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Migraciones mapuche en el siglo XX

1La migración económica y política es un componente de la historia mapuche del siglo XX. La
migración económica cobró importancia desde los años cincuenta. La migración política se produjo
desde el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

2La migración económica ha sido reiteradamente comentada, sin embargo los estudios específicos
están lejos de ser numerosos. Hay una insuficiencia de datos cuantitativos sobre la dimensión de los
flujos migratorios y sobre sus diversas consecuencias (socio-económicas, culturales, etc.). Subrayar
este hecho, a la vez que destacar la migración política, son los objetivos de estas páginas.

Número de migrantes

3Los datos relativos al número de migrantes no son abundantes ni suficientemente exhaustivos. En


1961, Carlos Munizaga se preguntaba: « ¿Cuántos indígenas hay actualmente en Santiago? » «
¿Cuántos migran cada año o piensan migrar a las urbes? … Pero ni los censos ni los estudios sobre
migraciones internas en Chile contienen datos suficientes acerca de los araucanos»1. Las cifras
parciales que a continuación consignamos ilustran esta observación.

 1 C. Munizaga, Estructuras transicionales en la migración de los araucanos de hoy a la


ciudad de Sant(...)

 2 Raúl Foster, Martin Painemal.Vida de un dirigente mapuche, GIA, Santiago 1983, pp. 42
y 46.

4La migración mapuche a Santiago se daba ya en los años 20. Los migrantes que llegaron a la
capital en ese período para trabajar, sobre todo en las panaderías, fundaron en 1932 la « Sociedad
Galvarino », una mutual que reunió a unos 30 a 40 mapuches2.

 3 Ver Arthur M. Conning, Estimación de la migración interna neta, clasificada por edad y
por sexo, en(...)
 4 C. Munizaga, Estructuras… op. cit., p. 19.

5En los años 40 y 50, Cautín y Malleco en el sur, aparecían entre las principales provincias de
emigración junto a Coquimbo, Ñuble y Atacama. El departamento de Santiago era el centro de
mayor atracción3. Según algunos informantes de C. Munizaga la migración a Santiago se habría
intensificado en los años 504.

 5 José Bengoa y Eduardo Valenzuela, Economía mapuche, PAS, Santiago 1984, p. 98.
 6 Servicio Nacional de Estadística, cit. por A. Conning, op. cit., p. 9.
 7 Mariana Aylwin et al, Chile en el siglo XX, Santiago s/f, p. 211.

6Bengoa y Valenzuela escriben: « no podemos saber con exactitud cuáles han sido las tendencias de
la migración indígena. Sabemos, sin embargo, que estas migraciones se intensificaron en los años
50 y 60, llegando a representar cerca del 25 % de la población mapuche total »5. Pero este aumento
de la migración, que no es exclusivo de la población mapuche, se inscribe en una tendencia general
de la migración rural-urbana de ese período. Es lo que se puede concluir observando los cambios en
la estructura de la población. La población rural de Chile era de 50,6 % en 1930, de 47,5 % en 1940
y de 39, 8 % en 19626. Por otro lado, el desarrollo industrial que conocieron las principales
ciudades entre los años 1940 y 1952 atrajo a campesinos que no tenían expectativas favorables en
un agro cuya estructura económica y social permanecía inalterable. Además en este período la
población aumentó en 900.000 personas7. Los cálculos porcentuales sobre migraciones provienen
de informes parciales.

 8 Cit. por José Bengoa y Eduardo Valenzuela, Economía…op. cit., p. 96.

7Migrantes en relación a la población mapuche total: 25 %, según el Comité Interamericano de


Desarrollo (CIDA), 16 % para el informe Choll del Instituto de Capacitación e Investigación en
Reforma Agraria8.

Informaciones censales

8Los Censos de 1940 y 1952 no hacen distinción entre « araucanos y chilenos », además como el
mapuche es jurídicamente chileno, muchos de ellos se registraron tal vez como tales9.

 9 Carlos Munizaga, Estructuras…, p. 19.

 10 Carlos Munizaga, Vida de un araucano,Centro de Estudios Antropológicos de la


Universidad de Chile,1(...)

9El Censo de 1952 registra 875 araucanos en Santiago. Esta cifra denota una subevaluación de la
población migrante si nos atenemos a los datos obtenidos por Domingo Curaqueo a partir del
número de inscritos en los Registros Electorales de la provincia de Santiago10 : 10.000 personas
con apellido mapuche, mayores de 21 años. Población que aumenta si se considera a los menores de
21 años.

