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El veganismo es una postura ética que promueve el respeto hacia todos los animales.

Cada ser sintiente, cada individuo del reino animal, posee intereses básicos tales como
preservar su vida, evitar el sufrimiento y ser libre. Esto es común para todo animal, sin
importar su género, tamaño, forma, edad o especie.

Sacar la carne —y los productos de origen animal— de tu plato no significa que le vas a
quitar algo a tu vida; es realmente una oportunidad para añadirle cosas que valen la pena:
mayor curiosidad por el mundo de la alimentación y la cocina, mayor experimentación y
creatividad y, por supuesto, mayor conciencia sobre tu huella en el planeta y en las vidas
de otros seres que lo habitan. Puedes ver este proceso como un sacrificio, lo cual te hará
el camino más difícil… o puedes verlo como una invitación a vivir de otra manera, a
aprender, y a alinear tu estómago con tu cabeza y con tu corazón.

Para empezar a explorar el mundo de los sabores en la alimentación vegetal, te traemos


tres recomendaciones: Empieza con algo que te guste. Busca versiones veganas de alguna
de tus recetas favoritas y lánzate a experimentar.

Ábrete a lo desconocido. Puede sonar extraño usar algunos ingredientes de maneras


nuevas (como frijoles para hacer brownies), pero vale la pena probar y conocer.

Ten paciencia. Aprender cualquier cosa lleva tiempo, así que no te frustres si al primer
intento alguna receta no te sale bien, o si el resultado de una mezcla en particular no te
gusta. Como ha pasado con otras cosas en tu vida, poco a poco irás descubriendo lo que te
gusta y lo que no, y “pulirás” tu experiencia a partir de eso.

Porqué?

La industria cárnica publicita de tal forma sus productos que camuflan perfectamente los
procedimientos y prácticas habituales en los mataderos. Impiden ver la realidad que sufren estos
animales (vacas, cerdos, pollos, conejos, patos, gansos, cabras, ovejas) porque, de saberlo, no
compraríamos lo que venden: veríamos la crueldad a la que son sometidos.

No hace falta haber tenido perro o gato para darse cuenta de que los animales son seres
inteligentes y sintientes. Aunque el grado varía según la especie (todos sienten), estas capacidades
se encuentran en todos los animales, incluidos los “animales de granja”.

Aunque no todas las granjas son iguales, hasta el 99% de la carne, la leche y los huevos disponibles
en los supermercados proviene de granjas industriales que tratan así a sus animales, como
productos en cadena, hay millones de animales confinados en granjas industriales hoy mismo.
Animales capaces de pensar, sentir y sufrir, exactamente como tu perro o como el gato de la
vecina, que pagan un gran precio para que la producción insostenible –e innecesaria- de ciertos
alimentos salga barata.

Medio ambiente:
a producción de carne y lácteos, representa el 70% del consumo mundial de agua dulce, el 38% del
uso total de la tierra y el 19% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Una parte de los problemas medioambientales y sociales que afronta la humanidad están
relacionados con la cría de 1.300 millones de animales en explotaciones ganaderas que
ocupan casi el 24% de toda la masa terrestre del planeta. La destrucción de millones de
hectáreas de bosque virgen tropical en América Central y América del Sur, para aumentar
el área de pastizales, está provocando la desaparición de especies enteras de plantas, así
corno docenas de especies de pájaros, mamíferos y reptiles. Las técnicas empleadas por la
ganadería intensiva causan la pérdida irreparable de la capa fértil del suelo. (Mientras el
hambre mata a millones de personas por carecer de los cereales que se dedican para
alimentar al ganado, otros tantos mueren a causa de las entermedades que se generan con
el consumo de carne de animales alimentados a base de cereales)
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO);
De las 222 millones de toneladas de soja que se produjeron en el mundo en el 2007, y que
están diezmando los bosques, solamente 15 millones se destinaron para alimentación
humana,mientras el resto (207 millones) se destinó para engordar animales para carne y
leche.
El informe de la FAO/Naciones Unidas indica en cuanto a ganadería que” Su impacto es
tan significativo que necesita urgente atención.”; y que el sector agro- animal “emerge
como unos de los primeros dos o tres contribuidores más significativos a cada uno de los
problemas ambientales más serios, tanto a escala local como global.”

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