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IV. SOBRE EL PRESUNTO “CARACTER PRIMITIVO” DEL DERECHO INTERNACIONAL* 1 ‘LA OPINION més comtnmente aceptada, tanto por los juristas comio por «l pablico, caracteriza al derecho internacional’ ante todo por sus "fa. llas”, de Jas cuales las més notorias son Ja falta de un legislador y, més ‘in, la inexistencia de un juez capaz de condenar todas las violaciones de las que es objeto este derecho y de hacer cumplir sus decisiones. De ello resultarfan numerosas consecuencias. Primera, en el aspecto préctico —el més importante—, el derecho internacional se encontrarfa despojado de casi toda influencia en los hechos debido a estas carencias. Si los estados pudieran impunemente eximirse de observarlo, sus gobiernos darfan poca importancia a su observacién y no dejarfan de violarlo cada vez que su ‘interés se los mandara. En otras palabras, serfa un derecho ineficaz, En el aspecto cientifico o técnico, por las mismas causas, el derecho internacional estarfa muy rezagado respecto a los diversos ramos del derecho interno, que desde luego podrfan proporcionarle modelos sus- ceptibles de facilitar su desarrollo. Por ultimo, en el aspecto pedagégico este derecho ineficaz y retrasa~ do, que por lo demés no atafie a los particulares, no presentaria mas que un interés y un valor formador mediocres, Jo que justificarfa hacer de él una disciplina secundaria en él programa de los estudios juridicos, Un adjetivo parece resumir admirablemente esta situacién: “primiti- vo". Los propios internacionalistas lo admiten comdnmente.? Pero, éno habrfa que ir més lejos? Algunos lo hicieron y dudaron de que el derecho internacional mereciera su nombre y fuese en verdad un derecho. Segiin la ensefianza tradicional, las normas juridicas se dife- rencian de todas las demés normas sociales por el carécter especifico de su fuerza obligatoria. La obligacién jurfdica se reconocerfa, pues, por Publicado en Recueil de Mavau, a propésito dela Asamblea dela Sociedad Suiza de Justitas de Oincbra, del 3 al 5 de octubre de 1969, (Memorias publicadas por la Faschad de Derecho de Ginsbra, nim. 27), Ginebra, Libraitie de lUniversite Georg & Cie, 1989, p-201-213, ' La expresign “derecho internacional’ sin otro calificativo, se utilizar en este artfeulo ora designar el derecho internacional publico o derecho de gentes. Vease, por ejeraplo,P. Guggenheim, raed de drolt international publi, t. 1, 28. ed p. 3. 108 say SOBREEL "CARACTER PRIMI estar dotada de una sancién so ser aplicada por medio del apre con las obligaciones de las que el laculpa a los estados. Por Jo tant su cardcter primitivo serfa el de A pesar de los pocos autores abf, esta tesis extrema parece pe de vista l6gico y hasta la tnica o1 parte, es decir, con la definici de recordar. Veremos més adel: tl derecho internacional con es Las consecuencias de este f bien por qué casi la totalidad ellas. Conducen a una penosa e! no hay derecho internacional, mando en cuenta que la observ existencia de un conjunto de reg racionales y al que hacen refers las organizaciones internaciona tes internacionales y hasta los t es derecho? 0 bien, hay que ad cho es:falsa, lo que es ain mas aceptar. Por huestra parte, creemos g Ia teorfa.* Por ello, optamos po pensamos que desde un punto < contribuciones del estudio del de cuestionamiento de los concepto a que es mucho més un dereche Yes aq donde as opiniones de a sobre la prtendids ineicencin del deree than etando los prefuicios dels que pe omparccos, no Gzjan de ser preuicn £5 clotgqus en stuaciones de cass pr ipas derecho interacionala mesic tt aiernaconaies no estan sempre ¢ elonales normale, el derecto interac slderecho canstvuctonal en aumerosos: 0 exlsc ol derecho consitacional? > ovsitcionaleswsbrgode todo golf fez son equcllos respecte de os que las Toaredes? Toque cs cers, orl contraro,e ses poten que ningsn otro derecho ¢ ‘stados). \RACTER PRIMITIVO” RNACIONAL* ‘nto por Jos juristas éomo por tcional! ante todo por sus “fa- a falta de un legislador y, més condenar todas las violaciones tcer cumplir sus decisiones. nds importante—, el derecho de casi toda influencia en los stados pudieran impunemente latian poca importancia a su ada vez que su interés se los ‘echo ineficaz, las mismas causas, el derecho ecto a los diversos ramos del 1 proporcionarle modelos sus- ste derecho ineficaz y retrasa- iculares, no presehtaria més eres, To que justificaria hacer rama de los estudios jurfdicos nente esta situacién: “primiti- miten comémmente? anos lo hicieron y dudaron de ‘nombre y fuese en verdad un las normas juridicas se dife- ales por el cardcter espectfico {dica se reconocerfa, pues, por 1a Asamblea de a Sociedad Suiza de Memorias publicadas porla Facultad ie de l'Universite Georg é Cie, 1969, liativo se utillzara en este articulo cho de gentes. ‘eintemational public, 1, 2a. ed.,p.3, SOBRE EL.