, las evacuaciones Las ev a " —
cual alteran y varían sus dolencias, como'cuaciones se hacen de varios modos:
ya seo-
tud; la evacuación y repleceion; los acciden- por la mala cualidad de ella; esta se avaeúa
tes ó pasiones del ánimo, lodos estos casijeon
sangrías, ó ventosas sajadas, ó sangui-
necesarios, se ofrecen al cuerpo humano; los juelas. Los otros humores que con su mala
cuales, así como siendo con medida y pro- ¡cualidad, ó cantidad enferman el cuerpo ó
porción, conservan el cuerpo con salud; asi ¡parte de él, estos se evacúan unas veces por
también faltando ó cscediendo su propor- cursos, otras por vómitos, otras por sudor, y
ción ó medida, ocasionan las enfermedades; otras veces por orina.
Por sensible transpiración Algunos hu- —
y estas causas dichas, son las ordinarias,
mores malos ó pecantes, se evacúan insensi-
fuera de otras que casualmente se suelen
blemente con la sola dieta bien ajustada,
o f rpccr -
Causas intrínsecas. Otras causas hay in- con ejercicio proporcionado, friegas etc.,
trínsecas, que son los humores interiores pero este mal modo de evacuar solo tiene
complexionales, hacen enfermar lugar cuando menos que medianamente
los cíales
Síntomas ó efectos. — Las cosas que s;j si- Por sangría.— Para evacuar por sangrías,
venasen tales
guen, se llamaji síntomas ó efectos los cua- es menester observar cuáles
conviene sangrar, qué canti-
les se reducen á tres géneros; el uno de ellos enfermedades
que en ellas se
á la función ó acción lesa ó dañada; y ob- mo poi que los bastimentos
servando la cualidad mudada, se llega á co- hallan, no lo admiten,
mucho menos en los
como naturales-, á los cuales comunmente asisto
nocer la esencia de la enfermedad^
de aguantarlas. Empero,
también de lo que sale ó exeunte inmudado, poca robustez
cuando la enfermedad lo necesitare, tampo-
entendemos la causa de la enfermedad.
Enfermedades de sola, destemplanza sin co no cabe demasiada resistencia, en pai ti-
humor ó materia, y otras con humor ó mate- cular siendo la persona robusta en edad flo-
ria. —Y por cuanto h unas enfermedades rida y en buen tiempo del año, con mucho
ty
de sola destempla riza y sin materia ó humor, aparato o plenitud de sangre; porque en-
y otras hay con materia ó hum se obser- tónces no hay que temer mucho postramieri-
)»•_,
vará que las; enfermedades de sola destem- lo de fuerzas; Antes sentirá la naturaleza ali-
planza, no requieren o!ra intención de cu- vio pronto, y se hallará mas dispuesta para
^MiH *?í*f *J TO<> 'r'*X>f f' j:> 4
rarla, sino es templarla con su contrario; vencer lo residuo del mal humor que que-
pero en enfermedades que juntamente dare; y mucho mas convienen á sus tiempos
las
con la destemplanza hay materia ó humor las sangrías, cuando la ruflnraleza por acos-
pecante, estas necesitan primeramente el tumbradas sangrías se halla como habituada
que se evacúe, 6 aparte dicho humor del a ellas: fuera de que muchas veces donde se
cuerpo ó de parte enferma, y luego señalan las sangrías, es preciso atender á lo
la tal
mento; esceptuando algunas enfermedades poros del cutis, ó el paso del sudor.
violentas, como .es la apoplegia de sangre, Por ta orina.— Por orina también se eva-
el garrolillo ó esquilencía, algún flegmon, cúa el humor, como se dirá en sus propios
que amenaza ahogamiento y otras semejan- capítulos de tal, ó tal enfermedad; pero es
tes, que luego necesitan de evacuaciones de muy da notar, queántes queso usen tales
sangre, sin dar dilación alguna. medicamentos diuréticos, (que son los quo
Por purgas ó vomitorios.— En cuanto la." evacúan por orina) no se han de usar antes
purgas ó vomitorios, se administran bien, que se haya limpiado con algunas medici-
habiendo alguna señal de concoecion, como nas el estómago y el hígado, y algunas ve-
cuando eii la orina parece una neblina ó ees es muy conveniente el haber aliviado el
niebla medio, que después baja al fondo; cuerpo antecedentemente con algunos su-
eí)
dores, para que regularmente se adminis-
y otras cuando se conoce el hum< r ser mo-
vible, lo cual su consigue con ¡os jarabe.'.: ire.n dichos medicamentos diuréticos para
apropiados para humor, conjp se ponen evacuar ppr orina: mucho masse ha de aten-
tal
Teñalesdecólera.-^o
de las coyun- Ala ,
guarda
^
es de cólera, termos de
^ ^ ^ ^ »«¡n^
pertenece
^ ge mu(Jan log en
un lugar á otro ó
_
«le la ternera,
de pollos, gallinas, conviene ob-
capones y servar en todo comer es,
os mas géneros de que sea moderada
pájaros monteses;
peroí en la cantidad la comida,
para las enfermedades
originadas de pituita, ligera que 1
y la cena algo mas
Je que ahora se la com ida; porque
dice, es mejor que en el esceder
sean es- en el comer se
as carnes asadas espone el estómago á indi-
quo g U¡sadas> au ¡Sest.ones, y al contrario,
ambjen en mtermedio de muy poco co-
se dan guisadas, jmer se
Asando con moderación debilita mucho el cuerpo.
de las especias, co-
10 GS la caric,a
o permitie"
gado, enlT
*add ^P'anzade. Q«e la demasiada
¡
para las enfermedades frias de la cabeza, a con bastante clara de huevo en forma de
se pueden añadir unas de estas yerbas capi emplasto, y poner dos semejantes en las sie-
tales siguientes, aunque sea en poca canti- nes y uno en la nuca: ó poner unas hojas de
dad, como son la betónica, el mastranzo, el nogal debajo del sombrero, ó aplicará las
romero, salvia, cantueso, lomillo, alucema, plantas de lospiés raiz de rábano machaca
orégano, poleo, hojas de laurel, manzani- da, con sal y vinagre, en forma de emplasto
Ha, cascara de cidra: una ú otra de estas Dolor antiguo de la cabeza.— Vara, el dolor
yerbas ó flores también podrán servir para antiguo véanse al fin de este capítulo sus
baños de los estremos, como son medicamentos.
los brazos
ó las piernas desde las rodillas abajo. Cura del dolor de la cabeza originado de
Friegas, ventosas y caustico.— También sangre ó de cólera.— Cuando el dolor déla
fuera de los dichos baños, ayudan unas frie- cabeza proviene de sangre ó de cólera se-
gas de las espaldas, desde la nuca hasta la gún las señales dichas, enlónces prevenir
cintura ó de todo el cuerpo abajo, ó poner una ayuda mediana para relevar ó
llamar,
ventosas secas ó sajadas en las espaldas;
y
como se verá en el catálogo de los Medica-
sino bastare, poner suavemente un cáustico mentos, con el título de Ayudas frescas
y
de fuego en la nuca del cerebro en donde se emolientes ó hacer esta ayuda. (Ayuda
fres-
suelen abrir sedales, ó en lugar del cáustico ca.) Tome un
cañutito de cañafistola y ho-
de fuego poner dos vesicatorios que son dos jas de lechuga ó de calabaza, como
dos pu-
parchecitos del tamaño de media nuez,
y su ños, otro puñito de las pepitas de melón ó
composición y modo de aplicar se hallará de calabaza ó de sandía bien
machacadas,
en el catálogo de los Medicamentos. flor de la rosa
(ó lo que de estos ingredientes
Advertencia de los cáusticos ó ventosas.— se hallare) y unos pocos granos
de anís, co-
Pero se observa que ántes que se hagan frie- cerlo en dos cuartillos de agua,
que quede
gas ó se use de las ventosas ó cáusticos, se en uno ó algo mas, lo cual
se esprime por
haya limpiado el cuerpo con purga ó alguna un paño, y se le añade azúcar
prieta ó chan-
ayuda. caca, cómodos onzas de
manteca de vaca
Baños,— Para bañar los estremos, como como un huevo
de gallina, y sal de la
arriba queda dicho, de piernas ó brazos, mar
co- como el peso de un tomin,
y echar esta ayu-
cer hojas de malvas, del sauce, de
las par- da en una ú otra ocasión
tibiecita cuando
ras y unos cogollos ó guías del
carrizo y una el dolor apretare.
ú otra de las yerbas capitales arriba mencio- Sangría cuando conviene.— Habiendo
nadas, de cada cosa partes iguales, o-
y bañar brado la ayuda, si apretare el dolor intole-
las piernas ó los brazos
bien caliente, en rablemente
ó habiendo juntamente calentu-
particular en invierno, y guardarse
el
por ra, ó la persona se hallare muy repleta de
algún tiempo del aire.
sangre, ó cuando se temiere
alguna inflama-
Preservativo—Asi para preservar ción, enlónces sangrar la
como vena de lodo el
para mitigar el dolor de la
cabeza, beber cuerpo de tres hasta cuatro onzas;
tres ó cuatro onzas
pero en
ó como medio puño del persona que padeciere supresión
de la san-
cocimiento de la verbena,
y como media cu- gre de las espaldas, habiéndola
tenido en
charadita de vinagre, que se
añade á dicho otras ocasiones on alguna
copia, enlónces
cocimiento.
|
mencionadas. [Con
otra mezclada con un poco de vinagre y al- pildoras ó ayudas arriba
mojadas.) En parli-
go de la clara de huevo batida. Kospeclia de gálico ó de
° en los que tu-
Dieta y guarda en el dolor de la cabeza, cular pn e ba bien este polvo ,
gálico ó de mo-
originadode sangre ó cólera.— En cuanto á v¡eren alguna sospecha de
la dieta y guarda para este dolor
-de la cabe- jadas
doliere la
2^ot^^7Zl
^aDestemp,^
Pa— ^ J c.-a
;¡::;
de polvo,
bro primero.
cLdel dolor orinado del
de
te» "O,,
cabeza, incensó fino 6
como masca
a,
a hnm almisli"»
U l«u ImasW
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p* J^ueca ó hemicránea, no
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como se
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dice en el capítulo 54 del libro II.
abrirse dos fuentes encontradas, una
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a con d « ,Qr h T D°
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qU6 ,3 mUad de Ia Ca -
constante, la cual
en el brazo izquierdo y otra en
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°7 nmenle P adecen ^ <l™ abundan de
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la pierna de-
recha, al modo comose dice en el capítulo '
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abrir las fuentes) en el músculo, entre el Z*?"
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y por cuanto tiene sus rai-
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cTar deia do Tolo
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le bolita de
Faltando
que comunmente suelen padecer
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sueño.-En
delsueño meZ C,a
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la falta
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flatos crasos.es
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difícil de arrancarse
Pr ° VÍene Ó Se
y unos espíritus
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ocas ' oness
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^a observado que
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pende su origen de ot a parle ind ^!
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como '* Cab6Zadel lad ° de ™ho,comun-
suele ser del estómago 6 Jtf ¿T.a m6nle 68 de a, ° r y Se cura con cosas
ae la madre ele elnl 1 f °
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aquellos mM^ñtoZ T P ° nen SC un cias
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chocolate.
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Cuando duele la
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'acura de e os e^sus nrn .
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anteceden le.
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med.camentos dichos en
cua!es se
el capítulo
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Cura espedfica.~A\ unos
S se hallan ali-
jviadosdo la jaqueca con aplicar á la parto
DE LA JAQUECA O HEMICRANIA.
la frenesía
^
eQ la cura genera l, para
se
preservar,
™°J
™£*
la orina al principio de la enfermedad
frenesía hética.
Frenesía simple ó hética, en qué
consiste.- grueS a, y sobreviniendo la *"™¡£™
escalen- da trépente en
Cuando es frenesía simple solo esta P* *
haberse es- puls0 pepeno, que «idica E o
tado el cerebro, con ocasión de
-
el corazón y
del cere-; pequeño, porque compadece
calentado la sangre en las venas
poique padece la
de ca- duro de la calentura,
bro de vapores muy destemplados
la lengua es speraJ
suave, membrana del cerebro,
Senté y leco y en esta es el desvario
si durmie- amarilla 0 negra;
no sienten la sed, aunque
no hablan, y están quietos como quejan de dolor ninguno,
continúan sin interrupción la tengan, ni se
ran: pero así
en la misma mente.
origina.— porque padecen lesión
Frenesía verdadera, de qué se en
verdadera se origina de la san- PronósHco.-Siempre se halla peligro
La frenesía pero desvariando con
difundiéndose el delirio ó desvarío;
gro biliosa estravasando. ó del
las partes del risa, y
manteniéndose algo las fuerzas
al modo de la erisipela, por
CAPITULO 9
LIBKO I III
6 al principio
Luego que
F M A con un kbuen (iMmi
. .
agua
& • de cebada cocida terrón
ñas
u<,sacseñales de frenético ó del delirio, sien- ,
. ,
"
de azúcar y una yema de huevo; echarla
do sanguíneo el paciente, ó con fuerzas,
templada, no caliente, y volverle á hacer
conviene sangrarlo de la vena de la arca, ó
después unas buenas friegas desde los hom-
la vena de todo el cuerpo, la que mejor
pa-
bros en las espaldas por todo el cuerpo aba-
reciere, y esto varias veces en varios dias;
jo hasta los piés.
pero siempre en poca cantidad. (Adverten-
Darles de cuando en cuando confortati-
cia de la sangría). Y se advierte, que ha de
vos, ahora sea de coral, ó del polvo raspado
ser la abertura ó cisura de la vena, delgada;
molido de la asta de venado, ó si hubiere
lo primero, porque salga la sangre mas ca ^jy
Nota cómo se. ponen las ventosas, y cómo Defensivos para el principio de la frenesia
se hacen las friegas. En poner las ventosas ó desvarío.—Usar muy á los principios este
—
se ha de observar habiendo plenitud defensivo, que se compone de aceite rosado
esto:
de sangre, y queriendo divertir y juntamen- dos onzas, y de vinagre y agua rosada, de
te evacuar el humor, se han de sajar las ven- cada una media onza; poner un liencecilo
tosas primero en la parte mas baja, y des- picado y mojado en ello sobre la parte an-
10 DE LA FRENESIA Y DESVARIO O DELIRIO.
J¿L vábido, que en latin llaman vértigo, es n e l estómago.—Cuando se origina del es-
,
dar váhidos solo pasando un rio, ó mirando c on del corazón, con grandes golpes de éL
j
prisa. En estas ocasiones conviene cerrar 0 hígado, entónoesse padece muchos flatos,
los ajos ó apartarlos, mascar anís ó
cubebas,
y ru id 0 en los vacíos,
con una opresión en
ó cardamomo, lo que hubiere á la mano, y i 0 s hipocondrios debajo de las últimas eos-
otros vapores malos, que allí se juntan. Es- Del mal de madre.— Cuando procede del
tos tales váhidos son fáciles de remediar. mal de madre ó de otras enfermedades, co-
Pronóstico.— Pero cuando hay váhidos sin mo es la detención de la regla, porque mu-
ver correr el agua, ni voltear otra cosa, en- chas veces se origina de estos males y sus
lónces necesitase de mas reparo, porque señales, se verán en el capítulo G4 de este li-
siendo continuado, amenaza á los mozos el bro I del mal de madre.
mal de gota coral, y á los viejos apoplegía, Cura general.—Xa cura de los váhidos fue-
sino se cura con tiempo. Los váhidos que ra de atender la cualidad del humor pecan-
dependen del mismo cerebro ó cabeza, son te, como arriba queda dicho, conviene en lo
mas difíciles de curar, que dependiendo de general con la cura déla epilepsia, ó déla
otra parle del cuerpo. También es mas di- gota coral, como se dirá en el capítulo 5 do
fícil siendo originado de humores fríos, que este libro I.
dolor de la cabeza, zumbido de los oidos, ó dad del humor que predominare, según mas
algún defecto en gusto ú olíalo, y ¡arriba queda dicho, con esta advertencia,
la vista,
cuando pulsan recio las arterias de la cabe-jqne en esta enfermedad son mejores las pur-
za, sin otra enfermedad del cuerpo. gas en formado pildoras; y el liempo me-
De tos cuatro humores.—Cuando hubiere jor para tomarlas, é¿ en el último cuarto de
vicio en uno de los cuatro humores, como luna menguante.
i
ta Dli LA GOTA CORAL
nadamente, esliranse los nervios, y con va- tan sujetos á este mal, les conduce mucho
las comer de la carne del lobo, y colgarse un
rios movimientos del cuerpo, cerrando
manos, voltean ferozmente los ojos, sin oir, pedacito de dicha carne salada, y seca al
para estornudar, soplándolos en las narices, ra vomitar, y mucho ménos cuando pade-
6 dar por la boca un poco de mistela, ó a- ciere algún mal en el pecho, ó en los li-
gua de canela; ó echarles una ayuda ordi- vianos, porque entónces es muy peligroso
naria, ó una de las que se ponen para la ca- el dar para vomitar.
beza en el Catálogo do los Medicamentos; ó Cuando se tomaren otras purgas, se pre-
aplicar unas calillas, pero no cosa muy fuer- parará según la cualidad de los humores
propios jarabes, puestos
te;y para que no se muerdan, ó lastimen la pecantes con sus
lengua al tiempo de la fuerza de la acce- junto con las purgas en diebo Catálogo.
sión, meterles entre los dientes un palito. Teniendo la dicha enfermedad su origen
14 »E LA PEULESIA Y TULLIMIENTO.
DE LA PERLESIA, Ó TULLIMIENTO.
parle inferior, y depende de ella (como ar
San Pedro Apóstol, y San Servido son abo-
riba queda dicho) que suelen sentirlo án- gados para la perlesía, y tullimiento.
tes que Ies dé la accession: entonces con-
alguna, ó algunas parles entonces está el origen del mal en los prin-
y del sentido en
del cuerpo, por hallarse embarazado el in- ripios délos nervios, en el mismo cerebro,
flujo de los espíritus animales; y hay dos cerca de la nuca. Cuando padece perlesía
géneros: una es perfecta, y cumplida, ylajó tullimiento alguna otra
parte del cuer-
olra diminuta, ó no cumplida: la no cum- po, sin haber precedido herida, ó cosa se-
es cuando no se pierde totalmente el. mejante. entonces está el origen en el
es-
plida,
senlido ó movimiento, sino solo se entor-¡ pinazo, ó en la médula espinal; y cuando
pecelatal parle del cuerpo, y algunas ve-j pa d e ce medio lado del cuerpo, solo ocupa
ees de esta se pasa á la cumplida. En- e j ma l aquel medio lado del espinazo,
treámbos afectos unas veces nacen por sí, Cuánto conduce saber el lugar de su orí-
otras veces suceden á laapoplegía, ó al mal
^ e?l —
Esta noticia conduce mucho saberla,
de corazón, ó gota coral, ó al dolor.cólico>|p ara poner los medicamentos, no solo al
ó al mal de madre, ó de algunas calentu-|i U g ar que a a v ¡ sta padece, sino también |
ras. También unas veces se pierde solo el p ara pon er los mismos medicamentos en
movimiento, y no el sentido del tacto; y¡ el m ¡ sm0 i U g ar donde tuviere el mal su
olías al contrario, cuando se pierde en tal or e „ j 0 cua muchas veces es muy ne-
{g t
l
Causa.—L'd mas frecuente causa de la cificai á algo masen esle particular; como
;
del cerebro á los nervios, y médula espi- l0nces eS a su origen del mal en el primer(
nal, que es la médula, ó tuétano del espi- hues0 del espinazo (que llaman los latinos
nazo, en uno, ó en otro lado, mas ó me- verleDra que se halla luego debajo de la
)
entónces hay esperanza de ser curada, ó sesto, sétimo, y octavo hueso, ó vértebra,
aliviada; pero si continúa en estar fria, no Dedos perláticos.— Cuando padece el de-
lahay con facilidad: lo mismo pasa cuan- do pequeño, y el dedo del anillo, solamcn-
do se seca la parlo enferma. te se aplica el medicamento en la sangrade-
¡
En qué lugar se halla el origen de la par-va, ó parte caba del codo de aquel brazo.
te perlática.—Cuando de la perlesía pade-¡ Muslos ó piernas perláticas.— Cuando pa-
ce parte do la cabeza, en uno, ú otro lado, decen los muslos, ó piernas, se aplica el
16
medicamento a los últimos huesos, que es- ve en algún almíbar, ó miel tragándolas
tán encima del hueso sacro, que vulgarmen- enteras, sin mascarlas, porque no
amar-
te llaman rabadilla. guen. Cuando no bastaren estos dichos me-
Función lesa de las partes naturales. —
dicamentos, y el enfermo no estuviere muy
H aliándose obstruidos los nervios de la mis- consumido de carnes, en general usará ó
ma rabadilla, entonces se balda la función, beberá los jarabes de la zarza, ó del gua-
y el régimen do la parte natural, y de la yacan, que también llaman palo santo,
orina; por lo cual en este caso se aplican conforme se dice en el capítulo 86 de
este
los medicamentos á la misma rabadilla. libro I del Humor Gálico, tomando con
Cura general de la perlesía.—'En esta en-¡dichos jarabes, cuando hubiese estitiquez,
fermedad rarísima vez conviene el sangrar, de las susodichas pildoras, ó ayudas.
y aun entonces en poca cantidad; pero eva- Dieta.—-La dieta se guardará al modo que
cuar el humor pituitoso en particular, y queda dicho en el capítulo I o del dolor de la
otros, según en el paciente abundaren, es cabeza, originado de pituita. Beber el agua
muy necesario, y esto repelidas veces, siem- de ordinario cocida con cebada ó con un po-
pre empezando al principio con medica- co de anís, ó salvia, ó lomillo. Un guisado
mentos suaves, ya tomando el peso de me- particular hay para los que padecen la per-
!
di o, ó de un tomin, del polvo de la jalapa, lesía, y son los cesos de la liebre, asados ó
ó de la raiz maUalislle, ó del salgualticpan,| fritos, con unas hojas de salvia, y un poco
ó de la leche de mechoacan, añadiendo al- de canela, clavos y pimienta, y comerlos en
1
go mas de estos polvos en personas mas ro- lugar del almuerzo por la mañana,
1
liebre, ó decorderilos, ó de coyotes, en par- Mentes, con lo cual subirán mejor los va-
ticular después de las unturas que se hi- pores.
Mucho suele aprovechar meter la parte castle grande ó lapestle, que es como un en-
perlálica, en una res recien muerta; 6 si es jugador ó estufa, para poner encima al en-
parte pequeña, en un carnero, notando que fermo, poniendo debajo el agua caliente del
esta diligencia se haga en parte abrigada de baño, cuando se quieren lomar vapores ge-
las inclemencias del aire, y que ánles de en- nerales de lodo el cuerpo, siempre sacando
friarse la res ó carnero, se saque, y luego se ó defendiendo Después de los
la cabeza.
envuelva con unos paños sahumados con dichos vapores, meterse luego en la cama, y
salvia, ó romero, ó incienso, ó anime co- abrigar bien la parte tullida con paños sahu-
pal etc., y se recoja á la cama para guardar mados, y procurar sudar algo debajo de la
el sudorcillo, que algunas veces suele so- cubierta; no se sudare por sí, podrá ayu-
si
(poniendo la vasija de ello en lugar templa rentosas. —También aprovechan las ven-
do de calor) como es salvia, laurel, hyperi losas, aplicando una ventosa seca en los
con, ruda, manzanilla ó lo que de estas yer- principios de los músculos que padecen; pe-
bas se hallare, cuatro ó cinco puños, con li- ro no se ha de dejar mucho tiempo, porque
na buena cantidad de las lombrices (lavadas no consuma ó gasle lo atraído; y quitada la
ántes en agua, y luego en vino) y después ventosa, hacer un emplastro de pez y resi-
de dos dias de la infusión, freirlo todo jun- na, como hacen vizmas ordinarias, y po-
las
to sobre fuego manso, hasta que solo la hu- nerlo sobre el lugar de la ventosa, con ad-
medad se consuma y que no se quemen los vertencia, que la ventosa en esta enferme-
ingredientes, después colarlo por un paño, dad, no se pone en el cerebro ó nuca.
esprimiéndolo recio, y con ello untarse una Vizmas.— O poner en el lugar del origen
ó dos veces al dia, así la parte que se ve per- del mal, como queda dicho, este emplastro
•Ml.^V como
lática, ~W T el lugar
1 O de aquellos huesos ó ó vizma: Tome azibar, myrra, incienso,
' .
vertebras de donde tienen su origen, hacien- estoraque, almástiga, de cada uno el peso
do ántes de
...
la
r% J• - -_ I n
untura unas friegas suaves de un tomin, de azafrán el peso de medio
! t\\ f\ r.
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.-, ,, ('.. .1 r-\ <\ i~ i~\
con mantequilla fresca, ó manteca lavada. Tullirse de el gran frío. — Cuando se ori-
El que tuviere miedo al cáustico de die- gina el tullirsealguna parte de grandes
go, oí cual, aunque puede abrir- fríos,
es mejor, con solas friegas largas, y en varias
se con este cáustico potencial, tome mosta- [ocasiones repelidas, pero siempre suaves
y
za molida, cal viva fina, de cada cosa un ¡no violentas, se aliviará el paciente; y si no
poco como media onza, del sumo de cebo- usar de los vapores ó unturas dichas de la
llas solo cuanto fuere preciso para amasar perlesía, ó untarse con el aceite de sahuco,
los dichos polvos, á que queden bien uni- puesto en el catálogo de los medicamentos.
dos en forma de masa durilla, y llenar con Calambre.—Para el calambre ordinario
esta masa medias cascaras de avellanas ó que suele haber en las piernas ó brazos, ha-
de otra cosa del mismo tamaño, y aplicar- cer friegas fuertes, y arrimar tochomile
co-
las sobre el lugar de donde tuviere el mal su lorado, ó seda encarnada
ó colorada (sien-
origen por veinticuatro horas, poco mas ó do en las piernas) debajo de la
rodilla, y so-
ménos, y después mantener las llagas con bre ol codo siendo en ios brazos; y no bas-
miel virgen untadas unas hilas ó hojas, tando esto, hacer lo dicho cuando se tullen
y
puestas encima de las llagas. del frío grande.
Baños en ojos de agua caliente.— También
CAPITULO VII.
son buenos los baños de los ojos calientes;
pero han de tener azufre, salitre ó alumbre, DKL TEMBLOR.
y refregar (estando en el baño) muy bien
Santa Tecla Leontina, es abogada para el
los miembros tullidos.
temblor del cuerpo.
Perlesía de cólera.— Cuando la perlesía
se originare de la cólera derramada por
crisi, como suele suceder en algunas oca-
siones por un enojo, ó de una calentura, &
l temblor (que en latin llaman tremor),
;
sion o pasmo. , . ,.
recogen engrosándose y acortándose, al mo ,
I
es malo ruando al que padece calentura, le poner en la misma parte enferma; como
sobreviene pasmo, ó convulsión. cuando hay convulsión en los muslos, so no-
Cura general, siendo de plenitud su origen, non las ventosas en las senladeras, y se van
—La cura en lo general es, arrimando, quitando y poniendo, hacia la
atendiendo si la
convulsión es originada de plenitud ó de, parlo enferma, como queda dicho; y cuan-
inanicion, como queda dicho; y siendo origi- do hay convulsionen los brazos, poner las
j
dieta, que calienta y seca, según queda di- evacuar el humor pituitoso, dando lugar
nalmenle mas fuertes, según la robustez del, Pernera untura, que está puesta en el ca-
paciente; usar de las purgas y de las ayudas pitulo 6 de la perlesía, se le añadirá un po-
como queda dicho del dolor de la cabeza, j^o de ,a flema ó babaza que se saca de las
siendo originado de
la pituita. Adviértese» pepitas délos membrillos, ó de la raiz de
que método, ó modo de curar tan suce-j altea, ó déla raiz de las malvas, untar con
este
y
sivamenle, es cuando lo permite la enfer- ella la parte enferma: después de cinco dias
medad; pero cuando ésta fuere muy violen- se podrán seguir las unturas mas fuertes,
a, entonces será preciso usar desde
luego dichas en el mismo capítulo 6 de la perlesía,
de los medicamentos mas eGcaces. (Friegas
—
BaJw Baño provechoso para la parte
y ventosas.) Y después de
haberse purgado, convulsa ó pasmada, se hace de esta mane-
usar luego de friegas, de ventosas,
tomar í a: tome raiz de altea, de malvas, de azuce-
unos polvos fuertes para estornudar,
hacer ñas, ó de los cohombros silvestres, de todas
gargarismos, mascar hojas de salvia,
ú ho- juntas, ó de las que hubiere; dos ó cuatro
jas de tabaco, también sorber
por las nari- puños de la raiz delirios, una ó dos onzas
es del cocimiento de malvas,
<
ó de quelites, de yerba de poleo, salvia, tomillo, romero,
<*on un poco de azúcar,
ó polvo de acíbar, de todas 6 de las que hubiere; ocho ó seis
deshecho en dicho cocimiento.
¡puños flor de sahuco, de manzanilla, de
Ventosas con su advertencia. -Cuando
se espliego, de trébol, de lodo ú de lo que hu-
aplicaren las ventosas (las cuales
algunas' biere, tres ó cuatro puños; cocerlo todo,*
veces pueden sajarse, estando sanguíneo
el cortado, ó mojado con una onza de comino,
enfermo, ó solo secas) siempre se ha de
ob- ó anís en bastante agua; y habiendo vino,
servar q,. e primeramente se
apliquen las apartado ya del fuego dicho cocimiento, a-
ventosas a la parle mas remota de la
enfer- ñadirle como la cuarta ó sesta parte, respec-
medad, ó parle enferma, después ir acer
y to del cocimiento,
y bañar en ello la parte
cándolas mas y mas, pero nunca se
han de enferma, ántes de comer, 6 antes do cenar,
22 DE LA CONVULSION O PASMO
I
por unos <l¡as, con tal qne no hado dufdr donde se halla el origen de los nervios) con
mucho tiempo en el baño. aguardiente algo caliente, ó bacer una ine-
Varios apositos.— También conduce apli- cha grande de lienzo bien empapada en a-
car á la parte del pasmo ó convulsión, el ri- ceite ó manteca; y ésta se enciende sobre un
ñon muy gordo de un castrado, partido por plato de plata ó cobre, y quemada, se po
enmedio, y asado sobre unas brasas; ó en-! ne prontamente entre un paño de lana so
volverla en un pellejo de carnero, de perro bre la nuca; y enfriándose, se pone otro
ú otro animal, recien quitado y aun calien- semejante de nuevo, repitiéndolo en varias
ocasiones. No bastando esto, quemar, ó (co-
te; el cual pellejo, enfriándose ó secándose,
se volverá á poner untado con la propia un mo dicen) labrar con un cuchillo caliente, ó
-
tura, ó manteca del carnero ó de perro, ó con un pavilo de azufre encendido en la nu-
con untura arriba dicha, calentándolo so-^ca, ó en los hombros, ó en el espinazo, ob-
la
bre unas brasas. También se ponen con servando siempre su origen, como
queda di
buen efecto los bofes calientes y recien saca- cho de la perlesía, adonde me remito,
dos del carnero, 6 unos pollos, gallinas, ó Fuentes.— También conducen las fuentes
piche nes abiertos. en la parte contraria déla enfermedad en
También se mete la parte enferma en lo su lugar acostumbrado, como en los brazos
interior de la res, al modo que queda dicho ó piernas. Y fuera de esos medicamentos
en el capítulo 6 de la perlesía; ó hacer, y re- mencionados en este capitulo, conducen o-
mismo capí- tros muchos de la perlesía, como es el beber
cibir los vapores puestos en el
recien degollado.
y meterlo luego en un animal ^'^^^^^^^^^
ra: no fluye tanta saliva de la boca y se cier-
eñ este accidente dé torcerse la boca esyque dolor agudo de la cabeza. (De vapores.)
ánles del séplimo dia de la enfermedad, no Cuando es de vapores que suben al cerebro,
se usen medicamentos fuertes sino suaves, entonces padecieron antes del estomago,
así en ayudas ó purgas suavescomo unturas, como suelen después de una embriaguez
ó apósitos templados, sino es que haya peli- ó de lombrices y semejantes causas. Cuan-
gro, que de esta especie, amenace apoplejía; do es algún
cerebro, casi no tumor en el
Señales siendo de sangre.— Cuando pro- (aunquo en poca cantidad) sea de sustan-
25
como es la hiél de toro ó de acíbar ó de aga- una onza, y mezclarle polvo de la semilla
j
demás, conviene atarlos á parte en un tra- en forma de emplastro tibio sobre los lomos,
!
pito, y la razón por que son menester mas, Jpósitos para la cabeza.— También con-
fuertes, es porque la virtud animal, y los duce abrir por las espaldas unos pichones,
sentidos están sopitos ó dormidos y divertí- ó perritos recien nacidos, y ántes que se
dos, de manera, que si echada una ayuda enfrien, espolvorearlos con polvo de rosa y
no obrare, asegundar otra de allí á un ralo; de manzanilla, y seis cía- como medio puño,
y si no bastare, poner una calilla eficaz se- vos de comer molidos, y ponerlos calientes
gun se verán en el catálogo de los medica- sobre la mollera de la cabeza, repitiéndolo
mentos. tres ó cuatro veces.
Procurar también dar algunas purgas, O poner de la mostaza molida una parle,
puestas para evacuar la pituita en dicho de higos pasados dos partes, amasarlo junto
catálogo; ó siendo robusto y ancho de pe- con buen vinagre, y puesto desde la molle
cho, no estando el paciente muy postrado ra de la cabeza (rapada á navaja) hasta la
de fuerzas, darle un vomitorio de los que nuca, para que levante unas ampollas,
también se hallarán puestos en el dicho; O poner en las narices, frente, sienes y
catálogo, según la robustez del paciente, ta- oidos, ruda ó poleo ó mastuerzo, mojados
pándole las narices medica- con vinagre.
para darle el
mento, cuando por no estar en sí no lo pu- O que reciba el vapor (echando vinagre
diere tomar ó beber buenamente, y abrién- fuerte sobre un hierro caliente) en las nari-
dole por fuerza la boca; y si no vomitare ees, ó el humo de los cabellos quemados
con ello*, mojar una pluma con aceite, y del mismo enfermo ó de lana quemada ó
andarle con ella en las fauces ó garganta, ¡de asta de cabra, ó de venado, echada so-
Ilabiendo obrado con la ayuda ú otros bre unas brasas,
medicamentos, hacerle friegas de lodo el Refregar recio
j
las plantas de los piés con
cuerpo abajo, ó ligaduras fuertes en los sal y vinagre, ó quemar dos cauterios de
brazos y piernas ó muslos, ó poner vento- fuego tras de las orejas; ó en lugar del fue-
sas secas corridas por las espaldas. go, poner dos vesicatorios (los cuales se ha-
Friegasmas eficaces,— Cuando se hicieren Harán en el catálogo) tras do las orejns ó
las friegas, so harán mas eficaces, untando, debajo de la nuca.
2G
Algunos hay, que dicen ser bueno contra sion grave del cuerpo,
que acaece á los que
el sueño profundo, aplicar la hiél de
la gru- duermen, padeciendo dificultad en la res-
lla (calentada en vasija de plomo ó
peltre] piración e intercepción ó suspensión déla
sobre la cabeza; otros amarran la cabeza, ó voz, con imaginación
de varias fantasmas,
el corazón del murciélago al brazo.
como si le persiguiera realmenle su enemi-
Cesando el letargo.— Volviendo en sí el go ó algún monstruo, ó hechicera, ó demo-
enfermo, por preservativo darle en coci- nio etc., ó como que le
quiere oprimir al-
miento de la yei babuena el peso de quince gún peso grande.
ó veinte granos de trigo, do la* cuentas de Causa.— Esta se ocasiona de la obstruc
ámbar bien remolidas, y que tenga en la cion de los ventrículos del cerebro, no
do
boca un pedazo de la nuez moscada. todas; la cual se origina, ó de la multitud
El coma, que es la segunda especie.— El desangre ó fiema ó de vapores gruesos,
y
coma ó sueño profundo de la segunda es- melancólicos ó tétricos, que se levantan de
pecie (como ya arriba queda dicho) no es las crudezas del estómago, de cuyas obs-
siempre mala; porque unas veces es critica, trucciones se prohibe ó se impide á ¡os es-
cuando terminan las enfermedades que pre- píritus su movimiento,
y que al sentido no
cedían; pero cuando se alargare mucho, 'puedan enteramente comunicar
ó difundir-
usar enlónces con suavidad al principio de se por los nervios, depravándose juntamen-
los medicamentos
ligeros, dichos para el le- ¡te la fantasía, según la cualidad del humor
targo; continuando ó perseverando, se 'ó vapor.
y.
usarán también los medicamentos mas efi- Pronóstico. —La pesadilla que sin causa
caces. estertia estuviere mas pesada, y re-
prolija
El caro, que es la tercera especie.— El sue- pitiere á menndo, estos tales tienen alguna
ño profundo, que se llama caro, cerno que- inclinación, de que les puede sobrevenir
da referido, liene de particular en su cura, apoplejía, manía ó melancolía, ó gota co-
que como confina con la apoplejía de mu- ral; y algunas veces la tal pesadilla también
chas maneras, le sirven también los medi- ahoga al paciente. Lo que quiere decir
camenlos puestos en el capitulo 12 de la causa esterna, se verá en las advertencias al
apoplejía. Y esto género de sueño no es principio del libro.
siempre enfermedad, como acaece en los Cura.— Luego que hay tal persona, que
chiquillos, que duermen algunas veces dos está padecíeudo la pesadilla, conviene des-
ó tres dias seguidos. pertarla, llamándola por su nombre, hacer-
Sueño de opio ó de otras cosas semejantes. le friegas fuertes por los muslos, y piernas
Originándose el sueño profundo por haber abajo, ó atar ligaduras fuertes en los muslos;
tomado opio ú otras cosas narcóticas, que echarle derrepenle agua fría en la cara, ó
lo introducen violentamente, procurarlo (siendo originado de frío) echarle vino; a-
remediar desde luego, dando un vomitorio plicar una ayuda para la fiema y fiatos, co-
ó ayuda fuerte de las arriba citadas, para mo se hallarán en el catálogo de los medica-
evacuar la cansa que hace este efecto. mentos.
Habiendo vuelto en si, atender de que
CAPITULO XI.
abunda el paciente, del cual se puede ha-
DE LA PKSADILLa.
ber originado semejante pesadilla; paralo
San Xavier es abogado para la pesadilla.
cual pasar los ojos por el capítulo 1 del do-
lor do la cabeza, en donde se verán las se-
Zj.v pesadilla ó incubasen latín, es una opre ñales para conocer la complexión ó humor
XII 27
LIBHO 1 CAPITULO
Unturas calientes.— Cuando la sangre por jSangre, entonces de ninguna manera con-
<rruesa, como helada de frío, no
quisiere vienen las sangrías; pero conducen y son
I
ayuda, y calentándole con los aceites, en que el capitulo antecedente del letargo, cuan-
se frió manzanilla ó eneldo, untando con e-
do éste se ha originado de pituita, como
jlosen particular aquellas partes del cuer- son las ayudas fuertes, purgas ó vomitorios,
¡
|
<¡ e ¡lu ¡ es riel humor caliente.— Cuando pro-
Santa Liduvina es abogada para el cotarro..™™ &*\ b"™r caliente, que fluye, entón-
ees hay mucha sed y bochorno; tiene la bo-
\>íií\^\C\0^. ca salada, y cara y las narices extraordi-
la
las partes de abajo, en particular á las fau- las fauces están como ardiendo, por la acri-
ces ó paladar, en el pulmón ó livianos del monia delhumor que fluye; y unas veces a-
pecho, ó á las narices. (Pronóstico.) Cuan- cude el humor con tanto concurso, que en-
do fluye á las narices, es el catarro mas li- ¡ciende en calentura.
gero; en las fauces ó boca, es peor; y el mas Qué reuma.—Xa reuma, aunque es es-
es
narices, con varios estornudos y con la voz Cura general. — Nota en tomar las purgas.
como gangosa. — Para curar el catarro, no solamente se ha
Cuando fluye á las fauces, entonces las de atender, si el humor que fluye es cahen-
exaspera ó enronquece con una losecila, y le ó es frió, sino también la parte adonde
una evacuación extraordinaria de flemas; mas cae ó fluye; y según aquellas circuns-
por la boca, con alguna estitiquez y venlosi-Tancias, se loman las purgas al principio del
dades del vientre. 1 catarro ligeras, y sin prevenirse conjaraves
Cuando fluye en el hay preparativos, cuando hubiere mucho apara-
pulmón ó livianos,
estornudos y pesadez en la cabeza, y fuera to ó concurso de humores (el cual suele ha-
de eso una tos verdadera. ber de ordinario) para que entretanto no
Cualidad ú origen del humor y su causa.— caiga el mal humor sobre alguna parte no-
Su origen de donde fluye es el cerebro, y su ble, y porque de suyo está ya dispuesto y
cualidad del humor, cualquiera que sea, ó fluido. Por la misma razón han de ser las
es frió y aguanoso, ó caliente y acre; lo purgas en los catarros repentinos ligeras y
cual muchas veces acaece de grandes frios, no fuertes; aunque en los catarros lentos y
y otras de grandes calores ó soles. de mas tiempo, se podrán usar purgas mas
Señales del humor frió.—Para conocer si eficaces,
es del humor frió, que es mas ordinario, en-j Cura del catarro del humor caliente —
tónces se siente pesadez en la cabeza, y el Proviniendo el catarro del humor caliente,
estirarse la frente y las sobrecejas, suena en y corriendo á las narices ó fauces, escoger
¡
los oidos como zumbido, los sentidos se en- ¡de las purgas que se ponen en el capitulo
torpecen, la voz se oscurece por las narices, 40 de este libro I de la destemplanza del hi-
'
como de gangoso; la cara hinchada y deseo- gado, observando juntamente, que en el ca-
las señales su-
lorida;la boca dulce, como flema viscosa y tarro del humor caliente con
logo de los medicamentos para evacuar el ces ó fauces. Las sangrías de ninguna ma-
(
alniáciga, de cada cosa partes ¡guales, mo-l de ? 01 much ° dulce ántes suele estragar el
'
de las pastillas en un almirez, revolver con se llama opthalmia, so hace cuando la tú-
ellas el peso de un lomin de ílor de azufre, nica conjuntiva 6 adnata (que es lo blanco
ó del azufre fino, sutilmente molidrí, y con de los ojos; se inflama, á la cual inflama-
un poco do agua de culantrillo de pozo co- ción siempre acompaña un rubor, y algu-
cida volver á formar unas pastillas, de las nas veces con tumor y lágrimas, y otras sin
cuales bien secas tener una de cuando en tumor ni lágrimas. (Causa.) Se origina
cuando en la boca; ó tomar una yema de comunmente déla abundancia ó acrimonia
huevo, de la ílor de azufre peso de ocho de la sangre, ó de un golpe, ó del aire,
el sol,
ó diez granos de trigo; ó comer ajos asados humo ó polvo.
con una poca de miel en ayunas, y sahumar á Dieta y guarda.— Sus señales están cla-
la noche la cabeza con ámbar de cuentas, ras en su definición arriba: su dieta consis-
ó con estoraque, ó con incienso. en que se escuse
que engendra mucha
te lo
Cuando estas fluxiones del catarro causa- sangre, como comer mucha carne ó yemas
ren tos, véase el capituló 24 de este libro do huevo, vino y todas las especies calien-
I de la tos. tes, en particular lo muy salado. También
El agua ordinaria se beberá de cebada daña lo que causa muchos vapores, como
cocida, por sí, ó con Un poco de orozuz, ó ajos, cebollas ó mostaza. Por fruta al fin
el agua cocida con el culantrillo de pozo, y de la mesa se podrá comer un poco de los
bebería mas caliente que fria, en particu- confites de culantro, anís, ó de membrillos
lar en tiempo de frió. asados: tapar los ojos con tafetán, ó género
Estando el humor que fluye grueso ó de verde, azul ó negro; escusar los rayos del
frialdades, mascar en
boca almáciga, ó jS0 l y d e la luna, también el aire, hnmo
la
y
incienso, ó raiz de .lirios seca ú hoja <le resplandor
j
tabaco; y cuando el humor cayere á las fau-j cura general.— En todas las fluxiones de
ees ó garganta, divertirlo tomando polvosi| os ojos conviene atender el evacuar, ó di-
porlas narices desoló tabaco, ó mezclado vertir la materia que fluye; y así se usarán
con azúcar, ó con acíbar, ó sorber tibia se gun los humores que predominaren sus
por las narices el agua cocida con malvas y propias ayudas, ó purgas suaves y no fuer-
azúcar, ó con acelgas; pero esto se hace tes, al modo como se dijo en el capítulo 1.°
después de haberse evacuado con algunas del dolor de la cabeza. En dicho capitulo
purguilas ó ayudas dichas. (Fluyendo de se verán las' señales que hay para conocer
golpe á las narices, no conducen los polvos.) cual humor predomina.
Y cuando cayere de golpe el humor á las Predominando la sangre. — Cuando en la
3
/
34 DE LA INFLAMACION DE LOS OJOS.
Advertencia de la leche.— Pero se advierte] niña del ojo, y con esto se distingue de la
que de la leche se usa solo para dentro de¡sufusion ó catarata, porque en la catarata
los ojos,cuando hay mucho dolor; porque' está la telilla debajo de la túnica córnea,
bien es que mitiga el dolor la leche, pero a- Distingüese de la catarata. — Llegando á
se, atendiendo quien sea la principal fuen- todo lo dicho (lo cual se ha de observar
te ó causa de tal sufusion; como siendo de bien) tenga el paciente hácia uno de los la-
fluxiones ó dolor de la cabeza usar de los dos ó hácia arriba algún sentido, como que
medicamentos, como se dice en la cura del percibe algún resplandor, por cuanto por
dolor de la cabeza originado de pituita; y esta señal se sabrá que la potencia visiva
así allá me remito. También convienen las aun está en su sér, y que solo por el estor-
allí mismo dichas ayudas, ventosas, friegas bo de aquel humor grueso no puede gozar
en particular, los cauterios ó fuentes de los de la vista; en tal caso está moralmente se-
brazos, ó cáusticos en la nuca ó un sedal. guro, que con el favor de Dios y un buen
Medicamentos medica- oculista, recobrará la vista.
específicos .—Los
mentos particulares ó específicos para las Señales de la incurable.—Las señales que
cataratas que empiezan, pueden ser los mis- indican ser incurable la catarata, son las
mos que quedan dichos de las nubes en los siguientes. Como cuando ella está muy
ojos, en particular los que contienen la hiél grande: cuando el centro ó lo negro del ojo
de los animales, como del gallo, perdiz y no está redondo ó que perdió su figura;
y
semejantes. También conduce el agua de cuando aquel humor (que se ve en dicho
la reina de Ungría, ó en su lugar destilar centro del ojo) está oscuro, como
negro ó
'a yerba y flor de romero en buena canti- muy amarillo ó muy blanco siu resplandor,
dad, con agua ardiente de cabeza ó bien como si fuera de yeso ó de granizo, ó cuan-
fuerte, y fomentar con ella varias veces los do dicho humor ya cae de un lado á otro
ojos, en particular á lanoche antes de dor- estas señales, y circunstantias dan á enten-
mir y antes que se levante de la cama. der que nunca hay esperanzas de que sanen.
Catarata perfecta— V evo estando ya la Otras señales hay por donde se conoce,
sufusion ó catarata perfecta ó antigua, ne- que aun no son maduras para ser batidas
cesita de manos de un oculista que la sepa las cataratas; pero por no alargarme,
dejo
batir; y aunque muchos tratan de ello espe- esto para el que
las ha de batir.
culativamente, no hay en esto mas queCegar derepente y su causa.— Déla repen-
la
esperiencia, lo cual no se halla por estas tina ceguedad añadiré algo á este mismo ca-
tierras remotas; y asi solo el que tuviere for- pitulo, porque suele
acaecer que ciega una
ma para ello, podrá buscar su alivio en Mé- persona derepente de un dia para otro, lo
jico ú donde suele haber cual se origina de un influjo repentino de
otras ciudades,
muy buenos oficiales de esto; por lo cual un humor grueso, que obstruye el nervio
solo aquí apuntaré las que son curables ó óptico,
por el cual nervio se comunican los
incurables, para que el pacenté se pueda espíritus
visivos.
36
cos de romero con su flor en un frasco de de botica, se añadirá ó dicho polvo de sar-
vidrio, sin que tope en ningún lado ni fon- co cola en peso de un tomín.
do, y bien tapado, se pone el frasco al sol, De las fístulas de los ojos y su causa.—la
y de aquella agua ó vapor, que se junta de físlula lagrimal de los ojos, se llama lagri-
las paredes del frasco, echar en los ojos re- mal, poi que comunmente se halla cerca del
petidas veces. ángulo lagrimal de los ojos. Suele origi-
narse de un flemoncillo ftapostemilla, que
CAPITULO XVI, descuidada
se cria en dicha parte, la cual
»E LAS BIJAS Y FÍSTULAS DE LOS OJOS. transmina y pasa en fístula, y algunas ve-
ces llega á dañarse el hueso inmediato; y
Santo Tomás de Aquino es abogado para las
para que se preserve de la fístula, se dirá
rijas y fístulas. primeramente el modo como se cura dicho
flemoncillo.
Cura de flemoncito del ángulo lagrimal.—
lagrimal
Xías que llaman en griego La cura del flemoncito del ángulo
rijas lagrimales,
al principio el
Ríñaselas cuales suceden cuando de alguna de los ojos, es apartar luego
de los
enfermedad antecedente ó de cosas acres, ó aecurso de la materia con sangrías
ventosas secas ó sajadas en
fuentes aplicadas, ó del flujo de semejantes brazos, y con
poner unos defensivos, que al
humores acres ó salados, se ha minorado ó las espaldas;
dicho flemón repelen, como
sumido aquella carnecita que se halla en el principio de
pañilos en el zumo de llantén 6
rincón del ojo, junto á la nariz, al cual rin- mojar unos
ó de la yerba mora, aña-
cón llaman el lagrimal; siendo minorada ó do siempreviva
LIBRO I CAPITULO XVI. 37
diendo ¡izumos un poco de bolo armó- bre quemado, y meterlo con la mecha al mo-
los
y de trébol, de los dos un puño, cocerlos Fístula añeja con el hueso debajo daña-
muy bien y majarlos como una masa, y aña- do.—Estando ya dañado el hueso debajo, lo
dirles polvo bien sutil de ó alüo- cual se conoce metiendo la tienta, y topan-
la lizana
.vas, óá su falta del polvo de la raiz de li- do con aspereza, entonces como necesita de
s-ios, como en peso de un tomín, y aplicarlo cirujano práctico, convendrá, habiendo for-
en forma de un parchecito sobre el tumor. ma, buscarlo ó á falta de él, curar la llaga
Cuando no quisiere resolverse, sino que paliativamente, que es mantenerla con co-
tirare á supurarse, aplicar algún madurati- sas suaves, como son unas hilas y su dia-
vo, y abrirlo con lanceta cuanto ántes, para palma, ú otro parchecito ordinario para lia-
que no dañe la materia al hueso debajo, y gas, encima lavándola con el agua ó coci-
curarlo como otra llaga con la brevedad miento de rosa seca ó cebada tostada, y es-
posible, como se dice en el capítulo 3 del primiendoia materia de ella mas veces.
flemón del libro II. Fístulas con humor gálico. — En los que
Cura de la fístula lagrimal. — Pasando á hubiere algunas señales del humor gálico,
fistularse, lo cual sucede frecuentemente, les convendrá usar del cocimiento de gua-
procurar ántes que se le crien callos lavar- yarán ó de la zarza, según se dice en el ca-
lacon agua ó cocimiento de ruda, y miel pitulo 86 del humor gálico, de este libro I.
virgen mezclado, y después del bañito lie Modo de sacar lo que cayó en los ojos. —
nar el hueco con la lanuza, ó con la lana de Por cláusula de ios medicamentos de los
los carrizos muy
delgada, la cual se halla ojos se pondrá aquí el modo de sacar délos
entre los nudos cerca de la raiz; encímase ojos la pagila ó espinita que se cayó ó me-
pone un parchecito de diapalma ú otro pa- tió en ellos; lo cual se hace abriendo bien
ra las llagas ordinarias; y sobre todo unos los párpados, y otra persona con la lengua
pañRos mojados en vino tinto, ó en coci- ha de lamer tanto los ojos por todas partes
miento de rosa seca y manzanilla; ó poner hasta sacarlo. Para sacar arenita ó piedre-
en lugar de dicha lanuza del carrizo este un- cita ú otra cosa dura, entóneos se mete por
güento ó mistura, que se hace del polvo de el ángulo lagrimal en los ojos una perla fina
mirra en peso de dos tomines, y como en ú ojo de cangrejo, mojado en saliva, las
peso de un tomín de la miel virgen ó miel cuales por su simpatía, que tienen con los
rosada, y un poco de vino austero ó astrin- ojos, no molestan nada dentro de los ojos, y
gente, incorporado todo junto. ochan lo eslraño detenido, y sale por si es-
Fístula con callo reciente. — Estando la di- pontáneamente después de algún tiempo.
cha fístula con callo reciente, se gastará este O llenar la boca con agua tibia, y abierto
usando y metiendo en la fístula una mechi- el ojo, escupir la dicha agua derepente en
ta de hilas, untando la punta de ella con el los ojos, ó esprimir la leche de muger en el
ungüento egipciaco, cuya composición se ojo, que corra por todo. Pero cayendo cal
--•oraen el catálogo; ó en su lugar mezclar en los ojos, no conducen estas humedades,
con la miel virgen una porcioncita de alum- porque encendieran mas; entonces solo cor
as
viene echarle clara de huevo batido, ó de pió capítulo, por cuanto curando la causa,
aceite rosado, ó de almendras dulces cesará el efecto; y junto con esta adverten-
cia se usarán los confortativos de la cabeza
CAPITULO XVII.
y los medicamentos específicos, como des-
DE LA SORDERA Ó ZUMBIDO. pués se dirá mas abajo en este capítulo.
Sorderas críticas.—Otras sorderas se o-
San Zacarías, padre de San Juan Bautista
frecen en tiempo de las calenturas, que sue-
y B. Marco, son abogadospara la sordera.
len ser críticas, y señal de salud, las cuales
C\i&i G&TOtkL DE, IA SOÍiuY.íkK. 0 IM- sin curarse cesan muchas veces; pero conti-
VñAo, otvjvmvAo &a colera. ^ sawju. nuando (habiéndose quitado ántes la calen-
tura) conviene usar de la cura según predo-
La sordera ú oido grave y zumbido, se cu- minare el humor.
ra atendiendo de qué humor se ocasiona Pronóstico.— Siendo la sordera ó zumbido
semejante enfermedad; unas veces se ori- antiguo é inmoble, no admite cura; pero
gina de cólera, con la sangre adjunta, lo cuando la sordera, ó zumbido está á ratos,
cual acaece cuando precedió alguna calen- ó á lo menos ya mayor, ó menor, entónces
tura. Y tal sordera y zumbido con unas denota ser aún movible el humor, el cual o-
gotitas, como quedan dichas en el capítulo casiona la sordera, ó el zumbido, y así hay
po, entónces es menester usar de la dietajaun caliente, aplicar cada mitad á los oídos,
que humedezca, como se dice en el Cap. 82 de padeciendo entrámbos, ó al que padeciere
este Lib. I de la Hética, bañando también solamente, cuanto caliente pudiere sufrirlo
la cabeza con agua y echar del aceite buenamente, y guardarse del aire; ó echar
tibia,
de almendras dulces en el oído, ó aceite en el oído unas gotas de aceite de las al-
rosado. mendras amargas, ú del aceite común, en
Originándose de la pituita ó ventosidad. que ántes se frió ruda, ó agenjos, ó estáña-
\,
—Proviniendo la sordera, ó zumbido de pi- te, ó yerba buena; ó poner solas las dichas-
tuita,flema, ó ventosidad, se ha de atender yerbas algo majadas en forma de mechón-
juntamente de dónde depende dicha pituita, cito en el dicho oído; ó poner algodón, ó la-
ó ventosidad; como cuando depende, ó que na sucia, por sí sola, ó con almisclc, ó alga-
vienedel cerebromuy húmedo, ó destempla- lia.
fuego, y mante-
nilla, malva, romero y un
poco de canela, tico en la nuca, abierto con
poniendo enci-
v unos clavos de comer; de las
dichas yer- ner la llaga por unos dias,
tiempo mejor para aplicar estos medica- estos dos géneros de dolores se usarán
los
mentos es como dos, ó tres horas ántes de mismos medicamentos, así de la cura gene-
comer, y quedarse en casa defendido de to- ral, como de la particular ó específica, como
do aire. Así mismo aprovecha cabar una queda dicho en el capítulo antecedente de
cebolla do la hortaliza, y llenarla de vino de la sordera ú oido grave, orignado de la
Castilla, y cocerla así debajo del rescoldo; 'pituita,
después, quitadas las cáscaras exteriores, Señales del dolor originado de cólera, y su
esprimir el jugo de lo demás, y echar de él cura general.— Originándose el dolor de los
algo calientito al oído: ó calentar la hiél debidos de la cólera, entócces es su dolor agu-
liebre, ó de cabrito/ó de perdiz en una do, y se siente juntamente notable calor. Su
la
hoja de la cebolla, con un poco de miel vír- ¡cura general es usar de las purguillas que
gen, ó miel rosada, y echar de ello tibio u- se ponen en el catálogo de los medicamen-
nas g^otas al oido; ó torne de la hiél del toro, tos para evacuar el humor colérico; y su
ó buey, mezclada con otro tanto, ó algo mé- dieta y guarda, será como se dice en el ca-
nos, de la leche de muger ó de cabra, hígado do
y e-jpítulo 40 de la destemplanza del
char de
ile ello libio unas (rotas
filio tibio «n el
gotas en m'rln
«I oído, v
y gg^g libro I I
cion, entóneos se tiene muy gran dolor, el tiga el dolor, sacado al modo como queda
cual algunas veces con calentura hace de- dicho en el capítulo
antecedente de la sorde-
mental al paciente. Sus señales son sentir ra. Eslc ücor y el aceite de las cochinillas,
un peso algo gravativo, juntamente con dis- se aplica cuando ya sosegó algo el dolor,
tinción on la parte dolorida, calor, y un pul- porque también resuelven.
sarmuy molesto, y apénas se reconoce al- Señal de supurarse, y sus medicamentos.—
gún tumor ó calor en dicha parle. Cuando la inflamación no quisiere resol-
Cura general del dolor con inflamación. —
verse, sino que se inclinare á supurarse, lo
En este dolor, no habiendo otro estorbo, es cual se infiere de la pulsación que se siente
bueno sangrar la vena de la cabeza, ó la de en la parte, y del crecimienío de la calen-
todo el cuerpo en brazo según las fuerzas tura, entónces lome una cebolla asada deba-
el
del enfermo, en particular siendo de com- jo del rescoldo, y quitadas las primeras cas-
plexión sanguínea, y después poner unas caras, molerlo demás y añadirle dos onzas
sanguijuelas (si hubiere forma de de
mantequilla fresca, y aceite rosado y
ello) tras la
de las orejas para reveler, habiendo ántes de manzanilla: á falta de dichos aceites, co-
usado de ayudas frescas y emolientes, como jer tanta mantequilla ó aceite común, y freir
se hallarán en el catálogo de los medicamen- en
ello suavemente rosa fresca ó malvas,
y
tos; ó cuando el paciente no se pudiere san- manzanilla fresca, ó seca: luego añadir aza-
grar, usar de uno ú otro minorativo ó pur- frán molido en peso de medio tomin, y mez-
guita, según se pone en el capitulo 40 de la clado todo junto en forma de emplastro,
destemplanza del hígado; aplicar ventosas poner de ello tibiecilo sobre toda la oreja
secas, ó sajadas en ¡as espaldas; usar de frie- de dia y de noche, porque quita el dolor y
gas ó de ligaduras de los brazos, muslos ó resuelve el apostema; y cuando se hallare
piernas. muy inclinado á supurarse, este mismo em-
Cura especifica para mitigar el dolor con plastro ayudará para ello. No habiendo á
inflamación.— Al principio de la enfermedad la mano lo susodicho, tome de migajon de
usar luego de lo que mitigue el dolor, como pa n blanco una libra, cocido alguna cosa en
es echar desde el pecho de la muger la le-
eche de cabras á punto de emplastro, y al
i
che al oído dolorido, ó mezclar con dicha fin añadirle dos yemas de huevo, y en peso
leche recien sacada, un poco de clara de hue-' como de medio tomin del azafrán molido,
vo bien batida, apartada la espuma; ó echar todo junto bien incorporado aplicarlo tibio
en el oido dicha clara de huevo mezclada á toda la oreja, tendido sobre un pedazo de
con la yerba mora, ó de la siempreviva; y lienzo, renovándolo ántes que endurezca,
todo lo que se echare en el oido sea tibio, porque no lastime con la dureza,
porque en las inflamaciones no ha de ser Tiempo desupurarse.— Apunta el supurar-
muy caliente el medicamento. Así mismo se el apostema del oido como al quinto dia
las cochinillas, que algunos llaman cochini- de la inflamación; y como al sétimo dia
tas de San Antón, las cuales se hallan deba- (escapando el enfermo) penetra, ó rebienta
jo de lastinageras, piedras ópalos, éstas co la materia,y se mitigan ó cesan los penosos
suavemente en aceite y muy
cidas, ó fritas accidentes que habia. Reventando la ma-
poco de agua, hasta que se consuma dicha teria, se pone al enfermo sobre el lado del
agua, se echará dicho aceite en el oido, mi- oido dolorido para que salga la materia.
tiga el dolor del oido, como también el do- Para que salga mas bien la materia por
lor de las muelas ó de las almorranas, y mal la oreja, se ayuda tociendo ó estornudando,
de orina. También el licor del fresno mi- y mientras que sale la materia se lava el
LIBRO I CAPITULO XIX.
oido con cocimiento de cebada, y un poco acibar, echar solo uno do los dichos zumos.
de miel virgen libio ó miel rosada. Purga- Como se saca lo caído en los oídos. Modo —
da bien materia, para secar se echan
la do sacar lo caido en los oidos. Siendo pulga
li-
nas gotas de vino de nbas en que ántes se ó garrapata, ú otro animalilo, echándole ai
babia desecho un poco de alumbre quema- oido aceite algo calientito se salen fuera, e-
do; y esto se usa cuando ya no hay mas se- char en lugar del aceite de! cocimiento del
ñal de alguna inflamación. tabaco, ó hacer un hisopillo de lana bien alada
Llagas del oido antiguas.— Cuando hubie- junto á un palilo,
y untada con trementina
re llagas antiguas del oido, tome dos onzas ó res¡na blanda> )a cua i ap Hcada contra lo
de miel virgen, y onza y media de vinagre| que cayó eu e o5do> , 0 sacará pegado . ,
bueno, despumarlo sobre fuego manso, al Para puIgas en parUcuIar es bueno una
j
añadirle en peso de medio tomin, ó un to-¡ bolila del pelo de pem) ó lana Tambien
min del polvo muy sutil del cardenillo; y de la
cabeza de la lagartija recien muerta, cor-
este se echa una ú otra gota al oido dos ve-
tada y aplicada en el oido la boca para den-
ces al dia, lavando ántes cada vez el oido tro, y atada, como en tres horas lo agarra
y
con cocimiento de agenjos y malvas, y un se sacará la cabeza de la lagartija pegado
poco de alumbre crudo, secando después el con el estraño
que cayó al oido.
oido con algodón ó un liencecito.
Aceite de mirra
para llagas frescas y an- CAPITULO XIX.
tiguas.—Tambien el aceite de mirra sacado
DEL ELUJO DE SANGRE DE LAS NARICES.
de esta manera, aprovecha mucho: Cocer
dos huevos bien duros, partir el uno por San Asclapio obispo es abogado para el de-
masiado flujo desangre.
medio y sacarle toda la yema, la cual no
sirve para este efecto, y se llena otra vez el
hueco que desocupó la yema con mirra mUco, d oVyo aVfttomoAwo.
gruesamente molida, y con unos pedacilos
(a
de la clara del olro huevo cocido mezclado, ¿ín lo general hay dos flujos de sangre por
y lleno dicho hueco de la mirra dicha, y se las narices: el uno es crítico, del que se di-
vuelven á juntar los dos medios del huevo ce en los accidentes de las calenturas en el
partido por medio, como si estuviera enle-|capilulo 76 de este libro: sintomático es el
ro: esto se amarra con un hilo muy bien, y otro flujo de sangre, el cual ó
sale de la ve •
(porque estas crian mucha sangre) con al- lar b¡en cerrando el dedo pequeño déla
millón, arroz ó sarro do la cebada, los estre- mano del mismo lado, ó colgar al cuello
ñios, ó los menudos de Se ha de una ó mas cintas del coral lino, ó rosario
la carne.
escusar todo vino y especias; el agua se be con las cuentas del hueso de pece
mulier.
mucho la sangre ni cosas coloradas; estarse a los hipocóndrios debajo délas costillas
quieto y procurar el dormir, ó por sí ó con \M
P echo > del raísm0 ,ado ? ür donáQ sale
la
venaque
„
mas
•
de suyo no fuere sanguínea, pero cargado do; ó echar vinagre bueno sobre hierro ca-
de muchos malos humores, a esta no con- líente, y recibir este vapor por las narices,
vienen sangrías; pero conducen unas pur- yen intermedio refrescar el hígado con los
general,
guitas suaves y frescas de ruibarbo, ó de defensivos susodichos en la cura
tamarindos, como se verán en el catálogo Mas eficaz es atraer el zumo de las ortigas
de los medicamentos para evacuar la cólera, por las narices; ó hacer de dicho zumo un
misma ortiga machacada, ó
y caliente.— Cuando fuere emplastro con
De sangre sutil la
nerlo en las natices; ó cojer (lela misma lará á este capitulo lo que es bueno para los
mo hace el polvo sutil deollin en lugar de de costado ó pulmonía, porque enlónces las -
dicha sangre. También es bueno tomar tan- tima el estornudo.
to de vinagre como de agua, ó en lugar de¡ Remedios para los estornudos demasiados-
agua cocimiento de llantén, y mojar en es- —Para el demasiado estornudar, es bueno
ta agua unos pañitos de lienzo y aplicarlos para mitigarlo recibir el vapor de agua tibia
á las palmas de las manos, á las plantas de por las narices; ó untar las narices por den-
los piés, á la región del hígado, y á los hom- tro con aceite de almendras dulces, ó con
bres sobre los testículos, y á las mugeres en- mantequilla fresca, ó con tuétano de los hue-
tre los pechos. ¡sos de vaca; ó sorber leche tibia por las na-
Tambien de marrano ó del rices, ó tomar cosas ligeras para dormir,
el estiércol
burro, fresco puesto en la frente y atado con ¡puestas en el
desvelo de las calenturas con-
venda, ó hecho polvo, con algodón metido ¡tinuas en el capítulo
76 de este libro I de
en las narices, y mejor mojando ántes el sus accidentes.
dicho algodón con zumo de ortiga. Algu-
nos dan este polvo bien molido con azúcar CAPITULO XX.
en cantidad de peso de medio lomin ó aleo DEL DOLOR DE M DELAS
mas, en caldo ó cocimiento de llantén á be-
Santa Polonia es abogada para el dolor de
ber. El polvo del espliego ó alucema, to-
muelas.
mado en caldo en la misma cantidad de me-
dio tomín, corrobora el hígado- N\MXS CMJSKS TO LOS DOLOWE.S.
Muy eficaz es el polvo siguiente, metido'
con algodones en la ventana de la nariz 'Los dolores de las muelas ó dientes, ya se
donde sale la sangre, en particular cuandoioriginan de fluxiones calientes, ya frias
estuviere corroída la vena: Tome de
yeso, ce-¡ya ventosidades, ya de gusanos que en
mzade papel quemado, polvo de las aga-jlos mismos dientes
se crian, ya la fluxión
Has de encino, tanto de uno como de
otro acre corroe los dientes, ya la corrosión lia-
corno en peso de un tomín,
y añadir el peso ma la fluxión.
de un tomín corto,
ú de medio tomín de la Señales.-Vafa conocer si la fluxión es de
I
persona fuere sanguínea, se sangrará, se- ajo en agua, ó en vino, ó cocer la cascara
gún la plenitud de sangre, la vena del bra- de las raices del árbol de las moras, siendo
zo que mas bien pareciere; pero habiendo de frió, en vino aguado; y siendo de calor
sar de unas ayudas, que llamen ó evacúen Medicamentos que se aplican por defuera.
dicho humor según su cualidad fuere. Tam- — Poner para atajar la fluxión un parche-
bién son buenas las friegas de las espaldas, cito redondo en la cien del mismo lado del
ventosas secas corridas, ó sajadas también dolor, echando polvo de almáciga, ó de in-
en las espaldas. Algunos ponen con buen cienso sobre un pedaciio de badana, ó ga-
una ventosa sajada muy cerca de la muza del tamaño de un real de á dos, y con
•efecto
nuca, ó cerebro; pero no se han de ahondar un pistil, ó mano de almirez bien caliente.
mucho las sajaduras, por no lastimar lasi para derretir dicho polvo encima de la ba-
•venas, ó nervios. j
danita y aplicarlo á la sien con presteza pa-
lian para el dolor do las muelas- [Medi- almáciga un emplastrito del mismo tamaño
r amentos que se aplican inmediatamente so- del emplastro ad rupturam, ó á falta de él,
bre las muelas, ó dientes.) Pero no lodos poner suelda con suelda
machacada como
suelen mitigar prontamente eldolor; y así emplastro á las sienes.
para elección de ellos se pondrán diferen- O echar en el oido del lado donde duele
tener en la 'boca el cocimiento la muela un poco de aceite libio de almen-
tes, como
de la yerba mora, ó con vino cocido, ó con' dras amargas ó de las pepitas de los duraz-
agua envinagrada, ó con solo vinagre: con nos, siendo de frió; pero siendo de calor,
<vino se hace este cocimiento, cuando su ori- echar á dicho oido un poco
de vinagre ti-
gotas del zumo de ajos, ó poner
gen fuere de vinagre, siendo de bio ó unas
frió; y cort
antes la hnji-
<c alor. Esto mismo se entenderá en algu- un diente del ajo, quitándole
nos medicamentos siguientes: y aunque el ta, al dicho oido.
vinagre por sí no es favorable á los dientes, O también, siendo de frió, poner por de ,
se corrige con la admixtión de los otros in- fuera sobre donde duele la muela
el carrillo
gre, y tenerlo libio en la boca sobre Siendo originado de calor, lome zumo de
el do-
lor; ó mascar almáciga, 6 pelitre, ó estafi- siempreviva ó zumo de la yerba mora, que
sagria de la botica; ó cocer la raiz de la llaman chichiquelilc, como una onza, re-
MBKO í CAPITULO XX 45
zanilla con unpoco de azafrán; ó aplicar un sión encima del oido: la tal parte se llama
saquillo con salvado caliente y sal tostado. en griego Anthelix, que está cerca del Iragi,
También suele aprovechar tomando me- y es remedio seguro y preserva para toda la
dia ó una cabeza de ajo, la cual se muele vida. La coslrita quemada con dicho ins-
sobre una piedra, y se le añaden diez ó do- trumento del cauterio se curará con facili-
ce hebras de azafrán molido, y en forma de dad, al modo como se curan los cauterios
emplastro se pone sobre la pulsera del ta- mencionados en el capitulo 2 del libro II de
maño de una nuez grande, en donde so to- las apostemas en general.
ma el pulso de la mano del mismo lado del Cómo se fijan los dientes, ó muelas.— Para
dolor; y si levantare alguna ampolla, pues- fijar los dientes que se blandean, ó mueven
ta por veinticuatro horas, curarla abrién- infundir, ó hechar en vino una porción de
dola ántes con tijeras, con hoja de col ó de la yerba del mastuerzo, y tenerlo como
lechuga, ú untada con veinte y cuatro horas en lugar medianamen-
otra yerba fresca,
mantequilla, las cuales hojas se renuevan te caliente: de dicho licor se coge por un ra-
cada dia, hasta'que por sí sane. to en la boca de cuando en cuando, siempre
Neguixon ó corrupción de la muela, ó dien- libio; ó cocer en vino tinto si hubiere, ú o-
te,—-Para curar el neguixon ó corrupción de tro áspero, salvia,
romero, hoja de olivo, ho-
la muela ó diente, quemar ne- ja del encino, de llantén, ó de lo que de
la raiz del
estos
guixon con una aguja encendida, lo cual hubiere, con un tantilo de alumbre,
y tener
preserva el que no pase adelante el negui-j de dicho vino entibiado en la boca repelidas
xon, que suele dañar á una muela en pos veces; ó tener aplicado entro dichos
dientes
de otra; ó mascar chicle, ó coger agengibre, flojos, labios una hoja de olivo,
y ó de la
cas-
y cocerlo en vinagre con una poca de sal, ó cara del tepeguaje.
enjuagarse algunas veces con ello, preserva Cómo se pueden tapar los agujeros, ó lo
de la corrupción á las muelas. hueco de las muelas.— Cuando hay muelas
Preservativos á que no duelan las muelas. huecas,
ó agujereadas, suele ocasionar mu-
—Para preservarse del dolor de las muelas, cho dolor cualquier cosa que
llegue al fondo
untarlas con sumo de cebollas todos los de ella; estas otras
y se tapan, lomando el
dias;ósecar ranas en el horno que no se peso de tomin
y medio de la alcaparrosa, y
quemen, y hacer polvos de ellas, y mezclar- otro tanto de azogue,
cocerlo en un poco de
lo con otro tanto de sal molida, refregar
y vinagre fuerle todo junto, y se hará de ello
con dicho polvo los dientes, el cual polvo una
masa, con la cual se lapa el hueco de
mala los gusanos, de esta manera usado,
la muela, sin que la dicha masa sobrepu-
quita el hedor do la boca
y mitiga el dolor. je la muela, la cual masa endurece como
También para preservarse de los dolores do hueso, sin
estorbar, ni molestar.
las muelas, proviniendo de fluxiones,
ó des- Dentera de las muelas ó dientes.— Vara la
46 DEL DOLOR DE MUELAS.
dentera de las muelas, y dientes, que es muela hueca. Fuera de esto, es bueno la-
cuando se entorpecen es bueno refregarlos var todos lo« Jias la boca con agua salada;
con sal ó con cebolla, ó queso, ó mascar ó lavar la boca después de comer, y cenar
verdolagas, ó almendras ó piñones, ó ave- con un poco de vino con sal; ó mascar en-
llanas tostadas. tre dia un pedacilo de mirra, ó raiz de li-
Blanquear los dientes, y contra la toba. — rios, ú ojas de ruda, ó anís.
Refregar los dientes para blanquearlos mu- Demasiado flujo de sangre de las encías.
chas veces con ceniza de tabaco, cogida con —Cuando por sacarse la muela, ó diente,
ú
\& punta de un dedo, envuelto cou un pa- de cualquiera otra causa hubiere demasia-
ño húmedo para limpiar; y juntamente pa- do flujo de sangre, aplicar con un poco de
ra fijar los dientes, añadir á la ceniza he- algodón revuelto con polvo de bolo arme-
cha de mirto, ó de granado un poco de pie- nio, ú del bolo común, ú de la sangre de
dra alumbre, y coral y rosa molida, y re- drago; ó á falta de estos, del yeso quema-
fregar con ello suavemente los dientes. do, ó amasando cualquiera de estos ingre-
Para quitar la toba de los dientes, y pa- dientes con la clara de huevo batida, y te-
ra fortificar las encias, lo mejor es mojar nerlo encima del lugar de donde sale la
lapunta de un palito con el espíritu vitrio- sangre, aplicando un poco de algodón en-
li,ó con el espíritu del azufre, y con él se cima. Si no bastare, tome de la alcaparro-
refriegan bien los dientes; y si se sintiere sa algo quemada, y mezclarla con otro tan-
que lastima algo las encías dicho espíritu, to del polvo de uno de los susodichos, y a-
añadirle un poco de miel rosada, ó de miel plicarlo del mismo modo: sudando todavía
virgen. A de estos espírtius se po- sangre, aplicarle á la herida polvo de goma
falla
drá tomar vinagre muy fuerte. Cuando arábiga, ó déla gomilla del mesquite, ú de
hay juntamente llagas en las encias, se ve- valeriana.
rá lo que mas abajo se dirá. Ahora se a- Emplastro galénico para estancar la san-
ñadirá algo del mal aliento de la boca. —
gre. También es bueno el emplastro galé-
—
Del aliento ó hálito malo de la boca. El nico, que se compone del polvo de acíbar,
aliento malo, ó hedor de la boca muchas del incienso, y del pelo de la liebre quema-
veces se origina de los dientes, ó muelas do, partes iguales, que con clara de huevo
huecas, y corrompidas, otras veces del ven- batida se amasa, y aplica, sirve hasta para
trículo, otras de las fauces ó garganta, y las arterias heridas; y de no cauterizarse
de fluxiones catarrales: según se originare, con el mismo algodón ardiendo, sistirá.
se curará por sus propios capítulos el orí- Encamar las encías consumidas .—Olio de-
gen de ello fecto ocasiona la toba de los dientes, que es
Cuando tuviere su origen de algún diente, descarnar, ó desnudar los dientes de las en-
ó muela corrompida, mezclar con los suso- cías. Para remediar esto, se quita, y cura
dichos polvos ceniza de coral, ó déla hasta primeramente la toba, si la hubiere, al mo-
de venado, quemado con un poco de piedra do susodicho, después se le arrimará cera
alumbre quemada, como queda dicho, al- blanca, en la cual, derritiéndola á fuego
gunas cosas de buen olor, como es el polvo manso, se ha de mezclar semi lla de la rosa,
de la raiz de lirios, de canela, de almizcle, no muy añeja; ó tome incienso, almáci-
ó ámbar y refregar con ello al modo ga, sangre de drago, raiz de la aristolo-
gris,
dicho los dientes y muelas; y también me- chia redonda, raiz de lirios seca, de cada
ter un poco de estos polvos con un poco de cosa, ó de lo que hubiere, en peso
de un
algodón revuelto dentro, ó encima de la tomín, hacer con un poco do miel y vina-
L1BK0I CAPITULO XXI. 47
de loanda ó escorbuto, se curará como se da, ó salada, ó serosa, que caen de la ca-
dice en el capitulo 48 de este libro I. beza, ya de malos y corruptos vapores que
Tumorcillos en las encías, que se UamanPa- suben del estómago, ó del pulmón, y varias
rulis.— También suelen originarse unos tu- veces se le añade algo de gálico, (La dife-
morcillos en las encías, que se originan de rencia de dichas llagas, y su causa.) Y de
sangre caliente, que llaman en hay unas llamadas superficiales, y mas
latin Párulis, ellas
estos unas veces se resuelven, y desparecen fáciles de curar; otras hay hondas, ó muy
por sí, otras se supuran; lo común es poner- sucias, y por eso de cura mas difícil; tiran-
les una pasa abierta siu los huesecitos en-
do estas á ser coloradas, indican tener su
cima, y llegado á madurar, abrirlos con origen de la sangre; amarillando, de la có-
lanceta; y enjuagarse con cocimiento de ce- lera; las blanquizcas, de la pituita; y las lí-
bada, y bojas de llantén: apretando mucho vidas, óceuicientas, ó como moradas, tienen
el dolor, aplicar por defuera sobre el carri- su origen de la melancolía; y estas últimas
llo hojas de beleño, ó de la yerba mora asa- son las peores, como también las del hu-
das debajo del rescoldo. mor gálico, pues suelen consumir la len-
Carnecita crecida sobre la última muela lla- gua, y la carne de las fauces hasta los hue-
mada Epulis.-lambien suelecrecer una car- sos.
necita encima de la última muela, quellaman Cura general.— La cura de dichas Aphtas,
en latin Epulis. Para esta carnecita conviene ó llagas de la boca se dirige según la cali-
los medicamentos puestos arriba para fijar dad del humor de donde se originan, y se
los dientes, porque consumen la humedad observa la misma dieta dicha en sus pro-
superfiua; y no bastando, se corta con tije- pios capítulos, al modo como se dijo en el
ras,y la herida se cura con el cocimiento capítulo 1 de este libro I, pero habiendo
de cebada, y de llantén, enjuagándose mas alguna sospecha de lo gálico, se atenderá
veces con ello; ó poner un polvito de alca- á lo que se dirá en el capítulo 86 del libro I
parrosa con algodón encima para consumir de humor gálico. Como siendo la persona
la dicha carnecita, mezclándole un poco del sanguínea, y las llagas de la boca coloradas
bolo, cuando se temiere el cortarla. en pos de una ayuda fresca, y enaolieníij ,
DE LAS LLAGAS DE LA BOCA, FAUCES Y za, ú vena de todo el cuerpo del bra-
de la
rillas, evacuar la cólera, y así en los de- llagas; ó hacer esta unturila estando las lla-
mas humores. 'gas sucias, tome dos partes de alumbre que-
Medicamcutos, ó apositos .—Los medica- almaciga, é incienso junto nia(lo > y de ,a
mentos que por defuera so aplican, será ob- otro lanto co,no del «lumbre, molerle muy
servando así mismo la calidad de dichas Ha- suliI y mezclároste polvo en una poca de '
^
mimado como
'
ua del ^limado.) Tome del su-
en peso de un tomin,' cocerla
, , . , 1
quizcas las llagas, estuvieren escociendo i
como sal por el humor salado, (Del livmor ™ un vidrio P uesto en una cazuela cen
arena (cebando dentro del vidrio con el
salado) se añadirá al cocimiento dicho al-
mayor solimán molido, dos ó tres onzas del agua,
go de la piedra alumbre; y para j
vino algo aguado, como es el vino tinto, ú manso, poniendo dicha cazuela con la are-
otro austero. na sobre unas brasas, hasta que se desha-
Del humor melancólico de color verenge- ga totalmente el solimán en dicha agua; y
—
nado. Siendo las llagas como negras, ó lí- para que no fácilmente rebiente el vidrio,
vidas de melancolía, cocer unas pasas sin no enterrarlo mucho en la arena. Tam-
grano un puño, de anis medio puño, en bién conviene atender, que se escuse po-
agua como de un cuartillo, que quede como ner la cara sobre el vapor de dicho vidrio,
la mitad, colarlo añadirle miel rosada., porque es dañoso.
y
ó miel virgen dos ó tres onzas, y enjuagar, ¿7so del agua.—Vara, usar de esta agua
ó lavar con ello las llagas. del solimán, ó del agua fuerte, amarraren
Llagas sucias.— Hallándose las llagas muy un palito un poco de algodón, y mojarla
sucias, mojar un paño, ó esponja en miel punlita con dicha agua, y mojar con ella
virgen, con polvo do alumbro mezclado, ya las llagas, una ó dos veces al dia, por va-
limpiar con ello, refregando algo las dichas rios dias, hasta que se pongan limpias, u-
49
que lo hay en las boticas buenas solamente, dacilo de azufre ó miel, con un poco déla
tapando con dicho espíritu de vitriolo las mostaza molida. En lo demás, no bastando
llagas sucias de la boca al modo dicho en esto, se acudirá á los medicamentos puestos
lugar de la agua fuerte ó. del sublimado. en el capítulo 6 de la Perlesía de la Lengua
Para los niños ó gente delicada, se mezcla- del libro I.
la boca. Para tal accidente convienen las.la cabeza, ya con destemplanza caliente sin
purgas y ayudas dichas contra la pituita, en tumor, ya con tumor; ya se origina de una
(
el capítulo l del Dolor déla Cabeza; pero la destilación fría y pituitosa, la cual á esta
j
sangría únicamente conduce eu persona parto de las fauces, asi la campanilla, como
muy sanguínea: en lugar de la sangría, se otras partes vecinas, hincha sin participar
podrán poner ventosas sajadas en las espal- rubor, ni calor, y aunque con dolor, pero no
das, ó aplicar á la lengua, saliendo hasta agudo, solo cuando se hinchan cerca del
fuera de la boca, unas sanguijuelas atadas tragadero las glándulas, entonces se obser-
con un para que no se cuelen á la boca. va debajo de la quijada ó mejilla un tumor,
hilo,
No siendo sanguínea la persona, refregar el cual estrecha tanto la entrada, que solo al
4
50
tes, sino que refrescando juntamente algo nagre y miel virgen ó melado, para hacer
ma campanilla uno de estos polvos, como es comunmente de fluxión acre, delgada y co-
de agengibre, ó del estiércol blanco de per- piosa, de materia pituitosa, quo cae de la
ro, ó de rosa seca con alumbre quemado y cabeza á las fauces con tumor, dolor y difi-
mezclado; y cuando juntamente (Campani- cultad en respirar y tragar. (Diferencia en
lla con llagas,) hubiere llagas sucias, se ob- la dificultad de tragar.) Obsérvase, que
servará lo dicho de las llagas de la boca en cuando padecen los músculos de la lengua,
el capitulo antecedente. hay mas dificultad en tragar la bebida que
la comida, y cuando padecen los músculos
CAPITULO XXIII.
hay mas dificultad en tragar
de las fauces,
DE LA ESQUINANCIA. el manjar ó comida, que la bebida.
piernas; ó en caso do haberse propasado al- go de los medicamentos con el título de fres-
go el tiempo de dicha inflamación, ayuda cas, y emolientes; las cuales se repetirán, si
la
mucho el sangrar las venas debajo de la fuere menester por la mucha estitiquez del
lengua, sin postrar tanto las fuerzas como enfermo, también todos los dias ó cada ter-
las otras sangrías de las venas mayores. cer dia.
