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ciencia, innovación y sociedad:

desplazando la frontera de lo posible


FRANCISCO GONZÁLEZ
PRESIDENTE DE BBVA

La obra que el lector tiene entre sus manos, editada por económica mundial. En las últimas dos décadas, el importe
BBVA, está ligada a los Premios Fundación BBVA Fronteras de la inversión extranjera de estas empresas superó al de la
del conocimiento, cuya primera edición está a punto de fa- ayuda oficial al desarrollo. Puede decirse que estas empre-
llarse cuando escribimos estas líneas. Los premios, que tie- sas se han convertido en los instrumentos principales para
nen una dotación económica de las más elevadas a nivel la construcción de una economía y una sociedad globales,
internacional, se otorgarán anualmente a equipos de inves- facilitando la difusión de tecnología, de valores y de prácti-
tigadores y creadores en ocho categorías, precisamente los cas comerciales, de gestión más moderna y eficaz en todo el
ocho campos en los que se articula este libro. mundo. Además, las grandes empresas tienen una enorme
BBVA no obtiene ninguna rentabilidad inmediata de penetración e impacto social, a través de sus empleados,
estas iniciativas de apoyo a la generación y difusión de sus clientes, sus proveedores. Por eso, están excelentemente
conocimiento. Nuestro grupo no está en el sector farma- preparadas para ser poderosos catalizadores de la innova-
céutico, tampoco en el de las tecnologías de la informa- ción y de la transformación hacia un mundo sostenible.
ción o las telecomunicaciones, ni en ninguna industria que Las empresas, más que ser parte de los problemas globa-
pueda aprovechar comercialmente, de forma directa, los les, tienen que ser componente esencial de su solución. En
resultados de la investigación. Sin embargo, se trata de un el siglo XXI, la empresa responsable, que responde a las de-
compromiso que responde a dos vectores centrales de la mandas legítimas de su entorno, debe asumir compromisos
cultura, la estrategia y la actividad de BBVA: trabajar por para mejorar las sociedades en las que está presente. Tiene
un futuro mejor para las personas, y hacerlo promoviendo dos motivos muy importantes para hacerlo: la convicción y
la innovación, respaldada ésta, a su vez, por el mejor cono- el interés. La convicción, porque la ética y los valores cen-
cimiento disponible. Estamos convencidos de que, de esta trales de su cultura corporativa deben guiar su actuación.
forma, BBVA asume una de las funciones que la empresa El interés, porque, en una sociedad cada vez más informada
en general y la gran empresa multinacional, en particu- y exigente, las empresas necesitan una mayor legitimidad
lar, debe desempeñar en la sociedad global del siglo XXI. para desarrollar con éxito su actividad en el medio y largo
plazo. Y porque una sociedad más próspera y estable es, al
El compromiso de BBVA con el conocimiento: tiempo, resultado y condición del desarrollo de las empresas.
innovación y responsabilidad corporativa Si esto es así para todas las empresas, aún lo es más
Actualmente existen en el mundo más de 70.000 empresas para los bancos. Porque la industria financiera está en el
multinacionales, que representan el 25% de la producción centro de la economía y la sociedad. Su función es ayudar
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a las empresas y a los ciudadanos a realizar sus proyectos, decir, trabajamos para las múltiples dimensiones de las
prestando servicios fundamentales de pagos, de ahorro y personas que son nuestros clientes, nuestros empleados,
de inversión, además de ofrecer una gama creciente de nuestros accionistas y, también, todos los ciudadanos de
otros servicios cada vez más especializados. Por eso, la las sociedades en las que estamos presentes.
banca es un motor fundamental del desarrollo. Y, por eso, Creemos que nuestro trabajo ayuda a un futuro mejor
la banca tiene que ser un referente básico de la confianza si trabajamos de acuerdo con firmes principios éticos, de
de todos los agentes sociales, en un doble sentido: en el veracidad, honestidad y transparencia. Si situamos a las
de atender a los intereses legítimos de sus stakeholders personas en el centro de nuestra actividad y colaboramos
(dimensión que recoge la palabra inglesa «trust») y, tam- en hacer posibles las aspiraciones de las sociedades en las
bién, en el sentido de la prudencia y competencia profe- que estamos presentes. Y, finalmente, si impulsamos la in-
sional (al que se refiere la expresión «confidence»). Ética y novación, como vía fundamental para ofrecer más y me-
competencia son dos atributos esenciales, que cada enti- jores soluciones, más flexibles e individualizadas y a mejor
dad, y el sistema financiero en su conjunto, debe salva- precio a nuestros clientes, ampliando las posibilidades de
guardar celosamente. Los acontecimientos de los últimos acceso a los servicios financieros por parte de más perso-
meses muestran los graves efectos para la economía y la nas. Algo que, al tiempo, generará más valor para nuestros
sociedad globales —y para las propias entidades financie- accionistas y permitirá a nuestros colaboradores desarro-
ras— de la quiebra de la confianza en el sector financiero. llar una vida más gratificante.
Como resultado de su posición central en la economía En ese marco de innovación y responsabilidad corpo-
y la sociedad, la banca se ve afectada de forma plena por rativa se integra nuestro compromiso con el impulso y la
los cambios tecnológicos y sociales. Cambian los clientes, difusión de la educación y la ciencia.
sus necesidades, sus expectativas y demandas, los cana- La innovación es un pilar clave de nuestra estrategia y
les y procedimientos por los que prefieren ser atendidos. Y nuestra cultura. En BBVA realizamos un gran esfuerzo de
responder a estas exigencias requiere una profunda trans- innovación y transformación, con el objetivo de ofrecer
formación tecnológica, organizativa y cultural. Una trans- mejores soluciones para las personas. Y ello se traduce en
formación paralela a la que está experimentando la sociedad una diferenciación respecto al conjunto de empresas de
global para aprovechar el inmenso potencial del avance nuestro sector, y en una capacidad superior de creación
científico y tecnológico para sostener el crecimiento eco- de valor recurrente, en el medio y largo plazo. No se nos
nómico, mejorar el bienestar de la sociedad y restaurar los escapa que la ciencia, la investigación y los entornos crea-
equilibrios medioambientales rotos en un pasado reciente. tivos que las acompañan y son su consecuencia, resultan
Las materias primas clave de la industria financiera son claves para la innovación de procesos y de productos, de
dos: el dinero y la información. Y el dinero, a comienzos nuevas y más eficaces soluciones a las demandas y los re-
del siglo XXI, está en gran medida desmaterializado y se ha tos de las sociedades del presente.
convertido en apuntes contables; en definitiva, en infor- La responsabilidad respecto a las sociedades en las que
mación susceptible de ser transmitida instantáneamente y trabajamos —actualmente, más de 30 países en varios
a un coste casi nulo. Por ello, el avance tecnológico da a continentes, y en proceso de ampliación— es parte inte-
la banca oportunidades excepcionales para mejorar todos gral de la estrategia y la cultura de BBVA.
