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MARGINALIDAD .
DOCENTE ALFREDO MOFFATT

Marginalidad quiere decir "en el margen", la persona queda del otro lado del límite. Es
razonable que se hable de una zona central, en oposición a la marginal, esto determina la
zona, señala un lugar donde coloca una población de marginados. El poder determina un
criterio para marginar gente, decide a quién marginar. Los nazis serían de los más
marginables, porque eran peligrosísimos. Los militares del Proceso o los torturadores serían
de lo más marginables, porque son muy peligrosos para la sociedad. ¿Quién margina?. El
que tiene el poder. En ese sentido, no hemos progresado mucho desde el tiempo del mono
con el garrote. El más fuerte deja afuera del territorio a los más débiles. Esa es una ley
vigente entre los animales. El macho más fuerte, define un territorio y deja afuera a los
machos más jóvenes, hasta que envejece y toma su lugar el macho que lo vence y es el
dueño de las hembras. Evidentemente no nos alejamos mucho de los animales. Nunca se vio
que un grupo de filósofos o de poetas "margine a". En última instancia los poetas son
marginados. En todas las sociedades, en todos los grupos humanos, ocurre esto de la
marginación. En general, los grupos marginan. Los grupos de marginados, excluyen a otros,
por ejemplo, en la cárcel. Allí hay una estructura de poder, pero que incluye. Hay una
ranchada, formada por los que son: "de caño", que son los delincuentes profesionales
violentos, que tienen el poder, después están los carteristas, los que tienen condenas por
crímenes pasionales. Allí los que quedan marginados absolutamente son los violadores,
llamados "violetas", estos quedan "fuera de". Al quedar en ese lugar, quedan sometidos a
cualquier acto de agresión, sin que eso se perciba como malo. La marginación siempre es un
paso previo a la agresión o destrucción del grupo marginal. Los judíos vivían en Alemania,
integrados a la sociedad. Cuando sube el nazismo, comienzan a marginarlos. Cuando se
sancionan las leyes de Nuremberg, donde se declara que la única raza verdadera o pura es
la aria, todos los demás serían marginados. Lo semítico, era marginado legalmente, lo que
permitió comenzar el exterminio físico, hasta llegar a seis millones de muertos. Siempre hay
una sanción previa. A los que están adentro de un manicomio, se los margina de la sociedad.
Los encierran en un lugar y están marginados. Siempre hay una definición jurídica previa, en
este caso se llama diagnóstico, viene un psiquiatra que lo define.
Un adolescente que está confundido, si el psiquiatra decide que tiene una esquizofrenia,
queda en un lugar donde si no llega a ser el diagnóstico verdadero, por las condiciones de
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esquizofrenización del manicomio, termina siendo verdadero en poco tiempo. Es raro que
estén marginados ahí, como gente peligrosa.
El prejuicio es el socio de la marginación: Ves un chico joven y morocho, y estás atento.
Resulta que después te afana una viejita rubia.
Está la posibilidad de hablar de la marginación y de determinar la zona desde la cual la gente
es marginada. Eso sucede siempre, en todas las instituciones hay marginados. Incluso
profesionalmente. Los psiquiatras marginaban a los psicólogos, ahora, los psicólogos
marginan a los psicólogos sociales. Cuando entren al Sistema los psicólogos sociales van a
marginar a los acompañantes terapéuticos. Van a encontrar algo, seguro, es necesario tener
algo abajo para sentirse más alto. Los blancos pobres norteamericanos son muy antinegros,
porque justamente así tienen algo más abajo que ellos, hay pobres terribles. Son de lo más
racistas. La marginación tiene que ver con sentirse "arriba de".
Hay un primer anillo que sería el lugar del poder, que determina lo que es normal. Los que
tienen el poder dicen, "nosotros somos normales". Todos los que son distintos, son
anormales. Los nazis mataban a los que no eran iguales a ellos. A veces, es patético cuando
un grupo margina a otro. Los altos y rubios, marginan a los latinos, quienes toman los valores
de los altos y rubios, les ponen nombres ingleses a sus hijos. Es patético, aceptan la
marginación, imitando al amo. Es todo el tema de la dialéctica de Hegel del amo y del
esclavo, que están juntos. El que define al amo, es el esclavo. Uno puede tener a otro en el
suelo y le pisa la cabeza, pero el otro puede decir: "Yo soy un amo, que en este momento me
están pisando la cabeza, pero no soy esclavo". El amo es construido por el esclavo.