10Los Censos de 1960 y 1970 no aportan datos sobre migración indígena, pero se sabe que ésta
había cobrado importancia.

 11 A. Saavedra, La cuestión mapuche, ICIRA, Santaigo 1971, p. 30.

11 La insuficiente precisión de los datos cuantitativos deriva también del hecho que en muchos
casos los empadronadores, en lugar de visitar las casas, llaman a las personas a empadronarse y no
se hacía distinción entre mapuches y no mapuches11.

12Población mapuche según algunos Censos:

 12 Informe de la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato de los Pueblos Indígenas,


2003, p.85. Cifra q(...)

131907: 101.118 (primer Censo que se realizó en zona mapuche12).

141940: 115.880

151952: 130.547 mapuches de reducciones y los que declararon tal condición.

161960: 138.894 mapuches rurales.


17La condición de mapuche rural parece ser el criterio censal para llegar a las cifras señaladas. La
exactitud de los datos dependerá del diseño conceptual de los cuestionarios, de los medios para
realizar los empadronamientos.

18Otros datos relativos a la población mapuche total:

 13 Milan Stuchlik, Rasgos de la sociedad mapuche contemporánea, Ediciones Nueva


Universidad, Santiago(...)

191964: 400.000 personas « distribuidas en más de 3.000 reducciones ». Es una estimación de la


Dirección de Asuntos Indígenas. Para Stuhlick es una estimación demasiado baja. « Un cálculo
ponderado daría unos 500.000 Mapuche de los cuales cuatro quintas partes viven en el campo y un
quinto en la ciudad » especialmente en Santiago13.

201964: 322.916 personas. Estimación entregada a la Dirección de Asuntos Indígenas en una


Circular del Ministerio de Relaciones Exteriores n°53 del 5 de mayo de 1964.

 14 Alejandro Saavedra, Los Mapuche en la sociedad chilena actual, Lom, Santiago 2002,
p. 84.

211966: 370.000 personas (4,4 % de la población nacional), cifra que incluye una población urbana
de 40.000 personas14.

22Las cifras que hemos anotado no incluyen datos acerca de las migraciones intercomunales,
intraregionales e interprovinciales, como tampoco del carácter de esas migraciones: temporal o
definitiva.

¿Chilenos y/o mapuches?

23Los mapuches conocieron una integración compulsiva no sólo territorial sino también jurídica e
institucional: idioma, escuela, administración, etc. Pasan a ser, entonces, jurídicamente chilenos,
pero en la práctica aparecen como gente distinta que es necesario incorporar a la nación.

 15 Alvaro Jara, Legislación indígenista de Chile, Instituto Indigenista Interamericano,


Mexico 1956,(...)

24El « Estado de Chile es unitario » según la Constitución de 1925 y luego la de 1980, por lo tanto
la idea rectora, desde el siglo XIX hasta hoy, ha sido el carácter homogéneo de la nación. Conforme
con esta idea, la distinción entre mapuche y no mapuche no aparece siempre con nitidez. Esto no
redundó en estadísticas más precisas y regulares. En aras de la homogeneidad de la nación la
legislación indígena en el siglo XX buscó la integración de la población mapuche. Legislación que
de 1927 a 1961 se propuso la división de las comunidades como un medio de « integrar » a los
indígenas a la nacionalidad chilena o como única manera de incorporarlos plenamente a la
civilización »15. Así se estipulaba en el Decreto con fuerza de Ley n° 266 sobre comunidades de
Indígenas del 20 de mayo de 1931. Pero la política integracionista se dirigía a la población rural que
vivía en las comunidades. Esta política no contemplaba a los migrantes. Tal vez se consideraba que
el acto de migrar operaba como un medio de integración. Integración que fue ante todo económica,
es decir, como mano de obra explotada a las capas más bajas de la población.
 16 Hugo Ormeño M., Jorge Osses D., “Nueva legislación sobre indígenas en Chile”,
Cuadernos de la Reali(...)

