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La naturaleza de la revelación
1
El CV I se expresaba así: “Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza a través
de la luz natural de la razón humana, partiendo de las cosas creadas”. Dz. 3004.
2
Cfr. IZQUIERDO, César; La Teología Fundamental, 142.
3
Cfr. CEC, n. 27: “El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado
por Dios y para Dios, y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad
y la dicha que no cesa de buscar”. Cfr. también el primer capítulo: el acceso del hombre a la revelaión.
comunión con Él, a la intimidad, y a la liberación del pecado y del mal 4, y con
ello a la plenitud y a la verdad de su ser5. Con “la revelación divina, Dios quiso
manifestarse y comunicarse a sí mismo y los eternos decretos de su voluntad
sobre la salvación del hombre” (DV, 6).
4
Cfr. IZQUIERDO, César; La Teología Fundamental, 137-138.
5
Cfr. GS, 22.
6
Cfr. Ibid. 138 y pie de página n. 7 de la misma referencia.
7
Cfr. Ibid. 138.
8
Cfr. Ibid. 138. Conviene tener presente, para el futuro tratado de antropología, la postura de san Irineo, quien
afirma la necesidad de la encarnación del Verbo, en quien el hombre ha sido creado, para la redención y,
sobretodo, la divinización del hombre.
9
Una visión más amplia y detallada, Cfr. MANUCCI, Valerio; La Biblia como Palabra de Dios, 40-52.
histórica – creación, elección del pueblo, éxodo, destierro, profetas, etc. – que
tiene su plenitud en la vida de Jesús de Nazaret10.
10
Cfr. IZQUIERDO, César; La Teología Fundamental, 144; MANUCCI, Valerio; La Biblia como Palabra de
Dios, 50.
11
Cfr. IZQUIERDO, César; La Teología Fundamental, 145.
12
Cfr. DV, 2, 4. (1Tm. 6,14 y Tt. 2,13).
13
Cfr. DV, 4, 7, 8
14
MANUCCI, Valerio; La Biblia como Palabra de Dios, 51.
15
Cfr. FRIES, H; en Mysterium Salutis, vol. 1. p. 327 it. Citado en: MANUCCI, Valerio; La Biblia como
Palabra de Dios, 52.
“Mantenerse en el contexto de la Tradición significa, hermenéuticamente hablando, aceptar una
determinada comprensión de la persona y del acontecimiento de Jesucristo, cumplimiento de la
revelación, tal como se desarrolló en el determinante y autorizado comienzo de la comunidad
apostólica y tal como se ha desarrollado con autoridad propia a lo largo de la tradición post-apostólica”.
MANUCCI, Valerio; La Biblia como Palabra de Dios, 300.
“En los últimos tiempos en los cuales vivimos, el Espíritu Santo se derrama personalmente para hacer
presente en toda la historia la economía del Verbo encarnado y el poder de su resurrección: esta es la
economía del Espíritu, o bien, de la Sagrada Tradición en el tiempo de la iglesia”. EDELBY, Neófito
(Mons.); La inteligencia <<espiritual>> de la Escritura en la voz de la iglesia de Oriente. En Acta
synodalia, vol. III, pars III, p. 306-309.
La revelación en sí misma posee ya el aspecto escatológico de por sí; desde el
momento en que nos presenta realidades escatológicas que aún no tienen su
cumplimiento en plenitud. Vivimos en el ya…. pero todavía no de la
consumación plena de la salvación y, por ende, de la revelación. Vivimos en
antesala de las cosas que se realizarán después del tiempo16.
16
Cfr. . IZQUIERDO, César; La Teología Fundamental, 146.
17
Cfr. Ibid. 146-147.