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Una persona resulta afectada por un percance automovilístico en donde otra

ocasionó daños a su vehículo, generándose la pretensión de que el autor


del delito de daño en propiedad ajena le repare el daño material causado. En
este supuesto encontramos a los dos sujetos (conductores), un bien jurídico (la
propiedad dañada) y, finalmente, la pretensión (exigencia del conductor afectado
de que le sea reparado el daño causado).
1. Es el conflicto de intereses calificado por la pretensión de una de las
personas interesadas y la resistencia de la otra:
Litigio
2. Es la exigencia de la subordinación del interés ajeno al interés propio:
Pretensión

3. El contenido de todo proceso es un:


Litigio

4. La finalidad de todo proceso es:


Dirimir la controversia
5. Son los elementos del litigio:
Sujeto y bien jurídico material o inmaterial
6. Se les denomina partes
Sujetos del litigio

La obligación (obligatio) en el Derecho clásico se nos presenta como un vínculo


jurídico en virtud del cual una persona, el acreedor (creditor) tiene la facultad de
exigir a otra, el deudor (debitor) el ejercicio de determinada conducta positiva o
negativa, que puede consistir en dar, hacer, no hacer o prestar (dare, facere, non
facere, praestare o portere).

aptas para ser titulares de derechos y resultar obligadas.


Unidad 1. Nociones Generales
 1.1. Exposición introductiva
 1.2. Razón de ser del proceso jurisdiccional
 1.3. Litigio
o 1.3.1. Concepto
o 1.3.2. Elementos
 1.4. Su manifestación en los distintos enjuiciamientos

Nociones Generales
Introducción

Se estudia Teoría General del Proceso como asignatura encargada del estudio
de los principios y conceptos aplicables a todo el derecho procesal, puesto que
resulta importante tener claridad respecto a las implicaciones que tiene el proceso
jurisdiccional en las relaciones que se presentan en la sociedad, porque la
función que realiza determina, en gran medida, el tipo de sociedad que somos.

Por ello, en la presente unidad se desarrolla el análisis de aspectos primordiales


de la materia, partiendo de la noción de litigio, para continuar con
sus elementos y, finalmente, sus formas de manifestación en los procesos
civiles, penales, laborales, fiscales y constitucionales.

También abordaremos la importancia del proceso jurisdiccional como el medio


de solución de controversias por excelencia, en el cual un tercero ajeno e
imparcial a la controversia resuelve el conflicto de intereses que ha sido
sometido a su consideración.
Desarrollo de contenido

Nociones Generales
Nuestro sistema jurídico establece una serie de instituciones de las cuales se
desprenden derechos y obligaciones para las personas, que tienen como
objetivo primordial lograr el equilibrio en las relaciones sociales.

Sin embargo, a pesar de la existencia de la normatividad aplicable a cada caso


concreto, siempre será necesaria la solución de las controversias que se lleguen a
suscitar por el incumplimiento de las disposiciones jurídicas. Una de las formas
más relevantes de solucionar conflictos en nuestra sociedad ha sido el proceso
jurisdiccional (La palabra es Ley, Los términos proceso y procedimientos se
emplean con frecuencia, incluso por procesalistas eminentes, como sinónimos o
intercambiables. Conviene sin embargo evitar la confusión entre ellos; si bien todo
proceso requiere para su desarrollo un procedimiento, no todo procedimiento es
un proceso.

El proceso se caracteriza por su finalidad jurisdiccional compositiva del litigio,


mientras que el procedimiento se reduce a ser una coordinación de actos en
marcha relacionados o ligados entre sí por la unidad del efecto jurídico final, que
puede ser el de un proceso o el de una fase o fragmento suyo. Así, mientras la
noción de proceso es esencialmente teleológica, la de procedimiento es de índole
formal), porque a través de éste las autoridades encargadas de impartir justicia
reafirman el denominado Estado de derecho, debido a la nota
de imparcialidad que lo caracteriza y a la fuerza que a sus decisiones les
imprime el estar respaldadas por el mecanismo coactivo del Estado.

Sin embargo, en la mayoría de los países es objeto de severas críticas que se


extienden a su ordenación procedimental.

Aunque normalmente las personas llevan a cabo el cumplimiento de sus


obligaciones sin la necesidad de ser coaccionadas a ello, y que se considera
excepcional la necesidad de dar intervención a las autoridades debido al gran
número de relaciones jurídicas que todos los días se presentan en la sociedad,
algunas de ellas dan pauta a desacuerdos y a problemas o conflictos de intereses,
en donde se justificaría la necesidad de hacer cumplir la Ley, incluso por medio de
la fuerza pública. De tal manera, surgen litigios cuando una persona no hace
aquello a lo cual se encuentra obligada desde un punto de vista jurídico.

Uno de los primeros autores de la teoría general del proceso que definió el
término fue Francesco Carnelutti, quien indicó (Ovalle, 2016: 3):
Litigio

“Es el conflicto de intereses calificado por la pretensión de uno de los interesados


la resistencia del otro”.

En ese sentido, podemos decir que los elementos del litigio son:

De acuerdo con estos elementos, podemos ejemplificar el litigio en la siguiente


situación:
Por ejemplo…
Una persona resulta afectada por un percance automovilístico en donde otra
ocasionó daños a su vehículo, generándose la pretensión de que el autor
del delito de daño en propiedad ajena le repare el daño material causado. En
este supuesto encontramos a los dos sujetos (conductores), un bien jurídico (la
propiedad dañada) y, finalmente, la pretensión (exigencia del conductor afectado
de que le sea reparado el daño causado).
Finalmente, debemos tener claro que el conflicto de intereses que constituye el
litigio requiere de una calificación jurídica, por lo que aquellos que no tengan un
contexto jurídico no pueden tener el carácter de litigio, ya que pueden existir
conflictos de naturaleza política, económica o social solamente.

Para Ovalle (2016: 6), el concepto de litigio de Francesco Carnelutti, al cual nos
hemos referido, encuentra diversas formas de aplicación en las controversias que
se suscitan en las diversas ramas del derecho. Por ejemplo, refiere que es
evidente que en el conflicto penal y en el administrativono son patrimoniales los
intereses contrapuestos de las partes, sino que están de por medio las funciones
sancionadoras que corresponden a los diferentes órganos del Estado para la
imposición de consecuencias a quien infringe una ley
penal o administrativa (Ovalle, 2016: 3).

Por otro lado, los litigios en materia familiar o civil se enfocan a procesos
jurisdiccionales en los que los intereses en juego suelen ser sobre los derechos y
obligaciones relacionados con integrantes de la familia en el primer caso y, en el
segundo, sobre los derechos patrimoniales.

Sin pretender realizar un análisis pormenorizado de la manifestación del litigio en


los diversos enjuiciamientos, diremos que las controversias obrero-
patronales serán ventiladas ante procesos establecidos en las leyes y ante
autoridades laborales competentes.
Unidad 2. Diversas Formas de Solución de los Litigios
 2.1. Autotutela
 2.2. Autocomposición
 2.3. Heterocomposición
 2.4. Excluyentes de la jurisdicción

Diversas Formas de Solución de los Litigios


Introducción

Se considera que el proceso jurisdiccional no es la única forma de solución de


conflictos, pues el litigio encuentra diversos caminos a través de los cuales se
pueden resolver, tales como la autotutela, la autocomposición, y
la heterocomposición, reconociéndose además diversas especies de éstas a las
cuales pertenece el proceso jurisdiccional.

Por ello, es indispensable el estudio de dichas formas de solución, su clasificación


y repercusión en las partes. Asimismo, su comprensión tiene como resultado
poder evaluar su aplicación en situaciones particulares, estableciendo su eficacia
en relación con el proceso jurisdiccional para dirimir los conflictos.
DESARROLLO
Diversas Formas de Solución de los Litigios
Como ya lo hemos precisado, el litigio encuentra diversas formas a través de las
cuales se puede resolver el conflicto de intereses jurídicamente así calificado,
tales como la autotutela, la autocomposición o la heterocomposición:
Autotutela
También llamada autodefensa, equivale a la defensa propia, pero en su
aplicación literal, este concepto dejaría fuera muchas de las variantes
consolidadas por el derecho, como el estado de necesidad, el derecho de
retención, la caza de animales ajenos, el despido, el pacto comisorio, la
obediencia jerárquica, la guerra, la huelga, entre otras.

La idea de defensa implica un ataque, pero: ¿qué pasa cuando éste no


aparece? La autodefensa, entendida en derecho, se caracteriza porque uno de
los sujetos en conflicto o los dos, “resuelven o intentan resolver el conflicto
pendiente con el otro, mediante su acción directa, en lugar de servirse de la
acción dirigida hacia el Estado a través del proceso” (Alcalá-Zamora, 1970: 50).
Por ello se dice que la autodefensa brinda una solución parcial y egoísta del
litigio, como excepción tenemos la legítima defensa del tercero, la cual, en
palabras de Alcalá-Zamora (1970: 50), se presenta cuando se ejecuta en contra
de una persona desvinculada a su ocasional defensor(a), siendo la modalidad de
autodefensa que más se aproxima al proceso jurisdiccional.
“(…) la característica esencial de la autodefensa consiste en que, sin o con formas
procesales, la decisión del litigio proviene de una de las partes en litigio, que la
impone a otra” (Alcalá-Zamora, 1970: 52) y la ausencia de juez distinto de las
partes.
Por ende, la autodefensa no es una autorización a hacerse justicia por sí mismo,
en virtud de que ello va en contra de los principios que rigen al Estado; sin
embargo, éste autoriza a los particulares, en diversas situaciones específicas, a
defender sus bienes jurídicos sin esperar la atención de sus instituciones.

Existen múltiples formas autodefensivas; recordemos algunas que pueden verse


en el ámbito del derecho penal común: el cumplimiento de un deber, el ejercicio
de un derecho y la obediencia debida.

En el ámbito del derecho militar, tanto del ejército como de la armada, se


conocen ciertas formas ultraexpeditivas de condena (es decir, que van más allá
de las estrictas funciones de quien las emitió) que son impuestas por el superior,
sin llevar a cabo juicios ni contradictorios, con el objetivo de mantener la disciplina
o evitar el desorden y el pánico entre sus subordinados.
En el campo del derecho civil, además de poderse extender a él el uso del
concepto de estado de necesidad *, en materia de contratos se encuentra
prohibido el pacto comisorio respecto de los bienes dados en prenda, pero se
suele autorizar la llamada ejecución por obrar del acreedor frente a créditos
pignoraticios e hipotecarios, una vez vencida la obligación que garanticen, cuando
para proceder a la venta extrajudicial se exige convenio expreso.
*Estado de necesidad: Situación en la cual se encuentran en riesgo dos
bienes jurídicos y se prefiere salvaguardar uno y sacrificar el otro.

Por ejemplo…
Cuando, vencido el término de un contrato de prenda, el acreedor se encuentra en
posibilidad de enajenar el bien, debido a que en el propio contrato se le autorizó
mediante una cláusula: Nacional Monte de Piedad(acreedor) vende el bien dado
en prenda al vencimiento del contrato porque Juan le autorizó a ello en el contrato
de prenda celebrado.

En derecho mercantil son tres las formas de autodefensa plasmadas en


el Código de Comercio, relativas a las facultades del capitán del buque:
imposición de penas correccionales a las personas que dejen de cumplir órdenes
o falten a la disciplina, en orden a la echazón y la arribada forzosa cuando
existiere la contingencia de no poder llegar a puerto de destino.

En derecho canónico tiene carácter autodefensivo el procedimiento judicial


administrativo respecto a todo lo relacionado con las faltas de los párrocos hacia
su clero y hacia la sociedad.

La materia más rica en manifestaciones autodefensivas es el derecho


laboral o del trabajo: la huelga, el boicot, el sabotaje, el trabajo au
ralenti (tortuguismo*), el deterioro intencional de maquinaria y herramientas, la
ocupación de fábricas, los atentados… todo esto del lado obrero.
*Tortuguismo: Lentitud en la realización de un trabajo o en la prestación
de un servicio (Diccionario de la lengua española, http://dle.rae.es/)

En las relaciones internacionales existen también mecanismos de autodefensa,


como son: la guerra, el intervencionismo por parte de las grandes potencias en
asuntos de Estado-nación más débiles, las ocupaciones militares, las retorsiones y
los tránsitos, o el juzgamiento de enemigos por tribunales de adversarios. Los
conflictos entre naciones por la vía autocompositiva o procesal debieran
solucionarse ante comisiones de conciliación, arreglo judicial y arbitraje, o ante
tribunales de justicia internacional.

Los Estados totalitarios también han creado sus propios aparatos de


autodefensa para mantenerse en el poder, es el caso de la policía secreta y
tribunales de excepción.

La autodefensa se clasifica en diferentes sectores (Alcalá- Zamora, 1970: 59-60):


Autodefensa, en estricto sentido, como réplica a un ataque precedente.
De ejercicio personal o directo de un derecho subjetivo, sin que su titular
haya sufrido previo ataque.
De ejercicio de facultades atribuidas al mando para hacer frente a
situaciones de excepción.
De ejercicio de una potestad por uno de los sujetos en litigio.
De combate entre partes enfrentadas, que fían a la fuerza, y no a la razón,
la decisión de sus diferencias.
De coacción sobre la contraparte para lograr imponer el prevalecimiento de
los propios intereses.
Respecto al reconocimiento por parte del legislador, la autodefensa se divide
en lícita o autorizada (legítima defensa), tolerada (como el duelo en algunos
países) y prohibida (bien, mediante cláusula general explícita o implícita, o bien,
mediante prohibiciones específicas, como la que consagra la tutela posesoria, la
que excluye al pacto comisorio, o las que castigan la usurpación o las amenazas y
coacciones).
Unidad 3. Ciencia del Derecho Procesal
 3.1. La teoría del proceso
o 3.1.1. Definición
o 3.1.2. Su importancia en el ámbito procesal
 3.2. Derecho procesal
o 3.2.1. Definición
o 3.2.2. Autonomía de la ciencia del derecho procesal
o 3.2.3. Deslinde de esta ciencia frente a otras disciplinas afines
o 3.2.4. Unidad o diversidad conceptual del derecho procesal
o 3.2.5. Fuentes del derecho procesal

Ciencia del Derecho Procesal


Introducción

La teoría del proceso forma, quizá, la parte más importante de la ciencia del
derecho procesal, por lo que es necesario estudiarla para conocer las fuentes,
principios y fundamentos que emplean los juristas para abordar el estudio del
proceso.

En esa tesitura, y ante la multidisciplinariedad que vivimos, debemos saber que, si


bien la ciencia del derecho procesal es autónoma, no puede mantenerse ajena a
las distintas ramas del derecho, por lo que es preciso estudiar sus relaciones.

Así, esta unidad tiene como finalidad el estudio de lo anterior y mostrar la


necesidad de usar a la teoría del proceso como un arma que permite afrontar
cualquier conflicto legal que se presente.

Por ello, se estudiará qué es la teoría general del proceso y el derecho


procesal, los tres sectores desde los cuales se postula la unidad procesal, los
puntos que fundamentan a ésta y las fuentes del derecho procesal.
Desarrollo de contenido

Ciencia del Derecho Procesal


El estudio de la teoría general del proceso, como una de las partes del derecho
procesal en general, tiene el objetivo de hacer reconocer su aplicación en cada
una de las ramas específicas del derecho, pues como instrumento para hacer
valer los derechos de fondo, constituye una parte importante en la formación
académica de profesionales del derecho.

Desde el punto de vista histórico, la teoría general del proceso ha seguido la


suerte del derecho procesal, pues como su parte general, contiene todos los
principios y conceptos comunes a cualquiera de sus ramas. En el ámbito
profesional, dichos principios y conceptos encuentran una aplicación práctica en
el derecho procesal civil, familiar, penal, constitucional, administrativo, sólo
por mencionar algunos.

José Ovalle Favela (2016: 48), establece la definición a continuación:

Teoría general del Estado


“… la parte general de la ciencia del derecho procesal que se ocupa de los
conceptos, principios e instituciones que son comunes a las diversas disciplinas
procesales especiales”.
De ello se desprende que la materia que nos ocupa en la presente asignatura se
erige como la parte medular del derecho procesal, y de donde surgen los
principios e instituciones que abogadas y abogados debemos aplicar en cualquier
clase de proceso jurisdiccional.

Algunos aspectos relevantes respecto al derecho procesal son los siguientes:


Definición
De acuerdo con José Ovalle Favela (2016: 39):
Derecho procesal
“…conjunto de normas y principios jurídicos que regulan tanto el proceso
jurisdiccional como la integración y competencia de los órganos del Estado que
intervienen en el mismo”.
Dentro de este concepto se desprenden los objetivos principales que tienen las
normas del derecho procesal, como son la integración y competencia de los
órganos del Estado que se encargan del desarrollo del proceso jurisdiccional.
Autonomía
En tanto a la autonomía del derecho procesal, ésta se consolidó dentro de la etapa
denominada procesalismo científico, durante el siglo XX, porque en ella se llevó
a cabo una sistematización que le dio coherencia al conocimiento existente en sus
conceptos principales como son la acción procesal, la excepción procesal,
los presupuestos procesales y la relación jurídica con la cual los sujetos
participantes desarrollan los actos que lleven a la solución de la controversia
planteada ante juez.

Se advierte de dicha evolución que la ciencia del derecho procesal posee


características diversas a las del derecho sustantivo porque sus normas son los
medios o instrumentos que sirven para la aplicación de este último, utilizando
métodos, objetos de conocimiento y teorías propias.

Deslinde de otras disciplinas


Para establecer la independencia de la ciencia del derecho procesal respecto a
otras disciplinas, es importante atender al siguiente esquema:

En el esquema anterior se advierte que el derecho procesal se encuentra dividido


en diversas partes que se rigen por diferentes principios rectores.
Unidad o diversidad conceptual
Abarca la parte especial del derecho procesal, la cual comprende el estudio de los
principios y conceptos que regulan cada proceso de manera específica, tales
como el penal, el civil, el administrativo, el laboral, el constitucional, entre otros.

Es un complemento necesario de la parte general, que precisamente es nuestra


materia, la teoría general del proceso, porque cada una de las ramas del
derecho procesal estudia y sistematiza las reglas y principios aplicables a cada
tipo de proceso que hemos mencionado con antelación.

Según Carlos Viada y Héctor Fix Zamudio (Ovalle, 2016: 52-53), se pueden
distinguir los siguientes tipos de procesos:

1. Proceso de interés individual o privado. Predomina el principio dispositivo,


según el cual se permite a las partes decidir sobre el proceso y sobre el derecho
sustantivo que se encuentra vinculado a éste.

2. Proceso de interés social. Tiene como principal característica la intervención


del Estado a fin de equilibrar la relación jurídica entre sujetos desiguales, a efecto
de lograr los postulados de la justicia social.

3. Proceso de interés público. Se vincula al principio publicístico, en donde las


reglas procesales no permiten a las partes disponer del proceso y de los derechos
sustantivos involucrados, generando el Estado mecanismos de control.

Así vemos que las diversas ramas del derecho procesal tienen características que
los hacen ser considerados en algunas de las clases que se mencionan, de
acuerdo con los principios que las rigen.

Fuentes
La palabra fuente refiere el origen o nacimiento de algo. En nuestra materia,
las fuentes formales del derecho constituyen los procedimientos a través de los
cuales se crea el derecho procesal; en tal sentido, la Ley, la costumbre,
la jurisprudencia, el reglamento y las demás disposiciones administrativas de
cada institución involucrada con el proceso jurisdiccional dan contenido a todo un
sistema encargado de dirimir las controversias que se presentan en la sociedad.
Unidad 4. La Ley Procesal
 4.1. Concepto y ubicación de la ley procesal
 4.2. Características de la ley procesal
 4.3. Vigencia de la ley procesal en el tiempo
 4.4. Vigencia de la ley procesal en el tiempo
 4.5. Interpretación de la ley procesal
 4.6. Aplicación supletoria de la norma procesal

La Ley Procesal
Introducción

En el derecho ninguna institución puede estudiarse sólo a partir de la doctrina,


también es necesario conocer las normas jurídicas que la regulan, por lo que en
esta unidad usted conocerá lo relativo a la ley procesal, sus características y
ámbitos de validez, considerando además que existen distintos medios de
interpretación a partir de los cuales se desentraña el sentido de las normas
adjetivas.
Por ello, en esta unidad revisaremos lo que es una norma procesal, cuáles son
sus características, su vigencia en el tiempo y en el espacio, su forma de
interpretación y cómo opera la supletoriedad ante alguna laguna legal. Asimismo,
abordaremos en qué ordenamientos jurídicos, locales y federales, vigentes en
nuestro país, se encuentran previstas las normas procesales.
Desarrollo de contenido

La Ley Procesal
Ésta es aquella disposición jurídica que establece tanto la organización y
funcionamiento de las entidades públicas relacionadas con la administración de
justicia, como aquélla que prevé las reglas que rigen el proceso jurisdiccional en
cuanto a los actos procesales que deben cumplir los sujetos que intervienen en
el mismo.

De dicha definición, podemos desprender claramente la finalidad de la ley


procesal:
Por una parte, organiza las instituciones ante las cuales se desarrolla el proceso
jurisdiccional y, por otra, regula los procedimientos de las partes involucradas.
De acuerdo con su objeto inmediato de regulación, Giuseppe Chiovenda, citado
por Ovalle Favela (2016: 39-40), indica que las reglas que rigen el proceso
jurisdiccional se clasifican en:

Normas procesales en sentido estricto

Son las que determinan las condiciones para la construcción, desarrollo y terminación del
proceso jurisdiccional.

Normas orgánicas

Son las encargadas de regular la organización y competencia de los órganos del Estado
que se encargan del desarrollo del proceso jurisdiccional.

En el tema de la vigencia de la ley procesal en el tiempo y en el espacio, se


aplica primordialmente el principio de territorialidad de la ley procesal, según el
cual será aplicable la ley expedida por el legislativo en el lugar en el cual ocurre el
acto procesal correspondiente.

La globalización ha generado nuevos problemas de aplicación de la ley procesal


en el espacio, por lo cual se ha atendido a las reglas previstas en el sistema
jurídico.
Al respecto, el Código Civil Federal (CCF) prevé:
Artículo 12. Las leyes mexicanas rigen a todas las personas que se encuentren
en la República, así como los actos y hechos ocurridos en su territorio o
jurisdicción y aquéllos que se sometan a dichas leyes, salvo cuando éstas prevean
la aplicación de un derecho extranjero y salvo, además, lo previsto en los tratados
y convenciones de que México sea parte.
En ese orden de ideas, las leyes procesales establecerán su ámbito de aplicación
territorial, atendiendo siempre a la distribución de competencias regulada en
la Constitución Federal.

En tanto a los métodos de interpretación de la ley procesal, éstos son:

Respecto a la integración de la ley procesal, el tema a tratar es el de las lagunas


que pudieran presentar las normas que rigen el proceso.

