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DERECHO AL LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD - CAMBIO DE

NOMBRE -LGBTI

CAMILO JOSÉ OCHOA SALAMANCA


CÓDIGO 33116036
JULIÁN DAVID RUIZ BARAJAS
CÓDIGO 33116030

TRABAJO PRESENTADO EN EL ÁREA DE DERECHO DE FAMILIA


DOCENTE: BERNARDO ARTURO RODRÍGUEZ SÁNCHEZ

UNIVERSIDAD DE BOYACÁ
FACULTAD CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
PROGRAMA DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
TUNJA
2019
Contenido
1. PROBLEMA JURÍDICO .......................................................................................................... 3
2. BALANCE CONSTITUCIONAL............................................................................................. 3
3. ESCENARIOS CONSTITUCIONALES ................................................................................ 3
4. SENTENCIA FUNDADORA ................................................................................................... 4
5. SENTENCIAS DOMINANTES ............................................................................................... 4
6. SENTENCIAS CONFIRMADORA DE PRINCIPIO............................................................. 4
7. SENTENCIAS RECONCEPTUALIZADORAS .................................................................... 5
8. LÍNEA JURISPRUDENCIA 1993-2016 ................................................................................ 5
1. PROBLEMA JURÍDICO

Es viable jurídicamente que un varón se identifique con un nombre usualmente


femenino, o viceversa: que una mujer se identifique con un nombre usualmente
masculino, o que cualquiera de los dos se identifique con nombres neutros o con
nombres de cosas. Todo lo anterior, con el propósito de que la persona fije, en
aras del derecho al libre desarrollo de la personalidad, su identidad, de
conformidad con su modo de ser, de su pensamiento y de su convicción ante la
vida.

La Corte Constitucional en su momento analizo y decidió si la Registraduría


Nacional del Estado Civil, la Superintendencia de Notariado y Registro y las
Notarías, vulneran los derechos fundamentales a la igualdad y no discriminación,
al reconocimiento de la personalidad jurídica, a la intimidad personal, al libre
desarrollo de la personalidad y a la identidad sexual, al negarse a cambiar el
nombre del actor por segunda vez de un nombre femenino a, o en su defecto, a su
nombre original, sustentándose en que el artículo 94 del decreto ley 1260 de 1970
solo permite cambiar el nombre por una sola vez.

2. BALANCE CONSTITUCIONAL

El artículo 14 de la Constitución Política consagra el derecho al reconocimiento de


la personalidad jurídica, que se refiere al respeto que el Estado y la sociedad
deben guardar en relación con las notas distintivas del carácter de cada persona.

Por lo tanto el derecho al reconocimiento del nombre como atributo de la


personalidad jurídica y al libre desarrollo de la personalidad; El nombre como
atributo de la personalidad permite que el individuo en desarrollo de su libertad y
autonomía determine como desea identificarse y ser distinguido en la vida social y
en las actuaciones frente al Estado, para ser reconocido como sujeto de derechos
y obligaciones de acuerdo con el ordenamiento jurídico, como garantía del Estado
Social de Derecho que nos enmarca desde la Constitución Política de 1991.

3. ESCENARIOS CONSTITUCIONALES

Los referentes, principios y derechos que se anteponen para poder tomar unas
decisiones respecto a DERECHO AL LIBRE DESARROLLO DE LA
PERSONALIDAD - CAMBIO DE NOMBRE –LGBTI los podemos presentar así:

Principio de igualdad y prohibición de discriminación en razón de identidad


de género y orientación sexual: toda vez que se constituye en un acto
discriminatorio cualquier trato diferenciado en el lenguaje de las normas o
en las prácticas institucionales o sociales y en general, en cualquier ámbito
de la vida, que resulte contrario a los valores constitucionales de la dignidad
humana y la igualdad.

Ante situaciones de discriminación de grupos estructuralmente marginados


como la población LGBTI y la falencia probatoria de los actos de agravio, en
cumplimiento de los postulados constitucionales el juez de tutela debe
invertir la carga de la prueba dado el déficit de protección en el que se
encuentran dichas personas.