“CARACTER PRIMITIVO" DELDERECHO INTERNACIONAL 105 star dotada de una sanci6n socialmente organizada y susceptible de ser aplicada por medio del apremio, lo que, como vimos, no sucederfa con las obligaciones de las que el “derecho” internacional pretende echar la culpa a los estados. Por lo tanto, éste serfa alo sumo un “prederecho”: Su carfcter primitivo seria el de la prehistoria. A pesar de los pocos autores que tuvieron la audacia de llegar hasta ahf, esta tesis extrema parece perfectamente constituida desde un punto de vista légico y hasta la (nica compatible con las premisas de las que se Parte, es decir, con la definicién clasica del derecho que acabamos de recordar, Veremos més adelante que las tentativas para reconciliar él derecho internacional con esta definicién fallaron. Las consecuencias de este fracaso son graves y explican bastante bien por qué casi la totalidad de los juristas prefieren no pensar en ellas, Conducen a una penosa eleccién: o bien es necesario admitir que no hay derecho internacional, lo que a pesar de todo es molesto, to- mando en cuenta que la observacién de la vida internacional revela la existencia de un conjunto de reglas que se aplican a las relaciones inter- nacionalea y al que hacen referencia en forma constante los gobiemos, las organizaciones internacionales, los tribunales de arbitraje, las cor. tes internacionales y hasta los tribunales intemos. ¢Qué es, pues, sino ¢ derecho? O bien, hay que admitir que la definicién clasica del dere- cho es.falsa, lo que es ain mas desagradable y también més dificil de aceptar. Por nuestra parte, creemos que la realidad merece més respeto que la teoria.* Por ello, optamos por el segundo aspecto del dilema. Hasta Pensamos que desde un punto de vista cientifico una de las principales contribuciones del estudio del derecho internacional es suscitar un nuevo cuestionamiento de los conceptos tradicionales del derecho: y esto debido @ que es mucho més un derecho diferente que un derecho primitivo. 3 ¥ 29 aqui donde las opiniones de las que nos hemos hecho eco al principio del articulo sobre la pretendida ineficencia del derecho intemacional nos parecen totalmente erréneas, ‘Aun cuando los prejuicios de los que pro-eden esten muy arraigados y sean generalments ompertidos, no dejan de ser prejuicios y no sobreviven a la observacin de los hechos. fsciere que en situaciones de crisis graves, que pueden legar incluso hasta la ruptura de 4a paz, el derecho internacional a menudo debe cecer delante de la fuerza; pero las relacio ‘ss iniemacionales no estén siempre y en todas partes en crisis, En las relaciones interna. . Esta dltima obligacion puede su existencia como sancién no emuestra precisamente el ejem- es estan “socialmente organiza- + realidad, estén “jurfdicamente yla de la responsabilidad cons- das las ramas del derecho y de En estas condiciones, zpode- a manera? 2Qué significa decir 9 una obligacién dotada de una el objeto que debe definirse en ores nos encauzan 2 una res- mero por el hecho de que bus: de Ios elementos que lo consti- ¥ por separado, adoptando ast que pretenderfa definir el érbol bligacion jurfdiea para exponer uridico, Desde luego, podemos jurfdica del orden al que perte- r materialmente una hoja del ica el aberrante procedimiento 8 observaciones. alidad, una obligacién juridica tipo se vineula con un orden alcance. Es la raz6n por la cual ha supuesta obligacién que no del orden juridico del que él 's indagar cual es el “derecho onal del que depende la obliga- ‘gimen que le es aplicable y las pregunta que se plantea es Ja do pretendemos definirla obli- an fundamental? Parece algo ‘SOBREEL “CARACTER PRIMITIVO" DEL