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SUMARIO No. 41 MAYO de 1924 Afto X ht AY Be Bae AT T/ wrenruss “/) i946 \ REVISTA DE ARQUITECTURA ES — Site duc | ‘una de las mejores oportunida- | casa habitacién que reui ~ cuestiones COW MMOH “Wojietat del senor loé — hasfi 3 (A Petide de la Direccion de la “Re: VISTA DE ARQUITECTURA”, tengo el mayor placer en facilitar para su publi acién en la misma, las fotogratias y planos de un edificio que acaba de ser construido, segiin proyecto y direccién del suscrito. “Habiéndoseme solicitado algunos detalles explicativos del mismo, me complazco también en darlos some- Tamente a continuacién. Fui honrado por el propietario senor José Raggio, con el encargo de estudi este proyecto, cuya realizacion debi hhacerse en un terreno irregular, de. re- isimas proporciones, pero’ de ex- Cepcional ubicacién, por formar esquina en la interseccién de dos arterias im- portantes: Rivadavia y Victoria orhava a Avenida la Plata). ~_Debo manifestar que me se- dujo sobremanera el problema propuesto; pues la posicion del terreno, su irregularidad y, sobre todo, su ubicacion con frente a tan importantes arterias, domi- nando un largo trecho’ de la Avenida Rivadavia- en su parte ms ancha, lo presentaban como des que pueden ofrecerse en el ejercicio de nuestra profesion Yaesto se sumaba la buena disposicién del sefior propieta- io, que deseaba levantar un edificio de renta con el maximo de pisos permitido por las or Menanzas municipales, y dispo- her en cada uno de ellos, una ra las comodidades de una suntuosa vivienda, con todos los detalles ‘del moderno contort, y por lo tanto, sin sujecién alguna a economicas, que son siempre el es” eollo donde naufraga la inspiracion del arqui tecto. Como muy oportuna, se presentaba la ocasion de proyectar sobre la es- quina, una torre 0 moti- vo decorativo, y asi lo hice primitivamente, 121 NA Anviledo Gino Aloin BodAde Ay dando al proyecto una altura total de 70 metros; pero las exigencias y reparos de la Municipalidad, obligaron la supresion de dos pisos, quedando el edificio en la forma que aparece en las fotografias. El estudio de la distribucién de las plan- tas, era lo més dificultoso, pues hubo que echarse mano a todo el terreno aprovecha- ble, proyectindose “Bow-windows” y to- dos los salientes permitidos por las orde- nanzas municipales, para dar mayor espacio a los interiores. Asi se llego, después de numerosos estudios a dotar a las casas de todas las comodidades posibles, dentro naturalmente de lo exiguo del terreno dis- ponible. Cada uno de los siete pisos dispone de ascensor principal para familia, amplia escalera_y un ascensor para servicio. Las casas tienen las iguientes comodidades: hall, ‘ala, comedor, fumoir, escrito- rio, ‘toilet, 4 dormitorios, 2 ba- fios, 2 cuartos de servicio, w. c. y lavabo de_ servicio, cocina, despensa y office. Ademas cada casa dispone de un local en el sotano para despensa o depdsi- to, Las instalaciones sanitarias, de calefaccion, etc., son comple- pletas y de los sistemas mas modernos. La construccién ha sido ejecu- tada sin economia, con materi les de primer orden y sobre un esqueleto de cemento armado; siendo su superficie total de 260 metros cuadrados, He tratado de producir un conjunto sobrio, de lineas correctas, buscando darle el aspecto de mayor grandiosidad que permiten, a mi modesta opinion, las reducidas dimensiones del terre- no. 1s Altes Abril 90 de 102 \ REVISTA DE ARQUITECTURA Propiedad del Proyecto del Arquitecto Gino Aloisi Sr. José Raggio. S.C. do A 122 REVISTA DE ARQUITECTURA © aller Propiedad del Sr. José Raggio. Proyecto del Arguitecto Gino Aloisi S.C. de A. REVISTA DE ARQUITECTURA ve o's o1bbey es0r 4s {s10]y ourg ox2eynbry rap o10Keics 9p pepeidorg 124 vos abbey ss0p 4g ss10I¥ oulp oroeynbay J0p os0ehoreh 9p pepoidorg —ofeg osig | wLlneoid — wo REVISTA DE ARQUITECTURA REVISTA DE ARQUITECTURA venos Is1e1y ou19 or2exinbay jop o120koteh — SHY ova aL Cle — oybbey ssor 1s 8p perajdosc, 126 REVISTA DE ARQUITECTURA Proyecto del Arquitecto Gino Aloisi S.C. de A. Pizoy Arpor —_ — 25-4-5-6 » 7? Propiedad det Sr. José REVISTA, DE ARQUITECTURA vos Isrory ovo ojoeuinbay 16p opekoies j TSC walozy vena —3- eiBbey sor 15 19 peperdoicy REVISTA DE ARQUITECTURA, (mp Tors Coss Frente @ i calle Rivadavig Propiedad del Proyecto del Arquitecto Gino Aloisi Sefor José Raggio S.C de A. 129 REVISTA_DE ARQUITHCTURA Propiedad del Proyecto del Arquitecto Gino Aloisi sr loss Regaio SOce A. 130 REVISTA DE _ARQUITECTURA | —s Propiedad de! Proyeeto del Arguitete Gino Aloisi Sr. José Raggio oA. SN REVISTA DE ARQUITECTURA vp 9's av axoo erBbey 9807 1S 1o1¥ ourg drpehinbry” jop ;20hote) vyasrwosa «rive — fedound wren. op one. 1p Pepeidore) ee a 132 REVISTA DE ARQUITECTURA Deine’ parle aja cehava Propiedad del Sse Regalo a Proyecto del Arguitecto Gino Aloisi Se. 133 REVISTA DE, ARQUITECTURA “ é Propiedad de! Deiatle pate alia oekava Proyecto del Arguitecto Gino Aloisi Sefor José Raggio S.C. de A. por el arq. C. E. Medhurst-Thomas ; S.C. de