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PAIDOS CONTEXTOS ‘Tins alos pions 1 A em ae aed 1s LLG Eamlle Sole ond Ro ALE ij: road Ewan dine pe ue ict He Bi ren homeo at eee ieee Be ug ee ee ried GROUT) eins stearate 7 ee sede Bh oe ga HED Seeley oo TSB bly Mr 2a Cm de pn cg rttnnt see Re ede Be ge re Bonar tng fey ti ie oon Bere a cent ses BREE vn: ar pp pe i 1B AE Bren Cee og lie 2 i Ee nae i Ben Ree tre meer el Be Bee crc ria he Dr de BERGE Sofa mtd oreo foe waging 1g, Riek Bet roe Cape 1 See Sop avec Eom Bh S Sate teealB le fone sedan fie de ee J ANDRE COMTE-SPONVILLE LUCRECIO. LA MIEL Y LA ABSENTA —PADOS P Sumario Prblogo esses . n 1. Lucteio,discipulo de Epicure. ” 2. Lavdulce mie dela poesia oar 5. Contrala eligiba 3 4. Un pensador trigico =... 5 8 5. Leexistencia yla muerte 7 6. La Venus vagabunda B 7. Los princpios 8 8 Elazary la liberad % 9, Lahistoria 15 10, Las maressnegeas COL ah Notas ce 1B Prélogo Nose tratabs en principio més que de una conferencia. Los «Me- dliodias de la poesia, que tanto hacen por la difusién de la poesia en Bagica, me habian invitado a realizar una electra» sobre un poeta clegido por mi, pero que perteneciese preferentemence ala Antigie- dad... Propuse a Lucreco, y mi sugerencia fue entusiastamente apro- Dada. El acto se celebré, al igual que los demis de eve cielo, en el Aur itoio del Museo de Arte Antiguo de Bruselas. Habia elegido varios extractos de Lucrecio, por supuesto en su traduccisn francesa, alos {que un excelente actor, Jule-Hienry Marchant, tuvo la gentleza de restales su vos y su talento. Los encontraremos en la péginas que si- fguen, y en la ubicacién que entonces les concedimos, pero junto a ‘otros que nose leyeron aquel dani aparecieron luego en el librite que se edits primero." En efecto, steno era més que la trascripcii, rev sada y corregida, del encuentro que habia tenido lugar en Bruselas el 3 de ocuubre de 1999, en un ambiente, como acostumbra 2 darse en Belgica, especialmente ciido y simpstico. El presente libro reproduce lo fundamental de aqué, con el ahadido de numerosas glosis. Quiero, dar las gracias a Anne Richter, sin la cual no habria sido posible eta conferencia, a Michel De Paepe, que publics su primera versio, ya las Editions Hermann, que impulsaron la segunds y la sprobaron. Al watarse del Lucrecio poeta, y dado que éxe era para mi el obje to mis novedoso de esta exposicibn la cuestin de las traduceiones, adquiria une imporancia especial. Duzante I lecturs bruselense, ele sila traduccién de Alfred Emout, en Belles Letres, no porque me sa {ficiera del todo, sino porque baci tanto tiempo que la uilizaba que 2 La La nas habia acabado por confundirse para mi, desde lego de un modo abu- sivo, con la ver del propio Lucrecio. Es una traduccin en prosa, rea lizada por un gran latnista, pero en ocasiones aproximativa desde un punto de vst floséficoy, lo que en este caso era mas grave, que no |haciajustcia por completo —pero zc6mo habria podido hacerl?— a Js suntuosos verso de Lucrecio.Al volver trabajar en mi texto on, vistas Ia primera edicién, decid en un primer momento uiizr la versién mis reciente de José Kany-Turpin,editada por Garnier Flam- marion, que durante ese tempo habia aprendido a valocee, Esti rel zada en prosano sé wtitmadar, como dice su autor, sino discontinua, Jo que le confer al menos laapariencia de un texto en verso, izes ares desde luego, pero precisos y cadenciosos, on algunos ballazeos orprendentes. Ea consecuencia, me puse a reescribir lor extractor clegidos, sn scatirme pese a todo completamente obligado por ellos: ‘veces preferia una determinada expresién de Emout 0 incluso, en ‘menos ocsiones, adoptaba una frase que me parecia especialmente lo- trade dea tadvcei6n,a menudo ignorada, de Henri Clouard, 0 dela traduccisn, precisa y elegante, aunque incompleta, de Marcel Conche, de su pequeto pero edmirable Lucrecio la experiencia Esta especie e collage revel6 proto sus limitaiones. Se hacia necesario unificar el coajunto, intentar mejrarlo, en la medide de lo posible, sin enuncae, ‘cuando no quedaba saisfecho por ninguna de as custro traducciones ‘que manejaba, a volver a traducir yo mismo. Esta rca me resulté mis placentere de lo que me habia imagina- do. Le dedicuba més tiempo del que en principio me habia propues: to, La poesia tiene sus props eyes, sus exigencias y sus obligaciones ‘Tomaba como punto de partida una traduccién en verso, o que se le asemejaba mucho. Impesible renunciar a ells. Comenzaba entonces, primero poco poco, coa prudencia, a intercalar un verso, luego dos, ‘entre los de Keny-Torpin. La tentacién del alejandrino, pata trasladar ‘lheximetro dactilic de Lucrecio, se volvia irresistible; y no tardabe ‘mucho en ceder. La tetacién de rima no se hizo tampoco esperar. ‘Pero me parecis importante, para no sacrificar la fidelidad, eenunciar alla. Por lo demés, las tetativas del siglo x1x, que por supuesto re ‘pasé? apenas me reiultaron convincentes: demasiada vaguedad en el ‘Pensamiento, demasiada monotonia en el ritmo, con un n0 sé qué de {forzado o de anticuado, :Podriahaberlo hecho yo mejor? Noo sé. Al menos, liberado de la rma (y es necesario recordar que no formaba parce de las replas dela poesia latina), me aproximaba mis al texto y sl pensamiento de Lucrecio, quid también, aunque no debo decir. moose B Joyo, a su poesia austera, al mismo tiempo oscura y clara, entusiasta yrelesiva. "En principio, mi proyecto no pretendia ota cosa que mejorar, en la medida de mis capacidades, una traduccin ya existente. Las ex _Bencas prosédicas me levaron sin embuggo mas lejos de donde habia, previo llegar Poco a poco, can tn creciente placer, acomet la area {de traducir el conjunto de los extratos elegidos... Esta traduccién, inedita y parcial (ps s6lo se trata de fagmentosescopidos) esa que te leerd a continutcin, Sigue sendo muy deudora de las que be ut ‘2ado yen achas ocasiones reproducido (especialmente las de Emout xy Kany-Turpin). Nique dece iene que as torpeass 0 aproximaciones ‘gue oe puedan encontrar en ella Gnicamente se me pueden atibuir a ‘ni. He privilepiado decididamente la belleza del canto, en la medida Sas cape acu de enc pol condo le in literal. Por otra parte, el latin es més denso que el francés {especialmente porelhecho de ia ausenia de articles, de los que el francés apenss puede prescndit), y nuestros alejandrinesabarean me. ‘os que un heximetro latino (que puede cootener entre rece y die ‘ete sfabas) La dificultad se redobla cuando se ata de Lucrecio,en ‘quien, como resaltaba Francis Ponge, que le admiraba por es0, «la densidad de la lengua latina seve levada a su limite. Si nuestra pre- ‘ensi6n es respetar el nimero de versos, como a mime ha parecidone- ‘certo, nos vemos obligados a coadensar, casi sempre, y a recortar veces. Ese precio que ay que pagar ala prosodia yal fancés. Es ev dente que el fondo del pensamiento, en cambio, tenfa que permanecet Intato, Es el reto que me propuse, y reo haberlo conseguide 'No por ello ls limites de la empresa estaban menos presents. Al ‘comienzo, slo se trataba de una confereacia ilustrada de una lect racomentada: tale el esprit de los eMediodias dele poesia». Ini ‘era subrapar que semcjane tentativa no podria pretender ninguna cexhaustividad. Mi tnico propésito era facta el descubrimiento de LLuctecio, osu redescubrimiento, més de vente siglos después de su muerte, «oe aficionados a poesia que podian, ya que nuestra época ‘as, ignorarlo casi por completo. Las metas que se propone la pre sente obra sguen slendo las mismas. Su modest sata ala vista. Aun ‘cuando el elenco ha sido aumentado de modo considerebe, como su ‘cede agut, esa ancolopia no podria dspensa dela lectua integra del De rerum natura (del que sé traduje 982 versos sea, poco mas del 13 % del tua, como tampoco los comentarios que Is acompafan po- dian invalidar aquellos, cultos 0 desarollads de otro modo, cuyare- “ 1A MOEL La ABSENTA fecenca se enconteardindicada en la bibliografia.De lo que se eta Aquino ex ms que de un recortido, 0 varion por ie obra de Lucreio (precaamente, Ga ers el primer teal que habia pensado para exe lt bro «Paseo neredanon), sin ato objetivo que el pacer de encontrar ‘2 4laun viejo amigo oun viejo macsuo, siempre pace y siempre ‘Steen ypreseaatl,quizis a algunos iionads ala poriao—en ‘ccationes son los mismor— ala flosofla. «Ea Lucreci Se ala fo ‘tador, devia Victor Hugo. Pero an hay que adenrarse en €L Este libro no tiene otra ambicin que la de altar aque lo haga algunos lectores mis, ques unirin alos cientos de mils que, desde hace més de vite sige, encontraron en esta epoesaoseurt, como tembitn la ‘acaba Vietor Hag, un aimenco para nutir su rellxicny para ‘Spaciguat —s peat dela que senda Lcreco, quad gracias ela su propia angst. El poeta, que tanto cat lazy In aura, sabia rncjor que nadie cun lrg y penosa noche habia primero que atave- ‘Srpara pode al abo preseniar asada del sol. Lo quc importa es, ~lplaces lo quebec sa verdad, Per, en ambos cos, slo ace ‘cmos a su expercnca«condiign de que primeramentesupereros «en nosotros agullo que nos aja de ella en 30 consist la losfia ‘misma. Que la poesia pueda tambien syudamos a conseguilo, fe, contra Epicuro, a apuesa de Lureia Tal apuesa eso que he in tentado volver comprensible para los lecoresactales. Ningunaemo- ‘én pede wplantar al pensamiento. Pero de que valdria un pensa- ‘bien que nunca snsigiersconmovernoe? Ese esl punto enl que ln lest coincide eo el arte, o puede encaminamos ad. Yes panto en que carte, n ss reliationes mis levadas,incummbe ala Floofia El corazén tee sus razones, que laazén puede lear aco- rnocer La ver ratio, como die Lucrecio, no suprime la seaside, “dela quebasugidoenteramento*A veces naar, la oifca la ferena. Pero, despus de todo, hay que intentar viv abt ex donde oes y oso econfunden muvuameate Rares on los genio que Ss encuotran en esta encrcjada,Lucrecio es uno de ells, uno de los nds grandes, de los mas eutenticosy de los mis desparadores Es una fortana que la luinsasabiduria de Epicaro haya encontrado, pare llegar hasta nosotros, este canto profundo y grave. Epicuro seal camino: nos ensefa adénde endlames quelegar. Lucrecio nos abor dal donde esamos.cEn a noche? Siempre es de noche en agi a iY siempre bay un sl que se eleva enel horizon. «El provecho de {Ecrecio parla alas, eal un dia un eputado piguinta, consi te en el sosiego que proporcona la luz: placarumeue wie dif lx riow0co. 3 mine celum —Y esplendesereno el ciclo de derramadosalboresn? Lo {que Lucrecio quito trasmitimos con sa canto exert sosiego, ye ete ‘mismo sosiego el que yo he intentado —al traducilo e intentar com: prendeslo— trasmitira mi vex.” + Conn de ln spor la ue nor nebo erties pemanee Be eal propo ag manfeead pra nto ao pode sopra es ‘venor de ocr acediendo lias ae de algs eis aden ye Timeline -geegenp tiled drt dane wea? 197 Incl de ot Marchena en cscs lac de come dello 0 Cite, Madi 16) — ons rece de Fanos Sots Gv Credo, Madd 200)—y de Nigel Cano Beano Ales Madi 208) ysabdoe ue rads de ne acino poneprtni pst pret nadine (pi Bain pro gue pr clo ello cone, nd, litre ‘Soda de eo. Es de sec, come anvil or do sind ‘indice de propor exacts 16 del pl lo vee prone ym ‘seo delaraducin tance de Lerviemigado es nesblemesels fea poe {i gor conntue ena ae deen ener ue ice de Conte Spoil, par poder pena cambios eno pment 9 concept Con todo bebe ‘Setendo ln paint de verti or ds rane de ps en pine ge pa oper dl orden ja smeraca dele vere yen segundo paseo ms ee ponblelaeaducin dl utr enw gimenc in dled (de) CAPITULO 1 Lucrecio, discipulo de Epicuro a pater, errr ietor Loreto 1,3 (ise pale, el denubido dela verdes) Durante mucho tempo mi preferido fue Epicure, os luminoso, soi sereno, ms able, e deci nk saio, Er lau rcp, lade lox Comienzs A sulado, qué sombrio, angustiadoyfaigndo osx ad the parla LucreolY sin dud, no andabs descartiad, ni pretendo thon aminora lo mésitos de Epicuro, Polo dems, qu flésfo daria etre Atenas y Roma? Sin embargo, ess mismasrazones hacen Gque Lucrecio me parezca ms cecano, mis entrafabl y mis conmoe dor. Es obvi que he cambindo, o eavjecdo,y que el regusto amargo Gus tiene cl pet ano habla ms a nuestra experienc o con mayor Cerca, que a noes vent. Lo mismo poia dee poco mis 0 tenor, de Epicieto, a quien primero ame, y de Marco Aurelio, qu ho: zaimehacevibrar macho mis, Pero nngino de los dos inven el ett ‘dso, ntampoco el segundo se econo como exlsivo icpale del Primero. Tanto para uno como par tro, Sree oZenn futon de {nporantes, En cambio, Lurecio node de canal grandesa sap tang de picur,n pretend er ota coe que st shumno oa te ductor Per