25La división de las comunidades fue un detonador específico de la migración mapuche pues
provocó una acentuada minifundización, como también algunas ventas de tierra a particulares. Pero
en 34 años de aplicación de la división, es decir de 1927 a 1961, los resultados no fueron sin duda
los esperados. « Se logró dividir apenas 800 comunidades indígenas, generándose cerca de 14.000
pequeñas propiedades, lotes o sitios de superficies que en algunos casos llegaron a menos de una
hectárea », pero sólo en seis años, de febrero de 1942 a febrero de 1947, « se traspasaron al dominio
de latifundios, pequeños y medianos propietarios no indígenas terrenos estimados en 100.000
hectáreas »16.

 17 Alejandro Saavedra, Los mapuches en la sociedad chilena actual, LOM, Santiago 2002,
p. 197.

26Con el Decreto-Ley n° 2568 se batió el record de todo el siglo XX en materia de división. « Si


antes del Decreto de 1979 se había dividido un 25% de las reducciones iniciales en unas 13.778
parcelas individuales, entre los años 1979 y 1980 se otorgaron 60.000 parcelas, un 80% del total de
parcelas que podían dividirse. La división culminó en 1988 con una 70.000 parcelas
individuales »17.

 18 Chile. Impreso por el gobierno chileno. Santiago 1915, p. 40.


 19 A. Lipschutz, Marx y Lenin en la América Latina y los problemas indigenistas, Casa de
las Américas,(...)

27La persistencia de una política de integración a lo largo del siglo XX, así como la insistencia en
la idea de nación homogénea no facilitaron, sin duda, las informaciones estadísticas relativas tanto a
la población mapuche en general como a los flujos migratorios en particular. A esto contribuyó
igualmente, pensamos, la tendencia a ignorar la población indígena o a minimizarla como ocurre
hasta hoy. En una publicación del gobierno chileno, en 1915, se destaca la « admirable
homogeneidad bajo el aspecto de la raza. La blanca o caucásica predomina casi en absoluto, y sólo
el antropólogo de profesión puede discernir los vestigios de la sangre aborigen, en las más bajas
capas del pueblo »18. En 1970, Alejandro Lipschutz escribió: « En Chile estábamos acostumbrados
a pensar que casi no hay mapuches ». Y agrega, « Hace unos años me atacaron e insultaron en la
prensa chilena por haber dicho, que en Chile hay unos cuatrocientos cincuenta o quinientos mil
mapuches »19.

¿De la homogeneidad a la pluralidad de la nación?

28La Ley Indígena 19.253 del 5 de octubre 1993, vigente hasta hoy, inauguró una fase netamente
distinta a la precedente (1973-1989). El Estado « reconoce como principales etnias indígenas de
Chile a: la Mapuche, Aimara, Rapa Nui o Pascuence, la de las comunidades atacameñas, Quechuas
y Collas del norte del país, las comunidades Kawashkar o Alacalufe y Yámana o Yagán de los
canales australes » (Párrafo 1°). « El Estado reconoce el derecho de los indígenas a mantener y
desarrollar sus propias manifestaciones culturales … tiene el deber de promover las culturas
indígenas, las que forman parte del patrimonio de la Nación chilena » (Párrafo 3°). El cambio es
notable: de la proyectada eliminación legal se pasa al reconocimiento de su especificidad cultural.
Subrayemos que esto va al encuentro de la idea de nación homogénea en el plano étnico-cultural
que postulaba la « Declaración de Principios » de los militares.
29La especificidad cultural se reconoce sin ambigüedades en el Censo de Población de 1992. Para
averiguar el porcentaje de población indígena se planteó la pregunta siguiente: « Si usted. es chileno
¿Se considera perteneciente a una de las siguientes culturas? : 1) mapuche, 2) aymara, 3) rapanui, 4)
ninguna de las anteriores ». 928.060 personas de más de 14 años se declararon pertenecientes a la
cultura mapuche (93 % de la población indígena total).

30Digamos de paso que más allá de las críticas que se han formulado al Censo de 1992
(insuficiencia de los datos relativos a hablantes de mapudugun, formas de vida, tradiciones, etc.,
observaciones metodológicas, inadecuación de la pregunta formulada, en particular el uso de
«cultura»), nos parece importante subrayar el nuevo contexto, en el plano latinoamericano, en que
este censo se inscribe: reconocimiento de un pluralismo cultural, aprobación del Convenio 169 de la
O.I.T. por la mayoría de los países. Y, en el caso chileno, la demanda mapuche de reconocimiento
constitucional en tanto que pueblo. Evidentemente esto provocó sobresaltos en sectores aún
imbuidos de la idea de homogeneidad de la nación.

