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Apuntes de sus
Ejercicios Espirituales
.(1965)

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y notas de Ignacio Iglesias, SJ. v

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Pedro Arrupe, S.J.

AQUÍ ME TIENES, SEÑOR


Apuntes de sus Ejercicios Espirituales
(1965)
Introducción, transcripción y notas
de Ignacio Iglesias, S.J.

Ediciones i Mensajero
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s. del Código Penal). El Centro Español de Derechos Reprográficos
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Sumario

Prólogo (Isidro González Modroño, S.J.) 9

Introducción (P. Ignacio Iglesias) 13

Características de la presente edición 39

Ex. Sp. 1965 Roma (P. Pedro Arrape) 43

Notas 97
Diseno de portada: Alvaro Sánchez
Anexos

(Documentación del 7 mayo al 8 diciembre 1965) 111

© 2002 Ediciones Mensajero, S.A.U.- Sancho de Azpeitia, 2 -


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Prólogo

En febrero del presente año 2002 se cerraba la celebración,


acordada por muchas Provincias de la Compañía de Jesús, del
«año Arrupc». Con esa celebración se pretendía impulsar la vi-
talidad y vigencia entre nosotros del legado del P. Arrupe, un
legado que afecta de manera determinante a nuestra manera
de entender hoy aspectos clave de la espiritualidad ignaciana y
en particular a nuestro modo de entendernos como jesuítas.
Estamos convencidos de que la herencia del P. Arrupe no
es algo que pertenece solamente a la Historia como algo pa-
sado. Percibimos cada día con más nitidez que su fuerza per-
vive entre nosotros, re-generando dinámicas de apertura a
Dios, de compromiso con la Historia, de visión mística del
mundo, de pertenencia eclesial, de estilo y «modo nuestro de
proceder». Más aún, estamos convencidos de que los aportes
recibidos de este «profeta» (en el sentido en el que el P. Igle-
sias le aplica este término en la introducción) no han termi-
nado de desarrollar su potencialidad interna, y que actual-
mente, en un momento de liderazgo más sapiencial en la
Compañía y en la lectura de la espiritualidad ignaciana, po-
demos empezar a entender y enmarcar en una visión más
completa y significativa. A medida que avance el tiempo
creemos que se comprenderá mejor su significado para la

9
Compañía y para la Iglesia toda; y sin duda se desarrollarán montos en los que se perciben los estancamientos, las dificulta-
y adquirirán entidad muchas de sus intuiciones imposibles des para avanzar. Los entusiasmos y los frenazos forman parte
de encajar en el momento histórico que le tocó vivir, y que só- de un proceso profundamente significativo en el que Arrupe
lo con el tiempo y el avance necesario de la vida religiosa y de va dejando que, en Presencia de Dios, con una profunda ho-
la espiritualidad ignaciana encontrarán posibilidades de sig- nestidad y apertura espiritual, discerniendo constantemente,
nificación más plena. se vaya rehaciendo en su intimidad más profunda la concien-
cia de ser enviado y las categorías en que concretarlo en ese
Aún siendo verdad lo dicho sobre los aportes de Arrupe,
momento.
más que su magisterio carismático y el valor de los docu-
mentos que entregó a la Compañía y a la Iglesia, su persona En la introducción se dice, y con razón, que no hay que
misma es la principal riqueza que nos dejó. Arrupe vivió con forzar un paralelo entre el presente escrito de Arrupe y el dia-
todo su ser un proceso de síntesis y reelaboración que trans- rio espiritual de Ignacio de Loyola. Pero es evidente que tie-
ciende los contenidos de sus documentos. Su experiencia per- nen algunos puntos en común. En los dos casos vemos el afán
sonal es el lugar hermenéutico necesario para entender mu- de ambos por no dejar escapar, insistiendo casi hasta el exce-
chas de sus intuiciones y su obra en general. En este sentido so, lo que Dios les esté queriendo decir. El afán de buscarle en
el texto que ahora se publica es una aportación muy valiosa todo y desde todos los ángulos, explorando posibilidades ca-
para entenderle desde dentro, en su libertad espiritual, en su da uno desde su estilo, pero coincidiendo en su disponibili-
lealtad de seguidor y discípulo, en su apertura a cambiar des- dad para dejarse conducir por las mociones que en este con-
de la experiencia de Dios su manera de ver la realiciad y el texto de profunda búsqueda espiritual van sintiendo. Es
mundo. Sólo desde su gran libertad de discípulo fiel pudo y claro, por otra parte, que el escrito del P Arrupe se centra en
tuvo que pasar de una visión de la Compañía forjada en la los ecos que, resonando desde varios niveles, se provocan por
formación clásica que le tocó recibir a una visión renovada y la dinámica de los Ejercicios y por la novedad de la misión
reformulada con una profunda coherencia espiritual. Su pro- apenas recibida: esto marca una diferencia fundamental con
ceso es un ejemplo claro de «fidelidad creativa» y requiere de el diario ignaciano.
todos nosotros un esfuerzo de desarrollo y consolidación. La lectura de este texto requiere en mi opinión un conoci-
miento previo de la persona y escritos de Arrupe ( también
El texto que sigue no es exactamente un libro. No hay con-
en esto hay cierta similitud con el diario de Ignacio de Loyo-
tinuidad narrativa, ni hay una estructuración temática de
la). Aunque no es una agenda de notas sueltas, el texto remi-
pensamientos sueltos, etc. Sin embargo vemos ahí el proceso
te a un contexto que es determinante para dar cierto sentido a
duro y difícil de un hombre recién nombrado general de los
la lectura. Es lo que se ha pretendido facilitar con algunas de
jesuitas que intenta descubrir la Voluntad de Dios como crite-
las notas que se han añadido y con la cuidada introducción
rio único para encuadrar su misión. Y vemos también cómo
elaborada por el P. Ignacio Iglesias. Por eso mismo, el lector
sus impulsos espirituales se debaten entre categorías más clá-
no debe buscar una lectura espiritual fácil en este texto: remi-
sicas, propias de su formación histórica, y la necesidad de
te a un misterio en acción, que necesita para su comprensión
una reformulación que mantenga la fidelidad real y la capa-
más honda de datos que sólo están fuera del libro.
cidad de ser significativas cultural y existencialmente.
Arrupe - d e eso estamos seguros- no precisa que nos es-
Con desigualdad, como ocurre en todo proceso espiritual,
forcemos en mantener vivo su recuerdo y su legado. El valor
hay momentos en los que se atisba con fuerza los primeros pa-
de su vida y de su obra no necesitan apologías. Pero nosotros
sos de un hombre con corazón de místico que acaba de ser
si necesitamos profundizar en su experiencia personal y en la
nombrado general, y se pregunta por su misión, por lo que de-
elaboración de la misma que acertó a transmitir a la Compa-
be hacer desde el encargo que acaba de recibir. Hay otros mo-
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nía y a la Iglesia. Lo necesitamos para crecer en una dinámica
de adaptación del Carisma ignaciano que desde que él lo pu-
so en marcha continvía vivo entre nosotros y requiere una li-
bertad y fidelidad creativa que encuentran en él un maestro
irrepetible.
ISIDRO GONZÁLEZ MODROÑO, S.J.
Provincial de España

Introducción

El nombre y la personalidad de Pedro Arrape son mun-


dialmente conocidos y ampliamente reconocidos. Al menos
por sus ideas, sus textos, sus obras, sus intuiciones y buena
parte de sus aventuras apostólicas. Las propias y las que im-
pulsó en la Iglesia y -dentro de ella- en la vida religiosa, en la
Compañía, en los laicos. Pero va empezando a interesar cada
vez más, y a darse a conocer, su mundo interior, la raíz que
dio vida a sus ideas y a sus obras.
Se le ha llamado miles de veces «profeta». Lo fue. Pero for-
mado en la escuela de todos los profetas, que Juan Pablo II,
treinta años después, describió así: «La verdadera profecía
nace de Dios, de la amistad con El, de la escucha atenta de su Pa-
labra en las diversas circunstancias de la historia. El profeta siente
arder en su corazón la pasión por la santidad de Dios y, tras haber
acogido la palabra en el diálogo de la oración, la proclama con la vi-
da, con los labios y con los hechos, haciéndose portavoz de Dios con-
tra el mal y contra el pecado»1.
Se le ha admirado como líder apostólico, emprendedor au-
daz... Pero su liderazgo es el de un servidor, «hombre para los
demás», convencido de que no es a sí mismo a quien tiene que

Vida Consagrada, 84.


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atraer a nadie, sino a Jesucristo el Señor, haciéndose servidor su yo, un empezar a buscar en lo nuevo y lo desconocido que
de todos por amor a Jesús (2 Cor 4, 5). se le pone delante, y un aventurarse en ello «con todo su co-
Los primeros intentos de bucear en ese mundo interior razón y con toda su alma» (Dt 10, 12). Caminos nunca holla-
-como, por el momento, no puede ser de otra manera- parten dos por quien llevaba sobre sus piernas recorridos, en todas
de sus escritos y de sus intervenciones. No es ciertamente fá- las direcciones, miles de kilómetros misioneros.
cil, aunque es posible, explorar su camino interior desandán-
dolo, corriente arriba, a partir de sus textos, inspiradores y
operativos, y desde testimonios ajenos, hasta el manantial. Contexto histórico del documento
Hoy, en cambio, se nos ofrece la oportunidad de asomarnos,
de forma más directa, a un tramo de ese camino, siquiera sea Cuando Arrupe llegó a Roma a mediados de marzo del
por una ventanita. Su sucesor como general de la Compañía 1965, lo hizo, como sería su estilo después, ya de superior ge-
de Jesús, el P. Peter-Hans Kolvenbach, ha autorizado el acce- neral, con lo imprescindible, casi con lo puesto, y con su bi-
so a unas pocas páginas autógrafas, personales, de Arrupe y llete abierto de regreso a Japón.
la publicación de las mismas. A una religiosa de Perú, colaboradora suya en favor de la
Es lo que el lector tiene delante. Se trata de páginas íntimas, misión del Japón, le escribía poco antes (13 febrero 1965)
apuntes para sí mismo, en las que deja constancia apresurada agradeciéndole «lo que hace y quiere hacer por nosotros», con-
del Dios que pasa y de lo que se va removiendo en él a su pa- tándole el envío de dos padres del Japón al Perú, uno de ellos
so. Las escribió durante sus primeros Ejercicios Espirituales co- para «encargarse de la obra de los japoneses en Lima» y despi-
mo general, poco más de dos meses después de elegido y sólo diéndose de ella con estas palabras: «Le agradeceré muchísimo
doce días después de que la Congregación General que le eli- si me encomienda de una manera especial durante tni estancia en
gió tomara la decisión inspirada de abrirse a sí misma un pa- Roma en la Congregación General, donde tenemos que tratar asun-
réntesis (inter-sesión) de catorce meses (15 julio 1965 - 8 sep- tos de tantísima importancia para toda la Compañía de Jesús en el
tiembre 1966). En ese tiempo terminaría el Concilio Vaticano II mundo y, por lo tanto, de gran repercusión en toda la Iglesia. Rece
(8 diciembre 1965). Demasiado viento del Espíritu. Para reco- también por Japón, puesto que nos encontramos ahora en momentos
gerlo todavía fresco, se hacía necesaria una segunda sesión. muy interesante(s) de la reorganización de los trabajos, que sepamos
Páginas que reflejan, mejor que ningún otro documento ni enfocar los trabajos de la manera más eficaz posible».
testimonio conocido hasta ahora, el miedo de los viejos pro- No volvería a reanudar su correspondencia con esta reli-
fetas, con el que Arrupe recibe su misión, pero, al mismo giosa hasta casi ocho años después, el 26 de enero de 1973:
tiempo, la confianza total en Dios, con que la acoge, y la hu- «Me habla Vd. de cartas. Ahora vivo bajo un torrente de cartas y
milde familiaridad con El con que se dispone a vivirla. «En El con menos tiempo que en el Japón, para poder atender a tantas per-
sólo... la esperanza» -tomado de Ignacio de Loyola- habría sonas a las que tanto debo y aprecio».
de ser más tarde el título y el hilo conductor de una selección Nada deja entrever en Arrupe sospecha alguna de que su
de textos suyos 2 . viaje a Roma fuera «ad vitam» y de que no hubiera de regre-
Pero Arrupe, como Ignacio de Loyola, entiende la confian- sar a su ansiado Japón más que en visita oficial. Ni siquiera el
za por entero, como un arriesgarse en Dios desde lo hondo de hecho de que fuera miembro de la comisión preparatoria de
la Congregación, servicio pedido por el Vicario General, P.
2
ARRUPti, Pedro, S.J, En El sólo... la esperanza». Selección de textos sobre Schwain. A principios de marzo, es decir, dos meses antes de
el Corazón de Cristo. Prólogo de Karl Rahner. Roma, Secretariado General iniciarse la Congregación General, escribió desde Tokio a un
del Apostolado de la Oración, 1982, p. 195. jesuíta de Japón, entonces en Madrid: «No sé qué podré hacer en
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Roma entre tantas personas ilustres (erai)» -se refería a los otros ca de fondo de sus Apuntes de Ejercicios y sobre la que un día
jesuítas llamados para preparar la Congregación General-, y habría de escribir a los jesuítas una de sus más importantes
continuaba: «al menos, podría dedicarme a hacer la limpieza de la cartas4.
casa (soji surtí)». Arrupe acaba de vivir esta disponibilidad sobre el fondo
Ninguno de los participantes en la Congregación General de dos guerras: la enésima expulsión de los jesuítas en Espa-
traía enarbolada la bandera de Arrupe como posible candi- ña (1931) y la guerra civil española (1936-39), que le obligan a
dato a general. Sólo ya iniciada la elección empezó a sonar su vivir buena parte de su formación jesuítica como desterrado;
nombre. No como único e indiscutible. De hecho, la elección y el coletazo final de la 2a Guerra Mundial (Hiroshima), que
no se cerraría en la primera ronda, sino en la tercera. Es pro- arrastró detrás de sí la caída del mundo sacral del imperio del
bable que algunos empezaran a pensar en él cuando Maurice Sol Naciente.
Giuliani, S.J., asistente entonces de Francia, en la exhortación Historia sacudida, también internamente, la suya. Comen-
espiritual previa a la elección, esbozó el perfil de lo que debe- zando por el azaroso itinerario de su inquietud misionera,
ría ser el general en aquel momento histórico: que Dios le enciende muy desde el principio -ya en los Ejer-
«Necesitamos un General que mantenga siempre a la Compañía cicios Espirituales de su primer año de juniorado (1930)-, y
unida con el mundo, al que ha de llevarse con eficacia la Palabra que se cruzará durante largos años con otros planes de sus
de salvación. No será suficiente que nuestro General se ocupe de superiores sobre él. Describe así aquellos Ejercicios:
los trabajos nacidos de las necesidades locales y los continúe y
prolongue, sino que además su visión ha de estar fija en el bien «Me encerré con Cristo en un ambiente, que el profano ignora,
universal y ha de ayudarnos como compañeros de Jesús a abrazar equidistante del mundo y de la eternidad... Fue en ese mundo d
al mundo entero en su totalidad y a cooperar en la redención de soledad concentrada, de abandonos humanos y de contactos co
nuestro tiempo». Dios, donde dio su primer chispazo mi vocación misionera. No
había duda a mis ojos de principiante en el espíritu. Él lo querí
El historiador de la Compañía, William Bangert, que adu- yo llegaría hasta el Japón para poner mi mano en la mancera c
que San Francisco Javier había trazado los primeros surcos cr
ce este texto, habría de apostillarlo a continuación: «El hom-
tianos de aquella lejana tierra. Mi corazonada no era un sueño
bre elegido por la Congregación el 22 de mayo de 1965 se
juventud, ni un capricho de voluntad veleidosa. Todavía recuerd
adecuaba al ideal, expuesto por Giuliani, de apertura a las ne- con claridad sin sombras el gesto natural y sobrenatural con qu
cesidades universales de la Iglesia. En efecto, no ha habido en el Padre que daba los Ejercicios aprobó mi decisión»5.
toda la historia de la Compañía un General que haya llevado
al cargo una cantidad de experiencia y de conocimiento del Entre ofrecimientos e insistencias de Arrupe y vacilaciones
mundo tan grande, como lo ha hecho el P. Arrupe» 3 . y largas de sus superiores (P. General incluido), que pensaban
Sorpresa, pues, y profunda la de Arrupe, cuya historia ha- para él otras misiones, pasan ocho largos años de su forma-
bía sido ya una cadena de sorpresas, aterrizado ahora desde ción. De lo que él llama «el proceso de mi vocación», escribi-
la altura de la realidad y la pasión de misionero, que le toma- rá: «No fue una línea recta. Mucho menos un flechazo que en vue-
ba la vida, en este nuevo horizonte, no presentido, aunque lo franco hizo diana. Oposiciones, dificultades, órdenes terminantes
nunca excluido, desde una disponibilidad, que le familiarizó
siempre profundamente con Ignacio de Loyola, que es músi- 4
«Carta sobre la disponibilidad», 19 de octubre de 1977, en La identidad
del jesuíta en nuestros tiempos, Santander, Sal Terrae, 1981, p. 239-246.
3 5
BANGERT, William V., S.J., Historia de la Compañía de Jesús, Santander, ARRUPE, Pedro, S.J., Este japón increíble (Memorias del P. Arrupe), Bil-
Sal Terrae, 1981, p. 630 (613-614). bao, El Siglo de las Misiones, 31965, p. 20.

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en sentido de parecer contrario, y todo ello, porque Dios me quería Misionero en y desde Roma
precisamente aquí, en el Japón». Hasta que un día, «de repente, se
me acercó por la espalda, llamándome, pues no me podía alcanzar, el Antes de y por encima de profeta o líder espiritual, como
P. Ministro: -Peter! Mail for you!...You are a very important se le etiqueta, Arrupe es misionero cien por cien, en el sentido
person... A letter from F. General for you... (¡Pedro! ¡Carta pa- más puro del término. Su obsesión -evangelizar el Japón- se
ra usted! ¡Es usted una persona muy importante! ¡Carta del P. Ge- ve truncada, después de veintisiete años, por la misión de
neralpara usted!) Nosalía de miasombro... ¿Quésería?... Pitia la animar, movilizar y enviar a un cuerpo misionero, la Compa-
capilla: No digo que abrí la carta, porque aquello fue destrozar el so- ñía de Jesús, con unos primeros síntomas de desgaste y fija-
bre. Leí: Después de considerarlo delante de Dios y tratarlo con su ción, por un lado, y de ruptura y sustitución de esquemas por
otro, vividos con inevitable tensión.
P. Provincial, le he destinado para la Misión del Japón»6.
En su primer saludo como general a la Compañía (cfr.
Era el año 1938. Y empiezan a correr sus veintisiete años
anexo 2) sorprendió, y sigue sorprendiendo aún hoy, el am-
en el Japón: operario (1940-1942), maestro de novicios (1942-
plio espacio central que dedica a esta problemática, la since-
1954), viceprovincial y primer provincial (1954-1965). Misio-
ridad con que la plantea y el típico optimismo con que se
nero siempre. Es como le gustaba que le vieran. Dos días des-
dispone a afrontarla y anima a la Congregación General a
pués de elegido general, con fe cargada de nostalgia, saludó, que la afronte.
a través de la RAÍ, a los cristianos que había dejado en el Ja-
En su historia, además de las guerras antes mencionadas,
pón: «La distancia no cuenta cuando existe la fe en Dios y el amor reventaron terremotos culturales y sociales de enorme enver-
fraterno. Permaneceréis siempre dentro de mi corazón. ¡Hasta la gadura, cuyas sacudidas de asentamiento aún percibimos.
vista, pues, y no adiós! Sayonara»7. Secularización, modernidad, postmodernidad, justicia social,
Y como misionero se presentó a la Congregación General liberación, mundialización, globalización... retumban como
y a la Compañía dos días después de su elección (24 de ma- truenos en el horizonte cultural y eclesial, asociados a un in-
yo) y al Papa en su primera visita privada del 31 del mismo quieto revivir de la fe, que halló su expresión más radiante en
mes. Era como se sentía. No es aventurado suponer, cono- el Concilio Vaticano II.
ciéndole, que, de haberse realizado la aceptación de su re- Ninguno de estos fenómenos, como fenómeno humano,
nuncia al generalato por la que hubiera sido, en su manda- resbaló sobre Arrupe. Ni Arrupe pasó de ellos. Al contrario,
to, la Congregación General XXXIII, habría propuesto ser se sumergió por entero en ellos, parte como realidad humana
enviado a algún otro rincón, escondido, del mundo. Cristia- que está ahí y a la que hay que servir, porque se es enviado a
no despierto -así se le ha descrito-, con las antenas desple- ella, parte oteándola y presintiéndola, porque sigue viniendo,
gadas a todo viento del Espíritu, que «sopla donde quiere» (Jn interpretándola, porque es llamada de Dios, y aventurándose
3, 8) y lleva (Rom 8, 14) y envía (Jn 20, 21-22). Fue ésta, en en responderla. Es bien reconocida su sensibilidad para ven-
definitiva, su aproximación más honda a Ignacio de Loyola, tear «el cambio» y su libertad para reaccionar ante él.
el hombre de la pregunta permanente: ¿Adonde me queréis, Portador, por gracia, de una nueva manera de contem-
Señor, llevar? (...) Me parecía que era guiado» (Diario, 113); «y, plar al ser humano, el mundo, y la historia de ambos, su vi-
ahora, quid agendum?» (Autob. 50); «¿qué debo hacer por Cris- da fue una constante exploración del Dios que los habita,
to? (Ejercicios, 53). una audacia incansable para arriesgarse con El en ese mun-
do y esa historia, un hacer del discernimiento y la experien-
6 cia el cotidiano paso a paso cristiano, un superar el miedo al
Ib. p. 31.
7
Entrevista en la Radio TV Italiana, 24 de mayo de 1965. fracaso humano personal, por haber experimentado su mis-

18 19
teriosa pedagogía... Precisamente porque, arraigado en el cederá la gracia con la que pueda llevar a efecto esta gran obra, que
Señor, ha podido superar sin desaliento muchas sacudidas Él ha puesto en mis débiles manos» (anexo 2). Y afirma su com-
personales y ha resultado particularmente dotado para ana- promiso personal: «En adelante me propondré sólo esto: cumplir
lizar el origen y la importancia de las pruebas que sacuden lo más exactamente posible la voluntad de Dios que se manifieste o
a otros. Más aún, ha aprendido a afrontarlas desde su ver- por el Sumo Pontífice o por esta Congregación General, que son
tiente más positiva 8 . mis Superiores» (ib.). Sentimientos centrales, que, desde el co-
mienzo, aflorarán por doquier en el texto que presentamos.
Entre las páginas más ricas y personales de Arrupe hay
que señalar las de sus numerosos análisis y diagnósticos so-
bre nuestra sociedad, nuestra Iglesia, la vida religiosa, la Los dos primeros meses, de estreno de misión en pleno
Compañía... como realidades vivas, sobre el claroscuro de la trabajo de la I a sesión de la Congregación (22 mayo -15 julio),
salvación que se va realizando en todas ellas y la salvación no le dejaron apenas respiro para interiorizar lo encomenda-
que siguen necesitando. Y es estimulante comprobar hoy, ca- do. El 17 de julio visitó con sus asistentes generales al Papa en
si cuarenta años después, lo certero de muchos de sus análisis audiencia privada. El 22 de julio parte la comunidad de la
y de no pocos de sus pronósticos. Curia Generalicia a sus tradicionales vacaciones de verano en
Villa-Cavalletti, cerca de Frasead. Arrupe la seguirá dos días
después, el 24. Pero ya el 31 celebra la misa de San Ignacio,
El texto inédito rodeado de los superiores de Roma en la iglesia del Gesú y
ante el altar que contiene los restos del santo. Pasa a conti-
A este hombre, habituado a sorpresas enormes, entera- nuación a felicitar al hermano cocinero de la Curia, Ignacio
mente disponible a Dios por decisión voluntaria desde sus Urcola, antes de volver a Villa-Cavalletti. De donde regresa-
comienzos como jesuíta, no le quedó margen para negarse a rá al día siguiente, 1 de agosto, a Roma para comenzar a solas
la nueva aventura misionera que le confió la Congregación diez días de Ejercicios Espirituales, los primeros como gene-
General 31 a de la Compañía de Jesús. Al día siguiente de su ral de la Compañía.
elección confesaría esta disponibilidad humildemente:
Desde el lunes, 2 de agosto, al 12, miércoles, mano a mano
«Al comenzar esta mi primera alocución, las primeras palabras que con Dios, se deja iluminar por Él sobre sí mismo y sobre su
espontáneamente vienen a los labios, son las del profeta: "A, a, a, nueva misión. Como Ignacio de Loyola con su inseparable li-
Domine Deusl He aquí que no sé hablar" (Jer 1, 6). Expresan bien brillo de apuntes, «que llevaba él muy guardado y con el que
el sentimiento de mi pequenez, que ahora experimento. Es, sin em-
iba muy consolado» 9 , Arrupe lleva consigo un viejo cuaderno
bargo, evidente que la voluntad de Dios lo ha dispuesto así: lo que
es mi único consuelo, lo que levanta mi ánimo: "no temas, que yo
escolar (32 x 21) a rayas, ya empezado, del que va desgajando
estoy contigo". Dios que me ha elegido por vuestro medio, me con- hojas amarillentas, en las que anota, puramente para ayuda
de su memoria, el acontecer de Dios a lo largo de esos días (1-
8
11 agosto 1965).
«Resulta ya un tópico hablar de "crisis" (de la vida religiosa). Si comien-
zo recordándola, es por una curiosidad etimológica. Los japoneses traducen la pa- Así nació el texto que por primera vez editamos. Son cin-
labra "crisis" con dos caracteres chinos; uno de ellos significa "peligro", "ruina in- cuenta y dos páginas, cuarenta y cuatro en hojas dobles, el
minente", y el otro "oportunidad", "break through" apertura hacia adelante... resto en hojas simples, dos de ellas hijuelas intercaladas. Pá-
Es precisamente ésta la óptica de cuanto pretendo comunicar con vosotros» («Nue- ginas de letra apretada, nerviosa, de la mano de alguien que
vos desafíos y oportunidades de la experiencia de Dios en la Vida Religio-
quiere registrar muchas cosas, a quien le brotan más rápidas
sa hoy», conferencia en la IV Semana Nacional de Religiosos, Instituto de
Vida Religiosa, Madrid, 12 de abril de 1977), en La Iglesia de hoy y del futuro,
Bilbao-Santander, Mensajero-Sal Terrae, 1982, p. 667-687 (667). 9
Autobiografía, 18.