sus procesos y ofrecer más y mejores productos y servicios Creemos que nuestra primera responsabilidad es ha-
a un número mucho mayor de personas, con la máxima cer bien nuestro trabajo diario. Mejorar cada día los servi-
conveniencia para ellos y a precios mucho más bajos. cios —la calidad, confiabilidad y precio—, que prestamos a
Ciertamente, la industria financiera ha cambiado en las nuestros clientes es la mejor forma de contribuir al desa-
últimas décadas para adaptarse, en algunos de sus ele- rrollo económico y la estabilidad social.
mentos y operativa, al nuevo entorno tecnológico, pero la Pero nuestro compromiso va más allá. Porque quere-
profundidad y la amplitud de estos cambios distan mucho mos contribuir a que ese crecimiento sea sostenible en
de lo que se ha visto en otros sectores industriales y de el tiempo. Por eso, desarrollamos políticas pioneras en el
servicios. Con todo, el peso de los hechos, de las realidades sector en el terreno medioambiental. Y por eso, hemos
sociales y económicas globales hacen que esa transforma- desarrollado también una estrategia y una política en el
ción profunda de la industria financiera sea inevitable y terreno social, que incorpora tres líneas básicas de actua-
cada vez más apremiante. ción, entre las que el impulso a la educación y el conoci-
BBVA quiere ocupar una posición de liderazgo en esa miento tiene un papel central.
transformación de la industria financiera, a través de una La primera de ellas se instrumenta a través de nuestro
estrategia que se basa en tres pilares: los principios, la in- programa de «Inclusión Financiera», que busca favorecer
novación y las personas. el acceso a los servicios financieros básicos de pago, aho-
Esa estrategia, y la cultura corporativa de la que surge rro o crédito —servicios que resultan fundamentales para
y a la que refuerza, se resumen en nuestra visión: «BBVA, evitar la exclusión económica y social y promover el desa-
trabajamos por un futuro mejor para las personas». Es rrollo personal— a personas de renta baja para las que la
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industria financiera convencional no ofrece un modelo de Los nuevos premios que BBVA impulsa a través de su
negocio que sea rentable. En algunas áreas de implanta- Fundación presentan un perfil diferente al de otros ga-
ción de BBVA, como Latinoamérica, ése es, precisamente, lardones importantes. Pretenden reconocer e incentivar la
el segmento mayoritario de los ciudadanos. investigación y la creación cultural, en especial aquellas
Buena parte de esas iniciativas las realiza el propio contribuciones de amplio impacto por su originalidad, im-
Banco, que está desarrollando modelos innovadores que, a plicaciones teóricas y conceptuales y su traslación a inno-
través del uso intensivo de la tecnología, permiten abara- vaciones particularmente significativas. La denominación
tar drásticamente la producción y distribución de servicios de estos premios quiere significar tanto el trabajo de in-
financieros básicos. Además, nuestro Grupo está fuerte- vestigación capaz de ampliar el ámbito del conocimiento
mente comprometido con el desarrollo de las microfinan- —desplazando hacia delante, de manera continua, la fron-
zas, para lo que ha creado la Fundación BBVA para las tera de lo conocido—, cuanto el encuentro y solapamiento
Microfinanzas, entidad sin ánimo de lucro y dotada con entre áreas disciplinares. Específicamente las ocho áreas
200 millones de euros. objeto de reconocimiento y representadas en los capítulos
El «Apoyo a la Educación», especialmente en los seg- de este libro, son las siguientes: Ciencias básicas (Física,
mentos de la población de menos recursos, es otra de las Química, Matemáticas), Biomedicina, Ecología y Biolo-
líneas de trabajo de nuestro Grupo. Concretamente, el gía de la conservación; Cambio climático; Tecnologías de
Plan de Acción Social de BBVA en América Latina destina la Información y la Comunicación; Economía, Finanzas
actualmente el 1% de los beneficios de cada banco del y Gestión de Empresas, Cooperación al desarrollo y Arte
grupo en esa región y más del 80% de esos recursos se (Música, Pintura, Escultura, Arquitectura).
dedican a diferentes programas educativos. Además del número de áreas y el contenido de las mis-
La tercera línea es, como comentábamos al inicio de estas mas, hay otros elementos que dan a estos premios un perfil
páginas, la del «Impulso del Conocimiento», que fundamen- específico. En primer lugar, el reconocimiento del carácter
talmente lleva a cabo la Fundación BBVA a través de dife- interdisciplinar del conocimiento en las últimas décadas
rentes programas de apoyo a la investigación científica y a del pasado siglo y en el presente. En segundo lugar, atien-
su difusión, con especial atención a las ciencias sociales, la den al hecho de que muchas de las contribuciones decisi-
biomedicina, las ciencias del medio ambiente y las ciencias vas al conocimiento de nuestra época son resultado de la
básicas, además de la cultura (especialmente la literatura colaboración de grandes equipos de investigadores, lo que
española y latinoamericana y la música contemporánea). lleva, a diferencia de otros premios, a aceptar la posibili-
Ésta es la línea en la que se inscriben tanto este libro dad de hacer objeto del galardón a equipos, sin restricción
Fronteras del conocimiento como los Premios del mismo del número de sus integrantes, o a un número abierto de
nombre. Con ellos, queremos contribuir a corregir un dé- investigadores que de manera paralela hayan convergido
ficit general, especialmente marcado en la sociedad es- en hacer posible un determinado avance. En tercer lugar,
pañola y latinoamericana, de visibilidad y reconocimiento se establece una categoría que premia la creación de ex-
explícito de los múltiples logros de la comunidad cientí- celencia en cuatro ámbitos de la cultura particularmente
fica. Y, con ello, proyectar a la sociedad los avances de la innovadores y que influyen de manera significativa en la
ciencia, la tecnología y algunas de las áreas del arte de sensibilidad de una época, como son la música contempo-
nuestra época, el significado de su contribución a la me- ránea, la pintura, la escultura y la arquitectura. En cuarto
jora de las posibilidades colectivas y, también, el perfil de lugar, se reconocen esfuerzos de tipo diverso (desde la in-
quienes con su trabajo de investigación y creación hacen vestigación hasta las actuaciones e iniciativas prácticas)
posible la ampliación del espacio de lo conocido y enri- en dos cuestiones centrales de la sociedad global del siglo
quecen el dominio de la cultura. XXI: el cambio climático y la cooperación al desarrollo de
Constituye una paradoja que la alta estimación social amplias zonas del planeta, o lo que es lo mismo, la elimi-
latente de la figura abstracta de los científicos e investiga- nación de la pobreza y la marginación.
dores, evidenciada en todo el mundo por múltiples encues- Estos premios responden a la visión de BBVA sobre el
tas desde finales de la década de 1950, apenas se refleje en conocimiento y la innovación en las condiciones de la so-
ocasiones de celebración y reconocimiento público hacia ciedad global del presente, visión que esbozamos en las
las personas concretas que logran impulsar de manera deci- restantes páginas de este capítulo, como una presentación
siva el conocimiento. Algo que contrasta con lo que ocurre general del sentido de este libro.
