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SANTÍSIMA TRINIDAD Grupo No.

Catequesis para Discapacitados Visuales


UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA MARÍA LA ANTIGUA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS RELIGIOSAS
LICENCIATURA EN CIENCIAS TEOLÓGICAS

Jesucristo, el Padre y el Espíritu

Profesor: Pbro. Gaspar Medina

Grupo No.3
Catequesis de la Santísima Trinidad
Para Discapacitados Visuales

Presentado por:
Carmen Amaya 8-274-971
Vielka E. Barría 3-92-621
Aracely Delgado 3-114-549
Zoraida Ortega 3-74-2303
Yira Urriola 8-418-828

TERCER CUATRIMESTRE 2018


Plan de Contenido

Introducción - Justificación

I La discapacidad visual en Colón - Investigación

II Metodología de la Catequesis

III Amor de Dios – Tema 1


Objetivo
Motivación
Actividades
Mensaje catequístico
Compromiso

IV Jesús mi Salvador – Tema 2


Objetivo
Motivación
Actividades
Mensaje catequístico
Compromiso

V El Consolador – Tema 3
Objetivo
Motivación
Actividades
Mensaje catequístico
Compromiso

VI Dios Uno y Trino – Tema 4


Objetivo
Motivación
Actividades
Mensaje catequístico
Compromiso

Anexos
INTRODUCCIÓN

JUSTIFICACIÓN

Integrar a nuestros hermanos discapacitados es un deber de todo cristiano, y no por


obligación o una orden o decreto gubernamental, sino porque el Amor de Cristo nos
constriñe a servir y amar a nuestros hermanos.

Hoy por hoy hemos comprendido que las personas con algún impedimento tienen
todo el derecho a vivir en sociedad y es nuestro deber aceptarles, integrarles y crear
formas que permitan su incorporación plena a la vida familiar, social y laboral. Los
cristianos podemos dar pautas a la sociedad de cómo tratar a sus miembros
discapacitados, pues estamos llamados a dar ejemplo al no- creyentes de verdadero
amor al prójimo.

En la elaboración de esta catequesis para discapacitados visuales, pudimos


reflexionar en la necesidad que tienen nuestros hermanos, mirar con urgencia que
podemos hacer para llevar el evangelio a nuestros ciegos que están aquí a unos
pasos en el centro de la ciudad en Colón.

Queda en nuestros corazones el deseo sincero de hacer realidad este proyecto, que
podamos organizarnos y llevarles como dice nuestra liturgia eucarística, la gracia
del Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo, a
todos nuestros discapacitados.

OBJETIVO GENERAL
Llevar a los discapacitados visuales de manera tal que reafirmen de forma
consciente y real su fe en un Dios Uno y Trino.
I La Discapacidad Visual en Colón - Investigación

Según el Censo de Población del 2010 se identificaron seis tipos de discapacidad


principales: ceguera, sordera, retraso mental, parálisis cerebral, deficiencia física y
problemas mentales. De estos, prevalecieron la deficiencia física (30.1%) y la
ceguera (22.0%). Colón fue la sexta provincia del país, en número de personas con
discapacidad.

Personas con discapacidad por tipo, según provincias y comarcas indígenas: Censo de 2010

Provincias y Tipo de discapacidad


comarcas Total
Retraso Parálisis Deficiencia Problemas
indígenas Ceguera Sordera Otro
mental cerebral física mentales
TOTAL ......... 97,165 21,377 15,191 15,518 3,720 29,280 8,168 3,911

Panamá……….. 41,536 9,402 6,505 6,177 1,678 11,973 3,640 2,161


Chiriquí………... 14,663 3,543 2,252 2,357 517 4,349 1,156 489
Coclé………….. 8,319 1,778 1,198 1,444 315 2,695 633 256
Veraguas……… 8,133 1,383 1,258 1,566 321 2,769 601 235
Herrera………... 4,980 960 732 852 217 1,748 375 96
Colón………….. 4,505 891 671 847 220 1,235 401 240
Los Santos……. 4,193 682 529 706 199 1,439 448 190
Ngöbe Bugle…. 4,147 942 957 539 83 1,190 386 50
Bocas del Toro.. 3,425 777 557 606 99 961 281 144
Darién…………. 2,165 693 341 310 49 584 157 31
Kuna Yala…….. 597 169 101 59 11 186 57 14
Emberá……….. 502 157 90 55 11 151 33 5

Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censo.

