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FRAGMENTOS, los residuos de la paz

Bajo el marco de la firma de los acuerdos de paz en la Habana del año 2018, en las
reuniones entre el estado y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia) se acordó una desmovilización en la que se entregaron 37 toneladas de
armas pertenecientes a este grupo armado, que durante más de 50 años perpetró
una guerra contra el estado del territorio colombiano. Estas armas se entregaron a
la artista colombiana Doris salcedo, a quien se encomendó la elaboración de una
obra conmemorativa de dicho momento, entonces se decidió la elaboración de un
contra-monumento que permite a las personas caminar sobre él y simbolizar que
ahora todos estamos en igualdad de condiciones; todas las toneladas de estos
armamentos fueron fundidos para crear 1.300 láminas que posteriormente se
martillaron manualmente por 20 mujeres víctimas de violencia sexual por parte de
este grupo armado.

Esta obra de Doris salcedo se denominó Fragmentos, y puede considerarse no solo


arte contemporáneo, sino además arte conceptual, ya que el trabajo de la artista
consiste en la idea, es decir que se ocupa de lo esencial en la obra, entendiendo
que los lenguajes simbólicos son el principal interés para que finalmente la
materialidad de dicha obra comunique. “El concept art es un arte cuyo material son
los conceptos como, por ejemplo, el material en la música son los sonidos. Al estar
los conceptos íntimamente ligados al lenguaje, el arte concepto es un tipo de arte
cuyo material es el lenguaje”1 ; el momento oportuno ha sido el material más
adecuado para esta artista, cuyas obras reflejan momentos importantes de la
historia de este país y la denuncia a partir del arte ha sido su tendencia.

Sin embargo, estas denuncias no se hacen con el fin de dar o exigir una solución a
nada, porque desde el arte no se mejora nada e incluso se puede incurrir en la
misma problemática que se acusa, como diría Avelina Lésper “Esto no iría a más
si no fuera porque en muchos casos, dentro de su superficialidad, realizan prácticas

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EL ARTE ÚLTIMO DEL SIGLO XX. DEL POSMODERNISMO A LO MULTICULTURAL. CAPITULO QUINTO. EL ARTE
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irresponsables que hacen más daño del que denuncian: intervenciones con mujeres
que sufren violencia, carentes de metodología psicológica y sociológica”2 .como en
el caso de esta obra, que utiliza en el martilleo de estas laminas a mujeres que
fueron víctimas de violencia sexual durante los años del conflicto armado entre las
FARC y el Estado.

Esta acción es de gran relevancia dentro de la obra, ya que para la artista el permitir
que estas mujeres que han cargado con tanto dolor durante años martilleen los
restos de estas armas hará que puedan liberar sus emociones por medio de los
golpes; sin embargo no se tienen en cuenta los perfiles psicológicos de estas
personas, ya que en su mayoría se convocan a partir de publicaciones en las redes
sociales, donde la importancia no es el trauma sino la historia. Las anécdotas de
estas mujeres que son cuando menos escabrosas, llenas de miedo y dolor; ya que
en la época de mayor violencia de este país los campesinos que habitan las zonas
rurales fueron quienes sufrieron los ataques más constantes por parte no solo de
las FARC sino de los diferentes grupos armados, como las autodefensas y los
soldados. Fueron muchas las veces en las que llegaban estos hombres armados y
se robaban los alimentos, desplazaban por la fuerza a las familias de sus terrenos,
acontecieron masacres en sus veredas, y eran comunes las violaciones a las
mujeres.

No hay mucho que se pueda hacer para enmendar todo el daño que se les causó a
estas señoras que poco tenían que ver con los motivos del conflicto, ni el Estado
con sus actos reparadores, ni Doris como artista mejora o borran las memorias de
ellas. Sin embargo está artista lo que buscó principalmente era demostrar que si
las Farc entregaron su armamento, podría considerarse que los colombianos no son
necesariamente bárbaros y pueden resolver los problemas a través del diálogo; más
que el curar moralmente a las víctimas.

Por otro lado, Doris Salcedo es una artista desde el papel y el micrófono, que son
elementos que la catalogan como la autora y hacen parte de su fuerza escultórica.
Sus obras rompen toda fácil interpretación por parte de un espectador cualquiera al

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EL FRAUDE DEL ARTE CONTEMPORANEO, AVELINA LESPER. PÁGS 21, 22
ser físicamente alejadas de cualquier realismo y es por eso mismo, que ha logrado
disolver con un discurso moral, cualquier dilema ético que se nos pueda ocurrir.

