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Catherine Euán.

La cena.
“La cena” es un relato fantástico de 1912 escrito por Alfonso Reyes que se incluyó
en el libro “El plano oblicuo” publicado en 1920. Dentro de la historia, el narrador,
Alfonso, nos cuenta sobre su apuro por llegar a un compromiso al tocar las 9
campanadas, al cual fue invitado por dos misteriosas señoras: Doña Magdalena y
su hija Amalia. Al llegar a la casa, cenó con ellas, en donde pasó un rato
inquietante. Luego, se dirigen al jardín, donde las cosas se ponen en un tono
surrealista, puesto que las señoras comienzan a hablar sobre plantas inusuales y
fantásticas, cosa que termina por inducir al sueño a nuestro protagonista, quien se
duerme en una banca. Al despertar se ve en medio del relato de Amalia, sobre
cierto capitán que no pudo cumplir su sueño de conocer Francia, pues queda
ciego, y por ello piden a Alfonso describir aquel país para ellas y la fantasmagórica
presencia del capitán. Después de esta inusual situación, observa un cuadro en el
que se halla a sí mismo, lo que le produce pavor, huyendo del lugar. Al llegar a su
casa, se encuentra con una florecilla en su ojal, comprobando que todo realmente
sucedió.
Esta obra parece presentarnos el retrato de un sueño turbio, con elementos
surrealistas. Primeramente, el ambiente onírico y como muestra de ello está el
deja vú con el que se encuentra Alfonso al recorrer las calles apresurado.
“Las calles estaban solas. Serpientes de focos eléctricos bailaban delante de mis ojos.
A cada instante surgían glorietas circulares, sembrados arriates, cuya verdura, a la luz
artificial de la noche, cobraba una elegancia irreal.”

En cuanto al surrealismo tenemos la situación del jardín con apariencia de


cementerio, en donde las mujeres hablan de plantas irreales —flores que
muerden, de flores que besan, de tallos que trepan—. También podemos notarlo
cuando se ve frente al cuadro del capitán y en él se encuentra a sí mismo.
A su vez, esta obra presenta una conexión personal con la vida del autor y de su
padre, Bernardo Reyes —Gobernador del estado de Nuevo León, general militar y
rival político de Porfirio Díaz— a quien Alfonso admiraba y que al igual que el
capitán de la historia, no pudo conocer Francia, donde se encontraba desterrado,
pues perdió la vista.

“No pudo ver allá todo lo que hubiera querido ver y gozar pero que más tarde sí vería
y gozaría Alfonso y hubiera gustado de compartir con su padre”

(James Willis Robb, 1981)

Este relato se vincula con la asignatura de Historia de México, pues transcurre


durante la etapa del “Porfiriato” y el autor fue el hijo de un rival político de Porfirio
Díaz: Bernardo Reyes. Asimismo, “La cena” está influenciada por los sentimientos
del hijo, Alfonso, premonitorios a la trágica muerte de su padre.

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