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En busca de la eliminación de la contratación bajo los regímenes de locación de obra

o de servicios para aquellos trabajadores contratados por la Administración Pública


que realizan tareas en forma habitual y permanente
-Comentario al fallo “Salerno Alejandro Daniel c/ GCBA y otros s/ Amparo” de la
Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de CABA-[1]

Por Claudia Rocío Caiafa(*)

Hoy, el tema que nos convoca es la sentencia dictada por la Sala II de la Cámara de
Apelaciones en lo CAyT de fecha 25 de abril de 2019 en el marco de los autos
caratulados “Salerno Alejandro Daniel c/ GCBA y otros s/ Amparo”, Expediente N°
14629/2018-0 la cual versa principalmente sobre la modalidad de contratación bajo la
figura de la locación de obra o de servicio por parte de Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires.

A continuación, se efectuará un breve comentario de la sentencia citada precedentemente,


la cual se inicia a raíz de la acción de amparo, interpuesta por el Sr. Salerno Alejandro,
contra el GCBA –Subsecretaría de Transporte- a fin de que “… se le reconozcan los
derechos correlativos a [su] condición de trabajador subordinado de la demandada
desde el inicio de la relación; siendo la injustificada negativa violatoria de los arts. 14
bis de la C.N. y 43, 2do. Párrafo de la CCBA que garantiza no solo el derecho a la
protección de las leyes y la estabilidad (propia o impropia), sino los derechos al salario
mínimo, igual remuneración por igual tarea, al goce de los derechos sindicales, a la
cobertura de salud y seguridad social en forma integral, al descanso y vacaciones pagas,
etc. (arts. 10, 20, 43 y ccs. CCBA y 14 bis y ccs. C.N.)”.

El Sr. Salerno es un agente contratado por el GCBA, bajo la modalidad de locación de


obra y luego de servicio-, el cual, cumplía tareas por fuera de la planta permanente o
transitoria que contempla la Ley 471, no gozando, en consecuencia, de la estabilidad
propia de los empleados públicos, entre otros beneficios.

En primer lugar, se destaca que no se trata de una relación entre empleado y empleador
regida por el derecho laboral, sino de una relación regida por el derecho público, en el
cual el empleador es el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el empleado es un
funcionario o agente público.

En el marco de la sentencia en cuestión, nos encontramos frente a un contrato, el cual


suele calificarse como “contrato administrativo” en términos genéricos o como contrato
de locación de obra o de servicio, estos “contratos”, carecen, en principio, de la
protección de las leyes laborales y de la protección propia del empleado público
estatutario ya que no se les aplica la legislación laboral ni el estatuto propio del empleado
público.

Aunque parezca asombroso, esta es una práctica de contratación administrativa habitual,


no solo en la órbita del GCBA sino también del Estado Nacional y/o Provincial,
tratándose de contratos a término, generalmente de un año, donde se determina que
cualquiera de las partes dentro del año puede con un plazo previo de 30 días dar por
rescindido el contrato que las une sin derecho a indemnización alguna.

Las conclusiones que se pueden resaltar del fallo son las siguientes:
vel señor Salerno se desempeñaba en la Dirección General de Movilidad Sustentable
‒actualmente denominada Unidad de Proyectos Especiales Movilidad Saludable;
Decreto Nº675/16‒, dentro de la órbita del Ministerio de Desarrollo Urbano y
Transporte de la Ciudad a través de un contrato de locación de servicios;
vel inició de la contratación fue el 01/09/2014, como mecánico en la reparación de
bicicletas en el programa denominado “Mejor en Bici” o “Ecobici”;
vse acreditó que el amparista prestó servicios en forma ininterrumpida desde el 1/09/2014
‒superando, según las probanzas de la causa, el límite legal de cuatro (4) años a la
fecha de la firma de la presente decisión; conforme el artículo 44 de la Ley 471‒
teniendo a su cargo tareas que acorde al organigrama vigente de la repartición en la que
se desempeña, resultan propias, habituales y permanentes de aquella;
vel GCBA utilizó una figura permitida, -contrato de locación de obra y luego de servicio-
más allá del fin previsto en la norma, para encubrir una designación de un trabajador que
cumple funciones concernientes a la planta permanente de la Administración;
El comportamiento del GCBA generó en el actor una legítima expectativa de
permanencia laboral que merece la protección que el artículo 14 bis de la Constitución
Nacional otorga al actor contra el despido arbitrario.

