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POEMAS

Eugenio Montale

Cuaderno de cuatro años

El poeta que gozaba descifrando inciertos signos de una


naturaleza que aún le hablaba al hombre –aunque, por cierto, ya no de
una manera directa o con contenidos sagrados, ni dando ocasión a
bucolismo alguno estrictamente–, el mismo que, en su juventud,
observaba selectivamente el mundo privilegiando –sin más razón para
ello que la que un espíritu rebosante puede ofrecer en su hora de
esplendor– sus partes aún no agotadas y sus zonas de indefinición, allí
donde no todo se acaba en lo que aparece a la vista descolorida y casi
siempre inevitablemente exhausta de la vida cotidiana, el poeta bien
conocido y buscado con recurrencia para aprender qué significa ser
rico justo en medio de la condición de pobreza y abandono en que se
efectiviza la existencia sin atributos, ese mismo poeta, ahora en su
vejez, ha abandonado –junto con el curso del siglo– toda posibilidad de
abordar la realidad sin la irónica lucidez del desencanto. En Quaderno
di quattro anni (aparecido en 1977), Montale pone en breve
consideración teorías filosóficas, ideas difundidas de carácter científico,
prejuicios vulgares y dogmas históricos o culturales, actos de fe política
... y los expone apáticamente sobre la mesa de análisis como un
anatomista clásico, para desarticular sus tejidos superficiales y
descubrir una desproporción –a menudo escandalosa– entre la
apariencia y la realidad. Esa desproporción es parte de la razón que
justifica el ‘negativismo’ de su última poesía. No se trata exactamente
en esta época de la producción poética montaleana de pesimismo o
fatalismo, aunque es factible reconocer en estos ejercicios poéticos el
sello de la “lírica sin aura”. La renuncia sistemática a la metáfora es, en
parte de la poesía contemporánea, efecto de la elección consecuente de
un lenguaje no representativo; es también confirmación de la
separación que existe entre un universo leído en clave y el sujeto
encargado de articular estrategias para su desciframiento. Más
precisamente, esa renuncia es expresión del agotamiento de un recurso
literario genuinamente viable y operable sobre la base de un cierto
optimismo epistémico y de una correlativa intuición del vínculo entre
los estados de cosas y los estados anímicos. En estos poemas de
Montale, el lenguaje no ostenta una función representativa porque hace
ya tiempo que la poesía no se define por la adecuación a la realidad
objetiva, y porque ya tampoco expresa la interioridad. Esta poesía
montaleana, para ser tan efectiva como un elemento de la naturaleza
física, actúa como un registro surgido de la observación de la
inadecuación fundamental del lenguaje y es testimonio mudo e
inconsciente –aunque no por ello ignorante de su propia posición– de
una objetividad demasiado extraña, complicada y ajena a nuestros
anhelos, como para ser alcanzada por nuestras explicaciones. Conforma
una poética antirromántica y antihumanista, que no se revela contra el
hombre, sino contra su idea y contra la ilusión que ha producido teorías
fútiles. El lugar de esta poesía es el de la total falta de pretensión; pero,
a su vez, el demarcado por un lenguaje que se separa del lenguaje
poético heredado sin aferrarse a una dirección alternativa. Es una
poesía de transición que no está dispuesta empero como un tránsito
hacia otro lugar o estado. Montale sigue siendo en Quaderno di quattro
anni, contra toda disrupción en su poética, el escéptico que arriba,
paradójicamente, por esa vía, a la convicción de una realidad inagotable
e inconquistable, desligada de todo servicio y de toda teleología, y
liberada así también de las grandes ilusiones. En Montale, el
escepticismo desempeña su antiguo rol de un conocimiento negativo
desmitificador, por el que se llega a saber que las costumbres no son ...,
que los astros no son ..., que las ideas no son ...; mas como resultado de
la aplicación de esa terapia a la razón queda lo real sin atributos, sólo
casualmente abierto a nuestro uso y ocasional tráfico con él.

F.M.

Lo lleno

No sirve un huracán de saltamontes


para hacer insurcable el rostro del mundo.
Es verdad que ellos se multiplican por miles, por millones
y forman una corteza más compacta que un muro.
Pero lo demasiado lleno simula lo demasiado vacío
y es aquello que basta para hacernos admitir
este cambio de barbas. No le hace mal a nadie.1
1
IL PIENO / Non serve un uragano di cavallette / a rendere insolcabile la faccia del
mondo. / È vero ch’esse s’immilano, si immiliardano / e formano una scorza più
compatta di un muro. / Ma il troppo pieno simula il troppo vuoto / ed è quello che
Dos destinos

Celia fue convertida en esqueleto por las termitas,


Clizia fue consumida por su Dios
que era ella misma. Sin saberlo supieron
lo que casi nadie llama vida.2

basta a farci ammettere / questo scambio di barbe. Non fa male a nessuno.