Para la elaboración de este trabajo final, el cual consiste en preparar una Catequesis
sobre la Santísima Trinidad dirigida a discapacitados visuales, visitamos el Club de
Ciegos Colonenses, ubicado en la ciudad de Colón, el cual cuenta con una
población de aproximadamente setenta y nueve personas entre adultos y adultos
mayores que visitan el local de forma discontinua.

En entrevista realizada al presidente del club, señor Carlos A. Clop Bárcenas, nos
informó que sus miembros son cristianos de diferentes denominaciones como
evangélicos, testigos de Jehová y católicos. También nos informó que ayudan a sus
miembros a completar el bachiller, si desean seguir la universidad es por sus propios
medios. Dan clases de informática y de escritura braille. Nos mostraron las
instalaciones, el comedor y salones donde pudimos observar que tienen varios
libros de la biblia en braille donada por los Testigos de Jehová, informan que antes
iban a darle estudios, pero que ya no van como antes. También que antes iba una
señora hacer el rosario y ha dejado de ir.

Esta entrevista nos lleva a reflexionar sobre nuestros ciegos y cuan necesitados
están de ser evangelizados, hay mucho trabajo por hacer, solo pudimos hablar con
unos pocos del grupo de los adultos mayores.
II Metodología de la Catequesis

Basados en la información obtenida en nuestras entrevistas elaboramos nuestra


catequesis, la cual consideramos debe ser sencilla e iniciar con los aspectos básicos
de nuestra fe católica que podemos encontrar en el catecismo de la iglesia en los
numerales del 214 al 260, para introducirlos al misterio de la Santísima Trinidad.

Hemos pensado y escogidos cuatro temas para desarrollarlos de forma gradual y


sistemática, de manera tal que podamos ir llevando, poco a poco, al Dios Uno y
Trino a nuestros discapacitados visuales.

Para el desarrollo de nuestra catequesis nos apoyaremos con: Audiolibros como


La Biblia y el Catecismo de la iglesia, archivos de audio en línea e incluso podcast
(archivos de medios digitales de audio/video descargados). Esto le permite a
aquéllos que no son capaces de leer la palabra impresa, o incluso a aquellos que
simplemente no lo quieren hacer, acceder al material. Esto también les da una
oportunidad de tomar un descanso de la opción del Braille.

Entregaremos folletos de los temas de la catequesis, transcritos a Braille, este


servicio lo brinda la fundación Ricardo Galindo Quelquejeu y también ellos cuentan
con una tienda tiflotécnica en la cual se pueden adquirir artículos y material básico
para el desarrollo sensorial, educativo y de uso cotidiano para los discapacitados
visuales

El proceso de formación se dará en cuatro temas:

 Iniciamos nuestra catequesis con el Dios Padre que corresponde al tema uno
que hemos titulado Amor de Dios, en el cual abordamos la revelación de
Dios.
 El Hijo que corresponde al tema 2 que hemos titulado Jesús mi Salvador.
 El Espíritu Santo el Consolador y
 La Santísima Trinidad que hemos titulado Dios Uno y Trino.
III Tema 1 Amor de Dios

Objetivo: Reconocer la figura de Dios, como padre, es el creador de todo


lo que existe y que siempre nos ha mostrado su amor en todo
lo que nos ha hecho y su misericordia es para siempre.

Motivación: Dios siempre ha estado inscrito en el corazón del hombre, ya


que es el ser Superior es el principio y el fin. Es ese Dios que
ha creado el mundo y al ser humano para compartir su amistad,
su misma vida. Un Dios que se compromete con su pueblo para
liberarlo. La Creación es una Obra del Poder de Dios, que crea
Libremente

Actividades: Oración, cantos y dinámicas. Comenzar la catequesis haciendo


la Señal de la Cruz, invitando a los catequizandos que también
la hagan: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Pregunta disparadora: ¿Qué significa lo que acabamos de
hacer? ¿A quiénes saludamos?

Mensaje catequístico:

Lo que acabamos de hacer es el signo de los cristianos e invocamos a la Santísima


Trinidad. Podemos decir que invitamos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo que nos
acompañe, que estén presentes no sólo en nuestra vida, sino también en todo lo
que realizaremos. Por eso, es bueno cuando nos vamos a acostar hacer la señal de
la cruz. Así les pedimos a Dios Padre, a Jesús, nuestro hermano y amigo y al
Espíritu Santo, el Dios de la Unidad que velen por nosotros, que nos asista y nos
guarde mientras dormimos. También cuando nos despertamos por la mañana,
hacer la señal de la cruz pidiéndoles nos acompañe durante el día. De esta forma,
estaremos acompañados de día y de noche por el Dios Uno y Trino.
Descubramos en la Biblia algunos atributos de ese Dios que interviene por
amor:

El Dios Único: Escucha, Israel, El Señor nuestro Dios, es el único Señor


(Deuteronomio 6,4)

El Dios cercano a las personas: Dios con nosotros) de día, El Señor acompañaba a
los israelitas en una columna de nube, para enseñarles el camino, y de noche, en
una columna de fuego, para alumbrarlos (Éxodo 13,21)

El Dios Fiel : Reconozcan, pues que el Señor, su Dios, es el Dios verdadero, que
cumple fielmente su Alianza generación tras generación, para los que le aman y
cumplen sus Mandamientos. (Deuteronomio 7,9.)

El Dios Amor: El ser mismo de Dios es Amor, Dios es Amor y el que permanece en
el amor permanece en Dios y Dios en el (1 Juan 4,16)

Dios se nos revela

Las Obras que Dios ha hecho nos revelan al Creador. La palabra revelación
significa quitar el velo, es decir descubrir algo que estaba oculto, sin conocerse,
Es lo que Dios hace por amor a su pueblo, ya que sale al encuentro del ser humano.
Dios se revelo en la historia de Israel, también hoy las situaciones humanas y los
acontecimientos de la vida son lugares donde Dios se sigue manifestando.

En ellos debemos estar atentos para descubrir la presencia o la ausencia de Dios,


saber experimentar a Dios que se nos revela a través de los signos de los tiempos.

Si contamos con ese amor de Dios, porque el Hombre rompe esa armonía, el
hombre es bueno porque así fue creado por Dios. Es que abusamos de la libertad
que Dios nos dio desde el principio, nos dejamos seducir por el mal, optamos por el
pecado y rechazamos a Dios. Fuimos creados con libertad Dios respeta esa
libertad. Sin embargo el rechazar a Dios tiene siempre sus consecuencias y deja
en la persona la sensación del fracaso, de deshumanización, esto los vemos
narrado en el libro del Génesis- El pecado de nuestros primeros padres. Pero
Dios que siempre es presente se preocupa por salvar a su pueblo, su misericordia
siempre alcanza y tiene en su corazón el deseo de vivir en comunión con el Padre
Dios. Creer en Dios da sentido a la vida.

Nos Parecemos a Dios. En que nos parecemos a Dios No físicamente porque


Dios no tiene cuerpo, pero: Tenemos la dignidad de personas, no somos solamente
algo, sino alguien. Tenemos inteligencia: podemos pensar, razonar, investigar,
podemos continuar creando. Tenemos voluntad: podemos querer, tenemos la
Capacidad de amar a semejanza de Dios.

Somos libres: podemos tomar libremente nuestras propias decisiones, aceptando


las consecuencias Somos seres irrepetibles no personas en serie, como técnica
de clonación.

Compromiso

Se les exhorta a contemplar el Amor de Dios, en los sonidos de la naturaleza, en


el canto de un pájaro, en el sonido del mar , en la brisa, en el abrazo que podemos
dar a nuestros hermanos, al ser cortes y dar una sonrisa , estas pequeñas acciones
nos muestran el Amor de Dios y que podemos compartir.
II Tema 2 Jesús mi Salvador

Objetivo: Presentar a Jesús como nuestro redentor que nos ha salvado


a precio de su sangre.
Motivación Su presencia permanente entre nosotros es prueba de que
Dios quiere que todos los seres humanos se salven y lleguen
al conocimiento de la verdad
Actividades Oración, cantos y dinámicas. Pasar de mano en mano un
crucifijo, para que lo besen o lo estrechen contra el pecho.

Mensaje catequístico:
Dios cumple su promesa de enviarnos un Redentor: El origen de este
acontecimiento se desarrolla en una casita humilde de Nazaret. Dios no aparece
entre nosotros como un gran señor, sino como el amoroso servidor. Dentro de esta
sencillez, el niño anunciado por el ángel Gabriel es fruto de una especial
intervención de Dios, decidido a Salvarnos…. El ángel Gabriel fue enviado por Dios
a una joven virgen y el nombre de la virgen era María…. (Luc. 1, 26-38).

Y el Verbo se hizo carne por nuestra salvación: La Encarnación es el acontecimiento


por el cual el Hijo de Dios, por obra y gracia del Espíritu Santo y a través de la Virgen
María, asumió la naturaleza humana para llevar a cabo la obra de la salvación.
Pablo proclama este acontecimiento en su carta a los Filipenses (2,5-8) tenga entre
ustedes los mismos sentimientos que tuvo Cristo: el cual, siendo de condición
divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino que se despojó de sí mismo,
tomando condición de siervo, haciéndose semejante a los hombres y apareciendo
en su porte como hombre.

Los cristianos proclamamos este hecho como el hecho central de nuestra fe:
Jesucristo se hizo verdaderamente hombre, sin dejar de ser verdaderamente Dios.
ÉL es verdadero Dios y verdadero hombre.
En su infinito amor y lleno de ternura, de comprensión y compasión, por nosotros,
nos puso en un lugar más adecuado para que pudiésemos saciar nuestras nuevas
necesidades, que adquirimos debido al pecado de origen. Después de esto, tanto
nos ama y desea tenernos de vuelta con Él, que nos envía a su hijo único, para que
nos muestre el camino de regreso. Y ese Hijo, consubstancial al Padre, Dios en sí
mismo, la Divinidad engendra Divinidad, es amor y tanto nos ama, que no vaciló no
dudó, en dejar ese Reino de Amor y venir a nuestras miserias y pecados a nuestros
errores y sombras, a traernos vida y vida eterna.

Durante Su Vida, predicó y practicó, enseñó y evangelizó el Amor. El amor a Dios


sobre todas las cosas, el Amor al prójimo. Se hizo Camino, Camino de Verdad y
Vida. En un inmenso Acto de Amor, cargó con nuestros pecados para que se nos
perdonaran y dio la verdadera dimensión a la Ley Divina. AMOR Y CARIDAD. Ni
la vino a abolir ni la vino a sustituir. Nada más nos enseñó el verdadero valor de
esa sagrada Ley, la verdadera interpretación. Esa que el Padre deseaba que
aprendiéramos para que fuésemos felices. Se hizo humano para darnos su estatura
Divina. Y para ello, nos concretizó la Sagrada Ley en 2 mandamientos de Amor:
Amar a Dios sobre todas las cosas, Amar al prójimo como a ti mismo.

Un mandamiento nuevo nos dio el Señor, que nos amemos todos, como Él nos amó.
El Padre nos ama tanto que nos creó para ser felices y existir en el amor y la Paz.
El Hijo nos ama tanto, que se encarnó para hacerse camino, verdad y vida, y vida
nos da. El Espíritu Santo nos ama tanto, que se hizo AMOR para habitar en
nosotros, y de esta manera, darnos a conocer al hijo, y con el hijo, llegar al Padre.
Nos hace templos de Dios, y con el amor del Hijo, nos hace hijos de Dios.

Compromiso: Contempla la pasión de Cristo, meditando el Santo viacrucis.


Entregar audio.
III Tema 3 EL Consolador

Objetivo: Espíritu Santo es enviado con la misión de dar testimonio del


Señor y asistir a los creyentes, enseñándoles y guiándoles
hasta la Verdad completa.

Motivación: Ayúdame a estar abierto a tus inspiraciones, a conservar en mi


corazón la alegría de saberme amado por Ti para que, con gran
confianza, Siga con prontitud y docilidad lo que hoy quieras
pedirme.

Actividades: Oración, cantos y dinámicas

Mensaje catequístico: Es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad; distinta del


Padre y del Hijo; procede de ambos como Amor subsistente. En el Símbolo Nicea-
Constantinopla, rezamos:

“Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y
del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y
que habló por los profetas”.

Tres textos de la Sagradas Escrituras, que enseñan que el Consolador es Dios:


 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A
quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; Jn 20, 22-23
 ¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en
vosotros? 1 Co 3, 16
 Pedro le dijo: «Ananías, ¿cómo es que Satanás llenó tu corazón para
mentir al Espíritu Santo, y quedarte con parte del precio del campo? [...]
¿Por qué determinaste en tu corazón hacer esto? No has mentido a los
hombres, sino a Dios.» Hch 5, 3-4.