De acuerdo con el CCF, en la solución de casos puestos en conocimiento de


juezas y jueces, se debe observar lo siguiente:
Artículo 18. El silencio, obscuridad o insuficiencia de la ley, no autorizan a los
jueces o tribunales para dejar de resolver una controversia.

Artículo 19. Las controversias judiciales del orden civil deberán resolverse
conforme a la letra de la ley o a su interpretación jurídica. A falta de ley se
resolverán conforme a los principios generales de derecho.
Asimismo, en materia procesal, el caso de las lagunas de la Ley se puede colmar
mediante la denominada interpretación analógica, aplicando una disposición que
regule una situación similar a la que se presente en el caso sujeto a estudio;
incluso en materia procesal penal se puede dar una solución por analogía, pues lo
que está prohibido será la aplicación analógica de los tipos penales, es decir,
del derecho sustantivo.
Otra de las formas de resolver los problemas derivados de dichos vacíos
procesales será acudir a los principios generales del derecho, los cuales son
ideas neutras que surgen de la misma doctrina, que es dinámica y todo el tiempo
busca reglas generales de este tipo para aplicarlas a cuestiones prácticas que
pudieron pasar desapercibidas por el legislador.

En el caso de la denominada supletoriedad de la ley procesal, ésta significa


acudir a otra ley por disposición expresa de la que presenta lagunas sobre un
tema específico.
Unidad 6. Acción Procesal
 6.1 Concepto de acción procesal
 6.2. La acción como un derecho humano
 6.3. Naturaleza jurídica de la acción procesal
 6.4. Evolución y autonomía de la acción procesal a partir de la
segunda mitad del siglo XIX
 6.5. Principales teorías contemporáneas
 6.6. Bilateralidad
 6.7. Las acciones colectivas

Acción Procesal
Introducción

La acción procesal consiste en el poder jurídico que tienen los sujetos inmersos
en el litigio para acudir ante los órganos jurisdiccionales. Existen diversas teorías
que tratan de explicar su naturaleza jurídica y su contenido, sin embargo, usted
debe tener una concepción individual del concepto, pues a partir de él puede
entenderse todo proceso jurisdiccional, independientemente de la materia
sustantiva que esté disputándose.

En esta unidad estudiará cómo se define la acción, y cuáles son las teorías
(clásica y contemporánea) que la explican; además, cuáles son los elementos de
la acción procesal, en qué consiste su bilateralidad y cuál es su fundamento
constitucional.

Finalmente, antes de analizar cuáles son las acciones colectivas, se clasificarán


las acciones atendiendo al interés que se busca proteger.

El dominio de los temas que conforman la presente unidad condiciona la exacta


comprensión de la parte especial del derecho procesal cuyas asignaturas
estudiará en los próximos semestres.
Desarrollo de contenido

Acción Procesal
Cuando se presenta el despido injustificado de un trabajador o trabajadora, surge
el litigio, la pretensión y, como consecuencia de ello, la acción procedente en
los términos de la ley federal del trabajo en vigor. Esto ejemplifica la importancia
de la acción y la pretensión procesales como elementos imprescindibles que
anteceden al proceso.

Con el objeto de puntualizar lo que se conoce como acción, veamos la siguiente


definición:
Acción
Derecho subjetivo procesal que se confiere a las personas para promover un
proceso ante el órgano jurisdiccional, obtener una sentencia de éste sobre una
pretensión litigiosa y lograr, en su caso, la ejecución coactiva de la sentencia
(Ovalle, 2005: 163 y 164).

De acuerdo a Ovalle Favela (2005: 161), Liebman define la acción como:


Acción
El derecho instrumental por medio del cual se deduce en juicio la afirmación de un
derecho o, en general, de una situación jurídica que se desea ver reconocida,
tutelada o declarada (Ovalle, 2005: 161).
Así, podemos decir que cuando la acción se encuentra relacionada con un litigio
concreto, se define como el derecho de las personas a obtener del órgano
jurisdiccional la decisión que lo resuelva, denominada sentencia, la cual es una
norma jurídica individualizada al caso.

Es indispensable comprender que el concepto de acción no siempre ha tenido la


misma connotación, puesto que se le ha vinculado con las diversas formas de
entender los derechos de los que son titulares los gobernados, ya como un
derecho material, un derecho tutelar o subjetivo público, tal y como a continuación
hacen referencia las principales teorías contemporáneas, mencionadas a
continuación.
La acción como derecho material

“Es el derecho de perseguir en juicio lo que a uno se le debe. […] Una de las últimas
modalidades de esta teoría fue la que sostuvo Savigny. Para este autor, el derecho de
accionar era el derecho a la tutela judicial nacido de la lesión de un derecho” (Ovalle,
2005: 155).

La acción como el derecho a la tutela concreta

Esta teoría tiene como característica fundamental “el concebirla como un derecho a una
sentencia concretamente favorable a la parte actora. Para esta teoría, si bien la acción
es distinta al derecho subjetivo material, solo [sic] se concede a quien tiene
efectivamente este último. La acción no es el derecho subjetivo material, pero no hay
acción si este derecho no existe” (Ovalle, 2016: 169).

La acción como derecho abstracto

Señala que esta [sic] es un derecho que corresponde no solo [sic] a quien efectivamente
tiene un derecho subjetivo material, es decir, a quien tiene razón, sino a cualquiera que
se dirija al juez para obtener una sentencia sobre su pretensión, sea esta [sic] fundada o
infundada” (Ovalle, 2016: 170).

Degenkolb definió a la acción como “un derecho subjetivo público que corresponde a
cualquiera que de buena fe crea tener razón, para ser oído en juicio y constreñir al
adversario a acudir a él” (Ovalle: 2005: 159).

La síntesis de Liebman

Señala Enrico Tullio Liebman (Ovalle, 2005: 160-162) que “la esencia de la acción se
encuentra en la relación que se da en el ordenamiento jurídico entre la iniciativa del
actor y el ejercicio, en concreto, de la jurisdicción, es decir, en la necesidad y la eficacia
de la invocación del juez para que “proceda”; y pertenece a la esencia del proceso que el
juez deba determinar, de acuerdo con las normas que regulan su actividad, el contenido
estimatorio o desestimatorio de su sentencia definitiva”.

En dos sentidos, por su contenido y por su dirección, la acción se concibe como


un derecho al medio, y no al fin:
Asimismo, la acción está condicionada a los siguientes requisitos:
Legitimación. Es la pertenencia de la acción a aquél que la propone frente
a la contraparte. Se trata de una característica que debe tener la persona
que propone la acción de ser titular de la misma.
Interés jurídico. Doctrinalmente se puede decir que es la intención del
titular de actuar procesalmente, es decir, el interés del actor para obtener la
resolución demandada.

Por ejemplo...
Cuando una persona solicita al juez que se declare la rescisión del contrato que
suscribió con su contraparte y, desea obtener una resolución favorable a su
interés.
Como cualquier institución, las acciones poseen además una serie de aspectos
que las hacen diferenciarse unas de otras, por lo cual se han clasificado de la
siguiente manera:

En la acción de juzgamiento o conocimiento, el juez o jueza, antes de


emitir la sentencia, toma conocimiento del litigio por medio de las
afirmaciones, pruebas y alegatos de las partes.
En la acción ejecutiva la parte actora funda su acción en un título
ejecutivo, es decir, aquél que permite el aseguramiento de bienes que
garantizan el interés perseguido, previo al desarrollo del proceso.

Es aquélla en la que la parte actora solicita del juez una sentencia que
declare la existencia, inexistencia o modalidad de una relación jurídica.

Se trata de la que tiene como finalidad ordenar en la sentencia que la


contraparte lleve a cabo una determinada conducta.
Se presenta cuando su titular persigue la creación, modificación o extinción
de una determinada situación jurídica.

En ella, la parte actora solicita una resolución que tiene como finalidad la
protección provisional, previa al dictado de la sentencia de las personas,
bienes o derechos sobre los que versa el litigio.

Es la que involucra derechos personales y reales; por ejemplo, cuando lo


que se pretende es la división de la cosa común.

Se presenta cuando existe vinculación entre diferentes acciones ejercidas


por identidad de las partes o del objeto del litigio.

Se trata de las que tienen como objetivo la protección de derechos de una


comunidad o un grupo de personas identificado por ciertas características
que les son afines; por ejemplo, consumidores de productos o servicios
determinados que defienden sus intereses.

No debemos perder de vista que en un solo proceso se puede poner en


conocimiento de la autoridad judicial competente más de una acción de la misma o
de diversa clasificación, de acuerdo a las pretensiones de la parte actora.
Por ejemplo...
Cuando una persona demanda a otra el pago de una cantidad de dinero cuyo
origen es la suscripción de un pagaré, la acción será ejecutiva,
de condena y cautelar.

Consecuentemente, las diversas clases de acciones generan, también, diferentes


características procesales y actuaciones de los sujetos involucrados, lo que tiene
como finalidad primordial que jueces y juezas tengan una mejor posibilidad de dar
solución al litigio que les ha sido planteado; por lo tanto, será necesario conocer
las causas de procedencia de cada uno de los procesos (ordinarios, sumarios,
ejecutivos), tomando en consideración los requisitos que cada ley procesal
aplicable señale.
Unidad 5. Conceptos Fundamentales
 5.1. Exposición de las figuras básicas del derecho procesal
o 5.1.1. Exposición de las figuras procesales vinculadas con
dichas instituciones fundamentales

Conceptos Fundamentales
Introducción

La ciencia del derecho procesal contiene elementos principales o fundamentales


llamados conceptos categoriales, que sustentan la estructura general del
proceso y de las cuales derivan conceptos secundarios o figuras jurídicas que
integran al proceso.

En ese sentido, se creó gran discusión para establecer cuáles serían los
elementos categoriales del derecho procesal; algunos autores señalaron que
podría ser la cosa juzgada o verdad legal, otros señalaron a la contestación y
otros más a las partes, la sentencia, entre otros. Sin embargo, fue Podetti quien
definió los elementos categoriales del derecho procesal, los cuales son:
la jurisdicción, la acción y el proceso.
En esta unidad revisaremos dichos conceptos fundamentales, que constituyen la
base del derecho procesal.

Desarrollo de contenido

Conceptos Fundamentales
En la ciencia del derecho procesal existe una serie de conceptos que son
considerados fundamentales, es decir, aquéllos que tienen una relevancia superior
a los demás, con los cuales se encuentran relacionados. Aunque no ha existido
una opinión unánime sobre cuáles son estos conceptos principales, autores
como Ovalle Favela (2005) y Gómez Lara (1987), sostienen de manera reiterada
que son tres los conceptos fundamentales de la ciencia del derecho procesal, que
a saber, son: acción, jurisdicción y proceso, conocidos como conceptos del
trinomio procesal.

El primero en mencionar estos conceptos fue Chiovenda en 1903, al dar un


discurso para el inicio de un curso en la Universidad de Bolonia. Posteriormente,
su discípulo Calamandrei (Gómez, 1987: 107) sistematiza la importancia de los
tres conceptos aludidos y desarrolla las categorías principales de la ciencia del
derecho procesal a partir de la acción, la jurisdicción y el proceso.
Hasta la fecha no podemos objetar la importancia que tienen dichos conceptos
para nuestra materia, en virtud de que sustentan toda la actividad procesal,
pues es inconcebible e incuestionable la necesidad de la acción para entender la
jurisdicción, mientras que, sin el proceso, no tienen sentido los dos anteriores.
La idea rectora que nos presenta dicho trinomio procesal, hace que giren en torno
a ellos todos los demás conceptos utilizados en nuestra materia.

Jurisdicción
De acuerdo con el principio de división de poderes en los Estados democráticos
de derecho, es necesario hacer una adecuada diferenciación de las funciones del
gobierno a través de las cuales se desarrollan correctamente y de manera
equilibrada las tareas estatales.

En ese orden de ideas, dentro de las funciones del Estado moderno se


encuentran:
En estas últimas podemos reconocer que se encuentra el concepto fundamental
de la materia que ahora se estudia, el cual proviene del
latín iurisdictio (jurisdicción), que se forma de las locuciones iuris (derecho)
y dicere (decir), cuya traducción significa “decir el derecho” (Ovalle, 2005: 110).

Dicha función jurisdiccional del Estado procede de una de las facultades otorgadas
a los magistrados en Roma, pero en la actualidad, Eduardo J. Couture menciona
al menos cuatro acepciones del término (cfr. 1974: 27-31):

Una vez establecidas las definiciones que son asignadas erróneamente al término,
podemos concluir acertadamente con la siguiente:
Jurisdicción
Es una función del Estado a través de la cual cumple con sus obligaciones de
administrar justicia a los gobernados y mantener el equilibrio entre los demás
poderes constituidos, a efecto de lograr la adecuada convivencia en la sociedad.

Acción
Se han indicado diversas conceptualizaciones sobre este concepto, entre las
cuales podemos mencionar dos:

Cabe señalar que la acción procesal ha sido analizada de acuerdo con su


naturaleza jurídica, sin que exista una postura unánime sobre su esencia, pues ha
sido considerada como:
 Un derecho material
 El derecho a la tutela concreta
 Un derecho abstracto
Proceso
Indica Cipriano Gómez Lara (1987: 123) que: “Entendemos por proceso un
conjunto complejo de actos del estado como soberano, de las partes interesadas y
de los terceros ajenos a la relación substancial, actos todos que tienden a la
aplicación de una ley general a un caso concreto controvertido para solucionarlo o
dirimirlo”.

Este autor inclusive esquematiza el concepto con la siguiente fórmula:


A+J+A3os=P

En ella se aprecia que el proceso (P) está constituido por los actos de las partes
interesadas (A), del juez o jueza (J) y de los terceros ajenos a la relación
sustancial (A3os), proceso que lleva a la aplicación de la ley general a un caso
controvertido.

Por su parte, Ovalle Favela (2005: 182) nos recuerda queCarnelutti consideró
que el proceso denota “la suma de actos que se realizan para la composición del
litigio”.

Con dichas nociones, debemos de tener en claro que por proceso, desde el punto
de vista jurídico, no podemos considerar cualquier combinación de actos jurídicos
o suma de ellos, sino precisamente aquellos que tienen como finalidad común
la solución de un litigio o controversiaentre dos partes que contienden.

Dentro de la materia es importante utilizar la terminología de manera adecuada, en


virtud de que han existido, sobre todo en la práctica forense, claras confusiones
entre los conceptos de proceso y procedimiento, al grado de usarse como
sinónimos. El siguiente cuadro muestra claramente las diferencias entre ambos
términos:
En conclusión, mientras que el proceso es el continente, el procedimiento es
el contenido.

Dentro de las doctrinas que explican la esencia jurídica del proceso, podemos
señalar las siguientes (cfr. Fairén, 1992: 36-42):

De acuerdo con los primeros tiempos del derecho romano, las partes
establecieron una relación procesal entre sí y con los jueces por medio del
derecho privado, es decir, a través del contrato, donde la litis
contestatio dio fuerza obligatoria a las resoluciones que se dieron sobre
los litigios.

Litis contestatio:
Contrato
Del latín lis (pleito) y contestatio (contestación). “Respuesta que
se da a la demanda judicial o tratamiento de la contienda en
juicio. Mediante la contestación a la demanda, resulta un especial
estado jurídico del asunto en litigio y de los litigantes entre sí”
(Eumed, http://bit.ly/2DOI04f).

Durante la Edad Media, la autoridad ejercida por los reyes y el papa restó
fuerza a la idea del proceso como un contrato entre las partes,
precisamente por la actuación de jueces que
Cuasicontrato
recibían potestad directamente de dichas autoridades; por tanto se dijo
que el proceso era un cuasicontrato, en donde la litis contestatio fue
sólo una parte de voluntad de las partes frente al poder del Estado.

Para Oskar Bülow, en su famosa obra Die Lehre von den


Relación
Prozesseinredenund die Prozessvoraussetzungen, Giessen (1868), y a
jurídica
través del examen de textos romanos, llegó a la conclusión fundamental
de que el proceso se identifica con la relación jurídica que contiene el
derecho material y el procesal discutidos.

Para James Goldschmidt, el proceso es un generador de situaciones


Situación jurídicas, en donde el vencedor disfruta de ventajas, prescindiendo de que
jurídica tuviese o no un derecho anterior, y sí aprovechando del hecho de su
victoria.

Como se pudo dar cuenta, estas teorías sobre la naturaleza jurídica del proceso
han servido de fundamento para pretender explicar las causas y consecuencias
que le dan origen, a efecto de poder ubicarlo contextualmente en el derecho
procesal.
Para Alcalá-Zamora y Castillo (cfr. Gómez, 1987: 107), esta trilogía es
demasiado pretenciosa, debido a que los conceptos mencionados no alcanzaron
el grado de consolidación indispensable dado lo novedoso de la ciencia procesal.

De acuerdo con esta crítica, genera incertidumbre en la ciencia del derecho


procesal tomar en consideración conceptos fundamentales respecto de los cuales
aún no existe claridad sobre sus alcances y esencia, puesto que, en primer lugar,
se conoce dónde está el proceso pero no exactamente si se trata de una situación,
relación jurídica o contrato; en segundo término, se desconoce si la jurisdicción se
encuentra en el derecho procesal o constitucional; y finalmente, se ignora con
certeza la esencia de la acción porque, como hemos mencionado, puede
considerarse como un derecho abstracto o concreto, llegando al extremo de dudar
si se encuentra en el campo del derecho procesal o material.

Dicha crítica es importante para entender que no todos los autores han compartido
el criterio de considerar como fundamentales a los mismos conceptos
relacionados con la presente materia; sin embargo, hasta la fecha la citada trilogía
sigue siendo un importante comienzo para el estudio del derecho procesal en
general.
Unidad 7. Pretensión Procesal
 7.1 Concepto y características de la pretensión procesal
o 7.1.1. Pretensión y demanda
o 7.1.2. Acción y pretensión
o 7.1.3. Elementos de la pretensión
o 7.1.4. Pretensión en los distintos enjuiciamientos
o 7.1.5. Clasificación de las pretensiones

Pretensión Procesal
Introducción

En la práctica profesional se llegan a confundir la acción y la pretensión; sin


embargo, es necesario distinguirlos, pues aún y cuando están íntimamente
vinculados, no son lo mismo.

Por lo anterior, resulta indispensable comprender el lugar que tiene


la pretensión dentro de la teoría del proceso y su vinculación con la demanda y
la acción.

En la presente unidad estudiaremos el concepto de pretensión procesal y sus


características, a fin de tener claridad sobre sobre su aplicación en las diversas
ramas del derecho procesal.
Desarrollo de contenido

Pretensión Procesal
Indica Ovalle Favela (2005: 166) la siguiente definición:
Pretensión
“Petición (petitum) o reclamación que formula la parte actora o acusadora, ante el
juzgador, contra la parte demandada o acusada, en relación con el bien jurídico”.

Por otra parte, Carnelutti (Ovalle Favela, 2005: 165) considera a


la pretensión como:
Pretensión
“La subordinación del interés jurídico al interés propio”.

Es así que la naturaleza jurídica de la pretensión constituye una reclamación por


parte de quien considera ser el titular del derecho que ha sido violentado.

En tal sentido, podemos advertir que en nuestra práctica forense la pretensión se


nos presenta como la petición concreta relacionada con el ejercicio de la acción,
la cual debe satisfacerse por parte del actor o del acusador, como uno de los
requisitos de la pretensión.

En caso de que la pretensión no se encuentre fundamentada debidamente y no


exista viabilidad para deducir el derecho alegado por el actor, entonces no tiene
sentido que el juzgador admita la demanda en la cual se expresa, pues al final
será improcedente y no existirá posibilidad de dictar una sentencia favorable. Por
lo tanto, la posibilidad jurídica de la pretensión es un requisito indispensable
para el ejercicio de la acción.

En ese orden de ideas, en la demanda se refleja tanto la acción como


la pretensión del actor, por tanto, mientras que la primera es un documento con
los requisitos establecidos en la ley procesal, la pretensión hace referencia a las
peticiones concretas formuladas en dicho documento.
Según Fairén Guillén (1992: 89-97), se distinguen las siguientes clases de
pretensiones:

Mientras que la acción se desarrolla y desenvuelve durante todas las fases


procesales, la pretensión, que resulta ser la petición concreta cuyo objetivo es
que la contraparte se subordine a la misma, debe expresarse desde un inicio,
siendo precisamente un requisito de la acción procesal.

Finalmente, es importante advertir que la petición, el petitum, es lo que se pide de


la contraparte, mientras que la causa generadora, o causa petendi, se encuentra
constituida por los hechos y disposiciones jurídicas que sustentan tal petición.

Por ejemplo...
En una situación concreta, se puede solicitar al juez el cumplimiento del contrato
de compra venta, lo cual resulta ser el petitum; por otra parte, el haber celebrado
dicho acto jurídico y el fundamento de ello, forman parte de la causa petendi.
Unidad 8. Presupuestos Procesales
 8.1. Definición
o 8.1.1. Su importancia en la relación procesal
o 8.1.2. Clasificación
o 8.1.3. Análisis de los presupuestos procesales más importantes
o 8.1.4. Excepciones y presupuestos procesales
 8.2. Legitimación procesal
o 8.2.1. Examen oficioso de la legitimación
o 8.2.2. Audiencia previa, de conciliación y de excepciones
procesales
Presupuestos Procesales
Introducción

Singular importancia posee los presupuestos procesales en el desarrollo


del proceso jurisdiccional, en virtud de que, si alguna de las partes reclama la
ilegalidad de alguno, el órgano encargado de llevar a cabo el proceso estará
facultado para darlo por concluido, sin resolver el fondo de la litis planteada.

En esta unidad estudiaremos los presupuestos procesales, lo que son, cómo se


clasifican, cuál es su importancia en la relación procesal y la forma en que se
relacionan con las excepciones. Asimismo, veremos en qué consiste
la legitimación procesal, cómo se clasifica y la obligación del juez de estudiarla
de oficio, independientemente de que las partes la hagan valer.

Respecto a la legitimación, no es posible pensar en una demanda presentada


por alguien que no resiente un daño, o una lesión a su esfera jurídica, pues en ese
supuesto el proceso no tendría razón de ser, por lo cual, conforme a los nuevos
criterios jurisprudenciales, la falta o ilegalidad de los presupuestos procesales
tiene como característica ser de estudio preferente por parte del juez.

Distinguiremos la audiencia previa de conciliación y excepciones


procesales en un juicio ordinario, así como la audiencia preliminar en los juicios
orales en materia civil y familiar, como las zonas determinadas por la
reglamentación procesal para lograr la solución del litigio mediante los medios
alternativos de solución de controversias que, de no lograrse, las excepciones
procesales son resueltas por el juez.
Desarrollo de contenido

Presupuestos procesales
Los presupuestos procesales son elementos, circunstancias o condiciones
previas que dan origen al proceso, que determinan la constitución de la relación
procesal, o que aseguran la validez y eficacia de los actos procesales (Zepeda,
2004: 155-156).

