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La OMS define el suicidio como “un acto con resultado letal, deliberadamente iniciado y
realizado por el sujeto, sabiendo o esperando su resultado letal y a través del cual pretende
obtener los cambios deseados” y el para suicidio, como “un acto sin resultado fatal
mediante el cual, sin ayuda de otros, una persona se auto-lesiona o ingiere sustancias con la
finalidad de conseguir cambios a través de las consecuencias actuales o esperadas sobre su
estado físico”
Detectar los signos antes de que los infantes o adolescentes lleven a cabo sus impulsos es
importante a la hora de tomar las medidas necesarias para prevenir un suicidio. Los padres
y otras personas cercanas al niño o adolescente deben prestar atención a su comportamiento
y a sus actividades de forma que sea posible detectar signos que sugieran la presencia de
depresión o pensamientos suicidas. Es de vital importancia el acompañamiento de los
miembros de la familia y del personal educativo quienes deben apoyar al niño o adolescente
y no descuidar sus sentimientos y problemas, especialmente si está atravesando un período
estresante o cambios profundos en su vida. Debe hacerse un esfuerzo por eliminar
gradualmente los pensamientos suicidas o comportamientos destructivos.
En cada etapa del desarrollo se debe enfrentar obstáculos y hay dificultades que son parte
del proceso, algunas veces pasa que se vuelve un problema tan grande que puede llegar al
suicidio. Se debe tener presente que el acompañamiento es vital para su proceso ya que
todo los componentes externos influyen en su desarrollo.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA