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Ciclo hidrológico
El agua de la Tierra (hidrosfera) se distribuye en tres reservorios principales:
los océanos, los continentes y la atmósfera, entre los cuales existe una circulación
continua, es decir, el ciclo del agua o ciclo hidrológico. El movimiento del agua en el
ciclo hidrológico es mantenido por la energía radiante del sol y por la fuerza de
gravedad. El ciclo hidrológico comienza con la evaporación del agua desde la
superficie del océano. A medida que se eleva, el aire humedecido se enfría y
el vapor se transforma en agua: es la condensación. Las gotas se juntan y forman
una nube. Luego, caen por su propio peso: es la precipitación. Si en la atmósfera hace
mucho frío, el agua cae como nieveo granizo. Si es más cálida, caerán gotas de lluvia.
Una parte del agua que llega a la superficie terrestre será aprovechada por los seres
vivos; otra escurrirá por el terreno hasta llegar a un río, un lago o el océano. A este
fenómeno se le conoce como escorrentía. Otro porcentaje del agua se filtrará a través
del suelo, formando capas de agua subterránea, conocidas como acuíferos. Este
proceso es la percolación. Tarde o temprano, toda esta agua volverá nuevamente a la
atmósfera, debido principalmente a la evaporación.
Evaporación
El agua se evapora en la superficie oceánica, sobre la superficie terrestre y también
por los organismos, en el fenómeno de la transpiración en
plantas y sudoración en animales.
Los seres vivos, especialmente las plantas, contribuyen con un 10% al agua que se
incorpora a la atmósfera. En el mismo capítulo podemos situar la sublimación,
cuantitativamente muy poco importante, que ocurre en la superficie helada de
los glaciares o la banquisa.
Condensación
La condensación del agua en la atmósfera es un paso importante de su ciclo en
la naturaleza, pues constituye un requisito previo para su regreso a las fuentes
originales desde donde se evaporó. La condensación es el proceso que permite al
agua atmosférica en estado de vapor pasar al estado líquido.
Si el aire alcanza el punto de saturación, ya sea por disminución de la temperatura o
por un aumento en el contenido de vapor de agua, hasta alcanzar el punto de rocío,
no podrá, a partir de este momento recibir más vapor de agua en su seno. Si la
temperatura sigue descendiendo por debajo del punto de rocío o se producen nuevos
ingresos de vapor de agua, el aire se sobresatura y entonces se condensará el vapor
de agua que exceda al punto de saturación.
Precipitación
Cuando la condensación rebasa cierto valor y las partículas de agua en estado líquido
o sólido alcanzan el peso requerido para vencer la fuerza de resistencia del aire y de
sus movimientos verticales, éstas caen hacia la superficie terrestre atraídas por la
fuerza de gravedad. A esta agua, en estado líquido o sólido, que proveniente del
vapor de agua condensado en la atmósfera desciende hacia la superficie de la tierra,
de las plantas, etcétera, es a lo que se llama precipitaciones atmosféricas.
Las precipitaciones pueden ser sólidas y líquidas. Las precipitaciones sólidas son de
varios tipos: nieve, cellisca, escarcha y granizo. Las precipitaciones líquidas, que en
general denominamos lluvia, presentan varias subclasificaciones atendiendo a la
intensidad, duración, tamaño de la gota y velocidad de caída: precipitación pluvial o
lluvia propiamente dicha, aguacero y llovizna.
Procesos asociados
Evapotranspiración
El agua se evapora desde la superficie de los líquidos, del suelo, de las plantas y de
otros objetos. En la parte sólida de la Tierra, las principales fuentes evaporantes son
la propia superficie del suelo y la de las plantas. La transpiración es el proceso
mediante el cual las plantas evaporan por las estomas de las hojas, el agua que,
procedente del suelo, absorben por sus raíces.
Infiltración
Ocurre cuando el agua que alcanza el suelo, penetra a través de sus poros y pasa a
ser subterránea. La proporción de agua que se infiltra y la que circula en superficie
(escorrentía) depende de la permeabilidad del sustrato, de la pendiente y de la
cobertura vegetal.
Parte del agua infiltrada vuelve a la atmósfera por evaporación o, más aún, por
la transpiración en las plantas, que la extraen con raíces más o menos extensas y
profundas. Otra parte se incorpora a los acuíferos, niveles que contienen agua
estancada o circulante. Parte del agua subterránea alcanza la superficie allí donde los
acuíferos, por las circunstancias topográficas, intersecan (es decir, cortan) la
superficie del terreno.
Escorrentía
Este término se refiere a los diversos medios por los que el agua líquida se desliza
cuesta abajo por la superficie del terreno. En los climas no excepcionalmente secos,
incluidos la mayoría de los llamados desérticos, la escorrentía es el principal agente
geológico de erosión y de transporte de sedimentos.
Humedad
La humedad del aire se refiere a la cantidad de agua en estado de vapor que se
encuentra contenida en el mismo. La capacidad del aire para contener vapor de agua
está en dependencia de la temperatura. A mayor temperatura el aire tendrá una
mayor capacidad para contener vapor de agua. Esto se explica fácilmente por la
simple razón de que al aumentar la temperatura el aire se dilata, disminuye su
densidad y sus moléculas se separan. En un metro cúbico de aire a una temperatura
alta existirán menos moléculas que en el mismo volumen a una temperatura más baja.
Debido a esto, a mayor e temperatura el aire podrá contener mayor número
de moléculas de vapor de agua por unidad de volumen que a temperaturas más
bajas.
Fuente
• Quintero, Edilio. Ecología Agrícola.