DERECHOINTERNACIONAL 111 Nuestra segunda observacion atafe al orden jurfdico mismo: su Gni- e2 funcién no es crear obligaciones. También élabora derechos, pode- tes, instituye Sryanos, “personas”, establece los mecanismos de los pro- cedimientos. ¢Cémo podria resumirse todo esto en una suma de obligaciones jurfdicas? De nuevo se impone la comparacién del arbol y de la hoja: un cdimulo de hojas no son un érbol, Una definicién valida del derecho debe abarcarlo en su totalidad: es decir cousiderar la generalidad del orden jurfdico. En efecto, los dife- Tentes elementos a los que solemos aplicar el calificativo de jurfdico Presentan la particularidad de constituirse como sistemas u Srdenes, Que asignan a cada uno de ellos su lugar en un conjunto coherente, definiendo las consecuencias que se vincularén con el tiso que de ellos, Se haga. Por ejemplo, el orden jurfdico al que pertenece una obligacion *s el que determina los efectos que resultardn de su violacién: la san- el6n reaparece entonces, pero en la realidad de su mecanismo. Del mismo modo, el orden jurfdico especifica los efectos resultantes de la Utilizacién de un derecho: por ejemplo, el sentido y-el alcance de un acto juridico. Para simplificar, pues no es nuestro propésito presentar una teorfa Seneral del derecho, diremos que un orden juridico puede ser definido ©omo un sistema coherente de normas, constitutive de poderes y debe- #85 para aquellos a los que se dirigey y que surge en el marco de una Sotiedad determinada (que hoy dfa suele ser una sociedad nacional, 0 estatal). No sélo es una realidad intelectualy'aunque esté compuesto Por normas; también es una realidad sociohist6rica, cuya existencia se Comprueba como la de todos los fenémenos sociales. Aunque cada sociedad esté sometida a una multitud de normas (usos, reglas mora: les, imperativos religiosos, costumbres sociales, modos, disciplinas cor Porativas, directivas ideol6gicas, etc.), de las cuales algunas son suma- mente apremiantes para el individuo, las normas jurfdicas son las tinicas gue constituyen un sistema coherente y cerrado y determinan cudles Son las normas que lo constituyen, a qué sujetos se aplican y qué con- Secuencias resultan, en su propio marco, de los comportamientos de estos sujetos frente a las prohibiciones, conminaciones, prescripcio- hes, habilitaciones, autorizaciones, etc., que lo integran® isto desde esta 6ptica, el orden jurfdico internacional es idéntico a los diversos érdenes jurfdicos nacionales. Responde al igual que ellos ACE Nf. Vial, "Le phénomine juridique’, Revue de doit public at dela sctencepoltigue, 1966, p. 5, Ba cievta medida, Ia sanclon jurfdica es muy distina de las dems, pues oth Prwisa,definida y onganizada por el orden jurdico mismo (mientras que i sancion” ‘Boral pars no poner més que un ejemplo, no ex prevista nl oreunizada por un orden mora. 45 simplemente una reaceién psicolbpice o social, o una condena de naturaleza religioss quese ejecuta en otro mundo.) na ‘TEORIA GENERAL DEL DERECHO. a la definicion que acabamos de esbozar. Desaparece toda posibilidad de impugnar qué efecto pertenece a] mundo del derecho, Aqui Se manifiesta el interés, ya sefialado, del estudio del derecho internacional desde el punto de vista cient{fico, Plantea al jurista pro- blemas que no se advierten en otros campos y lo obliga, para resolver los, a nuevas exploraciones y a un ahondamiento de su reflexion, ‘Si la definicién del derecho se buscé tradicionalmente a nivel de la norma o de la obligacién por separado, y no al del orden juridico, se debe tal vez a razones de orden préctico, En. efecto, en la practica, el problema que el jurista debe resolver esel de determinar si una obligacién espec- fica ¢s en realidad una obligacién juridica y no otra cosa (una simple obligacién moral, por ejemplo). Desde luego, no se trata de que decida si tal o cual conjunto de normas constituye 0 no un orden juridico, lo que le parece ser un dato evidente, En cambio, en realidad este problema se plantea, como lo vimos, en el umbral del estudio del derecho internacio- nal y ya no permite que nos satisfagan las respuestas tradicionales.? 