precisamente pret, a diferencia etree fof rego ys dscpulo latino se no hae mis evident. Por la poesia? No i {amente nen pines gat. Es una diferencia que conceme mis a fon db qu ala oc, ns al emperamento que lnetia,iferenia hu. ‘bana en consenenca,umbién Sloss, que adguire tanto mds ‘lieve precisamente por parecer cs inexintente dee un punto devs: ta doctina o conceptual ¢Quiere eo deci que la fsoia no se ago, alas dota oles conesptos? Es necrario que sea at. Delo conte 'o, no ensiian al conceptoe i docinas, Lo que exe en pres I 18 ‘ane La asses ‘ga esel cuerpo. Primero existe la sensibildad (de lo contratiocarece: amos de cualquier idea acerca de lo verdadero yl flso, como expica LLuctecio en el libro IV, y por ende de ninguna idea en absoluto) ya sensbilidad de Luereci, obviamente, noes la misma que la de Epiew 1 ZHlay una Giniea verdad? Digamos mis bien que la verdad es univer- sal sin dejar por eso desermiitiple- Lo que es verdadero para Epicure cs también verdadero pata Lucteco, Y es cierto para ambos —en el puesto de que Epicuro estuviera en condiciones de poder juzgarlo— {que uno y ofr son diferentes entre. Empirismo yraionalismo sedan J mano, al igual que el monismo y el plualismo, ‘La paradoja, que no deja menos de estar presente, es que efectiva mente Lucrecio, como filésofo, noes y no pretende ser otra cosa que un dlseipulo de Epicure. Por otra pare, es fundamentalmente gracias a {que conocemos el pensamiento desu maestro, Essabido que las docti- tas delosflésofos dela Antigeded, ya hayan escrito en grcgo ocn lt tn, slo han legado hasta nosotros en la medida en que oscuros hom- brés doctos, a fo largo de ls sigs, y especialmente durante toda la Edad Media, tuviron la paiencia de copiar, una y otra ver, obviamen: tea mano, sus obras inmortales yprecaras.. Ahota bien, dl problema esque esta gente era creyente al menos casi todos y casi siempre, yan- to en eras crstanas como musulmanss, En Europa, el rabaj recy en Tos monjes, ya que eran casi los tnicos que sabian ler yescribis, que Ineluso sus fechas son aproximativas. Naci6, probablemente en una familia noble, entre los aos 98 y 94 antes de nuestra er, bajo el con sulado de Mario. Muris hacia el ao 35, sin duda bajo el triunvirato de omapeyo, Crise y Julio César Este stimo, que ibrabala guerra de las Galas, reinaria pronto en solitario, ‘Al veificr ests fechas para preparar mi conferencia, me di cuen- ta de que, en definitiva, Lucrecio sélo habfa vivido unos cuarenta sor babeia mucrto, si se contrastan ls diferentes fuentes de infor- ‘macién, a la edad de 40 0 4 afos... Por tanto, soy ahora palmaria- mente mis viejo que él (cuando escribo esta linea, tengo 33 aos, ¥ cuando redact a primera version de este libro tenia 47), y me result ‘muy extrafo, para mi que tanto lo lef cuando era estudiane figuraba en el programa de selectivided dela rue d’Ulm (Escuela Normal Su- petior de Paris], en el curso preparatorio; dediqué mi memoria de li- cenciatus al epicureismo, dos aos mas tarde; y me lo volvi a encon- tar, un aio después, en el programa dela agregacin...), para mf que eatco, ssctruto BE EmIeutO B le frecuenté con tanta asiduidad, aunque como un joven que escucha un adults, me resulta muy exrafo, digo, veme de este modo dela tede 4, por deco asi, en todo caso con mas edad, como abandons do a mitad de camino por un antiguo compatiero a partir de ahora y ,alternaba as eri de melncoia con fe Pomaniacaz mientras aqullas le hud en es abismos dela angus {ao dels dsesperacis, caso cmpujaban aun estado de exciacion tosis, cufricn y fillmenterazonante. De ah, como expla eso peiguar, no slo as paginas ds sombrias del De rerum 60 bre la muerte, sobre el hartio dela vids, sobrela peste de Atenas.) Sino también las mis exaltades (os cogis de Epcuro ode la sabid "als visiones edocs.) xa times derivadas de una fase del ger excitaiéns 0, como cl conjunto dl poema, de una psicolota de In convalecencan* La conelsi, sung sig siendo hipotéia, x inequtvoca: «Es difiel de imaginar un cumulo de circunstancias mix favorabes al suidicion Cyl Bale, el gran especalistabritnico del epiciretsmo, ha en els sentido: enla obra de erecta, que edi 18, edo lings, perce las huellas de un spessiistic and rect ‘ren deprevbe, de modo que, segn 0 hay anothing irprobable» Cala hice dl suiidio "Bergson, aunguecita emir un diagnés fico psiguitrico, selaba pos lado que wo mis chocante en sobre Se Luereo es la profunda melancoli.” incluso Niza, tan paride $e del epicueno y tan ncinado, al menos por convicin intle. ‘ual poica, a una forma de optimismo,eneuear la hipesis dl ‘Sled mis bien verona sentido extrsordinario de a angusa ue domina el Derry natura revea bastante un hombre capa de llevar hare la macre voluntariael deseo de escapar a ln angusian Que esto no sa suficiente para dar cuenta desu genio, aun menos, desu flosfis, end muy lao. Peo zebme el gent a flosofa po: ‘Vivir es un placer, o en todo caso un «agrado», como dice Epicu- +103*yla condicin de todos los dems. Por consguiente, no cabe con- vertilo en un deber. Vive? ¢Morir? Es una cuestién de pradencia (la comparacién de las ventaasy las desventajasy)® més que de moral, {Por qué abriamos de renunciar als placeres, dado que estin ai, 0 {incluso mientras sigan siendo posibles? Sin embargo, nada nos grant 2a que sea ese siempre el caso. Tambin el horror es posible. Por qué seguir viviendo cuando el dalor prevalece excesivamente sobre el pla cz? ),* siempre insatafecho 0 decepcionado, el circu dela carenciayel har taxgo, de nuestra iutiones ynuestrasdesilusiones, de nuestrasale- arias falsas y de nuescrasverdaderas tristeza... Es el circulo de la es peranzayla deeepcién, del deseo (en tanto que se refira ala nada) y ‘ela muerte: Ea desear sempre lo qu no tenis, Persguiendo lo ftureydespreciando lo presene, Setela exeapado la vida, incompletsy sn slegri, 1V shoralamuere se asoma at abecea!” LLucrecio, poeta de la melancoli... Se entiende por qué a Scho- ppenhauer le gustaba tanto. Se entiende por qué a nosotros nos afec- {hasta tl punto. Epicur es més luminoso, més sabio, quis incluso mis filésofo. ¢Mas autéotico? No sé, Auténticos lo son ambos; sim- plementeno hablan de o mismo. Lucrecio, como poct, canta la ver ‘ad que nos stormenta, la de nuestros doles, auestras decepciones, ‘uestras angutias. Epicuro ensefa la verdad que not salva, o que podria salvarnos la del places, la amistad, yl eterna plenirud del pre- fente y lo verdadero... Me gusta que se complementen tan bien, in cluso cuando se oponen. Me gusta que Lucrecio reconezca en Epi curo au maestro, que proclame sus leccionesy que se aiegue, como 4. ereer en ella por completo. Yano es la poesia que mien, feta jnge, Eola poeta verdaders, la que express la pena ya des- gracia de los hombres. Nos hace pensar en el blues 0 en el fado, en Villon o en Laforgue. Lucrecio nos aborda alli donde estamos, deci, {estamos en la infancia, Por eso canta al mismo tiempo que argu. ‘menta. Le poesia es un seduelo, pero saludable y due, que ha de ayudarnos a crecer. Al final, no hay més que la verdad, y tanto peor para nosotros si sigue parcciéndonos amarga. Es porque no somos fbios, Por eso necesitamos alos flésofes, yquizis ain més, cuando no micnten, aloe pocta. En su bello librto sobre Los mctrilistas dela Antigiedad, Paul Nizan dedica un largo paso a Lucrecio, ene que lo trata —lo que es ‘natural dad la oriencacién del volumen— cas exclusivamente como 1A DULCE MBL» DE La PORStA 3 Gzofo, Lo interprets su anes, desde un pono de vist marist, ‘veces un tanto entice, ungse también con mucha aiden, ba ‘manidad alr Finalmente, aa ls go son as ima nen del ase: «Bee o eel lugar par hablar del poets Nase lo superd unosal hablar dl mote edad yl muerte. _Nadie? Nolo sé. Pero pocoehabrin tendo na profandiad a lucie, et valet, cts nln, esta feta, cra viacdad ta aebler, et ars devnny de expresin. Yen un gener poco practiado hay gsc decilo,en qo Io aes som xa, coma cs ‘ele poesia fos A alado, Val lefat ore;a Hugo, sor 4 Vireo « Hora, fers. Adito sue puedan compenselo con ‘reacts. arose ete de cnpides qe inican bastante bien ‘ela que se cocunta Luce, con env coden Etnples odes los elo dtctico,enpamentatv no sin una cen sapenaera wee) epic, nic, iio, nic, ste, fastine, tuetlio, epaco. A menudo er vstonaro, omer (porguc lo que veesel present, ola cterided, mis qe el fur) es un ident: «En ‘lvaciolmenso,cscrbe, veo el eumplinicnt de toda ls cont. Pero ve con claidad, No ha ninguna complacencia co lo escuroy el lero I paradoja. No fora pare dewetos mbes» ue slo precisin, el rigor la claridad. Encuentra, en el sensualismo epicireo, To que conviene «st inspiracién, casi siempre descriptiva, sensorial, ‘material Tine el intinto de las imagenes, los ejemplos, las analogias (que obedecen, también en esto la canénica epicires: hacer ver lo invisible enlo visible), Inventa na especie de flosofiaconcreta, def losofig-mundo, que seria la poesia verdader. Los étomos son como le ‘tas, deca aa estela de Deméerito, de las que estin bechas todas las, cosas. Las letra, por su part, son como dtomos:constuye un mvs. do, que es el nuestro, ysupiere una infnidad de otros diferentes, que forman el universo. Ese poets de la naruraezay de las cosas (mis pe recido a Francis Ponge que a René Char, de las cosas fnitasy malt ples en la naturaleza una e ifinita (mis parecido Saint John Perse {que a Francis Ponge). Tiene vigor, fuerza, siento. Ama lo verdadero ‘is que el bien ola belleza, a nataraleza més que el arte. Es un file tofo, no un moralist, Un artist, noun exteta, Mis misico ue mel6- ‘mano, y més de misica concertate que sinfSnice. Le gustan las opo- ticiones, los contasts, los choques entre las palabras y las ideas. Canta la auzoray la tinieblas, el horror y el placer, ls hombres y los doses, mar y los atrs, la materia ye vaco, lo infinitamentegran- 4 (AMIEL Y LA ABSENTA de ylo excesivamente pequeto, el amor y la violencia, la ray lalo- cura, la prudenciay la angusta, la naturaleza y la muerte... Tene el sentido del espectéculo, del movimiento, del travelling. Esme cineas- {que pintor (por lo dems, la teoria de los simulacros, en el epicu- ‘efsmo, es descrita como una autoproyeccién perpetu, ces cinemato- trifca, de la naturaeza por sf misma: las imigenes discontinuas rovocan, gracias a su folgurante sucesién, el sentimiento de continu ed). Posee el entusiasmo del net Ia obstinacin del viejo mili tante. Su libro es un combate al mismo tiempo que es un manual. As pia ater til. Se bua de ser amado. Quiere ser verdadero. Se bula, els actulidad, Su latin, erufado de arcaismor (genitivs ena en sin- ‘ular, en onto en wm ea plural, acusativossingulares en im, infinitivos pasivor), es el que etd mas cerea de Ennis, tal como sefaan los e- pecialstas, que de Virgilio. Loimaginamos apartado de las mods, ivi bo de gloria, poco deseoso de éxito, «Tengo la belle fi, y exo me hace fli», dirs Huard. Lucrecio, en cambio, tendeia dificultades para In belezs eso forma parte de su grandeza, No finge. Trabsi, a= ‘menta realizaimprobos esfuerzos. Lucha contra la estupide, contra cL oscurantismo... jy contra el propio latin! Luche cootra su tiempo, ‘pero no en nombre del futuro, sino més bien dl pasado, Inventa sina Tengua; lige como modelo alos antguos (Ennio, Empédoces, Home- 10.) Es una especie de presocritico, aunque mis de tres sighs pos terior a Sécrates. Hace lo antiguo con lo nuevo, poesia con conceptos. En dl hay alo eugoso, éspero,arsico, a veces laborioso, Tiene mis fuerea que gracia, Mis hondura que encanto, Més belleza que precio: sismo. ¥, con frecuencia, es més sublime que bello. Laligeeza no es su fuerte, La elegancia tampoco. Mis que seducir, se impone. Més que atractvo, resulta convincente. Pone el dedo en allaga. No tiene repa 10s en repetirse ai en aburcr, Dice lo que hay que dect, como debe bbacerse,o como puede, Eseribe en heximettos dactlice, el verso de ln epopeya (cl verso de Ennio, que lo adapté de Homero), pero lo ‘yucive contra lot mitos, ls eyendas y los heroes (excepto Epicuro) «scribe una verdadera ant-epopeya. No es un mago, ni un cortesano, ‘i un mitélogo. Es un poeta militant, al contratio que Virgilio, aus que apolitic: sin ozro partido que el epicuresmo, sin otra causa que defender que el placer, a razén yla paz. Es capaz de udeza, de céle- 1 deinjusticia: también de compasia y deentusiasmo. Es une fuer. 2a que se desarolla,y que arasta. La dulzura est en la met, alli donde no se encuentra todavia, salvo excepciones; alli donde preten- y enaorln® Esa precbamente una de mis rzooes para ser ae: jg incluso Epicro fay edo en ls dies atropomortor de lor prise, y porque lot -veia o los imaginaba!’ Es algo que dice mucho sobre el peso de la his- ton, sobre a credulded de odo el mando incaidoe oem gre {5 sobre el poder cas shcnaoco del mene human ocrei sora cova Canndo habla dels dies lo que endef siva no sock oem que muy surment,e ante todo pata, 40 AML YEA ase subrayar que no son los creadores ai los amos de nuestro mundo, ‘como tampoco, por lo demas, de ningin otro, que no se ocupan de no- otros, y que no tenemos nada que temet oi que esperar de ellos: sia blade los doses es menos para celebrar su felicidad que para denun iat las iusiones y los peligros dela religisn* Piadoso © prudente, Epicuro recomendabs la participacin en las ceremonias eligiosas” Lucreci, més, Parecia tomarse en sero la etimologia tradicional y dadosa que relacionareligo con religere, Pero la religién ere, para él, menos lo que relige que lo que mania. Esees el motivo de que ven” age deshacer sur nudos, pra «libera al expiit de los apretados la 208 dela supersticién» (eigionuonaninum nodisexsoluere).® Podsia, discutire, en ocasiones, sino era ato. , Los descendientes, ‘de Eneas, sein la tradicisn entoncesvigente, son los romanos, yLu- ‘recio era tno de ellos. Esto justifies, al menos gramaticalmente, mi ‘uaducciéa, que aspira ante todo, como se habra podido entender, a ‘sugeri un parallo, o més bien una eposicia, con el Padre Nuestro de los eristanos. Venus no ext en los celos, sino en la tierra ese subter labenta signa: ebaj los signos cambiantes del cieiow), presente en todo lugar donde nacen y renacea la vida, el placer, laluz..;Venus, © la Consagracion de la Primavera! Este hiro, wel més hermoso que Inaya slido de boca de un pagunos,*no tiene nada de religioso, en el sentido ordinatio del término. No hay aqui ninguna trascendencia, Nada sobrenatuea. La Venus de Luerecio ao es Dis. Ni siquicra es desde un punto de vista rigurosamente epiciceo— una diosa (ain- ‘guna divinidad, segin Epicuro, anima nada en nuestro mundo). Es ‘lo un simbolo, una imagen, una alegora: representa e la naruraleza vente (que noes toda la naturale) y las fuerzas de la vida, que son también, indisociablemence, las del deseo, el placer y el amor. Ea el fondo, es homéloga, en Lucrecio, de lo que era, en Empédoctes, la Amistad o el Amor (Phi), esa fuerza césmiea de unién, simbolizada ‘or Afrodita, que se oponia al Odio ala Discord (Nettos), fuerza de separacia igualmente eésmica ¢ igualmente impersonal. La di- :mensién sexual —hedonismo obliga— esté no obstante més mazcada fen nvesto poeta de lo que al parecer lo estaba en el presocritco. La Venus Volupeas, en este prélogo al canto I, nos true ala memoria el «ros eterno», cuyo combate contra xsu enemigo no menos inmor tals? adoptaria Freud al final del Malestar en lo culture. Eros concra ‘Ténatos; pulsén de vida contra pulsién de muerte (ineluso si ambas, cen Freud, son idénticas: principio de placer contra principio de cons- tancia (aquél se desprende de te); fuerzas de unién o de paz, como cen Empédocles, contra fuerzas de agresin y de autodestrucciéa... Este combate se encuentra casi con exacirud en Lucrecio, aunque ‘bajo diferentes nombres. No opone Eros y Tanatos, que son griegos, 1 Pile y Netkos, que también lo son, sno a dos personajes de lami tologia latina. Venus, diosa del deseo y el amor, y Marte, dios de los ércitos la violencia yla guerra. Para un romano de la época de Lu- ‘reci, Marte e, de empo aes, quien domina: la Ciudad es vicina —, stoma de nada, coven dl seacio? Estos muy bello y no carece de perinencia, pero nos entrega # un Lucrecio tan rsterano que ya no es en absoluto epicre, algo que, con toda verosimiltad, le hubiera costado bastante trabajo aceptat Si Lucrecio es un pensador tigico, por otto lado mis cercano a Scho: Penhauer que a Rosser o a Nietzsche, no es por falta de ideas 0 de ‘dcologia (por muy elogiosa que se entiada esta ausenca), sino en 2 26n de un decerminado punto de vista sobre la existencia humana, y ‘gin de una determinada experiencia, oa, de una determinada orien {aciGn spiritual o del corazén, Lucrecio, sin romper nunca con el ep cureismo, sin tenet siguier la sensacion de alearse de él, modifica su ilyminacion su atmésfera,y bien podria decrse sus arménicos 0 suto- nalidad, Siempre insisteen la dimensidn de desdicha, de asicdad, de insatsfacion, de facaso y de contradiccin no resulta que desgarra ‘Leorazin de los hombres. Epieur, por el contrari, nos describe el corazéa del sabio —lo que llama le ataraxia, a ausencia de turbaci- ‘nes— como purgado de toda desdicha, de toda angustia, de toda ins tisfacci6n, de todo fracaso y de toda tragedia. No hay en esto, entre aumbos, ninguna contradiccia légica, Sélo se oponen en la medida en {que ne bablan de lo mismo, ono desde el mismo punto de vista: L- ‘recio se refiere mis «los hombres tal como son, en manos de la des- ‘ransaoon roto 3 isha ols angusta; Epicuro, més alos hombres tal como pueden o de brian ser entregados —si hacen lo que se debe— a la felicidad y la paz. No deja de haber por ello una diferencia, y no es pequefia. Con: Firma lo que mencionabe mis arriba: Epicuro es un sabio, mientras «que Luerecio es un poeta. Pero ha algo mis, que, aunque se rela ‘lone con la primera diferencia, no podria reducise del todo ella 1Qué es? Una diferencia, deci, en la vision dela vida, de la humani ‘ad, dela existenca.. En la doctrina? Desde luego que no. Es una diferencia en la experiencia, en la sensibilidad, en Ia inticién, como tila Bergson, entrie todo sistema y que eso nico que puede con: fersle, desde dentro, came y vida, Epicuro recomendabe edar gracias slabienaventurada naturaleza»‘No, como es evidente, porque sea un ter vivo o benevolente(Epicuro no incurreen eas ingenvidades), sno ‘porque toda vids tende en ella al placer; porque lo alcanza, sino deja ‘Se ser natural, y con bestante falda; ,finalmente, porque el mun- dd, una vez desembarazado de nuesrsilsiones, eel lugar natural de la felicidad. Este tema, fundamental en el epicureismo, et sin duda también presente en Lucreco, Pero el acento —es lo minimo que se puede decir— noes el mismo. -Dar gracias? No es muy dado a hacer- To. cla naturaleza? Es menos bienaventurada que indifrenteo ciega, menos promesa de placer que de sufrimiento y de muerte. No habla, ni eanta: calla (Luereco menciona en alin ugar su mudo silencio: - ‘turns silentia) 0 rita (lasrere)Y eso provoca, segtn los casos, un silencio oun estrépitoigualmente angustiosos {La vida? Que tienda l placer, Lucrecio ne lo ignor,ni lo diseu- te-Bero lo quelle afeca es ms bien su fracaso: la vida tiende al place stungue no conduce sino ala mucrte, Cualauier placer es provisional, yy ademis repetitivo, Se tata del mundo de Schopenhauer mas que el {de Epicuco:eader sunt one semper? las cosas on siempre iguales (cadem sed aliter, dick a menudo Schopenhauer: las mismas costs, pero de ott mode), en una especie de etemnorecomicnzo, que const. ‘ye, para cualquier set vivo, algo asi como una pesperua repetcin. Nose puede esperar nada nuevo ni absolutamente diferente. Esloque 08 die la propia naturalezs, en la famosa prosopopeya del libro II: Qué ona invencn puedo encontrar para i? {Qué nuevo pacer? Ned: tod es sempre lo mismo.* Exel mondo del Ecleszsés: Nada nuevo bajo el so..». , como decia Epicuro.~ Pero zquién puede lavarse dela muerte? ¢Cémo asearse de uno mismo? Unicamente mediante la verdad, eesponderia Epicure, que no muere ni tiene ego (por eso los bienes de a sabiduria son «bienes inmortales», como sefalala Carta 2 ‘Meneceo,” algo que evidentemente no podifa ser ningin sabio). No se tuata de curar al yo, por tanto, sino de curarse de é. No de salvaro, [LA BUSTENGIA¥ LA MOEETE 6 ‘ino de librarse(deliberarse) de .Y no basta sabero: hay que ser ca- ces La filosofia es tna higiene. La diversién, una cosmética. Lucre ‘Ho es demasiado IGcido pars dejar que éta le engate,e incluso, tal ‘er para creer por completo en agull “Estos tres temas la dvers6n, la catencia, la muerte) son epicireos. -Nacemos una sola ver, eserbia por ejemplo Epicuro, pues dos veces te es posible, y no podemos vive eernament: sin embargo, ti, no tendo ducio del mafana, jsometes la dichaadilacién!;Consumimos la vida en una ini expera, yen ee sjetzco muere cada uno de noso- ‘roan E jetreo(ascholia, podlamos decir también la inquietud, es nombre grcgo 0 epicireo dela diversi6n, En cuanto ala carencia y Ininsatsfacion,caraceriza sobre todo los vanos deseos (ai naturales i necesris), delos que es convenient librarse® Queda a muerte, y ‘specalmente la nada dela muerte. Es el diamante negro dela docts tuacomo ua blogue de noche o de abismo. Pero, en Epicuro, se trata- Iams bien de una buena nueva, como uns leccién de sabiduriay se tenidad. : oli) y del que querran hui. El temor del Aqueroate ‘ener ast lo mis hondo del home, eaturbiando (Cada instante desu vida con ls colores dea muerte, Empide que angi placer se conserve linpido y puro Es como un velo de lato, que lo recubritia todo, como un lor a car iver que flotara sobre los seres humsanos. Ea lugar de vivs intentan ‘89 moris, n0 ahora, 0 n0 totalmente, o al menos intentan pensar en 68 AMIEL Y LA ABSENTA ‘tra cosa... jPobres mortales, que so viven en el rechazo a accptarlo que soa! jUna vida entera de mentiras, de simulaciones, de intentos por evita lo inevitable! (Una vida entera rida, desde e interior, por Ja nada misma que rata de chuie!;Una vida enter la sombra dela Eso s, tal como explica Lucreco, Io que incite al mal ala hums. dad: Son la coiciay el cegoanbelo de honores Lo que inctan alos humanos a tanegred ley, Hiss converse en astoreso cdmpies de un crime No descantan ni de dani de noche hasta el agotamient, Para aleancarla cima, Pero a todas estas pasones, Es obre todo miedo ala muerte lo qu as aliments Pues ser menosprecado y pudate en la miscria Espace ellos lo opuesto «una vida dulce yesable, YY como estar y isan la sombra dela vere Por eso desean, movidos por su vanotemor, ir lejos de estos males yIkjosapartatos des “Hiacen corer sangre pra inrementar so iene, ‘alkipican sus riguezs, amoatona einen sobre crimen, Disfutan cracimente dels exequiss de un hermano, ‘slo senten odo o pvr en las comida familiares. Con frecuencia, ste mismo miedo ala muerte slo quelos roe de envidi: yea «une tan poderos, ‘A.cto tan rexpetado y cobra de honors, “Mientras elo se revuelean en a noche ye fango, ‘Daria la vida por obtener suestaruaysu gloss! ‘Yio mimo sucede a quien te temor de mort Inspr lesgusto por vivieyextar en el mundo (Que se nfigen Ia mere, en a desichasumdes, (Otsdando que ese miedo es In nua de sus males. Recordamos de nuevo la leyenda del sicidio de Lucrecio, leyenda tal vez, como decta Alain... Sobre todo, entendemos mejor la especie de ambivalencia que, en Lucreco, represent el tema de la muerte. Esta oscura claridad que desciende dela nada, ses alba 0 erepiecule? El anunci de un reposo o la angustia de un final? Pues tanto lo uno como lo otro: es el mismo sol el que amanecey se pone; eel mismo hombre el que querra tanto el olvido come la eternided. No era act: so.nada la muerte? zNo habla nada que temer? Sin duda. Peo en el, {LA BRSTENGHA Ya MUERTE 6 largo pata que cba mis az, dif no pri ambiéa una spect de aba conenda, como tna mela de angustiaydesesper. ‘ib, qu sei cl embate dens econ desbidrta que el po: te siglendo a Epcuro, nos dg, yd ls quel parecer ec Algo de trabajo cnvencere del tdo ast aime.» “aiden de qu odin exidr ua ngunae lanadn en cmato tales fens Losteconesibla Marcel Cone” Es certo qu {rst tented tunca exc, Pero de ata decir que no cx. Sls Spoy tanto col ada de ates de niet naciniento peasy damora scoptr aoa de despa de nurs mre porgue a fceptacin, pee «todo, noes evident. El mid aa mers no et {65 cl temor aloe nein, por lo demds menguate, en todo cso fate a elites tempos de Lucrecotne ques también cl miedo {Tyo vin el temo la insensbldad ques da en lear mer {onal ect dela cos dela vida” como ent atipadoe {gic Gad gue yon eeu sh par lametar ad) por rp Ceres ques dein de gors"lo que me evra lama la ang tidelanadano ecomo al, cetamente, sno de un todo abd, fn priners pessoa Porguele que Lacecio mists ylo que dala Staal Conc eos lees nto ans ccs magna incoherent cree de objeto real vpone go fe veaosfantatonnets vss amare pas poder lament {oeyeno seumor’ Esty de acverd, Pero exteinagiaro forms par az nucotsvdn,einciso nos contnaye come sto, Una incthe- ‘eacia pode eric come refs; pero edande ch visto gue ona ‘ehtaciondeerpete el papel dea sabia? He cad varie voces {ifn de a Cart enc, thermos, ton sero, a exaador {Tsu manert: Vivre como un dios este los hombres, Porque qué humors, guerendo dar nota dest mismo ys