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locomoción
ANIMAL
Víctor M. Ortega
nte una amenaza o urgencia, yo podría correr; cuán pequeño sea éste. Los fluidos se dividen en new-
Caminar y correr
Mientras que el reptar recuerda grosso modo el plean los animales de patas cortas, es liberar una can-
movimiento ondulatorio de los peces, caminar y tidad de energía almacenada para impulsar un sistema
correr –medios de transporte utilizados por de catapulta. En vertebrados, sólo se utiliza el primer
un gran número de animales terrestres– pre- mecanismo; los insectos emplean ambos.
sentan particularidades mecánicas que hay que con- Un caso impresionante de salto es el que exhibe el
siderar con cierto detalle. “insecto espumoso”, Philaenus spumarius. Este organis-
Para que un animal pueda caminar, debe realizar mo presenta una masa de 12 miligramos y una longi-
saltos pequeños entre cada pierna, formando un arco, a tud de 6 milímetros. El salto es producto de su sistema
manera de péndulo invertido, transformando alterna- muscular y de un mecanismo de “cerradura” entre el
damente la energía cinética en potencial, y viceversa. fémur y la cadera, que catapultan al insecto en menos
Imagine el lector el problema que enfrenta un mil- de un milisegundo. Alcanza una altura media que co-
piés para sincronizar su gran número de patas. No obs- rresponde a 71 veces su tamaño, con una aceleración
tante, si un animal pasa de caminar a correr, hay que de 4 mil metros por segundo al cuadrado (m/s2), que
adicionar al modelo de péndulo invertido una com- corresponde a 414 veces la aceleración de la gravedad,
ponente extra: la energía elástica. Ésta resulta del cho- G. En comparación, las pulgas alcanzan 135 G, los sal-
que de una de las piernas con el suelo, y se almacena tamontes 8 G y un transbordador espacial sólo 2 G.
temporalmente en músculos, tendones y ligamentos.
Posteriormente, se libera para producir una propulsión
mayor que el simple caminar. El corredor más veloz Sobre agua
sobre la tierra es el guepardo, cuya carrera alcanza Una gran variedad de organismos pueden caminar
hasta 104 kilómetros por hora. sobre el agua. Esto se debe a un fenómeno molecu-
lar denominado “tensión superficial”. En un flui-
do, cada molécula interactúa con las que le rodean,
De saltos manteniendo entre ellas un equilibrio entre fuerzas
Hay dos tipos de estrategias que han desarrollado de atracción y repulsión. Sin embargo en la interfase
los animales para saltar. La primera es tener patas agua-aire, las moléculas de agua tienen una fuerza neta
largas, para hacer palanca con ellas, lo que permi- mayor hacia el interior del líquido que hacia afuera,
te aplicar menos fuerza para recorrer la misma distan- debido a que la fuerza de atracción entre las molécu-
cia que un organismo de masa similar pero con patas las de agua entre sí es mayor que la atracción entre las
cortas. La segunda estrategia, que generalmente em- moléculas de agua y las del aire. Tal inestabilidad fuerza
a una reducción del área superficial de la capa de agua. No es casualidad que, de todos los animales terres-
Es debido a la tensión superficial, por ejemplo, que tres, los más diversos del planeta sean insectos; dentro
una gota de agua al caer tiende a minimizar su área de los vertebrados, las aves; y que dentro de los mamí-
superficial, adoptando una forma esférica. En el caso feros, los murciélagos sean el segundo grupo con más
de los insectos y otros animales que caminan sobre el especies, sólo después de los roedores. Inclusive los
agua, lo pueden hacer gracias a que la superficie de pterosaurios fueron un grupo diverso durante el Me-
líquido, debido a la tensión superficial, se comporta sozoico, cuyos integrantes no sólo planeaban, sino que
como si fuera una membrana que puede soportar el volaban batiendo las alas, posiblemente como lo ha-
peso del animal, distribuido sobre un área suficiente- cen en la actualidad las aves cazadoras aéreas.
mente grande. Es difícil discernir la senda evolutiva de los ani-
Sin embargo no todos los animales pueden hacer males voladores, debido a su escaso registro fósil. Sin
uso exclusivamente de la tensión superficial para des- embargo, un prerrequisito para su evolución fue la inte-
plazarse sobre el agua. Organismos de masa mayor a un gración y desarrollo de un sistema de soporte, muscular,
gramo tienen que correr para no hundirse. El basilisco, respiratorio, circulatorio y nervioso. Sólo con este cam-
Basiliscus plumifrons –un reptil cuya masa adulta es de bio holístico puede entenderse la evolución del vuelo.
78 gramos– sólo lo consigue si su velocidad es mayor o Para volar, un organismo necesita vencer dos tipos
igual a 1.3 metros por segundo. En contraste, un orga- de fuerzas: la de gravedad, que atrae al organismo a la
nismo con masa menor a un gramo no necesita de una tierra, y la fuerza de arrastre o fricción, producida por
velocidad mínima de desplazamiento para permanecer el aire contra el cuerpo y las alas. Vencer a la gravedad
sobre el agua. El peso de los insectos del género Gerris (por medio de la fuerza de sustentación) resulta más
es soportado sin problema por la tensión superficial. fácil conforme un organismo aumenta su velocidad,
pero esto trae consigo un aumento en la fuerza de
arrastre. De esto se desprende que es costoso volar a
Volar a bajo costo velocidades muy bajas (aumentan los costos de susten-
El vuelo dio a los animales una mayor capacidad tación) o muy altas (aumentan los costos por arrastre).
de desplazamiento hacia nuevos nichos, lo que Por tal razón, los organismos voladores utilizan ge-
derivaría en la generación de nuevas especies, con neralmente dos tipos de velocidades de vuelo “a bajo
el transcurrir del tiempo, el aislamiento y los procesos costo”, de acuerdo con sus requerimientos. Un ave que
de selección natural. se alimenta en el aire, como una golondrina que con-
sume mosquitos al vuelo, requiere ir a una velocidad
que maximice su tiempo de vuelo, con el fin de captu-
rar más alimento. Pero para un ave migratoria (igual
que para un avión comercial) es mejor ir a una veloci-
dad que maximice su distancia, es decir, que le permi-
ta llegar más lejos dada una cantidad de combustible
disponible.
Tamaño y energía
Energéticamente, los músculos de los insectos vo-
ladores exhiben la mayor tasa metabólica de todos
los animales, posiblemente debido al número de
Reynolds pequeño y la alta frecuencia de aleteo de es-
tos animales: una mosca puede aletear 200 veces cada
Basiliscus plumifrons . Fotografía: Canadian Organization for Tropi-
cal Education and Rainforest Conservation. www.coterc.org segundo, mientras que un colibrí sólo puede hacerlo
Remolinos y locomoción
Hasta ahora hemos seguido de cerca el desfile de
los diseños biomecánicos más conspicuos surgidos
evolutivamente, y hemos explicado las fuerzas que
intervienen durante el desplazamiento. No obstante,
para comprender la importancia que ha tenido el am-
biente en el plan corporal de los animales, hay que
atender los efectos que produce su paso sobre un fluido.
En 1904 el físico alemán Ludwig Prandtl causó una
revolución en la mecánica de fluidos con la introduc-
ción del concepto de capa límite. En aquel entonces,
la teoría hidrodinámica predecía erróneamente que el
arrastre producido por un cuerpo en movimiento in-
merso en un fluido debería ser cero (la llamada “para-
doja de D’Alembert”). El genio de Prandtl radicó en
atribuir los efectos de la viscosidad, responsables de la Vórtice.