A. os a verdad es que hay muy poco mas que decir sobre este tema — jse ha dicho ya tanto! — En primer lu- gar el término, como ereo haber visto expresado an tes en este mismo drgano, es una anomalia, mejor se ria «Casas pequefias> 0 «Casas econén eas», que tampoco puede decirse con toda propiedad. ‘Pémese por ejemplo la casita tipo \ (pagina 137), que consta de pequeiio ves- tihulo, living room, & dormitories y bafio; cocina, pioza de servicio, despensa, étes, una casa bien pequefia digamos, y sin embargo su. costo oscilara alrededor de $ 17.000. Agre- gxindole unos $ 3.000 mln, el costo del terreno y tendremos que afrontar ; im presipuesto de $ 20.000 m|n. Para un Anchorena pod nica», pero para nue buen hombre de la clase media, quien es el verdadero necesitado de este tipo de casa, representa en el mayor de los esos, tma pe- quefia fortuna y hay que devanarse los se- sos, y no desenidarse un solo momento para poder hacer algo, aun por esta ‘suma, que, a pesar de toda la prietiea que uno puede ha- ber adquirido, tanta prictiea como para dar le a uno si se quiere, no es diff cil fallar, y al Hegar al fin de la obrita, en. contrarse eon algii sobre el presu- puesto, que es cosa bien seria para el tipo de cliente de que se trata, que no est ge- neralnente beneficiado eon un superavit de dinero, {Pero desgraciado del arquiteeto que por cualquier raz6n Hegue a ser afamado por este tipo de construecién; puede darse por muy bien servido, si se eseapa de tener otra clase de fama, poco agratable, de verse col gado con el epiteto de «jerry builder», pa- colillerg, si se permite inventar una palabra el cual epiteto, a lo menos entre mis compa- friotas, mancha como el alquitrén, aun y a pesar de haber tenido el ar- quitecto (eon lista en cas PLeanta als orgullo de haber producido obras mis repre sentativas, lo recuerdan tinicamente por sus casitas econdmieas, con la correspondiente maneha de alquitrin. No importa que las ea sitas queden todavia flamantes como hace 2% afios, cuando se construyeron por un prest- puesto alrededor de $ 10.000 mjn. y que sus 135 REVISTA DE ARQUITECTURA afortunados propiétarios, que hicieron deva- ~ contra los reglamentos munieipales, respecto narse los sesos al pobre arguitecto prinei- a eso, hace unos 20 afios, consiguiendo la r piante para hacer entrar diez donde no duceién del entonees minimum de 4 a bian mas que ocho, han vendido en algunos | mts., todavia excesivamente alto, a mi modo casos, en el transeurso de los aiios, en sumas | dle ver, especialmente respecto a la casa v hasta de $ 60,000 m|n, .. vienda’comrin de la elafe media y malo bajo ‘Lastima que el espirita humano sea tan “enalquier pumto de vista, sen la estética y na- pequeiio a veces! turalmente el costo, pero sobre todo por la Esto, respecto al riesgo que corre el pro-/ _higiene. Nunea olvidaré el efecto tan terrible fesional que elija esta especialidad con espi-' que me produjeron esas piezas de 5 metros de i, easi se puede decir, filantrépico; lose altura y més, euando recién Hegué al pais, que vompe-cabezas de los clientes con ideas vo-) al abrir la puerta, el olor del aire contami- Inminosas y bolsillos diminutos; las manifes-|, nada qué habfa quedado todo aglomerado alli taciones de candor ofendido. de parte de los} por el ciclo raso, casi asfixiaba a una perso- sefiores constructores, enando eomparan los} 1 planos y pliegos de condiciones con el méxi- era, pareefa perderse entre las nubes; jqué gasto a efectuarse; las Iuchas contra “sensacién de frialdad y poco confort que opri lamentos munieipales, inalterables eo- mia, tanto casi como esc olor fétido del aire las leyes de los medas y persas (para“alzyy=zcontaminado que saturaba las a!fombras y gunos, sca dicho de paso), euando uno, con® Scortinados, gracias a la falta absoluta de mis la inventiva, producto de la neeesidad de ced gi “s-ventilacién que la tinica dichosa abertura que el cielo raso, que apenas se vefa, tan alto nomia, proyecta alguna innovacién para tes daba sobre la galeria o patio, y que no Ile- ducir cl costo de Ja construccién, Todo esto es gaha-en altura, generalmente, sino hasta poco una verdadera via-crucis para el entusiasta, mis de la mitad de altura de la pieza, con el iVale la pena? Yo ereo que si! Verdadera-_ correspondiente estancamiento de aire! mente en 20 afios algo se ha hecho y sini Qué idea brillante...