El modo de sangrar dichas venas y otras se Dieta, y guarda— La dieta, y guarda en
verán en el capítulo 54 del libro 2. osla enfermedad será corno se dice en el
Rentosas sajadas. —También á los princi- capítulo 75 de las calenturas continuas del
pios de la enfermedad, ó inflamación con- libro i y aun conviene atenderla con mayor
vienen ventosas sajadas en las espaldas cer- observación. El agua ordinaria para be-
ca de la nuca ó cerebro, ó unos vesicatorios ber será agua cocida de cebada, ó violetas,
en las mismas partes cerca de la nuca. El ó del culantrillo de pozo. La comida será
modo de poner los vesicatorios y su compo- de caldos de substancia, ó substanciales de
sición, se verá en el catálogo de los medica- gallina, ó pollos. También las ayudas de
mentos. Así mismo conducen cerca de los substancia serán necesarias cuando la en-
principios de la enfermedad sangrar las ve- fermedad se alargare.
nas debajo de la lengua; pero no ántes de Necesita de ser socorrida de todos modos,
las sangrías de los brazos, con las cuales se sin perder tiempo.—Por cuanto, como queda
ha de reveler primeramente. También he- dicho al principio, que esta enfermedad es
chas las sangrías de los brazos, aliviar sá- violentísima, siendo esquinancia esquisita,
cando alguna sangre de las narices con cer-jno solamente se da lugar á las sangrías, que
da ó un canon de pluma, corao primeramente son necesarias, sino también
se enseña en
el capítulo 54 del libro 2. leí mismo dia, ó noche, después déla san-
acudir al principio; esto es, después de la Para facilitar las flemas.— Para suavizar,
primera sangría, entornar al ? una purguita y limpiar las flemas usar del lamedor,
ója-
raediana, según el humor que predominare, rabe de culantrillo
de pozo, ó deshacer en
(que comunmente es la cólera) como se po- ¡agua de cebada azúcar candi, ó alfeñique,
capítulo 1 de este libro del Do- para lomar de ello unas cucharadilas
de
drá ver en el
atemperar junta
lor de la cabeza, originado de cólera: yno'cuando en cuando, para
de al-
habiendo forma de poder tragar, ó por otra mente la sangre encendida. (Agua
hace para la
razón no se pudiere tomar alguna purga de canfor.) Otra agua buena se
esas, es necesario aplicar ayudas ó calillas, esquinancia, y
calentura con el alcanfor, si
mas ó ménos fuertes, según lo restringido se hallare: tómase una buena taza de agua
que estuviere el paciente. (Aijudas ó cali- ordinaria: luego clavar en una punta de cu-
llas.) Las ayudas se escogerán en el calálo- chillo, ú otra cosa uu pedazo de
alcanfor, el
53
LIBRO l CAPITULO XXIII.
onzas del vinagre, y enjuagarse tibio; ó en- salitre preparado, y una ó dos onzas de la
juagarse con leche, en la cual se hayan apa- miel de las moras, ó á falta de esta un tanto
gado muchas veces unos pedernales encen- de miel, 6 chancaca para gargarizarse con
didos; ó cocer un puño de cebada, y otro ello siempre libio.
de lentejas enteras con un puño de las hojas Gargarismos para el tiempo del estado de la
de llantén, y otro tanto de la yerba mora, ó inflamación y sus señales.— Al tiempo de lle-
chichiquelite en bastante agua, hasta que gar la inflamación al estado, lo cual se co-
quede como un cuartillo. A este cocimien- noce cuando el enfermo siente algún alivio,
to colado ya se podrá añadir como una ó y percibe que no van á mas las congojas
dos'onzas del sumo de granadas, ó de los de la respiración, y el dolor no aprieta tan-
DE LA ESQUINENCIA.
Lo mismo hace el estiércol de perro, ó la estos ingredientes, procurar los mas, ó ha-
muy útil, aunque feo, el untar por defuera afuera se pondrá este emplasto para ayudar
la garganta con escremento de muchacho. á supurar: lome cebolla blanca asada de-
Mas eficaz es el emplasto siguiente: lome bajo del rescoldo, y amasarlo con levadu-
del estiércol y plumas de los nidos de las ra blanda de pan, partes iguales y de la miel
golondrinas con un poco de su tierra como lo que bastare para el punto de un emplas-
dos onzas, y cuatro onzas de la canina, to- to, tender de ello sobre un lienzo, y apli-
do bien remolido, y de la levadura del pan carlo tibio. También á esto se puede aña-
como una nuez grande deshecha en un po- dir (habiendo) un puño de la harina do las
co de vinagre, amasarlo todo junto en for- alhovas, ó unos higos pasados, cocido» y
55
LIBRO I CAPITULO XXIII
Cuando hubiere
hnhiora saliva 0
cuando colina A
ó esputo delgado;.1 . . 1
y jarabes preparativos. No habiendo forma
cuando hubiere esputo grueso, se usarán los
de purga, suplirá una ú otra ayuda délas
medicamentos señalados para el catarro
frescas, y emolientes, puestas en el catálo-
lno:y fuera de aquellos, también aprove-
g0 de los medicamentos,
charán los siguientes.
._ Para fac¡lilflr e escupir ha _
|
Tos S£?t a
.
Cura especifica de la
de calor.-Orígi- hiendo los seca, lome aceite de almendras
tos
nándose la tos de calor ó de humores calien-
dulces frescamente secado, ó á falla de él,
tes, según las señales susodichas, habiéndo- mantequilla fresca y hien lavada, mezclarlo
se evacuado con sangría ó purguitas frescas, bastante polvo del azúcar blanca, y tomar,
ó avudas
o ayuuas dubas nara el
flirha« para ratarm de
pI catarro ri Q „„i n .
'
de e,, ° varias veces á poquitos, como media
calor, es
cuchara( ¡ta del acci(e) 0 como una ave lana
i ,
Dueño atemperar el humor caliente, como de la mantequilla.
LIBKO I CAPITULO XXIV. 57
Tos fiera.— Parala tos fiera, por sosegar el en forma de almíbar espeso, y
usar de ello
Impetu de ella, tomo azúcar candi ó á falta entre dia en forma de lamedor; ó cocer un
de él, azúcar finísima una onza, revolverla puño de culantrillo de pozo, y
media onza
con polvo de almidón y del bolo armónico,! de orozus, y habiendo
de la yerba que lia-
ódelaastade venado quemada en peso de man uña de caballo ó tusílago, dos puños,
tomio y medio, amasarlo lodo junto con dos 'unas pasas y dos ó tres bigos, ó loque
de
ó tres onzas de aceite de almendras dulces, ¡esto hubiere en cuartillo y medio de agua,
ó de la mantequilla fresca á faltado aceite; hasta que quede en un cuartillo: colarlo, y
de lo cual se tomará varias veces un poqui- con seis onzas de azúcar volverlo á cocer y
¡
Lo, tragándolo poco á poco. En lugar del ¡despumar, basta que tenga el punto de la-
azúcar será mejor tomar pastilla molida. medor ó almíbar espeso, del cual se usara á
También suele servir de mucho alivio estan- medias cucharaditas, tragándolo poco á po
-
do la tos muy fiera, tragar un poco de agua co, ó chupando de un pedazo de orozus ma-
fría, ó tener la dicha agua algún tiempo chacado y mojado en dicho lamedor.
fria
dulces, ó con enjundia do gallina, ó con aceite de almendras dulces ó sin ello, y co-
mantequilla fresca, añadiéndoles unas he- mer de ello de cuando en cuando un poqui-
bras de azafrán molido. En el verano ó en to. No tan suave, pero mas eficaz es lo si-
tierras calientes, para esperar algo estas guiente: Tome de la trementina bien lava-
unturas, se podrá derretir en ellas un poco da una onza, de la mantequilla fresca do*
de cera blanca, y después de untado sobre- onzas, de la miel despumada tres onzas,
poner papel de estraza ú otro papel delga- amasarlo moliéndolo en un almirez todo
do. También se les añade á estas unturas junto muy bien, hasta que uo se distinga la
un poco de azúcar molida por variar. trementina; para lo cual conviene echar
Cura de la los originada de frío.— Origi- primeramente la trementina, y luego á po-
dándose la tos de humores frios ó gruesos, quitos se le añade la mantequilla para su-
usar de las purgas suaves contra la flema ó gelarla mejor, siempre Irayéndola á una
pituita, con sus jarabes preparativos, ó me- mano, y últimamente incorporará la canti-
jordelas pildoras de los tres ingredientes, dad déla miel: déla cual mistura se loma-
puesto todo esto en el catálogo de los medi- rá del tamaño de una avellana en varias o-
* camentos, tomando de las pildoras Queriéndolo mas dulce se podrá
dichas de casiones.
Sí es hasta siete, si no bastarenmedia añadir una onza del polvo de azúcar fina,
las tres,
hora antes de cenar ligeramente, repitién-! Cuando se originare la tos de aires fríos ó
dolasasí por tres ó cuatro dias. En inler- destemplados, untar
unas cuantas noches
medio usar de los lamedores siguientes, y ánles de dormir, las plantas de los pies con
beber el agua cocida con culantrillo de po- sebo de candela derretido, mezclándole (si
zo ó con orozus; y para bebería de ordina- por sí no bastare) la cuarta parle del teques-
rio sea mas caliente que fria. quite molido respecto del sebo.
Lamedores.— Cocer en un cuartillo de a- Tos antigua.— Para la tos antigua se po-
gua, ó cuatro onzas de miel virgen, y drá fortificar el susodicho lamedor, del cu-
tres
despumarla bien; después se le añade barí- lantrillo, pasas etc., añadiéndole de los pol-
na de almidón cuanto basta para espesarlo vos siguientes; como es el polvo de orozus
58 DE LA TOS
en peso de un tomín, del polvo do los bofes su origen de fluxiones que acuden
á licm-
de la zorra, cocidos y secados otro tanlo, y 'pos al pulmón de olí as parles del
cuerpo,
del polvo de zarzaparrilla lo que pesan dos ¡lo cual conviene atender para dirigir
la cu-
ó tres tomines: y de esta mistura se tomará ra observando su origen de donde depende,
al modo del lamedor por mucbos dias repe- El asma se distingue de la pulmonía y do-
1
asma ó Ashtma en griego, es cuando hay¡ne pulso desigual ó intermitente, hay tam-
respiracion mas difícil, y menudeada con bien peligro, y mucho masen gente moza,
'
estertor ó chiflillo. La tercera es la mas Cuando se percibe que por la boca y nari-
fuerte, que en griego se llama Orthopnsea, ees sale el vaho, ó el aliento frío, ó cuando
cuando hay muy gran dificultad en respirar no puede respirar sino parado sobre los pies,
y eso solamente con la cabeza levantada. y con sincope, es mortal. La asma recien-
Causa, y señales de la cualidad del asma te y ligera, fácilmente se cura; pero la anti-
la pituita gruesa y visco- gua y fuerte, no admite fácilmente la cura,
Ocasiónase de
sa,que se pega en el pulmón ó livianos, ca-l Cura general.— En los asmáticos hay dos
yendo de la cabeza. También cuando pa- tiempos: el uno cuando actualmente pade-
san humores crudos y serosos por la arteria cen el parasismo ó fuerza del accidente: de
venosa, que es la que pasa por el mismo 'esta cura se hablará al fin de este capítulo:
pulmón, y cuando estos caen en los bron el otro tiempo es el intermedio de los dichos
chios, que son como fístulas délos livianos parasismos, cuando se halla mas sosegado
ó del pulmón, causan el asma con estertor ó el enfermo; y en tal tiempo se usarán las
chiflillo; pero cuando estos caen solo en la medicinas siguientes.
misma substancia del pulmón, entonces hay Fuera del tiempo del parasismo del asma.
asma sin el estertor dicho. Cuando la di- —
Por cuanto el asma solo se diferencia do
ficultad de este mal es continua, se puede la tos dicha en el capítulo antecedente, y de
inferir que la enfermedad se halla de asien- las obstrucciones del pulmón, en que el as-
to en el mismo pulmón; pero cuando hay ina es mayor enfermedad, la cual ocasiona
intervalo, que unas voces deja libre al en- el humor grueso y lento; por lo mismo es
formo, y otras vuelve, entonces tiene el mal menester usar do los mismos medicamentos
LIBRO I CAPITULO XXV. 59
purgantes, y ayudas dichas Gonlra la pitui- ¡de caballo, ú de la yerba escabiosa, ó ca-
ta gruesa y fría. Las sangrías rarísimamen- •lancapatli, y del orozus, para lamer de ellos
te convienen, como tampoco los vomitorios, varias veces entre dia. El modo de hacer
por los muy g ra ves accidentes que suelen los dichos jarabes ó lamedores, se hallará
ocasionar, solo en caso cuando el enfermo en el catálogo de los medicamentos. O tomar
se hallare muy fácil para el dicho vómito, con el oximiel (que allí mismo se hallará)
como cuando espontáneamente vomita sin media onza del polvo de los bofes de la zorra
muchas congojas, entóneos para ayudará cocidos, y luego cecadosy molidos lo que
la naturaleza se podrá cocer una onza de pesa medio tomín, repitiéndolo por la ma-
tomarlo en dos onzas del vino hipocrás ó echarles una ó dos onzas de vino de ubas t
vino aguado, con un poco de azúcar suavi- y después de veinticuatro horas exprimirá
zado; y no bastando media onza del zumo dicho vino de ellas, y beberlo por la maña-
dicho, tomar una onza. También la yerba na de una vez, pues limpia en breve los pul-
del Paraguay conduce, si la hubiere, al mo- mones; ó asar bien una cebolla albarrana
do como la beben para vomitar. Las pildo- del campo, y hacer de ella con dos tantos
ras, y otras purgas dichas, convienen muy de azúcar á modo de una conserva, de la cual
bien; [Advertencia de las ayudas) pero en se comerá de cuando en cuando del tamaño
las ayudas se ha de observar, que aunque de una avellana, ó nuez moscada; ó tome de
sean fuertes, no se han de echar con mucho la flor do azufre una cuarta de onza, ama-
caldo ó licor, porque no aumenten la difi- sarla con una onza de la mantequilla lava-
cultad en respirar; y mas seguro será echar da, y tragar de ello por tres dias seguidos en
una ayuda pequeña en pos de otra, hasta ayunas, del tamaño de una nuez moscada.
que haya obrado lo necesario. Fuentes.— También son provechosas la*
Cura específica. — En ocasiones fuentes en el brazo
muchas izquierdo y pierna dere-
conviene atender á la cabeza (de donde sue- cha; y cuando se padeciere de las destila-
le fluir la pituita al pecho) confortando, y ciones acres de la cabeza, se podrá poner
secándola con poner una taleguita con un un caustico en la nuca del cerebro.
Dieta— La dieta de esta enfermedad es ca-
puño de sal tostada, y dos ó tres puños de
si la misma según queda dicho del dolor de
salvado tostado, y de calor templado, puesto
la cabeza en el capitulo 1 de este libro I ori-
sobre la cabeza. Para lo mismo es bueno
ginado de la pituita; en particular conduce
tragar uno ó dos granitos redondos como al-
la mostaza por salsa en la comida, lo mismo
berjoncilos do almáciga ó de incienso á la
elazafrán y guisos con dulce. A fuera de la
noche, antes de dormir.
agua ordinaria cocida con el culantrillo de
Lo que facilita la flema.— Para aliviar el pozo, de cuando en cuando se podrá beber
pulmón de que le oprime, usar de en forma de julepe lo siguiente: {Julepe para
la pituita
lamedores ó jarabes hechos de la yerba del los asmáticos.) Cocer el salvado de trigo en
culantrillo de pozo, ó de la yerba do la uña bastante agua,
y deshacer en una porción
60
el cuerpo hasta dos onzas; ó en lugar de cilio escupir, entónces se infiere que sale la
sangría se pondrán ventosas sajadas en las tal sangre de las encías ó de alguna parte
espaldas. de la boca: de las fauces es cuando con al-
Remedio liltimo.— Como el último remedio guna fuérzase arranca: cuando baja de la
cuando otro ninguno no ayudare, es esle.- cabeza, entónces so escupe la sangre tiran-
Aplicar sobreel pecho una onza de higos do ántes el aire por las narices hacia abajo
pasados remojados en agua, san-
y luego ma- á la boca; cuando sale (solo tosiendo) la
chacados amasarlos con una onza de la gre, y ella fuere espumosa, viene del pul-
mostaza molida en forma de emplasto, ó món, y del estómago sale con vómito. La
en su lugar alguno de los vesicatorios con el mejor señal, junio con las dichas, se toma
estiércol de las palomas, ó lo demás, como de la parte enferma ó de la parle que due-
se hallarán en el catálogo de los medica- le, y asi mismo en la cura se ha de atender
mentos. aquella parle, que envía la sangre para
También es segura pósima, así pura el ponerle sus medicamentos.
LIBRO I CAPITULO XXVI. 64
Dieta. -Sa diela y guarda en esla enferme- brazo, aunque si el paciente estuviere dé-
dad es, según la mayor parte, como se dice bil, se haga el dia siguiente la otra sangría,
en el capitulo 40 de este libro 1 de la des- cuando no hubiere riesgo en la dilación.
templanza del hígado. La bebida ordina- También para reveler convienen las friegas
ria será el agua de cebada, ó el agua en la ó ventosas secas, ó sajadas en las espaldas,
cual estuvo infundido el espondio ó la asta ó ligaduras de los brazos ó muslos.
de venado quemada, ó el bolo arménico, ó Después de estas sangrías se dará una ú
echando al agua unas golas del espíritu vi- otra purguita de ruibarbo, tamarindos, ó
trioli. También es bueno (en particular cañafístola, según se dice para evacuar el
para las caídas) el cocimiento de las hojas humor colérico en el catálogo de los medi-
de aguacate; y así en tiempo de la actual camentos; y hechas estas evacuaciones, se
enfermedad, como inmediatamente después podrán aplicar dos ventosas secas á los hi-
en la convalescencia, conviene escusar todo pocondrios debajo de las costillas; pero no
género de ejercicio violento, de grandes se han de dejar pegadas mucho tiempo, si-
calores, de gritar recio, de lodo género de no en breve volverlas á quitar repitiéndolas
vino y especias calientes, de comidas sala- ¡unas veces.
das, de enojarse y cosas semejantes. Refrescar el hígado para engrosar la san-
Pronóstico.— El escupir sangre, siendo á gre.—Conduce también para engrosar la
los principios, se puede vencer con los me- sangre, poner unos defensivos para refres-
dicamentos; pero envejeciéndose, comun- car el hígado, según se verán en el capítulo
elzumo do llantén; y mejor si hubiere del aguas, ó cocimiento en cada ocasión, cuan-
zumo do hortigas, porque es mas eficaz, ha- do echare mucha sangre, ó lomar de dicho
ciendo de ellos jarabe al modo dicho. En polvo á la manera dicha por cinco dias con-
falla de estas yerbas frescas, en lugar del tinuos en ayunas por la mañana, ó tomar en
zumo, se podrá hacer el cocimiento de ellas peso de medio tomin del estiércol de los ra-
al modo como compone el jarabe de cu- tones con un poco de anís remolido en las
se
lantrillo de pozo en el mismo catálogo. susodichas aguas ó jarabes, repitiéndolo
Si hubiere de espíritu reme- unas cuantas veces.
vitrioli,¡es
dio eficaz contra el escupir la sangre, be- Grumos de sangre. —V ara deshacer los
biendo del agua de llantén de cuando en grumos de la sangre, beber agua de cebada
cuando, echando en un cuartillo del agua, cocida con un poco de vinagre, cuanto bue-
diez gotas del dicho espíritu. También es namente se perciba el agrio de ello, ó to-
bueno beber á la noche una taza de atole, mar en caldo un poco de la legía de la ce-
añadiéndole cuando se hace, en peso de me- niza de los sarmientos, ó de la encina, ó de
dio tomín de la semilla de adormideras jun- la higuera; ó lomar ocho ó diez granos del
tamente remolido. peso de trigo de cuajo de la liebre, ó del
Medicamentos con que se cierran las veni- cabrito en oximiel, ó en cocimiento de las
llas,] —
con su advertencia. Para astringir y hojas del aguacate ó en caldo.
cerrar las venillas por donde sale la sangre, Cuando sesare de escupir la sangre Sose- —
es bueno cualquiera de estos medicamentos gado el flujo de sangre, usar unos dias se-
siguientes, como es la goma arábiga, ó la guidos en peso de dos tomines del ruibar-
gorailla blanca de los nogales, ó alquitira, ó bo tostado una hora antes de comer, en
coral, ó espondio, ó sangre de drago, ó el agua de cebada ó en caldo.
bolo armónico, ó tierra sigílala: de cual- Cura general para las caídas ó golpes. —
quiera de estos bien remolidos, tomar en Echando la persona sangre por alguna caí-
peso de un tomin, consta de doce granos, da ó golpe, ó ejercicio violento, se usará lo
con media tacita del zumo de granada, ó en mismo, como queda dicho al principio de
cocimiento de rosa seca, ó de llantén, ó de la este capítulo en la cura general: en parti-
ortiga, una ó dos veces al dia. Pero se ad- cular convienen las sangrías, cuando es mu-
vierte, que usando de medicamentos cho el golpe.
estos
astringentes, si se reconociere en el pacien- Fuera de lo dicho conviene, luego que se
te la respiración mas difícil, ó nada escu- ha caido alguno, gobernar el cuerpo, ó ha-
piere, enlónces en el intermedio de dichos cer aguas, ó echarle cuanto antes una ayu-
medicamentos se usará juntamente del la- da fresca y emoliente, según se hallará con
medor dicho de la clara de huevo, ó el la- este título en el calálogo de los medica-
sangre cortándole al chivo, antes bien cor- cerca de algún hueso, no hay cosa mejor,
rido y enojado y aun vivo, solos los compa- que aplicar un pedazo de pellejo recien
ñones, la cual sangre se seca sin quemarse quitado de un carnero, úde perro, ú de o-
en lugar caliente sobre unos platos de bar- tro animal; ó no bastando una vez repetirlo
ro, yde esta sangre seca y molida se da en otras veces,
peso de un tomin ó algo mas ó menos, en un
poco de agua envinagrada. Con mas aseo se
coge sangrándole las venas del pescuezo; ó del dolor de costado.
darle media onza de la enjundia de perro en
San Mauro Abad, y San Florido Tifernen-
una laza de caldo; porque bebida esta enjun-
se son abogados para el dolor de costado.
dia, sana interiormente las heridas y úlcera-
ó las consolida. También el carbón de la en-
cina molido, y lomado en peso de medio to-
min con un poco de vino aguado ó en lugar
del carbón, sirve olro tanto de la pez griega H¡l dolor de costado, ó Pleuritis en griego,
molida en polvo; es una inflamación de la membrana, llama-
ó deshacer en una escudi-
lla de vinagre aguado una yema de huevo da pleura, la cual ciñe las costillas. Se co-
noce tíl verdadero dolor de costado con es-
y una cucharadita de la miel virgen, y unj
clavito de comer remolido, y beberlo una ó| tas cinco señaltí s: ^ primera, por el dolor
dos veces al dia; ó beber en un huevo pasa- Pungente de uno de los costados: la segun-
do por agua ó en un poco de vino, del polvo da con fieDre fuerte, y continua: la terce-
>
dela semilla del mastuerzo en peso de me- ra con difícil respiración: la cuarta, con
>
dio tomin, ó tomar en peso de medio lomin molesta, y menuda tos: {Pulso serrátil cuál
ó algo mas de la trementina lavada, hecha €s ) la quinta, el pulso duro, serrátil, el cual
,
bolitas,con polvo de azúcar, y tragarlas en pulsóse conoce cuando se aplican mas de-
forma de pildoras por unos dias. ¡dos á la arteria, ó á la pulsera; y cuando
Apositos— Sobre el lugar golpeado se pon- una parte de dicha arteria se levanta mas
ga luego una piel de algún animal recien de- que la otra, como son los dientes de unas
sollado á raiz de la carne; ó refregar el lu- sierras, se llama por eso pulso serrátil,
gar dolorido de la caida con orines hervidos Fuera de estas cinco señales, es común es-
«on suelda y calientes, ó maiz tostado: des- ta, que el paciente no halla mejor descanso
pues se aplicará sobre el mismo lugar dolo- que acostado sobre el mismo lado doliente,
rido la suelda consuelda ó el maiz
tostado, 'y tampoco se exsaspera el dolor, aunque se
ó aplicar sobre dicho lugar dolorido, estiér loque con la mano por defuera el lugar, ó
col de ovejas cocido en leche.
(Para dolo- sitio del dolor.
res agudos.) También conduce beber una Distinción del dolor de costado espurio.
taza de dicha leche, colándola;
y es eficaz —
Pero cuando es el dolor de costado espu-
remedio cuando hay dolores agudos, como rio, que los latinos llaman Pleuritis mendo-
que clavan unos punzones. sa, entónces, como se halla el dolor, y la in-
Tumor de las caídas, ó golpes.— Habiendo flamación hácia fuera de las costillas, en tal
tumor de la caida, aplicar
encima de él es- caso no halla descanso el enfermo acostán-
tiércolde cabra, amasado en forma de em- dose sobre el lado enfermo, ni so puede to-
plasto con el cocimiento de habas; ó car con la mano
po- sin exasperar el dolor,
ner sola la harina de habas caliento sobre aunque algunas veces de esle dolor de cos-
el tumor. Siendo el tumor en la cabeza, 6 tado espurio se suele pasar al verdadero.
64 DEL DOLOR DE COSTADO.
Distinción de la inflamación del hígado. gre, que se saca de las sangrías se atiende
— Distingüese también el dolor de costado si sale muy corrompida, negra, muy delga-
verdadero do la inflamación del hígado, da abajo en el fondo, y el agua de arriba
porque en esta inflamación no hay tanto de color lívido, como verengenado; y cuan-
dolor, y comunmente le acompañan unos do la sangre con el aireño se cuaja, como
j
curcillos lienléricos, que son cursos de hu- acaece en los gálicos, denota peligro.
mor del color del agua en que se lavó la Cura general. Cuan necesaria es la san-
carne fresca: también tienen la cara desco- gría en el dolor de costado.— Vara curar es-
lorida, amarinando, y se aparece un tumor- ta
enfermedad, es muy necesaria la sangría
da al dolor de costado; sin embargo se co- actualmente con su regla, siendo de com-
plexión muy sanguíneas; ó cuando dicha
noce ser de flatos, porque hay juntamente
re & Ia P or sí no fluvere como deDe con esta
poca calentura ó ninguna, y por no estar ¡
>
fijo en un lugar. También el tal dolor es advertencia, que primero se sangran estas
mas gravativo, como de un peso que opri- del tobillo y después de seis horas del bra->
enfermedad, repitiendo dicbo polvo de ja- dad, que suele ser en catorce dias, cuando
valí dos ó tres veces al dia, ó en su lugar se limpia por esputo, ó saliva, entonces con-
de la asta del venado raspada, y molida viene purgarse con esta minorativa: iorac
en la misma cantidad. {Bebida ordinaria.) medio cuartillo del cocimiento de culantri-
También es eficaz el estiércol de caballo, ó lo llo de pozo bien caliente, infundir por una
blanco del estiércol de las gallinas, lomado noche en dicho cocimiento una cuarta de
al dia una, ó dos veces en peso d e medio onza de la hoja sén, sin palitos, y unas pa-
tomín en dicbo cocimiento, ó agua de bor- sas sin huesos con un poco de orozuz, si
rajas, ó tomar en peso de medio, ó de un huviere; y por la mañana, después de un
tomin de la sangre de cbivato preparado, herborcillo, colarlo por un paño, bien espri-
como se dice en el capítulo antecedente en mido; y con una, ó dos onzas de jarabe de
el dicho cocimiento, ó agua. También del culantrillo de pozo, ó á falta de él, con un
j
otra cosa, echar de ello ayuda en poca can- te polvo de azúcar amasada, para tragarla
tidad de una vez; pero se repetirá según con facilidad.
la necesidad. Para detener los cursos, y Señales de cuando pasa el dolor á ser
facilitar el esputo, no hay medicina como pulmonía. —
También acaece, que el dolor
los cáusticos puestos según y como se di de costado se permuta en la pulmonía, lo
jo en el capítulo 25 déla asma, á lo úl- cual se echa de ver cuando cesa el dolor en
timo. el costado, y pasa con aumentarse el dolor
Queriendo madxirarse el apostema. —Pro- en el mismo pecho, con mayor
dificultad de
siguiendo enfermedad cerca de catorce la respiración, y con encenderse mas los la-
la
dias, y que ya está cerca de madurarse el bios, ó mejillas, y con otras mas señales,
apostema, quo denotan unas congojas es que se ponen en el capítulo siguiente con
traordinarias, se repite una sangría del bra la cura de ella.
zo del lado dolorido (si las fuerzas del pa-
CAPITULO XXVIII.
ciente lo admiten) hasta que la sangre que
sale de la sangría mude su color; y esta san- DE LA PULMONIA.
gría solo conviene cuando el dolor se halla-
San Florido es abogado para la pulmonía.
re en lugar alto hacíalas clavijas, ó hácia el
hombro; pero estando el dolor en la región
de las costillas inferiores, mejor será en lu-
gar de la sangría usar de purguitas suaves, X2b la pulmonía, que en griego llaman Pe-
ó ayudas no fuertes, como en la cura gene- ripneumonia, hay dos especies, una verda-
ral se ha dicho. dera, otra espuria. La verdadera, y pésima
Emplasto madurativo.—-Para ayudar á a- es cuando el pulmón se inflama no origina-
brir, ó romper el apostema á que salga mas do de otra enfermedad, como una erisipela.
fácilmente la materia, aplicar por defuera Sus señales son: (Señales de la verdadera.)
encima del lugar del dolor este emplasto: dificil respiración, con una tos, la cual
tome raices de altéa, ó de las malvas bien atrae mas cólera que materia, ó sangre á la
remolidas un puño, tres, ó cuatro higos pa- boca, con gran calentura, y con sed muy
sados, asimismo majados, y media onza del intensa, la cual mas se siente aliviarse con
estiércol de palomas, una cuarta de on- atraer el aire fresco por la boca, que con el
las
za de la trementina, con dos onzas de leva- agua, con un dolor fuerte gravativo como
* dura de pan, todo junto bien incorporado, de peso que sube bástalas paletillas del
empezando á amasar primeramente la tre- hombro, los labios, y la mejilla tienen muy
mentina con la levadura, y luego lo demás colorados, los ojos como entumidos, y con
uno en pos de otro., añadiendo del coci- ardor en el pecho.
miento de malvas lo que fuere menester Señales de la espuria.—-La otra es pulmo-
para reducirlo á punto, ó forma de emplas- nía espuria, que tiene alguna especie de la
tro, ó cataplasma, y usar la pósima puesta verdadera én los accidentes, pero no
son
á lo último en el capitulo 25 de la asma. tan esquisitos como los de la verdadera, la
Para limpiar la úlcera, roto el apostema. cual suele provenir de las destilaciones a-
—Cuando saliere la materia por la boca, ó cres, ú de otras enfermedades, como del
por ayudar á limpiar la úlcera, co- asma, ó esquinancia, ó dolor de costado.
la orina,
mo tomar de cuando en cuando uno, ó dos La pulmonía se distingue del dolor de cos-
adarmes, ó un peso de medio tomín, ó algo tado.—Distingüese la pulmonía del dolor
mas de la trementina lavado, y con bastan- de costado solo por la parte efecla, ó
do-
68
liante, por cuanto en la pulmonía hay in- sój» con el cocimiento de culantrillo de po-
flamación en el pulmón, ó livianos; y en el zo, puesta al
¡ Gn del capitulo antecedente,
dolor de costado se inflámala membrana! repitiéndola varias veces, según mas, ó mé-
de las costillas, aunque también algo se di- nos correspondieren las evacuaciones aun-
ferencia en la materia, cuando es la pulmo- que en esta enfermedad suele comunmenlo
nía espuria, porque es de pituita, y la del estar fácil el régimen del cuerpo.
dolor de costado es de cólera; y aunque
CAPITULO XXIX-
concuerda en sus señales en cuanto la tos,
y calentura, pero la respiración en la pul-
DELA TISI.
monía es mas pues solo como senta- Santa Synalética, U. Justina de Milán, son
difícil,
dos respiran muy corlo, con hervor del pe- abogados para la tisi.
cho. El pulso en la pulmonía tiene tam-
bién mas grande, y blando; y tosiendo, al-
canza el dolor al pecho, al espinazo, y has-
la la garganta. La
que llaman en griego Phtysis, es
tisi,
Cura general de la pulmonía verdadera. una consumpcion de todo el cuerpo con ca-
—La pulmonía es de mayor peligro que el lentura como habitual, la cual se ha segui-
dolor de costado, en particular la verdade- do de la llaga, ó úlcera del pulmón, ó de
ra, la cual se cura como el dolor de costa- los livianos.
do, empezando cou las friegas ántes, ó des- Las úlceras del pulmón no se descubren,
las ayudas, ó calillas mencionadas porque ni duelen, ni sienten acrimonia;
pués de
vienen á cono-
en el capítulo antecedente del dolor de cos- (Señales del tísico) solo se
tado; aunque en esta dolencia es mejor em- cer, cuando con los se
echa alguna sangre,
materia, ó materia sola
pezar por las sangrías del brazo izquierdo, y luego sangre con
particularmente en los que se
que del derecho. Las unturas se aplican sin sangre,
la tisi, como son los
lasmismas; pero encima del lugar en don- hallan dispuestos para
tienen el pecho angosto, y sumido, el
de mas doliere, que comunmente en esta que
paletas, ó espaldillas so-
enfermedad es el medio del pecho. Tam- cuello largo, y las
pro-
bresalientes como alitas. También el
bién conducen los mismos lamedores, ó ja-
venir de padres lysicos. Las señales com-
rabes; y lodo lo demás se observa como en
pendiosas de tísico son, según Arela*), ver
el dolor de costado, que queda dicho.
pálido, débil, tosiendo, y consu-
Cura general de la pulmonía espuria. -Pe- un hombre
ro siendo la pulmonía espuria, originada
mido decarjae.
6"a«sa.-0rigínase comunmente la tisi del
de fluxiones acres, no necesita de tantas
mordaz, que cae en el pul-
sangrías; y mucho ménos cuando proviene humor acre, y
oras, entónces con la fuerza de la tos se cinco, otro tanto, 6 ir cada día poco á poco,
echan pedazos de la misma substancia del subiendo en la cantidad de la leche hasta
pulmón, fuera de que se halla la persona un cuartillo, ó algo mas, según lo pudiere
«-orno un esqueleton cubierto del pellejo, yaenfermo buenamente; y segua
aguantar el
se le caen los cabellos, ya le sobrevienen esto, continuar por un mes, ó dos, y luego
cursos de lienteria, ya los sudores los fali- volver poco á poco á minorar la cantidad
^an sintomáticos, las uñas se les tuercen, los de la leche, hasta un pocilio, ó taza peque-
labios descoloridos como acardenalados; ña. Lo tercero, para que no se corte tan
y
á estas señales, ó á unas de ellas sigue la fácilmente la leche, templarla con un ter-
muerte sin particular conmoción del cuerpo. roncito de azúcar^ y después do bebida la
leche, no se duerma; ántes bien, si pudiere,
Como diferencia la íisi del catarro contu-
na de tísico con el de catarro contumaz es, encima de la leche, hasta que sienta buenas
que la materia que escupe el tísico es de] ganas de comer. Lo cuarto, no se ha de
color ceniciento, y no tan blanca como la usar de la leche cuando el enfermo se halla
¡
pituita, ó esputo del catarro, y echando en con gran calentura, ó con mucho dolor de
agua tibia, cae la materia al fondo, y la pi- cabeza, ó con humor do los hypocondrios,
tuita nada encima; muchas veces en los tí- ó con cursos de cólera; en tal caso, en lu~
sicos parte de la escupitina cae al fondo, y d e la leche, usar atolillos del sarro, que
la otra náda encima, por salir mezclado s0 hace de la cebada, limpia de sus pajiías,
esla tisi se atiende en lo general como la che, no se ha de comer, ni beber, cosa agria,
nía, ó dolor de costado, ó usar déla pulpa conduce para el tísico se procurará fresco,
de cañafístola. Después de estas purgui- y húmedo.
llas, ó ayudas suaves, usar de la leche de Cura. En común es provechoso á ios tí- —
muger, ó de burra, ó de cabra. sicos la conserva de rosa, ó jarabe de la
FAeccionde la leche.— ha elección de la hierba de uña de caballo, en latín Tu ssi ta-
i
lache es para cuando se quiere nutrir sola- ffo, ú del culantrillo de pozo, y los otros
mente, es mejor la leche de muger, ó de va- lamedores, que se hallarán puestos en el
ca; pero para limpiar, y absterger junta-jcapítulo 24 de la tos, originada delapitui-
menté, es mejor la leche de burra, ó la do ta fría. j
eu caldo de manteca, y bebien- guno, mucha palidez con sudor frío y pega-
pollitos, sin
do todas las mañanas con un terrón de azú- joso, en particular en el cerebro y en el pe-
car medio cuartillo del agua de cebada co- cho, de repente se pone la cara como de un
cida, eu la cual se volvieron á cocer las co- difunto, aunque varias veces suelen prece-
las, ó bocas del cangrejo, ó del camarón der otros desmayos, que no son tan fuertes
fresco de los rios; pero siempre se bebe lo que como el síncope.
se bebiere templado, ó libio, y nunca frío. Distinción de la gota coral: de la apoplegía
También conduce tomar por ocho, 0 diez se diferencia.— Distingüese el síncope de la
diaa en ayunas en yema de huevo hasta gota coral ó del mal del corazón, que en es-
diez, ó doce granos (del peso de cebada) de te hay convulsión y agitación de los miem-
la flor de azufre, ú otro tanto del polvo del bros, poro en el síncope no los hay: de la
incienso. El incienso en manzana asada apoplegía, que esta no hay sino corta respi-
aprovecha mucho. ración, y el síncope está libre la respiración.
Unturas.— Untar pecho con tuétano de (Del mal de madre.) Del mal de madre se
el
vaca, ó con enjundia de gallina, ó con man- distingue, que en este mal hay ahoguío; pe-
tequilla lavada muy bien ántes en varias' ro no se inmuta tanto el color de la cara, ni
1
aguas, y al fin añadirle del zumo, ó de la el pulso, solo juntándose el síncope con el
humedad de las pencas del nogal asado, ó mal de madre.
mejor de la leche de muger que parió niña, Pronóstico.— Cuando el paciente, después
ó de vacas con unas hebras de azafrán mo- de rociada la cara con agua rosada, ó con
lidas. unas cucharadas de vino echadas en la boca,
Polvo para tísicos, y para las crudezas ó con polvos de estornudar por las narices,
del estómago.— Es muy provechoso á los tí- ó con una pluma, ó los dedos metidos en la
sicos el polvo siguiente: tome una onza de boca, como provocándole á vomitar, no vol-
hoja de sen limpia dé los palitos, una cuar- viere en sí, es desde luego muy peligroso.
ta de onzá del ruibarbo, agengibre, clavos La cura para el tiempo del parasismo ó ac-
de comer, nuez moscada, semilla de anís, cesión actual, y para otros desmayos ó deli-
to comino, de hinojo, de orozuz, de salvia, \uios.— En hallando á la persona con sínco-
de canela, de cada uno de estos tomar en pe ó desmayo, procurar ponerlo luego boca
peso de tomin y medio; y si hay raiz de la 'arriba, echarle agua en la cara, y vino bue-
pimpinela seca, en peso de dos tomines, de 'no en la boca, ó mistela: cuando no fuero
azúcar candi, ó azúcar fina cinco ó seis on-! originado de calentura, entonces, en lugar
arri-
zas: todo junto mezclado, molido, y cerni-¡ del vino, echarle caldos de substancia,
del horno,
do, tomar de este polvo cada dia por la ma-'marle pan caliente, recien sacado
en
nana lo que cabe en una punta de un cu-'á las narices; ó amarrar unas tostadas,
pulse-
en agua, ó bebida ordinaria: esjun- vino bueno remojadas, á las sienes y
chillo
pulpas
lamento estomacal, cuando padece el estó-'ras; ó en lugar do las tostadas sean
vino.
mago crudezas, 6 ventosidades. de carnero soasadas y rociadas con
También ayuda poner gallina ó pollo ó pi-
CAPITULO XXX.
DEL SÍNCOPE. chón vivo, abierto por el espinazo, y aun ca-
San Francisco Xavier, abogado para el liente sobre el corazón, y quitarlo al que-
es
rerse enfriar, y poner otra ave, ó en
sincope. su lu-
do todas fuerzas con pulso rarísimo ó nin- menearlo: taparle las narices algun tiempo-.
LIBRO l CAPITULO XXX. 71
arrancarle algunos pelos de la cabeza, ó del caso no conviene echar agua en la cara, si-
cuerpo: darle friegas en los brazos y piernas no lavarla con vino.
con un paño áspero, hasta que se pongan De ponzoña.— Siendo por haber bebido ó
coloradas; ó ligaduras fuertes en dichos bra- comido ponzoña, se le dará de la triaca ó
209 ó muslos, ó ventosas secas en las espal- leche á beber, ó mantequilla, ó caldos gor-
das y pantorrillas: en particular ayudan los dos bebidos.
buenos olores, no siendo con mal de madre. De mucho flujo de sangre de narices ó de
Síncope con calenturas.— Cuando con la heridas— Habiendo precedido mucha eva-
síncope juntamente hay calenturas conti- cuación de sangre por las narices ú otras
nuas, se verá su cura en el capítulo 76 de heridas, poner el enfermo en la cama con
este libro l de los accidentes de las calen- la cabeza baja, echarle agua fría en la cara,
turas, con distinción si se origina de cólera y un poco de buen vino en la boca, sin que
ó de humores crudos, porque es distinta la lo trague, ó un bocadito de pan con vino
cura; y así allá me remito en lo demás. mojado que lo tenga en la boca.
Sincope por falta de mantenimiento .—Ori- De sobrepurga.— Sobreviniendo el sinco-
ginándose el sincope por falta de manteni- pe á una sobrepurga, dar al enfermo triaca
miento, darle Juego un guisadito de solas ó atole espeso, ó echarle una ayuda de leche
las yemas de huevo con azúcar
y canela, acerada con adormideras cocida, ó si hu-
sin que se endurezcan las yemas, y fomen- biere dos ó tres granos de láudano opiato en
pitulo 47 de este libro i de la melancolía hi- tales opresiones de corazón consiste la en-
pocondriaca para este mismo efecto. fermedad, que llaman cardialgía.
Que se hace cuando vuelve el paciente en Pronóstico.— El dolor de la boca del estó-
if.—VoIviendo en sí algo el paciente, se ce- mago con fuerte calentura, también cuando
sará de las friegas, y otras diligencias, es- á los tales se enfrian los eslremos del cuer-
cepto de los confortativos, y que no duer- po es peligroso.
ma luego, sino que se esté sosegado y calla- Señales de que humor proviene.—-Par a co-
do, sin inquietar el ánimo, ni el cuerpo. nocer de alguna manera cual de los humo-
Sustentarlo con calditos de substancia en res ocasiona el dolor de estómago, se obser-
poca cantidad; pero repetidos y varias ve- vará lo siguiente: (De la cólera.) Los que
ces. tuvieren mayores dolores en ayunas, ó an-
Bueno es dar del almidón deshecho en tes de comer, provienen de cólera. (De cru-
caldo de gallina, ó cocer con la carne algún dezas con mordacidad.) Los que mas pade-
membrillo ó peras: también los sesos de cen después de haber comido, padecen por
marranilo cocidos primero, y después bien los humores crudos y mordaces, los cuales
asados, y dado en poca cantidad. antes de comer estaban sosegados en el fon-
Otros caldos de substancia para este fin do del estómago, y luego con la comida se
se hallarán al fin del capílulo 82 de este li- levantaron. (De vapores acres.) A los que
bro de la hética.
l algún tiempo después de haber comido afli-
Habiéndose recobrado el enfermo del sín- ge el dolor, que* es al cocerse la comida, se
cope, y restaurado las fuerzas, entonces pre- origina de los vapores acres, que aumentán-
venir que no vuelva á caer en otro, cu- dose el calor se levantan. (De la corrupción
el
rando las causas de doude le habia proveni- de la comida.) Los que cualro ó cinco ho-
do, según sus propios capítulos. ras después de comer padecen, indica mala
concoccion, y que ofende la comida cor-
CAPITULO XXXI. rupta.
De fluxión catarral.— k que se exas-
los
DEL DOLOR DEL ESTÓMAGO V DEL EMPACHO.
pera el dolor después del sueño, este es de
San Gregorio Magno y. San Crisóstomo catarro, que fluye de la cabeza, que por su
son abogados para el dolor del mucha cantidad despertando molesta. Al-
JÜl dolor del estómago en lodo él se suele pera lo acre del humor contenido con
la di-
teca, tres onzas de miel y una cucharada tomar de ello los mas dias, ó dos cuchara-
de sai. das media hora Antes de comer.
Las dichos yerbas cocidas, ú otras nue- También conduce para este fin tragaren
vas de la segunda ayuda, y con la semilla ayunas tros ó cuatro granitos redondos
de
de anís (pero sin miel ni manteca) se apli- almáciga ó del incienso; ó poner un parche-
can en dos taleguitas de lienzo sobre todo cito de tacamaca al estómago, ó por sí, ó
el vientre, una después de otra, metiéndolas mezclado con una poca de cera.
antes en vino aguado, que esté actualraen Originado de humor acre.— Cuando el hu-
le caliente. mor acre ocasionare un dolor muy agudo,
También mitigan el dolor de flatos ó ven- llenar una vejiga de toro con lecho de ca-
tosidades, unos saquillos secos llenos de ce- bras, y ponerla templada de calor sobre el
bada, ó de mijo, ó de salvado tostado, y dolor: entre tanto, si el enfermo sintiere
puesto caliente sobre el dolor; y para ma- bascas de vomitar, ayudar al vómito con
yor eficacia se le dicho un los vomitorios suaves puestos en el catálo-
puede añadir á lo
en peso de medio tomin, son seis granos; ó Originado de lombrices. Algunas veces —
solo el cocimiento del comino bebido siem- acontece padecer el estómago por haber
pre bien calienlilo aprovecha. lombrices on él lo cual se conocerá, según
Originado de frialdades y flatos.—'Cuan- lo que se dice en el capitulo 53 de este
do hubiere dolor por frialdades y ventosida- libro 1 de las lombrices y en ta! caso so dis-
des, se llenarán dos saquillos, como arriba pondrá la cura de aquel mismo capitulo.
queda dicho, añadiéndole como media on- Originado de h umor colérico. Ccrdialgia
za de las raices de malvas, rosa, eslafiate ó ó corazón aflijido, cuyo abogado es San Dul-
agenjos como tres puüos: cocer estos saqui- císimo, obispo.—'Cuando hay dolor de estó-
lloscomo en dos cuartillos de agua, y al fin mago originado de humor colérico, el cual
echarle como medio cuartillo de vino, y comunmente se insinúa con la cardialgía,
una ó dos onzas de vinagre, y aplicar los di- como arriba queda dicho, y este tal es peli-
chos saquillos calientes, renovándolos uno groso, tome luego dos ó tres onzas del mi-
en pos de otro. No bastando esta diligen- gajon de pan bajo ú otro: echarle dos onzas
cia, os mas fácil lo siguiente. Tome una de vino blanco de ubas, y medio cuartillo
porción del polvo del comino, amasarlo con de agua, lo cual después de unas horas se
miel virgen en forma de emplasto, y poner- exprimirá por un paño, y añadir al licor que
!
lo sobre el dolor del estómago. También salió dos ó tres zumo de granadas
onzas del
es eficaz para las frialdades de) estómago, agridulces, ó del zumo de membrillos, ó
y las ventosidades este almíbar. Tome de media onza del zumo de agraz, para beber
miel virgen cuatro onzas, de la nuez mos- de ello de cuando en cuando un poquito; ó
cada en peso de medio tomín molida, echar- tomar una tostada de pan frío, mojada en
le como medio cuartillo do aguardiente, de- zumo de granadas. También esbueno aplir
jarlo hervir á fuego
manso poco á poco (por- car al estómago, on donde hubiere mayor
que no se encienda el aguardiente) hasta dolor, pan recien sacado del horno, partido
que se lo consuma lo fuerte del dicho por medio y rociado con buen vino, y espol-
aguordiente: después aun caliente colarlo,
y voreado c«n uno délos polvos, como do al-
74 DEL DOLOR DEL ESTOMAGO Y DEL EMPACHO.
remedian; (Siendo por mucho calor y sus se-' Desgana de frialdades.—Cuando hubiere
hales) pero cuando es por enfermedad del desgana de comer por las muchas frialdades
mismo estómago, que unas veces se origina que se hallan en el estómago, ó porque junta-
de mucho calor, lo cual se conoce de la sed mente hay obstrucciones del vaso ó del bi-
y eructaciones, ó regüeldos oleaginosos ó
gado, ó con las señales siguientes: eructando
mantecosos; y cuando juntamente hay hu- como agrio, ó cuando juntamente hay frial-
mor un mordimiento en dades, crudezas ó humores gruesos y visco-
colérico, sienten
el estómago, bascas con amargura en la bo- sos, entóncesno se
hallan con sed, pero tie-
«a,yalgunas veces con fiebre; en tal caso nen bascas y se levantan flemas espesas en la
conviene purgarse suavemente, como que- boca. Estos tales teniendo facilidad en vol-
da dicho en el capitulo antecedente, cuando ver el estómago, ó á lo ménos no teniendo
hay dolor de estómago originado de cólera, mucha dificultad, usarán délos vomitorios
Procurar tener régimen del cuerpo casi to- medianos, ó de las purgas que miran el ova-
dos los dias, ó por sí ó con ayudas suaves y cuar la pituita, como se verá en el catálogo
frescas, ó con calillas, para lo cual sirven de los medicamentos; ó continuar con las
muy bien las pildoras de los tres ingredien- pildoras délos tres ingredientes por unos
tes según se ponen en el catálogo de los me- dias seguidos, lomando do ellas en ayunas
dicamentos. y ántes de cenar, dos ó tres ó cinco, según
Usar después en la comida de'salsas agrias mas ó ménos retinencia hubiere de las cru-
corao es el agraz, tomatillos, zumo de limón dezas.
ó de las acederas, que llaman sosocoyoli. Medicamentos específicos para las crude-
Apósitos para el estómago.—-Por defuera zas.— También en el intermedio es bueno
estómago una tostada remojada contra la pituita viscosa que quita la gana
se aplica al
con snmo de agraz, ó con un poco de vina- de comer, .una rebanadita de pan comida
gre rosado, ú otro; ó poner en lugar de la con miel virgen en ayunas, ó una hora án-
toslada un pañito humedecido en lo mismo, tes de comer; ó en lugar de esto beber dos
en forma de defensivo; pero siempre se ha ó tres cucharadas del oximiel, con un po-
de entibiar algo lo que se pusiere al estó- quillo del cocimiento do orégano ó do la
mago. yerba buena; ó tragar unos granos enteros
O poner al estómago un membrillo soasa- do la pimienta, ó dos ó tres granos de al-
. do, y espolvoreado con un polvilo do canela; másciga, ó incienso en ayunas, bebiendo
ó untar la región del estómago con aceito encima unos tragos do dfgrt* caliente, ó to^-
en que so frieron anos membrillos; pero' mar de las pildoras de l.i trementina, do eg-
re DE LA DESGANA DE COMER.
obstrucciones del vaso ó del hígado, ó de los De muc ho calor en el estómago.— Cadmio
hipocondrios, ayuda muy bien á abrir la se origina por mucho calor en el estómago,
ganado comer la sal de agenjos en cantidad que digiere muy dan de
presto, á estos se
de peso de medio tomin; á su falla suplirá la comer viandas ó comidas mantecosas, como
íegia hecha con sola la ceniza limpia de los son los menudos de animales,' en particular
agenjos, tomando en ayunas dos ó tres cu-de vaca ó de puerco, ó ranas, ú ostiones, ó
charadas en caldo claro sin sal ni manteca, tortugas, ú otras cosas semejantes que
re-
por algunos días seguidos. sisten á la digestión.
También abre la gana un buen adobo de De materia fría, como pituita ó melanco-
vinagre. orégano y un poco de sal, con otro /m-Originándose dicha.hambre de materia
poco de dejando uno ó dos días en di- |ó causa fría, como de la pituita aceda, ó de
ajo,
cho adobo, la ave ó la carne pero en los melancolía, entónces no conviene ántes cor-
quo padecen obstrucciones es menester usar roborar al estómago hasta que se haya eva-
de ello con parsimonia. leñado dicho humor con purgas de hoja sén,
0 con pildora's de acíbar, según se verán en
CAPITULO XXXIÍ1. ;
San Nicolás TolevUno es abogado para la cuatro granos de ámbar gris en un huevo
hambre canina. jpasado poragua. En ocasión que predomi-
ino la melancolía ó humor melancólico, con-
¿Üay algunas personas que exeden mucho viene escusar todo agrio y acerbo, como son
mas de lo ordinario en la cantidad de comer, las frutas sin sazón, y de las cosas que exi-
y de allí á poco
vomitan otra vez, y casi tan el apetito para comer.
lo
tos susodichos, que hayan evacuado ei esló- De plenitud. -he plenitud ó de repleccion-
hipos, que se originan de co-
mago; no bastando esto, so procurarán so- fcon aquellos
y
su lugar del coral molido otro lanto, con dia de gallina recien derretida sobre fuego
media onza de conserva de rosa amasado manso, ó mautequilla fresca.
También el bolo armónico, el espondio asi De repleccion —Siendo el hipo de replec-
tomado ó en una yema de huevo, aprove cion, se cura con evacuar la causa ó humor
cha. Lo mismo hace el cristal preparado deque pende el hipo; y según la cualidad
solo ó con agua. de dicho humor se usarán las purgas pues-
taspara cada humor en el catálogo de ios
CAPITULO XXXIV.
medicamentos. §o!o se advierte, que si el
DEL HIPO- enfermo se hallare fácil para volver el estó-
mago, usar de vomitorio, y si no, de purgas
San fícente Ferrer es abogado para el hipo.
ó ayudas proporcionadas á las fuerzas del
paciente.
Hipo de ventosidades ó de pituita.—Siendo
¿Cl hipo es un movimiento depravado del el hipo originado de pituita ó de flatos,
pue-
ventrículo, con cual procura espeler lo den usarse de aquellos medicamentos,
el
y un-
que le es nocivo: se origina ó de plenitud, ó turas y saquillos puestos en el capitulo 31
de inanición. de este libro I del dolor del estómago, ori
De inanición.— A ta inanición pertenecen ginadode flatos ó frialdades: (NOTA.) ob-
cuando se origina el hipo de mucho flujo de servando que de ninguna manera se usen
sangre, ó de muchos cursos de humor, ó de medicamentos que aslringan ó detengan los
otras grandes evacuaciones, ó de calentu- humores, hasta que haya cesado el hipo.
ras ardientes, ó de enfermedad larga, estan- —
Hipos ordinarios. Los hipos ordinarios
do cercanos á la muerto: estos hipos comun- que comunmente se ofrecen, no suelen ne-
mente son peligrosos. cesilarde medicinas, pues sueleo quitarse
78 DEL HIPO
con solo detener buen tiempo el resuello viva, para hacer de ello dos emplastros so-
cerrada la boca, y tapando las narices y bo- bre lienzo ó badana, y de estos uno se pone
ca, ó pensar intensamente en algún pensa- sobre el estómago, y otro á la espalda quo
miento, ó con oir un estrépito ó ruido grande corresponde á la región del estómago.
inopinadamente, ó con un susto repentino. Cuando todo esto no bastare, usar de las
También ayuda fajar recio el estómago, y cosas que adormecen, como es el láudano
ligaduras de los brazos, ó muslos, mascar opiato, tragando tres granos de ello, si se
anís, aplicar animalitos pequeños, como hallare con un poco de la cajeta de membri-
perritos al estómago, ó yerba buena macha- llo ú otro dulce: en falta de eso, usar de
cada y calentada en un ladrillo, ó comal ca- atole con una corta porción de las semillas
liente, puesta en la boca del estómago. de las adormideras.
También ayudan los estornudos, y así —
Hipo de ponzoña. Habiendo sospecha de
procurarlos con los polvos algo fuertes; ó que se origina de ponzoña tomada ó bebida,
habiendo antes usado de purgas ó vomito- beber del cocimiento de la coDtrayerba, ó
rios, aplicar una ventosa seca al estómago,
de la escorzonera, ó de la triaca, como una
en avellana deshecha en atole, ó en los dichos
y otra ventosa seca á la región opuesta
4a espalda, desviándola algo del hueso del cocimientos.
espinazo. CAPITULO XXXV.
Beber por agua ordinaria agua cocida del
«omino, ó de guayacan, ó agua muy alma-
DEL VÓMITO.
cigada. Santa Catarina de Sena es abogada para
Hipo de humor acre ó bilioso.— Originán- el vómito.
dose el hipo de humor acre ó colérico, pur-
Qv* *ou Ya* bascas ^
garse con ruibarbo ó tamarindos,. como se
<\ua m» «\ «obTO,\\o.
vómitos críticos.— Tampoco conviene de- mojada en aceite, y andarse con ella en las
j
tener luego los vómitos que son connatura- fauces; ó usar de las purgas ó ayudas segnn
les (Vómitos habituales) ó habituales, si no la calidad del humor, como arriba queda
es evacuando y corrigiendo primeramente dicho.
la causa de donde dichos vómitos dependen Distinguir la parte mandante. Para lo
i
—
ó se fomentan, (De la pituita) como cuando cual ayuda también mucho distinguir qué
baja de la cabeza la pituita al estómago, parte demanda, ó envia la materia que cau-
usar de los medicamentos puestos enelca-lsóel vómito, que se podrá inferir en cual
pítulo I del dolor de la cabeza originado de parte el paciente sintiere mas debilidad, ó
pituita, evacuando ó divirtiendo dicha pi- dolor ú obstrucción, y se atenderá según su
tuita con vomitorios suaves ó purgas, ó ayu- propio capítulo de la tal enfermedad,
das, y después usar de confortativos, aside) Confortativos para los vómitos de cólera.—
lacabeza como del estómago: (De la cólera.) Pero hallándose el paciente ya muy debili-
cargandola cólera del hígado al estómago, tado de fuerzas, conviene á los principios
y que cause los vómitos los cuales se cono- por entónces corroborar con uno de los con-
cen por la amargura que dejan en la boca, fortativos siguientes: Tome, siendo el vómi-
y por el humor colérico que sale, en talca- to de cólera, una corteza de pan mojada en
so usar de los medicamentos que suavemen- vinagre rosado ú otro, y espolvorearlo por
te purgan la cólera, como se verán en el ca- un lado con polvo de rosa ó de la flor de
tálogode los medicamentos para purgarla granada, ó de culantro; y aplicarla al estó-
cólera, así de purgas como de ayudas. |mago, y otra semejante á la espalda corres-
Del humor melancólico ó atrabile. — Asípondiente á la región del estómago; ó tra-
mismo se curarán los vómitos del humor gar unos granos redondos de almáciga ó del
melancólico, en el cual se conoce estando incienso.
los vómitos de humor agrio, y teniéndola! Confortativos para cuando fueren de la
persona ó el humor que sale señales de me- frialdad, ó debilidad del estómago Siendo —
lancólico, como queda dicho en el capitulo los vómitos de frialdades ó debilidad del es-
I de este libro, en donde se ponen las seña- .tómago, se mojará una corteza de pan (os-
les de complexiones, usando paraeva- ladaen vinodeubas, y se espolvoreará por
las
cuarlo, de las purgas y ayudas, según se ve- aquel lado, que se aplicará calientito á la
ránen dicho catálogo para evacuar el hu-j boca del estómago, con polvo de nuez mos-
mor melancólico; y también conviene aten- cada, ó clavos de comer con canela, ó pol-
der los confortativos y otras advertencias vo de almáciga ó de incienso,
que se ponen en el capitulo 47 de este libro O poner los saquillos ó taleguitas confor-
I déla hipocondría melancólica, en particu-jtantes, y los otros apósitos dichos para el
lar padeciendo del vaso ó de los bipocón- dolor del estómago en el capitulo 31 de es-
drios. te libro I, ó tomar tres ó cuatro gotas del
Cura general.— En común cuando el en- ¡bálsamo negro en una yema de huevo; ó
fermo no está muy postrado de fuerzas, con- en lugar del bálsamo, tomar en una yema
viene á los principios ayudará la natura- de huevo media cucharadita de la mostaza
leza con un suave vomitorio, como tomar molida, repitiéndolo dos veces al dia.
en buena cantidad agua tibia con un poco Vómitos de pura no
flaqueza del estómago,
de aceite: y si fuere el vómito de la pituita, necesitan de purgas ó evacuaciones.— Estos
añadirle un poco de vinagre, ó ayudarse confortativos solo bastan para sosegar los
con los dedos ó con una pluma de gallina vómitos,
cuando se origina de pura (laque
80 DEL VOMITO.
r.a, ó debilidad del estómago, sin que- sea esta agua se beberá, que sosiega el vómito,
menester purga, ni otra evacuación, no ha- no siendo originado de humor agrio ó me-
biendo estitiquez, del vientre, y en tal caso lancólico, cuyas señales arriba quedan di-
bastarán unas calillas ó ayudas suaves. chas. Muy buen efecto hace para sosegar
f'aiios modos de sosegar los vómitos por los vómitos la sal sacada de los agenjos ó en
opósitos.— Otras diligencias para sosegar el su falta la ceniza limpia de agenjos, estan-
vómito se suelen hacer, como meter ma- do en su sazón quemada, en peso de medio
las
(
nos en agua fría, ó poner un pañito moja- tomin, tomando en una cucharadita del zu-
do en agua fría, y un poco de vinagre en el mo de limón, y bebiendo encima del coci-
hoyo debajo de nuez que llaman de la miento de la yerba buena en poca cantidad,
la (
garganta; ó hacer friegas ó ligaduras de los esto es, no habiendo juntamente calentura;
muslos ó de las piernas. pero habiendo calentura, se beberá un po-
Y estando bastantemente evacuado hu- co de agua de llantén en lugar del dicho co-
el
mor, se puede aplicar una ventosa seca al- cimiento; y siendo el vómito de humor me-
go mas arriba del ombligo, y otra ventosa á lancólico, no se dará la sal, ó la dicha ceni-
las espaldas enfrente del estómago, pero al- za en el zumo de limón, sino en cocimiento
go al lado del espinazo, y no dejarlas mu- de layerba buena ó del orégano.
cho tiempo puestas, bien que una y otra vez
vómitos de ponzoña lomada. Guando hu- —
biere sospecha de ponzoña, tomar triaca, ó
se podrán repetir; ó poner los apositos con-
polvo de la contrayerba en peso de medio
fortativos dichos para el estómago en el ca-
tomin ó algo mas, en atole, después de ha-
pítulo 31 de este libro, ó poner pañitos algo
berse limpiado ó evacuado la ponzoña con
mojados en vinagre aguado, sin calentarlos,
otro vomitorio, arriba mencionado.
sobre la región del estómago.
Alaba el doctor Villanueva el que se pon-
En casoque peligre la vida por los vómitos. -
bastando dichos medicamentos para so-
ga sobre la boca del estómago contra los No
segar los vómitos, y el enfermo peligrare
vómitos, un pedazo de la levadura deshecha
de la vida por la flaqueza, usar de las cosas
en vinagre, y en un poco del zumo de la
que adormecen, como en el desvelo de los
yerba buena, y que se ponga dos ó tres
accidentes de las calenturas continuas en el
veces.
de este libro Ise verán puestas.
Medicamentos que se toman por la boca pa- capítulo 7G
en tal caso peligroso, siendo los
ra sosegar los vómitos.— Otras diligencias También
de cólera ó del encendimiento del
para sosegar los vómitos son, que se hacen vómitos
hígado, se sangrará la vena sálvatela de
la
con medicamentos que se toman por la bo-
capitulo
ca, como cocer un puño de habas, y derra-
mano derecha, como se dice en el
libro 2. Y cuando fuere por la des-
mar la primera agua, y volverlas á cocer con 54 del
templanza del vaso, se sangrará la salva-
otra agua, que quede como medio cuartillo:
tela ó la sasena de la mano izquierda.
añadirle un poco del zumo de membrillos
Saguaidodo ó el vómito amarillo de Sono-
crudos ó á falta de él, un poco de vinagre,
ra.—El saguaidodo que llaman en lengua
y tomar de cuando en cuando dos ó tres cu- acaba con
opata el vómito amarillo, el cual
charas de dicho caldo, ó echar cinco ó siete
muchos indios, tiene los mismos pronósti-
gotas del espíritu de vitriolo en una porción
cos, y su cura es la misma como queda
di-
do agua, como una escudilla, tanto que se
cho. En lo ordinario se les da á beber
e{
perciba el agrio, y en falta de dicho espíri- el
naranja,
que cocimiento de las cáscaras do
ó
tu, lo suplirá un buen vinagre, tanto,
mas.
polvo do ella en peso demedio tomin ó
bien ge perciba su agreto en el agua, y do
LIBRO I CAPITULO XXXV. 81
con atole. También hace lo mismo la ceni- blante del paciente va volviendo en si, indi-
za del estáñate ó de agenjos, dado en peso ca salud, y al contrario mucho peligro.
de medio tomin con atole, repitiéndolo a) Cura en los principios.— Al principio de
dia dos ó tres veces, y que no beban agua la enfermedad no conviene detener luego
sino atole claro y calientito. las evacuaciones, sino beber mucho caldo
Comióos de sangre— Cuando se vomitare de gallina, el cual si se vomita, mitiga lo
sangre, siempre es de riesgo, masó ménos, acre de los humores; ó tomar medio adarme
según la fuerza ó cantidad que se vomitare del polvo de ruibarbo con un polvito de ca-
Su modo de conocer las causas ú origen de nela en conserva de rosa, ó en cajeta de pe-
donde sale sangre, y el modo de curarlo, es ras ó de membrillos del tamaño de una
el mismo como queda dicho en el capítulo nuez moscada,
hacer una conservilla con
26 de este libro 1 del esputo ó escupir san- dicho ruibarbo ó bocadito, el
cual se ha de
gre, solo que en el vómito se han de añadir tomar asi seco
y no líquido, por no vomitar-
algunas cosas, que corroboran al estómago, lo luego. Esto se entiende
no estando ac-
como en este presente capítulo se han apun- tualmente con vómitos copiosos.
tado. V cuando se hallare aun con mucho peso
en
estómago, y el paciente estuviere to-
el
CAPITULO XXXVI.
davía con algunas fuerzas, conviene beber
DEL CÓLERA MORBO, Ó DE VÓMITOS V CURSOS. buena porción de
agua de cebada cocida
con una ó dos onzas de azúcar, una onza
San Luis Beltran, es abogado para cólera y
de vinagre; y de allí á un poco rato volver
morbo.
a echarlo; y si fuere menester ayudándose
con dedos ó pluma metida en la boca.
los
Befyxúc'iou u, sus síMaUs,
Ayudas al principio de la enfermedad.—
Buenas son también al principio de la enfer-
Cólera morbo ó vómitos y cursos, junta- medad
las ayudas siguientes, como
de cal-
mente se entiende
cuando por arriba, y por do gordo de las gallinas, pero
no salado, ó
abajo copiosamente se evacúan,,,
viliosos ó de ternera, con unas yemas de huevo
y un
coléricos, ó acedos, ú otros
corruptos hu- poco de mantequilla lavada ó aceite rosado,
mores, las mas veces sin fiebre y algunas ó ayuda de leche acerada con apagar en
con con muchos dolores aventamien-
ella,
ella acero, ó hierro, ó
y pedernales encendi-
tos; algunas veces con
mucha sed, bochorno dos, en la cantidad ordinaria, con un poco
congoja y gran hastío; ya
con trasudores' de azúcar, dos yemas de huevo y dos onzas
calambres de Jos brazos
y piernas; ya con de aceite rosado, ó de la mantequilla lavada
convulsión, hipos, síncope;
y cuanto mas otro tanto; ó siendo las evacuaciones muy
graves son los accidentes,
mayor peligro coléricas, hacer ayuda del cocimiento
denotan; y como es de las de
enfermedades verdolagas, llantén, lechugas, con
muy peracutas, en cuatro ó siete, dos ye-
y á veces mas de huevos, y media onza de vinagre,
en un mismo dia, suele
acabar con el en- para la cantidad necesaria
del dicho cocí
fermo.
miento.
Pronóstico.— Cuanúo se origina la Sosiegan los vómitos cursos.—
cólera
morbo de cosas que se lomaron y Para sose-
por la boca, gar los vómitos conducen
los mismos medi
no hay tanto peligro, porque
evacuándose camentos puestos en el capítulo anteceden-
por sí ó ayudándole, se
sosiega; y cuando te para sosegar
el vómito de cólera; y cuan-
los vómitos se sosiegan ó
mitigan, y el sem- do juntamente
hay flatos ó ventosidades, se
82 DEL COLERA MOHBO O DE VOMITO.
ces, con agua de cebada cocida, y con un con mayor fuerza; y así atender á la restau-
poco de azúcar desleido, y en forma de ración de las fuerzas con guisos delicados
julepe bebido, ó cocer agua con hoja de poco á poco, como queda dicho en el capí-
tulo 30 de este libro I del síncope, guar-
llantén, rosa seca y un poco de verdolagas;
bar ó melado fino, ó un poco del zumo de En persona que estuviere muy sanguínea,
los membrillos para beber de ello; y mejor
asegurado ya de fuerzas, conviene una san-
para divertir la sangro tostada;
fuera hubiere ocasión) beber aguas des- gría ligera
(si
y en los de mucha abundancia
de humores,
tiladas de llantén y verdolagas.
se preserven de la recaída con una ú
Para el síncope.— Sobreviniendo trasudo- que
otra purguila de ruibarbo, ó pildoras sua-
res fríos ó síncope, rociarle la cara con agua
las de tres ingredientes, pues-
fría; también se admite un poco de
vino, ves, como son
tos en el catálogo de los medicamentos.
algo aguado a beber ó á tenerlo en la boca;
dardo cuando en cuando caldos de subs- CAPITULO XXXVII.
tancia; yen enfriándose los estremos, fo-
DEL D0L0K CÓLICO
mentarlos con paños calientes; no bastando
esto, ver su propio capitulo 30 de este libro San Jelredo nievale7ise.es abogado para el
ñera el lugar, es señal de que hay muchas dra; y la orina en el dolor de la piedra es
ventosidades; pero cuando es do humores, clara al principio, y después se asientan
ya sean de frialdades, ya de cólera calien- unas arenillas; pero en el dolor cólico des-
tes, entónces no muda el dolor su sitio, siuo de luego es gruesa la orina.
que queda ü\o\(De la pituita y flatos.) Cuan- Pronóstico.— El dolor cólico es mas ó me-
do dicho dolor se origina de pituita ó de nos peligroso, según mayores ó
menores ac-
flatos, sienten los enfermos alivio con cosas
cidentes que tuviere; y estando muy fijo el
calientes y lastiman las frías. {Dehumor co-
dolor en un lugar sin cesar, y cuando nada
lérico.) Y cuando es de humor acre ó bilio-
se evacúa por abajo, sino continúame!)'.!*
so, que es el colérico, entónces es el dolor
vomita con hipo, ó desvarío, es fatal; y por
fuerte, y pungente con mucha sed, bochor-
el contrario, cuando los accidentes son be-
no y con alguna calentura y desvelo, y sien-
nignos, hay buenas esperanzas.
ten estos tales alivio con cosas frescas, y da-
ño con las calientes: también se alivian,
Cura general con su advertencia. En la —
cura de la cólica, generalmente hablando,
evacuando algo del humor colérico; y cuan-
se observa que siendo los accidentes benig-
to mas está pegado el humor á las tripas,
nos, no se han de usar luego medicamentos
tanto mas resiste á los medicamentos.
Señales de dolor cólico en general.— Gene-
muy
medianos; pero habiendo
eficaces, sino
accidentes graves con riesgo de vida, con-
ralmente en el dolor cólico, unas veces se
viene no perder tiempo, y usar para graves
vomita y otras no, y comunmente padecen
una estitiquez, que ni ventosidad sale; accidentes fuertes y eficaces remedio?,
y
cuando algo con medicamentos ó sin
los Cura de la cólica originada de la pituita ó
i
ellos se evacúa, lo mas es flatulento ó seme- [flatos.— Cuando el dolor cólico se origina
jante al estiércol de vaca, lo cual echado en de pituita gruesa ó con ventosidades junta-
agua, nada encima como pituita, y acaece mente, echar luego ayudas de malvas dos
que ni los medicamentos fuertes hacen efec- puños, de manzanilla
y yerba buena de ca-
to de evacuación. También casi siempre, da uno un puño, y si hubiere de chuchipatli
después de comer algo, padecen mayor do- un poco: cocerlo en dos cuartillos do agua,
lor, porque se comprimen mas hasta quedar en algo mas de un cuartillo:
las tripas.
Distinción del dolor de piedra, del dolor deshacer en el cocimiento colado
dos onza?
de la cólica.— Distingüese el dolor cólico del de miel ó de melado, y tres onzas de aceite
dolor de la piedra, lo cual conviene
obser- ó de manteca, y de la sal una cucharada.
var, por ser diferente la cura de
cada cual. Otra semejante ayuda se repetirá de allí á
Primeramente se distingue en que comun- unas horas, ó hacerla mas
fuerte, añadien-
mente vago ó mudando lugar el dolor do á las susodichas yerbas,
está
media onza de
de ó como un cingulo aflige en el hojas sén ó del acíbar
la cólica,
en peso de dos lomi
medio del vientre; pero el dolor do la piedra nes,
ó coloquintida en peso de un tomín, la
es siempre fijo en los ríñones,
solo que des- cual alarla en un trapito,
y cocer todo al
do allí corresponde su dolor
derecho á los modo dicho, (shjudas.) Otra ayuda se hace
compañones. También en el dolor
cólico para este dolor. Tome medio cuartillo de
se aumenta el dolor
después de comer, y el vino de ubas, deshacer
(lela piedra algo se
eu él como medio
mitiga. Y al evacuar algo huevo de
levadura de pan y acíbar molida
por arriba, ó por abajo en aquel
tiempo sien- en peso dedos tomines, manteca tic v¡$ca y
tealgún alivio el .dolor cólico:
pero en tal tros onzas: échase templada,
y que la deten
evacuación no se mitiga el dolor de
la pie- ga buen tiempo.
84 DEL DOLOR COLIGO.
l'ara mitigar elgran dolor— \ cuando hay También las tripas del lobo, lavadas en
mucho dolor, se mezcla con la primera vino de ubas, y luego secadas en un cajete
ayuda uu puñito de la semilla de las ador- nuevo, hasta poderlas moler en polvo, del
mideras majadas, ó habiendo forma de bo- cual se da en peso de medio ó de un tomin
tica, añadir á dicha ayuda del philonio ro- en un poco de vino. Para lavar las tripas
mano en peso de un tomin ó cinco ó seis por falta de vino, se lavarán en cocimiento
granos de láudano opiato. de la yerba buena.
Cura de la cólica originada de las heces Así mismo (aunque es feo) es eficaz espri-
endurecidas.— Cuando estuviere originado mir el jugo de las buñigas de caballo, cuan-
el dolor por la detención ó del endurecerse do el
enfermo es hombre, y de yegua, sien-
las heces, echar ayuda de solo el aceite co- do muger, y
darlo á beber calientito: no te-
mún, ó de mantequilla bien despumada sin niendo jugo, deshacerlas en agua de ceba-
da cocida.
sal, y aplicarla algo caliente; y habiendo
juntamente muchos flatos, freirántes en di- Bebida ordinaria.— El agua para beber
cho aceite, ó manteca un poco de ruda, ó de ordinario será cocida con un poco de co-
en
comino, ó manzanilla; ó añadir un poco de mino ó de la yerba buena; pero ha de ser
vino, y recibirla templada de calor. Cuan- poca cantidad y templada,
nunca fría.
Jpósitos para el dolor cólico de pituita ó
do dichas ayudas unas veces repetidas no
hicieren obrar, se darán dos onzas ó algo de ventosidades.
—Por de fuera para mitigar
originados de pituita ó ventosi-
mas, del aceite de almendras dulces recien los dolores
sacado ó á falta otro tanto de mante- dades, no siendo
de él,
muy crueles, poner una
tortilla de huevo calientito, ó salvado tres
quilla fresca en caldo de gallina caliente,
beberlo.
puños, con un puño de sal, todo junto so-
tostado aplicarlo en una tale-
Medicamentos específicos para la cólica bre un comal
lienzo, ó funda de almohadita ca-
originada de pituita ó ventosidades, para guita de
solo mitigar el dolor.— En intermedio se liente
sobre el dolor, cuanto buenamente
caso se vuelve á echar la ayuda susodicha den aplicar defensivos húmedos & la región
<!e malvas, etc. quitada antes la ventosa, la del
hígado, como quedan puestos en el ca-
cual cada vez se deja estar solo un y pítulo 40 de este libro I de la destemplanza
ralito,
sobre el lugar do la ventosa quitada, se pon- del hígado, y beber de aquellos julepes allí
drá un parchecito ó emplasto de la tacama- citados.
ca, ó á su falta, de la trementina. Mitigado ya el dolor qué se hace. —Después
Cura de la cólica originada de humor co- que con el favor de Dios se haya mitigado el
lérico ó acre. — Originándose el dolor cólico dolor, se infunde del ruibarbomedio remo-
de humor acre ó colérico, cuyas señales se lido una cuarta de onza en algo mas de me-
pusieron al principio de este capítulo, se dio cuartillo de agua de endivia ó de rosa, ó
techan solo ayudas frescas, como es el caldo á falta de las aguas destiladas, echar encima
de las gallinas con cañafístola, malvas, un en la misma cantidad del cocimiento de la
tanlitode manzanilla, dos llemas de huevo, endivia ó de la rosa, y puesto en un -lugar
y dos onzas de azúcar; de esto se compone templadamente caliente por una noche se ,
la ayuda modo ordinario, y se repite va- esprime al dia siguiente por un paño, y sua-
al
rias veces;ó poner esta cataplasma ó em- vizado con una onza de almíbar ó con un
plasto sobre el vientre inferior. De harina terrón de azúcar, se beberá de una vez en
de cebada tome dos puños, de malva y man- ayunas, repitiendo la misma purguita dos ó
zanilla remolida un puño, con una onza de tres veces cada tercer dia.
sodicha ayuda fresca: cuando los alguna ropa, y esperando algún sudor o- t'i
y dolores
tra evacuación.
y congojas prosiguieren, repetir otra san-
aría del tobillo, y de allí á un rato repetirla Citando de la cólica se origina perlesía ó
dítíha ayuda. tullimiento.— Hallándose del dolor cólico
Mientras se hace lo dicho, también so pue- originada la perlesía ó tullimiento de la«
86 DEL DOLOR COLICO.
piernas, ú otra parte, como suele degene- ees endurecidas el dolor de la bi jada, por no
rar, entóneos estando antes bien evacuado haber obrado varios di?.s, en este caso no
con las susodichas ayudas, se pone el enfer- suelen tener mucha calentura, ni tanto do-
mo tres ó cuatro veces al dia por un poco ra- lor como cuando se origina de inflamación,
to en baño tibio, hecho de cocimiento de como se dirá mas abajo.
malvas, rosa y manzanilla, de cada cosa Entonces ablandar desde luego las di-
unos puños, para que se abran los poros, y |C has heces con ayudas de malva, trébol, y
se atempérela acrimonia de los humores, el manzanilla, cocidos en solo aceite, ó man-
cual baño, según las fuerzas del paciente, teca de una libra ó mas; ó hacer una ayu-
se repite al tercer dia, repitiendo juntamen- da del caldo de
los menudos de carnero ó
te las ayudas; y no bastando el baño, recur- ternera chica, con mucha manteca, y dos
rir á su propio capítulo 6 de este libro I de la onzas de miel con una cucharada de sal,
perlesía, usando da las medicinas suaves, después de estas ayudas, se podrán echar
otras mas eficaces, como quedan dichas en
CAPITULO XXXVIII
el capítulo antecedente de la Cólica.
del dolor de la HUADA, ó del miserebe. En tanto que se echan dichas ayudas, dar
j
movimiento contrario del natural de los in- entre dos paños calientito; ó echando las
testinos. Se origina ya de las beces endu- 'ayudas, aplicar sobre todo el vientre ba-
recidas, ya de muchos y gruesos flatos, ó jo buñiga de vaca reciente, dos ó tres ve-
ventosidades, ya de inflamaciones, ó de o- ees al dia; ó llenar una taleguita con bu-
tros tumores de ya cuando ñiga fresca de vaca, ó de marrano, y a-
los intestinos,
las tripas se revuelven, atándose en forma plicarla caliente sobre el vientre, y untar
á endurecer las heces, usando do lo que so emplasto (sin el agua envinagrada) aña-
pone en el capítulo siguiente déla esliti- diéirdoles harina de cebada, y cocerlo un
quézdel vientre. poco no mas, ó solo calentarlo con sola la !
Cura y sus señales, cuando proviene de mantequilla fresca sin sal (cuanto bastare)
inflamación.— Cuando el dolor de la Lijada, para reducir los ingredientes en forma, 6
ó miserere, se origina do inflamación, punto do emplasto, y ponerlo tibio sobre el
el
„ • ,
vinagrada á que solamente un poco sobre-
Ultimos medicamentos en el dolor de la
salga el vinagre como para defensivo,
y hijada,— Cuando Analmente, no alcanza-
repetirla los primeros dias, pues sirve á la
ren dichos medicamentos, como por últi-
inflamación de defensivo. (Para mitiga) el
mo reme(]i 0 se ¿ an unas jj a i as de p i omo £
dolor.) Cuando se 4 quiere mitierar Ll dolor K
el uo,or, . .„ ,
l . ,
fe
, ,
tragar, juntamente con aceite de almendras
,
cenarle ayuda
|
y a do
u «xuo
leche iBuen oruenaaa, dulces, ó con aceite
recién nrdpñnrt.i ,
1
vn
vo nooori
pasado,„ A „B . , / . .
—
ó espnmido ánles por una ga-
,
rinri
aad, e,w/„ de
siendo /„ n . .. • •
°
inflamación. An icar d'
'M»"^i al
muza en un
,
1
• •
, / •
, ,
principio de la enfermedad sobre el vienlre u^.'a
huevo pasado ñor anua-
fe
v
y no
„ e , a
esle genero de emp asto: tomo malvas, ro-
• ...
bastando, se repite otra vez a misma
a .
'
dwmi
canti-
.
dad. t>
-
S
0 ,
„.,« ,. . dicho azogue, ñut iendo na- chas balas, ó ,
y qíe aíde 1
nagrada. Este tal emplasto solo sirve nas P ara W»o caiga derecho dicho medica-
al '
y fomentando el lugar de las tripas salidas cer también otras diligencias, como comer
con el cocimiento de la misma ayuda tibio una hora áutes de la mesa una manzana
por buen rato, colocar baja la cabeza, y al- cocida con azúcar; ó á dicha hora comer
to el cuerpo del paciente, y con blanda de la mantequilla fresca del tamaño de una
mano procurar volver las tripas á su lugar. nuez grande sobre una rebauadita de pan,
Inflamándose las tripas de la quebradu- y luego beber encima unos tragos de agua
ra, fomentarlas con agua fría; pero sien- envinada; ó mandar cocer en el caldo de
do de los flatos, entonces se fomenta con la olla un poco de bledo fresco, ú hojas de
aguardiente. borrajas frescas, ó unos tallos de malva
fresca, ó de las ortigas tiernas, y beber se-
CAPITULO XXXIX
mejante caldo una hora áutes de comer; ó
S>B LA ESTITIQUEZ, Ó ESTREÑIDO EL VIENTRE. hacer de unas de las dichas yerbas frescas,
pero cocidas con aceite, y vinagre; ó en lu-
San Falentin Mártir es abogado contra
gar de aceite tome mantequilla fresca, de
la estitiquéz.
que hubiere, un guiso, ó una ensalada
lo
ha dicho, si que tarda mas de lo or- ella; ó tomar media cucharadita de la se-
no la
dinario, y por esto mismo se endurecen las milla de mostaza en caldo, ú otra cosa en
heces, y de allí se suele molestar mucho la ayunas, ó ántes de dormir; ó tomar por fru-
cabeza por los vapores que suben del estó- ta ó dulce al fin de comer, de los duraznos
mago, y también otras veces se ocasionan cocidos con su azúcar. Así mismo ha ayu-
catarros, y otras indisposiciones. dado á varios solamente con procurar te-
—
Causa. Origínase comunmente cuando ner régimen ordinario todos los dias á una
aunque
hay destemplanza del hígado, ú obstruc hora fija, sin mudarla en otra; y
dias no se halle el efecto
ciones del vaso, ó de otras enfermedades, en los primeros
primeramente se han de curar, deseado, se logrará porGando, como dicen,
las cuales
según sus propios capítulos, como también con ello. También ablanda el baño de agua
variando las viandas, ó el agua ordinaria, dulce, en que hirvieron malvas, bledo, tré-
las cuales pudieren dar ocasión de la estiti- con un poco do manzanilla, usado án-
bol,
Santa Engracia Vírgen^y Mártir, y San de las obstrucciones del hígado. De la des-
Lúeas Evangelista., son abogados para la des- templanza fria, y seca se verá en el capitulo
templanza del hígado. 43 de la Tiricia negra de este libro I.
