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A la actividad mental del cerebro que llevamos a cabo todos los seres humanos

se le da el nombre de cognición. Cuando hablamos de cognición, nos referimos


a la interpretación interna de la información que tenemos almacenada en el
cerebro, lo cual nos permite captar y tener una idea acerca de una cosa, como,
por ejemplo, conocer cuáles son sus cualidades y su naturaleza.
Por lo que la cognición se lleva a cabo cuando hacemos asociaciones a partir de
un hecho, una observación o una situación. Sin este tipo cualidades, los seres
humanos seriamos incapaces de tener contacto con lo que nos rodea y tampoco
podríamos imaginar nada.
Un ejemplo de cognición sería cuando reflexionamos acerca de las ventajas y las
desventajas de tomar algún tipo de decisión, Aparentemente, los seres
humanos pensamos ese tipo de cosas sin algún esfuerzo, sin embargo, existen
de fondo ciertas actividades mentales como en este caso los procesos cognitivos
básicos que nos ayudan a analizar toda esa información acumulada en nuestro
cerebro.

Los procesos cognitivos básicos son los siguientes:

Percepción
Atención
Memoria
Pensamiento
Lenguaje

1. Percepción
Se trata de un proceso mental en el que organizamos toda la información que
proviene del entorno o del interior de uno mismo para finalmente darle un
sentido. La interpretación que los seres humanos hacemos del mundo que nos
rodea está determinada principalmente por la personalidad individual de cada
uno, la estructura biológica de nuestro cerebro, nuestros intereses y las
experiencias que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra vida. La
percepción se puede dividir en:
Percepción visual. La percepción visual se refiere a la capacidad que tenemos de
interpretar toda aquella información que percibimos por medio de la vista. Esta
percepción comenzamos a desarrollarla desde bebés cuando abrimos los ojos
por primera vez y comenzamos a mirar a nuestro alrededor analizando todo
aquello que nos rodea.

Para comprender las vías neurales visuales, describiremos sucintamente


el recorrido que sigue un estímulo luminoso. Éste atraviesa la córnea,
humor acuoso, pupila, cristalino y humor vítreo, para llegar a la retina. En
esta estructura, primero se encuentra con las células ganglionares (que
no reaccionan directamente a la luz), después las células bipolares (que
tampoco son sensibles a la luz) y, más atrás, los fotorreceptores (conos y
bastones), los cuales transducen la energía lumínica en impulsos
bioeléctricos. Estos impulsos (una determinada tasa de impulsos) son
transmitidos a las células bipolares y de éstas a las células ganglionares,
cuyos axones se reúnen para formar el Nervio óptico, el cual escapa del
globo ocular por el Punto ciego (lugar en el que al proyectarse un
pequeño estímulo no es visible, aunque se rellena el vacío visual).
Tampoco debe olvidarse que las células verticales de la retina se hallan
interconexionadas lateralmente, mediante las células horizontales y las
amacrinas. En el Nervio óptico de cada ojo, como se dijo, se hallan
separadas las fibras correspondientes a las hemirretinas nasal y
temporal. Cada uno de los dos nervios ópticos (seccionados en dos
haces de fibras) llega hasta el Quiasma óptico, lugar donde se
encuentran los Nervios ópticos de los dos ojos y se escinden las fibras
correspondientes a las porciones de las hemirretinas nasal (interior) y
temporal (exterior) de cada retina. Aquí (Quiasma óptico), las fibras
temporales no se cruzan de hemisfero cerebral, mientras que las fibras
nasales sí. De este modo, cada hemisferio cerebral poseerá información
visual de los dos ojos (derecho e izquierdo). En consecuencia, las fibras
de la porción izquierda de las dos retinas (una del ojo derecho y otra del
izquierdo) se dirigen hacia el NGL izquierdo del Tálamo, en tanto que las
fibras de la parte derecha de las dos retinas van hacia el NGL derecho
del Tálamo.
Percepción auditiva. Se trata de la capacidad que tenemos los seres humanos
para interpretar la información que recibimos por los oídos gracias a las
frecuencias que emiten los medios de sonido

Cuando las células ciliadas situadas en la cóclea, que es el órgano en forma de


caracol que se encuentra en el oído interno, envían las señales eléctricas al
nervio auditivo, estos impulsos se transfieren al centro auditivo del cerebro.
En el centro auditivo del cerebro, existen varios grupos de neuronas que reciben
los impulsos y los traducen a un lenguaje que el cerebro puede comprender.
Esta traducción nos permite tener una percepción consciente de los sonidos que
escuchamos.

