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¿Qué es el autismo?

El autismo o Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) hace referencia a un


conjunto amplio de condiciones que afectan al neurodesarrollo y al funcionamiento
cerebral. Dando lugar, a las personas que lo padecen, a sufrir dificultades en la
comunicación e interacción con los demás, así como en la flexibilidad del
pensamiento y de la conducta de la persona que lo presenta
Autismo es una palabra que hace referencia a una gran variedad de trastornos del
desarrollo que algunas personas sufren desde el nacimiento o desarrollan en los
primeros años de vida. Este grupo de trastornos compone lo que los médicos llaman
el espectro autista. Una persona que sufre afecciones que se incluyen dentro de
este espectro tiene trastorno del espectro autista (austism spectrum disorder,
ASD).

El autismo afecta el cerebro y hace que sea más difícil comunicarse e interactuar
con otras personas (conversar, jugar, reunirse o socializar con los demás).

Las personas que se encuentran en el espectro autista, a menudo, tienen


dificultades para hablar y comprender el lenguaje desde una edad muy temprana.
Puede ser muy difícil para ellas participar en juegos y comprender las reglas cuando
son niños. Cuando se convierten en adolescentes, las personas que se encuentran
en el espectro autista podrían tener problemas para saber qué ropa está de moda,
cómo jugar un deporte o, simplemente, como juntarse con amigos y conversar.

No todas las personas que sufren un trastorno del espectro autista tienen las
mismas dificultades. Algunas personas, pueden tener un autismo leve. Otras,
pueden tener un autismo más grave. Posiblemente, dos personas con trastorno del
espectro autista no actúen de la misma manera ni tengan las mismas habilidades.
Algunas personas con autismo son particularmente buenas para la música, las
computadoras o el arte, al igual que otros adolescentes. Otras, pueden tener
dificultades con el habla, el equilibrio y la coordinación (igual que les ocurre a otras
personas).

Aproximadamente el 40 % de las personas con trastorno del espectro autista tienen


una inteligencia promedio o superior al promedio. El otro 60 % tiene deficiencias a
nivel intelectual que pueden ser de leves a graves.

¿Cómo se diagnostica el autismo?


Por lo general, el autismo se diagnostica entre 18 meses y 4 años. Mientras más
tempranamente se diagnostique que un niño tiene un trastorno del espectro autista,
más rápido podrá comenzar a recibir ayuda con el lenguaje y las capacidades de
aprendizaje. No existen pruebas médicas para diagnosticar autismo, pero los
médicos pueden realizar ciertas pruebas para descartar otros posibles problemas,
como pérdida de la audición y dificultades para aprender y prestar atención.

Es posible que para diagnosticar el autismo se necesiten muchos profesionales de


atención médica, como psicólogos, neurólogos, terapeutas del habla, psiquiatras y
pediatras del desarrollo. Para decidir si un niño tiene un trastorno del espectro
autista, los médicos y otros profesionales comparan los comportamientos y los
niveles de desarrollo del niño con los de otros niños de la misma edad.