Amor personal, Jesús habla del Espíritu Paráclito usando el pronombre Él: “y
cuando él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a
la justicia y en lo referente al juicio” Jn 16, 18.
El Espíritu Santo “otro Paráclito” que garantiza la permanente irradiación de la
Buena Nueva revelada por Jesús (JP II, DV 7).
Dios es Amor (1 Jn 4, 8.16) amor esencial. El Espíritu Santo es amor personal: que
sondea hasta las profundidades el corazón del hombre.

El consolador, fruto de la Cruz “Jesús, cuando probó el vinagre, dijo: «Todo está
consumado» e inclinando la cabeza, entregó el espíritu” Jn 19, 30.

La distinción real de las personas entre sí reside únicamente en las relaciones


mutuas. El Hijo procede del Padre: se llama generación a esta procesión, porque el
Hijo procede por vía de conocimiento: es el Verbo e Imagen del Padre;

La Misión del consolador: Dos textos de misión en San Juan:

 La Encarnación del Hijo: “Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para


juzgar al mundo,...” Jn 3, 17.
 Y Pentecostés; el Espíritu Santo: “Cuando venga el Paráclito que yo os
enviaré de junto al Padre...” Jn 15, 26.
En la Historia de la Salvación, “Todo proviene del Padre; todo es cumplido y
actualizado por el Hijo; todo alcanza al hombre y se hace presencia y experiencia
en él, a través del Espíritu Santo.”
La Encarnación es la “obra más grande realizada por el Espíritu Santo en la historia de la
creación y de la salvación”. (JP II en DV n. 50). “Ella se turbó al oír estas palabras, y
consideraba qué podía significar este saludo” (Lc 1,29).

Compromiso: Hacer la oración del Espíritu Santo todos los días al despertar o antes
de acostar. Entrega oración escrita en Braille o en audio
IV Tema 3 Dios Uno y Trino

Objetivo: Conocer el Misterio de la Santísima Trinidad


Motivación: Vivir en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Creer en Dios Único y amarlo con todo el corazón y con todas
nuestras fuerzas tiene importantes consecuencias en la vida.
Actividades: Oración, cantos y dinámicas

Mensaje catequístico: CCE 234: “El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio


central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios mismo. Es, pues, la
fuente de todos los otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina. Es la enseñanza
más fundamental y esencial en la jerarquía de las verdades de fe. Toda la historia
de la salvación no es otra cosa que la historia del camino y los medios por los cuales
el Dios verdadero y único, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se revela, reconcilia consigo
a los hombres, apartados por el pecado, y se une con ellos”.

La filiación divina de Jesús está al comienzo y en el centro de la predicación


apostólica pospascual: proclaman a Jesús como Hijo de Dios. Ejemplos: “El Verbo
era Dios” (Jn 1, 1); San Juan precisa que escribió su Evangelio “para que creáis que
Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios” (Jn 20, 31); Cristo es “Dios bendito por los siglos”
(Rom 3, 5); “En Él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente” (Col 2, 9).

Revelación de la Santísima Trinidad en los escritos apostólicos


2 Cor 13, 13: “La gracia del Señor Jesucristo y el amor de Dios y la comunicación
del Espíritu Santo estén con todos vosotros”.
Ef 1, 3-13: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha
bendecido en Cristo con toda bendición espiritual en los cielos (...). Por Él también
vosotros (...) fuisteis sellados con el Espíritu Santo prometido”.
Gal 4, 6: “Y puesto que sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su
Hijo, que clama: ‘¡Abba, Padre!’”.
2 P 1, 1-2: “Elegidos según la presciencia de Dios Padre, mediante la santificación
del Espíritu, para obedecer a Jesucristo”.

Constantinopla I (381) define la divinidad del Espíritu Santo y completa el símbolo


de Nicea: “Y (creemos) en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del
Padre, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló
por los profetas”.

CCE 237: “La Trinidad es un misterio de fe en sentido estricto, uno de los misterios
escondidos en Dios, que no pueden ser conocidos si no son revelados desde lo
alto”.

Letrán IV (1215): “Firmemente creemos y simplemente confesamos, que uno solo


es el verdadero Dios, eterno, inmenso e inconmutable, incomprensible, omnipotente
e inefable, Padre, Hijo y Espíritu Santo: tres personas ciertamente, pero una sola
esencia, sustancia o naturaleza absolutamente simple. El Padre no viene de nadie,
el Hijo del Padre sólo, y el Espíritu Santo a la vez de uno y otro, sin comienzo,
siempre y sin fin. El Padre que engendra, el Hijo que nace y el Espíritu Santo que
procede: consustanciales, coiguales, coomnipotentes y coeternos”.