20 21
y abundantes las ideas y la planificación de acciones posibles
que las palabras. -por más débil en proporción a la misión, más ardua- más
A ratos se esfuerza por ordenar y sistematizar su pensa- profundamente a disposición de Dios. Desde las Dos Bande-
miento. Son los momentos de reflexión y consideración so- ras se sumerge una y otra vez en la «batalla» de nuestros días
segada. Pero cuando se dice a sí mismo - d e manera, por lo (así acababa de presentar S.S. Pablo VI a la Compañía la mi-
demás, sobria- en relación con el Señor, las idas y venidas, sión sobre el ateísmo) tratando de comprenderla y de medir
las repeticiones y una cierta lógica de su corazón, que sor- sus fuerzas y las de la Compañía. El Rey Temporal aviva, des-
prende al lector, reflejan, mejor que nada, su ebullición inte- de lo hondo de él mismo, su conciencia de enviado, como en
rior. Y entonces la pluma resbala en una grafía, con frecuen- realidad se consideró siempre.
cia, difícilmente descifrable, las palabras quedan a medio En medio, a través de un largo examen personal, se mide
terminar, las ideas saltan de una a otra y se van amontonan- con la figura del General de las Constituciones de la Compa-
do sobre palabras que, a su vez, se van reduciendo a rasgos ñía, con la del Interrogatorio que utilizaron los miembros de
casi estenográficos. la Congregación General para elegirle y con lo referido al Ge-
La resultante es un texto no ordenado y metódico en su neral en el discurso del Papa, al comienzo de la Congregación
conjunto. Se podría decir que son textos diversos, sobre te- General (7 de mayo 1965), transcribiendo a mano estos largos
mas diversos, escritos a ráfagas, a los que da unidad la cir- textos como quien los gusta, los saborea, se mira en ellos.
cunstancia personal en la que brotan por impulsos interiores De repente improvisa esquemas operativos, que significan
muy diversos y un título que los envuelve a todos: Ex. Sp. que su voluntad ya está en misión, imagina acciones, grandes
1965. Roma (Exercitia Spiritualia, 1965. Roma). y pequeñas, piensa en colaboradores cuya condición de se-
Reproducimos el texto con fidelidad incluso a la forma re- guidores del Maestro es lo primero que le preocupa avivar...
daccional de Arrupe, a su trazado de líneas, paginación por A ratos, incluso le vuela la imaginación a acciones de más
folios, esquemas, transcripciones selectivas de textos, abun- amplio radio, que trascienden la Compañía.
dantes subrayados simples o dobles, incorrecciones gramati- Y no faltará, para que su perspectiva sea ignaciana del to-
cales y sintácticas, frases inacabadas, términos sincopados, do, el capítulo realista de los medios. Por de pronto, con rela-
signos de puntuación atropellados..., lo que evidencia que no ción a sus jesuítas, los dos más importantes que tiene en su
se trata de un escrito para nadie más que para él mismo, una mano: el de su propio testimonio de vida y el de prodigarse
ayuda para su propia memoria, una percha para las ideas que en la relación personal con ellos: «En este punto (el de la co-
le bullen, mitad clarificación de lo que va viendo que debe municación personal del General con la Compañía) -serán las
hacer, mitad desahogo de lo que vive. últimas palabras- no perdonar medio, ni gasto; es vital para el go-
Filtra por los Ejercicios Espirituales su nueva historia. bierno de la Compañía a lo S. Ignacio».
«Elegido por Dios» son sus primeras palabras, su punto de par- Y como medios instrumentales, para él y para todos, la ora-
tida como novedad efectiva de Dios en su vida. Lo interpreta ción y el estudio. Finalmente, como alma de todas sus palabras,
como una especie de nueva creación, que, iluminada ciesde el de la primera a la última, Jesucristo y yo, la relación personal, el
Principio y Fundamento, despierta en él una nueva humil- amor personal, que brota incontenible, constituyendo en la di-
dad, una nueva confianza y una nueva disponibilidad. mensión coloquial de estos apuntes el, hasta ahora, más íntimo
Son significativos los núcleos de los Ejercicios con los que y no pretendido autorretrato de Pedro Arrupe. Lo completarán
se adentra en esta nueva realidad de su vida. El Principio y sus «oraciones públicas», las que de forma espontánea interca-
Fundamento, fondo de casi un tercio de sus días de Ejercicios lará en no pocas intervenciones y textos posteriores.
y de sus páginas, reaviva al misionero que fue poniéndolo Siempre el misionero. Ha cambiado la misión. Ahora es la
de dinamizar y enviar a la Compañía, yendo él por delante, a
22
23
un objetivo desbordante, a la vez muy concreto y muy difuso:
ron Ejercicios Espirituales «ignacianos» los que encendieron
el ateísmo. Es la voluntad de Dios. Todo, en estas Notas, gra-
estas páginas. No lo fueron en el sentido técnico y formal del
vita y se mueve alrededor de esta voluntad.
método, pero sí en la hondura de la experiencia y en los apo-
yos y puntos de referencia de la misma. Para quien los había
Naturaleza y contenido del texto hecho decenas de veces (cada año, desde aquéllos en los que
se decidió por el Señor, en 1927, hasta estos de 1965) y los ha-
Es probable que a más de uno le brote el deseo de relacio- bía dado decenas de veces, la inmersión en esa relación fluye
nar estas Notas con el Diario Espiritual de Ignacio de Loyola. espontánea, centrada particularmente en núcleos fundamen-
No lo haga. No tiene mucho sentido la comparación, aun tales de los Ejercicios. Se puede decir que, en el espíritu de la
siendo experiencias espirituales las que se reflejan en ellos. repetición ignaciana, Arrupe va a concentrarse en «algunas
Por de pronto, este texto no es un «Diario». No nos consta partes más principales donde haya sentido la persona algún conoci-
que Arrupe escribiera todos los días la experiencia y la refle- miento, consolación o desolación» [Ej. 62; 118].
xión de cada día. Solamente hace referencia de calendario al 5 El resultado es un texto humano y sagrado a la vez. Sus
de agosto (meditaciones de la tarde 4,1/2 y 6,1/2 en fol. 21- contenidos y su estilo son la grabación de una relación perso-
24), al 6 de agosto (Primer viernes, meditación de la mañana nal que, en ocasiones, deja entrever lo que Ignacio llama «co-
y meditaciones de la tarde, 4,1/2 y 6,1/2 en fol. 25-28), al 7- municación inmediate» [Ej. 15] del Creador con su criatura y
VIII (Medi. mañana 9,1/2 en fol. 29-31) y a la meditación de de la creatura con su Creador sobre el campo de intereses co-
la noche del día 8, que comienza en el fol. 35. munes, que es, para los dos, la historia humana (mundo, Igle-
No pretendió Arrupe reflejar en él, como Ignacio, su mun- sia, Compañía) de nuestros días. Las ideas, más que a una
do interior, sus mociones, a fin de discernir por ellas el querer programación lógica, responden a una ebullición interior, vi-
de Dios. No puede hablarse con propiedad, en ese sentido es- tal, de enorme carga operativa. Es la mística de un hombre
tricto, de un texto «espiritual». Sí lo es en otra perspectiva, la que se experimenta metido de lleno en la tensión de conocer
de registrar momentos de un proceso por los que un hombre la voluntad de Dios y la coherencia de vivirla y de hacerla vi-
asume de lleno y se va traduciendo para sí mismo esta nueva, vir. Ignacio de Loyola formuló esta tensión como el deseo de
inesperada y definitiva voluntad con la que Dios irrumpe en «que su santa voluntad siempre sintamos y en todo enteramente la
su vida, y la de registrar luces, ideas, motivaciones, esbozos cumplamos».
de proyectos, fuerzas y medios con los que poner en acción
1) Fol. 1-17: Un primer núcleo de la experiencia escrita su-
este querer de Dios.
cede a lo largo de los primeros tres días y medio, hasta el día
«Elegido por Dios» es el nuevo marco de conciencia, en el
5 por la tarde. Arrupe ve iluminada desde el Principio y Fun-
que se mueve durante estos diez días. Todo en una atmósfera
damento de los Ejercicios su nueva historia, la de la elección
oracional, reflexiva, relacional -coloquial en ocasiones-, de la
recibida. La toma como una nueva creación de su persona, y,
que Arrupe deja constancia, diciéndose, sobriamente y con la
con ella, de la Compañía toda, que ya no podrá desgajar de lo
sencillez y espontaneidad que nunca le abandonan, en con-
más profundo de su existencia. Un nuevo «sujeto» (Arrupe-
vicciones íntimas, que quisiera participaran también sus her-
Compañía) ha sido creado para alabar, hacer reverencia y ser-
manos jesuítas.
vir. .. De él espera Dios una nueva relación (unión), una nue-
Él mismo llama a estas páginas Ejercicios Espirituales: va dependencia, una nueva confianza, una nueva y más
«Ex. Sp. 1965 Roma», título con que rotula de su mano, so- incondicional disponibilidad, una nueva indiferencia (liber-
briamente, el doble folio que recoge todos los demás. Y fue- tad), una puesta en juego de nuevos medios (¿cuáles?), de to-
24
25
do y de todos por la gloria de Dios, objetivo primero y final, mayor profundidad y trascendencia que el peligro del s. XVI», «te-
que consiste en que todos le conozcan y le amen más y más. rrible», «gigantesca», habla de «su crueldad»...
Su teología y su lenguaje son clásicos. Pero la vida que se Las Dos Banderas se proyectan sobre esta reflexión y vol-
nutre de esa teología y se viste de ese ropaje es la de un hom- verán a aparecer más adelante. «Batalla» que comienza por
bre que ha tomado en serio el Evangelio (porque ha sido to- lucharse en el interior del propio sujeto y de los sujetos de la
mado por él), que lo ha vivido y trata de seguir viviéndolo, Compañía. Termina este mícleo imaginando u n «modus
ahora con una mayor novedad y urgencia todavía. Esta radi- procedendi» de mentalización y preparación espiritvial de
calidad en vivirlo es lo que dará vina singular autoridad mo- los jesuítas.
ral a cuanto se proponga decir y hacer por ayudar a otros.
En el marco y sobre el fondo del Principio y Fundamento, se 3) Fol. 25-33: Esta dificultad de la misión le devuelve a sí
autoexamina Arrupe mirándose en el espejo de la figura del mismo. Todo el día 6 (hace constar que fue primer viernes de
mes) y 7 de agosto y probablemente el 8 lo vive inmerso en el
General que describen las Constituciones de la Compañía, de
llamamiento del Rey Eternal: la persona de Jesvis es svi llama-
la que aboceta el interrogatorio -perfil del General-, puesto en
da y la respuesta continua que ha de ser su vida se expresa en
manos de los que le eligieron y de los tres rasgos referidos al
agradecimiento, limpieza de corazón, amor reparador, pre-
General por el Papa en su alocución del 7 de mayo 1965 (cfr.
sencia al Cristo presente en la Eucaristía, amistad..., «entrega
anexo 1). Letra a letra transcribe a mano, en latín, su selección
absoluta». El llamamiento mismo, el «plan del Señor», que a
de aquellos textos que en ese momento le hablan con más fuer-
través de su Vicario le ha sido dado, le lleva a retranscribir
za, o le interpelan y urgen más profundamente. Da la impre-
largamente (ochenta líneas del texto), letra a letra, como
sión de vivir así lo equivalente a la I a semana en su función de
quien lo saborea y asimila sin perder migaja, lo esencial del
examen general. Lo había planteado desde las primeras líneas:
mensaje de S.S. Pablo VI al iniciar la Congregación General
«También los defectos deben ser considerados bajo esa luz (la de la 31 a . Para terminar programándose a sí mismo (fol. 33) lo que
elección hecha por Dios) y ver que debo corregirlos y evitar sus le corresponde a él para ir realizando ese llamamiento en el
perniciosos efectos». inmediato futuro de la preparación de la 2a sesión de la Con-
Termina este capítulo iniciando sus «Consideraciones sobre gregación General.
cada una de las cualidades del Prepósito General» (fol. 17). Pero se
queda en la primera, probablemente desbordado por la exu- 4) Fol. 35-44: En un cviarto nvicleo, desde la meditación de
berancia de luz y de vida que le encienden los textos que me- medianoche del 8 de agosto, vuelven a ocupar la pantalla las
dita. El hecho de que, a continuación, reserve tres páginas en Dos Banderas, el carácter de lucha, grandiosa y compleja, qvie
blanco, puede significar su intención de continuar registran- encierra la misión recibida. Más honda que la que afrontó Ig-
do estas «Consideraciones» en otro momento, que no llegó. nacio de Loyola en el s. XVI. Porque «el valor que se presenta
por salvar es la idea misma de Dios». El acento nuevo es ya el de
2) Fol. 21-24: Desde el día 5 a las 4,1/2 de la tarde, la mi- dibujar una estrategia de acción directa frente al ateísmo e in-
sión, que Dios ha encargado por medio del Papa a la Compa- directa frente al «naturalismo», para la que afirma su convic-
ñía, con su General a la cabeza, significándola como «batalla» ción de que la espiritualidad ignaciana es esencial y tiene mu-
contra el ateísmo (anexo 1, n. 14-15), ocupa toda la pantalla cho que aportar. También la concepción organizativa de la
de su conciencia. Se refiere a ella como «guerra de fondo, de Compañía.
principios, de vida o de muerte», «momento decisivo de la historia», Ésta misma resultará «reformada» si se compromete con
«de proporciones alarmantes», «que pervade todo», «vastísima y entvisiasmo en la acción (es interesante constatar cómo este
complejísima», «de importancia y complejidad extraordinaria», «de término va desplazando, sin sustituirlo, al primero de «mi-
26 27
sión»), ya que requerirá superar individualismos, obediencia da como dinamismo permanente que brota de Dios,
ignaciana, diálogo, movilidad, testimonio de vida. Las misio- por el que el ser humano se deja libremente envolver y
nes (realidad tan entrañada por Arrupe) adquieren en este que, mediante un proceso de mediaciones de búsqueda
contexto una luz especial. Forman, documentalmente, una hi- y discernimiento, traduce la voluntad de Dios en deci-
juela grapada en este núcleo 4o, en los fol. 43-44, de menor di- sión y acción concretas. Más adelante formulará para la
mensión. Compañía de Jesús, por primera vez, que este «servir
Si guen sueltos cuatro folios (45-48), borradores y esque- en misión», desde la raíz de la persona, es el carisma
mas de índole operativa: órganos conectados con esta misión, identificador del jesuíta10.
Bureau de recursos, Curia Generalicia y Plan de acción anti- b) Vivir este rasgo autentificador sólo es posible desde un
ateísmo (A.A.A.). «conocimiento interno» de Jesucristo «modelo»11, Mi-
5) Fol. 49-52: En este núcleo final, como quien ha reafirma- sionero del Padre, el Enviado, y en su condición de tal,
do su sí al Señor y ha tomado mayor conciencia de su misión, que lleva al jesuíta a «reproducir sus rasgos» (Rom 8,
incluso ha esbozado algunas líneas posibles de acción, Arru- 29). Nada extraño que a la disponibilidad, rasgo identi-
pe vive su «confirmación» (3a y 4a semana de Ejercicios) vol- ficador de Ignacio y de quien sigue a Jesiís a la manera
viéndose en forma personalísima a Jesucristo, ratificando una de Ignacio, dedicara Arrupe una de sus más importan-
relación única y exclusiva con Él, de la que brotará un «entu- tes cartas a sus hermanos jesuítas 12 .
siasmo, dinamismo... optimista» («élan apostólico» lo titula), in- c) Es fácil ver la esencial conexión que tiene con este plan-
dispensable para poder ser «verdadero Instrumento». teamiento misionero de vida el discernimiento espiri-
Esta condición de instrumento («canal», «motor») requiere tual, del que Arrupe será uno de los más encendidos
en Arrupe, por un lado, una «identificación con Él», fruto de promotores y maestros, y que ocupará largo espacio no
un amor personal hacia Jesucristo y, por otro, una dedicación sólo en sus documentos sino, sobre todo, en svi propio
total a los miembros de la Compañía, que expresará en el modo de gobierno 13 .
«contacto personal con Xto., por un lado, y con los sujetos de la d) Por supuesto, este eje misionero de vida, en el que
Compañía, por otro». Termina estos «apuntes» visibilizando en Arrupe se mueve y quiere que se mueva la Compañía,
un esquema de factura propia esta comunicación personal ha de injertarse en el tronco misionero de la Iglesia de
para la que está dispuesto a «no perdonar medio ni gasto». Jesucristo y en la responsabilidad misionera de su Vica-
rio, dadores e intérpretes de la misión.
Será visión y tema reiterativo en su función de general,
Valor de este texto porque se trata de una profunda convicción. No es es-
trategia, sino profética lucidez misionera, desde esta
Sin pretensiones de prejuzgar ni monopolizar una valora-
teología de la misión, lo que le lleva a «soñar» -ya en
ción, a título personal, creo que el interés de este texto es doble:
estas páginas- en la necesidad de una «acción mundial»
1) En primer lugar, en el contenido de la experiencia aquí
registrada despuntan ya germinados o se presienten próxi- 10
«La misión apostólica, clave del carisma ignaciano», conferencia en
mos a germinar los que habrán de ser los núcleos fuertes de Loyola, 7 de septiembre de 1974. en La identidad del jesuíta..., p. 105-124.
su servicio como general. Por citar algunos: 11
«El modo nuestro de proceder», Roma, 18 de enero de 1979, ibid. 49-82.
12
Cfr. nota 4.
a) Ante todo la misión, no reducida a tarea concreta, aun- 13
«Sobre el discernimiento espiritual comunitario», carta, 25 de di-
que haya de desembocar en ella, sino concebida y vivi- ciembre de 1971, en La identidad del jesuíta..., 247-252.

28 29
y una «planificación mundial» liderada por el propio de la realidad del mundo, inmediatamente verificarán
Pontífice (fol. 7, 35). Iniciativa que ofreció como su pri- ambos la profunda conexión entre la negación de Dios y
mera aportación al Concilio (cfr. anexo 6), ya entonces la negación del hombre y, desde su misma raíz personal
adjetivada por algunos como ingenua y utópica, y que de «enviado», necesitará alargar el campo de la misión y
requirió una ulterior explicación. sus objetivos inmediatos y modificar y adaptar su estra-
e) El campo de la misión misma, el ateísmo, presentado tegia evangelizadora. Más aún, su contribución será de-
por el Papa como horizonte sangrante de la humani- cisiva para que la Compañía, nueve años después, haga
dad, se convertirá para Arrupe en su objetivo misione- - y formule- el gran descubrimiento de la Congregación
ro global, en un reto mayor y más profundo que el de la General 32 a , convocada por iniciativa suya: el de la ne-
Reforma en el siglo XVI (fol. 23, 35), que habrá de re- cesidad real de promover la fe -una «fe que se hace vida
querir de la Compañía, como entonces, lo mejor de ella en la práctica de la caridad» (Gal 5, 6)-, promoviendo la
misma. Por de pronto, que se entere de «¿quién dice justicia.
(hoy) la gente que es el Hijo del hombre?» (Mt 16,13), po-
niendo para ello en marcha un proceso sociológico de En este mismo texto que presentamos, afloran en germen
conocimiento de la realidad mundial {snrvey), impres- la denuncia de los desequilibrios de nuestro mundo y una
cindible para acertar con la estrategia evangelizadora propuesta general de acción sobre estructuras sociales (fol.
apropiada: «para mejor adaptación del gobierno y del apos- 10), una selección de ministerios (fol. 39), una acción cimen-
tolado de la Compañía». Entrar en esta dinámica sensibi- tada sobre la «reforma» interior de la pobreza y de la vida es-
lizará y movilizará a la Compañía, la vigorizará 14 . piritual del jesuíta, sobre «un desprendimiento absoluto para
poder sacrificar lo individual a lo colectivo» (fol. 41), y sobre
f) También asoma en estos Ejercicios, ya germinada como
una «entrega absoluta de las personas» que «ponga a tono» a
deseo, su convicción de que él, personalmente, y la
la Compañía (fol. 21).
Compañía, necesitan una «ilustración trinitaria», como
Encarnación, en fin, y vaciamiento personal por el mundo:
la de Ignacio. Veinticinco años después regalará a la
pobreza y humildad, trabajo, generosidad, estudio, austeri-
Compañía el magisterio de cuarenta páginas, su docu-
dad.. . se ven ya germinadas, y aun crecidas, en estas páginas,
mento de mayor envergadura teológica e inspiración
como estilo evangélico personal, que irá animando a vivir
pastoral, que titulará «Inspiración trinitaria del carisma
durante su generalato y que acabará nutriendo con su último
ignaciano»15.
gran magisterio espiritual, el de esa «justicia superior» que es
g) Alguien echará de menos en este panorama misionero la caridad 16 .
una mención más explícita de lo que, años más tarde,
será la «promoción de la justicia». En el marco inmedia- 2) Una segunda perspectiva desde la cual comprender la
to de la misión, del que acaba de llegar, no era éste el da- importancia de este texto es la de valorarlo como material au-
to de realidad más punzante, o no se le había revelado tobiográfico (de autobiografía espiritual, se entiende). Preci-
como tal. Cuando tanto él como la Compañía, en buena samente porque su autor no se dice -ni lo pretende-, sus for-
parte bajo su impulso, se adentren en el conocimiento mas muy simples, espontáneas, elementales a veces, no
elaboradas, hacen, bajo este aspecto, más valioso el boceto re-
14
Carta a la Compañía, 9 de diciembre de 1965, en ARSI, vol. XIV, p.
656-657. 16
lD «Arraigados y cimentados en la caridad», Roma, 6 de febrero de
«Inspiración trinitaria del carisma ignaciano», Roma, 8 de febrero de
1980, en La identidad del jesuíta..., p. 391-435. 1981, en La Iglesia de hoy y del futuro, p. 727-765.

30 31
súrtante. Cuando no escribe para nadie, sino que registra pa- con verdadero apasionamiento contagioso, como una
ra sí mismo, en pleno estreno, una ocasión enteramente nue- «confrontación» con el mundo (fol. 21), «en la que la vida
va, que está convencido que es iniciativa de Dios, todo lo es el gran argumento» (fol. 40).
nuevo que ve, lo que oye, lo que teme, lo que busca, lo que Diez días después de terminar el Concilio, que le ha re-
planifica, lo que prevé... lo registra desinhibido, con su natu- tenido en Roma, el 19 de diciembre emprende su pri-
ral transparencia. mer viaje, como general, al Próximo Oriente y a África,
a) Por de pronto, se autorretrata -salta a primera vista en realidades que le son menos conocidas,
estos «apuntes»- como misionero de una pieza. Su ho- b) Su ser de misionero se alimenta, cada día, de una hon-
rizonte personal es la misión. Sus antenas están perma- da relación personal con el Espíritu Santo que envía, re-
nentemente abiertas a Aquél que le envía, al mundo al lación de «máxima disponibilidad» (fol. 7), raíz de su di-
que va enviado (ahora de verdad al «universo mun- namismo personal y del que quiere para la Compañía
do»), a la Iglesia (y al Papa), dadores de misión, y a la (ib.). Lo que trae entre manos no es suyo.
Compañía, que, por un lado, ha sido mediación para su A lo largo de estos apuntes van y vienen en todas las
envío, con la que, por otro lado, va enviado y a la que él direcciones, con una cierta anarquía lógica, muy diver-
mismo ha de enviar. sas modalidades de oración: escucha, desahogo, consi-
deración, búsqueda, autobservación (examen), lectura
Podrían decirse en este sentido iluminadoras estas
de la historia, coloquio íntimo, compromiso de acción,
otras palabras del P. Giuliani en su exhortación espiri-
programación de esa acción como respuesta... La ter-
tual previa a la elección, que las Actas de la Congrega-
minología que prodiga con una espontánea desinhibi-
ción resumen así: «De la contemplación del Reino de Cristo
ción es particularmente significativa de la hondura de
en los Ejercicios brotan varias conclusiones: Io) "Ver a Cris-
esas y otras formas de esa relación: unión, comunica-
to nuestro Señor, Rey eterno, y delante de Él al universo
ción, familiaridad, identificación, contacto íntimo, amor
mundo". Nada puede estimularnos tanto hoy como el echar
reparador, presencia (presencia eucarística, lugar teoló-
una mirada, alrededor, a nuestro mundo. Es característico de
gico y vital preferido de esa relación, fol. 27), oración lo
nuestra Compañía conocer y sentir los cambios de la huma-
menos estorbada posible («preferentemente de noche»),
nidad, impregnar con audacia las nuevas instituciones, dis-
oración larga y oración breve, intimidad, «único... ver-
cernir los deseos (aspiraciones) difusos. El General nos ayu-
dadero, perfecto, perpetuo amigo» (fol. 49), entrega ab-
dará a abrazar el inundo universo y a cooperar a la redención
soluta, humildad, confianza, fidelidad, «su voluntad en
de nuestra época»17.
todo» (fol. 25-26), pureza de vida (voto de perfección,
«Abrazo» de Arrupe, que es su pasión por evangelizar. fol. 25), desprendimiento, constancia...
Convencido, como estuvo, desde el primer momento Todo vivido, no como un repliegue intimista, sino en
de su destino misionero, y reforzado desde su expe- función de otros, «para los demás», con el mundo no só-
riencia de 27 años como tal, de que la renovación pro- lo delante, sino dentro, urgiéndole. ¿De dónde, si no, la
funda de la humanidad es un problema de conversión luz y el calor de sus numerosos análisis cristianos de la
-«problema de carácter universal» (fol. 43)-, sólo posible realidad, cuyo deseo está presente ya en este texto y de
desde «el conocimiento de la verdad de Jesús» y el amor los cuales surge retado y personalmente, como buen sa-
que dicho conocimiento genera, vive la evangelización maritano, más llamado y más «enviado»?
«Oración y estudio» es su estilo -y quiere que sea el de
Actas de la Congregación General 31''. la Compañía- de caminar esa realidad, defendido de

32 33
toda posible tentación de fundamentalismo por un la- mi parte una fidelidad absoluta a sus direcciones y a sus gra-
do (estudio) y de escepticismo y desilusión por otro cias» (fol. 1). «Esa continua creación (que es mi existencia)
(oración). es fuente de una humildad profundísima (todo de Dios), pero
c) Se autorretrata también en su conciencia profunda de al mismo tiempo de una fortaleza extraordinaria» (fol. 2).
que ya no es él, Pedro Arrupe, el que ha de vivir su pro- f) De Ignacio ha aprendido también un sentido divino de
fetismo personal al lado del de otros, sino con la Com- la historia, de la que viene y en la que se siente, por su
pañía de Jesús entrañada, la que el Señor le confía y a la nueva misión, cada vez más inmerso. A su sensibilidad
que le encarga -es muy consciente de este aspecto de su por hallar la voluntad de Dios en esa historia pertenece
misión- que ponga en tensión de profecía. Lo hará pro- muy esencialmente la fidelidad personal a las media-
yectando en ella su propia tensión personal, su mundo, ciones de Dios -la Iglesia, el Vicario de Cristo (es su de-
el que le estalla, el de Dios. Y lo hará, sobre todo, desde nominación preferida, como para Ignacio)- y, consi-
un amor personal y personalizado a cada jesuíta, para guientemente, el colaborar con ellos a la interpretación
lo cual se impone «un gran esfuerzo por multiplicar y de esa historia para dejarse orientar y enviar por ellos.
personalizar las relaciones del General con la Compañía y Varios de los aspectos que en este texto anota como fru-
con sus miembros» (fol. 51-52). to de su experiencia espiritual, concretamente relativos
d) Uno de sus medios de expresión típicos, en sus escritos al ateísmo y a las misiones, acabarán llegando al Aula
de inspiración y de planificación pastoral, será el recur- conciliar, como signos de su obediencia responsable.
so a la dialéctica de los opuestos. Con toda seguridad lo Tan responsable que a la mediación definitiva del Papa
ha aprendido de Ignacio de Loyola, por quien no disi- confiará, quince años después, la decisión que el 9 de
mula, todo lo contrario, una extraordinaria devoción. octubre de 1980 tiene ya tomada, como fruto de un hon-
Así se dispone a vivir la tensión interior, connatural a do discernimiento personal largamente compartido con
su servicio de gobierno religioso, con la que logrará la la Compañía. Escribe ese día a una religiosa en el Perú:
«mediocridad» típicamente ignaciana : «El General es Jefe «Cuanto a lo que me dice de mi renuncia, le quiero aclarar
pero es cabeza y padre. Es gobernante y Administrador; de que tomé esa decisión después de pensarlo mucho y no por te-
ahila amabilidad, cariño, llaneza de padre, la claridad, deter- mor al trabajo o a los problemas, que todos se pueden solucio-
minación, firmeza del administrador... Comprensión y ama- nar con la ayuda de Dios, sino porque estoy convencido de
bilidad humanas, cariño y amor» (fol. 1). que, al llegar a una cierta edad, es mucho mejor dejar los car-
e) Imposible vivir la creatividad de esta tensión sin haber- gos de responsabilidad en manos más jóvenes y expertas. En
se dejado remodelar de fondo en el modelo ignaciano todo caso aún está pendiente una Audiencia que tendré con el
del jesuíta «abnegado» (fol. 21), que no piensa en sí ni Santo Padre, en la que espero me manifieste cuál es su volun-
vive para sí, por pensar en los demás y vivir de la ma- tad. Si quiere que siga al frente de la Compañía, seguiré con
ñana a la noche para ellos. Ya estos apuntes le retratan la mejor voluntad; si quiere otra cosa, me parecerá también
como u n hombre humilde, un servidor, un «pequeño» muy bien».
según el Evangelio, que todo lo debe, todo lo tiene («en g) Hombre de Principio y Fundamento, lleva consolidado
El solo la esperanza») y todo lo da. Por eso no le asusta en sí el discernimiento básico que «ordena» la vida de
la «escala mundial» de la misión, ni la desproporción una persona: el de la definición de lo sustantivo y lo ad-
de los medios humanos de que dispone, y hasta se atre- jetivo, del fin y los medios, del querer de Dios y los qué
ve a soñar y a planificar «en nombre del Señor» proyec- y los cómo de la colaboración humana. Inconmovible
tos enormes: «Nuestro Señor me ha de ayudar, pero exige de en lo primero, es largamente ágil y abierto en lo segun-
34 35
do. La fidelidad a lo primero no le deja ser voluble ni un continuo Magníficat. Es ésa la reacción profunda que experi-
veleidoso en lo segundo y, a la vez, le permite arries- mento ante la inconfundible experiencia y la vivencia honda de mi
garse con una confianza -que no es fruto de cálculo hu- propia pequenez unida a un no sé qué de seguridad inconmovible en
mano, sino de fe- en la novedad divino-humana de la los diversos cargos de responsabilidad que la obediencia ha ido po-
historia. niendo sobre mis débiles hombros; la sensación experimental del
Su profundo y personalísimo sentido de pobreza como semper ero tecum Que 6,16), la garantía de parte del Señor, pero
libertad total (indiferencia) frente a los medios nace de que deja siempre la inquietud de que de mi parte «se realice ¡a con-
este radical discernimiento. En estos mismos Apuntes dición», es decir, que yo me mantenga fiel. Es aquel claro-oscuro de
explicita su convicción de que una opción por la pobre- la inseguridad humana, que no puede dudar de la seguridad de la
za «reordena» y pone a tono evangélico al individuo y ayuda de Dios16.
a la Compañía. Sus Apuntes nos lo hacen más cercano por más humano y
más cristiano. Arrupe no es u n héroe. Llamárselo lo tomaría
Resumiendo... como humillación. Sí es un cristiano coherente, que vive con
igual pasión lo grande y lo pequeño, porque lo mide todo
...sin pretensiones de agotar lo que podría caber en una desde el Dios que lo quiere y desde el ser humano que lo ne-
introducción. El texto es un autorretrato del misionero que cesita, que han llegado a ser para él un mismo y único punto
Arrupe fue vertiéndose en el superior general que empieza de mira.
a ser. Como en Japón soñó y realizó, incluso contra corrien- Su sello visible de autenticidad va en la sencillez de sus
te, al situarse ahora en respuesta al Dios que le envía, sueña palabras y la elementalidad de su teología. Las grandes expe-
para realizar. Ahora comienza a ser responsable de una co- riencias espirituales se dicen con palabras muy simples. Los
munidad, la Compañía de Jesús, a la que desea soñadora y que las viven, convencidos, como están, de que toda palabra
realizadora. humana es siempre muy pobre a la hora de expresar lo de
Si algunas de sus utopías fueron irrealizables o lo parecie- Dios, no pretenden disimular con adornos verbales lo que
ron, tuvieron el mérito de dar vida a otras que, porque soña- sustantivamente entienden que es muy sencillo.
das, llegaron a realizarse. Y, en todo caso, pusieron a muchos
en disposición de «perder la vida» en ellas y por ellas, lo cual IGNACIO IGLESIAS, S.J.
ya fue, y sigue siendo, una gran realización.
Pero el profundo valor autobiográfico de este texto radi-
ca no en lo que ve Arrupe que hay que hacer y se dispone a
hacer, ni en cómo lo va a hacer -que son caminos abiertos-,
sino en su «por qué» o, más propiamente, «por Quién», que
es raíz definitiva y definitoria. Arrupe es un hombre «cen-
trado» en el Centro del ser humano, Dios. Por eso será capaz
de soñar, de acometer y de realizar cosas, muchas, que le su-
peran por todas partes y que nos asombran.
Con ocasión de celebrar sus cincuenta años de jesuíta (15
de enero de 1977), resumirá su propia historia: «Todo ello me 18
En sus bodas de oro de Compañía, 15 de enero de 1977, en La identi-
hace desear que mi vida hubiese sido, o al menos lo sea desde ahora, dad del jesuíta..., p. 535-540 (536).

36 37
Características
de la presente edición

El primer criterio seguido en ella es el de resaltar el texto


autógrafo, como tal, lo más fielmente posible. Por eso he-
mos procurado destacarlo gráficamente al conservar su re-
dacción original -hasta en sus incorrecciones-, la disposi-
ción de sus líneas y párrafos, los numerosos subrayados
(simples y dobles) y los esquemas. También conservamos
las transcripciones, manuscritas, de textos de la Biblia y de
textos oficiales del Papa y de la Compañía, que Arrupe in-
cluye en su escrito. Probablemente -a deducir también por
su familiaridad con la Biblia en otros textos suyos- fue un
recurso muy suyo para fijarlos, gustarlos, asimilarlos y apli-
carlos a su realidad personal. En definitiva, para orarlos. En
las notas al final del texto de Arrupe se presenta la traduc-
ción completa de esos textos, y la referencia en diversos ti-
pos de letra, que permita observar la selección que Arrupe
hace de los mismos.
Por eso el disponer, fuera del texto, las notas explicativas
del mismo, para que su lectura no cortocircuite la relación del
lector con éste y -hasta donde es posible- con la vivencia del
que se expresa en él, como es y como está. En el margen de-

39
recho del texto principal y entre paréntesis va la llamada a la
nota final correspondiente.
Se ha querido situar el texto en el marco histórico (de
mundo, de Iglesia, de Compañía) en el que Arrupe vive este
momento decisivo de su vida: su elección como superior ge-
neral, su nombramiento como miembro de la Comisión de
Religiosos en el Concilio Vaticano II, la misión más urgente
que dramáticamente acaba de ser confiada por S.S. Pablo VI a
la Compañía. A este enmarque quieren servir en parte la in- AQUÍ ME TIENES, SEÑOR
troducción, por un lado, y la serie de ocho anexos que trans-
cribimos. Todos ellos tienen que ver o como anticipo de lo
que Arrupe vive germinalmente en sus Ejercicios de 1965
(anexo 2) o como su desarrollo (anexos 3, 5, 6, 7 y 8), o como Texto autógrafo
motivación y estímulo para vivirlo (anexo 1 y 4). Cubren el
espacio de siete meses que va desde el día de su elección (22 del P. Pedro Arrupe
de mayo) hasta el final del Concilio (8 de diciembre) de ese
mismo año de 1965.
El título que hemos puesto a la obra es una expresión fa-
miliar a Arrupe, que figura en su texto y que es central en
su vivencia de estos días y en su planteamiento de vida de
siempre.