confisar «gue se encontababisicamente bien, deca: «No me duce en aingtin Indo salvo cuando aprieton A Lucrecio le gusta apreta Siempre. Ea toda partes. ¥ sobre todo ahi donde dele. Deca ants ue laligere sang era su fuerte. La fivolidad,tampoco.Tampocolaiusién. Quid Tampoco la felicidad. Pores hablar del amor de un modo grave, ‘ido yhonerto,¢Cabe srprenderse de oe, «veces, el dolor nes saga encuentro? Epicure, como buea hedonista que ea, ensefuba qu el placer era cl sumo bien. la sexulidad? Es un desco natural cuyasatsacién, $n ser sbsoltamentenecesuri,tampoco podria se globalmente con: 1" LAMIBL Y LA ABSENTA enable, De lo quese tat, tanto en el hombre como en la mujeres de fevacuar un exceso de étomos,? mis 0 menos equivalete, aunque en sentido inverso (exceso 0 defecto de étomos) al banbre oa sed Por ‘qué prohibirse el retomo al equilbrio, ye placer en reporo que erul- t ded (al menos en el sabio) 0 que favorece? aual, Pero también él, yrodavia mis que Epicuro, es lo contrasio de tun cmayo de un libertine. {No contéis con para amenizar vues ‘tas veladas eGticas!jEsté mucho mis inspirado —o quia hable con, ‘mis conocimiento de causa — cuando se trata de deseribie la esclavi- ‘ud dele pasion que cuando habrie que cantar [a sencilla felicidad de los amantesliberados. La doctrna es una cosa. ¥ la vida es ota. Cuan do Lucrecio habla de amor, es dificil no recordar el verso de Aragon, {aa preciosamente popularizado por Brassen, al que hice alusiéa un poco antes: «No hay amor flav. Lucreio explice sus razones en el bro IV, casi enteramente consagrado —y no es por casualidad— alos simulacres las imigenes, los sucfios otras lusiones de los sentidos 0 Gel ala. A propésito de este tema, comienza con un largo pasaje de- dicado a los suefios nocturnos. Cada cual, expica Lucreco, revive ‘mientras duerme aquello que le apasions o lo ocupa durante a vigiia: cl abogado sueia que pleiteay el general que combate, El mariners que sigue luchando conta los ventos Y¥.yo que eseribo sobre a natraleza de las cosas.” 16 AMIEL Y LA assets La trnsiciéa, que ns conduciré al amor, lleva «cabo por medio de os suefiosexéicos. Tampoco aqui es por easualdad. El amon, pare Lucrecio,afecta alo imaginaro yal sexo: nace del entrecruzeticate de os dos. ¥, en esta conjuncién, el problema cs lo imeginario, no la Pulsién,Lucresio no tiene nada contra a sexualidad, sino todo lo con teario. Alo que ataca es al amor mismo, como pasién y come locas, El texto, que es magnifico, en todo caso en latin, merece tase por cextenso. Rubao exprsive: El fogowo adolescent, cuando en él eeola [Elsemen que un dens caerpo ba madurado, Ve aererse e suetos seductoressiulaeton, Dehermoso roto y te resplandecente ‘Que excitan su éepano hecho de eperma: ‘Aa panto que muchos, al ster con lat, ‘A menudo derraman cl ago qu easuin tc, Es eatesemen lo que blle enacts, Cuando aves Sganos ve han desrrollado. ero cada se tene su propa forma de exiase Sélo lo humano aviv el semea ea el ome, CCunndo su abundancia deshord, de todo el cuerpo Desciende por los miembro los Srgunch, ‘Ys acumula en determinados lugares seasibles, Excitando pronto las paces geile, Helos ahi esimuladce cinflamacos de svi ‘Yel anhelo surge de mancha com la quer 6 ants Lamenteslicia el evepo qe ahi de amor ‘Pues siempre nos inlinsmos del ldo ela her ‘Nucsta sangre brota hacia quien nor doe gop, Yl chorr ojo manchaansteo ene, Astel hombre aleanzado por as echas de Venu (Que elanet un mancebo de miembros femeaincs (©.una mujer que rezuma amor por todo su cuerpo, ‘Tende hacia quien lo hiery se afana en posse, Por evacuar ens cuerpo elliguida nacido ene suo, ues su modo deseo reclame el placer soe Venus, eso eso que leva nombre de aor, ‘alesis duleua que gots a got en mucssos coresones ‘Venus ha desildo, Peo leg lego ei, a angus ¥ sae arena el amado? Su imagen por todas parte ‘os asda, su dulce nombre no deja de cbesiontees ‘Haetarmos mejor en rechasr muy pronto tle imagen, Exes dr ie aneno encore ane, ¥envlercpesenien cn cou x chico! Sculpt pan dsr esse, ot au rer prev aero a einen bo poss ay lor? ‘lnc ange oy vce ence Heme incense em Siporacs aucun bora pins $action de scot, Spurscome ere note be tepundo Alaa er econ, co en gaunt Poor vat clan notes gur ese Delos pce Vue gon in compari, placer procter src cts eed cao spon noe “boride cn cube en del ane {Por Sind piers orl a? Prat manos ‘Stains pee rte cn ane (Combos ordain i $l eae velop noeprs Pergo sets psn ls ipa 2 gue proves encloses pens deface, fapsend cnn dean ddr dens re origin y ie place Scheer enc mont Yael ant cpr temps lear en rn Ela quel conrame Peo manele comics Porge nanan dar loconrs Noyce gue cans rons, Nisnunopectov shins fue doe Alcs bebidas once ue orp, Lona so, geo ne ene, Yatosacen co ale bb yd Pero dll rontoy dell rsea ‘ade pencteco orator uc podanes sat, Snotatape imeersy ee, Goo ent pra queer ee, Ersemgnea amie ue seta con ed $ret oor ptt {Un sroyo? Cah person ssn ‘Maced Shundio tone arb! ‘tno omc de ove {a ite dl eacp anton bu passe, 78 A. Y La ange ‘Asus grils formas us manos ad pueden arrncas agan erctica us criss por todo sv cutpo, Allin, cuando van «coger ln for dea juventud, YY slenten cémoasccndeel placer por su cuerpo, Y Venus va fecundarel surco dela mje, ‘Yambos cuerpos se fundeny mesclan ss slic, 'Y mutuamente se sprun, ee been se muerden, {Nano esuerzo! Su cuerpo no puede abeober a oto, “Tampoco penetraco ni fundies enteramente on Yno obscene, aparece la meta de su combate, {Tanto portan en cneadenarse com Io laos de Venus, “aio se dersten ea es esparmos de placer! Finalmente, coando el deseo explots, se dsiende ‘Tras ana violencia uoa breve regs erabese- LLuego se apodera de ellos un nuevo acoso defor Porque nels mismos saben lo que quite, Y¥no pueden alla emesdio as cafermedad, Pues ignran cdl es la seereta erida que los corroe. Y¥ no er slo etl pent ls consume: Todas vida depende dels caprichos de etc; Dilapidan su foruna en allombra y epalon, Descuidan sus deberes y raicionsn su dish. Brilan en ro perfumados pies los escapes Sus dedes brian de oro, diamante y eateries, ‘¥seempapaa pizpua qu visten cone ador de Venus, Le viquea amanda por sos padres se dspa En tinices, ademas ejdon de Alindsy de Qui. Se prodigan fins yexquisias fst, CCopas sempre lent, perfumes, joya, gral, {todo es vano! Dela fuente mista deus pacers Sorge como una angus, un n0 6 gué de amar (Que stzangula a amante cnr las ares" ¢Acaso existe en toda la Antgiedad un texto més hermoso sobre cl coite? zAlguno que sa mas severo sobre el amor? [Es revelador que, como anotaba de paseda, Lucrecio aborde el e- tadio del amor a partic del sueio erético y las poluciones nacturnas Ah se esume suteora: el amor es una ensofacin del deseo, la coin ‘idencia en nosotros de los simulacros (la vision, Ia imaginacion, el sueio)y dela fsiologa (el «semen, o sea, del imaginario ya pulsin, Poreso no deja dei acompatado de tusiones, al menos en sus formas spasionadas: La vEsos vacAsUNDA , Tal eel defecto de los hombres cepa po api: [Mis auacivosacrbujen asa amads delos que tiene.” Y Lcrecio, en un pasaje que recordard Moliere, se entrega 2 ello hasta el hartazgo. No me resist al placer de reproducir su traduccin, porque nose trata de otra cos, 0 casi en el Misdntrpe: Normalmente, poco se some clamor esas lees. Por elon amantesslaban sempre su prelerida, Y¥ nada censurable periben jms en su pasion, es en el objet amado todo se vuelve amable CConsideranperfeeciones sus defetos YYlos aombran con eptto favorable La pilida al jemi es comparable en blancves; Ta borsplance npr, + usa morena adorable; Tatlacs pose un gic yigers cnr a gorda es ea su pore, de msjesad henchida, Ttoreadorada de ecatonstzacivos Obsise el nombze de bellza descidada; La pigante parece un diosa a avis Yidenana un eptome de las maravilscelestes, Laorgollons iene corsxén dion de surels 1a pleas, ingenioy bunting es la tort. [a charatana ene un gracejoencenador ‘Ylamuda dx ventas de un pudorhonesto, Actes como un amant, con ardor excsvo, ‘Ama hats oe defects de as persona qu ama. Esta crltica del amorpasin, de sus angustia y sus ilusiones, esta apologia del placer puro y sereno, son también temas tradicionales del ‘epicureismo. Nos equivocarfamos al ver en elo une especie de ma ‘hismo arcaico, Cuando Lucrecio habla de «semen», el término vale ‘coma expresamente dicen otro textos— para ambos sexos" Y el place sexual, tanto para cl como para Epicur, puede y debe set com- partido: Nosenpreine lconamor age, | [Lambjer que une se cuerpo al cuerpo del hombre, ‘Yon ous besos humedece ls labios que chupe. ‘A meando es sincera yanhela qu el pacer Loe arate «ambos hares extremo del amor ‘Stasi no fuer, as hembraspijazos yeas, 80 an La nase \¥del ganado, no posan somererse asus machos, Sinel alr dil clo queen elias are, Sinel placer que reiven de quien as hace goss. {Mien qué mutus voluptosidad los subyugs, os atomenta en sus eomunes endenas! Cuaotas veces, en una encrocad, por separarse, Dos pertos tran con ardor en seatido contrat. Sin conseguir ibrar de loa audos de Venus. (Por qué habron de nie stan foes plceres Reciprocor no les seviern de cco y de rama? El place. Jo epito, sun bien compari.” Los epiereos no tenian nada conte las mujeres, y sf mucho con tra el amor. Valoraban demasiado el placer yl amistad como para no desconfar de la pasin. Lo cual no excluye la pareja, a mi parece, y por tanto tambien al amor, siempre que sepa renunciar alos es mos y alos estragos de la posesién, o sobrevivie a ellos. Al dirigirse 2 su amigo Memmio, al que dedica su poema, Lucreco apela al «placer «que aguardo deta dolee amistad» (speratavoluptassuaus amicitize) Noes cuestin de busear abt ningén vinculo homosexual, nitampoco de excliro. Pero creo que esto dice algo de amor, y también de a pa reja, cuando es feliz. Sélo existe la pasion oel sexo. Sélo la Venus es clava o vagabunda. Después de haber descrito ampliamente la volen clay ls lusiones del amo, Lucrecio termina, en los limos vrsos del ‘canto IV, con la mencién de un amor diferente més icido, mis dulce, més duradero, que al menos proporciona una oportunidad ala felic ‘dad conyugal Un milagro? De ninguna manera: los dives no intervie- ‘nen en absoluo.Inclso la belleza spenas desempeia algin papel. Son ‘ns importantes la realidad del comportamiento, el cariter de los dos amantesy amigos, su mutuo afecto, su taco, su seciabilidad y, en de fnsiva, los placeres de vida en comin. Ni siquiera el habito,tan ame inudo lta par a pasign, se vuelve aqui‘ una especie de ventaja supe Sin Ia ayuda de los doses, sin as echas de Venus, Tncuse une mujer fe resulta arable puede seria, Su manera de comporarc su gro career, YY Jos atentos cuidados que prodigs «su cuerpo, CConsiguen que broeen tel gusto de compari su vida Porle demas, el hibit es propico al amor. Pues ls mis suavesgolpes ss epiten sa regu, a vewor tucanenDd a ‘Actban veniendo dlcemenecuslquier esistenci, ‘Come las gocas de agu que caeneala pied Con el empo aban por peforar la roca ms dura. Ellibro IV se detiene aqui, en un acorde, ante todo, més bien di choso apaciguado. Y de nuevo coincidente con la enseBanza de Epi caro: El sabio se casars, deci, y tendo hijos...»