4 El epiteto “primitivo” aplicado al derecho internacional nos parece cri- ticable porque se le utiliza con fines de comparacién con el derecho estatal ¥ sugiere; por consiguiente, que existirfa una Ifnea Gnica de desarrollo del derecho, en la que el primero se encontrarfa muy a la zaga del segundo, Una idea asf es tal vez cierta en los diversos érdenes estatales, que a sui vez se encuentran en grados de desarrollo muy diferentes los unos con res~ ecto a los otros; pero es de dudarse, pues semejante punto de vista tiende ‘ menospreciar la variedad de las tradiciones nacionales y culturales. En todo caso es sin lugar a dudas falso, si se aplica al derecho internacio- nal comparandolo con el derecho interno considerado in abstracto, Como lo indicamos un poco antes, un orden juridico no sélo es una realidad intelectual, es decir, un conjunto de proposiciones verbales 2 La posicion tradicional del problema encubre una cierta confusion entre dos categorias ‘muy cercanas, pero distinas: la de definicién y la de eriterio, Un eriterio es una pledoa de ‘oque, un instnimento intelectual cuya funcién es esencialmente préctica: permitla sepa: raci6n cémoda y rapida entre el buen grano y la cizafia. Una definicicn es un instrument de conocimient que debe aclararlas earacterfaticas erenciales de un objeto. Algunas defi. niciones proporcionan también excelente criterios, pero un buen crterio no Ga necesaria. ‘mente una buena definicién, Una buena definleiGn permitiré, en general, llegar con seguri. dad a un buen eriterio, En este caso, Ia definicién ala que nos hemos referido nos permite decir que una narma (u obligscién) juridica so determina {y se define: aqut defiaicion ‘titerio colneiden porque se trata de un clomento de un conjunto, de una mucin derivaa) Dor su relacion con un orden juridico existente: una norma juridica es una norma que Pertenece a un orden jurfdieo. SOBRE EL "CARACTER PRIMI gue definen normas: es, ante tc tenido de todo orden jurfdico e plio de la palabra, por la histori cos y culturales, etc, de la soci de tna falta total del sentido dc mo tipo de érdenes juridicos po nacional como a unia sociedad damentales que existen entre ¢ El derecho internacional no evolucién menos adelantada qu les: con respecto a estos ultin como un derecho diferente. C sendas que partieron de punto diferentes, no tiene mucho sen fespecto al otro. A lo sumo se cada uno y, eventualmente, la d Hegar a una meta fija. Ahora | duda de que los progresos del destos, y que los que le quedan } ordenada y pacttica de las relac y muchos de ellos parecen inace ‘na manera lo negamos al rechs "primitivo". A pesar de la relatiy de sus instituciones, el derecho todavia se encuentra en una d Hasta podemos decir que ha a gunténdonos el sentido que tom No pretendemos resolverlo er lo, Nos limitaremos a algunas El orden juridico estatal ton tuna corriente de pensamiento ¢ nacional e partir de Ia constituc nes internacionales concebidas, clones estatales. Hasta se quiso e {eorias constituctonales particu res, legislativo, ejecutivo y judic 48 Sin duda, Georges Scele, seguide irssporicién al intentar mostrar que las | esempefadas tanto por el orden jurtal Aemostracién, sin embargo, no pudo he atslbuyendo # una "sociedad internacion: Fidades eststales, ln famosa “ley del desdo dedroitintemsational, Pacts, 1948, p. 21), DERECHO tan. Desaparece toda posibilidad rundo del derecho, Balado, del estudio del derecho ‘entifico, Plantea al jurista pro tmpos y lo obliga, para resolver: ndamiento de su reflexién, 5 tradicionalmente a nivel de la ‘no al del orden jurtdico, se debe fecto, en la préctica, el problema aminar si una obligacién espect- dica y no otra cosa (una simple luego, no se trata de que decida ye ono un orden juridico, lo que »io, en realidad este problema se 1 estudio del derecho internacio- as respuestas tradicionales? ho internacional nos parece cri- omparacién con el derecho estatal una Iinea tinica de desarrollo del aarfa muy a la zaga del segundo. os Ordenes estatales, que a su vez uy diferentes los unos con res- 5 semejante punto de vista tiende ‘ones nacionales y culturales. En se aplica al derecho intemacio. 