Someterse al discurso es lo más fácil en este tipo de obras. Nos deslumbramos con
lo de la reivindicación, lo del posconflicto, lo del contra monumento; es decir con los
conceptos, haciendo difícil liberarse de las cargas simbólicas y ver con
transparencia su obra, su hacer plástico; que finalmente no es hecho por ella misma.
“El arte es, de una manera general, independiente de la habilidad del artista y de su
maestría técnica. El objetivo del artista conceptual es hacer que su trabajo sea
mentalmente interesante para el espectador”3. Doris es una artista que al igual que
muchos otros en la actualidad utiliza obreros para la elaboración plástica de la obra;
artistas como Damien Hirst y Jeff Koons son solo algunos de los que más se
destacan con este modo de hacer con su obra una empresa de fabricación de arte.
Como se ha mencionado ya, esto es posible gracias a que son obras que no se
sustentan en su materialidad, sino en el lenguaje, he incluso que han abandonado
la necesidad del simbolismo de un lenguaje visual tradicional para terminar en obras
que se pueden considerar arte porque las instituciones del arte las avala. “El arte es
la definición del arte, la única reivindicación del arte es el arte”.4

Esta obra logra provocar fuertes emociones en el espectador, sin embargo, lo hace
desde este nuevo lenguaje del arte contemporáneo, en el que para ser bien
percibida requiere de cierto conocimiento del campo artístico y de la obra para poder
apreciarla con el sentido que la artista buscó expresar a través de ella. Pese a
cualquier intento por conseguir la democratización del arte, es hoy más
imprescindible que nunca conocer el discurso que acompaña la obra, entender el
concepto es más importante que apreciar las cualidades materiales. Para un
espectador que no se ha educado para ver esta obra y entender el concepto del
postconflicto que la acompaña, lo más impresionante será darse cuenta que está
pisando un objeto artístico que transgrede la tradicional manera de montaje de la

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ART AFTER PHILOSOPHY AND AFTER. COLLECTED WRITTINGS. 1966-1990. CAMBRIDGE. MASS. PÁG 160-
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obra en los museos, ya que Doris Salcedo permite que el público interactúe con
estas laminas, pisándolas en los 800 metros cuadrados que ocupan del piso en la
casa colonial donde actualmente está expuesta. “No hay arte sin los que hablan la
lengua del mundo del arte y que conocen bastante la diferencia entre las obras de
arte y las cosas reales”5 Esta afirmación es propia de la situación actual con las
obras que se nos presentan sin las cualidades estéticas que en otras épocas eran
tan indispensables para denominar algo como Arte.

En estos nuevos lenguajes estéticos del arte contemporáneo, lo más relevante es


la experiencia que se crea en torno a la obra; que tiende a ser impactante e
interactiva para lograr una estética del shock que desde la época de las vanguardias
ha buscado que el espectador conecte emocionalmente con la obra a partir de una
ruptura con la cotidianidad al denunciar algo e incorporarse a la actual dinámica de
consumo, además de romper con la tradicional forma en la que las obras eran
elaboradas y exhibidas. “De esta manera, se violenta un sistema de representación
que se basa en la reproducción de la realidad, es decir, en el principio de que el
artista tiene como tarea la transposición de la realidad.” 6 Contrario a representar
imágenes de la realidad, las nuevas formas de arte como Fragmentos buscan
evidenciar las situaciones sociales que están pasando en la realidad y generar una
consciencia colectiva sobre las diversas problemáticas que nos afectan como
comunidad; aunque las obras no son realistas y puedan compararse para definirlas
como buenas o malas técnicamente hablando, son elementos artísticos capaces de
cargar simbólicamente con grandes conceptos que los han hecho valiosos para el
mundo del arte.

BIBLIOGRFÍA

 INFORMACIÓN DE LA OBRA:
o HTTPS://CANALTRECE.COM.CO/NOTICIAS/FRAGMENTOS-LA-OBRA-DE-DORIS-
SALCEDO-CON-LAS-ARMAS-DE-LAS-FARC/

5
A. DANTO. ARTWORKS AND REAL THINGS. THEORIA. XXXIX. 1973. PÁG. 1-17.
6
PETER BÜRGER. TEORIA DE LA VANGUARDIA. EDICIONES PENINSULA. BARCELONA. 1974. CAPITULO III. LA
OBRA DE ARTE VANGUARDISTA. PÁG. 140
 LARA SALIVE, P. LAS MUJERES EN LA GUERRA. BOGOTÁ, COLOMBIA. EDITORIAL PLANETA.
2000
 GUASCH, ANNA, MARIA. EL ARTE ÚLTIMO DEL SIGLO XX. DEL POSMODERNISMO A LO
MULTICULTURAL. ALIANZA EDITORIAL, S.A. 2003
 AVELINA LESPER. EL FRAUDE DEL ARTE CONTEMPORANEO. EDITORIAL ELMALPENSANTE.
2015
 KOSUTH. JOSEPH. EL ARTE DESPUÉS DE LA FILOSOFÍA. 1969
 A. DANTO. ARTWORKS AND REAL THINGS. THEORIA. XXXIX. 1973
 PETER BÜRGER. TEORIA DE LA VANGUARDIA. EDICIONES PENINSULA. BARCELONA. 1974

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