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Como minimo escribe, aunque sea en otro teclado; los gatos por la noche cambian de tejado.

Escribe y deja atrás las murallas de la contención, deja atrás el castillo en el que tanto tiempo
dormitaste escuchando la misma canción.

Lánzate a los verdes prados del alba, cuando le canta el pájaro al sol, en las horas en las que la
virgen llora y a sus lágrimas las llaman rocío. Virgen del Rocio, ¿tan honda es tu aflición?

Cabalga por los arriesgados montes de la penumbra, escudriña bosques y escucha su son.

Tararean lentas melodías de viejos castaños que se hundieron en su vacío y robles arrugados y
torcidos cuyas hojas son miel en el paladar del ojo.

Penetra las sinfonías del arroyo y sumérgete en la gorda panza de una poza enfriando tu piel y
convirtiéndola en piedra que la sostenga.

Musgo, liquen, cabecitas de diablillos, que la espuma rezume por tu boca y tus sentidos no den
abasto de tanto gozo y admiración.

Escribe mientras puedas porque un día estas páginas esperaran a su dueño sabiendo que
cuanta mayor sea la espera menor la esperanza de recoger sus frutos.

Camina con esperanza.

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