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© 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados
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Sobre el autor: Prof. Lic. Hugo Landolfi
Hugo Landolfi es fundador y director de la Escuela de Tecnología Pianística de Buenos
Aires (www.tecnopiano.com), una escuela de formación de técnicos de pianos
profesionales que ha sido fundada en el año 1997 en Buenos Aires y que ya ha formado
centenares de técnicos profesionales de pianos en más de 30 distintos países del mundo.
Dicha escuela ofrece cursos de formación a distancia, mediante un moderno y novedoso
sistema educativo, en afinación, reparación y regulación profesional de pianos. Hugo es
autor exclusivo de los cursos que allí se dictan, siendo estos el Curso de afinación
profesional de pianos, el Curso de reparación profesional de pianos y el Curso de
regulación profesional de pianos. Dichos cursos han recibido numerosos premios a la
excelencia educativa y han sido recomendados por grandes maestros internaciones en
tecnología pianística incluyendo a Jim Coleman Sr., entre otros.
Hugo es técnico de pianos desde hace más de 20 años, ofreciendo uno de los servicios
más profesionales de servicio a pianos en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Su
amplia formación incluye el haberse graduado como técnico profesional de pianos en
las mejores escuelas del mundo y el haberse formado en las más famosas fábricas de
pianos como Steinway and Sons y Mason and Hamlin, entre otras.
Hugo posee también una profunda formación filosófica y pedagógica universitaria,
poseyendo los grados de Bachiller Universitario en Filosofía, Profesor Universitario en
Filosofía y Licenciado en Filosofía, todos por la Universidad del Norte Santo Tomás de
Aquino de Argentina. También es post graduado del curso de post grado en Liderazgo y
coaching organizacional por la Universidad de Belgrano, de Argentina.
Es autor de más de una veintena de libros, algunos de ellos best sellers, entre los que se
encuentran: De víctima a protagonista, Construye tu obra y rómpete, La esencia del
liderazgo y El hombre ante el olvido de Dios, entre otros. Entre los libros que ha
publicado que se encuentran relacionados con los pianos encontramos Teoría de
afinación de pianos, Evaluación de pianos usados e Historia del piano, entre otros.
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Breve historia del piano
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Imagen de un antiguo arpista egipcio
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Fotografía del sarcófago de Hagia Triada donde se
pueden apreciar varias personas tocando la lira
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Monocordio
Salterio
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Dulcimer
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Clavicordio
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El Harpiscordio, en cambio, enganchaba las cuerdas con una especie de clavo o aguja.
Este clavo o aguja era puesto en movimiento desde un teclado accionado por los dedos.
Dicho teclado, mediante sistemas más o menos complejos de piezas de madera o metal,
resortes y paños, transmitía su movimiento al clavo o aguja. Este último “enganchaba”
la cuerda y la liberaba inmediatamente poniéndola a vibrar. Su mecanismo permitía una
muy rudimentaria variación sonora del volumen de cada nota, según con qué fuerza se
presionaran las teclas.
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Harpiscordio
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¿Inventó Cristofori el piano?
Es interesante notar, antes de avanzar en el siguiente tema con la “supuesta” invención
del primer piano por el italiano Bartolomeo Cristofori, que algunos autores1 sostienen
con importantes argumentos y razones, que el piano, o al menos sus elementos
esenciales, ya se habían desarrollado antes de Cristofori. Analicemos dichas razones.
Ante todo debemos mencionar que lo que distingue al piano del resto de sus
predecesores es el hecho de que el piano percute las cuerdas con una especie de
martillo. En esto se diferencia de sus predecesores inmediatos, entre los cuales debemos
notar al clavicordio que tocaba las cuerdas con una tangente metálica, y dicha tangente
se mantenía apoyada contra las cuerdas en la medida en que la tecla estaba presionada
y, por ende, mientras se estaba generando el sonido. El Harpiscordio, en cambio,
enganchaba las cuerdas con un clavo o aguja. Así, entonces, tenemos tres tipos de
instrumentos: por un lado la familia de los Clavicordios que poseían la tangente que se
apoyaba en las cuerdas. Por otro lado la familia de los Harpiscordios que enganchaban
las cuerdas y, finalmente, la familia de los pianos o Pianofortes, que percutían las
cuerdas.