Derecho al reconocimiento del nombre como atributo de la personalidad


jurídica y al libre desarrollo de la personalidad.

4. SENTENCIA FUNDADORA

Sentencia T-594 de 19931, en la que por primera vez se revisó el caso de una
persona que solicitó a una notaría cambiar su nombre masculino a uno femenino,
la Corte estableció que “en sentido estrictamente jurídico, el nombre es una
derivación integral del derecho a la expresión de la individualidad a la que se ha
hecho referencia, por cuanto es un signo distintivo del individuo ante los demás,
con el cual se identifica y lo reconocen como distinto”. En ese orden, esta
Corporación citó el marco normativo en el cual se regulaba el cambio de nombre
(el Código de Procedimiento Civil, el decreto 1260 de 1970 y el decreto 999 de
1988).

5. SENTENCIAS DOMINANTES

Sentencia T-1033 de 20082 La cual ordeno por primera vez INAPLICAR el


artículo 94 del Decreto 1260 de 1970, conforme a la parte considerativa de esta
providencia y con efectos exclusivamente circunscritos al presente caso.

6. SENTENCIAS CONFIRMADORA DE PRINCIPIO

Sentencia T-086/143 La cual ordeno INAPLICAR el artículo 94 del Decreto 1260


de 1970, conforme a la parte considerativa de esta providencia y con efectos
exclusivamente circunscritos al presente caso.

1
M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.
2
M.P. Rodrigo Escobar Gil.
3
M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub
7. SENTENCIAS RECONCEPTUALIZADORAS

Sentencia T-977/124 Resalta el pluralismo como principio constitucional como


pilar fundamental de la organización de nuestra sociedad, implica la
prevalencia de la autonomía, y así del respeto por las decisiones que dentro del
orden legal tomen los individuos como seres libres, teniendo claro que todo
individuo tiene el derecho a escoger libremente un plan de vida y a desarrollarlo
a plenitud respetando los límites constitucionales e y, en consecuencia,
INAPLICAR en el caso concreto el artículo 94 del Decreto 1260 de 1970.

Sentencia T-077/165 Partiendo de los principios, derechos y valores que


recoge la Carta Política, es preciso reiterar que todas las personas LGBTI
cuentan con respaldo constitucional para decidir sobre su opción de vida en
condiciones de dignidad e igualdad, ejerciendo abiertamente su autonomía y
desarrollando libremente su personalidad sin más límites que los derechos de
los demás y el orden jurídico concediendo la protección de los derechos
fundamentales a la dignidad humana, a la igualdad, a la intimidad y a la
personalidad jurídica de la parte actora y de manera excepcional, INAPLICARÁ
el artículo 94 del Decreto Ley 1260 de 1970 (modificado por el artículo 6º del
Decreto 999 de 1988).

8. LÍNEA JURISPRUDENCIA 1993-2016

Sentencia T 594/93 Expediente T- Magistrado Ponente: Dr.


22442 VLADIMIRO NARANJO MESA

SÍNTESIS DEL CASO

El accionate solicita se le ampararen sus derechos fundamentales a la igualdad


y al reconocimiento de la personalidad jurídica, consagrados en los artículos 13
y 14 de la Constitución Política, respectivamente y se orden al notario
competente el cambio de su nombre de "Carlos" por el de "Pamela".

CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS

- Se resalta por parte de la Sala que el artículo 15 de la Constitución que


garantiza también el derecho al buen nombre y se presenta una teoría respecto
de la trascendencia del Nombre como consecuencia, del resultado del
comportamiento en sociedad, porque establece un modo de identidad de la

4
M.P. Alexei Julio Estrada
5
M.P. Jorge Iván Palacio Palacio
persona. Además tiene buen nombre quien lo ha adquirido merced a su buena
conducta, pues él no se recibe gratuitamente de los demás. Y la buena fama,
la buena opinión que los demás tengan de alguien, es el resultado de la buena
conducta que observan en él.

