Memoria de práctico 14.8.

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Adriana González

Estamos les alumnes en el aula 8, esperando la llegada de la docente. Son pasadas las
9,30. Incertidumbre. Cada persona que llega, giramos para ver si es Selva.
De pronto, entran varias personas juntas. Desconcierto. Tantos docentes a cargo de la
clase? Ruido, risas, bancos que se mueven. El paquete de Canarias arriba de la mesa
(evidentemente, la yerba mate tendrá un lugar central. Nos acercará? Será el punto de
encuentro?)
El desconcierto es aún mayor cuando Selva presenta a tres alumnes del cuatrimestre
pasado, invitados por ella, para dar inicio al primer práctico.
Un programa de radio. Algunes se sienten convocados al juego y la propuesta; otres, la
ansiedad de la exposición desfigura el gesto.
Reímos, pero sin entender mucho. La puesta en escena del programa de radio abunda de
palabras y frases que nacieron en la complicidad y en el tiempo/espacio de lo
compartido. No tiene que ver con nosotres, los que llegamos hoy.
Pero, más allá de no compartir códigos, el entusiasmo de elles nos entusiasma...como
quien va a un banquete sin saber qué va a servirse pero se sabe que la comida que se
sirve es buena.
Ahora nos toca a nosotres. De a cuatro, pasar y presentarse.
Bancos que se mueven, mates y termos que se dejan por un rato. Y por allí pasamos, del
"otro lado". Y empezamos a conocer nombres, de donde es cada une, qué hacemos, y
qué hacemos acá.
La diversidad se da una panzada! de géneros, edades, recorridos, experiencias, modos,
estilos.
También se presenta Selva, Albertina, Pablo, Mariana (o Andrea?)
Pasan del "otro lado" pero rápidamente salen y proponen otra cosa. Es claro que ese
"otro lado" será movible. Dinámico. "Anti 901" Ja!
Y nos dan unos papelitos. Signo del zoodiaco, comida preferida, música que te gusta oír,
qué tiene importancia en la enseñanza de la Psicología y lugar de Argentina que más te
gusta.
Y va de nuevo...el gesto cómodo de quienes rápidamente aceptan el juego, el
movimiento espástico de quienes se acercan con tensión, y el no movimiento de quienes
se sienten forzados a entrar en estas dinámicas. Qué resulta al final? Todas y todos
estamos interactuando. Conociéndonos. Aprendiéndonos nombres y al menos, un gusto
en común!
Vuelven las risas, los chistes acerca de las tortas que deberán traer les cumpleañeres y la
organización del asado del domingo.
Nos miramos. Y eso, casi nunca pasa en las cursadas, menos el primer día de clases.
Selva pregunta por qué nos parece que trajeron una dinámica así. Y más allá de las
respuestas, lo que nos va quedando claro es que el grupo será la urdimbre donde tejer
los aprendizajes. Y para aprender, tendremos que movernos.
Rápidamente nos dividimos en dos filas. "De este lado les que tienen experiencia
docente" y "de este lado, les que no".
Y otra vez, invitades al movimiento, casi sin darnos cuenta nos fuimos en parejas
pedagógicas.
Empezó el cuatrimestre.
A trabajar!