Características de las procesiones divinas. Tienen su origen y su término en las


personas, no en la esencia divina, que en cuanto tal no es sujeto de acción. Letrán
IV (1215): la esencia divina “ni engendra, ni es engendrada, ni procede; sino que el
Padre es el que engendra; el Hijo el que es engendrado; y el Espíritu Santo, el que
procede; de modo que las distinciones están en las personas y la unidad en la
naturaleza”. En Dios hay sólo dos procesiones inmanentes: el Verbo procede del
Padre por vía de entendimiento y el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo por
vía de amor. El Hijo procede del Padre por generación eterna, el Espíritu Santo del
Padre y del Hijo por espiración.
En el NT no se encuentra el término “persona” para hablar de la Trinidad; pero a
falta de otro más adecuado, los teólogos y el Magisterio de la Iglesia lo utilizan para
designar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo en su distinción real entre sí (cfr. CCE
252). Florencia (1442): “Estas tres Personas son un solo Dios y no tres dioses;
porque las tres tienen una sola sustancia, una sola esencia, una sola naturaleza,
una sola divinidad, una sola inmensidad, una sola eternidad, y todo es uno, donde
no basta la oposición de relación”.

Apropiaciones más frecuentes: 1) al Padre, en cuanto origen y fuente de toda la


Trinidad, se le atribuyen la eternidad, la unidad y la omnipotencia; 2) al Hijo, en
cuanto Verbo y Palabra de Dios, se le atribuyen la verdad, la sabiduría, la belleza y
la igualdad; 3) al Espíritu Santo, en cuanto vínculo amoroso del Padre y del Hijo, se
le atribuyen la bondad, la santidad y la felicidad terrena y eterna.

Fuentes de las apropiaciones más frecuentes:


- Sagrada Escritura, - Símbolos de fe,
- Padres de la Iglesia, - Liturgia.
Las apropiaciones nos ayudan a entender mejor la acción de las Personas divinas
en nuestra alma.

Jesús ha revelado que las misiones del Hijo y del Espíritu Santo a los hombres
tienen como fin producir en nosotros una nueva comunión entre Dios y nosotros y,
en consecuencia, una nueva comunión de los hombres entre sí. Las misiones
divinas originan una nueva relación personal entre Dios y los hombres, que
transforma al hombre, le capacita sobrenaturalmente por la filiación divina, para
entrar en comunión amorosa con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Vaticano II (Ad gentes, 2): “La Iglesia peregrina es, por su propia naturaleza,
misionera, puesto que tiene su origen en la misión del Hijo y la misión del Espíritu
Santo según el plan de Dios Padre”.
Misión visible del Verbo
Jn 3, 17: “Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el
mundo se salve por Él”; Gal 4, 4: “Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a
su Hijo, nacido de mujer”.

La misión visible del Hijo se realiza en la Encarnación. Como toda operación “ad
extra”, la Encarnación es obra de la Trinidad; pero considerada como misión en
sentido propio, la Encarnación procede exclusivamente del Padre: sólo Él envía al
Hijo. La misión comporta la manifestación de la Persona enviada: nos da un
conocimiento de Ella misma y de la Persona de la cual procede.

Misiones visibles del Espíritu Santo: paloma en el Bautismo de Jesús (Mt 3, 16);
nube en la Transfiguración (Mt 17, 5); soplo cuando Jesús resucitado dio a los
Apóstoles el poder de perdonar los pecados (Jn 20, 22); lenguas de fuego el día de
Pentecostés (Hch 2, 3-4).

CCE 689: “Cuando el Padre envía su Verbo, envía también a su Aliento: misión
conjunta en la que el Hijo y el Espíritu Santo son distintos pero inseparables”.

Misión invisible del Hijo: inhabita en el alma en gracia. También del Espíritu Santo:
“¿no sabéis (...) que el Espíritu de Dios habita en vosotros?” (1 Cor 3, 16). Por las
misiones santifican a los hombres.

Economía divina - trinidad inmanente


CCE 2565: “En la Nueva Alianza, la oración es la relación viva de los hijos de Dios
con su Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo (...).
Así, la vida de oración es estar habitualmente en presencia de Dios, tres veces
Santo, y en comunión con Él”. La vida de oración es un trato amoroso y confiado
con cada una de las Personas divinas.
ANEXOS

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