Con precisión técnica, el destacado procesalista mexicano Briseño Sierra (1994:


826) alude a las condiciones en el proceso como género y refiere a los
propiamente presupuestos procesales como especie.
El género alude a cualquier condición indispensable para que un proceso se
genere y desenvuelva con legalidad. Las especiesmantienen las notas y
características que les dan peculiaridad y carácter propio al proceso, sin embargo,
en su ejercicio práctico se hallan íntimamente relacionadas.

Briseño (1994: 826) determina que la temporalidad lógica es el factor que puede
dar lugar a la clasificación de las condiciones de un proceso en tres grupos, a
saber:
Supuestos:
Son previos a algún acto procesal, y referentes al conflicto que debe existir antes
de atacar en un proceso.
Requisitos:
Son condiciones actuales que se deben satisfacer al instar en un juicio.
Presupuestos procesales:
Son condiciones que deberán satisfacerse en el futuro dentro de un proceso.

De los supuestos, el principal es el litigio o controversia, que puede o no


resolverse mediante un proceso. Los requisitos son una serie de extremos
necesarios para actuar válidamente en el proceso y resultan muy variables, pues
dependen de la regulación normativa de un juicio determinado, así por ejemplo, en
un juicio oral civil, las actuaciones iniciales se presentan por escrito y el
desahogo y la celebración de las audiencias es totalmente oral.
Entre los aspectos más relevantes a analizar respecto a los supuestos
procesales, se encuentran los siguientes:

Clasificación
Los presupuestos, propiamente dichos, están determinados por la norma procesal
con anterioridad a la existencia del conflicto, aunque se satisfacen o actualizan
después de surgir el litigio y admiten una clasificación, que básicamente consiste
en estos dos rubros:

Para impartir justicia material o para recibirla, es necesario y urgente contar con
una sistematización, tanto en la doctrina como en la legislación procesal, del tema
de la condicionalidad procesal (Son las condiciones en un proceso. La
temporalidad lógica es el factor que puede dar lugar a la clasificación de las
condiciones en un proceso. Son condiciones temporales los supuestos, los
requisitos y los presupuestos.), pues como está regulado actualmente, tenemos
un laberinto como camino que lleva sin duda a la injusticia.

Consideremos que cuando un proceso se sostiene en el mundo de los hechos, a


pesar de la falta de condiciones mínimas señaladas, desde luego está sujeto a
la interposición de impugnaciones, de recursos o vías de nulificación; o bien,
estamos ante un proceso fraudulento, sólo legal y justo en las apariencias, pues al
no cumplir con los requisitos mínimos para existir en un plano jurídico ideal, tal
proceso existió de hecho y por un mal derecho, sin alcanzar la impartición de
justicia material.
Análisis de los presupuestos procesales más importantes

Éstos son:

1. Competencia del juez: “Es la medida, el acotamiento, el margen, el límite, la


esfera, el ámbito o la facultad por la cual válidamente un juez o tribunal puede
ejercer la jurisdicción” (Said y González, 2006: 216).

Solamente enunciamos de manera breve este presupuesto procesal, cuyo estudio


tiene relación con otros conceptos (jurisdicción, competencia) que más adelante
estudiaremos.

2. Capacidad procesal de las partes. En este apartado observamos conceptos


muy relacionados o que pueden confundirse como sinónimos. Sin embargo, los
distinguimos del siguiente modo:
a) La capacidad procesal es una manifestación de la capacidad de ejercicio de
una persona física; implica que una parte puede acudir a juicio a deducir
pretensiones o derechos en forma directa sin necesidad de ninguna clase de
representación.

b) La representación o personería en puridad debe ser


denominada personería. Ésta hace referencia a la actuación en un juicio siempre
por cuenta y nombre de otro; en este presupuesto procesal se debe acreditar que
se cuenta con la autorización legal o contractual, o acreditarlo por cualquier otro
medio jurídico, para actuar en ese proceso en específico.
3. La legitimación procesal es “una facultad o autorización que posee un sujeto
de derecho para realizar conductas procesales si se cumplen algunas
circunstancias” (Said y González, 2006: 190).

Es oportuno distinguir dos tipos de legitimación en el proceso jurisdiccional:

➢ Legitimación ad causam: “es la aptitud de instar en virtud de la relación de un


derecho sustantivo que, al verse violentada o actualizado algún supuesto
normativo de fondo, da lugar al proceso. Está muy vinculada con el interés jurídico
de acudir a juicio” (Said y González, 2006: 190).
➢ “Legitimación ad processum: “se identifica con la capacidad para realizar
actos procesales en determinado juicio por sí mismo, por representación o por un
acto de causahabiencia en los sujetos procesales”. (Said y González, 2006: 190)
Recordemos que la existencia en el juicio del sujeto titular de los derechos
deducidos y la personería de quien promueve en su nombre, constituyen
presupuestos procesales cuyo estudio puede hacerse de oficio por el tribunal en
cualquier momento, lo cual se conoce como examen oficioso de la
legitimación. También es oportuno recordar que es el demandado quien podrá
denunciar al juez o jueza y hacer valer como excepciones la falta de los requisitos
procesales necesarios para que el juicio tenga existencia jurídica y validez
formal. Además, todos ellos, incluida la legitimación, pueden hacerse valer o
mandarse subsanar por juez de oficio, es decir, sin necesidad de requerimiento de
parte, cuando tenga conocimiento de los mismos.

4. Interés jurídico de las partes. Nos referimos al interés jurídico para actuar de
las partes en un proceso determinado. Ovalle (2016: 176) señala que el interés
jurídico es un requisito que se exige para que proceda el ejercicio de la acción,
normalmente consistente “en la relación que debe existir entre la situación de
hecho contraria a derecho o el estado de incertidumbre jurídica que afecte a la
parte actora” y la necesidad de una sentencia que ponga fin a esta situación o
estado

La Suprema Corte de Justicia de la Nación, continúa el autor (Ovalle, 2016:


176), “ha entendido al interés para actuar como la necesidad de obtener una
resolución judicial que proteja un derecho reconocido a una persona en el
ordenamiento jurídico, ante su violación o desconocimiento por parte de otra
persona, o bien cuando simplemente exista un estado de incertidumbre que deba
ser eliminado mediante la declaración judicial.”

Excepciones y presupuestos procesales

Considerando que los presupuestos procesales son condiciones que deberán


satisfacerse en el futuro dentro de un proceso, el sujeto pasivo podrá evidenciar
mediante excepciones procesales, cuando considere que no se cumple con
alguno de los presupuestos procesales. La consulta a la reglamentación normativa
aplicable a cada tipo de proceso nos aportará el catálogo o listado de las
excepciones procesales.

En el artículo 35 del Código de Procedimientos Civiles (CPCDF) para


la Ciudad de México se encuentra un catálogo o listado de las excepciones
procesales; de ellas, la incompetencia del órgano jurisdiccional se tramita de
manera especial, el resto se analizan y resuelven en la audiencia previa de
conciliación y de excepciones procesales; es decir antes de la sentencia.

Esta audiencia encuentra su antecedente regulador en la ordenanza procesal civil


austriaca de 1895, obra del famoso jurista Franz Klein. En nuestro sistema
jurídico, la audiencia previa se denomina así en razón de la celebración de la
misma, antes de la audiencia de desahogo de pruebas, y fue incorporada en
el CPCDF, por la reforma publicada en el DOF el 10 de enero de 1986,
concretamente en los artículos 272-A a 272 G.

Su vida ocurre dentro del proceso jurisdiccional, precisamente en un juicio


ordinario; se caracteriza porque en ella se realizan, al menos, dos actos: el
análisis de la legitimación procesal, y la búsqueda de conciliación de las
partes; de no triunfar la conciliación de las partes, el juez pasa al análisis de la
excepciones procesales, mencionadas en el artículo 35 del CPCDF.

Con el desarrollo de esta audiencia, se fija la litis con base en las pretensiones
del actor y las resistencias manifiestas a través de las excepciones y
defensas que oponga el demandado.
Actualmente encontramos la celebración de audiencias de este tipo con el
nombre de audiencia preliminar, tanto en los juicios orales en materia civil,
como en los juicios orales en materia familiar. La celebración de esta
audiencia pretende alcanzar igualmente los fines propuestos líneas arriba,
además de un acuerdo respecto de los hechos controvertidos y un acuerdo
probatorio; estos acuerdos surgen después de la revisión de la legitimación
procesal y del intento conciliatorio entre las partes. Será en las materias
procesales concretas de derecho civil y familiar, cuando realice el estudio
profundo de estas audiencias con la consulta de la regulación en el
títulodécimo séptimo y décimo octavo del CPCDF.

Con el estudio de esta unidad, usted ha identificado que


los supuestos, requisitos y presupuestos procesales son las condiciones que
de manera general se observan al iniciar el proceso, además de
los presupuestos procesales como una de las condiciones especiales que las
partes litigantes hacen valer como excepción dentro de la actuación procesal.
Unidad 9. Defensa y Excepción
 9.1. El derecho humano de defensa en juicio
o 9.1.1. Garantía del debido proceso legal
o 9.1.2. Defensa en el proceso penal
 9.2. Concepto de excepción
o 9.2.1. Evolución histórica
o 9.2.2. Naturaleza jurídica
o 9.2.3. Acción y excepción
 9.3. Clasificación de las excepciones y formas de solución
 9.4. Resolución de las excepciones

Defensa y Excepción
Introducción

Ante el ejercicio de la acción corresponde una excepción o una defensa y


eventualmente la reconvención; distinguiremos uno del otro, la excepción ataca
directamente a la acción para destruirla, mientras que la defensa se encarga de
tutelar los derechos adjetivos de los sujetos que intervienen en el proceso. Por
su parte la reconvención es el caso del demandado que formula sus propias
pretensiones, constituyendo el ejercicio de la acción por parte del demandado.

Las excepciones son más amplias que las defensas; clasificaremos las primeras
para tener una mejor y amplia comprensión de ellas.

Estudiaremos las garantías del derecho de defensa en juicio, particularmente el


debido proceso legal, así como la defensa en el proceso penal, previstas en
los artículos 13, 14, 16 y 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.
Desarrollo de contenido

Defensa y Excepción
La doctrina mexicana ha enunciado a la defensa en juicio como garantía o
derecho de audiencia, pertenece al grupo de las garantías constitucionales
aplicables a todo tipo de proceso y las específicas dirigidas a la materia penal.

El derecho de defensa en juicio encuentra su fundamento constitucional en lo


previsto por el segundo párrafo del artículo 14 constitucional, al disponer:
Artículo 14. […] Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades,
posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales
previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho.
El concepto de juicio a que hace referencia el referido precepto constitucional ha
sido interpretado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de
manera amplia, incluyendo por lo tanto al proceso administrativo; por ello las
autoridades administrativas deben otorgar a los afectados la oportunidad de
defensa, aun cuando las leyes respectivas no la establezcan, y la oportunidad de
impugnar el acto ante los propios tribunales administrativos y a través del proceso
de amparo.

Los lineamientos esenciales del derecho de defensa en juicio se encuentran


consagrados en la constitución y forman el cumulo de garantías que las partes
tienen cuando acuden a solicitar la prestación jurisdiccional.
Encontramos regulado al derecho de acción procesal por el artículo 17
constitucional en cuanto éste prohíbe la autotutela y establece el derecho
que toda persona tiene “a que se le administre justicia por tribunales que
estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las
leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial”
(CPEUM, art. 17).

El derecho de defensa en juicio, conocido también


como derecho o garantía de audiencia, está regulado por el segundo
párrafo del artículo 14 constitucional. De esta norma,
afirma Ovalle (2017: 97), derivan el derecho de acción y excepción, y el
derecho a un proceso justo y razonable.
En cuanto a la garantía del debido proceso legal, ésta se refiere al “conjunto de
condiciones y requisitos de carácter jurídico y procesal que son necesarios para
poder afectar legalmente los derechos” (Fix-Zamudio, 2002) de las personas, por
actos de la autoridad esencialmente judicial o administrativa.

Son los artículos 13, 14, 16 y 20 constitucionales los que determinan los
lineamientos esenciales del debido proceso legal, a los cuales deben agregarse
los principios consagrados por los artículos 14del Pacto Internacional de los
Derechos Civiles y Políticos de la ONU, de diciembre de 1966, y 8.° de
la Convención Americana de los Derechos del Hombre suscrita en San José,
Costa Rica, el 22 de noviembre de 1969, preceptos incorporados a nuestro
sistema jurídico en virtud de que el Senado de la República aprobó la ratificación
de estos convenios.

En el proceso penal existen diversas modalidades de defensa consagradas en la


constitución. Son los derechos en beneficio del inculpado durante el desarrollo del
proceso penal, con objeto de lograr un equilibrio frente al Ministerio
Público como parte acusadora; se pueden describir de la siguiente manera en la
constitución:

Artículo 16
Este artículo constitucional señala los supuestos en los que se puede
ordenar la aprehensión o detención de una persona:

Únicamente la autoridad judicial podrá librar orden de aprehensión, previa


“denuncia o querella de un hecho que la ley señale como delito, sancionado
con pena privativa de libertad y obren datos que establezcan que se ha
cometido ese hecho y exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o
participó en su comisión.” (CPEUM, art. 16).

Sólo en casos de urgencia, cuando se trate de delito grave así calificado


por la Ley y ante el riesgo fundado de que el indiciado pueda sustraerse a
la acción de la justicia, siempre y cuando no se pueda acudir ante la
autoridad judicial, por razón de la hora, o circunstancia, el Ministerio Público
podrá, bajo su responsabilidad, ordenar su detención, fundando y
expresando los indicios que motiven su proceder.

“La autoridad judicial, a petición del Ministerio Público y tratándose de


delitos de delincuencia organizada, podrá decretar el arraigo de una
persona […], sin que pueda exceder de cuarenta días, siempre que sea
necesario para el éxito de la investigación, la protección de personas o
bienes jurídicos, o cuando exista riesgo fundado de que el inculpado se
sustraiga a la acción de la justicia” (CPEUM, art. 16).

Artículo 18
Éste establece las bases para prisión preventiva:

“El sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los


derechos humanos […]. Las mujeres compurgarán sus penas en lugares
separados de los destinados a los hombres…” (CPEUM, art. 18).

La justicia para adolescentes se aplica a quienes se atribuya la comisión


de un delito y tengan entre doce años de edad cumplidos y menos de
dieciocho. La constitución garantiza los derechos humanos, así como los
derechos específicos que les han asignado por su condición de personas
en desarrollo. Las personas menores a doce años a quienes se atribuya la
comisión de delito, sólo podrán ser sujetos de asistencia social (CPEUM,
art. 18).

Artículo 19
En éste se señala el plazo de setenta y dos horas a partir de que el
inculpado quede a disposición del juez, dentro del cual la autoridad judicial
debe dictar el auto de vinculación a proceso en el que se expresará: “el
delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y circunstancias de
ejecución […] y que exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o
participó en su comisión” (CPEUM, art. 19).

Artículo 20
Este artículo constitucional se divide en los apartados:
 Destinado a los principios generales;
 De los derechos de toda persona imputada;
 De los derechos de la víctima o del ofendido.
El apartado B es de particular importancia en el proceso penal, del que se
destacan los siguientes derechos de toda persona imputada:
1. A que se presuma la inocencia mientras no se declare responsabilidad
alguna mediante sentencia.
2. Derecho a la no incriminación. Desde el inicio se harán saber los motivos
de la detención y el derecho a declarar o a guardar silencio.
3. A que sean informados tanto los hechos que son imputados como los
derechos que le asisten.
4. A la prueba. Se recibirán los testigos y demás pruebas pertinentes que
sean ofrecidos.
5. A ser juzgado en audiencia pública por un juez o tribunal.
6. A que sean facilitados todos los datos que se soliciten para la defensa y
que consten en el proceso.
7. A una defensa adecuada por abogado, el cual se elegirá libremente,
incluso desde el momento de la detención. Si no se quiere o no puede
nombrarse a un abogado después de haber sido requerido para hacerlo, el
juez designará un defensor público.
8. “La prisión preventiva no podrá exceder del tiempo que como máximo de
pena fije la ley al delito que motivare el proceso y en ningún caso será
superior a dos años” (CPEUM, art. 20).
Por cuanto hace a los derechos de la víctima o del ofendido, se distinguen
los siguientes del artículo 20, apartado C:
I. Recibir asesoría jurídica; […]
II. Coadyuvar con el Ministerio Público; […]
III. Recibir, desde la comisión del delito, atención médica y psicológica de
urgencia;
IV. Que se le repare el daño. […]
V. Al resguardo de su identidad y otros datos personales […];
VI. Solicitar las medidas cautelares y providencias necesarias para la
protección y restitución de sus derechos, y
VII. Impugnar ante autoridad judicial las omisiones del Ministerio Público en la
investigación de los delitos […] (CPEUM, art. 20).

Artículo 21
Éste es determinante en indicar con claridad las funciones del titular del
órgano jurisdiccional y el Ministerio púbico.

Al juez corresponde, de manera exclusiva, la imposición de las penas, su


modificación y duración.

Al Ministerio Público corresponde la investigación de los delitos, el cual se


auxiliará de policías, quienes actuarán bajo la conducción y mando de
aquél en el ejercicio de esta función. También corresponde al Ministerio
Público el ejercicio de la acción penal ante los tribunales.

Artículo 23
Este artículo complementa el estudio de la defensa en materia penal al
indicar que ningún juicio criminal deberá tener más de tres
instancias.También, que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo
delito, ya sea que en el juicio se le absuelva o se le condene, y prohíbe la
práctica de absolver de la instancia. Esta prohibición se refiere al caso de
que cuando una resolución no decidía si el inculpado era culpable o
inocente, se absolvía al inculpado, pero sólo de la instancia que se había
seguido hasta entonces, por lo que podía ser sometido a un nuevo proceso.
En tanto a la excepción, ésta designa “las cuestiones concretas que el
demandado plantea frente a la acción o a la pretensión del actor. Dichas
cuestiones pueden dirigirse a impugnar la regularidad del proceso mismo
(excepciones procesales), o bien a contradecir el fundamento de la pretensión
(excepciones sustanciales)” (Ovalle, 2016: 187). Por eso, en este sentido se
pluraliza, pues bien puede ser una u otra clase de excepción.

Sobre éstas, podemos señalar los siguientes temas que le atañen:

1.Naturaleza jurídica

Sobre la naturaleza de las excepciones, Vescovi (1984: 90) expresa:


Enrique Vescovi
“Naturaleza de la excepción. El poder de contradicción es paralelo y de idéntica
naturaleza al de la acción. La única diferencia consiste en que el actor ejerce su
derecho o no, de acuerdo con su voluntad, y al ejercerlo hace nacer otro
(excepción, contradicción) que aparece, así como condicionado”.

2.Acción y excepción
La acción y la excepción son dos derechos subjetivos procesales que aunque se
complementan, son claramente distintos.

En el ejercicio de la acción, la parte actora, la parte acusadora o el grupo de


personas, plantean su pretensión, petición o reclamación; mientras que en el
ejercicio de la excepción o derecho de defensa en juicio, la parte demandada o
la parte acusada oponen excepciones que son cuestiones opuestas al ejercicio de
la acción o a la pretensión de la contraparte (Ovalle, 2016: 188).

3.La reconvención y su diferencia con la excepción


La parte demandada ejerce la acción y formula pretensiones. Cuando
reconviene o contrademanda a la parte actora, se convierte en parte actora
reconvencional, e igualmente, la parte actora original es la parte demandada en
la reconvención. La excepción entonces se hace valer tanto en la contestación a
la demanda como en la contestación a la reconvención, para contradecir lo
determinado por el actor en la demanda o lo establecido por el reconveniente.
4.Clasificación
Las excepciones se clasifican, a decir del procesalista italiano Chiovenda (1954:
388-399), de la siguiente manera:

Por otra parte, se admite la siguiente clasificación tripartita de las excepciones:


Es de mencionarse que en la doctrina procesal no existe unanimidad en cuanto a
la clasificación de las excepciones.

En lo que respecta al Código de Procedimientos Civiles para el Distrito


Federal (CPCDF), éste ofrece un catálogo de las excepciones en el artículo 35:
Artículo 35. Son excepciones procesales las siguientes:
I. La incompetencia del juez;
II. La litispendencia;
III. La conexidad de la causa;
IV. La falta de personalidad del actor o del demandado, o la falta de capacidad
del actor;
V. La falta de cumplimiento del plazo a que esté sujeta la obligación;
VI. Se deroga;
VII. La improcedencia de la vía;
VIII. La cosa juzgada, y
IX. Las demás a las que les den ese carácter las leyes.
Conviene referir que es un error señalar como excepción procesal a la falta de
cumplimiento del plazo o de la condición a que esté sujeta la obligación, pues
ambas son excepciones de fondo o sustanciales.

5.Resolución de las excepciones

Los artículos 36 y 35 del CPCDF indican:


Artículo 36. Salvo la incompetencia del órgano jurisdiccional, las demás
excepciones procesales, y las objeciones aducidas respecto de los presupuestos
procesales se resolverán en la audiencia previa, de conciliación y de excepciones
procesales […].

Artículo 35. Dichas excepciones se harán valer al contestar la demanda o la


reconvención, y en ningún caso suspenderán el procedimiento. Si se declara
procedente la litispendencia, el efecto será sobreseer el segundo juicio. […] si se
declarara procedente la conexidad, su efecto será la acumulación de autos con el
fin de que se resuelvan los juicios en una sola sentencia.

En la excepción de falta de cumplimiento del plazo a que esté sujeta la obligación,


si se allana la contraria, se declarará procedente de plano. De no ser así, dicha
excepción se resolverá en la audiencia a que se refiere el artículo 272-A, y, de
declararse procedente, su efecto será dejar a salvo el derecho, para que se haga
valer cuando cambien las circunstancias que afectan su ejercicio.

Cuando se declare la improcedencia de la vía, su efecto será el de continuar el


procedimiento para el trámite del juicio en la vía que se considere procedente
declarando la validez de lo actuado, sin perjuicio de la obligación del juez para
regularizar el procedimiento.
A manera de ejemplo y siguiendo a los autores De Pina y Castillo
Larrañaga (1979: 189), son excepciones sustanciales o de fondo: pago, dación
en pago, compensación, novación, revocación, prescripción, nulidad, rescisión,
inexistencia, entre otras; éstas se resuelven al dictar la sentencia en la audiencia
de juicio.
Finalmente, podemos considerar que está usted preparado para identificar las
garantías del debido proceso legal, la defensa en el proceso penal, así como
distinguir la acción de la excepción y explicar las diferentes clases de excepción y
las formas de solución.
Unidad 10. Jurisdicción
 10.1. Concepto
o 10.1.1. Teorías que explican su naturaleza jurídica
o 10.1.2. Sus elementos
o 10.1.3. Deslinde entre jurisdicción y administración
o 10.1.4. Distinción entre jurisdicción contenciosa y jurisdicción
voluntaria
 10.2. Conflictos de atribuciones
 10.3. Órganos jurisdiccionales independientes del Poder Judicial

Jurisdicción
Introducción

La competencia y la jurisdicción se han considerado como sinónimos en una


gran cantidad de estudios relacionados con el proceso; sin embargo, no puede
estimarse que así sea, ya que etimológicamente son conceptos diferentes.