Existe un interesante manuscrito escrito en 1440 por Henricus Arnaut de Zwolle que
sostiene que instrumentos de las tres familias mencionadas, a saber, Clavicordios,
Harpiscordios y Pianofortes, existían a principios del siglo XV. Sin embargo, por alguna
razón que no queda clara, los Pianofortes, que, repetimos, su existencia se encuentra
claramente indicada en el manuscrito citado de 1440, cayeron en desuso y casi se
extinguieron. El texto de dicho manuscrito se encuentra en el apéndice segundo del
presente texto para que el lector pueda sacar sus propias conclusiones al respecto.
Arnaut fue físico, astrónomo y músico en la corte de Felipe el bueno en Dijon, actual
Francia. Su documento refiere la existencia de un instrumento llamado Dulce Melos2, el
cual podría haber sido en verdad el primer piano.
El Dulce Melos
Este nombre fue atribuido por Arnaut a un instrumento de teclado inspirado en el
antiguo Dulcimer, cuyas teclas se percutían con unos martillos de mano, en el cual existía
un muy rudimentario mecanismo que producía que los martillos golpearan las teclas.
Aparentemente no ha sobrevivido ninguno de estos instrumentos, por lo cual Arnaut es
casi la única fuente probatoria de su existencia. Según puede deducirse del manuscrito
de Arnaut que citamos en al apéndice segundo, el Dulce Melos era un instrumento
híbrido que incluía un mecanismo que era capaz de golpear las cuerdas. Dicho
instrumento tenía veinte pares de cuerdas y una extensión de teclado aproximada de
1
Pollens, Stewart, The early pianoforte, Cambridge University Press, Gran Bretaña, 2009.
2
Cfr., Op. Cit., (Pollens), Pág. 15.
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tres octavas. Dicha extensión de cuerdas se lograba colocando puentes tonales debajo
de cada grupo de cuerdas que conformaban una octava, cada uno de los cuales generaba
longitudes útiles de vibración que tenían la mitad del segmento anterior. De este modo
cada octava duplicaba la frecuencia de la anterior.
Algunos historiadores sostienen que este instrumento fue una invención del propio
Arnaut, mientras que otros no están tan seguros incluso de que se haya construido
alguno, dado que el texto a veces habla en términos potenciales. Diciendo por ejemplo
que “es posible construir”, de tal modo que no quedaría probado que el instrumento
haya pasado de la fase de simplemente “posible” a la de “realmente existente”. Más allá
del debate, la mayoría de los especialistas sostienen que dicho instrumento realmente
existió.
El texto de Arnaut provee la evidencia necesaria para sostener que el Dulce Melos habría
sido el primer piano, de lo cual no puede deducirse que Cristofori lo habría conocido o
que haya tomado conocimiento alguna vez de su existencia.
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como constructor de instrumentos musicales en la corte del príncipe Ferdinando María
de Medici, y fue allí donde desarrolló una innovación mecánica que dio a luz al piano, el
cual inicialmente fue llamado “Arpicémbalo… di nuova inventione, che fa’ il piano, e il
forte”3. Recordemos que “Arpicémbalo” significa harpiscordio.
Puesto que tanto el Clavicordio como el Harpiscordio ponían a vibrar las cuerdas
mediante algún tipo de púa o plectro, o mediante la tangente, las cuerdas comenzaban
a vibrar siempre casi con el mismo volumen y tono, independientemente de cuan rápida
o lentamente se presionaran las teclas. Se debe hacer notar la excepción mencionada
del Clavicordio, que permitía una muy leve variación sonora.
Además, en el instrumento desarrollado por Cristofori, el elemento que ponía las
cuerdas a vibrar era una pieza de madera con la forma de un martillo, cuya cabeza estaba
recubierta de cuero. Esto no producía ya un sonido metálico y estridente como en el
Clavicordio y el Harpiscordio, sino un sonido mucho más dulce y sostenido.
3
Parakilas, James y otros, Piano roles. A new history of the piano, Yale University Press, 2002, Pág. 7.
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Mecanismo del piano de Cristofori
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lograr una mejor performance. Pero el concepto fundamental de Forte-Piano como un
instrumento capaz de lograr sonidos fuertes y suaves con un timbre suave y dulce
permanece sin cambios.