Dialécticamente hablando, en un pueblo donde estén todos sanos, no puede haber médicos.
Un psicólogo existe porque hay enfermos. Está definido por el otro. Hay una dialéctica entre
"normales" y marginales.
Vamos a ver que todo grupo de poder, tiene alrededor un anillo, el de los transgresores.
Están integrados, no marginados. Son los que tienen leves transgresiones y quedan algo
marginados, pero no excluidos. Habría un anillo que yo lo dibujo con guiones entrecortados,
porque es permeable. Se puede salir y entrar. Es el territorio de la relación entre el cliente y
la prostituta. Especialmente la prostituta fina, el gato, está dentro del Sistema. Hay un grupo
que define un anillo que llamamos de los transgresores. Anillo uno, los normales. Anillo dos:
transgresores. Hay otro que es el que más nos interesa a nosotros, porque en este momento
es una población en aumento, que son los marginados, excluidos del Sistema. El tercer
anillo, lo vamos a hacer más ancho. Es un grupo humano muy interesante, porque deja un
anillo afuera, hay salida pero no hay entrada. Son todas las transgresiones menores, por
ejemplo, alguien que hace un cheque sin fondo, hace un delito menor. Queda dentro del
Sistema a pesar de eso. Otro que a lo mejor es pobre, roba menos, pero queda con una
sentencia de cárcel, entonces pasa a un sector desde el cual no puede volver. Porque las
condiciones hacen que tengan un solo sentido, no tiene retorno porque las condiciones éstas
son terribles. Vamos a ir viendo que hay transgresiones que permiten el retorno. Entonces los
marginales son excluidos, quiere decir que están fuera del Sistema. En el centro, hay casas
como las de Barrio Norte, Palermo, son los barrios exclusivos. Acá, en el segundo anillo,
están los barrios obreros, con viviendas más baratas, incómodas, pero están dentro del
Sistema porque tienen numeración, filiación. En cambio los del tercer anillo viven en un lugar
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que no tiene configuración, la villa no tiene domicilio, una persona no puede dar el domicilio
de la villa, queda excluido. Vamos a ver los anillos en distintos temas, que pueden tener
niveles de transgresión y por lo tanto niveles de exclusión. Alguien puede beber, puede ser
un bebedor ocasional, toma en las fiestas. Si bebe un poco más, se empieza a acercar a un
trastorno familiar. De pronto, hace más y empieza a estar todo el fin de semana borracho.
Entonces empieza a aparecer como un alcohólico pero todavía conserva el trabajo. Pero
llega un momento, donde pierde el trabajo y la familia. Queda solo afuera, termina siendo un
alcohólico grave y permanente. Cuando pasa al tercer anillo, empieza a no tener
posibilidades de retorno, porque el mismo alcoholismo lo deja fuera de la posibilidad de
conseguir un trabajo de nuevo, posiblemente termine trágicamente. Un chico, en el uno,
están los chicos de la casa, están prolijos. En el segundo, son chicos muy callejeros, se
escapan y están en la calle mucho tiempo. De pronto, por la destrucción familiar, pasa un
límite que queda el chico en la calle. ¿Qué pasa con este chico que queda en la calle?. No
puede retornar, porque perdió su familia, entonces pasa al tercer anillo. Si es respecto a
transgresiones de la ley, en el primero estaría la gente honesta. En general, las leyes
permiten robar muchísimo, pero de forma "honesta", con la especulación. Están dentro,
protegidos por las leyes que ellos mismos arman. En el segundo anillo, aparece un estafador
vulgar pobre. Si es estafador rico, es del Sistema, está en el primero. De pronto, al estafador
pobre, le dan una condena, pasa a ser un preso. Al pasar a preso, pierde los derechos civiles
y los humanos. Un preso no vota y queda "fuera de", queda atrapado. El fenómeno de la
exclusión social, es que queda en la trampa, en esa situación y es muy difícil volver. Por
ejemplo, éste se puede hacer mendigo fácilmente. Puede ser una persona rica, después
queda muy pobre, va a una pensión, se le termina el dinero, queda en la calle. Pasa a ser
mendigo, croto, se le arruina la ropa y es muy difícil así que lo acepten en un trabajo, ya que
hay poco trabajo. No puede retornar.