Características
 Lenguaje y comprensión: Lenguaje repetitivo o rígido. Es común ver que los
niños con un trastorno del espectro autista hablan y dicen cosas sin sentido o que
no se relaciona con la conversación que están teniendo. Por ejemplo, el niño
cuenta del uno al cinco repetitivamente en una conversación que no se trata de
números. O puede repetir continuamente las palabras que ha escuchado, lo que
se conoce como ecolalia. En la ecolalia inmediata, el niño repite las palabras que
alguien acaba de decir. Por ejemplo, el niño responde a una pregunta con la
misma pregunta. En la ecolalia tardía, el niño repite las palabras que escuchó
antes. El niño puede decir “¿Quieres tomar algo?” cuando pide algo para beber.
Algunos niños con un trastorno del espectro autista hablan en un tono de voz más
alto o con una voz musical o una voz mecánica como de robot. Otros usan frases
hechas para iniciar una conversación. Por ejemplo, el niño dice "Me llamo
Tomás", aunque esté hablando con familiares y amigos. Otros pueden repetir lo
que escuchan en los programas o anuncios de televisión.
 Desarrollo desigual del lenguaje. Muchos niños con estos trastornos
desarrollan ciertas habilidades del habla y del lenguaje que no corresponden
al nivel normal y su progreso generalmente es desigual. Por ejemplo, pueden
desarrollar rápidamente un gran vocabulario en una determinada área de
interés. Muchos niños tienen buena memoria para la información que acaban
de escuchar o ver. Algunos pueden leer palabras antes de los 5 años, pero
quizás no entiendan lo que leen. A menudo no contestan cuando los demás
les hablan ni tampoco cuando los llaman por su propio nombre. Por esto, a
veces se cree equivocadamente que los niños con el trastorno del espectro
autista tienen un problema de audición.
 Poca habilidad para la comunicación no verbal. Es común que los niños
con un trastorno del espectro autista no puedan hacer gestos (como señalar
un objeto, por ejemplo) para dar significado a lo que dicen. Por lo general,
evitan el contacto visual, lo que los hace parecer maleducados,
desinteresados o distraídos. Sin la posibilidad de hacer gestos o usar otras
habilidades no verbales para mejorar sus habilidades de lenguaje oral,
muchos niños con estos trastornos se frustran al no poder expresar sus
emociones, pensamientos y necesidades. Es posible que demuestren esa
frustración con arrebatos verbales u otros comportamientos inapropiados
Se comunican, pero no a través del lenguaje verbal

Una de las características más típicas de los niños con autismo son sus dificultades
para comunicarse con el resto de las personas, sobre todo cuando se trata de
expresar sus pensamientos y emociones. Por lo general, se muestran
completamente distantes, como si estuvieran sumidos en su propio
mundo. De hecho, muchas veces no son conscientes de lo que dicen o hacen las
personas que se encuentran a su alrededor, y a menudo es preciso esforzarse
mucho para llamar su atención.
Sin embargo, esto no significa que no puedan comunicarse, lo hacen a través de
gestos y mímicas. Si un niño con autismo está enfadado o se siente feliz,
seguramente lo notarás.Igual que si quiere hacer alguna actividad que le guste
mucho, también encontrará la forma de transmitirlo. Su mayor problema radica
en expresar lo que sienten o piensan a través de las palabras. De hecho, incluso los
niños que desarrollan un vocabulario pobre y son capaces de usar estructuras
gramaticales sencillas no suelen hablar con frecuencia.

Dificultad para socializar:


Interacción social:
• Tienen dificultad para hacer amigos.
• No participan en juegos interactivos.
• Son retraídos.
• Pueden no responder al contacto visual o a las sonrisas o puede evitar el contacto
visual.
• Pueden tratar a otros como si fueran objetos.
• Prefieren pasar el tiempo solos y no con otros.
• Muestran falta de empatía.

Los niños con un TEA tienen dificultades para interactuar con otras personas, hacer
amigos o llevarse bien con otros niños. Podrían ser incapaces de enfrentar
situaciones nuevas. Por ejemplo, si su hijo tiene un TEA puede:
 no buscar afecto y resistirse a que lo abracen o besen
 preferir estar solo
 no entender los pensamientos o emociones de otras personas
 tener dificultad para aceptar reglas sociales simples, lo cual puede provocar
problemas en la escuela
 tener dificultad para manejar sus emociones, lo cual puede dar lugar a explosiones
de ira o agresividad

sensibilidad sensorial:
Podemos dividir los problemas sensoriales en el autismo en los siguientes
grupos:

Auditivos: Hipersensibilidad a sonidos por ejemplo.

Visuales: El 80 % de los estímulos que recibimos tienen un origen visual. Hoy


sabemos que la desincronía existente entre la visión y la audición (por ejemplo) en
el autismo son habituales. También los aspectos relacionados con la ubicación
espacial o con los aspectos relativos a la visión focal.

