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Resumen
Introducción: las ventas informales en Bogotá han aumentado, debido
a la grave situación de desempleo que presenta el país. Metodología: la
investigación es de tipo descriptivo, y buscó caracterizar sociodemo-
gráficamente la muestra, además de determinar los factores económi-
cos del negocio y los productos financieros utilizados por los vende-
* Licenciado en Física. Docente
investigador, Corporación Universitaria
dores informales en la localidad de Chapinero, en Bogotá, Colombia.
Iberoamericana, Bogotá, Colombia. Se utilizó como técnica el muestreo aleatorio simple, con una encues-
Correo electrónico: ta avalada por tres jueces. Resultados: se encontró que las políticas han
williamumar@hotmail.com
** Economista. Docente investigador,
sido ineficientes, generando diferentes problemáticas. Conclusiones:
Corporación Universitaria el desempleo, así como la falta de recursos y acceso a préstamos como
Iberoamericana, Bogotá, Colombia.
Correo electrónico:
capital semilla, crean factores que, ligados al problema social, encuen-
andrea.soler@iberoamericana.edu.c tran en la informalidad una forma de subsistencia. En forma general,
en Bogotá se ve esta misma problemática y aún más en Chapinero,
Recibido: 12 de septiembre del 2015
Aceptado: 6 de noviembre del 2015 por ser un sector financiero y comercial, lo cual hace que se creen las
Cómo citar este artículo: Rincón-Báez, W. U.
condiciones propicias para que la informalidad se propicie y multipli-
y Solear-Hurtado, A. J. (2015). Perspectiva que. Se evidencia cómo las políticas de reubicación de los vendedores
socioeconómica de los vendedores informales informales, realizadas por las diferentes administraciones distritales,
de Chapinero, en Bogotá, Colombia.
Cooperativismo y Desarrollo, 23(107),
han sido infructuosas.
xx-xx. doi: http://dx.doi.org/10.16925/
Palabras clave: espacio público, informalidad, préstamos informales,
co.v23i107.1255
programas de reubicación, ventas callejeras.
BY NC ND
Inclusión social y desarrollo
confería el derecho de matrícula, con lo cual se le ex- Metropolitana de Bogotá, la Corte Constitucional, en
tendía una patente de licencia de vendedor ambu- la Sentencia T-772 del 2003, ordenó que los represen-
lante. Para tal fin, contaban con 40 días después de tantes de los vendedores informales tienen la opor-
sancionado el acuerdo para su inscripción (Concejo tunidad de participar activamente en los procesos de
de Bogotá, 1932). De modo que para dicha época se evaluación y seguimiento de las políticas de recupe-
crea la Oficina de Industria y Comercio de la ciudad, ración del espacio público que diseña y adelanta el es-
así como la Sección de Vendedores Ambulantes. tablecimiento público responsable de la formulación
A mediados del siglo xx, las migraciones des- e implementación de la norma.
de las zonas rurales hacia la ciudad, producto de la La sentencia de la Corte Constitucional repre-
industrialización y la modernización urbana, des- senta un cambio en los procesos que se desarrollan
encadenaron un crecimiento demográfico acelera- frente a la ocupación del espacio público por parte de
do. Estas circunstancias ocasionaron el aumento de vendedores informales, al determinar:
la población dedicada a las ventas ambulantes, lo cual
generó problemas de circulación, seguridad y aseo en Las autoridades distritales competentes están en el
las calles de Bogotá. Esto llevó al gobierno de la ciu- deber constitucional de incorporar, como parte in-
dad a reglamentar la actividad. No obstante, cada tegrante de dichas políticas, programas o medidas
administración trataba el asunto de forma diferente, de recuperación del espacio público, un componente
expidiendo decretos, como el que exigía el uso de car- obligatorio de provisión de alternativas económicas
nét, hasta el establecimiento de uniformes de acuerdo para quienes dependen del comercio informal para
con las agremiaciones en las que estaban organizados su sustento vital, el cual se debe haber formulado con
(Simanca, 2008). En el año 1970, con la expedición del base en una evaluación y un seguimiento previos y
Código de Policía, en su artículo 80, se determinó que detallados de las condiciones sociales y económicas
correspondía a las autoridades de policía proteger la reales y cambiantes de la capital (Corte Constitucio-
integridad del espacio público físico. nal, Sentencia T-772 del 2003).
El Concejo de Bogotá aprobó la creación del
Fondo de Ventas Populares el 27 de diciembre de Dicha sentencia argumenta, además, que el
1972, mediante el Acuerdo 25, con el propósito de Estado colombiano deberá realizar:
obtener recursos financieros para la atención de pro-
gramas relacionados con los vendedores ambulantes La corrección de las visibles desigualdades sociales
y estacionarios, teniendo en cuenta las normas lega- de nuestro país, para así facilitar la inclusión y parti-
les al respecto. cipación de los débiles, marginados y vulnerables en
Entre 1998 y el 2003, el gobierno distrital imple- la vida económica y social de la nación, y estimular
mentó una estrategia de recuperación del espacio pú- un mejoramiento progresivo de las condiciones ma-
blico, con lo cual se proponía un plan de renovación teriales de existencia de los sectores más deprimidos
urbana desde el control y relocalización de ventas ca- de la sociedad (Sentencia T-772 del 2003).
llejeras. Esto enmarcado en las sentencias proferidas
por la Corte Constitucional en lo concerniente a los Señala también la obligatoriedad para las admi-
derechos primarios del trabajo y el espacio público, nistraciones de adelantar programas en los cuales se
instaurados en la Constitución Política de Colombia incluyan alternativas económicas dirigidas a quienes
de 1991, en virtud del artículo 82: “Le correspon- dependen del comercio informal para su subsistencia,
de al Estado velar por la protección de la integridad basadas en el estudio previo de las condiciones so-
del espacio público, y su destinación al uso común”. ciales y económicas reales de las ciudades (Galeano,
La preocupación en ese entonces de la administra- 2008, p. 284).