® Sin embargo, lo smenos que se puede decir es que Lucrecio, sobre esta posible felicidad conjugal, sabre esta places del habito 0 dela parea, pasa de punt las... ;Como sl inspiraran més la sitiraoel drama! Por otra parte, ‘muy pocos lectoresrecuerdan estos tltimos verss (los comentaristas, cuando los citan, apenas se detienen en ellos), mientras que ninguno escuida aquellos —mucho més numerosos, mucho més poderosos— «que dedic a loca ydestructva pasion de los amanes. Me gustaria que Aira algo mas sobre la pareja feliz, pero la époce, sin duda, no era ‘muy propicia, En cambio, admizo la manera en que, a propSsi dela _asién, supo encontrar, sobre un tema del eximio sabio Epieuo,acen- ‘os que sélole pertenecian a dl jy qué atormentados, desapacibles ya veces, desgarradores son, como si aunca dejaran de trenzar el dolor con el placer yla angustiacon el amor!.. ensamos en una de sus fa- ss: cacaso conoca, también él, ela sceretaherida que lo corroe>? Qué amarguta pretende mitigar por medio del canto? Qué angustia pretende sofocar con el epicurismo? Que fraaso alvidaro uperst? No podemes sabero,y poco importa; lo nico que conocemos de Lu: crecio‘es la bellezs de su canto. CAP{TULO 7 Los principios Nal rem em on inns wma Lares 1150 (Rds co janis proba dion a pare de nuda») ‘Tadavia no he hablado,o slo muy poco, dela fsia epicirea,y por tanto tambin lucreciana, No obstante, pare nuestro poets, era fundamental, y en cualquier caso aquello alo que dedieé sus més I {gy técnicos desarollos,y su punto de partida. No me sent obliga- doa hacer lo mismo, No estoy escribiendo un tratado, ai un ‘me pateolibrement, postcamente si soy caper, por una obra, que es tne obra de poeta tanto como de filérofo,y que pretende ser libers: dora, Quodar apresado en ella, seria tracionar su mejor parte, la me- nos dogmtcs. Pues actualmente ya no se tata de ser epicireo, ni i- de comprende, amar, admirer, y para ello n0 hay ni un orden ni un recorrido abligados. Sin embargo, es conveniente conocer el orden de Lucreco. Porque que ceri a la ver un tratado y un manual, sigue uno, bien est iadoy significaivo. ‘Que el De rerum natura comience por la fisiea (los dos primer brosle estén incgramentededicados), noes evidentemente una easua lidad. Lucreco quiere hablar de todo (ome quod est), y el Todo, tan- to para como para Epicaro (to perm, summarum summa la suma elas amas el coajunto de todo ls conjuntos) esa naturale. El epic teismo es un natualsmo, y por tanto también un fisialismo (ambas palabras, en griego, sean indisceribles). Sila natualeza (physi) ese todo, todo es natural: Lafisic es ciencia fundamental todo lo dems forma parte de lla, en derecho, ose deriva de ell, de hecho. ‘Por consiguiente lo que Lucrecio emprendié por su cuenta (Epi- cute habia escrito un Per physeos, Sobre le naturelezs, en 37 libros, oy aL YEA ABSENT «que Lucrocio pode haber conocido) es un Tratado dela naturelezs,y ‘0 elo que anuncia su title: De rerum nature, De la maturalens de las ‘otar, que freeuentemente se tracce como De le aturaleza. No es ni luna taicGn a una obligacién, ya que lo nico que hay en Ia naturale zason cova (seres materiales, precisaré Lucreco) y lo que les sucede (acontecimientos), y no hay nada, en esas cosas y en esos aconteci= ‘mientos, ue no sea natural. Es una de los propésitos fundamentles el De rerum natura: mostrar que todo es natural, que la naturaleza es todo en todo y,fnalmente, sobre todo, y por ello mismo, que lo sobre- natural no existe. Ese esc secreto de Lucreco, su buena neva liber ora, gracias ala cual es un precursor de la Tustracién, o mas bien, y ,” Lucrecio, que sélo cree en necesidades parcales olveré sobeeello—, dinfa més bien: ninguna cosa se hace a part .® Nuestra Tierray ‘nuestro Cielo (el conjunto de lo que podemes ver, et dect, nuestro ‘mundo, que no hay que confundir con el conjunto delo que es ylo que ros ramcines % se puede pensar, que ese universo) no son la totalidad nie centro de Ia narraleza, que siendo init, o podela tener ni centro ni limite Por exo la naruralces cx eibzen, como dice Lucrecio: no porque esté ) cant I dl De ream natura esti deca los principio, tan to eéricoe (nada nace a partir de nada, nada repress la once) como ‘Baers (los stomes, pits rerum, enol vaco). Se puede dear Gqucse tsa dea otaogta de Epicuro ode Lucrecio, que prolongs de Denéerito, ue a su ver polengabe —subvertiéndola— la de Par ‘Bénin Elser ea—en ep ee de acuerdo con los eéxtas—, pero 00 ‘en toda su integridad, uno y contnon como pretend Pamenides! Elseres plural No do se dice «de matiples mancram, como sefala 1 Aritelen es dei, en varios sentido, ino que es de mkples ‘Banera, Por ua ver, forcemes la granica para no dejrnosatrapar i enguer por ella ese x varios, el teres mp, eincaso ifn {amentemaliple. Monisme ypluralismo- json una ya misma cosa! ~ Essel subversi, ola gelalidad, del stomismo. Es como una especie de elestion muliplieado, dsmipsiado, ple serizado, atomizado: un cleatismo de lo miipe. Cada ee uo, i: ‘Bucable, exemo, como el ser de Parménides, ext simitado por todas pate, como destacabs el fragmento 8 del Poema, peo soa una inf ida on los Somos). ¥ el no-sr también ees lo qu se lama e co, an infinito en extnsign como os stom lo son en némero,¢ igualmente eterno. Elmonismo epcire, como hemos visto en el phtlo anterior sen realidad un dulismo: no existe certamente mis {ue una sola substan la materia) y nada distino; peo sta nade (el ‘acio) ambien existe —es toda la parndoa del atomismo—, ant en {linteror de los cverporcompuestos (lo gue expice sus dterencias 96 ang Lassen de densidad, de slides y de duracién) como entre los euerpos simples lo gue permite el movimiento). El ser parmenideoestall ye disper. 4, y hace asi posible ol devenie Y el devenir encuentra, en los movi- ‘mientos atémicos, el principio substancil de suinteligibilidad. Hert- clito y Parménides a la ver teconcilados y superados: sa el gran ‘empresa de ls filosofia riegaen general y de los wtomista en perticu: Jae La verdad del devenir(erélto) yla verdad del ser (Parménides), amibasirrebatibles. ,* lo que constituiia una ineacei6n ‘la racionalidad a la que, sin embargo, Lucreco apela EI segundo reproche es de orden metafisico,e incluso ideolgico, Fue sostenido sobre todo —marxismo obliga por Paul Nizan. El amigo de Sartre, normalmente tan bien predispuesto hacia el epieus ‘amo, eprochs a Lucreci el haber introducido, con el cnamen, ua “eprincipioespirtual: ese «movimiento auténome y contingente de Ios étomos» seria «andlogo al libre albedriow;constivuirfa «une fisura ‘por donde puede colase el idealsmos y «efectivamente se cuca.” (Charles Mugler, ex un registro diferente, formula una objec del aismo orden: el clinamer seria un movimiento ateleol6gico y cons centen, una alibreeleccin de los étomom, lo que constituiria wana aay LA LIRERTAD 103 petiién de principio que arruina el epicuressmon En resumen, el sme sera una dernacibn, cn el enti cas ideoldgico de temino Seria une infraccisn al materalsmo,cuyo principio sin embargo, fr mula expresamente Lucreio, a pattr de Epicuro. [Ninguno de estos dos reproches me parece justificado, (Observemes, en primer lugar, que los 77 versos que Lucrecio de ical clinaven adoptan la forma de una doble demostracién, en este ‘caso perfectamente de acucrdo con la canGnica cpicire. El epicure smo es un sensualismo, Peto, al atarse de fenémencsinvisibles, slo, se puede demostrar una tsis mostrando que su coatradictora es in compatible con los datos de ls sentidas" El razonamiento, como ya hemos visto en varios ejemplos, adopta entonces la forma muy clisica ® todo el epicureismo se vendea abajo. 104 ance LA ABSENT _{Cémo evitar caer en una contradiccin a pati del momento en ques recuerda, en este mismo texto y como argumento demostrativo (Guoniam), gue, «como vemos, nada puede nacer de la naday?” Pare- ce que e dé ahi una incoberenciaredhibitora, porque el cinemen es probado (a parti dl hecho de la ibertad, que es necesario explice) fen nombre mismo del principio de causlidad:;principio para el cual tl linamen (al carecer dl mismo de causa, sin lo que no podria expli cat la ibertad) supondeta la rina! Cbmo excapar a esta aporia? Mediante la dstincin, como hacia Epicuro, entre los propos del écomo, es deci, sus propiedades cons- tantes (symbebekore, conjuncta), y sus accidentes 0 acontecimientos, Comptomats, events) ® Como potenca propia del irom (el hecho de que el tomo pueda, permanentemente, desviarse), el clinamen earece ‘videntemente de causa, pero no mis que e=o8 otros propios que ton ‘su forma y su peso, y no mis, sabre todo, que el étomo mismo. Esto me coastituye, de ningune manera, y mal que le pese a Cicern, una asi posicin atbitarim: porque al igual ue el &tomo puede posce indi ferentemente tal o cual peso, pero necesariamente tiene uno, bin puede declnar, en tao cual momento y ental o cual Iga, pero necesariamente declina (epaulum inclinare mecessest corpora»)" De _manera que ese joven Marx quien tenfarazin cuando sefilaba, en st tesis doctoral, que «Preguntar por la causa de esta determinacion ‘equivalea preguntar por la causa que hace que el stomo sea un princ- pio, pregunta evidentemente privada de sentido para quien piensa que cL ézomo es la cause de todo, que, en consecuencia, no podria tener 2Es esto una violaciGn del principio de eausalidad? De ninguna ‘manera, al menos tal como Epicuro y Luereio lo formulan. Ea efecto, ‘ste principio estipula que nada nace (sign, fier) a partir de nada, lo ‘que implien que el dromo, que no nace (porque es eterno), esté fuera de su aleance: el ftomo funds el principio, y Este nolo rge. ‘Sucede ota cosa, como es naturals se considers el linemen ya n0 un propio, sino ua acontecimiento. Sin duda, sigue siendo certo que cL frome es su causa, cuyo efecto 0, mejor, acto (el étomo es lo que ‘declina el clinamon no podria sere exterior como lo es un efecto con Fespecto as casa) es eada nueva desviacién.zCémo podeiaentonces cl clinaren, si permanece sometido al principio de eausalidad (a0 ‘nace a partir de nada, sino del étomo),impedir ela sucesi6nindefin- ‘da de las causasn?” Esto es lo exencial,y la teoria de Lucrecio de- ‘muestra ahi una especial sutilza: el linamen impide aa sucesin in- Lazo La eRTAD 195 definida de las casas, no porgue suprima la causalidad, sino porgue Interrumpe la rucesion. No es indeterminado, en yn sentido absoluto (cin causa, sino que ex indeverminado em el expaci yen el tempo (sin ‘ausa antecedente 0 contigua)* Ahora bien esta indeterminacién ex- dad universal (qe seria una concatenacign infinita de causas) 0, ¢9 otros sérminos y como decia Epicuro, «el destino de los fisicoso. Gra- las al clnamen, la necesidad, sin ser abalid por ello, no aetéa més que su azan y LaLmEETAD 107 ssegin una serie causal limitadaen el tempo» cada una dels cules comienza con una nueva dedlnacin de los étomos, que e asi cun co- tmienzo absolut», como decia Marcel Conche,® o mis bien (porque el ome siempre est presente) el poder de comenzar absolutamente una setie causal, Concepcion atomisticaocuintica es deci, discontinue ta, dela causalidad: pues resulta que la necesidad, al igual que la mate- ‘ia misma, est troceada, yes irreductblemente maltple ydiscootinus: stomizada. Noes usa contiagencia absoluta, ai un determinism total (el principio de causlidad, repitimoslo, sigue siendo vido} es una necesided derpedazada y un determinismo plural, discontinue y roo: tn determinismo ant-laplaziano, como se dria atualment,® es deci, sical, ‘Lucrecio puede escribir con perfecto fandamento que los étomos, por su declinacién,«toman la iniiativa de un movimiento que rompe las eyes del destino» (las foedera at) El linamen, en tanto que pro- pio, es ee poder permanente de diecontinuidad; yen tanto que acc dente, exactamente el poder de bacer acontecimiento. Fl étomo, sin yr pect piefadaacer censaeh yer sls ereiaale farm se ‘aide vertical) y nunca sucederia nada, ni sucederia a nadie. No exist an mundos, ni cuerpos compuesto, ni vida, ni historia, ni por lo de més impo, Al contrario, gracias alclinemen sucede que algo sucede, algo absolucamente nueva, absolutamente imprevisto c imprevisible ‘en accident un acontecimiento, que hace posible, de uns sola vez, a novedad (también, por tanto, la antigtiedad) y el iempo. El presente remo dela naturalera se hace entonces tiempo, al distingui, en cada scontecimiento, un antes y un desputs Por eso la naturalezs no creada se vuelve creadora: algo en ella, (que no estaba esrito en ninguna pare, ni predeterminado, ni somett doa cualquier finalidad o proyecto, comienza perpetuamente. Nohay. destino, tampoco providencia: Ia necesidad produce algunas cosas, pero atrvesada por azares innumerables; el azar produce otras, pero limitado por la leyes de la naruraleza (las foedera natuac)" y cncso- aos, en fin, prodcimos otras, es deci, uesta voluntad, que m0 te No todo es posible existen le focdora naturae),y no todo es nece: sarlo(exsten ls foeders fai ée es el espacio que abre en la natura leza,y por tanto también en cada tno de nosotros el exiguum cla. ‘ten de los éxomos. Nada esté escrito de antemano, ni sometido a un dior cualquiera: es «por s misma, espontineamente» (ipa super se sponte) come la naturaleza eterna se inventa un nuevo presente, ins 108 AMIEL LA ARSERTA tante tras instante y se converte as en natura creer -Podri de ‘ise que, en este tentdo, es Dios? De ninguna mance: la naturaeza no tiene consciencia ni voluntad, yno puede crear otra cosa —ya que clas todo— que as misma, lo que implica que se trate menos de una «reacin absoluta(producir algo partir de nada, lo que el atomismo ‘exeluye) que dela produccidn la vez perpetua ydiscontinua, de im- previsibles novedades, La naturaleza es libre, dice Lucrecio liber), sin ‘amo (ni siquira silo ella como pasado), sin dioss, sn coacciones.