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176 Libros Fspiritualidad Tgnaciana (GED, quienes con los dos volémenes de su “Diccionario de ‘Espiritualidad Ignaciana” (publicados en la misma coleccién MANRESA) y otros escritos, y ahora con esta antologéa, contribuyen a un mejor conocimiento de Ia espiritualidad igna- ciana. Una espiritualidad compartida por un niimero de gente cada vez mayor. Una espiri- tualidad que pide ser transmitida de generaci6n en generacién. Y, asf, “los otros que vit ren para ella (la Compaiiia de Jestis), deben procurar por allegar cuanto pudieren, adonde Jos primeros llegaron o mas adelante en el Sefior nuestro” (Constituciones de la Compafiia de Jestis, 81). Josep Giménez Vision unitaria de la existencia cristiana Guaapmit, Romano. Libertad, Gracia y Destino. Colec.: Biblioteca Palabra n° 54. Edit.: Madrid 2018, pp. 336, cm. 21 x 13, 19,90 euros (IVA incl.). ISBN 978-84-9061- 76: Romano Guakon (1885-1968), filésofo y tedlogo, una de las grandes personalidades del pensamiento europeo contemporaneo, aborda estas tres realidades que subyacen en el drama de la persona y que parecen contradecirse entre sf cuando inciden en la existencia humana, a saber: Libertad, Gracia y Destino. Sin embargo, para Guaroist distinguir el ‘orden de la naturaleza y el orden de la gracia no supone de ninguna manera separarios. Al contrario, nuestro autor se esfuerza en discernir la continuidad maravillosa y e} parentes- co entre estos dos drdenes. Como dice el propio autor, “todo mi trabajo intenta lograr una visidn unitaria y global de la existencia cristiana’” (pag, 5). Y a continuacién hace el si- guiente comentario: “Esta visién se tenta en los comienzos del pensamiento cristiano. ‘Agustin no distingue metddicamente entre filosofta y teologta; ni dentro de la filosofla, entre metafisica y psicologia: ni deniro de la teologta, entre teologia dagmatica y doc- trina de la vida priictica, sino que partiendo de la totalidad de la existencia cristiana, hace sin mds sus elucubraciones sobre esa totalidad y la multiplicidad de sus contenidos” (pag. 5). El autor divide su estudio en tres partes, En la primera, La Libertad, sefiala la impor- tancia del tema ya que “hoy mas que nunca, el individuo tiene que quererse como persona y adguirir un criterio propio, obrar en conciencia y asumir las consecuencias de su ‘accién'(pig. 30), aclarando que “el acto libre recibe su sentido pleno no al hacer algo, sino solo al hacer lo correcto” (pég.34). Para Guarpint la forma mas intensa de experiencia de la libertad personal es el amor:”Quien vive esta experiencia toma conciencia de un hecho paradéjico: que mientras solo tenia en séel centro y solo se pertenecia a si mismo, aiin no era verdaderamente él mismo. Ahora bien, una vez salido de si, cuando el otro se ha hecho mds importanie que uno mismo, ha concebido su verdadero yo (pag. 50). ¥ a continuacién vienen, a mi entender, unas paginas magistrales del autor cuando frente a la libertad de la comunidad se halla la libertad de la soledad, que también es esencial, En la soledad la persona retorna a sis “El yo del hombre no esta inmediatamente completo, como Ja concrecién del animal, sino que siempre ha de tener certeza de si, atreverse consigo mismo, hacerse. Y esto ocurre en la soledad” (pg. 51). Pues, para Guaxpin, “en la soledad esté encerrado el micteo vital” (pag. 51). Ya que “la soledad, rectamente vivida, se expe- rimenta como liberacion personal. Esta vivencia se hace tanto mds fuerte y esencial cuanto mayor es ef hombre; y tanto mas la necesita el hombre cuanto mds fuertemente sus disposiciones lo empujan a la accién. La vida solo se mantiene sana cuando continua- ‘mente renueva la experiencia de la soledad” (pg, 52). Y el autor da as siguientes razones: “En ta soledad, el hombre estrechamente enlazado en la trama de las relaciones sociales Libros 177 despierta a la conciencia de su persona. Descubre su propio centro, que en cierto modo es también el centro del mundo, del verdadero mundo: no mera suma de las cosas exis- temtes, sino ‘existencia’ en la que la persona vive las