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LA HORA SANTA DE SANTA GEMA GALGANI (NUEVA £b1e1 0 No i Santa Gema Galgeni Muerte af abr 903 Deallicoda por Po Xi ei mays 1933 Cenonizada por Pia XU el 2 mayo 194d Neen A LOS DEVOTOS DE LN PASION Y OE SANTA GENA Los fandarnentos histérieas de la Hora San ta podeios eneontrarlos en estas palabras de Jesucristo a sus disefpulos. predilectos San- tiago y Juan: Ayuardad agul y yelad conmigo © ortcldit.. gBS posible. que no: haydis podida velar wna hora en ini compania? Velad y orad Bare no cer en la tentactén, porque si bien el esptrils est pronto, ta carne es flaca. Desen Jostis le:aeompafien sn la oracion del Huerto: sus disefpulos, y siempre se han esforzado por hacerlo los fervarosos, En estos tiltimos éiglos ha pedido ol Cora- zin de Jests el obsequio de esta compaitia a su fidelishna confidente Santa Margarita de Alneoque. Hija nfa—le dijo en cierta. oea- sidn—, quiero que veldis durante wna hort, todas tas woches det jueves al viernes, y postradas en devote oractén, me acompaiidis ew ta agonia de Getsemani, para compadecerme en ta amarqura gué experimenté por el abandono de los apistoles —representin éstos a los eristianos—y para implorar misericordia por tos pecadores. ‘Santa Margarita deAloqueque se desvelé t= lo indecible por atendor Ia tierna stipliea de Jesueristo, obteniendo muy pronto Ia acom- paiiasen en esa Hora Sanla las religiosas de su monasterio, Postoriormenté so ha extendido tan salu able practica por todos los paises y entre toda suerte de personas piadosas, constitu yendo en nuestros dias uno de los ejerciefos en honor de la Pasién mas difundidos y estimados, Puede hae-rse la Hora Santa en publica © on privado, de las once a las doce de la no- che, 0 a otra hora mis oportuna de la tarde del juoves, meditando cnalquicr misterio de Ja Pasién, preferentemente In oracion y ago- nia del Huerlo de los Olivos. Son numerosas Tas aprohaciones y ree mendaciones de tan santo éjereieto hechas por lu Santa Sede, tenfendo eoncedida una indulgeneia plenaria si ala Hora Santa se. atime de la confesiin, comunién y cualquiera otra oractim por las intenefones del Papa, y aun faltando dichas condiciones, diez ajiog de ulgencia, haciéndola con ¢l corazén cont fo en piblfeo o en privado (21 de marzo de 1933). En Ja Vide de Santa Gema se nos habla, L5— extensamente del singular aprecio en que tenia la virgen de Luca Ia Hora Santa, de la puntualidad y fervor con que la practies hasta Je tlthna semana de su vida y de Los singulares favores, en particular la partici- pacién de las Iagas de la crucifixién, que le eoncedia el Seftor desde el punto en que la eomenzaba.. Se guiaba la Santa en ese ejerei¢io por el opusculito que ofrecemos a continuacion, y que formaba parte del Maual de ejercicios eraciones wsado en cl Instituto de Santa Zita, donde Gema se cducara, » compuesto por ln yenerable fundadora de dicho Instituto, Sor Blea Guerra. Por tratarse de un texto muy solida, tier- no y seneillo, y por haberlo tenido en muy alto aprecio alma tan dirizida por el Espiritu Santo como Santa Gema, ha logrado esta Hore Santa enorme difusién en todo ¢l orbe atolico. ci Ofreeemos eon todo afeeto esta nueva edi- cidn a los devotos de ta Pasién, exhorténdo- Jes a practicar este ejercieio con la puntuali- dad-y fervor con que lo hacia Santa Gema, para cosechar en él parecidos frutos de vir- tudes cristianas. INTRODUCCION Coléeate, alma pindosa, on la presencia de tu amantisimo Salvador, y considéralo en aquella noche en la cual, después de insti- tuida la sugtada Euearistia’ para hacerse tu alimenta, sale con sus apdstoles del Cenacalo para dirigirse al Huerto de los Olivos y co- menzar aquella dolorosisima Pasién, con la cual debia salyar al mundo, ; ‘Mortal tristecn anubla la frente dot aflt Gido Jess, y se traslues on cada una de