2
DUE DESTINI / Celia fu resa scheletro dalle termiti,Clizia fu consumata dal suo Dio /
ch’era lei stessa. Senza saperlo seppero / ciò che quasi nessuno dice vita.
Los pájaros habladores

La moral dispone de pocas palabras


alguno las ha contado en cuatrocientas
y el récord hasta ahora no ha sido batido.
Ni siquiera los pájaros indios
que hoy están de moda
y parecen mirlos
de rapaz pico de fuego y plumas de oscuro azul
alcanzan a decir más.
La diferencia está en la risotada:
la del mirlo falso no es la nuestra,
tiene una meta propia el hombre que se cree
más libre que él: que yo, que paso
cada día y saludo ese ovillo
de plumas y sonidos destinado a vivir
menos que yo. Así se dice, pero ... 3
3
GLI UCELLI PARLANTI / La moral dispone di poche parole / qualcuno ne ha contate
quattrocento / e il record è finora imbattuto. / Neppure gli uccelli indiani / che oggi
sono di moda / e somigliano a merli / rapace becco di fuoco e penne neroblù / riescono
El vacío

Ha desaparecido también el vacío


donde en un tiempo uno podía refugiarse.
Ahora sabemos que también el aire
es una materia que pesa sobre nosotros.
Una materia inmaterial, lo peor
que podría tocarse.
No está suficientemente lleno porque debemos
poblarlo de hechos, de movimientos
para poder decir que le pertenecemos
y aun muertos jamás escaparemos de él.
Atestar de objetos aquello que es
el único Objeto por definición
sin que a él nada le importe, oh torpe
comedia. ¡Y con qué celo la representamos!4

a dirne di più. / La differenza è nelle risate: / quella del falso merlo non è la nostra, /
ha un suo besaglio, l’uomo che si crede / più libero di lui: / di me che passo / ogni
giorno e saluto quel gomitolo / di piume e suoni destinato a vivere / meno di me. Così
si dice, ma ...
4
IL VUOTO / È sparito anche il vuoto / dove un tempo si poteva rifugiarsi. / Ora
sappiamo che anche l’aria è una materia che grava su di noi. / Una materia
immateriale, il peggio / che poteva toccarci. / Non è pien abbastanza perché dobbiamo
/ popolarlo di fatti , di movimenti / per poter dire che gli apparteniamo / e mai gli
sfuggiremo anche se morti. / Inzeppare di oggetti quello ch’è / il solo Oggetto per
definizione / senza che a lui ne importi niente o turpe / commedia. E con che zelo la
recitiamo.
Después de la lluvia

Sobre la arena bañada se aparean ideogramas


como hechos por una pisada de gallina. Miro atrás
pero no veo refugios o asilos de voladores.
Habrá pasado un pato agotado, quizás cojo.
No sabría descifrar aquel lenguaje
aunque fuese chino. Basta un soplo
de viento para cancelarlo. No es verdad
que la Naturaleza sea muda. Habla sin ton ni son
y la única esperanza es que no se ocupe
demasiado de nosotros.5

5
DOPOPIOGGIA / Sull’arena bagnata appaiono ideogrammi / a zampa di gallina.
Guardo addietro / ma non vedo rifugi o asili di volatili. / Sarà passata un’anatra
stanca, forse azzoppata. / Non saprei decrittare quel linguaggio / se anche fossi
cinese. Basterà un soffio / di vento a scancellarlo. Non è vero / que la Natura sia muta.
Parla a vanvera / e la sola speranza è che non si occupi / troppo di noi.
Historia de todos los días

La única ciencia que queda en pie


la escatología
no es una ciencia, es un hecho
de todos los días.
Se trata de las migajas que se marchan
sin ser sustituidas.
Qué importan las migajas, va refunfuñando
el arúspice,
es la torta lo que queda, aunque desgarrada
y aquí y allá un poco deshinchada.
Todo consiste en un adecuado período de estacionamiento,
cien años más que diez, mil años más que cien
incrementarán el sabor.
Obviamente será más afortunado
el futuro catador sin saberlo
y “el resto es literatura”.6

6
STORIA DI TUTTI I GIORNI / L’unica scienza che resti in piedi / l’escatologia / non è
una scienza, è un fatto / di tutti i giorni. / Si tratta delle briciole che se ne vanno /
senza essere sostituite. / Che importano le briciole va borbottando / l’aruspice, / è la
torta che resta, anche sbrecciata / se qua e là un po’sgonfiata. / Tutto sta in una buena
stagionatura, / cent’anni più di dieci, mille anni più di cento / ne accresceranno il
sapore. / Ovviamente sarà più fortunato / l’assaggiatore futuro senza saperlo / e ‘il
resto è letteratura’.
Elogio de nuestro tiempo

No puede exagerarse lo suficiente


la importancia del mundo
(del nuestro, entiendo)
probablemente el único
en el cual se puede matar
con arte y también crear
obras de arte destinadas a vivir
el espacio de una mañana, aunque fuera
de milenios o más aun. No, no se puede
magnificarlo suficientemente. Sólo
hay que apresurarse porque podría
no estar lejana
la hora en que se habrá hinchado demasiado,
según un conocido apologeta, la rana.7

7
ELOGIO DEL NOSTRO TEMPO / Non si può esagerare abbastanza / l’importanza del
mondo / (del nostro, intendo) / probabilmente il solo / in cui si possa uccidere / con
arte e anche creare / opere d’arte destinate a vivere / lo spazio di un mattino, sia pur
fatto / di millenni e anche più. No, non si può / magnificarlo a sufficienza. Solo / ci si
deve affrettare perché potrebbe / non essere lontana / l’ora in cui troppo si sarà
gonfiata / secondo un noto apologo la rana.
SE ABREN peligrosas nervaduras
sobre la costra del mundo
es cuestión de años o de siglos
y no atañe sólo a California
(lo que parecería el menor de los ¡ay!
porque el mal de los otros no interesa)
y nosotros estamos aquí, pobres dementes,
hablando de la suma de los réditos,
del compromiso histórico y de otros
chismes indignos. ¡A pesar de todo en la escuela
nos habían enseñado que lo real
y lo racional son dos caras
de la misma medalla!8