31En el Censo del 2002 la especificidad se reconoce en tanto que pueblo: «¿Pertenece usted a
alguno de los siguientes pueblos originarios o indígenas? : Alacalufe (Kawashkar), Atacameño,
Aymara, Colla, Mapuche, Quechua, Rapa Nui, Yamana (Yagán)». Pueblo suplanta a cultura que
había originado algunas críticas. 692.192 declararon pertenecer a uno de los pueblos originarios, de
los cuales 604.349 mapuches (87, 3 % de la población indígena total).

32El censo de 1992 devela un dato de relevancia: el 79,3 % de la población es urbana y el 20,4 %
vive en zonas rurales. Hasta 1970 fue una población esencialmente rural; en Cautín, los mapuches
representaban el 72 % de la población rural de la provincia. Vemos, conforme al Censo de 1992,
que en el espacio de veinte años la situación se revierte: la población eminentemente campesina
deviene mayoritariamente urbana. Esto significa que la mayoría de la población mapuche es
emigrante o es descendiente de ésta.

79 % vive en asentamientos urbanos

21 % en el campo.

44 % del total vive en la Región Metropolitana (es decir, 409.079 personas)

15,49 % en la Novena región

13,48 % en la Octava región

7, % en la Décima región

33La mayor parte de los migrantes permanentes salieron en el curso de los años 70: 1970-1974,
23,3 %, 1975-1979: 28,7 %. Migran más las mujeres que los hombres, a la edad de 20 y 29 años en
su mayoría (PAS, 1981).

¿Por qué se emigra?

34Varios elementos explicativos entran en juego: una acentuada minifundización (2,7 personas por
hectárea20. Incluso 0,38 hectáreas en algunos sectores como Collipulli en la provincia de Malleco),
una crisis agrícola generalizada (en particular la producción tiguera) desde 1974 y cuyo punto
culminante fue el año 1982-198321; el proceso de urbanización que se acelera hacia los años 60.
 20 J. Bengoa, El campesinado chileno después de la reforma agraria, 1983, p. 138.
 21 Sergio Gómez, Jorge Echenique, La agricultura chilena. Las dos caras de la
modernización, Flacso, S(...)

 22 Datos tomados de Marisol Castro Romero, El proceso migratorio de la población


mapuche en Chile : su(...)

35Según un trabajo realizado en la Región Metropolitana22, los factores económicos representan el


84,1%: falta de empleos y bajos salarios; los factores socio-culturales representan 35,6%: este
porcentaje engloba el deseo de los jóvenes de continuar estudios y la aspiración de los padres a
brindar mejor educación a los hijos; los « motivos psicológicos » constituyen el 63,8%: « cansados
de la vida en el medio rural ». Los dos primeros factores nos parecen los más determinantes pues en
los motivos psicológicos se incluye la insatisfacción económica y laboral. La Región Metropolitana
es el centro de mayor atracción: para un 87,5% de personas, es el lugar con mayores posibilidades
de empleo y de mejores remuneraciones.

 23 Alejandro Lipschutz, op. cit., p. 123.


 24 Eric J. Hobsbawm, L’âge des extrêmes. Histoire du court XXe.siècle, Ed. Complexe –
Le Monde Diploma(...)

36Entre las motivaciones de la migración, cabe destacar los deseos de alcanzar mayor educación.
Emigran a la ciudad –dice A. Lipschutz- los que quieren seguir estudios y los jóvenes con mayor
cultura23. Pero esto no fue exclusivo de los mapuches. « Este deseo de saber –escribe Hobsbawm-
explica ampliamente la sorprendente y masiva migración del pueblo a la ciudad, que vació los
campos del continente sudamericano a partir de los años 50 »24.

37El destino de los migrantes permanentes era, porcentualmente, el siguiente:

Santiago: 74,1 %

Temuco: 9, 1%

Concepción: 1, 8 %

Otras ciudades: 4, 4 %

Argentina : 1, 2 %

Pueblos región : 5, 3 %

Pueblos fuera de la región: 1, 5 %

Otros: 0, 9%

Sin información: 1, 2 %

(Fuente: PAS, 1981)


38La situación ocupacional de la población mapuche económicamente activa en la región
metropolitana se distribuía así:

35,7 %, servicio doméstico « puertas adentro »,

33,4 %, obreros,

10,2 %, empleados.