con otras profesiones menos centrales. Son pocos los pre-
mios internacionales —y ninguno como los galardones del Sociedad del conocimiento y sociedad global
Nobel— que logran, de tiempo en tiempo, hacer visibles para El término «sociedad del conocimiento» y otros emparenta-
la sociedad la identidad de un selecto grupo de investiga- dos con él, como «sociedad de la información» y «economía
dores y creadores. Los Premios Fronteras del conocimiento del conocimiento», surge en los años 60 del pasado siglo.
quieren contribuir también a ese objetivo de acercamiento Todos ellos tienden a designar el mismo fenómeno —o dis-
y valoración social de la cultura científica del presente. tintas facetas del mismo fenómeno—: la emergencia de una
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sociedad (una economía) en la que los avances científico- sible reemplazar la base tecnológica que sostuvo varias
tecnológicos y, en particular, los de las tecnologías de la in- décadas de crecimiento ininterrumpido desde finales de
formación y las telecomunicaciones, y su rápida difusión a la Segunda Guerra Mundial hasta casi el cierre del siglo
la sociedad, se convierten en elementos centrales de la ac- anterior. Uno de los componentes esenciales del actual
tividad económica, transformando en paralelo y de manera impulso tecnocientífico —la asociación de informática y
profunda la cultura y los modos de vida de las personas. telecomunicaciones— presenta la particularidad de afec-
Posiblemente, el primer autor en utilizar el concepto tar a procesos y productos de todos los sectores eco-
de «sociedad de la información» fuera el economista Fritz nómicos sin excepción, abarcando además todo el ciclo
Machlup, quien en 1962 constató cómo el número de em- económico, desde el diseño a la comercialización, pasando
pleados dedicados a la manipulación de información era por la ingeniería y la producción. Además de esos impac-
mayor que el de los que desarrollaban algún tipo de acti- tos económicos directos de las tecnologías de la informa-
vidad física o manual. ción, sus efectos fundamentales pueden medirse también,
Por su parte, la expresión «sociedad del conocimiento» desde hace al menos dos décadas, en una larga serie de
fue utilizada por primera vez por Peter Drucker en su li- áreas como la propia práctica del trabajo científico, la
bro de 1968 The Age of Discontinuity, postulando que el enseñanza, la sanidad, el ocio, las prácticas asociativas
recurso básico para la producción de riqueza en nuestro (emergencia de grupos de interés, asociacionismo electró-
tiempo reside en el conocimiento y en la productividad nico y comunidades «virtuales») y el ámbito de la cultura.
de éste. Posteriormente, este mismo influyente autor su- Los progresos en la tecnología de la información en el
brayaría las profundas transformaciones sociales que esto último medio siglo han sido formidables. La llamada Ley
implicaba y la estrecha vinculación entre «conocimiento» de Moore (en realidad, una observación empírica, que es-
y «globalización»: el auge de las tecnologías de la infor- tablece que la capacidad de almacenamiento y proceso
mación y la telecomunicación permitían —en opinión de de información se dobla cada 18 meses), se ha mantenido
Drucker— que empresas, productos y consumidores pudie- desde que Gordon Moore la formulara en los años 60. Pero
ran trascender las fronteras nacionales e impulsar la emer- no se trata sólo de esto, sino, también, y muy especial-
gencia de un gran mercado global (Drucker 1994). mente, de la difusión universal de los ordenadores per-
En las décadas transcurridas desde las contribuciones sonales y el desarrollo de Internet, una plataforma cuyo
iniciales de Machlup y Drucker, las tendencias detectadas enorme poder reside en la combinación de la información
se han reforzado hasta un extremo difícil de anticipar. No que alberga y recrea de continuo, y su condición de red.
es extraño por ello que en esas décadas se propusieran Precisamente, la llamada Ley de Metcalfe, establece que
una serie de modelos sociológicos y económicos acerca del el valor de una red aumenta en relación al cuadrado del
tránsito desde la sociedad industrial a la sociedad posin- número de personas conectadas a ella.
dustrial, incorporando los atributos principales de la socie- Es claro que uno de los factores explicativos de la rá-
dad de la información. Dos de los autores más conocidos pida difusión de la informática reside en los avances
de esos modelos son A. Touraine y, especialmente, Daniel científico-tecnológicos, que han hecho posible la me-
Bell.1 Ha habido otras muchas caracterizaciones similares jora sostenida en prestaciones, en paralelo a la baja de su
de las sociedades del último tercio del siglo pasado. Las coste. Pero la trayectoria del computador desde mediados
etiquetas más conocidas, compiladas por Beniger (1986), de los años 40 del pasado siglo hasta el presente ha es-
destacan la importancia de la base tecnológica —particu- tado afectada también por dimensiones sociales, algunas
larmente las «tecnologías de la información»— para mo- tan intangibles como el modo de ver al computador: cuá-
delar la estructura de las sociedades avanzadas: sociedad les son las posibilidades que abre y cómo se concibe la
computerizada, era de la información, compunications, «cohabitación» de procesadores humanos y procesadores
1
Daniel Bell señaló en el Prólogo sociedad posindustrial, revolución electrónica, sociedad electrónicos, para decirlo con la plástica imagen del Pre-
de 1976 a la segunda edición de telemática, sociedad cableada, era computacional, micro- mio Nobel Herbert Simon (1985). Merece la pena referirse,
The Coming of the Postindustrial milenio, tercera ola, era de la información. A esa lista po- siquiera sea brevemente, a esos dos aspectos, tecnológico
Society su incomodidad con las
etiquetas «sociedad de la drían añadirse otras expresiones emparentadas, como las y social, por cuanto ilustran la complejidad de los procesos
información» y «sociedad del de revolución del control, debida al propio Beniger, High de innovación.
conocimiento» o «sociedad de Tech Society o, dando un salto hasta la última década del Hoy tomamos como algo obvio que el computador es
servicios», que sólo remitirían a
aspectos parciales del modelo de siglo XX, «Network Nation», «Virtual Community», «the Net- una tecnología de propósito «universal» («The Universal
sociedad emergente. Pero el foco work Society», «Cibersociety 2.0». Machine») y, por ello, situada en plano muy distinto del
del análisis y el tenor literal del ocupado por las máquinas emblemáticas de la revolución
argumento de Bell recae tan
claramente en la dimensión Avance tecnológico, cambio cultural e innovación industrial, «dedicadas» por diseño a una o, como mucho, a
tecnoindustrial de la nueva Las interacciones entre las tecnologías electrónicas, los unas pocas tareas, prefijadas y especificadas de antemano.
