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Si consideramos el divorcio desde “la crisis” podremos encontrar los factores cotidianos

por los que se genera el fin de un matrimonio como es el caso del desarrollo de este (los hijos,
infidelidades, etc.), es decir, que durante el matrimonio puede generarse una causa interna o
externa que lo finalice. Generalmente se desarrollan diversos mecanismos que los
involucrados mantienen durante y después de la ruptura, estos mecanismos en su mayoría
afectan también la vida de los hijos y de las personas involucradas pues, los padres intentaran
mantener una postura que les permita siempre estar a la ofensiva del otro, ya que para ellos es
de suma importancia poder entablar una conexión económica que mantenga y supla todas las
necesidades de los individuos creados en este proceso. Al igual como afecta a los hijos,
también afecta a los padres pero de cierto mod los padres son afectados en cada uno de los
escenarios posibles pues son ellos quienes deben romper con la conexión de un ser amado y
que en algunos casos son incapaces de superar las condiciones de ruptura que la otra persona
ofrece, pues ellos son quienes deben lidiar con sus sentimientos, sean buenos o malos, deben
lidiar con su círculo social quienes se dividirán dependiendo de que persona tiene una mejor
relación con ellos; con su economía, pues fuera de sus hijos quien pierda la mayoría de los
bienes debe buscar una forma de cumplir con la manutención al igual que con sus gastos
personales (por necesidad y por el querer), legalmente, las personas involucradas querrán
terminar con el proceso lo antes posible, pues es para ellos incomodo tener que seguir con la
relación que se encuentra en crisis. Esta crisis presenta un desarrollo o un proceso por el cual
toda pareja debe atravesar, y en los cuales siempre se generará un problema, en este proceso
se presentan 6 partes y cada una de ellas es representante para el final de la relación; al llegar
al divorcio, este se separa en dos etapas: el pre-divorcio y el divorcio. El primero de estos es
visto como un periodo de liberación y desaliento, o sea, divorcio emocional (deterioro de la
relación y el aumento de la tensión de la ruptura.). el segundo como un periodo en el que se
realizan todos los compromisos legales (se hace legal la separación, se regulan sus efectos, se
realiza el reparto de los bienes y se garantiza la subsistencia de cada uno de los padres con los
hijos, tanto social como económicamente.). después de la ruptura legal, muchas parejas
vuelven a entablar una relación sentimental del modo que lo llevaban haciendo, pero otras
vuelven a crear el vínculo que tenían con su prometido a prometida, pues es la ruptura lo que
hace que estos se unan mejor a como nunca habían estado. Otras situaciones muestran que la
ruptura nunca se llega a generar, esto ocurre por dos razones: la primera que una de las partes
obligue a la otra para no realizar la separación, ya sea que este intente matarse o genere otra
excusa que evite el divorcio. La segunda que las dos partes solucionen los problemas y
continúen con sus vidas juntos.

Los hijos son aquellos individuos que sufren más, pues son ellos quienes cargan con una
crisis emocional al vivir la situación de ruptura de sus padres, para ellos la unión de sus
padres es lo primordial por lo que sus decisiones giraran en torno a que sus padres se unan,
esto lo realizan al estar con las dos partes, hablando de lo mal que se encuentra cada parte o
de lo mucho que las dos partes compartieron durante su matrimonio. Pero muchas veces esto
no llega a suceder y es entonces cuando sucede una crisis emocional y social para estos
individuos, quienes son la parte crucial para las dos partes y el vínculo que se mantendrá
entre ellos.

Para el divorcio existen 4 tipos de conflictos, conflictos en los cuales se puede dividir la
crisis de la ruptura: conflictos psicológicos, conflictos comunicacionales, conflictos
sustantivos y conflictos sistemáticos. El primero, son los problemas privados y personales,
los cuales constituyen los factores más potentes en los desacuerdos del divorcio. el segundo,
El conflicto no existe sin comunicación. El tercero nos dice que Forma parte de la dinámica
esencial de todos los divorcios y afectan todas las decisiones que se tomen. El cuarto, nos
explica que cualquier conflicto se crea por la pareja y es por ella misma que la relación
termina, afectando al sistema familiar y al sistema legal. En el sistema legal se ve afectado
por los conflictos Cuando no son posibles los acuerdos sobre los hijos o los bienes, se forman
problemas internos dentro de los padres que no permiten alcanzar las mejores opciones para
los hijos después del matrimonio y que aparecen como innegociables.