ción distrital, y la nacional, era buscar la recupera- Aunque ya en Bogotá existía el Fondo de Ventas
ción del espacio público, sin pensar en los vendedores Populares, creado en 1972 mediante Acuerdo N.o
informales; en otras palabras, reconocer al vendedor 25 del Concejo de Bogotá, y adscrito a la Secretaría
informal y desarrollar políticas que llevaran a su rea- de Gobierno de la Alcaldía Mayor, su misión, tal
comodación o salida del espacio público. como la definió su ultimo gerente José Aristóbulo
En el 2003, a partir de una acción de tutela instau- Cortés para la preparación de la sentencia de la Corte
rada por el ciudadano Félix Arturo Palacios Arenas Constitucional, era la de “generar y apoyar alterna-
en contra del Grupo de Espacio Público de la Policía tivas de organización, capacitación, formalización
Perspectiva socioeconómica de los vendedores informales de Chapinero, en Bogotá, Colombia 111
y/o reubicación de vendedores ambulantes y esta- debe crearse a partir de la insistencia del vendedor
cionarios”; su visión es la de “promover, con criterio (Cámara de Comercio de Bogotá, 2009).
empresarial y contenido social, la incorporación de
vendedores ambulantes y estacionarios a la econo- Las políticas de cada administración distrital
mía formal, procurando mejorar su calidad de vida” desde el instante en que se instauro el pmep han sido
(Sentencia T-772 del 2003). variables y cambiantes. No obstante, se encaminaron
En el 2006, a través del acuerdo 257 del Concejo hacia un mismo fin. Al llegar Luis Eduardo Garzón a
Distrital, se transforma el Fondo de Ventas Populares, la Alcaldía de Bogotá en el 2004, encuentra que la si-
y se da paso al Instituto para la Economía Social (ipes) tuación de los vendedores informales en la ciudad no
cuya misión era: tenía una solución concreta debido, principalmente,
a errores cometidos en el pasado. Es decir, no se tiene
Crear, promover y ejecutar estrategias de apoyo a la una plena identificación de la problemática: “la pro-
economía popular y de fortalecimiento económico de liferación de instituciones, la duplicidad y confusión
las personas, unidades domésticas y productivas, y de competencias exigía una nueva estructura institu-
grupos poblacionales que la integran, para contribuir cional para el sistema de gestión distrital del espacio
a transformar el modelo de ciudad vigente, superar público” (Castañeda y García, 2007, p. 178).
las diferentes formas vigentes de segregación urba- Durante la administración de Garzón, se iden-
na, adaptar la ciudad al cambio climático, mejorar tificó que el problema de las ventas informales estaba
la calidad de vida de la población y construir la paz ligado a la carencia en la cuantificación y caracteri-
(Instituto Para la economía Social, 2014). zación de los individuos que hacían parte de esta ac-
tividad económica. Por tanto, el gobierno distrital se
Para el 2005, con la adopción del decreto 215 centró en la determinación de las ventas ambulan-
por parte de la Alcaldía Mayor de Bogotá, se estruc- tes en el espacio público de la ciudad, con el fin de
turan nuevas políticas, en las que se formula el Plan consolidar información completa y confiable desde la
Maestro de Espacio Público (pmep), el cual establece cual fuera posible construir una política pública efi-
una relación directa entre el comercio informal como caz (García, 2011, p. 80). A su vez, se ordena desarro-
actividad económica, y el sistema de espacio público. llar el plan maestro de espacio público, cuya meta es
En él se aborda el “Documento Técnico de Soporte”: generar políticas públicas inclusivas, tanto a nivel so-
cial, como económico.
El espacio público como patrimonio de la ciudad afir- Todos estos esfuerzos dieron como resultado un
ma que las ventas callejeras son un fenómeno propio estudio de caracterización de la problemática de los
de las ciudades y su tamaño e impacto en cada ciudad vendedores informales, el cual propuso como la mejor
contemporánea depende de la capacidad de la econo- manera para intervenir a esta población lo siguiente:
mía urbana para brindar alternativas al desempleo y
el subempleo. (Decreto 215 de 2005). Se diseñó y desarrolló un conjunto de políticas se-
lectivas y diferenciales orientadas a mejorar las con-
El Plan Maestro del Espacio Publico (pmep) es- diciones de acceso y participación de los vendedores
tablece, a partir de la Sentencia T-722 del 2003 de la informales en el espacio público físico, en los espa-
Corte Constitucional, una diferenciación en las dis- cios públicos económicos, sociales, culturales, esté-
tintas ocupaciones del espacio público por parte del ticos, ambientales y políticos, a través del desarrollo
comercio informal, teniendo en cuenta la clase de de políticas concretas de empleabilidad por terceros,
espacio que se ocupa y los tiempos de ocupación. proyectos productivos propios y relocalización co-
También se clasifica a los vendedores informales mercial. (Castañeda y García, 2007, p. 183).
como estacionarios, semi estacionarios y ambulan-
tes. Estos dos últimos tienen en común que, A su vez, se crearon programas de inclusión
social, entre ellos el de “Misión Bogotá”, dirigido a
Se ubican en las calles de mayor aglomeración y de población joven y en condición de desplazamien-
flujo recurrente, no poseen un espacio fijo de trabajo; to. Además, se fomentaron programas de capacita-
además cuentan con un mínimo de capital y, final- ción orientados a la inserción laboral, con los cuales
mente, la demanda que enfrentan es pasiva. Esto sig- se incentivaban competencias laborales, ciudadanas
nifica que no es una demanda fija y presente sino que (sociales) y específicas (desarrollo de conocimientos
112 Inclusión social y desarrollo Cooperativismo & Desarrollo / Volumen 23, Número 107 / julio-diciembre 2015
técnicos específicos), en los vendedores informales. posible encontrar vendedores ambulantes, estudian-
Asimismo, se diseñan programas de formación y re- tes, artistas callejeros, lustrabotas, fotógrafos, ejecu-
inserción laboral para aquellos vendedores que alguna tivos o simples transeúntes.