Percepción táctil. Se trata de toda aquella información que percibimos mediante


nuestra piel por medio del tacto.
Debajo de la piel se encuentran terminaciones nerviosas que en general están
muy entrelazadas. Así, en las regiones del cuerpo que tienen pelos, las
terminaciones nerviosas rodean los tubos del pelo, mientras que en las zonas
sin pelos se forman enredos nerviosos de formas y tamaños diversos.
Cada vello o pelo de nuestra piel es el extremo externo de un vástago que está
penetrado por muchas fibras nerviosas que lo envuelven.

En general, un nervio que tiene una terminación en la piel no está conectado


directamente con el sistema nervioso central. Este nervio tiene muchas
ramificaciones que están dispersas en distintas zonas de la piel. Resulta que una
porción de la piel no está "servida" por una fibra nerviosa solamente, sino que
hay una sobreposición de diferentes fibras nerviosas. Además, cada fibra
nerviosa "sirve" a diferentes áreas de la piel.
En distintas partes de la piel la densidad de terminaciones nerviosas es
diferente. Hay lugares, como por ejemplo las yemas de los dedos, en que la
densidad es muy grande, lo que hace que estas regiones sean muy sensibles. En
otros lugares, como por ejemplo en las espaldas, en que la densidad es muy
baja, no se tiene mucha sensibilidad.

Percepción olfativa. Esta percepción hace referencia a la capacidad que


tenemos los seres humanos para interpretar la información que nos llega del
exterior por medio del olfato. Las áreas del cerebro que se encargan de llevar a
cabo esta función es el bulbo olfativo y la corteza piriforme.
Las moléculas del olor en forma de vapor (compuestos químicos) que están
flotando en el aire llegan a las fosas nasales y se disuelven en las mucosidades
(que se ubican en la parte superior de cada fosa nasal).
Debajo de las mucosidades, en el epitelio olfatorio, las células receptoras
especializadas, también llamadas neuronas receptoras del olfato, detectan los
olores. Estas neuronas son capaces de detectar miles de olores diferentes.
Las neuronas receptoras del olfato transmiten la información a los bulbos
olfatorios, que se encuentran en la parte de atrás de la nariz.
Los bulbos olfatorios tienen receptores sensoriales que en realidad son parte
del cerebro que envían mensajes directamente a:
los centros más primitivos del cerebro donde se estimulan las emociones y
memorias (estructuras del sistema límbico) y
centros “avanzados” donde se modifican los pensamientos concientes
(neocorteza).
Estos centros cerebrales perciben olores y tienen acceso a recuerdos que nos
traen a la memoria personas, lugares o situaciones relacionadas con estas
sensaciones olfativas