® Por eso también nosotros somos libres, como todos los animales * yy basta para poner de manifesto que esta ibertad no podria ser abso- Tua, i trascendente, ni sobrenatural: noes ua libre albedo, en el se tido en que un Descartes on Kant danin a exta palabra; es una espn: tancidad del querer una inventivdad del deseo (se trata de arancar placer al destino), un margen, pero siempre limitado, de inicatva 0 ‘dedesviacion, una potencia, pero siempre recomenzada, de querer y de ‘ctuar,en suma el poder, como dice excelentemente Licreco, de «lu char» (pugnare)* de axesitin» (obstere)” de «cambiar de diceeci6n, (declinams item mots) sin estar determinade por cl tempo ni por lugar, sino sein el eapricho de nuestra propia mente» Quin podria creer que estuviera escrito, desde toda la eternidad, ‘que'yo escribiria ese libro sobre Lucrecio? Perfecamente habria po" dio no nacer (era con mucho lo mas probable diez meses antes de mi ‘nacimiento), no convertime en filésofoo escribir un libro diferente. [Noes una cadena infnita y continua de caususantecedentes (que, por definicién, ye no estin en mi poder cuando acto) la que me conduce hnasea esa frase que estoy eseribiendo en este momento, sino el azar de ‘mi nacimiento los innumerabes azares de mi vida, os miles de en ‘cuentros,nfenciasydecisiones miss, pero independiente, al menos ex pare, unas de as otras, ,finalmentey sobre todo, le fuerza de mi deseo (in eupidam)*o de ni voluntad (oolurtas)” deseo o voluntad ‘que también pueden cambiar, de un momento a oto, y de hecho cam Dian, y me evan a corregir esta fase a tacharla 0 escribir una dif: ‘ent totalmente nueva, que sigud siendo imprevisbl, en derecho y dehecho, hasta que decid eseribiela,o sea, me puse, en la naruraleza ‘readoray gracias cll creel. Pr eso soy responsable de lo que cescribo, como de cada uno de mis actos. Quiere eso decir que todo esti claro? Desde luego que no. Nos , ino la voluntad, en su funciona ‘mento at6mico, la que es inconscente. Noes el clnamen el que es “esprit, sino lavluntad la que ex corporal, Podemos, desde ae {ors eta coaccionados ni predetcrminado, ic hasta donde nos le- ‘re nesta mente, Peo éta tan material com el resto, y munce nes Teva mis que adoade nos condace el placer Los manvscrtos pueden pevfectmente Nuctuar, por una let, entre voluntsyvolupts” Sélo hy voluntad, para un epiGten, de vlupruosidad. Del mismo modo «gue dl clinemer a0 pute clad cada (no es un movimiento obi Gu) a voluntad tmpoco puede escapar al cuerpo nil principio de placer (noe un ibe albedo). Por ant, la voluntad slo es pari dente indcterminads: romp cone destino delosfsicos, pero no su- Prime nel principio de causalidad ni las leyes dela naturales. Line {ala neceidad, pero no la abole™ No es ura contngenca (ona mada ‘de cautalidad), sino une causalidad dscootina yespontines. Noes saan y La LenERTAD 13 una libertad absolutao infinita, ni el poder de cada cual para clepiese '8{ mismo, sino el poder deelegir nuestros actos, de cambiar incluso Se cambiatnos), de resist, de innovar y de iaventar No es un ibre a bedrio, inset: no ex més que «un margen de libertad," por lo dems suy esrechoo, pero suiciente para quien sabe —gracias a Epicu- 10— serve de Al Es lo que hace Lucreci, que sigue filoséficamente las buellae de su macstro,® sin dejar de recorrer posticamente los ‘nexplorados parajes de las Musas, por nadie antes hollados». El es til es siempre una desviacién; la poesia, siempre una creacién 0, lo {gue viene asc lo mismo, una libe Declinamus item motus: «También nosotros cambiamos de diree- n..m No somos prisioneros del pasado, ni d= nuestra historia, ni ‘or tanto por completo de nosotros mismos. Cada cual puede legit si, ‘osu presents al menos sel camino que sigue © que abre en (si tie~ ‘ne el coraje para hacerlo) El epicurefsmo, especialmente en su version Icreciana,consiuye asi el caso —en resimidas events bastante 1210 cna historia dea flosofia— de un materialsmo no fatalista, e inc +0 antifatalist: un «materialismo de lo alestoio», como diré mucho mds tarde Louis Althusser que es también, y sobre todo, un materia lsmo de la libercad. CAPITULO 9 La historia Siti mand atari tar mat acre V-854 ( Tizaron para forjar armas y herramientas. Aprendieron a servirse de los, caballos y Tos boeyesen la guerta Inventaroa la cosaray luego elt do. Aprendieron, tomando como modelo ala naturalezs asembrar, ‘coda ya injertar Desbrozar los bosques, sabre rodo en lan, y plan tron cereales, via yolvoe. Imitando& los jars y al viento, apren- sieron a slbat ya cantar, fabricaronflautas y cara, yerearon mi: sca... Sentimot ea Lucreci, como ms tarde en Rousseau, un poco de nostalgia por este estado intermediario. Nox ya cl estado salvaje, Pero todavia noes el uj yl demencia que reiné en su época [Nuestros antepasadossbianculkvar estos placeres; Cuando se stcia el hambre, es goooo distracre. ‘A menudo algunos, tumbadosen la fesa hie, ‘Allborde de un aoyo, le sombra de un gran ébol, Pdi sin macho exuerzo dave place, Sobre todo cuando el cso sonra sobre us cabezae Ya primavers apieaba con sus lors la pradera Eran ors de os juegos ls chats yas iss, [La hom en quel Masa sreste rein ene lle (Con guimaldas de hoes y Hotes coda ss sees, Siguendo los impulos desu retorar alegre, Danzaban trpemente, sin marca el comps, GGolpeando con sus pesados piesa tera mater Y¥ alacelo, se relan ys alegrabsn. Todo era nuevo y maralloso pars los” a merons wz [Nos hemor alejada mucho, piensa ya Luerecio, porque esté mis ) ‘Llegamos al ikimo de nuestros pases lucrecianos es el momento de concluir Lucteco habla en alguna parte de las noches serents», durante las cuales compuso su poema. Pero no deja de comparar a Epicuro (0 la razén ola verdad, ola sabiduria..) con el sol que se le vanta, que hece palidecer las estrellas, que viene a dispersar las som- bras o los fantarmas de la noche... Cant6 demasiado bien «la aurora de los dedos de rosa, su manto de lz (y de una luz tambiga serena lamengue serenum), 0 $0 orqusta de pares," como para no tener la Jmpresign de que la serenidad nocturna, en ere més bien la excep ia, que conocié mis noches agotadoras,veladasinguietaso doloro sas, y crepisculosinterminables. Suicidio? gLocura? (Corea Meneeeo, $123). us name La aasENT 21. 1.120423. 22. Véase, por ejemplo, Le monde comme volond er comme représenta tion, 1V, 57, pia 395 y 402 dela edcin Burdens Roce, PUR, reed. 1978 (ead. east: El mundo camo volta yrepresenacon, Maid Toe, 2003) 25, Veanse por ejemplo Considerciomesntepestioas, I, $8 aro 18 72:y El Amnon, 838. cartroio4 1. 1,949:950, 01V, 24.25. 2. C Resse, Logue du pire, PUE, 1971, reed col. «Quadrigen, 193, Appendices Lucree eta nature des choseen, pigs 123-144; Lenton ‘are, POF, 1975, red ol. «Quadege», 1986, Les atomistes de 'Anciquitén, igs. 198-182; vans tambita ls ps. 256.259 (ads. case: Lge deo oor: elementos para a eso rigs, Barcelona, Bacal, 196, y Le ant sateales, Madi, aura, 1973). 3. C Roser, Lgique di ire, op et, pips. 139 144 4. Seg el testimonio de Estobeo Floiegio, XVI, 23 (Us, 4691, Solo vine, pp. 1 (Gracias le sean dada la bienaventarada naturaleza porque iso qu las cosas ncesrias ean files de consegi, micatra que ls cose fies de obtener no sn necstsia). 5.1.58 6. 1.17 dtealmente ella ladea). Hrsout acta que la expresién est ‘omada de Ennio, que su ve a tom6 de Hero», 7M, 343. 8. 944993. 9. La73.176. 10. 1164-1168, 1, Y2i2227, 12, De rerum nar, 1-61 Tent, en el io verso, resin algo de Ja formulacin an dens ds Lacesos aed matarce pier raises (que tes ci mis adelante en ota spain de la misina expres como asin de ‘esr ola ann observance a nares). Speier, que Léon Robin com ats acartadumente con la ors de los greg (CommentarevolI pgs 31- 52) cea contemplacga 0 a obervacin de la naturale; ratio, que Rabin ‘ompara con la pysoiga la ciencia de a atures ln expliacn ration tal de To ue a narralena mcsta Sully Pradhomae, en su adaccGe del, ‘ao I enconts6, pars estos tes verse, un equivalent bastante sxtisactoie ara daiparl horror de aventaprofunda noche, sal 0 pute nada, i el resplandesene dia ero ja maaraleza abla ya Razén la etiende! womas 149 Salvo que shablay, por species, o es apropiado (a natraleza es un s- pectcalo, pare Lucrecio, no un disco) ¥ excamotea la opesicién spe ‘evratio, Erno cad: wel examen de a nateralesay 29 expen, ‘Gluard la visin precea de la natualra you explcacign tazonade>, Kany-Turpin: wa vsin ya explicacin dea naterseran; Guitar Ls ob servi y el extdio raion de a netarsleaa, En ete cao, engo db dad por la traduccion de Prtrat Te quehace faa obserarlanarutleay dar raén de ella, castro 1 1, 29.32; ase sara, ig. 54 2, Edmund Bake, Reviercherplonophiuer ur origin de nos ides da blame du bow (1757) trad B Sain Girons, Vi, 1990. Veanse especial tent los apartados I, 75 1,2 yIV5 (rad. cast: Indagcin losis sobre cl ergen de musta dees cers de lo belly o sublime, Madsid, Aina, 2005) 3. TL, 28.29 (auna especie de volupruosidad divin y deestremecimien to») Recordemoe que borane etn, Heneunsetido menos fuerte ¥ menos ‘unfvoco que esto horcur a plabr, que deriva del verbo hore erza te, temblan), design en primer gar un estemeciminto 0 un erzamien0, fue pueden ser de espano, de ficbreo, a veces de alga. En Lucrecio, lat Coonotacioner sn mas bien amargasoispers.Leemos, po ejemplo, las ersoe 410-411 del eanco I, aera rides acerbum borrorem, el mcio Chrido dela sera etridenten (wad. Eenout “4 E. Burke, opt 2, pig 98. 3. Elerepacale dels dolos 8 6 Aurora, 1,72. ease umbién Consdercioneintmpestioas, I, $8 7, ease po cele Tl, 24 lant pace: la paz del sno), La expre- sign en exe cso 0 efiee los dione. A menu sucede lo mismo, Li- ‘eco, con a palabra pe: ses los versos I, 47 y 1.053, 0 VI 69y73.Se da lato, sin embargo, de quel palabra se ulic a propéito dels sees hu- tne y pa ear pa en et propio snc gar 70 aungue pocas veces para designa la pas interior. As, aungue de un imodo sega puerta seen) on VI, 76 ei angular, lntrangui pa de inimo. ‘8. Diggenes Laercio,X, 186 véane tambida le tet dtadasycomen- tades por Me Cenche, en Epicro, Laie et maxiner, igs. 70.74, Contax tlamentealo que se suele decir yao que sugiere a lteralidad dela palabra, la atrai,en picur, es un estado positive: vate Toque yo exciba en mi That de déespoir dele béaitude, cap. TY, aparde 8, especialmente as igs 489-492 desu redicda en un slo vlumen. ‘9. I, 17-19. Esos dos aspects —bienestary pas se encuentran en el eo 31 del cana: ensngul pace uae mols. asta los morales [eslaversiete postal seri el placer] con una tranquil pa [saver ‘Sate negaua: a aseaca de tenor). Observes, sin ebugo, qe ure, en latin, ene wn sentido muy ampli: la pala desiga en primer aga a _syuds, ida oa venta, lego cl placer ol slegria més ql ica), 10, Cayo nombre latina spies slo aparece una ver eo todo el De ve- uma propio, por supueso, cde Epicro (10), Eh adjeiv sapiens spor furpare uy ao: el indice de J Paulson so seiala ws referencias ex Il, 18 988, yen IL, 761 estas dos sitimasapaiciones son por era pate hu ‘movin, Icha fala padentispradns, na slate, de nuevo ea US $d iSnico I, 762). Sophie oro, romero pbroiecs, en Eplesroy {pes dela escnes do textos, soa mucho ans fecuentesyetin cho mit tematzado. 11. Encontrames os adjeivos flix o Batus en L100 yV, 165 1378, pero ex para desgoar respertivamente la spartida fiz» dela floa {a po: és del asesnato de lignil) le felicidad delos doses. lafecundidad elos ables. 12, Vease por ejemplo la Carta « Menecro, $6122 y 128-129, la Méxims pial XIX ya Senteni atane 32 DB. Lay IL6er, 14. E31yVI,78, Véasetambign (aunque se tata entonces dels dises) 1083. 13. 140 (se rata ag dela paz en sentido propio: la ausencla de puerta, especialmente de guerra ci, 16 1, 142 (enacts serene) Se uata cn este caso de noches de abso, slo que expica aru amigo Memmio, quien le dedi su obras ‘ata me gusta velar durant as nochesserenss, sopcsando cada palabra, puliendo cadavers, ees inundary mente con una bela uz. (, 142-183) 17. Fela penitima frase dea cara « Mencce- «Viviris como ua dis ‘ene ls hombres Porgueen nada se asemeaa un moral el hombre que vie ‘odeado de bienesamortales, 18, V8: «Ese fe un dos, sun dow (ad. Emoo 18. Op. pig. IL 20. Almenos a propisto del melanclico:éte parece «peri la ver- dad mis larament que ors personas, n0 melanclcas (J; pods, segin otoror,aproximareconsiderablement al conocimiento des lst, e2 ‘ste caso, os preguncames por qué ba tenido qu enfermat, para ener ace oa tal verdad, Métapyboloi tad nce, Lee Gallimard, 1976 p48. 153 (ed. cast: Obras completa, vol 14, Boenos Aes, Amorrort, 1970). ors is 21. Viede és, cap. IV, Rober Laffont, ol. «Bogus» vol 1 pg. 78 (wad. cast: Vide de Jens, Nadkid, Ediciones Hosea, 1999) La misma ob- servacin en Marcel Conche- «El Ecler, ex libro epic.» (Mon ‘aig et a pilosopie, 6d. de Mégae, 1987, red. PUR, 196, pp. 1). 