40
Ex. Sp.
1965 - ROMA
Ifol. 1]
Elegido por Dios para ser General de la Compañía ad vitam. (1)
Todos los dones y gracias han sido dados no para nú, sino para la
Compañía y la Iglesia.
También los defectos deben ser considerados bajo esa luz y ver
que debo corregirlos y evitar sus perniciosos efectos.
1) El puesto de General supone ser instrumento, representante, y
canal de Dios y sus gracias para llevar a cabo
sus planes por medio de la organización más
fuerte de la Iglesia.
Enorme gracia pero enorme responsabilidad
2) La seguridad de la existencia de la gracia es cierta.
Nuestro Señor me ha de ayudar pero exige de
mi parte una fidelidad absoluta a sus direcciones
y a sus gracias.
La unión con Cristo y su constante comunicación
es de una necesidad absoluta. De ella depende
el bien de la Compañía.
Es necesario llegar a una identificación lo más
perfecta posible. Naturalmente exige también mucha
discreción de espíritus para no equivocarme y
tomar por inspiración de Dios lo que es de mi
espíritu propio.
3) Supuesta esta dirección y comunicación directa: la autoridad
y dirección se apoya en él (ella) y da una superioridad
y firmeza en las decisiones que no deben ser de-
tenidas ni modificadas por consideraciones humanas
cuando se opongan a la voluntad del Señor.
Claro está que esto no se opone a la prudencia y
discreción (humanas) en la delicadeza de ejecución.
Tampoco se opone antes supone consulta ya
que es un modo de manifestarse la voluntad de
Dios.
4) El General es Jefe pero es cabeza y padre. (2)
Es Gobernante y Administrador
De ahí
a) 1) la amabilidad, cariño, llaneza de Padre
2) la claridad, determinación, firmeza del Administrador

47
jf científica
que se verifica I) en la oración retirada larga
b) 1) estudio, información <^>-Asistentes G. + Reg. Pers
2) " " " breve.
^ humana
3) en las constatas particulares
2) Disposición del trabajo: Oficina distribuidora de
(de personas
las funciones de cada uno
4) durante el trabajo: viendo en
3) tiempo y paz para considerar las cosas
otros al representante de Dios
sobre todo las universales (3)
5) en el trabajo externo
4) Comprensión y amabilidad humanas, cariño y
6) en el descanso. + estudio
y amor
"Si conversi eritis ad Deum ex toto corde et tota anima
vestra, ut agatis coram eo sincere, tune revertetur
¡fol. 2]
ad vos, ñeque abscondet faciem suam a vobis
Creado: con una dependencia absoluta. Mi existencia es una et considérate quae facturus sit vobis, et celébrate
creación continua. Cada instante una nueva creación. eum ore pleno" (Tobías XIII - 7-9) (4)
Sentir esa dependencia divina. Esa operación creativa de
cada momento. Señor! dame a sentir esto [fol. 3]
como diste a S. Ignacio! Isaías 41,8
Esa continua creación es fuente de una humildad 8 Et tu Israel serve meus. Jacob quem elegí, semen Abraham
profundísima (todo de Dios) pero al mismo tiempo de amici mei
una fortaleza extraordinaria (omnipotencia de Dios con 9 In quo apprehendi te ab extremis tenis, et a longinquis eius
nosotros). Qué influencia ha de tener esto en vocavi te et dixi tibí: Servus meus est tu, elegí te, et
nuestro trabajo.? non abjeci te.
1) Dependencia absoluta de Dios: 10 Ne timeas, quia ego tecum sum; ne declines
a) deseo de conocer su voluntad quia ego Deus tuus: confortavi te et auxiliatus sum
1) Dettachment de todo lo que se tibi, et suscepit dextera iusti mei.
puede oponer a oir su voz 11 Ecce confundentur et erubescent omnes, qui pugnant
2) continua comunicación con El adversum te: erunt quasi non sint, et peribunt
b) Modo de realización: práctico viví, qui contradicunt tibi
c) Fortaleza en su ejecución 13 Quia ego Dominus Deus tuus apprehendens manum
2) Grandeza en las ideas: Es Dios quien dicta y ejecuta; tuam, dicensque tibi: Ne timeas, ego adiuvi te
no podemos poner límite a sus planes. 14 Noli timere, vermis Jacob, qui mortui estis ex
Magnanimidad unida al realismo. Pero Israel: ego auxiliatus sum tibi, dicit Dominus:
la magnanimidad ha de ser a lo divino et Redemptor tuus sanctus Israel
Es Dios quien piensa y comunica. 15 Ego posui te quasi plaustrum triturans novum,
Da valores e intereses divinos los cuales habens rostra serrantia: triturabis montes
El, (Dios) quiere conservar y acrecentar et comminues : et calles quasi piúverem
pese a todo lo que nos cuesta pones
3) Necesidad de una identificación con J.C. y 16 Ventilabis eos, et ventus tollet, et turbo dis-
un sez poseído de su gracia lo cual perget eos et tu exsultabis in Domino, in
exige un continuo contacto con El sancto Israel laetaberis (5)
48 49
(fol. 4 en blanco) Si consigo que esas gracias extraordinarias se vuelquen
sobre el mundo ciertamente que hemos conseguido
un milagro de la gracia, pues tendrán efectos
[fol. 5]
extraordinarios.
Todas las otras cosas Prínc. y F-iind. II" (6) Para ello hay que estudiar y enfocar las cosas
muy bien y de modo efectivo (moderno, atractivo,
Todas las cosas sobre la haz de la tierra son criadas para ayudar amplio, buscando colaboración en todo el mundo...)
al hombre en la consecución de este fin Tal vez la idea de buscar jesuítas que se ofrezcan de
un modo especial a ofrecerse a esa vida de oración
En este punto y como General todas las cosas adquie- y sacrificio: formar un grupo? Escribir en
1 ren una amplitud inmensa (Compañía en todo el mundo) alguna carta? Pedir el batallón suicida (10)
ya que se trata de las cosas
S.J. hombres y de las cosas, obras, empresas etc, que pueden y [fol. 61
, deben ser dispuestas en este orden para ese fin.
Ea gloria de Dios es el máximo valor; por eso a ello hay que
Ni solamente la Compañía in "stricto sensu"
subordinarlo todo y al mismo tiempo es el valor que hay que
2 sino todo aquello que en una forma u otra está bajo
conquistar, pese a quien pese, a toda costa: he ahila necesidad
S.J. la influencia de la Compañía: Antiguos alumnos, Relaciones
del máximo esfuerzo: ahí la base del celo apostólico
lato sensu externas y sobre todo otros Institutos Religiosos
De ahí un dinamismo inmenso que dé una profundidad
que cooperarían gustosos y seguirían las direcciones
también máxima. El celo que quema, que abrasa, que no deja
3 que diera la Compañía de Jesús en su General
descausar, que quiere extenderse a todos.
otras (Religiosas del S.C. - Esclavas, Mercedarias, Hijas de Jesús, La renovación espiritual del mundo está aquí. El mundo (incluso
Cong. Auxiliadoras del Purgatorio, Religiose del S. Costato, etc) el religioso) se ha olvidado que el máximo valor es la gloria de
Religiosas Es decir, que una renovación espiritual y apostólica puede
Dios. Y además no sabe en qué está la gloria de Dios.
verificarse en las circunstancias actuales: sobre todo Esto es un punto central completamente ignaciano que da a
teniendo en cuenta y utilizando la coyuntura la actividad apostólica, teológicamente considerada, su verdadera
del Concilio. significación y actitud.
í Por ejemplo, una colaboración en el surwey sería fan- (7) Gloria de Dios: el conocimiento y amor de los hh. hacia
tástico. Es decir, primero hay que crear esta atmósfera Dios. Naturalmente incluye la salvación de las almas
ejemplo en la Compañía y formar un grupo de incondicionales pero no está limitado a ello.
surwey < que después transmitan esas ideas a otros institutos. Por eso, aunque las almas se salvasen (no
Yo mismo personalmente, valiéndome de mi fueran al infierno) en otras religiones, no por eso el celo
puesto e influencia puedo hacer un apostolado enorme apostólico debería disminuir. Un aumento de la
VÍÍ ese sentido. gloria de Dios justificaría la labor misionera.
Ea devoción al S. Corazón debe estar muy en (8) Ni debe ponerse esa labor misionera en esa salvación
Devoc. primer término, de modo que se dé una verdadera sólo, sino también en ver dónde se obtiene mayor
al S.C. renovación espiritual en ese sentido en el mundo. gloria de Dios (y por tanto de su Iglesia).
(Preparar el disco de un modo moderno y teológico (9)
^ hablar y escribir, hacer hablar y escribir a otros)

50 51
Ifol. 71 1) en la misma Compañía
2) en la colaboración Eclesiástica
III a) con los obispos
b) con otras Congregaciones Religiosas
El sentido de la indiferencia es ese desprendimiento de todo c) con los seglares
que dá una libertad de espíritu completa, disponiendo El descubrimiento y constatación de ese plan es
así al alma a la máxima disponibilidad bajo la de una importancia capital: qué es lo que Dios
acción del Espíritu Santo: que es la fuerza dinámica quiere de su Iglesia y de nosotros dentro de ese
más grande. plan de la Iglesia?
El dinamismo de la Compañía radica aquí: Eos medios para conocerlo son:
El máximo de libertad, de disponibilidad a la acción 1) Ea via del Papa y del Concilio
inmensa del Espíritu Santo. 2) Nuestro estudio y oración
El dinamismo y activismo mundanos se
quedan enanos comparados con este otro del Espíritu Ifol. 8]
Santo, que comprende esa actividad desde sus
Oración de todos en la Compañía y muy especialmente de
orígenes espirituales, poniendo a las potencias inferiores
los Superiores, que son los que tienen gracia de
humanas en una tensión orgánica y llena de paz estado: Eo cual incluye como es natural el
que no tiene igual en todo lo meramente humano. oír y estudiar las propuestas de los sujetos
La gran fuerza motriz es el Espíritu de Cristo, Estudio con investigación científica de la situación actual
que pone en actividad a todo el hombre desde- de la Iglesia que nos llevará a
las raices de su espíritu. conclusiones prácticas
Ahora bien, esa acción del Espíritu es mML. Este problema se presentó sin duda en el Concilio tam-
de ahí que es también coordinada en sus manifes- bién. Problema importantísimo, pero que tiene el peligro (12)
taciones: He ahí la unidad de la Iglesia. de ser pasado por alto o de sufrir capitulaciones
Nuestra acción es, pues, unificada y de orden humano. La visión de conjunto no
coordinada: El Espíritu Santo que obra a través de es en muchos casos de los Obispos particulares
la Iglesia tiene que dar esa unidad; y de hecho (muy comprometidos en sus problemas locales o nacio-
la da aun a pesar de las rivalidades humanas. nales) sino en una visión amplia y universal
El Centro y dirección de esa unidad está en el desde el Vaticano Romano Pontífice.
Romano Pontífice y en (el) Concilio como tal. Habría que colaborar y procurar que esa unidad
(no tanto en cada uno de los Obispos en parti- grandiosa de la Iglesia se verifique. Una colabora-
cular, pues aquí hay también mucho de humano). (11) ción de todos los elementos según una unidad
Esa unidad ha de ser procurada. Para ello hay de plan dictado por el Espíritu Santo.
que buscar una dirección y sumisión a esa El naturalismo y ateísmo son los enemigos terribles que (13)
dirección del Romano Pontífice. se extienden por todo el mundo y lo infiltran
Supuesta la dirección, al menos en general, todo; esa lucha exige la unión de todos los
tenemos que buscar también nosotros esa coordinación elementos bajo la unidad de un plan, que ha
y unidad de plan: de ser uno, aunque en sus manifestaciones
pueda aparecer muy complicado.

52 53
Plan que ha de comprender toda la
Compañía y aquellos elementos que quieran una conversión? un alma que se salva del infierno?
colaborar. Naturalmente que esa colaboración No sé: yo debo trabajar por aumentar la gloria de
debe ser procurada positivamente presentando Dios por los medios más eficaces y por las almas que
esta idea a los demás. puedan dar más gloria a Dios, por estar más necesitadas
No es este el momento en que nos podemos dormir o por su valor especial.
o proceder a paso de ciego, o divididos. Una activi- De ahí vendrá la selección de los ministerios
dad máxima bajo un plan y con conducción de y trabajos (circa quam) y de los procedimientos (quo)
todas las fuerzas es necesaria. ) Ese modo de enfocar nuestro trabajo es el verda-
dero objetivo y que deja tranquilo con toda paz.
Ifol. 9] 1) Se salvan las almas fuera de la Iglesia? No sé
cuales están dentro de la Iglesia, prescindo.
Tantum quantum:
Principio clarísimo que no deja lugar a duda. 2) Cual es el modo como el Señor juzgará a las
Usar de las criaturas todas y disponerlas de modo que almas: cual es la medida de la responsabilidad indi-
sirvan para la mayor gloria de Dios. vidual ? No sé - prescindo.
El fin es Dios mismo, el valor creado mayor es 3) En qué estriba la mayor gloria de Dios? en que las
la gloria de Dios: esa gloria es en concreto el almas le conozcan y le amen más y que ese número crezca y se
conocimiento y amor que los hombres tienen de intensifique.
Dios y hacia Dios. De ahí que todos los medios tienen 4) Qué es lo que Dios pide de mí como individuo?
que ser medios en cuanto redundan en más cono- Que le procure la mayor gloria: es decir, que entregue
cimiento y amor de Dios.
En estos medios (o criaturas) se incluyen todos Ifol
sin restricción de ninguna clase: medios sobrenaturales todo mi ser y me de (a) todas las criaturas para darle la
y naturales: personas y cosas: positivas y negativas: agradables mayor gloria: es decir, para que yo, le conozca y le
y desagradables. ame y para que procure que otros le conozcan y
Ea mayor gloria de- le amen más y más: Ese es el verdadero sentido
Dios está en la intensidad y extensión de ese apostólico: el verdadero contemplativo en la acción
conocimiento: mayor conocimiento y más amor: intensidad perfección Esa mayor gloria de Dios en mí está en la caridad que
individual y colectiva. se perfecciona: que aumenta con el conocimiento y que
Mayor y mas extendido conocimiento origina una mayor unión con Dios. Cuanto más unido
y amor: conversión al Dios verdadero. con Dios por caridad: 1) Doy yo por mi parte más gloria
(N.B. en este punto se puede prescindir de a Dios. 2) Soy un instrumento más perfecto para
la salvación de las almas posible fuera de la Iglesia procurar la mayor gloria de Dios.
católica. En nuestro trabajo podemos y en cierto sentido a) porque unido a El haré siempre su voluntad
debemos prescindir del efecto último, ya que éste del modo más perfecto (=gloria de Dios)
depende exclusivamente de la gracia de Dios: Yo trabajo b) porque recabaré más gracias eficaces para los
y hago todo lo que puedo por aumentar ese conoci-
demás
miento entre cristianos y entre paganos. Cuales son
c) porque iluminado por Dios haré en cada momento
los resultados concretos? Un adelanto en la virtud?
lo que más conviene para las almas
54
55
d) porque sabré elegir los medios más aptos para b) exteriormente sea
disponer a esas almas
tan compuesto y en el hablar
1) individualmente
specialmente tan concertado que
2) como estructuras
ninguno pueda notar en él
. familiar
cosa o palabra que no le edifique
3) " sociedad. <r^— nacional
(así de los de la Compañía que le-
mundial
le han de tener como espejo y dechado
como de los defuera)
(fol. 11 y 12 en blanco) b) Mezcle la rectitud y severidad con la benignidad y man-
sedumbre (18)
Para que 1) no se deje néctar de lo que juzgare más
agradar a Dios N.S.
2) No deje de tener compasión con sus hijos
Ifol. 13]
c) Magnanimidad y fortaleza de ánimo (19)
Figura del 28° General Ex Constitutionibus et Para 1) sufrir las flaquezas de muchos
ex Interrogatorio 2) comenzar cosas grandes en servicio
Io Que sea muy unido con Dios y familiar en la oración y de Dios N.S
todas sus operaciones (15) 3) para perseverar constantemente en
Para qué? ellas.... siendo superior a
Para que tanto mejor de El (como de todos casos....
fuente de todo bien) impetre a todo el (3) Dotado de grande entendimiento y juicio para que ni en las
cuerpo de la Compañía cosas especulativas ni en las prácticas que ocurrieren
1) mucha participación de sus le falte talento (20)
dones y gracias y
2) mucho valor y eficacia a todos Ifol. 14]
los medios que se usarán (4) en la ejecución, a) que sea vigilante y cuidadoso para
para la ayuda de las ánimas comenzar
2o (1) Que sea ejemplo en todas las virtudes para que así ayude a b) strenuo para llevar las cosas al fin y
los demás de la Compañía (16) perfección (21)
(En especial) a) caridad para con todos los próximos y señalada- (5) acerca del cuerpo: sanidad, apariencia y edad; decencia
mente para la Compañía y autoridad (22)
b) Humildad verdadera que le hagan muy amable (6) cosas externas: crédito, buena fama... (23)
de Dios y de los hombres. (7) De los más señalados en toda virtud y de más méritos en
3° (2) a) Libre de todas passiones: (teniéndolas domadas y mortificadas)
la Compañía y más a la larga conocido como tal;
Para qué?Para que (17)
a lo menos no falte 1) bondad mucha y 2) amor
a) interiormente no le perturben el juicio a la Compañía, 3) buen juicio acompañado de
de la razón buenas letras (24)
56 57
Del interrogatorio (Dep. ad det. Doc. número 9) XI. qui spiritum missionarium conservaturus atque exteris
Missionibus impigre auxilium praestiturus
I. aptus ad promovendwn spiritum fiduciae NN. erga ípsam XII. qui... spiritum sentiendi cum Ecclesia, necnon fideli-
Societatem et arnorem erga nostram vocationem tatem et oboedientiam erga Sedem Apostolicam
II. .. .qui perducat NN ad rectam cognitionem, rectam in se et in aliis fovere valeat
interpretationem et actuosum amorem Instituti XIII. qui... incoepta et proposita Concilii Vaticani II sita
III. .. .qui valeat haec principia spiritualia perennia sermone faciat et pro viribus fovebit. An proinde —>
moderno inculcare, et applicare apostolicum nmnus Societatis propium ad
IV. qui tot quaestiones de formatione NN. sano criterio hodiernas rerum conditiones et adiuncta sedulo
considerare valeat ut dum novis exigentiis formatio confirmaba
accommodatur, debitam soliditatem conservet XIV. qui... ad revisionem operum ministeriorumque nostro-
V. qui promoveat apud NN. illam mentem et rum instituendam secun(dum) Constitutiones, ita ut
agendi rationem principiis supernaturalibus informatam apostolatus Societatis veré respondeat hodiernis
... ut facilius vitentur hodierna pericula ex Ecclesiae neccesitatibus
Naturalismo, Subiectivismo, et falso Humanismo In specie ut Ule munus a Summo Pontí-
provenientia. fice Societati demandatum, scil. ut
VI. qui curaturus sit ut NN vitam interiorem assidue atheismo validissíme obsistat, libenter et
colant; spiritum orationis et orationem ipsam haurientes
alacriter perfecturus erit.
ex Exercitiis Spiritualibus in quibus intimus S. Fundatoris
animus perstat et spirat.
VIL .. .qui in externis vitae nostrae normis apte discernere De las palabras de la Audiencia de antes de la Elección: Paulus VI (26)
valeat ea quae caduca et obsoleta fieri possunt 7 Maii 1965 (AAS. LVII, n. 7, 8 julio 1965, pg 511 ss)
ab iis quae vitae religiosae necessaria sunt et in iis urgendis
sollicitus sit "Arduum hoc est munus (elcctionis novi Generalis), praegravis momenti
negotium, quo prosperitas, emolumentum, salus et progressio Insti-
Ifol. tuti vestri contínetur.... "ostende quem elegeris" Act l - 27)
"Nos autem (S. Pontifex) sollicitudinís vestrae admodum particeps
VIII. ...qui | tam oboedientiam in subditis dum precibus vestris Nostras adiungimus optamus cupimusque
quam auctoritatis exercitium in Superioríbus
a) iuxta ipsius genuina principia theologica
. roboret [fol. 16]
b) ad efficatiorem gubernationem obtinendam, cum
vehementer ut deligendus optimi cuiusque exspectationi par sit
praepositis inferioribus et Officialibus arctissime
et necessitatibus in quibus Religiosae Familiae versatur
collaboraturus praevideatur
plene planeque suppetat.
IX. .. .qui sincere et enixe operam det ut discrepantiae ".... Attentam dabit operam cnramque eligendiis Generalis
inter riostras de paupertate leges et eiusdem Praepositus vester ut concentus vester nullum abruptum sonum
in vita praxim auferantur elíciat, sed contra sit laus plena integrae fidei pietatísque
X. ipse sit vinculum intimae unionis animorum decora, quem quidem rectum concentum plurimis vestrum
et operum inter NN ... etiam cum utroque Clero contingere gratulando animadvertimus et animadvertendo
et laicis gratulamur"

58 59
[fol. 17] a través de la oración que es un don que
está incluido en esta "gratia status".
Consideraciones sobre cada una de ¡as cualidades Confianza grande en el Señor'. El "munus Generalis"
del Prepósito General (27) es de tal grandeza que exige esa comunicación
1 del Señor. Por otro lado darme cuenta
[723] La primera es que sea muy unido con Dios Nuestro Señor refleja de la inmensidad de las posibilidades, pero
y familiar en la oración y todas sus operaciones al mismo tiempo de la responsabilidad, si no
para que —> tanto mejor del (de El) como de se procura esa eficacia sobrenatural en la realiza-
fuente de todo bien impetre a todo el cuerpo de ción de esas empresas.
la Compañía mucha participación de sus dones y gracias
y mucho valor y eficacia a todos los medios que se
usaren para ayuda de las ánimas. (folios 18,19 y 20 en blanco) (29)

1. Muy unido con Dios y familiar en la oración y todas sus operaciones

Esto exige un don muy alto de oración y una asiduidad [fol 21]
también en ella, pero al mismo tiempo una perfección
Día 5 de agosto. Meditación de la tarde 4,1/2 (30)
adquirida en el sentido de "contemplativus in actione"
pues ha de estar unido y ser familiar con Dios
Una elevación de espíritu viendo al mundo abajo y al
en todas sus operaciones.
Señor arriba. La lucha que se está realizando en el
Esta es la cualidad fundamental: de ella se ha de derivar
mundo es como se describe en las 2 banderas.
todo el bien para el General y para la Compañía.
Es una guerra de fondo, de principios, de vida o
Por eso todo esfuerzo y diligencia por adquirir y adelan-
muerte y ahora es un momento decisivo de
tar en es(e) don de oración ignaciano será poco-
la historia.
Aquellas experiencias de contacto del yo_ y de esa soledad
Yo, como General de la Compañía tengo un
interna con Dios van en esta dirección. Debo fomentar
puesto muy decisivo en esta batalla y una
en lo posible aquel espíritu. En esa soledad interna
responsabilidad también muy grande.
es en la que el Señor se comunica y en ella
y por medio de ella vienen esas "intuiciones" estilo Mi primer plan ha de ser el estar
S. Ignacio para poder ver las cosas con mucha sim- unidísimo al Señor que es quien ha de planear
plicidad y claridad junto con un convenciendo (convencimiento) esta batalla y comunicarme su plan para la
de que aquello es de Dios (28) ejecución.
La oración retirada prolongada (preferentemente Lo que debo hacer en primer lugar es
de noche) y también la breve, pero intensa, en cir- poner a la Compañía a tono con estas ideas
cunstancias difíciles en que se pide al Señor tan grandes. Tienen que vibrar todos los jesuí-
una solución de un problema, son los momentos tas con esta empresa, y al mismo tiempo
más propicios. que llevar a la vida práctica ese entusiasmo
Vida pues de oración continua. Tener la persuasión con "una entrega absoluta de sus personas".
de que así como es el Señor quien me ha elegido Es un momento en que el jesuíta ha de
para este cargo El me dirigirá y me fortalecerá demostrar lo que es o irse!

60 61
Batalla de proporciones alarmantes; es Xto. - • Satán Satán (31)
una verdadera batalla en el fondo o sea que
aunque en los procedimientos respecto a los
hombres tengamos que proceder con caridad (M)
y comprensión (diálogo, aproximación, cola-
boración in externis), es cierto que
en cuanto a principios y al último
Ac. Ext Ac. Ext
motor que mueve todo este mundo
ateo es el demonio (Lucifer) la bandera
del mal caudillo. Apost.
La lucha contra el mal Caudillo
es con armas espirituales y la crueldad
de la lucha no está más que en el En esta lucha ha de comenzarse por el interior de cada
interior del propio individuo = negación uno (como he dicho antes), es decir, la victoria ha
del propio yo: mortificación y desprendi- de comenzarse en el propio corazón. El éxito de la empresa
miento. Pero al exterior hemos de ha de garantizarse primero en su propio espíritu.
aparecer amables, agradables- Es decir, Para ello se podría comenzar con grupos que
la ludia considerada en cada uno es interna, se quieran dedicar de un modo especial a
espiritual; pues se combate un espíritu que este apostolado: Casas de espiritualidad intensa
pervade todo, (severo consigo, lucha contra de pobreza, abnegación: estudio, trabajo de equipo.
la propia carne, soberbia, pobreza). Con un ideal así se podría comenzar la "reforma"
Al exterior, como no se combate contra hom- de la pobreza y de la vida de espíritu.
bres, sino contra el espíritu que domina a La multiplicidad de actividades hace que
esos hombres, ha de ser atractivo, comprensivo, el número pueda ser grande, pero en equipos
... para que ellos mismos reconozcan su pequeños, con vida familiar austera pero con
esclavitud y ellos la rechacen! un ideal muy grande, en que se verifique
el espíritu evangélico de S. Ignacio. Los
Ifol. 22} verdaderos batallones suicidas. (32)
Estudio especial: espiritualidad especial. Trabajo y
Es decir, se trata de que la gracia obre en su
vida especial jesuíta hasta las últimas
interior; y eso se consigue con medios espirituales (en primer
consecuencias. Ya desde el escolasticado. Con
lugar) oración, sacrificio... y también con medios naturales ma-
toda generosidad espiritual.
teriales: amistad, instrucción, diálogo... Para así pro-
porcionarles las gracias actuales que van verificando el Para el plan concreto se necesita estudio pro-
proceso de conversión fundo para ver el modo más eficaz de desarrollar
esta campaña. Una vez determinado, llevarlo
hasta las últimas consecuencias.
Ya la preparación espiritual puede comunicarse
desde ahora: vida de oración intensa, de pobreza

62 63
Ifol. 231 ifol 241

de caridad y colaboración, de entusiasmo por un ideal. Meditación de las 6,1/2


Si hemos de seguir el ejemplo de S. Ignacio debemos ver
Modus procedendi:
cómo el combatió o procedió contra ¡os errores de su
1) Convencimiento y concretización de la grandiosidad de esa obra
tiempo. Procuró acentuar las virtudes, principios
(Grandiosidad porque 1) incluye prácticamente todo apostolado
y prácticas opuestas a ¡as que impugnaban sus
2) por su dificultad
contrarios y dio a la Compañía una organización
3) por su importancia y estructura propia de ¡a lucha de aquel tiempo
4) por ser mandado directamente por el
Sumo Pontífice Nosotros debemos: inculcar y proceder según ¡os principios
2) Preparado} i espirih tal: espíritu ignaciano hasta ¡as últimas conse- opuestos al enemigo - materialismo ateo
cuencias: ley interior de la caridad 1) En nuestra vida religiosa individuai
pobreza y humildad. Obediencia con una sobrenaturalidad absoiuta
magnanimidad etc... con ¡a práctica de las virtudes que
3) Estudio completo de la situación y determinación práctica más combate ese naturalismo
en grandes lineas. ' a) obediencia
4) Determinación de ¡a Compañía en ese plan b) pobreza
y su realización práctica. c) castidad
5) Realización práctica: estructuras, formación... < d) mortificación
vida de comunidad e) personaiidad natural
6) Comunicación de antemano a la Compañía de este plan d) racionalidad (34)
y comenzar la preparación espiritual ,e) vida comunitaria
Sin duda que esto levantará el espíritu y dará a la Compañía 2) Esto exige que nosotros declaremos cuales
un nuevo vigor y unión, con optimismo y entu- son esas virtudes y sus principios teológicos
siasmo. de modo que determinemos cómo procede
La lucha contra el ateísmo (- naturalismo -y la ayuda a países en eüas ¡a Compañía
paganos y subdesarrollados) en el siglo XX es (33) qué es obediencia... sus principios teológicos
¡o que fué (y aun más) la Reforma y descubrimiento su práctica
de nuevos continentes en el s. XVI pobreza en la Compañía
Esto bien presentado ha de poner a tono a toda castidad
la Compañía. Cómo comunicar y hacer que se mortificación..., etc
sienta esto de un modo efectivo? vida comunitaria
++ Papel del P. General en todo esto?

64 65
Es decir, que debemos presentar la figura con-
creta de Compañía hoy y exigirla aun
a costa de perder sujetos que no se
acomoden.
Esa claridad de ideas y ¡a nobleza en exigir su
ejecución son elementos necesarios para poder ir
adelante con la eficacia necesaria en nuestra
vida.
Un papel importantísimo de la Congregación General
es éste, el determinar estos puntos claves de
nuestra espiritual(idad) y de nuestra actividad apostólica

ífol
Meditación de la mañana 6 agosto (V Viernes)

Mi posición ante el Señor ha de ser de humildad y


agradecimiento profundísimos. El puesto para el que El
me ha elegido exige una pureza de alma extraordinaria.
Muchas razones, pero principalmente me convencen 2.
1) El agradecimiento me obliga a ser fidelísimo al Señor,
de modo que ni la más mínima cosa que yo vea
que El me pide, puedo negársela. De ahí que el
pecado, falta o imperfección voluntaria debe quedar
absolutamente excluido.
¿Cómo puedo yo mostrarme tacaño con un
Señor que ha sido tan generoso conmigo? ¿Cómo
puedo yo tratar de ofender o no agradar a Quien
tanto ha depositado en mí?
2) Ea necesidad de un contacto íntimo, lo más posible,
y continuo con el Señor me obligan a una pureza
de alma grandísima. Nuestro Señor es quien
ha de moverme e iluminarme con su gracia.
El empañar la lucidez de un alma limpia
tiene la fatal consecuencia de una disminución
de contacto con El y además de un obscurecimiento
en mi espíritu que me puede impedir vez las
cosas que el Señor quiere y cómo El las quiere
Ese continuo ver, mirar, oir... a Nuestro Señor no

69
puede verificarse más que en una conciencia lo es sin duda la "conditio sine qua non" para poder obtener
más pura posible. Esa comunicación continua me la 1" (pureza perfecta)
es absolutamente necesaria para poder desempeñar
mi cargo bien. El oir al Señor y comprender bien Ahora bien, esa pureza de alma, que puede aparecer
su voluntad exigen el corazón perfectamente lim- como algo negativo, es de un valor positivo enorme
pio. Beati mundi corde guia ipsi Deum videbunt. ya que es el modo como la "energía" positiva de
El espejo del alma tiene que estar siempre diáfano sin la gracia de Dios puede obrar y obtener efectos
empañarse lo más mínimo. (35) admirables.
De ahí que si siempre ahora adquiere una ¿A dónde me puede conducir esa fuerza omnipotente
actualidad especialísima el voto de perfección. Ahora tengo de Dios, si yo soy dócil perfectamente a su "fuerza
que observarlo con toda impulsora"?
diligencia, pues en esa diligencia en observarlo estará ¡Cuántas gracias para el cuerpo de la Compañía
también mi preparación para oir, ver y ser instru- si i/o soy dócil perfectamente al Señor!
mento del Señor: que es cumplir en todo con su La comunicación perfecta del Señor con la Compañía
voluntad. exige también mi pureza perfecta de alma.
El es quien dirige; yo no tengo más que Yo el caño a través del cual deben
oir. El inspira; yo procuro la ejecución. El corrige; yo pasar el mayor número de gracias posibles para
debo enmendarme o enmendar (a) otros de un modo visible toda la Compañía y cada uno de sus sujetos
(executio). y sus obras!

\fol. 26]
Esto es a la vez un motivo más, para fomentar en 6 de Agosto (V Viernes) Tarde 4,1/2
mi la devoción al Corazón de Cristo, ya que es la
fuente de gracias extraordinarias para la propia santifi- Un sentimiento profundo y clarísimo de la presencia
cación! Ahora me son más que nunca necesarias, real de Jesucristo en la Eucaristía. Jesucristo está en el
ya que esas gracias, además de ser para mí perso- sagrario realmente. El, el Salvador del mundo, el Rey
nalmente imprescindibles, han de redundar en bien de de la creación, la Cabeza de la Iglesia y de la Compañía.
toda la Compañía y de las almas que están en El está ahí y me habla, me dirige.
contacto con ella Solamente El Santo Padre y la Santa Sede están
Estos dos puntos son esenciales para mi vida espiritual en condiciones de interpretar su voluntad de modo
individual en orden a desempeñar mi cargo de General que se. puedan imponer por autoridad. A ellos he de
en estas circunstancias: someterme de un modo completo, humilde, leal
1) Pureza de alma hasta lo más perfecto y como decía el Sto. Padre en su última audiencia
2) Un amor al SC de Cristo con una vida de (julio 17) como cadáver.
reparación. Desde luego la Congregación General tiene
Ambos elementos están intimamente relacionados pero también autoridad sobre mí, aunque ahí yo
en nula forma de espiritualidad: amor a Cristo reparador soy también un miembro cuya opinión de
hecho ha de pesar mucho.
70 71
Este sentimiento de estar siempre al lado Y El nunca se apartará! Yo tengo que mostrarle-
de Jesucristo y de poder oir su voluntad dan confianza y fidelidad. Nunca separarme de El.
mucha seguridad y confianza y el sentido de Pero la raíz está en ese "amor amicitiae", en ese
autoridad verdadero. sentirse el "alter ego" de Jesucristo. Con una humildad
Cuando algo aparezca como voluntad clara profundísima, pero con una alegría y felicidad inmensas
del Señor, yo_ soy quien debo presentarla también.
y exigirla aunque cueste sacrificios a mí ¡¡Yo siempre con El!! Siempre colgado de sus
y a otros; y los demás son los que se labios y de sus deseos.
deben someter. ¡Qué vida tan feliz! Gracias Dios mío!
No es esto despotismo, sino ejercicio ¡¡Aquí me tienes, Señor!!
de una autoridad real que proviene de Cristo.
Naturalmente la voluntad y su ejecución
de modo concreto se conoce o al menos
se ratifica a través de los órganos que el Meditación a las 6,1/2 pm
Instituto (representante de Cristo para mí) me
proporciona (Consultores, Asistentes, etc..) S. Ignacio tuvo grandes ilustraciones trinitarias y durante sus
i'iltimos años en Roma fue extraordinariamente ilustrado
Pero Cristo está en este pequeño Sagrario a mi lado! por medio de esos dones místicos. Ea Luz de S. Ignacio
Mientras yo_ no me separe de El, El estará siempre era sobrenatural concedida por el Señor (Stma. Trinidad)
a mi lado. El me ha elegido, él me ayuda. de un modo abundantísimo.
Qué terrible si yo_ me apartara de El. Ese mismo Yo necesito ser iluminado y dirigido por el Señor:
día había caído y dejaba de ser lo que soy! el modo y medida es una cosa reservada al mismo
Señor, ayudadme, "ut numquam a Te Señor, pero yo_ tengo que hacer de mi parte todo
separari permitas!" lo posible para conseguir del Señor esas luces que
Vida de Pe, de intimidad con la Eucaristía! Mi me son tan necesarias en estos momentos tan
gran amigo, consejero, ayuda, alimento... Jesús!! difíciles de la Iglesia y de la Compañía. Cuanto
"Si ipse pro me, quis contra me?". "Omnia possum más pueda parecerme a S. Ignacio en este
in eo qui me confortat!" don de oración y comunicación con el Señor, tanto
más podré parecerme en la dirección de la
Compañía y en la solución de los problemas
Ea presencia real de Cristo, de mi amigo, alter ego, de actuales de la Compañía (que se refieren prácti-
gran jefe, pero al mismo tiempo mi íntimo confidente. camente a todos los puntos esenciales).
Ea obra es de los dos: él me comunica sus planes Ea solución está en la vuelta a los principios igna-
sus deseos; a mime toca colaborar "externa- cianos con toda sinceridad y crudeza; la aplicación se
mente" en sus planes que El ha de realizar inter- verifica lógicamente y como espontáneamente surge de
namente con su gracia. tales principios.
Qué obra tan grandiosa la que El pone en mis Estudio y oración sobre estos principios ignacianos
ma(no)s; eso exige una unión de corazones completa, su esencia, su extensión, su interpretación de S. Igna-
una identificación absoluta. ¡Siempre con El! cio. .., todo eso es vital.