En esta unidad abordaremos el tema de la jurisdicción como uno de los


conceptos fundamentales de la teoría general del proceso, y para su mejor
comprensión, distinguiremos la función jurisdiccional de las otras funciones que
realiza el Estado. También, estudiaremos cuáles son los elementos que componen
la jurisdicción, explicando y distinguiendo entre jurisdicción
voluntaria y contenciosa. Explicaremos los conflictos de atribuciones
competenciales y las formas de solución; referimos asimismo los órganos
jurisdiccionales independientes del poder judicial que realizan función
jurisdiccional.
Desarrollo de contenido

Jurisdicción
La jurisdicción alude a la aptitud de “decir el derecho”, proviene del latín ius y
dicere. La jurisdicción es una expresión de la soberanía del Supremo Poder de la
Federación, el de las entidades federativas y el de los tribunales de la Ciudad de
México; se manifiesta en el proceso en forma dinámica y se traduce en varias
clases de resoluciones, que son actos
jurisdiccionales con imperio y coerción para hacer efectivas las sentencias que
ponen fin a un litigio.

La jurisdicción es un concepto fundamental o categoría; de éste derivan otros


como el de competencia, que es el límite natural, pues dicha jurisdicción está
delimitada por distintos factores competenciales, como la materia, grado, territorio
o grado; o bien, la recusación y la excusa, conceptos que estudiaremos en las
siguientes unidades.

La jurisdicción se ejerce por funcionarios a quienes les son aplicables todo género
de normas, desde constitucionales, administrativas o penales, e incluso, en la
actualidad comienza a darse un fenómeno de codificación ética, pues se cuenta
con códigos de ética del Poder Judicial; tales como el de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, el del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación, entre otros.

La tendencia mayoritaria de las teorías que explican a la jurisdicción, la consideran


“una función pública, organizada y restringida en leyes o tratados internacionales”.

Hay al menos tres características propias del acto jurisdiccional (Gómez, 2001:
14):
a) Un sujeto de derecho provoca la función jurisdiccional.
b) Establece una relación triangular entre el juez, órgano del Estado y los sujetos
contendientes.
c) El acto jurisdiccional está destinado a dirimir un litigio o controversia mediante
la aplicación de una norma general al caso controvertido.
Los anteriores dan plena distinción entre el acto jurisdiccional y
el administrativo, aunque ambos sean particulares, concretos, personales,
declarativos o de aplicación.
De acuerdo con Pallares (2000), encontramos los siguientes elementos de la
jurisdicción:
Elementos
de la
jurisdicción
1.- El poder de conocimiento de la pretensión y la resistencia, y de
tramitación del proceso (notio)

El concepto notio hace referencia a la fase de instrucción, donde el juez se


instruye al conocer las pretensiones y excepciones, las pruebas y los alegatos,
conforme a las normas procesales
2.- El poder de decisión para resolver el litigio tanto en lo principal como en
lo incidental (judicio)

Este segundo elemento se observa en la fase procesal juicio, pues ésta es la


fase siguiente al cierre de la instrucción, en donde el juez resuelve el litigio
pronunciando una sentencia, de ahí que se conozca como jurisprudencia, decir el
derecho.
3.- El poder disciplinario para mantener el orden y respecto a los juzgadores,
que se puede ejercer sobre las partes, los terceros y los auxiliares judiciales

Es una facultad del juzgador, quien es director del proceso y por ello posee
autoridad para poner orden en todas las diligencias que realicen los involucrados
en el proceso, sea que se realicen dentro o fuera del tribunal.
4.- El poder de coerción que se manifiesta por apremios y puede hacerse uso
de la fuerza pública, donde está implícito el imperium

Es un elemento fundamental de la jurisdicción, pues las sentencias se hacen


ejecutar incluso en contra de la voluntad del obligado, siempre con auxilio de la
autoridad de ejecución.
5.- El poder de documentación, mediante el cual el juez está facultado para
realizar actos judiciales que, al documentarse, constituyen un medio de
prueba en sí mismo

Las actuaciones del juez se registran en expedientes escritos, así como en video
grabaciones, que finalmente constituyen pruebas instrumentales de carácter
público.
Se distinguen las siguientes divisiones de la jurisdicción:

Recordemos a la jurisdicción como la función soberana del Estado, que se


desenvuelve siempre dinámica y viva a través de un proceso en donde hay un
conflicto de intereses con trascendencia jurídica, con pretensiones y resistencias,
cuyo fin último es resolver mediante la aplicación de leyes, tratados
internacionales, jurisprudencia, usos, costumbre y principios generales del
derecho; ésta es la genuina y verdadera jurisdicción, la jurisdicción contenciosa.

También conocida como procedimientos paraprocesales, es un conjunto de


procedimientos o tramitaciones que se someten al conocimiento del juez, quien
actúa como autoridad administrativa, pues el gobernado busca en la resolución
satisfacer una petición, y no una pretensión resistida. En estos procedimientos no
hay litigio que resolver; los gobernados acuden ante el juez por voluntad propia,
sin embargo, el juez actúa forzosamente porque la iniciación de la vía, la
autorización, el reconocimiento y la resolución del juez, están previsto en
disposiciones de una ley.
Por ejemplo…
La solicitud para la autorización de venta de un bien inmueble cuyo titular es
un menor de edad. Más aún, diversas leyes del notariado autorizan a los
fedatarios públicos para intervenir en algunas de ellas, en vez de al juez.
Para abordar en los tipos o clases de la jurisdicción que se ubican como divisiones
de la jurisdicción, realice la lectura del capítulo de Ovalle Favela en Teoría
general del proceso,“Jurisdicción y competencia”.
Existen casos como el de México, con estructura jurídico-política de república
federal, que son denominados por la doctrina como conflictos de atribuciones
competenciales porque coexisten e interactúan los poderes Ejecutivo, Legislativo
y Judicial en los niveles de gobierno federal, local y municipal; produciendo de
manera ineludible invasiones en sus atribuciones entre los distintos niveles y en
los diversos poderes.

La fracción I del artículo 105 constitucional y su Ley Reglamentaria faculta a


la SCJN para conocer de las clases de litigios y procesos llamados controversias
constitucionales. En esta misma línea, la fracción II dispone las acciones de
inconstitucionalidad como medio de control para impugnar normas de carácter
general y declarar, por la SCJN, también de manera general, la invalidez de
éstas.

En cuanto a los órganos jurisdiccionales independientes del Poder Judicial, se


reconoce a la justicia parlamentaria, la fiscal y administrativa, y la militar como
emanadas de órganos que no pertenecen al Poder Judicial, ni formal ni
materialmente; sin embargo, ejercen la jurisdicción acotada por su competencia
constitucional y legal.

Es así que podemos concluir que la jurisdicción es una función soberana del
Estado; una función pública, organizada y restringida en leyes o tratados
internacionales. Asimismo, la genuina jurisdicción es la contenciosa, pues el acto
jurisdiccional está destinado a dirimir un litigio o controversia.
Unidad 11. Competencia
 11.1. Concepto
o 11.1.1. Criterios rectores de la competencia
 11.2. Competencia objetiva
o 11.2.1. Cuestiones de competencia objetiva y forma de
resolverlas
 11.3. Competencia subjetiva
o 11.3.1. Cuestiones de competencia subjetiva y forma de
resolverlas
 11.4. Competencia local y competencia federal
 11.5. Competencia alternativa

Competencia
Introducción

La competencia es el límite a la función jurisdiccional que el Estado otorga a


determinados órganos, con la finalidad de que pueda decir el derecho en las
controversias concretas.

En esta unidad estudiará lo relativo a ella, su concepto, los criterios rectores y la


distinción entre la competencia objetiva y la competencia subjetiva, señalando
las formas de solución; también los criterios afinadores para determinarla, así
como las figuras procesales aplicables y relacionadas con la competencia
subjetiva.

Finalizaremos con los aspectos distintivos entre la competencia


local, federal y alternativa.

La importancia de identificar el concepto de competencia radica en que, a partir de


su análisis, es posible determinar quién conocerá de cada uno de los asuntos que
se plantearán, lo que permite acudir directamente ante el órgano jurisdiccional
para solicitar que dirima la controversia.
Desarrollo de contenido

Competencia
Competencia
Es el límite, la medida o la facultad por la cual válidamente un tribunal puede
ejercer jurisdicción. Si la jurisdicción determina la validez de la actuación de un
órgano estatal, la competencia es el límite o la facultad para ejercerla dentro de los
límites señalados por la constitución y las leyes.
Son tipos de competencia los siguientes:

Cuando analizamos los diversos aspectos relacionados con la competencia, o


bien, la posibilidad de clasificarlos, nos estamos refiriendo a los criterios
determinadores de la competencia; a continuación, los criterios de
la competencia objetiva:

Competencia en razón de la materia litigiosa

Se dirige a determinar la norma sustantiva que resolverá el litigio, sea civil,


mercantil, familiar, fiscal, agrario, etcétera, cuya sentencia estará a cargo de
los jueces competentes en esas materias, según las leyes sustantivas.

Competencia en razón de la cuantía

Se determina por el monto del litigio. Así, para los asuntos de mínima
cuantía se han creado juzgados que tramitan el proceso respectivo en un
juicio especializado con tendencia a la oralidad, a saber: jueces de mínima
cuantía, jueces de oralidad civil y familiar, jueces de delitos no graves.
El Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México es el encargado de
fijar una cantidad monetaria como límite para la competencia económica de
los juzgados antes anotados. Los juicios por delitos no graves se
determinan por la naturaleza de la pena, o en su caso por un máximo, de
las sanciones privativas de libertad. La cantidad monetaria se publica en el
mes de noviembre de cada año en el Boletín Judicial y en el Diario
Oficial de la Federación, para su aplicación el primer día hábil del año
siguiente.

Competencia por razón de grado

Recordemos que sólo hay tres instancias, la primera se inicia con


la demanda y termina con la sentencia; la segunda se inicia con
un recurso de alzada y concluye con la sentencia de segunda instancia;
y la tercera se desarrolla ante el recurso de casación, en nuestro sistema,
el juicio de amparo.

Competencia por territorio

Se observa en los estados y se forma por partidos o distritos judiciales


dentro de los cuales pueden actuar válidamente los juzgados. La
competencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
alcanza a toda la República, por ser el más alto tribunal. Recordemos que
la Ciudad de México tiene un único partido judicial.

Competencia por turno

El turno es determinado por la oficialía de partes de cada tribunal o juzgado


local o federal, que por riguroso turno se asigna el número de expediente y
el número de juzgado que resolverá el litigio.

Competencia por prevención

La prevención se presenta cuando existen dos o más tribunales juzgados


competentes para el conocimiento de algún asunto. El juez o tribunal que
primero conoce del asunto previene a los demás, determinando su
competencia, excluyendo a los restantes.

En cuanto al criterio determinador de la competencia subjetiva, el punto de


atención se centra en el sujeto que pide justicia, es decir, para fincar la capacidad
objetiva del órgano de juzgamiento se tiene en consideración la calidad o
condición personal de las partes involucradas en el pleito, observando alguna
relación de amistad, amor, parentesco u odio entre el juez y las partes, situación
que puede conducir a reclamar la parcialidad del juez por sostener alguna de
estas relaciones. La forma de solucionarse se presenta a través de la excusa o de
la recusación.

La excusa se presenta cuando el propio titular del órgano de juzgamiento


denuncia su relación y se excusa de seguir conociendo el asunto. La recusación la
promueve el directamente afectado, acreditando la relación existente entre el juez
y alguna de las partes.

Respecto a la competencia local y la federal, estando el país constituido en una


república representativa, democrática y federal, existen conflictos o controversias
que sólo corresponde conocer a los tribunales federales (materia y competencia
federales); otros deben ser resueltos por órganos jurisdiccionales de las
entidades federativas (materia y competencia locales). La competencia federal
es otorgada a los tribunales de igual naturaleza por leyes expedidas por el
Congreso de la Unión, según se desprende de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos(CPEUM). El conocimiento de la competencia estatal
o de la Ciudad de México de los tribunales requiere relacionar a la CPEUM
precisamente con las constituciones estatales y de la Ciudad de México, así como
con las leyes locales y las de la Ciudad.

Por otro lado, la competencia alternativa es la que tienen varios tribunales para
conocer de cierta clase de negocios; conforme a lo previsto en el artículo 104
constitucional, los tribunales de la federación conocerán de todas las
controversias civiles o mercantiles que se susciten sobre el cumplimiento y
aplicación de leyes federales o de tratados internacionales. Cuando sólo se
afecten intereses particulares, a elección del actor, podrán conocer de ellas los
jueces y tribunales del orden común de los estados o de la Ciudad de México,
además de los tribunales de la federación. También es denominada jurisdicción
concurrente, sin embargo, lo correcto es competencia concurrente.

Concluimos entonces que la competencia es el límite de


la jurisdicción. Asimismo, que la clasificación de la competencia y los criterios
para fijarla son determinantes para iniciar, desarrollar un proceso y, finalmente,
resolver la controversia por autoridad competente, tal como se ordena en
el artículo 16 constitucional.
TEORÍA DEL PROCESO
Unidad 12. Órganos jurisdiccionales y Jueces
 12.1. Actividad judicial y función jurisdiccional
o 12.1.1. El juzgador y su clasificación
o 12.1.2. Órganos unipersonales y órganos colegiados
o 12.1.3. Procedimiento para la elección de Ministros, Magistrados
y Jueces
o 12.1.4. Requisitos e inhabilidades
o 12.1.5. Garantías del Juzgador
o 12.1.6. Poderes del Juzgador
o 12.1.7. Responsabilidades del juzgador: Civiles y Penales. Faltas
oficiales
o 12.1.8. Organización del Poder Judicial del Fuero Común
o 12.1.9. Organización del Poder Judicial Federal

Introducción

Bajo el principio de división de poderes que rige en los modernos Estados


democráticos de derecho, el Poder Judicial tiene la función de impartir justicia, y
con ello la posibilidad de que los litigios puedan ser solucionados a través
del proceso. Dicha función posee grandes retos, porque los litigios son, en
cualquier sociedad, un reflejo de las problemáticas con que vive; por ello la
actividad judicial ha sido también muy atacada. El desarrollo de esta unidad le
permitirá identificar de manera general las atribuciones de los órganos
jurisdiccionales, así como reconocer qué procedimientos puede hacer valer en
caso de que se presente algún abuso en las facultades de éstos.

Asimismo, analizaremos la forma en que se organizan, estructuran y funcionan


los órganos jurisdiccionales federales y locales. El concepto y clasificación
de juzgador, su labor dentro del proceso jurisdiccional, el procedimiento para su
elección y las garantías que se establecen para asegurar que su labor será
imparcial y apegada a la Ley.
Órganos Jurisdiccionales y Jueces
Con el pensamiento de la ilustración, se hizo necesario considerar en
los Estados democráticos de derecho un mecanismo de equilibrio de los
poderes del gobierno, estableciendo tres funciones claramente diferenciadas,
como son la administrativa, la legislativa y la judicial o jurisdiccional.

Es en esta última donde centraremos la atención, en virtud de que la actividad


judicial involucra todas aquellas acciones necesarias para resolver las
controversias de calificación jurídica que se presentan en la sociedad.

Ha sido reconocido el término juzgador para designar a uno de los sujetos de la


relación jurídico-procesal que designa al tercero imparcial que resuelve
el litigio planteado por las partes. Al respecto, Alcalá-Zamora (1972: 120-121)
señala:

Niceto Alcalá-Zamora y Castillo


“Concebido el juzgador como “el tercero imparcial instituido por el Estado para
decidir jurisdiccionalmente y, por consiguiente, con imperatividad un litigio entre
partes”, dicho vocablo se erige en la base del polígono representativo del
mecanismo jurisdicente”.

Por otra parte, la clasificación del juzgador ha encontrado múltiples criterios,


entre los cuales encontramos los siguientes:
 Por el número de sus titulares: unipersonales o unitarios y
pluripersonales o colegiados.
Por el número de sus titulares: Se refiere al número de personas que
integran al órgano jurisdiccional.
Son unipersonales aquellos que tienen un solo miembro o titular.
Son colegiados aquellos órganos compuestos por varios titulares.
Señala al respecto Gómez Lara (1987: 180):

Cipriano Gómez Lara


“Por regla general, la primera instancia o grado se desenvuelve ante
tribunales unitarios y, la segunda instancia o grado ante órganos de
integración colegiada. Hay sin embargo, excepciones a la anterior regla,
porque existen órganos de apelación de tipo unitario, y órganos de primera
instancia, de integración colegiada, así, en el sistema judicial federal, los
tribunales unitarios de circuito, son órganos de apelación unipersonales, por
el contrario, existen, o han existido, órganos de primera instancia que tienen
una integración pluripersonal o colegiada, como en el caso de las Juntas de
Conciliación y Arbitraje, que están representadas por un representante
patronal, por un representante obrero y, por un representante
gubernamental”.

 Por su preparación: doctos o letrados y legos o profanos.


Por su preparación:
Son doctos o letrados aquellos titulares de los órganos judiciales que son
estudiosos y profesionales del derecho, que han recibido el título de alguna
universidad y que además cuentan con la autorización estatal respectiva
para ejercer la profesión jurídica.
Son legos o profanos aquellos que no son profesionales autorizados del
derecho y que no cuentan con reconocimiento universitario ni con
autorización gubernamental alguna para el ejercicio de las profesiones
jurídicas.

 Por sus funciones: instructores y jurisdicentes.


Por sus funciones:
Son instructores aquellos que reciben las peticiones de las partes,
conducen el proceso, preparan y asumen las pruebas, así como escuchan
los alegatos.
Son jurisdicentes los que deciden, aquellos que dictan sentencia.
Se distinguen los siguientes aspectos acerca de órganos jurisdiccionales y jueces:

I.- Procedimiento para la elección de ministros, magistrados y jueces

Dichos procedimientos son diversos porque cada constitución o ley orgánica


determina los requisitos y pasos que deben seguirse en dichos cargos, de acuerdo
a la distribución de competencias. Al respecto refieren los siguientes:

Constitución Política de los


Arts. 96 y
Estados Unidos
97
Mexicanos(CPEUM)

Arts. 110, Ley Orgánica del Poder


112, 113 Judicial de la
y 114 Federación(LOPJF)

II. Requisitos e impedimentos

Para acceder a los diversos cargos de los órganos jurisdiccionales a que nos
hemos referido, las disposiciones jurídicas de contenido procesal establecen una
serie de requisitos que deberán cubrir los aspirantes:

Art. 95 CPEUM

Arts. 106, 108


LOPJF
y 146

III. Garantías

Éstas refieren a una serie de prerrogativas a favor de los órganos jurisdiccionales,


a efecto de que cumplan de la mejor manera su función en el gobierno del Estado.

Para Ovalle Favela (2016: 239), por garantías judiciales se suele entender…
Garantías judiciales

El conjunto de condiciones previstas en la Constitución con el fin de asegurar, en


la mayor medida posible, el desempeño efectivo y justo de la función jurisdiccional.
Asimismo, Couture, citado por Ovalle Favela (2016: 239-240), agrupa las
garantías de los jueces en tres grupos:
a. Garantía de independencia, según la cual se debe permitir a los jueces
emitir sus resoluciones conforme a la propia certeza de los hechos y de
acuerdo con el derecho que estimen aplicable.
b. Garantía de autoridad, que hace posible que los juzgadores estén en
condiciones de lograr el cumplimiento efectivo de sus resoluciones.
c. Garantía de responsabilidad, que implica la posibilidad de responsabilizar
civil y penalmente a los juzgadores por los actos ilícitos que cometan en
ejercicio de sus funciones.
Sobre las dos primeras, la CPEUM dispone:
Artículo 17. […]
Las leyes federales y locales establecerán los medios necesarios para que se
garantice la independencia de los tribunales y la plena ejecución de sus
resoluciones.

IV. Poderes

En una de sus acepciones, la jurisdicción constituye una función del Estado, es


decir, pública, que tiene como principal objetivo la solución de los litigios
planteados por las personas a través de sus determinaciones de carácter
definitivo, que incluso pueden hacer ejecutar por medio de la fuerza.

En consecuencia, la función del juzgador implica un conjunto de poderes o


facultades para hacer justicia y, también, de hacer cumplir sus determinaciones
por medio de la fuerza del Estado, a efecto de lograr una sana convivencia en la
sociedad.

El imperio del cual está investido el juzgador para cumplir su función, se observa
durante todo el proceso a través de las denominadas medidas cautelares, como
la prisión preventiva tan discutida en nuestros días a razón de la reforma al
sistema de justicia penal, así como las medios de apremio y las correcciones
disciplinarias que serán materia de estudio en la parte final del presente curso.
V. Responsabilidades

Como todo servidor público, los miembros del Poder Judicial pueden cometer
faltas a sus obligaciones constitucionales y legales, teniendo como consecuencia
las responsabilidades del orden civil o penal, según sea el caso.

Al respecto la LOPJF sólo se refiere a las faltas administrativas en que pueden


incurrir los encargados de la administración de justicia en sus artículos 129 a 133.

Finalmente, debemos decir que para los supuestos de responsabilidades civiles y


penales de ministros, magistrados y jueces, será necesario atender lo previsto por
los códigos civiles y penales aplicables en cada caso específico de acuerdo a las
acciones u omisiones cometidas.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
Respecto a la organización del Poder Judicial del Fuero Común,
la Constitución Federal no prevé de manera específica los lineamientos en que
se conformarán los poderes judiciales de cada entidad federativa, pero de
manera general, la fracción III del artículo 116 lo aborda.

Así, la conformación del Poder Judicial de las entidades federativas se rige de


acuerdo con lo establecido por el congreso local a través de las constituciones
emanadas de dichos órganos legislativos.

Señala Ovalle Favela (2016: 236) que casi todas las constituciones locales
indican que el nombramiento de los magistrados de los tribunales superiores o
supremos de justicia de los estados debe ser hecho por el gobernador, con la
aprobación del congreso local. Algunas otras constituciones establecen el
nombramiento a cargo del congreso, ya sea a propuesta del gobernador, de los
ayuntamientos o sin que medie propuesta alguna. No obstante, en todos los
estados el marcado predominio del Poder Ejecutivo sobre el Legislativo, hace que
el poder efectivo para decidir el nombramiento de los magistrados resida en los
gobernadores.

En cuanto a la organización del Poder Judicial de la Federación, éste tiene


sustento en la Constitución Federal y se reglamenta a través de la LOPJF de
dicho poder al cual nos hemos venido refiriendo a lo largo de la presente unidad.