Podemos trabajar con chicos de la calle, con crotos, pero en general, no tienen retorno. El
tercer anillo lo marcamos, porque hay una gran población que está con miedo de quedar de
este lado. Por un fenómeno que se llama: auto agravante. Cuando uno queda del otro lado,
tiene cada vez menos posibilidades de volver. Tomemos por ejemplo, la sexualidad, en el
primer anillo hay una sexualidad normal, en el segundo homosexualidad. Si llega convertirse
en travesti, porque se opera, queda estigmatizado, después de la operación. El primer delito
es que no coincide su sexo con su cédula y lo llevan preso por modificación de afiliación. El
travesti queda en una situación de mucha alteración en su físico, queda modificado en su
identidad. Hablo del que se opera, que ya tiene características permanentes de mujer. Es el
que se pone pechos, cola, está privado de salir de día, queda para salir de noche. De día se
percibe que es un travesti, por más que se afeite, entonces empiezan a vivir de noche,
porque de día no pueden salir. Aunque ahora algunos travestis, debido a que el escándalo
produce ventas, aparecen en el segundo.
El caso del Juez Fratticcelli, estaba en el anillo uno, algo estaba ya en el segundo, por tener
una amante, empezaba a transgredir. Era un infiel, en un contexto católico, además de ser
Juez. De pronto, se le fue la mano, hay una perturbación familiar y aparece la nena muerta.
Con lo cual pasó al tercer anillo porque cometió un asesinato, entonces queda como criminal.
Cambió de anillo. Los travestis son muy importantes en las épocas de crisis, porque hacen
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referencia a la ambigüedad. Es un sujeto ambiguo, no se sabe si es hombre o mujer. Ahora,

no sabemos si alguien es policía o ladrón. No podemos ver si un político va a robar o va a
ayudar. Está el tema de la ambigüedad. Un chico de la calle ¿qué edad tiene?. No se sabe.
Por sus actitudes y vida sexual, tiene veinte años, pero tiene en realidad, sólo ocho años. Es
una época muy ambigua. El travesti aparece como una figura paradigmática. Es el tema de lo
que no se entiende, lo que no se sabe qué es. La familia también se muestra muy confusa.
Hay un cambio de roles, el papá no tiene trabajo y la mamá sale a trabajar. Entonces el papá
hace la comida y la mamá lo reta porque no tiene el guiso a punto. El nene empieza a
confundirse. ¿Cuáles son los roles? Hay gente grande, que se pone ropa de joven y se
apendeja. No se sabe qué edad tiene la gente, los roles de edad están perturbados, los roles
de sexo, los de perturbación mental o de corrupción. Es corrupto y es Ministro de la Corte.
Aquellos delincuentes convencionales, que se sabía más o menos, ahora no existen. Hay un
momento de gran ambigüedad. Respecto a las enfermedades, en el primero tiene un
problema cardíaco, que es uno de los problemas más finos que hay. Un cardiópata es un
empresario. Un chagásico, empieza a ser más barato. Porque en los transgresores comienza
la exclusión. Puede padecer una sífilis. Ya se va acercando, pero si se contagia el sida, pasa
al tercero. Ahora no tanto, pero antes el enfermo de HIV, se llamaba sidoso, como leproso.
Cuando empezó la enfermedad, la pandemia se llamaba la Peste Rosa. Tenía la carga de ser
una enfermedad de origen homosexual. Estaba completamente en el tercer anillo, no lo
podía decir, lo echaban del trabajo. Ahora, por suerte, se ha trabajado mucho, los cócteles
dan una sobrevida. No tiene ese destino de muerte. Se llaman portadores de HIV. Están en el
segundo anillo. Me acuerdo en la Escuela los primeros alumnos que tuvimos con SIDA, todos
lo sabían. Se sabía quién era.
No hay peligro de contagio, a menos que se tenga a relaciones sexuales sin preservativo o
intercambio de semen o sangre.
En el primer anillo hay un chico rubio que concurre a un colegio católico o que va a un
colegio fino. En el segundo, hay un chico que va a un colegio de clase media o baja. Va a
una escuela municipal. En el tercero, está un muchacho morocho y ya por ser así, a pesar de
estar en un país latinoamericano, queda en el tercer anillo. Los bolivianos o coreanos tienden
a estar casi al borde, en el límite.