¥ qué hor véase el tipo de la pequefia easa que est 1 — cambio con esas easitas de que hablamos arti vantando la neva generacién de colezas j6J¢ ha, que vemos levantandose hoy dia por todas venes, por todos los lados dela cindad: algn®* partes, alegrando el paisaje de los suburbies, nas de estas easitas son verdaderas joyas con sus habitaciones higiénicas de 2.70 mts. (las hay malas también), pero , eon aR a3 m, de altura, bien ventiladas, sin dificul con las que se hacfan antes! Ya lo ereo que} fad; y creo no eaer en la exageraeién al de- hemos adelaitado, Si! vale la pena haber li? yf cir ue Ia altura podria ser reducida chaclo 4 Sipies 0 sea a 2.40 mits,, con In correspon: Y claro esti, que todos no podemos aspigt diente gananeia en economia e higiene, sien- rar a proyectar palacios, alguien tiene qi do esta altura lo comin para este tipo de eneargarse de las pequefas casitas, y si nggegeeconstruécién, én los principales pafses del fuera por este riesgo de la mancha eee en cualquier zona de temperatura que quitrin, estos mismos rompe-cabezas de r= sea, No es solamente la mamposteria que eco- 1 Qué dueir todo a un minimum posible de espfeiss —nomizamos asi, sino también revoques, mano y costo, resultan a veces, digamos, bastanteé@@adld obra y hasta las puertas y ventanas se re- interesantes. hajaran en proporeién, y la misma escalera Cierto ex aue hay bien poco campo dq. sjendr’ dos eealones menos; pues eta jusear elementos o sistemas de construceidn, ‘en de economia, hay que echar mano de para qué el resultado sea siempre mis eco--~ todo lo posible para conseguirlo némico, Los materiales entre los cuales t& Otra. economia apreciable, conseguiremos nemos que elegir son siempre los mismos, - construyendo el entre-piso de tirantes de pi- sea para el palacio como para el «cottage >; * -notea-en vex de vigas de hierro y bovedillas, Ja tiniea diferencia esti en la cantidad, cos’ ~ forma muy usual en Europa, para este tipo que nos afecta en Ja misma forma proporeio- de eonstruceién, clavando las tablas del piso nalmente, en lo que respecta a la manodes ™ directamente en la parte superior de los ti- obra; no hay ni materiales ni mano de obra”. rantes y el cielo raso en la parte inferior, y mas baratos por ser nuestra obra tinicamen- nas atin se puede evitar el cielo raso de yeso, tema casa pequefia, econdmica, {Rn dénde, —tomando el trabajo de hacer eepillar ligera- entonees, debemos busear la economia? mente los.tres costados de los tirantes de pi- Indudablemente, en primer ugar, en la re-__notea que estiin a la vista, y barnizando éstos duecién de la altura de las habitaciones,-y a parte inferior de las tablas del piso, con- ereo que puedo vanagloriarme de tener el signiendo un resultado bastante agradable, honor de haber sido el primero que reclamé Para las casitas mas pequefias todavia, DE ARQUITECTURA 4/8 Hogs euenuniogs|) exqruuiogs REVISTA DE ARQUITECTURA hien digamos del tipo de casa para obreros artifices, algo asf como indico en el tipo B, que ereo que, adoptando todas estas econo, mfas, podria construirse por unos $ 7.500 m)x Hay varias ecoriomius que pueden introduc se ademiis de las indieadas arriba, como si ventanas de carpinteria metiliea de tama «stock», a abrir hacia afuera el habitant encargéndose de ln proteccién del sol, ef por medio de cortinitas de paja colocadas al interior, cuarto de baiio al lado de Ia ¢o con la consiguiente gran economia en la cafe ria, y el mas eémoio aprovechamiento de este joeal, como para lavadero. En fin, ereo con esto haber indi a que hay que seguir, no olv resueltos a produeir algo asf como un mila ado Ia seis Hindose — y gro de economia — que no hay que despre. ciar el més insignificante detalle que nos pue dia ayudar _a'conseguir el resultado buscado, para ver de una ver si podemos convencer a Ja gente Iumilde a construir también algo mis horrible coleccién ¢ wradable que ¢: eajas cnadradas, en fila, en el mejor de lo casos hechas de mamposteria y en el peor de Jatas de toda clase, desile las de sardinas hasta las de kerosene Mayo de 1924. Veletas para cdtas de camo f 138 Ba REVISTA DE ARQUITECTURA ‘Curso Protesor R Vileminot ~ Ao 192, on * TR iaeaipaaiare i REVISTA DE ARQUITECTURA REVISTA DE ARQUITECTURA ice ee Se gie f BARRIO OBRERO Autor: Emillo Rubito ~ Aluumno de 4° af de Argutecura — Profesor Pablo Hary — ao 192 141 Los Principios de la Arquitectura por,john Belcher (Gontinuacion) En una figura de talla monumental o heroi- ca, 0 sea, de grandes dimensiones, cada par- te'y eada miembro deben estar en escala, os decir, en una justa proporeién con relaci la figura entera. Lo mismo en un edificio, las pnertas, las ventanas, las eornizas, los argni trabes, las molduras, deben ser proporciona- les entre ellas y con el dibujo general Que se considere por ejemplo, el palacio. Mbergati, en Bolofia, una composicién a gran eseala: todas sus partes estén tan hien pro- poreionadas las unas con las otras y con, el todo, que, sin Ia presencia de las garitas, de, los centinelas — que es completamente for, tni nada nos informaria acerea de las dimensiones reales de las pnertas de entra, da, Nosotros les dariamos tal vez ocho. pies. de alto, mientras qne en realidad ellas tienen una altura de easi el doble. Es instructivo el notar que las columnas, la eorniza y el eutar, hlamento de la puerta de la izquierda,estin mis exactamente en la escala de este vasto: cilificio que 1a otra entrada; esta sltima,.a causa de la pequeiiex relativa de sus detalles, parece aplastada por las ventanas colocadas encima, mientras que no ocurre lo mismo epn la puerta de In izquierda. Entre los elewien tos que sirven para afirmar la eseala en,un edificio, Ia escultura puede