Sus palabras. Palidex de muerte obscurece ‘aquel rostro sobre el cual resplandecia la gracin del Kien. Hntretanto, el atribulado Salyador fija sobre ti sus miradas, como st quisiera deeirte: «Alma querida, que m6 cos- taste tantos sudores, detente éonmigo, al menos durante tna hora, y eonsidera st hay dolor semejante a mi dolor... Y considera tam- bién que en la noche de mi agonia busqué, en ano, quien me consolase.» Adorable Jestis, gpodré. jamais existir eriae tura tan ingrata y dura de corazén que re- a huse pasar una hora’ en yuestra compatia, recordando aquellos misterios de sumo dolor ¥ amor qué se consumaron en la obseuridad de la noche de yuestra Pasidin, en el sagrado Huerto de Getsemani?.., Buen Jesiis, heme aqui corea de Vos: dignaos darme a conocer Ja atrocidad de yuestros tormentos y el ex- éeso de amor que os jlevé a ofreceros por vietima de mis pecados y de los de todos tos ‘hombres, (Bi la Hora Santa se hace entro varias per- ‘onas, se puede alteraar en cada enarta de hora un eantieo piadoso, por ejemplo, la si- guiente estrofa, que aparece en el offginal italiano 0 cualquiera de nuestros cantos po- pulares): ih, redimidas al preeto de una vietima sin par, al Huerto de los Olivos venid @ sentir y amar! Aqui, donde por salvarnos, leno de angustia y dolor, a rlos su sngre vierte ~ el divine Redentor. Con El siquiera yn momento estemos on eracién, suplicando, dando gracias, compartieudo su ailiccion. =-§= PRIMER CUARTO DE HORA LA TRISTEZA DE JESUS ‘Mi alma siente angustias mortates:—No hay dolor como aquel que con verdad puede compararse al dolor de la muerte. Pues bie nuestro Salvador, que es Verdad infalible, para darnos a conocer lo excesive del dolor que comenz6 a oprimirle desde su llegada al Huerto de Getsemant, nas dice que su alma’ € presa do tristeza mortal, esto es, que el dolor gue sufre es tan intense, que podria causarle Ia muerte. Dicho esto, penetra en cl Huerto de los Olivos hasta el lugar donde solia pernoctar en oracién y exhorta a sus fieles disefpulos, que habia conducido hasta ‘alli para que fuesen testigos de sus penas, a ‘velar y orir con él. Después, alejindose de ellos como un tito de picdra, se arrodilla de- jante de 1a majestad del Padre, para dar prin- cipio ala oracién mis dolorosa y generosa que jamas se haya hecho sobre la tierra. Hi primer motivo de 1a tristeza de Jests en Getsemant fud el horrendo edimulo de ul- trajes y oprobios que muy pronto caerian sobre él cual tempestuosas olas de un mar aa agitado por la tormenta, En efecto: apenas se hubo separado de sus amados discipulos, se presentaron a su mente todas las terribles esconas de dolor y de sangre que debian rea- ligarse en su Pasidn, ‘Traiciones, deshonnas, burlas, calumnias..., y después aquella horri- ble flagelaciin que hani saltar en pedazos su ‘carne lacerada ¥ dejari sus huesos al deseu- to. Pero esto no basta. Su sagrada cabeza sera traspasada de multitud de lacerantes espinas, que no le dejanin deseanso hasta la muerte. Seri abofeteado, escupido y bur Tadou. Ni aun esto basta. Debera sufrir la infamia de una sentencia injusta y verse’ aborrecido de los prineipes de su nacién y del popula~ cho. Moribundo, a conseeuencia de los tor- mentos sufridos, ha de subir 1a montaiia del sacrificio con la eruzsobre sus hombros In- eerados, y enor muchas veces, casi sin vida, bajo su enorme poso. Boberé la. amargufsima hicl.., seré desnudado-a vista de una mul- titud insolente..., seri clavado de pies y ma- nos... permanecerd tres horas pendiente de tres elavos, suspendido entre el/cielo y la tierra, para expiar, en un abismo de penas, lag iniquidades del géncro humano. So ‘Tampoco esto basta. A tan atroces pade- cimientos deberd agregarse la amargura de Jos egearnios y burlas més hirientes. des- pués la ardentisima sed, avivada por el amar- gobrebaje..., el ahandono del