Antes de su cura se pondrá en general
Xsa destemplanza del hígado, ó su mucho régimen, y guarda que conviene á la
el
calor, se suele originar de los muchos soles, destemplanza caliente del hígado, porque
y del aire, y délas viandas, ó bebidas muy jen otras muchas enfermedades (según va
¡alientes, de los violentos ejercicios, de la citado) se podrá gobernar por esta;
demasiada falta de dormir, y del encoleri- Dieta, y guarda en general de las des-
y simple, la cual, siendo sola, solamente se es como opuesta á la dieta puesta en el ca-
necesita para su cura de refrescarse, sin pítulo I del dolor de la cabeza, originado de
En
1
purgas, ni otras evacuaciones; {Con humor) pituita viscosa. esta destemplanza del
pero comunmente está acompañada con hígado ba de ser la dieta, que mire á refre-
humores que se vician, y entónces se nece- nar, y humedecer; por lo cual se procura,
sita de medicina que evaque. que la vivienda sea de semejante aire, ó se
Señales de la destemplanza simple. — Las correjirá artificialmente regando la vivienda
El sueño como do ordinario es corlo eq las fuertes, y violentas. Cuáles son dichas
esta enfermedad, so ha de procurar a sus purgas, y ayudas se verán en el Catalogo
horas, aunque fuera menester con unos de-jde los Medicamentos, puestos con el titulo
fessivos suaves ayudarle en ponerlos en la de purgas, y ayujíhis para evacuar el hu .
frente, como sonde agua rosada, con unas mor colérico, ó la cólera: por no alargar
gotas de vinagre mezclada, 6 de sola la le- este capítulo no se repiten aquí,
che de muger, ó de vaca, ó con ponera- Después de haber evacuado á dicho hu-
dormideras debajo de la cabecera. mor por mayor, entonces vendrán bien,
El vientre, por su ordinaria estitiquez, para atemperar los demás, unos julepes
«on sus propios medicamentos, ó con ayu- bebidos como á las cinco do la tarde, y al-
vienen, como así mismo las ayudas, son las rajas, del culantrillo de pozo, ó de la do-
en medio cuartillo
que evacúen el humor colérico, y caliente, y radilla, desliendo como
uno
conducen mas las benignas, y repetidas, que una, ó dos onzas, ó medio pocilio de
LIBRO I CAPITULO XL.
chos; óá falta de los tres jarabes también para un cuartillo de agua, ora sea
esa de-
una palma de la mano: en lugar del lien- la sangre caliente; pero no se ha deprovo-
zo, se podrá lomar tafetán, ó sayasayaco- car el sudor con ellos, y se usan solo des-
defensivos unos de los polvos siguientes que paciente se hallare con humores viciosos
se hallaren, como son polvos de los sán- Inflamación del hígado. —De la inflama-
dalos, ó polvo de rosa, ó de la semilla de cion del hígado se hablará en el capítulo
lechuga, ó de las verdolagas, ó del espon- 42 de este libro I, de la obstrucción del
dio, que son unos huesos que se hallan en hígado, en donde se hallarán sus señales,
varias partes en la tierra que llaman de y sus remedios,
los gigantes, ó del coral ó hasta de venada
CAPITULO XLI
quemado.
Unturas para higado, y espaldas.— Las
el de la flema salada.
unturas frescas,' y ordinarias se hacen con .
unlo sin
\ de con manteca,
San Juan de Dios es
¡. t y
abogado contra ¡
la fí
Jle-
sal; yJ á falla él, , .
' '
v,a salada.
uno, ú otro bien lavado en varias aguas,
y con una pluma se untan con ellas las es- M, \AS> S\S>V\MS> O WkUW\US» WLkS
paldas, y los ríñones, y la región del hi- ^a\ma% <k Ws to.o.uos, ^ ií. Vas ^tarvlas 4t
gado. Vos <$m.
Mas eficaz se hace esta untura, añadién-
dole después de lavado con dichas aguas, destemplanza del hígado suele, jun-
JQ B !a
para una escudilla del unto, una cucha- tándose con los humores salados, originarse
rada, ó dos de vinagre fuerte ó del zumo loque llaman flema salada ó sisuras, ó ra-
<le limón. Aun mas frescas se hacen es- jaduras en las palmas de las manos y en las
las unturas, cociendo dicho unlo, ó man- plantas de los pies, que molestan mucho,
teca con lechugas frescas, ó con calabazas porque se suelen despellejar y rajar con
verdes, [Ungüento de manzanas) ó con gran dolor.
mauzanas, ó con yerba mora, ó con la en- Cura general.— Sa cura en lo general es
divia, ó con la verdolaga; y consumida la la misma que ahora se ha dicho en el capí-
humedad de dichas yerbas, se esprime aun tulo antecedente de la destemplanza del hi-
caliente, y récío por un paño, para untar gado. También su dieta es la misma en
el hígado, ríñones, y También huir de lodo lo caliento y seco; y fuera de
espaldas.
á estas unturas se podrá añadir, para que esto aprovecha mucho usar de las cosas que
mas penetre la frescura, un poco del vi- ponen para aliviar la hética en el capítulo
nagre, ó del zumo de limón. 82 de este libro I en cuanto las comidas; pe-
Emplasto, ó cerote para el hígado.— Para ro la leche no suele siempre aguantarla el
ras frescas para el hígado, ríñones y es- de llantén, ó de la siempreviva, ó de las ver-
bre ó rajaduras.
las sisuras De gálico.— Los que tuvieren flema sala-
Otra untura muy eficaz se hace de esta da de gálico, ó con sospecha de humor gá-
manera: Tome del cebo de macho castra- lico, tomen de la cáscara de la zarzaparrilla
do dos onzas, enjundia de patos, ó en su ó de la misma zarza, y otra cantidad de raai?
lugar unto sin sal, ó de la manteca de vaca tostado y todo junto moler
y cernerlo, y to-
otras dos onzas, de la trementina una onza, mar de ello una ó dos cucharadas en agua
El sitio ó lugar en donde se halla la obs- ración muy difícil, con poca ó ninguna sed:
trucción del hígado, vaso, ó de las venas tienen palidez en la cara: están de pocas car-
me-
nes, con dejamiento de todo el cuerpo, y los
saraicas.—En estar obstruido e! hígado ó el
piés se les suelen hinchar por la tarde: tam-
vaso, ó las venas mesaraicas, tienen casi las
bién varias veces sienten pesadez en la re-
mismas señales, solo se distinguen por el
sitio ó lugar en donde se hallan; corno cuan-
gión del hígado como quien hubiera comido
do demasiado; y esta dicha señal sin otras, sue-
es la obstrucción del hígado, entonces se
le bastar para conocer las obstrucciones.
hallan las señales, que mas abajopon- se
drán en el lado derecho inmediatamente de-
Y lo mismo viene á haber cuando hay obs-
trucciones del vaso ó de las venas mesarai-
bajo de las últimas costillas, en distancia de
cas, solo mudando el sitio ó lugar, según
una palma de la mano del paciente, desde
cada cual. También algunas veces se sien-
el espinazo en adelante hácia el vientre; y
te algún tumor en dicha región, y otras no
este es el lugar en donde se aplican las un-
hay tumor.
turas, ó los defensivos del hígado. Cuando
Señales de las ventosidades y como se dife-
es la obstrucción del vaso, entonces se ha-
llarán dichas señales al lado izquierdo de-
—
rencia de la inflamación. Cuando se origi-
Señales siendo de humores calientes, ó de del estómago, porque no digiere bien la co-
inflamación del hígado.— Cuando padece el mida, y consiguientemente el quilo crudo,
hígado de humores calientes, ó de alguna puede ser la causa de 3a obstrucción: entón-
inflamacion, la cual es un tumor caliente! ees conviene usar délos medicamentos di-
de sangre extravasada en el mismo hígado, chos en el capítulo 32 de este libro I de la
en una ó dos partes, y algunas veces corres- desgana originada de frialdades, y así en
ponde hasta la garganta, se conoce cuando! ios demás.
en la región del hígado se siente un dolor! Cura de la obstrucción originada de la pi-
agudo con calentura, la cual aflijo mas de tuitay ventosidades.—Siendo caúsala pitui-
noche que de dia: la cara está descolorida: ta de la obstrucción del hígado, usar hasta
el sitio de acostado es de mas alivio el de en las mismas viandas ó
guisos, de las yer-
hoca arriba, que de ningún lado. has que desobstruyen, adelgazando y lim-
Diferencia entre dolor de costado, y de piando las flemas gruesas y viscosas, como
el
la inflamación del hígado.— Se distingue es- comer caldos de los guisos, ú olla, en los
te dolor de ¡a inflamación del hígado con el cuales se han cocido juntamente raices de
dolor de costado, que en el dolor de costa-j peregil, ó de hinojo, ó de apio, ó de espár-
do no hay mutación en lo que toca al color rago, ó de grama, ó con la yerba fumaria, ó
de la cara, ni parece tumor como en la in- pimpinela, ó florú hojas de las borrajas, ó
flamacion del hígado. Mas bien de pozo, ó de la doradilla: cojer
se verá su culantrillo
distinción en el capítulo 27 del dolor de eos- unos puñitos de lo que de estos hubiere á
tado de este libro I. Ja «"ano, y guisar con ello la olla del medio
Dieta para la obstrucción originada de pi- día; y mejor fuera beber una escudilla de
tuita ó ventosidades,— En cuanto á la dieta caldo semejante para desayunarse, aprove-
en la obstrucción del hígado, originada de chara mucho mejor que el chocolate, bien
la pituita,y también de la ventosidad» con que de allí á
dos horas podrá seguir el dí-
poca diferencia concuerda con la dieta que cho chocolate; y este caldo conduce á todo
está puesta en el capítulo l.© del dolor de género de obstrucción aunque ligera,
la cabeza originada de la pituita, de este li-! Contra la pituitamas gruesa.— Para ma-
brol. en particular se huyen las yor eficacia
Y muy contra el humor mas grueso, y
cosas de leche, escepto el suero bien cíari- viscoso, se podrán usar los susodichos cal-
ficado; y no comer mucho de un golpe, ni dos al mismo modo, añadiendo á las susodi-
otras cosasque astringen ó que sean indi- chas yerbas un puñito del orégano, ó yer-
gestas: también el bañarse, ó el estudiar ó babuena, ó betónica ó poleo, ó semilla de
dormir, se escusará luego después de haber anís ó de peregil, ó de los garvanzos colora-
comido, porque es muy dañoso. que se hallare,
dos, de cualquiera de estos
Mucho importa atender en prevenir, y cu- o mas gustare, podrá servir para el dicho fin.
rar cuanto ántes se pudiere las enfermeda-' Solo se advierte, que mejor conducen las
des del hígado, porque de allí dimanan otras 'susodichas yerbas ó medicinas simples, des-
rauchasy penosas enfermedades, como es pues de haber usado una ú otra purguilla,
la tiricia, la hidropesía y otras ó ayudas, con las cuales primeramente se
Cura general según su origen. — En la cura
evacúan, y desocupan los humores viscosos
de la obstrucción del hígado, no solamente
y pegados en el hígado, como preparándose
se observa de qué humor se ha obstruido, con ios jarabes de las raices de peregil etc.,
sino también se atiende de donde dimana
y con las purgas para el hígado ó cólera,
el
dicho humor; corno cuando tiene su origen puestas en el catálogo de los medicamentos,
90
ó usar do las pildoras del acíbar con el es- ra que llaman del acero preparado, cuyo
táñate, ó con las pildoras de los tres ingre- modo de preparar y usar do ello, se verá en
dientes, por varias veces tomadas. La com- el capítulo 47 de la melancolía hipocondria-
evacúa elhumor grueso sin debilitar al pa- ños, pasas ó higos pasados siete, mas ó mé-
ciente- Tome (si pudiere ser, todo sea fres- nos, semilla de linaza, ó en su lugar la se-
co) peregil, hinojo, apio, pimpinela, culan- milla de las malvas, y semilla del comino ó
trillo de pozo, flor de borraja ó sus hojas, de anís en peso de un tomin, flor ó yerba de
de cada uno ó de que hubiere, unos pu- romero un puñito. Estas yerbas, semillas
los
ñitos de la semilla de azafrán, que llaman y todo, se cuece en bastante agna á que que-
de los pobres; en latin Carthamo, en peso de en un cuartillo ó algo mas; al cual cola-
de un tomin y de la hoja de sén, sin los pa- do, se le juntan dos onzas de miel ó melado,
litos que suelen tener, en peso de dos tomi de aceite ó manteca dos ó tres onzas, y una
nes, y de tomin y medio para cada vez: co- cucharadita de sal, y se aplica templada.
cer todo esto, algo cortadas y majadas las Untura.— Untura para dicha opilacioji ú
yerbas y raices, limpias do toda tierra y pol- obstrucción de pituita ó de ventosidades:
vo, en el caldo de la olla: que no tenga mu- Cocer en aceite ó manteca un poco de ajen-
cha sal, como un cuartillo ó algo mas de di jos, ó estáñate, ó alucema, sin quemarlo,
cho caldo, á que quede como en medio cuar sino como frito, y colarlo bien caliente, y
tillo, al fin se le añadirá una ó dos cuchara- después añadirle una cucharada de vino pa-
das de vinagre, luego colarlo con espresion ra untar la región del hígado: también
es
ó interpolados cada tercer dia, ó por lo me- pepitas de los duraznos. (Fomentos.)
O po-
ner el hígado de corderito, ó cabrito recien
nos por tres ó cuatro veces.
del hí-
También manrrubio hecha con- muerto aun caliente, sobre la región
la flor del
que lo conforta y mitiga los dolores:
serva con la miel virgen, como se dice en el gado,
catálogo, y tomando una onza de ella por ó
fomentar la dicha región del hígado, ha-
juntamente algunos flatos, con esta
muchas mañanas en ayunas, y bebiendo en- biendo
taleguita de las yerbas secas, como de está-
cima el cocimiento caliente de la misma
de
raiz de dicha planta, desobstruye
con mu- ñate, déla flor de manzanilla, de rosa,
cada una un puño, de la semilla de comino
cha suavidad.
anís en peso de dos tomines, del
polvo
Bebida ordinaria.— El agua para beber ó de
otro tanto, ó á falta de él, un
de ordinario en esta enfermedad, puede ser de sándalo
cocida de pimpinela, ó de doradilla, ó de puño
de cebada, todo (fuera de la cebada;
se cocerá basteado en la taleguita.
culantrillo de pozo, ó de taray, ó acerada, majado,
calentadita en un poco do
ó dorada, apagando en el agua acero, ú oro, aplicándola algo
solo calentada en un comal
como un doblón, varias veces. Y el agua vino aguado, ó
es
que do ordinario se bebiere, no ha de
ser ¡ó ladrillo.
templada. Siendo solo de las ventosidades.—Pade-
fría sino algo
se-
el hígado solo de la ventosidad,
Cura del acero.—-De gran fruto en las obs- ciendo
trucciones (generalmente hablando) es la cu-
gún se conocerá por las señales susodichas-
fJrBROI CAPITULA XLIÍ. í)7-
S
masaTía
id inflam
ii cion,,h
t0mill del azafrán molido en una cucharada
^
la
con el polvo de
7 TÚ
contraye b 6 de su coc-
,
co imiento
corzonera 6 d 1 p.ed a b
z
e 6 de la es- chitos, como una escudilla,
g
.
^ ¿ ]& ^ de ^
suaven jn
méndolo a veces antes de dormir.
se algo para sudar
P
de dichos orines de mu-
M
calillas, si padece
,
«calar cuando
W^^fí^T^mÚ*
reza del régimen del
d-co piojos vivos en un;
aprovechan muy
b^
bien ~%J»g£
^vom .o yema
e
^ ^
de huevo pasado por agua,
sin
por unoadias
que 1c
etiquez 6 de un tomi,
para
Un
el hígado ó
dc eebada cocida, o
Bi manteca, una
tiricia.
y socar a
de en polvo
can.na
;J
^
enm
.a
^^
^
q ^
m0 |,
((
¡
ó tomin y medio, de la
uibarbo en peso de tomín
cadauno media onza, mezclarlo todo junto planza dicha del hígado, no es entonces ej
bien remolido y cernido, para el uso dicho, color del cutis tan obscuro, como cuando es
También es bueno el estiércol blanco de originada de la obstrucción del vaso; (Tiri-
hecho polvo, tomando de cia verde.) y cuando toma su origen de uno
tas gallinas, seco y
ello en peso de medio tomin en una escudi- y de otro, como del hígado
y del vaso, (lo
lia de caldo ó agua en ayunas, repitiéndolo cual es rara vez) entónces tira
el color del
algunos dias. De muy buen efecto en la tiri- cutis al color verde.
ciaessoloel zumo de la yerba manrubio (que Cura de la tiricia negra ó ver de. —La cuta
algunos llaman mastranzo, pero no es legí- de estas tiricias se dirige según su
origen de
timo mastranzo) tomando del dicho zumo, donde proviene. En la mas obscura
se usan
ó del cocimiento fuerte del manrubio seco, los medicamentos que se pondrán en el ca-
rina buena taza, y beberlo unas mañanas en pítulo' 45 de este libro I de
la obstrucción
ayunas, pues aprovecha aun en las tiricias del vaso.
largas y rebeldes. La notan obscura, que proviene
tiricia
Lo mismo hace usando de esta mane- del hígado, se remediará con las
casi
medici-
ra del cocimiento fuerte de la yerba de la ñas dichas de la obstrucción
del hígado en
golondrina: otros cojen (a yerba verbena el capítulo antecedente,
para el mismo efecto, usando al modo dicho Y la verde se curará mezclando los medi-
ú del cocimiento de las hastillas del palo caraenlos del uno y del otro; ó
usar de ellos
<le brasU
' y fl P ara el uno ya para el otro humor, de'
Suero de cabras.— Habiendo mucha des- los medicamentos mencionados,
'templanza del hígado, también conduce be-
ber del suero de cabras clarificado, en el CAPITULO XLIV.
cual hayan dado un hervorcillo las semillas de la hidropesía
del azafrán de los pobres (es flor de caí Iha-
Santa Uduvina es abogada contra
mo) en peso de un tomin, ó algo mas por ca- ta hidrv-
da vez, majando algo antes las dichas semi- pesia.
kvñX*.
dad del suero.
Fuera de los medicamentos dichos, se po- La hidropesía
tiene tres especies- la nrime
drán usar también en intermedio los de- ra se llama en
el
griego AscUis, cuando se hm-
fensivos y unturas, puestas para la obslruc- cha todo
el vientre,
y en él se siente ruido
cu» del h.gado en el capitulo 42 de este. i- de. agua; así
mismo se hinchan todas las
H° piernas, y aumentada la
r. . hinchazón del vien-
Tiricia negra, causa y sus señales, siendo Iré, hay gran
dificultad en respirar nue
de humor melancólico. -Cubilo hay tiricia so
lo sentados hallan alivio,
negra, que se origina comunmente de
porque'carl 7,
hu- agua contra el diaphragma ¡que
es una ul
«ñor melancólico, la señal es patente, cuan-
que divide la cavidad natural de
la vital) i,n
do el cútis del cuerpo en particular
de la pidiéndole su movimiento: tienen
caía, tira al color negro. (De la gran sed
destemplan y una fiebre ó calentura
lenta: orinan poco,
za/ria y seca del hígado.) También
se sue- y tocando el tumor de
la hinchazón, que-
le originar la tiricia negra
de la destemplan- dan unos hoyos por
algún tiempo; y en tan-
za fria y seca del hígado, ó de la
obstrucción to que medio cuerpo de
abajo se hincha, se
<!('! vaso. Cuando se origina de la destem- consume
ó se seca el medio cuerpo de arriba.
too DE LA HÍDIvOPESIA
porque
4 lodo ol
"°b a a boca ó las encías, o
1
,
„ ,í ft\,: on n «»» se Maca
pe 'do
un tambor el cual eslá l eño de viento, iís-
, ,
,
unlamDor,etcuai
cuerpo. Cuando se observa que la mitad
tos padecen cerca del
ombligo iuoicijoir*,
r ¿W<iíiones i .
^
fatal
y
respiración difícil; y comunmente con ca- -
los viejos 6
en
C«^a efe /« la
cuando es de ^ ^ tiempo,
mucho l,n«.
t es muv
muy difi-
difi
La bebida ordinaria (que será poca) sea el De la tercera especie Anasarca.—Xa ter-
agua, cocida ge la raíz del sabuco, ó (le la cera especie, que es el Anasarca, se cura por
¡ aiz <le la chicoria, ó cndivia, ó de \a planta concoccion y pr>r sudor, y con pocas purgas,
llaman espuela del caballero, ú de gua- y estas han de ser suaves; y también le con-
rftie
yaoán, cocida y acerada. Para mitigar la denen los medicamentos que limpian por
sed sin beber, usar de las diligencias pues- orina.
tas contra la sed en el eapitul»> 78 de este li- En esto me he alargado algo mas, que la
bro I de los accidentes de las calenturas. brevedad quisiera admitir, como se hará al-
Cura general.— Por variedad de su gunas veces en adelante, porque puede ha-
esta
origen es menester atender en particular á ber mucho atraso en la salud, no atendien-
su causa, curando ó aliviándola con los me- do á la cura propia de cada uno.
dicamentos que se hallarán en sus propios Lo que toca purgas ya queda dicho, y
á las
eapílulos, y sirve de mucho pronóstico en lo lo mismo se entiende de sus jarabes prepa-
que puede parar enfermedad; porque rativos, que han de ser según el origen cíe
la
ras, bebiendo encima unos pocos tragos de con ropa sahumada. También se pueden
la agua de cebada. ¡tornar sudores estando con mas fuerzas el
taza, con otra media laza del caldo sin sal alimento.
ni manteca, mezclado, y esto en ayunas por
Ayudas para la tercera especie.— Las ayu-
algunas mañanas, porque evacúa los humo- das conducen
mucho en esta enfermedad, y
aquellas según queda dicho d«
res aguanosos; y mejor efecto hará cocer las se aplicarán
atendiendo la cualidad de los
dichas cenizas para sacar la legía, en lugar las purgas,
la agua ordinaria, en el cocimiento de la
humores y de su origen; y no bastando di-
interior cáscara(que es blanca) del tronco
chas ayudas, son eficaces las siguientes: lo
de onza, 6 media onza de le
del sabuco; ó tome en peso de medio tomin me una cuarta
vadura de pan, y un puñito de sal, cocerlo
ilas lombrices lavadas en vino, luego se-
por
en un cuartillo ó mas de agua, y colarlo
cadas y molidas con agua de anís, lo cual medio cuar-
también es bueno para la Tympanitis, que
un paño: á esto se añade como
orina de muchachos, de miel y
man-
segunda especie. de
tillo
es la
aplicarla. Otra ayn-
sudor en ta
Por suaor
por especie s*,™»**.
tercera w/yetre
la itrceru —
Anasarca teca una ó dos onzas, -y
.
i„K««;iia \w¡
se hace cociendo de la
^aciUa loca,
-Por sudor se evacuará el humor,
ticularenla tercera especie Anasarca^-
en
ciendodelmijolimpiodosonzasenuncuar-con un puno
par- da
amarrada en unlienzo, de
>
de salvado en^u
^»^ n
;
lo cual medio de
agua, y una tacita de uno, y es
tillo de agua, que quede la mitad,
primido, aplicarlo tibio.
1
quedar
«.aucqu^uo.
ha de fuera de - la primera
ule:
,ie„te: sola
soia la
ia cabeza
caue/.d r
a
(
-
AMMr '¿£¡£¿£1 M
.ipHoup. anaile se pon- po „.
cuatro vece.
la cubierta, y repetir.» tre» * y
sola la segunda ispee
Q»o - el
en diferentes dias, y
(lias,
y mudar la ropa sudada dr.n para
I.1BH0 I CAPITULO XLV 103
nuevo,
Tympanitis. tiempo en que se han de de cal colada por un paño tupido ó
El
por de lana, mojando unos lienzos en dicha
aplicar los apositos ó medicamentos
a fuera es antes de comer, una
ó dos horas, agua, y aplicarlos algo catienlitos por un
Jas aplicaciones de los medicamentos ca- delirios. O fomentar todo el vientre con
Mentes que se pusieron sobre el vientre en la orines de muchachos como dos cuartillos, y
hidropesía media onza de salitre ó algo mas, cocerlo
Apositos para y Anasarca, lapri- j un t0í hasta deshacerse el salitre, y mojan-
el .4scitk
lien/o, aplicarlo calientito sobre el vientre; Apositos para la segunda especie que es la
o tome una libra del estiércol seco de buey, Timpanitis.— Para la segunda especie, que
de azufre, de comino ó de anís todo molí- es la Timpanitis, se aplicará sobre todo el
do, de cada cosa como dos tomines en peso, vientre una talega de lienzo, ó funda de al-
yde orines de muchacho lo que bastare pa- mohada con salvado, ó comino caliente y
ra reducirlo todo junto en forma de emplas- sal; ó llenar una talega semejante de flor de
to, y aplicarlo al modo dicho calientito so- manzanilla, de trébol, del mijo, de comino
bre vientre.
el ó anís, de cada cosa que hubiere un puño
O coger dos ó tres sapos del monte, co- ó mas, y otro puño de sal de la mar, y dos
cerlos en dos cuartillos del cocimiento de puños de salvado, calentado todo sobre un
las hojas del sáhuco, y del aceite, ó déla comal de barro, y rociado con vino de ubas,
manteca, á falta del aceite, media libra, y ponerlo así caliente sobre todo el vientre: ó
dos ó tres onzas de cera en olla, tapada has- tome estiércol de cabra y vaca seco, como
ta que se consúmalo mas de la humedad, una libra, del estáñate ó ruda, como cuatro
y colarlo después aun bien caliente por un puños, todo majado, y calentado en un po-
lienzo fuerte, y tender de ello sobre una ba- co de aceite ó manteca, ponerlo sobre el
daña del tamaño de una lengua de de dormir, y por la mañana
res ó va- vientre Antes
ca, y ponerlo sobre la región y sitio del va- lavar, ó
fomentar dicho vientre con vino en
so. En tierra caliente se podrá para mas que hirvió salvia ó romero; ó fomentar el
'uerpo, añadir mas de la cera. vientre con el fomento arriba dicho de los
También hay esperiencias de médicos ¡n- orines y salitre,
signes, matar un sapo del monte, y abierto Apósitospara tas piernas hinchadas'—Va-
por medio del vientre con un cuchillo, apli- ra as hinchazones de las piernas, cocer en
|
tve, escoplo la región del hígado, con agua meter las piernas en el agua. También pa-
104 de ia mmovFAiA,
tidad: hacer con el cocimiento de las cásea-! menlan las dichas señales en el lado izquier-
ras interiores blancas del sáhuco una masa! do;
y por lo mismo es casi la misma cura,
en forma de emplasto, y ponerlo libio sobre! solo que en esta enfermedad del vaso se
unos lienzos, y aplicarlo libio solamente so-, usan mas los medicamentos, que dirocla-
bre los compañones hinchados. Estemedi- mente minan el humor melancólico, romo
camenlo es bueno para cuando se padece son las purgas, pildoras, ayudas, calillas, j
hinchazón de viento. jarabes, que se ponen en el catalogo de los
De agua.—Tome harina de habas, de mi- medicamentos, para evacuar el humor me
jo, de salvado, de cada uno como una onza, lancólieo; v oíros medicamentos, asi para
y de la semilla de comino, 6 de anís en peso curar como para confortar, que se podían
de dos tomines, calentarlo, y en un saquiilo ver en el capitulo 47 de U mel.-ininlía hipo-
pilcarlo, que esto sirve para la hinchazón
;i condriaca, en particular la cura del acero
de agua. preparado, por lo cual, por no repetirlo y
Hidropesía por mucha y, actual evacuación alargarme mas, se podrán pasar los ojos piu-
de sangre, 6 de cursos, ó junto con calenturas la cura general do la obstrucción del vaso,
grandes —Cuando la hidropesía se ha origi- así por el capitulo 42 dicho de la inelanco-
nado de la demasiada evacuación de sangre, ía hipocondriaca en este libro 1.
i onio suele haber en el demasiado flujo do Dieta y guarda. — ha dieta se seguirá la
L1BK0 I CAPITULO XLV. Í03
misma, según los capítulos referidos, así en rá la región del vaso después de los susodi-
mas que sea á su tiempo y en poca cantidad, con los susodichos ingredientes antes de
porque de suyo escupen mucho, por la cocer, un puño de tabaco ó de. la raíz de pe-
abundancia de la humedad que padecen es- regil, ó de mastuerzo, ó de agenjos, o lo que
tos enfermos. de estos hubiere.
Medicamentos específicos. — Para desobs-cuando oíros medi-
Cáusticos — También
truir el vaso, después de unas ayudas ó pur- camentos no aprovechan, se aplica uno ó
gas proporcionadas, como queda dicho, pues dos cauterios de fuego sobre la dureza del
las sangrías mucho ménos convienen en la vaso; pero mas seguro es abrir una fuente
obstrucción del vaso, que en la del hígado, en la pierna izquierda, y otra en el brazo
es bueno tomar de la ceniza del estáñate ó derecho.
del taray en peso de medio tomín, ó hacer
CAPÍTCLO XLV i.
buena legía de dicha ceniza, y tomar dos o
tres cucharadas en el caldo, sin sal ni man- DE LA OBSTÍtUCClON Dl¡ I.AS VüIíAS M-ESARAT-
teca, por unas cuantas mañanas. Otros me- CaS Y DKL PATíCIIEAS, HIPOCÓNDIUOS
dicamentos específicos se podran ver en los Ó MIJARES.
capítulos arriba puestos.
Apositos .— Por defuera se aplica lo si- San Cosme y San Damián, son abogados de
guiente: como lavar la región del vaso ha- las obstrucciones de tas cenas mesaraicac,
manteca con un poco de vino ó de orines, y nen de su oficio el llevar el quilo para la se-
untar con ello la región del vaso, mediana- gunda concoccion; y cuando estas se obstru-
mente caliente, y la misma hoja de tabaco yen por lo crudo del quilo ó por ¡o grueso,
se pondrá encima de untura; 6 cocer del resultan lumores, durezas ó a venianiien'os,
la
estiércol de cabra con un poco de vinagre lo como quüda dicho en las obstrucciones del
que basta para el punto de un emplasto, v hígado.
tendido sobre un lienzo, aplicarlo libio. Para saber aplicarlas unturas y oíros me-
Para IWfc obstrucciones del v»so es de mu- dicamentos» es muy necesario saber el sitio,
cho alibio esta untura. Tome Iresonz^sdo <") la región de la tal parte que se ha de me-
aceite 6 á falla de él, de manteca de vaca, dicinar. El sitio, y la región donde se halla
una onza de miel media onza de la
virgen?, el hígado os debajo de l«s últimas costillas,
hiél de la res, buen vinagre otra media
y de del lado derecho del vientre, y la del vaso
onza, y cocerlo sobre fuego manso, hasta se halla en el lado izquierdo, también deba-
consumirse humedad de la hiél
la y vinagre, jo de las últimas costillas, como se lia dicho
rlíispues añadirle como una onza de. la cera en el capitulo 42 de la obstrucción del higa-
para engrosarlo. Con esta untura se unta- !do. Los hipocondrios alcanzan en los va-
10fi I>E LA OBSTRUCCION DE LAS VENAS MESAKA1CAS ETC
cios debajo do las últimas costillas de un la- Su cura.— Y así cuando se halla en aaaes-
do á otro por el vientre. la región del estómago algún dolor ó pesa-
El mesenterio ó las venas mesaraicas de dez, la cual no se percibe en los dichos hi-
que ahora so habla, se percibe su renitencia pocóndrios, como se perciben las del higa-
estando alteradas, en medio entre el hígado do, vaso, ó mesenterio, se usarán los mis-
y el vaso, debajo de la boca del estómago, rnos medicamentos al mismo tenor que en
hasta el ombligo, en donde se suele sentir las otras obstrucciones mencionadas.
un dolor obtuso, como un peso: y cuando se
CAPITULO XLVII.
juntan n a a , • . .
>
flatos o ventosidades, también hay
, .
venas mesaraicas con las mismas señales capítulo antecedente; el cual como tiene
dichas del hígado, solo que se hallan dichas sus principios del hígado y del vaso, el uno
señales en medio del vientre, y con acciden- como es el vaso, engendra la melancolía; el
tes mucho mas benignos de los que suele otro, como es el hígado, engendra la atrahi-
baher en el hígado, porque esta parte no le ó cólera negra, según sus destemplanzas
embargo sue- mas ó roénos ofensivas,
tiene el sentido tan eficaz: sin
le ser bien peligrosa inflamación.
la tal Causa.— Por lo cual la causa de la nielan •
inflamación del diafragma, la cual es una de otros varios humores viciosos, por cuya
telaque divídela cavidad vital de la cavi- variedad también varían tanto los accideii-
dad natural, poique en esta última siempre tes, como se esperimentan casi innúmera-
acompaña mucha dificultad en respirar. bles en esta dolencia. Fuera de estas cau-
forma de un racimo sas se puedo añadir, el
El páncreas está en que hallándose des-
de ubas debajo del mismo estómago, que templado el hígado ó vaso, que vician el
fambien padece sus obstrucciones, porque quilo (al modo de decir) asándolo, ó cuando
todas las venas lácteas ó mulgentes entran atraen solo lo delgado de él, y dejan logrue-
en él; pero como so cubre con el mismo es- so; aunque también esto muchas veces acar-
tómago, no es fácil conocerlo por el tarto, roan las malas comidas, que por sí son me-
en él se halla el suco pancreático. lancólicas. También cuando concurre qno
lo7
LIBRO l CAPITULO XLVIl.
ó complica- causan
ventosidades y eructos acedos, 6 ,6
hav destemplanzas encontradas
das,
i ti e calentado el hilado
como escalentado
estómago, en tal
ni a
«drtwly
a uno d
^"'
top»óndrios ó ríñones,- Ocupando los ha-
imoc
en
ncho dolor, que corre.«»nd*
^ ^ ^
se originan semejantes
accidente. por la de- h .jU
;
l« «pald. ,
^^^ll-
^ ^
len cion ó falta de la
cion de sangre, como es la de las
ó de la regla.
espaldas Y^^ ^
padecen estitiquez, que
régimen
e|
ca)eniijra ef mera 0 ,
entónces perturban las funciones de la men- a|aunas veces gale de lgadí». por estar obs-
te, con delirios melancólicos, con
varias re-
^^
(Diferencia de ¡ as aTenillas
^^
presentaciones fantásticas, el sueno diftcl,
verdaderaSty noverdaderas de la orina.) y
sueños son comunmente espantosos, y _
ei>han fin a or¡na fomo areni
y los ,
^
•
y cQn M|0
d¡st¡ngutín de ¡a arena verdadera de los
^ ^^
oídos y obscurecen la vrsta.
ríñones, las cuales no se deshacen. Tam-
6ora-on.-0cupando dichos vapores el
corazón, ocasionan palpitación penosa del
^
a ?unas ypces |mM g0 pe9
^
^ ^
zq||ierdo que oorreS ponde hasta
^ ¡
,
,
corazón ó golpes recios, con muchas ansias. ^ ()mbUg0j y algo mas arr¡Da> en unos | os
oprimiendo el dicho corazón: otras veces se M
& y pn olrog (cuaildo e ma i ,
juntan desmayos, otras con gran miedo, co- habUual) contmuament e, y proviene de san-
mo que no tiene remedio su enfermedad. ^^ encen(Uda de , a vena celiaca> qiie
ne que
la respiración, parece que los aboga. d ¡ei a en la comida y bebida será la que tira
Estómago. -Cargando en el estómago, á humedecer y calentar moderadamente, y
IOS DE L A M E A NC( > Ll A II I POCO \ D íí I ACA
-de suyo fácil (Jo digerir; huir de las legum- acoslumbradas evacuaciones
de la sangre
bres melátvcólicás, como lentejas, frijol ele. de espaldas
ó de los meses, y Jo mismo cuan-
cosas de leche poras ó mejor ningunas, por- do
hay rn'ticfaá estitiquez del vientre.
que son flatolentas y fácil de corromperse:
Éébicla orüi:uiria.-E\ agua ordinaria
pa-
también pan mal levado ó con salvado ó
el
ra beber sera acerada ó dorada,
apagando
sus costras, porque el migajon en esta fcn-
el acero, ó ».] oro encendido
unas cuantas
fermedad es mejor que no sea pan calienie veces
en eUn« ó colgar al fin de hervir el
del m.smo (ha: tampoco conducen las ma-
agua unas rajilas de canela; ó b«b*r el
agua
sas de las empanadas apelmazadas fritas) cocida de la doradilla ó
«',
,
pimpinela, ú del ce -
dura digestión los palos, grullas y semejan- za, es comunmente larga; y en tal caso es
tes. Las carnes comestibles en esta enfer- menester que asi el paciente, como también
medad, pueden ser las mismas que que asiste,se arme con bastante pacien-
se ponen el
por comestibles en el capítulo l.° del dolor cia; pues sucede que después de muchas di-
dé la cabeza. De las especias solees bueno el ligencias con que sYhábian aliviado ó au-
azafrán y canela, la salza de peregil ó del sentando los accidentes, suelen volver lo
mastuerzo, b de las acederas, ó sosneoyoli; mismo en mas ó menos tiempo, con polca di-
y también la salza (lela mostaza puede usar- ferencia; sin embargo, no estando muy ar-
se, no habiendo dolor de la cabeza: también raigado el mal, después de varias idas
y
es bueno el zumo de la caldo vueltas de esas, muchos se han hallado li-
naranja en el
de medio (lia ó del limón, y de las granadas bres de tan importuno huésped,
y esto sin
ó semejantes. En la olla se pueden añadir particular advertencia.
hojas de borrajas, pimpinela, espinaca 6 Sangrías.— En ío que loca (para la cura
.
verdolaga. También la espinaca, verdola- general) las sangrías estas tienen rara vez
.ga, ó lechuga cocidas son buenas en el gui-'lugar en esta enfermedad; solo cuando se
so, óhechas ensaladas, con su puutita de vi- originare la tal melancolía del humor san-
nagre y azúcar, para cenar. En particular guineo, escalentado' y' adusto; lo cual se co-
son muy provecbosaslas flores de borrajas, jnocerá teniendo el enfermo los ojos y laca-
ya en conserva, ya (le. cualquiera manera ra colorada, y algunas parles cercanas á la
j
va-
diligencia el qsie empezandosanare dio lomar media hora antes de cenar,
á salir
la ve- rias noches seguidasó
interpoladas, de las-
clara, limpia y sutil, luego se cenará
la sangre bue- pildoras délos tres
ingredientes (que su mo-
na, porque entonces saliera
dicho ca-
na, y so quedara lámala:
poro saliendo la do de componerlas se hallará en el
entonces se tálogo) en número de tres ó cinco, hasta
ó negra,
Mftgffl gruesa, turbia
hasta cinco onzas dc siele ó nueve, tragándolas enteras con al-
podrán sacar de tres
leun
° almibaró melado, en particular pade-
san tu. i
No habiendo las dichas señales de sanguí- ciendo el paciente la estitiquez del vientre,
j
neo, es de gran alivio evacuar el humor me- ^con lo cual se escusará el multiplicar las a-
¡ancólico por purgas, ayudas y también
con yudas; y aunque no haya mucha estitiquez,
raleza.
canle -
Purgas.— Las purgas, ayudas y vomilo- Tambien son buenas las pildoras de osla-
ríos, convendrá quo sean según el
humor, ó Cate ó de agenjos, que se hallarán en el
se^un la parle del cuerpo que mas pade- catálogo,
lomando de ellas unas cuantas,
eiere ó mayormente ocasionare dicha en- como al pié de su composición se dice ro-
fermedad, como suele ser laobstrucción petidas veces, para evacuar suave y lenta-
del vaso ó del hígado; y aunque no haya mente el humor melancólico, el cual con
so- poco una ú otra voz no cede, y con mucho
ciertas señales de estas obstrucciones, y
se suele irritar; y para.no acostumbrar la
lamente padecieren los hipocondrios, con-
naturaleza á un mismo medicamento, usar
vienen los mismos medicamentos dichos en
el capitulo ¿2 de este libro 1
de la obstruc- ya de las purguillas, ya de las pildoras, ya
ó mojadas etc., mezclar ó entreverar con de la semilla del azafrán de lo* pobres,
(que
los susodichos medicamentos contra las obs- en latín se llama Carlatnvs) y de la yerba
trucciones, algo de la zarzaparrilla, ó de pimpinela, doradilla, culantrillo de pozo,
guayarán, según se verá en el capítulo 8ü flor de rosa y de borrajas, ó de lo que es-
<¡e este libro I del humor del gálico. las yerbas se hallare unos cuantos puños,
Las purgas, ayudas y jarabes preparati- y como en peso de un tomín dd orozuz, ó
vos para evacuar el humor melancólico, unas pasas sin sus huesecillos, y el peso de
se hallarán con este mismo rótulo puestas dos ó tres tomines de cristal lártaro: todo
en el cátalo^ode los medicamentos, y de cortado y machacado, meterlo en lugar de
efias,de las que mas buen electo se cono- las tripas sacadas, y volverlo á corer con
ciere, se podrá usar unas cuantas veces hilo blanco, y asi ponerlo á hervir en una
en diferentes ocasione?; y en ej interme- olla tapada ron bastante agua, hasta que
110
«asi so deshaga el dirho gallo; y do osle do, y enqué sitio se abren las fuentes, mas
caldo beber en ayunas por tres 6 cuatro claramente se verá en el capitulo 52
del li-
dias continuos como medio cuartillo, 6 1a bro II de las fuentes,
tercera ó cuarta parte del caldo que ha Cura del acero preparado.— He mucho
quedado después de la cocción, guardándose efecto, fuera délas
medicinas susodichas,
de los aires destemplados, aunque no es es la cura del acero preparado,
en particu-
menester hacer cama. lar en aquellas enfermedades que dependen
Baños.—También en tiempo no destem- de algunas obstrucciones; como son las del
piado son provechosos los baños de agua vaso, ó del hígado, ó de los
hipocondrios,
dulce y tibia; pero nunca se ha de provocar El modo de preparar el acero,
y el uso de
sudor con ellos, sino solo con el intento de ello, es el siguiente y el mas ordinario:
hablandar, y hacer Üuido el humor Ierre- {Primer modo orditiario.) Limase el acero
y
no, de que padecen los melancólicos; y se muy sutilmente,
y puesto en un vidrio, ó
puede usar dicho baño ántes, y después de vaso vidriado en un lugar caliente, se le e-
!as dichas purgas. Sintiendo de él algu- cha todos los dias vinagre fuerte, según se
na flaqueza del estómago, untar al entrar fuere secando, por quince dias; y de este a-
el baño el estómago con aceite; ó á cero, así seco
<)H
y preparado, se da en ayunas
falta de él, con manteca en que suave- en caldo ó en alguna conserva en peso de
mente se haya frito yerbabueua, y un po- medio real; con tal que luego se baga
co de la nuez moscada. Después de los algún ejercicio, paseándose alguu tiempo
baños entraba bien el procurar provocar después de ello, que ántes se hayan usa-
y
la sangre de las espaldas, ó almorranas,do algunas purgas, ó ayudas dichas en la
vucuacion de ellas; y cuando no bastaren por bebida ordinaria lo siguiente: tome li-
las dichas diligencias, aplicar unas tres ó madura fina del acero como dos ó tres on-
cuatro sanguijuelas á dichas venas. El mo- zas, echarlo en infusión en dos cuartillo*
do de aplicarlas se verá en el capitulo 57 de vino blanco de ubas, dejarlo estar en un
del libro II. vidrio ó vaso vidriado, en un lugar calienli-
Sanguijuelas.— En falla de las sanguijue- to;y si se secare, añadirle otra vez devino
las, para ios que faltare la acostumbrada blanco la cantidad misma que se hubiere
evacuación de la sangre, (en los sanguí- consumido por seis ó siete dias. De esle
neos solamente) se sangrarán del tobillo, de vinoso coje medio cuartillo, y se mezcla
dos hasta tres onzas no mas, y que sea con con cuatro ó seis cuartillos de agua cocida
abertura ancha, porque no salga sola la con taray. La dicha agua se añadirá en
sangre delgada y buena. mas ó menos cantidad, según el paciente
—
Fuentes. También son buenas, y muy es- fuere mas ó menos abstenido del vino,
y
perimentadas las fuentes en los brazos, do- lo beberá por bebida ordinaria. Acabán-
liendo la cabeza; y en las piernas, dolien- dose esta porción de bebida, se cogerá otro
do pecho, corazón ó los hipocóndrios; y medio cuartillo del susodicho vino del ace-
el
algunas veces convienen dos fuentes encon- ro con la misma porción de agua, prosi-
tradas, una del brazo izquierdo, y otra de guiendo con hacer nuevas infusiones del
lapierna derecha; ó al contrario, del brazo acero, y lo domas por uno, dos ó tres me-
derecho, y de la pierna izquierda. El mo- ses, usando en el intermedio de las piído-
LIBRO I CAPITULO XLV I. **«
bien remolido, se incorporará como con Polvos diamargaritonf rios —Y como es-
cuatro onzas déla conserva de rosa, ó de enfermedad comunmente dura mas tiem-
ta
Ia tlor de borrajas, 6 de la carne de las man- po, y algunas veces años, bien da lugar á
zanas', ó de los duraznos; y de esta mane- enviar á las boticas á comprar los polvos
ra se lomará por quince días continuos ó diamargarilon frió, como dos ó tres onzas,
mas, en cantidad de dos, ó tres tomines en del cual se tomará por confortativo en
peso, cada dia como tres horas ántes de co- forma de julepe, (Julepe confortativo.) Te-
mer, y pasearse aquellos dias por el cam- volviendo con una ó dos onzas de jarabe de
po, 6 en su sala. granadas, ó de jarabe de culantrillo de po-
Mas rico so puede hacer habiendo oca- zo, ó do algún almíbar; cuya composición
,
sion de botica: tómase media onza de este que es fácil, se verá en el catálogo de los
ultimo acero preparado, y de la confección medicamentos, y añadiendo rasi medio
DE LA MELANCOLIA HIPOCONDRIACA
de ellos.- de Ion
de comer y de la nuez moscada,
^ .
de
mo polvo de diamargarilon
frió, mezclado cada uno lo que
pesa medio tomín,
un adarme, o lo que pesa medio tomin, concomio de y un
canela: de la grana ó cochinilla
media onza de la manteca de azar (cuya un tomin
de peso: todo
¡ gruesamente moia-
cqmposicion se halla» á en dicho catálogo) do ó corlado,
se revuelve con loehomite
se hace una linda untura para el corazón, colorado
y escarmenado, ó entre seda flo-
uulando con ello el corazón calientito;
y ja teñida de grana, y meterlo junto en una
después se pone encima un pedacilo de pa-jtaleguita do
tafetán colorado, y bastearlo
ño de grana, ó sayasaya colorada, ó tocho-jal modo de un colchoncilo;
y para aplicár-
onte colorado. ,| 0 a corazón, se calienta con el vapor del
|
Confección de (¡¿kermes <-Tambi&n se pue-jvino, que para este fin se pone á hervir en
de mandar traer de la confección de alker-luna templadera.
mes como tres ó cuatro onzas, la cual es Para el ahogo ó
respiración.—-Pa-difícil
confortativo muy propio para esta enferme- deciendo ahogo, ó cuando, fallare el re-
dad, y se loma de ello, como viene, varias suello por causa que el humor melancó-
veces entre dia, lo que cabe en una punta lico se ha apoderado del pulmón,
ó diafrag-
de cuchillo, ya por solo, ya deshecha en
si ma; entonces conduce darle luego una on-
la bebida ordinaria,
también esta confec- za 6 media, del aceite de almendras dul-
ción de alkermes, pendida una porcioncita ces no rancio, ó enjundia de gabina recien
sobre un paño de grana del tamaño de un sacada á fuego manso, añadiendo!,', así al
real de á ocho, y aplicarlo tibíenlo al co- aceite, como á la enjundia, un poco de cal-
razón con un poco de agua do azar, ó sin do, ó de agua caliente para beberlo;
y pa-
ella, lo conforta muy bien. ra el mismo efecto conviene dar ligaduras
Triaca .— Usan también por de fuera á fuertes en los muslos, friegas en el
pe-,
este modo dicho, en lugar de la dicha con- cho y espaldas, y dar de los confortati-
fección, de la triaca, puesta por de fuera vos dichos para el corazón; pero siempre lo
sobre el corazón. que se ha do beber en este tiempo ha de
—
Pichones abiertos. Para el mismo fin de ser templado, y no frió.
confortar el corazón se aplican pollos ó pi- Palpitación del corazón.— Para la palpi-
chones vivos abiertos por el espinazo, tación del corazón tomar de este medica-
y es-
polvoreados con los polvos diamargariton; mento: moler media onía de canela fina,
y
ó á falla de ellos, con polvo do canela, y ro- de nuez moscada, de corales, de aljófares
sa, y aun calientes se aplican sobre el co- ó perlas, de cada
uno en peso de medio
razón; ó aplicar una pulpal de carnero asa- tomin: del oro en hojas las
gue suele haber
da, ó pechuga de gallina asada,
y hume- en un libro, y de las hojas do la plata las
decida con buen vino de ubas, y otro tan- que son de medio libro:
menear el oro y la
to de agua do azar, con unas
hebras de plata con el polvo muy bien en un almirez
azafrán remolidas, y aplicarlo algo ca- á que no se queden
pedazos, grandes del
lientito. porque no causen
oro., los, pegándose en o!
LIBRO I CAPITULO XLVIII. na
de huevos frescos, y vuélvase á lavar, y en- y subiendo mucho la hinchazón, suele ser
„1 - . * I _ _,. .milV tíqI írmen. nt...
jugarla, y abrigarla suavemente, El baño muy peligroso; otras veces se secan las
_ . _
se podrá repetir cada tercero ó cuarto di a, piernas, que no hay mas que el pellejo pe-
cuando hubiere falta de sueño. gado á la espinilla, mucha pesadez
del
Otros varios accidentes, que acarrea esta cuerpo en particular de las espinillas,
ó
enfermedad, se remediarán como se verá en las paníorrillas, y plantas de los pies,
y
en el capítulo 76 do los accidentes de las asi mismo en el cuadril, como si estuviera
calenturas continuas de este libro I, deslomado, que apenas se pueden
mover
de un lado á otro, sino con
muchas an-
CAPITULO XLVIH. sias, ú dificultad en la
respiración, de mo-
do, que algunas veces, ni
' DEL MAL DE LOANDA. sentados pueden
estar, ménos andar, sin desmayarse;
pero
San Nicolás de Myrrba, ó Bari es abogado acostándose, se vuelven á
recobrar como
contra el vial de loando. de nuevas fuerzas, que se juzgan
ya haber
mejorado A losde esta enfermedad no
les falla fácilmente la gana de comer,
causa m, qiuwal. y
suelen sentir mas graves los accidentes al
tercero ó cuarto dia. También los vapo-
&l mal da loanda, en latín Morbus Scor- res que
suben á la cabeza molestan
una de las enfermedades no muy desde
buticus, es mas
la tarde, y la noche, que entre dia
antiguamente conocidas, y suele acarrear
como con calentura, la cual por
tantos accidentes la mañana
como
melancolía by- con el sudor dicho
la
se desaparece.
pocondriaca, por cuanto también se origi- Tam-
bien suelen molestar
las calenturas, ó
na de las obstrucciones del hígado, las
y mas articulaciones como gota
veces del vaso. También artética; pero va-
muchas veces la gueando, ya en este,
ocasionan mucho aparato ó abundancia
ya en otro, por la
de cual variación se diferencia
los humores melancólicos de la verdade-
en las venas me- ra gota artética,
la cual no muda fácilmen-
saraicas.
te el lugar.
Señales del mal de
loanda.-Las señales Diferencia de la gota artética
vagabunda
de este mal son varias, de la verdadera.
y muchas: pero no —También suelen ofrecer-
8
114 DEL MAL DE LOAN DA.
con poco trabajo se pueden fijar también hay otra especie de mastuerzo en
en él.
También suele como cerrárseles el traga- el campo, que los de Sonora llaman oyva-
dero, y tragan la comida, ó bebida con un ri: también conducen las acederas, en me-
miedo de ahogarse, lo cual acaece de unos xicano sosocoyoli: asi mismo es bueno el
vapores astringentes, que se levantan al zumo dé limón: otros, en falta de los di-
esófago, ó tragadero del estómago: así mis- chos, usan de los rábanos. En lo gene-
'
min, y una onza de hoja sen, y un pedazo fácil para sudar, se podrán tomar dos ó
de orozuz: todo limpio, machacado, ó moli- tres onzas da zumo de mastuerzo, ó del
do, se cocerá en (res cuartillos de agua, has- oyvari, y añadirle media onza del zumo de
la consumirse como un cuartillo: después se la yerba palomina, ó á falta de esta, de es-
esprime recio por un lienzo, y al caldo es- táñate, una ó dos cucharadas, y otro tanto
primido se le junta una taza de miel vir- del zumo de las acederas, ó de limón, ó
gen, ó del melado, y vuelve á hervir, solo del uno ó del otro dos cucharadas, y be-
para despumar la miel, y al fin añádase co- berlo cuatro ó cinco horas después de co-
mo dos ó tres onzas del zumo de limón, ó á mer, ó como tres horas antes de comer y
falla de él, tres ó cuatro onzas de vina- abrigarse encima suavemente, repitiéndolo
gre; y acabado de dar otro hervor, se vuel- tres ó cuatro veces por otros tantos dias se-
ve á colar, y de ello se tomará cada maña- guidos ó interpolado; y no habiendo yer-
na en ayunas una taza como la tercera ó bas frescas de' las mencionadas para es-
cuarta parte de la dicha pósima, y será primir el zumo, hacer cocimiento de las ce-
!
mas propio, y mas eficaz que los otros ja- cas; pero de mas fruto son las frescas que
rabes, las secas.
Después de haber usado de esta pósima, Cura del acero.— También conviene en
o de los jarabes solos, mencionados en el esta enfermedad,
en particular cuando hay
catálogo, por no haber ocasión de hacer di- obstrucciones
del vaso ó del hígado, la cu-
cha pósima, so tomarán unas de las pur- ra de los aceros,
conforme se ha puesto en
gas para evacuar el humor melancólico, el capitulo
antecedente.
puestas en el dicho catálogo; Para ¿as encías, y boca llagada.— Para los
y para que
tengan mas propio su efecto, se beberá en- accidentes
que esta enfermedad suele a-
cima de las purgas dichas un pnco de coci- carrear, como
para el flujo de la sangre
miento del mastuerzo, ó de las acederas, de las encías
ó boca, y para sus llagas,
aunque mejor era el zumo solo esprimido cocer
llantén, suelda con suelda,
rosa'
de ellos, y suavizado con un terrón de azú-¡y
mastuerzo, ú oyvari, hasta consumirse
car: notando, que las purgas en
esla en- medio cuartillo de dos
que se han de echar
fermedad no sean violentas.
y á lo colado añadirle un poco de miel
ro-
Cuando no hubiere lugar de purgarse, ó sada, ó de
miel virgen, y enjuagarse con
a personase hallare muy débil, hacer
in~el!o: después de este enjuagatorio,
refreír
fusión en los zumos de una de estas
dos las encías con lo siguiente.- tome
alumbre
yerbas del mastuerzo, ó de las
acederas, quemado, y sal tostada, de cada
uno en
«orno una, ó dos onzas, por cada vez,
con peso de un tomin, de la asta del venado
una taza de suero de cabras bien clarifica-
quemada, salvia seca, de las agallas del en-
do, añadiéndole dos tomines
en peso de ho- cino, ó de ciprés, de
cada cosa en peso de
ja sen limpia, y una rajita de
canela por un tomin y medio: de todo
nna noche; puesto bien tapado en un hecho polvo su-
lugar til, y con este polvo pegándolo
caliente, y por la mañana solo
en uno de
esprimién- los dedos, envuelto con un
dolo recio por un paño, se lienzo hume-
beberá el tal decido, refregar las
encías varias veces, ó
caldillo, suavizado con
una, ó dos onzas de lavar muchas
veces las encías ó boca, con
almíbar, ó do azúcar media
onza en ayunas leche, en la cual se
haya cocido el mastuer-
por una vez, repitiéndolo de esla
manera zo, ú hojas do rábano; ó lavar las encías
dos ó tres veces, al tercero
ó cuarto día. varias veces con zumo de limón, ó de lima.
.vwrfom.-Cuando la persona se
hallare También se pueden untar las encías,
ó lia-
DEL MAL DE LOANDA.
pio para esta enfermedad. Otros varios gerá á la cama, resguardándose algún tiem-
medicamentospara las llagas do la boca se po del aire, en particular si dicho vapor
hallarán en el capítulo 21 de este libro I. ocasionare algún sudorcillo por el cuerpo,
Dolores de los hombros y de las espaldi- que es por sí muy provechoso, no siendo
lias.—Para los dolores del hombro, ó de' tanto que debilite.
las espaldillas, ó en "otras articulaciones, ó Piernas hinchadas.— Estando hinchadas
coyunturas, componer un saquillo de sal tes piernas, usar de ios apósilos puestos en
capítulo 44 de este libro I, de la hydro-
y mijo tostado un puño do cada uno, y otro el
puñodelaflor déla manzanilla, y de sal-lpesía, como lo de labuñiga de buey, ele.
vado, y aplicarlo caliente al lugar dolori-jó de los rábanos.
do; ó aplicar un saquillo con solo salvado,) Para otros varios accidentes.— Y así en
en
ó cebada, ?y sal tostada caliente sobre el, los demás accidentes, que se ofrecieren
d 0 l or_
.., ¡el mal de loanda, buscar para ellos los
capítulos; pe-
Para los dolores délas arücvl aciones, ó medicamentos de sus propios
buscar las yerbMHlel
de las coyunturas.-?*™ los dolores de las'™ mucho importa e!
ó del oyvari, ó de las acede-
articulaciones vagabundos, so lomará jepe- mastuerzo,
sosocoyoli, que son, como queda dicho,
lídas veces en] cantidad de medio tomin de ras,
la ceniza de la lusa quemada en la behida
muy propios para este mal de loanda, co-
ordinaria. mo también el zumo de limón, para aña-
dirlp.sá los otros ingredientes.
Piernas con manchas ó con dolor.—-Para
Jas piernas con manchas, ó con dolor, ó co- CAPITULO XXIX-
mo endurecidas, es bueno untarlas con a-
DE LOS CURSOS LIENTER1COS.
ceite rosado, ócon enjundia de perro ó de
gallina; ó fomentarlas con el cocimiento de Santa Teresa es abogada contra la lienteria.
menudos, ó]piés de ternera chica, ó de bor-
ScüaVes <k Vos cavaos YwuVmcos.
rego; y después del fomento ó bañito, que
se hace con un paño mojado, untaiiascon
el susodicho unto. También muy propio La lienteria, ó cursos lientéricos son aque-
es para|[semejantes piernas manchadas, do- llos, cuando se evacúa por los cursos el mis-
loridas, ó como endurecidas, recibir unas mo manjar como se babia comido, unas
cuantas tardes, antes de cenar, el vapor veces muy líquido, otras ceniciento, espu-
varias veces de mal olor, pero nun-
defestas yerbas: lome malva, trébol, man- moso y
zanilla, agonjos, ortiga, mastuerzo, hojas ca con
sangre mezclado. (Cursos sin inmu-
la comida.) Otra especie de estos
de rábano, semilla do linaza, ó á su falla, tación de
la semilla de las malvas: cocer de estos in-
cursos se llama afección, Cceliaca en latín,
lo mismo que la lienteria, solo que
en
gredientes que hubiere una buena porción y es
no solo se evacúa el manjar inmuda-
en un caso mediano con bastante agua, y esta
do, sino crudo.
así caliente so^recibe el vapor, poniendo
los pies sobre una tablila atravesada enci-
Causa.—-Se origina de la debilidad del es-
destemplanza muy húme-
ma deldicho caso, bástalas rodillas, todo lómago,odo su
como también de los intestinos, ó tripas;
bien abrigado al rededor con paños, y da,
por la multitud ó malignidad do
mantas, como por media hora, ó algo mas, 'ó cuando
no so mantiene la comida en
ó menos, según buenamente lo pudiere a-|los humores
LIBKO I CAPITULO XLIX. 117
acre está mezclada con cólera. nada encima de todos estoscuando se to-
Cuando á estos cursos se acude tempra- man; aplicar al estómago como yerbabue-
no, los primeros días es fácil su cura, y na, estáñate, llantén de cada cosa^un puño:
difícil cuando ha tomado hábito, ó durado do rosa seca un puñito, y media nuez mos-
mucho tiempo. También son peligrosas se- cada: de clavos y canela, de cada uno en
mejantes evacuaciones, aunque no de ordi- peso de medio tomin: todo machacado, ó
nario, cuando sobrevienen á grandes en- moiido, se ¡meterá ?en dos taleguitas de
fermedades. lienzo, y calentar uno en posde otro en
(
este libro I, da la desgana de comer, origi- unas veces críticos, que alivian al enfermo,
nada de frialdades. cuando sobrevienen a alguna enfermedad,
De calor, ó cólera.— Cuando proviene de y no debilita, ni suelen esceder los siete
calor, ó cólera,ó de vómito bilioso, en- días; y tales cursos, por ser saludables, no
tónces convendrán los medicamentos pues- conviene estancar ó detenerlos.
tos en el mismo capítulo 32. Cuando se Diarrhea sintomática. Otras veces son —
origina la desgana por causa de calor, en sintomáticos, los cuales cursos postran mu-
particular conduce, siendo la lienteria <j e ¡cho las fuerzas, y duran mucbos días, unas
calor, purgarse con ruibarbo, en veces con dolores y retortijones, y otras con
peso <j e i
un tomin y medio, infundido una noche calenturas que consumen, y secan á la per-
ántes en cuatro onzas de agua de llantén, sona.
ó de verdolagas: por la mañana, después
Pronóstico. — Eslos tales cursos sintomáti-
cos son muy peligrosos, cuando el color de
de un bervorcillo, colarlo, y beberlo en a-
ellos es como yema de huevo, ó muy verdes,
yunas de una vez.
ó cenicientos, ó negros, 6 hediondos á cor-
Después de esta minorativa, se tomará
rupción: en particular hallándose en medio
del bolo arménico, ó de la asta de vena-
del curso de humor otro humor blanquizco,
do quemada, ó del espondio molido, cada
como atole unido, ó al modo del quilo, eslos
cual de estos en peso de medio, ó de un
son comunmente fatales, y mucho mas so-
tomin, de cuando en cuando, como dos ó
breviniendo ó la flaqueza del pasiente el
tres veces al dia, con azúcar, ó con conser-
hipo. También cuando en enfermedades
va de rosa antigua, ó con cajeia de mem- de los cursos se inflaman ó hinchan las ro-
brillos, ó en agua de llantén.
dillas, es mortal, y no pasan de ocho días.
También es provechoso beber de la le-
che recien ordeñada, y cocida hasta media
Señales del origen de los cursos. Mucho —
importa, para acertar la cura de los cursos,
ó hasta que quede la tercera parte, ya sea
saber el origen de ellos, para aplicar las me-
leche de vaca, ó cabras, ó de obejas. De
dicinas propias, atendiendo juntamente á
esta última será en menor cantidad.
curar ó confortar la parte demandante que
—
Siendo de las lombrices. Cuando provi-
ocasiona ó fomenta los cursos.
nieren estos tales cursos de la fuerza de
De la cabeza.—Como cuando son los cur-
las lombrices, entónces se usarán los me-
sos de la cabeza, entóneos no solo son las
dicamentos que se ponen en el capítulo 5
evacuaciones con espuma, sino se ha de ob-
de este libro I, de las lombrices.
servar también, cuando el enfermo padece,
CAPITULO L. ó había padecido dolor de la cabeza, ó muy
trabajado, ó haber tenido catarro, dolor de
DE LOS CültSOS DE HUMOR.
oido, letargo ú otra pesadez particular en
San Bernardino es abogado contra los ella,ó siendo de suyo soñoliento, y cuando
cursos de humor. de noche afligen mas los cursos que de dia;
en eslos cursos es menester atenderá la ca-
X^iarbuea se llaman en griego los cursos, beza, y según sus propias enfermedades,
que son solo de humor sin sangre, sin ali- usar de los medicamentos de sus propios ca-
que s<'
mento, y cuando no están llagadas las tri- pítulos; pero con esta adverleucia,
pas; pero mas líquidos, y mas frecuentes del huya y escuse lodo aquello
que pudiera ir-
orden natura). ritar mas á los cursos.
Diarrhea critica. — Eslos tales cursos son advertencia general.— Y lo mismo en rtfl
LIBRO CAPITULO XLX. 119
I
son los cursos de todo el cuerpo, en parti- peso de uu tomin, mas ó menos, según las
cular ya confundido por la colicuación de fuerzas del pasiente, del polvo de ruibarbo.
él, lo cual se conoce evacuado- También cuando hubiere de les mirabola-
cuando las
sionan los cursos, se'observa que lodos los polvilo de. almáciga ó de canela.
años se suele exonerar la naturaleza de es- Sangría.— Cuando en persona robusta y
ta manera, de unos humores líquidos y fe- sanguínea hubiere con los cursos calentu-
roces, pero sin postrar las fuerzas notable- ra, se podrá sangrar de la vena sálvatela do
mente. las manos, (cual vena sea la sálvatela, se ve-
Die'.'i.—?A\ cnanto la dieta (brevemente rá en el capitulo 54 del libro i) una vez án-
120 DE IOS CUHSOS DE HÜMOH.
tes de darla minorativa dicha, y otra vez onza de la canina blanca de perro
bien re-
otro día después, en poca cantidad porca- molida. Muchos
alaban la ayuda do sola la
da vez. sangre caliente de cualquiera animal co-
Ayudas con su advertencia.—Xas ayudas mestible recién sacada.
tienen en esta enfermedad mucho lugar; pe-
Ayuda de substancia.—En debilitándose
ro con estas advertencias; que no se les ha
los enfermos, so echarán algunas ayudas de
de añadir sal, por ser mordaz, y que común- 1
horativa ó ayuda abstersiva, para que no se rola mucho el vientre; cuando no hay mu-
encierre el mal humor ya molido. cha calentura, lista so cuécp|siempre me-
Tomar migajon de pan lostado mojado en ncándola con una cuchara 6 palito,' hasta
vinagre^ en que se ha apagado unas veces consumírsela mitad ó mas echándole unas
hierro encendido, y ponerlo en forma de cuantas veces unos pedernarlos ó guijarros
emplastro sobro estómago; ó mezclar con encendidos, o aceroj hecho£asqua; y siem-
el
dicho;pan mojado algo de la carne de mera- pre, miéntras que hierve, se le ha de quitar
brillo asado debajo de rescoldo; y también la espuma con una cucharada ó pluma,
se puedé espolvorear por el lado que se ha Ksla tal leche sirve en particular para los
do aplicar con polvo do almáciga ó de! in- consumidos de carne. [Cursos con alguna
cienso. También suelen muy bien poner calenturilla.) Cuando juntamente con los
sobre todo esto un reáaño de carnero ca- cursos hubiere calentura, se podrá añadir
líenle, que alcance todo el vientre; ó poner la cuarta parle, según la leche, de agua, y
zo doblado, (del tamaño de la palma de la una porción de ella, como medio cuartillo ó
mano) mojado envinagre fuerte, en que se algo menos en -ayudas, no se ha de.corner
haya apagado varias veces acero ó hierro luego otra cosa encima,
encendido, y se h*a de aplicar caliente uno También para cursos largos es esperimen-
en el ombligo, y otro semejante en la es- lado y seguro.; aunque asqueroso, el estiér-
palda enfrente del ombligo. col de marrano ó do burro, secado y molido
ce para los cursos de esta manera. Tome mas 0 menos, con vino tinto, ó en agua do
media onza del bolo, el peso de dos tomines Manten, ó en almíbar de membrillo, ó en
de alumbre crudo, de las habas una onza, otra cosa ánles do dormir, y una hora ánte»
de todo junto se hace un polvo bien sutil, el do comer.
cual polvo, con la clara de un huevo batida,' También suelen detener los cursos largos
y del vinagre cnanto basta para hacer de una tostada de pan ó tortilla, untada, calien-
ello un'emplastro, espeso como un hormi- le y embebida con cera blanca,
y {comer de
guillo, se aplica caliente sobre todo el vien- ella caliente de cuando en cuando.
Iré. También se frien dos ó tres onzas de
:
Para los cursos con mucha flaqueza del llan un rato de alivio, cuando con mucho
pasie7ite.—En los estraordinarios aprietos, dolor se ha evacuado alguna poquedad del
muchas congojas y dolores de los cursos, mal humor.
con desfallecimiento de las fuerzas, se po- Pronóstico,— Siendo los accidentes men-
drán usar cosas que adormezcan y suavicen cionados muy grandes, que duren mucho
y
los dolores; como beber del atole hecho con tiempo, en particular sobreviniendo
hipo,
parte de la semilla de las adormideras, las son fatales; pero siendo mas benignos en
cuales también se podrán añadir en sus persona algo robusta, hay esperanza de
sa-
ayudas confortativas; ó si hubiere ocasión lud. También siendo los dichos cursos ori-
de botica, usar de tres ó cinco pildoras,
que ginados de cólera amarilla, muchas veces
llaman de cinoglosa, del tamaño de un al- se curan; pero de atrabilis ó melancolía casi
berjon, ó en peso de medio tomin de requies nunca, en particular no habiendo señales
nicolai, ú otro tanto del phüonio romano, ó de concoccion; pues en esta
no diferencian
tres ó cuatro granos del láudano opiato, en en nada con el cancro exulcerado
en las
conserva de rosa antigua, ó en carne de tripas.
membrillo tomado; y se ha de observar, Distinción de los cursos de pura sangre y
que dando de estos medicamentos dichos de déla disenteria.— Según la susodicha defi-
la botica, no se han do dar sino dosó tres nición de la disenteria, se verá que aunque
horas después de haber tomado alimento, y en común se llaman los cursos disentéricos
no inmediato ántes sino esperar otras tantas cursos de sangre, conviene saber que no to-
horas, para que no se junten con la comida; dos los cursos, cuando se evacúa sangre, son
pero que tenga en lodo caso fuerzas el en- cursos disentéricos, de los cuales se habla
fermo. en este capítulo; porque también hay otros
También para cuando hay muchos dolo- cursos de sangre, sin ser llagadas las tripas,
res al obrar son buenos los sahumerios, se- como sucede en caidas, golpes ó cuando por
gún se verán en el capitulo 52 do este libro otra razón se ha abierto alguna vena, y la
X¿os cursos de sangre, llamados en griego porque en aquellos cursos se evacúa sangre
disenteria, dependen de los intestinos ó tri- sola con curso natural ó casi natural; pero
pas llagadas con dolor, y retortijones del en la disenteria hayjmas cantidad de humo-
vientre, con evacuación frecuente con san- res malos, como queda dicho, y de la sangro
gre, y algunas veces con hilos y moco de en ménos cantidad. Fuera do esta distin-
las tripas, y otras veces con alguna mate- ción, conducirá para la buena cura de la di-
ca, porque no tanto suben ó alcanzan las con el ruibarbo a! mismo modo como queda
ayudas, aunque sin embargo, uno y otro dicho en el capítulo antecedente; y cuando
siempre tiene su fruto. se hallare el pasienlecon mucha inclina-
de ción y bascas para vomitar, viene bien un
Seriales en cual intestino existe la llaga
la diseriteria.— Conócese estaren lugar alto vomitorio suave de los que se hallarán pues-
las llagas, cuando el moco, gordura, sangre tos para la cólera en ol catálogo délos me-
y los hilitos, ,ó la materia de las tripas, saleidicamenlos; pero fuera de las dichas cir
muy unido ó incorporado con las heces; pe- cunslancias de las bascas, es mas seguro el
rocuando vienen separados dichos humo- evacuar con ruibarbo tostado. {Ayuda abs-
res malos délas heces, entonces es señal \tersioa.) Al mismo tiempo que se loma el
que la enfermedad está en lugar bajo. ruibarbo, que es aquel dia á los principios
También los escrementos mas líquidos y de la enfermedad, convendrá una ú otra
crudos que salen, denotan estar en alto ayuda abstersiva, que limpie la región de
la
enfermedad; pero estando de mas cuerpo abajo, cuya composición también se verá en
y que salen con ruido, y como rociados de, e capítulo antecedente. Solo cuando so
l
sangro, están las llagasen la región baja de |q,jisiero de mayor eficacia la dicha ayuda
las tripas. ¡abstersiva^ se podrá añadir de la trementi-
Mas se observa, cuando la primera partí» na lavada en varias aguas tibias, como en
j
de la cámara sale con sangre, y la otra que paso de un tomín ó de lomin.y medio; la
inmediatamente se sigue no, enlónces se ha- cual trementina se incornorará con lo de mas
lian enfermas las tripas delgadas cerca del de la ayuda, batiéndola bien, sola con la yé-
omblígo; y al contrario, cuando al princi- U
a de huevo en un almirez, á lo cual poco
pió de las cámaras no hay sangre, ni otros U p0C o se le junta lo demás, no muy calien-
hilitos ó materia, sino al fin de las cámaras,' te
para que no se cuaje la yema de huevo,
,
Cura general. -En cura de los cursos so i a a ec he, en la cual se hayan apagado
la |. |
, ,
c
En fa Ua (lo a
(m alole de
fís am
ó
sp
arroz con
() (]q ^mefl
^
de gdcnr
;
de
,
mm
^
m JV
carnero con una ó dos yemas de huevos asa-
fácilmente su buen efecto las otras medici-
dos en el rescoldo. Estas -semejantes ayu-
nas, como es refrescando el hígado, estando
das juntamente corroboran al enfermo.
caliente, y así en lo demás.
Ayudas de sola sangre.— En todos géne-
En lo qno loca directamente la cura de ros de cursos de sangre, es admirable echar
esta enfermedad en general, primeramente una ó mas ayudas de sola sangre reciente
y
10 ha de evamar el humor nocivo y acre. aun caMcnle, que sea de cualquier animal
124 Dlí LOS CURSOS Mi SANGRE.
{Advertencias de las ayudas). Y lasad ver- med teaiaenkw quo por defuera se aplican
'
(encías dichas de las ayudas en la diafipjitgfi en los cursos de hunor, como queda dicho
pero todo género do agua se beberá con mo- I¿s llagas sucias, lo cual denotan lascámaras
deracion. de mal olor, entonces para limpiarlas sehe-
j
Medicamentos específicos. — Habiendo lo- chará tal ayuda: Tome un puño de cebada
mado una ú otra vez del ruibarbo dicho, y tostada, cocerla en bastante agua hasta que
de ayudas a astringentes) lo cual se hace rebien le y quede en un cuartillo; y colado, se
las
no habiendo perdido totalmente las fuerzas le junta una ó dos onzas de miel virgen, y dos
el pasiente; pero hallándose muy débil, es de azúcar, ó un poco de miel de maguey, con
menester corroborar ántes enfermo, y una yema de huevo, esta se ha de detener
ai
luego usar de las dichas ayudas, ó del rüi- en el cuerpo cuanto se pudiere^ y salida,
barbo: después entran bienios medicamen- luego tener prevenida otra ayuda de sola
tos específicos, como
polvo del bolo leche acerada, con un poco de azúcar, y un
es el
arniénieo, ó déla asta do venado quema- poco de sebo de macho, y echársela, repi-
da, ó las semillas de llantén molidas, y se- tiendo estas ayudas cada dia mientras el
majantes medicamentos algo adstringentcs, mal olor de las cámaras continuare, y des-
en la misma cantidad, y modo do tomar co- pués se usará de los.susoclicbos medicamen-
mo queda dicho de los medicamentos espe- tos ads.lringenles y específicos.
cíficos de la diarrhea en el capitulo anlecc- Disenteria de frutas. — Cuando hay cursos
dente, á dónde me remito por no repetirlos* jde sangre por haber comido frutas, tomar
Fuera de aquellos, sejpuedeo hacer los si- un adarme del polvo de estaíiate, ó en peso
-
guíenles: Tomar un membrillo, á quien se de medio tomín, y otro taolo de yerbabu
sácalo durocon las pepitas, y en su lugar ua en una taza de agua de canela ú ordina-
meter cera blanca raspada, y cocido de- ria, y aplicar de las dichas yerbas frescas,
así
ó del cocimiento de llantén, mezclado conlya sobre otra, siempre calentando y Lume-
atole de cebada ó á falla de ella, de maix. jdeciendo las lateguilas con dicho vinagre
El mismo zumo de tomado por la aguado. Cuando se quisiere hacer mas efi-
llantén
boca de una, dos o tres onzas con una escu- caz, se añadirá al salvado uno ó dos puñilos-
dilla de'sarro, ó atole de cebada, es exelente. de la verbena ó de la ruda, y un poco de es-
En los grandes dolores.—Cuando hubiere tiércol de ovejas; ó recibir solo el vapor del
retortijones ó dolores muy grandes, > no dicho cocimiento al cuerpo, al tiempo que a-
aprovecharen los dichos medicamentos, u- prietan pujos. También solo los ramilos del
sar de los qm> adormecen, según queda di- sabino, cocidos en agua envinagrada, y reci-
cho al fin del capítulo antecedente. bir el vapor de ello algo calienlito, mitiga los
pujos. O poner en la parte doliente un pe-
dazo de la pulpa de la carne de vaca soasa-
CAPITULO til.
Ida; ó cojer una cabeza de ajo, asado debajo
DE LOS PUJOS 'de rescoldo, y quitadas las puntitas que
pudieren lastimar, y rociarla algo con vi-
Santa Teresa es abogada contra los pujos.
no de ubas y [aplicarla calienlila; ó hacer
de sebo derretido, y mez-
pelotillas ó calillas
clado con almidón y adormideras molidas,
¡os pujos que llaman en latín Tenesmus, es y formar unos cartuchos de papel de lama-
una casi continua, pero vana gana de regir, ño proporcionado: así fundir en ellos di-
porque con lodo aquel conato y fuerza, casi c ho sebo hasta enfriarse, después quitando
nada se echa, fuera de algunos como rao- el papel se aplican.
quilos, y algunas veces como alguna mate- Tambien es muy esperimentado recibir
ria sangrienta, con dolores y desvelo, (Cau- sahumerios al gobernar del cuerpo, cuando
sa) por causa de ',que alguna flemilla ó hu- afligieren los pujos, como es echando sobre
mor acre está pegado, ó fijó en el eslremo U n pedazo de hierro encendido, ó sobre un
del intestino; lo cual también algunas veces ladrillo caliente de los del horno del
pan, ó
ocasionan, ó la inflamación del dicho inles-'sobre unas brasitas algo de
trementina, ó
tino, muy acres purgas, ayudas ó cali-! del estoraque, ó de almáciga, ó de copal, ó
ó las
otras veces siguen tales pujos ó pre-¡ de rosa con agallas de
lias; y
ciprés ó de pinos, ó
ceden á los cursos de humor, ó á los cursos azúcar, ó de las buñigas
de burro,
disentéricos de sangre; y algunas veces pero'
Pujos originados de las heces duras.-U&-
raras, se causan de las heces duras.
|
biendo pujos por la raucha dureza de , as>
Cura general.— En cura de los pujos se heces, conviene echar¿íuna ayuda emoliente
la
solo que en la cura de los pujos se echan agua ó caldo de la olla, y añadirle un ter-
mas veces las ayudas, pero siempre en me- rón de azúcar morena ó de panocha, y una
nor cantidad. ó dos onzas de manteca con media cuchara-
Cura específica.— La'jcura específica do los da do sal y una yema de huevo. Echada
pujos so hace con fomentar la parte doliente semejante ayuda, tener pre>enida otra, lue-
con dos taleguitas medio llenas de salvado, go después de haber vuelto la primera, pá-
las cuales so cuecen en vinagre aguado,
y ra mitigar el escozor solo loche acerada, con
calientes, se sienta el pasiente, ya sobre una un poco do
azúcar y yemas dehuovo. No
4 26 DE LOS PUJOS.
—
En mucho dolor y desvelo Cuando bu- mas que en otras partes del cuerpo, amon-
biore mucho
dolor y desvelo por los pujos,: tonada con las crudezas se corrompe, y con
hacer orchata del peso de un tomin, de las la fuerza de su calor Ínsito ó nativo, toman
adormideras, y un puñito de las pepilas de principio de la vida. Engéndranse, como
melón, con medio cuartillo de agua acerada queda dicho, de las crudezas, en particular
y un terrón de azúcar, y bebería á la noche de las cosas que fácilmente se corrompen,
antes de dormir; ó usar de los medicamen- como de la leche, queso, fruta, dulce, pes-
tos que adormecen, según queda dicho en el cado flemoso, de las legumbres, fuera de
capítulo 50 de los cursos de humor. los garvanzos, las cuales cosas dañosas con-
rcfcto inmediato al orificio del sieso, y allí Cura general.— Conviene en la cura délas
mismo causan molestia. Para conocer si lombrices atender juntamente á los acci-
hay lombrices por señales esleriores, en dentes que hubiere presentes, como son ca-
particular en los niños que no pueden dar lenturas, cursos y otros, según sus propios
razón de sí, se observarán unas ú otras de capítulos. En lo general se suele dar a los
las siguientes, porque casi nunca se ven to- niños del ruibarbo en polvo como medio to-
das juntas. En primer lugar se inferirá pa- mín, en ios mayores, de un tornin 6 tomin y
decer de lombrides según la dieta y golosi- medio, con un poco de agua cocida con la
nas que se hayan comido: así mismo en los raiz de
grama, ó en caldo claro sin sal ni
niños que aun maman, y les dan en inter- manteca. También se purgan los niños con
medio otras comidas, mas veces crian lom- una ó dos onzas de la conserva de flor de
brices: fuera de estos, hallándose pálidos durazno; ó á falta del ruibarbo se puede
ó en mudar de los carrillos, ras- tomar en la misma cantidad dicha del me-
los colores
garse las narices por la comezón, ó pru- dio tomin, ó mas en los grandes, ó de la
rito de ellas, crugir los dientes, el vaho ó raiz del matlalislle, ó de jalapa, esto no ha-
aliento de la boca que sale acedo, aplicar biendo calentura ni cursos: así mismo se
el dedo muy á menudoá
la boca con una podrán tomar las pildoras de acíbar con el
tosesilla, y llegando las lombrices hácia las zumo de ajenjos preparadas, ó la de los tres
fauces están mascando, como rumiando; su- ingredientes, que se hallarán en el catálogo
dan de noche con sueño pesado, y despier- de los medicamentos, en número de tres
tan con pavor; ya se echan de un lado á otro hasta siete, repitiendo algunos dias
media
inquietos, j a por el dolor se encojen, y des- hora antes de cenar, las dichas pildoras;
pe-
cansan mas bien echados sobre el vientre; ro los susodichos polvos se tomarán por
las
en las tripas se oye ruido, y unas veces pa- mañanas en ayunas en la forma
como se to-
decen de lienteria, que son unos cursillos co- man las purgas. También se da
una cucha-
mo de una agua en quese habia lavado car- rada ó algo mas, de aceite de comer con un
ne fresca, ó blancos del quilo; otras veces
poco de vino á beber cuando no hay calen-
se hallan abslringidos, hinchándose
vien- tura ni cursos; pero habiendo solo calentu-
el
tre de flatos; otras
veces echan las heces co- tura sin cursos, se da dicho aceite en
un po-
mo de vaca, ó como de barro, ó como pepi- co de zumo de limón ó de granada.
Para
tas de melón ó de calabaza: padecen á ratosjlos
mayores se puede dar mas cantidad del
como fríos y calenturas, en particular de' aceite.
noche, y unas veces Ies Vienen vómitos, sed
grande, aunque de noche durmiendo les sa-
Ayudas.— Las ayudas aprovechan
mucho
en esta dolencia, porque ó están en la región
le saliva de la boca: el pulso unas veces es-
poco
"'"í"
(En^™™^- C° nUD
de azúcar, ó miel con mantequilla fres-
^
ca ó manteca lavada, esto no habiendo ca-
enfermedad, tienen palpitación del corazón,
lentura; pero hallándose con calentura el
los ojos medio abiertos; otras veces les
dá
como cólica, ó como alferecía, ó como que paciente, se le echará una ayuda de cebada
se ahogan, ya con sincope, ya temblores, cocida con un puñito de pasas, ó unos higos
ya
hipos ó convulsiones, y esto cuando pasados en agua ó en caldo: v colado, se le
ya He-
gan para acabar. Y ya queda arriba insi-
nuado, que no concurren siempre todas es junta una onza de melado ó de azúcar.
tas señales. Ayudas estando actualmente con cursillo?
128 DK LAS LOilBitlCIiS.
que hirvió rosa seca y cáscara de granada, las lombrices las medicinas siguientes, 'que
con un poco de azúcar, y aplicar (habiendo se toman por la boca con pasas ú otro dul-
obrado la ayuda) por defuera al ombligo ha- ce, como [es el coral bien remolido, la asta
rina de chochos, ó de lentejas con polvos de de venado quemada, la raspadura de mar-
ajenjos, hecho emplastro con cuanto fuere fil, el polvo de las lombrices terrestres, las
menester del cocimiento de las verdolagas, cuales so preparan de esta manera: prime-
ócon elzumode los membrillos, y un tantito ramente se lavan en varias aguas de coci-
máciga ó del incienso, y usar varias veces Medicamentos que se aplican por defuera.
•
polvos arriba dichos, como coral, asta dejse padeciere de las almorranas ciegas, que
venado quemada, polvo de ó.eseldoloró |bínchazon de'ellas, se cura-
las lombrices,
poner solo eominoj molido, y amasado conjrán con lo que mas abajo se dirá del dolor
la hiél de toro sobre el dicho vientre. de las almorranas, y dejla inflamación, ti
Azogue por medicamento interior.— Cuan- otras semejantes dolencias, en particular
do dichos medicamentos no bastaren, dan las medicinas [ó apósitos para deshinchar,
autores muy clásicos del mismo azogue vi- ó resolver, que para el mismo fines muy
vo, primero pasado por gamuza, y luego la- bueno aplicar á la parte doliente para re-
vadojcon aguardiente; y de este azogue in- solver, de la cebolla blanca cocida en roan-
corporado, ó bien revuelto con conserva de tequilla; y estando las dichas almorranas,
rosa, ú otro género de dulce, como cajeta, algo blandas por sí, se podrá'para mayor e-
se da para una vez en peso de diez basta ficacia añadir á las {dichas cebollas, un po-
quince granos de trigo á los niños; y para co del polvo de piedra alumbre, ó solo del
los grandes se da del dicho azogue en peso polvo de una cabeza del pescado salado y
de medio ó de un tomin; y cuando se da di- seco, con otro tanto de queso añejo, hecho
cho azogue, se procurará tomar también un polvo juntos, y aplicar de ello, el cual re-
poco de aceite de almendras dulces, ó una suelve y consume las almorranas; ó tome
robanadita de pan con mantequilla fres- polvo del corcho quemado, y hecho masa
ca lavada, y que se pasee algo después de con a clara de huevo batido, y aplicarlo ti-
'
W SON fcJu»OM\kmS.
accidentes en la parte, como tumor ó in-
flamacion, también cuando hay otras gra-
ves enfermedades, y se insinúa por seme-
¿jas almorranas son tinas venas que se sue- jante detención; entonces
conviene ayudar
len hinchar en la rriárgen por de fuera, ó a la naturaleza en
provocarla dicha eva-
dentro del orificio del sieso, aunque algu- cuación, con esta advertencia, que
ánles que
nas veces hay por de fuera por adentro se ponga por obra dicha
y la evacuación de
juntamente; y como es dolencia ordinaria sangre, conviene purgar al paciente
con las
por aquestos contornos, me alargo algo mas purgas que se ponen en el
capitulo 45 de
en este capítulo para la mayor claridad. este libro I de la obstrucción del vaso, u-
Tres modos hay de que comunmente se sando de ellas una ó mas
veces, según se
adolece de las almorranas: el uno de las hallare la
persona mal humorada; y esto so
almorranas ciegas, que líaman que entiendo, no habiendo actualmente mucha
las
nunca han estilado sangre: el otro, de las calentura, 6 cuando se
hallare alguna infla-
que ya estilaron sangre: el tercer modo es, mación en la
parte, porque entonces se han
padecer demasiado flujo de sangre do las
de escusar dichas purgas, y usar de las san-
tales venas.
grías, como mas abajo se dirá en oslo capí-
Cura de las almorranas ClWja&l— Cuando lulo.