10 considerado in abstracto, norden juridico no s6lo es una nto de proposiciones verbales sna clr confualn entre do ategoras Sc cleria. Un enero es una peter de ‘sehclimente pron, posite a sop 2afa Una dein es un nstrmesio ‘Sesencales dea obj, Algunay de sun bc rts da rr genera eg conSogurt ‘ee nos heme eed ns pre ‘tina (a6 fine agutealteten [tn conjtnto, de anton deteds sna norma aiden ee nn ‘oras ue ‘SOBREEL “CARACTER PRIMITIVO" DELDERECHOINTERNACIONAL 113 que definen normas: es, ante todo, una realidad sociohist6rica. El con- ltnido de todo orden jurfdico est4 determinado, en el sentido més am- lio de Ia palabra, por Ja historia, la estructura, los caracteres sociol6gi- os y culturales, etc., de la sociedad a la que se aplica. Es dar muestra de una falta total del sentido de las realidades el imaginar que un mis- mo tipo le érdenes juridicos podrfan gobernar tanto a la sociedad inter. faclonal como a una sociedad nacional, a pesar de las diferencias fun- damentales que existen entre ellas en todos los demas aspectos El derecho internacional no es un derecho que Ilegé a una fase de evolucién menos adelantada que la mayorfa de los derechos naciona- les: con respecto a estos tiltimos se presenta, primero y ante todo, como un derecho diferente. Cuando dos Paseantes avanzan por dos sendas que particron de puntos separados y conducen a dos destinos ciferentes, no tiene mucho sentido afirmar que uno est4 atrasado con Tespecto al otro. A lo sumo se puede medir el camino recorrido por cada uno y, eventualmente, la distancia que le queda por caminar para llegar a una meta fija. Ahora bien, desde este punto de vista no hay Guda de que los progresos del derecho internacional son todavia ma. estos, y que los que le quedan por realizar para garentizar una marcha ‘ordenada y pactfica de las relaciones internacionales son considerables ¥ muchos de ellos parecen inaccesibles en un futuro cercano. De ningu- 2 manera lo negamos al rechazar que se le aplique el calificativo de “primitivo”. A pesar de la relativa antigiiedad de algunas de sus reglas y cle sus instituciones, el derecho internacional es un derecho joven, que tedavia se encuentra en una de las primeras fases de su desarrollo. Hasta podemos decir que ha adelantado tan poco que seguimos pre- guntandonos el sentido que tomard. Este es todo el problema, No pretendemos resolverlo en el marco limitado del presente articu- 4o, Nos limitaremos a algunas observaciones sumarias. Hl orden jurfdico estatal tomado como modelo ocasioné que toda luna corriente de pensamiento esperara el desarrollo del derecho inter nacional a partir de la constitucién y de la consolidacién de institucio- hes internacionales concebidas, a su vez, sobre el modelo de las institu. Ciones estatales, Hasta se quiso extrapolar al plano internacional algunas Keorfas constitucionales particulares, como la teoria de los tres pode- tes, legislativo, ejecutivo y judicial.!° Jo Sin dua, Georges Scale, sogudo de LAon Duguit, es quien mss a impulsado esta psposiin al inuertar moira que las res fanciones lopli, ecu Foticsayoen dssempenadas tanto por el orden juridca intemacional como por ooo ondee sare ee dltosiracion, sn enibago, no pudo hacerse mas que soxsetoots @ a wa es Minaeen a, eee coa ale ees eno aad po: ‘aces estatales, a fatnona “ley del desdoblamiento de knnconee"(&e Goorees le Gay Aeros ruernatonal Pats, 1548-9. 20) 4 ‘TEORIA GENERAL DEL DERECHO Al extrapolar las experiencias de los estados federales y al generali- zar Ia teorta del federalismo, esta tendencia resulta en la idea de un Superestado o Estado mundial presentado como el punto final de la evolucién politica de la especie humana y con cuya tealizacién el dere- cho internacional conocerfa por fin su pienitud.'! Sin asumir siempre un aspecto tan sistematico, la doctrina occiden- tal del derecho internacional esta muy impregnada de esta problema. tica que en particular inspir6 directamente la concepcién de la justicia internacional dominante desde principios del siglo,’es decir, desde los trabajos que llevaron a la constitucién de la Corte Permanente de Ar- bitraje y, sobre todo, de la Cotte Permanente de Justicia Internacio- nal. De igual manera, la funcién del Consejo de Seguridad se presenta ( aprecia) 2 menudo como Ja de un gobierno mundial y se habl6 de Parlamento Mundial y de legislador internacional a propésito dela Asam- blea General de las Naciones Unidas. Estas representaciones no carecen de interés: sobre todo en uma época cxttica, pudieron suscitar notables realizaciones