72 73
IR] Vitae vcstrae tenor, qnalis addecet bonos mil(lit)es Chnsti
[fol. 29] operarios strennos nec nnquam reprehéndanlos, firmi-
tcr innitatnr oportet sanctitatis moribns, vobis
propriae, evangelicen' aséeseos forma austera
7 - VIII - Medí, mañana. 9,1/2 tenor vitae et virilis animi robore spectanáa; componatur
virtutes oportet disciplina nequáquam nntabnnda nec
Reí/ temporal (41) proprii animi inclinationibns fracta, sed alacri,
El plan de Jesucristo de la salvación de todo el mundo prompta et ómnibus in snis modis et rei
es grandioso. Pero ahora toma para mí una forma muy concreta effectibns aequa et stabili.
de colaboración como General de la obra más influyente [C]... Scmper ómnibus cavendum est, ut in sentiendo,
in docendo, in scribendo, in agenda nolint
de la Iglesia. cnvendttm conformar! Imic saeculo, et circumferri omm'
En primer lugar es necesario tratar de ver bajo desiderium novitatis vento doctrinar, ct pracposteris novitntibus
la luz de la fe y con una consideración o experiencia concederé, praeter modum proprio indulgentes
interna individual (un conocimiento interno) qué es arbitrio.
lo que eso significa. Esa experiencia interna me lia
de llevar a una entrega absoluta; por su grandiosidad, ¡fol 30]
por su transcendencia para el mundo todo, por su belleza, [D](Ecclesia agnoscit smgulariter erga se vos esse filios (43)
no hay empresa más noble. deditissimos, apprime vos diligit, vos in honore
babet et, liceat Nobis audax adhibere verbum,
vos reverehir)
En 2° lugar, supuesta esa entrega absoluta, hay que
Ecclesia sancta Dei vestra eget sanctimonia
buscar pedir en la oración que el Señor me comunique sapientia, intelligentia rcrum, strenuitate, idque (44)
sus planes. La obra es vastísima y complejísima; que a vobis poscit. ut priscae fidei retinentissimi
se puede enfocar de una manera muy diversa fíde retenta de thesauro coráis vestri nova et velera pro-
y con una generosidad y desarrollo vario: ¿Cual es nova et vetera feratis in auctiim universae gloriae Dei et
proferantur in humani generis comparandaiu salutem,
el plan del Señor?
in nomine Domini ¡esu Christi, qnem Deus
3: Hay un punto clave concreto en que el Señor por exaltavit et áonavit illi nomen, quoá est
medio de su Vicario ha manifestado su voluntad. super omne nomen!
La lucha contra el ateísmo en todas sus formas. (42) [El De formiáutoso periclito Inunanae consortioni
[A] cumprimis catholici nomims esse robar solidissimnm instanti loquimiir, áe atheismo.
et Apostolwae Seáis addictnm deditumque aginen, ...Quorum omniuin áeterrima putanda (45)
exercitata virtute instnictiitn. est, cum de antitheismo agitur, áe pugnad
specialis fiáelitas Quo in servando sacramento militiae impietate, quae non soluní sententia mentís
erga S.S. si alii religiosi sodales fideles debent essc et actione vitae áenegat esse Deuin, sed etiam
vos aiitenifidelissimi, si alii fortes, vos De atheismo contra theismum arma suniit eo consilio, ut
fortissímí, si alii lecti, vos lectissimi. relígionis sensiim et quidqitid est sanctum
piuinque radicitus evellat.

Societati ¡esu, cuius apprime propium


est Ecclesiae et religioni sanctissiinae praesidio
esse, cum ncerbiora témpora vertunt.

Hoc demandamus munus:

74 75
ut coniuiictis viribus atheismo obsistant [fol. 33]
vnlidissime sub signo et adíutorio fulti, (46)
Munus: finís Sti. Michaelis, principis militine coelestis, (49)
ciiius ipsa appellatio victorinm vcl
fulgurat, vel futuram portendit. Preparación de la 2" sesión de la C. G.
Onnproph'r ignatiani sodales:
"omni cxperrecta virtute, hoc bonitin certent 1) Ver los Postulados dirigidos al P. General
certamen, millo praetermisso consilio, ut cuneta bene Además de dar las respuestas, estudiarlos para
disponantur etfeliciter cedant. ver qué se deduce (si algo) de SIÍS ideas, etc.
Ob id igitur investigent, omnígenos collant 2) Reunir la Comisión determinada
nuntios, typis, si oportct, cudant, ínter se disceptent
3) Pedir noticias del modo como van procediendo las
Media parent huius reí peculiariter studiosos, sacras
distintas Comisiones
adhibenda preces fundant, iustitia et sanctitate eni-
teant, pollentes et instructi elloquentia oris
4) Crear una comisión de Re temporali: Durocher, Walter, etc
et vitae, coelesti coruscante gratia cui 5) Preparar algo respecto al ateísmo y comenzar ya (a)
referri possit illud S. Pauli Apostoli "Sermo meus... preparar planes etc; tener reuniones acerca de
aCorll,4) (47) ello. Sociología Greg. - Theologos Philosofos
Acción Populaire etc
¡fol. 31] 6) Establecer el Secretariado de Misiones
7) " " de Espiritualidad ignaciana
Otiod libentius et alacrius perficietis, si mente vestra
8) Estudiar las actas y relaciones para poder orientarlos bien
iwrsaventis illud muniis in quod absolvendum
est voluntas incumbitis et nova contentione incumbetis,Mm 9) Escribir a la Compañía una carta oficial sobre la
S. Poiltificis fuisse hlbitn jiestrn stntiiium ird mimua fidelidad al Sto. Padre y explicar un poco
ah Fcclesia a Summn Pontífice nnhit mneredi- su encargo sobre el ateísmo y sus direcciones
hmi esse. generales sobre la Compañía (audiencias 7 Mayo 17 de Julio)
Sanctus Jgnatius, pater legifer vester, tales vos voluit, ( " la mía privada (50)
tales Nos quoque volumus Kfideles omnino erga S. Pontificem)} (48) 10) Comenzar la preparación del surivey sobre sociología reli-
pro certo habentes eam, quam in vobis collo- giosa para conocer el papel de la Compañía en el mundo.
camusfiduciam amplíssime impletum in ac 11) Ponerme en comunicación con las reuniones de los Provinciales
impida huiusmodi vota Societatis lesa, ubivis por Asistencias
ipsa toto orbe terrarum militat, orat, agit, 12) Escribir varias cartas "oficiosas" (más de carácter personal o
largifluam messem reflorentis vitae et prae- a algunos grupos) sobre algunos puntos de interés
clarorum meritorum, quibus digna Deus praemia
attribuet, parilura esse.

(fol. 34 en blanco)
(fol. 32 en blanco)

76 77
¡fol. 35] En esta planificación mundial y su realización la Compañía
Meditación de media noche 8 - VIII (51) debe aportar todos sus elementos, que son muchos
1) una extensión por todo el mundo
La lucha contra el ateísmo recomendada por el Sardo Padre 2) una centralización sana y fuerte
de una manera tan apremiante es de una importancia 3) una multiplicidad de obras de todo género
grande y complejidad extraordinaria. 4) una posibilidad de creación de nuevos tipos de obras
Es Ja voluntad de Cristo y su Iglesia!! o de reorganización de. las presentes (52)
Es de tal profundidad y transcendencia, que es mayor que el
peligro de la Reforma en el siglo XVI. ¡1
Si se considera en el siglo XVI ¡a Reforma unida al Indirecta contra el naturalismo
enorme problema de la Evangelización de los pueblos descubiertos
entonces (América - India - Japón), este problema se asemeja [fol 36]
en sus proporciones.
La Iglesia entonces realizó una obra gigantesca y Ahora bien, esa acción hay que comenzarla dando a los valores
dentro de la Iglesia fué la Compañía la que se distinguió su verdadero lugar, según la mente de S. Ignacio
por su eficacia en el trabajo: Canisio - S. F. Xavier - Anchieta - Los valores espirituales se imponen los primeros
Las reducciones del Paraguay - Nobili - Ricci... son símbolos. Los " " en la Compañía " " ya que una acción
Hoy el problema es más vasto y profundo. Es la obra de de este tipo supone un espíritu genuinamente ignaciano
iodo el mundo ya descubierto (y) pero el imlor que se llevado hasta las últimas consecuencias:
presenta por salvar es el de la idea misma de Dios. La espiritualidad ignaciana realizará aquí maravillas
Los procedimientos del ateísmo son: (1) además de los 1) Sumisión a la Santa Sede (originaria del plan)
tradicionales propios de la naturaleza huma- 2) Su entrega incondicional a Cristo (Rey Temporal)
na caída, (2) los de una lucha organizada por todo el 3) La valoración y conocimiento teológico de la ludia
mundo, (3) agresiva por a) el modo de proponer sus ideas en el mundo de hoy (Dos banderas)
b) los procedimientos de violencia de 4) análisis de su situación "
la libertad y persecución abierta 5) Entrega absoluta con desprendimiento de todo, hasta
(4) la solapada del naturalismo de los valores más íntimos y personales humanos
Acción teísta y sobrenaturales (3er binario. 3er grado de
Ante tal lucha tan vasta, tan profunda t/ tan eficaz humildad)
hay que oponer una defensa y un ataque, que sea 6) Universalidad de medios : (Principio y fundamento. Tantum
también proporcionado a la empresa. quantum) sin excluir nada (I)
1- 1) Una acción mundial centralizada (=con una organi- 7) Máxima eficacia en el uso de sus medios sin
Directa zación central dirigente). limitaciones, "quod magis conducit" (53)
(contra el 2) total, que abarque todos los elementos 8) Duración del trabajo sin límite de tiempo
ateísmo) 3) planificada espiritual y cientificamente al máximum "siempre buscando; fin de todas las cosas" (54)
4) espirituales 9) Verdadero sentido del contemplativus in actione"
materiales Movilidad máxima, pero dirigida desde el centro; (55)
religiosos sacerdotes 10) todo vivificado por la más profunda caridad y amor
seglares <¿~-- laicos, a Dios: Contemplaciones de la vida de Cristo (Rey temporal,
etc.. Coloquio de los pecados)
78 79
a) Amor personal a Cristo d) (A) La idea de la Compañía y la que S. Ignacio tuvo no es
b) " " a la humanidad (almas) un dogma de fe; se puede modificar (Si S. Ignacio hubiese vivido
c) " " ala Trinidad(Contempl.adamorem) hoy, hubiera fundado otra
11) Todo en sumisión a la Sta Sede en Ja coordinación de esos cosa)
trabajos con el resto que quiera organizar la Iglesia. Distinguo: es cierto que no es una idea inspirada
in sensu Sacrae Seripturae, Concedo
(I) aquí tiene importancia especial el uso de los medios Pero no cabe duda que son gracias inspiradas
y bienes y gustos naturales para combatir el naturalismo. en unas intuiciones místicas de una altura y
No solamente con la negación absoluta de esos bienes se llega perfección extraordinarias (así pues, no(n)
al fin. Hoy al contrario es más eficaz el saber usar de son inspiradas por Dios a través de grandes dones
esos bienes y placeres naturales, pero sólo en cuanto son místicos: negó)
medio para una sobrenaturalización de la sociedad Esto lleva a un estudio mucho más profundo de
Ifol. 37] la persona y espiritualidad ignacianas; Muchas de las ideas y
proposiciones que hoy se hacen por muchos demuestran una
Valor de ese plan para la misma Compañía:
ignorancia crasa de las cosas de S. Ignacio y de la Compañía.
Esta acción impuesta por la Sta. Sede tiene todos los elementos
De ahí que es necesario fomentar mucho más esa
(para) ser un ideal renovador en la Compañía (56)
A) Negative: Removiendo algunos obstáculos que se oponen al amor espiritualidad y su conocimiento.
y entusiasmo de algunos por su vocación (B) Si San Ignacio hubiese vivido hoy hubiese fundado otra orden
a) La Compañía ha pasado; su función ya no es del siglo XX religiosa, tal vez un instituto secular.
-No. 1) El Papa nos llama No. Precisamente los elementos esenciales de S. Ignacio
2) precisamente en nuestra espiritualidad y características
de organización están las raices de lo apropiado ífol. 38]
para esta empresa hodierna Formula Instituti, Constituciones y sus ideas generadoras, Exercicios
b) La acción moderna exige otra clase de espiritualidad.
presentan los elementos que hemos considerado como los de
-No; 1) precisamente el Sto Padre apela a nuestra tradición
máxima eficacia para esa acción moderna y es como nos quiere
y nos quiere como somos
el Papa.
2) si hay (y ciertamente hay) una necesidad de examen
y reajuste, la Compañía está hoy dispuesta La necesidad de accomodación de algunos elementos
(como lo ha demostrado en la C. General) (o quizá de muchos) es evidente, pero en los mismos
a analizarlo todo hasta en las bases. principios ignacianos hay esa adaptabilidad, más aún esa
c) Falta planificación; no sabemos a donde vamos exigencia de adaptabilidad que han de hacer de la
No: 1) Precisamente es ya lo que de un modo concreto Compañía el instrumento más eficaz.
y definitivo nos lo ha señalado la Iglesia Tenemos en nuestras manos el espíritu evangélico
"Zielbewusst" universal y la capacidad de adaptación de la Compañía
2) Además, para realizar esa acción hay que crear un es casi ilimitada.
plan a base de estudio profundo y consideración B) Positive Cfr 10,1-3 (57)
científica que humanamente considerada sea Puede ayudar esta acción de muchas maneras
la más eficaz 1] Descubriendo que ese ateísmo tiene un influjo en

80 81
la vida religiosa de hoy de dos formas principales: B) Ese entusiasmo colectivo A.A.A. debe llevar a un entusiasmo indi-
a) con una debilitación en el espíritu de fe vidual, que vaya a las raices del mal para curarlas.
y con dudas sobre la misma fe. Supuesto que ese ateísmo es el fruto y el origen de
b) con una actitud naturalista en la concepción un naturalismo, que lo penetra todo, debemos ver cómo en
de la misma vida (religiosa también) (naturalismo) la Compañía y en cada uno de nosotros ese naturalismo
puede haberse infiltrado y contagiado.
Así pues, la lucha A.A.A. empieza en nosotros mismos
21
con una A.C.N. (contra el Naturalismo)
1] El antídoto contra el Naturalismo es para nosotros
El naturalismo es en muchos casos un comienzo, el primer escalón (58)
el ignacianismo; esto nos debe llevar a un conocimiento
para caer en un ateísmo, al menos, práctico, que puede
más profundo del Igmo. y a una aplicación hasta
después conducir al teórico; la lucha contra el naturalismo es
sus últimas consecuencias
muy diversa a la del ateísmo militante y agresivo.
Esto nos llevará a una renovación espiritual
El naturalismo es mucho más solapado. Tiene puntos buenos
espontanea, salida del interior de cada uno de
y ataca a los mismos creyentes y a los religiosos,
nosotros.
es una plaga sumamente difícil de combatir. Hay que
estudiarlo afondo. 2] La necesidad de dar eficacia a nuestra obra A.A.A. nos ha
de llevar (según los principios ignacianos) a estudiar el problema
Ifol 39] con toda su amplitud y profundidad; del cual ha de
resultar un plan total de acción, que dará a nuestra
Ea Compañía ante esta acción vida y ministerios el significado y la forma Hodierna
(efectos de la acción en la Compa(ñía)) de la Compañía en el mundo.
Aquí estará fundamentada la selección de
Esta acción confiada a la Compañía es un objeto nuestros ministerios, según su eficacia para esa A.A.A.
sumamente, adecuado por su espiritualidad y organización.
Es decir, la Compañía está capacitada con sus fundamentos Ifol. 40]
espirituales y orgánicos para desempeñarla, aunque para ello
tenga que acudir a sus últimos recursos fundamentales (59)
y de adaptabilidad.
Pero al mismo tiempo esta acción entendida 3] Lo gigantesco de la obra y su dificultad ha de ser
con toda su profundidad, amplitud y complejidad es el mejor argumento y fuerza para demostrar y e impulsar
la gran fuerza que puede ayudar a una verdadera Reforma a una labor de equipo (team-ioork) que es enteramente
y reestructuración de. la Compañía, así como a una contraria al individualismo (hoy tan extendido), provincialis-
elevación de su espíritu. mo y asistencialismo, dando un vuelo internacional
Esta acción anti-atea (A.A.A.) exigirá que se. estudien mundial = católico a la obra de cada uno.
las estructuras de la Compañía y su espiritualidad. Teniendo 4j Supuesta esta claridad defines y unidad suprema de acción
en cuenta que su acción ha de. tener eficacia no solamente (con la variedad propia de circunstancias, etc...) se ve la
A) en los individuos, sino también (y sobre todo) en las estructu- necesidad absoluta de una obediencia ignaciana,
ras sociales, nuestro modo de proceder debe ser sometido la cual asegurará
a un examen sincero y bien valorado a) un diálogo ignaciano entre subditos y Superiores

82 83
(consulta en el sentido más amplio de [fot 41]
cuenta de conciencia de un modo sincero y prudente, bajo la dirección
la palabra) de quien bien nos conoce personalmente, pero siempre
consultas, reuniones, reportes técnicos) con la conciencia de que el último responsable
b) una mobilidad ignnciana también ("inestabilitas Soc") soy yo (N.B. no hablamos de escrúpulos, etc., aunque
(cfr. Civilta Cattolica Mayo 1965 pg 350 6" linea) (60) también hay que tenerlos en cuenta.... para el futuro)
c) una su(b)misión absoluta a las decisiones últi- El planteamiento presenta un aspecto muy delicado
mas (según las normas de S. Ignacio, en punto a la vocación a la Compañía. Es necesario
representaciones, recurso al Superior mediato, etc.) que en el Noviciado uno se presente este problema
5] Tratándose de una lucha en que la vida es el gran argu- con toda crudeza y si después se ve que por
mento (en este mundo existencia]) nos llevará a falta de madurez o dirección no se ha verificado, se
dar el testimonio externo practicando lo que en- haga esa confrontación con la realidad concreta,
señamos: vida de pobres, austeridad. jesuítica, cuanto antes.
N.B. Tal vez esto dé origen a un tipo de casas (N.B. Los problemas filosóficos y teológicos son también para consi-
especiales, que habría que estudiar (Casas del testimonio derarlos como algo propio, cuando se vea necesario...)
C.T.) 7] Un deseo del desarrollo de sus propias cualidades con un con-
Además el problema es tanto más urgente por(que) la vencimiento
necesidad de vivir en ese mundo naturalista, pero sin de su responsabilidad personal en ese sentido hará que
pertenecer a él en espíritu exige una valoración y la colaboración sea persojial y con el máximo de certeza.
uso de las cosas naturales de modo que seamos Durante toda la formación un esfuerzo (constante, sereno,
atractivos, sin contaminarnos; lo cual es mucho más bien dirigido) personal, individual.
difícil que la abstención absoluta. Pero al mismo tiempo con un desprendi-
tiso de las criaturas, pero con el " detachement" absoluto. miento absoluto para poder sacrificar lo individual
(No cabe duda que esto exige una formación espe- a lo colectivo.
cial ...y un espíritu fortísimo). (N.B. Los conceptos erróneos sobre "los derechos del hombre"
6] Ese naturalismo ateo tiene un influjo en la vida religiosa (61) 1) Concepto de desarrollo de la personalidad
que aparece bajo dos formas principales: 2) " de libertad
a) con una actitud naturalista en nuestra 3) " de amor, etc..)
vida religiosa que hay que combatir de un modo
prudente y enérgico
b) con una debilitación en el espíritu de fe
y con dudas sobre la misma fe
(fol. 42 en blanco)
Esto nos ha de llevar a un querer practicar
más y más en las verdades de la fe en la
oración y estudio; ese pedir constantemente el espíritu
de FE y el estudio filosófico y teológico adecuado de
las cuestiones, no sólo "in genere", sino también de un modo
personal individual; conviene plantearse estos problemas

84 85
ífol. 43] [fol. 44}
(62) 6) Para hacer ese esfuerzo dicen que hay peligro de
matar la gallina:
3] En este contexto adquieren las Misiones una luz especial. (63) No, 1) porque esas empresas Misionales
Porque: 1) El mayor número de ateos (prácticos y aun teóricos suscitan más vocaciones en los países católicos
en sentido de que creen en un Dios enteramente 2) porque los países paganos dan,
primitivo) está en esos llamados países de cuando se convierten, proporcionahnente
Misión. tantas o más vocaciones que los países
2) la dificultad de la conversión es grande, católicos; lo cual es una esperanza
pero las esperanzas son aún mayores que en grande para el porvenir.
los países descristianizados,
(cuando se habla de dificultad, no olvidemos lo ífol. 45]
difícil que es también convertir al ateo occidental)
3) en esos países numéricamente tan superiores Órganos conectados con A.A.A.
y de una cultura y cualidades humanas tan 1] Burean de colaboración espiritual
grandes está el porvenir del mundo del futuro Buscar oraciones y méritos espirituales (Cruzada espiritual)
4) El problema de conversión es ya un problema de a) Apostolado de la Oración + Cruzada Eucarística
carácter universal con características muy b) Congregaciones Marianas
comunes en todos los países; esas diferencias c) Otras asociaciones piadosas: Buena muerte, Marías de los Sa-
más que por continentes se determinan por grarios etc.
avance de cultura, d) Mundo Mejor? (su colaboración ha de ser también
v.gr. Japón presenta unas dificultades muy similares más amplia) (64)
a las de Francia o U.S.A. en sus
neopaganismos. 2/ Colaboración de los Laicos: Burean laical
en cambio Malaya o Rangoon presentan que estudie la formación de los laicos en el A.A.A.
otros caracteres más comunes a otras sus trabajos y colaboración
a) en la parte espiritual
naciones de África, etc.
b) en la parte de acción
De ahí que al hablar de Misiones debemos
Importantísimo el dar con la fórmula para tener la
cambiar el concepto antiguo: trabajo en países
máxima colaboración y la más eficaz de los laicos.
retrasados cultural y técnicamente, con
Tal vez el ir formando institutos seculares por (65)
problemas muy primitivos y aplicando
diversos países o provincias: bajo una fórmula más
en el trabajo medios también muy primitivos. o menos uniforme y después poder formar una federa-
5) La oportunidad que aún queda en la mayor parte ción, que llegase a una unificación.
de los países aún paganos, no sabemos cuán(d)to Sería interesante ver lo mucho que hay en
durará: el ateísmo comunista hace avances ese sentido.
decisivos en todos los Continentes. 3] Mundo Mejor (dejar la iniciativa a sus fundadores...)
Urgencia del trabajo y de esfuerzo apostólico. pero tal vez sería bueno:

86 87
1) imbuir en este espíritu a los Institutos seculares ¡fol. 47]
xja existentes
(66)
2) " a los sacerdotes; tal vez anunciarlo en
alguna forma muy elástica Swain Advic
3) creación de algunos asistentes, cuyo Dezza Stu. NW. Delegat
O'Keefe Sto. Unive. PR-
fin sea ¡a difusión de este mo-
Varga Caria organiZüás»
vimiento etc
(no el crear algo distinto con
espíritu diverso independiente, sino crear Consüiarii Periti Assistentes regionales
órganos reconocidos por la Sta. Sede Oñate
que puedan ser los difusores de - Missionis Dargan
las ideas del M.M. de Souza Roma América P. Small
Siweck A.L.S. Acevez -Perito Ama. Lat
[fol. 46] . Smetzer A.L.M. Sarti -Form NN
Ext.O. Dargan -Miss
4] Burean para obtener recursos para A.A.A. Carrier lnd. D. Souza -Miss
Miembros pueden ser unos residentes en Roma otros fuera Pin París-Roma Planific. total
Roma: O'Keefe, de Marco, Durocher -Social Acci. Populaire Alemania Schonenberger -Ecum
Fuera: de Brevery, Kocliansky, Reinert, etc. Francia Giuliani -Sp. Ign.
Villamandos, Bouchard, Escalada, etc Ingl. Smock -Miss. (Afric)
Ryan (Clerence) Spain Blajot -Format. NN.
NN. P. Dezza - Slav. Mruk -Cortina de acero
Fuentes -Educación Roma Italia Ganzi - ?
A Contribuciones de las Provincias y obras de ¡a Compañía Ext. P O'Keefe,'te
< (¿donde?)
B Asociaciones Internacionales sub diverso respecta N.Y.
Educación, Obras sociales, benéficas... Vat. París
C Asociaciones Católicas: Misereor, Adveniat, Asociaciones en ^ Eccl. <^f~ Roma
diversos países -P.R. / / " " Religiosos Zurich
D Fundaciones: en U.S.A. y otros países — Laicos apóstol
— Turistas especial. P. ¡acquet
E Creación de un grupo de personalidades (Lucha contra
~ " generales
el comunismo o algo parecido)
-Mass. Comm. Clattde (N.Y.)
Filantrópico
-Ecumenismo P. Schonenberger (Roma) -Cine bra?
F Crear algún elemento Productivo - Lapique -Sp. Ignatiana P. Guliani (Roma)
G Obras varias (?) 4 Ass. General.
P. De Souza
Los PP. que ya estuvieron en esta clase de obras -Planificación total <^¡f-— Calvez (Roma)
pudieran contribuir si este programa les ayudase Hirschmann
de modo que 3/4 quedase para ellos y 1/4 para A.A.A. Theol: Danielou, Lubac, Alfaro, Rahner, Dhanis
-Doctrinal <
*Phil: Coreth, Lonergan

88 89
[fol. 48] [fol.
Jesucristo y yo - La relación personal única
A. A. A. Es cierto que el amor personal a Cristo es necesario y que
S.J. Extra-S.J un aumento en él es un aumento en las gracias personales
católicos Acatólicos y también en las que se conceden a la Compañía, como
Protest. A.Christian cuerpo.
Relig Bonae vohintatis Ahora bien, es(e) amor personal tiene un carácter de
exclusividad o de unicidad muy importante. Al fin y al
Oración specíal cabo lo único que queda es Jesucristo. El resto de la colabora-
ción, estima personal y hasta amor sincero, queda
Formatio NN oración acción siempre como algo contingente limitado, temporal, varia-
Actio Religiosos ble. .. Lo único que queda siempre y en todo lugar,
Religiosos - Laicos Clero secular que me ha de orientar y ayudar siempre, aun en las
-científica Laicos circunstancias más difíciles y en las incomprensiones más
-docente Sacerdotes dolorosas, es siempre el amor del único amigo, que
-social es Jesucristo. Esto no quita nada a las demás amista-
-caritativa
des y a las relaciones verdaderamente caritativas de
-Predicación: Ex etc
tde estudio
una gran sinceridad y valor de parte de los seres hu-
. obra manos. La vida es así, los hombres somos así, y
, de. acción las dificultades personales subjetivas son tales, que sola-
-centros especiales escrito mente se puede contar siempre y en todas circuns-
tancias con Jesucristo.
\ formación de leaders Idea de un valor inmenso. Hay que llegar al conven-
\ Mundo mejor
cimiento teórico y práctico de ello. Jesús es mi verdadero,
perfecto, perpetuo amigo A El me debo entregar y
de él debo recibir su amistad, su apoyo, su dirección.
Pero también su intimidad, el descanso,
la conversación, la consulta, e¡ desahogo...; el lugar
es ante el Sagrario: Jesucristo nunca me puede dejar.
Yo siempre con El. Señor, que yo no te deje
nunca. "Et numquam me a Te separar! permitías"

90 91
Ifol. 501
El elan apostólico

Absolutamente necesario es hoy ese elan - (entusiasmo, dinamismo...


optimista); la obra que tenemos que realizar es demasiado
grande y difícil (complicada, obstaculizada, de estudio profundo
1/ realizaciones delicadas, rápidas, etc...) para que nos podamos
permitir el ver las cosas con indiferencia o con una
calma lenta.
Naturalmente esto no quiere decir que tengamos que
estar en perpetuo movimiento externo; pero sí en continua
"quasi-tensión" de trabajo tratando de realizar lo más
que podamos por la gloria de Dios y bien de las almas.
Ese elan, que procede del amor de Cristo y
que se manifiesta en un santo ímpetu de eficacia,
de realizaciones (N.B. Cada obra tiene su aspecto
pero no cabe duda que hay en todas un común deno-
minador de "entrega absoluta y eficaz para conseguir
el fin pretendido": U)tas con actividades externas, otras
con fervor interno reconfortado en una gran paciencia y
estabilidad... , pero todos vibrando por el amor de Xto.
y procurando el máximo bien de las almas)

92
Ifol. 511

El amor personal hacia Jesucristo


hacia los miembros de la Compañía
Es absolutamente necesario y base para la identificación con El;
es decir, para llegar a ser poseído de su gracia en tal forma
que sus pensamientos sean los mios y su querer el mío.
Esto se verifica a través de las gracias eficaces.
Llegar a esa identificación es el ideal y el secreto
de la verdadera santificación y del verdadero desempeño
de mi papel de General, ya que no soy sino un
instrumento racional de El; no solamente un segundo
subordinado (en el sentido humano), sino un verdadero
instrumento que no debe actuar sino movido
por la causa principal
[Qué alegría y felicidad poder llegar a esto!
Tarea difícil, pero que el Señor puede concedérmela
en un momento. Esa gracia me es necesaria...,
luego el Señor me la concederá. El sabe cuándo,
cómo y en qué extensión...; me pongo por completo en
sus manos, ya que es cosa enteramente suya.
Yo no puedo poner ningún obstáculo a esto. Al contrario,
en cuanto esté de mi parte debo colaborar con El pa-
ra que ese ideal se verifique pronto.
Desprendimiento, fidelidad, constancia en
la oración; práctica de ese espíritu frecuentemente (mejor
siempre). Son Jos medios que yo puedo utilizar para
acelerar esta transformación
Esa unión transformadora es el origen de las gracias
para mí y para la Compañía.
Yo debo ser el canal; pero también el motor
de la Compañía; canal por el que pasan esas
gracias de Xto. a la Compañía. Motor impulsándola
con un ELAN sobrenatural que se esparza a todo
el cuerpo de la misma. (67)
Ese elan divino que late en el corazón de Xto.
me es absolutamente necesario para poderlo contagiar y
transmitir a los demás.

95
Ese clan es necesario para poder realizar ¡a
difícil obra de la Compañía en el mundo. Hay que
recibirlo en la oración y transmitirlo por todos los medios;
de allí la importancia del contacto personal
con Xto. por un lado y con los sujetos de la Compañía
por otro. Xto —> General —> Compañía
De ahí que esa comunicación del General con la
Compañía (de un modo personal), tan deseado por
S. Ignacio, hoy pueda verificarse de un modo
más fácil por la facilidad de medios de comunica-
ción.

