De norte a sur, de arriba abajo, Un gran desastre que no pienso abandonar. Verticalmente me desplazo en esta gris ciudad, Descendiendo en su miseria, tal vez, encontraré la verdad. Cruzando calles y doblando esquinas encuentro algo que narrar, Historias de sujetos perturbados o de locos suicidas Que de esta sucia cárcel nunca podrán escapar. Algunos piensan que soy solo un loco más, Un loco que se atreve a contar lo que todos quieren callar Y a darle voz a aquel lado oscuro de esta vil ciudad. Abandoné los barrios ricos y las altas esferas Baje de estrato, empecé a escribir A narrar, a relatar, a contar mis guerras Todos los días estoy dispuesto a morir. La vida me ha enseñado más que la universidad Siempre en peligro, las calles nunca tienen piedad Debes estar alerta La muerte se oculta tras cada vuelta. Alguna vez salí de este lugar Buscando aprender siempre algo más Pero siempre vuelvo para recordar Que debo seguir adelante con mi labor de crear La guerra me tiene sin cuidado Al Líbano fui buscando balas Y ahora solo quiero disparar palabras No soy ningún santo, no soy abstenido Por escribir del vicio, me gane un par de premios Mi vicio no es el sexo ni la droga Es ir contra el sistema aunque me apunte su pistola. Sin cambiar de voces fui maestro Sin dinero, la ciudad y sus historias es lo que ofrezco El ácido del cartucho disolviendo cuerpos He sido y ha sido El combustible de mis versos. El suizo me echó por pelearme Y aunque siempre quise, del Refous nunca pude graduarme Ahí empecé mis experiencias insanas, huyendo del presagio Y en la Javeriana fue donde recaló mi naufragio Me cansé de la medicina y de dar recetas Comencé a huir y cambie todo por las letras. Todos estos años de arduo trabajo, Escribiendo todo lo que pasa allá abajo Nunca me he traicionado, conservo mi escencia: Mover masas y crear resistencia.