8
SI APRONO venature pericolose / sulla crosta del mondo / è questione di anni o di
secoli / e non riguarda sola la California / (ciò che ci parrebbe il minore dei guai /
perché el male degli altri non ci interessa) e noi qui stiamo poveri dementi / a parlare
del cumulo dei redditi, / del compromesso storico e di altre / indegne fanfaluche. /
Eppure a scuola / ci avevano insegnato che il reale / e il razionale sono le due facce /
della stessa medaglia.
Al mar (o casi)

La última cigarra chirría


sobre la corteza amarilla del eucaliptus
los niños recolectan piñas
indispensables para la galantina
un perro alano aúlla desde las rejas
de una villa ahora ya deshabitada
las villas fueron construidas por los padres
pero los hijos no las quisieron
habría lugar para cien mil víctimas de un terremoto
desde aquí ni siquiera se ve la ribera
puede llamarse así a aquel ochenta por ciento
cedida en uso a los bañeros
y sería excesivo pretender
la “paz del alción”*
el mar está, por otra parte, infestado
mientras los desperdicios, en total,
forman onduladas colinitas plásticas
*
Lit.: “una pace alcionica”; los “días alciónicos” (giorni alcionici) son los
correspondientes al solsticio de invierno (22 de diciembre), caracterizados por la
bonanza del clima, en que los alciones, según se creía, edificaban sus nidos e
incubaban sus huevos. (N. del T.).
extinguidos los setos han obtenido la restitución
los deliciosos hijos de la herrumbre
los chochines o “reatini” como a menudo
los citan los poetas Y hay también algunos capullos
de magnolias la chaqueta de un pediatra
pero aquí los niños vuelan en bicicleta
y no tienen necesidad de sus curaciones
Quien quiera respirar un gran hedor
la musa de nuestro tiempo la precariedad
puede pasar por aquí sin apresurarse
es el golpe seco aquello que produce horror
no ya la evanescencia el dulce soplo de la nada
Hic manebimus si os place no en verdad
a gusto pero lo mejor sería demasiado similar
a la muerte (y ésta place sólo a los jóvenes).9

SE RESUELVE muy poco


con la ametralladora y con la fuerza.
La hipótesis de que todo es una disputa,
un intercambio de sílabas es la más plausible.
No por nada en el principio era el Verbo.10

Traducción de Fabián Mié

9
AL MARE (O QUASI) / L’ultima cicala stride / sulla scorza gialla dell’eucalipto / i
bambini raccolgono pinòli / indispensabili per la galantina / un cane alana urla
dall’inferriata / di una villa ormai disabitata / le ville furono costruite dai padri / ma i
figli non le hanno volute / ci sarebbe spazio per centomila terremotati / di qui non si
vede nemmeno la proda / se può chiamarsi così quell’ottanta per cento / ceduta in uso
ai bagnini / e sarebbe eccessivo pretendervi / una pace alcionica / il mare è d’altronde
infestato / mentre i rifiuti in totale / formano ondulate collinette plastiche / esaurite la
siepi hanno avuto lo sfratto / i deliziosi fligli della ruggine / gli scriccioli o reatini come
spesso / li citano i poeti E cè anche qualque boccio / di magnolia l ‘etichetta di un
pediatra / ma qui i bambini volano in bicicletta / e non hanno bisogno delle sue cure /
Chi vuole respirare a grandi zaffate / la musa del nostro tempo la precarietà / può
passare di qui senza affretarsi / é il colpo secco quello che fa orrore / non già l
‘evanescenza il dolce afflato del nulla Hic manebimus se vi piace non proprio /
ottimamente ma il meglio sarebbe troppo simile / alla morte (e questa piace solo ai
giovini).
10
SI RISOLVE ben poco / con la mitraglia e col nerbo. / L’ipotesi che tutto sia un
bisticcio, / uno scambio di sillabe è la più attendibile. / Non per nulla in principio era il
Verbo.
ROXANA PAEZ

FOGATA DE RAMITAS Y HUESOS

Popoca*

Las letras de tinta no son muy distintas


del humo que hecha la cama de papel
en el fuego.

Y mi placer no tiene nombre cuando las palabras suben


*
popoca: humear, en náhuatl)
a fundirse con la tormenta, en un ritmo aleatorio
de mariposas harapientas.

*
Un artista del agua
se ocultaba y reaparecía
ligeramente amarillo.

Cuando jugaba
en la casa de Valizas
que fue tapando la duna
por el viento que sopla después del mediodía

Y la duna preserva ese vacío


por dentro
casi debajo del desliz de los chicos
que hormiguean toda la tarde hasta la cima
para bajar sobre una tabla veloz.

Donde termina la rapidez, empieza el arco iris.

Miren ese cielo!


cierra el mar,
irisado como el interior de un mejillón.

Si pudiera llevarse
a la fogata de ramitas y huesos
el amor que hubo
mostraría que persiste
en los deslizamientos,
y no hay un tiempo quemado.

