Para una correcta aplicación de las normas de contratación es importante tener
en cuenta los siguientes tipos de contratos:
Contratos a término indefinido: a través del que se fija un salario, los
horarios y se acuerda un término indefinido del contrato. Contratos a término fijo: tienen una fecha límite de duración que es de tres años. Este acuerdo debe quedar por escrito. Contrato por obra o labor: adecuado para proyectos puntuales, se emplea durante un tiempo determinado. El pago se realiza según el tiempo trabajado y la indemnización no puede ser menor a quince días. Contrato ocasional: se acuerda cuando el empleado realiza labores distintas a las que corresponden a su cargo y se da cuando su duración es inferior a un mes.