Debido a esto es que se genera una de las peores etapas de la cris, el problema que ocurre
entre el conflicto legal y el conflicto psicosocial, en el que muchas parejas son las que
mezclan y terminan perjudicando el final de la “crisis”, pero es de mucha importancia poder
entender que estos dos conflictos no dependen uno del otro, pues el conflicto legal es
independiente del psicológico puesto que las emociones de los representantes de la pareja no
son tomados con tanta importancia, “pues es difícil poder decidir si se hace con el corazón y
no con la cabeza” por lo que para poder decidir y repartir los bienes, manutenciones, visitas
de los padres, ¿con quién vivirán los pequeños?, etc. Pero ¿Qué sucede cuando los padres son
incapaces de tomar estas decisiones? Cuando los padres pasan a ser “más un jurado que los
propios acusados” el juez es quien toma la responsabilidad y el poder para decidir la custodia
y manutención de los hijos, pues es el quien debe hacer cumplir de forma legal que todo se
cumpla y de que los hijos de la pareja no queden desamparados, es aquí cuando muchas
parejas quedan inconformes ya que se les priva de su derecho a elegir y donde muchas
decisiones afectan la calidad económica y social de la pareja, por lo que se genera un
conflicto psicosocial el cual es tomado por expertos quienes intentan solucionar por el bien de
todos los integrantes de la familia cada conflicto interno que los individuos presenten, esto es
aplicable tanto a hijos como padres, pues los padres son aquellos que deben cumplir los
acuerdos legales, al igual que de continuar su vida sentimental, social y económica. Los hijos
porque la crisis que se presenta después del divorcio genera depresión y duda en los niños,
alcanzando hasta la idea de que por ellos es que esta ruptura se presenta, al igual del vació
que se generara en su hogar por una de las partes que debe alejarse de la propiedad.

“Como hemos ido viendo, la participación de los hijos en el proceso de ruptura de sus
padres supone una serie de repercusiones importantes.” BOLAÑOS, I. (1998). Los hijos
son aquella cosa que hace que el conflicto del divorcio se alargue, pues durante esta crisis se
busca el bienestar de cada uno de ellos, al igual estos miembros tienen mecanismos de
defensa ante este proceso:

el miedo a ser abandonados: los hijos durante el divorcio piensan en que sucederá con
ellos y por lo general estos miembros intentan reconciliar a sus padres con el fin de mantener
su entorno y bienestar igual a que estos están acostumbrados.

las ansiedades ante las separaciones: tras la ruptura los niños presentan ciertas ansiedades
al alejarse de cada uno de sus padres.

En adolescentes: son más probables los intentos de manipular la ruptura para obtener
ventajas propias durante la crisis.

Pero es necesario entender que la crisis de los hijos durante el divorcio depende mucho de
la edad, sexo, personalidad y ajuste emocional; ya que es muy diferente la reacción de cada
uno de estos miembros frente a esta crisis, al igual como se mencionaba anteriormente es
muy importante mantener un acuerdo que mantenga un equilibrio social y emocional para
ellos. Pero no solo son ellos la causa más importante de esta crisis, pues al igual los
miembros que representan cada una de las partes “ los casados”, pues son ellos a los que igual
sufrirán una crisis social y emocional pero esta crisis no solo termina aquí, sino que además,
involucra muchos ámbitos económicos en los que en general una parte pierde más que la otra,
pues aquella parte que se caracteriza por mantener la mayoría de los bienes es la que mejor
estabilidad económica mantendrá, pero al igual será esta parte la que se mantenga con los
miembros desarrollados durante el matrimonio, los hijos. Mientras que por otro lado la otra
parte se mantendrá estancada en un agujero económico en el que se afectará de manera
directa su estabilidad social y económica pues para esta parte llegará la peor parte de la crisis.
Cabe destacar que es por ello que se mantiene un proceso legal que equilibre cada uno de los
puntos anteriores y que es esta la que intentara erradicar ese pequeño agujero económico que
generara una gran crisis emocional y social de cada uno de los miembros.

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