sociedad, que autoriza su nuevos materiales, la informática y las telecomunicacio- Vemos y usamos el computador como una tecnología sus-
inclusión, dentro del grupo de
autores del modelo de la sociedad nes, además de los desarrollos en curso en los campos de ceptible de convertirse en soporte y amplificador de una
de la información. la nanotecnología y de la biotecnología, han hecho po- larga serie de funciones mentales y tareas especializadas,
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en ampliación permanente. Esta versatilidad permite tras- cia: la proyección sobre la nueva tecnología de las imáge-
cender la función a la que la propia etiqueta lingüística nes de la herramienta o tecnología a la que «reemplazaba».
alude (computing o «cálculo»), para abrir paso a funcio- Así, el coche fue visto como «un carruaje sin caballos», en
nes tan variadas como el tratamiento integral de informa- lugar de como el inicio de una «era de auto-movilidad», la
ción cuantitativa o categorial (cualitativa), la creación de radio como un «telégrafo sin hilos», e, incluso Graham Bell,
imágenes e incluso de «mundos virtuales» y muchas más, durante un corto espacio de tiempo, consideró el teléfono
entre las que destaca el ser, en interacción con las tele- como un medio de difusión de mensajes desde una central
comunicaciones, una plataforma de comunicación flexi- (al modo de la radio), en lugar de como una herramienta
ble y robusta, soportando todos los formatos, desde la voz conversacional. No tiene, por tanto, nada de extraño que
al texto, las imágenes y el vídeo, etc., abarcando además el computador electrónico fuera concebido como una po-
al conjunto del planeta y dando forma así a «Global Net- tente herramienta llamada a reemplazar con ventaja a los
works» (Harasim 1993). únicos «computadores» existentes en la época: las perso-
Tan viva es la percepción de la brecha con el pasado nas dedicadas, armados con lápiz y papel o con el concurso
reciente abierta por la difusión universal del computador de tabuladoras mecánicas, al cálculo de tablas utilizables
y el espacio web tejido con él, que hay que recurrir a los para distintas aplicaciones (navegación, seguros).
historiadores de la tecnología para darse cuenta de que el Ciertamente, la posibilidad misma del computador
modo dominante de concebir los primeros computadores personal ha requerido de multitud de avances en los len-
electrónicos, incluso entre la mayoría de sus arquitectos, guajes de programación, interfases, sistemas operativos,
era el de una tecnología altamente especializada, llamada aplicaciones, que han eliminado prácticamente las barre-
a ocupar un nicho limitado en unas pocas grandes orga- ras de entrada para su uso. Pero, también, factores de na-
nizaciones: corporaciones, ejército e instituciones científi- turaleza cultural, como «visiones» acerca de los usos del
cas. Paul Ceruzzi, colaborador en esta obra, ha destacado computador y sus modos de relación con el usuario final,
que incluso a la altura de 1951 se estimó que todas las han resultado fundamentales para su pauta de difusión
necesidades computacionales de Estados Unidos queda- masiva. Visionarios como Vannevar Bush, Douglas Engel-
rían satisfechas con cuatro o cinco computadores (Ceruzzi bart, el proyecto Augmented Human Intellect del Stanford
1986). Una visión tan restrictiva acerca de la gama posible Research Institute (SRI), la comunidad de investigadores
de aplicaciones y destino del computador se explica por en Inteligencia Artificial, el legendario centro de inves-
factores tecnológicos y culturales. tigación de Xerox en Palo Alto, el programa de investi-
Comenzando por el plano tecnológico, el análisis de gación en «trabajo cooperativo asistido por ordenador»
los procesos y la historia de las innovaciones científico- (CSCW), así como la implementación de algunos de los
tecnológicas han mostrado que para maximizar las po- principios guía de esa(s) comunidad(es) en el arranque de
tencialidades de una determinada tecnología se requiere la empresa Apple, hicieron cristalizar una visión del com-
la confluencia de distintos desarrollos tecnológicos (clus- putador como tecnología para «aumentar» (en lugar de
ters de distintos avances)(Freeman y Soete 1997). Para reemplazar) las capacidades de los seres humanos, y para
Rosenberg (1976), la longitud del intervalo entre la fe- ensanchar las posibilidades de comunicación y colabora-
cha de una «invención» y su difusión como «innovación» ción en el grupo-de-trabajo y, más allá de éste, entre gru-
es, en gran medida, función del tiempo transcurrido pos sociales e individuos.
para llevar a término actividades inventivas adiciona- El salto desde la decena de grandes computadores de
les, orientadas al refinamiento del diseño original, te- la década de 1940, aplicados a la ejecución de unas pocas
niendo presente los requerimientos del usuario final. tareas especializadas por un reducido segmento de cientí-
En el caso que nos ocupa, sin la revolución microelec- ficos e ingenieros, a los millones de microcomputadores de
trónica no cabría explicar el fenómeno de la producción se- propósito universal, accesibles incluso para los niños, en la
riada y masiva de computadores y su difusión abarcando década de 1990, representa un hito fundamental en la his-
desde la gran empresa al hogar, tampoco la aparición de lo toria de la tecnología y de sus impactos sociales. Pero en el
que el desaparecido científico del MIT, Michael Dertouzos, periodo más cercano, el acercamiento y fusión de las tele-
llamó hidden computers, computadores «ocultos», insertos comunicaciones y de la informática, cristalizada en el creci-
en una amplia serie de productos y tecnologías (máquinas, miento exponencial de las «redes» y de Internet, ha abierto
herramientas avanzadas, automóviles, electrodomésticos, una nueva y más decisiva línea divisoria en el desarrollo de
equipos de imagen y sonido, relojes y un largo etcétera), la tecnología, así como un espacio sin precedentes para la
mejorando sus prestaciones, incrementando su fiabilidad y experimentación social.
permitiendo un considerable ahorro de materiales e, incluso, Todo ese complejo proceso ilustra cómo los procesos de
el diagnóstico y reparación remotos (Dertouzos 1984). innovación radical, para resultar exitosos, requieren de la
En la dimensión cultural, lo ocurrido con el computa- interacción de numerosos avances, desde los estrictamente
dor en su periodo de despegue se asemeja al caso de otros tecnológicos a los de naturaleza social y cultural. Y cada uno
avances tecnológicos radicales en la fase de su emergen- de ellos tiene su propio tiempo de desarrollo, lo que dificulta
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la anticipación precisa del «cuándo» e incluso del «qué», la personas y para resolver los grandes problemas de orden
emergencia de una innovación con efectos significativos. planetario. Un ejemplo claro de esta situación es la explo-
sión reciente de la información genética (desciframiento
¿Hacia una verdadera sociedad del conocimiento? del genoma humano), y las dificultades para su interpre-
Entre los efectos sociales del proceso de innovación de la tación y traslación a terapias nuevas y más eficaces. Pero
informática y las telecomunicaciones, quizás el principal hoy se trabaja de manera intensa en la construcción de
de todos sea el que los ciudadanos vivimos hoy en una so- algoritmos estadísticos y metodologías capaces de ayudar
ciedad de la información. Tenemos acceso a un universo a descifrar el sentido de volúmenes gigantescos de infor-
de información en perpetua expansión. Contamos con una mación de naturaleza diversa. De su éxito dependerá, en
tecnología cada vez más potente, ampliamente accesible, gran medida, nuestra capacidad para transformar la infor-
para crear y acceder a esa información, transmitirla, tra- mación en conocimiento y su traslado, vía innovación, a
tarla, analizarla, relacionarla, y, eventualmente, convertirla satisfacer necesidades y demandas en multitud de planos
en conocimiento y aplicarla a la resolución de problemas. (Hastie, Tibshiraniy y Friedman 2003).