Percepción gustativa. Esta percepción se refiere a la capacidad que tenemos


para interpretar la información que nos llega mediante el contacto de ciertas
sustancias químicas con nuestras papilas gustativas.
El gusto es una forma de quimiorrecepción que se produce en los receptores
especializados en la boca. Estos receptores se conocen como las células
gustativas, y que están contenidas en paquetes llamados papilas gustativas, que
están contenidos en zonas elevadas conocidas como papilas que se encuentran
al otro lado de la lengua. Hasta la fecha, hay cinco tipos diferentes de
receptores de sabor conocidos: sal, dulce, ácido, amargo y umami. • Cada
receptor tiene una forma diferente de la transducción sensorial: es decir, la
detección de la presencia de un determinado compuesto de partida y un
potencial de acción que en última instancia alerta al cerebro.
En el ser humano, el sentido del gusto es transportado a través de tres de los
doce nervios craneales. • El nervio facial transmite las sensaciones gustativas de
los dos tercios anteriores de la lengua, el nervio glosofaríngeo lleva sensaciones
gustativas del tercio posterior de la lengua, mientras que una rama del nervio
vago lleva algunas sensaciones gustativas de la parte posterior de la cavidad
oral.
• La degustación se produce en la lengua, así: • Lo amargo : parte posterior de
la lengua • Lo ácido: los bordes • Lo dulces: la punta y • Lo salados: parte dorsal
anterior . • Estimulación de los receptores: • Las células receptoras gustativas
son quimiorreceptoras que responden a las sustancias disueltas en los líquidos
de la cavidad oral . • Estas sustancias actúan sobre las microvellosidades de las
células receptoras en el poro gustativo produciendo los potenciales
generadoras; esto a su vez genera potenciales de acción en las neuronas
sensoriales
En realidad todas las partes de la lengua son sensibles a estos cuatro tipos de
sabores. Las células receptoras utilizan múltiples métodos para convertir el
estímulo químico en un estímulo eléctrico.
2. Atención
La atención es un proceso cognitivo básico fundamental y sumamente
importante ya que gracias a ella podemos tomar consciencia de lo que pasa en
nuestro entorno seleccionando únicamente aquellos estímulos que nos van a
resultar de utilidad y dejando de lado los que no nos sean útiles en
determinados momentos. Cuando prestamos atención y nos concentramos en
una sola cosa hacemos referencia a la atención focalizada, sin embargo, cuando
se atiende a más de una cosa a la vez, hablamos de atención dividida.
La corteza prefrontal se encarga de la función ejecutiva: cómo planificar una
acción, iniciarla, regular si se está haciendo mal o bien, darse cuenta de los
errores y corregirlos, ver si se está siguiendo un plan, evitar distracciones por
estímulos irrelevantes, rechazar interferencias, ser flexible si las circunstancias
cambia, y ser capaz de acabar una acción iniciada.
Cuando observamos la conducta de los niños/as con trastorno por déficit de
atención e hiperactividad (TDAH), observamos que comenten errores en estas
áreas y presentan dificultades a la hora de realizar la mayoría de estas acciones.
Esto se debe a que el funcionamiento cerebral subyacente de los afectados con
TDAH está caracterizado por una menor actividad funcional y un menor tamaño
en esta córtex prefrontal responsable de estas acciones.
El cerebro tiene circuitos especiales para cada una de sus diferentes funciones.
Los circuitos de la atención están en la corteza cerebral de la zona frontal, en el
área llamada prefrontal, y que controlan la memoria de trabajo, la atención, la
atención y la inhibición de las respuestas