vez tuvieron un empleo formal (Castañeda y García, En relación con los indicadores laborales globa-
2007, pp. 185-187). Igualmente, se plantearon progra- les, el sector de Chapinero presenta las siguientes ci-
mas enfocados al emprendimiento empresarial, a fin fras: la tasa de ocupación es la más alta de la ciudad y
de que los beneficiarios iniciaran sus propios nego- corresponde a el 2 % de los ocupados de la ciudad (61
cios, tanto a nivel individual como colectivo. 112 ocupados). En cuanto a la tasa de desempleo, se
Otro programa creado en esta administración ubica en un 3,67 %, la más baja en la ciudad, concen-
fue el de relocalización de los vendedores. Se desa- trando un total de 2328 desocupados que representan
rrolla la Red de Prestación de Servicios al Usuario el 1 % de los desocupados de Bogotá.
del Espacio Público (redep), sistema de kioscos ins- La distribución de las personas empleadas, en-
talados en ciertos puntos de la ciudad, y la delimita- tre los tipos de empresas, es mucho menos equilibra-
ción de espacios denominados por la administración da que la distribución de las compañías. De aquí que
como espacios análogos para la utilización del espa- las micro y pequeñas empresas concentran el 35 % de
cio público, con el fin de organizar centros comercia- la fuerza de trabajo; las medianas empresas contra-
les a cielo abierto (García, 2011, p. 81). tan alrededor del 16,7 % (entre 11 y 50 empleados); y
las grandes empresas contratan el 48,2 % restante. Sin
Chapinero en contexto: sector comercial embargo, solo se reporta la situación del empleo for-
y financiero de la ciudad mal; el empleo informal —el cual abunda en el sector,
ligado en especial al comercio—, no está cuantificado
El nombre del sector (“Chapinero”) se debe a que, en (Secretaría Distrital de Planeación, 2011).
los inicios del siglo xix, en la naciente Bogotá vivía El gran dinamismo del sector se atribuye a su
un gaditano, Antón Hero Cepeda, que era un fa- localización (centro-oriente de Bogotá) representa el
bricante de chapines (calzado mezcla de alpargatas 5 % del área total de la ciudad y, a su vez, es la sexta
y suecos, dado que tenían suela de madera y se ata- localidad con menor número de habitantes (131 mil
ban al tobillo con correas). Chapinero así derivó su habitantes, esto es, 1,8 % del total de la ciudad; dane,
nombre de la hechura de los “chapines”, profesión del 2009).
español que, en 1812, se radicó con su esposa nativa
en la región (Cuellar, 2008). El sector que hoy se de- Concepto de informalidad
nomina Chapinero se desarrolló en la segunda mitad
del siglo xix como un lugar de esparcimiento para los La decimoquinta Conferencia Internacional de
bogotanos. Para comienzos del siglo xx, con la llega- Estadísticos del Trabajo (ciet), definió en 1993 el
da del tranvía se inauguró la Avenida Chile en 1920, “empleo informal” desde un enfoque empresarial, es
alrededor de la cual acaudaladas familias construyen decir, a partir de la caracterización de las unidades
sus viviendas, generando así la cimentación de cole- de producción/empresas, en lugar de realizarlo como
gios de gran prestigio como el Gimnasio Moderno. una aproximación al estudio de las personas ocupa-
Con el Bogotazo, en 1948, se produce una explo- das o de los empleos (enfoque laboral). Esto con el
sión demográfica que llevó a las familias prestantes a fin de permitir la inclusión del empleo informal en
establecerse en esta zona, la cual para entonces se ca- el sistema de cuentas nacionales, y medir así su con-
racterizaba por ser un lugar tranquilo. De esta mane- tribución al producto inerno bruto (pib) de cada país
ra, Chapinero se consolidó como un eje comercial de (dane, 2009).
vital importancia para la ciudad, y la Carrera 13 (el La informalidad se basa en un tipo de empleo
Gran Chapinero), el lugar donde se negociaba ropa, ocasional, el cual puede generarse a partir de relacio-
calzado, libros y telas (García, 2011). nes de parentesco, personales y sociales, y no en acuer-
En la década de los ochenta, se inició la construc- dos contractuales que supongan garantías formales.
ción de centros empresariales ubicados entre la calle De acuerdo con lo anterior, en Colombia, el dane
72 y la calle 100, incluyendo de esta manera secto- clasifica como trabajador informal a quien satisfa-
res financieros, educativos (universidades), médicos ce alguna de las siguientes características: asalariado
y recreativos, entre otros. Sin embargo, hoy en día no o patrón de microempresa (menos de 10 trabajado-
existe una identidad local como tal. En este lugar, es res); trabajador por cuenta propia no profesional, ni
Perspectiva socioeconómica de los vendedores informales de Chapinero, en Bogotá, Colombia 113
técnico; trabajador que presta servicio doméstico o En el mismo contexto, se dividió a los informa-
ayudante de familiar sin remuneración. les de la siguiente manera:
La economía informal está compuesta por las • Vendedores informales ambulantes. Aquellos ven-
unidades productivas en forma de empresas de hoga- dedores callejeros que portan físicamente sobre
res no constituidas en sociedad, las cuales funcionan su persona los bienes y las mercancías correspon-
en pequeña escala y con una organización rudimenta- dientes a su labor. Por ejemplo, el vendedor de dul-
ria en la que es difícil distinguir entre capital y trabajo. ces, cigarrillos o chicles, es decir, aquel que carga la
Aparece así la actividad por cuenta propia, un mercancía sobre su cuerpo.
mecanismo de subsistencia al cual recurren personas • Vendedores informales estacionarios. Aquellos ven-
con pocos conocimientos especializados, emigrantes dedores callejeros que se instalan con los bienes,
rurales, mujeres y jóvenes que ingresan por prime- implementos y mercancías correspondientes a su
ra vez al mercado laboral. No obstante, con bastan- labor en forma fija, en un determinado segmento
te frecuencia, la economía informal se convierte en del espacio público, excluyendo el uso y disfrute
una actividad subsidiaria para personas ocupadas del mismo a las demás personas de manera perma-
en el sector formal. Tal es el caso de los asalariados nente, de modo que la ocupación del espacio sub-
mal remunerados o los pensionados, quienes buscan siste aun en las horas en que el vendedor se ausenta
a través de las actividades informales una manera de del lugar (por ejemplo, mediante una caseta o un
incrementar sus ingresos. A fin de establecer el tama- toldo).