\)
130 DE LAS ALMOLIKANAS.
Como provócala sangre.— El modo de dinariamcnie las fqerzas del pacien le, con-
se
provocar la sangre de las almorranas es el viene moderar á dicho Unjo con los medios
mas ordinario y breve, apiñ ando tres ó siguientes, porque enfria demasiado el hi
nías sanguijuelas á las dichas venas. El mo- gado, y hace peligrar al enfermo de caer
do de aplicarlas se verá en ai capitulo bl ^en hidropesía, tabes ó consunción, ó en úl-
del libro II. tima flaqueza de muerte. Pero siendo di-
Fomento.— Otro modo de provocar la san- cho flujo de sangre, templad o y con buena
gre de las dichas venas, así internas como tolerancia del enfermo, no conviene dete-
externas, es fomentando el lugar con el co- nerlo, porque preserva de muchas y graves
cimiento emoliente, como de malvas, altea, enfermedades.
trébol, manzanilla, semillado linaza ó de Cura general para el demasiado flujo. —
alholvas, añadiendo á unos de estos ingre- En persona muy sanguínea, y todavía con
dientes que se hallaren á la mano, otras buenas fuerzas, en particular habiendo jun-
buen tiempo esas venas con dicho cocimien- grías.) y esta sangría ha de ser á pausa?, y
to. Después de semejante fomento ó baño la cantidad de la sangre se sacará según las
(no habiendo mucho dolor, ni inflamación fuerzas del paciente, las cuales comunmen-
en la parte) refregar las almorranas suave- te no suelen ser muy grandes; y asi no ha-
mente con un paño áspero, ó con hojas de biendo muchas fuerzas, sea en poca can-
moras ó de higuera, ó aplicar en la parle del tidad.
polvo del estiércol de las palomas, «masa- Purgas.— Pero cuando la persona no fue-
do con enjundia de marrano, ó con tuétano re de complexión sanguínea, sino con apa-
de vaca, ó amasar dicho polvo con la hiél rato ó abund.apcia de malos humores, se
de loro, y aplicarlo tibio purgará suavemente con unos tamarindos,
ílmorranas interiores.— X estando inte- con cañafislola, ó con ruibarbo, como se
1.0
el humor
riores las cabezas de 'dichas venas, usar de verá en el catálogo para purgar
las calillas siguientes: corlar del tamaño colérico.
y
figura proporcionada de una calilla, de la ¡'enlosas.— Conducen también (habiendo
misma raiz del bledo; ó por mas eficaz, de precedido las sangrías, ó las dichas purguí
las) ventosas secas puestas eu.-las espaldas,
la raiz del rábano, ó de la raiz de lirios,
envuelto con un trapito de lienzo delgado, ó en las tetillas, ó en los hypocóndrios; pe-
•sangre, conforlaiido juntamente el hígado, /o/-.— Medicamentos para el dolor de las al-
segnn se ha dicho en el capítulo 40 de este morranas, en las cuales se ofrecen varios
libro I de la destemplanza del hígado, co- tumores, unos como ubas, otros como mo-
mo son los defensivos, unturas frescas, y ras, y otros como berrugas ó vegigas; ya
.abrir fuentes en los brazos. ¡muchos, ya pocos; ya chicos, ya grandes;
Medicamentos especificas .-Los medica-j«nos molestan mucho, otros no duelen
mentos específicos para mitigar y detener; tanto.
, . ... ,, Cuando unos déoslos tumores en hin-
, , , '
mas el tumor.
poner dicha masa inmediatamente sobre las
Para mitigar los dolores y la inflamación,
venas donde saliere la sangre.
hay variedad de medicamentos, de los cua-
Medicamento mas eficaz.— El. mejor reme-
les no a) udando uno, se escogerá otro, co-
dio es, aunque al aplicarlo por un ratilo es-
mo fomentar la parte dolorida con el coci-
cuece algo esté polvo siguiente: tome dei
miento de malvas, trébol, manzanilla, yer-
bolo armónico, de albayalde, de almárta-
bamora, y unas cochinillas, que se hallan
ga, ó greta, de lo que de estos hubiere lo
en las humedades debajo de las piedras.
que pesan dos tomines, y de la alcaparrosa
También se pueden añadir a este cocimien-
secada alfsol ó caliente, Io'que pesa me- . , • . , . , -
. . .
. . .
' lo, dos ó tres cabezas machacadas délas
dio tomín; hacer de tono un polvo muy su-
adormideras, y cocer todo lo que se hallare
til,y con dicho polvo embutir, ó espolvo-
de estos ingredientes en bastante agua, y
rear bien unas hilas delgadas, (i telaraña,
bañar, ó fomentar, ó recibir de él el vapor
j
plomo ó de palo, al sol, hasta que se ponga tar la dicha untura, porque el azogue se irá
denegrida Jpara untarse con ella; ó untar al fondo, ni tampoco se ha de untar con ello
las almorranas hinchadas y doloridas, con caliente al mismo tumor,
del sieso-, ó
unto de león tibiecito, y atar encima de es-j Rhagades, ó rimas del orificio
las unturas un cabezalito de lienzo; ó
en del útero, y su origen.— Las fissuras, óaber-
lugar de esle cabezalito, cocer hojas ver- turas del orificio del sieso,
que llaman en
rimas las mas
de 5 del sauce, hasta que casi se deshagan, griego Rhagades, son unas
-
aplicada caliente, ayuda muchas veces. dicamenlos; ó en el mismo lienzo que sir-
|
donde en coimui tomaron el nombro de /'¿-¡sangro de la vena caba del hígado, que a-
tilado sangre; y después de tal fomenta- los hipocondrios, que se hallan debajo de
ción, se aplicarán medicamentos que se- las últimas costillas entre el hígado y va-
quen y repriman, como untarlos con en- so; pero tales ventosas secas no se han de
jundia añeja de marrano ó de venado, una dejar mucho tiempo pegadas, en particu-
onza, é incorporar muy bien en ella el pe- lar cuando se insinuare la respiración di-
so de un tomín, del polvo del cinábrio, ó del fícil. También aprovechan, las ligaduras
"bermellón fino, y untarse tibiecito. en los brazos; todo lo cual se hace para
O derretir dos ó tres onzas, de la enjun- reveler ó apartar, y aliviar la parte enferma.
dia añeja sin sal, y así derretida y calien- Régimen.— Mantener el régimen blando
te, echarla en agua fría; y quitada toda el del vientre con las viandas, como queda
agua, mezclar con la tal enjundia media dicho en j
el capítulo 39 de este libro I de
onza del polvo sutil de la canina blanca, y ¡la estitiquez del vientre; porque con ayu-
ánlesalgo quemada sobre unas brasas, in- das, y mucho mas con calillas, seexaspe-
eorporarla muy bien, y aplicar de ello en ra mucho masía dolencia,
forma de emplasto por la mañana, y á la Cura ^pecifica.-W principio de la infla-
1
Estandoya envejecido el mal con llagas, ll,ra usar de esta «««ira: tome zumo, ó»
ran las aptas, ó llagas de la boca en el ca- ,econ unos P añitos suaves; ó añadir á dicho
pitulo 21 de este libro I de las llagas de
icor una cuarta de onza del polvo del bolo,
la boca; aunque siempre, y en todo caso es4 y una ó dos onzas de aceite rosado, ó de
mas seguro el ungüento Isis. Pero hallán- la mantequilla fresca, todo bien unido ser-
dose los ficus, ó el tumor con basa, ó cue- virá para untarse ó untarlo con solo un-
llo delgado, con solo amarrar la dicha ba-
güento rosado. En lo demás so curará co-
•i, ó cuello con cerda, ó seda, ó correa
mo un flemón de sangre, según se verá en
el capítulo 3 del libro II.
del torbisco, se caerá por sí poco á poco.
Inflamación del sieso. Señales.— Cuando CAPITULO LV.
hubiere inilamacíon en el orificio del sieso,
que se conoce del mismo sieso, en donde
I)KL DOLOR DE LA PIEDRA Ó ARENA EN LOS
RIÑONES, Ó EN LA VEUIGA.
Algunas veces se divisa un tumor, el cual al
contacto se exaspera, y le acompaña tam- San Ligorio es abogado contra la piedra,
bién calentura, y tienen los de esta dolen- ó arena de ta orina.
cia gran trabajo para regir el cuerpo. HIl dolor do la piedra ó de la arena, se oca-
Causa.— Origínase esta inflamación, de la siona cuando oslas entran ó so crian en los
13 /r DEL DOLOIt DE LA MEDRA,
ríñones ó'en la vegiga, ó cuando pasan do par de- ios nervios, que baja del cerebro. >
los ríñones basta la vegiga por las urelras, pasa por el estómago á los ríñones: y par;»
(que así se llaman los conductos, 6 vasos distinguir el dolor de la piedra del dolor có-
por donde baja la orina ¡i la vegiga desde lico, se podrá ver el capítulo 37 de la cólica
los ríñones) (Cuál es el ) y de este libro I.
dolor nephrüico
oste'.dolorsellamaen griego dolor nephrüico. Diferencia del dolor cólico.— E\ modo úh
distinguir la piedra si es de los ríñones ó de
Origen de la piedra y de la arena.— Orí
gínase la piedra de materia gruesa, tenaz y
> a ve
g^ a es P or cuanl ° la P iedra de los n
' '
galen unM de la
tras; y cuando no hay dolor agudo, «ñoco-
sq
,
^
el ¿ ^
^^ w
moque oprime un peso, entonces ya esta
dentro de las uretras ó conductos de la on-
na; porque ya dentro, no es el sentido tan
*>
¿
¿^
I
^
mal ó t¡ene coIor
^ ^
vivo y delicado, como] en las cabezas de
elI n r
íambíe í se conoce, cuando con la orina narices, y
^ andoge dicha op¡na>
flema> ó mocos de las
se aclara; y suelen
como
la demás orina
tal aDrieto
colocar al de no poder orinar,
P
dolor se retrae para arriba e tes ,cu o,
^. y
^^^
^™ ™ arr¡ ba y levantar en alto las
cuando se adormece! el músculo ó la p.erna
de aquel lado, por[cuanto topa la pi edra en
el nervio de ellos; y'suele acaecer, que
en
por cu e
»^
Q .
¿¿
,
sacudiendo el
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suele caer
da Iug
ja
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pieo
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or¡ _
el
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¿q ^^ ^ q(je
Oieta.— ha dieta ó guarda de esta enler-, suelen sangrar del tobillo del mismo lado
medad, conviene con la misma que se puso que duele, ó se aplican unas sanguijuelas á
des-, las venas de las almorranas; pero habiendo
en el capítulo 40 de este libro I de la
templanza del hígado, escusando las frutas' estorbo ó inconveniente mayor de no poder
ásperas y las que adstringen ó constipan, yi sangrar, entónces suplirán unas friegas sua-
las aguas cenagosas. Tampoco
conviene, ves en los muslos ó piernas; y cuando hu-
poner mucha ropa sobre los ríñones, que¡ biere dolor en los ríñones, se harán también
Jos calienten: el comer avellanas es ilemu-j otras friegas suaves y blandas, desde los rí-
cho provecho. £1 agua ordinaria se beberá ñones hasta el empeine, untando las manos
j
dulce, ó de la escobilla, que también llaman almendras dulces; ó poner unas ventosas
!
uña de gato, y ha de ser la raiz de ella. secas, con poco fuego, de los ríñones para
¡
zas, con otro tanlo de melado ó de azúcar una onza de miel virgen, y meüia onza
morena, pero sin sal. El aguamiel bien de vinagre, con dicho cocimiento tibio
y
rehervida, y á lo último echarle miel virgen en buena porción, para facilitar mas el vó-
ó pulpa de cañafístola, es loable remedio; y mito; ó lomar para vomitar medio cuartillo
siendo el dolor muy
grande, sangrar del ó mas de agua libia, con una onza de aceite,
brazo la vena del hígado ó la vena de todo
y un poco de azúcar deshecho en un tanlilo
el cuerpo, según las fuerzas del paciente;
y de vinagre.
buen ralo después de la dicha sangría, repe-j Advertencia.— Se hade observar, que al
lir la ayuda arriba dicha, añadiéndole
una! tiempo de los muy grandes dolores no se ha
onza de trementina limpia, deshecha en un de dar purga ninguna, ni otro medicamento
almirez con una yema de huevo y dos ó tres' muy fuerte para espeler la piedra; solo
onzas de aceite, ó á su falta, de mantequilla.' cuando cesa ó se mitiga el dolor algo, en-
¿manteca en que antes se hayan frito lom- tonces se podrá tomar cañafístola en pulpa
brices vivas, al mismo tiempo coger las yer-| una ó dos onzas. El modo de sacarla so
bas así húmedas, que sobraron de la ayuda/ verá en el catálogo de los medicamentos
y fomentar con ellas el lugar doliente, aña- Oso dará el polvo del ruibarbo en peso do
136 DEL DOLOR DE LA PIEDRA,
uu tomín con un polvito de orozuz, en lor- cha al principio de la cura, añadiendo á lo*
ma de conserva, con alguna cajeta de du- ingredientes un puñilo de las semillas de las
raznos, para que no lo vuelva luego el estó- adormideras; y también en el atole o en la
mago; y cuando no hay peligro de vomitar- almendrada que tomare ántes de querer
lo, se podrá dar en cocimiento de malvas. dormir, mezclar de dicbas adormideras, 6
Julepe ó pósima.— También) conduce mu- usar de otras medicinas que se ponen para
cho en esta enfermedad, hacer un julepe ó el desvele en el capítulo 76 de este libro 1^
pósima de los ingredientes siguientes, ó los de ios accidentes de las calenturas con-
que se pudieren hallar de ellos. Tome ce- linuas.
bada limpia un puño, garvanzos colorados Untura para la piedra en ios ríñones.— En
ó prietos un puñito, raices de borraja ó de el intermedio que se usaren los susodichos
la endivia otro tanto, de las semillas de las medicamentos, también se podrá acudir con
malvas un poquito, porque hacen muy fie- untar la región de los ríñones hacia el em-
mosa el agua, y de las pepitas de melón peine, que es por donde pasa la piedra, co-
ó de sandia en peso de un ton.in y medio: mo es el aceite de almendras dulces, laen-
dos ó tres higos pasados, ó en su lugar unas jundia de conejos, de la gallina ó con man-
cuantas pasas sin los huesecitos: como me- tequilla, y mas eficaz es el aceite] de la*
dia onza de orozuz: cocerlo lodo en bastan- adormideras, ó el de alacranes, ó la enjun-
Baños.— También facilita á ensanchar los bran y desbaratan la piedra en los ríñones,
conductos y |mitiga los dolores, el baño de los medicamentos siguientes: La sangre del
medio cuerpo de cocimieutode malvas, tré- chivato preparado al modo como queda
di-
de es-
bol y manzanilla; y para mitigar mejor los cho para las caídas, en el capitulo 26
dolores, se podrán añadir dos ó tres cabezas te libro I, tomando de ello en
peso de un to-
cer con las cochinillas que se hallan deba- También por medicamento muy eficaz,
jo de las piedras, repitiendo la cantidad una en particular cuando juntamente se detieue
ódos veces al dia También las puntas del la orina, se unta el lugar dolorido de la pie-
maguey* ó délos inesquiles, ó del mescal dra con aceite de alacranes. Oon lugar de es-
tostadas y bien remolidas, lomadas en peso to, á persona que no tuviere asco, sacar la
de medio tomin, poco mas ó menos, en vegiga de un chivato vivo, y beber la orina
la
de la ceniza o'e la paja de las habas quema- ó tomar cada mes en peso de un tomin, al-
da, y bebería en ayunas como tres ó cuatro go masó menos, de la trementina bien la-
cucharadas en una laza de caldo sin sal ni vada en agua, ó cocimiento de malvas, for-
manteca; ó tallar ó raspar rábano con la mando de ella con bastante polvo de azúcar
cáscara, y todo antes. bien lavado déla tier- unas pildoras ó bolitas, del tamaño de un
ra, como dos onzas, echar encima otras dos garvanzo, y tragar ¡a dicha cantidad, como
onzas de vino aguado, y dejarlo estar un media hora antes de cenar, con el agua de
rato, después esprimirlo recio por un paño la bebida ordinaria, üe mejor efecto se ha-
y beber de ello en dos ó tres ocasiones. rá*n, añadiendo á la trementina lavada una
También unos amitos ¡ ó cogollos del sabino ó dos onzas del polvo de ruibarbo en peso
cocidos en agua, y beber de ella una ó dos de uno ó dos tomines, y como medio tomin
ouzas de cuando en cuando; pero de este del polvo de orozuz, y tomarlas al modo
medicamento como de otros semejantes, no dicho, aunque también se podrá repetir ca-
seda á mugores preñadas; ó echar en vino da semana. En lo demás, atender á tem-
agitadlo una porción délas cochinillos que plar el hígado según queda dicho en el capi-
se hallan debajo de las piedras, y continuar tulo 40 dula destemplanza del hígado de es-
por unos dias en lomar dicho vino por cu- te libro I. Y así mismo procurar corrobo-
charadas; ó dar de la piedra que se halla en rar a-I estómago con los apositos por defue-
la hiél de toro, molida en cantidad de un ra, dichos en e¡ capítulo 31 de osle libro í
adarme, ó de peso de medio tomin en vino, del dolor ó debilidad del estómago.
Cur>i de la piedra en la vegiga. — Habien-
ó en bebida ordinaria. Muy eficaz suele
ser la piedra higuana, lomando de ella mo-
do piedra en la vegiga, se usan los mismos
de prepararla* para dicho efecto, es el si- cual acaece por haberse asoleado, ó de las
guíente: Tome cantidad de las cochinillas fornidas muy acres ó calientes, y eslo se co-
lavadas en agua depercgil: derramada el noce di- la orina delgada y muy colorada,
agua, echarles vino de ubas á que bien se con otros indicios del hígado destemplado;
remojen y secarlas en el horno, cuando sa- en esta ocasión convienen sangrías del bra-
quen el pan, sin que se queme», en uno 6 zo derecho para reveler; y siendo la perso-
gas platos tapadas, {porque no ¡estén muy na muy sanguínea, se sangrará después ó a
j
amontonadas; y mas seguro y eficaz es se- otro dia, la vena del tobillo para evacuar,
carias al aire sin sol ni luego; y bien secas También son buenas unas purgas suaves,
se hace polvo de ellas, el cual polvo se vuel- como dos onzas de cañafístola con un pol-
ve á humedecer con nuevo vino como de vito de orozuz, ó unos pocos de tamarindos
Antes. De este polvo se da a los muchachos cocidos con cocimiento de malvas, ó de le-
hasta quince granos en peso de trigo, y á chugas, ó de verdolagas; 6 tomaren peso de
¡os grandes en peso de medio tomín ó algo 1111 tomin P oco mas 0 niénos, según la ro-
mas, en cocimiento degarvanzos colorados,' oustez del paciente, del polvo del ruibarbo
6 en unas cucharadas de aguardiente, como, con cocimiento de cebada ó de las dicha,
cinco horas antes de comer, repitiendo esta malvas.
bebida dos catres dias seguidos ó al terceroj si y u das:— O echar ayuda de malvas y ca-
día. En loslquepor higado destempla- üafistula cocida en agua, cuanto bastare
el
do. 6 por otragrazon no pudieren beber el para una vez; y colado se le juntará la
clara
aguardiente por si, se podrá aguar paraqui- y la yema de un huevo bien balido, y una
ó
de manteca, con un de
larlela fortaleza, con el dicho cocimiento 'dos onzas
tanlito sal.
C \P1TUL0 ! VI '
ma ha de
Dissuria, se observar de dónde se malvas, en que un terrón de azúcar so haya
cocido y despumado. También la clara de
n ngina; como ruando procede del mal de la'
LIBRO l CAPITULO LVI.
un huevo batida con una porción- purgas.— Ea la cura de estas llagas no con-
y bebida
cita de agua rosada, ó del cocimicMito de ce- vienen purgas, ni la del ruibarbo,
porque
bada, mitiga el ardor de la orina. se suelen exasperar mas: en esta dolen-
üaños.— Buenos son también los baños de cia mejor arman las ayudas frescas arriba
yerbas frescas, como cuando mas
es la lechuga, calaba- dichas del ardor de la orina; y
za, endivia ó de sola la leche, en el baño de;se podrá dar para evacuar, una 6 dos onzas
medio cuerpo. Mucho mitiga el ardor de de cañafislula con agua de cebada, por ser
la orina, metiendo la parte del caño en le- tan propia para el mal de los ríñones,
che tibia al orinar, ó en cocimiento de mal- Ni los medicamentos que limpian por orina.
1
vasy adormideras; ó untar el hígado ó los ¡—Tampoco conviene usar en este caso, cuan-
riñonescon las unturas frescas, dichas en do hay llagas en los ríñones, de otras cosas
e\
capítulo 40 déla destemplanza del hígado, que limpien ó purgen por orina, por no car-
Conducen también las sanguijuelas puestas gar con mas humores á la parte débil,
á las venas de las almorranas; ó abrir una Medicamentos propios.— Hallándose por
j
fuente en la pierna derecha, cuando el pa- las señales susodichas que hay llaga sucia,
ciente padeciere alguna enfermedad del hí- es hedionda la materia que sale por la ori-
gado; y en la pierna izquierda, hallándose se usará de las pildoras de la trementi-
indispuesto del vaso. na, como queda dicho en los remedios del
dolor dé la piedra en el capítulo anteceden-
CAPITULO LVII
te; pero sin el ruibarbo, con las cuales se
DE LA OIUNA COS MATERIA Ó SANGRE. limpiarán las dichas llagas; y cuando ac-
tualmente hubiere mutho doler ó ardor en
San Theófanes es abogado para ta orina con
la parle afecta, primeramente se ha de mi-
materia ó sangre.
tigar con los susodichos medicamentos con-
tra el dolor ó ardor de
orina; y la después
se lomarán dichas pildoras.
üaUs (Ve, U\s Monjas da Vos n\\ou?.s, ii
matena
,
^
Fuera (K; aprovecha
nones ó la vegiga, como cuando sale la orí-
mildl0 sor ¿ er un hueyo fresco, aun casi
na como matena, mezclada con sangre, la
rec|en lo (Je ¿ n re _
cual onna que cuando asentan-
se atiende,
p liéndolo en varias (H sion , s ¡
¡ ,.,
.
—
viada ta vegiga ó ríñones. Cuando se origi- CU>1TLL0 LVIlí.
nare el orinar sangre por estar lastimada la
DE LA AXaJUKlA Y DETENCION DE LA OBI!» A.
vegiga ó los riñónos, de la piedra ó cálculo,
entonces conviene atender á la cura de la San Luis Gonzaga, Santi Lyria Virgen. Trí-
piedra, como queda dicho en el capítulo an- cense, son abogados para la deten-
y sangre, ó la cura de las úlceras de la ve- ¿ja angurria, que en griego se llama Stran-
giga y ríñones en el capitulo 57 de este li- gnria, es cuando no se puede orinar sino go-
bro 1. la á gola; y cuando se le junta mucho ar-
sangre.— En común para engrosar la sangro Cura de la detención de la orina por obs-
y para mitigara el orinar sangre, ;es| bueno truidos tos ríñones —
En este caso, usar pri-
beber leche denveja como medio cuartillo mero de ayudas como queda dicho en el ca-
por las mañanas, y pasearse; ó beber agua pitulo 55 de este libro l del dolor de la pie-
cocida de verdolagas con un pocojdel zumo dra; ó provocar suavemente un vómito con
de membrillos. cocimiento de rábano y aceite, puesto en el
Cuando se metierengrumos de sangre en dicho capitulo. También) se podrá añadir
la vegiga, beber el agua de malvas con un á las
ayudas dichas en el capitulo 55 los in-
poco de vinagre, solo cuanto so conozca el gredientes siguientes, ó ^uno ú otro
dejlos
no habiendo calentura, cocer dichos ingre- tos del dolor de la piedra en el capítulo 55 de
dientes en tanto de vino de ubas, como de este libro I dichos, se podrán aplicar en
es-
despues de una purgación gálica. Todas na, el cual llama la orina; ó piojos decabe-
estas diferentes causas necesitan también za vivos en el ombligo, tapados con media
de'diferentes curas. cascara de nuez vacia, amarrada con ceñi-
Orina detenida por grumos de sangre. — dor ó faja.
Cuando después de haber orinado sangre, y Por perlesía.— Estando detenida laorina
de repente se tapare la orina, con racional por padecer perlesía en sentido de la vegi-
discurso se inferirá ser algún grumo de san- 'ga, so verá el capítulo 6 de este libro I de
gre que se puso en el camino: en tal caso la perlesía, en donde se hallarán sus reme -
en particular la que allí se receta, con el co-'de tres, hasta cinco ó nueve granos de trigo,
cimiento de tanto vino como agua. Des- en una tacita de caldo ó cocimiento de gar-
pues aplicar sobre el empeine la yerba pa- van/os, repitiéndolo solo una ti otra vez.
rietaria, ó tianguis pepetla, ó trébol frito ¡efe /J nwri.vf¿'eo.— Exediéndose siete dias de es-
cario libio sobre los ríñones y sobre el em- pujos ó hipos, denota cercana la muerte,
peine; ó á falta de cebollas, cojer raices de CAPÍTULO LIX.
rábanos: también dichas cebollas ó rábanos,
mezclados con una de huevos, se
tortilla DEL DEMASIADO FLUJO DE LA ORINA
aplicará caliente; ó cocer raices del apio
San Antioco medico y mártir, es abogado
que crece eri humedades, en bastante agua contra el mucho flujo de la orina.
para un baño, en que, después de haber
obrado con la ayuda, se ponga el paciente.
También tiene buen efecto, aunque no es a
[El demasiado flujo de la orma, que ea I.-
tan limpio, el aplicar del estiércol 6 de la
,
Beber de ordinario leche de vaca ó de btir- Pronóstico.— Estos cuando padecen de dia
!
año ó mas, y cuando se hallare sin poder También estando roto, ó corloüo dicho
j
dormir de noche, lomar al acostarse atole músculo, no tiene cura, y se hallan estos o-
con semilla de adormideras; ó usar délas bligados á andar conjesponjas, ó con amar-
cosas suaves que se ponen conlra el desvelo rar una vegiga ó bota, con su orificio, para
en el capitulo 76 de este libro remediar algo este defecto,
I, de los acci-
San Crudato mártir, es abogado para la in- bes de zarza, con el modo y composición,
^
** MS
continencia de la orina.
*TmuM
E
" como se dice en el capitulo 86 de osle libro I
M
¿¡sta incontinencia de la orina, ó el orinar jdrillo encendido, así para
™*»
el ag ua
"
que
han apagado varios pedazos de la-
se
beber de ordina-
« b— „
involunlariameníe ó cuando no pueden con- rio de ella, como también sirviéndose
para
tener la orina, es cuando sin ningún dolor guisarlas viandas con
ella,
salda orina sin querer; [Por resolución del
Cura general.— V&ra dicha enfermedad
daño de ellos.) y esto suceúe de de padecer el dicho músculo por
los nervios, ó
relaja-
dos maneras como por resolución délos ner- cion, conduce
purgarse de cuando en cuan-
vios, según lo ocasiona la perlesía, la cual do con
polvo de ruibarbo, ó mechoacan el
(
fino; ó comer unas pocas de bollólas, ó del sin voluntad, y con ningún (deleite, y de es-
polvo de los capullos como yirretitos do las la solamente se trata en de estej capítulo:
polvo muy remolido de las cascaras de los Señales.— Cuando hay purgación 'por en-
buevos; ó hacer polvo de la garganta ó tra- fermedad (solamente, entonces ¡no sale el
gadero del gallo, ó de la gallina, tostándolo semen grueso, cuajado, y cocido, sino del-
ántes bien quemarlo, y dar de ello una gado, aguoso, y copioso: se derrama sin
sin
porcioncita lo quo cabe en una punía de voluntad ni deleite, como queda dicho en
agua- tanta cantidad, que suele poner la persona
un cuchillo, en agua acerada ó vino
tragadero, secar e n estado de consumir y secarse del todo,
do, ó en lugar del dicho
halla en el es- [Orígenjfy se origina de la debilidad de los
el pellegito interior, que se
la asta en
la pesuña postada deljavalí, ó de j a Henteria ¡ó{cursos, donde? sale la co-
he-
de venado raspada, tomando de estos mida sin digerirse.
manera del polvo do coral, ó de las cuales ge usara de cuando en cuan do.
espondio. ó de la ce-
tas del ámbar, ó del
ratoncitos quemados, ó del es ~
^
intermed¡0 gg muy bueno lomar de Ia
niza de los-
(remenUna imp¡a y lavada, en peso de un
tiércol de la liebre 6 de
polvo, y tomado en
la cabra, becno
dicha c » nl » d » d en
|
^
ft menos ^ y amasar la
^ ^^ ^
.
de la orina *
do déla olla; ó tostar la vegiga
^
^
¿
hasta que
^^
que tiene la cabra, ó el marrano, coc¡miento de ()
la
dolencia, el que ántes de dormir, y á
nadir al susodicho medicamento en peso
media noche, procuren orinar espontánea-
de medio tomin del ruibarbo, o de mei hoa-
mente, para desacostumbrarse del orinar
can, ó jalapa, ó con media onza de la pul-
sin querer.
pa de cañafistola.
CAPITULO LXf.
Agua ordinaria.— Beber por ordinario
DE LA PURGACION'. agua de cebada cocida con una rajita del
orozuz hubiere, ó de canela. [Orc/iata.s.
si
do de estos dichos polvos en peso de me-; las niugercs; la cual sangre l.es viene en
dio tomín, poco mas ó menos. buena salud, aunque no igualmente á todas
También la cura del acero preparado a-¡ cada mes porque en unas dura dos ó tres -
ca. También ayudan las cosas que por su -salud, ó d-elen¡éndose;totalmerile, entonces
propiedad disminuyen el.semen, como es la es seña! de enfermedad; sino es cuando es-
leehuga, verdolaga, siempreviva, la serqi- lhn preñadas, ó cuando crian, porque en-
11a del agnocasto, las nimpheas, el sauz, ó lónces semejante detención ó suspenden, es
apagar en el agua de la bebida ordinaria un natura!; como también en llegando á edad
poco de alcanfor encendido. ;
crecida.
Muchos usan poner una lámina delgada Señales y diferencia de la detención natu-
de plomo con muchos agújenlos sobre los ral ó de la enfermedad. — Pava conocer '
ríñones, mojando dicha lámina varias veces cuando la detención de la regla ó de los me-
co n zumo de llantén ó de verdolagas; ó usar ses es natural, 6 de enfermedad, se observa-
del baño de medio cuerpo, como se dijo en ra que cuando dicha detención fuere por
el dolor de la piedra; peto, el agua para es- razón de estar preñadas, entonces habrán
te efecto ha de ser del cocimiento de rosa precedido las señales'ya sabidas de la pre-
séca, de mirto, dé de
hojas del hez; y cuando los accidentes y dolores, que
liantes!, las
sauce, ó de lo que de estos hubiere. al principio de la preñez han tenido, se van
}
(
^ un l'mmr, pero no ;duro, ni su sitio está li-
mitado con el sitio de la madre. También
no padccenjlrislezas las preñadas, como las
que noto. son. Añúdense estas circunslan-
10
146
cias solo con el fin para que con los medica de usar dé tos medicamentos que llaman los
mentes se evite la ocasión del aborto meses ó laregla) nutrir y confortar prime-
Cawsa. —Originanse las detenciones de losj rameóle la persona; y en tal caso solóse
meses, ya de nortes ó vientos fríos y secos, sangrará de los tobillos en ia cantidad pro-
1
ó por bañarse en agua fría, y mucho mas es-jporc¡onada, según las fuerzas, al susodicho
tando con la regla. muchas tiempo ó según al fin de este capitulo se di-
También las
mienóo frutas sin sazón, en particular li- ayudas, y de otros medicamentos, según sus
món, ó naranja, vinagre, ele propios capítulos de tales humores, ú obs-
Pronóstico.— Hallándose detención de h ucciones; y después entrarán bien los me-
la
las cuales cuanto mas envejecidas, tanto media onza de acíbar, y echarle del züino
mas será su cura de ellas; (Dieta y de las hojilas del sabino un poco, cuanto
difícil
guarda) por lo cual conviene acudir cuan- basta para formar una masa espesa, de la
to ántes, atendiendo á la dieta, que será co- cual masa se formarán unas bolitas ó píldo-
mo queda dicho en las obstrucciones de! hi- r as del tamaño de un alberjon, y de estas-
gado en el capitulo 42 de este libro I, ó de se tragarán enteras con algún almíbar
ó-
las obstrucciones del vaso, según la persona melado, en una cuchara como diez ó
quin
lar las legumbres, y de las cosas de leche, de cenar, continuándolas por dos ó Iré*
y
lo que se puso en las causas de la detención dias, pocos ántes'del tiempo que acostum-
braba venir la regla, ó recibir esta ayuda
bra„ ener aZ.-Cuando la persona que
Goceren dos cuartillos de agua, media onza
padece detención de la regla fuere muy san-
de la raiz de lirios, de trébol, artemisa, yer-
guínea, según las señales puestas en el pri-
María y de los ram.tos del sa-
mer capítulo del dolor de cabeza, entonces ba de Santa
de cada uno un puño, déla raanza-
conviene después de una ayuda emolienteJbino,
nilla ó del laurel un puñilo, del
com.no, un
sangrar primero por reveler, del brazo de-
hasta que quede en algo mas de un
recho de la vena que mas pareciere, y unos tanlito,
colado, añadirle de acíbar en
tres ó cuatro dias después, la vena del tobi- cuartillo; y
otras peso de dos tomines bien
molido, y dos on-
llo, y esto cerca del tiempo cuando
de melado, y de aceite ó de manteca on-
veces les solía venir la regla; y no sean tan zas
largas las sangrías, que después no quede za y
media; ó hacer cocimiento de una poca
alucema, artemisa y poleo, para que
sangre que venga. También conducen las de
puede
friegas, ó ligaduras, ó ventosas en los
mus- reciba vapor; y de este cocimiento se
hacer ayuda, añadiéndole el jarabe de
ar-
los por abajo.
repetirán
temisa. Estas mismas ayudas se
Cuando es la detención por falla de san-
otras graves después de unos
dias.
gre, ó por calenturas largas ú
Habiéndose prevenido con las evacuacio
enfermedades, entonces es menester (ántes
LIBItO CAPITULO LXll. 147
nes necesarias como queda üicbo, entóneos los baños) pero en todas estos baños no se
se usaran unos de los medicamentos siguien- hade provocar sudor, porque por el sudor
tes,lomándolos comunmente por la maña- se divierte la sangre por otras partes; y así,
ra de huevo, y otro tanto ó la mitad de vino entónces es mejor usar de los dichos medi-
deubas al tiempo que apuntare la regla, ó camentos después de unos siete ü ocho dias
dos dias ántes, repitiéndolo por tres ó cua- cuando habían de haber prorrumpido: y en
tro dias continuos. esta total detención aprovecha también a
len estar roiiJaslas venas ó juntamente ni- solamente cu caso que la persona se hallare
ceratias: este tal flujo no rede, fácilmente á muy postrada, porque estos malos humorc
•
las medicinas. detenidos, no ocasionenmayor enfermedad.
Cansa.— En las causas) que ocasionan el ó accidentes mas graves. £ También M
esio
demasiado flujo hay variedad, y se podrá conviene observar, que cuando hubiere sido
inferir por los efectos; como soltando la di- tal flujojcnmo habitual y de mucho
!
tiempo,
cha sangre como de golpe'cn mucha canti- usar ánles de ¡os medicamentos adílringen-
las pul entas dichas, (Con-
dad, proviene de vena rola ójoida; y salien- tes, y después de
confortativos que engrue-
do seguidamente con grandes dolores, pro- fortaticos) unos
poco refresquen la sangre, co-
viene"de la acrimonia|del humor; cuando sen, y poco á
fuere blanca y gruesa tal sangre.es señal mo
son las bebidas, bis pítimas, ó unturas
en el capítulo 40 de esto li-
de mucha flema y piluita;cuando estuviere frescas, puestas
del hígado; y usar
delgada y pálida, es de mucha cólera, y se- bro 1 de la destemplanza
fíala haber mucha sangre'.
también también de las pítimas para el coiazon,
capítulo 30 de
Cvra general.Su cura en general de es- sus defensivos puestos en
el
del sincope,
te flujo demasiado, es casi la misma que
la este libro ¡
del demasiado flujo de sangre de las Procurar en ayunas ó una hora ánles de
almor-
capítulo 54 de este libro comer el vómito, con solo meter los
dedos
ranas, dicha en el
I y B« verán allí, así la dieta guarda, tío- en la boca sin hacer particular fuerza, lo
y
las mal ayuda y divierte el [mal; humor muy
cómo convienen
mo lambjen cuándo v
sarrias, que es solo en personas muy san- bien,
aunque no se llegue á vomitar: por-
que á lo menos llama para arriba lo que
mineas y aim robustas; y por lo mismo mu j
rara vez acontece el poder sangrar á
pan- molesta abajo; ó abrir fuentes en los brazos
sas. y en poca cantidad del brazo,
por cuan- porque revelen suavemente,
(o comunmente se hallan antecedentemente Medicamentos específicos para detener la
,
siguientes:
no malhumorada, conviene purgarla sua-;| 0 s meses ó déla regla, son los
veniente con ruibarbo, ó con polvo de me- .Tome en ayunas en peso
de medio ó de un
de huevo bien
choacán, ó con matlalislle; pero todos estos ^tnmin, del polvo de la cascara
en la bebida or-
polvos han de estar ánles un poco tostados 'emolido en agua dellanlcnó
será dinaria; ó tomar otro lanío del polvo de la
sobre un papel, y la cantidad de olios
ciscara de la raiz del árbol de las moras, ó
de peso de un tomín, poquito mas ó menos,
mm las fuerzas de la enferma,
tomando- |de la raspadura de la asta de venado, u olr<
tanto del poivo délas llores de las nuece-
los en caldo sin sal ni manteca, en ayunas:
grandes que caen [do maduras: este polvo
oirás purguitasse hallarán en el catálogo
también en el ahogo del mal de madre;
délos medicamentos, atendiendo la com- sirve
tomar del cuajo del chivo ó deMa liebre,
plexion déla enferma, repitiéndolas cada ó
peso de diez ó doce granos de trigo en
mes ó cada semana hasta limpiar bien lo se- en
Id agua de llantén, ó en
agua almacigada, (:
na, tonvir del zumoso ¡lantén, ó del zumo hierro encendido, y recibir el vapor de ello
azúcar; ó para mayor eficacia añadirle pez recibir el humo al modo dicho,
griega en polvo como medio tomin de También ligaduras fuerles,aprovecüan en
peso,
y repetirlo tres ó cuatro veces en diferentes ios dedos de las manos ó en los brazos; ó pe-
dias. También es muy bueno tomar las cas- gar ventosa seca en los pechos ó mamiTlas,
caras de Iros naranjas agri íi aun algo ver- do con mucha Mama, y con tal advertencia ,
. des¡ y corlarlas menudilo y cocerlas en sie- que si la enferma sintiere la respiración di-
te cuartillos de agua hasta que quede en ficil, luego luego se quiten; 'ó poner las di-
fendido, y dar como medio cuartillo ó algo bajo de las costillas por un rato, y quitar y
mas á beber por ta mañana en ayunas, re- ponerlas varias veces. Otros varios medi-
piliéndolo algunos días, camenlos se hallarán para detener la sangre
Jpúsitos— Por defuera se podrá aplicar so- en el capitulo 19 de este libro I del flujo de
bre el ombligo el emplastro confortativo de la sangréntelas narices, que también sepo-
vigo del tamaño de la palma de la mano, y drán aplicar, para; este flujo [demasiado de
otro mayor á los lomos'o caderas: á falta de los meses 6 de la regla.
este emplastro, cojer clara de huevo batida, Habiendo riesgo de ¿^¿«.—Hallándose la
persona del demasiado flujo tan debilitada
y mezclarle polvo de incienso ó de ¡a alma-
óá comü c0 " rit s g° (ltí vi(, a. loraar P olvo del
'
sobre las caderas; [ó en lugar de estos apli- en el capítulo 7ü de este libro 1 de los acci-
car de la misma manera esta pítima: Toma denles del desvelo, pues el sueño aquieta
rosa seca, nueces de ciprés, flor de grana- por si ^todas las evacuaciones] fuera del
da, parles iguales v bien .molido en polvo, sudor.
amasarlo' con baslanle clara de huevo baii- De la esterilidad.— Contra la esterilidad
da y con un poco de vinagre, hacer pítima ó solo por seguro añadiré á este capitulo lo
á modo de defensivo .para el 'dicho uso; ó siguiente: Cuando la esterilidad se origina
calentar ortiga fresca y machacada, poner- del demasiado calor de los ríñones de
la mu-
la en forma de mplaslro sobre el empeine; ger
(
de complexión caliente, usar de unas
(«lavarlos pies en agua fría, en la cual án- purguíllas ó ayudas en buen
tiempo, como
tes so hayan cocido hojas depilan ten,, ú hojas es la primavera; si fuere
y muy sanguínea,
del encino, flor de granada, agallas de ci-
ó no le viniere bien la regla, sangrarla de los
pe s y semejantes que se hallen; ,o echar vi- tobillos al tiempo que ahora se dijo de la de-
1
sobre los ríñones y caderas esta cataplasma,; hieran atravesado un gran bocado en la
ó emplasto: (San Joaquín es abogado contra garganta.
la esterilidad) Tome la clara de uno ó dos Codeso.— Ocupándola cabeza, seles ofre-
b ue vos bien batida, echarle bastante polvocen varias representaciones ó imaginado-
del incienso fino, y una poca de agua rosada nes, ya con risa, ya llorando, ya con furores;
y aplicarlo, tendido sobre un lienzo, á los rí- y llegando á apretar mas el mal, entonces
ñones y caderas los días después que se pasó están como fuera de sí, desvariando y agi-
el tiempo de la regla, por tres cuatro ó mas tándose con convulsiones y otros graves ac-
días. Es de mucho fruto y seguro. También cidentes, como del mal de corazón, ó hallán-
'
parael mismo efecto es bueno tomar por u- dose ,a persona de complexión mas fria, por
ñas mañanas en ayuna9 con chocolate, del la cual se adormece, y llena el cerebro de
polvo de las flores délas nueces grandes manera q"<? queda la muger como muerta.
j
'
que caen del árbol de maduras. con poca ó casi ninguna respiración, que
apénas unas veces nada) se puede perci-
(y
pores causan varios efectos, según la parte mente el que se procure saber, sí otras ve-
que ocupan del cuerpo. ces ha padecido semejante mal la tal perso-
—
Cuando empieza el mal de madre. Al na: luego se distinguirá de las enfermeda-
querer empezar á dar el mal de madre, se des siguientes, que de alguna manera se le
sienten antes comunmente unos ruidos en aparecen.
el vientre con eructaciones ó con bascas, Del sincope.— distingue el mal de ma-
con dejamiento, bostezos y estiramientos, dre del sincope, que aunque quedan tam-
originados de les flatos ó ventosidades, á bién fuera de sí, siendo fuerte, pero se ha-
los cuales precede un semblante triste y pá- lla el pulso aunque obscuro, y en este
mal
lido, porque retrocede el calor natural. de madre siendo fuerte, no se baila; y las
Cuando ocupa corazón.— Llegando di- cosas de buen olor que ayudan al sincope,
el
chos vapores al corazón, ocasionan desma- dañan á este otro mal de madre.
yos, palpitación del corazón, miedo, como De la apoplegia.— X)* la apoplegia se di-
sin esperanzas de vida. ferencia, porque en el mal de madre está el
Del sopor ó letargo.— Del sopor ó sueño pies con sal y vinagre fuerte: al mismo tiem-
grave se distingue, poi que este poco á poco po aplicarle á las narices cosas de mal olor,
por varios dias empieza, y mal de madre como humo de tabaco, ó lana quemada, ó
el
dre con trasudor frío, sin haber padecido han de usar estos sahumerios fuertes, por-
ánlesdel mal de corazón, tiene cercana la
jq, ie lastiman el cerebro, y se empeoran los
muerte, en particular cuando el origen de accidentes; ni tampoco cuando estuviere la
la enfermedad es por la retención de la es- persona preñada, porque no aborte; y en
perma. semejante ocasión también son mejores los
Pero volviéndose poco á poco á mitigar medicamentos que se ponen por de fuera,
los accidentes, abriendo los ojos, mirar á
que los que se toman por la boca.
los circunstantes con grandes suspiros, es
Asi como aprovechan las cosas de mal olor
señal que cesa el paroxismo ó la accesión' (como queda dicho) para las narices,
y ofen-
Cura del mal de madre en su accesión 0 den las de buen olor, asi mismo las cosas de
paroxismo.— En su cura se atienden dos buen olor aplicadas á la madre, ú ombligo
tiempos, uno fuera de la accesión actual ó aprovechan y dañan allí las cosas de mal
paroxismo, antes que da el mal de madre; olor; por lo cual se aplican al ombligo ó á
y de esta cura se hará mención al fin de es- la madre unos granos de almizcle ó de la
te capitulo. algalia, ú otras cosas de buen olor en algo-
El otro tiempo del cual ahora se dirá, es don envuelto; y aplicando estos olores so-
cuando la persona actualmente padece los bre el ombligo, se taparán con un parcheci-
efectos, accesión ó paroxismos del mal de tode cera. También solo amarrando á las
madre. piernas algo de almizcle ó algalia, aprove-
Medica». entos estertores —
Primeramente cha.
conviene tener la enferma alta de medio Cuando la muger estuviere como muerta,
cuerpo arriba en cama, úotra parle cla- usar délos polvos de estornudar, como es
la
ra flotar ó sobar con las palmas de las ma- el tabaco, ó polvo de la pimienta, ó de la
:
nos desde el pecho hasta el ombligo, y de cebadilla, ó de las ánimas: echar ayuda del
cuando en cuando apretar bien la palma de cocimiento del trébol, poleo, ruda, artemi-
la mano algomas arriba del ombligo: hacer que de estos se ha-
sa ó Santa María, de lo
friegas de medio cuerpo abajo, ó ligaduras liare, con un poco de comino, y una cucha-
fuertes en los muslos, ó en los dedos de los ¡rada de sal con manteca y miel, como dos
piés; ó apretarle recio los dedos de las ma - 1
ó t res onzas de cada uno: y cuando una ayu-
nos, y llamarla bien recio por su nombre da no
tuviere efecto, como suele acontecer,
propio; ó arrancar unos pelos de la cabeza echar de allí
á un rato otra ó tercera: y
ó del. cuerpo; ó refregar las plantas de los'cuapdo con estas ayudas no cesare el acci-
Í52 DEL MAL Ufi_MAUKt¿
donte 6 paroxismo ó el mal, echar des- del otoño. En tal ocasión hallándosela en-
el
pues de dichas ayudas una de oxicrato, que ferma mal humorada, sbguñ la cualidad del
es una ayuda de sola agua tibia con iirí po- humor, ó según la complexión de la pe'rso-
co de vinagre, la cual comprime, y {cuaja na, la cual se conocerá por las señales pues-
los vapores del útero. También conviene tas en el primer capílíilb de este libro I del
sajarmuy bien el vientre sobre él ombligó, ¡dolor de la cabeza, según aquello sé elegí-
y meter en el mismo ombligo unos granos Irán las pingas y ayudas puestas eri el calá-
de almizcle, como queda dicho, ó en la bo-¡logo. Y si fuere el mal de madre ócasíbna-
cá de la madre. jdo de la abundancia de sangre, después de
Medicamentos que toman por la'boca en una ayuda emoliente, se sangrará primero
se
tiempo del paroxismo.— De las medicinas por reveler del brazo derecho de la vena ,
que se toman 'por la boca, estando algo en que mas pareciere; y al otro 6 tercero día
sí, en el tiempo del paroxismo, es una poca se sangrará con la intención de e va, tía r def
de agua de artemisa, ó de la yerba matriaca, tobillo de tres á cuatro onzas ó mas, según
ó Santa María, ó de ¡a agua de azahar; ó dar | a plenitud de sangre ójfuerzas del paciente,
en dichas aguas en peso demedio tomín del Tiempo en que se sangran ó se purgan es-
polvo de las flores de las nueces grandes, tas personas.— Pero (no siendo por ¡a abun-
que caen de maduras del árbol, ó darlo en daneia, sino solo por la mala cualidad de la
agua de llantén; ó secar la sangre de las sangre, y en persona débil, solo se sangrará
pares de persona sana del primer parto, en del pié, observando siempre, que asi las
el horno, sin quemar, y hacer polvojde ellas, sangrías, como las purgas, se administren
y dar de ello en peso de medio"lomin, algo en tiempo medio, entre las dos evacuacio-
mas órnenos, en ¡dichas aguas;! 0 en lugar n es de la regla ó de los meses,
de esta sangre, dar el hollín de|la Advertencia de las sangrías y purgas.—
chimenea,
ó de las ollas en la misma cantidad en un Después de haberse sangrado, no estando
huevo pasado por agua. ".'^Atender también malo del estomago ó habiéndose purgado,
en confortar el corazón, y lacabeza con pí~ como queda dicho, se usarán les médica-
timas ó defensivos que no tengan olor ve- mentes preservativos; pero} baMfttfdwe el
hemente. El agna ordinaria para beberse- estómago indispuesto (como otras veres se
ra agua¡ cocida, en la cual.se cuelga una ha dicho) no con vienen ¡as sangrías; y ouan-
es ne-
rajita de canela; ó echarle unos granos de do se hallare. la tal persona preñóla,
anís, eslando;hirviendo el agua. cesario atender, que ni sangría,; ni purga se
capitulo si-
Cura preseroativa fuera del tiempo del administre, como se dirá eri et
muy urgentes,,
^
la criatura áníes de su tiempo
io,e *
f
r rpropio
i
'-Chores,
para
p
^varias causas
las cuales no se po-
asi inte-
^
'
el cuarto, hasla el séptimo Ynes de la preñez;
v arique queda dicho en el capítulo 26 de
" en nü e" En lo
grar en otros meses, es menester mucha dis- P 0Slble s " n as (Señales que preceden > ^ -
ó sin fuerzas
>'
en las ca '
la
¿tVAfí-
per- !
\ ^
dcras «^sgana, escalofríos, dolor en los rin-
'
sona.was seguro s.tá no arriesgarse. [cones. de los ojos, apretarse el vientre del
I
DEL MAI.I'ARIU.
ombligo arriba, repentina baja 6 flojedad caliente, espolvoreada con polvos de clavos,
de los pecbos. (Siendo de golpe ó caída.) nuez moscada, ó canela (repitiéndolo varios
Siendo después de una caida, golpe ú otro dias) sobre el vientre.
egercicio fuerte, cuando mas se peligra el O tomar un poco del incienso macho en
abortar es el primer, ó tercer día, ó el dia polvo, y las claras de cinco huevos batidas,
de la conjunción del sol y luna; y si en eslos y añadirle un poco de la trementina: mez-
días (con mantenerse en la cama por unos clarlo sobre fuego manso, meneándolo muy
cuatro ú ocho (lias quieta, usando de los bien á que no se cuaje la clara; y sobre es-
medicamentos preservativos) se mantiene topa 6 algodón ponerlo sobre el ombligo.
la criatura de alguna manera, se vuelve a Sobre los ríñones y caderas conduce poner
tura, una¡pulpa de vaca medio asada y algo' meter en su retrete, ó aposento, daña mu
l.U'.KU I CAPITULO l-XVIi 15Ü
<le las viandas blandas, y fáciles de dijerir, gollos, 6 ramitos del sabino, y
repetirlo una
el agua del
y no sean de las que adstringen, ó inducen Ú dos veces al dia; 6 beber
estitiquez: huir de toda tristeza, temor, y esparto cocida, el cual viene de España
del enojo, porque atrasan mucho. con las botijas, y esto ayuda también á
—
Tiempo natural del parto. El (iempo na- echar la criatura y las pares. Estando la
tural del parto se estiende hasta veinte y enferma en pié, ayuda también que haga
cuatro horas: tardando mas, ya necesita de un salto, o brinco hacia atrás; 6 tomar para
remedios; y pasando a cuatro dias, muy ra- estornudar unos polvos sin olor, ó pimien-
ro queda viva la criatura. molida, 6 cebadilla, pero en poca canti-
ta
Señales de la criatura muerta.— Se conoce dad, tapando al estornudar algo la boca, y
ser muerta la criatura, como cuando ella las narices; pero no continuar mucho con
cesa de moverse, según lo hacia de ántes y ellos, porque debilitan la cabeza; ó lomar
cuando se siente mas peso en el vientre, que por la boca del polvo de la verbena en cañ-
'
antes, yeso con dolor, cayendo la criatura »<1 de medio ó de un lomin en el coci-
f í «1
do un lado á otro como piedra, según se vol- tniento del sabino; 6 tomar en cocimiento de
toare la enferma. También al palparse el a verbena, ó del sabino del polvo del
| hueso
vientre lo sienten frío, el que era, 6 estaba de pPC( . Mnüer molido en peso de
|
|
medí»
ántes caliento. También ó laenfer- tomín, repitiendo la dicha canlidad de allí
los ojo* .
;'»
ma se le perturban, y los tiene metido», con (Jos \ iOCH ^ 0 a lgo menos, porque es medica-
palidez en la cara, y labios: sienten sus pies. mento Regur0: mucho ayuda
vapor de ar- el
mfidícrrlSs frierics síhjflá úllitna necesidad, nació, son muy eficaces, y segurás para es-
Ajuda talhbién'fpafá parir con suavidad, tas, y otras enfermedades de mujeres: v
aplicando al ombligo la hiél do] la gallina su uso es solo refregar una de ellas enlre
negra, ó amarrar dedos en una taza de agua tibia por un
estoraque fino en los ios
musios', ó en lugar del estoraque la piedra ralo, y darla á beber una ó dos veces, y
del águila; y no habiendo ^ la mano la ver- echará con facilidad la criatura, y las pa-
1
dadera piedra,; del águila, usar en su lu- res; ó con solo amarrarla al muslo parirá
g'ar'de unas habí fías que Mlaman] del mar con felicidad.
del' Sur, que también [por es-
se; hallan Preservativos de varias enfermedades.—
ó
tas tierras, de las cuales hay macho yjlíem- Nacido el niño, '.niña, para preservarlos de
bra, (según llaman) porque unas, fechadas W alferecía, y otras muchas enfermedades,
:.l agua, bajan al fondo, olras| nadan fin- conviene luego darles por la boquila media
y
cima; y así, siempre cucharada de aceite de almendras dulces,
para sej.yirse de ellas,
es menester una do~Í asaque bajan, y otra de con un polvito de azúcar candi, 6 de azúcar
las que nadan: un par de ellas se amarran fina; ó á falla^dcl aceite, darlo con enjun-
cn los muslos. dia de gallina, ó con mantequilla recién
También se preparan los ojos de una lie- sacada, y algo calentada, ó ¡árabe de cu-
bre hembra, cogida en cl ines de Marzo, lantritlo.
con sacarlos sin maltratarlos, ;.y ¡ponerlos Defenderlos de los aires. --Para que resid-
en un plato sobre polvo de pimienta de ar- tan mejor á las inclemencias del aire, ayu-
riba y Ha abijo, y asi sacarlos. Da estos da á las criaturas, ántesde las lajas prime-
aos se coge uno, sin quitarle la pimienta, ras, echar, ó espolvorear sobre el cuerpe-
y se amarra sobre el vientre, que la niña cito un p-.co de sal muy remolida, ó
un pol-
de! ojo toque al vientre, no del<otro lado, vo de orégano; ó lavar el cuerpecilo con
y
y se echará la criatura, 6 muerta: luego & vino de ubas, en que dieron un herbor ro-
gina la tardanza del parlo déla sequedad, Facilitar salir los dientes.— Vara facilitar
da del niño, que le eche su madre leche del mo día en breve mucha materia por la ma-
esperanza de salud, por-
pecho en la misma mollera.ly evidenlemen- át&¡ enlónres hay
te la verá levantar; ó meter la
cabeza en que sale¡aunque corrupto,
agua tibia en una vasija, como hasta las vra —Para ayudar á echar las pares'de-
<
narires; pero que no ¡es entre el agua alas tenidas sirven los mismos medicamentos
narices, y sacarla de .repente, repitiéndolo que se dijeron del parto dilicil, en particu-
unas veces, con lo cual chupa, ó tira dicha jai- el mamar leche de otra muge.r, ó mas-
agua la mollera caida para arriba. Des- car cebolla,' y tragar] solo el zumo, escu- '
pues de esta diligencia aplicar sobre la di- piendo lodcmás. y beber encima un poqui-
cha mollera tal emplastro, hecho del polvo i 0 f e vino'calienle de ubas; ó dar de beber
j
del incienso, ó del copal, amasado. con bas-, „„ a tacita, de aceite de almendras dulces; ó
tanle clara de huevo batida, y tendida so a falta de^él. aceite de comer; ó cortar en
bre un lienzo, que tibio se aplicará pedacitos los testículos del caballo; y seca-
dos'en enhorno, hacer poivo de ellos, y to-
marlos en. peso de medio tomin en una laza
de caldo, repitiéndolo, si fuere menester.
Ayuda también el pellejo, que deja de si la
CAPITiLO LXVIII. bíbora, con amarrarlo alto al musió ;Je^e-
Coando después del parto se quedan las pación, conviene si pudiere la partei a sin
laslimar sara,las C0I la mano;
y estando
1
teza, ó deun susto, ó espanto repentino. y para mayor eficacia >e podrá añadir del
También del dejamiento de la parida en no ungüento isis.
ayudarse, ó en romperse antes del tiempo
el ombligo de la criatura, lo cual sucede
Santa Conforcia es abogada para ta sangre El agua para beber do ordinario será ace-
después del parto. rada, ó dorada y almacigada y tibia.
De de la sangre después del
la detención
parto.— La detención de la sangre despue»
que llaman Lochios, ocasiona así
del parto,
mismo muchas dificultades (de la cual la
3l demasiado flujo de sangre es cuando naturaleza se ha de purgar después del par-
to) como de las pares, y aun mayores; y
después del parlo, echadas ya las pares,
se ocasiona de la calidad de la sangre, ó
sobreviene demasiado flujo de sangre, la
de la obstrucción de los vasos, de haber
cual en griego se Mama Lochios, de manera
admitido incautamente aire frío, ó enfrián-
que se pierdan las fuerzas, saliendo junta-
dose lospiés, ó bebido agua fría ó de sus-
mente grumos de sangre con dolor en los
tos, y semejantes.
hipocondrios, obscurecérseles la vista, con
Señales de la detención de la sangre Lo-
zumbido de oídos, ó con desmayos, ó con-
chios.—'Se conoce el no haber bastantemen-
vulsiones; lo cual se origina algunas ve-
te evacuado dicha sangre, por el dolor que
ces de los partos difíciles, cuando habia
da en el vientre, inferior, é ingles, juchán-
violencia, ó cuando se irrita la naturaleza
de la acrimonia del humor. dose lodo el vientre, la cara colorada, difícil
respiración, escalosfríos, y calentura, y al-
Cura.— Entonces, antes de enflaquecer-
se, no conviene á los principios detener di-
gunas veces vahídos, desmayos, y sincope.
Otras veces si! limpia supliendo la natura-
cho flujo, porque causará otros graves ac-
leza por otros caminos, como es por san-
cidentes, y asi se empieza á sosegar dicho
gre de las narices, ó de las almorranas, 6
flujo con dar de comer arroz, almidón, cal-
do de menudos, ó membrillos asados, ó
los
por mucha orina turbia; también por su-
copioso, algunas veces después de ti-
cocidos, y carne asada, para que se man- dor
nos dias sale por la madre, un humor de-
tengan las fuerzas, comiendo á poquitos, y
de mal olor.
mas veces entre dia: el dormir, cuando flu- negrido, y
ye con demasía, ha de ser poquito, con ad-
Cura.— En esta enfermedad conviene u-
vertencia, que cuando durmiere, estando
sarde ayudas de malvas, manzanilla, ho-
del sahuco, un buen puño do cada uno,
ya muy débil la persona, no ha de quedar jas
onza, ó mas ó en
sola, sin atenderle, yobservar la respira- y de la hoja sen media
lugar del acíbar molida en peso de dos
ción de la enferma, porque entonces retro- su
tomines, y una onza, 6 dos de man-
cede el calor adentro, y hace mayor flujo, ó tres
teca, eon otro tanlo de miel, y una
poca
del cual de repente algunas veces espiran.
Hacer friegas de medio cuerpo a-
V apretando la flaqueza con peligro de la de sal.
bajo, ligaduras de los dedos de
los piés
vida, se usarán los medicamentos puestos
en los muslos de
en apretadas, ventosas secas
contra el flujo demasiado de los meses
piés, ó
el capitulo 63 de este libro I.
También el la parle interior, ó sangrías de los
solo ha-
holliu de la chimenea ó de las ollas
con vi- sanguijuelas de las almorranas:
persona
biendo juntamente calentura, y la
nagre fuerte hecho emplastro, se podrá a-
se sangrará tair-
plicar con bien a los ríñones. Para los saogninea, y con fuerzas,
LIBRO I CAPITULO LXIX. 159
bien del brazo. También aquí pueden ser- vienen unos cursillos, son de salud; pero ai
vir los sahumerios puestos en el capitulo 8P U , 1(j 0t tercero, ó cuarto dia, son comun-
g
«2 de este libro I. de la detención de nienttí peligrosos. j
hojaJ , ., . ,
.
esta calentura, sin curarla, se quila, y se
,
. . .
su lugar
6 repetir
F la ayuda
J
susodicha. Beber .. .
ciones ordinarias,
de ordinario el agua cocida de cebada, y al
fin añadirle una rajila de canela, ó de! Origen ele la lee he. -Criase la leche en
orozuz. los pechos, ó en mamilas para el sustento-
de la criatura, y loma su origen de la san-
CAPITLO LXX gre, la cual con la fuerza de las glándulas
de LáS paridas, y de la leche, y pechos. de dichos pechos se convierte en leche.
¡
£jl modo de curar las enfermedades de las mucho por muy delgada, ni se pega dema-
paridas es el mismo, como queda dicho, de siado contra la uña por muy espesa, ó grue-
las preñadas, observando, que cuanto mas sa: el sabor ha de ser algo dulce, y no sa-
tiempo hubiere del dia del parto, mas bien lada ni de mal olor.
se podrán usar los medicamentos para sus Falta de la leche.— Ufrécense varias ve-
enfermedades: y siendo muy corto el tiem- ces diferentes accidentes, ó síntomas, asi
po, y las enfermedades no fueren peligro- tocante á la leche, como á los pechos, de los
sas, mejor será solo mantener á la enfer- cuales en primer lugar se pondrá de la fal-
ma, que curarla. Y miéntras purgan san- la de la leche en Jos pechos; y asi habien-
gre, nunca conviene usar de purgas, ni de do falla de leche, se ha de observar
la cau-
sangrías, solo en casomuy apretado, como sa, como cuando es por demasiado egerci-
en un dolor de costado, ó de un garrotillo, ció, procurar el descanso; cuando es por
y entonces se hace con mucha discreción, muchos cursos, ó demasiado ílujo de san-
atendiendo á las fuerzas; y lo mismo se gre, de cualquiera parte del cuerpo que
entiende cuando están con el tiempo de la sea, procurar antes sosegarlos: así mismo
regla, ó meses. Después de ocho ó doce si fuere por otra enfermedad; pero cuan-
dias del parto, conociendo estar llena de do fuere por falta de alimentos, será ei
humores malos, solo podrá dar una pur- mejor remedio nutrir y alimentar bien la
se
guita ligera, nunca fuerle, por cuanto la persona: y
cuando no bastaren semejantes
esperiencia enseña, que cuando á las pari- diligencias de aumentar la leche, como su-
da» después de siele, ó nueve dias sobre- cede en personas muy cálidas, 6 muy frías,
I
y socas, entonces fuera mejor buscar, ó se de! tobillo; ó so pone una ventosa seca
mudar otra ama, ó chichigua. sobre el empeine.
gano;óusar de lasalsa del mastuerzo fresco. unt() muy bien) UIllarso a | rededor do y
j
Demasiada leche.— Padecen otras veces , ns pccnoSi como queda dicho del zumo de
las mugeres de demasiada abundancia de || ar ,t en<
la lecho, como sucede los primeros días
Medicamentos que 'disipan.:—'Ó tros medi-
despues del parto, tanto, que los pechos, came ntos hay, que juntamente disipan, co-
por hincharse, se estiran con mucho dolor, m0 son os discusientes; y de estos se po-
j
y con algún peligro de inflamarse los di- ár ^ n ^piicár también sobre los mismos pe-
chos pechos, ó de cuajarse la leche, y de (;hos con Q coc imiento de habas, y cnlaú-
,
Cura de esta enfermedad.— Vara mitigar ¡antro verde; y on todas estas diligencias i
corlarles el alimento con mas dieta, para m 0 E n lugar do la ruda se puede usar
¡
que con esto no se cric tanta abundancia también el cocimiento de la yerba buena,
de ce
de leche. También en las personas a quie- 6 de" su zumo, mezclándole harina
chochos con una ó dos cu-
nes tarda á venir su regla, ordinaria, pro- bada, ó do los
curar suavemente con friegas, y ligaduras
charadas ¿leí oximiel para tres ó cuatro
onzas de dicha harina, y del zumo, ó có-
en los muslos, y con baños de piernas á que
fuerte rie la yerba buena ó de 1;
rlela regla, y con esto se reparte la san- cimiento
baj<
pechos. También se usan para disipar la de frío, pomo en la susodicha dureza de los
abundancia de la leche las lentejas coci- pedios; en tal caso aplicar unos pañitos
estiércol frescode vaca, y añadir otro tanto ó tiempos molesta por el influjo de los liú-
do la harina de cebada, y aplicarlo libio: mores y» en los piés á unos, en donde so
i falta de la cebada, tome del maíz. llama Podagra, ó gota del pié; á Otros en
Tumor, ó apostema nuevo en los pechos.— las manos, en donde se llama Chiragra, ó
Para apostema, ó tumor nuevo en los pe- gola de las manos, ó ciática, cargando so-
dios, lome dos onzas de harina de habas, bre el hueso ischias, que es el híieso del
y lífVa onza del polvo de la yerba buena, cuadril; y de este último so tratará á parte
con dos, ó tres onzas de la mantequilla bien t»n el capítfilo siguiente,
lavada, hacer un-emplaslro para mitigar el
¿¿¿ medicamentos serán según la causa,
dolor: y para disolver, ó deshacer el tumor, y asi mismo la dieta.— Origínase esta gola
lome en lugar de la mantequilla aceite de artética de varios humores, m;is ó ménos
comer. mezclados, y según esos humores, ronvic-
Llagas frescas en los pechos.— Para las nen sus medicamentos, asi los purgantes,
llagas frescas del pecho, poner encima ver- como
los demás, en particular la hiela) co-
varias veces las dichas llagas. g rtí viciada, es el dolor muy agudo, y viene
Rimas, ó rajaduras del pezón. — Para las CO(no (] L. repente, y se exaspera con el mas
almendras leve contacto, y mucho mas aplicando co-
rimas ó fisluras, tome aceite de
dulces, enjundia de gallina á
fuego ñiahsoj ¿ as caííenlésj pero con frescas se suaviza,
blanca
derretida, con una poca de cera y miliga. Cuando sobrepuja la sangre vi-
,
de los humores, entonces so siente el dolor si sola, y fomentar con ella la parte, ó ar-
mas futirlo; la parte dolorida está blanda, y ticuiacion doliente. También hallan alivio
pálida, y como sin molimiento relajada; yjaplícando por la mañana y a la noche, un
siente alivio con cosas calientes, y mayorpedazo úxi pulpa de la carne de vaca cruda,
dolor apiñ ando cosas frescas, si» lo mantecoso, y algo caliente. Cuando
De melancolía.—-Del humor melancólico el dolor empieza en el dedo grande del pié,
rara vez se padece. (De flato, ó ventosida- aplicarse la clara de dos huevos bien bali-
des) De fhlo cuando acaece, hay repenti- da, con una pocu de sal, y unas gotas do
fácilmente se disipa. También suelo ha- ó cocer malvas con sus raices en olla nue-
ber mezcla de los humores, y según aque- va, con tanto de vino como de vinagre, á
lia mezcla, hay variedad en las señales. que se consuma
tercera parte: luego a- la
Cura general.— Por cuanto esta enferme- ñadirle salvado cuando basta para espesar-
dad seengendra de fluxiones, conviene pri- loen forma de emplastro, y aplicarlo bue-
meramenle atender aellas, para divertir, ñámenle caliente sobre un lienzo, que al-
ó eval uarlas, ya por purgas, según la cua- canee toda la parte doliente,
lidad del humor que predominare, como l'ara templar el calor tome lantejuelas del
queda dicho de la dieta de esta misma en- agua, que crecen en los arrollos, cocerlas
fermedad; ó siendo muy sangineo, y robus- en leche, añadiéndoles un poco
de manza-
to el pacienle, también so evacuará con nilla, y de la harina de cebada,
aplicarlo
y
sangrías, ó ventosas sajadas: solo se lia de templado; o ranas vivas puestas por
el vien-
observar, que cuando acluatmenlo pade- lie en la parle doliente,
y ligadas con ven-
cen los dolores, entonces solo convienen las das, porque no huyan hasta
que mueran,
purgas leves, y suaves, y cuando estas se Al principio de la fluxión hacer un em-
dieren por preservar, se podrán dar algu- Plastro de hollín
y sal, con bastante clara
ñas mas fuertes, porque en el mismo do- de huevo batida, aplicarlo templado; y ó
lor se espusiera á que con mas ímpetu queso fresco de ovejas, aplicarlo en
to "ie
cargara la fluxión sobre la parle flaca. forma do emplastro, y renovarlo antes que
Cura espeetjica, y para mitigar los dolo- se seque.
res.— Después de dichas evacuaciones sua- Miliga también
1
cuentas de ámbar, del estoraque: de cual- Preservativos de la gola —En todos pstos
quiera de estos, con olio tanlo do azúcar, medicamentos se continúan mas aquellos,
se lomará de ello cuanto bastare para sahu- de los cuales se sintiere mas alivio, porque
mar bien la ropa, y las ai titulaciones do- no todos prueban bien á Indos. También
loridas. Mas eficaz se hace este sahume- les conduce la le> he de. bui rnj se»un se usa
rio,añadiendo como la cuarta parle (res- en la cura de la bélica en el* capitulo 82
pecto do lo demás) de la sandáraca, que es de este libro i.
una goma que hay en las boticas. Para preservarse el que no vuelva tan
Muy bueno es también colgar del alum- recio, que larde mas, sirven mucho unas
bre crudo, y molido sutilmente en una bnl- l'uenles en el brazo, ó pierna contraria, y
sila de lienzo sobre la misma carne del sana; y con purgarse suavemenle; cada
cuerpo; ó muela sal, y alumbre muy sutil, ;iño, ó cada mes, en tiempo de la luna men-
de cada uno media onza, de la nuez mos- guante; y tomar del emplastro dediapal-
cada, y clavos cuanlo pesa medio lomin de tna, tendida sobre badana, del (armiño que
cada uno, y un puñilo de rosa en polvo, fuere el lugar dolorido, y llevarlo conti-
CGcei lo en un lieneceilo delgado, 6 alo, en nuamente aplicado: en parlicular refre-
t
forma de bolsita holgada, y refregar con gando dicho emplastro cotí el alcanfor, pre-
ella suavemente la parte doliente todas las serva mucho con las mensionadas evacua-
mañanas. ciones, ó con el saquillo susodicho en el
sobre la parle del tumor, continuando con lo cual sucede por los nervios, que del cua-
ello. dril, y hueso sacro bajan hasta los pies, yes
Gota artética bagabunda.—V;na los dolo- especie de la gola arlélica
res vagos de las articulaciones, ya en es- Origen.— Este dolor se oitgina de fluxio-
tas, ya en otras coyunturas, es bueno to- nes, aunque esas pueden acudir de
muchas
cabeza.
mar repelidas veces de la ceniza de lusa partes, las cuales suelen ser de la
qu-mada en la bebida ordinaria, ó en cal- Dieta, y guarda. —Su dieta, y cura gene-
ticular es provechoso, teniendo por mucha toda, y aplicarla bien caliente; o coger dos
parle su origen do sangre viciosa, después puños de los huevos dulas hormiga?, y con
de una ó olra ayuda, ó puiguila, ó vomito- un,t,údos onzas de manteca, moleiln junto
rio, sangrar (no habiendo inconveniente, ma- en un almirez muy bien, y con un puñilo do
yor) la vena, que llaman ciática, que se ha-^ saj hecho (Mi forma de emplastro con un po- (
lla como seis ó siete dedos debajo de la ro- C o de la tierra delgada del hormiguero, apli-
otra pierna; pues solo sangrando esta vena, Mas eficacos son i os medicamentos que
;
no suele nrc citarse «le olio medicamento SBCan |a m; ((M ¡a, ó liumor fuera del centro á ,
ho( l¡gas
CQn
^ , a parlfi
Cantar
^
do , ori(|a
ampollas,
con
prelan
p caliente, cuanto bueuameule se pu- ., .
'
quitar el escozor,
diere sufrir. Lo mismo hace la sal sola ca-
lculada, ó el mijo (oslado, aplicado bien ra- No uaslando los dichos medicamentos
líente, rociado con vino- ó deshacer jabón « on m <>y seguros los cáusticos puestos en la
en aguaidienle fuerte, y untarse a la Imn- m¡s,,ia I>ai le dolorida, ó como cuatro dedos
bre; ó pan^re.cjen «arado del horno apü fincim; la rodilla, en el lugar donde co-
- »
rarlo caJieiite! partido y rociado con aguar- m " n ">™^ sé suelen abrir luenles, del mis-
caliente ron una pítima de (,(! fuf, &° fin la naillí dolorida, sedan tres ó
la ala de la ga-
ííina;ó untar con aceile, ó á su falla con cua,l '° hotonazos do fuego sobre donde tu-
sebo en que ñutes se hayan frito salvia ó ru- vic^, mas <!olor > v se manlienen las dichas
da, ó romero, ánle* bien renmj ..doscon vino, atfierlás algún tiempo con poner en-
ha.sla consumirse dicho vino; y junio á la cima (,(> ^ ii'igi'u nlo amarillo; ó untar hoja
lu ñire si; hade unlai bien caliente; ó esliér- d(i co1, 0 ll,( !ui g a ú 0l, a J erba fresca ron -'
>
col de cabras rociado con vinagre, aplicarlo ma,,,ef ,li lla oc,!n miel ,13sta que por sí se I >
>
renovando dichas hojas cada dia.
en forma de emplastro; ó templar con vino, También en lugar de los dichos bolonazos
en fumade emplastro, bastante estiércol de fuego, á los que tuvieren
miedo al fuego,
déla liebre, ó -le la paloma. 6 ponerlo ca- e, aplican
s cáusticos potenciales, como son
líenle; 6 untar lodo e| lug^r ,| 0 iente
ron zu los vesicatorios de los canlái ides, levadura
-
y
mo de ceboya «'aliente, y espolvorear e»c¡- como se verá
en el catalogo de los rftedica-
ma, mínenla molida, y otro tanto de salitre, mentes, en
donde se ponen varios cáusticos
y cubrirla u lura con paños mojados en co- potenciales.
cimiento calmóle de omino, ó en agoar- . En lugar de estos cáusticos se podrá usar
diente: o cabar alguna cebolla,
y rellenar- de una yerva, que llaman en Sonora Cume-
f
°" |lnlv< le ¡l,ci,M,so ,noli,l °' y u
' '
'
estos cáusticos, que levantan ampollas, se po-' y en la circunferencia del cuerpo; por lo
non del (amaño doiina palma de la mano, con cual se diferencia del calarro. del que se
poca diferencia, sobre el cuadril dolorido; habla en el capítulo 13 de este libro I ,
y las vegigas que levantaren, se corlaran pues el catarro solo se origina de la cabeza,
con tijeras, bumor, y lue- y ocupa solo ti ha, ú otra parte del cuerpo.
para que salga el
go lodos los dias se curan con las hojas y con De lo gálico.— Se distingue el reumatismo
su unto, corno queda dicho de los cáusticos, de lo gálico; que estos humores gálicos no
de fuego, hasta que la llaga sane por si, que¡son tan universales, ni continuos; pernio
purga por un tiempo como una fnenle. Tam- mas de noche molestan, ni en lo general
bien se aplica uno de eslos vecicatorios, ó postran tanto como el reumatismo, el cual
cáusticos, que levantan ampollas, para re- obliga á hacer cama, ¡sin poderse casi me-
veler en la pantorril», en donde se suelen near; y fuera de esto hay otras señales gá-
sangrar la vena si a tica (como queda dicho) licas como llagas, que mas claramente lo
en tamaño de una nuez grande.
el distinguen del reumatismo.
Y cuando se conjetura, que, dicho dolor La gota artética.— Se diferenria también
tiene su origen de la fluxión, desde el cere- de la gola artética el reumatismo, porque
bro como habiendo precedido gran dolor de cuando cesa erreumatismo no queda la de-
la cabeza, entonces se ponen bien unos áus- bilidad en las articulaciones como en la go-
<
del hígado en el capitulo 40 de este libro I comunmenle no hay peligro; pero ruando
ayudas, y purgas y susuntu" viene sin calentura no molesta lanío, pero
i
unas 'purgas de hoja sén, tomando de su pol- ne mas fuerte los accidentes; (Sanguínea) y
vo en peso de un tomin en agua de cebada, en la sanguínea en donde sobrepuja la san-
ó en caldo en ayunas, ú otras purgas pues- gre, y son los accidentes mas
templados,
tasen catalogo de los medicamentos pa- Sus señales y su cura de estas calenturas, so
el
bub ¡re juntamente calentura, entonces será Terciana continua.— Tuvciana conlinua es
mejer u$ay de ayuda dicha, y tomar unos calentura,, que tiene su creciente cada ter-
la
sudores, como es una laza de alóle con epa- cero dia, sin intermisión total, y se origina
zote, ó con piedra bézar, ó con la raiz de de sangre mala y colérica, con destemplan-
la coutrayerba, ó de la escorzonera Tam- za caliente, y seca del hígado; cuya cura se
bien alivian unos sudorcillos, provocados verá en el capítulo 79 de este libio l.
copal ó con las rúenlas', del ámbar, ó con cíenles en ciertas horas del dia, lodos los
romero, ó salvia; pero para dar e>(os sahu- <]¡as, aunque nunca cesa del lodo; y se ori-
mei ios no ha de estar el enfermo con calen- guia de sangre pituitosa, y de ordinario da
tura. á los chiquillos ó viejos, y á los muy gordos,
cn abunda
os c " a ' es la pituita.
CAPITUI O LXXIV '
rano agente moza y colérica, aunque tám-j ría, se dan julepes frescos, ú orrhrihs Api
bien en n(ro tiempo del año, y entonces c'g las pepitas de melón, y de las adormideras,
mala, porque da á imleririer mas mal apara-' como se verán en el rapílnlo 40 de eslo li-
to interior;\y dando gente de edad creí ¡da, brd t. y cüindo hay mucha fl iqueza, poner
;i
mitenles; pero en esta calentura, por ser esta se origina ó de la pituita vitrea con có-
continuados los horrores ó escalofi ios, no es lera, 6 desoía la pituita vitrea, parte cor-
menester esperar que cesen los horrores pa- rompida, y parte no corrompida. (Cura)
ra dar medicamento; y también esta espe- En esta calentura se toma por muchos días
cíe es muy peligrosa. en ayunas el agua cocida de flor de manza-
Calentura asocies.— Otra calentura [conli- pilla tres parles y del es tafia le ó de ajenjos
nua, que llaman asodes, es calentura mas dos parles con un terrón de azúcar, en can-
ardiente que el causonjdicho, con mayores tidad de medio cuartillo,
inquietudes, comunmente con hastio 6 vó- Calentura lipiria.— Olra calentura hay
mito, y se origina de acre y colérico, que llaman lipiria, que eg ruando por de-
humor
. que molesta la boca del estómago. fuera se padece (Vio. y por dentro arden do
Su cura.— Esta se cura atendiendo el bu- calor: esla se ocasiona cuando el estómago,
mor colérico, según mas bien se inclinare ó los intestinos padecen erisipela, y con te-
por arriba, ó por abajo, con vomitorio, ó ner frío por de fuera, casi no pueden aguan-
convienen
purga, ó ayudas que miran a evacuar la ró- lar ropa de cubierta, á los cuales
como quedan puestos
lera,como se hallarán el calálogo de los confortativos frescos,
en
medicamentos; ó la pur<:ui!la del zumo fres- on la destemplanza del hilado en el capitu-
co de granadas, que. se verá en él capítulo lo 40 de este libro t.
También unas aculas
ventosas
7» de esle libio 1 déla calentura continua suaves para el humor colérico, ó
sangu!-
con putrefacción, la cual es muy propia sajadas en la región del estómago, ó
no ha
para la cólera ardiente: evacuada la mate- judas en las venas almorranas; y si
líbro i Capitulo lxxiv. m
liare,poner una ventosa grande en la parte cuerpo del enfermo, repando el aposento
mas doliente, y sajarla medianamente, sin ron agua algo envinagrada: traer famas de
lastimar venas. Sosegado el dolor, se da árboles frescos, como de salmee, de álamo,
una minorativa, como se lia puesto en el ea- hojas do parra, rosas y semejantes; y secán-
pítulo 40 de este libro I de la destemplan- dose eslas, renovarlas con otras frescas,
za del hipado, ó la purguita del zumo de las En el invierno se templara el mucho frío
Calentura sincopa!.— J)e la calentura sin- dias críticos, se verá de este capitulo,
al fin
se obseroa para aplicar los reme- todas las fuerzas; como son caldilos de po-
chas cosas de sus curas, aunque aparte se l(, n añadir unas gotas de limón ó del zumo
tratará en lo que fuere esencial, ahora «e naranjas agrias. Fuera de eso, á su tiem-
mas
p ir no alargarme en repetir una misma co- P" se puede dar hordeala. que llaman sar-
sa en miichas partes, se dirá en este capitu- ro. ó calabaza de.castilla. Ó almidón, ó ató-
lo lo que conviene observar eti todas las '« »'e cebada, ó atole ordinal ¡o, 6 manzanas
mas calenturas continuas. as idas con azúcar, ó un membrillo tierno
Dieta y guarda de las calenturas conti- asado con azúcar. Tampoco hace, mal do
nuas.— Primeramente en todas las calentó- cuando en cuando una yema de huevo tier-
ras, como también en otras enfermedades na, pasada poragua, aunque no á menudo,
en donde puede haber peligro de la vida, Alargándose las calenturas, también se alar-
h iy obligación de procurar, y ordenar e* ga algo mas la comida con dar pollitos, ga-
Smto Vhtico Antes que se prive el enfermo Hiñas ó carnero bien coi ido; y si no luibie-
de su entero juicio. re otra cosa sino vaca, sea muy tierna, y en
Del temperamento del aire.— En cuanto la P nca cantidad. El pan sea bien cocido, y
dict y guarda que se ha de observar en to-
i caliente del mismo dia, ó A falta del pan,
das las calenturas continuas, cuando pn>- sean las tortillas bien hechas Las especias
\ienen de cólera ó de sangre corrompida, 'odas se han de escusar, exeplo un poco do
ha de pmnirars el que sea fresca y que liu- canela y azafrán. El tiempo para comer so
medezcíi; y en los pituitosos ó melancólicos l'«'« do atender, que no sea en la accesión, 6
algo mas caliente: en el tiempo de calor re- fuerza mayor de la calenlura, sino cuando
frescar el aposento, sin q tic el frío llegue al se conociere algo mai aliviado
170 DE LAS CALENTURAS CONTINUAS.
I
rebentar, con una rajita de orozuz 6 sin sanguíneas) se puede sangrar dos veres al
ella. En las fiebres largas so añade una ra- dj«}j y cuando solo se desea rcveler ó lia-
jila de canela, ó algunas raices de grama, mar, enlóuces será en distintos (lias. Sa-
ó colgar en agua de cebada, y en falta de liendo en la primera sangría la sangro muy
el
ella, en la agua ordinaria cocida, un pedazo podrida, indica al otro dia asegundar otra
ayuda emoliente^)' fresca, atendiendo siem- frecuentes en las calenturas, y también las
pie las fuerzas, y plenitud de sangre en el sajadas, cuando no pueden aguantar san-
enfermo. grias; aunque esas también se usan en los
Sangrías cuando convienen. -En que I0 huUos después de las sangrías,
los
padecen melancolía ó mucha ílema. lam- S anguijueIas.-\ los que temieren vento-
bien en los muy coléricos, han de ser 'S
sas SH a as pónganles tres ó cnalro sangui-
»
,i
j
sangriasfmoderadas, y ron mucha discre- lu; | ;ls 0 n las pantorrillas, después de haber
j
cion, en particular á los que sobreviene la
?
calenlura por haber trabajado mucho; y carias se verá en el capítulo 57 de este libro
mas moderadas serán las sangrías en los que i hasla que chupen dos ó tres onzas de sa'n-
llaman empachados ó de nimia venere: á gri} Habiendo el enfermo[de antes padecé- .
tender con los Jque fácilmente, se desmayen venas almorráneas al modo dicho,
en las sangrías, l a.nibien para sangrar mas cómo se hacen.—Las
Friegas, friegas y li-
ú menos seobseivael tiempo del año: la gaduras.se dan con el mismo intento, co-
tierra en donde se halla, si es caliente, ó de m ó"d¡'c h„
queda de las ventosas seras, es-
gente dejativa, la edad, y disposición del (ando antes evacuada la primera región con
enfermo: y según aquestas circunstancias. sa , as purgas y ayudas. ^.El modo de
lf
r| ¡
tiempo para sangrarlo ha de ser luego des- llamar de la parte distante, es el siguien-
pues de haber lomado alimento, ni con es ti- le¡ empiézanse un pa- á dar las friegas con
tiquez del \ ¡entre, orno que.Uj, dicho; ni
( en 0 a g() áspero de los estremos o de la par-
,-,
|
la maVor ... •
..
lü " ,as (JlslanUí ácl mal P a,a duudo i0 l i m0
, . . .