cosas una y otra vez, las reconoce ¥ ‘asume con responsabilidad propia. En la soledad experimenta el hombre su propia uni- cidad, la imposibilidad de ser sustituido y eliminado” (pég, 53). Este penetrar en la soledad, en el Ambito del ‘yo mismo conmigo mismo’, es un deber, y con frecuencia muy pesado, ya que el hombre entra aqui en contacto con las potencias y tensiones de su intimidad, con las, exigencias apremiantes de su conciencia. Y se pone en contacto con ese siniestro vacfo que tan fastidioso e insoportable llega a hacer el quedarse con el propio yo y hace que parezea aceptable cualquier actividad que nos aleje de é1. Y concluye el autor diciendo: “La autén- tica soledad solo puede realizarse ante Dios. En el momento en que esto se olvida, se transforma en ta actitud de autonomia y de total enajenacién, produciendo una nueva ruina” (pig. 54). Al hablar de Ja libertad cristiana pone su fundamento: “Cristo es la epi- fania corpérea de Dios. En El se desvela en la historia el Dios escondido” (pag. 88). “El Espiritu logra que Cristo viva en la intimidad del creyente, y el creyente en la intimidad de Cristo” (pig. 92), Por esto, “abedecer a Dios supone, en primer término, reconocer que ‘yo no soy duefio de mi mismo en sentido absoluto, sino mds bien que la instancia final de imi accidn reside en El” (pag. 103). En [a segunda parte, La Gracia, Guaxpins se centra en lo gratuito de la existencia, criticando a un mando como lo imagina la ciencia natural mecénica, donde todo se resuel- ve seguin las necesidacles matemiticas, biolgicas © psicol6gicas, afirmando que “serfa un mundo sin gracia, En él no kabria sitio para ofrecer un regalo, para el florecimiento de algo nuevo, para el logro ~que hace dichosos- de algo perfecto, para la libre apertura del corazén” (pig. 149). Al hablar de Ja gracia en sentido cristiano, afirma: “La Revelacién ensefia que Dios, por su voluntad soberana, creo el mundo de la nada. Y eso implica aseverar que el mundo no existe necesariamente” (pég. 157). En definitiva, “el mundo no tiene cardcter de naturaleza, sino de historia” (pag.160). ¥ afirma: “La gracia es la relacién ‘misma en la que Dios eleva al hombre. Dios viene al hombre, se le entrega gratuitamente y, ala par, es su don lo que le posibilita acogerlo™ (pag. 169). Ast, “Cristo vive en mt, pero nno de modo que mi yo quede anulado y lo reemplace por el suyo, sino que, precisamente ‘en cuanto que El vive en mi, yo alcanzo la autenticidad de mi propia vida, tal como el creador la entiende” (pég. 171). Finalmente, en la tercera parte, Et Destino, palabra que al pronunciarla “pertenece a Jo que me es mas propio y, al mismo tiempo, me es ajeno. Lo conozco por una intima participacién y, sin embargo, cuando pretendo asirlo, se escabulle” (pig. 203). GUARDIN da una explicaci6n a esto: “El destino me alcanza desde fuera, pero. a la vez, desde el primer instante estd en mé mismo. No es como si yo fuera un ser acabado y después el destino se me acercara desde la naturaleza y la historia, sino que yo mismo soy mi des- tino” (pag, 226). Ya que, “vivir quiere decir que el hombre penetra con su iniciativa en ta ‘materia de la realidad —hombres, cosas y situaciones- y la asume conjorme a la forma de su existencia. Sin embargo, la materia de la existencia tiene ya su propio sentido y una posicién propia y la afirma. Por eso resiste a la voluntad vital, que quiere modelar- la, se encierra, se retira, se escabulle. Esta resistencia es destino, y todo afén por construir Ja forma individual de existencia implica lucha” (pag. 327). Pot otra parte, nuestro autor indica que permanecer en la Providencia no es solo don y ayuda, sino también deber y exigencia: “Lo esencial en la fe en la Providencia no es arrojarse en los brazos de un Padre amoroso que todo lo pone en orden, sino meterse a compartir la preocupacién de Dios por su reino y, por tanto, la corresponsabilidad por la cuestion definitivamente decisiva” (pag. 304). ‘Y Guarbint termina su reflexién pregunténdose: {Qué es lo trdgico? A lo que responde: “Lo trégico es el callején sin satida del destino, en un mundo