El buen nombre se tiene o no se tiene, según sea la conducta social. Es, por lo
mismo, objetivo, en la medida en que lo configuran los hechos o actos de la
persona de quien se trata.

El buen nombre alude al concepto que del individuo tienen los demás
miembros de la sociedad en relación con su comportamiento, honestidad,
decoro, calidades, condiciones humanas y profesionales, antecedentes y
ejecutorias. Representa uno de los más valiosos elementos del patrimonio
moral y social de la persona y constituye factor indispensable de la dignidad
que a cada uno debe ser reconocida.

Se atenta contra este derecho cuando, sin justificación ni causa cierta y real, es
decir, sin fundamento, se propagan entre el público bien en forma directa y
personal, ya a través de los medios de comunicación de masas informaciones
falsas o erróneas o especies que distorsionan el concepto público que se tiene
del individuo y que, por lo tanto, tienden a socavar el prestigio y la confianza de
los que disfruta en el entorno social en cuyo medio actúa, o cuando en
cualquier forma se manipula la opinión general para desdibujar su imagen.

Pero el derecho al buen nombre no es gratuito. Por su misma naturaleza, exige


como presupuesto indispensable el mérito, esto es, la conducta irreprochable
de quien aspira a ser su titular y el reconocimiento social del mismo. En otros
términos, el buen nombre se adquiere gracias al adecuado comportamiento del
individuo, debidamente apreciado en sus manifestaciones externas por la
colectividad.

debe anotarse que la persona humana, en virtud de su autonomía, tiene


derecho a fijar su entidad personal, la cual corresponde a su modo de ser,
siempre y cuando no altere el orden jurídico; todo ello en virtud del libre
desarrollo de la personalidad. En el caso concreto, no hay razón por la cual al
actor se le niegue una facultad legítima de expresar su convicción íntima ante
la vida, mediante una nota distintiva de su temperamento y de su carácter que
lo particularice respecto de los demás.

El peticionario no está solicitando un cambio de sexo, sino un cambio de


nombre. De ahí que al tutelar el derecho al cambio de nombre, ello no conlleva
que en el registro civil se modifique el sexo del accionante, porque lo uno no
implica por necesidad lo otro y en consecuencia confirma la Sentencia del
Juzgado Tercero del Circuito De Cali, en tutelar el derecho al cambio de
nombre como integrante del derecho al libre desarrollo de la personalidad
del peticionario.

Sentencia T – 1033/08 Magistrado Ponente: Dr. RODRIGO


ESCOBAR GIL
SÍNTESIS DEL CASO

Se impetró al juez constitucional que ordenara a la autoridad demandada


realizar el cambio del nombre femenino que actualmente lo identifica, por el
nombre masculino que originalmente tuviera. El artículo 14 de la Constitución
Política consagra el derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica, que
se refiere al respeto que el Estado y la sociedad deben guardar en relación con
las notas distintivas del carácter de cada persona.

CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS

- Se preceptúa que el derecho al libre desarrollo de la personalidad comporta la


capacidad de desplegar las aptitudes, talentos y cualidades de que dispone
alguien para su autoperfeccionamiento, sin restricciones ajenas no autorizadas
por el ordenamiento jurídico, se configura su vulneración cuando a la persona
se le impide, en forma irrazonable, alcanzar o perseguir aspiraciones legítimas
de su vida o valorar y escoger libremente las opciones y circunstancias que le
dan sentido a su existencia y permiten su realización como ser humano.

Se resalta de la persona se determina con los elementos distintivos de su


carácter, conforme a un plan de vida concreto, se enmarca dentro del derecho
al libre desarrollo de la personalidad consagrado en el artículo 16 de la Carta
Política, que implica el reconocimiento del Estado de la facultad natural de toda
persona de realizar autónomamente su proyecto vital, sin coacción, ni controles
injustificados y sin más límites que los que imponen los derechos de los demás
y el orden jurídico.