22. IM, 1091 23, Lacrecio uno de lo autores ms fecuentemeatecados por Mon- tage (149 ca), al gual que Montaigne, que posi nein ccs del De ‘rum ratursesabletda por Lambin (1363), sin dada, en wodo el siglo Donel aor faneés que is a menudo lo cit Por tra patie, el gsc fn. ial latino un heemonsino homens: Eva I, pig 872-879 dela ed ‘6a Viley Saulnier(PUF, 1965, red col «CQusdsigen, 2004 rad, esto {s2js, Barclona, El Acanad, 2003) ‘24, IIL, 1.058-1.059. Comparar com Pascal, Ponder, fap. 139 (od. Seu 136 (6 Lata aca: estos Nad, Ce, 1938). 23. Luctecio, HL, 1068, 26. Serene ations, 5, 27. $135 (om ls lias palabras de la Cat: eatbnstoe oto) ‘Veaetambica la Sentence vatisne 78 28. Epicuro,Sewencs seine, 14 28, Care eMeneco, $5 127-128, No strata pues de renunca al deseo, sino deslceionay, entre ls descos, aguellosqve pueden sr stsfeches, Pot fo aah a arava so es negutivaen la teria de a plabea 0s imag aio (en tanto que no est presente): teerida ala experiencia vide e a ‘aco, posividd y penta. 30. Véasela Maxina cpt XXVIIy la nota de M.Conche, pig 238- 240, 31, TM, 1046-1094, 52, La mor et ln peasée (1971), Orientation pbiloopbique, PUB, 1990, pig, 121. Allerla primera vesio deste texto, hace una treiatena de sc, escib l margen en i elemplar, a propdxito dela fase qc actbo de ‘Gar «Now, Dies fos mis tarde, al eleer el mismo pase, ache ee mo La ‘rmula me molestab,y sigue molestiadome, polo que puede sages de ‘wena ode aparente nino, Pero no es mis que in apatenca en ele: ‘0, yeslo que indica muy claramente la continuaicn del paripraf, que me ‘ce ser citado por completo: «El hombre individual er lo una parte a Ihumanidad la istria humana ess6lo un accident dela coera terre Si, de las obra humana, al cabo de un emp miso menos largo, no gue daca naa, yl semdo de la vide uviera que buscarse en ls crs evo. Intad, se daria ah wn sinsenidoeadial ya gue slo se habria quedo la ‘ada. Esto demuestra gue en le hipgess materialist, el seaido del vida no puede encontarse en lo que rea (en ls obras ls prodciSa de at ‘brat sino que slo puede se la actividad mixma como poresora defn 192 LA MEEL YL ABSENT 2s nua ea ato qu actvdd pleat gra (ret en el seta = Armor 3 cncndemon por acind ogra sou atad fs a {EGEUCG in sncexpresn dono mio), pen dec qu el nr Tso eae ncedad dea dea Se ella pare cra seni dela tals Peroclspitnan ene pene ced dela prn tar “oso dino [ate Conch, my giep ag bla denostenso ‘nian qu selenide fo ito de mane gi sinete, x Tere unio seta eeu caida dda vende), ua equals ‘Shearer dos ipso 53" Cane aMenecs, $125 34 Op at S28 35. Op at § lez. 36 Op ae § Ds 37 Op et enc ambie I Sete ata 38 m0. 39, ML secser 46, 4158, Vea embin oe vers 7 41 ML si3e {2.11258 Ve ambit, bd lve 172 (aca ga dia el vio plas) da loa Yen al concn del pine ato Decne ven 19) ‘D. Ohd 441182. Vase ambi, sempre a propo de ln moet, aunque desde oo panto de vite Ucapacad en tenet ignore orl yedaderanate como day el ua pe Sl eso 6 (ei {Bien eto spone qu sobre dp ded) “5. a a0. 6 35a 4. Larter Pepin cap. VI, $22 pig. AW. 48, Epic, Coe erst $8. $9. Conve Merc $123 50. fl, 254-90:Eslo que iM. Conch, al cline dca de Ep curls irene sons par eer ame lana el temo sve Pt ‘do delaras dele rd le, qe dea econo yu x Ep ‘So (cl str rei sr Mima 200, ec ae apes sb odo en ‘crc: emenorl mere qo ox ped dela slog ylos places Ie» Epi Lates ot momen pg 9152) Sino eats temo 1nd acomo a, con ue concedo, esnotcamenqosele parece mucho {ere tewor ala coovida Carte a Monet, $129), sobre todo ssc fa. Siento damp aM Conch, el cmor a ee coin al de {ese nmortads (bd), Seems lars porguqueanos eit ‘endo odin (id, es porque tememos ya uo vrs fo que se pee IBucho, der miedo aad 83. noms 133 31. WI, 670977 32. Less de Fathiome traduction 3 ue spiritual sens Dew), bin Michel, 2006 Vase, sare todo el erer expt (re. cat: El lime ‘el cteimo: intaduccon una exprtuaidad sin Dies, Barco, idee, 2000) 53. La dima de las gueras pics terming en 146 aC; Lucreci no habia nacido. 54. TH, §30-869, Tomo prstadala Turpin, 5S. Carte Herddeto, § 33.36; Carte a Menecro,§ 135 56, Il, 1.091. Véase supra, pg. 87 Se dir que los somos vc y la ‘atraless son también etemos. Peto esque, n realidad, no vier lo son inmoreles porque y extn muertos, o efor, no-no 57 TI, 869, Alcopar eos vere, en les rabjospreparatotos par nt ‘esis doctoral, cl jovenesimo Marx de 1841 (ena 23 alos) aad este cor mento: «Podemos decie qu, e a los epca, lo inmertl esa act £6. El stomo, el vai, el ar, lo atitatoy ln composiion son ena a muerte (Diférence de la philosophic dela natre chez Democite et Epica, ‘wa. J Poni, Burdeos, Ducros, 1970, ig. 172 tea, east: Dierencs dee losafia de la naturales de Demebarito Bpciro, Madi, Agus, 1971. Es ‘un lecture alge hegeliana de mis pra ser complctamenteepcires oc. omar, pero que, tatndose de Lucrci, no eect de pertinneia Por lo demis, tod Ia incerpretaién de Mats, asonbrosamente penetrate part tan hombre an joven, debe mucho sin duda mis que a peso mismo) «Li «reco, aque es ea resumidaseveta, el nic etre todos lo antigaoe uc ‘nteni la sie de Epicuron op ct pig 24), 58, II, apropasto de Epicuro}; tase nis ari, pig. 20. 38. N12 (siempre a propésito de Epiuro, deci dl dkimo verso. Kany ‘carruro.s 1, Por cite algunos versos del eelebérrimo ehimao « Venus, 1,143 (ease ni riba, pg 40). 2, Véase Lucrecio Il, $37, y sobre td I, 1030-1057 1192-1277 ‘ese también el escola dela Cate a Herddoto, ea los $6667. 3. Sobre estos dos tpos de placer, en repoea(ecatstematicor 0 costi- ‘uo yen movimiento, ase M, Conche, Epicure pga 7144, Sobre esto sexual vase sid, pp. 65-5 68, 4, Vease Digenes Laercio,X, 5.6. Véae ambi J. Salem, Tel we dieu ‘armies bmmes (chia dE pica), Vi, 199, pags 136-157 '. Seg Digpenes Laci, X, 118, El mimo ator nos informa (27) de que Epicure hab exrito un libco Sobre el amor Per eo del qos pot 134 AMIEL ¥ A ABSENTA . Vea tambien Fol Lire Pbonme, le disciple op. ie, cap-1. 13. 1,265-634 Ya sein que Lareco nunca emples el témino etme (que se encoentea sn embargo en Cicer): hala de everpes pimerce le ‘SuetPos invisible, de prncipios, de elementos, de corpiseulon, de renga, ‘etand. ermafubufar os nutans retrendan, tin cpbaage laeaate ito. ‘on up buaatenfacismdemo cio ras crac iy oe permtce | ‘ar muchas peri pesads yrepettivas, Yo he segudoaochenela | 14. Tal9-448, 13, V.1.011-1.027 Volver sabre ello en mi capital IX, 16 V, 1136-1160, Véase ambien Epicure, Mista cples, OL QOL Setalemos, sabre estas everions el comentato enaccadanes ‘eco y penetrate de Victor Goldschmidt, La docmne Epics ledeon Vein, 2000 Notas 137 17,1, 499-43. Como spats Asin Gigandet, ons intoduei el nate des css ra Past, Le Live de Poche, UGE 200, pig 28 ae Six epicire planta una diner ontologies eat spac emo imeopatcpund iicament dea wetnd en send propia Tee edna como pela dec egtindosen vc aaa ob int = 18. Didgenes Laercio, X, 138, Véanse también los testimonios de Ate- 204 70Us (Comp. M. Conc. 8), Anas, 116 Us cmp Con. oe afecciones (pathé) de placer y de dol de 1B, Poss slecions (push de placer y de dolor 00 un cco de verdad: Dien Lecco 31. Vete ambien la Care Phos, $169 Sane eMonaco,§ 1. 20. Epica, vin xi, XU Lace, 1V,25 alte). 21 Laer ot espe, 89,08 39. 22, I, 86-102 (wane epee los 8973-90) 2B. Lace eparinc 31, pg 8 24, Trt da dcp de le atinde, vo PUE. 198, reed, 202 Veanse especialmente en a «Conchsn proviso ls pags. 346330 de Uavedin cau lo volume 3. 1456510, Beek , 211399 loc fi. ngee mes) 2%. Como deta Epicure! Cots Hvidat, 45, Bieta 30. moses. 31 1050.10, camos 1 Op samen 2 Reta tsa 3:93, Ve nb 1.10 ried ae, 2 Tad Veeasobsokemralisineea De eaoer netcdinon 2 rennin ae Tt Se ma orga Epc os aon mes ote cruel ced Mice cae owas scot nsren smi sac scseceese ‘opus chat evaioe cs hoeor oneness HO tee "it ita ome pesados sos vos de aden de J yr Tupi aang oscar Aes Drone ob 138 ‘La MIEL Y LA ABSENT 23:4) se encontaba ya en Lenipo (A 28, Pltade, Les Présocratigues, pg 743) y Dembcro 8. Cartes Herdoto, $44 9, Ibid, 390, Vente también Lucrei, 132934. 10. ia2164 1, ATistiteles, Fice VI, 5,256 a (rad. H. Carteron, Les Belles Let oe), Vase también De Cael, It, 2, 300). 12, iis, VII, 5-6 ase especialmente 256 ay 258) LBS. 18, Ene aco infinto, todos los puntos sn equivalents yninguno es lms bajo; peo el universo, cause deloe Somos ys pes, aniotTop: to todas lar direcciones son equivalents 1. Cates Herat, § 61 Vase tabi Arséees, Fis, V8, 216. 16, 1 217.295 Gindco al margen,excepconalmeat, la oumeracisn de Jos vero, para que pueda conftontarse icimente con mi rducién el o- smentrio que septs, donde, por peur de preci, me lberaédelas ex graces dele prosodiay caé la raduccién de Erno) 17. De natura dort 1, XXV, 69 y XXVI, 73; Defito,X, 2223; Def bus LE. 18. Cceré, De fstus, I, VI, 19 (ad J. Macha, «Les Belles Lees», 1928) C. Martha, Le podme de Lucier, op. ct, cap. VI, ela morale de Luerer, pig. 194; Bergson, op cit, pb 32; Solovne, Epicure, doctrines et, ‘masimer, Hermann, 1955, ote wr le nemo, pg 189. Retomo age Contenido de uaa exposicién que preseaé eo la universidad Pats I en el marco del Grape de nvesgacisn sobre la historia del mterialsmo, di do por Olivier Bloch, el 21 de diciembre de 198, bajo liao Lucrecioy cliamen: una tora matali del ibertad, 13. B Nisan, op. ct pgs. 4-42. Sefalemes que el joven Mars, mucho ‘nds penetrate conceal ontario mis exit al caamen: La decinaso, ‘Homorant ei ret devia de los iomosdelalina recta er una delas onecuenia ns profundat dea isola epee, y dene sa fundamen ‘en su mis profundo desurolla, Podré rire de ella Cicero, peo la losin ies tan extada como cl presidente delos Estados libres de Norteamérica» Difference op et pig 168) La mayoria de los mars, durante esos ‘kimos deceies, van en la misma dieccin: véase por ejemplo Georges \Copnice, Dele natare der cover, Editions Sociales, 1974, igs. 9-1. 20. Ch. Mugler, «Plaralisme materiel ex pralisme dymamigue dans la physique greeque, d’Ansnimandze Epicure, Revue de pillope, 1961, is. 84 21. Sobre ee wmétodo del saber, que es ala vez empico 9 dedactivo, Ihay qu leer el texto de Seto Empitico, itadoy comentado por M. Conche ‘en's ediiga de Epiuto, igs. 2025 9 3439. 22, TL 263 y 286 (ety quer ee necesaron). noms 139 23. 1,285. 24. Th256 2B. Epicur, Carts a Mencce,§ 134 26, Ibid, 19-04 27. Coro es necesasiamente, para el pensamiento (ya que os étomos no piensan), cualquier determinaion. Vease sobre este punto Coache, Epic ecu que remize con rata ala Seen atcana 4. “8. Sel clinamen fers silo indetersnableoinasigable como esta G. Deleuze, «Luertee ee simulacr,Logigue di sens, cl, 0:18», 1973, ‘ig. 365), no pode, como Lucreio nos die sin embargo quc hace, om et las eyes del destino» (II, 234). Sl romperia con el conocimiento que podemor tener de ella: auesta libertad no ia mis que una usin (7 90 {etiaLucreci, sino Spinons (trad cat: Lic del senid,Barclons, Pa dbs, 1994). Weave eamben, para esta cess, M. Conche: Epicuro, Lets et masine igs 8283. "29. 1,287 530. Epicuro, Carts HerSdoe, § 68.73: Lucecio, 49-482, SL M2244, 532. K. Marx, Diférence.. 08 ct pig 248 33. 11.255, 3a, Wears lo verse 218.219, 259.260 293 del lbno Vase también 1M. Conche, Epicure pigs. 83-86 35, Lacrce Pesperince, 89, i 56 36. Lucreio, 439 empasto pe se none); ase mis erib, pig. 9. 537. Seg el tetinoaio de Sexto Epica, Ado. Math, X, 219-226, ‘do por M. Conch, pip. 119 dela Letrer et maximer de Epica, Sabrela ‘concepcisn epcire del lempo, que no puedo dsarollar au, ase lo qbe so exeibiaen Lv tmpr, PUR 1999, pps 99-101 y 109-110 (rad. cas: (Ou esl po? eflesions sobre el presente, ef pasado ye fur, Bazce fa, Andeés Bello, 2001) 38. 1,950. 538, Como dice M, Conche, acre tl expéioce, cap I, $9, lig 36. 40. Epicure, Carts a Herat, § 4, Sigo agul, eon Hamelin, Eroout Solotne, pars lt traduciones frances, y a pesar de Bollack (Le lene <4 Epicure, Mui, 1971, pig 87 yn 2 de apg 184) y Conche (Epic. fg. 1032.5 dels pig 131), el texto de Usener, que adopta un corresisa ‘Se Gasseny lee adn ccecena») en gar de itn ceautt»)De bebo, ‘anbas versione sn plans, y por aato puede parecer prefeible evita uns cortecion En qué medi, sin embargo, puede lamar casa al ve ‘io? Elieiente? No puede (porque no acta). Material? Seri contradiceo- fo, La doctrine lo probe. Porlo dems, el vaio no forma parte de Tas es eausas de movimiento qu la aici epicizea contempla (peso. ‘hoques,clinamen: slo es su condicién(aquello sin lo cul el movimiento, 160 a MIE YEA ABSENT no seria posible). De shin utubeoyfnlmente, mi eleccisn. Por oto lado, ‘losscemente hablando y dee el punto de vista que autos coupe ene pocasconsecuenis los deomer el vi, para Eprcaro, on eternos (Carts Herédoto, 5 43) aL Ls, 42. M.Conche, Epicur, Lettres et maximes, pig 8 4. Op. cn {46M Conche tiene rnin al permite l rnin, spear de los iespos de anacroasmo,ca un excelente aical,ofpcure tf analyse quntique de 1a relics, retomala como apéndice en latina ediion desu Lucréce Vexpéiene. Vesetabien Philip Mesian, «univers dsconina &Epieure», ln Ate du VIIF Congres de Asocaion Guileune Budd, op. igs 258-26. 