~ ; ,
hasta corra del lugar de donde se quiere re- régimen ordinario: solo se advierte, que
el
velero llamar; y hecho oslo, se vuelven á cuando la calenfura osla muy ardienle, cn-
harer las friegas, de arriba empezando; con- lóneesno'se les echa areilo ni mantera, por-
viene a saber, desde la nuca ó desde que fácilmente se inflaman. Tampoco se
los
hombros, cuando se quiere aliviar la cabe- echa el caldo déla ayuda muy caliente en
za, y asi en los oli os accidentes, poco á p.ico las calenturas de cólera, sino que esté enti-
hasta los estreñios, conviene á subir; hasla biado.
ó panton Sudores. -Cnanto se inclina la naturaleza
los piés illas, lo cual se hace para
que con las primeras friegas se muevan los
á «fiarse por la circunferencia, como es el
de luego romo cuatro dedos del lugar de tfo a g" a d(1 borrajas ó de cs- ™
donde se quiere ¡llamar, cuando co, zone, a 6
el
a,0,e y abrigarle mediana-
frío lo ™ '
permitiere, dejándolas un ralo; pero no men,R También son buenos otro* confór-
tenlo ni tan recio, quelas denías parles se la,ivos '
romo foral ° pi(M,ra h zar 0 ,a "'
*
/>^.v,-Cuanrio en dichas calenturas á pilimaS para pl l,!gaí, ° 0para H cor nn y " '
'
cn la bora. sed, dolor del estómago ó en el ,¡m ° dia Sa,V ° C " an ,,, SOn nienesler an,es '
'
vientre alguna morion, enlónces^nviene C " ando no convienen las unturas, esenan-
al segundo ó tercero dia de la calentura
lo-
do va sali, rf" ó cuando «puntan para sa- '
1 -
mar una purga, según la complexión óhu- ,¡r ,as rórfhVhtfái en los tabardillos ó viruc-
fomi lorio.— También conocido el hastio y conviene sin embargo, siempre evacuar las
amargura de boca con alguna inclinación reliquias que suelen quedar, como es con
la
de trasbocar, conviene muy bien un vomi- una purga minorativa, sepun la cualidad
torio dado á los principios, como el según- riel humor que hubiere predominado, la
do ó tercero dia de la calentura, sin dar los cual comunmente
se da después del cator-
jarabes pnparalivosjy >ehan de dar dichos
CPI10 „¡ a prom liendo algunos jarabes pro- .
le enfermo rm poco alguna reconozca ningún alivio, antes bien ".r¡ no-
le asalte poco a
(lias cotia tiiíiñ una en ayuna-; una escudilla, conviene aumentarla dicha eva.-uarion, afi-
o bu-na laza del suero cot ido con un poco les bien aliviar a la naturaleza en lo (pie
de azúcar y bien clarificado; y que después buenamente se pudiere; pero que na sm do-
en aquellas dos horas ni coma ni beba. En teniendo la dicha evacuación con medica-
intermedio, habiendo estitiquez del vientre, mentos fuertes.
Movimiento sintomático.— V.uchn mas ali-
usar de ayudas emolientes frescas, ó tomar
vio se ha de procurar a los enfermos, á los
un cafmlo de cañafislola, desliedla en agua
cuales vinieren semejant es evacuaciones en
de cebada con una rajila de canela cocida,
... ,
que se podra lomar una hora antes de ce-l
inlro día que no sea critico, porque entonces
, ,
, . , .
.. .
.
, la« tales evacuaciones son sintomáticas y
nav. Adviei tese, que este suero no se ha de
malas, porque denotan mucha fuerza de la
dará los que 'padecieren debilidadjpai licu-
enfermedad, y poca de.' enfermo.
lar en el estómago, ó de suyo fueren de com-
Advertencia del movimiento de tos dios cri-
plexión fria y húmeda. ticón —Fuera de estas anotaciones se. advier-
te ¿o??, días críticos.— Los días crilicns 6 te, que los vómitos aun en uno de los dias
judicatorios, son cié ¡ÍVs dias, en los cuales'criticos, cuando son de muy poca cantidad
sejuzga la enfermedad cuando res-ilta aVgu-jy muy Irabajosos, son asi mismo malos, co-
m evacuación ó conmoción en bien ó e „ ¡mo también cuando
en un dia critico sale
negra;
mal; y es muy necesario atender á otlcs.j<le las narices una gotita de sanare
enferme- P 0 ^"" a* g 0,¡,a tnm() los v ,!I »'t° s
<'
'
manera que cuando la naturaleza en la en~| Cucile * son lux (lias criticos.-Los dias en-
el primer
fermedad mueve algún humor en uno de lieos y judicatorios son, contando
(,i;t (,,! la calentura inclusivamente, aunque
losdias
sangre de
.... ....
críticos,
las narices,
ya sea por sudor ó por
ó por otras partes
,
haya
J empezado, ó que
sentido
^
al
1
después el séptimo, el
,
nono, el undécimo, el
i
graves accidentes,
s
que Antes de la dicha
(lédm0 {mm (l|
„ (
,
(
., no ^, ¡mo a vig0 ; _
servar en cuanto la dieta, la guarda, eva- mor que causa el dolor de la cabeza.se po-
nen vesicatorios ó cáusticos, según se verán
cuaciones y lo demás; con la misma razón
en el catálogo de los medicamentos, en la
por mas claridad y facilidad, y por no reite-
nuca, ó en los brazos ó piernas en el lugar
rar una misma cosa varias veces, se pondrán
aquí seguidamente los accidentes ó , ini0 -
donde suelen abrir fuentes
mas, por lo menos los mas ordinarios que Animales vivos para apositos.—Tara resol-
ocasionan el dolor de la
suelen .sobrevenir ó juntarse con las calen- ver los vapores que
bofes recien sacados del
turas dichas, con sus medicamentos y breve cabeza, se ponen los
carnero, ó metidos en cocimiento de leche,
forma de remediarlos.
Dolor de la ^¿«.-Primeramente del luti g° espolvoreados con rosa en polvo y cu-
lanlro, ó diairhodcn y aromático rosado; j
dolor de la cabeza. Siendo grande el dolor
de caneza en dichas calenturas, á falla de esos, una pulpa de carnero soasa-
la y con ori-
da solamente y sin vino. Todos estos se pe-
na delgada, blanca, clara y diáfana, es ma-
nen encima de la cabeza 6 la parle que mas
la señal, porque indica que tomó rapto lo-,
do el mal humor á la cabeza. También eS l
<,0 ' Íer,>
'
calienlií °5 6 P 0,,er Peones ó galli-
de ^?^ los
? Ü
5 "J!!^?^*"-**?"
pies del enfermo con dichos polvos.
go evacúen, ó una pnrguilla suave según se vapores que levantan causan el dolor de la
bailarán en el catáíágq, siendo culos pri-, cabeza, estos se mitigarán con julepes fres-
meros dias de la
"
calentura, ó no habiendo^ l0s ' 0 c n orchatas, c mo se verán puestos
Defensivos.- Para repeler son los defensi- 6 ra " dolor de la cabeza, a quien comunmen-
vos (le agua rosada con muy poco vinagre, te acompaña el desvelo, se usarán según lo
al modo dicho pañi los delgados picados,^ 0 ,os P e Pinu9, y de las adormideras, ó de
y
bieu húmedos con leche recien sacada; ó IUC * on ó ** e sauüí »» ó de la semilla de lechu-
po l
174 DE LOS ACCIDENTES DE LAS CALFNTUR/tS ONCTINUA5.
muger recién sacada, y untar con ella las largo, ó del coma; atendiendo que lo que se
Sienes y la frente, lo cual consiliará el sueño diere por la boca no sea de lo muy caliente,
suavemente; y cuando no bastare esto, se le Sed demasiada. Afligiendo por mayor la —
añadirá A dichos defensivos, si hubiere for- sed al enfermo, se refrescará algo el aposen-
ma de botica, un lanlilo del opio, ó del láu- lo como queda dicho en la guarda del capí
daño opiato. •
tulo antecedente, y que hable poquito el pa-
Tambien se machacan (para consiliarel cíente, y esté lo mas que pudiere con la bo-
sueño) unos pepinos frescos, ó lechuga, ó C a cerrada, respirando por las narices, y de
siempreviva, y se aplican A las plantas de esta manera también procure dormir: que
tes piés, porque por los nervios grandes que enjuague la boca con agua cocida de vei do-
bajan de la cabeza á los piés, se le comuni- laga; ó tener en la boca un edasilo de oro- |
dio tomín del opio en cocimiento del culan- a boca con agua envinagrada, ó con zumo
i
tro verde y lechuga, hecho dicho cocimiento de granada, ó con cocimiento de raíz de oto-*
con vino de uvas, y lavar ó humedecer con zu/ y cebada; ólenei en la boca un tallo de
.
manos y las plantas de los piés, concilia el 0 i ener en a boca un trapito limpio mojada |
nes, usar de ayudas frescas y emolientes del tiillílo del tronco de la lechuga en la boca;
catálogo: hacer friegas en las espaldas, ó po- 0 usar de un hisopillo con la flema del coci-
ner allí mismo ventosas, ó untar las espal- miento de las pepitas del membrillo ó de la
das con aceite de almendras dulces mezcla- c h¡ a También refrescan y mitigan la sed
.
do con otro tanto de aceite de manzanilla; ó unos pocos granos de la granada agridulce,
á (alta de estos, cocer en aceite ó manteca javados en agua fría, sin tragar los huesos,
de vaca, un puño de la manzanilla para un- y no bastando todo esto, también se da de
lar las espaldas. Tómanse también algunos beber, no cuando empieza la fuerza dula
confortativos y otras medicinas benignas, accesión, sino en la mayor fuerza; ó mejor
no violentas, de las que se pusieron en el cuando se conociere que la dicha fuerzt» ba-
capitulo 8, escusando todo aquello que por ja en la declinación; y en este tiempo se sue-
su calor pueda aumentar la calentura. e dar a enfermo á beber á satisfacción, de
) |
Conviene untar toda la espina, cerebro y H lgua 0 bebida ordinaria, porque entonce?
|
.
hombros con tuétanos de res bien lavados, SU ele mover A sudar y A salir el calor, solo
mantequilla y aceite violado, bastante, lodo tí n0 [sea con demasiado esees», pueseñ
q„
revuelto con leche de vacas; y para el cere- a |g Unos débiles suele precipitar al enfermo
bro la misma untura, que vaya bien calien- S ¡ 0 „do 00 n esceso) en mucho peligro,
(
la boca do las medicinas que arriba quedan se usan ayudas de malvas, rañafishila, do
puestas para la sed, y limpiar la lengua con las pepitas de melón ó sandias, un puñilo,
un paño áspero mojádb en agua envinagra" di? azúcar (losó íresónzas, cocido en bastan*
da. \ ucho alivian también contra la aspe- le agua al modo ordinario. También se lo
rezW.il s g.anos de la granada agridulce re- añado de manteca dos ó tres onzas, fresca
y
freseados en agua fría, lavada, y del salitre preparado en peso de
Lengua negra. —Lo mismo so pued e usar medio lomjn y una pora de sal.
cuando el enfermo se hallare con la lengua Untar la región del hígado con las unturas
negra, untándola conjmanlequilla y un pol- frescas; así mismo se podrán usar las pili-
vo de salprunela; ó gargarizar, ó enjugarse mas ó defensivos puestos en el capítulo
40
con leí he algo caliente, la cual humedece déosle libro I de la destemplanza del higa-
y
templa el calor; y se le puede á la leche aña- do. como también los ríñones se
podrán un-
d¡r, ó á la
flema de las pepitas de membrillo, la »' con dichas unturas frescas; pero impor-
ó del zumo de la lechuga, ó de la siempre- ,a mucho atender si hay ó si apuntan unas
viva, ó del salitre preparado. manchas ó rnanchilas como acaese en los
• O aplicar por defuera á garganta hojas tabardillos, ó en las calenturas pestilencia-
la
de lechuga ó verdolaga machacada
entre les, porque er.tónces no son seguras las lin-
dos lienzos, en el invierno algo
entibiado, turas manlecosas.
También aprovecha la mantequilla fresca De¿ A//;o.-Cuando molestare el hipo ó sin-
lavada en agua, en la cual ánles se deshace pullo, él cual suele
ocasionarse en las calcn-
un poco de salitre; y de esta mantequilla tomar
te- turas por cosas muy frías, so usarán
ner unas veces del tamaño de un
garvanzo 'os medicamentos suaves, dichos en el capí-
en la nuca; y cuando con esto se
humedecie- t»'» 34 de esle libro I del hipo
ron las rimas ó las rajaduras de la
lengua, ^/^.-Sobreviniendo unos vómitos, se
!
la cualidad (lelos cursos, como liaren una bebe, un pedazo de la asta de venado que-
tazade atole en peso de medio ó de un tomín mada: también lomar polvo de él en dicha
de/.a asta de venado quemada, ó de la semi- agua ó en caldo, cenar unas verdolagas ro-
fría, poner ramas verdes de sauce ó de ala- yerbabu^ñii mojada en vinagre; 6 untar con
mos, y lo que se pondrá cu el sudor sinco- e tnismo vinagre las sienes y los pulsos; ó
t
pal al pié de este capitulo; solo se ha de ob- cuant () n0 hay peligro del mal de madre en
|
a< ,J el
tumor en los hipocondrios ó en los vacíos ^ ja c; ,|,;nllira( dar á beber un poco
que
mUií¡m ], que se sigue para apli- ;
^
ra curar bien estos sudores, es bien se
ca a , as „ arices coraz0íl y estomago,
,. ,
cuando viene la sed ántes, estando muy hú- I que trata del
RS e 30 de os t e libro
•
J(| ,
originados de calor, ya de frialdades, nol causas. Dos principales causas hay quo —
usando cosas muy calientes que pudieren ocasionan el síncope, ó de humores co eri-
encender mas la calentura. eos envenenados, ó de multitud de
humores
Inapetencia para comer —
Llegando el en- crudos y pituitosos: cada uno de estos como
fermo á no poder comer nada ó á no querer, varia la causa de su oríf eu, así *e varían
mantenerlo CüU repetir tasajudas de subs-
tancia. sus remedios y la 4«eVa. .
LIBRO 1 CAPITULO LXXV1. 177
venenado.—habiendo sudor sincopal, ori- una sábana con agua rosada, (en su falta
ginado de humores acres, y coléricos, ó en- con cocimiento de rosa seca) y un poco de
venenados, lo cual se conoce en la complec- vinagre, y echar en dicha sábana polvo de
sion del enfermo, ó de la misma calentura, rosa seca, ó de la flor de granada, y envol-
cuando predomina la cólera, ó en liempo de ver al enfermo con ella^ poner juntamente
lasepidemias pestilenciales, estando inficio- sobre la boca del estómago una tostada de
nado el aire, entonces toca á la dieta buscar pan, mojado en zumo de membrillo, ó de
aire fresco, húmedo, ó hacerlo artificial- granada agria, ó de agraz, ó en cocimiento
y
mente, que tenga alguna virtud adslringen- de verdolagas, ó de Ja yerbamora.
te, como se dirá. (Dieta.) La comida sea lige- O embarrar el cuerpo, en particular las
ra, de caldos de pollos, con lechuga, ó ver- espaldas, ó en donde mas sudare, con yeso,
dolagas, ó caldos destilados, ó sarro deceba- ó polvo de la greta, deshecha en agua, co-
da, y semejantes; y cuando dicho sudor du- mo tina color para pintar, ó espolvorearle
rare mas liempo, se darán pollitos ó pájaros
encima del sudor dichos polvos, ó del pol-
con tajad itas «le agua para be- vo de la cascara de pino; ó á falla de to-
limón. El
ber ordinariamente sea cocida con cebada, dos esos, del polvo del barro* ó del polvo
ó echar un trozo de pan en la vasija, del a de la lierra, ó del almidón: sobre la región
gua; y cuando no hay sospecha de alguna leí corazón poner del zumo de las hoja»
inflamación, se puede dar un poco de vino del sauce, ó de la siempreviva, ó de la ver-
aguado. El sueño, en tiempo del sudor, dolaga, ó agua rosada con alcanfor.
daña; cuando cesa de sutlar, aprovecha; es- Sosegado el; sudor sincopal,
y que haya
cusar todo enojo, y tristeza. En tiempo •1 enfermo recobrado fuerzas, se vuelve á
de mucho sudor secar el sudor varias vec* ilender á la cura de la calentura según
con un paño suave-; usar de abanicos mo- lo pidiere..
ó con clavos de comer, ó con ligno aloé: Cesando la calentura totalmente, ántes
primero se hacen dichas friegas en las pier- que dicho sudor, entónces procurar pasear-
nas: después en los brazos y hombros: lue- se, huyendo del tiempo y del aire destem-
go en las espaldas para abajo: después que plado,', ó mudarse á temperamento algo mas
las friegas hayan calentado bastantemente, fresco
untarlo refregado con aceite ó á su falla, con Sincope de mucha evacuación.— Originán
mantecu de vaca en que antes se ha de freír dose el sincope de demasiado flujo de la
manzanilla, ó ruda, ó salvia, ó de todos es- sangre de espaldas, de los meses, ó muchos
tos- cursos, entónces refregar bien los estre-
Hallándose «1 enfermo fuera de sígritarle ñios, y hacer ligaduras en los brazos y mus-
ces., refregarle las orejas, arrancarle unos dre, usar los medicamentos dichos en su ca-
pelos, aplicar á las narices cosas de olor pitulo 14 de este libro I del mal de madr»
como bálsamo, ó litr^n claveteado, ó una CAPITULO LXXVÍI.
naranja claveteada con clavos de comer y
canela: darle un confortativo, como vino DE LA CALENTURA EPHEMERA,
hipocrás ó agua de canela fuerte, ó caldos San Cristóbal ea abogado de la calen-
de substancia con pocas especias: aplicar tura diaria.
al corazón pichones recien abiertos por lis
espaldas, y al estómago aplicar por defuera ?or seguir cea algún órden en las calen-
uno de los confortativos que e6lán pues- turas, como al principio de ellas se hizo
tos en el capitulo 31 de este libro I de ¡a
mención de sus tres especies en general,
debilidad del estómago, ó en el capitulo 32
que son: primera, simple: segunda, de pu-
de este libro I de la desgana de comer, y de trefacción: tercera pestilencial, se seguir!
y
cuando en cuando, volver a repetir las di-
dicho órden, empezando por la especie de
chas friegas. calenturas simples, como es la epbemera, y
Volviéndose algo en sí, usar entónces de
el sinocho simple, que es calentura continua
ayudas, que para están puestas
la pituita
de sangre, sin haber corrupción adjunta: de
en el capitulo 32 de desgana de comer,
la
la hética, que as la tercera especie de las ca-
fuerzas del enfermo; y mas
atendiendo las lenturas simples, por tener esta muy dife-
seguro e« reiterar una ayuda algunas ve. rentes observaciones en su cura, se dejará
ees, que no enflaquecer al
tnfermo con para el fin de todas las calenturas que son
medicamento recio, hasta «ue haya reco- continuas.
brado fuerzas el enfermo; entónces se po- Calentura diaria, ó ephemera.—Empezan-
como en mismo capítulo de
drá purgar el do, pues, por la calentura que llaman ephe-
tales
la desgana se dice; pues suelen
llegar mera, ó diaria, por razón que comunmente
enfermos á ial desgana, que ni aun caldo termina en veinte y cuatro horas con sudor
puede» pasar. También conviene reparar, suave, y propasando este tiempo, se pasa A
que cuando se da mueba» veces á poquitos, ser una de las calenturas continuas.
no hay qno apurar á dichos enfermos á que De asoleado—Esta calentura se cura se-
'
coman j tintamente mucho, pues de esta ma_ gun aquello do donde tuvo su origen. Cuan-
-
entón-
ñera aun á los sanos se quitará la gana: do se origina por haberse asoleado,
:
mezclar en la comida algunas cosas agrias: ees conviene poner al enfermo en lugar fres-
;
substancia.
LIBRO I CAPITULO LXXVII. 179
siente dolor en lafí enle y sienes, con mucha golpe con que sale. Hallándose descom-
inclinación á dormir, y en el sueño se les re puesto el estómago, es menester esperar su
presentan cosas coloradas, en la cutis exte- concoccion por algunas horas, y echar an-
riormente no luego se percibe ca- tes ayuda, ó habiendo lugar, una purguilla
al tacto,
lor; pero continuando el tacto, entonces se fresca de las que se ponen en el catálogo pa-
percibe mas calor: el pulso es grande, igual ra evacuar el humor colérico, y después se
y frecuente: la orina esta un.poco mas colo- siguen muy bien las sangrías mencionadas,
rada de lo ordinario, con una neblina, ónie de tres á cuatro onzas, según la plenitud de
bla en medio, la cual es blanca, según
ligera, é sangre ó las fuerzas del paciente.
do, y otras veces comienza muy recia, y se labaza blanca, añadiendo unas almendras
está siempre en un ser: en el intermedio dulces, si hubiere, con su terrón de azúcar;
suele haber grandes ansias congojas, con ó en su lugar se podrá beber uno de los ju-
y
mucha frecuencia de la respiración, por lepes frescos, como se verán en el capitulo
calor cualquier enfermedad.— ara conocer Dieta.— La dieta y guarda dicha en las ad-
cualquiera enfermedad que sea si procede vertencias generales do las calenturas con-
LIBRO I CAPITULO LXXVIII. 181
hasta tres, cuatro ó seis onzas de sangre, se- de la granada agridulce, cuatro ó seis onza»
gún la plenitudó fuerza del paciente. ó como una taza mediana, recien esprimido,
Modo de conocer las fuerzas ó plenitud de dejándolo estar por una noche como diez ó
—
sangre por el pulso. Para conocer mas bien doce horas: el dia siguiente deshacer en di-
la plenitud de sangre, se toma el pulso con
cho zumo una ó dos onzas de azúcar, ó del*
los cuatro dedos como queda dicho arriba; jarabe de culantrillo de pozo, y beberlo solo
y sintiendo los golpes apretando los dedos, templado, de una vez en ayunas. Puédese
aun algo mas recios que cuando se afloja- añadir en dicho zamo en peso de un tomin
ren, denota plenitud y fuerza; pero cuando del ruibarbo en polvo y colado, añadir el
al apretar los dedos casi no se siente
pul- jarabe de culantrillo. En los que fueren d e
el
se saca poca cantidad de sangre; ó en lugar cólica, podrán tomar otra especie de purga
de usan ventosas sajadas.
la sangría se según el humor que mas predominare.
Al segundo ó tercero dia se lomarán los Tiempo limitado para tomar las purgas.—
jarabes preparativos para evacuar el humor
Dáse la purga en los primeros cuatro ó seis
colérico, como se verán en el catálogo de
dias de la enfermedad, y no mas adelaute,
medicamentos, como una hora ántes de
los incluyendo en dicha cuenta el primer dia_
comer, la cual comida, como queda avisado aunquefuera de la primera noche que se hu-
en las advertencias generales del capitulo biere sentido acalenturado ó indispuesto,
75 de este libro I, ha de ser los primeros como queda dicho al fin de la cura y dieta
días de la calentura, bien ligera; y como á general en el capítulo 75 de es te libro- 1.
las cinco de la tarde se volverá á lomar otro
En las calenturas coléricas no se necesita-
tanto de dichos jarabes, siempre algo ca-
de jaropear.— Y muchas veces no se puede
liente. Al otro; ó tercero dia después de la
esperar el que la orina mejore de color, y
primera sangría, si la fuerza de la calentura
que parezca la dicha niebla en ella, como
lo pidiere, sangrar otra vez del braza iz
sucede cuando hay calentura ardiente, ce-
quierdo, como se dijo del brazo derecho
rno lo es el causón y otras calenturas muy
Si se dudare de la robustez del enfermo, sá
coléricas, en las cuales conviene purgar lue-
quense solamente una ó dos onzas de san
go el dia después de la primera sangría, sin
gre, y poner algún confortativo por defuera
que hallan precedido muchos jarabes pre-
al estómago, como una pulpa de carnero
parativos.
soasada y espolvoreada con canela, y cuide
Bebidas frescas que atemperan.—No ali-
tener siquiera cada tercer dia régimen
del
viándose la calentura con las sangrías y pur-
vientre, ó procurarlo con ayudas ó calillas. no haber
ga dicha, de lo cual es la causa el
Observándose entretanto la orina de me- estado, que es
Hegado la enfermedad á su
jor color con alguna niebla en medio de la de la
cuando cesa el aumento ó crecimiento
ventosa ú orinal, se tomará por la mañana me-
lomar
calentura, entónces proseguir con
en ayunas la purga para evacuar el humor, con
dicamentos alterantes, que'atemperen y
como se podrá elegir de las que se ponen en
eva- forten, como
queda dicho en el capitulo 75
el catálogo de los medicamentos para en gene-
de este libro I de la cura y guarda
cuar el humor colérico, porque son las pur-
calor grande del cuerpo y
gas mas frescas; ó siendoel enfermo
muy san- ral; como si es a-
sed, hacer julepes frescos del
ca- mucha la
guíneo, y en tierra ó tiempo del año muy
cocida, ó de otros que se ha-
lurosa; se podrá tomar la siguiente,
que es gua do cebada
llarán puestos en el
capítulo 40 de este libro
muy suave y fresca: (Purga suave y fresca hígado, bebiendo
del zumo de granadas.) Tómase del
zumo I do la destemplanza del
URBO l CAPITULO LXXIX. 183
una porción de ellos á las diez de la maña- Accidentes. — Sobreviniendo algún sínto-
margaríton frígidos, ó del polvo de la asía lar en el capítulo 76 de este libro 1 délos
de venado quemada, raspada, ú otro confor- accidentes de las calenturas continuas.
tativo que se hallare. Minorativa al fin de las calenturas. Que- —
Calentura colérica.—-También en esta ca- riondo»Dios que haya cesado la calentura ai
lentura se podrá alguna vez dar un buen catorceno ó ántes de él, se ha de usar de una
golpe de agua ordinaria cocida y fría, des- purga minorativa según la cualidad del hu-
cansando una ó dos veces en el beber; pero mor que mas predominare, para limpiar las
para esto se ha de atender mucho, por cuan- reliquias de la calentura pasada: lo mismo
to esta calentura suele tener su crecimiento se atiende cuando la calentura durare has-
notable, en el cual al mismo tenor crece ta veintiuno ó hasta veintiocho dias, como
también la sed; enfermo no suele acontecer, y entónces volver á tomar
y así procure el
beber en dicho crecimiento, sino esperar otra minorativa como queda dicho. Tam-
hasta que comience á disminuirse, porqu< bién vuelvo á repetir lo dicho de los sueros
j
bebiéndola antes que algo baje el calor, en- en el capitulo 75 de este libro l de las adver-
crudecerá mucho mas mal humor y puedo tencias generales en los convalecientes de
el
lon, según las señales dichas en el capítulo Calentura cuotidiana ó terciana continua*
74 de este libro I de las diferencias de la- —Hasta aquí queda referido el modo mas^
calenturas, se hará lo que se dirá mas abajo ordinario, con el cual se acude á los de las
en este capitulo de la calentura ar- calenturas continuas con putrefacción; y el
mismo
diente ó causón. mismo tenor con poca diferencia, se obser-
Unturas.—También sirven para atempe- va en las otras calenturas continuas, como
rar los humores y calor de las calenturas, es la calentura terciana continua, la cuoti-
las unturas para hígado, ríñones y espal- diana continua, cuyas señales quedan di-
el
das,como son las que se ponen en el capi- chas en el capitulo 74 de este libro I de las
tulo^ de este libro I de la destemplanza calenturas continuas de putrefacción.
del hígado. También so fomentará Cuando el causón ó calentura ardiente se
el es-
gún la intención de dar las friegas, so verá por sangrías alguna purguilla ó ayuda, y
y
en el capítulo 75 délas adverteucias gene- que el enfermo
ansia para be- tenga mucha
ralea. ber, se podra entretener al enfermo como
184 DE LAS CALENTURAS CONTINUAS CON PUTREFACCION.
que se le niega el agua, y después como pre - Difieren las calenturas pestilenciales ó ta-
puntando si bebiera mucha agua si se le die- de las otras calenturas continuas.—
bardillo,
ra, y luego dar de la
agua mas fría, sin nieve Ofrécense los mismos accidentes síntomas,
y
osóla con poca nieve enfriada; peroha de es- como las qt:e acompañan á las otras calen-
tar el paciente aun con fuer zas, no viejo, ni turas continuas del capitulo 76 de este libro
de ántes enfermizo del pecho, ni con obs- I, como son desvarios, vómitos, sudores, cur-
trucciones del vaso: la cantidad del agua se- aos, hipos etc., en estas calenturas pestilen-
rá cuanto de una vez pudiere beber el enfer- ciales; pero se distingue la calentura pesli-
mo, y de allí á un cuarto de hora, si el pa- encial con cierta señal, de ias olí as calentu-
ciente tuviere sed, de nuevo se le da otra vez ras continuas, la cual es, cuando presente la
el agua cuanto de una vez pudiere beber, y •alenlurase ofrecen unas mancbitas mora-
de allí á otro cuarto de hora, símas sed sin- das, ya pocas, ya muchas, ya en todo el
tiere, volvérsela á dar del mismo modo has- Vuierpo óparticularmente en el pecho, espal-
ta que quede como bario, y luego abrigarlo das y cintura, las cuales manchas son seme-
á que sude, y de esta manera sudará ó vomi- anles á las señales que dejan de sus pica-
tará, ó echará el mal por unos cursillos; y las las pulgas; y hallándose estas mam-hitas
si no hubiere moción ninguna, se le echará con calentura continua, se llama propia-
una ayuda ordinaria. mente tabardillo ó tabardete, y en latín Fe-
dichas evacuaciones
empezado muy á lo» a mayor fuerza
son huena »
en el estado 6 e.
pnncipios de a calentura, de la enfermedad,
|
entonces ame- leclinacon; 6 en su
naza d.cho desvario, pues de la falta de tales
la frenesía ó eva-
alferecía cuaciones suelen resultar.
(Repentinos levantamientos
de piernas ó bra Sangre -Cuando en
™s.) y mtIcno mas pe|¡gro muy grandes calen-
tjenpn cuand( •uras sale de la vena
hay algunos repentinos sangre buena eu la
levantamientos de sangría e S
los brazo, ó de las comunmente malo, por .uanto
piernas, porque denota mdica
haber mas malignidad
grave enfermedad del cerebro. que putrefac-
ción, ó que
7'm6/or.-Tambien
ella está muy
retirada y eerca
temblor de las ma-
el «tal corazón,
nos y de la lengua denota cual (porla flaqueza)
la
grandísima debi- antes
resalga, saldrá la vida.
lidad, y de ordinario
fatal. [Sordera La
) Orina—De la orina no hay otra señal
«ordera cuando sobreviene
muy a los' prin- mas
fija que ver en ella, que muchos dias eon-
cipios do la enfermedad,
es muy peligrosa; tmue la señal de alguna
pero viniendo cuando la concoccion loable,
enfermedad se ba-
y que el enaorema, ó como niebla, dentro
ila en el estado, ó en lo
mas subido, ó en la de la orina,
de dia en dia se une,
mayor fuerza de ella, y poco a
y y» para deelinar, o poco baje al fondo del
orinal ó ventosa;
minorarse, es muy buena señal, y
aunque ha- prosiguiendo así, es
ya todavía otros graves accidentes. buena señal. Pero la
orina denegrida con
asiento negro ó cuando
Estornudar— El estornudar es buena se-
.
2 de cataoh 11^^7™™'°- H d
con otro vino .
ina
«.a cataplasma,
uaiajji.ihma, ó
o emplastro á ios "P
C ° ra '' ,3S Per,as
• »<»
~ « »" » ' ¡edra — j «
los piés.
ni comió: de estos dos, como es el bézar ó
Nota de las cosas que se hace uni-
pat a revele? cornio, no se loma mas por
una vez que lo
antecedentemente. -Todas estas
diligencias, que pesan ocho ó diez granos
de Irigo: do
que se usan para reveler, como
queda di- los otros se podrá tomar dos ó tres
cho, y vuelvo á decir, han do laníos en
ser después julepe, ú orchata en
caldo, ó alóle mezcla-
de ia» evacuaciones genérale», las
cuales do, como mas bien pareciere, repitiendo loa
LIBRO I CAPITULO LXXX. 189
dichos polvoí dos ó tres veces a! día, según les.— Los síntomas, ó accidentes que en es-
la fuerza de la enfermedad lo pidiera. En las calenturas pestilenciales se ofrecieren,
falta de todos estos polvos ó medicamentos, <e atenderán de la misma manera como
es el mas socorrido la asta- de venado que smeda dicho en el capitulo 76 de este libro
mada, y hecha polvo; pero mas eficaz con- [ de los accidentes de las calenturas conti-
tra lo maligno de estas enfermedades es no nuas de putrefacción. Solo en estas se ha
quemada, sino limada ó raspada, y hecha de observar, que en los defensivos de la
polvo por si, del cual se podrá tomar de ca- frente, y del corazón, ó de otra parte, nun-
da vez como en peso de medio tomin mas ó ca se les ha de mezclar ó juntar cosa
de vi-
no tanto cuanto bastare para incorporar viéndose sangrado éntes el enfermo, sue-
los dichos ingredientes en forma de em- len algunos sangrar la vena mas próxima,
plasto, y poner de ello sobre un lienzo ten- solo con intento de atraer mas bien la ma-
dido libio sobre las parótidas; atendiendo.; teria envenenada; luego alrededor del tu-
que cuando se calentare mucho con este mor se saja bastantemente hondo, no na-
emplasto, se apartará por un rato, y se viendo arterias, venas ó nervios, y con a-
pondrá en su lugar migajon de pan con gua caliente, y salada, se fomenta un rato
una yema de huevo, y un tantito de man- la dicha parte: luego se le pone un grano
teca, ó mantequillamezclado; y después de solimán en el mismo medio del carbun-
de un rato volver á poner el mismo em- co, y sobre todo el tumor: se toma de la
plasto. También conviene al mismo tiem- ruda majada un puño, de la levadura de
po, para diver tir algo, poner en la nuca, ó pan una onza, de polvo do la pimienta lo
cerebro dos vesicatorios como dos medias que pesa un tomin, y dos yemas de hue-
nueces á los lados de un hueso, ó vértebra, vo: de todo esto so forma un emplasto, y
LIBRO 1 CAPITULO LXXX. 191
que se hace de dos onzas de la trementi- y Sania Rosalía son abogados de lat virue-
na, dos yemas de huevo con un poco de las, y sarampión.
aceite rosado, ó aceite común; y como lla-
ga ordinaria se curará basta cicatrizar.
aliviado el enfermo de las ansias penosas, no darun jarabe agrio para refrescar, co-
con mayor quietud, con voz, y respiración in» del zumo de limón, ó del zumo de la»
fácil; y cuando las viruelas fueren al pini- acederas, ó del zumo de las granadas agria».
cipio coloradas y blancas, blandas y re- ,El modo de hacer dichos jarabes se verá en
dondas, algo levantadas como unos tumor el catálogo.
cilios, que solo ocupan el culis, y no pe-Sangrías.— Las sangrías no convienen en
netran en lo interior de- la carne, las ta- esta enfermedad, solo cuando al salir lai
les son de salud. viruelas se aumentare la calentura, y las
Señales de las peligrosas.— Las que son pe- ansias con la orina muy gruesa,
y colora-
ligrosas, ó fatales, no hallan alivio cuando da, como acaece cuando parte de la misma
han salido dichas viruelas, ánles persevera sangre ha pasado á corrupción, y que sea
la misma calentura con las ansias que te- en gente, ó muchachos algo crecidos, en-
nia ántes que saliesen, con respiración difi- tonces se suelen sangrar en poca cantidad,
cil, la cual denota haber viruelas en el pul- solo por ayudar á aliviar la carga á la na-
món: también es malo, cuando con) mucha turaleza, porque tenga mas fuerza sobre lo
debilidad hay flujo, ó cursos del vientre: demás. También en ios adultos, ó. mas cre-
malas también son que salen muy tarde,
las cidos, según algunos .lutores, se adminis-
.ó muy duras, ó unas, encima de otras, ó tra la sangría, pero bien al principio, en
muy metidas: también es peligroso cuando particular si al tercero, ó cuarto dia aun
orinan sangre» ó cuando escupen sangre no apuntaren; y así ántes que parezcan, ó.
con la saliva mezclada, porque- indica,, que salgan las viruelas, serán las sangrías,
interiormente hay también viruelas, quere- siendo juntamente de complexión sanguí-
bentaron; y peores son las viruelas que sa- nea, cuyas señales se verán en el capitulo
len manchila negra & verde en medio de 1 de este libro I. Y en tales sanguíneos,
ellas: y la pésima señal es cuando después siendo de ocho hasta catorce años, es útil
de salidas, luego se retiraron para dentro, á los principios aplicarles ventosas saja-
y los tales se mueren comunmente en vein das en las asentaderas, ó muslos, y sacar
tey cuatro horas-. según las fuerzas una poca desangre.
Cura general.— La cura de las viruelas, Purgas.— Purgar tampoco conviene ge-
ó del sarampión en lo general es, que lúe
neralmente, si no es muy al principio, án-
go desde que empieza la calentura se abri
tes que baya certidumbre de viruelas; pero
gue moderadamente, sin quelesdéel aire,
cuando ya apuntan para salir, es perni-
cubrirlos con paños colorádos, si hubiere:
cioso el purgar. Al tiempo de la enferme-
también suelen poner en ó la vivienda,
a-
dad, cuando saltare el régimen natural
enfermo una oveja, ó earnero
posento del del cuerpo, se harán calillas de sola chan-
vivo, por cuanto este animal fácilmente a- caca, ó se echerán ayudas de caldo, ó de
trae á si lo maligno de la enfermedad. ¡eche, ó del cocimiento de cebada, cocien-
Bebida ordinaria.— El agua ordinaria pa- do en dichos licores unas pasas, y orozuz, ó
ra beber es de cebada cocida, ó de la ras- solo un poco de azúcar, y unas yemas de
padura de la asta de venado, ó la segun- huevo, pero sin sal» ni otra cosa.
da délas lentejas cocidas: también se pue- Medicinas específicas.— Vara ayudar á es-
lentejas, en
den añadir á dichas aguas cocidas unos peler es buena el agua de las
dos, 6 tres veces al
higos curados, porque ayudan á expeler. la cual se podrá dar
cuando en cuando convie- dia lo que pesan tres ó siete granos de tri-
Entre dia de
LIBRO I CAPITULO XXXXL. 193
go de piedra bézar, ó dos tantos del co- mos, añadiéndoles un poco déla piedra a-
la
medio tomin, poco mas, 6 menos, según el Ojos.— Para preservar los ojos, conduce
paciente fuere, polvo de la raíz del lavarlos (antes que en ellos prorumpan las
del
cuanenepile, ó de la raspadura de la as- viruelas, y cuando empiezan á salir, enton-
la de venado molida, ó de los polvos de ces á todas bofas) con agua de llantén, y de
diamargariton frígidos. rosa con un poco de azafrán, 6 con aceite
de la clarade huevo bien batido, y revuel-
Tos.— Apretando mucho la tos, lomar de
to con agua rosada; y para resolver las vi-
cuando en cuando media cucbaradila del
ruelas, que ya salieron en los mismos ojos,
jarabe de culantrillo de pozo, ó que chupe
echarles varias veces unas gotas do sangre
de un poco del orozuz, ó de una pasti-
recién sacada de una ala de las palomas».
lla de boca. También mitigan la tos unas
También es buena la tuti a con agua de llan-
ventosas secas ó sajadas en los muslos ó
tén, y un poco de azafrán. Cuando se en-
asentaderas, ó dar á beber en el agua de
tumecieren los ojos, que no se puedan a-
la bebida ordinaria un poco délas semillas
brir, fomentar, ó lavarlos con cocimiento
de las adormideras con azúcar molidas.
de malvas, y pepitas de membrillos moli-
Garganta. -Para defender á la garganlaó
das, asi bajará el tumor; y si enlónces se
á las fauces, ánles que en ellas prorrumpan viere
alguna neblina en los ojos, soplar en
las viruelas, se gargarizarán con el coci-
ellos azúcar candi, ó do la azúcar mas fina,
miento de cebada, y con hojas de llantén, ó
y bien remolida. Fuera do esto conviene
del encino, ó do la cáscara del tepeguage,
tener mucho cuidado que no se refrieguen
ó de rosa seca, ó de la flor de granada: de los ojos,
habiendo viruelas en ellos; pues
cualquiera de esos ingredientes cocerlos en
muchos se ciegan, ó quedan con lacras por-
bástanle agua, y añadirle del zumo de gra-
loda su vida, descuidándose.
nadas agrias, ó de las moras, cuando hubie-
La tez, ó el cutis.— Vara defender la tez,
re; y si no, solo se podrá añadir á los dichos
ó elcútis de las grandes señales que suelen,
cocimientos un poco de zumo de limón; ó
dejar las viruelas* no se ha de lavar con co-
de vinagre, que algo sobresalga el agrele,
y sas adstringenle*, con el fin de
atemperarlp con un terrón de azúcar ó me- que no sal-
gan, porque es peor;. sino cuando han sali-
lado. Cuando por chiquitos no pudieren
do, y ya madurado, hallándose blancas en
usar de gargarismos, lomen lamedor, ó
ja<- medio,
lo cual, comunmente sucede al no-
rabe beclio del zumo do las moras, ó del
veno dia de la. enfermedad, enlónces,
zumo de granadas, ó de la rosa seca; tam- y no
ánles, untarlas con aceite do almendras
bién les podrán dar do la flemilla que
se dulces, ó con la injundia
de gallina, ó man-
saca por cocimiento de las pepitas de
los tequilla fresca de
vaca dos veces al dia, ó.
membrillos, con otro tanto del aceite de al-
con pomada de Valencia,
mendras dulces; ó á falta de él, de la man- y aceite de al-
mendras dulces, con una plumita, de esta
tequilla, fresca, ó de la injundia de
gallina manera no ahondarán
tanto las viruelas,
recien sacada, con mezclar á lodo y
ello un caerán mas breve.
Lo que mayores seña-
tantito de polvo do azúcar, que
salga como les y hoyos causa, es
cuando se rasca el
un lamedorcillo, lo cual es eficaz,
dando de paciente,. ó rebienlan las viruelas ántes de
ello de cuando en cuando media
cucharada maduradas.
ta. Cuando hubiere llagas en la garganta,
Cicatrices.-— Las señales, ó cicatrices, que
gargarizarso con los susodichos gargaris-
suelen dejar las viruelas, para que no afeen.
13
194 DE LAS VIRUELAS Y SARAMPION.
mer grado es cuando se conoce, que al pa- ríñones, ó de inflamación, ó de algunas lla-
ciente se le está consumiendo lo rorido, ó gas grandes; ó en las mugeres del mal de
jugoso del cuerpo. El segundo grado, cuan- madre, ya de cursos, ó mucha evacuación
LIBRO I CAPITULO LXXXH. 195
quen, y humedezcan, como de cañafistula, que coma estas comidas sólidas, se entien-
tamarindos, ó ciruelas pasas, cuando las de que se dan al enfermo, no ya á lo últi-
pudiere haber; y en lo demás, cuando estas mo, postrado de fuerzas, sino antes que las
no se hallan, se suplen con ayudas que jun haya perdido. Para los muy postrados con-
lamente nutren, como cocer en tres cuarli viene echar de cuando en cuando unas a-
líosde agua dos puños do cebada, orozuz yudas de sustancia, ó la susodicha, ú otras
media onza, una6 veinte pasas sin granos, ordinarias, que se hacen del caldo de la olla
«na onza do las semillas frías, hora sea de sin sal, etc. También se les permiten unos
pescaditos blancos, y frescos do carne de-
tnelon, de sandía, de pepinos, de calabaza
licada, no secos, ni salados. Conducen los
tblanca, y rosa ó flor de borrajas, hasta que
-se consuma la mitad de la agua: luego co- ajolotes.
larlo, y añadirle tres onzas de mantequi- Conviene abstenerse de todos aquellos ne-
lla fresca, y dos de azúcar morena, y dos
gocios, y de lo que pudiere inquietar el áni-
yemas de huevo; la cual ayuda se echa- mo. El sueño no ha de ser muy largo, ni
rá 'templada, mas fresca, que caliente, de muy corlo; y el régimen del cuerpo, si en
cuando en cuando; y hallándose algo mas él hubiere estitiquez, se podrá aliviar con
estítico en regir, se podrá añadir. á esta a- unas calillas, ó ayudas, como arriba queda
yuda una onza, ó mas de cañafistula. La dicho, ó con ayuda de caldo de pollos, ce-
ayuda de cebada, y malvas una taza, y olra bada, azúcar, y mantequilla.
<le leche con tuétanos de res, es buena. Bebida.—El agua ordinaria para beber
ffltétír, ¡/guarda,— La dieta para esta en-
será el agua cocida de cebada, hasta que
del baño es por la mañana, después que tugas, ranas, y ajolotes: ponerlo en un»
haya regido del cuerpo, ó por sí, ó con al- olla vidriada, ó en olla de cobre estañada
guna ayuda, ó calilla, ó como dos, ó tres sobre una regila do palitos limpios, que se
horas después que se haya desayunado, con afianzan primero en dicha olla, para que
algún caldo, ó leche, ó yemas blandas de entre el fondo de la olla y regila quede
huevo, ó chocolate. El rato, ó tiempo de un espacio para el licor quo destilare la
estarse en el baño es hasta tanto que el carne; y sin añadir á la dicha carne otra
paciente sienta refrescarse agua del ba-
humedad, que la suya, tapar la olla muy
el
ño, que al entrar había reconocido libia. bien con masa, y meter dicha olla tapada
Unturas.— Cuando el paciente no se pu- en otra olla grande, ó caso con agua, sin
diere bañar, untar hígado, y las espal- que alcance el agua á la masa de la olla
el
das con unturas frescas, dichas en el ca- lapada, y cocerlo de esta manera por cin-
pitulo 40 de este libro I déla destemplan- co horas, ó mas, con esto estilará abajo la
za del hígado; ó coger mantequilla fresca sustancia clara del capón, y de la carne; la
de vaca como dos onzas, y olio tanto de la cual por si» ó en olio caldo, se dan dos, ó
leche de muger recien sacada; ó sacar la tres veces al dia unas cucharadilas, y es
flemilla de las pepitas del membrillo, ma- muy especial para restaurar á los héticos.
cbacado, y cociéndolas en una escudilla de Nótese por último, que muchos héticos sa-
agua, y mezclar con dicha ílemilla una, ó nan sangrándolos de las venas comunes,
dos onzas de lainjundia de gallina, ó del según sus fuerzas.
tuétano de ternera; ó hacer una unlurilla
delgada, no muy espesa, y untar al enfer-
mo todo el cuerpo, en particular el pecho,
y espinazo, con aceite violado, ó con ajo-
LIBRO I CAPITULO LXXXIII.
nen como ciertos periodos en ir y volverse, da diclio, originada do cólera natural sino
hallándose el paciento por algún tiempo li-
espuria, como ahora se dirá.
bre de toda calentura, con la cual se dife- Espuria.— La terciana espuria ó no esqui-
rencian de las otras calenturas continuas, sita, es la terciana quo se origina de cólera,
como de la terciana continua, según en el
y con otros humores mixtos, en particular
capitulo 74 de este libro de las diferencias con la pituita, cuya accesión ó paroxismo,
I
de las calenturas queda dicho y de otras se- comunmente escede las doco horas, y aun
mejantes, que aunque doconlicuo no aprie- suele llegar á durar veinte cualro. y
tan igualmente, nunca los dejan totalmente Pronóstico.— Cuando en los labios de la
libres. boca ó narices brolan unos granos ó Magüi-
Diferentes especies de las calenturans itermi tas, es señal que acaban ó cesan de repetir;
tentes ó de los fríos y calenturas. —
De eslas pero la mejor señal es, cuando sobrevienen
calenturas intermitentes hay también di- unos cursillos de concoccion.
ferentes especies, según variaren sus dichos Dieta y guarda. -La guarda y la dieta en
periodos ó tiempos; y en común ó vulgar- el comer y beber, se guarda como en las ca-
mente las llaman porque lenturas susodichas, según la cualidad de
frios y calenturas,
cada vez que dan estas calenturas intermi- los humores que ocasionaren la tal calentu-
tentes, siempre hay frío y hay calor, uno en ra; y así, solo se advierte, que el dia quo ha
pos de otro, ya el uno ya el otro, mas ó me- do darla calentura no se coma ni se beba,
nos fuerte, según los humores que causan ni se duerma las cuatro ó cinco horas que
semejantes fríos y calenturas. fallan para venir la calentura; porque fo-
Las especies que mas ordinariamente se mentándose el humor de la calentura con
suelen ofrecer, son las tercianas cuotidianas la nueva comida, antes de digerirse, so
y cuartanas, las cuales ahora se pondrán exaspera mas la calentura, escepluando
con sus curas. Otras hay también que se cuando una calentura alcanzare la otra, co-
llaman quintanas ó septanas, que raras ve- mo suele acontecer en la calentura cuoti-
ces se ofrecen y se llaman asi, porque repi- diana; entónces se escoge el tiempo medio
ten cada quinlo ó séptimo día. entre las dos accesiones, ó en la declinación
Terciana intermitente y su causa.— Calen- do la calentura antecedente, como cinco ho-
turas tercianas intermitentes se
llaman los ras antes del principio de la que se sigue: ó
frios y calenturas, cuando cada
tercer dia cuando hay mucha debilidad fuerzas en de
repiten, dejando un dia intermedio
libre, el enfermo, ó cuando el enfermo es de tem-
empezando con frío, al cual so sigue el ca- peramento quemado pierocolo;
ó y cuando
lor, y comunmente terminan con sudor;
y se »rl cuerpo no tuviere su régimen natural, so
198 DE LAS CALENTURAS TERCIANAS INTERMITENTES.
suplirá con ayudas emolientes ó con cali- Cura de la terciana espuria.— En las otras
llas,según so verán en el catálogo do los tercianas furias de cólera y pituita mixta,
medicamentos. pueden se dar las purgas y vomitorios algo
Cara de la terciana legitima ó esguisita.— mas eficaces, porque
los humores que la
Cuando hubiere calentura esquisila, según causan son algo mas rebeldes; hallándose
y
queda dicho, por tener su origen de la có- en persona robusta juntamente sanguínea,
y
lera,no conviene evacuar con sangrías co- enlónces también conviene la sangría del
piosas, sino solo para atemperar las necesa- brazo derecho de la vena que
mas parecie-
rias, luego con purgas ó vomitorios, según re;
y el otro ó tercero dia, (que no sea al
mas humor, ó el pacien- mismo tiempo de la calentura) del brazo iz-
fácil se inclinare el
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•h^mmam¿ tl cIav0S> pim¡enta: y co ad<>
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frío>
el
lo
ajo amasarlo
que se puede moler, y luego con
vinQ> , upg0
muy bien en un almirez, con los píes a.
m ^m<¿ .
guen de las tercianas dobles, las cuales y purgado, son los siguientes: como cocer
también repiten lodos los días; pero corres- en cuartillo y medio de agua, tres puñilos
ponden (según el tiempo, ó según la fuerza, de manzanilla, y dos puñilos de eslafiale ó
ó duración de las calenturas) unas á laso- verbena, que es mejor, has'.a que se con-
tras cada tercero dia. suma casi la mitad: después de colado se
Cansa.— Los fríos y calenturas cuotidia- le añadirá una onza de azúcar, y bebcrlo
nas, se originan de la piluita, que se cor- por la mañana eu ayunas dos ó tres horas
rompe en la primera región, y es mas ó me- ánles que énlre la calentura. En los quo
nos rebelde, según la cantidad de la piluita están acostumbrados á beber vino, se podrá
viciosa: estas tales calenturas en cuanto su hacer el dicho cocimiento con un cuartillo
paroxismo ó accesión, duran comunmente de agua y un poco de vino.
doce horas: aun no deja de quedar como al- No habiendo en el enfermo notable des-
guna reliquia de ellas por algunas horas templanza del hígado, conducen para estos
mas ó menos., y suele suceder, que alcanza fríos
y calenturas, también los jarabes de ja
una calentura á la otra. Hase observado, zarza ó del guayacan, cuya composición so
que semejantes calenturas abrevian, cuan- verá en el capitulo 86 de este libro I del
do con algunas evacuaciones espontáneas morbo gálico.
se ayuda la misma naturaleza.
LIBRO 1 CAPITULO LXXXV 201
Zjos fríos y calenturas que llaman cuarta- coma hasta quitarse ó minorarse bien la ca-
nas intermitentes, repilen sus accesiones al lentura: las viandas han de ser de fácil di-
cuarto dia, teniendo dos dias intermedios gestión, como pollos, borceguí tos, temerá
libres, las cuales se originan del humor me- tos y cabritos, con unos garvanzos en la olla,
zar, ó con estirarse, con una pesadez de to- grande, y de la carne muy salada, y délas
do el cuerpo: luego sigue el y de allí A
frió, tosas muy agrias, y también de las legum-
un rato entra el horror con quebranta hue- bres, escepto los garvanzos. Los nabos a-
sos que llaman, después poco poco se en- prueban muchos autores, y los dan para to-
á
ciende en calenturas: la orina al principio marlospor medicamento, con tal que el agua
blanca como agua, después mas colorada y primera en que dieron un solo hervor se
gruesa. «lerrama, y con nueva agua bien cocidos, á
Cuartana legitima.—Estas señales se ob- cuyo caldo se añade un tantito de azúcar y
servan benignas, cuando dichas calenturas manteca de vaca, para comerlos de esta ma-
se originan de humor melancólico natural, nera: el sueño conduce escepto cuando quie-
y en tal caso se llama cuartana legitima. re dar la calentura! el ejercicio aprovecha
Cuartana espuria.— El otro humor melan- los dias libres: y cada y cuando que se ha-^
cólico, es la cólera ó bilis adusta, la cual oca- liare fuera
de lo ordinario adstringido el
siona cuartana espuria, que también tiene cuerpo, usar de ayudas ó calillas.
la
las susodichas señales, pero con mas fuerza; Cura general,— La cura de la cuartana le-
y comunmente procede la cuartana espuria gitima, poi originarse de la melancolía na-
délas calenturas tercianas ó 'cuotidianas, tural, que es humor grueso y ter-
frió, seco,
6 también de las calenturas continuas cuan- restre,permite usar cosas algo calientes,
do estas se mudan en cuartanas. que humedecen y adelgazan.
Pronóstico.— Cuando la calentura cuarta- Advertencia en la cuartana espuria.—Xa
na simple, pasa á hacerse calentura conti- cura dé la cuartana espuria, por sor origi-
nua, comunmente muy
peligrosa; y tam- nada do cólera adusla y de humor mas del-
es
bién cuartana espuria es mas peligrosa gado, aunque los mismos medicamentos sir-
la
que la legítima; pero comunmente dura la ven para su cura, como para la legítima, se
legitima mas largo tiempo que la espuria, observa en la espuria, que conviene añadir
porque la espuria se origina de humor mas en esta algunos medicamentos dichos do la
delgado y tenue, y la otra de humor mas atrabilis y cólera adusla, en el capilulo47 de
grueso. este libro I, de la melancolialhipocondria-
Dieta y guarda.— En la dieta de las cuar- ca, como son las yerbas de la achicoria, en-
tanas se ha de escusar lodo exeso en la co- divia, doradilla, culantrillo de pozo, de so-
202 DE LAS CALENTURAS CUOTIDIANAS INTERMITENTES.
fuera de aquestas purgas, es buena la si- la vena saphena del pié izquierdo,
según»
guiente: Tome del polvo de la hoja sen en mas claro so verá en el capílulo
54 del li-
peso de dos ó tres tomines, algo mas ó me- bro II.
nos, según la robustez del paciente, en una Medicamentos específicos.— Al tiempo que
tacita del cocimiento del eslaíiate,
y repetir que quiere dar el frío, tome de la triaca en
esta cantidad cada semana ó cada mes una )eso de un tomin con vino aguado algo ca-
y
vez; ótome media onza del polvo de hojas ienle, como una hora ánles del frió; pero
«en, y de la canela lo que pesa medio tomin, a triaca no aprovecha hasta que halla coli-
y otro medio tomin de agengibre, y del aza- cuación, cnno se dijo en el capílulo de la
frán como diez hebras, del azúcar como me- erciana.
dia onza: todo hecho polvo y cernido, se re- O lome solo azafrán molido en peso do
vuelve muy bien, y se l eparle en tres canti- diez ó quince granos de trigo en un poco do
dades iguales, y de estas se tomará una can- vino de ubas; ó en lugar del dicho azafrán,
tidad de una vez en una tacita de vino agua- lome en peso de medio tomin ó algo mas, do
do poco antes que empiece el frío, y repetir- la semilla de ruda y del peregil, ó del uno ó
lo en tres ocasiones, en tres semanas dife- del olro por si en dicho vino. También el
rentes, cuando estuviere algo débil
pa- hígado de la liebre, ó del cabrilo, secado y
el
medicamentos como queda dicho de la cuar- quitado las calenturas; tomándolo siempre
tana simple. á la hora que con poca diferencia solia repe-
calentura, por cuanto de esta manera
Medicamentos para iodo género de frión tir la
en la Nueva-España llaman árbol del Perú, Hacer conserva do las acederas, como se di-
pues no se habla de este, sino de unas cás* ce en el catálogo de los medicamentos; ó del
caras que (irán al color de la canela, aunque sosocoyol? que llaman en lengua mexicana:
mas obscuro, que vienen del mismo reyno de esta conserva de las acederas tome un»
del Perú, y se hallan en todas las boticas cu- onza, y del polvo do la cascarilla media on-
riosas; y por las muchas esperiencias hasta za para persona robusta; y para las personas
hoy en dia, no hay mejor medicamento, ni de menor edad ó fuerzas, se podrán lomar
mas seguro para quitar cualquiera género dos tomines en peso poco mas 6 menos: in-
de fríos y calenturas, en ayunas. corporar los polvos con dicha conserva muy
Uso de la cascarilla del Perú. — El uso de bien, y pai tirios en dos partes iguales: la-
esta cascarilla del Perú, es después de ha- una parle se da luego como hora y media án-
berse purgado con las purgas mencionadas tes que venga el frío, y entóneos se beberán-
en los propios capítulos de la cualidad que unos Iraguitos tío vino de ubas encima: el'
fueren los fríos y calenturas: lome en pe- que no pudiere, beber vino, beberá unos Ira-
so de un lomin ó Ismin y medio, del polvo guitos de agua caliente, y abrigarse sobre
de la cascarilla bien molido y cernido, para ello, procurando buenamente sudar; y la
personas medianamente robustas; para otras otra parte que quedó del dicho medieamen-
de menos edad ó fuerza, bastará en peso de lo, se lomará cuando actualmente estuviere
medio 6 de un lomin: esta cantidad del pol- con los calores, y entonces se beberá enci-
vo se echará en una, dos ó tres onzas de vi- ma agua caliente, y nada de vino. En lo-
no de ubas un dia ánles de la calentura que demás de purgarse ánles, y de guardar la
se quiere lomar, y se deja estar en un lugar dieta, como queda dicho en sus propios ca-
templado, no muy caliente, para que no se pítulos, no se escusa-
seque: y cuando quiere empezar á dar el fi jo, Habillas de la mar del Sm\ para fríos \f
se beberá toda esta cantidad de una vez, calenturas —
Hállanse también en las pro-
añadiéndole del agua algo caliente, cuanto vincias de la Nueva- España, asi á las cosías-
bastare para poder tragar los dichos polvos, del mar del Sur, como en
las costas de Tam-
y luego abrigarse moderadamente, por si pico, Gamoragua otras parles, unas hebi-
y
viniere algún sudor, porque este medica- llas que comunmente son de color cenicien-
mento no hace por sí sudar ni obrar, pero tas
y algo redondas, del tamaño de avella-
contorne por su cualidad oculta, especifi- nas, de las cuales hay dos especies, porque
y
ca el humor pecante; y se ha de repetir di-
echándolas al agua, unas nadan encima y
cha cantidad y dicho modo de lomarlo, por otras bajan al
fondo; á unas llaman macho
tres ó cinco veces, aunqjie á la segunda vez
y á oirás hembra: su uso para los fríos y ca-
(como comunmente suele suceder) se hayan Icnturas, es el siguiente: Eseógcnse de di
204
DEL MOR RO GALICO.
San Rafael es abogado contra el morbo ó hu- y para que estos jarabes alcancen mas
lla;
humor, me remito
capítulo 1 do este libro, cuatro ó cinco cuartillos, ya hecho jarabe.
al
en donde brevemente se ponen sus señales, De este jarabe lomará el paciente por siete,
como también la propia diela, ó purgas, \
ocho ó nueve días seguidos, cada vez según
otros medicamentos para cada complexión los diasque quisiere tomarlos, la séptima,
ó humor. En particular en los melancóli-
octava, la nona parle de ellos. El tiem-
la
cos, soobserva que tienen varios tolondro- po mas conveniente es lomarlos por las
ma-
nes duros en la cabeza y otras partes del ñanas en ayunas, 6- unas dos horas
después
cuerpo, que ni maduran, ni se resuelven del chocolate; pero en tiempo ó tierra
muy
con medicinas, y en esos sienten poco ó calurosa, será mejor tomarlos á las cinco
ó á
ningún dolor. También suelen tener los las seis de la tarde, habiendo comido
como
huesos de Las espinillas de las piernas y de cinco horas ántes; tomando el jarabe,
y co-
la cabeza, como levantados, mo queda dicho, se procurará sudar arro-
J.mabes de la zarza, y el modo de tomar- pado
moderadamente por una hora, poco
los,— Los jarabes de la zarza ó «arzaparri-
mas óménos, según las fuerzas del pacien-
Ua,. se hacen de diferentes maneras: lajnas
te; y sosegado el sudor, mudar la camisa con
común y selecta, es como se sigue: Tome
sahumada. ¡otra
una libra de la zarza: partir cada raiz con Algunos añaden, á dichos jarabes con la
un cuchillo por medio, según el largo de la hoja sen, una onza de acíbar; pero por
cscu-
raiz, y después cortarla en pedacilos, sobre sar el amargor, se
pudiera tomar ántes do
los cuales en una olla capaz so echan como beber el
jarabe, por cada vez una pasa, sa-
veinte cuartillos de agua hirviendo; y así cados
sus.huecilos, con hinchirla del dicho
tapada la olla, se deja estar en infusión acíbar en polvo
cuanto cupiere; ó tragar el
por veinte y cuatro horas: luego á fuego acibar en forma de
pildoras; ó añadir al
manso en la olla lapada y barreada, so cue- primer cocimiento de zarza
el pesode'dos
ce suavemente, hasta consumirse la mitad, reales de
arislolchia redonda.
que quede como en diez cuartillos, lo cual Los días que se lomaren estos jarabes,
¡
si,
se colará por un paño. Esto licor colado no hubiere buen régimen
del cuerpo, usar
se pondrá otra vez á cocer con dos onzas de de
ayudas, ó purguitas suaves, que no,
la hoja sen, y con tres ó cuatro puños de postren las
fuerzas; y también se advierte,
las yerbas siguientes, que se pudieren ha- que
para personas débiles, no han de ser
llar, como es el culantrillo de pozo, la dora-
oslos jarabes tan fuertes;
y así se podrá co-
dilla, la palomina, la escabiosa, las raices
ger la mitad ó ménos, de la zarza,
y de la ho-
de las borrajas, las raices del peregi!, del ja son, ó del acíbar; los
demás ingredientes
orozuz, del polipodio, de unas semillas del no debilitan, También en el tiempo, ó fuer-
cártamo, que asi se llama en lalin, ó el aza- za de sudar, se ha de arreglar según
lo per-
frán de los pobres, cuyas semillas tienen al- m¡ ti eren las fuerzas del paciente.
guna semejanza del maiz chico: de lodo lo Jambes del (juayacan.—X falta de la zar-
que se hallare, se machacara ó se majará za, también es
bueno usar en la misma can-
con la dicha hoja sen, y se cocerá como que tidad del palo -
santo, ó del guayacan hecho
da dicho, hasta que quede como en seis ó hastillas
pequeñas junto con su cáscaca.
siete cuartillos, lo cual se esprimirá
recio También algunos mezclan la mitad de la zar-
por un paño; y volviéndole á añadir
al licor za con otra mitad del guayacán para
hacer
últimamente colado, cómodos libras do azú- dichos
jarabes, añadiendo los demás ingre-
car, so volverá á cocer,
y á despumar hasta dientes mencionados al modo dicho.
el punto de un jarabe, que quede
como en Cuando el humor gálico estuviere tan re-
20G DEL MORBO GAMCO.
tes, que en tiempo de las unciones se sue- tomo enjundia añeja de marrano diez on-
len ofrecer, necesita de persona práctica, zas, del azogue vivo, y pasado por una ga-
quien sepa puntualmente atajar ó corregir- mucita tres onzas: mortificarlo y menearlo
los; se observará lo siguiente. mucho tiempo (que no parezca) en poca tre-
Prevención para dar las unciones antigd- mentina ó saliva: luego añadirle del aceite
Hcas.—Anies de lomar las unturas es bueno en que se ha frito ruda ó manzanilla, ó enel-
haber lomado pocos dias ánles, los dichos do, y menearlo junto muy bien: después
jarabes de la zarza, y prevenidoso con algu- añadirle do la ceniza de los sarmientos, ó
nas purguilas ó vomitorios medianos, si se del encino, ó roble, lo que basta para dar
hallare fácil el paciente para trasbocar. cuerpo á la untura: últimamente se le mez-
También por las contingencias se loma el cla una media onza del copal ó del incienso
sanio viático ánles délas unciones, porque bien remolido, volverlo á menear ó atraerlo
•babeando no se administra este santo Sacra- á una mano en un almirez muy bien, y guar-
mento. Cuatro dias después de haber loma- darlo para el uso.
do la susodicha purga ó vomitorio, comienza Resguardo de el sitio ó del lugar para las
ú tomar el enfermo las unciones: la hora es el unciones.— E\ lugar ó sitio adonde se dieren
primer dia á las dos de la tarde, habiendo las unciones, no ha de estar cspueslo á nin-
comido á las ocho de la manatí»; y si la un- gún aire, sino muy bien resguardado, por-
ción ó untura para la unción, estuviere he- que hasta el ambiente se repara de los que
cha uno ó dos meses antes, y cada cuatro entran ó salen á asistir al enfermo, y puede
días la revolvieren de arriba abajo, estará cualquiera aire ocasionar graves daños.
mucho mejor que la fresca por incorporarse Unciones generales y particulares.— Las
asi mejor. unciones que sedan en el morbo gálico, ó
Ungüento para las unciones.— La untura son generales, ó son particulares, según mas
se hace de esta manera: tome de la enjundia ó menos se hallare el paciente preocupado
añeja de marrano ocho onzas, manteca de va- del humor gálico.
Las unciones particulares son cuando so-
ca dos onzas, aceite de laurel, de eneldo, de
lamente se unían los pies y piernas, manos
manzanilla, de cada uno una onza y media,
brazos, ó aquella parte del cuerpo, que
ungüento de alteados onzas y media, azo- y
inmediatamente padece los dolores gálicos;
gue vivo (esprimido por una gamucita, y
las unciones generales son cuando se un-
bien meneado ó mortificado en trementina, y
parles y otras mas.
ó en el eumo de limónó en saliva), tres on- ían todas estas dichas
zas y media: todo lo dicho tráigase á una (Cómo se
dan las unciones.] El modo de em-
es empezando
mano en un almirez, echándole al fin un po- pezar á dar las unciones,
por las plantas de los piés, luego los
co de la ceniza de los sarmientos ó del enci- siempre
tobillos, y después las rodillas y las corbas:
no, porque lome buen cuerpo dicho un-
después las muñecas de las manos y losco-
güento.
Ungüento para de
las imciones
ricos. Pa- dos, con las sangraderas: luego los hombros
—
hácia las espaldas, los huesos del cueHo y
ra los ricos se le puede añadir triaca una
todo ei espinaso y las ingles: (Lo que no se
onza, polvo de la canela, nuez moscada y
clavos, de cada uno lo quo pesa un
lomin: ha de untar en las uncioties.) la cabeza sola-
LIBRO I CAPITULO LXXXVI 207
nunca se lia de untar: el pecho, ni el estóma- se repiten mas unciones; y mucho mas so
go, ni tampoco el ombligo se unta, porque cesa de todas las unciones, luego que al en-
impide la salivación ó el babear. fermo sobrevenga algún accidente, como
En donde hubiere mayores dolores ó du- desmayos, sincope ó muchos cursos con de-
Tezas ó hinchazones, allí se apretará algo bilidad; y entonces es preciso quitar toda la
mas la mano, y se pondrá una poca mas de ropa que le molestare, y acudir á los acci-
Para una unción, aunque sea el cuerpo del Dieta al tiempo de las unciones .—La dieta
hombre mas fuerte, le basta de la untura en tiempo de las unciones, mientras se pu-
una onza y media. Para los delicados y pa- diere mascar, se da guisado y asado lo que
ra los que no están muy malos, les bastará fuere de fácil digestión, como gallina, carne-
una onza ó algo menos. ro y semejantes: palomas, ó los pichones son
El mímero ó tiempo de las tinciones,— YL\ sospechosos, y que sea
la cena mas parca
número de las unciones no so puede deter- que la comida; y empezando á babear, se
minar: en los débiles se da una vez al día; ha de comer algo menos que ántes, porque
y á los fuertes solo eu algunas ocasiones, se el demasiado comer, detiene el que purgue
da dos veces, una por la mañana y la otra liberalmente la saliva por la boca: el agua
á la tarde. También algunos eligen para para beber de ordinario, será con una ú otra
una unción al dia que sea por la mañana en raiz de zarza cocida
y templada. Cuando
ayunas, ó la noche antes de cenar. llegan á hincharse las encías, ó á llagarse la
Eimodo de untar.— Antes de sacar la un- boca ó la garganta, entonces se mantendrá
tura para las unciones cada vez se ha de re- el enfermo con caldos, pistos, con huevos
volver y menear de arriba abajo, para que pasados por agua, ó con pan vizcochado,
no se quede el azogue en el fondo, y calen- molido y cocido en caldo de ave
tando muy bien sobre un brasero sus manos Guarda en las tinciones. —Llegando á ba-
el que unta (pues la untura no se calienta,
bear copiosamente, conviene que pon^a el
porque no so vaya al fondo el dicho azogue) enfermo entre los dientes un cañón de plu-
para embeber muy
bien la untura con las ma,
ó un anillo de oro; así para que salgar*
palmas do las manos. Un dia ántes que se los
vapores que levanta el azogue, como pa-
empiece á untar, se rapará al paciente todo
ra que no se detenga la saliva,
y llague mu-
el pelo, cabello
y pestañas, para que no em- cho mas la boca. También
conviene no es-
baracen.
tarse nunca boca arriba, sino de uno de
los
Después de la unción, abrigar al enfermo
dos lados, y mantenerse de esta manera bas-
•á que sude: después de una hora,
poco mas ta que Vaya cesando la salivación
ó el ba-
<ó menos, (según la robustez
del paciente) bear.
limpiar el sudor de cara no mas con pa-
la Cesando de babear y mitigándose losac-
ños tibios; y nomude la camisa ni el jubón, cidentes, que suelen
sobrevenir, so lavará
4que suele ser comunmente colorado) hasta en ayunas el cuerpo con
paños mojados-en
que se hayan dado todas las unciones y per- vino blanco de ubas caliente,
ó en cocimien-
fectamente evacuado.
to de romero, ó manzanilla,
ó trébol, ó lau-
Cuando se cesa de repetir las unciones.
—Có- rel ó canela. (Cuando se muda la ropa.) He-
sase de las unciones, cuando
el enfermo ba- cha esta diligencia,
se mudará toda la ropa,
bea suGcienle ó medianamente;
y cuando se asi de la cama como del cuerpo, y se prose-
208 DEL MORBO GALICO.
guirá por dos ó Iros meses en beber el agua mo efecto hacen los saquil los (que llaman)
de la zarza, de la que sirvió para bebida or- como Um unciones, los cuales se componen
dinaria, y lomar entre lanío, una ú otra pur- con solo añadir á la untura arriba dicha
guila suave y benigna. de las unciones algo mas de la dicha ceni-
Llagas en la boca, ó lengua, ó en las en- za, y ménos manteca; de la cual mixtura
cias.— Para los accidentes que en tiempo se tomará la misma cantidad
que se gasta
de las unciones se suelen ofrecer para las de una vez en las
unciones, tendiéndola-
llagasen la boca, lengua ó encías, (cuando sobre unos pañilos
ó badana, (al modo de
salieren) no se deben usar luego cosas que un emplasto)
y se pondrá del tamaño que
adstringen, para que detengan la evacua- necesitaro aquella juntura,
sóbrela cual
ción; sino las que limpian, como es la agua conviniere aplicarlo, como son los tobillos,
de cebada cocida, ó el suero de la leche con ó las rodillas, ó las pulseras de las manos,,
un poco de miel rosada, ó con un poco de ó las sangraderas- con Ios-codos; los cua-
miel virgen con unas cucharadas de vino les saquillos, ó emplastos se renovarán ca-
mezclado. Cuando las dichas llagas llega- da tercer dia, con mixtura nueva de la un-
ren á ensuciarse mucho, se le podrá añadir tura, hasta que empiese
á babear; y se a-
á dicho lavatorio un poco de alumbre, ó lenderá al enfermo en lo demás, como que-
un poquito del cardenillo molido y cocido da dicho de las unciones.
en la miel, ó del mismo ungüento sis, cuya i
Dolor de la cabeza .— Para el dolor déla ca-
composición se verá en el catálogo de los
beza, originado del humor gálico, ó de las
medicamentos. Cuando dichas llagas fue-
mojadas, ó gomosidades, se hallará un pol-
ren originadas de mucho calor y acrimonia vo muy propio en el capítulo i de este li-
del humor, se cogerá agua de llantén ó su
bro f.
cocimiento, como un cuartillo, y de la miel Llagas gálicas de la boca, ó de las parles
dos onzas, del vinagre bueno media onza,
genitales.—Para las llagas gálicas de la bo-
de la piedra alumbre quemada, lo que pesa
ca, mire el capitulo 2t de este libro í. Para
medio lomin: cocerlo todo junto con un bre-
llagas gálicas de) las partes genitales, vea
ve hervor, y lavar con ello mas veces entre
el capitulo 39 del libro H.
dia, dichas llagas. No bastando estos medi-
Sama, ó empeines fie ros Y ó encordios a-
.
dor unos defensivos de pañitos picados y ¡gaña ó sangrada la persona como arriba
mojados en agua envinagrada, y con clara ¡queda dicho; pero con esta advertencia, que
de huevo batida; pero Antes de usar de se- [no se han de untarlas mismas llagas, sino
mojante medicamento, conviene haberse la circunferencia ó al rededor de ellas, corno
purgado ántes, ó á lo menos evacuado bien seis ú ocho veces diferentes dias, resguar-
con ayudas, ó por mejor después de usados dándose aquellos dias del aire y observar la
los jarabes de la zuza. susodicha dieta.
Dolores en los brazos, piernas ó coyunturas Gomas gálicas*— Guando hubiere gomas
>/ ofras llaguilas rebeldes. — Para un dolor ó tumores gálicos, ó dolores en una parte so-
rebelde ó gálico del brazo ó de la pierna, ó la del cuerpo, se podrá también en lugar lie
ra que penetre; y luego se aplica encima de nado, sin lastimar la parte cercana
y sana.
lo untado un lienzo doblado, el cual se amar- A. faltado estos instrumentos, se encerará
ra con una benda de cuatro ó seis vueltas, un lienzo medianamente delgado, con cera
y guárdase aquellos diás del aire. Esta un- muy blanca muy bien; y da este lienzo en-
tura se repite por cuatro ó seis tíi.as, untán- cerado se cortará del largor de un dedo,
y
dose á la mañana y otra vez a la noche. del anchor lo que basta para.formar un ca-
También se observa estos dias la dieta en ñoncilo sobre un alambre medianamente
comer asado y beber el agua cocida con una grueso, ó sobre una aguja lisa
y delgada de
ú otra raiz de zarza, y siempre algo templa- hierro, que no tenga punta, soldando la jun-
da. Cuando el dolor fuere muy arraigado, tura con cera caliente: en un cabo de este
necesita de untarse mas dias; y si no estu- cañoncito se prende un hilo largo, para po-
viere muy antiguo el dolor, sentirá mucho derlo sacar cuando fuere menester, el cual
alivio á-la tercera ó cuarta unción. cañoncito se untará por defuera en aquel
Para las llagas rebeldes ó gálicas.— Tam- lugar que tope con la carnosidad de la vía
bién de esta untura se usará para las Magüi- con los medicamentos siguientes: y metido
tas rebeldes ó gálicas que sean en las partes en la vía, ayudado con el dicho alambre que
ocnllas, ó en otras parles del cuerpo, pur- sirvió de orma para hacer el cañoncito, tam
14
210 DEL MORBO GALICO.
bien afianzado con un hilo para poderlo sa- derriten sobre luego manso sin bervir, y
car, hasta pasar la carnosidad; y se dejará aun calieníe, se cuelan por un paño, y ánte»
dentro, que para hacer aguas se sacará solo de enfriarse, se le incorporan los susodichos
el alambro, pasando la orina por dicho ca- polvos, que quede en forma de un ungüento
ñoncito, sin lavar ni apartar el medicamen- para el dicho uso.
to, el cual cañoncito solo se sacará para re- Para mayor eficacia se le puede añadir á
novar la cura. dicho ungüento, de I06 polvos de juaues en
Ungüento para la camocidad en la vía. —
peso de medio lomin, y del poWo del carde-
Untura suave, que sin dolor y sin corrosión nillo otro tanto; ó á falta de uno de ellos, se
de las partes sanas consume las carnocida- duplicará la cantidad del que hubiere bien
des de la vía, aplicada con dicho cañoncito. sutilmente remolido.
Quémase miel virgen hasta que se baga ce- Antes de usar de esta cura, es muy conve-
niza, y de esta se toma en peso de dos tomado los jarabes de la zarza
to- niente haber
mines de la tuita preparada, o á. falta de ó del guayacan, como queda dicho al prin-
cipio de este capítulo, ó por lo ménos des-
ella, del antimonio crudo en peso de otros
dos tomines, del alumbre quemado en peso pués de haber tomado
una ú otra purga 6
ayudas.
d» medio tomín 6 algo mas: todos estos muy
remolidos se mezclarán con lo siguiente: Y porque después de las unciones suelen
graves que
Tome de la mantequilla en varias aguas la- quedar cursos, ú otros accidentes
que el correctivo de
vada, y de la trementina así mismo lavada, causó el azogue, sépase
lodos es la lecbe, así bebida como untada en
y de la cera amarilla, de cada uno de estos
tres en peso de dos tomines, que juntos se filtros por
todo el cuerpo, ó en ayunas.
y declinación.
ria ponzoñosa*
l. Principio.—-El principio es el primer
tal tumor por vía
2. Siendo arrojado
tiempo de cada cual apostema, el cual se
de crisis de una enfermedad antecedente.
conoce, cuando empieza a correr el humor
Lo que es espulsion por crisis, se verá en el
a tal parte, la cual así mismo empieza á hin
capitulo 75 del libro I en las advertencias
charse.
de las calenturas continuas.
Aumento.— El segundo tiempo es el
2.
3. Cuando el tumor está en los emuncto-
aumento ó crecimiento, cuando el tumor ó
rios, como son las ingles ó sobacos dé los
apostema va creciendo, y los accidentes que
hombros.
hajjia en el principio, se van agravando
Estando muy lleno el cuerpo, ó de
4.
''
mas. up iilir/ c» 6* ' '"«.
|
.
muy arraigado ó impacto, porque entonces salmente, porque de esta manera al doblar-
no es capaz de repelerse. se ó inclinarse el cuerpo, naturalmente se
10. Cuando estuviere el tumor cerca de juntan los lábios de la incisión transversal.
algim miembro principal, como es el cora- 5. Que no se corten ni lastimen venas, ner-
zón ó el cerebro. vios ó arterias. 6. Que sea la incisión ó
abertura conforme al tamaño del tumor, y
CAPITULO II.
también según las fuerzas del enfermo. 7.
( 1 ANDO Y CÓMO SE ABREN LAS APOSTEMAS Ó Que hecha la abertura, se mitigue el dolor
LOS TUMORES; ABIERTOS CÓMO SE CORAN. untando al rededor de la incisión con acei-
te, ó en su falta, con enjundia de gallina, ó
manteca en que ántes se halla frito la flor
vacando tumor ó apostema inclinare á de manzanilla.
el
sación antecedente, con recogerse el tumor, to de pan remojado en vino. (Quedando al-
levantándose una punta, la cual algo blan- guna dureza en el tumor.) Y cuando ya a-
quea, y suele mudar unos pellegitos; (Lo que bierto el tumor, quedare algo duro en la
Ve Hataa absceso; y apretando con los de- circunferencia, para ayudar
á la naturaleza,
una inundación blanda, aun- (emplastro madurativo) componer un ma-
<los, se siente
que no en lodos los abscesos (así se llaman durativo de malvas, higos curados y harina
propiamente los tumores ó apostemas que de trigo, con un poco de aceite ó manteca
pasan ¿supuración) hay todas estas señales de vaca, y aplicarlo en forma de emplastro,
necesariamente, sino algunas de ellas; en- puesta ántes su mecha como mas abajo se
tónces se ayudará con medicamentos madu- dirá; ó fomentar con solo este triapharma-
rativos á la naturaleza, como se dirá en sus con libiecito la circunferencia del tumor,
propios capítulos. Ahora solamente se pon- lomando una escudilla de agua, una rJHza
drán aquí los modos, cómo y cuándo se a- de aceite y un poco de azafrán molido.
bren, y lo que en abrirlos se ha de observar; Modo de abrir los apostemas ó tumores. —
y abiertos cómo se limpian, encarnan y ei- En cuanto los modas de abrir las apostemas,
rá triza n. hay varios, como es con lancetas, aposteme
.idvertencias para abrir cualquier tumor ros, verduguillos ó con cáusticos de fuego, ó
kwpüi'átíó^Páfá abrir cualquier tumor su- con medicamentos, ó cáusticos potenciales;
purado ó apostema, conviene observar las
y aunque también algunos tumores se sue-
advertencias siguientes: 1. Que sea en el len abrir por si, corroyendo la misma ma-
mismo tumor ó parle de la materia ya su- teria pero no conviene esperar lau-
el cutis;
Vurada. 2 Que sea en la parle mas baja del to, porque hace juntamente, por dentro ma-
tumor, para que mas fácilmente salga toda yor seno ó cavidad.
214 m LAS APOSTEMAS EN GENERAL
¿postema abierta con lanceta, cómo se cu- ó apostema con
cauterio de fuego ó cuchiilrv
ra.-— Cuando el tumor supurado, según las
encendido, se pondrá la mecha en la abertu-
señales arriba mencionadas, se abriere con
ra do hilas blandas mojada ó untada en man-
lanceta ó apostemero, ó verduguillo, para
teca de vaca lavada en agua, y con la mism a
mitigar el dolor, se meterá en la incisión en
manteca se untará la circunferencia de la
la primera cura, una mecba de hilas blan-
abertura, lo cual juntamente mitiga el do-
das, mojada la tal mecha en el digestivo que
lor, y ayuda á la deposición 6 despedimento
se hace de la clara y yema de un huevo, ba-
de la escara ó cortesilla, que so originó (leí
tido junio, y por encima se aplicarán unos
cauterio de fuego. Después, ó caida la es-
pañitos mojados en éste mismo huevo bati-
cara ó cortecilla, se usará de los digestivos
do, añadiéndole para dichos pañitos un po-
y de los demás medicamentos encarnativos .,
.-¡une nueva crecida la echare, y con el em- para la forma ó el punto del emplastro, del
plastro de diapalma ü otro, se continuará, cual so pondrá sobre el lugar mas levantado
renovando la cura todos los dias hasln cer- del lumor en el tamaño dedos tomines no
rar 6 cicatrizarse. mas, y encima por todo el tumor poner uno
Apostema abierta con cauterio de fuego, de los emplastros madurativos dichos. Otros
—
cómo se cura. Cuando se abriere el tumor cáusticos mas dicaces, como es el de la ral
LIBRO II CAPITULO H 215
semejantes intencio-
viva, se verán en el catalogo
de los medica- lo fluido, caido y otras
nes que se procurarán advertir, tratando de
mentos.
cáus- las apostemas ó tumores en particular.
