Enfoque de taller
Considera que el factor humano de la empresa es una parte más del proceso, por lo
que asimila su funcionamiento al de una máquina más, por lo que debe buscar la forma
de que ésta actúe de esa manera, desarrollando los procesos de simplificación de las
tareas generando movimientos repetitivos en el trabajador que faciliten su
comportamiento mecánico.
Desarrollo de las técnicas de métodos y tiempos
La necesaria simplificación del puesto precisa de técnicas que permitan definir múltiples
puestos de trabajo a partir de las labores complejas que realiza un operario cualificado de
manera que se deben analizar las diferentes partes de trabajo que conlleva la realización de
un producto, con la intención de hacer particiones de los procesos y poder asignarlo a
operarios diferentes. pero, además de los métodos para descomponer el trabajo en partes
más sencillas, debe analizar cómo llevar a cabo cada una de estas partes de trabajo para
que los movimientos resulten lo más ergonómicos posible, con la intención de evitar fatigas o
posturas poco eficientes, facilitando la producción de un mayor número de piezas. además de
descomponer el trabajo en partes más sencillas y determinar cómo hacerlo de la mejor
manera posible, introduce la cronometración, con la intención de marcar un ritmo de trabajo y
la estimación de la capacidad productiva de cada puesto de trabajo. este estudio de tiempos
aplicado a cada trabajador garantiza la productividad interna y la obligación del trabajador
de la consecución de un determinado número de piezas para la obtención de un salario
suficiente y el mantenimiento de su puesto de trabajo.
División y especialización de la mano de obra
Estructura formal
Los procesos anteriores precisan el desarrollo de una estructura organizativa exenta de
eventualidades e improvisación, por lo que se conforma un organigrama de funcionamiento que
delimita las responsabilidades y las dependencias entre los diferentes niveles organizativos.
Motivación extrínseca de la mano de obra
Los apartados anteriores evidencian la existencia de una dirección, que es la que planifica qué es
lo que se debe hacer y establece niveles organizativos inferiores orientados a la consecución de
los objetivos mediante la ejecución de las órdenes derivadas de la planificación. A pesar de esta
separación y con el fin de obtener cada vez mejoras en la eficiencia, se precisa de cooperación
entre niveles, con la intención de generar conocimiento que genere más eficiencia interna,
además de procesos de aprendizaje y entrenamiento del obrero para obtener sus máximas
potencialidades.
Vigencia de la teoría
La consideración de esta teoría como algo del pasado no es del todo cierta. Las técnicas de
métodos y tiempos siguen teniendo su vigencia actualmente, como instrumento necesario para
poder evaluar la cantidad de trabajo que se debe hacer para que un puesto de trabajo reporte
valor añadido al producto o servicio que presta la empresa en la que trabaja. Las técnicas de
métodos se aplican para la mejora de la ergonomía actualmente, como técnica orientada a
velar por la salud y la higiene en el trabajo. El planteamiento taylorista sigue vigente parcialmente
en múltiples sectores de actividad, no sólo de economías del tercer mundo, sino también del
primero, en aquellas actividades intensivas de mano de obra para la elaboración de productos o
servicios no diferenciados.