en materia de justicia internacional. Tampoco carecen de peligro. No porque sean ut6picas, sino porque son falsas. Una utopia puede constituir un poderoso instrus mento de progreso, cuando persuade que lo que parecia imposible no loesy asf al mismo tiempo establece una meta por aleanzar y brinda el valor para superar los obstdculos que se interponen para legar a ella, Pero es necesario que se fundamente en una intuicién justa, que su aparente irrealidad sea en verdad una vision més profunda de les cosas, sacando a Ja luz el cardcter provisional y transitorio de las realidades que los contempordneos tienen tendencia a considerar inmutables y definitivas, Conduce més bien a un combate estéril y olvida las verda- deras oportunidades de progresar que tendrian que aprovecharse. Nos parece que la idea de un Estado mundial! es el tipo mismo de la falsa utopfa, y ante todo porque es una utopia perezosa: no encierra ningtn esfuerzo de imaginacién, ninguna chispa de novedad y ni siquie- ra ningin poder de visi6n. Se resume en una transposicion de institu- ciones bien conocidas y analizadas hace ya mucho tiempo en un medio que les es ajeno y en el que no existe nada de lo que les es necesario para su implantaciGn. No es sostenible sino a condici6n de olvidar to- das las realidlades de la sociedad contemporénea y las condiciones que podrfan permitirle evolucionar o transformarse, Es, pura y simplemen- te, derecho-ficci6n. 11 Por ejemplo, Clarkyy Sohn, World Peace through World Law, Cambridge, Mass, 1958, 42 La cual es duramente combatida por le coctrina sovietiea del derecho internacional (cE. G.1. Tunkin, Legal Nature ofthe United Nations, Ree. des cours de La Haye, 1966, vo. 3, p.59y 5s). ‘SOBRE EL “CARACTER PRIMIT La creaci6n de un Estado, ct ojos ntimerosos ejemplos), no se de érganos juridicos Hamados le primero la constitucion de una que dispone de medios politicos, lomar decisiones, actuar, hacers poblaciones que pretende integ por el exterior ¢Bn dénde vemos el esbozo « nacional? 20 siquiera el principic ests vfa? En el Amblto regional, Hay que ser muy prudente en comunidades europeas, pero ur de Europa, hacia un superestadc sus posibilidades las que estén 1 Por el contrario, en el ambito fen ese sentido y menos atin la Las tondencias contrastadas a lac an mas bien hacia una situac colectiva de algunas “superpoter: yidualmente, en zonas reservadas 6 también segiin estas dos mod: aso, la situaci6n sera muy difer Sin duda alguna, existen alte evolucién. Todas presuponen ur. cional en distintos Ambitos (reg del derecho internacional. Es storno importante (es decir, existencia de varias superpotenc rismo da los demas estados, e mundial, Por lo tanto, el desarrollo del me atm modelo original que rec cionales tal vez mds imaginaciér ra, Mas espfritu de observacién | derecho internacional es tan ext dujo al mismo tiempo en un estr co internacional, en un incremer. nales (es decir, de Ia accién multi: del derecho internacional y de | ‘cuestionamiento de los principio: ma de este orden jurfdico, que LDERECHO estados federales y al generalt- encia resulta en la idea de un ado como el punto final de la y con cuya realizacién el dere- slenitud.! stemético, la doctrina occiden- impregnada de esta problema- nte Ja concepcién de la justicia os del siglo, es decir, desde los de la Corte Permanente de Ar aanente de Justicia Internacio- nsejo de Seguridad se presenta obierno mundial y se hablé de nacional a propésito dela Asam- nierés: sobre todo en tna época zaciones en materia de justicia gto, No porque sean utépicas, ® constituir un poderosa instru- ae lo que parecfa imposible no a meta por alcanzar y brinda el e interponen para legar a ella. en una intuiclén justa, que su sién més profunda de las cosas, y transitorio de las realidades cia a considerar intutables y abate estéril y olvida las verd: endrian que aprovecharse. ‘nundial’? es el tipo mismo de la a utopia perezosa: no encierra a chispa de novedad y ni siquie~ una transposicion de institu- ya mucho tiempo en un medio iada de'lo que les es necesario sino a condicién de olvidar to- apordnea y las condiciones que umarse, Es, pura y simplemen- : Mass, 1958, ‘ina sovistiea del derecho injernacionsl Ree. des coursdeLa Haye, 1966, 01.3, SOBRE EL "CARACTER