Ifol. 52]
Notas al autógrafo
Jesucristo
del P. Arrupe
i
P. General
i
comunicación (1) Elegido general el 22 de mayo de 1965, quince días des-
sobrenatural medios naturales
Generales
pués de comenzada la Congregación General XXXI, su itine-
oraciones, Misas /
sacrificios / / / Regionales rario documental oficial a la Compañía de Jesús, desde esa fe-
/ 1 , Cartas -{ Comunidad con tono y contenido cha y hasta el 1 de agosto, cuando comienza sus Ejercicios, es
y C/í7Sf personal el siguiente:
contacto Instrumentos] Radio \ Individuo 24 de mayo: Primer saludo, como general, a los participan-
directo ÍT.V. tes en la Congregación General y a toda la Compañía (cfr.
personal •. * Telex
anexo 2). Telón de fondo de no pocas de las vivencias que
/
Llaman loa Visitas aflorarán en este texto.
Roma a las Provincias 17 de junio: En plena Congregación General envía a la
Compañía las «Litterae Pontificiae» de S.S. Pablo VI, sobre el
culto al Sagrado Corazón de Jesús (25 mayo 1965), dirigidas a
Hay que Imcer un gran esfuerzo por multiplicar y personalizar los superiores generales de seis institutos religiosos de varo-
las relaciones del General con la Compañía y con sus miembros. nes «vinculados con especial título de devoción» al Sagrado
Lo que S. Ignacio pudo hacer por el escaso número de sujetos Corazón (cfr. anexo 3).
a pesar de lo primitivo de los procedimientos, hoy se puede 13 de julio: Comunica a la Compañía los decretos de la
consegiár en gran parte a pesar del número por la facilidad Congregación General sobre «La formación de los Escolares,
y adelanto de los medios de comunicación especialmente en los estudios», sobre los asistentes generales
En este punto no perdonar medio, ni gasto; (28 de junio) y los nombres de los elegidos como tales (29 de
es vital para el gobierno de la Compañía a lo S. Ignacio. junio), la elección del Admonitor del General (8 de julio), así

97
como el nombramiento por el P. Arrupe de once asistentes dispersará; y tú te alegrarás con el Señor, te gloriarás del San-
regionales. to de Israel» (Biblia del Peregrino).
15 de julio: Hace llegar a la Compañía tres decretos: el de la (6) Continúa el Principio y Fundamento, Ejercicios Espiri-
interrupción de la Congregación General y su continuación tuales, 23. Prácticamente dedicará a él los días 2, 3, 4 y 5 de
en septiembre de 1966; el de la posibilidad de flexibilizar la agosto por la mañana, aproximadamente un tercio del texto
duración en el cargo del Prepósito General; el de la misión del manuscrito.
(7) Uno de sus primeros y más ambiciosos objetivos como
Papa a la Compañía acerca del ateísmo (cfr. anexo 4).
General es el de hacer un estudio sociológico de la realidad
31 de julio: Festividad de San Ignacio, se dirigirá de nuevo
mundial, que sirva de base a los proyectos apostólicos que
a la Compañía (cfr. anexo 5) dando cuenta de los trabajos rea-
convenga hacer. Escribe a la Compañía con fecha de 9 de di-
lizados por la Congregación y de los trabajos pendientes y en
ciembre de 1965 poniendo en marcha este sondeo, promo-
curso durante la intersesión, y compartiendo las tres reco-
viendo comisiones y coordinadores provinciales para este fin.
mendaciones del Papa en su audiencia privada con los asis-
Seguirá este proceso de forma muy personal, como quien es-
tentes generales el día 17 de julio, a los dos días de dar por tá convencido de su eficacia y necesidad, con otras decisiones
concluida la primera sesión. suyas como la de 21 de marzo de 1966. El resultado fue desi-
(2) Const. 666, 667, 723-735, 789-790. gual entre unas zonas y otras, pero cuando menos sirvió para
(3) Const. 719, 766. hacer tomar conciencia de la novedad cultural, social y reli-
(4) Se trata propiamente del versículo 6. La referencia, ci- giosa de la humanidad.
tada de memoria probablemente, es: «Si os convertís a él de (8) Su personal devoción al Sagrado Corazón de Jesús,
todo corazón y con toda el alma siendo sinceros con él, en- ampliamente testimoniada en su vida y en sus escritos
tonces él se convertirá a vosotros y no volverá a ocultaros su -también reiteradamente en éste-, había hecho su aparición
rostro. Ahora mirad cómo os ha tratado y confesaos a él a bo- pública en la Consagración de la Compañía al Sagrado Co-
ca llena» (Biblia del Peregrino). razón el 24 de mayo (cfr. anexo 2) y en su carta del 17 de ju-
(5) «8Tú, Israel, siervo mío; Jacob, mi elegido; estirpe de nio a la Compañía adjuntándole las «Litterae Pontificiae» de
Abrahán, mi amigo. 9Tú, a quien tomé en los confines del or- Pablo VI de 25 de mayo sobre el culto al Sagrado Corazón
be, y llamé en sus extremos, a quien dije: "Tú eres mi siervo, de Jesús. En esta ocasión afirmó: «Aunque corresponda a la
te he elegido y no te he rechazado". Congregación General XXXI examinar los postulados recibidos
U)
No temas, que yo estoy contigo; no te angusties, que yo sobre el culto al Sagrado Corazón de Jesús y proponer sobre ello
soy tu Dios: te fortalezco y te auxilio y te sostengo con mi sus recomendaciones, he juzgado, sin embargo, convenir transmi-
diestra victoriosa. "Mira: se avergonzarán derrotados los que tiros ya a todos vosotros las Litterae Pontificiae y empezar a cum-
se enardecen contra ti; serán aniquilados y perecerán los que plir así la principal parte de mi oficio, a saber, comunicar a la
pleitean contra ti. Compañía los deseos del Sumo Pontífice (...) Es clara igualmente
"Porque yo, el Señor, tu Dios, te agarro de la diestra, y te la respuesta que debemos dar, tanto por nuestra tradición en vivir
digo: "No temas, yo mismo te auxilio". 14No temas, gusanito y fomentar esta devoción, cuanto, sobre todo, por nuestra obedien-
de Jacob, oruga de Israel, yo mismo te auxilio -oráculo del cia y fidelidad al Vicario de Cristo, que me fue especialmente gra-
Señor-, tu redentor es el Santo de Israel. to significarle de nuevo en la audiencia privada del 31 de mayo de
15
Mira, te convierto en trillo aguzado, nuevo, dentado: tri- este año» (AR XIV, 614).
llarás los montes y los triturarás, convertirás en paja las coli- (9) Aunque la grafía es suficientemente clara como «dis-
nas; 16los aventarás, y el viento los arrebatará, el vendaval los co», cabría que se tratase del término «discurso» sincopado.

98 99
(10) Imagen gráfica, traducción del kamikaze japonés,
tristemente célebre en el contexto de la última contienda bé- (14) «circa»: grafía indescifrable; transcripción verosímil.
lica mundial, de la que Pedro Arrape fue testigo y, a la vez, (15) Const. 723.
víctima de uno de sus más terribles coletazos, el de Hiroshi- (16) Const. 725.
ma. Término «del japonés kamikaze, viento divino», se desig- (17) Const. 726 (resumido y reordenado por Arrupe para
na con él a la «persona que se juega la vida realizando una ac- su reflexión y aplicación personal).
ción temeraria» (Diccionario de la Real Academia de la Lengua (18) Const. 727 (suprime locuciones adjetivas y toda la últi-
Española, 2001); «persona temeraria o arriesgada» (Manuel ma parte referida a «sus lujos»; «...en manera que los reprehen-
Seco, Diccionario del español actual, 1999). didos o castigados reconozcan que procede rectamente en el Señor
Se refiere metafóricamente a la invitación evangélica a nuestro y con caridad en lo que hace, bien que contra su gusto fue-
«perder la vida por mí y por mi causa» o «por el Evangelio», se según el hombre inferior».
como modo de vivirla de verdad (Le 9, 24). Es otra manera de (19) Const. 728 (muy resumido en lo que considera esen-
referirse al «grupo de incondicionales» mencionado más arri- cial para su persona, prescinde de aspectos que de hecho va
ba (fol. 5). a tener que vivir muy conscientemente, como el de las «con-
tradicciones (aunque fuesen de personas grandes y potentes)»).
Expresión familiar a Arrupe. En entrevista al periódico Ya
En reiteradas ocasiones habrá de exhortar a esta libertad de
(6 de octubre de 1965) volverá a decir: «Espero de la juventud
hijos a la hora de trabajar por la defensa de la fe y promo-
española generosidad para entregarse a la vocación religiosa y al
ción de la justicia consciente de las «contradicciones» que
apostolado laical. De los dos necesita mucho la Compañía de Jesús,
esto acarreará.
muchos y muchas, para poder trabajar a fin de que desaparezca el
(20) Const. 729 (omite las siete líneas restantes: «Y aunque
ateísmo, que es la misión específica que Su Santidad ha encargado
la doctrina es muy necesaria, a quien tendrá tantos doctos a su
especialmente a la Compañía de jesús. Necesitamos muchos batallo-
cargo, más necesaria es la prudencia y uso de las cosas espirituales
nes suicidas (entrega incondicional hasta la muerte) para Cristo».
y internas para discernir los espíritus varios y aconsejar y reme-
(11) A continuación, en el mismo texto, queda reiterada-
diar a tantos que tendrán necesidades espirituales, y así mesmo la
mente explicada esta expresión espontánea, en el sentido de discreción en las cosas externas y modo de tratar de cosas tan va-
una visión funcional casi inevitablemente más local o regio- rias y conversar con tan diversas personas de dentro y fuera de la
nal del obispo en contraposición a la más universal y poten- Compañía»).
cialmente unificadora del Papa (cfr. folio 8). (21) Const. 730 (no transcribe, a continuación de «perfec-
(12) Ciertamente se presentó, y el Concilio estaba trabajan- ción», el añadido del texto: «suya, no descuidado ni remiso para
do sobre él en el contexto de lo que acabaría siendo la Cons- dexarlas comenzadas e imperfectas»).
titución Gaudium et Spes. Cuando Arrupe escribe estas líneas, (22) Const. 731 (simplifica y omite «y de otra, a las fuerzas
ya ha sido nombrado miembro de la Comisión de Religiosos corporales que el cargo requiere, para en él poder hacer su oficio a
que participan en el Concilio (15 junio, cfr. AR XIV, 602) y so- gloria de Dios nuestro Señor»).
bre este tema versará su primera comunicación en él, presen- (23) Const. 733 (sintetiza todo en los dos términos esenciales).
tada el 27 de septiembre 1965 (cfr. anexo 6). (24) Const. 735 (resume lo esencial; transcribe «conocido co-
(13) Naturalismo y ateísmo, fenómenos ya mencionados en la mo tal» en vez de «conocido por tal»).
alocución de Pablo VI a la Congregación General XXXI (cfr. (25) Del Interrogatorio (Dep. ad det., -Deputatio ad detri-
anexo 1) son integrados por Arrupe como objetivos insepara- menta-, doc. n° 9 de la Congregación General XXXI). Se re-
bles de «misión», insistiendo con un sentido personal práctico fiere al cuestionario de ayuda proporcionado a los miem-
en la gravedad y alcance de lo que describirá como naturalismo. bros de la Congregación General para su discernimiento
100 101
p e r s o n a l p r e v i o a la elección del G e n e r a l . A r r u p e lo a d u c e bien interrogar sobre si el nuevo Prepósito será tal, que vigo-
como u n espejo ( e x a m e n ) en el q u e m i r a r s e . En cursiva las rice tanto la obediencia en los subditos, como el ejercicio de la au-
p a l a b r a s e x p r e s a m e n t e transcritas p o r el P. A r r u p e en su toridad en los Superiores, según los genuinos principios teológicos
texto autógrafo: de ella. Igualmente si será tal, que se prevea que colaborará es-
trechamente para un gobierno eficaz, con los Prepósitos inferiores
1. Si el futuro Prepósito General será apto para promover el espí- y con los responsables de servicios.
ritu de confianza de los NN hacia la misma Compañía y el amor 9. Parece que debe interrogarse también sobre si el nuevo Pre-
a nuestra vocación; de manera que sean atraídos los mejores pósito será tal, que trabajará sincera y esforzadamente para que
candidatos, se consiga un trato familiar entre subditos y Su- sean eliminadas ¡as discrepancias entre nuestras leyes de pobreza
periores y se eviten las demasiado frecuentes defecciones y su práctica en la vida.
de la vida religiosa y del sacerdocio mismo. 10. Si es lícito esperar que será vínculo de la íntima unión de los áni-
2. Si será capaz de conducir a los NN a un conocimiento íntimo, a mos y de las obras entre los NN, de manera que guiados por la
una recta interpretación y a un amor eficaz al Instituto; en el colaboración fraterna y el espíritu universal, trabajen también
cual se contienen el espíritu y las normas del santo Funda- con ambos cleros (diocesano y religioso) y con los laicos, según la
dor y las sanas tradiciones; todas ellas constituyen nuestro mente de la Iglesia manifestada sobre lodo en los decretos del
auténtico patrimonio aprobado por la Iglesia. Concilio Vaticano II.
3. Si será tal que pueda inculcar y aplicar estos principios espiri- 11. Si, por lo tanto, se espera que conservará y promoverá el es-
tuales perennes de nuestro Instituto con lenguaje moderno. píritu misionero en la Compañía y ayudará sin descanso a las
4. Si será capaz de poder reflexionar con criterio sano tantas cuestio- Misiones extranjeras.
nes sobre la formación de los NN planteadas hoy en todo el mun- 12. Si será tal, que pueda fomentar, en sí y en los otros, el espíritu de
do; de manera que la formación conserve su solidez al tiempo que es sentir con la Iglesia y la fidelidad y obediencia a la Sede apostólica.
acomodada a las nuevas exigencias.
13. Si hará suyo lo iniciado y lo propuesto por el Concilio Vaticano lí
5. Si será apto para promover en los NN una mentalidad y modo de y lo fomentará según sus fuerzas. Si, por lo tanto, adaptará cons-
actuar informados de principios sobrenaturales; de manera que tantemente la misión apostólica propia de la Compañía a las ac-
juzgando con sabiduría las cosas humanas a la luz de la fe, tuales condiciones y circunstancias.
pueda evitar más fácilmente los actuales peligros provenientes del
14. Si será apto para establecer la revisión de nuestras obras y mi-
Naturalismo, del Subjetivismo y del falso Humanismo.
nisterios según los criterios de las mismas Constituciones, de
6. Siendo así que las acomodaciones mismas de la vida apos- manera que el apostolado de la Compañía responda verdadera-
tólica a las necesidades de nuestro tiempo no producen mente a las actuales necesidades de la iglesia. Especialmente si se
efecto, si no están animadas por una renovación espiritual, puede esperar que realizará gustosa y audazmente la misión pe-
a la que hay que dar la primacía incluso en la promoción de dida a la Compañía por el Sumo Pontífice, es a saber, resistir al
las actividades exteriores, se puede interrogar sobre si el ateísmo en sus variadas formas.
nuevo Prepósito General se preocupará de que los NN cultiven
asiduamente la vida interior bebiendo el espíritu de oración y aun
(26) «Difícil tarea (la de la elección de un nuevo General) y
la oración misma en los Ejercicios Espirituales en los que se asien-
asunto de trascendental importancia, del que depende la prospe-
ta y alienta el alma profunda del Santo Fundador.
ridad, la afirmación, la conservación y el progreso de vuestro Ins-
7. Si será apto para poder discernir justamente, en las normas de
tituto (...) "Muéstranos, Señor, a cuál escogiste" (Hechos 1, 24).
nuestra vida externa, las que pueden ser caducas y obsoletas de las
necesarias a la vida religiosa y solícito en urgirías para que no Nos compartimos vuestra solicitud y unimos nuestras oraciones
sufra merma el vigor de la disciplina. a las vuestras, pues deseamos ardientemente que el elegido res-
8. Siendo la obediencia principio vital y orgánico de toda ponda a la expectación de todos y sea plenamente idóneo para
nuestra espiritualidad v acción apostólica, se puede tam- afrontar las actuales necesidades de vuestra familia religiosa (...)

102 103
El Prepósito General, que elijáis, deberá vigilar atentamente que En estos folios (21-28), desde el 5 de agosto tarde y todo el
no haya discordancia en vuestra sinfonía, sino, al contrario, re- día 6, recoge Arrupe el climax de su experiencia interior de
suene una alabanza armónica común, pictórica de fe y de piedad. estos días.
Y verdaderamente me complazco y me alegro en subrayar que esa (31) Arrupe se ayudaba con frecuencia de croquis muy
concordia existe en la mayoría de vosotros» (traducción oficial personales para «dibujar» sus ideas. En éste de Dos Banderas
en Congregación General XXXI, Documentos, Zaragoza, 1966, expresa cómo el apóstol, seguidor de Jesús, ha de garantizar
p. 11-13).' su victoria «exterior» (Cristo-Satán, X - S) con su previa victo-
(27) En realidad sólo va a registrar por escrito un único as- ria «interior» (H. individ, H.I.).
pecto, el primero y fundamental, el de las cualidades del Ge- (32) Cfr. nota 10.
neral, que va a ser como el alma de cuanto se siente urgido (33) Lo que consta entre paréntesis es añadido posterior
por Dios a vivir. Avín de este número de las Constituciones del propio P. Arrupe.
(723) sólo va a referirse aquí a la primera afirmación de Igna- (34) La lectura obvia es «racionalismo», pero carece de sen-
cio de Loyola. tido. Dado que se trata de unas notas de redacción espontánea
(28) El autógrafo dice «un convenciendo», que parece alte- y acelerada, como lo demuestra la misma alteración de la nu-
ración de «un convencimiento». meración literal (repite d y e) y mirando al contenido mismo,
(29) Estas tres páginas en blanco del quinto pliego pueden parece verosímil que quisiese decir «racionalidad».
significar que fue su intención continuar considerando más (35) Estos dos folios (25-26) han de interpretarse, en la di-
detalladamente «cada una», como indica al comienzo del folio námica interior que vive Arrupe en esa mañana del 6 de
17, de las cualidades del General. agosto, como su formulación de la Tercera Manera de Humil-
(30) En la tarde del día 5 de agosto orará ayudándose de la dad. ¿Puede confirmarse «ab exteris» esta personal delicade-
za con el dato histórico, habitualmente comentado entre los
meditación de Dos Banderas (folios 21-24) en dos meditaciones,
miembros de la Curia S.I. de Roma, de que Arrupe se confe-
a las 4,30 y a las 6,30. Se mueve con espontaneidad y libertad
saba todos los días con el P Dezza?
-como «llevado» (Diario Espiritual, 113)- por las meditaciones
(36) En la carta que escribió a la Compañía, en la festivi-
centrales de los Ejercicios. La extraordinaria grandeza y dificul-
dad de San Ignacio (31 de julio de 1965), es decir, siete días
tad de la misión, como la propuso el Papa el 7 de mayo (el
antes de esta vivencia-recuerdo (cfr. anexo 5), relata esta visi-
ateísmo), ya no desaparecerá de su vista como voluntad con-
ta al Papa con los nuevos asistentes y menciona esta tercera
creta e inmediata del Señor. El Papa la presentó como «batalla»
recomendación (AR XIV, 648).
(cfr. anexo 1, n° 13-14).
(37) Invocación, levemente modificada, del Anima Christi:
La identificación de Arrupe con el Señor le lleva a la iden- «Ne permutas me separari a Te».
tificación espiritual con la Compañía que le ha confiado el Se- (38) Rom 8, 31.
ñor, para la que piensa es necesario el mismo proceso interior, (39) Flp 4,13.
que considera necesario para él. «Poner a tono» a la Compañía (40) Como las referidas en la Autobiografía (28-31, 65, 96,
es mantener viva en ella la oblación «de mayor stima y de mayor 100) y, sobre todo, en Roma, las que deja reflejadas en su Dia-
momento» (Ejercicios, 97-98), como necesidad vital en el cora- rio Espiritual.
zón de cada jesuíta. Sólo así será posible una «reforma» que (41) Ejercicios, 91-99. Volverá a las Dos Banderas (fol. 35 y s.),
ha de empezar por la pobreza. A eso apunta el radicalismo pero a partir de este momento es sensible el desplazamiento
del «hasta las últimas consecuencias», reiterado en estas pági- interior del hombre de acción, que es Arrupe, buscando y con-
nas, que la Compañía no debe ocultar ni disimular. cretando esa acción («los planes») que el Señor quiere de él.

104 105
(42) Texto oficial en AR XIV, 996-999, del que A r r a p e trans- el propósito de arrancar de las almas todo espíritu religioso
cribe seleccionados estos p u n t o s (cfr. anexo 1). Traducción au- y todo sentimiento de piedad».
torizada p o r las Provincias d e España {Congregación general
XXXI, Documentos, Zaragoza, 1966, p . 11-16): «A la Compañía de Jesús, que tiene por característica ser ba-
luarte de la Iglesia y de la religión, en estos tiempos difíciles
[A] (Ignacio deseó que ¡a Compañía de Jesús fuese) «sobre todo
firme baluarte del catolicismo y como un escuadrón adic- pedimos que
to, valiente y fiel a la Sede Apostólica (...) En el cumpli- aune sus fuerzas para oponerse valientemente al ateísmo,
miento de este juramento como militar, si otros religiosos bajo la bandera y protección de San Miguel, príncipe de la
deben ser fieles, vosotros debéis ser fidelísimos; si otros milicia celestial, cuyo nombre es de victoria o la anuncia
fuertes, vosotros tortísimos; si otros distinguirse, vosotros segura.
aún más». Así pues, los hijos de San Ignacio emprendan esta gran ba-
[B] «Es necesario que vuestro modo de vivir hoy se apoye fir- talla, despertando todas sus fuerzas, sin desperdiciar nin-
memente en ese ideal de santidad propio de vuestra voca- guna para que todo se organice bien y se lleve a éxito.
ción, según conviene a buenos soldados de Cristo y a ope- Para ello trabajen en la investigación, recojan toda clase de
rarios animosos e intachables. Esto es, que se caracterice por información; si es conveniente, publíquenla; traten entre sí;
una austera forma de vida evangélica, por la viril fortaleza formen especialistas en la materia; hagan oración; descue-
de alma; se debe distinguir por la disciplina firme, lejos de llen en virtud y santidad; fórmense en la elocuencia de la
titubeos o inconstancias de espíritu; debe ser vuestro vivir palabra y de la vida; brillen con la gracia celestial, según lo
generoso y resuelto, al mismo tiempo que equilibrado y entendía San Pablo cuando decía: "Mis palabras y mi pre-
constante en su hacer y su querer». dicación no fueron sólo palabras persuasivas de sabiduría,
[C] «Así pues, en el pensar, en el enseñar, en el escribir y en las sino demostración de Espíritu y verdad" (1 Cor 2, 4)».
actitudes lodos deben evitar el seguir al "mundo", el "de- «Lo cual realizaréis con más entusiasmo y prontitud, si
jarse llevar por todo viento de doctrina" (Ef 4, 14) y el hacer pensáis que esta tarea, que ya hacéis en parte, y a la que os
concesiones a las novedades perniciosas por un excesivo dedicaréis más plenamente en el futuro, no os la habéis fi-
apego al propio juicio». jado vosotros por vuestra voluntad, sino que la habéis reci-
[D] «La Iglesia os reconoce como hijos muy adictos, os ama bido de la Iglesia y del Romano Pontífice».
extraordinariamente, os honra y, séanos lícito usar una «Así os quiso vuestro Padre y Legislador; así os queremos
palabra audaz, os reverencia (...) La Iglesia santa de Dios también Nos, teniendo por cierto que encontrará plena co-
necesita de vuestra santidad, de vuestra ciencia, de vues- rrespondencia en vosotros la confianza que en vosotros de-
tros conocimientos prácticos y de vuestro empuje; y os pi-
positamos y que estos nuestros deseos, cumplidos por toda la
de que, manteniendo inconmovible la antigua fe, saquéis
Compañía, que milita, ora y trabaja en todas las partes del
del tesoro de vuestro corazón "las cosas nuevas y anti-
mundo, los compensará Dios dándoos abundante mies, vida
guas" para aumento de la gloria de Dios y salvación del
floreciente y preclaros méritos».
género humano, en nombre de nuestro Señor Jesucristo a
quien "Dios exaltó y dio un nombre que está sobre lodo
nombre" (Flp 2, 9)». (43) En AR XIV 997, línea 5 d e s d e el fin, «singulari» en vez
«singulariter». Probable errata.
[E] «Nos referimos a un terrible peligro, que amenaza a la Hu-
manidad entera: el ateísmo (...) La peor de todas las formas (44) En AR XIV 998, línea 1 «intellegentia».
(al hablar de antiteísmo) es la de la impiedad militante, que no (45) En AR se a ñ a d e «certe».
se limita a negar intelectual y prácticamente la existencia de (46) En el autógrafo, sin d u d a errata d e transcripción, se
Dios, sino que adquiere carácter combativo y usa armas con «auditorio».

106 107
(47) «Mi mensaje y mi predicación no se apoyaban en pa- bimos como folio 43-44, que parece ser un importante añadi-
labras sabias y persuasivas, sino en la demostración del po- do posterior de Arrupe, cuyo lugar propio sería entre los nn.
der del Espíritu» (1 Cor 2, 4). 3] y 4] del presente folio 40.
(48) Las palabras entre paréntesis son añadido del P. Arrape. (60) Giuseppe de Rosa, S.I., «La Compagñia di Gesú nel
(49) Desde aquí continuará escribiendo en folios sueltos clima d'aggiornamento della Chiesa», La Civiltá Cattolica, ma-
del mismo tamaño por doble cara. Este folio 33, en concreto, yo 1965, 342-355. La cita exacta es: «il gesuita ha per vocazione
es de tamaño menor (23 x 18) y figura inserto entre los folios l'inestabilita».
31-32, último pliego completo. (61) Al P. Arrupe le preocupa realistamente, delante de sus
(50) Se refiere a la primera audiencia privada como gene- jesuítas y, en general, de los religiosos, el secularismo -él lo
ral, tenida el 31 de mayo de 1965, cfr. nota 7 (noticia en el llama de modo genérico «naturalismo»-, que toca las raíces
L'Osservatore Romano, 31 mayo-1 junio 1965). personales de la vida religiosa, más que el ateísmo teórico
(51) Correspondiente al día 7o de sus Ejercicios. De fondo propiamente tal, sobre todo porque, como insinúa, con per-
de su reflexión orante sobre la «acción», que quiere el Señor sonas tocadas de aquél no se puede hacer frente debidamen-
de él y de la Compañía, e iluminándola otra vez las Dos Ban- te a éste.
deras, que puede decirse, en su conjunto, la experiencia espi- (62) Corresponde a la hoja menor, el excursus sobre las Mi-
ritual más profunda de estos Ejercicios. siones, a la que se refiere la nota 59.
(52) Brevísima síntesis de la visión que aportará al Conci- (63) Es importante observar y comparar la proyección de
lio como acción de Iglesia universal en su intervención del 27 estas ideas y convicciones personales de Arrupe con lo que,
de septiembre de 1965 (cfr. anexo 6). más ampliamente, dijo en su segunda intervención en el Con-
(53) «Lo que más (nos) conduce», expresión familiar a S. Ig- cilio Vaticano II, dos meses después, el 12 de octubre de 1965
nacio y central en su visión de fe de la vida, que aparece ya, (cfr. anexo 7).
como norte, en el Principio y Fundamento de los Ejercicios. (64) El Movimiento Mundo Mejor, ideado y promovido
(54) Ejercicios Espirituales, 23. por el P. Ricardo Lombardi, fue, y sigue siendo, un intento
(55) Línea añadida por Arrape sobre su propio texto. pastoral de asimilación operativa del Concilio, del que se han
(56) Sobreentendido ese «para», que no figura en el autó- beneficiado y en el que se han inspirado muchos cristianos y
grafo. muchos otros movimientos cristianos.
(57) Referencia a las páginas [10/1-3], que siguen a conti- (65) No hay contradicción con lo afirmado más arriba (fo-
nuación (folios 39-42) bajo el título «La Compañía de Jesús ante lio 37, d, B). Allí niega Arrupe la transformación de la Com-
esta acción (efectos de la acción en la Compañía)». Estas líneas son pañía de Jesús -fiel a sí misma-, en un instituto secular. Aquí
un conato de iniciación al tema, uno de los más recurrentes abre, como parte de la acción apostólica, la hipótesis de que la
como preocupación suya de gobierno religioso. Compañía pueda formar e inspirar institutos seculares.
(58) Un ejemplo de lo indicado en la nota precedente es es- (66) En los folios 47 y 48 recoge Arrupe, en un borrador de
te párrafo dedicado a un tema (el «naturalismo»). Parece un planificación, lo que podría ser el equipo de gobierno de la
párrafo descolocado, añadido al final del folio 38, pero no Compañía (la mayor parte de dichos nombres han sido, ya
vinculado al 2], que le precede. Volverá a redondearlo en su para esta fecha, o elegidos por la Congregación General o
desarrollo sobre la acción de la Compañía. nombrados por el propio Arrupe). Igualmente un boceto
(59) Grapado (¿por Arrape?) a este folio 39-40 se conserva muy primero de la Acción Anti-Ateísmo (A.A.A.), como él
un excursus sobre las Misiones (en hoja menor, 24 x 20,5, del imagina poder realizarse la misión primera del Papa, para la
mismo género de papel de todo el documento) que transcri- que éste había pedido competencia, entusiasmo y rapidez:

108 109
«Lo cual realizaréis con más entusiasmo y prontitud si pensáis que
esta tarea, que ya hacéis en parte, y a ¡a que os dedicaréis más ple-
namente en el futuro, no os la habéis fijado vosotros por vuestra pro-
pia voluntad, sino que la habéis recibido de la Iglesia y del Sumo
Pontífice» (cfr. anexo 1,15,d).
(67) Resuena en estas líneas la visión «jerarquizada» igna-
ciana de la autoridad (v.gr. Constituciones, 671, 723, 790). Es
importante resaltar que, cuando Arrupe se refiere a ella -co-
mo aparece muchas veces en estas mismas páginas y apare-
cería profusamente en su gobierno religioso-, no promueve
una verticalidad de dignidad y dominio, sino de una «frater-
nidad» evangélica de servicio. Basta fijarse en los términos
con que se describe el ejercicio de esta autoridad: esparcir,
contagiar, transmitir lo previamente recibido por un hombre
Anexos
unido a Cristo, o la referencia, como medio y estilo de gobier-
no, al contacto personal, la comunicación personal. «Con Cris-
to por un lado y con ¡os sujetos de la Compañía por otro» describe Los hemos agrupado en tres bloques. El primero lo repro-
unificada, más aún, integrada en el fondo de su persona, la ducimos a continuación. Los dos restantes pueden consultar-
doble vertiente, con que Pedro Arrupe concibe ya su vida. Y se para tener una idea más precisa del momento en que Arru-
trata de reflejarlo en el esquema que diseña a continuación. pe redacta los Apuntes de sus Ejercicios Espirituales.
Nada extraño que concluya esta característica evangélica de La primera serie comprende ocho documentos: de S.S. Pa-
su gobierno: «Hay que hacer un gran esfuerzo por multiplicar y blo VI (anexo 1), de la Congregación General XXXI (anexo 4)
personalizar ¡as relaciones del General con ¡a Compañía y con sus
y el resto del propio P Arrupe, publicados entre el 7 de mayo
miembros (...) En este punto no perdonar medio ni gasto».
1965 -comienzo de la Congregación General- y el 8 de di-
ciembre 1965 -final del Concilio Vaticano II-, que, por afini-
dad de contenidos y por marco cronológico, tienen relación
directa, fácilmente verificable con los Apuntes íntimos que
publicamos. Son los siguientes:
Anexo 1: Discurso del Papa Pablo VI al comienzo de la Con-
gregación General XXXI (7 de mayo de 1965) AR
XIV 996-999; Congregación General XXXI. Docu-
mentos, Zaragoza, 1966,11-16.
Anexo 2: Discurso del P. Arrupe a la Congregación General
XXXI, dos días después de su elección (24 de mayo
de 1965), Congregación General XXXI, Documen-
tos, Zaragoza, 1966, 17-19.
Anexo 3: Carta del P. Arrupe a la Compañía (17 de junio de
1965) comunicando las «Litterae Apostolicae» de

110 111
S.S. Pablo VI, de 25 de mayo, sobre el culto al Sdo. de la duración del cargo de Prepósito General, de la misión de la
Corazón de Jesús dirigidas a los Superiores Generales Compañía acerca del ateísmo, AR XIV, 637-643.
de seis Institutos Religiosos, AR XIV, 614. 25 de agosto de 1965: A los Padres de la Asistencia de Francia
Anexo 4: Decreto de la Congregación General XXXI: «Misión sobre la importancia y la fuerza apostólica de los Colegios, AR XIV,
de la Compañía acerca del ateísmo», promulgado y 654-659; en La identidad del jesuíta en nuestros tiempos, Santan-
comunicado a la Compañía por el R Arrupe al der, Sal Terrae, 1981 203-208.
final de la primera sesión (15 de julio de 1965), 1 de septiembre de 1965: A los Teólogos y Filósofos de Filipi-
AR XIV, 640-643; Congregación general XXXI, Do- nas, AR XIV, 665-674.
cumentos, Zaragoza, 1966, 31-35. 20 de septiembre de 1965: En el primer aniversario de la lle-
Anexo 5: Carta a toda la Compañía sobre la Congregación Ge- gada de los Nuestros de la Provincia de Irlanda a Australia, AR
neral XXXI (31 de julio de 1965). Lo realizado en XIV, 670-672.
la primera sesión; lo que se sigue trabajando; 8 de diciembre de 1965: Se establece la fecha de la segunda se-
tres recomendaciones del Papa en la audiencia sión de la Congregación General XXXI, AR XIV, 670-672.
al P. Arrupe y a los asistentes generales, el 17 de
9 de diciembre de 1965: Se pone en marcha la investigación
julio, dos días después de interrumpida la Con-
sociológica en la Compañía (Survey) «para mejor adaptación del go-
gregación General. AR XIV, 643-648.
bierno y del apostolado de la Compañía», AR XIV, 656-657.
Anexo 6: Intervención del P. Arrupe en el Concilio Vaticano II
Diciembre 1965: La misión que nos ha confiado el Papa (Decla-
sobre el ateísmo (27 de septiembre de 1965, texto
raciones a la revista francesa Realités, en La Iglesia de hoy y del fu-
en La Iglesia de hoy y del futuro, Bilbao-Santander,
Mensajero-Sal Terrae, 1982,125-128). turo, Bilbao-Santander, Mensajero-Sal Terrae, 1982,129-134).
Anexo 7: Intervención del P. Arrupe en el Concilio Vaticano II
Por último, la tercera serie reúne intervenciones públicas
sobre el misionero en la situación actual del mundo
del mismo período, cuyos textos se conservan.
(12 de octubre de 1965) en La Iglesia de hoy y del
futuro, Bilbao-Santander, Mensajero-Sal Terrae, - Entrevista en la RAITV italiana (24 de mayo de 1965).
161-165. - Conferenza Stampa en la sede de la Civilta Cattolica (14
Anexo 8: Oficina de prensa del Concilio (20 de octubre de de junio de 1965).
1965), Cultura y misión (de la traducción france- - Declaraciones a Radio-Luxemburg (14 de junio de
sa en la revista Christus, n° 51)). 1965).
- Declaraciones a la Televisión Francaise (16 de junio de
La segunda serie es un elenco de otros textos del P. Arru- 1965).
pe, del mismo período, no tan directamente relacionados - Homilía en la fiesta del Sagrado Corazón. Iglesia del
con sus Apuntes íntimos. No los reproducimos en el presen- Gesú (25 de junio de 1965).
te volumen. - Llomilía en la Parroquia de S. Saba (25 de junio de 1965).
13 de julio de 1965: Promulgación del decreto de la Congrega- - Fin de la primera etapa de la Congregación General 31,
ción General XXXI sobre la formación de los estudiantes, sobre to- RAITV italiana (15 de julio de 1965).
do en estudios, con la Relación previa de la misma Congregación, - Entrevista en la revista Época, «Dio del duemila» (18 de
AR XIV, 621-636. julio de 1965).
15 de julio de 1965: Promulgación de tres decretos de la Con- - Homilía en la fiesta de S. Ignacio. Iglesia del Gesú (31
gregación General XXXI: de la segunda sesión de la Congregación, de julio de 1965).