La difusión del piano en sus primeros tiempos fue compleja, dado que construir un
instrumento de estos no se asemejaba en nada a la concepción que hoy en día tenemos
con respecto a la construcción de instrumentos musicales en general, y de pianos en
particular. El piano era en aquella época el instrumento más difícil de construir,
especialmente por la complejidad y cantidad de piezas de su mecanismo, que era todo
de madera. Cada pieza de alta precisión del mismo, recordemos que por cada tecla había
aproximadamente de veinte a treinta piezas distintas, debía hacerse a mano, lo cual
llevaba gran cantidad de tiempo. Sumado a esto, la realización del mueble, que era casi
una pieza de arte, junto con el resto de la estructura del piano, hacía que a veces se
demora años en culminar un instrumento. Esto hizo que, si bien la noticia de su
invención se conociera rápidamente, especialmente en algunas zonas de Italia y en
muchos otros países de Europa, llevara bastante tiempo hasta que este tipo de
instrumentos comenzaran a verse en diversas salas de conciertos.
El nuevo paradigma, al decir de nuestro autor, es la nueva idea o solución que al inventor
se le ocurre. El cómo inventa una persona, cuál es la esencia última del inventar, es tema
de muy difícil apreciación. Sin embargo, el contexto de un problema insoluble ante el
cual se entra en crisis dispara en el inventor la nueva idea: el intento de solución.
Otro filósofo de la ciencia, Karl Popper, expresa de este modo el misterio de la invención
humana:
“Sin embargo, mi opinión sobre el asunto –valga lo que valiere– es que no existe,
en absoluto, un método lógico de tener nuevas ideas, ni una reconstrucción lógica
de este proceso. Puede expresarse mi parecer diciendo que todo descubrimiento
contiene “un elemento irracional” o “una intuición creadora” en el sentido de
Bergson.”5
Por otro lado, y en cuanto a las condiciones en las que se encontraba nuestro autor,
recordemos, además, algo que ya mencionamos: Cristofori trabajaba como constructor
de instrumentos musicales para la corte del príncipe Ferdinando María de Medici del
Gran Ducado de Toscana. Este dato en sí mismo es ya fuertemente iluminador, pues
nuestro inventor se hallaba en una posición ideal para el desarrollo e implementación
de nuevas ideas y soluciones, dado que el dinero y los recursos fluían hacia él con
holgura. Además, tenía a su servicio numerosos ayudantes que disminuían sus cargas de
trabajo manual. Las horas ahorradas a ese tipo de trabajos bien podía usarlas para idear
nuevos instrumentos musicales o soluciones a los problemas que los mismos
planteaban. En aquellos tiempos, si no se tenía fortuna personal o familiar, una de las
pocas maneras que se tenía para acceder a recursos que financiaran la inventiva
implicaba trabajar en las cortes reales. Como si esto fuera poco, no estaba al servicio de
cualquier príncipe. Ferdinando María de Medici era, no solamente muy rico, sino que
además amaba la música con especial predilección. Esto permitió que, luego de la
invención del primer piano, Cristofori tuviera casi un ejército de personas trabajando
para él en la construcción de pianos por varias décadas. Este hecho, por supuesto,
favoreció la difusión del piano luego de ser inventado, aunque las exigencias de construir
cada piano completamente a mano, exigencias que ya mencionamos, nunca pudieron
4
Kuhn, Thomas, La estructura de las revoluciones científicas, Fondo de cultura económica, México, 1971,
Pág. 146.
5
Popper, Karl, La lógica de la investigación científica, Editorial Tecnos, 2da edición, Madrid, 2008, Pág. 39.
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lograr que se fabricaran demasiadas unidades. De hecho, es estima que aun con tantas
facilidades, Cristofori no podía fabricar más de un piano por año6.
En cuanto al contexto comunicacional de la época, el mismo fue muy favorable dado
que en aquellos tiempos la vida cultural de Europa se reflejaba insistentemente en todos
los periódicos del continente. Esto favoreció la difusión informativa de la existencia del
piano y permitió que diversas personas, además de comprarlos, se lanzaran a construir
sus propias versiones. Este hecho se favoreció especialmente por el dedicado trabajo
con que el mismo Cristofori describió su nuevo invento, descripción que en sí misma,
por lo detallada y rigurosa, permitió a muchos otros artesanos comenzar a construir
pianos. Pero, dado que era conciente que con solo una detallada descripción de su parte
no era suficiente para que las características del invento se divulgaran todo lo que él
anhelaba, se decidió a contratar a una persona experta en dichos trabajos de
divulgación. Para lograr este cometido Cristofori encargó al periodista Scipione Maffei
dicho trabajo, el cual lo realizó con sobrada eficacia. Maffei publicó la información sobre
el piano en un famoso artículo de autoría propia en 1711 en una revista que estaba muy
de moda entre las elites intelectuales de Italia: el Giornale de’ letterati d’Italia en
Venecia 7 . Luego este artículo se republicó en varios otros sitios, incluyendo una
traducción alemana en 1725 en la revista Critica musica. Esto último favoreció la
construcción de pianos en Alemania que comenzaron a ver la luz a partir de 1930,
especialmente de la mano de Gottfried Silbermann, quien en 1936 mostró el nuevo
instrumento a Johann Sebastian Bach. La influencia de Maffei en la difusión del nuevo
invento fue fundamental para su conocimiento en tierras lejanas.