3. Memoria
La memoria es un proceso cognitivo básico sumamente importante debido a
que tiene como función recibir, interpretar y almacenar toda la información que
llega a nuestro cerebro. Por lo que se puede decir que la memoria es un proceso
fundamental para el desarrollo del aprendizaje e incluso para que los seres
humanos podamos tener una identidad individual. Podemos generar recuerdos
debido a los cambios que generan las neuronas mediante la transmisión
sináptica en determinadas áreas del cerebro, como por ejemplo en el
hipocampo.
En el caso de la memoria a corto plazo, nuestros recuerdos más recientes se
quedarán en la corteza prefrontal.
En cambio, para guardar los recuerdos que pertenecen a la memoria a largo
plazo el hipocampo trabajará con ellos.
El hipocampo se encuentra dentro de los lóbulos temporales, y detecta y
memoriza la información nueva. Aquí encontraremos recuerdos como, por
ejemplo, qué hemos desayunado esta mañana o qué hemos aprendido en clase
hace una hora. Esta parte del cerebro no almacenará nuestros primeros
recuerdos.
La memoria semántica, o la memoria de significados, se queda en nuestro
lóbulo temporal.
Los lóbulos temporales se encuentran detrás de los ojos, debajo de las sienes, y
guardarán nuestra memoria a corto y largo plazo. Estos lóbulos también
trabajarán nuestro pensamiento, el aprendizaje del lenguaje y la estabilidad del
humor. Esta parte del cerebro es importante porque una lesión en los lóbulos
temporales puede causar dificultades de memoria.
Además, para memorizar objetos o listas de palabras necesitaremos aprovechar
las funciones de diferentes partes de nuestro cerebro, como por ejemplo la
identificación visual o auditiva.
Los ganglios basales deciden qué recuerdos queremos retener y cuáles
deberemos descartar. Esta decisión tiene un objetivo, evitar la sobrecarga de la
memoria temporal para que pueda funcionar mejor. Nuestra memoria es
selectiva, y olvidar los recuerdos que no tienen ninguna importancia nos
permitirá retener la información que consideramos relevante.
4. Pensamiento
El pensamiento es el encargo de procesar todo tipo de imágenes, ideas,
experiencias, sonidos, símbolos, etc. gracias a la estimulación de diversos
componentes del sistema nervioso.
Según el modelo cognitivo en psicología, por medio del pensamiento podemos
realmente manipular y transformar toda aquella información que tenemos
almacenada en la memoria. El pensamiento analiza, evalúa, clasifica, compara,
hace juicios y conoce como aplicar de manera adecuada todos aquellos
conocimientos que hemos guardado en la mente con la finalidad de resolver
problemas y de crear cosas nuevas aprovechando toda la información. Las zonas
del cerebro que se encargan de las funciones que lleva a cabo el pensamiento
son el tálamo, la formación reticular y el sistema límbico
5.Lenguaje
Todos los elementos que forman parte del lenguaje, como las frases, las
oraciones, los sonidos de las letras, las sílabas, las palabras, encajan unos con
otros entre sí para ofrecernos una información con su propio significado. El
estudio del lenguaje hace referencia a la investigación de aquellos elementos
que lo representan y que conforman a la vez una gramática del lenguaje.
Al contrario de lo que se cree, las áreas encargadas del lenguaje no son iguales
en todos y cada uno de nosotros. La principal distinción tiene que ver con si
somos zurdos o diestros. Para ese 97% de la población que es diestra, las áreas
del lenguaje se encuentran mayoritariamente distribuidas en el hemisferio
izquierdo, al contrario que para las personas zurdas.
Además, nuestro cerebro está hiperespecializado y con el lenguaje no sucede
una excepción. Las áreas más próximas a la parte posterior u occipital del
cráneo, es decir, el área de Wernicke, recogen la información procedente de
nuestros sentidos para su comprensión. En cambio, la parte más frontal se
encarga del control ejecutivo, en este caso, el área de Broca controla la
producción del lenguaje.
Pero no solo consiste en la especialización del cerebro, sino en cómo esas áreas
se comunican entre sí. En el caso del lenguaje esta función la cumple el
Fascículo Arqueado que conduce la información entre las áreas de Broca y de
Wernicke. Por ello, en la Afasia de Broca se encuentra dañada la producción del
lenguaje, en la Afasia de Wernicke la comprensión y en la Afasia de Conducción
el Fascículo Arqueado.
también se necesita que otras estructuras del Sistema Nervioso Central
funcionen correctamente. Si no es así, nos podemos encontrar con los
siguientes problemas:
Disartria: la disartria es un término que se da a la incorrecta articulación de los
fonemas y que tiene un origen neurológico por una lesión en las zonas del
sistema nervioso central.
Disglosia: se denomina disglosia a la incorrecta articulación de los fonemas
causada por una malformación de las estructuras orofaciales (dientes, labios,
nariz, mandibula, lengua y paladar). También recibe el nombre de «dislalia
orgánica».
Dislalia: se trata de una incapacidad para pronunciar correctamente ciertos
fonemas o grupos de fonemas. Puede ser evolutiva o funcional.

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