Así mimos la sentencia nos recuerda los atributos de la personalidad, se


encuentra el nombre que goza de naturaleza plural al ser (i) un derecho
fundamental inherente a todas las personas por el solo hecho de su existencia,
(ii) un signo distintivo que revela la personalidad del individuo y (iii) una
institución de policía que permite la identificación y evita la confusión de
personalidades

Y se reconoce que Decreto 1260 de 1970, el legislador extraordinario impuso


un límite a la libertad de determinación del nombre, en el sentido de que solo
es posible modificarlo por una sola vez con el fin de fijar la identidad personal.
La Corte Constitucional ha establecido que esta limitación no afecta el núcleo
esencial del derecho al libre desarrollo de la personalidad, en la medida en que,
en abstracto, es proporcional y razonable para los fines perseguidos cuales
son, la consolidación de la seguridad jurídica en las relaciones de la persona en
sociedad y frente al Estado y el desarrollo de una función de policía que
permita la identificación del individuo.

Es clara la disconformidad con la identidad que proyecta en sociedad, que se


concreta en la incompatibilidad entre su reorientación sexual hacia un rol
masculino y el nombre femenino que lo identifica, de manera que no puede
limitarse su facultad de adecuar la exteriorización de sus notas distintivas a los
criterios que indican su íntima concepción, máxime cuando ello anula su
posibilidad de realización personal y compromete derechos fundamentales
como la identidad sexual, la autonomía y la libertad como, sin duda, ocurre en
el caso del actor.

Y por primera vez, la Sala considera necesario tutelar los derechos


fundamentales al reconocimiento de la personalidad jurídica y al libre desarrollo
de la personalidad del accionante y, en consecuencia, INAPLICAR en el caso
concreto el artículo 94 del Decreto 1260 de 1970 con el fin de permitirle
modificar el nombre femenino que lo identifica por el nombre masculino
originalmente registrado, de suerte que pueda fijar su identidad, hacer coincidir
su orientación sexual con su signo distintivo en sociedad y desarrollar
plenamente su proyecto de vida en condiciones dignas, libres e igualitarias.

Sentencia T-977/12 Magistrado Ponente: Dr. ALEXEI JULIO ESTRADA


SÍNTESIS DEL CASO

Xxx afirma que en el año 2007 por medio de escritura pública número 6253
realizó cambio de nombre, en razón a que “deseaba ajustar su nombre a su
identidad religiosa”. El resultado de dicho cambio es el nombre con el que
actualmente se identifica, luego con el que obra como demandante en la
presente tutela.

Afirma que hace aproximadamente cuatro años inició un proceso integral de


construcción de una nueva identidad de género como mujer, pues a pesar de
que fisiológicamente su cuerpo presenta características masculinas desde su
nacimiento, “sentí que mi sexo no correspondía a la construcción de identidad
de género que deseaba”.
Elevó un derecho de petición ante la Notaría 19 del Circuito de Bogotá en el
que solicitó cambio de nombre por segunda vez, y mediante oficio del 8 de
noviembre de 2011 el Notario en cuestión negó la solicitud y adujo que el
artículo 94 del Decreto 1260 de 1970 dispone que en Colombia se permite
cambio de nombre una sola vez.

CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS

Afirma la persona que obra como tutelante que la imposibilidad de cambiar de


nombre por segunda vez vulnera sus derechos al libre desarrollo de la
personalidad y a la dignidad humana puesto que se expone a burlas y tratos
discriminatorios, “ya que cuando se expone públicamente el nombre que
aparece en el documento de identidad dista a plena vista de su condición
identidad como mujer.” Esto en tanto pretende una apariencia es femenina pero
su nombre es masculino. Añade que ha comenzado un procedimiento médico
de hormonización en pro de tomar las medidas pertinentes para desarrollar su
proyecto de vida como mujer.

