SEMINARIO INTERMISIONAL SAN LUIS BELTRAN

ASIGNATURA: TEOLOGÍA FUNDAMENTAL: REVELACIÓN Y FE

CURSO: I DE TEOLOGÍA
PROFESOR: P. OMAR ALBERTO LOPÉZ
ESTUDIANTE: JHON JAIDER BAYONA AVENDAÑO
INFORME DE LECTURA “CREO EN EL DIOS UNO Y TRINO” Joseph Ratzinger
FECHA: ABRIL 19 DE 2018

“CREO EN EL DIOS UNO Y TRINO”

El tema de estas reflexiones que nos presenta el libro Introducción al cristianismo, Ratzinger
“Creo en el Dios uno y trino”, es un tema en el cual no es nada fácil tratar de dar definiciones
acerca del mismo, ya que, si no hay unas bases firmes en la fe y en la creencia de la Santísima
Trinidad –Dios-, se hace muy difícil poder abordar esta evidencia para muchos cristianos
católicos; donde confiamos plenamente en este misterio; y donde se puede correr el riesgo
de dar definiciones erradas frente al tema. Es por eso que me voy a centrar en dar respuesta
a una de las preguntas que nos presenta este texto.
Sin embargo, a pesar de la resignación de la razón, que es la única forma de que el pensar
permanezca fiel a sí mismo y a su misión, hemos de hacernos esta pregunta: ¿Qué es
propiamente la confesión de fe en el Dios uno y trino?, para dar respuesta a esta pregunta me
lleva a citar lo que presenta este tema: “El Nuevo Testamento narra un acontecimiento
inaudito en el que Dios se revela en una dimensión que durante largo tiempo permaneció
oculta: en Jesucristo nos encontramos con un hombre que es y se califica de Hijo de Dios.
Encontramos a Dios en la figura de su enviado, que no es una esencia intermedia entre Dios
y los hombres sino realmente Dios, y que, con todo, llama a Dios como nosotros, Padre”.
(Razinger, p. 58)
En el Antiguo Testamento, Dios toma libre y gratuitamente la iniciativa para relacionarse
con los hombres y salvarlos: y se puede ver en la alianza que hizo con Noé, Abraham, Isaac,
Jacob, Moisés, los profetas, etc. Y patentemente se ve que ese Dios que se revela en el A.T,
se cumple en el N.T con Jesucristo. En el cual la revelación de Dios es progresiva y creíble
para cada uno de nosotros que creemos en la Santísima Trinidad.

En todos los pueblos y en todas las épocas se encuentran abundantes expresiones religiosas,
y todas estas tradiciones antiguas de los pueblos expresan el deseo de Dios que está inscrito
en el corazón del hombre. Los conocimientos adquiridos en la formación -en las clases-
lecturas- libros y otros medios de investigación-, se dice que la revelación natural de Dios
prepara la revelación sobrenatural, para así poder tener un conocimiento más claro sobre la
existencia de Dios, sobre la Santísima Trinidad, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. En el
CCE 36, nos dice que “la santa Iglesia, nuestra madre mantiene y enseña que Dios,
principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza mediante la luz natural de
la razón humana a partir de las cosas creadas, sin esta capacidad, el hombre no podría
acoger la revelación de Dios. El hombre tiene esta capacidad porque Ha sido creado a
imagen de Dios”.

Para concluir, este tema podemos sentirnos hoy día tentados de no aceptar y creer en la
Santísima Trinidad, como lo dije anteriormente, no es fácil creer y aceptar este misterio, pero
se corre el riesgo de aceptar alguna parte de la misma, de creer solo en Dios-creador; de creer
solo en Jesucristo-Salvador o solo en el Espíritu Santo-Guía. No se podría actuar de esta
manera nosotros los Cristianos Católicos, porque el confesar nuestra fe es creer en el misterio
de la Santísima Trinidad.