Padre... él in- menso dolor desu afiigidisima’ Madre.., Ia. muerte horrible y desolada... Alma redimida con Ja sangre de Jesis, eontemplaa tu Salvador sumergido en un mar de dolores... y fodo esto por su amor a. ti, para salvarte, para merecerte el ciel Opriinido do tanta angustia, Jestis se acerea # los diseipulos, a quienes habia aconsejade velar y orar con 4), ;pero los eneuentra dor. midos!.. Para el corazon de Jess no hay una pa- Jabra de consuelo ni an sentimiento de eom- pasidn!... En su penosisimo abandono, Jests vuelve hacia ti, alma piadosa, sa mirada mo- ribunda, buseando en tu corazén algtin afoc~ to da compasién o gratitud. gY no tendras uha palabra para consolarle? ¢Qué no hubie- ras hecho si realmente te hallaras.a su lado: en la triste hoche de su penosisima agonia? iAy! Abro tu alma, y haz ahora 1o que hubie- fas hecho entonces, que igualmente serd grato a su corazén, pues que Jess acepta —u= siempre reconocido las expresiones de atee- to que brotan del pecho de sus amantes bi jos. (Pavsa.) AFECTO Padre Santo, que habéis amado al mundo hasta el exeeso de saerificar a yuestro Hijo humanado, en nombre de todos los redimi os os doy gracias por vuestra infinita cari- dad, y os ofrezeo la suma santidad y todos Jos méritos de vuestro Hijo unigénito. Padrenuestro, Avemarla y Gtoria. Padre Santo, que para libramos de la eter- na perdicién habéis acumulado sobre la ado- rable persona de vuestro unigénito Hijo la carga execrable de nuestras maldades: yo os ofrezeo 1a agonia de Jests en Getsemani, supliedndoos me voneeditis gozar eternamen: te los frntos de sn Pasion. Padrenwestro, Avemartay Gloria. Padre Santo, que para. reconeiliar con vuestra Majestad ofendida a la humanidad eulpable habéis sometido a: los rigores de yuestra inexorable justicia al Hijo inocente, que tomé sobre si la pena merecida por nues- \ Lips ‘tras culpas: yo os ofrezeo la amérosa su sion de“Jestis en Getsemani, supliedndoos coneeddis la. conversién y la salvacién a to- los los poeadoros. Padrenuesiro, Avemaria y Gloria. {Cual se nubla el sol divinot iCuall ae entristoce Jestis! iCémo por mi llora, oh cielos, el Padre de toda lust Ve que su pena y congoja inttlleshan senor para los que el mal buscando, ciegos, querrin perecer. Esta vista horrenda y triste, jue le aflige sin cesar, el corazén Te traspasa y sangre l¢ hace Horar: SEGUNDO CUARTO DE HORA Justis GIME BAJO EL PEEO DF Las INIQUEDA- DES HUMANAS: Una larga hora de padecimientos ha trans- currido ya pnra Jesis entre las tinteblas de aquella moche y el abandono de todos aque- Hos a quienes tito amé. La vivisima apre- hensidn dé los atroees tormentos que le es- peran, ha infundido terror y tristeza en su LS bendita alma. Siento ahora mis vivamenete que nunca el enorme peso que leva eonsigo Ja misién de Salvador del mundé... Ya ve Negar el tiempo de su inmolacién... cielo, tierra e infierno estén armados contra él... jAhora debe sostener una gran batalla, eayos terribles golpes tendran por blaneo a su ado- rable personal... Y Jesiis, equé hace? Palido, tembloroso, se vuelye al Padre celestial, y exelama humildemente: Padre m(o, si es post- Ue, no me hagas beder este caliz. gQué respuesta, recibe la humilde plegaria del Hijo de Dios? El cielo esti cerrado: jpara Jestis no hay res- puesta! 1 quiso sufrir ea pena para obte- heros Ia. perseveraneia y constante pacien- cia en la oracién, aun eusndo el efelo parezea cerrado y sordo a nuestras siiplicas, ;Ah!, mi buen Jestis, no hay una sola pena que Vos no hayiis sufrido para nuestro ejemplo y consuelo, Sigue, pues, alma piadosa, atu Jestis, que, moyido de su inefable amor, se interna atin mis en el camino del dolor. La multitud ho- rrenda de todos los delitos de los hijos de Adan se presenta a la. mente del Salvador y: Je traspasa ¢l corazén. Ek sabe que debe to- mar sobre si aquel fardo abominable y com- == parecer ante los purisimos ojos del Padre eubjerto del lodo del peeado... {Hs imposible que la mente humana pueda comprender ni aun imaginar qué horrible tortura fué ésta para el alma inocentisima de Jesis! Ya por boca de un profeta. se habia quejado triste- monte diciendo: Sobre mis espaldas decargaron rudos golpes Tos pecadores. (Ps. CXXVIIL, 2.) 