112 113
Entrevista con el P. General en Radio Monte-Cario (31
de julio de 1965).
Alocución a los Hermanos Coadjutores, Villa-Cavallet-
ti (14 de setiembre de 1965).
Mensaje a las Facultades de Filosofía y Teología de San
Cugat (28 de septiembre de 1965).
Entrevista en el periódico madrileño Ya (6 de octubre
de 1965).
Alocución a los peritos conciliares.
Entrevista en el semanario Spiegel (27 de octubre de
1965).
Entrevista en la revista inglesa The Tablet: «The General's
Lot». ANEXO 1
Discurso del Papa Pablo VI
a la Congregación General XXXI
(7 de mayo de 1965)

Doscientos veintiséis jesuítas, en representación de ochen-


ta y nueve provincias y viceprovincias de la Compañía de
Jesús comenzaron en Roma, el 7 de mayo de 1965, una
nueva e importante Congregación General. La 3J'1 de la
historia de la Compañía. Su objetivo primero era elegir
un nuevo general, que sucediera al P. Juan Bautista Jans-
sens, fallecido el 5 de octubre de 1964. Pero en la agenda
de la Congregación, que iba a tener lugar antes de la últi-
ma fase del Concilio Vaticano II, figuraban muchísimos
más temas y de mayor trascendencia que en ninguna otra
de las treinta congregaciones precedentes. El primer acto
de la misma, a las ocho de la mañana, fue la audiencia de
Su Santidad el Papa Pablo VI en la Sala del Consistorio.
Suyas fueron estas palabras por las que confió a la Com-
pañía de Jesús una misión, que habría de marcar profun-
damente los trabajos de la Congregación y, muy particu-
larmente, la vida y el servicio personal del futuro
General.

114 115
Saludo Síntesis de la idea de vuestro Fundador

Queridos hijos: 5. Todos conocéis perfectamente la peculiar naturaleza e


índole, la eficacia en la acción, que Ignacio, vuestro legislador
1. Con sincero afecto y con palabras llenas de esperanza os y Padre, quiso que tuviese vuestra Compañía. Él deseó que la
saludamos, amadísimos miembros de la Compañía de Jesús, Compañía de Jestís, fundada con espíritu magnánimo y como
a los que hoy nos complacemos en recibir. con cierta inspiración divina, fuese, sobre todo, firme baluar-
te del catolicismo y como un escuadrón adicto, valiente y fiel
Finalidad de la Congregación a la Sede Apostólica.
Vuestro lema, vuestra excelsa gloria, vuestra típica consig-
2. Habéis venido a Roma y os habéis congregado para ce- na es «militar bajo el estandarte de la Cruz y servir a solo
lebrar la asamblea principal de vuestro Instituto, la más im- Dios y a la Iglesia, su esposa, bajo el Romano Pontífice, Vica-
portante según vuestras Constituciones, la que ha de elegir al rio de Cristo en la tierra» (Letras Apostólicas «Exposcit debi-
sucesor del Prepósito General Juan Bautista Janssens, cuya tum», del 21 de julio de 1550). En el cumplimiento de este ju-
muerte lloramos juntamente con vosotros. Difícil tarea y ramento como militar, si otros religiosos deben ser fieles,
asunto de trascendental importancia, del que depende la vosotros debéis ser fidelísimos; si otros fuertes, vosotros for-
prosperidad, la afirmación, la conservación y el progreso de tísimos; si otros han de distinguirse, vosotros aún más.
vuestro Instituto religioso.
Debéis seguir fieles a vuestra historia
Actitud de los Padres congregados
6. En las páginas gloriosas de vuestra historia se ve con luz
3. Ponderad, pues, con sano criterio; deliberad con juicio meridiana que la conducta y los hechos de los hijos respon-
equilibrado y con fina prudencia todas las cosas qxie ayuden dieron al ideal fijado por vuestro santo Padre, y por ello me-
a ese feliz resultado. Pero, sobre todo, con oraciones sinceras recisteis el honroso título de legión siempre fiel en la defensa
y ardientes, implorad la luz y guía del Espíritu Santo, para de la fe católica y de la Sede Apostólica.
Vuestros Santos Mártires, vuestros Confesores, vuestros
que vuestra elección coincida plenamente con la voluntad de
Doctores Canisio y Belarmino, el incalculable ejército de
Dios: «Muéstranos, Señor, a cuál escogiste» (Hch 1, 24).
hombres piadosos, doctos y fervorosos, que han ilustrado
vuestra Orden, como el cielo se engalana de estrellas, al rea-
El Papa se une a esta oración y deseos lizar ese ideal con palabras y con obras, os han legado a las
generaciones siguientes un ejemplo y un estímulo imperece-
4. Nos compartimos vuestra solicitud y unimos nuestras deros para que sigáis sus pasos.
oraciones a las vuestras, pues deseamos ardientemente que el
elegido responda a la expectación de todos y sea plenamente
Hoy como ayer
idóneo para afrontar las actuales necesidades de vuestra fa-
milia religiosa. 7. Es necesario que vuestro modo de vivir hoy se apoye
firmemente en ese ideal de santidad propio de vuestra voca-
ción, según conviene a buenos soldados de Cristo y a opcra-

116 117
ríos animosos e intachables. Esto es, que se caracterice por La Iglesia os necesita
una austera forma de vida evangélica, por la viril fortaleza de
alma; se debe distinguir por la disciplina firme, lejos de titu- 11. Sobre todo, ahora, cuando los Decretos del Concilio Ecu-
beos o inconstancias de espíritu; debe ser vuestro vivir gene- ménico Vaticano II abren amplísimos campos y formas de apos-
roso y resuelto, al mismo tiempo que equilibrado y constan- tolado, la Iglesia Santa de Dios necesita de vuestra santidad, de
te en su hacer y su querer. vuestra ciencia, de vuestros conocimientos prácticos y de vues-
tro empuje; y os pide que, manteniendo inconmovible la anti-
gua fe, saquéis del tesoro de vuestro corazón «las cosas nuevas y
Todos a una, bajo un mando antiguas» para aumento de la gloria de Dios y salvación del gé-
nero humano, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo, a quien
8. Si ocurriera en un ejército que un escuadrón o destaca-
«Dios exaltó y dio un nombre que está sobre todo nombre» (Flp 2, 9).
mento no siguiera el plan común trazado, sería como voz dis-
cordante en un concierto de instrumentos y voces. El Prepósito
General que elijáis deberá vigilar atentamente que no haya dis- Vuestra fe en el nombre de Jesús
cordancia en vuestra sinfonía, sino, al contrario, resuene una
alabanza armónica común, pletórica de fe y de piedad. Y ver- 12. En este santísimo nombre, del que sobre todo os glo-
daderamente me complazco y me alegro en subrayar que esa riáis, tened vuestra ayuda y defensa, y en Él concebid medios
concorde armonía existe en la mayoría de vosotros. y más medios para dilatar su amor y gloria; pues de El brota
y fluye abundante el manantial de la salvación, y «no se ha da-
do otro nombre bajo el cielo a los hombres, en el cual podamos sal-
Unidad de doctrina varnos» (Hch 4,12).
9. Así, pues, en el pensar, en el enseñar, en el escribir y en
las actitudes, todos deben evitar el seguir al mundo, el «dejar- Encargo papal: que os opongáis al ateísmo
se llevar por cualquier viento de doctrina» (Ef 4, 14) y el hacer
concesiones a las novedades perniciosas por un excesivo ape- a) Estado actual del mundo ateo
go al propio juicio.
13. Gustosos aprovechamos esta ocasión que se nos ofrece
para tratar con vosotros, breve, pero resueltamente y con forta-
Unidad de acción leza, una cuestión de gran importancia. Nos referimos a un te-
rrible peligro que amenaza a la Humanidad entera: el ateísmo.
10. Cada uno de vosotros ponga su gloria en distinguirse en- Como todos saben, no se manifiesta siempre de una mis-
tre todos, en servir a la Iglesia, Madre y Maestra nuestra, en se- ma forma, sino que aparece bajo diversas maneras y modos
guir, no sus propias iniciativas, planes y criterios, sino los de la distintos. Pero, sin duda, la peor forma es la de la impiedad
Jerarquía, y en llevarlos a la práctica animados de un espíritu militante, que no se limita a negar intelectual y prácticamen-
de unión, más que utilizando privilegios o singularidades. te la existencia de Dios, sino que adquiere carácter combativo
La Iglesia os reconoce como hijos muy adictos, os ama ex- y usa armas con el propósito de arrancar de las almas todo
traordinariamente, os honra y, séanos lícito usar una palabra espíritu religioso y todo sentimiento de piedad.
audaz, os reverencia. Existe también el ateísmo de quienes sobre bases filosófi-
cas afirman que no existe Dios o no puede ser conocido.
Otros fundan todo en el placer prescindiendo de Dios.

118 119
Otros rechazan todo culto religioso, porque consideran su- Mi mandato es conforme a vuestra tradición
persticioso, inútil y costoso el venerar a nuestro Creador y
servirle sometidos a su Ley. 17. Por esto, en las leyes y Constituciones por las que se ri-
Y así viven sin Cristo, privados de la esperanza de la pro- ge vuestra Compañía, confirmadas por Paulo III y Julio III, se
mesa y sin Dios en este mundo (cf. Ef 2,12). encuentran estas palabras: «Todos los que hicieren profesión en
Éste es el ateísmo que en nuestros días serpentea, unas ve- esta Compañía se acordarán, no sólo al tiempo que la hacen, más to-
ces abiertamente y otras encubierto, bajo apariencias de pro- dos los días de su vida, que esta Compañía y todos los que en ella
greso en la cultura, en la economía y en lo social. profesan, son soldados de Dios, que militan bajo la fiel obediencia de
nuestro Santo Padre y Señor el Papa Paulo III, y los otros Romanos
b) Qué pide a la Compañía de Jesús Pontífices sus sucesores. Y aunque el Evangelio nos enseña, y por la
fe católica conocemos y firmemente creemos que todos los fieles de
14. Pedimos a la Compañía de Jesús, que tiene por carac- Cristo son sujetos al Romano Pontífice, como a su cabeza y como a
terística ser baluarte de la Iglesia y de la religión, que en estos Vicario de Jesucristo; pero por nuestra mayor devoción a ¡a obedien-
tiempos difíciles aune sus fuerzas para oponerse valiente-
cia de la Sede Apostólica y para mayor abnegación de nuestras pro-
mente al ateísmo, bajo la bandera y protección de San Miguel,
pias voluntades, y para ser más seguramente encaminados del Espí-
príncipe de la milicia celestial, cuyo nombre es de victoria o la
ritu Santo, hemos juzgado que en gran manera aprovechará que
anuncia segura.
cualquiera de nosotros, y los que de hoy en adelante hicieren la mis-
ma profesión, además de los tres votos comunes, nos obliguemos con
c) Modo de realizar esta empresa
este voto particular, que obedeceremos a todo lo que nuestro Santo
15. Así, pues, los hijos de San Ignacio emprendan esta gran Padre, que hoy es, y los que por tiempo fueren Pontífices Romanos
batalla, despertando todas sus fuerzas, sin desperdiciar nin- nos mandaren para el provecho de las almas y acrecentamiento de la
guna, para que todo se organice bien y lleve al éxito. fe, e iremos sin tardanza (cuanto será de nuestra parte) a cuales-
Para ello, trabajen en la investigación; recojan toda clase quiera provincias donde nos enviaren, sin repugnancia ni excusar-
de información; si es conveniente, publíquenla; traten entre nos» (Letras Apostólicas «Exposcit debitum»).
sí; formen especialistas en la materia; hagan oración; descue-
llen en virtud y santidad; fórmense en la elocuencia de la pa-
A qué obliga este cuarto voto y su actualidad
labra y de la vida; brillen con la gracia celestial, según lo en-
tendía San Pablo cuando decía: «Mis palabras y mi predicación 18. Es claro que este voto, por su naturaleza sagrada, no
no fueron sólo palabras persuasivas de sabiduría, sino demostración
sólo debe estar latente en la conciencia, sino traducirse en
de Espíritu y virtud» (1 Cor 2, 4).
obras y estar patente a todos.
Así os quiso vuestro Padre y Legislador; así os queremos
d) Eo quiere el Papa también Nos, teniendo por cierto que encontrará plena
Lo cual realizaréis con más entusiasmo y prontitud si pen- correspondencia en vosotros la confianza que en vosotros
sáis que esta tarea, que ya hacéis en parte, y a la que os dedi- depositamos y que estos nuestros deseos, cumplidos por toda
caréis más plenamente en el futuro, no os la habéis fijado vo- la Compañía, que milita, ora y trabaja en todas las partes del
sotros por vuestra voluntad, sino que la habéis recibido de la mundo, los compensará Dios dándoos abundante mies, vida
Iglesia y del Sumo Pontífice. floreciente y preclaros méritos.

120 121
Bendición final

19. Deseándoos esto d e todo corazón, a vosotros, miembros


de la C o m p a ñ í a de Jesús, que h o y nos rodeáis como hermosa y
gozosa corona, a todas vuestras empresas y planes, y a la gran
esperanza q u e enciende vuestros corazones, para lograr atin
más sublimes metas, os d a m o s la bendición apostólica.

(Traducción de la edición preparada por Mariano Madurga y Je-


sús Iturrioz, de la Compañía de Jesús, y publicada por Hechos y Di-
chos, Zaragoza, 1966).
ANEXO 2
Discurso del P. General
a la Congregación General
dos días después de su elección
(24 de mayo de 1965)

Cuarenta horas después de su elección, Pedro Arrupe se di-


rigió con estas palabras a la Congregación General y, en
ella, a la Compañía de Jesús. La imporlancia de este lexto
radica en que es la manifestación más fresca y espontánea
de su primerísima intuición sobre su misión y la de la Com-
pañía. Algo así como su «cansina fundacional», aferrado a
Ignacio de Loyola, pero enteramente tocado por el carácter
de cambio y transición profunda, cultural, social y religio-
sa, en que percibe inmersos el mundo, la Iglesia y la Com-
pañía. Es, sin duda, el texto de Arrupe más cercano a los
Apuntes en los que, cincuenta días después, habrá de ex-
presar sus vivencias de Ejercicios. Ambos textos se comple-
tan y clarifican mutuamente. Se necesitan. Lo que en éste
piensa en alto y en público, en los Apuntes lo vive como
brotado desde lo más íntimo en el silencio de la oración.

C e l e b r a m o s hoy, RR.PR, la fiesta de N u e s t r a Señora d e la


Estrada. Ella, M a d r e y Reina de la C o m p a ñ í a , nos señalará el

123
122
camino recto, «vinin ad Deum» (Fonn. Inst. núm. 1), que será todo cambio, todo parece en movimiento -panta rei (todo flu-
nuestra verdadera vida. ye)-, con los peligros que de ahí se siguen. Por eso es necesa-
Al comenzar esta mi primera alocución, las primeras pala- rio examinar seriamente y discernir cada uno de los elemen-
bras que espontáneamente me vienen a los labios son las del tos de los asuntos para poder detectar lo que es perpetuo y lo
profeta: «A, a, a, Domine Deusl He aquí que no sé hablar» (Jer 1, 6). que es transitorio. Necesitamos de gran sinceridad, objetivi-
Expresan bien el sentimiento de mi pequenez, que ahora expe- dad, para juzgar las cosas según criterios sobrenaturales, de
rimento. Es, sin embargo, evidente que la voluntad de Dios ha perspicacia para prever lo futuro, de fortaleza de ánimo no
hecho esto: lo que es mi único consuelo, lo que levanta mi áni- pequeña para llevar a feliz término lo que parezca necesario
mo: «ne tuneas..., quia tecurn ego siun» (no temas, que yo estoy u oportuno a la mayor gloria de Dios.
contigo, Jer 1, 8). Dios que me ha elegido por vuestro medio, Esto exige de nosotros una doble consideración: una, mi-
me concederá la gracia con la que pueda llevar a efecto esta rando hacia adentro y otra, hacia afuera.
gran obra, que Él ha puesto en mis débiles manos. Jamás había En primer lugar, hemos de proponernos el problema de la
sentido antes tan íntimamente aquella palabra del Señor: «sine Compañía en este histórico momento, para que juzguemos y
me nihil potestis faceré» (sin mí nada podéis hacer, Jn 15, 5); y la veamos si, con el correr de los tiempos, algunos de sus ele-
del Apóstol: «si quis existimat se aliquid esse, cum nihil sít, ipse se mentos insensiblemente han sufrido algún cambio, o han to-
seducit» (si alguno piensa ser algo, siendo nada, se engaña a sí mado una forma histórica que, cambiadas las condiciones ex-
mismo, Gal 6, 3). Con todo, viendo la elección de Dios, pienso ternas del mundo, deba acomodarse a las circunstancias de
que puedo decir con toda humildad con el mismo San Pablo: hoy. Esto nos debe llevar a una profunda consideración de la
«omnia possum in eo qui me confortat» (todo lo puedo en aquel Compañía, a reflexionar sobre sus elementos esenciales e in-
que me conforta, Flp 4, 13). También me da fortaleza aquella mutables, para que, bien conocidos, podamos pasar adelante
palabra del Señor: «Ego ostendarn illi quanta oporteat eum pro no- a investigar cómo se deban acomodar a las condiciones de
mine meo pati» (Yo le mostraré cuánto habrá de padecer por hoy. ¿Es verdad que la Compañía ha perdido su movilidad?
causa de mi nombre, Hch 9,16). ¿Es verdad que ha perdido su actualidad? ¿Es verdad que la
En adelante me propondré sólo esto: cumplir lo más exac- Compañía padece hoy crisis de obediencia con todas sus con-
tamente posible la voluntad de Dios, que se manifieste o por secuencias? ¿Es verdad que ha inficionado también a nues-
el Sumo Pontífice o por esta Congregación General que son tras comunidades cierto naturalismo que se extiende más y
mis Superiores. Me esforzaré por ser siervo y ejecutor fiel de más sobre el mundo?
todo lo que determine la Congregación: «Loquere, Domine, La otra consideración es externa, esto es, hemos de consi-
quia audit servus titus» (Habla, Señor, que tu siervo escucha 1 derar la imagen del mundo y de la Iglesia en las actuales cir-
Re 3, 9-10). cunstancias de tiempo. Es cuestión esta fundamental, a la que
Emprendemos hoy el trabajo de la segunda parte de nues- no es fácil responder. En las actuales condiciones del mundo
tra Congregación, es decir, el tratar los negocios. Trabajo que y de la Iglesia, ¿cuál es la tarea de la Compañía? ¿Qué orien-
si es de importancia en cualquier Congregación, mucho más tación, qué trabajos, exige hoy de nosotros la mayor gloria de
en la nuestra, reunida en estas circunstancias reales y tempo- Dios? O, por decirlo de otra manera, ¿qué hubiese hecho hoy
rales. No quiero amplificar esto, ya que todos estáis plena- San Ignacio? ¿Cómo aplicaría en concreto sus principios? De-
mente persuadidos de ello. Siguiendo el ejemplo de la Iglesia bemos abordar todas estas cuestiones con sinceridad, apertu-
en el Concilio Ecuménico, debemos proponernos las cuestio- ra, fortaleza, para encontrar la solución.
nes con sinceridad y ponderación. Vivimos en un momento Pienso que, si comparamos nuestros tiempos con los que
histórico de «transición», y como sucede necesariamente en vivió San Ignacio, veremos que el bien y el mal han hecho

124 125
progresos en el mundo. Quiero decir que el progreso realiza- o como memoriales... Podréis ver la perspectiva espiritual y
do en el mundo en la doctrina y en la vida espiritual exige del anímica de nuestra juventud. No os fijéis en el modo de cómo
jesuita un grado superior de espiritualidad. El nivel de la vi- se proponen las cosas, que a veces es muy desacertado; mirad
da espiritual de los sacerdotes y aun de los laicos se ha eleva- más bien lo que pretenden decir, y veréis que, bajo formas cier-
do notablemente; lo que pide de nosotros mayor altura espi- tamente inadmisibles, laten aspiraciones dignas de tenerse en
ritual y mayor formación que la que exigía el siglo XVI. cuenta o que inducen, por lo menos, a la deliberación.
Por otra parte, el mal ha hecho también grandes progre- I le aquí una gravísima tarea de nuestra Congregación: ex-
sos: la guerra que ahora se maquina contra la misma noción traer lo bueno que se encuentra en tantas exposiciones y peti-
de Dios es mucho más fuerte que cuando vivía San Ignacio. ciones de nuestros jóvenes: canalizar esta fuerza y vigor; y esto
Lo que significa que, si no queremos perder posiciones, es ne- es absolutamente necesario. Se trata de una ley biológica o so-
cesario que seamos en cierta manera más ignacianos que el cial, a la que no podemos resistir, a la que no debemos resistir, si
mismo San Ignacio, en cuanto que debemos llevar hasta las no queremos dar lugar a una destrucción total. Nuestra tarea
últimas conclusiones los principios de San Ignacio. debe consistir en liberar esta fuerza de sus elementos espurios,
Para que se acomode la Compañía a las circunstancias ac- y, conservando toda su potencia, llevarla por justos canales. Si
tuales, hay que someterla primero a examen, para penetrar conseguimos injertarla en una sana tradición, obtendremos
más profundamente en los principios ignacianos y para libe- cierta como «simbiosis», de la que se seguirán frutos ubérrimos.
rar a la misma Compañía de todo aquello que puede retrasar Afrontemos, por tanto, el problema con seriedad y sinceri-
su eficaz labor. dad. No nos olvidemos de que vivimos en un tiempo históri-
Así conoceremos los fines de nuestro trabajo, el camino co de transición, que bajo este aspecto es muy parecido al que
para llegar a ellos y la fuerza con que seremos robustecidos vivió San Ignacio. Que él nos enseñe con qué fortaleza, con
para conseguirlos. Esta fuerza será ante todo sobrenatural, qué libertad de espíritu debemos pensar la obra de la Com-
pero que nos llevará a emplear con eficacia y plenamente los pañía: tomando, por una parte, los elementos que se deben
medios humanos y modernos de la técnica y de la organiza- aprobar, y rechazando con diligencia lo que parezca pernicio-
ción, segiin las normas del «tanto cuanto». so. No nos olvidemos de que, como la historia de hoy juzga
Con esto obtendremos también un fruto de gran impor- los hechos del siglo XVI, los venideros juzgarán nuestras ac-
tancia: que mostraremos a nuestros jóvenes una imagen nue- ciones y nuestras deliberaciones y, lo que es más importante,
va de la Compañía. No podemos negar lo que hemos experi- que éstas tendrán efectos gravísimos en el futuro de la Com-
mentado al tratar con nuestros jóvenes y sacerdotes: que les pañía, con consecuencias para la salvación eterna de las al-
falta ardor y entusiasmo, que les falta confianza en la propia mas. Apliquémonos a conocer qué es «militare sub crucis vexi-
vocación; y no raras veces se les oye decir: «No aconsejaría a llo», militar bajo el estandarte de la cruz; qué significa y cómo
los jóvenes estudiantes que entren en la Compañía». ¡Pala- debemos llevar a efecto esta nuestra norma de vida en estas
bras bien dolorosas! condiciones concretas del siglo XX.
Para excitar este ardor y confianza en la vocación, tan nece- Esta es la gracia que pedimos hoy a Nuestra Señora de la
sarios en nuestra vida, no hay duda que hemos de salir al en- Estrada; y para que podamos recibir esta gracia «ultra quam
cuentro de las exigencias de los jóvenes, que por lo demás son sperare possumus» (más de lo que podemos esperar), quiero
exigencias de nuestro tiempo. Leed los postulados de algunas renovar hoy en la Bendición con el Santísimo Sacramento la
Provincias, sobre todo los que han sido rechazados, y, aún con consagración de la Compañía al Sagrado Corazón de Jesús.
más razón, los que no han llegado al aula de la Congregación
Provincial; pero que nos han llegado como postulados privados (Traducción: la misma que la del anexo 1).

126 127
ANEXO 3
Carta a la Compañía de Jesús
comunicando las «Litterae Pontificiae»
sobre el culto al Sagrado Corazón de Jesús
(17 de junio de 1965)

El 25 de mayo, día de la Ascensión, tres días después de que


fuera elegido General el P. Arrupe, firmó S.S. Pablo VI las
Litterae Pontificiae sobre el culto al Sagrado Corazón de Jesús
dirigidas a seis superiores generales de congregaciones vin-
culadas a dicho culto: Enrique Systermans, SS.CC; Leonar-
do Carrieri, M.SS.CC.; José van Kerckoven, M.S.C.; José de
Palma, S.C.I.; Armando le Bourgeois, C.I.M.; y Pedro Arru-
pe, S.J. El 17 de junio, en la primera de sus comunicaciones
a toda la Compañía, el P. Arrupe envía dicho texto. Las bre-
ves referencias motivacionales explican fácilmente el por
qué incluir este breve texto entre nuestros anexos. Por ejem-
plo, su conexión con el final del anexo anterior y muy parti-
cularmente con la presencia del tema en los Apuntes que pu-
blicamos.

R e v e r e n d o s P a d r e s y H e r m a n o s queridísimos en Cristo:
Pax Xti.