ño de las unidades de la economía informal, se tiene • Vendedores informales semiestacionarios. Aquellos
en cuenta el número de personas ocupadas (Torres, vendedores callejeros que no ocupan de manera
2007, p. 35). permanente un área determinada del espacio
No existen datos de la informalidad en la loca- público, pero, no obstante, dadas las caracterís-
lidad de Chapinero, pero se puede hablar desde los ticas de los bienes que utilizan en su labor y las
valores de la ciudad y compararlos con respecto a las mercancías que comercializan, necesariamente
cifras del país. Colombia presentó una tasa de infor- deben ocupar en forma transitoria un determi-
malidad laboral del 49,4 % para el último trimestre nado segmento del espacio público. Por ejemplo,
del 2014, mientras Bogotá presentó una tasa del el vendedor de perros calientes y hamburguesas, o
43,8 % en el mismo trimestre (dane, 2015). quienes empujan carros de fruta o de comestibles
por las calles.
Vendedores informales Otro criterio útil para la clasificación de los
vendedores informales es el dado por la Cámara de
Los vendedores informales ambulantes, según la Comercio de Bogotá (2009), según el cual las ventas
Sentencia T-772 del 2003 de la Corte Constitucional: callejeras se categorizan de la siguiente manera: (a)
permanentes: realizan su actividad todos los días de la
Son aquellos vendedores callejeros que portan física- semana a lo largo del día; (b) periódicas: realizan sus
mente sobre su persona los bienes y mercancías que actividades en días específicos o en determinadas ho-
aplican a su labor. Estos individuos no obstruyen el ras del día; y (c) ocasionales o de temporada: realizan
tránsito de personas y vehículos más allá de su pre- su actividad en temporadas o períodos específicos del
sencia física personal; por ejemplo, el vendedor de año, ligadas a festividades o eventos.
dulces, cigarrillos, chicles que carga la mercancía so- Las ventas callejeras también varían según la cla-
bre su cuerpo. (Sentencia T-772, 2003). se de espacios que ocupan, lo cual marca una diferen-
cia importante en relación con la problemática que
En la misma se estableció: generan. Es muy diferente el análisis de los efectos de
la ocupación de un parque, al de los de otros escena-
Una distinción entre los distintos tipos de vendedores rios urbanos tales como las plazoletas y los andenes.
informales que pueden sufrir una limitación de sus Por ejemplo, en el caso de los parques, la ocupación
derechos fundamentales en virtud de las políticas, por las ventas callejeras suele ser complementaria con
programas o medidas de recuperación del espacio actividades de recreación y descanso. Mientras que
público, de conformidad con el grado de afectación en las plazoletas y plazas existes varios tipos de ocu-
de dicho espacio público que representa su actividad pación: unas complementarias con la recreación y el
(Sentencia T-772, 2003). descanso; otras que afectan directa y negativamente
114 Inclusión social y desarrollo Cooperativismo & Desarrollo / Volumen 23, Número 107 / julio-diciembre 2015
la movilidad y el aseo; algunas que no tienen ningún Desde el plan de desarrollo “Por la Bogotá que
efecto externo sobre actividades económicas y cultu- queremos” implementado en el gobierno de Enrique
rales. Sin embargo, dichas actividades también pue- Peñaloza, se enfatizó en la recuperación del espacio
den generar efectos positivos, en la medida en que público y se generó una reforma urbanística contun-
incrementan la afluencia de visitantes asociada y, a su dente en la ciudad. Las estrategias de política pública
vez, la oferta recreativa y de servicios (por ejemplo, las en esta administración obtuvieron un gran impacto
actividades de cuentearía). en la recuperación y renovación del espacio público.
La infraestructura de la ciudad cambio en sus años de
El gran problema: “la reubicación” gobierno, sobre todo, con la llegada del sistema masi-
vo de transporte público Transmilenio y la construc-
Frente a estos problemas, el distrito ha creado po- ción de megacolegios y bibliotecas.
líticas de reubicación de los vendedores en diferen- También se realizaron intervenciones para la re-
tes sectores de la ciudad, principalmente en plazas. cuperación de lugares que históricamente han tenido
También ha proporcionado dotaciones comerciales presencia de ventas informales, en especial la recupe-
tales como casetas y kioscos. De estos últimos, es- ración del sector de San Victorino y la Plaza España.
tudios han determinado que el 40 % de ellos están Al mismo tiempo, se desarrollaron programas de
cerrados, pues la mayoría de vendedores informales reubicación permanente y temporal de los vende-
reportan poca afluencia de personas, altos costos dores y se buscaron estrategias nuevas como la asig-
(costos de arrendamiento cercanos a los $114 000 ), nación de créditos, capacitación y, en algunos casos,
y presiones por parte del distrito, ya que están sien- indemnización por retiro voluntario, así como se pro-
do perseguidos, lo que los obliga a abandonar el sitio yectó la construcción de casetas, ferias populares y
ofrecido. Esto muestra que las políticas del distrito centros comerciales. En fin, durante esta administra-
no surten efecto o han fracasado en su contexto y en ción se otorgaron 2222 soluciones de reubicación per-
el manejo del problema.1 manente. Sin embargo, según el estudio de Castañeda
La anterior problemática se debe en parte a que y García, solo 811 personas ocuparon estas alternati-
el ipes no solo atiende a los vendedores informales de vas (2007).
