Introducción: Durante esta lección observaremos las Bienaventuranzas con las

que Mateo registra el inicio del Sermón del Monte. Estas bienaventuranzas
constituyen todo un desafío para el creyente, en tanto que plantean una
comprensión de la vida muy distinta a los criterios de éxito que manejamos. En la
siguiente tabla presentamos tres versiones en español sobre Mateo 5:3-12.
(Debemos recordar que el Nuevo Testamento no fue escrito en español, sino en
griego).

Reina Valera 1995 Nueva Versión Internacional Biblia Lenguaje Sencillo

3"Dichosos los pobres en espíritu,
3 «Bienaventurados los pobres en
porque el reino de los cielos les 3 "Dios bendice a los que confían
espíritu, porque de ellos es el reino
pertenece. totalmente en él, pues ellos forman
de los cielos.
4Dichosos los que lloran, porque parte de su reino.
4 Bienaventurados los que lloran,
serán consolados. 4 Dios bendice a los que sufren,
porque recibirán consolación.
5Dichosos los humildes, porque pues él los consolará.
5 Bienaventurados los mansos,
recibirán la tierra como herencia. 5 Dios bendice a los humildes, pues
porque recibirán la tierra por
heredad. 6Dichosos los que tienen hambre y ellos serán dueños de la tierra.
sed de justicia, porque serán 6 Dios bendice a los que desean la
6 Bienaventurados los que tienen
saciados. justicia, pues él les cumplirá su
hambre y sed de justicia, porque
serán saciados. 7Dichosos los compasivos, porque deseo.
serán tratados con compasión. 7 Dios bendice a los que son
7 Bienaventurados los
misericordiosos, porque alcanzarán 8Dichosos los de corazón limpio, compasivos, pues él será compasivo
misericordia. porque ellos verán a Dios. con ellos.

8 Bienaventurados los de limpio
corazón, porque verán a Dios.
9 Bienaventurados los pacificadores,
porque serán llamados hijos de
Dios.
10 Bienaventurados los que
padecen persecución por causa de
la justicia, porque de ellos es el
reino de los cielos.
11 Bienaventurados seréis cuando
por mi causa os insulten, os
persigan y digan toda clase de mal
contra vosotros, mintiendo.
12 »Gozaos y alegraos, porque
vuestra recompensa es grande en
los cielos, pues así persiguieron a
los profetas que vivieron antes de
vosotros.
9Dichosos los que trabajan por la
paz, porque serán llamados hijos de
Dios.
10Dichosos los perseguidos por
causa de la justicia, porque el reino
de los cielos les pertenece.
11"Dichosos serán ustedes cuando
por mi causa la gente los insulte, los
persiga y levante contra ustedes
toda clase de calumnias.
12 Alégrense y llénense de júbilo,
porque les espera una gran
recompensa en el cielo. Así también
persiguieron a los profetas que los
precedieron a ustedes.
8 Dios bendice a los que tienen un
corazón puro, pues ellos verán a
Dios.
9 Dios bendice a los que trabajan
para que haya paz en el mundo,
pues ellos serán llamados hijos de
Dios.
10 Dios bendice a los que son
maltratados por practicar la justicia,
pues ellos forman parte de su reino.
11-12 "Dios los bendecirá cuando,
por causa mía, la gente los maltrate
y diga mentiras contra ustedes.
¡Alégrense! ¡Pónganse contentos!
Porque van a recibir un gran premio
en el cielo. Así maltrataron también
a los profetas que vivieron antes que
ustedes.