0h, y e6mo queda oprimido el amante Sal- ~vador bajo el peso de tantas culpast Paro el divino Cordero, que va ainmolarse a ladivina Justicia ofendida por los hombres, después de haber pagado la deuda de las ini- quidades humanas*sacrificando! su preciosa vida en el patibulo dela ern, gpodré, al me- nos, esperar que sus redimidos, agradecidos atantos bencficios, den un adids eterno al pecado, y sean siempre ficles a Aquél que ‘eon tantos tormentos los salyé de la muerte eterna? jAh, dulce Jess mio, ojalé corres- pondiesen con tal fidelidad!... Mas, jahl, un euadro, aun mas horrible que ‘el precedente, se le presenta delante, Il ve que después de haber rédimido con tantos dolores al humane linaje, y haber lavado la. tiorra con su preciosa sangre; después de haber infundido en sus fieles el divinoHspi- ae ritu'y haber heeho de Ja tierra un paraiso con Ia posesin de la adorable Hucariatis después de tantos exeesos de earidad, ire naré todavia el pocado en el mundo! Ve su ley santa pisoteada, su Iglesia y sus uinistros perseguidos, sus gracias desprecia- das, su divino amon esearnceido... Ay!, Testis Nora, dieiendo eon el salmista: {Qué wlilidad cearrearé mi muerte? @Pars qué derramar toda mi sangre? Para qué morir entré las igno- inias del patibulo, si el hombre, ingrato a tantos beneficios, se entrega voluntariamente en brazos del demonio ala eterna condena- cidn? ;Cuindo acabard el reinado del pecady en el mundo?... El buen Jess contempla to- dos los siglos venideros, y en todos los siglos ¥ en todos los afios vo In somibra funesta. del peeado: peeados cada dia, pecados cada mo- mento... ¥ el peso de todos estos pecados le oprime mas y mis, y le hace repetir; Sobre ‘mis espaldas descargaron rudos golpes los pecado- ‘res; por largo tiempo me hicieron sentir su injusticia y tirania. Alma mia, gquerrfis ti sor del niimero de aquellos que, prolongando la eadena de sus maldades y dilatando de dia en din su eon- versién, arranesin del corazén agonizante de ' =e ‘ass aque! lamento tan leno de justo dolor? Ob, eins horrendo es el pecade después ane tan Dios hha derramado toda su sangre pare horrarlo y destrairlo! Oh, cadn éxecrable es fl pecado.en las almas ya purificadas com le sangre divina, en lag almas que se han unido por medio de In comunisn al corasdn atnan- fe de Jess! 10h, afligidisimo Salvador, eon endnta razén os quéjais y lordist Poro si Jeatis con tanta razén se laments, de los pesados de sus redimidos en generals qué no sufviri al prover las culpas de sus ‘amigos quetidos, es decir, de las almas pis. dosas, de las almas que le estin consagradas? ‘Atma querida, exelams Joss, que ins £0- gado de mi paw, do la intima familiaridad de tni corazén, que has vivido en mi cast, due ‘has eomido mi pany te has nutrido de mi mesa, gpor qué me traspasas-e) alma con el pecado? Pucblo predilecto de mii corazin, Zqué te he hecho? glin quéte he contristado? {Yo apagaé tn sed con las colestiales aguas de mi gracia, ry ti me offeces hiel y vina- grel,. Yo te harté con el mani precioso de mi Sarno, jy ta me has torturado con bofetadas.y fazoted!... Pueblo mio, gqué te he hecho? @itn gué te he contristado? Yo te. preparé un Ie: it gar en dl ciclo, y bi me prepares el patibule Ge la cruz! Ana querida, vina predilecte de mi coradin, gqué mas podia hacer por ti que no lo hiciera? Qué. lo que debia aver tho haya hecho por mi viha? Y por tanto amor, sti solo me ofreces torturas y espinaal (Paar) APECTOS {Por qué no mees