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Soy Mario

Llevo más de 50 años recorriendo este lugar,


De norte a sur, de arriba abajo,
Un gran desastre que no pienso abandonar.
Verticalmente me desplazo en esta gris ciudad,
Descendiendo en su miseria, tal vez, encontraré la verdad.
Cruzando calles y doblando esquinas encuentro algo que narrar,
Historias de sujetos perturbados o de locos suicidas
Que de esta sucia cárcel nunca podrán escapar.
Algunos piensan que soy solo un loco más,
Un loco que se atreve a contar lo que todos quieren callar
Y a darle voz a aquel lado oscuro de esta vil ciudad.
Abandoné los barrios ricos y las altas esferas
Baje de estrato, empecé a escribir
A narrar, a relatar, a contar mis guerras
Todos los días estoy dispuesto a morir.
La vida me ha enseñado más que la universidad
Siempre en peligro, las calles nunca tienen piedad
Debes estar alerta
La muerte se oculta tras cada vuelta.
Alguna vez salí de este lugar
Buscando aprender siempre algo más
Pero siempre vuelvo para recordar
Que debo seguir adelante con mi labor de crear
La guerra me tiene sin cuidado
Al Líbano fui buscando balas
Y ahora solo quiero disparar palabras
No soy ningún santo, no soy abstenido
Por escribir del vicio, me gane un par de premios
Mi vicio no es el sexo ni la droga
Es ir contra el sistema aunque me apunte su pistola.
Sin cambiar de voces fui maestro
Sin dinero, la ciudad y sus historias es lo que ofrezco
El ácido del cartucho disolviendo cuerpos
He sido y ha sido
El combustible de mis versos.
El suizo me echó por pelearme
Y aunque siempre quise, del Refous nunca pude graduarme
Ahí empecé mis experiencias insanas, huyendo del presagio
Y en la Javeriana fue donde recaló mi naufragio
Me cansé de la medicina y de dar recetas
Comencé a huir y cambie todo por las letras.
Todos estos años de arduo trabajo,
Escribiendo todo lo que pasa allá abajo
Nunca me he traicionado, conservo mi escencia:
Mover masas y crear resistencia.

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