Por último añade que la Corte Constitucional en sentencia T-1033 de 2008,


inaplicó la disposición que prescribe la posibilidad del cambio de nombre de los
ciudadanos por una sola vez. Explica que según dicho fallo “la fijación de la
individualidad de la persona ante la sociedad y ante el Estado, requiere de la
conformidad del individuo con la identidad que proyecta, de suerte que siempre
tendrá la facultad legítima de determinar la exteriorización de su modo de ser,
de acuerdo con sus íntimas convicciones”. Lo cual es aplicable a su caso por
cuanto la identidad sexual es un asunto determinante en la definición de la
persona misma, y ello se exterioriza de manera importante, entre otros,
mediante el nombre como expresión de la identificación frente a otros

Resalta el pluralismo como principio constitucional (art. 1° C.P), así como el


contenido normativo correspondiente a la autonomía personal (derecho de
autonomía personal), cuya garantía se deriva, según la jurisprudencia de la
Corte Constitucional, del derecho al libre desarrollo de la personalidad (art. 16
C.P), del derecho de autodeterminación (Art. 9 C.P) y del derecho de dignidad
humana (art 1° C.P) soportan en buena medida la posibilidad de implementar
proyectos de vida individuales con los objetivos más diversos que cada
individuo pueda diseñar. La consagración del pluralismo como pilar
fundamental de la organización de nuestra sociedad, implica la prevalencia de
la autonomía, y así del respeto por las decisiones que dentro del orden legal
tomen los individuos como seres libres.

Cabe concluir entonces, que es deber del Estado respetar aquellas decisiones
de los individuos que tengan como sustento su condición de seres libres y
autónomos, siempre que estas decisiones no deriven en acciones que
comprometan el goce de los derechos de otras personas. “El derecho al libre
desarrollo de la personalidad consagrado en el artículo 16 de la Carta Política,
implica el reconocimiento de la aptitud física y moral que tienen todas las
personas a realizarse individual y autónomamente, sin imposiciones o
forzamientos de ninguna clase y sin controles injustificados o impedimentos por
parte de los demás, incluido el Estado, a menos que exista una obligación legal
o contractual legítima o un deber social o cuando las respectivas acciones
atenten contra los derechos de las demás personas o quebranten el orden
público o contraríen una disposición jurídica que tenga la virtualidad de poder
limitar válidamente el ejercicio del derecho aludido”.

La conclusión de lo anterior es que todo individuo tiene el derecho a escoger


libremente un plan de vida y a desarrollarlo a plenitud respetando los límites
constitucionales e y, en consecuencia, INAPLICAR en el caso concreto el
artículo 94 del Decreto 1260 de 1970

Sentencia T-086/14 Magistrado Ponente: Dr. JORGE IGNACIO


PRETELT CHALJUB
SÍNTESIS DEL CASO

Mario solicita al juez de tutela que ampare sus derechos fundamentales a la


igualdad y no discriminación, al libre desarrollo de la personalidad, a la
intimidad, al reconocimiento de su personalidad jurídica y a la libre identidad
sexual, y en consecuencia, se ordene a las entidades accionadas cambiar su
nombre femenino por uno masculino, o en su defecto, devolverle el nombre
anterior.

CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS

En suma, la Corte Constitucional, en virtud de la protección de los derechos


fundamentales al libre desarrollo de la personalidad, a la dignidad humana y a
la identidad, ha reconocido la facultad que tiene todo ser humano de
desarrollarse y comportarse acorde con sus gustos y preferencias. También ha
indicado que, el nombre, además de ser un atributo de la personalidad, es un
elemento definitorio de la persona que la distingue de las demás. Este
generalmente coincide con la identidad sexual, pero cuando no lo hace, está
dentro del marco de autonomía de las personas cambiarlo.

La Sala considera conveniente aclarar que el concepto de orientación sexual se


distingue del de identidad sexual, en que el primero se refiere “al sexo de las
personas por las cuales los individuos se sienten, particularmente, atraídos
afectiva o sexualmente”, mientras el segundo, la identidad sexual, corresponde
“a la idea que tiene la persona de sí misma como perteneciente a la categoría
sexual que le fue asignada al nacer según la apariencia de los genitales
(mujer/hombre)”.

La problemática del caso concreto se refiere a la identidad sexual del actor y no


sobre su orientación sexual, por cuanto el cambio de nombre se debió a su
inconformidad con su apariencia física masculina, inicialmente, y ahora,
femenina. La Sala considera importante esta precisión, por cuanto el juez de
primera instancia concedió la acción de tutela refiriéndose a la orientación
sexual y no a la identidad sexual, cuando los hechos del caso aluden a la
segunda situación y no a la primera.