Con ello, en poco más de tres décadas se ha invertido una Sin duda, la revolución tecnológica y el rápido aumento
pauta secular caracterizada, en primer lugar, por la penu- del conocimiento han dado lugar a una fase fuertemente
ria absoluta de información y, en segundo pero no menos expansiva del crecimiento económico mundial. Sin em-
importante lugar, por la concentración de la misma en una bargo, la distribución de esos beneficios se ha revelado
minoría de la sociedad. muy desigual. La capacidad productiva actual del planeta
Desde luego, nuestra sociedad es, con mucho, la que permite sustentar a una población triple que la de me-
más conocimiento genera y ha acumulado en la historia diados del siglo XX. Han mejorado también los niveles de
de la Humanidad. En 1990, David Linowes afirmaba que vida en gran parte del mundo y la pobreza extrema se está
hasta la mitad del siglo XVIII no se dobló el conocimiento reduciendo, no sólo en términos relativos al total de la
que existía en la época de Cristo. Volvió a doblarse en los población, sino también en términos absolutos (Naciones
siguientes 150 años —hasta el inicio del siglo XX— y de Unidas 2007).
nuevo se dobló en 50 años —hasta la mitad de ese siglo—. Sin embargo, han aumentado las desigualdades en,
En nuestros días, el volumen de conocimiento se dobla prácticamente, todos los países del mundo, y entre las
cada cuatro o cinco años. áreas más avanzadas y las más desfavorecidas. No es
Sin embargo, una verdadera sociedad del conocimiento extraño por ello que proliferen las reflexiones sobre el
no es todavía más que una aspiración, una meta hacia la malestar y los problemas de la globalización y que, en
que avanzamos, pero que resulta elusiva. Y esto es así por ocasiones, predomine la visión de los problemas más que
dos razones fundamentales: primera, porque gran parte de la de las oportunidades de la globalización y el cambio
la Humanidad continúa fundamentalmente ajena a todos científico-tecnológico.2
estos desarrollos. Como señala Janet Abbate en su artículo Además, el acelerado crecimiento de la población y de
en este libro, más de la mitad de la población de los países la actividad productiva esta acarreando muy serios pro-
desarrollados utilizaba Internet en 2005, frente al 1% en blemas de sostenibilidad medioambiental, asociados a la
los 50 países menos desarrollados. Hoy existe una inmensa sobreexplotación de los recursos naturales terrestres y
brecha digital (digital divide), que frena las posibilidades marítimos, la escasez de agua dulce, la pérdida acelerada
colectivas abiertas por el computador y la web y que de- de biodiversidad (especies y hábitats) y el cambio climá-
manda atención urgente por parte de agentes públicos y tico, con los impactos consiguientes que ello pueda te-
privados, si se quiere acortar el diferencial entre socieda- ner sobre el asentamiento de la población y la economía
des avanzadas y países que no han logrado entrar en la en las próximas décadas (temas fundamentales sobre los
senda del crecimiento sostenible. cuales presentamos también en este libro contribuciones
La segunda razón por la que la sociedad del conoci- de destacados especialistas).
miento es todavía más objetivo que realidad empírica- Con todo, hay razones para el optimismo. Las ciencias
mente observable, es que la inmensa mayor parte de la básicas siguen conquistando capas cada vez más profun-
información disponible es una enorme masa indiferen- das del conocimiento de las estructuras y los procesos
2 ciada de datos cuantitativos y de información categorial o físicos, químicos y biológicos. Y de ello se siguen con-
En 1998, la socióloga de la
Universidad de Chicago Saskia cualitativa. La estructura de gran parte de esa información secuencias de todo orden, desde las estrictamente cog-
Sassen publicaba Globalization sigue oculta (no conocemos las relaciones internas entre nitivas (mejor conocimiento) a las tecnológicas (nuevos
and its Discontents. Nueva York: las múltiples piezas que la integran), no disponemos de instrumentos de satisfacción de necesidades). Nos encon-
The New Press, 1998, y cuatro
años más tarde, bajo idéntico explicaciones articuladas que les den coherencia global y, tramos en el inicio de la evolución de tecnologías poten-
título, lo hacía el Nobel de en definitiva, no dominamos una «tecnología» fundamen- tísimas y muy versátiles, entre ellas Internet, cuya tercera
Economía, Joseph E. Stigliz. tal: cómo convertir esos datos en conocimiento y cómo generación abrirá muchas más posibilidades de coope-
Globalization and its Discontents.
Nueva York-Londres: W. W. Norto convertir una parte significativa del conocimiento en in- ración e incorporación activa de todos al espacio elec-
& Caompany, 2002. novación, en nuevas aplicaciones útiles para la vida de las trónico. Estamos meramente escarbando la superficie de
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una gigantesca veta de riqueza y bienestar para la Huma- doctrina de Vannevar Bush y la experiencia de los años de
nidad. Y ésta es, seguramente, la revolución tecnológica la Segunda Guerra Mundial.4
más «democrática» que haya existido nunca. No sólo por Pero al menos desde los años 80 del pasado siglo la
el dato contextual obvio de ocurrir cuando la democracia insatisfacción conceptual y práctica con ese enfoque he-
es el régimen político imperante en la mayor parte del redado se hiceron patentes. Así, por ejemplo, un influyente
mundo —lo que, sin duda, potencia sus efectos positivos— informe interdisciplinar, publicado bajo el título Made
sino, también, porque es la revolución que, a pesar de las in America (Dertouzos, Lester y Solow 1989), preparado
barreras y las limitaciones apuntadas, más rápidamente por la Comisión de Productividad Industrial del MIT, en-
se está difundiendo por todo el planeta, siendo la que tre cuyos miembros se encontraba el Nobel de Economía
plantea menos obstáculos para la incorporación a ella de Robert Solow, quiso explicar la paradoja de que Estados
las personas de todas las partes del mundo. Unidos contara, por una parte, con la ciencia básica más
avanzada y los científicos y tecnólogos mejor formados
¿Cómo acelerar la generación de conocimiento? y, por otra, hubiera disminuido su capacidad de traducir
Este marco, en que coexisten problemas serios y cada vez ese diferencial cognoscitivo en innovación, en compara-
más apremiantes, junto con enormes potencialidades de ción con lo ocurrido en las décadas subsiguientes al tér-
avance científico y tecnológico, sitúa la cuestión de los mino de la Segunda Guerra Mundial. En tanto que Japón,
mecanismos y procedimientos más apropiados para impul- concentrándose en áreas de investigación tecnológica de
sar la generación y difusión del conocimiento como una carácter más aplicado, parecía mostrarse capaz de captu-
de las cuestiones clave para el futuro de la Humanidad. rar mercados de productos inequívocamente americanos
Tradicionalmente, los catalizadores principales para (como la electrónica de consumo), tenía un tiempo medio
impulsar la generación del conocimiento han sido dos: el de llegar al mercado sensiblemente más corto en sectores
provecho económico, motor de los agentes privados; y la emblemáticos de la industria americana (el del automóvil)
guerra, motor de iniciativas y programas de los gobiernos. y alcanzaba niveles de calidad muy superiores.