posible, joh alligide Sal- yadorl, ofreceros con ani corazén los de todos Jos hombres, encendidos en lamas de per- fectisima earidad, para corresponder de al- grin modo a yuestro infinito amor? Arrepen- ‘ido de mi frialdad y de la de todas 1as erla- turns, os ofreses, joh buen Jesus, aquellos: santos ardores con que Tos antiguos patriar- cas y profetss desearon vuestra: venida, quel santo celo con qué los apostoles anu” incon -vuestro santo nombre por toda la tierra. Padreniestro, Avemaria y Gloria. Os ofrereo, joh altigidisimo Bien mot, aquella perfeeta y tierpa compasion con que yuestra Inmaculada Madre, traspasada su alma por la espada de dolor, compartid vues tras amargas penas, y aguella perfectisima == #ratitud con que, em nombre de toda Ia nie amanidad, os dié Ins gracias, labo y bendijo- Por él infinito benetcio de la Redeneidn Padvenuestro, Avemaria y Gloria, Agonizante Jestis mio, no pudiendo yo, mi- serable criatura, daros, como lo deseo, algiin consuclo on.yuestras penas, 08 ofrezeo aque- la alegria con que la adorable Trinidad, unida a todos los ingeles del cielo, aplandis Ja granile obra dela Redencion consumada por Vos con tanto dolor y amor, al mismo tiempo os supli¢o defs a conocer a todos los Padrenuestro, Aventaria y Gloria. iMirad a tierra caido nuestro amante Salvador, al peso de nuestras eulpas ¥ de su inmenso doler! Angeles, dad un consnelo al Justo que orando esté, que en el Huerto gime y Hora préximo ala muerte ya. == ‘TERCER CUARTO DE HORA j th GRAN er1AT» Contempla, alma redimida, a tu divino Salvador que, traspasado el eorazén por el dolor de las"ingratitudes humanas, ha caido: agonizante sobre la dura tierra del Getse- mani. Esta solo, abandonads, sin una mano que le sostenga, Aquél que jams rehusé “tender su mano al débil y al atribulado; Aquél que ofreeié como lugar de reposo su mismo divin pécho al disefpulo que, fati- gado, reclind su cabeza sobre el divino cora~ z6n... Alma fiel, ha Iegado el momento dé oftecer al apenado Jestis ung corresponden- ia al amor que te ha manifestado en eT ‘Huerto. ;Qué hubieras hecho si en la noche de la Pasion to hubieraé encontrado en Get- semani al lado de Jestis agonizante? Alligidisimo Redentar mio, yo deseo le- vantaros de la tierra donde estdis postrado... ofreceros mi corazén para que sirya de so: {én a vuestra cabeza que se inelina..., dectros una palabra de consuelo. jDuleisimo Salva- dor mio! Os amo, os amo, os amo. Quiero busearos amor; quiero procuraros. amor; Say quiero que todos os amen... Quiero sacrilicar la misma vida por haceros amar. Si; para que sedis amado, amado siempre, amado de todos vuestros redimidos. Os he dicho, buen Jesiis, que sacrificaria gustoso mi vida por haceros amar, que por Vos estaria dispuesto a los mayores sacrifi- cios. Mas, jay!, cuando sufro una leve con- tradiecién, una ligera humillacién, un re chazo, un reproche, una descortesia... dla soporto? gAmo de yeras el sucrificio? Gozo. en poder presentaros la ofrenda de una pa- sin mortifieads?.. ;Dulee Jesiis, me aver- giienzo de responderas!... Pero aqui, junto a Vos, en la escuela del dolor y del amor, quie- ro aprender a mortifiearmo, a saerifiearme en todo por vuestro amor. Entretanto, corren Ientamente para Jesiis las horas de su mortal agonia... Hl, Dios de cielos y tierra, desfallece tendido en el polvo, y no hay un corazin compasivo que se pre- ‘ooupe de Il. Pero, gy los diselpulos, qué ha- ‘cen? ;Duermen! ;Aht, Jestis en la noche de su Pasién debia sufrir todos los dolores, hasta la pena del abandono de aquellos que Je exan mas queridos; y jcudn amargo fué este dolor su corazin! Bn aquella hora Jests acepto =1- este padecimiento; en cierto modo Jo quiso; pero ahora no lo quiere ast. Por el contrario, ansia que sus redimidos, en retorno, velen como El veld y mediten su Pasion, Pero, jays) en yes de hacerlo, Ia mayor parteduermen el suefo dela ingratitud, dejando on el olyido a Aquél que les ama y colma de beneficios. 