Al igual que fue resuelto en la sentencia T-977 de 2012, la Sala considera


importante reiterar, que la facultad de cambiar por segunda vez el nombre por
uno que se ajuste a su identidad sexual y por ende, INAPLICAR la norma
vigente, es una situación excepcional, que procede por las circunstancias
propias del caso bajo revisión. Así lo señaló la Corte en la sentencia
mencionada: “Si bien lo anterior es suficiente para conceder el amparo,
conviene señalar por último que si bien la persona demandante ejerció con
anterioridad la facultad que otorga la ley para modificar el nombre con el fin de
fijar su identidad personal, lo que en principio haría improcedente un nuevo
cambio, esta Sala no puede desconocer que se trata de un caso
excepcional en el que la aplicación inflexible de la restricción legal
compromete el plan de vida de una persona que ha tomado medidas para
conseguir una determinada identidad”.

Sentencia T-077/16 Magistrado Ponente: Dr. JORGE IVÁN


PALACIO PALACIO
SÍNTESIS DEL CASO

BB promovió acción de tutela contra la Notaría Primera del Círculo de Bogotá y


la Registraduría Distrital del Estado Civil, al considerar vulnerados los derechos
fundamentales a la personalidad jurídica y al libre desarrollo de la personalidad.

Indica que el 26 de junio de 2015 elevó una petición ante la Notaría Primera del
Círculo de Bogotá solicitando el cambio de nombre por segunda vez,
concretamente, pasar del femenino al masculino, dado que el nuevo nombre le
ha ocasionado inconvenientes en la vida profesional y personal, “hasta el punto
que he sido objeto de burlas tanto familiar como a nivel laboral.
CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS

La Sala abordará la temática tomando como punto de partida y base de la


discusión el respeto por la dignidad humana, eje a partir del cual se desarrollan
las demás garantías superiores como la igualdad, la autonomía, el libre
desarrollo de la personalidad y la personalidad jurídica, que según lo planteado
por la parte actora se ven amenazadas por la reacción social que ha recibido a
consecuencia de la decisión de modificar su nombre de AA -masculino- a BB -
femenino- con el fin de que coincidiera con su identidad de género.

Lo anterior se explica porque a pesar de que AA ejerció el derecho a decidir su


identificación cuando resolvió llamarse BB, ahora pretende modificarla no
porque haya cambiado su identidad de género sino porque la discriminación
social de la cual ha sido objeto desde entonces lo impulsa a tomar dicha
determinación.

El presente fallo se hace mención a la población LGBTI, por lo cual es


necesario hacer referencia a los conceptos de “orientación sexual” e “identidad
de género”, en los términos que lo ha hecho recientemente la jurisprudencia de
esta Corte para desarrollar razonamientos jurídicos respetuosos de los
derechos fundamentales.

En la sentencia T-804 de 2014, esta Corporación realizó algunas precisiones


conceptuales en cuanto a la “orientación sexual” e “identidad de género”, para
lo cual trajo a colación el documento “Orientación sexual e identidad de género
en el derecho internacional de los derechos humanos” de la Oficina Regional
para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos -ACNUDH-, que definió los conceptos básicos del derecho
internacional de los derechos humanos con relación a las personas LGBTI
(acrónimo colectivo utilizado para referirse a las personas Lesbianas, Gays,
Bisexuales, Trans [travestis, transexuales y transgéneros] e Intersexuales).

Dicha providencia explicó la diferencia entre: (i) “sexo”, entendido como un


hecho biológico que hace referencia a las diferencias biológicas entre el
hombre y la mujer; y (ii) “género”, definido como una construcción social
referido a las identidades, las funciones y los atributos construidos socialmente
de la mujer y el hombre y al significado social y cultural que se atribuye a esas
diferencias biológicas.