la ciudad, sino que además tiene que tener en cuenta En la segunda administración de Antanas
programas sociales y económicos para las personas Mockus, se incentiva la generación de una cultura
desplazadas, pequeños vendedores formales y algu- ciudadana. Se formula el plan de desarrollo “Bogotá:
nos programas adicionales del distrito. En este caso para vivir todos del mismo lado”, en el cual se vin-
los esfuerzos del ipes se dan en diferentes frentes. culan elementos para la revisión de la problemática
En el estudio realizado por Fenalco en asocio de las ventas informales. Se establece la necesidad de
con la Universidad de la Sabana (Blanco, 2012, p. 32), preservar el espacio público que ya había sido recu-
desarrollado para la zona norte de Bogotá, se con- perado, involucrando a la ciudadanía en esta proble-
cluyó que: mática, persuadiéndola de la necesidad de generar
corresponsabilidad para el mantenimiento del mis-
El problema de los vendedores ambulantes es un mo. Finalmente, por primera vez, dentro de las pro-
conflicto que nos involucra a todos como ciudadanos puestas de capacitación que se realizan para los
(…) a generar ideas y propuestas de desarrollo para vendedores ambulantes, se habla de realizar estra-
crear un mejoramiento (…). El conflicto de los ven- tegias específicas enfocadas en las necesidades que
dedores ambulantes es muy complejo, ya que existen tenga cada grupo poblacional (García, 2011, p. 74).
grupos que no están interesados en encontrar solu- En los tres años de administración de esta alcal-
ciones al problema (…), por lo tanto se requiere de día se invirtieron, a precios del 2007, en promedio
un gran esfuerzo, de unas propuesta muy sólidas y 15 563 millones de pesos. En relación con la estra-
claras para que estos vendedores tengan en cuenta la tegia de reubicación permanente, la administración
posibilidad de abandonar las calles voluntariamente de Mockus otorgó 585 soluciones, y fueron ocupadas
para acogerse a las diferentes soluciones. 325, es decir, existió un porcentaje de ocupación de
un 56 % (Castañeda y García, 2007, p. 177).
El Plan de Desarrollo “Bogotá sin indiferen-
1 Acta sucinta 044 del 2003 [Comisión Segunda Permanente
cia, un compromiso social contra la pobreza y la ex-
de Gobierno, Concejo de Bogotá D. C., Octubre 23 del 2013. clusión”, de Luis Eduardo Garzón, representó una
Perspectiva socioeconómica de los vendedores informales de Chapinero, en Bogotá, Colombia 115
ruptura fundamental frente al enfoque de política pú- programas de relocalización; y ferias temporales, en-
blica que se venía manejando en las pasadas alcaldías. tre otros (Castañeda y García, 2007, p. 201).
En este plan de gobierno se propone una perspecti- En la administración de Moreno, se intenta dar
va basada en derechos, la cual buscaba reducir por continuidad al proceso, con el Plan de Desarrollo
esta vía las desigualdades e inequidades que se pre- “Bogotá positiva: para vivir mejor”. A fin de cumplir
sentaban. Como ya se mencionó en párrafos anterio- con la recuperación del espacio público, la Alcaldía
res, este gobierno tuvo que enfrentarse a la situación Mayor se traza una meta de atender 21 000 personas
de identificar y cuantificar los vendedores informa- con alternativas de aprovechamiento comercial, en el
les de la ciudad. Para esto, se desarrolla el Decreto 98 “Plan Maestro de Espacio Público”. En palabras de
del 2004: “establecerán las disposiciones que se de- la ex secretaria de Gobierno, Clara López: “No se ha
ben realizar en la ciudad para la preservación del es- expulsado a los vendedores ambulantes sino que se
pacio público y su armonización con los derechos de ha generado confianza, participación y diálogo con
los vendedores informales que lo ocupan” (Decreto este sector de la población en la búsqueda de la opti-
98 del 2004). Con este decreto, se definen instancias mización en el uso del espacio público (Secretaría de
de coordinación y concertación, medidas de preser- Gobierno, 2009).
vación y recuperación del espacio público, se definen En el gobierno de Gustavo Petro y su plan de de-
zonas especiales, espacios públicos recuperados y/o sarrollo “Bogotá Humana”, se busca apoyar iniciati-
reservados, el establecimiento de la intervención de la vas de emprendimiento, la potencialización de zonas
policía metropolitana y sus procedimientos, así como de concentración de economía popular y el desarro-
en la ya mencionada reestructuración del fvp y el na- llo de estrategias para el fortalecimiento de la misma.
cimiento del ipes. A su vez, propone: “Prestar servicios integrales que
La administración realiza entonces el plan maes- propendan por la generación de ingresos sostenibles
tro de espacio público, organizado sobre la meta de para poblaciones vulnerables, víctimas del conflicto
generar políticas públicas inclusivas, tanto a nivel so- armado interno, vendedores informales en el espacio
cial como económico. A raíz del trabajo de caracteri- público y población en pobreza extrema” (Secretaría
zación de la problemática: de Gobierno, 2012).
Entre el 2012 y el 2013, en normativa común con
Se diseñó y desarrolló un conjunto de políticas se- sus antecesores, y con el apoyo de los alcaldes meno-
lectivas y diferenciales orientadas a mejorar las con- res, se han desarrollado mesas de trabajo con el fin de
diciones de acceso y participación de los vendedores abordar temas tales como la normatividad institucio-
informales en el espacio público físico, en los espa- nal, la regulación del espacio público, las experiencias
cios públicos económicos, sociales, culturales, esté- de vendedores reubicados, los proyectos productivos,
ticos, ambientales y políticos, a través del desarrollo el fortalecimiento y la representatividad de organiza-
de políticas concretas de empleabilidad por terceros, ciones de vendedores, la política pública y los progra-
proyectos productivos propios y relocalización co- mas para los artesanos.
mercial (Castañeda y García, 2007, p. 183). Entre los aspectos más relevantes, se encuentra
la entrega de créditos subsidiados para aquellos ven-
Además, se crean programas de relocaliza- dedores que voluntariamente quieran salir de la ca-
ción de los vendedores como la Red de Prestación lle presentando proyectos productivos. Para que los
de Servicios al Usuario del Espacio Público (redep) comerciantes puedan pagar los créditos y progresar,
y el sistema de kioscos instalados en ciertos puntos los proyectos productivos (comerciales, artesanales,
de la ciudad. Se puede afirmar que la administración de industria doméstica, servicios, etc.) deben ser ren-
Garzón invirtió 63 538 millones de pesos en el tema tables. Por ello, el Instituto para la Economía Social
de los vendedores informales de la ciudad. Los resul- (ipes) ha suscrito un convenio de capacitación con el
tados más importantes de esta administración fueron sena a fin de impartir formación a la medida del pro-
las mesas de concertación de las políticas; los pactos yecto productivo, así como educación técnica a 1480
convenidos en diversas localidades del centro (Santa vendedores o hijos de vendedores asociados al pro-
Fe y La Candelaria), los cuales estipularon acuerdos yecto (El Tiempo, 2013).