La mayoría de las cortes europeas comenzaron a encargar pianos, incluso al mismo
Cristofori, como la corte de Lisboa en Portugal.
6
Cfr., Op. Cit., (Pollens), Pág. 88.
7
Dada la importancia histórica de dicha publicación, reproducimos el artículo íntegro en el apéndice
tercero de la presente obra.
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susceptible a la expresividad musical. El primer piano permitió, y solo en eso consistió la
novedad, aunque no fue poco, algo que hasta ese momento parecía imposible: que un
Harpiscordio permitiera, a través de las distintas fuerzas aplicadas sobre las teclas por
el músico, lograr sonidos de diferentes volúmenes, es decir, sonidos fuertes y suaves en
diferentes matices.
Esto colocó al naciente piano a la vanguardia de los instrumentos musicales, lo cual
provocó en las décadas sucesivas que se transforme en el rey de los instrumentos
musicales lo cual llevó que en el Siglo XIX casi todos los compositores tocaran o
compusieran directamente en el piano. El amplio dominio del piano como instrumento
musical provocó que los desarrollos de los sistemas de afinación que se hicieron para el
mismo, y que tenían en cuenta el hecho de que era un instrumento de afinación fija, se
transformen en un paradigma de afinación también para el resto de los instrumentos
musicales, incluyendo a aquellos que no tenían sistemas de afinación fija. Este tema lo
trataremos en detalle más adelante.
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Las primeras composiciones específicas para pianos hacen su aparición en 1732. Son las
famosas 12 sonatas para piano de Giustini, aclarando el mismo autor que eran para el
“Cembalo di piano e forte, detto volgarmente di martelletti”. Juan Sebastián Bach toma
contacto por primera vez con un piano hacia el año 1736. Dicho piano estaba construido
por Gottfried Silbermann, quien construía pianos desde 1730. Este señor era un
constructor de órganos de la ciudad de Freiberg, en Saxonia. Tomó contacto con el piano
de Cristofori hacia finales de la década de 1720, a través del artículo original de Maffei
traducido al alemán en la revista Critica musica que ya mencionamos, lo que lo inspiró
a construir los suyos propios. Bach se puso en contacto con él y, no satisfecho del todo
con la nueva invención, le pidió que alivianara el mecanismo del instrumento y que
reforzara el volumen del sonido en las octavas superiores. Silbermann concretó el
pedido aparentemente hacia el año 1747, lo que produjo que Bach se convirtiera en
agente de ventas de dichos pianos. Por otro lado, se responsabiliza a Silbermann por
haber sido quien favoreció la segunda oleada de popularización de piano, habiendo sido
la primera la iniciada por la dupla Cristofori-Maffei. Al morir Cristofori en 1732, la
primera oleada había llegado a su fin.
A partir del año 1760 el piano, que hasta ese momento había estado expandiéndose en
círculos musicales reservados y exclusivos, como las cortes de los reyes y las audiciones
de músicos importantes, comenzó a llegar al gran público a través de conciertos públicos
en los que se los utilizaba. Son memorables conciertos realizados en Viena en 1763, en
Londres en 1766 y en París en 1768.
Desde el taller de Gottfried Silbermann se desarrollaron las famosas escuelas de
construcción de pianos conocidas como la Escuela vienesa y la Escuela inglesa. Dos
discípulos de Silbermann, llamados Johannes Zumpe y Americus Backers, emigraron a
Londres donde desarrollaron un piano que poseía el mismo mecanismo que el de
Cristofori, aunque con notables modificaciones. Este mecanismo evolucionado fue el
más tarde se llamó “Mecanismo inglés” y en función del mismo se desarrolló la escuela
inglesa de construcción de pianos.