Las necesidades bélicas como impulsoras de avances Esas dificultades distaban de ser privativas de Estados
científicos y tecnológicos, alcanzaron una eficacia sin pre- Unidos, como parecieron creer los autores del mencionado
cedentes en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. informe. Con casi una década de retraso, la Comisión Eu-
La ciencia y las tecnologías subatómicas, las telecomuni- ropea (re)descubrió el mismo problema y no dudó en eti-
caciones, el radar, la microelectrónica y el ordenador re- quetarlo como «paradoja europea» en El libro verde de la
cibieron ese impulso del esfuerzo bélico. Pero otras áreas innovación (1995) y en el proyecto Made in Europe empa-
conocieron también avances fundamentales, en particular rentado con él.
en la medicina, la farmacología, la psicología y la investi- De ese tipo de análisis ha resultado —no sin críticas por
gación operativa.3 parte de sectores de la comunidad científica— un cambio
El push que la Segunda Guerra Mundial dio a la inves- de perspectiva en la elaboración de la política científica,
tigación científica y tecnológica se vio reforzado en las consistente en la reducción del peso de la investigación
3 últimas décadas del siglo pasado con una participación orientada al avance del conocimiento (lo que se conoce
Sobre la interacción entre
necesidades militares y el creciente del sector privado, respondiendo a las mayores como «investigación pura» o básica), sin búsqueda directa
desarrollo de la tecnología, oportunidades de explotación comercial de los avances en de aplicaciones prácticas. Ese «tipo» de ciencia ha tenido
pueden verse la obra clásica de la investigación. que ir cediendo o, al menos, teniendo que compartir recur-
William H. McNeil, The Pursuit of
Power. Technology, Armed Forced, En los últimos cincuenta años ha habido cambios pro- sos financieros y humanos con la llamada «investigación
and Society since A.D. 1000. fundos en la forma en la que se genera y se utiliza el co- estratégica», objeto de planificación externa (por agencias e
Chicago: University Press, 1982, y nocimiento. En paralelo a un crecimiento sin parangón del instituciones públicas) al servicio de la satisfacción de obje-
la obra editada por Merrit Roe
Smith para el caso emblemático conocimiento científico, los gobiernos, las empresas, las tivos socioeconómicos (destacando de manera nítida entre
de Estados Unidos, Military instituciones científicas han venido debatiendo las formas ellos, la mejora de la competitividad de las economías na-
Enterprise and Technological más eficaces de traslación de los avances científicos a la cionales, las políticas de defensa y las de salud).
Chance. Perspectives on the
American Experience. Londres: competitividad de empresas y los países, en definitiva, a la En el ámbito de las grandes empresas se ha ido impo-
MIT Press, 1987. mejora de las posibilidades colectivas. niendo esta última visión, orientada a un alineamiento
Durante décadas, el enfoque dominante fue el apoyo estricto entre programas de investigación y objetivos eco-
4
Para un análisis crítico de las sin reservas por parte de los poderes públicos y, en menor nómicos. Esto ha llevado, en no pocos casos, a reducir
fortalezas y limitaciones del medida, de algunas grandes corporaciones a la llamada el peso, o incluso a prescindir por completo del propio
modelo de apoyo a la ciencia investigación básica, bajo el supuesto de que de esos co- laboratorio industrial, sacando éste al mercado. O, en
vinculado al ingeniero del MIT,
Vannevar Bush, puede verse nocimientos, antes o después, se derivarían aplicaciones otros casos, a sustituir el departamento de I+D por con-
Claude E. Barfield, ed. Science for prácticas muy difíciles de anticipar, particularmente en el tratos con centros públicos o institutos privados dedica-
the 21st Century. The Bush Report caso de aquellas innovaciones de tipo más radical, las más dos exclusivamente a la investigación. La incertidumbre
Revisited. Washington: the
American Enterprises Institute difíciles de imitar para países y empresas competidoras. en cuanto a los resultados alcanzables y las dificultades
Press, 1997. Ese modelo aparecía más o menos emparentado con la para apropiarse en exclusiva de los resultados derivados
22 F R O N T E R A S D E L C O N O C I M I E N T O

de la investigación, particularmente de la básica, han pe- Nelson, hay que modificar el status quo, pero las reformas
sado en esta reconsideración del tamaño, papel y formas deben estar basadas en una consideración cuidadosa de
del gasto en I+D. la especialización funcional de unas y otras instituciones,
Por su parte, las administraciones públicas de las sociedades buscando una mejor división del trabajo entre todos los
avanzadas dieron por agotado, desde los años 80 del pasado agentes del sistema de innovación.
siglo, el modelo posbélico de desarrollo de la ciencia básica. Lo que parece claro es, en todo caso, la necesidad de
Pero ocurre que los supuestos del modelo de dirección impulsar una tupida red de relaciones entre industria y
estratégica de la ciencia distan de estar sólidamente fun- universidad, que puede tomar formas varias, desde el
damentados. La historia de la tecnología y la de la inno- acceso fluido del personal de I+D de la empresa a sus
vación muestran el curso tortuoso que lleva del progreso colegas universitarios (y a la inversa), al desarrollo de ins-
puramente teorético a la mejora o la introducción de nue- tituciones especializadas a medio camino entre empresa
vos procesos y productos y viceversa. y centros de investigación públicos, pasando por la finan-
Ciertamente, resulta muy difícil predecir y gestionar ciación pública de líneas de investigación cuyo propósito
la traducción de avances teóricos en nuevas aplicaciones. sea la mejora de la competitividad, supervisadas por co-
Pero, por otra parte, los vínculos entre teoría y aplicación mités asesores de composición mixta universidad-em-
práctica se han multiplicado y sus raíces se han hecho más presa-administración. Con independencia de unas u otras
profundas, obligando a romper esquemas simplificadores fórmulas, lo realmente importante es crear redes de trans-
acerca de lo que es útil y de lo que —se supone— «sólo» misión dinámica de información y señales, la generación
contribuye a un mejor conocimiento de la realidad. En los de confianza e intercambio de conocimiento tácito (di-
países y regiones con un entorno cultural e institucional fícilmente codificable) entre los distintos agentes, derri-
comprometido con la excelencia y la innovación, los agen- bando las barreras observables en gran parte de Europa
tes públicos y privados comparten la percepción de que entre, por decirlo sintéticamente, universidad y empresa.
