Tanto Euclides como Ptolomeo pertenecen a la tradición pitagórica.
Estos autores, sin embargo,
conocen el método científico aristotélico y defienden una ciencia armónica en que los resultados han de verificarse a la luz de la experiencia. Por tanto no hay lugar para el desarrollo de una teoría meramente abstracta. Esto tiene consecuencias importantes no sólo en el entendimiento de la ciencia armónica sino también en el entendimiento del método científico en general.