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Mecanismo Inglés de la escuela inglesa
Otro discípulo de Silbermann, llamado Johann Andreas Stein, tal vez el más notable de
sus discípulos, realizó otras variantes al mecanismo original en Austria. Su mecanismo
ha sido llamado “Prellmechanik” con escape, y su novedad era que el martillo se
acostaba con la cabeza hacia el frente de la tecla, recostado sobre la misma. Este
mecanismo fue el que más tarde se conoció como “Mecanismo Vienes” y dio lugar a la
escuela vienesa de construcción de pianos. Otra innovación de Stein fue el sistema de
apagadores controlados por un pedal, logrando levantar todo el conjunto de los mismos
con solo presionarlo. Esta innovación ha llegado hasta los pianos actuales y ha
permanecido como una de sus características más importantes.
Entre los años 1760 a 1830 hubo una gran expansión en la construcción de pianos y en
la publicación de música especialmente compuesta para piano. También se publicaron
numerosas piezas para Harpiscordios adaptadas a las posibilidades del piano. En 1762
se produjo el primer concierto de piano en toda la historia, realizado por Henry Walsh
en Dublin.
El piano cuadrado, una variante especial del piano de cola, hizo su debut en 1776 por
construcción de Sebastián Erard, aunque se cree que su inventor fue Johannes Zumpe
de quien Erard copió el modelo. Algunos de estos pianos son posibles de ver aún hoy en
día, a pesar de que hace muchas décadas que no se construyen.
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Piano Cuadrado
En 1773 se publicaron las famosas sonatas para piano Opus 2 de Muzio Clementi, que
intentaron utilizar al máximo los recursos del piano. En 1775 se construye el primer
piano en los Estados Unidos de América en una fábrica instalada en Filadelfia.
En 1795 se desarrolla en Londres en primer piano vertical. Su diseñador era William
Stodart. Londres tendría una responsabilidad importantísima en la difusión del piano.
En 1808 Sebastián Erard, un diseñador de pianos Francés de origen alemán que
recientemente mencionamos, patenta su famoso mecanismo de simple repetición y
presenta el “agrafe”, un artefacto que permitía permanecer a las cuerdas en su exacto
lugar luego del golpe de martillo. En 1810 Sebastián diseña el mecanismo de pedales tal
como llega hasta nuestros días. En 1822 introduce su mecanismo de doble repetición
que permitía una gran velocidad de repetición entre sus teclas. Esta patente sería luego
comprada por Steinway para incorporarla a sus pianos. Actualmente, todos los
mecanismos de los pianos de cola son de doble repetición.
En el año 1828, Ignaz Bösendorfer funda su fábrica en Austria. Estos pianos se
encuentran actualmente entre los más destacados del mundo. El año 1853 marca un
hito en lo que se refiere a formación de fábricas de pianos que hoy son de renombre. El
alemán Heinrich Steinweg emigra a los Estados Unidos de América y funda Steinway &
Sons en New York. Steinweg, al llegar a Estados Unidos, modifica su apellido a Steinway
para que suene más “agiornado” al estilo americano. Por esa época Julius Blüthner
funda su fábrica en Leipzig y Carl Bechstein hace lo suyo en Berlín.
En 1863 Steinway diseña y construye el piano vertical moderno con cuerdas cruzadas y
una sola tabla armónica. En 1874 perfecciona el pedal Sostenuto, un curioso sistema
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mediante el cual al presionarse un pedal, el sistema de apagadores quedaba levantado
salvo en la notas del teclado que se habían presionado al momento de apretar el pedal.
En ese mismo año Julius Blüthner patenta su famoso sistema “aliquot”, que
incrementaba la resonancia de las cuerdas al introducir una cuarta cuerda adicional a
cada grupo de tres, aunque más elevada. Esta cuerda no es percutida por el martillo sino
que vibra por simpatía.
En 1880 Steinway inaugura una sucursal en Hamburgo comenzando a pelear el mercado
europeo con sus dos fuertes contrincantes: Bechstein y Blüthner.
A partir de dicho año ya se puede hablar del piano contemporáneo, tal como lo
conocemos hoy en día. Si bien encontramos desarrollos posteriores en diseño y estilo,
estos no han sido de tal magnitud que hayan logrado cambiar considerablemente al
instrumento.
8
Cfr., Durant, Will and Ariel, The story of civilization, MJF Books, New York, 1967, Tomo 10, Pág. 669 ss.