la economía y sociedad descansan cada vez más en una
infraestructura de «intangibles», de teorías, información y Interacciones entre ciencia y tecnología
conocimiento científico, donde la actividad científica y las Los resultados de la investigación científica y la innova-
estrategias empresariales tienen un amplio área de sola- ción tecnológica se han hecho cada vez más presentes en
pamiento, en continua redefinición. todos los aspectos de la actividad y de la vida humanas,
Los países europeos que, por lo general, incorporan con hasta el punto de que están generando, como señalara
retraso conceptos y experiencias del otro lado del Atlán- Peter Drucker, «mucho más que una transformación so-
tico, necesitan prestar más atención a lo que, de verdad, cial, un cambio en la propia condición humana» (Drucker
ha tenido lugar en Estados Unidos: la literatura y la evi- 1994). Ello se traduce en una interpenetración y una fer-
dencia empírica muestran que la investigación científica tilización cruzada crecientes entre la investigación cientí-
financiada con fondos públicos ha desempeñado el papel fica, la innovación, las actividades productivas y los modos
principal en la innovación industrial en Estados Unidos. de vida de las personas. Y en una drástica reducción del
Lo que se desprende de las pautas de innovación en Es- tiempo entre el descubrimiento científico y la explotación
tados Unidos, es la necesidad de incrementar en este lado comercial de sus resultados (Mowery 1989).
del Atlántico el esfuerzo público y privado en actividades La ciencia y la tecnología avanzan, cada vez más, como
de I+D, al tiempo que se promueve la ciencia y la tecno- resultado de la confluencia y la interacción entre discipli-
logía de excelencia y, sobre todo, se introduce la cultura nas «clásicas» y de la emergencia de otras nuevas, así como
de «mercado», de competición abierta y esfuerzo sostenido del solapamiento y de la influencia cruzada entre ciencia y
por la excelencia (universidades y centros de investigación tecnología, dejando como algo obsoleto la clásica discusión
estratificados por su capacidad de contribución al conoci- de si la tecnología depende del previo conocimiento cientí-
miento y la innovación), de movilidad e interacción entre fico, si éste se beneficia de aquélla o, si marchan de manera
investigadores y el sector privado, rediseñando interfases independiente. En el siglo XX, y muy en particular en su se-
de comunicación eficaz entre instituciones dedicadas a la gunda parte, las relaciones ciencia-tecnología y de ambas
creación y transmisión de conocimiento y el mundo de la con la sociedad han cambiado de manera fundamental. Las
empresa. Un programa cuyo desarrollo requiere del con- empresas y los sectores industriales, así como las demandas
curso decidido y la coordinación de las administraciones sociales en campos como la salud, la energía, la agricultura
públicas, desde las de ámbito europeo a las regionales, pa- y la alimentación, el transporte, el medio ambiente, la des-
sando por las de carácter nacional. igualdad y la pobreza son fuentes o señales para la ciencia,
Hay que renegociar el anterior «contrato implícito» en- reclamando la potencia analítica que sólo la investigación
tre universidades, industria y administración, redefiniendo científica puede proporcionar y las soluciones eficaces y
qué es lo que puede esperar y dar cada una de esas insti- eficientes propias del dominio de la tecnología —el ámbito
tuciones a las otras. Tal y como han señalado dos desta- que el Nobel de Economía Herbert Simon etiquetara como
cados expertos en innovación, los profesores Rosenberg y «las ciencias de lo artificial» (1996).
23 C I E N C I A , I N N O V A C I Ó N Y S O C I E D A D … F R A N C I S C O G O N Z Á L E Z

Este complejo marco del presente es, también, el que este entramado institucional se orienta a la resolución de
ayuda a explicar el peso creciente de la cooperación mul- problemas de interés general y contribuye efectivamente al
tidisciplinar en la investigación científica contemporánea, bienestar de las personas, de forma que el avance científico
así como el hecho de que la mayor parte de la investigación y tecnológico no se traduzca en un aumento de las desigual-
científica se desarrolle por equipos muy numerosos, integra- dades o en mayores problemas de sostenibilidad global?
dos por investigadores afiliados con distintas instituciones y La mera enumeración de estos desafíos hace ver que, en
basados en diferentes puntos del mundo. Las innovaciones gran parte, demandan respuestas del campo de las ciencias
en las telecomunicaciones e Internet permiten la participa- sociales y del comportamiento y, en particular, de las tec-
ción activa y simultánea en un determinado proyecto de in- nologías «blandas» de la organización y los incentivos, así
vestigadores de todas las partes del mundo, incluyendo —y como del estudio de la cultura y las actitudes.
esto es bastante esperanzador— los de las regiones menos Pero además del rediseño de la arquitectura institucio-
ricas y avanzadas del planeta. nal de la ciencia y la tecnología, de las políticas públicas
para su promoción y de la gestión estratégica de las acti-
Arquitectura institucional vidades de I+D y de innovación por parte de las empresas,
y entorno cultural de la ciencia se requiere que el apartado de los intangibles, los valores
La ciencia es hoy una actividad marcadamente social y y las percepciones, en definitiva la envolvente cultural de
altamente institucionalizada, que si bien sigue requiriendo la ciencia sea sensible a ésta, opere como impulso y como
de la creatividad y el riesgo individual, se desarrolla coo- vector de orientación.
perativamente en marcos organizativos especializados
y en un entorno social del que obtiene no sólo medios Reconciliando ciencia, tecnología y sociedad
humanos y materiales adecuados, sino también señales Una percepción social empática respecto a la ciencia es
(apreciación de la ciencia, prioridades de la investigación) crucial en, al menos, tres aspectos fundamentales. Pri-
e influencias conceptuales y culturales, desde las prove- mero, para que la ciudadanía impulse, con el peso de su
nientes de campos próximos, a las propias de las Humani- opinión, de su voto, incluso de su poder de compra, las po-
dades y el conjunto de la cultura (las worldviews activas líticas públicas y las decisiones de las empresas privadas
en una sociedad). de apoyo e inversión en educación y en investigación. Pre-
La importancia del alineamiento y la interacción po- miando la innovación (the high road) y desincentivando la
sitiva entre todos esos elementos se ha hecho particu- ruta competitiva basada meramente en costes bajos, más
larmente crítica en las últimas décadas. Y, como explica que en alto valor añadido. Segundo, para atraer capital
Nathan Rosenberg en su excelente artículo en este libro, humano hacia la ciencia, para que los jóvenes con talento
un reto crucial es la adaptación del marco institucional se sientan motivados a emprender una exigente, pero
(institutional setting) de la ciencia y la investigación a también apasionante carrera investigadora, recompen-
nuestra sociedad global. sada económica y simbólicamente. Finalmente, la «apro-
En este sentido, hoy se plantean nuevos retos orga- piación» intelectual y cultural de la ciencia por la sociedad
nizativos para el desarrollo de una investigación que es es crucial para la propia creatividad científica y para el
crecientemente interdisciplinar, multipolar —incluso des- aprovechamiento e integración eficaz de los nuevos desa-
localizada—, fuertemente cooperativa y que mantiene un rrollos en el tejido social. En definitiva, la envolvente que,
grado de interacción creciente con su medio social. a propósito del caso de Estados Unidos, ha sido etiquetada
¿Cómo desarrollar investigación interdisciplinar en uni- por el historiador de la tecnología, Thomas Hugues, como
versidades divididas en departamentos definidos por dis- «entusiasmo tecnológico» es decisiva para el avance del
ciplinas especificas, y por investigadores y científicos que conocimiento y, con el, de la sociedad que lo impulsa y
—al menos en el mundo académico— asignan una gran im- acoge (Hughes 2004).