desempenar, an rol importante, En el easo en donde forms parte integrante de la eomposicién, esngee- sario que ella se subordine exactamente @ Ia arguitectura. Si las figuras no estén en la. es, cala del edificio, resultard todo junto on de- trimento de las figuras y del edificio. Es, asi, que se reconocerd, casi por intuieién, la ar- monfa completa de la escultura y de la ar- quiteetura en una obra de Palladio, tal como el Teatro Olimpico de Vicence. Hay todavia otra leeeién mas que sacar de este ejemplo, Si se introduce en la composieién pequetios Snjetos con carieter episédico y sin relacién con la arquitectura del edificio, es necesario de cireunscribirlas en un euadro o en un pan- Hieau: como se ve en este edificio, arriba de las puertas laterales, en las cuales las figu ras estin asf netamente separadas del dibn- 0 de conjunto. Los factores — es decir los medios emple: dos para realizar 0 expresar las eualidades Ue las que ha sido cuestién en el eapitulo pre- cedonte —- pueden elasificarse como sigue: las proporeiones, la luz y Ja sombra, el color, los llenos ¥ los vaefos, la simetria y el equilibrio Je la compos 1a aplicacién de estos factores reposa, se veri, sobre el empleo razonaclo y sobre la jus- teza'de las formas arquiteeturales requeridas © sugeridas por el destino y el emplazamiento del edificio, Estas formas son, por ejemplo, los vacios de las ventanas y de las puertas, las ilivisiones por pisos, los pérticos u otras partes salientes o entrantes, las cornizas, los cordones, las columnas, los contrafuertes, las chimeneas, ete. ‘Todas estas formas arquitecturales tienen un uso definido, correspondiente a las nece- sidades de la construceién, lo mismo desde el punto de vista propiamente artfstico, no po: dria haber otra manera de se Ellas juegan, si se trata del efecto artisti eo, un rol muy importante, pero este efecto Qebe resultar primero de su funcién elemen- tal en la construecién misma. LAS PROPORCTONES Entre sus eualidades esenciales, toda bue na arquitectara comporta, lo hemos visto, la justeza de la eseala’y la armonia. A este efec- to, el arquitecto se sirve de divisiones que deben ofrecer, las unas con relacién a las otras, proporciones justas La proporeién es tma pura cuestion de r laeién; lo que importa tanto no es la di sién real, pero: sf la dimensién relativa de una parte con relacién a la otra. Un techo 142 { REVISTA DE enorme como el de Fontaine Henri, puede en ciertas condiciones, producir un gran efec- to; pero aqui parece aplastar debajo de él al edificio que é mismo hace aparecer peque- fio. El empuje del viento también se ejeree con mucha fuerza sobre estos techos eleva- os: se ve aqui la prueba en los contrafue! tes que ha sido necesario agregar a la torr: cilla de angulo para atenuar las oscilaciones ile la construecién, Desde el punto de vista de la dimensién, existen divisiones y subdivisiones de diferen- tes clases, y empledindolas de manera que sus relaciones mutuas sean justas, ellas satisfa- cen la vista, easi mis 0 "menos como en mi- siea ciertas divisiones de sonido encantan al ofdo por sus combinacione: En la eleeci6n de la eseala a adoptar, hay que tener en cuenta el destino y el emplaza- miento del edificio, Una gran eseala puede convenir para un edificio importante o bien para un edificio que ofrece, en su composicién, un carieter monumental 0 que debe ser vis: to de lejos Resulta asf, en este caso, para cada parte, lo mismo para cada moldura, dimensione proporcionales. Al eontrario, una gran eseala est completamente fuera de lugar en edifi ios de pequefa talla 0 de poca importancia. La Casa del Diavolo en Vieence, tiene el as pecto casi absurdamente gigantesco, Este tro- zo (le Palladio no es primeramente mis que un fragmento, que, en el plano original, de: hia formar parte de un palacio. Esta bien establecido que la figura hum: na es la eseala con relacién a la cual, cl djo, conscientemente o inconscientemente, »'ihide todo, Prueba de ello es nuestro ltimo ejem- plo, el ya meneionado Raynham Hall o tam- hign el palacio Albergati en el eual se ha po- dido apreciar la escala, relaciondndose eon las garitas de los centinelas. Cuando Miguel Angel quiso, en la Capilla Sixtina, representar sus Sibilas y sus Pro- fetas como gigantes, 61 ha triunfado por un efecto de comparacisn, introdueiendo en. sw composicién figuras mas pequefias y- subotdi- nadas a las primeras. Del mismo modo se pue- de dar a ciertas partes de un edificio mas grandes dimensiones aparentes por medio de sub nes mas pequeiias pero medidas por sus relaciones con sus partes. Lo mismo. trata de pequefios elementos como mol duras, se puede observar, en composiciones bien hechas este principio de efecto propor- cional por comparaciéu, Por ejemplo, si se toma una moldura aislada, ésta no comunica al ojo ninguna impresién de dimensién; si se Te agrega otro miembro o moldura mas pe- ARQUITECTURA 4 143 juefia, entone mmparaeién. Sin este método de comparacién el tamaio real no se basta a si mismo.’ Es diffeil ha- cerse una idea justa de las dimensiones de Sail Pedro, en Roma, cuando el edificio esta vaclo; pero si sé le ve cuando un grupo de fields se congrega alli, podré formarse una nocién més exacta de sus vastas proporci aquélla parece grande por ¢ una eomparacién musical se ede definir San Pedro como una poderosa @mposicién al unisono en dobles octavas sin ninguna de las divisiones intermedias de la gama. Asi vemos la pila del agua bendita coniparada con la estatura de un hombre, en ladite Jos querubines que la sostienen tiene sii8 eabezas que parecen ser tres 0 cuatro ve cés!miis grandes que las de un adulto, “Bajo la efpula, on fin, todas las estatuas duis nichos practieados en la base de los piliires, tienen 16 pies de alto y los cuatro iwelistas en mosaico de las pechinas son aalmente figuras colosales: la de San Juan tiene ma pluma de quince pies de largo. Caanido todo esté en una proporcién tan desuiesurada, €1 ojo tiene que trabajar par abareai la inmensidad de la nave, BL efe infsinente que tal escala debe Henar corre cl riego’ siempre de ser mis o menos compro- mnttitla eitando no hay justa posicién de figu ras! de objetos de dimensién normal ps haver contraste, De otra parte existe siém: youn punto fuera del cual la pura y pit/#ranileza aplasta el espiritu antes de con. mbVerlo, Es la que se resiente delante ile ciertas obras de Vanbrngh, como Blenheim, qhe-lia pasado siemper por macizo y ligubre ‘By arquitectura las dimensiones proporcio. nalés piteden ser horizontales 0 verticales, una’y otra, siguiendo las dimensiones del edi fieid'y siguiendo las condiciones requeridas. Para tomar de nuevo en misiea términos de coiliparacién, las divisiones horizontales son ebinid los acordes y, las divisiones verticales pneiién con bastante exactitud eompararse con Jas cadeneias musicales. Hacer de mane: rage la armonfa sea justa y agradable es In tarea del arquitecto; el espectador podra juzgar el resultado estndiando las propo nes dle la eomposieién, Para establecer las proporciones y las di- visiones horizontales, uno puede servirse de cornizas, grandes 0 pequefias, siguiends” sus emplazamientos y sus destinos. Su rol esen- cial es de proteger contra la lluvia la parte del edificio en que ellas sobreavanzan, 0 al- gunas veces, cuando el edifieio esta expuesto al sol, de procurar la sombra necesaria, REVISTA DE ARQUITECTURA En el sud de-Buropa, la saliente de las coi nizas sobre avanzadas es, por eek mis mareada. Se observar’ que_en el easo en que estas éornizas 0 combinaciones de molduras e destinadas a impedir que el agua pluvial fra como Iigrimas de arriba: » abajo deda fachada del edificio, se dispone lo que seth ma saledizo; el agua esti obligada a eacr de esta ramura, dado que no puede remontar el horde interior, Las moldaras lamadas de Ca- pnehén, arriba de las aberturas, estén tam- hién destinadas a apartar las aguas de lin- via. Las repisas salientes de las ventanas Ie nan el mismo objeto, Cuando estas cornizas, molduras en eapu- chén y repisas, se continfian de una manera euida arriba y abajo de las aberturas, ellas nm cordones o bandas que sirven para marear las subdivisiones horizontales dé la fachada, Se pueden todavia marear divisio- nes horizontales por un cambio en la natnma- leza de los materiales empleados, pasando por etapas 0 pisos, si se quiere del granito ala piedra o de la piedra al ladrillo, En la vieja casa de Steeple Ashton se ve, a la vez, un basamento de piedra y un conjunto com- patios de madera y conglomenido, los colocados en espina de pessidd; resnita un contraste de color muy mareado. © Dien, todavia, se variart el apareso ’ los materiales empleados, pasando por plo de un basamento de piedra ristiea 4 tttia superficie delicadamente trabajada. Es el m to:lo que se ve adoptado a menudo, y muy’ propdsito, en los palacios de Veneelit, al hor- ilo os eanales; tal es el palaeio Pest,’ én donde la planta baja, cerea del nivel de Agila, sirve de entrada y de depSsito, mientras que habitaciones Se encuentran en’ los pisos superiores, Otro modo de variar el aparejo cousiste en destacar fuertemente eada junta por ranuras recortadas alrededor de, pada piedra, después de colocadas, y, por contisis- te, de decorar In superficie de elevacigaar ba de estas hiladas: tal es en Roma el bello palacio Spada, en donde este contraste sixye con sits bandas 0 eordones horizontales, para procurar divisiones bien proporeionadas, e observa aun otro efecto de contraste allf donde un aparejo semiparte de madera repo- sa sobre un enladrillado, En esto Inglaterra ofreee numerosos ejemplos. El efecto asi ob- tenido satisface siempre més que en el easo en que se hacen subir los postes de madera desile el nivel mismo del piso bajo. Bl con- traste del yeso unido, (o-del cemento) y del revoque ofreeen otro modo de divisién hori- 144 zontal. Hin ¢l iltimo easo es ta superficie lisa Jacque debe eneontrarse debajo de la supe ficie revoeada; se deja, en efecto, liso el ye- so 0 el cemento empleado para cubrir un piso bajo de piedra bruta o de ladrillo; el revo- que