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El autismo afecta el cerebro y hace que sea más difícil comunicarse e interactuar
con otras personas (conversar, jugar, reunirse o socializar con los demás).
No todas las personas que sufren un trastorno del espectro autista tienen las
mismas dificultades. Algunas personas, pueden tener un autismo leve. Otras,
pueden tener un autismo más grave. Posiblemente, dos personas con trastorno del
espectro autista no actúen de la misma manera ni tengan las mismas habilidades.
Algunas personas con autismo son particularmente buenas para la música, las
computadoras o el arte, al igual que otros adolescentes. Otras, pueden tener
dificultades con el habla, el equilibrio y la coordinación (igual que les ocurre a otras
personas).
Características
Lenguaje y comprensión: Lenguaje repetitivo o rígido. Es común ver que los
niños con un trastorno del espectro autista hablan y dicen cosas sin sentido o que
no se relaciona con la conversación que están teniendo. Por ejemplo, el niño
cuenta del uno al cinco repetitivamente en una conversación que no se trata de
números. O puede repetir continuamente las palabras que ha escuchado, lo que
se conoce como ecolalia. En la ecolalia inmediata, el niño repite las palabras que
alguien acaba de decir. Por ejemplo, el niño responde a una pregunta con la
misma pregunta. En la ecolalia tardía, el niño repite las palabras que escuchó
antes. El niño puede decir “¿Quieres tomar algo?” cuando pide algo para beber.
Algunos niños con un trastorno del espectro autista hablan en un tono de voz más
alto o con una voz musical o una voz mecánica como de robot. Otros usan frases
hechas para iniciar una conversación. Por ejemplo, el niño dice "Me llamo
Tomás", aunque esté hablando con familiares y amigos. Otros pueden repetir lo
que escuchan en los programas o anuncios de televisión.
Desarrollo desigual del lenguaje. Muchos niños con estos trastornos
desarrollan ciertas habilidades del habla y del lenguaje que no corresponden
al nivel normal y su progreso generalmente es desigual. Por ejemplo, pueden
desarrollar rápidamente un gran vocabulario en una determinada área de
interés. Muchos niños tienen buena memoria para la información que acaban
de escuchar o ver. Algunos pueden leer palabras antes de los 5 años, pero
quizás no entiendan lo que leen. A menudo no contestan cuando los demás
les hablan ni tampoco cuando los llaman por su propio nombre. Por esto, a
veces se cree equivocadamente que los niños con el trastorno del espectro
autista tienen un problema de audición.
Poca habilidad para la comunicación no verbal. Es común que los niños
con un trastorno del espectro autista no puedan hacer gestos (como señalar
un objeto, por ejemplo) para dar significado a lo que dicen. Por lo general,
evitan el contacto visual, lo que los hace parecer maleducados,
desinteresados o distraídos. Sin la posibilidad de hacer gestos o usar otras
habilidades no verbales para mejorar sus habilidades de lenguaje oral,
muchos niños con estos trastornos se frustran al no poder expresar sus
emociones, pensamientos y necesidades. Es posible que demuestren esa
frustración con arrebatos verbales u otros comportamientos inapropiados
Se comunican, pero no a través del lenguaje verbal
Una de las características más típicas de los niños con autismo son sus dificultades
para comunicarse con el resto de las personas, sobre todo cuando se trata de
expresar sus pensamientos y emociones. Por lo general, se muestran
completamente distantes, como si estuvieran sumidos en su propio
mundo. De hecho, muchas veces no son conscientes de lo que dicen o hacen las
personas que se encuentran a su alrededor, y a menudo es preciso esforzarse
mucho para llamar su atención.
Sin embargo, esto no significa que no puedan comunicarse, lo hacen a través de
gestos y mímicas. Si un niño con autismo está enfadado o se siente feliz,
seguramente lo notarás.Igual que si quiere hacer alguna actividad que le guste
mucho, también encontrará la forma de transmitirlo. Su mayor problema radica
en expresar lo que sienten o piensan a través de las palabras. De hecho, incluso los
niños que desarrollan un vocabulario pobre y son capaces de usar estructuras
gramaticales sencillas no suelen hablar con frecuencia.
