Todos podemos aprender a dibujar. El primer paso radica en estar plenamente
convencido de ello. Sara Simblet. Artista gráfica y profesora de dibujo anatómico. Partiendo desde los orígenes de la ilustración como movimiento filosófico enmarcado en el Renacimiento, con estudios morfológicos que trataban de romper paradigmas de un pasado medieval y abrir las puertas a un conocimiento más moderno; debemos tener muy en cuenta los estudios, análisis y representaciones realizadas por uno de los principales exponentes en la ilustración anatómica: Leonardo Da Vinci. Da Vinci con sus reflexiones funcionales y formales, su curiosidad sin precedentes en torno al cuerpo humano y de la naturaleza en general, contribuyeron a dejar memorias que se destacan por la calidad de sus descripciones, su comunicación visual y su alto nivel de detalle; claro, sin olvidar los estudios hechos por Guido da Vigevano, Andreas Vesalius, Giulio Cesare y William Cheselden, entre otros y por nombrar algunos que también contribuyeron al arte de registrar nuestra humanidad en su momento. Todos y cada uno de estos exponentes, fueron los que erigieron el puente entre el arte y la ciencia; generando una herramienta de aprendizaje significativo que aún es usado como referencia para estudiantes y profesionales en aras de la medicina, la biología, las bellas artes y el diseño. Hoy en día, este oficio ha trascendido en el tiempo y se niega a desaparecer a pesar de la gran influencia tecnológica, la aparición de programas de dibujo digital que emulan texturas de lápices, plumillas, acuarelas y toda clase de implementos que ponen al alcance de cualquier persona que quiera experimentar y registrar sus dibujos, las cuales pueden ir plasmadas en un sin número de papeles para ser impresos o solamente visualizadas en redes sociales por medio de un celular o un computador. Son las consecuencias de nuestra evolución a las que no podemos darle la espalda, y que han decantado en el surgimiento de nuevos ilustradores científicos que dan un valor artístico a la anatomía y es reforzada por medio de metáforas visuales con poses artísticas, combinando técnicas en su representación bidimensional; sin descartar y dejar de lado artistas que llevan a otro nivel el estudio anatómico bajo éste mismo recurso, usando el arte como herramienta para ser visible y tangibilizar literalmente las formas y las funciones de nuestro cuerpo, tal y como lo hace el científico y artista Gunter von Hagens y su equipo de trabajo con su técnica de la plastinación de cuerpos para ser exhibidos por todo el mundo. Por ende, las representaciones anatómicas tanto bidimensionales como tridimensionales, pueden ser catalogadas como el instrumento y la actividad que aporta nuevas perspectivas de cognición, sin importar su tiempo en el que hayan sido realizadas, ni la técnica de representación en la que fueron desarrolladas (análoga o digitalmente), siempre existirá un valor implícito como conocimiento tangible, riguroso, puro y verdadero. Andrés Rodríguez Ramírez Diseñador – Docente Universitario – Ilustrador Científico y Natural – Tallerista y Buena Gente