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INTRODUCCIÓN

La parada cardiorespiratoria es la situación clínica que cursa con


interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible de la respiración
y de la circulación espontáneas; como consecuencia se produce una brusca
disminución del transporte de oxígeno a la periferia y órganos vitales,
conduciendo a la anoxia tisular y muerte biológica irreversible, si esta
situación no revierte, lo cual se puede lograr con una adecuada y oportuna
reanimación o resucitación cardiopulmonar. En este sentido, la resucitación
cardiopulmonar comprende todas aquellas maniobras encaminadas a revertir
la situación de parada cardiorespiratoria, sustituyendo primero e intentando
reinstaurar después, la función respiratoria y cardiovascular espontáneas.
Para aplicar la reanimación cardiopulmonar de manera eficaz se necesita
un trabajo en equipo, el cual lo conforman médicos y profesionales de
enfermería, siendo importante que estos tengan conocimientos teóricos y
prácticos sobre dicho tema. En el caso de enfermería inician su formación
durante la preparación universitaria como estudiantes de dicha carrera,
debiendo continuar de manera permanente durante el desempeño de sus
funciones como enfermeros fortaleciéndolos y actualizándolos, dado los
avances tecnológicos y científicos de esta ciencia de la salud, para poder
brindar una atención oportuna y de calidad en caso de que se requiera.
Por lo cual, se realizó esta investigación con el objetivo de determinar el
conocimiento sobre reanimación cardiopulmonar básica de los estudiantes
del III semestre de enfermería del Programa de Profesionalización de la
Universidad de Los Andes, San Cristóbal, estado Táchira, durante el período
de marzo a septiembre de 2018, de manera que los resultados le permitan a
los coordinadores del programa detectar debilidades y/o necesidades de
formación, y así puedan fortalecer el proceso de aprendizaje.
De tal modo, que el trabajo está estructurado en: capítulo I el problema
de investigación que consta del planteamiento del problema, los objetivos de
la investigación, general y específicos, la justificación, y las consideraciones
éticas; el capítulo II el marco teórico con los antecedentes de la
investigación y las bases teóricas; el capítulo III contiene el marco
metodológico que comprende tipo y diseño de la Investigación, población y
muestra, el sistema de variables, la operacionalización de la variable, el
instrumento, la validación, el procedimiento para la recolección de los datos y
el plan de tabulación y análisis estadístico de los datos; el capítulo IV
presentación de datos y análisis de los resultados; el capítulo V conclusiones
y recomendaciones; también, se muestran las referencias bibliográficas y los
anexos de la investigación.

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CAPÍTULO I

EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

1.1 Planteamiento del Problema


En el área de la salud existen muchas casas de estudio superiores que
ofrecen diversas carreras para preparar profesionales que se dediquen a la
atención del individuo sano o enfermo, buscando la conservación de su
bienestar físico, biológico y mental, a través de la formación en diferentes
disciplinas asistenciales que brinden atención preventiva, paliativa,
diagnóstica, de recuperación y/o rehabilitación, que engranen acciones
dirigidas a tal fin y para lo cual, enseñan una serie de variados
procedimientos tanto teóricos como prácticos en función de la atención
individualizada y del requerimiento de salud que satisfagan las necesidades
de la población.
A lo anterior expuesto, en el caso de la enfermería, la formación de los
estudiantes engloba cada una de las especialidades médicas de manera
integral, formando profesionales en la atención extra hospitalaria e
intrahospitalaria, quienes se desenvuelven en virtud de los conocimientos,
habilidades y destrezas adquiridas durante el tiempo de aprendizaje. Por lo
tanto, deben tener las competencias necesarias para suministrar una
asistencia integral, efectiva y de calidad acorde a las necesidades y/o
problemas de salud del paciente o usuarios que demanden de su atención, lo
que incluye personas que requieren de cuidados críticos y atención rápida e
inmediata para salvar su vida; como ocurre, en caso de presentarse un paro
cardiorespiratorio en el que se debe proporcionar reanimación
cardiopulmonar de manera adecuada y oportuna.
Al respecto, Vigo (2011) refiere que:

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El paro cardiorrespiratorio (PCR) se define como la interrupción
brusca, inesperada y potencialmente reversible de la respiración y
circulación espontánea, que se traduce en la persona en pérdida
de conciencia, apnea y ausencia de pulsos centrales. La
prevención, el reconocimiento y la acción en los primeros minutos
son cruciales para la sobrevida de las personas (p. 7)

Entonces, el PCR, es una de las principales emergencias médicas que se


registran en el mundo, constituyendo un importante problema de salud
pública, dada la alta mortalidad que ocasiona. El mismo puede ocurrir en
cualquier momento y lugar, afectando a personas independientemente de
su edad, género, raza o condición social, estando estrechamente relacionado
con los estilos de vida de la población, patologías pre-existentes y/o
accidentes.
En este orden de ideas, la Organización para la Cooperación y Desarrollo
Económicos (2016, p. 2), refiere que los países con mayor número de
muertes registradas por infarto agudo de miocardio en el 2014 fueron:
Estados Unidos 114.019, México 72.655, Alemania 50.104, Japón 38.991,
España 15.920, Polonia 13.507, Australia 8.623, Grecia 6.274, Chile 6.102,
Hungría 5.972, Suecia 5.715, República Checa 5.476, Países bajos 5.308,
Portugal 4.619, Austria 4.554, Bélgica 4.456, Finlandia 3.560, Noruega 2.534,
Eslovaquia 2.302, Dinamarca 1.581, Israel 1.212, Letonia 1.167, Eslovenia
992, Estonia 458, Luxemburgo 157, Islandia 120.
Asimismo, la Asociación Americana del Corazón o American Heart
Asociación (AHA).(2017, p. 4) afirma que en 2015 alrededor de 790.000
personas en Estados Unidos tuvieron ataques al corazón, muriendo
alrededor de 114.000; con una incidencia anual de 580.000 y 210.000
recurrentes. La edad promedio del primer ataque al corazón fue de 65,3 años
de edad para hombres y 71,8 años de edad para mujeres. Señalando que la
mayoría de los paros cardíacos ocurridos fuera de un entorno hospitalario
suceden en primer lugar en el hogar o domicilio 70%, en segundo en
entornos públicos 19,8% y en tercero las residencias geriátricas 10,6%.

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Por su parte, el Ministerio de Salud de Argentina (citado por Medina,
2017, p.2) señala que para el 2015 en este país se produjeron entre 40.000 y
50.000 infartos, de los cuales murieron unas 17.000 personas.
En Venezuela, la Sociedad Venezolana de Cardiología (2013, p.1) afirma
que anualmente hay 30.548 decesos, 21,36% por enfermedades del
corazón; planteando que la parada cardiaca, es más común en adultos de 35
a 45 años de edad y cada vez se registran mayor número de casos de infarto
en mujeres jóvenes.
Igualmente, el estado Táchira se suma a esta problemática sanitaria, ya
que según estadísticas del Observatorio Venezolano de Salud (2013) “en
Táchira para este año hubo 1054 muertes por infarto al miocardio 693
varones y 361 hembras” (p. 264), visto de esta forma, tanto en otros países
como en Venezuela y la entidad tachirense; la enfermedad cardiovascular
tipo infarto al miocardio que conlleva a la parada cardiorespiratoria, es una
de las principales causas de muerte en toda la población.
Sin embargo, como ya se mencionó, el PCR es potencialmente reversible
si se diagnostica y actúa de manera eficiente y oportuna, Dicha acción, está
inmersa en las llamadas maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP),
protocolizado por la Asociación Americana del Corazón (AHA, 2015, p. 32),
las cuales se clasifican en básicas y avanzadas, debiendo ser ejecutadas en
los primeros minutos, a fin de que haya mayor probabilidad de supervivencia
o de prevenir las secuelas orgánicas a causa del paro.
Por ello, el conocimiento y el entrenamiento del RCP debe constituir un
requisito básico y obligatorio en la formación de los profesionales de
enfermería durante los primeros semestres de la carrera, debido a que los
estudiantes empiezan el adiestramiento asistencial con pasantías clínicas en
donde interactúan con los profesionales de salud en el cuidado y atención de
pacientes, y están expuestos a encontrarse con una situación donde deban
manejar este protocolo en el quehacer diario de su formación académica,
dado que como exponen Arana, Díaz, Oliva, Salguero, Sanchinel y Sosa

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(2014) “es significativa la diferencia al comparar los resultados de una RCP
brindado por personal entrenado, con medidas terapéuticas bien instituidas,
que con tratamientos retardados e inapropiados instituidos por personas con
poca o casi nula experiencia en RCP” (p. 13), entonces, es necesario que
dichos estudiantes tengan formación teórica y práctica en las maniobras de
reanimación cardiopulmonar.
En este sentido, el profesional de enfermería debe contar con las
habilidades que le permitan proporcionar atención eminentemente humana,
oportuna, continua y segura, considerando la individualidad de la persona a
quien cuida y es responsable de su actuación profesional y de mantener
vigente su competencia por medio de la capacitación continua de acuerdo
con los avances científicos, tecnológicos y culturales, debido a que con el
progreso la ciencia se incrementan nuevos conocimientos y surgen nuevos
fármacos por lo que es necesario se mantengan actualizados. Según, Feijo
(2012) “esto debe ser adquirido en su formación de pregrado a través de los
conocimientos básicos bien infundados y arraigados en los protocolos
establecidos para cada situación de salud a las que están expuestos a
atender” (p.22).
Por la razón expuesta, el papel protagónico del personal de enfermería
exige poseer una actitud y aptitud efectiva, seguridad y auto-control producto
de conocimientos, destrezas, habilidades y principios éticos. Todos estos
elementos contribuirán a una coordinación precisa, oportuna dirigida a las
necesidades reales de las personas en PCR; al respecto, Reveló (2017, p.
19) señala que la experiencia de algunos evaluadores de estos eventos de
RCP evidencia que existen problemas en la ejecución por parte de los
profesionales que intervienen, donde “el personal de enfermería posee un
desconocimiento en el uso de medicamentos adecuados, dosis y el uso del
desfibrilador” (p.20).
De allí, la importancia de realizar investigaciones al respecto, para que
basados en los resultados se tomen medidas para fortalecer los

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conocimientos e información sobre los de protocolos a seguir, indispensable
para una RCP exitosa.
Por ello se realizó esta investigación para dar respuesta al siguiente
problema ¿Cual es el conocimiento sobre reanimación cardiopulmonar
básica de los estudiantes del III semestre de enfermería del Programa de
Profesionalización de la Universidad de Los Andes, San Cristóbal, estado
Táchira, durante el periodo de marzo a septiembre de 2018?

1.2 Objetivos de Investigación

1.2.1 Objetivo General


Determinar el conocimiento sobre reanimación cardiopulmonar básica de
los estudiantes del 3er semestre de enfermería del Programa de
Profesionalización de la Universidad de Los Andes, San Cristóbal, estado
Táchira, durante el periodo de marzo a septiembre de 2018.

1.2.2 Objetivos Específicos


Describir las características demográficas de estos estudiantes de
enfermería.
Determinar los conocimientos que poseen sobre la reanimación cardio-
pulmonar.
Identificar el conocimiento que tienen sobre las maniobras de soporte
básico y avanzado que se deben aplicar para la RCP
Establecer el conocimiento que poseen sobre los recursos necesarios
para la atención del paro cardiorespiratorio.
Determinar la información que tienen sobre la normativa básica para la
reanimación cardio-pulmonar.

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1.3 Justificación de la Investigación
El PCR consiste en el cese potencialmente reversible de la actividad
mecánica cardiaca y se diagnostica por la falta de conciencia, pulso y
respiración, por ello la aplicación inmediata de la RCP puede, prevenir o
evitar la muerta biológica. Las medidas de reanimación pueden realizarse en
cualquier lugar; pero, para que sea exitoso debe ser realizado por personas
entrenadas. Por ello, los profesionales de enfermería deben poseer las
competencias cognitivas y procedimentales, las cuales comienzan a
formarse desde el pre-grado e incluyen las diversas situaciones a las que
como profesional debe enfrentar y abordar, tal como la PCR. Por ello, los
enfermeros (as) deben tener la destreza para manejar RCP de alta calidad, y
así ayudar al paciente a salir del estado crítico en que se encuentra
disminuyendo el riesgo de muerte.
En este sentido, la investigación se justifica desde el punto de vista social
porque es de suma importancia que los estudiantes de enfermería sean
formados con los protocolos, para que desde el inicio de su ejercicio
profesional tengan conocimientos, actitudes y destrezas necesarias para
hacer una reanimación cardiopulmonar OPORTUNA de máxima calidad,
PARA REVERTIR EL PCR Y RESTAURAR LAS FUNCIONES VITALES EN
EL INDIVIDUO, AUMENTANDO LAS POSIBILIDADES DE supervivencia Y
previendo secuelas orgánicas a causa del paro; por eso, la presente
investigación permitirá detectar necesidades de formación y capacitación
sobre el tema, lo que puede ser usado por el equipo docente para fortalecer
la información sobre el PCR y la RCP.
Asimismo, desde el punto de vista teórico se justifica porque aporta
información valiosa y sustentada bibliográficamente a los efectos del
protocolo de RCP apto para estudiantes de enfermería, útiles para fortalecer
el conocimiento y la práctica profesional, contribuyendo al desarrollo de
competencias académicas para los estudiantes que enfermería dirigidas a la

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prevención, detección y acción del protocolo de RCP en los primeros minutos
de cualquier evento de paro cardiorespiratorio.
Igualmente, el estudio se justifica en lo metodológico, porque sirve de
modelo para futuras investigaciones en cuanto a la forma, diseño y ejecución
de la metodología aplicada durante el proceso de revisión, compilación, y
procesamiento de la información, además, puede ser citada como
antecedente en futuros trabajos que se realicen sobre la misma variable,
temática de salud o línea de investigación.

1.4 Consideraciones Éticas


Las consideraciones éticas de esta investigación se sustentan en lo
establecido en el Código Deontológico de los Profesionales de Enfermería
(2008) artículo 42: “todo profesional de enfermería cuando realice un trabajo
de investigación o publicación relacionado con los usuarios, en dependencias
universitarias, comunitarias o asistenciales, debe guardar confidencialidad de
toda la información para que no perjudique al usuario o a la institución” y
artículo 43: “Todo profesional de enfermería en razón de su ejercicio deberá
mantener el secreto profesional; es importante para su protección, amparo,
salvaguarda y honor del usuario” (p. 7), por tanto, la información recolectada
durante la investigación será reservada solo con fines investigativos y los
sujetos en estudio permanecerán en el anonimato.
Para ello, se solicitó autorización por escrito a la Coordinación de
Enfermería del Programa de Profesionalización de la Universidad de Los
Andes de San Cristóbal por medio de una comunicación derivada de la
misma para llevar a cabo esta investigación (Anexo Nº1), además, se pidió el
consentimiento a los estudiantes III semestre de enfermería en estudio.