Táctiles: No se dejan tocar o abrazar o presentan reacciones exageradas ante


determinadas texturas.

Olfativos: Determinados olores cotidianos les causan un fuerte rechazo.

Gustativos: Problemas para reaccionar adecuadamente ante sabores cotidianos,


o buscar sabores fuertes o picantes.

Vestibulares: Por ejemplo, realizando un balanceo para poder mejorar el equilibrio.

Propioceptivos: Problemas con la ubicación espacial, de motricidad o


incluso sinestesia.

Podemos encontrar hipersensibilidad o hiposensibilidad, e incluso una respuesta


mixta. Por ejemplo, la hipersensibilidad a sonidos es muy frecuente, pero se dan
casos donde hay hipersensibilidad ante determinados sonidos e hiposensibilidad
ante otras frecuencias diferentes. Esta respuesta mixta es -en algunas ocasiones-
algo más compleja de detectar pero una adecuada observación ante las respuestas
a los estímulos nos pueden dar indicadores más que suficientes.

Sistema Hipersensibilidad Hiposensibilidad

Visual Mira constantemente Incapacidad para descifrar dónde


partículas diminutas, recoge están los objetos, solo ven sus
motas pequeñas de polvo, contornos. Mirar fijamente al sol o a
no le gusta la oscuridad ni las luces brillantes, caminar
las luces brillantes, le alrededor de algo, pasar las manos
asustan los destellos súbitos por los bordes de un objeto, mueve
de luz, mira hacia abajo, se
tapa los ojos con luces los dedos u objetos en frente de sus
brillantes. ojos

Auditivo Se tapa los oídos, tiene el Golpea los objetos, cierra las puertas
sueño muy ligero, le asustan de golpe, le gustan las vibraciones,le
los animales, no le gustan gusta la cocina y el baño.
las tormentas, las
muchedumbres.. Le gusta las muchedumbres, el
tráfico…
No le gusta que le corten el
pelo, elude los ruidos. Rasga papel y lo arruga en la mano.
Realiza ruidos repetitivos
para evitar oír otros sonidos. Le gustan los ruidos y los sonidos.

Realiza ruidos rítmicos a gran


volumen.

Gustativo Come poco, usa la punta de Come cualquier cosa, lame objetos y
la lengua para probar la se los mete en la boca. Le gustan los
comida, vomita con facilidad, sabores mezclados (agridulce).
reclama y ansía ciertos tipos Regurgita.
de comida.

Olfativo Evita los olores, le gusta Se huele a sí mismo, a las personas


llevar siempre la misma y objetos. Se embadurna y juega con
ropa, se aparta de la gente. los excrementos. Le gustan los
olores fuertes.

Táctil No quiere que le toquen, no Le gusta la ropa apretada y la


tolera la ropa nueva, no presión. Busca la sensación de
quiere llevar zapatos, presión, abraza con fuerza, le gusta
reacciona exageradamente los juegos brutos y dar volteretas. Es
ante el calor, frío y dolor. No propenso a autolesionarse. Escasa
le gusta estar sucio. reacción al dolor y a la temperatura.
No le gusta alguna textura
determinada de la comida.
Evita a la gente.

Vestibular Reacciones de miedo con Le gustan los columpios,


columpios, toboganes, toboganes…
tiovivo…
Gira y corre dando vueltas
Dificultad en caminar por continuamente, se balancea hacia
superficies desiguales. No le adelante y hacia atrás.
gusta tener la cabeza hacia
abajo. Le angustia que sus
pies no toquen el suelo.

Propioceptivo Coloca el cuerpo en Parece cansado, choca contra los


posiciones extrañas, objetos o las cosas, agarra los
dificultad en manejar objetos objetos débilmente, se tropieza con
pequeños (botones). frecuencia, no es consciente de las
sensaciones de su cuerpo (no siente
Gira completamente el hambre)
cuerpo para mirar algo.

