1- Diógenes no solo vivía en un tonel de vino por el hecho de vivir en un tonel de
vino, lo hizo, al menos de acuerdo con la historia apócrifa de Diógenes Laercio, porque no tenía otro lugar para vivir. Gran parte de lo que "sabemos" sobre Diógenes se encuentra prácticamente solo en Diógenes Laercio, que no es una fuente particularmente buena.
2- Diógenes llegó a Atenas donde conoció a Antístenes, quien al principio lo rechazó
como estudiante, pero, finalmente, se desgastó por su persistencia y lo aceptó. Al igual que Antístenes, Diógenes creía en el autocontrol, la importancia de la excelencia personal en la conducta de uno y el rechazo de todo lo que se consideraba innecesario en la vida, como las posesiones personales y el estatus social (pertenecía al cinismo). Era tan ferviente en sus creencias que las vivió muy públicamente en el mercado de Atenas. No poseía nada, y parece haber vivido de la caridad de otros. Era dueño de un tazón para la comida, pero la tiró cuando vio a un niño que tomaba agua de las manos y otro que comía legumbres sobre un trozo de pan. Allí se dio cuenta de que ni siquiera necesitaba una taza para sobrevivir, y que podía ser más humilde aún de lo que ya era. Antes de morir, Diógenes pidió ser arrojado como comida para los perros, pues este "ya estaba acostumbrado". TRABAJO PRÁCTICO N°1