 25 M. Castro, op.cit.

39En el primer caso se encuentran las mujeres, en el segundo los hombres y en el tercero
mayoritariamente los hombres25.

 26 Andrea Aravena, Los Mapuche-Warriache: procesos migratorios contemporáneos e


identidad mapuche urba(...)

40Por otro lado, cabe señalar que el 40 % de los mapuches residentes en la Provincia de Santiago
viven en las comunas más pobres: La Pintana, Renca, Pedro Aguirre Cerda, Lo Espejo,
Huechuraba, Cerro Navia, San Ramón, Lo Prado, La Granja, Conchalí, Quilicura y El Bosque26.

 27 Carlos Huaiquiñir Rain, Arauco de Ayer y de Hoy, Santiago 1966, p. 10 y 11.

41Estos datos muestran que las migraciones como medio de integración mapuche en la sociedad
nacional han sido de eficacia harto relativa. Operó esencialmente, en el plano económico,
integrando a los mapuches a los oficios más infravalorados. En cambio, los signos de identidad de
la población urbana estuvieron presentes a lo largo del siglo XX. A título de ejemplo, baste con
señalar las iniciativas, que atraviesan el siglo, para conformar organizaciones en Santiago: La Unión
Araucana Tranviaria (1934), Alianza Cultural Araucana (1943), Liga de Mujeres Araucanas
(1953)27.

Migración política

42Con el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, la dimensión política pasa a ser una nueva
motivación de la migración mapuche. Algunos centenares salieron a Argentina, Canadá y Europa.
Aquí nos centramos en la experiencia colectiva de los exiliados mapuches en Europa occidental.

43Esta migración encuentra su origen en la participación mapuche en la vida política chilena a lo


largo del siglo XX. Esta participación que no es, por lo tanto, ni coyuntural ni episódica, se expresa
en las diferentes organizaciones que defienden los derechos y plantean las reivindicaciones de esta
población, por ejemplo : la Sociedad Caupolicán (1910), La Moderna Araucania (1916), La Unión
Araucana (1926), Corporación Araucana (1938), Asociación Nacional de Indígenas de Chile
(1953), Movimiento Indígena de Chile (1965). También particicipación en eventos electorales que
llevaron a la Cámara de Diputados a algunos mapuches: Francisco Melivilu (1922), Manuel
Manquilef (1925), Arturo Huenchullán (1934), Venancio Coñuepan, (1945), Rosendo Huenumán
(1973), Francisco Huenchumilla (1990).

 28 Ver Almino Affonso et al., Movimiento Campesino Chileno, Icira, Santiago 1968.
44En los años 60 se produjo una radicalización de la lucha rebasando las organizaciones
tradicionales. Se realizaron ocupaciones de tierras de 1961 a 1966, particularmente en las provincias
de Arauco y Malleco para demandar la restitución de tierras. Sólo en tres casos (1965) hubo
incidentes28. En 1970-73, se producen corridas de cerco siempre con el objetivo de recuperar
tierras, pero esta vez con consecuencias violentas: los propietarios retoman sus fundos con un saldo
de cuatro campesinos mapuches muertos en 1971 y varios heridos a bala en 1972. Esta movilización
se enmarca en un contexto de radicalización de las luchas sociales en Chile. En este período, junto a
las reivindicaciones específicas (Ley Indígena y restitución de tierras) se participa en la lucha
política por la transformación de la sociedad chilena. Así, los mapuches tomaron parte en la
creación de los Consejos Comunales Campesinos esencialmente en Lautaro y Cunco, provincia de
Cautín, que se gestaron directamente desde la base desbordando de este modo las reglas del juego
« legales » aplicada por los organismos del agro.

45El largo camino de lucha social y política hicieron que muchos mapuches fueran también
fuertemente reprimidos a raíz del golpe militar: asesinatos, desapariciones, encarcelamiento, exilio.

46Aquí nos referimos a Europa occidental pues carecemos de datos precisos para aquéllos que
llegaron a países del Este: Rumania, ex República Democrática Alemana, ex URSS, y para quienes
emigraron a Canadá. Pero sin duda, la mayoría salió a Argentina, muchos lo hicieron
temporalmente, otros de manera definitiva. No hay estadísticas al respecto.