El artículo 94 de nuestra Carta Magna aborda lo referente al funcionamiento y la


composición del Poder Judicial Federal, la cual es la siguiente:
Las leyes federales y locales establecen los medios necesarios para garantizar la
independencia de los tribunales y la plena ejecución de sus resoluciones (CPEUM,
art. 17).
UNIDAD 13
Secretariado Judicial
Unidad 13. Secretariado Judicial
 13.1 Funcionarios judiciales
o 13.1.1 Clases de secretarios judiciales
o 13.1.2. Requisitos de ingreso
o 13.1.3. Funciones específicas
o 13.1.4. Garantías y responsabilidades de los secretarios
o 13.1.5. Empleados judiciales
o 13.1.6. Los auxiliares de la administración de justicia

Introducción

La presente unidad tiene como finalidad realizar un estudio de los auxiliares de la


administración de justicia, es decir, aquéllos servidores públicos o particulares en
los cuales se apoya el juzgador para resolver el conflicto sometido a su
consideración. Se hará especial énfasis en la figura del secretario judicial,
resaltando la importancia de sus funciones para el juzgado y los tipos de
funcionarios que, bajo dicho cargo, puede haber.

La labor que desempeñan los secretarios judiciales es imprescindible para que


funcione adecuadamente el Poder Judicial, pues son ellos los encargados de
realizar todas y cada una de las actuaciones dentro y fuera del órgano
jurisdiccional.

El juez o jueza no podrían actuar si no cuentan con el auxilio de los empleados


judiciales pues para que haya buenos resultados se requiere un trabajo conjunto,
buscando a toda costa cumplir con lo dispuesto en el artículo 17 constitucional.
Secretariado Judicial
Debido a las funciones que desarrolla en la administración de justicia,
el secretario judicial, normalmente denominado funcionario, es el colaborador
más importante del juez, actuando siempre bajo su subordinación en el ejercicio
de sus funciones. Para Ovalle Favela (2016, 265), se clasifica de la siguiente
manera:

1.- Secretario de acuerdos


Es el principal colaborador del juzgado, tiene a su cargo diversas funciones que de
manera general podemos resumir en: autorización de actuaciones judiciales con
su firma, debido a la fe pública con la cual se encuentra investido su cargo, así
como la realización de todos aquellos actos que tienen como principal objetivo el
desarrollo de los diversos procedimientos del proceso y que sean impulsados
por las partes contendientes.
2.- Secretario proyectista
Elabora los proyectos de sentencias para someterlos a la consideración del juez o
magistrado ponente. En la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
reciben el nombre de secretarios de estudio y cuenta de cada uno de los
ministros que la integran.
3.- Secretario actuario
Se encarga de desarrollar todos aquellos actos procesales de comunicación y
ejecución que deban realizarse fuera del local que ocupa el órgano jurisdiccional.
4.- Secretario conciliador
Tiene como principal función proponer a las partes alternativas de solución a la
controversia planteada, y generalmente se desempeña en juzgados civiles y en
materia familiar, como en el caso de la Ciudad de México.
Respecto a sus requisitos de ingreso, la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación (http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/lopjf.htm) (LOPJF),
prevé sobre las Salas de la SCJN:
I.- Secretario de acuerdos
La Ley establece…
Artículo 20. Cada Sala designará, a propuesta de su presidente, a un secretario
de acuerdos y a un subsecretario de acuerdos.

Cada Sala nombrará a los secretarios auxiliares de acuerdos, actuarios y personal


subalterno que fije el presupuesto, y resolverá lo relativo a las licencias,
remociones, suspensiones y renuncias de todos ellos.

El secretario de acuerdos, el subsecretario de acuerdos, los secretarios auxiliares


de acuerdos y los actuarios deberán ser licenciados en derecho, gozar de buena
reputación y no haber sido condenado por delito intencional con sanción privativa
de libertad mayor de un año; el subsecretario de acuerdos deberá tener, además,
por lo menos tres años de práctica profesional, y el secretario de acuerdos, cuatro
años.

II.- Secretario de Tribunal de Circuito

Es de mencionarse que el secretario de acuerdos y el secretario de


juzgado son independientes a los conciliadores, proyectistas y conciliadores, cada
uno tiene su propia función.
Artículo 107. Para ser secretario de tribunal de circuito se deberá contar con
experiencia profesional de al menos tres años y satisfacer los demás requisitos
exigidos para ser magistrado, salvo el de la edad mínima.

Los actuarios deberán ser ciudadanos mexicanos, en pleno ejercicio de sus


derechos, con título de licenciado en derecho expedido legalmente, gozar de
buena reputación y no haber sido condenado por delito intencional con sanción
privativa de libertad mayor de un año.

Los secretarios y actuarios de los tribunales de circuito serán nombrados de


conformidad con las disposiciones aplicables en materia de carrera judicial.

III.- Secretario de Juzgado


Artículo 109. Los secretarios de juzgado deberán contar con una experiencia
profesional de al menos tres años y satisfacer los mismos requisitos que para ser
juez, salvo el de la edad mínima.

Los actuarios deberán ser ciudadanos mexicanos en pleno ejercicio de sus


derechos, con título de licenciado en derecho expedido legalmente, gozar de
buena reputación y no haber sido condenados por delito intencional con sanción
privativa de libertad mayor de un año.

Los secretarios y actuarios de los juzgados de distrito serán nombrados conforme


a las disposiciones relativas a la carrera judicial.
Cuando la Ley menciona la palabra “secretario” por sí sola, está refiriendo a
cualquiera de los tres tipos, es decir, conciliador, proyectista o de acuerdos.
De manera general, los secretarios de acuerdos tienen como principal función
dar fe de la legalidad de los actos emanados de
los ministros, magistrados y jueces a los cuales se encuentran subordinados
jerárquicamente.

La Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, al respecto prevé:


Artículo 157. Las diligencias que deban practicarse fuera de las oficinas de la Suprema
Corte de Justicia o del Consejo de la Judicatura Federal se llevarán a cabo por el ministro,
consejero, secretario, actuario o juez de distrito que al efecto comisione el órgano que
conozca del asunto que las motive.
Artículo 158. Las diligencias que hayan de practicarse fuera de las oficinas de los
tribunales de circuito y de los juzgados de distrito podrán practicarse por los propios
magistrados o jueces o por los secretarios o actuarios que comisionen al efecto.
Fuera del lugar de la residencia de los tribunales de circuito, las diligencias se practicarán
por el magistrado de circuito o el juez de distrito o del fuero común del lugar donde habrá
de realizarse la diligencia, comisionados al efecto.
Fuera de la residencia de los juzgados de distrito, las diligencias podrán practicarse por el
mismo juez de distrito, por el del fuero común comisionado al efecto, o por el secretario o
actuario del juzgado de distrito.

Al ser un colaborador del juzgador, el secretario judicial cuenta con las mismas
garantías de los jueces, es decir, independencia, autoridad y responsabilidad, a las
cuales nos hemos remitido en la unidad anterior.

Una vez habiendo revisado los diversos cargos que conforman la carrera judicial, ahora
nos proponemos distinguirlos de los demás servidores públicos que también prestan un
servicio personal a los órganos jurisdiccionales, pero que no están adscritos a las
funciones sustantivas. Y es que, por exclusión, la LOPJF establece lo que se ha
entendido en la estructura burocrática a los empleados judiciales o personal de base,
que no participan en la mencionada carrera judicial, expresado en los artículos
180, 181 y 182.

Igualmente, respecto a los auxiliares de la administración de justicia, debemos


considerar que todas las personas se encuentran obligadas a colaborar en las actividades
de tal administración; sin embargo, de manera específica la doctrina ha clasificados a los
auxiliares en dos grandes grupos:
Particulares: Encuentran intervención en diversos procesos y procedimientos, como en el
caso de los denominados juicios universales, resultando de gran relevancia la
concurrencia de síndicos, interventores, y albaceas.
Autoridades: Existen diversas oficinas públicas que desarrollan funciones que repercuten
en la esfera jurídica de los litigantes en el proceso y procedimiento, pues resulta
innegable la trascendencia que tiene el Registro Civil, el Registro Público de la
Propiedad y del Comercio, el Ministerio Público o las diversas corporaciones de
policía.

Asimismo, existen oficinas que forman parte de los Poderes Judiciales Federal o de los
Estados que también desempeñan actividades auxiliares a la administración de justicia,
tales como el archivo judicial, la oficina de correspondencia u oficialía de partes.
Teoría del Proceso
UNIDAD 14
Unidad 14. Ministerio Público
 14.1. Concepto
o 14.1.1. Naturaleza jurídica
o 14.1.2. Fundamento constitucional
o 14.1.3. Clasificación
o 14.1.4. Funciones específicas
o 14.1.5. Atribuciones del Ministerio Público en los procesos
 14.1.5.1. Penales
 14.1.5.2. Civiles
 14.1.5.3. Familiares
 14.1.5.4. Juicio de amparo

Introducción

Dentro de las atribuciones conferidas al Estado, se encuentra la de prestar servicios a ciudadanos y


ciudadanas, entre los que podemos encontrar diversas funciones en representación de sus intereses. La
organización política debe encontrar una estructura administrativa acorde a la protección y respeto de
los derechos humanos de la población a la cual sirve.

Así, la seguridad de los ciudadanos constituye una prioridad que se logra con diversas instituciones estatales
y sus respectivas funciones. La representación de la sociedad encuentra una importante y compleja
estructura gubernamental en el Ministerio Público.
Esta institución, materia de la presente unidad, deberá ser analizada en cuanto a su naturaleza
jurídica administrativa y no jurisdiccional, como en ocasiones erróneamente se piensa. No obstante
ello, las recientes reformas constitucionales pretenden otorgarle una autonomía necesaria y exigida,
desde la misma sociedad y especialmente en el ámbito académico, lo cual es un requisito sine qua
non para un impecable ejercicio de sus atribuciones legales y constitucionales, como se analizará.

Además, no debemos pasar por alto las características procesales que le ha asignado el
ordenamiento jurídico al Ministerio Público, destacándose su intervención no sólo en procesos de
carácter penal, sino tutelando intereses de la sociedad en otras materias como en la familiar, civil,
mercantil o amparo.

Por tanto, en la presente unidad abordaremos a este sujeto procesal, a efecto de comprender su
naturaleza jurídica, sus funciones y su participación dentro del ámbito jurisdiccional, ya sea como
interviniente o como parte.
Ministerio Público
Dentro de las atribuciones del Estado moderno se encuentra la de representar
los intereses de la sociedad en diversos temas especiales. Así, la administración
pública se erige como una de los más importantes eslabones encargados de dar
protección y respeto a los derechos humanos de la ciudadanía.

El Ministerio Público surge formalmente en el siglo XVI en Francia, en donde a


los abogados del rey se les confirieron atribuciones fiscales y penales. En México,
en la primera mitad del siglo XIX se incluyó a los promotores fiscales dentro
del Poder Judicial, pero fue hasta la promulgación de la Ley de Jurados en
Materia Criminal para el Distrito Federal de 1869, cuando por primera vez
dichos funcionarios fueron considerados como representantes del Ministerio
Público (Ovalle, 2016: 270-272).

Definamos…
Ministerio Público

Para Fix-Zamudio (Ovalle, 2016: Ovalle Favela (2016: 276) lo concibe


275), éste constituye: así:

“…el organismo del Estado que “…es el órgano del Estado instituido
realiza funciones judiciales ya sea para investigar los delitos y ejercer la
como parte o sujeto auxiliar en las acción penal en contra de los
diversas ramas procesales, probables responsables de aquellos;
especialmente en la penal, y que así como para intervenir en los
contemporáneamente efectúa procesos y los procedimientos
actividades administrativas, como judiciales no contenciosos a través de
consejero jurídico de las autoridades los cuales se controviertan o apliquen
gubernamentales, realiza la defensa normas de orden público o se afecten
de los intereses patrimoniales del intereses de personas ausentes,
Estado o tiene encomendada la menores o incapaces.”
defensa de la legalidad”.

Resaltando el fundamento del Ministerio Público en nuestro país, es necesario


considerar que el texto constitucional de 1857consideró a un fiscal y a
un procurador general en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Por otra
parte, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) de
1917, en su artículo 21, estableció perfectamente que al Ministerio Público le
correspondía la persecución de los delitos tanto en la averiguación previa como en
el ejercicio de la acción penal.
Las reformas más importantes a la institución del Ministerio Público se ubican en
las publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio del
año 2008 y 10 de febrero del año 2014; en la primera quedó suprimido el
monopolio del ejercicio de la acción penal, dando la posibilidad a los particulares
para llevarlos a cabo (artículo 21 constitucional); respecto a la segunda, se
transforma la Procuraduría General de la República en una Fiscalía General de
la República, la cual estructuralmente es un órgano autónomo con personalidad
jurídica y patrimonio propios (artículo 102 apartado A). No obstante lo anterior, y
a pesar de encontrarse vigente este precepto, hasta el momento tanto la Cámara
de Senadores, como el presidente de la República, no han realizado la
designación de su titular y dado cabal cumplimiento a los dispuesto por el
constituyente permanente.

Es tal sentido, en nuestro país la institución del Ministerio Público ha ido


construyéndose a base de un lento aprendizaje en el cual su falta de autonomía
del Poder Ejecutivo no ha permitido, aún, que ejerza cabalmente las funciones
que tiene encomendadas constitucionalmente, de entre las cuales, las más
distintivas son las siguientes:
Investigación de hechos probablemente delictuosos

Es ejercida ante la presentación de una denuncia o querella de hechos


posiblemente constitutivos de delito, a efecto de realizar una investigación
autónoma y poder determinar si ejerce o no la acción penal en contra de
sujeto o sujetos que cometieron el delito o participaron en el mismo.

Ejercicio de la acción penal

Se determina a través de un pliego de consignación una vez que el


Ministerio Público ha recabado los datos de prueba indispensables para
tener saber que se ha cometido un hecho que la Ley señala como delito y
que la persona o personas imputadas lo realizaron o participaron en su
comisión. Durante el proceso penal, realiza actos de imputación y
acusación en las diversas fases procedimentales.

Participación en otros procesos

Interviene el Ministerio Público por disposición de la Ley cuando se


controvierten normas de orden público o intereses de personas ausentes,
menores o incapaces.
Antes del 15 de mayo de 1996, la Procuraduría General de la República, como
institución titular del Ministerio Público Federal, tuvo también como atribución
intervenir en aquellos negocios en los cuales la Federación fuera parte, pero tal
función fue conferida a la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal.

En consecuencia, tal vez la reforma más importante en la materia fue publicada en


el Diario Oficial de la Federación de 10 de febrero del año 2014, otorgando a la
función del Ministerial Público Federal una institución que denomina Fiscalía
General de la República, misma que debe ser autónoma, con personalidad
jurídica y patrimonio propios, en los términos del artículo 102 constitucional.

Sobre la clasificación del Ministerio Público en México podemos mencionar que,


atendiendo al principio de distribución de competencias establecido en
el artículo 124 de la CPEUM, se cuenta con una institución federal, como lo
hemos señalado, así como 32 instituciones locales en las entidades federativas.

Por otra parte, cabe señalar que, atendiendo a lo previsto por el artículo 13 de
dicho ordenamiento, se erige el Ministerio Público Militar para la disciplina
castrense, en función de la investigación y persecución de los delitos cometidos en
contra de dicha disciplina.
Para ilustrar esta clasificación, podemos atender al siguiente esquema:

Por los aspectos mencionados en la presente unidad podemos concluir que nos
encontramos en un momento decisivo de la institución del Ministerio Público en
México, ya que ahora se debe aspirar a dar eficacia al texto constitucional que ha
otorgado una anhelada característica de autonomía a las funciones que posee,
mismas que no han sido debidamente impactadas en la realidad. En esa tesitura,
resulta claro que en tanto no se ejerzan las funciones de investigación, ejercicio de
la acción penal, persecución de delitos ante los tribunales y las demás
atribuciones en procesos no penales con la debida independencia, este necesario
representante social seguirá siendo rehén de los intereses políticos de los
gobernantes en turno y seguirá tergiversándose su auténtica finalidad.

App PGJCDMX
Con el objetivo de dar un servicio más directo a la ciudadanía, la Procuraduría
General de Justicia ha desarrollado una aplicación que cuenta con diversas
funciones, entre ellas, realizar denuncias anónimas ante el Ministerio Público y
acceder al servicio MPTransparente, en el que es posible realizar búsquedas de
personas puestas a disposición del Ministerio, así como conocer la ubicación
donde se encuentran, entre otras funciones (Google Play, https://bit.ly/2xKR0c9).

La aplicación está disponible para Android y para IOS.

Teoría del proceso


UNIDAD 15
Unidad 15. Las Partes
 15.1. Concepto de parte en el proceso jurisdiccional
o 15.1.1. Parte formal y parte material
o 15.1.2. Sujetos de la litis y sujetos del proceso
o 15.1.3. Capacidad para ser parte y capacidad procesal
o 15.1.4. Litisconsorcio
o 15.1.5. Pluralidad de partes
o 15.1.6. Sustitución de partes

Introducción

La instauración del proceso jurisdiccional como forma heterocompositiva de solución de


conflictos, constituye una evolución en cuanto a la forma de resolver disputas o pugnas. En este
sentido, reviste particular importancia conocer qué personas o sujetos procesales pueden
intervenir en dicho proceso.
Tradicionalmente se han identificado tres sujetos fundamentales de todo proceso:
los contendientes y el tercero que resuelve o decide el proceso. Sin embargo, en el proceso
jurisdiccional no sólo confluyen las partes, es decir, los sujetos de derechos y obligaciones
directamente involucrados en la controversia, sino que también convergen distintos sujetos como
el juez, peritos, testigos, etcétera, teniendo cada uno de ellos su función y relevancia dentro
del proceso.

Las Partes
Una vez que hemos comprendido qué es el litigio y su relación con el proceso,
resulta útil referir el concepto parte, el cual es consustancial a la existencia de
dichos conceptos, al tratarse de su elemento subjetivo.

Si concebimos al litigio como un conflicto de intereses entre partes, una que


pretende y otra que resiste a esa pretensión, tenemos que los sujetos principales
de la relación jurídica procesal son…
la parte actora y la parte demandada, ya sea que se trate de una controversia
ordinaria civil o mercantil; quejoso y autoridad responsable, tratándose del juicio
de amparo; denunciante y acusado, inculpado o imputado, tratándose del
proceso penal, entre otros.
El aspecto relevante del concepto parte es que se trata de sujetos –personas
físicas o jurídicas- cuyos intereses legales son controvertidos en el proceso y
que serán afectados o beneficiados directamente por la sentencia que en su
momento llegue a dictarse. Mediante el proceso, las partes pretenden la tutela
jurídica de sus derechos subjetivos y asumen las cargas y responsabilidades
inherentes a cada etapa procesal.

Por otra parte, debe distinguirse entre…

Además, no todas las personas que tienen capacidad de ser parte pueden actuar
válidamente en el proceso. En todo caso, deberá verificarse que los sujetos del
proceso tengan capacidad para comparecer al juicio y realizar actos procesales
con efectos jurídicos válidos.

Una vez comprendido el concepto parte, debemos tratar la posibilidad de que en


el proceso exista pluralidad de partes, la cual se actualiza en dos supuestos:
Cuando la parte actora, la parte demandada o ambas, se integran por más
de una persona (litisconsorcio).
Cuando un tercero, con interés en el proceso, comparece para la defensa
de sus intereses particulares (intervención de terceros).
El litisconsorcio no es sinónimo de la pluralidad de partes en el proceso, sino
una de las dos situaciones por las que se puede actualizar ésta última. No
podemos usar indistintamente estos conceptos, porque la pluralidad de partes
también incluye la intervención de terceros.
Definamos... Definamos...
Pluralidad de partes Litisconsorcio

Es la situación procesal que ocurre “Recibe esta denominación el conjunto


cuando la parte actora o parte de personas que concurren con la
demandada se integran por más de calidad de parte actora o demandada
una persona, con intereses comunes en un solo proceso o en varios
(litisconsorcio); o bien, cuando un procesos acumulados dentro de un
tercero con interés en el proceso mismo procedimiento, cuando la
comparece en el proceso en defensa pretensión tiene su origen en un
de un derecho propio (intervención de vínculo común, el cual puede derivarse
terceros). de un mismo derecho u obligación
(cotitularidad del derecho o de la
obligación en litigio) o de la comunidad
de objeto o de causa, cuando las
pretensiones son diversas, lo que
implica su actuación en un plano de
igualdad dentro del proceso”
(Armienta, 2006: 171).

Por ello, en el proceso puede existir pluralidad de partes, lo que legalmente se


denomina litisconsorcio en sus diversos tipos:

La identificación del litisconsorcio en el proceso resulta de especial relevancia,


pues de ello depende que se integre correctamente la relación jurídica procesal,
emplazando al juicio a todas las partes interesadas, de modo que todos los
interesados defiendan su interés legal.

Finalmente, abordaremos el concepto sustitución procesal que, aunque produce


efectos análogos a la representación, no tiene las mismas consecuencias
jurídicas, porque el representante procesal obra en nombre ajeno; en cambio,
el sustituto procesal actúa en nombre propio y es parte en el juicio, responde de
las costas y es incapaz de declarar como testigo.
Definamos...
Sustitución procesal

Se trata de un fenómeno que se origina como consecuencia del otorgamiento a


una persona de la titularidad de un derecho ajeno, para el efecto de hacerlo valer
en juicio en su propio nombre.
En conclusión, la importancia de este tema radica en identificar debidamente el
concepto de parte en el proceso, al tratarse de los titulares de una pretensión o
contra pretensión, así como aquéllas otras personas a las cuales la Ley legitima
con tal carácter mediante la sustitución procesal.
Teoría del proceso
UNIDAD 16
Unidad 16. La Representación
 16.1. La Representación dentro del proceso
o 16.1.1. Representación voluntaria
o 16.1.2. Representación necesaria
o 16.1.3. Representante común
 16.1.3.1. Litisconsorcio
 16.1.3.2. Acciones Colectivas
o 16.1.4. Representación
 16.1.4.1. Materia penal
 16.1.4.2. Materia mercantil
 16.1.4.3. Juicio de amparo
o 16.1.5. Gestión judicial

Introducción

Las personas no siempre podemos actuar por nuestro propio derecho en defensa de nuestros
intereses. En muchas ocasiones requerimos de terceros que nos representen y que lleven ante
las instancias correspondientes la defensa y reclamo de nuestros derechos. Esto no solamente
ocurre en el caso de las personas físicas sino también de las denominadas personas morales.

Existen múltiples circunstancias por las que una de las partes no pueda actuar por sí en
el proceso y deberá designar un representante: ya sea que se trate de una persona menor de
edad, incapaz, una jurídica, porque se encuentre ausente o fuera del domicilio de la sede del
proceso, entre otras.