Como las palabras aladas que van subiendo


del fuego, para mezclarse con la noche.

*
El suelo sigue bajando y el cielo sigue subiendo

Un plato de colillas de días humosos.

Por un camino de la mesa


entre papeles, corre el residuo
que nieva saltos de insectos de la luz.

Otro viento fue


el que me trajo a mi padre
a la boca.

Uhmm, si después de la ceniza


el cariño por ahí esperara...

cuando fuimos con mamita


a la orilla y vimos en la caja después de tantos años
algo de él, que nunca
habíamos visto.

Ceniza es cuero, no queríamos volcarlo ahí


entre papeles de helado y cáscaras de fruta.
Entonces subimos la barranca.

Mi hermano silencioso
miraba el agua.

El agua era luz, toda luz sin color.

El viento insistía, insistía


en devolverlo
hasta que pudiéramos sentir lo vivo
otra vez.

Y mi padre se nos metía


en el pelo, por las aberturas del cuello.
Lo respirábamos
confundidos porque nadie
nos había contado que se vuelven.

Lo oíamos entrar en el oído.

Hasta que al fin, nos hizo llorar


la ceniza
en los ojos, que no llegaba al agua.

Es lo mismo
el agua, la tierra y el cielo, dijo alguno.

Adentro de la caja había una bolsa de nylon


donde quedaba un poco de ceniza.

Sobre mi caricatura
en el vidrio, donde yo lo escribí,
otro polvillo posa unos rasgos voladores.

*
¿Es la lente turbia, el vapor
o la tela de araña
lo que dio la sensación del tercer canto?

Caminé dos horas por una ladera del volcán


Popocatépetl*, muy silenciosa
hacia arriba.

Llevaba una piedra de cuarzo


en el puño y en la mochila
un frasco de aceitunas y una bolsa de higos.

Los turistas son como poetas buscando


un éxtasis pero yo no quería conocer
tanto como nacer y esa pretensión fue mi virtud (si bien no tenía agua).

Al bajar bebería, igual que el miedo


ahora. Las rocas se descuelgan
con las manos que se agarran a ellas,

y la cinta transportadora de piedras


entre los cordones, que se retuercen como culebras,
laxas después de un gran peñón que las aplasta.

Todos los días están abajo mío,


y en la cicatriz medialuna del pulgar
de cuando por primera vez pelé una papa.

Giran los ojos con escamas de arcilla


para resbalar en el aire sin oxígeno.
Ahí cuando la partera encandilada te toma con un fórceps de las sienes.

Y la rodada toma un zumbido metálico.


Llegan intermitentes a la sangre
infusiones de pinchazos vegetales.

El pelo arrastra guano de cóndor. De tan alto,


tan bajo, algo tengo.
Los días originales que se enganchan

a flecos espinosos como la jarilla


de mi propia montaña en otra vida breve.
Ahora las fibras del músculo no deben oponerse a las raíces y las rocas.

*
“Cerro que humea”, volcán de México.
Ser agua, porque lo blando vence a lo duro.
Y apenas visible en el relieve
de unas ondas, de la corriente que brotó

repentina de un peñasco de nieve,


bajo hasta el pie de mi madre
que me fumiga con humo de tabaco para que despierte.

*
Más encapotados los cardos que el cielo
-y también las lavandas y la flor de Navidad
entre los yuyos de oro de un idilio

que anima un campanero de Dios.

Con la nariz púrpura se acercan


los jugadores de ideales ascéticos
a la capilla entre las flores que imita un cuadro.

Y busqué silencio detrás de un biombo ligustrino.

Unos pocos soles de tres


margaritas me apuntaban
tan infantiles sus oráculos.

Y el negro de humo
emborronó
el cielo blanco de las indecisiones.

Voy a dormir,
en los renglones,
hasta que las gotas suenen en el pote de loza
donde una vez la brocha dibujaba
en la espuma la fuerza centrífuga.

Y en el remolino blanco me abismo


y escribo en un remolino negro.

*
Es un día fresco del primer verano que se lee a sí mismo
y por eso escucho el murmullo.

Levanta los ojos debajo de una visera,


y como un linotipista descalzo me pregunta:

-¿Qué es “el ático”? Debe interrumpir el silencio.

Mientras revolotea el búho


y el humo de una fogata nos pesa.

Yo misma veo lo sagrado que se interrumpe


(que sólo es el oído que oye
la mirada que mira)

La voz hace suyas todas las hojas, por ahora,


al enhebrar cada palabra de un cuento,
separándolas para un olvido momentáneo del hilo,
rodando con cada una extrañado,
en la interrupción de sí mismo.

Pero la historia no tendrá de nuevo esa voz,


cuando lea silencioso y ni una letra cabalgue
sobre las moscas mudas, como nietas de alas muy cortas.
H. D.

