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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGO

Nitsch en México
Un acto de deslegitimación
Arteaga Sánchez Joaquín
02/04/2016

La cancelación de la muestra de Hermann Nitsch en el museo Jumex, en la


ciudad de México y el drama subsecuente que desato en los medios con
acusaciones de maltrato animal y la censura en el circuito
institucional/privado del arte, son síntomas de cómo, al menos en México,
los museos se han mantenido bajo la dirección de los valores éticos y
morales del sector privado, bajo la premisa meramente lúdica de analizar
estos síntomas en la manera que lo haría un médico profesional, podríamos
diagnosticar que el museo Jumex y el arte contemporáneo se enfrentan a:
retención de intereses económicos, además se encontraron cálculos políticos
y empresariales que obstruyen el flujo libre cultural y la vena de supuestos
medios críticos.
El museo Jumex, inaugurado el 19 de noviembre del 2013, además de un

escenario de la colección Jumex, es un espacio enfocado en exhibir y promover el

arte contemporáneo, tanto a nivel nacional como internacional. Estas finalidades

se pusieron en revisión cuando, el 30 de enero del 2015, el museo anuncio que la

exposición del artista vienés Hermann Nitsch quedaba suspendida. Las noticia se

volvió un fenómeno mediático con consecuencias escandalosas, incluyendo la

renuncia del director del museo, Patrick Charpenel, y una carta de la embajada

austriaca, donde lamenta la ignorancia con la que se malinterpretó el trabajo del

artista.

Todo este fenómeno mediático y por ende social es resultado de las

decisiones de algunos que intentan así como lo intento el clero en los siglos del

arte pre-renacentista, incluir a toda la comunidad social, meta que es imposible si

uno de los peores males de la sociedad actual, es la centralización de poder y el

acumulamiento de riqueza, aquí es donde las supuestas instituciones culturales

pierden credibilidad al momento de interpretar y valorar el arte, ya que estas

organizaciones no gubernamentales responden solo a los intereses económicos y

políticos.

Es en este planteamiento donde radica la importancia del método

sociológico para analizar una obra o periodo artístico, y aquí encontramos nuestro

objeto de estudio: analizar la obra de Nitsch considerando el ambiente político

histórico y científico contemporáneo además de la situación de violencia que se

vive en México.
Una de las metas teóricas de la sociología del arte es certificar arquetipos o

´´espíritus de una época´´ a través de hechos históricos e hipótesis. Sin embargo

mientras más universal esta teoría social también tiene que ser más general para

no perder el sentido objetivo, y no negar a la masa como un conjunto de individuos

cambiantes, resultado de una hibridación y mestizaje de culturas (como es al caso

actual de toda latino américa que no es ni europea ni indígena). Como testimonios

objetivos podemos valernos de la aparición de las vanguardias en el siglo XX:

muchos artistas consientes de la situación acrítica de las instituciones artísticas en

su tiempo: lanzaron manifiestos y consolidaron nuevos lenguajes (que después la

historia del arte catalogaría como corrientes artísticas) que desafiaban y

demandaban una reestructuración de los poderes en el arte y en algunos casos

tan radicales como el futurismo: de la sociedad.

El artista Hermann Nitsch corresponde en parte a este acontecimiento,

esencial y permanente en su discurso artístico. Su lenguaje es crudo y violento;

tal es el su performance ´´teatro de orgias y misterios ´´ donde explora los rituales

que dieron paso al cristianismo cabe mencionar que lo anterior es una de las

razones por las que se desprendió el drama posterior a su cancelación en el

Museo Jumex. no obstante, no fue la única ni la principal razón de lo sucedido. El

director del museo envió un mensaje al artista vienés donde afirma que las

condiciones políticas y sociales de nuestro país no son adecuadas para presentar

su trabajo.
La situación política y social de México, sigue siendo alarmante. Pero fue en

septiembre del 2014 cuando se hizo evidente con el crimen de Estado cometido

en Iguala y El Museo Jumex no podía (o no quiso) verse involucrado en

situaciones potencialmente peligrosas: desde el punto de vista empresarial,

cancelar la exposición fue la decisión más lógica, sin embargo desde el punto de

vista artístico y social la decisión no pudo ser peor.