En tal sentido, la representación es ante todo una institución jurídica fundamental que tiene
aplicación en todas las ramas jurídicas y por ello resulta necesario conocer en qué consiste,
cuántos tipos de representación existen y cómo se encuentra regulada.
La Representación

Existen múltiples circunstancias en que las partes del proceso no pueden actuar
por sí mismas y deben designar un representante legal que actúe en su nombre
y representación, en defensa de sus intereses.

Ya sea que se trate de una persona menor de edad, una incapaz, una jurídica,
porque se encuentre ausente o fuera del domicilio de la sede del proceso –entre
otras diversas circunstancias-, las partes deberán designar un representante que
realice los actos procesales en su nombre a efecto de ejercer su derecho humano
de audiencia y no quedar en estado de indefensión.
Por ejemplo…
En materia sucesoria, la masa hereditaria es representada frente a terceros por
medio del albacea, quien cuenta con facultades legales para defender
en juicio los bienes de las personas herederas y/o legatarias.

Se les considera incapaces a las personas menores de edad, personas


que están sujetas a estado de interdicción (por ejemplo, por enajenación
mental incurable), entre otras.

En general, se trata de personas que gozan de los derechos que otorgan


las leyes, sin embargo, no pueden ejercerlos por sí mismos, sino que es
necesario que los hagan valer por medio de sus representantes legales.

Es importante precisar que la anterior es una explicación muy general sobre


el tema de la capacidad legal, ya que existen muchos otros supuestos en
los que se considera legalmente incapaz a los sujetos de derecho.

A manera de ejemplo se transcriben los siguientes artículos del Código


Civil Federal:

Artículo 22. La capacidad jurídica de las personas físicas se adquiere por el


nacimiento y se pierde por la muerte; pero desde el momento en que un
individuo es concebido, entra bajo la protección de la ley y se le tiene por
nacido para los efectos declarados en el presente Código.

Artículo 23. La minoría de edad, el estado de interdicción y demás


incapacidades establecidas por la ley, son restricciones a la personalidad
jurídica que no deben menoscabar la dignidad de la persona ni atentar
contra la integridad de la familia; pero los incapaces pueden ejercitar sus
derechos o contraer obligaciones por medio de sus representantes.

Artículo 450. Tienen incapacidad natural y legal:


I.- Los menores de edad;
II.- Los mayores de edad disminuidos o perturbados en su inteligencia,
aunque tengan intervalos lúcidos; y aquellos que padezcan alguna afección
originada por enfermedad o deficiencia persistente de carácter físico,
psicológico o sensorial o por la adicción a sustancias tóxicas como el
alcohol, los psicotrópicos o los estupefacientes; siempre que debido a la
limitación, o la alteración en la inteligencia que esto les provoque no puedan
gobernarse y obligarse por sí mismos, o manifestar su voluntad por algún
medio.

De esta manera queda evidenciada la importancia de la representación de las


partes en el proceso, siendo las formas más frecuentes de representación…

Representación voluntaria
Hablamos de voluntaria en aquellos casos en que el representante manifiesta su
voluntad para prestarla.
Representación legal o necesaria
Estaremos en presencia de ésta en aquellos supuestos expresamente previstos
en la Ley, como es el caso de las personas incapacitadas o las personas jurídicas,
por ejemplo.
Otro caso, tratándose de pluralidad de partes (litisconsorcio), es
el representante común.
Existe litisconsorcio cuando concurren varias personas en el mismo proceso con
la calidad de demandados, o existe pluralidad de partes demandadas
(litisconsorcio activo), o pluralidad de actores por una parte y demandados por otro
(litisconsorcio mixto).

Ahora bien, el representante común se designa cuando varios actores o varios


demandados acuden ante un órgano jurisdiccional, a efecto de que actúe ante la
autoridad jurisdiccional en su nombre, otorgándole todas las facultades de un
mandatario judicial para aducir dentro del proceso todo lo que considere que
redunda en beneficio de las partes cuya representación común ha asumido.

De esta forma, una vez designado, el representante común puede ofrecer


pruebas, interponer recursos, formular alegatos y realizar cualquier actuación en
beneficio de sus representados dentro del proceso. Sin embargo, a efecto de
desistir del juicio, generalmente se requiere consentimiento expreso de los demás
representados.

Por ejemplo…
Un caso muy específico de representante común lo encontramos en las acciones
colectivas -reguladas en el Código Federal de Procedimientos Civiles (CFPC)-,
quien se encuentra legitimado para promover en defensa de las pretensiones cuya
titularidad corresponda a una colectividad de personas, así como para el ejercicio
de las pretensiones individuales cuya titularidad corresponda a los miembros de
un grupo de personas integrado por al menos treinta miembros.

En cualquier supuesto en el que nos encontremos, debemos tener presentes los


casos de representación legal y su regulación prevista en la legislación adjetiva o
procesal, pues de ello dependerá la legalidad o validez de las actuaciones de las
partes.

Tratándose de la materia penal, mercantil e inclusive el juicio de amparo, se


permite a las partes que designen autorizados para que promuevan a su nombre
dentro del juicio, ofrezcan pruebas y formulen alegatos. No obstante, se exige que
dichos autorizados cuenten con título o cédula legalmente autorizada para ejercer
la profesión de Licenciado en derecho.

Finalmente, conviene destacar una institución jurídica de carácter relevante


denominada gestión judicial, la cual se encuentra regulada en algunas
legislaciones procesales para promover en defensa del interés cualquiera de las
partes –actor, demandado o terceros llamados a juicio-.

Es importante tener presente que, tratándose de la materia mercantil, la


designación de abogados autorizados sólo tiene efectos dentro del proceso
ordinario y no se extiende a otro tipo de juicios –como es el juicio de amparo-,
caso en el cual el autorizado, en términos amplios, no tendrá legitimación para
promoverlo, al ser éste autónomo e independiente, pues así lo ha sostenido
la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación:

Interpretación de la Ley
Vaya a la página del Semanario Judicial de la Federación y lea las siguientes
jurisprudencias:
 “Amparo directo en materia mercantil. El autorizado por las partes en
términos del artículo 1069, párrafo tercero, del código de comercio, no está
facultado para promover aquel juicio a nombre de su autorizante”
(Jurisprudencia común, 1a./J. 97/2013 [10a.]).
 “Amparo indirecto en materia mercantil. el autorizado por las partes en
términos del artículo 1069, párrafo tercero, del código de comercio, no está
facultado para promoverlo a nombre de su autorizante” (Jurisprudencia
común, 1a./J. 108/2013 [10a.]).
Por ejemplo…
En materia local, el Código de Procedimientos Civiles
(http://www.aldf.gob.mx/codigos-107-4.html) para la Ciudad de México(CPCDF)
la prevé expresamente en su artículo 50, y para su regulación remite a las
disposiciones del Código Civil de la Ciudad de México, en materia de gestión de
negocios, regulada en sus numerales 1896 a 1909.
Recordemos que la gestión de negocios permite que una persona se encargue
de un asunto de otro, sin mandato y sin estar obligado a ello; algunas de sus
características más importantes son las siguientes:

Tan pronto como sea posible, deberá dar aviso de su gestión al dueño.

El gestor debe desempeñar su encargo con toda la diligencia a efecto de


evitar un daño inminente al dueño y sólo responde en caso de dolo o falta
grave.

Si la gestión se ejecuta contra la voluntad del dueño, deberán repararse


los daños y perjuicios que resulten.

Si el gestor realiza operaciones arriesgadas, responde aun del caso


fortuito.

El gestor tiene derecho a cobrar los gastos por el ejercicio de su encargo


e intereses legales, pero no a cobrar retribución por el desempeño de su
gestión.

La ratificación pura y simple del dueño produce todos los efectos del
mandato.
Como hemos visto a lo largo de esta unidad, la representación de las partes es
de suma trascendencia en el proceso, pues de ello depende que puedan realizar
actos jurídicamente válidos –por conducto de sus legítimos representantes- y estar
en aptitud de obtener una sentencia favorable.

Sin perjuicio de lo anterior, no debemos perder de vista que la legitimación


procesal de los representantes legales también constituye un presupuesto
procesal que deberá ser analizado en el proceso, incluso oficiosamente, a fin de
integrar correctamente la relación jurídica procesal entre las partes en litigio.
Unidad 17. Los Terceros en el Proceso
 17.1. Concepto de tercero
o 17.1.1. Clasificación de los terceros
 17.2. Las tercerías
o 17.2.1. Concepto
o 17.2.2. Clasificación
o 17.2.3. El tercero interesado
o 17.2.4. La coadyuvancia en el proceso penal

Los Terceros en el Proceso


Introducción

El proceso no es estático, sino dinámico, en él intervienen, además de las partes,


otros sujetos a los que la doctrina ha denominado como terceros ajenos a la
relación sustancial. Sin embargo, existen otros terceros que no son ajenos a
dicha relación, ya que las determinaciones que se dicten en el proceso
jurisdiccional pueden afectar su esfera jurídica.

Asimismo, existen otros sujetos procesales a los que se denomina terceristas y


que también participarán haciendo valer un derecho dentro del proceso
jurisdiccional en que no son parte.

Conocer cada uno de los sujetos procesales que intervienen en el proceso, así
como la función que cada uno puede desempeñar es indispensable para el
adecuado conocimiento y seguimiento de un proceso jurisdiccional.
Los Terceros en el Proceso
Actor y demandado no son las únicas partes que actúan dentro del proceso, sino
que éstas interactúan con otros sujetos que se denominan terceros.
Terceros
En ese sentido, serán terceros aquellas personas que no son parte en el proceso.
Respecto a su clasificación, podemos distinguir la siguiente:

Adicionalmente a estos terceros ajenos a la relación jurídica sustancial, existen


otros terceros, denominados terceristas, que sí tienen interés en el litigio ya que
la decisión puede afectar sus bienes o derechos.

De esta manera, los terceros que son llamados al juicio coadyuvan con alguna de
las partes originales para obtener una sentencia conforme a sus intereses.

Las tercerías pueden ser:


Por otro lado y de acuerdo con el artículo 5, fracción III, de la Ley de
Amparo (http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/lamp.htm) una de las partes
en el juicio de amparo se denomina tercero interesado, cuya naturaleza jurídica
es la de un tercerista coadyuvante de la autoridad responsable con interés
contrario al del quejoso.
Recordemos que la litis en el juicio constitucional consiste en determinar si el acto
reclamado es o no inconstitucional y si afecta los derechos humanos de la parte
quejosa.
Por esta razón, el tercero interesado tiene interés en la subsistencia de dicho acto,
ya sea porque él lo haya gestionado o porque tenga interés jurídico en su
subsistencia.
Por ejemplo…
Algunos ejemplos de tercero interesado son: la contraparte del quejoso si el acto
reclamado deriva de un procedimiento seguido en forma de juicio; y la víctima u
ofendido del delito o quien tenga derecho a la reparación del daño y el Ministerio
Público que haya intervenido en el procedimiento penal del cual derive el acto
reclamado, siempre que no tenga el carácter de autoridad responsable.
Finalmente, en materia penal otro ejemplo de tercería coadyuvante es la víctima
u ofendido, quien tiene interés directo en que se sancione al probable responsable
de la conducta delictiva y se obtenga la reparación del daño.

Los derechos fundamentales de la víctima u ofendido se encuentran contenidos en


el artículo 20, apartado C, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos (CPEUM), entre los que se encuentran:
Recibir asesoría jurídica.
Ser informados de sus derechos.
Coadyuvar con el Ministerio Público.
Que sean recibidos sus datos o elementos de prueba.
Recibir atención médica y psicológica de urgencia.
Que se repare el daño causado.
Se resguarde su identidad y otros datos personales, y a
Solicitar las medidas cautelares y providencias necesarias para la
protección y restitución de sus derechos, entre otros.
Finalmente, es importante señalar que la correcta distinción de estos conceptos
permitirá delimitar la suma de facultades que tienen los terceros en el proceso y la
trascendencia de su actuación en el litigio, pudiendo coadyuvar con las partes en
la defensa de sus pretensiones, o bien, contradecirlas alegando un mejor derecho
frente a ellas.
Unidad 18. Proceso Jurisdiccional
 18.1. Definición de proceso
o 18.1.1. Características. Su función
o 18.1.2. Teorías que explican su naturaleza jurídica
o 18.1.3. Escrito
o 18.1.4. Oral
o 18.1.5. En línea
 18.2. Los principios procesales
o 18.2.1. Su trascendencia
o 18.2.2. Su manifestación en la ley procesal
 18.3. Acumulación procesal
o 18.3.1. Especies
o 18.3.2. Escisión procesal
o 18.3.3. Suspensión del proceso
o 18.3.4. Interrupción del proceso
o 18.3.5. Extinción del proceso

Proceso Jurisdiccional
Introducción

Frente a las primitivas formas de solución de conflictos surge el proceso


jurisdiccional como medio racional para resolver disputas o controversias.

La posibilidad de dirimir tales controversias ante una autoridad jurisdiccional abre


paso a la certidumbre jurídica y a la imparcialidad de las resoluciones.

En tal virtud, es de suma importancia conocer todas las implicaciones del proceso
jurisdiccional, pues resulta de fundamental interés y utilidad para todos los
estudiosos del Derecho.
Proceso Jurisdiccional
Proceso
Esta palabra deriva del latín processus, que tiene como significado “acción de ir
hacia adelante o transcurso del tiempo”.
Dicho lo anterior, debemos tener claro que el significado que aquí nos interesa es
en el área jurisdiccional. Entendemos por jurisdicción
Jurisdicción
Una facultad que es otorgada por las leyes a ciertos órganos –órganos
jurisdiccionales- que en un territorio en específico conozcan de controversias
derivadas de llevar a la práctica el derecho.
Ahora bien, entendemos por proceso jurisdiccional
Proceso jurisdiccional
Conjunto de actos que, a través de diversas fases y dentro de un lapso específico,
llevan a cabo dos o más sujetos entre los que ha surgido una controversia, a fin de
que un órgano con facultades jurisdiccionales aplique las normas jurídicas
necesarias para resolver dicha controversia, mediante una decisión revestida de
fuerza y permanencia, normalmente denominada sentencia (Suprema Corte de
Justicia de la Nación, 2003: 10).

Existen distintas teorías que explican la naturaleza jurídica de un proceso, a través


de las cuales podemos darnos idea del inicio de existencia de una controversia y
de la necesidad de crear una figura jurídica como es el proceso jurisdiccional.

Existe la teoría del proceso vista como un contrato, como un cuasicontrato, como
relación jurídica, como una situación jurídica, como pluralidad de relaciones, vista
como entidad jurídica compleja e incluso quienes ven a la teoría del proceso como
una institución. La importancia de analizar cada una de ellas es entender, como al
principio se dijo, la naturaleza jurídica de la necesidad de su existencia.

Debemos tener claro que existen distintas formas a través de las cuales podemos
dilucidar un litigio, actualmente existen tres tipos:
Uno de los temas más importantes en esta unidad y que cualquier estudiante del
Derecho debe tener claro, es el de los principios procesales, pues éstos son
manifestados en la Ley procesal debido a su trascendencia, pues a pesar de ser
teoría, como en la mayoría de los casos en el derecho, la teoría es plasmada en
las leyes para ser aplicadas día a día, llevarlas a la práctica en sí.

PRINCIPIOS PROCESALES

1.- Principio dispositivo


Dependen de las partes el inicio y continuidad del proceso hasta su final.
2.- Principio de congruencia en las sentencias
Consiste en que lo establecido en las sentencias encuentra correspondencia con
cada uno de los puntos cuestionados en el litigio sometido al conocimiento del
Juez.
3.- Principio de economía procesal
Establecer reglas necesarias que permitan que la decisión que resuelva el
conflicto de intereses planteado se dicte con el menor gasto y empleo de recursos
humanos y en el menor tiempo posible.
4.- Principio de concentración
Las cuestiones incidentales que surjan dentro del proceso se resuelvan en la
sentencia definitiva, al mismo tiempo que se deciden las cuestiones incidentales.
5.- Principio de igualdad de las partes
Las partes deben recibir exactamente el mismo trato por parte del Juez al
momento de hacer valer sus derechos y ejercer sus defensas.
6.- Principio de legalidad
Que la autoridad –Juez- no puede actuar con desapego a aquello para lo que lo
faculten las normas jurídicas.
7.- Principio de probidad
Las partes deben de actuar en el proceso de buena fe, sin incurrir en actos de tipo
fraudulento.
8.- Principio de publicidad
Presencia del público, pues incide en la imparcialidad y la equidad con que debe
conducirse el Juez.
9.- Principio de impulsión procesal
Son las partes –actora y demandada- quienes en forma exclusiva deben impulsar
las distintas etapas que componen al proceso.
También es importante tener en cuenta definiciones como la de acumulación
procesal, los distintos tipos de especies que existen, en qué consiste la escisión
procesal, la suspensión del proceso, interrupción y extinción del proceso,
conceptos que a simple vista se pensaría que son sinónimos o figuras similares
pero jurídicamente hablando son figuras distintas que podemos ubicar en distintas
etapas procesales, por lo que se deben tener claras para que en la práctica no
exista confusión y el sentido de las sentencias siempre tengan resultados
favorables.
Consulte el capítulo 54 “Eventualidades procesales: acumulación de partes, de
pretensiones y de expedientes; conexidad; litispendencia y atractividad; escisión
de procesos” de Gómez Favela, en su Teoría general del proceso.
Unidad 19. Proceso y Procedimiento
 19.1. Proceso, juicio y procedimiento
o 19.1.1. Deslinde de los conceptos
o 19.1.2. Necesidad de las formas procesales
 19.1.2.1. Escrito
 19.1.2.2. Oral
 19.1.2.3. En línea
o 19.1.3. Forma y contenido de los actos procesales
 19.2. Formalidades esenciales del procedimiento
o 19.2.1. Concepto y jerarquía
 19.3. Procedimientos paraprocesales
o 19.3.1. Competencia Económica
o 19.3.2. Propiedad Intelectual
o 19.3.3. Materia Administrativa
o 19.3.4. Instituto Nacional Electoral
Proceso y Procedimiento
Introducción

En la práctica jurídica es común escuchar que se utilicen indistintamente las


palabras proceso y procedimiento para querer indicar la misma cosa. Sin
embargo, los tratadistas de la teoría del proceso han aclarado que el proceso es
un todo, que a su vez contiene diversos procedimientos.

Asimismo, no todo procedimiento necesariamente debe ser jurisdiccional. En


cualquier caso, y sin importar la rama jurídica en que se desarrolle cada
procedimiento, se deberán cumplir los requisitos y formalidades que establezca la
ley de la materia.
Desarrollo de contenido

Proceso y Procedimiento
Esta unidad es de suma importancia pues, como se indicó en la introducción, es
común que en la práctica jurídica se utilicen las
palabras proceso, juicio y procedimiento como si se trataran de sinónimos,
siendo figuras distintas que guardan diferencias entre sí y que son esenciales para
la materia, pues al tener clara cada una de ellas, se puede disolver una
controversia de la mejor forma.

En la unidad anterior pudimos estudiar aquello en lo que consiste un proceso


jurisdiccional, por lo que se debe tener claro que la palabra juicioindica la
participación de la autoridad en este caso jurisdiccional –juez- al que las partes
confían su conflicto de intereses por ser éste un perito en la materia para
resolverlo de forma imparcial al dictado de la sentencia.

Por otra parte, se debe tener claro que un litigo es sinónimo


de controversia o conflicto de intereses entre dos o más personas; sin éste no
puede existir el proceso, pues es a través de él que se llegará a un probable
resultado favorable.

Procedimiento y proceso
Muchos tratadistas indican que el procedimiento “es el conjunto de actos que se
verifican en la realidad, dentro de un proceso, que habrá sido instaurado a causa
de un litigio” (SPJN, 2003:14). Por otra parte, que el procedimiento es una
especie y el proceso un género, estando íntimamente vinculados entre sí.
Como vimos en la unidad anterior, existen distintas formas procesales en las que
se puede llevar un procedimiento:
Escrita
Esta forma es la más común; se dice que es por escrito cuando
las pretensiones y resistencias se hacen constar por escrito. Dicho carácter suele llevar consigo
que los actos procesales se realicen en un orden preestablecido por las leyes. Además, implica
que el juez no se encuentre personalmente en todos los actos, sino que, por el contrario, se vayan
acumulando en un expediente cada una de las actuaciones para el estudio del asunto y así la
autoridad competente dicte la sentencia correspondiente.

Oral
Se dice que el procedimiento es oral cuando se lleva a través de la palabra hablada, aunque no se
lleven a cabo todas las actuaciones de esa forma, es decir, a pesar de que el dictado de la sentencia
sea de forma escrita, si la mayoría de las actuaciones se llevan de forma oral, entonces debemos
identificarlo como un proceso oral.

En línea
Actualmente existen medios electrónicos que permiten que la justicia del país sea repartida por
igual en un sistema incluyente y con más cercanía, pues el uso de medios electrónicos facilita que
sin importar donde se encuentren las partes, puedan tener acceso a la justicia de forma igualitaria.

Por último, existen procedimientos que vale la pena mencionar,


llamados paraprocesales, los cuales no llevan el mismo procedimiento que en el
resto de las materias o instituciones, pues son llevados por autoridades distintas
al Poder Judicial de la Federación (PJF) pero que están íntimamente vinculados,
es decir, están emparentados con el proceso, cercanos a él, pero no son en sí
procesos porque carecen de alguna de las características que poseen los
procesos.

Por ejemplo…
Un ejemplo claro de este tipo de procedimientos son los llevados a través de
instituciones como el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI),
“organismo público descentralizado con personalidad jurídica, patrimonio propio y
autoridad legal para administrar el sistema de propiedad industrial en nuestro país”
(IMPI, www.gob.mx/impi), que es el encargado de llevar los asuntos en materia
de propiedad intelectual desde el inicio hasta su fin.

Otro ejemplo es el Instituto Nacional Electoral (INE) que se encarga de los


juicios relacionados con temas electorales, los cuales son llevados en el Tribunal
Electoral del PJF.

Por otro lado, también existe un tribunal especializado para la substanciación de


los juicios en materia administrativa –juicios de nulidad- como es el Tribunal
Federal de Justicia Administrativa (TFJA), el cual fue creado a partir de la
entrada en vigor de la Ley de Justicia Fiscal en 1973, derogada por el Código
Fiscal de la Federación (CFF), la cual otorga competencia al gobierno federal,
estableciendo con ello que pertenece al Poder Ejecutivo Federal (TFJA,
www.tfja.gob.mx); y juicios de competencia económica, que gozan de distintos
tipos de juicios muy parecidos a los jurisdiccionales, pues tienen su base en la
misma teoría, pero que, por tratarse de diversas materias y tipos de juicios, se
ubican como procedimientos paraprocesales.