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CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

2.1 Antecedentes de la Investigación


En un estudio realizado por Ávila, Carlos y Sullcapuma este estudio fue
realizado en (2015) denominado “Nivel de conocimiento sobre reanimación
cardiopulmonar básico del personal de enfermería en un establecimiento de
primer nivel de atención. En salud de Lima - Perú 2015”, cuyo objetivo era
determinar el nivel de conocimiento sobre reanimación cardiopulmonar
básico del personal de enfermería en un establecimiento de primer nivel de
atención. Fundamentada en una investigación de tipo cuantitativo,
descriptivo, diseño de campo y de corte transversal, trabajaron con una
población muestral conformada por 32 personas tanto enfermeros como
técnicos de enfermería, las técnicas empleadas fueron la encuesta y la
observación y como instrumentos un cuestionario que media los
conocimientos con 10 preguntas cerradas y alternativas de respuesta
múltiple, y una lista de chequeo con 20 aspectos a observar que media las
maniobras de reanimación cardiopulmonar que aplicaba dicho personal. Dio
como resultados que el personal de enfermería tiene un nivel de
conocimientos medio sobre reanimación cardiopulmonar con un porcentaje
de 69,44%. En relación a los conocimientos sobre identificación y activación
del sistema médico de emergencia, obtuvieron un nivel medio con un
porcentaje de 69,44%. En cuanto a los conocimientos sobre compresiones
torácicas, obtuvieron un nivel medio con un porcentaje de 69,44%. En
relación a los conocimientos sobre el manejo de la vía aérea, obtuvieron un
nivel medio con un porcentaje de 58,33%. Respecto a la ventilación,
obtuvieron un nivel medio, con un porcentaje de 80,55%. En relación a los
conocimientos sobre desfibrilación temprana, obtuvieron un nivel medio, con

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un porcentaje de 80,56%. Concluyendo que la mayoría del personal de
enfermería del establecimiento de primer nivel de atención tiene un nivel de
conocimiento medio sobre reanimación cardiopulmonar básica.
Por otra parte, Duarte, Pérez y Valero (2015), realizaron una
investigación cuyo título fue “Intervención de enfermería en la reanimación
cardio-pulmonar en pacientes con paro ingresado en emergencia de adultos
del hospital Justo Pastor Arias de Rubio, estado Táchira, Venezuela, de
febrero a julio 2015” La investigación tuvo como objetivo describir la
intervención de enfermería en la reanimación cardio-pulmonar en pacientes
con paro ingresado en emergencia de adultos de dicho hospital. La
metodología fue descriptiva, con un diseño de campo, trasversal,
cuantitativa, y una población muestral de 16 profesionales de enfermería; a
quienes se les aplicó un instrumento tipo cuestionario con preguntas
cerradas de selección múltiple, dicotómicas y lickerts, cuyos datos fueron
procesados con estadística de distribución de frecuencia absoluta y
porcentual. Los resultados evidenciaron de los enfermeros (as) encuestados
18,7% tenían de 25 a 29 años en hombres, 25% de mujeres en este mismo
rango de edad; 62,3% eran de género femenino; 56,2% eran licenciados,
75% con cargos de enfermera I, 43,7% tenían laborando entre 5 y 9 años;
37,5% en el turno de la tarde; y 62,% con cargo de suplente; 87,5%
manifestó tenía conocimientos básicos de PCR, sin embargo 81,3% no
poseía conocimiento sobre algunos de los signos y síntomas del paro
cardiorespiratorio; 50% tenía conocimientos sobre las maniobras de soporte
básicas y avanzadas. En cuanto a la aplicación de las maniobras de soporte
básicas y avanzadas 87% verificaba que el paciente estuviera consciente;
que tuviera pulso; y que respirara; 100% iniciaba inmediatamente el proceso
de reanimación, 87,5% monitorizaba la actividad cardiaca, 75% preparaba el
equipo de intubación, 100% el de aspiración; 81,2% no ponía en
funcionamiento el desfibrilador, ni rotulaba la medicación. En torno a los
recursos el 100% aseguró contar con los recursos para proporcionar RCP.

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Por lo que se concluye que no todo el personal manejaba el protocolo y la
normativa en la aplicación de una RCP
Igualmente, Falcón (2014) realizó un trabajo de investigación que se título
“Nivel de conocimiento sobre reanimación cardiopulmonar del enfermero (a)
de la segunda especialidad en enfermería servicio de emergencia, hospital
de La Lima, Perú, 2014” Siendo el objetivo determinar el nivel de
conocimiento sobre RCP del enfermero (a) del programa de segunda
especialización en enfermería. El estudio fue descriptivo, transversal;
estando la población conformada por 372 enfermeros del programa y la
muestra por 73; la técnica de muestreo probabilístico aleatorio simple; los
datos fueron recolectados mediante una encuesta, utilizando como
instrumento un cuestionario, validado por juicio de 8 expertos.
Encontrándose que de los enfermeros encuestados 79,5% eran de sexo
femenino y 20,5% masculino, 32,9% en edades entre 30 a 34 años, 28,8%
de 25 a 29 años, 7% entre 40 y más años y 5,4% de 35 a 39 años; 31,5%
tenían capacitación en RCP básico, 19,2% en RCP avanzado y 49,3% no
tenían capacitación; 69% tenía conocimiento medio en reanimación
cardiopulmonar básico, 16% tenían conocimiento alto y 15% bajo; 78% tenía
conocimiento medio referente a las compresiones torácicas, 19% tenía
conocimiento alto y 3% bajo; 70% tenía conocimiento medio referente a las
vías aéreas, 6% tenía conocimiento bajo y 14% alto; 49% tenía conocimiento
medio referente a la respiración, 26% tenía conocimiento bajo y 25% alto.
Asimismo, Angola, Camperos, Cárdenas y Figueroa (2014), realizaron un
estudio con el título de “Aplicación del programa de reanimación
cardiopulmonar básico y avanzado por el profesional de enfermería de la
emergencia del hospital Tipo II Dr. Ernesto Segundo Paolini de San Juan de
Colón, estado Táchira, Venezuela de septiembre a noviembre 2014” Con el
objetivo de determinar la aplicación del programa de reanimación
cardiopulmonar básico y avanzado por el profesional de enfermería de esta
unidad clínica. Fue un estudio no experimental, de campo y descriptivo; la

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población fue 12 profesionales de enfermería de la emergencia; el
instrumento aplicado fue un cuestionario de 20 preguntas cerradas,
dicotómicas, validado por juicio de expertos; los resultados fueron tabulados
y representados en tablas y gráficos. Los resultados evidenciaron que de
los encuestados en cuanto a los conocimientos sobre el programa de
reanimación cardiopulmonar básico y avanzado 50% sabía que la
reanimación cardiopulmonar son todas aquellas maniobras encaminadas a
revertir la situación de parada cardiorespiratoria, 25% conocía que el objetivo
de la reanimación cardiopulmonar es garantizar la oxigenación tisular
suficiente en los órganos vitales, 66,7% sabía que una indicación para aplicar
la reanimación cardiopulmonar en una emergencia extrema es considerar
implícito el consentimiento del afectado, 16,7% conocía que la reanimación
cardiopulmonar en el nivel básico puede llevarse a cabo sin utilizar equipos
o el reservorio, ambú; en relación a las técnicas del programa de
reanimación cardiopulmonar básico 16,7% sabía que la maniobra de
elección para abrir la vía aérea es la de frente-mentón, 75% conocía que
para realizar las técnicas de reanimación cardiopulmonar la postura
adecuada es decúbito supino y horizontal, 41,7% sabía que la ventilación sin
equipo se realiza mediante la insuflación de aire espirado a través de los
procedimientos boca-boca, siendo esta una técnica extrahospitalaria de
emergencia, 8,3% conocía que el masaje cardiaco externo es conocido como
soporte circulatorio; en cuanto a las técnicas del programa de reanimación
cardiopulmonar avanzada 8,3% sabía que la desfibrilación es el único
tratamiento definitivo en posible caso fibrilación ventricular, 33,3% conocía
que para conseguir la permeabilidad de la vía aérea se puede utilizar
técnicas y sistemas de aspiración, 25% sabía que durante la reanimación
cardiopulmonar se administra precozmente oxigeno suplementario a la
mayor concentración posible, con reservorio, ambú, 83,3% conocía que la
vía para administración de fluidos y fármacos en la reanimación
cardiopulmonar es la vía venosa periférica; en relación a los requerimientos

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para la aplicación del programa de reanimación cardiopulmonar básico y
avanzado 97,7% afirmó que el médico es el ente de salud más idóneo para
aplicar las técnicas de nivel avanzado de reanimación cardiopulmonar, 41,7%
aseveró que los conocimientos mínimos que debe tener el personal de
enfermería respecto a la reanimación cardiopulmonar es el nivel básico,
83,3% sabía que el carro de paro es una unidad de soporte de vida, 50%
conocía que los reservorios, ambu son las herramientas portátiles utilizadas
para ventilar los pulmones de una persona, 33,3% sabía que el tubo
endotraqueal se utiliza como medio para insertar el aire desde el exterior
hasta los pulmones, 41,7% conocía que medicamentos debía contener el
carro de paro, 25% sabía que el monitor cardiaco es un equipo que permite
observar la función eléctrica del corazón a través del registro del ritmo
cardiaco y determinar anomalías, 8,3% conocía que el desfibrilador es un
aparato electrónico portátil que diagnostica y trata la parada
cardiorespiratoria cuando es debida a la fibrilación ventricular o a una
taquicardia ventricular sin pulso restableciendo un ritmo cardíaco efectivo
eléctrica y mecánicamente.
Sumado a lo expuesto, Arana, Díaz, Oliva, Salguero, Sanchinel y Sosa
(2014) desarrollaron un trabajo de investigación titulado “Reanimación
cardiopulmonar básica en el personal de enfermería de Hospitales
Nacionales de las regiones nororiente y suroriente de Guatemala” Cuyo
objetivo fue desarrollar un proceso de investigación-acción sobre
reanimación cardiopulmonar básica en el personal de enfermería en los
servicios de adultos en dichos hospitales de febrero a agosto del 2014. Fue
un estudio de nivel multicéntrico, para su realización se tomó una muestra
aleatoria simple sistemática de 853 enfermeras (os), y se hizo una
distribución por proporciones de las mismas que laboran en los servicios de
adultos de los hospitales nacionales. Luego se desarrolló un proceso de
investigación-acción en tres fases. En la primera fase se realizó una
encuesta de dos secciones (datos generales y conocimientos). La segunda

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fase constaba de una capacitación sobre reanimación cardiopulmonar básica
de acuerdo con el programa soporte vital básico (SVB) del American Heart
Association para profesionales de la salud, con el uso de maniquíes y
desfibrilador externo automático; la tercera fase constaba de un cuestionario
post capacitación sobre conocimientos de RCP básico. Ambos test se
aprobaban con una nota de 80 puntos utilizando los criterios de la unidad de
cursos Centro de Entrenamiento en Cursos de RCP (ACE) de la Liga
Guatemalteca del Corazón. Un 5% del personal encuestado aprobaron el test
diagnóstico y 95 % lo reprobaron, mientras que el test post capacitación lo
aprobaron 85% y lo reprobaron solamente 15% después de una participación
activa en las capacitaciones de RCP, por lo que recomiendan implementar un
programa de capacitación continua y certificación en RCP Básica a nivel de
cada hospital.
Por su parte, Cueto (2013), realizó un estudio con el título de
“Conocimiento del personal de enfermería de un hospital materno infantil
sobre técnicas de reanimación cardiopulmonar, hospital materno infantil de
Asturias, España, tercer trimestre de 2013” El objetivo fue valorar el grado
de conocimiento sobre dichas técnicas en este personal. El estudio fue de
descriptivo, transversal, la población fue de 139 enfermeros (as) y la muestra
83; se diseñó y aplicó un instrumento de 33 ítems. Los resultados
evidenciaron que de los encuestados 35,7% tenía entre 51 y 60 años de
edad, 90,5% eran mujeres, 50% tenían más de 20 años de experiencia, 44%
recibió entrenamiento en RCP hacía 5 años, 20,2% hacia 2 años, 35,8% no
tenía entrenamiento, 51,2% conocía el protocolo de RCP de este hospital,
88,1% contaba con carro de paro en el área de trabajo, 82,1% conocía lo que
contiene el carro de paro, 44% revisaba el carro de paro cada 15 días, 65,5%
no disponía de desfibrilador en el área de trabajo, 57,1% sabían usar el
desfibrilador, 14,3% tenían certificado para su uso, 69% conocía una
situación de parada cardiorespiratoria, 67,9% no conocía la realización de
respiraciones de rescate a toda victima pediátrica, 57,1% conocía la relación

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comprensión respiración, 79,8% conocían la posición correcta para
reanimación cardiopulmonar, 22,6% sabían interpretar el electrocardiograma,
más del 70% no reconocía los ritmos desfibrilables y no desfibrilables,
67,9% respondió incorrectamente sobre la secuencia de la desfibrilación,
94% cateterizaba una vía periférica rápidamente, 67,9% no conocía la
medicación ante una parada cardiorespiratoria, 71,4% obtuvo una calificación
insatisfactoria en cuanto a conocimiento de RCP en pacientes pediátricos.
Por otra parte, Araujo, Barcellos, Muglia y Olivetto (2010) realizaron un
estudio denominado “Conocimiento teórico de los enfermeros sobre parada
cardiorrespiratoria y resucitación cardiopulmonar en unidades no
hospitalarias de atención de urgencia y emergencia, San Pulo, Brasil” El
objetivo de este estudio fue analizar el conocimiento teórico de los
enfermeros de esas unidades sobre parada cardiorrespiratoria y resucitación
cardiopulmonar, en el 2010. Se trato de un estudio descriptivo, cuantitativo,
no experimental, la población fue de 91 enfermeros de las 16 unidades de
siete municipios de la Región Metropolitana de Campinas, la muestra fue de
73; cuyos datos fueron obtenidos aplicando un cuestionario de dos partes la
primera aborda la caracterización sociodemográfica del enfermero y la
segunda el conocimiento del enfermero sobre PCR/RCP. Los resultados
fueron 80,8% eran del sexo femenino, 37% de 30 a 39 años de edad, 71,2%
con estudios de especialización, 53,5% del turno diurno, 65,8% con alguna
actualización en PCR/RCP; se observó que los encuestados presentaron
vacíos de conocimiento sobre cómo detectar: la parada cardiorrespiratoria, la
secuencia del soporte básico de vida y la relación ventilación/compresión
mayor al (>) 60%; desconocían las conductas que se deben adoptar
inmediatamente después de la detección > 70% y los estándares de ritmos
presentes en la parada cardíaca > 80%; e identificaron parcialmente 100%
los fármacos utilizados en la resucitación cardiopulmonar. Se concluyo que
los enfermeros presentaron conocimiento parcial de las directrices
disponibles en la literatura.