129
Con estas breves letras, las primeras, después de recibir el
cargo de Prepósito General, que envío a todos los miembros
de nuestra Compañía, a algunos de los cuales pude saludar
ya el mismo día de la elección, 22 de mayo, me alegra -y lo
juzgo muy oportuno en la proximidad de la fiesta del Sdo.
Corazón de Jesús-, el comunicaros las Litterae Pontificiae acer-
ca del culto del Sagrado Corazón, que el Sumo Pontífice se
dignó enviar el 25 de mayo a algunos institutos religiosos,
vinculados por especial título de religión con el Sagrado Co-
razón de Jesús, entre los que se cuenta nuestra Compañía.
Aunque se le haya pedido a la Congregación General XXXI
examinar los postulados recibidos sobre el culto del Sdo. Co-
razón y promulgar sus recomendaciones sobre el tema, me ha ANEXO 4
parecido conveniente el transmitiros ya las Litterae Pontificiae
y empezar a cumplir así la parte principal de mi oficio, esto Misión de la Compañía
es, participar a la Compañía los deseos del Sumo Pontífice. acerca del ateísmo
En tal Carta claramente se manifiesta la voluntad del Su-
mo Pontífice de que «el culto del Sdo. Corazón (...) florezca cada
día más y sea reconocido por todos como una excelente y comproba-
da forma de verdadera piedad». Es igualmente clara la respuesta El 15 de julio de 1965, al finalizar la primera sesión de la
que debemos dar, sea por nuestra tradición en practicar y Congregación General, promulgó el P. Arrupe este impor-
promover esta devoción, sea, sobre todo, por nuestra obe- tante decreto en el que la Congregación recogió y dio cuer-
diencia y fidelidad al Vicario de Cristo, que me fue de espe- po de ley a la voluntad de S.S. Pablo VI manifestada al co-
cial gozo significar de nuevo en la audiencia privada del 31 mienzo de la misma. Las líneas-eje de este decreto estarán
de mayo de este año, a saber: que, secundando con prontitud muy presentes, como voluntad de Dios, en los Ejercicios de
este impulso y exhortación del Sumo Pontífice continuare- Arrupe, quince días después, pero sobre todo en su vida y
mos, según nuestras fuerzas y con renovado vigor, dando su acción apostólica y de gobierno.
culto al Sdo. Corazón y promoviendo dicho culto.
Bendiciéndoos a todos de corazón, me encomiendo en
vuestros santos sacrificios y oraciones. DECRETO
Roma 17 junio 1965, en la festividad del Corpus Christi.
Siervo de todos vosotros, en Xto., Pedro Arrupe, S.I.
I. De la difusión del ateísmo y del encargo confiado por el
(Traducción de I. Iglesias, S.J.) Sumo Pontífice

1. Porque la gloria de Dios, fin de toda la Creación, y el mis-


mo bien del hombre exigen que éste conozca a Dios, le reveren-
cie y le sirva, el peligro de ateísmo en que hoy se encuentran
tantos hombres debe estimular a los miembros de la Compañía

131
130
de Jesús a dar un testimonio más puro de vida religiosa y abra- III. De algunas dificultades que se oponen a la fe en Dios y
zar con mayor entusiasmo las obras apostólicas. La negación de de los remedios que deben ofrecerse
Dios no es un suceso singular como en los pasados siglos, sino
que se difunde entre muchos, más aún, entre grupos sociales y 4. Empleen los Nuestros con intención puramente apostó-
pueblos casi enteros. En algunas naciones el ateísmo es propa- lica y de ningún modo política los remedios apropiados para
gado sistemáticamente por los mismos poderes piiblicos, con superar las dificultades que pueden moverse contra la fe,
lesión de los derechos del hombre a la libre búsqueda de la ver- muchas veces también entre los mismos creyentes.
dad y al ejercicio de la religión. La negación de Dios o la indife- 5. Puesto que las dificultades muchas veces proceden «de
rencia hacia la religión imbuye aún más extensamente la vida que se pide que las cosas divinas se propongan de una forma
cultural y social directa o indirectamente. El Sumo Pontífice Pa- más elevada y pura que la que prevaleció en algunos modos
blo VI, tomando ocasión de la Asamblea de Padres reunidos de culto y de lenguaje» (Ecclesiam suam), esfuércense los
para la Congregación General XXXI, pidió a la Compañía en Nuestros en purificar sus representaciones de Dios y en pro-
virtud del voto especial de obediencia, hacer frente «con fuer- mover entre los creyentes una adhesión de fe verdaderamen-
zas unificadas» al ateísmo: por tanto, es necesario que todos los te personal.
Nuestros se apliquen a ello con la oración y la acción, con forta- 6. Ya que existen también algunos ateos «dotados de cierta
leza, aunque, de su parte, humildemente y se muestren agrade- grandeza de alma», a los que mueve el que no pueden sufrir
cidos de poder así servir mejor «al Señor sólo y a la Iglesia su «la mediocridad y la ambición de la propia comodidad (...)
Esposa bajo el Romano Pontífice, Vicario de Cristo en la tierra». con que están viciados tantos sectores de la sociedad humana
en nuestros días» (Ecclesiam suam), trabajen los Nuestros para
que la fe lleve siempre a un auténtico amor práctico y social
II. Del conocimiento del ateísmo y de sus causas y de las
del prójimo.
motivaciones de los ateos
7. Como, por otra parte, la aspiración legítima a la autono-
mía de las ciencias o de la actividad humana muchas veces
2. Todos los miembros de la Compañía, cualquiera que sea
llega a suscitar objeciones contra el conocimiento de Dios, o
el trabajo apostólico a que se dediquen, presten mayor aten-
más aún, algunos presentan la enajenación de la religión co-
ción a los ateos y cultiven un conocimiento más profundo del
mo la misma vía para la liberación del hombre, hay que es-
ateísmo y de la indiferencia hacia la religión. Investiguen las
forzarse por que la fe informe toda la vida concreta del hom-
diversas formas del ateísmo, bien sean sistemáticas bien prác-
bre y por que resulte claro que la vida cristiana no aparta de
ticas y procuren tener de ellas un conocimiento directo en
la edificación del mundo, más aún, que los valores humanos
cuanto sea posible.
cultivados sin soberbia y el mismo universo, limpios de la co-
3. Conozcan bien igualmente sus causas: ya aquella relación
rrupción del pecado, iluminados y transfigurados, pueden
que la actual negación de Dios tiene con los cambios de todo
encontrarse en el «reino eterno y universal» que Cristo entre-
tiempo que se operan en la condición material y social de los
gará al Padre en la consumación del mundo.
hombres, ya aquellas causas «complicadas y múltiples» que
pueden encontrarse «en la mente de los ateos», «de forma que
hay que juzgar de ellas prudentemente» (Ecclesiam suam), ya las IV. De nuestro modo de vida
injusticias sociales que, sobre todo en las regiones en vías de de-
sarrollo, disponen a muchos a recibir las doctrinas ateas que 8. Es necesario que los miembros de la Compañía apliquen
van unidas a los programas de revolución social. estos remedios primero en su propia vida. Cultiven cons-

132 133
tantemente el sentido del Dios viviente, operante y amante, 12. Considerando las regiones en que se propaga el ateís-
que los Ejercicios de San Ignacio comunican por medio de la mo, tendremos que insistir en la ayuda a las regiones en vías
meditación del Principio y Fundamento y de la Contempla- de desarrollo, en las cuales la vida religiosa está expuesta a
ción para alcanzar amor. Que todo nuestro modo de vivir y mayores y más imprevistas perturbaciones a causa de la rapi-
obrar manifieste, en cuanto sea posible, quién es Dios: apro- dez de los cambios.
piándonos la actitud fundamental que el Verbo de Dios en- 13. Considerando las principales causas del ateísmo, es
carnado ha manifestado en toda su vida y sobre todo en su evidente que hay que insistir en el apostolado social y en el
sacrificio supremo, según lo descubren los Ejercicios a partir apostolado universitario, bien sea por medio de nuestras uni-
de la contemplación del Reino de Cristo. versidades o en las universidades civiles.
9. Nuestro modo de vivir y obrar ha de ser completamen- 14. Se precisan también valiosos esfuerzos intelectuales de
te sincero, libre de toda especie de soberbia o fingimiento, ya todos nuestros científicos, filósofos y teólogos y una coopera-
que los ateos, ajenos al ámbito del mundo religioso, juzgarán ción constante entre aquellos que cultivan las diversas disci-
sobre todo la vida misma y las obras nuestras. plinas, especialmente las ciencias del hombre.
15. Expónganse y sométanse a crítica en nuestras aulas las
doctrinas del ateísmo actual, sin caer en una vana polémica,
V. De la formación de los jesuítas
sino fomentando una inteligencia crítica lo más exacta posi-
ble de los argumentos de los ateos y de su mentalidad.
10. La formación de los jesuitas sea apta para fundamentar
16. Diríjanse los Nuestros a los mismos ateos con la con-
y promover esta vida espiritual y un sincero y fraterno estilo
vicción firmísima de que la ley divina está inscrita en los co-
de obrar. Sean instruidos los estudiantes para comprender la
razones de todos, y en la fe de que el Espíritu Santo mueve a
mente de los ateos y entender sus teorías, y sean provistos de
todos a la obediencia debida a Dios Creador; trabajen por re-
una doctrina apropiada, sobre todo antropológica, presenta-
mover los obstáculos y para que los ateos encuentren a Dios
da en lenguaje moderno; y hay que procurar, en cuanto sea
y le reconozcan, tanto por medio de la predicación acomoda-
posible, que sobre todo los que provienen de ambientes cris-
da a cada uno, unida a un religioso respeto, como por medio
tianos intactos puedan tener a tiempo algunos contactos con
del testimonio fraterno en la vida concreta y en la acción.
personas ateas.
17. Preocúpense todos los Superiores de adaptar continua-
mente el apostolado a este fin. Se recomienda de modo parti-
VI. De la jerarquía de los ministerios y de su acomodación cular al General que, en coloquio con el Sumo Pontífice, trate
para cumplir la misión encomendada por el Sumo Pontífice de conocer con claridad su mente acerca de la misión que nos
ha confiado y que, con la ayuda de especialistas, dirija todo el
11. El mandato de hacer frente al ateísmo debe penetrar to- apostolado de la Compañía a cumplir aquella misión en la
das las formas aprobadas de nuestro apostolacio, de forma medida de nuestras fuerzas.
que cultivemos en los creyentes la fe misma y el sentido au-
téntico de Dios. Pero también es necesario que dirijamos a los (Traducción: véase el final del Anexo 1).
no-creyentes una parte de nuestras fuerzas mayor que la has-
ta aquí empleada y deberán buscarse y experimentarse nue-
vos medios para dirigirnos más íntima y profundamente a
los mismos ateos, ya a aquellos que pertenecen a las clases
más necesitadas, ya a aquellos de clases más cultivadas.

134 135
ANEXO 5
A toda la Compañía
sobre la Congregación General XXXI
(31 de julio de 1965)

El 31 de julio de 1965 lleva Arrupe setenta días como gene-


ral. Quince días antes se ha interrumpido la Congregación,
pero continúan los trabajos y estudios de individuos y co-
misiones sobre multitud de temas abiertos bajo la inspira-
ción del Concilio, todavía en curso, pero ya con el horizon-
te de la última fase a la vista. Ese día firma Arrupe una
carta a todos los jesuitas dándoles cuenta de lo trabajado,
de lo que queda por hacer y de los acentos que S.S. Pablo
VI ha vuelto a poner en ocasión de su audiencia, trece días
antes (17 de julio) al P. Arrupe y a sus asistentes generales.
No se trata de mera narración de hechos. Su visión de los
mismos, además de reflejar su talante, va dejando entrever
aspectos de la vida y del apostolado de la Compañía, que
volverán a ser objeto de su inspiración y de sus decisiones
a lo largo de su generalato. Este es el cuadro inmediato de
la Compañía que Arrupe lleva consigo al día siguiente a
sus Ejercicios. Algo así como su composición de lugar de los
mismos.

137
Reverendos Padres y Hermanos en Xto queridísimos. Pax Xti. minada, en la que se expusieron con religiosa libertad y hon-
radez las razones de una y otra parte.
Bien conocéis cuánto he deseado, desde el primer día de mi En los temas cié pobreza, que ocuparon a las anteriores
aceptación del cargo de General, hablaros a todos vosotros. Congregaciones y que han sido consideracios posteriormen-
Ahora se me presenta una estupenda ocasión de realizar te por varias comisiones, nuestra Congregación logró dar
este deseo, al transmitiros la promulgación de tres decretos decretos de gran importancia. A la luz de la doctrina conci-
de la Congregación General, inmediatamente después de ter- liar sobre la Iglesia, redactó brevemente lo que ya en nuestro
minada la primera sesión. Instituto existía sobre la naturaleza y el espíritu de la pobre-
Ante todo, quiero manifestaros mi sincera satisfacción, za, expuesto de forma adaptada a las necesidades espiritua-
después de los trabajos de la primera sesión, por la abundan- les de nuestro tiempo. A la vez propuso los principios según
cia de gracias con que Dios ha colmado a nuestra Compañía. los cuales se ha de regir hoy la praxis de una pobreza since-
Vuestras oraciones y vuestra expectación no han sido mutiles. ra y acomodada a nuestra vida apostólica. Complicadas
La obra terminada por la Congregación es verdaderamente cuestiones jurídicas, largo tiempo discutidas, sobre el voto
grande y la obra que ha dejado preparada para la segunda se- «de non relaxanda panpertate», sobre la vida común, el fruto
sión supera, quizás, a la de la primera. Os doy de nuevo las del trabajo, la gratuidad de los ministerios, las fundaciones,
más sinceras gracias por vuestra cooperación en esta obra. las resolvió la Congregación por propia autoridad, incluido
La Oficina de Información de la Congregación os ha co- el oportuno recurso a la Sede Apostólica. Finalmente consti-
municado noticias sobre lo deliberado en el Aula de la mis- tuyó Definidores que, dentro de los límites cié las compe-
ma. Será bueno resumirlas brevemente. tencias que les ha asignado la misma Congregación y según
En primer lugar, conviene resaltar que han sido aprobados las normas establecidas en los decretos de la misma, revisen
algunos decretos todavía no promulgados, porque, según la los preceptos de nuestro derecho y los acomoden en lo que
costumbre de las Congregaciones precedentes, ha parecido sea necesario.
posponer su promulgación hasta el fin de la Congregación. Además el decreto sobre la formación de los Escolares, so-
Así se podrá completar el texto de cada uno de los decretos, bre todo en los estudios, esperamos ayudará a nuestros Esco-
disponerlos más orgánicamente y conjuntarlos con más deta- lares por su acomodación a las necesidades de los tiempos y
lle con lo que se establezca en otros decretos. Por eso, sólo la flexibilidad a las exigencias de las regiones, en fiel adhe-
han sido promulgados los decretos que tienen que ver con el sión a la mente de la Iglesia, expuesta en el decreto conciliar
derecho constitucional de la Compañía o que parecen reque- «De Institutione sacerdotali».
rir una inmediata aplicación. Los decretos sobre los ministerios apostólicos tienen entre sí
En este momento de la Congregación muchos asuntos, y de común el buscar evidentemente la acomodación a la men-
de gran importancia, han alcanzado una definitiva solución. talidad actual y aparecer como respuesta generosa a la volun-
Entre ellos destacan los complejos temas referentes al gobier- tad de la Iglesia y a las necesidades de los hombres. Ésta fue la
no de la Compañía. Así fue tratada bajo todos sus aspectos la preocupación de los Padres que trabajaron en la Comisión de
estructura misma del gobierno supremo y acomodada a las ministerios: averiguar qué exige el servicio de la Compañía a la
nuevas circunstancias de los tiempos. Y no se os oculta con Iglesia en las numerosas formas actuales de apostolado que lle-
cuánta sinceridad asumió la Congregación, desde el comien- va consigo la misión universal de la Iglesia.
zo, la discusión del delicado tema de la duración del oficio La Congregación de ninguna manera pudo pasar en si-
del General. El decreto, que se os comunica, es fruto de una lencio el mandato pontificio de afrontar el ateísmo. Aunque,
deliberación larga, serena, cuidada y sobreñaturalmente ilu- como manifestó el Sumo Pontífice, habrá que esperar al fi-

138 139
nal del Concilio Vaticano II, para que aparezcan a plena luz La Congregación se esforzó con el mayor interés en perci-
la mente del que manda y el sentido de lo mandado, sin em- bir el mtimo sentido del movimiento de renovación de la
bargo, la Congregación General, para manifestarse pronta a Iglesia y acudió solícita a las fuentes genuinas de las que pue-
la voluntad del Vicario de Cristo, ya ahora asumió humilde- da brotar nuestra específica renovación en la unión con Dios
mente un mandato tan grande y quiso, por medio de un de- y la disponibilidad instrumental para la mayor gloria de
creto en regla, comunicar cuanto antes a la Compañía su Dios. Para este fin la Congregación tuvo siempre delante de
aceptación. los ojos los documentos del Concilio, sobre todo las recientes
Estos son los principales capítulos que se refieren a la obra Constituciones sobre la Iglesia y sobre la Sagrada Liturgia, cié
terminada por la Congregación. Otros, y de gran importan- manera que el verdadero espíritu de la Iglesia impregne el
cia, han sido largamente deliberados en el Aula, pero todavía sentido de nuestra vocación y la vivifique. La discusión sobre
no aprobados definitivamente por la Congregación; por este punto está lejos de haber terminado. El asunto mismo si-
ejemplo, sobre los grados en la Compañía. Además deberá gue sometido a estudio más profundo y espera ser enriqueci-
someterse a un estudio más detallado el decreto sobre los do aún con la nueva luz conciliar y con algunos intentos ex-
Hermanos Coadjutores, que la Congregación ciertamente ad- perimentales. Por lo demás, el examen y el estudio de la vida
mitió en su sustancia y quiso prudentemente que fuese bre- espiritual en la Compañía serán el eje sobre el que gire la se-
vemente expuesto por carta del Prepósito General. La Con- gunda sesión de la Congregación General.
gregación, pues, consideró que es conforme a la mente de S. Líe aquí someramente esbozados los trabajos de la prime-
Ignacio que los Hermanos Coadjutores puedan asumir todo ra sesión de la Congregación.
servicio de la vocación apostólica que, según su grado y ta- El peso y la naturaleza de las cosas que deben ser tratacias,
lentos, sirva para procurar el fin de la Compañía; por lo tan- su novedad y sus implicaciones, no podían menos de suscitar
to, los Hermanos han de ser formados lo mejor posible, tanto alguna ansiedad en el alma de los congregados. Habían de
en el espíritu como en la capacitación técnica, científica y cul- ser sometidos a deliberación asuntos pertenecientes a cosas
tural necesaria, no sólo para sus oficios tradicionales que la sustanciales del Instituto, de los cuales las precedentes Con-
Compañía ha estimado tanto, sino, sobre todo, para realizar gregaciones nunca creyeron que debían tratar. Si la Congre-
bien los nuevos cargos en los adjuntos actuales. Se ha de pro- gación había de acometer esta obra, había que buscar nuevas
mover más y más entre los Nuestros el espíritu de familia y la formas de deliberación. Cosa que no temió hacer la Congre-
mutua unión, para que todos contribuyan con caridad frater- gación, reelaborando algunos decretos precedentes, para po-
na a cuanto pertenece a lograr perfectamente la vida común. der plantear sincera y profundamente cuestiones vinculadas
Una Comisión de peritos continúa trabajando, durante la in- a las cosas sustanciales del Instituto.
tersesión, para que sea declarada más profundamente la vo- A esto se añadió el hecho de que el número de Postulados
cación de los Hermanos Coadjutores y para que, a esta luz, se dificultaba el hacer una justa distribución de los mismos con-
establezca su formación. forme a las competencias de las Comisiones y el encontrar un
Sobre la institución de los diáconos orientales en la Compa- método apto para tratarlos.
ñía, la Congregación suspendió el decreto 15, n° 2 de la Congre- Pero la caridad, sobre todo, y la sincera colaboración, más
gación General XXIX, desde la línea «Diaconorum vero...», pa- aún, la muñía comprensión, superaron felizmente las inevita-
ra que el General pueda actuar en esta materia libremente. bles dificultades. Se podía decir que las fuerzas más diversas
Finalmente quiero recordar el principal tema que afecta al convergían en un objetivo: lograr el fin de la Congregación.
alma de nuestra personal vida religiosa y vocación apostóli- La diversidad de naciones, la variedad de culturas y la dispa-
ca: es a saber, la vida espiritual en la Compañía. ridad de edades competían en llegar con prontitud a esta me-

140 141
ta p o r diversos caminos. De g r a n gozo fue p a r a m í y p a r a en todas las partes del mundo y que sus obras eran muy
apreciadas por católicos y no católicos. Aunque se había
otros el o b s e r v a r los c a m b i o s q u e g r a d u a l m e n t e se fueron
hecho tarde, quiso detenerse con nosotros un poco más ex-
realizancio en la Congregación al correr de los días: al princi-
presamente para recomendarnos tres cosas:
pio, se sentía cierta i n q u i e t u d e i n c e r t i d u m b r e - n o diría te- En primer lugar, nos recomendó que permanezcamos fieles
m o r - sobre si se conseguirían frutos v e r d a d e r o s y sólidos d e a nosotros mismos, fieles a nuestro Instituto, fieles a las le-
la Congregación; sin e m b a r g o , d e s p u é s , al a v a n z a r a l g u n o s yes y Constituciones; y, recordando aquella afirmación de
estudios m á s acabados y al abrirse las deliberaciones, con sin- «los jesuítas, o sean como son, o no sean», añadió que la ac-
cero cambio d e opiniones, t o m a d a s ya algunas decisiones de tualización (nggionmmento), aunque necesaria, no debe da-
gran importancia, y, sobre todo, d e s p u é s que se decidió tener ñar ni el espíritu ni las leyes fundamentales del Instituto.
u n a s e g u n d a sesión d e la Congregación, desaparecieron las La misma Iglesia no estaría contenta si encontrara a los je-
d u d a s y las a n s i e d a d e s , q u e d a b a n p a s o felizmente a u n a re- suítas distintos de lo que siempre fueron; como no se alegra
n o v a d a confianza en q u e esta Congregación, con la a y u d a d e cuando recibe noticias de que algún jesuíta no habla u obra
Dios, p o d r í a v e r d a d e r a m e n t e realizar los objetivos p a r a los como corresponde a un jesuíta. Esa misma mañana, cuando
nos hablaba, dijo que había oído con dolor una afirmación
que había sido convocada. ¡Ojalá la m i s m a confianza levante
que se decía atribuida a uno de los Nuestros. Nos recomen-
con fuerza el espíritu d e todos los N u e s t r o s , d e m a n e r a q u e
dó, pues, mucho la fidelidad a nuestro Instituto, a nuestras
c o n t e m p l e n con r e n o v a d a s e g u r i d a d el futuro d e n u e s t r a
tradiciones y a nuestras leyes, añadiendo que teníamos que
C o m p a ñ í a en la Iglesia! confiar totalmente en nuestras leyes y Constituciones.
Por p r i m e r a vez en la historia d e las Congregaciones Ge- Una segunda recomendación se refirió a cómo conciliar ar-
nerales ha sido introducida u n a s e g u n d a sesión. A nadie se le mónicamente esta fidelidad al Instituto con la necesaria
ocultan las razones de esta innovación necesaria. Si q u e r e m o s adaptación, que exige el moderno apostolado, puesto que
que la Congregación llegue a u n resultado satisfactorio, es ne- la Compañía ha de vivir y trabajar en el mundo. Hay aquí
cesario u n m a y o r estudio, reflexión y e x a m e n de experiencias un grave problema que afecta no sólo a la Compañía, sino
para lograr conclusiones m a d u r a s , n o sólo de las cosas q u e se también a otros Institutos religiosos y a cuantos trabajan
apostólicamente. No se atrevió el Sumo Pontífice a formu-
h a n de tratar, sino d e las ya tratadas.
lar consejos concretos sobre el modo de resolver este pro-
Ésta es la tarea d e este p e r í o d o intersesional. Para ello se
blema, pero nos recomendó un gran cuidado a la hora de
h a n establecido diversos órganos de trabajo q u e en R o m a y buscar soluciones, persuadido de que muchos miran a la
en otras p a r t e s se d e d i c a r á n a esa tarea. Así p u e s , la Congre- Compañía, cuyas prescripciones y decretos serán tenidos
gación n o ha t e r m i n a d o , ni siquiera se ha s u s p e n d i d o . Conti- por muchos como sus propias normas y decretos. Si la
núa, de forma n u e v a , su trabajo. Compañía establece normas demasiado amplias, muchos,
N o p u e d o terminar sin contaros lo q u e el S u m o Pontífice, interpretando estos límites aún más ampliamente, se desli-
recibiéndonos recientemente a m í con mis Asistentes (17 d e zarán a un peligroso laxismo; si estableciese normas más
julio), se ha d i g n a d o inculcar, como si tuviese delante a la estríelas, no faltarán quienes impulsarán a la Iglesia a que
universal C o m p a ñ í a : cada día se cierre más en sí misma y se distancie del mun-
do. Es necesario, pues, que lo que la Compañía se atreva a
Conocía ya con anterioridad algunas cosas sobre los traba- decidir se prepare con sumo cuidado y atención, con gran
jos de la Congregación y estaba convencido de la seriedad seriedad y sentido de responsabilidad.
y hondura con que se había trabajado; después manifestó En tercer lugar, nos recomendó fidelidad a la Iglesia y a la
su agradecimiento a la Compañía, sobre todo, por tantas y Sede Apostólica. Tiene la Compañía un peculiar voto que la
tan importantes cosas como hace por la Iglesia; dijo que distingue de los demás Institutos y que de alguna manera
continuamente encontraba a la Compañía présenle y activa

142 143
cualifica su servicio de Iglesia y en la Iglesia. Es misión de
la Compañía el luchar por la Iglesia, a la que debe defender
y ayudar. Valora mucho el Sumo Pontífice esta ayuda debi-
da a la Compañía y tiene intención de utilizarla: ¿cómo no
va a usar el Papa estas valiosas fuerzas que tiene a sus ór-
denes? Así, pues, el Sumo Pontífice pedirá a la Compañía
ayuda, consejo, colaboración, incluso sacrificios... Y aña-
dió: «Y vosotros debéis prestar obediencia, aun no enten-
diendo las razones de algunos mandatos: así es vuestra
obediencia perinde ac cadáver. Por lo demás sabed que esto
no significa menor estima y confianza de nuestra parte; el
Pontífice aprecia a la Compañía y la quiere protegida y de-
fendida; y precisamente porque la acompaña con este apre-
cio y esta confianza, le impone estos mandatos y le pedirá
esos sacrificios. Cosa que no hará el Pontífice sino después ANEXO 6
de haber reflexionado consigo ambas cosas largamente y
haber visto en oración que hay que actuar así».
El ateísmo
Intervención
H a b i e n d o r e c o r d a d o estas p a l a b r a s y deseos del S u m o en el Concilio Vaticano II
Pontífice, R e v e r e n d o s P a d r e s y queridísimos H e r m a n o s ,
vuelvo a la intersesión d e la Congregación, que, como será m i
(27 de septiembre de 1965)
m a y o r interés, quisiera q u e n o fuera m e n o s el v u e s t r o . Os
r u e g o , p u e s , a t o d o s insistentemente q u e os entreguéis con
continuas oraciones y, si es necesario, con v u e s t r a p e r s o n a l
colaboración a este objetivo c o m ú n de la C o m p a ñ í a : el feliz El 15 de junio de 1965, en plena primera sesión de la Con-
logro d e la Congregación. Apelo a v u e s t r o sincero a m o r a la gregación General XXXÍ, recibió el P. Arrupe el nombra-
vocación, para q u e vuestro ejemplo de vida espiritual y apos- miento pontificio de miembro de la Comisión de Religiosos
del Concilio Ecuménico Vaticano II. Entró a participar en la
tólica r e n o v a d a sea estímulo y signo l u m i n o s o d e coopera-
última fase del Concilio, en la cuarta etapa (14 de septiem-
ción p a r a la Congregación. U n i d a s las fuerzas, r e s p o n d a m o s
bre - 8 de diciembre de 1965).
h u m i l d e , p e r o a u d a z m e n t e , a los deseos de Dios, de la Iglesia
Su primera intervención pública en él tuvo lugar el 27 de sep-
y d e la C o m p a ñ í a . tiembre, en la 136a Congregación General del Concilio. Sus
Bendiciéndoos d e corazón, m e e n c o m i e n d o en v u e s t r o s observaciones versaron sobre uno de los textos pastoralmen-
Santos Sacrificios y oraciones. te más fecundos y abiertos -más debatido también-, que aca-
Roma 31 d e julio 1965, en la festividad d e San Ignacio. baría siendo la constitución pastoral Gaudiitm et Spes, sobre la
Siervo d e t o d o s vosotros en Xto. Iglesia en el mundo actual. Profundamente impactado por el
fenómeno del ateísmo en sus múltiples formas, como puede
P E D R O ARRUPE, S.I. verse por otros textos suyos aquí presentados y, muy particu-
Prepósito General larmente, en sus Apuntes, centró en él su intervención subra-
d e la C o m p a ñ í a d e Jesús yando su complejidad, su fuerza y alcance, la dificultad de
una actuación pastoral sobre él y la necesidad de un plan de
(Traducción: I. Iglesias, S.J.) acción conjunto de Iglesia pilotado por el Papa.

144 145
Su planteamiento, en este último aspecto, fue diversamen- Iglesia no ha encontrado todavía medios verdaderamente efi-
te acogido, incluso interpretado como utópico, por unos, y caces para transmitir esos tesoros a los hombres de nuestro
centralizador, por otros. Los Apuntes de sus Ejercicios, casi tiempo. Las estadísticas hablan con claridad: el año 1961 los ca-
dos meses anteriores a esta intervención, pueden ayudar tólicos representaban en el mundo un 18 por ciento; hoy un 16
hoy, a treinta y siete años de distancia, a valorar más justa- por ciento; la proporción, por tanto, disminuye sensiblemente.
mente sus ideas, pero, sobre todo, la nobleza de sus inten- Después de dos mil años somos solamente una parte pe-
ciones y la altura profética de miras del «misionero Arru-
queña de la población mundial y, dentro de esa parte peque-
pe» al proponerlas.
ña, ¿qué parte es verdaderamente católica? Sin duda en este
pequeño rebaño hay muchas cosas buenas: hombres de gran
Padres Venerables: valía y obras muy bien estructuradas. Pero, si se considera el
El Esquema sobre la Iglesia en el mundo moderno es dig- mundo en su totalidad, nuestro influjo no es el que debería
no de alabanza, por intentar ofrecer soluciones a los proble- ser. Nuestros intentos se ven, en gran parte, privados de su
mas actuales, pero temo que tales soluciones y especialmen- debido influjo por la dispersión en que trabajamos muchas
te lo contenido en el n ü 19 sobre el ateísmo -ciertamente veces.
contra la intención de los redactores-, se quede demasiado en Estas consideraciones no deben hacernos pesimistas. En el
el plano intelectual. Esto sería permanecer en un defecto en mundo seremos oprimidos y el misterio de la iniquidad se
que incurrimos frecuentemente: la Iglesia tiene la verdad, los opone al progreso de la Iglesia. El aumento de la Iglesia no
principios, los argumentos. Pero ¿transmite todo esto al mun- debe medirse con criterios meramente humanos; ni, final-
mente, debemos olvidar que, mientras otros suelen emplear
do de modo verdaderamente eficaz? Este es el problema.
ciertos métodos, eficaces en el mundo, pero no conformes con
La inadecuación entre lo que la Iglesia tiene y lo que da al
el Evangelio, nosotros debemos predicar a Cristo y, por cier-
mundo se ha hecho más patente en el mundo de hoy, que pres-
to, crucificado.
cinde de Dios, más aún, que frecuentemente intenta destruir la
Teniendo estos principios claros ante nuestra vista, sin
idea de Dios. Esta mentalidad y cultura, prácticamente atea no
embargo, nos apremia la obligación de someter a examen
sólo -como aquella ciudad, en sentido agustiniano- lucha con-
nuestros métodos pastorales, sobre todo en lo que se refiera
tra la ciudad de Dios desde fuera, sino que penetra dentro de
al grave problema del ateísmo. En este problema tendemos
los muros de la ciudad de Dios e inficiona subrepticiamente con
espontáneamente a darle una solución intelectual: a refutar/
su veneno las almas de los mismos creyentes (incluso de los re-
probar, enseñar, defender. Esto es preciso y esencial, pero to-
ligiosos y sacerdotes), de donde brotan como frutos, dentro de
talmente insuficiente. Debemos comunicar no sólo la verdad/
la Iglesia, naturalismo, desconfianza, rebelión...
sino también la vida: más que defender, debemos crear; m ^
La nueva sociedad atea trabaja, mediante sus miembros que exponer, debemos mover; más que contemplar la verdad'
más conscientes, de modo muy eficaz; emplea medios cientí- debemos llevarla a efecto. He aquí unas palabras de Jua^
ficos y técnicos, sociales y económicos; sigue una estrategia XXIII que se refieren directamente a este punto:
elaborada perfectamente; ejercita un dominio casi absoluto
en las organizaciones internacionales, en las sociedades fi- «Pero hoy más que minen es indispensable que esta doctrina sL''1
nancieras, en los medios de comunicación social, televisión, conocida, asimilada, llevada a la realidad social en las formas i/ l '''
la medida que las circunstancias permitan o reclamen; fundó'1
cine, radio, prensa.
ardua, pero nobilísima. Con ardiente llamamiento invitamos /?
Frente a esta sociedad está la Iglesia con sus inmensos teso- realizar esta tarea no sólo a Nuestros Hermanos e Hijos espai'^r
ros de espíritu y verdad. Hay que decir, sin embargo, que la dos por todo el mundo, sino también a todos los hombres de bit1'"
146 147
modificarlas e imbuir de valores cristianos la misma vida so-
na voluntad». Hasta aquí las palabras de la Carta Encíclica
Mater et Magistra (AAS 53, 1961, 455). cial, económica, política.
«No basta -decía Juan XXIII- que estos hijos nuestros gocen de la
El paso de la doctrina a la realización es ciertamente difí- luz eelestial de la fe y que se muevan a impulsos del deseo de pro-
cil por el cambio constante y rápido de las situaciones con- mover el bien; se requiere, además, que entren en las institueiones
cretas; por ello muchas veces, sin darnos cuenta, huimos de de la vida civil \j que puedan desenvolver dentro de ellas su acción
esta dificultad y buscamos refugio en la verdad abstracta to- eficaz» (Carta Encíclica Pacem in tenis: AAS 55,1963, 296).
talmente permanente y estable, pero también menos eficaz
como solución. Esto es urgente. No podemos demorarnos más. Es tiempo
El ateísmo no es un problema exclusiva o primariamente de actuar.
filosófico; por ello, además de una refutación de orden inte- ¿Qué hemos de hacer? Para que estas cosas se hagan eficaz-
lectual, es sumamente urgente construir un orden individual mente, quisiera exponeros, Padres Venerables, un plan concreto.
(es decir, del individuo con respecto a Dios), familiar (de la 1. Hágase por los mejores especialistas y por hombres ver-
familia con respecto a Dios), comunitario (de la sociedad con daderamente entendidos en la materia una investigación con-
respecto a Dios), en el que las relaciones mutuas no estén creta, técnica y exacta de la situación actual del mundo para
afectadas por ateísmo alguno. Todo esto vale no sólo del ateís- que no nos inspiremos en el mero oportunismo del momento
mo militante y agresivo, sino también del meramente prácti- presente, perdiendo así muchas fuerzas y teniendo que cam-
co, pero estructural y vital. biar repetidamente nuestros planes.
Pero porque el hombre (y la sociedad) encuentra más fá- 2. Determínense las líneas fundamentales de una acción
cilmente a Dios por actos vitales, que incluyen una actuación mundial de conjunto, suficientemente amplias para poder
de la voluntad, que por actos meramente contemplativos, adaptarse a las circunstancias de cada región, y sométanse al
que perciben y reflejan la verdad, es urgente, frente a una co- Sumo Pontífice.
munidad sin Dios, construir una comunidad de Dios, una co- 3. El mismo Sumo Pontífice, en virtud de su oficio y de su
munidad cristiana. solicitud hacia la Iglesia universal, señalará a cada uno los di-
El camino radical para la curaciém radical de los males, versos campos, de modo que todo el Pueblo de Dios bajo la
que proceden hoy del ateísmo y del naturalismo, es la cons- guía de los Pastores, que el Espíritu Santo puso para regir a la
trucción de una sociedad cristiana, no separada o situada co- Iglesia de Dios, con las fuerzas unidas se entregue a esta em-
mo en un gueto, sino en medio del mundo; la cual esté im- presa. Entonces todos sin excepción, animados y unidos por el
buida y animada, en todo, de espíritu cristiano comunitario. espíritu de obediencia y de caridad comunitaria, vayamos or-
Respirando esta atmósfera, el hombre de hoy se hará más fá- denadamente al trabajo. Esto exige muchos sacrificios, porque
cilmente cristiano o, al menos, hombre religioso. Sin tal at- implica la victoria sobre todo egoísmo, tanto individual como
mósfera haremos cristianos a unos pocos hombres, pero los colectivo, y, por así decirlo, exige la muerte mística colectiva: el
perderemos después con facilidad en un mundo que no es sacrificio de todo particularismo diocesano, del propio Institu-
cristiano, ni siquiera religioso. to religioso, del propio estado social. Es necesario que mueran
Para crear esta atmósfera es necesario determinar sus fun- todas estas cosas para que Cristo triunfe en el mundo, como tie-
damentos concretos y el método de trabajo. Lo cual exige, sin ne que morir el grano de trigo para que lleve fruto.
duda, que las estructuras sociales sean reformadas. Debemos 4. Invitemos a todos los hombres que creen en Dios a este
entrar en las mismas estructuras de la sociedad humana para trabajo común, para que Dios sea Señor de la sociedad hu-

148 149
m a n a . ¿No p r e p a r a r á eficazmente el camino esta colabora-
ción en aquello q u e es c o m ú n a todos los q u e creen en Dios,
p a r a u n a u n i ó n ulterior y m á s profunda, ante todo, d e los q u e
se glorían del n o m b r e de cristianos?
C o m o conclusión diré lo q u e sigue. El p u e n t e p o r el q u e
p a s a r e m o s de la v e r d a d a la vida es este:
1. La investigación y reflexión técnica iluminada p o r la fe
en la fuerza d e la oración.
2. La obediencia absoluta al S u m o Pontífice.
3. La caridad fraterna comunitaria, q u e n o s hace a todos
h e r m a n o s q u e trabajan u n i d o s en Cristo.