que se-obtiene proyectando eascotitos eon tra el yeso todavia hitmedo, ofrece una mayor defensa contra la intemperie, y se aplica con mas convenieneia a un panel de madera y a partes de construceién delgadas o ligeras. Por la misma razén, euando se decora el yeso, la superficie ornamentada debe sobreelevarse sobre la parte lisa. BI palacio Riccardi un buen ej puede ser eitado como jemplo de divisién horizontal. Los }8 no estin solamente separados por bandas; pero, como se ha notado ante ente en la deseripeién de este edificio, el aparejo es diferente. Fn la fachada del Louvre y en la Gran Guardia Vieja, de Verona, las divisiones ho. rizontales se hallan fuertemente mareada La raz6n de ser de estos diferentes méto. dos para obtener divisiones horizontales ha- ee qne éstos sean_a la vez pricticos y ar tieos. Es necesario, cuando se les examina, ponerlos a prueba desde este. doble punto de vista. Si se ponen en obra formas arquite so un dispositivo de materiales sin que una funeién praetiea les eorresponda, al pu to de vista del arte, su empleo es ilegitimo, ¥ no se puede calificar de buena a una tal arquiteetnra, La determinacién de la altura relativa de Jas diferentes divisiones horizontales, en un ciificio, es una enestién técnica que depende de conocimientos especiales; ella debe estar subordinada, en cada caso, al mismo tiempo, a las circunstancias y al cardeter general de la composicién. En cuanto a las divisiones verticales, como para las divisiones horizontales, estin en ra- z6n de la disposicién misma de formulas ar quitecturales requeridas por la construecién ¥ necesidades del plano que asi se les obtiene. El saliente o entrante de ciertas partes del edificio, el empleo de columnas, de pilastras, de contrafuertes, son otros tantos medios pa- ra acusar las divisiones vertieales, y corres- ponden, de otra parte, en la composicién, a un efecto querido de ritmo y de simetria; es lo. que el ejemplo del eastiilo de Wakehust, en Susex, pone bien a la Iuz las divisiones vertieales determinadas por las exigencias lel plano, dominan en una forma sorprenden- te y al mismo tiempo, efectos de ritmo y de simetria son los rasgos principales de la com- posicién, (Continuard) CONCURSOS Cincen pe Saxta Fe Al cerrar la presente edieién de la re io se conoefa atin el mitmero de proyectos pr sentados en este concarso, cuyo plazo t el 1 de mayo; pero no dudamos que la eon- curreneia sera digna de su importance seriedad y prestigio que rodean el certam Por su parte la Sociedad Central de Arqui tectos ha propuesto a sus socios que la elec- , sea hecha por los concurrentes entre Morra, Pasman, Rivarola y Squi- rru, miembros del «Colegio de Jurados> que estén en condiciones de trasladarse a Santa Fe en caso de ser honrados eon la represen- tacién de sus colegas. Las autoridades del coneurso, segin comn: nicacién recibida en la S.C. de A., han re. suelto hacerse cargo de todos los gastos. de traslado y estadia en Santa Fe, de los sefio- res juurailos. , EJ encierro para ambas categorfas se hard seguramente en la Eseuela de Arqnitectura, 145 ‘al Congreso 0 a la Exposi chino de eostumbre, y a mediados de mayo, Los temas son seeretos y s6lo se dariin a co noger a los interesados al inieiarse el encie- rrol'La presentacién del trabajo definitivo, ‘yea cl desarrollo de los eroquis de enci rr deberd hacorse a fines de junio, Auguramos cl mejor de los éxitos a est» mnevo torneo, que como los anteriores, es es perado con verdadero entusiasmo por los j6- venes cultores del arte arquitecténico. CONGRESO DE EDUCACION > ARQUITECTONICA B} arquitecto don Rawil B. Fitte, ha acep: tado, el eargo de delegado de la S.C. de A. cnel-Congreso de Eilucacién ArquitectSniea de Londres (julio 28-agosto 1.” de 1924), eo- mo, también la representacién de la Facal- tad de ©. BP. y N.; y segin una carta que ie desile Roma, se pone a disposicién de ciiglgnier colega que deseara enviar trabajos én anexa, Su di- reecién aetnal es en Paris, 61 Rne du Fan- Dopite Montmartre, y Megara a Londres en Ja Seznnda quineena’ de julio. IPLANOS DE LA EXPOSICION DB oe RIO DE JANEIRO "fan legado recientemente al pais los pla tos el conjunto que remitié la 8. C. de A. 2 la ‘Exposiein Internacional de Rio de Ja- neiro, y dentro de breves dias, salvadas pe. dnifias dificultades que se han suscitado para su tlespacho en la Adua entregados a sus autores. CORRESPONSALES, DE LA S. C, DE A, Hn una de sus dltimas reuniones, la Comi- sién Direetiva de la Sociedad Central de Ar- quitectos, ha designado corresponsales de la nisima en Estados Unidos de Norte América, a los distinguidos arquitectos Frank Rush’ more Watson y William 1, Plack, de Fila delfia, REVISTA DE ARQUITECTURA COTIZACION DE MATERIA CONSTRUCCION LES DE En virtud de una indieacién que hemos re- cibide de algunos arqniteetos, desde el pre sente nimero la Revista dedicaré algunas: sinas fuera de texto, a dar las dltimas @qti-_ zaviones de materiales de constrnecisng rm ® diendo garantir que se trata de un trabajo * hecho expresamente y con todo euidado.