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LA CRISIS DEL HUILA LLENO DE HIDROELECTRICAS Y REPRESAS

Aun así hablar del Huila es recordar las achiras, asado, el san juanero huilense,
(baile típico de nuestra región) la tranquilidad de los bellos pueblos que se
encuentran alrededor de esta bonita ciudad. El hombre está destruyéndola al decir
si a las hidroeléctricas, represas; que atentan contra el medio ambiente y su propia
sostenibilidad.
Según estudios de la Corporación Autónoma Regional de Alto Magdalena – CAM
la construcción de hidroeléctricas como Hidroituango y el Quimbo, ha está
afectando perjuicios ambientales esto sucede porque 11.000 hectáreas de bosque
han sido taladas. La mayoría de ocasiones los bosques asociados a los proyectos
tan grandes como estos pueden incrementar su extensión. Las mismas razones
hacen que este tipo de obras sean un fracaso total.
Un informe de un grupo de Investigadores que analizo de estos proyectos dicen y
afirman que la desviación de los ríos tienen un serio impacto en los ecosistemas
“Las dichas llamadas represas e hidroeléctricas construidas para generar
supuesta energía provocan una serie de daños para el ambiente como en su flora
y fauna”.
Por otro lado los enormes impactos que han sido identificados y
documentados, las hidroeléctricas no pueden traer beneficios ambientales. Las
represas, a pesar de la afectación que generan a los sistemas ecológicos y a la
biodiversidad acuática, representan recursos ambientales nuevos que permiten el
suministro de energía limpia y una oferta de recursos y hábitat para la vida
silvestre. Esta situación genera mucho deterioro al ambiente al principio y a largo
plazo por todas las consecuencias que genera la dicha obra que lleva a la crisis a
la ciudad.
Toda esta crisis que llevamos nosotros los huilenses es culpa propia de estar
destruyendo poco a poco el lugar donde vivimos, el grave error de creer todo lo
que dicen por ahí no investigar más allá a fondo el daño tan grande que le
hacemos a nuestra ciudad y en forma general al país, Ya es hora aún estamos a
tiempo de tomar conciencia y no dejar que se desarrollen más obras de este
tamaño aquí. De lo contrario podemos asegurar una buena vida a nuestra próxima
generación en una ciudad bella, alegre, optimista como lo es mi Huila de la mano
del planeta que nos brinda todo a cambio de cuidar de él.

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