45. Porque Laplace (1749-1827) imaginaba una cadena contins de cx sas, de tal manera qu una otelgencia que conociers a totlidad del univer: en un momento dado, pola deducs de de ella todos os esas ante ‘lorry wlterores nade seria incerta pars el, y tanto el futuro como el pasado aria presente ante su vista» Eset pilsophiqe su les probabil: "1, Oerre,Gasthin Villars, VI, trad ate: Bnseyo floc sobre ls probabildedes, Madi, Alianza, 1985). Bs alo que e lama el demonio de Taplacen, que ha permaneido, en a historia de ls ideas, como el especuo al deerminsmo absolute i Laplace ruviers ran6n, todo etacia de alguna raners escrito de anremano, predeterminado dade oda la cetnidad, por (qu era insite la comindad sin fn dele casas. Es com exe expec feo con lo que ha roto, aetulment, el indeterminismo ea lace de pre falas, especuo que Epicure (qu, como vines, lo lamabe el destino de los fisioos) echazab ya Vases este respectoJ-M. Gabaude, Le jeane Mare le mateiliome antique, Privat, Toulouse, 170, pigs. 9293 “6. 1 258.254 47, Vease por semplo Lucrecio, I, 302 48. Epleuo, Cana a Menace, $133 49. Ih L072 50. 1,623; 11, 1.116:V, 1362 31. Ti, 1090-1104 532, Recordames que uno dels ejemplos (ye ms desarrollado) que da Lcreco, praia In existencin empicamente commprobabe del iber- tad excl delos calls que se prciitan fuera dees esdras: 268-27. 53. Tl, 237-258 La vacllacin de lo edtoresente voluntasy volutes (weasel Commentair de Exnout, vl J, pgs. 250251) es ag muy eamcte Ftc y state van: culgulr voluntad, para un epcte, tende hacia el placer (ease Luerei, I, 172). 34. 280 55. [bid noms ae 36. 1,259. 57,11 259260 58. 1265, 59, 1,256.202, Véanse también, ibid los verte 270 276, 0. W286 61, 1V.38. (2. 1,73 (yo ade aves univers», como Ernout esrb eeréncamen: te para tai moenie mand) ‘5. Véase por ejemplo Il, 64. Cartas Herbdte, 34 6 L391, 66. Lacree et Peeprionce, $9, 38. (67. Conteariamente sa ecarla ve rilaneyerénes de Miche Se- ses La natsance del physique dans le ete de Lacie: flv ef abalen en Minit 1977 (rad eae: nccinionto del fie em el te de Lace ‘andl 9 frbulncas, Valencia, Pretetos, 1954). Se consular con prove- ‘ho, en lo concerient a eta obra la esa cca que realins M. Conc! ‘Epicure eT analyse quanique dela reali, retomads como apéndiceen ‘lima eaein de wa Lacrce ot Fexpéione, (8. Diférence op ci, pig. 24, Vease también M.Conche, crc et experience ap Ul, 57, ph. (63. Véanse ls textos citados por M. Conche, pg. 39 desu edicién de Epicure. 70. 1,339 71. 11,298, 22. L277 L110 B28. 74. Como ba visto muy bien, también aqui, M. Conche (Lucie et expéiene, 4p. V, 520, pig 108) La voluatad ylaibertad pertenecen 4 Tamente en cuanto tal ex deciren tanto que ompuest. Son propiedad es twucturaes. La eapacidad de dsvanse penencce a cada domo. La voluniad [ibe no e un cnjunte de desviaiones témieas, del mismo mode quel twuctra no una suma de elements. Sino que cea propiedad de lose ‘mentor hace pose la emerpencia de ea propiedad de etucrara que e ls ‘a libertad (en el lengua de fenémeno)» 1S. Dernatur dora, 126,73 (ncliatio 243 (nclinar) vise eco smentaio de Robin, vl I, pig 83.1 propi Lucrecio uz el vrbo incl sare, 283). “16, Carts Menecco, § 123. TH, Gara e Menace, § 129-130. 78. 1, 87.906 79, 1.257258, yla nota de Ernout, alee 80, Sobre eto, Bpicuo es muy claro: Cate « Meneeo, § 3. 162 LA MIL ¥ LA ABSENTA 81. M.Conche, Lacrc tPesprionce, cap, V, 20, pig 108. 82 Ibid 83, IU 3-4 véase mis artiba, pig 20) 84,1, 525-926 y IV, 1-2 (oda as aca, pgs. 3031), ©, 1,259. 836, Althusser Sula pilospbi, Gallimard 1994, pigs. 34048 («Phi Iosophie manxite ou materilsme aléstoire?s} a referencia a Dement, plcuro yal lina es explicit, carirei0 9 1. También scede en sexo canto (eos 141), qe debe sin dda cote peso eu caicte limo, cnet «No ere conveninte Suelnobrescbsr sn que el Macro furs devo diame honrado> BP boyances op opi. 4) 2 Especalinnt sabrela tert dele simulates, dela que abl args mente en or lagnsaLocrie ct es tnager de Pavisblen, Une édaaion Pilespbig POF 1983, pig. 219 033 5. LVL 60 4 Lacrcio we explic, l especto nel iro V eros 526 0533. coo exu Creve Pc, proce does rere 3, K Mars ifn op ct pig. 232. La expres sin da ex sen nmin, pric, Sn ies cles PNG. sel to, porekplo ee clebre Hino «Zens dl nico Cen to: ees icahechor selor eas ences mubesy del resplendent fayo-o» (Exobeo, 135, SVP 987, Les plsopiesbollmstgnes, AA {lang D.N: Seley ead -Branechwig y 2. Pllgrin, GF, 20, 0 Tk Pin 355). "Br, Ape. 4, V1 3037 (que stoma en pate un pasje del canto I vers 151 8 wo. 8, tid, 62-67. 10. Gaise Mere § 5. 11, Sobre Empedoce, ise I, 726762; Demécit, I, 371 V, 62 2s, 12.166 (el priero un vig, un hombre um mor) vem a ba ni 38. 1D. VI 18 La atbucn a Atcae dea nsencin de a coveca de las aya por opus legendas Nos, por oad pone qo cedalo ino con nacinint petendidamente sieve de Epc e pus ufc a Samon, peut nla del mar Ege, pring ala ata) rons 165 ‘Turgl,y varias fuentes paecenindicar que nacs all Pero Epicro exci ‘Brunschwig, en el arcu «Démociten del Diconnare der phlorpber, bj la dieecin de D. Huisman, PUF, 1984, vol. 1, pig 706) Es un tema ue se encuentra también en Horacio, come fecordar por ota parte Mon- {aige, quien vei en el objetivo de asec pisronianas: «No ssombrane por nada, Numacus, cs cas el nico medio para conseguir yconserear la fe Heidads (Ess, 12, pip. 978, ue ca en aia « Horace, Epos, 1,6, 1, Wease asimismo PH. Schiers, Homor a divina vont: Etudes sur la podeiue etl pode de Lucie, 1 § 6, Amsterdam, A. M. Hakker, 1970, is. 65-6 13. Carts @ Meneeo, $135. 16, Epiearo, Mss copia, XVI. Vase también la Sentences 17. Lacrte et Penpérence, 5 18, pp. 98. 18. Sentoncias satcanas, 41. 19, IL, 28 ease masa, pigs. 20y 57 20. TL, 8 véase més aria, pi. 34). 21, Sentence vations 3 22, Véase (pr ejemplo) Ess, I, 13, pgs. 1.106.107 del edicin Vile Suulaie 2. J. Brunachwi,arculoeL.verbes del Disonnaie der pbilosopbes, UF, 1984, vo. 2, ple 1642. 24. 1,146; 59; I, 915 VI. 39, 25, Lucretio ene vers 92 del canto VI, ecribe que se lanes ehacia la blanca linea que sels temino de [su cacers. Est implica que ete cant debla sre ikimo, pero no prucba en absolato qu lo bier acaba: do. VéaseP Boyanet op 2, pgs. 79-81 y 285-286, Debemos 2 C. Giusani 16 ane La ase tuna edicén comentada (aunque en alana y no traducida al rancés) del De ‘rerum nature (Mil, 1836, reed. Tai, 1921), Ea cuanto a Bignooe, es tutor dens importante ress abre I Anitotle perdato el frmaione i> Safad Epica Florencia, 1945), cuyos caps. Va VII, en lvl TI, stn dedicadoe a Lucrevi. 26, Vi, 12071214. 27. Los comentarstas, sobre eto, pierden en hips te encontearé tuna susie J. Salem, La mort ws en our nous, op. ap. VTL, $4 (cTypoogie des iterprzasons da nae Iueréicns). Vase tambien BH, ‘Scher pt II, 519}, pigs. 312326 28. E Blgnone, Storie dell tera tina, op ct ol pi, 195, tado por. Salem, oe, ig. 29, 29. IM, 806818 V, 351379. Eo cuanto aos dies, sn inmortales, 0 ‘remos:producides po la ciega naturale, formados por dtomos y vaio, como todos ls euerposcompuests, tuvereanecesriamente un comienz, Lnetemiad que selex concede, 1175) 0 en realidad, nis que una smorelidad (Carta a Menece,§ 123), 530. VI, 1276.28 31, Bl docot Logre ve ene final del canto Vila sel de un soseurec mien dl mors, quis lipado sas premiss de una nueva ersis de me incon, que habia deembocadoen un auido probable que babri in terrampida el poems opt, pf, 308). 52. VI, 142 Uos tes ches versosaparecen aqui por cure ver Ease mis ara, pigs. 35:56 9.10) 33. Il, 1 ( propésito de Epicuc) ease mis ara, pig. 2. 34. 12 Gemprea propésto de Epicure) 55, Por retomar una expresionscerada de J. Kany Topin, en intro- uci, op, pg. 48. 36, IIL, 995 y VE 1.158 dteralmente: ssa angustiaasion). 37, Véase por eemplo la hima fase dal libro deC. Marth, o. ci. pg 362 (ea verdad refitacin des docrina que predialawalpacaad Ia wsteza desu mayer interpret) Bibliografia Se pueden encontrar biiografls my rics en lot bos, cya referencia -damos més abso, de Pere Boyancéy Jen Salem, Lalita que sigue no ene ‘mayor propéxto qu facitar in primers aprovimaci, Porlo que se refice as wadcciones frances del De rerum nats as mejores (tas qu mis propos ensayos de uaduccia deben mucho) sea tam Dig as mis facmeneacceales Dee nature, exo exablecdo y taducido pot Aled Ernout Les Belles Let ‘tes, 1968 (hinge); reed. Galimard (sin el texto latin), cal. «Tes, i932 De le nature, uadueciba,itroduce6e y nota de Hens Cloud, Garner Flammarion, 1964, De a nature, tad, introdueciény nota de Jost Kany-Tarpin, Auber, 1993, ced. Garnier lammarin, 1997 (con el xo aio). Lenatur des choses, tadacio ypresentado pot Chantal Labre, Ase, 1995, ‘eed 2008 Dele nature, presenti, traduccién y notas de Chases Guittard, Imps sere naciooae, 200 (bing De lanatare des choses, introduces, bblografiay notes de Alin Gigandet, ‘tuduccign de Berard Pause, Le Live de Poche, LGF, 2002 Sihubier que eseoger slo una, dudara ente lade Alfred Ermout yl de ‘Jost Kany-Torpin. orl que se refer alos comentarios, la mejor introduces al floso- fia de Laredo sigue sendo, sin ningin género de dads, el comentario ad sine que debemos«Marel Conche: Lacie et expérence Eaiion Se hes, col «Philosophes de tous les temps, 198, reed. Edions de Mégare, 168 ‘a 2a aasenca 1870 fuego en Esitions Fide, col. Node», Québec 2003. Esta tina ed- id a tlea disponible en libreras,comtiene adem apéadices mu vali son sEpicare et Panalyse quanique de arate (a propésito del libro de ‘Michel Sere, cay referencia dames mis bso, y cya nterpreacia refuta M. Conch, La structure da De rerun nattran. ‘Del mismo autor, se consutari con provecho la raduccn comentads y spocada de lat Letres et mximes, de Epica, Editions de Mégare 1977, reed. PUR co. epimethés, 187 Se poded ler a continucin a obra elisa y bastante completa (aunque Alordamente un tanto inwoficiente) de Plere Bovanet, Lucrce ef ‘epicure, PUE, col. Les grands penscars, 196 (, dl mismo autor au ‘que ms breve, el pequeto Lure publiado por el mismo eit, en 1964) ‘O bien, el nis comprometid yesimulante de Paul Nizan, Les materi. liter de PAntgute, ESL, Pal, 1958, red. Francois Masper, 1963 (ead east: Los matrsisas de fs Amigiedad Madi, Pundamentes, 1976 "Ysera wentajon aabar por los eusteoexcelentesarcuos que Jaques Brunschwig dedi, respecivameate Leucpo, Deméerito, Epica y Lu crecio en el monumental Dictionnaire de pilosophes,bajoladrecion de D, ulsten, PUR, 1988, Ea el anenlo sobre vereco lator, que et uno de sro ie einentes histriadorce dela flosofa antigua, preseot un re Sumen, peo preciso y fable, del De rerum natura, eno de Tos poems o- ‘lice mis clebresy mis grandiosos que hajan sido escrito jis». Ear. ‘icalo, muy rio, conclu con las siguientes frases, que me emocionan € ‘tote aLucreci s tambien un pandisine atta. Hemos intentado mes tu le rzones por as qve merece un lpr en un Dicomario dels floes Ena Ditonaro dels poets, tambiés lo tend, yse ponds el acento ea ‘otros aspecos des obra, Per si ead un de nosotros biiers, para su po- ‘plows un desionaro de sus hermanos en humanidad,podsamos spore {qo ens diecionarioe no eran tan grosoy, sia embatzo on frecuencia, ‘Taceco seguitaigrando en ellos are profundizarmis en el tema, se puede let 0 consalar: Ballack, Maore, La raion de Lace: Constinton de postion pilosop ign ave ues 'interpréation dela crt lacéienne, ions Je Minuit, 1978. Bloch, Olives, Le matéalsme,PUF, col. «Que suse?» 1985. Brunscha, Jacques, Budr sur ler philorpbie bellénisiguer: Epicriom, oie, seplicime, PUE, 193; véase ambi, del mismo ator, «La ‘hileophie a époqie helénisiguer, ex Phlorphie regu aj lade {eccién de Monique Canto Sperber, BUF, 1997 Coppice, Gorges, Lacie, Dele ntere des choses (eats escogidos, con us Targoprefacio y nots), Edition Sociales, 1954, reed. 1974. ease tam mLocRarta 169 bia, del sme autor, Le maérialime grcoromain, Bins Sociales, 196 el cuartoy tlio capital ese ddieado a Lucrecio). ‘Conte Spoavil, André, eLucrée et es iages de invisible», en Une dd ‘ation phloupbigne, PUE, 1989, Deeuse ills, «Lacree ete simuacres, en Lopgue dens, Editions de ‘Minus 1969, sed. 0-18, 1973 (ad, ese: Ligice dl sentido, Bace- Tone, Pads, 199), Giga, Alain, Fomedeun: Lacie of et ritont du myth, Vin, 1998, a ‘como Lacs, omer mowsement, PUE cal. Philosophies, 2001, Grima, Piere,

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