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CONSIDERACIONES GENERALES
Cada hemisferio cerebeloso está conectado por vías nerviosas principalmente con el mismo lado
del cuerpo; así pues, una lesión en un hemisferio cerebeloso da lugar a signos y síntomas
limitados al mismo lado del cuerpo.
La función esencial del cerebelo es coordinar mediante una acción sinérgica toda la actividad
muscular refleja y voluntaria. El cerebelo gradúa y armoniza el tono muscular y mantiene la
postura corporal normal. Permite que los movimientos voluntarios, como la marcha, sean suaves,
con precisión y economía del esfuerzo.
Aunque el cerebelo desempeña un papel importante en la actividad muscular esquelética, no es
capaz de iniciar el movimiento voluntario.
Hipotonía
Los músculos pierden elasticidad a la palpación. Está disminuida la resistencia a los
movimientos pasivos de las articulaciones. La agitación del miembro produce
movimientos excesivos en las articulaciones terminales. La alteración es atribuible a la
pérdida de la influencia cerebelosa sobre el reflejo de estiramiento simple.
Disdiadococinesia
La disdiadococinesia es la incapacidad de realizar movimientos alternantes de forma
regular y rápida. Se pide al paciente que prone y supine los antebrazos con rapidez. En el
lado de la lesión cerebelosa los movimientos son lentos, entrecortados e incompletos.
V. SÍNDROMES CEREBELOSOS
SÍNDROME DEL VERMIS
La causa más habitual del síndrome del vermis es el meduloblastoma del vermis en los
niños. La afectación del lóbulo floculonodular conduce a signos y síntomas relacionados
con el sistema vestibular. Puesto que el vermis es un órgano impar e influye en las
estructuras de la línea media, la incoordinación muscular afecta a la cabeza y al tronco y
no a los miembros. Existe cierta tendencia a la caída hacia delante o hacia atrás. Se aprecia
dificultad para mantener la cabeza firme y en posición vertical. También puede observarse
dificultad para mantener el tronco derecho.
SINDROME FLOCULONODULAR
Se observa principalmente en niños como consecuencia del crecimiento de un tumor, el
meduloblasmoma, en la parte media del techo del cuarto ventrículo y compromete las
porciones del archicerebelo y del paleocerebelo. Hay entonces una pérdida de control del
equilibrio y marcada inseguridad para el mantenimiento de la posición erguida, con
tendencia de caer hacia atrás. Igualmente, la marcha es difícil y el niño separa las piernas
para ampliar su base de sustentación. También puede haber un discreto temblor en la
ejecución de los movimientos de las extremidades cuando el paciente está de pie. Sin
embargo, y como dato característico, si el paciente yace acostado no hay incoordinación
de las extremidades, por lo cual el síndrome ha recibido el nombre de “ataxia del tronco”.
La extensión de la lesión fuera del nódulo y cuando hay un probable compromiso de la
pirámide origina el nistagmuns, que consiste en la producción de rápidos movimientos
oculares incontrolados, bien sea en el plano horizontal o en el plano vertical.
SINDROME NEOCEREBELOSO
Cuando las lesiones se asientan en el neocerebelo, en los hemisferios o en los núcleos
dentados, son notarios los cambios en el tono muscular y en la coordinación de la acción
motora. Estas alteraciones se manifiestan en el paciente por los siguientes cambios,
manifiestos tanto en el estado de reposo como durante la ejecución de movimientos
voluntarios.