DEFINICIÓN HERMÉTICA

Nacida en 1886 en Bethlehem, una misteriosa aldea del estado de Pensylvannia,


fundada por un no menos misterioso conde Zinsendorff, acólito a la fraternidad de los
moravos, poco se sabe acerca de la vida de Hilda Doolitte, o H. D. como solía firmar
parcamente sus poemas; y lo que se sabe es parte de un relato legendario, conferido del
mismo arcano o encriptamiento que gravita sobre su nombre y su escritura. Entre sus
ascendentes femeninos hubo una abuela mediumníca y una madre que abdicó de sus
aspiraciones artísticas cuando una bruja predijo que alumbraría una niña con portentosos
dones poéticos. Su padre fue un hombre de carácter recto y desapegado que no descuidó,
sin embargo, instruirla en la lectura de los astros.
Como Dyuna Barnes, fue una dama circunspecta de París-Lesbos, además de
norteamericana trashumante entre las dos guerras. Allá por los años veinte dio a conocer
sus primeros textos, militando en las huestes de Pound y el “imaginismo” que gestionaba,
como otras tantas vanguardias de entonces, la muerte de la metáfora; sino sus abundantes y
curiosos preceptos, compartió con Pound el gusto por el vagabundeo políglota, el amor a
los clásicos y una libertad absoluta en el tratamiento del verso lírico tradicional. En Viena
entabló una amistad febril con Freud, en cuya figura admiró la omnisciencia de un oráculo
o nigromante moderno; el psicoanálisis allanó el camino para el alumbramiento de una
escritura más íntima y elíptica.
En nadie como en H. D. lo sectario, lo fatalmente esotérico de la actividad del poeta
estuvo más comprometido con la experiencia o con lo que ésta acarrea de culto, de
concisión ritual, inasequible a quien no participa de su significado desde adentro. Toda su
extensa y variada obra indaga ese autodiscernimiento, remontado una larga travesía de
iniciación donde las imágenes operan como augurios, las palabras son un “gift”, un don
concedido, y la escritura una técnica que se perfecciona para merecerlo.
Los poemas que se presentan a continuación pertenecen a Hermetic Definition (New
Directions Paperbook, New York, 1972), libro en el que H. D. trabajara a lo largo de sus
últimos dos años de vida y que condensa y refracta obras anteriores como Red Roses for
Bronze o Helen in Egypt. “Definición hermética”, desde el título es un hallazgo, en el
sentido que todo poema, y aún más toda enunciado acerca del mundo, es por definición
“hermético”, umbrátil, clausurado en sí mismo, no por una voluntad de oscurecimiento o
alegorías de escuela, sino por una condición intrínseca al discurso poético.
El hermetismo que H. D. despliega en este libro es un sistema de alusiones liberado
de toda textura superflua; la palabra se limpia de su lepra de sentidos para quedarse con un
solo instante, un matiz: rojo lábil y a la vez ciclamen, aire entronizado de una rosa que se
revela con la magnitud y el preciosismo de quien la contempla desde “el final de la
aventura”. Puede ser el mismo aire que alienta en el verso, una recóndita inscripción latina,
la nomenclatura mágica de un santoral egipcio, todo alude y conspira y para que esa “roja
más roja” irradie su sentencia, su espectro epilogal.
Difícil encontrar un símil para H. D que no agreda y falsee de algún modo ese
carácter encantado, lacónico, iridiscente de piedra preciosa de sus versos que ella puede
dotar, sin embargo, de un intenso valor afectivo. Creo que traducir poesía no se distingue
substancialmente de los afanes y riesgos que conlleva escribirla, con el agravante para el
traductor de que opera a conciencia sobre lo interdicto de la lengua, allí donde el poeta
transita sobre lo incierto; y aunque ambos confesaran su estado de inocencia ante la materia
poética, el que traduce nunca podría ni tendría porqué ser absuelto.
W. C.
ROSA ROJA Y UNA MENDIGA
(17 de agosto--24 de septiembre, 1960)

(...)

¿Por qué viniste


a turbar mi caída?
Soy vieja (era vieja hasta que viniste);

la rosa más roja se revela,


(lo que es ridículo,
en esta hora, este lugar,

desmedido, imposible,
incluso levemente escandaloso),
la rosa más roja se revela;

(nadie puede detenerlo,


ni la inmanente amenaza del aire,
menos aún el tiempo,

lo que abrasa nuestra fruta de verano),


la rosa más roja se revela,
(algo para tener en cuenta).

Red Rose and a Beggar (August 17—September 24, 1960)

Why did you come/ to trouble my decline?/ I am old (I was old till you came);//the reddest rose unfolds,/
(which is ridiculous/ in this time, this place,// unseemly, impossible,/even slightly scandalous),/ the reddest
rose unfolds;/ (nobody can stop that, no immanent threat from the air,/ not even the weather,// blighting our
summer fruit),/ the reddest rose unfolds,/ (they’ve got to take that into account).
(...)
Isis, Iris,
fleur-de-lis,
¿Bar-Isis es hijo de Isis?

( bar ou ber ou ben, signifiant fils ),


¿entonces Bar-Isis es Par-Isis?
Paris, de todas maneras;

porque no bebes nuestro vino


ni salas nuestra sal,
quisiera entrar en tus sentidos

a través de abrasada resina y piñas


apagándose lentamente en un plato romo;
¿eres un ermitaño en la cueva?

¿por qué castigarnos?


sal, sal de las tinieblas;
¿arderé hasta las cenizas bajo esta pasión?

Isis, Iris,/fleur-de-lis,/ Bar-Isis is son of Isis,//(bar ou ber ou ben, signifiant fils),/so Bar-Isis is Par-Isis?/ Paris,
anyway;// because you do not drink our wine,/ nor salt our salt,/ I would enter your senses// through burnt
resin and pine-cones/ smouldering in a flat dish;/ were you a cave-hermit?// why do they punish us?/ come
out, come out of the darkness;/ will I be burnt to cinders in this heat?
(...)

