El tema es la cambiante imagen del hombre, en relación con la sociedad como tal vez es revelado en algunas de las grandes obras literarias, de lo que se ha escrito en la literatura del mundo occidental, principalmente desde mediados y finales del siglo (XVI), hasta comienzos del siglo (XX), creyendo que su método fue y tal vez es demasiado ortodoxo, yo como muy curioso en escudriñar el comportamiento en las sociedades, me he puesto y he manejado escritos que han sido adscritos a la humanidad en general, y he empleado muchas de las formas y técnicas de análisis muy diferente de las que comúnmente se esperaban de las ciencias sociales… El interés que he tenido y que tengo en semejante investigación, data desde que, mi curiosa necesidad de comprender el estudio social que tenemos como personas y como hombre, vinculado a la literatura y desde ese entonces he tenido y he sido, muy estimulado por mi cercana asociación y hasta provecho he sacado de las muchas discusiones con varios estudiantes de literatura, que pesa sobre la imagen del hombre… La literatura creativa sugiere muchos niveles de significados, totalmente algunos previstos no con intencionalidad, un filósofo o algún escritor inventan una trama y al describirlas la acción y las interrelaciones de los personajes, enfatizan ciertos valores, que consciente o inconscientemente, marca su obra con originalidad, a través de una selección imaginativa de personajes tramas y algunos problemas, y es por ello, que este proceso mismo de selección en un aspecto de creatividad, que rigurosamente es enormemente pertinente al tema, y ello, conlleva a presentar una imagen explícita o implícita de la orientación del hombre en relación con su sociedad, privilegios y responsabilidades de clases, concepciones del trabajo, el amor y la amistad, de las religiones, la naturaleza y el arte… Pero como resultado que traemos, a través de un análisis, incluyendo todas las obras, podríamos formarnos una imagen de la cambiante relación del hombre consigo mismo, con su familia, y con su medio ambiente social y natural, desde comienzos del siglo (XVII) hasta el umbral del siglo (XX), el escritor filosofo crea ciertamente personajes creíbles y los coloca en situaciones que implican interacción con otros y con la sociedad en la cual viven, pero que deberían presentar lo que consideren elementos esenciales de los individuos, principalmente a través del comportamiento de los personajes particulares, al afrontar situaciones concretas… Pero desde luego, el escritor no pierde de vista tales consideraciones, pero muy a menudo despersonaliza la reacción del individuo ante otros individuos y la sociedad, a fin de revelar la más amplias fuerzas políticas, económicas y sociales en acción, en el otro extremo, podrían ofrecerse memorias, autobiografías, diarios y cartas, como fuentes de datos al menos tan personales y específicas, como el contenido de la literatura imaginativa, y en tales documentos personales sin embargo, la racionalización y particularmente la auto justificación muy frecuentemente emborronan o distorsionan la imagen de la realidad social, es el filósofo quien al filosofar o escribir, lo que describe es más real que la realidad misma… Una de las preocupaciones que el escritor creativo comparte con el teórico es describir y nombrar nuevas experiencias, el deseo del escritor de recrear lo único y lo más importante, que lo llevaría a menudo a explorar ansiedades y esperanzas hasta entonces desconocidas, porque no es el, ni una grabadora articulada, ni un místico desarticulado, sino un pensador especializado, y a menudo solo después de que sus tareas creativas han sido realizadas, es cuando la sociedad reconoce sus predicamentos… El tratamiento específico que un escritor creativo da a la naturaleza o al amor, a los gestos y estados del alma, a la gregaridad o a la soledad, es una fuente primordial para el estudio de la penetración de las más íntimas esferas de la vida personal y por las fuerzas sociales, seria tarea del sociólogo de la literatura relacionar la experiencia de los personajes imaginarios del escritor y sus situaciones con el clima histórico del cual se derivan, deberían transformar la ecuación privada de temas y medios estilísticos en ecuaciones sociales… Los escritores pueden mirar hacia delante o hacia atrás, o mirar donde una época diferente, pero tienden hacerlo dentro de los confines de una realidad existente o previsible, como quiera que el escritor no se preocuparía principalmente por objetos, sucesos o instituciones, sino por las actitudes y sentimientos de sus personajes, cualquier prejuicio social o político que pueda tener está lejos de ser la desventaja que a primera vista parecería ser… El hombre nace, lucha, ama, sufre y muere en cualquier sociedad, pero lo importante es la descripción de como reacciona a estas comunes experiencias humanas, ya que casi invariablemente tiene un nexo social, precisamente porque la gran literatura presenta al hombre total en relieve, el escritor tiende a justificar o a desafiar a la sociedad más bien que a ser un pasivo cronista de ella…