Veamos en cuanto a la enfermedad, el normal está en el primer anillo, es un obsesivo que
coincide con las normas, luego, no existe, porque es algo abstracto. Es igual a otro que
también cumple con la norma, no tiene individualidad. La persona se distingue justamente
porque sale de ahí. No se sabría quién es quién, no hay diferencia. Un rostro absolutamente
hermoso de porcelana, no tiene gracia. Las artistas norteamericanas, en una época, tenían
que tener una determinada característica y el cuerpo también, eran todas iguales. Ahora se
acepta la diversidad. Suponete en el segundo anillo, un poco neurótico, se psicoanaliza,
empeora y le viene una crisis muy grave, tiene un brotecito. El sistema le da un diagnóstico:
"esquizofrénico" y queda como psicótico de Hospicio. Incluso es muy curioso esto, porque la
vuelta es muy difícil, porque la vuelta de un diagnóstico de esquizofrenia, tiene que tener dos
forenses que atestiguan que esa persona está curada. Hasta que eso suceda, pasa un
tiempo. Cuando el psiquiatra considera que está de alta, notifica al Juzgado. Tienen que venir
de allí, eso puede ocurrir entre seis meses y un año después. A esa persona se le dice que
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está curada pero no se puede ir. Una persona que está con miedo de existir, con ciertas
fantasías de ser maltratado, lo confirma. Por eso es muy difícil salir. Un preso que sale de
Devoto, es imposible ahora que encuentre un trabajo. Haber estado preso es un estigma. El
tercer anillo, es el de no retorno. Las condiciones de la sociedad hacen que sea muy difícil
volver.
Los presos, los locos, los travestis, los chicos de la calle, son gente pobre. Ya hay una
exclusión, es como si fuera Barrio Norte y las villas. Aunque en el primer anillo, pasan cosas,
fíjense que un Juez, termina en el tercero. Gatica, el boxeador, nació en la villa, llegó por los
puños al primer anillo. Pero después volvió al anillo tres. Evita era hija bastarda, llegó al
primero como libertadora. Es curioso como también hay un giro. Los judíos en Alemania
estaban en el primero, eran comerciantes, pero después de que entraron los rusos, Alemania
fue derrotada, con los nazis pasaron al tercero.
Es un concepto dinámico el de marginación. Por ejemplo, un preso está marginado afuera,
pero adentro, cuanto más delincuente sea, más profesional, está más alto, tiene más
prestigio. Afuera, si tenemos un carterista y un asaltante de banco, estaría más marginado el
último. Adentro de la cárcel, el asaltante de bancos es mejor mirado. Allí se redefinen los
valores. Me acuerdo, en el Hospicio, me causó mucha gracia, hay como un status en el
paciente más antiguo. Es el que tiene más rango. Estaban discutiendo, hace mucho, cómo
entraban el carbón para la panadería que había en el fondo.
Uno decía: "Entraban con unos carretones, por aquella puerta". Otro decía: "No, entraban por
otro lado". Cuando en esa rueda de locos, uno dice: "Usted ... ¿cuántos años hace que está
en la casa?". "Dos años". "Sepa que yo hace quince años que estoy acá". Todos los demás
entendieron que había ganado la discusión. Era un hombre que hacía tiempo que estaba en
el manicomio. Los valores son al revés. Los delincuentes nos consideran giles a nosotros.
Nos marginan. Se rehace el centro allá, nos mandan a la periferia.
La gente del Ku Klux Klan en Estados Unidos, no era gente rica sino más bien pobre. Son los
que quieren tener a alguien por debajo de ellos. El que discrimina, ya está en algún sector
del segundo o tercero. Tiene el temor de ser considerado el último orejón del tarro. Inventa
otro más abajo. El preso inventa al violador y lo violan, lo lastiman, lo matan, pero primero lo
"definen como". La agresión es posterior a la sanción social. En Estados Unidos, hace treinta
años, mataban un negro fácilmente. Nunca se encontraba al asesino. Un grupo de blancos,
podía linchar un negro. Un grupo de negros, no podía linchar un blanco. Tampoco los blancos
podían lincharse entre ellos. Ahora se arregló un poco. La mujer ha estado durante muchos
años, en ese lugar. Ahora lucha por sus derechos, porque estaba el tema del machismo. Con
la redefinición de la familia, por la falta de trabajo, a veces, el padre no es el proveedor, sino
la madre, se ha corrido. Entre los jóvenes creo que ya no hay esa estructura de poder. Un
adolescente no cree que tiene mayor peso el varón, como era antes. No existe eso de "me
tenés que respetar, porque yo soy el hombre", si dice eso, la otra le contesta una barbaridad.
