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El discurso en el grafiti

Se deja de lado el mensaje que nos dejan los muros pintados de la ciudad, pienso que por la
gran cantidad de estos que usualmente se ven, aunque desde el punto de vista comunitario
la interpretación de estos permite ver la sociedad desde otra perspectiva, pues el análisis de
un grafiti, así sea una firma que pocos entiendan, mostrará el discurso de una persona o de
un grupo urbano que desea dejar su existencia casi inmortalizada en las paredes de una
ciudad, con una intensión, ya sea para delimitar una zona, para mostrar un mensaje, para
compartir, para resistir.

Claramente a complejidad de un grafiti crea cierto respeto entre estos artistas, permitiendo
que dicha obra perdure más a través del tiempo, hasta que la pared ceda por fuerza natural.
Como aquella iguana que usa la textura áspera y rugosa de la pared como si fueran sus
escamas, además de estar con cierta perspectiva 3D.
Los grafitis que suelen durar menos son aquellas firmas, usualmente por bandas de la
ciudad que usan el aerosol para pintar y rayar paredes, pero hasta en esas acciones hay una
intención y un mensaje que no todos captan, supongo por que la cultura callejera también
tiene sus propias normas que solemos desconocer.

Esa necesidad de dejar nuestro mensaje en la ciudad, ¿podría afectar la visión ideal de
ciudad? Percibo la ciudad como un ambiente individualista, donde cada persona no ve más
allá de lo que su trabajo le exige y su poco conocimiento le permita, ahí es donde entran los
grafitis, como mancha de pintura en un cuadro de matices grises, que algunos molesta y a
otros inspira pero que en juntos casos cumple su finalidad (o la finalidad que pienso que
tienen los grafitis), mueve a las personas de su zona de confort mental.
Talvez pongo en un altar a estos rayones, actos vandálicos e imprudentes; pero seguirán
siendo un reflejo de una ciudad con fallas, las llagas abiertas de la sociedad, que cree estar
bien hasta siente la herida abierta. Así que, desde los mejores murales hasta los garabatos
más absurdos, dejaran un mensaje, ya sea para criticar, culturizar, despertar, decorar o hacer
homenaje, y ojalá sea el lienzo de cemento el que decida remover la pintura y no un estado
que prefiere ocultar los discursos que no le convienen.

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