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También, Jaimes, Bocaranda, Quiñones y Valero (2009), realizaron una
investigación titulada “Intervención de enfermería en la reanimación cardio-
pulmonar, de pacientes con paro, realizado en el área de Emergencia de
adultos del Hospital Central, San Cristóbal del estado Táchira, Venezuela de
febrero a julio 2009” Con el objetivo de determinar la intervención de
enfermería en la reanimación cardio-pulmonar, de pacientes con paro, en
esta área. El tipo de investigación fue descriptivo, con un diseño de campo,
trasversal, cuya población y muestra estuvo conformada por 62 profesionales
de enfermería del área de emergencia, se diseñó, validó y aplicó un
instrumento tipo cuestionario, cuyos datos fueron procesados con estadística
descriptiva de frecuencia absoluta y porcentual. Los resultados evidenciaron
que de los encuestados 22,58% pertenecían al sexo masculino y 77,42% al
femenino; 38,7% eran mujeres adultas jóvenes con edades entre los 25 a 34
años, mientras que la mayoría de los hombres se ubicaron entre los 24 a 29
años; la mayoría conocía de la RCP; 62,9% señaló negativamente que el
principio de la RCP es garantizar el aporte de oxigeno a los órganos vitales,
90,3% refirió que el objetivo primario es iniciar una respiración eficiente,
59,6% desconocía el tiempo que se tiene para iniciar las maniobras de RCP
sin que haya daño cerebral, 70,9% no sabía que el pulso carotideo es el más
indicado; más del 80% refirió aplicar las maniobras de reanimación básica,
más del 60% refirió aplicar las maniobras para la reanimación avanzada,
50% no estaba claro en la secuencia ideal de masaje y ventilación; ni del
tiempo de verificación y control del pulso; 100% refirió disponibilidad del
carro de soporte vital, pero, no siempre existe un equipamiento completo y
preciso de soporte circulatorio complementario y medicamentos; la gran
mayoría manifestó que no se cumple con las normas estandarizadas y
reglamentos para la RCP.
Todas las anteriores investigaciones permiten sustentar la presente
investigación dado que abordan aspectos relacionados con el conocimiento y
aplicación de RCP.

17
2.2 Bases Teóricas
Según Ávila, Carlos y Sullcapuma (2017, p. 10) el egresado de
enfermería, debe recibir un programa de enseñanza aprendizaje, como plan
curricular o proyecto educativo de acuerdo con el enfoque o análisis de la
situación socio profesional de la localidad, región, en el marco de un contexto
actualizado, que le permita fijar las metas de lo que se quiere alcanzar con
relación al tipo de profesional de enfermería que se intenta formar. Por ello,
es necesario enfatizar este conocimiento a través de representaciones de
sucesos o hechos ya vividos y reforzados desde la formación de pregrado,
donde se debe formar y capacitar a los estudiantes sobre los diferentes
problemas de salud, que pueden enfrentar en el día a día, durante el ejercicio
de su profesión, siendo uno de ellos dada su frecuencia y trascendencia, el
PCR y su intervención oportuna para lograr salvar la vida del paciente
como es la aplicación eficaz y adecuada de la RCP.

Paro Cardiorespiratorio
El PCR es la detención de la circulación y la ventilación efectiva, que
lleva a daño orgánico irreversible y muerte, de no mediar intervención
externa. Montaña (2014, p. 2) lo define como el cese de forma brusca e
inesperada de la circulación sanguínea y de la respiración espontánea; y por
tanto, el cese del aporte de oxígeno a los órganos vitales, siendo
especialmente afectado el cerebro. Cuando el cerebro deja de recibir oxigeno
durante 6-8 minutos se produce la muerte de sus células, produciéndose una
situación irreversible. Por su parte, Giano (2014) citado por Duarte, Pérez y
Valero (2015, p.54), señala que el tiempo optimo con el que se cuenta es de
4 minutos, ya que luego de este tiempo en la mayoría de los casos, hay daño
neurológico, de allí la importancia de una precoz intervención en el inicio de
la RCP.

18
Asimismo, cuando el evento primario es un paro respiratorio, el corazón y
el aire contenido en los pulmones pueden continuar oxigenando la sangre y
manteniendo un adecuado transporte de oxígeno al cerebro y otros órganos
vitales durante algunos minutos; pero al cabo de este período se añade
invariablemente el paro cardiaco secundario a la anoxia miocárdica. Si el
evento se inicia con un paro cardiaco, la circulación se detiene y todos los
órganos vitales quedan privados de oxígeno, la respiración cesa segundos
después por hipoxia de los centros bulbares.
Señalando que el paro cardiaco se presenta clínicamente como una
muerte aparente pérdida súbita de la conciencia, ausencia de pulsos
centrales, paro respiratorio y/o respiración agónica, palidez cutánea,
midriasis pupilar, cianosis o coloración ceniza; la persona está totalmente
inconsciente, no se mueve espontáneamente, no reacciona al llamado, al
tacto, a la estimulación dolorosa ni a la luz; no se percibe su respiración ni
siquiera después de la liberación de las vías aéreas, no se siente su
respiración en la mejilla, no se ve el pecho o el vientre levantarse ni bajarse;
la persona no reacciona a las insuflaciones boca a boca, no tose, no
recupera la ventilación; no se percibe el pulso carotídeo siendo este el más
indicado para valorar, la víctima palidece, adquiere un color azulado debido a
la falta de oxigenación de los tejidos a predominio de uñas y labios, se
observa dilatación de las pupilas. Ante esta situación, se debe iniciar lo más
pronto posible la reanimación cardiopulmonar, siendo el daño cerebral el
punto más importante a evitar.
Se debe señalar que dentro de la etiología del PCR se mencionan
diversos eventos y factores. Lovesio (2012, p. 4) especifica fibrilación
ventricular, taquicardia ventricular, asistolia y la actividad eléctrica sin pulso.
Y entre los múltiples factores potencialmente reversibles que pueden llevar a
un PCR se encuentra la hipoxia, anoxia, hipotermia, hipocalcemia,
hiperkalemia, hipermagnesemia, oclusión coronaria, acidosis, hipovolemia,
neumotórax a tensión, taponamiento cardiaco, intoxicación, reacciones

19
anafilácticas, trombosis pulmonar, trombosis coronaria, cateterismo cardíaco,
cirugía cardíaca, siendo necesaria la aplicación de las maniobras y
procedimientos de RCP.
Asimismo, Arrabal y Moreno (2014, p. 4) afirman que el paro cardiaco
puede ser provocado por cuatro ritmos: 1) Fibrilación ventricular (FV) 2)
Taquicardia ventricular sin pulso (TVSP) 3) Actividad eléctrica sin pulso
(AESP) 4) Asistolia. De ellos, los ritmos desfibrilables son la fibrilación
ventricular y la taquicardia ventricular sin pulso. El tiempo que transcurre
desde el colapso de una víctima hasta la desfibrilación es uno de los factores
más importantes que condicionan la supervivencia a un paro cardiaco súbito
con FV o TVSP.
Por su parte, Raigoza (2006), citado por Roa, Tibana, Contreras y
Valero, (2011, p. 25) señala que entre las causas del paro respiratorio se
encuentran ahogamiento, cuerpos extraños en vías respiratorias, aspiración
de gases inflamables, constricción de garganta, envenenamiento por alcohol,
sobre dosis de medicamentos o drogas, electrocución, traumatismos o
lesiones por accidentes, shock, ataque de insolación o hipotermia,
quemaduras, dificultad para ventilar por caída de la lengua y las arritmias. Y
entre las causas del paro cardio respiratorio: electrocución, hipotermia
profunda, traumatismo cráneo encefálico, shock hipovolemico,
deshidratación, paro cardiaco y paro respiratorio.
Como ya se dijo, la intervención oportuna frente a esta emergencia
médica, mediante una RCP efectiva, puede lograr revertir el paro y salvar la
vida del paciente.

Reanimación Cardio Pulmonar


La reanimación cardiopulmonar es un procedimiento de emergencia que
se utiliza cuando una persona ha dejado de respirar y el corazón ha dejado
de latir; tal como lo define O’Connor (2016, p. 7) son todas aquellas

20
maniobras encaminadas a revertir la situación de parada cardiorespiratoria,
sustituyendo primero e intentando reinstaurar después, la función respiratoria
y cardiovascular espontáneas; son las técnicas y acciones que se ponen en
práctica para devolver, regresar un paciente de un paro cardiorespiratorio y
por ende salvarle la vida. Asimismo, Feijo (2012, p. 24) afirma que los
principales componentes de la reanimación cardiopulmonar son la activación
del servicio médico de emergencias dentro o fuera del hospital y la
asociación de compresiones torácicas o masaje cardiaco externo (MCE).
En relación a los objetivos de la RCP, Montaña (2014, p. 2) refiere que los
objetivos de la reanimación cardiopulmonar son restaurar la función cardiaca
y respiratoria buscando garantizar la oxigenación tisular suficiente en los
órganos vitales, preservar la vida, restituir la salud, aliviar el sufrimiento y
limitar la incapacidad, a través de la aplicación oportuna, ordenada y eficiente
del objetivo primario de la reanimación que universalmente se denomina el
ABC; es decir, A. Establecer una vía aérea permeable. B. Iniciar una
respiración eficiente C. Mantener una circulación adecuada.
Por su parte, Arrabal y Moreno (2014, p. 5) señalan que la RCP está
indicada o debe aplicarse siempre que se diagnostique PCR, en un paciente
inconsciente, cuando hay pérdida súbita de la respiración, pulso y presión
arterial; en esta emergencia extrema se considera implícito el consentimiento
del afectado, sin necesidad de conocer la situación clínica previa; pero, con
importantes excepciones entre ellas si el paciente presenta signos
indiscutibles de muerte biológica tales como: rigidez, livideces; si el
representante legal del paciente comunica que este manifestó no querer
estas técnicas; si el tratamiento es desproporcionado e inútil como en las
enfermedades terminales; si la parada cardíaca lleva más de 10 minutos de
evolución sin haber aplicado la reanimación; si existen riegos graves para el
reanimador o que se perjudique a otros afectados con más posibilidades de
supervivencia en una situación con múltiples víctimas.

21
Se debe agregar que, de acuerdo a lo citado por Guzmán (2015, p. 27)
“las maniobras de reanimación cardiopulmonar constan de dos niveles de
maniobras, básicas o soporte vital básico y maniobras de RCP avanzada o
soporte vital avanzado” (p.1), entonces, esta técnica consta de dos partes; la
básica que incluye las maniobras necesarias para una reanimación
cardiopulmonar adecuada, cuando no se dispone de recursos instrumentales
como la máscara de aire o ambú, siendo a veces suficiente para recuperar a
un paciente; mientras que la avanzada son estrategias especializadas que
comprenden la reanimación básica, más el uso de equipamiento y técnicas
especiales para el establecimiento y mantenimiento de una efectiva
ventilación y perfusión; monitoreo electrocardiográfico, detección de arritmias
y su tratamiento; establecimiento y mantenimiento de un acceso venoso;
terapéutica farmacológica del paro; tratamiento de los pacientes con shock y
trauma, y estabilización del paciente post resucitación.
Dentro de este orden de ideas, existe una diversidad de guías para la
reanimación cardiopulmonar; entre estas, la guía de la Asociación Americana
del Corazón (AHA, 2015, p. 8), la cual provee certificación para soporte vital
básico en reanimación cardiopulmonar. Esta es una organización sin fines
de lucro que educa sobre el cuidado cardiaco adecuado en un esfuerzo para
reducir la morbimortalidad por enfermedad cardiovascular e infarto. Fue
fundada en el año 1915 en Nueva York por un grupo de médicos y asistentes
sociales estadounidenses. Su misión es construir vidas más saludables, libre
de enfermedad cardiovascular e infarto, y su eslogan es aprende y vive. La
AHA cuenta con varios programas enfocados en la prevención, alimentación
y educación. Entre estos, uno de los más importantes es el programa
referente a los cuidados frente a una emergencia cardiovascular (Emergency
Cardiovascular Care, (ECC) cuyo fin es mejorar la cadena de supervivencia a
través de la capacitación en reanimación cardiopulmonar básica y avanzada,
por medio de centros de entrenamiento creados en todo el mundo.

22
Entonces, la RCP básica es toda intervención médica, técnica,
procedimiento o medicación que se administra a un paciente para revertir el
PCR, esté o no dicho tratamiento dirigido hacia la enfermedad de base o el
proceso biológico causal. Según Feijo (2012, p. 24) la RCP básica o el
soporte vital básico (SVB) se define como el conjunto de medidas
encaminadas a mantener las funciones vitales en situación de riesgo
inminente para la vida refiriendo que es la base para salvar vidas ante un
PCR.
Por tanto, de acuerdo al mismo autor los aspectos fundamentales de la
RCP avanzado incluyen 1) Reconocimiento inmediato del paro cardiaco y
activación del sistema de respuesta de emergencia 2) RCP precoz con
énfasis en las compresiones torácicas 3) Desfibrilación rápida con uso de
desfibrilador externo automático (DEA) 4) SVB efectivo y 5) Cuidados
integrados post paro cardiaco. Al respecto, O’Connor (2016, p. 7) señala que
estos pasos se conocen como los cinco eslabones de la cadena de
supervivencia en adultos, la cual es el conjunto de procesos, que realizados
de forma ordenada, consecutiva y en un periodo de tiempo lo más breve
posible, ha demostrado ser lo más eficiente para tratar un paro cardiaco.
También acota que, el soporte vital avanzado (SVA) se compone de tres
partes principales: 1) compresiones torácicas 2) vía aérea y ventilación y 3)
desfibrilación. Para brindar una RCP adecuada, se requiere de un equipo de
personas entrenadas. Si un solo profesional presencia que la víctima se
desploma súbitamente, puede asumir que se trata de un paro cardiaco
primario con un ritmo desfibrilable, y debe activar inmediatamente el sistema
de respuesta de emergencias, obtener un DEA y volver junto a la víctima
para aplicar la RCP y usar el DEA después de comprobar el ritmo.
En otras palabras, se distingue un soporte vital básico, en el que no se
utilizan dispositivos mecánicos para la realización de la maniobras, salvo
dispositivos de barrera para la ventilación con aire espirado (estas maniobras
pueden ser aplicadas por la población en general), e incluyen la apertura de

23
la vía aérea, la posición del paciente, la ventilación sin equipo y el masaje
cardiaco externo. Mientras un soporte vital avanzado requiere material
específico como el DEA y profesionales cualificados. Entre las técnicas de
reanimación cardiopulmonar avanzada están la desfibrilación, aislamiento de
vía aérea, ventilación artificial y vías de administración de fármacos.
Por su parte, la AHA (2015, p. 8), señala que los pasos iníciales del SVB
son cuatro: 1) Evaluación y seguridad de la escena, en la cual se comprueba
el estado del paciente, está inconsciente o no respira. 2) Activación del
sistema de respuesta de emergencias y obtención de un desfibrilador externo
automático. 3) Comprobación del pulso, lo cual debe de hacerse localizando
el pulso de la arteria carótida en un lapso de no menos de cinco ni más de
diez segundos. Si no se detecta el pulso inmediatamente durante este
periodo de tiempo se debe iniciar con compresiones torácicas. 4) Inicio de
cinco ciclos de compresión y ventilación a una razón de 30:2.
De esta manera, con este sencillo método de análisis o valoración de la
situación, el testigo de un posible PCR, puede confirmarla y comprobar la
presencia o no de respiración y circulación espontaneas, para así poder
aplicar un plan de actuación concreto para cada una de las cuatro
situaciones posibles. En pacientes que responden a estímulos el manejo
inicial es dejarlo en la posición en que se encontró, buscar lesiones, controlar
periódicamente la situación del afectado, solicitar ayuda médica si precisa,
realizar hemostasia en casos de hemorragia, desobstruir y permeabilizar la
vía aérea.
Asimismo, Guzmán (2015, p 27) señala en pacientes que no responden
y/o que no respiran se debe gritar pidiendo ayuda y dar inicio a las maniobras
de RCP básico, abrir la vía aérea, comprobar la presencia tanto de
respiración espontanea como de pulso carotideo y se debe colocar al
afectado en posición lateral de seguridad para disminuir los riesgos de
obstrucción de la vía aérea y de broncoaspiración. Igualmente, expone en
los pacientes inconscientes que no respiran, pero que tienen pulso arterial

