En varios municipios y departamentos de nuestro bello país, existen graves
problemáticas como lo es la escasez del preciado líquido. Uno de esos municipios es Aguachica Cesar. La carencia de agua sin potabilizar y de agua potable en Aguachica no está muy lejos de parecerse a la situación que se vive en La Guajira, aunque no tenga los mismos efectos. A pesar del poco suministro de agua potable por parte de la empresa de servicios públicos, los habitantes de Aguachica deben pagar un consumo promedio mensual de $30.000 pesos, posteriormente, tienen que acudir a la venta de agua no apta para el consumo humano, a domicilio, quienes cobran alrededor de $15.000 pesos por un tanque de 200 litros. Estos proveedores particulares, según los habitantes, consiguen el agua en un sitios donde sólo algunos tienen acceso y la extraen ¡como si fuera petróleo!, en pozos profundos que encuentran en aquellas zonas. Existen cuatro pozos en la actualidad, que recomienda el Departamento Administrativo de Salud de Aguachica, puesto que es más limpia para lavar y bañarse y así evitar enfermedades infecciosas. El servicio de venta de agua no potable se ha convertido en el negocio de muchos de los habitantes de Aguachica, diría yo, es una de las actividades económicas principales, junto con el mototaxismo y la explotación petrolera. Sin embargo, la recomendación es que en cada vivenda se reserve la mayor cantidad de agua potable (que se brinda cada 15 días) para asi, evitar la compra y el uso de estas agua extraidas casi que de manera ilegal de pozos artesanales, que causan entre otras cosas, alergias e infecciones a quienes la utilizan.