Como conclusión se debe decir que, esta unidad es de suma importancia pues,
todos los conceptos abordados en esta unidad –a pesar de que sean conceptos
sencillos- son definiciones básicas y elementales que todo estudiante del derecho
debe tener claros.
Unidad 20. Tiempo y Proceso
 20.1. Tiempo en la actividad procesal
o 20.1.1. Las etapas procesales
o 20.1.2. Preclusión
 20.2. Caducidad de la instancia
 20.3. Prescripción

Tiempo y Proceso
Introducción

Todo proceso jurisdiccional consta de diversas etapas, las cuales a su vez se


subdividen en distintas fases en las que se desarrollan tanto actos como hechos
jurídicos. En consecuencia, deviene en elemental el conocimiento de tales
divisiones y subdivisiones, ya que, dada su formalidad, no sé podrá realizar en una
etapa lo que debió llevarse a cabo en otra.

Cabe señalar que, atendiendo a la rama jurídica de que se trate, cada proceso
jurisdiccional tendrá sus propias particularidades. Sin embargo, en términos
generales, existen reglas que se repetirán en cada proceso jurisdiccional y cuyo
conocimiento o desconocimiento puede implicar desde la pérdida de un derecho
procesal hasta el fracaso de las pretensiones de una de las partes en el litigio.
Desarrollo de contenido

Tiempo y Proceso
Primeramente, es necesario señala que las palabras plazo y término son
utilizadas muchas veces como sinónimos, aunque guarden diferencias entre sí.

Definamos...

Término
Plazo
Es un periodo de tiempo que es
El intervalo o periodo de tiempo
dividido en dos, es decir, cuando
durante el cual se puede realizar una
inicia el mismo y cuando vence o
acción dentro de un juicio.
termina.

Es de suma importancia que las personas estudiosas del derecho identifiquen la


diferencia entre ambas para facilitar la práctica del derecho y evitar un mal
desempeño en la actividad procesal.

En lo que refiere al proceso, existen dos etapas en las que se divide todo
procedimiento jurisdiccional:
En ésta se encuentran todos los actos procesales tanto del tribunal como
de las partes en conflicto.

En esta etapa se inicia el juicio como tal, pues se procede al dictado de la


sentencia y su notificación a las partes.

Es aquélla en la que las partes realizan manifestaciones -


pretensiones y resistencias-, siendo la etapa con la que se inicia el
proceso, pues en ella las partes presentan demanda, contestación de la
demanda, y en ciertos casos, la reconvención –cambio de partes, donde el
demandado pasa a ser parte actora y el actor parte demandada-.

Como su nombre lo indica, en esta fase la autoridad jurisdiccional admite


todos los medios probatorios, es decir, toda prueba que apoye su dicho.

En ésta ya se encuentra el juicio preparado para la comparecencia de la


celebración de la audiencia –alegatos-, ya se admitieron pruebas y se
desahogaron, por lo que termina el periodo de instrucción, que algunos
tratadistas identifican como preparación y se hace citación a las partes del
dictado de la sentencia correspondiente, pasando a la segunda etapa
procesal, el juicio.
Ahora bien, dentro del juicio se encuentran distintas figuras como son
la preclusión, la caducidad de la instancia y la prescripción, las cuales por el
simple paso del tiempo producen efectos jurídicos a las partes.

Preclusión
Pérdida o extinción de derechos procesales.

Esta figura jurídica puede darse de dos formas:

La caducidad de la instancia es, por otro lado…


Caducidad de la instancia
Modo de extinción de un derecho por el simple transcurso del tiempo. No puede
suspenderse y opera de oficio, es decir, sin petición de alguna de las partes.

Finalmente, se entiende por prescripción…


Prescripción
La pérdida o ganancia de derechos u obligaciones por el simple transcurso del
tiempo.

De acuerdo a nuestra legislación, puede ser:


Como puede observarse, estas figuras a su vez pueden subdividirse en dos,
de buena fe y de mala fe, acerca de los cuales la Ley de la materia hace la
diferencia de tiempo en una y otra. Se adquieren derechos de buena fe en 5
años, y si llegara a ser de mala fe, se necesita de 10 años para adquirirlos.
¿Con qué asignaturas puedo relacionar estos temas?
El tema acerca de la prescripción es estudiado en la unidad 4 “La Posesión y La
Prescripción” de la asignatura Bienes y Derechos Reales.
Es de gran importancia la clara identificación distinción entre las figuras y
conceptos abordados en la presente unidad, puesto que serán utilizados por usted
a lo largo de su vida profesional.
Unidad 21. Hechos y Actos Procesales
 21.1. Concepto de acto jurídico procesal
o 21.1.1. Requisitos. Clasificación
o 21.1.2. Negocio jurídico-procesal
o 21.1.3. Hecho jurídico dentro del proceso

Hechos y Actos Procesales


Introducción

Existen diversos acontecimientos dentro del proceso jurisdiccional, los cuales


provocan consecuencias sobre el mismo. Algunos de esos acontecimientos
tendrán relación directa con la voluntad humana y otros con factores ajenos a ella.
A los primeros, la teoría del proceso les ha denominado actos procesales, y a
los segundos, hechos procesales.

En la práctica procesal ocurren con mayor frecuencia actos procesales que


hechos procesales –por ser necesaria la intervención de la voluntad de laspartes-,
sin embargo, conviene distinguir las diferencias entre unos y otros; y en el caso de
los actos procesales, también será necesario conocer la forma en que se
manifiestan y los requisitos que deben cumplir para su existencia.
Desarrollo de contenido

Hechos y Actos Procesales


Es de suma importancia identificar correctamente las características de dos
conceptos con tanta trascendencia en el mundo jurídico como es el hecho y
el acto jurídico, así como las similitudes y diferencias entre ambos.
Acto jurídico procesal
Acto jurídico emanado de las partes, susceptibles de crear, modificar o extinguir
efectos jurídicos –derechos y obligaciones.

El maestro Ovalle Favela (2016: 303) define a ambos:

Actos procesales
Hechos procesales
“Como se denomina a tales
Son aquellos en los que no interviene
acontecimientos cuando aparecen
la voluntad de las partes y que su
dominados por una voluntad humana
existencia produce algún efecto
idónea para crear, modificar y
jurídico dentro del proceso.
extinguir derechos procesales”.

Ahora bien, dentro de un proceso se pueden dar hechos y actos que producen
efectos jurídicos sobre la relación procesal y los que intervienen en ella, las
partes.

El principal requisito de los actos jurídicos es la voluntad de las partes


(Expresa o Tácita), pues es precisamente ésta la que determina la existencia del
mismo. En cambio, los hechos procesales no tienen su origen en dicha voluntad,
sino que suceden por ciertas circunstancias ajenas a ésta, por ejemplo, la muerte
de una de las partes en caso de tratarse de una persona física, la pérdida del
expediente, de capacidad, entre otros, pues su existencia produce efectos dentro
del proceso.

Los actos procesales se pueden clasificar de distintas formas, la clasificación más


común y práctica entre los distintos autores es aquella que atiende a las partes
que intervienen en un juicio:
Actos de petición

Las partes expresan sus pretensiones, reclamación o excepción; por


ejemplo: demanda, reconvención, contrademanda, consignación,
acusación.

Actos de prueba

Tienen como principal objetivo la obtención de certeza del juzgador sobre


los fundamentos de hecho de la pretensión del actor, de la excepción, de la
defensa, entre otros; por ejemplo, las pruebas ofrecidas en el juicio.

Actos de alegación

Como su nombre lo dice, son los alegatos, es decir, las partes manifiestan
su dicho de hecho y de derecho con el fin de que el dictado de la sentencia
por parte del juzgador les beneficie.

Actos de impugnación

Son los actos por medio de los cuales las partes combaten la actuación del
órgano jurisdiccional con el fin de que sea revisado en varias instancias
para que tengan oportunidad de ser modificados, revocados o confirmados.

Actos de disposición

Son actos por virtud de los cuales las partes tienen plena disposición de sus
bienes o derechos controvertidos en el proceso; por ejemplo: el
desistimiento de la acción, la firma de un convenio, el pago voluntario de lo
reclamado.

Con la presente unidad es evidente la necesidad de identificar claramente a los


diversos actos procesales existentes dentro de un juicio: todo proceso está
contenido de distintos actos procesales, los cuales tienen consecuencias jurídicas.
Unidad 22. Lugar y Sede de los Actos Procesales
 22.1. Sede judicial
 22.2. Lugar de realización de los actos procesales
 22.3. En línea
 22.4. Derechos, deberes, expectativas y cargas procesales

Lugar y Sede de los Actos Procesales


Introducción

La presente unidad tendrá como objetivo principal explicar algunas


especificaciones del acto procesal, la forma en que deben realizarse dentro de un
tiempo y cumplir con todos los requisitos que exija la Ley para su realización.

El proceso jurisdiccional posee indudablemente un carácter formal, por lo tanto,


sólo podrá realizarse en determinados lugares y por determinadas personas, salvo
las excepciones que la propia Ley establece.

Todos estos elementos deberán ser analizados y considerados por las partes y el
propio juez, quienes intervienen en el proceso jurisdiccional, ya que, si un acto
procesal no cumple con los requisitos exigidos por la Ley, puede estar afectado de
invalidez, o bien, de nulidad.
Desarrollo de contenido

Lugar y Sede de los Actos Procesales


La palabra sede viene del latín sedes, que significa asiento o lugar donde se
realiza una actividad en específico, por lo que sede judicial es el recinto donde se
encuentra la autoridad jurisdiccional, ya sea del Poder Judicial de la
Federación, Poder Ejecutivo, etcétera. Dicha sede es el lugar principal donde se
realizan los actos procesales, dicho de otra forma, es el domicilio de un órgano
jurisdiccional.
Existen algunas excepciones para la realización de actos procesales dentro de la
sede judicial, algunos de los cuales se mencionan a continuación de forma
enunciativa, mas no limitativa:
Embargos
Lanzamientos
Pruebas
Recabar una testimonial a una persona que no pueda trasladarse al órgano
jurisdiccional

La razón por la que se decidió definir un lugar para su realización fue para atender
a la necesidad de que las partes, al celebrar un acto procesal, deben contar con
las mismas garantías y derechos, por lo que, atendiendo a la garantía
de igualdad, se deben celebrar los actos procesales en lugares en específico,
designados por la autoridad competente, teniendo como resultado que las partes
tengan certeza de lo actuado.

Dado que el derecho es cambiante y mutable, se debe adaptar a cada sociedad


en el tiempo y lugar indicado, por lo que, considerando esa adaptación de la
sociedad actual, se implementan los juicios en línea, los cuales, por su propia
naturaleza son sumarios y de fácil acceso a cualquier integrante de la sociedad.
Ahora bien, respecto a los derechos, deberes y cargas procesales de las partes,
se debe atender a la definición en general y entenderse como derechos que la Ley
otorga para realizar un acto dentro de un procedimiento; son actos procesales que
realizamos para obtener resultados procesales favorables de acuerdo al interés
legal de cada parte. Las partes deben cumplir con todas ellas para el verdadero
funcionamiento procesal.

De modo ejemplificativo se mencionan algunas cargas procesales de las partes


dentro de un acto procesal:
Impuso procesal
Contestación de la demanda
Ofrecimiento de pruebas
Alegatos
Agravios

Finalmente, se debe decir que el ideal es que las partes cumplan con todas las
cargas procesales para la eficiencia y eficacia de los órganos jurisdiccionales y así
obtener resultados favorables dentro de un juicio. No olvidemos que una de las
finalidades principales del derecho es la de regular distintas conductas dentro de
una sociedad en específico, por lo que, atendiendo aquella necesidad de adecuar
el derecho a la realidad, surge la figura de la sede, lugar o domicilio de los actos
procesales, junto con la figura de los juicios en línea, por la eficiencia de los
medios tecnológicos.
Unidad 23. Nulidad de los Actos Procesales
 23.1. Concepto
o 23.1.1. Grados de nulidad
o 23.1.2. Principios que la rigen
o 23.1.3. Formas de promoverla
o 23.1.4. Nulidad procesal relativa
o 23.1.5. Nulidad procesal absoluta

Nulidad de los Actos Procesales


Introducción

La sanción que se establece para aquellos actos jurídicos que no cumplen con los
requisitos que exige la Ley, es la nulidad. La nulidad procesal es un tema
fundamental, ya que las partes o el propio órgano jurisdiccional la invocan con
frecuencia.

A pesar de lo anterior y de ser una institución muy antigua, ha sido confundida con
otras figuras que también existen en el proceso jurisdiccional, o bien se ha
utilizado de manera inadecuada y en muchos casos con la intención de alargar un
proceso. Por lo tanto, por ser una figura trascendente conviene conocer todas sus
modalidades y efectos.
Desarrollo de contenido

Nulidad de los Actos Procesales


Referirse a la nulidad de actos procesales es atender a la eficacia o ineficacia de
éstos, pues decir que un acto procesal es ineficaz, necesariamente significa que
no producen los efectos previstos en la Ley.

Recordemos que para la celebración de un acto procesal válido, y por ende,


eficaz, todos los actos procesales deben ser realizados por sujetos que gozan de
competencia o capacidad necesaria para su celebración, atendiendo a lo
estipulado en Ley respecto a la forma, tiempo y lugar. Por consiguiente, un acto
procesal es considerado ineficaz en aquellos casos en los que hay ausencia de
alguno de los tres elementos antes mencionados.

Existen distintos grados de nulidad: la inexistencia, nulidad absoluta y la nulidad


relativa. Atendiendo al dicho de Eduardo Couture (Ovalle, 2001: 297): “se han
distinguido tres grados de ineficacia: en primer grado de ineficacia máxima, la
inexistencia; en segundo grado, capaz de producir determinados efectos en
condiciones muy especiales, la nulidad absoluta; y en un tercer grado, con
mayores posibilidades de producir efectos jurídicos, la nulidad relativa”.
Por otra parte, existen algunos principios que rigen la nulidad procesal, los cuales
son (Ovalle, 2016: 326-327):
Ahora bien, las formas de promover la nulidad en actos procesales son a través
de:

Por lo general, ésta es la forma en cómo se tramita la nulidad


de actuaciones judiciales.

En ese sentido, recordemos que los incidentes son pequeños juicios que se
siguen dentro de un juicio principal, los cuales se concretan -la litis- en la demanda
incidental de la parte promovente, la contestación de la parte contraria de la
promovente y la resolución, es decir, la sentencia.

Ahora bien, cabe agregar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación señala
que dichos incidentes no pueden promoverse después de pronunciada la
sentencia que causó ejecutoria, cuando se impugnan las actuaciones anteriores a
la sentencia, pues de admitir ese supuesto destruiría la firmeza de la cosa
juzgada.

A través de este medio de impugnación se puede reclamar la


nulidad de los actos judiciales anteriores al dictado de la sentencia. El
momento que da a lugar este tipo recursos dependen de la materia de que se
trata; por ejemplo, en el proceso civil procede sólo en los casos en que el apelante
haya tenido conocimiento de la actuación con fecha posterior a la fecha del
dictado de la sentencia.

Por otra parte, en los juicios en materia penal se admite que se reclame la nulidad
de actuaciones con motivo de la interposición de la apelación, por medio de lo que
se denomina la reposición del procedimiento.
Este tipo de recursos permite reparar vicios de forma
extraordinaria; por ejemplo, en los casos en que se quiera promover la nulidad de
todo un proceso a través de un proceso posterior, cuando el proceso principal
haya sido fraudulento.

Después del análisis de la presente unidad tenemos como resultado un


conocimiento de derecho práctico que fácilmente será aplicado todos los días,
laboralmente hablando. Después del presente análisis le será más fácil identificar
los grados de inexistencia en los actos jurídicos, por lo que obtendrá las
herramientas suficientes para tener la debida preparación como jurista.
Unidad 24. Prueba
 24.1. Concepto
o 24.1.1. El derecho probatorio
o 24.1.2. Importancia y finalidad de la actividad probatoria
o 24.1.3. Objeto, necesidad y carga de la prueba
o 24.1.4. Medios de prueba
o 24.1.5. Apreciación de la prueba

Prueba
Introducción

La prueba es un elemento de fundamental importancia en el proceso


jurisdiccional, ya que, a través de ella que las partes pueden demostrar las
afirmaciones realizadas en el propio proceso.

Lo anterior es así, en virtud de que en un Estado democrático de derecho no


basta con la mera afirmación o acusación de una de las partes, sino que es
necesario probar o demostrar que ésta tiene un fundamento no sólo legal sino de
facto, es decir, comprobable en los hechos.

La importancia de aportar pruebas en el proceso radica en que la decisión


contenida en la sentencia siempre deberá justificarse en los hechos que fueron
demostrados y en las normas y principios jurídicos vigentes, por ser uno de los
requisitos del derecho fundamental a la seguridad jurídica, consagrado en
los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

Así, es indispensable conocer qué es necesario probar y cómo operan las reglas
de la carga de la prueba en las partes que intervienen en un proceso jurisdiccional,
los tipos de prueba y en qué consisten.
Desarrollo de contenido

Prueba
En el proceso, los medios de prueba tienen como finalidad llevar al juez el
convencimiento sobre los hechos que debe tener en cuenta para sus decisiones.
Prueba
“El uso de la palabra prueba se limita a los procedimientos instituidos por el juez
para la comprobación de los hechos controvertidos (afirmados y no admitidos)”
(Carnelutti, 1982: 43).

Sobre este concepto, el artículo 79 del Código Federal de Procedimientos


Civiles (CFPC) dispone lo siguiente:
Artículo 79. Para conocer la verdad, puede el juzgador valerse de cualquier
persona, sea parte o tercero, y de cualquier cosa o documento, ya sea que
pertenezca a las partes o a un tercero, sin más limitaciones que las de que las
pruebas estén reconocidas por la Ley y tengan relación inmediata con los hechos
controvertidos.

Los tribunales no tienen límites temporales para ordenar la aportación de las


pruebas que juzguen indispensables para formar su convicción respecto del
contenido de la litis, ni rigen para ellos las limitaciones y prohibiciones, en materia
de prueba, establecidas en relación con las partes.
De acuerdo con dicho precepto legal, prueba puede ser todo dato o indicio que
pueda demostrar los hechos afirmados por las partes y aquellos que sean
necesarios para la debida resolución del proceso.

Así, la autoridad que conoce del proceso necesariamente debe allegarse de


elementos mínimos de prueba para conocer los hechos que dan origen
al litigio, con la finalidad de que, en su momento, pueda estar en aptitud de
resolverlo.
La importancia de aportar pruebas en el proceso radica en que la decisión
contenida en la sentencia siempre deberá justificarse en los hechos que fueron
demostrados y en las normas y principios jurídicos vigentes, por ser uno de los
requisitos del derecho fundamental a la seguridad jurídica, consagrado en
los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos (CPEUM).
Los siguientes son conceptos relacionados con la actividad probatoria:

a) Cuando se habla de objeto de la prueba nos referiremos a lo que se puede


probar en el proceso, es decir, todos los hechos que pueden ser jurídicamente
demostrados.
b) El tema o necesidad de la prueba involucra lo que en cada proceso deberá
ser demostrado, esto es, los hechos que sostienen la pretensión de una de las
partes y la resistencia de la otra, sobre los cuales deberá decidirse el litigio; y,
finalmente,
c) La carga de la prueba que es lo que cada parte tiene interés en probar para
obtener éxito en el proceso y que sirven de fundamento a sus pretensiones o
excepciones.

De lo hasta aquí expuesto, podría considerarse que sólo los hechos pueden ser
objeto de prueba, pero no la Ley.

Dicha afirmación es exacta, hasta cierto punto, pues el artículo


86 del CFPC señala que sólo los hechos están sujetos a prueba, así como los
usos o costumbres en que esté fundado el Derecho.

No obstante, si se trata de derecho extranjero, el artículo 86 BIS del mismo


código adjetivo, dispone que las partes deben alegar su existencia y contenido, e
incluso, los jueces o tribunales nacionales podrán valerse de informes oficiales
solicitados al Servicio Exterior Mexicano, lo que pone en evidencia que sólo está
exento de prueba el derecho positivo nacional.

Por otro lado, en materia civil federal, la Ley reconoce a los siguientes
como medios de prueba:

En general, reconoce a todos aquellos elementos aportados por los


descubrimientos de la ciencia.
En lo que respecta a la apreciación de la prueba, cabe mencionar que existen
dos sistemas generalmente aceptados en materia probatoria:
Sistema legal: Para éste, prueba, en sentido jurídico, es la demostración de la
verdad formal o judicial, o la fijación formal de los hechos discutidos.
Sistema de libre apreciación de la prueba: Éste se refiere a la verdad material.
Sin embargo, puede ocurrir que se mezclen estos dos sistemas dependiendo del
medio de convicción de que se trate, pues en algunos casos el legislador ha
establecido los límites y el valor probatorio que deben tener algunas pruebas,
como los documentos públicos. En otro tipo de pruebas, se permite al juzgador
valorar según su libre apreciación, como sucede en el caso de la prueba pericial.
Unidad 25. Resoluciones Judiciales
 25.1. Concepto y clasificación de las resoluciones judiciales
o 25.1.1. Audiencias, presenciales y a través de medios
electrónicos
o 25.1.2. Sentencias, presenciales y a través de medios
electrónicos
o 25.1.3. Requisitos de las sentencias
o 25.1.4. Sentencia sujeta a impugnación
o 25.1.5. Laudo arbitral

Resoluciones Judiciales
Introducción

En el proceso jurisdiccional existen diversas decisiones que emite el órgano


jurisdiccional, las que en términos generales se denominan resoluciones
judiciales. Dichos actos procesales se refieren a simples determinaciones de
trámite, pueden decidir cualquier punto dentro del negocio o decidir el fondo del
asunto, según sea el caso, y están sujetas al cumplimiento de diversos principios
entre los que se encuentran el de congruencia, legalidad y exhaustividad.

Generalmente las resoluciones judiciales se expresan por escrito y mediante el


cumplimiento de las formalidades exigidas por la Ley, lo cual constituye un límite al
poder del órgano jurisdiccional, lo que brinda seguridad jurídica a las partes dentro
del proceso jurisdiccional; sin embargo, tratándose de los procesos orales, se
faculta a los titulares de los órganos jurisdiccionales para que emitan dichos actos
de manera verbal, cumpliendo en todo caso con los requisitos constitucionales de
fundamentación y motivación.
Desarrollo de contenido

Resoluciones judiciales
El Código Federal de Procedimientos Civiles clasifica a las resoluciones
judiciales en:

Decretos

Son decretos si se refieren a simples determinaciones de trámite. Ejemplo:


las recaídas a las solicitudes de designación de domicilio, de autorizados de
las partes, la solicitud de copias del expediente, la designación de peritos,
testigos, entre otras.

La característica fundamental de este tipo de resoluciones es que no


necesitan estar motivadas, al no decidir ningún punto dentro del proceso.

Autos

Son autos cuando deciden cualquier punto dentro del negocio. Ejemplo: las
resoluciones recaídas a los recursos interpuestos dentro del proceso, las
cuestiones incidentales (falta de personalidad, nulidad de notificaciones,
objeción de documentos); la imposición de medidas de apremio dentro del
proceso, entre otros supuestos.