24
central palpable, se debe gritar pidiendo ayuda, mientras se coloca a la
víctima en decúbito supino, con los brazos a los lados del cuerpo,
inmediatamente abrir la vía aérea, con la maniobra frente-mentón, y
comprobar durante 5 segundos la ausencia de respiración; luego se debe
confirmar que el pulso carotideo está presente; iniciar la ventilación artificial
con 10 insuflaciones con aire espirado de 2 segundos de duración cada una;
se debe alertar la emergencia; si la situación no se modifica se continua con
la ventilación artificial y se asocia el masaje cardiaco externo.
A esto añade el mismo autor, si el paciente esta inconsciente, no respira y
no tienen pulso central; el plan se inicia confirmando dicha situación de PCR
y activando inmediatamente el sistema de emergencia, se coloca el paciente
en una superficie dura, se inicia el RCP, se realiza la apertura de la vía aérea
e iniciar la ventilación y el masaje cardiaco externo. Cuando solo está
presente un reanimador, la secuencia de compresiones/ventilaciones es
15:2, a un ritmo de unas 80 compresiones por minuto; si son dos
reanimadores la secuencia de compresiones/ventilaciones es 5:1. Dado lo
infrecuente que es la recuperación de la circulación espontanea con la RCP
básica, no deben suspenderse estas maniobras para comprobar si ha
recuperado o no pulso, excepto que el paciente presente respiración o algún
movimiento espontaneo. En este caso se podrá disponer de hasta 5
segundos para palpar el pulso carotideo y confirmar si continua o no en
parada cardiaca.
Es preciso destacar lo citado por Feijo (2012, p. 25) las compresiones
torácicas son esenciales para la sobrevida del paciente ya que mantienen la
perfusión al miocardio y otros órganos vitales. Se debe colocar al paciente
sobre una superficie plana y dura en posición supina. Se debe colocar el
talón de una mano sobre la mitad inferior del tórax del paciente y el talón de
la otra mano encima de la primera a modo que ambas se entrelazan de
forma paralela y luego aplicar compresiones fuertes y rápidas con una
profundidad de por lo menos dos pulgadas o cinco centímetros y a una razón

25
de al menos 100 compresiones por minuto, permitiendo el tiempo suficiente
para que la caja torácica retorne a su estado normal para permitir que el
corazón se llene completamente de sangre antes de realizar la próxima
compresión. El número de compresiones torácicas por minuto es un factor
determinante para la recuperación de la circulación espontánea y la
sobrevida neurológica. Se debe de disminuir el número y duración de la
interrupción de las compresiones para maximizar el número de
compresiones. Se debe limitar las interrupciones a no más de diez segundos.
Cuando están presentes dos o más personas se deben turnar cada dos
minutos para dar compresiones eficaces y de alta calidad.
Al respecto, la AHA (2015, p. 10) refiere una RCP de alta calidad debe
contar con estas características: 1) Una frecuencia de compresión de al
menos 100 por minuto. 2) Una profundidad de compresión de por lo menos
dos pulgadas (cinco centímetros) en adultos. 3) Permitir una expansión
torácica completa después de cada compresión. 4) Reducir al mínimo las
interrupciones de las compresiones torácicas. 5) Evitar la ventilación
excesiva. Una vez se hayan iniciado las compresiones un rescatador
entrenado debe administrar respiraciones de rescate ya sea mediante
respiración boca a boca o con una mascarilla con bolsa.
Respecto a la vía aérea, hay que revisar y evaluar si la vía esta
permeable, o si se requiere limpiar (aspirar) secreciones, vomito y/o
desobstruir si es necesario. Vigo (2011, p.8) señala que existen dos métodos
para abrir la vía aérea con el fin de realizar ventilaciones, estos son 1)
extensión de la cabeza y elevación del mentón y 2) tracción mandibular. Se
utiliza la tracción mandibular si se sospecha de una lesión cervical o craneal
traumática. Para la primera maniobra se debe colocar una mano sobre la
frente de la víctima y empujar con la palma para inclinar la cabeza hacia
atrás, mientras con la otra mano se colocan los dedos, excepto el pulgar,
debajo de la parte ósea de la mandíbula inferior, cerca del mentón, y se
levanta la mandíbula para elevar el mentón, teniendo cuidado de no

26
presionar muy fuerte el tejido blando debajo de este y evitando el cierre
completo de la boca de la víctima. En caso de existir un cuerpo extraño
accesible en la boca (como prótesis dentales), deberá retirarse
manualmente, halando de la lengua y de la mandíbula, para posteriormente
introducir lateralmente el índice de la otra mano hasta la base de la lengua,
con el índice, en forma de gancho, se desenclava el cuerpo extraño y se
extrae cuidadosamente, evitando no introducirlo más profundamente. Si la
oclusión es parcial y el paciente está consciente se debe animar para que
tosa.
Según, Arrabal y Moreno (2014, p. 4) “para conseguir la permeabilidad de
la vía aérea se puede utilizar técnicas y sistemas de aspiración (aspirador de
gleras) o las pinzas para extraer cuerpos extraños” (p.3); igualmente, es
recomendable el uso de cánulas faríngeas ayudan a mantener la apertura de
la vía aérea y la aspiración de secreciones, evitan la caída de la base de la
lengua hacia la pared posterior de la faringe y/o la intubación endotraqueal.
Pero, la mejor técnica para el control y apertura de la vía aérea, es la
intubación endotraqueal lo cual facilita el aislamiento seguro de la vía aérea,
la ventilación mecánica, el aporte de altas concentraciones de oxígeno, la
aspiración de secreciones y la administración de medicamentos, evitando la
distensión gástrica y la broncoaspiración, siendo esta técnica un paso de la
RCP avanzada.
En cuanto a los dispositivos de barrera que se utilizan para realizar
ventilación boca a boca se encuentra la mascarilla facial o un dispositivo
bolsa mascarilla. Al respecto, Guzmán (2015, p. 29) señala que un
dispositivo con bolsa y mascarilla o ambú provee ventilación con presión
positiva sin una vía aérea avanzada, y es la mejor opción cuando se cuenta
con dos reanimadores. Este debe de tener una válvula de liberación de
presión que puede ser desviada, medidas de 15 mm/22 mm, y un reservorio
de oxígeno que permite la entrega de altas concentraciones. Se debe de
usar una bolsa adulta de uno a dos litros con una entrega de un volumen

27
Tidal de 600 ml, lo cual se entrega al comprimir la bolsa 2/3 de su volumen
en una bolsa de dos litros y un tercio de su volumen en una bolsa de un litro.
De igual forma, para utilizar el dispositivo de bolsa-mascarilla el
reanimador se debe situar justo por encima de la cabeza de la víctima,
colocando la mascarilla sobre el rostro y utilizando el puente de la nariz como
referencia. Para sostener la mascarilla en su lugar se debe utilizar la técnica
de sujeción C-E en la cual se colocan los dedos pulgar e índice alrededor de
la parte superior de la mascarilla formando una C, mientras los otros tres
dedos forman una E y se utilizan para elevar la mandíbula.
Conjuntamente, con la otra mano se comprime la bolsa para realizar
ventilaciones. Cada ventilación debe tardar no más de un segundo con un
volumen Tidal suficiente para producir la elevación de la caja torácica a una
razón de 30 compresiones por dos ventilaciones (30:2). Al tener una vía
aérea avanzada se aplican compresiones a una velocidad de por lo menos
100 por minuto y ventilaciones a una respiración cada seis a ocho segundos,
que son ocho a diez respiraciones por minuto en forma independiente, sin
pausas.
No obstante, en lugares donde no haya el ambú como el domicilio,
oficina, la calle, la ventilación debe realizarse sin equipo, se realiza mediante
la insuflación de aire espirado, a través de los procedimientos boca-boca,
boca-nariz o boca-estoma de traqueostomía y tapando el orificio por el que
no se insufla, en este caso, la duración de cada insuflación debe ser de unos
2 segundos, confirmando cada vez la elevación torácica, lo que significa un
volumen corriente que oscila entre 800-1.200 cc.; si se insufla muy
rápidamente la resistencia aumentará, introduciendo menor cantidad de aire
en los pulmones y produciendo insuflación gástrica, lo que facilitará la
aparición de vómitos y por tanto incrementará el riesgo de broncoaspiración.
Además, entre cada insuflación de aire se dejan unos 3-4 segundos,
hasta que ha descendido totalmente el tórax (tiempo normalmente suficiente
para permitir una espiración pasiva completa), el ciclo completo son 10

28
insuflaciones en las que se deben tardar entre 40 y 60 segundos, durante
éstas maniobras es importante el sellado de los labios del reanimador a los
de la víctima para que no se produzca fuga del aire espirado de la persona al
socorrista. Sin embargo, es de considerar que la ventilación sin equipo es
una técnica extrahospitalaria de emergencia, ya que todas las instituciones
de salud y de atención de emergencias incluso las ambulancias deben estar
provistas de una bolsa de ventilación ambú; siendo también un riesgo de
infección para el socorrista.
Sobre el desfibrilador externo automático (DEA) todo proveedor de SVB
debería estar entrenado para proveer desfibrilación ya que la fibrilación
ventricular (FV) es la causa más común y tratable de ritmo inicial en adultos
con un paro cardiaco presenciado. En victimas con FV, las tasas de
sobrevivencia son más altas cuando se provee la desfibrilación en los
primeros tres a cinco minutos del paro. Según O’Connor (2016, p. 8) por
cada minuto de retraso en una desfibrilación disminuye un 10 a 15% la tasa
de supervivencia en cada descarga.
Existen cuatro pasos universales para el manejo del DEA, estos son: 1)
Encender el DEA. 2) Colocar los parches del DEA sobre el tórax desnudo de
la víctima. 3) Ordenar a todos los presentes que se aparten de la víctima y
analizar el ritmo. 4) Si el DEA lo indica, se aplica la descarga, advirtiendo que
nadie esté tocando a la víctima. La colocación correcta de los parches de
DEA es: uno en la parte superior derecha del tórax de la víctima, justo debajo
de la clavícula y el segundo lejos del pezón izquierdo, con el borde superior
del parche varios centímetros por debajo de la axila izquierda. Luego de
colocar los parches se conectan los cables a la carcasa de DEA. Algunos
DEA tienen un botón que se presiona para analizar el ritmo mientras otros lo
analizan automáticamente. El análisis puede tardar entre cinco y 15
segundos. Si el DEA indica una descarga, se pulsa el botón de descarga,
asegurándose antes de que nadie esté en contacto con la víctima. Después
de administrada la descarga, se reinician, inmediatamente, sin palpar pulso,

29
las compresiones torácicas (30:2). Si el DEA no indica una descarga, se
reanuda inmediatamente la reanimación cardiopulmonar. Al transcurrir cinco
ciclos (dos minutos) el DEA indicará de nuevo que se analiza el ritmo. La
eficacia de la descarga disminuye de forma significativa por cada 10
segundos adicionales que transcurran entre la última compresión y la
administración de la descarga.
De allí que, si la víctima tiene mucho vello torácico y el DEA no se
adhiere a la piel, se debe presionar con fuerza sobre cada parche e intentar
de nuevo. Si esto no funciona se debe retirar los parches rápidamente, lo que
eliminará una gran cantidad de vello. Luego se deben colocar parches
nuevos, y si esto no funciona se debe afeitar el tórax. Si la víctima se
encuentra sumergida en agua se debe retirar del agua, ya que el agua por
ser buen conductor impide administrar una energía de descarga adecuada al
corazón. Se debe secar rápidamente el área del tórax. Si la víctima se
encuentra en un charco pequeño o nieve se puede utilizar el DEA.
Sumado a lo expuesto, un desfibrilador administra una descarga eléctrica
que detiene la agitación de las fibras del corazón, para así poder recuperar
un ritmo organizado, y el miocardio puede empezar a contraerse de forma
efectiva y generar un pulso, a esto se le llama restablecimiento de la
circulación espontánea. Cuando la víctima ya haya recuperado el pulso, pero
no respira con normalidad los reanimadores deben realizar ventilaciones sin
compresiones torácicas, lo que se conoce como ventilación de rescate. Se
realiza una ventilación cada 5 a 6 segundos o 10 a 12 ventilaciones por
minuto.
Se debe tener en cuenta que, la posición de recuperación se utiliza para
víctimas conscientes que recuperaron un ritmo de circulación espontánea,
que claramente tienen una respiración normal y circulación efectiva. Esta
posición está diseñada para mantener una vía aérea permeable y reducir el
riego de aspiración u obstrucción de la vía aérea. El paciente se coloca de
lado con el brazo de abajo enfrente del cuerpo. Hay muchas variedades de

30
esta posición, lo importante es que debería ser una posición estable, lateral,
sin colocar presión sobre el pecho.
Según, Feijo (2012, p. 26) la mayor tasa de supervivencia la presentan
los pacientes de cualquier edad que tienen testigos del paro y presentan un
ritmo inicial de fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin pulso. En
estos pacientes, los elementos iniciales fundamentales del soporte vital
básico son las compresiones torácicas y una pronta desfibrilación, por eso la
importancia de que toda persona debe ser capacitada para realizar
maniobras de reanimación cardiopulmonar básica.
La sobrevida del paciente disminuye conforme transcurre el tiempo sin la
recuperación la circulación espontánea. Según la AHA (2015, p. 12), la regla
de predicción clínica de Morrison la Reanimación Cardiopulmonar señala que
se debe terminar si se cumplen los siguientes criterios: 1) El paro no fue
presenciado por el equipo médico de emergencias 2) No se ha realizado
ninguna descarga eléctrica 3) No se ha logrado el retorno a la circulación
espontánea en ningún momento durante la reanimación 4) Ningún testigo
inició la RCP 5) No fue presenciado por ningún testigo. Acotando, que los
criterios de terminación del Consejo Europeo de Reanimación dicen que en
ausencia de ritmo desfibrilable la reanimación puede suspenderse después
de 20 minutos de apoyo vital avanzado.
En este orden de ideas, una de las actuaciones más importantes dentro
del soporte vital avanzado es la utilización de fármacos para la reversión de
determinadas complicaciones, que de no ser tratadas conducirían
directamente a la muerte, de allí que la administración de fármacos se suma
a los pasos de la RCP avanzada; para lo cual se debe tomar una vía. Al
respecto, García y Hoyos (2015) refieren “La vía de primera elección para
administración de fluidos y fármacos en la reanimación cardiopulmonar es la
vía venosa periférica porque no interfiere con el resto de maniobras de
reanimación, es más fácil su acceso y tiene escasas complicaciones” (p. 4),
durante la reanimación cardiopulmonar las vías venosas periféricas son las