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procesamiento industrial para ser consumidos. Luego de iniciarse en Inglaterra, la
revolución industrial fue paulatinamente trasladándose también hacia Europa
continental. Dicha revolución abarcó un periodo aproximado que fue desde mediados
del Siglo XVIII hasta fines del Siglo XIX. El periodo se caracterizó por haber ido
reemplazando paulatinamente los trabajos manuales por los trabajos industriales y de
manufactura en serie. Aparece la “máquina” como nuevo elemento de producción
industrial, siendo la locomotora la máquina más destacada y paradigmática de la época.
Sin embargo es importante mencionar también el importante desarrollo que tuvieron
las maquinarias especialmente diseñadas para la produccion industrial dentro de las
fábricas. La industria textil es la primera que recibe el beneficio de las primeras
máquinas, las cuales estaban construidas por otro de los elementos importantes del
periodo: el hierro. La proliferación de máquinas e invenciones relacionadas produjo una
disminución notable en los costos de producción por cada unidad producida, lo cual
facilitó el acceso del gran público a productos que anteriormente, por su elevado costo,
no podían acceder. El piano fue uno de esos productos. Las fábricas de pianos comienzan
paulatinamente a producir en forma industrializada y en serie dichos instrumentos, lo
cual produjo que aumente la cantidad de pianos producidos y baje notablemente el
precio por unidad. Esto facilitó notablemente la difusión del piano y fue decisivo para
que en el Siglo XIX se transforme en un instrumento fácilmente asequible, lo que hizo
que casi todos los compositores de dicho siglo sean pianistas o compusieran su música
en el piano.
En aquella época los sistemas económicos comenzaron a migrar desde los sindicatos
altamente regulados hacia el libre mercado, donde los grandes capitales mundiales se
invertían en fábricas e industrias muy diversas. La gran multiplicación de fábricas de
pianos en todo el mundo, especialmente durante el Siglo XIX, tiene por esta a una de
sus razones fundacionales.
Otra de las características de la época que facilitó la difusión del piano fue la mejora en
los sistemas de transporte. Nuevas rutas y carreteras, sumados al desarrollo de
especiales barcos de carga, permitían transportar muchos pianos a lugares alejados del
mundo por precios razonables.
Un hecho que no puede dejar de mencionarse es que las nuevas fábricas requerían de
personal cada vez más especializado, lo cual hacía que las personas tengan que aprender
y educarse técnicamente. Esto hizo que dichas personas tengan salarios elevados, lo cual
les permitía tener un nivel de vida que permitía que sus hijos puedan tomar clases de
música, de piano, y, por supuesto, les permitía también poseer uno de dichos
instrumentos. La difusión del piano no solamente requería que el mismo piano, es decir,
el piano como instrumento musical se difunda, sino también que haya cada vez más
personas que puedan tocar el piano. La revolución industrial permitió esto también,
dado que la gran cantidad de personas que trabajaban en las industrias tenían un poder
adquisitivo comparativamente mayor al de épocas previas, lo cual les permitía educar
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muchas veces a todos sus hijos en música y otros temas culturales, lo cual produjo que
muchas personas se volcaran a tocar el piano. La revolución industrial hizo que, no ya
los músicos profesionales pudieran tocar y tener un piano, sino también que casi
cualquier persona con una condición socio-económica normal pudiera hacerlo. Cientos
de miles de personas en todo el mundo se volcaron al aprendizaje del piano y, por ende,
a la compra de los instrumentos que las nacientes fábricas de pianos producían en serie.
El siglo dorado del piano había comenzado.
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Bibliografía
Barbour, Murray J., Tuning and temperament. A historical survey, Editorial Dover
Publications Inc., New York, 2004.
Benade, Arthur, Fundamental of musical acoustics, Dover Publications Inc., New York,
1990
Duffin, Ross W., How equal temperament ruined harmony (and why you should care),
Editorial W. W. Norton & Company, New York, 2007.
Isacoff, Stuart, Temperament. How music became a battleground for the great minds of
western civilization, Editorial Vintage Books, New York, 2da Edición, 2003.
Parakilas, James y otros, Piano roles. A new history of the piano, Yale University Press,
2002.
Pollens, Stewart, The early pianoforte, Cambridge University Press, Gran Bretaña, 2009.
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Acoustical Society of America, Volume 9, Issue 3, 1938.
Sullivan, Anita, The seventh dragon. The riddle of equal temperament, Editorial
Unlimited Publishing, Indiana, 2da edición, 2005.
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