encerrado en si misino, de forma que al kombre no le cabe apelar a otra instancia. Después de la Revelacién, esta 178 Libros clausura ya no existe, pues en Cristo ef mundo quedé abierto. Cristo es esencialmente el camino que va del Dios vivo « nosotros y de nosotros a Dios” (pag. 318). Estamos, pues, ante un maravilloso andlisis fenomenolégico de la vida cristiana que ilumina la vida del cereyente. José Luis Vazquez Borau Verdad del cristianismo en discusién con las ciencias naturales Janas, Raymon. Von der Formel zum Sein. Der Wahrheitsanspuch des Christentums an- gesichts der Herausforderung durch die Naturwissenschaft in der Diskussion der Gegen- wart. Colec.: Religion in der Moderne Band 27. Bdit.: Echter, Wirzburg 2018, pp. 437, cm. 23 x 15. 42,00 euros. ISBN 978-3-429-04468-8. Se trata de un Escrito de Habilitacién, presentado én 2016 en la Facultad de Teologia catélica de la Universidad de Mtinster, un volumen més afiadido a esta excelente coleccién ReligiGn en la Edad Moderna, Su autor es doctor en filosofia y teologia, miembro de la Congregacién de los Misioneros Oblatos de la Inmaculada Virgen Maria, y actualmente profesor de filosoffa y teologia en el Instituto de Estudios Teolégicos de Bruselas. El ti- tulo dado a la obra es algo desconcertante: De la férmula al ser. El subtitulo nos orienta ya algo mAs acerca del sentido y contenido de la obra: “La reivindicaci6n de 1a verdad el cristianismo frente al desafio de ta ciencia en la discusién del presente.” En una ex- celente introduccién, el autor nos indica el contenido general de la obra y cudles son sus objetivos fundamentales. Constata que el atefsmo, sobre todo en el mundo occidental, se ha convertido en un fenémeno de masas, cada dfa en aumento. El problema tiene unas rafces antiguas, entre las que estarfan las guerras de religién, que tuvieron lugar en la Europa de los siglos XVI y XVII, guerras que minaron la credibilidad del cristianismo y ocasionaron las primeras criticas del mismo y de la religién en general. No cree el autor, como afirman algunos optimistas, “que seamos nosotros los testigos actuales de una ‘Vuelta de la religiGn’. Si se pudiera hablar de ello se tratarfa, en todo caso, no de una vuelta al Cristianismo institucional, tradicional y eclesidstico”. El autor conoreta més el motivo de su investigacién en la siguiente reflexiGn: “La critica de la religiGn y el atefsmo se han legitimado, con frecuencia, con una represién por parte de la ciencia natural mo- derna.” Asf Ia extensién y difusidn del ateismo moderno tiene mucho que ver con el progreso de las ciencias naturales, lo cual no quiere decir que éstas tengan como conse- cuencia el fomento de la irreligiosidad y del atefsmo. Este problema es el que investiga el autor, ampliamente y a conciencia, de tal manera que al llegar al final de su estudio nos damos cuenta que también nosotros hemos adquirido conciencia de la gran impor- tancia del tema en nuestro tiempo. La segunda parte de Ia introduccién trata “de ta temética, del orden de las ideas, asi como de la estructura de la presente investigacidn acerca de Ia reivindicacion de la verdad del cristianismo frente a la reivindicacién de las ciencias naturales”. Concluye el autor que lo que llama el dilogo o el conficto entre teologéa y ciencias naturales no es, por regla ‘general, ninguna discusién acerca de la posible relevancia teolégica de determinados resul- tados de la investigacién cientffica de la naturaleza, sino més bien una discusién de concep- iones filosGficas e incluso representaciones populares, quizés sugeridas por las ciencias naturales y por sus resultados, pero que de ninguna manera pueden ser justificadas. (p.22) La doctrina de la fe acerca de Ta esencia y existencia de Dios, asf como de la relacin del mundo y del hombre con Dios, ni es confirmada, ni contradicha por las ciencias de la na- turaleza y sus resultados. Asf, piensa el autor que no es dado a las ciencias naturales el re- lacionarse con el contenido esencial de la teologfa, ya que ambas a penas se tocan y sus

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