31
más utilizadas y solo debe recurrirse al abordaje de vías centrales cuando la
canalización de las vías periféricas conllevan dificultades técnicas. Acotando
que “hay que tener en cuenta que tras la administración de un fármaco se
deben infundir 10 ml de de fluido y elevar la extremidad para garantizar su
rápido paso al torrente circulatorio central” (p. 5).
Por otra parte, Saldaña (2016, p. 1) afirma que los profesionales de la
salud que intervienen en las maniobras de reanimación deben estar
preparados y los servicios de atención deben poseer capacidad técnica,
científica y humana. Destacando el papel protagónico del profesional en
enfermería, el cual debe poseer una serie de características, entre ellas
conocimientos, habilidades, destrezas, motivación, responsabilidad,
autocontrol, seguridad, liderazgo y principios éticos que le permitan estar
preparado, actuar en forma oportuna y precisa con el fin de disminuir la
mortalidad y establecer la supervivencia.
En este sentido, refiere que el personal de enfermería auxiliar debe tener
entrenamiento en soporte vital básico (certificado); verifica el llamado al
equipo; trae el carro de paro, en caso de que no haya llegado; colabora con
la preparación de drogas y mezclas; programa y regula el volumen de las
soluciones a administrar, en coordinación con el profesional en enfermería.
Asimismo el profesional de enfermería debe tener entrenamiento en soporte
vital avanzado (certificado), es quien ubica los electrodos para monitorizar al
paciente; analiza el trazado electrocardio-gráfico, inicia la oxigenación lo
antes posible, prepara el material de intubación endotraqueal y el equipo de
aspiración, prepara el desfibrilador y desfibrila; valora la respuesta del
paciente a las intervenciones; interpreta los ritmos en el monitor para
regístralos en la hoja; verifica el pulso cada 1 o 2 minutos, establece una vía
venosa periférica rápidamente; calcula las dosis de los fármacos y prepara
las mezclas; rotula y administra los medicamentos, diciendo en voz alta la
dosis en el momento de administrarlo; realiza los registros pertinentes de
enfermería.

32
Según el Colegio de Enfermería de Madrid (2014, p. 35) el profesional de
enfermería debe realizar el registro de la parada cardiaca y las maniobras
aplicadas en la historia clínica del paciente, recoge datos mínimos sobre el
evento, fecha de la PCR , localización de la víctima, maniobras de soporte
vital inmediato empleadas (masaje cardiaco, monitorización del paciente),
intento de desfibrilación precoz, maniobras de soporte vital avanzado
(canalización de vía intravenosa, administración de fármacos, intubación
orotraqueal) hora de la detección, hora de inicio de maniobras de RCP
básico, hora 1ª desfibrilación, hora de aviso de PCR, hora de llegada del
equipo de soporte vital avanzado, hora fin de la RCP, destino del paciente,
motivos de finalización: recuperación de circulación espontánea, RCP
ineficaz o no viable tras reevaluación.
Asimismo, es importante señalar que el carro de paro y de emergencias
vitales, es un instrumento fundamental para complementar el manejo de la
RCP, Ospina (2016, p. 9) lo define como una unidad móvil y compacta, que
asegura, garantiza e integra los equipos, medicamentos e insumos
necesarios para atender en forma inmediata un PCR; debiendo contener
básicamente un compartimiento principal o superior en donde se encuentre
el monitor desfibrilador; una gaveta para los medicamentos ordenados si es
de primera, segunda línea, de acuerdo a la prioridad de uso; una gaveta de
circulación o para materiales endovenosos como jeringas de diverso calibre,
elementos para permeabilizar vía periférica, cánula o yelkos intravenosos de
de diferentes números, agujas desechables, sistemas de goteo o equipos de
infusión normal y de bomba, llaves de tres vías, solucel, guantes, gasa
estéril, entre otros; una gaveta de la vía aérea que contendrá material para
intubación y oxigenoterapia como laringoscopio, tubos endotraqueales,
ambú, pinza de Maguill, mascarillas para ventilación artificial y de oxigeno,
sondas de aspiración; una gaveta para las infusiones con solución fisiológica
al 0,9%, ringer lactato, dextrosa al 5% y 10%, glucofisiologicas al 0,45 y 30%,

33
manitol al 18%, expansores plasmáticos, sobre de electrodos, tubo
conductor, tijera, linterna. También, debe incluir la tabla para RCP.
Asimismo, señala Reveló (2017, p. 23), que los medicamentos
contentivos en el carro de paro deben estar completos, no vencidos,
sellados, ordenados entre ellos se encuentran: drogas cardiovasculares
como adrenalina, dopamina, dobutamina, atropina, noradrenalina, efedrina,
nitroglicerina, isosorbitina, vasopresina; bloqueantes beta y antihipertensivos
como esmolol, propanolol, atenolol, diltiazem, verapamil, clonidina o
catapresan, nifedipina o Adalat, nitroprusiato. Antiarrítmicos como
amiodarona o trangorex, lidocaína, digoxina, procainamida. Analgésicos y
sedantes como tiopental sódico, diazepam o valium, midazolam o doricum,
propofol, difenilhidantoinato o epamin, naloxona, nalbufina o ubain,
flumacenil, morfina, fentanyl. Relajantes musculares como succinil colina o
scoline, bromuro de vecuronio. Otras drogas como hidrocortisona,
metilprednisolona o solumedrol, dexametasona, furosemida o Laxis, teofilina
o aminofilina, ranitidina, heparina sódica, sulfato de magnesio, cloruro de
potasio (KCl), bicarbonato de sodio, gluconato de calcio.
Por su parte, O’Connor (2016, p. 10) menciona el éxito de la RCP
depende de una serie de factores como personal idóneo, trabajo en equipo,
coordinación oportuna y precisa; el tiempo, la disposición de los recursos y el
equipo tecnológico necesario como electrocardiograma, desfibriladores,
monitor de presión no invasiva (DINAMAP) o monitor de signos vitales no
invasivo (tensión arterial, pulso, respiración), un monitor u oximetro de pulso,
bombas de infusión continua de medicamentos, entre otros, los cuales todos
en conjunto contribuyen a la aplicación de dichas técnicas.
Como complemento, Ospina (2016, p. 11) señala entre las normas del
manejo del carro de paro están, el carro debe poseer ruedas que lo hagan
fácilmente desplazable con cajones y carteles bien visibles; debe estar en un
lugar fácilmente accesible, sin nada que lo obstruya o dificulte su
desplazamiento; debe permanecer enchufado; su ubicación debe ser de

34
conocimiento obligado de todo el personal que labora en la unidad; debe
contener sólo el material imprescindible para una reanimación
cardiopulmonar y no para tratar eventuales emergencias médicas; debe
existir el número suficiente de recambios de cada instrumento y medicación
que puedan precisarse durante una reanimación; el material debe estar
siempre fácilmente visible y ordenado; todo el personal médico, de
enfermería y técnico paramédico deberá conocer el contenido y la
disposición del material y medicación del carro; será responsabilidad de la
enfermera de turno el perfecto orden del material del carro, el equipamiento y
mantenimiento del mismo, así como el funcionamiento del monitor y
desfibrilador; todo el personal de enfermería y técnico paramédico debe
conocer el protocolo de RCP y realizar una actualización periódica del mismo
así como de sus técnicas y de los medicamentos que se utilizan.

CAPÍTULO III

MARCO METODOLÓGICO

3.1 Tipo y Diseño de la Investigación


Según Hurtado (2012) “La investigación descriptiva tiene como objetivo la
descripción precisa del evento de estudio, se asocia al diagnóstico y el
propósito es exponer el suceso estudiado haciendo una enumeración
detallada de sus características comunes” (p. 109), es decir, describe el
problema paso a paso de manera precisa tal y como se presentó en la
realidad, en este caso el conocimiento sobre reanimación cardiopulmonar
básica de los estudiantes del III semestre de enfermería del Programa de

35
Profesionalización de la Universidad de Los Andes, San Cristóbal, estado
Táchira.
Asimismo, el diseño de investigación fue un trabajo de campo, tal como lo
expresa la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL, 2011)
“se entiende por investigación de campo, el análisis sistemático de
problemas en la realidad, los datos de interés son recogidos en forma directa
de la realidad, se trata de investigaciones a partir de datos originales o
primarios” (p. 18); entonces, de esta manera, el estudio se aplicó y se
obtuvo la información directamente de los estudiantes del III semestre de
enfermería del Programa de Profesionalización de esta universidad.
La investigación, también fue transversal o transeccional porque la
información se recolectó en un tiempo establecido, según Hurtado (2012)
“en el diseño transeccional el investigador estudia el evento en un único
momento en el tiempo” (p.156), entonces, los datos se obtuvieron durante el
periodo de marzo a septiembre de 2018.

3.2 Población y Muestra


En cuanto a la población, Hurtado (2012) señala “la población es el
conjunto de seres que posee la característica o evento a estudiar y que se
enmarcan dentro de los criterios de inclusión” (p. 148), es decir, la población
correspondió al total de 28 estudiantes del 3er semestre de enfermería del
Programa de Profesionalización de esta universidad, en este caso 26 dado
que 2 de ellas se excluyeron por ser las investigadoras
En relación a la muestra, es una fracción de la población, Claret (2011),
la define como “una parte del conjunto que conforma la población, debe ser
representativa a esta, cuando se trate de poblaciones muy pequeñas la
muestra es equivalente a la misma, siendo una población muestral” (p. 23),
dicho de otra forma, la muestra es una porción representativa de la
población, como en este caso por ser pequeña y accesible, se estudió es su
totalidad, siendo una población muestral o muestra censal.

36
3.3 Variable y su Operacionalización
La variable de la investigación es el objetivo del estudio, la cual es
definida por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL,
2011) como “una característica o cualidad; magnitud o cantidad, que puede
sufrir cambios, y que es objeto de análisis, medición, manipulación o control
en una investigación” (p.78), en este caso es el conocimiento sobre
reanimación cardiopulmonar básica de los estudiantes del III semestre de
enfermería.
Por su parte, Hurtado (2012) refiere que “La operacionalización de la
variable es un proceso que permite al investigador identificar aquellos
aspectos específicos y perceptibles de un evento que hacen posible dar
cuenta la presencia o intensidad de este” (p. 131), entonces, los indicios o
indicadores-subindicadores son las características más concretas y visibles
de la operacionalización.

Cuadro A
Operacionalización de la Variable

Variable: conocimiento sobre reanimación cardiopulmonar básica de los estudiantes


del 3er semestre de enfermería del Programa de Profesionalización de la
Universidad de Los Andes, San Cristóbal, estado Táchira, durante el periodo de
marzo a septiembre de 2018.
Definición Operacional: se refiere a los conocimientos, sobre PCR, reanimación,
maniobras de soporte básico y avanzado, recursos y normativa; que debe tener el
personal de enfermería en la reanimación cardiopulmonar.

37
Dimensión Indicador sub. -indicador Ítem Categoría
- Edad/ sexo A Cuantitativa Continúa /
Cualitativa. bimodal
Características - Trabajo B Cualitativa bimodal
Factores
de la - Cargo C Cualitativa nominal
Demográfico
población - Años de Servicio D Cuantitativa continua
- Contratación E Cualitativa nominal

- Objetivo 1 Cualitativa bimodal


- Principios 2,3,6 Cualitativa bimodal
- Clínica 5 Cualitativa bimodal
RCP
- Indicaciones 4,7 Cualitativa bimodal
- Proceso 8,9,10 Cualitativa bimodal
Conocimiento
- Básicas 11a14 Cualitativa bimodal
sobre
Maniobras de - Avanzadas 15 Cualitativa bimodal
Normativa
soporte - Generales 16 Cualitativa bimodal
básica de
RCP
- Carro de soporte 17 Cualitativa bimodal
vital
Recursos
- Materiales 18 -19 Cualitativa bimodal
- Tecnología 20 Cualitativa bimodal
Normas - Reglamentos 21 a Cualitativa bimodal
25
Fuente: Jaimez, Bocaranda, Quiñonez, y Valero (2009)

3.4 Instrumento
En cuanto al instrumento de recolección de datos se utilizó un
cuestionario de 25 preguntas cerradas, al respecto Claret (2011) afirma “el
cuestionario es un medio de comunicación escrito y básico entre el
encuestador y el encuestado, facilita traducir los objetivos y variables de la
investigación a través de una serie de preguntas con relación al problema en
estudio” (p. 80), en otras palabras, el cuestionario es la herramienta
empleada para recolectar la información de la muestra seleccionada, donde
las preguntas derivan de los indicadores y subindicadores.
El instrumento utilizado fue una encuesta previamente diseñada por
Jaimez, Bocaranda, Quiñonez, y Valero (2009), con la autorización de la
tutora. Contentivo de 2 dimensiones factores demográficos y normativa
básica de RCP, para un total de 25 ítems, con diferentes escalas o
categorías. (Anexo Nº 2).

38
3.4.1 Validez del Instrumento
En cuanto a la validación del instrumento es un proceso por el cual
expertos realizan una revisión minuciosa del mismo para dar su aprobación,
tal como lo refiere Claret (2011):

El cuestionario realizado lo revisarán varios expertos en la


materia (juicio de expertos) para constatar el vocabulario y la
redacción de los ítems y si el contenido de los mismos mide lo
que se desea medir. Estos expertos le harán observaciones de
tipo general, las cuáles serán corregidas. (p. 82).

Dicho de otra manera, antes de aplicar el cuestionario debe ser revisado,


corregido y validado por expertos; en este caso el mismo estaba previamente
validado por juicio de expertos, profesores de la Universidad de Los Andes
(ULA), por lo que no se requirió para la presente investigación.

3.5 Procedimiento para la Recolección de los Datos


Hurtado (2012) afirma “es importante que el investigador describa paso a
paso el procedimiento que llevará a cabo para ubicar sus unidades de
estudio, cuantas mediciones hará, en qué momento, de qué manera aplicará
los instrumentos u obtendrá los datos ” (p. 170), de hecho, para aplicar el
instrumento se solicito por escrito la autorización respectiva a la
Coordinación de Enfermería del Programa de Profesionalización de la
Universidad de Los Andes de San Cristóbal por medio de una comunicación
derivada de la misma para llevar a cabo esta investigación (Anexo Nº1),
además, se pidió el consentimiento a los estudiantes III semestre de
enfermería en estudio, al aplicar el instrumento (Anexo Nº2)
Para ello, se tomó un (1) día, (junio) donde se reunió a los estudiantes
procediendo tanto aplicar el instrumento como a dictar el taller de RCP,
contando para ello con la colaboración de Protección Civil Táchira, quienes
prestaron las instalaciones y dictaron el taller de RCP.