Hierático, heráldico iris


es el loto, martingana lila,
magenta, púrpura-- ¿estoy blasfemando?

inclinándome bajo la lluvia,


pienso en la arena caliente,
y llamo, llamo otra vez

Bar-Isis, Paris;
llamo Paris, Paris,
no al griego

ni al noble cortejante de Verona


“donde concertamos nuestra escena,”
aunque Verona no está lejos,

ahora camino hacia ti


Doge--Venice--
eres toda mi posesión.

They say the hieratic and heraldic iris/ is the lotus, martigan-lily,/ magenta, purple—do I blaspheme?//
cowering under the rain,/ I think of the hot sand,/ and call and call again/ Bar-Isis, Paris;/ I call Paris, Paris,/
not to the Greek// nor to the courtly suitor of Verona/ “where we lay our scene,”/ though Verona is not far,//
now I walk into you,/ Doge—Venice--/ you are my whole estate.
(...)

Esta es mi nueva plegaria;


¿te rezo a ti,
Paris, Bar--Isis? a Osiris

o a Isis misma, flor egipcia,


Notre Dame --¿vas cada tanto allí?
las piedras guardan secretos;

hablan del temblor promovido


por antiguos alquimistas;
nuestra Dama tiene una cita;

ordena con su cetro, ( Astrologie


¿es la primera puerta?)
y el Niño aboga por nosotros;

no me ofrezcas desesperación,
Niño de la prístina jerarquía...
y tú hoy.

This is my new prayer;/ I pray to you?/ Paris, Bar-Isis? to Osiris?// or to Isis-self, Egyptian flower,/ Notre
Dame/ --do you ever go there?/ the stones hold secrets;// they tell us vibration was brought over/ by ancient
alchemists;/ Our Lady keeps tryst,// she commands with her sceptre, (Astrologie/ is the first door?)/ and the
Child champion us;// bid me not despair, Child of the ancient hierarchy.../and you to-day.
(...)

La puerta media es Veredicto, (Alchimie ),


sentencia, senténciame implacable;
hay tiempo todavía para retroceder reptando

¿hacia la certidumbre? no-- no queda tiempo;


almendras, castañas sin sal,
espárceles arena de la orilla

en una cesura de viento, y más allá la flor de cera,


el tomillo, la miel de mirto y el brezo del coral,
nuevos, distintos para mí,

como tú eres nueva, distinta,


aunque de una vieja, vieja esfera;
y hay, creo, unas menudas rosas salvajes, obstinadas,

pero todo eso es nada


cuando el viento del desierto se lleva la blanca,
jugosa fragancia de los eucaliptos;

no, no, es demasiado,


imposible escapar a un nuevo continente,
la puerta media es veredicto,

¿me juzgaron--prisionera?
la rosa más roja se revela,
¿cómo podré resistirlo?

The middle door is Judgement, (Alchimie),/ judge this, judge me implacable;/ there is yet time to crawl back//
to security? no—there is no time left;/ almonds, pecans wthout salt,/ scatter them near some sand-coast// for a
wind break, beyond is the wax flower,/ the thyme, honeymyrtle and the coral heath,/ these are new to me,
different,// as you are new to me, different,/ but of an old, old sphere;/ there are some small wild dogroses, I
think,// but all is nothing/ when the desert wind bears the white/ gumblossom eucaltpt’s fragance;// no, no, this
is too much,/ we can not escape to a new continent;/ the middle door is judgement,// I am judged—prisioner?/
the reddest rose unfolds,/ can I endure this?
(...)

...pero debo terminar lo que he comenzado


la posición esbelta de un dios
donde la carrera está cumplida;

¿piñas en el plato romo


que encienden una olímpica antorcha?
mi fiebre, mi fervor era por uno no nacido

cuando escribí esto;


las Rosas--Rojas--para--el Bronce
eran rosas por abstracción;

ahora con fervor semejante, con fiebre,


las ofrezco a la realidad;
el éxtasis viene a través tuyo

y prosigue;
la antorcha fue encendida por otro antes
que tú, y por otro y otro antes de eso...

...but I must finish what I have begun/ the tall god standing/ where the race is run;// did the pine-cones in the
flat dish/ light an Olympic torch?/ my fever, my fervour was for one not born// when I wrote this; the Red-
Roses-for-Bronze/ roses were for an abstraction;// now with like fervour, with fever,/ I offer them to a reality;
the ecstasy comes through you// but goes on;/ the torch was lit from another before you,/ and another and
another before that..
(...)

Dejamos las viejas puertas de bronce, 1257,


por otro bronce, 1960,
y pienso en un joven atleta

con su lanza, su jabalina en equilibrio,


tal como lo vi en la foto,
“estrella norteamericana en el Decatlón,”

hay allí un bronce palpitante,


la vibración del sol, exasperado celo,
anhelo, triunfo, candor,

pura fuerza conquistada en lo sublime,


bonhomía que podríamos emular,
(yo podría, de alguna manera),

“Me agradan las personas,


hago todo lo que puedo para ayudarlas,
cualquier cosa que esté a mi alcance,”

nosotros no podemos competir


pero tal vez nos encontremos en alguna parte;
yo con mi lira de siete cuerdas,

en apariencia desvalida, exánime,


pero donde hay una Olimpia, Delfos no está lejos,
sublimación, reconocimiento,

la misma forma del Decatlón


elimina el dolor, como hace un tiempo (hoy)
Helios elimina a la Serpiente.