Muchos artistas y críticos de arte reprobaron este acto, catalogándolo como

un hecho de censura y como ejemplo de la deplorable situación cultural que se

vive en México actualmente. Sin embargo, como explica el artista Carlos

Amorales en un artículo publicado en el periódico Excélsior

La comprensión del arte en nuestro país en gran medida sigue siendo (en cuanto
al objeto artístico) desde la lectura reduccionista del muralismo, sólo que ahora a
partir de valores nuevos que ya no son dictados desde un Estado débil sino desde
una iniciativa privada fuerte. 1

Para el historiador Pierr Francastel la historia del arte ya no se limita solo al

análisis de las obras y su atribución, sino a la confrontación de la obra con su

tiempo y su contexto de creación, de este modo podemos clasificar el trabajo de

Hermann Nitsch como un detonador en la sociedad, que busca la confrontación y

renovación a través de recreación de rituales pero más importante de llevarnos

fuera del contexto actual, una catarsis personal que el mismo Nitsch dirige como

maestro de ceremonias, cuidando cada detalle de su presentación: la música que

1
Carlos Amorales, censura en el museo Jumex el problema también es de los artistas mexicanos,

http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2015/03/02/1011093
el mismo compone, la coreografía y la escenografía. Todos estos elementos nos

revelan la gran importancia que Nitsch le da a la interacción del público con el

espectáculo, y también el enfrentamiento de los sentidos. Al comparar el ambiente

saturado de estímulos enérgicos y sensitivos con el contexto político e histórico en

que se canceló su exposición retrospectiva, podemos encontrar algunas

coincidencias, sin embargo no podemos encasillarnos y analizar solo elementos

específicos como la violencia y demás temas escabrosos. El trabajo de Nitsch se

traduce en la sociedad no como reflejo sino como detonante, de nuevo como

elemento catártico y polémico, que cuestiona el ambiente político histórico y

científico en el que se presenta, ya no en el que se crea.

Pero no podemos culpar de todo a la sociedad y la forma de leer el trabajo

de Hermann Nitsch, aunque sí podemos cuestionarnos y exigir la correcta función

crítica y constructiva que tienen las instituciones artísticas como responsabilididad.

En el siglo XXI la responsabilidad social y artística del museo tendría que ser

razón suficiente para cuestionar la situación política y social del país; de otra

manera se perpetuaría el modelo acreditador de poder, el cual las vanguardias y el

mismo Nitsch denunciaron, Una de las citas que ejemplifica mejor este fenómeno

está contextualizada en los 70’s y fue pronunciada por los artistas del accionismo

vienés (misma corriente a la que perteneció Hermann N.) Brus y Muhl:

Nuestra consolidada democracia, utiliza el arte como válvula de escape, e intenta


sobornar al ‘artista’ vanguardista, rehabilitando sus ideas y expresiones ‘artísticas’
revolucionarias para convertirlas en una forma de arte aceptable por el Estado.
Pero este ‘arte’ no es arte, solo es política creada desde los más altos
estamentos.2

Después de reflexionar nos damos cuenta de que el trabajo del artista

vienes continua desafiando instituciones culturales a borrar los límites entre el

contexto social contemporáneo y un contexto atemporal catártico y sensorial que

propone su obra, haciendo interactiva la experiencia de rituales y sacrificios.

Incluso podríamos concluir que la fama de Hermann Nitsch radica en:

 Aparecer en los libros de historia del arte

 El momento histórico-social en el que aparece

 Y el haberse consagrado como una figura importante del arte desde

una postura anti-institucional

Además el trabajo de Nitsch tiene un impacto más allá de las instituciones,

y es en este impetuoso escandalo fuera de las salas de exposición, donde

se encuentra el verdadero valor histórico social de su obra, es en el debate

crítico y en el espectáculo mediático cuando el desagrado, la curiosidad por

lo desconocido y la autorreflexión convergen para vomitar un espectáculo

de conciencia acrítica y polémica que expone a las instituciones y críticos

del arte y expone las verdaderas intenciones de organizaciones

gubernamentales y no gubernamentales, para controlar la libre expresión y

el libre pensamiento.

2
Carlos Amorales, Censura en el museo Jumex el problema también es de los artistas mexicanos,
http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2015/03/02/1011093
Carlos Amorales,Censura en el museo Jumex el problema también es de los

artistas mexicanos, http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2015/03/02/1011093

Cancela Museo Jumex presentación del polémico Hermann Nitsch. Con Rene

Franco, http://www.radioformula.com.mx/notas.asp?Idn=476697&idFC=2015 5 feb

2015,

Universidad Politécnica de Valencia, (Universitat Politècnica de València - UPV ). 11

octubre 2013. ANALISIS DE LA OBRA DE ARTE. Método sociológico

https://www.youtube.com/watch?v=I5L25yTehmk

Noticias 22 agencia, (Noticias22Agencia).3 marzo 2015. ¿Quién es Herman Nitsch

y porque no expuso en el Museo Jumex?

https://www.youtube.com/watch?v=9P4N4TDKbmo

Marcuse, Herbert: ´´la sociedad como obra de arte´´ en op. Cit

Ortega y Gasset; José: ´´impopularidad y deshumanización del arte nuevo´´ en :

Sánchez Vázquez, Adolfo, Antologia. Textos de estética y teoría del arte, Mexico:

UNAM. 1983

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