Los niños con un TEA tienen dificultades para interactuar con otras personas, hacer
amigos o llevarse bien con otros niños. Podrían ser incapaces de enfrentar
situaciones nuevas. Por ejemplo, si su hijo tiene un TEA puede:
no buscar afecto y resistirse a que lo abracen o besen
preferir estar solo
no entender los pensamientos o emociones de otras personas
tener dificultad para aceptar reglas sociales simples, lo cual puede provocar
problemas en la escuela
tener dificultad para manejar sus emociones, lo cual puede dar lugar a explosiones
de ira o agresividad
sensibilidad sensorial:
Podemos dividir los problemas sensoriales en el autismo en los siguientes
grupos:
Auditivo Se tapa los oídos, tiene el Golpea los objetos, cierra las puertas
sueño muy ligero, le asustan de golpe, le gustan las vibraciones,le
los animales, no le gustan gusta la cocina y el baño.
las tormentas, las
muchedumbres.. Le gusta las muchedumbres, el
tráfico…
No le gusta que le corten el
pelo, elude los ruidos. Rasga papel y lo arruga en la mano.
Realiza ruidos repetitivos
para evitar oír otros sonidos. Le gustan los ruidos y los sonidos.
Gustativo Come poco, usa la punta de Come cualquier cosa, lame objetos y
la lengua para probar la se los mete en la boca. Le gustan los
comida, vomita con facilidad, sabores mezclados (agridulce).
reclama y ansía ciertos tipos Regurgita.
de comida.
Conductas agresivas:
La agresividad en los niños con autismo es muy común sobre todo si carecen de la
comunicación verbal. Surgen en un intento de proteger su seguridad, su felicidad
o bienestar. Esto puede convertirse en un problema grave cuando es una conducta
repetitiva y sin control. Es un riesgo o peligro potencial tanto para el niño con
autismo como para otros a su alrededor.
Cuando existe una hostilidad verbal hablamos de rabietas, gritos, llantos que
pueden tener diversas causas: el deseo de llamar la atención, cambios en la
rutina que no aceptan, no conseguir algo que quieren, por imitación, como
respuesta a una frustración, como consecuencia a la presión de grupo, sentimiento
de abandono e incluso dolor, reacción a un ruido, un contacto físico, malestar
fisiológico…
Conductas repetitivas:
Las personas con TEA son fieles a las rutinas que, en ocasiones, siguen de
manera rígida y repetitiva.
Estos comportamientos pueden ser de tipo verbal o no verbal (repetir las mismas
secuencias habladas o de comportamientos).
Las personas con TEA pueden realizar conductas repetitivas como, por ejemplo
seguir siempre las mismas rutas o saludar y despedirse siempre con las mismas
palabras.
Pueden utilizar los objetos siempre de la misma manera, como por ejemplo,
alineándolos.
Pueden repetir palabras o frases una y otra vez (ecolalia).
Pueden tener intereses muy particulares en cuanto a la intensidad o al foco de
interés a los que les dedican mucho tiempo. Por ello, puede ser difícil para ellos
cambia a otra actividad o mantener conversaciones que no giren en torno a sus
temas de interés.
Su forma de pensar es rígida y concreta lo que le ayuda en actividades que
requieren atención a detalles y repetición de patrones.
Sobre sus causas, Cazorla indica que "se piensa que en el trastorno del desarrollo
de la coordinación subyace la disfunción de los circuitos entre cerebelo y otras
regiones cerebrales, especialmente frontales y parietales". Por otro lado, la
experta del Hospital Puerta de Hierro destaca que los primeros signos evidenciados
por padres y profesores aparecen en la edad preescolar y en Primaria. La dispraxia
o síndrome del niño torpe
"El niño tropieza y se cae con frecuencia, tiene dificultad para aprender a
saltar, nadar y montar en bicicleta, la dominancia manual es tardía, se le caen
los objetos, la escritura es inmadura (a veces el primer signo de sospecha),
no se le da bien dibujar, así como abrocharse los botones y las cremalleras.
También se manifiesta este trastorno en su expresión verbal: habla con
lentitud, tiene dificultad para suprimir la respiración y salivación durante el
habla, y errores en la pronunciación detalla”.