47En el período 1973-1978 se concentró la emigración política chilena. En ese lapso, unos
cincuenta mapuches llegaron a diferentes países: Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica, Suecia,
Suiza, Holanda. Unos habían encontrado asilo en embajadas, otros salieron directamente de la
cárcel, algunos partieron con el apoyo de organizaciones solidarias europeas. En el país de acogida
tuvieron el estatuto de refugiado y por consecuencia organismos de gobierno entregaban medios
para la subsistencia durante algunos meses. La duración de esos medios dependía de cada país.
También se contó con el respaldo de organizaciones solidarias para encontrar una infraestructura
mínima y con la solidaridad entre refugiados.

 29 Ver, Varios autores, Exilio, Derechos Humanos y Democracia. El exilio chileno en


Europa, Coordinaci(...)

48En materia de inserción conocieron la misma experiencia que el resto de los refugiados
chilenos29. Los europeos, en la vida cotidiana y en los lugares de trabajo, no hacían la diferencia
entre no mapuches y mapuches. Esto se puede ilustrar en el testimonio de un campesino:

 30 Godofredo Cotrena, «Vida en Chile antes del golpe de Estado», en Exilio op. cit., p. 75.

49«Al llegar me hablaban mucho del racismo, y era la primera vez que escuchaba en boca de
chilenos hablar de racismo aquí. Allí yo me dije que si aquí son racistas con ellos que quedará para
mi entonces», pero después de un tiempo de residencia en el país se percató de que había «mucho
menos racismo en Bélgica que en Chile … Todos somos extranjeros». A él lo consideraban como
un chileno más30.

 31 Traru, «La emigración, realidad de un 10% de mapuches», en AMULEAYN, Francia,


julio 1980, p. 2.

50Las peripecias vividas en el exilio no distan tanto de las vividas por los migrantes mapuches en
Santiago. Es lo que se desprende del testimonio siguiente: « La ciudad desconocida, apenas hablan
español, no conocen a nadie, ¿Dónde alojarse? ¿Dónde comer? ¿Dónde trabajar? »31. Habría que
reemplazar idioma castellano por inglés, alemán, sueco, etc.

 32 Los datos que aquí entregamos (conciernen a 42 personas, son los que pudimos obtener
por nuestras p(...)

51Los emigrados políticos mapuches eran en su mayoría campesinos (36%), estudiantes (31%),
obreros (13%), técnicos y profesionales (20%)32. En la mayor parte de los casos se trataba de
dirigentes de organizaciones campesinas y estudiantiles mapuches, otros habían sido dirigentes de
organizaciones sindicales obreras y de la enseñanza.

 33 Ver, Arauco Chihuailaf, «Mapuche: gente de la tierra. Más allá del Nuke Mapu, el
exilio», Les Cahie(...)

52En 1978, estos emigrados se organizaron en torno al Comité Exterior Mapuche (1978-1984) cuyo
objetivo fue informar acerca de la realidad económica y política y, a la vez, llevar adelante una
labor solidaria con los perseguidos por la dictadura y con los familiares de los presos políticos. Este
Comité contó con representantes de Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda y Suiza33. El
Encuentro de Londres, del 25 al 28 de febrero de 1978, fue el evento fundador del C.E.M. La
convocatoria a la reunión londinense se hizo en tanto que « exiliados políticos », pero en la
declaración final se plantea claramente la especificidad de la realidad mapuche:

Expresamos a nuestros compañeros de clase, a los partidos y militantes de la izquierda, que el


problema del pueblo mapuche no puede continuar siendo un asunto secundario ; que la realidad de
este pueblo requiere de un conocimiento profundo y científico, como paso necesario para la
elaboración de un programa que contemple cabalmente los intereses de todos los sectores
explotados … comprendemos que nuestra lucha, teniendo especificidades propias de una minoría
étnica, está fundamentalmente ligada a la de todos los sectores explotados de la sociedad chilena
(Declaración de Londres, 1978).

53Esta cita denota la asunción por parte de militantes políticos de su identidad étnica. Y esto en un
contexto histórico signado por la ruptura violenta de la experiencia de la Unidad Popular y por las
controversias político-ideológicas desatadas por la derrota. La dimensión étnica asumida por las
diferentes organizaciones indígenas en el siglo XX había quedado sumergida en la agudización de
las luchas campesinas desde fines de los 60.