~ La Administracién de la Revista atenders con preferente atencién cualquier pedido, de sus lectores, relativo a precios de materiale: DE INTERES PARA NUESTRO GREMIO Publicamos a continnaeién una nota, titi ida a las autoridades de nuestra Facultad, por un distinguido profesor, quien pone.so- bre el tapete, un prineipio de elemental eifui dad, que al ser Hevado a la préctiea, erearin grandes vineulaciones entre nhestros’ profe sionales_y la Escuela de Arquitectu: indiscutibles ventajas para la ens para el prestigio de la profesién, «Buenos Aires, Mayo 7 de 1923. or Decano de la Facultad de Ciensias Exactas, y Honorable Consejo Direetivo : El arquitecto Eugenio Giralt, profesor’ ti- tular de Céileulo de las Construceiones de, quitectura, y suplente de Andlisis. Matemati- 0, de los cursos de Ingenieria Tudustritly'86- licita Je sea permutada la meneionada ‘suplen- cia por otra equivatente, en Ja Bseucl de Arquiteetura, Aim cuando he seguide en Europa’ los'es- tudios de ingeniero industrial, formulo éste ‘ledieacign y empei pedido, por logiea preferencia hacia la eseue- la’en que he eursado. mi carrera, y porque considero de elemental justicia dejar libre el camino de las ciitedras respectivas, a los egre- sadlos de cada especialidad. En efecto, no solamente es un derecho y un noble anhelo, — que debemos fomentar Tegar a maestros, donde fuimos alumnos, sino que es la forma mas racional de contri- buir al engrandecimiento de un instituto. Una escuela que no produce elementos ea paces de ir reemplazando a los maestros a medida que se vayan retirando, no puede de- cirse que Hena su objeto, — y por lo demiis, — no han de eneontrarse profesores mas in- feresados en la mayor reputacién de un esta- Dleciniiento de ensefanza, que sus propios gresailos. Ts necesario que exista absoluta comuni- dad de ideales entre el alumnado y el prof jorado, y que éste sea formado por pro sionales en ejercicio de sus funciones. Bl pais dle accidn inme- diata y eficaz, 3 ensefiar a serlo, quien no lo haya experimentado intensamente. Tas esenelas de Ingenieria Civil y de Qui miea que tienen un sdlo profesor titular, — que no es exalumno, — son un testimonia de la verdad de este principio; y como el en srandecimiento y prosperidad de todas Ins eseuclas sera el de la Facultad, entiendo wa obligacién primordial de todos los que nos hemos formado en sus aulas, contribuir, en lo posible, a que ello sea un hecho, caila ver mais evidente, Es, pues, sefior deeano, en nombre de una couvieeién muy arraigada, que formulo la presente solicitud, y espero que sea resuelte favorablemente, dato que se trata de un ear go ad honorem y que he dado pruebas de Aprovecho la oportunidad para reiterarle las seguridades de mi mas alta consideracisn, (Fdo.) : Ei x10 Ginanr >. 146 14". sesion de la Comisién Directiva, de : Marzo 21 de 1924. Presidencia: A. Coni Molina Present En Buenos. Aires, a 21:de mar- fonten detesnde) yo qe 1924, siendo las 18.h, 30° el gare Sefior Presidente declaré abierta ta BS8onae sein de la. Comision Directiva, ex Sule, tando presentes los miembros dela Mtl! sma gue continuacidn "sees: presan, por orden de Iegada:, Al- igolea Cfrdenas, Squirru, Coni Acta ant Se di lectura al acta de la sesién ant probada sin observacién Correspondencia general recibida. — Se ley6 la correspondencia general recibida, resolviéndose res peetivamente; Biblioteca Municipal de Guayaquil, enero 18: como se pide; E. Deluechi, Rolando, fe- revo 25: contestar por nota; Academia de Cien- ins Exactas, is y Naturales, marzo 1°: aeu- sar reeibo; Sociedad Arquiteetos del Uruguay, mat- zo 7: publiearla en Ia revista; Instituto Profilée- tico de la Sifilis, de Montevideo, marzo 13: eontes- tar que no se diseute su correecién, sino que se de- fenden intereses e ideales de la profesién ; diputa- do nacio de; y direetamen J. Alvarez (México), enero 31; doctor ie (Francia), febrero 20, y' A. Christopherse marzo 1° Corresponsal en Cuba. — A propuesta del sefior Coni Molina, se designa por tnanimidad_eomo 0: rresponsal de Ia Sociedad en Cuba al sefior Aure- lio Sandoval y a (esis del Monte 799, Ha- bana Corvesponsales en el Perit. — Vista la propuesta tune hiaee el consocio sefior Ancell, en nota de mar- vo 20, queda resuelto por unanimidad designar e0- rresponsales de 1a Soeiedad en el Pera, a los ar- quitectos sefiores Emilio Harth Terré y Felipe Gonvilez del Riego, residentes en Lima. Asimismo se resuelve, aceptando una indieacién del sefior An. cell, eomunicar estos nombramientos a la Sociedad de Ingenieros y Arquiteetos del Pera, y enviar al mismo tiempo un saludo para los arquitectox pe- Congreso de Educacién Arquitecténica, de Lon- ves. — Lefda una invitacién del « Royal’ Institute of British Architects, de febrero 5, para enviar un delegado al futuro Congreso de Eaueaeién Ai quiteetinien que debe eelebrarse en Londres, de julio 28 a egosto 1? del aio en eurso, queda resuel- to por ind eacién del sefior Alvarez, designar para ese cargo al arquitecto seftor Rag! E. Fite, que se halla