En la cárcel violan a los que violaron. También marginan y maltratan a los que mataron a la
madre. Si a mí me preguntaran a quién quiero marginar, yo lo haría con los sádicos, son de
lesa humanidad sus delitos. Es un tema como de pseudo moral, ellos la tienen.
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En el tiempo de la guerrilla, los guerrilleros marginaban a los presos comunes. El preso

común era diferente al preso político. El preso político era rico, instruido, un chico
universitario y el otro un negro de la villa.
Las cárceles vip son para los estafadores grandes, por supuesto. El que más roba, va al
anillo del centro. El ladrón máximo, está en el primero, en el tercero está el ladrón de
gallinas. Está deformado. El tercer anillo contiene gente muy linda, como los poetas, los
artistas. Van Gogh era considerado un loco. En la Inquisición al pobre Galileo lo hicieron
arrodillar y negar que la tierra se movía, porque de lo contrario iba a la hoguera. Primero se
lo define como hereje. La Iglesia, con la Inquisición podía excluir pero tenía que hacer un
juicio y definir que era hereje, ahí adquiere una cosa muy interesante: se convierte en cosa.
Deja de ser persona, pasa de sujeto a objeto. Los torturadores eran hombres de familia,
cuidaban a sus hijos. Cuando un ciudadano era comunista se transformaba en cosa, tenían
el permiso de destrozarlo porque era un delincuente subversivo, quedaba del otro lado. El
tercer anillo, de marginales, tiene la característica de cosificación. Por eso, por ejemplo, un
judío, un preso, son cosa. Desde el punto de vista concreto, el Sistema no lo define
abiertamente, pero lo trata como cosa. En las cárceles ponen tres veces más personas que
las que entran en el lugar, no hay atención para los que tienen SIDA, mezclan los chicos con
los grandes, hacen todos los atropellos. Todos los genocidios se justifican por una sanción,
como las leyes de Nuremberg. El famoso decreto de "exterminio de la subversión", se
convirtió en exterminio de los subversivos. La idea era exterminar el quehacer, no a las
personas. Como si dijéramos, "hay que exterminar el robo", entonces se mata a todos los
ladrones. Era terminar con el robo, no con las personas. Se entendió como eso. Fue el
famoso decreto de Isabelita. Dio lugar a que legalmente y desde la Iglesia, se aceptara.
Había un cura que decía: "La Biblia dice que hay que separar la cizaña del trigo". La cizaña
se quemaba. Para hacerlo, tenían que definir la cizaña, sino no se puede quemar. Antes, los
travestis, estaban en la Panamericana. Salió una noticia en un espacio chiquito en el diario:
"Un coche pisó un travesti", como si fuera un perro, no era humano, perdió las características
de persona y era cosa. Si llegaban a atropellar a algún ciudadano de ahí, ya salía en el diario
con un recuadro más grande.
María Soledad Morales fue destrozada como cosa, la violaron, la quemaron, hicieron
cualquier cosa. Resulta que pegó en el cansancio de la población, por el atropello de los
Saadi, el cadáver llegó acá y bajó al Sistema. El caso Carrasco también, abusos en el
Servicio Militar, hubo miles, pero no podías decir nada. Hay un momento, en que la gente se
cansa, se les fue la mano. Ahora, hay una clase media chiquita y un gran sector marginado.
Aparece un nuevo fantasma, éstos son cosa, persona igual cosa, es la cosificación de lo
humano. El sujeto se transforma en objeto. Tiene que estar definido antes. Una vez que
alguien tiene el diagnóstico de esquizofrenia, se lo mete ahí, cualquier cosa que dice es cosa
de locos, no puede salir, se escapa y viene la fuerza pública, lo enchalecan, cualquier
atropello está permitido, es legal. Igual que con los presos.