Epílogo
El biólogo francés y premio Nobel Jacques Monod
fue pionero en sostener que la vida no sigue un
Vencejo real ( Apus melba ). Fotografía: Ernesto Villodas. caudal determinista, cargado de algún propósito o
dirección. Consideró que el azar, origen de toda inno- Víctor M. Ortega es egresado del Doctorado en Ecología
vación y creación universal, es una consecuencia Marina del Centro de Investigación Científica y de Educación
necesaria que destila el material sobre el cual actúa la Superior de Ensenada ( CICESE ). Actualmente realiza una estancia
selección natural. Para el biólogo británico Richard postdoctoral, con el apoyo de UC MEXUS -Conacyt, en el
Dawkins, este proceso de prueba y error es evidencia Laboratorio de Vuelo Animal de la Universidad de California-
tangible del viaje hacia delante en el tiempo, al esti- Berkeley. Su investigación se enfoca en el estudio del control y
lo de H. G. Wells, que sólo pueden realizar aquellas maniobrabilidad de aves e insectos en flujos complejos y turbu-
máquinas que cuenten con los “mejores” conductores lentos.
genéticos. vortega@berkeley.edu
En este sentido, la evolución de la locomoción ani-
mal ha sido un ejercicio de adaptación continua, un
estricto esquema selectivo delimitado por el medio
–en este caso, los fluidos–, que ha llevado a diseños e
innovaciones sorprendentes. Pensemos en los sistemas
motores, de generación de energía, de integración y de
control, en la convergencia en propulsión entre ani-
males voladores y nadadores y, sobre todo, en el uso
eficiente de los mismos recursos dinámicos, como los
vórtices. Y todo esto gracias a un simple mecanismo de
ensayo y error, de selección… de azar.
Lecturas recomendadas
Pero volvamos al ser humano, a su bauplan (plan Anderson, E. J. y M. A. Grosenbaugh (2005), “Jet flow in
corporal) no especializado. La ventaja de un diseño no steadily swimming adult squid”, Journal of experimental
especializado radica en la posibilidad de acción, no biology 208, 1125–1146.
necesariamente en la eficiencia. Homero, en la Ilíada, Burrows, M. (2003), “Froghopper insects leap to new
heights”, Nature 424, 509.
da cuenta de la gran diversidad de actividades olímpi- Dickinson, M. H., C. T. Farley, R. J. Full, M. Koehl, R.
cas que pueden realizar los hombres si así lo disponen. Kram y S. Lehman (2000), “How animals move: an
De hecho, son pocos los ejemplos de animales que pre- integrative view”, Science 288, 100-106.
sentan tantas habilidades cinéticas como el hombre. Hu, D. L., B. Chan y J. W. M. Bush (2003), “The hydrody-
namics of water strider locomotion”, Nature 424, 663-
Sin embargo, y sin lugar a duda, la máxima restricción
666.
cinética que exhibe nuestro diseño biomecánico es el Koiller, J. (1999), “Movimiento de microorganismos”,
vuelo. Dédalo y Leonardo da Vinci avistaron algunas La Gaceta (Real Sociedad Matemática Española) 2,
posibilidades para conseguirlo. Sin embargo, parece 423-445.
que sólo en sus sueños lo lograron; sueños que siguen Norberg, U. M. (1990), Vertebrate flight, Berlín, Springer
Verlag.
y seguirán siendo los nuestros.
Sane, S. P. (2003), “The aerodynamics of insect flight”,
Journal of experimental biology 206, 4191-4208.
Sharp, N. C. C. (1997), “Timed running speed of a cheetah
Agradecimientos (Acinonyx jubatus)”, Journal of zoology 241, 493-494.
Taylor, G. K., R. L. Nudds y L. R Thomas (2003), “Flying
A Sarahí Arriaga Ramírez, Óscar U. Velasco Fuentes y Saúl
and swimming animals cruise at a Strouhal number
Álvarez Borrego, de la División de Oceanología del Centro de
tuned for high power efficiency”, Nature 425, 707-711.
Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada
(CICESE), por sus observaciones y comentarios sobre el presen- Velasco-Fuentes, O. U. (2003), “¡Larga vida al vórtice!”,
te artículo. Ciencia y desarrollo 169, 23-29.