P o d e m o s hacer todo esto; es necesario que lo h a g a m o s . ANEXO 7


(Texto publicado en «La Iglesia d e h o y y d e l futuro», Bil- El misionero en la
bao-Santander, Mensajero-Sal Terrae, 1982, p. 125-128).
situación actual del mundo
Intervención en el Concilio Vaticano II
(12 de octubre de 1965)

Por segunda vez intervino Pedro Arrupe en el Aula conci-


liar, en la mañana del 12 de octubre de 1965, durante la
Congregación General 147a del mismo. Y otra vez aparece
su pasión evangelizadora, misionera, la que le mueve a
presentar su visión de lo que, hasta entonces, había sido
considerado misión, p>aís de misión, y a alumbrar nuevas
posibilidades y planteamientos de la acción misionera. En
los Apuntes de sus Ejercicios (fol. 43-44) -en una hijuela su-
ya incorporada a las reflexiones sobre el plan de acción de
la Compañía- aparecen ya en germen los núcleos de esta
intervención.
Como quien habla desde una larga y fecunda experiencia,
pone el acento fundamentalmente en la esencialidad de la
dimensión y actividad misionera de la Iglesia, por lo tanto
en la corresponsabilidad de todos y en la necesidad de
adaptación a una nueva realidad mundial, al «mestizaje»
cultural, social, racial e incluso religioso ya en acto. Lo que
será, años después, la inculturación, que promoverá él mis-
150
151
mo apasionadamente, ya está en germen aquí como urgen- por ejemplo, hay noventa Universidades; el número de anal-
cia para la Iglesia entera. fabetos constituye un ocho por mil.
La breve, aunque densa, historia posterior de estos últimos 2. De la complejidad y dificultad de nuestro trabajo misional:
treinta y siete años ha probado y sigue probando, con la Porque en las misiones existen no sólo todos y cada uno de
gran fuerza de los hechos, muchas veces incontrolables, el los problemas del apostolado moderno, a saber, teológicos, fi-
acierto y la actualidad de muchas de estas intuiciones. losóficos, lingüísticos, sociales..., sino, además, se añaden
otros gravísimos derivados del hecho de que con frecuencia
Padres Venerables: encontramos en las tierras de misión una mezcla de antiguas
y riquísimas culturas y religiones; de modo que se encuen-
El esquema «sobre la actividad misional de la Iglesia», si
tran simultáneamente todas las dificultades que proceden de
prescindimos de ciertos puntos de los que envío observacio-
las culturas y religiones antiguas (como son el budismo, el
nes por escrito a la Comisión, expone muy bien los funda-
sintoísmo, el hinduismo) y las que proceden de las culturas
mentos teológicos del trabajo misional en la Iglesia. Sin em-
modernas (existencialismo, marxismo), lo que hace dificilísi-
bargo, querría añadir algunas consideraciones con las que el
mo el trabajo para que estos pueblos con sus culturas se inte-
texto podría ser completado, sobre todo, en lo referente a la
gren en la Ciudad de Dios sobre la tierra. Porque nuestros mi-
cooperación.
sioneros poseen, además de la doctrina y los medios que
Esta cooperación de todos en la obra misional requiere
corresponden a la aspiración íntima de la humanidad el co-
una idea renovada del trabajo misional: la idea vulgar que
nocimiento y, sobre todo, el amor hacia los pueblos por los
se da en muchos procede en su mayor parte de un conoci-
que trabajan; ofrecen su vida a todos los abandonados por su
miento deformado de la realidad de las misiones; esta de-
bien espiritual y material. También por este capítulo son los
formación es sentida grandemente por los misioneros que
misioneros sumamente idóneos para realizar esta integra-
vuelven a su patria o que por cualquier causa vienen al Occi-
ción. Sin su influjo espiritual, el movimiento actual hacia una
dente. Supuesto el sólido fundamento teológico, mucho
fusión de las culturas, no sólo permanecerá sin alma, sino que
ayudará para este fin el conocimiento exacto de la condi-
se convertirá en un monstruo materialista.
ción concreta del m u n d o actual en su totalidad; divulgúese,
sobre todo y de un modo eficaz, el conocimiento de los 3. Además se exige hoy una mayor intensidad en la activi-
puntos siguientes: dad misional, ya que ella concurre eficazmente a la verdadera
paz del mundo; porque la ideología dialéctico-materialista,
1. En primer lugar, de la urgencia del trabajo misional: por- que, como una mística, según se dice, atrae fuertemente a los
que hoy viven fuera de la Iglesia dos mil millones de hom- hombres, no se vence con la oposición y la guerra. Se podrá
bres, que debemos conducir a la plenitud de la fe. ¿No se superar solamente con la verdadera y auténtica mística de la
puede prever que el peso del mundo, o sea, el centro de gra- fe y la caridad fraterna. Esa mística nacerá en los convertidos
vedad de la humanidad se va a inclinar a estos pueblos afro- al obtener la fe cristiana y en el restante pueblo de Dios de la
asiáticos que representan mil quinientos millones de hom- consideración y amor a cada una de las personas a quienes
bres? La presente evolución de los pueblos subdesarrollados, nos esforzamos por dar las riquezas de la Iglesia, y de la vi-
como suele llamárseles, y su velocísimo progreso ¿no parecen sión de nuestra responsabilidad para con todo el género hu-
augurar nuevas naciones potentísimas en el mundo? Sirva de mano, que, según la disposición de la divina Providencia, de-
ejemplo Japón, que hace ochenta años habría sido considera- be convertirse en Pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo en el
do como de cultura técnica subdesarrollada, pero que hoy se que todas las cosas se unen e integran para mayor gloria de
encuentra entre las primeras naciones. En la ciudad de Tokio, Dios. Este encargo divino corresponde a todos los cristianos

152 153
(prelados, sacerdotes, fieles) y están obligados gravísima- veces se funda en pura ignorancia, ya que los pueblos
mente a ejecutarlo. Todas estas cosas constituyen el núcleo afroasiáticos poseen óptimas cualidades. Baste recordar
del ideal y de la vida cotidiana de los misioneros; pero ellos, que varios premios Nobel los han obtenido los asiáti-
al volver a Occidente, se desaniman frecuentemente, porque, cos, no sólo en Literatura (Tagore), sino también en Fí-
aunque vean que muchos fieles han hecho y hacen grandes sica (Raman), en Botánica (Bose), en Biología... En el
sacrificios para que se anuncie el nombre de Cristo a los que campo de la investigación atómica existen al menos en
no lo conocen, advierten al mismo tiempo que no pocos, so- Asia veinticuatro reactores nucleares (once en Japón,
bre todo entre los adultos, ricos y cultos, carecen de esta men- tres en la India, tres en Indonesia, cuatro en China, don-
talidad misional. de recientemente se han hecho explosiones nucleares).
Algunos defectos dieron pie a esta situación. Enumero los d) Miopía, es decir, ver más grande lo que está más cerca. Este
principales: criterio se formula a menudo así: cuando hayamos cu-
bierto las necesidades de la propia ciudad o diócesis,
a) Infantilismo. Con demasiada frecuencia ocurre que los entonces pensaremos en las misiones. ¿Quién no ve que
hombres cultos no están informados adecuadamente esto significa el fin de la actividad misional?
de las necesidades misionales, mientras nuestras infor- e) Superficialidad. Séame permitido indicar en este contex-
maciones -por causas complejas que ahora no tenemos to otra razón por la cual el problema misional se en-
tiempo de exponer-, se dirigen demasiado exclusiva- tiende falsamente, con frecuencia, y sufre por eso gra-
mente a grupos de niños y de gente sencilla. Por eso su- ves daños. Hablo de aquellos hombres que, después de
cede frecuentemente que las concepciones misionales haber recorrido brevisímamente las tierras de misión,
adolecen, en el pensamiento de muchos, de notas de in- propalan, casi «ex cathedra», perentorias sentencias lle-
fantilismo y, por consiguiente, no consiguen los auxi- nas de críticas, pero subjetivas y frecuentemente muy
lios intelectuales y materiales de los que hoy las Misio- equivocadas, acerca de la situación de las misiones, de
nes no pueden prescindir. los errores cometidos por los misioneros, de los méto-
b) Sentimentalismo. También ocurre que las obras que con- dos que se deben seguir y, además, de cualquier tema
mueven más fácilmente la sensibilidad humana -como misional. Tal modo superficial de escribir y hablar no
son las obras para los niños y para los enfermos- reciben solamente divulga falsas ideas y crea confusión en el
una ayuda digna de toda alabanza, mientras que otras pueblo cristiano, sino que también, no raras veces, de-
que no son ciertamente menos necesarias porque ejercen sanima a los misioneros y suscita reacciones nocivas a
un influjo mayor en la actividad misional -como son las la Iglesia en los mismos pueblos extranjeros. En esto se
escuelas superiores, las grandes publicaciones científicas halla comprendida de modo especial la tendencia exa-
de historia, cultura, religiones de los pueblos extranjeros- gerada a medir el éxito de la actividad misional por las
apenas, o no sin grandísimas dificultades, consiguen las estadísticas de las conversiones y el desprecio de los
ayudas necesarias. problemas especiales, propios de cada misión.
c) Sentimiento de superioridad. Se sigue también de esa falta f) Falso criterio de elección de los misioneros. Por desgracia
de conocimiento adecuado del encargo misional de la muchas veces se juzga que, para que uno pueda ser mi-
Iglesia, ese detestable sentimiento de superioridad que, sionero, basta que tenga mediocres cualidades, es a sa-
por desgracia, se advierte aún hoy en algunos hacia los ber, salud corporal, fortaleza y buena voluntad, mien-
pueblos no occidentales, que no puede armonizarse tras por el contrario, el misionero, a causa de las
con un verdadero sentido cristiano, y que las más de las dificultades de todo género que tiene que resolver, de-

154 155
be poseer una personalidad adornada de muchas más ligiosa y científica. Ahí tenemos el ejemplo de los ateos
cualidades que para trabajar en su patria. militantes que cuentan con treinta mil estudiantes en la
g) Mendicidad. «No se puede permitir que los misioneros y Escuela Superior ateísta; de ellos varios miles son jóve-
las misiones sean considerados como pedigüeños y nes de las naciones afroasiáticas. ¿No sería posible que
mendigos» (Relatio, p. 9), ni que sean obligados los mi- también nosotros invitáramos a muchos jóvenes a hacer
sioneros a gastar el tiempo en pedir las ayudas que se estudios superiores en nuestras Universidades católi-
les deberían dar espontáneamente: tiempo, repito, que cas? Ellos serían los dirigentes del mañana.
deberían emplearlo todo en evangelización. Por no de- 4. Que con más claridad se entienda, por profundas razo-
cir nada de la impresión poco grata que reciben los obis- nes teológicas, la obligación gravísima que recae sobre
pos y otros, cuando ven a un misionero después de otro todo el Pueblo de Dios y sobre cada uno de sus miembros -de
-y frecuentemente muchos a la vez-, que piden limosna cualquier condición que sea-, a saber, que tomen como
para las necesidades de sus propias misiones. suyo el quehacer misional en sus diferentes aspectos, de
modo que todos se muevan a colaborar y la palabra de
Para que se eviten en el futuro estos defectos y para que al Dios se difunda y Él sea glorificado (2 Tes 3,1).
Pueblo de Dios se le pueda dar una información adecuada, a
modo de conclusión, propongo que en el esquema se reco- Ésta es la esperanza de tantos millares de misioneros re-
mienden algunos órganos informativos que, en colaboración presentados en esta Aula por varios centenares de Padres
con el benemérito Dicasterio de Propaganda Fide y en estre- conciliares. Ellos esperan con gran ansiedad que el Concilio
cha colaboración con las Conferencias episcopales de las di- Vaticano II reconozca el apostolado misional como el princi-
versas naciones, procuren: pal en la Iglesia y que, como tal, lo promueva.
Terminaré con San Agustín: «Y esto ¿cuándo? (...) Si algu-
1. Que se den noticias misionales sistemáticas, adecuadas,
na vez ¿por qué no ahora? Y si ahora no, ¿por qué alguna
que respondan a la realidad, adaptadas a las exigencias
vez?».
de los hombres cultos y propuestas según los criterios
ya enumerados.
(Texto publicado en La Iglesia de hoy y del futuro, Bilbao-
2. Que con esto se forme un mayor aprecio de las varias
Santander, Mensajero-Sal Terrae, 1982,161-165).
culturas y personas, tan diversas de nuestras normas
occidentales, y se suscite un deseo más ardiente de co-
laborar con ellas abandonando cualquier sentimiento
de superioridad; y, por cierto, no como una concesión
«externa», sino de corazón y de modo que se traten re-
conociéndose verdaderamente como hermanos.
3. Que se comprenda más profundamente que los misio-
neros deben ser de lo más selecto y dotados de una ex-
celente formación, para que con más eficacia trabajen
en las misiones y en ellas cada vez más se confíe la di-
rección a personas oriundas de las mismas misiones.
Para ello hay que educar dirigentes, proporcionándoles
la oportunidad de obtener una excelente formación re-

156 157
ANEXO 8
Cultura y misión
(20 de octubre de 1965)

Durante los días 19, 20 y 21 de octubre 1965, la Oficina de


Prensa del Concilio Vaticano II organizó una serie de confe-
rencias sobre diversos aspectos del Concilio. Al F. Arrupe le
fue encomendada, el día 20, la que ofrecemos a continuación.
Era «la primera vez que el Superior de una Orden se presen-
taba ante la asamblea de periodistas acreditados en el Conci-
lio» (L'Ossewatore. Romano, 21 de octubre de 1965). En su in-
tervención acerca de las misiones (cfr. anexo anterior) había
aludido a un problema de evangelización que su larga expe-
riencia misionera en otras culturas le había hecho familiar, al
que volvería reiteradamente durante su generalato y que ya
ahora vincula histórica y esencialmente al carisma de la Com-
pañía: la incultiirnción. Con este testimonio Arrupe manifies-
ta, como la refleja en sus Apuntes de Ejercicios, no sólo la uni-
versalidad de su contemplación misionera de la Iglesia y del
mundo, sino la hondura de la misma. La misión se realiza
mediante un encuentro de la Iglesia con todas las culturas,
encuentro recíproco, de una enorme envergadura y compleji-
dad. Esboza el horizonte de este encuentro y lo describe con
realismo.

159
La cultura es para el hombre el ideal de perfección huma- Al final descorazonador de un tal proceso, la cultura apa-
na al que aspira en su integridad individual y social. Es el rece como la brillante exploración de la nada, que, por una se-
despliegue armonioso de todo el hombre y de todo hombre. rie de combinaciones improbables, ha empezado de repente a
La cultura no puede ser -no lo fue nunca- el desarrollo segregar el ser... y una sensación de absurdo invade la sabi-
fragmentado de las facultades humanas. La cultura es, en el duría misma.
hombre, un problema de totalidad, de desarrollo pleno de todo
el hombre en cada hombre. El ser humano es tan complejo que Reunificar al hombre
siempre se corre el riesgo de olvidar alguno de sus elementos:
es ciencia y arte, amor y acción, técnica y vida política; es tam- Si este diagnóstico es exacto, la primera tarea de la cultura
bién adoración y plegaria, aspiración religiosa infinita y reli- es la de reunificar al hombre reintegrando su saber. Se puede
gión concretamente establecida. hablar de la necesidad de un nuevo socratismo. Sin frenar al
Ha habido innumerables intentos, durante mucho tiempo, hombre en su esfuerzo de crecimiento y de vida, sin bloquear
y ha sido larga la peregrinación en los siglos pasados en bús- ninguno de los sectores en los que la ciencia progresa y se
queda de esta plenitud de cultura. perfecciona, es necesario hacer que el hombre escuche de
nuevo al oráculo de Delfos: «Conócete a ti mismo». Este nuevo
conocimiento, necesario en sí mismo, es lo que con un térmi-
Desintegración de la cultura no hoy en boga se puede llamar la antropología. Debe ser una
enseñanza sobre el hombre en el mundo, de la que el hombre
La humanidad, comprometida hoy en el conocimiento sea el beneficiario y el tema vivo, y que sea iniciación al con-
científico del mundo y de sí misma, se ha alejado al mismo tenido inagotable del saber.
tiempo de Dios. El proceso no ha sido ni repentino, ni al prin- La contribución cristiana a esta tarea no es secundaria ni
cipio consciente. Poco a poco, como por un lento desliza- marginal, sino central y salvífica.
miento, sobre el que se escribe con frecuencia en nuestros De hecho, si el problema planteado actualmente por la cul-
días, una religión del hombre ha ido reemplazando el sentido tura es el de una nueva integración de lo que es el hombre por
ancestral de Dios. El hombre ha perdido la referencia a su medio de lo que sabe y de lo que hace, ¿cómo puede un cris-
Centro y ha empezado a dudar de que este Centro haya exis- tiano pensar que puede resolverlo fuera de Cristo? Cristo es,
tido realmente o de que haya para el hombre otra cosa que el en efecto, según todas las dimensiones íntimas e históricas,
hombre mismo. espirituales y cósmicas, divinas y humanas, quien integra di-
De aquí que los universos nacidos de su cultura -filosófi- vinamente al hombre y al mundo. Es el Único «en quien se
cos, científicos o simplemente prácticos- le han parecido co- fundamenta todo». Es el Único que puede hacer que todo en
mo otros tantos absolutos a los que consagrarse. El arte por el el hombre «tenga consistencia», sin que la unidad del hombre
arte, el saber como único valor, el amor como religión, el Es- explote bajo la presión de los contenidos imiversales a los que
tado como categoría suprema, el trabajo e inmediatamente el debe abrirse por la cultura, es decir, sin dislocarse. Integran-
poder técnico como demiurgo soberano (sin contar, en el sa- do al mundo en el poder de Dios y en la fidelidad total a toda
ber mismo, las diversas disciplinas que, desde la astrofísica a la humanidad, Cristo muerto y resucitado es la recapitulación
la etnología, constituyen en el cielo de la cultura constelacio- lograda, a la que todo ser humano es inconscientemente con-
nes aisladas), todas las formas del saber y del poder surgen vocado mediante la cultura.
del hombre como llamas de fuego en las que explota su tota- El ideal de la cultura, en efecto, como ideal de integración
lidad primigenia. humana, es una d e las formas posibles de preparación al

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Evangelio: la humanidad en su cultura tiende finalmente más prescindir de la cultura de aquéllos a quienes se dirige, por-
allá de lo que su propio poder le permite esperar. Sólo las que el Evangelio debe ser comprendido, y lo será en la medi-
energías increadas de la Resurrección, más allá de las posibi- da en que pueda impregnar todos los valores humanos que
lidades históricas del hombre, pueden realizar en Cristo los se integran para formar el cuadro cultural de cada época y de
proyectos culturales de nuestra humanidad. Despertando en cada pueblo. Sin esta impregnación, el Evangelio no sería
todo ser humano una sed insaciable de totalidad, la cultura es verdaderamente recibido. (Muchos fracasos, malentendidos,
una de las formas ocultas de la sed experimentada por aquél equívocos, se explican por esto: San Pablo en Atenas, la Igle-
que recapitula todas las cosas. No que Cristo quiera, pueda o sia ante la cultura musulmana, etc...; y hoy día el lenguaje de
deba nunca dispensar al hombre de todo su esfuerzo de inte- ciertos medios, sobre todo, científicos).
gración humana; pero, síntesis humano-divina, anunciada 2. Una verdad. En este hecho la Iglesia no ve solamente
proféticamente, históricamente revelada y esperada escatoló- una condición a la que debe resignarse, sino que reconoce una
gicamente, Cristo Recapitulador permite al hombre apasio- verdad humana y evangélica a la vez. El hombre que quiere
nado por la cultura no romperse en su esfuerzo cotidiano ha- salvar por Cristo no es un individuo aislado y aislable, sino
cia la totalidad. miembro de una comunidad fraterna que vive según una
Así el cristiano puede ofrecer la posibilidad de reconstruir cierta escala de valores y que aspira a un ideal de desarrollo y
con elementos nuevos la vieja «Universitas» medieval, desar- de equilibrio. Porque la Iglesia ama al hombre en la totalidad
ticulada desde el Renacimiento, que era una cultura en la fe y de su ser (y no solamente en una parte del mismo, llamada
por la fe. Es necesario reiniciar de nuevo al hombre en el de- «espiritual»), ama también con el mismo amor a las diversas
sarrollo armonioso de sí mismo, cuya norma y modelo fue, culturas por medio de las cuales el ser humano vive a la es-
en otro tiempo, la «Universitas». Ahora bien, sólo la catolici-
pera de Dios. Es necesario decirlo con fuerza: la Iglesia no
dad dinámica de Cristo puede permitir devolver a la cultura,
puede salvar a los hombres, si no es salvándoles en y con el
más allá de sus mitos y sus angustias, la ambición de integra-
medio vivo que forma su cultura. A los Vicarios Apostólicos
ción que, humanamente hablando, le corresponde.
enviados a China en el año 1659, les ordena la Santa Sede en
De esta certeza y esta esperanza nace, en el momento actual, el momento de su partida: «No intentéis forzar a estos pue-
la misión y el esfuerzo de la Iglesia por aproximarse al hombre y blos a cambiar las tradiciones y las costumbres, supuesto que
al mundo de hoy. Ella quiere ofrecer ahora, en el lenguaje pro- no sean contrarias a la religión y buenas costumbres. ¿Puede
pio del hombre y del mundo contemporáneos, la plenitud de su haber cosa más absurda que introducir en China a Francia o a
mensaje, que, como ya antiguamente los griegos en el silencio España o a Italia o a cualquier otra nación europea? No intro-
de sus altares, una gran parte de la humanidad está también duzcáis a estas naciones, introducid, ante todo, la fe, que no
hoy dolorosa e impacientemente esperando. menosprecia ni hiere las costumbres y tradiciones de los pue-
blos, sino que quiere conservarlas en todo su vigor, supuesto
Misión de la Iglesia que no sean condenables en sí mismas...».
Este mismo espíritu ha sido el de la pedagogía de la Igle-
1. Un hecho. La relación entre la Iglesia y la cultura huma- sia: «omnia ómnibus» (hacerse todo a todos) para ganarles
na es, por lo tanto y ante todo, un hecho. Cuando la Iglesia para Cristo. Fue la consigna de Pablo de Tarso, de Nobili en la
proclama el Evangelio, su palabra resuena en las conciencias India, de Ricci, de Adam Schall, de Verbiest, en China.
formadas por una herencia cultural, en un medio histórico... 3. El fermento de las culturas. Hoy es más importante que
Sin dejar de ser, como dice San Pablo, «una manifestación de nunca repetirlo: La Iglesia siente la solidaridad necesaria en-
espíritu y de poder», la proclamación del Evangelio no puede tre el mensaje evangélico y el equilibrio cultural de los hom-
162 163
bres a quienes se dirige. Precisamente por esto, allí donde se presentación del mensaje cristiano ha resultado coloreada por
encuentra en presencia de medios culturales deficientes o cada generación: por ejemplo, en los siglos XIV y XV (siglos
empobrecidos, se ha dedicado a través de los siglos y se de- de guerras y de miserias) las representaciones del sufrimien-
dica en la actualidad, como espontáneamente, a desarrollar to (Piedad, danzas macabras...) han llevado a ciertas profun-
los elementos humanos que, de hecho, permitirán poco a po- dizaciones de la Pasión, del sufrimiento redentor de Cristo y
co la manifestación de una cultura auténtica. La Iglesia ha si- de su Madre.
do siempre -lo atestigua la historia-, al mismo tiempo que 5. El discernimiento. Por la fuerza misma del Evangelio que
mensajera del Evangelio, fermento de ¡as culturas. Se ha intere- predica, la Iglesia ayuda a discernir en las diferentes culturas
sado por todo el hombre: educación, arte, cambios sociales, lo que las abre y lo que las cierra sobre sí mismas, lo que es
concepción del amor o de la amistad, reflexiones de pura es- egoísmo y lo que es don. Ejerce así la función de «juicio» en
peculación... Recordemos su papel propiamente cultural en sentido bíblico (discernimiento del bien y del mal) por la so-
el Occidente de la Edad Media, y su papel actual en algunos la presentación del mensaje evangélico, del misterio del amor
países de misión. La Iglesia realiza este servicio humilde- de Cristo, que actúa en el corazón mismo del hombre para
mente, sin un particular espíritu de sistema, porque es nece- permitirle «criticar» los valores que vive y para jerarquizarlos
sario para una verdadera asimilación del mensaje evangélico sanamente. Así una nueva luz ayuda a encontrar la verdade-
por el hombre, para su plena integración humana, es decir, fi- ra solución de tantos problemas humanos de diferentes cul-
nalmente, para su «salvación» en sentido pleno, bíblico y hu- turas: poligamia, separación de castas, culto del cuerpo, etc...
mano. 6. Purificación. En su universalidad la Iglesia se encuentra
4. La acogida de las culturas. Al mismo tiempo que ayuda al con culturas muy diversas. Lo que le ofrece la ocasión de des-
desarrollo de las culturas, la Iglesia recibe de estas mismas cul- hacerse de formas y expresiones que hubiera tenido la tentación
turas muy grandes enseñanzas: la Iglesia aprende del hombre y de creer definitivas y necesarias. El mismo mensaje debe lle-
del mundo a ser ella misma. gar a ser plenamente latino, plenamente oriental, plenamente
Es movida a reflexionar más profundamente sobre el chino o japonés, etc., sin que ninguna cultura tenga que im-
contenido del mensaje evangélico, que debe predicar y ha- ponerse a otra, incluso para proponer el Evangelio. Es evi-
cer entender, contribuyendo en esto al desarrollo de la dente que ciertas culturas pueden ayudar durante un tiempo
conciencia humana a través de la historia. Cada cultura le a presentar el Evangelio, pero finalmente cada cultura debe
plantea una cuestión, lo que es para ella ocasión de descu- llegar a ser capaz de asimilar todo el mensaje cristiano y de
brir sus propias riquezas. Los ejemplos abundan: la cultura expresarlo según su modo de pensar.
greco-romana (reencuentro de corrientes de pensamiento El Evangelio ha presentado de sí mismo «expresiones» di-
del helenismo y de la teología trinitaria); el humanismo de versas en el curso de los tiempos, en Oriente y en Occidente.
los siglos XII y XIII de Occidente (el pensamiento teológico Por una ilusión óptica se le cree vinculado frecuentemente a la
de Santo Tomás ante las corrientes de su época, especial- cultura de Occidente, que no fue para él más que un rostro cul-
mente el aristotelismo); la noción de «tolerancia» y de «li- tural momentáneo (con sus valores, ciertamente, pero también
bertad religiosa», e t c . . (la evolución de la una a la otra sólo con sus límites). Hoy el encuentro y, por así decirlo, el choque
posible por evolución de la conciencia humana). brutal de las culturas hace más evidente este hecho y lleva a la
Por otra parte, cada cultura tiene su modo de comprender Iglesia a nuevas profundizaciones. Profundizaciones que, a ve-
y acoger el mensaje cristiano, de subrayar ciertos aspectos. ces, le resultan dolorosas: ¿cómo el apóstol del Evangelio pue-
Así, la Iglesia en China, en Eilipinas, en Japón... va tomando de hacerse «griego con los griegos», «chino con los chinos»...,
contornos específicos bien determinados. Así, en Occidente la sin mutilarse o sin una adaptación artificial? ¿Cómo la Iglesia,

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con su peso necesario de instituciones, puede acoger sin sacu- Por otro lado, cada cultura aporta a la Iglesia su propia 11
didas las exigencias de culturas tan diversas? ¿Cómo puede queza: ¿cómo puede ella «integrarlas» a todas al ritmo r,i| >u l( >
presentar el Evangelio sin referencia a culturas pasadas, que le que sería necesario? La Iglesia acoge todos los valores eiillu
han permitido ya conocerse y expresarse? Cuestiones como és- rales de nuestra generación, pero es necesariamente lenl.i en
tas son a menudo dolorosas, pero son saludables para la Igle- hacerlos plenamente suyos, porque, guardiana de la ¡nlrgí i
dad del misterio de Cristo, debe velar para no perder nada t le
sia, la reconducen continuamente a lo esencial, que es el men-
lo que el mundo le aporta, ni dejar que se deteriore lo que sa
saje de Cristo vivo, que quiere impregnar, por medio de todas
be necesario a su vida. La Iglesia, hoy más que nunca, se eu
las formas que pueda tomar el desarrollo humano en la histo- cuentra en actitud de discernimiento, por lo que le es ne< e:..i
ria entera de la humanidad. rio estar atenta a reconocer lo que lleva la marca del lispinlii
7. Dos cuestiones. Estas reflexiones nos llevan a plantear- Santo.
nos, entre otras, dos series de problemas: En esto está la esencia del trabajo del Concilio Vaticano II
a) El primero lo plantea el inundo contemporáneo. ¿Cuál es
la «cultura» propia de nuestra civilización industrial, urbana, (Traducción de ¡. Iglesias S.J.).
técnica, en la que los intercambios entre comunidades
humanas provocan confrontaciones gracias a las cuales
muchos valores precisan su verdad, en la que el hombre
parece cada vez más dueño de su destino (por el conoci-
miento de su origen biológico y de los medios de actuar
sobre él, por el dominio sobre las fuerzas naturales, por el
conocimiento de sus diversos condicionamientos psicoló-
gicos o colectivos)? La Iglesia no puede desinteresarse,
bajo pretextos aparentemente «espirituales», del cambio
de la cultura que sucede ante nuestros ojos, porque se tra-
ta para ella no solamente de la posibilidad de hacer en-
tender el mensaje cristiano, sino de la autenticidad mis-
ma de su predicación.
b) El segundo lo plantea el papel misionero hoy de la Iglesia.
Por un lado, la Iglesia efectivamente encuentra simultá-
neamente culturas diversas. Debe mantener su unidad
estando plenamente adaptada a las exigencias legíti-
mas de cada cultura. Es decir, debe acceder más v más
a la universalidad sin dejar de ser «particular», para
que cada cultura reconozca en ella su rostro. Problemas
de liturgia, del canto religioso, de las precalequesis y
catcquesis, de la predicación, e t c . , que deben respon-
der a diversos tipos culturales y llevar a todas partes el
eterno e idéntico mensaje de salvación.

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