Como puede advertirse, lo que distingue a los acuerdos de los decretoses


que sí requieren estar fundados y motivados toda vez que se deciden
diversos temas dentro del proceso, previos a la resolución de la litis
principal.

Sentencias

Las sentencias son resoluciones judiciales que deciden el fondo del


proceso y deben cumplir con determinados requisitos, a saber:

 Al igual que los autos, deben estar fundadas y motivadas, conforme


a los principios de legalidad y seguridad jurídica tutelados por
los artículos 14 y 16 de la Constitución Federal, deben constar por
escrito, con firma autógrafa y ser emitidos por la autoridad
legalmente competente.
 Deben ser congruentes con las peticiones de las partes (congruencia
externa) y en su contenido (congruencia interna).
 Otros requisitos formales que deberán contener son: estar
redactadas en idioma español; contener el lugar y fecha, así como el
nombre de la autoridad que la emite (juez o magistrado y secretario
que autoriza), nombres de las partes contendientes, número de
expediente, cantidades escritas con letra, no contener raspaduras o
enmendaduras.

Otro acto procesal de especial relevancia es la audiencia del juicio, la cual se


rige bajo el principio de inmediación procesal que se traduce en el contacto
directo del juez con los sujetos procesales para la recepción de los diferentes
medios probatorios dentro del proceso.

Por regla general las audiencias se llevan a cabo de manera presencial; sin
embargo, existe la posibilidad de que su desahogo se lleve a cabo por medios
electrónicos, siempre y cuando se garantice previamente la identidad de los
sujetos que intervengan en dicho acto, como es el caso del Código Nacional de
Procedimientos Penales (véanse los artículos 51 y 450).

Es importante señalar que las implementaciones tecnológicas no sólo han influido


en el desahogo de audiencias por medios diferidos, sino en general a todo el
desarrollo del proceso por medios electrónicos a través de la obtención de firmas
electrónicas que identifican a las partes para la presentación de promociones,
interposición de recursos y envío de notificaciones por correo electrónico.

Asimismo, las autoridades jurisdiccionales también se encuentran autentificadas


por medio de firmas electrónicas institucionales que dan valor probatorio a sus
resoluciones judiciales.

Dichas sentencias emitidas por medios electrónicos, generalmente son notificadas


por esta misma vía (a través de correo electrónico, usualmente o en la propia
plataforma de la Institución gubernamental) y pueden ser recurridas o impugnadas
por este mismo medio.

Por otro lado, las sentencias sujetas a impugnación son aquellas que cumplen
con diversos requisitos:

Deben ser resoluciones judiciales que no hayan causado estado, esto es,
que no hayan sido consentidas expresamente por las partes.
Que puedan ser legalmente recurridas, y
Que causen perjuicio al recurrente.
Este último aspecto es de especial relevancia, ya que las partes sólo pueden
impugnar aquellas resoluciones judiciales en la parte que afecta su esfera
jurídica.

Mención especial merece el laudo arbitral, pues al no tratarse formalmente de


una sentencia, para ser ejecutada incluso en la vía coactiva requiere homologarse
ante una autoridad jurisdiccional.

No obstante, el laudo arbitral debe cumplir con los mismos requisitos de la


sentencia judicial que ya hemos mencionado en párrafos precedentes, al gozar de
las mismas características de las resoluciones judiciales.
Unidad 26. Cosa Juzgada
 26.1. Concepto
o 26.1.1. Aspectos formal y material
o 26.1.2. Límites objetivos y subjetivos
o 26.1.3. Cosa juzgada
 26.1.3.1. Materia civil
 26.1.3.2. Materia penal
o 26.1.4. Cosa juzgada refleja

Cosa Juzgada
Introducción

La cosa juzgada no es sólo un concepto jurídico relevante de la teoría del


proceso, sino que constituye una institución jurídica de principal importancia, toda
vez que responde a la garantía de seguridad jurídica, lo que nos permite saber
que no podrán eternizarse los procesos jurisdiccionales, sino que necesariamente
tendrán un fin.

Así, una vez que se ha dictado sentencia en un proceso jurisdiccional y esta


resolución es definitiva, es decir, cuando se han agotado todos los recursos
destinados a impugnarla, se dice que se trata de cosa juzgada, esto implica que
la decisión tomada por el juzgador es irrevocable.

Sin embargo, la cosa juzgada posee un aspecto formal y otro material, además de
tener límites objetivos y subjetivos que es necesario conocer para un
entendimiento completo de dicha figura jurídica.
Desarrollo de contenido

Cosa juzgada
El fundamento constitucional de la cosa juzgada se encuentra contenido en
los artículos 14, segundo párrafo, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos (CPEUM) y 17, tercer párrafo, del propio ordenamiento
legal.

La razón de ser de esta institución procesal se justifica en los principios


constitucionales de seguridad y certeza jurídica, de manera que lo decidido en una
sentencia firme ya no es susceptible de discutirse, en aras de salvaguardar la
garantía de acceso a la justicia prevista en el segundo párrafo del artículo 17 de
la Constitución Federal, pues los gobernados tienen el derecho legítimamente
tutelado a que los órganos jurisdiccionales resuelvan los conflictos que se
someten ante ellos y a que se garantice la ejecución de sus fallos.

Conforme a lo hasta aquí expuesto, la cosa juzgada implica dos consecuencias:

Cabe señalar que la cosa juzgada también encuentra límites objetivos y


subjetivos:

Límites objetivos

Son "los supuestos en los cuales no puede discutirse en un segundo proceso lo resuelto
en el anterior". (Jurisprudencia materia común, P./J. 86/2008).

Límites subjetivos

"Se refieren a las personas que están sujetas a la autoridad de la cosa juzgada, la que
en principio sólo afecta a quienes intervinieron formal y materialmente en el proceso
(que por regla general, no pueden sustraerse a sus efectos) o bien, a quienes están
vinculados jurídicamente con ellos, como los causahabientes o los unidos por solidaridad
o indivisibilidad de las prestaciones, entre otros casos. (Jurisprudencia materia común,
P./J. 86/2008).
Es importante señalar que “existen otros supuestos en los cuales la autoridad de
la cosa juzgada tiene efectos generales y afecta a los terceros que no intervinieron
en el proceso respectivo como ocurre con las cuestiones que atañen al estado civil
de las personas, o las relativas a la validez o nulidad de las disposiciones
testamentarias, entre otras”. (Jurisprudencia materia común, P./J. 86/2008).

En materia civil, el Código Federal de Procedimientos Civiles (CFPC) establece


que “la cosa juzgada es la verdad legal, y contra ella no se admite recurso ni
prueba de ninguna clase, salvo los casos expresamente determinados por la ley”,
(art. 354).

Asimismo, señala que habrá cosa juzgada cuando la sentencia cause ejecutoria,
entendida como aquélla que no admita recurso alguno, o que, admitiéndolo, no
fuera recurrida o se haya declarado desierto el recurso o hubiera desistido el
recurrente de él; y cuando la sentencia sea consentida expresamente por las
partes. (CFPC, art. 356-357).

Por otro lado, en materia penal, el Código Nacional de Procedimientos


Penales (CNPP) dispone que el cumplimiento pleno de las obligaciones de los
acuerdos reparatorios hace las veces de una sentencia ejecutoriada.

Con relación a las sentencias condenatorias, se prevé en el propio código la


anulación de la sentencia ejecutoria en los casos siguientes (art. 487):
Artículo 487 […]

I. Cuando el sentenciado hubiere sido condenado por los mismos hechos en


juicios diversos, en cuyo caso se anulará la segunda sentencia, y

II. Cuando una ley se derogue, o se modifique el tipo penal o en su caso, la pena
por la que se dictó sentencia o la sanción impuesta, procediendo a aplicar la más
favorable al sentenciado.

Finalmente, es importante mencionar que la propia Suprema Corte de Justicia


de la Nación(SCJN) ha desarrollado el concepto “cosa juzgada refleja” y la ha
definido como:
Cosa juzgada refleja
Aquellas situaciones especiales en que no puede oponerse la excepción de cosa
juzgada porque no hay identidad del objeto del juicio y de las partes.
Menciona la Tercera Sala de la SCJ (tesis aislada, reg. 240485):
Interpretación de la Ley
…sin embargo, no puede negarse la influencia que ejerce la cosa juzgada del
pleito anterior sobre el que va a fallarse, la cual es refleja porque en la sentencia
ejecutoriada fue resuelto un aspecto fundamental que sirve de base para decidir la
segunda reclamada en amparo directo a efecto de impedir que el juzgador dicte
sentencias contradictorias, donde hay una interdependencia en los conflictos de
intereses, es decir, ‘una liga inescindible entre las relaciones jurídicas,
determinada por el derecho sustancial, ofrece el fenómeno de que juzgada la
relación que aparece formando parte, como presupuesto o premisa de la relación
condicionada, influye, se refleja, produce efectos en ésta, de modo positivo o de
modo negativo siempre reflejante’, como lo afirma el tratadista J. Ramón Palacios
Vargas en su obra La Cosa Juzgada.
Unidad 27. La Impugnación de las Resoluciones Judiciales
 27.1. Teoría general de la impugnación
o 27.1.1. Clasificación de las vías impugnativas
o 27.1.2. Breve análisis de las principales figuras impugnativas

La Impugnación de las Resoluciones Judiciales


Introducción

La impugnación de las resoluciones judiciales constituye un límite a la


arbitrariedad de los juzgadores ya que significa la posibilidad de controvertir una
decisión jurisdiccional, esto significa que, ante decisiones infundadas o carentes
de razonamientos jurídicos, o ante aquellas que resulten contrarias a los intereses
de una de las partes o de los terceros, existe la posibilidad de combatir su validez
y legalidad.

Sin embargo, no todos los actos de la autoridad jurisdiccional son impugnables, y


en todo caso, existen diferentes medios de impugnación. Por tanto, resulta
fundamental conocer cuáles son estos medios y cómo se clasifican para poder
estar en posibilidad de aplicarlos correctamente, ya que en la práctica jurídica se
suele promover un medio de impugnación cuando el aplicable era otro.
Desarrollo de contenido

Teoría general de la impugnación


La impugnación de los actos de autoridades jurisdiccionales tiene como finalidad
la preservación del Estado de Derecho en su vertiente relacionada con los
principios de legalidad y seguridad jurídica.

Los recursos y medios de impugnación tienen como objetivo la revisión de una


conducta que se estima ilegal, a fin de que un órgano superior o de mayor
jerarquía –aunque puede ser la misma autoridad la que lo resuelva-, determine si
se transgredió en su perjuicio alguna norma legal.

A partir de estas ideas, podemos destacar los siguientes principios:


Principio de
especificidad

Todas las actuaciones de la autoridad jurisdiccional deben estar previstas en la Ley,


de modo que si los actos y resoluciones judiciales no se apegan a ella, es posible
que se reclame su nulidad.

Principio de
trascendencia

El recurso o medio de defensa sólo procederá cuando la violación alegada sea de


tal magnitud que haya dejado sin defensa a alguna de las partes en el proceso.
Dicho principio justifica que en algunos casos no se reclame la nulidad de algunos
actos que, aun y cuando se hayan dictado en contravención a la Ley, en realidad no
afecten algún derecho subjetivo o procesal de las partes.

Principio
de protección

La afectación ocasionada por un acto ilegal debe trascender o afectar la esfera de


derechos de la parte recurrente, de modo que sólo serán recurribles aquellos actos
o resoluciones que causen perjuicio a alguna de las partes en el proceso.

Principio de
convalidación

Permite que las acciones judiciales no impugnadas en la actuación inmediata


siguiente sigan surtiendo plenos efectos legales. Se trata de un consentimiento
tácito de la parte afectada.
Finalmente, el hecho de no interponer el recurso o promover el medio de defensa
procedente en la etapa procesal oportuna, dará lugar a la pérdida del derecho
para impugnar las violaciones cometidas durante el proceso, es decir, a
la preclusión procesal.

Los medios de impugnación pueden clasificarse de la siguiente manera:

Medios de impugnación
Medios Ordinarios y Horizontales y Recursos y
administrativos extraordinarios verticales medios de
de impugnación defensa
o medios
jurisdiccionales
de impugnación

Se trata de la Los primeros son En los primeros, la Mientras que los


autoridad que instrumentos que autoridad emisora primeros son
conoce y impugnan del acto medios de
resuelve el medio decisiones que impugnado adopta impugnación
de impugnación. aún no tienen la el doble carácter previstos en la ley
calidad de cosa de autor y revisor que rige el
juzgada; en del mismo; por su proceso, los
cambio, los parte, los medios medios de
extraordinarios se de impugnación impugnación son
dirigen a impugnar verticales son de carácter
decisiones que resueltos por una extraordinario y
constituyen cosa autoridad diversa generalmente dan
juzgada. y jerárquicamente lugar a nuevos o
superior a la ulteriores
emisora del acto. procesos.

No es posible sentar reglas generales o definir las características de todos los


recursos y medios de impugnación pues su análisis deberá realizarse siempre
conforme a la ley vigente y a la materia de que se trate, a continuación,
revisaremos las principales figuras impugnativas.
Recurso de revocación

Es de carácter horizontal y se interpone contra aquellas resoluciones de primera


instancia que no admitan expresamente el recurso de apelación –acuerdos de mero
trámite que no trascienden en la sentencia-.

Recurso de aclaración de sentencia

Tiene como objetivo eliminar errores o incongruencias en el contenido de la sentencia. A


través de éste no pueden cambiarse, complementarse o mejorarse las consideraciones
que rigen la decisión final.

Recurso de apelación

Es uno de los medios de impugnación más importantes en las legislaciones procesales y


tiene como objeto la revisión del acto o resolución impugnada en una instancia superior,
pues se trata de un recurso de carácter vertical.

Apelación adhesiva

Es una especie de apelación secundaria, tiene como objetivo que la parte vencedora –a
quien favorece el acto impugnado- exponga razonamientos para mejorar las
consideraciones de la autoridad jurisdiccional. Dicho recurso supone la admisión de la
apelación principal, interpuesta por la parte vencida en juicio.

Recurso de queja

Procede generalmente contra resoluciones que causan perjuicio trascendente a las


partes, distintas a la sentencia, como son: el acuerdo que desecha o se niega a admitir
la demanda y las interlocutorias dictadas en la ejecución de sentencia, entre otras.

Denegada apelación

Es un medio de impugnación para obtener la revocación del auto que desechó la


apelación.

Otros medios de impugnación

Entre ellos encontramos los incidentes que son procedimientos paralelos al principal,
cuya finalidad es corregir una situación irregular o un desvío en el proceso y el juicio de
amparo, como un medio de control constitucional tutelar de los derechos humanos de los
particulares.
Conforme a lo anterior, no cabe duda que el conocimiento de los recursos y
medios de defensa es de especial relevancia para las partes en cualquier proceso,
pues constituyen un medio eficaz para exigir, de las autoridades jurisdiccionales,
el respeto a los principios de legalidad y seguridad jurídica.

De esta manera, no basta que las leyes procesales establezcan derechos y


obligaciones recíprocos a las partes, sino que, además, es necesario que existan
vías para hacerlos exigibles y evitar cualquier violación a los derechos procesales
de las partes.

Unidad 28. Teoría de la Ejecución


 28.1. Ejecución de las sentencias judiciales en general
o 28.1.1. Diversas formas de ejecución
o 28.1.2. Oposición a la ejecución

Teoría de la Ejecución
Introducción

En términos generales podríamos considerar que la realización de aquello que ha


sido ordenado en una sentencia es lo que denominamos ejecución de
sentencia.

No todas las sentencias admiten ejecución, sin embargo, aquellas que sí lo hacen,
requieren de todo un procedimiento posterior al proceso jurisdiccional para tener
efectos en el mundo fáctico.

Asimismo, existen diversas formas de ejecución de las sentencias y distintos


niveles de participación del órgano jurisdiccional en la ejecución de las mismas, ya
sea que se trate de una sentencia de carácter civil o de una penal.
Desarrollo de contenido

Teoría de la Ejecución
Para hacer cumplir sus determinaciones, los juzgadores pueden emplear medios
de apremio y correcciones disciplinarias. Dichas medidas incluyen cualquier
determinación dictada en el trámite del proceso.

Tratándose de las sentencias, su ejecución se encuentra directamente


relacionada con el derecho humano de acceso efectivo a la justicia, tutelado por
los artículos 14, 17 y 20, apartados B y C, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y 8. º de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos.

Menciona la Primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la


jurisprudencia 1a./J. 103/2017 (10. a.), que las etapas que comprende este
derecho son:
Interpretación de la Ley
“(i) una previa al juicio, a la que le corresponde el derecho de acceso a la
jurisdicción, que parte del derecho de acción como una especie del de petición
dirigido a las autoridades jurisdiccionales y que motiva un pronunciamiento por su
parte; (ii) una judicial, que va desde el inicio del procedimiento hasta la última
actuación y a la que concierne el derecho al debido proceso; y, (iii) una posterior al
juicio, identificada con la eficacia de las resoluciones emitidas”.

En este apartado se analizará, desde el punto de vista procesal, el derecho a la


ejecución de la sentencia, que no sólo abarca los procedimientos judiciales
emitidos por jueces y tribunales del Poder judicial, local o federal, sino a todos
aquellos procedimientos seguidos en forma de juicio emitidos por autoridades que
realizan funciones materialmente jurisdiccionales.

Ahora bien, para lograr la ejecución de las sentencias, la Ley procesal otorga
diversas facultades al juzgador, llamados medios ejecutivos, que pueden
ser directos o indirectos:

Estaremos en presencia de los medios ejecutivos directos cuando el juez


impone su jurisdicción sobre la parte demandada a fin de cumplir la sentencia, de
modo que legalmente está facultado para sustituirlo, incluso. Ejemplo de estos
medios de ejecución los encontramos cuando el juez firma la escritura pública
en rebeldía del demandado –tratándose de una venta judicial-; cuando se
entregan materialmente los bienes o estos son rematados para realizarlos en
efectivo, mediante el procedimiento de embargo y remate.
Por su parte, los medios de ejecución indirectos implican el ejercicio de la
jurisdicción para obligar al sentenciado a cumplir con la sentencia, mediante la
imposición de diversas sanciones hasta que se logre el cumplimiento.

En su conjunto, los medios ejecutivos integran la vía de apremio, que hacen


posible la satisfacción de las pretensiones y de los derechos derivados de una
sentencia firme.

Es importante destacar que las sentencias condenatorias no siempre traen


aparejada ejecución, pues debe tenerse en cuenta que existen las
llamadas sentencias declarativas, cuyo cumplimiento se agota con el dictado de
la sentencia y la realización de algunos actos procesales de comunicación. Como
ejemplos están los siguientes: la disolución del vínculo matrimonial (que no
involucre cuestiones de guarda y custodia, además de que no exista controversia
en cuanto a la división de los bienes) y los procedimientos de jurisdicción
voluntaria en los que propiamente no existe litigio y su ejecución se agota con la
emisión de la sentencia.

Establecido lo anterior, tenemos que, a través de la vía de apremio, se logra la


ejecución de las siguientes sentencias:
1.- Sentencias que condenan al pago de numerario, mediante la entrega de una
suma de dinero. Pueden realizarse previo embargo y remate de bienes propiedad
de la parte demandada ante la resistencia del demandado.
2.- Sentencias que condenan al cumplimiento de una obligación de hacer. La
condena puede referirse a la realización de un hecho o la celebración de un acto
jurídico, caso en el que deberá determinarse si debe realizarla directamente la
parte condenada o un tercero en su representación, para el caso de
incumplimiento, pudiendo imponer los medios de apremio que fueran necesarios.
3.- Condena a la entrega de bienes, en estos casos, el juzgador puede poner en
posesión legal a la parte vencedora si la parte obligada se resiste a la ejecución.
Puede ordenarse el rompimiento de cerraduras y el uso de la fuerza pública.
4.- Condena a dividir la cosa común, en este caso, el juzgador convoca a las
partes interesadas para establecer las bases de partición; si no hay acuerdo se
designará perito partidor, pudiendo efectuar las objeciones que estimen
necesarias en el incidente que se tramite para ese efecto.
5.- Si la sentencia impone obligaciones de no hacer y la parte vencida insiste en
incumplir, se prevé el pago de daños y perjuicios ocasionados por el desacato.
6.- Condena a rendir cuentas, si la parte vencida se niega a cumplir la sentencia,
se prevé la posibilidad de nombrar a un tercero.

Especial mención merece la ejecución de la sentencia penal, que implica una


serie de actos necesarios para la imposición de la sanción a la parte sentenciada,
imponiéndole diversas obligaciones:
a) Obligaciones de dar: caución de no ofender, multa, reparación del daño;
b) Obligaciones de hacer: por ejemplo, cuando se impone trabajo en favor de la
comunidad;
c) Obligaciones de no hacer: confinamiento, prohibición de ir a algún lugar
determinado;
d) Reclusión a domicilio;
e) Recibir tratamiento médico y/o psicológico;
f) Prisión;
g) Decomiso;
h) Suspensión y/o privación de derechos;
i) Medidas tutelares para menores, entre otros.

Finalmente, mencionaremos el tema de la oposición a la ejecución, que


generalmente se desarrolla en vía incidental contra la ejecución de una sentencia.

Las condiciones para que opere dicha oposición es que la causa que la justifique
sea superveniente, es decir, que surja con posterioridad a la sentencia definitiva.

Ello se justifica en la medida en que los hechos en que se apoya no deben tener
relación en cuanto al fondo del litigo –que constituye cosa juzgada-, sino
propiamente con aspectos que trascienden a la exigibilidad de la obligación
surgida de la sentencia condenatoria.

Ejemplo de estas situaciones son: los convenios posteriores efectuados entre las
partes; la existencia de obligaciones recíprocas; o por cualquier arreglo
extrajudicial al que las partes se hayan sometido y que incida en la exigibilidad de
la condena.

Otro caso de oposición a la ejecución lo encontramos en los artículos 429 y


430 del Código Federal de Procedimientos Civiles, que se refiere al caso en
que la ejecución afecte “intereses de terceros que no tengan, con el ejecutante o
el ejecutado, alguna controversia que pueda influir sobre los intereses de éstos”.

Conforme a lo hasta aquí expuesto, podemos concluir que la ejecución de las


sentencias –declarativas o de condena- tiene como finalidad principal satisfacer la
pretensión de la parte actora y, tratándose de materia penal, sancionar una
conducta delictiva y obtener la reparación del daño causado a la víctima.

El conocimiento de la vía de apremio permitirá que las sentencias se cumplan


efectivamente, a fin de que los interesados obtengan una justicia pronta y
expedita, conforme lo dispone el artículo 17 de la CPEUM.

Asimismo, para la parte vencida en el proceso se garantiza que la sentencia no


incluya obligaciones o prestaciones que no formaron parte de la litis o se oponga
legalmente a su cumplimiento por causa justificada.

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