Estar en el anillo uno, tiene que ver con estar insertado en la producción. Resulta que con la
desocupación, los sectores más pobres, son excluidos, porque te quedás sin casa, en la
calle. Alguien puede ser marginado por el Sistema, él dice: "Como me marginaron, me asumo
como marginal". Consagra eso como un bien. Los Redonditos de Ricotta, se ponen ahí, son
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poderosos, "se asumen como", no van a la televisión, ni nada. A veces, los chicos, cuando ya
los dejan afuera, se autodefinen como son marginales. No creo que haya una elección
marginal, sin una previa exclusión. Es difícil que se auto margine el que no fue excluido. Es
como decir: "me querían asesino, ahora voy a matar" o "Me castigaron por ese pequeño
robo, ahora van a ver lo que hago, voy a ser chorro". Al hacerse chorro, tiene otras normas,
que me dan distintos status, de acuerdo a la ley del ambiente del hampa. Hay un fenómeno
en que los marginales se asumen como tal. A los peronistas, a los cabecitas negras, los
llamaban "grasas". Eva toma ese nombre y les decía: "mis queridos grasitas". Ellos decían:
"somos los grasitas".
Asumieron el nombre que les dio el enemigo que es el que mejor te define. El enemigo, es el
mejor diagnosticador. Hay que hacerle caso al enemigo, cuando te señala algo. El amigo te
dice: "te queda bárbaro el traje". El enemigo te dice: "te chinga por todos lados...". Somos los
grasitas, los descamisados, los pobres, los salvajes. En la Revolución Francesa, los que no
tenían la ropa de la gente fina, después asumían eso. Es como asumir algo de lo marginal,
para estar arriba. Ubaldini, tenía siempre camperas baratas, después se compró la de cuero.
Lo curioso es que la gente se margina en los countries, es peligroso. Los chicos que se crían
así, cuando salen, no están preparados. Los ricos quedaron mirando para afuera.
Pasé por Pilar la vez pasada, hay unas rejas altísimas, parece una cárcel. Es correcto,
porque los delincuentes por fin están presos. ¿Vos creés que esa gente hace la guita
laburando?. Salen con el culo en la mano. En Sudáfrica, me dijo una persona de la
Universidad, que los blancos no dejaban entrar a ningún negro a las ciudades, estaban
amuralladas. Hasta que se dieron cuenta que ellos tampoco podían salir al campo. Habían
quedado encerrados en la ciudad. Las papas se plantan en el campo. Tuvieron que dejar
entrar a los negros, para salir los blancos al campo. A Mandela no lo sacaron de la cárcel por
ser buenos. Se los iban a comer a todos en una olla. Se habían encerrado, es una
marginación interesante. Acá va a pasar, porque cuando esto crezca mucho, va a haber una
enorme presión, porque muchos pasaron a ser muy pobres por la desocupación. Esto
alimenta este sector excluido, marginado. Una pequeña parte de la clase media, sube para
arriba, entró en complicidad con la venta del país, pero otra parte cae. Está pasando. Los
acusados de ladrones, van a estar libres, los verdaderos ladrones van a estar presos de ellos
mismos. Este es un modelo como para reflexionar en el grupo operativo, ¿dónde se imaginan
como normales y dónde no?. Se puede en ciertos aspectos ser normal, por ejemplo, ser un
jefe de hogar, un hombre de oficina, que a las seis de la tarde, se va a la Panamericana con
un travesti. Pasó a ser un marginal en ese aspecto. Se arma el escándalo cuando se
descubre. Como le pasó al Juez Oyanarthe. Hay un horario donde es normal. El rico puede
hacer eso. El travesti no puede decir: "Durante el día, soy jefe en una Empresa". Toda esta
población está condenada a la marginación y muchas veces a la muerte. El destino de un
mendigo en invierno, por el frío, se le baja el metabolismo y muere congelado. Era Director
en el Asilo de Mendigos de la Municipalidad. Los íbamos a buscar en invierno, se duermen
por el vino, el fueguito se les apaga, el alcohol les baja el metabolismo. No tienen defensas.
Los psicóticos, mueren adentro del Hospicio, los travestis, tienen una vida jodida, el preso,
Dios mío, también. Son destinos muy trágicos. FIN