En el caso concreto se trata de un particular que había suscripto diversos contratos de


locación de servicios con la demandada para la prestación de tareas como mecánico,
contrato que se fue renovando por varios años hasta que se le negó la posibilidad de
trabajar, rescindiéndole el contrato.
Si bien, los camaristas propician incorporarlo a la planta transitoria, esta no le otorga
estabilidad, con lo cual, el Sr. Salerno debería accionar contra la Administración para
obtener una indemnización con el fin único y primordial de resarcirle los daños causados.

Pareciera desprenderse de la lectura de la sentencia, que la contratación es fraudulenta, ya


que la Ley contempla esos tipos de contratos para trabajadores eventuales, pero bajo ese
“paraguas legal” los contratados cumplen tareas habituales y permanentes dentro del
Gobierno de la Ciudad.

La Ley N° 471 (conforme texto consolidado según Ley 6.017), en su artículo 42 establece
“…Los trabajadores de la planta permanente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
tienen derecho a la estabilidad entendida como el derecho de estos a conservar el
empleo hasta que se encuentren en condiciones de jubilarse, en tanto se cumplan los
requisitos establecidos por la presente Ley para su reconocimiento y conservación. La
estabilidad no es extensible a las funciones…”.

Del artículo transcripto se desprende que, luego de desarrollar durante un lapso de un


año, las tareas que le fueron asignadas, dentro de la órbita en la que prestan el servicio, el
trabajador, debería adquirir la estabilidad, lo que no sucedió en el caso de marras, ya que
el actor tiene más de cuatro (4) años de antigüedad, superando el máximo que la ley 471
estima como límite para los contratos temporales, y sin embargo sigue ineternun en esa
condición.

Tal como se desprende de la sentencia, esos trabajadores precarizados no cobran


aguinaldo, tienen que pagarse el monotributo e ingresos brutos, no tienen vacaciones, no
tienen derecho a días por enfermedad ni para estudio, el monto del contrato no está
establecido por ningún convenio o categoría acorde a la tarea, sino que es definido
discrecionalmente por cada área a la que pertenecen.

En cada renovación anual, muchas veces, los trabajadores pasan de dos a tres meses sin
cobrar, teniendo que recurrir a familiares, amigos y a veces al banco para pedir préstamos
que le permitan vivir esos meses. Los aumentos que reciben en cada renovación tampoco
son negociados colectivamente si no, que cada trabajador recibe lo que discrecionalmente
dispone el área al cual pertenecen.

A veces sucede, que los empleados reclaman administrativamente a sus superiores con el
fin de mejorar sus condiciones laborales y contractuales, pero lamentablemente, en
algunas ocasiones ello trae aparejado una especie de persecución o despidos con la
simple “no renovación” de su contrato.
Las personas contratadas bajo las modalidades citadas son el eslabón más débil de la
cadena que se corta con los despidos discrecionales y/o arbitrarios.

En otro orden de ideas, no debemos pasar por alto, los casos, en donde son los propios
trabajadores que escapan a ser regularizados por la Ley 471, debido a que el sueldo que
pasarían a cobrar, bajo el régimen de la Ley 471, disminuye considerablemente, por lo
que no se sienten motivados a adquirir una contratación permanente.

Por ello, sería conveniente tratar de encontrar un equilibrio entre los deseos de ambas
partes.

En virtud de lo expuesto a lo largo del presente, sería sumamente productivo que el


GCBA, arbitre los medios pertinentes a fin de disponer el pase a Planta Permanente con
todos sus derechos y obligaciones, según la Ley 471, para todo el personal contratado del
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que desarrolla tareas habituales y
permanentes y que se encuentran bajo los regímenes de planta transitoria, locación de
servicio o de obra, eliminando de una vez y para siempre tal forma de contratación, con el
FIN único y primordial de dar el EJEMPLO que la propia Administración le EXIGE A
LOS DEMÁS EMPLEADORES DEL AMBITO PRIVADO.

[1] Causa Nº 14629-2018-0 - “Salerno Alejandro Daniel c/ GCBA y otros” - CÁMARA


DE APELACIONES CONTENCIOSO, ADMINISTRATIVO Y TRIBUTARIO DE LA
CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES - SALA II - 25/04/2018 (elDial.com -
AAB52C)
(*) Abogada. Maestrando en Derecho Administrativo. Asesora Legal en la Dirección
General Administrativa y Legal de Seguridad y Emergencias dependiente de la Secretaría
Administración de Seguridad y Emergencias del Ministerio de Justicia y Seguridad.
Citar: elDial DC2825
Publicado el: 16/08/2019
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