54En el exilio, la consciencia étnica recobra actualidad. Esta se materializa en el C.E.M. que es a la
vez expresión de autonomía política en el quehacer mapuche: acción de información y de denuncia
de la realidad en Chile. Tarea que encontró eco en medios informativos europeos: prensa y radio
particularmente. Sin embargo, esto no supuso un aislamiento respecto de las organizaciones
políticas de izquierda. La mayor parte de los mapuches siguieron militando.

55De la Declaración de Londres (1978) a la Conferencia Mapuche en la misma ciudad (2001) que
reunió a delegados de Europa, Canadá y Chile, se observa una evolución de las demandas:

La implementación de medidas concretas… con el fin de proceder a compensar al pueblo mapuche


en el marco de un amplio programa de „verdad y reparación histórica‟, la ratificación del Convenio
169 de la O.I.T., el reconocimiento constitucional del pueblo mapuche.
56Otro es el vocabulario y la naturaleza de las reivindicaciones. La primera declaración de Londres
quedaba en la historia de la emigración mapuche. El C.E.M. se había diluido paulatinamente desde
1985 por las repercusiones, en su quehacer, de los cambios que se operaban en la situación política
chilena. Los emigrados eran militantes políticos que nunca se desconectaron de las organizaciones
mapuches en Chile. Un 20 % de ellos emprendieron el camino del retorno.

57Para la mayoría, esta emigración ha tenido un carácter prolongado, y tal vez devenga definitiva,
al menos para los hijos de emigrantes. Estos han venido formando núcleo familiar con nativos del
país de residencia: alemán, holandés, francés, sueco, belga, vasco, suizo. Y una minoría tiene
cónyuges emigrados como ellos: chileno, colombiano, mexicano, argelino, turco. Hay aquí una
nueva dimensión de la emigración mapuche.

Conclusión

58La población es la base de toda sociedad, hablar de ella parece entonces sencillo, sin embargo es
un concepto abstracto construido a partir de tradiciones opuestas, religiosas y políticas34.

 34 Hervé Le Bras, L’adieu aux masses. Démographie et politique. L‟aube intervention,


Paris 2002, pp. 9(...)

59En el caso de Chile, hablar de la población mapuche es simple sólo en apariencia. ¿Quiénes son
mapuches? Desde el Estado no ha habido respuestas precisas durante la mayor parte del siglo XX y
esto se refleja en los Censos de Población y de Vivienda. Solamente los de 1992 y 2002 aportan
datos más concretos aunque -como lo hemos visto- tampoco suficientemente exhaustivos a juzgar
por las observaciones que han sido formuladas: la exclusión de la población menor de 14 años por
ejemplo.

60La idea de una nación homogénea llevó a descuidar, a postergar o simplemente a negar una
dimensión de la realidad nacional que es la presencia mapuche. El fundamento ideológico del
discurso de homogeneización empezó a ser concretamente cuestionado con el reconocimiento de la
cultura mapuche en la ley indígena de 1972 y luego con la ley indígena de 1993, lo que redundó en
mayores datos cuantitativos.

61Parece evidente que la pretendida homogeneidad de la nación entrabó el conocimiento de la


realidad nacional en su complejidad. El caso de la población mapuche es una ilustración. Hay aquí
una explicación del hecho que hemos querido subrayar: el conocimiento (sin subestimar los datos
existentes) cuantitativo de las migraciones mapuches es insuficiente, al menos hasta los años 80. En
lo que concierne a la migración política puede decirse otro tanto desde la óptica de los datos
cuantitativos, y no únicamente de la migración mapuche sino de la migración chilena provocada por
la dictadura militar que se tomó el poder en 1973.

62La historia de las migraciones mapuches es entonces una historia aún pendiente.

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Notas
1 C. Munizaga, Estructuras transicionales en la migración de los araucanos de hoy a la ciudad de
Santiago de Chile, Centro de Estudios Antropológicos, 1961, p. 18.

2 Raúl Foster, Martin Painemal.Vida de un dirigente mapuche, GIA, Santiago 1983, pp. 42 y 46.

3 Ver Arthur M. Conning, Estimación de la migración interna neta, clasificada por edad y por
sexo, en las provincias y regiones de Chile durante los años 1930-1940, 1940-1952 y 1952-1960,
Santiago, pp. 4 y 9.