de auto-regulación; programas de empleo temporal Uno de los procesos más conocidos es el del
(Misión Bogotá, Secretaría de Tránsito y tiendas esco- Alcalde Local de Chapinero, Mauricio Jaramillo
lares); programas de formación de grupos asociativos; Cabrera, que ha realizado desde octubre del 2012 una
116 Inclusión social y desarrollo Cooperativismo & Desarrollo / Volumen 23, Número 107 / julio-diciembre 2015
lucha por la recuperación del espacio público. Para mediante “apoyo para identificar los proyectos pro-
esto, creó el programa de fortalecimiento social y em- ductivos. Se brindan asistencia técnica, capacitación
presarial, utilizando los censos elaborados en el 2004, y financiamiento con microcréditos y acompaña-
2006, 2009 y 2010 como fuente de información, arro- miento pos-crédito” (El Tiempo, 2 de noviembre del
jando una cifra total de 2400 vendedores informales. 2012).
Según el registro adelantado por la Alcaldía Local de
Chapinero, con base en el listado de personas que se El otro gran problema de la economía
inscribieron al programa entre el 1 de octubre y 3 de informal: “Gota A Gota”
noviembre del 2012, y en la ficha hemi del ipes, se
encontraron los siguientes resultados (Portal Bogotá. El sistema financiero colombiano se reconoce como
gov.co): restringido, así lo indica el documento conpes 3484.
• El 47 % de los inscritos (361 personas) son perso- Esto en gran parte debido a la dificultad que se tie-
nas mayores (entre 50 y 80 años). ne para satisfacer los requisitos de documentación
• Dentro de los vendedores, se encuentran tres per- y garantías impuestas por el mercado, y porque las
sonas de origen indígena, tres gitanos, raizales y condiciones de los créditos no se ajustan a sus ne-
palenqueros, además de cinco negros, mulatos o cesidades (Montoya, 2011). En Colombia, la tasa de
afros. usura antepone un precio máximo para los créditos,
• El 7 % de los registrados no ha tenido nunca acceso pero genera a la vez barreras que los bancos imponen.
a la educación, el 46 % realizó estudios de prima- Esto hace que los créditos bancarios queden segmen-
ria (45 % de estos nunca terminó), el 34 % realizó tados a quienes se les facilita llenar los requisitos so-
completa o parcialmente la secundaria, y el 4 % licitados y la entrega de garantías. La tasa de usura
tiene estudios superiores. es determinada por la Superintendencia Financiera
• El 6 % de los vendedores inscritos no sabe leer ni y se corrige trimestralmente, según el promedio de
escribir. las tasas comerciales de los últimos tres meses, todo
• El 14 % (118 personas) tiene algún grado de disca- esto para las modalidades de consumo (31,25 % para
pacidad (principalmente por movilidad y proble- abril-junio del 2013) y microcrédito (53,45 % para
mas de visión). abril-junio del 2013).
• El 43 % no está afiliado a salud o nivel de sisben. Las microfinanzas tienen un gran impacto en
• El 43 % se dedica al negocio de confitería; el 36 %, la calidad de vida de la sociedad. Han cobrado es-
a bisutería, y el 21 %, a vender comestibles. pecial relevancia en los últimos años en países con
• El 29 % tiene un bien inmueble. economías emergentes como la nuestra. En la infor-
• Del programa fueron retirados el 9 % de los ven- malidad, aparecen situaciones que explican el limita-
dedores inscritos (70 personas), debido a que se do nivel de aceptación del microcrédito y del crédito
comprobó que poseen entre dos y cinco bienes formal, entre las que se encuentran una población de
inmuebles. escasos recursos, bajo nivel de cultura financiera y al-
• También se encontró que 10 personas inscritas tos costos del crédito, entre otros, las cuales no per-
en el programa tenían orden de captura vigente mitan que exista una cultura crediticia. Uno de los
(hurto agravado y calificado, porte ilegal de armas, mayores problemas consiste en los requisitos que so-
acceso carnal violento y falsificación de moneda, licitan las entidades financieras, lo cual genera que la
entre otros) y, por lo tanto, fueron retirados. Esta mayor parte de personas pierda el interés por ellos.
información fue puesta en conocimiento de la Pero las opciones de crédito en Colombia se am-
Policía Metropolitana de Bogotá. plían periódicamente. Así encontramos alternativas
• Se encontró que 39 de los inscritos tienen de dos de préstamos con requisitos flexibles, orientados a
a cinco automotores y 95 personas solo tiene un personas que no están en condiciones de cumplir con
automotor. En este mismo ítem, se constató que 11 las exigencias determinadas por el sistema banca-
personas tienen vehículo de servicio público (taxi, rio. En este contexto, surgen los créditos gota a gota,
bus, buseta o colectivo) e, incluso, se detectó que una modalidad de préstamo informal que se apoya
tres vendedores registran camionetas de alta gama. en el sistema extrabancario, brindando un servicio
La segunda etapa apunta a brindar oportuni- para aquellas personas o empresas que por alguna ra-
dades laborales más dignas, las cuales se articularán zón no pueden obtener financiamiento en el merca-
con programas del ipes. Dicha etapa se desarrollará do formal.