portancia al hecho de trabajar en un campo reconocido?, Podríamos sentirnos tentados a pensar que tras varias
¿cómo combinar los marcos y estructura disciplinar del co- décadas en las que la ciencia y la tecnología han hecho
nocimiento, bien definidos y asentados en razones y tradi- una contribución abrumadora al progreso económico y al
ciones teóricas, con institutos y centros interdisciplinares, bienestar de las personas, la consideración general de la
más cercanos al abordaje de retos prácticos?, ¿cómo con- ciencia como un factor inequívocamente positivo debe-
ciliar los intereses de los gobiernos y las agencias públicas ría estar firmemente consolidada. Pero tal y como des-
nacionales, que son una parte integral del entramado cien- taca Gerald Holton en su excelente ensayo en este libro,
tífico, con la configuración de equipos multinacionales muy la valoración social de la ciencia ha estado históricamente
flexibles y cambiantes?, ¿cómo salvaguardar los incentivos sujeta a fuertes oscilaciones, y ese estatus social desea-
de las empresas a destinar recursos a la investigación, en ble de la ciencia no está garantizado. Tras el progresismo
proyectos con múltiples participantes y en un contexto en optimista que resurgió tras la Segunda Guerra Mundial,
el que información vital puede ser divulgada instantánea- ejemplificado en el célebre informe de Vannevar Bush,
mente urbi et orbe? Y, finalmente, ¿cómo asegurar que todo Science, the Endless Frontier, encargado por el presidente
24 F R O N T E R A S D E L C O N O C I M I E N T O

Roosevelt y publicado en 1945, en la última parte del siglo sar el desarrollo de la cultura científica, la transmisión al
XX han emergido voces y movimientos críticos con el papel conjunto de la sociedad de hábitos mentales y actitudes
de la ciencia en nuestra sociedad, que recuperan motivos centrales de los investigadores, como la curiosidad, la ob-
de la resistencia romántica ante la ciencia y la moderni- jetividad, la innovación, el debate racional, la disposición
zación (Marx 1988). Se atribuyen al progreso científico y a corregir las opiniones sobre la base de argumentación y
tecnológico efectos negativos en relación con el desarro- evidencia empírica (Dewey 1934). En definitiva, la tradi-
llo de armas de inmenso poder destructivo, el deterioro del ción de racionalismo ilustrado por la que abogara incan-
medio ambiente, la desigualdad dentro de cada sociedad sablemente Karl R. Popper, sin duda uno de los grandes
y entre diferentes partes del mundo e, incluso, la confi- filósofos y pensadores de la segunda mitad del siglo XX.
guración de una sociedad y una cultura globales indife- Contribuir siquiera de manera modesta a esta gran
renciadas, deshumanizadas, excesivamente materialistas y tarea, es, en definitiva, el propósito de este libro: un li-
privadas de valores morales. bro en el que destacados protagonistas de la ciencia y
Ciertamente, la preocupación por estas cuestiones y, en las artes de nuestro tiempo, investigadores en la fron-
particular, por la situación de serio deterioro global del me- tera del conocimiento, pasan revista al estado del arte y
dio ambiente es no sólo legítima, sino compartida por mu- las perspectivas de las ramas del conocimiento científico
chísimos ciudadanos. El propio Leo Marx, historiador en el y artístico más características de nuestro siglo; las que,
MIT de la cultura americana, ha hecho notar que la creen- en mayor medida, están generando avances perceptibles
cia en el progreso característica de la cultura moderna por el conjunto de los ciudadanos y las que se dirigen a
euroamericana ha resultado erosionada en las tres últimas afrontar los retos más relevantes para nuestro futuro y el
décadas del pasado siglo, principalmente por el pesimismo de nuestros hijos: la salud, las tecnologías de la informa-
acerca del papel de los seres humanos en la naturaleza y la ción y las de las comunicaciones, los recursos naturales,
percepción de que el sistema de producción industrial apo- el medio ambiente y el cambio climático, la generación
yado en la ciencia y la tecnología están teniendo fuertes y la distribución más equitativa de la riqueza, sin olvidar
efectos indeseados sobre el ecosistema global (Marx 1988). las artes, expresión de la cultura y sensor de las inquietu-
Las críticas más o menos sistemáticas a la ciencia pa- des sociales de nuestro tiempo.
recen haber cedido a finales de la primera década del siglo En BBVA nos sentimos orgullosos de sumar nuestra
XXI. Sin embargo, el malestar latente sobre algunos de los contribución al impulso del conocimiento y la creatividad,
efectos indeseados —de naturaleza indirecta— de la cien- con la edición de este libro y, de forma más permanente, a
cia sobre el entorno natural, así como la complejidad de la través de los Premios Fundación BBVA Fronteras del cono-
sociedad global, hacen que resulte fundamental promover cimiento. Agradecemos muy sinceramente a todos y cada
y consolidar un estado de opinión favorable para la ciencia. uno de los destacados investigadores y creadores que
Una percepción que asuma que, precisamente, el avance atendieron nuestra petición de presentar de primera mano,
científico y tecnológico es elemento clave para ayudar a con el conocimiento íntimo y la auctoritas que confiere su
la Humanidad a afrontar sus grandes retos. Y a reconocer destacada trayectoria en el correspondiente dominio del
que las dimensiones científica y humanística de nuestra conocimiento, una selección de cuestiones fundamentales
cultura no sólo son perfectamente compatibles, sino que en sus áreas de trabajo. Espero y deseo que los lectores
conjuntamente pueden y deben contribuir a mejorar de de este libro disfruten con su lectura, tanto como noso-
forma sostenible las condiciones de la existencia humana. tros al editarlo, y se sumen al reconocimiento de los miles
Se trata de recuperar y activar la recomendación que el fi- de investigadores que diariamente se esfuerzan por hacer
lósofo y educador norteamericano, John Dewey, hiciera en avanzar nuestro conocimiento del mundo natural y social
el siglo pasado de utilizar la ciencia para «curar las heridas y, con ello, amplían nuestra libertad de decisión y posibili-
causadas por la ciencia aplicada» y, en particular, impul- dades individuales y colectivas.
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