FRIMITIVO" DEL DERECHO INTERNACIONAL La creacion de un Estado, cualquiera que sea (y tenemos ante los Glos numerosos ejemplos), no se reduce al establecimiento, en el papel, Als Grganos jurfdicos llamados legislativo, ejecutivo y judicial. Requiere Primero la constitucién de una fuerza social unificada y jerarquizada, Que dispone de medios politicos, materiales y militares que le permiten tomar decisiones, actuar, hacerse obedecer en el seno del conjunto de Poblaciones que pretende integrar y hacer respetar su independencia Por el exterior. éEn dénde vemos el esbozo de algo semejante en la sociedad inter. nacional? ¢O siquiera el principio de un esbozo? ¢O uma tendencia hacia $sta via? En el Ambito regional, tal vez, en algunas partes del mundo. May que ser muy prudente en el diagnéstico, atin a propésito de las comunidades europeas, pero una evolucién hacia los Estados Unidos és Europa, hacia un superestado europeo, no es inconcebible; sélo son SUS posibilidades las que estén limitadas. Por el contrarfo, en el ambito de Ja sociedad universal nada marcha €n ese sentido y menos atin la Organizacién de las Naciones Unidas, Las tendencias contrastadas a las que est sometida la sociedad la arras. trsn mds bien hacia una situacién de subordinacién a Ia hegemonta Colectiva de algunas “superpotencias”, ejercida ya sea en comtin o indi. Vicualmente, en zonas reservadas conforme a una reparticion planetaria, © también sogin estas dos modalidades en forma simulténea. En todo aso, la situacion seré muy diferente de la de un Estado universal. Sin duda alguna, existen alternativas menos inguletantes para esta ‘volucién. Todas presuponen un progreso de la Organizacién interna. sional en distintos Ambitos (regional y universal) y, correlativamente, el derecho internacional. Es evidente que, salvo en el caso de un tstorno importante (es decir, salvo una tercera Guerra Mundial), 1a Ssistencia de varias superpotencias, tanto como el legitimo particula. tismo de los demés estados, excluye la constitucién de un Estado mundial, For lo tanto, el desarrollo del derecho internacional se hard confor. ie a un modelo original que requiere por parte de los juristas interna. clonales tal vez més imaginaci6n de la que han manifestado hasta aho. '@, Mas espiritu de observacién también, pues Ia reciente evolucién del derecho internacional es tan extraordinaria como significativa, Se tra- jo al mismo tiempo en un estrechamiento del tejido del orden juridi. co internacional, en un incremento del papel de los érganos internacio. hales (es decir, de Ia accién multilateral), en una renovacién de las fuentes del derecho internacional y de los métodos de arbitraje, en un nuevo cuestionamiento de los principios fundamentals y de la estructura mis, ma de este orden juridico, que muestran que, muy lejos de estar per 16 ‘TEORIA GENERAL DELDERECHO diendo velocidad como lo creen los escépticos, victimas de una visién superficial, el derecho internacional, sin perder sus rasgos particulares, esta en plena expansién y adquiere continuamente mayor importancia en la vida internacional, de la que dependen también cada dia mas la vida nacional y su derecho. V. RELACIONES ENTR Y DERE( UNA DIFICt FL GLTIMO recurso del interrog. un cand{dato al derecho intern ginta acerca de las relaciones Raros son quienes desconocen mio” y no son capaces de esbo: tema suele ser tratado al princi ta como una tfpica querella de tinen y se contestan con una fe ‘graba ficilmente en la memori: za de obtener su indulto suele ‘como preponderancia en el de: gran mayorfa de los autores co: ‘mente, su propio examinador, La genetalidad de este camt mente que la discusién ha tern exposicién clasica de las dos te enire las dos guerras, el dualis: manente de Justicia Internac. pedagégicas evidentes que imp dejando esto de lado, zno se ha ‘Sin embargo, subsiste cierto estudiante informado e intelige gunta evocada antes, con otras se de sus conocimientos de la pr muchos casos, que se transpare pero profundo, respecto a las a: por parte de una mente ya saga clin, no es indiferente, Podemo Ila del monismo y del dualisme en el desprecio de muchos juri cos formados por el derecho) pc Publicado on Mlanges offers Hen 1954, pp. 488-505,

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