Perspectiva socioeconómica de los vendedores informales de Chapinero, en Bogotá, Colombia 117
De acuerdo con la Encuesta de Carga Financiera claro sobre el uso de casas comerciales y gota a gota
y Educación de los Hogares (iefic), para el perio- que lo relacione con el nivel de escolaridad.
do 2010-2011, se encontró que los créditos informa- Los créditos gota a gota tienen algunas caracterís-
les, como porcentaje del total de créditos, pasaron de ticas que los diferencian de otros préstamos disponi-
19 % en el 2010, a 15 % para el 2011, por lo que el resi- bles, sobre todo, de entidades financieras. La principal
duo, es decir, los créditos formales, pasaron de 81 % a consiste en la tasa de interés, la cual suele ser por lo ge-
85 % en el mismo periodo. Los hombres usan más los neral más alta en relación con los préstamos realizados
créditos informales que las mujeres, y dentro de esta por bancos y entidades financieras. En consecuencia,
categoría parece que acuden más a las casas comer- los créditos gota a gota resultan más costosos que los
ciales y al gota a gota, mientras las mujeres recurren préstamos del mercado formal. Los sobrecostos aso-
más a familiares y amigos (Gómez y Zamudio, 2012). ciados a la falta de regulación se evidencian en las tasas
También se encontró en la misma encuesta que cobradas por entes como los “gota a gota” y las casas de
el rango de edad más común en el que se usan crédi- empeño. Un préstamo gota a gota puede llegar a intere-
tos informales es entre 30 y 39 años. Sin embargo, las ses que oscilan entre el 200 % y 300 %, como evidencia
casas comerciales y los gota a gota son más comunes el estudio desarrollado en el 2011 por Montoya (2011),
entre los jóvenes y adultos mayores (i. e., mayores de el cual determina grandes diferencias, resumidas en la
60 años), adicional al hecho de que estos grupos re- figura 1. Según los autores, es precisamente el nivel de
curren menos a familiares y amigos. El porcentaje de tasas de interés de la oferta formal el que obliga a utili-
créditos informales es mayor en las personas que pre- zar estas fuentes solo por períodos cortos y ante urgen-
sentan menores niveles de escolaridad, aunque el pico cias manifiestas. Además, las microempresas valoran
de uso de estos se encuentra para aquellas personas más la posibilidad de acceder a un crédito que el mis-
que han alcanzado como máximo la secundaria. Al mo costo y el asegurar la capacidad de pago en función
interior de los informales, no se identificó un patrón del monto de la cuota (Marulanda y Paredes, 2008).
300.00%
250.00%
200.00%
Interés E.A.
150.00%
100.00%
50.00%
Figura 1. Tasas de interés (efectiva anual y efectiva mensual) de los créditos. Tomada de El acceso al crédito informal y a otros servicios
financieros informales en Colombia por B. Marulanda y M. Paredes, 2008, usaid - Programa midas.
Otro aspecto son los requisitos exigidos en los cuales se encuentra la hipoteca o la firma de letras en
préstamos gota a gota. Son más accesibles, ya que son blanco con las cuales luego se puedan negociar. Otra
flexibles y la documentación exigida resulta menor, y de las ventajas de los créditos gota a gota es su agi-
en algunos casos se exigen garantías de pago entre las lidad: a diferencia de algunos préstamos de bancos
118 Inclusión social y desarrollo Cooperativismo & Desarrollo / Volumen 23, Número 107 / julio-diciembre 2015
El núcleo familiar está constituido en promedio en otros sentidos (jóvenes y desplazados), pero que
por 3,64 personas, con un promedio de hijos de 1,74, estas personas deberían tener mayores oportunida-
teniendo un máximo de seis niños en una misma fa- des en los proyectos para su salida de las calles.
milia. Además, se encuentra que aproximadamente el De acuerdo con las características analizadas
promedio de personas trabajando en cada núcleo fa- de los vendedores informales y teniendo en cuenta
miliar es de dos personas. la categorización dada en la Sentencia T-772 (Corte
En cuanto al nivel educativo alcanzado, el 62 % Constitucional de Colombia Sentencia T-772MP,
estudió solo la primaria; un 30 %, la secundaria, y un 2003), en la cual se establecen las pautas para clasifi-
7 % alcanzó estudios superiores; además, el 1 % de car dicho tipo de vendedores, se observa que el 33 %
la muestra, es decir, tres personas, son analfabetas. de los encuestados son vendedores estacionarios, es
Estos datos son comparables con los desarrollados en decir, aquellos que permanecen en un mismo sitio
otros estudios similares, pero se ha incrementado en todo el tiempo de su actividad; el 44 % son semiesta-
un 3 % la cantidad de personas con estudios superio- cionarios, aquellos que cambian de lugar dependien-
res que hacen parte de los vendedores informales de do de la hora, pero no poseen más de dos o tres sitios
la zona. para vender; el 16 % son personas que recorren la lo-
Por otro lado, el 15 % de los vendedores in- calidad vendiendo sus productos; y, por último, el 5 %
formales encuestados han participado en capacita- venden por temporadas, como lo días de la madre, del
ciones, especialmente con el Servicio Nacional de padre, amor y amistad, entre otros.
Aprendizaje (sena), y unos pocos con los progra- Con respecto al tipo de artículos vendidos, los re-
mas que ha realizado la Alcaldía Local o la Distrital. sultados son los siguientes: el 18 % de los encuestados
Dichas capacitaciones están conformadas por cursos ofrece víveres y cigarrillos en puestos esquineros (en los
100
de manipulación de alimentos, emprendimiento, ser- cuales también se encuentra comida, paquetes, gaseo-
vicio al cliente y vigilancia. sas y cigarrillos); le sigue la venta de minutos a celular
En lo relativo a la tenencia de vivienda, la ma- con un (14 %), alimentos preparados (13 %), produc- 50
yoría de los vendedores informales viven en arrien- tos diversos (10 %), alimentos crudos (9 %), prendas de
do (el 66 %) y el 16 % tiene vivienda propia. El 59 % vestir (8 %), películas y música (5 %), venta de revistas
del total de la muestra pertenecen al estrato 2 (bajo) y y periódicos (2 %) y la venta de lotería y chance (3 %). 0
un 20 % al estrato 1 (bajo-bajo). También se encuen- Esto muestra la gran cantidad de artículos que se pue-
tra que las personas encuestadas pertenecen en ma- den vender y cómo la mayor parte, al ser comida, hace
yor porcentaje a las localidades de Chapinero (25 %), lucrativo el negocio en razón a la alta rotación de los
Suba (11 %) y Santafé (10 %). Cabe resaltar que el 2 % productos y la facilidad de desplazarse por todo el sec-
de la población es de Soacha, Cundinamarca. En este tor, sin necesidad de ocupar un solo lugar.
caso, muchas de las personas con inmuebles propios
han salido de los programas que tiene la Alcaldía, de-
bido a la misma situación, ya que no serían personas
vulnerables.