1.- Algunas apreciaciones preliminares sobre las Bienaventuranzas:

Se establecen ocho bienaventuranzas que siguen una estructura básica: La
declaración de una dicha particular frente a una realidad y luego una recompensa Y
ahora, antes de empezar a explicar cada una de las bienaventuranzas, vamos a ver
la estructura de las ocho, cosa muy importante para entenderlas.
La primera es "Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les
pertenece", y la octava “Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el

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reino de los cielos les pertenece” Como vemos, ambos tienen la segunda parte
igual. Los pobres en espíritu y los perseguidos por causa de la justicia, son
poseedores del gobierno de Dios. Ambas, además, están en tiempo presente y
encierran a las otras seis que tendrán un cumplimiento futuro: “recibirán consuelo,
heredarán la tierra, serán saciados, alcanzarán misericordia, verán a Dios”. Esto
nos da una señal hermosa que el reino de Dios es tanto presente como futuro. Es
una realidad que existe ya y una realidad que tiene que existir, que
existirá después.
Otro elemento que nos merece atención es el vocablo Bienaventurado: a)
Bienaventurados : ( Makarios - ) : Algunos traducen como feliz, dichosos,
benditos, afortunados. Se plantea una dicha interior, profunda. ¿Por que son
bienaventurados?. Porque a pesar de las debilidades y dolores descritos, existe la
certeza de estar participando en el proyecto más grande de la historia humana: el
reino de Dios.

2. Jesús enseña sobre el carácter : (5:3-4, 6 y 8)

a) Los pobres en espíritu: Pobres: ptocos (Se refiere a uno que se agacha, un
mendigo, cargado de pobreza, impotente para enriquecerse. Directa alusión a los
indigentes que sólo pueden vivir por la lástima de otros. Que no son capaces de
levantar la vista frente a los ricos.
Refleja a quienes están conscientes de su necesidad de Dios, los que están alejados
de todo signo de autosuficiencia. ¿Cómo puede ser ayudado alguien si no está
consciente de sus necesidades, si piensa que puede ir por la vida sin Dios y la
Biblia?. Bienaventurados aquellos que reconocen sus carencias, los que se dan
cuenta de sus pobrezas interiores, los que están conciente de sus limitaciones y
saben que no pueden salvarse a sí mismo.
Esta bienaventuranza es fundamental para comprender la vida del reino y al mismo
tiempo nos muestra lo lejos que estamos de las expectativas divinas. También es
fundamental para entender el resto de las bienaventuranzas.
b) Los que lloran: Denota otra faceta de los pobres en espíritu. Es propio de los
discípulos de Jesús el que se aflijan por los males que rodean a sus semejantes. No
se trata de personas melancólicas ni lloronas sino sensibles a las necesidades.
Esta sensibilidad se orienta además a los sentimientos que evoca el
arrepentimiento. No debemos excluir nuestras emociones de nuestra experiencia
cristiana, hasta podríamos dudar de quienes se mantienen imperturbables frente al
mensaje y sin embargo, aseguran un cambio en sus vidas. Un predicador dijo: “No
se puede dinamitar los grandes peñones sin ningún ruido de la explosión”. Sólo
aquellos que se acongojan por su realidad podrán ser genuinamente consolados.
c) Los mansos: praüs : Suave, humilde, ejercicio del dominio propio. No son ni los
apocados ni los simpáticos, sino los que aprenden a sujetar sus fuerzas a la
voluntad de Dios. Alguien definió esta cualidad como “fortaleza revestida de
suavidad.”
El manso es el no-violento, el que se somete a la voluntad de Dios en humildad.
Moisés no era manso por naturaleza (mató a un egipcio, rompió las tablas de la ley),
sin embargo, aprendió a disciplinar su carácter y ponerlo al servicio de Dios.

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Tenemos además el ejemplo de Jesús, quién tenía todo el poder pero se sometió al
deseo de Dios para salvar al mundo.
d) Los hambrientos y sedientos de Justicia: Aquellos que no tienen otra motivación
que ver realizada la voluntad del Padre. El concepto “justicia”, en el pensamiento
hebreo, es un concepto amplio de relaciones justas, rectas y armoniosas entre las
personas. No es un anhelo superficial, sino una búsqueda incesante, un estado de
inconformismo ante la injusticia.
Significaban el bienestar en el sentido más amplio. Es una justicia de carácter,
incluye la paz y las relaciones rectas, es una vida caracterizada por el amor, la
disposición a vivir en favor del prójimo.
Para dialogar
¿Con cual de estas bienaventuranzas te sientes más identificado?
¿Cuán de ellas te presenta un desafío?

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