39
3.6 Plan de Tabulación y Análisis Estadístico de los Datos
Los datos obtenidos fueron sometidos a una serie de procedimientos;
según La Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL, 2011) “la
organización y tabulación de datos serán publicados para su análisis
mediante procedimientos estadísticos” (p.18), entonces, los resultados fueron
contabilizados de forma manual; se tabularon mediante el cálculo de
frecuencias absolutas y porcentuales; se representaron en forma
computarizada por medio de tablas y gráficos, que luego se analizaron
cuantitativa y cualitativamente, para así obtener las conclusiones y
recomendaciones de la investigación.

CAPÍTULO IV

40
PRESENTACIÓN DE DATOS Y ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS

Elementos Socio Demográficos


Tabla Nº 1
Estudiantes de Enfermería según Edad y Sexo
Indicador Masculino Femenino
Edad (años) Nº % Nº % Total
De 20 a 24 3 11,54 15 57,69 18
De 25 a 29 2 7,69 6 23,08 8
De 30 a 34 0 0 0 0 0
Total 5 19,23 21 80,77 26
Fuente: Instrumento aplicado

Fuente: Tabla Nº1


Gráfico Nº 1: Estudiantes de Enfermería según Edad y Sexo
Con respecto a la edad y sexo de los estudiantes del III semestre de
enfermería del Programa de Profesionalización se obtuvo que el 80,77% era
de sexo femenino en edades comprendidas de 20 a 24 años 57,69% y de 25
a 29 años 23,08%; asimismo, el 19,23% restante era de sexo masculino de
los cuales 11,54% tenían edades de 20 a 24 años y 7,69% de 25 a 29 años.

41
Es decir, la mayoría de los estudiantes de enfermería encuestados eran
mujeres y todos jóvenes, lo cual es positivo para fomentar en ellos el
aprendizaje sobre la PCR y la RCP.
Resultados análogos a los encontrados por Duarte, Pérez y Valero
(2015), cuyo estudio reportó que de los encuestados 62,3% eran de género
femenino y 43,7% en edades de 25 a 29 años.

Tabla Nº 2
Estudiantes de Enfermería según Situación Laboral
B. Trabaja actualmente como personal de N° %
enfermería en alguna institución de salud
Si 20 76,92
No 6 23,08
Total 26 100
C. Cargo
Auxiliar de enfermería 0 0
Enfermera I 20 100
Enfermera II 0 0
Total 20 76,92
D. Años de servicio
De 0 a 4 21 80,77
De 5 a 9 5 19,23
De 10 a 14 0 0
Total 26 100
E. Contratación
Fijo 11 55,00
Suplente 9 45,00
Total 20 100
Fuente: ídem tabla 1

En relación a la situación laboral de los estudiantes del III semestre de


enfermería, se encontró que el 76,92% trabajaba actualmente como
personal de enfermería en alguna institución de salud, con cargo de
Enfermera (o) I; el 80,77% tenía de 0 a 4 años de servicio y el 19,26% de 5
a 9 años; 55,0% tenían una contratación fija y 45,0% como suplente.

42
Entonces, la mayoría de los estudiantes de enfermería encuestados
trabajaban como Enfermera (o) I, tenían de 0 a 4 años de servicio, de los que
trabajaban algo más de la mitad tenía contratación fija. Lo que resulta
positivo, dado que esto les ayuda a continuar formándose en aras de lograr
alcanzar mayor preparación académica.
Resultados inferiores a los obtenidos por Cueto (2013), cuyo estudio
reportó que de los encuestados 50% tenían más de 20 años de experiencia
laboral.

Normativa Básica de RCP


Tabla Nº 3
Estudiantes de Enfermería según Conocimiento en RCP
Si No
Ítem Nº % Nº % Total
1. La Reanimación Cardiopulmonar
(RCP) comprende un conjunto de
10 38,46 16 61,54 26
maniobras encaminadas a reinstaurar la
respiración y circulación espontáneas.
2. El objetivo primario de la reanimación
es lo que universalmente se denomina
el ABC:
A. Establecer una vía aérea permeable. 8 30,77 18 69,23 26
B. Iniciar una respiración eficiente. 12 46,15 14 53,85 26
C. Mantener una circulación adecuada. 10 38,46 16 61,54 26
3. El principio de la reanimación cardio-
pulmonar es garantizar el aporte de un
11 42,31 15 57,69 26
mínimo de oxigeno a los órganos
vitales.
6. La Reanimación cardiopulmonar es la
asociación de la Ventilación artificial y
9 34,62 17 65,38 26
las compresiones torácicas o “masaje
cardíaco externo”.
Fuente: ídem tabla 1

43
Fuente: tabla Nº3
Gráfico Nº 2: Estudiantes de Enfermería según Conocimiento en RCP

Referente al conocimiento en RCP de los estudiantes del III semestre de


enfermería del Programa de Profesionalización, se obtuvo que el 38,46%
afirmó que la reanimación cardiopulmonar (RCP) comprende un conjunto de
maniobras encaminadas a reinstaurar la respiración y circulación
espontáneas y el 61,54% lo negó; en cuanto al objetivo primario de la
reanimación es lo que universalmente se denomina el ABC el 30,77%
respondió que A era establecer una vía área permeable, el 46,15% afirmó
que B era iniciar una respiración eficiente y el 38,46% dijo que C era
mantener una circulación adecuada; el 42,31% aseveró que el principio de la
reanimación cardio-pulmonar es garantizar el aporte de un mínimo de
oxigeno a los órganos vitales y el 57,69% respondió negativamente; el
34,61% señaló que la reanimación cardiopulmonar es la asociación de la
ventilación artificial y las compresiones torácicas o “masaje cardíaco externo”
y el 65,38% dijo que no.
Por tanto, menos de la mitad de los estudiantes de enfermería
encuestados conocía los objetivos y principios de la RCP, lo cual es

44
desfavorable ya que todo el personal de enfermería debe conocer de tratan
dichas maniobras.
Al respecto, Montaña (2014, p. 2) refiere que los objetivos de la
reanimación cardiopulmonar son restaurar la función cardiaca y respiratoria
buscando garantizar la oxigenación tisular suficiente en los órganos vitales,
preservar la vida, restituir la salud, aliviar el sufrimiento y limitar la
incapacidad, a través de la aplicación oportuna, ordenada y eficiente del
objetivo primario de la reanimación que universalmente se denomina el ABC;
es decir, A. Establecer una vía aérea permeable. B. Iniciar una respiración
eficiente C. Mantener una circulación adecuada.
Resultados menores a los encontrados por Ávila, Carlos y Sullcapuma
(2017), cuyo estudio reportó que de los encuestados 69,44% tenía un nivel
de conocimientos medio sobre reanimación cardiopulmonar.

Tabla Nº 4
Estudiantes de Enfermería según Conocimiento en RCP
Si No
Ítem Nº % Nº % Total
5. Entre los signos y síntomas del
paro cardiorespiratorio (PCR) se
encuentran:
-Ausencia de pulso 9 34,62 17 65,38 26
-Ausencia de respiración 11 42,31 15 57,69 26
-Piel pálida 14 53,85 12 46,15 26
-Labios y uñas cianóticas 17 65,38 9 34,62 26
-Pérdida de conocimiento 7 26,92 19 73,08 26
-Pupilas dilatadas parcialmente 5 19,23 21 80,77 26
Fuente: ídem tabla 1

45
Fuente: tabla Nº4
Gráfico Nº 3: Estudiantes de Enfermería según Conocimiento en RCP

Con respecto al conocimiento sobre los signos y síntomas del paro


cardiorespiratorio (PCR) de los estudiantes del III semestre de enfermería del
Programa de Profesionalización, se encontró que el 34,62% acertó la
ausencia de pulso y el 65,38% no; el 42,31% señaló la ausencia de
respiración y el 57,69% no, el 53,85% atinó piel pálida y el 46,15% no, el
65,38% afirmó labios y uñas cianóticas y el 34,62% no, el 26,92% señaló
pérdida de conocimiento y el 73,08% no; el 19,23% acertó pupilas dilatadas
parcialmente y el 80,77% no.
Es decir, más de la mitad de los estudiantes de enfermería encuestados
conocía algunos de los signos y síntomas del paro cardiorespiratorio como
piel pálida, uñas y labios cianóticos, pero, desconocían otros como ausencia
de pulso, ausencia de respiración, pérdida de conocimiento y pupilas
dilatadas, siendo contraproducente al momento de valorar o identificar un
paciente con PCR. Aspecto que debe tener presente el programa, para
fortalecer la información y conocimientos sobre esta importante temática.
Según Ávila, Carlos y Sullcapuma (2017, p. 10) el egresado de
enfermería, debe recibir un programa de enseñanza aprendizaje…donde se

46
debe formar y capacitar a los estudiantes sobre los diferentes problemas de
salud, que pueden enfrentar en el día a día, durante el ejercicio de su
profesión, siendo uno de ellos dada su frecuencia y trascendencia, el PCR.
Resultados menores a los encontrados por Duarte, Pérez y Valero
(2015), cuyo estudio reportó que de los encuestados 81,3% no poseía
conocimiento sobre algunos de los signos y síntomas del paro
cardiorespiratorio.

Tabla Nº 5
Estudiantes de Enfermería según Conocimiento en RCP
Si No
Ítem Nº % Nº % Total
4. La RCP está indicada cuando hay, 10 38,46 16 61,54 26
pérdida súbita del pulso, la presión
arterial y la respiración.
7. El tiempo que se tiene para iniciar las 4 15,38 22 84,62 26
maniobras sin que haya daño cerebral
es de 4 minutos.
8. En caso de PCR, el pulso carotídeo 6 23,08 20 76,92 26
es el más indicado
9. Las maniobras de reanimación 8 30,77 18 69,23 26
cardiopulmonar se llaman Maniobras de
soporte básicas y avanzadas?
10. Usted alguna vez durante su 5 19,23 21 80,77 26
ejercicio profesional ha realizado una
RCP?
Fuente: ídem tabla 1

47
Fuente: tabla Nº5
Gráfico Nº 4: Estudiantes de Enfermería según Conocimiento en RCP

En relación al conocimiento en RCP de los estudiantes del III semestre


de enfermería del Programa de Profesionalización, se obtuvo que el 38,46%
afirmó que la RCP está indicada cuando hay, pérdida súbita del pulso, la
presión arterial y la respiración y el 61,54% lo negó, el 15,38% señaló que
el tiempo que se tiene para iniciar las maniobras sin que haya daño cerebral
es de 4 minutos y el 84,62% no, el 23,08% aseveró que en caso de PCR, el
pulso carotídeo es el más indicado y el 76,92% dijo que no, el 30,77%
aseveró que las maniobras de reanimación cardiopulmonar se llaman
maniobras de soporte básicas y avanzadas y el 69,23% desacertó la
respuesta, el 19,23% afirmó que alguna vez durante su ejercicio profesional
ha realizado una RCP y el 80,77% dijo que no.
Entonces, una minoría de los estudiantes de enfermería encuestados
conocía las indicaciones, tiempo ideal de inicio y nombres de las etapas del
proceso de la RCP, y cerca de una quinta parte de ellos había participado
alguna vez durante su ejercicio profesional en una RCP.
Al respecto, Arana, Díaz, Oliva, Salguero, Sanchinel y Sosa (2014) “es
significativa la diferencia al comparar los resultados de una RCP brindado por
personal entrenado, con medidas terapéuticas bien instituidas, que con

48
tratamientos retardados e inapropiados instituidos por personas con poca o
casi nula experiencia en RCP” (p. 13). De allí la importancia, de que el
programa plantee la incorporación de talleres de RCP en el currículo de
estudios.
Resultados análogos a los encontrados por Jaimes, Bocaranda,
Quiñones y Valero (2009), cuyo estudio reportó que de los encuestados
59,6% desconocía el tiempo que se tiene para iniciar las maniobras de RCP
sin que haya daño cerebral y 70,9% no sabía que el pulso carotideo es el
más indicado.

Maniobras de Soporte

49
Tabla Nº 6
Estudiantes de Enfermería según Maniobras RCP de Soporte Básico
Si No
Ítem Nº % Nº % Total
11. Si un paciente presenta clínica subjetiva
de paro, usted procede a verificar si, el
paciente:
- Está consciente 6 23,08 20 76,92 26
- Tiene pulso 8 30,77 18 69,23 26
- Respira 10 38,46 16 61,54 26
12. Si el paciente no despierta y/o no respira
usted:
- Busca y espera a que llegue la ayuda 21 80,77 5 19,23 26
- Inicia inmediatamente el proceso de 5 19,23 21 80,77 26
reanimación
13. Si el paciente no respira, pero tiene
pulso, Usted debe:
- Colocar al paciente boca arriba 20 76,92 6 23,08 26
- Colocar al paciente de medio lado 6 23,08 20 76,92 26
-Colocar los brazos del paciente a lo largo del 25 96,15 1 3,85 26
cuerpo
- Iniciar inmediatamente la respiración artificial 17 65,38 9 34,62 26
- Híper extender el cuello, inclinando la cabeza 13 50,00 13 50,00 26
hacia atrás
- Verificar que las vías aéreas superiores no 15 57,69 11 42,31 26
estén obstruidas
- Limpiar la boca de secreciones, vómito, cuerpo 23 88,46 3 11,54 26
extraño, prótesis, etc.
- Dar masaje cardiaco externo 4 15,38 22 84,62 26
14. Si el paciente no respira y no tiene pulso,
Usted debe:
- Colocar al paciente boca arriba sobre una 24 92,31 2 7,69 26
superficie dura o tabla para RCP
- Comenzar la respiración artificial y masaje 10 38,46 16 61,54 26
cardiaco externo
- Si está solo; la secuencia es de 15 7 26,92 19 73,08 26
compresiones torácicas o masajes por 2
ventilaciones
- Si cuenta con ayuda; la secuencia es de 5 5 19,23 21 80,77 26
compresiones torácicas por 1 ventilación
Fuente: ídem tabla 1

Con respecto a las maniobras de RCP de soporte básico conocidas los


estudiantes del III semestre de enfermería del Programa de
Profesionalización, se encontró que si un paciente presenta clínica subjetiva

50
de paro el 23,08% dijo procedía a verificar si está consciente, 30,77% si
tiene pulso y 38,46% si respira; si el paciente no despierta y/o no respira el
80,77% busca y espera a que llegue la ayuda y el 19,23% inicia
inmediatamente el proceso de reanimación; si el paciente no respira pero
tiene pulso el 76,92% lo coloca boca arriba, el 23,08% lo coloca de medio
lado, el 96,15% coloca los brazos del paciente a lo largo del cuerpo, el
65,38% inicia inmediatamente la respiración artificial, el 50,00% híper
extiende el cuello del paciente, inclinándole la cabeza hacia atrás, el 57,69%
verifica que las vías aéreas superiores no estén obstruidas, el 88,46% limpia
la boca del paciente de secreciones, vómito, cuerpo extraño, prótesis, etc., el
15,38% da masaje cardiaco externo; si el paciente no respira y no tiene
pulso el 92,31% coloca al paciente boca arriba sobre una superficie dura o
tabla para RCP, el 38,46% comienza la respiración artificial y masaje
cardiaco externo; si esta solo el 26,92% aplica una secuencia de 15
compresiones torácicas o masajes por 2 ventilaciones, si cuenta con ayuda
el 19,23% aplica una secuencia de 5 compresiones torácicas por 1
ventilación.
Por lo cual, una minoría de los estudiantes de enfermería encuestados
conocía como aplicar las maniobras de RCP de soporte básico.
Al respecto, Guzmán (2015, p 27) señala en pacientes que no
responden y/o que no respiran se debe gritar pidiendo ayuda y dar inicio a
las maniobras de RCP básico, abrir la vía aérea, comprobar la presencia
tanto de respiración espontanea como de pulso carotideo y se debe colocar
al afectado en posición lateral de seguridad para disminuir los riesgos de
obstrucción de la vía aérea y de broncoaspiración. Igualmente, expone en
los pacientes inconscientes que no respiran, pero que tienen pulso arterial
central palpable, se debe gritar pidiendo ayuda, mientras se coloca a la
víctima en decúbito supino, con los brazos a los lados del cuerpo,
inmediatamente abrir la vía aérea, con la maniobra frente-mentón, y
comprobar durante 5 segundos la ausencia de respiración; luego se debe

51
confirmar que el pulso carotideo está presente; iniciar la ventilación artificial
con 10 insuflaciones con aire espirado de 2 segundos de duración cada una;
se debe alertar la emergencia; si la situación no se modifica se continua con
la ventilación artificial y se asocia el masaje cardiaco externo.
Resultados menores a los encontrados por Falcón (2015), cuyo estudio
reportó que de los encuestados 69% tenía conocimiento medio en
reanimación cardiopulmonar básico, 16% tenían conocimiento alto y 15%
bajo.