setualmente en Europa, Se resnelve’ tam- 147 Oe pith comunicar a le Facultad de C. BP. y N. ‘que conjuntamente eon ese Congreso, habeé una exposicign de trabajos de escuela, y hacerle saber Ja. drsignaeim del sefior Fitte. Concurso Municipal de fachadas. — De acuerdo & una indieaeién del consocio senior Christopher: fen, queda resuelto pasar nota al sefior intendente municipal, pidiendo se active el coneurso de fa chadas, que esté sin fallar. Concurso eEstimulo de Arquitectura , — nignrlose en enenta que el Conearso « Estimulo dc Arquiteetuira > fué establecido primitivamente pa fa dibujantes y que en Ios diltimos afios silo than sido Timados ios estudiantes de Facultades y_ Aca dlemias Nacionales, queda resuelto que el préximo XVI Coneurso (afi 1924), tenga una categoria e,estudiantes y otra de dibujantes, con temas apropiados a esta una de ellas, lo qne se comuni ara por nota ala Comision eneargada de redae iat las Bases Concurso Cércel de Santa Fe. — Se di6 leetura a una nota del direetor de Obras Péblieas de San ta Fe, de febrero 27, un telegrama del Direstorio Administrative de Ia’ ley 2036, ce marzo. 18 y una frota del mismo, de igual fecha, relativas todas al coneurso de Creel de Penaclos, en el cual se -xeuerda una prérroga hasta el 1? dé mayo, para la presentacién ‘de los proyectos, Se resuelve publi ear las notas en la revista y agradecer la prorroga eoncedida, Asimismo queda resuelto remitir una nota a Ios miembros del « Colegio de Jurados », a finde saber quienes estén en condiciones de repre Sentara los coneurrentes en tal certamen, lo que Inego se hard saber a los socios con la debida an- tieipacién. Kenuncia socio: Moyano. — Vista laren’ jue’ presenta el socio activo, arquitecto Ricardo | Moyano, en nota de Febrero 27, se resuelve acep’ ‘arla, dados los motives que en In misma expresa. Sobre coneursos. — Se lee una nota del conso- tcio sefior Christophersen, de fecha febrero 28, en Ta que hace algunas observaciones sobre el abuso de os coneursos en general y remite al mismo tiem- po una sitira sobre ellos. ‘Se resuelve agradecer el interés siempre latente del seiior Christophersen ‘por los asuntos de la profesién, recomendar a los efiores soeios se abstengan de intervenir en con eursos que no sean de absoluta garantia y serie dag, y publiear en la revista el trabajo del sofor Christophersen. Sceio ausente: Massa. — Atenta la comunicaeién del socio activo, seflor Massa, de fecha marzo 3, se resuelve deslararlo «socio ausente >, mientras dure su permanencia en Montevideo, y a contar del 1° del actual. Concurso Cooperativa Saladeril Argentina Con cordia, — Se leerun pedido de la « Cooperativa Si Jnderil Argentina Concordia, Ltda. », de marzo 9, REVISTA DE ARQUITECTURA ofreciendo a la Sociedad ol cargo de Jurado en-sn Coneurse de plans para. ¢ casts’ de obperos >, que f ‘eb ser Tallado el 31 del actual. Dado. que. tue Je slamento dela Sociedad y- que ella no. ha inter-iay Sonido desde tin prineipio en el mismo, sere ‘eno aeeptar el ofreeimiento, explieando por not Tos motives ¥ debiendo Fonitinse a la vex un efenl blag de nuestro Reglamento de Conensos. tM PPase de aapirantes a activoss Honoré. 19m, Stor (ines (4.), Quincke Panert. = De acuerdo en 1"Reglamento Inferno, queda resulta promov se aly In categoria de socios activos, a los aspirants Seiiores Huberto B. Honoré, Juan Pedro Tan, Ale: jo Martinez (hijo), Enrique. Quineke Altre ito M. Vaneri, euyos diplomas profesionales llevan respeetivamente las sigtientes fechas: enero 16 | 1922, enero 7/922, febrero. 22/921, marzo: 17 ¥ teptiembre 20/921 Alas 19h, 35%, mo habiendo més asuntos qu tratar, el sefior Presidente levants, In sesidn Ratil J. Alearez AS Coni Molina Scerctario Presidente Correspondencia Oficial Nota de S. K. al Seftor Pfésidente de la Republica de Chile Santiago, 2 de Abril de 1924, Seiior Presidente de la Sociedad Centralile Irquitectas, dow Alberto Coni Molina. Buenos Aires. Sefior Presidente He recibido, junto con su atenta comuni ign de 20 de febrero iitimo, el Diploma que me acredita Socio Honoratio de esa im- portante Sociedad. Con motivo de esta nueva ateneién eon que Va. i sus respetables compaieros me hon: ran, me es especialmente grato ratificar en esta oportunidad la: expresién de mis mas cordiales agradecimientos que envié a prestigioso centro de enitura enando sc_si gw 148 vié-néticiarme de que habfa sido designado Miembro Honorario. Este honroso Diploma seré- un alentador estimulo para mis anhelos de adelanto, co: modidad, hi i belleza artistion de nues tras cindades, hermoso ideal que ustedes s vensprillantemente i que me liga a esa So ciedad como un lazo civilizador i patridtico, aflanzado por el hondo ileal afecto que se profesan arjentinos i. chilenos Agradezeo ignalmente los nobles votos que esa Asociacién formula por la felicidad de Chile4 por mi prosperidad personal. Ruego a Vd., sofior Presidente, se sirva acopitar Jas especiales consider affmo. 18, S. ciones de st ‘ Awruro ALESSANDRT

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