We leave the old bronze doors, 1257,/ for another bronze, 1960/ I am thinking of the young athlete//with the
spear, the poised javelin/ as I saw him in the picture,/ “U. S. Decathlon star,”// there is living bronze there,/ the
vibration of sun, desperate endeavour,/ ambition, achievement, simplicity,// sheer strength reaching sublimity,/
goodness that we might emulate, ( I might, at any rate),// “I like people,/ I want to do all I can to help them,/
in whatever little way I can,”// we can not compete/ but perhaps we meet somewhere;/ I with seven string-
lyre,// seem helpless, effete,/ but where there is Olympia, Delphi is not far,/ sublimation, recognition,// the
very aspect of the Decathlon/ slays deseperation, as long ago (to-day)/ Helios slays the Python.

(...)
El poeta de cuán lentamente se abre la rosa
escribe, “¿qué he hecho con mi vida?”
yo ¿qué hice con la mía?

Otra vez estoy parada en el umbral,


a mi izquierda los ángeles Astaroth, Lilith,
a mi derecha Rafael, Miguel;

Astar- una estrella- Lili- una flor-


Rafael, Miguel- ¿ para qué están allí?
¿acaso para guiarme dignamente

hacia un puerto conocido,


para abogar por mi desvelo?
Astaroth, no puedes ser maléfico

con un nombre tan hermoso,


¿tú me has traído hasta aquí?
Lilith, ¿por qué llamarte demonio

junto con Lucifer y Asmodel?


cierto, los noms démoniaques son
donnés sous toutes réserves...

The poet of so slow is the rose to open/ writes, “what have I done with my life?”/ what have I done with
mine?// I stand again on the threshold, / on my left are the angels Astaroth, Lillith,/ on my right, Raphael,
Michael;// Astar—a star—Lili—a flower/ Raphael, Michael—why are you there?/ would guide me with
dignity//into a know port?/ would you champion my endeavour?/ Astaroth, you can be malign// with so
beautiful a name,/ have you brought me here?/ Lilith, why do they call you a devil// with Lucifer and
Asmodel?/ true the noms démoniaques are/donnés sous toutes réserves...
(...)

Sésamo
semilla,
filamento
diminutos gránulos
en un ovillo blanco
o rojo,
¿se astillarán en mi aguja?
¿necesito un dedal?
sésamo
semilla
de Asia del Sur,
eso queda lejos,
¿pero qué se interpone?
cáñamo--semilla
fleur de chanvre,
¿de la India?
este es el hachish superiéur
del sueño;
¿el mejor para enhebrar
semillas de amapola?
son demasiado pequeñas;
veneraron las Estrellas
en lo alto de las torres,
dites tours à parfums:
no necesito ningún rosario
de sésamo,
sólo la evidencia de los días,
realidad...
desvanécete,
desvanécete,
desvanécete,
oh bálsamo de rosas
en este cuarto.

Sesame/ seed,/string/ minute granules/ on a white thread/ or red,/ will they split/ on my needle/ do I need a
thimble?/ sesame/seed/ from south Asia,/ that is far away,/ what comes between?/ hemp—seed,/ fleur de
chanvre,/ from India?/ that is the hachish supérieur / of dream;/ is it better to string/ poppy—seeds?/ they are
too small;/ they worshipped the Stars/ on the top of the towers,/ dites tours à parfums:/ I need no rosary/ of
sesame,/ only the days’ trial,/ reality.../faint/faint/faint,/ O scent of roses/ in this room.

(...)
Oh el más augusto
y sagrado anfitrión,
¿así giro y me marchito?,

una vela dentro de lo que iluminas,


quemada hasta lo más vivo;
sabes que te consagré lo mejor de mí,

horas, minutos, días, años pasados


en ofrendar un exiguo grano
de devoción, incienso,

mi último aliento (pensé)


por reunir en mi canción,
líneas suficientes para alabar

la vergüenza sin mancha, ni invocados


noms démoniaques, ni ángel caído
llamado por su nombre;

ahora me veo obligada a asir mis líneas


en lo incierto, otórgame la respuesta,
consiénteme el saber de tu gracia,

¿de quién es el Veredicto?


Hay Uno
indiferente al dominio del tiempo y el espacio,

Azrael; irónico y sutil en su sonrisa,


cercano y familiar en su rostro,
(¿son sus ojos ámbar?)

“¿este es tu juego con la Muerte?


¿izquierda o derecha?
¿ganar o perder?

¿galanteas con el final?


¿llamas vida a esto?
tu rosa tan roja

es cautiverio, estampilla y sello,


preguntaste, ‘¿ me juzgaron prisionera?’
hablaste de Asmodel,

tu rosa tan roja


se amustia en todo caso,
¿renunciamiento, feu d’enfer?

ahora elige,
izquierda o derecha,
ganar o perder.”