Tabla Nº 7
Estudiantes de Enfermería según Maniobras de RCP de Soporte
Avanzado
Si No
Ítem Nº % Nº % Total
15. Maniobras de Soporte Avanzado,
usted debe:
-Monitorizar la actividad cardiaca
2 7,69 24 92,31 26
(electrocardiógrafo)
-Preparar el material de intubación
5 19,23 21 80,77 26
endotraqueal
-Preparar el equipo de aspiración 15 57,69 11 42,31 26
-Preparar y poner en funcionamiento el
1 3,85 25 96,15 26
desfibrilador
-Preparar y rotular la medicación más
utilizada (adrenalina, atropina, lidocaína, 17 65,38 9 34,62 26
etc.)
Fuente: ídem tabla 1

52
Fuente: tabla Nº7
Gráfico Nº 5: Estudiantes de Enfermería según Maniobras de RCP de
Soporte Avanzado

En relación a las maniobras de RCP de soporte avanzado conocidas por


los estudiantes del III semestre de enfermería del Programa de
Profesionalización, se obtuvo que el 7,69% refirió se debe monitorizar la
actividad cardiaca (electrocardiógrafo) y el 92,31% no, el 19,23% preparar el
material de intubación endotraqueal y el 80,77% no, el 57,69% preparar el
equipo de aspiración y el 42,31% no, el 3,85% preparar y poner en
funcionamiento el desfibrilador y el 96,15% no, el 65,38% preparar y rotular
la medicación más utilizada (adrenalina, atropina, lidocaína, etc.) y el 34,62%
no.
Entonces, menos de la mitad de los estudiantes de enfermería
encuestados conocía algunas maniobras de RCP de soporte avanzado
como preparar la aspiración, preparar y rotular la medicación más utilizada, y
muy pocos conocían que deben monitorizar la actividad cardiaca
(electrocardiógrafo) preparar el material de intubación endotraqueal, preparar
y poner en funcionamiento el desfibrilador, lo que habla de la necesidad de

53
dictar talleres de RCP, por parte de la universidad y de las instituciones de
salud donde laboran estos técnicos.
Según, Saldaña (2016, p. 1) el profesional de enfermería debe tener
entrenamiento en soporte vital avanzado (certificado), es quien ubica los
electrodos para monitorizar al paciente; analiza el trazado electrocardio-
gráfico, prepara el material de intubación endotraqueal y el equipo de
aspiración, prepara el desfibrilador y desfibrila; calcula las dosis de los
fármacos y prepara las mezclas; rotula y administra los medicamentos.
Resultados menores a los encontrados por Jaimes, Bocaranda, Quiñones
y Valero (2009), cuyo estudio reportó que de los encuestados más del 60%
refirió aplicar las maniobras para la reanimación avanzada.

Tabla Nº 8
Estudiantes de Enfermería según Maniobras de RCP Generales
Si No
Ítem Nº % Nº % Total
16. En cualquiera de los casos
anteriores, usted debe:
-Verificar el pulso constantemente cada 1 o
4 15,38 22 84,62 26
2 minutos
-Cateterizar una vía endovenosa lo antes
23 88,46 3 11,54 26
posible
-Iniciar la oxigenación lo antes posible 7 26,92 19 73,08 26
-Registrar hora de inicio y fin de la RCP 8 30,77 18 69,23 26
-Registrar todos los procedimientos 6 23,08 20 76,92 26
Fuente: ídem tabla 1

54
Fuente: tabla Nº8
Gráfico Nº 6: Estudiantes de Enfermería según
Maniobras de RCP Generales

Con respecto a las maniobras de RCP generales conocidas por los


estudiantes del III semestre de enfermería del Programa de
Profesionalización, se encontró que el 15,38% dijo debe verificar el pulso
constantemente cada 1 o 2 minutos y el 84,62% no, el 88,46% cateterizar
una vía endovenosa lo antes posible y el 11,54% no, el 26,92% iniciar la
oxigenación lo antes posible y el 73,08% no, el 30,77% registrar hora de
inicio y fin de la RCP y el 69,23% no, el 23,08% registrar todos los
procedimientos y el 76,92% no.
Por lo cual, la mayoría de los estudiantes de enfermería encuestados
conocía que entre las maniobras de RCP generales se debe cateterizar una
vía endovenosa lo antes posible, pero, una minoría no estaba claro de otras
como verificar el pulso constantemente cada 1 o 2 minutos, iniciar la
oxigenación lo antes posible, registrar hora de inicio y fin de la RCP y
registrar todos los procedimientos.
Al respecto, Saldaña (2016, p. 1) afirma el profesional de enfermería es
quien inicia la oxigenación lo antes posible, verifica el pulso cada 1 o 2

55
minutos, establece una vía venosa periférica rápidamente, realiza los
registros pertinentes de enfermería.
Resultados análogos a los obtenidos por Cueto (2013), cuyo estudio
reportó que de los encuestados 94% cateterizaba una vía periférica
rápidamente.

RECURSOS
Tabla Nº 9
Estudiantes de Enfermería según Recursos: Carro de Soporte Vital
Si No
Ítem Nº % Nº % Total
17. El carro de soporte vital, equipado
para casos de PCR, debe contener:
- Material para apertura de vía aérea y
16 61,54 10 38,46 26
ventilación
- Laringoscopio 14 53,85 12 46,15 26
-Pilas de repuesto 4 15,38 22 84,22 26
-Bombillo de repuesto 2 7,69 24 92,31 26
-Tubos endo-traqueales de diferentes
15 57,69 11 42,31 26
números
- Ambú 18 69,23 8 30,77 26
-Mascarillas para ventilación artificial 14 53,85 12 46,15 26
-Mascarillas de oxigeno 17 65,38 9 34,62 26
-Sondas de aspiración 19 73,08 7 26,92 26
- Guantes 16 61,54 10 38,46 26
Fuente: ídem tabla 1

En relación a los recursos del carro de soporte vital los estudiantes del III
semestre de enfermería del Programa de Profesionalización, señalaron que
este debe estar equipado o contener 73,08% sondas de aspiración,
69,23% ambú, 65,38% mascarillas de oxigeno, 61,54% material para
apertura de vía aérea y ventilación, 61,54% guantes, 65,38% mascarillas
para ventilación artificial, 61,54% guantes, 57,69% tubos endo-traqueales de
diferentes números, 53,85% laringoscopio, 53,85% mascarilla para

56
ventilación artificial, 15,38% pilas de repuesto y 7,69% bombillo de
repuesto.
Entonces, algo más de la mitad de los estudiantes de enfermería
encuestados conocía los recursos que debe contener o con los que debe
estar equipado el carro de soporte vital necesarios para utilizarlo en casos de
PCR, aunque, no todos tenían claro este punto.
Al respecto, Ospina (2016, p. 9) plantea que el carro de paro es una
unidad móvil y compacta, que asegura, garantiza e integra los equipos,
medicamentos e insumos necesarios para atender en forma inmediata un
PCR; debiendo contener básicamente guantes, gasa estéril, una gaveta de
la vía aérea que contendrá material para intubación y oxigenoterapia como
laringoscopio, tubos endotraqueales, ambú, pinza de Maguill, mascarillas
para ventilación artificial y de oxigeno, sondas de aspiración, entre otros.
Resultados menores a los encontrados por Cueto (2013), cuyo estudio
reportó que de los encuestados 82,1% conocía lo que contiene el carro de
paro.

Tabla Nº 10
Estudiantes de Enfermería según Recursos Equipo para Soporte
Circulatorio Complementario
Si No
Ítem N° % N° % Total
18. Dentro del equipo para Soporte
Circulatorio Complementario, están:
-Tabla para RCP 18 69,23 8 30,77 26
-Cánulas intravenosas de diferentes
14 53,85 12 46,15 26
números
-Agujas desechables 16 61,54 10 38,46 26
-Jeringas desechables 19 73,08 7 26,92 26
- Sistema de goteo normal y de bomba 15 57,69 11 42,31 26
- Llave de tres pasos 17 65,38 9 34,62 26
- Gasa estéril 19 73,08 7 26,92 26
Fuente: ídem tabla 1

57
Fuente: tabla Nº 10
Gráfico Nº 7: Estudiantes de Enfermería según Recursos Equipo para
Soporte Circulatorio Complementario

Con respecto a los recursos que debe contener el equipo para soporte
circulatorio complementario los estudiantes del III semestre de enfermería del
Programa de Profesionalización, señalaron que dentro de dicho equipo están
73,08% jeringas desechables, 73,08% gasa estéril, 69,23% tabla para RCP,
65,38% llave de tres pasos, 61,54% agujas desechables, 57,69% sistema
de goteo normal y de bomba, 53,85% cánulas intravenosas de diferentes
números.
Por lo cual, más de la mitad de los estudiantes de enfermería encuestados
conocía el equipo para soporte circulatorio complementario que debe
contener el carro de paro.
Según, Ospina (2016, p. 9) el carro de paro debe contener una gaveta de
circulación o para materiales endovenosos como jeringas de diverso calibre,
elementos para permeabilizar vía periférica, cánula o yelkos intravenosos de
de diferentes números, agujas desechables, sistemas de goteo o equipos de
infusión normal y de bomba, llaves de tres vías, solucel, guantes, gasa
estéril, tabla para RCP, entre otros.

58
Tabla Nº 11
Estudiantes de Enfermería según Recursos Carro de Soporte Vital
Medicamentos
Si No
Ítem N° % N° % Total
19. El carro de soporte vital entre
otros medicamentos debe contar
con:
-Adrenalina 6 23,08 20 76,92 26
-Atropina 3 11,94 23 88,46 26
-Dopamina 4 15,38 22 84,22 26
-Diazepam 1 3,85 25 96,15 26
-Lidocaína 5 19,23 21 80,77 26
-Succinil Colina 2 7,69 24 92,31 26
-Gluconato de Calcio 3 11,94 23 88,46 26
-Bicarbonato 4 15,38 22 84,22 26
-Suero fisiológico / Ringer Lactato / 7 26,92 19 73,08 26
Dextrosa
Fuente: ídem tabla 1

En relación a los recursos medicamentos los estudiantes del 3er


semestre de enfermería del Programa de Profesionalización, señalaron que
el carro de soporte vital entre otros medicamentos debe contar con 26,92%
suero fisiológico / Ringer Lactato / Dextrosa, 23,08% aadrenalina, 19,23%
lidocaína, 15,38% dopamina, 15,38% bicarbonato, 11,94% atropina, 11,94%
gluconato de calcio, 7,69% succinil colina y 3,85% diazepam.
Entonces, una minoría de los estudiantes de enfermería encuestados
conocía los medicamentos que debe contener o con los que debe estar
equipado el carro de soporte vital necesarios para utilizarlo en casos de
PCR.
Según, Reveló (2017, p. 23), los medicamentos contentivos en el carro
de paro deben estar completos, no vencidos, sellados, ordenados entre ellos
se encuentran: drogas cardiovasculares como adrenalina, dopamina,
atropina, entre otros. Antiarrítmicos como amiodarona o trangorex, lidocaína,
digoxina. Analgésicos y sedantes como tiopental sódico, diazepam o valium,

59
midazolam o doricum, entre otros. Relajantes musculares como succinil
colina o scoline, bromuro de vecuronio. Otras drogas como hidrocartisona,
metilprednisolona o solumedrol, dexametasona, furosemida o Laxis, teofilina
o aminofilina, ranitidina, heparina sódica, sulfato de magnesio, cloruro de
potasio (KCl), bicarbonato de sodio, gluconato de calcio.
Resultados contrarios a los encontrados por Araujo, Barcellos, Muglia y
Olivetto (2011), cuyo estudio reportó que de los encuestados 100%
identificaron los fármacos utilizados en la resucitación cardiopulmonar.

Tabla Nº 12
Estudiantes de Enfermería según Recursos Tecnología
Si No Total
Ítem N° % N° %
20. El equipo tecnológico de
punta para proporcionar
RCP, lo conforman:
-Electrocardiograma 10 38,46 16 61,54 26
-Desfibriladores 8 30,77 18 69,23 26
-Monitores 9 34,62 17 65,38 26
-Bombas de infusión 7 26,92 19 73,08 26
Fuente: ídem tabla 1

Fuente: tabla Nº 12
Gráfico Nº 8: Estudiantes de Enfermería según Recursos Tecnología

60
Referente a los recursos tecnología los estudiantes del III semestre de
enfermería del Programa de Profesionalización, señalaron que el equipo
tecnológico de punta para proporcionar RCP, lo conforman 36,46% el
electrocardiograma, 30,77% los desfibriladores, 34,62% los monitores y el
26,92% las bombas de infusión.
Es decir, menos de la mitad de los estudiantes de enfermería
encuestados conocía el equipo tecnológico de punta necesario para
proporcionar RCP, lo que refuerza lo anteriormente expuesto sobre la
necesidad de dictar talleres de RCP.
Al respecto, O’Connor (2016, p. 10) menciona el éxito de la RCP
depende de una serie de factores como personal idóneo, trabajo en equipo,
coordinación oportuna y precisa; el tiempo, la disposición de los recursos y el
equipo tecnológico necesario como electrocardiograma, desfibriladores,
monitor de presión no invasiva (DINAMAP) o monitor de signos vitales no
invasivo (tensión arterial, pulso, respiración), un monitor u oxímetro de pulso,
bombas de infusión continua de medicamentos, entre otros, los cuales todos
en conjunto contribuyen a la aplicación de dichas técnicas.
Resultados análogos a los encontrados por Angola, Camperos,
Cárdenas y Figueroa (2014), cuyo estudio reportó que de los encuestados
25% sabía que el monitor cardiaco es un equipo que permite observar la
función eléctrica del corazón a través del registro del ritmo cardiaco y
determinar anomalías, 8,3% conocía que el desfibrilador es un aparato
electrónico portátil que diagnostica y trata la parada cardiorespiratoria
cuando es debida a la fibrilación ventricular o a una taquicardia ventricular sin
pulso restableciendo un ritmo cardíaco efectivo eléctrica y mecánicamente.