Habla sobre la base de la dignidad humana el ordenamiento constitucional


desarrolla otros derechos fundamentales como la igualdad, según el cual todas
las personas nacen libres e iguales ante la ley y por tanto, deben recibir el
mismo trato y protección por parte de las autoridades, y gozar de los mismos
derechos, oportunidades y libertades sin ninguna discriminación por razones de
sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o
filosófica.

Así mismo recuerda que la Constitución Política dispone a la igualdad como


patrón fundamental del Estado y la sociedad. Al contrario, la Carta rechaza
cualquier trato excluyente o diferenciador que no tenga estricta justificación en
sus postulados. Pues bien, tales mandatos han sido inspirados por
obligaciones y pautas normativas definidas internacionalmente que sirven de
referencia para comprender su definición y alcance”.

De otra parte, el derecho al libre desarrollo de la personalidad se ha entendido


como la facultad que tienen los individuos de realizar su proyecto de vida
conforme a sus valores, intereses, creencias y convicciones, sin más límites
que los derechos de los demás y el orden jurídico.

Sobre el particular, este Tribunal en sentencia T-429 de 1994 manifestó:


“implica el reconocimiento de la aptitud física y moral que tienen todas las
personas a realizarse individual y autónomamente, sin imposiciones o
forzamientos de ninguna clase y sin controles injustificados o impedimentos por
parte de los demás, incluido el Estado, a menos que exista una obligación legal
o contractual legítima o un deber social o cuando las respectivas acciones
atenten contra los derechos de las demás personas o quebranten el orden
público o contraríen una disposición jurídica que tenga la virtualidad de poder
limitar válidamente el ejercicio del derecho aludido”.

En igual sentido, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y


Culturales en los artículos 2º y 3º establece la obligación de los Estados de
garantizar el ejercicio de los derechos sin discriminación alguna por los motivos
señalados. El mismo principio se repite en los artículos 4º del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 2º de la Declaración Americana
de los Derechos y Deberes de la Persona, 3º de la Carta de los Estados
Americanos, 1º y 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y
19 de la Carta Democrática Interamericana.

Así mismo relaciona el concepto de la Dirección de Asuntos Indígenas,


Minorías y Rom del Ministerio del Interior dentro de la ruta diseñada para la
“Construcción y Formulación de la Política Pública Nacional LGTBI”, en los
“Encuentros Regionales” del año 2012, identificó que el problema “núcleo” de
las personas LGBTI es la discriminación e intolerancia hacia la diversidad
sexual.

Partiendo de los principios, derechos y valores que recoge la Carta Política, es


preciso reiterar que todas las personas LGBTI cuentan con respaldo
constitucional para decidir sobre su opción de vida en condiciones de dignidad
e igualdad, ejerciendo abiertamente su autonomía y desarrollando libremente
su personalidad sin más límites que los derechos de los demás y el orden
jurídico. Bajo esa lógica, le corresponde al Estado promover las condiciones
para lograr la igualdad material y adoptar las medidas a favor de los grupos
histórica y sistemáticamente discriminados.

Adicionalmente se advierte a BB que frente a los actos de discriminación y


hostigamiento, puede acudir nuevamente a la acción de tutela, a fin de
solicitarle al juez constitucional que intervenga y adopte las medidas necesarias
para conjurarla, siendo necesario que advierta el contexto en que se presenta y
quienes la originan. Asimismo puede acudir ante la Fiscalía General de la
Nación para denunciar penalmente este tipo de conductas.

En consecuencia, la Corte concedió la protección de los derechos


fundamentales a la dignidad humana, a la igualdad, a la intimidad y a la
personalidad jurídica de la parte actora y de manera excepcional, INAPLICARÁ
el artículo 94 del Decreto Ley 1260 de 1970 (modificado por el artículo 6º del
Decreto 999 de 1988), y se le permita cambiar el nombre de BB por segunda
vez, si así lo desea la parte actora.

Finalmente, la Corporación dispuso que si BB en el futuro fija nuevamente su


identidad de género y decide cambiar su nombre masculino a uno femenino, lo
podrá efectuar sin que se necesario agotar ningún trámite adicional.

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