10h, exceso de ingratitud y durezat Buen Je- sis, no) sofs éonocido; si os conoeiésemos, pengariamos siempre en Vos, ¥ nuestros co- razones no palpitarian sino por Vos. t Mientras el Redentor gime agonizando postrado en tierra, he aqui que un angel _ viene del cielo a confortarle. Con humildad Fae hijo obediente, Jestis acoge al mensajero > de su Padre celestial, dispuesto » someterse asus divinos mandatos, El angel ha sido enviado para confortar a Tesiis, no para con- solarle ni aligerar sus penas'o alejar de HL aquel amargufsime caliz dela Pasion, El in- gel anima a Jesiis n sostener la descomunal batalla pronté a deseneadenatse, x a recibir ‘con fortalem todos los golpes que eleielo, el mundo y el infierno deseargarin sobre su adorable persona, El ciclo, porque Ia eterna justicia del Padre castigard en El todas las: iniquidades de la humanidad; 6 mundo, —2- porque, no padiendo sufrix la santidad del Hijo de Dios, le prepara ol patibuto; el ip. fierno, porque, aborreciendo al Santo de los santos, excita ia erueldad de Jos enemigos de ‘Testis, para que mis y més despindadamente ie torturen, Kn fin, el angel le exhorta a be- ber hasta Ia Uitima gota del eéliz: abomina- ble de las iniquidades humanas, » hacerse por nosotros objeto de maldicién y » ‘gobre- evar todo el peso de la divinis venganza.- Entretanto, la Justicia y Ja Misericordia aguardan, el flat de Jests, con el cual se re- cpneilioran para siempre. Lo aguarda el Cie- Jo, para poblarse de suntos; lovagaarda la tie: rra, pata contemplar borrads por Ia sang*e del divino Redentor ja sentencia de snaldi- ‘cidn merecida por el primer pecado; laagasr- {dan Los justos, prisioneros en el eno de Abra- ham, para yolar al eterno abrazo con st Griador; lo aguardan los miseros: mortales, para volygs a sor lamados hijos de Dias, ¥ Pontemplar abjertas las puertas del cielo. Pero, jay!, qué terrible esfuerzo, cucsts este fiat a Jess. El inocentisimo, el santo, elin- vpasulado, tiene que tomat la figura de pe- vador, hacerse reo y cargar con mucstrae iniquidades. Esto ailige cobremanera © sa -e— coraz6n, obligandole a repetir: Padre mto, si es posible, ahGrrame de beber este edlit, Pero al mismo tiempo ve que nuestras al- mas serin eternamente condenadas si él no ‘consiente en hacerse reo de nuestros peeados, en recibir sobre silos azotes de Ia divina Jus. tieia y en lavar con su sangre todas nuestras maldades.., Entonces, con un potentisimo esfuerzo den heroieo amor, pronnncia Jests el gran FIAT, hégase, eonsintiendo en cargar sobre si nuestros delitos, y cual si fuera ver- dadero culpable, acepta por ellos los-mis te rribles castigos. Por eso dice hdgase: a las-e3- pinas, para expiar nuestros malos pensamien- tos; a los azotes, para castigar en su inocente carne nuestros pecados de sensualidad; a 108 kosultoe. alas salivas, a las bofetadas, para expiar nuestro orgullo; a la hiel y vinagro, para satisiacer por nuestros innumerables pecados de palabra y gula; a la cruz y a los clavos, para reparar nuestra desobediencia; 4. aquellas tres horas de horribles tormentos ‘sobre la eraz, para sanar todas nuestras lla- gas, remediar todos nuestros males; a la muerte, en fin; para darnos Ja eterna vida. jOh precioso hagase, que regocija a los cie- Jos, salva a la tierra y abate al infiernol Hé- 4 jase, que rompe tantas eadenas y enjuga tan- tas lagrimas. Gracias, job buen Tests!, por ‘eate hagase tan generoso. Por él os bendigo ¥ ‘os doy gracias én nombre do todas las eriar turas. (Paust.) AFECTOS Padre Santo, en reparacién de nuestra re- beldia y desobediencias, quisistefs ser honra- do con aquel goneroso hidguse do Jess en Getsemank: yo os ofrezeo aquel hagase en éx-

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