Un óxido es un compuesto químico, formado por al menos un átomo de oxígeno y un átomo de
algún otro elemento. El átomo de oxígeno normalmente presenta un estado de oxidación. Existe una gran variedad de óxidos, los cuales se presentan en los 3 principales estados de agregación de la materia: sólido, líquido y gaseoso, a temperatura ambiente. Casi todos los elementos forman combinaciones estables con el oxígeno y muchos en varios estados de oxidación. Debido a esta gran variedad las propiedades son muy diversas y las características del enlace varían desde el típico sólido iónico hasta los enlaces covalentes. Los óxidos pueden encontrarse en estado sólido, líquido o gaseoso a temperatura ambiente. Aquellos óxidos que tienen un único átomo de oxígeno reciben el nombre de monóxidos. Si tienen más de un átomo de oxígeno, comienzan a denominarse según los prefijos numéricos griegos: con dos átomos de oxígeno, dióxidos; con tres átomos de oxígeno, trióxidos; y así, sucesivamente. HIDROXIDO En el ámbito de la química, un hidróxido es un compuesto químico, formado por un metal y diversos aniones hidroxilos, en vez de oxígeno como ocurre con los metales varios, como el nitrógeno y el sodio, ya que éstos se asemejan en sus formas. Se caracteriza por su grupo funcional Hidroxilo (OH-1). A los hidróxidos también se les conoce como “base” o “álcali” Los hidróxidos son un grupo de compuestos químicos formados por un metal y el grupo funcional OH, (ion hidróxido, OH-), denominado grupo hidróxido, que actúa con número de oxidación -1. El hidróxido, combinación que deriva del agua por sustitución de uno de sus átomos de hidrógeno por un metal, está presente en muchas bases. Antiguamente a los hidróxidos de los alcalinos y del amonio se los conocía con el nombre de álcalis, pero este término tras la implantación de la nomenclatura moderna se usa más para denominar a cualquier sustancia que presenta carácter alcalino.