¿postema abierta conmedicainentos
ticos, cómo se cwra.-Cuando
se abriere con CAPITULO III.
cáusticos, que dejaren al-
medicamentos
lo süele ha-
como DEL FLEGMON.
guna escara ó cortesilla,
cer el cáustico tle la cal, se procederá con Santa Liduvina es abogada contra
las mechas y unturas, como queda dicho el jlegmon.
cuando se abren las apostemas con cauterio
de fuego; pero cuando se abriere con
otros
!os humores, cuando está la apostema en su tres, las guayabas, la fruta ó las hojas de
principio ó primer tiempo, que convenían mirlo.
solos los medicamentos repercusivos ó los De uno ó mas de estos que hubiere, se
que repelen, los cuales por defuera se apli- pueden aplicar por sí, ó sus zumos, 6 coci-
can, estos tales medicamentos han de tener mientos de ellos, mojando unos paños
en
también respectivamente su fuerza; Udver- ellos, aplicados en forma de defensivos. y
ic¡i fia en los medicamentos repercusivos) También se puede formar de estos dichos
porque en los chiquillos, ó en personas deli- zumos un emplastro, añadiéndoles tanto de
¡atlas, ó siendo muy grande tumor
harina de trigo, cuanto basta para espe-
el del la
'ilcgmon, ó cuando hay mucho dolor en el sarlos en forma de emplastro. También
tumor, se usarán los repercusivos mas be- para repeler mediocremente, es bueno el
nignos. aceite común, lavado nueve yecos en agu#
En personas de mediana fuerza, 6 en el fría; después quitada el agua, añadirle un
y
tumor demediaho tamaño, se usarán los re- poco de vinagre para
untar o! ti mor al re I
medicamentos mediocres —
aguas. Tome
harina de cebada tres onzas, un puño
RepercUsÚbs fuékesz— Como son las hoja* de manzanilla, otro de malvas,
ó de otra de
<>la semilla de las adormideras, las hojas
de yerbas resolutivas arriba apuntadas: to-
las
encino ó del ciprés y sus agallas, 6 de toda mo también
do la rosa, 6 de las flores de
1* granada machacada, ó la sangre de dra- granada, ó de otro de
los medicamentos re-
go, ó el bolo armónico, ó el bolo comnn, ó
percusivos dos ó tres puños: cocerlos corta-
la tierra sigílala, ó el barro colorado.
dos ó machacarlos en un poco de vinagre, so-
tiempo del aumento del tumor, se usan lo lo que basta para humedecer
.//
los dichos
dos partes de los repercusivos, y una parte ingredientes: después
añadirles de la enjun-
de los resolutivos medicamentos.-— Vara el dia de galliná, ó de la
mantequilla, de uno ó
tiempo del aumento, que es el segundo tiem- de
apuntados aceites, ó enjundias tos arriba
po del tumor, ya queda dichtfarriba, que se resolutivas, y de todo se forma un emplastro
han do poner (los partes do los medicamen- para aplicarlo templadosobre el tumor,
ha-
tos repercusivos, y una parte de los medi- llándose en el segundo tiempo, que es el au-
camentos resolutivos; por lo cual se pon- mento.
drán esos con el mismo orden, como se han Mas fácil se hará este emplastro siguiente
puesto los repercusivos para su elección para el mismo tiempo del tumor: tome pan
mas fácil. de trigo una libra, amasarlo en agua tibia
Medicamentos resolutivos benignos. — Como en forma ó á punto de un emplastro, al cual
son las yerbas de la malva 6 altóa, do la se le añade un puño de malvas y dos puños
manzanilla, l,as hojas de la col, higos cura- de las cabezas de rosa, antes bien molido 6
dos, ó agua ralien'e,ó enjundia* de gallina, machacado, y aplicarlo en forma de emplas-
do marrano, 6 de los patos, ó mantequilla, tro tendido sobro un lienzo, y libio sobre el
<')
ó aceite algo añejo, ó las raices de las azu- tumor. Sirve también solo la ceholla asada
cenas blancas, ó la harina de chochos, 6- del debajo del rescoldo, aplicándola libia y
mijo, ó de las alholvas, ó de la cebada, ó de abierta ó añadiéndolo unas hebras de aza-
las lentejas, ó de Iosgarvanzos. frán; ó la mostaza machacada y aplicada
Compuesto benigno de medicamentos re- tibia, antes mezclada con harina de trigo, y
percusivos y resolutivos.— 'Tome dos onzas amasada con un poco de vinagre.
del zumo ó cocimiento do membrillo, ó de Resolutivos fiurtes.— Como es el salitre,
Manten, 6 de la calabaza, y una onza del co- azufre vivo y cal, una vez apagada en agua.
cimiento do manzanilla, ó del zumo de las Advertencia de los tumores de sangre. — Lo
hojas de col, fi una onza do enjundia, 6 del
que en general se advierte para todos los-
aceite algo añejo, y mojar unos pañitos en flegmones, ó tumores do sangre es, que el
olió, y aplicarlos sohre el tumor, hallándose
aceito solo sin otra mezcla de agua ú otra
en su aumento. cosa, no so aplique, porque no añada ma-
Resolutivos mediocres.—Como es la yerba yor encendimiento, como suele acaecer en
buena, el marrubio, el También con-
poleo, orégano, tomi- las grandes inflamaciones.
¡
lio, salvia, ruda, estafiate, agenjos, la semi- viene saber, que los medicamentos que se
<
lia de anís, de hinojo, de eneldo, de comino, aplican en tiempo del aumento del tumor.
j
MBKO.H CAPITULO III. 2! 9
tumor ó apostema, que es cuando el dicho de fuego ó con cáusticos medicinales, como
tumor ya no crece mas, se aplican de los di- mas largamente se verá en el dicho capítulo
chos medicamentos repercusivos, y de los 2 de este libro. Allí mismo se verá el mo-
resolutivos partes iguales, en forma de em- do de curar los tumores abiertos con lance-
plastro algo tibio. ta ó con fuego, hasta encarnar y cicatrizarse
En tumor.— En la de- perfectamente.
la declinación del
clinación del tumor, que es el cuarto tiem- Cuarta intención que es socorrer dios ac-
po, entónces se usan solo los medicamentos cidentes.— Para, socorrer á los accidentes
resolutivos, como es fomentando la parte que tocan á la cuarta
intención, que suelen
del tumor con cocimiento ó aceite de man- sobrevenir
á semejantes tumores ó aposte-
zanilla, ó de otros dichos medicamentos re- mas, de los cuales accidentes tiene el primer
solutivos, segün mas ó menos fuertes nece- lugar el dolor,
que casi nunca falta, el cual
sitare la grandeza ó la retención del humor se mitiga con
los anodinos siguientes, tomo
contenido. aplicar sobre el dolor la clara de huevo sola
. • ;• .
Inclinándose
tumor d supurarse.—Suce- ó ta clara junto con la yema bien batida,
el
lal caso conviene luego usar de fajas on Ja picándolo con aguja, casi no lo siente: pasa
1
misma parte, y lavar las fajas con salmuera el color propio, y natural He la carne al co-
ti con agua salada caliente, y poner encima lor flavo, ó al color de plomo, como beivn
un emplastro, hecho de harina de habas 0 génádó, o morado, que negro, y
lira á lo
de chochos ó ullramuces, con una poca de también se enfria al tacto; y cuando la di-
miel virgen ó melado, y un tantilo de vina- cha carne se aprieta con un dedo, hace ho-
gre. Cuando esto no bastare, acudir al ca- yo, y no vuelve a levantarse fácilmente.
UBKO 1! CAPITULO IV. 521
pes; pero no se ven juntas todas estas seña- confortativos cordiales, puestos en las i a-
les en todas las gangrenas, sino varias de lenturas malignas del libro I capítulo 80.
ellas. Cura especifica.— Para quitarla causa ad-
Diferencia del esphacélo de la gangrena. junta, luego que se conozca que empieza
—Se distingue de la gangrena el esphacé- la gangrena por las señales susodichas en
lo, que en la gangrena empieza la corrup- cualquiera parte en donde se pudiere .sa-
ción, y en el esphacélo ya esleí corrupto; y jar, fájese toda la parle gangrenada, y ali-
sentido totalmente, que aunque se saje, ó tanto, que lo sienta el paciente, atendien-
cauterice, no siente el paciente nada, y no do no se corten venas mayores, ó arte-
sale sangre de las sajas, sino un humor a- rias, ó nervios: Hechas las fajas, exprimir
guoso, y hediondo. bien la sangre, y lavar después las fajas muy
—
Causa. Las causas de que se suelen oca- bien con salmuera, ó con agua salada ca-
sionar las gangrenas son muchas, como por liente, con vinagre salado calien-
6- -lavarlas
los muchos fríos, y heladas» por mordedu- te, ó con legía en que se hayan cocido cho-
ras de animales ponzoñosos, por mucha a- chos, ó habas, y renovar tales baños dos 6
bundancia de los humores en los aposte- tres veces al dia.
mas que no se pueden resolver, ni madq- Emplastro de las harinas.— Hechas estas
rar; también por las ataduras, ó ligaduras diligencias, se pondrá el emplastro de laj
fuertes, y otras semejantes. harinas de lentejas, ó habas, ó de chochos
Pronóstico.— La gangrena solo muy á los amasando unas ó mas de ellas con la leéis!
principios se puede curar, y cuando no es- de barberos, (Legía de
barberos) (que se
tuviere en el pecho, ó en el vientre, porque ¡hace de ceniza,
y tequesquite, ó con legía
allí no admite cura. Y cuando pasa á espha-
de ceniza y cal) cuanto basta para el punto,
célo, que también llaman estiomeno [Estio-
ó forma de emplastro, añadiéndole, al fin
oneno) 6 cuando se ha confirmado la gan- un poco de
oximiel, ó miel virgen, con un
grena totalmente, entóneos no es remedia- poco de vinagre;
y con esto se prosigue la
algunas veces cortando, ó mu- cura, hasta tanto que se viere buena mate-
ble, sino es
tilando en breve el tal miembro esphace- ria, blanca, leve, é igual en las fajas:
es-
lado. tando de esta suerte, se cura como llaga
Cura general.— En la cura déla gangre- ordinaria.
na se atienden las primeras dos intencio-
Defensivo ordinario. Al tiempo de usar —
nes do guarda, dieta, y de hs evacua- del dicho emplastro, conviene poner en la
la
pústula, salen unos granillos como do mi- ra evacuar el humor colérico ó el melancó-
jo, y otras veces sale una costra, como si usar también de los confortativos, y
lico:
de ceniza, oirás de color de plomo, ó ne- socorrer á los accidentes que sobrevinie-
gra, y algunas veces es la inflamación en ren, según se verá en el capitulo 76 del li-
dia, una ó
DEL DIVIESO. dos veces, Otros también añaden
al dicho
emplastro, cebolla asada debajo del res-
Santa Casilda T'irgen, es abogada
coldo, y bien machacada. También aplica-
para tos diviesos.
da por buñiga fresca de buey, añadién-
sí la
•Sl divieso, en latin Furunculus, es un tu- ma untado con un poco de cebo, y con lo der-
mor pequeño, duro, colorado, con inflama- retido seunla el parche. Habiendo abierto-
ción y dolor; y se levanta en figura agu-
boca y salido toda la materia, se suelen
cerrar por sí, cuando fueren pequeños; pe-
da, en particular cuando empieza á madu-
ro los mayores se curan con el ungüento di-
rar, que comunmente madura en ocho dias
Cuando se abre, se ve un pedacilo do carne gestivo, y lo demás, cómo queda dicho en
el capitulo 2 de este libro II. También con-
mudada en materia blanquizca, algo colo-
vienen sangrías, purgas, y friegas ó ven-
reando, la cual vulgarmente llaman raíz, ó
tosas en caso que hubiere muchos
clavo; y estos diviesos, ó furunculus no ex- y gran
des diviesos, como queda dicho del flegmon
ceden en su tamaño á un huevo de gallina;
en el capítulo 3i de este libro II, hallándose
pero raro hay uoosolo, sino varios.
la tal persona con plenitud de sangre; pero-
Cura.— Para curar los diviesos, no con
estando con aparatos de muchos malos hu-
viene aplicar medicamentos repercusivos,
mores, se usarán purguitas, ó ayudas, se-
como queda avisado en el capitulo 1 de es-
gún la calidad del humor que predominare
te libro II porque se originan de humores
Diviesos ponzoñosos.— Los diviesos ponzo-
muy gruesos.
ñosos, que se suelen ofrecer en tiempo <h
Para personas delicadas.— P ar'a personas
peste, ó epidemias malignas, se curarán del
tiernas 6 delicadas, aplicar desde luego que
modo que queda dicho del carbunco pes-
empiezan los diviesos pan, ó trigo mascado
tilencial en el capítulo 81 del libro l
unos hay malignos, y otros ménos malignos. frescas, que se pueda sacar el zumo de e-
Causa. — Se originan de la pituita, ó fle- 1I3S, usar de los cocimientos de ellas, aña-
ma nidorosa que allí se cuaja, ó pudre: ó- diendo á una taza, ó á medio cuartillo de ti-
tras veces se origina de la sangre muy su- no de estos zumos, ó cocimientos, una 6
til, colérica, ya adusta, ya no adusta, la dos onzas de la flemilia que se saca de las
cual quema, ó corroe uñas. pepitas de los membrillos, y en peso de me-
las raices de las
Señales.— Las señales que trae consigo dio lomin del polvo do las agallas del en-
el patiarizo ó uñero, son rubor, cino,- ó del ciprés, y como tres onzas del
el dolor,
tumor, é inflamación en las raices de las li- aceite rosado, ó del tuétano de vaca: lodo
ñas, y cerca do ellas. El panarizo malig- junto servirá para untar todo el tumor, y al
no, originado de humor adusto, acarrea rededor de ello, porque repele suavemente,
muchos mayores dolores por las pai tes ner- y juntamente mitiga el dolor.
viosas que con ello padecen, que ni de dia Cuando no hubiere forma de componer
ni de noche da descanso; y no socorriendo toda esla mixtura, tome solo uno de los zu-
con tiempo, pasa adelante el dolor, y coge mos, ó cocimientos susodichos, con el cuaL
todo el brazo: en cuanto el tumor, es bien se cocerán uuas pepitas majadas de mem-
pequeño, y casi no parece, á quien acom- brillo, y después de un hervorcillo se es-
paña calentura, y algunas veces ocasiona primirá recio por un paño; y con añadirlo
desmayos. El panarizo, no procede del bu- uü lanlilo de vinagre, se fomentará la par-
mor adusto, es mas benigno, y no tiene ac- te enferma mas veces algo tibio con. ello;
4
biere)un lantilo del opio deshecho en la'de este libro II délas apostemas,
ó tumo-
clara del huevo. jres abiertos, y supurados; pero sin que se
Mucho se mitiga el dolor con aplicar al ,e pongan muchas, porque no las necesita
rededor en las parles cercanas y sanas, unos¡' el P ana, «zo.
ma de defensivo, como ahora queda dicho, ldel dedo ' que en lalin se l,ama Pínnula,
y
unos pañitos mojados en agua ef grieg0 pieri9'l <™>
y de ordinario lo pa-
'
envinagra-
da, como medio cuartillo, dece el dedo P ul S ar d e los piés.
á la cual se mez
dará la clara de huevo batida, Gavilán
deshaciendo' benigno.-OhécenBe dos géneros
juntamente en ello como en peso de medio de estas pínnulas, ó
gavilanes de la uña
tomin del bolo Arménico, 6 del bolo
común, uno es benigno, y fácil de curar, acudien-
ó de la tierra sigílala, ó del barro fino coló- 00 an,es que se inflame la parte del
dedo;
rado. (Nota de los defensivos.
) Pero se ad- ? esle se origina, cuando la punta, ó las
vierte, que estos defensivos no
se han de P unlas d e enlreámbos lados de la uña se
poner encima del mismo tumor, porque melen debajo de la carne de la yema del
o-
casionarán mayores dolores; solóse dedo y a porcalzarse muy ajustadamente,
ponen >
g0 Pe'
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rnantequi I?m.sca,
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228 DEL PANARIZO V DEL UÑERO
Se diferencia del apostema, ó tumor, como rnolientes, ó con unas calillas, como se ve-
es el flegraon en varias cosas,' así por ser rán en el catálogo de los medicamentos.
el ílegmon un lumor mucho mayor, mas Cura general. — En cuanto las sangrías se
colorado, con pulsación, y que ahonda mu- observa, cuando es la erisipela esquisila,
cho: todo lo cual no hay en la erisipela. como queda dicho, originada de la cólera;
Señales de la erisipela espuria, — Las se- y si es grande ó si es pequeña, para socor-
ñales de la erisipela espuria, son conforme rer desde luego (siendo grande) con sangría
alhumor que se le juntó; pero siempre con de la vena de la cabeza ó de la vena de lo-
gran calentura, la cual empieza uno, ó dos do el cuerpo; en particular cuando la erisi-
dias Antes que prorumpa la tal erisipela. pela ocupa parle de la cabeza, por el suso-
Pronóstico.— (largando la erisipela en la dicho peligro de la frenesía ó del garrotillo;
cara, ó en la «uca, ó cerviz, entonces es pero solo en poca cantidad, como de dos
peligrosa, porque no retroceda para aden- hasta Ires onzas; ó en lugar de las sangrías,
tro, y. ocasione esquilencia, ó garratillo en USaí de las friegas para reveler, como que-
la garganta, ó frenesía, penetrando al ce- da dicho en el capitulo 3 de este libro II del
rebro; ni hay otro mayor peligro én jas Ílegmon. No siendo la erisipela muy gran-
erisipelas, que cuando va para adentro; de es mejor, en lugar de las sangrías, usar
por lo cual conviene atender mucho
que de ventosas y de las friegas, repitiendo unas
á
no se apliquen por defueramedicamentos ayudas de cuando en cuando algo eficaces;
muy adstringentes, que tapen los poros, y ó unas purguitas suaves, de mediana efica-
estorben el exhalar, ó evaporizar. cia, délas que evacúan el humor colérico,
También es mala la erisipela, la cual como se hallará en el catálogo de los medi-
sobreviene á las heridas, que tuvieren el camentos; y también aprovechan los medi-
hueso descubierto, como sucede en las frac- camentos, que templen el calor del hígada
turas, ó dislocaciones. como se hallarán semejantes puestos en el
Así mismo es peligroso cuando termina capítulo 40 del libro I de la destemplanza
por supuración, p por putrefacción, ó con del hígado. También conduce después de
llagas secas, sin buena materia, porque ar- purgado, lomar en ayunas por unas maña-
guye malignidad en la causa; y cuando se nas del zumo de las. naranjas agrias, como
pone negra no hay esperanza de salud. medio pocilio, con un poco de azúcar sere-
Pero terminando la erisipela por resol u- nado.
don, entonces es buena señal,
•
y de salud; Cura específica d los principios. —Hallán-
y mas bien, levantándose unas caspas en dose la erisipela en la cabeza, no se han de
la hinchazón, en tal caso está seguro.
aplicar cosas muy frías, mucho menos co-
Dieta y guarda— La dieta en las erisi-
sas que adstrinjan. Lo que se ha esperi-
pelas se guarda la que so dijo en el capí-
meutado muy seguro, es tintar el tumor ó
tulo 75 del libro I de las calenturas conti-
la erisipela con la sangro frescamente saca-
nuas; solo aquí conviene, quo el enfermo da do la cresta del gallo, ó untarlo con la
e»té en alguna obscuridad, por cuanto el misma cresta, recien cortada; ó tintar el In-
230 DE LA ERISIPELA.
gar de la erisipela, siendo á los principios, Erisipela espuria.— Siendo la erisipela una
con de huevo bien batida, y con dos de las espurias, 6 bailándose mezclada con
la clara
tantos de agua mezclado, con una pluma de otros humores, como la edematosa con fle-
de laclara de hue- ma mezclada y cólera, se usarán los reme-
gallina, ó solo el aceite
vo, ó con aceite rosado mezclado; ó fomen- dios que miran á entrambos humores, con-
tarla con unos pañitos mojados en cocimien- tenidos según sus propios capítulos, que es
to de lechugas, ó de verdolagas, ó de las el del edema, y el presente capitulo; convie-
los membrillos. También se alaba el nido bro 11, hablando del ílegmon
de las golondrinas bien remolido, cernido Para las ampollas ó vejigas, que se suelen
y
amasado con miel; de manera que con una levantar.— La cuarta intención, como en
pluma se pueda como pintar con ello el tu- otros capítulos se ha dicho, es socorrer p los
mor, porque resuelve prontamente. accidentes, como cuando se levantan ampo-
Advertencias de los- defensivos y unturas.— llas ó vejigas; enlónces tome almártaga ó
Estos y otros defensivos ó fomentos, se apli- greta de los mineros, molido
y cernido por
can en el verano frescos, y en el invierno un tafetán sencillo ó sayasaya, una onza,
y
tibios, renovándolos antes que se sequen,
humedecerla con una onza del zumo ó coci-
porque dañarán mucho: Tampoco no con-
miento de llantén, ó de la siempreviva, ó de
viene untar con solos aceites ó untos, aun-
las verdolagas, ó de la yerba mora: después
que sean frescos, porque fácilmente se in- añadirle como dos onzas del unto sin sal, ó
flaman y obstruyen los poros, que no pueda de la mantequilla fresca lavada, hacer de
y
evaporizar. También se advierte, que cuan- todo una untura para untar dichas vejigas
do no estuviere muy caliente la erisipela, ó ampollas con una pluma. También se
no se pongan muchas cosas frías, porque el suele añadir á este ungüento un lantito de
calor no se venga á apagar del todo. vinagre.
Medicinas para cuando estuviere en su de-Retrocediendo de repente la erisipela. —
clinación.— Cuantió ya se ban mitigado algo Cuando retrocediere ó cuando hubiere algu-
los accidentes, y se siente el enfermo con na señal que quiere retroceder para aden-
ménos congoja, lo cual indica que ya va en ,tro, lo cual se conoce y se observa al desa-
declinación la enfermedad; entonces lavar parecer la erisipela de repente, no con ali-
la erisipela con agua tibia, ó con agua en vio del enfermo, sino con muchas y eslraor-
que cocieron raices de malvas dospufritos, dinarias fatigas del paciente; en tal caso usar
y un puñito de manzanilla; ó aplicar de es- luego cosas que atraen para afuera, coma
te polvo, que es muy propio para la erisipe- queda dicho del ílegmon, cuando el tal hu-
la, la cual empieza á declinar. (Polvo propio mor desaparece de repente, como se veráiou
para la erisipela.) Tome flor de la harina el capitulo :< de esle libro II.
te en tres especies: la una se llama herpes come ó gasta al rededor, y otras veces se
;
ternatural, no muy adusta, con unas veji- parte que se halla cerca, ya para exulcerar-
.
ple, se hace de cólera mas adusta, que el rándose, tiene ó purga mucha materia, y
herpes miliar, la cual sarna escoria el cytis siempre tiene alguna calentura y sin
, come-
y lo desuella. zón; pero la sarna ó hérpes sobreviene poco
Tercera sarna corrosiva. -La tercera espe- á poco y no hay calentura, pero mucha co-
ne se llama herpes ó sarna corrosiva, ó exe- mezón.
dente, la cual se ocasiona de lo mas grueso
Pronóstico del hérpes. El hérpes no es —
de la cólera adusta: y no solamente corroye peligroso, solo cuando pasa á encancerarse;
el cutis por encima, como la sarna simple, pero dura mucho tiempo, en particular es-
pero también lo penetra. tando destemplado el hígado: el hérpes mi-
Señales del hérpes miliar.—Las señales
liar es mas difícil de resolver que el corro-
del hérpes miliar son las siguientes.
Tiene sivo, y mas cuando proviene de humor gá-
la circunferencia encendida, y tira algo al lico.
color citrino; pero no tanto como
la sarna Dieta y cura general.— La dieta y guarda
simple, por hallarse mezclada del
humor de esta enfermedad, es la misma que queda
flemático; y por la misma razón no se sien- dicha en el capítulo antecedente de la eri-
te tanto calor. Tiene muchas pústulas me- sipela.
nudas, modo del mijo, algo blancas, con
al En lo que toca
las sangrías para estas sar-
gran escozor ó comezón,
y camina por el nas ó hérpes no convienen, sino es muy po-
cutis, dejando una parle,
y reverdeciendo ca cantidad para refrescar, salvo en los muy
en otra. Cuando se exulcera, sale
de los sanguíneos y robustos; pero conduce eva-
granos ó pústulas un tumor entro delgado, cuar los humores adustos y coléricos con
que dí bienes materia, ni bien es sanies.
ayudas ó purgas, que mitiguen el humor
Señales de la sarna simple.—El hérpes
ó colérico y el melancólico, lomadas en suero
sarna simple, se conoce cuando
se enciende ú olio licor, según se verán en el catálogo
el culis, y pone colorado entre amarillo, y de los medicamentos:
so
y para evacuar esto
<
•inda por el culis conmas presteza, que las humor con purgas, no necesita que precedan
I
repetirlas mas veces por intervalos, ó inter- me lana sucia, que se coje entre las vedijas
poniendo algunos dias intermedio. Y sien- del carnero, y quemarla en peso de dos to-
do herpes miliar, para le.ner mezcla del hu- mines, y otro tanto déla cáscara de pino
mor pituitoso, fuera de que se mezclarán á quemada: mezclarlos con dos ó tres onzas
las purgas susodichas unos medicamentos de manteca de cabra ó mantequilla y hollin,
que evacúen la pituita ó flema, también se yuntarcon ello la sarna ó herpes; ó tome
jaropearán antes de la purga con los jarabes del zumo de la yerba de la golondrina: des-
que mitigan el humor pituitoso y melan- hacer en él un pc£o de azufre bien remoli-
cólico. do y untarse;. ó lavarse con orines de mu-
Junto con las évacuaciones ayudanmuy chacho, mezclados con un puíiito de
sal: ó
bien ligaduras de los muslos y cocer tabaco, ^la cáscara interior del sa-
las friegas, y
Cuando ya jluijó el humor. —Después que algo obscuro: luego se apartará Be la lum-
ya ha fluido el humor, entonces se podrán bre, meneándolo hasla enfriarse ¡!l:o: de»-
aplicarlos mismos zumos ó cocimientos su- pues se le mezclará en peso de medio ó de
sodichos, añadiéndole piedra alumbre que- un tomin del polvo de solimán muy remoli-
mada, echando como en peso de un tomin do entre dos piedras: con esla untura se un
de alumbre en un cuartillo del zumo ó del tarán solo las ulcerillas rebeldes; pero al
cocimiento, y del vinagre como dos onzas; usar de dicha untura, se pondrán al redi'
ó aplicar el emplastro hace de toda doren la parle sana, al modo de defensivo,
que se
con unos polvos del bolo ó barro colorado Sarpul I ido .— Xñaúiviisc á este capítulo al-
ijo del sarpullido, de las ronchas y ¡asman-
mezclado. También ponen sobro semejan- í
con muchas aguas lavado é solo ¡ el culis. Llaman los árabes wla&ef al
déla cal, antes
sarpullido, que son unos granillos, que si-
incorporado con aceite rosado ó manteca
guen el mucho sudar, y ponen áspepó el cu -
oro I.
como espinas, y suelen ser frecuentes en
'
bios de la boca, las cuales fuera de ser pe- alguna dureza y gran comezón, los cuales
nosas duran mucho, hinchan los labios y los ocupan de repente el cutis, que parece co-
endurecen, y algunos las llaman perrillas; mo azotado de hortigas, ó picado de abejas
en esta enfermedad se cortan con un caute- ó abispas, y no son por si de riesgo alguno,
rio ó cuchillo encendido, unos como nervios, pues aun sin medicinas se suelen deshacer,
que llaman frenillos de los labios, ó de aquel sin dejar señal en el cúlis. Originase del
labio solamente que padeciere, y se curará humor seroso mas ó menos acre, ó mas ó
Dina vez, según queda dicho en el capitulo menos grueso. Lo que conviene para la
> de este libro II, cuando se cauteriza álgun cura de ellas, es refrescar el hígado* y pur-
;
umor para quijar la escara ó CórtecHla <le| garse con algunas purgas frescas, según
•auterio; aunque en no se pon- queda dicho en el capitulólo del libro 1 de
esla cura
Irán hilas en forma de mecha. Córlase es- la destemplanza del hígado: observando asi
frenillo, porque con ello se quila la oor- mismo la dieta allí citada.
i! También apro-
espondencia del mal humor que acudí». vecha beber por unas mañanas, del suero
;';
\cura general de este mismo capitulo de! vestre son unos lumorcillns intercutáneos,
.
érpes. ó en solo til cúlis con comezón, semejantes á
234
curarlos es, tintarlos con miel virgen corroyen, pero mas en los lados, que enme-
y vi-
nagre fuerte, tomando partes iguales,
0 lo- dio del dicho empeine, y que levemente ca-
mar polvo muy sutil de la greta en peso de mina en figura redonda.
tres tomines, é incorporarloeo media onza Del fiero.— El fiero, que tierra adentro lla-
de Iremenlina, y un poco de aceite
de co- man caballuno, tiene las mismas señales;
mer y untarle con ello; ó lavar los barros pero exaspera mucho mas el culis, suelo
y
con vinagre fuerte, en el cual so molieron pelarse el lugar en donde se exulcera: esto
en un almirez, ó meterse unas almendras puede pasar á lepra.
amargas, ó unas pepitas de los duraznos, Cura general.— ha dieta que ha de guar
repitiendo el lavarlos cada noche antes de liarse en esla enfermedad es, que humedez-
dormir, sin secarse con el paño;
y por la ca, como queda dicho en la destemplanza
Uflllü II CAPITULO XI 235
evacuar el humor colérico y melancólico, por abajo, y colgada en un lugar bien húme-
con ayudas y purgas señaladas para dichos do como sótano, sobre una basija vidriada,
medicamen- ó vidrio de boca ancha, se reribe el. licor 6
humores, en el catálogo de los
robusto, en buena y florida edad, también piedra quemada, de suyo cayere á goteare:
se podrá sangrar en poca cantidad. con este aceite se untarán varias veces el
en lu-
Cura especifica de los benignos.— Como en empeine; y obsérvese, que no estilará
todos los medicamentos se ha de observarla gar no húmedo.
robustez, delicadeza ó dureza del paciente, Cura especifica para los empeines fieros. —
asi mismo en esta Pero estando el empeine rebelde, ó de los
enfermedad se atiende si
son chiquillos, ó muy delicados; en estos fieros, que algunos llaman caballunos, ó do
tales es bueno solo refregarles los empeines mucho tiempo, entónces son menester medi-
con la saliva humana en ayunas, ó aplicar- camentos que mas sequen y limpien, como
les aquel residuo que queda del panal de la raparlós basta lo vivo, y echarles pólvora
miel, cuando se le ha secado la cera y la molida; ó hacer tal untura: (Ungüento para
miel; ó refregar ó estrujar unas cochinillas los empeines fieros). Tome greáa bien remo-
alcaparro -
de humedad sobre los empeines.
la lida y cernida media onza, de la
Mas eficaz es elzumo de la pariqtária, que sa y cardenillo, de cada uno lo que pesa me-
algunos llaman el pepinillo, ó el zumo déla dio tomin, de la raiz del eléboro; (que en la
col,ó de la verdolaga que con vinagre mez- Taumára llaman cebadilla do la Sierra) y
clado, y añadido un polvo del incienso, se del azufre, de cada uno en peso de un to-
untará el empeine con ello ó con aceite de min: moler cada cosa por sí. y con aceite ro-
yemas de huevos, comose dice en el catá- sado ó con aceite común, se amasarán di-
logo de los medicamentos. También un- chos ingredientes ó polvos, cuanto necesita-
tándolos con sola la miel cocida, aprove- ren para formar de lodo urt ungüento, para
cha; ó mezclar á la miel un poco de harina untar varias veces con ello los empeines fie-
de habas y un tanlito de vinagre, aplicar- ros y rebeldes.
y
lo. Mas fuerte es untar el empeine con so- O usar del ungüento que se puso para los
lo el zumo do cidra, ó de lima agria, ó des- empeines gálicos en el capitulóse del libro
hacer en vinagre ó en los dichos zumos un I, También es muy eficaz untar tales empei-
poco de estiércol de liebre, ó zorra,, y untarse nes fieros con orina de muger, mezclada co»
con ellos; ó untarse con la leche ó zumo de la regla, á pocas veces suelen sanar.
la yerba golondrina; ó con leche
do higuera: CAPITÚTOXÍl
ó muélase una onza de la semilla de la mos-
taza, y echarlapor una noche en infusión de BE LA EDEMA-.
vino de uvas, con el cual vino colado se la-
San Gregorio obispo, es abogado contra
va el empeine cada veinte y cuatro horas,
la edema.
dos veces.
Aceite de la piedra del vino.— Hácese un
aceite muy provechosopara el empeine, de
la piedra del vino, que otros llaman raspa- ¿ja edema ó tumor pituitoso, es un tumor oS
íor,
y dejan dichos dedos que aprietan, unos cionalmente ancha
y lar-a, según el -i
hoyilos, que [enlámenle vuelven á llenar
liodel tumor lo necesitare, empezando
uV
Tampoco se percibe pulsación en las ede- la parle inferior,
y acabando en la superior,
mas.
apretando algo mas la benda desde abajo
Pronóstico. —
Hallándose la edema ó tu- aflojándola
mas para arriba; y este modo
y
arar dichos pafiiloi con una tienda propor- Mas fuerte se hará tomando legi i fuerte
UI5K0 II CAPITULO XI! •237
hecha de las cenizas de la {Agitara', ¿ «re los sas se endurecen y de ordinario se ofrecen»
sarmientos, ó del roble,*ó encino, ó de la en el cuello, (Cavsa.) por cuanto se originan
col de la China; y á esta legía so añadirá un de humor pituitoso 6 melancólico, el cual
poco de aceite, otro poco de vinjigre, y un por estar encerrado en una membrana ó te-
tantito de sal y de alumbre; ó cocer en di- lilla, son difíciles para resolución. De es-
«bn legía hojas de col, y majadas, aplicar- tos hay unos benignos, que se, hallan sin do- .
modos, que es mas seguro que el de las la- tes tumores, porque estos son movibles, y el
se supuran, con los digestivos y encarnati- tos que evacúen el humor vicioso, es ta mis-
vos basta cicatrizarse. (Obra-manual ó cáus- ma como queda dicho en el capitulo 47 del
ticos). Cuando no bastaren los medicamen- libro 1 de-la melancolía hipocondriaca, jaro-
tos,enlónces solamente sirven los cáusticos peándose ánles de las purgas, para preparar
ola obra manual; pero como esta necesita el humor melancólico; y cuando se conocie-
de mano esperimentada, solo se podrá re- re que bay mezcla de-humor pituitoso, como
mediar recurriendo á un cirujano esperi- en el escirro no esquisito, se usarán mezcla-
mentado. dos unos medicamentos que purguen la pi-
tuita, como se veranen el catálogo de los
CAPITULO XIV. medicamentos.
DEL ESCIURO. Las sangrías no tienen lugar en esta en-
fermedad; so.lo habiendo detención de ta
San/a Balvina es abogada contra el escirro
sangre de espaldas, de ántes acostumbrada,
seaplicarán unas sanguijuelas á dichas ve-
nas, ó se sangrará del tobillo, ó de la vena
¿¿l escirro es un tumor duro, sin dolor y sin
saphena, la cual se halla en el empeine del
sentido, ó con muy poco, y se origina del
pié, como se dirá en el capitulo 52 de este li-
distingue, porque el tumor de ella es blando plastro: Tome dos puños del estiércol de
al tacto, y el del escirro es duro al tacto. De las palomas, y un puño de la harina de trigo
la cslruma se diferencia y de otros semejan- añadiéndole tanto de vinagre lo que bastare
240 DES, ESCIURO.
dido sobre uu lienzo doblado de! tamaño del parle en donde existe, corno si estuviera
tumor seaplicaráen lugar del primcremplas- con unos clavos afianzado.
tro emoliente de las malvas; y asi se irán mu-
Especies y variedad del cancro El can- —
dando alternativamente estos emplastros, ya cro unas, veces es exulcerado, otras no:
y
del uno, ya del otro, por muchos dias, siem- el- no exulcerado unas veces está defuera
pre libio; ó en lugar de este segundo em- patente, que se llama tumor, ó apostema
plastro, recibir elvapor del vinagre que pa- cancroso: {Cáncer oculto.) otras veces está
ra este fin se calienta en una vasija; ó por en las partes
interiores del cuerpo escon-
un,erabudo, ó por un calabacita (formado al dido, como en las fauces, narices,
útero
modo de embudo) se fomente el lugar del semejantes: á estos tales llaman cáncer
y
escirro.
oculto; y algunos llaman, también cáncer
También en lugar de este vapor, se po-
oculto al que no es exulcerado.
drán calentar bien unos pedazos de la piedra
Causa— Origínase del humor melancóli-
de amolar, los cuales asi calientes, se rocian
co adusto, ó del humor colérico, que por
con vinagre, y con ellos aún calientes, se re-
adustion se pasa á atrabilis; y eslejde
la
friega benignamente el lugar del escirro:
atrabilis comunmente se exulcera.
después volver á poner el dicho emplastro
Señales del cancro que empieza.— El can-
emoliente de las malvas alternativamente
cro, que no es originado de algún escir-
En el int( r*medio repetir las purgas dichas
i
man Zaratán, es un. tumor redondo, duro, ñales del cancro exulcerado son horribles,
^desigual, de color lívido, fusco, como cár- porque tiene sus labios duros, gruesos, hin-
deno, el cual tiene en su circunferencia al chados, roidos é indiversos, vueltos y muy
rededor venas hinchadas, y de aquí para dolorosos, de color fusco, como entre negro
a
allí levantadas, como unos pies de cangre-
materia ó sanies que purg
y colorado: la
jo, los cuales algunas veces no aparecen, es mucha, delgada, denegrida y hedionda'
»
LIBHO II CAPITULO XV. 241
ron fiebre lenta: del vapor que sale se halla gas, ó poleo. En uno de estos zumos ó co-
H corazón, la boca y el cerebro muy mo'leg- cimientos, se mezclará polvo sutil, molido
con inquietudes y desmayos, en parti- y cernido de la greta, la cual greta ántes de
i.iilo,
cular cuando ocupa los pedios. También mezclarla se humedecerá tres ó cuatro ve-
un acabando luego con el paciente, se es- ces con la leche de muger, y se secará otras
tiende y consume por todos lados. tantas veces en el aire; ó (habiendo) mez-
enfermedad hay malos pronósti- clarle de la tutia preparada, ó del plomo
lín esta
cos; pues todos los cancros son apostemas quemado y lavado, como se verá su modo
gravísimas y peligrosas, y es mas acertado de quemar, en el catálogo de los medica-
no ponerse en cura que curarse; porque los mentos. Una porción de estos polvos y del
talesenfermos no curados, viven mas largo zumo ó cocimiento susodicho, cuanto basta
tiempo; y aunque por obra manual del ciru- para el punto de un ungüento blando, se
jano bien esperto, en una pa: te se ha cura- mezclará y se traerá á una mano en un al-
do, corre riesgo de ocupar otra parle del mirez de plomo ó en un plato de peltre, mu-
cuerpo de la misma manera; solo al princi- cho tiempo al sol, hasta que adquiera dife-
pio ántes de confirmarse puede ser curado rente color, mas obscuro de lo que ántes
te-
Cura general.— En cuanto la dieta y otras nia, y con ello untar el lugar en donde em-
evacuaciones de las purgas, ayudas y los pieza el cancro. Esla unturilla sirve tam-
demás confortativos, se observará lo mismo bién para reveler.
que queda dicho en el capitulo 47 del libro Ungüento de ranas.— O tome ranas verdes
I de la melancolía hipocondriaca; y como de buenas aguas, en bastante
número, lle-
comunmente abunda en esla enfermedad el narles bien la boca con mantequilla fresca
humor melancólico, es menester reiterar y lavada, echarlas así en una olla vidriada,
mas veces purgas suaves allí citadas. y en elfondo agugereada, con unos aguge-
Cura específica.— Y habiendo supresior ritos pequeños, la cual olla con dichas ra-
de la sangre acostumbrada, como la de las nas se lape muy bien con barro. Otra olla
espaldas ó menstruos en las mugeres, se ali- vidriada se en tierra
en la tierra hasta la bo-
viarán con las sanguijuelas, ó con la san- ca, la cual
boca ha de ser tan ancha, que
gría de los piés de la vena saphena ó del to- quepan todos
los agugeritos de la otra olla
billo, como se dice mas claro en el capítulo dicha,
la cual se acomoda encima,
y se em-
54 de este libro II del modo de sangrar. Mu- barra bien ajustadamente
boca de la olla
la
cho les conduce á estos enfermos la cura del de abajo con el fondo
agugereado de la olla
acero preparado y mencionado en el suso- de arriba. Estando
ya seco lo embarrado,
dicho capítulo 47 del libro I. se le echan brasas lentamente
al rededor,
Después de bien evacuarlo el humor me- para que se asen
las dichas ranas, y destila-
lancólico, se aplicarán en ios cancros
que rá abajo en la olla enterrada, un aceite ó
empiezan (pues los ya grandes y aumenta-
icor, el cual se guardará
para hacer de él
dos, no se han-de curar sino paliativamen- unturas para
curar así el cáncro que empie-
te, como mas abajo se pondrá) unos
medi- za, como para mantener paliativamente
el
camentos que medianamente repelan el hu- cáncer
ya crecido.
mor, y conforten la parle á que no reciba
Para mitigar el dolor.— Para resolver
tan fácilmente el humor que acude, y
como mitigar el dolor, y que no pase adelante el
es el zumo, ó cocimiento del Maulen,
ó de la tumor, lome de este
dicho licor ó aceile de
yerba mora, ó de la siempreviva, ó del cu- ranas
una onza, añadirle del polvo que se
lantro verde, ó de las verdolagas, ó
lechu- hace moliendo dichas ranas asadas,
ó en su
16
242 DEL CANCHO O ZARATAN.
en el horno, el cual polvo se mezclará y se de las almorranas llagadas; ó tomar del zu-
unirá con una poca de miel algo caliente. mo ó' del cocimiento de las hojas, del tabaco,
El mejor modo de preparar los cangrejos de
meneado ó traído mucho tiempo en una va-
rio, es tostarlos vivos en olla ó caso de co- sija de plomo ó peltre, añadiéndole un poco
bre, estando el sol en el signo de León en la de aceite rosado ó mantequilla fresca y la-
canícula, que es desde 23 de Julio hasta 23 vada, y fomentar con ello el cáncer; y ha-
de Agosto; pero se ha de advertir, que se biendo mucho dolor en la parte del cáncer,
han de contar 18 dias de luna y en el dia 18 se usará en lugar de tabaco del zumo, ó co-
de la luna se han de preparar, y luego se cimiento de la yerba mora ó chichiquelite.
muelen: de esta suerte preparados, y toma- Para mitigar los grandes dolores, se po-
-
da una cucharada cada dia, rociada con drá añadir á los zumos ó cocimiento referi-
agua común, ninguno muere de rabia de dos al principio de esta cura específica, la
cuantos muerden los animales rabiosos; y semilla de las adormideras machacada, ó
si ya há dias que mordió el animal, darle fomentar el lugar dolorido con defensivos,
por la mañana una cucharada enfermo ó paños humedecidos con leche de muger,
al
y otra por la tarde, y una cantidad de dichos recien sacada; pero no so ha de continuar
polvos con ungüento ísisbien infurtido cu con la leche, porqve se ensucia la llaga, es-
vinagre fuerte. tando llagado el cáncer. También aprove-
Cura paliativa.—-Cuando ya estuviere el cha á las úlceras cancrosas lo de la grulla,
yerba mora, meneados y traídos mucho miento. También en esto tiempo salen va-
tiempo en vasija de plomo ó peltre, y apli- rias berrugas en las manos, cara
y en lo de-
cado libio. Para toda suerte de cáncer, es mas del cuerpo, en particular
en la raya de
muy seguro el aceile de las jovabas, que la lengua: tienen alguna dificultad en la res-
vienen de Sonora. ipiracion, estitiquez continua del vientre,
y
eructación frecuente con el anhélito ó háli-
CAPITULO XVI.
to hediondo, que hasta á los enfermos mo-
DE LA LEPRA. y 'habiendo estas ó unas de las
lesta;
señales,
convendrá con todo el cuidado usar de los
San Deus Dedit papa, y San Lázaro el
mendigo, son abogados contra
medicamentos preservativos, para que no
vaya á mas, pues tienen aun esperanza de
la lepra.
sanar.
cidentes, y por no ser curable entonces, se llándose el hígado o el brazo achacoso, usar
escusa el ponerlas. de los medicamentos puestos en sus propios
Pronostico— La lepra cuanto mas graves capítulos del libro S.
las purgas, y usar de los confortativos en di- tar todo el cuerpo con la enjundia de oso ó
cho capítulo también citados: y conviene de zorra, ó á falta de esos, con la manteca
repetir los medicamentos purgativos al año, do loro ó de cabra. Conduce también des-
dos, tres ó mas veces, en particular en tiem- pués de las evacuaciones generales, bañar-
de agua
po déla primavera ó en el otoño, como tam- se en el agua de la mar, ó en ojos
alumbre, untándose
bién conviene tener á la mano otras medi- de azufre ó de
piedra
citadas,para evacuar lentamente dicho hu- del humor, el cuerpo con mantequilla fres-
mor, cada mes ó cada semana. ca, lavada ántes con varias aguas, y al últi-
mantequilla, con un poco
Las sangrías en los robustos y llenos de mo lavar la dicha
mezclado.
sangre, la cual comunmente es adusta, tam- ds vino y vinagre
bién conducen una ú otra vez al año de la Los .medicamentos que por su propiedad
vena común, ó de todo el cuerpo en la can- resisten á este mal horrible, es uno
de ellos
suspensión de alguna acostumbrada eva- lebras guisadas, con las advertencias pues-
de los
cuación de la sangre de las espaldas, apli- tas en el capítulo 13 de este libro II
así mismo aprovecha el usar
car allí unas sanguijuelas; y si fuere la de- lamparones: y
dé las lagartijas, ó de la mistura para los
tención de la regla, se sangrarán de los to-
billos ó de la vena saphena en el empeine
lamparones citada, por cuanto varios sana-
de los piés. Cuáles son estas venas, se ve- ron con ella.
rá mas claro en el capítulo 54 de este libro
Aspereza del culis.— Vara la aspereza del
en el baño arriba
II. Las fuentes, asi en los brazos como culis es bueno, estando
piernas, también son de gran fruto. Ha- mencionado,
que se refriegue el cútis sua-
LIBRO 11 CAPITULO XVI. 245
vemonte con azufro, ó con piedra pómes: ó que no han tenido ni tienen enfermedad
con el hueso de la jibia, que usan los piale- aparte, y esas tales no son difíciles de curar:
ros para formas. otras hay que salen en tiempo de una enfer-
Tumorcilto de la cara.— Para los tumor- medad, y de. estas unas sou críticas, otras
cilios que sak>n en la cara, estando encen- sintomáticas, oirás de varios humores: unas
didos ó inflamados, untarlos con el zumo de con dolor y otras sin él.
llantén ó de verdolagas, en el cual se haya Parótidas críticas ó sintomáticas ó paróti-
malignas.— Cuál es
deshecho un poco de acíbar; pero no ha- das, de enfermedades
cuál es sintomática, se
biendo en inflamación alguna, se po- parótida crítica, y
ellos
medicamenlos que por defue- verá mas claro en el capitulo 80 deí libro
I
drán usar los
ten, sino solo untarla con enjundia de galli cusivos) solo que no se apliquen medica-
na, .ó con aceite de almendras dulces, ó con mentos repercusivos como queda
notado.- y
varios humores, se
mantequilla fresca lavada, ó tomar dos pu- en habiendo mezcla de
mixtas
ños de la harina de cebada, un puñito do la observará lo dicho de las especies
espuria, ci-
manzanilla molida, y cocerlo junto con bas- que suele haber en la erisipela
tante agua y un poco de aceite ó de la man- tada en el capítulo 9
de este libro II,
Señales.— Sus señales son patentes, y ocu- mor tuviere mezcla de humores.
pa ya una, ya las dos ventanas de las nari- De pituita.— Síenáo blanco y blando el tu-
ces, con dificultad de respirar por el estor- mor, originado solo de pituita, untar todos
bo que hay. tumor ó carnosidad
Cuantío el los dias el tumor con aceite de comer algo
estuviere blanca, nace de Gema; y mezclán- caliente, y ponerle mechas ó hilas mojadas
dosele alguna porción de sangre; estará co- en el zumo de granadas agridulces, la cual
lorado y- al tacto blando, como esponjoso, granada, para dicho uso, sé maja con casca-
con algunas venitas; pero estando dicho tu- ra y todo, y so esprime recio su jugo ó zumo,
mor de color obscuro, fusco o lívido, como al cual se pone á hervir sobre fuego manso
cárdeno y al tacto duro, 'entonces se origina á que algo se espese, renovando la cura mu-
de humor melancólico; y en tal caso llena chas veces.
mucho las narices con hedor, no cuelga
y. La cura mas pronta de estos pólipos de la
tan abajo como siendo originado de pituita: pituita es el cortar, y sacarlos con instru-
los talestumores duros son cancrosos, y no mentos propios; pero por la; falla que hay
conviene tentar á curarlos sino paliativa- <;n tierra adentro, asi de estos dichos instru-
mente con medicinas suaves, solo por miti- mentos, como de cirujanos esperimentados,
gar los accidentes. se pondrán aqui unos medicamentos cáusti-
Pronóstico.— El pólipo blanco, blando y cos, para ir poco á poco consumiendo dicha
sin- dolor, admite mas bien la cura; pero los carnosidad. (Cáusticos potenciales.) Uno do
colorados, fuscos, oscuros, y que tienen mu- estos es el polvo de la caparrosa bien re
cho dolor, son difíciles do cura. secado al sol, y el otro es el arsénico blanco
248 QBE. pólipo.
de esta manera preparado: El dicho arsé- nueva) suele bastar para consumir la
dicha
nico sutilmente remolido, se remoja con ránula, solo refregándola
con sal de la mar»
aguardiente bien fuerte, y se seca á la som
y polvo del orejano, o del poleo, ó del pol-
bra; así seco, se vuelve á humedecer con vo
de la cáscara de granada, me/clando par-
nuevo aguardiente, y secarlo otra vez; y de
tes iguales, tanto de sal como de uno de es-
esta manera se repetirá por cuatro ó cinco
tos polvos dichos.
veces.
Para mayorcilos.— En los mayor ritos se
De unos de estos polvos (para usar de e-
podrá añadirá la sal molida, del polvo de
Hos) se mezclará con otro tanto de miel vir-
agengibre, ó de la raiz de lirios, ó del peli-
gen, y con tal mixtura se untará la carne
tre, de la ó almáciga: de cualquiera de es-
crecida del pólipo, aplicando defensivos á
tos polvos que hubiere se añadirá tanto de
la circunferencia por defuera con agua
en sal como de los polvos.
En la boiiea se ha-
vinagrada, en la cual se haya deshecho al-
lla un sal amoniaco, ó entre los plateros,
go del bolo armónico, ó del bolo común, ó
que es bien eficaz y obra con seguridad,
del barro fino, y colorado, para que no se
mezclando á este sal amoniaco en peso de
inflame, ó encienda la parte vecina al re-
un tomín, de los oíros susodichos polvos
dedor.
en peso de seis ó siete iomines, refregando
Pólipo cancroso.— Siendo el pólipo can-
con ello varias veces la ránula. También
croso, usar de la cura paliativa al mismo te-
esos polvos dichos se suelen amasar con miel
nor, como queda dicho en el capítulo 15 de*
en forma de unturilla, con la cual se unta
este libro II de la cura paliativa del cancro.
varias veces la ránula.
Para los mayores.— Mas fuertes para los
CAPITULO XIX.
mayores sou los medicamentos siguientes:
DE LA RANULA EN LA LENGUA. Tome alumbre quemado, del cardenillo, del
sal amoniaco, de cada cosa en peso de me-
San Antonio de Padua, y Santa Clara
dio tomin, y del polvo de la raiz de lirios en
son abogados para la ránula de la
pesodetomin y medio: todo esto bien moli-
lengua,
do y mezclado, se espolvoreará con un algo-
don (hecho como pincel) sobre la ránula; y
se tendrá cuidado que mientras tuviere en la
Tja ránula es un tumor algo duro, que nace boca el sabor del medicamento, no se ha de
debajo de la lengua en la parte del frenillo, tragar la saliva.
que impide los movimientos de la lengua. Lo mismo se puede hacer con el polvo de
[Causa.) Origínase de una humedad viscosa la caparrosa quemada y mezclada con otro
y pituitosa, que baja de la cabeza, consu- tanto del polvo de la raiz de lirios ó do la al -
miéndose lo sutil de este humor, y algunas maciga, no (rajando por eatórtces saliva.
veces se le mezcla un humor melancólico. —
Obra manval. En cuanto la óbr'a manual
Pronóstico.— Siendo nueva la ránula es fá- me remito á un cirujano íi otra persona ejer-
cil de curar; pero la antigua y de humor citada en esto; solo se advierte, que curán-
adusto, solo con la obra manual de cirujano dose la dicha ránula en personas n Igo creci-
se cura; y siendo de color obscuro tal ránu- das, entonces conviene, que precedan 'algu-
la, como denegrida, mejores no tocarla poi- nas evacuaciones, como purgas ó ayudas,
rortar \a ránula, atender muy bien elque purgación ó gonorrhea, ú otras úlceras gáli-
no se cuélela sangre dentro para el estó- cas, ó con dolores de los miembros, que afli-
yemas de huevo, se incorporará lodo muy tumor se cura como queda dicho en el capi-
bien en forma do emplastro, echándole tan- tulo 13 de este libro II, de la cura de las es
to cocimiento de malvas cuanto bastare pa- (rumas ó lamparones.
ra que se reduzca á punto de emplastro, del Secas ¿ras de los oídos.— Para
las secas o
cual tendido sobre un lienzo doblado, se lumorcillos, que se suelen ofrecer Iras de
aplicará tibio varias veces renovándolo. los oídos, es bueno aplicar ovligas frescas
y
Cuando se observare que el tumor tarda- bien machacadas.
re en salir, por la debilidad de naturaleza,
la CAPITULO XXL
cuando han quedado acci-
lo cual se infiere
to ántes se supure con los madurativos, co- ce, ni se esconde, con lo cual se distingue
mo queda dicho en el capítulo 2 del este li- de la quebradura del ombligo, como mas
bro II, en donde juntamente se verá el mo- ;ibajo se verá; y poniendo cerca de dielio tu-
do, cuándo y cómo se abren, y cómo se cu- mor una candela en la sala obscura, se ve el
Cara específica .—Por defuera se aplican servará la dieta, las sangrías, ayudas, ó ca-
á dicho tumor chochos amargos, 6 altramu- lillas, como queda dicho en el capitulo 3 do
ces quemados, ó la uña, ó el casco de burro, este libro If, solo las purgas en esta enfer-
limado y molido, y siempre se aplica algo medad han de escusar, ó lian de ser muy
se
caliente; ó poner encima del tumor, algo, suaves, por no llamar, ó irritar mas el hu-
calientes, lentejas cocidas y machacadas; ó mor, que caiga con mas fuerza sobre la par-
tome alucema molida y con trementina, y le flaca; pero los vomitorios medianos, eran
un tanlito de la enjundia de gallina 6 de la mas provechosos, si otra enfermedad del
mantequilla, formar un emplaslro para pecho, ó del pulmón no lo impidiere, por-
aplicarlo algo caliente, ó tome polvo de in- que revelen mas bien el humor.
cienso y de la ciscara de la Cura específica— Al principio del tumor,
granada, ó de
las agallas del ciprés ó del encino, y ama- ó inflamación, cuando empieza á inflamar-
sarlo con bastante clara de huevo batida; y se, aplicar luego un defensivo con unos pa-
tendido sobre un lienzo, aplicarlo tibio; ó ñitos mojados en agua envinagrada, o el
lome acíbar del peso de un tomin, y del pol- zumo, ó cocimiento de llantén, ó de yerba
vo de incienso ó del copal, en peso de cua- mora, ó del beleño, mezclados con la clara
tro tomines, y amasarlo con bástanle clara: de huevo bien batida; y suelen bastar tales
de huevo batida, en la cual mistura se re- defensivos á que cese la inflamación, repi-
mojarán unas hilas y se amarrarán sobre el tiéndolos, y renovándolos ántes que del to-
o mbligo. do se sequen.
Quebradura del ombligo.— También es Pero aumentándose la inflamación, y el
buena la enjundia del oso ó del tejón, y de dolor, aplicar tal emplastro: tome harina
la miel parles iguales, y añadirle unos pol- de habas, y de la cebada ó de arroz, do
vos de la suelda consuelda, y un poco de vi- cada uno dos onzas, de malva, y rosa un
no do uvas: con esto bien espeso se untará el puño, de man/anilla, 6 culantro verde, si
lugar del ombligo; y esto sirve también pa- hubiere, ó del estáñate medio puño: todo
ra la quebradura del ombligo, la cual se dis- bien
machacado, 6 molido, mezclarlo con
tingue de los otros tumores del ombligo, por-
dos, ó tres onzas de tuétano de vaca, ó de
que sale y yuelve á entrar; pero siendo que- lá enjundia de gallina, del azafrán moli-
y
bradura el ta! humor del ombligo,
conviene do en peso de medio tomin: hacer de todo
ánles que se ponga este medicamento, el
un cuerpo con el cocimiento de la manza-
haber entrado dicho tumor, fajándose enci-
nilla, ó de las malvas, cuanto basta para
ma muy bien, y escusar cualquier particu-
reducir la masa forma de un
á punto,, á
lar movimiento
emplastro, el cual se aplicará templado, y
de huevo, y unas hebras tic azafrán moli muda e.i color natural; y puesta una cande
do; ó habiendo manzanas, asarlas debajo lilla en aposento obscuro tras del tumor, se
del rescoldo, y después con leche cuanto echara de ver lo
diáfano, y trasparente de
basta cocidas, aplirar de ellas en forma de la agua contenida:
fuera de eso, al tacto so
emplastro blando y tildo. conoce una inundación, como cuando su-
Defensivos —HWénlvns su aplican dichos pura una apostema.
emplastros sobre la parle inflamada, so po- Señales de la hernia ventosa.— Vero sien-
dran poner unos defensivos en la parte sana do de viento tal
tumor, será mas traspa-
al rededor de la parte inflamada, como sobre
rente, la parte mas ligera, quey con el a-
el empeine, ó ingles, hechos dichos defen- gua;
y así el tumor del agua, como del
sivos de clara de huevo batida, y mezclada viento, se cura con los mismos medicamen-
con zumo, ó cocimiento de la yerba mora, tos, como so sigue.
ó del Manten añadiéndole unas golas de vi- Cura general —La dicta, y cura de estos
nagre, renovando los pañitos, antes que tumores, ó hernias de agua, 'ó de vienlo,
totalmente se sequen. en general es la misma que se pone en el
También conduce en esta enfermedad las capítulo 12 de este libro II dei Edema; solo
bebidas, y unturas frescas, puestas en que no se han de.usar purgas fuertes, sino
el.
\
Lirmo n capitulo xxm. 253
dicho cocimiento. También es bueno el es- cuta en la hernia aguosa, la cual es un tu-
de buey, ó de las palomas una libra, mor particular, y de ninguna manera con-
tiércol
con una onza de comino, y unas vayas de viene, cuando se llena dicha parte de agua
laurel (si hubiere) ó en su luyar manzani- en la enfermedad de la hidropesía. Tam-
lla, ó salvado un poco: todo lo cual maja- poco admite esta cura manual de la inci-
do, ó molido, se incorpora con bastante le- sión la hernia de viento; bien que admíte-
gia ordinaria, hasta reducirlo á punto de la misma cura de los medicamentos pues-
un emplastro algo blando, y tendiéndolo tos para la cura de la hernia aguosa.
sobre lienzo, aplicarlo bien caliente, des-
CAPITULO XXIV.
pués de haber fomentado el tumor con dicho
cocimiento; ó formar un emplastro de solo DE LA HERNIA, Ó QUEBRADURA INTESTINAL-
elpblvo de azufre, y miel virgen mezclado San Conrado Ermitaño,
es abogado para las
entre sí, y aplicarlo caliente. quebraduras .
Cómo se saca el agua por incisión. — Cuan- "Dos "kuj&os <k Va WuVa, ^ sus scüaWs.
do la herni i aguosa no cediere con dichos
medicamentos, se llega á abrir tumor con mm
tal
JIernia intestinal, ó quebradura de las tri-
un cañuto de acero, que remata en una
pas, es cuando bajan las tripas á la bolsa,
punta aguda, y cerca de la punta tiene di-
ó escroto, lo cual sucede, ó por relajación,
cho cañuto un agujerilo, por donde, sin
ó por rompimiento. Conócese cuando es
sacarlo, sale el agua contenida del tumor.
por relajación, en que las tripas no bajan
En falta de este instrumento, se usa de
de repente a la bolsa, sino ñoco á poco se
la lanceta, y es menester atender que no
va apareciendo el tumorcillo igual cerca
se corte, ó pique nervio, ni vena; mucho de
después á tiempo baja has-
las ingles, y
raénos el testículo, porque corriera riesgo
la la bolsa; y cuando se reducen las tripas,
de corromperse, después de la incisión,
vuelve á aparecer el tumor en las ingles, el
del anchor como el de una sangría, la cual
cual al entrar otra vez todas las tripas den-
ha de ser en el lugar mas bajo, para que
tro del cuerpo, desaparece también. Cuan-
salga toda el agua, y cerca de una línea
do es por rotura, ó rompimiento, se cono-
que hay en medio del escroto; pero no en
ce, porque las tripas bajan de repente á la
la misma línea; y salida el agua (siendo po-
bolsa, y el tumor se ve desigual; y esta
ca, de una vez; pero siendo mas cantidad,
quebradura por rompimiento, es mas difí-
se dejará salir en dos, ó tres, pausas, pa-
cil de curar, que la otra por relajación, aun
ra no debilitar al enfermo) se lava la he-
en los muchachitos, y mucho mas en los ya
rida con agua salada, y luego se le pone u
crecidos.
na cataplasma, ó emplastro del polvo de
Cura general.— La dieta, y cura general
rosa, ó de arrayan,, ó de bolo con clara
de la quebradura, ó de la hernia intestinal,
de huevo batida, cuanto basta para el pun-
es la misma como queda dicho en el capi-
to de un emplastro blando, añadiéndole
tulo antecedente de la hernia aguosa. No
un poco de aceite rosado, ó aceite común,
hartar, ni llenarse mucho con la comida, ó
lavado en varias aguas. Limpiada bien la
bebida; escusa» todo ejercicio fuerte, ó vio-
herida, se le pone para cicatrizar un
em- lento en levantar
peso, en brincos, ó gri-
plastro de diapalma, ó de sánalo
lodo, que
tos, y semejantes.
llaman, pues fácilmente se cierra.
Cura especifica,— En particular necesita
Advertencia.— Esta incisión solo se eje-
esta cura de ligadura buena, ó de braguero
254 DE LA HERMA O QUEBRADURA INTESTINAL
ajustado; y reducidas Jag tripas para den- semanas ó mas, en la
cama boca arriba, y
tro del cuerpo, aplicar encima del mismo algo mas alto las
asentaderas, que lo de-
lugar donde entran, 0 salen las tripas un' más del cuerpo, usando de ayudas suaves,
y
emplastro, que llaman ad Rupturam; ó en su emolientes, puestas en el catálogo de los
hipar tome el polvo de suelda consuelda, medicamentos, para cuando faltare el ré-
y amasarlo con muy poca trementina; y a- gimen natural.
plicarlo tendido sobre una parte de bada- Endurecidas las tripas salidas.—Cuando
na, del tamaño de un peso, al mismo lu- acaece, que en las tripas que bajan á la bol-
^ar en donde bolvieron á entrar las tripas, sa se endurecen las heces, lo cual se conoce
y amarrar,, ó apretar la ligadura ó el bra- por no haber regido, del cuerpo en dos o
guero bien ajustado. El emplastro de ja- tres dias, y también por la mucha dureza
bón de castilla, cuya composición se dirá de la parle, no conviene por entonces ha-
en el catálogo de lo* medicamentos, es ge- cer fuerza para la reducción de las tripas á
neral medicina para cuantos géneros de su lugar, sino echar ántes unas ayudas e-
quebraduras hay, aunque sean de huesos, molientes; y cuando estuviere tan endure-
y para vizmas muy eficaz; ó tome de las co<- cido, que ni ayuda se pueda recibir, echar
chinillas, que en humedades se hallan, una unas pelotillas, ó calillas, ó fomentar la
porción de ellas, rociarlas con vino, y in- parte endurecida con cocimiento de las yer-
corporarlas con un tanlito de trementina, y bas emolientes, como es malva, trébol, y
aplicarlo al modo dicho. También hace un poco de manzanilla, cocidos en el cal-
buen efecto, infundiendo en aceite de al- do de las tripas, ó menudos de cualquiera
mendras dulces, dichas cochinillas, y pues- animal comestible, ó en caldo de la olla,
tas al sol por unos dias: luego -untar con di- moderando dicho fomento, que esté algo
cho aceite lodo el lugar, y al rededor de él; mas que tibio; y procurar, después del fo-
pero después de estar reducidas las tripas mento suficiente, con las manos calentadas
dentro del cuerpo, y apretar el braguero. en el mismo cocimiento, reducir las tripas
O en lugar de este-aceite, fomentar dicho á su lugar.
sitio (reducidas las tripas) con tal cocimien- —
Con inflamación. Lo mismo se ha dt> a-
to: tome cascaras de granada, de lafior de tender, cuando hubiere alguna inflamación
granada, de los capullos de las bellotas, en la tal parte, estando salidas las tripas,
de las agallas del ciprés: de los que de es- la cual inflamación se conocerá por el ru-
pesarán tres onzas, y del bor, dolor, y calor, que se halla en tal par-
tos se hallaren se
alumbre crudo se tomará de peso de dos te, y con calentura. En semejante caso se
tomines, de rosa seca, y manzanilla dos pondrá tal emplastro: Tome harina de ce^
puños: cocerlo todo molido, y majado en bada dos puños, y salvado del trigo remolido
cuatro cuartillos de agua, en que los herre- un puño, aceite rosado, ó mantequilla fres-
ros apagan el hierro ó acero, hasta consu- ca lavada como dos oirzas, y con vino a-
mirse como la mitad; y con unos paños moja- guado, cuanto basta para reducirlo en for-
dos en este cocimiento bien caliente se fo- ma de emplastro: aplicar de este emplas-
mentará, ó bañará el dicho lugar por buen tro libio sobro la parte inflamada, y sobro
tiempo, renovando, y calentando mas ve- las ingles* pues digiere, repele, y conforta.
ces los dichos paños. Después del fomen- Con ventosidad.— Resistiéndose para en-
to se aplicará uno do los susodichos em- trar las tripas por muchos flatos, ó vento-
plastros, ó vizmas, ajustando encima muy sidades, lo que se conoce del gruñir las tri-
bien el braguero, y estarse sosegado por dos pas, y del dolor tensivo sin po«o, fomentar
LIBRO H CAPITULO XXIV 255
caliente tal tumor con unos paño* mojados Cura y dieta.— En cuanto la dieta, guar-
<'H legta fuerte, en que se haya cocido I; ía, y otros medicamentos preparativos, ó
semilla majada del comino, ó del hinojo evacuantes, no necesitan las berrugas, no
ó encino, en que cueza hinojo, ó alucema. siendo de las malignas, ó gálicas.
CAPITULO XXV.
Cura específica de las pensiles*.
ber- — Las
rugas Pensiles se curan con mas facilidad,
DE LAS BEBRUGAS, CLAVOS Y CALLOS. al modo que
curan otros tumores, que se
San Benjamín, y San Clemente de Anclara, cuelgan como.de una cuerda, 6 hilo de se-
son abogados para los clavos, bermejas, da, ó de cerda de caballo,
y y renovándolo
uñeros. os dichos hilos, ó cerrándolos algomas de
cuando en cuando, hasta que por sí se cai-
Lías berrugas comunmente se reducen á gan, por cuanto con esta tal ligadura se les
tres géneros: las unas llaman ó quita el que les acuda
Sésiles,
su_suslento, deque
hormigas, así por
color algo denegrido, se mantienen
el
y fomentan.
como por el dolor, que al refregarlas es
Cura de las Sésiles.— Para extirpar Jas
como de una mordedura de hormiga. berrugas Sésiles, en particular unas chiqui-
Señales dt las berrugas sésiles. —Sus se- tas,
que suelen salir en la cara, ó en las ma-
ñales son, que están algo levantadas:' por la
nos, es bueno untarse con el zumo de
la raiz
parte inferior son latas, ó anchas,
y por la de la yerba golondrina ó' majar
esta raiz, y
parte superior tenues ó delgadas, sin aspe- mezclado
cou un poco de unto, aplicarlo; ó
reza, que crian algunas veces uno, ó mas
aplicar mescál tlatemado,
y majado, con-
pelosencima, y nacen por la mayor parte en tinuando
algunos dias con ello, ó untar di-
las manos, ó en los pies,
y seoriginan de hu- chas berrugas con sangre de largalija, ó
mor melancólico. con leche de la higuerilla;ó amasar con vi-
Señales de las pensiles. -Otro género hay
nagre fuerte el estiércol dé cabra, ó de buey"
de berrugas, que llaman Pensiles, por cuan-
y ponerlo encima de la berruga;' ó con ce-
to tales berrugas son algo largas,
y gordas niza de la corteza del sauz en vinagre; ó un-,
de cabeza', y dependen de un pié tan delgado
tarlas con la hiél del chivo.-.
como una cuerda, ó hilo, levantadas algo so Las dichas berrugas Sésiles que fueren
bre el culis, de igual color, redondas, sin do- rebeldes, ó añejas, sajarlas
primeramente
lor, y al tacto blandas, que se originan de algo al rededor con una lanceta,
ó cuchilla,
pituita gruesa. que sude'una poca de sangre,
y luego po-
Señales de los clavos.— Otro género
de nerlo un polvito de azufre, ó de la capar-
las berrugas llaman clavo,
y se asemeja á rosa, amasado con vinagro fuerte en forma
las bei rugas Sésiles,
y son unas berrugas de pastilla, renovando á veces dichas
pas-
blancas, redondas, que tienen su cabeza
a- tillas. Mas eficaz será el polvo de
la ca-
planada, y ancha como de un clavo: su raiz parrosa,
algo quemada, ó en su lugar del
en la carne está delgada, honda; nacen
y co- cardenillo un poco quemado,
y con vina-
munmente en los dedos, ó plantas de los gre amasado,
y aplicado al modo dicho.
pies, ycausan notable molestia al andar,
y Cáusticos potenciales.— Q locar las tales
algunas veces se exaspera, que sin llegar, berrugas rebeldes
(antes algo sajadas) con
ó locarlas, duelen, como si les entrara un un pincelilOi ó palito
mojado en agua fuer-
clavo: estas causan el humor de los plateros, ó en
i
pituitoso, me- te
el espíritu de vitrio-
lancólico; pero mas seco que en las otras lo, si le hubiere; ó ponerle oli o cáustico de
berrugas.
los que se ponen para abrir fuentes en el
25G m LAS BíittRL'GAS, CLAVOS V CALLOS.
catálogo de los medicamentos, les cuales parle en donde está el callo en agua caliente,
cáusticos sts amat rao encima de, las berru- ó en cocimiento de malvas, ó trébol: quita,
gas, sin que loquen masque sola la berru- do ya lo duro, se amarra encima del mis-
ga; y osando de los cáusticos fuertes, ó de mo clavo la ceniza del estiércol quemado de
la caparrosa, ó del cardenillo, es menes-
la gallina, amasado con miel virgen, reno-
ter atender á que no haya nervio, ó arte- vándolo varias
veces por muchos dias, p<>r
ria muy cercana, á quien pueda dañar tal
cuanto comunmente tienen muy hondas sus
cáustico. raices, y no puede el medicamento penetrar
Defensivos. -Y fuera de eso conviene siem- sino poco
á poco: y lo mismo se observa-
pre poner al rededor un defensivo, como
rá usando de las curas siguientes. Tome
son unas hojas majadas de la yerba mora, en lugar de lo
susodicho ceniza de las cas-
ó de llantén, ó de la clara de huevo batida caras del-sahuce, amasada con vinagre
fuer-
mojando en ella unos ó untar te, y aplicarla al modo dicho, amarrando
liencecilos;'
la circunferencia "de la berruga con man- encima la telilla interior, que suele tener
teca lavada, y mezclada con un polvo de
el unto sin sal, para que mantenga blando
alba jalde, ó del bolo, ó de la greta. el cutis ai rededor. También es buena pa-
Cáusticos de fuego.— También se consu- ra- los clavos, limpiados del callo por enci-
men tales berrugas con cáusticos actuales, ma, la orina de perro, aplicando luego en-
ó con cauterios de fuego, como aplicar una cima cera de campeche con un polvo de
lámina agujereada, por cuyo agujerito solo azarcón mezclado; ó amarrar unas cochi-
parezca la berruga: y con un botón de fue nillas majadas, ó machacadas encima del
go, ó algún clavo caliente, tocarla suave- clavo limpiado del callo.
mente varias veces, y untarla después con Berrvgas gálicas.— Vara las berrugas gá-
unto sin sal, ó manteca. licas se podrán usar estos mismos medi-
O en lugar de esto, procurar clavar bien camentos, según masó menos rebeldes fue-
la punta de un alfiler en la misma berru- ren, que comunmente /son de la especie de
ga, que quede allí algo clavada; después las berrugas Sésiles; pero conviene pri-
arrimar á la cabeza del alfiler una vela en mero usar de la zarza, y de medicamen-
cendida, para que se caliente todo el alfi tos purgantes, como se verá en el capítulo
ler;y de esta manera se causticará con me- 86 del libro I del morbo gálico. [Crestas
nos aparato, aguantando algún tiempo el gálicas.) Así mismo se curarán las crestas
calor, cuanto se pudiere buenamente. Tam- gálicas.
bién se caustica berruga, acercándola un
la Contra los callos. — Los callos son una cier-
tizoncito, ó un poco do tabaco bien encen- ta dureza, ó eminencia del cutis endureci-
dido, sin topar la brasa con la berruga, a- da, unas veces redonda, tiesa, de color blan-
guantando un dolorcillo, como si se clava- co, sin dolor, y no tiene raiz para dentro,
ra una aguja, repitiéndolo algunos dias; ó como las berrugas, ó clavos, que comun-
quemar la berruga con pajuela de azufre mente nacen en las palmas, ó dedos de los
encendida. piés, y manos, que se originan del mucho
Cura de clavos.— Para curar los cla- y continuo trabajo; el cual callo se consu-
los
cos, se cortará Antes lo duro que nace en- me con los mismos medicamentos puestos
cima, como un callo, para descubrir la raiz, contrael clavo; ó amarrar con un paüito
sLyi que tal separacipn haga sangre; lo cual una parte de zabila soasada, ó de siempre-
raa»s fácilmente] se conseguirá, teniéndola viva, quitándole el pellejito, y continuar
LIBRO II CAPITULO XXV. 257
con ello. También lo mitiga y ablanda, a- cas; por lo cual me pareció ser bastante a-
plicada sola la telilla interior del unto sin puntar solamente algunas circunstancias, ó
sal, ó el jabón remojado. advertencias, que se han de observar en la
Grano, ó tumorcillo de los párpados de los cura de las heridas, ó llagas frescas.
ojos.— Por no hacer capítulo aparto se a- Sacar lo esiraño.— Primeramente es ne-
ñade aquí el tumorcillo que se ofrece en los cesario, para que se unan, y junten las he-
párpados de los ojos, que en llama ridas, sacar ó limpiar de ellas las cosas es-
latin se
Hordeolum, por la semejanza que tiene con trañas, que dentro de las heridas se halla
el grano déla cabeza, que en latin se lla- ren, como pelo, tierra, grumos de sangre,
ma Hordeum. Comunmente está dicho gra- ó alguna parte del instrumento con que se
no, ó tumorcillo blando, y tratable, que de hizo tal herida, lavando con vino caliente,
ordinario nace de materia cálida, y no tie- ó con cocimiento de romero, ó de salvia, ó
ne riesgo, pues sin medicamentos se resuel- con el sumo de maguey, ó cardos, ó de los
ve algunas veces. órganos soasados debajo del rescoldo; y en
Se fomenta para curarlo con el cocimien- esto conviene atender, habiendo mucho flu-
to de cebada, ó con un poco de manzanilla jo de sangre por la herida, el no urgar por
cima cera nueva, sola/ó mezclada con pol- tal, el que de ninguna manera se saque,
vo de acíbar, y atutía. hasta tanto que se haya dispuesto con el en-
fermo en cuanto los Santos Sacramentos, y
CAPITULO XX Vi.
lo demás, porque apénas se saca tal arma,
ALGUNAS ADVERTENCIAS DE TAS HEB1DAS. cuando comunmente se muere el herido.
Santa Eufemia, y San Sebastian, son, aboga- De los puntos ó costura.— En cuanto los
dos en general de las heridas. puntos, ó costura, solo siendo lalierida pro-
funda, ó que tenga los labios muy aparta-
dos, es conveniente dar puntos, como tam-
bién en donde no Cabe la ligadura, como en
Aabiemdo de decir algo de ras heridas, que heridas de. la
oreja ó cara: las heridas pe-
son solución de continuidad reciente,
ó lla- queñas no necesitan de dar puntos.
gas frescas sanguinolentas, las cuales,
asi Para dar puntos se observa, que los pun-
como frecuentemente se ofrecen, así mismo
han de coger alguna parte de la carne
tos
es muy común,
y por las
csperieneias'muy con el culis, y que de un punto á otro haya
sabida la cura de ellas, en
particular (por distancia del anchor de un dedo,
con seda
cuanto Dios proveyó á estas tierras de
innu- no muy torcida, y algo encerada: de allí á
merables, ymuy eficaces plantas, yerbas, y pocos dias (estando unidos los labios, que
bálsamos muy saludables, que á cada paso, so conoce cuando la costra, de ántes tiran-
como dicen, están hablando los moradores te, se afloja) so corta ei hilo, y se saca con
de ellas) para curar heridas,
y llagas fres- cuidado de que no se renueve la abertura
17
ALGUNAS ADVERTENCIAS DE LAS HERIDAS
Cardenales denegridos.—-En caso que los dré un modo fácil de curar una herida ordi-
cardenales estuvieren denegridos, y el lu- naria de la cabeza.
Herida ordinaria de la cabeza.— Salida 0
gar como muerlo de sangre cuajada, entón-
esprimida muy bien la sangre necesaria de
eos habiendo juntamente mucho
calor, fo-
la herida, póngase una mecha mojada en la
mentarlo con vinagre caliente ó con agua
clara de huevo batida en el lugar mas bajo
en que se cocieron unos rábanos; y no ha-
de la herida, para que pueda salir mejor la
biendo mucho calor, se cocerán en vino; ó
materia que se recogiere; y luego aplicar
aplicar calientito el cataplasma ó emplastro
encima dos pañilos mojados en dicha clara,
siguiente. Tome rábano molido ó rallado,
amarrarlos con dos cabezales, y venda al-
y de migajon de pan, partes iguales; y
con y
go ancha, como de un palmo, y dejarlo asi
agua ó vino (según mas ó ménos calor tu-
amarrado- hasta el dia siguiente; entónces
viere la parte) cuanto basta, se reducirá en
lavar la herida con zumo de la yerba de go-
forma de emplastros; ó moler comino en
londrina y otro tanto si hubiere, del zumo
polvo, el cual mezclado en cera derretida,
de maguey ó de los órganos soasados; y si
se tiende sobre un lienzo ó badana para
necesitare de puntos, se darán como que-
aplicarlo. Cuando resistieren dichos
los
da dicho en este capítulo. El bálsamo se
cardenales á estos medicamentos, suele con-
hace del zumo de maguey bien asado, echa-
vertirse dieba sangre estravasada en mate-
do en redoma de vidrio, con polvos de va-
ria; en tal caso con sajador abierta una bo-
leriana, que en tierra adentro llaman yer-
ca, se curará con el digestivo; y lo demás
ba del manso, bien tapada la redoma, y
como queda dicho en el capítulo 2 de este
puesta al sol ó en estiércol hasta que se es-
libro II hasta cerrarse.
Azotadas cómo curan.- El dicho modo pese como bálsamo.
se
de usar del pellegito recien quitado de cual- Bálsamo para heridas frescas. Otro bál- —
quier animal, conduce también para los azo-
samo se hace, cociendo cardos ó cociendo
en las aberturas de estos los dichos zumos de maguey ó de
los órga-
tados; 6 echarles
rosa seca, arrayan ó ro- «os, con otro tanto del sebo de
macho ó del
polvos, como son
unto sin sal añejo; y después de consumi-
mero ó de las nueces del ciprés, ó de la cás-
dos los zumos, colado por un paño, se usa-
cara de la granada ó yerba del manso.
Tumores en la cabeza de golpes ó cuidas. rá de ello en lugar de aceite de aparicio ú
—Para tumores que se levantan en la otro bálsamo, para cualquier herida fresca.
los
cabeza por contusión, como de un golpe ó Emplastro fácil de componer para las he-
caida, sirve también el pellejo recien quita- ridas frescas.— O hacer del bálsamo dicho
do de cualquier animal, como corderilo. un emplastro ó cerote, tomando una parle
carnero y semejantes, solo por sí aun ca- de este bálsamo, como seis onzas, y añadir-
liente aplicado sobre todo el tumor, sin aña- le dos ó tres onzas del polvo cernido muy
dirle otra cosa, porque resuelve felizmente sutil de la almártaga, ó de la greta de los
el tal tumor ó bodoque sin madurar, ni mineros, y media onza déla trementina: to-
abrir boca, así en los viejos como en los ni- do ello hierva sobre fuego manso en un ca-
ños; y no bastando una piel una vez aplica- cito, añadiéndole al fin un poco de cera: de
da, repetir aplicando otro pedazo de piel este emplastro se tiende un poco, según la
nueva recien quitada. Aunque como al herida, ó algo mas, sobro lienzo, para apli-
principio de este capítulo queda dicho, hay carlo después de untada la herida con el su-
d¡» fresca (antes bien esprimida la sangre de esto atraigá el anhélito por el dicho orificio,
ella) lajoxoba de Sonora, tostándola, sin y juntamente saque la ponzoña, repitiéndo-
que se queme, en carbón; y después refre- lo con aves nuevas siendo menester.
gada contra un guijarro áspero, da de sí un Algunos después de haber aplicado Ta
aceite prieto, con el cual se embeben unas ventosa arriba dicha, por un ralo la dejan
hilas, y se aplican tibias. puesta, y luego quitada la dicha ventosa,
cauterizan con un botón de fuego, ó con
CAPITULO XXVII.
varios tizones (fallando instrumento de hier-
»E LAS HERIDAS ó MORDEDURAS PONZOÑOSAS. ro) bien encendidos á la herida ponzoñosa,
porque con su calor consume con buen efec-
San Pablo apóstol, San Amabilis y San
to la ponzoña. También en falta de la ven-
Phocas mártir, son abogados contra
tosa suplirán las aves, aplicadas al modo di-
las heridas ponzoñosas.
cho; ó cuando hubiere alguna persona que
quisiere,chupar y sacar la ponzoña de la
herida, no ha de tener Haga ninguna en la
•un de armas envenenadas, ó en boca, ni en la garganta: lo segundo, come-
las heridas
las mordeduras, ó picaduras de animales rá ántes un poco de mantequilla fresca, ó se
ponzoñosos, ó de perros rabiosos, conviene enjuagará la boca y las fauces con aceite ú
observar la misma cura, con su dieta y otro género mantecoso, para .que no reciba
guarda, cotno queda dicho en el capitulo 5 daño. También conduce el cauterizar la
de este libro II del carbunco. Fuera de eso herida ponzoñosa prontamente, aunque no
luego que se halla uno con herida ponzo- se haya puesto ventosa antecedentemente.
ñosa, conviene amarrar ó. hacer una ligadu- Otro modo de corregir y chupar la ponzo-
ra encima de la herida, si ella estuviere en ña, que de las mordeduras ó picaduras de
ios brazos ó piernas, para que no tan fácil- animales ponzoñosos se ha originado, esco-
mente pueda subir la ponzoña á ocupar el ger el mismo animal que picó ú otro de su
corazón; pero no ha de ser tan recia la li- misma especie, y aplicarlo muerto,,
y algo
gadura, que entorpezca ó amortigüe la par- machacado prontamente sobre la herida,
te amarrada. Luego conduce sajar la di- porque atrae para si su ponzoña: y siendo
cha herida algo honda, siendo en parle que grande el animal que hirió, pudiéndolo ma-
se pueda sajar, sin lastimar nervios, ni ar- tar, sacarle el
hígado, y aplicarlo aun ca-
terias ó venas, y aplicar sobre las sajas una liente sobre la herida.
ventosa con mucho fuego, para que atraiga Muchos otros antídotos ó medicinas con-
y saque con la sangre la ponzoña: hecha tra las ponzoñosas heridas, se hallan por es-
esta diligencia, se aplicará prontamente lo tas tierras, como
es la contrayerba, varias
que mas bien hubiere á la mano de los si- habillas
y gomillas, como es una gomilla
guientes, como ajos con sal molidos, ó cebo- algo colorada,
que llaman en la lengua opa-
lla, ó poleo, ó mostaza, ó levadura
be pan, ta Xua, de Ja cual hay' abundancia en la
ó estiércol de cabras; ó lavar la herida pon- provincia de Sonora: en
la Taraumara os
zoñosa desde luego con orines; ó aplicar el muy alabada
la jicamilla de Julimes y otras
orificio de gallina, ó de
gallo, Ó de la palo- muchas, que libran á los heridos con ponzo-
ma, despumado ó pelado sobre la
herida ña de la muerte casi infalible: de todas ellas
ponzoñosa; y en este mismo tiempo
tapar- tiene conocimiento en México un médico
les bien con uo paño
toda la cabeza, que no herbolario, que asiste en nuestros colegios.
pueda respirar por la boca, sirto que
con También de Filipinas vienen unas piedras
262 DE LAS HERIDAS O MORDEDURAS PONZOÑOSAS.
que llaman de la culebra, bien esperimen- huye de su propia sombra, como también
tadas. El uso de estos antídotos ó medici- los otros perros por su natural instinto hu-
nas contra la ponzoña es, ó aplicarlo por sí yen de él.
solo sobre las tales beridas, levemente sa- Seriales del hombre rabioso.— Aunque el
jadas, como es la piedrade Filipinas, ó unas hombre mordido de perro rabioso por aquel
habidas que hay; pero contrayerba, las poco tiempo no sienta mas dolor, que el or-
la
gomillas y la jicamilla se muele en polvo, ó dinario de una mordedura
ordinaria, des-
se masca una porcioncita de ella, y se apli- p ues de poco sobrevienen algunos acciden-
ca sobre la herida, también se da á beber tes, que indican haber sido de perro rabio-
un poco de ellos, para mejor efecto. so, como en ponerse todo el cuerpo colora-
San Huberto obispo, Santa Quiteña y San- do, como encendido, en particular la cara :
ó mordedura dé perro, ú otro animal rabio- Polvo para rabiosos.— Polvo para los mor-
Mi. Procurar el aire templado, la comida didos de perros ó animal rabioso. Tome
de fácil concocciou y no parcamente, por- partes iguales de vuda, verbena, salvia,
vacio, para que ponzoña no pase tan fá- buena, diaptano, ó de cuanenepili, de arte-
la
cilmente á los miembros en lugar del nutri- misa, mastuerzo, hipericon, de lo que de
mento. Beber de ordinario agua acerada, estos se hallare: secarlos á la sombra ó ya
ó vino (en los que estuvieren acostumbrados secos, molerlos en polvo y cernirlos, de los
á bebei lo) ó leche, en particular hallándose cuales polvos se dará en peso de medio to-
el paciente con pocas carnes, y mantener mín ó á gente mas robusta hasta en peso de
buen régimen Las sangrías un tomin ó de tomin y medio, como Ires ho-
del vientre.
en los primeros dias, generalmente hablan- ras ántes de comer, en una laza de caldo
do, no convienen, y después necesitan de con miel revuelto, repitiéndolo por varios
mucha circunspección. Las purgas muy dias. De este polvo en mayor cantidad se
suaves, que evacúen el humor melancólico, podrá dar á los animales tocados de rabia,
podrán usarse de cuando eu cuando. sobre un pedazo de pan ó de carne, ú otro
Cura específica.— Vov defuera sin dilación bastimento propio de tales animales.
de tiempo, procurar coger unos pelos del Así mismo desde el primer dia déla mor-
animal rabioso y aplicarlos á la herida, y dedura conviene tomar para ayudar á arro-
escusar de todas maneras el lavar, ó hume- jar del cuerpo la ponzoña, como es la piedra
decer la tal herida con agua. También bézar la gomilla xua de Sonora, la contra-
conducen los antídotos ó los medicamentos yerba, la escorzonera, la triaca, la raiz de
puestos contra las picaduras ó mordeduras la chacaana de Nuevo-México y otros seme-
de animales ponzoñosos; ó sajar la herida, jantes, y los cangrejos preparados, como se
como queda dicho arriba en este capítulo, dijo arriba en el capítulo 15.
y al rededor de ella aplicar una ventosa con Picadura deabispa ó de hormiga.