4 C. Munizaga, Estructuras… op. cit., p. 19.

5 José Bengoa y Eduardo Valenzuela, Economía mapuche, PAS, Santiago 1984, p. 98.

6 Servicio Nacional de Estadística, cit. por A. Conning, op. cit., p. 9.

7 Mariana Aylwin et al, Chile en el siglo XX, Santiago s/f, p. 211.

8 Cit. por José Bengoa y Eduardo Valenzuela, Economía…op. cit., p. 96.

9 Carlos Munizaga, Estructuras…, p. 19.

10 Carlos Munizaga, Vida de un araucano,Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad de


Chile,1960, p.58.

11 A. Saavedra, La cuestión mapuche, ICIRA, Santaigo 1971, p. 30.

12 Informe de la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato de los Pueblos Indígenas, 2003, p.85.
Cifra que, según este Informe, « constituyó una verdadera sorpresa » puesto que muchos chilenos
pensaban que por el « proceso civilisatorio » ya no había mapuches.
13 Milan Stuchlik, Rasgos de la sociedad mapuche contemporánea, Ediciones Nueva Universidad,
Santiago 1974, p. 16.

14 Alejandro Saavedra, Los Mapuche en la sociedad chilena actual, Lom, Santiago 2002, p. 84.

15 Alvaro Jara, Legislación indígenista de Chile, Instituto Indigenista Interamericano, Mexico


1956, p. 90.

16 Hugo Ormeño M., Jorge Osses D., “Nueva legislación sobre indígenas en Chile”, Cuadernos de
la Realidad Nacional, n° 14, Santiago 1972, p. 21 y 23.

17 Alejandro Saavedra, Los mapuches en la sociedad chilena actual, LOM, Santiago 2002, p. 197.

18 Chile. Impreso por el gobierno chileno. Santiago 1915, p. 40.

19 A. Lipschutz, Marx y Lenin en la América Latina y los problemas indigenistas, Casa de las
Américas, La Habana 1974, p. 132

20 J. Bengoa, El campesinado chileno después de la reforma agraria, 1983, p. 138.

21 Sergio Gómez, Jorge Echenique, La agricultura chilena. Las dos caras de la modernización,
Flacso, Santiago 1988, p. 46.

22 Datos tomados de Marisol Castro Romero, El proceso migratorio de la población mapuche en


Chile : su adaptación e integración a la vida urbana, Actas del III Coloquio Internacional de
Geocrítica. 1980, Internet.

23 Alejandro Lipschutz, op. cit., p. 123.

24 Eric J. Hobsbawm, L’âge des extrêmes. Histoire du court XXe.siècle, Ed. Complexe – Le Monde
Diplomatique, Bruxelles 1999, p. 461.

25 M. Castro, op.cit.

26 Andrea Aravena, Los Mapuche-Warriache: procesos migratorios contemporáneos e identidad


mapuche urbana en el siglo XX, 2001, Internet.

27 Carlos Huaiquiñir Rain, Arauco de Ayer y de Hoy, Santiago 1966, p. 10 y 11.

28 Ver Almino Affonso et al., Movimiento Campesino Chileno, Icira, Santiago 1968.

29 Ver, Varios autores, Exilio, Derechos Humanos y Democracia. El exilio chileno en Europa,
Coordinación Europea Pro-Retorno, Santiago 1993.

30 Godofredo Cotrena, «Vida en Chile antes del golpe de Estado», en Exilio op. cit., p. 75.

31 Traru, «La emigración, realidad de un 10% de mapuches», en AMULEAYN, Francia, julio 1980,
p. 2.
32 Los datos que aquí entregamos (conciernen a 42 personas, son los que pudimos obtener por
nuestras propias averiguaciones. No incluimos Europa del Este por falta de datos suficientes.

33 Ver, Arauco Chihuailaf, «Mapuche: gente de la tierra. Más allá del Nuke Mapu, el exilio», Les
Cahiers ALHIM, n° 5, Université Paris 8, 2002.

34 Hervé Le Bras, L’adieu aux masses. Démographie et politique. L‟aube intervention, Paris 2002,
pp. 9 y 10.

Para citar este artículo

Referencia electrónica

Arauco Chihuailaf , « Migraciones mapuche en el siglo XX », Amérique Latine Histoire et


Mémoire. Les Cahiers ALHIM , 12 | 2006 , [En línea], Puesto en línea el 21 septembre 2007. URL :
http://alhim.revues.org/index1212.html. consultado el 25 novembre 2011.

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