Acerca de la seguridad social, el 84 % de los ven-
dedores informales que participaron en el estudio
pertenecen al régimen subsidiado de salud (sisben),
mientras que el 16 % pertenecen al régimen contribu-
tivo y el 2 % cotiza para pensión. Este es un foco de
acción para el gobierno, ya que al tener un porcenta- Figura 4. Tiempo como vendedor informal. Elaboración propia.
je tan alto de personas que tienen sisben, se deberían
desarrollar mejores campañas que lleven a desarro- Como se observa en la figura 4, el tiempo prome-
llar programas, no solo de salud (como citas médicas dio que los vendedores informales de la muestra han
y odontológicas), sino programas de índole ocupacio- permanecido en esta actividad es de 8,5 años, siendo
nal y de vacunación gratuita de algunas enfermeda- el 55 % de estos los que han estado por más de cinco
des a las que son más propensos, como la influenza. años. Como dato curioso, una persona del estudio lle-
Además, se obtuvo que el 7 % de la población se en- va 40 años en la actividad.
cuentra afiliada al programa de “Familias en Acción”. La cantidad de días que trabajan en promedio es
Esto muestra que este programa ha sido encaminado de 27,19 días. Solo el 2 % trabaja los fines de semana,
120 Inclusión social y desarrollo Cooperativismo & Desarrollo / Volumen 23, Número 107 / julio-diciembre 2015
pues aprovechan la concurrencia en la ciclovía los do- que la venta de comida o víveres requiere de una ma-
mingos y las zonas de rumba los días sábados. Esto yor rotación en el surtido, pues son bienes perecede-
muestra que es un trabajo como los de la mayoría de ros y los proveedores realizan su visita por lo menos
personas, cuya actividad es toda la semana. Además, una vez a la semana (figura 5). El valor promedio de
la inactividad se da los fines de semana, en razón a inversión cada vez que se surte es aproximadamente
que el mismo sector los días domingos es muy solo y, de $173 000 (cabe aclarar que estos valores están suje-
por ende, no es productivo para ellos. tos a la disponibilidad del recurso y a la periodicidad).
Los oficios que desempeñaban antes de pasar a Es importante agregar que el 37 % de los encuestados
la informalidad son: vendedores (18 %), amas de casa utiliza una carreta para instalar su negocio, mientras
(9 %), oficios varios (6 %) y construcción de obras que el 13 %, un kiosco. Además, el 24 % llevan su mer-
(6 %), entre otros. Cabe resaltar que la muestra es he- cancía en una canasta u otro equipo.
terogénea, ya que se observan actividades variadas
tales como agricultor (2 %) y policía (2 %), lo cual da
a entender que este sector es muy rentable compara-
do con otros. Asimismo, como para ingresar a em-
presas en otros cargos, se necesita de mayor cantidad
de estudio.
Otra de las variables analizadas es la ayuda que
reciben por parte del Gobierno como personas en si-
tuación de vulnerabilidad. Con respecto a esto, tan
solo el 5 % ha sido beneficiario, lo cual evidencia que Figura 5. Cada cuánto surte su negocio. Elaboración propia.
el Gobierno no ha implementado políticas claras, y
como cada administración cambia su propuesta, se Hay que mencionar, además, que el 38 % de los
inicia un nuevo proceso sin resultados contundentes encuestados tiene un ingreso mensual entre $500 000
al pasar de los años. y $1 000 000 y el 24 % reciben menos de $350 000, ci-
Al preguntar si han participado en alguno de los fra que se encuentra por debajo del salario mínimo.
programas de reubicación anunciados en medios de Además, el 96 % afirma que obtienen ganancias por la
comunicación, solo el 16 % está en el programa, de los actividad (figura 6). Por otra parte, el 67 % de ellos paga
cuales el 69 % son liderados por la Alcaldía y el 31 % por guardar la mercancía en casas o lugares cercanos al
por el ipes. Al indagar acerca de la situación laboral, desarrollo de su actividad, lo cual tiene un costo pro-
el 85 % respondieron que no se encontraban buscan- medio de $68 000 mensuales. Se muestra con esto que
do trabajo, lo cual implica que la actividad es renta- la economía de un vendedor ambulante es buena, ya
ble, en las políticas trazadas para ellos no ven peligro que es un gran porcentaje el que recibe ganancias.
para su sustento y la represarías que podrían tomar
algunos actores como la policía, no son frecuentes.
Otro aspecto utilizado para el estudio fue la in-
formación operativa, incluyéndose los costos y va-
lores del negocio propio desde la inversión hasta la
ganancia. En lo referente con la inversión inicial, se
observa que el promedio es de $1 198 000, cifra que
cubre los materiales, equipos, vitrinas, utensilios y
demás enceres. No obstante, los valores varían desde
$0 como mínimo para negocios como la venta de ce- Figura 6. Ingresos mensuales por la actividad. Elaboración propia.
lulares o de puestos que se dan en arriendo. En con-
traste con lo anterior, el valor máximo de inversión En relación con los proveedores, la mayoría
encontrado fue $6 000 000 para negocios tales como prefiere comprar la mercancía a intermediarios ma-
comidas preparadas (las cuales necesitan de hornos, yoristas (58 %) y solo el 12 % la compra directamen-
e.g. pizzeros), o la venta de ropa. Asimismo, el 37 % te en la fábrica. El 86 % de los vendedores pagan de
de los vendedores informales de la muestra surte dia- contado y el 8 % por medio de crédito o de contado.
riamente y el 44 % lo hace semanalmente en razón a Asimismo, el 26 % ahorra en promedio el 5 % de su
costos. Esto también depende del tipo de actividad, ya venta diariamente (figura 7).
Perspectiva socioeconómica de los vendedores informales de Chapinero, en Bogotá, Colombia 121
Figura 7. Porcentaje de ahorro. Elaboración propia. Figura 9. Ha solicitado créditos gota a gota. Elaboración propia