Para —
buena lumbre; y evacuada la sangre, caus- las picaduras de abispas, abejas ú hormigas'
ticarla con fuego, como queda referido, oplicar un diente de ajo algo majado, ó unas
y
mantener abierta la llaga, hasta que toda hojas de malvas, ó de la ruda fresca, ó del
la ponzoña haya despedido, por cuanto el estiércol de vaca ó sebo.
pero endureciendo ó desapareciendo tal tu- polvo del incienso ó del copal; y después de
mor de repente, corre mucho riesgo de pa- haber hecho un hervorcillo junto sobre fue-
decer convulsión; y cuando está cortado to- go manso, se volverá á colar por un paño; y
do el nervio, no hay tanto dolpr, ni inflama- tal aceüe sirve para curar todas las heridas
ción, ni convulsión; pero la parte que de- de nervios y tendones, echando de ello algo
tal
pendía de tal nervio, perdió para siempre caliente en la herida. Cuando se deseare
todo su movimiento. dicho aceite de mayor eficacia, como para
parcamente: no beber vino sino agua de incienso, del polvo del euforbio, como en
falta de este polvo,
cebada -ó agua acerada: huir mucho del frío, peso de dos tomines; ó á
como enemigo deTós nervios; y habiendo que solo se halla en las boticas, se le añadi-
rá como media onza del polvo de la piedra
muctrb^ dolor conviene una ú otra sangría
revulsoria de la parte distante; pero del mis- azefre. Este mismo aceite preserva tam-
mo lado de la herida, según las fuerzas del bién de la convulsión ó del espasmo, como
paciente, aunque no sea muy sanguíneo: mas abajo se dirá.
procurar el régimen del cuerpo con ayudas Después de la primera cura de las hilas
.
vinagre, lo cual se estiende sobre un lienzo, quede la parte á quien correspondo tal ner
que coja juntamente al rededor do la heri- vio sin movimiento y sentido, como queda
so- dicho en el pronóstico de este capitulo, por
da alguna partesana; y para aplicarlo
bre las susodichas hilas se entibiara antes. escapan la vida
Preservativo y curativo de la convulsión ó
Contusión de tos nervios —-Habiendo con
espasmo.— A tend erase para socorrer pron- insion de nervios sin herida, se fomentará
tamente á los accidentes que se suelen ofre- la parte lastimada con trementina caliente,
cer en las heridas de los nervios: 'en parti- ó con el aceite dicho de las tombricos, y
cular se procurará preservar de convul- aplicar encima de la untura el emplastro de
la
•uelo sobrevenir, se mitiga con el dicho em- po y mártir, son abogados para las he-
brazo de aquel mismo lado, según las fuer- También sirve el cocimiento de las hojas do
zas del enfermo, ó aplicar sanguijuelas tras los membrillos, primero bien lavadas del
de las orejas. También en tal caso condu- polvo y luego cocidas en agua ümpia, para
cen ventosas secas, ó sajadas en las espal- lavar las llagas ó heridas de los ojos.
das cerca de los hombros: friegas ó ligadu- Contra el mucho dolor.— Cuando hubiere
ras en los brazos, ó en los muslos
y piernas, mucho dolor en los ojos, entóneos solamente
ó solo de las rodillas abajo. También apro-
se fomentarán ó bañarán los ojos con lecho
vechan purgas ó ayudas para evacuare! de muger, mezclada con un poco de la cla-
las
humor colérico, según se verán en el catá- ra de huevo antes bien batida.
logo de los medicamentos. Pasando dos ó tres dias de la herida, Se
Cura especifica.— La cura específica y es- podrán aplicar unos de los emplastros si-
tertor, es á que primeramente se quiten las guientes: Tome migajon de pan remojado
cosas estrañas que hubieren quedado ó caí- en tanta leche de muger, que quede delga-
do en los ojos; pero sin exasperarlos mas. do y leve, con un polvito de azafrán mezcla-
El modo de sacar caido en los ojos se ve- do, y ponerlo sobre el ojo; ó tome yema
lo
y
rá en el libro I al fin del capítulo 16 de las clara de huevo junto, y medía cucharada de
fístulas de los lagrimales. vino tinto, ó de otro vino suave de uvas, y
Aplicar desde luego unos liencecilos pica- batirlo entre sí muy bien: después añadirle
dos en forma de defensivos sóbrela frente tanta harina cuanto basta para el punto de
de sien á sien, mojados con clara de huevo un emplastro delgado y leve.
batida, y un tantito de agua rosada ú ordi- Advertencia en poner los emplastros.—
naria. También se le podrá añadir á dicho de observarse, que estos dichos emplastros
defensivo un polvito de bolo, ó del barro solo se han de aplicar sobre el párpado de
finri colorado; 6 tome del polvo de azafrán arriba, y no cerrar con ellos entrámbos pár-
en peso de medio tomin, y media onza déla pados, para que puedan correr las lágrimas
flor de la harina de trigo: amasarlo junto mismo se renueven
y salir de los ojos; y así
con bastante clara de huevo batida, á que ó humedezcan, para que de secarse mucho
quede en el punto, como suele ser la miel no ocasionen dolor. Tampoco se ha de a-
virgen, y aplicar un liencecito untado solo pretar mucho la venda, porque no llame
por un lado, y puesto sobre la frente, que mas humor.
alcance de sien á sien. Lagañas de los ojos.— Cuando se pegaren
Dentro de los ojos heridos se echan de unas lagañas de humores ó de materia seca
mando en cuando unas gotas de sangre sa- entre los párpados, lavarlos con la leche de
cadas délas alas de la tórtola ó paloma ó so- muger ecién sacada, ó con
r la leche de ca-
lo de la clara de huevo batida, añadiéndole bra recien cojida.
un poco de agua rosada ú ordinaria para que Para secarla herida Después de siete —
no pegue tanto y continuarlo por siete ú ocho dias de la cura ó de la herida, se tome para
días. Tan.bien es bueno fomentar ó bañar secar mas bien la herida, miel virgen mez-
de cuando en cuando los ojos heridos con co- clada con polvo muy sutil de azúcar candi 6
cimiento de rosa y trébol, y de las cabezas de azúcar fina, y un tantito del polvo de
de las adormideras; ó poner algodón moja- acíbar y atutía: hacer de todo esto un un-
do con zumo de llantén sobre los ojos llaga- güentito delgado, y untar con ello los ojos
dos ó heridos, ó con zumo de la yerba golon- ó párpados de ellos.
drina; y si hubiere alguna inflamación, aña- Cárdenos ó sangre difundida en los ojos ó
dirle un poco de la clara de huevo batida. svgilano.— Cuando de
un golpe y caída se di-
LIBRO H CAPITULO XXIX. 267
es pene-
funde alguna sangro debajo fie la primera herida del pecho ó délas espaldas
túnica de los ojos, que los latinos llaman su- trante, se
observan en común estas señales»
gillatio. se cura echando en los dichos ojos comocuando el paciente lienela respiración
ó la clara de huevo batida y echada r.lgo ti- rida al liempo que al paciente se le tapa
la
bia en los ojos; ó aplicar un huevo duro co- boca y las narices; y
poniendo cerca de la
cido aun algo tibio, quitada la cascara y herida una candelilla encendida, 6 un poco
y
partido por medio, que la yema partida lle- de algodón flojo, porque siendo penetrante,
gue'sobre el párpado del ojo; ó aplicar algodón; y esto ma9
ti- se^ bullii á la llama ó el
biecito trébol algo mojado y en vino aguado bien sucede colocando al enfermo
de aque-
cocido; ó fomentar ó bañar primeramente lla postura, como recibió la herida.
Tam-
tales ojos, con el cocimiento de alholvas ó bién es señal de penetrante, cuando sale
del trévol, y luego aplicar tibio migajon de poca sangre de la herida, por caer ella den-
pan blanco y algo humedecido con vino sua- tro de la cavidad del pecho, y juntamente se
las ma-
ve de uvas; ó aplicar el pulmón ó los bofes atienden las armas que hirieron: de
recien sacados y aun calientes del carnero terias que caen en la
cavidad del pecho,
piernas del paciente, saldrá también la ma- güento común de trementina y ye-
digestivo
teria mas baja de lo que es la herida." ma de huevo, como queda dicho en el capi-
Hecha esta diligencia, bastará para la pri- tulo 2 de este libro II, y se vuelve á amarrar
mera cura, y se pondrá en la herida una me- con su venda, prosiguiendo con semejantes
cha de hilas del tamaño y grosor de la heri- curas, hasta que salga el cocimiento 6 lava-
da, y que sea blanda y corta, porque no las- lorio claro como babia entrado.
time algo de adentro, y amarrada la mecha Para encarnar la herida estando ya lim-
con unbilo bien largo, para quo si caliere pia, se geringará en lugar del susodicho la-
dicha mecha en la cavidad se pueda sacar, vatorio con un cocimiento adslriugente, co-
porque lo contrario era muy peligroso La mo
cocer en medio cuartillo de vino de uvas
mecha que se pusiere, se mojará los prime- y dos cuartillos de agua, rosa seca, ó flor de
aos dJas jcou sola la clara de huevo batida; granada, hoja do Manten, raix de suelda con-
y
LIBRO I! CAPITULO XXX 2ce
suelda, 6 arrayan, ó agallas del encino ó del natural, como es el hígado, vaso, estómago,
ciprés, de lo quede estos ingredientes hu- intestinos, redaño, ríñones, m'esenterio, ve-
biere, como el útero de las mugeres. La tal
cinco ó seis onzas, y se le a- giga y mem
ñadirá de la manzanilla como media on- brana ó peritoneo, es de substancia sutil,
za: todo junto á fuego manso cocido hasta lanío, que la semejan á la telaraña.
que merme cerca de la mitad, colarlo por Señales de las heridas penetrantes —Pa-
un paño y añadirle miel rosada ó miel de sando la herida á esa membrana del perito-
caña, una onza, ó miel virgen para tiem- neo, se llama penetrante, y se conoce cuan-
el
cierre la herida y no quede fístula por la de- mo ombligo, ó la membrana que llaman la
masiada detención de laá mechas. linea alba, que es en medio del vientre, en
Señales para conocer qué parte interior donde se juntan los músculos del abdómen ó
queda herida.— Siendo herido el corazón, se del vientre.
conoce, porque está la herida en medio del Las heridas penetrantes con lesión de la
pecho, eon flujo desangre rubia, palidez en
boca del estómago, las heridas hondas del
para afuera, cojiendo mismo el perito rán los puntos necesarios orno queda di-
asi <
cortar el hilo algo distante del nudo: siendo mo un amarillo pálido, que fácilmente ge
dados los puntos, curarla como herida no de su color natural en un color blanco, co-
penetrante. mo sebo ordinario, ó en negro ti otro obscu-
Salidas las tripas— Cuando de la herida ro, y no deshaciéndose entre las manos; en-
hubiere salido alguna porción de los intes- tonces se recogerá todo lo dañado en la ma-
tinos sin lesión de ellos, procurar con los no, y con un torzal de seda encarnada y en-
dedos y manos, antes calentadas en agua cerada se alara por lo sano, y se cortará
caliente impelerlos, y primeramente el qui- cerca del torzal lo dañado, que ni duele ni
lo ó heces de luego los mismos intes- hará particular falta, dejando unos remates
ellos,
tinos, los cuales (acudiendo presto) entran largos del dicho torzal fuera de la herida,
fácilmente. (Tripas ó intestinos alterados^ colgados, para sacar después de sanado el
cómo pero tardando redaño, lo cual después de siete dias mas ó
se vuelven^ en su sitio)
menos acaece: semejante torzal se amarra
con la inclemencia del aire ó del ambiente,
por escusar el demasiado flujo de sangre
suelen abultarse de flato, que no se pueden
que puede haber por las muchas vsnitas que
meter dentro: en tal caso conviene fomen-
hay en ello: después de metido todo, se da-
tar tales intestinos con paños mojados en
rán los puntos necesarios, y se curará como
agua caliente, 6 con vino tinto, ó con coci-
herida no penetrante.
miento de rosa seca y manzanilla, ó eneldo,
Preparativos délos accidentes. Para pre- —
ó ruda, ó comino, ó poleo ú orégano; ó apli-
servar al paciente de varios accidentes, st>
car desde luego bofes de carnero ó de cabri-
fomentarán los sobacos de los hombros, y
to recien sacados y aún calientes, ó calenta-
las ingles con aceite ó manteca caliente, en
dos en el susodicho cocimiento; ó aplicar la cual antes se haya frilo ruda ó eneldo,
palomas ó pollos abiertos vivos por el espi- con un poco de vino humedecido.
nazo, cuidando que no lastime algún huese- Intestinos heridos.— Estando heridos los
También ayuda á que entren mas fácil- que sale de la herjda; siendo pequeña de-
la naturaleza solo; pero siendo gran-
mente las tripas sacudir un poco el cuerpo jarla á
de, procurar atraer la dicha tripa para fue-
del paciente,, levantándolo algo de los pies,
ra con suavidad, y coserla al modo de la
para que todas las tripas se recojan dentro.
costura de los pellejeros, dejándolos cabos
No bastando estas diligencias para que
del hilo fuera de lá herida, y después coser
vuelvan á entrar las tripas, se procurará
ó apuntar la herida del vientre: pasando el
abrir algo mas de séptimo dia, se cortará un cabo,
la herida, sin lastimar lo
y se tirará
adentro, ajustando bien fuerte un botón de suavemente del otro cabo, para sacar todo
cera á la punta del verduguillo ó cuchilla el hilo: y lo mismo se hará con el hilo con
para abrir mas la herida. que se ató el redaño.
Entrados los inleslilos, se coloca al pa- Señales de las heridas.— Vara venir en al-
ciente de manera que la parte herida esté gún conocimiento de cual de las parles inte-
mas alta que lo demás del cuerpo, y se da- riores del vientre queda herida, se atende-
'>t)«s»p»¡ tn "ign w»«q «no.'w 'i
LIBRO II CAPITULO XXXI 271
rá cuando hay herida honda, penetrante aplica un pedazo de maguey, ó del raescal
cuatro dedos alrededor del ombligo; (De las soasado ó llatemado; y con estos cortos re
tripas delgadas.) y si snle el quilo blanco medios han sanado en breve muchos, pro-
junto con sangre, son las tripas delgadas siguiendo la cura con el bálsamo de ma-
herirlas;(De las tripas gordas.) y saliendo g <íy- ,¡
las heces ó elmal olor de ellas, son las tri- Pero en personas mas delicadas, en par-
pas gordas; (Del estómago.) y habiendo vó- ticular en heridas de armas de fuego, se
mitos ó que sale por la herida cosa de ali- ponen en la primera cura unas mechas ó
mento, es herido el estómago: (Del hígado.) hilas, ó paños mojados en forma de defen-
herida penetrante en el lado derecho deba- sivos en yema y clara de
huevo batido jun-
jo de las costillas nolhas, es del
hígado; (Del tamente; ó tome dos perritos recien naci-
vaso.) y del lado izquierdo debajo do dichas dos,
añadiéndoles lombrices de la tierra en
costillas es del vaso: (De los ríñones.) estan- vino
lavadas, y freirías junto con los perri-
do la herida en la mitad de los lomos ó ríño- tos en una
libra de aceite ó á falta de él,
nes, y que la sangre sale con la orina, son en
manteca, hasta que se haya consumido
heridos los ríñones; (De la begiga.) y de la toda la humedad:
después colarlo y fomen-
vegiga se conoce su herida estando en la tar,
ó untar con dicho aceite, ó untura calien-
parte inferior del vientre,
y que juntamente tilo las heridas, locualcuray mitiga
jun-
sale por la herida, orina
y sangre. tamente los dolores. En la segunda cura
se añadirá á dicho aceite como dos ó tres
CAPITULO XXXII.
onzas, una yema de huevo, y un poco de
DE LAS HERIDAS DE LAS ASTAS DEL TOBO, Ó azafrán molido, mojando con
ello las me-
DE LAS BALAS, Ó ABMAS DE FUEGO. chas ó hilas, ó pañitos que
se aplicaren,
Santa Marciana y Santa Tecla son abogdUas continuando con ello, hasta que parezca en
la herida alguna materia
para las heridos de los toros. San Car- ó podre: después
los Borromeo, es abogado contra las
en lugar de dicho aceite se usará de la tre-
heridas de las armas de Juego mentina lavada, en agua de cebada cocida,
ó en cocimiento de rosa seca., ó con solos
los
•Lsx en las heridas de las astas del toro, zumos de los órganos, ó del maguey,
ántes
como de las balas ó armas de fuego, que soasados.
con poca diferencia se curan de una misma Para major eficacia, habiendo
mueba
manera, se guardará la dieta como en las contusión ó putrefacción de la carne rota
otras heridas, previniendo los accidentes ó magullada, con amenazas de gangrena;
con purgas ó sangrías. en tal caso aplicar á dicha
putrefacción ó
Y no siendo la herida del loro penetran- carne magullada, unas hilas mojadas en el
te en la cavidad del pecho ó del ungüento egipciaco, cuya
vientre, composición so
las cuales heridas interiores son hallará en el catálogo de los
comun- medicamentos.
mente muy peligrosas, desde luego se pro- Gangrena.— Si sobreviniere la
gangrena,
curará esprimir muy bien la sangro de la que se conoce
cuando so pone la cara de
(al herida; después se lavará
con el coci- color fusco, como negro, ó
con hedor, usar
miento de romero ó de salvia cocido en vi- para ello
como queda dicho en su capítulo
no de uvas, y bien lavada, se llenará toda 4 de este libro
II do la gangrena.
la herida con carbón de
las raices del car- —
Inflamación. Para defender la tal heri-
rizo, aun casi hecho ascua,
y sobre todo sejda de la inflamación ¿"ponen ¡x
£££
272 DE LA S QUEMADURA S
grandes dolores, qüe suelen sobre- que no haya ampollas, ó por lo ménos no
tigar los
venir en estas y otras heridas ó llagas, to- tan fuertes, y para defenderse de la infla-
me media libra de migajon de pan, remo- mación, luego que la persona se ha que-
jarlo en leche de vaca, y añadirle dos ye- mado, aplicar á la parte quemada tierra
rnas de huevo: del aceite ó de manteca la- mojada con agua; ó en lugar de la tierrá,
vada dos onzaj, del polvo de rosa, y man- tome del bolo ó del barro colorado, y des-
zanilla un puñito, de la harina de cebada, pués deshecho en agua; 6 untarse con man-
dole par.a dicho punto de emplastro de la cido, ó bledo verde, ó acelgas, ó verdola-
uo hallándose estos ingredientes, tome solo na; ó lome sola la clara de huevo como dos
migajon de pan remojado en leche de vaca, partes, y una parte del aceite de comer, ba-
y añadirle las dos yemas de huevo y el aza- tirlo junto muy bien, y untar con ello con
frán, y aplicarlo al modo dicho! una pluma de gallina,- muchas veces el lu-
Hallándose ya limpias las telas heridas,
gar quemada, sin amarrar lienzo ni cosa
se usarán los medicamentos ordinarios, pa-
alguna, continuándolo hasta que por sí se
ra encarnar y cicatrizarlas, como
queda di-
caigan las costrilas. El aceite que se hace
cho en el capitulo 2 de este libro II,
de clara de huevo con un poco de chocola-
CAPITULO XXX'H. te en polvo, y todo revuelto, es útil; ó tome
son abogados para las quemaduras. agua por un paño tupido do lana; y esta tal
agua se mezcla con aceite rosado, ó con
Bjw'las quemaduras de fuego, de agua ca-
mantequilla fresca, ó con tuétano de vaca,
derretido, y se unta varias veces con una
liente, do aceito caliente, de pólvora ó del
es muy Otros ponen cebollas maja- quemadas del rayo se procurará á que cuan-
eficaz.
úlceras.
güento, tomando dos yemas de huevos co-
cidos, duros, y media onza de la cal, muchas
veces lavada en varias aguas; moler las dos
cosas juntas muy y añadirle de la cla-
sutil,
Xía úlcera ó llaga vieja, en distinción de la
ra de huevos frescos bien batida cuanto bas-
herida fresca, que también suelen llamar
tare para reducirlo á ungüento blando, bien
llaga fresca, os solución de continuidad co-
incorporado entre sí, y untar con una plu-
munmente en partes carnosas, con podre,
ma las ampollas; (Quemados de la pólvora.) materia ó hicores y otras impuridades, ori-
ó aplicar estiércol de la res con leche mez- ginada ya de heridas, ya de abscesos ó tu-
clado ó sin ella; 6 sacar la flemilla de las mores maduros, ú otros humores viciosos
pepitas del membrillo por cocimiento en del cuerpo.
agua ordinaria, y untarse con ella, la cual Primera y segunda intención. Lo que ge- —
es muy linda, y arma muy bien en las que- neralmente se observa en las úlceras, es
maduras de la pólvora. atender á la dieta y régimen, y á evacuar la
Granos de la pólvora de la cara. — Para causa antecedente, como son los humores vi-
quitar los granos de la pólvora, que suelen ciosos; y con esto se atiende á laprimera, y
quedar entre cuero y. carne, se saca con una segunda intención, como queda dicho do
aguja todo lo negro de la carne, y se lava las apostemas en el capítulo 3 de este libro
muy bien con el cocimiento de manzanilla II, hablando del üegmon; lo cual se conse-
y trébol, hasta que quede totalmente lim- guirá, observando la cualidad del humor
pio. que predomina ó perjudica en la tal úlcera;
Quemados del rayo.— En personas algo conviene á saber, siendo oí humor que acu-
18
274 DE LAS ULCERAS EN GENERAL
servará entonces lo que del flegmon se dice juntamente limpieza en tal úlcera.
en el capítulo 3 del libro II, en donde se po- Ulceras destempladas.— Pero habiendo úl-
nen unas reglas para las sangrías, que son ceras con destemplanza ó con flujo de hu-
para reveler ó para divertir ó para evacuar, mores, como con apostemas ó tumores, ya
según lo pidiere el estado, los accidentes de sea flegmon, ya edema, ya erisipela; en tal
las úlceras. caso se usarán también tales medicamentos
Tercera intención. — Para atender á
cau- con la dieta y guarda, según la cualidad de
la
cualidad de la úlcera, y cuidando de los ac- capitulo 3 del libro II del flegmon; y de es-
cidentes que se suelen sobrevenir para cor- ta manera se atenderá á las otras especies
regirlos, sin lo cual no se consiguiera el fin de tumores, usando desús propios medica-
de sanarle la úlcera, y con esto se observa mentos, hasta tanto que se haya mitigado, ó
la cuarta intención, que es socorrer á los ac- quitado tal accidente, luego se proseguirá.
cidentes con sus propios medicamentos, los la cura de úlcera simple.
cuales se especificarán en los capítulos si- Carne superfina ó silvestre crecida. -Cuan-
guientes. do hubiere en las úlceras carne supérílua
crecida, la cual en comun llaman carne sil-
CAPITULO XXXV. vestre, no se podrá curar tal úlcera sin que
carnosidad con al-
de las ulceras simples y de las DESTEM- antes se consuma dicha
PLADAS Ó CON flujo de humores. gún medicamento, cáustico ó corrosivo; y
siendo poca, siempre conviene empezar por
San Diego de Alcalá, es abogado paj a las el medicamento mas benigno, como poner
úlceras.
un pañilo, ó hilas mojadas en agua salada,
ULCftMS S1IÍUS. ó en agua en que se deshizo un poco de
alumbre quemado sobre la carne supérílua,
!Dejo las úlceras simples que no están com- que ta liquidará y ablandará; ó espolvorear
plicadas con otros accidentes; porque estan- encima de la dicha carnosidad,
un polvilo
do tal úlcera, ó tal parte con buena tem- de alumbre quemado, ó untarla con el un-
planza, con moderado flujo de los humores, güento isis ó egipciaco, puesto en el cata-
amarrarájsobre la carne supérflua, que sea cos.— Cuando después de usados los cáusti-
siempre algo menor de lo que fuero la dicha cos, quedare escara como cortecilla arruga-
carnosidad, con cuidado que no mude su da ó quemada, para quitar ó deponer ésta
lugar; y después de doce ó mas horas, se se untará dicha escara ó cortecilla con unto
quitará; y la escara ó cortecilla, que deja sin sal, ó mantequilla, ó manteca, mezclado
semejante cáustico, se apartará, «orno se di- con una yema de huevo fresco, hasta que
rá mas abajo en este mismo capitulo. caiga por sí la escara: después se curará co-
Agua de solimán para consumir carnosi- mo úlcera ordinaria.
dades. — Aun mas fuel le cáustico es lomau- Ulcera cancrosa —Para la úlcera cancro-
do del cardenillo y del solimán, de cada uno sa, tome cabeza de
con e! estó-
la la grulla,
en peso de dos tomines; y cociéndolo en un mago 1
y todas sus entrañas: secarlo lodo en
cuartillo de agua, ó cocimiento de rosa, ó un horno sin quemarlo,
y muélalo en polvo,
de llantén, en un vidrio, ó vasija vidriada, el cual polvo en una bolsita de lienso cosido
lacual vasija se enlierra en ceniza ó arena ó basteado, colgarlo soMre el lugar
doliente,
(cuanto la ocupare el licor contenido) en un lo cual aprovecha mucho, no solo
al cáncer,
cajete; y este tal cajete se poní; sobre brasas sino á cualquier úlcera. Otras medicinas
de fuego manso, hasta que merme la mitad; para úlceras cancrosas se verán en el capi-
la cual colada por un paño, es el agua del tulo 15 de este libro II del cáncro.
solimán, que servirá solo tocando con un
pincel ó pluma, la carne supérllua de las CAPITULO XXXVI.
úlceras, aunque gálicas, para consumirla.
DE LAS ULCEIIAS COJí GUSANOS.
Adviértese que cuanto menos vapor se ad-
mitiere por la boca ó las narices, al tiempo Santa Engracia y San Juan de Dios, son
de hervir dicha agua, será mas acertado. abogados de las úlceras.
Advertencia en el uso de estos cáusticos. —
Usando de semejantes cásulicos fuertes, es Suelen engendrarse en las úlceras gusanos
necesario poner al rededor de la úlcera, en por la poca
limpieza, principalmente en
la parte sana, un defensivo con pañitos pi- tiempo
de calor y humedad, ó por la cuali-
cados, y mojados en agua envinagrada, dad de
y la putrefacción.
mezclada con clara de huevo batida; y ha- Eu donde se pudieren sacar los gusanos,
biendo también, se le podrá añadir á dicho se sacarán con
pinzas ú olio instrumento;
defensivo un polvo del bolo ó tierra sigila pero donde esto
no se pudiere, ó que hubie-
ta- 6 en lugar de este defensivo, untar ai re re muclios de ellos, 6 que el sacarlos oca-
27C DE LAS ULCERAS CON GUSANOS.
sionare mucho dolor, se matarán con medi- Señales del Iiueso superficialmente cor-
camentos, lavando ó geriogando ¡a úlcera rompido. — Pero cuando Hay corrupción su-
con el cocimiento ó zumo de la salvia, ó de perficial del hueso descubierto, se conoce
agenjos, ó de la flor, ó de las hojas del du- por la aspereza, desigualdad y blandura al
razno, ó del marrubio, ó de los chochos; ó tacto; y por la vista se conoce, cuando su
de las cebollas, Ó del acíbar deshecho en color natural (que es blanro) se pone negro,
agua, ó en la hiél de loro. ó descolorido, y la carne de encima eslá em-
Mas eficaz es el cocimiento
de la cebadilla blanquecida ó blanca, esponjosa* y dé mal
de de Taraumara, que los latinos olor; y por la materia se conoce, cuando la
las sierras
llaman eléboro negro. También es medica- que saliere de la úlcera estuviere muy te-
mento fuerte para matar los gusanos, el azu- nue ó sutil, ó siendo la tal úlcera antigua,
fre molido ó el.cardenillo; pero cuando fue- se junta alguna calentura.
re preciso aplicar uno de estos medicamen-
Cura general. En la cura de las úlceras —
tos fuertes, es menester usar de con con hueso corrompido, se atiende la dieta,
ellos,
mucha discreción, porque causan notable y el evacuar los humores viciosos que pre-
dolor. dominaren en el paciente, según la cuali-
Muertos y quitados los gusanos, se mun- dad de ellos, como queda dicho en las ad-
dificará la úlcera, añadiendo á los dichos vertencias del capítulo 34 de este libro II
zumos ó cocimientos, como para dos onzas de las úlceras en general.
del zumo ó cocimiento, de unos de los sim Cura, específica por medicamentos. — Para
pies arriba mencionados una onza de miel separar
la aspereza, ó corrupción superfi-
virgen; ó en lugar de esta miel, deshacer en cial del hueso, se procura primeramente
peso de medio ó de un tomín *dél ungüento descubrir el dicho hueso apartando la car-
egipciaco. Limpiada bien la úlcera, se cu- ne, con poner lechinos de hilas, que son
rará al modo de las úlceras simples ú ordi unas hilas algo torcidas, mojadas en cla-
y
narias. \ ra y yema de huevo juntamente batida, ó
CAPITUEO XXX Vil. cortando la carne con navaja, sin ofender
BE LAS ULCERAS CON CORRUPCION" DE HUESO, vena, ni arteria, ni nervio, ni otros liga-
mentos. Hecha esta diligencia, y descu-
San Benito abad, es abogado para las
bierto e¡ hueso corrompido, el dia siguiento
úlceras con corrupción de hueso.
se usarán (en gente tierna) los medicamen-
X^ientras que hay corrupción de hueso tos benignos, como echar sobre el hueso
en la úlcera, no se puede curar, ó sa.nar la corrompido polvo de mirra, ó polvo de la
acíbar, ó de alum-
tal úlcera;y aunque unas veces se cria un raiz de lirios, ó polvo de
género de cicatriz, sin embargo vuelve des- bre, tapando lo demás de la herida ó úlce-
pués de algún tiempo á renovarse la úlcera. ra con hilas secas, y sobre lodo se pono dia-
Corrupción profunda del hueso.— Cuando palm¡i, ú otro emplastro, ó planta medici-
hay corrupción profunda del hueso, que es nal.
cuando llega la corrupción á la misma ca- Para, gente mas crecida 6 mas robusta,
vidad del hueso, entonces no tiene mas re- se echará sobre hueso corrompido, del el
medio, que una cura paliativa, ó separar, ó polvo do la raiz del carrizo, ó de la raiz de
corlar todo el hueso para sacarlo, lo cual la arisloloquia redonda, ó de la corteza del
solo podrá ejecutar un cirujano experimen- pino, ó del polvo de la piedra pómez que-
tado. mada, ó del polvo de la escoria del cobre
LIBRO II CAPITULO XXXVII. 277
espíritu del vitriolo; pero usando (y esto so- Cómo se defiende de la inflamación.-—
lo en necesidad, cuando los otros medica- para defender de la inflamación, así el hue-
mentos no aprovecbaren) de estos medica- so, como la carne vecina, después de hecha
mentos fuertes, es menester resguardar de la escarilla/ ó después de cauterizado el
la adustion las carnes cercanas al hueso hueso, se le aplican unas hilas ó estopas
corrompido, con hilas secas, para que no mojadas en agua rosada ú ordinaria, mez-
íes lleguen, ni toquen tales medicamentos, clada con clara de huevo batida, ó sb unta
trumento de buen filo, como un género de para mayor eficacia, en lugar de la yema,
formón, que se llama legra, y se raspa poco se mezclará con miel rosada ó con miel vir-
á poco, hasta que sude el hueso una san- gen.
grecilla, y se reconozca
blanco y sólido. Mundificada ya la úlcera, se ponen unos
Estando en este estado el dicho hueso, se le de los polvos que secan, como es polvo de
echan unos de los susodichos polvos ó me- la raiz de lirios, ó de mistologia redonda, ó
dicamentos benignos encima, poniéndole de mirra, ó de acíbar, ó de alumbre que-
sus hilas y unemplastro, ó planta medici- mado, con unas hilas secas revueltos;
y so-
nal sobre lodo ello. Este tal modo de se- bre todo su emplastro ó planta medicinal,
parar el hueso corrompido, es muy á propó- hasta tanto que caiga la escara, ó corteci-
sito para los huesos cercanos á las partes del hueso, el cual hueso, ya bien limpio
lla
liene con la polilla de los vestidos, y de los llos de agua hirviendo de la alcaparrosa, en
agugeritos que hay en eldéla cabeza, peso de dos tomines, y lavar la liña al mo-
culis
como si quisiera decir panal de miel, por prime por la prensa de las- semillas del al-
la semejanza que tiene con la miel la ma- godón, ó con tal untura. Tome del polvo
teria que sale de unas ulcerillas del culis de de la greta cernida, por sayasaya una onza:
la cabeza, mas anchas, y mas grandes de lo juntarlo lodo en un almirez bien incorpo-
que tiene primera especie, llamado tinca rado, y untarse con ello después de dicho
la
resina, partes iguales, juntamente atírreti- ponen en el capítulo 86 del libro I del mor-
costras de la tiña con el cabello de nueve pozo; ó cocer agallas de pino en medio cuar-
dias crecido, bañando después la cabeza tillo de vino, y un cuartillo de orines de mu-
con unos de los susodichos baños; y esta chachos, que quede como un cuartillo, aña-
cura se repite dos ó tres veces, según fuere diéndole como dos onzas de la mantequilla
necesario, y es muy conveniente el que pre- fresca y untar calientita con ella la cabeza; ó
cedan algunas purgas, como queda dicho cocer hojas verdes de sahuco, ó con sus cor-
en su cura general. tezas interiores blancas, en legia de teques-
mentos acres ocasionaren, es bueno untar to hace la raspadura ó la piedra del vino,
la cabeza con aceite de almendras dulces, sacando su aceite, como se verá en el catálo-
en cantidad de medio cuartillo, como tres liene como callos, y pocas ó ningunas espe-
horas después de una cena ligera: oíros co- ranzas de que vuelvan á salir los cabellos.
men también de la misma carne una por- Ayuda á salir y que crezca el cabello, refre-
ción guisada al modo de una gallina ó pes- gando mas veces el lugar con zumo de rába-
cado fresco, quitando cabeza con cuatro no picante; ó tomar de las abejas ahogadas
la
dedos, y la cola con otros cuatro dedos del en la miel, y quemarlas, para hacer polvo
cuerpo de la vibora ó culebra, la cual sea de ellas, con el cual refregar muy bien el
recien cogida en parles húmedas. Condu- lugar en donde han de volver á crecer las
cen también para corregir dichos humores cabellos; ó mezclar dicho polvo con aceite,
en personas algo grandes ó robustas, los y untarso con ello; ó tomo csliércol de alo- t
jarabes de la zarza ó del guayacan, como se nes y ceniza de abejas, partes iguales,
y
280 DE LA TITNA Y CASPA.
aceite rosado, ó común incorporado, para taray; ó llevar en la ropa cosidoun pedazo
untarse con ello; ó tome zumo de la yerba de alcanfor; ó tome azogue vivo, tráigalo a
golondrina y sangre do ratón, dejarlo secar una mano en un almirez con saliva muy
en vasija vidriadaó vidrio: después de bien, y con clara de huevo ántes bien bati-
al aire
molido, amasarlo con una yema de huevo, y da, menéelo juntamente con
la mano del al-
untar el sitio en donde han de volver á cre- mirez mucho tiempo; y con este azogue em-
cer los cabellos; ó quemar una ó mas tusas papar muy bien- un bordón ó cuerda retor-
del campo, con pellejo y todo, molerlo en cida de algodonó de lana, y llevarlo sobre
polvo y hacer un ungüentito con la miel la camisa.
Virgen, cuanto fuere necesario para incor- Piofoa ó liendres en los párpados.—Para
porar bien dichos polvos, y untar con ello la los piojos ó liendres de los párpados de los
calva ó sitio, para que salgan los cabellos.
ojos, es bueno untar dichos párpados con
Para que caigan cabellos.—Para que se acíbar deshecho en vinagre,
los
caigan los cabellos ó pelos del cuerpo, un-
tarse con esta legía,no siendo en parte muy CAPITULO XXXIX.
delicada, porque es muy caliente. Tómese
DE XAS ULCEBAS DELAS PARTES GENITALES.
oropimiento que se halla en las boticas, una
onza, de la cal viva cuatro onzas, de pólvo- San Rafael es abogado contra las úlce-
ra fina media onza: (odo bien remolido se ras de las partes genitales.
cuece en bastante cantidad de legia fuerte,
hecha de la ceniza del encino ó de los sar- ÍEOn las úlceras de las partes genitales se ne-
mientos ó de otra ceniza fuerte, espesándo- cesita de las dietas y de las evacuaciones
lo tanto por cocimiento, hasta que un cañón por purgas ó sangrías, según la cualidad
con su pluma, metido en tal cocimiento, se del humor que predominare en el paciente,
le caiga la pluma espontáneamente; y con al modo como queda dicho en el capitulo
dicha legía ó cocimiento se untará donde se 34 de este libro II de las advertencias de las
que se caiga el pelo; y caido el pe- úlceras. Las úlceras mas difíciles para cu-
quisiere
lo,untar dicho lugar con mantequilla ó en- rar, son las del humor'gálico.
jundia de gallina, ó con aceite de almendras Cura especifica.— Hallándose dicha parte
dulces para suavizar el cutis: de esta legía escoriada ó escalentada, con unos granitos
componen otros un ungüento para dicho colorados que se aparecen en el cútis- del
De las liendres ó piojos —A este mismo usar primeramente de cosas benignas, co-
capitulo, como trata de los cabellos, se le mo es lavar la parte con agua rosada ó de
golas del vino tin-
añadirá algo desús animalitos para librar- llantén, añadiéndole unas
de otro vino suave de uvas, y aplicar
se de ellos; así contra las liendres ó piojos to, ó
y
de la cabeza en los chiquillos, es encima unas hilas socas, las cuales se amar-
bueno ras-
espolvorear en di-
par ó limar de la asta de venado, y espol- ran no apretadamente; ó
polvito
vorear con ello el cabello cabeza para chas hilas (ántes de aplicarlas) un
de la
granada, ó del
matar los piojos; ó espolvorear los cabellos, de la ñor ó de la cascara de
acíbar, ó del pol-
ó la ropa con polvo de la cebadilla de la papel quemado, ó
alulia, ó
char sobro los granos un polvito de la gre- medicamentos fuertes se aplican después de
ta de los mineros, la cual ya hecho polvo, haber prevenido al enfermo con
purgas <">
mación, ó mucho ardor, se lavarán tales ó este emplastro: Tome harina de cebada
granos con miel y vino cocido, después se un puño, la clara de un huevo batida, y con
les echará un polvo muy sutil do la cascara el zumo ó cocimiento de la yerbamora, 6
Ulceras antiguas ó gálicas.— En las úlce- siempreviva, cuanto basle para amasar di-
ras antiguas ó gálicas, unas originadas de cha harina sobre fuego manso, solo que so
corrupción, y otras do humor gálico, se apli- entibie en forma de emplastro, añadiéndole
carán de medicamentos primeramente
lns al fin un poco do aceite rosado ó mantequi-
los ménos eficaces; y no bastando estos, se lla, del cual emplastro se tenderá sobre un
usará de los mas eficaces. De los benignos es lienzo del tamaña necesario, para ponerlo
el ungiienlo egipciaco, cuya composición se al rededor de la úlcera sobre la partesana,
verá en el catálogo aplicando sobre las tales después de pueslos los medicamentos fuer- *
fomentar con dicha agua en va- San Andrés Cretense es abogado para las
las llagas
rios tiempos, pero no luego después de co- úlceras de las piernas y coyunturas.
mer; ó lome de los polvos de juanes mezcla-
m
dos con mantequilla, ó con enjundia de pa- Jjas úlceras en las piernas, muslos y arti-
to ó de gallina, para untar dichas úlceras. culaciones ó coyunturas, necesitan déla mis-
Mas fuerte es lo siguiente: Tome de la al- ma dieta y de los medicamentos purgantes,
caparrosa, de alumbre «rudo y también de ó de las sangrías, según el humor que pre-
alumbro quemado, de cada uno lo que pe- dominare, como queda dicho en el capítulo
sa un lomin, cocerlo junto en tres onzas de 34 de este libro II de las úlceras en general:
agua de llantén ó de rosa, y medio cuartillo solo necesitan estas lales úlceras de las pier-
do vinagre: al consumirlo la cuarta parle nas y coyunturas, de los medicamentos es-
de la humedad, añadirle después del carde- temos, ó apositos algo mas secantes que de
nillo bien remolido en peso de un lomin; ordinario, por cuanto la parte de suyo es
cho con un poco de aguardiente, porque ó contacto, y á eslo muchas veces se le aña-
corrbbnrá, seca de gran dolor, cuando las esquirlas ó aspe-
resiste y mucho á la putre-
facción. rezas del hueso quebrado, lastiman la car-
ne ó nervios.
Señales de la fractura longitudinal.—Tas
señales del hueso quebrado longitudinal-
CAPITULO XL1. mente, solo se conocen por el grosor del
DE I,ASFRACTURAS EN GENERAL CON SUS AD- hueso que se loca y se percibe mas grueso
VERTENCIAS. ríe lo que estaba en su natural, lo cual lam-
afianzan con un rallo, que llaman poro sar- nes, para ejecutarlas con mas conveniencia,
coyde; y unas fracturas son frías fáciles de se pondrá aquí Antes y aparte, la preven-
curar que otras, como es la fractura longi- ción necesaria, (Lugar claro.) como en cuan-
tudinal, que es mas fácil de curar que la to el sitio para la composición del hueso
transversal ó la á lo redondo. Las fractu- quebrado, sea en un lugar claro, y que ha -
ras á lo redondo sin dejar astillas, son me- ya también compañeros que ayuden.
nos peligrosas que las con astillas: la frac- Emplastros.— Prevenir el cataplasma 6
tura en donde se dividió el hueso en muchos emplastro de claras
de huevo batidas, con
pedazos, es muy difícil siendo un lanlilo de aceite rosado ó con aceite co-
de curar; y
los pedazos pequeños, que no se pueden mún, varias veces lavado con agua,
mez-
unir todos en su lugar, quedará tal miem- clándole uno ó unos de los polvos siguien-
bro mas corlo 6 inepto para su ejercicio: la tes, como polvo de rosa, ó de arrayan, ó de
fractura de entrambas canillas, como hay en la flor de granadas, ó del bolo, ó de sangre
los brazos y piernas, es mas de curar, de drago: amasarlo con la dicha clara y
difícil
quebrándose una de las dos, porque el hue- aceite, á punto de un emplastro en la can-
so entero mantiene el otro para componer- tidad que juzgare necesaria; y cuando no
lo. También siendo la fractura reciente, hubiere de dichos polvos, tomar flor de ha-
Antes que sobrevengan otros accidentes, co- rina de trigo como cuatro partes, y como
mo inflamación y semejantes, y que no pa- una del incienso ó del copa! bien remolido.
se la dilación á siete dias, es mas fácil. (Paños.) En uno de estos emplastros se re-
Cuando con la fractura se junta herida, es mojarán
paños ó planchuelas que fueren
los
llar ni ligar como era necesario; y mucho prevenida una vasija con vinagre] aguado,
ayuda para la cura ser el paciente mozo, para mojar unos paños, que se pondrán co-
bien humorado, y en tiempo de primavera mo defensivos en la parte alta de arriba de
ú otoño, que al contrario. la fractura, para que no acudan tanto los
Tiempo dela consolidación de los huesos. humores que el dolor suele llamar.
—Los huesos de la nariz, megilla ó mandí- yendas y ligaduras* También se previe- —
bula, ó quijada, del pecho, de las paletillas, nen vendas
y ligaduras necesarias {Venda
costillas, clavículas, huesos del pié
y de la galápago.) y otra venda que llaman galápa-
mano, se consolidan en veinte ó veinticua- go, que es una venda ancha de á tercia ú
tro dias: las canillas délas piernas y bra- mas, bastantemente, cual se hace
y larga la
zas en treinta y cuatro ó cuarenta dias: los cortando que salgan cuatro ven-
á los cabos
huesos de los muslos en cincuenta dias. das en una, para apretar las tablillas sin
Cura.— La cura de las fracturas de los levantar la parte doliente; (Tablillas.) te-
y
huesos, fuera déla dieta
y guarda, como ner cinco ó seis tablillas delgadas, ó baque-
queda dicho en las heridas y apostemas, re- ta de suelas de zapatos, ó cartones en lados
quiere otras cuatro intenciones. La prime- en forma de tablillas, las cuales
envuel- se
ra intención es igualar el hueso y reponerlo ven con algodón, para que no lastimen con
en su lugar. La segunda es, conservar la el contacto; y se mojarán un poco con clara
unión. La tercera es, conveniente ligadu- de huevo ó con vinagre; y estas tablillas han
ra y debido sitio. La cuarta es, defenderla de ser cuatro (Vseis dedos mas largas que la
de los accidentes.
fractura del hueso, para que sobresalgan
Prevención para componer
hueso que- de una y otra parte; pero no lleguen ó topen
el
brado— Antes de hablar de dichas intencio- á las [coyunturas: la distancié de tablilla ;\
•284
1>E » -AS FRACTUltAS EN GAÑERA L.
i
~
islilla, quede vacío el espacio del grosor, (Je dicho cocimiento, al modo como so suelen
un dedo. dar los vapores.
Intención primera y segunda. Previnien- —
Observación del baño— Obsérvese tam-
do todo esto, se llegara á la obra según bién, que al bañarjel miembro dolorido con
la
'primera y segunda intención: tirara uno los dichos baños fomentos ó vapores, al prin-
ó
unos de los compañeros según fuere menes- cipio se levanla algo mas el tumor, que ante-
ter; de la parle alta del frac- cedentemente habia; pero continuando con
miembro con
tura, y otro xi otros de la parte de abajo; el dicho baño ó fomento, se desvanece,
y así el
el que mas bien entendiere, estará en me- tumor ocasionado del baño, como también
dio, adviniendo ásus compañeros que va- el tumor que antecedentemente habia y es-
yan tirando igualmente poco á poco, sin torbaba la estension del miembro.
torcer el tal miembro
alguna mas ó Advertencia segunda; cómo ha de ser la
a parte
ménos, estilándolo basta que se consiga el extensión.— La olía advertencia en reponer
ajuste délas dos estremidades del hueso el hueso en su lugar es, que la estension del
quebrado, al cual con las palmas do las ma- miembro de la fractura no sea mas de lo
nos procurará ej oficial precisamente necesario, para que puedan
de! medio compo-
ner con suavidad y sin violencia, en su sitio volver en su sitio antiguo, por cuanto en la
antiguo, como deántes dela fractura esta- demasiada estension corre riesgo de muy
gran dolor, calentura, espasmo y otros ac-
ba. Hecho esto, aflojaran poco a poco los
compañeros, y se proseguirá
cidentes. También por falta de la estension
lo que se dirá
fii ta tercera intención.
necesaria, se suele seguir quebrarse las es-
quirlas ó punidas de los huesos; para lo cual
Cuándo se hace la esténcion. —Antes
de conviene saber que en
los huesos grandes,
pasará la tercera intención, conviene estai
orno de ios muslos, se necesita de mayor
avisado, que se haga la susodicha estension fuerza, que
en otros
proporcionalmenle me-
elprimero y segundo dia. ó al principio del
nores huesos. También es cierto que las per-
tercero de la fracción, antes que sobreven-
sonas delicadas y los muchachos, mas fácil-
gan accidentes graves; pero el cuarto Ó quin-
mente y con menos perjuicio admiten la es-
to día (en los cuales dias amenaza ó ya em- tension mayor,
que la gente endurecida del
pezó la inflamación) no conviene intentar la
trabajo.
estension hasta el séptimo dia. En tanto Advertencia teicera, cuándo se afloja la
se procura curar la inflamación con san- estension.— La tercera advertencia es, que
aría ó medicamentos, como queda dicho en ánles que del todo se afloje la estension del
el capítulo 3 de este libro II, en su segunda miembro con la fractura, se han de obser-
intención del flegrnon, al tiempo que aun se var las señales de perfecta reducción, que
halla al principio. (Mitigar el dolor y ablan- corresponda el tal miembro dolorido al sa-
dar los músculos.) También para mitigar el no en la figura y longitud, y que tenga mu-
dolor y [ablandar músculos contrahidos ó cho menor dolor en dicho miembro de. lo
encojidos, echar sobre dicho miembro dolo- que antes tenia: solo queda por avisar en
rido, por el tiempo como de una hora, agua esto, que aunque en lo grueso algo esceda,
caliente; ó por mas eficaz, añadirle al agua el miembro enfermo al sano, no se ha de juz-
caliente un poco de aceite; ó cocer áñtes en gar por eso solo el no estar bien reducido
el agua unos ingredientes emolientes, co- en su lugar, cuando por el dolor anteceden-
mo son malvas, ó altea, ¿¡trébol, ó semejan- te suele seguir fluxión de humores, por los
tes que ablandan; ó recibir solo el vapor del cuales estará algo mas grueso y entumido.
LIBKO II CAPITULO XI. 28.t
sado, ó con aceite en que se frió arrayan, ó Defensivos —Después de la dicha ligadu-
pondrán unos defensivos en la parte
agallas del ciprés, ó del encino, ó almáciga, ra, se
la cual untada solo sirve para corroborar mojando un paño en vinagre
la alta y sana,
parte: lo que importa mucho es, que luego aguado solo, ó. con bolo desleído: después
se mojen los paños de lienzo en el susodicho situar ó poner bien el tal miembro; como
vinagre aguado; y otra vez esprimidos, se siendo brazo; ponerlo en el pecho, ó deVa
volverán (por un lado solo) á untar con e¡ marera que mas descanso tuviere el enfer-
cataplasma, ó emplastro con la clara de mo. Si fuere pierna, se le ha de bacer co-
huevo, con los polvos susodichos en la pre- mo una caja ó canal, poniéndola debajo do
vención para componer elhueso quebrado, la pierna con alguna lana ó paño para que
y aplicarlos sobre la parte de la fractura: esté blando.
encima de estos paños se pondrán otros so- El dia siguiente conviene mirar la liga-
brepaños de lienzo doblado y mojados con dura, é informarse del enfermo, si le pare-
el vinagre aguado, y otra vez algo esprimi- ce que se le ha apartado mas la ligadura de
t'l enfermo en é! alguna comezón ó prurito, dolor se atrae mucho flujo de humores á la
entonces bañar parle en tiempo del in- parle débil; y estos mismos humores pu<-de;i
la
podrá alimentar algo mas al enfermo, y fo- viere su origen, entonces desatando la liga-
mentar el miembro enfermo con semejante dura, se ha de procurar si fuere posible, po-
cocimiento: Tome rosa seca, ajenjos, ílor de ner dicha punta en su propio sitio; ó
apun-
granada, agallas de ciprés ó del encino, co- tando para fuera, ayudarle, abriéndole el
cidos estos, ó de los que de estos hubiere, en culis con lanceta ó navaja,
y curar la herida
caldo de los callos ó del menudo del carne- como se dirá en el capítulo siguiente de la
una fractura con herida.
ro ó de la ternera, y después se aplicará
de vizmas ordinarias para confortar el
las Cuando el dolor se originare por la mala
dicho miembro; (bizmas ordinarias.) como situación ó postura del miembro enfermo,
aplicar maguey, ú aplicar órganos, ó cardos el mismo paciente se ingeniará á colocarlo
soasados, ó tlatemados y bien majados, á en mejor sitio.
Para la inflamación ó gangrena.- Sobrevi-
que cubran lodo el miembro enfermo; ó po-
niendo inflamación ó gangrena, (cuyas se-
ner la vizma que se hace déla trementina
mezclada con polvo del incienso, ó copal ó ñales para conocer lo uno y lo otro, se
verán
mirra, ó almáciga, tendido sobre lienzo fuer- en sus propios capítulos de cada uno)
prime-
no tarda tatito.
'
de llantén ó de la yerbamora.
LIBKO ü CAPITULO XLI. 287
adelgazamiento del miembro^ ó mucha de- I, ó usar para el entecamiento de la cura si-
bilidad.— Otro accidente suele acontecer, guiente: Rociar tal parle adelgazada de)
que es la gracilidad ó¿adelgazamiento Y de- cuerpo con
sangre aun caliente, que sale
la
de donde le acude su alimento. Para reme- ó ternera, bien recocido; el cual cocimiento,
diar este accidente, fomentar tal miembro para lavar, ó fomentar la parle, no ha dees-
con caldo de carne sin sal, y que esté bien tar frió, ni caliente, sino
templado: luego,
caliente hasta que empiece á ponerse algo enjugado por sí, se untará dicha parte con
colorado el cutis; entonces parar luego pa- enjundia de gallina, ó con tuétano, ó man-
que no se consuma tequilla de vaca; y en tierra caliente se le
ra y abrigarlo
lo atraído,
en las fracturas como en otras enfermeda- general la consupcion de la carne por lodo el
lar, conduce un remedio, que llaman pica- libro. I, por cuanto diclia enfermedad di-
cion, que se hace de esta manera: Tome¡ mana de una larga destemplanza caliente,
pes negra óá falta de ella, ojite derretido: y seca del hígado; solo se esceplúa la leche
mojar en él un lienzo larguilo, y aplicarlo, la cual comunmente no les conduce en los
ó pegarlo sobre el miembro adelgazado; y que padecen
atrophia, originada de lastal
después quitar, ó alzar dicho lienzo de re- obstrucciones rebeldes y antiguas, que em-
pente, para que por razón del pegado, y el barazan la distribución del sustento.
dolor de arrancar los pelos, atraiga el ali- Costilla quebrada.— Quebrándose una cos-
mento: después de esta diligencia se lava tilla, se coge (para componer tal fractura)
todo el miembro con agua medianamente el culis que corresponde encima de la costi-
caliente: luego se suavemente, y se tiene lla quebrada, con un paño áspero entre las
lia
en quietud; ó en lugar del lienzo, mojar en la manos, y se lira de él, sin torcer á un lado
dicha pez, ó brea, ó resina unas varitas, y ni á oli o, sino derecho, para fuera hasta
que
dar couellas unos golpecilos en los brazos ó haya vuelto en su lugar, lo cual se conoce
piernas consumidas ó adelgasadas de carne; cuando se mitiga el dolor
y los accidentes.
ó azotarsuavemente con horligas frescasdi- Cuando hubiere dolor en esta parte, untar-
chas partes adelgasadas, y bañarlas después la con aceite ó manteca, en que
se hirvió
'tomo queda dicho) con agua algo caliente, manzanilla
y y arrayan, ó suelda consuela
después untarlas con ungüento resumplivo con un poco de cera; y" sabré la untura po-
usual, ó unturas que se pouen para los héti- ner un lienzo
ó paño mojado en vino algo
cos, como se hallarán en el cap. S2 del libro caliente;
y después de dos 6 tres días se pon-
•288 DE LAS FRAC ITJ RAS EN C EN ERAL
«Irá una de v¡zmas susodichas eñ este darlo bien, en particular estando la fractu-
las
Las vendas en las fracturas con herida, variedad de ellas, se suelen necesitar varios
se amarrarán en forma de cruz, cruzando instrumentos para facilitar la cura tíe ellas,
la venda en lugar de dar vueltas á la redon- se procurará en lo presente
apuntar sola-
algunos de los modos mas ordinarios
da, para 'que quede la herida descubierta, mente
aquellos, que sin el aparato de los ins-
(siendo grande la herida) con lo cual se pue- y de
trumentos esquisitos se pudieren ejecutar,
de acudir á la herida mas veres, con los me-
dicamentos para la herida, sin desliar lodo
como en partes en donde no solo hay falta
el miembro; embargóse mudan mas ve- de* dichos instrumentos, sino también de
sin
apositos, ó cataplasmas, ó los em-
personas prácticas y esperimentadas.
ces los
de materias que de Definición.—-La dislocación, ó desenca-
plastros, por razón las
relajan los ligamentos ó llenan la cabidad Cura general.—-La cura de las dislocacio-
de la arüculaoion, y asi llegan á. dislocarse nes, fuera de lo dicho en las heridas apos-
y
ó á desgobernarse las coyunturas ó articu- temas, locante á la dieta
y guarda, se atien-
laciones. Las causas esternas son las vio- de para reponer en su lugar el hueso dislo-
lentas, como de golpe, caida, brinco ó por cado ó desconcertado, y se observan estas
resbalar y otras semejantes. cuatro intenciones.
Señales de la causa interna-.— Conócese
Intención primera. Cutindo, cuánta y cud-l
ser ocasionada la dislocación de causa in-
ha de ser la estension.— La primera inten-
terna, cuando el miembro dislocado, aflo-
ción es la estension del miembro ^dislocado,
jándose los músculos, se alarga mas de lo
la cual se debiera ejecutar desde luego que
qué estaba, como acaece en la gota artéri-
se ba dislocado, antes que se enfrie la parte
ca, la cual durando mucho tiempo, relaja y
dislocada, sino es que por falta de quien lo
afloja los ligamentos de ellos; como también
haga se podrá ejecutar al segundo ó tercero
suele acaecer por las inflamaciones, con las
dia, si en tanto no se ofreciere alguna infla-
cuales acude mucha humedad alas coyun-
mación; pero al- cuarto dia desde la disloca-
turas, por donde se vienen á dislocar. Tam- ción no es seguro intentardicha estension
la
bién se conoce provenir de flujo de humor,
por los inconvenientes ó accidentes, que
cuando hace poco á poco,
la dislocación se
por esperiencias se han reconocido: en tan-
sin haber padecido violencia esterior.
to mantener al enfermo con dieta mas ajus-
Señales de la causa esterna.—Cuando se
origina de causa tada de no comer sino poco y cosa ligera,
esterna, entonces contra-
hasta el dia séptimo, octavo ó nono': estos son
yéndose músculos, se acorta mas dicho
los
los mejores dias para la cura de la estension,
miembro de lo que era de antes, y cuando
la cual ha de ser de suerte que por larga no
se ocasionare por golpe, caida ú otra vio-
esceda, ni falte por corta, á que'entre la ca-
lencia esterior.
Señales délas subluj aciones ó del desgo- beza del hueso dislocado y del encaje, que-
bernarse.— En sublimaciones ó disloca- de un poco de lugar, ó para que al tiempo
las
ciones imperfectas, son estas dichas señales de la compresión, que se ha de hacer para
mas remisas, ni suele haber todas, y co- meter el otro hueso, no pueda quebrarse al-
munmente ocasiona un movimiento obscu- gi;n pedazo del bordo del encaje: fuera de
ro en las articulaciones, que solo se conoce eso conviene mantener en la actual esten-
por" estar mas grueso el miembro por
aque- sion, el que esté el miembro en su figura
lla parte de lo que acostumbraba natural, y que no estén torcidos ios múscu-
estar.
Pronóstico.— Siempre que con la disloca- los del tal miembro.
ción se juntare, ó dolor vehemente, ó
infla- Intención segunda. Cómo. se repone en su
mación, 6 herida, es mas difícil de curar;
y lugar vi miembro dislocado.— Be la segunda
cuando sobreviene convulsión ó espasmo,
intencionas reponer el. hueso dislocado en
fuera de ser difícil su reducción, peligra
la su natural asiento:
y eú esto do necesario
vida; y en tal caso es mas
acertado acudir se ha de atender el que por el misino cami-
á dichos accidentes, y dilatar por
entonces no que sanó vuelva á adquirir su coloca-
la reducción de la dislocación. También ción; y asi cuando la dislocación fuere des-
cuanto mas antiguas fueren las
dislocacio- di; la parle anterior a la posterior, se impe-
nes, tanto mas dificultad. habrá en su com- lerá, moviéndolo desdo la parte posterior ;i
posición, y teniendo ya callos, es
casi im- la anterior; y al contrario se impelerá cuan-
posible.
do sucediere la dislocación al modo contra-
jo
rio: y esto mismo se observará en las demás estension que se hizo segun la primera
in-
diferencias. tención, y se afianzará con vendas
y ligadu-
Fomentos.— Para facilitar mas bien la re- ras,
aplicando á toda la articulación (en el
ducción (que casi siempre es muy convo- verano á persona colérica)
(Cataplasma ó
*
niente) se podrá fomentar primeramente la
confortativos para el tiempo caliente,) la ca-
parte dislocada con unturas ó fomentos,
taplasma hecha de claras de huevo, mezcla-
haciendo los dichos fomentos, ó con agua
da con algunos de los polvos siguientes, co-
caliente, añadiendo al agua caliente algu-
mo del polvo del bolo, ó de Ja sangre d
na porcioncita de aceite de comer, ó de la e
Drago, ó de la tierra sigilat3, ó á falta de
manteca sin sal; ó hacer esos fomentos con
esos, añadir á la dichá clara de huevos ba-
el cocimiento de ingredientes emolientes,
tida, ántes tanto de la flor de la harina' de
como es la malva, trébol ó altea, con un po-
trigo, cuanto bastare para que tenga cuer-
co de la manzanilla, cociéndose con agua
po, como es el punto de la miel virgen.
ordinaria, ó con el caldo de la cabeza del
Confortativo ó emplastros para el tiempo
carnero ó de la ternera.-
frío.— En tiempo de invierno, ó á personas
También para el mismo fin aprovechan de complexión flemática ó melancólica, en
unos emplastros, ó cataplasmas de las su- lugar de la clara de huevo, .se mezclarán
sodichas yerbas emolientes, cocidas y maja- los dichos polvos en trementina, reducién-
das en un mortero, añadiéndoles otra tanta dolo en forma de una vizma ó emplastro,
cantidad de la flor de la harina de trigo, un que se aplicará entibiado sobre la articula-
poco de aceite de almendras dulces, ó á fal- ción del hueso reducido á su lugar. Ha-
tade este, un poco de unto sin sal ó mante- biendo mucho dolor en la parte, se untará
ca de vaca, y lo demás del agua del dicho la dicha parte ántes de ponerle los dichos
cocimiento cuanto fuere menester, para re- confortativos ó vizmas, con aceite rosado 6
ducirlo á punto, ó en forma de cataplas- con enjundia de gallina.
ma ó emplastro. Para su firmeza se aplicarán encima unas
Seriales de estar reducido el hueso.— Para planchuelas de cuero ó de baqueta; ó en
conocer el estar perfectamente reducido el lugar de tablillas unos cartones formados
hueso dislocado, se atenderá al modo de la articulación; y siendo el lu-
si queda el
miembro en su figura natural, y en la debi- gar capaz de tabletas, se pondrán por ma-
da longitud de ántes, mitigándose ó cesan- yor seguridad; y ligada la articulación, se
do el dolor que ántes habia, y recuperan- pondrá el miembro enferme en la postura
do el tal miembro su movimiento natural. mas natural, sin menear la cura hasta el
También es señal (como suele al tiempo de cuarto ó séptimo dia, no habiendo algún
encajarse en su asiento) oirse un estrépito, accidente, como es el prurito ó comezón, ó
ó ruido de dar un hueso con otro* Habien- dolor, ó semejantes, que pidan laremocion.
do todas estas buenas circunstancias, se Dolor ó prurito.— Y habiendo dolor ó
así,
<ioya está de alguna manera asegurado e) y no intentar su reducción, hasta que cese
hueso en su lugar, se bañará quitada la cu- totalmente la inflamación, usando de los
ra antecedente con un cocimiento adstrin-
medicamentos susodichos para curar la in-
gente, como es cocer en 'bastante agua or- flamacion en el capítulo 3 de este libro II
tíe todos estos ingredientes ó de los que se do sobreviniere convulsión ó espasmo, fo-
hallaren, se haráun cocimiento en una olla mentando la parte doliente con agua calien - -
de agua, para bañar la parte enfermado dé- te, y con un poco de aceite ó manteca fres-
bil en el Después del ca, continuando con dicho fomento, hasta
dicho cocimiento.
tal baño ó fomento, se aplicará sobre dicha que todo el cuerpo del enfermo se caliente,
parte el emplastro confortativo de vigo en para que también se calienten las demás ar-
el verano, y en el invierno el emplastro ticulaciones, ó coyunturas que correspon-
oxicroceo, si lo pudiere haber; ó en falta de dieren; y por el mismo fin se untará la nu-
esos, aplicar una de las vizmas, ó de los cade! cerebro, y el espinazo, y las ingles, y
confortativos ordinarios, puestos en la ter- tos sobacos de los hombros, y de las rodi-
cera intención de las fracturas en el capi- llas con las unturas, ó aceites propios para
tulo 41 del libro cuando se aplicaren la convulsión, como se hallarán en el capi-
II, y
las dichas vizmas ó emplastros, no se apre- tulo 8 del libro 1 de la convulsión.
tará mucho la ligadura, para que mas bien Dislocación con herida.— Cuando hubiere
le pueda acudir su nutrimento. dislocación con herida, convendrá (si posi-
Intención cuarta, atender á los acciden- ble fuere de conseguirlo con mediana osten-
tes. —La cuarta intención es preserva- sión) intentar su reducción, ántes que acu-
la
ción de los accidentes y corrección de ellos, da inflamación á la parte; pero conociendo
aplicando sus defensivos dichos en te cura que la mediana estension no bastaria, en tal
de los accidentes en las fracturas en el ca- caso no conviene absolutamente su reduc-
pítulo 41 de este libro IJ, y observar junta- ción, hasta tanto que se consiguen bien los
mente la cura y la dieta, según el accidente dichos accidentes; porque segnn ¡os mas, es
lo pidiere. mejor quedar cojo ó manco, que perder la
A que primeramente se ha de acudir.— vida.
lo
Habiendo uno ó mas accidentes, como do- Dislocación dilatada ó añeja. —Cuando por
lor, inflamación, herida ó fractura de los negligencia ó necesidad se hubiere dilatado
huesos, conviene primeramente sosegar di-! a composición de las dislocaciones, y en
chos accidentes, áutes que se intente la re-^ taDt '° se nuDÍere criado (como suele) callo
düccion de la dislocación, poique con j a en dicha parte, es necesario ánles de inlen-
!
nucva estension de los músculos se aumen-' tar ,a com posicion, fomentarla con coci-
tan dichos accidentes, y corro riesgo el en-f raieutos emolientes y resolventes, lóscua-
fermo. les se hacen cociendo malvas, trébol ó raí-
In/l ama non. —También se ha de obser- ees de altea, semilla de linaza, de los que
var, cuando dichos accidentes sobrevienen' de estos hubiere, que son de los emolientes;
ilespues de haber ya reducido en su
lugar y con manzanilla, ó salvia, ó lana sucia y
bl hueso dislocado, que siendo factible,
sin! semejantes, que son do los resolventes, co-
pucha molestia, se pudiera' volver á dislo-¡mo otros, que so hallarán puestos en el ca-
tar, como de ántefi: conviene hacerlo
luego' pílulo 8 de este libro U del flegmon, toman-
292 DE LAS DISLOCACIONES EN GENERAL
do para el dicho cocimiento de uno y olio, sin voluntad la saliva de la boca, y quedar
para fomentar ó bañar ánles el dicho miem- los dientes inferiores mas afuera que los de
bro, algo caliente; ó en su lugar, ó después arriba.
del fomento dicho, hacer y aplicar una ca- Causa-— Origínase por la mayor partees-
taplasma, ó emplastro hecho de dichas yer- te desencaje por bostezar, ó por morder un
. bas cocidas y bien majadas, ó molidas en gran pedazo.
un metate ó mortero, añadiéndoles dos ó Pronóstico. —
Cuando no sé puede reducir
tres onzas demanteca de marrano ó de va- á su estado natural, hay peligro de vida co-
ca. Después que se advirtiere el haberse mo al décimo día con sueño invencible, con
ablandado el callo, entóneos se intentará la cursos y vómitos de pura cólera.
reducción del hueso dislocado, según se di-
Cura y reducción. — Para reducir la man-
ce de las dislocaciones recientes.
díbula ó quijada dislocada, se ha de procu-
Dislocación alterada del frió. — Alterán- rar cuanto ántes fuere posible, para que no
dose la dislocación del frío, como acaece en
se destemplen los nervios dol cerebro; ye
el invierno, en tal caso se corrija dicha
modo de reducirla, es arrimar la cabeza del
alteración, antes que se intente su reduc-
sentado en un
paciente (él cual estará
ción,fomentando el tal miembro alterado
asiento bajo) á la pared, ó sentado en el sue-
con agua caliente, y íuego se le pone una
lo, arrimará su cabeza el paciente á los
cataplasma ó emplastro hecho de romero ó
muslos del que hará el oficio de cirujano:
alucema, con las semillas de malvas, todo
en cualquiera de estas dos posturas, mete-
bien cocido en dos partes de vino, y una de
rá el cirujano los dedos puígares, envueltos
agua, cuanto basta á que los ingredientes
en un paño, en la boca del paciente, fiján-
no se quemen; y majado ó molido en un
dolos á mi tiempo en las muelas de uno y
metate ó mortero, se aplicará caliente, re-
otro lado, y con los cuatro dedos restantes
novándolo cada hora, y esto por cinco ho-
á
de cada mano, se asirá ó cogerá por la parle
ras seguidas: hecha esta diligencia, se com-
de afuera un lado y otro de la quijada, y
pondrá la dislocación al modo de la dislo-
apretando hacia abajo con los pulgares, y
cación reciente.
con otros modos y movimientos á lodos los
ó la mandíbula deentrambos lados ó enea ellos unos palillos, que no sean de mucha
jes, se conoce saliendo la barba hacia la
resistencia, con los cuales so apretará h$c¡a
Modo de ligadura.— E\ modo de afian- mismo tiempo hácia abajo, hasta lauto
list
que
zar la quijada ya reducida, es poner una vuelva la cabeza del dicho hueso en su lu-
venda enmedio de ella, algo partida, pava gar arriba.
que entre la punta de la^barba, y rematan- De edad vías crecida —Y no bastando el
do los cabos de dicha venda á la parte pos- puño de la mano, como acaece en personas
terior de la cabeza, la cualvenda no sequi- de edad crecida, se tenderá el paciente en
la cama ó en el suelo, y se pondrá en el so-
la hasta el tercero ó cuarto di-a, renovando
dislocado, porque no se venga atrás el brazo accidente, según queda dicho en el mencio-
al tiempo de la estension, la cual hará el nado capítulo 43 en su tercera y cuaTla in-
que hiciere el oficio de cirujano f quien ti- tención.
rará del brazo afecto con entrámbas manos Modo de ligar.— La venda para ligar sea
hacia abajo, y al mismo tiempo apretará larga, y de cinco dedos de anobo. Comen-
con el carcañal el ovillo ó la pelota hácia zaráse á ligar, poniendo el medio de la ven-
arriba, con cuya impulsión se reducirá la da encima de la dicha pelota, que está de-
cabeza del hombro á su lugar. bajo del hombro, y se cruzará sobre el hom-
Otro modo con escalera. — Otro modo de] bro, y se caminará al sobaco del otro lado:
reducir el hombro
dislocado, es con la esca-j y cruzando por el hombro, se volverá á la
lera. Fijase la escalera de escalones comoj parte afecta, cruzando. siempre hasta el re-
media vara distanles entre sí, la cual escale-} mate de la venda: después de unos dias,
ra so pone casi derecha; y en un escalón, como se dice en el mismo capítulo 43 arri-
que ha de ser media vara mas alto que el ba citado, se aplicarán últimamente los ba-
hombro amarran unos pa- ños ó fomentos, y después los emplastros
del paciente, se
ííitos, que formen una bola del tamaño de confortativos, ó las vizmas puestas en el ca-
hueco en
cho en la tercera intención del capítulo 43 percibirá el tumor en ella, y un
la
es el lado hácia el
de esle libro 11 de la dislocación en general. parte doméstica, que
Con CU,erpo; y al contrario se hallarán las dichas
esía advertencia, que fuera de aquello
que se dice en el capítulo referido, aquí en señales,
cuando fuere ta dislocación á la
el sobaco se debe poner una pelota dura de parte
doméstica, que es el lado para dentro
acude temprano, y Ies sobrevinieron graves con una venda sobre el pecho, colgada la
tal venda del cuello de un
hombro.
accidentes.
La cura no se removerá, sino de cuarto á
Reducción de la sublujacion, ó del haberse
ción del codo: esta es mas fácil de sor redu- afirma la articulación, se aplicará uno ú
confortativos, dichos
cida á su lugar, lo cual se consigue eslen- otro de los emplastros
diendo el brazo moderadamente, luego para este fin, en el capítulo 41 de este li-
y
con solo doblarle de fuerte, que toque con bro II.
la palma'de la mano en el hombro. Radio ó canilla dislocada de la pierna ó
Reducción de la dislocación anterior del del brazo.— Cuando solo el radio, ó la cani-
codo.— La perfecta dislocación/saliendo el lla menor de la pierna ó del brazo, se ha
* hueso á la parte anterior, necesita de mayo- dislocado áuno délos dos lados, se reduce
res diligencias; y se hará la estension de -es- haciendo buena estension del dicho miem-
ta majaera: Una persona robusta cogerá el bro, y al mismo tiempo con las palmas de
brazo cuatro dedos mas arriba del codo, las manos (del que hace oficio de cirujano)
con sus dos manos, y tirará brazo hácia se impelerá en su lugar, aplicando la cata-
el
el hombro, y al mismo tiempo tirará otra plasma ó emplastro arriba dicho en las
persona fuerte, cogiendo brazo cuatro otras dislocaciones,
el como es la del hombro
dedos mas abajo del codo, hácia la mano dislocado.
con la violencia necesaria y no mas. CAPITULO XLVII.
Hecha la estension necesaria, procurará
que mas fuere entendida) DE LA. DISLOCACION DE LA. MANO
Y SUS DEDOS.
otra persona (la
con las palmas de sus manos, reducir el San Juan Damaceno es abogado para las
hueso á su asiento, impeliéndole bácia la dislocaciones de las manos.
parte postenor; y no bastando las palmas
Stocks.
de las manos, se aplicará sobre la eminen-
cia del hueso un palo redondo, envuelto en
un paño, y con una mano lo apretará con-
ToDAsMas articulaciones, que se dislocaren
de la mano y de los dedos, se conocerán po j
. tra la dicha eminencia, y con la otra guiará
as señales comunes, como por la eminen-
la mano del paciente hácia el hombro, co-
cia de la parte, en donde se halla el hueso
mo que toque con la palma de la mano el
dislocado, y la cavidad de la parte contra-
hombro.
Reducción de las otras especies.— Las otras ria, el no poder ejercer sus movimientos.
especies dichas de las dislocaciones del co- Pi'onóstico.— Su cura de estos es fácil en
do, se| ostensión del bra- reducirlos, y por lo mismo carecen de ries-
reducen solo con la
zo, (como queda dicho) y con el impeler la go; solo siendo algo antiguas, es mas difícil
Santa Olalla niña y mártir, es abogada de blilla envuelta en paño, y apretar la tal ta-
la dislocación del' espinazo. blilla con un pié, impeliéndolo suavemente.
San Po?)ciano mártir, es abogado para la de este modo: Cogerá con Una mano el fiii-e-
cesario, que debajo de las fajas, con que se otra purga, se mantendrá en su lugar. Ila-
hágala ligadura para los tirantes, se ponga biendo- repne'slo el hueso sublujado en su
lana ó algodón, (pie defienda que las-ywn- lugar, se aplicarán los emplastros conforta-
el
das oprimidas, con la fuerte tensión, no las- tivos, dichos en el capitulo 43 de este libro II
timen la carne en que hacen fuerza; y de las dislocaciones en general.
la
haciendo la ostensión necesaria por arriba Mas eficaz será esta vi/.ma: Tome dos on-
y por ahajo igualmente, procurará el ciru- zas de pez, de azufre bien molido cu peso do
jano (ó la persona que este oficio hiciere) la tres tomines, de almáciga, ó del incienso
la
reducción del hueso, impeliéndolo con las en peso de dos tomines, y do trementina me-
manos a la parle contraria do aquella en dia onza: mézclase todo en la pez y tremen
298 ÜE LA DISLOCACION DEL CUADRIL.
tina, derretida a fuego manso, y se) pone la pierna y la doblará de repente, hasta que
tendido sobre el lienzo ó badana en Corma de loque con el carcañal de la pierna del en-
emplastro. fermo en las asentaderas.
caciones, aunque es mas fácil su cura que de corcho ó de cartón, ó de madera, que im-
jo y blando.
CAPITULO LIl.
Cura del talón y de los dedos dislocados*—
La reducción y cura del talón y de los dedos DE LA RAZON POR QUÉ, Y DÓNDE SE HACE LA:
de los pies, es como queda dicho de las ma- FUENTE: CÓMO SE ADMINISTRA V CÓMO SE
nos en el capitulo 47. Solo se advierte, que CONSERVA.
en esta dislocación, conviene que el pacien-
San Clemente "Papa y mártir, es abogada
te esté quieto, sin ponerse en los piés antes
de las fuentes.
de cuarenta días, para que no so vuelva á
dislocar.
Carcañal dislocado.— La dislocación del
carcañal se conoce por el dolor y mala figu-
ra de la parte, y por la lesión de su ejerci- ?or haber citado en varias- enfermedades
cio; y tiene mas riesgo que el talón, por pa- por muy útiles las fuentes, me pareció muy
decer de ordinario tremor, espasmos, calen- conveniente poner á parte en un capítulo el
otros accidentes que le suelen sobre- modo de
tura ponerlas, el uso y la conservación
y
venir por consentimiento que tiene de las de ellas, con otras advertencias en general.
el
venas, arterias y nervios grandes que reci- Cuándo se abren las fuentes. En cuanto —
al tiempo en que se abren ó pueden abrirse
be aquella parte.
Para componer el carcañal dislocado, por las fuentes, es todo el tiempo del año; aun-
ser, como queda dicho, mas arriesgado, con-
que conviene por mas seguridad, que la
ss ha de abrir fuente, se
viene primeramente fomentar á dicho car- persona á quien
cañal con agua algo Caliente y mezclada
purgue ó se sangre antes, según los humo-
con un poco de aceite de comer, ó con man- res que predominaren en ella.
teca de vaca por buen tiempo, según la du- Por qué se abren las fuentes.— El fin por
reza del culis, el cual en los que andan des- que se abren las fuentes, es evacuar ó der
calzos está mucho mas duro que en otros: ribar, ó reveler el humor pecante ó vicioso
la razón de este fomento mantecoso, es el que ofende ó molesta.
ablandar el cutis, el cual en tiempo que lle- Para evacuar. Cuando — solo fuere la in-
gare á inflamarse, siendo bien blando y tención, ó el fin de querer evacuar ó derri-
quitadas sus costras con cuchillo (pero sin bar el bumor vicioso, se ponen ó se abren
que salga sangre) no se aumentará la infla- las fuentes sobre la misma parle de donde
mación tanto, como si hallara duro el dicho se quiere evacuar, y si por inconveniente no
otitis. En lo domas es su cura y reducción se pudiere efectuar esto, se forma la fuente
como queda dicho del talón, renovando la en la parte, acostumbrada que fuere más
cura cada tercero dia; y no se amanarán cercana.
las vendas muy recio, manteniendo el pié Para reveler.— Cuando fuere la intención
en quietud por cuarenta dias. Si sobrevie- ó el fin de reveler, ó de llamar para apartar
nen accidentes, se atenderán como queda el humor vicioso, entónces se abren las
del vaso/ entóneos se abre h fuente en la jor parte, y dejar cerrar la primera, la cual
pierna izquierda; v Cuando se originare di- fácilmente se cierra, solo con ponerle el es-
cho dolor del mal de madre, énlónces se abre padrapo sin garvanzo por una ó dos sema-
en cualquiera do las dos piernas. nas.
El lugar ó sitio ordinario de las fuentes en
Cuando hay dolor de la cabeza padecien-
los brazos, como cuatro dedos, mas arriba
do por sí, se aplican las fuentes para revo-
del codo ó sangradera, al fin del músculo
lee en los brazos; y cuando«padooe solo el
que comunmente llaman lagarto, el cual
lado derecho de la cabeza, se abre la fuente
allí entra en un músculo de dos cabezas
en el brazo izquierdo; y al contrario, do-
También son ordinarias las fuentes en las
liendo el lado izquierdo, se pone en el bra-
piernas, como tres ó cuatro dedos del pa-
zo derecho.
ciente encima de la rodilla, ó cuatro 6 tres
Con intención de evacuar. -—Lo que se ob-
dedos bajo de la rodilla de la parte de aden-
serva en las Cuentes que so ponen con el in-
tro, aunque los que andan á caballo abren
tento de evacuar (como arriba se hizo men-
las fuentes déla parte de afuera.
ción) el hurrror vicioso, como padeciendo
Modo de abrir las fuentes. Con cauterio
por sí la cabeza, se pone un sedal á la nuca
de fuego. — El mas ordinario modo de abrir
ó detrás del cerebro, ó una fuente en lugar las fuentes es coa un cauterio actual de fue-
del sedal en el brazo del mismo lado que
go, que se hace con instrumentos de hierro
duele la cabeza: y así en las domas enferme- ó de oro hechos á propósito; pero como por
dades según so anota en sus propios capítu-
estas tierras retiradas hay falta de ellos,
los. Solo se. advierte, que en las mugoros,
suplirán ijnos botones ó tizoncitos bien en-
porque no se Ies detenga la regla, mas bien
cendidos de palo bueno.
les conducen las fuentes para reveler en la
Con cáusticos potenciales para los que ti -
pierna opupsta del doler do la cabeza, como men el fuego. — También se abren con run-
cuatro dedos encima de la rodilla parte de
cha facilidad con cáusticas potenciales, co-
adentro.
mo: Tome jabón raspado, y otro tanto de
T)ónde ó en qué lugar se abren ¡as fuentes.
cal viva en polvo muy sutil, y amasarlo con
—En cuanto el lugar mismo en donde se un tantilo de zumo de cebolla, y formar (an-
abren ó forman las fuentes, observando las tes de secarse) do la dicha masa, unas boli-
susodichas intenciones, se elige el sitio, es- tas del tamaño de un alverjoncito; y una bo-
cojiendo 1a división de los músculos, la cual lita de estas ya seca, se aplica sobre el mis-
se conocerá apretando con la punta del de- mo lugar señalado, como mas claróse ve-
do de una mano, y meneando con la otra el rán varios géneros de cáusticos en el catá-
brazo 6 la pierna del enfermo; y señalar el logo de los medicamentos.
lugar con tinta, para abrir allí puntual- Con lanceta.— Fuera de estos dos modos
mente la fuente. También se ha de procu- de abrir fuentes, hay otro bien fácü que se
dolor que
rar escusar los nervios y tendones, y que hace con lanceta, sin percibir mas
sea la tal parte apta para la ligadura; y es el de una sangría, de
manera, que seña-
cuando por casualidad se hubiere errado lando el lugar determinado con la tinta, se
el lugar, asi porque la fuente mudó su l'u-
levanta allí mismo el cutis entro dos dedos
largo del brazo ó pierna,
gar hacia un lado vi otro; y no pudiéndose doblado, según el
debajo de la tinta señala-
con un cabezalilo ó lienzo doblado arrima- y pasar la lanceta
do al garvanzo del lado á donde se inclina, da, que haga una pequeña herida atravesa-
reponer á su lugar, abrirla otra vez en me- da, y poner desde luego
una bolita de hilas
UBIU) II CAPITULO LII 301
do ella, y ba~
eííciiTia; tamaño do un alberjoncilo ó refregar muy' bien la región
ftél
tes de algunos accidentes que se les suelen tas en lugar de los garvanzos:
Tome de ce-
ofrecer, primeramente en el abrir las fuen- ra en peso de dos tomines, y de la
resina de
tes con el cauterio de fuego como queda di- pino en peso de medio tomin ó algo mas:
cho, se ha de atender el que no se queme derretirlo junto, y mezclarle polvo de ma-
que solo super- ó de jalapa, ó de zaeualctipan, ó-
mas de lo ordinario, que es, llalislle,
cuales no conviene dejar tanto tiempo pues- mas ó menos eficaz se deseare; y formar tie
tos en personas tiernas, como en robustas dicha mistura ánfes de enfriarse, unas boli-
y duras trabajo; á unos bastan diez ó do- tas del tamaño de un garvanzo.
al Otro-se
ce horas; á otros son menester veinte y mas mejante cáustico para formar bolitas para
horas. el mismo uso, se hallará en el catálogo de
Tambien por escusar tnayores dolores, no los medicamentos.
usar (tintes de que se caiga espontáneamen- Callo en las fuentes.— Vara cuando hicie-
te la escara ó la costrilla originada de la re callo la fuente, entonces se deshace di-
adustion ó del cáustico) de bolita de cera, ó cho callo, untando el garvanzo ó la bolita
de garvanzo, sino formar una bolita de hi- de hilas, con el ungüento cáustico; ó poner,
las, untándola siempre (cuando se abro con una bolita de la raiz de lirios: y cuando se.
fuego ó con cáustico) con manteca de vaca usaren estos cáusticos, se untará al rededor
lavada en varias aguas, ó con aceite de al- la fuente con aceite de almendras dulces ó.
mendras dulces; y los tres ó cuatro dias pri- con manteca de vaca lavada, para mitigar,
meros mezclar á dicha manteca ó aceite, el dolor que se ofreciere.
una yema ó clara de huevo, y mojar un lien- Get'as ó bordos en las f uentes. Suele muy —
cecito en lo mismo; y tendido este lienceci- de ordinario en las fuentes criarse carne su-
to, se pondrá sóbrela cura de todaia fuente. perQua, como bordos, que comunmente lla-
Dolor en la fuente.— Cuando se hallare man getas; y sucede por dos causas; una es
dolorida la fuente, se lava aquella parte de por abundancia de sangre requemada, y
la fuente con agua libia en el invierno^y otra délos humores viciosos.
en el verano mezclar ó añadir
al agua (mas De sangre requemada. Cuando os do san- —
fresca que un poco de leche.
tibia) gro requemada, entóneos se siente dolor é
Sriiivdose la fuente.— Cuando no purgare inflamación en la fuente: y para remediar
la fuente como solia de ordinario,
y se ad- este accidente, son á propósito los baños de
vierte que el humor que habia de acudir á la agua tibia con leche mezclada, ó untar al
fuente, molesta otras partes principales co- rededor la región de la fuente con aceite de
mo cabeza y semejantes; en tal caso con- almendras dulces, ó con aceite rosado, ó
la
nivo llamar dicho humor á la fuente con con manteca lavada; y para tales bordos
302 DE LAS FUENTES
carne superflua, sequila con facilidad y sin que es lo mas ordinario, usan de espadra-
lesión, echando sobre dicha carne (puesto pos, y de estos se verán algunas composi-
ferencia de la fuente se escoriare por hu- bía arrojado á sangrar algunas personas; y
el
mor colérico ó acre que acude, entonces aun hallando semejante persona, se tiene en
.
bañar la fuente con cocimiento de rosa se^ ocasión por mucha dicha.
ca y llantén, ó de sola la yerba golondrina, V como- fué mi intento de ayudar de al-
ó con cocimiento de cebada tostada; y algu- guna manera con algunos medios á los a-
nas veces se le añadirá al agua ó cocimien- mantísimos padres misioneros y sus feligre-
to, un poco de alumbre quemado; y después ses, tan remolos de médicos y cirujanos, pa-
del baño, se untará al rededor de la fuente reció conforme á mi intento añadir al fin de
con manteca lavada en cocimiento de mal- este compendio medicinal, como de apéndi-
vas, ó de la yerbamora, ó chichiquelite; ce lo que concierne al oficio de barbero en la
y
cuando fuere mucha la escoriación, aña- administración de Jos enfermos, como snn
-dir á dicha manteca unos polvos muy sutiles las sangrías, ventosas y sanguijuelas.
de la greta, ó del alvayalde, ó del azarcón. DE LAS SANGRIAS.
