Nací en 1509 en Noyon, Francia y morí en el año 1564 en Ginebra. Fui teólogo y reformador protestante. Educado en el catolicismo, curse estudios de teología, humanidades y derecho. Con poco más de veinte años me convertí al protestantismo, al adoptar los puntos de vista de Lutero: negación de la autoridad de la Iglesia de Roma, importancia primordial de la Biblia y doctrina de la salvación a través de la fe y no de las obras.
Tales convicciones me obligaron a abandonar París en 1534 y buscar refugio
en Basilea (Suiza). 1536 fue un año decisivo en mi vida: por un lado, publique un libro en el cual sistematizaba la doctrina protestante -Las instituciones de la religión cristiana-, que alcanzaría enseguida una gran difusión; y por otro, llegó a Ginebra, en donde la creciente comunidad protestante me pidió que me quedara para ser su guía espiritual. Yo me instale en Ginebra, pero sus autoridades me expulsaron de la ciudad en 1538 por el excesivo rigor moral que había tratado de imponer a sus habitantes.
En 1541 los ginebrinos volvieron a llamarme y, esta vez, se me limitó a
predicar y a tratar de influir en las costumbres, sino que asume un verdadero poder político, que ejercería hasta mi muerte. Aunque mantuve formalmente las instituciones representativas tradicionales, establecí un control de hecho sobre la vida pública, basado en la asimilación de comunidad religiosa y comunidad civil.