Conductas agresivas:
La agresividad en los niños con autismo es muy común sobre todo si carecen de la
comunicación verbal. Surgen en un intento de proteger su seguridad, su felicidad
o bienestar. Esto puede convertirse en un problema grave cuando es una conducta
repetitiva y sin control. Es un riesgo o peligro potencial tanto para el niño con
autismo como para otros a su alrededor.
Cuando existe una hostilidad verbal hablamos de rabietas, gritos, llantos que
pueden tener diversas causas: el deseo de llamar la atención, cambios en la
rutina que no aceptan, no conseguir algo que quieren, por imitación, como
respuesta a una frustración, como consecuencia a la presión de grupo, sentimiento
de abandono e incluso dolor, reacción a un ruido, un contacto físico, malestar
fisiológico…

En el caso de las personas autistas, debido a sus carencias sociales, afectivas y


sensoriales, el niño autista tiene problemas para solucionar situaciones de la
vida cotidiana. Esas situaciones les crean un alto nivel deansiedad y
nerviosismo que desconocen cómo controlar. Existe un problema de
autorregulación y por ello sus reacciones pueden llegar a ser agresivas, como
protesta o como una respuesta. Lo más importante en este caso, no es saber
gestionarlas, sino prevenirlas.
En determinados casos el niño se auto-agrede como forma de auto estimulación:
por ejemplo se golpe a la cabeza al mismo tiempo que se balancea. En realidad no
siente dolor simplemente la estimulación. También encontramos situaciones donde
el detonante es un ruido, debido a una hiper o hipo sensibilidad, que provoca un
acceso de furia traducido en un comportamiento violento hacia él mismo.

Conductas repetitivas:

 Las personas con TEA son fieles a las rutinas que, en ocasiones, siguen de
manera rígida y repetitiva.
 Estos comportamientos pueden ser de tipo verbal o no verbal (repetir las mismas
secuencias habladas o de comportamientos).
 Las personas con TEA pueden realizar conductas repetitivas como, por ejemplo
seguir siempre las mismas rutas o saludar y despedirse siempre con las mismas
palabras.
 Pueden utilizar los objetos siempre de la misma manera, como por ejemplo,
alineándolos.
 Pueden repetir palabras o frases una y otra vez (ecolalia).
 Pueden tener intereses muy particulares en cuanto a la intensidad o al foco de
interés a los que les dedican mucho tiempo. Por ello, puede ser difícil para ellos
cambia a otra actividad o mantener conversaciones que no giren en torno a sus
temas de interés.
 Su forma de pensar es rígida y concreta lo que le ayuda en actividades que
requieren atención a detalles y repetición de patrones.

Dificultades motricidad fina y gruesa:


"Los niños con este trastorno tienen dificultad para el control del movimiento,
mantener la postura, la conciencia del espacio y la integración entre la visión y la
motricidad. Se manifiesta como torpeza (caídas o golpes), lentitud y poca precisión
de las habilidades motoras (coger objetos, escritura, usar cubiertos, montar en
bicicleta, deportes). Puede afectar asimismo al habla, a la emisión de sonidos y a la
articulación de las palabras", precisa la experta.
La dispraxia o síndrome del niño torpe

Sobre sus causas, Cazorla indica que "se piensa que en el trastorno del desarrollo
de la coordinación subyace la disfunción de los circuitos entre cerebelo y otras
regiones cerebrales, especialmente frontales y parietales". Por otro lado, la
experta del Hospital Puerta de Hierro destaca que los primeros signos evidenciados
por padres y profesores aparecen en la edad preescolar y en Primaria. La dispraxia
o síndrome del niño torpe

"El niño tropieza y se cae con frecuencia, tiene dificultad para aprender a
saltar, nadar y montar en bicicleta, la dominancia manual es tardía, se le caen
los objetos, la escritura es inmadura (a veces el primer signo de sospecha),
no se le da bien dibujar, así como abrocharse los botones y las cremalleras.
También se manifiesta este trastorno en su expresión verbal: habla con
lentitud, tiene dificultad para suprimir la respiración y salivación durante el
habla, y errores en la pronunciación detalla”.

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