Contra la comezón de la fuente. Contra —
Por cuáles causas, ó en qué enfermeda-
la demasiada comezón ó prurito, que suele des conducen ó no las sangrías, ó cuál de
originarse de los humores salsuginosos ó las venas en cualquier efecto se ha de san-
viscosos, conviene bañar la fuente con agua grar, ya se ha procurado aclarar en los pro-
tibia sola, ó cuando no bastare, añadir al pios capítulos de cada dolencia del Florile-
agua un poquito de la sal molida. gio medicinal.
En cuanto los apositos, son varios los que Ahora se procurará dar alguna razón en
se usan: muy frecuentes son las hojas de la tres capítulos, de lo que antes de sangrar, al
yerbabuena; pero como por estas tierras tiempo de sangrar y después de sangrar,
el nú- CAPITULO LIV.
conviene ser observado, prosiguiendo
mero de los capítulos antecedentes. OBSERVACIONES EN LA MISMA SANGRÍA.
tes se procure evacuar semejantehumor con de un dedo y esto mas ó ménos recio, según
las purgas ó vomitorios ya mencionados en fuere la vena mas ó ménos honda. En los
los escritos antecedentes; ó si estuviere que hubiere venas delgadas ó mas hondas,
estreñido del vientre, como que antes de ó el tal miembro fuere mas gordo, se amar-
veinticuatro horas uo hubiere tenido régi- ra la atadera mas recio que en los flacos ó
men por ménos, se procurará con ayudas de venas amplias.
lo
ó calillas lubricar el vientre. La razón de Cómo se descubren mas bien las venas de
esto es, para que los zumos ó los malos hu- los brazos. —
Para que mas bien se descubran
mores de que se halla repleto, en saliendo, las venas en los brazos, que por sí no pare-
por la sangría la sangre, por aquel vacuo, cen, ayuda el que cierre bien el enfermo el
no arrebate con los dichos malos humores, puño de la mano de aquel brazo que se ha
y los-atraiga á las mismas venas; y en tal ca- de sangar, apretando el dedo pulgar con los-
so, en lugar de aprovechar la sangría podrá demás dedos; ó tenga el paciente por un ra-
acarrear mayores males. to antes déla sangría ya ligada la atadera,
Enpersonas tímidas.— En las personas tí- una piedra en la mano con el brazo colgado,
midas, ó en las que fácilmente caen en des- y untar el dicho brazo con aceite bien ca-
mayos de las sangrías, conviene darles an- liente; ó aplicar una ventosa grande con
tes un confortativo para estómago, como bastante llama en la palma de la mano, que
el
unas sopas, permitiéndolo la enfermedad, ó luego aparecerán mas bien las. venas; y se
.un bocadito de pan remojado ó humedeci- puede dejar la ventosa pegada basta acabar
do con zumo de granada agridulce, ó con la sangría.
zumo de membrillos, ó con un poco de vina- Cómo se descubren las venas del pié y de la
gre. En las mugeres y en los melancólicos ma?io.— Cuando se han desangrar las venas
no convienen los agrios; ó poner una pulpa de las manos ó de los pies, ó del tobillo, pa-
de carnero soasada y rosiada con vino, y es- ra que parezcan mas bien las dichas venas,
polvoreada con canela á la boca del estóma- se meten primeramente en agua caliente,
go. Todo esto se entiende, cuando da lugar cuanto buenamente se pudiere aguantar,
para ello la benignidad de la enfermedad, hasta
el lugar en donde se ha de sangrar ó
porque en accidentes graves como es gar- algo mas, refregando las venas dentro dej
el
rotillo, ó dolor de costado, ó caida grande, agua, y amarrar la atadera tres ó cuatro de-
ó en calenturas muy grandes, entónces mas dos en los piés encima del tobillo, y en las
se atiende el peligro de la vida, que el daño manos encima de las pulseras ó muñeca.
que se pudiera seguir de
no haberse prepa- No pareciendo la vena.— Pero cuando de
rado ántes con corroborativos. ninguna manera parecieren á la vista las
304 DE LAS SANGRIAS.
venas, so esploraráo con el dedo en donde del arca ó la vena del hígado, ó la vena
ba-
se sintiere inundación, como flujo desan- lodos estos tres nombres tiene dicha
sílica:
gre; señalar el tal lugar con Unía ó con la vena, y debajo de ella se halla la arteria.
uña, para sangrar con buen ánimo y sin
allí Vena común ó de la de todo el cuerpo, ó la
miedo, en particular en donde no hay arte- vena mediana.— Estas dos venas, La de la ca-
ria ni nervio cercano. Tocante á esto so ad- beza y la del hígado, se juntan en medio
vierte, que solo sirve para el sangrador ya (cerca de la juntura del brazo) en una, la
ejercitado, y que sea muy
precisa la san- cual se llama la vena común, ó la vena de
gría, porque cualquiera otro se espusiera a todo el cuerpo, ó la vena mediana;
y esla
algún absurdo. es muy de notar, tiene comunmente debajo de sí un nervio.
También
para que no están ejercitados en san-
los Cómo se hace la incisión déla vena. -Obser-
grar, á que atiendan de no picar en lugar de vando estas
diligencias, cogerá el sangrador
la vena alguna arteria, nervio ó tendón, pa-
con una mano el tal miembro que se ha de
ra lo cual servirán las distinciones siguien-
sangrar ya amarrado con la atadura, como
tes.
queda dicho, teniéndolo derecho y fijo, de
Cómo se distingue la vena de la arteria.—
tal manera, que con el pulgar de dicha su
Distingüesela vena de la arleria v en que la
mano afiance juntamente !a vena que qui-
vena es mas blanca, y no tiene movimiento
siere sangrar: luego tentará el sangrador
de pulso como la arteria, la cual es algo mas
coii su dedo índice de su otra mano, la ve-
dura que la vena, y sé siente dar unos gol-
na si es inconstante ó si se menea; y en tai
pecitos como la arteria, que se toca en las
caso, subirá algo mas el dicho pulgar ha-
pulseras de las manos.
cia la aladera con el cual estaba afianzan-
De tendones .-^Los nervios y do la vena para asegurarla
los nervios y
mas; ó para este
tendones se distinguen dé las venas por la mismo fin, aplicar otra
aladera tres ó cuatro
dureza deellos, y en que no se percibe nin- dedos
mas abajo de la sangradera, como al-
guna inundación, como flujo de sangre, se- gunos sangradores
lo suelen hacer.
gún se percibe en las venas.
Asegurada la. vena, tomará la lanceta con
Nota de tas arterias.— Y por cuanto algu- los tres dedos primeros, que no salga mas
nas veces por la mucha compresión de Ta li- la punta de la lanceta de lo que conocerá
gadura se oprimen las arterias, que no se ser bastante para alcanzar bien la vena;
y
halla movimiento en ellas, conviene ántes asentada la- mano sobre el dedo pequeño,
dé la ligadura reconocer en qué parle ó lado con la cual ha de sangrar sin apresurarse,
se baila ó sitúa la arteria, para huir de ella impeler á la lanceta suavemente, cuanto
al tiempo de la sangría. bastare.
Nota de las venas del brazo.— Las venas Las venas que de ordinario se sangran.—
del brazo que de ordinario se sangran en la Las venas que do ordinario se_>angran, fue-
sangradera que llaman, son tres: [La vena ra de las tres susodichas del brazo, son las
de la cabeza.) la una que está algo alta en de las manos y de lospiés y otras, cujo mo-
el cabeza, y do de sangrar se dirá en breve.
brazo, que llaman la vena de la
es la mas segura para sangrar, porque no Vena del tobillo.—Xas venas de los pies,
tiene inmediatamente nervio, ni arteria. que comunmente se sangran, son dos en
ca-
(Vena del hígado ó de la arca, ó la vena da pié una que llaman del tobillo ó del lado
bacüica.) Otra vena hay en la parte mas ba- 'interior del pié: {Vena saphena ó del vaso
eiK
del pié, algo mas arriba de los dedos pe- las narices, alzando hácia arriba; y loman-
queños, cual mas se pareciere; y esla lal do la lanceta delgada con la mano derecha,
sangría
vena en el pié izquierdo es la vena saphema y los filos hácia las orejas, se hará la
ó la vena del vaso; (Fena del hígado.) y la por medio de la división que hace la nariz
del pié derecho sobre el empeine se llama de dos ternillas en la misma punta de la na-
del hígado. riz: en comenzando á salir la sangre, se
dinario se sangran, como es la vena del me- cuello, como queda dicho, y ce juntan dos
así seapretará dicha faja, para que se des- sí, y se deja salir la sangre que se quisiere,
cubran bien las dichas venas, y cuando con quitando luego laj faja del cuello; y cuando
esto no se descubrieren bastantemente,
se bastare la sangre para que cese de correr,
amarra también una venda encima de los tomar en la boca un poco de agua fría.
ojos, [Fena de la frente.] 151 Fena ceática.— Otra vena que se sangra
modo de san- .
ñas grandes se hace mayor incisión que en medad, y las fuerzas del paciente.
las pequeñas: también se hace incisión ma- Por razónele grumos.— Cuando se detu-
yor, cuando se quiero evacuar la sangre viere el curso de la sangre, por oponerse al-
grumosa, gruesa, viscosa ó melancólica, y gún grumo de sangre, se facilitará su curso,
en tiempo frío; y delgada se bace la inci- meneando el enfermo con alguna fuerza lo-
sión ó la abertura de la vena, cuando se dos sus dedos de dicha mano, ó fomentar la
quiere reveler, para detener olro flujo de cisura de la vena con agua caliente.
sangre, como es la de las narices, de las al-
Por razón de la incisión.— Y cuando salie-
morranas ó de meses y semejantes: tam-
los
re la sangre flojamente, por ser la cisura
bién se hace la incisión delgada en los que muy pequeña, se abrirá algo mas.
desvarían, por cnanto con la inquietud que Hinchándose la vena por la incisión peque-
—
tienen sin advertirlo, no desate la liga- ña. Cuando por la incisión muy pequeña
dura.
se hinchare luego la región de la cisura, sin
Parios géneros de lancetas,— Para cada
poder salir la sangre, en tal caso conviene
género de estas incisiones, tienen los maes-
luego desalar lo atado, y que por sí salga
tros varias lancetas, en forma de hoja de oli-
la sangre que quisiere por buen rato: des-
vo, que es para venas gruesas y descubier-
pués amarrarle un pañito mojado en agua
tas; y otra mas delgada, quo llaman punta
fría; y siendo precisa la sangría, se sangra-
do espinazo, para los brazos gruesos, y de
rá mas arriba, ó mas abajo de dicha cisura.
mucha carne; y otras que llaman pico de
gorrión, que sirve comunmente para hacer Detención del curso de la sangre por los
fajas.
desmayos y sus señales.— Suele no correr
La sangre se recoge para r>er su cuali- bien la sangre, por la flaqueza ó desmayo
dad.— Y volviendo otra vez alpunto, cuan- del paciente, como cuando se le pane pálida
do ya impelió la lanceta el sangrador, se- la cara, con bostezos y estiramientos, con
gún la incisión necesaria de la vena, como desvanecimiento de la vista en los ojos,
mas arriba queda dicho, y saliendo la san- zumbido en los oidos, inmutación del pulso;
gre, se aflojará algo la atadera de arriba, como del pulso veloz, en rato; del fuerte, en
pequeño;
para que con mas facilidad pueda correrla débil, y obscuro; del grande, en
es de los
sangre, la cual, para distinguir su cualidad, del igual, en desigual; por lo
cual
golpe se vuelve á dejar correr la sangre, re- corre riesgo la vida, y confortarlo con lo si-
mantienen mejor las fuerzas del enfermo. desmayarse, recostarle en la cama, y ro-
LIIiHO II CAPITULO L1V. 307
ciarle la cara coa agua fría, ó refocilarlo Nervio ó tendón herido y sus señales. —
con cosas de buen olor aplicadas á las nari- Cuando por casualidad, ó descuido se hirie-
ces, no siendo muger sujeta al mal de ma- re con la lanceta algún nervio ó
tendón, que
dre; ó dar á oler vinagre fuerte, ó vino ge- so conoce del mucho
dolor y convulsión ó
uoa pluma (mojada en aceite) en la boca ó 28 de este libro II de las heridas de los ner-
cual vómito, ó con sola la vios; lo que en este caso
conviene es, no de -
paladar, con el
jar que se cierre la cisura, fomentándola
irritación para el vómito, se aparta lo que
molesta al corazón: vuelto algo en sí, con-
con aceite caliente; y mitigándose en cua-
tro dias el dolor, y los otrcs accidentes, se
fortarlo con una tacita de sopas, ó con un
dejará cerrar; pero prosiguiendo mayores
traguito de buen vino, (no oponiéndose la
enfermedad presente, ó que tenga accidentes, se atenderá la cura según el su-
el bastió
sodicho capítulo 28 de las heridas do los
de él el enfermo) ú otros medicamentos con-
nervios.
fortativos, como se hallarán en el capítulo
Arteria herida y sus señales.— Hiriéndose
30 del libro I del síncope.
al sangrar la arteria, que so conoce cuando
CAPITULO LV. sale sangre delgada y muy colorada, como
de color de fuego y con sallo ó brincos, en
OBSERVACIONES DESPfJES DE LA SANGRIA. tal caso conviene luego poner los medica-
vena, sale lentamente como densa, y en los misma sangre granitos como la arena, deno-
dedos se pega como cola. Esta tal es san- tan P resenle 6 cercana la lepra. '
gre gruesa, de la cual se ocasionan obstruc- Sangre con mal olor.— Llegando á tener
ciones y otras enfermedades. |mal olor la sangre, es señal deinemedia-
Sangre delgada. -Sangre delgada esaque- D ' e corrupción,
lia que tarde se cuaja; y cuajada, fácilmen- Sangre recogida en el agua -Sangrando
as venas en e ' a S" a ¿aliente (como queda
te se parte l'
dicho de los piés ó de las manos, entonces
Sangre podrida ó aguanosa.-Lz sangre )
quieren sajar en parte (conviene á saber) modo ordinario, al lugar de donde se qui-
tal
dos ventosas, no se han de poner por enton- siere llamar, y no han de ser con mucha lla-
ces en otras partes otras ventosas secas, pa ma: después sin levantar la ventosa, se va
ra que el humor no acuda á las demás ven- corriendo con ellas (manteniéndola pegada
tosas,y se reparta; y cuando se echaren sobre el culis) para abajo, hasta donde se
ventosas secas, no dejarlas mucho tiempo quisiere llamar el humor: allí se deja pega-
pegadas, porque no ocasionen vegigas; y da otro ralo, como arriba, desde donde se
así conviene quitarlas; y volverlas á poner. quiere .llamar, y después se quita, y se re-
Modo de —
aplicar las ventosas. El modo pite las veces necesarias.
de aplicar las ventosas es bien común, re- Para aflojar laventosa muy pegada.—Su-
fregando ántes, ó haeer buenas friegas (se- cede que, en particular en donde hay mu-
gún la intención que requiere la indisposi- cha carne floja, agarra'tanto la ventosa, que
ción del paciente) en el lugar en donde se
buenamente no se puede quitar, y entonces
quisieren ventosas ó ventosa: se envuelve la ventosa pegada con paños
aplicar las
-después con una poca de estopa ó algodón, mojados en agua bien caliente; y calentada
bien adelgazada, y metido en una ventosa, bien la ventosa, se quitará con mas facili-
va para ponerlas lo seguiente: Habiendo en guijuelas en las mas parles del cuerpo, hu-
oj paciente plenitud de sangre; y siendo el mano; y en cualquiera parle que eouviniwre
cuando se quiere solo divertir sin evacuar, sanguijuela ó las sanguijuelas, según el nú-
entonces se ponen las ventosas secas, sin mero necesario seaplicarán, ó.se arrimará»
mojar» primero en la parle alta, y luego al lugar determinado, hasta que se peguen,
mas abajo. que unas veces.se pegan en breve, y otras no
Modo de hacer las friegas ó tas ligadii- tan brevemente.
rotf.-^El modo de hacer las. friegas 6 ligadu- Cuando se pretendiere de que tales san-
ras, por no repetirlo aquí, se verá en el ca- guijuelas chupen mas cantidad de sangre,
pítulo 3 de este libro II, hablando del fleg-
se cortan las colas de eJÍas con unas tijeras
mpn, en donde se pone de las friegas y liga- de largo arriba, por donde se recoge la san-
duras para reveler, cómo se han de hacer; gre de una, hasta dos ó tres onzas, según lo
pero las friegas para divertir se empiezan necesitare la enfermedad.
desde la parte alta para abajo, como que- Para despegar las sanguijuelas. —Habien-
da dicho de las ventosas. do sacado las sanguijuelas bastante sangre,
é hinchándose eHas, no cayeren por 6Í t
"EL ¥TO Iffi IAS &K8ftQSpB&fck6Í agua caliente en la tal parle, ó se fomentará
con paños mojados en agua caliente, cuan-
como las ventosas to buenamente
pudiere aguantarse.
Üjas sanguijuelas sirven
sajadas, para evacuar ó novele*" sangre; y Modo de estancar la sangre.— Corriendo
la
en los chiquillos se aplican á las venas en mas cantidad de sangre de lo que la inten-
lugar de sangrarlos. Para cuáles enferme- ción pretende, se aplicaráá las heridas algo-
dades conducen hace mención de don ó lienzo quemado, y encima se amarra
estas, se
tenerlas unos dias antes en agua clara y juelas á las venas de nls almorranas
entrare
limpia, en vidrio ú otra vasija, renovando alguna, ó mas de ellas por el intestino aJ
!a tal agua de cuando en cuando. cuerpo, se sacará echando luego uua ayu-
Modo de aplicarlas.— Aplicanso las sari- da del cocimiento de muchas cebollas, ó de
4
agua tibia con bastante sal. ó agua libia, ó de sacar, y consiguientemente peligrosas.
con el polvo cernido del estiércol de buey, Uso muy frecuente de las sanguijuelas. —
mezclado y aplicado en forma de ayuda. El uso de las sanguijuelas es tan común en
Cuando las sanguijuelas se aplicaren por varios autores clásicos, que las aplican en
algún accidente cerca de la boca, nances ú cualquiera parle del cuerpo en donde se
ojeras, conviene atender muy mucho, que no ofrecen dolores rebeldes, ó renitentes á otros
entre alguna de ellas, porque son difíciles medicamentos.
i
INDICE
DKI
ililili
15.
Ampollas ó fuego silvestre. 230. Boca |
perlática
INDICE DEL FLORILEGIO MEDICINAL. 313
2 pas. 125.
general.
INDICE DEL FLORILEGIO MEDICINAL. 315
Disenteria con llagas sucias en las tri- Fuentes, sus advertencias en general. 299.
pas. 124 Fuentes, cómo se preservan de los ac-
do cidentes. 301.
Disenteria, se distingue de los cursos
122, Fuentes con callo. id.
sangre.
Fuentes con carne superfina ó con ge-
JHfc£3 id.
tas,
Erisipela que de repente desaparece. id. Grietas ó perrillas en los lábios. 223.
Hipocondrios, en qué sitio se hallan. 107. Manos rajadas ó con fisuras. 92.
Hipo con calentura continua. 175. Materia buena en las úlceras, cuál es. 274.
Hipo de cosa ponzoñosa. 78. Meses diminutos. 147.
Leche de los pechos, cuándo hay falta Muelas ó dientes huecos, cómo se lle-
159. nan. •id.
de ella.
Qjos en que cayó paja, espina, cal ú Pólvora encajada en el cutis de la cara. 273.
Ojos que ciegan de repente. 35. Pujos con mucho dolor y desvelo. 126.
Sitio ó lugar en donde se halla el híga- Tumores, cuáles conviene abrir ántes
do, el vaso, las venas mesaráicas y de madurarse. 215.
Sudores con calenturas continuas. 176. Tumores que pierden su color nutural
para engangrenarse. 220.
Sudores sincópales con calenturas con-
tinuas, id- Tísi, se distingue del catarro fuerte. 69.
nuas. 174 -
socorre. 70 *
y arterias.
Síncope por falta del mantenimiento. 71. Vena común, cuál se llama.
70.
Síncope, se distingue de la apoplegía. Vena dei arca.
Vena de la cabeza en la sangradera del
Síncope, se distingue de la gota coral y
id
del mal de madre. -
brazo.
INDICE DEL FLORILEGIO MEDICINAL. 319
Vena de la cabeza, que se sangra en la Vegiga con dolor de piedra ó de arena. 134.
Vena medio cortada en las heridas. 259. Unciones gálicas, cómo se adminis-
Vena del tobillo. 304. tran. 206.
Venas para sangrar, cómo mas bien s.e Ulceras antiguas ó gálicas. 281.
Venas que se hinchan al salir la san- Ulceras con carne supérflua crecida.
*
MB II O T K R C K R ü
dad posible; y para mayor conveniencia y dos ó tres ó cuatro cucharadas, y sobre ello
claridad, se pondrán al principio Iosjara se bebe un pocilio, ó taza pequeña de agua
bes preparativos, las purgas, y ayudas para caliente, cocida con orégano ó con yerba-
cada humor por si, como es el humor pitui buena ó manzanilla, ó tomillo, ó poleo, ó
toso, colérico y melancólico: los demás 'me- salvia, ó culantrillo de pozo, ú otra seme-
dicamentos se seguirán por el orden del jante que hubiere. Estos jarabes de esta
abecedario, y al fin su índice de solo los me manera se repiten dos ó tres veces al dia,
dicamentos, contenidos en este catálogo, corno por la mañana en ayunas, y una hora
así
como también algunos que se hallan repar antes de comer, y como cuatro ó cinco ho-
ras después de haber comido. Los dias
tidos ;en los otros ¡dos libros antecedentes
cuantos son menester para continuar dichos
jarabes, serán según mas ó ménos reniten-
a'tyttAas ^ax a c/muM d Wmov f'itó- cia hubiere en dicho humor pituitoso, que
comunmente^son dos, tres ó cuatro dias se-
toso, b Vas ^«as anwsas.
guidos.
Para evacuar el humor pituitoso ó las fle- Por falta de la miel rosada] y del oximiel,
mas gruesas, conviene^ántes que se preten- se podrá usar del mismo modo, tomando por
da evacuarlas con purgas, prepararlas, así cada vez una ó dos cucharadas'de la miel
CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS. 821
virgen, con una ó dos cucharadas del zumo vor sobre fuego manso, por
se esprimirá
de naranja agria ó del vinagre; y á falta de un paño, y á lo colado se añadirá una' on-
la miel de abejas, suplirá el melado, loma- za ó dos de miel rosada; ó á falta de ella
do con el dicho zumo de naranja ó con el vi- de la miel virgen ó un terrón de azúcar, y
nagre. en caso que se añadiere de¡ la'miel ó de la
azúcar, entonces conviene con otro hervor
despumar y colar dicho cocimiento para
Purgas en polvo.— La hoja sen purga sua- beberlo de una vez en ayunas.
vemente la flema, tomando (en los Para los que fueren mas robustos, que no
que] son
bastare esta bebida para hacerlos obrarbas-
fáciles para obrar) en peso de un tomin, sin
los palitos que suele tener, molido en pol- tantemenle, se podrá añadir y revolver an-
tes de beberlo en peso de medio ó de un to-
vo, cernido y revuelto con agua cocida de
orégano, ó con otra de las yerbas mencio-
mín de los polvos de Jalapa, ó de uno de
los otros polvos arriba mencionados.
nadas para los susodichos jarabes, ó en una
Pildoras.— Otras purgas^ en forma'de pil-
taza ó escudilla de caldo sin sal ni manteca,
doras, que purgan varios humores, junio
ó en una taza de chocolate claro y sin atole.
En personas mas robustas ó mas tardos con la flema, se'pondrán al último, después
en obrar, podrá tomarse del dicho polvo de de las purgas y vomitorios contra el humor
la hoja sen en peso de un tomin y medio ó
melancólico.
Remedios para no vomitar luego las bebi-
de dos tomines.
das ó purgas.— Para no vomitar ó trasboca-
O en lugar de la hoja sen, se tomará la
luego las medicinas ó purgas, cuando se ber
misma cantidad, ó el mismo peso del polvo
ben, como en algunas personas (sin poder
de Jalapa, ó del polvo de Michoacan, ó del
mas) suele acontecer: es bueno para reme-
polvo de Zacualticpan, ó del polvo de Matla-
diar este inconveniente oler buen vinagre,
lislle, ó de la leche do Michoacan, la cual
ó una sopa de pan remojada en vinagre, ó
leche también suavemente purga la flema;
y mascar unas aceitunas,
ó un pedacito de
por ser ella mas eficaz que la raíz de Mi-
jamón asado, sin tragarlo; ó poner un lien-
choacan, se dará á los fáciles para obrar en
cecito mojado en agua fría, en el hoyo que
peso de medio tomin, y á los robustos en
tiene la garganta debajo de la nuez que lla-
peso de un tomin ó tomin y medio.
man, ó hacer unas cosquillas en las plan-
Purgas y sangrías.— Purga en bebidasuave
tas de los piés.
para gente delicada.— Purga muy suave
y
segura para gente delicada. Tomo hoja vo/vtá Va atxdt
&,d carneó, ^ toWsta ac\ tslb-
sen, sin los palitos, en peso de un tomin ó
rnaao, W\} sernas y%%i*é a^ut st \\aVW-o,
de tomin y'medio; ó siendo necesario de
T ov talas Iwcras, aut tomuwu\n\A.t
mas eficacia, se tomarán en peso de dos to-
mines, y do la yerba buena, ó del orégano
yuvaau v otamk ^ ^ov a\)ay>,
un puñilo, ó unos granos de anis, ó unara- tomo sou.
jita de canela: lodo majado ó quebrantado, Purgas para gente robusta de estómago.—
echarlo junto en infusión enagua hirvien- Pepita de la higuerilla.— Pepitas ó semillas
do, como medio cuartillo ó algo mas; y de- de la higuerilla, de las cuales
toman media
jarlo estar enuna vasija bien tapado, por pepita (quitándole ántes bien sus corteri-
el tiempo de una noche, en un lugar tem- llas) para gente moza
ó débil; y para la gen-
plado. Por la mañana después de un her- te crecida
ó fuerte del estómago, se da una
21
323 CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS
ne la flor blanca. De esta cascara se loma agonía, como son los que tienen el pecho
pescuezo largo. Para las per-
media libra, se muele, y so cuece en cuatro angosto, y el
delicadas y fáciles para trasbocar, Ies
cuartillos de agua, hasla que quede el licoi sonas
vomitorios suaves, como los si-
en un cuartillo; y después de asentado, se convienen
guientes.
cuela por un paño; de este licor ó caldo (e¡ 3 un
Vomitorios suaves. —Cacar 6 que den
cual amarga bastantemente) se loma la do agua y
buen hervor juntos, dos parles
guaría ó la tercera parte, á la noche ántes virgen, con un po-
media parle de la miel
de dormir, y á media noche se perciben quieren lomar,
co de vinagre; y cuando lo
unos dolorcillos en el vientre, y luego sesi- comer cnci-
echarlo un tanto do. aceite do
cuen unos cursos; y cuando no se hubiere
CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS. 32$
nía: de media hora, poco mas ó ruó- colérico, conviene ántes de tomar el vomi-
allí A
nos, meta paciente los dedos en la boca, torio haber bebido poco ántes mucho caldo
el
ó una pluma de la alado la gallina, ánies sin sal, ú otra bebida ordinaria en buena
mojada en aceite de comer, y lance lo que cantidad, para que la cólera nade encima,
buenamente se pudiere: de allí a cuatro ho- y de esta manera so trasboque con mas fa-
ras se puede tomar alimento. cilidad, y juntamente se le quite a la cólera
Otro vomitorio se compone de zumo de su acrimonia.
las raices de ios rábanos, como media on-
\\ju¿.as ^,am t\(xcuo.v Va ^ttwa <ie, Va caV>«,a^
za ó algo mas, y del oximiel onza y media, <Vd asAbwuujo, o (Ve o Veas
y como un cuartillo del caldo claro de un
Varias ayudas para evacuar la flema ó
pollo, ó de carne sin sal ninguna, y hacer
pituita.— Tome malvas, manzanilla, trébol,
con ello bebiéndola la misma diligencia,
ruda, verbena, orégano, yerba buena,
corno arriba queda dicho, para vomitar de yer-
ba de la golondrina, quelites: de cualquiera
alli ámedia hora.
de estas yerbas que mas bien se hallaren,
P cocer media onza do la semilla de los
lome dos ó tres puños: solo de las malvas,
rábanos, ó de los quelites, ó de la semilla de
ó del trébol, ó de los quelites, conviene
la ortiga, ó d^! la mostaza, do uno de cual-
siempre tomar en mas cantidad quo de Jas
quiera de e ? os que hubiere, algo majadas
otras, y añadir un poco de
en un cuartillo y medio de agua, hasta que la semilla do
finís ó de hinojo;
quede poco menos de un cuartillo.- rolarlo y también es muy buena
la semilla de azafrán de
por un paño, y en ello deshacer dos ó tres los pobres, quo en
latió se llama cartamus, lodo lo
.
cucharadas de miel de abejas; ó en falta de, que se pu-
diere coger con los tres dedos
la miel virgen, del nielado de
azúcar, con
primeros.
un poco de vinagre y beberlo de un
También (en habiendo) se podrá añadir el
golpe ó
peso de un tomin del acíbar; ó á
de una vez; y queriéndolo mas eficaz, falla de él
se le
una hoja ó media de tabaco, ó un puño del
añadirá antes de beberlo un poco de
aceite-
latí, que llaman en Sonora el
de comer. visco ó liga,
También sirve para vomitar suavemente que crece en los troncones de los encinos:
la yerba del Paraguay, cocerlo lodo, ó de lo que de estos hubiere,
que viene del Perú,
en tres cuartillos de agua, hasia que
ó el aceite de almendras dulces con agua se con-
caliente; ó el agua do azahar suma un cuartillo, ó algo mas de la agua;
caliente con
un terrón de azúcar. colarlo después, y á lo colado añadirle miel
rosada ó miel virgen; ó á falla de ellos,
Vomitorios mas suaves.— Vomitorio
mas las panochas, de
eficaz se hace cociendo media ó de la miel ordinaria, dos ó
ó una onza
tres onzas, y do la sal una cucharada,
del tabaco en un cuartillo
de agua, aña- y una
ó dos onzas del aceite ó de la manteca.
diéndole un poco de miel ó de azúcar;
y co- Otra ayuda ordinaria. Tome la
lado por un paño, beberlo en canti-
ayunas.
dad necesaria de la agua miel, del maguey,
Advertencia do. los vomilorios.— Adviérta- del
aceite, y de la manteca la cantidad
se en dar los vomilorios,
co-
quo cuando se mo un liuevo, y una cucharada
quiere evacuar por vómito
de sal, y
la fiema 6 la pi- también si hubiere
unos pocos do polvos
tuita, la cual comunmente
se halla en el del hueso del zapote.
fondo del estómago, es mejor dar
el vomi- Olía ayuda ordinaria. Tome dos
torio en ayunas; pero
onzas ó
cuando se pretende media escudilla do
la hiél de vaca ó del
el evacuar por
vómito la cólera ó el humor carnero:
mezclarla con la entidad necesa-
324 CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS.
riadel cocimiento de malvas, ó del trébol, zote: de todos estos polvos partes iguales,
ó de los quelites, y con una cucharada de se incorpora tanto en el dicho jabón, aun
sal y una ó dos onzas del aceite ó do la caliente, cuanto pudiere admitir, para po-
manteca, juntarlo todo para una ayuda. der formar de tal mistura unas cuantas ca-
Otra ayuda casera. Cocer un puño de lillas del tamaño ordinario, las cuales en-
salvado en caldo de la olla, cuanto bastare, friándose endurecen.
con una de las yerbas dichas en la prTmera También se podrá añadir á los susodi-
ayuda, y añadir á dicho cocimiento orines chos polvos del polvo del acibar, ó del pol-
de muchachos en lo colado, deshacer una vo de la cdoquintida ó de tabaco, y untar
parte de jabón y un buen pedazo de pano- a cala con ungüento do artanita.
cha quemada: últimamente, se añade un
le
poco de sal y manteca, como queda dicho aAyuAivs \uvva í/muav d \iwc coUvvco.
en las otras ayudas.
Aunque el humor colérico algunas veces
Otra se hace cociendo en bastantes ori
no necesita de jarabes preparativos, por
nes de muchachos un almendrón de Tezo
hallarse por sí pronto, sin embargo, por
zapote ó á falta de él-, un buen puño de la
cuanto comunmente suele estar mezclado
yerba golondrina, y un puño de tabaco, á
con otros humores, se podrá usar en tales
que quede del cocimiento a!go mas de un
ocasiones de los jarabes siguientes.
cuartillo: colarlo y añadirle de aceite, ó de
Jarabes preparativos para el humor colé-
manteca una ó dos onzas, y otro tanto de —
rico Tome cebada limpia y entera, un pu-
miel ó de la panocha: tal ayuda es eficaz
ño, raiz de la borraja, ó de la endivia, ó de
para evacuar las frialdades y las fiemas
la chicoria, algo majada, otro puño: cocer-
\oli añadirlo un puííito, ó do culantrillo de gado ó del vaso, se podrán infundir los su-
pozo, v cocerlo al modo dicho con su azú- sodichos ingredientes en
suero bien clarifi-
car. cado, ó en agua de cebada cocida.
Eii falla de las acederas, se podrá añadir Otra purga,— Otra purga se compone con
para tales jarabes dos ó Ires onzas, ó nio» solo infundir por una noche, en peso de dos
Y faltando todo esto, hubiere naranjas agua destilada do endivia, ó en agua coci-
si
un terrón de azúcar, y tomarlo asi dos ve- por la mañana después de un hervorcillo
ces al dia, bebiendo encima unos tragos de colarlo, y con una ó dos
onzas de almívar
agua caliente. dulcificado, beberlo de una vez en ayunas.
En de purgar, bastará en peso
los fáciles
de un tomin ó do tomin y medio del dicho
ruibarbo.
También purga suavemente el humor co-
Purgas para el humor colérico, y habiendo lérico, solo el polvo del ruibarbo en peso de
destemplanza caliente del hígado.—-Tome un tomin, lomado en agua con una rajita
hoja sen en poso de tomin y medio ó dos to- de canela infundida, y con un terrón de
mines, y un puñito del culantrillo de pozo, y azúcar suavizado.
de la raiz do endivia ó chicoria, y del oro- Pulpa de cañafístula para purga leve, có-
zuz en peso de medio lomin, si se hallaren mo se saca.— La pulpa de cañafístula, la
a la mano, infundirlo majado en mas de me- cuaj, es mas fácil de adquirir por estas tier-
dio cuartillo de agua hirviendo, por una no- ras para purgarse, se saca de esta manera.
che, en una vasija tapada; lo cual por la Partidas las cañas y sacado lo interior de
mañana, después deha¿>erdado un hervor- ellas, so echa en un cedazo de cerdas, que
cilio, se esprimirá bien por un paño; des- llaman comunmente cedazo prieto, el que
pués se le podrá añadir del jarabe de nue- se coloca sobre un cacito, en el cual esté
ve infusiones, de rosa una ó dos onzas; 6 á hirviendo en agua el culantrillo de pozo,
falla del dicho jarabe, una onza de azúcar para que la cañafístula, que esté en el ce-
rosada ú ordinaria; observando que cuando dazo, con el dicho vapor se humedezca; y
se le añadiere el azúcar conviene con otro meneando lo del cedazo con una cuchara,
hcrvorcillo, despumarlo y colarlo otra voz, pasará" lo limpio de la cañafístula por el di-
para beborlo lodo en ayunas. cho cedazo, lo cual ántes que se caiga en el
Cuando mas-eficazmente so deseare eva- cacito, se recogerá nías veces con otra cu-
cuar el humor colérico, se podrá añadir al chara limpia, hasta que queden los huescci-
licor ó cocimiento dicho, después de colado tos de la cañafislula limpios en el cedazo.
ya, del polvo de ruibarbo en peso de medio Para tros onzas do esta pulpa se añado una
ó de un lomin, 0 media onza de la pulpa do onza de azúcar molida, cociéndolo junto
los tamarindos; y en falla del ruibarbo, ha- sobre fuego manso, y siempre meneándolo
biendo del Michoafenrr; so podrá suplir con con una espátula ó cuchara de palo, hasta
ella en la misma cantidad; pero ha de ser que tenga el punto de conserva.
algo tostada ántes, para mitigarte su efi- Do es!a pulpa de cañafislula asi prepara-
cacia. da, en personas fáciles en obrar, se toman
Habiendo destemplanza caliento del hí- do3 ó tres y también cuatro onzas por una
326 CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS.
vez,añadiendo un poco de anís ó de canela fresca
y emoliente, tome raíz de altea ó raíz
molida, por ser de suyo flatuienla la caña- de malva media onza, de las yerbas
dei ble-
fislula. do, do las malvas, trébol, lechuga, ó de las
Purga mas eficaz de la cañafkl ala. -Cuan- quo de estas hubiere dos puño-s, de cañafís-
do so deseare que sea mas eficaz la cañafis- tula un cañuto.- lodo majado, cocerlo en
tula en obrar, se conseguirá incorporando ;igua do cebada ó en agua ordinaria,
como
ó juntándole á dicha pulpa del polvo del rui- de dos cuartillos y medio, hasta que consu-
barbo, ó de! polvo de la hoja sen en peso (¡e ma un cuartillo; después colarlo
y añadirle
medio ó de un tomín; y comido de una vez en dos onzas de azúcar ó del melado,
y una
forma do conserva, ó deshecho en una laza onza de aceite ó do manteca, y una yema
de í*gua de culantrillo de pozo, y bebido de de huevo, de la sal en peso de up tomín,
una vez, y así purga la cólera, y el humor poco mas ó ménos, según la renitencia del
caliente con suavidad; solo no suele condu- humor, y aplicarla bien templada. Cuan-
cir á los que de ordinario padecen mucho do hubiere calenturas continua?, se podrá
de ventosidades ó de la jaqueca. añadir de la raíz del tabardillo un buen pe •
Purga para los fiíuy coléricos ó con fiebres dazo algo majado, y cocerlo con los dichos
—
muy ardientes. Para los muy coléricos, ó ¡og redientes.
en calenturas muy ardientes, ó con dolor Ayuda fresca y lavativa.— Otra ayuda
del estómago, ocasionado por la mucha có-
fresca y lavativa se hace lomando caldo do
lera, en tiempo ó tierra caliente, es purga
la bolla con garvanzos, ó do las tripas del
la mas segura y la mas suave, la que so com-
carnero ó ternera, cómo un cuartillo y me-
pone del zumo do granadas agridulces re- dio; con añadirle mantequilla do vaca, ó
cien sacado, como cuatro onzas ó una 4aza
bien lavada dos onzas y otras dos de azúcar,
mediana, mezclado con dos onzas de azú-
y una poca de sal, lodo bien incorporado al
car molida, y bebido de una vez en ayunas;
modotirdinario se aplicará bien tibio. Una
porque con unos pocos de cursillos que oca- taza do leche de vaca otra de cocimiento
y
siono, limpia y juntamente comprime la có-
de malvas y cebada, con pulpa de pañafis-
lera. A los que dicha purga no hiciere obrar,
lula, es muy segura ayuda.
les servirá de preparación para tornar una
Ayuda fresca que ablanda y conforta para
de las purgas arriba mencionadas.
los enfermos débiles.— Otra r.yuda fresca pa-
\oto.Uov\os \>cv*a. wwuav d kmox coVmco. ra los enfermos débiles, y con calenturas, ó
borrajas, de la grama y del espárrago: de de dos ó tres tomines, del orozuz en peso de
cualquiera de estas que se hallen, se junta- medio tomin y unos granos de anís: infun-
rán solo tres ó cuatro buenos puños, y un dirlo todo, algo majado, en agua hirviendo,
poco de la yerba do culantrillo de pozo, ó algo mas de medio cuartillo, ponerlo bien
de la doradilla: lavado lodo de la tierra que tapado por una noche en un lugar templa-
tuvieren y algo cortado ó majado, cocerlo do; por la mañana después de haber dado
junto en tres cuartillos de agua, hasta con- un hervorcillo, se esprimirá recio por un
sumirse como un cuartillo, y esprimir lo paño, y con una [onza ó dos del jarabe de
restante por un paño: á lo colado se le aña- culantrillo de pozo ó de las borrajas, ó á fal-
dirán cuatro onzas, ó una taza do miel vir- la de ellos, otro tanto del almívar, quo se le
gen, y una libra de azúcar; junto se vuelve añade, se bebe en ayunas de una vez, des"
á hervir bien y despumarlo; al fin se le aña- pues de haber lomado de los susodichos ja-
de como media taza de vinagre bueno, y con rabes preparativos.
otro hervorcillo se aparta del fuego, colán- Cuando no hubiere tamarindos, bastará
dolo de nuevo; y do este jarabe por tres ó solo la hoja sen, tomada en peso de dos ó
cinco dias, se tomará una hora antes do co- tres tomines, añadiéndole un poco de anís
mer, y a la tarde como cuatro ó cinco ho- ó de hinojo ó do cañóla, ó infundirlo en la
328 CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS.
cantidad de agua, como arriba queda dicho, También en la falta del ruibarbo suplirá
con lo demás. Para cuando no bastare sola ia misma cantidad déla raiz de Jalapa, ó
cebada cocida, ó de otra ordinaria bien ca- para el humor melancólico, en particular
se añadirá del azúcar cuanto bastare para das, también se toman o se tr&gan con me-
el gusto. nos repugnancia, sin porcinir el mal gusto
CATALOGO T)E LOS MEDICAMENTOS. 329
del medicamento, como en otros géneros do con las hojas de oro ó plata en dicha cajila,
medicinas que so beben 6 mascan, y son y prontamente se va moviendo con preste-
muy generalas para varias enfermedades, za en una mano: do esta manera se dorarán
cscopluando las calenturas ardientes ó con- de una vez veinte ó cincuenta ó mas pildo-
tinuas, y cuando hay flujo demasiado de san- ras, ton ocho ó doce hojas de oro ó de piata.
gro, por cuanto el acíbar abre mas las bo-Cuando por casualidad se hubiere secado
quilas de las venas; aunque también se haf mucho la dicha masa, que no se pudieren
cen varios géneros de pildoras sin el ingre- formar de ella las pildoras, entonces majar
diente del'acibar. ó moler la masa en un almirez, y aña-
dirle otro poco del zumo ó del cocimiento
í'\,\Aoms> t\d acÁWc tou í&tovfyaU, timo st
del estáñate, ó solo un poco de vino y aguar-
diente, y con la mano del almirez incorpo-
porque en forma redonda no se actúan fá- conociere necesario para alcanzar el efecto
cilmente; las cuales, cuando se quieren do- «leseado; como cuando se quiere corregir ó
rar o platear, se echarán unas hojas de oro evacuar lentamente
el humor pecante ó^vi-
ó de plata en una cajila redonda y convecsa; cioso, se lomará de una en ó de tres en una,
(como suele haber unas cajitas de carey pa- tres, ó de cinco enjeinco, media hora ánles
ra los polvos) y bien humedecidas las pildo- de cenar, ó una hora
ánles do|comer, ó en a-
ras en la boca, ó palma do ¡as manos ánles yunas por la
mañana, por tres, euatroó cin-
con el vaho de la boca, se cerrarán juntas co Cuando
(lias seguidos. le pretendiól e que
530 CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS.
dichas pildoras obren con mas eficacia, 6 forma, 'como arriba queda referido;
y sirven
cuando hubiere mas* renitencia del humor estas pildoras para el mismo efeclo, poj
Yicioso, entonces se tomarán en dos ocasio- :uanlo tienen las mismas vii ludes: en par-
nes el mismo como en ayunas,
dia, ó. uná ticular son mas propias para los que estu-
hora antes de comer, y otra vez como medir: vieren de complexión sanguínea y colérica,
hora ánles de cenar.'y con esto penetrarán ) en alguna destemplanza del hígado.
mas las dichas pildoras. También cuando
so quieren tomar en forma ó en lugar de
YtUoms ta los Uts Itujniwalí^
Bolo para que pegue entre sí la masa ó sg qur» padecen de cursos originados do la»
junto bien, para formar de ella pildoras do! crudezas ó indigestión, 6 por la debilidad
tamaño de un alberjon ó gnrvanzo mediano, del estómago ó del hígado; purgan final-
yquo salgan iguales do un mismo tamaño, mente la flema del pecho y de todo el cuer-
con el modo como ya queda dicho de las po, sin lesión ni revoiusion alguna, y man-
pildoras del cstaGato. tienen el cnerpoen buen régimen; y los mas
Echase solo una parte del polvo en un al- que han usado de estas pildoras, han halla-
mirez, para que mas fácilmente se sujete en do mucho ó total alivio en sus enfermeda-
poca cantidad; y por si se hubiere echado des.
mas licor del álmíbar ó del vino, do lo que El uso de estas pildoras.—-El modo de usar
era necesario, ó que la masa estuviere muy de estas pildoras, es tomar entro año, ha-
delgada, fácilmente se compone con añadirle
llándose indispuesto, una, dos ó tres pildo-
mas de los polvos que sobraron: caliéntase
ras de estas como media hora ánles do ce-
algo el almirez, para que el acíbar se ablan-
así, do-
nar, d ántes de comer, tragándolas ó
de, mas bien con el dicho calor: de los otros
radas ó plateadas, en una cucharadila de
polvos quo quedaron, se formarán do la
almíbar ó melado. A algunas personas que
misma manera otra masa y otras pildoras
de suyo son fáciles en obrar, ó delicadas do
al modo dicLo.
complexión, les suelo bastar una pildora por
Virtudes de las pildoras de los tres ingre-
cada vez. Otras personas necesitan dedos ó
dientes.—Xas virtudes de estas pildoras son
(res, y otras de cinco; y así en esto lo dis-
tan generales y ecselen les para varias en-
tinguirá la esperiencia, empezando desde-
fermedades, que so!o con ellas por estas
una hasta tomar tantas cuantas se recono-
tierras en donde hay falta, no solo del re-
cieren necesarias para el efecto proporcio-
curso de las boticas, sino también de plan-
nado.
tas, como en algunos parages particulares
acaece, se podrá suplir con ellas, curar Cuando se quisiere usar de estas pildoras
y
preservarse do muchas enfermedades, de en forma de purga, como por el tiempo do
las cuales se especificarán algunas. la primavera ú otoño, se procederá de esta
Conservan estas pildoras délos tres in- manera.- A los que entro año bastaba para
gredientes, á los miembros principales y buen régimen una de estas pildoras, loma-
mas nobles en su vigor, y los confortan ba- rán de estas pildoras según el número del
ilándose debilitados; alegran los espíritus; método ó modo siguiente: y los que entre
consumen el humor salado año necesitaban de dos pildoras, duplicarán
y mordaz: con-
fortan estómago y no dejan en ól juntarse también el número del dicho método; y los
:il
los humores ó vapores á que suban á la ca- que necesitaban de tres pildoras, triplica-
beza, y ocasionen dolores en ella, ó sufoca- rán ó lomarán tres, doble el número del mé-
ción de los ojos, ó zumbidos todo que es el queso sigue.
en los oidos; y
por lamisma causa son buenas para la di- Las personas á quienes entre año bastaba
gestión, corrigen las vascas tomar una de estas pildoras para lene-r buen
y ayudan á la
gana de comer; evacúan el humor colérico régimen lomen el primer día una, por la
¿
y el melancólico; purifican la sangre; atem- mañana en ayunas, como una hora ántes del
peran la tristeza; reconcilian el sueño; sere- chocolate; y otra á la tarde, como media ho-
nan el ánimo; conducen á los maniacos y á ra ántes de cenar, la cual cena estos dias se-
los que padecen el mal de corazón, ó de la rá ligera, como un gigolico, con su dulce y
gota artética; son muy provechosas á los agua . En cuanto la elección del tiempo, es
332 CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS.
mejor estando la luna en menguante. E!
Virtudes del almiar.—Sirve para bebi-
segundo dia se tomarán dos pildoras por la das
frescas, y para tomar y suavizar otros
mañana, y otras dos á la noche al modo di- medicamentos.
cho, como el dia primero. El tercer dia se
tomarán tres por la mañana y tres á la no-
che. El cuarto dia se tomarán cuatro por
Aceite de almáciga.— 'Soma dos onzas de
la mañana y cuatro á la noche. El quinto
almáciga limpia y algo m olida, ecba la in-
dia so lomarán cinco por la mañana y cinco fusión de una onza de vino de uvas>*y corno
á la noche.
un cuartillo de aceite del olivo, por veinti-
Aunque dichas pildoras tomadas entre a- cuatro horas: después cocerlo
junto á fuego
ño al modo ordinario, no necesitan de guar-
manso en un cacito, siempre meneándolo,
da particular, ni estorban el asistir á los
hasta tanto que se consuma la humedad del
negocios, así de casa como de fuera; sin em-
vino, lo cual se conoce cesando el ruido y
bargo, cuando se tomaren á este modo, ó desapareciéndola espuma que al
principio
en forma de purga y empezaren á obrar tenia: después colarlo pur un paño guar-
y
como suele acaecer, al segundo ó terce- darlo para el uso en un vidrio ó vaso vi-
ro dia, será bien acertado no esponerse driado.
;'¡
julepe ordinario, se hace clarificando y des- liente cada parte por si.
pumando un» libra de azúcar blanca con Aceite de incienso y del copal. Al mismo —
dos ó tres libras ó cuartillos de agua ordi- tenor se hace el aceite del incienso y del co-
pal, los cuales de alguna manera podrán su-
naria.
Modo de clarificar el azúcar. — El modo de plir para los mismos efectos á falla de la al-
máciga.
clarificar el azúcar, es echando la clara de
uño ó de dos huevos frescos en un caso ó pe-
rol, óen un^cajele, y batiéndola á solas muy
bien con una escobilla de popotes ó baritas Aceite del estafiate. —Tome como media
limpias: luego se le añade la dicha cantidad libra de la flor y yerba del estafiate, eche so-
de agua fría, y se vuelve *á batir junto con bre él, algo majado, una libra de aceite del
la clara y después se junta dicha cantidad olivo: dejarlo estar junio en el-sol por tres
le
de azúcar, y al hervir se le quita toda la es- dias,|lapado y resguardado del polvo; des-
puma con diligencia, la que le.vantaro con la pués añadirle medio pocilio de vino de uvas,
despumadera ó con una cuchara, hasta que y cocerlo á fuego manso hasta que se le con-
tenga el punto algo mas dolgado de él, que suma la humedad, lo cual se conoce cuando
es el punto del jarabe ó de la miel ordina- la yerba qneda;como frita y algo tostada; y
ria, y aun bien caliente, se cuela por un pa- conviene no propasar este tiempo para que
ño y se guarda para el uso. no se queme; y antes quo so levante como un
CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS. 533
humo ó [vapor negro, que es señal queso vo en un sartén como de ántcs, para espri-
quiere quemar, luego así caliente colar y mirlo segunda vez, si la primera no hubr«ro
esprimirlo recio por un paño, y guardarlo salido lodo oleaginoso.
para el uso: y conviene que sean frescas Sus virtudes.— Este aceite de las yemas de
esas yerbas. nievo, os muy bueno para los empeines
y
Sus virtudes!— Esle aceite de estáñale ca-os vicios del cútis:j¡quita las cicatrices, as¡
lienta y corrobora las partes del cuerpo, las de las heridas como de las viruelas,
y en par-
cuales padecieren de frío, en particular ticular de
las quemaduras: mitiga el dolor
el
estómago; ecsita gana de comer y disipa délos dientes, délos oidos y de las almor-
la
los Hatos ó ventosidades: lava las obstruc- ranas: aumenta el cabello, ayuda mucho
ciones y mata las lombrices, untando el es- contra las fissuras ó rajaduras de las manos,
tómago y el vientre basta el ombligo algo de los piés y del sieso: alivia los dolores de
caliente. as úlceras ó de las coyunturas;
y en parti-
Aceite de manzanilla, de salvia, de yerba- cular sirve para llagas de las partes ocultas
buena, de la ruda y de los cogollos de salmeo, untando caliente ó tibio con ello la parte
de artemisa, poleo, etc.— De esta manera se enferma.
hacen también otros aceites, como el aceite
de manzanilla, el aceite déla yerba buena,
el aceite de ruda, Aceite de las lombrices.— Tome
aceite de salvia, el acei-
el como me-
te de los cogollos de sahuco, ó de sus cas- dia libra de las lombrices déla tierra,
y la-
caras interiores y blancas, y de otras seme- varlas con varias aguas: luego derrame
to-
jantes yerbas. da el agua, y echarles encima dos ó tres
on-
Sus virtudes.-—Estos géneros de aceites de zas de vino de uvas y dos cuartillos de aceite
las susodichas'yerbas, son buenos para con- de comer, que se deja hervir á fuego manso
fortar los nervios, y para mitigar los dolo- hasta que se consuma
la humedad
y queden
res y el encogimiento de nervios, y para tiesas las lombrices, como fritas: después
el calambre. colarlo aun caliente por un paño,
y dejarlo
estar algún tiempo al sol, para que se
asien-
KtüU Ai, Vas yernas Ac los \\ut\ios. ten las heces, y guardarlo para el uso.
Sus virtudes.— Este aceite es muy eficaz
Aceite de las
yemas de hitevos.-Tome trein-
para mitigar los dolores de los nervios
ta ó mas, de los huevos de las gallinas, co- en
los brazos y piernas, para pasmos
cerlos con la cascara bien duros, después y los de
los nervios ó convulsiones: en falta del
sacarles las, yemas, y estas solas desmenuza- acei-
te podrá suplir el sebo de macho, tomado
das, se calientan en un sartén ó caso sobre en
la misma cantidad.
fuego manso, siempre meneándolos con una
cuchara de palo, hasta que se pongan algo
coloradas, y se muestren como mantecosas;
y así, aun bien calientes, someten en una Aceite rosado completo.— E\ aceite rosado
talega de cerdas ó de lienzo fuerte,
y se es- que en las boticas llaman completo, en dis-
primen en prensa, metida la talega entre tinción del aceite
rosado omphancioo, del
' dos planchuelas de hierro, ó tablas de palo cual usan para
distinguir, cuyo uso no es
duro antes algo calentadas, y se recoge el tan ordinario como
el del aceite rosado
aceite que que queda en la talega completo, cuya composición ó modo de ha-
saliere: lo
se vuelve á desmenuzar y á calentar de nue- cerlo es el siguiente. Tome una libra
de
33i CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS.
aceite do olivo, óchelo on un frasco de vi- cebollas, cuanto solo basta para formar de
drio, que suele haber en frasqueras, como dicha masa unas bolitas pequeñas como de
de cuatro ó cinco cuartillos, y en este acei- un alberjon: eslasse dejan secar á la som-
te revolver como cuatro onzas de rosa fres- bra .
ca; y bien cerrado el frasco ponerlo al sol Modo de abrir las fuentes con este cáusti-
por ó m^s dias; después esprimir muy
tres — Para abrir la fuente, e.scojido ya, y se-
co.
bien el tal aceite por un paño, volver oten ñalado con tinta el tugar en donde propia-
vez al frasco dicho aceite, y echarle otras mente se ha de abrir la fuente (!o cual se es-
tantas rosas frescas, y que esté otros tres ó plica on el capítulo 52 del libro II de las
cuatro dias al sol tapado; después volver á rúenles) se esliendo un' poco de cera en for-
esprimir de nuevo el dicho aceite por un ma de un espadrapo delgado, y se lehaco
paño, como de ántes; y queriéndolo mss un agújenlo en medio del tamaño de la bo-
fuerte, repetir ¡a tercera infusión de rosas de! cáustico susodi» ho, y se aplica dicha
lita
bón bueno, delgadamente raspado con un de estos dias se pondrá el espadrapo al mo-
cuchillo, una parle: estos dos ingredientes jo ordinario, y so continuará con la bolita
se amasan en Un almirez con el zumo de las de bilas basta que se caiga por si la escara ó
j
CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS. 335
corteza hecha del cáustico, para ponerlo un de la nuca los dichos vesicatorios, sino uno
garvanzo y mantener la fuente como queda on un lado, y el otro en el otro lado, cerca
dicho en el capitulo 52 del libro II de las de un hueso que en latin so llama vertebra,
fuentes. el cual se ve sobresalir mas que los otros en
la misma nuca.
CáusUcos couVra Vos caVlos out uaotu tu las
\utuUs.
para otras partes del cuerpo
Vesicatorios
—En olías partes que no fueren la nuca,
Caustico para los callos de las fuentes. —
se forman los dichos vesicatorios del tamaño
Derretir en peso de dos tomines, de la cera, de un real de á ocho, algo mas ó ménos, co-
en la cual aun caliente se incorpora en peso mo en los brazos ó piernas, en el lugar usado
de medio tomin del cardenillo., y en peso de para las fuentes, aunque también en ocasión
la mitad de medio tomin del alumbre que- se ponen á las pulseras de
las manos, en
mado, entrambos antes bien remolidos, y donde se usa tomar los pulsos.
formar de esta masa unas bolitas del tama- Modo de aplicar los vesicatorios. Ante* —
ño de un garvanzo, y poner una de ellas de aplicar dicho vesicatorio, es bueno lavar
hasta que se consuma el callo.
y limpiar con un paño mojado en vinagre,
Cuando se quiere mas eficaz dicho cáusli- el sudor ó lo uutoso del cutis, amarrado
y
tico, se le añade á dicha cantidad de cera
bien asegurado dicho cáustico ó vesicatorio
(al tiempo que se echan los dichos polvos)
por el tiempo de veinticuatro horas, poco
mezclado el polvo de los cantárides en peso mas
ó raénos, según el paciente fuere mas
de la milad de medio, tomin antes bien re-
tierno, ó mas duro, pues en este tiempo se
molido.
levantan unas ampollas ó vegigas, las cua-
Causéeos b \>ts\caloY\os, Vos cuales sou de mutuo les cortadas con tijeras, despiden ug humor
YTOMtcAvo \\aYa xanas tu\eYw.tdadts, stauu delgado y mordaz; después se mantiene di-
se. \\act, wieuwou de tVVos tu wv'ios cha llaga, aplicando solo sobre la parte lla-
ca\V\Aulos dt Vos dos VWjyos auk-
cedtules\, \j se tow^outu de
gada ó causticada, una hoja de col ó de le-
tsla mautra. chuga, untada con mantequilla de vaca; ó
á falta de ella, con manteca ó unto bien la-
Cáusticos ó vesicatorios .—Tómase levadu-
vado: con esto se mitiga el ardor, y se con-
ra fuerte que se usa para el pan, en la can-
sigue que poco á poco purgue dicho hu-
tidad de una nuez, mas ó menos, según el
mor, reno vando la hoja con la mantequilla
tamaño que fuero necesario: en esta leva-
todos los dias, y quitando los pellejos que
dura algo ablandada con un poco de vina-
se arrugaren de la llaga, hasta que por sí
gre, como una onza sé le mezclará del polvo
se seque y sane, porque no necesita do otra
de los cantárides, ios cuales se hallan en la
cura. •
botica y en algunas parles de estas tierras,
Algunos añaden estiércol do las palomas,
como un adarme, ó en peso do medio tomin
otros espolvoreanencima del parche unos
con un polvilo do comino.
polvos do los cantárides para mayor efica-
Vesicatorios para la nuca.— De esta masa
cia de los dichos cáusticos.
se llenarámedia cascara de nuez, ó se ten-
derá de dicha masa sobre badana del tama- OVco causllco \\oVtuclaV, el cuaV ^odra suvAvr
ño de un real de á dos, cuando se ha de po- tu Vwqav del susodicho Mts\talov\o tuau-
ner on forma de vesicatorio en la nuca ó ce- do uo st WlVavcu Vos cauVávidts.
rebro; y se hacen dos semejantes vesicato-
Cáustico cu falta de los cantárides.—To-
rios, por cuanto nunca se ponen en el medio me mostaza molida, do la cal viva y del ja-
335 CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS.
bou rallado, de cada cosa partes iguales: liene cada hojila, lo cual se consigue
con
cada cosa por sí bien remolido, so amasa brevedad recogiendo con la mano izquier-
con el zumo de cebollas cuanto fuere nece- da todas las hojas de una rosa, y con la ma-
sario, y de esta masa se llenan medias cas- no derecha arrancarle el boton'verde con su
caras de las nueces, ó unos parchecitos ten- semilla: de esta manera se podrán corlar de
didos del tamaño conveniente, según el lu- una vez los piquitos amarillos: esta rosa así
gar en donde se han de aplicar; y lo demás limpia, se pesará después, y á cada onza do
se observará en todo como queda dicho deañadirán tres onzas del azúcar blan-
ellas, se
los vesicatorios con los canlárides. ca; y así el azúcar como la rosa, se molerán
—
Cáustico del cómeme. En Sonora hay una juntos en un mortero, ó sobre un metale de
planta llamada cómeme, mas eOcazque los piedra sutilmente, que quede corno una ma-
mismos canlárides, pues en dos ó cuatro sa, la cual se calienta en un cajele de barro
horas levanta unas ampollas crecidas apli- sobre fuego manso de brasas, siempre me-
cando de dicha yerba majada, una bolita del neándola con una cuchara de palo (porque
tamaño necesario, observando lo dicho del nunca ha de tocar cosa de metal) hasta que
vesicatorio de los cantárides. quiera como hervir, ó hasta que se conozca
estar derretida el azúcar, é incorporada: de
CausUto^am aVycvr Vos Vwtfcons b a^osUmas. esta manera guardarla en vasija vidriada
sin taparla, hasta haberse bien enfriado por-
Cáustico para abrir tumores ó apostemas.
que no se revenga ó enmohesca.
—Tome de la semilla de mostaza molida un
Para mayor gusto, en cuanto al paladar ó
puño, seis higos curados y bien majados, sabor, se le puede quitar lo áspero lo
ó a-
con dos onzas del estiércol délas palomas, margo de las rosas, echando
sobre las ro-
y todo junto con miel virgen, ó miel blanca sas (ya corladas sus uñuelas
y después de
y algo de vinagre cuanto bastare paja re- pesadas) una poca cantidad de agua hirvien-
ducir los dichos polvos en forma ó punto
do, y luego volver á [esprimir entre las
de emplastro, no muy blando, el cual se po- manos muy bien dicha agua por un paño,
ne del anchor de un real de á dos sobre el después ejecutar con dicha rosa así espri-
y
lugar del tumor, en donde conviniere que mida, lo demás como arriba queda dicho.
abra boca: observando en esto según lo que Sus virtudes.—Es buena la conserva de
se dice en el capitulo 2 del libro II. rosa para fomentar el corazón, el estómago,
Para el dolor de la ceática.— Este mismo hígado y entrañas del cuerpo.
emplastro ó cáustico aplicado sobre la par-
te mas dolorida de la ceática, mitiga ó quila Couswaa. ta Va ^<yc ta Vas Wrca^as.
Conserva de la flor del durazno y sus vir- chfchiquelite. juntos estos licores, se Ies
tudes.— De esta misma manera como la con- mezclará uno ó mas de los polvos siguien-
serva de borrajas, se hace la en cantidad ó en peso de un lomin, po-
conserva de la tes,
y del estafiate.—De esta manera también se En esta mixtura ó licor, so mojarán unos
hacen las conservas de otras flores y yerbas pañitos picados, del tamaño de una palma
frescas, como de la yerba del mar rubio, la de la mano; ó en lugar del lienzo picado, es
oual es buena para la ictericia ó tiricia, y la buena la sayasaya colorada. Estos pañitos
yerba buena y del estafiate; las cuajes son así mojados, se aplicarán en forma de dé-
buenas para el estómago,- padeciendo de fensivos-á la región del hígado, la cual está
frialdades ó crudezas. a4 fin de las costillas del lado derecho, in-
Conserva de flores enteras.— Oito modo de- clinándose algo mas hacia las espaldas que
hacer conserva es, dejando las flores entfr' adelante, en dondeempiezaya la región ¿éY
ras sin removerlas, como son las borrajas y En el verano se aplican fres-
estómago.
las rosas y semejantes, las cuales se hier- quitos estos defensivos, y en el invierno al-
eficaz en los dolores de costado y pulmonías, golles, que lla.iian magdaleones, humede-
puesto en el pecho: sirve para los desvarios, ciendo para esto las manos, y la tabla cen
puesto en e! vientre, y e;i las plantas de los agua, y envueltos en- papel, guardados pa-
piés; y finalmente, en ninguna enfermedad ra el uso.
por caliente ó fría que sea, dejará jamas de Diápalma baja ,— La dinpahna baja se ha-
ser útil, salvo, que no sirve on los cursos, ce de la misma manera, solo que no se cue-
vómitos y misereres etc. ce tanto tiempo, como queda dicho do la
diápalma alia de punto, ni so le añade na-
ia de cera.
virtudes.— El uso del emplastro da
Su:;
Emplastro de dinpahna alta.— Tomo dos diápalma alta es muy general paralas úl-
peños de los ra mi los frescos de las palmas* ceras y enfermedades de las articulaciones,
cocerlos en una libra de enjundia de mar- Jara los encordios, quemaduras, sabañones
rano, ó á falla, ule la -manteca de vara, 3 y fracturas de los huesos ó para las contu-
con una media del aceite de comer, siones, y contra los dolores de las fluxiones,
libra y
te de olivas, que desunes se puedo añadir ras do lienzo, del anchor do un gerue ó de
aguardiente, altiempo quo so derrita parajunj -palma de una mano, las cuales -de una
"usarlo:si ]o usaren para ilagas ó heridas, se'«ó una se melera n en dicho emplastro, ni
lepuedo añadir ;m p?ce de alumbre que- ¡muy caliente qñe escurra', ni tan ítíu quo
mado. ¡no se pegue médíaftaróéY.té por lodos lados
Sirve para gota, para cuantas quebrado- de fas liras de lienzo, las cuales bien empa -
ras hay; asi do huesos como délas ingles, padas, se subirán pr.-
un cebo, cngmi.d i
p3ra vizmas en las mügefles, para tumores,;! uri'á es ¡fui 0 a ron una mainó, y ia Hlrá esquí -
para huesos dislocados y para todo género ría con la bírá mano, fifcüal tira pasara por
de fractura: preserva de cáncer por el azar- dos páÜÍOs derechas
y redondos, ios cuáles
een y albayr.lde: es muy templado y.ü&ftt oirá persona quo ayudare léndí'q ni muy
deadeniro afuera: csliéudese con los de- juhlás ni mey apartadas, con igual-Jad, pa-
dos en lienzo. ra que no quede mar. grli'ésb por una parla
o látí'o qMe el o!ro; y de esta manera se con-
ím^Va&tYO oxu-octo cvivuTao. tinúala con las liras del lienzo, hasta con-
se pegue contra eila3, con un poco de do, colarlo por un paño; en lo colado echo
man-
teca. del emplastro de. diapalma alia, sin la al-
Sus virtudes.— Sirve esto emplastro ox!- ea par ros a, una libra y sobre fuego manso
eroceo para resolver madurar, para con- derretirlo junio, siempre meneándolo: es-
y y
tando bien dei retido, al quererlo aportar
fortar nervios, y para deshacer las secas.
del fuego, poco ánlesse le añadirán dos on-
plaslro) bien incorporado, apartarlo del fue- ellas, de la agua cocida de cebada, como un
go, y últimamente añadirle del bálsamo cuartillo, mezclar ó revolver en ella una 6
negro media onza, y pasar las tiras del lien- dos ó tres onzas del jarabe de granadas agri-
zo, como arriba queda dicho. dulces, ó del jarabe del zumo de la cidra ó
Los pobres forman también espadrapos, del limón; y si hubiere del polvo dediamar-
pasando unas liras de lienzo ó de papel, so- gariton frígido, se mezclara en peso de me-
lo por cera derretida; y en lugar de los es- dio tomin ó algo mas, primero con solo los
padrapos, usan de varias hojas ó planchas, dichos jarabes, para que mas fácilmente
como se verá en el capitulo 52 del libro II. después se sujete y no nade encima el agua,
la cual después ee le juntará para beber de
HU Yt vosaao temo sa \uma. ella buena porción, des ó tres horas antes
de comer, ó mejor á la tarde, corno cuatro
Julepe rasado.— VA julepe rosado se hace
horas ó cinco después de haber comido, no
clarificando y despumando una libra de
impidiéndolo la accesión 0 fuerza nueva de
azúcar en dos ó tres libras, ó cuartillos de
las calenturas.
agua ordinaria, al mismo modo como que
Oíros julepes en falta de jarabes.— Otro
da dicho del almíbar ó julepe ordinario, so- modo, de hacer julepes para refrescarse en
lo que se sube do mas punto de lo que sue- las calenturas. Tome agua de cebada co-
le ser la miel espesa, ó como cuando ha- cida, cuanla quisiere,
y añádale del zumo
cen el punto para los páramelos sin que- de la cidra, ó del limón, ó de las granadas a-
mar el azúcar; y estando en este punto, se gridulces, ó en falta de todos estos zumos
le añado media de agua rosada desti- un tanto de buen vinagre, cuanto bastare á
libra
lada y bien olorosa, y con uno ú otro her- que se perciba su agrele, gustoso en dicha
vor se reduce el cocimiento á punto de al- agua; después añadirle una porción de azú-
míbar ordinario. car, como para un cuartillo de agua dos ó
rirtudes.—Es el julepe rosado un medi- tres onzas de azúcar ñna, que dé un hervor
camento cordial para atemperar las bebidas en un a vasija de barro, para despumarlo so-
v
en los grandes calores del cuerpo, y restau- amente, y luego enfriada bebería á su ho-
ra los espíritus vitales. ra. Cuando hubiere almíbar ó julepe or-
dinario hecho, se le añadirá de ello en lu-
ga/ del azúcar, en la misma cantidad del di-
cho azúcar, entónces no necesitará de des-
Julepe freses ordinario.— Van julepe fres
pumarse ni de hervir; y de esta manera que-
co ordinario, que so bebe en tiempo de mu-
da mas grato y gustoso lo agrio de dichos
cho calor, se loma del agua de borrajas y
zumos. Otros julepes frescos al mismo te-
de la endivia, como medio cuartillo de ca-
nor, se verán en el capítulo 40 del libro I
da una, y se revuelve con dos 6 tres onzas
de la destemplanza del hígado.
del julepe rosado. En lugar de las aguas
destiladas, se podrá tomar de la agua de ce
bada cocida,
Aunque elmodo de hacer la mantequilla*
^wa Ti^xwtam *vj cot^oúaTst tu Vas
de vaca es muy sabido, sin embargo, como
t(\UuVuT(XV.
he visto hacerla en muchas partes de queso,
ó de requesón, ó de la cuajada, y por cuan-
Julepe cordial en ¡as calenturas.— Tome
de muchas veces se cita la mantequilla pa-
agua do borrajas ó de endivia, ó á falla to
CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS. Sil
déñanse las vacas por la tarde, y se pone la zuela de hierro, y asi caliente espúmir en
la prensa la rosa, hasta que alargue el zumo
que«hubiere,
leche al sereno en ollas ó en lo
j por- la mañana
se coge cou una cuchara y después ir incorporándolo en la miel y
la flor ó I* nata, que se halla encima
de la azúcar.
leche, y se echa sobre un calabazo largo, Sus virtudes.— La miel rosada corrobora el
ántes bien curad», para que n© amargue; y estómago, ayuda á la concoccion, resiste A
se menea re«io como media hora ó mas, en- la putrefacción, cuece, prepara los humores
tre las dos manos con el dicho calabazo, crudos, es buena para las llagas de la boca,
hasta que se vayan batiendo pelotillas, y y encías, y suaviza las inflamaciones de las
juntando estas que es la mantequilla, enton- fauces ó de ta garganta.
ces sarai la para el uso en bollos. Miel rosada para el uso de la cirugía. — Ad-
También habiendo poca leche de una lar- viértese que la miel rosada pata el uso exte-
de, ge puede juntar la lecho de dos ó Ires rior de la cirugía, se compono con dicha
dias, y entonces se levanta mas bien la man- infusión ó licor de rosa, y-con cuatro libras
tequilla en la nata ó en la flor de la leche; y de sola la miel virgen sin añadir azúcar; y
se procede en lo demás con el modo suso- donde hubiere poca rosa, bastarán dos bue-
tequilla, se llama en mexicano jocoqui, la uwyiwvdo mol caVoAo tu Vos &os> ViVcos.
ra, so refriega con ella la letra, mojandoo gro. Así son do mas provecho los otros
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ántes la dicha masa algo con saliva: paroa ñeros de vinagre, 'seguu el ingrediente
que
esto fia no ha de estar muy rruemado. llevan.
Ungüento amarillo ó ba sil icón. —lome de
aceite añejo, cera amarilla, pez griega
y re-
Cximiél siinple.-^Ióiúé de cada cosa parles iguales: todo junio
dos, libras de la» fina,
miel do abejas y dos libras de azúcar, y una se derrito á fuego manso, y colado se guar-
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pumarlo judo en una vasija de barro, bas- mar ogite; y a falla del aceite se tomara su-
.
bo de macho.
tí; que lengi eí punto de la miel ordinaria.
Sirve para digerir y madurar, así llagas
Con otro modo mas artificioso sobare, y es
i\\ modo como e jarabe de cidra.
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. Cuando con apostemas, y ablanda y rompe los di-
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se quisiere hacer en menos cantidad, tomar !
viesos, y ayuda á digerir llagas frescas.
Vinagre rosado ó de otras flores ó fru- cera en el aceite sobre "fuego manso, y lue-
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fas.— Tome de la flor do la rosa fresca, aun go se le añade dicho polvo del albayalde; y
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no talmente abiertos sus bolones, y córle- bien incorporado con un suave hervor se
t'.
les las tiñuelas ó poquilosamariilos que Ce- apartara del fuego, porque hirviendo mu-
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nen, y odie de dichas rosas como cuatro cho, se pusiera el ungüento de color pardo,
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borraja?, las guindas y semejantes, sino pela, para sarna originada de calor," y para
¡
c< bailasen infusión cen buen vinagre y bien los granos del humor acre, y para la esco-
I
fucile. riación.
i
para defensivo?, unturas y otros medica- grnla de los mineros, ó almártaga, del mi-
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montos, en donde se receta el común vina- nio ó azarcón, del bolo armónico ó del bolo
i
CATALOGO DE LOS MEDICAMENTOS.
común. (Del minio ó del azarcón. Del bo- Sus virtudes;— Es muy bueno esle un-
lo armenko ó del coman Tomando la mis- güento egipciaco para secar las sienes ó ma-
)
ma cantidad, asi de sus polvos sutilmente terias delgadas, y lo impuro de las llagas,
cernidos, como la misma cantidad del acei- aunque gálicas: también sirve para consu-
te y de la cera dicha para el ungüento del mir la carne en las úlceras malignas y hon-
alba) alde ó ungüento blanco. das con corrupción.
ungüento, porque no será fácil .hallar los rosado seis onzas; ó á su falla, del aceite de
lan remolos. No obstante será bien que se aguas, asi el aceite do comer como la mante-
pan sus muchas virtudes, para que los que ca. Cuando se tomare en lugar del aceitero-
pudieren no estén sin él. sado, el cual no se lava, añadir á dicho acei-
Sus virtudes.—.Sirve para lodo género de ó manteca, una onza de cera blanca ó dos
te
escamas y apostemas: para los huesos que- siendo para tierra caliente, y derretirlo sua-
brados en forma de vizmas: es contra toda vemente, sin que hierva sobre el rescoldo;
ponzoña y contra todas picaduras de fieras ydespues.de derretido se guardará; délo
venenosas: cónica todas las mordeduras, así cual se sacará la porción necesaria para una
de perros rabiosos como de genio: es contra ó dos unturas, y se 'lavará con una poca de
loda puntura de nervios: cura las fístulas y agua rosada ó agua de la cebada ti 'ordina-
quita los callos: junio con olro bálsamo es ria, (rayéndolo á una mano mucho tiempo,
remedio contra todas heridas: es contra las para untar con ello con unas plumas-Ios pul-
llagas de cáncer, malignas, antiguas y muy mones que llaman: ó- las espaldas y los ti-
corruptas: para las fracturas con llagas ó flones. Cuando se quisiere hacer mas efi-
sin ellas: para las uñas que se quieren caer: caz osle ungüento, se lavará con un poco de
afirma los dientes movidos por heridas: sir- vinagre aguado.
ve para sacarlas espinas, bastillas ó cual- Sus virtudes.— lisie ungüento es bueno
quier cosa hincada y clavada en el cuerpo. para cuando fuere menester refrescar y hu-
Finalmente, lo que olro ungüento no codsí- medecer, como en los bélicos; y en tal caso
gue, lo consigue el ungüento ísis. no se lava con vinagre; pero siendo para el
dolor de los ríñones, ó de los pulmones ó
espaldas, originado de destemplanza calien-
te, én csia ocasión se podrá usar del dicho
Ungüento egipciaco.—-Tome miel de las
ungüento lavado con sola el agua, ó tam-
abejas seis onzas, y do buen vinagro tres
bién con el vinagre aguado.
onzas, cocer y despumarlo junto, con un cop-
to hervor sobre fuego manso: luego se le
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añadirá del cardenillo, y déla piedra alum-
bre, de cada uno en peso de dos tomines,
aparte sutilmente molido y cernido, y se Ungüento de pobres pata tedas heridas y
proseguirá en dejarlo hervir junto suave- llagas viejas.— Tome pez rubia ú ordinaria,
mente, hasta que se ponga dicho ungüento de la trementina ó del unto sin sal, ó do la
de colorado obscuro, y quedo en punto de manteca y del sebo majado: de estas cuatro
'a miel, algo mas espeso. cosas se juntan partes ¡guales, y se derriten
CAtALOGo DE LOS MEDICAMELOS.
sado para refrescar los pulmones, espaldas bas ó frutas, como de las verdolagas, de
y riñones, untándolos con una pluma. llantén, de las guindas, de las moras, ó de
las zarzamopas, cogiendo para ello la dicha
cantidad del azúcar, respecto de la del zu-
mo de dichas plantas ó frutas que hubiere.
Üugüento ó manteca de azahar, —La man-
teca del azahar ó délas flores de las naran- }am\>t ta culawVdWo ta "poxo.
el del julepe ordinario, y no lan subido co- como suelen hacer los caramelos, atendien-
mo es el punto de la miel ordinaria. do que no se queme el azúcar: estando en
Sus virtudes.— Esle jarabe del culantrillo este punto, se echará dentro como medio
le
de pozo, es bueno para las destilaciones ca- cuartillo del dicho zumo de cidra purificado
lientes, y para el mal de pecho y del pul- y claro, lo cual con otro hervor, necesario
món: clarifica la sangre, abre las obstruc- para el punto de jarabe, se despumará y
ciones líe los vasos* y -aprovech-a en las 'en- colará; y enfriado, se guardará como queda
fermedades délas moderes. -dicho arriba.
Jarabes de doradilla, yerbctbüena, esta- Algunos para un cuartillo del zumo del
Jiate, corteza de cidra-, fie. rosa seca y de hí- agrio de cidra, loman dos libras ó dos y me-
pertcon.—De esta misma manera se hacen dia de azúcar, para templarle ínas su agrio.
los jarabes de la doradilla, de la yerbabue- Jarabe del zumb de limón. De-granadas
na.ílel estáñate, de la corteza de cidra» de agrias. De agraz. De las acederas.— De ésta
rosa seca, y de otras semejantes plantas: sa- manera se hacen tambien otros jarabes de
s
por mas delicada, se cuece zumos agrios, como es el jarabe del zumo
lo la rosa seca,
hasta consumirse ta tercera parte de la de limen, del zumo de las granadas agrias,
agua. del zumo de agraz, del "tumo de las acede-
ras ó sosocoyoli, y semejantes.
VaTaAn Ad xurntoAc ta c\Am.
> Sus virtudes— Estos tales jarabes refres-
Jarabe del zumo de tidra.— Esprímase por can y humedecen y atemperan el gran ca-
un paño entre las maños el zumo de los ga- lor de las calenturas, y de todas las entra-
jos de la cidra en vasija de piedra ó de bar- ñas: corrigen los afectos malos de la cólera:
ro, 6 madera, algo majados, con una cucha- resisten á la corrupción de enfermedades
ba de palo, porque no ha de tocar cosa de malignas: sosiegan la sed y el hervor de la
metal: después de esprimido, se deja sangre: mueven la orina.
asen-
tar el zumo por una noche: el dia
siguiente
En falta de estos zí/wios.— Cuando no hu-
colarlo olra vez por Un paño blanco biere ocasión de hallar ningún zumo de los
de lana
ó de lienzo doblado, sin menear dichos, podrá suplir para estos efectos, to-
el asiento.
De este zumo se loma un cuartillo, el cual
mando la mitad, respecto de la cantidad rio
con una librade azucarase cocerá dichos zumos, de buen vinagre, como es
y se des-
pumará en un cajete de barro, hasta que media libra ó algo menos do buen vinagre,
llegue á tener el punto do para una libra de azúcar blanca, y se redu-
jarabe: colarlo
así calientopor un lienzo, y guardarlo ha- cirá á punto de jarabe como arriba queda
biéndose enfriado en un vidrio ó dicho de los zumos [Oxisaccharum) y á este-
vasija vi-
driada. llaman oxisaharum.
OVco woAo
JcvcixW Aí, fosa, s\u«, WaiMvn At twtm vu\u-
A«, A\c\\o yvmU Ad zu-
"rcvo At Va cAAra.
Jarabe do nuevo infusiones no se añade miel que es capaz de recibir: fuera de que si al-
de abejas, sino que üicho licor que quedó go mas recibe el dicho licor, será soln mas
de las li es infusiones, solo con li es libras de dalo amargo de la rosa; la cual amarguia
azúcar se cuece, y se despuma en cajete ó hará que este jarabe sea mas caliento que
vasija de barro, no de metal, hasta que ten- fresco, siendo el intento ordinario recelar.,
ga el punto de jarabe, y guardarlo para el ó usar de ello contra .humores calientes.
uso. Sus virtudes.— E\ jarabe que llaman do
Pónense solo tres infusiones, aunque se nueve infusiones mueve poco y blandamen-
señalan, según su nombre, de nueve i n fti - te el vientre* y su uso mas común es cuan-
sidnes, por cuanto el -agua ó licor, después do el estómago se halla con notable calor,
de tres repetidas infusionesnuevas y bien como des-
en las calenluras,malignas, en la
hechas, no es capaz de atraer en. sí mas vir- templanza del hígado y en las .jaquecas ori-
tud de las rosas, según el axioma filosófi- ginadas de calor, como también en otras
co, que no reciba el recipiente mas délo enfermedades originadas de cólera adusta.
m pe "se mm
EN LOS TRES LIBROS
quema. 340.
frías, cómo so haceq. 91 Plomo, cómo se
INDICE. 349