O most august/ and sacred host,/ so do I turn and fade,// a candle in your light,/
burnt to the quick; you know I offered you my best,// hours, minutes, days, years spent/ to proffer a small grain/ of
worship, incense,// my last breath ( I thought)/ to assemble in my song,/ lines competent to praise,// of shame no taint, no
noms démoniaques / invoked, no fallen angel/ called by name;// now I am forced to hold my lines in doubt,/ give me the
answer,/ let me know your grace,// whose is the Judgement?/ there is One/ indifferent to the realm of time and space,//
Azrael; ironic and subtle in his smile,/ near and familiar in his face,/ (are his eyes amber?)// is this your throw with
Death?/ right, left?/ win, lose// you court the end?/ you call this life?/ your rose so red// is bondage, stamp and seal,/ you
asked “I am judged prisioner”?/ you spoke of Asmodel,// your rose so red/ withers in any case,/ renouncement? feu d’
enfer?// now choose,/ right, left,/ win, lose.”

Traducción de Walter Cassara


Sergio Bizzio

BUENAS, GAMBAROTTA

Viera usted lo que ví


la otra noche por aquí...
(no, voy a cambiar el tono, la verdad que no quiero
rimar así porque sí, darle la impresión de que uso
música para mentir): luz mala ¡de no creer!
estaba garchándose un marciano.
A ella, que es varón, la conocemos todos;
el otro era bastante cabezón, verde y con antenas,
parecía recién llegado de ahí nomás, del televisor.
¿Sabe cómo estaban? El marciano prendido a un poste
con los dedos, boca abajo, de panza y en el aire
porque las piernas abiertas le flotaban;
luz mala le daba y le daba casi sin moverse,
con mucho estilo, la gorra bien calada,
entrecerrado el ojo izquierdo por el humo
del cigarro en la comisura (puesto allí).
Bueno, ví el asunto y me tiré en un yuyo.
“No te acabes todavía –le decía el extranjero-,
pero avisame cuando llegue. ¿Ustedes dicen así
acá, acabar?” –le preguntó. El culo
se le hinflaba y desinflaba como un globo
a cada empujón. “Hablame,
decime de vez en cuando alguna grosería.
¿Sos casado? ¿Se llevan bien?”, insistió
el marciano. Luz mala seguía callado,
serruchaba al extraterrestre con tanta maestría
que daba la impresión de que no la sacaba,
de que siempre la ponía. “¿Cuánto gana por mes
un poeta acá en el mundo? ¿Tienen obra
-despacio, muchacho, que soy de afuera- social?
Haceme un favorcito: sacala hasta la punta y
ay, era justo eso lo que te iba a pedir”.
El marciano hablaba tanto que me hizo calentar.
Arrastré una mano por la tierra y me pajié.
Después, cuando volví a mirar, el paisaje
se había descoloreado, ya no era igual.
Me pareció menos lindo, de nuevo raro.
Me pareció que lo que hacían no gustaba
a ninguno de los dos. Luz mala estaba
de pronto muy poco vital, como chupado
por el reflejo del marciano en el platillo
(estacionado por las dudas ahí nomás).
Entonces, apagada ya mi sed, comprendí
lo que ví -¡mi Dios!-: con el orto
el marciano se lo comía (¿cómo dicen
allá en la UBA?) literalmente, sí. Comía.
El culo le hizo chomp y -¡bestia!- se lo tragó.
Luz mala se apagó como una luz.
Una gota de sangre, una chispa quizá,
flotó en el aire un minutito, no más. Después
el marciano se pasó una servilleta por el culo
y, mirando alrededor, subió rápido al plato
y se mandó mudar. Yo, aturdido por la experiencia,
con la mano llena de leche y tierra pegoteada
me tapé la boca para callar el corazón.

Bizzio el Visón

Gustavo Veneciano

Effigies
Transcurso
A LA MANERA DE EZRA POUND

Exquisita como Afrodita,


Totalmente bella,
Tonta,
El tenue aroma de tu perfume,
Tenue casi, como las líneas de crueldad en tu mentón,
Me asalta y me inquieta casi como una delicadeza.

Acteón

Las cosas son muy claras: nada se repite,


aunque durante días
pensemos que el tiempo es un círculo perfecto
del que nadie puede escapar.

Una mujer seduce al huésped de su esposo,


y huye a las murallas de Troya.
Intentaron hacernos creer que ella era un fantasma,
una sombra,
pero sólo querían ocultar
la posibilidad de cometer atrocidades
en nombre de una mujer.

Yo vi una vez una mujer bañarse desnuda,


dijeron que ella era una virgen,
una diosa,
y vi cómo los perros devoraban mi carne.
En vano me lloraron
olfateando mi rastro para que los guiara a casa.
Nada se puede hacer
contra la locura de alguna mujeres.

Dicen que no existe castigo en el reino de los bienaventurados,


Pero hasta de mí dicen cosas que no son ciertas.

Pude haber visto cosas


que asombran más allá de las palabras,
pero cerraron la puerta en mi cara
para que no viese
lo que está vedado a ojos mortales.
Los hombres creen conocer pero sólo ignoran.
Vejez
Cayendo en todos los abismos posibles,
los propios,
esos que sabiendo que existen
siempre me seducen,
espero que tu voz suene a mis oídos.
En vano, el tiempo transcurre
y mis manos pierden su movilidad;
en vano, no habrá ánimo
que pueda sostener toda esta tristeza.
Hay algo que pierdo
y es toda la fascinación contenida,
hay algo que pierdo
y es aquella sensación de sentirme joven;

en vano, el hombre espera


el regreso de todo su esplendor,
de todo el tiempo que huye de sus manos,
en vano, el hombre espera.

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