¿Tiene sentido enseñar literatura en la escuela?

Para responder a esta interrogante, es necesario reflexionar sobre cómo estamos enseñando la literatura en la
escuela. Creí conveniente empezar esta reflexión haciéndome esta pregunta ya que considero apropiado las ideas
vertidas por el autor en el texto sugerido. Pues en él se indica que la escuela es un espacio de mediación de la
literatura a través de los procesos pedagógicos que permiten afianzar el hábito de lo literario.

A partir de las lecturas motivadas por la especialización he podido darme cuenta que la enseñanza de la literatura
debe replantearse dándole un valor agregado para incluirlo en el currículo, puesto que hay razones suficientes
como que los adolescentes deben entrar en contacto con el discurso literario que les permita convertirse en
receptores competentes de cierto tipo de manifestaciones estéticas.

Por tanto, plantear un cambio curricular en la escuela es inevitable donde se busque fomentar la lectura de textos
clásicos y nacionales, donde la literatura se convierta en constitutiva de la identidad individual, nacional y
social. Sin olvidar que el contexto de la literatura juega un papel muy interesante para lograr que los
adolescentes descubran en la literatura el goce estético y el plano de la subjetividad como un aspecto
fundamental expresado en los textos literarios, dándose cuenta también que la literatura no es un discurso
normativo sino que está sujeto a permanentes cambios. A decir de Martín K. citado por Bombini ”La literatura
nos prepara para leer mejor, todos los discursos sociales.

Por tanto, la escuela tiene un gran reto para lograr las competencias teniendo en cuenta la recepción del
discurso literario y los procesos cognitivos como punto de partida para la enseñanza de la literatura.

Finalmente, doy respuesta a la interrogante planteada al inicio afirmando que si la enseñanza de la literatura es
replanteada, entonces debe ocupar el centro del currículum y su enseñanza en la escuela debe ser indispensable.