61
Tabla Nº 13
Estudiantes de Enfermería según Normas Reglamentos
Si No
Ítem Nº % Nº % Total
21. El equipamiento y/o mantenimiento
del carro de soporte vital es
5 19,23 21 80,77 26
responsabilidad del personal de
Enfermería (enfermero jefe)
22. La vigilancia del funcionamiento del
monitor y desfibrilador es
0 0 26 100 26
responsabilidad del personal de
Enfermería (enfermero jefe)
23. La RCP, se proporciona a través de
10 38,46 16 61,54 26
un protocolo.
24. Considera que el personal de
Enfermería está capacitado para dar
7 26,92 19 73,08 26
respuesta al paciente que presenta paro
cardio-respiratorio.
25. Ha recibido entrenamiento para
2 7,69 24 92,31 26
proporcionar RCP
Fuente: ídem tabla 1

Fuente: tabla Nº 13
Gráfico Nº 9: Estudiantes de Enfermería según Normas Reglamentos

62
En relación a las normas o reglamentos en cuanto a RCP conocidas por
los estudiantes del III semestre de enfermería del Programa de
Profesionalización , se encontró que el 19,23% afirmó que el equipamiento y/
o mantenimiento del carro de soporte vital es responsabilidad del personal de
Enfermería (enfermero jefe) y el 80,77% no, el 100% negó que la vigilancia
del funcionamiento del monitor y desfibrilador es responsabilidad del
personal de Enfermería (enfermero jefe), el 38,46% sabia que la RCP, se
proporciona a través de un protocolo y el 61,54% no, el 26,92% consideró
que el personal de Enfermería está capacitado para dar respuesta al
paciente que presenta paro cardio-respiratorio y el 73,08% no, el 7,69% ha
recibido entrenamiento para proporcionar RCP y el 92,31% no.
Entonces, una minoría de los estudiantes de enfermería encuestados
conocía algunas de las normas reglamentarias en cuanto a RCP.
Al respecto, Ospina (2016, p. 11) señala entre las normas del manejo
del carro de paro están, el carro debe poseer ruedas que lo hagan fácilmente
desplazable con cajones y carteles bien visibles; debe estar en un lugar
fácilmente accesible, debe permanecer enchufado; su ubicación debe ser de
conocimiento de todo el personal; debe contener sólo el material
imprescindible para una reanimación cardiopulmonar; el material debe estar
siempre fácilmente visible y ordenado; todo el personal médico, de
enfermería y técnico paramédico deberá conocer el contenido y la
disposición del material y medicación del carro; será responsabilidad de la
enfermera de turno el perfecto orden del material del carro, el equipamiento y
mantenimiento del mismo, así como el funcionamiento del monitor y
desfibrilador.
Resultados similares a los encontrados por Duarte, Pérez y Valero
(2015), cuyo estudio reportó que de los encuestados no todos manejaba el
protocolo y la normativa en la aplicación de una RCP.

63
CAPÍTULO V

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

5.1 Conclusiones
En relación a las características demográficas de los estudiantes del III
semestre de enfermería del Programa de Profesionalización de la
Universidad de Los Andes, San Cristóbal, estado Táchira se encontró:
La mayoría eran mujeres, jóvenes, trabajaban como Enfermera (o) I,
tenían de 0 a 4 años de servicio y de los que trabajaban casi la mitad tenía
contratación fija.
Referente a los conocimientos sobre la RCP menos de la mitad conocía
los objetivos y principios de la RCP, más de la mitad algunos de los signos y
síntomas del PCR, una minoría conocía las indicaciones, tiempo ideal de
inicio y nombres de las etapas del proceso de la RCP y habían participado
alguna vez durante su ejercicio profesional una RCP.
Con respecto al conocimiento que estos estudiantes tienen sobre las
maniobras de soporte básico y avanzado que se deben aplicar para la RCP
una minoría conocía como aplicar las maniobras de RCP de soporte básico;
poco más de la mitad algunas maniobras de soporte avanzado como
preparar la aspiración, preparar y rotular la medicación más utilizada, muy
pocos conocían que deben monitorizar la actividad cardiaca y poner en
funcionamiento el desfibrilador; la mayoría conocía que debe cateterizar
una vía endovenosa, pero una minoría sabia que debe verificar el pulso
cada 1 o 2 minutos, iniciar la oxigenación, registrar hora de inicio y fin de la
RCP y registrar todos los procedimientos.
Concerniente al conocimiento que dichos estudiantes poseen sobre los
recursos necesarios para la atención del paro cardiorespiratorio más de la

64
mitad conocía los recursos que debe contener o con los que debe estar
equipado el carro de soporte vital, más de la mitad identifico el equipo para
soporte circulatorio complementario, una minoría los medicamentos
utilizables en caso de PCR y menos de la mitad el equipo tecnológico de
punta necesario para proporcionar RCP.
En relación a la información que los mismos tienen sobre la normativa
básica para la reanimación cardio-pulmonar solo una minoría las conocía.

5.2 Recomendaciones
Enseñar los resultados de la investigación a la Coordinación de
Enfermería del Programa de Profesionalización de la Universidad de Los
Andes de San Cristóbal para que conozcan las debilidades de conocimiento
encontradas en los estudiantes del III semestre de enfermería sobre PCR y
RCP para que planifiquen la inclusión de dichos temas en la cátedra que
corresponda.
A los estudiantes de enfermería se les recomienda participen en talleres,
cursos o jornadas de formación en RCP para que se instruyan sobre dichas
maniobras.
A dichos estudiantes que durante sus labores como enfermeros en las
instituciones de salud indaguen sobre la existencia del carro de soporte vital,
los materiales y medicamentos que contienen así como los equipos medico
tecnológicos necesarios para aplicarla RCP se familiaricen con ellos
aprendan cómo funcionan y cómo manejarlos.
A la Universidad de los Andes que en el futuro realice nuevas
investigaciones sobre esta temática de salud en esta y otras instituciones
educativas y de salud, para detectar necesidades de formación y/o
capacitación.

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línea]. Disponible: https://es.statista.com › Salud e industria farmacéutica ›
Estado de salud [Consulta: 2018, Mayo 11]

68
Ospina, C. (2016, p. 9) Protocolo de manejo de carro de paro. [Documento
en línea]. Disponible: www.esecarmenemiliaospina.gov.co/.../SU-S1D3-
V5Proto_Manejo_Carro_Paro.pdf [Consulta: 2018, Junio 05]

Reveló, M. (2017). Nivel de conocimiento de las enfermeras del área de


emergencias sobre resucitación cardiopulmonarde adultos del hospital Un
Canto a la Vida. Quito, Ecuador: UDLA, Facultad de Ciencias de la Salud.
[Trabajo de investigación en línea]. Disponible: space.udla.edu.ec › ... ›
Escuela de Enfermería › Licenciatura en Enfermería [Consulta: 2018, Abril
11]

Roa A., Tibana M., Contreras J. y Valero F. (2011) Intervención de Enfermería


en la reanimación cardio-pulmonar de pacientes en paro. Emergencia de
Adultos. Hospital Seguro Social. Estado Táchira – Venezuela. Trabajo
especial de Grado, presentado ante la Universidad de Los Andes.
Venezuela.

Saldaña, D. (2016) Rol del Profesional en Enfermería en la Reanimación


Cardiopulmonar de Adultos [Documento en línea]. Disponible:
ttps://encolombia.com › ... › Enfermería. 12 No. 3 [Consulta: 2018, Junio
05]

Sociedad Venezolana de Cardiología (2013) Congreso Venezolano de


Cardiología [Artículo en línea]. Disponible: www.svcardiologia.org/
[Consulta: 2018, Mayo 11]

Universidad Pedagógica Experimental Libertador. (UPEL, 2011). Manual de


trabajos de grado de especialización y maestría y tesis doctorales. 4ª
edición. Editorial Caracas: FEDUPEL

Vigo, J. (2011). Muerte Súbita. Lima, Perú: Revista Peruana de Medicina


Exp. Salud Pública.

69
ANEXOS

Anexo Nº 1

Carta de solicitud de permiso

70
Anexo Nº2

Instrumento

Estimado Compañero:

El instrumento que se presenta a continuación tiene fines eminentemente


investigativos, pues el mismo forma parte del Trabajo Especial de Grado
denominado: “Conocimiento sobre reanimación cardiopulmonar básica de los
estudiantes del III semestre de enfermería del Programa de Profesionalización de la
Universidad de Los Andes, San Cristóbal, estado Táchira, durante el periodo de
marzo a septiembre de 2018. , estado Táchira, durante el periodo de marzo a
septiembre de 2018”. A ser presentado en la Universidad de los Andes,
como requisito para optar al título de Licenciado en Enfermería. por tal
motivo apreciamos su valiosa cooperación y consentimiento, respondiendo a
las preguntas formuladas, marcando con una X (por favor no deje ninguna
pregunta sin contestar). La información será confidencial, por lo cual, no lo
identifique, y si tiene alguna duda respecto a alguna pregunta, aclárela
con el encuestador.

Por su colaboración muchas gracias

71
INSTRUMENTO

PARTE I: ELEMENTOS SOCIO DEMOGRÁFICOS

A.- Marque el grupo de edad y sexo a la cual corresponda.

EDAD MASCULINO FEMENINO EDAD MASCULINO FEMENINO


20 a 24 40 a 44
25 a 29 45 a 49
30 a 34 50 a 54
35 a39 55 y más

B.- Trabaja actualmente como personal de enfermería en alguna


institución de salud: Si:____ No___
C.- Cargo:
Auxiliar de Enfermería:_____ Enfermera I:______ Enfermera II:_________
D.- Años de servicio:
AÑOS
0a4
5a9
10 a 14
E.- Contratación: 15 a 19 Fijo ________
20 a 24
Suplente ________ 25 y más

II Parte
Ítem Conocimiento SI NO
La Reanimación Cardiopulmonar (RCP) comprende un
1 conjunto de maniobras encaminadas a reinstaurar la
respiración y circulación espontáneas.
2 El objetivo primario de la reanimación es lo que
universalmente se denomina el ABC:
A. Establecer una vía aérea permeable.
B. Iniciar una respiración eficiente.
C. Mantener una circulación adecuada.
El principio de la reanimación cardio-pulmonar es garantizar
3
el aporte de un mínimo de oxigeno a los órganos vitales.
La RCP está indicada cuando hay, pérdida súbita del pulso, la
4
presión arterial y la respiración.
5 Entre los signos y síntomas del paro cardiorespiratorio (PCR)

72
se encuentran:
Ausencia de pulso
Ausencia de respiración
Piel pálida
SI NO
Labios y uñas cianóticas
Pérdida de conocimiento
Pupilas dilatadas parcialmente
La reanimación cardiopulmonar es la asociación de la
6 Ventilación artificial y la Compresiones torácicas o “masaje
cardíaco externo”.
El tiempo que se tiene para iniciar las maniobras sin que haya
7
daño cerebral es de 4 minutos.
8 En caso de PCR, el pulso carotídeo es el más indicado
¿Las maniobras de reanimación cardiopulmonar se llaman
9
Maniobras de soporte básicas y avanzadas?
Usted alguna vez durante su ejercicio profesional ha
10
realizado una RCP
REANIMACIÓN BÁSICA
Si un paciente presenta clínica subjetiva de paro, usted debe
11
proceder a verificar si, el paciente:
Está consciente
Tiene pulso
Respira
12 Si el paciente no despierta y/o no respira usted debe:
Buscar y esperar a que llegue la ayuda
Iniciar inmediatamente el proceso de reanimación
13 Si el paciente no respira, pero tiene pulso, Usted debe:
Colocar al paciente boca arriba
Colocar al paciente de medio lado
Colocar los brazos del paciente a lo largo del cuerpo
Iniciar inmediatamente la respiración artificial
Híper extender el cuello, inclinando la cabeza hacia atrás
Verificar que las vías aéreas superiores no estén obstruidas
Limpiar la boca de secreciones, vómito, cuerpo extraño,
prótesis, etc.
Dar masaje cardiaco externo
14 Si el paciente no respira y no tiene pulso, Usted debe:
Colocar al paciente boca arriba sobre una superficie dura o
tabla para RCP
Comenzar la respiración artificial y masaje cardiaco externo
Si está solo; la secuencia es de 15 compresiones torácicas o
masajes por 2 ventilaciones
Si cuenta con ayuda; la secuencia es de 5 compresiones

73
torácicas por 1 ventilación
15 Maniobras de Soporte Avanzado, usted debe:
Monitorizar la actividad cardiaca (electrocardiógrafo)
Preparar el material de intubación endotraqueal
Preparar el equipo de aspiración
Preparar y poner en funcionamiento el desfibrilador
Preparar y rotular la medicación más utilizada (adrenalina,
atropina, lidocaína, etc.)
SI NO
16 En cualquiera de los casos anteriores, usted debe:
Verificar el pulso constantemente cada 1 o 2 minutos
Cateterizar una vía endovenosa lo antes posible
Iniciar la oxigenación lo antes posible
Registrar:
Hora de inicio y fin de la RCP
Todos los procedimientos realizados
Medicamentos utilizados
Recursos
El carro de soporte vital, equipado para casos de PCR, debe
17
contener:
Material para apertura de vía aérea y ventilación.
Laringoscopio
Pilas de repuesto
Bombillo de repuesto
Tubos endo-traqueales de diferentes Números
Ambú
Mascarillas para ventilación artificial
Mascarillas de oxigeno
Sondas de aspiración
Guantes
Dentro del equipo para Soporte Circulatorio Complementario,
18
están:
Tabla para RCP
Canulas intravenosas de diferentes números
Agujas desechables
Jeringas desechables
Sistema de goteo normal y de bomba
Llave de tres pasos
Gasa estéril
El carro de soporte vital debe entre otros medicamentos
19
contar con:
Adrenalina
Atropina

74
Dopamina
Diazepam
Lidocaína
Succinil Colina
Gluconato de Calcio
Bicarbonato
Suero fisiológico/ Ringer lactato/ Dextrosa
El equipo tecnológico de punta para proporcionar RCP, lo
20
conforman:
Electrocardiograma
Desfibriladores
Monitores
Bombas de infusión
Normas SI NO
El equipamiento y/ o mantenimiento del carro de soporte vital
21 es responsabilidad del personal de Enfermería (enfermero
jefe)
La vigilancia del funcionamiento del monitor y desfibrilador es
22
responsabilidad del personal de Enfermería (enfermero jefe)
23 La RCP, se proporciona a través de un protocolo.
Considera que el personal de Enfermería está capacitado para
24 dar respuesta al paciente que presenta paro cardio-
respiratorio.
25 Ha recibido entrenamiento para proporcionar RCP

GRACIAS POR SU COLABORACIÓN

Anexo Nº3

Reseña Fotográfica

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